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: MO 5506
Tít.: Cuadernos de aula taurina :

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Cód.: 2000023520 Reg.: 16493
CUADERNOS DE AULA TAURINA:
Las suertes del toreo

Dirección General de Espectáculos Públicos, Juego y Actividades Recreativas


CONSEJERÍA DE GOBERNACIÓN
CUADERNOS DE AULA TAURINA:
Las suertes del toreo

Autores:
Texto: José Mª Martínez Parras
Fotografías: Carlos Núnez Delgado-Roig
Dibujos artísticos: Lauren Pallatier «Loren»
Dibujo de la portada: Rafael Alberti (Pase de muleta, de la Carpeta «Corrida»)

Edita: Consejería de Gobernación


© Junta de Andalucía. Consejería de Gobernación
Dirección General de Espectáculos Públicos, Juego y Actividades Recreativas

Gestión Editorial: Imp. Taurina · 95 574 48 01 · MAIRENA DEL ALCOR (Sevilla)


D.L.: SE-3.648-02
SUMARIO
PRÓLOGO ...................................................................................................... 5

1.· INTRODUCCIÓN ...............................................................•............................... 9

2.· PRINCIPIOS GENERALES Y EVOLUCIÓN DEL TOREO A PIE ..................•........••.......••......... 13

3.· EL PRIMER TERCIO ....................•...............................•.........••.................•......... 19

3.1.· El toreo de capa ..................................................................................... 22

3.2.· La suerte de varas ....•............................................................•................. 34

4.· TERCIO DE BANDERILLAS .................................................................................... 37

5.· EL ÚLTIMO TERCIO......................••...........................................................•........ 47

5.1.· El toreo de muleta ..........................................................................•........ 49

5.1.1.· Muletazos de recibo o de inicio de muleta .............................................. 51

5.1.2.· El toreo de muleta a dos manos ..........................................••••.................. 55

5.1.3.· El toreo fundamental ............•.........••.........••........••.......................... 57

5.1.4.· Pases de adorno y remates .................................................................. 62

5.1.5.· Trasteo con la muleta ........................................•............................... 67

5.2.· La suerte de matar .......................••..........•..........•.........••........•............... 67

5.2.1.· Formas de realizar la suerte de matar ...............••.................................. 67

5.2.2.· Modo de realizar la suerte de matar ......•....................•......................... 69

5.2.3.· La suerte de matar según el terreno en que se realiza ................................. 71

5.2.4.·Tipo de estocada atendiendo a que el estoque quede

dentro del toro o no .... .. ............ ................. ...............••........... ......... 73

5.2.5.·Tipo de estocada atendiendo al lugar del cuerpo del toro

por donde se introduce ...................................................................... 74

5.2.6.· Tipo de estocada atendiendo a la inclinación del estoque ............................ 75

5.3.· El descabello y la puntilla ........................................................................... 75

6.· TAUROMAQUIA DE LOREN ..............................................................................•••.... 79

7.· DEFINICIÓN DE ALGUNOS TÉRMINOS TAURINOS .............................................................. 97

8.· BIBLIOGRAFÍA ............•.....................................•.............................•............... 101


Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

,
PROLOGO

Flaco favor se hace a la causa de la defensa de los animales metiendo a los toros en
el mismo saco de las riñas de gallos, las peleas de perros o las bárbaras fiestas en las que la
colectividad sacrifica un animal, ya sea lanceándolo, quemándolo, tirándolo desde una torre o
arrancándole la cabeza de un tirón. Muchos respetamos la fiesta de los toros, al tiempo que
estas prácticas nos repugnan y desearíamos que se prohibiesen cuanto antes. No hay coarta­
da antropológica o cultural que justifique la pervivenci9 de estos ritos estúpidos y crueles.
Pero los toros son otra cosa.

La fiesta de los toros, nacida como tal precisamente a finales de la Ilustración, es el


sometimiento a reglas de estos ritos primordiales, la delegación de la colectividad matadora
en un único matador y -sobre todo- la esencialización como arte de ese primitivo gusto sacrificial
de sangre y muerte. La distancia que media entre esas fiestas bárbaras y la tauromaquia
podría compararse con las que se dan entre las formas más toscas de satisfacer el apetito y la
gastronomía, entre el bestial cubrimiento reproductor de la hembra y el erotismo, entre los
ruidos rítmicos hechos con palos y gritos y la música. A partir de algo salvaje y oscuro se ha
elaborado una luminosa y civilizada forma de arte -casi un ballet- que exige, es cierto, la
muerte del animal; pero de forma reglada, a manos de quien sabe hacerlo y con los límites de
un reglamento que elimina todo daño gratuito o toda sangrienta complacencia.

Nadie va a los toros a ver sangre, sufrimiento y muerte. sino sus contrarios: gracia,
valor y arte. Quien esto suscribe ni es un aficionado ni suele presenciar corridas de toros. Pero
no es del todo imbécil, y por lo tanto no confunde esta forma superior de arte con esas otras
barbaridades que sí se recrean en la crueldad.

Carlos Colón (Diario de Sevilla, 5-8-2001)

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Es el toreo un gran arte, una forma «superior» de arte como define en su brillante
defensa de nuestra fiesta el periodista Carlos Colón, frente a otro tipo de ritos o tradiciones
en los que cruelmente se trata a distintos tipos de animales.

Nació, como casi todo, de una forma un tanto anárquica y bruta, y poco a poco se fue
puliendo y sometiendo a una serie de principios y reglas que se recogen con gran claridad y
lujo de detalles en este interesantísimo Cuaderno. Fueron las primeras tauromaquias de
«Pepe-Hillo» y «Paquiro» aún vigentes, las iniciadoras de unas reglas dictadas para el mejor
desarrollo y calidad de un espectáculo que hasta entonces caminaba con cierto desorden.

Se menciona también a Belmonte, como el gran revolucionario y precursor del toreo


actual aunque tengo entendido que anterior a él ya existió un torero excepcional en cuanto
a clase y empaque, nacido en Córdoba y llamado «Largatijo», toreros que por su arrolladora
personalidad, sus excepcionales cualidades de artistas, sus grandes aptitudes para desarro­
llar el toreo, abrieron un camino por el que ha ido desarrollándose el toreo hasta nuestros
días.

El toreo está compuesto de suertes, de tercios, de innumerables lances con capote,


muleta, banderillas y espada las cuales están bautizadas y reseñadas en estre bien detallado
cuaderno, e incluso las formas en que deben realizarse cada una de ellas. Sin embargo,
existen unos adjetivos o principios que considero esenciales, que pueden ser incluso abstrac­
tos, pero hacen que al ejecutor de cualquiera de las distintas suertes se le pueda considerar
o llamar «torero». Un torero necesita de múltiples cualidades para llegar a serlo. Ha de ser
inteligente, intuitivo, valiente, ser capaz de descifrar rápidamente ese lenguaje misterioso
que el toro tienen para poder con él. Tiene que ser constante, sacrificado, ambicioso, en fin,
no sé cuantas cosas más para poder ver realizado tan precioso sueño.

De todas formas y para mi modesta opinión, lo realmente importante no es hacer las


distintas suertes ¡que ya lo es! ni crear otras nuevas, que también sería interesante, sino
realmente hacerlas bien, que parezcan nuevas cada vez, que cada vez que se realizan sean
una nueva creación, o mejor dicho, una recreación, ahí estaría el gran talento del artista.

Creo sinceramente que podríamos sentirnos muy dichosos si fuésemos capaces de


realizar algunas de las distintas suertes que en el toreo son, aunque sea «de salón» o dar
prioridad a la «calidad» sobre la «cantidad», a lo esencial sobre lo superfluo, a lo genial
sobre lo corriente. Viene a tercio y a mi memoria este fandango de Sánchez Pernía:

Hazlo bien aunque sea menos


en el arte esa es la ciencia
hacerlo bien aunque sea menos
tómalo como sentencia
y como consejo bueno
que lo que queda es la esencia.

José Luis Vázquez Silva «Pepe Luis Vázquez»


Matador de Toros y Director Artístico de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla

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Cuadernos de Aula Taunna·. Las suertes del reo

1 INTRODUCCIÓN
Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del coreo

1 INTRODUCCIÓN.

Los espectáculos taurinos tienen una larga tradición en España. A lo largo de los
tiempos han ido surgiendo, evolucionando y, en muchas ocasiones, desapareciendo estos
espectáculos en los que el toro ha sido y sigue siendo el elemento esencial. En la actualidad,
son diversos los espectáculos taurinos que se celebran: corridas de toros y festejos equiva­
lentes de menor rango -novilladas, becerradas y festivales-, corrida de rejoneadores, feste­
jos de recortadores, espectáculos cómico-taurinos, suelta de toros y vaquillas, encierros,
etc. De todos ellos, los más representativos y genuinos son, sin duda, las corridas de toros,
que se celebran en recintos dedicados al efecto que son las plazas de toros.

En las corridas normales se lidian seis toros por tres matadores distintos que van
acompañados de una serie de auxiliares -tres a pie, los banderilleros o subalternos y dos a
caballo, los picadores- que, en conjunto, constituyen la cuadrilla.

Cada una de las acciones que se pueden realizar a un toro, desde que sale al ruedo
hasta que se le da muerte, se denominan suertes. En la interpretación de las distintas suer­
tes se utilizan una serie de utensilios o «trastos» que son la capa o capote, la vara de picar,
las banderillas, la muleta y el estoque o espada. Y de acuerdo con los que se utilicen, se
distinguen las suertes de capa también llamadas lances o capotazos, de varas, de banderi­
llas, pases de muleta o muletazos y la estocada. De las distintas suertes que se realizan
durante las corridas de toros, que genéricamente reciben el nombre de SUERTES DEL TOREO,
es de lo que trata este Cuaderno.

El conjunto de suertes que se hacen con el toro constituye la lidia. Las distintas
suertes que integran la lidia de un toro no se realizan arbitrariamente, sino que se ejecutan
siguiendo un determinado orden establecido, a través del tiempo, para lograr la mayor
eficacia y rendimiento artístico. Es precisamente el orden en el que se interpretan las distin­
tas suertes lo que permite que la lidia se divida en tres partes o tercios, que son: el primer
tercio o tercio de capa y de varas, el segundo tercio o de banderillas y el último tercio o de
muleta y muerte.

- Primer tercio o tercio de capa y de varas. En la lidia se trata de dominar y final­


mente dar muerte al toro; éste sale al ruedo con mucha fuerza; hay que quitarle velocidad
y poderío. Por eso, se comienza quebrantando al toro por medio de la vara o puya. La
disminución de facultades que se produce no debe ser excesiva, pero sí lo suficiente como
para que el animal temple su ímpetu y permita al torero realizar, lo más completa posible,
la faencftde muleta.

- Segundo tercio o de banderillas. Así como el primer tercio tiene por finalidad el
castigo o quebranto del toro, con el de banderillas se pretende reanimarle o alegrarle
(alegradores o avivadores se llamaban antiguamente también a las banderillas), excitándole
sin restarle fuerzas.

- Ultimo tercio o de muleta y muerte. El último tercio comprende la faena de


muleta y la muerte del toro a estoque. Actualmente es la parte más importante de la lidia.

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

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2 PRINCIPIOS GENERALES
Y EVOLUCION DEL TOREO A PIE
Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

PRINCIPIOS GENERALES Y EVOLUCIÓN DEL TOREO A PIE

Torear es el arte de burlar y dominar los toros. En su origen, el toreo fue una simple
lucha entre el toro y el torero en la que el momento cumbre era la suerte de matar. Como el
toro acomete a lo que se mueve y cuando lo alcanza lo cornea, el torero, para evitar la
cogida y dominar al toro, utiliza la táctica del engaño, empleando capote y muleta.

Lo que comenzó con suertes eminentemente defensivas, a través del tiempo ha ido
evolucionando y las primeras formas, rudimentarias, se han ido transformando al irse apor­
tando constantemente conocimiento y belleza a cada una de las suertes creadas. De esta
forma, la lidia fue dejando de ser sólo preparación eficaz para la muerte para transformarse
también en estética, naciendo así el toreo moderno, que consiste en. crear belleza con el
toro, al ejecutar con quietud, temple y mando las suertes del toreo.

El toreo en sus principios fue anárquico; no existían reglas; cada cual ejecutaba las
suertes a su voluntad, siendo la más común el adorno, desde el salto al transcuerno de
Martincho a la suerte del puñal de José Cándido. No obstante, era a la suerte de matar a la
que se le daba la mayor importancia y a su ejecución, que se realizaba como el resto de las
suertes sin reglas de ningún tipo, se orientaba toda la lidia.

Las primeras normas escritas que se dictan para la realización de las suertes apare­
cen en la Tauromaquia de «Pepe-Hillo», publicada el año 1796 en Cádiz. A esta obra, le sigue
la editada en 1836 por Francisco Montes «Paquiro» y que aun hoy continúa siendo considera­
da como principio fundamental del toreo.

Juan Belmonte (1892-1962), verdadero revolucionario, cambió radicalmente el to­


reo al introducir o profundizar en ciertas formas de ejecutar las distintas suertes-de capa y
muleta que, desde entonces, se consideran reglas básicas del toreo clásico y que son parar,
templar, mandar y ligar.

Parar consiste en realizar las suertes de capote y muleta con los pies quietos, es
decir, parado. Esta forma de interpretar las suertes fue introducida por Juan Belmonte como
alternativa al «toreo sobre las piernas» en el que el torero está moviendo los pies durante la
ejecución de las suertes. En la actualidad y desde hace mucho tiempo, el torear sobre las
piernas es casi exclusivo de los subalternos.

Templar es mover el capote o la muleta a la misma velocidad a la que se desplaza el


toro, sin dejarse enganchar los engaños. Por lo tanto, en contra de los que muchos creen,
templar no consiste solamente en torear despacio. Se puede templar de dos formas distintas:
haciendo que el torero acomode la velocidad del engaño a la acometida del toro o imponiendo
a éste la velocidad a la que debe embestir. Lógicamente, lo más habitual y fácil es que el torero
acompase su toreo a la velocidad del toro. No obstante, a veces, el torero, obligando a descri­
bir al toro con su capote o muleta ciertas trayectorias, puede conseguir que éste reduzca la
velocidad de su acometida y la adecue a la que imprime el torero al engaño. En este caso, es el
torero el que impone la velocidad al toro, lo que es mucho más difícil y meritorio de conseguir.

Mandar es guiar la embestida del toro por donde estime el torero. Es, por ejemplo, llevar

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

hacia fuera, alargando el viaje, a los toros que quieren meterse hacia dentro o co!llducir
hacia dentro a los que quieren salirse. Mandar es dominar.

Ligar es enlazar los lances de capa o los pases de muleta sin interrupción.

A la vez, surgió el concepto del toreo en redondo que consiste en interpretar varios
lances de capa o, sobre todo, pases de muleta, generalmente del mismo tipo, por el mismo
lado del toro, por lo que éste da vueltas alrededor del torero.

Estas reglas se completan con una serie de aspectos técnicos que, independiente­
mente de su personalidad y concepción del toreo, el torero debe tener en cuenta con la
finalidad de realizar la lidia y, sobre todo, la faena de muleta más adecuada, segura y lucida
posible. Estos aspectos se refieren fundamentalmente a la distancia a la que se debe citar al
toro, tiempo que debe haber entre pase y pase o entre serie y serie, altura a la que debe
llevarse el engaño, colocación del torero y terrenos donde deben realizarse las distintas
fases de la lidia y especialmente la faena de muleta.

En relación con la distancia a la que debe ponerse el torero para hacer embestir al
toro, hay que tener siempre presente que no todos los astados pueden torearse a la misma
distancia, sino que, por el contrario, para cada toro hay una distancia en la que el animal se
arranca mejor y más fácilmente.

Hay toros a los que hay que citarles muy en corto para que embistan porque, de
otra manera, no se arrancan o tardean en exceso. También hay que tener en cuenta que, a
veces, por seguridad, es necesario citar al toro más cerca o más lejos. Así, es obligado torear
en corto a los astados que ganan terreno, pues cuanto mayor sea la distancia a la que se les
cite, más acusarán el defecto de ceñirse, aumentando la posibilidad de la cogida. No obstan­
te, no se debe abusar de citar repetidamente en corto ya que el encimismo puede llegar a
ahogar la embestida al toro.

Otros toros requieren, en cambio, que se les cite a una distancia mayor, ya que, de
hacerlo muy cerca, creen que han llegado al engaño y en vez de seguirlo lo que hacen 'es
derrotar en él desluciendo las suertes y poniendo en peligro al torero.

Al toro que, de salida, hace cosas raras, conviene «correrle» hacia atrás o «perderle
pasos» y acomodar el andar a la velocidad del animal con el fin de que el primer impacto
resulte acoplado.

Si la res se vence hacia tablas, lo aconsejable es que el torero se salga para


fuera. Para ello, al finalizar el primer lance de recibo en la suerte natural, o sea, de
espaldas a la barrera, el torero debe mantener el capote ante la cara del toro, cambiar
la posición respecto a él y adoptar la de la suerte contraria, es decir, de frente al
tendido, mediante un giro del cuerpo. Con ello, se logra vaciar la embestida del toro
hacia su querencia, la barrera, a la vez que se le lleva a los terrenos del centro del
ruedo.

Cada toro también tiene «su tiempo». Hay algunos a los que no se les puede
dar respiro, porque, de dejarles tiempo para «pensar», aprenden mucho, volviéndose
difíciles y peligrosos. Con estos toros es necesario que los toreros estén continuamente
hostigándoles.

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Otros, en cambio, no admiten que se les atosigue, pues se acobardan y tienden a


defenderse, a negarse a embestir o a rajarse totalmente. En estos casos, el torero debe dejar­
los «refrescar» entre tanda y tanda, yéndose de la cara del toro para volver a ella después de
trascurrido el tiempo necesario para que se recupere.

La altura de presentación del engaño y, por lo tanto, a la que se toree, tam­


bién debe adaptarse a las condiciones del toro. En general, tanto en las suertes de
capote como de muleta, los toros se someten por bajo y se alivian por alto. Para poder­
le con la muleta a un toro que no ha sido suficientemente picado, habrá que doblarse
con él con pases denominados por ello de castigo, aunque la faena de muleta, funda­
mentada en series ligadas de naturales y derechazos, resulta siempre de un castigo
grande. Al toro carente de poderío físico conviene empezarle la faena con pases por
arriba y sin brusquedades. Después, habrá de llevarse empapado en la muleta sin ba­
jarle la mano, es decir, a media altura, para evitar que se caiga o haga imposible la
faena. En cualquier caso, la muleta castiga más a los toros que el capote, ya que
permite repetir los pases en menor espacio que éste, obligando a forzar más al toro.

No obstante, siempre que las condiciones del astado de permitan, se debe torear
procurando que el toro embista con la cabeza humillada. La razón es que la velocidad de la
embestida, al tener la cabeza baja, es menor, por lo que el lance o pase tiene una duración
mayor o, dicho en términos taurinos, acrecienta la longitud del pase y su profundidad, se
recrea más la vista del espectador y, en definitiva, resulta más emocionante. Además, en
esta posición el toro hace un esfuerzo superior, va más forzado -de hecho, se dice que el toro
va dominado-, por lo que le cuesta más trabajo desviarse de la trayectoria que le marca el
torero que, en consecuencia, estará más seguro.

La posición más adecuada en la que ha de situarse el diestro respecto al toro para


ejecutar las suertes está supeditada también a la condición del animal. Trazando por la
punta de los pitones y en prolongación a éstos dos líneas imaginarias paralelas, se determina
una franja. Si en el cite el engaño queda dentro de ella y el torero fuera, se dice que está
fuera de cacho, lo que se considera una ventaja. Cuando el diestro avanza metiendose en la
franja imaginaria en dirección al pitón contrario, se dice que se cruza. Cuanto más se vaya al
pitón contrario, más cruzado estará. Por último, si se sitúa para el cite a la altura de la pala
del cuerno de su lado, se dice que cita al hilo del pitón.

El torear cruzado o al hilo del pitón debe estar en función de las condiciones del
toro. Los toros que se ciñen, los que ganan terreno, los pegajosos y tobilleros requieren que
el diestro les cite cruzado, insinuándoles la salida por el ojo contrario -contrario del lado en
el que se encuentra el torero- para que al tratar de cortársela hagan posible el toreo lucido.
Asimismo, para lograr la arrancada del toro tardo es muy conveniente cruzarse al pitón
contrario avanzando a la vez hacia la cara del toro, ya que, si se avanza perpendicularmente
al animal y guardando la distancia, sin aproximarse, lo más normal es que el toro gire sobre
los cuartos traseros con lo que no se logra avanzar al pitón contrario. Los toros boyantes y
claros, de pronta arrancada y con largo viaje, permiten el cite al hilo del pitón, que es la
posición más adecuada para ligar los muletazos.

En relación con la posición de la muleta en el momento del cite, lo más correcto y


ortodoxo es adelantarla. Sin embargo, no todos los toros admiten esta forma de interpretar
las suertes. Los que tienen media arrancada, si se les adelanta el engaño, rematarán a la
altura del cuerpo, poniendo en grave riesgo la integridad del torero. Por ello, en estos casos,

-17-
Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

o más adecuado es torear con el engaño retrasado y, por tanto, aguantando La embestida del
astado. Los toreros capaces de torear teniendo en cuenta estos principios son Los que acaban
sacando partido y triunfando con la inmensa mayoría de los toros que lidian.

-18-
Cuadernos de Aula Taurina: Las suenes del toreo

. 1

3 EL PRIMER TERCIO
Cuadernos de Aula Tauri na: Las suertes del toreo

3 EL PRIMER TERC I O
La lidia suele comenzar haciendo correr a l toro con e l fi n d e enseñarlo a embestir,
descubrir sus cualidades y defectos y fijarlo en los engaños. Correr los toros es la forma más
elemental y antigua de torear -es precisamente el correr los toros lo que da nombre a la
corrida- y se hace colocado el torero frente al toro, con el capote por delante y cogido a una
o dos manos; una vez arrancado el toro al cite del torero, éste sale andando o corriendo
hacia atrás y adecuando su velocidad a la del toro.

CORRER LOS TOROS

En esta suerte, no hay cambio o permuta de los terrenos, es decir, es una suerte por
la cara, en la que el toro no pasa. Al toro que tiene muchos pies debe tomarse de largo,
echándole abajo el capote y sin pararse cuando se arranca . Si el astado tiene poca fuerza,
debe tomarse en corto y pararse al citarlo para que siga el engaño, debiendo siempre el
torero ir mi rando al toro para verlo llegar y detenerse cuando el animal lo haga. Se debe
evitar terminar con un recorte, ya que, por la rapidez con la que el toro se revuelve, sufre
un gran quebranto. Lo correcto es correr al toro por derecho y rematar dándole una salida
larga. Otra acción censurable es la de llevar al toro hasta el burladero y hacerle rematar
contra él, ya que, además de restarle fuerzas, puede lesionarse e i nuti lizarse para la lidia.

CORRER LOS TOROS . Juan Montiel

-21-
Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Tradicionalmente han sido los subalternos los que han fijado al toro. Sin embargo,
en la actualidad, lo más frecuente es que sea el propio matador el que directamente pare al
toro de salida. En cualquier caso, una vez fij ado, el matador lo suele lancear artísticamente.
Lo más clásico es que interprete una serie de verónicas rematadas con una media «ganando
terreno», es decir, avanzando desde las tablas hacia los medios del ruedo. Una vez concluida
esta primera intervención del matador, el Presidente ordena la salida al ruedo de los picado­
res para que realicen la suerte de picar, con la que termina el primer tercio.

Después de cada encuentro con el picador, se suele hacer el quite artístico que lo
realiza, el primero el espada al que corresponde matar al toro y, en los sucesivos puy azos,
los que le siguen en orden de actuación. Cada quite consta de varios lances que pueden ser
muy variados.

3 . 1 . - El toreo de capa.
Todo lo que se hace con el capote recibe el nombre genérico de toreo de capa. El
toreo de capa es más complicado que el de la muleta, y a que, el manejo del capote requiere
coordinar y sincronizar los movimientos de ambos brazos y muñecas. Las suertes de capa o
lances se dividen en dos grupos según que el toro pase o no. Entre las primeras se encuen­
tran: la verónica, el delantal, la navarra, el farol, la gaonera, la chicuelina, la tafallera, la
media verónica, las largas, la revolera, la serpentina y los galleos. Las suertes de capa en las
que el toro no pasa y por lo tanto no hay permuta o cruce de terrenos se denominan genéri­
camente «toreo por delante» y son: correr los toros, los recortes y dar capotazos. El dar
capotazos y el correr los toros se practica con diversas finalidades: para fijar al toro por
ejemplo en banderillas, para desplazarlo de un lugar a otro, como forma de castigo, etc.

No todos los lances tienen el mismo significado ni se interpretan en el mismo mo­


mento del primer tercio. Así, las largas afaroladas y los faroles de rodillas se realizan al
comienzo de la lidia cuando el matador quier� comenzar de forma espectacular. La verónica,
que es el lance fundamental del toreo de capa, se puede instrumentar en cualquier momen­
to. Los galleos, rematados generalmente con un recorte, se emplean para llevar el toro al
caballo. El delantal, la navarra, la gaonera, la chicuelina y la tafallera son lances que se
suelen interpretar en los quites artísticos, mientras que la media verónica, la revolera, la
serpentina, las largas y los recortes son remates que se ejecutan al final de una serie de
lances.

La verónica:

La suerte de la verónica se debe al diestro sevillano del siglo XVI I I Joaquín Rodrí ­
guez «Costillares». Se denominó así porque, antiguamente, el torero, para ejecutarla, se
colocaba de frente y en rectitud al toro, con el capote extendido, quedando en la misma
actitud en que se representa a la «Verónica» limpiando la cara de Jesucristo. Primitivamen­
te, pues, al estar el diestro enfrontilado con el toro, para repetir el lance, tenía que dar
media vuelta girando sobre sus talones.

Sin embargo, en la actualidad y desde finales del siglo XIX, la verónica se realiza de
forma diferente: el diestro se coloca de perfil o de « medio pecho» en la rectitud del toro. Lo
cita tendiendo el capote que sostiene con ambas manos. Cuando el toro llega a jurisdicción,
el torero hace la suerte moviendo el capote acompasadamente y lo más cerca posible de los

-22-
Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

pitones. Y remata el lance tray éndose la mano izquierda al costado derecho y alargando el
brazo derecho o viceversa, según del lado que se ejecuta, despidiendo al animal en general
en línea recta y quedando en posición de repetir el lance. La mano de salida puede colocarse
alta o baja. En el primer caso, el lance resulta más largo, más profundo.

Aunque la verónica se puede ejecutar a pies juntos, lo usual y clásico es darla con
los pies abiertos o, como se conoce en el argot taurino, «abriendo el compás» o «despatarra­
do» y adelantando la pierna contraria o de salida por lo que debe desviar la embestida de la
res para no ser atropellado o cogido. A continuación, el diestro avanza un paso con la otra
pierna, con lo que queda preparado para el próximo lance.

VERÓN ICA

No es fácil la verónica porque requiere armonizar el j uego de los brazos y


acompasarlos a la embestida del toro, ganar terreno hacia delante al final de cada lance y
conservar la distancia adecuada. Si el diestro se queda demasiado cerca del toro puede
sufrir el acoso del toro o no tener tiempo para preparar el lance siguiente.

Hay que distinguir dos momentos esenciales para ejecutar la verónica: con el toro
embistiendo con fuerza, recién salido al ruedo, y cuando al toro, y a aplomado por los puyazos,
hay que provocarle la embestida.

VERÓ N ICA. Curro Romero

-2 3-
Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

El delantal:

Este lance, creado por José Gómez «Joseli to» (1895-1920), se denomina así porque
se da llevando el capote a la altura de la cintura y las manos casi pegadas al cuerpo en un
pronunciado codi lleo, mientras que los pies suelen permanecer juntos.

DELANTAL

Se ejecuta de manera simi lar a la verónica pero, a diferenci a de ésta, en que se


ofrece al toro la palma de la mano de fuera y el dorso de la mano interna, el capote se coge
de manera que el dorso de las dos manos «miren» al toro.

DELANTAL.
J osé Tomás

La media verónica:

Se trata de un remate que suele realizarse después de una serie de verónicas. Se


inicia como un delantal para, en mi tad del lance recoger el capote sobre el costado y la
cadera a modo de recorte.

MEDIA VERÓNICA

-24-
Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

En este lance, uno de los brazos se queda en la cadera, mientras que el otro hace
describir al toro una amplia cu rva en torno al torero, para terminar buscando la mano que
quedó en la cadera.

MEDIA VERÓNICA.
Julian López « El Juli»

Navarra:

Se trata de una suerte muy antigua, i ntroducida por Martincho a principios del siglo
XVI I I . Para realizarla, el diestro coge el capote como si fuese a ejecutar u n delantal a pies
juntos . I niciado el lance, una vez que ha pasado la cabeza del toro, el torero gi ra en la
di rección de la embestida del astado y da una vuelta completa sobre los pies, volviendo a
quedar frente al toro. En México recibe el nombre de chicuelina antigua. Es una suerte cuya
ejecución lucida y vistosa requiere reses repetidoras y que tengan largas embestidas, por lo
que no es aconsejable interpretarla con toros que se queden cortos o se revuelvan rápida­
mente.

NAVARRA. Manuel Murillo


El Farol:

Es u n lance de frente cuya principal particularidad radica en que el diestro lo rema­


ta pasándose el capote por encima de la cabeza. Fue practicado por primera vez por Manuel
Domínguez, en Mad rid, el año 1 85 5 . En realidad , es una variante del delantal, que se ejecuta
en su primera parte como éste, pero en el momento de sacar el capote de la cara del toro se
da con él una vuelta alrededor de la cabeza del diestro.

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

FAROL

Se puede realizar de pie o, más frecuentemente, de rodillas. En este caso, el torero


puede citar al toro ya en esta posición o bien echarse de rodillas una vez que el toro ha
iniciado la arrancada.

FAROL DE RODILLAS. Luis Mariscal

Gaonera:

La gaonera se realiza situándose el torero frente al toro y con el capote a la espal­


da. Colocado el capote en la forma adecuada, pasando un brazo por detrás y con el otro
perfectamente extendido, se le presenta al toro todo el vuelo por un lado; se cita y se da al
engaño un giro como el que se hace con la muleta en el pase natural por bajo; se da media
vuelta y de nuevo se le presenta el capote por el otro lado, repitiéndose el lance cuantas
veces se quiera.

GAONERA

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del coreo

Se atribuye su invención, a comienzos del siglo XX, al torero mexicano Rodolfo Gaona.

GAON ERA. Miguel Abellán


Chicuelina:

La invención de este lance se debe a Manuel J iménez «Chicuelo» (1902-1967) quien


lo realizó por primera vez en Valencia, en 1924, por lo que, recibió el nombre de chicuelina.
Se inicia con el capote dispuesto de igual manera que en el delantal pero algo recogido y
delante del cuerpo. Cuando el toro lo toma y sigue sus vuelos, el torero gira sobre los pies en
sentido contrario a la embestida y da media vuelta para quedar, de nuevo, frente al toro,
preparado para repetir el lance. Es una suerte en la que se obliga poco a los animales por lo
que puede interpretarse con casi todas las reses.

CHICUELINA. José Tomás

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Tafallera:

Es un lance que se inicia , al igual que otros muchos, como para dar un delantal
pero, en el momento en que el toro arranca, el torero, en lugar de echar el capote hacia
delante, gira las manos que, de esta manera, invierten su posición, lo que hace que se
muestre al toro el capote por el envés. Durante la ejecución del lance el astado debe pasar
por debajo del capote, rematándose la suerte por arriba. Asimismo, el torero debe realizar
un pequeño giro sobre sus pies en el sentido de la embestida del toro.

TAFALLERA. José Mª Manzanares

Largas:

A diferencia del resto de los lances de capa, en los que el capote se coge con las dos
manos, en las largas se lleva sólo con una . Se llaman largas porque a los toros se les despide
dándole una salida larga con la punta de capote. Según que la salida se dé por el lado en cuya
mano se tiene el engaño o se dé por el lado contrario, las largas serán naturales o cambiadas.
I nicialmente, en las largas naturales el capote se coge mostrando la palma de la mano al
animal mientras que en las cambiadas se coge mostrando el dorso.

LARGA NATURAL POR ALTO (LARGA CORDOBESA)

La larga natural puede darse por alto o por bajo. Su ejecución es similar a como se
interpreta la verónica pero llevando el capote cogido sólo por la mano de fuera. La larga
natural por alto se remata echándose el torero el capote sobre el hombro correspondiente,

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

quedando el toro generalmente a sus espaldas. Rafael Molina «Lagartijo» (1841-1900) in­
mortali zó esta larga, conocida con el nombre de larg9 cordobesa.

LARGA NATURAL POR BAJO. Enrique Ponce

LARGA NAT URAL POR BAJO.


Salvador Vega

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Las largas cambiadas pueden darse también por alto o por bajo. La dada por alto se
remata pasando el capote sobre la cabeza, lo mismo que en el farol, llamándose por ello
larga afarolada. Este lance se suele ejecutar de rodillas y generalmente a la salida de la res
al ruedo. Cuando se realiza frente a toriles se denomina a porta gayola.

LARGA AFAROLADA A «PORTA GAYOLA». Antonio Barrera

La larga cambiada por bajo se interpreta y remata de igual forma que un pase de
muleta cambiado, por lo que se remata liándose el capote en la cadera contraria o del lado
de salida. De hecho, algunos denominan a este lance trincherazo con el capote.

LARGA AFAROLADA DE RODI LLAS.


Julian López «El Juli»

LARGA CAMBIADA POR BAJO.


Juan Serrano «Finito de Córdoba,·

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del coreo

Revolera y serpentina:

La revolera y la serpenti na son suertes de adorno que se suelen ejecutar como


remates a quites también de adorno. Después de unas gaoneras, de unas chicuelinas, de
unos faroles, etc. , aunque, a veces, también se dan para rematar una serie de verónicas. En
ambos casos, se trata en realidad de una larga natural por bajo en la que el capote se
despliega alrededor del cuerpo del torero, a la vez que éste gira, de manera semejante a
como lo hace en la navarra.

REVOLERA

La revolera se ejecuta citando con el capote cogido con las dos manos como si fuese
a darse un lance del delantal. Una vez arrancado el toro, el torero suelta la mano más
próxima al animal, dándole al capote una vuelta por la espalda y haciendo girar al toro en
torno suyo; en este movimiento, el torero se cambia el capote de mano por la espalda al
tiempo que gira sobre sí mismo. El lance se remata saliendo el diestro de la suerte andando
y de espaldas al animal o parado y en actitud de desplante y con la mano que lleva el capote
en la cintura.

REVOLERA. Juan Mora

La serpentina, que la inventó Rafael G ómez «El Gallo» (1882-1960), es un lance que
se inicia trazando en el aire, con la mano que lleva el capote, una especie de garabato lo que
hace que el capote, desplegado totalmente, describa un movimiento vertical en el aire muy
vistoso. Se remata como la revolera.

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

SERPENTINA.
José Miguel Arroyo «Joselito»

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Galleos:

Reciben el nombre de galleos todos aquellos lances o suertes que se realizan andan­
do o corriendo delante del toro, sin que pase. Los galleos tienen una larga tradición en el
toreo y generalmente se practican para llevar al toro hacia el picador. A veces reciben
nombres específicos como chicuelinas por la cara o galleando, galleo de espaldas, etc.

GALLEO POR CH ICUELI NAS. Víctor Puerto

Recorte:

El recorte consiste en quebrar, lo más ceñido posible, al toro cuando éste llega a
juri sdicci ón. Puede hacerse a cuerpo limpio o con la ayuda de un engaño.

RECORT E. Javier Conde RECORTE. Emilio de Justo

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

3 . 2 . - La suerte de varas

La suerte de varas tiene como finalidad quebrantar la pujanza del toro, qui tarle
facultades, disminuirle su fuerza aunque sin abusar y corregi rle los defectos que pudiera
tener, principalmente en lo que se refiere a la cabeza. Hay varias formas de realizar la
suerte.

Picar al toro de frente:

Se ejecuta si tuándose el picador en la rectitud del terreno que ocupa el toro.


Se cita y se recibe al toro con el caballo de frente, procurando que el equino esté
parado. Cuando el toro llega a jurisdicción, el picador le pone la garrocha en el morri llo,
ab riendo al mis m o tiempo el ca ballo por la izquierda para despedirlo por la cara de
éste. Lo correcto es que el picador sa lga de frente a l encuentro del toro, arrancando
desde la barrera, hasta pararse justamente en la raya más próxi ma . En resumen, el
picador debe señala r en lo alto del morrillo, aguantar la a cometida del toro y despedir·
lo por delante. Los puyazos traseros suelen ser perjudicia les porque descomponen la
embestida del astado, mientras que si son algo delanteros o en la «pelota» ( morrillo),
que es donde se deben picar los toros, lo a horman; además, por s er dicha parte menos
s ensi ble, resiste mayor número de puyazos .


... 1 • •
·� El picador adelanta al caballo
desde la barrera hasta la raya
más próxima y lo coloca
enfrontillado con el toro aunque
ligeramente cuarteado. Es la
forma ortodoxa de hacer la
suerte de varas.

Picar a l toro con caballo de frente

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Picar al toro atravesado:

Además de picar de frente, que es lo más correcto, se puede picar al toro atravesado
o «haciendo la carioca» . Para picar al toro atravesado, como su nombre indica, se cita al toro
teniendo el caballo atravesado delante d°e él y presentando el costado derecho. En esta posi·
ción , se le obliga para que embista, saliendo por la cabeza del astado que no suele perseguir al


caballo. Es una suerte recomendada sólo para los toros aplomados, cuando están aquerenciados.

1 1 1 1

El picador presenta el
caballo de costado, por el
lado que le cubre el peto

Picar al toro con caballo atravesado

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

La «carioca»:

Por último, la «carioca» es un procedimiento de picar, ideado por el picador Miguel


Atienza , para utilizarlo con los toros mansos que, al sentir el hierro de la puya, salían sueltos
y sin castigar. Para hacer la «carioca» se cita al toro como en la suerte de frente, pero una
vez hecha la reunión, cuando el toro cede pretendiendo rehuir la pelea , el picador afloja en
su empuje con la garrocha, aunque sin acabar de soltarla del todo e inclinando el caballo
hacia los medios del ruedo. Envalentonado el toro y viendo que le cierran la salida , vuelve a
cargar sobre el caballo y el picador aprieta de nuevo. Esta forma de picar se practica actual­
mente más de lo que realmente es necesario.

Se cita al toro como en la suerte de


fren te pero, du rante el puyazo , el
picador gira el caballo hacia el
exterior para taparle la salida a l
toro y de esta forma, continuar
castigándolo . Sólo es aceptable esta
suerte para los toros mansos .

La «carioca»

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

4 T ERCIO DE BANDERILLAS
Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

4 TERC I O DE BAN DERI LLAS


El tercio de banderillas tiene como objetivo recuperar o avivar al toro, aplomado
en la suerte de varas. También tiene otra finalidad: la de ver el comportamiento del toro
cuando toma el capote del subalterno que lo pone en suerte y durante la ejecución de los
pares de banderillas, comportamiento que el matador deberá tener en cuenta en la faena de
muleta. De ahí el interés de que se banderillee por los dos lados.

El poner las banderillas corre normalmente a cargo de los subalternos, a quienes


por esta razón se les llama también banderilleros, si bien en algunos casos lo hace el propio
matador.

El mecanismo de poner banderillas siempre es el mismo, independientemente de


cual sea la forma de ejecutar la suerte. Lo más ortodoxo es que el banderillero, al acercarse
al toro, lleve los brazos algo extendidos y en posición horizontal, gane la cara al animal ·y
cuadre o haga la reunión entre los cuernos o, mejor, delante del pitón de salida, es decir,
« asomándose al balcón» , no a cabeza pasada. A la vez que gana la cara al toro y cuadra, el
banderillero debe bajar los brazos, « sacar los palos de abajo» , es decir, levantar los brazos
por encima de la cabeza, juntarlos y clavar las banderillas arriba, por detrás del morrillo,
saliendo de la suerte, apoyándose en los palos, lo más airosamente posible. La acción funda­
mental para realizar la suerte de la forma más segura posible, es ganar la cara al toro, es
decir, cuadrar justo antes de que el toro humille porque así cuando éste dé el derrote el
banderillero ya ha clavado.

La zona más adecuada para realizar la suerte de banderillas es por fuera de las
rayas de picar, es decir, en el tercio del ruedo, que es donde el banderillero está más seguro
por disponer, tras la reunión, del espacio suficiente para librarse de la posible persecución
del toro. Por ello, el banderillear cerca de las tablas puede ser peligroso y el hacerlo en los
medios deja al torero desamparado si el toro « hace hilo con él» . Aunque el mecanismo de
banderillear es siempre igual, hay varias maneras de ejecutar esta suerte: al cuarteo, de
sobaquillo, a la media vuelta, al sesgo, al relance, al quiebro y al violín.

Al cuarteo:

El cuarteo es la forma más común de banderillear a los toros. Para su ejecución, el


torero se coloca en los terrenos de fuera -en los medios- y se sitúa frente al toro, procurando
que se fije en él por medio de la voz y/ o de movimientos del cuerpo y de los brazos. Una vez
fijado el toro, el banderillero lo cita y cuando el animal arranca, sale describiendo una
curva, es decir, cuarteando, con el fin de cambiarle la trayectoria al toro y que no le embista
en línea recta. Al producirse la reunión el banderillero se debe cuadrar con el toro, clavar las
banderillas en el momento en que éste humille y salir limpiamente, procurando, siempre
que sea posible, que el toro no lo persiga para evitar situaciones de riesgo o un exceso de
capotazos al volver a ponerlo de nuevo en suerte en el tercio.

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Mecanismo de un par de banderillas al cuarteo

La suerte de banderillas al cuarteo se suele hacer con el toro colocado en el tercio,


de espaldas a la barrera , y el torero en el centro del ruedo. De esta forma, al produci rse el
cuarteo y hacerse la reunión , la posición del toro es paralela a las tablas y el torero tiene
libre su terreno, mientras que el toro sale por el suyo (terrenos de fuera) . Por la posición de
toro y torero, se dice que el cuarteo se ha realizado en la suerte natural. La posición opues­
ta , que también se llama de den tro a fuera o con los terrenos cambiados, tiene las caracte­
rísticas contrarias.

El cuarteo puede realizarse arrancando de largo o citando al toro en corto . Es más


difíci l llegar paso a paso a la cara del toro y no iniciar el cuarteo hasta que éste se haya
lanzado a la carrera , con lo que la suerte tiene más emoción y riesgo.

PAR DE BANDERI LLAS AL CUARTEO. Ju lian López « El J uli »

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

PAR DE BANDERI LLAS AL CUARTEO . Juan José Padilla

Derivaciones de la suerte del cuarteo son las denominadas de frente y de poder a


poder. La primera es un cuarteo hecho en menos terreno que el usual ; en la segunda , toro y
torero, situados frente a frente, arrancan a gran velocidad , y cuando parece que van a
chocar, el torero cuartea en un espacio muy reducido.

Cuando el matador de turno es el q ue banderillea la posición inicial de toro y torero


puede ser diferente, recibiendo entonces el par de banderillas al cuarteo nombres específi­
cos: por los terrenos de dentro o por los adentros cuando la reunión tiene lugar entre la
posición inicial del toro y las tablas o cuando el torero cita e inicia la carrera desde una
posición más cercana a tablas que la que ocupa el toro, produci éndose la reunión en el
tercio.

PAR DE BAN DERI LLAS POR DENTRO. Soler Lázaro

-4 1 -
Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

También , cuando actúa el matador, el cuarteo se puede llevar a cabo de forma más
espectacular dando lugar a suertes que reciben nombres específicos. Es el caso de los llama­
dos par del molinillo y par de la moviola, ambos inventados por Vicente Ruiz «El Soro» .

El par del molinillo es un cuarteo que se caracteriza porque durante la carrera el


torero gira varias veces sobre sí mismo, mientras que en el par de la moviola el torero
cuartea hacia atrás mientras que el toro corre hacia delante hasta el momento de la re­
unión.

De sobaquil lo:

En esta forma de banderillear, el torero en tra a cuartear pasándose de la cabeza


del toro, si n cuadrar y clavando los palos en huida y como hacia atrás, por debajo del soba­
co.

PAR DE BANDERI LLAS «DE SOBAQUI LLO» .

A la media vuelta:

Es la forma m ás antigua de clavar banderillas. Se trata de un cuarteo de recurso


que se hace citando el diestro al toro desde atrás, para clavar cuando se revuelve, ventaja
que sólo es admisible cuando el astado está muy quedado o cuando corta peligrosamente el
terreno al arrancarse. En la actualidad se practica muy rara vez.

Al sesgo:

También llamada a la carrera, al trascuerno o a vuelapies, se trata de una suerte de


recurso que sólo debe practicarse con toros muy agotados y aquerenciados en tablas. Es
esencial que el toro no se mueva durante su ejecución. En este terreno ha de llegar el

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del coreo

banderillero al toro con la idea de que éste no va a moverse ni hacer por el diestro más que
el instintivo movimiento del hachazo. Por ello, la entrada ha de ser muy rápida y sesgada a
la posición del toro, que estará m ás o menos abierto en la barrera.

Al relance:

En banderillas se entiende por suerte al relance la practicada viniendo el toro


rebrincado de la salida de otro par que se le haya puesto antes o bien siguiendo a un capote.

Al quiebro:

Para banderillear al quiebro el torero se coloca con los pies juntos frente al toro y
en su rectitud. En esta posici ón, el torero cita al astado y cuando éste se arranca, el torero,
sin moverse, le deja llegar a jurisdicción e inclina su cuerpo y mueve la pierna hacia el lado
que le da la salida; al humillar el ani mal, el diestro recobra su posición original a la vez que
clava las banderillas, libre del derrote, puesto que el toro da la cabezada al aire por el
quiebro que el torero i mprime. El animal toma su terreno, continuando el viaje y el diestro,
rematada la suerte, se queda en el sitio o sale andando. Esta suerte sólo la practican los
matadores, nunca los subalternos.

La distancia y manera de citar, lo ceñido del qui ebro o lo escaso de la distancia a


que el toro pasa del torero son circunstancias que le confieren más o menos mérito a la
suerte.

PAR DE BANDERI LLAS AL QUIEBRO

Esta suerte, ejecutada por primera vez por Antonio Carmona « Gordito» en Sevilla el
año 1852, debe intentarse sólo con los toros boyantes y claros y que sean prontos en la
arrancada.

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

PAR DE BANDERI LLAS AL QUI EBRO. Antoni o Ferrera

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Par de calafia o al violín:

Se realiza cogiendo las banderillas con una sola mano. Se inicia citando al toro
para, una vez que llegue a ju risdicción, ganarle la cara mediante una especie de quiebro,
ponerse de espaldas al animal y junto al cuello y sacar el par por encima de la cabeza y
clavar lo más reunido y arriba posible. El inventor de esta suerte ha sido Rodolfo Rodríguez El
Pana, que lo interpretó por primera vez en la plaza de toros de Calafia en Mexicali (México)
el 16 de agosto de 1983. Este par de banderillas únicamente lo practican los matadores,
generalmente como último par.

PAR DE BANDERI LLAS DE «CALAFIA» O «AL V I OLÍN».


David Fandila «El Fandi»

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

5 EL Ú LTIMO TERC I O
Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

5 EL Ú LTIMO TERCIO
El último tercio de la lidia tiene dos partes, originariamente preparatoria una de la
otra: la faena de muleta y la suerte de matar. Antiguamente la estocada era la suerte que
más importancia tenía y todo lo que se le hacía al toro iba encaminado a darle muerte. En el
siglo XVI I I la faena de muleta casi no existía y la muleta sólo se usaba en la preparación y
ejecución de la suerte de matar.

La sustitución paulatina de la suerte de matar recibiendo por la menos arriesgada


suerte del volapié fue lo que supuso el origen de la faena de muleta. Para ejecutar la suerte
de recibir era necesario que el toro tuviese cierta movilidad, mientras que, el volapié reque­
ría que el toro estuviera agotado. Para lograrlo, los matadores comenzaron a prolongar el
muleteo, con miras a quebrantar a los toros, quitarles facultades y dominarlos, comenzando
así a abrirse paso la faena de muleta que, hoy, es la esencia del toreo; el eje fundamental de
la actuación del matador.

Una faena de muleta típica se compone de tres partes: una primera de inicio, en la que se
suele torear alternativamente por uno y otro lado o pitón del toro; la parte esencial de la faena, que
se compone de varias series o tandas de pases en redondo y, por último, la parte final en la que se
practica un toreo en el que predominan los adornos y los pases en los que al toro no se le obliga a
emplearse muy intensamente. El predominio de una u otra parte depende tanto del concepto del
toreo del propio matador como de las características del astado.

La costumbre que tienen los subalternos de llevar a los toros, después de la suerte de banderillas, a
algún burladero para sujetarlo allí mientras que el matador coge espada y muleta, cumplimenta al
Presidente de la corrida o brinda el toro, es la causa de que la mayoría de las faenas se inicien junto
a las tablas, por lo que, la fase de inicio o de tanteo de la faena de muleta tiene también como
objetivo sacar al toro al tercio o a los medios que son los terrenos donde tradicionalmente se lleva a
cabo la parte central de la faena. En condiciones normales, en estos terrenos es donde la faena tiene
una mayor brillantez ya que el toro, alejado de las tablas, suele distraerle menos y, por lo tanto, está
más fijo en el engaño. En cambio, el lugar más apropiado para practicar la suerte de matar es el más
próximo a las tablas -del tercio para dentro- por lo que el matador, si ha realizado la faena en los
terrenos de fuera, debe cerrar al toro antes de entrar a matar, lo que se suele hacer durante la parte
final de la faena.

5. 1 .- El toreo de muleta

El toreo de muleta comprende gran variedad de suertes que se denominan genéricamente


pases o muletazos. No todos ellos tienen la misma repercusión entre los espectadores ni el mismo
significado dentro del desarrollo de la faena, por lo que, cada una debe instrumentarse en la fase de
muleta correspondiente. En función del momento en que suelen ejecutarse, los pases de muleta se
pueden clasificar en muletazos de recibo, toreo fundamental, suertes de adorno y remates.

Aunque la faena de muleta puede iniciarse de múltiples formas, hay algunas que son las
más habituales. A veces, el comienzo puede ser espectacular, interpretándose entonces pases como
el cartucho de pescado, el litrazo, el péndulo o el cambio con la muleta. Más frecuentemente, la
faena se inicia tanteando al toro, pudiéndole o cuidándole, en cuyo caso lo más apropiado es inter­
pretar pases como las dobladas o el toreo a dos manos, aunque estas suertes también se pueden

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

realizar en otras fases de la faena, sobre todo al final.

Se denomin an suertes fun damen tal es las que desde l os in icios del toreo de
muleta han con stituido la base de cualquier faena. Son el pase natural , el derechazo y
el pase de pecho.

Por último, l os adornos y remates con la muleta constituyen un a gran variedad


de suertes de todo tipo que se pueden ejecutar prácticamen te en cualquier momen to
de la faen a; para iniciar o rematar las series en redon do de naturales o derechazos;
adorn arse al fin al de la faen a, un a vez que se ha toreado al toro; para l levarl o de un
lugar a otro del ruedo, etc. D en tro de este tipo de suertes, hay un as que gen eral men te
se in terpretan repetidamen te como la manoletin a, mien tras que otras se ejecutan ais­
ladamen te o altern ativamen te con otras.

Hay otra clasificación que permite ordenar las suertes según su ejecución interna,
sólo dependiendo de cómo se dan, de cómo se coloca el torero y de cómo se coge la muleta.
De acuerdo con este criterio, los distintos pases se agrupan en tres modalidades distintas:
pases normales o regulares, pases contrarios o cambiados y pases ayudados.

Esta clasificación se basa, en primer lugar, en el hecho de que, en la interpretación


del pase, intervenga un a sola mano o las dos.

- En el caso de que en la ejecución del pase se utilice un a mano, que es lo más


frecuen te, puede ocurrir que el diestro lleve la muleta en la mano del lado por el que
embiste el toro o en la otra mano. En el primer caso, l os pases se llaman n ormales o
regul ares y, en el segun do, contrarios o camb iados. En el toreo n atural , el matador
torea con la palma de la man o, mien tras que en el toreo contrario l o hace con el dorso.

- En el supuesto de que el torero utilice en la ejecución de la suerte las dos manos,


los pases se llaman ayudados.

En cada caso, la muleta puede sacarse para rematar el pase por encima de la
cabeza del toro, por delan te de su cara o por debajo.

Cualquier pase puede incluirse en alguno de estos grupos independientemente de


que sea un pase fundamental o un adorno, del momento de la faena o del significado que
tenga. Son pases normales: el natural, el derechazo, el circular, el pase de la firma y la
manoletin a. Son cambiados: el pase de pecho, el pase por alto, los pases de trinchera, el
molinete y el afarolado.

Las dobladas y algunos pases ayudados pueden ser normales o contrarios.

A todas estas suertes hay que añadir aquellas en las que el toro no pasa y que
corresponden a dos grupos distintos: el trasteo con la muleta y un tipo de adornos denomina­
dos abaniqueos y desplantes.

De acuerdo con todo lo anterior, los pases de muleta se han agrupado en : muletazos
de recibo o de inicio de faen a, toreo a dos manos, toreo fundamen tal, adornos y remates y
trasteo con la muleta.

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

5. 1 . 1 . - Muletazos de recibo o de inicio de faena:

El comienzo de una faena de muleta puede ser muy diverso dependiendo, lógica­
mente, de las características del toro y de la personalidad del torero. A veces, se puede
iniciar la faena con muletazos de tanteo, si el torero tiene dudas sobre la condición del toro,
o buscando ayudar al animal si no tiene mucha fuerza, o pretendiendo rebaj arselas si es
poderoso. Para estos casos, los pases más indicados son las dobladas.

Si el toro se encuentra en condiciones óptimas, el inicio de la faena dependerá del


concepto del toreo que tenga el matador, siendo válidos para comenzar la mayoría de los
pases de muleta. En este sentido, hay una serie de muletazos, cuya ej ecución tiene gran
acogida entre el público por su espectacularidad y riesgo y que, por realizarse exclusivamen­
te en este momento de la faena, reciben específicamente el nombre de pases de recibo o de
inicio de faena. Entre estas suertes, las más frecuentes son: el cartucho de pescado, el
litrazo, el péndulo y el cambio con la muleta. En todas ellas, el matador cita al toro de largo
y el animal llega a jurisdicción del torero galopando. En el cartucho de pescado y el litrazo
el toro sale por el lado por donde se le ha citado, mientras que en el péndulo y en el cambio
con la muleta se le marca la salida por un lado y se le da por el otro.

El cartucho de pescado:

Pase popularizado por Pepe Luis Vázquez, que lo realizó por primera vez en público
en la plaza de toros de Sevilla, en mayo de 1938, aunque El Espartero lo había practicado con
anterioridad. En la realización de este pase el torero se coloca, a cierta distancia del astado,
con la muleta plegada en la mano izquierda y la espada en la derecha y apoyada ligeramente
en la cadera. En esta situación cita al toro y aguanta, con la muleta plegada, hasta que el
animal llega a la distancia apropiada, en cuyo momento el matador despliega la muleta y
ej ecuta el pase que técnicamente es una pase natural, siguiendo, normalmente, toreando
por naturales. Se puede ej ecutar en el tercio o con el torero en el centro del ruedo y el toro
en el tercio o en la barrera. En cualquier caso, cuanto mayor sea la distancia que separe a
ambos más espectacular y arriesgado resultará el pase.

El litrazo:

Denominado así por ser su inventor Miguel Báez «Litri» (n. 1930), su ejecución es la
siguiente: el matador se sitúa a pies j untos, con la muleta armada en la mano derecha y a la
gran distancia del toro. Lo cita y aguanta la embestida con la muleta en la espalda para,
cuando llegue a la distancia adecuada, sacar y adelantar la muleta y darle el pase que,
técnicamente, es un derechazo de frente.

El cambio con la m u leta:

En su preparación es idéntico al cartucho de pescado: el matador se sitúa frente al


toro con la muleta plegada en la mano izquierda, a la altura de la cintura y con la espada en
la derecha y apoyada en la cadera. Se cita al toro, que debe estar situado a cierta distancia
del torero y, una vez arrancado, éste adopta una disposición como para dar un pase de pecho
por el lado derecho, con lo que se cambia la trayectoria que inicialmente traía el toro. El
pase se puede realizar con la muleta plegada o desplegándola cuando el toro entra en j urisdic­
ción. A este muletazo se le denomina erróneamente con mucha frecuencia pase cambiado.

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

EL CAMBIO CON LA MULETA

El péndulo:

En este pase el torero lleva la muleta armada con la espada en la mano derecha , y
se sitúa de perfil y a cierta distancia del toro. En esta posición lo cita con la muleta exten­
dida por el lado derecho. Una vez que el toro se ha arrancado, el torero se pasa la muleta por
detrás para cambiar el viaje del toro y darle la salida por el lado izquierdo, sacando la
muleta por la espalda.

PASE DE « EL PÉNDULO»

EL PÉNDULO. Víctor Puerto

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Dobladas o doblones:

Son m u letazos que se dan i n d i sti ntamente con la mano d erecha o con la mano
izquierda. Se i nician con e l torero situado semi de frente, adelantando el engaño y
citando al toro con un su ave «toq u e » . Y pueden ser tanto pases norm ales como cambia­
dos . Pueden considera rse variantes d e los d e rechazos o naturales y d e los pases d e
trinchera respectivamente. No obstante, existen algunas diferencias notables c o m o l a
posición d e l a s piernas, el trazo del m u letazo o el q u e se ejecutan altern ativamente
uno normal y uno contrario, es deci r, alternando por uno y otro pitón.

La pierna de salida está generalmente flexionada y muy adelantada, mientras que


la otra se mantiene estirada o incluso de rodillas. Respecto al trazo del muletazo, éste es
muy curvilíneo por lo que se obliga al toro a doblarse. De ahí, precisamente, el nombre de
doblada o doblón .

Se utilizan para someter y castigar a los toros poderosos, para enseñarles a embes­
tir largo o para corregirles defectos como llevar la cabeza alta , cabecear o tener tendencia
a huir.

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DOBLADA CON LA MANO DERECHA POR EL LADO NATURAL SEG U DA DE OTRA DOBLADA POR
EL LADO CONTRARIO

Cuando se ejecute como un pase de castigo, el torero debe adelantar mucho la


pierna de sali d a , forzando la trayectoria del a n i m a l , echarle la m u leta al suelo y arras­
trarla por la arena para hacerle h u m i l lar y sacársela por debajo de la pala del pitón. Al
final d e este movi m iento debe mostrar la m u leta por e l lado contrario con lo que se le,
quebranta al hacerle girar. De esta forma, se obliga mucho al toro al dob larse b rusca­
mente .

Si el pase no tiene como fi nalidad q u e b rantar al toro sino enseñarle a em best i r


largo o corregi r le ciertos d efectos, la m u leta s e llevará a m e d i a altura procu rando que
vaya muy templado y em bebido en la m u leta . Se puede vaciar la em besti da del toro
también a media altura o darle la salida por bajo si se le quiere ahormar o si tiene
tendencia a i rse .
La forma más usual de rematar una serie de dob ladas es el pase de pec ho.

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

DOBLADA CON LA MANO DERECHA


POR EL LADO NATURAL.
Juan Serrano «Finito de Córdoba»

DOBLADA CON LA MANO IZQUI ERDA


POR EL LADO NATURAL.
Antón Cortés

DOBLADA CON LA MANO DERECHA


POR EL LADO CONTRARI O. Cesar Girón

DOBLADA CON LA MANO


IZQUI ERDA POR EL LADO CONTRARI O.
Juan Serrano «Finito de Córdoba»

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

5 . 1 . 2. - El toreo de mu leta a dos manos.

Se denomina genéricamente toreo de muleta a dos manos al conjunto de pases en


cuya interpretación intervienen ambas manos y brazos. Básicamente hay tres pases de este
tipo: los ayudados, el estatuario y el kikirikí.

Dentro del grupo de los ayudados se incluyen dos modalidades de pases: aquellos en
los que muleta y espada se sostienen conjuntamente con ambas manos y aquellos en los que
la muleta se lleva en la izquierda mientras que la espada, que va más o menos montada en
la muleta, al menos al inicio del pase, se coge con la derecha. En este caso, la muleta se
toma como para dar un pase natural o un pase cambiado.

Los ayudados pueden interpretarse por alto, por bajo y a media altura. Se pueden
dar con el compás abierto o con los pies juntos, al comienzo de la faena, como adorno o
remate de faena. Aunque la acción que tienen sobre el astado depende de la trayectoria e
inclinación del pase durante su ejecución, en general, los ayudados por alto son muy conve­
nientes para los toros que no tienen demasiada fuerza, mientras que los ayudados por bajo,
por quebrantar mucho, son muy adecuados para restarle fuerza a los toros con poderío.

Ayudado por a lto:

Se puede ejecutar al comienzo o al final de la faena. En el inicio, tiene como


finalidad la de llevar al toro, la de enseñarle a embestir, sin cortarle el viaje. Al final de la
faena, cuando el toro está agotado, para aliviarlo, para no seguir sometiéndole.

El auténtico ayudado por alto se realiza con el compás abierto y dejando caer con
fuerza el peso de la muleta sobre la pierna contraria o de salida. En primer lugar se cita al
toro y cuando entra en jurisdicción, la muleta se desplaza lateralmente y hacia arriba para
sacarla por encima de la cabeza del toro. Durante la ejecución del pase, el cuerpo del torero
también se mueve acompasadamente.

AYUDADO POR ALTO. «Morante de la Puebla»

Una variante del pase ayudado por alto es el estatuario. Se diferencia en que el
diestro adopta una posición completamente vertical y con los pies juntos y porque no des­
plaza los brazos, sino que los gira y eleva levemente a la vez que levanta la muleta. Es un
pase de inicio de faena, en el que el toro, al no ir obligado, no sufre ningún castigo. En el
estatuario la muleta siempre se sujeta con las dos manos.

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

I NICIO DE UN ESTATUARI O. REMATE DE UN ESTATUARI O.


José Miguel Arroyo «Joselito» José Miguel Arroyo «Jos�lito»

Ayudado por bajo:

Para instrumentar este pase, el torero echa la muleta, que está sujeta por abajo
con la punta del estoque, a la cara del toro. Adelanta la pierna contraria en el momento en
el que el toro mete la cabeza en el engaño y mueve los brazos hasta donde den de sí,
llevando al animal muy toreado y haciéndole describir una curva muy pronunciada. Puede
darse con la pierna de salida flexionada y la otra con la rodilla en tierra o simplemente
estirada.

La manera más ortodoxa de efectuarlo es a dos manos, aunque también puede


darse con la muleta armada en la mano derecha y el estoque en la izquierda. En este caso,
el torero debe mover ambos brazos, que nunca deben estar muy separados, conjunta y
sincronizadamente.

Este muletazo es muy eficaz para castigar a los toros, ahormarlos y corregir sus
defectos, ya que puede quebrantar muchísimo si se remata el pase debajo de la pala del
cuerno.

AYUDADO POR BAJO. Curro Romero AYUDADO POR BAJO CON LA PI ERNA DE
SALIDA FLEXI ONADA. Julian López «El Juli»

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

El « ki- ki- ri- kí»:

Su nombre se debe al crítico taurino «Don Pio» y su inventor fue José Gómez
«Joselito» . Se trata, en realidad, de una modalidad de trincherilla en la que la muleta,
cogida con la mano izquierda , va parcialmente montada con la espada , que la lleva el torero
en la derecha; la mano y especialmente el codo del brazo que lleva el estoque va casi a la
altura de los hombros. Es un pase muy torero y vistoso que se ejecuta a pies juntos.

«KI -KI - RI -KÍ» . «Morante de la Puebla»

5 . 1 . 3 . - El toreo fundamental.

Agrupa las suertes de muleta más antiguas y clásicas, como el natural y el de pecho,
únicos pases que se conocían hasta finales del siglo XIX. A ellos se les ha añadido el derechazo
y el circular. Constituyen el toreo fundamental, además de por su antigüedad y tradición,
porque es con ellos, y más concretamente, con el natural y el derechazo con los pases que se
torea en redondo, forma de torear que constituye la parte esencial de la faena de muleta.

Se dice que se torea en redondo cuando el torero ejecuta varios pases normales -
naturales o derechazos- seguidos y no alternando uno normal con otro cambiado. Para torear
en redondo, tanto con la mano izquierda como con la derecha, lo ortodoxo es colocarse
enfrontilado o cruzado con el toro en el primer pase para, en los siguientes, quedarse al hilo
del pitón, sin avanzar ni retroceder, ligando unos pases con otros. Aunque, a veces, bien por
las características del toro o por la propia personalidad del torero, se torea en redondo, no
ligando los pases, sino «dándolos de uno en uno».

El pase natural:

Es el pase fundamental y más antiguo del toreo de muleta. Se llama así porque se
realiza con la mano izquierda, que es la mano natural de usar la muleta, ya que la espada va
en la derecha. Para ejecutarlo, el torero se coloca frente al toro con los pies juntos o, más
usualmente, con la pierna derecha adelantada y dando el medio pecho. A continuación, lo
cita y adelantando un poco la muleta, embarca al toro y se lo trae, a la vez que adelanta la
pierna izquierda o de salida. Posteriormente, se lo pasa por delante mientras va girando la
cintura hasta llevar al toro al límite del brazo. Conforme se da el pase, se va levantando el

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

pie derecho que, al finalizarlo, avanza un paso y se queda en posición para ligar el siguiente
pase natural o rematar con un pase de pecho o de otro tipo. Cuando se da el pase natural, la
mano derecha, que empuña el estoque, puede apoyarse en la cadera derecha.

EL PASE NATURAL

Lo más ortodoxo es dar el pase natural con la muleta en paralelo con la cabeza del
toro y no oblicua y llevar al toro en el centro de la muleta, nunca con el pico, salvo en el
instante en que se le da salida.

PASE NATURAL. José Tomás


El pase natural puede ejecutarse de dos maneras: por bajo o por alto. Es por bajo
cuando se remata hacia atrás, sacando la muleta por debajo de la pala del asta del toro, al
que se le obliga a describir una trayectoria en forma de signo de interrogación. Y es por alto
cuando se saca la muleta por encima del toro, sobre las astas. Generalmente, el pase por
alto suele ser el último pase natural que se ejecuta en una serie y el que precede, por lo
tanto, al pase de remate. Algunos llaman a este natural, pase de alivio.

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

PASE NATURAL AYUDÁNDOSE


CON EL ESTOQUE.
«Morante de la Puebla»

A veces, el matador se ayuda ligeramente del estoque para ejecutar un pase natu­
ral. Estos pases se denominan naturales ayudados, y pueden darse a modo tanteo, para
evi tar quedar al descubierto en un momento de viento, para ofrecer una superficie de mu­
leta mayor o, simplemente, para darle más plasticidad a la suerte.

El derechazo:

El derechazo, como su nombre indica, es un pase que se ejecuta con la muleta en


la mano derecha. Básicamente, es idéntico en su ejecución al pase natural y, como en éste,
alcanza su máxima estética y belleza cuando se realiza de forma ortodoxa, es deci r, citando
al toro dando el medio pecho, adelantando la muleta, echando la pierna derecha, que en
este caso es la pierna de salida y rematando atrás.

Como en todos los casos en que se torea con la mano derecha, la muleta está
montada con la espada, por lo que adquiere un tamaño mayor, más rigidez y una caída
menos natural.

DERECHAZO. «Morante de la Puebla»

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Circu lares:

El circular es un pase que se realiza con la mano derecha, en el que el torero hace
girar al toro, llevándolo muy embebido en la muleta, hasta describir una circunferencia
completa a su alrededor. Este pase se puede realizar con los pies juntos o con el compás
abierto. Resulta de gran efecto entre el público. Existe otro circular, denominado invertido,
que se da por el pitón izquierdo del toro, con el torero de espaldas y de atrás hacia delante.

CI RCULAR I NVERTI DO. Francisco Rivera Ordóñez

Pase de pecho:

Primitivamente, era el pase complementario del natural. Éste era el verdadera­


mente básico, siendo el de pecho un pase de recurso, denominado «obligado o forzado de
pecho» y tenía como objetivo quitarse el toro de encima cuando éste se revolvía y apretaba
al torero que, de esta forma, lo ligaba, sin enmendarse, con el pase natural.

Se da indistintamente con la mano izquierda o con la derecha. Para darlo, se cita al


toro normalmente de espaldas y se remata sacando la muleta por encima de la cabeza del
toro, que barre el lomo desde la nuca hasta la penca del rabo. Si se ejecuta correctamente,
el toro debe salir por el hombro contrario al de la mano en que el torero tiene la muleta.

ÚLT IMO PASE NATURAL DE UNA SERI E


Y REMATE CON EL PASE DERECHO

El pase de pecho es el cierre lógico de una serie de naturales o derechazos y, si se

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

realiza correctamente, el torero debe quedar colocado para iniciar otra serie. No obstante,
en algunas ocasiones, se ejecuta al iniciar la faena de muleta.

PASE DE PECHO. Julián López «El Juli»

A veces la trayectoria del pase no es tan curvilínea o es, más bien, rectilínea , por lo
que el pase no termina en el hombro contrario y el toro es expulsado en sentido opuesto.
Algunos tratadistas consideran que este pase es un muletazo distinto, llamándolo pase por
alto. Suele interpretarse al comienzo de la faena, como un muletazo de tanteo, alternando,
a veces, con pases de la fi rma. Si el diestro no embarca al toro con la muleta , sino que se
limita a levantar el engaño en el momento del embroque para dejar pasar al animal, enton­
ces se convierte en lo q ue se denomina pase del telón. Muchas faenas de muleta se inician
con este pase.

PASE POR ALTO . Javier Conde

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

5 . 1 . 4 . - Pases de adorno y remates.

Dentro de este apartado se incluyen una serie de pases de diversa factura, especial­
mente vistosos y atractivos para el público, con los que el torero suele rematar una serie en
redondo e incluso una faena, auque a veces pueden ejecutarse al inicio de las mismas como
el molinete o el afarolado.

La estructura de Los pases de adorno es muy variada, no siendo algunos más que
variantes de otros pases interpretados de una forma particular o combinaciones de algunos
de ellos. En otros casos, no son pases siquiera, en el sentido de que se ejecutan por la cara
del toro, sin que éste llegue a pasar -abaniqueos- o consisten sólo en la adopción de ciertas
posturas más o menos airosas -desplantes- .

Pases de trinchera:

Los pases cambiados que se rematan normalmente o por bajo se denominan de


trinchera, porque en ellos el torero se resguarda en la muleta, ocultándose de la vista del
toro. Cuando se realizan con la mano derecha se denominan trincherazos y cuando se dan
con la izquierda trincherillas. Estos pases se pueden ejecutar tanto con los pies juntos como
con el compás abierto. En el primer caso, son pases de adorno, mientras que con los pies
separados son pases de castigo. Para algunos, en cambio, los pases de trinchera que se dan
a pies juntos son los que deben denominarse trincherillas, mientras que los que se ejecutan
con los pies abiertos serían los trincherazos, independientemente de que se den con la mano
izquierda o derecha.

En cualquier caso, los pases de trinchera a pies juntos son pases de recorrido corto
al darse con la punta de la muleta y, por tanto, más de adorno, mientras que los pases
ejecutados con el torero despatarrado tienen una may or profundidad y largura por lo que el
toro, al ir más tiempo humillado, recibe un castigo may or.

TRINCHERILLA. «Morante de la Puebla»

TRINCHERAZO. José Tomás

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Molinete:

El molinete se inicia como un pase cambiado por bajo pero, en el momento del
embroque, el diestro gira sobre sus pies en dirección contraria a la del viaje del toro que, al
revolverse, encuentra ya al torero de frente y preparado para dar otro pase.

MOLINETE CON LA MANO IZQU I ERDA

Hasta principios del siglo XX sólo se ejecutaba con la mano izquierda. Y fue Juan
Belmonte quien creó e introduj o el molinete con la derecha.

MOLINETE CON LA MANO DERECHA. Víctor Puerto

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Manoletina:

Para realizar esta suerte la muleta debe estar en la mano derecha y montada con la
espada, mientras que la mano izquierda debe sujetar la punta del engaño por detrás de la
espalda. Lo clásico es citar al toro de perfil, ofreciéndole el costado izquierdo, para, en el
momento en que éste inicia la arrancada, girar noventa grados y colocarse frente a él.
Cuando el toro ha metido la cara, el torero levanta levemente la muleta barriendo su lomo,
para girar y quedar otra vez de perfil, en posición de repetir. En todo momento, los pies
permanecen j untos. Aunque Manuel Rodríguez «Manolete» (1917-1947) no fue su inventor, a
este pase se le da el nombre de manoletina por formar parte de su repertorio habitual y
popularizarlo, además de por haberlo ejecutado de manera magistral.

MANOLETINA. Antonio Barrera

Hay variantes de manoletinas en las que el torero en todo momento permanece de


perfil o, por el contrario, frente al toro.

Muy similar es la giraldilla que se diferencia de la manoletina en que, durante su


realización, no se sujeta la muleta con la mano izquierda.

Afarolado:

El afarolado es el pase que, a imitación del farol con el capote, da el diestro pasán­
dose la muleta por la cabeza. Su mecanismo, por tanto, es el mismo que el del farol. Consis­
te en traer toreado al toro, como si se fuera a dar un pase de pecho o un pase por alto. De
pronto, el torero interrumpe el viaje de la muleta y la hace pasar alrededor de su cabeza. El
toro gira en torno al diestro, mientras éste lo hace sobre sus talones, quedando de nuevo
frente a la res. Este pase lo inventó Rafael Gómez «El Gallo». Se puede interpretar tanto con
la mano izquierda como con la derecha y con los pies juntos o el compás abierto.

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

PASE AFAROLADO

Pase de la fi rma:

Se da indistintamente con la mano derecha o con la izquierda . I niciado como un


derechazo o un natural, en vez de rematarlo, dejando que el toro siga su viaje, se le recoge
con los vuelos de la muleta para traerlo de n uevo a j urisdicción . El nombre alude al doble
viaje que describe la mano. En muchas ocasiones, el pase de la fi rma se liga con un pase
cambiado por bajo o de pecho , repitiéndose alternativamente ambos pases varias veces.

Esto se suele realizar al comienzo de la faena, para llevar al toro desde las tablas a
los medios , o bien, al final de la faena para cerrarlo.

A veces, el matador ejecuta una especie de pase de la fi rma con la mano izquierda,
sin mi rar al toro, que recibe el nombre de pase del desdén o del desprecio. Se llama así por
el desdén con que el torero recoge la muleta que queda caída j unto a su pierna izquierda. A
la vez que se le quita la muleta al toro de la cara hay que pegarle un leve toque hacia afuera
al engaño para darle salida al toro. Durante la interpretación del pase, el torero guarda una
posición totalmente vertical .

PASE DE L A FI RMA. PASE DEL DESP REC IO


Julián López «El Ju li » Ju lián López «El Juli »

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Abaniqueos y desplantes:

El abaniqueo es un adorno que se hace como remate de una serie de muletazos.


Para realizarlo el torero presenta la muleta plana, y con movimientos de la muñeca, le
imprime un aleteo que parece abanicar la cara del toro, mientras obliga a éste a mover la
cabeza de derecha a izquierda y viceversa. Normalmente, se realiza al final de la faena y se
suele dar con la mano derecha.

El desplante es un gesto que el torero hace para demostrar su dominio sobre el


toro. Para realizarlo se coloca a muy corta distancia de las astas del animal. Admite diversas
variantes. De pie, de rodillas, arrojando al suel o muleta y espada e incluso acariciando los
cuernos o el testuz del toro.

ABANIQUEO. José Miguel Arroyo «Joselito»

DESPLANTE. Curro Romero

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

5. 1 . 5 . - Trasteo con la muleta.

Recibe el nombre de trasteo toda clase de suertes practicadas con la muleta por
delante de la cara del toro, es decir, sin que éste pase. El trasteo por delante debe ser tan
antiguo como la muleta y anterior a pasar con ella a los toros. Se puede diferenciar dos tipos
de trasteo : los pases del tirón y de pitón a pitón.

En los pases del tirón, la muleta va delante de la cara del toro. Estos pases se
utilizan generalmente para cambiar al toro de terreno, obligarle a adoptar la posición más
conveniente para entrar a matar, etc.

Los pases o trasteo de pitón a pitón, como su nombre indica, se ejecutan pa­
sando la muleta por la cara del toro, de un pitón a o tro. Su finalidad suele ser la de
ahormar la cabeza del toro si cabecea mucho - calamochea- o fatigarle y quebrantarle
al obligarle a que tire derrotes. A esta acción también se le llama machetear o torear
sobre los pies.

5 . 2 . - La suerte de matar.
La suerte de matar es la más difícil y peligrosa del toreo. La razón es obvia: en las
suertes de capa y de muleta es el toro el que embiste y el torero el que está a la defensiva;
pero en la estocada, se invierten los términos, pues es el torero el que toma la ofensiva y
queda a merced del toro, y el riesgo que corre al perder la cara del astado en el momento
del cruce es superior al que tienen el resto de las suertes.

5.2. 1 .- Formas de realizar la suerte de matar.

La suerte de matar puede realizarse de diversas formas, que se diferencian en


quien, toro o torero, inicia primero el ataque. En efecto, situados toro y torero frente a
frente, puede ocurrir que inicie la acometida el toro, que la inicie el torero o que ambos se
lancen uno contra otro. En el caso de que sea el toro el que acometa y el matador lo espere,
haciendo éste previamente el cite, la estocada se llama recibiendo y la suerte de recibir. Si
es el torero el que arremete contra el toro, sin moverse éste, la estocada se llama a volapié
o vuelapies. Si el toro y el torero arrancan a la vez y el encuentro se produce en el punto
medio del terreno en que uno y otro estaban situados inicialmente, la estocada y la suerte se
llaman a un tiempo o al encuentro.

Estas tres son las formas fundamentales de realizar la suerte de matar pero
caben formas intermedias: puede ocurrir que la arrancada de toro y torero se produzca
durante la realización de la suerte, pero no con la simultaneidad que permita calificar­
la al encuentro.

Entonces se habla de aguantar y arrancar. La primera ocurre cuando el encuen­


tro se produce en un lugar mucho más próximo a la posición del torero que a la del toro
- estocada aguantando-. Puede ocurrir el caso contrario : que el torero inicie el ataque
primero, pero que el toro acuda al encuentro, produciéndose éste en un lugar más
próximo al terreno primitivo del toro que al del torero -estocada arrancando-. El aguantar
se puede considerar como una derivación de la suerte de recibir, mientras que el arran­
car lo es del volapié.

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

FORMAS DE REALIZAR LA SUERT E DE MATAR

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

En la actualidad, la forma más usual de entrar a matar es arrancando, y aunque


reciba el nombre de volapié no se corresponde con la suerte que Joaquín Rodríguez Costillares
inventó. En efecto, el clásico volapié de Costillares evolucionó y se transformó en la estoca­
da arrancando, siendo Salvador Sánchez Frascuelo (1842 -1898) quien la perfeccionó y popu­
larizó hasta el punto de ser, desde entonces, casi la única forma que se emplea para entrar
a matar.

En todas estas formas de matar se da el cruce o cambio de terrenos. Sin embargo,


existen otras formas de matar, llamadas de recurso, en las que no se produce tal cambio.
Estas son fundamentalmente: a toro corrido o arrancado, al relance de un capote, a paso de
banderillas y a la media vuelta. En estos casos, los matadores, en lugar de salir por el
costillar lo hacen por la cara. Las estocadas de recurso sólo son admisibles cuando las condi­
ciones del animal o su estado físico no permiten otra forma de realizar la suerte.

En la estocada a toro corrido, el diestro aprovech a que el astado viene corriendo


para salirle al encuentro y darle la estocada. La estocada al relance es similar, caracterizán­
dose porque el toro sale de un capotazo. Se suele utilizar en toros huidos.

En la estocada a paso de banderillas, el torero va al toro no en rectitud sino cuar­


teando.

En la estocada a la media vuelta, el matador cita al toro desde atrás, dandole la


estocada al gi rar el toro que, como su nombre indica, dará medi a vuelta. El mecanismo de
ejecución es similar al par de banderillas a la media vuelta.

5 . 2 . 2 . - Modo de realizar la suerte de matar.

Para realizar la suerte de matar arrancando, el toro debe estar cuadrado o iguala­
do, es decir, tener las manos y, a ser posible, las patas juntas y con la cabeza en su posición
natural.

Una vez i g ualado el toro, el diestro debe situarse a cierta distancia de él, liar
la muleta y fijar al animal en ella, montar la espada y arrancarse h acia el toro en
rectitud, echándole la muleta al h ocico. El toro, al intentar coger la muleta, h umilla la
cabeza instintivamente y luego derrota. Pues bien, el matador debe aprovechar el
momento en que el toro h umille, para pasar o cruzar el pitón, dar la estocada y salir
por el costado derecho del astado. Y a la vez, con la muleta, debe marcarle la salida al
toro dando el inicio de un pase de pecho. En este movimiento, si se h ace correctamen­
te , los brazos del torero se cruzan, lo que se conoce en el argot taurino como h acer la
cruz. Y hay que procurar salir lo más limpiamente y ceñido por los costillares del toro.
Sin embargo, en muchas ocasiones, el torero no cruza el pitón sino que se queda o sale
por la cara d el toro, lo cual resta mérito a la suerte y sólo es admisible cuando el torero
«pincha en h ueso» o ante un extraño del animal. En resumen, entrar, cruzar y salir, que
son los tres tiempos de la suerte de matar.

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

ENTRANDO A MATAR

CLAVANDO EL ESTOQUE
Y CRUZANDO

SALI ENDO LIMPIAMENTE POR EL COSTI LLAR.


José Miguel Arroyo «Joselito»

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Lo más correcto es que el torero se sitúe frente al toro, es decir, entre los cuernos,
no frente al cuerno derecho.

La posición más adecuada de montar la espada es colocándola a la altura del pecho


y con el brazo ligeramente flexionado, no siendo recomendable llevar el brazo completa­
mente estirado.

En el momento en que el torero arranca, normalmente el toro comienza ya a


humillar, por lo que, cuanto antes se produzca el emb roque más fácilmente se podrá
realizar la suerte. D e hecho, si el matador no es lo suficientemente rápido, puede
ocurrir que, cuando llegue al embroque, el toro esté ya derrotando y por lo tanto no
deje pasar al torero. Por esta razón, hay que propiciar que el encuentro entre torero y
toro sea lo más rápido posible, lo cual se consigue si el toro se arranca también o si el
matador se perfila en corto y no a gran distancia del toro. Por ello, tampoco es reco­
mendable, en el momento de arrancar, llevar el brazo que sujeta la espada hacia atrás
ya que, en este movimiento instintivo que muchos diestros hacen para tomar fuerza, se
pierde un tiempo que puede ser decisivo. Sin embargo, tampoco debe producirse el
embroque cuando aún el toro no haya humillado pues, entonces, el toro tampoco se ha
descubierto.

Hay un momento, al final de la faena de muleta, en que las condiciones en la que se


encuentra el toro son las idóneas para realizar la suerte de matar. Es cuando se dice que el
toro pide la muerte. En esta situación el toro se iguala fácilmente y se mueve a la velocidad
adecuada para que el matador realice la suerte correctamente. Cuando el toro pasa de este
estado -pasarse de faena-, tiende a mantener la cabeza humillada, lo cual hace muy difícil
dar la estocada, ya que, al entrar el matador lo que hace el toro es levantar la cabeza y dar
el derrote directamente. Por otro lado, si el toro está demasiado entero, los movimientos
que hace son excesivamente rápidos para realizar la suerte de forma adecuada. Esto sucede,
a veces, cuando el torero emplea tanto tiempo en la preparación de la suerte que el tóro se
recupera.

5 . 2. 3 . - La suerte de matar según el terreno en el que se realiza.

La suerte de matar puede realizarse en cualquier lugar del ruedo: en el tercio, en


las tablas o en los medios.

El terreno más adecuado y más usual es el tercio. Aunque en el tercio del ruedo las
posiciones que, con respecto a la barrera, puede adoptar el toro son teóricamente infinitas,
se pueden reducir a cuatro fundamentales y, según cada una de ellas, a cuatro las suertes
correspondientes: suerte natural, suerte contraria o con los terrenos cambiados, de dentro
a fuera y de banderillas.

- La suerte natural corresponde a aquella posición del toro en el tercio en la que su


costado derecho está hacia las tablas. En esta posición, al realizarse la suerte, el diestro
quedará en el terreno de dentro, mientras que el toro tomará el de fuera, hacia el centro del
ruedo. Se llama suerte natural precisamente porque al finalizar su ejecución toro y torero
quedan en sus respectivos terrenos. Esta es la posición normal en la que debe efectuarse la
suerte, salvo condiciones especiales de los toros o circunstancias de la lidia que no lo acon­
sejen.

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

- La suerte contraria o con los terrenos cambiados tiene lugar cuando la colocación
del toro es la contraria a la natural, es decir, cuando tiene el costado izquierdo hacia el lado
de las tablas. Es más arriesgada pero, si el toro tiene querencia a las tablas, es más fácil su
ejecución y disminuye el riesgo.

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1 . - SUERTE NATURAL,
EL MATADOR SALE HACIA LAS TABLAS
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2.- SUERTE CONTRARIA:

EL MATADOR SALE HACIA LOS TERRENOS DE FUERA �
�-- �

ESTOCADA EN LA SUERTE NATURAL. ESTOCADA EN LA SUERT E CONTRARIA.


Juan Serrano «Finito de Córdoba» En rique Ponce

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del coreo

- De dentro a fuera: se llama así .cuando el toro está en el tercio dando la cara a la
tablas, por lo que, el matador realiza la suerte arrancando de dentro a fuera.

- Suerte de banderillas: cuando el toro está perpendicular a las tablas, con la cabe­
za hacia el centro del ruedo. La realización de la suerte de matar tanto en esta posición
como en la anterior sólo debe hacerse por razones de querencia.

Entre estas cuatro posiciones fundamentales caben múltiples variantes. El colocar


el toro en la m ás adecuada es cuestión del «in stinto taurino» del matador.

La suerte de matar en tablas también puede hacerse de varias formas. Por ejemplo,
con el costado izquierdo del toro pegado a la barrera. L a forma de matar se llama en este
caso al hilo de las tabla s. Esta suerte si se entra y sale del embroque rápidamente no es
arriesgada, ya que en tal posición el toro debe tener una marcadísima tendencia a la barre­
ra. La suerte se ejecuta con el toro aculado en tablas cuando tiene sus cuartos traseros
apoyados en las tablas y el cuerpo sesgado con relación a ellas. Es una suerte bastante
arriesgada.

Finalmente, pueden matarse los toros en los medios. Puede considerarse como el
terreno más neutro del ruedo y es casi indiferente la posición del toro con respecto al ruedo.
Es el lugar donde menos empujan los toros y por lo tanto en el que más ha de hacer el espada
para clavar el estoque.

5 . 2 . 4 . - Tipos de estocada atendiendo a que el estoque quede dentro del toro o no.

Al toro puede herirse sin que el estoque quede m etido en su cuerpo. Entonces, se
habla de pinchazo sin soltar la espada, soltando y metisaca.

En el caso de que el estoque quede en el cuerpo del toro, los nombres que reciben
las estocadas son: pin chazo hondo, cuando el estoque penetra unos centímetros; estocada
corta, cuando penetra una tercera parte aproximadamente; media estocada, cuando queda
dentro la mitad del acero; estocada honda, dos terceras partes del estoque, y estocada
entera, cuando penetra todo el estoque.

N
----------
----------=
_____-
Pinchazo hondo
Estocada corta
--------- Media estocada
V·�., Estocada honda
---------
· Estocada entera
__.--------

T I POS DE ESTOCADA ATENDIENDO A LO QUE HA PENETRADO LA ESPADA

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

5 . 2 . 5 . - Tipos de estocada atendiendo al lugar del cuerpo del toro por donde se introduce.

El sitio preciso de la estocada es la parte superior de las agujas -hoyo o alto de las
agujas- o cruz. Este lugar sirve de punto de referencia para calificar las estocadas que
penetran por lugares distintos, cuya nomenclatura es la siguiente:

a) En la rectitud del espinazo: De atrás hacia delante son:

- Trasera, si está muy alejada de la cruz.


- Pasada, cuando el estoque penetra un poco detrás de la cruz.
- En la cruz.
- Delantera, si queda un poco delante de la cruz.
- Pescuecera, si penetra aun más adelante, ya sobre el cuello.

-- Pescuecera
Delantera
En la cruz
Pasada
Trasera

T I POS DE ESTOCADA EN FUNCIÓN DE SU POSICIÓN EN LA RECT ITUD DEL ESPI NAZO

b) Fuera de la rectitud del espinazo:

- Caída o desprendida, cuando penetra un poco desviada hacia el lado


derecho de la cruz.
- Baja, si está aún más caída.
- Bajonazo, cuando su colocación en esta dirección resulta escandalosa.
- Contraria y baja del lado contrario son denominaciones que correspon
den a las mismas características de la caída y baja, pero en el lado izquier
do del toro.
- Golletazo es la estocada dada a los lados del pescuezo o en el espacio
comprendido entre el brazuelo y el cuello del toro.

Golletazo
Baja de lado
contrario
Bajonazo
Contraria· Baja
En la cruz Caida

TIPOS DE ESTOCADA EN FUNCIÓN DE SU POSICIÓN RESPECTO AL ESPI NAZO

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

5 . 2. 6 . - Tipos de estocada atendiendo a la inclinación del estoque.

Atendiendo a la posición en que queda el estoque y no a su colocación, se distin­


guen, en relación con la posición normal de la espada, que debe ser oblicua, formando un
ángulo de aproximadamente 45-50° con la línea que prolongaría hacia adelante la del espi­
nazo del toro. Cuando el ángulo es mayor, se dice que la estocada es perpendicular, y si
menor, tendida.

En los casos anteriores, la estocada queda en la rectitud del toro. Cuando el esto­
que no queda en la rectitud, se habla de estocadas desviadas, distinguiéndose la atravesada,
cuando tiene una marcada tendencia de derecha a izquierda y atravesada del lado contrario,
de izquierda a derecha del toro. Cuando asoma la punta del estoque se dice que « la espada
hace guardia» .

Bien dirigida

1
Tendida -- Perpendicular

5 . 3 . - El descabello y la punti lla.


El descabe llo e s un re curso que se utiliza con fre cuencia en los toros que,
m oribundos por la e stocada o e stocadas re cibidas, se m antienen en pie, aunque en un
e stado que im pide entrar a m atar de nuevo. Esta sue rte la realiza el e spada de turno.

La puntilla se utiliza una ve z que el toro, he rido de m uerte, se e cha. El dar la


puntilla corre a cargo de un m iembro de la cuadrilla, norm almente «e l tercero» , o de
una pe rsona e specíficamente encargada de ello: el puntillero o cachetero.

En am bos casos, de lo que se trata e s de seccionar la m édula espinal en la zona


de su nacimiento, introduciendo el estoque de descabe llar o la puntilla a través del
aguje ro occipital.

En la suerte de descabellar lo primero que hay que hacer es fijar al toro y


ob ligarle a hum illar, lo cual se consigue con dos o tre s m uletazos por b ajo y delante de
la cara del anim al com o abanicándole, aunque a ve ce s pueden colab orar los sub alter­
nos con sus capotes. Es m ás meritorio que e l m atador se quede solo, cosa que hacen
m uy pocos. Debe descabellarse en el instante en el que el toro hum illa y se detiene,

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

para lo cual h ay que tener adelantada la pierna derecha y levantada la mano que tiene el
estoque de descabellar, procurando no llamar la atención del toro, para finalmente dar el
golpe de descabello. Algunos toreros realizan la suerte con la pierna derecha flexionada y la
otra de rodillas o casi.

EL DESCABELLO. «J esulín de Ubrique»

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

La puntilla se puede dar por delante o por detrás del toro. Si al toro se le va de
frente, et puntillero debe meterse entre los cuernos del animal y colocarse lo más cerca
posible, a cuerpo limpio o protegiéndose con et capote. Hay dos formas de dar la puntilla: a
cachete y de ballestina. Se da a cachete cuando el puntillero coge la puntilla con la mano en
puño y da un golpe seco, mientras que se da de ballestina cuando el puntillero coge la
puntilla apoyando el mango con la palma de la mano y los dedos índice y corazón en la hoja
e introduciéndola normalmente no dando un golpe.

Uno de los mayores inconvenientes tanto para descabellar como para apuntillar al
toro es que esté tapado, es decir, tenga la cara hacia arriba.

PUNTI LLA DE BALLEST I NA

PUNTI LLA A CACHET E

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

6 TAUROMAQUIA DE LOREN
Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Largatafarolada de rodillas

Lance de recibo
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Cuadernos de Aula Taurina: Las suenes del toreo

Verónica con el compás abierto

Verónica a pies juntos


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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Media verónica

Media verónica a pies juntos


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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del coreo

Chicuelina

Revolera

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Cuadernos de Au I a T:aunna·. Las suertes del toreo

,J
J

..

-85
.
Cuadernos de Aula Taunna.. Las suertes del toreo

La suerte de banderillas
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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

La suerte de banderillas
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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Pase de «el péndulo»

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Doblada natural por el lado derecho

Doblada natural por el lado izquierdo

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

El pase natural
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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Derechazo
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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Pase de pecho

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Pase por alto
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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

Trincherazo

Trincherilla
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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

La suerte de matar
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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

El descabello

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

7 DEFINICIÓN DE ALGUNOS
T ÉRMINOS TAURINOS
Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

7 DEFI N I C I Ó N DE ALG U NOS TERMI NOS TAU RI NOS


Al relance: Practi car una suerte al relance es ejecutarla aprovechando la salida del toro de
una suerte anterior.

Cargar la suerte: Desviar el viaje del toro cuando llega a jurisdi cción del torero. Se reali za
generalmente adelantando la pierna por donde ha de pasar y salir el toro, sin mover la otra.

Ceñirse con el toro: Achicar hasta lo inverosímil la distancia a la que pasan los cuernos del
toro del cuerpo del torero.

Codillear: Se llama así a la manera de manejar la capa y la muleta con los codos pegados al
cuerpo y jugando o moviendo solamente las manos y los antebrazos.

Consentir: Aguantar hasta un punto determinado el viaje del toro, sin tratar de modificarlo.

Correr la mano: Se llama así a manejar la muleta estirando el brazo pausadamente y en toda
su longi tud, llevando al toro en sus vuelos.

Cuartear: Hacer un movimiento en curva corriendo hacia el toro con el fin de que éste no
embista al diestro en línea recta.

Embarcar o enganchar a l toro: Meterle en los vuelos del capote o la muleta. Llevar al toro
muy toreado.

Estados del toro durante la lidia: Durante la lidia, el toro pasa por tres estados distintos:
levantado, parado y aplomado. El estado levantado es el que presenta el toro cuando sale al
ruedo, y se caracteriza porque lleva la cabeza muy alta, corretea sin fijeza, embiste a todos
los objetos que le llaman la atención y aunque logre coger no suele revolverse contra el
bulto sino que prosigue su viaje.
Más tarde, cuando ya atiende a los cites de los toreros con el capote, siguiendo el
movimiento de éstos, se dice que el toro se encuentra en estado parado. Es el estado más
adecuado para ejecutar las diversas suertes.
Por último, al perder el toro facultades y poderío en el transcurso de la lidia y
encontrarse más cansado, ya en la faena de muleta, pasa al estado aplomado, caracterizado
por tener arrancadas más cortas y lentas.

Hacer hilo: Cuando los toros persiguen al torero.

Hilo de las tablas: En o al hilo de las tablas o de la barrera es la posición del toro paralelo y
próximo a ella.

Fijar: Conseguir que el toro esté atento al engaño y no preste atención a otras circunstancias
que puedan ocurri r en la plaza. También se dice que el toro está fijo en el engaño. El toro al
salir al ruedo tiende a correr, por lo que los toreros han de conseguir que el toro deje de
hacerlo y se fije en los engaños. Por ello, a esta acción también se le denomina parar los pies
o, simplemente, parar al toro.

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del coreo

Jurisdicción: En relación con el torero es el espacio en el que puede interpretar una suerte
con el toro. En relación con el toro es el terreno donde alcanza dando un derrote.

Mandar: Hacer que el toro se mueva tras el engaño siguiendo la voluntad del diestro.
Medio pecho: Se denomina así a La posición que no es de perfil completamente ni de frente
del todo.

Sesgar: Desplazarse oblicuamente, pero sin cuarteo.

Templar: Cuando el torero mueve el capote o La muleta a La misma velocidad que se mueve
el toro. Frecuentemente se dice que el toro «tiene temple». Con esta expresión Lo que se
quiere indicar es que el toro embiste con una velocidad media y, lo que es más importante,
ésta se mantiene más o menos constante durante la ejecución de La suerte.

Vaciar: Dar salida al toro con el engaño.

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Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

8 . B I BLIOG RAFIA
Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo

8 BIBLIOGRAFÍA
ALAMEDA, J OSÉ . - El hilo del toreo. Espasa-Calpe. Madrid, 1989.

COSSI O, JOSÉ MARÍA DE. - Los toros. Tratado técnico e histórico. Tomo 1. Espasa-Calpe. Ma­
drid, 1967.

DELGADO, J OSÉ « PEPE-HI LLO». - Tauromaquia o arte de torear. Ediciones Turner. Madrid,
1983 .

LÓPEZ IZQUI ERDO, FRANCISCO. - I niciación a l espectáculo nacional. Egartorre. Madrid, 1993.

MARTÍNEZ SALVATI ERRA, JOSÉ. - Los toros. La Fiesta Nacional Española. Credsa. Ediciones y
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MONTES, FRANCISCO « PAQUI RO» . - Tauromaquia completa. Edartorre. Madrid, 1994.

ORTIZ BLANCO, MARCELIANO. - Diccionario de la Tauromaquia. Espasa-Calpe. Madrid, 2000.

ORTIZ TRIXAC, SANTIAG O. - El arte de ver toros. Una tauromaquia educativa. Espasa-Calpe.
Madrid, 1999

RAMÓN, JOSÉ LUIS. - Todas las suertes por sus maestros. Espasa-Calpe. Madrid, 1998.

SI LVA ARAMBURU, JOSÉ. - Enciclopedia taurina. Enciclopedias de Gassó. Barcelona, 1967.

VARI OS AUTORES. - Toro. Primera tauromaquia en color. Editorial Codex. Madrid, 1966.

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Este libro se terminó de imprimir el viernes
18 de octubre del 2002, festividad de San Lucas, en
cuyo honor se celebra en J aé n la últ ima feria
taurina del año.

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