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Curso José

Este documento presenta un curso sobre sanación interior a través de la historia de José. El objetivo es identificar las heridas que se han ido acumulando a lo largo de la vida y comenzar el camino de sanación. Se argumenta que todos tienen un reino interior para dar, pero a menudo las heridas nos impiden darlo. El curso explora cinco áreas en las que Dios quiere sanarnos, incluido el propósito de nuestro nacimiento y vida. El poder del Espíritu Santo se presenta como la forma de renovar nuestra m
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Curso José

Este documento presenta un curso sobre sanación interior a través de la historia de José. El objetivo es identificar las heridas que se han ido acumulando a lo largo de la vida y comenzar el camino de sanación. Se argumenta que todos tienen un reino interior para dar, pero a menudo las heridas nos impiden darlo. El curso explora cinco áreas en las que Dios quiere sanarnos, incluido el propósito de nuestro nacimiento y vida. El poder del Espíritu Santo se presenta como la forma de renovar nuestra m
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CURSO JOSÉ

Escuela de Evangelización
Juan Pablo II
Comunidad Siervos de Cristo Vivo
Presentación Tenemos un reino para dar

1. OBJETIVO
Identificar en la historia de José las heridas que hemos ido almacenando a lo
largo de la vida y comenzar a emprender el camino de la sanación.
2. IDEA CLAVE
Todos tenemos un reino para dar. A veces nos sentimos incapaces para dar
ese reino porque las heridas interiores nos impiden darlo.
3. ESQUEMA

A. INTRODUCCIÓN
a. Evocación
¿Con cuál de las sanaciones del Evangelio te identificas más? ¿Por qué?
b. Ubicación en el programa de las escuelas de evangelización
El programa de formación de nuestras escuelas busca formar
evangelizadores que a su vez puedan formar a otros. En este proceso existen
dos elementos indispensables: Primero: que el evangelizado necesita estar
sanado interiormente para poder evangelizar, y segundo: que el
evangelizador es a su vez, un sanador. El anuncio del Evangelio es la buena
noticia de que Jesús sana a los enfermos en su cuerpo, alma y espíritu.
c. Motivación y presentación del curso y su objetivo
En la historia de José, cada uno podrá irse identificando con las heridas
interiores que fueron marcando su vida; a la vez, hacer una introspección de
su propia vida y darse cuenta cómo está, cuáles han sido las heridas que han
estado almacenando a lo largo de la vida y qué heridas ha estado causando a
las otras personas.

B. CUERPO DE LA ENSEÑANZA

a. ¿Cómo hemos sido creados?


Te has preguntado: ¿Para qué existimos? ¿Cuál es el sentido de la vida?
Dos verdades:
1) Hemos sino creados a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1, 26-27).
Los pecados de nosotros sobre los otros y los pecados de los demás sobre
nosotros han desfigurado nuestra verdadera imagen. Todos hemos sido heridos
porque vivimos en un mundo de pecado.
En este curso reflexionaremos acerca de dos visiones:
- Lo que me hicieron a mí.
- Lo que yo he hecho a los demás.
2) Dios es amor (1 Juan 4, 8).
Por tanto, he sido creado para el amor: para recibir amor y para dar amor.
Las faltas de amor son la causa de todas las heridas interiores.

1
Dios nos ha elegido en Cristo para andar en el amor y andar en su presencia sin
culpa y sin mancha (Efesios 1, 4).
- Antes de crear todo el universo pensó en ti.
- Te creó para que vivas en el amor.
- Te creó para estar en su presencia sin culpa y sin mancha.
 Preguntas para reflexión:
¿Esa ha sido la historia de tu vida? ¿Ha sido tu vida llena de amor?
¿Hay alguien aquí que nunca ha recibido una falta de amor?
¿Hay alguien aquí que nunca conscientemente ha dejado de amar a alguien?

b. ¿Cuál es el reino que tenemos?


El reino de Dios está dentro de nosotros (Lucas 17, 21)
Todos tenemos un reino para dar. A veces nos sentimos incapaces para dar ese
reino porque las heridas interiores nos impiden darlo.
Los israelitas anduvieron tres días por el desierto sin encontrar agua. Llegaron a
Mará pero no pudieron beber de sus aguas porque eran amargas. El pueblo se
quejó contra Moisés, diciendo: “¿Qué beberemos?” Entonces Moisés invocó a
Yahvé, el cual le mostró un madero, y cuando lo echó en las aguas, se
endulzaron (Éxodo 15, 22-26). Mará = Amargura
A veces nuestra vida es como un desierto. Las personas se acercan a nosotros
buscando qué beber y sólo encuentran amargura. Pero tenemos un “madero” que
es Jesucristo. Él convierte nuestras aguas amargas en aguas dulces. Nuestra vida
tiene que ser una fuente para los demás.
 Pregunta para reflexión:
¿Qué encuentran las personas que se acercan a mí, aguas dulces o aguas
amargas?

c. ¿Qué podemos dar?


Podemos dar a Jesús. El mundo no necesita de nosotros, el mundo necesita a
Cristo en nosotros. No basta decir que Jesús está vivo, sino que la gente pueda
encontrar a Jesús vivo en cada uno de nosotros.
La transformación de nuestra vida es la mayor gloria que podemos dar a Dios
porque le damos la oportunidad de que nuestra nada él la cambie de nuevo a la
imagen perfecta con la que nos creó. Que haga lo que él quiera de nosotros.

d. ¿Con qué poder?


El poder del Espíritu Santo en nosotros (Efesios 1, 17-21).
Tenemos en nosotros el Espíritu que resucita muertos. Hemos sido llenados del
Espíritu para resucitar lo que está muerto por el pecado. En cada uno de nosotros
hay una imagen perfecta de Dios. Él ha venido a recordarnos esto y pedirnos que
dejemos el hombre viejo que nos lleva a la destrucción. No por nuestras propias
fuerzas o afanes, sino renovados en nuestra mente por el Espíritu.
Dejar la manera anterior de vivir (Efesios 4, 22-24).
Sólo el Espíritu resucita lo que está muerto en nuestra mente, es decir, el hombre
viejo que se corrompe con sus deseos engañosos. Es preciso renovarse en lo más

2
profundo de la mente para que surja el hombre nuevo creado a su imagen y
semejanza.
DINÁMICA: Recobrar mi verdadera imagen
Objetivo: Descubrir que hemos sido creados a su imagen y semejanza: para
recibir y dar amor.
Motivación: Jesús ha sido enviado para sanar los corazones destrozados y vendar
nuestras heridas, para convertir en agua dulce nuestras aguas
amargas.
Procedimiento: El predicador ora por los participantes.
Enseñanza: Dios Padre quiere derramar el Espíritu Santo en nosotros para
transformar nuestra mente para que dejemos atrás el hombre viejo y
recuperemos el hombre nuevo, imagen perfecta.

C. CONCLUSIÓN

a. Resumen
Dios nos ha creado para dar y recibir amor. Nuestra identidad es el amor.
Las heridas interiores son consecuencia de la falta de amor. Podemos
transmitir un reino o podemos transmitir nuestras heridas interiores. Sólo
Jesús a través del Espíritu Santo puede restaurar nuestra verdadera
imagen: la del amor.
b. Frase para repetir
“Todos tenemos un reino para dar pero las heridas interiores nos impiden
darlo”.
c. Cierre
Jesús quiere, a través de este curso, que comiences un proceso de
sanación interior dirigido por el Espíritu Santo para que vayas recobrando
la verdadera imagen con la que Dios te creó.

3
1 Cinco sanaciones de Dios para ti

OBJETIVO
Mostrar que no se puede ser un apóstol ni un evangelizador lleno de heridas,
pues lo que se iría a transmitir es la propia amargura.
IDEA CLAVE
Dios quiere sanarnos en cada una de las áreas de nuestra vida.
ESQUEMA

A. INTRODUCCIÓN
a. Evocación
¿Recuerdas qué te contaron acerca del día en que naciste?
b. Ubicación y concatenación en el proceso del curso
Todos hemos sido heridos en algún momento de nuestra historia personal.
Es necesario reconocer esas heridas para que podamos ser sanados.
c. Presentación, ambientación, motivación y presentación del tema
Dios nos quiere sanos (Salmo 147, 3).
Jesús no se muestra indiferente ante nuestras heridas y debilidades. Dios
entiende todo lo que nosotros pasamos (Hebreos 4, 15).
La misión que Jesús recibió de Dios es una misión de consuelo, sanación y
esperanza para los atribulados y heridos en su corazón (Isaías 61, 1-3).
No se puede ser un evangelizador lleno de heridas, pues lo que se iría a
transmitir es amargura. Las heridas nos mantienen estancados
espiritualmente.

B. CUERPO DE LA ENSEÑANZA: Cinco áreas en las que Dios quiere


sanarme:

a. Primera sanación: Fui engendrado por Dios en el seno de mi madre


(Salmo 139, 1-18).
No eres un accidente.
Dios quiso que nacieras, por eso existes. Él eligió tus padres, tus genes, tu
carácter, tu situación de vida.
Tu Padre Dios pensó en ti desde la eternidad, desde antes de formarte en el seno
de tu madre (Jeremías 1, 5).
“Antes de formarte en el vientre”: Dios te hizo y te puso en el vientre de tu
madre.
“Te conocí”: Desde antes de ser concebido, Dios sabía tu personalidad, tu
manera de ser y tu carácter.
“Te había consagrado y te había constituido profeta”: Dios tiene un plan para
tu vida.

4
DINÁMICA 1A: No soy un accidente
Objetivo: Sanar las heridas ocasionadas por creer que no fuimos deseados por
nuestros padres o que nuestra vida no es importante para Dios.
Motivación: No eres un accidente de la naturaleza. Aunque hayas sino producto
de un “mal cálculo” de tus padres, para Dios no eres una casualidad.
Él pensó en ti, por eso existes.
Procedimiento: En un clima de oración se lee lentamente el Salmo 139. El predicador
reflexiona sobre cómo Dios nos ha creado por amor y cuida y vela
sobre nosotros. Se hace oración por el momento de la concepción y el
nacimiento.

b. Segunda sanación: Dios tiene un propósito para mi vida (Jeremías 1, 4).


No eres uno más en el mundo.
Dios tiene planes para ti (Jeremías 29, 11).
Te hizo con una serie de dones para desempeñar una misión. Decir que no sirves
es negar la mano de Dios que te hizo. Tienes una forma especial y única con la
cual servirle. Sólo puedes ser tú.
Dios quiere sanarte de pensar que:
- Tu vida no tiene sentido.
- No sirves o no tienes nada para dar.
- Los demás tienen más dones que tú.
 Pregunta para reflexión:
¿Qué plan pienso que tiene Dios para mi vida?

DINÁMICA 1B: Los dones


Objetivo: Descubrir cada uno los dones que Dios le ha dado para desempeñar
un propósito en el reino.
Motivación: Todos tenemos talentos naturales y dones espirituales dados por Dios
para servirle. No debemos preocuparnos por habilidades que no
tenemos, pero sí debemos servir con las que tenemos.
Procedimiento: Trabajo individual. Cada uno escribe los dones que piensa que Dios
le ha regalado y cómo los está utilizando actualmente.
Enseñanza: Todos servimos para algo y Dios nos ha regalado dones que
necesitamos reconocer y apreciar.

c. Tercera sanación: Dios está conmigo (Isaías 43, 1).


Dios tiene un propósito para cada sufrimiento.
Dios no quiere tu sufrimiento, pero utiliza cada sufrimiento para realizar un
propósito. Dios está contigo en cada momento. No te ha deja solo, te acompaña
en cada situación. Jesús no es alguien que te envía aflicciones, sino alguien que
te acompaña a través de ellas.
A veces estamos heridos por la incapacidad de ver la mano y el rostro de Dios
en los momentos de dificultad. “¿Dónde estabas cuándo...?” Dios estaba en el
mismo lugar donde estaba cuando su Hijo era clavado en la cruz.
Dios nos mostrará un día por qué ha permitido las cosas que nos han sucedido
en la vida y les dará un sentido eterno.

5
DINÁMICA 1C: Orando con las Escrituras
Objetivo: Descubrir que, a través de las Escrituras, las heridas más profundas
son sanadas.
Motivación: Las Escrituras no se aplican únicamente a la situación original de
hace dos mil años, sino que dan nueva vida donde quiera que exista
la misma situación o conflicto. En la oración con las Escrituras
cambiamos corazones con Jesús o con otro personaje bíblico hasta
que sentimos y pensamos como ellos lo hacen en ese pasaje.
Recuerda tu herida más profunda, y pregúntale a Jesús dónde él u
otra persona en el Evangelio sintieron de la misma manera que tú.
Procedimiento: Trabajo individual. Cada participante se pregunta qué está sintiendo
ahora y cuándo Jesús u otro en la Biblia sintió de la misma manera.
Compartir el pasaje de las Escrituras al que Jesús lo conduce y por
qué.
Enseñanza: A través de la oración de cambio de corazones con Jesús u otra
persona en las Escrituras podemos experimentar sanación.

d. Cuarta sanación: Por las llagas de Jesús soy sanado (Isaías 53, 4-5).
Si Jesús murió y resucitó es para que yo sea libre (Juan 8, 36; Gálatas 5, 1).
Jesús vino a traer buenas nuevas a los afligidos. A vendar a los quebrantados de
corazón. Para proclamar la libertad a los cautivos y libertad a los prisioneros.
(Isaías 61, 1; Lucas 4, 16).
 Preguntas para reflexión:
¿De qué me siento esclavo?
Si Jesús cargó con mis cargas y debilidades, ¿por qué las estoy cargando aún?
¿Qué estoy cargando en este momento en mi vida?

e. Quinta sanación: Soy un hijo de Dios (1 Juan 3, 1),


No quiere que sea siervo sino hijo.
No soy un hijo de segunda categoría sino adoptivo.
Ejemplo: Una forma de explicar a los hijos de que son adoptados es ésta: “Yo no
te concebí en mis entrañas pero te concebí en mi corazón. Los hijos vienen
solos, los adoptados se eligen, se escogen, se esperan con ilusión.”
Soy alguien tan amado por Dios que, por adoptarme como su hijo, entregó la
sangre de Jesús.
 Preguntas para reflexión:
¿Me siento un hijo de Dios?
¿Qué padre deja de amar a su hijo cuando éste se porta mal?
¿Qué has hecho que te hace pensar que no eres hijo? (Pecado – Debilidad)
¿Qué te han hecho para pensar que no eres hijo?

6
 Distintas relaciones:

Padre - Hijo Relación perfecta


Esclavo - Amo Sólo me ama si lo obedezco
Soldado - Capitán Sólo me ama si hago lo que él quiere
Empleado - Patrón Sólo me ama si le sirvo

DINÁMICA 1D: Tipos de relaciones


Objetivo: Describir el tipo de relación que tienes con el Padre.
Motivación: Cada uno expresa el tipo de relación que tiene con Dios.
Procedimiento: Trabajo grupal. Compartir de dos en dos el tipo de relación que
tenemos con el Padre y en qué lo vemos reflejado.
Enseñanza: Estamos llamados a tener una relación Padre-Hijo.

C. CONCLUSIÓN

a. Resumen
 No soy un accidente.
 Dios tiene planes para mí.
 Dios está conmigo y tiene un propósito para cada sufrimiento.
 Jesús murió y resucitó para que yo sea libre.
 No quiere que sea siervo sino hijo.
b. Frase para repetir
“Tus mayores heridas, se convertirán en tu mayor ministerio”.
c. Aplicación
¿Cuál de las cinco sanaciones son más necesarias para ti hoy?
d. Cierre
Dios nos quiere sanos en cada una de las áreas de nuestra vida. Para
poder ser evangelizadores, hay que tener primero un corazón libre.
Estamos llamados a ser instrumentos de sanación para los demás.

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2 Historia de José I: José y sus hermanos

OBJETIVO
Mostrar que a pesar de los antecedentes familiares difíciles y la infancia
adversa de José, Dios actúa y a partir de eso realiza su plan de salvación.
IDEA CLAVE
Las heridas que hemos adquirido a través de la vida nos impiden ser las
personas que queremos ser y que Dios desde la eternidad ha querido que
seamos.
ESQUEMA

A. INTRODUCCIÓN

a. Evocación
Examina la historia de tu familia y haz un listado de los diferentes momentos
difíciles que han atravesado que tú recuerdas o que te han contado.
b. Ubicación y concatenación en el proceso del curso
En el tema anterior veíamos las distintas sanaciones que el Señor quiere
hacer en nuestras vidas. Veamos en la vida de José cómo se fueron dando
esas sanaciones.
c. Presentación, ambientación, motivación y presentación del tema
Empecemos a conocer la historia de José, uno de los hijos del patriarca
Jacob. Examinemos todas las situaciones que él vivió en sus primeros 17
años y que fueron marcando y transformando su vida.

B. CUERPO DE LA ENSEÑANZA

a. Antecedentes familiares de José (Génesis 27-30).


Al examinar de cerca los antecedentes en la vida de José, nos damos cuenta de
que venía de una familia con profundas heridas y grandes dificultades. Algunos
de estos patrones de conducta, se repetirían de generación en generación:
Esterilidad en la familia: Sara, Rebeca y Raquel. (Todas llegarían a concebir).
Abraham tiene dos hijos:
1) Con Sara (la amada): Isaac (“Dios me ha hecho reír”).
2) Con Agar (la esclava): Ismael.
Ismael no tenía la misma categoría de Isaac. Ismael es echado de la casa de su
padre mientras que Isaac era el favorito de su padre.
Isaac y Rebeca tuvieron mellizos que se peleaban ya desde el vientre materno.
Jacob nació agarrado del talón de Esaú (Génesis 25, 22-26).
1) Esaú: el favorito de su padre (Génesis 25, 28).
2) Jacob: el favorito de su madre.
Esaú se sentía superior a su hermano Jacob. Jacob se disfraza de su hermano
para ganarse la bendición de su padre.

8
 Preguntas para reflexión:
¿Te han comparado con alguno de tus hermanos? (“La voz es la de Jacob, pero
los brazos son de Esaú”).
¿Has intentado ser como uno de tus hermanos para ganar la aprobación de tus
padres?
¿Te has sentido celoso por los “derechos de hijo…” de alguno de tus hermanos?
¿Sientes que no cuentas con “la bendición” de alguno de tus padres?
Enemistad entre Jacob y Esaú por haberle robado la bendición de su padre
(Génesis 27, 37-45).
Esaú odió a su hermano por la bendición que le había quitado y pensaba
matarlo. Al igual que Jacob, José también tendría problemas de relación con sus
hermanos y éstos intentarían acabar con él.
Jacob se enamoró de una de las hijas de Labán: Raquel. Le pidió a su padre que
se la diera de esposa. Él le dijo que se la entregaba si trabajaba siete años para
conseguirla (Génesis 29, 16-20).
A Jacob lo engañan y lo hacen casarse con Lía (la fea) (Génesis 29, 21-26).
Jacob tuvo que trabajar catorce años para poder casarse con Raquel, su amada
(Génesis 29, 27).
Jacob amó más a Raquel que a Lía. Lía se sintió rechazada y comenzó a tener
hijos pensando que así Jacob la querría (Génesis 29, 30-35).
Raquel no había podido tener hijos, por eso le pide que tome por mujer a su
esclava Bilá para que ella dé a luz en sus piernas y ese sea como suyo.
Finalmente Dios “se acuerda” de Raquel. Así nace José (“Dios ha quitado mi
vergüenza”) (Génesis 30, 22-23).
Jacob tuvo miedo de su hermano y le mandó regalos para intentar calmar su
enojo y ganarse su perdón (Génesis 32, 11-21). Luego hará lo mismo con José.
Colocó primero a las esclavas con sus hijos, luego a Lía con sus hijos y por
último a Raquel y a José (Génesis 33, 2).
Pregunta: ¿De quién te sientes hijo? ¿De Lía (la fea), de la esclava (la amante) o
de Raquel (la linda)?
Reconciliación entre Esaú y Jacob (Génesis 33, 3-7).
Jacob le retribuye a Esaú el mal que le había hecho (Génesis 33, 10-15).
Dina (hija de Jacob) fue violada y raptada (Génesis 34, 1-2).
Nace Benjamín (“Hijo de mi diestra”) y Raquel se muere de parto. Jacob levantó
un monumento sobre su tumba (Génesis 35, 16-20).

Hijos de Jacob:
(Génesis 35, 23-26) Con Bilá (esclava de Raquel)
Con Lía 1) Dan
1) Rubén 2) Neftalí
2) Simeón Con Zelfa (esclava de Lía)
3) Leví 1) Gad
4) Judá 2) Aser
5) Isacar Con Raquel
6) Zabulón 1) José
7) Dina 2) Benjamín

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b. Historia de José: Los primeros 17 años (Génesis 37, 2ss).
Es uno de los doce hijos de Jacob. Nace en una familia muy grande. Es el
penúltimo hijo. José era el hijo más amado por Israel, porque era el hijo de su
vejez (Génesis 37, 3) y de su amada Raquel.
Es en su familia donde José experimenta sus primeras heridas. Sus hermanos:
- Lo odiaban profundamente porque estaban celosos de él por ser el hijo de
Raquel (la amada) y porque le decía a su padre acerca de la mala conducta
de sus hermanos. José era considerado un chismoso (Génesis 37, 2).
- No hablaban con él (Génesis 37, 4).
- Lo aborrecieron por sus sueños y sus palabras (Génesis 37, 8).
- Le tenían envidia (Génesis 37, 11).
- Le decían: “Allí viene el soñador” (Génesis 37, 19).
José era un soñador. Esto lo aprendió de su padre Jacob (Génesis 28, 12-15).
 Preguntas para reflexión:
¿Te han tildado de soñador, iluso, idealista?
¿Has abandonado tus sueños por las críticas de los demás?
¿Has dejado de soñar porque piensas que ya no vale la pena?
¿Quién te ha robado tus sueños?
José nace en una familia que tiene problemas:
1) Hay un hijo que se siente preferido o que el padre le manifiesta que es el
preferido.
2) Hay unos hermanos que se sienten heridos porque se sienten marginados.
 Preguntas para reflexión:
¿Te has sentido un hijo de “segunda categoría”?
¿Te has sentido querido por tus padres?
¿Eras tú el hijo favorito y por eso tus hermanos se sentían heridos contigo?
¿Sientes resentimientos porque piensas que a otro hermano lo amaban más que a
ti?

c. La venganza de los hermanos (Génesis 37, 18ss).


Sus hermanos comenzaron a planear su venganza (Génesis 37, 18-20).
El odio engendra violencia. El odio quiere el mal del otro. La desgracia, la caída
y la muerte del otro.
Hay que tener cuidado cuando guardamos rencor y resentimiento. El rencor es
como el cemento, cuando lo mezcla está blandito, pero si dejamos pasar el
tiempo se pone duro. Lo mismo pasa con el resentimiento si se deja que pase el
tiempo: se endurece nuestro corazón.
 Pregunta para reflexión:
¿Tienes algún resentimiento u odio que llevas guardando hace mucho tiempo?
Sus hermanos lo tiraron en un pozo en el desierto (Génesis 37, 23).
Se sentaron a comer mientras José gritaba en el pozo (Génesis 37, 25). Se
sentaron a comer como si no tuvieran la culpa, insensibles. Pasaron de largo ante
el sufrimiento de José.
 Preguntas para reflexión:
¿Quiénes te han arrojado en un pozo?
¿A cuántas personas has arrojado en un pozo?

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¿Has sentido la indiferencia de tus hermanos?
¿Has sentido que las personas que más amabas se volvieron indiferentes ante tu
dolor y tus necesidades?
¿Cuántas personas han pasado por tu lado gritando de desesperación y pidiendo
tu ayuda y te has mostrado indiferente e indolente?
Pasaron unos mercaderes madianitas. Los hermanos de José lo sacaron del pozo
y lo vendieron por 20 monedas de plata (Génesis 37, 28).
Los hermanos de José formaron una asociación de malhechores. No encontró a
nadie que lo defendiera.
 Preguntas para reflexión:
¿Te has sentido vendido por las personas en quiénes más confiabas o amabas?
¿Has experimentado en tu familia, trabajo, círculo social o en tu comunidad que
las personas se han asociado para hacer el mal?
¿Cuántas personas no encuentran a nadie que los defienda en su desesperación,
e humillación?
Jacob deprimido por la aparente muerte de su hijo (Génesis 37, 35-36).
Jacob es la imagen del Padre celestial que ve a la oveja descarriada y llora
porque está perdida.
 Preguntas para reflexión:
¿Te has sentido deprimido y desesperanzado ante la pérdida de un ser querido?
¿Te sientes herido por la muerte violenta de alguien que significaba mucho para
ti o que sientes que “se fue a destiempo”?
¿Has sentido que la vida no tiene sentido desde que esa persona murió?
¿Has culpado a Dios por la muerte de un ser querido?

DINÁMICA 2: Arrojar en el pozo


Objetivo: Identificarse con el joven José arrojado en el pozo.
Motivación: Todos nos hemos sentido alguna vez como José en el pozo.
Identificar las veces en que me he sentido arrojado en el pozo ya sea
por mi causa o por causa de los demás.
Procedimiento: Se tiran varias personas en un pozo y se les pide que expliquen cómo
se sienten. Identificar nuestros “pozos” y orar por sanación.
Enseñanza: Todos hemos estado en un pozo. Dios nos ha acompañado en el pozo.
Dios te ha traído aquí para sacarte del pozo.

11
C. CONCLUSIÓN

a. Resumen
José no nace en el seno de una familia perfecta. Nace en una realidad
familiar difícil y llena de heridas. En ella encontramos: esterilidades,
rivalidades, celos, envidias, peleas, engaños, venganzas, rechazos, odios,
resentimientos, chismes, desuniones, violaciones, muertes, violencia e
indiferencia. José fue arrastrando heridas transgeneracionales que se
repitieron luego en la relación con sus hermanos. ¿Se va pareciendo la vida
de José a tu historia familiar y personal?
b. Aplicación
Que cada uno pueda identificar cuáles de estas heridas han marcado su vida
familiar y cómo estas heridas han afectado su vida.
c. Frase para repetir
“Aunque me encuentre en lo profundo de un pozo, Dios está conmigo”.
d. Cierre
A pesar de las heridas de nuestro pasado y de las circunstancias difíciles en
que hayamos nacido, Dios puede hacer algo grande del futuro de cada uno
de nosotros.

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3 Historia de José II: De esclavo a ministro

OBJETIVO
Darnos cuenta de que en los momentos más difíciles de nuestra vida, Dios
siempre ha estado y estará con nosotros.
IDEA CLAVE
Dios nos hace prosperar en medio de nuestros sufrimientos.
ESQUEMA

A. INTRODUCCIÓN

a. Evocación
¿Recuerdas cuál fue el cambio más drástico que hayas experimentado en tu
vida?
b. Ubicación y concatenación en el proceso del curso
En el tema anterior vimos a José metido en un pozo para luego ser vendido
por sus hermanos. Ahora lo vemos camino a Egipto en calidad de esclavo.
c. Presentación, ambientación, motivación y presentación del tema
La vida de José es una vida de constantes cambios. José aprendió en cada
cambio grandes lecciones acerca de Dios.

B. CUERPO DE LA ENSEÑANZA

a. Primer cambio: Dios se va al exilio con José (17 años).


Los ismaelitas llevaron a José como esclavo a Egipto y lo vendieron a Putifar,
funcionario del palacio del Faraón, y capitán de la guardia (Génesis 39,1).
Yahvé se fue con José a Egipto. Dios no lo abandona (Génesis 39, 3-6).
 Lección: Dios no te abandona en el sufrimiento. Se va al exilio contigo y te
hace prosperar en medio de la adversidad.
 Preguntas para reflexión:
¿Has sentido la presencia del Señor acompañándote en los momentos más
difíciles de tu vida?
¿Cuántas veces has dicho que Dios te ha abandonado en medio del sufrimiento y
que no te escucha?
¿Cómo se debe haber sentido José en Egipto?
José fue arrojado a una mazmorra donde se acabaron las comodidades de la casa
paterna. Pasó de sus buenos vestidos y de una comida excelente a ser tratado
como esclavo.
José pensaba en su familia y de seguro se llenaba de ira. Se sentía traicionado
por los que más quería. De vez en cuando se acordaba de lo que le habían hecho
y se llenaba de violencia y amargura.
 Preguntas para reflexión:
¿Has vivido alguna traición de la que de vez en cuando te acuerdas y te llenas de
violencia y pierdes la alegría?

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¿Te deprimes y te angustias al recordar las cosas del pasado?
Yahvé bendijo la casa del egipcio en consideración a José. Lo hizo prosperar en
casa del egipcio (Génesis 39, 5).
 Lección: Dios puede bendecir a otros a través de ti, aun en los momentos
más difíciles.
El egipcio dejó que José administrara todo cuanto poseía. Ya no tuvo más de
qué preocuparse (Génesis 39, 6). José comenzó a sentirse mejor. Comenzó a
tener cosas materiales.
 Lección: Algunas veces buscamos en las cosas materiales o en otras
personas el consuelo de nuestras heridas. Buscamos en las personas y en las
cosas el consuelo que sólo Dios nos puede dar.
José era varonil y de buena presencia. La mujer de Putifar se enamoró de él e
insistía día tras día que se acostara con él. La preocupación de José era no pecar
contra Dios y no defraudar a su amo (Génesis 39, 9-10).
 Lección: Aun en medio de los problemas se puede ser fiel. La mayor
tragedia de Dios es la infidelidad de sus hijos cuando están afligidos. Pero a
pesar de nuestras infidelidades, Dios permanece fiel.
 Pregunta para reflexión:
¿Tienes personas a tu lado que son como piedras en el camino de tu
santificación?

b. Segundo cambio: Dios se va a la cárcel con José (13 años).


Putifar tomó preso a José y lo echó a la cárcel, donde estaban encarcelados los
prisioneros del rey (Génesis 39, 7-20). José fue acusado injustamente y fue a
parar a la cárcel por defender lo que era justo. Sufrió por su firmeza y lealtad.
 Lección: Aunque actúes con justicia, te pueden pasar cosas malas.
 Pregunta para reflexión:
¿Has sufrido injustamente por defender lo que es justo y actuar con rectitud?
Yahvé se fue con José a la cárcel. El Señor estaba con José, lo asistía y le
mostraba misericordia. Hizo que le cayera en gracia al alcalde y éste le confió el
cuidado de los presos. Todo cuanto allí se hacía, José lo dirigía. El alcalde se dio
cuenta de que Dios estaba con él y hacía que le fuera bien en todo. Lo hizo
prosperar (Génesis 39, 21-23).
 Lección: A los justos humillados que esperan en Dios, él los premia. Dios es
fiel aunque me pasen cosas malas. No lo sacaba de la cárcel, lo hacía
prosperar en la cárcel. A veces los sufrimientos duran muchos años. Pedirle
a Dios fidelidad para no desanimarnos.
 Preguntas para reflexión:
¿Te has sentido encarcelado por personas que por envidia, complejos y miserias,
te coartaron y te pusieron piedras en el camino?
¿Tienes a alguien en la “cárcel” por tus miserias, envidias y complejos?
José interpreta los sueños de los dos funcionarios del Faraón:
1) El copero: en tres días será liberado (Génesis 40, 12-13).
2) El panadero: en tres días le cortarán la cabeza (Génesis 40, 18).
“Me trajeron en contra de mi voluntad y no he hecho nada para que merezca
estar en prisión” (Génesis 40, 15).

14
 Pregunta para reflexión:
¿Alguna vez has sentido que lo que está sucediendo en tu vida es injusto o no
tiene sentido?
El jefe de los coperos, liberado, no se acordó más de José (Génesis 40, 23).
Dos años más de espera (Génesis 41, 1).
 Lección: Dios quiere sanarte de las veces que te has sentido olvidado,
abandonado o con promesas incumplidas.
 Preguntas para reflexión:
¿Has tenido que esperar mucho tiempo antes de que Dios te responda o te libere
de algún sufrimiento?
¿Has sentido que Dios se ha olvidado de ti?
El Faraón tiene dos sueños que nadie es capaz de interpretar. El Faraón, por
sugerencia del copero, manda a llamar a José desde la cárcel para que se los
explique (Génesis 41, 14).
José interpreta los sueños del Faraón. El Faraón reconoce que el Espíritu de
Dios estaba con él (Génesis 41, 38).
 Pregunta para reflexión:
¿Puede reconocer la gente que Dios está contigo en los momentos de dolor, o
reniegas, te quejas y te lamentas?

c. Tercer cambio: De esclavo a ministro de Egipto (30 años).


José se convierte en el primer ministro de Egipto, y el Faraón lo pone al frente
de todo el país. Tenía 30 años (Génesis 41, 37-43).
José juntó tanto trigo como la arena del mar, a tal punto que debieron parar de
contabilizarlo, pues sobrepasaba todo cálculo (Génesis 41, 49).
José se casa en Egipto y tiene dos hijos (Génesis 41, 50-52):
1) Manasés: “Dios me ha hecho olvidar por completo mis penas y mi casa
paterna”.
2) Efraín: “Dios me ha hecho fecundo en la tierra de mi aflicción”.
José piensa que todo había quedado en el pasado y que había sanado su corazón.
 Preguntas para reflexión:
¿Has reprimido algún dolor minimizándolo y queriendo actuar como si nada
hubiera pasado?
¿Te está atormentando algo del pasado que pensaste que ya habías dejado atrás?
José ha pasado por distintas etapas en su vida:
 El mimado y preferido.
 El traicionado.
 El vendido.
 El esclavo.
 El encarcelado.
 El segundo hombre más importante de Egipto.
 Pregunta para reflexión:
¿En qué etapa te encuentras en este momento de tu vida?

15
DINÁMICA 3: Lista de “alabanzas”
Objetivo: Considerar cómo Dios te ha preparado para afrontar tu situación en el
presente.
Motivación: Haz una lista de “alabanzas” con algunas de las cosas que Dios ha
hecho por ti en el pasado y en tus circunstancias. Reflexiona cómo
Dios te ha preparado para afrontar tu situación en el presente y qué ha
hecho para aliviar la angustia en momentos de prueba.
Procedimiento: Trabajo individual. Se les pide a los participantes que piensen cuáles
son las cosas que Dios ha hecho para bendecirlos y que las anoten.
Enseñanza: Al concentrar nuestra atención en lo que Dios ha hecho por nosotros
en vez de pensar en lo que no ha hecho, cultivamos esperanza para el
futuro.

C. CONCLUSIÓN

a. Resumen
José experimentó grandes cambios donde aprendió dos lecciones importantes
para la vida espiritual:
La primera: que Dios estaba con él y lo acompañaba en todo momento y lugar,
haciéndolo prosperar.
La segunda: que a pesar de las circunstancias difíciles de la vida se puede ser
fiel.
b. Aplicación
A veces no podemos ver las bendiciones de Dios en nuestras vidas porque
estamos concentrados solamente en nuestros sufrimientos.
c. Frase para repetir
“A pesar de_______________Dios me hará prosperar”. (Cada uno completa la
frase con aquella circunstancia difícil de la que hasta hoy ha pensado que no se
puede sacar nada positivo).
d. Cierre
Los cambios, por lo general, provocan temor; sin embargo, nos enseñan
lecciones que de otra manera no hubiéramos aprendido. Dios utiliza cada
acontecimiento de nuestra vida para mostrarnos algo nuevo acerca de él y para
que pongamos en práctica nuestra esperanza, paciencia, confianza y
perseverancia.

16
4 Historia de José III: cara a cara con sus hermanos

1. OBJETIVO
Mostrar que de los males, Dios es capaz de sacar bienes.
2. IDEA CLAVE
Se sana por la proclamación del amor del Padre.
3. ESQUEMA

A. INTRODUCCIÓN

a. Evocación
¿Te has encontrado a alguien que te ha herido gravemente después de mucho
tiempo sin verlo? ¿Qué sentiste? ¿Cómo reaccionaste?
b. Ubicación y concatenación en el proceso del curso
Ya vimos a José atravesar por diferentes cambios en su vida hasta llegar a
ser el segundo hombre más importante en todo Egipto. Ahora veremos cómo
se produjo el proceso de sanación interior con aquellos a quienes más amaba.
c. Presentación, ambientación, motivación y presentación del tema
Hay momentos en la vida en que Dios nos guía suavemente de regreso a
nuestro dolor y nos invita a mirarlo con otros ojos. Para sanar hay que
recorrer el camino del dolor, pero no para quedarse en el dolor. Cuando el
Señor nos llama para que regresemos a los lugares o memorias que nos
causan sufrimiento, nos acompaña con una promesa de restauración y una
esperanza para el futuro.

B. CUERPO DE LA ENSEÑANZA

a. Los hermanos de José llegan a Egipto (Génesis 42, 1ss).


Comenzó la escasez, y Jacob manda a sus hijos a Egipto a buscar trigo, pero no
deja ir a Benjamín por temor a que le pase algo malo. José era el dueño del país
y vendía el trigo a todo el pueblo (Génesis 42, 1-6).
Sus hermanos se postraron ante él, pero José los trató como si fueran extraños y
les habló duramente sin darse a conocer (Génesis 42, 6-8).
José tenía sentimientos encontrados: deseos de abrazarlos y deseos de
maltratarlos. José pensó que todo había quedado en el pasado y que ya había
sanado su corazón, pero José no había olvidado. Era el dueño de todo pero no
puede dar nada porque tiene muy herido el corazón. Tenía ya 40 años.
 Preguntas para reflexión:
¿Te has encontrado con alguien que te ha hecho mucho daño y lo has tratado
duramente?
¿Te has preguntado por qué tuvieron que aparecer de nuevo en tu vida cuando
ya tú estabas “tan bien”?

17
José se acordó de los sueños que había tenido acerca de ellos (Génesis 22, 9).
 Pregunta para reflexión:
¿Estás esperando que tus “enemigos” se arrodillen ante ti para perdonarlos?
José los acusó de espías y los metió tres días en la cárcel. Había llegado el
momento de la venganza (Génesis 42, 10-17).
 Pregunta para reflexión:
¿Has sentido la tentación de vengarte por algo que te han hecho?
José deja ir a los demás, pero deja preso a Simeón. José aparenta bondad, pero
está tramando su venganza (Génesis 42, 18-20).
Los hermanos se arrepienten del mal que le habían hecho (Génesis 42, 21-22).
 Pregunta para reflexión:
¿Cómo has actuado cuando alguien se ha arrepentido por algo que ha hecho
contra ti?
José se alejó para llorar. Cuando regresó y pudo hablarles, apartó a Simeón e
hizo que lo ataran a la vista de ellos (Génesis 42, 23-24).
Aquí se ve el corazón herido de José. Tenía un reino grande para dar, pero no
puede porque está herido, amargado y con el corazón roto.
Muchas veces cuando estamos heridos nos alejamos de los demás y nos
volvemos tímidos e inalcanzables. Es necesario quitarse la “careta de Faraón”:
dejar de pretender que somos felices, que todo funciona bien, que nos llevamos
bien con todos, que todo lo hacemos perfecto, y presentarnos con un corazón
sincero, no sólo ante el Señor sino también ante nuestros hermanos.
 Pregunta para reflexión:
¿Cuál es esa “careta” que estás utilizando para tapar tus heridas?
¿Cómo se llama tu “careta de Faraón”? (felicidad, timidez, autosuficiencia,
extroversión, control, perfeccionismo…)
Jacob descarga su dolor. Todavía sufría por la falta de su hijo (Génesis 42, 36-
38).

b. Nuevo viaje a Egipto (Génesis 43-44).


La escasez de alimentos seguía y Jacob manda de nuevo a sus hijos a comprar
comida a Egipto. Tenía que decidir: el pueblo o el hijo (Génesis 43, 1ss).
José indaga acerca de su familia (Génesis 43, 7).
 Preguntas para reflexión:
¿Has investigado de la vida de alguien con el propósito de vengarte?
¿Has utilizado la información acerca de alguien para lastimarlo?
Jacob manda regalos a José. Le manda lo mejor del país (Génesis 43, 11-14).
Al ver a Benjamín, hijo de su misma madre, José tuvo que salir rápidamente
porque le vinieron ganas de llorar. Cuando pudo contener el llanto, se lavó la
cara y salió (Génesis 43, 29-31).
Casi sale el verdadero José pero se puso nuevamente la “careta de Faraón”
para hablar frente a sus hermanos. Se hace el fuerte. A veces estamos a punto de
ceder pero somos tercos. Nos ponemos la “careta” y ¡que siga la función!
 Pregunta para reflexión:
¿Cuántas veces intentamos disimular nuestras heridas emocionales detrás de una
careta de fortaleza?

18
José preparó un banquete para sus hermanos. A sus hermanos les dio dos
raciones pero a Benjamín le dio cinco veces más que a los demás (Génesis 43,
33-34).
Todos tenemos un reino para dar, pero las heridas nos impiden darlo. Las
heridas que tenía José le impedían compartir su reino con sus hermanos. Muchas
veces nuestras heridas no nos permiten ser generosos. Sólo pudo darle el “reino”
a aquél con el cual no se sentía herido. Si no estamos sanados no podremos
servir en el reino de Dios. Sólo daremos nuestras miserias.
 Pregunta para reflexión:
¿Te cuesta servir a aquéllos que te han herido?
¿Con quiénes no puedes compartir tu reino? ¿A quiénes te cuesta amar?
Sus hermanos se fueron muy alegres. Pero José engaña a sus hermanos y los
acusa de ladrones. Encuentran la copa en el saco de Benjamín (Génesis 44, 1).
Un corazón herido comienza a su vez a herir a los demás. Un corazón herido se
convierte en maquinador de maldades. José continúa vengándose.
No quiere ver a sus hermanos pero los necesita (Génesis 44, 12).
José le dice que Benjamín debe quedarse como esclavo (Génesis 44, 17).

c. Sanado por la proclamación del amor de su padre (Génesis 44, 18-34).


¿Qué pasó en el corazón de José? ¿Cómo este hombre lleno de rencor y de odio
tuvo un cambio tan profundo?
La proclamación del amor de su padre sanó su corazón (Génesis 44, 18-34).
Cuando José escuchó que a través de esos años de su sufrimiento, en Canaán su
padre había llorado, que lo amaba y había sufrido por él, ese conocimiento
proclamado del amor del padre le sanó el corazón y lo capacitó para poder poner
en manos de su familia todo el reino que tenía para dar.
Se sana por el amor del Padre. No hay momento más importante en la historia
de una persona que el momento en que se siente en la propia vida el amor de
Dios.

d. José se da a conocer a sus hermanos (Génesis 45, 1ss).


José no pudo más. El dolor lo consumió. Saca su herida a la luz. La
proclamación del amor de su padre le sanó el corazón: el padre que llora y sufre
por su hijo. José abandona su venganza.
José se da a conocer a sus hermanos y los quiere cerca de él (Génesis 45, 1ss).
Toda herida de nuestro corazón tiene que ser sacada a la luz por medio del
reconocimiento para poder ser sanada por Dios.
Sólo cuando sanó su corazón pudo ver el propósito de su sufrimiento. Todo
formaba parte del plan de Dios para asegurar la sobrevivencia de la
descendencia de su familia y salvar a muchos. Dios utiliza lo “malo” para sacar
cosas buenas (Génesis 45, 5-8).
Los acontecimientos dolorosos de nuestra vida, Dios puede y quiere reciclarlos
para sacar de ellos un bien.
José besa y abraza a sus hermanos como signo de reconciliación. Después de
esto, sus hermanos se atrevieron a hablarle (Génesis 45, 14-15).
 Pregunta para reflexión:

19
¿Has estado tan herido que la gente tiene miedo de acercarse a ti?
¿Cuál ha sido tu reacción cuando alguien ha querido reconciliarse contigo?
José manda a buscar a su padre, sus ganados y toda la familia a vivir a Egipto.
“Yo les daré lo mejor de Egipto” (Génesis 45, 18).
José ya podía dar el Reino. José ha perdonado para siempre. De una herida, Dios
saca una perla. Del mal saca un bien. José no sólo es capaz de dar cosas sino de
darse a sí mismo. Del dolor salió amor. Ahora es capaz de servir.
Cuando murió Jacob, los hermanos se atemorizaron creyendo que todavía José
les guardaba rencor y ahora les devolvería todo el mal que le habían hecho. Pero
José les dijo que no temieran, pues Dios había utilizado el daño que ellos
quisieron hacerle para convertirlo en bien: conservar la vida de un pueblo
numeroso. José prometió cuidar de ellos y de sus hijos, y los consoló
hablándoles palabras cariñosas (Génesis 50, 15-21).
Una persona sanada es capaz de consolar y dar amor.

Ejemplo: La perla
Las perlas se producen por un granito de arena que penetra en la ostra cuando
ésta abre su caparazón para alimentarse. Este granito de arena la hiere. La ostra
segrega una sustancia que sana la herida producida y de allí se produce la perla.
La ostra, de una herida produce una perla preciosa. Para todos los que aman a
Dios todas las cosas obran para su bien (Romanos 8, 28).
Dios es capaz de la herida más profunda que hayas vivido en la vida sacar una
verdadera perla.
 Pregunta para reflexión:
¿Estás dispuesto a pagar el precio para obtener una perla de gran valor?

DINÁMICA 4: La perla
Objetivo: Reconocer cómo un acontecimiento doloroso de nuestras vidas, Dios
lo ha utilizado dentro de su plan de salvación.
Motivación: Haz una lista donde registres “las perlas” que Dios te ha regalado a
partir de una herida o un momento de dificultad.
Procedimiento: Trabajo individual. Se les pide a los participantes que reflexionen y
anoten cómo Dios de un acontecimiento negativo supo sacar grandes
bendiciones.
Enseñanza: De los males, Dios es capaz de sacar bienes.

20
C. CONCLUSIÓN

a. Resumen
Las heridas de José se sanan cuando es capaz de reconocer su dolor delante
de sus hermanos. José puede ya compartir el reino porque descubre que
tiene un padre que lo ama, un padre que no lo ha abandonado, un padre que
es capaz de irse a donde quiera que esté con tal de no dejarlo solo. La
sanación y la restauración de nuestras vidas sólo ocurren cuando nos
sentimos amados por el Padre.
b. Aplicación
En esta vida sólo existe descanso estable y seguro cuando conocemos el
amor de Dios y nos sentimos personalmente amados por él.
c. Frase para repetir
“De la herida más grande que he sufrido, Dios sacará una hermosa perla”.
d. Cierre
Una persona está sanada cuando es capaz de ver en aquello que le hacía
sufrir una bendición y una oportunidad para crecer. Estamos curados
cuando somos capaces de dar gracias por aquellas cosas que antes veíamos
como desgracias.

21
5 Los cuatro monstruos

1. OBJETIVO
Identificar los cuatro monstruos que están afectando nuestras vidas y los
antídotos para combatirlos.
2. IDEA CLAVE
Todas las heridas emocionales son el producto de la falta de amor.
3. ESQUEMA

A. INTRODUCCIÓN

a. Evocación
¿Recuerdas en tu niñez la figura de algún monstruo que te causaba miedo?
b. Ubicación y concatenación en el proceso del curso
Después de haber examinado detenidamente la historia de José, sus heridas y
cómo éstas fueron sanadas por el amor de su padre, examinemos ahora los
diferentes monstruos (heridas emocionales y espirituales) que llevamos en
nuestro corazón.
c. Presentación, ambientación, motivación y presentación del tema
Una pequeña herida si no es curada a tiempo puede convertirse en un
problema mayor como lo es la enfermedad de la gangrena. De la misma
forma, las heridas emocionales, cuando no son curadas a tiempo se
convierten en verdaderos monstruos difíciles de tratar. Un monstruo es un
ser contrario a la naturaleza, desmesurado de tamaño, malvado, cruel y feo
que provoca en nosotros extrañeza, rechazo y miedo. En este tema
comenzaremos describiendo tres de estos monstruos. El cuarto lo dejamos
para el tema siguiente.

B. CUERPO DE LA ENSEÑANZA

a. Primer monstruo: la falta de amor.


Fuimos creados para vivir en el amor y para dar amor (Efesios 1, 5).
Las personas que han sufrido falta de amor, son personas muy heridas. Todas las
heridas tienen su origen en una falta de amor de las personas que más
significaban para nosotros. La esencia de Dios es amor y si somos imagen y
semejanza de Dios, necesitamos el amor.
La falta de amor trae consigo otros monstruos:
 Soledad: José debió sentirse solo en muchos momentos de su vida: en el
pozo, de camino a Egipto, esclavo en casa de Putifar, en la cárcel del Faraón.
El que ama quiere estar cerca de la persona amada. El que sufre falta de
amor recibe el alejamiento de las personas. En el mundo de hoy prima el
individualismo y la independencia. Las casas son hoteles. La falta de amor
viene desde el hogar porque no encontramos calor ni atención.

22
Es necesario combatir la soledad con la solidaridad. Jesús nos dijo que no
nos iba a dejar solos, porque su presencia de amor se iba a quedar en el
mundo a través del Espíritu Santo que habita en nosotros y que alcanza a los
demás. No estamos en el mundo para competir sino para compartir.
 Susceptibilidad: A la persona que se hiere fácilmente, la critica, aunque sea
constructiva, la destruye. Tiene pobre tolerancia a la frustración.
 Ira: La persona es impulsiva, se descontrola fácilmente, no tiene dominio
propio, guarda resentimientos. A veces muestra autoritarismo a quienes le
rodean.
 Tristeza y depresión: Es el dolor emocional real o imaginario por no sentirse
amado, valorado y aceptado.
 Envidia: Es la tristeza o pesar por el bien ajeno. Es el deseo por algo que no
se posee. La envidia causa la rivalidad y el aborrecimiento del otro. Los
hermanos de José se sentían heridos por la preferencia que mostraba su
padre Jacob por su hermano José, sobre todo cuando éste le regaló una
túnica especial. Esto los llevó a aborrecerlo y desear su mal.
 Soberbia: Viene por el apetito desordenado de ser preferidos. Las personas
con falta de amor no han sido suficientemente reconocidas, esto hace que se
dediquen a sobresaltar sus propios dones, menospreciando los de los demás.
Detrás de la altivez que presentan, se oculta una persona herida, necesitada
de aceptación, aprobación y reconocimiento.

Antídoto contra este monstruo: conocer el amor de Dios

b. Segundo monstruo: el temor.


La falta de amor genera temor. El temor es una perturbación emocional,
producto de un daño que hemos recibido y que nos hace prever que ese daño
pueda volver a repetirse en el futuro. El temor nos hace adoptar una actitud
negativa y derrotista ante las circunstancias. Lo contrario al amor no es el odio
sino el miedo. De la misma manera que el temor me impide amar, el amor me
impide tener miedo: “En el amor no hay lugar para el temor: al contrario, el
amor perfecto elimina el temor” (1 Juan 4, 18).
El temor trae consigo otros monstruos:
 Temor al rechazo: Cuando alguien ha sido rechazado, por lo general
comienza a rechazarse a sí misma. Piensa que si fuera distinto o si cambiara
de personalidad, los demás lo amarían y lo aceptarían. Los hermanos de José
tuvieron miedo de que él los rechazara luego de la muerte de su padre Jacob
pensando que les seguiría guardando resentimiento por el mal que le habían
hecho. Las personas con este temor: se auto-aborrecen y piensan que los
demás también los rechazarán. Han experimentado rechazo y abandono. Han
recibido una crítica excesiva. Han sido objeto del prejuicio.
 Temor al fracaso: Temor a ser un inútil, a que todo salga mal, a no poder
realizar los sueños y anhelos del corazón. Este sentimiento lleva a las
personas a no querer hacer nada grande ni emprender algo riesgoso, porque
creen que no lograrán nada bueno. Esto los hace vivir en conformismo y
mediocridad.

23
 Inseguridad: Se puede manifestar de muchas maneras: inseguridad del amor
y la apreciación de los demás, inseguridad acerca del valor y la capacidad
personal, inseguridad acerca del futuro. Las personas inseguras no saben
tomar decisiones. Tienen un montón de opciones y no se deciden por
ninguna.
 Desconfianza: Nos lleva a no creer en las personas y tampoco en nosotros
mismos. Nos hace encerrarnos en nosotros mismos y aislarnos de los demás.
José desconfiaba de sus hermanos, por eso no los dejaba partir a Canaán sin
antes dejar encarcelado a uno de sus hermanos.

Antídoto contra este monstruo: la fe (confiar en Jesús)

c. Tercer monstruo: los complejos


Los complejos son una carga pesada de llevar, que arrastramos, pero que
muchas veces no sabemos cómo desprendernos de ella. La mayoría de los
complejos comienzan a formarse durante la infancia y son consecuencias de
experiencias y relaciones interpersonales a temprana edad que afectan nuestra
manera de ver y de actuar ante la vida. Actúan como un mecanismo de defensa
para compensar problemas más profundos y carencias afectivas. A menudo, el
complejo se puede experimentar en forma inconsciente, y en otros casos las
personas saben que los tienen, pero no saben cómo deshacerse de ellos. Para
superar los complejos hay que reconocerlos, entenderlos y enfrentarlos.
Los complejos traen consigo otros monstruos:
 Complejo de culpa: No es la culpa natural que sentimos ante el error o la
falta cometida, que fue el sentimiento que tuvieron los hermanos de José
cuando reconocieron todo el mal que le habían hecho, sino la tendencia a
acusarse y condenarse por conductas que no siempre son objetivamente
malas. Las personas exageran la magnitud de sus errores y los lamentan
indefinidamente. Es la incapacidad de perdonarse a sí mismo.
Las personas con este complejo:
 Echan en cara las faltas de los demás.
 No saben perdonarse.
 Creen las cosas negativas que han dicho de ellas.
 No se aceptan a sí mismas.
 Complejo de víctima: Aquéllos que sufren este complejo son fáciles de
identificar porque lo manifiestan abiertamente para obtener los beneficios. A
veces lo hacen en forma consciente y éste no sería un complejo, sino un
comportamiento de manipulación. Las personas con complejos siempre están
esperando para sí, el engaño, el maltrato y el desprecio de los demás. Esto
las hace ocultarse detrás de un muro de desconfianza y aislamiento.
Las personas con este complejo:
 Sienten autocompasión.
 No aceptan las responsabilidades del propio comportamiento.
 No aceptan su pasado y su historia.
 Tienen prejuicios y percepciones negativas de los demás.

24
 Complejo de inferioridad o baja autoestima: Es característico de las
personas inseguras y con poco amor propio. La autoestima es la capacidad
de valorarnos y de tratarnos con dignidad y amor. La baja autoestima es la
valoración negativa de nuestro ser, de quiénes somos, del conjunto de rasgos
corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad.
Dios nos hizo como somos y no hay nadie idéntico a nosotros. Cuando nos
auto-rechazamos, abrimos puertas muy grandes al destructor (Satanás).
Las personas con este complejo:
 No se sienten dignas de ser amadas.
 Están enojadas contra sí mismas.
 Buscan desesperadamente la atención y el protagonismo.
 Se creen incapaces, malas o inútiles.
 Son tímidas y vergonzosas.
 No tienen autoconfianza.
 Tienen dependencia afectiva.
 Son hipersensibles a la crítica.
 Cultivan el resentimiento.
 Son influenciables y no confían en el criterio propio.
 Están a la defensiva.
 Pueden ser violentos.
 Tienen un negativismo generalizado.
 Son perfeccionistas.
 Complejo de superioridad: Aquéllos que los presentan son individuos que no
aceptan la crítica, pero por detrás de esa imagen falsa esconden una
personalidad insegura. En lugar de asumir su verdadero yo, tratan de negarlo
y esconderlo.
Las personas con este complejo:
 No aceptan sus equivocaciones, dudas y defectos.
 Tratan de controlarlo todo y a todos.
 Mantienen una imagen falsa de “triunfador”.
 Se autoengañan e intentan engañar a los demás.
 No se reconocen débiles, limitadas y frágiles.
 Complejo de Peter Pan: Muchos adultos se resisten a crecer y a asumir sus
responsabilidades y se aferran a los privilegios de la niñez y prefieren vivir
como “eternos” adolescentes. No desean madurar y esperan que los demás
los mimen y cuiden como lo hicieron sus padres.
Las personas con este complejo:
 Están ancladas en el pasado.
 No aceptan los cambios.
 No entienden que cada etapa de la vida tiene sus propias satisfacciones.
 No aprenden de los errores para no volver a cometerlos.
 No quieren crecer ni madurar por temor a las responsabilidades.
 Complejo de magnanimidad: Estas personas viven entregadas a los demás,
son excesivamente serviciales, están pendientes de las expectativas de los
otros y son espléndidas para regalar, aunque su economía no se lo permita.
Todo lo hacen por ser aceptados.

25
Las personas con este complejo:
 No saben recibir.
 No valoran lo que dan.
 No saben poner límites.
 No saben decir “no”.
 No saben manejar la culpa.
 No tienen autoaceptación.
 Complejos físicos: Cuando nos preocupamos demasiado por la apariencia
física hasta transformarla en una obsesión, lo que se hace en realidad es
tratar de encubrir carencias afectivas, inseguridades y la ausencia de
autoestima.
Las personas con este complejo:
 No prestan atención al aspecto intelectual y espiritual.
 No se sienten bien consigo mismas.
 No son estables emocionalmente.
 No se valoran.

Antídoto contra este monstruo: mirarse con los ojos de Jesús

C. CONCLUSIÓN

a. Resumen
Existen cuatro monstruos que afectan nuestra capacidad de amar y ser
amados. En este tema hemos visto tres de ellos. Estos monstruos traen
consigo a su vez otros monstruos que desfiguran la imagen de Dios en
nuestras vidas. Cuando conocemos el amor de Dios para nosotros, cuando le
creemos y cuando nos miramos a través de sus ojos, esos tres monstruos se
van desvaneciendo.
b. Aplicación
¿Cuál de estos monstruos hasta hoy te está atemorizando?
c. Frase para repetir
“Las heridas del amor se sanan con amor”.
d. Cierre
La fidelidad del amor del Padre nos da seguridad y fortaleza para soportar y
superar las heridas que dejan en el corazón: la falta de amor, el temor y los
complejos.

26
6 La falta de perdón

1. OBJETIVO
Darnos cuenta de que en la vida todos estamos necesitados de ejercitar el
perdón y pedir la capacidad de perdonar.
2. IDEA CLAVE
Perdonar es el camino de la sanación. Es una decisión que deja libre el
corazón.
3. ESQUEMA

A. INTRODUCCIÓN

a. Evocación
Haz un recuento de las personas que Jesús les dijo: “Yo te perdono”.
b. Ubicación y concatenación en el proceso del curso
Estuvimos describiendo tres monstruos que no nos dejan ser felices. En este
tema describiremos el cuarto monstruo que, por su capacidad destructiva, no
nos permite abrirnos a los demás y nos mantiene estancados espiritualmente.
c. Presentación, ambientación, motivación y presentación del tema
Cuando alguien nos hiere y nos apegamos a esa herida no podemos amar. La
sanación interior total sólo puede ocurrir, cuando perdonamos a aquéllos que
nos han herido, cuando le entregamos por completo al Señor nuestras heridas
del pasado. Sea cual sea la experiencia que has tenido, las heridas que hayas
sufrido, Jesús quiere curarlas y sanar tu corazón roto.

B. CUERPO DE LA ENSEÑANZA

a. ¿Qué es perdonar?
Qué no es: olvidar, enterrar, ignorar, reprimir, justificar, excusar, cargar con los
males de otros, simular.
Qué es: recordar sin dolor, sin amargura, sin sentimiento de culpa o vergüenza,
renunciar al deseo de venganza, volver a amar, servir.
Perdonar es recordar sin amargura, y además poder llegar a encontrar en esa
herida la bendición que en ella se esconde. José estuvo amargado hasta que fue
capaz de perdonar y pudo reconocer que esa gran herida surgida entre él y sus
hermanos, Dios la convirtió en bendición no sólo para su familia, sino para todo
un pueblo. No fuimos hechos para odiar sino para amar.
El perdón depende de la voluntad. Es algo independiente de sentir o no sentir.
Me decido a perdonar aunque no lo sienta. Es una decisión entre: dejar que las
heridas del pasado me controlen y me hagan un egoísta, o dejar que la paz y el
amor del Espíritu Santo controlen mi futuro.
Hay gente que ha perdonado pero aún tiene el corazón herido. Estas personas
necesitan comenzar un proceso de sanación interior en sus vidas.

27
b. ¿A quiénes necesitamos perdonar?
El Padrenuestro nos invita a practicar las dimensiones del perdón (Mateo 6, 12):
1) A Dios: A veces tenemos resentimientos contra Dios porque lo culpamos de
nuestras desgracias y dolencias.
2) Perdonar al prójimo: Nos libera del enojo.
3) Pedir perdón: Nos libera de la culpa.
4) Perdonarme a mí mismo: Nos libera del temor.

c. La falta de perdón trae consigo otros monstruos:


 Resentimiento y odio.
 Indignación y enojo.
 Apetito y deseo de venganza.
 Hostilidad y ansiedad.
 Temor y depresión.
 Saña e irritación.

d. ¿Por qué perdonar?


 El perdón no es una opción en nuestras vidas, sólo para cuando las ofensas
sean leves o cuando nos duela menos. Es un mandato del Señor.
 Nuestra relación con Dios depende de nuestra relación con los hermanos:
“Deja tu ofrenda en el altar y ve a reconciliarte primero” (Mateo 5, 24).
“Porque si ustedes perdonan a otros el mal que les han hecho, su Padre que
está en el cielo les perdonará también a ustedes; pero si no perdonan a otros,
tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus pecados” (Mateo 6, 14-15).
“El que aborrece a su hermano anda en tinieblas” (1 Juan 2, 9-11).
“Perdonen y se les perdonará” (Lucas 6, 37).
“El que dice que ama a Dios y aborrece a su hermano, es un mentiroso” (1
Juan 4, 20-21).
 Dios nos ha perdonado muchas veces, por eso debemos perdonar. Mientras
mejor comprendemos que hemos sido perdonados, mejor podemos perdonar
a otros (Mateo, 18, 23ss).
 Recibimos el perdón en la medida que perdonamos a los demás. Sólo a
aquél que perdona se le perdonan los pecados (Mateo 6, 14-15).
 El amor no toma en cuenta el mal recibido (1 Corintios 13, 5).
 El rencor que le guardamos al hermano, es una carga tanto para nosotros
como para la persona odiada. Dios sabe que si no logramos perdonar no
vamos a poder ser felices. “La vida o es perdonarse o es infierno” (P. Jorge
Bravo, sj).
 Podemos ver nuestras propias faltas en aquéllos a quienes debemos
perdonar (Mateo 7, 3-5).
 El perdón resucita y libera. Nos reconcilia con los demás, cura el espíritu y
algunas veces, también el cuerpo.

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e. ¿Cuándo soy capaz de perdonar?
 Cuando reconocemos que estamos heridos y que necesitamos perdonar. El
que se cree sano no va a los pies del Señor (Lucas 7, 36-50; Lucas 18, 9-
14).
A veces tenemos cegados los ojos y endurecido el corazón y no permitimos
que el Señor nos sane (Juan 12, 40).
 Cuando nos sentimos amados por Dios. Cuando nos sabemos amados por
Dios queremos cambiar y perdonar.
 Cuando nos damos cuenta de que Dios acepta y perdona en nosotros aquello
que no podemos aceptar en el otro.

f. ¿Cómo perdonar?
Jesús no sólo nos invita a perdonar, sino que nos demuestra que como hombre
se puede perdonar así como él nos perdonó desde la cruz (Lucas 23, 34).
1) Pidiéndole a Dios que nos ayude: Sólo con la ayuda de Dios podemos
perdonar. El amor infinito de Dios está “limitado” solamente por nuestra
necesidad y por nuestra hambre de ayuda.
2) Con el perdón de Dios: Así le damos al otro no nuestro limitado perdón,
sino el perdón que Dios nos ha dado a nosotros.
3) Sin regateos: No poner condiciones para perdonar. Nuestro Padre nos ama y
nos perdona sin negociar condiciones (Lucas 15, 11-32).
4) Siempre: “Perdonar hasta 70 veces 7” (Mateo 18, 21-22). El hecho de
perdonar 70 veces 7 no quiere decir que la persona va a cambiar. Perdonar
es una decisión: aunque el otro no cambie, aunque no reconozca su error, a
pesar de su error yo me decido a perdonar.

Antídoto contra este monstruo: perdonar en el nombre de Jesús

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DINÁMICA 6: El lavatorio
Objetivo: Experiencia de perdón. Tener la humildad necesaria para pedir
perdón y perdonar.
Motivación: A continuación vamos a ver distintas parejas de personas que
representarán distintas relaciones. Ellos tienen características que
todos hemos tenido. No es un teatro, no debemos ser espectadores.
Necesitamos unirnos con el corazón para ver en qué se asemeja a
nuestras vidas y ver cuáles problemas no tenemos resueltos.
Procedimiento: Se escogen personas entre los participantes que representan distintos
personajes. Se les explica que van a lavarse los pies unos a otros
pidiéndose perdón por las distintas situaciones que se pueden vivir en
cada tipo de relación. Por ejemplo:
Padre - Hijo
Esposo - Esposa
Hermano - Hermana
Sacerdote - Laico
Líder de grupo - Miembro
Amigo - Amigo
Jefe de trabajo - Empleado
Una persona se sienta en la silla, mientras que la otra le lava los pies
pidiéndole perdón. Los demás participantes se van identificando con
las palabras y hechos que aquéllos están representando. Se hace en
clima de oración. Si hay tiempo, al final, los participantes que
quieran, pueden escoger a una persona que represente a aquélla a la
quién necesitan perdonar o pedir perdón y lavarle los pies.
Materiales: Recipientes de agua, sillas y toallas
Conclusión: Todos necesitamos perdonar a alguien y ser perdonados.

C. CONCLUSIÓN

a. Resumen
Nadie está plenamente sano en su mundo interior. Todos necesitamos ir una
y otra vez por el camino del perdón. Perdonar no es un acto emocional
motivado por el afecto. No se trata de perdonar porque lo siente el corazón.
En el perdón no trabaja tanto el corazón cuanto la voluntad y la razón.
b. Aplicación
“¿Quieres ser feliz un instante? Véngate. ¿Quieres ser feliz toda la vida?
Perdona” (Henri Lacordaire).
c. Frase para repetir
“Sin perdón no hay amor”.
d. Cierre
El perdón capacita para amar y crecer, tanto a quien lo otorga como a la
persona que lo acepta. El perdón es la única arma capaz de derrotar los
monstruos del odio, el resentimiento, la ira, la violencia y el deseo de
venganza. El Señor nos da la capacidad de perdonar no para que seamos
más virtuosos sino para ser más felices.

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7 Cómo orar por sanación interior

1. OBJETIVO
Enseñarnos las herramientas necesarias para iniciarnos en el carisma de la
oración de sanación interior.
2. IDEA CLAVE
Dios quiere usarnos para orar por otros pidiendo la sanación interior.
3. ESQUEMA

A. INTRODUCCIÓN

a. Evocación
¿Alguna vez has orado por alguien por sanación interior? Comentan la
experiencia.
b. Ubicación y concatenación en el proceso del curso
Hemos visto los diferentes monstruos (heridas) que pueden estar afectando
nuestras vidas y que no nos permiten ser felices. Ahora veremos que Dios
quiere darnos el poder de curarnos unos a otros a través de la oración de
sanación interior.
c. Presentación, ambientación, motivación y presentación del tema
Luego que una persona ha sido sanada, quiere a su vez, ser instrumento en
manos de Dios para ayudar a otros en su proceso de sanación. Al orar por la
sanación de los afligidos, nosotros y todos los creyentes tocamos el
sufrimiento en otra persona y lo llevamos en nuestros corazones al corazón
de Dios.

B. CUERPO DE LA ENSEÑANZA

Parte importante del ministerio de Jesús fue la sanación interior (Isaías 61, 1-3;
Salmo 147, 3; Lucas 4, 16-21).
Jesús se pasó gran parte de su vida publica sanado a la gente físicamente y
sanando corazones. Jesús quería proclamar la compasión de Dios no sólo con
palabras, sino demostrándola a través de la sanación de toda clase de dolencia.
Jesús sana primero del pecado y luego sana físicamente. Ejemplo: El paralítico
(Marcos 2, 5-12).
Sanó toda clase de heridas emocionales:
1) Las heridas de clase: los samaritanos.
2) Las heridas de discriminación: las mujeres, los publicanos, los niños.
3) Las heridas de los marginados: los pobres, los ciegos, los leprosos, los
incapacitados.
4) Las heridas del pecado: las prostitutas, los cobradores de impuestos.

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a. ¿Qué es la sanación interior?
Es la reconstrucción emocional dirigida por el Espíritu Santo. La sanación
interior es la sanación del hombre interior, esto es, el área intelectual, volutiva y
afectiva, llamada, por lo común, mente, voluntad y corazón, abarcando otras
áreas como las emociones, la psiquis y el espíritu.
La sanación interior es un proceso y no un momento al igual que las heridas.
Estamos plenamente sanos, cuando experimentamos la plenitud de la paz de
Cristo.

b. ¿De qué se necesita sanación interior?


 De la imagen de Dios.
 De la imagen de uno mismo.
 Del pecado.
 De las ofensas que se han recibido.
 De las ofensas que se han causado.

c. Pasos para la sanación interior


 Aceptar tu historia. Descubrir tus sentimientos negativos, enfrentarlos,
compartirlos.
 Perdonar tu historia.
 Amar tu historia.
 Ser bendición.

d. ¿Qué se pretende cuando oramos por sanación interior?


 Que la persona se ponga en contacto con sus sentimientos ocultos,
escondidos o reprimidos.
 Que la persona reconozca sus heridas emocionales.
 Presentárselas al Señor y pedirle que las sane.
 Dar gracias a Dios.

e. ¿Cómo se hace oración por sanación interior?


No hay una única forma de orar para obtener sanación, ya que cada uno de
nosotros ha sido amado distintamente y oramos a partir de las maneras en que
hemos sido amados y estamos guiados por el Espíritu de amor. A continuación
proponemos algunas directrices útiles:
- La persona debe pedirla. Es voluntaria, no se debe obligar a nadie.
- Escuchar a la persona antes de orar. Sólo el hecho de escuchar al otro y que
la persona se escuche a sí misma, es muy curativo.
- Escuchar a Jesús, no para encontrar la respuesta correcta al problema, sino
para ponerse en contacto con el amor que él siente por la persona del problema
y cómo quiere llenar su vida.
- Pedir la asistencia del Espíritu Santo, pedir el aumento de la fe en la persona.
- Usar la imaginación. Pedirle a la persona que retroceda en su memoria al
momento en el cual se causaron las heridas y visualice a Jesús a su lado. Así
con su presencia, se van sanando una por una todas y cada una de ellas. Puede

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llegar hasta el momento de la concepción. Ver cómo Jesús estuvo a su lado y
ver la actitud que tiene Jesús hacia la otra persona.
- Localizar la herida, atinar la causa. Si ve que en el recorrido la persona
siente ansiedad, preguntarle sobre el hecho, pues probablemente ahí está la raíz
de la herida.
- Orar al Espíritu Santo por sanación. A veces la oración por sanación interior
no es un momento sino un proceso lento.
Orar por:
 Lo conocido: las heridas y las consecuencias negativas de las heridas
(miedo, ira, rencor, dureza, desaliento, depresión, etc.).
 Lo desconocido: con revelación o palabra de conocimiento (conocimiento
sobrenatural que se recibe debido a la gracia, por medio del cual, la
inteligencia humana se ilumina con la acción del Espíritu Santo para
conocer y ver la raíz de un problema, o lo que Dios está haciendo o va a
hacer entre sus criaturas con un fin sobrenatural)
Tener:
 Un oído para la persona. Sólo el hecho de expresar el problema lo pone en
una perspectiva de solución.
 Un oído para Dios. A veces las personas entienden que saben lo que
necesitan, pero lo que realmente necesitan sólo lo sabe Dios. Es una actitud
del corazón.

f. Señales de sanación:
 Paz: cuando se recuerda sin dolor las ofensas recibidas.
 Profundo gozo: cuando aquello que dolía, permite crecer y se convierte en
bendición.
 Capacidad de amar y ser amado: cuando se reestablece la relación con el
otro. El criterio para orar no es solamente terminar sanando heridas sino
entrar en una etapa de amistad más profunda con Dios y con los demás.
 Se comienzan a ver los frutos del Espíritu en la persona: amor, alegría, paz,
paciencia, mansedumbre, templanza, temor de Dios.

g. El que ora por sanación interior es:


1) Un acompañante y facilitador. No el protagonista. Más que orar por la
persona, es orar con la persona.
2) Un consolador.
3) Un instrumento de perdón.
4) Un anunciador de buenas noticias. Anuncia lo que Dios quiere hacer en la
persona. Es un acto de amor.

h. Condiciones para ejercer el carisma:


 Abrir la puerta al carisma. Dios quiere utilizar a todos los que puedan
convertirse en canales para el amor de Jesús.
 Generosidad y compasión. Lo más importante es cuánta compasión tenemos
por esa persona, de manera que él o ella se sienta amado(a). Cuanto más
amor sintamos recíprocamente, tanto más poderosa será nuestra oración.

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 Humildad. Saber que no tenemos nada para dar pero que podemos tocarle la
puerta al que lo puede todo.
 Prudencia. A medida que nos movemos suave y amorosamente con una
persona y le sugerimos posibilidades generales para orar, esa persona
usualmente empezará a ponerse en contacto con incidentes dolorosos y los
compartirá en su propio tiempo y manera.
 Discreción y sigilo. Una persona que encuentra que lo que ha sido
compartido en privado se ha hecho de conocimiento público, tendrá mucha
dificultad otra vez al confiar en otro su mundo interior.

DINÁMICA 7: Taller de sanación interior


Objetivo: Pedir al Espíritu Santo el carisma de orar con otros por sanación
interior. Practicar orar unos por los otros por sanación interior.
Motivación: Vamos a pedir al Espíritu Santo el don de amar a otros a través de la
oración de sanación interior. Luego, vamos a permitir que él nos
utilice como instrumentos para derramar su amor sanador sobre
nuestros hermanos.
Procedimiento: Trabajo en grupos de tres personas (o en parejas). Dos personas,
luego de escuchar a la tercera persona, oran por sanación interior,
utilizando las herramientas aprendidas en la charla de cómo se hace
oración de sanación interior. Se van alternando hasta que todos hayan
orado por todos.

C. CONCLUSIÓN

a. Resumen
Jesús ha venido a sanar los corazones destrozados y a vendar las heridas,
pero quiere utilizarnos a cada uno de nosotros como instrumentos para que
su gracia llegue a tocar a otros. Todo aquél que ha encontrado el amor de
Dios, es capaz de orar simple y poderosamente para obtener sanación para
otros.
b. Frase para repetir
“Quién ha sido consolado, sabe consolar”.
c. Cierre
Para la oración de sanación interior, lo que se necesita no es un experto,
sino un amante. Entonces, permítele a Jesús que está dentro de ti, amar a tus
hermanos a través del toque silencioso o con tus palabras.

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ESCUELA DE EVANGELIZACIÓN JUAN PABLO II
CURSO JOSÉ

Sábado
9:00a.m.- 9:30a.m. Animación
9:30a.m.- 10:00a.m. Dinámica Rompehielo
10:00a.m.-10:45a.m. Presentación: Tenemos un reino para dar
10:45a.m.-11:15a.m. Receso
11:15a.m.-12:00m. Tema I: Cinco sanaciones de Dios para ti
12:00m.- 1:00p.m. Dinámica
1:00p.m. - 2:30p.m. Almuerzo
2:30p.m.- 3:00p.m. Animación
3:00p.m.- 3:45p.m. Tema II: Historia de José I: José y sus hermanos
3:45p.m.- 4:30p.m. Dinámica: Tirar al pozo
4:30p.m.- 5:00p.m. Receso
5:00p.m. - 5:45p.m. Tema III: Historia de José II: De esclavo a ministro
5:45p.m.- 6:30p.m. Dinámica
6:30 Avisos/ Oración final.

Domingo
9:00a.m.-9:30a.m. Animación / Resumen
9:30a.m.-10:15a.m. Tema IV: Historia de José III: Cara a Cara con sus hermanos
10:15a.m.-11:00a.m. Dinámica
11:00a.m.-11:15a.m. Receso
11:15a.m.-12:00m. Tema V: Los cuatro monstruos
12:00m.-12:45p.m. Dinámica
12:45p.m.-1:45p.m. Eucaristía
1:45p.m.-2:45p.m. Almuerzo
2:45p.m.-3:00p.m. Animación
3:00p.m.-3:45p.m. Tema VI: La falta de perdón
3:45p.m.-4:30p.m. Dinámica: El lavatorio
4:45p.m.-5:00p.m. Receso
5:00p.m.-5:45p.m. Tema VI: Cómo orar por sanación interior
5:45p.m.-6:30p.m. Taller de sanación interior
6:30p.m. Testimonios /Avisos /Evaluación / Oración final

CONTENIDO

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Temario
Presentación
1.- Cinco sanaciones de Dios para ti – Dinámica
2.- Historia de José I: José y sus hermanos – Dinámica: Tirar al pozo
3.- Historia de José II: De esclavo a ministro – Dinámica
4.- Historia de José III: Cara a cara a sus hermanos – Dinámica
5.- Los cuatro monstruos – Dinámica
7.- La falta de perdón – Dinámica: El lavatorio
8.- Cómo orar por sanación interior – Taller
Anexos

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