Universidad Mayor de San Andrés: Facultad de Derecho Y Ciencias Políticas Carrera de Derecho
Universidad Mayor de San Andrés: Facultad de Derecho Y Ciencias Políticas Carrera de Derecho
MONOGRAFÍA
“PROPUESTA JURÍDICA PARA LA REFORESTACIÓN EN
EL MUNICIPIO DE CARANAVI Y GARANTIZAR LA
PROTECCIÓN DEL EQUILIBRIO DEL MEDIOAMBIENTE
Y LOS DERECHOS DE LA MADRE TIERRA”
(PARA OPTAR AL TITULO ACADÊMICO DE LICENCIATURA EN DERECHO)
La Paz – Bolivia
2014
DEDICATORIA
La presente obra, que es la culminación
de mis años de estudio, la dedico
exclusivamente a mis seres queridos, en
especial a toda mi familia, amigos y a toda la
sociedad caranaveña.
II
AGRADECIMIENTOS
A la Facultad de Derecho y Ciencias
Políticas, a la Carrera de Derecho por
albergarme durante el tiempo de aprendizaje
de las ciencias jurídicas.
Al Gobierno Autónomo Municipal de
Caranavi por acogerme durante el periodo de
trabajo dirigido.
Al Dr. Hernán Mario Clavel S. por su
colaboración durante el proceso del trabajo
dirigido.
A todos los docentes que me guiaron en
el ámbito académico a lo largo de los años de
mi formación académica.
III
PROPUESTA JURÍDICA PARA LA REFORESTACIÓN EN
EL MUNICIPIO DE CARANAVI Y GARANTIZAR LA
PROTECCIÓN DEL EQUILIBRIO DEL MEDIOAMBIENTE
Y LOS DERECHOS DE LA MADRE TIERRA
ÍNDICE
Pág.
DEDICATORIA ................................................................................................................................. II
AGRADECIMIENTOS .....................................................................................................................III
ÍNDICE ............................................................................................................................................. IV
PROLOGO...................................................................................................................................... VIII
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................ IX
CAPITULO I ....................................................................................................................................33
1. ANTECEDENTES DE LA DEFORESTACIÓN .................................................................33
1.1. ANTIGÜEDAD ................................................................................................................33
1.2. PERIODO HISTÓRICO...................................................................................................33
1.3. SIGLOS XV Y XVI .........................................................................................................34
1.4. ACTUALIDAD ................................................................................................................35
1.5. DEFORESTACIÓN EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE ......................................36
1.6. DEFORESTACIÓN EN BOLIVIA..................................................................................38
CAPITULO II ..................................................................................................................................40
2. DERECHO AMBIENTAL DESDE LA PERSPECTIVA JURÍDICA...............................40
2.1. TEORÍA DEL DERECHO AMBIENTAL ......................................................................40
2.1.1. Principio de prevención .............................................................................................43
2.1.2. Principio Precautorio..................................................................................................47
2.2. CONSIDERACIÓN DEL DERECHO AMBIENTAL DESDE LA TEORÍA DEL
DERECHO ....................................................................................................................................50
2.2.1. Acepciones de “ambiente”, y su protección jurídica..................................................52
2.2.2. Concepción del Derecho ............................................................................................54
2.2.3. Ramas del mundo jurídico .........................................................................................55
2.2.4. Derecho Ambiental ....................................................................................................56
2.2.5. Derecho Ambiental como rama transversal ...............................................................58
2.2.6. Dimensión sociológica del Derecho Ambiental .........................................................61
2.2.7. La faz normológica del Derecho Ambiental ..............................................................64
V
2.2.8. Dimensión axiológica del Derecho Ambiental ..........................................................66
2.2.9. Teoría General del Derecho y Derecho Ambiental ....................................................71
2.3. DERECHO HUMANO A UN MEDIOAMBIENTE SANO ...........................................72
VI
CAPITULO IV ...............................................................................................................................112
4. ANÁLISIS DE LA NORMATIVA LEGAL QUE RIGE LOS DERECHOS DEL
MEDIOAMBIENTE Y LOS DERECHOS DE LA MADRE TIERRA ....................................112
4.1. TRATADOS Y CONVENIOS INTERNACIONALES EN MATERIA FORESTAL ..112
4.1.1. Falta el consenso para un solo instrumento jurídicamente vinculante .....................112
4.1.2. El papel de los bosques en los convenios vigentes ..................................................114
4.1.2.1. Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático .........115
4.1.2.2. Convenio sobre la diversidad biológica ...........................................................117
4.1.2.3. Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación en
los países afectados por sequía grave o desertificación, en particular en África ................118
4.1.2.4. Convenio de Ramsar sobre las marismas de importancia internacional,
especialmente como hábitat de aves acuáticas ....................................................................119
4.1.2.5. Convención sobre la protección del patrimonio mundial cultural y natural ....120
4.1.2.6. Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas
de fauna y flora silvestres ...................................................................................................121
4.1.2.7. Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono ...........................122
4.1.2.8. Convenio sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes
(Convenio de la OIT Nº 169) ..............................................................................................123
4.1.2.9. Convenio internacional de las maderas tropicales ...........................................125
4.1.2.10. Acuerdo por el que se establece la Organización Mundial del Comercio .......126
4.1.3. Sinergias, vacíos y sobreposiciones .........................................................................127
4.2. NORMATIVA NACIONAL VIGENTE ........................................................................129
4.2.1. Constitución Política del Estado ..............................................................................129
4.3. LEY Nº. 1333, LEY DEL MEDIO AMBIENTE DE 27 DE ABRIL DE 1992. ............132
4.4. LEY Nº 071, LEY DE DERECHOS DE LA MADRE TIERRA, DE 21 DE
DICIEMBRE DE 2010 ................................................................................................................133
4.5. LEY MARCO DE LA MADRE TIERRA Y DESARROLLO INTEGRAL
PARA VIVIR BIEN, LEY 300 DE 15 OCTUBRE, 2012...........................................................136
4.6. LEY FORESTAL, LEY Nº 1700 DE 12 DE JULIO DE 1996 ......................................137
4.7. LEY Nº 031, LEY MARCO DE AUTONOMÍAS Y DESCENTRALIZACIÓN
“ANDRÉS IBÁÑEZ”, DE 19 DE JULIO DE 2010 ....................................................................139
CAPITULO V.................................................................................................................................141
5. PROPUESTA DE MECANISMO LEGAL QUE VIABILICE PROGRAMAS DE
REFORESTACIÓN EN EL GOBIERNO AUTÓNOMO MUNICIPAL DE CARANAVI ....141
BIBLIOGRAFÍA .............................................................................................................................154
ANEXOS .........................................................................................................................................160
VII
PROLOGO
VIII
INTRODUCCIÓN
Este proceso de adecuación está siendo desarrollado bajo el principio de una construcción
participativa entre todos los actores involucrados en el sector forestal, lo que implica
revisiones, análisis y discusión de la normativa como base para la preparación de un
anteproyecto para poder garantizar su conservación, forestación y reforestación que
garantice su uso de las generaciones futuras y asimismo se garantice la protección de la
biodiversidad dentro del Municipio de Caranavi, cuyo reconocimiento como uno de los
pulmones del occidente boliviano.
IX
En este contexto la reforestación es muy importante dentro de las políticas
medioambientales y de protección a los derechos de la madre tierra para el vivir bien, esto
significa que el bosque se renueva después de haber sufrido su explotación indiscriminada.
Esta renovación puede ser mediante la regeneración natural, la plantación de nuevos
árboles, o por una combinación de ambos.
Es así que el presente trabajo investigativo, traba en sustentar teórica y jurídicamente, los
derechos inherentes para la reforestación dentro del Municipio de Caranavi, y su
importancia para con el derecho a medioambiente y los derechos de la madre tierra.
X
DESARROLLO O CUERPO DE LA
MONOGRAFÍA JURÍDICA
PROPUESTA JURÍDICA PARA LA REFORESTACIÓN EN EL
MUNICIPIO DE CARANAVI Y GARANTIZAR LA PROTECCIÓN
DEL EQUILIBRIO DEL MEDIOAMBIENTE Y LOS DERECHOS DE
LA MADRE TIERRA
Los árboles, al igual que todas las plantas, adquieren carbono desde el aire, contenidas en
moléculas de dióxido de carbono. Una vez que el carbono se elimina, el oxígeno se libera a
la atmósfera. Este proceso no sólo absorbe un gas de efecto invernadero, sino que repone el
oxígeno atmosférico tan vital para la vida humana y animal.
Una vez que un árbol ha asimilado el carbono, gran parte del carbono se convierte en parte
de las partes leñosas, mientras que algunos entra en las hojas. El carbono en las hojas y las
ramas se descomponen después de que caen y se convierten en terreno fértil para otros tipos
de vegetación, pero a falta de árboles que las procesen el dióxido de carbono que escapa a
la atmósfera produce los gases que provocan el efecto invernadero.
2
En los trópicos, se están eliminando bosques tropicales regularmente. La deforestación de
los trópicos es aún más grave de un problema de la tala de bosques en otros lugares. En las
selvas tropicales se cortan los árboles para obtener madera aprovechable, pero otros tipos
de vegetación pueden ser removidos y quemados para permitir el acceso. Para hacer el
problema aún más grave, en un ecosistema normal, la exuberante vegetación de la selva y
la densidad de los árboles impiden que la luz del sol llegue al suelo, haciendo la
descomposición es proceso lento. Sin embargo después de la deforestación, sin embargo, la
luz del sol y las precipitaciones alcanzan el material orgánico y aceleran la descomposición,
lo que resulta en un retorno más rápido del carbono a la atmósfera.
Uno a nivel individual, la plantación de árboles puede realizar una limpieza del aire de
dióxido de carbono. Puede ser un pequeño beneficio en forma individual, pero si esta se
planifica mediante políticas y normas que permitan la reforestación de zonas deforestadas
el beneficio se magnifica.
"Las especies más ricas y las que prácticamente tienen mayor impacto o requeridas por la
demanda maderera estaríamos hablando de especies valiosas entre roble, tajibo, morado,
cedro", la reducción de las especies arbóreas se da generalmente por la ampliación de la
1
Agencia Boliviana de Información: Debido a la ampliación de la frontera agrícola y a la tala ilegal Bolivia
perdió 160 mil hectáreas de bosques en 2012, La Paz, 17 de diciembre de 2012
2
Ibídem.
3
frontera agrícola y la tala ilegal para fines comerciales, aunque se registraron disminuciones
importantes de esas actividades entre 2011 y 2012.
Otro estudio realizado por la Fundación Amigos de la Naturaleza, Bolivia perdió 1.820.000
hectáreas (has) de bosques por efectos de la deforestación en el periodo 2000 y 2010. Ese
estudio, denominado "Mapa de Deforestación de las Tierras Bajas y Yungas de Bolivia
2000-2005-2010".4
En el caso de los Yungas de La Paz, en el norte paceño, que abarca las poblaciones de
Caranavi, Larecaja e íntegramente la provincia Abel Iturralde, que son lugares en los que la
mayoría de la población se dedican a la tala de la madera, por ser su medio de subsistencia,
"son los lugares donde se deben tener el mayor control del ingreso de los recursos
maderables y no maderables".5
3
Agencia Boliviana de Información: Debido a la ampliación de la frontera agrícola y a la tala ilegal Bolivia
perdió 160 mil hectáreas de bosques en 2012, La Paz, 17 de diciembre de 2012
4
Ibídem.
5
Ibídem.
4
En este contexto la presente investigación permitirá establecer el mecanismo jurídico para
que el Gobierno Autónomo Municipal de Caranavi pueda establecer las normas y reglas
que permitan la viabilidad de proyectos de reforestación en trabajo conjunto con otras
instituciones, en el contexto de sus competencias determinadas por la Ley Marco de
Autonomías y demás leyes que rigen la materia.
Una nueva teoría del derecho, los derechos y la justicia se requiere para que oriente el
quehacer de las acciones humanas; por ello consideramos necesario precisar una
concepción de ambiente y una teoría de la apropiación de la naturaleza que oriente tanto el
concepto de huella ambiental sostenible como la idea de conservación en perspectiva de
derechos, desde las restricciones normativas de carácter ambiental.
La moda de ‘teñirse de verde’ orienta los debates jurídico-políticos actuales para estar a
tono con un estándar ambiental internacional o nacional cada vez más precario, que indica
que una determinada actividad humana que desarrollamos es amigable con el ambiente.
Pero no siempre, esa asociación entre ser verde y realizar una actividad económica es
congruente, responsable o conservacionista del ambiente o de su uso cuidadoso y que
reconoce o protege los derechos ambientales.
6
recursos naturales o elementos o componentes del ambiente, e incluso, los medios
promueven mayores consumos; por lo tanto, mayores presiones al ambiente y a los
ecosistemas, que a su vez, implican seguramente menores consideraciones de cuidado y
conservación, que son el elemento central de la protección tanto de los entornos urbanos y
rurales, es decir, de la protección ambiental.
Pero otra visión, contraria a la anterior, y que existe desde hace mucho tiempo, es aquella
que concibe a la naturaleza o al ambiente como ecosfera, es decir, un todo sistémico,
integral y global donde todos sus diversos elementos o componentes interactúan, se inter-
relacionan (elementos bióticos, abióticos y antrópicos) y donde este último, que identifica
6
Mesa Cuadros, Gregorio. 2001. Ambiente y derechos: tendencias actuales en ética, política y derechos
ambientales. Universidad Carlos III de Madrid, Tesina de doctorado.
7
al ser humano como cultura, usa adecuadamente la naturaleza y sus elementos y contribuye
significativamente a su cuidado y conservación, tanto para otros y otras, como para el
futuro.
7
Tratado Antártico firmado por 12 países quienes tienen derechos plenos y decisorios sobre ese territorio que
siendo formalmente patrimonio de la humanidad, materialmente no lo es.
8
de los Estados donde se encuentran.8 Este fue el debate planteado por los países
amazónicos (liderados por Colombia y Brasil) en 1992 en la Cumbre de Río sobre
ambiente y desarrollo, para hacer frente a la propuesta del patrimonio común,
liderada por las potencias industriales y las organizaciones ecologistas reconocidas
como ‘el ecologismo de los ricos’, que promovían que Amazonia fuera patrimonio
común de la humanidad.
Tal idea podría parecer interesante pero poco pertinente para estos tiempos en que
las grandes empresas transnacionales y los Estados que se autodenominan como del
‘primer mundo’ buscan una figura jurídica de propiedad que les garantice la
apropiación de elementos del ambiente que no son de ellos, siguiendo la figura de
apropiación de Locke (1690) y, que en estos últimos tiempos, tiene que ver con la
diversidad biológica, especialmente escasa en los países ‘desarrollados’.
En la propiedad del ambiente como patrimonio estatal hay múltiples versiones; una
de las más significativas son los bienes de uso público, de los cuales, en el caso
colombiano, hacen parte las islas, islotes, costas, playas, playones, rondas de ríos y
humedales, parques, plazas, calles o puentes; cuya destinación al uso común (y no
privado) es el eje de su forma jurídica, pero que la apropiación privada sigue siendo
su principal amenaza.
3) Una tercera, es la teoría del patrimonio privado, es decir, la figura de la propiedad
privada, que tiene una expresión actual en la forma de propiedad privada individual,
resultado del triunfo del pensamiento burgués individualista que tiene en el Código
Civil napoleónico de 1804 su máxima expresión, al romper con todas las formas
comunitarias, colectivas y públicas previas, consideradas ‘feudales’ y
‘premodernas’ inadecuadas a la idea de libertad del pensamiento de la época. Este
tipo de propiedad privada individual es la forma actual por excelencia, protegida,
promovida y defendida por todas las normas internacionales o nacionales, como el
eje de articulación del acceso, uso y apropiación del ambiente y sus elementos.
4) La cuarta es la teoría del patrimonio colectivo o comunitario, expresado de
manera amplia en los territorios colectivos de pueblos y comunidades étnicas y
tradicionales, tales como, para el caso colombiano, los territorios indígenas
8
El Convenio reafirma que los Estados tienen derechos soberanos sobre sus propios recursos biológicos y que
esos Estados son responsables del uso sostenible y de la conservación de su diversidad biológica.
9
(territorios ancestrales, territorios tradicionales, resguardos y reservas indígenas),
territorios colectivos de afrodescendientes o de raizales, palenqueros o tagangueros,
donde la propiedad radica en cabeza del pueblo o comunidad en su conjunto y no de
cada uno en particular o por separado. Esta forma de propiedad, a su vez, se
presenta de diversas formas jurídicas, usos y costumbres, las cuales van desde
posesiones, usos comunes y colectivos, accesos restringidos y con límites amplios
para acceder a los elementos del ambiente y sus elementos.
5) Una quinta es la teoría de los bienes comunes, es decir, aquellos elementos que por
su especial condición pertenecen a todos y no tiene sentido limitarlo a unos.
Algunos de estos bienes (aire, aguas, semillas), vienen siendo apropiados injusta y
privadamente como lo muestran, en el caso del aire, los cambios climáticos,
resultado de la incorporación de gases generadores de efecto invernadero por
quienes no evitan, previenen, pagan, compensan o mitigan sus actuaciones humanas
y superan los límites normativos y los límites naturales que indica el principio de
sostenibilidad en la expresión de los principios de extracción y emisión sostenibles.
6) La sexta es la teoría de la ausencia de propiedad, en el sentido que nadie es
propietario del ambiente, sino que éste está dispuesto para ser usado o para acceso
de todos los humanos.
7) Una séptima es la teoría de del fideicomiso ambiental, en la cual se indica,
partiendo de la figura del fideicomiso civil, que el ambiente no es propiedad de la
generación actual, quien es solo poseedora o administradora como buena madre o
padre de familia, ya que los realmente propietarios y propietarias son las
generaciones futuras; por ello, la generación actual debe relacionarse con el
ambiente, sus elementos y los seres humanos con sumo cuidado y conservación de
lo que existe, al no poder disponer de lo que no le es propio, sino solo le ha sido
dado en administración o fiducia.
Como se puede evidenciar, dependiendo de la teoría que se privilegie, así se defenderá una
u otra forma de apropiación de la naturaleza, en interés de uno, varios, muchos o todos;
destacándose entre ellas, las figuras de los bienes comunes y el patrimonio colectivo o
comunitario como las formas que propician mayoritariamente la idea de conservación del
ambiente y de sus elementos, al establecer claros límites a las actuaciones humanas en
10
beneficio de todos los que conforman el colectivo, que puede ser no solo el pueblo o la
sociedad actual, sino que incluye las generaciones futuras y no solo de los humanos, sino
también de los no humanos presentes y futuros.
Como quiera que la ‘huella ambiental’ es la medida de los consumos, éstos pueden ser de
dos tipos, los endosomáticos (para satisfacer esencialmente necesidades básicas humanas) y
los exosomáticos (asociados principalmente para satisfacer deseos y preferencias humanas).
La huella, pisada o marca que los seres humanos dejamos en el ambiente en general o de
uno de sus elementos en particular (suelos, aguas marítimas y no marítimas, atmósfera,
subsuelo, bosques, etc.) depende tanto de la teoría de la propiedad que se promueva o
defienda, como de los ‘límites’ o las ‘autorizaciones’ para acceder a esos elementos, ya sea
para apropiarnos de ellos, para conservarlos o para depredarlos o contaminarlos; es decir, a
cada teoría del derecho de propiedad le corresponde una teoría de los derechos y cada teoría
de los derechos está íntimamente relacionada con una teoría de la justicia; por tanto, al
defender una teoría de la propiedad podemos indicar si a esa teoría le corresponde una
teoría de los derechos excluyente, como la teoría liberal de los derechos ó, una incluyente,
como la nueva teoría de los derechos que queremos defender, la teoría de los derechos
ambientales, la cual, a su vez, puede enmarcarse en una ‘teoría de la justicia ambiental’.
Las teorías del derecho, los derechos y la justicia que no establezcan claros límites a la
apropiación de la naturaleza, el ambiente o la ecosfera, son partidarias de la extracción,
depredación o contaminación del ambiente por encima de la conservación y/o preservación
del ambiente o de sus elementos. Las formas económicas, o más preciso, crematísticas
actuales, privilegian la ausencia de límites a las acciones humanas, fundamentando todas
las condiciones de posibilidad de ‘explotar recursos naturales’ en cualquier tiempo y lugar,
sin mayores miramientos por las condiciones ecosistémicas, culturales o ambientales.
De otra parte, las formas actuales del desarrollo han impuesto una serie de prácticas y
conductas humanas basadas en la idea de apropiación ilimitada de los elementos de la
11
naturaleza o el ambiente. Las actividades humanas actuales van por ese camino, ya que a la
fecha, las reglas de contención, uso cuidadoso y responsable con el presente y con el futuro,
han sido eliminadas para que los deseos humanos modernos puedan cumplir al fin su
resultado último: que unos cuantos seres humanos sean los dueños absolutos de la
naturaleza o el ambiente, reducido a meros recursos naturales para ser dispuestos en el
mercado.
Llegado a este punto, es pertinente destacar cuáles son los límites o qué no se puede hacer
en términos ambientales de conservación, habida cuenta que hay límites a las actuaciones
humanas cuando quiera que se pretenda desarrollar un proyecto, obra o actividad desde las
consideraciones de los derechos ambientales.11
Respecto de los derechos ambientales, estos pueden ser conceptualizados como los diversos
límites a las actividades humanas, empezando por las productivas, que desde los principios
ambientales (de prevención, precaución, sostenibilidad, responsabilidad, solidaridad,
incorporación de la dimensión ambiental en la toma de decisiones, fideicomiso ambiental,
entre otros) establecen los estándares y requerimientos para sacar de la naturaleza
9
Leopold, Aldo: Una ética de la tierra. Edición de Jorge Riechmann. Madrid: La Catarata. 19947.
10
López Calera, Nicolás: ¿Hay derechos colectivos? Individualidad y socialidad en la teoría de los derechos.
Barcelona: Ariel, 2000.
11
Mesa Cuadros, Gregorio: Derechos ambientales en perspectiva de integralidad: concepto y fundamentación
de nuevas demandas y resistencias actuales hacia el “Estado ambiental de derecho”. 3.ed. (2.ed. 2010)
Bogotá: Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales - Universidad Nacional de Colombia. 2013.
12
(extracción, exploración, explotación, uso, producción, apropiación, intercambio y
consumo) y devolverle a la naturaleza (emisiones, residuos, desechos y contaminaciones)
se haga en cumplimiento de lo mandado por la Constitución, las leyes ambientales y los
tratados internacionales (bloque de constitucionalidad) para garantizar el derecho al
ambiente sano y los demás derechos ambientales.12
Estos derechos ambientales precisan claros límites al uso, acceso y desecho de los
elementos del ambiente en general (agua, suelo, subsuelo, aire) y los elementos específicos
concretos (biodiversidad, bosques, ríos y quebradas, fauna silvestre, etc.) por parte de
terceros, ya sea el Estado, las empresas (tanto nacionales como transnacionales) o los
particulares; por ello, la garantía del derecho al ambiente sano, no es más que el deber de
respeto, cuidado, responsabilidad y conservación por lo que no es de uno, e incluso, siendo
de uno puede además pertenecer a otros, a muchos o a todos; no solo de la generación
presente sino de las generaciones por venir, ya sea de humanos o de no humanos.
Tales límites están asociados a prácticas sostenibles de uso, producción y consumo que
indican que no todo puede hacer el ser humano, que no todo está permitido. En efecto, en
derecho ambiental se cambia la carga de la prueba y se afirma que la responsabilidad
ambiental nos invita a desarrollar la regla ‘lo que no esté expresamente autorizado, está
prohibido” para superar las visiones del derecho civil del siglo XIX y XX donde se
indicaba que todo lo que no estuviese prohibido estaba autorizado por la ley.
Estos límites de usar, acceder, producir, consumir y desechar con cuidado se tornan más
exigentes cuando hablamos de áreas de especial importancia ambiental, pues convertidos en
ecosistemas esenciales para la vida y su reproducción (la sostenibilidad en concreto),
requieren reglas de mayor exigencia, traducidas especialmente en lo que se conoce ya no
solo como conservación (usar, acceder o tocar con cuidado, es decir, actividades jurídicas
de hacer o aplicación del principio de precaución) sino como preservación (no tocar, no
usar, no acceder, no apropiarse; es decir, aplicar el término jurídico genérico de no hacer;
12
Serrano Moreno, José Luis: Ecología y derecho: Principios de Derecho Ambiental y Ecología Jurídica.
2.ed. Granada: Comares. 1992.
13
en últimas, principio de prevención) que en este caso puede ser aplicación específica del
principio de preservación de ciertos bienes ambientales en la ecosfera para que las
generaciones actuales y futuras de humanos y no humanos puedan ser con dignidad.
Hasta tiempos recientes, la idea de concretar la dignidad humana era el fundamento de los
derechos; en nuestra teoría de los derechos, se requiere una idea y un criterio más amplio,
por ello, defendemos la idea de dignidad ambiental como el principio básico de
organización de lo que denominamos como derechos ambientales.
Los derechos ambientales serán, entonces, el conjunto de todos los derechos a reivindicar,
exigir y defender efectivamente en los tiempos contemporáneos, ya que los derechos son
todos los derechos y no solo unos cuantos derechos; serán tanto los derechos demandados y
conquistados históricamente como todos aquellos nuevos derechos que las nuevas
expresiones de la indignidad ambiental (humana y no humana) exijan consagración
protección y respeto.
Los derechos ambientales, entonces, serán todos los derechos agrupados en dos grandes
bloques, en primer lugar, los derechos humanos ambientales (integrados por el conjunto de
derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales, colectivos y ambientales en
cabeza de los humanos presentes y futuros) y, en segundo lugar, los derechos no humanos
ambientales (como el conjunto de derechos de la naturaleza y los animales) que requieren
especial protección para concretar la dignidad ambiental.13
13
Stone, Christopher D:“¿Los árboles deberían tener legitimidad procesal? Hacia un reconocimiento de los
derechos legales de los objetos naturales” En: Derecho Ambiental y Justicia Social. Bogotá: Siglo del
Hombre, UAndes, Instituto Pensar PUJ, 2009. pág. 135 a 230.
14
basado en principios ambientales), conjuntamente con el fundamento jurídico material
inscrito en la necesidad de superar la indignidad ambiental a partir de la satisfacción de
necesidades básicas de los humanos presentes y futuros y, del ambiente (entendido como
naturaleza o ecosfera) presente y futuro, comenzando por los derechos de la Tierra 14 y los
derechos de los animales grandes simios.
15
Aquí mostramos algunos acontecimientos que impulsan el avance del Derecho Ambiental y
que van creando y modificando conceptos fundamentales:
16
extenso y un plan nuevo para la acción internacional en temas de medio ambiente y
de desarrollo que ayudarían a guiar la cooperación internacional y el desarrollo de
programas en el próximo siglo.
⎯ El Protocolo de Kyoto es un instrumento internacional, consensuado en 1997 y
auspiciado por la ONU, para luchar contra el cambio climático. El objetivo es que
los países industrializados reduzcan en forma gradual sus emisiones de gases de
efecto invernadero (GEI) en promedio un 5,2% en relación al nivel de 1990. Hay
compensaciones financieras para facilitar el cumplimiento de la meta.
Desde el punto de vista del derecho romano, los recursos naturales-la tierra, el agua, los
yacimientos minerales, la flora, la fauna, los recursos panorámicos y el ambiente en sí- son,
en términos generales, “res communi”, es decir, cosas de la comunidad, que pueden ser
empleadas por todos, salvo en cuanto hubieren determinado derechos particulares sobre
pequeñas porciones individuales.
Mientras los usos particulares de los recursos no afectaron en general la naturaleza (por ser
relativamente inidóneos para provocar verdaderos desastres ecológicos), ningún obstáculo
legal o económico impidió el uso y el abuso de tales bienes.
Mientras “el desastre ecológico” no existió, los malos usos de la naturaleza no fueron
advertidos, ni por la técnica ni por la política, ni por el derecho. Y los principios de
propiedad establecidos fueron eficientes para regular el uso de los bienes naturales.
Pero la estructura jurídica empezó a dar síntomas de obsolescencia e inoperancia y las leyes
empezaron a disponer primero normas de uso técnico, que implicaron, antes que nada,
normas morales incorporadas al derecho positivo.
17
3.3.2.3. Espíritu de las normas legales
Así, por ejemplo, el derecho de aguas trae, desde el siglo pasado, principios y
recomendaciones que tienden un uso sustentable del recurso, y tal tipo de normas fue
también instrumentándose en otras regulaciones.
Frente a tal aserto, cabe fijar nuevas pautas. Buscar a su vez que sean justas. Evitar que
deban afrontar el pago de tributos quienes no provocaron el daño. Y, al contrario, garantizar
la justicia de la contribución en quienes lo hubieran provocado.
18
en el siglo XIX con la promulgación de las primeras constituciones y códigos civiles.
Herederas de disposiciones dispersas sobre el uso de los recursos naturales, las piezas
legislativas promulgadas en este período, ajenas a consideraciones ecológicas y,
especialmente, al concepto de derechos ambientales, operaron más como filtro burocrático
para asegurar el control de la oferta ambiental que como mecanismo de administración
pública. Buena parte de ese material legislativo sobrevive como legislación sectorial. Este
periodo alcanzó su clímax en la posguerra, a través del modelo de «desarrollo» propagado
por las instrucciones Breton Woods. La Conferencia sobre el Medio Humano celebrada en
Estocolmo en 1972 inauguró un segundo período en la historia de la normativa ambiental
latinoamericana. En menos de una década se iniciaron proyectos para recuperar y
sistematizar elementos de derecho ambiental esparcidos en multitud de decretos y
reglamentaciones sobre los recursos naturales renovables y no renovables, reunir piezas de
legislación dispersas sobre los recursos naturales, la salud pública, las aguas, los bosques, la
caza, la pesca, el control sanitario y el sistema de parques nacionales. Este proceso condujo,
en algunos casos, a la promulgación de códigos ambientales o marcos normativos de
legislación ambiental. Entre 1974 y 1990 varios países adoptaron una ley marco en asuntos
ambientales.
19
Desarrollo, con cuya publicación en 1987 se inicia el proceso global de interés ambiental a
escala planetaria que concluye cinco años más tarde con la Cumbre de la Tierra en Río de
Janeiro (1992). El tercer periodo en la evolución del derecho ambiental latinoamericano fue
contemporáneo de este proceso de institucionalización política del ideario ambiental que,
en el orden jurídico se ha distinguido, especialmente, por el reconocimiento del derecho a
un ambiente sano y su consagración como derecho fundamental y/o colectivo en las
constituciones de la mayoría de los países de la región. Entre los diferentes países del
continente no existe uniformidad en cuanto al grado de desarrollo de sus instrumentos
legales y de política ambiental. Esta diferencia se extiende a todos los estratos de la
jerarquía normativa y a las múltiples materias reguladas, y la consolidación de algunos de
sus muchos aspectos, como la adopción de una ley nacional del ambiente por el Estado
respectivo, o el nivel de participación ciudadana en la gestión ambiental, pueden ser
indicadores para determinar la madurez o desarrollo del sistema jurídico ambiental en un
país dado.
La adopción de una ley orgánica o ley marco ambiental es un prerrequisito para garantizar
la existencia de un sistema jurídico coherente de política y gestión ambiental y en este
sentido las diferencias se han disipado en la última década, pues 17 de los 20 países de la
región cuentan con una ley marco ambiental, y aquellos que aún no la poseen están
comprometidos en su formulación. Esto ha llevado a Raúl Brañes a considerar que el
balance del derecho ambiental en la región es alentador. En este orden de ideas el paso más
significativo ha sido la consolidación en la década de los noventa de la tendencia a elevar
los principios ambientales a rango constitucional. En las constituciones de los países
latinoamericanos se encuentran, en primer lugar, preceptos que consagran el dominio
público y la propiedad del Estado sobre el ambiente y los recursos naturales del país; en
segundo lugar, principios de política ambiental y, finalmente, aquellos que reconocen el
derecho al ambiente como derecho fundamental, colectivo o social, así como principios de
equidad intergeneracional y «derechos de la naturaleza». Otro avance significativo ha sido
la consagración de instrumentos y remedios legales de justicia constitucional para
garantizar los derechos humanos que han estimulado la democratización del acceso a la
justicia como vías efectivas y eficientes para garantizar la protección de los derechos
fundamentales. Respecto a las tarifas legales de responsabilidad daños ambientales, la
20
tendencia es hacia el establecimiento de la responsabilidad objetiva y la presunción de
responsabilidad asociada a actividades peligrosas o de riesgo ambiental. La ampliación de
los mecanismos de control y la definición precisa de sanciones administrativas y medidas
preventivas es un rasgo sobresaliente de la administración ambiental. La normativa penal
ecológica se viene perfilando como un campo especializado del derecho penal y la política
criminal en medio ambiente es un tema significativo en la agenda académica.
El campo de los recursos genéticos constituye por sí mismo uno de los mayores desafíos
que deberá enfrentar el derecho ambiental en el inmediato futuro, especialmente respecto a
la amenaza que representa la manipulación genética sin límites éticos y legales para la
biodiversidad y la integridad del ambiente. En este sentido será necesario avanzar hacia una
armonización regional del marco legal de la bioseguridad.
a) Biodiversidad
Biodiversidad o diversidad biológica es, según el Convenio Internacional sobre la
Diversidad Biológica, el término por el que se hace referencia a la amplia variedad
de seres vivos sobre la Tierra y los patrones naturales que la conforman, resultado
de miles de millones de años de evolución según procesos naturales y también de la
influencia creciente de las actividades del ser humano. La biodiversidad comprende
igualmente la variedad de ecosistemas y las diferencias genéticas dentro de cada
especie que permiten la combinación de múltiples formas de vida, y cuyas mutuas
interacciones con el resto del entorno fundamentan el sustento de la vida sobre el
planeta.
21
b) Daño
Lesión, detrimento o menoscabo, causado a una persona, en su integridad física,
reputación o bienes.15
c) Impacto Ambiental
El impacto ambiental es el efecto que produce la actividad humana sobre el medio
ambiente. El concepto puede extenderse a los efectos de un fenómeno natural
catastrófico. Técnicamente, es la alteración de la línea de base ambiental.
d) Derecho ambiental
El derecho ambiental es el conjunto de normas que regulan las relaciones de
derecho público y privado, tendientes a preservar el medio ambiente libre de
contaminación, o mejorarlo en caso de estar afectado.
e) Deforestación
La deforestación o tala de árboles es un proceso provocado generalmente por la
acción humana, en el que se destruye la superficie forestal. Está directamente
causada por la acción del hombre sobre la naturaleza, principalmente debido a las
talas o quemas realizadas por la industria maderera, así como por la obtención de
suelo para la agricultura, minería y ganadería.
f) Derechos de la madre tierra
La Madre Tierra es el sistema viviente dinámico conformado por la comunidad
indivisible de todos los sistemas de vida y los seres vivos, interrelacionados,
interdependientes y complementarios, que comparten un destino común.
La Madre Tierra es considerada sagrada, desde las cosmovisiones de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos.
g) Medioambiente
Se entiende por medio ambiente a todo lo que rodea a un ser vivo. Entorno que
afecta y condiciona especialmente las circunstancias de vida de las personas o de la
sociedad en su conjunto. Comprende el conjunto de valores naturales, sociales y
culturales existentes en un lugar y en un momento determinado, que influyen en la
vida del ser humano y en las generaciones venideras. Es decir, no se trata sólo del
espacio en el que se desarrolla la vida, sino que también comprende seres vivos,
15
Manuel Ossorio: DICC. DE CIENCIAS JURÍDICAS POLÍTICAS Y SOCIALES, Editorial: HELIASTA,
Argentina, 2002.
22
objetos, agua, suelo, aire y las relaciones entre ellos, así como elementos tan
intangibles como la cultura.
h) Propuesta jurídica
Ofrecimiento o invitación para hacer una cosa determinada. Oferta, proposición.
Idea o proyecto sobre un asunto jurídico que se presenta ante una o varias personas
que tienen autoridad para aprobarlo o rechazarlo.
i) Reforestación
La reforestación es una operación en el ámbito de la silvicultura destinada a
repoblar zonas que en el pasado histórico reciente (se suelen contabilizar 50 años)
estaban cubiertas de bosques que han sido eliminados por diversos motivos, como
pueden ser:
o Explotación de la madera para fines industriales y/o para consumo como
plantas.
o Ampliación de la frontera agrícola o ganadera.
o Ampliación de áreas rurales.
o Incendios forestales (intencionales, accidentales o naturales).
Por extensión se llama también reforestación, aunque sería más correcto el término
forestación, a la plantación más o menos masiva de árboles, en áreas donde estos no
existieron, por lo menos en tiempos históricos recientes (igualmente, unos 50 años).
Conjunto de técnicas que se necesitan aplicar para crear una masa forestal, formada
por especies leñosas.
Artículo 13.
I. Los derechos reconocidos por esta Constitución son inviolables, universales,
interdependientes, indivisibles y progresivos. El Estado tiene el deber de
promoverlos, protegerlos y respetarlos.
II. Los derechos que proclama esta Constitución no serán entendidos como negación
de otros derechos no enunciados.
23
III. La clasificación de los derechos establecida en esta Constitución no determina
jerarquía alguna ni superioridad de unos derechos sobre otros.
IV. Los tratados y convenios internacionales ratificados por la Asamblea Legislativa
Plurinacional, que reconocen los derechos humanos y que prohíben su limitación en
los Estados de Excepción prevalecen en el orden interno. Los derechos y deberes
consagrados en esta Constitución se interpretarán de conformidad con los Tratados
internacionales de derechos humanos ratificados por Bolivia.
Artículo 14.
III. El Estado garantiza a todas las personas y colectividades, sin discriminación alguna,
el libre y eficaz ejercicio de los derechos establecidos en esta Constitución, las leyes
y los tratados internacionales de derechos humanos.
Articulo 30
10. A vivir en un medio ambiente sano, con manejo y aprovechamiento adecuado de los
ecosistemas.
Artículo 33. Las personas tienen derecho a un medio ambiente saludable, protegido y
equilibrado. El ejercicio de este derecho debe permitir a los individuos y colectividades de
las presentes y futuras generaciones, además de otros seres vivos, desarrollarse de manera
normal y permanente.
Artículo 302.
I. Son competencias exclusivas de los gobiernos municipales autónomos, en su
jurisdicción:
5. Preservar, conservar y contribuir a la protección del medio ambiente y recursos
naturales, fauna silvestre y animales domésticos
24
Artículo 386. Los bosques naturales y los suelos forestales son de carácter estratégico para
el desarrollo del pueblo boliviano. El Estado reconocerá derechos de aprovechamiento
forestal a favor de comunidades y operadores particulares. Asimismo promoverá las
actividades de conservación y aprovechamiento sustentable, la generación de valor
agregado a sus productos, la rehabilitación y reforestación de áreas degradadas.
3.5.2. Ley Nº. 1333, Ley del Medio Ambiente de 27 de Abril de 1992.
Artículo 1º.- La presente Ley tiene por objeto la protección y conservación del medio
ambiente y los recursos naturales, regulando las acciones del hombre con relación a la
naturaleza y promoviendo el desarrollo sostenible con la finalidad de mejorar la calidad de
vida de la población.
Artículo 17º.- Es deber del Estado y la sociedad, garantizar el derecho que tiene toda
persona y ser viviente a disfrutar de un ambiente sano y agradable en el desarrollo y
ejercicio de sus actividades.
Artículo 32º.- Es deber del Estado y la sociedad preservar, conservar, restaurar y promover
el aprovechamiento de los recursos naturales renovables, entendidos para los fines de esta
Ley, como recursos bióticos, flora y fauna, y los abióticos como el agua, aire y suelo con
una dinámica propia que les permite renovarse en el tiempo.
Artículo 46º.- Los bosques naturales y tierras forestales son de dominio originario del
Estado, su manejo y uso debe ser sostenible. La autoridad competente establecida por Ley
especial, en coordinación con sus organismos departamentales descentralizados, normará el
manejo integral y el uso sostenible de los recursos del bosque para los fines de su
conservación, producción, industrialización y comercialización, así como también y en
25
coordinación con los organismos competentes, la preservación de otros recursos naturales
que forman parte de su ecosistema y del medio ambiente en general.
26
La Madre Tierra es considerada sagrada, desde las cosmovisiones de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos.
27
Artículo 9. (DEBERES DE LAS PERSONAS) Son deberes de las personas naturales y
jurídicas, públicas o privadas:
a) Defender y respetar los derechos de la Madre Tierra.
El mapa da cuenta de que en la década 2000-2010 se deforestaron 195 mil hectáreas por
año. En el quinquenio 2000-2005, el registro fue de 194 mil hectáreas, y entre 2005-2010
llegó a 205 mil hectáreas por año. Según la norma, se establece que una hectárea de terreno
equivale a 10 mil metros cuadrados.
Ya que actualmente la mayor parte de la deforestación de los yungas de La Paz fue ubicada
en áreas previamente colonizada en la zona montañosa, especialmente en los Municipios de
Caranavi (28%), Guanay (20%) y Palo Blancos (11%),17 y el resto del país con solamente
57% de la deforestación en las planicies de Rurrenabaque, San Buenaventura y Yucumo.18
Es decir de los yungas de La Paz, Caranavi cuenta con mayor extensión de deforestación, y
que estas áreas constituyen los pulmones del occidente boliviano.
16
Conservation Internacional Foundation y Fundación Amigos del Museo Noel Kempff Mercado: Estudio de
Deforestación en los Yungas a través de imágenes de satélite, agosto de 2007.
17
Timothy J. Killeen, Teddy M. Siles, Liliana Soria, Lisete Correa: Estratificación de Vegetación y Cambio
de Uso de Suelo en Los Yungas y El Alto Beni de La Paz, 2011.
18
Timothy J. Killeen, Teddy M. Siles, Liliana Soria, Lisete Correa: Estratificación de Vegetación y Cambio
de Uso de Suelo en Los Yungas y El Alto Beni de La Paz, 2011.
28
Partiendo de lo expuesto es necesario plantearse las siguiente problemática:
5. OBJETIVOS
⎯ Proponer una Ley Municipal que permita la aplicación de políticas municipales para
la reforestación en el Municipio de Caranavi, que garantice el equilibrio del medio
ambiente y los derechos de la madre tierra.
29
6. ESTRATEGIA METODOLÓGICA
Implica separación mental o material del objeto de investigación en sus partes integrantes
para descubrir los elementos esenciales nuevos que los conforman; es el proceso de
conocimiento que se inicia por la identificación de cada una de las partes que caracterizan
una realidad.
Se utilizara este método ya que se realizara el análisis de las Leyes, normas y convenios,
que rigen la materia.
30
6.2. TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN.
31
DESARROLLO DEL
DIAGNOSTICO DEL TEMA
CAPITULO I
1. ANTECEDENTES DE LA DEFORESTACIÓN
1.1. ANTIGÜEDAD
Hace unos ocho mil años, los seres humanos empezaron a talar bosques en cantidades
pequeñas pero significativas, aunque para ello sólo dispusieran de hachas de sílex.19
En los seis mil años que van desde la prehistoria hasta el comienzo de la era histórica, hace
unos dos mil años, el hombre fue mejorando sus herramientas para trabajar la tierra
disponiendo de hachas y arados en la Edad del Bronce y luego en la Edad del Hierro, así
como de bueyes y caballos domesticados que tiraban de los arados. Estos avances hicieron
que la agricultura fuera ganando tierras al bosque, que fue talado allí donde ésta se
desarrolló.
Hace dos mil años, en China, India, el sur y el oeste de Europa y el Magreb mediterráneo,
así como en las tierras bajas de Centroamérica y las tierras altas de Perú se empleaban
prácticas agrícolas sofisticadas (cultivos diversificados, plantaciones múltiples y cría de
ganado). Todas esas regiones son naturalmente boscosas, y la agricultura a gran escala
exigió talar esos árboles.20
19
Ruddiman, Wiliam F.: Los tres jinetes del cambio climático Edit: Turner Noema, pag. 135
20
Ibídem, pág. 137
33
En el año 1089, Guillermo el Conquistador ordenó realizar el estudio Domesday, un estudio
de sus nuevos dominios (Inglaterra). Este estudio demostró que se había deforestado el 85%
de los campos, así como el 90% de la tierra cultivable (de altitud inferior a los mil
metros).4 Siete siglos antes de la era industrial, Gran Bretaña estaba totalmente deforestada
y muchos de los bosques que quedaban estaban protegidos en calidad de reservas de caza
para la realeza y la nobleza.
El primer censo fiable de China data de la dinastía Han, hace cerca de dos mil años y por
entonces el país tenía 57 millones de habitantes, con una densidad que triplicaba la de
Inglaterra en el momento del estudio Domesday lo que implicaba que tanto China como
India e Indonesia, zonas densamente pobladas estaban deforestadas ya hace dos mil años.
Las islas del Caribe, como también partes de México y Centroamérica, contaban con una
gran riqueza forestal, la cual estaba compuesta de maderas como caoba y palo maría, entre
otras. Con la llegada de los españoles a América comenzó la explotación de estos bosques,
para la construcción y la extracción de productos químicos tintóreos, como también su
utilización como combustibles. Ante un peligroso incremento del consumo, la Monarquía
Española promulgó leyes para regular el aprovechamiento de los bosques y no
comprometer al ambiente.21
Ante el poderío británico en los mares, los reyes Felipe V, Fernando VI y Carlos III
incentivaron la creación de astilleros en algunas ciudades americanas, como La Habana,
Campeche, Guayaquil, El Realejo, Nicoya, Panamá, El Callao y Coatzacoalcos, con el
objetivo de recuperar el poderío naval que se había perdido. Ante esta situación, se produjo
una gran demanda de madera para la construcción de estos barcos.22
21
JORDÁN REYES, Miguel; GARCÍA, Ángel; MARTÍN, Rodrigo: «La deforestación de la isla de Cuba durante la dominación española
(1492-1898)» España, 2006.
22
Ibídem.
34
1.4. ACTUALIDAD
Una tercera parte del total de la tierra está cubierta por bosques, lo que representa cerca de
4 000 000 000 (cuatro mil millones) de hectáreas. Hay 10 países que concentran dos tercios
de este patrimonio forestal: Australia, Brasil, Canadá, China, la República Democrática del
Congo, India, Indonesia, Perú, la Federación Rusa y los EE. UU. 23 Estos han sido
explotados desde hace años para la obtención de madera, frutos, sustancias producidas por
diferentes especies o para asentamientos de población humana, ganadería y agricultura.
En las selvas del Amazonas, por ejemplo, el gobierno brasileño ha alentado un crecimiento
rápido en las últimas décadas. Se construyó una supercarretera en las regiones con mayor
densidad de bosques, en el corazón del país, y promovió asentamientos humanos y
urbanizaciones en ellas.
En los países más desarrollados se producen otras agresiones, como la lluvia ácida, que
comprometen la supervivencia de los bosques, situación que se pretende controlar mediante
la exigencia de requisitos de calidad para los combustibles, como la limitación del
contenido de azufre.
En los países menos desarrollados las masas boscosas se reducen año tras año, mientras que
en los países industrializados se están recuperando debido a las presiones sociales,
reconvirtiéndose los bosques en atractivos turísticos y lugares de esparcimiento.
Mientras que la tala de árboles de la pluviselva tropical ha atraído más atención, los
bosques secos tropicales se están perdiendo en una tasa sustancialmente mayor, sobre todo
23
FAO: Situación de los bosques del mundo 2009(FAO), Francia, 2009. Pág. 12.
35
como resultado de las técnicas utilizadas de tala y quema para ser reemplazadas por
cultivos. La pérdida de biodiversidad se correlaciona generalmente con la tala de árboles.
Esta región contiene el 22% de la superficie forestal mundial. En ella se encuentra la mayor
masa continua de bosque pluvial tropical del mundo: la cuenca del Amazonas.
En los últimos dos decenios, algunos países han concedido la propiedad legal de los
bosques a las comunidades indígenas, por ejemplo, Perú, 6400 millones de hectáreas;
Bolivia, 1200 millones de hectáreas; Brasil 10300 millones de hectáreas; Colombia, 27
millones de hectáreas; Ecuador, 4,5 millones de hectáreas y Guyana, 1,4 millones de
hectáreas de tierra, comprendidos los bosques. Si bien la propiedad confiere a las
comunidades derechos firmes de uso sostenible de los recursos forestales, los conflictos
sobre la propiedad, en ocasiones violentos, y la falta de aplicación de las normas y los
reglamentos han permitido la ocupación y la explotación maderera ilegales en extensas
áreas de estos bosques.
Todos los países de América del Sur registraron una pérdida neta en la superficie forestal
entre 2000 y 2005, excepto Chile y Uruguay, que presentaban tendencias positivas debido a
programas de plantación industrial a gran escala. Los nuevos bosques plantados para usos
industriales, en particular en Argentina, Uruguay y, posiblemente, Colombia, podrían
36
contrarrestar la desaparición de bosques naturales, pero no en términos ecológicos. En Caso
de los países integrados en la Región Norte de América Latina como lo son Ecuador,
Colombia y Venezuela las políticas de protección de áreas forestales no son del todo
radicales persistiendo la deforestación de la zona dramatizando el equilibrio ecológico y
climático de América del Sur, lo que compromete íntimamente la repercusión a nivel
global. (Expuesto Acuerdo Caracas FAO 2010)24
No obstante, en términos porcentuales, América Central presenta una de las mayores tasas
de desaparición forestal del mundo en relación con el resto de las regiones, más del 1 %
anual en el período entre 2000 y 2005.25
24
Costa Esparza, Francisco, expositor asamblea FAO-ONU Caracas Venezuela Octubre 2010 (Representante de la FAO para la Región
Norte de América Latina)
25
FAO: Situación de los bosques del mundo 2009(FAO), Francia, 2009. Pág. 12.
37
1.6. DEFORESTACIÓN EN BOLIVIA
Bolivia tiene una superficie de 105 millones de hectáreas (que equivalen al 1.098.000 de
kilómetros cuadrados de su superficie). En 1975, la superficie boscosa de Bolivia era de 53
millones de hectáreas, equivalente al 50,4% del territorio boliviano. En 2010 la superficie
boscosa de Bolivia se habría reducido a 46 millones de hectáreas, equivalente al 43,8% de
la superficie de Bolivia. Aproximadamente 8 millones de hectáreas, o sea el 6,6% del
territorio boliviano, fue deforestado en los últimos 35 años.27
Otro elemento muy preocupante es la tala selectiva de especies preciadas como el cedro.
Esta práctica ha conducido a la extinción de especies como la mara y el roble casi en la
mayoría de los bosques de Bolivia donde eran nativas. Este tipo de especies son preciadas
por su dureza y consistencia y son empleadas en la fabricación de muebles. El tiempo de
crecimiento hasta su madurez de esas especies es de 25 a 35 años. A la deforestación se
suman luego la expansión agrícola, desde pequeñas parcelas para producción de
campesinos, hasta extensos territorios dedicados a monocultivos de oleaginosas; y la
26
Lopez, Alfredo: La deforestación de bosques en Bolivia en los últimos 35 años equivale al 6,6% de su territorio, La Paz – Bolivia,
2012.
27
Ibídem.
38
expansión ganadera, con lo cual esos territorios ya no se podrán recuperar para la
reforestación.
28
EOS Project Science Office: «Tierras Bajas, Deforestation, Bolivia». Earth Observatory. EOS Project Science Office. NASA Goddard
Space Flight Center. 2011.
39
CAPITULO II
2. DERECHO AMBIENTAL DESDE LA PERSPECTIVA JURÍDICA
El derecho Ambiental como rama del Derecho, reposa sobre una serie de principios
jurídicos que encuentran su fundamento en la auto conservación del medio ambiente y que
están dotados de autonomía propia. El derecho ambiental vinculado siempre con una
política ambiental que lo condiciona, reconoce como objeto propio la determinación
permanente del ambiente deseado.
Un distintivo sui generis del paradigma ambiental es que reconoce como sujeto a la
naturaleza, que es un bien colectivo, lo define como escaso o en situación de peligro y está
dispuesto a protegerlo limitando los derechos individuales.29 Este bien colectivo no
pertenece ni al Estado ni a los particulares en forma exclusiva, y tiene como características:
su indivisibilidad, uso común sustentable (que LORENZETTI denomina “tragedia de los
comunes”, por la ausencia de incentivos individuales para protegerlos y evitar su sobreuso),
todos los individuos tienen derecho a usarlos, y por lo tanto no pueden ser excluidos, tiene
reconocimiento legal, está calificado objetivamente (el individuo no puede identificar su
parte porque no le pertenece), existe legitimación para obrar difusa o colectivamente,
procede la tutela preventiva y se ubica en la esfera social.
El concepto de ambiente ha sido centro de un debate constante con el fin de establecer cuál
es su objeto de protección, conforme al nuevo paradigma ambiental. Originalmente se
entendía por ambiente sólo sus elementos naturales: agua, suelo, aire, flora y fauna.
Posteriormente se incorporaron los bienes culturales como el patrimonio histórico.
Actualmente se incluye también la problemática social.
29
LORENZETTI, Ricardo Luis, Teoría del derecho ambiental, México, Porrúa, 2008, pág. 195.
40
En ese sentido, vale diferenciar el derecho a un ambiente adecuado, que es un derecho
subjetivo de las personas, con la tutela del ambiente como bien colectivo. La primera es una
idea antropocéntrica y previa al paradigma ambiental, porque mira la totalidad desde el
sujeto; la segunda es una noción geocéntrica, concentrada en el bien colectivo y típica del
ambientalismo.
Ahora bien, advertidos de la relevancia del paradigma ambiental, toca conocer el impacto
que éste ha tenido sobre el derecho. La construcción del paradigma ambiental genera
cambios en las conductas sociales a través del derecho, para hacerlo compatible con el
sistema ecológico. Esto implica, necesariamente, que la ley incorpore valores y principios,
no sólo fije procedimientos, pero además, que procure resultados y que no se agote en el
establecimiento del supuesto jurídico sino que se extienda hasta la fase de la
implementación de la norma jurídica.
Por otra parte, en la frontera del conocimiento jurídico ambiental, han hecho su esperada
aparición conceptos cuyo objeto es atajar la incertidumbre y los riesgos ambientales.
LORENZETTI nos ofrece un concienzudo análisis al problematizar lo relativo a los
principios de prevención y precaución,30 nociones bisoñas del paradigma ambiental, que
tienen como propósito precisamente regular la incertidumbre y dar una respuesta jurídica a
la natural aversión al riesgo y el rechazo al peligro de parte de las personas. Para llegar a
este punto, ha sido determinante la convicción generalizada acerca de las limitaciones de la
ciencia para dar respuesta a los crecientes problemas ambientales, lo cual obliga a ser
proactivos antes que reactivos a tales problemas; anticipar los riesgos antes que reaccionar
una vez que éstos produzcan daños graves o irreversibles. Con todo y la lógica explicable
de estos principios, plantea algunos eventos y actitudes manipuladoras del miedo social,
admitiendo que es la eficaz implementación de la normativa ambiental lo que permitirá
pasar de una mera declaración políticamente correcta a una solución jurídicamente viable.
30
Ibídem, pág. 176.
41
Sin embargo, la aplicación efectiva de la norma a través de una estrategia que sólo se base
en la sanción está destinada al fracaso, debido a la propia naturaleza de los bienes
ambientales, ya que hay bienes ambientales que no son renovables, como el clima, las
especies en extinción, entre otros. Y es precisamente aquí donde radica la fuerza y la
explicable irrupción de los principios de prevención y precaución, cuya diferencia, expresa
Lorenzetti, consiste en que el primero se actúa frente a una amenaza, pero, si no se prueba
esta certidumbre, no se actúa. En cambio en la precaución, se toman medidas aun frente a
una amenaza incierta.
De tal modo que, tomando en cuenta la dificultad para monetizar los bienes ambientales, la
reparación de los daños ambientales son inapropiados y es priorizable la prevención, la que
opera con base en la previsibilidad, pero el principio precautorio va más allá, se anticipa
aún sin bases comprobables de certidumbre.
42
crean marcas verdes, bonos ambiental es, y otros instrumentos que inciden sobre el orden
de preferencias económicas de los habitantes.
Por cuanto hace al cumplimiento forzado (Enforcement), éste aplica cuando las conductas
no se ajustan a la normatividad y son medidas de fuerza, en el ámbito administrativo, civil o
penal, que se adoptan después de la violación de la ley. En este aspecto, surge la misma
objeción relativa al carácter irreversible que presentan muchos micro bienes ambientales,
por lo que no es la vía más deseable, e incluso se considera subsidiaria o complementaria,
pero sin sustituirla.
En tercer lugar, la situación (Deterrence) examina las sanciones con un incentivo para las
conductas futuras, mientras que el cumplimiento forzado se aplica a quien ya violó la ley.
Una sentencia judicial puede fijar una condena, pero al mismo tiempo darle una modalidad
que permita prevenir futuras violaciones similares.
El énfasis preventivo constituye uno de los caracteres por rasgos peculiares del derecho
ambiental.31 Aunque “se apoya a la postre en un dispositivo sancionador”, sin embargo “sus
31
PARELLADA, Carlos A. “Los principios de responsabilidad civil por daño ambiental en Argentina”, p. 243, en Responsabilidad por
Daños al Medio Ambiente, Universidad de Externado de Colombia, 2000
43
objetivos son fundamentalmente preventivos”, porque la coacción a “posteriori” resulta
ineficaz, puesto que muchos de esos daños ambientales, de producirse, son irreversibles. De
manera que “la represión podrá tener una trascendencia moral, pero difícilmente
compensará graves daños, quizá irreparables”. Por ello, se recomienda la adopción de
estrategias previsoras, respecto al medio ambiente, en etapas precoces del proceso
potencialmente dañoso.32
Lo primero y lo más idóneo es la prevención del daño al medio ambiente, para evitar su
consumación;33 máxime teniendo en cuenta que se trata de un bien “no monetizable”, es
decir, no traducible en indemnizaciones y difícil de volver al estado anterior del daño.34 Es
“la regla de oro de la lucha por la defensa del medio ambiente”. 35 La tutela civil preventiva,
que encuentra fundamento en el mismo texto constitucional,36 tiene sustento axiológico,
cultural y, a la vez, económico en tanto coadyuva a la eficiencia.37
Esta finalidad con soporte en el derecho de la responsabilidad civil por daños, se refuerza,
desde nuestra especialidad, con la regla constitucional, que consagra junto al derecho
ambiental el deber de preservarlo.38
Ello ha constituido una constante preocupación de todos los que se han ocupado de la
temática, existiendo hoy entre nosotros una clara conciencia sobre la necesidad de la tutela
preventiva.39 En ese sentido, la necesidad de implementar soluciones de urgencia en
general, ha sido objeto de importantes estudios desde el atalaya del derecho procesal.40
32
MARTÍN MATEO, Ramón: “Tratado de Derecho Ambiental”, vol. I, Trivium Editorial, 1991, p. 93
33
TRIGO REPRESAS, Félix A. “Responsabilidad por daño ambiental”, Jurisprudencia Argentina, 1999- IV, 1180. CARRANZA, Jorge
“Aproximación interdisciplinaria a la responsabilidad por daño ambiental”, Jurisprudencia Argentina, 1989-IV, 703.
34
LORENZETTI, Ricardo L., “Reglas de conflictos entre propiedad y medio ambiente”, Revista Jurídica Argentina La Ley, 1998-A,
1025, n. II. 3.
35
BESALÚ PARKINSON, Aurora: “Daño Ambiental: Aspectos relevantes de la responsabilidad”, p. 59.
36
LEONARDI DE HERBÓN, Hebe M., “La regla naeminem laedere en el derecho constitucional”, p. 89
37
BESALÚ PARKINSON, Aurora: “Daño Ambiental: aspectos relevantes de la responsabilidad”, p. 60.
38
MORELLO, Augusto M.- CAFFERATTA, Néstor A., “Las industrias, la tutela del ambiente y la Corte Suprema”, Jurisprudencia
Argentina, 2001-III, p. 309.
39
Ibidem.
40
VERGARA, Leandro: “La prevención en el derecho de la responsabilidad civil”, RRCyS, año V, Nº VI, noviembre- diciembre 2003, p.
14
44
Además, hace tiempo que la doctrina civilista argentina descubrió la función preventiva del
derecho de daños.41
Así, se ha dicho que42 “en nuestros días, el recurso a mecanismos judiciales directamente
preventivos - inhibitorios, queda crecientemente justificado. Las técnicas indemnizatorias,
de pura reintegración patrimonial, no son por si solas suficientes para suplir la ausencia de
controles directos sobre la actividad dañosa, destinados a detener en forma inmediata sus
efectos nocivos. De allí que la prevención es función que no escapa al campo de la acción
de la justicia civil, que puede actuar moldeando una efectiva suplencia respecto de los
poderes de control de la Administración que se revelan insuficientes”.
También se ha dicho que “un ancho cauce para la solidaridad y la cobertura de riesgos en
un sociedad dinámica y triturante, busca ansiosa prevenir más que reparar, bregando por un
acceso a la justicia eficaz, no tanto para responder al pensamiento clásico de la sentencia de
condena que enjugara un resarcimiento hacia atrás sino evitar un daño hacia adelante”.45
41
PEYRANO, Jorge W. “La acción preventiva”, Lexis Nexis Abeledo- Perrot, 2004.
42
HIGHTON, Elena I.: “Reparación y prevención del daño al medio ambiente ¿Conviene dañar? ¿Hay derecho a dañar?”, Derecho de
daños, Segunda Parte, Ediciones La Rocca, p. 833
43
MORELLO, Augusto M – STIGLITZ, Gabriel A.: “Responsabilidad Civil y prevención de daños. Los intereses difusos y el
compromiso social de la justicia”, Revista Jurídica Argentina, 1987-D, p. 364.
44
VAZQUEZ FERREIRA, Roberto A.: “Responsabilidad por daños (elementos)”, p. 235, Depalma, 1993,
45
CARRANZA, Jorge: “Aproximación interdisciplinaria a la responsabilidad por daño ambiental”, Jurisprudencia Argentina, 1989- IV,
701.
45
LORENZETTI señala que “la responsabilidad civil actual ha reformulado sus finalidades:
ya no es sólo resarcitoria, sino también preventiva. La evolución se ha basado en la
mudanza de una serie de paradigmas: “de responsabilidad como deuda a la responsabilidad
como crédito a la indemnización”; “del daño a la propiedad” al “daño a la persona”, “del
daño individual al daño colectivo”.46
Atilio A. ALTERINI, Oscar ÁMEAL, Roberto M. LÓPEZ CABANA 47 enseñan que “no
obstante que el deber de no dañar a otro tiene carácter principal, también involucra el
principio de prevención, según el cual “los daños deben ser evitados, tanto deriven de actos
lícitos como de infracciones contractuales (SANTOS BRIZ). De allí que, en el moderno
Derecho de Daños, sobresalga la política legislativa encaminada al desarrollo de sistemas
para prevenir los daños y se autoricen mecanismos jurisdiccionales de anticipación de ellos,
esto es de tutela preventiva, dirigidos a impedir “la realización posible del daño” (DE
CUPIS). Se procura, de tal modo, una solución ex ante (evitar el daño) en vez de confinar el
remedio a una solución ex post (la indemnización). Se trata del “restablecimiento del
adversario a la situación que era suya antes que el golpe de fuerza haya sido perpetrado
puesto que, si la Justicia debiera permanecer impasible ante la inminencia de un daño, o de
su agravación, “ello importaría tanto como crear el derecho de perjudicar”.
46
LORENZETTI, Ricardo L.: “Fundamento constitucional de la reparación de los daños”, nota especial para Revista Jurídica Argentina
La Ley.
47
ALTERINI, Atilio A.- ÁMEAL, Oscar J.- LÖPEZ CABANA, Roberto M.: “Derecho de Obligaciones”, 716 bis, p. 306, Abeledo-
Perrot, 1996.
48
GHERSI, Carlos- STIGLITZ, Gabriel A.- PARELLADA, Carlos: “Responsabilidad Civil” / 9, p. 508, reimpresión, Hammurabi.
46
cuya tutela “ya no puede transitar preventivamente nada más que en el derecho
administrativo”.
49
ZAVALA de GONZALEZ, Matilde, “La tutela inhibitoria contra daños”, RRyS, p. 1, año 1, Nª 1, enero- febrero de 1999.
47
Roberto ANDORNO,50 señala que “en el marco de la reflexión acerca del principio de
precaución, resulta pertinente acudir a la noción clásica de prudencia y, sobre todo, a la
prudencia política, porque en el fondo, de lo que se trata con este principio es de la puesta
en práctica de esta virtud”.
50
DWORKIN, Ronald: “Los derechos en serio”, traducido del inglés por Marta Guastavino, p. 72 y ss
51
SABELLI, Héctor E., en un excelente artículo: “Excepciones a la pesificación, emergencia y principios jurídicos”, enero 29 de 2003 –
JA 2003-I, fascículo n. 5.
52
RABBI- BALDI CABANILLAS, Renato: “El derecho natural como núcleo de racionalidad de la realidad jurídica”, en Rabbi- Baldi
Cabanillas, Renato (coord.), “Las razones del derecho natural”, 2000, Ed. Ábaco, p. 33 y 34.
53
ZAMPAIO FERRAZ JR, Tercio: “O justo es o belo”, ponencia presentada en las XIV Jornadas Argentinas de Filosofía, jurídica y
Social, Mar del Plata, Octubre 2000.
48
irresponsable ante prácticas o productos que pueden resultar gravemente nocivos
para la salud pública o el medio ambiente”.54
En ese sentido, los detractores del principio estiman que, como máximo, la precaución
podría considerarse como un objetivo de carácter general, una directriz para el desarrollo de
una política; pero que sería excesivo consagrarlos como un principio jurídico
fundamental.55
El autor teme que “esta refundación” de la responsabilidad por culpa, tenga por corolario, a
término, la exclusión de la responsabilidad objetiva. Este temor es injustificado: La
reconstrucción del derecho de la responsabilidad debe operarse distinguiendo la necesaria
garantía de las víctimas de daños corporales y la sanción, fuera de ese ámbito, de
verdaderos comportamientos culposos. Admitir el principio de precaución como un
fundamento nuevo conduciría a serios trastornos, ¡una responsabilidad sin víctima, sin
perjuicio y sin indemnización! (MAZZEAU).58 Aunque no suscita desconfianza en sí,
contiene “los gérmenes de litigios por venir fundados sobre una cuestión inédita para los
decisores tanto públicos como privados”: “Cómo ha administrado Usted la incertidumbre”
(BRUN, Ph.).59
54
ANDORNO, Roberto: “Pautas para una correcta aplicación del principio precautorio”, número especial, “Bioética”, bajo la
coordinación de Pedro F. HOOFT, Jurisprudencia Argentina, 2003- III, fascículo n. 4, p. 29.
55
DURAN MEDINA, Valentina – URBINA BENAVIDEZ, Cecilia: “Regulación de la contaminación electromagnética en Chile a la luz
de los principios precautorio y de acceso a la información ambiental”, p. 273
56
LE TOURNEAU, Philippe : « Reflexiones panorámicas sobre la responsabilidad civil » en el magnífico “Tratado de la
Responsabilidad Civil”, Tomo IV, de TRIGO REPRESAS, Félix A. LÓPEZ MESA, Marcelo J., p. 901 y ss.
57
MARTÍN, G. “Précaution et évolution du droit », en Dalloz, 1995, sec. Chronicle, p. 299, espec. II, 1º.
58
MAZEAUD, D., “Responsabilité civile et précaution”, « La responsabilité civile à l´aube du XXI
siècle », en Resp. civ. et assur, junio de 2001, nº 19 y ss.
59
BRUN, Ph., “Rapport Introductif”, dans « La responsabilité civile à l´aube du XXI siècle », en Resp.
civ. et assur, junio de 2001, Nº 34.
49
2.2. CONSIDERACIÓN DEL DERECHO AMBIENTAL DESDE LA TEORÍA
DEL DERECHO
Desde varias décadas atrás crece la preocupación de las personas por proteger el medio que
nos rodea. La naturaleza, y por ende la humanidad, deben su existencia a un delicado
equilibrio, que debe preservarse a toda costa. La capacidad del hombre para alterar el
funcionamiento de la biósfera y de los ecosistemas60 pone en riesgo la propia subsistencia
humana.
Las reglas fundamentales de todo ecosistema establecen que, “todos los ecosistemas
tienden hacia la estabilidad” y “cuanto más diverso y complejo es un ecosistema, mayor
estabilidad posee”.63 La preservación de la biodiversidad aporta a la estabilidad del
60
La biosfera comprende la parte del mundo en la que existe vida –entre la capa de tierra que cubre la corteza de nuestro planeta y la
atmósfera–, y es el sitio en el cuál se realizan los procesos físicos y químicos imprescindibles para la vida, mediante el relacionamiento
de los elementos orgánicos e inertes. El ecosistema consiste en una comunidad determinada de organismos vegetales y animales que se
asientan en un espacio geográficamente delimitado, y que es posible definirla en razón de sus componentes ambientales.
61
MATEO Ramón Martín, Tratado de Derecho Ambiental, Trivium, Madrid, 1991.
62
PEREIRO de GRIGARAVICIUS María Delia, Daño Ambiental en el medio ambiente urbano, La Ley, Buenos Aires, 2001, pag. 2, y
su referencia a las palabras environment, environnement y umwelt., en los idiomas inglés, francés y alemán respectivamente.
63
BOTASSI Carlos Alfredo, Derecho Administrativo Ambiental, LEP, La Plata, 1997, pág. 9.
50
ecosistema. La agricultura intensiva, por ejemplo, cambia radicalmente el equilibrio del
medio ambiente al decrecer las variedades de especies vegetales y animales.
Es seguramente positiva la concienciación social sobre los problemas del medio ambiente,
pero existe el riesgo de que ello no pase de ser una simple moda transitoria que oculte el
auténtico tramado de responsabilidades e intereses en juego.64
64
MATEO Ramón Martín, Tratado de Derecho Ambiental, Trivium, Madrid, 1991. Pág. 34.
65
La protección del medio ambiente pone obstáculos al desarrollo de las actividades contaminantes o de riesgo, que exigen mayores
inversiones, y produce desigualdades en el mercado globalizado de bienes y servicios. Tiene mayores efectos sobre los países más
pobres, sea limitando su desarrollo económico u obligándolos a la radicación de tales actividades.
66
CIURO CALDANI Miguel Ángel; Una perspectiva bioética: Vida y globalización. Bioética y Bioderecho, n° 1, Fundación para las
Investigaciones Jurídicas, Rosario, 1996. Si bien la globalización espacial se inscribe en el proceso de mundialización que se inició en la
Edad Moderna, y tiene una de sus manifestaciones más importantes en el Descubrimiento y la conquista de América, aunque en el estilo
moderno porque, más allá de su proyección utilitaria, tuvo una amplia referencia otros valores como la santidad y el poder.
51
Por ello, todo lo relativo a los grandes dilemas ambientales como el tipo de civilización por
el que debe optarse, la canalización de recursos al tercer mundo, la alternativa entre
consumo y calidad de vida, pertenece al campo axiológico.67
Una vez alcanzados elevados niveles de prosperidad material se está, sin duda, en
excelentes condiciones para renunciar a consumos adicionales y superfluos en aras de una
mejor calidad de vida. Son las naciones más desarrolladas, y dentro de ellas los sectores
que detentan las mayores rentas, quiénes sugieren más fervorosamente las propuestas de
limitación del crecimiento. Pero cuando lo que está en juego es la propia supervivencia,
como ocurre con en sectores desfavorecidos con amplias carencias con mayor frecuencia en
los países del tercer mundo, se rechaza con aspereza la proposición de congelar el
crecimiento a niveles de pobreza y pauperización.68
No existe acuerdo en la doctrina acerca de qué debe entenderse por ambiente 69 a los efectos
de su protección jurídica. No obstante ello, las distintas posiciones existentes pueden
reducirse a tres tesis: la restringida, la intermedia y la tesis amplia.
La primera postula que el medio ambiente se encuentra compuesto por los recursos
naturales agua y aire,70 como vehículos básicos de transmisión, soporte y factores
esenciales para la existencia del hombre sobre la tierra. Esta idea que hoy nos parece
insuficiente en cuanto a la tutela que puede brindar, fue una de las primeras en surgir y lo
hizo teniendo en cuenta aquellos recursos naturales que demandaban protección más
urgente.
67
MATEO Ramón Martín, Tratado de Derecho Ambiental, Trivium, Madrid, 1991. Pág. 34.
68
Ibidem, pág. 63.
69
Utilizaremos los términos “ambiental”, “ambiente”, “medioambiente” y “medioambiental” como sinónimos, aunque cabe advertir que
se ha cuestionado la expresión Derecho del medio ambiente, como redundante. Ver MATEO Ramón Martín, ob. cit. pag. 80..
70
MATEO Ramón Martín, ob. cit. pag. 80 y ss. Cabe señalar que luego varia su posición en T.III pag. 21 a partir de su utilización por
Naciones Unidas y las Declaraciones de la Conferencia de Rio 92.
52
Sin embargo, es importante advertir que esta concepción restringida previene respecto a la
posible inoperancia de un derecho que procure, acumulativamente, preservar el entorno
natural, cultural y social del hombre.
Con posterioridad el estudio del ambiente dio lugar al nacimiento de la de-nominada tesis
intermedia, que ensanchó el concepto de ambiente a todo el ambiente biológico dentro del
cual se desarrollan los seres vivos, lo que incluye no solo aire y agua, sino también la flora
y la fauna.
A partir de ello se generalizó la tesis amplia acerca del contenido del ambiente, la cual
postula que el mismo es todo aquello que rodea al hombre, agregando al ambiente natural
(aire, agua, flora, fauna, suelo) –ya considerado por la tesis intermedia– el ambiente
artificial. Dentro de este ambiente artificial se distingue el construido por el hombre
(edificios, carreteras, fábricas), del ambiente social (sistemas políticos, culturales,
económicos, sociales).
53
Pensamos que se trata de la emersión de una nueva rama del Derecho, que se encontraba
eclipsada por las ramas tradicionales.
Adoptamos una concepción tridimensional del Derecho, inspirada en la Teoría Trialista del
mundo jurídico,71 que reconoce dentro del campo de lo jurídico los hechos, las normas y los
valores. El integrativismo trialista,72 propone construir un objeto jurídico dotado de
complejidad pura que se compone de repartos de potencia e impotencia –dimensión
sociológica–, captados normativamente –dimensión normológica– y valorados por un plexo
axiológico que culmina en la justicia –dimensión dikelógica–.
71
La Teoría trialista del Mundo Jurídico –o integrativismo trialista– ha sido desarrollada por Werner GOLDSCHMIDT en su obra
“Introducción Filosófica al Derecho”, y enriquecida por los aportes efectuados por Miguel Ángel Ciuro Caldani, entre otros.
72
La teoría trialista del mundo jurídico se menciona en adelante, como trialismo o integrativismo trialisa o tridimensionalista
54
El trialismo sostiene que la Justicia es el valor más alto en el Derecho; que el Derecho está
al servicio de la plenitud de la vida humana; y fija una meta como principio supremo de
justicia, que consiste en asegurar a cada ser humano una esfera de libertad dentro de la cuál
sea capaz de desarrollar su personalidad, de convertirse de individuo en persona.73
Para el trialismo las ramas jurídicas constituyen un sistema de reglas y principios propios.
Se identifican por tener soluciones y métodos particulares para adecuarse a especiales
requerimientos de justicia, respecto de la realidad social y las normas. 74 Cada una de las
ramas jurídicas tiene una vinculación especial con otros valores –además de la justicia–,
como la salud, la utilidad, la verdad, la belleza, el amor, etcétera.
En la edad moderna la ciencia del Derecho realizó grandes esfuerzos por delimitar las
ramas jurídicas. En la posmodernidad, que se caracteriza por un debilitamiento de la razón
abstracta y una crisis del sujeto, las ramas jurídicas tradicionales están en crisis.
Por ello emergen nuevas ramas como el Derecho de la Salud, el Bioderecho, el Derecho de
la Economía, el Derecho de la Ciencia, el Derecho del Arte, el Derecho de la Educación, el
Derecho de Menores, el Derecho de la Ancianidad, etcétera.
Deben existir ramas jurídicas que relean las necesidades humanas. Estos enfoques son
legítimos en tanto enriquezcan –y no nieguen– la profundidad que se ha alcanzado en la
comprensión de las ramas tradicionales.
Las perspectivas del conjunto del mundo jurídico y sus partes se enriquecen
recíprocamente. En mayor o menor medida, cada rama manifiesta la totalidad del Derecho.
73
Podríamos considerar que este principio está de cierto modo positivizado, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos
(1948), que en su artículo 22 expresa: “Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la... satisfacción de los derechos
económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad”.
74
LAPENTA, Eduardo Víctor y GIOSA, Laura María: “El Derecho de la Universidad. Crisis y reconocimiento de las ramas jurídicas”,
Revista Investigación y Docencia, nº 38, 2005, Rosario, Fundación para las Investigaciones Científicas, P. 61.
55
2.2.4. Derecho Ambiental
Acorde lo hasta aquí expuesto, creemos que la tesis amplia de ambiente es la que mejor se
adecua a las actuales exigencias de tutela. La referencia al ambiente en sentido amplio
otorga grandes ventajas a las distintas disciplinas científicas, en especial al momento de
comenzar a abordar su estudio. Máxime si se tiene en cuenta que lo ambiental no se vincula
exclusivamente con el Derecho, sino también con la Economía, la Salud, el Arte, la
Cultura, etc.
Posiblemente la protección del patrimonio cultural emerja en el futuro como una nueva
rama jurídica, con caracteres propios. No cabe duda que existen bienes culturales,
materiales e inmateriales,75 cuya preservación reviste importancia análoga a la de la
naturaleza, en orden a mantener las condiciones de vida actuales para la humanidad. Pero
estimamos que los instrumentos jurídicos para su protección son distintos.76
Dentro del mundo jurídico, consideramos al Derecho Ambiental como una rama del mismo,
que se caracteriza por la exigencia de especiales requerimientos de justicia respecto de la
realidad social y las normas que abarca.
El mundo jurídico es creado por y para el hombre. El complejo axiológico del mundo
jurídico se constituye con la Justicia y el resto de los valores con los que ésta tiene que
vincularse. El valor absoluto depende de la disciplina, así como para el Derecho es la
justicia: para la Economía es la utilidad; para la Medicina es la salud; para el Arte, la
belleza; para la Ciencia, la verdad; para la Religión, la santidad, etcétera. Todos ellos
confluyen en el valor más alto para el hombre, la humanidad.77
75
Aunque aún no existan instrumentos aptos para borrar conceptos de la humanidad (la rueda, por ejemplo) es evidente que el Derecho
debería protegerlos. De modo análogo se dijo en el pasado que el Derecho Penal debía proteger la privacidad en el pensamiento, aunque
no existieran aún medios técnicos para leer el pensamiento de otras personas, lo que hoy prácticamente ya existe con mapeos cerebrales.
76
La delimitación de cuáles bienes proteger con énfasis diverso de la normativa ordinaria, y de que modo hacerlo, resulta especialmente
difícil. No se trata de bienes de difícil re-posición, sino tal vez de bienes con valor artístico o cultural. Pero, ¿cómo saber cuáles no lo
son? ¿con qué criterios?
77
Según el trialismo, la humanidad es el deber ser cabal de nuestro ser.
56
De allí que, creemos, el Derecho Ambiental no puede tener otra finalidad que la proteger al
hombre actual y las generaciones futuras, para lo cual preserva el ambiente entendido como
un conjunto de condiciones naturales y culturales necesarias para satisfacer sus
necesidades, permitiéndole acceder al substracto que posibilita la esfera de libertad en la
que pueda convertirse en persona.
78
Por ejemplo, el virus variola, responsable de las epidemias de viruela, fue erradicado del mundo mediante la vacunación.
79
Por ejemplo, el DDT o Dicloro-difenil-tricloroetano (ClC6H4)2CH(CCl3) es un compuesto organoclorado principal de los insecticidas.
En el siglo XX fue utilizado con intensidad como insecticida y hay científicos que lo consideran un método eficaz contra la malaria –
afirman que gracias a ella la malaria desapareció de Europa–, pero tras una fortísima campaña que alegaba que éste compuesto se
acumulaba en las cadenas tróficas, y ante el peligro de contaminación de los alimentos, se prohibió tal uso. A raíz de ello, la Agencia de
Protección Medioambiental de EE.UU. (EPA) prohibiría el DDT en 1972, lo que desencadenó un desabastecimiento en el Tercer Mundo,
agravado por el hecho de que numerosas ayudas se condicionan a que esos países dejen de usar el insecticida, y las drogas alternativas –
con patente en vigencia– son muy costosas. Incluso circula una cifra presunta de 50 millones de personas muertas a raíz de la prohibición.
El 15 de setiembre de 2006 la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que el insecticida volverá a ser parte de su programa
para erradicar la malaria (fuente: Wikipedia). El ejemplo muestra la complejidad del problema, y sus diversas facetas.
80
CIURO CALDANI, Miguel Ángel. “El Derecho, la Temporalidad y la Transtemporalidad” Anuario. n° 3 de la Facultad de Derecho y
Ciencias Sociales de Rosario, Rosario, 1981.
81
CHAUMET Mario Eugenio, “Los hechos y la complejidad de la decisión judicial”, 2007.
57
El carácter interdisciplinario de la problemática ambiental, vincula al Derecho Ambiental
con otras ciencias y se nutre de sus principios. Se trata de una nueva rama interdisciplinaria
del mundo jurídico. Sus contenidos llevan a una modificación de las regulaciones jurídicas
de las distintas relaciones humanas, tanto en el Derecho Público como en el Privado.
El Derecho Ambiental tutela intereses comunes, y ello lo coloca en íntima relación con el
Derecho Público –Administrativo especialmente–, aunque en su aspecto preventivo y
reparador de daños, se aproxima al Derecho Privado. Por otra parte, su vocación
redistributiva lo vincula con el aspecto económico del Derecho, y su carácter supranacional
compromete principios del Derecho Internacional.
El Derecho Ambiental está ganando autonomía material dentro del conjunto del Derecho.
Asimismo, ha comenzado a contar con normas específicas en la materia que permitirían
hablar de cierta autonomía legislativa.82 En lo referente a la autonomía académica y
científica, se está incorporando al Derecho Ambiental como asignatura obligatoria o
electiva, en muchos planes de estudio de la carrera de Abogacía, lo que es acompañado por
la actividad de investigación y la publicación de obras sobre la temática. Algunos ya
abogan por una autonomía jurisdiccional, destacando la importancia de un Fuero
Ambiental.83
Al igual que otras ramas jurídicas que hemos mencionado, el Derecho Ambiental se
caracteriza por desenvolverse como una rama transversal, puesto que atraviesa las ramas
tradicionales, como el Derecho constitucional, penal, administrativo, internacional público,
civil, comercial, laboral, internacional privado, procesal, etc. Ello obedece a la
transversalidad de la temática especial Normalmente se ha vinculado a la autonomía
legislativa con la presencia de Códigos en las respectivas ramas. Sin embargo la
58
codificación experimenta actualmente una crisis, especialmente por su tendencia a
petrificar el Derecho frente la velocidad del cambio en la realidad social. De allí que
consideremos que el Derecho Ambiental tiene autonomía legislativa a partir de sus normas
específicas.
El Derecho Ambiental es una nueva rama del fenómeno jurídico que n viene a reemplazar a
las ramas tradicionales del mismo, sino que se relaciona interactúa con ellas.
Pero es necesario advertir que las exigencias del Derecho Ambiental no pueden quedar
reducidas solo a los enfoques relativamente superficiales y compartimentalizados que
pueden darles el Derecho Administrativo, el Derecho Civil, etc.84
Las nuevas ramas jurídicas suelen estructurarse a partir de los requerimientos especiales de
justicia que exhibe un sujeto jurídicamente débil.85 Así, el Derecho de la Ancianidad
interviene transversalmente cuando la edad de la persona impide, en el plano axiológico, la
aplicación de soluciones propias de otras ramas jurídicas.86 Si la condición de ancianidad
no resulta significativa para la solución del caso, perdura la aplicación de la rama jurídica
tradicional.
84
CIURO CALDANI Miguel Ángel. Filosofía de las Ramas del Mundo Jurídico, Investigación y Docencia n° 27, p. 68, Rosario,
Fundación para las Investigaciones Jurídicas, 1996.
85
Esa debilidad jurídica puede obedecer a situaciones fácticas –imposibilidad de ejercer su derecho, etc.– o la insuficiencia de la solución
prevista en la rama tradicional para asegurar una decisión justa (y permitirle su personalización).
86
Se ha dicho así que, el recupero de los fondos atrapados en el “corralito” constituye confiscación, si los años necesarios para percibir
los bonos ofrecidos a cambio, superan la expectativa de vida del peticionante.
59
En el Derecho Ambiental el débil jurídico considerado es más extenso. Todos los seres
humanos actuales, e incluso los de las generaciones futuras, lo son, porque se protege su
hábitat natural y cultural. Esto se traduce en términos de legitimación para actuar
administrativa o judicialmente.
La paradoja que plantea el Derecho Ambiental, es que toda actividad del hombre está
inmersa en la naturaleza y tiene efectos sobre ella. Entonces, ¿el Derecho Ambiental debe
regular todo? A su vez, por efecto de la superpoblación, aún la actuación más simple de la
persona humana, provoca grave deterioro al medio ambiente.87
Podemos advertir que existen dos niveles de situaciones en las cuáles se reclama la
actuación del Derecho Ambiental:
⎯ Cuando existe un episodio cuya gravedad reside en la inmediatez con que puede
afectar al hombre.88 Es un supuesto de daño que podríamos considerar directo, en
relación al sujeto humano. En consecuencia, es irrelevante la extensión del
problema, porque basta la afectación a una persona o una familia. Este tipo de casos
aparece previsto desde ataño en las normas tuitivas de la salud pública, incluso en
algunos casos como conductas penalmente tipificadas.
⎯ Cuando existe un episodio cuya gravedad reside en la extensión con que se afecta la
naturaleza, de lo cual se prevé un daño indirecto al hombre.89 Aquí estamos frente a
87
Cortar la rama de un árbol es una conducta del hombre integrada en la naturaleza, pero deja de serlo cuando lo repiten miles de
millones de personas. De allí que muchas veces se prohíba mirar porque la naturaleza no tiene capacidad para reponerse del mero tránsito
de tantas personas.
88
Por ejemplo, la pérdida de un transformador conteniendo elevada concentración de PCB, u otra sustancia presuntamente cancerígena.
89
Por ejemplo, la pérdida de petróleo en el mar, alejado de zona urbana.
60
un daño que podríamos considerar indirecto. La regulación de estos casos es
relativamente nueva, y obedece al proceso de construcción del Derecho Ambiental.
Estos niveles de situaciones, que no son excluyentes, nos brindan una pauta para la
delimitación del objeto del Derecho Ambiental. Podríamos sostener que el episodio de
afectación leve a la naturaleza, que no conlleva riesgo directo a persona humana alguna,
estaría fuera de su consideración. La caracterización del episodio como leve o grave,90 es
una construcción cultural e histórica que se vincula con la realidad social de cada región.
Para comprenderlas hay que reconocer sus elementos: quién reparte, quién recibe –se
beneficia o perjudica–, qué es lo que se reparte, cuáles son los caminos previos para llegar
al reparto y las razones del mismo –móviles, alega-das y sociales–.
Las distribuciones provenientes de influencia humana difusa son muy importantes en esta
rama del derecho. Adviértase que la adjudicación de impotencia proveniente de una
distribución humana difusa puede ser la contractara de la inacción del Estado, que omitió el
reparto de potencia consistente en hacer cesar el deterioro del ambiente.
90
La eliminación del aceite usado de los motores mediante vuelco en la tierra, o de las “pilas” con los residuos domiciliarios, es una
práctica usual en muchos lugares de nuestro país, y constituye una contaminación grave en los países ambientalmente más avanzados.
61
El repartidor es igualmente recipiendario, gravado o beneficiado, por su propia decisión.
Usualmente será gravado y beneficiado, en distintas formas e intensidades. La decisión del
empresario o del gobernante estará signada por esta valoración.
Con respecto al objeto del reparto en el Derecho Ambiental se lo vincula con una idea de
irreparabilidad que, sin bien no es ajena a otras ramas del Derecho,92 difícilmente pueda
tener en estas un afectado análogo, porque lo es toda la población de una región o del
mundo. Ello se evidencia en la importancia que ha cobrado el llamado principio
precautorio, en cuanto tiende a que el Derecho sea más preventivo de daños –aún de los
eventuales– que reparador de los mismos.
Los repartos autoritarios provienen de las decisiones del Estado. Cabe advertir, empero, que
la debilidad del Estado y su progresiva incapacidad para imponer por su sola voluntad lo
91
Si bien las normas ponen a cargo del empresario abonar las remuneraciones o indemnizaciones, el límite será capacidad patrimonial
para afrontarlas.
92
Por ejemplo, la muerte y la necesidad de tomar un equivalente indemnizatorio.
62
que considera interés público, alientan el creciente protagonismo de la sociedad civil –
ONGs–, y también lo obliga a buscar colaboración con los privados.
El trialismo distingue tres tipos de razones diferenciando los móviles de los repartidores, las
razones que alegan y las razones que atribuye la sociedad al reparto cuando lo considera
valioso.
Con especial énfasis cabe señalar en el Derecho Ambiental que, la conducción repartidora
no es omnipotente, y tropieza con límites necesarios, impuestos por la naturaleza de las
cosas. Pueden ser físicos, psíquicos, lógicos, axiológicos, sociopolíticos y
socioeconómicos. Tanto impiden el reparto formalizado, como disuaden al conductor de
intentarlo.
Los límites determinan que un reparto sea exitoso o frustrado. El trialismo construye su
concepción del Derecho pegada a la vida. De nada sirven las normas ambientales si luego
no se aplican. Como la contaminación y degradación del ambiente afecta a todos, cabe
93
CIURO CALDANI Miguel Ángel. Notas de la disertación de apertura: Eclipse y emersión de las ramas jurídicas, en Boletín del Centro
de Investigaciones de Filosofía Jurídica y Filosofía Social, nº 21, P. 91.
63
presumir que la autoridad no lo impide porque tiene límites en su actuación o porque
valorar beneficios –públicos o privados– en otros aspectos. De allí la importancia de la
motivación de las decisiones, porque allí se expresan las razones.
El sistema capitalista, las reglas del mercado, la preeminencia del valor utilidad, establecen
los mayores límites a las posibilidades de preservación ambiental.
64
La fidelidad, la exactitud y la adecuación son las grandes líneas de relación entre las
normas y la realidad social.94
En el ámbito interno, los Estados dictaron normas de presupuestos mínimos que conceden
una tutela ambiental uniforme o común para todo el territorio nacional, y tienen por objeto
imponer condiciones necesarias para asegurar la protección ambiental.
Cada ley de presupuestos mínimos debe prever las condiciones necesarias para garantizar la
dinámica de los sistemas ecológicos, mantener su capacidad de carga y, en general,
asegurar la preservación ambiental y el desarrollo sustentable”. Con-tiene aspectos básicos
y comunes para todo el territorio nacional y, por tanto, operativos y eficaces en todas las
provincias y municipios.
Siempre es necesario saltar de las fuentes formales –leyes, reglamentos– a la realidad para
apreciar si las normas son fieles, exactas y adecuadas. Si la norma se dicta para aparentar,
pero no para ser cumplida, el trialismo la de-nomina fuente espectáculo.
94
CIURO CALDANI Miguel Ángel; “La conjetura del funcionamiento de las normas ju-rídicas. Metodología Jurídica”, ob cit. pag. 66.
65
Para que el reparto proyectado en la norma llegue a ser reparto realizado, se requiere el
funcionamiento de la norma. El funcionamiento incluye tareas diversamente necesarias de
reconocimiento, interpretación, determinación, elaboración, aplicación, argumentación y
síntesis.95
Existe cierta confusión normativa en la materia, lo que determina que, dentro del
funcionamiento normativo, cobre fundamental importancia la tarea interpretativa y la de
elaboración de normas –en caso de carencia–.
El conjunto normativo constituye más bien una yuxtaposición de normas, que un sistema
normativo. Creemos que, en la medida que esta materia ad-quiera desarrollo científico,
podrá adquirir una mayor sistematización, la cual no necesariamente deberá culminar en
una codificación. Hay que tener presente que la disciplina ambiental es dinámica y
cambiante, por lo cual, su regulación mediante codificación podría resultar perjudicial, toda
vez que ésta tiende a “estatizar –petrificar” el Derecho.
Hemos dicho que esta dimensión permite diferenciar las vertientes de su consideración
formal y material, que dan lugar respectivamente a la axiología dikelógica y la axiosofía
dikelógica. La primera es más generalizable para cualquier contenido de justicia.
95
CIURO CALDANI Miguel Ángel; La conjetura del funcionamiento de las normas jurí-dicas. Metodología Jurídica, ob cit. pag. 70.
96
CIURO CALDANI Miguel Ángel; “La conjetura del funcionamiento de las normas jurídicas. Metodología Jurídica”, ob cit. pag. 78.
97
Pantonomía (pan = todo; nomos = ley que lo gobierna).
66
omnipotentes, por lo que necesariamente habremos de fraccionar a una dimensión humana,
recortando los hechos y adoptando decisiones posibles.
Los criterios generales de orientación del valor nos permiten actuar sin analizar
detenidamente cada conducta cotidiana.98 Simplifican la tarea, pero pueden inducirnos a
error cuando son falsos o no adecuados al caso. Los estándares internacionales permiten
orientar si una actividad afecta el ambiente, pero –como toda conceptualización– pueden no
corresponder con la realidad social y los valores predominantes en esa sociedad. Apartarse
del criterio general orientador tiene a veces cierto sentido de crisis, se vive algún grado de
confusión o inseguridad.
Las enseñanzas sobre clases de justicia,99 o sea los modos para pensar ese valor, aportan
categorías conceptuales que facilitan la comprensión y decisión de los casos. La justicia
98
Por ejemplo, el operador ambiental considera razonable que la empresa habilitada siga operando.
99
CIURO CALDANI Miguel Ángel; La conjetura del funcionamiento de las normas jurí-dicas. Metodología Jurídica, ob cit. pag. 80;
Metodología Dikelógica, ob cit. pag. 28.
67
general ocupa un lugar destacado toda vez que, conforme lo hasta aquí expuesto, la
protección del medio ambiente tiende a la realización del bien común, beneficiando a toda
la humanidad, y muy especialmente a las generaciones futuras.
En relación con la autonomía, los repartidores están legitimados de maneras diversas. Nos
interesa la infraautonomía, que se desenvuelve mediante el acuerdo de la mayoría, como
ocurre en la democracia. En otro sentido, en principio menos relevante, se legitima la
68
aristocracia por su superioridad moral, científica o técnica.100 En materia ambiental puede
existir una fuerte tensión entre adoptar criterios más científicos (aristocráticos) o más
políticos (consensos).
Los objetos repartideros son aquellos que merecen ser repartidos. Por ejemplo, ¿sería justo
o injusto contaminar en aras del desarrollo productivo?
La forma justa del reparto ha de asegurar la audiencia de los interesados. Pero es muy
difícil asegurar la real audiencia de todos los afectados.
Para ser justo el reparto con referencia a las razones, ha de contar con un discurso de
adecuada fundamentación. Este criterio de justicia se recepta al considerar la motivación de
las decisiones ambientales como un elemento esencial para su validez.
El régimen justo ha de tomar a cada individuo como un fin y no como un medio, es decir,
debe ser humanista y no totalitario. El humanismo ha de ser preferentemente abstencionista,
dejando a cada individuo decidir la fórmula de su personalización y llevar a cabo su
realización. Sin embargo, en casos excepcionales cuando el abstencionismo no es viable
puede ser legítimamente intervencionista –paternalista–.101 El desborde del humanismo
abstencionista puede conducir a un totalitarismo en el que el individuo toma a los demás
como medios.102
100
Por ejemplo, en la salud pública, es muy extendida la legitimación aristocrática, en tanto se consulta al especialista, y muestran un
ejemplo restringido de los procedimientos democráticos.
101
CIURO CALDANI Miguel Ángel; “Metodología Dikelógica”, ob cit. pag. 25.
102
Las actividades productivas en tanto afectan el medio ambiente, consideran al otro como medio, o directamente como “inexistentes”.
69
La especial exigencia de justicia que se persigue a través de la disciplina jurídica ambiental
es la protección del Medio que nos rodea, por cuyo intermedio, a su vez, aspiramos a la
realización del valor más trascendente para el hombre, que es el de humanidad.
El régimen, para ser justo, debe amparar al individuo contra las amenazas de los demás
individuos y de todo “lo demás” (enfermedad, miseria, ignorancia, soledad, etcétera). 103 El
Derecho Ambiental cumple un rol esencial, particularmente desde una concepción amplia,
para asegurar las condiciones básicas de la vida en el mundo.
El complejo axiológico se constituye con la Justicia y el resto de los valores con los que
esta tiene que vincularse en el Derecho. En razón de que el complejo axiológico es
dinámico, el Derecho Ambiental nos permite encontrarnos con relaciones entre diversos
valores. Así, observamos una relación de coadyuvancia por integración entre el citado valor
Humanidad, la Justicia –valor absoluto del Derecho–104 y la Salud –valor absoluto de la
Medicina–, ya que el derecho a la vida y a la salud configuran un presupuesto indiscutible
del derecho a vivir en un medio ambiente que garantice condiciones mínimas para el
desenvolvimiento del ser humano en situación de dignidad. El derecho a vivir en un medio
ambiente sano se entiende como una ampliación de la esfera de la personalidad humana.
Vivimos en un mundo en el que predominan las leyes de mercado y la cultura del consumo,
trastocando en gran medida los valores sustanciales para la convivencia y supervivencia de
la especie humana. En este sentido, podemos apreciar una fuerte presencia de la Utilidad –
valor absoluto de la Economía–, claramente predominante en los tiempos actuales.
Creemos que hay una relación de oposición ilegítima, donde la Utilidad se arroga el
material estimativo de la Justicia y la Salud. La utilidad intenta ocupar ilegítimamente el
lugar de éstos otros valores absolutos, por ejemplo en los supuestos de las instalaciones
103
CIURO CALDANI Miguel Ángel; Metodología Dikelógica, ob cit. pag. 26.
104
Nos referimos a los términos “valores absolutos” en el sentido de los valores más altos o supremos de las diversas disciplinas, pero no
en el sentido de universales y eternos.
70
industriales que producen altos niveles de contaminación que afectan incluso a
urbanizaciones enteras.
Por el contrario, en un sentido que podemos considerar legítimo, el valor utilidad ha dado
lugar al surgimiento de la noción de desarrollo sustentable, que procura incorporar la
protección del medio ambiente en el desarrollo económico. Toda acción que tienda al
desarrollo económico debe realizarse dentro de parámetros previamente establecidos con el
fin de procurar la no afectación del ambiente. Se observa la necesidad de cierta
planificación – realizadora del valor previsibilidad–, en el sentido de poder prever las
consecuencias futuras de las acciones que se adopten hoy respecto de la Tierra, en beneficio
o en perjuicio de quienes nos sucederán.
Por otra parte, se vislumbra una relación de coadyuvancia por contribución cuando los
valores absolutos humanidad, justicia y salud se relacionan con los valores relativos
previsibilidad y orden, a los efectos de procurar la efectiva protección del medio que
habitamos.
La Teoría General del Derecho incluye, tanto lo común como lo que abarca a todas las
ramas del Derecho, entendidas éstas como áreas jurídicas con características sociológicas,
normológicas y axiológicas compartidas que adquieren rasgos especiales
interrelacionados.105
105
CIURO CALDANI Miguel Ángel. Lecciones de Teoría General del Derecho. Revista Investigación y Docencia, nº 32, Rosario,
Fundaciones para las Investigaciones Científicas, 1999, p. 37.
71
El Derecho es uno solo. Se trata de un todo jurídico en el cual sus ramas no son
compartimentos estancos, sino que están en constante relación entre sí. La comprensión del
fenómeno jurídico desde la teoría general del mismo nos otorga grandes ventajas, dado que
nos permite conocer al Derecho en su conjunto, a la vez que nos permite mejorar nuestro
entendimiento acerca de de-terminada problemática, al analizar la misma desde las diversas
disciplinas jurídicas.
106
Sandoval Terán, Areli y Guzmán Vergara, Olga: Derecho a un medioambiente sano, DECA Equipo Pueblo, A.C., IMP.: Impretei, S.A.
de C.V., México, D.F., diciembre de 2010.
72
CAPITULO III
3. IMPORTANCIA DE LOS RECURSOS FORESTALES PARA EL
MEDIOAMBIENTE COMO POLÍTICA AMBIENTAL DEL
MUNICIPIO DE CARANAVI
Los recursos son los bienes o las materias primas que tienen utilidad en función de algún
objetivo. El concepto también se refiere a aquello que es necesario para la subsistencia.
Forestal, por su parte, es el adjetivo que refiere a lo que está vinculado a un bosque y a la
extracción o explotación de sus árboles, plantas, etc.
Un recurso forestal, por lo tanto, es aquello que se obtiene de los bosques y que permite
satisfacer alguna necesidad humana, ya sea de manera directa o indirecta. A partir de los
recursos forestales pueden generarse diferentes productos.
Los árboles son recursos forestales: su explotación permite producir papel, conseguir
madera y obtener alimentos, por citar algunas posibilidades. Es importante tener en cuenta
que estos recursos forestales no sólo son relevantes para la economía y la industria: también
son vitales para el medio ambiente ya que absorben dióxido de carbono y regulan el
clima.107
Esta importancia de los recursos forestales hace que la sobreexplotación sea muy negativa
para la humanidad. Cuando se talan árboles a un ritmo muy acelerado, la superficie forestal
disminuye. En otras palabras: grandes hectáreas de bosques dejan de existir. Esto perjudica
a diversos sectores industriales pero, sobre todas las cosas, al planeta en general por las
consecuencias ecológicas.
107
Fournier Origgi, Luis: Recursos naturales, , Edit. universidad estatal a distancia, San José (Costa
Rica), 1983.
73
La explotación de los recursos forestales debe realizarse de manera controlada y
compensada por una reforestación que garantice la supervivencia de los bosques. Así los
recursos forestales se mantienen como recursos renovables, que no se agotan ya que se
regeneran de manera veloz y efectiva.
Los bosques tienen un papel muy importante en el equilibrio a nivel mundial. Primero es la
fuente de oxígeno y sin oxígeno, no podemos vivir. Segundo, la preservación de los
bosques es necesaria por sus valores sociales y espirituales, incluyendo el hábitat
tradicional de indígenas originarios campesinos y moradores de los bosques de las
comunidades locales, tercero constituye un ecosistema que sustenta y posibilita el hábitat
de la biodiversidad.
En un bosque abundan los árboles, que son las plantas de tallo rígido, es decir, leñosos. Los
árboles hacen que su medio ambiente sea diferente a otros lugares, como la costa o el
desierto. En el bosque también viven otras plantas y muchos animales (biodiversidad).
Todos estos seres vivos, junto con los árboles, se relacionan unos con otros. Por ejemplo,
los árboles altos dan sombra a las pequeñas plantas que no soportan el calor.
108
EL PNUMA en América Latina y el Caribe: Retos y Respuestas, PNUMA (programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente), Oficina Regional para América Latina y el Caribe, 2000.
74
Así como los seres vivos del bosque se relacionan entre si para darse protección y refugio,
también se relacionan para servir de alimento.
Todos los seres vivos necesitamos energía para vivir. Y para esto, nos alimentamos. La
energía que obtenemos al alimentarnos es lo que nos permite realizar todas nuestras
labores. Y a las plantas y animales, la energía les permite crecer o moverse, dar frutos o
tener crías. En una palabra, vivir.109
Mediante el proceso de la fotosíntesis las plantas producen su alimento, para ello, toman
agua del suelo, dióxido de carbono del aire y energía del sol. En ciertas estructuras
especiales de la hoja, llamadas cloroplastos, está contenida la clorofila, sustancia química
que capta la energía solar. Durante el proceso fotosintético, los cloroplastos combinan seis
moléculas de dióxido de carbono (C02) con seis moléculas de agua (H2O) para formar una
molécula de glucosa y seis moléculas de oxígeno, el cual es liberado por la planta y queda a
disposición de los seres humanos y los demás animales que lo necesitan para respirar.
Muchos científicos están preocupados por el hecho de que la alarmante destrucción de los
bosques alterará en un futuro cercano las cantidades de oxígeno y de dióxido de carbono
existentes en el aire.110
109
Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE): El bosque, serie educación ambiental, México DF
(México), 1987, reimpresión 1996.
110
L. Krishnamurty, Marcelino Avila: Agroeforesteria básica, Serie Textos Básicos para la Formación
Ambiental N 3, PNUMA, México DF), México, primera edición 1999.
75
El aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera provoca un fenómeno
llamado efecto de invernadero. No se trata solamente de que al ser destruidos los árboles
disminuye la absorción de dióxido de carbono, sino también de que si esos árboles se
destruyen por medio del fuego, esto libera una cantidad aún mayor de ese gas. En la
atmósfera el dióxido de carbono forma una capa que atrapa el calor despedido en la
superficie de la Tierra en lugar de dejarlo escapar hacia el espacio. El resultado de esto es
que el clima se vuelve más caliente. Los patrones climáticos también pueden alterarse, lo
cual causaría sequías y desastres en tas cosechas.111
Nadie sabe cuan graves pueden ser estos problemas, ni tampoco en qué proporción,
exactamente, la quema de los bosques contribuya a aumentar el nivel de dióxido de carbono
en el aire. Lo que es indudable es que la destrucción de los bosques está contribuyendo día
tras día al agravamiento de este problema cuyas proporciones aumentan cada vez más.112
Pero las plantas y los animales de los bosques no solo se relacionan entre sí, sino también
con el medio ambiente en el que viven. Por ejemplo, las raíces de los árboles sujetan la
tierra del bosque. De esta manera, las raíces de los árboles retienen el agua de lluvia. Una
parte de esta agua humedece la tierra, otra se filtra hasta llegar a depósitos o ríos
subterráneos, y otra más encuentra camino en los arroyos. Un lugar como el bosque, donde
hay plantas y animales que se relacionan unos con otros y con el medio ambiente en el que
viven, es un ecosistema. En este caso, un ecosistema forestal.
111
Granados Sanchez, Diodoro; Perez Castañeda, Lourdes: Destrucción del Planeta y educación ambiental, Universidad Autónoma de
Chapingo, Texcoco (México), 1995.
112
PNUMA: Nuestros bosques, nuestra vida – Paquete de Materiales de Aprendizaje sobre el medio ambiente
(Planeta2), ACCU, PNUMA, México DF (México)
76
Los animales producen su propio alimento. Ellos se comen a las plantas o a otros animales.
Los que se alimentan de plantas se conocen como animales herbívoros. A los que se comen
a otros animales se les llama carnívoros.
Existen otros seres vivos que ni producen sus propios alimentos, como hacen las plantas, ni
se comen a otros seres, como hacen los animales. Estos seres descomponen a las plantas y a
los animales muertos, y también a los excrementos. Por eso se conocen como
descomponedores.
Los hongos, por ejemplo, pudren los desechos. También las bacterias los descomponen,
aunque a ellas no las vemos a simple vista por lo pequeñitas que son. Una parte de lo que
pudren los descomponedores la aprovechan ellos mismos para obtener energía. La otra
parte queda en el suelo. Esta otra parte, las plantas la usan para aprovecharla en la
fabricación de sus alimentos.113
Desde que aparecieron los primeros hombres en el mundo, comenzaron a aprovechar los
recursos naturales. Además, desde que inventaron el fuego, comenzaron a usar ramas y
troncos para cocinar o calentarse. Poco después, también usaron la madera y las piedras
para construir sus herramientas y sus cosas. La importancia de los bosques es incalculable,
porque sin ellos no existirían seres vivientes sobre la tierra. Dentro de las principales
funciones de los bosques están las siguientes:114
⎯ Cuando llueve, gran parte del agua que cae en el bosque se queda en el suelo por
algún tiempo. Eso favorece a las plantas y a los animales que ahí viven. Después,
como el suelo del bosque está cubierto por muchas hojas y restos de plantas, el agua
113
Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE): El bosque, serie educación ambiental, México DF
(México), 1987, reimpresión 1996.
114
Nuestros bosques, nuestra vida – Paquete de Materiales de Aprendizaje sobre el medio ambiente (Planeta2), ACCU, PNUMA, México
DF (México)
77
de las lluvias pasa a través de esta cubierta. Se filtra como si pasara por una fina
coladera, hasta que llega a depósitos subterráneos. Esta misma agua es la que la
gente saca de los pozos y, así, la aprovecha.
⎯ Y como en el bosque hay muchos árboles, producen gran cantidad de oxígeno. Al
tomar el bióxido de carbono y el agua para realizar este trabajo, los árboles, como
todas las plantas verdes desechan un gas llamada oxígeno. Después, las mismas
plantas, los animales y nosotros tomamos este oxígeno para respirar y desechamos
bióxido de carbono.
⎯ Además, los árboles de un bosque protegen a la tierra de la erosión. Si no existieran
los árboles, como en muchos sitios donde han sido talados los bosques, el suelo
seria arrastrado por la lluvia y el viento. Y solo quedarían grandes zanjas y rocas
pelonas.
⎯ Los árboles evitan la erosión porque con la caída de hojas se mantiene una gran
cantidad de materia orgánica, que sirve como esponja, absorbiendo el agua de
lluvia, además de evitar el contacto directo de la lluvia con el suelo. La tierra
arrastrada iría a parar al fondo de los ríos, lagos y lagunas, que es a donde llega el
agua de lluvia. Al juntarse ahí la tierra, es seguro que los seres vivos que habitan en
el agua saldrían perjudicados.
⎯ Alejan y evitan las inundaciones
⎯ Atrae las lluvias que es un gran importancia para la vida, donde hay bosques llueve
más que donde no existe, es decir, el bosque llama agua
⎯ Evita el secamiento de ríos y arroyos. Si talamos los bosques que están cercanos a
los arroyos, estos se secan debido al calentamiento del suelo
⎯ Los árboles también tienen que ver con el clima. El follaje de los árboles retiene la
humedad del medio ambiente. Por eso, el bosque esta siempre fresco. De otra
manera, si se cortan muchos árboles, el sol calentara demasiado el suelo. Y el clima
será seco y caluroso, como el de los desiertos.
⎯ Regulan la temperatura con la liberación de oxígeno, es por eso que en lugares
montañosos está fresco, y donde no hay bosques existe más calor.
78
⎯ Aportan gran cantidad de materia orgánica con la caída de las hojas y muerte de
muchos árboles
⎯ Proporcionan alimento a miles de millones de microorganismos que habitan en el
suelo, quienes son los responsables de desintegrar las hojas y ramas de los árboles
que caen al suelo, de donde toman sus alimentos
⎯ Proporcionan casa y comida a muchos animales mayores, como tigres, venados,
conejos, mapaches, ardillas, aves, etc. Proporcionan una biodiversidad estupenda,
mantienen un equilibrio natural, es decir, en el bosque no hay plagas, enfermedades
ni deficiencias nutricionales
⎯ Proporcionan diversos alimentos para el ser humano, sin necesidad de cultivar
Aportan leña, carbón, ocote y madera para la fabricación de muebles, casas,
sombreros, papel y hasta el dinero en billete se obtiene del bosque.
3.3. DEFORESTACIÓN
Según, Sven Wunder.115 el concepto de deforestación está relacionado con varios términos
no totalmente delimitados (pérdida de bosque, fragmentación, conversión o degradación).
Por este motivo el autor categoriza los diferentes enfoques predominantes sobre las
definiciones de deforestación en visiones “amplia” y “estrecha”.
Por un lado la visión “amplia”, incluye no solo la conversión del bosque a otros usos, sino
también diferentes tipos de degradación que reducen la calidad del bosque en términos de
densidad y estructura, servicios ecológicos, biomasa y diversidad de especies entre otros.
Bajo este enfoque, la tala selectiva se convierte en uno de los principales factores de la
deforestación.
115
Wunder, S.: Economics of deforestation. CIFOR. 2001.
116
Wachholtz, R. (2006) Avance de la deforestación mecanizada en Bolivia: Tasa anual de deforestación mecanizada en los años 2004 y
2005. Proyecto: Combate a la Deforestación ilegal e Incendios del bosque boliviano (CDI). USAID. TNC. BOLFOR II. CIM – GTZ.
Santa Cruz, Bolivia.
79
partir del desmonte mecanizado. Otras formas de deforestación tales como el
aprovechamiento no sostenible de los recursos maderables, chaqueo y cicatrices de
incendios forestales, no son tomadas en cuenta en esta definición.
Talar árboles sin una eficiente reforestación resulta en un serio daño al hábitat, en pérdida
de biodiversidad y en aridez. Tiene un impacto adverso en la fijación de gas carbónico
(CO2). Las regiones deforestadas tienden a una erosión del suelo y frecuentemente se
degradan a tierras no productivas.118
Entre los factores que llevan a la deforestación en gran escala se cuentan: el descuido e
ignorancia del valor intrínseco, la falta de valor atribuido, el manejo poco responsable de la
forestación y leyes medioambientales deficientes.
117
Santillana-La Nación: «Bloque 5. Geografía Económica». La Enciclopedia del Estudiante (en español). 8. Geografía General. Buenos
Aires. 2006, pág. 155.
118
MONTENEGRO, Celina; GASPARRI, Ignacio; MANGHI, Eduardo; STRADA, Mabel; BONO, Julieta; PARMUCHI, María
Gabriela: «1- Situación mundial». En Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable. Informe sobre deforestación en Argentina (en
español). Dirección de Bosques. Argentina. Diciembre de 2004. pág. 3.
119
Ibídem.
120
PNUMA: Nuestros bosques, nuestra vida – Paquete de Materiales de Aprendizaje sobre el medio ambiente
(Planeta2), ACCU, PNUMA, México DF (México)
80
3.3.1.1. Agricultura en las zonas forestales
En la mayoría de los casos, unas pocas personas poseen grandes extensiones de tierra en un
país, con lo cual sólo dejan al resto de la población unas pocas parcelas muy pequeñas. Esta
práctica ha impulsado a muchos agricultores hacia los bosques, buscando tierra para poder
mantener a sus familias.
Conforme más y más agricultores se van desplazando hacia el bosque, se les hace más
difícil dejar sus parcelas en barbecho, o sea, en descanso, para que se regeneren. El suelo
del bosque no es muy bueno para la agricultura, especialmente por la fuerte lixiviación de
los nutrientes que sufre después de unos pocos años de estar sometido a la agricultura,
dejará de producir cosechas aceptables. El agricultor debe entonces abrir un nuevo claro en
el bosque para procurarse una nueva parcela de tierra para cultivo, mientras la anterior
queda degradada.
Según este fenómeno se presenta en forma sostenida, más y más bosques se pierden
irremediablemente. Aun cuando el bosque fuera capaz de renacer en estas parcelas, se
necesitarían más de cien años para que pudiera volver a alcanzar el estadio sucesión al de
clima.121
121
Ibídem.
81
bosques tropicales cada año. La demanda de madera para aserrar y de productos forestales
(pulpa de madera para papel, etc.) está ejerciendo una creciente presión sobre los bosques,
y particularmente los bosques tropicales, del mundo. Los bosques de las regiones templadas
todavía se explotan para extraer maderas, pero tos países de esas regiones han establecido
límites en la tasa de deforestación que permiten en sus propios territorios. En consecuencia,
ahora se ven forzados a buscar sus maderas en otras partes del mundo.
La extracción de madera en los bosques no es tan simple como algunos pudieran creer. Hay
cientos de especies de árboles en el bosque, pero se considera que sólo unas pocas tienen
valor económico para ser aserradas. Los árboles maderables puede que crezcan muy
separados unos de otros y de hecho, están mezclados con otras especies que no tienen
demanda. Cuando una compañía maderera llega al bosque a sacar trozas, tiene dos
opciones:
⎯ Talar el área completa, incluyendo los árboles no aprovechables junto con los
valiosos, o
⎯ Aplicar el procedimiento llamado de tala selectiva en el que sólo se sacan las
especies maderables.
82
para la operación de cortar y sacar los trozos también produce daños en el área y hace
difícil que el bosque pueda regenerarse.122
3.3.1.3. Ganadera
El ganado añade un nuevo elemento perjudicial para la tierra pues la somete a un maltrato
excesivo al apisonarla y compactar el suelo. En un suelo compacto tas raíces de las plantas
no pueden respirar y en último término, no podrán crecer.
Los beneficios de criar ganado en tierra de bosques son muy cuestionables. En primer
tugar, la mayoría de la carne producida en estas haciendas se envía a las naciones
extranjeras. La gente de los países latinoamericanos que exporta carne no recibe el
beneficio de la creciente actividad ganadera, porque esta gente no tiene capacidad
económica para comprar carne y tener más proteína en su dieta. También están perdiendo
grandes cantidades de bosques que les puede proveer de medios muy valiosos para un
desarrollo sostenido o permanente.
122
PNUMA: Nuestros bosques, nuestra vida – Paquete de Materiales de Aprendizaje sobre el medio ambiente
(Planeta2), ACCU, PNUMA, México DF (México)
83
En segundo lugar, muchas de las grandes haciendas que se dedican a criar ganado de carne
para la exportación están en poder de compañías extranjeras.
En la América Latina y el Caribe hay otra actividad que está utilizando cantidades cada vez
mayores de tierra de bosques: la agroindustria que consiste en la producción de cosechas
comerciales en gran escala. El banano, el café, el cacao, la caña de azúcar y la palma
aceitera africana están entre los productos agrícolas de importancia para la economía de
estas naciones. Si la demanda de estos productos continúa creciendo, los grandes
productores buscarán más tierra a costa de los bosques tropicales, a menos que se puedan
proponer otras alternativas.123
123
MONTENEGRO, Celina; GASPARRI, Ignacio; MANGHI, Eduardo; STRADA, Mabel; BONO, Julieta; PARMUCHI, María
Gabriela: «1- Situación mundial». En Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable. Informe sobre deforestación en Argentina (en
español). Dirección de Bosques. Argentina. Diciembre de 2004.
124
Nuestros bosques, nuestra vida – Paquete de Materiales de Aprendizaje sobre el medio ambiente (Planeta2), ACCU, PNUMA, México
DF (México)
84
En un modelo de circulación general atmosférica elaborado por el Laboratorio de Ciencias
Atmosféricas Goddard se ha demostrado que los grandes cambios en la cubierta vegetal
afectan a la lluvia. Pero, no es la vegetación el factor determinante, sino más bien la
correlación entre la humedad del suelo, la vegetación y la energía (fundamentalmente solar)
que se necesita para convertir el agua en vapor de agua que forma parte del aire.125
La principal causa del calentamiento global son los gases de efecto invernadero y esto
ocurre gracias a varios gases, pero el que más contribuye es el dióxido de carbono el cual es
producido por los coches, deforestación, quema de combustibles, ganadería entre otros. Por
eso es muy importante evitar la deforestación entre otros factores que contribuyen para que
se forme el dióxido de carbono ya que hay muchas consecuencias para el medio ambiente.
La mayoría de la gente ha oído que plantar un árbol es beneficioso para la ecología, pero no
todo el mundo ha oído eso. Para indicar la importancia de los árboles en tener un ambiente
saludable simplemente, árboles almacenan carbono en forma sólida, mucha de la cual se
eliminan de la atmósfera.
Los árboles, al igual que todas las plantas, adquieren carbono para el crecimiento desde el
aire, teniendo en las moléculas de dióxido de carbono. Una vez que el carbono se elimina,
el oxígeno se libera a la atmósfera. Este proceso no sólo absorbe un gas de efecto
invernadero, sino que repone el oxígeno atmosférico tan vital para la vida humana y animal.
Una vez que un árbol ha asimilado de carbono, gran parte del carbono se convierte en parte
de las partes leñosas, mientras que algunos entra en las hojas. El carbono en las hojas y las
125
Science: Vol. 215, N° 4539, 19 de marzo de 1982, pág. 1500-1502
85
ramas se descomponen después de que caen. Parte del carbono de las piezas caídas de un
árbol enriquecer la tierra, y se convierten en terreno fértil para otros tipos de vegetación,
pero algunos se escape a la atmósfera en forma de gas de efecto invernadero.
Uno a nivel individual, la plantación de árboles puede realizar una limpieza del aire de
dióxido de carbono. Puede ser un pequeño beneficio en forma individual, pero es mucha
gente planta un árbol el beneficio se magnifica.
Existe suficiente evidencia para afirmar que el cambio climático es una realidad en Bolivia.
Los efectos del cambio climático -evidentes y proyectados- son distintos para cada
ecorregión de acuerdo al grado de vulnerabilidad de cada una de ellas. El Programa
86
Nacional de Cambios Climáticos de Bolivia126 ha encontrado que los impactos más severos
y acelerados ocurren en el altiplano y la amazonia boliviana. En el primer caso, se sugieren
medidas de adaptación que implican una fuerte inyección de inversión en infraestructura
productiva adaptada a las proyecciones de impacto económico y social de este fenómeno.
En el segundo, se debaten políticas de mitigación del cambio climático en un escenario
internacional de discusión, donde el mecanismo de Reducción de Emisiones por
Deforestación y Degradación de Bosques (REDD) es una alternativa viable pero
cuestionada por su enfoque de mercado promovido hasta ahora.
Se conoce que el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero en Bolivia es muy bajo,
es decir, que la huella ecológica boliviana es significativamente más pequeña que la de un
país industrializado como Estados Unidos o China. Los datos sugieren un promedio para
Bolivia de 0.8 t. CO2 por persona al año, comparado en el promedio regional de 2.5 y el
promedio para los países de la OECD de 13 t. por persona al año. Sin embargo, este dato no
incluye las emisiones por deforestación, la cual aumenta en 110 millones de toneladas al
año, o su equivalente en 11 t. por persona al año.127 Esto significa que el total de las
emisiones per cápita en Bolivia se encuentran cerca del nivel de los países de la OECD.
Este documento pretende destilar propuestas de intervención sobre los efectos del cambio
climático en Bolivia, donde la principal causa de emisión de gases de efecto invernadero es
la deforestación, y a su vez, ésta es la causante de mayor degradación en los ecosistemas y
de la pérdida de capital natural a un ritmo sin precedentes en la historia boliviana.
A nivel global, cerca de 13 millones de hectáreas de bosques tropicales —es decir, un área
del tamaño de Nicaragua— se pierden cada año al ser convertidos a otros usos. Esta pérdida
representa un quinto del total de las emisiones totales de carbono, haciendo que la pérdida
de cobertura boscosa se considere el segundo factor más importante del calentamiento
global. En consecuencia, la conservación de los bosques juega un rol vital en cualquier
iniciativa para combatir el calentamiento global. En Bolivia, la tasa de deforestación es de
126
Programa Nacional de Cambios Climáticos: “Estrategia Nacional de Bosque y Cambio Climático” Viceministerio de Medio
Ambiente, Biodiversidad y Cambios Climáticos, Ministerio de Medio Ambiente y Agua, La Paz, 2009.
127
Andersen L: “Bolivia's high CO2 emissions” Monday Morning Letter, INESAD. La Paz. 2009.
87
350.000 ha al año, pero en términos per cápita 320 m2/persona/año, resulta en una tasa 20
veces más alta que el promedio mundial (~16 m2/persona/año) y una de las más altas del
mundo, superando los niveles de otros grandes países deforestadores.
Ante este desolador escenario de deforestación —agravado por las amenazas del cambio
climático— los bosques ofrecen una única oportunidad para mitigar y adaptarse al cambio
climático. Aproximadamente el 20% de la reducción de emisiones necesarias antes de 2020
para prevenir que la temperatura global aumente más de 2°C, puede lograrse si se reducen
88
las emisiones provenientes de deforestación y degradación, se conservan las reservas
forestales de carbono existentes y se aumentan las reservas forestales de carbono por medio
de la a forestación y la reforestación. Pero para ello se requiere otorgar un valor a la
biodiversidad y a los servicios que los ecosistemas brindan.
El agua, la tierra, el bosque y el aire conforman el capital natural que brinda servicios de
secuestro y almacenamiento de carbono, producción de alimento, fibra y materiales de
construcción, y de provisión de agua que frecuentemente no son valorados por el conjunto
de la población y no se toman en cuenta en las decisiones de los actores productivos y
estatales. En el marco de la política boliviana actual existe, al mismo tiempo, una
oportunidad y una deficiencia que permite y exige entender y cuantificar la contribución de
la naturaleza para el "vivir bien".
La posición de Bolivia sobre las causas estructurales del cambio climático plantea que "la
tierra no pertenece al hombre, sino el hombre pertenece a la tierra", y exhorta a los países
adoptar una nueva conducta ante la humanidad, focalizada en el cambio del sistema
capitalista por un sistema basado en la "complementariedad, la solidaridad y la armonía
entre los pueblos y la naturaleza". En ese contexto, los países desarrollados necesitan
controlar sus patrones consumistas —de lujo y derroche— especialmente en el consumo
excesivo de combustibles fósiles. Sin embargo, el discurso no prosigue con la exhortación
89
necesaria a los países en desarrollo con abundancia de bosques tropicales como Bolivia, a
cambiar también patrones — no de consumo pero sí de producción— en lo referido a las
consecuencias, por demás conocidas, producto de la deforestación —siendo ésta la segunda
causa de emisión de gases de efecto invernadero—.
90
potencial de nuestras 53 millones de hectáreas de bosque amenazados de desaparecer en el
presente siglo.
Se requiere construir un nuevo pacto para el uso sostenible de los recursos naturales y la
conservación de la biodiversidad. Este pacto tiene el potencial de convertirse en la llave de
canje de deuda ecológica por desarrollo sostenible. La oportunidad de generar
financiamiento adicional para combatir el cambio climático ofrece a los países en desarrollo
la oportunidad de cambiar sus patrones de desarrollo y subir sus estándares ambientales y
laborales. Bolivia está en un momento oportuno para saltar etapas a su desarrollo y
trascender la visión industrialista y el modelo del nuevo extractivismo de los gobiernos
denominados progresistas.
Los bosques amazónicos, los bosques del sureste boliviano y los bosques de los Yungas de
La Paz representan un espacio selvático de magnitud que aportan a la estabilidad del clima
y el balance de la humedad no solo del país, sino de todo el planeta.128
128
Pacheco P.: “Análisis de los impactos de la legislación boliviana de tierras, forestal y medio ambiente sobre la deforestación y
degradación forestal”. Estudio elaborado en el marco de la preparación de Readiness R-PP y financiado por GTZ. 2010.
91
La amazonia contiene una gran riqueza biológica (Caranavi y alto Beni corresponden el
ingreso hacia esa amazonia) y el mayor sistema micrográfico del mundo, y la región
boliviana, que representa apenas un 1.27% de toda la amazonia, se caracteriza por su buen
estado de conservación.129 Por su parte, el bosque seco chiquitano es endémico de Bolivia y
tiene los más altos niveles de biodiversidad entre las formaciones de bosque seco tropical
americano, posee grandes áreas muy bien conservadas y puede brindar beneficios
económicos y ambientales al país y el resto del mundo.130
129
Andersen, L. y Mamani R.: “Cambio Climático en Bolivia hasta 2100: Síntesis de Costos y Oportunidades”. Documento para el
Estudio Regional de Economía del Cambio Climático en Sudamérica (ERECC-SA), CEPAL. 2009.
130
Ibídem.
131
Global Canopy Programme: “The Little REDD+ Book: An updated guide to governmental and non-governmental proposals for
reducing emissions from deforestation and degradation”, Oxford, UK. 2009.
132
Andersen, L. y Mamani R.: “Cambio Climático en Bolivia hasta 2100: Síntesis de Costos y Oportunidades”. Documento para el
Estudio Regional de Economía del Cambio Climático en Sudamérica (ERECC-SA), CEPAL. 2009.
92
mismo tiempo la principal fuente de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en el
país, con 38.6 millones de toneladas de CO2. Un estudio liderado por Andersen y Mamani
(2009) para un escenario de deforestación al año 2100, encuentra que la expansión de la
frontera agrícola será la principal causa de deforestación llagando ésta a superar las 33
millones de hectáreas de bosque boliviano.133
Grafico 1
133
Ibídem.
93
Los bosques ofrecen una única oportunidad para mitigar y adaptarse al cambio climático.
Aproximadamente el 20% de la reducción de emisiones necesarias antes de 2020 para
prevenir que la temperatura global aumente más de 2°C, puede lograrse si se reducen las
emisiones provenientes de deforestación y degradación, se conservan las reservas forestales
de carbono existentes y se aumentan las reservas forestales de carbono por medio de la
aforestación y la reforestación.134
La definición general de "servicios eco sistémicos" se refiere a los beneficios que el mundo
natural suministra a las personas. Millennium Ecosystem Assessment define los "servicios
eco sistémicos" como aquellos beneficios que la gente obtiene de los ecosistemas. Los
servicios eco sistémicos son parte de una nueva concepción de uso, ya no de recursos
134
Global Canopy Programme: “The Little REDD+ Book: An updated guide to governmental and non-governmental proposals for
reducing emissions from deforestation and degradation”, Oxford, UK. 2009.
135
Andersen L.: “Chinas’s impressive forests regrowth” Monday Morning Letter, INESAD. La Paz. 2010.
94
naturales, sino de ecosistemas. Las personas y otras especies de animales y plantas nos
apropiamos de los ecosistemas -o vivimos en armonía con ellos- y no de un determinado
recurso; por lo tanto, el enfoque sobre una nueva valoración sobre éstos tiene que ser
sistémico e interdisciplinario. Los conceptos fueron evolucionando, primero, la orientación
se centraba sobre la naturaleza, luego en el medio o el entorno, y finalmente llegamos al
concepto de "ecosistema", noción que destaca el carácter auto organizado y de equilibrio de
cada uno de sus componentes. Por tal motivo, estos conceptos han sido sustituidos por el
término -más rico y más exacto- de ecosistema.136
136
PNUD: “La otra frontera: usos alternativos de recursos naturales en Bolivia”, La Paz. 2008 y Landel-Milles N. y Porras I., 2002
95
condiciones adecuadas, los sistemas de compensación por servicios ambientales derivan
tanto en la conservación como en mejoras en el desarrollo humano de la población pobre.137
Bajo la política boliviana nacional, el país podría avanzar en esta perspectiva a través de un
mecanismo mixto de "mando y control" (política nacional y cumplimiento de normativa) y
"transacción voluntaria" a nivel local que caracteriza a la compensación por servicios
ambientales en estricto sentido y conlleva una transferencia condicional de beneficios. En
esta fórmula, el Estado Plurinacional tiene un rol intermediario entre suministradores y
beneficiarios del servicio ambiental. El mecanismo tiene diferentes niveles de aplicabilidad
y discurre desde un nivel micro-local (i.e. compensación por protección de cuencas) hasta
un nivel macro- nacional (i.e. impuestos, financiamiento, Reducción de Emisiones por
Deforestación y Degradación del Bosque REDD), por lo tanto, la participación del Estado
es relevante, dejando un amplio abanico de oportunidades de participación de la empresa
privada (i.e. hidroeléctricas, operadores turísticos) que deberá ser estructurado de acuerdo a
las características de cada caso en los que el mecanismo tenga potencial.
Millennium Ecosystem Assessment (2003) clasificó a los servicios eco sistémicos en cuatro
grandes grupos: servicios esenciales, servicios de regulación, servicios de
aprovisionamiento y servicios culturales. Esta clasificación se ha convertido en un estándar
universalmente reconocido y se describen en el siguiente recuadro:
Servicios necesarios para la producción de todos los otros servicios eco sistémicos
Formación de material biológico la asimilación o
Resultado en el crecimiento de plantas mediante la
acumulación de energía y nutrientes por los
Producción primaria fotosíntesis y transferencia de energía de luz a
organismos, normalmente a través del proceso de
organismos mayores
fotosíntesis
Procesos de descomposición y absorción en el
Ciclo de los nutrientes flujo y reciclado de nutrientes (nitrógeno, azufre, Mantenimiento de tierras productivas
fósforo y materia orgánica).
Servicios de regulación
Beneficios obtenidos de la regulación de los procesos del ecosistema
137
¿Bala de plata u oro de tontos?” International Institute for Environment and Development, Londres, UK.
96
Habilidad de los ecosistemas para capturar los
Los bosques capturan y almacenan el dióxido de
gases de efecto invernadero, afectar el clima a
Regulación del clima carbono y afectan la cantidad de lluvia a nivel
través del albedo (reflejantes) y afectar patrones
regional.
de las lluvias y las condiciones de los vientos.
Los lagos sirven como sumideros para las emisiones
Ciertos ecosistemas permiten la autolimpieza de de compuestos de la industria. Los incendios de
contaminantes de la atmósfera. Los ecosistemas vegetación (no descontrolados) emiten partículas,
Regulación de la calidad del aire
pueden ser fuente y sumidero de sustancias de la ozono de bajo nivel y compuestos orgánicos volátiles.
atmósfera. Las plantas filtran partículas de polvo y contaminación
del aire
Habilidad de los ecosistemas para mantener la La vegetación previene la pérdida de suelo por efecto
Regulación de la erosión tierra y el papel que juega la cubierta vegetal en del viento y la lluvia. Los bosques mantienen el suelo
la retención del suelo en su lugar previniendo el deslizamiento de tierras.
Capacidad de los ecosistemas para mantener la Procesos de descomposición biológica para reducir la
Regulación de riesgos naturales
frecuencia e intensidad de los fuegos forestales formación potencial de combustibles para incendios
Papel que juegan los ecosistemas en transferir el Abejas y otros polinizadores de los bosques aledaños
Polinización
polen de las plantas macho a las plantas de flor. polinizan cultivos y plantas silvestres
Prevalencia de plagas y enfermedades en plantas Los depredadores de bosques como ranas,
Regulación de enfermedades
y animales murciélagos y serpientes se alimentan de plagas
Habilidad de los ecosistemas para procesar Desintoxicación de suelos, descomposición de
Regulación de desechos
desechos y desintoxicar sus entornos naturales residuos y producción de biogás
Servicios de aprovisionamiento
97
Los valores que vinculan a las personas a los
Valores religiosos y espirituales ecosistemas y a los entornos o las especies para Usos espirituales obtenidos de sitios considerados
la existencia espiritual, religiosa intrínseca u otras sagrados o especiales para el espíritu.
razones
Fuente: Mc Neely J.A. et. al., 2009, "Riqueza natural: servicios
ecológicos, biodiversidad y bienestar humano". Editora de la
serie: Cristina Mittermeier. Conservación Internacional
Para avanzar en una agenda de reconversión de usos sobre los recursos naturales es
necesario generar instrumentos para inducir usos alternativos. Bolivia es reconocida por su
legislación ambiental de vanguardia, pero también es reconocida por su alto grado de
incumplimiento de las mismas. La creación del primer Ministerio de Desarrollo Sostenible
en el mundo, programas pioneros como el Programa Nacional de Cambios Climáticos, la
Ley de Certificación Orgánica, el Proyecto de Acción Climática Noel Kempff Mercado y la
certificación de manejo forestal sostenible, llevan la vanguardia en la aplicación de política
pública —o público-privada— en el país. Sin embargo, estos programas requieren nutrirse
de un abanico de instrumentos que actualmente no existen en el país. Quizá la ausencia más
evidente se encuentra en la generación de instrumentos de financiamiento e inversión social
responsable (ISR) que acompañen el cumplimiento institucional y regulatorio de políticas
ambientales de vanguardia.138
PNUD: “La otra frontera: usos alternativos de recursos naturales en Bolivia”, La Paz y Stiglitz, J., 2009 “Superar el fracaso de
138
98
Cambios graduales en la valoración de la biodiversidad desatarían un proceso gradual de
generación de servicios ambientales adicionales y cambiarían la estructura relativa de la
rentabilidad en el uso de los recursos de la biodiversidad. Andersen y Mamani139 sugieren
que se podría reducir la deforestación sustancialmente con un costo relativamente
moderado en términos de reducción de la producción agropecuaria y reducción en ingresos
de los hogares rurales. En promedio, cada hectárea deforestada aumenta el PIB del país en
aproximadamente US$ 1000 e incrementa las exportaciones en un valor que varía entre
US$ 300 y US$ 1500140 y por cada kilómetro cuadrado adicional de deforestación, de 3 a 7
empleos son creados.141 Para empatar o superar este nivel de desarrollo, la compensación
recibida a nivel nacional por reducir la deforestación debe ser usada por el gobierno central
y autoridades locales (autonomías municipales e indígenas) para ser invertida en
actividades de desarrollo económico local o comunitario que no deforeste o deforesten
mínimamente. Las proyecciones de este estudio se realizaron a nivel municipal (145
municipios estudiados) y proyectan un escenario para el año 2030, donde aproximadamente
13 millones de hectáreas de bosque amenazadas por deforestación muestran, al mismo
tiempo, un potencial para el desarrollo de políticas forestales y servicios ecosistémicos, así
como el monitoreo y gobernabilidad en 14 municipios donde ocurre más de la mitad de la
deforestación proyectada.142
"No se trata de salvar el bosque para seguir en la pobreza, sino de reducir la pobreza para
salvar el bosque".143 Esta lógica conceptual conduce nuestra mirada sobre los municipios
más vulnerables, tanto por sus índices de desarrollo humano (IDH), nivel de necesidades
básicas insatisfechas (NBI), población pobre y vulnerabilidad climática. Estos indicadores,
junto a la tasa de crecimiento de la población y migración entre ecorregiones en el país,
139
Andersen, L. y Mamani R.: “Cambio Climático en Bolivia hasta 2100: Síntesis de Costos y Oportunidades”. Documento para el
Estudio Regional de Economía del Cambio Climático en Sudamérica (ERECC-SA), CEPAL. 2009.
140
En valor neto presente con una tasa de descuento de 12.67%.
141
Andersen, L. y Mamani R.: “Cambio Climático en Bolivia hasta 2100: Síntesis de Costos y Oportunidades”. Documento para el
Estudio Regional de Economía del Cambio Climático en Sudamérica (ERECC-SA), CEPAL. 2009.
142
Concepción, San Ignacio de Velasco, Riberalta, San Borja, Carmen Rivero Tórrez, Ascención de Guarayos, San José de Chiquitos,
Puerto Guayaramerín, San Andrés, Charagua, Yapacaní (San Juan) Villa Tunari, San Ignacio y Santa Rosa del Sara.
143
PNUD: “La otra frontera: usos alternativos de recursos naturales en Bolivia”, La Paz y Stiglitz, J., 2009 “Superar el fracaso de
Copenhague” en Prisma Internacional N° 76, 12 de enero de 2010. 2008.
99
muestran un patrón de relación entre la conservación y el desarrollo humano descrito en
cuatro escenarios en el Informe sobre Desarrollo Humano "La otra frontera":144 i) dinámico,
ii) depredador, iii) regresivo y iv) estático.
El escenario depredador es el que nos ocupa ahora por cuanto en él se reflejan los
municipios con menor desarrollo humano (0.600) y con altos porcentajes de conversión de
sus tierras (40.31%). Son 29 municipios145 que presentan altas tasas de crecimiento de la
población —en promedio 3.10%— y reproducen un patrón regresivo en el
aprovechamiento de los recursos naturales, a través de la extracción indiscriminada que no
genera desarrollo humano. Son característicos de una economía de base estrecha en la vieja
frontera. La tendencia migratoria se caracteriza por un flujo hacia las ecorregiones con
mayor nivel de desarrollo humano, como el gran chaco y el sudeste de la amazonia cuyas
tasas de crecimiento son superiores al promedio nacional (3.68% y 5.16% respectivamente)
y, en menor proporción, los bosques secos interandinos y el bosque seco chiquitano y
cerrado. Mientras que en el otro extremo se encuentra la ecorregión de la prepuna que
presenta una expulsión de población con un tasa de crecimiento de -0.1%.
Ambos estudios muestran que las regiones más vulnerables ante la deforestación, y que al
mismo tiempo no están generando niveles de desarrollo humano significativos, se
encuentran en los bosques amazónicos del sudeste del país.
144
Ibídem.
145
Presto del departamento de Chuquisaca; Teoponte, Yanacachi, Coroico y Caranavi en el departamento de La Paz; Colomi, Villa
Tunari, Chimoré, Puerto Villarroel, Entre Ríos y Tiraque en el departamento de Cochabamba; Ayacucho, El Torno, Okinawa Uno, Buena
Vista, San Carlos, Yapacaní, Pailón, Santa Rosa del Sara, Colpa Bélgica, Cabezas, Agustín Saavedra, Mineros, Fernández Alonso, San
Pedro, San Javier, San Julián y Cuatro Cañadas en el departamento de Santa Cruz; y Porvenir en el departamento de Pando.
100
de dos décadas es el de tasa de deforestación. Hasta 1975, el 60% del territorio de Bolivia
estaba cubierto por diversos tipos de bosques. En la década de los años 90 los desmontes
crecieron de manera acelerada y a partir de entonces la tendencia de la tasa de deforestación
se encuentra en constate aumento.146 En tres décadas la tasa de deforestación ha avanzado
de 168.000 hectáreas al año entre 1975 a 1993, a 350.000 ha anuales en los años recientes.
El promedio de deforestación en Bolivia está entre 300.000 a 350.000 hectáreas por año. El
acumulado histórico de la deforestación en Bolivia es de aproximadamente 6 millones de
hectáreas deforestadas, de las cuales cerca de 3 millones se han producido en la última
década, destacándose que aproximadamente el 82% de la deforestación se encuentra en el
departamento de Santa Cruz y que el 80% de los bosques se han deforestado de manera
ilegal. Con este ritmo de deforestación habrán desaparecido los bosques en Bolivia el año
2100.147
Pacheco (2010), con datos generados por la Superintendencia Forestal, indica que el
aumento de la extracción forestal resultó de la mayor actividad en las concesiones
forestales, pero progresivamente se amplió el aprovechamiento maderero en propiedades
privadas —individuales y colectivas— que con el tiempo superó la extracción en las
concesiones. Es de destacar que en 2006, de 2 millones de m3 autorizados para manejo
forestal, el 64% fue autorizado en áreas privadas. En 2009, la superficie total con planes de
manejo ascendió a 9.7 millones de hectáreas de las cuales solamente el 48% correspondía a
concesiones forestales.148
101
también se verán afectadas por el aumento en la inestabilidad de las precipitaciones y el
descenso de recarga de los acuíferos. Esto conducirá a una pérdida dramática de la
capacidad productiva de los ecosistemas. Tomando en cuenta que existe una importante
concentración poblacional en el altiplano y los valles, esto tendrá impactos serios y
posiblemente dramáticos para el país.149
El Plan Nacional de Desarrollo (PND) del gobierno de Evo Morales contempla dentro de su
estrategia productiva (Bolivia Productiva), la promoción y regulación de la explotación de
los recursos naturales, de manera que se garantice un aprovechamiento sostenible y una
distribución justa de los beneficios entre los actores que participan en el mismo. Se
destacan tres aspectos importantes que actúan como sinergias entre el PND y la visión de
conservación de los recursos de la biodiversidad. Primero, el PND reconoce a los "recursos
ambientales" (biodiversidad, bosque, tierra, agua) como un sector estratégico de la matriz
productiva boliviana, buscando estimular la utilización, agregación de valor y el comercio
de bienes y servicios de los recursos de biodiversidad, bajo criterios de sostenibilidad
ecológica, social y económica.
Programa Nacional de Cambios Climáticos: “Estrategia Nacional de Bosque y Cambio Climático” Viceministerio de Medio
149
Ambiente, Biodiversidad y Cambios Climáticos, Ministerio de Medio Ambiente y Agua, La Paz, 2009.
102
comunitario rural, provenientes de servicios ambientales de secuestro y almacenamiento de
carbono, donde las comunidades campesinas e indígenas son los actores centrales de este
mecanismo.
No obstante las disposiciones del PND, el nuevo modelo económico nacional denominado
"Modelo Económico, Productivo, Social y Comunitario", ha definido cinco pilares de
acción que no condicen con los criterios de sostenibilidad ecológica y cambio de matriz
productiva arriba mencionados: i) expansión del Estado nacional productor, ii)
industrialización de los recursos naturales, iii) modernización y tecnificación de la mediana
y pequeña empresa (producción urbana y rural), iv) satisfacción del mercado interno y
exportación residual y v) redistribución de las riquezas. En cualquier caso, estos cinco
pilares no explicitan de manera concreta y creíble la intención del gobierno de avanzar en
una agenda sobre nuevas formas de desarrollo basadas en criterios de desarrollo sostenible
inclusivo y la generación de ingresos sustantivos con un fuerte valor de identidad cultural.
La posición oficial del Estado Plurinacional en las negociaciones internacionales sobre
cambio climático está basada en la carta presentada por el presidente Evo Morales en la
Asamblea General de las Naciones Unidas el 28 de noviembre de 2008. En esta carta se
considera que "los modelos de desarrollo y las políticas económicas adoptadas y
promovidas por los países desarrollados —a partir de la revolución industrial—
constituyen la causa estructural del cambio climático y de sus efectos nocivos sobre la
Madre Tierra y la humanidad. Estos modelos de desarrollo se caracterizan por patrones de
acumulación y consumo excesivo, un derroche energético y una visión de explotación de la
naturaleza por el hombre".150
150
Ministerio de Medio Ambiente y Agua, 2009, “Segunda comunicación nacional del Estado Plurinacional de Bolivia ante la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático”. La Paz.
103
vida digna, en aras de conservar una frágil estabilidad. En consecuencia, los países
desarrollados tienen una "deuda de adaptación" a favor de los países en desarrollo. La
suma de ambas deudas, la deuda de emisiones y la deuda de adaptación, componen la
denominada "deuda climática", concepto que fue introducido por Bolivia y apoyado por
una diversidad de países incluyendo el Grupo de los Países Menos Adelantados, algunos
países del África, Asia y Latinoamérica, además de sectores amplios de la sociedad civil de
diferentes partes del mundo.
El mecanismo propuesto por Bolivia para atender la deuda climática plantea que se debe
crear un Mecanismo Financiero Integral de US$ 100 billones con los recursos financieros
del sector público de los países desarrollados. Este fondo serviría para apoyar a los países
en desarrollo en la implementación de sus planes y programas de adaptación y mitigación
del cambio climático; en la innovación, desarrollo y transferencia de tecnología; en la
conservación y mejoramiento de sus sumideros y depósitos de carbono; en las acciones de
respuesta a los graves desastres naturales provocados por el cambio climático; y en la
ejecución de planes de desarrollo sostenibles y amigables con la naturaleza.
La posición de Bolivia sobre las causas estructurales del cambio climático plantea que "la
tierra no pertenece al hombre, sino el hombre pertenece a la tierra", y exhorta a los países
adoptar una nueva conducta ante la humanidad, focalizada en el cambio del sistema
104
capitalista por un sistema basado en la "complementariedad, la solidaridad y la armonía
entre los pueblos y la naturaleza".151 En ese contexto, los países desarrollados necesitan
controlar sus patrones consumistas —de lujo y derroche— especialmente en el consumo
excesivo de combustibles fósiles. Sin embargo, el discurso no prosigue con la exhortación
necesaria a los países en desarrollo con abundancia de bosques tropicales como Bolivia, a
cambiar también patrones — no de consumo pero sí de producción— en lo referido a las
consecuencias, por demás conocidas, producto de la deforestación —siendo ésta la segunda
causa de emisión de gases de efecto invernadero—.
151
Ibídem.
105
Más de un siglo después de la revolución industrial, Bolivia podría encontrarse en el mismo
punto de inflexión en el que se encontraron los países del hemisferio norte, pero con una
gran diferencia: la amenaza del cambio climático. Sin embargo, esta amenaza puede
significar para Bolivia una oportunidad para cambiar el patrón de desarrollo en un nuevo
escenario de compensación por deuda ecológica, lo cual obliga a Bolivia a proyectarse en
su propio futuro y buscar alternativas de "cambio" en una cosmovisión holística donde la
madre tierra hace un todo con la vida de sus habitantes. Más allá del discurso, y en una
perspectiva que mira 100 años atrás y proyecta 100 años adelante, el mensaje boliviano no
reconoce la posición que ocupa como uno de los países con las mayores tasas de
deforestación per cápita en el mundo y adolece de una propuesta real, diseñada y
planificada para avanzar en un verdadero plan de desarrollo sostenible con el medio
ambiente.
Crisis global, cambio climático e inseguridad alimentaria —tres variables que hoy debieran
ocupar un rol fundamental en la construcción de agendas de interés mundial— en la
práctica son relegadas o tergiversadas en medio del discurso político y mediático. No
obstante, y después del fracaso de la Conferencia de Copenhague, tales amenazas obligan a
ortodoxos y heterodoxos, izquierdas y derechas a coincidir en que algo debe cambiar. 152 El
debate medular discurre entre herramientas pro mercado y anti mercado, sobre las cuales
este documento destila algunas lecciones comparativas y propuestas de acción destinadas al
"cambio"; cambio que fluye entre patrones de consumo y producción de países del primer y
tercer mundo.
El debate y los argumentos a favor de mecanismos de mercado para REDD sostienen que
es la única manera de avanzar de manera sostenida y generar un volumen de mercado
152
Urioste A.: “Una nueva ecuación alimentaria en la otra frontera: una propuesta desde Bolivia”. Revista Vie Economique Politiques
socioéconomiques de la gauche en Amérique latine, Volume 1, no 3 (janvier 2010), Canadá. 2010.
106
suficiente para atender las necesidades de evitar la deforestación en todos los países con
bosque tropical. Además, se argumenta que arrancaría rápidamente, saltando etapas que la
burocracia gubernamental e institucional obliga. Los argumentos en contra se sostienen
básicamente por la experiencia reciente del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del
Protocolo de Kyoto, la cual no ha logrado reducciones efectivas en la fuente, por fallas en
el diseño y porque en la lógica abstracta del mercado existe mucho espacio para sobrepasar
la norma.
Existe una amplia literatura detractora del desempeño del European Union TradeScheme
(EUTS), básicamente por la volatilidad del precio del carbono a través del tiempo y por su
escaso o nulo impacto en la reducción efectiva de GEI. Por otro lado, experiencias locales
exitosas de REDD en mercados voluntarios sugieren que el talón de Aquiles no se
encuentra en el diseño del mecanismo para asegurar adicionalidad, disminución de fugas y
reglas claras en los países receptores de los programas, sino en la definición clara de reglas
y normas en los países Anexo I del Protocolo de Kyoto al momento de realizar la compra
de permisos de contaminación y las compensaciones a través de MDL o el futuro REDD, lo
que en definitiva debiera asegurar una disminución sostenida de la emisión de GEI, y no un
incremento, como sucede en la práctica, según denuncian varios sectores.153
153
Gilbertson t., Reyes O.: “Carbon Trading How it works and why it fails”. Dag Hammarskjöld Foundation Occasional Paper Series
no.7. Chestney N. and Szabo M., 2009 “Emissions traders expect U.S. carbon market soon”, Reuters. Lipow G., 2009, “How soon do we
need to cut greenhouse gas emissions?” and “Capandtrade: filling up the political space that should be used for real solutions”. Barnes P.,
2008, “Cap and dividend, not trade”, Scientific American Earth. 2009.
107
esquema donde los actores centrales son los pueblos indígenas representados por la
Confederación de Pueblos Indígena de Bolivia (CIDOB) puede constituirse en la punta de
lanza de esta agenda de transición.
"Los bosques ofrecen una única oportunidad para mitigar y adaptarse al cambio
climático".154 Esta afirmación rige para países con amplia cobertura de bosque que
mantienen altas tasas de deforestación a su vez, y da pie a la reflexión sobre las causas del
fracaso en las negociaciones de Copenhague. Stiglitz, sostiene que estas causas "...no
radican en la falta de un acuerdo legalmente vinculante y más bien, el verdadero fracaso
fue que no hubo acuerdo sobre cómo lograr la enorme tarea de salvar el planeta, ni acerca
de las reducciones de emisiones de carbono, ni sobre cómo compartir la carga o ayudar a
los países en desarrollo".155 La importancia y la emergencia del tema ambiental obligan a
encarar el "cómo" tanto desde naciones ricas como naciones pobres. Bolivia se encuentra
ante una oportunidad histórica para construir su propuesta basada en la conservación de su
biodiversidad.
Desde una visión de la economía ecológica, los servicios ecosistémicos trascienden el valor
en términos económicos, lo que se ha denominado como el "valor realizado" del servicio
ecosistémico. De igual forma, el enfoque de transferencia de beneficios no contempla la
154
Global Canopy Programme: “The Little REDD+ Book: An updated guide to governmental and non-governmental proposals for
reducing emissions from deforestation and degradation”, Oxford, UK. 2009.
155
Stiglitz, J.: “Superar el fracaso de Copenhague” en Prisma International N° 76, 12 de enero de 2010.
108
equidad, pues asume que todas las personas se benefician de igual manera del
abastecimiento del servicio ecosistémico. En realidad no es la contribución en términos
absolutos, sino más bien el valor relativo de un servicio ambiental para la vida humana, la
variable de mayor interés para las personas más directamente afectadas. Se requiere
entonces mirar más allá del potencial de los servicios ambientales y su valor económico y
ver el abanico de valores no utilitarios y el grado en el cual éstos son esenciales para los
modos de vida de la población.
Se requiere construir un nuevo pacto para el uso sostenible de los recursos naturales y la
conservación de la biodiversidad. Este pacto tiene el potencial de convertirse en la llave de
canje de deuda ecológica por desarrollo sostenible, lo que pone en evidencia que izquierdas
y derechas coinciden en que algo debe cambiar, pero desnuda también el debate medular
sobre el uso de herramientas de mercado o Estado, donde el cambio climático ha sido la
punta de lanza de este desacuerdo de escala global, y donde Bolivia mantiene una posición
anti mercado radical y contestataria.
Un nuevo pacto para el uso de los recursos naturales requiere concatenar la evolución de
los movimientos indígenas latinoamericanos y su nuevo desempeño político. El discurso
étnico y los movimientos indígenas han logrado convertirse en ejes políticos protagónicos.
El punto de partida para este hecho exigió el paso de redes de organizaciones a
movimientos sociales que ejercieran acciones colectivas y de protesta ante el Estado y los
partidos políticos. El punto de llegada en el caso boliviano significó el salto cualitativo para
convertir estos movimientos en actores políticos con capacidad de decisión en el poder,156
aunque éstos no sean representativos de la diversidad étnica boliviana.
156
Pajuelo R.: “Derechos indígenas y explotación de recursos naturales” en Memoria del Seminario Internacional “Bolivia
post¬constituyente: tierra, territorio y autonomía indígena”. Fundación Tierra, La Paz. 2009.
109
La vinculación de la agenda de autonomías indígenas y la agenda de servicios ambientales
requiere ser estudiada y debatida. Una visión cronológica debería priorizar la identificación
y definición de una o varias TCO en vías de conversión a TIOC, tras una evaluación de sus
fortalezas administrativas, políticas y de gestión del territorio y su articulación con las
potencialidades de aprovechamiento sostenible del bosque, índices de vulnerabilidad ante el
cambio climático y la amenaza de deforestación en el territorio, se podría identificar,
evaluar y recomendar la implementación de proyectos de servicios ambientales.
La crisis climática es una amenaza y una oportunidad. El debate global sobre las causas y
consecuencias del calentamiento global y sobre la deuda de los países desarrollados por sus
emisiones históricas acumulativas, ha posicionado a Bolivia como el país que confronta
abiertamente a los países desarrollados que no han expresado hasta hoy una voluntad
vinculante para reducir sus emisiones de GEI. Por lo tanto esta misión de protección del
medioambiente y restaurar los bosques deforestados es una tarea de toda la sociedad en su
conjunto y en particular de las regiones y municipio de los yungas del norte de La Paz, ya
que constituyen en los pulmones de la zona occidental de Bolivia.
110
3.6. LOS YUNGAS Y MUNICIPIOS DEL NORTE DE LA PAZ RICOS EN
BOSQUES
La zona de los Yungas está cubierta de bosques que van desde los denominados “bosques
nublados”157 de 2800 a 3600 msnm, pasando por el “bosque húmedo montañoso” de 1200 a
2800 msnm para terminar en el bosque de pie de monte a menos de 1200 msnm). Esta
particular configuración geográfica es única en el mundo y genera un microclima
característico de zona tropical a 2000 msnm, con temperaturas medias de 24º C. El uso del
suelo en esta zona está destinado generalmente a la agricultura y la coca.
157
Aliaga Lordemann, Javier; Villegas Quino, Horacio y Leguía, Daniel: Deforestación en Bolivia: Una Aproximación Espacial, Instituto
de Investigaciones Socio Economicas, Documento de Trabajo No. 17/10, La Paz – Bolivia, Diciembre 2010
158
Ibídem.
111
CAPITULO IV
4. ANÁLISIS DE LA NORMATIVA LEGAL QUE RIGE LOS
DERECHOS DEL MEDIOAMBIENTE Y LOS DERECHOS DE LA
MADRE TIERRA
Considerado lo que diez convenios mundiales vigentes dicen sobre los bosques, se deduce
que su acción combinada puede no ser suficiente para llenar los vacíos que subsisten.
112
sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) que tendría lugar en Río de Janeiro,
Brasil. Pero durante las negociaciones en Río quedó claro que la comunidad internacional
estaba lejos de alcanzar un consenso sobre el contenido de un convenio sobre bosques.
Hubo incluso desacuerdo sobre la conveniencia de negociar tal convenio. En su lugar, se
aprobó la jurídicamente anodina «Declaración autorizada, sin fuerza jurídica obligatoria, de
principios para un consenso mundial respecto de la ordenación, la conservación y el
desarrollo sostenible de los bosques de todo tipo» (Principios relativos a los bosques). No
teniendo una declaración, de suyo, fuerza jurídica obligatoria, la inclusión en el título de
esas palabras indica que este aspecto no vinculante requería una acentuación especial,
reveladora de la gran divergencia de opiniones durante las negociaciones en la CNUMAD.
La indicación de que era no obstante «autorizada» poco podía hacer para darle el peso de
un acuerdo vinculante.
El propósito de este artículo no es analizar cuáles eran las opiniones divergentes; baste
decir que en las actuaciones institucionales ulteriores a la CNUMAD en relación con los
bosques, a saber el Grupo Intergubernamental sobre los Bosques (GIB, 1995 a 1997), el
Foro Intergubernamental sobre Bosques (FIB, 1997 a 2000) y el Foro de las Naciones
Unidas sobre Bosques (FNUB, 2000 hasta el presente), la voluntad internacional de llegar a
un acuerdo jurídicamente vinculante no ha dejado de debilitarse.
El menor interés por llegar a un acuerdo mundial no se limita a los bosques, sino que puede
observarse también en otros ámbitos del derecho internacional sobre el medio ambiente,
como pusieron de manifiesto las recientes controversias en torno a la aceptación del
Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático. En 1992, había un fuerte sentimiento de
urgencia y un espíritu de cooperación excepcional entre los Estados para establecer un
programa de desarrollo sostenible para el futuro del planeta. Si los Principios Forestales
fueron el máximo logro en aquellos días de auge medioam-biental, no es sorprendente que
hoy, al instaurarse la fatiga de conferencias (los mismos puntos de vista reiterados una y
otra vez, mandatos definidos estrechamente desde las capitales e intervenciones de alto
nivel que a menudo consisten en meras lecturas de declaraciones), parezca menos realista
esperar un instrumento significativo jurídicamente vinculante. Tal vez sería difícil lograr un
consenso internacional sobre los Principios Forestales si éstos tuvieran que negociarse hoy.
113
El Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques (FNUB), junto con la Asociación de
Colaboración en materia de Bosques (ACB) establecida para apoyar su trabajo, forman la
estructura internacional actual respecto a los bosques. Sus tareas consisten en reforzar el
compromiso político a largo plazo para la ordenación y la explotación sostenibles de los
bosques de manera congruente y complementaria con los instrumentos actuales
jurídicamente vinculantes que tengan relación con los bosques. En cuanto a la labor en
favor de un convenio sobre bosques, el mandato del FNUB es provisorio: examinar «los
parámetros de un mandato para elaborar un marco jurídico sobre todo tipo de bosques» en
el plazo de cinco años.
Los convenios mundiales que pueden ser más importantes en relación con los bosques son
la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el
Convenio sobre la diversidad biológica (CDB) y la Convención de las Naciones Unidas de
lucha contra la desertificación en los países afectados por sequía grave o desertificación, en
particular en África. A continuación se analizan estos tres instrumentos, junto con otros
siete acuerdos multilaterales (Cuadro 1), en particular en lo que concierne a su contenido de
interés para los bosques. Aunque todos se interesan de bosques (por lo que se les puede
llamar «tratados sobre árboles»), tienen en común el hecho de ocuparse sólo de ciertos
aspectos, funciones y papeles de los bosques.
114
Convenio sobre la diversidad
05/06/1992 29/12/1993 180 (21/06/01)
biológica
Convención de lucha contra la
17/06/1994 26/12/1996 174 (15/06/01)
desertificación
Otros convenios de interés (por orden cronológico de aprobación)
Convenio de Ramsar sobre las
02/02/1971 21/12/1975 124 (12/08/01)
marismas
Convención del Patrimonio Mundial 16/11/1972 17/12/1975 164 (15/05/01)
Convención sobre el comercio
03/03/1973 01/07/1975 154 (08/05/01)
internacional de especies amenazadas
Convenio para la protección de la
22/03/1985 22/09/1988 177 (15/06/01)
capa de ozono
Convenio sobre pueblos indígenas y
27/06/1989 05/09/1991 14 (01/05/01)
tribales
Convenio internacional de las
26/01/1994 01/01/1997 56 (01/05/01)
maderas tropicales
Organización Mundial del Comercio/
15/04/1994 01/01/1995 141 (31/05/01)
GATT
Además de los instrumentos mundiales aquí citados, existen muchos más acuerdos, en
particular regionales, encaminados a la conservación del medio ambiente, así como a la
protección del hábitat y de especies particulares de la fauna y la flora. Éstos, no obstante,
quedan fuera del ámbito de este artículo.
Hay una estrecha relación entre el clima y los bosques. Los bosques actúan como grandes
contenedores almacenando el carbono en la biomasa y en los suelos y como sumideros del
carbono cuando aumenta su superficie de actividad, de lo que resulta una mayor absorción
del dióxido de carbono atmosférico (CO2), el gas de invernadero más importante. Varias
prácticas forestales desempeñan un papel significativo ayudando a frenar la acumulación de
CO2 en la atmósfera. Inversamente, los bosques son una fuente de gases de invernadero
cuando la biomasa arde o se descompone. Algunas prácticas seguidas en el desarrollo de
plantaciones, la ordenación forestal y la agro-silvicultura, como la labranza y el uso de
fertilizantes naturales, pueden liberar gases de invernadero.
Aunque la CMNUCC sólo menciona los bosques brevemente, el Protocolo de Kyoto es más
explícito: el Artículo 2 dispone que cada una de las partes industrializadas «aplicará y/o
seguirá elaborando políticas y medidas, por ejemplo, la promoción de prácticas sostenibles
de gestión forestal, la forestación y la reforestación». En virtud del protocolo, ciertas
actividades humanas para el uso de la tierra, el cambio en el uso de la tierra y el sector
forestal que retiran de la atmósfera los gases de invernadero, como forestación,
reforestación y prevención de la deforestación, pueden ser utilizadas por los países
industrializados para compensar sus niveles de emisión. Inversamente, los cambios en las
actividades que agotan los sumideros de carbono, como la deforestación, se restarán del
nivel permitido de emisiones. Muchas incertidumbres y complejidades rodean este tema, y
116
es preciso proseguir las definiciones. Las actividades para el uso de la tierra resultaron ser
uno de los principales puntos de tropiezo en la conferencia de las partes en noviembre de
2000, cuando la falta de consenso hizo preciso reanudar la reunión en una fecha ulterior.
Gran parte de la diversidad biológica mundial se encuentra en los bosques; se calcula que
los ecosistemas forestales contienen el 70 por ciento de las especies vegetales y animales
del mundo. Desde su aprobación, el CDB ha ampliado considerablemente su horizonte para
incluir los bosques en su ámbito.
En 1995, la segunda conferencia de las partes aprobó una declaración sobre diversidad
biológica y bosques y subrayó que los bosques desempeñan un papel decisivo en el
mantenimiento de la diversidad biológica mundial. La tercera conferencia de las partes
aprobó después, en 1996, un Programa mundial para la diversidad biológica forestal. Este
programa se orienta hacia la investigación, la cooperación y el desarrollo de las tecnologías
necesarias para la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica forestal en
todos los tipos de bosques. En 1998, cuarta conferencia de las partes decidió considerar los
bosques como uno de los tres temas prioritarios para la sexta en 2002. Estableció además
un Grupo Especial de Expertos Técnicos sobre Diversidad Biológica Forestal. Este grupo
tiene como mandato asesorar sobre investigación científica y desarrollo, revisar la
información disponible sobre la situación y las tendencias de la diversidad biológica
forestal y las amenazas que pesan sobre ella y proponer acciones para la conservación y el
117
uso sostenible de la diversidad biológica forestal. Ha mantenido dos reuniones y podría
convertirse en un foro interesante como marco para una amplia política de biodiversidad
forestal.
La conferencia de las partes del CDB cuenta con el apoyo de un órgano subsidiario de
asesoramiento científico, técnico y tecnológico, que trabaja en numerosas cuestiones
relacionadas con la diversidad biológica, con inclusión de temas como incendios forestales
y aprovechamiento de recursos forestales no madereros. El CDB ha influido también en el
diálogo mundial sobre los bosques por su papel en la valoración de los conocimientos
tradicionales sobre los bosques de los pueblos indígenas y de las personas que obtienen de
ellos su sustento en el proceso GIB/FIB. El CDB contiene ciertamente artículos sobre los
indígenas y los conocimientos tradicionales relativos a los bosques, pero al mismo tiempo
presenta también el riesgo de que los pueblos indígenas se vean como un «recurso» en
favor de la biodiversidad, esto es como personas que pueden brindar conocimientos sobre
los componentes de la biodiversidad, y no como personas titulares de derechos legales,
sociales, culturales y económicos al respecto.
Otro vínculo influyente para los bosques es el Fondo para el Medio Ambiente Mundial
(FMAM), que financia proyectos en el marco del CDB en apoyo de actividades
relacionadas con la diversidad biológica, incluida la biodiversidad forestal. Además, el
CDB estableció en 2000 la Iniciativa de Taxonomía Mundial, que se refiere asimismo a los
bosques.
118
requiere estrategias a largo plazo para mejorar la productividad de la tierra y rehabilitar,
conservar y utilizar de manera sostenible los recursos de tierra y agua, mejorando así las
condiciones de vida de los pueblos. La protección y la expansión de los bosques son
elementos importantes en la Convención, ya que los bosques realizan importantes funciones
ecológicas que mitigan los efectos de la sequía e impiden la desertificación. Probablemente
las estrategias contra la desertificación reducen también las pérdidas forestales, y viceversa.
Unos ecosistemas forestales intactos contribuyen a estabilizar los suelos; en consecuencia,
la deforestación promueve tanto la desertificación como la degradación de la tierra. La
deforestación tiene graves consecuencias en lo tocante a escorrentía, erosión del suelo y
pérdida de la fertilidad del suelo.
Además de este nexo ecológico, las condiciones socioeconómicas subyacentes y las causas
de las pérdidas forestales y de la desertificación son muy similares. La deforestación y otras
prácticas forestales insostenibles aplicadas por comunidades rurales pobres con fines
económicos, comerciales o de supervivencia han contribuido a la degradación de la tierra y
a la pérdida de fertilidad de los suelos en muchos países en desarrollo. La gestión forestal
sostenible es una parte importante de las acciones correctivas contempladas en la
Convención para hacer frente a la degradación de la tierra, promover el desarrollo agrícola
y rural sostenible y reducir la pobreza rural.
119
el buen uso de los humedales mediante la acción nacional y la cooperación internacional.
Más de mil espacios, con un total superior a 80 millones de hectáreas, están clasificados
como humedales de importancia internacional. Algunos de estos espacios contienen
ecosistemas forestales, como los manglares, aunque no puede establecerse el número
exacto, ya que en el convenio no se identifican los bosques en cuanto tales.
120
tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia, de la
conservación o de la belleza natural » (Artículo 2).
121
comercio internacional. Se incluyen en los apéndices numerosas especies de animales
silvestres, pero hasta ahora sólo se han incluido 16 especies arbóreas, principalmente
utilizadas por su madera. La inclusión de especies madereras de mayor importancia
comercial ha sido objeto de controversia creciente en los últimos años, porque algunas
partes en la Convención creen que podrían introducirse así restricciones comerciales
injustas. Aunque las listas de los apéndices de la CITES sirvan para alertar sobre la
necesidad de actuar para una mejor gestión y conservación de ciertas especies, está claro
que las listas en cuanto tales no conservan las especies.
La décima conferencia de las partes de la CITES reconoció en 1997 que «el intercambio
comercial puede ser benéfico para la conservación de especies y ecosistemas cuando se
lleva a cabo a niveles que no son perjudiciales para la supervivencia de las especies en
cuestión»; sin embargo, observó igualmente «que puede haber especies maderables que
están amenazadas debido a los niveles perjudiciales de su utilización y al comercio
internacional.»
En 1994, la CITES formó el Grupo de Trabajo sobre la Madera para estudiar los problemas
de aplicación derivados de la inclusión de especies madereras en la Convención y para
revisar la definición de los términos y unidades utilizados para describir las partes y los
derivados de los árboles madereros en el comercio. La CITES ha constituido también un
Grupo de Trabajo sobre la Caoba y un Comité de Plantas.
Las emisiones de ciertos gases por obra del hombre -en particular clorofluoro-carburos
(CFC) y halones (compuestos halógenos gaseosos utilizados por ejemplo para extinguir
fuegos)- reaccionan con el ozono y agotan la capa de ozono, elevando los niveles de rayos
ultravioletas que pueden ser nocivos para la salud humana y el medio ambiente. En el
Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono (Convenio de Viena), los
Estados asumieron el compromiso de proteger la capa de ozono contra esos gases
122
destructivos y de cooperar en la investigación para el mejor conocimiento científico de los
procesos de que se trata. El Convenio de Viena es un acuerdo marco, sin objetivos precisos
ni calendarios para la acción. En 1987 se convino un Protocolo de Montreal relativo a las
sustancias que agotan la capa de ozono, que ha sido modificado después cuatro veces.
Muchos Estados no han ratificado todavía esas modificaciones. El protocolo contiene
normas internacionales detalladas sobre la producción y el consumo de sustancias químicas
que agotan el ozono y aspira a reducir y finalmente eliminar las emisiones de origen
humano de sustancias agotadoras del ozono.
El Convenio establece un marco para la adopción de medidas para proteger «la salud
humana y el medio ambiente contra los efectos adversos resultantes... de las actividades
humanas que modifiquen... la capa de ozono» (Artículo 2). El régimen del ozono es
importante para los bosques principalmente por el nexo entre el agotamiento de la capa de
ozono y los posibles efectos nocivos que ello podría tener sobre los bosques (Artículo 1.2).
En los bosques comerciales, puede recurrirse a la mejora genética de árboles y a la
ingeniería genética para mejorar la tolerancia a las radiaciones ultravioletas-B (UV-B), pero
en bosques no controlados o naturales estos métodos no son una opción. Aunque muchas
especies arbóreas forestales parecen ser tolerantes a UV-B, los efectos nocivos UV-B
pueden acumularse lentamente en los árboles año tras año (PNUMA, 1998). Si bien puede
sostenerse que la aplicación del régimen del ozono sería beneficiosa para los bosques, el
régimen del ozono no considera explícitamente los bosques.
123
Los pueblos indígenas están con frecuencia asociados a los bosques; los bosques ofrecen el
hábitat y son importantes para ellos por razones económicas, sociales y culturales. El
interés por conservar y administrar los bosques coincide a menudo con el interés por la
supervivencia y la integridad de las culturas y los conocimientos de los pueblos indígenas.
Los artículos pertinentes del Convenio se encuentran en la sección que trata de los derechos
sobre la tierra (Artículos 13 a 19), por ejemplo:
Artículo 14, según el cual «deberá reconocerse a los pueblos interesados el derecho
de propiedad y de posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan»;
Artículo 15, que dispone que los derechos de los pueblos «a los recursos naturales
existentes en sus tierras deberán protegerse especialmente», lo que incluye el
derecho «a participar en la utilización, administración y conservación de dichos
recursos» así como la participación en los beneficios y «una indemnización
equitativa por cualquier daño».
El Convenio de la OIT no presta una atención específica a los bosques, aunque su programa
de ejecución comprende actividades como administración de heredades ancestrales y
administración de recursos medioambientales y naturales. Aunque en Convenio sólo ha
124
sido ratificado por 14 Estados, ciertamente influye sobre las políticas nacionales y es
considerado como un instrumento importante sobre los pueblos indígenas en el derecho
internacional.
125
restrictivas del comercio (Hunter, Salzman y Zaelke, 1998). Los productores de la OIMT
han sido en general reticentes a aprobar cualquier decisión que pueda considerarse como
restricción comercial, tanto si se trata de incentivos como si se refiere a etiquetado o
limitación del comercio de especies en peligro (Humphreys, 1996).
Un suceso paralelo dentro de la OIMT fue la aprobación en 1991 del «Objetivo 2000» que
apuntaba a alcanzar ese año la administración sostenible de los bosques tropicales y el
comercio de maderas tropicales procedentes de recursos administrados de forma sostenible.
El Objetivo 2000 se formuló como propósito no vinculante, aunque puede considerarse
simplemente como un proceso (Poore y Thang, 2000). Sólo se aceptó el Objetivo 2000
cuando los Estados consumidores se comprometieron a aplicar a sus propios bosques las
mismas normas de administración forestal sostenible desarrolladas por la OIMT para la
madera objeto de comercio internacional. La consecución del Objetivo 2000 a nivel
nacional avanza a un ritmo bastante lento.
El sistema GATT/OMC tiene interés para los bosques por cuanto regula todo el comercio,
incluido el de madera y sus productos, y porque la liberalización comercial puede tener
126
efectos positivos y negativos sobre la explotación de los recursos naturales. Una serie de
disposiciones de la OMC propician el uso de las medidas comerciales necesarias con fines
medioambientales, como las que se incluyen a menudo en otros tratados sobre el medio
ambiente. Por ejemplo, una prohibición de exportaciones de madera con fines de
conservación podría ser compatible con el Artículo XX. En 1998 se estableció una base de
datos medioambientales que contiene todas las notificaciones a la OMC relativas al medio
ambiente.
127
CUADRO 2. Vacíos y sobre posiciones en la cobertura de los diez convenios, por función de
los bosques
Intersección en
Cobertura de los tratados
teoría
Funciones1 Realidad de la cobertura
Sobre-
Total Parcial Vacío
posiciones
Conservación de la Esta función de los bosques se
diversidad biológica y cubre bien (también con otros
CDB Ramsar No Algo
protección del hábitat de la muchos tratados de
flora y la fauna conservación)
Buena cobertura pero subsisten
Funciones relativas al clima, dudas científicas; poca
CMNUCC Viena No No
como retención del carbono atención a los efectos sobre el
microclima (local)
Asentamientos humanos,
CNULD2,
hábitat de personas, sustento Sí No Poca atención a esta función
OIT-169
rural
Patrimonio natural, valores OIT-169, Buena cobertura pero escasa
CDB No Algo
culturales y espirituales CPM aplicación
Madera comercial industrial OMC, CDB,
Mucha sobre posición,
y sus productos, productos CITES,
No Sí cobertura no exhaustiva ni
forestales no madereros, CNULD2,
completa
agricultura CIMT
Buena cobertura respecto a la
Combustibles (leña, carbón
2 desertificación, escasa
vegetal), seguridad CNULD Sí No
aplicación, limitaciones
energética
financieras
Vacío llenado por el código de
Ecoturismo, actividades ética mundial no vinculante de
CPM3, OMT Sí No
recreativas la Organización Mundial del
Turismo
Protección de cuencas
CNULD2, Función que recibe muy poca
fluviales, regulación del Sí No
Ramsar atención
ciclo del agua
Conservación del suelo y Función que recibe muy poca
CNULD2 Sí No
control de la erosión atención
1
Para describir las funciones de los bosques se ha recurrido a FAO, 1999; Gardner-Outlaw y Engelman, 1999;
Comisión Mundial de los Bosques y del Desarrollo Sostenible, 1999; e Instituto Mundial sobre Recursos,
2000.
2
Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en los países afectados por sequía
grave o desertificación, en particular en África.
3
Convención sobre la protección del patrimonio mundial cultural y natural.
La mención de un tratado en el cuadro se refiere a la totalidad del sistema legal creado por
el tratado, con sus protocolos y las decisiones de la conferencia de las partes. «Intersección
en teoría» no representa la aplicación real, sino el potencial de aplicación del tratado
128
correspondiente. La comparación de estos acuerdos es compleja por las variaciones en el
grado de compromiso político, el número de partes, la efectividad, el nivel de aplicación, la
observancia, la financiación y los mecanismos de control. Conviene notar que los
Principios Forestales y las propuestas de acción derivados del proceso GIB/FIB/FNUB, que
no son legalmente vinculantes, cubren casi exhaustivamente las nueve funciones
mencionadas en el cuadro.
Dado el número de convenciones sobre el medio ambiente, hay una perceptible resistencia
a negociar nuevos tratados, como sería necesario para cubrir los vacíos. En lugar de ello, se
apela a menudo como solución a la mágica acción combinada o «sinérgica» (Universidad
de las Naciones Unidas, 1999). Sinergia es hoy una de las palabras de moda en el derecho
medioambiental internacional. La idea es que una mejor coordinación de la aplicación de
los convenios vigentes posibilitaría la cobertura de zonas inexploradas (recursos de agua
dulce o ecosistemas fluviales, por ejemplo). Una mejor armonización resolvería también los
conflictos en ámbitos cubiertos por más de un instrumento legal -como conservación de
especies o ecosistemas determinados- pero se considera sobre todo como una oportunidad
para agilizar cuestiones prácticas como gestión de la información, obligaciones de informar
e investigación científica. «Mayor coordinación», «supresión de duplicaciones»,
«promoción de sinergias», «enfoque holístico»: estas expresiones reflejan el nuevo estilo de
pensamiento en el derecho medioambiental internacional. Sin embargo, es peligroso y
potencialmente perjudicial para los bosques centrar la atención tan sólo en las sinergias
entre los tratados vigentes.
La creciente importancia que la temática de los Recursos Naturales tiene para el país.
Partiendo del dogma del Vivir Bien, en particular de los recursos forestales, en particular de
los bosques y su importancia para el medioambiente y los cambios climáticos, producto del
129
efecto invernadero, además de otras alteraciones a la madre tierra que ocasiona su
deforestación, donde estos derechos aunque son inviolables y su ejercicio están
garantizados para la colectividad así lo expresan:
Artículo 13.
V. Los derechos reconocidos por esta Constitución son inviolables, universales,
interdependientes, indivisibles y progresivos. El Estado tiene el deber de
promoverlos, protegerlos y respetarlos.
VI. Los derechos que proclama esta Constitución no serán entendidos como
negación de otros derechos no enunciados.
VII. La clasificación de los derechos establecida en esta Constitución no
determina jerarquía alguna ni superioridad de unos derechos sobre otros.
VIII. Los tratados y convenios internacionales ratificados por la Asamblea
Legislativa Plurinacional, que reconocen los derechos humanos y que
prohíben su limitación en los Estados de Excepción prevalecen en el orden
interno. Los derechos y deberes consagrados en esta Constitución se
interpretarán de conformidad con los Tratados internacionales de derechos
humanos ratificados por Bolivia.
Artículo 14.
III. El Estado garantiza a todas las personas y colectividades, sin discriminación
alguna, el libre y eficaz ejercicio de los derechos establecidos en esta
Constitución, las leyes y los tratados internacionales de derechos humanos.
Articulo 30
10. A vivir en un medio ambiente sano, con manejo y aprovechamiento
adecuado de los ecosistemas.
Artículo 33. Las personas tienen derecho a un medio ambiente saludable, protegido
y equilibrado. El ejercicio de este derecho debe permitir a los individuos y
130
colectividades de las presentes y futuras generaciones, además de otros seres vivos,
desarrollarse de manera normal y permanente.
Artículo 302.
I. Son competencias exclusivas de los gobiernos municipales autónomos, en su
jurisdicción:
5. Preservar, conservar y contribuir a la protección del medio ambiente y
recursos naturales, fauna silvestre y animales domésticos
131
Artículo 342. Es deber del Estado y de la población conservar, proteger y
aprovechar de manera sustentable los recursos naturales y la biodiversidad, así
como mantener el equilibrio del medio ambiente.
Artículo 386. Los bosques naturales y los suelos forestales son de carácter
estratégico para el desarrollo del pueblo boliviano. El Estado reconocerá derechos
de aprovechamiento forestal a favor de comunidades y operadores particulares.
Asimismo promoverá las actividades de conservación y aprovechamiento
sustentable, la generación de valor agregado a sus productos, la rehabilitación y
reforestación de áreas degradadas.
4.3. LEY Nº. 1333, LEY DEL MEDIO AMBIENTE DE 27 DE ABRIL DE 1992.
Artículo 1º.- La presente Ley tiene por objeto la protección y conservación del
medio ambiente y los recursos naturales, regulando las acciones del hombre con
relación a la naturaleza y promoviendo el desarrollo sostenible con la finalidad de
mejorar la calidad de vida de la población.
Artículo 17º.- Es deber del Estado y la sociedad, garantizar el derecho que tiene
toda persona y ser viviente a disfrutar de un ambiente sano y agradable en el
desarrollo y ejercicio de sus actividades.
Artículo 20º.- Se consideran actividades y/o factores susceptibles de degradar el
medio ambiente; cuando excedan los límites permisibles a establecerse en
reglamentación expresa, los que a continuación se enumeran:
d) Los que alteran el patrimonio natural constituido por la diversidad biológica,
genética y ecológica, sus interpelaciones y procesos.
132
Sin embargo esta ley también regula los deberes del estado y la sociedad de conservar,
restaurar y preservar, promoviendo el aprovechamiento adecuado de los recursos naturales,
como es el caso de los recursos forestales en los bosques, tal cual lo establecen:
En base a los fundamentos jurídicos de lo que implica la madre tierra, se crea una alianza
estratégica que permitirá ampliar las actividades dentro del Programa (reforestación) y
contribuirá con el cuidado de la naturaleza, como es el mandato gubernamental para
defender los derechos de la Madre Tierra, de lo que fundamentalmente, se debe respetar los
133
sistemas de la vida y los seres vivos, que garanticen el patrimonio de la biodiversidad, así lo
prevé:
134
derechos establecidos en la presente Ley, no limitan la existencia de otros derechos
de la Madre Tierra.
De esta forma se concibe los derechos de la madre tierra, la misma que establece los
derechos a la Vida, al equilibrio y a la restauración, donde los bosques son objeto constante
de su vulnerabilidad, y que conlleva un gran peligro para la biodiversidad y sobre todo para
con el equilibrio del medio ambiente, que al quedar sin pulmones que contribuyen con la
fotosíntesis, van fomentando el calentamiento global en detrimento de todo el planeta:
En este contexto se extienden los deberes de las personas para defender y respetar dichos
derechos y uno de ellos es la restauración y ello implica la reforestación de ares
deforestadas ilegalmente y que deben cumplirse también por instituciones como es el caso
de los municipios, así lo establece:
135
4.5. LEY MARCO DE LA MADRE TIERRA Y DESARROLLO INTEGRAL
PARA VIVIR BIEN, LEY 300 DE 15 OCTUBRE, 2012
Bolivia ha promulgado una nueva ley que consagra los derechos de la naturaleza. La "Ley
Marco de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para el Buen Vivir", promulgada el 15 de
octubre, establece once derechos de la Madre Tierra, incluido el derecho a la vida, la
biodiversidad, el agua pura, aire limpio, y libre de modificación genética y contaminación.
El concepto de naturaleza como un sujeto jurídico-un protagonista con sus propios intereses
y los derechos-es un enfoque novedoso en el campo del derecho ambiental, ofreciendo una
herramienta potencialmente revolucionario para los grupos involucrados en conflictos
ambientales.
La ley de la Madre Tierra nueva, de desarrollo de una declaratoria "ley corta", aprobada por
el Congreso boliviano en diciembre de 2010, ha sido una alta prioridad para los
movimientos indígenas y campesinos de Bolivia, y los resultados de un compromiso
asumido por Morales en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático
Cambiar celebrada en Cochabamba a principios de ese año. Disposiciones clave incluyen
una ampliación del programa de reforma agraria de Bolivia (con las mujeres, los pueblos
indígenas, los afro bolivianos-, y los colonos migrantes que tienen preferencia por las
tierras redistribuidas), el establecimiento de una Madre Tierra "Ombudsman" y un Fondo
Climático Justicia, la prohibición de la genética semillas modificadas y cultivos, y el
requisito de que todos los proyectos de infraestructura y desarrollo respetar el medio
ambiente natural y proporcionar reparación por los daños y perjuicios incidentales, y todos
estos aspectos tiene que ver con los recursos forestales.
136
Tal cual lo establece su objeto:
Artículo 1. (OBJETO).- La presente Ley tiene por objeto establecer la visión y los
fundamentos del desarrollo integral en armonía y equilibrio con la Madre Tierra para
Vivir Bien, garantizando la continuidad de la capacidad de regeneración de los
componentes y sistemas de vida de la Madre Tierra, recuperando y fortaleciendo los
saberes locales y conocimientos ancestrales, en el marco de la complementariedad de
derechos, obligaciones y deberes; así como los objetivos del desarrollo integral como
medio para lograr el Vivir Bien, las bases para la planificación, gestión pública e
inversiones y el marco institucional estratégico para su implementación.
Con relación exclusiva de los recursos forestales, se tiene la ley forestal, la cual norma y
regula la utilización de los bosques y su protección, para el uso de las generaciones futuras,
así lo establece:
Artículo 1º.- (Objeto de la ley).- La presente ley tiene por objeto normar la
utilización sostenible y la protección de los bosques y tierras forestales en beneficio
de las generaciones actuales y futuras, armonizando el interés social, económico y
ecológico del país.
De igual forma se debe promover la actividad forestal, para garantizar los derechos de la
madre tierra mediante el desarrollo sostenible:
Artículo 2º.- (Objetivos del desarrollo forestal sostenible).- Son objetivos del
desarrollo forestal sostenible:
a) Promover el establecimiento de actividades forestales sostenibles y
eficientes que contribuyan al cumplimiento de las metas del desarrollo
socioeconómico de la nación.
137
b) Lograr rendimientos sostenibles y mejorados de los recursos forestales y
garantizar la conservación de los ecosistemas, la biodiversidad y el medio
ambiente.
c) Proteger y rehabilitar las cuencas hidrográficas, prevenir y detener la
erosión de la tierra y la degradación de los bosques, praderas, suelos y
aguas, y promover la a forestación y reforestación.
d) Facilitar a toda la población el acceso a los recursos forestales y a sus
beneficios, en estricto cumplimiento de las prescripciones de protección y
sostenibilidad.
Estos aspectos serán aplicados como incentivo a la reforestación de ares dañadas de alguna
forma por efectos de la degradación y deforestación, tal cual lo prevé:
138
d) Asistencia técnica e insumos especializados para los trabajos de
rehabilitación.
Dentro del marco de las autonomías y las competencias exclusivas, los municipios como
entidades públicas autónomas descentralizadas, tiene como deber la Reducción de
emisiones por la deforestación y degradación de bosques, tal cual lo establece:
De esta forma se hace fundamental crear mecanismos jurídicos municipales para adquirir
apoyo de las instituciones gubernamentales nacionales y de los países del mundo, para que
trabajemos juntos para evitar la deforestación y degradación de los bosques y la selva. Es
una obligación, y es parte de su deuda climática y ambiental, contribuir económicamente a
la preservación de los bosques, pero no a través de su mercantilización. Hay muchas formas
de apoyar y financiar a los municipios y a los pueblos indígenas y a las comunidades
locales que contribuyen a la preservación de los bosques, para mantener la biodiversidad y
un equilibrio ambiental que garantice un ambiente sano a las futuras generaciones, asi
también estos recursos les permitirá crear las instancias correspondientes para su aplicación
y gestión de proyectos en esta materia, así lo prevé:
139
3. Gobiernos municipales autónomos:
a) Proteger y contribuir a la protección del medio ambiente y
fauna silvestre, manteniendo el equilibrio ecológico y el
control de la contaminación ambiental en su jurisdicción.
140
CAPITULO V
5. PROPUESTA DE MECANISMO LEGAL QUE VIABILICE
PROGRAMAS DE REFORESTACIÓN EN EL GOBIERNO
AUTÓNOMO MUNICIPAL DE CARANAVI
CONSIDERANDO:
Que, el Artículo 342 de la Constitución Política del Estado establece que es deber del
Estado y de la población conservar, proteger y aprovechar de manera sustentable los
recursos naturales y la biodiversidad, así como mantener el equilibrio del medio ambiente.
Que el Artículo 386 de la Constitución Política del Estado señala que los bosques naturales
y los suelos forestales son de carácter estratégico para el desarrollo del pueblo boliviano;
asimismo, establece que el Estado promoverá las actividades de conservación y
aprovechamiento sustentable, la rehabilitación y reforestación de áreas degradadas.
141
sus presupuestos anuales la asignación de fondos para la implementación de los planes de
manejo, plantaciones forestales, agroforestales y protección de bosques nativos.
DECRETA:
142
II. La Dirección de la Unidad de Obras Públicas, a través de las gestiones del Director
de la Unidad agropecuaria y Medioambiente;
III. La Instituciones correspondientes de Coordinación del Gobierno Municipal
Autónomo de Caranavi con el Gobierno Autónomo Departamental de La Paz,
IV. La superintendencia forestal, y
V. Los demás funcionarios en quienes se delegue facultades por Alcance Municipal.
Artículo 3.- (Definiciones).- Para efectos de la presente ley se entiende por:
I. ÁREAS VERDES.- Cualquier superficie de terreno, que sea del dominio público o
privado, provista de vegetación, con o sin equipamiento urbano complementario;
II. ÁREAS VERDES PUBLICAS.- Todas aquellas áreas verdes destinadas al uso
común y comprendidas en el municipio, dentro de esta categoría se encuentran los
parques urbanos, los de barrio, los jardines vecinales, y los taludes;
III. ÁREAS VERDES PRIVADAS.- Son aquellas que se encuentran dentro del
régimen de propiedad privada y que a su vez son de uso común, así como aquellas
que por voluntad de particulares, medie acuerdo para que se dé tal carácter a una
determinada área de propiedad particular conforme a las normas de uso del suelo y
edificaciones, y sean utilizadas para ese fin;
IV. PLANTA.- Nombre general que comprende todo lo que vive adherido al suelo por
medio de raíces;
V. PLANTAS NATIVAS Y ENDÉMICAS.- Plantas que crecen y se desarrollan de
forma natural, formando bosques, selvas, zonas áridas y semiáridas y otros
ecosistemas, dando lugar al desarrollo y convivencia equilibrada de otros recursos y
procesos naturales;
VI. PLANTAS EXÓTICAS.- Plantas arbóreas, arbustivas ajenas a los ecosistemas
naturales;
VII. PODA.- Eliminación de ciertos componentes, generalmente ramas de los árboles o
arbustos;
VIII. TALA.- Corte total desde el tronco de un árbol o arbusto;
IX. REMOCIÓN.- Quitar un árbol o arbusto con todo y raíz para deshacerse del
mismo;
143
X. TRANSPLANTÉ.- Mudar un árbol o arbusto con todo y raíz para plantarlo en otro
lugar;
XI. REFORESTACIÓN.- El establecimiento inducido de vegetación forestal en
terrenos forestales;
XII. FORESTACIÓN.- El establecimiento y desarrollo de vegetación en terrenos
preferentemente o temporalmente forestales, con propósitos de conservación,
restauración o producción comercial;
XIII. CUBRE SUELO.- Vegetación principalmente rastrera, cuya función es la de
proteger la erosión hídrica y/o eólica del suelo; y
CAPITULO II
UNIDAD MUNICIPAL DE FORESTACIÓN
144
IV. El Coordinador de la Unidad Municipal de Forestación y Reforestación de Medio
Ambiente, para coordinar tareas ante el Gobierno Autónomo Departamental de La
Paz y otras entidades; y
V. Representantes de Organizaciones Sociales y no gubernamentales interesados en la
materia.
Artículo 7.- (Funciones).- Corresponde a la Unidad Municipal de Forestación y
Reforestación a través de su Director:
I. Gestionar ante los tres niveles de Gobierno: Central, Departamental y Municipal,
según establecen las competencias autonómicas, acciones tendientes a mejorar y a
preservar la biodiversidad de nuestro medio ambiente a través de la forestación;
II. Conocer, analizar y considerar sobre los proyectos de nuevos desarrollos
habitacionales y comerciales en relación a la forestación;
III. Participar en el proyecto de forestación del Municipio;
IV. Procurar la obtención de los recursos complementarios para promover y difundir en
la comunidad los programas de forestación;
V. Promover la participación comunitaria en los programas de forestación;
VI. Emitir su reglamento que establezca los mecanismos y procedimientos de su
funcionamiento, y
VII. Las demás que por ley se establezca.
Artículo 8.- (Obligaciones de la sociedad).- Es obligación tanto de los ciudadanos, como
de los visitantes el cuidar y preservar las áreas verdes públicas y la vegetación en general,
así como colaborar con las autoridades municipales en los programas de forestación y
reforestación.
Artículo 9.- (Prohibiciones).-
I. Queda estrictamente prohibido clavar, atornillar, atar con alambre cualquier objeto
en árboles o arbustos, así como utilizar material punzo cortante para cercar zonas
ajardinadas;
II. Excepto en aquellos casos en que la siembra del pasto o cubresuelo lo requiera para
su protección, en cuyo caso el periodo aproximado de duración será de 30 días.
145
III. De igual forma queda estrictamente prohibido plantar vegetación riesgosa como
cactus, abrojos, biznagas, etc. en las áreas verdes utilizadas para el esparcimiento de
la población.
CAPITULO III
FORESTACIÓN Y LA REFORESTACIÓN
146
Artículo 14.- (Destino de producción excedente en los viveros).- Si existiera excedente
de producción en los viveros municipales, la Unidad Municipal de Forestación y
Reforestación a través del vivero municipal estará facultada para distribuir dichos excesos
entre las instituciones de los distintos niveles de gobierno autónomos y entidades vecinales
que lo soliciten, debiendo presentar una solicitud para forestación o creación de área verde.
Artículo 14.- (Elección de especies para su trasplantado).- La elección de especies
dependerá de la función a desempeñar, lo que determina la necesidad de espacios de tierra y
requerimientos de riego, por lo que, para la adecuación del entorno físico y economización
en el consumo de agua en los proyectos deforestación y reforestación, los responsables
deberán seguir los lineamentos del presente ordenamiento.
Artículo 15.- (Forestación y Reforestación en áreas urbanas).- Los poseedores de
propiedades ubicadas dentro del municipio, tendrán la obligación de cuidar y conservar los
árboles o arbustos existentes en su servidumbre, o bien a falta de éstos, podrán plantar uno
hasta por cada seis metros lineales de servidumbre adquiriendo la obligación antes
mencionada.
Artículo 16.- (Forestación y Reforestación en áreas rurales).- Las personas físicas o
morales, públicas o privadas, que realicen movimientos de tierras y/o acciones de
urbanización y agricultura, y como resultado generen taludes, para evitar su erosión serán
responsables de su protección, mediante su forestación lo cual, en el caso de desarrollos
urbanos, debe estar concluido el día de la entrega al municipio y, en los demás casos, debe
estar efectuada la forestación dentro de los dos meses siguientes a la conclusión de los
movimientos de tierras, incluyendo un tipo de suministro permanente de agua tratada para
su irrigación.
Artículo 17.- (Forestación y Reforestación en áreas boscosas).- Los propietarios o
responsables de cualquier propiedad, que realicen la quema, tala o explotación de áreas
boscosas no autorizadas por la autoridad competente, efectuaran la Forestación y
reforestación de las inmediaciones donde se realizó la quema o tala, en coordinación con la
Unidad Municipal de Forestación y Reforestación.
147
Artículo 18.- (Imposibilidad de plantar árboles).- Cuando sea imposible el cultivo de
árboles o arbustos por razones de espacio, se buscará la producción de follaje equivalente
con plantas rastreras que puedan desarrollarse adecuadamente.
Artículo 19.- (Forestación y Reforestación a cargo del Municipio).- La Unidad
Municipal de Forestación y Reforestación, se encargara de realizar las tareas de Forestación
y Reforestación de:
I. Predios y tierras municipales.
II. Tierras de las comunidades originarias que sufrieron anteriormente la tala y
explotación ilegal de Bosques
CAPITULO IV
PODA, TALA Y OTROS PROCEDIMIENTOS
148
propiedad pública y privada, una vez que se cuente con la autorización de la autoridad
municipal competente.
Artículo 23.- (Solicitud de autorización).- Para efectos del permiso requerido en el
artículo anterior, los interesados deberán presentar una solicitud por escrito a la autoridad
municipal competente, quien procederá de acuerdo a sus procedimientos implementados
para la poda o tala de árboles o arbustos.
CAPITULO V
DENUNCIAS Y SANCIONES
MEDIDAS TRANSITORIAS
Primero.- Deberá elaborarse el reglamento correspondiente de la presente Ley Autonómica
Municipal, dentro de los 90 días luego de su publicación.
149
CONCLUSIONES Y
RECOMENDACIONES
Conclusiones
La deforestación es el proceso por el cual la tierra pierde sus bosques en manos de los
hombres.
Al tumbar un bosque, los organismos que allí vivían quedan sin hogar. En muchos casos los
animales, plantas y otros organismos mueren o les toca mudarse a otro bosque. Destruir un
bosque significa acabar con muchas de las especies que viven en él. Algunas de estas
especies no son conocidas por el hombre. De esta manera muchas especies se están
perdiendo día a día y desapareciendo para siempre del planeta.
151
Lo cual atenta con los derechos de la madre tierra, ¿Qué es la madre tierra? ¿Por qué es
importante su preservación? ¿Qué beneficios nos brinda la madre tierra? ¿Cómo aprovechar
los espacios que te brinda la escuela para poder cuidar y proteger la madre tierra? ¿Cómo
retribuyes el beneficio que nos brinda la madre tierra?
Siendo la tierra nuestra proveedora de beneficios como alimento y bienestar para garantizar
la vida de los seres vivos, vemos la necesidad de conocer, reconocer y cuidar la madre
tierra. Vivimos en constante evolución en busca de mejorar nuestra condición de vida, sin
embargo, esto ha perjudicado gradualmente nuestro planeta, por la falta de una conciencia
que proteja nuestros recursos de los que dependemos para vivir en forma equilibrada. Por
esto es importante que desde temprana edad se estimule a los niños por medio de ambientes
naturales, su participación directa en la protección, cuidado y producción de la tierra.
Finalmente con relación a los derechos la deforestación tiene muchos efectos negativos
para el medio ambiente. El impacto más dramático es la pérdida del hábitat de millones de
especies.
A este aspecto desde los derechos constitucionales, hasta leyes especiales, son una política
para garantizar los programas de forestación y reforestación de bosques y demás áreas que
fueron aplacadas por deforestación indiscriminada, vulnerando así no solo derechos contra
la madre tierra, si no derechos contra la economía de los pueblos originarios, vulneraciones
contra el medio ambiente, etc.
152
Recomendaciones
153
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ANEXOS
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