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Derecho Internacional Publico

Este documento presenta un resumen de 3 oraciones o menos: El documento analiza la controversia marítima entre Perú y Chile desde una perspectiva jurídica y política. Revisa la evolución del derecho internacional del mar y la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, antes de examinar los argumentos de cada país en el litigio ante la Corte Internacional de Justicia sobre la delimitación de sus zonas marítimas.
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Derecho Internacional Publico

Este documento presenta un resumen de 3 oraciones o menos: El documento analiza la controversia marítima entre Perú y Chile desde una perspectiva jurídica y política. Revisa la evolución del derecho internacional del mar y la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, antes de examinar los argumentos de cada país en el litigio ante la Corte Internacional de Justicia sobre la delimitación de sus zonas marítimas.
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DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO

FACULTAD DE HUMANIDADES

DERECHO

TEMA:

Controvercia maritima (Peru – Chile)

Integrantes:

1. Dennis peña mendoza


2. Geanfranco Leonardo mora ticona
3. Mary Chrisley Mamani Sucasaca
4. Yhanina Yhoselin, Quenaya Calcina
5. Richard André cuba Cárdenas
6. Camila Úrsula Charrez Mercado
7. Jamil Lastra Rojas
8. Patricia Tipula Huanatico
Introducción:

La delimitación marítima entre Perú y Chile representa uno de los temas más sensibles y
controversiales para los ciudadanos de ambos países. Existe abundante producción tanto
periodística como académica en tomo a dicha controversia; sin embargo, el propósito de
esta investigación es abordar el tema desde una perspectiva novedosa vinculando el
análisis jurídico y político.

Asimismo, cabe resaltar que a pesar de tratarse de un tema que a veces resulta difícil de
analizar por su carácter polémico hemos tenido por conveniente desarrollarlo sobre la base
de una aproximación objetiva que permita examinar ambas posiciones comprendiendo la
naturaleza de sus pretensiones.

Partimos por realizar una revisión del esquema evolutivo del Derecho del Mar con la
finalidad de delinear las bases a través de las cuales se sustenta la estructura normativa
internacional al respecto. Luego, explicaremos los espacios marítimos regulados por la
Convención del Mar, cuya normativa representa un hito en la historia del Derecho de la
Delimitación Marítima. Posteriormente, analizaremos la concepción de mar territorial de
acuerdo a la doctrina de ambos países, lo que servirá como preámbulo para adentrarnos
en la discusión de la controversia misma, sus fundamentos y los principales argumentos
esgrimidos por cada una de las partes.

De esta manera, iniciamos la discusión en tomo a las posibles consecuencias políticas de


un futuro fallo en la Corte Internacional, precisando los potenciales escenarios que pudieran
suceder. La parte central del análisis busca presentar un recuento de factores
determinantes (internos y extemos) en la elaboración de estos escenarios.

Finalmente, postularemos recomendaciones para la gestión política del fallo de la Corte,


sea este favorable o no para los intereses del Perú. Las tres ideas principales que
plantearemos obedecen a una estrategia política de difusión de resultados, la conservación
de la disociación de los ámbitos comerciales y el litigio marítimo y el mantenimiento del
diálogo diplomático, previo y posterior, al dictado de la sentencia.
EL DERECHO INTERNACIONAL Y LA DELIMITACION MARITIMA

En el presente capítulo se analizará brevemente la relevancia histórica, jurídica y política


del Derecho del Mar a la luz del Derecho Internacional, vinculados en términos de especie-
género respectivamente. Así también, la incidencia de acogerse a determinadas normativas
de orden internacional que regulan la relación de estados ribereños respecto de países
vecinos y terceros. (Altuve Febres, 2004, p.14)

1. Evolución e importancia del Derecho del Mar:

Desde tiempos ancestrales, el mar representó fuente de vida y al mismo tiempo instrumento
de conflicto entre naciones. Como bien recuerda Altuve-Febres Lores

• En la Historia Universal los arquetipos son múltiples: Grecia contra Persia, Esparta
contra Atenas, Roma contra Cártago, Inglaterra contra España, Chile contra Perú y
Bolivia, etc. Es así como en la edad antigua, el mar simbolizó una importancia
preponderante en el accionar de las civilizaciones. Los antecedentes históricos más
remotos de su utilización, no solo como sustento alimenticio o de transporte, sino
también como instrumento de invasión política y control militar, se hallan en el
Imperio Romano con la tesis del mar cerrado
• A través de esta y, a propósito de las victorias romanas en las Guerras Púnicas que
le valieron el dominio del Mar Mediterráneo, los romanos postulaban que sobre el
mar indicado ejercían derechos de soberanía atendiendo a que se trataba de un mar
propio ajeno a derechos extranjeros, el "Mare Nostrum” o Mar de los Romanos. La
tesis romana se desarrollaría hasta inicios de la edad moderna, con el
descubrimiento del continente americano y posterior expansión de España y demás
potencias europeas de la época, hecho que ameritó una regulación apropiada sobre
el Derecho del Mar a través del Tratado de Tordesillas en 1494.

Sin embargo, la primera regulación la encontramos en el s. XIII, como relata Pardo Segovia
1, donde algunos autores atribuyen el origen del mar territorial a una glosa del Libro Sexto
de los Decretos de Bonifacio VII (1294-1303), la cual explicaba que, ante la muerte del
Sumo Pontífice, la elección del sucesor sería efectuada en el territorio del Estado al cual
perteneciese el mar. En el año 1609, Hugo Grocio se encargaría de postular la doctrina del
“Mar Libre”, aquella extensión de espacio marítimo que no sería de nadie y al mismo tiempo
de todos puesto que partía del principio elemental que el mar no es susceptible de
ocupación o apropiación. Lo interesante de este postulado es que, como apunta Altuve-
Febres Lores. Grocio entendía que lo que se dice que es “de todos” siempre resulta ser de
los que son más fuertes de entre todos.

En consecuencia, dicha tesis favorecía, en principio, a los grandes potenciales mundiales


que, con mayor capacidad logística y de capital, trasladaban sus naves a las costas de los
países ribereños con mayor fluidez. (Altuve Febres, 2004, p.15)

1.1. La Convención del Mar de 1982: Nuevo Régimen Jurídico del Mar:

CONVEMAR, nace el 10 de diciembre de 1982, sobre la base de llevar a cabo un pacto


explícito y sistematizado sobre el derecho del mar que resulte principalmente aceptado. Lo
que instó a las naciones a conformar parte de esta Convención ha sido la impostergable
necesidad de brindar estabilidad jurídica mundial a sus espacios oceánicos, el cual
garantice la vigencia del pleno y democrático ejercicio de sus derechos sobre el mar.

1.1.1. El Mar territorial:

Es la franja de mar adyacente a las costas de un Estado, el cual podrá tener un ancho como
máximo de 12 millas medidas a partir de determinadas líneas de base. cabe resaltar que la
Convención permite el paso a los buques de todos los Estados, sean ribereños o sin litoral.

1.1.2. Zona Contigua:

Espacio marítimo donde el Estado ribereño toma medidas de fiscalización necesarias para,
prevenir infracciones a sus leyes en general y sancionar cualquier acto lesivo al territorio
ribereño. Aquella no podrá extenderse a más de 24 millas marinas.

1.1.3. Zona económica exclusiva:

Gran innovación para el Derecho del Mar. Se constituye bajo un área situada más allá del
mar territorial adyacente, lugar donde el Estado ribereño ejercerá derechos de soberanía
para la exploración, explotación, conservación y administración de los recursos naturales.
1.1.4. Plataforma continental:

Comprende el lecho y subsuelo de las áreas submarinas que constituyen la prolongación


natural de la masa continental del estado ribereño, el cual podrá tener una extensión de
entre 200 a 350 millas. En esta zona, también se reconocen derechos de soberanía en
relación a la exploración y explotación de recursos naturales para el Estado ribereño.

1.1.5. Alta Mar:

Cualquier Estado puede navegar, se consideran los siguientes derechos: libertad de


navegación, de sobrevuelo, de tender cables y tuberías submarinos, libertad de construir
islas artificiales, libertad de pesca y de investigación científica. la Convención faculta al
Estado ribereño o sin litoral, poder ejercer determinadas libertades de manera equitativa y
pacífica, de tal forma que los Estados compartan soberanía sobre la Alta Mar.

La corte internacional de justicia como órgano

El litigio entre Perú y Chile inició con la demanda del Perú presentada ante la Corte, en el
que establecía que no existía una frontera marítima que se haya establecido por los dos
países. Esto condujo al Estado demandante a solicitar la delimitación de las zonas
marítimas de ambas Repúblicas con una línea que empieza en el Punto Concordia y que
sea equidistante de las líneas base de ambas partes, llegando a una distancia de 200 millas
marítimas conforme a las líneas base y que se le otorgue un título para ejercer derechos
soberanos exclusivos sobre el área marítima. El país vecino Chile, en contradicción a la
demanda del Perú, señaló que debían desestimarse las solicitudes peruanas, toda vez que
en la Declaración de Santiago de 1952 ya se había establecido una frontera marítima
internacional a lo largo del paralelo de latitud que pasa a través del punto de partida de la
frontera terrestre entre Perú y Chile, y que se extiende hasta un mínimo de 200 millas
náuticas.

Chile, además, refutó el argumento del Perú sosteniendo que, en virtud del pacta sunt
servanda quiere decir que lo pactado obliga y el principio de estabilidad de las fronteras,
existe un bloqueo legal que impide a la Corte pronunciarse en el sentido de redefinir una
frontera que ya ha sido convenida. Para fundamentar su pretensión, Chile señaló que la
cuestión marítima ya había sido abordada en virtud de las Proclamaciones de 1947, la
Declaración de Santiago de 1952, los acuerdos concluidos entre 1952 y la práctica de las
Partes subsecuente a la Declaración de Santiago 1952, misma que se reflejó en diversos
acuerdos celebrados en 1954.

1. LA PERSPECTIVA DE LA CIJ EN LA CONTIENDA ENTRE PERÚ CONTRA


CHILE:

Para emprender el análisis, la Corte da cuenta cuál es el sentido y contenido jurídico que
los Estados litigantes le otorgan a las Proclamaciones de 1947. Chile, por una parte,
sostiene que estas tienen un carácter unilateral en el que se reclama la soberanía sobre
una zona de 200 millas náuticas, lo cual lleva a sostener que, en virtud de estas, se
establecieron fronteras marítimas claras y precisas. Perú, en sentido contrario, sostiene que
las Proclamaciones de 1947 no estipulan coordenadas ni se refieren a fronteras
internacionales, pues solo se describió el método que se utilizaría para trazar el límite
marítimo reclamado, excluyendo la intención de establecer fronteras laterales con los
estados vecinos.

El pronunciamiento de la Corte sobre el alcance y el grado de vinculatoriedad de las


Proclamaciones de 1947 se limita a señalar que estas deben descartarse como un reflejo
de la intención de las Partes para establecer un límite marítimo, en el sentido de que sólo
constituyen un reclamo de sus derechos y jurisdicción en las zonas marítimas, surgiendo,
en consecuencia, la necesidad de establecer límites laterales en el futuro.

De acuerdo con la jurisprudencia de la Corte, existe la posibilidad de que la práctica


internacional refleje acuerdos tácitos, por lo que el examen de las cuestiones marítimas no
debe limitarse solamente a los acuerdos formales (SHI, J., 2010). En este sentido, la Corte
analizó el contenido de las minutas de la Conferencia de Santiago de 1952 con el fin de
dilucidar el tenor literal y el espíritu de ese tratado internacional, buscando responder si tal
instrumento internacional establecía un límite marítimo entre las partes litigantes. Después
de indagar por los instrumentos alegados por Chile, la Corte constató que fue en el
Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954 donde se estableció, de manera
tácita, el límite marítimo entre los Estados litigantes. Esto se refleja en el preámbulo de
dicho Convenio donde señala que tiene por objeto establecer una zona de tolerancia donde
las embarcaciones más modestas pudiesen realizar sus labores pesqueras sin que su
«inocente» transgresión al límite marítimo internacional signifique consecuencia alguna.

El estudio de la Corte concluyó señalando que, en dichos términos, Perú y Chile habían
acordado tácitamente una frontera que se extendía sólo 80 millas náuticas a lo largo del
paralelo de la latitud. Para ello, el Tribunal empleó una metodología para encontrar una
solución equitativa que consta de tres etapas: primero, realizó una línea de equidistancia
provisional a menos que existan razones de peso que lo impida; segundo, realizó una
investigación para observar si existía alguna circunstancia que necesitara ser ajustada para
lograr un resultado equitativo; y, finalmente, el Tribunal realizó un test de
desproporcionalidad donde evaluó si el efecto de la línea es tal que las porciones
respectivas de las Partes en la zona en cuestión son notablemente desproporcionadas en
consideración a las longitudes de sus costas correspondientes.

2. IMPLICACIONES GEOPOLÍTICAS DEL DISCURSO DE LA CIJ RESPECTO A LA


DELIMITACIÓN MARÍTIMA:

El caso de Perú y Chile es un objeto de estudio de gran relevancia en el sistema


internacional, debido a que no solo se necesitaba una delimitación de la frontera, sino,
además, establecer un control territorial de recursos de la superficie y del subsuelo terrestre,
así como un control de flujo de personas y de recursos.

La Corte Internacional de Justicia abordó la controversia entre Perú y Chile por el llamado
voluntario de una de las partes, comprometiéndose a dictar la sentencia de los diferendos
de la frontera y sus límites. En el caso en concreto, la Corte deja en claro que este no es
un caso de complejidad menor, puesto que no se ha establecido un acuerdo a lo largo de
la historia que defina un límite específico, creando así un contratiempo en el caso.

Las fronteras marítimas pueden expresar pretensiones e intereses creando discursivas


fundamentales, por lo tanto, el procedimiento que se usó en el caso corrobora la equidad
de la Corte para proteger la estabilidad política de una región. En la controversia marítima
entre Perú y Chile se produce una disertación geopolítica desde la llamada de una de las
partes para que se delimite la zona marítima entre ambas sin importar si satisface sus
respectivas posturas.
Doctrina sobre el dominio marítimo

Concepción del mar según la postura peruana:

El 1 de agosto de 1947 se promulgó el Decreto Supremo 781 a través del cual el presidente
de la República del Perú José Luis Bustamante y Rivero declaró la soberanía y jurisdicción
absoluta sobre el mar adyacente a las costas del territorio nacional, cualquiera sea su
extensión necesaria para preservar, proteger, conservar y utilizar los recursos de toda clase
que en o debajo de dicho mar se encuentren. (Decreto Supremo 781. En: Delimitación
marítima entre el Perú y Chile., 2008)

El decreto preveía la extensión del dominio marítimo a 200 millas marinas, sin perjuicio de
la no cesión del derecho de libre navegación de todas las naciones. Asimismo, cabe señalar
que en 1979 el mar territorial peruano obtendría rango constitucional, de la misma forma
sería incluido en la Constitución Política del Perú de 1993.

La decisión del gobierno de establecer 200 millas se debió, en cambio, a la inexistencia de


un acuerdo internacional de voluntades sobre cuál sería la extensión acordada del mar
territorial a los adyacentes de cada nación. Esta justificación fue reforzada por la
proclamación del Traman en 1945 y algunos países sudamericanos ignoraron las 3 millas
establecidas.

El trasfondo legal de la Proclama de Gobierno Unilateral de 1947 dio al Decreto Supremo


781 la capacidad de ejecutarlo, como fuente legal de nuestra Ley del Mar. Muchos
aplaudieron la oportuna proclamación de Bustamante y a mediados del siglo pasado, sin
embargo, teoría detractores aparecieron luego de que el Perú no contaba con la
Convención de las Naciones Unidas sobre el derecho del mar de 1982. Las críticas se
basaron en que por primera vez 119 naciones acordarían una nueva ley del mar, siendo el
Perú uno de los pocos países en no formar parte de ella.

Según los críticos de la Convención, la principal dificultad con este argumento es quizás el
lecho marino de la según lo dictado por la Convención, sería patrimonio de toda la
humanidad. Debemos recordar que estos fondos marinos son minerales de gran valor para
el Perú. El principal dilema en este punto es evaluar si es posible que los fondos marinos
sean administrados más adelante, dictados por la Convención, por la Autoridad de Fondos
Internacionales o por el propio país. Además, se alega que, al no ser parte de la
Convención, el Perú está privado de participar en el precio de los minerales, lo que perjudica
las exportaciones.
Por otro lado, se menciona que el mar territorial de 12 millas náuticas, tal como lo prevé la
CONVEMAR, podría considerablemente las posibles amenazas de disputas porque no es
lo mismo defender la soberanía y potestad que se ejercen sobre la extensión de un mar de
200 millas, las que se ejercen sobre un mar de 12 millas.

Proyectar a escala mundial y que estando dentro de la CONVEMAR. Se beneficiarían de lo


que el mar peruano tiene para ofrecer. Finalmente, cabe mencionar como hecho jurídico
relevante, la Ley 28621 del 3 de noviembre de 2005, la cual se refiere al establecimiento y
compatibilidad del dominio marítimo.

Concepción del mar según la postura chilena:

Pues bien, el 23 de junio de 1947, mediante declaración del presidente de Chile, Gonzáles
Videla, proclamó soberanos sobre la zona marítima adyacente a sus costas 200 millas,
estableciendo que este país ejercía control sobre la pesca y la caza en el mar.
Posteriormente, el 4 de junio de 1974, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, a
través del Decreto 346, proclamaría la chilena". Esto incluiría las aguas que circundan el
territorio nacional que, según la Declaración de Santiago, correspondían a millas marinas.
Años después, en 1977, Chile cuenta con líneas de base marítimas territoriales del canal al
sur de su territorio. (Chile, 1947)

Posteriormente, el 4 de junio de 1974, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, por


Decreto 346, proclamaría el Mar de Chile”. Años después, en 1977, Chile cuenta con líneas
de base territoriales marítimas del canal al sur de su territorio. En esta ley, Chile regula su
espacio marítimo a través de su Código Civil. Lo más saliente es que la jurisdicción marítima
de Chile se establece donde hay una marcada diferencia entre sus aguas interiores
entendidas como las aguas situadas dentro de la línea de base del mar estas últimas a la
cual el Estado confería 12 millas y la zona contigua se extendía a 24 millas.

De igual manera, posee soberanía sobre la plataforma continental. El objetivo de la actual


teoría del mar es proteger los intereses marítimos de Chile frente a posibles efectos de
amenazas sobre su patrimonio natural en alta mar, en los recursos que allí existen. Como
vemos, el concepto de mar actual perfectamente interpretado como un acto unilateral
destinado a realzar la ubicación geográfica de Chile.
Resumen del caso:

El mar representa fuente de vida y al mismo tiempo crea conflicto entre naciones tal como
Perú y Chile , . En el año 1609, Hugo Grocio en el postulado la doctrina del “Mar Libre”,
aquella extensión de espacio marítimo que no sería de nadie y al mismo tiempo de todos
puesto que partía del principio elemental que el mar no es susceptible de ocupación o
apropiación. La convención del mar en 1982 nos habla sobre las reglas y limites que cada
país tiene que tomar en cuenta como el limite , zona económica exclusiva y plataforma
continental.

El litigio entre Perú y Chile presentada ante la Corte, establece que no existe frontera
marítima la parte demándate exige distancia de 200 millas marítimas conforme a las líneas
base y que se le otorgue un título para ejercer derechos soberanos exclusivos sobre el área
marítima. Chile por su parte revela que en la declaración de Santiago 1952 ya se estableció
el limite entre los dos países.

La Corte consideró que en aquel tratado de 1954 las piezas reconocieron la vida de un
pacto tácito, figura que no argumentaron las piezas frente a la Corte, empero que tiene su
fundamentación legal en jurisprudencia previa de la CIJ. Después de entablar que el
consenso legal tácito se extendía por ochenta millas marinas durante un paralelo de latitud,
la Corte procedió a entablar un límite marítimo siguiendo exactamente las reglas y principios
sobre delimitación marítima planteados por el Perú, los cuales aplicados al caso determinan
el establecimiento de una línea equidistante. Con interacción al punto de partida del límite
marítimo, la Corte no empleó el punto postulado por el Perú empero, de manera correcta,
abandonó en claro que el punto de partida del límite marítimo y el punto de partida del límite
terrestre no poseen precisamente que concordar.

El caso de Perú y Chile es un objeto de estudio de gran relevancia en el sistema


internacional ya que no solo e establece un limite marítimo sino que también un control
territorial de recursos de la superficie y del subsuelo terrestre, así como un control de flujo
de personas y de recursos. el procedimiento que se usó en el caso corrobora la equidad de
la Corte para proteger la estabilidad política de una región.
Análisis del caso:

Para la realización de este análisis, se han recurrido a diferentes argumentos planteados


por las partes ante la Corte Internacional de Justicia, ya que muchos de estos argumentos
fueron clave para la decisión de la Corte con respecto al área marítima en disputa.

Por consiguiente, ambas partes presentaron sus argumentos durante el proceso, el cual
duró mucho tiempo, desde que inicio el 16 de enero del 2008, cuando Perú denunció ante
la Corte y concluyó con el fallo a favor de Chile en enero del 2014.

Por otra parte, diferentes autoridades, políticos chilenos, como también algunos peruanos,
se han expresado tanto pública como privadamente que la Corte dio razón al caso de Chile,
pero el Perú adquirió un resultado positivo. Según las personas que afirman esto,
mencionan que el argumento central de Chile era que hubo un acuerdo entre ambos
Estados, y que la Corte Internacional, determinó su decisión mediante la figura de dicho
acuerdo.

Sin embargo, otras personas afirmaron que la Corte tomó dicha decisión bajo el principio
de equidad, el cual favoreció positivamente al Perú. Por ello, cuando la Corte dictaminó su
veredicto ante la controversia marítima que existió entre Perú y Chile en el año 2014, se
estableció lo siguiente.

“Decide que el punto inicial del límite marítimo único que delimita las zonas
marítimas respectivas entre la República del Perú y la República de Chile es la
intersección con la línea de marea baja del paralelo que pasa a través del Hito No.
1” (Cabrera Toledo, 2011)

A partir de la denuncia de Chile en el 2008 en adelante, en cada alegato escrito y finalizando


con sus alegatos orales ante la Corte, el Perú también realizó los mismos petitorios ante el
CIJ, por lo cual solicitó que se determine:

(1) La delimitación entre las respectivas zonas marítimas entre la República del Perú
y la República de Chile es una línea que se inicia en el «Punto Concordia» (definido
como la intersección con la línea de bajamar de un arco de 10 kilómetros de radio,
el cual tiene su centro en el primer puente sobre el Río Lluta del ferrocarril Arica-La
Paz) y que es equidistante de las líneas de base de ambas Partes, hasta un punto
situado a una distancia de 200 millas marinas de dichas líneas de base, y
(2) Más allá del punto en que el límite marítimo común termina, el Perú tiene el
derecho a ejercer derechos soberanos exclusivos sobre un área marítima ubicada
hasta una distancia de 200 millas marinas de sus líneas de base. (Moscoso de la
Cuba, 2014)

Por otro lado, Chile cuestionó ambos pedidos, debido a ello se opuso a todos los
argumentos planteados por el Perú, el cual las conclusiones de Chile, hizo que la Corte
Internacional decida lo siguiente:

(i) los respectivos derechos sobre zonas marítimas de Chile y Perú han sido
completamente delimitados mediante acuerdo;

(ii) aquellos derechos sobre zonas marítimas están delimitados por un límite que
sigue el paralelo de latitud que pasa a través del hito más cercano al mar del límite
terrestre entre Chile y Perú, conocido como Hito No. 1, el cual tiene una latitud de
18°21’00’’ S en el Datum WGS84; y

(iii) Perú no tiene ningún derecho a ninguna zona marítima que se extienda hacia el
sur de dicho paralelo (Moscoso de la Cuba, 2014)

1. Punto de partida de las posiciones en el caso:


1.1 Perú
El Perú, siendo el país demandante, presentó ante la Corte los documentos que
sustentaban su posición legal, la solicitud presentada en enero del 2008 y la
memoria de marzo del 2009. Cuando se presentó la contra memoria de marzo del
2010 se supo la posición legal de Chile.
“En efecto, antes de que se inicie el proceso, Chile había expresado que un
límite marítimo existía entre los dos Estados, pero no había sido preciso
respecto a dónde o cómo se había acordado dicho límite. De hecho, la
posición de Chile antes del proceso fue cambiando con el tiempo. Así, luego
de que el Perú por primera vez planteara a Chile la necesidad de negociar
bilateralmente un límite marítimo, a través de la misión del embajador Bákula
en 1986 y el Memorándum que entregó al Canciller chileno de la época, la
respuesta de Chile fue que, simplemente, se harían estudios sobre el
particular” (Moscoso de la Cuba, 2014)
1.2 Chile

En el caso de Chile, cuando presentó su Contramemoria en el 2010, optó por


mencionar como base de su fundamentación, la existencia del limite marítimo ante
la Declaración de Santiago en 1952.

“Las proclamaciones de 1947 deben entenderse como circunstancias para


la conclusión de la Declaración de Santiago, según la regla de interpretación
complementaria del artículo 32 de la Convención de Viena sobre el Derecho
de los Tratados de 1969”

“La Declaración de Santiago, en particular su punto IV, debe ser interpretada


conforme al sentido corriente de sus términos, en su contexto y teniendo en
cuenta su objeto y fin, según la regla general de interpretación del artículo 31
de la referida Convención de Viena” (Moscoso de la Cuba, 2014)

Conclusión general

El desarrollo del Derecho del Mar encuentra su fundamento en la voluntad política de


Estados soberanos en regulares espacios marítimos de modo que puedan homogeneizar
normativas en tomo al accionar de los países en sus mares. A la fecha, Perú y Chile no son
parte de la Convención del Mar ya que consideran que este instrumento limita su mar
territorial trastocando el patrimonio natural existente en las aguas adyacentes a sus costas.

Las doctrinas marítimas de Perú y Chile establecieron un mismo sustento al proclamar la


tesis de las 200 millas, empero la particular situación geográfica de ambos impide que
dichas doctrinas puedan ser aplicadas conforme la regulación marítima que proclamaron.
El diferendo marítimo que los somete al Tribunal de Justicia se sustenta en el desacuerdo
respecto a la inexistencia de límites marítimos donde cada parte arguye el inicio de la
frontera marítima en el Hito N°l y el Punto de Concordia respectivamente. El proceso se
encuentra en la fase oral, donde se expondrán oralmente el derecho que reclaman.

La principal preocupación en tomo a la controversia en el plano político son los posibles


efectos del futuro fallo de la Corte en cada uno de los países en cuestión. Hemos planteado
un análisis de la situación que tome en cuenta no sólo los escenarios hipotéticos que
podrían presentarse, sino también los diversos factores (inter nos y externos) que pueden
influir en los casos estudiados. Encontramos que factores como el rol de las fuerzas
armadas, la inclinación de la opinión pública, y las relaciones históricas entre ambos países
son puntos a tomar en cuenta en el plano interno; mientras que en flanco externo, cabría
tomar en consideración el poder de la imagen internacional y la inclusión de países que
tangencialmente se han visto involucrados en la querella.

Asimismo, hemos considerado conveniente incluir una sección de recomendaciones cuya


preocupación central es la gestión política del fallo final de la Corte. Los tres puntos
principales que planteamos se centran en una estrategia política de difusión del resultado,
el mantenimiento de la separación entre el ámbito comercial y el diferendo marítimo, y la
estimulación del diálogo diplomático previo y posterior a la sentencia.

Mas allá del área que se delimitó tácitamente, la Corte también decidió sobre el punto de
inicio del límite marítimo en base a los fundamentos legales que pronunció cada país, y
también se mencionó que el límite marítimo, no tiene que ser igual al limite terrestre, por
ello el “triángulo exterior” corresponde enteramente al Perú.

Bibliografia:

Altuve Febres L.F, (Ed). (2004). El Perú y el océano político. Recuperado de:
https://altuve.pe/libros/el-peru-y-la-oceanopolitica/

Cabrera Toledo, L. (2014). La controversia por la delimitación marítima entre Chile y Perú:
construcción y aplicación de un discurso geopolítico. Confines de relaciones internacionales
y ciencia política, 7(14), pp. 101-128.

Cabrera Toledo, L. (2011). La controversia por la delimitación marítima entre Chile y Perú. CONfines
de relaciones internacionales y ciencia política, 101-128.

Decreto Supremo 781. En: Delimitación marítima entre el Perú y Chile. (Ministerio de
relaciones exteriores. 2008). Obtenido de
https://www4.congreso.gob.pe/comisiones/2008/seguimientodemandaperuana/documento
s/DECRETOSUPREMO781.pdf

http://www.atinachile.cl/content/view/469579/La-Declaracion-chilena-de-Soberania-
Maritima-de- I947.html

Juan Miguel, B. (2013). El dominio marítimo del Perú. Lima: Fundación M.J. Bustamante
De La Fuente. Obtenido de https://www.acuedi.org/ddata/121.pdf
Manzano Iturra, K. & Jiménez Cabrera, D. (2016). El papel geopolítico de la Corte
Internacional de Justicia en América del Sur: El caso Perú – Chile (2008-2014). Revista de
Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad, (julio - diciembre), pp. 187-214.

Moscoso de la Cuba, P. (2014). DERECHO PUCP. Revista de la facultad de Derecho, 47-93.

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