SALES
MINERALESDE: VIDAL AREVALO DANNIA
INTRODUCCIÓN: ¿QUE SON?
son compuestos inorgánicos fundamentalmente iónicos. Las sales, en general,
son combinaciones de cationes y aniones, excluyendo los compuestos del ion
hidronio (H3O+), que se clasifican como ácidos.1En este contexto, el
calificativo «mineral» es sinónimo de «inorgánico», pues existen sales cuyos
cationes y aniones son total o parcialmente de origen orgánico.
FUNCIONES:
Formar parte de la estructura ósea (aportando calcio, fósforo, magnesio y
flúor).
Regular el balance del agua dentro y fuera de las células (electrolitos).
También conocido como proceso de ósmosis.
Intervienen en la excitabilidad nerviosa y en la actividad muscular (calcio,
magnesio).
Permitir la entrada de sustancias a las células (la glucosa necesita del sodio
para poder ser aprovechada como fuente de energía a nivel celular).
Colaborar en procesos metabólicos (el cromo es necesario para el
funcionamiento de la insulina, el selenio participa como un antioxidante).
Intervenir en el buen funcionamiento del sistema inmunológico (zinc, selenio,
cobre).
También forman parte de moléculas de gran tamaño como la hemoglobina
de la sangre y la clorofila en los vegetales.
FUENTES ALIMENTARIAS DE LAS SALES MINERALES
Calcio: Leche y derivados, frutos secos, legumbres y otros.
Fósforo: Carnes, pescados, leche, legumbres y otros.
Hierro: Carnes, hígado, legumbres, frutos secos, entre otros.
Flúor: Pescado, agua potable.
Yodo: Pescado, algas, sal yodada.
Zinc: Carne, pescado , verduras, frutos secos (en menores cantidades)
huevos, cereales integrales, legumbres, etc.
Magnesio: Carne, verduras, hortalizas, legumbres, frutas, leche.
Potasio: Legumbres, leche, frutas, principalmente el plátano, verduras, patatas.
RECOMENDACIONES
SALES
MINERALES
DE: VIDAL AREVALO DANNIA
Las sales minerales son las responsables de retener el agua en el
cuerpo y también participan en procesos tan vitales como la
correcta función cardíaca, la contracción muscular, el impulso
nervioso y regular la presión osmótica y el pH, además de
conservar la salinidad.
Nuestro cuerpo no puede generarlas, sino que las tenemos que
consumir externamente a través de los alimentos. Un detalle
importante de las sales es que no contienen calorías.
En nuestra dieta diaria podemos obtener sales a través de las
legumbres (hierro y magnesio), lácteos (calcio), cereales
integrales (zinc), carne (fósforo, hierro, potasio) y pescado (flúor,
yodo).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir
unos 6 g de sal diarios. Este consumo puede depender de varios
factores como el clima, la actividad, etc. El agua y los alimentos
que ingerimos ya contienen sal, por lo que basta con un consumo
adicional de 2-3 g al día.
Con productos a base de sal estarás aportando también otros
nutrientes necesarios, como el yodo, el flúor, el magnesio, el ácido
fólico o el calcio.