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Canatoya 7. Jesús Muerto y Resucitado PDF

1) Pablo recuerda a los corintios el Evangelio que les anunció sobre la muerte y resurrección de Cristo según las Escrituras. 2) Cristo murió por nuestros pecados, fue sepultado y resucitó al tercer día, y se apareció a los apóstoles como prueba de su resurrección. 3) Pablo y los demás apóstoles predican sobre la muerte y resurrección de Cristo, en lo que los corintios creyeron originalmente.
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Canatoya 7. Jesús Muerto y Resucitado PDF

1) Pablo recuerda a los corintios el Evangelio que les anunció sobre la muerte y resurrección de Cristo según las Escrituras. 2) Cristo murió por nuestros pecados, fue sepultado y resucitó al tercer día, y se apareció a los apóstoles como prueba de su resurrección. 3) Pablo y los demás apóstoles predican sobre la muerte y resurrección de Cristo, en lo que los corintios creyeron originalmente.
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FICHA 7.

JESÚS MUERTO Y RESUCITADO

La Palabra de Dios
De la primera carta de San Pablo a los Corintios (15,1-11)

1Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os anuncié y que


vosotros aceptasteis, en el que además estáis fundados, 2y que os está
salvando, si os mantenéis en la palabra que os anunciamos; de lo
contrario, creísteis en vano. 3Porque yo os transmi en primer lugar, lo
que también yo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las
Escrituras; 4y que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las
Escrituras; 5y que se apareció a Cefas y más tarde a los Doce; 6después se
apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales
vive todavía, otros han muerto; 7después se apareció a San ago, más
tarde a todos los apóstoles; 8por úl mo, como a un aborto, se me
apareció también a mí. 9Porque yo soy el menor de los apóstoles y no soy
digno de ser llamado apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios.
10Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no se

ha frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque
no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo. 11Pues bien; tanto yo como
ellos predicamos así, y así lo creísteis vosotros.

Para ir más a fondo


Después de haber respondido a algunos problemas referentes a la vida
personal y comunitaria, Pablo expone en el capítulo 15 un punto neurálgico
para la fe cris ana: la resurrección. A par r de la resurrección de Cristo (1-11),
trata el problema de la resurrección de los muertos (v. 12-34) y de la nueva
condición de los resucitados (35-49), para concluir con la transformación nal
de la vida (50-58). Nosotros nos detenemos en los primeros versículos, que

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con enen el anuncio tradicional, tal como resonaba en el Iglesia primi va,
junto con los relatos evangélicos de las apariciones y los himnos cristológicos.
En el texto, Pablo tes monia dos convicciones:
- el carácter tradicional e inmutable del anuncio sobre la muerte y
resurrección de Jesús;
- el contenido del anuncio es con rmado por el encuentro con el Resucitado
por parte de los Apóstoles.

Por lo que se re ere al primer punto, Pablo recuerda que la experiencia


cris ana parte del anuncio recibido, se desarrolla a través de nuestra adhesión
de fe y nos conduce hasta la salvación de ni va. Es digna de notar la
correlación: «he recibido - he transmi do» = «vosotros habéis creído».
Por lo que se re ere al segundo punto, Pablo repite una fórmula tradicional
(3b-5a), que alude a la muerte de Cristo según las profecías del An guo
Testamento y orientada al perdón de los pecados, porque mani esta la
misericordia de Dios; luego alude a la resurrección que vivi ca a Cristo. Como
la muerte es seguida por la sepultura, así la resurrección es seguida por las
apariciones.
Efec vamente, el cris anismo no es sólo una elaboración losó ca o un modo
de vivir, sino un hecho cuyo protagonista es Jesús, el Hijo de Dios hecho
hombre. Por eso Él ha tomado la inicia va de hacerse ver a los Doce (los
tes gos o ciales, sobretodo Pedro) y a San ago (exponente de la Iglesia-
Madre de Jerusalén). Esto legi ma el anuncio de Pablo sobre Cristo resucitado:
también él mismo ha sido des natario úl mo de una aparición del Resucitado
y ene de Él un conocimiento personal.
La resurrección, punto de par da del cris anismo, no es una fábula o un mito:
es realidad acaecida y tes moniada. Representa el inicio de un mundo nuevo,
del que Dios es el responsable, ya que Él es más fuerte que todo mal, incluso
que la muerte. Con la resurrección ha con rmado todo lo que Jesús había
dicho y hecho. Lo ha exaltado y lo ha conver do en el primogénito de los
muertos, el principio y el n de todo. En Cristo resucitado nosotros creemos y
esperamos también para nuestra existencia, puesto que, lo mismo que
seremos par cipes de la muerte de Cristo, seremos también par cipes de su
resurrección.
Con la resurrección, Cristo no ha vuelto a la vida mortal de antes... Ha entrado
en una dimensión superior, ha alcanzado en Dios la condición perfecta y
de ni va de existencia... Con el poder del Espíritu, el resucitado con núa
obrando de modo invisible en la historia, asociándose a sí mismo la comunidad
de los creyentes, su «cuerpo» visible. La Iglesia se reúne en su nombre, lo
invoca, lo celebra, lo anuncia, lo tes monia... No obstante, la presencia del
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Reino en la historia va mucho más allá de las fronteras visibles de la Iglesia. El


Espíritu sopla donde quiere. La historia es siempre una dramá ca lucha entre
el bien y el mal; pero Cristo vive en ella para orientarla en el sen do del
cumplimiento úl mo a través de las múl ples actuaciones de los valores de
verdad, libertad, comunión, paz belleza.
La originalidad del cris anismo se basa precisamente en este misterioso
acontecimiento que se re ere a Jesús de Nazaret: Ha resucitado, está vivo, es
el Salvador! Ninguna religión predica un hecho parecido. An guamente se
contaban leyendas y fábulas sobre los dioses... Hoy magos y videntes
pretenden a veces comunicarse con los espíritus de los difuntos. Pero la
resurrección de Jesús es un hecho, con tes gos serios, verídicos y creíbles, a los
que prestamos nuestro asen miento. De aquí parte todo el cris anismo.

Para dialogar en el grupo


๏ ¿Por qué el acontecimiento de la muerte y resurrección de Jesús es el
corazón de la fe y del anuncio cris ano? ¿Existe algo semejante en otras
religiones? ¿Cómo se puede pensar el hecho de la resurrección de
Cristo? ¿Por qué es tan di cil creer en la resurrección?
๏ ¿Qué consecuencias puede tener en nuestra vida co diana el hecho de
creer en Jesús resucitado? ¿Cambia nuestra existencia o permanece
como una cosa teórica? ¿Existen en nuestra vida co diana «signos» que
an cipan la resurrección?
๏ ¿De qué manera celebran los cris anos la muerte y resurrección de
Cristo en la Pascua? ¿Existen símbolos cris anos que expresen la
presencia «viva» de Jesús en medio de nosotros? Si Jesús está vivo,
¿cómo no lo podemos ver con los ojos y tocar con las manos, como
sucedió a los Apóstoles?
๏ ¿De qué manera podemos a rmar que nosotros estamos salvados en
Cristo muerto y resucitado? ¿Y qué relación ene su muerte en cruz con
su existencia precedente? ¿Y cómo se relaciona su resurrección con los
milagros, el perdón de los pecados, la «buena no cia» anunciada por
Jesús?

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Oración
Los an guos adoraban al sol naciente; los musulmanes orientan su oración
hacia la Meca; ¿hacia dónde la orientamos nosotros los cris anos? Nosotros
podemos rezar en cualquier si o, orientados a todos los puntos, porque Cristo
está vivo en todo lugar. Y gritar: ¡Aleluya! Es una palabra hebrea con que los
cris anos alabamos a Dios por haberles concedido la alegría de tener siempre
Cristo con ellos.
¿Cómo se puede expresar en la oración cris ana la alegría de la resurrección?
Recemos el Salmo 145: Yo te ensalzo, oh Rey, Dios mío…

Para vivirlo
๏ Cuando encuentres a una persona desanimada y angus ada, busca gestos y
palabras para confortarla, mirando a la resurrección de Cristo.
๏ Busca en la vida de la gente que te rodea signos de esperanza y relaciónalos
con tu te en Cristo resucitado.

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