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Fallo CSJN Roldan

La Corte Suprema hace lugar a la queja y revoca la sentencia apelada. Determina que las infracciones previstas en el Código Aduanero son diferentes de los delitos de contrabando y encubrimiento, por lo que pueden ser juzgadas por distintas jurisdicciones. Además, una absolución o sobreseimiento penal no impide la aplicación de sanciones administrativas, según el precedente "Zanandrea".
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Fallo CSJN Roldan

La Corte Suprema hace lugar a la queja y revoca la sentencia apelada. Determina que las infracciones previstas en el Código Aduanero son diferentes de los delitos de contrabando y encubrimiento, por lo que pueden ser juzgadas por distintas jurisdicciones. Además, una absolución o sobreseimiento penal no impide la aplicación de sanciones administrativas, según el precedente "Zanandrea".
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Vistos los autos: “Recurso de hecho deducido por el Fisco Nacional – Administración

Federal de Ingresos Públicos (AFIP) Dirección General de Aduanas en la causa Roldán,


Luis Adrián y otros s/ recurso directo – Código Aduanero – ley 22.415”, para decidir
sobre su procedencia. Considerando: Que esta Corte comparte los términos del dictamen
del señor Procurador General de la Nación interino, a los que cabe remitir en razón de
brevedad, con exclusión de lo expresado en el segundo párrafo de su punto II. Solo cabe
agregar a lo expuesto en dicho dictamen que la infracción prevista en los arts. 986 y 987
del Código Aduanero no es accesoria de la pena que pudiese imponerse por el delito de
encubrimiento de contrabando en trámite ante la justicia federal para aplicar la doctrina
que surge del precedente de esta Corte “De la Rosa Vallejos” (Fallos: 305:246). Según
la jurisprudencia allí establecida, la atribución de competencia al organismo aduanero
respecto de las sanciones previstas en los incs. a, b, c, f y g del art. 191 de la Ley de
Aduana -entonces vigente- no responde a su jurisdicción en materia de infracciones
“sino a su facultad administrativa de imponer ciertas consecuencias accesorias de la
condena penal”. En esa inteligencia, caracterizó a tales sanciones como “accesorias de
la [pena] privativa de la libertad y, en consecuencia, dependientes de la existencia de
aquélla”; y puntualizó que la administración carecía de autonomía para juzgar sobre la
materialidad del hecho ilícito y la individualización de sus responsables. Por lo tanto, de
acuerdo con la doctrina del mencionado precedente, el organismo aduanero no se
encuentra habilitado para la aplicación de las aludidas sanciones hasta tanto recaiga
sentencia definitiva en la causa penal por contrabando. Por ello, de conformidad con lo
dictaminado por el señor Procurador General de la Nación interino, se hace lugar a la
queja, se declara admisible el recurso extraordinario y se revoca la sentencia apelada.
Con costas. Vuelvan los autos al tribunal de origen a fin de que, por quien corresponda,
se dicte un nuevo pronunciamiento. Notifíquese, devuélvanse digitalmente los autos
principales y remítase la queja para su agregación. -//-TO DEL SEÑOR PRESIDENTE
DOCTOR DON HORACIO ROSATTI Considerando: Que los agravios del apelante
encuentran adecuada respuesta en el dictamen del señor Procurador General de la
Nación interino, a cuyas conclusiones -a excepción del párrafo 2° del apartado II- cabe
remitir en homenaje a la brevedad. Por ello, se hace lugar a la queja, se declara
procedente el recurso extraordinario y se revoca la sentencia. Con costas. Vuelvan los
autos al tribunal de origen para que se dicte un nuevo pronunciamiento por quien
corresponda. Notifíquese, devuélvanse digitalmente los autos principales y remítase la
queja para su agregación.
S u p r e m a C o r t e: –I– De las constancias del legajo se desprende, en lo que aquí
interesa, que el titular del Juzgado Federal de Formosa sobreseyó, por aplicación de la
ley más benigna, a Luis Adrián R y a Néstor Fabián W en orden al delito de
encubrimiento de contrabando, que se les había imputado en el sumario iniciado en su
contra a partir de su detención en la ciudad de Clorinda en poder de una gran cantidad
de teléfonos celulares y baterías sin el correspondiente aval aduanero. También surge
que con posterioridad a ese sobreseimiento la Aduana de Clorinda, en el sumario que
instruyó respecto de la eventual infracción de los artículos 986 y 987 del Código
Aduanero, condenó a R y a W al pago de una multa, el comiso de la mercadería y al
pago de los tributos que gravan la imputación para consumo (artículos 934, 935, 937 y
concordantes del citado código). Esta resolución fue apelada por la defensa y tomó
intervención la Cámara Federal de Apelaciones de Resistencia, que –con integración
unipersonal– la revocó, por considerar que el objeto de ambos procedimientos –el penal
y el administrativo– había sido un solo y único hecho, en los términos del artículo 913
del Código Aduanero, de modo que por aplicación del precedente “De la Rosa Vallejos”
(Fallos: 305:246), una vez dictado el sobreseimiento en sede penal, había fenecido ipso
iure la potestad de la autoridad aduanera para imponer sanciones administrativas por el
mismo hecho, pues éstas son accesorias a la condena penal. Contra esta decisión el
representante de la Dirección General de Aduanas interpuso el recurso extraordinario
federal, cuyo rechazo motivó la presentación de esta queja. –II– Reseñados así
sucintamente los antecedentes del caso, debo señalar que asiste razón al recurrente en la
impugnación que dirige contra el fallo del a quo. En efecto, V.E. ha resuelto en el
precedente de Fallos 321:1848 (“Zanandrea”), que el recurrente citó y al que debió
haber conformado su fallo el a quo, que las acciones previstas en los artículos 985 a 987
del Código Aduanero (tenencia injustificada de mercadería de origen extranjero con
fines comerciales o industriales) son diferenciables de las comprendidas en las normas
que reprimen el delito de contrabando y su encubrimiento, por lo que no se trata de
infracciones que se excluyan entre sí, ni del juzgamiento doble de una conducta única,
sino de hechos diversos que, por ello mismo, son susceptibles de ser sometidos a
distintas jurisdicciones (con cita de Fallos: 265:321 y 276:48, y en igual sentido, Fallos
290:342). Si bien lo anterior bastaría ya para hacer lugar a la apelación federal, a ello
cabe agregar que, incluso si se aceptara hipotéticamente la aplicación al caso de la regla
del artículo 913 del Código Aduanero, de ella no se deriva la solución a la que arribó el
a quo. Es que, de acuerdo con esa disposición, es precisamente la condena y no la
absolución lo que obtura la posibilidad de aplicar sanción por la infracción. Por el
contrario, la absolución o el sobreseimiento en sede penal hacen resurgir la potestad
sancionatoria infraccional. Además, en particular, cabe señalar que el concurso ideal
entre un delito y una infracción, que regula esa disposición, nada tiene que ver con la
situación que fue resuelta en “De la Rosa Va- ″Recurso de queja n° 1 - Recurrente: R ,
Luis Adrián y otros s/recurso directo - Código Aduanero - Ley 22.415″. FRE
10162/2014/1/RH1. Ministerio Público Procuración General de la Nación llejos”
(Fallos: 305:246), de modo que no correspondía ni tampoco podía servir de fundamento
su invocación. –III– En consecuencia, opino que corresponde admitir la queja, declarar
procedente el recurso extraordinario y revocar la sentencia impugnada. Buenos Aires,
15 de diciembre de 2020.

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