Curso José
Curso José
Escuela de Evangelización
Juan Pablo II
Comunidad Siervos de Cristo Vivo
Presentación Tenemos un reino para dar
1. OBJETIVO
Identificar en la historia de José las heridas que hemos ido almacenando a lo
largo de la vida y comenzar a emprender el camino de la sanación.
2. IDEA CLAVE
Todos tenemos un reino para dar. A veces nos sentimos incapaces para dar
ese reino porque las heridas interiores nos impiden darlo.
3. ESQUEMA
A. INTRODUCCIÓN
a. Evocación
¿Con cuál de las sanaciones del Evangelio te identificas más? ¿Por qué?
b. Ubicación en el programa de las escuelas de evangelización
El programa de formación de nuestras escuelas busca formar
evangelizadores que a su vez puedan formar a otros. En este proceso existen
dos elementos indispensables: Primero: que el evangelizado necesita estar
sanado interiormente para poder evangelizar, y segundo: que el
evangelizador es a su vez, un sanador. El anuncio del Evangelio es la buena
noticia de que Jesús sana a los enfermos en su cuerpo, alma y espíritu.
c. Motivación y presentación del curso y su objetivo
En la historia de José, cada uno podrá irse identificando con las heridas
interiores que fueron marcando su vida; a la vez, hacer una introspección de
su propia vida y darse cuenta cómo está, cuáles han sido las heridas que han
estado almacenando a lo largo de la vida y qué heridas ha estado causando a
las otras personas.
B. CUERPO DE LA ENSEÑANZA
1
Dios nos ha elegido en Cristo para andar en el amor y andar en su presencia sin
culpa y sin mancha (Efesios 1, 4).
- Antes de crear todo el universo pensó en ti.
- Te creó para que vivas en el amor.
- Te creó para estar en su presencia sin culpa y sin mancha.
Preguntas para reflexión:
¿Esa ha sido la historia de tu vida? ¿Ha sido tu vida llena de amor?
¿Hay alguien aquí que nunca ha recibido una falta de amor?
¿Hay alguien aquí que nunca conscientemente ha dejado de amar a alguien?
2
profundo de la mente para que surja el hombre nuevo creado a su imagen y
semejanza.
DINÁMICA: Recobrar mi verdadera imagen
Objetivo: Descubrir que hemos sido creados a su imagen y semejanza: para
recibir y dar amor.
Motivación: Jesús ha sido enviado para sanar los corazones destrozados y vendar
nuestras heridas, para convertir en agua dulce nuestras aguas
amargas.
Procedimiento: El predicador ora por los participantes.
Enseñanza: Dios Padre quiere derramar el Espíritu Santo en nosotros para
transformar nuestra mente para que dejemos atrás el hombre viejo y
recuperemos el hombre nuevo, imagen perfecta.
C. CONCLUSIÓN
a. Resumen
Dios nos ha creado para dar y recibir amor. Nuestra identidad es el amor.
Las heridas interiores son consecuencia de la falta de amor. Podemos
transmitir un reino o podemos transmitir nuestras heridas interiores. Sólo
Jesús a través del Espíritu Santo puede restaurar nuestra verdadera
imagen: la del amor.
b. Frase para repetir
“Todos tenemos un reino para dar pero las heridas interiores nos impiden
darlo”.
c. Cierre
Jesús quiere, a través de este curso, que comiences un proceso de
sanación interior dirigido por el Espíritu Santo para que vayas recobrando
la verdadera imagen con la que Dios te creó.
3
1 Cinco sanaciones de Dios para ti
OBJETIVO
Mostrar que no se puede ser un apóstol ni un evangelizador lleno de heridas,
pues lo que se iría a transmitir es la propia amargura.
IDEA CLAVE
Dios quiere sanarnos en cada una de las áreas de nuestra vida.
ESQUEMA
A. INTRODUCCIÓN
a. Evocación
¿Recuerdas qué te contaron acerca del día en que naciste?
b. Ubicación y concatenación en el proceso del curso
Todos hemos sido heridos en algún momento de nuestra historia personal.
Es necesario reconocer esas heridas para que podamos ser sanados.
c. Presentación, ambientación, motivación y presentación del tema
Dios nos quiere sanos (Salmo 147, 3).
Jesús no se muestra indiferente ante nuestras heridas y debilidades. Dios
entiende todo lo que nosotros pasamos (Hebreos 4, 15).
La misión que Jesús recibió de Dios es una misión de consuelo, sanación y
esperanza para los atribulados y heridos en su corazón (Isaías 61, 1-3).
No se puede ser un evangelizador lleno de heridas, pues lo que se iría a
transmitir es amargura. Las heridas nos mantienen estancados
espiritualmente.
4
DINÁMICA 1A: No soy un accidente
Objetivo: Sanar las heridas ocasionadas por creer que no fuimos deseados por
nuestros padres o que nuestra vida no es importante para Dios.
Motivación: No eres un accidente de la naturaleza. Aunque hayas sino producto
de un “mal cálculo” de tus padres, para Dios no eres una casualidad.
Él pensó en ti, por eso existes.
Procedimiento: En un clima de oración se lee lentamente el Salmo 139. El predicador
reflexiona sobre cómo Dios nos ha creado por amor y cuida y vela
sobre nosotros. Se hace oración por el momento de la concepción y el
nacimiento.
5
DINÁMICA 1C: Orando con las Escrituras
Objetivo: Descubrir que, a través de las Escrituras, las heridas más profundas
son sanadas.
Motivación: Las Escrituras no se aplican únicamente a la situación original de
hace dos mil años, sino que dan nueva vida donde quiera que exista
la misma situación o conflicto. En la oración con las Escrituras
cambiamos corazones con Jesús o con otro personaje bíblico hasta
que sentimos y pensamos como ellos lo hacen en ese pasaje.
Recuerda tu herida más profunda, y pregúntale a Jesús dónde él u
otra persona en el Evangelio sintieron de la misma manera que tú.
Procedimiento: Trabajo individual. Cada participante se pregunta qué está sintiendo
ahora y cuándo Jesús u otro en la Biblia sintió de la misma manera.
Compartir el pasaje de las Escrituras al que Jesús lo conduce y por
qué.
Enseñanza: A través de la oración de cambio de corazones con Jesús u otra
persona en las Escrituras podemos experimentar sanación.
d. Cuarta sanación: Por las llagas de Jesús soy sanado (Isaías 53, 4-5).
Si Jesús murió y resucitó es para que yo sea libre (Juan 8, 36; Gálatas 5, 1).
Jesús vino a traer buenas nuevas a los afligidos. A vendar a los quebrantados de
corazón. Para proclamar la libertad a los cautivos y libertad a los prisioneros.
(Isaías 61, 1; Lucas 4, 16).
Preguntas para reflexión:
¿De qué me siento esclavo?
Si Jesús cargó con mis cargas y debilidades, ¿por qué las estoy cargando aún?
¿Qué estoy cargando en este momento en mi vida?
6
Distintas relaciones:
C. CONCLUSIÓN
a. Resumen
No soy un accidente.
Dios tiene planes para mí.
Dios está conmigo y tiene un propósito para cada sufrimiento.
Jesús murió y resucitó para que yo sea libre.
No quiere que sea siervo sino hijo.
b. Frase para repetir
“Tus mayores heridas, se convertirán en tu mayor ministerio”.
c. Aplicación
¿Cuál de las cinco sanaciones son más necesarias para ti hoy?
d. Cierre
Dios nos quiere sanos en cada una de las áreas de nuestra vida. Para
poder ser evangelizadores, hay que tener primero un corazón libre.
Estamos llamados a ser instrumentos de sanación para los demás.
7
2 Historia de José I: José y sus hermanos
OBJETIVO
Mostrar que a pesar de los antecedentes familiares difíciles y la infancia
adversa de José, Dios actúa y a partir de eso realiza su plan de salvación.
IDEA CLAVE
Las heridas que hemos adquirido a través de la vida nos impiden ser las
personas que queremos ser y que Dios desde la eternidad ha querido que
seamos.
ESQUEMA
A. INTRODUCCIÓN
a. Evocación
Examina la historia de tu familia y haz un listado de los diferentes momentos
difíciles que han atravesado que tú recuerdas o que te han contado.
b. Ubicación y concatenación en el proceso del curso
En el tema anterior veíamos las distintas sanaciones que el Señor quiere
hacer en nuestras vidas. Veamos en la vida de José cómo se fueron dando
esas sanaciones.
c. Presentación, ambientación, motivación y presentación del tema
Empecemos a conocer la historia de José, uno de los hijos del patriarca
Jacob. Examinemos todas las situaciones que él vivió en sus primeros 17
años y que fueron marcando y transformando su vida.
B. CUERPO DE LA ENSEÑANZA
8
Preguntas para reflexión:
¿Te han comparado con alguno de tus hermanos? (“La voz es la de Jacob, pero
los brazos son de Esaú”).
¿Has intentado ser como uno de tus hermanos para ganar la aprobación de tus
padres?
¿Te has sentido celoso por los “derechos de hijo…” de alguno de tus hermanos?
¿Sientes que no cuentas con “la bendición” de alguno de tus padres?
Enemistad entre Jacob y Esaú por haberle robado la bendición de su padre
(Génesis 27, 37-45).
Esaú odió a su hermano por la bendición que le había quitado y pensaba
matarlo. Al igual que Jacob, José también tendría problemas de relación con sus
hermanos y éstos intentarían acabar con él.
Jacob se enamoró de una de las hijas de Labán: Raquel. Le pidió a su padre que
se la diera de esposa. Él le dijo que se la entregaba si trabajaba siete años para
conseguirla (Génesis 29, 16-20).
A Jacob lo engañan y lo hacen casarse con Lía (la fea) (Génesis 29, 21-26).
Jacob tuvo que trabajar catorce años para poder casarse con Raquel, su amada
(Génesis 29, 27).
Jacob amó más a Raquel que a Lía. Lía se sintió rechazada y comenzó a tener
hijos pensando que así Jacob la querría (Génesis 29, 30-35).
Raquel no había podido tener hijos, por eso le pide que tome por mujer a su
esclava Bilá para que ella dé a luz en sus piernas y ese sea como suyo.
Finalmente Dios “se acuerda” de Raquel. Así nace José (“Dios ha quitado mi
vergüenza”) (Génesis 30, 22-23).
Jacob tuvo miedo de su hermano y le mandó regalos para intentar calmar su
enojo y ganarse su perdón (Génesis 32, 11-21). Luego hará lo mismo con José.
Colocó primero a las esclavas con sus hijos, luego a Lía con sus hijos y por
último a Raquel y a José (Génesis 33, 2).
Pregunta: ¿De quién te sientes hijo? ¿De Lía (la fea), de la esclava (la amante) o
de Raquel (la linda)?
Reconciliación entre Esaú y Jacob (Génesis 33, 3-7).
Jacob le retribuye a Esaú el mal que le había hecho (Génesis 33, 10-15).
Dina (hija de Jacob) fue violada y raptada (Génesis 34, 1-2).
Nace Benjamín (“Hijo de mi diestra”) y Raquel se muere de parto. Jacob levantó
un monumento sobre su tumba (Génesis 35, 16-20).
Hijos de Jacob:
(Génesis 35, 23-26) Con Bilá (esclava de Raquel)
Con Lía 1) Dan
1) Rubén 2) Neftalí
2) Simeón Con Zelfa (esclava de Lía)
3) Leví 1) Gad
4) Judá 2) Aser
5) Isacar Con Raquel
6) Zabulón 1) José
7) Dina 2) Benjamín
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b. Historia de José: Los primeros 17 años (Génesis 37, 2ss).
Es uno de los doce hijos de Jacob. Nace en una familia muy grande. Es el
penúltimo hijo. José era el hijo más amado por Israel, porque era el hijo de su
vejez (Génesis 37, 3) y de su amada Raquel.
Es en su familia donde José experimenta sus primeras heridas. Sus hermanos:
- Lo odiaban profundamente porque estaban celosos de él por ser el hijo de
Raquel (la amada) y porque le decía a su padre acerca de la mala conducta
de sus hermanos. José era considerado un chismoso (Génesis 37, 2).
- No hablaban con él (Génesis 37, 4).
- Lo aborrecieron por sus sueños y sus palabras (Génesis 37, 8).
- Le tenían envidia (Génesis 37, 11).
- Le decían: “Allí viene el soñador” (Génesis 37, 19).
José era un soñador. Esto lo aprendió de su padre Jacob (Génesis 28, 12-15).
Preguntas para reflexión:
¿Te han tildado de soñador, iluso, idealista?
¿Has abandonado tus sueños por las críticas de los demás?
¿Has dejado de soñar porque piensas que ya no vale la pena?
¿Quién te ha robado tus sueños?
José nace en una familia que tiene problemas:
1) Hay un hijo que se siente preferido o que el padre le manifiesta que es el
preferido.
2) Hay unos hermanos que se sienten heridos porque se sienten marginados.
Preguntas para reflexión:
¿Te has sentido un hijo de “segunda categoría”?
¿Te has sentido querido por tus padres?
¿Eras tú el hijo favorito y por eso tus hermanos se sentían heridos contigo?
¿Sientes resentimientos porque piensas que a otro hermano lo amaban más que a
ti?
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¿Has sentido la indiferencia de tus hermanos?
¿Has sentido que las personas que más amabas se volvieron indiferentes ante tu
dolor y tus necesidades?
¿Cuántas personas han pasado por tu lado gritando de desesperación y pidiendo
tu ayuda y te has mostrado indiferente e indolente?
Pasaron unos mercaderes madianitas. Los hermanos de José lo sacaron del pozo
y lo vendieron por 20 monedas de plata (Génesis 37, 28).
Los hermanos de José formaron una asociación de malhechores. No encontró a
nadie que lo defendiera.
Preguntas para reflexión:
¿Te has sentido vendido por las personas en quiénes más confiabas o amabas?
¿Has experimentado en tu familia, trabajo, círculo social o en tu comunidad que
las personas se han asociado para hacer el mal?
¿Cuántas personas no encuentran a nadie que los defienda en su desesperación,
e humillación?
Jacob deprimido por la aparente muerte de su hijo (Génesis 37, 35-36).
Jacob es la imagen del Padre celestial que ve a la oveja descarriada y llora
porque está perdida.
Preguntas para reflexión:
¿Te has sentido deprimido y desesperanzado ante la pérdida de un ser querido?
¿Te sientes herido por la muerte violenta de alguien que significaba mucho para
ti o que sientes que “se fue a destiempo”?
¿Has sentido que la vida no tiene sentido desde que esa persona murió?
¿Has culpado a Dios por la muerte de un ser querido?
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C. CONCLUSIÓN
a. Resumen
José no nace en el seno de una familia perfecta. Nace en una realidad
familiar difícil y llena de heridas. En ella encontramos: esterilidades,
rivalidades, celos, envidias, peleas, engaños, venganzas, rechazos, odios,
resentimientos, chismes, desuniones, violaciones, muertes, violencia e
indiferencia. José fue arrastrando heridas transgeneracionales que se
repitieron luego en la relación con sus hermanos. ¿Se va pareciendo la vida
de José a tu historia familiar y personal?
b. Aplicación
Que cada uno pueda identificar cuáles de estas heridas han marcado su vida
familiar y cómo estas heridas han afectado su vida.
c. Frase para repetir
“Aunque me encuentre en lo profundo de un pozo, Dios está conmigo”.
d. Cierre
A pesar de las heridas de nuestro pasado y de las circunstancias difíciles en
que hayamos nacido, Dios puede hacer algo grande del futuro de cada uno
de nosotros.
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3 Historia de José II: De esclavo a ministro
OBJETIVO
Darnos cuenta de que en los momentos más difíciles de nuestra vida, Dios
siempre ha estado y estará con nosotros.
IDEA CLAVE
Dios nos hace prosperar en medio de nuestros sufrimientos.
ESQUEMA
A. INTRODUCCIÓN
a. Evocación
¿Recuerdas cuál fue el cambio más drástico que hayas experimentado en tu
vida?
b. Ubicación y concatenación en el proceso del curso
En el tema anterior vimos a José metido en un pozo para luego ser vendido
por sus hermanos. Ahora lo vemos camino a Egipto en calidad de esclavo.
c. Presentación, ambientación, motivación y presentación del tema
La vida de José es una vida de constantes cambios. José aprendió en cada
cambio grandes lecciones acerca de Dios.
B. CUERPO DE LA ENSEÑANZA
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¿Te deprimes y te angustias al recordar las cosas del pasado?
Yahvé bendijo la casa del egipcio en consideración a José. Lo hizo prosperar en
casa del egipcio (Génesis 39, 5).
Lección: Dios puede bendecir a otros a través de ti, aun en los momentos
más difíciles.
El egipcio dejó que José administrara todo cuanto poseía. Ya no tuvo más de
qué preocuparse (Génesis 39, 6). José comenzó a sentirse mejor. Comenzó a
tener cosas materiales.
Lección: Algunas veces buscamos en las cosas materiales o en otras
personas el consuelo de nuestras heridas. Buscamos en las personas y en las
cosas el consuelo que sólo Dios nos puede dar.
José era varonil y de buena presencia. La mujer de Putifar se enamoró de él e
insistía día tras día que se acostara con él. La preocupación de José era no pecar
contra Dios y no defraudar a su amo (Génesis 39, 9-10).
Lección: Aun en medio de los problemas se puede ser fiel. La mayor
tragedia de Dios es la infidelidad de sus hijos cuando están afligidos. Pero a
pesar de nuestras infidelidades, Dios permanece fiel.
Pregunta para reflexión:
¿Tienes personas a tu lado que son como piedras en el camino de tu
santificación?
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Pregunta para reflexión:
¿Alguna vez has sentido que lo que está sucediendo en tu vida es injusto o no
tiene sentido?
El jefe de los coperos, liberado, no se acordó más de José (Génesis 40, 23).
Dos años más de espera (Génesis 41, 1).
Lección: Dios quiere sanarte de las veces que te has sentido olvidado,
abandonado o con promesas incumplidas.
Preguntas para reflexión:
¿Has tenido que esperar mucho tiempo antes de que Dios te responda o te libere
de algún sufrimiento?
¿Has sentido que Dios se ha olvidado de ti?
El Faraón tiene dos sueños que nadie es capaz de interpretar. El Faraón, por
sugerencia del copero, manda a llamar a José desde la cárcel para que se los
explique (Génesis 41, 14).
José interpreta los sueños del Faraón. El Faraón reconoce que el Espíritu de
Dios estaba con él (Génesis 41, 38).
Pregunta para reflexión:
¿Puede reconocer la gente que Dios está contigo en los momentos de dolor, o
reniegas, te quejas y te lamentas?
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DINÁMICA 3: Lista de “alabanzas”
Objetivo: Considerar cómo Dios te ha preparado para afrontar tu situación en el
presente.
Motivación: Haz una lista de “alabanzas” con algunas de las cosas que Dios ha
hecho por ti en el pasado y en tus circunstancias. Reflexiona cómo
Dios te ha preparado para afrontar tu situación en el presente y qué ha
hecho para aliviar la angustia en momentos de prueba.
Procedimiento: Trabajo individual. Se les pide a los participantes que piensen cuáles
son las cosas que Dios ha hecho para bendecirlos y que las anoten.
Enseñanza: Al concentrar nuestra atención en lo que Dios ha hecho por nosotros
en vez de pensar en lo que no ha hecho, cultivamos esperanza para el
futuro.
C. CONCLUSIÓN
a. Resumen
José experimentó grandes cambios donde aprendió dos lecciones importantes
para la vida espiritual:
La primera: que Dios estaba con él y lo acompañaba en todo momento y lugar,
haciéndolo prosperar.
La segunda: que a pesar de las circunstancias difíciles de la vida se puede ser
fiel.
b. Aplicación
A veces no podemos ver las bendiciones de Dios en nuestras vidas porque
estamos concentrados solamente en nuestros sufrimientos.
c. Frase para repetir
“A pesar de_______________Dios me hará prosperar”. (Cada uno completa la
frase con aquella circunstancia difícil de la que hasta hoy ha pensado que no se
puede sacar nada positivo).
d. Cierre
Los cambios, por lo general, provocan temor; sin embargo, nos enseñan
lecciones que de otra manera no hubiéramos aprendido. Dios utiliza cada
acontecimiento de nuestra vida para mostrarnos algo nuevo acerca de él y para
que pongamos en práctica nuestra esperanza, paciencia, confianza y
perseverancia.
16
4 Historia de José III: cara a cara con sus hermanos
1. OBJETIVO
Mostrar que de los males, Dios es capaz de sacar bienes.
2. IDEA CLAVE
Se sana por la proclamación del amor del Padre.
3. ESQUEMA
A. INTRODUCCIÓN
a. Evocación
¿Te has encontrado a alguien que te ha herido gravemente después de mucho
tiempo sin verlo? ¿Qué sentiste? ¿Cómo reaccionaste?
b. Ubicación y concatenación en el proceso del curso
Ya vimos a José atravesar por diferentes cambios en su vida hasta llegar a
ser el segundo hombre más importante en todo Egipto. Ahora veremos cómo
se produjo el proceso de sanación interior con aquellos a quienes más amaba.
c. Presentación, ambientación, motivación y presentación del tema
Hay momentos en la vida en que Dios nos guía suavemente de regreso a
nuestro dolor y nos invita a mirarlo con otros ojos. Para sanar hay que
recorrer el camino del dolor, pero no para quedarse en el dolor. Cuando el
Señor nos llama para que regresemos a los lugares o memorias que nos
causan sufrimiento, nos acompaña con una promesa de restauración y una
esperanza para el futuro.
B. CUERPO DE LA ENSEÑANZA
17
José se acordó de los sueños que había tenido acerca de ellos (Génesis 22, 9).
Pregunta para reflexión:
¿Estás esperando que tus “enemigos” se arrodillen ante ti para perdonarlos?
José los acusó de espías y los metió tres días en la cárcel. Había llegado el
momento de la venganza (Génesis 42, 10-17).
Pregunta para reflexión:
¿Has sentido la tentación de vengarte por algo que te han hecho?
José deja ir a los demás, pero deja preso a Simeón. José aparenta bondad, pero
está tramando su venganza (Génesis 42, 18-20).
Los hermanos se arrepienten del mal que le habían hecho (Génesis 42, 21-22).
Pregunta para reflexión:
¿Cómo has actuado cuando alguien se ha arrepentido por algo que ha hecho
contra ti?
José se alejó para llorar. Cuando regresó y pudo hablarles, apartó a Simeón e
hizo que lo ataran a la vista de ellos (Génesis 42, 23-24).
Aquí se ve el corazón herido de José. Tenía un reino grande para dar, pero no
puede porque está herido, amargado y con el corazón roto.
Muchas veces cuando estamos heridos nos alejamos de los demás y nos
volvemos tímidos e inalcanzables. Es necesario quitarse la “careta de Faraón”:
dejar de pretender que somos felices, que todo funciona bien, que nos llevamos
bien con todos, que todo lo hacemos perfecto, y presentarnos con un corazón
sincero, no sólo ante el Señor sino también ante nuestros hermanos.
Pregunta para reflexión:
¿Cuál es esa “careta” que estás utilizando para tapar tus heridas?
¿Cómo se llama tu “careta de Faraón”? (felicidad, timidez, autosuficiencia,
extroversión, control, perfeccionismo…)
Jacob descarga su dolor. Todavía sufría por la falta de su hijo (Génesis 42, 36-
38).
18
José preparó un banquete para sus hermanos. A sus hermanos les dio dos
raciones pero a Benjamín le dio cinco veces más que a los demás (Génesis 43,
33-34).
Todos tenemos un reino para dar, pero las heridas nos impiden darlo. Las
heridas que tenía José le impedían compartir su reino con sus hermanos. Muchas
veces nuestras heridas no nos permiten ser generosos. Sólo pudo darle el “reino”
a aquél con el cual no se sentía herido. Si no estamos sanados no podremos
servir en el reino de Dios. Sólo daremos nuestras miserias.
Pregunta para reflexión:
¿Te cuesta servir a aquéllos que te han herido?
¿Con quiénes no puedes compartir tu reino? ¿A quiénes te cuesta amar?
Sus hermanos se fueron muy alegres. Pero José engaña a sus hermanos y los
acusa de ladrones. Encuentran la copa en el saco de Benjamín (Génesis 44, 1).
Un corazón herido comienza a su vez a herir a los demás. Un corazón herido se
convierte en maquinador de maldades. José continúa vengándose.
No quiere ver a sus hermanos pero los necesita (Génesis 44, 12).
José le dice que Benjamín debe quedarse como esclavo (Génesis 44, 17).
19
¿Has estado tan herido que la gente tiene miedo de acercarse a ti?
¿Cuál ha sido tu reacción cuando alguien ha querido reconciliarse contigo?
José manda a buscar a su padre, sus ganados y toda la familia a vivir a Egipto.
“Yo les daré lo mejor de Egipto” (Génesis 45, 18).
José ya podía dar el Reino. José ha perdonado para siempre. De una herida, Dios
saca una perla. Del mal saca un bien. José no sólo es capaz de dar cosas sino de
darse a sí mismo. Del dolor salió amor. Ahora es capaz de servir.
Cuando murió Jacob, los hermanos se atemorizaron creyendo que todavía José
les guardaba rencor y ahora les devolvería todo el mal que le habían hecho. Pero
José les dijo que no temieran, pues Dios había utilizado el daño que ellos
quisieron hacerle para convertirlo en bien: conservar la vida de un pueblo
numeroso. José prometió cuidar de ellos y de sus hijos, y los consoló
hablándoles palabras cariñosas (Génesis 50, 15-21).
Una persona sanada es capaz de consolar y dar amor.
Ejemplo: La perla
Las perlas se producen por un granito de arena que penetra en la ostra cuando
ésta abre su caparazón para alimentarse. Este granito de arena la hiere. La ostra
segrega una sustancia que sana la herida producida y de allí se produce la perla.
La ostra, de una herida produce una perla preciosa. Para todos los que aman a
Dios todas las cosas obran para su bien (Romanos 8, 28).
Dios es capaz de la herida más profunda que hayas vivido en la vida sacar una
verdadera perla.
Pregunta para reflexión:
¿Estás dispuesto a pagar el precio para obtener una perla de gran valor?
DINÁMICA 4: La perla
Objetivo: Reconocer cómo un acontecimiento doloroso de nuestras vidas, Dios
lo ha utilizado dentro de su plan de salvación.
Motivación: Haz una lista donde registres “las perlas” que Dios te ha regalado a
partir de una herida o un momento de dificultad.
Procedimiento: Trabajo individual. Se les pide a los participantes que reflexionen y
anoten cómo Dios de un acontecimiento negativo supo sacar grandes
bendiciones.
Enseñanza: De los males, Dios es capaz de sacar bienes.
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C. CONCLUSIÓN
a. Resumen
Las heridas de José se sanan cuando es capaz de reconocer su dolor delante
de sus hermanos. José puede ya compartir el reino porque descubre que
tiene un padre que lo ama, un padre que no lo ha abandonado, un padre que
es capaz de irse a donde quiera que esté con tal de no dejarlo solo. La
sanación y la restauración de nuestras vidas sólo ocurren cuando nos
sentimos amados por el Padre.
b. Aplicación
En esta vida sólo existe descanso estable y seguro cuando conocemos el
amor de Dios y nos sentimos personalmente amados por él.
c. Frase para repetir
“De la herida más grande que he sufrido, Dios sacará una hermosa perla”.
d. Cierre
Una persona está sanada cuando es capaz de ver en aquello que le hacía
sufrir una bendición y una oportunidad para crecer. Estamos curados
cuando somos capaces de dar gracias por aquellas cosas que antes veíamos
como desgracias.
21
5 Los cuatro monstruos
1. OBJETIVO
Identificar los cuatro monstruos que están afectando nuestras vidas y los
antídotos para combatirlos.
2. IDEA CLAVE
Todas las heridas emocionales son el producto de la falta de amor.
3. ESQUEMA
A. INTRODUCCIÓN
a. Evocación
¿Recuerdas en tu niñez la figura de algún monstruo que te causaba miedo?
b. Ubicación y concatenación en el proceso del curso
Después de haber examinado detenidamente la historia de José, sus heridas y
cómo éstas fueron sanadas por el amor de su padre, examinemos ahora los
diferentes monstruos (heridas emocionales y espirituales) que llevamos en
nuestro corazón.
c. Presentación, ambientación, motivación y presentación del tema
Una pequeña herida si no es curada a tiempo puede convertirse en un
problema mayor como lo es la enfermedad de la gangrena. De la misma
forma, las heridas emocionales, cuando no son curadas a tiempo se
convierten en verdaderos monstruos difíciles de tratar. Un monstruo es un
ser contrario a la naturaleza, desmesurado de tamaño, malvado, cruel y feo
que provoca en nosotros extrañeza, rechazo y miedo. En este tema
comenzaremos describiendo tres de estos monstruos. El cuarto lo dejamos
para el tema siguiente.
B. CUERPO DE LA ENSEÑANZA
22
Es necesario combatir la soledad con la solidaridad. Jesús nos dijo que no
nos iba a dejar solos, porque su presencia de amor se iba a quedar en el
mundo a través del Espíritu Santo que habita en nosotros y que alcanza a los
demás. No estamos en el mundo para competir sino para compartir.
Susceptibilidad: A la persona que se hiere fácilmente, la critica, aunque sea
constructiva, la destruye. Tiene pobre tolerancia a la frustración.
Ira: La persona es impulsiva, se descontrola fácilmente, no tiene dominio
propio, guarda resentimientos. A veces muestra autoritarismo a quienes le
rodean.
Tristeza y depresión: Es el dolor emocional real o imaginario por no sentirse
amado, valorado y aceptado.
Envidia: Es la tristeza o pesar por el bien ajeno. Es el deseo por algo que no
se posee. La envidia causa la rivalidad y el aborrecimiento del otro. Los
hermanos de José se sentían heridos por la preferencia que mostraba su
padre Jacob por su hermano José, sobre todo cuando éste le regaló una
túnica especial. Esto los llevó a aborrecerlo y desear su mal.
Soberbia: Viene por el apetito desordenado de ser preferidos. Las personas
con falta de amor no han sido suficientemente reconocidas, esto hace que se
dediquen a sobresaltar sus propios dones, menospreciando los de los demás.
Detrás de la altivez que presentan, se oculta una persona herida, necesitada
de aceptación, aprobación y reconocimiento.
23
Inseguridad: Se puede manifestar de muchas maneras: inseguridad del amor
y la apreciación de los demás, inseguridad acerca del valor y la capacidad
personal, inseguridad acerca del futuro. Las personas inseguras no saben
tomar decisiones. Tienen un montón de opciones y no se deciden por
ninguna.
Desconfianza: Nos lleva a no creer en las personas y tampoco en nosotros
mismos. Nos hace encerrarnos en nosotros mismos y aislarnos de los demás.
José desconfiaba de sus hermanos, por eso no los dejaba partir a Canaán sin
antes dejar encarcelado a uno de sus hermanos.
24
Complejo de inferioridad o baja autoestima: Es característico de las
personas inseguras y con poco amor propio. La autoestima es la capacidad
de valorarnos y de tratarnos con dignidad y amor. La baja autoestima es la
valoración negativa de nuestro ser, de quiénes somos, del conjunto de rasgos
corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad.
Dios nos hizo como somos y no hay nadie idéntico a nosotros. Cuando nos
auto-rechazamos, abrimos puertas muy grandes al destructor (Satanás).
Las personas con este complejo:
No se sienten dignas de ser amadas.
Están enojadas contra sí mismas.
Buscan desesperadamente la atención y el protagonismo.
Se creen incapaces, malas o inútiles.
Son tímidas y vergonzosas.
No tienen autoconfianza.
Tienen dependencia afectiva.
Son hipersensibles a la crítica.
Cultivan el resentimiento.
Son influenciables y no confían en el criterio propio.
Están a la defensiva.
Pueden ser violentos.
Tienen un negativismo generalizado.
Son perfeccionistas.
Complejo de superioridad: Aquéllos que los presentan son individuos que no
aceptan la crítica, pero por detrás de esa imagen falsa esconden una
personalidad insegura. En lugar de asumir su verdadero yo, tratan de negarlo
y esconderlo.
Las personas con este complejo:
No aceptan sus equivocaciones, dudas y defectos.
Tratan de controlarlo todo y a todos.
Mantienen una imagen falsa de “triunfador”.
Se autoengañan e intentan engañar a los demás.
No se reconocen débiles, limitadas y frágiles.
Complejo de Peter Pan: Muchos adultos se resisten a crecer y a asumir sus
responsabilidades y se aferran a los privilegios de la niñez y prefieren vivir
como “eternos” adolescentes. No desean madurar y esperan que los demás
los mimen y cuiden como lo hicieron sus padres.
Las personas con este complejo:
Están ancladas en el pasado.
No aceptan los cambios.
No entienden que cada etapa de la vida tiene sus propias satisfacciones.
No aprenden de los errores para no volver a cometerlos.
No quieren crecer ni madurar por temor a las responsabilidades.
Complejo de magnanimidad: Estas personas viven entregadas a los demás,
son excesivamente serviciales, están pendientes de las expectativas de los
otros y son espléndidas para regalar, aunque su economía no se lo permita.
Todo lo hacen por ser aceptados.
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Las personas con este complejo:
No saben recibir.
No valoran lo que dan.
No saben poner límites.
No saben decir “no”.
No saben manejar la culpa.
No tienen autoaceptación.
Complejos físicos: Cuando nos preocupamos demasiado por la apariencia
física hasta transformarla en una obsesión, lo que se hace en realidad es
tratar de encubrir carencias afectivas, inseguridades y la ausencia de
autoestima.
Las personas con este complejo:
No prestan atención al aspecto intelectual y espiritual.
No se sienten bien consigo mismas.
No son estables emocionalmente.
No se valoran.
C. CONCLUSIÓN
a. Resumen
Existen cuatro monstruos que afectan nuestra capacidad de amar y ser
amados. En este tema hemos visto tres de ellos. Estos monstruos traen
consigo a su vez otros monstruos que desfiguran la imagen de Dios en
nuestras vidas. Cuando conocemos el amor de Dios para nosotros, cuando le
creemos y cuando nos miramos a través de sus ojos, esos tres monstruos se
van desvaneciendo.
b. Aplicación
¿Cuál de estos monstruos hasta hoy te está atemorizando?
c. Frase para repetir
“Las heridas del amor se sanan con amor”.
d. Cierre
La fidelidad del amor del Padre nos da seguridad y fortaleza para soportar y
superar las heridas que dejan en el corazón: la falta de amor, el temor y los
complejos.
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6 La falta de perdón
1. OBJETIVO
Darnos cuenta de que en la vida todos estamos necesitados de ejercitar el
perdón y pedir la capacidad de perdonar.
2. IDEA CLAVE
Perdonar es el camino de la sanación. Es una decisión que deja libre el
corazón.
3. ESQUEMA
A. INTRODUCCIÓN
a. Evocación
Haz un recuento de las personas que Jesús les dijo: “Yo te perdono”.
b. Ubicación y concatenación en el proceso del curso
Estuvimos describiendo tres monstruos que no nos dejan ser felices. En este
tema describiremos el cuarto monstruo que, por su capacidad destructiva, no
nos permite abrirnos a los demás y nos mantiene estancados espiritualmente.
c. Presentación, ambientación, motivación y presentación del tema
Cuando alguien nos hiere y nos apegamos a esa herida no podemos amar. La
sanación interior total sólo puede ocurrir, cuando perdonamos a aquéllos que
nos han herido, cuando le entregamos por completo al Señor nuestras heridas
del pasado. Sea cual sea la experiencia que has tenido, las heridas que hayas
sufrido, Jesús quiere curarlas y sanar tu corazón roto.
B. CUERPO DE LA ENSEÑANZA
a. ¿Qué es perdonar?
Qué no es: olvidar, enterrar, ignorar, reprimir, justificar, excusar, cargar con los
males de otros, simular.
Qué es: recordar sin dolor, sin amargura, sin sentimiento de culpa o vergüenza,
renunciar al deseo de venganza, volver a amar, servir.
Perdonar es recordar sin amargura, y además poder llegar a encontrar en esa
herida la bendición que en ella se esconde. José estuvo amargado hasta que fue
capaz de perdonar y pudo reconocer que esa gran herida surgida entre él y sus
hermanos, Dios la convirtió en bendición no sólo para su familia, sino para todo
un pueblo. No fuimos hechos para odiar sino para amar.
El perdón depende de la voluntad. Es algo independiente de sentir o no sentir.
Me decido a perdonar aunque no lo sienta. Es una decisión entre: dejar que las
heridas del pasado me controlen y me hagan un egoísta, o dejar que la paz y el
amor del Espíritu Santo controlen mi futuro.
Hay gente que ha perdonado pero aún tiene el corazón herido. Estas personas
necesitan comenzar un proceso de sanación interior en sus vidas.
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b. ¿A quiénes necesitamos perdonar?
El Padrenuestro nos invita a practicar las dimensiones del perdón (Mateo 6, 12):
1) A Dios: A veces tenemos resentimientos contra Dios porque lo culpamos de
nuestras desgracias y dolencias.
2) Perdonar al prójimo: Nos libera del enojo.
3) Pedir perdón: Nos libera de la culpa.
4) Perdonarme a mí mismo: Nos libera del temor.
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e. ¿Cuándo soy capaz de perdonar?
Cuando reconocemos que estamos heridos y que necesitamos perdonar. El
que se cree sano no va a los pies del Señor (Lucas 7, 36-50; Lucas 18, 9-
14).
A veces tenemos cegados los ojos y endurecido el corazón y no permitimos
que el Señor nos sane (Juan 12, 40).
Cuando nos sentimos amados por Dios. Cuando nos sabemos amados por
Dios queremos cambiar y perdonar.
Cuando nos damos cuenta de que Dios acepta y perdona en nosotros aquello
que no podemos aceptar en el otro.
f. ¿Cómo perdonar?
Jesús no sólo nos invita a perdonar, sino que nos demuestra que como hombre
se puede perdonar así como él nos perdonó desde la cruz (Lucas 23, 34).
1) Pidiéndole a Dios que nos ayude: Sólo con la ayuda de Dios podemos
perdonar. El amor infinito de Dios está “limitado” solamente por nuestra
necesidad y por nuestra hambre de ayuda.
2) Con el perdón de Dios: Así le damos al otro no nuestro limitado perdón,
sino el perdón que Dios nos ha dado a nosotros.
3) Sin regateos: No poner condiciones para perdonar. Nuestro Padre nos ama y
nos perdona sin negociar condiciones (Lucas 15, 11-32).
4) Siempre: “Perdonar hasta 70 veces 7” (Mateo 18, 21-22). El hecho de
perdonar 70 veces 7 no quiere decir que la persona va a cambiar. Perdonar
es una decisión: aunque el otro no cambie, aunque no reconozca su error, a
pesar de su error yo me decido a perdonar.
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DINÁMICA 6: El lavatorio
Objetivo: Experiencia de perdón. Tener la humildad necesaria para pedir
perdón y perdonar.
Motivación: A continuación vamos a ver distintas parejas de personas que
representarán distintas relaciones. Ellos tienen características que
todos hemos tenido. No es un teatro, no debemos ser espectadores.
Necesitamos unirnos con el corazón para ver en qué se asemeja a
nuestras vidas y ver cuáles problemas no tenemos resueltos.
Procedimiento: Se escogen personas entre los participantes que representan distintos
personajes. Se les explica que van a lavarse los pies unos a otros
pidiéndose perdón por las distintas situaciones que se pueden vivir en
cada tipo de relación. Por ejemplo:
Padre - Hijo
Esposo - Esposa
Hermano - Hermana
Sacerdote - Laico
Líder de grupo - Miembro
Amigo - Amigo
Jefe de trabajo - Empleado
Una persona se sienta en la silla, mientras que la otra le lava los pies
pidiéndole perdón. Los demás participantes se van identificando con
las palabras y hechos que aquéllos están representando. Se hace en
clima de oración. Si hay tiempo, al final, los participantes que
quieran, pueden escoger a una persona que represente a aquélla a la
quién necesitan perdonar o pedir perdón y lavarle los pies.
Materiales: Recipientes de agua, sillas y toallas
Conclusión: Todos necesitamos perdonar a alguien y ser perdonados.
C. CONCLUSIÓN
a. Resumen
Nadie está plenamente sano en su mundo interior. Todos necesitamos ir una
y otra vez por el camino del perdón. Perdonar no es un acto emocional
motivado por el afecto. No se trata de perdonar porque lo siente el corazón.
En el perdón no trabaja tanto el corazón cuanto la voluntad y la razón.
b. Aplicación
“¿Quieres ser feliz un instante? Véngate. ¿Quieres ser feliz toda la vida?
Perdona” (Henri Lacordaire).
c. Frase para repetir
“Sin perdón no hay amor”.
d. Cierre
El perdón capacita para amar y crecer, tanto a quien lo otorga como a la
persona que lo acepta. El perdón es la única arma capaz de derrotar los
monstruos del odio, el resentimiento, la ira, la violencia y el deseo de
venganza. El Señor nos da la capacidad de perdonar no para que seamos
más virtuosos sino para ser más felices.
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7 Cómo orar por sanación interior
1. OBJETIVO
Enseñarnos las herramientas necesarias para iniciarnos en el carisma de la
oración de sanación interior.
2. IDEA CLAVE
Dios quiere usarnos para orar por otros pidiendo la sanación interior.
3. ESQUEMA
A. INTRODUCCIÓN
a. Evocación
¿Alguna vez has orado por alguien por sanación interior? Comentan la
experiencia.
b. Ubicación y concatenación en el proceso del curso
Hemos visto los diferentes monstruos (heridas) que pueden estar afectando
nuestras vidas y que no nos permiten ser felices. Ahora veremos que Dios
quiere darnos el poder de curarnos unos a otros a través de la oración de
sanación interior.
c. Presentación, ambientación, motivación y presentación del tema
Luego que una persona ha sido sanada, quiere a su vez, ser instrumento en
manos de Dios para ayudar a otros en su proceso de sanación. Al orar por la
sanación de los afligidos, nosotros y todos los creyentes tocamos el
sufrimiento en otra persona y lo llevamos en nuestros corazones al corazón
de Dios.
B. CUERPO DE LA ENSEÑANZA
Parte importante del ministerio de Jesús fue la sanación interior (Isaías 61, 1-3;
Salmo 147, 3; Lucas 4, 16-21).
Jesús se pasó gran parte de su vida publica sanado a la gente físicamente y
sanando corazones. Jesús quería proclamar la compasión de Dios no sólo con
palabras, sino demostrándola a través de la sanación de toda clase de dolencia.
Jesús sana primero del pecado y luego sana físicamente. Ejemplo: El paralítico
(Marcos 2, 5-12).
Sanó toda clase de heridas emocionales:
1) Las heridas de clase: los samaritanos.
2) Las heridas de discriminación: las mujeres, los publicanos, los niños.
3) Las heridas de los marginados: los pobres, los ciegos, los leprosos, los
incapacitados.
4) Las heridas del pecado: las prostitutas, los cobradores de impuestos.
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a. ¿Qué es la sanación interior?
Es la reconstrucción emocional dirigida por el Espíritu Santo. La sanación
interior es la sanación del hombre interior, esto es, el área intelectual, volutiva y
afectiva, llamada, por lo común, mente, voluntad y corazón, abarcando otras
áreas como las emociones, la psiquis y el espíritu.
La sanación interior es un proceso y no un momento al igual que las heridas.
Estamos plenamente sanos, cuando experimentamos la plenitud de la paz de
Cristo.
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llegar hasta el momento de la concepción. Ver cómo Jesús estuvo a su lado y
ver la actitud que tiene Jesús hacia la otra persona.
- Localizar la herida, atinar la causa. Si ve que en el recorrido la persona
siente ansiedad, preguntarle sobre el hecho, pues probablemente ahí está la raíz
de la herida.
- Orar al Espíritu Santo por sanación. A veces la oración por sanación interior
no es un momento sino un proceso lento.
Orar por:
Lo conocido: las heridas y las consecuencias negativas de las heridas
(miedo, ira, rencor, dureza, desaliento, depresión, etc.).
Lo desconocido: con revelación o palabra de conocimiento (conocimiento
sobrenatural que se recibe debido a la gracia, por medio del cual, la
inteligencia humana se ilumina con la acción del Espíritu Santo para
conocer y ver la raíz de un problema, o lo que Dios está haciendo o va a
hacer entre sus criaturas con un fin sobrenatural)
Tener:
Un oído para la persona. Sólo el hecho de expresar el problema lo pone en
una perspectiva de solución.
Un oído para Dios. A veces las personas entienden que saben lo que
necesitan, pero lo que realmente necesitan sólo lo sabe Dios. Es una actitud
del corazón.
f. Señales de sanación:
Paz: cuando se recuerda sin dolor las ofensas recibidas.
Profundo gozo: cuando aquello que dolía, permite crecer y se convierte en
bendición.
Capacidad de amar y ser amado: cuando se reestablece la relación con el
otro. El criterio para orar no es solamente terminar sanando heridas sino
entrar en una etapa de amistad más profunda con Dios y con los demás.
Se comienzan a ver los frutos del Espíritu en la persona: amor, alegría, paz,
paciencia, mansedumbre, templanza, temor de Dios.
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Humildad. Saber que no tenemos nada para dar pero que podemos tocarle la
puerta al que lo puede todo.
Prudencia. A medida que nos movemos suave y amorosamente con una
persona y le sugerimos posibilidades generales para orar, esa persona
usualmente empezará a ponerse en contacto con incidentes dolorosos y los
compartirá en su propio tiempo y manera.
Discreción y sigilo. Una persona que encuentra que lo que ha sido
compartido en privado se ha hecho de conocimiento público, tendrá mucha
dificultad otra vez al confiar en otro su mundo interior.
C. CONCLUSIÓN
a. Resumen
Jesús ha venido a sanar los corazones destrozados y a vendar las heridas,
pero quiere utilizarnos a cada uno de nosotros como instrumentos para que
su gracia llegue a tocar a otros. Todo aquél que ha encontrado el amor de
Dios, es capaz de orar simple y poderosamente para obtener sanación para
otros.
b. Frase para repetir
“Quién ha sido consolado, sabe consolar”.
c. Cierre
Para la oración de sanación interior, lo que se necesita no es un experto,
sino un amante. Entonces, permítele a Jesús que está dentro de ti, amar a tus
hermanos a través del toque silencioso o con tus palabras.
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ESCUELA DE EVANGELIZACIÓN JUAN PABLO II
CURSO JOSÉ
Sábado
9:00a.m.- 9:30a.m. Animación
9:30a.m.- 10:00a.m. Dinámica Rompehielo
10:00a.m.-10:45a.m. Presentación: Tenemos un reino para dar
10:45a.m.-11:15a.m. Receso
11:15a.m.-12:00m. Tema I: Cinco sanaciones de Dios para ti
12:00m.- 1:00p.m. Dinámica
1:00p.m. - 2:30p.m. Almuerzo
2:30p.m.- 3:00p.m. Animación
3:00p.m.- 3:45p.m. Tema II: Historia de José I: José y sus hermanos
3:45p.m.- 4:30p.m. Dinámica: Tirar al pozo
4:30p.m.- 5:00p.m. Receso
5:00p.m. - 5:45p.m. Tema III: Historia de José II: De esclavo a ministro
5:45p.m.- 6:30p.m. Dinámica
6:30 Avisos/ Oración final.
Domingo
9:00a.m.-9:30a.m. Animación / Resumen
9:30a.m.-10:15a.m. Tema IV: Historia de José III: Cara a Cara con sus hermanos
10:15a.m.-11:00a.m. Dinámica
11:00a.m.-11:15a.m. Receso
11:15a.m.-12:00m. Tema V: Los cuatro monstruos
12:00m.-12:45p.m. Dinámica
12:45p.m.-1:45p.m. Eucaristía
1:45p.m.-2:45p.m. Almuerzo
2:45p.m.-3:00p.m. Animación
3:00p.m.-3:45p.m. Tema VI: La falta de perdón
3:45p.m.-4:30p.m. Dinámica: El lavatorio
4:45p.m.-5:00p.m. Receso
5:00p.m.-5:45p.m. Tema VI: Cómo orar por sanación interior
5:45p.m.-6:30p.m. Taller de sanación interior
6:30p.m. Testimonios /Avisos /Evaluación / Oración final
CONTENIDO
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Temario
Presentación
1.- Cinco sanaciones de Dios para ti – Dinámica
2.- Historia de José I: José y sus hermanos – Dinámica: Tirar al pozo
3.- Historia de José II: De esclavo a ministro – Dinámica
4.- Historia de José III: Cara a cara a sus hermanos – Dinámica
5.- Los cuatro monstruos – Dinámica
7.- La falta de perdón – Dinámica: El lavatorio
8.- Cómo orar por sanación interior – Taller
Anexos
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