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Fue Ntes para La Historia Del Arte Hispanoamericano: Enrique Marco Dor Ta

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ENRIQUE MARCO DOR TA

FUE NTES PARA LA HI STOR IA


DEL ARTE HISPANOAMERICANO

ESTUDIOS Y DOCUMENTOS

TOMO 11

CON SEJO SL JlIOR DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS


INSTITUTO «DIEGO VELAZQUEZ1 • SECCION DE SEVILLA
MARC
ENRIQUE MARCO DoRTA, Ca­
tedrático de Historia del Arte
Hispanoamericano en la Uni­
versidad de Sevilla, bien cono­
cido por sus estudios sobre ese
aspecto tan brillante de .ta obra
de España en América, inició
hace unos años la publicación
de esta serie de FUENTES,
destinada a dar a conocer el
fruto de sus investigaciones en
el Archivo General de Indias
y en otros depósitos documen­
tales de España y de América.

,,
El deseo de esclarecer proble­
mas histórico - artísticos pen­
dientes de solución y el de lle­
nar las lagunas que ofrece la
historia del arte español en tie­
rras de América, llevó a Mar­
co Dorta al trabajo asiduo en
los ricos fondos documentales
del Archivo de Sevilla. Si­
guiendo el criterio iniciado en
el tomo primero, el autor no
se ha limitado a ofrecer a los
especialistas una simple colec­
ción de documentos, sino que,
elaborando estos materiales,

(Sisue en 111 "H""áa ,ol11p11)


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FUENTES PARA LA HISTORIA
DEL ARTE HISPANOAMERICANO

TOMO 11
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ENRIQUE MARCO DORT A

FUE NTES PARA LA HISTO RIA


DEL ARTE HISPANOAMERICANO

ESTUDIOS Y DOCUMENTOS

T OMO 11

INSTITUTO «DIEGO VELAZQUEZ»


SECCION DE SEVILLA
SEVILLA, 1960
lares.
Primen edición de 500 ejemp

Reseroados todos
los derechos.

Depósito legal, M. 6158-1959

. Gráficas Cóndor, S. A. - Avia


dor Lln.dbenth. 5 - 14adrld
610-59
-
INDICE GENERAL

Páginw

Pról ogo ... ... ... ... ... . .. ... ... ... ... ... ... ... ... ... . XVII

ESTUDIOS

5ANTO DOMINGO Y PuERTO Rico ... ... 3


CIUDAD TRUJILLO. Regina Angelorum ... ... ...
Santa Bárbara ... ... ... ... .. . ... ... .. . ... ... ... ...
3
8 "
Santa Clara ...... ... ... ... .. . ... ... .. . ... . .. ... ... 13
La Merced ... ...... ... ... ... ...... ... ... ... ... 15
SAN JuAN DE PUERTO Rico. El Seminario ... ... ... 18
pANAMÁ y COLOMBIA ... ... ... ... ... . .. .. . ... . .. ... 21
PANAMÁ. La Aduana . . . ... ... ... ... .. . ... . .. ... ... 21
El convento de las Concepcionistas ... ... ... ... ...... 24
PoPAYÁN. La Catedral ... ... ... ... ... ...... ... ... ...... 26
SANTA MARTA. La Contaduría ... ... ... ... .. . ... ... ... 33
TuNJA:. El puente del Topo ... ... ... ... ... ... ... ... ... 35
VENEZUELA ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 39
CARACAS, El convento de las Carmelitas ... ... ... ..·. ... 39

VII
----- INDICE GENERAL
Páginas

44
... ... ... ... ... ... ... ... ...
CIUDAD BoLÍVAR. LaCatedral
47
1 ... ... ... ... ... ... ...
CUMANAC0A. Iglesia parroquia. 52
ipuzcoana ... ... ... ... ... ...
Edificios de la Compañía Gu

PERÚ y BOLIVIA.
( 1609-1654) . . . . . . . . .
59
Lna:A. Obras en la Catedral
67
... ... ... ...
ARE(!YIPA. La Catedral ...
i2
. . ... ... ...
LA PAZ. La Catedral ... ... .
73
.. . . . ... ... . .. ... ... ...
SucRE. La Catedral ... .. . .
87
ESCULTORES ... ... ... ...
ÜBRAS DE ENSAMBLADORES Y 87
ral de Tunja ... ... ...
La sillería del coro de la Cated
ral de Lima y sus artí-
La síllería del coro de la Cated 88
.. ... ... ... ... ... ...
fices ... ... ... ... . . . ... ... . 88
.. ... . . . .. . ... ... ...
La sillería ... ... ... ... ... ... . 94
ra ... ... ... ... ...
Los artífices : Pedro de Nogue 96
.. ... ... . . . ... ... ...
Luis Ortiz de Vargas ... ... . 104
spar de la Cueva ...
Martín Alonso de Mesa y Ga 108
Potosí .. . .. . ... ...
Retablo de la iglesia mayor de

DOCUMENTOS
113
O DE REGINA ... ... ... ...
CIUDAD TRUJILLO: CONVENT
ncia de Santo Domin­
1.-Infonnación ante la Audie
Regina.-Decla­
go, a instancias del convento de
zo Ramos y Pedro
raciones de los albañiles Loren 113
... ... ... ... ...
Pérez.-27 marzo 1572 ... ...
118
SANTA BÁRBARA ... ... ...
CIUDAD TRUJILLO: IGLESIA DE

VIII
INOlCE G�N�RAL

Páginas

ingo al rey,
2.-Carta del Ar.zobispo de Santo Dom
de l a iglesia de
dándole noticias sobre las obras 118
. ... ... ...
Santa Bárbara.-9 abril 1574 ... ... ..
MERCED ... ... ... 121
CIUDAD TRUJILLO : C ol'.VENTO DE LA
de Santo
3.-Probanza del convento de la Merced
Carva­
Domingo.-Declaraciones de Pedro de
ardo de
jal, Diego Sánchez de Andújar y Bern 121
0 . .. .. . . . . . .. ... ...
Silva.-16 noviembre 161
encuentra el
4.-Testimonio del estado en que se
ingo.-
convento de la Merced de Santo Dom 125
. . . . . . . . . . . . ...
18 enero 1752 ... ... ... .. .
. ... ... ... ... 128
PANAMÁ: ADUANA ... ... ... ... ... ... ..
trucción
5.-Acuerdo de la Audiencia sobre la cons 128
de la Aduana.-4 mayo 1575 . . . .. . .. . . .. ... ...

,,
de Arauz
6.-Informe de los maestros Alonso Cano 129
y Pedro Vicente.-5 may o 1575 ... ... ... ...
. . ... ... 131
PoPAYAN: CATEDRAL ... ... ... ... ... ... ... .
de
7.-Auto del Obispo ordenando el reconocim ento
i

1763 ... ... ... ... . .. .. . 131


la Catedral.-16 junio
r.-
8.-lnforme del arquitecto P. Simón Schenher
.. . ... ... . .. ... . .. .. . ... 133
20 junio 1763 ... ...
9.-Informe del arquitecto don José Aguiló.-21 ju-
135
nio 1763 ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
que
10.-Auto del Obispo de Popayán, disponiendo
el hermano jesuíta Venancio Gandolfi, arquitec-
137
to, reconozca la Catedral.-17 septiembre 1763.
1
11.-lnforme del hermano Venancio Gando lfi.-2
138
septiembre 1763 ... ... ... ... ... ... ... ... ...
12.-lnforme del arquitecto don Antonio García .....:-
139
11 septiembre 1784 ... ... ... ... ... ... ... ...
IX
N
I DICE GENERAL

Páginas

13.-lnforme de fray Antonio de San Pedro Pérez,


arquitecto.-13 septiembre 1784 .. . ... ... ... ... 142
14.-Declaración del maestro de albañilería Pablo
Arriaga.-25 abril 1785 ... ... ... ... •.. ... ... 146
15.-Cálculos del costo de la obra de la Catedral.-
1786-1787 ... . .. ... ... ... ... ... ... . .. ... 147

TUNJA: PUENTE DEL TOPO ... ... ... ... ... ... ... ... 153
16.-Informe de los maestros mayores de albañilería
José Ignacio Rincón e Ignacio Cano.-12 mayo
1749 ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 153
17.-Informe del arquitecto Bernardino Lozano.-
19 septiembre 1794 ... ... ... ... ... ... ... ... 153
18.-lnforme del maestro albañil Vicente Ignacio
Montero.-23 abril 1805 ... ... ... ... ... .. . ... 155
19.-Informe del arquitecto fray Domingo de Pe-
trés.-6 marzo 1807 .. . ... ... ... ... ... ... ... 156

CARACAS: CONVENTO DE LASCARMELITAS... ... ... ... ... 157


20.-Explicación de los planos ... ... ... ... ... ... ... 157

ÚJM:ANACOA: IGLESIA PARROQUIAL ... ... ... ... ... ... ... 160
21.--Declaración del albañil Juan Francisco Parri-
lla, en una información hecha en Cumanacoa.-
14 agosto 1769 ... ... ... .. . ... ... ... ... ... 160
22.-cDictamen sobre el proyecto de la Iglesia Parro-­
quia} de la ciudad de San Balthasan, o Cuma­
nacoa, por el ingeniero don· Juan Antonio Pe-
relló.-8 marzo 1770 ... .. . ... . .. ... . .. ... ... 162
PuERTO CABELLO: EDIFCI IOSDE LA COMPAÑÍA GU PI UZ-
COANA ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 164

X
-�-- -- INDICE GENERAL

Páginas

23.�Explicación del plano de los terrenos y edificios


de la Compañía guipuzcoana de Caracas en
Puerto Cabello.-1790 .·.. ... ... ... ... ... ... 164

LIMA: CATEDRAL

24.-Acuerdo del Cabildo, Justicia y Regimiento de


Lima, sobre fa reparación de los daños causados
en la Catedral por el terremoto de 19 de octubre
de 1609.-23 noviembre 1609 ... ... . .. . .. ... 166
25.-Informe del maestro mayor de la Catedral Juan
Martínez de Arrona.-18 enero 1610 ... ..." ... 169
26.-Informe del arquitecto Alonso de Arenas.-4 fe-
brero 1619 ... ... ... ... ... ... ... ... ... .. . ... 171
27.-Informe del arquitecto fray Jerónimo de Ville-
gas, agustino.--S febrero 1610 ... ... ... ... ... 175

,,
28.-Acuerdo del Cabildo Eclesiástico de Lima a.cer-
ca de la reparación de la Catedral.-12 febrero
1610 ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 179
29.-Informe del arquitecto Juan del Corral.-23 ju-
lio 1610 ... . .. ... ... ... . .. ... ... ... . . . .. . ... 181
30.-Acuerdos del Cabildo, Justicia y Regimiento de
Lima sobre la reparación de la Catedral.-13
agosto 1610 .. . ... ... ... ... ... ... ... ... ... 184
31.-Acta del Cabildo Eclesiástico de Lima, con acuer-
dos sobre la reparación de la Catedral.-18 agos-
to 1610 ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 187
32.-Auto de la Audiencia de Lima.-2 septiembre
1610 ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 189
33.-Auto de la Audiencia de Lima disponiendo que
se haga la obra de las bóvedas de la Catedral
según la traza del maestro mayor Juan Martínez
de Arrona.-1615 (mes y día perdidos) 190

XI
INDICE GENERAL

Págj;nas

34.-Asiento con Bartolomé Lorenzo para acabar la


Catedral de Lima.-2 diciembre 1610 ... ... ... 191
35.--Carta del fiscal de la Audiencia don Luis Enrí-
quez, referente a las obras de la Catedral.-20
abril 1621 ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 198 i
36.-Informe de los alarifes fray Diego Maroto y
Juan Mansilla.-1657 ... ... ... ... ... ... ... ... 202
AREQUIPA: CATEDRAL... ... ... ... ... . .. ... . .. . .. ... ... 207
37.-Informes de los maestros arquitectos Gaspar de
Montenegro y Juan de la Rosa sobre el estado
de las obras.-Septiembre-noviembre 1634 ... ... 207
38.-Informes de los arquitectos Gaspar de Montene-
gro y Francisco del Río.-21 abril 1635 ... ... 210
39.-Memorial del Licenciado Esteban de Valencia,
relatando sus trabajos en la construcción de la
Catedral de Arequipa.-27 agosto 1659 ... ... ... 212
40.-Acta del Cabildo de Arequipa en que se enume-
ran las obras de arquitectura hechas por Esteban
de Valencia.-13 abril 1660 .. . ... ... . .. ... ... 214
LA PAZ: CATEDRAL... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 216
41.-Informe del maestro mayor Alonso de Larrea.-
4 julio 1653 ... ... .. . .. . ... ... ... . . . ... ... ... 216
42.�Testimonio de las obras hechas en la Catedral
desde que llegó a La Paz, en 1682, el Obispo
don Juan Queipo de Llano y Va1dés.-7 ju-
lio 1690 ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... .. . ... 217
SucRE: CATEDRAL ... . .. .. . ... ... .. . . .. ... ... ... ... ... 220
43.-Información pedida por el Obispo, Deán y Cabil-
do de La Plata. Solicitud y cuestionario de pre-
guntas.-16 noviembre 1568 ... ... . .. ... .. . 220

XII

--
INDICE GENERAL

Páginas

44.-Sentencia de un pleito entre el Cabildo de La


Plata y los herederos de Juan Miguel de Vera-
mendi.-Madrid, 27 junio 1576 ... ... ... ... ... 222
45.-José Pastorelo, pintor y escultor, se obliga con
el Cabildo Eclesiástico de La Plata para hacer un
retablo, de acuerdo con el pliego de condiciones
que se incluye.-9 agosto 1604 ... ... ... ... ..• 224
46.-Información de la Catedral de La Plata, pedi-
da el 28 de enero de 1608. Memorial y declara-
ciones de los testigos . .. ... ... . .. ... ... ... ... 228
47.-Expediente sobre las obras de la Catedral de La
Plata.-Auto del Arzobis¡x> González y Poveda.
Auto de la Audiencia.-Nombramiento de Su-
perintendentes.-6 abril 1686 . .. ... . .. ... ... . .. 240
48.-Testimonio del estado en que se encuentran las
obras de la Catedral.-9 mayo 168ó ... ... ... ... 245
49.-Carta del Arzobispo de La Plata don Bart6lomé
González y Poveda, dando cuenta de las obras
que ha realizado en la Catedral.-13 agosto
1690 ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 246
50.-Testimonio de las obras de ornato realizadas en
la catedral por orden del Arzobispo don Juan
Queipo de Llano y Valdés.-24 diciembre 1697. 248
SO bis.-Inventario de alhajas y objetos de culto de
la Catedra1.-13 abril 1702 ... ... ... ... ... ... 249
51.-Informe de los alarifes Félix de Buendía y Lá-
zaro Serrato, sobre la Catedral de La Plata.-
14 abril 1712 ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 255
TUNJA: SILLERÍA DE CORO DE LA CATEDRAL ... ... ... ... 257
52.-Escritura de concierto otorgada ¡x>r los maes-
tros Amador Pérez y Francisco Velázquez, obli-

XIII
INDICE GENERAL

Páginas

gándose a labrar la sillería de coro de Tunja.-


Cartas de pago.-1598-1604 ... ... ... ... 257

LIMA: SILLERÍA DE CORO DE LA CATEDRAL ... . .. ... 263


53.-Pliego de condiciones a que ha de ajustarse la
obra de la sillería de coro, rejas y tribunas.-
Pregones y ofertas ... ... ... ... ... . . . ... ... ... 263
54.-Auto del oidor don Juan Ximénez de Montalvo,
Superintendente de la fábrica de la Catedral, dis­
poniendo que se saque a pregón la obra de una
custodia, un sagrario para el altar mayor y una
imagen de la Virgen.-Pregones y posturas.-
12 marzo 1626 ... ... ... ... ... ... ... ... ... 275
55.-Remate de la sillería, tribunas y púlpito.-15
mayo 1623 ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 279
56.-Remate de la custodia, sagrario e imagen en
Pedro de Noguera ... ... ... ...... ... ... ... ... 283
,,
57.--0ferta de Martín Alonso de Mesa, Luis Espi-
nola y Gaspar de la Cueva.-1 agosto 1623 ... 286
58.-Declaración de Juan Martínez de Arrona.-5
agosto 1623 ... ... ... ... ... ... ... . .: ... ... 288
59.-Petición de Pedro de Noguera ... ... ... ... ... 290
60.-Escritura de concierto entre Pedro de Noguera,
Luis Ortiz de Vargas y Martín Alonso de Mesa,
para hacer la sillería de coro, rejas, tribunas y
púlpito.-9 enero 1624 ... ... ... ... ... ... ... 293

ARTÍFICES DE LA SILLERÍA DE LA CATEDRAL DE LIMA . , . 297


61.-Descripción del túmulo erigido en la Catedral de
Lima para las exequias de Felipe III. Por Fray
Remando de Valverde, agustino.-1621 ... ... 297

XIV
INDICE GENERAL

Páginas

62.-EI escultor Gaspar de la Cueva y su mujer Ca­


talina de Milán, en vísperas de hacer viaje al
Perú, reciben del pintor Juan de Uceda Castro­
verde unos cuadros para venderlos, por cuenta
de éste, en América ... ... ... ... ... ... 301
POTOSÍ: RETABLO DE LA IGLESIA MAYOR ... ... ... 305
63.-Andrés Gutiérrez Coronado, maestro de arquitec-
tura, se obliga a labrar un retablo para la iglesia
mayor de Potosí.-15 agosto 1680 ... 305
ADICIÓN.-PLANOS DE EDIFICIOS DIVERSOS .. • • .. 309

Contaduría. Santa Marta ... ... .. . ... ... 309


Casa de Martínez Aparicio. Santa Marta ... ... 310
Puente del Topo. Tunja ... ... ... ... ... ... ... ... 310
Iglesia parroquial. Cumanacoa ... ... ... .. . ... .. . ... 310
Casa Factoría de la Compañía Guipuzcoana. La
Guaira ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 311
Panadería de la Compañía Guipuzcoana. La Guaira. 312
Casa de la Compañía Guipuzcoana. Maracaibo ... ... 313
Casa Factoría de la Compañía Guipuzcoana. San Fe-
lipe ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 314

Indice de personas y lugares ... ... ... ... . .. . .. 317


Jndice de láminas . .. ... ... . .. ... 330
Colofón ... ... ... ... ... ... . .. ... ... ... ... ... ... 337

XV
,,
PROLOGO

En el prólogo aJ, tomo primero e.xpuso el arwtor los móviles que


le impulsOJron a inü:iar esta serie áe Fuentes para la Historia del
Arte Hispanoamericano, a.s-í como la intención de continuarrla para
ir dando a conocer el resultado de sus investigaciones en el Archivo
General de Indias y en otros Mchivos de Espaiña y de Amériw.
Respottdiendo a: esos propósitos, se publü:a ahora este segundo tomo
que, como el anterior, contiene materiales procedentes, en su mayor

,,
p,a:rte, del citado Archivo de Sevi,lla.
De acuerdo con el criterio seguido en el volumen precedente, no
me he limitado· a la publicación de los documentos, panciéndome
más interesante y más útil e.Zaborarr con esos materiales los Estudios
que constitu,,en Ú1J pri,mem parte de la obra. A continuación, y a
modo de a,péndü:e, van lo-s Documentos, agrupados según la obra
artística a que se refieren y ordenados por orden cronológu:o dentro
de cada grupo, con nwmeración corrida para; facilitar su manejo
y simplifica,,- las cit�. Como quedó e.xpuesto en. e,l tomo, fmtnero,
los Estudios se limitain a abordar los problemas que Ú1J aportación
documenta/, aclar<JJ o plarntea, sin pretender escribir ÚJ; monografía
del monurmento a que se .refiere.
C amo el precedente, este segwndo tomo tiene ca;rá:cter miscelá­
neo. Comprende cuatro aparrtados o· capítulos. En el primero, de­
dü:a.do a Santo• Dmnirngo y Puerto Ru:o·, he reunido notü:ias refe­
rentes a aJ,guno,s convento-s e iglesia,s de Ciudad Trujillo, la antigua
Santo Domingo·, capital de Ú1J isla Española., y doy a conocer los
planos, hasta aJior<J inédito-s, del amtiguo· Colegio-SeminMio de San

XVII

Fl. 11s83
PROLOGO

Juarn de Puerto Rico. Algunos de los doc'1111'1U!ntos alusivos a las


iglesias y conventos dominicamos del si-glo xvn fueron publicados
fragmentariamente p,or el inolvidable historia,dar fray Cipriaino de
Utrera (t), a quien es justo dedi.qU'e aquí un sentido recuerdo. Los
citaxlois docwmentos contienen noticm que fray Cif>riano no utilizó,
y toá-Ois los que reúno en ese primer apartado ofrecen datas de
interés para la, historia de la con.strwccwn de los edificio'S a que se
refieren y salvan. del olvido nombres de artífices que trabajaron en
la capital de la, isla Espwwla. en los si.glas XVI y xvn.
El segundo capítulo está dedicado a Panamá y Colombia. En él
se dan a conocer la traza de la Aduama de la vieja ciudad funda;da
por Pedrccrias Dávila a orill.a.s de «la Man- del Sur� y wn curioso
dibujo del desa,pa:11ecid'o wnvento de l.a.s C oncepcionista.s de la, ac­
tuol ciudad de Pama,'n'UÍ,. Se estudio también la documentación refe­
rente, al, ¡,,royecto de construcción de 'la catedral, de Popayán, cuyois
pkr;nois -traza'li'os .po,r el arquitecto Antonio Garrcfu en 1786- tad
vez se encuentren en el Archivo de tia amtigua. gobernación. Noti­
cw y clocwmen,tos alusivos a la mntigua Contaduría de Santa Mar-
ta ·y el Puente del Topo de' Twnja -obra ésta del fcmwso· Mquitec• 11
to neoclásico fray Domingo de Petrés-, con los plano'S de cmibos
edificios, hasta ahora inéditos, completan este c(]).pí.tulo.
En el tercero, qu:e está dedicado íntegramente a Venezwela,_. se
estudian monumentos de impO'rtancw parra la historio de la <Drqui­
tectwm del dgl,a, XVIII en ese país, com-o el antiguo convento· de /,(J)j
CMmelitas de Caracas, la catedral de Ciudad Bolívar, la iglesia de
Cwm.a;nacoa y la, serie de ed'ificios de tipo utilitario --.dgwno de ellos
no exento de vnterés artístico� que construyó en Caracas, en La
Guairo, en Maracaábo, en Puerto Cabello y en San Feli,p'e, la Com­
(xr,ñía Guipuzcoooa de Caracas. De todos esos monumentos airqui­
tectfmi:cos se darn a ca,nocer planos, en su cosí totalidad inéditos has­
ta ahora.
El cuarto capítula,, ded'icado a Perú y Bo,livia, contiene datos y
docwmentos de interés parra la; historia, de f.a construcción de las ca­
te<hales de Li11UJ,. y Arequip-a; a!,gun(])S noticias sobre la primitiva
de la, ciudad de La Paz; y más abundantes datas sabre la catedral,

XVIII
PROLOGO

de Sucre, la antigua, capital, de Bolivia, que permiten completar la


historia d:el edificio.
Por últi1no, un quint'o capf.tulo está dedicado a obras de ensam­
bladores y escultores, con noticias sobre las sillerías de coro de las
catedrales de Tunja. y Lima. La documentación referente a la, sille­
ría limeña -obra de swma importam,cia en la historia del arte del
seiscientos en Lima-- se publica íntegramente, junto con otros do­
cumentos y notici<M que perfilan la p•ersona/,idad de cada uno de
los artífices que en ella intermnieron, como Pedro de Noguera.,
Luis Orti.z de Vargas y Martín Alonso de Mesa. Por relacionarse
con dos de esfos artist(IJS, incluyo en este apatf'tado un dibujo, has­
ta ahorr(J) inédito, del túmulo erigido en la catedral de Lima con mo­
tivo de las exequws de Felipe III y la descripción del 111onu'l11R'nto
escrita por el contemporáneo fray Hernand'o de Valverde.
Para terminar, qwede wnstamcia de mi gratitud hacia las per­
sonas que me ayudaron a la elaboración de este volunum. En pri­
mer lugar, a mi maestro don Diego Angulo Iñiguez, director del
Instituto «Diego Velázqitez>, del Consejo Superior de Investigw­
cionies Científicas, bajo cuyos auspicios se publica esta obra. Por
lo que respecta al Archivo de Indias, donde he sido asiduo inves­
tigador durante muchos años, he de agradecer las atenciones que
siempre me ha dispensado su personal facultativo y oo.xiliar. Qu.e­
de constancia de mi agradecimiento a su director, don José María
de la Peña y Cámam, y al archivero don Julio Gonzáléz, querido
amigo y compañero en la Facultad de Filosofía y LetrCl!S de Sevi­
lla, que me ha facilitado las revisiones de los planos que ilust'ra,n
este volumen. Justo es recordar también la gratitud que debo al
ilustre historiador don Enriqu-e Ortega Ricaurte, director del Ar­
chivo Nacional de Colmnbia, y a sus colaboradoras señoritas Car­
lota Bustos Losada y Ana Rueda Briceño, por la colaboración que
me prestaron cua;ndo trabajé en dicho centro, en 1947 Y al f:ro­
fesor Harold E. Wethey, de la Universidad de Michigán, a: quien
tanto debe la historia Mtística del Perú y de Bolivia, que nie faci­
litó la fotografía del retablo de la catedral de Sucre y laJS fo toco­
1

pias 4e1 contrato a él referente que aquí se pwblica. Reciban todos


r.l testimonio de mi mefor agradecimiento.

XIX
'
-
Vi
o
"
SANTO DOMINGO Y PUERTO RICO

CIUDAD TRUJILLO

REGINA ANGELORUM
EN virtud de licencia concedida en 1557 a ruegos del prior de
los dominicos fray Agustín Campuzano -que más tarde fué pro­
vincial- se fundó el convento de monjas de Regina Angelorum 1,
en la casa que, a tal fin, les donó la piadosa vecina Doña María de
Arana. Pronto debieron acudir las religiosas a la corte en solicitud
de ayuda, puesto que la real cédula de 26 de julio de 1566 pidió
informes.
El 2 de julio de 1568, el mayordomo del convento, Juan Enrí­
quez, en nombre de la comunidad, presentó_ la cédula ante la Audien­
cia y se abrió la oportuna información de oficio. Según los testigos,
el convento carecía de rentas y albergaba por entonces veintitrés
monjas profesas. La Audiencia cerró la probanza con un informe
en el que hacía constar, en apoyo de las peticiones de ayuda, que
«no tienen fecho casa ni iglesia ni coro» 2•
Al parecer, la Real Audiencia concedió alguna merced y las
monjas pudieron comenzar la construcción de la iglesia, según se
deduce de documentos posteriores. En 26 de marzo de 1572, Juan
Enríquez volvió a solicitar de la Audiencia una información expre­
siva de la pobreza del monasterio, causa de que no hubieran podido
acabar la iglesia «que está tanto tiempo ha comenzada». En el
cuestionario de preguntas presentado por Enríquez se afirma que
«ha mucho tiempo que comenzaron a labrar una yglesia e cuerpo
della y sacaron los simientos y están hechas las paredes fuera de
la tierra quatro tapias en alto, por partes algo más». Detenidas las
obras por falta de numerario, se calculaba que para acabarlas se­
rían precisos más de cuarenta mil pesos «de esta mala moneda de
1 Utrt·ra: Santo Domingo, Dilucidaciones Hiistóricas, tomo I (Santo Domin­
go, 1927), pág. 266.
2 Archivo General de Indias (citado en adelante AGI): Santo Domingo, 12.

3
SANTO OOMlNGO Y PUERTO �ICO

quartos, que de la buena de Castilla podrían ser cinco mill du­


cados,.
Las declaraciones de los testigos confirman, y en algún caso
precisan, las preguntas del interrogatorio. El de más calidad es
el albañil Pedro Pérez, vecino de la ciudad de Santo Domingo,
de cuarenta años, tal vez autor de la traza del templo, pues lo di­
rigió desde sus comienzos. «Empezaron a hazer --declara- un
cuerpo de yglesia en el dicho monesterio, el qual cuerpo de yglesia
este testigo, como oficial de alvaneria, lo sacó de simientos, y paró
estando las paredes por partes de a quatro tapias en alto y por
partes a más ; y esto sabe porque, como dicho tiene, este testigo
sacó la dicha yglesia de cimientos,. Añade que la obra no se con­
tinuó porque las monjas agotaron sus recursos y «assí se lo dixeron
como oficial que hacía la dicha obra,.
Otro albañil, Lorenzo Ramos, declara que «enpesaron a hazer
un cuerpo de yglesia en el dicho monesterio y lo an sacado de
simientos y está en alto las paredes por partes quatro tapias en
alto y por otra parte a cinco...» Después de atestiguar sobre la
pobreza de la comunidad, añade que «fué llamado para acavar dicha
obra como oficial de alvanería que es, y, en presencia de este testigo,
un vezino de esta cibdad que se llama Juan Gutiérrez trató de dar,
para con que se acavase la dicha obra, veynte mill pesos y por ser
poco dinero no se a acavado ni se a puesto mano en la dicha obra
por no thener ... con qué>. El propio Juan Gutiérrez, presentado
también como testigo, declara: «que a visto el cuerpo de la ... ygle­
sia comenzado a hazer y en por partes tiene al<;adas las paredes a
tres tapias en alto y por otra parte tiene la capilla mayor casi en­
rrazada». La Audiencia informó favorablemente 3•
El 3 de diciembre del mismo año de 1572, el Consejo de Indias
concedió al convento mil ducados 4. Cinco años más tarde, en 1577,
la comunidad escribía al rey, quejándose de que aún no les habían
hecho efectiva esa limosna: «Estamos en una casa estrecha y sin
yglesia>, decían y rogaban se activase el despacho de la concesión 5•
3 Documento núm. l.
, Utrera: Dilucidacian€s ... , 1, pág. 266.
5 AGI: Santo Domingo, 96, ramo l. Carta del 1 de jul!o.

- ���- ----- � - -
CIUDAD TRUJILLO. REGINA

Seis años más tarde, las monjas escriben de nuevo al monarca,


insistiendo en la necesidad de una limosna para atender a su sus­
tento «y labrar yglesia y otras oficinas de que carecemos» 6•
Las peticiones no cesaron. La real cédula de 24 de agosto
de 1582 solicitó informes, y el mayordomo del convento, Manuel
González, la presentó ante la Audiencia el 27 de octubre del año
siguiente junto con un cuestionario de preguntas y la solicitud de
la oportuna información. El interrogatorio insiste en la necesidad
de que la Real Hacienda conceda una limosna «así para alimentos
como para hazer la yglesia y la serca de la dicha casa y enfermería
y sacristía y otras oficinas». Las declaraciones de los testigos no
comenzaron hasta el 30 de mayo de 1584 y todos hicieron alusión
a los daños causados en el convento por un temporal. Manuel Mén­
dez dice que está «la yglesia por acaban ; el mercader Diego de
la Plazuela dice que es «el templo pequeño y no tener cabida la
yglesia que se les comenzó a hazer>. La Audiencia, en su informe,
confirma que la comunidad es muy pobre, pero nada dice de la
iglesia 7•

"
En 1586, después de la invasión de Drake, se hace nueva in­
formación para dar cuenta al Consejo de Indias de los daños cau,
sados por el corsario y solicitar la correspondiente limosna. En el
memorial presentado por fray Pedro de Ayala, en nombre de las
monjas, asegura que cuando Drake se apoderó de la ciudad, «quemó
todo el dicho conuento de Regina Angelorum con la yglesia dél
y robaron toda la ropa y aderer;os de la sacristía». Los testigos con­
firman la pregunta del interrogatorio que dice que los ingleses
«-quemaron el dicho conuento... y la yglesia dél poniéndolo todo
por el suelo»; y la Audiencia, al cerrar la probanza, informa a su
vez : «con la entrada del inglés quedó de todo punto asolado y
con muí gran trabajo de limosnas se ha reparado un rincón dél
donde estan recogidas las dichas monjas> 8•
En 1599, el Vicario General de los dominicos, fray Luis de la
Cuadra, pide nueva probánza. En ella declaran dos alarifes: Pedro
6 AGI: Santo Do.mingo, 96. Oarta de 26 de mayo de 1583
7 AGI: Santo Domingo, 14..
B AGI: Santo Doml-ngo, 14.

5
SANTO DOMINGO Y PUERTO RICO

de Caravajal y Pedro de Moya, ambos vecinos de la ciudad y de


más de cuarenta años de edad. El primero nos dice que «está caydo
el refitorio e la dicha yglesia que está comenc;ada a alsar y un locu­
torio que sale a la portería y la procuraduría también está cayda
e las demás partes que pudieran seruir de enfermería, y se sirven
de coro de dos aposentos que están debaxo del dormitorio:t. Pedro
de Moya repite que «está cayda parte de la yglesia que no se a al­
c;ado e que no tienen dormitorio:t. La Audiencia, en su informe del
10 de noviembre, nos dice que el convento consta de «un cuerpo de·
casa alto y baJo con dos o tres recamarillas; lo alto sirve de dormi­
torio para las monjas y lo bajo de yglesia y coro, y lo uno y lo otro
es muy estrecho para cerca de cinquenta monjas que ay; la yglesia
que comensaron a hazer está solo alsadas las paredes poco más de
a la mitad de la altura que an de tenen 9•
De ser ciertos los datos hastá aquí resumidos, al acabar el
siglo xv1 aún no estaba concluída la iglesia de Regina Angelorum,
trazada y en parte construída entre 1568 y 1572. Al parecer, si
las limosnas reales fueron libradas y recibidas, se invirtieron en
acondicionar el convento y en sustentar a una comunidad cada vez
más numerosa, pues en la primera de las fechas citadas eran vein­
titrés las monjas profesas y en 1599 el número se había elevado a
cerca del medio centenar.
La iglesia se terminó años más tarde, ya que, como observa
Palm 10, cuando en 1650 la describe Alcocer 11 cita su capilla mayor
como enterramiento de la fundadora María de Arana y sus here­
deros.
Pero, ya en el siglo xv111, las monjas hablan de la construc­
ción de un nuevo templo. En carta del 23 de septiembre de 1712
exponen al rey: «en las fábricas materiales está tan deteriorado
este monasterio que con mui grande yncomodidad se puede dar
9 AGI: Santo Domingo, 97, ramo l. cLa ynformacion del monesterlo de Re­
g-ina sobr<? su probreza• (un cuaderno).
10 I,os monumentos arquitect&nicCs de la Espaf¡.ola, II (Ciudad Trujlllo, 1955),
·página 91.
11 Relación bumarla del esta,d,o presente de la Isla Espafto/p,..., l)ll.lbllcada por
R.od,r!guez Demorlzi : Relaciones hist61·i00$ de Santo Do/TTU/,ngo, en «Bole1.fn del
Archivo General de la Nación,, V (1942), pág. 85.

6
CIUDAD TRUJILLO. REGINA

cumplimiento a la regular observancia, por faltarte assí los claus­


tros como el dormitorio, pues lo que assí (sic) son tan arruinados
que nos tienen con bastante sobresalto... ; lo que se haze más lasti­
moso... es no tener yglesia, pues en la que oy está colocado el
Santísimo Sacramento y se celebran los diuinos ofizios es una
pieza baxa, de corta capazidad y muí maltratada, y deseando tenga
el Señor cassa y morada, quando no digna dezente para su diuino
culto, hemos resuelto fabricar yglesia para que están hechos ci­
mientos, y juntos algunos materiales. Hauiéndose puesto ya la pri­
m�ra piedra, se ba dando prinzipio a la fábrica, pero siempre con
el desconsuelo que no se podrá perfizionar la obra por falta de
caudal.> Añadían que el presidente de la Audiencia don Sebastián
de Cereceda y Jirón las había ayudado mucho tanto con dinero
como con peones para la fábrica; pero el presupuesto ascendía
a doce mil pesos y las limosnas apenas alcanzaban a cubrir la ter­
cera parte u_
La real cédula de 30 de abril de 1714 les concedió cuatro mil
pesos 13• ·Las monjas agradecieron la limosna -que aún no habían
cobrado en 1789 ª- encarta del 16 de octubre de 1715 15•
Consta que la llamada «yglesia nueva» quedó concluída en
1722 16• En 1748 las monjas confesaban al rey que, confiando en
recibir los cuatro mil pesos concedidos en 1714, que aún estaban
por cobrar, habían dispuesto de las rentas del convento para con-·
cluir el templo. «Hemos quedado señor --decían- mejoradas si de
yglesia, pero muy peores de rentas» 17•

De los datos expuestos se deduce que la construcción de la


iglesia de Regina se comenzó en fecha posterior a 1569 y que, des­
pués de hacer las paredes hasta casi enrasar el presbiterio, conti­
nuaba inconclusa en 1599. Las portadas interiores de arco conopial,
la plateresca del lado del Evangelio (lám. 1) y los tramos cu-
12 AGI: Santo Domingo, 320.
13 Palm: ob. cit .• II, pág. 92.
H Ib!dem,
15 AGI: Santo Domingo, 320.
16 Utrera: D1lm-1.d.aC'fones. ••, I, pág. 288.
17 AGI: Santo Domingo, 321. Carta del 15 de marzo de 1748.

7
SANTO DOMINGO Y PUERTO RICO

biertos con bóveda de crucería, son testimonios de que la iglesia


debió quedar terminada por esos años. La llamada «yglesia· nueva>
(1712-1722) debió aprovechar buena parte de la antigua, aunque es
posible �orno apunta don Diego Angulo 18- que algún tramo de
bóveda de los pies del templo se hiciera en el siglo xvn1 imitando
las bóvedas de crucería del siglo xv1.

SANTA BARBARA

Aunque la fundación de la parroquia de Santa Bárbara debía


estar en proyecto descie 1536 y un año después el Cabildo exponía
al rey la conveniencia de erigirla, hasta 1541 no se recibió la real
licencia. Por diversos motivos de orden económico, la construcción
del templo se retrasó muchos años. Emplazado sobre una altura,
junto a las canteras de donde se sacaba piedra para edificios de la
ciudad, su fábrica material no pasaba de ser, en 1571, «un buhío
de ,paja harto pobre» 19• «La iglesia antigua de Santa Bárbara -nos
dicen tres años después-- estava en un alto y dentro de un monte,
el cuerpo de la qual era de bohío de paja.> Testimonios de la
misma fecha aclaran que «es la mitad del cuerpo della de bohío y la
capilla cubierta de ladrillo». Se encontraba en pésimo estado -«mal
reparada> o «maltratada>- «ansí la parte della que estava hecha
de tapias, como la otra parte ... que estava hecha de paja».
Por ese tiempo, decididos a construirla de obra definitiva, el -
arzobispo y los dos cabildos acordaron trasladarla a «la parte que
agora está, donde se han sacado los �imientos y están las paredes
un estado de alto>. Así consta en una información hecha en 1574
a solicitud del canónigo Alonso de la Peña, «obrero mayor> de la
fábrica de Santa Bárbara, a cuya solicitud y rnidado se debió el
comienzo de estas obras que se iniciaron gracias a las limosnas
que reunió entre los vecinos.
Los testigos de la información dan noticias del estado en que
se encontraba entonces la obra nueva: «Sacados los cimientos della
1s El Gótico y el Renacvmiento en las Antillas (Sevilla, 1947), pág. 18.
19 Palm.: II, 8.3 y sus referencias. Utrera: I>üucú.iact,ones, I, 222. Por real
cédula de 1564 se pidieron informes sobre el «estado en que está y la traca que
lleva,. AGI: Santo Dornin ,go, 71; libro 3. 0• folio 85.

8
CIUDAD TRUJILLO. SANTA BARBARA

y ensima de los cimientos fuera de la tierra está asta un estado de


onbre toda ella, salbo la capilla que está abiertos los cimientos»,
declara Francisco Rodríguez Guerra. La Audiencia, después de
ponderar la conveniencia de proseguir la construcción detenida
por falta de medios, recomendaba la concesión de ayuda eco­
nómica 20•
En el mismo año, en carta dirigida al rey, el Arzobispo añade
datos muy interesantes por cuanto dan �dea de cómo se había pro­
yectado la iglesia. Después de dar cuenta del cambio de emplaza­
miento, nos dice el prelado que el templo mide ciento cuarenta y
cinco pies de largo por cuarenta y tres de ancho. «Ha de ir -aña­
de- con arcos y sobre ellos vigas y ladrillos por tabla con solería
de ladrillos y la capilla de armadura, con su sacristía apegada
a ella» 21•
En 1578, la corona concedió a la iglesia la subvención de qui­
nientos ducados, consignada sobre los bienes inciertos de difuntos
de la Casa de la Contratación 22• La limosna no se. hizo efectiva y
cuando, más tarde, el mayordomo de la fábrica y las autoridades
informaron sobre los daños que ocasionaron en el templo las tropas
de Drake, la sobrecédula del 2 de marzo de 1587, dirigida a los ofi­
ciales reales de la Española, insistió en que se pagaran los quinien­
tos ducados, acudiendo a cualquier dinero disponible si no había
fondos en el capítulo de los bienes difuntos. Entre tanto, se pidie­
ron limosnas a los vecinos «para cubrir de paja sobre los cimientos
y paredes que están hechas y así se cubrió y en ella se celebraban
los divinos oficios».
El 22 de septiembre de 1591, un ciclón, que causó grandes
daños en toda la ciudad, derribó «la cubierta de dicha yglesia con
parte de las paredes». Como, al parecer, aún no se habían hecho
efectivos los quinientos ducados y no era posible obtener más li­
mosnas del vecindario, harto empobrecido por tantas desgracias,
en mayo de 1592 se personó ante la Audiencia el mayordomo
Tomás de la Torre pidiendo se practicase la información que con-
20 AGI: Santo Domingo, 13. lnformaclón de 1574.
l'1 Documento núm. 2.
22 Palm: 11, 86.-Cfr. su referencia.

9
SANTQ DO.MINGO Y PUERTO RICO

tiene los datos precedentes. Las declaraciones de los testigos --que


adolecen de la falta de precisión frecuente en testimonios de esta
índole-- dan a entender que la iglesia incendiada por Drake fué
la primitiva. El regidor Baltasar de Sepúlveda, llegado a la isla
después del saqt,teo de los ingleses, dice que vió «una yglesia de
piedra pequeña que hera la dicha parrochia de Santa Bárbara,
estaba quemada> ; y añade que «se hizo una yglesia con sus pa­
redes de piedra y cubierta de paja>, la cual «se cayó toda por el
<;uelo> con la furia del huracán. El alguacil mayor Juan Francisco
de Rojas declara que las fuerzas de Drake quemaron el templo
viejo y entonces «junto a la dicha ygle<;ia en parte cónmoda, se
quisso edificar y enpessó a hazer otra ygle<;ia... y, aviendose hecho
algunas paredes, se hisso en ella, por no poderse hazer de piedra
por la gran pobreza de la ygle<;ia y vezinos ... , un bohío de paja>.
El testimonio del capitán .Juan Melgarejo es aún más preciso y nos
aclara lo referente a la iglesia -c:nueva>, que era la misma que ya
estaba adelantada en 1574: «Por averla quemado, se hizo allí serca
otra yglesia sobre unos cimientos que estaban hechos de limosna
para passar la dicha ygle<;ia allí, y que assimismo de limosna que
coxieron por los vecinos se cubrió de paxa y se abrió al culto.> ,,
El huracán -continúa Melgarej� «asoló la dicha ygle<;ia de
Santa Bárbara, derribando todo lo que se auía fecho de nuebo en
ella ,sobre una parte de los simientos sobre que se abía fundado> 13•
Recibida la probanza en el Consejo de Indias, se dictó una real
cédula dirigida a la Audiencia, dada en El Campillo el 17 de mayo
de 1597 2'' pidiendo más amplios informes sobre lo,s daños ocasio­
nados en el templo por el huracán de 1591 y posibilidades de reedi­
ficarlo. En consecuencia, el 1 de julio de 1599 se abrió una infor­
mación, en la que sólo ofrece interés el parecer de los oidores,
fechado el 7 de noviembre del mismo año: «A esta Audiencia le
consta ser verdadera la información y fué a ver por vista de ojos
la dicha yglesia y paresce que lo,s vesinos y parrochianos della la
an reedificado de paredes y arcos de piedra, que solo falta cubrirla

23 Santo Domingo, 15.


u AGI: Santo Domingo, 868; libro 64, follo 9.

10
CIUDAD TRUJILLO. SANTA BARBARA

y hacer los altares y coro y sacristía y campanario y ornamentos


y campanas, para lo cual será menester más de mill quinientos
ducados> 25• En consecuencia, la real cédula de 9 de septiembre de
1600, concedió a la iglesia un donativo de mil ducados 26•
Sobre la historia del templo y transformaciones que sufrió du­
rante el siglo XVII y primer tercio del XVIII, me remito a lo es­
crito por Palm 27• En 1736, el licenciado Juan Gálvez, cura de la
iglesia, elevaba al Consejo de Indias un memorial y una probanza.
Pedía que se mandasen librar diferentes créditos de sueldos ven­
cidos que algunos feligreses de la parroquia habían cedido a ésta
para atender a la reparación del templo, que se encontraba muy
arruinado. En la información nos dice un testigo «que estan ame­
nazando ruina sus techos, los quales son de bigas, ladrillos y al­
faxías ... >; otro insiste en el estado ruinoso «por ser su fábrica de
vigas y alfaxía.s, las quales están qua.si podridas y necesitar toda
la yglesia de un gran reparo y redificazion... > 28• Tal vez a conse­
cuencia de estas peticiones del cura Gálvez, se dictase la real cé­
dula del 6 de febrero de 1739, citada por Palm, que aún diez años
después no se había ejecutado por falta de dinero 29•

Los datos hasta aquí reunidos, que amplían y completan los con­
signados por Utrera 30 y Palm 31, confirman que la iglesia de Santa
Bárbara debió de ser proyectada entre 1571 y 1574, quizá muy
poco antes de esta última fecha, ya que la carta del Arzobispo de
dicho año nos da detalles concretos del proyecto. Después del �a­
queo de Drake de 1586, se alzaron las paredes hasta la altura de
la techumbre y se cubrió de paja, según consta en la información
2S AGI: Santo Domingo, 14. Hay dlll)llcado en Santo Domingo, 97, ramo J.,
cuaderno rotulado: •La Iglesia parrochtal de Santa Blirbara de la ciudad de
Santo Domingo de la Isla Hespafiola1.
26 AGI: Santo Domlngo, 868; libro G H, folio 53.
'JI Los monumentos... , II, p/ig. 86.
28 AGI: Santo Domingo, 321. Memorial visto en la C/imara en 28 de may.:,
de 1738, acompafiado de var:las escrituras de donaclón de sueldos y un cuaderno
con la información autorizada el 12 de dici€111bre de J 736.
29 Palm: Ob. y p/ig. citadas.
30 Dilucúiaclones, p/igs. 220-225.
31 Ob. cit., II, págs. 85-87.

11
SANTO DOMINGO Y PUERTO RICO

citada de 1591. Las medidas de la iglesia --ciento cuarenta y cin­


co pies de largo por cuarenta y tres de ancho-- permitirán, tal vez,
determinar los tramos correspondientes a la obra primitiva. Sin
duda alguna, los arcos apuntados de las capillas y la decoración gó­
tica de hilos de perlas del presbiterio corresponden a esos años del
último cuarto del siglo, como observó Palm 32• Si bien ignoramos
cuándo se cubrió, la información de Gálvez, de 1736, nos prueba
que la cubierta se hizo tal como se había proyectado en un principio,
o sea, según el testimonio del Arzobispo en su carta de 1574, con
vigas sobre los arcos transversales, aunque con un cambio en la ca­
pilla mayor, ya que por entonces sé pensaba cubrirla «de armadura»
y no con la bóveda de crucería que conserva (lám. 1). Aunque los
documentos nada dicen al respecto, me parece probable que esta cu­
bierta gótica del presbiterio ochavado se hiciera cuando los vecinos
continuaron la obra de la iglesia, después de la partida de Drake,
techando el cuerpo de la iglesia con paja por haberse agotado los re­
cursos. Pese a los arcaísmos, tan frecuentes en la arquitectura ame­
ricana, aunque no sería el único ejemplo de bóvedas de crucería la-
bradas en América en pleno siglo xvn, la capilla mayor de Santa 11
Bárbara constituye un conjunto gótico que hay que inclinarse a
considerar como del último cuarto de la centuria anterior.
Las relaciones estilísticas entre la iglesia de Santa Bárbara y
la de la Altagracia de Higüey, fueron señaladas con acierto por
Palm 33• Ambos templos se comenzaron -y el segundo se conclu­
yó totalmente- gracias a los desvelos de un capitular de la cate­
1

dral de Santo Domingo. En carta del Arzobispo, de 1574, citada


más arriba, dice éste: «Rogué al canónigo Alonso de la Peña que
por amor de Dios tomase a su cargo hacer esta iglesia [ de Santa
Bárbara] con su industria y trabajo ... , porque éste hizo la yglesia
de Alta Gracia ª\ la más linda yglesia que hay en las Indias» 35•
32 Ob. cit., . pág. 87.
J3 Ob. cit., II, pág. 87.
a, La intervención del canónigo en la fábrica del Hlgue y era conocida. Cfr.
Utrera: NUAJ[§/;ra Set!ora de Altagracia. Histori.a documentada de su culto v San­
tuario d,e Htgüey (Ciudad Truj!llo, 1940 ), :pág. 40.
as Documento núm. 2.

12
CIUJ)AD TRVJILLO. SANTA CLARA

SANTA CLARA

A juzgar por una real cédula de 1556, el convento de Santa


Clara de Santo Domingo estaba construído, en buena parte, por
esa fecha, ya que en ella se dice que la comunidad había invertido
todos sus ingresos «en hazer un quarto, dormitorio e iglesia e coro
alto y vá.xo y, por ser la obra suntuosa, de más de las dotes se
an gastado muchas limosnas> 86• En 1584, la comunidad acudió
a la corte en demanda de ayuda económica. Según la Audiencia, las
monjas eran tan pobres que «si no se les pidiese por la ciudad li­
mosnas, muchas vezes no comerían>. En una información prac­
ticada entonces a solicitud del mayordomo del convento, se afirma
que «puede aver un año, poco más o menos, se cayó la enfermería
que hera uno de los principales edificios e más necesario para
el dicho conuento, de más de lo qual. .. , por auerse caído lo alto
de la dicha enfermería y estar descubierto al agua y al sol el suelo
del medio debajo dél, que está el refitorio del dicho conuento, está
assimismo para caerse el dicho suelo> 37•
Dos años después, el convento sufrió las depredaciones de
Drake y, para dar cuenta al rey y suplicar la consiguiente limosna,
se hizo la información comenzada el 3 de juriio de 1586. Todos
los testigos declararon, de acuerdo con el cuestionario presentado al
efecto, que los ingleses habían incendiado la iglesia y parte del
convento; y que serían precisos quince mil ducados «para voluer
a redificar y al�r y cubrir la dicha yglesia y templo y el coro alto
y baxo>, comprar ornamentos y reponer todo lo que los luteranos
habían saqueado.
Como es sabido, la Corona concedió dos mil ducados para las
reparaciones necesarias 38, pero esta cantidad fué pagada en moneda
de la tierra y, por tener valor inferior a la de Castilla, resultó in­
suficiente. En consecuencia, a solicitud del comisario de la provincia
franciscana, fray Juan de la Cruz, se hizo nueva información en
oo AGI: Santo Domingo, 899; libro H 1, fol. 17 v.•
37 AGI: Santo Domingo, 14. cYnformadón... del conbento... de Santa Cla­
ra,... (un cuaderno sin foliar, duplicado).
38 Palm: Los m<m:umentos .... II, pág. 118 y sus referencias.

13
SANTO DOMINGO Y PUERTO RICO

febrero de 1589 alusiva a los daños causados por las tropas de


Drake. En ella se dice que «quedó toda la yglesia quemada y de­
rrocada por el suelo y ef dormitorio de las monjas>, estimándose
que serían necesarios otros dos mil ducados para «reparar la igle­
sia y dormitorio> 39•
Diez años después, a solicitud de fray Diego Soler, guardián
del convento de San Francisco y comisario del de Santa Clara,
la Audiencia manda _hacer nueva información para dar cuenta a la
corte de la pobreza del monasterio que «ha menester muchos re­
paros>. A fines de octubre de 1599 comienza el desfile de testigos.
El vecino don Fernando de Fuenmayor declara que visitó el con­
vento en compañía del Presidente, del fiscal y del oidor de la
Audiencia doctor Villaseñor «y vió que las salas y aposentos dél
están muy maltratados y con gran necesidad de reparos y parecía
bien claro que se llueve todo>. Pedro de Carvajal, «alarife desta
dicha ciudad y vecino della>, que ha hecho «alguna obra en el dicho
conuento>, declara que el edificio precisa muchos reparos «particu­
larmente una enfermería que tienen cayda y un nouiciado y escuela
de nouicias y otros muchos reparos para sustentar los edificios que 11
al presente tiene> ; y Hemán García de Rueda, albañil, residente
en la ciudad, se limita a decir que es preciso hacer algúnas repara-
ciones en el noviciado, en la iglesia y en la enfermería «que tiene
cayda> '°. A la vista de estos informes, por real cédula de 9 de
septiembre de 1600, se concedió a la comunidad una limosna de
seiscientos ducados «para que se gasten en lD más forc;oso de los
dichos reparos» '1.
En 1648, el capitán don Rodrigo Pimentel reedificó a su costa
la capilla n-iayor, según consta en una lápida conservada al pie
del presbiterio 42• De creer al Cabildo Catedral cuando informaba

:19
AGI: Santo Doml-ngo, 96, ramo 4.
,oAGI: Santo Domingo, 96, ramo 5. cYnformaclón hecha por la Real Au­
diencia ... a ;pedlmlento del monasterio de monjas de Santa Clara ... , (un cuader­
no sln follar).
'1 AGI: Santo Domingo, 868, libro G 4, fol. 52.
u Palm: Los monumentos..., II, p. 119.

14
CIUDAD TRUJILLO. LA MERCED

sobre los daños causados por el terremoto de 1673, en esa ocasión


«la iglesia y el coro alto y bajo cayó en tierra> ta.

A juzgar por los datos aquí reunidos, parece posible que la igle­
sia de Santa Clara conserve alguna parte del siglo xv1. La estmc­
tura· del templo, a base de una nave con arcos transversales apun­
tados, permite suponer que la cubierta primitiva fuese de madera,
como la que tuvo la iglesia de Santa Bárbara. El incendio del
templo por Drake destruiría esa techumbre, sin que pasaran de ahí,
y del saqueo previo, los daños causados entonces. Las informacio­
nes de 1586 y 1589, que hablan de la iglesia «quemada y derrocada
por el suelo>, hay que tomarlas con reserva, ya que en las pro­
banzas se ex�gera siempre, para impresionar a quien ha de dar
la limosna que se solicita. Con los dos mil ducados concedidos des­
pués de esa petición, se cubriría de nuevo la iglesia (tal vez con
bóvedas), ya que en la información de 1599 se habla, casi exclusi­
vamente, de la necesidad de reconstruir la enfermería y reparar
otras partes del convento. Tan sólo el albañil Hernán García de la
Rueda cita la iglesia al enumerar las dependencias que precisan
«reparos>, pero sin detenerse en especificarlos, como prueba de que
no serían importantes.
También es preciso acoger con reservas la noticia de los daños
causados por el terremoto de 1673. No parece verosímil que el
tem.blor de tierra destruyese totalmente la iglesia, y es casi seguro,
en cambio, que arruinase las cubiertas. Nada impide aceptar que
por entonces se hicieran las bóvedas de casetones de los tramos
occidentales, como supone Palm ".

LA MERCED
La historia de la construcción del convento de los mercedarios
cuya iglesia es obra del arquitecto Rodrigo Gil de Liendo, es bien
conocida Los documentos que he podido reunir nada añaden que
1,5.

ta Ibídem.
u Lo& munumentos••. , II, pág. 120.
¡,¡; Utrera: Nuestra Sefwra de las .ll ercedes (Santo Domingo, 1932), págs. 21
y sl.gs. Pa-Im: Los monwmentos... , 11, págs. 74-78 y 114-116.

15
SANTO DOMINGO Y PUERTO RICO

sea de positivo interés. Se refieren a daños que sufrieron el templo


y el convento por terremotos o huracanes o, simplemente, por los
estragos del tiempo.
Aunque la iglesia quedó concluída entre 1549 y 1555 quince 1,6,

años después de esta última fecha precisaba reparaciones de al­


guna importancia, si es que quienes nos lo refieren no exageraron.
El 20 de noviembre de 1570, el visitador de la Orden de la Merced,
fray Mateo García, pidió información ante la Audiencia. En el
interrogatorio que presentó afirma «que el coro de la dicha yglesia
se cayó todo y las oras se dizen en el cuerpo de la dicha yglesia ...
[la cual] está toda de los temblores pasados muy atormentada y
en grande riesgo si no se aderec;an y muy falta la casa de seldas y
ornamentos y enfermería, '7• El canónigo Francisco de Liendo,
hijo de Rodrigo '8 dedara como testigo: «Sabe que· el coro ... está
caydo y la yglesia muy atormentada de los temblores pasados de
tierra, '9•
Unos l_ustros más tarde, el saqueo de Drake en 1686 no causó
grandes daños en la iglesia. En la información que pidió el 9 de
junio el comendador de la Orden fray Gabriel de Sotomayor, todos
los testigos fueron unánimes en confirmar que los ingleses «quema­
ron y destruyeron el coro, órgano, refectorio, dormitorio y sacristía
y �l claustro y llevaron las campanas y algunos ornamentos y cosas
tocantes al culto ... y los libros que el dicho conuento tenía en la
librería, 50,
En 1599, a solicitud de fray Melchor Franquiz, se hizo nueva
información, en la que, además de referirse a los estragos ocasier

lo6 Palm: I,os monumentos ..., II, pá g. 76.


,1 AGI: �anto Domingo, 12 (cuaderno sin rotular).
'8 A p,·ovecho la oportunidad que me brinda la mención del ar quitecto para
dar a conocer unos datos de interés puramente anecdótico. Rodrigo de Liendo se
casó con Mar• López, nacida en Valladolid (hija de Juan Lópe2 y Sancha Fer­
ntindez , naturales de la Montaña) en la iglesia de San Nicoltis de dicha villa. Se
celebró la boda •Y se hicieron los regocijos• en casa del cantero Antonio de
Cieza, ,vecino desta villa que vivía en Barrionuevo». · AGI: Indiferente General
1212. Información probatoria del linaje y .Jlm pieza de sangre de Mari López, hecha
en Valladolid en septiembre de 1555, a instancias de Francisco de Liendo.
<9 AGI: Santo Domingo, 12. Información de 1570.
so AGI: Santo Domingo, 96, ramo 4, cuaderno rotulado cYnformaclón fecha..•
a pedirnlento... del monasterio de las Mercedes ... >.

16
1
Cll,7:Q.}D T�UJILL!,)._ LA MERCED

nados por dos huracanes, se vuelve a aludir a las depredaciones de


los ingleses. Al parecer, los temporales habían desatado sus furias
contra el templo. En el interrogatorio se nos dice que con la en­
trada de Drake «quedó destruyda la dicha cassa», y que después,
por efecto de los dos huracanes, «se ha arruynado y caydo gran
parte de la dicha cassa» y toda la cerca; y en cuanto a la iglesia
se dice que «la boveda y paredes ... están hendidas de arriua abajo
con muoho riesgo de se caer si no se remedia con breuedad» · De las
declaraciones de los testigos, la más extensa y detallada es la del
vecino Juan Melgarejo: «el cuerpo de la yglesia ... hazia la parte
donde está el coro, que es sobre la puerta principal..., está hendida
y caydo piedras del simborrio de la dicha bóveda en aquella parte>.
El mismo testigo añade que el P. Comendador «a labrado mucho
de aquella casa, haziendo refoctorio y dormitorio de nueuo y otras
obras». Otro testigo, Francisco de Frías, declara que los ingleses
quemaron «el coro alto y el refectorio que hera de mucho precio y
parte del claustro y la mayor parte de las celdas» 51•
Pasaron unos años, y la real cédula de 14 de junio de 1609 pidió
informes a la Audiencia con vistas a librar alguna cantidad para
reparar el convento 52• Comisionado a tal fin el Licenciado Ruy Gó­
mez, oidor y alcalde de corte, en noviembre de 1610 hizo inspeccio­
nar el edificio a los alarifes Pedro de Caravajal y Dieg o Sánchez
de Andújar y a Bernardo de Silva, todos «personas inteligentes y
pelitas en el arte de albañilería y canthería>. Cada uno de ellos enu­
mera las reparaciones necesarias en la iglesia y en el convento .y
calcula el costo aproximado 53•
En 1615, el comendador de la Orden Mercedaria fray Juan
Rodríguez, pidió a la Audiencia que se ampliaran las diligencias
practicadas en 1610, porque el Presidente y oidores no habían
unido a ellas el oportuno informe. Se ordenó entonces al oidor don
Gaspar Narváez Valdelomar que hiciese una visita al convento en
unión del escribano, para inspeccionar todo lo señalado en los in-
s1 AGI: Santo Domingo, 15. Citada por Utrera: Nuestra Se1tora de las Mer­
cedes. Historia documentada de su culto en la ci;udad de Santo Domtngo (Santo
Domingo, 1932), pág. 28, sl.n Indicar la signatura.
s2 Iruierta en 1a Información de ,1610, citada más abajo.
63 Documento núm. 3.

17
2
SANTO DOMINGO Y PUERTO RICO

formes de Caravajal, Andújar y Si l va. Según certificó entonces


el escribano, el 29 de noviembre de 1615, los estragos eran aún
mayores por culpa de un reciente temblor de tierra y todo estaba
tan aruinado «que mil agrosamente pareze que se sustenta,. La
Audiencia informó proponiendo se concediese a l convento una ayu­
da de cinco mi l ducados 5\
El Capitán General de la Española, don Francisco de la Rocha
Ferrer, en carta de 27 de octubre de 1727, daba cuenta del estado
del convento de l os mercedarios; se ha ccaido en mi tiempo ---0e­
cía- un claustro, hauiéndose, poco después de hauer entrado yo
en l a presidencia, visto precisados a derribar y reedificar otro y
experimentado l a ruina de un rayo que derribó su torre y deshiso
su órgano a que se l lega l <l fábrica en que actualmente entiende de
la Capilla Mayor de su yg lessia, 55•
Como es sabido, después de varias reparaciones la iglesia fué
consagrada de nuevo en 1734 56• El terremoto de 18 de octubre
de 1751 le causó nuevos daños que fueron apreciados por los maes­
tros mayores de albañilería B las Ramírez y Juan de Abad. Como
el temblor se repitiera el día 28 del mismo mes y los estragos
aumentaran, se hizo necesario clasurar el templo. Un nuevo terre­ ,,
moto más intenso que los anteriores tuvo lugar el 21 de noviembre
y . la iglesia quedó aún más arruinada. El 18 de enero de 1752,
después de una detenida visita al templo, e l escribano Felipe de
la Peña extendió el documento en que describe con bastante mi­
nuciosidad todos los estragos 57•

SAN JUAN DE PUERTO RICO

EL SEMINARIO
En 1599, Francisco Ruiz instituyó un legado de mi l pesos de
oro para que, con sus rentas, se sostuviese «un cathedrático que sea
si. AGI: Santo Domingo, 17. Hay duplicado en el legajo 97, citado por Utre­
ra: La' Inmarolada Concepct611 (Ciudad 'I'rujlllo, 1946), pág. 44.
55 AGI: Santo Domingo, 321.
56 Consta en una lnscrlpclón copiada por Ut.N!ra: Nuestra Settora de zas
Mercedes..., pág. 34. Cfr. Palm: Los mcmumentos... , 11, pág. 76.
57 Documento núm 4.

18
SAN JUAN DE PUERTO RICO. SEMINARIO

predicador y una cáthedra de Gramática>, obligándose aquel a ins­


truir y preparar futuros clérigos. Ignoro la suerte que la institu­
ción correría en el siglo siguiente, pero, a juzgar por los testimo­
nios del obispo, el clero regular con que contaba la diócesis de
Puerto Rico a principios del XVIII era tan deficiente en cuanto a
preparación para el sagrado ministerio, como escaso en número.
En carta de agosto de 1706 el prelado exponía al rey que en toda
su dilatada diócesis �ue, además de Puerto Rico, comprendía
los «Anejos Ultramarinos>, o sea la isla Margarita, Cumaná y
Barcelona- apenas se contaban unos veinte clérigos seculares, ca­
rentes de estudios superiores por la falta de «escuelas para apren­
der las facultades>. En vista de ello, proponía la fundación de un
Colegio-Seminario. En consecuencia, la real cédula de 11 de marzo
de 1707 pidió más amplios informes y, concretamente, noticias
sobre lo que podría importar el tres por ciento de todas las rentas
eclesiásticas señalado por las leyes vigente� para el sostenimiento
de los seminarios diocesanos.

,,
Pasaron unos años, y el obispo fray Pedro de la Concepción
Urteaga no desmayó en su empeño de fundar el seminario y reunir
en él colegiales de toda la diócesis «para que dellos salga el re­
medio de tanta ynopia de ministros y el destierro de tan abundante
ygnorancia>. El 17 de agosto de 1712 ordenó al provisor la prác­
tica de una información, en la cual se puso de manifiesto que sólo
había diez curas en toda la isla de Puerto Rico, todos escasamente
preparados y varios de ellos suspensos de confesión.
Pocos días después pidió informes al mayordomo del Hospital
de la Concepción �ue, al parecer, no funcionaba como tal insti­
tución benéfica- sobre la casa, bienes y rentas del mismo, con vis­
tas a instalar el Seminario. Los «maestros de las reales fábricas>
Domingo de Herrera y Juan de Jesús --de albañilería y carpin­
tería, respectivamente-- midieron e inspeccionaron la iglesia que
encontraron en buen estado, pues se había construído pocos años
atrás. En opinión de Herrera, «que es hombre blanco y españob,
la casa podía servir para Seminario haciéndole algunas obras de
ampliación.

19
SANTO DOMINGO Y PUERTO RICO

El 28 de septiembre quedaron _redactadas las «Constituciones>


del Colegio-Seminario que había de tener por fines «crear en él
sujeros que con sus letras, predicación, exemplo y virtudes, edifi­
quen a los fieles de los curatos de esta Diócesis si llegan a obtener
algún beneficio>. Las referidas «Constituciones> reglamentan con
minuciosidad cuanto se refiere a estudios, profesores y colegiales.
El Seminario se había de fundar «en la ermita casa y vivienda
que fué del Hospital de la Concepción de esta ciudad>, con todas
las rentas a él pertenecientes 58• Con el expediente que contiene estos
datos, remitió el Obispo al Consejo de Indias los planos que aqul
doy a conocer (láms. 2 y 3).

En los planos se indica la parte que estaba construída, corres­


pondiente al edificio del antiguo Hospital, que comprende la ca­
pilla y toda la crujía del lado de la Epístola, ocupada por la sa­
cristía y otras piezas (letras A, N, O, O, del «plan inferior>) con
acceso directo desde la calle, tal vez destinadas a vivienda del cape­
llán. Aprovechandó el amplio solar, cuyo muro de cerca estaba tam-
bién construído, se proyectaba edificar en doble planta, dedicando J
la ·baja a aulas y servicios y la alta a viviendas del Rector y co­
legiales.
ss AGI: Santo Domingo, 575. «Año de 1712. Testimonio de los autos que...
se an formado... para la erección de un Colegio Seminario...» (un cuaderno sin
folia-r: hay duplicado en el mismo legajo). Se incluyen la-s «Constituciones,.

20
PANAMA y COLOMBIA

PANAMA

LA ADUANA
L os oficiales de la Real Hacienda de Panamá solicitaron del
Consejo de Indias la oportuna autorización y la consiguiente ayuda
económica para hacer construir una casa apropiada para Aduana
y almacenes donde poder guardar las mercancías hasta que, liqui­
dados los impuestos legales, fuesen retiradas por sus consignatarios.
En vista de la petición, la real cédula de 19 de enero de 1574 dis­
puso que los oficiales reales viesen el sitio más conveniente para
construir la «casa de Aduana y contratación:. y que con la planta
y traza del edificio y cálculo de su costo informasen al Consej�-, 1•
Recibida la cédula, el Presidente y oidores de la Audiencia,
de acuerdo con el tesorero y el contador, encargaron la traza al
cantero .Pedro Vicente y a Alonso Cano de Arauz, «vecino desta
dicha ciudad, persona esperta e de yngenio en semejantes edificios>.
,,
Después de haber tratado sobre el lugar más conveniente para edi­
ficar la Aduana, se decidieron por un solar frontero a las Casas
Reales, que reunía las ventajas de estar en las riberas del puerto,
cerca de la orilla del mar y con asiento de buena piedra. El 5 de
mayo de 1575, Alonso Cano y Pedro Vicente entregaron la traza
«en dos papelones firmados de sus nombres>. La obra se había de
hacer de cantería y ladrillo, calculándose el costo en treinta mil
pesos de plata 2• La Aúdiencia, en su informe al rey, propuso que
las Cajas Reales (;ontribuyesen con un tercio del costo del edificio
y el resto se pagase con el producto de un impuesto del medio por
ciento sobre las mercancías. La traza y el expediente fueron remi­
tidos al Consejo con carta de la fecha indicada 3•
1 AGI: Panamá, 11; folio 501 v.
2 Documentos núms. 5 y 6.
a AGI: Panamá, 11; follo 10 v.

21
PANAMA Y COLOMBIA

La traza' representa la fachada del edificio (fig. 1 ). Como la


Aduana de Cartagena de Indias, construída por los mismos años 5,
la de Panamá tiene portales con arcos en la planta baja y ventanas
en la alta; y también como en aquella, el piso inferior se dedicaba
a almacenes y el superior a viviendas de los funcionarios, según
consta en el informe de Alonso Cano y Pedro Vicente. Pero, a juz­
gar por el dibujo, la Aduana panameña no se podía comparar con
el hermoso palacio renacentista construído, para los mismos fines,
en Cartagena de Indias.
Es de suponer que los artífices citaJos hicieron también la planta
del edificio, ya que consta que entregaron al escribano «el modelo
della en dos papelones>. Separados los planos del expediente, uno
de ellos debió extraviarse. Es posible que algún día se encuentre
en el Archivo General de Indias.
Los documentos dan noticias de Alonso Cano de Arauz y de
otra obra suya. Según el Presidente y oidores de la Audiencia, era
«persona experta e de ,yngenio en semejantes edificios e a quien
suelen encargar semejantes obras, como ha sido las Casas Reales
donde está la dicha Audiencia y puentes y otras obras públicas desta ,,
dudad>. De las Casas Reales se conserva también en el Archivo
General de Indias un dibujo de 1586 6, que muestra un edificio de
tres cuerpos y dos plantas, con arcos conopiales en uno de los la­
terales --que era el de la vivienda del Presidente--, y portada re­
nacentista en el cuerpo central. Consta que por esa fecha se pen-
5aba en reconstruir el edificio, haciendo de cantería los cuerpos la­
terales que eran de tablas. Alonso Cano, en calidad de maestro car­
pintero, informaba en 1589 sobre unas obras por entonces en pro­
yecto en el convento de San Francisco'.

' E}ste plano. hasta ahora desconocido, se encuentra en AGI: PanamA, 3179.
5 F..ntre 1572 y 1575. Véase Angulo: PlaMs <te monumentos y ar<quitect6ntc08
de América y Filipinas, lAms. 4 y 5 y pég. 33; y Marco: Cartagena de lnd:las {Se­
villa, 1951), pAg. 48 y figura 11.
G Lo di a conocer en mi colaboración a Angulo: Historia deL Arte Hispano
american-0, tomo I (Barcelona. 1945), pé.gs. 523 y 527.
T AGI: Panamá, 103.

22
F1c. l.-'Fachada de la Aduana de Panamá, 1575, (Archivo de IndillS, Sevilla.)
FANA.MA Y COLOMBIA

EL CONVENTO DE LAS CONCEPCIONISTAS

Destruída la ciudad de Panamá después del saqueo de Morgan


en 1671, y trasladada al emplazamiento que hoy ocupa, las monjas
de la Concepción construyeron su monasterio en el l_ugar que les
fué señalado, en la _parte oriental del núcleo urbano, junto a la
orilla del mar, entre los conventos de Santo Domingo y San Fran­
cisco. El edificio, como todos los de la nueva ciudad, se hizo de
madera.
Según escribía el Cabildo Secular en 1719, «con la injuria
de los tiempos quedó destruída la yglesia de madera que tenía el
monasterio>, pero, gracias a algunas limosnas de los vecinos, habían
comenzado a construir un nuevo templo de obra definitiva. Los ca­
pitulares hacían valer ante el rey sus buenos oficios para que conce­
diese alguna ayuda económica. Las monjas, en carta del mismo a.ño,
expresaban su satisfacción porque estaba «lo más de la yglesia fa­
bricado de piedra y cal>, pero a la vez suplicaban al monarca un
donativo de seis mil pesos para acabarla y construir también la
sacristía y otras dependencias 8• El Cabildo Eclesiástico también es-
. cribió recomendando la petición 9• "
Dos años más tarde, las religiosas agradecían un libramiento
de dos mil pesos y déCban cuenta de haber concluído el templo, la­
mentándose de que el ,dinero no hubiese alcanzado para labrar la
sacristía y el campanario 10• Un·nuevo donativo real de otros dos mil
pesos sirvió para completar la iglesia y hacer la sacristía, pudiendo
preocuparse entonces de la vivienda, que estaba ruinosa y apunta­
lada. El terrible incendio del 3 de febrero de 1737 --el «fuego
grande>, que destruyó gran parte de la ciudad- redujo a cenizas
el convento. Según carta del Cabildo Secular, de 16 de junio de
1744, la iglesia quedó arruinada y la comunidad se había visto en
la necesidad de habilitar «una muy estrecha capilla con solo dos
altares» 11• Es de suponer, no obstante, que el incendio sólo destrui-
s AGI: Panamá, 225. Cartas de 9 de mayo de 1719.
9 Ibútem. Carta de 22 de julio de 1719.
10 Ilrldem. Carta de 19 de mayo de 1721.
11 Ibídem.

24
PANAMA. CONCEPCIONISTAS

ría la techumbre y los retablos, dejando en pie la obra de mampos­


tería. No faltó en esta ocasión la ayuda de las arcas reales y las
monjas pudieron reconstruir el convento.
Superadas así tantaS dificultades, en 1749 ocurrió un incidente
que <lió motiyo para que se hiciese un dibujo (lám 4 ), que nos
permite conocer el aspecto del edificio en esa época, después de la
reconstrucción. El incidente aludido originó un expediente. Al pa­
recer, cuando se construyó la muralla del lado oriental de la ciudad,
se aprovechó la pared del convento, que así quedó uniendo dos
lienzos del muro en una longitud de sesenta varas. En la esquina
sudoriental del monasterio, entre la pared de clausura y la muralla,
que era más baja, quedaba un espacio libre de apenas tres varas
de ancho 12, por donde -al decir de la abadesa- «comunican las
religiosas a sus criadas y resiven el alimento y lo necesario, después
de serrada la clausura, con canasticas y cuerdas por una ventanilla
de más de quatro estados de altura:.. El Sargento Mayor de la
Plaza mandó cerrar aquel espacio con una estacada, ya que era
fácil escalar la muralla desde la playa y entrar en la ciudad cuando
estaba cerrado el «Postigo de las Monjas:., pequeña puerta del re­
cinto que había tomado su nombre del inmediato monasterio. Las
religiosas pidieron al Sargento Mayor que dejase libre el lugar
colocando la estacada en el borde de la muralla� pero como no fue­
sen atendidas, la abadesa mandó quitar la estacas. La autoridad mi­
litar se quejó al Obispo y éste amonestó severamente a la abadesa.
Así las cosas, unas criadas del convento vertieron agua -al parecer
nada limpia- sobre unos negros y unos soldados que estaban po­
niendo de nuevo la estacada y éstos reaccionaron apedreando las
ventanas del convento. La. abadesa, alegando que sus quejas por el
agravio no hallaban eco en las autoridades, escribió una extensa
carta al rey y le incluyó el dibujo, «que demuestre con voses mu­
das lo que con rethórica no se podrá figuran 13•
ia Véase el plano de Ia ciudad levantado por el cartógrafo Tomás López,
1743-1749. Lo reproduce Rubio: La MUdad. cui Panamá (Panamá, Banco de Urba­
nización y Rehab!l!tación, 1950), pág. 56.
13 AGI: Panamá, 225. Un cuaderno y carta de 24 de mayo de 1749. En el
expediente se cita al carpintero Miguel Berna!; y en la carta de la abadesa al
«maestro carpintero de Su Magestad• Bernabé Truj!llo.

25
PANAMA Y COLOMBIA

El diseño nos muestra la pared de la clausura entre los dos


lienzos .de la muralla, el «Postigo de las Monjas>, con vano almo­
hadillado, y la parte oriental del convento, donde se especifica que
se trata de «lo fabricado después del yncendio> y se indica, además,
la «esquina apedreada>, bajo la cual aparece la estacada que dió
motivo al incidente. En segundo término aparece la torre, con sus
tres cuerpos de campanas y chapitel semiesférico con remate pira­
midal.
A juzgar por el dibujo y según consta en los documentos aquí
resumidos, la vivienda de las religiosas era una construcción de
madera. Aunque de escasa importancia arquitectónica, tanto el re­
corte inferior a modo de guardamalleta, como la forma de los va­
nos, indican que el barroco panameño del siglo XVIII. que tan
sobrio se mostró en las obras de fábrica, se desenvolvió con más
libertad a1 utilizar la madera. Los dinteles de las ventanas, recor­
tados en formas cu.rvas y mixtilíneas recuerdan las trazas de arcos
frecuentes en edificios mejicanos de la época.

POPAYAN

LA CATEDRAL

El terremoto del 16 de febrero de 1736, que tan trágicas conse­


cuencias tuvo para buen número de edificios de Popayán, dejó en
estado ruinoso el de la catedral. Reparada entonces, otro movi­
miento sísmico ocurrido quince años más tarde -el 25 de abril
de 1751- hizo aún más patente su ruina y fué preciso pensar en
reedificada. Informada la corte, una real cédula de 5 de octubre
de 1754, dirigida al Obispo don Diego de Corzo, pidió noticias más
concretas acerca de la entidad de los daños causados por el terre­
moto y lo que costaría su reparación. Por falta de buenos arquitec­
tos no se practicaron estas diligencias y la real cédula qµedó sin
cumplimiento, en tanto que los estragos del tiempo contribuían
a agravar el lastimoso estado del edificio. En 1763, el Obispo don
Jerónimo Antonio de Obregón y Mena, sucesor de Corzo, apro-

26
POPAYAN. CATEDRAL

vechó la circunstancia de encontrarse en la ciudad el hermano l ego


jesuíta Simón Schenherr y don José Aguiló, «maestros aprobados
y muy peritos en la Arquitectura>, para proponer al gobernador y
al cabildo que se ·encargase a dichos técnicos el examen del edificio
y se les pidiese su opinión acerca del modo de contener su crecien­
te ruina; y encargó, además, al capitán don José Mosquera y al
doctor don -Lorenzo Hurtado -«como prácticos en las fábricas y
materiales del país>- que calculasen el costo de las obras pre­
cisas1'.
En consecuencia, el 18 de junio del citado año se personaron
en la catedral el Hermano Schenherr y Aguiló, y, en presencia del
Obispo, Gobernador y otras autoridades eclesiásticas y seculares,
practicaron un reconocimiento del edificio. Cada uno de los arqui­
tectos emitió, después, su informe por escrito, y ambos estuvieron
de acuerdo en lo substancial : la necesidad de derribar el edificio y
aprovechar los materiales que resultasen útiles en la construcción
de un templo totalmente nuevo, pero de las mismas proporciones
del arruinado. El P. Schenherr propuso que se respetase el plano


de la iglesia vieja, haciendo las paredes laterales con contrafuertes
interiores unidos por arcos ciegos destinados a albergar los altares;
y otros arcos dispuestos en sentido transversal, entre los muros y
los pilares, aparte de contribuir a la mejor trabazón de todo el
edificio, servirían de sostén a unos contrafuertes que aguantasen
el empuje de los muros de la nave central, que había de ser más
alta e iluminada por ventanas 15. En suma, esa disposición es la que,
años más· tarde, se adoptó en la iglesia de San Francisco de la
misma ciudad de Popayán. El arquitecto Aguiló hizo también sus
cálculos a base de un templo de las mismas proporciones del an­
tiguo 16•
No obstante las opiniones de estos técnicos, noticioso el Obispo
de que en el Colegio de la Compañía de Quito residía el coadjutor
Venancio Gandolfi, «de notorio crédito en la Arquitectura por las
sobresalientes obras que ha dirigido y construído en su Colegió ·
1' Documento núm. 7.
1s Documento núm. 8.
16 Documento núm. 9.

27
P.;\NAMA Y COLOMBIA

y fuera de él:., quiso escuchar su opinión antes de decidir. Sus ges­


tiones cerca del P. Provincial de los jesuítas para que hiciese venir
de Quito a dicho religioso, fueron prontamente atendidas y a me­
diados de septiembre del citado año de 1763, hallándo se ya en
Popayán el Hermano Gandolfi, dispuso el Obispo que, con asis­
tencia de ambos Cabildos y del teniente de Gobernado1 y oficiales
reales, se practicase un nuevo reconocimiento del edificio 17•
El Hermano Gandolfi no creyó necesaria la reedificación total
del arruinado templo. En su opinión podían conservarse sus pa­
redes, asegurándolas con tirantes o cadenas de hierro y afianzando
la armadura de la techumbre, si bien creía de suma urgencia la
ejecución de estos reparos antes de que los frecuentes temblores
aumentaran la ruina y convirtieran el daño en irremediable. «Este
es mi sentir y paresser que doy --declaraba- por ser este mi oficio
y la facultad en que me he ejercitado tantos años, assí en Europa
como en las Yndias en ocho años y más que vivo en ellas> 18.

A juzgar por testimonios posteriores prevaleció la opinión de


Gandolfi y el templo viejo fué reparado 19; pero años después --en
1784- volviendo a parecer inminente su ruina, el Obispo comisionó
a don Antonio García -«persona de ynstrucción; y de l� buenas
cualidades que se necesitan para el desempeño de este encargo»­
para que, en unión de los alarifes, reconociese la iglesia e informase
sobre las pÓsibilidades de repararla o la necesidad de reconstruirla;
Así lo dispuso por auto de 26 de abril, que comunicó al Gobernador,
don Pedro Baccaria y Espinosa, para que, como representante del
Real Patronato, ayudase a adoptar las medidas oportunas. Así las
cosas, llegó a Popayán una misión de religiosos franciscanos, entre
los cuales venía fray Antonio de San Pedro Pérez, arquitecto de
profesión, y el Obispo pidió permiso al Guardián de San Francisco
para que dicho religioso emitiera también• su dictamen junto con

Documento núm. 10.


17
18
Documento núm� 11.
19 Documento núm. 12. - Cfr. Manuel A. Bueno: Historia de la Di6cests de
Popay6n (vol. LXXIV de la Biblioteca de Historia Nacional), Bogotá, 1945, pá­
gina 224.

28
POPAYAN. CATEDRAL

don Antonio García. Conforme el Gobernador con los peritos nom­


brados por el Obispo, llevaron éstos a cabo el reconocimiento del
viejo edificio estando presentes las dos autoridades, el lugarteniente
del Gobernador, uno de los oficiales reales, el procurador del Cabildo
Eclesiástico y los escribanos. Con la ayuda del maestro mayor df'
albañilería Pablo Arriaga midieron la iglesia y observaron el des­
plome de los muros y el mal estado de la techumbre. En sus res­
pectivos informes, tanto el P. San Pedro como García abogaron
por la clausura inmediata del templo, antes de que sobreviniese una
desgracia, y fueron también unánimes en la inutilidad de repararlo.
Creían necesario deshacerlo y hacer otro de nueva planta propor­
cionado al vecindario de la Ciudad. El P. San Pedro propuso que
el templo nuevo tuviese setenta y dos varas de longitud en la nave
central, y las demás medidas proporcionadas a ésta; y se excusó
de calcular el probable costo por no conocer los precios de los ma­
teriales a causa «de estar recién venido de los Reynos de España
y considerar el que habrá gran diferencia entre los costos de allá
a los que tienen acá> 20• En consecuencia, el templo fué clausura.do
y el Cabildo catedral se trasladó a la iglesia de los expulsados je­
suítas que entonces servía de ayuda de Parroquia.
El expediente siguió su curso. A propuesta del Asesor, se con­
vocó una junta, celebrada el 14 de mayo de 1785, a la que asistieron
las autoridades de ambos cabildos y los arquitectos fray Antonio
de San Pedro y don Antonio García, para. discutir si era urgente
proceder a la demolición parcial de la iglesia antes de que se con­
sumase su total ruina, o si por no parecer inmediato el peligro, po­
día elevarse antes consulta al Virrey. Los arquitectos ratificaron
sus informes anteriores, aconsejando que, sin pérdida de tiempo,
se descargase la nave central, cuya techumbre corría peligro de in­
minente desplome, por lo cual la junta acordó que la· ejecución de
esta medida de precaución se llevase a efecto inmediatamente, sin
aguardar a elevarla en consulta al Virrey. El Cabildo eclesiástico
proveyó los fondos necesarios para efectuar las obras de demolición
y el Gobernador encargó a don Antonio García los planos de
20 Documentos núms. 12, 13 y 14.

29
PANAMA Y COLOMBIA

una catedral nueva. Para que, de acuerdo con· éste, calculasen el


costo de los materiales necesarios para la obra, comisionó el Go­
bernador al alarife Pablo Arriaga y al maestro mayor de carpinte­
ría Ignacio del Campo.
En marzo de 178(>, el teniente de milicias don Antonio García
había entregado los planos ; pero las obras de demolición de la
.nave central, acordadas en la junta de 17 de mayo del año anterior,
no se habían realizado. El Auditor recordó la urgencia de estas
medidas, ya que el peligro seguía latente, y aconsejó la convenien­
cia de que la dirección de las mismas, corriese' a cargo de García,
«porque según el mal estado del edificio podía causar graves males
si no se manexa por una mano diestra e ynteligente,. «He visto
--decía el Auditor- el plan formado por don Antonio García de
la nueba yglesia cathedral que se ha de construir en lugar de la
arruinada, y el perfil que por separado ha dibujado, cortado por la
longitud de su nave principal., El arquitecto calculaba su costo en
doscientos quince mil pesos, pero como estaba dispuesto que los ala­
rifes hiciesen un cálculo detallado, el Auditor propuso que se eva­
cuara esta diligencia, de acuerdo con García y con los regidores
y mayordomos de fábrica don Marcelino y don José María Mos- ,
quera, como personas que conocían «los costos que tienen las obras
desta ciudad,, encargándoles tuviesen presente «las juiciosas y só-
lidas advertencias que se hacen al pié del expresado plan, sobre
el méthodo de abrir y fabricar los cimientos con más consistencia
y seguridad, y que procuren en todo la mexor economía,. El Go-
bernador dictó las providencias pertinentes, de acuerdo con este
informe.
El 1 de mayo de dicho año (1786) se comenzó a derribar la
iglesia vieja 21 y en julio hicieron, el arquitecto García y ·10s maes-
21 Folios 73 v0 a 75 del expediente.- Entre los materiales procedentes del de­
rribo se citan «tejas pajaritas», «piernas de tl.x.eras labradas•, «tirantes•, cnudl­
llos•, etc. El Colegio de San F1ranclsco adquirió dos mU tejas y otros materiales;
el de San Camilo, cvlgas grandes labradas•, y la mayor parte de la clavazón y la
piedra labrada fue vendida al Colegio Semina;rio. Una cruz de hierro fue com,prada
para la Iglesia de Tambo. En las cuentas de fé.brica (follos 76 y sigs.) constan pa­
gos a Francisco Paredes cpor la hechura de los seis •blandones que le dejó haslendo
don Antonio de Castro>, y otra partida a favor del mismo por la compostura de
un incensario «en que tuvo que hazer varias piezas de nuebo•. Otra partida se

30
POPAYAN. CATEDRAL

tros Pablo Arriaga e Ign acio del Campo, los cálculos detallados del
costo de la obra 22•
Con fecha 1 de mayo del año siguiente, el Cabildo eclesiástico
informaba a la Corte respecto de todos los trámites hasta entonces
seguidos en órden al proyecto de hacer una nueva catedral. Exponía
la pobreza de la provincia, la escasez de las rentas de la fábrica
y la inversión del producto de la venta de los materiales procedentes
del derribo de la iglesia vieja, para acabar invocando la real piedad
a fin de que se dignase conceder «aquellas cantidades que con edi­
ficación y gloria sabe felizmente derramar sobre sus Pueblos para
obras tan Santas, y que han merecido las más recomendables aten­
ciones de su magnífico real ánimo>.
Ausente el Gobernador, su teniente don Nicolás Prieto Dávila
la Villa, remitió los autos al Consejo por conducto del Virrey, el 17
de mayo de 1787. En su informe, dirigido al Soberano, decía que
los vecinos de la dilatada diócesis payanesa podrían «ayudar con
no poco> a la obra, pero que, aún así, juzgaba difícil que cubrieran
la tercera parte de su costo. Mientras llegaba el real dictamen, se
proponía hacer un repartimiento entre los vecinos, para que cada
cual contribuyese en proporción a sus caudales.
La real orden de 10 de enero de 1788 pidió al Virrey informes
más amplios y en 20 de noviembre de 1790 se reiteró la disposición.
El Virrey don José Ezpeleta, en carta de 19 de marzo de 1791 ex­
puso que lo recaudado por el repartimiento ascendía a cien mil pe­
sos, o sea poco más de la tercera parte del costo calculado. Cuando,
en noviembre de 1792, enviaba estos informes el Virrey, el edificio
nuevo no se había comenzado 23•
El Obispo don Angel Velarde y Bustamante, que a la sazón
regía la diócesis payanesa, encargó unos planos a la Academia de
San Fernando, pero ciertas dificultades surgidas entre las autori­
dades civiles y las Cajas Reales malograron sus buenos propósitos.

refiere a la compra de dos do.s soh,res d� la Hermita, en que ha de hacel'Se el


Seminario•. Se pagaron doscientos cincuenta pesos a don Antonio Garela «por
los •planes de la igiesia en triplicad.a•.
22 Documento núm. 15.
2a Carta de 19 de noviembre de 1792, núm. 227. AGI: Santa Fe, 641.

31
P ANAMA Y COLOMBIA

Más tarde, el Obispo Jiménez de Enciso trajo amplios poderes de


la Corte para llevar a cabo la construcción de la catedral, y, con
a.rreglo a los planos hechos en tiempos de su antecesor, inició las
obras, colocando la primera piedra el 30 de mayo de 1819, pero
las guerras de la: Emancipación paralizaron la obra.
Fracasados todos estos intentos, no tuvo Popayán su tan ansia­
da catedral hasta una época reciente. El Obispo don Pedro Antonio
Torres -payanés de nacimiento, que tomó posesión en 1856-- en­
cargó nuevos planos al arquitecto don José María Mosquera, hijo
del doctor Joaquín Mosquera, último presidente de la Gran Colom­
bia. Iniciados de nuevo los trabajos, quedaron suspendidos a la
muerte del Obispo, ocurrida en 1866. Veinte años después, el Pre­
lado don Juan B. Ortiz acometió la obra, que cada vez se hacía
más necesaria, pero los planos de Mosquera fueron substancialmen­
te reformados por el arquitecto italiano fray Serafín Barbeti, fran­
ciscano. En 1897 tomó posesión de la silla episcopal don Manuel
José de Caicedo, durante cuyo gobierno y bajo la dirección técnica
del «inteligente cuanto modesto arquitecto:. don Adolfo Dueñas,
quedó terminada la catedral el 12 de junio de 1906 2\ '1

En el expediente de que proceden los datos reunidos más arriba


hay otros de interés para la historia del edificio. Del reconocimiento
practicado por el teniente de milicias don Antonio García y por
fray Antonio de San Pedro en la catedral vieja, se deduce que era
un templo de tres naves de sesenta varas de longitud, incluyendo las
trece que medía el presbiterio. La nave centra:! era más alta y de
doble anchura que las laterales y los soportes eran pilares -«co­
lumnas que son cuadradas>-, que recibían arcos. La techumbre
era de artesa cubierta de tejas, a dos aguas en la nave central y
a una vertiente en las laterales 25•

2, Aragón: Fastos payaneses, lI (Bogotá, 1941 ), págs. 53 y siga. Manuel A.


Bueno: ob. cit., 228 y slgs.
25 Esto último se deduce del infonne del P. San Pedro: c ... se hallan cuviertas
de unos texados eri gidos desde la , parro exterior a las parede s de la nabe
maior... ,. Documento nwn. 13.

32
SANTA MARTA. CONTADURIA

Otro dato de interés se refiere al arquitecto don José Aguiló,


que en el informe de 1763 se declara autor de la iglesia de Puri­
ficación (departamento de Tolima), que construyó desde los ci­
mientos hasta acabarla. Sólo conozco ese templo a través de una
antigua fotografía conservada en el Museo de América, de Ma­
drid26. Es una iglesia de tres naves, más ancha la central, cuya ma­
yor altura se aprovecha para iluminarla con ventanas rectangulares.
La central se cubre a dos aguas y las naves laterales a una sola
vertiente. La nota más curiosa que encuentro a esta iglesia es la
elevación del frontispicio para ocultar las vertientes de la techum­
bre, lo cual, así como la composición de la fachada con sus tres
portadas independientes, recuerda las iglesias construídas por esos
años en Venezuela. Desconozco otros datos acerca del arquitecto
Aguiló, cuyo nombre queda aquí salvado del olvido.

SANTA MARTA

LA CONTADURIA ,,
En 1788 se inició un expediente para la construcción de un
edificio en el que se pudiesen instalar, con toda comodidad, las ofici­
nas de Contaduría y Real Hacienda, con sus bodegas y almacenes.
Pasó el tiempo sin que recayese providencia alguna, y en 1799 se
dispuso que los maestros mayores Juan Miranda y Vicencio de
Hebrat --de albañilería y carpintería, respectivamente- hiciesen
un plano a fin de construir la casa en el solar que antes ocupara
la catedral vieja. Notificados los maestros, excusáronse de la comi­
sión, pretextando estar ocupados en otros trabajos. Vicencio de
Hebrat trabajaba por entonces en la construcción de unos cuarte­
les; «en el concepto de su notoria habilidad» no se Ie admitió la
excusa y tanto él como Miranda acabaron por aceptar el encargo.

26 �adezco una copia de la misma a m1 buen amigo don José Tudela, Vice­
Director de dicho Museo.

33
3
PANAMA Y COLOMBIA

En octubre de 1802 Miranda era difunto y Hebrat aún no


había entregado la avaluación, en vista de lo cual se pasó el ex­
pediente a informe del asesor.
En febrero de 1803 se devolvió a Hebrat el plano que había
entregado, a fin de que lo completase con una explicación del des­
tino de sus dependencias y para que, en unión del maestro mayor
de a:lbañilería, hiciese un cálculo del costo de la obra. Como Hebrat
estaba ausente de la ciudad y establecido en la parroquia del Cerro,
se encargó la comisión al maestro alarife de carpintería Manuel
Barros y al de albaiiilería Cayetano Guerra.
Así las cosas, don Emeterio de la Peña pidió en 1804 que se
desocupase la casa que tenía alquilada a la Contaduría, pues la
necesitaba para su habitación. En vista de ello, y con el fin de
instalar las oficinas de manera definitiva, se propuso la compra
de unas casas que había construído en 1803 el Administrador de
Correos y Aguardientes don José María Martínez Aparicio, si­
tuadas en la calle Grande, las cuales se juzgaban convenientes para
el objeto indicado, aunque haciéndole antes algunas reformas. Se
encomendó la valoración de las casas al maestro alarife Vicente
Barranco y al de cawintería Manuel Domingo de la Yega. Estos 11
calcularon el valor de la casa y lo que costaría edificar una amplia-
ción de la misma en un solar inmediato, y levantaron un plano 27•
La casa proyectada por Hebrat en 1803 (lám. 7) presenta una
distribución a base de un patio central, claustrado en sus cuatro
frentes y otros dos laterales con columnas en sólo tres crujías. La
de Martínez Aparicio (lám. 6), situada entre la calle Grande y la
del Pozo, tiene también un patio rectangular, claustrado con colum-
nas en sus cuatro frentes y un segundo patio con salida a la calle
posterior. La ampliación proyectada en ella se reduce a una .crujía
con un patio largo, dándosele acceso independiente por una puerta
desde la calle Grande.
Ignoro· si estos planos pueden tener alguna relación con la ac­
tual Aduana de Santa Marta, edificio que parece construído por

27 Ar<'hivo Naclon.'!Jl de Colombia, Bogotá: Real Hacienda, tomo 58, folios 421-
433 y 4�66.

34
TUNJA. PUENTE DEL TOPO

esos años de principios del ochocientos, a juzgar por unas fotogra­


fías que debo a mi querido amigo el historiador santafereño don
Guillermo Hemández de Alba:

TUNJA

EL PUENTE DEL TOPO

Sobre una quebrada cercana al convento de Nuestra Señora


del Topo, en Tunja, existía un puente ruinoso, muy frecuentado
por las recuas de caballerías que traficaban entre dicha ciudad y la
de Vélez, llevando cargas de azúcar y panela. Tan arruinado esta­
ba el puente en 1794 que, ante el temor de que ocurriera una des­
gracia, el Procurador General ordenó al Corregidor de la ciudad
que tomase urgentes providencias para su reparo, y éste dispuso
que el domingo 11 de mayo de dicho año fuesen los maestros ma­

.,
yores a inspeccionarlo y dictasen el informe correspondiente.
En consecuencia, los maestros mayores de albañilería, José
Ignacio Rincón y Juan Ignacio Cano, reconocieron el puente y el
día 12 del mismo mes se presentaron ante el Corregidor y el escri­
bano y rindieron informe, abogando por su reconstrucción total,
cuyo costo calcularon en quinientos pesos 28•
Como los fondos municipales estaban agotados por el crecido
costo que habían tenido los reparos de las cañerías del agua, en 31
de octubre de 1795 acudió el Cabildo de Tunja al Virrey en soli­
citud de licencia para establecer un impuesto de medio real sobre
cada carga de panela, a fin de recaudar los fondos necesarios. El
fisca:l informó en el sentido de que se consultase antes al Cabildo
de Vélez, ya que los vecinos de esta ciudad eran los que traficaban
con ese producto y ese tráfico se había de hacer por el camino donde
estaba el puente. Los veleños contestaron que el tráfico dejaba poco
rendimiento y que antes que pagar el impuesto preferirían utili'2ar
28 Documento núm. 16.

35
PANAMA Y COLOMBIA

otros caminos donde las quebradas se salvaban con canoas o con


puentes de «cabuya>.
Siguió su curso el expediente con la lentitud propia de la bu­
rocracia, se hizo una información acerca del precio que alcanzaban
las mieles y panelas de Vélez y, entre tanto, una creciente de la
quebrada acabó de arruinar el puente, derrumbándolo por completo.
En vista de ello, en agosto de 1796, el Corregidor don José Jover
ordenó .i Bemardino Lozano -«único arquitecto en esta ciudad>­
que hiciese un nuevo reconocimiento y calculase el costo de la
reedificación. El 19 de septiembre compareció aquél ante el escri­
bano del Cabildo para rendir informe, en el que propuso encauzar
la quebrada mediante unas murallas de veinte varas de largo y
cargar sobre éstas una bóveda de ladrillo de cinco varas que for­
maría el ojo del puente. Hizo un cálculo de los materiales y ope­
rarios que serían precisos y avaluó el costo de la obra en tres mil
setecientos pesos 29•
Pasó el tiempo y las crecientes originadas por las lluvias, con­
tinuaron ensanchando la quebrada, por lo que parece ser que en
1801 fué preciso hacer un nuevo cálculo del costo, que corrió a
cargo del famoso arquitecto capuchino fray Domingo de Petrés, '1
que por entonces ejercitaba su arte en Santa Fe de Bogotá, y del
maest�o albañil Vicente Ignacio Montero, quienes avaluaron la
obra en diez mil pesos. En noviembre de 1802, el Corregidor re-
mitió al Virrey el plano, dando cuenta, al mismo tiempo, de haber
comenzado a reunir materiales y lamentándose de no haber podido
recaudar fondos suficientes para la obra.
Más tarde, en abril de 1805, el Alcalde ordinario de Tunja,
don Bartolotné Flores, tomó declaración al maestro Vicente Ignacio
Montero, a .fin de averiguar ciertos particulares, y éste declaró
cómo la profundidad del barranco había ido aumentando a medida
que pasaba el tiempo, extremo que era conocido del P. Petrés, en
cuya compañía había hecho la avaluación tres años antes a-0. El fiscal
29 Documento núm. 17.
ao Documento núm. 18.

36
PANAMA Y COLOMBIA

pidió que se solicitase informe de Petrés, y como éste se hallaba


ausente de Bogotá, no lo dió hasta dos años después. En su es­
crito de 6 de marzo de 1807 ª1 se declara autor del plano aquí re­
producido (lám. 5), testimonio que añade una obra más a las que
hizo el arquitecto capuchino, que tantos frutos de su arte dejó en
el Nuevo Reino de Granada a principios del siglo XIX.
31 Documento núm. 111.

,,

37
11
V E N E z u E L A

CARACAS

EL CONVENTO DE LAS CARMELITAS


DoÑA Josefa Melchora de Ponte, viuda de don Nicolás de
Liendo, y doña Josefa Mexía, viuda de don Miguel de Veroes,
deseando retirarse del mundo a la clausura de un monasterio, deci­
dieron aplicar sus bienes a la fundación de un convento de monjas
acogido a las reglas de Santa Teresa. Otro distinguido vecino de
Caracas, don Miguel Felipe de Ponte, aportó también sus caudales
y los tres otorg-aron escritura -el 7 de diciembre de 1723 ante el
escribano Nicolás Bartolomé Cedillo, haciendo en la misma un mi­
nucioso inventario de los bienes que destinaban a tan piadoso fin 1.
La real cédula despachada en San Ildefonso el 1 de octubre de
1725, concedió licencia para llevar a cabo la fundación y, en con­
secuencia, el Obispo don Juan José Escalona y Calatayud, por auto
del 12 de juljo de 1727, nombró al vecino don Pedro Tiburcio Obel
Mexía de Escobedo para que entendiese en la búsqueda de un ,,
lugar apropiado para establecer el convento. Por su parte, el Go-
l AGI: Santo Domingo, 818. Cuaderno de 110 follos «Sobre las rentas que
tiene el convento de Carmelitas,, fol. 16 v• y slgs.
Los inventarios son curiosos, pues dan Idea del mob!ilarlo y enseres de las
casas ricas de la é,poca. Ent:re los bienes entregados por dofia Josefa Mexla, pa,ra
pagar los seis m.ll pesos prometidos para la fundación. figuran : una am·plla casa,
que fué valorada por Ba:ltasar de Reyes Gallndo y Ven1ura Balcázrur, maestros de
albafiilería y carpl.nterfa, respectivamente; un ornamento de raso verde «con
todos sus :recados•; «un cáliz y u.na ,patena...., una salvilla de plata con sus v1-
nageras y su campanilla de lo mismo, y un mi.sal con manillas de ;plata,, «unas
hechuras, la una de Nuestra Sefiora de la Concepción ... y la otra el misterio del
Nacimiento»; una imagen de la Asunción de más de una vara de alto y un ta­
beirnáculo con la Sagrada Fam.llla de bulto. be la valoración de estas obras de
arte se encargaron: el capitán Juan Victorlno de Alas, maestro sastre; el platero
Juan de Landaeta y el «maestro escultor y residente en esta ciudad•, Enrique
Hernández.
Bntre los bienes de dolía Josefa de Ponte figuran: un Nifto Jesús de plomo,
una cruz de Jerusalén embutida de nácar, un tabérnáculo de la Virgen del Ro­
sarlo, un Eoce-Homo, una Santa Ana y un San José de escultura; ocho láminas
de divt'Tsas advocaciones con marcos dorados, una «lámina dorada de San Joseph
que está €'TI el aJtar de San Francisco•, cinco cuadros de diferentes advocacio­
nes, etc., etc. (AGI: Santo Domingo, 818, cuaderno núm. 3, folio 2 v<> y sigs.).

39
VENEZUELA

bernador, don Diego Portales, designó, con el mismo objeto, al


maestre de campo don Lorenzo Antonio de Ponte y Villegas. De
común acuerdo, escogieron ambos unos terrenos, a los que el Obispo
agregó la ermita de Santa Rosalía con todas sus dotaciones, cape­
llanías y limosnas, al tiempo que concedía la necesaria licencia para
comenzar la fábrica del convento. El Gobernador, en su calidad de
Vice-Patrono, también la concedió, y encargó de la administración
de la misma a don José Carlos José Piñango. El 8 de noviembre se
hizo cargo éste, bajo prolijo inventario, de todo lo existente en la
ermita.
En el sitio señalado existía la ermita dedicada a Santa Rosalía
de Palermo, vieja construcción de tapias cubierta de teja, de die­
ciocho varas de largo por seis de ancho. Además, estaba a medio
construir «una iglesia de mediana capasidad> y ésta fué la que se
destinó ,Para el futuro convento. Cuando se hizo cargo de ella el
administrador Piñango, la describió así en su inventario: la «fábri­
ca comensada en sesentha y tres varas de sitio con dies y seis pi­
lares de ladrillo y piedra, con treinta y nueve varas de ancho en
tres naues, al parecer torsidas las paderes, y maltratada del tiempo ,,
y los pilares hundidos algunos>.
A solicitud del administrador, reconocieron las obras los maes­
tros albañiles Baltasar de Reyes Galindo, Juan Nicolás Fermín de
la Concepción y José Narciso de Mendoza 2, los cuales encontraron
mal cimentados los pilares y hundidos algunos, y débiles y torcidas
las paredes de las naves. Vista así la dificultad de aprovechar sin
gran costo la construcción, don Carlos Piñango solicitó licencia
para, aprovechando los materiales, emprender una obra nueva más
apropiada al fin propuesto y, atendiendo sus razones, el Obispo le
autorizó para construir iglesia y convento «en sitio más cómodo y
apropósito, siendo en la ynmediación y sercanía de dicha hermita>,
facultándole, además, para comprar los terrenos necesarios. Apro­
bada por las autoridades la elección del solar, don Matías de Ibarra

2 Gallndo, que se ln-tltula, ademAs, alarife, declara tener cincuenta afl.os de


edad; F<!rmfn de la Concepción declara treinta y un afl.os y Mend0za («maestro
de obras en esta ciudad•) treinta y dos «poco mAs•.

40
CARACAS. CARMELITAS

lo bendijo y colocó la primera piedra, con las solemnidades de


rigor, el 29 de septiembre de 1727 ª.
Poco antes se habían tirado los cordeles para comenzar las
obras, pues el 27 del mismo mes los maestros albañiles Baltasar
Galindo y Luis de !barra cobraron sus jornales «por el trauajo de
dos días que asistieron a delinear la yglesia y... abrir el primer
cimiento>. Ambos siguen trabajando en los meses sigui�tes; Ga­
lindo figura como «maestro mayor de· la fabrica en el arte de al­
bañil» e lbarra como «maestro segundo... en el dicho arte>. Más
tarde figuran en las nóminas los oficiales de albañilería Pedro Al­
mengor, Pedro José Montenegro y José Casimiro Galindo. En
febrero de 1728 se paga «una carga de caña que pidieron los al­
bañiles para la annadura de los arcos:., prueba de que las obras iban
avanzando. Y en septiembre siguiente, Piñango compró un solar
«en el qual está plantada la maior parte de la yglessia que estoi
fabricando de Santa Rosalía:.. Durante esta primera etapa de las
obras, no escasearon las limosnas, en trabajo o en materiales'.
En las cuentas referentes al período comprendido entre noviem­
bre de 1728 y el mismo mes de 1730, figuran otros �rtífices, además
de los arriba citados: los oficiales albañiles Juan Galindo, Isidro "
Vicuña, José Ignacio Ramírez, Ventura Tazón, José de Urbina,
José Salgado y Nicolás de Mendoza; y Jorge de Añasco, Ignacio
de Saias y Nicolás Liendo, oficiales «tapiadores>. En enero de 1729
se pagó la hechura de una cruz de hierro para colocarla en .el techo
de la iglesia, seguramente rematando el piñón de la fachada. Por
entonces, ya se labraban las maderas de la techumbre, trabajos
que corrían a cargo del maestro Ventura Balcázar y de los oficiales
. Montesinos, Juan José Arenas, Antonio de Rojas, Dionisio Bello,
Diego de Guevara y José Pulido. Este último, ya en 1730, hizo las
cimbras para los arcos del claustro y para «el capyalsado y puerta
de la portada de la yglesia>, así como también las puertas y rejas
3 AGI: Santo Domingo, 818. Cuaderno núm. 1, fol. 3 y s1-gs, Cfr. también en
el mis,no :legajc: •Testimonio de ... la,s a·entas y bienes que se oviesen aplicado
para la f,unduzlon del convento de Carmelitas•, fols. 14-24.
• AGI: Santo Domingo, 818. •Relación... de la fábrica del conuento que se
está fundando de religiosas carmelitas...• (Ouaderno con las cuentas de fábrica
de 8 de septiembre de 1727 a 4 de septiembre de 1728).

41
VENEZUELA

de madera de la sala «de profundis:. 6• Como se ve, después de tres


años de trabajo, las obras estaban muy adelantadas.
Al año sigu iente, llegaron de Méjico las monjas fundadoras.
Sor Josefa de San Miguel, Sor María de San Francisco y Sor Mi­
caela de Jesús embarcaron en Veracruz el 10 de junio de 1731,
en unión del Obispo don José Félix Valverde -promovido a la
mitra de Caracas- y llegaron a La Guaira el 12 de octubre. La
priora, Sor Juana María de San Esteban, quedó enferma en Mé­
jico y no pudo emprender viaje hasta más tarde, arribando al puer­
to guaireño el 9 de marzo del año sigu iente. Al llegar a Caracas,
las religiosas se sintieron defraudadas. Procedentes del gran con­
vento mejicano de Santa Teresa, les pareció pésima la nueva casa
y aún peor el lugar donde la habían construído «extramuros de la
ciudad en contrauención del Santo Concilio de Trento... en el .
pauoroso sitio de Santa Rosalía, donde se les cayó la fábrica y otra
vez la derribaron por la ympericia de los artífices:..
Las monjas, en carta del 17 de enero de 1734 dirigida al rey,
calificaban de falsos cuantos informes se habían dirigido a la corte
sobre los fondos destinados a la fundación; se quejaban de vivir 11
incómodas en una casa particular, a la que se habían trasladado
abandonando el convento de Santa Rosalía; y exponían sus dudas
sobre el fruto que pudieran lograr en el futuro, ya que sólo tres
novicias habían solicitado ingresar en el convento durante los tres
años transcurridos. Por todas esas razones, pedían pasaje para
Méjico, pero -pese al pesimismo sobre el porvenir del instituto--
se declaraban dispuestas a perseverar si se les aseguraba la suma
de cien mil pesos. Por su parte, el Obispo, en carta del 10 de junio
del mismo año, «vista la displicencia de dichas religiosas por la
descomodidad que experimentan:., pedía al rey que les concediese
la licencia para volver a Méjico. Tan cansado estaba de las exi-
gencias de las monjas que ofrecía costearles el viaje a sus c,'1n-
ventos de procedencia. Como, por entonces, después de abandonada
la casa de Santa Rosalía, se había comenzado a construir nuevo
5 AGI: Santo Domingo, 818. «Relación jurada de ... de la administración ... de
la fábrica,.

42
CARACAS. CARMELITAS

convento en un sitio céntrico, a dos cuadras de la plaza, el Obispo


prometía seguir ayudando a esta fundación hasta concluirla.
El Gobernador Lardazábal, por auto del 21 de junio, exhortó
al Obispo para que remitiese al rey certificaciones comprensivas de
las rentas del convento, gastos efectuados en las obras, etc., y
mandó a los maestros de albañilería Narciso de Mendoza y Jorge
Salgado, y a los carpinteros Ventura. Balcázar y Juan Custodio de
Céspedes que calculasen el valor del convento de Santa Rosalía
y el de lo fabricado en el nuevo, cerca de la plaza Mayor, cuyas
obras estaban muy adelantadas.
El rey, por cédula de 30 de abril de 1735, pidió informes sotre
el estado de la nueva fábrica. Al mismo tiempo comunicó al Obispo.
que si las monjas seguían insistiendo las devolviese a Méjico, �m
dejar por ello de proseguir la fundación 8•
En noviembre de 1736, el Obispo escribía al rey que el convento
quedaba concluído «en lo que toea a todo lo interior y corresprm­
diente en lo exterior>, con las religiosas instaladas en él, restando

,,
solamente «se acabe la yglesia con pocas oficinas exteriores para
vivienda, de sirvientes>. Con esta carta remitía un extracto de las
cuentas 7 y los planos del edificio (láms. 8 y 9). En 1740, el convento
estaba concluído del todo y en Santa Rosalía se había erigido una
ayuda de parroquia 8•

Los planos nos dan idea de la amplitud con que fué construído
el convento de las Carmelitas 9• La iglesia, que ocupa casi todo el
G AGI: Santo Domingo, 818. Un cuaderno de 110 folios csobre las rentas
que tiene el convento de Carmelitas•, folios 1-16. A.i fol. 81: cAbalúo de carpln­
teria,, por Ventura Balcll.zar y Juan Custodio de Céspedes; al fol. 85 Vo, •Avalúo
de albafillerfa•, por Narciso de Mendoza y José Salgado, referentes al convento
viejo de Santa Rosalla y al nuevo en construoclón. Folios 100-110, relación de los
bienes de doña Melchora de Ponte y acta de recepción de los mismos por Pi•
fiango.
7 AGI: '>anto Domingo, 700. En el cuaderno de cuentas, fechado el 27 de
octubre de 1736, figuran los siguientes artifioes: Antonio de Escobar, Ped,ro Eu­
genio, Victorino, José Narciso, Francisco Bruno, Carlos de Hinojosa y Diego Yll.­
fiez, oficiales de a.lbafi!leria; Nlcolll.s de León, herrero, y Lorenzo de Pont.e, •ofi­
cial de pintor..
e AGI: Santo Domingo, 796. Carta del gobernador Zuloaga, de 16 de julio
de 1740.
9 vease A'J'.)éndioe, dooumento núm. 20.

43
VENEZUELA

ancho del solar, haciendo· esquina, es de una nave y con dos puer­
tas gemelas, siguiendo el tipo tradicional en los templos de los
conventos de monjas. En la planta baja, además del gran claustro,
había dos patios, un corral, una amplia huerta o jardín y depen­
dencias, también con patio, para el capellán y el sacristán, éstas con
acceso directo desde la calle. En la planta alta se disponen veintiuna
celdas, todas aisladas del exterior, el oratorio privado, enfermería,
botica, sala de capítulo y otras dependencias.
Aunque los documentos no lo dicen, es posible que el artífice
que proyectó el convento nuevo, al que se refieren los planos, fuese
Baltasar de Reyes Galindo, que dirigió, como maestro mayor, las
obras de la casa antes construída junto a la antigua ermita de Santa
Rosalía. En las cuentas de 1736, referentes a la fábrica del con­
vento nuevo no aparece su nombre, lo cual prueba que no intervino
en ella. Junto a los oficiales que figuran en estas cuentas se cita a
Miguel Gerónimo de Olivares como «sobrestante en dicha fábrica>.
Es posible que fuese el maestro de la obra, aunque he de advertir
que el que figura como sobrestante en las cuentas de 1727 a 1730,
desempeñaba una misión puramente administrativa.
Exclaustradas las monjas de Caracas por decreto de Guzmán 11
Blanco en 1874, el convento fué ocupado por el Ministerio de Ha-
cienda. Del antiguo monasterio sólo subsiste hoy un nombre en la
toponimia urbana caraqueña: la esquina de las Carmelitas.

CIUDAD BOLIVAR

LA CATEDRAL

A orillas del Orinoco, en las fantásticas selvas donde tantos


perecieron en busca del legendario Dorado, fundó el Goberna<lor
don Antonio de Berrío, en 1591, la ciudad de Santo Tomé de
Guayana, pobre conjunto de bohíos que en 1618 defendió valero­
samente Diego Palomeque cuando fué saqueado por el famoso sil'
Walter Raleigh. La ciudad y la rica región guayanesa arrastraron

44
CIUDAD BOLIVAR. CATEDRAL

vida lánguida hasta mediados del siglo XVIII. En 1764, siendG


Gobernador don Joaquín Moreno de Mendoza, se trasladó a la
«Angostura> del río, lugar estratégico y de fácil defensa donde
el Orinoco se estrecha entre unos cerros 10• Una loma situada sobre
la orilla meridional, desde la que «se registra gran parte del río
y ... dilatadísimas sabanas y llanuras> 11 abundantes en buenos pas­
tos, fué el lugar escogido para establecer la nueva ciudad que se
llamó Santo Tomás de la Nueva Guayana o más comúnmente An­
gostura, nombre que en 1846, fué substituído por el que hoy lleva
en homenaje a Simón Bolívar.
Dos años después del nacimiento de Angostura, se encargó del
gobierno de la provincia el activo don Manuel Centurión, hombre
de espíritu progresista que impulsó la colonización de la Guayana
fundando pueblos y fomentando el desarrollo de sus fuentes de
riqueza. A él se debió el comienzo de la fábrica de una iglesia, que
fué catedral desde que, en 1792, se erigió la diócesis, segregando de
la de Puerto Rico los antiguos «Anejos Ultramarinos>.
Consta que, a fines de 1767, el Gobernador de Caracas envió

,
al Consejo dos planos del templo que se proyectaba, uno hecho por
el propio comandante de .Guayana, Centurión, y otro, debido al in­
geniero don Bartolomé Amphoux. Aunque el de éste era mucho
más costoso, informó a su favor el Gobernador don José Solano,
moviéndole a ello el ser «más permanente su fábrica y architectura>
y la consideración de que fuese digno de una capital de provincia,
donde, además, había de estar «a la vista de la mucha gentilidad
que el celo de Su Majestad está reduciendo al gremio de la fee
Cathólica>. La Contaduría del Consejo, no obstante, teniendo en
cuenta el exceso de costo, propuso que ambos planos se sometiesen
al informe del arquitecto y maestro mayor de Madrid, Ventura Ro­
dríguez 12• Se ignora cuál fuese la resolución posterior, pero sí cons­
ta que se dió comienzo a la fábrica durante el gobierno de Cen­
turión.

1o Tavera Acosta: Anales de Guayana, vol. I (Ciudad Bolívar, 1905), pág. 163.
11 Caulín: Historia ... de Nueva Aooaluc!a (Madrid, 1779), pág. 83.
12 AGI: Caracas, 949. I.nforme de 17 de marzo de 1764.

45
VENEZUELA

Por su parte, don Manuel Centurión nos dice que, cuando por
real cédula de 18 de enero de 1767, se le ordenó que procediese a
la construcción de la iglesia parroquial de Angostura, hizo un di­
seño ajustado a los seis mil pesos que, para ese fin, le habían librado
las Cajas Reales de Santa Fe y lo remitió al Gobernador de Ca­
racas, don José Solano. Este le insinuó que, considerando conve­
niente hacer un templo más digno y más costoso, había encargado
un proyecto al ingeniero Amphoux. Centurión procuró los planos
de Amphoux y pareciéndole este proyecto mejor que el suyo, «aun­
que más costoso y pequeño>, lo puso por obra alargándolo a cin­
cuenta varas de largo y treinta de ancho. Al dar cuenta de ello a
don Julián de Arriaga en octubre de 1771, le remitió una copia de
los planos de Amphoux (láms. 10-13). La obra se estaba haciendo
«de buen material, piedra, cal y ladrillo, con fuertes cimientos,
paredes y columnas>. Como precisaba dinero para la fábrica, había
aplicado a ella el producto del estanco del guarapo, que pensaba
dedicar a la construcción de un hospital cuando terminara la igle­
sia. Pedía la aprobación real para esta medida 13•
En 1778, el ingeniero don Antonio Perelló informó sobre el
edificio que estaba ya enrasado, y propuso que, en vez de bóvedas,
se le hiciese cubierta de madera, «elevando la fachada a cinco
varas más de altura para los ornamentos de sus pilastras y frontón
que la termine> u.
El templo no se concluyó hasta 1841, gracias al celo del Vicario
Apostólico de la diócesis, Monseñor Talavera. Cm¡.ndo éste llegó
a Angostura en 1835, faltaba hacer el arco de triunfo y los del
crucero. La fachada se terminó más tarde 15•

La catedral de Ciudad Bolívar es un templo de tres naves con


crucero, bóvedas de aristas en la nave central y semiesféricas en
los tramos de las laterales, que no ofrece mayor novedad. En el
interior, las pilastras adosadas a pilares reciben un entablamento

13 AGI: Caracas, 137. Carta de 3 de octubre de 1771.


u1s AGI: Caracas, 949.
Talavera: Apuntes de la Historia Ecle$iástica de Venezuela (Caracas, 1929),
p/ig 109.

46
CUMANACOA. IGLESIA PARROQUIAL

con triglifos y metopas en el friso. La fachada es interesante (lá­


mina 13), pues si bien revela la formación académica del ingeniero
Amphoux, ofrece también el frontispicio elevado sobre la techum­
bre tan característico en las iglesias venezolanas de la época. Los
dos cuerpos tienen pilastras lisas sobre traspilastras almohadilladas,
disposición que si bien se emplea en el barroco sevillano de mediados
de siglo, se usa con preferencia más tarde cuando impera el neo­
clasicismo. Unos cartones salvan la diferencia de anchura entre
los dos cuerpos, y un frontón interrumpido de lados curvos con
una espadaña de tres vanos rematan el conjunto.
El proyecto de Amphoux no se realizó en su totalidad. Las
ventanas laterales de la fachada se transformaron en puertas y el
segundo cuerpo quedó sin hacer. El templo se cubrió con techum­
bres de madera, tal como había propuesto el ingeniero Perelló, y al
lado de la Epístola se construyó una torre, cuyo primer cuerpo,
que imita el estilo de la fachada, recibe otros dos de planta oc­
togonal.

CUMANACOA

IGLESIA PARROQUIAL

La ciudad de San Baltasar de los Arias o Cumanacoa, aunque


fundada en el siglo anterior, no contaba con más de ochenta y ocho
casas cubiertas de paja en 1761 16 . La iglesia parroquial, construída
en 1729 con pobres materiales, quedó tan arruinada con el terremo­
to de 1766, que� después de reconocida «por sugetos inteligentes>,
fué preciso disponer su demolición. Instalada provisionalmente en
una pequeña casa pajiza, dos años después el vecindario constru­
yó a su costa «una reducida hermita inmediata al templo demo­
lido ... , de vajareque sencillo cubierta de paja> 17•
16 Ramos Martínez: Notf.cias de Cumanacoa (1895), en Cai,rocera: Memorias
pare. la Historia de Cumand y Nueva Andalucía. (Caracas, 1945), págs. 216 y 248.
17 Cai·acas, 382. Expedlente sobre la constrnc<:lón de -la iglesia (cuaderno de
57 folios, sin rotular). Declaración del vecino don Bartolomé Garcia de Calzadllla.

47
VENEZUELA

De todo ello infonnó a la corte el cura don Andrés José de R<>­


bles en carta del 25 de julio de 1768, solicitando-al propio tiempo
la necesaria ayuda económica para construir un templo digno de
albergar 'al Santísimo Sacramento. En consecuencia, por real órden
del 19 de enero de 1769 y real cédula del 25 de julio siguiente, se
ordepó al Gobernador de Cumaná, don Juan José de Urrutia, que
informase sobre el particular y que proveyese lo necesario para
reconstruir el templo con cargo a la Real Hacienda.
Urrutia trasladó las órdenes al Teniente de Justicia Mayor de
San Baltasar, encargándole como buen administrador que le infor­
mase sobre lo que costaría construir la capilla mayor del templo,
pensando que de momento sería suficiente. Don Joaquín de Alfaro,
primera autoridad de Cumanacoa, mandó abrir información, en la
que declararon los vecinos don Bartolomé García de Calzadilla,
don Salvador Romero y don Lorenzo Tiburcio Blanco, todos
prácticos en construcciones al uso del país; el maestro albañil
Juan Francisco Parrilla 18 y el carpintero Francisco Vicente Astu­
dillo. Todos estuvieron de acuerdo en aconsejar la construcción de
una iglesia de bahareque doble, con horcones de roble sobre ci-
mientos de cal y canto de cinco cuartas de ancho. Las dimensiones 1'
del templo, teniendo en cuenta el número de vecinos, serían cin­
cuenta varas de largo por dieciocho de ancho, repartidas en tres
naves separadas entre sí por seis pilares de roble forrados de la­
drillo, incluyéndose en esas medidas el espacio destinado a la sa­
cristía y otras dependencias. García de Calzadilla, que declaraba
tener «dilatada experiencia en asuntos de fábricas por las diversas
que ha visto hacer y hecho por sí en esta ciudad>, proponía que
las paredes fuesen «de trecho a trecho estrivadas de cal y canto has-
ta el rafe para mayor firmesa>. En noviembre del citado año de
1769, A:lfaro remitió los informes al Gobernador, con la propuesta
de construir «un cañón de bahareque> delante de la capilla mayor
para que sirviese de iglesia en tanto se hicieran las naves. El costo
del presbiterio con la sacristía se calculaba en unos dos mil pesos.,
18 DocumenL·J núm. lH,

48
CUMANACOA. IGLESIA PARROQUIAL

El Gobernador Urrutia encargó un plano al ingeniero don


Juan Antonio Perelló, que a la sazón prestaba-servicios en Cumaná,
y éste lo entregó el 28 de marzo del año siguiente, jumo rnn un
«Dictamen:. 19, en el que exponía tanto las normas a seguir en la
construcción como las razones técnicas por las cuales no se había
ajustado exactamente a las dimensiones ni al número de pi.lares
que aconsejaban los declarantes en la información p1actka1la en
Cumanacoa. Urrutia dispuso que inmediatamente se comenzara la
construcción de la capilla mayor de acuerdo con el plano de Pe­
relló •.
Al ir a dar comienzo a las obras las autoridades de Cumanacoa
pensaron que sería más conveniente construir la capilla con muros
de adobe en lugar de bahareque, con lo cual quedaría más sólida
sin mayor costo, y mandaron hacer nueva información, en la que
declaró, entre otros vecinos, Juan Castilla, «maestro práctico de
albañih. Urrutia aceptó la propuesta y, por auto de 7 de marzo
de 1771, dispuso que la fábrica se hiciese de adobe sobre cimientos
y pretiles de piedra 21• Las obras duraron tres años. El 29 de junio
de 1774 se inauguró la capilla mayor, con un caney de paja adosado
a modo de cutrpo de iglesia 2'J.
.,
El Gobernador Urrutia, en varias ocasiones, solicitó licencia de
la corte para acometer las obras de las tres naves y completar así
el templo. Al parecer, la autorización fué concedida y �e iniciaron
los trabajos, pero en 1783, cuando los muros alcanzaban casi la
altura de la cubierta, hubo que paralizarlos por falta de recursos.
El cura don Santiago Ramón Respaldízar reunió algún dinero y
continuó las obras, pero agotados los fondos y no viendo posibili­
dad de allegar nuevos recursos, en 1799 elevó un memorial al rey
solicitándole una limosna de tres mil pesos para acabar el templo.
La real cédula de 19 de septiembre pidió amplios informes al Go-
1 9 Documento núm. 22.
io AGI: Caracas, 246. Cuaderno de 57 folios, sin rotular.
21 AGI: CaracaB, 246. «Testimonio de autos Justificativos de ser más comve­
nien.te y durable, Pin aumentar costo, .la fábrica de la yglesia ... de San Baltha­
sar ... de adobes en lugar... de bahareque1. (Un cuaderno).
22 AGI: Caracas, 246. Carta de Urrutla de 24 de agosto de 1774.

49
4
VENEZUELA

bernador de Cumaná y éste, a su vez, los solicitó del Teniente Sub­


delegado de Cumanacoa.
En consecuencia, se reunió el Cabildo de la ciudad y, por vía
de informe, envió al Gobernador don Vicente Emparán una copia
· del acta de la sesión celebrada el 17 de agosto de 1801 y un plano
en. el que se especifica el estado en que se encontraba la iglesia
cuando se encargó de ella el párroco, lo que se había hecho desde
entonces y lo que faltaba para terminarla. Los regidores de Cuma­
nacoa cakulaban que serían necesarios diez mil pesos para termi­
nar la fábrica «sin incluir los adornos de la yglesia:., cantidad que
se podría obtener, sin gravamen para la real Hacienda, del pro­
ducto de la cuarta parroquial que, según la legislación entonces vi­
r,ente, correspondía a la iglesia.
El Gobernador, don Vicente Emparán, en su informe del 27
de agosto de 1802, recordaba al Consejo de Indias que el referido
impuesto se había suspendido a las parroquias foráneas para dedi­
carlo íntegramente a la construcción de la de Cumaná, que era
más urgente por cuanto había de servir a mayor número de habi­
tantes, por lo cual juzgaba improcedente el arbitrio propuesto por
el Cabildo de Cumanacoa. En su opinión, «una yglesia como la que 11
manifiesta el plano, comenzada como si hubiese de servir para una
catedral sin preveher los medios necesarios para su progreso o
conclusión, o fué demasiada confianza de la Providencia o designio
premeditado de truncar el medio escojido como único necesario
para la importantísima obra de la de esta capita:l que su Magestad
tiene aprovado:.. No obstante parecerle la obra desmesurada y
aunque la habían comenzado sin su conocimiento, el Gobernador
dispuso la concesión de los tres mil pesos que solicitaba _el cura
Respaldízar para acabarla. El 16 de diciembre del mismo año re-
cibió dicha cantidad el tesorero de la iglesia de Cumanacoa 23• Sin
embargo, aún habían _de transcurrir muchos años antes de que el
templo quedase terminado. Interrumpidos los trabajos por las con-

23 AGI: Caracas, 382. «Testimonio del eicpediente formado sobre pedir a


S. M. el... Cura de Cu..-nanacoa don Santiago Ramón Respald[zar se le den tres
mil pesos para la concluslon de la fabrica de su yglesia.-Afio de 1802• (Cuader­
no de 21 folios, con el plano). Hay duplicado del plano en: Santo Domingo, 2220.

so
CUMANACOA. IGLESIA PARROQUIAL

tiendas de la Emancipación, no se reanudaron hasta fines del si­


glo XIX. Gracias a los esfuerzos del párroco interino don Rafael
Mora, la iglesia quedó terminada en 1898. El historiador capuchino
español fray Cayetano de Carrocera nos dice que «es de tres naves
espaciosas divididas por dos órdenes de pilastras que sustentan
arcos de medio punto y su fábrica, al igual de las demás iglesias
coloniales de esta región, de sólida mampostería:. ".

El plano diseñado por el ingeniero Perelló en 1770 (lám. 14)


representa una iglesia de tres naves con presbiterio, capillas colate­
rales y tres dependencias detrás del testero dedicadas a sacristía,
archivo y coro, comunicándose éste con la capma mayor mediante
dos vanos. La torre se sitúa al lado de la Epístola, rasante con la
cabecera del templo y con acceso desde la sacristía.
Otro diseño (lám. 16) posterior nos muestra la planta del tem­
plo, el alzado y los exteriores en dos etapas de su construcción :
hacia 1792, cuando se hizo cargo del curato el párroco don Santiago

,,
Respaldízar; y en 1801, al tiempo de informar al Gobernador el
Cabildo de Guanabacoa. A juzgar por estos planos, al acometer la
construcción del templo hubo un cambio de criterio, o se comenzó
un nuevo edificio sin tener en cuenta la capilla mayor concluída
en 1774 ni el proyecto anterior de don :Antonio Perelló. Según los
planos de 1801, la iglesia de tres naves sól"' tenía cuatro pilares a
cada lado, dedicándose el primer tramo a las torres que así que­
daban incluídas dentro del rectángulo del templo. La capilla mayor
estaba por hacer y se había de cubrir con media naranja, fórmula
ya empleada en Venezuela a principios del siglo XVII en la catedral
de Coro y, en la segunda mitad del XVIII, en la iglesia de San
Francisco de El Tocuyo 25• La fachada, con su elevado frontispicio
tan alto como las torres, sigue la disposición frecuente en las igle­
sias venezolanas de la época y la comisa corrida del cuerpo bajo
incorpora los cubos de las torres al ancho paramento liso, como
sucede en la iglesia de Arenas, en la misma región de Cumaná.
� Carrocera: oh. cit., nota a la pág. 230 y pág. 515.
25 Marco: VfaJe a Colombia 11 Venezuela, en •Bolet!n de la Real Academia de
la Historia• (Madrid, 1948).

51
VENEZUELA

Sólo conozco el templo de Cumanacoa a través de una vieja


fotografía que debo al ilustre historiador fray Cayetano de Carro­
cera. De su comparación con los diseños se deduce que la claraboya
de la fachada fué sustituída por una ventana, cuyo vano presenta
uno de esos arcos mixtilíneos típicos del barroco venezolano de
las últimas décadas del siglo XVIII ". En las torres se abrieron va­
nos también mixtilíneos, de traza semejante a los de la torre del
lado del Evangelio de la iglesia de Arenas.

EDIFICIOS DE LA COMPA�IA GUIPUZCOANA

En 1785, la Junta general de accionistas de la Compañía Gui­


puzcoana de Caracas acordó la fusión de ésta con la Real Compañía
de Filipinas y que se solicitara de la Corona la aprobación del
acuerdo, trámite necesario para que fuese ejecutivo. La real cé­
dula de 10 de marzo del mismo año concedió lo solicitado y, en
su artículo 7. 9, dispuso que se nombrasen peritos para tasar las
naves, casas, almacenes y pertrechos de la Guipuzcoana 'rl.
Dejó de existir así, después de casi medio siglo de actividades
en Venezuela, la gran organización comercial que tanto había con- 11
tribuído al desarrollo de las fuentes de riqueza del país.
Como quiera que no tuviesen utilidad para la Compañía de
Filipinas los edificios construídos por la Guipuzcoana para guardar
los pertrechos, municiones y utensilios del Resguardo Marítimo
que ésta había tenido a su cargo, los directores de aquélla propu­
sieron a la Corona que los comprase la Real Hacienda. En conse­
cuencia, por orden de 29 de julio de 1789, dirigida al Gobernador
Intendente de Caracas, se pidieron informes sobre el destino que
.se podría dar a los edificios y avaluación de cada uno d� ellos.
El Gobernador trasladó la real orden a los. subdelegados de
La Guaira, San Felipe, Maracaibo, Puerto Cabello y Nueva Bar­
celona, ciudades donde la Guipuzcoana había tenido factorías, y
26 Marco apud Angulo: Historia del Arte Hispanoamericano, tomo III (Bar•
celona, 1956), fig. 188 y pág. 195.
'rl Estornés Lasa : La Real Compa.1Ha Gu.ipuzcoama de navegación de Caracas
(Buenos Aires, 1948), p.'tgs 62 y 63.

52
EDIFICIOS DE LA COMPAÑIA GUIPUZCOANA

se inició así un expediente en el que fueron acumulando diligen­


cias, correspondencia e informes hasta completar un voluminoso
legajo con trece piezas, más de mil cien folios y diecinueve planos 28•
El interés de tan copiosa documentación es escaso desde el punto
de vista artístico, ya que nada aporta respecto de la construcción de
los edificios. Los planos sí son interesantes, pues, aunque no todos
se refieren a obras de valor arquitectónico, nos permiten conocer
la serie de almacenes, casas de factorías, etc., que la Guipuzcoana
tuvo que construir para atender a sus objetivos comerciales y a los
servicios que corrían a su cargo. El Resguardo Marítimo, por ejem­
plo, hizo necesaria la construcción de almacenes donde guardar la
jarcia y_ los pertrechos de los navíos guardacostas, talleres para ha,
cer toneles, hornos para la brea necesaria en las carenas y panade­
rías donde se elaboraba el bizcocho para el aprovisionamiento de
los buques. Veamos, pues, los más importantes de estos edificios.
En Caracas, las oficinas centrales de la Compañía no exigieron
construcciones de tipo especial. Ocupaban tres casas, situadas desde
la esquina de San Mauricio hacia el Oeste, en la calle que de ellas
tomó nombre de «La Factoría> (láms. 19-22). Dos de estas casas ,,
eran de una sola planta, como la mayoría de las viviendas caraque­
fias del siglo XVIII, y es de suponer que estuviesen dedicadas a al­
macenes y oficinas. Los planos no tienen leyendas o indicaciones
alusivas al destino de sus distintas dependencias. La otra casa era
de dos plantas, con patio central adintelado sobre pilares de sección
cuadrada. El piso alto debió estar destinado a vivienda del factor
de la Compañía.
La valoración de estas casas fué hecha en 1798, por los ala­
rifes de la ciudad: Maximiniano Solórzano, de albañilería; Francis­
co Piñango, de carpintería; José Gervasio Villanueva, maestro he­
rrero, y Francisco Díaz, «perito nombrado para el referido aba1úo
por lo que respecta a las vidrieras y latas que hay en las referidas
casas>.

28 AGJ: CaracaG, 938. Hizo coplas por duplicado de todos los planos el «Agri­
mensor Gi!nerah don Gerón!mo Tirado. Después de cuatro aftos de trámites y
solicitudes -se l:'ncontraba «ya en una -edad avanzada, lleno de disgustos, mise­
rias Y achaques•- cobró los honorarios de su trabajo en 1805 (lbúlem, pieza 13).

53
VENEZ VELA

En el puerto de La Guaira tenía la Guipuzcoana tres edificios :


la Casa Factoría, la Panadería y la Tonelería, esta última situada
en el cercano lugar de Macuto. La Factoría (lám. 15), hoy Aduana,
es uno de los eficios más importantes de La Guaira. Su fachada de
dos plantas, con un cuerpo central más elevado, presenta un am­
plio balcón en el centro y otros en las esquinas, con balaustradas
en toda la altura del antepecho, como ocurre en las casas españolas
de las costas colombianas del Caribe. En el Museo de San Telmo
<le San Sebastián (Guipúzcoa, España) se conserva un modelo en
madera del hermoso edificio 29•
La Panadería (lám. 17) consta de un cuerpo principal de dos
plantas cubierto a dos aguas y otro adosado, con techo a una ver­
tiente, donde estaban los hornos. La «Casa Tonelería> (lám. 18)
también es de dos plantas con porche a la entrada y un amplio
salón, cubierto a un agua, destinado a construir o guardar los to­
neles. Estos tres edificios fueron tasados en diciembre de 1791. El
«maestro mayor del arte de albañilería> de las Obras Reales, José
'Manuel Arenas, valoró lo referente a su oficio; Juan Antonio de
los Reyes, «maestro mayor de montaxes del tren de Artilleria y de
1as Reales Obras de Fortificación>, tasó las maderas y la carpin- ·•
tería y el maestro herrero José Martín Salcedo hizo la tasación
de las obras de herrería, excepto los herrajes de puertas y ventanas
por estar incluídos en la carpintería. Según informes pedidos en
1798, los tres edificios se hallaban en perfecto estado y serían de
utilidad, pudiendo dedicarse la Panadería ,t Parque de Artillería
y Sala de Armas y la Factoría a Aduana y oficinas de la Real Ha­
cienda, con viviendas para los funcionarios respectivos.
En Puerto Cabéllo, al amparo de su hermosa bahía, estableció
la Guipuzcoana sus principales almacenes y la base de los navíos
guardacostas que defendían el litoral en caso de guerra y vigilaban
desde la Goajira hasta el Orinoco para perseguir el contrabando.
Los edificios de la Compañía ocupaban una gran extensión de te­
rreno, en parte ganado al mar para construir un muelle que ofre-

29 Reproducido por Marco apud Angulo: Hislom del Arte Hispanoameri­


oano, tomo III (Barcelona, 1956), pág. 213.

54
EDIFICIOS DE LA COMPAÑIA GUIPUZCOANA

cía dilatada línea de atraque a los buques de comercio. Quizá una


mitad de la documentación contenida en el legajo citado más arriba,
se refiere a un largo litigio, iniciado-antes de la fusión de la Gui­
puzcoana con la Compañía de Filipinas, sobre la propiedad del mue­
lle y terrenos inmediatos. Con este motivo se hicieron varios pla­
nos 30, de los cuales doy a conocer uno de 1790 31, que muestra la
situación de los distintos edificios (lám. 23). La valoración de
éstos también dió lugar a un gran consumo de papel sellado 32•
La casa factoría con sus almacenes anexos (lám. 24; letra A
del plano reproducido en la lám. 23) era un edificio de dos plantas
con portada de cantería almohadillada, un gran balcón volado de
madera encima del vano de ingreso y otro en una de las fachadas
laterales. Por detrás de las vertientes del tejado se elev:i. un mirador
con un pequeño vano en su frente, desde donde se podía otear el
horizonte en espera de la ll egada de los navíos 83• El corte longitu-
30 Po!" carecer de interés al objeto de este llw-o, omito la reproducción de
los siguientes:

'
«Plan de los muelles de Puerto Cabello según se hallan en el estado presente
levantado y delineado por Uon Ignacio Xavier de Emasavel Thenlente en los
Reales Guardacostas de la Provincia de Oaracas. Afio de 1784•.
•J4spllcación de las varas planas que contienen las figuras demarcadas a el
Plan del Muelle... ,levantado y delineado ,por Don J.uan Fabre y Don Sebastltin
Borjea. Puerto Cavello. Junio de 1788•.
«Plano que representa los muelles del Rey y de la Real CompafHa de F1l!pl­
nas con separación .. , Puerto Cabello. 2 de oct• de 1793. Josef Joaqufn de Pineda•.
:.1 Véase su transcripción. Documento núm. 23.
32 En 1785 hicieron avalúo dei muelle y terrenos anexos don Sebasti{in Bor­
ges, maestro mayor de la Maestranza de Artillerfa; don Francisco Marfn, maeS:.
tro albaflil; don Miguel de Oblneta, maestro carpintero, y Pedro Herntindez, ala­
rife. En 1788 lnfor:maron sobre el estado del muelle el mismo Borges y don Agus­
tfn Indo, también maestro mayor de la Maestranza de Artlllerfa. En el mismo
afio y oon motivo de medir y valorar los citados terrenos, intervinieron como
peritos don .Juan Fabre, don Juan Cardoso, los agrimensores don Vicente Linares
y don Carlos Morato y el ingeniero don Juan Bautista Casasola. Morato, don
Sebasti:in Borges y don Francisco Morín valoraron los edificios de la Co:mpall.[a
en 1790. Al afio siguiente se hizo una información -también en referencia al
asunto del muelle y de los terrenos-- en la que declararon, entre otros, los si­
guientes art[fices: Matfas Tovar, Domingo López y Juan Pedro López, alball.!les.
33 En Santa Cruz de Tener!fe, cuya m1tlgua arquitectura doméstica tiene tan­
tos puntos de contacto con ,la de las ciudades riberell.a-s del Caribe, las viejas
casas del siglo XVIII tienen también un mirador elevado por encima del tejado y
cubierto a cuatro aguas, con un solo vano en cada frente que, 1>0r lo general,
se cierra con hojas que se deslizan entre correderas pegadas a la parte exterior
del muro.

SS
VENEZUELA

dinal nos muestra un patio con columnas y dinteles de madera que


sostienen las vigas del piso alto, donde estaría la vivienda del
factor.
El Hospital, la Panadería y la Herrería (lám. 25) ocupab·-m
un solo edificio de planta baja (lám. 23, letra D), situado calle
por medio con el anterior. La casa y almacenes de pertrechos de
marina (lám. 26; lám. 23, letra B) es de dos plantas, con balcón vo­
lado en su frente, dedicándose las primeras crujías del piso alto
a vivienda y el resto a almacén, destinado, sin duda, a guardar
aquellos géneros que podrían sufrir con la humedad. Una larga
crujía que ocupa todo un costado de la planta baja, parece ser el
almacén destinado a los mástiles de repuesto de los navíos.
De la casa de la Guipuzcoana, en San Felipe, sólo se conserva la
planta (lám. 28), que da idea de cómo era una factoría del interic;r
destinada a almacenar los géneros recibidos de España y los pro­
ductos de la tierra que habían de ser expedidos al puerto de em­
barque. El amplio recinto �ue era de una sola planta, salvo la
crujía de la derecha que tenía un piso alto- comprende diversas
dependencias distribuídas alrededor de un gran patio porticado en
tres de sus frentes: almacenes para guardar cacao, aguardiente, "
vino, aceite, hierro y géneros diversos; habitaciones que se utiliza-
ban como tiendas; cuartos para el tenedor de libros y para los
criados; cocina y caballerizas. Pedro Esteban Reyes y Juan Pablo
Escobar, «maestros alarifes de albañilería y carpintería>, respec-
tivamente, y el oficial herrero José Francisco Rosales, justipreciaron
el edificio en febrero de 1790. Ocho años después, a petición de
los funcionarios de la Real Hacienda, inspeccionó la casa Manuel
Mc1rrero, «sujeto de inteligencia en fábricas>, según el cual el
edificio ofrecía poca seguridad, pues, si bien el maderámen era ex-
celente, las paredes estaban faltas de rafas y cimientos, además de
precisar toda la casa algunos reparos. Por estas razones y por no
encontrarle aplicación, las autoridades de San Felipe infcnna10n
en contra de la adquisición. No obstante, pocos días después, en 26
de agosto de 1798, volvieron a escribir a Caracas diciendo que la
ca.c;a se podría reparar con cuatrocientos pesos y que el Adminis-
trador de Tabacos estaba dispuesto a tomarla en arrendamiento.

56
EDIFICIOS DE LA COMPAÑIA GUIPUZCOANA

La casa de Maracaibo (lám. 27) era un edificio de más impor­


tancia arquitectónica: de dos plantas, con balcones volados en las
esquinas de la fachada y sobre la puerta principal y patio claus­
trado con galerías sobre pies derechos de madera. La parte baja,
iluminada por pequeños vanos rectangulares, se dedicaba a los al­
macenes y oficinas y la alta a la vivienda del factor. Al fondo y a
uno de los lados, formando ángulo, en planta única, estaban el
aljibe, la panadería y un tinglado con acceso directo desde la calle.
Levantó los planos 3', en 1790, el teniente de ingenieros don
Francisco Jacot y justipreciaron el edificio los maestros albañiies
José Félix Puche y Francisco Xavier de Vera, los carpinteros
Ventura Socorro y Alberto Hevia 35, el herrero José Manuel León
y el maestro armero don Agustín de las Casas, estos dos últimos
encargados de valorar los herrajes. El ingeniero Jacot consideró
demasiado elevada la avaluación hecha por estos peritos en lo re­
ferente a la parte de albañilería,. por lo que los oficiales de la Real
Hacienda pidieron informes a los maestros de dicho arte José Justo
Orozco y José Manuel Galve. Estos propusieron .una rebaja que
el Factor de la Compañía aceptó. En diciembre de 1790, las auto­
ridades de Maracaibo remitieron al Gobernador las diligencias prac­
ticadas y los planos. Proponían la compra del edificio por la Real
Hacienda, para dedicarlo a oficinas de este ramo, Aduana, almacén
de pertrechos de marina y artillería, casa de armas y vivienda del
tesorero.
La casa de la Guipuzcoana, en Barcelona, era una construcción
amplia, d_e un solo piso y de gran modestia arquitectónica. Se con­
servan tres diseños: uno que representa la mitad de la planta,
otro del alzado y otro de la mitad de la fachada, que carece de
interés artístico 36• Parece una casa adquirida para instalar la fac­
toría y no una construcción hecha de nueva planta con ese fin.
a, Hay en el legajo otros dos planos en negro, con pocas variantes.
35 También fue designado el maestro de carplnterla Sebast!á.n SocoITo, pero
ri:nunció «por• su mucha vejez•.
36 AGI: Caracas, 938. Por su escaso interés artístico omito la reproducción
de estos planos.

57
VENEZUELA

Levantó los planos el ingeniero militar don Casimiro Isava 37 y ta­


saron el edific�o en abril de 1790 los maestros de albañilería y car­
pintería, respectivamente, José Antonio Carmona 38 y Pedro Roxas.
37 Nacido en Espafia en 1761, después de catorce aftos d,e Be!l"Vicios en la
Península pa�ó a Venezue-la. Trabajó durante cinco a1ios en la constr:ucclón de
los fuertes de la oorra de Maracaibo, que habia proyectado el brigadier don
A.gustin Crame. Sirvió también en la isla de Trinidad, a las órdenes del Ingenie­
ro Pozo y Suore y 'luego en OumanA, en el castillo de San Antonio y en la nueva
bateria del puerto. Falleció en CumanA en 1805. (Angulo: Planos de monumentos
arquitectónicos de América y Ftliptnas. pAg. 469). A él se debieron taml>lén los
planos de la iglesia de Barcelona, comenzada el 28 de enero de 1799. (AGI: Ca•
racas, 949 Informe de la Contadurla del Consejo de Indias, 1805).
as No sabia firmar.

58
P E R U y B OLIVIA

LIMA

OBRAS EN LA CATF.DRAL (1609-1654)

O OMENZADA la catedral de Lima en 1598, según los planos de


Francisco Becerra 1, en 1604 se acabó la mitad posterior del templo
cubierta con bóvedas cde aristas llanas, sin labor ni moldura al­
guna> 2 y pudo celebrarse su dedicación. Las obras continuaron,
dirigiéndolas desde 1606 el maestro Juan Martínez de Arrona, su­
cesor de Becerra, que había fallecido el año anterior. El 19 de oc­
tubre de 1609, un terremoto ocasionó grandes daños en el edificio,
especialmente en las cubiertas. Quedaron resentidos los arcos de
la nave central, pero la parte que más sufrió fué el tramo situado
detrás del altar mayor, o sea el testero de la iglesia, entre las ca­
pillas de las Animas y Copacabana.
Al día siguiente, o sea el 20 de octubre, dispuso el oidor de la 11
Audiencia y Superintendente de la fábrica doctor Arias de Ugarte
que, con toda urgencia, se reunieran el agustino fray Gerónimo
de Villegas, el «Fundidor Mayor de Artilleros de Su Magestad>
don Bemardino de Tejeda y los maestros Juan del Corral, Fran­
cisco del Campo, Francisco de Morales y Cristóbal Gómez Carrasco
para que, en unión del maestro mayor de la catedral, Juan Martínez
de Arrona, practicasen una inspección en el edificio 8• Vistos los
informes que dieron estos maestros ' y después de consultar con
1 Sobre este arquitecto, véase Marco: Ji'™ntes para la Historia del Arte His­
panoamericano, tomo 1, págs. 65 y slgs. Harth-terré: Francisco Becerra, maestro
de arquiltevtu.ra, en •Miscelánea Alnerlcanlsta,, III (Madrid, 1952). Harth-terré:
Artiffces en el Virreinato � Perú (Lima, 1945), págs. 69-87.
2 Cobo: Historia de la F'undaci6n de Lima (Lima, 1882), pág. 160.
3 Archivo del Cabildo Ecleslástloo de Lima (citado en adelante, ACEL):
Obras <re la Catedral, volumen I, folio 21 Vo.
' Ibidem, folios 24 a 38. No tengo copia de estos informes. Vargas Ugarte
(Ensayo de un DiccixJ'nario de Artífices CoZOniales, Buenos Al.res, 1947, pág. 281)
publ!c� un infonrne de fray Gi!'rónimo de Vlllegas, fechado el 18 de noviembre
de 1609. También dló su parecer con motivo del terremoto el alarife O!emente de
Mansllla Ubidem, pág. 194).

59
PERU Y BOLIVIA

la Audiencia, el Virrey Marqués de Monteclaros, en auto de 10


de noviembre, dispuso se notificasen al Arzobispo don Bartolomé
Lobo Guerrero y al Cabildo Secular para que diesen sus oponiones,
«ansi en si se continuará en la forma que lleva como en si com­
berná mudar de yntento y bajarlo algo y cubrirlo de maderas y en
lo demás que les pareciere combenir a la mayor seguridad y per­
petiudad del dicho edificio».
El 11 de noviembre se reunió el Cabildo Metropolitano y, tanto
el Arzobispo como casi todos los asistentes, coincidieron en la con­
veniencia de disminuir la altura de la nave transversal, dañada pqr
el terremoto, «haziendola de capillas hornacinas». El Deán era paj'..­
tidario de que se siguiera cubriendo con bóvedas, pero estribándolas
bien con contrafuertes exteriores, ya que siempre los artífices, «má­
xime los que nuevamente an venido a esta ciudad, an dicho y ad­
vertido: estribos y fortaleza falta a esta óbra>. El canónigo don
Carlos Marcelo Corni se pronunció a favor de la cubierta de ma­
dera, y otros opinaron que se consultase al Consejo de Indias sobre
el particular 5•
La opinión de los capitufa,res del Municipio limeño fué la si­
guiente: que se hiciesen estribos en el muro del testero de la iglesia,
aumentándoles su salida o resalte en nueve pies y la anchura hasta
doce; que se cubrieran la capilla mayor y el crucero a la misma
altura que las capillas; y que la obra se continuara sin variar la
traza, ya que dos terceras partes del templo estaban construídas. En
cuanto las capillas de Santa Ana y de la Concepción, del tramo· in­
mediato al crucero --que es tan ancho como éste- los regidores
opinaron que «conviene recoger las dichas dos capillas en la forma
-de las demás>, o sea, cerrándoles sus vanos de acceso para poder
substituir los arcos carpaneles que tenían por otros de medio punto
iguales a los de Jas restantes 6•

5 ACl!:L, vol. cltado, folios 38--44. El arquitecto lego jesuita Mart!n de Alzpl­
tarte, que también fue consultado, se declaró partidario de que «exceptuadas las
capillas ornacinas, las demás que son las de la nave de en medio y los colate­
rnl�s de los lado� se derriben. abajando los ptlares para que se cubra de madera,
y con esto se asegurará. la obra•. Publica el informe, sin mencionar su prQCeden­
cia, Vargas Ugarte: ob. cit., pá.gs. 120-122.
G Doc-umento núm. 24.

60
LIMA CATEDRAL

A juzgar por el testimonio de Juan Martínez de Arrona, maes­


tro .mayor de la obra, el informe del Cabildo fué aceptado por el
Virrey y éste dispuso que se hicieran las obras de reparación pro­
puestas por dicho organismo. Martínez de Arrona mandó abrir ci­
mientos para hacer los· estribos en el testero, «por obedecer en lo
que se le manda», pero como «según el arte, le dicta su conciencia
otra cossa más suficiente y eficaz», expuso sus opiniones en un
escrito dirigido al Virrey con fecha de 18 de enero de 1610 7•
El maestro mayor propuso que se hicieran tres capillas horna­
cinas en el tramo del testero, que sirviendo de estribos aguantaran
el empuje de los arcos formeros resentidos por el terremoto, ex­
cusando así los grandes contrafuertes de excesivo resalte que se
estaban haciendo, entre los cuales quedarían las portadas «en ca­
llejón y sin ninguna autoridad» y el atrio o cementerio de aquella
parte «todo ocupado y lleno de rincones». Según Martínez de Arro­
na, los arcos de las capillas eran apuntados 8, y como �1 temblor
los había cuarteado, propuso que se hicieran debajo de ellos otros
de medio punto, macizando después el hueco.


El memorial de Martínez de Arronai originó un expediente.
El Municipio designó a los regidores don ,José de Rivera y Simón
Luis de Lucio para que, en calidad de comisarios, aétuasen en nom­
bre de la corporación. Consultados los arquitectos fray Gerónimo
de Villegas y Alonso de Arenas, ambos rebatieron las opiniones del
maestro mayor. Parece ser que el P. Villegas -religioso agustino,
«hombre perito en el arte»- era quien había propuesto que se hi­
cieran los contrafuertes en el testero, uniéndolos con arcos a treinta
pies de altura. Arenas, que había dado las trazas para labrar las
portadas de esa parte, muestra a las claras en su informe la rivali­
dad, siempre frecuente entre los del mismo oficio, cuando, después
de verter un poco de hiel en sus palabras, termina diciendo: «qui­
siera yo, por el bien de la santa yglessia, como 'hablo por escrito,
obrallo y enseñallo y entender por la obra de manos» 9• El Cabildo
7 Documento núm. 25.
s El aN}ultecto fray Gerónimo de Villegas, en su informe de 18 de noviem­
bre de 1699 (Vargas Ugarte: ob. cit., pág. 281) oice que los arcos de las naves
colaterales eran apuntados.
� Documento núm. 26.

61
PERU Y BOLIVIA

Eclesiástico, en su capítulo del 12 de febrero, después de escuchar


las opiniones de los tres arquitectos y la del alarife municipal Gas­
par Machado, acord6 que se sigu iese estribando el edificio tal como
Arenas y el P. Villegas habían propuesto; que se hiciesen otros
reparos, de acuerdo con el parecer de aquél; y que se elevase con­
sulta al rey suplicándole «que envie persona de satisfacción en el
arte, que pueda proseguir con el dicho edificio:. 10•
. Los informes citados, interesantes desde todos los puntos de
vista, ofrecen especial interés por lo que se refiere a los arcos.
Alonso de Arenas critica al maestro mayor: «Dezir que los arcos
colaterales son apuntados digo que no lo ha mirado bien, pues de
aobados que son dize ... que son apuntados, siendo tan diferente la
una buelta de la otra.> Fray Gerónimo de Villegas 11 nos dejó un
valioso dibujo de esos «arcos ovales:., queriendo demostrar así, grá­
ficamente, la imposibilidad de hacer debajo otros de medio punto
como había propuesto Martínez de Arrona (fig. 2).
En julio de 1610 informó Juan del Corral, «maestro mayor de
las obras de arquitectura de la Audiencia de Quito:., que a la sazón
dirigía las obras del puente sobre el Rímac. En cuanto a los arcos,
dice este arquitecto que «no son ovados ni apuntados sino uno de
los más malos cerramientos que se a podido considerar ni hasta
hoy en templo antiguo ni moderno de los que .se tiene noticia en
nuestra España, ni en Roma por escripto, ni en lo que los auctores
enseñan, se a visto ,tal modo de cerramiento> 12• En realidad, es su­
mamente raro ese tipo de arco. A juzgar por el dibujo del P. Vi­
llegas, se diría que es un arco ligeramente apuntado cuyo peralte
parece contribuir a darle esa forma ovalada. Si hubiera indicado
el despiezo en el dibujo, se podría comprobar si el maestro que
lo proyectó quiso hacerlo apuntado. El peralte. se explica en los
informes de los arquitectos, ya que nos dicen que se habían hecho
así para alcanzar la misma altura de los arcos fornieros. Recordaré,
de paso, que en la catedral de Cuzco hay arcos apuntados en los
tramos inmediatos a la fachada, correspondientes a los cubos de
10 Documento nüm 28.
11 Documento núm. 27.
12 Documento núm. 29.

62
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.,
c.,
PERU Y BOLIVIA

las torres. Por lo demás, Juan del Corral se hizo eco de las opi­
niones de su colega Martínez de Arrona, declarándos;e partidario
de disminuir la altura del tramo del testero y hacer capillas hor­
nacinas «dando estribos a la nave mayon.
Reunidos los pareceres de los maestros consultados, don José
de Rivera y Simón Luis de Lucio rindieron su informe al Cabildo
Secular de Lima, conformándose en todo con los de Juan Martínez
de Arrona y Juan del Corral 13• El Cabildo Eclesiástico, presidido
por el Arzobispo don Bartolomé Lobo Guerrero, también se con­
formó con el parecer de aquéllos, ya adoptado por el Municipio,
pero insistió en la conveniencia de dar cuenta al rey con el ruego
de que enviase una persona de garantía para dirigir la obra 16• La
Audiencia, en auto del 2 de septiembre, resolvió de acuerdo con lo
expuesto por ambos Cabildos y que «en quanto a los arcos ovales
por agora no se haga novedad:. 15•
Se prosiguieron las obras del templo limeño bajo la dírección de
Juan Martínez de Arrona y, en diciembre de 1614, a consecuencia
de un memorial 15 b;, presentado por el maestro mayor ante la Au­
diencia, se reunió una junta de técnicos constituída por el H-ermmo
jesuíta Martín de Aizpitarte, el lego franciscano fray Miguel '
Huerta y los maestros Diego Guillén, Andrés de Espinosa y Alonso
de Arenas, «tcxlos personas que entienden en el arte de arquitectura
y albañilería:. 16• «Aviendolo mirado y considerado en Dios y en
sus conciencias:., dieron por escrito sus informes y después de con­
sultados ambos Cabildos 17, la Audiencia dió un auto disponiendo
que la obra «se haga y prosiga por la orden y trac;a que el dicho
Juan Martínez de Arrona refiere en sus peticiones y montea ... de­
rribando las bóvedas que están hechas de aristas y haciéndolas de
13Documento núm. 30.
1'Documento núm. 31.
15 Documento núm. 32.
15 bis Cf. Angulo (Domingo): La metropolitana de la Ciudad de los Reyes
(Lima, 1935), pág. 16, donde cita (sin indicar la procedencia) un mss. titulado:
Causas que a Joan lYiartínez de Arrona ... le mueven a que las bóvedas y cerra­
mentos que están por hacer en ella se hagan de crwcería y no de arista...
16 ACEL: Obras de la Catedn"al, L folio 1 y sgs.
17 lbúLem, folios 4--18.

64
LIMA. CATEDRAL

crucería:., y haciéndolas más bajas 18• Fué así como, a principios del
siglo xvn, resucitó en Lima el gótico, buscando en la flexibilidad de
las cubiertas de crucería 19 una defensa contra los temblores de
tierra.
Unos años más tarde, el Virrey don Francisco de Borja, Prín­
cipe de Esquilache, dió el impulso definitivo a las obras de la ca­
tedral. En 1619, un vecino, llamado Bartolomé Lorenzo, se ofreció
al Virrey para acabar el templo en un plazo de cinco años si se le
daba el cargo de obrero mayor, que iba a quedar vacante por tener
que ausentarse de Lima el Sargento Mayor Pedro de Salinas, que
a la sazón lo desempeñaba. Bartolomé Lorenzo se comprometía a
«dar acabada toda la dicha obra que se entiende el casco de toda
la dicha yglessia con lo ynclusso dentro della>, obligándose a pagar
a su costa los salarios del maestro mayor y del sobrestante y servir
su cargo sin sueldo, en el caso de que no terminase la obra dentro
del plazo señalado.
Aceptada la oferta, el 18 de noviembre de 1619 se celehró es­

'
criturai de concierto entre Bartolomé Lorenzo y el oidor de la
Audiencia don Juan Jiménez de Montalvo, superintendente de la
fábrica. Y con fecha 2 de diciembre, el Virrey dió una provisión
nombrando a Lorenzo obrero mayor de la catedral con sueldo de
ochocientos pesos ensayados por año 20•
De Bartolomé Lorenzo y su «piadoso afecto y particular in­
clinación a fabricar yglesias> tenemos un testimonio en carta del
fiscal de la Audiencia don Luis Enríquez, fechada en 1621. Su sa­
lario de la catedral lo destinó a costear la fábrica de la iglesia de
San Sebastián, que a la sazón se estaba terminando, después de ha­
ber acabado la iglesia de San Marcelo, también casi totalmente a su
costa. Por esa fecha se habían cubierto «dies o honze bóbedas> de
la catedral y se esperaba que pronto quedarían cerradas todas las
18 Documento núm 33.
19 En el citado volumen de Obras de la Catedral, del Archivo del Cabfildo
0clesiást!co llmefio, hay una traza de bóveda de crucería que. sl no recuerdo mal,
está firmada por el maestro Juan del Conral.
20 Documento núm. 34.-Vargas Ugarte (ob. cit., pág. 193) dice que en 1621
fué nombrado Bartolomé Lorenzo maestro mayor de la catedral.

65
5
PERU Y BOLIVIA

capillas 21• El cuerpo de la iglesia y su cubierta qt,t.edó concluída en


1622, antes de expirar el plazo estipulado por el activo y generoso
obrero mayor.
En los años posteriores se fué completando el ornato del tem­
plo, tanto en lo que se refiere a ,su interior como a las fachadas. El
maestro Juan Martínez de Arrona hizo la traza de la portada prin­
cipal en 1626 22• Las cuentas de fábrica, rendidas por el obrero ma­
yor don Fernando de Contreras, correspondientes a los años de
1630 a 1637, contienen abundantes partidas de pago de materiales
y salarios. Por ellas sabemos que se trajo de Panamá y de Arica
la piedra· en que se iba labrando la hermosa portada, típica obra
del protobarroco limeño 23• Fallecido Martínez de Arrona en 1635
le sucedió José de la Sida M y en 1638 fué nombrado maestro mayor
Pedro de Noguera 25• Este varió la traza de la portada, que aún
no estaba concluída en 1657, cuando, por solicitud del Deán y Ca­
bildo, inspeccionaron las obras del templo el maestro mayor del
mismo fray Diego Maroto y el alarife Juan de Mansilla 28• Por
esa fecha le faltaban el úJtimo cuerpo y los remates y aún no se
habían comenzado las dos portadas del crucero, como tampoco las ,,
de la fachada posterior. Faltaban también los últimos cuerpos y
los chapiteles de las torres. Ya en tiempos del P. Cobo 27 se había
pensado hacer un claustro en el patio de los Naranjos, o sea al
lado del Evangelio del templo; aún se pensaba en el proyecto, ya
que Maroto y Mansilla dicen que se había de hacer en dicho lugar
con arcos sobre pilares de piedra. Por entonces se proyectaba ad­
quirir una casa colindante con el patio de los Naranjos para hacer
la capilla del Sagrario.
11 Documento núm. 35.
21 Harth-terré: El imafronte de la Catedra,/; de Lima, en «El arquitecto pe-
ruano,, junio 1941.
23 ACEL: Obras de la Cated:raJ, vol. 11, folios 183 y slgs.
M Harth-terré: Artífices..., pág. 97.
25 Angulo: Planos ..., pág. 501.
28 Documento núm. 36.-Vargas Ugarte (ob. cit., pág. 196) publica ,otro in­
forme de fray Diego Maroto, feohado el 12 de julio de 1657, procedente de AGI:
Lima, 303.
27 Ob. cit., pág. 164.

66
AREQUIPA. CATEDRAL

En los años 1765, 1768 y 1770 se hicieron inventarios de las.


alhajas, reliquias, cuadros, esculturas y objetos de culto de la ca­
tedral�.

AREQUIPA

LA CATEDRAL

El 15 de agosto de 1540, Garci Manuel de Carvajal, en nombre


del marqués Francisco Pizarro, «fundó la dicha Villa Hermosa en
el valle de Arequipa, en la parte del Collasuyo..., encima de la ba­
rranca del río del dicho valle; e su merced, en el dicho nombre
puso la cruz en el sitio que viene señalado para la Iglesia, e ansí
mismo puso la picota en la plaza de la dicha villa» 29•
De esa manera, con las formalidades de rigor en semejantes
casos, nació la Villa Hermosa de Arequipa en el hermoso valle del
río Chili, amparada por la sombra majestuosa del volcán Misti.
En un solar de la plaza, frente a la picota que simbolizaba la Jus­
ticia, Garci Manuel de C�rvajal puso el símbolo de la Redención,
señalando el terreno destinado a la iglesia mayor.
Aún no contaba la joven ciudad cuatro años de vida cuando se
inició la construcción de la catedral. El 14 de febrero de 1544 se
contrató la obra con el vecino Pedro Godínez; y al día siguiente,
los carpinteros Juan Rodríguez y Gonzalo Alvarez se obligaron a
labrar la techumbre de madera del templo. A juzgar por los tér­
minos contenidos en el contrato, se trataba de una cubierta mudéjar
de «par y nudillo». Al parecer, el templo fué construído rápida­
mente, pues en septiembre del mismo año, el Alcalde Miguel Cor­
nejo contrataba la portada con eI cantero Toribio de Alcaraz, obli­
gándose éste a labrarla según su propia traza y «de cantería blan­
ca». Es esta la primera noticia documental conocida referente al
28 AGI: Lima, 1564.
29 Barriga: Documentos f)QIT"a la Historia de Arequipa, I (Arequ!pa, 1939),
página 79

67
PERU Y BOLIVIA

empleo de la piedra blanca del Misti como material de construc­


ción 30• Andando el tiempo, esa cantería tan apropiada para labrar
en ella las más finas labores, vino a ser la materia en que plasmó la
ornamentación característica del típico barroco arequipeño.
Destruída la catedral por el terremoto de 1604, sirvió a los
fines del culto una ramada de. palos y esteras, hasta que, informado
el rey Felipe III, la cédula de 27 de julio de 1614 dispuso la re­
contrucción del templo. Sin embargo, pasaron los años hasta que,
en 1619, posesionado de la mitra el obispo Fray Pedro Perea,
puso todo su interés en dotar a la ciudad de una nueva iglesia.
Mandó hacer un plano y presupuesto y, obtenida la superior apro­
bación, el 27 de enero de 1621 se hizo escritura pública con el ar­
quitecto Andrés de Espinosa. El templo había de tener tres naves
cubiertas de bóveda y sostenidas por ocho pilares; cuatro portadas,
dos torres y muros de cantería 31• Espinosa 112 se comprometió a ter­
minar la obra en ocho años.
Tal vez porque se agotaran los fondos consignados, hubo que �­
rar las 9bras cuando comenzaban a alzarse los muros. Así quedó has­

,,
ta que el Obispo Vill agómez consiguió una nueva consignación en
f634, y pudo continuar los trabajos 33• En septiembre de dicho año,
sin duda con vistas al comienzo de éstos, el obrero mayor de la fá­
brica, don Juan Santiago de Moscoso, pedía al corregidor le di�se
testimonio del estado en que se encontraba la obra para dejar cons­
tancia del estado de la misma al momento de hacerse cargo de ella.
En consecuencia, midieron todo lo construído el «artífice de ar�
quitectura> Juan de la Rosa y el maestro de la obra Gaspar de
Montenegro, y el escribano Diego de Silva extendió el acta corres­
pondiente. A petición de Moscoso, los maestros aludidos ampliaron
su informe ·en noviembre del mismo· año; y en abril del año si-
30 Barriga: Ob. cit., I, pág. 201 y slgs.
31 Valdlv!a: J,'racmentos para l.a Historia de Are·quipa (Arequipa, 1847), pá­
gtna 182.
32 Fué maestro mayor de la catedral de Lima y trabajó en la iglesia de la
Merced. Cf. Harth-terré: Artifices ..• , 75 y sigs. Por ecrltura de 3 de ag.osto de
1621, se concertó con los frailes de la Merced de Linla para construir el cuerpo
de la iglesia y dos portadas, obras que no llegó a realizar. Barriga: El tem,plo
de la Merced de Lima (ArequiI)a, 1944), págs. 94-101.
33 Valdlvia: Ob. cit., 183.

68
AREQUIPA. CATEDRAL

guiente, el obrero mayor quiso hacer constar el aumento que había


tenido la fábrica desde que la tomara a su cargo, y pidió nueva
inspección. Esta vez midieron el templo y sus muros y pilares los
maestros arquitectos Gaspar de Montenegro y Francisco del Río,
y de ello certificó el escribano M.
Continuada la obra con tanto entusiasmo, nuevamente se pa­
ralizaron los trabajos por falta de medios económicos. Cuando
tomó posesión del obispado fray Gaspar de Villarroel, en 1652,
«solo tenía cubierta la sacristía y lebantadas en parte unas paredes
de cantería a uno hasta la mitad del cuerpo de la yglesia ..., que
no alcansaban a la primera comija>; en lo demás, ni siquiera e5:­
taban hechos los cimientos, y los pilares se habían desbaratado «por
estar hechos sin arte>. El Obispo Villarroel se concertó con el
maestro arquitecto Juan de Aldana, obligándose éste a abovedar
seis tramos, «que aún no es la mitad del cuerpo de la dicha yglesia,;,
por cuyo trabajo había de percibir la suma de treinta mil pesos.
Desgraciadamente, el contrato no tuvo efecto porque el maes­
tro Juan de Aldana contrajo «una enfermedad de demencia y falta
de juicio>, quedando la obra detenida por no encontrar un arqui­
tecto capaz de continuarla. Entonces se ofreció a dirigirla el licen­
,,
ciado Esteban de Valencia, presbítero y Sacristán Mayor de la
iglesia, «por averme dado Dios yngenio para ello>, decía, «llevado
de especial debosión y con ánimo de hazer este servicio a Dios ...
de acavarle su templo y ... servir al rey, quien avía gastado, en
lo poco que se avía obrado en la dicha yglesia, más de noventa
mil pesos de su Real Patrimonio>. Se comenzó la,obra en el mes
de noviembre de 1652 y, bajo la «yndustria y maestranza del
Licenciado Valencia:., el 8 de diciembre de 1656 quedó concluído
el templo.
Así consta en una probanza iniciada en 1659, que confirma las
propias declaraciones del improvisado arquitecto, contenidas en el
memorial elevado al alcalde ordinario de Arequipa al solicitar la
información probatoria. Todos los testigos alabaron la habilidad
y el desinterés del Licenciado Valencia, que trabajó durante cuatro
34 Documentos núms. 37 y 38.

69
PERU Y BOLIVIA

años sin percibir remuneración alguna, y uno de aquellos -el vecino


Juan Bautista Calderón- se admira de la habilidad de quien había
concluído el templo «sin haber sido alvañil, cantero ni arquitecto,
sino que al parecer se le infundió aquel arte>.
Terminada la probanza, el alcalde ordinario don Pedro de
Peralta la informó favorablemente, proponiendo que se premiasen
los servicios del Licenciado Valencia 85• En las declaraciones de
éste, contenidas en su memorial y confirmadas por los testigos,
consta que el templo tenía tres naves, separadas por dos filas de
a cuatro pilares que recibían veintidós arcos. Una cornisa corría
a lo largo del circuito interior del edificio y formaban la cubierta
quince bóvedas de ladrillo. En los documentos se cita una torre,
a la cual fué elevando Valencia las campanas a medida que se iba
construyendo.
De las descripciones del templo, hechas por los testigos y el
propio arquitecto, se deduce que éste siguió la traza replanteada
·por Andrés de Espinosa en 1621. A mediados del siglo XVIII, el
Obispo Juan Gualberto Bravo (1745-1752) alargó el templo aña­
diéndole el presbiterio 36• Varias veces sufrió los rigores de los te­
rremotos, pero fué un incendio la causa de la total destrucción de ,,
la catedral en 1843. Cuatro años después se dió principio al templo
que hoy existe, cuya dirección técnica estuvo a cargo del maestro
arquitecto Lucas Poblete, apellido que aparece vinculado a una
familia de alarifes. desde principios del siglo XIX.
Un informe del Cabildo Secular de 1660 37, nos da noticia de
otras obras arquitectónicas de Esteban de Valencia en Arequipa,
aunque no especifica el alcance de su intervención eri ellas. Se afirma
que trabajó en los conventos de San Agustín, la Merced, Descalzos
de San Francisco, la Compañía de Jesús y Santa Catalina, «y en
otros muchos edificios y reparos particulares de que a resultado ma­
nifiesto feruor en el culto divino, aumento, lustre y ornato de esta
ciudad>. Su intervención en la iglesia de la Compañía es co!1ocida:
ss Documento núm. 39.
36 Valdivla: Ob. cit., p�g. 193 .
., Documento núm. 40.

70
AREQUIPA. CATEDRAL

el Deán Valdivia 88 afirma que cerró las bóvedas en 1690, pero los
documentos arriba citados obligan a situar la intervención de Es­
teban de Valencia en fecha anterior, que bien pudo haber sido
en 1660.

Las cuentas de fábrica de la catedral de los últimos años del


siglo XVIII y primeros del XIX, dan noticia de algunos artífices cu­
yos nombres es interesante recoger. Desde 1797 hasta 1801 se cita
al «maestro alarife:. Bartolomé Gómez. En 1798, Rafael Poblete,
también maestro alarife -sin duda ascendiente del Lucas Poblete,
que hizo el templo actual- intervino en las obras de demolición
y reconstrucción de las torres de la iglesia de Santiago.
En 1797 se cita a los siguientes artífices: el escultor Manuel
León, que compuso cuatro imágenes; el pintor Domingo Lizárraga,
que pintó dos frontales; el escultor Diego Gómez, que cobró cin­
cuenta pesos por la hechura «de la estatua que hizo de señor San
Miguel para la Yglesia Cathedrab ; los carpinteros Domingo Cá­
ceres y Andrés Guzmán, que repararon algunos retablos; el fun­
didor Alejo de la· Cuba, que hizo una campana de dos arrobas de
peso; y el maestro relojero Juan de Dios Cano, cuyo sueldo era de
trescientos pesos anuales. El carpintero Andrés Guzmán y el herre­
ro Alfonso Carpio, hicieron «la cátedra y su herraje:.. Luis Lina­
res, platero, cobró sesenta pesos en 1797 por la hechura de cuatro
cálices, y en 1798 hizo otros tres cálices, tres pares de vinageras
con sus platillos, un incensario, una naveta, un acetre, una palma­
toria y «las alas, morrión y espada ... para el Arcángel San Mi­
gueb ; todo era de plata. En 1800 se cita al carpintero Pedro
Juárez 39•
38 Ob. cit., pég. 81.
89 AGI: Lima, 1564.

71
PERU Y BOLIVIA

LA PAZ

LA CATEDRAL

Doy a conocer aquí dos documentos referentes a la catedral pri­


mitiva de La Paz, hoy capital de Bolivia. En uno, fechado el 4 de
julio de 1653, el maestro mayor de la obra, Alonso de Larrea, nos
describe el estado de la misma por esa fecha, con el fin de informar
acerca de lo construído desde que ocupa la silla episcopal don An­
tonio de Castro y del Castillo, que a la sazón regentaba la diócesis.
A juzgar por el informe de Larrea, la iglesia tenía una nave y
dos de capillas, separadas de la central por arcos que descansaban
sobre pilares. Esta era más alta que las laterales -altura que, se­
guramente, se aprovecharía para iluminarla con ventanas- y casi
dos veces más ancha. Los muros exteriores eran de ladrillo, con
un zócalo de casi dos varas de altura, hecho «de piedra labrada de
cantería ... asi para el reparo de las aguas como para hermosear la ,,
obra>. Al parecer, el Obispo Castro había dispuesto que se alar­
gase el templo por la parte de la fachada hasta alcanzar una lon­
gitud total de sesenta varas de hueco, añadiéndole dos tramos, y el
maestro Larrea nos dice que sobre las últimas capillas se harían
«dos torres que han de sobrepujar del alto de la yglesia todo lo
necesario conforme al Arte>. La cubierta del templo era de bóveda
y para preservarlas del sol y de las lluvias se habían cubierto con
paja «de ycho, y por debajo de cal, que es el modo de texar de esta
tierra>. Por la fecha de referencia, las obras estaban suspendidas
por falta de fondos'º.
A juzgar por el otro documento, la fábrica se acabó unos cua­
renta años más tarde. El Obispo don Juan Queipo de Llano y
Valdés -<¡ue tomó posesión en 1682- prosigu ió las obras. Acabó
la bóveda de la nave central, hizo la sillería de coro «de madera
de cedro, obra muy primorosa>, las tribunas para los órganos y las
'° Documento núm 41

72
SUCRE. CATEDRAL

tres porta.das de la fachada, que «se hizieron de piedra con comija,


columnas sobrepuestas y pirámides> ; acabó una de las torres, hizo
cubrir con un tejado las ·bóvedas e hizo el atrio o «simenterio de
cal y piedra con sus cruzes y coronaciones de piedra labrada».
Las ventanas del templo tenían, en vez de vidrieras, láminas de
bereguela blanca. Así consta por una certificación del escribano,
dada en el asiento minero de Coaquilata el 7 de julio de 1960 '1.
Los documentos aludidos no están exentos de interés. Salvan
del olvido el nombre del maestro Alonso de Larrea, que vive en
esa época de mediados del siglo xvn, durante la cual se constru­
yeron tantos templos desde el Cuzco hasta Chuquisaca; y permiten
formar idea de la planta y alzado de la primitiva catedral pa.ceña,
que si bien repite el tipo frecuente de gran nave con capillas, pre­
senta en su fachada, con dos torres, una solución menos usada en
la arquitectura boliviana de esa época.

SUCRE

LA CATEDRAL

En 1539, el capitán Pedro Ansúrez fundó la villa de La Plata 4,Z'

que, elevada más tarde a la categoría de ciudad, fue erigida en silla


episcopal en 1552 con jurisdicción sobre un extenso territorio que
hasta entonces había formado parte de la dilatada diócesis del
Cuzco. Cuando en 1558 se creó la Audiene;ia de Charcas, la dudad
de La Plata quedó convertida en capital de una extensa circuns­
cripción cuyos límites orientales se confundían con los de la go­
bernación del Río de la Plata y alcanzaban, por el sur, el valle del
Copiapó en Chile.
'1 Documento núm. 42.
'2 Vlgnale: Fundación y <Usarrol'/LJ urbano de La Plata, en Docv:mentos de
Arte Sudamericano, cuaderno II, Chuquisaca, Buenos Aires, Academia Nacional
de Bellas Artes, 1944.

73
PERU Y BOLIVIA

El 19 de febrero de 1553, antes de emprender viaje el primer


Obispo de La Plata fray Tomás de San Martín, se dictó una real
cédula ordenando construir la iglesia catedral, repartiéndose su
costo por terceras partes entre la Corona, los indios y los encomen-
deros 43•
Por esos años, poco antes de la erección de la catedral, se había
construído en La Plata una iglesia. Documentos posteriores nos dan
noticia de este templo y nos dicen quién fué el artífice que lo
construyó. Al parecer, se trataba de una pequeña iglesia de una
nave, cubierta con bóvedas de crucería " y coronada de alme­
nas "'. Su construcción debió comenzar hacia 1553" y estaría ter­
minada en 1561 cuando se encargaron unas campanas al artífice
Damián Escuder ". El maestro que la hizo fué Juan Manuel de
Veramendi 68, natural de Vizcaya, de quien sabemos que, en 1559,
fué llamado al Cuzco para construir la catedral 19•
A juzgar por diversos testimonios, la pequeña iglesia no había
sido construída con mucha solidez. Fray Domingo de Santo Tomás,
segundo Obispo de La Plata, expresa la pobre impresión que le cau-
43 Inserta en otra de 1578, eitada más abajo.-Fray Tomás, que embarcó en
1'
Sevma en 1554, en compafl{a de numeroso séquito (CattUogo de Pasajeros a In,.
dias, vol III; Sevilla, 1946, pág. 126), murió en Lima, cuando se dlspon!a a mall"-
char a su obispado.
" Documento núm. 46. Declaraciones de Juan Martfnez de Jáuregul y Andrés
González. Ped-ro López Otaviano, testigo de la misma información, dice que «se
hizo un blanqueo de yesso en todas las bóvedas e paredes e se ader�ó e doró
las claues,.
'5 Lorenzo Rodrlguez Navarro, testigo en la citada información de 1608 (r�
producida parcialmente en el documento núm. 46), dice que (hacia 1600) «se des­
cargruron las almenas y otras cargas que tenla al-rededor>. Todav!a a prlnclploo
del siglo xvr se construfan en la parte meridional de Extremadura iglesias con
los 'muros coronad0& por almenas, que les dan aspecto de fortaleza. Por ejemplo,
la parroquial de Calzadllla de los Barros (Badajoz).
'6 Andrés de Carrlón, que estuvo ,presente a la fundación de la villa de La
Plata, «vldo fundrur y abrir los cimientos de la yg!esla mayor... la qua! se fundó
por yglesla parroquiab; Bartolomé de Vergara, residente en la ciudad desde 1553
aproximadamente (en 1568 declara quince aflos 1e residencia «más o menos•),
también cvldo edificar e al�ar las paredes de la dicha ygles!.a... que se aula fun­
dado por parroquia•. Los tres declaran en la información de 1568, {Publicada •prur­
clalmente en el documento núm. 22.
,7 Wethey: Hi,spanic Colonial Arch1tecture in Bolivia, en «Gazette des Beaux
Artes•, vol. XXXIX (1952), ,pág. 198.
'8 Documento núm. 25.-Declaración de Juan de Losa Barahona.
'9 Noticias cronológicas del Cuzco (Lima, 1902), pág. 192.

74
SUCRE. CATEDRAL

só cuando escribe en 1565: «No ay más del casco de la yglesia mal


edificado y a peligro que se cayrá> 50• Bien por defectos de la cons­
trucción o porque Veramendi no cumpliera sus compromisos con el
Cabildo, las obras de la catedral dieron lugar a un pleito, que duró
desde 1565 hasta 1568 61. Fallecido el arquitecto, sus herederos ape­
laron al Consejo de Indias, y éste dictó sentencia en 1576 52• Do­
cumentos posteriores nos enteran de que por los años de 1600 a
1608 fué preciso hacer varias reparaciones en el templo para conso­
lidarlo.
Apenas posesionado de su diócesis, fray Domingo de Santo
Tomás pensó ampliar la catedral y dotarla de las dependencias que
le faltaban. Como tenía «poco compás para cimientos, casa de
obispo y curas, cabildo, claustro general para estudio y demás cosai
anexas a yglesia cathedral>, solicitó de la Audiencia dos solares,
vecinos al templo, que estaban vacantes desde los tiempos de la
fundación de la ciudad. En 1565 53 solicitó del Rey le confirmase
la donación hecha por la Audiencia 5'.
Decidido a construir un templo de mayor amplitud y más pro­
porcionado a las necesidades de la ciudad, cuyo vecindario había
crecido mucho después de la fundación de la Audiencia, inició los
trámites oportunos para acudir al Rey en demanda de ayuda eco­

nómica. A ese fin, en noviembre de 1568, pidió información ante
el Alcalde ordinario Diego de Saldaña 55•
Con la unanimidad corriente en esta clase de actuaciones ju­
diciales, todos los testigos presentados 56 fueron unánimes en de­
clarar que la iglesia parroquial era pequeña e insuficiente para re-
50 AGI: Charca.s 135. Carta de 12 de diciembre de 1565.
51 Wethey: Art. cit., pág. 198.
52 Documento núm. 44.
53 AGI: Charcas 135. Carta citada en la nota 50.
5' El Consejo de Indias dló largas al asunto despachando la real cédula de
31 de diciembre de 1568, dirigida a la Audiencia, pidiendo Informes. Pasaron aflos
y en 1600 aún segufa la catedral insistiendo en que le dieran posesión de los so­
lares. AGI: Charcas 135.
s; Documento núm. 43.
56 Uno de los testigos era Toriblo de Alcaraz, «morador en esta dicha ciudad,
de cincuenta aflos,. Sin duda el mismo que trabajó en Aa-equlpa Cf. Wethey:
The p1·oblem of Torlblo de Alcaraz, en «Gazette des Beaux Artes,, 1947, pági­
nas 165-174.

75
-
PERU Y BOLIVIA

cibir al vecindario que acudía a las prácticas religiosas de los días


festivos; que estaba «sin retablos ... y sin el autoridad que como a
tal iglesia cathedral se requiere> ; y que sería conveniente fabricar
de nueva planta un templo más amplio, dej?-ndo el que existía para
que pudiese servir de parroquia.
La información surtió efecto, pues por real cédula de 9 de fe­
brero de 1571 se encargó a la Audiencia que procurase activar
la construcción del templo y que los gastos se pagasen, como era
costumbre, por terceras partes entre la Hacienda Real, los indí­
genas y los encomenderos 57• Otra cédula de 1578 58 volvió a in­
sistir en lo mismo, reiterando a la Audiencia el cumplimiento de
la de 1553, despachada antes de que fray Domingo de Santo To­
más tomara posesión del obispado. Al año sigu iente se concedie­
ron nuevas mercedes 59 y en 1587 se señalaron otras rentas «para
que se gasten en la obra y edificio de la dicha yglesia y en las cosas
necesarias al culto diuino:. 60•
Documentos descubiertos por Wethey en el archivo de lá ca­
tedral, dan cuenta de la utilización d e los referidos subsidios en
obras realizadas en las dos últimas décadas del siglo. En 1582 ,,
figuran pagos a obreros indios; el albañil Francisco de Veramendi
-probable pariente de Juan Miguel- tenía a su cargo la cons­
trucción de una capilla en 1583; y en 1590 se pagaban trabajos
efectuados en las bóvedas. El albañil Juan Jiménez 61 contrc1tó
la capilla del baptisterio y el coro en 1599 62• Durante la mayor-
57 AGI: Charcas 140.
58 AGI: Charcas 140. R. C. de 19 de noviembre de 1578, en la que se inserta
la de 1553, citada más arriba.
59 AGJ: C):tarcas 415: libro l.•, fol. 50. R. C. prorrogando por otros seis afios
la merced de los dos novenos de los diezmos del obispado, concedida por R. C. de
7 de diciembre de 1574.
60 AGI: Charcas 415, Ubro 1. 0, fol. 174 v.0 R. C. concediendo a la catedral
la mitad de lo que Importasen los frutos del obispado !hasta la provisión de la
sede vacante.
'IJ. Sin duda el mismo que, en 1597, contaba varias obras en el Cuzco. Cf. Cor•
nejo Bauroncle: lnform.e sabre escr/Jtu.ras públicas existentes en el Archwo Nota­
rial del Ouzco... , en •Revista del Archivo Histórico del Cuzco•, m1m. 4ó (Cuzco,
1953), págs. 163 y 1'64.
62 Wethey: Art. cit., pág. 199. Reproduce la bóveda eHptlca de la capilla del
Baptisterio, que tiene tres filas de casetones Usos entre cuartos de esfera con
costillas ra<llale5. En 1624 aún se le debían 4.300 pesos a Juan Jlménez, •oficial

76
SUCRE. CATEDRAL

domía de Lorenzo Rcx:iríguez Navarro (1599-1600) se hicieron


diversos trabajos de reparación y ampliación del templo 63, espe­
cificados con bastante detalle en documentos posteriores.
La información practicada en 1608 para solicitar nueva
prórroga de los dos novenos, relaciona los trabajos efectuados por
esos años y da noticia de varias obras de arte -sillería y libros
de coro, retablo mayor, custcx:iia- y de los artífices que las hicie­
ron M_ Lorenzo Rodríguez Navarro, llamado a declarar en la pro­
banza, nos dice que para reforzar el cuerpo del templo fué nece­
sario hacerle capillas a los lados -«que fueron cuatro capillas> ;
al parecer dos por cada banda -<y estribos de la parte de abajo
e otro a la capilla mayor». El canciller de la Audiencia Pedro
López Otaviaño declara que «de dos años y medio a esta parte...
a visto abrir cimientos para hacer pilares arrimados a la capilla
mayor y al coro>. El maestro cantero Pedro B_ecerra hace cons- ·
tar que para consolidar la mala cimentación se hicieron «bassas
de cantería y cimientos de fuera de la yglessia, rebocándolos con
cal y haciendo otros reparos con los quales se sustenta el dicho
edificio». Los testigos refieren también trabajos de blanqueo del
interior del templo y reparaciones de las bóvedas de crucería. Ro­
dríguez Navarro especifica que «se tomaron a enladrillar todas
las bóvedas de la parte de arriua>. La torre, que era de ladrillo
y adobes, amenazaba ruina.. Tanto Pedro Becerra como el maes­
tro de cantería Juan Martínez de Jáuregui y el de albañilería
Andrés González, cuyas declaraciones son de interés, trabajaron
en la iglesia por esos años de principios del siglo XVII.
La citada información de 1608, da noticias de varias e im­
portantes obras de arte, costeadas por el Cabildo en su deseo de
alhajar el templo como correspondía a una iglesia catedral. Juan
que hizo el baptisterio•. AGI: Charcas 140. Cuaderno rotulado «La iglesia de La
Plata•, que contiene un memorial y una probanza.
,;a Wethey: Art. cit., pág. 199, con referencias a documentos existentes en la
Sala Capitular de la catedral de Sucre.
64 Documento núm. 46.

77
PERU Y BOLIVIA

Antonio, oficial platero, declara haber trabajado con el maestro


del mismo oficio Andrés Pérez de Carrión que hizo una custodia
«muy rica e bien labrada>, que otro testigo calificaba como «de las
buenas de este reyno e pocas mejores en España> 65•
El «maestro de librería> José Garavito declara estar encua­
dernando los libros corales 66• La información da también noticia
de obras tan importantes como la sillería del coro 67 y el retablo. La
sillería, que afortunadamente se conserva, fué labrada por el
artífice Cristóbal Hidalgo entre 1592 y 1599 ".
El retablo era obra del pintor y escultor José Pastorelo, que
declara como testigo en la información de referencia. El contrato .
original comp�eto, fechado el 9 de agosto de 1604, fue descubierto
en el archivo de la catedral de Sucre por el Profesor Harold E.
Wethey 6\ de la Universidad de Michigan (Ann Arbor, Mich.),
a quien reitero desde aquí mi agradecimiento por haberme facili­
tado las fotocopias del documento, cuya transcripdón doy a cono­
cer 70, y la fotografía del dibujo original (lám. 33), que junto con
el contrato se conserva también en Sucre. A juzgar por la traza, 11
el retablo era una obra de primera calidad y su autor un artista
de formación española, aunque el apellido Pastorelo hace pensar

65 En Jos Inventarios de 1702 se el-ta •una custodia grande antigua, de casi


dos tercias, de plata dorada•. Documento núm. 50 bis.
66 En los J.nventarlos que se hicieron en 1702 (AGI: Cllareas, 379) se citan
«treinta libros de pergamino de el usso del coro apuntados todos de el oficio dl­
ulno en punto de solfa, aforrados de baqueta con cantoneras de bronze muy pri­
morosos, de a bara de alto, en un escaparate de madera de se,c!ro con sus dlul­
clones cerrado con llaue y labrado todo, que tiene de alto tres varas y de ancho
más de quatro•.
67 Fotografías en Noel: Arte reltgioso y suntULZrio en Chuqu.isaca. en Docu,.
mentos de Arte Colonúil Sudamericano, vol. IV, láminas 32 y 33.
68 La documentó Wethey: ColoninJ Architecture and Sculpture _tn Peru (Cam
bridge, 1949), pág. 179 y sus referencias. Cf. también Schenane: Notas sobre el
arte renacentiSta en Sucre. Bolivúi, en «Anales del Instituto de Arte Americano
e Investigaciones Estéticas,, vol. 3 (Buenos Aires, 1950), pág. 55.
69 Wethey: Retablos coloniales en Bolivia. en •Anales del Instituto de Arte
Americano•, vol. 3 (Buenos Aires, 1950), pág. 8.
10 Documento núm . 45.

78
SUCRE. CATEDRAL

en un origen italiano 71• En 1608 declaraba contar treinta y cinco


añ�s de edad y consta que falleció antes de 1622 72•
La citada información de 1608 fue remitida a la Corte, acom­
pañada de un memorial, en el que el Cabildo Sede Vacante pedía
le prorrogasen la merced de los dos novenos, a fin de construir
un templo de nueva planta o alargar el viejo, añadiéndole «algunas
naves y capillas, de suerte que sea capaz para el pueblo> 73•
En 1613, el Cabildo volvía a insistir en la petición. La carta
dirigida al Rey en 8 de marzo, equivale a un índice de las nece­
sidades de la catedral a juicio de los capitulares. Además de ex­
poner la falta de objetos de plata labrada, reja y facistol para el
coro y ornamentos, en lo que se refiere a obras arquitectónicas se­
ñalaban como necesarias las· siguientes : «torre dond� estén con
seguridad las campanas, porque la que ay es de adoues y rafas de
ladrillo y tiene poca firmeza; sacristía y Cauildo ... ; dos capillas
conjuntas a la que labró el Obispo don Alonso Ramírez de Ver­
gara 6 y Tomás de la Barrera, regidor que fué desta ciudad, y
7

dos portadas a las dos puertas de la yglesia, que haciéndose las dos
capillas es fuer<;a que se muden afuera, con que se dará anchura
bastante a la yglesia; y cercarla toda de alto de vn estado y al­
menas de cal y ladrillo, porque la cerca que oy tiene es de adoues».
«Agora con el aumento de las cosas y mercedes que Vuestra Ma­
gestad a hecho a esta yglesia de hacerla metropolitana, tiene pre­
cisa necesidad de alargar la capilla mayor todo lo que tenía por
detrás hasta' la calle, que serán diez varas de lonxitud. y hacerle
un crucero de dos capillas desde el arco toral hasta lo que agora
es altar mayor, con lo cual queda el altar mayor con anchura bas-
71 Para el estudio artístico de· esta importante obra, .me l!'emito a Wethey:
Retablos colontales... , págs. 9-11. También me OC'UPé del citado retablo en mi co­
laboración a Angulo: Hístorla del Arte Híspamna:mericano, tomo III (Barcelona,
1856), pág. 536.
72 AGI: Charcas 140. Cuaderno rotulado &La iglesia de La Plata•, que con­
tiene una información pedida por el mayordomo de la catedral Juan Patiflo de
Haro. Los testigos Lorenzo Rodr!guez Navarro y don Pablo de Meneses declaran
que aún se había quedado a deber cierta cantidad a Pastorelo por la obra del re­
tablo y que sobre ello sosten!a·n Pleito sus herederos.
73 Documento núm. 46.
76 Este ,prelado costeó (1600) la capilla del Baptisterio, labrada por el albaf\11
Juan Jlménez. Cfr. Wethey: Híspa:nic ti'olontal Archt.tecture in Boltvia, pág. 199.

79
PERU Y BOLIVIA

tante para quando concurriesen los obispos sufragáneos, la Real Au­


diencia y la ciudad, con lugar suficiente y decente en el crucero y
el público con yglesia capaz para quando huviese concurso general,
como lo suele aver de hordinario> 75•
A juzgar por testimonios posteriores, se comenzaron las obras
de· 1a capilla mayor y crucero. En una información, hecha a ins­
tancias del mayordomo de la fábrica Juan Patiño de Haro en
1622, se asegura «que auiendose comeni;ado la obra de la capilla
mayor, crucero y sacristía, a cesado y está parada respecto de no
tener... dinero con que proseguir en ella>. El regidor Lorenzo
Rodríguez Navarro --que había sido mayordomo de la catedral
por los años de 1599-1600- declara que se «a tratado de hacer
capilla mayor y crucero y se an abierto los cimientos y comen<;ado
a edifican ; y el testigo Felipe de Sanabria opina que «aunque la
capilla mayor y crucero que se a comenzado a hacer es grande,
combendría mucho a los lados del cuerpo de la yglesia añadirla
otras capillas>. Otros testigos nos dicen que «la torre se a de
mudar del lugar donde está a otra parte, porque del lado de la
torre se hace la capilla mayor y cruzero> '16. ,,
Los problemas económicos se solucionarían de alguna manera,
pues el 22 de agosto de 1631 el Cabildo nombró obrero mayor de
la fábrica al licenciado Francisco Gil Ramírez Negrete, racionero
de la catedral, «para que hiciesse y acauase la capilla mayor y cru­
cero y sacristía, con plena comissión y facultad>. Los trabajos
no cesaron y el 15 de diciembre de 1633 estaban «acabados de
cubrir y cerrar diéz bóvedas de la d�cha capilla mayor y crucero,
75 AGI: Cha-reas 140. Carta de 8 de marzo de 1613. En p�ecldos términos in­
sistía el Cabildo en 25 de febrt!'ro de 1615, Ibúiem: necesidad «de alargarla y en•
sancharla por parte de la capilla mayor, haciendo tn ella un crucero, con que
quedará capaz para los actos pontificales ... ,
76 AGI: Charlas 140. Cuaderno rotulado «La iglesia de La Plata,, que contie­
ne extractos de las cuentas rendidas por los mayordomos L. Rodríguez Navarro
(1600) y J. Patlño de Raro (1616-1621) y la Información pedida por éste en 1622.
Además de los testigos citados en el texto declaran los siguientes: don Francisco
de Salcedo, deán; Bartolomé de Saldaña. alcalde ordinario; capitán Juan de Solís
Corbalán, regidor; don Gaspar Francisco de Vil\egas, regidor; y don Gerón!mo
Márquez de Sol!s, alguacil del Santo Oficio.

80
SUCRE. CATEDRAL

y sacristías> 77• Las diez bóvedas corresponden (fig. 3) al crucero,


el presbiterio y las capillas y dependencias del testero.
Con los datos hasta aquí resumidos, pueden señalarse dos eta­
pas en la historia de la construcción de la catedral chuquisaqueña.

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FIG. 3.-J>lanta de la catedral de Sncre, según Giuria.

En la primera (hacia 1553-1561) se construye el modesto templo


de una nave cubierta con bóvedas de crucería, obra del arquitecto
Juan Miguel de Veramendi. En la segunda, más dilatada (1582-
77 AGI: Charcas, 149. Cuaderno de méritos de Francisco Gil Negrete. Certi­
ficación original del escribano (fecha 2 de enero de 1634) unida al expediente.

81
6
PERU Y BOLIVIA

1633) se hace el Baptisterio, se añaden capillas, se repara el tem­


plo y, finalmente, se labran la capilla mayor y el crucero.
La transformación de la primitiva _iglesia de nave única en el
gran templo de tres naves, tuvo lugar medio siglo más tarde y se
debió. al impulso del Arzobispo don Bartolomé González y Poveda.
Antes de ser presentado para el arzobispado de Oiarcas, desem­
peñó durante poco más de diez años, la Presidencia de la Audien­
cia. Ya entonces, según él mismo nos refiere, pensó en remediar
las faltas del templo, haciéndole dos naves laterales «con arquería
proporcionada y correspondencia al crucero» que, como hemos
visto, era amplio y de construcción más reciente. Como el templo
carecía de torre -tal vez porque hubiese sido preciso derribar la
antigu a, que estaba ruinosa desde 1608-, proyectó también hacer
otra en el extremo de una de las naves. Nombrado Arzobispo en
1685, considerando «la nueva obligación de mirarla ya con ca­
riño de esposa>, decidió acometer la obra de su catedral, aplicando
a ella ciertos bienes que la iglesia había heredado y otras canti­
dades que adeudaba la Real Hacienda, prometiendo, además, su­
plir lo que faltase con la tercera parte de las rentas decimales.
En consecuencia, mandó hacer un plano y escribió al virrey,
duque de la Palata, y al Arzobispo de Lima en solicitud de li­
cencia para hacer la obra rogándoles también el envío de un maes­
tro capaz de dirigirla 78• El virrey, que por entonces estaba ocu­
pado con la construcción de las murallas de Lima y el muelle
del Callao, le contestó sugiriéndole que buscase un arquitecto en
el Cuzco. «Yo quisiera -le decía- poder remitir a Vuestra Se­
ñoría Ylustrísima alguno de los grandes maestros que tengo en
esta ciudad, pero no es posible que desamparen las obras que tie­
nen» 79• El Arzobispo de Lima don Melchor de Liñán y Cisneros
le dió también su aprobación 80 en carta de 4 de febrero de 1686.
Aprobado el proyecto por el Cabildo Eclesiástico y por la Au­
diencia, el Arzobispo González y Poveda comenzó a reunir mate­
riales y el 9 de mayo de 1686 los escribanos del Cabildo dieron fe
78 Documento núm. 47.
79 AG I: Charcas 136. E_¡cpedlente .-eproducido parcialmente en el documento
n11mero 47. Carta de 4 de febrero de 1686.

82
SUCRE. CATEDRAL

de haber visto abiertos los cimientos de una iglesia de tres naves,


en cuyos trabajos se ocupaban sesenta indios bajo la dirección de
un maestro arquitecto 81• Al parecer, la dirección de la obra estaba
a cargo del Hermano fray Francisco Domínguez, que figura como
«obrero mayon. Aunque así solía denominarse al que desempe­
ñaba la parte administrativa de la obra, estas tareas fueron enco­
mendadas a dos superintendentes nombrados al efecto. Además,
en un auto del Arzobispo se dice que el salario de dicho «obrero
mayon se estipularía en escritura pública, por todo lo cual es
de creer que fray Francisco Domínguez era el arquitecto o maes­
tro mayor de la obra 83•
Se inició así otro período de intensa actividad, que había de
ser el definitivo. En 1688, ya estaban «en las dos naues ... leuanta­
das las paredes, en ambas e igual a la de enmedio a quien han
de acompañar, hechos todos los arcos y comensadas a cerrar las
bóvedas>; y, «además, leuantada la torre, que tampoco la tenía
sino campanario ordinario, inmediata a el sitio donde a de estar
la puerta principal, de cal y canto con esquinas y rafas por enme­
dio de sillería, todo muy fuerte, y que se halla ya en altura de
serca de treinta varas> 83• Dos años después, en agosto de 1690, •
el Arzobispo daba cuenta de haber concluído las obras y cele-
brado lá. dedicación del ·templo (lám. 29). Se habían acabado la
torre y la gran portada del lado de la Epístola (tám. 30) «que com-
piten ambas a dos piessas con lo mexor del Reino>. Quedaba por
acabar la portada principal, o sea la de los pies del templo, «que
es totalmente nueua porque nunca la a tenido, que ya está auierta
y sólo la sillería>. Con este informe remitió el prelado un dibujo
que no llegó al Consejo de Indias ª'.
Fallecido el Arzobispo González y Poveda en 1693, su suce­
sor, don Juan Queipo de Llano y Valdés, completó el adorno inte­
rior del templo. Hizo dorar el altar mayor, el púlpito, los dos am-
so Ibútem.
81 Documento núm. 48.
sa Documento núm. 47.
[j3 AGI: Charcas 151. Carta de 23 tle mayo de 1688.
8' Documento núm. 49.

83
PERU Y BOLIVIA

bones y la reja del coro, y colocó en el presbiterio, a ambos lados


del retablo, grandes lienzos con marcos dorados. Todo ello consta
en un testimonio que remitió al Consejo de Indias en 1697 ss. Dos
años después daba cuenta de haber colocado «en todas las ven­
tanas de la yglessia, piedras blancas de jaspe mui hermossas y
transparentes que le dan luz y hermosu-ra, las quales hizo traer a
mucha costa por la grande distancia y ásperos caminos, de la
jurisdicción del obispado de La Paz adonde las ay, siendo nece­
sario traerlas por duplicado para poner las que llegaron sanas por
·su mucha delicadessa» 86•
Cabe preguntarse ahora quién fue el arquitecto que transformó
la catedral de Sucre en la gran iglesia de tres naves que hoy
existe. ¿ Quién era aquel «maestro arquitexto> que el 9 de mayo
de 1686 estaba al frente de los obreros indios que abrían los ci­
mientos? Los documentos citados más arriba parecen responder
al interrogante con el nombre del hermano fray Francisco Do­
mínguez, lego de algu na órden religiosa. Por otra parte, testimo­
nios también contemporáneos aseveran que el constructor de la
catedral fue el arquitecto José González Merguete 87, natural de
Granada en España 88• Así consta, al parecer, en un «Acuerdo> lf
del Cabildo de Córdoba (Argentina), que en 1697 le llamó para
que se encargase de las obras de aquella catedral. En 1698, Gon-
zález Mergu ete llegó a· Córdoba procedente «del valle de Cinti, en
d Reino del Perú> 89• Si el que comenzó las obras fué fray Fran-
cisco Domínguez, parece lógico atribuirle la traza del edificio, o sea
el «dibujo> a que alude el Arzobispo González y Poveda. Es posi-
ble, sin embargo, que González Merguete hiciera los planos y,
por haberse ausentado de La Plata, se encomendara la dirección
de los trabajos al hermano Francisco Domínguez; o bien que
aquél se encargase de la dirección de las obras en fecha posterior.

ss Documento núm. 50.


86 AGI: Charcas 25. Carta de 14 de abril de 1699.
'."I Buschiazzo: La Catedral de Córdo,ba, en Documentos d� Arte Argentino.
vol. X ('Buenos Aires, 1941), pág. 11. Furlong: Arquitectos argentinos durante la
dOminación hispánica (Buenos Aires, 1946), págs. 69, 168 y 169
88 Wethe y: Hispanic Colonial Architectu1'e in Bolivia, pág. 201.
89 Furlong: Olb. cit., pág. 169.
SUCRE. CATEDRAL

La solución del problema sólo podrá encontrarse en los archivos


de la catedral de Sucre.
El 1702 se hizo un detallado inventario de todas las alhajas
y objetos de culto que poseía la catedral. Doy a conocer la rela­
ción de piezas de oro y plata, retablos, imágenes y lienzos 90, en la
que figuran obras de calidad a juzgar por sus descripciones 91.
Diez años después, en 1712, la cubierta de la nave central del
templo se encontraba ruinosa y exigía una urgente reparación.
El canónigo don Fausto de Aldunate y Rada, superintendente de
la fábrica, se dirigió a la Real Audiencia en súplica de que man­
dase reconocer «las seis bóvedas de que se compone la nave prin­
cipal de la iglesia, hallándose balados solos dos arcos de la bó­
veda próxima al coro por donde empesó la ruina> 92• La Audien­
cia dispuso que los alarifes practicasen un reconocimiento de la te­
chumbre del edificio y, en consecuencia, el 14 de abril de 1712,
rindieron el correspondiente informe. Félix de Buendía «mulato,
maestro alarife> y Lázaro Cerrato, «maestro alarife indio>, de­
clararon que las bóvedas de la nave central amenazaban ruina,
:<por estar derruidos los ladrillos de la lasería que une los arcos
y averse robado las aguas la argamasa que los defendía>. En opi­ "
nión de los declarantes, era preciso reconstruir de nuevo el cañón
de la nave 93•
Los documentos aquí reunidos permiten conocer la historia de
la construcción de la catedral de Sucre, una de las obras más im­
portantes que se labraron en el siglo xvrr en el Alto Perú. La re­
lación entre su estructura arquitectónica y la del templo de Santo
Domingo de la misma ciudad, ha sido señalada por Wethey 9i y
las semejanzas de las bóvedas del crucero de esta iglesia y las de

90 Documento núm. 50 bis.


91 Omito la relación de ornamentos. Entre ellos se cita uno «bordado (de el
sefior Carlos quinto) de brocado de realce con senefas bordadas con aljófar, guar­
nesido con flluecos de seda y oro, que consta de la casulla, dalmáticas, capa y
frontal y cruz, forrado de razo berde•. A lo que parece, se consideraba entonces
que había sido donado a la iglesia por el Emperador.
92 AGI: Charcas 379.
93 Documento núm. 51.
9i Wethey: Hispanic Colonial Architecture in Bolivia, pág. 200.

85
PERU Y BOLIVIA

ta catedral fueron advertidas por Giuria 95• Schenone 96 compara las


bóvedas del crucero de la catedral con las de los mismos tramos
de la iglesia de San Agustín, que presentan idénticas tracerías.
En cuanto a las portadas, cuya fecha quedó establecida má.'s arriba,
me remito a quienes las han estudiado en otra ocasión 97, ya que
no ha sido mi propósito escribir la monografía del monumento,
sino comentar unas aportaciones documentales que permiten re­
hacer la historia de su construcción.
n Guir!a: Organización estructural de las i17les1as cownlales de La Paz, SU,C"N;
11 Potosi, en «Anales del Instituto de Arte Americano,, vol. 2 (Buenos Aires, 1949),
pég. 84.
96 Schenone: Art. citado, pág. 47.
97 Wethey: Hispa.nic (o/,onial ArcMtecture ..., pág. 207. Marco apud Angulo:
lltstoria ctel Arte HispaMamericano, tomo II (Barcelona, 1950), pég. 217.

,,

86
OBRAS DE ENSAMBLADORES Y ESCULTORES

LA SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL DE


TUNJA

LA iglesia mayor de la ciudad de Tunja se estaba terminando


en los últimos años del siglo xv1. Después de haber desempeñado
la mayordomía de la fábrica durante varios lustros el historiado,:­
y poeta Juan de Castellanos, tocó al vicario Juan de Leguizamón,
su sucesor en el cargo, concluir las obras de ornato del templo.
En 1598, el maestro de cantería Bartolomé Carrión se obligó a
labrar la hermosa portada de la iglesia, que es la mejor obra que
el Renacimiento dejó en el Nuevo Reino de Granada 1 y el 30 de
marzo del mismo año se contrataba la sillería del coro con los
maestros de carpintería Amador Pérez y Francisco Velázquez,
vecinos de la villa de Leiva. Ambos se obligaron a labrar nueve
sillas, el facistol y el púlpito, de acuerdo con las condid.ones que

,,
se especificaban en la escritura de concierto, comprometiéndose a
entregar toda la obra concluída dentro de un plazo de diez meses.
A pesar de todo, la ejecución de la obra o el pago de la misma
se retrasó cinco años, pues hasta 1603 no se procedió a tasarla.
Según declaraba Velázquez el 30 de abril de dicho año, las sillas,
el facistol y el púlpito estaban concluídos y asentados en la iglesia.
Los maestros carpinteros Melchor Fernández y Alonso de Val­
deón -«terceros apreciadores> nombrados por las partes- tasa­
ron todo en setencientos treinta pesos de oro, de los que dió carta
de pago Francisco Velázquez el 12 de marzo de 1604, cancelando
así· la obligación 2•
Las sillas corales de la catedral de Tunja conservan muchos
elementos platerescos, a pesar de la fecha tardía en que fueron
labradas. Así, por ejemplo, los grandes florones, las cariátides
terminadas en roleos y los frisos con guirnaldas. Las ricas carteias
1 Marco: La arquitectura del Renacimiento en Tunja,, en cRevlsta de Indias•,
núm. 9 (Madrid, 1942).
a Docum.ento núm. 52.

87
OBRAS DE ENSAMBLADORES Y ESCULTORES

de los respaldos, de aspecto metálico y escasa proyección, repiten


el tipo empleado en la orfebrería sevillana del tercer cuarto del
siglo xv1. La silla arzobispal tiene un dosel sostenido por dos ro­
leos a modo de ménsulas (lám. 30). En el respaldo ostenta el es­
cudo de don Bartolomé Lobo Guerrero, primer Arzobispo del
Nuevo Reino de Granada, y una inscripción en dísticos latinos
alusiva a este ilustre prelado y al vicario Juan de Leguizamón '.

LA Sll,LERIA DE CORO DE LA CATEDRAL


DE LIMA Y SUS ARTIFICES

LA SILLERIA

Al terminar la segunda década del siglo xvn, las obras de


la catedral limeña tocaban a su fin. Llegado así el momento de
pensar en el ornato interior del templo, el Cabildo acudió al virrey
Príncipe de Esquilache en demanda de que mandase hacer la si- /1
llería, reja y tribunas del coro y el púlpito, ya que estas obras po­
drían pagarse con la cuarta parte del repartimiento aplicado hasta
entonces a costear las del edificio, puesto que éste se hallaba casi
concluído, a falta únicamente de las «puertas y portadas y otras
cosas de menos consideración>. El Virrey nombró superintendente
de la fábrica a don Juan Jiménez de Montalvo, oidor más antiguo
de la Audiencia, y dispuso que la obra de la sillería y del púlpito
se sacase a subasta. Dejó el gobierno Esquilache en 1621 antes de
que la obra se hubiese rematado y no se tomó determinación en
espera de que llegara el nuevo virrey. Reanudadas las gestiones
al posesionarse del virreinato el Marqués de Guadalcázar, por auto
de 11 de octubre de 1622 ratificó al oidor en el cargo de super­
intendente y dispuso que la obra se pusiese a pregón, como era
1 Ullses Rojas (Escudos de Armas e ♦Mcripcumes antiguas d,e la Ciudad de
Tum.ja, Bogotá, 1939, pág. 157) la transcribe, así como 1a traducción castellana, de­
bida aJ P. Salvador Restrepo, S. :r.

88
LIMA. SILLERIA DE CORO

costumbre, y que se pagase con los fondos hasta entonces destina­


dos a la fábrica material del templo.
En consecuencia, el 16 de febrero de 1623 se sacó a subasta
la obra de la sillería, tribuna para los órganos, reja del coro y
púlpito, con arreglo a unas condiciones que había redactado el
escultor y arquitecto Luis Ortiz de Vargas, y el citado artífice
se ofreció a hacerla en sesenta mil pesos. Publicada la oferta en
la Plaza Mayor de Lima, por voz del pregonero, Pedro de No­
guera, también escultor y arquitecto, hizo baja, ofreciéndose a
hacerla por cincuenta y siete mil. Unos días más tarde acudió a
la subasta el arquitecto Martín Alonso de Mesa y mejoró la ofer­
ta, iniciándose así una acalorada puja que cobró aún mayor ani­
maéión con la presencia del escultor y arquitecto Luis de Espin­
dola, que la puso en cincuenta mil. Los aspirantes fueron bajando
las ofertas y cuando, el 3 de marzo, intervino el «·escultor y en­
tallador y arquitecto Gaspar de la Cueva>, ofreció a hacerla en
treinta y ocho mil pesos'.
Así las cosas, en esa fecha el oidor Montalvo dictó auto dis­
poniendo que se sacase también a pregón la obra de una custodia
y sagrario para el altar mayor y una imagen de la Virgen «del '1
tamaño de la del San Juan que al presente está en la dicha santa
yglesia>. La custodia y el sagrario se harían conforme a una
traza «que se a visto que Pedro Noguera ... a mostrado>. Este
maestro se ofreció a hacer dichas obras por seis mil pesos 5•
Citados por el oidor Montalvo, el 15 de marzo comparecieron
en la catedral los artífices que habían intervenido en la puja, a fin
de proceder al remate. Nuevamente les apercibió el pregonero, ad­
virtiéndoles que el adjudicatario quedaría obligado a. hacer dos
sillas como prueba, para ver si estaban terminadas de acuerdo con
las trazas, después de lo cual había de prestar las consiguientes
fianzas, obligándose a entregar todas las obras en un plazo de dos
años. Noguera bajó su postura a treinta y ocho mil ochocientos
pesos y le fueron adjudicadas las obras. Las condiciones de pago
eran las siguientes: un tercio al otorgarse la escritura de obliga-
, Documento núm. 53.
s Documento núm. 54.

89
OBRAS DE ENSAMBLADORES Y ESCULTORES

ción, otro tanto al año con tal de que tuviese labrada la mitad de
la obra, acerca de lo cual certificaría el maestro mayor Juan Mar­
tínez de Arrona, y el resto al entregarla concluída 6•
Seguidamente se procedió al remate de la imagen de la Virgen,
sagrario y custodia. Intervinieron en la puja Martín Alonso de
Mesa, Gaspar de la Cueva y Pedro de Noguera, adjudicándosele a
éste por cinco mil pesos, bajo condiciones parecidas a las señalaci.as
a las otras obras. Como plazo de entrega se fijaba el día de Navidad
del año en curso 7•
El 7 de abril presentó Pedro de Noguera por fiadores ,a Miguel
Bonifacio y Diego García Jiménez.
Unos meses más tarde, en fecha 1 de agosto, Martín Alonso·
de Mesa, Luis de Espíndola y Gaspar de la Cueva, se dirigieron
por escrito al oidor Montalvo · pidiendo la anulación del remate
adjudicado a Noguera, por tratarse de «persona que no es escul­
tor sirio ensamblador>. Decían que lo más importante de la obra
no era la parte de ensamblaje sino la escultura, o sea lo que -en
opinión de ellos- no podría hacer Noguera. No paraba ahí la insi­
dia, pues afirmaban que Noguera tenía sin terminar la sillería de
coro de San Agustín, que estaba labrando, por no haber encontrado 11
escultor que le hiciera las tallas, y que algunas figuras que tenía
acabadas habían sido hechas por Luis de Espíndola. Solicitando que
se invocase el testimonio de Juan Martínez de Arrona, termina-
ban su escrito ofreciendo hacer la sillería por cuarenta mil pesos,
o sea con una baja de tres mil ochocientos sobre el tipo adjudicado
a Noguera 8•
El oidor admitió el escrito y dispuso que declarase bajo ju­
ramento Juan Martínez de Arrana. El viejo maestro mayor siem­
pre honrado y leal, declaró a favor de Pedro de Nogu era, a quien
conocía desde cuatro años atrás, mereciéndole el mejor concep­
to, y juzgándole muy competente en su arte. «En particular --de­
claraba- le vido hacer de escultura un Cristo al natural para la
Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad,, de la capilla de
Documento núm. 55.
Documento núm. 56.
� Documento núm. 57.

90
. LIMA. SILLERIA DE CORO

esta advocación inmediata al convento de San Francisco 9• En cuan­


to a la sillería de San Agustín, se remitía a una declaración pres­
tada con anterioridad, a requerimiento del mismo Noguera, y en
lo referente a fa de la catedral, afirmaba Martínez de Arrana que
aquél las haría con toda perfección y que el precio del remate era
bien moderado, tanto que cantes se aventura perder que ganar,
razón por la cual no había querido el declarante tomarla a su
cargo> 10•
Con fecha 11 de agosto, respondió Noguera al oidor Montalvo
por medio de un escrito, en el que, defendiéndose de las calum­
niosas acusaciones de sus colegas, hacía valer también sus dere­
chos. De sus acusadores decía que «su ignorancia es conocida, pues
sabiendo y entendiendo qu� a cada uno... puedo enseñar las artes
de arquitectura, escultura y talla, se atreven, movidos de su passion
y ynvidia que me tienen, a provocarme a que usse semexante len­
guaje delante de vuestra merced>. En cuanto a la sillería de San
Agustín, decía que no la había acabado porque los religiosos le
adeudaban una cantidad, razón por la cual estaba el asunto en
manos de la justicia. Pedía que no se aceptase la baja hecha por
sus contrarios, ya que, contratada la obra y depositadas las fian­
zas pertinentes, no había lugar a tomarlas en consideración, y me­
,,
nos aún después de haber transcurrido el plazo de noventa días que
las leyes señalaban en esos casos 11•
Iniciado así un largo y enojoso pleito, Luis Espíndola, Alonso
de Mesa y Gaspar de la Cueva convencieron a Ortiz de Vargas
para que hiciese compañía con ellos, y los cuatro se ofrecieron a
hacer juntos la obra y presentaron sus fiadores. El oidor dispuso
que prestasen la fianza y se sacase nuevamente a pregón durante
tres díás; Pedro de Noguera apeló ante la Audiencia. Intervino el
fiscal e informó en contra, basándose en que --como ya había he­
cho constar en tiempos del virrey Esquilache-- el repartimiento <lis-

9 Una Imagen con piernas y brazos articulados para representar el Descendi­


miento. Lo documentó Lohmann; Noticias •.• para... la Hüitorl,a de la8 Bellas A,,.
tes en Li�···• «Revista H!stórlca•, Lima, tomo XIII (1940), pág. 19.
10 Documento núm. 58.
11 Documento núm. 59.

91
OBRAS DE ENSAMBLADORES Y .ESCULTORES

puesto entre la Corona, los indios y los encomenderos para acabar


el edificio de la catedral cesaba con la conclusión de ésta, sin que
pudiera aplicarse a la sillería y a todo lo demás que, por referirse
al ornato interior del templo, tendría que ser objeto de nueva con·
sulta al Consejo.
El pleito siguió su curso y los autos aumentaron de volumén
a medida que se producían escritos, diligencias y trámites. Cuando
los cuatro asociados pidieron que se obligase a Noguera a sus­
pender el trabajo hasta tanto que se resolviese sobre la baja que
habían propuesto, respondió aquél : «Las partes contrarias solo
con ánimo de destruirme an hecho la dicha baxa>, añadiendo que
tenía comenzada la obra y adelantado de su caudal más de tres
mil pesos. La Audiencia le autorizó a proseguirla.
El fiscal sostuvo de nuevo sus puntos de vista, y como el pleito
se complicaba cada día más, amenazando malograr las obras re­
matadas, el Cabildo buscó la concordia entre las partes litigantes.
Consecuencia de los buenos oficios del Capítulo Eclesiástico fué
la escritura ,de 9 de enero de 1624, coñcertada ante el escribano
real Antonio de Trebejo. En ella declara Pedro de Noguera que
deseando «tenga la dicha obra más fácil y breve despacho y se
haga con más comodidad, a procurado ayudarse de personas de
conocida satisfacción en el arte de la escultura y arquitectura>,
para lo cual se ha concertado con Luis Ortiz de Vargas, «maestro
architecto», y con Martín Alonso de Mesa, «que lo es de escul­
tura», con la amigable intervención del canónigo don Feliciano de
Vega y del maestro mayor Juan Martínez de Arrona, verdaderos
artífices de la concordia.
La colaboración se distribuyó en la forma siguiente: Luis Or­
tiz de Vargas se obligó a hacer «la hobra del ensamblaje> de todas
las sillas altas y bajas del lado derecho, a partir del asiento del
Deán, la tribuna del mismo lado y la «reja grande de la puerta
del coro». La silla mayor, o sea, la arzobispal y toda la sillería <lel
otro lado, así como el púlpito con su chapitel, correr�an a cargo de
Pedro de Noguera; y Martín Alonso de Mesa quedaba encargado
de la escultura y talla, según convenio con el propio Noguera. Se
especificaba en el contrato que, «en los rincones de el uno y otro

92
LIMA. SILLERIA DE CORO

lado del coro a de llevar una silla al modo que está en Santo Do­
mingo, aunque en la tra�a no esté así señalado> ; que la reja ha
de ser «de dos haces:. ; y que el púlpito «ha de aventajar al de
San Francisco con tal que lo que fuese mejor se a de pagar por me­
joría>.
Otras cláusulas del contrato se refieren al pago de los coia­
boradores. Con la cantidad fijada en el remate se hacían tres par­
tes : una para Ortiz de Vargas y las otras dos para Noguera, el
cual había de pagar la escultura y talla; ahora bien, si el trabajo
de Mesa valiese más de un tercio del total -a juicio de Juan Mar­
tínez de Arrona- Ortiz y Noguera pagarían por mitad la de-
masía 11•
Entre tanto, el procedimi�nto judicial seguía su curso, hasta
llegar a la corte en grado de segunda apelación; y no quedó con­
cluso hasta 1629, cuando el Consejo informó en el sentido de que
el virrey mandase acabar la obra haciendo el menor gasto posible.

,,
Los autos del pleito aquí extractados son los originales y con­
tienen los escritos de las partes litigantes con sus firmas autógra­
fas (figs. 4, S y 6). Desde el punto de vista artístico, el interés
de estos documentos es muy grande, ya que, aparte las incidencias
registradas en su prosa jurídica, nos ofrece un testimonio que per­
mite fijar con exactitud la parte que cada uno de los tres artistas se
adjudicó en la obra de la sillería de la catedral limeña. Al pare­
cer, Ortiz de Vargas y Noguera sólo se habían de ocupar de la
obra de ensamblaje y a Martín Alonso de Mesa correspondería
la paternidad de los hermosos tableros de talla. Como es sabido, el
púlpito no se hizo por entonces 13•
Martín Alonso de Mesa murió en 1626, por lo que su trabajo
en la sillería se redujo a dos años escasos. Luis Ortiz de Vargas
estaba en España en 1628. Es probable que a éste se deba la traza
arquitectónica, ya que redactó el pliego de condiciones para la su-
12 Documento núm. 60.
13 Lo contrató en 1664 el escultor y entallador Diego Agnés. Harth-teITé:
Artífices ... , pág; 126.

93
OBRAS DE ENSAMBLADORES Y ESCULTORES

basta de la obra y en su favor abonan, además, las semejanzas con


la sillería de la catedral de Málaga (España), en la que colaboró
más tarde, como veremos. Tanto en ésta como en la de Lima se en­
cuentran figuras de niños desnudos sosteniendo el dosel. En la de­
coración del conjunto arquitectónico de la sillería limeña, que es
de excelente calidad, se encuentran motivos ornamentales que apa­
recen también, unos años más tarde, en la de Málaga, como las
cabezas de mujer con tocado de finos paños que en Lima decoran
los tímpanos de los frontoncillos del ático y los frentes del tercio
bajo de las columnas.
Sea de Ortiz o de Noguera, el diseño de la sillería acredita a
un maestro de sólida formación artística. Fallecido Martín Alon­
so en 1626 y ausente Ortiz de Lima cuatro años después de iniciar­
se el trabajo en colaboración, no cabe duda que la mayor parte de
la obra -tanto de ensamblaje como de escultura- se debe a Pedro
de Noguera y a su taller (láms. 31 y 32).
Los tres colaboradores procedían de Sevilla, donde habían he­
cho bastantes obras antes de marchar al Perú. Ortiz de Vargas re­
gresó a España y de esta su segunda etapa en Andalucía se co­
nocen algunas obras. Gaspar de la Cueva, otro de los que intervi­
nieron en la puja, también debió su formación artística a los ta­
lleres sevillanos, tan fecundos en aquellas primeras décadas del
siglo xvn. Así, pues, a fin de valorar la personalidad artística de
cada uno de ellos, veamos lo que se conoce de su vida y de sus
obras.

LOS ARTIFICES. PEDRO DE NOGUERA

Pedro de Noguera nació en Barcelona u hacia 1580 15. Sin duda


aprendió el oficio en los talleres de Sevilla, pues en la ciudad del
u Asf consta en su expediente matrimonial, donde declara ser Hijo legítimo
de Pedro de Noguera y dofía Juana. Cf. Lohmann: Nottcias... , 19.
15 Eln 1613 (Bago Qulntanllla: Aportaciones documentales, en Docwmentos
para la Historia del Arte en Andalucía, IV. 13 y slgs.) declara ser mayor de vein­
ticinco afíos. En 1650, segim Harth-terré (ArUfi,ces ..., pAg. 126), contaba setenta
afíos. El mtsmo Harth-terre, en Descubrimtento d,e un artfff,ce vtrre8naL («El
Comerelo1, Lima, 21 de noviembre de 1945), dice que en 1633 declaraba No-

94
LIMA. SILLERIA DE CORO

Guadalquivir aparece, en edad temprana, trabajando como ensam­


blador y arquitecto de retablos. En 1613 era vecino en la parro­
quia de la Magdalena y contrataba la obra de un retablo para el
Colegio de Montesión 16; y en agosto del mismo año, recibía por
traspaso una obra semejante que el maestro Pedro de Carranza
había comenzado a hacer para la iglesia de Santa María de la
Mesa, de Utrera 17• Son éstos los únicos testimonios documentales
que revelan su vecindad en Sevilla y, desgraciadamente, se refieren
a obras hoy perdidas 18•
En 1619 ll egó a Lima 19, donde muy pronto comenzó a ejer­
citar su arte, ya que en julio del mismo año contrataba la hechura
del Cristo Crucificado para la Cofradía de la Soledad antes alu­
dido. Dos años después, el 30 de diciembre de 1621, contrajo
matrimonio con la limeña doña Ursula de Bonifacio, hija de Mi­
guel Bonifacio, uno de los fiadores de Noguera cuando se le ad­
judicó la obra de la sillería. En ese mismo año se le cita en rela­
ción con el túmulo erigido en la catedral para las exequias de
Felipe III.
Los testimonios documentales referentes al artista. dados a
conocer por Lohmann 20 y Harth-terré 21, llegan hasta 1655, pro­
bando así que el artista tuvo una vida tan larga como fecunda, a

juzgar por el gran número de obras que se le encomendaron. Des-
guera contar cuarenta y un afíos de edad, s egún lo cual nacer[a hacia 1592.
Puede ser se trate de un error de· lectura del documento.
16 Muro Orejón: Art!ftces sevillanos, en Docwmentos para la Historia del Arte
en Andalucía, v. 5.
1 7 Bago Quintanllla: Ob. cit., 13-16.
1s Harth-terré (Descubr:t.miento de un art!fice) cree que el artista documen­
tado en Sevilla fue el :padre del que trabajó en Lima, pues. suponiendo que éste
naciera hacia 1590, p iensa que a la temprana edad de veintitrés afíos no podr[a
gozar del crédito necesario para que se le enca i,gasen obras de Importancia. Apar­
te de que no consta que su padre, llamado también Pedro de Noguera. fuese es­
cultor o arquitecto, la Identidad no me ofrece duda. No son raros los casos de
maestros --cltenios, entre tantos , a Martínez Montafíés y Juan de Mesa.- que
estaban examinados y ten[an taller abierto a los veinte afios.
1 9 Juan MarUnez de Arrana, en su declaración de 1623, antes citada, dice que
conoce a Noguera desde que éste llegó de Espafía, «q ue abrá cuatro afíos, poco
más o menos•.
20 Noticias..., 19 y slgs
21 Art!flces ... , pá g. 133 y slgs. Cf. también Tauro: BibHograf!a de E. Harth,.
terré, Lima, 1945.

95
OBRAS DE ENSAMBLA.O.ORES Y ESCULTORES

graciadamente, los terremotos, que tantas veces han asolado la


hermosa ciudad de Lima, destruyeron casi todos los frutos de su
arte. En 1638, muerto el viejo maestro Juan Martínez de Arrona,
fué nombrado Pedro de Noguera para sucederle en el cargo de
maestro mayor de la catedral 22• Y es ahí, en el templo metropoli-

F1c. 4.-Firma de Pedro de Noguera.

tano de Lima, donde se conservan las únicas obras hasta ahora


identificadas del arquitecto barcelonés.
La sillería del coro de la iglesia de San Agustín, contratada por
Noguera en 1620, al año siguiente de llegar a Lima, fué bastante
destruída por el terremoto de 1678 y rehecha a principios del si­
glo XVIII. Es imposible fijar lo que pueda quedar en ella de la pri­
mitiva obra de Noguera, aunque las columnas son parecidas a las
de la sillería de la catedral. Según Wethey 32hi, gran parte de las
sillas del coro de San Agustín son reproducciones de los modelos
originales.

LUIS ORTIZ DE VARGAS

Colaborador de Noguera, rn la obra de la sillería y en otras,


fué el arquitecto y escultor Luis Ortiz de Vargas, uno de los
buenos artífices formados en Sevilla que pasaron a Lima en el
primer cuarto del siglo XVII. Era oriundo de las tierras del alto
Guadalquivir, donde se beneficiaba la madera de pin«;> de Segura,
material en que se labraron los mejores retablos e imágenes de la
22 Angulo: Planos de monumentos arQuitectóntcos de América y FUvpinas.,.
página 501.
22 bis ColOnl.a( Archttecture amd Sculptu:re tn Pero. Harvard University Press
(Cambridge, Massachusetts, 194e), pág. 194

96
LIMA. SILLERIA DE CORO

época. Sus padres, Juan Ortiz e Isabel de Vargas, eran naturales


de Cazorla 2.1.
De sus trabajos en Andalucía, antes y después de la etapa
limeña de su vida, tenemos noticias documentales. En julio de
1616, avecindado en Ecija (Sevilla), tenía a su cargo la obra de
un retablo para el convento de monjás Carmelitas Descalzas en
dicha ciudad 21• En abril del año siguiente se obligaba por escri­
tura con el escultor Francisco de Ocampo y con el dorador Her­
nando de Luque para labrar ocho relieves, sin duda con destino a
un retablo 25; y en diciembre del mismo año de 1617, ya se en-

FIG. 5.----Firma de Luis Ortiz y Vargas.

contraba avecindado en Sevilla, en la collación de San Miguel. Por


esa fecha se concertaba con el pintor Francisco de Herrera y en
pago de unas figuras que éste le había dibujado «en una traza de un
retablo que hago para la iglesia mayor de ... Córdoba>, se obligaba
a labrarle un escritorio de caoba 26•
A partir de esa fecha se abre un paréntesis en la vida del ar­
tista, que se cierra en Lima cuatro años después. En 1621, dibuja
el túmulo que se había de erigir en la catedral de la ciudad de los
23 López Martinez: Arquiteotos, es�ores y pintores vecinos ae Sevma •(Se­
v!lla, 1928), pé.g. 190.
2i Bago Qu!tan!lla: Ob. cit., pág. 11.
25 López Martinez: Retabbos u esculturas de tro= sevfl�11t1, (Sevilla, 1928),
pág. 75
:16 Bago Qulntanilla: Ob. cit., pág. 11.

97
7
OBRAS DE ENSAMBLADORES Y ESCULTORES

Reyes para celebrar las exequias de Felipe III (lám. 36). El agus­
tino fray Remando de Valverde, en su Relación de las exequias 21,
dice que para la construcción del túmulo, se escogió una planta he­
cha por Francisco de Nogu era, rematándose «en Francisco Ortiz
insigne architecto:t. Aunque el P. Valverde era contemporáneo y
vivía en Lima, bien se ve que en sus palabras hay una confusión de
nombre 28• Sin duda, los dos artífices no eran otros que nuestros co­
nocidos Pedro de Noguera y Luis Ortiz de Vargas y, salvado el
error, parece deducirse del te:i¡:to que Nog uera hizo la traza que
Ortiz ejecutó, según contrato otorgado el 20 de octubre de 1621
ante el escribano mayor de S. M., García de Tamayo 29• Ahora bien,
en el basamento de una de las columnas del túmulo se lee: Luis
Ortiz itnbentor. Por 'tanto, el problema queda en estos términos:
¿ fué Ortiz o fué Noguera el autor del dibujo? Aunque el estilo es
más propio de éste, la firma obliga a creer que lo diseñó Ortiz.
Dos años más tarde (1623), encontramos a Ortiz de Vargas
pujando la obra de la sillería de la catedral, sacada a subasta con
arreglo a unas condiciones redactadas por él. Cuatro años des-
pués, en 1627, traspasa élJ Pedro de Noguera la hechura de un .,
retablo para la Recoleta Dominica; en el contrato se especifica
que la obra se haría siguiendo una traza que Ortiz de Vargas había
traído de España 30. Un documento del mismo año nos prueba sus
relaciones con los amigos que dejara en Sevilla; el pintor Fran­
cisco Pacheco, maestro y suegro del famoso Velázquez, otorga
poder a Ortiz de Vargas y al alguacil del virrey Francisco Ortiz
-tal vez pariente de éste, a juzgar por la coincidencia de apelli­
dos- para que ambos puedan cobrar lo procedido de la venta de
cincuenta libros encuadernados que le había remitido a Cristóbal
Pérez, o para que se hicieran cargo de la enajenación de los mis-
mos. Se trataba de «los versos del Divino Herrera:. 31.
21 AGI: Lima, 97. Re.producida parcialmente en el Documento núm. 61.
28 La existencia de un Francisco Ortiz, alguacil del virrey, la hace explicable.
29 Sugiero esta pista a mi ,buen amigo Harthh-terré para que busq'ue la es·
cr!tura de concierto que aclarará el Interrogante ,planteado más abajo.
30 Lohmann: Notici-as. •. , cRevista Histórica•, XIV (194]), pág. 364.
31 López Martfnez: Arquttectos... , pág. 135.

98
LIMA. SILLERIA DE CORO

Un año después le encontramos de nuevo en Sevilla. En fe­


brero de 1628 contrata la hechura del retablo mayor del convento
de monjas carmelitas de Santa Ana 32, situado en la collación de
San Lorenzo, donde entonces vivía. En mayo del siguiente año
traslada su domicilio a la casa que habitaba en la collación de
San Martín la viuda del escultor Juan de Mesa, fallecido en plena
juventud. En «una sala alta y otros aposentos> instala su taller,
tal vez donde mismo lo había tenido el famoso imaginero, y com­
pra a la viuda doña María de las Flores unos «modelos y otras
cosas» 33• Aunque abundaba el trabajo en su obrador sevillano,
tal vez el viaje a Lima le dejara el ansia de conocer nuevas tierras,
pues en abril de 1620 traspasa una obra por tener a la vista un
viaje a Nueva España 3'; y es posible que el amor hiciera fracasar
el proyecto, ya que, tres meses más tarde, concertaba su matrimo­
nio con doña Mariana de Soto, hija de Marcos de Soto, maestro
mayor del Consejo hispalense 35•
Por esos años de 1629 y 1630 contrata varios retablos: uno
para la Hermandad de los Pintores, sita en la iglesia de San An­
tonio Abad; otro para una Herm,andad Sancramental de la iglesia
de Omnium Sanctorum; y otro para una capilla de la iglesia de
San Alberto. De esta última obra fué fiador el «pintor de ymagi­
neria Angelino de Midoro> a quien, sin duda, había conocido en Li­
ma, donde éste residió muchos años, dejando algu nas de sus mejo­
res obras. Todos esos encargos fueron cumplidos, a juzgar por las
cartas de pago otorgadas en diversas fechas 3ti.
En 1633, en vísperas de ausentarse de Sevilla, traspasó al es­
cultor Martín Moreno la obra de un retablo, que estaba haciendo
para el convento de la Encarnación, del barrio de Triana;. si bien

32 López Martínez: Desde Mu:rtfnez Montattés a Pedro Roldá:n. (Sevllla, 1932),


página 107.
33 López Martfnez: Arquttectos ... , pág. 100.
H H. Sancho Corbacho: Contribución dOcu:men,tal aJ, estudio del Arte Sevf
llano, en Documentos para la Rist-Orw. oel Artes en Anda.lucia, II, pág. 294. ·
35 López Martfnez: Arquitectos ..., pág. 190. En su testamento de 1635 declara
M. de Soto que su hija está casaca con Ortiz de Vargas. Ibídem, 191.
36 López Mart! i:_iez: Ibídem, 23 y 120 y slgs. H. Sancho Corbacho: Ob. cit.,
página 295. Para otras obras contratadas por Ortiz, cf. López Martinez: Desde
Martfnez Montattés . .• , pág 72 y 107; Bago Qulntanilla: Ob. cit., pág. 84 y sigs.

_99
OBRAS DE ENSAMBLADORES Y ESCULTORES

en la misma fecha y con destino al mismo convento, contrataba la


hechura de un retablo para el altar mayor «y una urna en que esté
la ymagen> 37• Ortiz de Vargas acababa de concertarse con el Ca­
bildo de la catedral de Málaga para ir a aquella ciudad a labrar la
sillería de coro del templo y el 5 de diciembre de dicho año daba
carta de pago por el primer plazo cobrado a cuenta de esa obra 38•
En enero de 1634, arreglando sus asuntos con vistas a una ausen­
cia que había de ser larga, daba poder a Francisco de Escalante
para que cobrase a la fábrica de la iglesia de Bornos cierta can­
tidad que ésta le adeudaba por un monumento que le había hecho
tres años atrás 39•
A principios de 1643 se hallaba otra vez en Sevilla, habitando
-unas casas de la calle de Santa Clara, que le había arrendado el
capitán Miguel de Espinosa A fines del año siguiente contrata
4,().

su última obra conocida: el retablo de la Virgen de los Reyes, de


la catedral de Sevilla. Por escritura de 1'6 de diciembre de 1644
se obliga con el arcediano Vázquez de Leca para labrar el retablo
siguiendo una traza dibujada por el propio artista, poniendo en
-el banco las imágenes de San Joaquín y Santa Ana y en el centro
la de San José, todas de media talla. Aunque el contrato estipu- •
1aba para fines de julio de 1646 la entrega de la obra concluída,
el artista no pudo cumplir. Presentó un escrito alegando que el ar­
cediano y el canónigo Gómez de Rojas habían tratado de alterar
la traza haciéndola más rica, lo cual había retrasado el cumpli­
miento de su compromiso, y en 22 de marzo de 1647, las partes
contratantes celebraron escritura de concordia. Ortiz de Vargas
redactó una «Memoria de lo que falta por hacer> y se compro-
metió a acabar el retablo en el plazo de · ocho meses, recibiendo
,cien ducados mensuales como pago de su trabajo. Un año más
:tarde, el 6 de marzo de 1648, dió carta de pago a favor de Váz-
quez de Leca por el importe total de la obra y por doscientos du-
cados que «el dicho Arcediano por vía de guantes me da, u_
37 López Martfnez: Desde Marttnez Montaf!és... , pégs. 82 y 108.
38 H. Sancho Corbacho: Ob. cit., J;>ág. 295.
39 López Martfnez: Arquttect.os ... , pág. 122.
•'° López Martlnez: Arquttectos ..., pág. 191.
'-'l López Mart!nez: Desde Marttnez Montaf!és ... , pág. 107 y slgs

100
LIMA. SILLERIA DE CORO

A juzgar por los datos hasta aquí resumidos, Luis Ortiz de


Vargas realizó en su taller de Sevilla y en Málaga una labor in­
tensa y de abundantes frutos, pero, desgraciadamente, casi todas
sus obras han desaparecido, al igual que ocurrió con las de Lima.
Relacionaremos entre sí las conocidas e identificadas, a fin de es­
tablecer sus relaciones estilísticas.

Perdidas las obras que labró durante su primera etapa sevi­


llana, la más antigua que se conoce del artista es el dibujo del tú­
mulo erigido en la catedral limeña (lám. 36) para las exequias de
Felipe III, que «a dicho de todos los que lo vieron salió de los
mejores que para semejantes yntentos se pueden aver hecho> 62•
Consta de tres cuerpos : el inferior tal vez con planta de cruz
griega y grandes portadas en sus frentes; en el centro se alzan
dos cuerpos que decrecen en latitud y altura, uno destinado a al­
bergar la urna funeraria y otro con una imagen de la Muerte.
En los tres cuerpos se superponen los órdenes toscano, jónico y
conrintio, tal como los empleaban, en los retablos, los maestros
sevillanos de la generación anterior a Martínez Montañés. Unas
pirámides rematadas por bolas prolongan el movimiento ascen­ ,,
dente de las columnas del cuerpo bajo, alargándose cuanto impone
la perspectiva del conjunto. El monumento, que estaba decorado
con figuras alegóricas y pinturas alusivas a episodios del reinado
del difunto monarca, 'es una obra típica de esos años en que el
Bajo Renacimiento iba derivando hacia el barroquismo. Como
la traza de Martínez de Arrona para la portada de la catedral, es
un ejemplar típico del protobarroco limeño, tan íntimamente ligado
al sevillano, como todo el arte de la ciudad de los Reyes. Los fron­
toncillos rotos y curvados son semejantes a los que se ven en los
retablos sevillanos de esa época y parecidos también a los que
rematan la sillería de coro. Si Luis Ortiz de Vargas fué su in­
bento,r, es decir, su creador, ahí tenemos una obra de juventud
ya que el artista fué evolucionando rápidamente en el camino del
barroquismo. Mientras subsista la duda acerca de la patemip.ad
'2 Documento núm. 61.

Wl
OBRAS DE SNSAMBU.DORES Y ESCULTORES

del dibujo, habrá que inclinarse hacia Pedro de Noguera por ra­
zones de estilo.
En lo que se refiere a la sillería de coro de la catedral limeña,
sólo quiero llamar la atención sobre una de las sillas principales
-¿ la del Deán?-, cuyo tablero escultórico representa el ábrazo
de Santa Isabel y la Virgen ante la puerta Aurea .,_ Esta silla está
flanqueada por dos columnas cuyas cañas tienen una decoración
que parece relacionarse con la de uno de los pocos retablos iden­
tificados entre los que labró Ortiz en Sevilla: el que contrató el ar­
tista con la Hermandad Sacramental de la iglesia de Omnium
Sanctorum en 1629, que pereció, junto con todas las joyas artísti­
cas del templo, en los días luctuosos de julio de 1936. Para la his­
toria del retablo sevillano, ofrece destacada im¡x:>rtancia, precisa­
mente ¡x:>r la decoración de sus cañas ya que aparecía en dicha obra
de Ortiz una forma decorativa que no se generaliza en Sevilla has-
ta mediados del siglo xvu ".
Pues bien, la decoración de las cañas en las citadas columnas
de la sillería limeña y en el desaparecido retablo de Omnimum Sanc­
torum es parecida y res¡x:>nde a idéntico sentido. Es una cr-
namentación de formas geométricas con espirales y eses que pare- •
cen recortes de cartelas renacientes aplicados al fuste. En las re­
feridas columnas de la sillería, esos motivos se mezclan con temas
de abolengo renacentista, como máscaras, veneras y los típicos ros-
tros femeninos envueltos en paños. En el ratablo de Omnium
Sanctorum -labrado diez años después- estos últimos desapa-
recen como si su autor hubiera dado un paso más en su evolución
por las sendas del barroquismo.
Así, pues, parece posible que fuese Luis Ortiz de Vargas el
introductor de esta modalidad decorativa en el Perú. Aún en el
caso de que no hubiese sido este artista, menos duda. ofrece el
hecho de que esa forma de decorar 13,s columnas de los retablos

.-i Reproducida ·por Harth•teJTé: Tesoros de la catedral de Lima, en cBoletln


del Instituto de Investigaciones Históricas•, Buenos Aires, 1943-1944) y por
Wethey: Colonial Architecture arna Sculpture in Perú, ftg. 257.
" J. Hernández Dlaz y A. Sancho Corbacho: Estudia de las ed.i¡icws reliqio­
sa-s... deS'trnídos por los marmsta.s... (Sevilla, 1936), pág. 96 y ifig. · 46.

102
LIMA. SILLERIA DE CORO

llegó a Lima procedente de los talleres sevillanos. Recordemos la


influencia de los entalladores de retablos en la arquitectura del si­
glo xvn en todo el virreinato, y así quedará valorada como me­
rece la aportación de esa modalidad ornamental, quizá llevada a la
ciudad de los Reyes por nuestro arquitecto.
Tal vez haya que apuntar en el haber artístico de Luis Ortiz de
Vargas la gloria de haber sido el primer introductor en el Perú de
una modalidad decorativa que tomó carta de naturaleza en el arte
del virreinato hasta llegar a ser una de las características que
personalizan a una de sus más brillantes escuelas regionales.
Como es sabido, Ortiz intervino en la sillería del coro de la
catedral malagueña. En 1633, el Cabildo de Málaga abrió con­
curso para hacer dicha obra. Consta que se presentaron dos tra­
zas, pero aunque se ha afirmado que fueron escogidas las «que
dieron para la talla el célebre Luis Ortiz y para la imaginería un
italiano famoso llamado Joseph Michaeh '5' tal aserto carece de
base. Mejor informado parece Ponz cuando dice que ambos
4,6

artistas dieron trazas, sin especificar a qué se refería la de


cada uno, y parece más probable que los diseños abarcaran la
totalidad de la sillería con la obra de ensamblaje y la de escul­
tura. Lo cierto es que en los libros capitulares no consta cual fuese
la traza escogida, sino que colaboraron en su ejecución ambos
artistas '7• Interrumpida la obra de la sillería, en 1658 se concertó
el Cabildo con el famoso escultor Pedro de Mena, obligándose éste
a tallar cuarenta tableros en relieve, «según el Apostolado que está
hecho de mano de Joseph Michael y Luis Ortiz:., y se obligó, asi­
mismo, a «hacer, en todo lo que coge el sitio de la sillería, corona­
ción al respecto de unos cartelones que hoy hay hechos por mano
del dicho Luis Ortiz, con sus pirámides que hoy hay hechas:. "'.
Por tanto, a la colaboración de Michael y Ortiz se deben los ta-

!.5 Cristóbal de Medina Conde: Descripción de la Santa Iglesia Catedral de


Mála{la, 1785 (Málaga, 1878), pág. 87 y slgs.
4.6 Vinje de Espafla, XVl�I, pág. 177.
,1 Miguel Bolea y Slntas: Descripción histórica de la catedral de Málaga (Má­
laga, 1894), pág. 321.
'8 Orueta: Pedro de Mena (Madrid, 1914), pág. 296.

103
OBRAS DE ENSAMBLADORES Y ESCULTORES

bleros del Apostolado y, probablemente, otras figuras u, y a este


último las pirámides o pináculos de la crestería y los «cartelones�
que Oureta identifica con los medallones del segundo cuerpo (lá­
mina 34). Ceán Bermúdez, que se documentó en el archivo de la
catedral malagueña, considera a Ortiz autor de «las sillas bajas y
las cartelas y pirámides de las altas> 50•
Como el contrato con Pedro de Mena se refiere únicamente a
la talla de la crestería y de los tableros que faltaban, es de suponer
que las sillas bajas y altas y, en suma, toda la obra de ensa..'il­
blaje, estaría terminada por entonces. Así, pues, todo parece con­
firmar que es en ella -y en el Apostolado y en algunas otras figu­
ras- donde hemos de buscar la mano de Luis de Ortiz de Vargas.
En los respaldos de las sillas hay temas decorativos semejantes
a los de las columnas de la sillería limeña. En cuanto a los meda­
llones del remate de la de Málaga, parecen obra de taller. No se
podrán incluir entre las buenas tallas escultóricas de Luis Ortiz de
Vargas.
La personalidad de éste como escultor se manifiesta en el re­
tablo de la Virgen de los Reyes, de la catedral de Sevilla, obra en
que intervino escasamente la arquitectura (lám. 35). Las figuras
de media talla de San Joaquín y Santa Ana y el busto de San José "
revelan la personalidad de un escultor que puede ocupar un lugar
entre los buenos artistas que entonces formaban escuela junto a
los grandes maestros de la escultura sevillana;
La figura de Luis Ortiz de Vargas merece un estudio detenido,
que sólo po drá completarse cuando se identifiquen otras obras su­
yas. Con el fin de facilitar esa labor de identificación reúno aquí
los materiales gráficos que ilustran estas páginas.

MARTIN ALONSO DE MESA Y GASP AR DE LA CUEVA


El 24 de abril de 1599 se presentó ante el escribano «un onbre
que se dijo llamar Martín Alonso de Mesa, vecino de esta ciudad
4.11 Bolea y Slntas (ob. cit., pág. 322 y s1-gs.) cree probable que sean de ambos,
además del apostolado, las figuras· de San José y el Bautista del coro del Deán
y las de Santa Paula, San Miguel y San Ch1aco del coro del ATClpreste .
.o Dl,cci<mar/.a de Bellas Artes, 111, pág. 282.

104
LIMA. SILLERIA DE CORO

de Sevilla, que es de buen cuerpo, barba rubia, "los ojos azules con
una señal de herida en el dedo segundo de la mano yzquierda,.
Declaró contar veintiséis años de edad y dijo que estaba exami­
nado «en el oficio de escultor, arquitecto y entalladon. Previo in­
forme del veedor de dicho oficio Gaspar del Aguila, se le expedió el
correspondiente título 51•
El artista de referencia trabajaba desde hacía unos años en
Sevilla. En 1595 se obligó a labrar tres esculturas para el con­
vento de San Francisco de Cazalla, y a principios del siguiente

F1G, 6.-Finnas de Monín Alonso de Mesa, Gaspar de la Cueva y Luie


,,
,Espfodola y Villavicencio.

año daba carta de pago por el importe de una imagen de la Virgen


de la Oliva que le habían encargado para el pueblo gaditano de
Vejer de la Frontera. En 1598, asociado con el escultor Andrés
de Ocampo, labró la decoración de la portada del desaparecido con­
vento de la Encamación, cuya obra de arquitectura se había rema­
tado en Alonso de Vandelvira; y en 1599 contrata con el fran­
ciscano fray Mateo de Recalde varias esculturas &a.
En 1603 le encontramos trabajando en Lima. Los documentos
dados a conocer por Lohmann 53 y por fray Víctor M. Barriga 5'
ol López Ma.rtfnez: Desde Martfnez Monta/Us•••, pág. 22.
"' López Martfnez: Ob. cit., pég. 20 y slgs. Gestoso: Dtccionario de artfflces
sev&lanos, III, pég. 150.
53 Lohmann: Nottcfas... , «Revista Histórica, (1941), pág. 361 y sigs.
5' El templo <Le la Merced <Le .l.tf:ma, ,pég. 814 y sigs.

105
OBRAS DE ENSAMBLADORES Y ESCULTORES

le adjudican la paternidad de buen número de obras de escultura


y retablos para distintas iglesias limeñas, que aun no se han iden­
tificado. En 1620, el P. Andrés de Lara, en nombre del vecino
de Santiago de Chile Andrés Enríquez Yáñez, le encarga un Cristo
de la Expiración «ynclinado el rostro sobre el lado izquierdo>,
del tamaño del que se veneraba en una capilla del templo merce­
dario de Lima. Consta que murió en la capital del Perú antes
de 1626 55•
Aunque no tuvo intervención en la obra de la sillería, reúno
aquí algunos datos referentes al escultor Gaspar de la Cueva,·
que también dejó rastro en los protocolos notariales de Sevilla;
en 1612 labró un San Lorenzo para el vecino del cercano pueblo
de Tocina, Alonso de Espinosa 56• El 7 de marzo de 1613 declara
contar veinticinco años de edad. En esa fecha dice estar de par­
tida para los reinos del Perú con su mujer, Catalina Ruiz dé
Milán, y un criado, y otorga varias escrituras. Como en ese mismo
día admite por aprendiz al escultor Miguel Antúnez 57, pienso si
llevaría a éste consigo en calidad de criado. Por otra escritura
otorgada en la misma fecha, él y su mujer declaran que reciben
del pintor Juan de Uceda Castroverde doce lienzos «de pintura al 11
olio de lo divino, de diferentes hechuras de ymagenes>, valorados
en ciento cuarenta ducados, para venderlos por cuenta de dicho
artista en América 58• Sería interesante encontrar estas obras del
romanista Juan de Uceda, colaborador del rondeño Alonso Váz-
quez en la «Apoteosis de San Hermenegildo, del Museo de Sevilla.
Gaspar de la Cueva no aparece documentado en Lima hasta
su intervención en la puja de la sillería. En 1626 contrata un reta­
blo del convento de la Concepción que había dejado sin terminar
Alonso de M.esa 59• De su vida entre 1613 y 1623, nada se conoce.
ss Lohmann: Art. cit., «Revista Histórica,, 1941, pág. 356.
56 Bago Quinanllla : Ob. cit., pág. 63.
S7 Archivo de Protocolos Notariales de Sevilla: Of. IV. Pedro de Carplo, li­
bro 1.0 de 1613, fol. 829.
ss Documento núm. 62.
59 Lohmann: Ob. cit., en •Revista Histórica•, 1941, pág. 356. Harth-terré:
Art(ftces ... , pág. 124.

106
LIMA. SILLERIA DE CORO

Al tiempo de corregir estas galeradas llega a mis manos un ar­


tículo de los investigadores bolivianos José de Mesa y Teresa Gis­
bert de Mesa --que con tanto entusiasmo están dedicados al estu­
dio del arte en su país-, en el que dan a conocer nuevas noticias
sobre el escultor Gaspar de la Cueva. Documentan su presencia en
la Villa Imperial de Potosí donde se disponía a hacer, estofar y
dorar tres imágenes para un retablo que contrataba en 1632, con
destino a la iglesia de San Agustín, el maestro ensamblador Juan
Ramírez. El retablo. no se conserva, pero sí restos de uno del si- •
glo xvn que, con otros de época �terior, componen hoy uno de
los altares laterales, con esculturas <le escuela sevillana que pue­
den ser atribuídas a Gaspar de la Cueva. Relacionando la noticia
con otra· consignada por el historiador Bartolomé d(. Arzans de
Orzúa y Vela (cuya Historia de Potosí, manuscrita, se guarda en
la Biblioteca de Palacio, de Madrid), los citados investigadores
identifican como obra de Cueva, el famoso Cristo de Burgos de la
citada iglesia de San Agustín de Potosí. El estilo de esta imagen,
les permite atribuir a nuestro escultor otras esculturas conserva­
das en el mismo templo: un «Santo Agustino> de tamaño natural
y talla entera y las figuras en relieve de Santa Apolonia y la Mag­
dalena que hoy hacen parte del retablo referido. Identifican tam­
bién como obra de Cueva el cuerpo de la imagen titular del templo
de San Francisco, de la que dice el cronista Arzans que la «cabeza
y manos fué hecha en Roma, y el cuerpo lo hizo aquel insigne Cue­
bas, por ochocientos pesos>. Por comparación con el citado Cristo
de Burgos de la iglesia de San Agustín, los estudiosos Mesa y Gis­
bert atribuyen también a Gaspar de la Cueva el «Cristo a la Co­
lumna> de la iglesia de San Lorenzo, obra que me había pareci­
do 60 sevillana, de hacia 1625 y de un maestro del circulo de Juan
Martínez Montañés; y por sus relaciones de estilo con estas obras
le atribuyen también el San Bartolomé de la iglesia de Sicasica.
La presencia de Gaspar de la Cueva en Potosí, permite a los
referidos investigadores relacionar con su taller otras obras de es­
cultura, de influencia sevillana, que han fotografiado en Potosí y
60 Marco apud Angulo: Histeria del Arte H�panoam.ericano, II, pág. 330.

107
OBRAS DE ENSAMBLADORES Y ESCULTORES

en otras ciudades de Bolivia: los relieves de un retablo que, dis­


perso y mutilado, se encuentra en el templo de San Lorenzo de
Potosí, algunos de los cuales creen atribuibles al maestro; y el gran
relieve del Nacimiento que, procedente de la parroquia de San Ro­
que de Tío, se conserva hoy en el Asilo de Ancianos de la Villa
Imperial. Documentada la presencia del maestro sevillano en Po­
tosí, no ofrece duda su identificación con aquel «artifíse que fué
insigne en su oficio, llamado Cuevas> que, según cuenta el cronis­
ta Arzans, después que acabó de labrar el Cristo de Burgos de la
iglesia de San Agustín «perdió la vista corporal, que se tuvo a
mucho misterio, y ... sufrió con admirable paciencia este trabajo,
y no mucho después murió con grandes muestras de predesti­
nado> º.
En cuanto al ensamblador Luis de Espíndola y Villavicencio,
sólo se sabe que era natural de Jerez de la Frontera 62•

RETABLO DE LA IGLESIA MAYOR DE POTOSI

La lectura del reciente artículo de los señores de Mesa, citado


más arriba, me impulsa a añadir aquí unas noticias y un documen- '1
to referente al retablo mayor de la antigua iglesia parroquial de
Potosí. El viejo edificio se desplomó en 1808 y en su lugar se cons­
truyó, años después, la gran catedral que hoy existe. Pero es po­
sible que el retablo fuese trasladado entonces a otro templo, en
cuyo caso el documento puede ayudar a su identificación.
El 15 de agosto de 1680, el maestro de arquitectura Andrés
Gutiérrez Coronado de Santa María, residente en la Villa, se obli­
gó con el cura párroco don Bartolomé Martín Poveda a labrar el
retablo mayor, ajustándose a un dibujo presentado por el mismo
maestro y de acuerdo con las condiciones que se especificaban en
el contrato 63• Gutiérrez Coronado se comprometía a desmontar pre­
viamente el retablo existente, y aprovechar todo lo que se consi-
61 Mesa y Glsbert: El escu.Uar sevillano (]aspar de la Oueva 'JJ su círculo,
en «Archivo Espafíol de Arte•, tomo XXXIII (1959), págs. 59-68.
62 <Harth-terré: Artífices..., pág. 120
63 Documento núm. 63.

108
LIMA. SILLERIA DE CORO

derase útil para la obra nueva. El contrato se cumplió por ambas


partes, y en 3 de agosto de 1681 Gutiérrez Coronado <lió carta de
pago y la escritura de obligación quedó cancelada M.
El 25 de diciembre del mismo año, don Bartolomé Martín Po­
veda contrató los servicios de los maestros doradores Francisco
de Sandoval, Juan Díaz de Robles y Juan Alfonso de Carvajal.
Obligáronse éstos a «dorar ... el retablo de la dicha yglesia mayor,
el púlpito de ella con todos los marcos de los quadros que se an
de poner en la capilla mayor y en todo el resto del cuerpo de la
yglesia; todo lo cual se obligan a dorar con toda perfección, así
lo que toca a esmaltes y esculturia del retablo como en todo lo de­
más del dorado>. Por escritura de 17 de abril de 1682, dieron carta
de pago y cancelaron la obligación 65•
M AGI: Charcas, 136.
65 Ibidern.

"

109
DOCUMENTOS

,,
11111
CIUDAD TRUJILLO: CONVENTO DE REGINA

Información ante la Audiencia de Santo Domingo, a instancias del


convento de Regina.-Declaraciones de los albañiles Lorenzo Ramos
y Pedro Pérez.-27 marzo 1572. 1•

(Fol. 9 >
Testigo. =El dicho Lorenzo Ramos, alvañy, vezino desta
dicha c;ibdad e presentado por la parte del dicho monesterio para
(fol. 9 v.•) la dicha ymfonmac;ión, del qual fue rec;iuido juramento por

el dicho señor so cargo del qual prometió de dezir verdad y siendo


preguntado por el thenor del dicho ynterrogatorio dixo:
I. A la primera pregunta dixo que conoze de bista a las monjas
del dicho monesterio y tiene notii;ia de bista del dicho monesterio y
tanbien tiene noti<;ia de la nesesidad que las dichas monjas padesen.
- Preguntado por las generales dixo que es de hedad de quarenta
años. poco más o menos, e que no le toca nynguna de las partes ny le
va ynterese.
11. A la segunda pregunta dixo que la sabe como en ella se con­
tiene por que este testigo a visto todo siempre el cuerpo de la yglec;ia
donde se selebran al presente y an selebrado los divinos ofii;ios en el
dicho monesterio, es vna sala baxa muy pequeña que cabe en ella muy
poca jente y a visto que cada vez que en la dicha yglec;ia se selebra
alguna fiesta o ay sermón (fol. 10> casi toda la gente está en la calle,
por la qual · causa sabe este testigo que dexa muchos vezinos de yr
a mysa al dicho monesterio y por esta causa enpesaron a hazer vn
c�erpo de yglec;ia en el dicho monesterio y lo an sacado de simyentos
y está en alto las paredes por partes de quatro tapias en alto y por
otra. parte a cinco y esto sabe.
III. A la terzera pregunta dixo que este testigo a oydo dezir
publicamente y al parezer <leste testigo por lo que a bisto y bee, las
1 AGI: Santo Domingo, 95; ramo 3.

113
8
CIUDAD TRUJILLO

dichas monjas y conbentos son muy pobres y tanto que a oydo dezir
que con trabaxo con los bienes y renta que al presente tienen se
sustentan, por cuya causa sabe este testigo que a sesado de labrarse
y acabar la dicha obra por falta de dineros;' y esto sabe por que este
testigo fué llamado para acabar la dicha obra como ofü;ial de alva­
ñería que es y, en presen<;ia <leste testigo, vn vezino desta c;iudad que
se llama Juan Gutierrez, trató de dar para con que se acavase la
dicha obra veynte myle pesos y por ser poco dinero no se a acavado
ny se a puesto mano en la dicha obra por no the- (fol. 10 v.•) ner el
dicho conbento con qué avnque le hazia la dicha ayuda el dicho Juan
Gutierres y esto sabe de la pregunta.
IIII. A la quarta pregunta dixo que la sabe �orno en la pregunta
se contiene; preguntado como lo sabe dixo: que este testigo es, como
dicho tiene, ofic;ial de albañería y sabe segund anda oy día en esta
civdad los materiales de cal y ladrillo y varro y madera y otros ade­
rentes que son menester y ofic;iales, si se quysiese acavar de poner
en perfic;ión la dicha obra nueva que está enpec;ada, de suerte que en
ella se pudiesen selebrar los ofic;ios dibinos, será menester la cantidad
de pesos que la pregunta dize para acavalla y esto dize. -'1
V. A la quynta pregunta dixo que este testigo cree y tiene por
c;ierto que si su magestad hiziese merced al dicho monesterio de el
ayuda y dar limosna asi de los bienes de los difuntos avintestato,
como de bienes descamynados, como de lizenc;ias de negros o como
otras cossas, de la mytad de los vec;inos, que podría (fol. 11 > costar la
dicha obra despues de acavada en esta c;ivdad y vezinos buenos cris­
tianos y tales que lo <lemas darían de sus haziendas y se acabaría la
dicha ygle<;ia, y de otra suerte a este testigo le pareze que no ay
comodidad ny manera para que se acave por ser las monjas pobres
y esto sabe de la preguqta.
VI. A la sesta pregunta dixo que este testigo assí lo cree como
dize la pregunta por que en el dicho monesterio ay muy honrradas
monjas buenas cristianas y muy buenas religiosas, y sabe que en el
dicho monesterio se selebran los divinos ofic;ios con mucha debución
y reberenc;ia y esto sabe ·de la pregunta.
VII. A la sétima pregunta dixo: que dize lo que dicho tiene en
q�e se afirma y es la verdad para el juramento que hizo y si es nese-

114
CONVENTO DE REGINA

sario lo buelue a dezir y no firmó por que dixo que no sabía firmar
ny escreuir y rubricolo de su rúbrica Baltazar Gomez de Buytrón,
escriuano de su magestad.
(Fol. 15) Testigo.=El dicho Pedro Pérez, albañy, vezino desta di­

cha c;ibdad, testigo presentado por parte del dicho monesterio para
la dicha ynformac;ion del qua! Cfot. 15 v.º) el dicho señor rec;ibió jura­
mento en forma devida de derecho so cargo del qual prometió dezir
verdad y siendo preguntado :por el thenor del ynterrogatorio dixo lo
siguiente:
l. A la primera pregunta dixo que conoze a las dichas monjas
del dicho conbento y al dicho conbento y tiene noti.;;a de su casa e la
nesesidad que padesen.
- De las generales dixo que es de hedad de quarenta años y que
no le toca en nynguna de las generales, venza quien tubiere justic;ia,
ny le va ynteres en esta causa.
II. A la segunda pregunta dixo: que este testigo sabe que por
thener las dichas monjas la yglecia donde al presente selebran los
ofic;ios dibinos, tan pequeño que muchas vezes quando ay sermon no
cabe la gente dentro della y estan en la calle, enpezaron a hac;er un
cuerpo de iglec;ia en el dicho monesterio, el qual querpo de ygléc;ia
este testigo, como ofi c;ial de alvañería, sacó de simycntos y paró es­
tando las paredes por partes de a quatro tapias en alto y por partes
a más, y esto sabe por que, como dicho tiene, este testigo saco la dicha
ygle c;ia (fol. 16> de cimyentos y lo demás lo a bisto por bista de ojos
y esto sabe de la pregunta.
III. A la terzera pregunta dixo: que este testigo sabe, por que
lo a bisto, que las dichas monjas son tan pobres que muchas vezes les
falta para la comyda e sino se la diesen por Dios entre gente cristiana
y noble, no lo comerían, por que con la renta que el dicho monesterio
tiene no es posible poderse sustentar por ser muy poca, y por esta
causa este testigo sabe que las dichas monjas dexaron de mano ]a·
dicha obra y no la prosiguieron por que hera ynpusible acavalla por
no thener dineros con que la acavar; y esto este testigo sabe por que
las dichas monjas assí se lo dixeron como ofi c;ial que hazía la dicha
obra y este tes,tigo assí lo ve, que con lo que tienen es ynposible
acavalla y esto sabe de la pregunta.

115
CIUD.Ap TRUJILLO
0

IIII. A la quarta pregunta dixo: que este testigo sabe que con­
forme a los tiempos y la careza de los matheriales y ofic;iales segund
el estado en que la dicha obra nueva está (fol. 16 v.'>) el día de oy, si
1a quisiesen acabar y poner en perfic;ion para que se puedan selebrar
en ella los ofic;ios dibinos, son nesesarios y no se a<;:avara con los
dichos quarenta myll pesos de la dicha mala moneda, que podían
montar resumydos a la buena moneda de Castilla los dichos c; inco
myll ducados, y esto este testigo sabe por que es alvañy y por valer
como valen tan caros los matheriales, madera y cal y otros aderentes
que son nesesarios para acabar la dicha obra y ofic;iales, y esto sabe
de la pregunta.
V. A la quinta pregunta dixo que este testigo tiene por c;ierto
que si su magestad hiziese merced al dicho conbento de la mitad de
lo que se podría gastar en acabar la dicha obra de bienes de difuntos
.e descamynados, ay vezinos en esta c;ibdad tan buenos cristianos que
darían de limosna · al dicho monesterio la otra mitad, de suerte que
este testigo tiene por c;ierto que se acabaría la dicha obra y de otra
manera este testigo no le pareze que ay comodidad (ful. 17> para aca­
valla por ser las dichas monjas tan pobres como son, y esto sabe de
la pregunta. "
VI. A la· sesta pregunta dixo que este testigo tiene por c;ierto
que de acabarse la dicha yglec;ia sería seruido nuestro señor, por
que la yglec;ia donde se selebran los ofic;ios divinos que las dichas
monjas que agora tienen es muy pequeño, como tiene dicho en la
segunda pregunta, y por ser tan pequeño dexan muchas personas de
yr allj a oyr los ofic;ios dibinos por que, como dicho tiene, casi toda
1a gente está en la calle, y acabandose la dicha yglec;ia a los vezinos
desta dicha c;ibdad se le seguiría más decisión con la dicha casa, por
aver en ella monjas muy buenas cristianas y religiosas y debotas y
selebran los ofic;ios dibinos en el dicho monesterio con mucha dibu­
sion y se acresentaria de yr a los ofic;ios dibinos y dezir myssas en
el dicho monesterio, que por la estrechura que agora tienen no se
haz,en, y esto sabe de la pregunta.
VII. A la séptima pregunta dixo que dize lo que dicho tiene en
q,ue se afirma y esta es la verdad y lo que sabe para (ful. 17 v.'•) el
juramento que hizo y es publica hoz y fama y firmólo 'de su nonbre.=
CONVENTO DE REGINA

Pedro Pérez. = Pasó ante mi Baltasar Gómez de Buitrón, escriuano


de su magestad y registro.
- E yo Alonso de Medina, escriuano de camara de su magestad
real, lo fize escreuyr e fize aqui este myo signo que es a tal en
testimonio de verdad. (Rúbrica.)

,,

117
CIUDAD TRUJILLO: IGLESIA DE SANTA BARBARA

Carta del Arzobiso de Santo Domingo al Rey, dándole noticias sobre


las obras de la iglesia de Santa Bárbara.-9 abril 1574. 1·

- En esta <;ibdad sacando la yglesia mayor, no ay otra perrochia,


y esta yglesia de Sancta Báruara antiguamente estaua hedificada en
vn alto sobre la <;ibdad y era de paja, y como esta <;ibdad y vezindad
no a ydo en aumento, antes en diminu<;ión, vino a quedar esta yglesia
en este alto y vn monte, y por estar en este lugar no yban los vezinos
aún perrochianos a ella, y en traelles los sacramentos quando estauan
emfermos se pasaua mucho trabajo, y el Sanctissimo Sacramento no
estaua en ella con la custodia nes<;essaria, y las cosas de su seruicio
no las dexauan allí los mayordomos, sino las guardauan en sus cassas.
Visto esto con el acuerdo <leste Cauildo y pare<;er desta Real Audien­
cia y <;ibdad, se acordó de mudalla, y hedificalla en baxo, junto a la
-poblacion de las casas e vezinos della, y ansí se le sacaron los <;imien­ "
tos, y está vn estado de alto, y tiene de largo <;iento y quarenta y
<;inco pies y de ancho quarenta y tres, y en grueso tres ladrillos, lo
qual esta hecho, por yndustria y soli<;itud del canónigo Alonso de
Peña, a quien yo lo encomendé por ser persona muy soli<;ita y cuy­
dadosa, y ansí por su trabajo e limosnas. que él a auido en cantidad
de hasta mill y quinientos pessos destos quartos, a echo el dicho
hedificio, que está en este estado, el qual a de yr de arcos y sobre
ellos vigas y ladrillos por tabla, con solería de ladrillo, y la capilla
de armadura, con su sacristia apegada a ella, para de alli seruir el
altar mayor; y para acabarse esta obra y hedifi<;io, son menester
veynte mill pesos destos quartos, que de los de Castilla son dos mill
ducados. Y esta yglesia es tan pobre, que no tiene más de quinientos
pesos de quartos que son quinientos reales de plata, que aún no

1 Santo Domingo, 71; libro 3. 0, follo 84.

118
IGLESIA DE SANTA BARBARA

vastan para �era, vino y azeyte y <lemas cossas nes�essarias para


�elebrar, sin tener otra renta, ni de que poderse (ful. 84 v.°') proseguir
por la dicha obra ni acaballa si Vuestra Magestad no le haze limosna
y mer�ed destos dos mill ducados, que se podrían sacar de los bienes
de difuntos que desta �ibdad se lleuaron a Seuilla en la flota pasada,
que fueron �inco mill ducados, o de las que van en esta flota <leste
año de setenta y quatro, que van otros dos mill dl:!cados, y dello sera
Nuestro Señor muy seruido; y es obra muy pía y de mucha caridad
por que esta yglesia y perrochia en la parte donde agora está es muy
nes�essaria, por que cae en barrios hazia la mar y donde están los
forasteros y gente de nauíos, que ay muchos enfermos y de aquí se
les administran los sacramentos, y sino la vbiese y sino se acabase
y los sacramentos vbiesen de lleuarse desta yglesia mayor, podrían,
por ser tan lejos, morir algunos sin rescibillos y muchos vezinos de
aquella perrochia quedarían muchas vezes sin oyr los of fi�ios diuinos.
- Señor: por ser la yglesia tan pobre y no tener más de lo que
tengo dicho, rogué al canónigo Alonso de Peña que por amor de Dios
y seruicio de vuestra magesta�, tomase a cargo de ha�r esta yglesia
con su yndustria y trabajo, y aunque quisieramos buscar otro que
lo supiera ha�er como él y que hiziera estos neg�ios con tanto
feruor no Jo hallaramos, por que éste hizo, la yglesia de Nuestra
,,
Señora de Alta Gra�ia, que es la mas linda yglesia que ay en las
Yndias de su manera, y es muy inclinado a h�er semejantes obras
y ya que se hallara otro semejante,, auía de costar muchos dineros
cada año, y este há�elo por amor de Dios y por seruir a Vuestra
Magestad, y ansí y.9 se lo agradezco lo que puedo, y aunque falta
algunas vezes y muchas del coro, por que no puede ser menos, le
mando dar sus distribuciones y su preuenda como si estubiese pre-
sente, por ser la obra tal y tan en seruicio de Dios y de Vuestra
Magestad y en aumento de esta �ibdad; desto, ay alguna murmur�ion
en el cauildo desta yglesia entre los benefi�iados; supplico a Vuestra
Magestad mande si fuere seruido, que mientras durare la obra tenga
quenta con ella el dicho canónigo y que se le de sus distribuciones
en todo como si estubiese presente, y desto aduierto a Vuestra Ma-
gestad por que no le escriban otras cosas, siendo esta la verdadera, y
si Vuestra Magestad a mí no me diere credito, cometalo Vuestra Ma-

ll9
CIUDAD TRUJILLO

gestad al presidente desta Audiencia Real, para que ynforme de la ·


verdad. Nuestro Señor por muy largos años prospere la vida de
Vuestra Magestad con aumento de grandes estados. De Santo Domin­
go y de abril 9 de 1574.

Besa los pies de V. M. su criado y capellan.


Fr. An. Archipuscopi Sancti Dominici. (Rúbrica.)

,,

120
CIUDAD TRUJILLO: CONVENTO DE LA MERCED

Pro�anza del convento de la Merced de Santo Domiog6.-Declara­


ciones de Pedro de Carvajal, Diego Sánchez de Andújar y Bernardo
de Silva.-16 noviembre 1610. 1

- En la cibdad de Sancto Domingo de la (fol. 2> Española, en dies


y seis dias del mes de nobiembre de mill y seyssientos y dies años,
ante el señor lic;ern;iado Ruys Gómez, del Consejo de su magestad y
su oydor en esta Real Audiencia y alcalde de corte en ella, a quien
fué cometido por los señores presidente e oydores desta Real Au­
dienc;ia al hazer la in formac;ión contenido en la sédula real librada
a pedimento del dicho conuento de Nuestra Señora de las Men;edes
desta c;iudad, para poder ynformar a su magestad de la necesidad
que tiene el dicho conuento respeto de estar mucha parte dél para
caerse, y de lo que tendrá nessesidad para redificar y reparar los
daños que tiene, y la merc;ed que su magestad le a de hazer para el
dicho efecto y lo más referido en la dicha real sédula, fecha en San
Lorenc;o a catorse de junio del año passado de seys cientos y nueue,
despues de auer visto por vista de ojos los dichos daños, lleuando
consigo a Pedro de Carauajal y Diego Sánchez de Andújar, alarifes,
y a Bernardo de Silua, personas inteligentes y pelitas en el arte de
alba�ería y canthería, para mejor ynfonnar hizo parezer ante si a
Pedro de Caruajal, de el qual fué reciuido juramento en forma de
derecho sobre una señal de cruz, y auiéndola hecho y prometido de
desir verdad dixo: que por hórden y mandado de el dicho señor
oydor y en su presencia auía visto la yglesia y cassa del dicho
conuento de Nuestra Señora de las Mercedes desta ciudad y hallara
que el coro de la dicha yglesi!,l, que es a1 to y de bóueda, está para
caer el alto dél y. tiene nessesidad de desenboruer el casco y cruzería

1 AGI: Santo Domingo, 17.

121
CIUDAD TRUJlLLO

abatiéndole el testero hasta las repisas bolantes que tiene la uanda de


fuera, (fol. 2 v.º) y meterle de la misma banda dos estriuos y meter
un arco en lo bajo del dicho coro y boluer a solar de ladrillo, de
suerte que aquel cuartel quede en segundo ter�iado, y solar el suelo
de auajo de ladrillo, en que se gastará, assí de materiales como de
peones y officiales y todo gasto, cuatro mill ducados buenos; y assí
mismo el dicho conuento tiene nessesidad de proseguir las paredes
del refetorio y dormitorio que están caydas, las quales quemó y de­
rribó el inglés cuando tomo a esta ciudad, y para redificarse se an de
cubrir en lo alto y bajo con bigas y alfarxías solándolo de ladrillo,.
que costará de materiales y madera, peones y officiales de toda costa,
dos mili ducados buenos; y assí mismo tiene nessesidad el dicho
conuento de desenboluer los claustros, que assí mismo quemó el dicho
yngles y estan todos rendidos, y boluer los a cubrir, lo cual costará
de maderas, materiales, peones y officiales tres mill ducados buenos
de toda obra; assí mesmo dize el dicho testigo que el dicho conuento
a menester hazer un cuarto cubierto, alto y bajo, para una secreta
de beynte y cuatro pies de grueso, que assi mesmo quemó el dicho
ingles, que costará de materiales y manifaturas mil y quinientos du­
cados buenos; y esto es lo que al testigo le parese tiene nessesidad de
repararse y redificarse de nueuo en la dicha yglesia y monasterio, y '1
que costará lo que tiene dicho y declarado en este su dicho y decla­
ración, lo qua! si no se haze y redifica con tiempo está a mucho
riesgo de benirse al suelo lo que esta por caer; y esto es lo que saue
y responde a lo que le fue preguntado por el dicho señor oydor Cfol. 3>
lo qual es la uerdad para el juramento que hizo; y dixo ser de edad
de más de sincuenta y sinco años y lo firmó de su nombre y el señor
oydor lo rubricó; y dixo que no le tocan las generales. = Pedro de
Carabajal. =Ante mí Gaspar Páez Maldonado. =Y luego yncontinenti,
en el dicho día· mes y año, el dicho señor oydor hizo parezer ante si
al dicho Diego Sánchez de Andújar, maestro de albañilería, del qua!
fue resiuido juramento en forma deuida de derecho ensima de una
señal de cruz, so cargo del cual prometió de desir verdad y siendo
preguntado sobre lo contenido en la sédula de su magestad, su fecha
en Sant Lorenso el Real a catorse de junio del año passado de mill
y seyssientos y nueue, dixo : que por mandado del dicho señor oydor

122
CONVENTO DE LA MERCED

y en su prec;encia, el testigo y Pedro de Carauajal y Bernardo de Si­


lua, vezinos desta c;iudad, bieron la yglesia y monasterio de Nuestra
Señora de las Mercedes de esta c;iudad y los daños que en ella y en
su casa están hechos del tiempo que el ingles tomó a esta ciudad y
tasaron: lo que podran costar a reparar que es lo siguiente : El Coro
de la dicha yglesia está a riesgo y peligro de caerse y para su
reparo y remedio es nessesario desemboluer el casco y cruzería, aba­
tiendo el testero hasta las repisas bolantes de la parte de afuera, y
hazer de nueuo dos estriuos de la uanda de afuera, y meter un arco
e� lo bájo del dicho coro y boluer a formar y hazer de nueuo la cru­
zería y bóueda y solarlo de ladrillo, de manera que este cuartel quede
en punto terciado y echar su suelo de ladrillo al dicho coro, para lo
cual tiene tassado será menester cuatro mil ducados de buena mone­
da; y <lemas de lo susodicho tiene nessesidad el dicho conuento
(fol. 3 v. ) de leuantar las paredes del refetorio y dormitorio que estan
º

caydas por auerlas quemado y derribado el dicho ynglés, y cubrir lo


alto y bajo dél con uigas y alfaxías y solarlo de ladrillo, que costará
de todo gasto y costa .conforme a la moderacion y tassa que tienen
fecha, dos mill ducados de buena moneda; y assí mismo es nessesario
desenboluer los claustros del dicho conuento, que estan todos rendidos
y a peligro de caerse, y boluerlo a cubrir de nueuo, lo qua! costará
de toda costa y gasto tres mill ducados buenos segun lo tiene tassado;
y demás de lo sobredicho es nessesario hazer un cuarto cubierto alto
y bajo para hazer una secreta de beynte y cuatro pies de �ueco que
tanbien le quemó y derribó el dicho yngles, el cual costal á de costa
_y gasto mili y quinientos ducados buenos, lo qual todo es lo que el
testigo a visto, jW1tamente con las demás personas que tienen decla­
rado, tener nessesidad de reparo en la dicha yglesia y monasterio y
fo que le parese a todo su sauer y entender se gastara en ello; y dize
que esta en tanto riesgo y peligro que si no· se redifica y repara con
toda breuedad, se bendrá el suelo muy presto, y teme que cayéndose
el dicho coro a de traer tras sí mucha parte del dicho conuento, lo
qual todo dixo ser verdad para el juramento que hizo y dixo ser de_
hedad de más de sesenta años y no le tocan las generales y lo firmó
de su nombre y el señor oydor lo rubricó. = Diego de Andújar.=
Ante mi Gaspar Páez Maldonado. =Y despues de lo susodicho en este

123
CIUDAD TRUJILLO

dicho día, mes y año, el dicho señor oydor hizo pareser ante s1 a
Bernardo (fol. 4> de Silm,, vezino y mayordomo desta ciudad, para
aueriguacion de los reparos de que tiene nessesidad la yfesia y
conuento de Nuestra Señora de las Mercedes desta ciudad y de lo
que costará arreparar y edificar, del qual fue resiuido juramento en
forma sobre una señal de cruz, y auiéndolo hecho y prometido de
desir uerdad, dixo: que aunque no es maestro de cantería ni aluañi­
lería, tiene alguna notisia y entendimiento del arte de alquitetura, y
por mandado del dicho señor oydor y en su presencia vió la dicha
yglesia y monasterio juntamente con Diego Sánchez de Andújar y
Pedro de Carauajal, maestros de albañería, y todos juntos estubieron
mirando las cossas que tienen nessesidad de reparase en el dicho
conuento e yg!esia y tassaron y moderaron lo que en cada una dellas
se podía gastar conforme a lo que cuestan los materiales, peones y
maestros en esta �iudad, y hallaron que el coro de la dicha yglesia
está muy arruinado y a gran riesgo y peligro de caerse por estar
rendido por cuatro partes y cayda las claues de los cruseros, y tiene
nessesidad de desenboluer todo el arco y cruzería de la naue del coro
auiéndole el testero hasta unas repisas balantes que tiene de , la uanda
de fuera y meter dos estriuos en el testero, y meter un arco debajo
del dicho coro y boluer a formar su cresería y bóueda y solario de 11
ladrillo, de suerte que quede este cuartel en punto terc;iado, y solar
el coro de ladrillo, que todo esto será menester de gasto de todo
costo cuatro mill ducados buenos. (Thl. 4 v.") Assí mismo tiene nesse-
sidad de proseguir las paredes del refetorio y dormitorio que cstan
caídas y quemadas por que las quemó el ingles cuado tomó esta
c;iudad, cubriendo lo alto y bajo con bigas y alfarxías y ladrillo, que
costará de todo costo dos mill ducados buenos; y assí mesmo tiene
nessesidad el dicho conuento de desenboluer los claustros que tiene
por estar rendidos cuando los quemó el ingles y boluerlos a cubrir,
y sera menester_ de toda costa tres mill ducados de buena moneda;
y assí mismo a menester hazerse en el dicho conuento vn cuarto alto
y bajo para vnas secretas de beinte y cuatro pies de gueco, que cos-
tará de madera y manifectura y todo costo,· mill y quinientos ducados
buenos, por que las que tenía las quemó' y derribó el dicho yngles;
lo qulll todo es lo que el testigo a visto juntamente con las demás

124
CONVENTO DE LA MERCED

personas que tiene declarado tener nesesidad de reparar en la dicha


yglesia y monesterio y lo que le pareze a todo su sauer y entender
se gastará en ello; y dize que está en tanto riesgo y peligro que si
no se redifica y repara se cayrá y hará mucho daño porque lleuará
detrás de sí parte de la iglesia, lo qual dixo ser todo la verda.d para
el juramento que hizo y dixo ser de edad de cuarenta y sinco años
y que no le tocan las generales y lo firmo de su nombre y el señor
oydor lo rubricó. = Ba testado de lo desen no bala. = Bernardo de Sil­
ua.=Ante mí Gaspar Páez Maldonado.

Testimonio del estado en que se encuentra el convento de la Merced


de Santo Domingo.-18 enero 1752. 1,

> Yo el infrascrito escriuano publico y vno de los del nú­


<Fol. 1

mero de esta muy noble y leal ciudad de Santo Domingo, puerto de


,,
la ysla Española, Yndias del mar ocseano: cert_ifico en la mejor for­
ma que debo y puedo como el dia diez y nueue de octubre del año
prosimo pasado de sinquenta y uno, por mandado de su señoria el
señor Brigadiel de los reales exercitos de Su Magestad (que Dios
guarde) don Francisco Rubio y Peñaranda, cauallero del órden de
Santiago, presidente de esta Real Audiencia y Chansilleria, Gouerna­
dor y Capitán General de esta ysla Española de Santo Domingo,
passé en compañia de los maestros mayores de arbañileria Juan de
Abad y Blas Ramires, al reconosimiento de los estragos, y ruinas,
que causó el terremoto (que ubo en esta ciudad de Santo Domingo
de dicha ysla Española el dia diez y ocho del referido mes) en el
t�mplo de Mercedes, y hauiéndole reconosido se hallo estar sentido
y mal tratado por varias partes. Y con el motibo de hauer auido otros
dos temblores grandes el dia veinte y ocho del referido mes, uno a
,1 AGI: Santo Domingo, 321.

125
CIU�AD TRUJILLO
.

las diez de la mañana, y otro a las onse de la noche, por lo que se


augmentaron los daños en dicho templo; el referido Señor Presidente
exortó personalmente al prelado provinsial Reverendo Frai Nicolas
Brabo, y al padre comendador Maestro Fray Thomá,s Truxillo
(fol. JJ v,•) y Mendosa, a que serrasen la Yglesia, y no permitiesen se

selebrase en ella el santo sacrificio de la misa, y de facto se executó,


y desde entonses se selebra en dos altares portátiles, que formaron
con lisensia de el ordinario en las plasetas inmediatas nombradas de
don Pedro Lausel, la una, y la otra de el alféres don Bartholomé
Hinojosa, y por hauerse subseguido un terremoto mayor y más dila­
tado que el que vbo el dia diez y ocho de octubre, el qual fue en el
día veinte y vno de noviembre de dicho año de sinquenta y vno, del
que resultaron mayores estragos en todos los edifisios y templos,
pero en ninguno más que en el de Mersedes; a petision de el expre­
sado Reverendo padre provincial Reverendo Fray Nicolas Brabo,
lo e uisto oy día diez y ocho de enero de este año de mill e setecien­
tos y sinquenta y dos, y le he hallado mui mucho más de lo que le vi
el día diez y nueue de octubre pues siendo asi que al primer terre-
moto no quedo sepa, arco, arista, y paredes del templo, que no estu- 11
biesen hendidas, y quedaron maltratadas, oy tienen la sircunstansia
de que aquellas hiendas y auerturas, que al prinsipio eran como un
canto de un peso fuerte, oy tienen dos dedos de apartamiento, y
aquellas que eran auerturas de dos dedos caue por ellas una mano,
y aquellas que tenían quatro dedos caue por ellas un braso como se
ue en el campanario (y capilla de San Joseph), donde la clabe de la
puerta que mira al sur se esta viniendo abaxo, y todas las piedras,
que estan en sima de ella (fol. 2) llegandose a esto que siendo las
bobedas de piedra están las sepas (de donde arrancan los arcos en lo
interior del templo) partidas de alto abajo por tres y quatro partes, las
piedras de los arcos desvnidas con desplomo de una purgada, entre
unas y otras, los arranques de los arcos están molidos en particular
los de el coro, y segunda bóbeda, caminando de este a ueste, el
tersio de un arco, se esta biniendo abaxo desde la clabe, las aristas
estan de modo que la que era linea cóncaba, es aora linea conbexa,
y lo que era conbexa es por la parte de arriba cóncaba; tiene una

126
CONVENTO DE LA MERCED

hienda en lo alto de la bobeda hasia el norte, de ochenta pies de


largo y tres purgadas de ancho, de suerte que desde el piso de la
yglesia se ue la claridad de1 sol por ella y se distingue el sielo; un
quartel de la bobeda de la capilla de san Joseph está en el suelo, y
lo <lemas viniendose abaxo; poco menos estan la capilla de la Conso­
lasion, la de el Sagrario, la de la Consepsion, la entrada de el coro,
la bobeda de el órgano, y pared de su empujo; y para que conste y
obre los efectos que ubiere lugar, de pedimento de el reverendo padre
provincial reverendo fray Nicolas Brabo, doy la presente en esta di­
cha ciudad de Santo Domingo en diez y ocho días del mes de enenro
de mill setesientos sinquenta y dos años.
Derechos sin el papel quatro reales.
Phelipe de la Peña. Escriuano publ�co.
Los escribanos de el numero de esta ciudad (fol. 2 v.º) de santo Do­
mingo que aqui signamos, y firmamos certificamos y damos fee que
Don Phelipe de la Peña de quien parece firmada la certificacion
antecedente es tal escribano publico de el numero de esta dicha ciudad

,,
como se titula, y a el presente vsa y exerce dicho su oficio con toda
aprovacion por ser fiel, legal, y de confianza; y para que conste da­
mos la presente en esta sobredicha ciudad de Santo Domingo. Vt
supra.
En testimonio de verdad. En testimonio de verdad.
Estevan Lopez de Vrtiaga Juan de lauastida
escriuano publico y de escrivano publico..
provincia. [Rúbrica] [Rúbrica]

127
p A N A M A A D u A N A

Acuerdo de la Audiencia sobre la construcción de la Aduana.


4 mayo 1575. 1,

En cibdad de Panamá, a quatro días del mes de mayo


(Fol. 501 v. )
º

de mil e quinientos e setenta e cinco años, los señores presidente e


oydores del Audiencia · e Chancilleria Real de su magestad que en ella
reside dixeron: que por quanto su magestad por su real cédula, que
es la de suso. contenida, manda se señale sitio donde se pueda hazer
casa de aduana e contratación en esta dicha ciudad y se haga la planta
della y se enbíe al Real Consejo de Yndias con parecer de la dicha
Real Audiencia e de los officiales de la Real Hacienda, con relación
de la estimacion de lo que podrá costar e de donde se podría pagar
como no sea de la real caxa, como se contiene en la dicha real cédula 11
y en cumplimiento dello, estando presentes el thesorero Tristán de
Silua Campofrío y Agustin de I-laro, contador, oficiales de la Real
Hacienda de la dicha ciudad, mandaron parecer ante si Alonso Cano
de Arauz, vezino desta dicha ciudad, persona esperta e de yngenio
en semejantes edificios e a quien suelen encarga; semejantes obras
como a sido las Casas Reales donde está la dicha Real Audiencia y
ipuentes y otras obras públicas desta ciudad, y a Pedro Bicerite, can­
tero; y confirieron y trataron entre sí en qué sitio e lugar se podría
hazer la dicha Aduana que estuuiese en lugar commodo y conuiniente
e que se pudiese hazer a menos costa y qué tra<;a era necesario tu­
viese, y auiendo platicado lo suso dicho y visto los lugares y sitios
que estan en la ribera del puerto de la dicha ciudad dixeron: que, de
una conformidad, que les pare9a que el lugar y sitio más conue­
niente e cómodo que auía en esta dicha ciudad para poderse hazer

1 AGI: Panamá, 11. «Un libro de cartas escrlptas a S. M. por la Audiencia,


oficia lea y otras personas• •.., 1572, f-011011 501 y sigs.

128
ADUANA

la dicha Aduana y a menos costa Crol. 502> era frontero de las Casas
Reales, a la lengua del agua, que haga pared la peña donde están
fundadas dichas Casas Reales, e que se prosiga la dicha Aduana por
el solar que está por edificar de las dichas Casas Reales; e los seño­
res mandaron que los dichos Alonso Cano e Pero Vicente hagan la
tra� y modelo para la dicha casa e Aduana con juramento que acla­
ren la cantidad que en ello se podrá gastar e fecho se traiga ante los
dichos señores para que den su parecer como su magestad lo manda,
e así lo proueyeron e mandaron e firmaron de sus nombres.=El
Licenciado Juan Rodríguez de Mora. =El Doctor Salcedo Nieto. =
Tristán de Silua Campofrío. =Agustín de Haro. = Pasó ante mí Ga­
briel de Nauarrete.

Informe de los maestros Alonso Cano de Arauz y Pedro Vicente.


5 mayo 1575. 1· ,,
En la ciudad de Panamá, a cinco días del mes de mayo de mill e
quinientos e setenta e cinco años, ante mí Gabriel de Nauarrete, es­
criuano de cámara, parecieron presentes Alonso Cano de Arauz, ve­
cino desta ciudad, e Pedro Vicente, cantero, e juraron por Dios e por
Santa María e por la señal de la Cruz en forma de derecho, so cargo
del qua! prometieron de dezir verdad en lo de yuso contenido e dixe­
ron que en cumplimiento de lo que les a sido mandado por los seño­
res presidente e ;oydores desta Real Audiencia ellos an visto el sitio
e lugar donde a sido señalado para hazer la casa de Aduana que su
magestad manda se haga e les parecía que el dicho lugar que a
sido señalado es el más acomodado e mejor que otro algu no para el
dicho efecto, de más de que se podrá hazer a menos costa por ser el
cimiento e pared de que se podría aprouechar de piedra, Crol. 502 v.0) de

l Ibídem, follo ó02.

129
9
PANAMA

más que la dicha Aduana se yncorporará con las dichas Casas Reales,
donde por lo alto se harán aposentos para los oficiales reales e lo
baxo seruirá de Aduana y avrá almazenes, donde les parece que se
awnentará la Real Hacienda en más cantidad de myll e quinientos
pesos cada vn año; y que la obra que a de hazer an dado el modelo
della en dos papelones firmados de sus nombres; e para la dicha
obra les parece que se gastaran treinta mill pesos de plata ensayada
e a de ser todo de cantería y ladrillo y que esto que dicho tienen es
la uerdad a lo que les parece en Dios y en sus conciencias para el
juramento que tienen fecho según su sauer y entender, lo qua! an
visto, mirado y tanteado e lo firmaron de sus nombres.=Alonso
Cano.=Pedro Vicente.=Pasó ante mí Gabriel de Nauarrete.

130
P O P A Y A N C A T E D R A L 1

Auto del Obispo ordenando el reconocimiento de la catedral.


16 junio 1763.

En la ciudad de Popayán, a dies y seis días de el mes de junio


de mili setecientos sesenta y tres años, el Ylustrisimo Señor doctor
Don Gerónimo Antonio de Obregón y Mena, de el Concexo de Su
Magestad, Obispo de esta Dioseci, mi Señor, dixo: Que por quanto
la falta de Arquitectos de profession, en que se hallaba esta ciudad al
tiempo que el Y1ustrissimo Señor Doctor Don Diego de el Corzo su
antecezor, resivió la real cédula de cinco de Octubre de el año de
sinquenta y quatro, en que previene y ordena Su Magestad (que Dios
guarde) se haga la competente justificación de el daño que causó en
la fábrica material de esta Santa Yglesia el terremoto del día veinte
y cinco de Abril de setecientos sinquenta y uno, las obras que· son
necesarias para su reparo, el total costo de ella, lo que podrán pro­
ducir la parte que en los diesmos tiene asignada dicha fábrica,
(fol. 1 v.º) las limosnas, y el repartimiento que en tales casos se debe

hacer según la Ley, no dio lugar a que se practicassl!n estas dilixen­


cias con la formalidad que demandan y era necessaria para infor­
mar el real ánimo de su Magestad, con toda distincion sobre estos
asumptos. Y haviendo cezado esta causa por hallarse al presente en
esta ciudad el Hermano Simon Senher de la Compañia de J esus, y
Don Joseph Aguiló, Maestros aprobados y muy peritos en la Arqui­
tectura, y necessitando oy mas que nunca de promptos reparos el edi­
ficio de dicha Santa Yglecia, p;¡.ra precaver su total ruina, que por
las continuas lluvias que cada día la deterioran a juicio de ho�bres
intelixentes, y segun lo que tiene reconocido su Señoría Ylustrissima
en la vizita que de ella hizo, se seguirá indefectiblemente sino se
1 AGI: Santa Fe, 610. Dió noticias diel legajo donde se encuentran estos do­
cumentos Buschlazzo: Estudios de Arquitectura colonial (Buenos Aires, 1944),
página 69.

131
POPAYAN

ocurre en tiempo con el remedio, debía mandar y mandó sean citados


dichos Hermano Simon Senher y Don Joseph Aguiló, para que el
día de pazado <Bol. 2) mañana concurran a dicha Santa Y glesia a la
hora de las dies a hacer el reconocimiento de su fábrica material, y
vaxo de juramento expongan con la mayor prolijidad el estado en
que se halla y el modo con que se podrá evitar el riesgo que la
amenaza, previniéndose al Capitán Don Joseph de Mosquera, y al
Doctor Don Lorenzo Hurtado, para que, como prácticos en las fábri­
<:as y materiales de el país, regulen el coste que poco más o menos
tendrán las obras que se concideraren prezisas. ·y en la misma con­
formidad mandaba y mandó su Señoría Ylustrissima que el Colector
de Diesmos expreze qué cantidad produce la parte que en ellos tiene
asignada dicha fabrica, como tambien la perzona a cuio cargo corrió
la percepción de las limosnas, que para este efecto se pidieron en las
Provincias de. el Chocó, dé razón jurada de la que se recoxió, y si
existe ó se ha distribuido en algunos de los urgentes, y precizos gas­
tos de dicha Iglecia. Y en quanto al repartimiento (fol. 2 v.º) que debe
hacerse entre los vecinos, se requiera a los Señores Oficiales Reales
den razon de los encomenderos de el distrito de esta Dioseci y de la
calidad de sus encomiendas, para que en vista de todo se proceda,
"
con su intervención a executarlo segun la Ley. Passándose noticia de
esta providencia por el presente Notario a. los Señores de el V�nera­
ble Deán y Cavildo, para que intelixenciados de su contenido asistan
el día citado a los actos que en ella se exprezan. Y este auto, que
por la estrechez de el tiempo servirá de exhorto en forma, a manos
de el Señor Don Pedro de la Moneda, Governador y Capitan Gene­
ral de estas Provincias, precediendo la urbanidad acostumbrada, y
para que, respecto a hallarse su Señoría con el mismo encargo, asista
si fuere servido por su parte a dicho reconocimiento, nombrando los
suxetos que le pareciere, y dando las providencias mas conformes al
mejor cumplimiento de dicha Real Cédula, y lo firmó· su Señoria
<fol. 3) Ylustrissima de que doy fe.=Geronimo Antonio, Obispo de
Popayan. =Ante mi Manu� Alonzo Gonzalez de Velasco; Notario
mayor.

132
CATEDRAL

Informe del arquitecto P. Simón Schenherr, S. J.-20 junio 1763.

Razon del Padre Simón


Ylustrisimo Señor.=En cumplimiento del orden que reseví • de
Vueseñoria Ylustrissima y de mi Superior, asistí a la vista de ojos
que se hizo de la Yglecia Cathedral, para dar vaxo de juramento mi
parecer conforme a la facultad que profezo, y que actualmente me
hallo exercitando con la práctica experiencia de muchos años, en cuya
conformidad executé el mas exacto, y prolixo exámen en todas las
paredes, ventanaxes, y fachada de la yglecia, y hallé con no poco
horror, mucho mayor en todas partes el desplome, que yo mismo ha­

,,
vía observado en diversas ócaciones. Subí a examinar los enmadera­
dos de el cañón, y de las naves, y hallé, con mayor susto, que las
vigas no tienen cavezas ni tienen donde estrivar las tixeras por no
,tener las soleras empalme alguno; por este motivo se ban saliendo
las vigas faltándoles a muchas muy poco para (fol. 8 > caer por no
tener descanzo ni ser capaces ya de suxetar las paredes, a que no
prosigan sus desplomes. Por tanto puedo asegurar que se halla en un
deplorable estado y j usgo que en conciencia debo decir no ser capás
de composición ni remedio alguno, por hallarse toda la fábrica en
próximo peligro de una total ruina, tanto que. segun todas las reglas
de el arte parece sobrenatural su subsistencia. En conclución, se
debe desarmar quanto antes porque si se dilata por algun tiempo la
dilixencia se perderan sin duda, o en la mayor parte o en el todo,
los materiales de texar ladrillo, cal, y madera, fuera de perderse los
tabernaculos, y <lemas adornos de la Yglecia; y lo que es más el
extrago de muchas perzonas, y edificios circunvecinos de la ciudad.'
-En órden al dictamen que juntamente se me pidió sobre la ydea de
el edificio, y la quenta de los materiales que se necessitan para la
nueva construcion de la Yglecia, soy de parecer que se siga (íbt. 8 v.º)

133
POPAYAN

el mismo plan de la antigua, haciendo nuebamente los s1m1entos que


según parece tienen poca o ningu na cal, y reduciendo las paredes
colaterales a nueba y mejor forma, con estribos interiores embebidos
en la misma pared, dexando arcos para que no estorven los altares,
como sucede ahora, y levantando otros arcos, desde las Paredes a los
pilares, para travar el edificio, y levantar sobre dichos arcos los estri­
vos que han de contener la pared del bentanaxe. La obra según llevo
exprezada la he delineado, y reduciéndola a compas hallo que tiene
varas quadradas de fabrica solida ... ... 003922 varas de edificio·
- En· cada vara entran doscientos dies,
· y ocho Ladrillos que hacen ... ... ... 854790 Ladrillos
-· A cada vara de este edificio corres-
ponden tres fanegas de cal, y hacen
la cantidad de... ... ... ... ... ... ... 011766 fanegas de cal
- A cada fanega de cal corresponden
dos, y media fanegas de arena que
hacen ... .. . . .. ... ... ... ... ... ... 02941 S fanegas de arena
- Para hacer todos los rejos necesa-
. ríos de andamios, tumbados &• son
menester cueros ... ... ... ... 000200 cueros
- (fol. 9) Bigas de a once varas . . . ... 049 Bigas
__:_ Biguetas de a siete varas ... ... ... 220
- Bi guetas de a siete, y media varas ... 090
- Soleras poco mas, o menos de a nue-
be varas .•. ... ... ... ... ... ... ... 100
- Cañas para entexar ... ... .. . ... ... 900
- Clavos xemales para tixeras, tirantes,
y Burros ... ... ... ... ...... ... ... 1200 clavos
- Clavos de encintar, y hacer cubos, y
cerchas ... ... ... ... ... ... ... .... .. 3000

Si se desarma a tiempo la Yglecia podrá servir lo más de la texa,


y quando más se havrá de buscar una tercera parte. La madera y
tablazón se halla en gran parte inservible, y lo que pudiera aprove­
charse de esta servirá para cubos, cerchas, burros, y tumbados, como

134
CATEDRAL

también las cañas que se hallaren buenas, para los andamios; sera
precizo buscar más, unos doscientos palos de varazón. Esto es lo que
me parece, debo decir a V. S. Y. suxetando mi juicio al parecer de
personas más intelixentes que yo en la facultad. Y quedando prompto
con lo poco, o nada que pudiera servir a V. S. Y. cuya salud, y vida
ruego a Dios guarde por muchos años para el consuelo de sus obe­
jas:· de este colegio de la (fol. 9 v.º) Compañía de Jesus de Popayán.
Junio veinte de setecientos sesenta y tres.= Ylustrisimo Señor. =Beso
la mano de su Señoría Yllustrisima su más humilde y seguro servi­
dor.=Simon Senhert de la Compañía de Jesus.

Informe del arquitecto don Jo� Aguiló.-21 junio 1763.

Ynforme de Don J oseph Aguilón Arquitecto


Don Joseph Aguilon, recidente en esta ciudad de Popayán, ha­
viendo sido mandado por el Ylustrisimo Señor Obispo Doctor Don
Geronimo Antonio de Obregón y Mena, concurriese al reconocimien­
to de la Yglecia Cathedral de esta dicha ciudad el dies y ocho de el
presente mes para que conforme a nii profession de artifize, expon­
ga mi sentir acerca los hilos, y plomadas hechas en los costados, y
frente de la Yglecia; cumpliendo con ello vajo de juramento que
hago a Dios Nuestro Señor, y esta señal de Cruz t de hacerlo segun
mi leal entender, y saber, digo: que el desplomo reconocido en va­
rias partes de los costados de el cañon principal (construido sin tra­
vazon con las dos naves de dichos costados) tanto como la de el frente,
y portada, sin apoyo para el empuxe de la arquería de dicho cañón�
se haze (fol. 10> muy temible con el agregado de el sentimiento que
ha hecho la techumbre rompiendo la clavazón principal de las soleras,
y juzgo que el riesgo de undirse es próximo, aún sin aiuda de temblor
de tierra. Y el reparo más conforme que se puede aplicar, siento ser

135
POPAYAN

desmontarla para precaver la ruina que puede ocacionar coxiendo la


gente adentro,. y evitar tambien la que padecerían los retablos y de­
más interior de la yglecia, y aprovechar algunos de los materiales
con ahorro de mayor costo, para el desmonte, despues de ocacionada
la ruina. Todo lo qual pide concideracion para que se execute quanto
antes. Y por lo que hace al material de cal y ladrillo, que pueda
necessitarse para su reedificacion haviendo de executarse con las pre­
cauciones de fortaleza, según Arte prevenidas para la duracion, re­
gula a exemplar de la yglecia dé la Purificación, jurisdicion de Santa
Fée, construida de cimiento a techo por mi, más siendo poco rnenor
que la catedral de esta ciudad se gastaron en ella dies (fol. 10 v.º) y
seis mill fanegas comprendidas desde la primera lechada de los si­
mientos hasta el entexado, podrán necessitarse . <lose mill fanegas para
la construcion de dicha catedral, contemplando aprovechar para los
cimientos las mesclas que tiene la dicha Yglecia avivándolas con nue­
ba cal. Y si este sufragio de mesclas no huviera para los simientos
que consumen mucha cal, se necessitaria mayor número. La arena
para mesclar la dicha cal y que frague bien; será doblado número de
fanegas que el de cal. El ladrillo que se necessitará en el concepto
tambien de aprovechar el que saliere enteFo, y aun alguna parte de
ripio en los centros, y el restante en los simientos, será de setecientos
a ochocientos mill millares. Si la yglesia que se hiciere nueba fuere
del mismo ancho que la de que se trata, si se destecha en tiempo
podrán servir muchas de sus maderas para los mismos empleos que
ahora tienen, o para otros almazenadas vajo de cubierta pa - (fol. 11 >
ra precaverla de corrupción. Y como se ignore lo que esté servible
para el nuebo techo, se deberá a lo menos conciderar necesarias tixe­
ras, vigas y soleras para el cañón principal. Con más para el total de
andamios, de doscientas a trescientas viguetas y tirantes. No obstante
que la texa se aproveche, y que la yglecia se construya de el mismo
largo y ancho que tiene ahora, se ha de contemplar necessitarse una
tercera parte más, por la que se ha de romper al vaxarla e interin
buelva a servir. Lo mismo se deberá conciderar por lo que hace a la
clavazón que habrá que repararla y formarla de nuebo. La caña de
d techo y tablazón del artezón interior, podrá servir para andamios,

136
CATEDRAL

cubos, y cerchas, reponiendose de nuebo iguales cantidades, en caso


de que el artezon interior haya de seguir de tabla al que de presente
tiene la dicha yglecia, para cuya conclución, por lo que hace a solo
·ma teriales para ello, se deverá conciderar la varazón para cintas de
el en- (fol. 11 v.") cañado de el techo, el consumo de rejos para anda­
mios, las herramientas, hasta concluir con las puertas. Assi lo siento,,
y para que conste, y obre el efecto que huviere lugar lo firmo en
dicha ciudad de Popayán en veinte, y uno de Junio de mill setecientos
sesenta y tres. =Joseph Aguilón.

10

Auto del Obispo de Popayán, disponiendo que el Hermano jesuíta


Venancio Gandolfi, arquitecto, reconozca la catedral.-17 septiem­
bre 1763.

Auto. = En la ciudad de Popayan en dies, y siete dias del mes de


,,
Septiembre de mill setecientos sesenta y tres años: el Ylustrissimo
Señor Doctor Don Geronimo Antonio de Obregón y Mena mi Señor,•·
meritissimo Obispo de esta dicha ciudad y su Obispado, del Concexo
de su Magestad &• dixo: que sin embargo del prolixo reconocimiento,
que de orden de su Señoría Ylustrissima se havia hecho de la fabrica
de esta Santa Yglecia Cathedral en la ruina que amenaza, por los
artífices y demás intelixentes, que se hallaron en esta ciudad, teniendo
noticia recidía en el Colegio Máximo de la Compañia de Jesús de la
de Quito un religioso Coadjutor Benancio Gandolfi de notorio cre­
dito en la Arquitectura por las sobresalientes obras que ha dirixido
y construido en su colegio, y fuera de él, suplicó al Reverendo Padre
Maestro Provincial, que no obstante la distancia de doscientas leguas
que se cuentan de esta ciudad a la dicha de Quito, y SU§ pezados
(flot. M) caminos, se sirviese remitírselo para que reconociendose nue­
bamente el estado de dicha Santa Yglecia, pudiesse su Señoría Ylus-

137
POPAYAN

trisiima con mayor individualidad, exactitud, y satisfacción hacer a


Su Magestad (que Dios guarde) el correspondiente informe para el
reparo y remedio de su material fábrica, y haviendo dicho Reverendo
Padre Provincial condescendido con la mayor promptitud, y atencion
a este ruego, y hallarse ya en esta ciudad dicho religioso arquitecto:
Debía mandar y mandaba se haga nueba vista de ojos, y reconoci­
miento de dicha Santa Yglecia Cathedral por dicho artífice, para cuyo
efecto, y que se practique con la mayor formalidad, se haga saber
para su asistencia a entrambos Cavildos y Oficiales Reales de estas
Caxas. Y respecto de que el Señor Governador y Comandante Gene­
ral de estas Provincias se halla ausente en su vizita, se paze noticia
con recaudo politico al Señor Teniente Don Phelipe Martinez Valdés,
para (fol. ·14 v.º) que asista en su nombre a esta dilixencia, a la que
concurrirá su Señoria Ylustrissima el dia veinte de el corriente que
señalaba, y señaló para este efecto. Assi lo proveyó, mandó, y fir­
mo. =Geronimo Antonio Obispo de Popayan. =Ante mi Manuel Alon­
zo Gonzales de Velasco. = Notario mayor.

.,
11

Informe del Hermano Venancio Gandolfi.-21 septiembre 1763.

Pareser.=Digo yo Benancio Gandolphi, Religioso de la Compa­


ñia de (fol. 16> Jessus, que con las devidas licencias de mis prelados
lós quales me mandaron passasse desde la ciudad de Quito a esta
ciudad de Popayan a pedimento del Yllustrisimo Señor Doctor Doh
Geronimo de Obregon y Mena, Obispo Dignícimo de ella; vnicamen­
te para reconoser la fábrica de la Yglessia Cathedral de esta ciudad,
por ser ya años que está sacudida, y desconssertada en la vnión de
sus paredes como lo muestran los desplomos que tiene, y el artezon
del techo que está desconssertado notable.mente, y por este motibo no
han faltado pareseres que decían era nesesario se derrivase del todo

138
CATEDRAL

esta yglesia y fabricarla de nuebo; pero yo, despues de haver echo vn


exsamen prolijo de todas las paredes que contiene este edificio, he
hallado no ser necesario el derrivar las paredes de esta fábrica y solo
será precisso refaccionarla y assegurarla, componer varias cadenas de
fierro para asegurar las paredes, y afian- (fol. 16 v.º) zar el armazón
del techo. Todo lo qual se debe hasser quanto antes y lo mas breve
que se pudiesse, y de no hasserlo brebe puede ponersse en estado de
no tener remedio ni compocición por los continuos temblores que
suele experimentar en estas partes, y aunque no sean muy recios, por
lo que está dispuesta nuestra fábrica, puede padesser mucho y con
hast:r los reparos dichos arriva quedara muy bien assegurada la fá­
brica de la yglecia y aunque no dejarán de subir los gastos de esta
obra de diez en doce mil pessos, si se quiere como se debe repararla
bien y componer lo que necessita. Para lo qua! dexaré la ynstruccion
correspondiente antes de mi regreso a la ciudad de Quito. Este es mi
sentir, y paresser que doy por ser este mi oficio, y la facultad en q:ue
me he ejercitado tantos años, assi en Europa como (ful. l:7) en las
Yndias· en ocho años y más que vibo en ellas. Y por ser berdad lo
que digo lo firmo en este Colegio de la Compañia de Jesus de Popa­
yán en veinte y vno de Septiembre de mil setecientos sessenta y tres
años.=Benancio Gandolphi.

12

Informe del arquitecto don Antonio García.-11 septiembre 1784.

El Teniente de Milicias Disciplinadas de esta ciudad Don Antonio


García, a conssequencia del auto del Yllustrissimo Señor Obispo de
esta Diocessis, proveydo en veinte y seis de Abril de mil setecientos
ochenta y quatro, y en virtud del prolijo reconocimiento que ha prac­
ticado de la Yglessia Cathedral de (ful. 23 > esta ciudad associado del
Reverendo Padre Fray Antonio de San Pedro, Religioso Francis-

139
POPAYAN

cano, y con personal hacistencia del Yllustrisimo Señor Obispo, del


Señor Governador y su lugar Teniente, y vno de los Señores Ofi­
ciales Reales, el Señor Canónigo Penitenciario Doctor Don Miguel
Valencia como Procurador de el Cavildo Ecleciastico, del Escrivano
de Real Hassienda y Notario Maior, <leve exponer: que el expressado
edificio consta de tres naves, su longitud interior de sessenta varas
inclucive tresse que ocupa el presviterio; la latitud, de la nave prin­
sipal de nueve varas tres pulgadas, la de las colaterales de quatro y
media varas. Las columnas que son quadradas de vara y tercia de
cracicie. Los muros de la nave prinssipal y la crasicie de los arcos, de
vna vara y dos pulgadas. La crasicie del muro del frontispicio de
vara y tercia y la elevación del edificio consta de poco más de trese
varas.=Puntualissadas estas dimen- (ful. 23 v.º) ciones, procedió a plo­
mar sus partes prinssipales y siendo la primera el muro del frontis­
picio, lo halló con el desplome de más de tresse pulgadas en la altura
de tresse varas. Los muros colaterales del presviterio dieron el des­
plome, el vno de quatro y el otro de tres pulgadas. Lbs muros de
la nave principal desde la misma altura tresse varas hasta el bassa­
mento del columnage, dieron el desplome de onsse, doce y trece pul-
"
gadas con corta diferencia según las distintas partes que se plomaron.
Iten su inclinacion sobre los muros de las naves colaterales y todo el
orden de columnas y arquerías sigue al mismo tiempo la inclinación
del muro del frontispicio ya venssido. El material de este edificio es
de ladrillo, tierra pisada y mescla de cal, muy floxa y en cantidad
excessiva. Su construccion es desagradable a la vista, no esta sujeta
a alguno de los ordenes de arquitectura que enzeñan a edificar con
proporcion, hermosura y fortaleza; vn ar- (fol. 24> tezonado de ma­
dera, cubre sus naves y vn tejado ordinario lo defiende de las lluvias.
La arquería de la nave principal demuestra quarteaduras calzadas, y
no tiene mas ertlasse con los cituros de las naves colaterales, que el
que le comunica el órden de vigas que mantie�e el texado. El arco .
toral ha padessido conssiderables quebrantos, y mantiene algu nas
quarteaduras. =Supuesto lo imperfecto y ruinoso de este edificio ha
formado el conssepto de que las dos paredes de la nave prinssipal, y
todo el órden de arquerías, gravitan continuamente contra las vigas

140
CATEDRAL

del texado de las dos colaterales, y que este dévil apoyo ha contenido
accidentalmente hasta lo presente su mayor venssimiento o total rui­
na; pero que en flaqueando estos sustentantes, o por el demasiado
empuge de las paredes ya venssidas, ó por maltratadas las maderas
con la humedad del texado, ó por devilitadas del comegén, guzano
que las pulberiza y conssume en po- (f<>I. 24 v.•) cos días, como lo ha
acredi�do la esperiencia en estos vltimos tiempos en que se veé la
ciudad acometida de esta plaga; en el casso de cada vno de estos acci­
dentes deve temerse la vltima desgracia con lamentable estrago del
clero y del pueblo si sucediesse en el tiempo de los Divinos Oficios,
con menoscabo de los materiales del mismo edificio, pérdida total de
los tabernáculos y alhajas que lo adornan y tal ves conssiderable
quebranto de los edificios inmediatos y gente que transsita las calles
circumbessinas, que zon las mas públicas de la ciudad.=Mayor es
el riesgo que amenaza la pared del frontispicio por el incinuado des­
plome que se le observa el empuge que le hasse el orden de arquerías,
y no tener otro apoyo o estribo al frente, que dos bastonssillos de
cal y ladrillo sobrepuestos, de poca crasicie, y ya venssidos y por
conssiguiente deviles para contenerla prinssipalmente (fol. 25 > en el
casso de vn terremoto de que es molestado el paíz.=Siendo precisso,
por lo que lleva expuesto, penzar seriamente ó en assolar este templo
ó en precaver su ruina con nuebos apoyos ó sustentantes, es de sentir
que se <leve reedificar desde sus cimientos, porque a más de que
qualquiera remedio que se le aplique costara mucho dinero y la inper­
feccionará, y la afeará más de lo que está, nunca se conseguirá otra
cosa que apuntalar para vna contingente duracion vn templo por
muchas partes venssido y ruinoso.=En los años pasados se fortifi­
caron las paredes de las naves colaterales, reedificándolas en la maior
parte, a costa de conssiderable cantidad de dinero que se imvertió en
su reparo; pero como las arquerías y paredes de la nave prinssipal
que estan venssidas, no tengan enlace alguno en las paredes reedifi->
cadas y solo sirvan de hasser coz a las vigas del tejado que tiene
vnión ::on dicha nave, (f'ot. 25 v.•) siempre queda ésta en el riesgo de
ruina improvista en el cazo de falsear las vigas por qualquiera acci­
dente de los que lleva expuestos que <leven conssiderarse no remotos.

141
POPAYAN

Vltimamente es de sentir que en el casso de resolver la reedificacion


de esta Yglecia, no se <leve penzar en el aprovechamiento de algunas
partes sanas que en ella se reconosen, porque faltándole a su todo la
devida proporcion, simetría y capacidad necesaria para el numeroso
pueblo, y al mismo tiempo conssiderandose floxos los simientos con
la continuada abertura de sepolturas, el sujetar los planos que se for­
men a las imperfecciones y defectos graves que de aquí resultan,
sería imvertir con riesgo y defectuosamente vn considerable caudal
por el interés despreciable de vn limitado aprovechamiento.= Por las
razones expuestas y sólidos fundamentos que assí lo perssuaden,
paresse será (fol. 26> lo más seguro el que lo más brebe pocible se
asuele este edificio, y en el ínter se verifica se mantenga serrado para
evitar de e�te modo el extrago que puede caussar vna ruina impro­
vissa; y por lo que respecta a la capassidad, proporcionada al nume­
roso pueblo, que se <leve dar al nuebo edificio que se construya, y el
costo que en el se puede impender, expone que estas son circuns­
tapcias pertenessientes al sujeto perito que se haga cargo de la for­
macion de los planes, sin los quales no se puede haser el cálculo que
se pic;le. Que este es su sentir en conciencia y verdad, y lo firma en
Popayan a onsse de septiembre de mil setecientos ochenta y quatro
y lo jura en devida forma.=Antonio García.

13

Informe de fray Antonio d4' San Pedro Pérez, arquitecto.


13 septiembre 1783.

Pareser.-Fray Antonio de San Pedro, predicador y micionero


apostólico de este Colegio de Miciones de Popayan: en virtud del
auto proveydo en veinte y tres de Julio de este año por el Yllustri­
cimo Señor Doctor Don Gerónimo Antonio de Obregón y Mena,
Dignissimo Obispo (ful. 26 v.º) de esta Diocessis, a fin de recónosser

142
CATEDRAL

el estado y ruina que amenaza la Yglessia Cathedral de esta ciudad,


con expresa licencia que obtube del Reverendo Padre Guardián de
este Santo Colegio: pasé a dicho reconocimiento acompañado del Se­
ñor Teniente de Milicias Don Antonio García, Professor del Arte de
Arquitectura; y hacistiendo perssonalmente a esta diligencia el refe­
rido Yllustricimo Señor Obispo, el Señor Governador y Comandante
General de esta ciudad Don Pedro de Beccarias Espinosa, el Señor
Penitenciario Doctor Don Miguel de Valencia, y varios de los otros
Señores Canónigos y acistiendo assimismo vno de los Señores Ofi­
ciales Reales, el escrivano de Real Hacienda, y el Notario mayor, cuio
reconocimiento ejecuté, y relacionandolo aquí debo decir k� siguiente:
Que consta esta yglecia de tres naves; su longitud (sin incluir los
macissos de pared) de sessenta varas, (fol. 27l incluidas tresse del pres­
viterio; de latitud nuebe. Las naves menores tienen de latitud quatro
varas y media y de longitud quarenta y .siete; está dividida la :iave
prinssipal de seis cuerpos que forman vnos pilares de ladrillo con
sus arcos correspondientes, sobre los quales siguen vnas paredes hasta
la altura de tresse varas, poco· mas o menos, las quales se hallan inde­
pendientes de las naves menores sin tener mas comunicación con
ellas que las que le dan las bigas de los texados de dichas naves; está
cuvierta esta nave con un artessonado de madera, sin tener otra
vnio'n todo este cuerpo más que el arco toral de el presviterio, el qua]
se halla a distancia de tres varas contadas desde la pared que cierra
el presviterio.=En las naves menores ay varias claces de pared, vnas
con excessos en sus macissos y otras con defecto en ellos; éstas se
hallan cuviertas de vnos texados eregidos desde la pared exterior a
las paredes de la na- (ful. 27 v. º) be maior, quedando su forma dessa­
gradable a la vista por su construccion imperfecta y falza por varias
partes.
Ruinas de la Yglesia.=El frontispicio de la yglessia se compone
dé vna pared que tiene de macisso quatro piez y de alto trese varas,
en la qual el maestro de alarife pusso la plomada, y noté en ella decli­
nación o desplome de tresse pulgadas y media; y desde esta pared
arrancan los dos arcos primeros de las dos líneas de arquería que
forman el cuerpo prinssipal de la yglessia, por cuio motivo no es

143
l

POPAYAN

suficiente para el enpuje de estos arcos la sola crassicie de quatro


piez que tiene esta pared, juntamente con vnos pequeños y mal echos
estribos. =En las primeras pilastras (el referido maestro de alarife)
y en todas las demás pusso la plomada, y las hallé con los desplomes
siguientes: dichas primeras desde la altura de tresse varas tienen la
inclinación sobre la nave menor del lado de la Epistola, ca- (fol. 28 >
torsse pulgadas con poca diferencia a otras. Las pilastras del lado
del Evangelio tienen la misma inclinacion o desplome con muy poca
diferiencia sobre la nave menor de dicha parte. Las dos paredes del
presviterio tienen assimismo el desplome, la vna de quatro y la otra
de tres pulgadas; advirtiendo que los arcos y pilastras arriva dichos
se hallan con dos inclinaciones diferentes, la vna para el frontispicio
y la Gtra sobre las naves menores en angulos rectos, como assimismo
el que las dos paredes formadas sobre los arcos referidos exerssen
su fuerssa sobre las vigas de las naves menores, y éstas sobre las
paredes exteriores, lo qual es caussa de que estas paredes estén reci­
viendo notable daño.=El material de la fábrica de dicha yglecia se
redusse a ladrillo con un poco de cal y mucha tierra por mescla; lo
qua! en el estado presente es defecto gravissimo, y ayudado y ayuda
a su total ruina. Los macissos de los pilares se hallan sin la cracicie ,,
correspondiente (fol. 28 v.º) a su altura, lo qual es caussa de que todos
los arcos padescan grandes quebrantos, y no passé a rexistrar estos
por tener ya los motivos. suficientes y aun sobrados para declarar mi
sentir en la forma que expondré. = En atencion a lo ya expressado
arriva, digo que el cuerpo de dicha yglesia no está sujeto a los órde-
nes de arquitectura ni observaron en ella proporciones de cuerpo lim-
pio ni rústico, y no atendiendo a esto, conssiderando a sus ruinas
insuficientes materiales de que está compuesta su fábrica, debo dessir
que será supérfluo gastar caudales y tiempo en reparar sus daños
por ser ya estos irremediables.
Paresser. =En cuia atención soy de sentir, para descargo de mi
conciencia, que en el día y sin demora alguna se sierre dicha yglessia
cathedral sin permitir entre en ella perssona alguna, passando a cele­
brar los Divinos Oficios donde su Señoria Yllustricima ordene y
(fol. 29 > mande, para evitar la desgracia enminente que puede padesser

144
CATEDRAL

el clero y pueblo, pues comfiesso que en el tiempo que estuve tomando


las medidas y observando sus desplomes me sorprendí de un notable
temor, jusgando podersse arruinar en aquel tiempo. Todo lo qual es
lo que se me objeta el decir dando satisfación a lo mandado por
auto de su Señoría Yllustricima, y cumplimiento al orden de mi
superior y prelado acerca de las ruinas y fatal estado en que actual­
mente se halla constituida esta Santa Yglesia Cathedral. =Y por lo
pertenessiente a lo que igualmente se ordena en el mismo proveydo
de dicho Yllustricimo Señor, sobre que imforme de que si ay ne­
cessidad de hasser nueba yglecia, y que capacidad <leva tener esta
respecto del numeroso pueblo de esta ciudad, como assimismo del
caudal que se podrá expender en su obra,· <levo dessir: que por todo
lo que llevo relacionado anteriormente se deduse claramente el nece­
sitarsse de otra yglecia nueva, y de demoler la que actualmente
exhiste; en quanto a la capassidad que ha de tener (fol. 29 v.º) esta
segunda yglessia, en casso de fabricarsse de nuevo, atendiendo al
cressido pueblo, digo: Que la longitud de la nave maior <leve ser de
setenta y dos varas en claro sobré corta diferiencia fuera de los
macissos, arreglando a esta longitud su latitud, y por esta las naves
pienores. Todo lo qual debo expressar assí por ser lo que en el
,,
casso hallo segun mi dictamen. Y en quanto a el costo de su fábrica
no puedo dessir lo nessessario, por no tener conocimiento en los
precios de materiales ni sus portes ni construcciones, por motivo de
estar recien venido de los Reynos de España, y conssiderar el que
habrá gran diferiencia entre los costos de hallá a los que tienen
acá. =Es quanto puedo imformar acerca de lo que se me ordena en
el auto del Yllustricimo Señor Obispo, salbo meliori, y para que
conste lo firmo en Popayán a tresse de Septiembre de mil setecientos
ochenta y qua:tro. =Y para que lo expressacio, y segun el modo que
com- (fol. 30> preendo por el juicio que yo hago obre el efecto que
haia lugar, lo juro en devida forma, fecha vt supra. = Fray Antonio
de San Pedro Pérez.

145
10
14

Declara ción del maestro de albañilería Pablo Arri aga.-25 abril 1785.

En el mistnº día veinte y cinco de abril, en cumplimiento de lo


mandado co mpareció Pablo Arriaga, maestro albañil de esta ciudad,
S
de quien su Señoria el eñor Governador y Comandante General le
reciv ió jura mento, por ante mí el Escrivano, que hizo por Dios Nues­
tro Señor y 111ª señal de Cruz segun derecho, so cargo de él prometió
decir verdad de lo que supiere, y se le preguntare, y siendolo al
thenor del decreto de veinte y nueve de octubre del año proximo
passado, y paresser sobre que recae, dijo: Que haviendosele citado
como albañil y maestro de obras en su arte de esta Ciudad por no
37
haver otro para el efecto (fol. > de echar plomadas y reconoser por
medio de el�s los desplomes de la yglecia cathedral, lo que verificó
comenzando por el frontis y puerta prinsipal de su entrada que mira
al Occidente, se reconoció tener desde lo_ alto abajo de desplome en "
aquella parte de donde dimanan los arcos del cañon prinssipal # tresse
pulgadas y media, y haviendo entrado a dicha yglecia y echado la
plomada desde los primeros arcos que arrancan desde la rafa o pared
de dicho frontis, assí en estos como en los demás desde sus arran­
ques de las pilastras, todcs se hallaron con desplomes, los primeros
de catorsse pulgadas por lo que mira a las naves, assí a sus lados o
colateralés del Evangelio y Epistola, y assí el lado de el Evangelio,
tienen la znisma inclinacion o desplome los dichos arcos primeros que
arrancan cJtsde el coro para arriva, y otros poco menos. Y las pare­
37
des del prtSViterio por sus lados la una (fot v.•) tubo quatro pulga­
das y la otfll tres, y que en su sentir considera que el cañón principal
de la yglecia por los desplomes de los arcos de ella se halla expuesto
a vna ruiDII, por ser muchos los temblores que se experimentan en
esta ciudad haviendo maiores algunos mayores de los experimentados
hasta lo pressente, y estar a la vista la mal calidad de la mescla con

146
CATEDRAL

que ha sido construida, por la falta de la cal correspondiente a la


mucha arena y tierra que se reconoce en la construcción de dichos
arcos. Que es quanto en el particular y en fuersa de el juramento
echo puede exponer, y haviendosele leydo esta su declaracion en
ella se afirmó y ratificó, asseverando ser de quarenta y dos a quarenta
y tres años de edad, y lo firma con Su Señoria de que doy fee. = De
Beccaria. = Pablo Arriaga. =Ante mí, San�hez.

15

Cálculos del costo de la obra de la catedral.-1786-1787.

Aprecio de la obra.=En todas partes se dificulta a los arquitectos


más peritos, y experimentados la determinación acerca de los aprecios
de los edificios por la multitud de cálculos que ocurren y distintas
concideraciones que debe tener quien lo emprende; pero en esto_s pai­
zes, donde se rarece de aprecio y valor (fol. 64 v.") fixo de los mate­
riales, donde el travajo de los maestros ala¡ifes, oficiales y demás no
está suxeto a medida ni tiempo, y la inconstancia y poca agilidad de
el peonage obliga a hechar mano de los primeros que se presentan a
este exercicio, se dificulta más el debido conocimiento para los apre­
cios de los edificios, y los cálculos están suxetos a muchas variacio­
nes. No obstante estas constantes dificultades, para dar alguna idea
de el costo que podrá. impenderse hasta su perfección en el edificio
que se figura, he procurado averiguar y asercarme quanto ha sido
posible al valor de los materiales de ladrillo, piedra, mortero y ma­
deras, conforme a la práctica que tengo adquirida y a la razón que
he tomado de los maestros mayores de el lugar, para computar sobre
este fundamento el aprecio de una vara cúbica de edificio, omitiendo
el executarlo por toezas quadradas, y cúvicas por ser aquella medida
la que está en practica en el paíz. A este efecto, conciderados los
géneros de muros de que consta el edificio,' las averturas y huecos de

147
POPAYAN
-------
puertas y ventanas, hechas las correspondientes resoluciones de los
arcos y bóbedas, atendidas en las molduras, cornijas y resaltes la
calidad de el material, travaxo y composicion, y discurriendo de el
mismo modo en todo lo respectivo a las distintas (fol. 65 > partes de
que se compone el todo de el edificio, he reducido en los términos
siguientes los valores de una vara cúbica, cuio aprecio deberá conci­
derarse sobre un poco más o menos. = Una vara cúbica de piedra de
cantería para cimientos, desvastada a boca de pico, contando la· aper­
tura de el foso, oficiales, peonaxe y mortero, si· ésta se compone de
varias piezas se puede apreciar prudentemente en... ... 011 pesos
Vna vara cubica de piedra sillar de varias piezas colocada
en su lugar se regula su costo en .. . ... ... ... ... ... 018
Vn capitel corinthio arreglado al módulo del órden y tra­
vaxado regularmente en ... ... ... . .. ... ... ... ... ... 080
Vn solido de muro de ladrillos de una vara cúbica con­
tando el travajo y material en . .. ... ... ... ... ... ... 011
Vna vara cúbica de arquería por la mayor demora en el
t�ava �o, elección de material � costo de andamios y
c1mbna en... ... ... ... .. . .. . .. . ... ... .. . .. . ... . .. 018 - 11

Se guardará la misma proporcion con las bóbedas y media naran­


xa.=A proporción de lo que se vaia elevando el edificio, se deben
dar a cada vara cúbica algun aumento de precio, y este puede ser de
dos a seis varas de altura quatro reales. A dies (fol. 65 v.") de altura
un peso, y assí hasta su ultima elevación, por razon de el costo de
andamios y mayor numero de peonages que se necessita.

Vna viga cuasi en bruto de quince varas de largo y un pie de


gruezo, se regula en dies y siete pesos ... ... ... ... ... .. . 017
Vna tabla de dos varas y media de largo, dies y ocho lineas de
gruezo, y dos pies de ancho en cuatro reales.

El millar de texa vale veinte y cirn;:o pesos, y una rastra o carga


de caña de seis varas de largo y una pulgada de gruezo, algo más o
menos, y la carga se compone de veinte y quatro cañas vale dos

148
CATEDRAL

reales.=Con estas cañas se hace la mezeta o planos inclinados para


recivir la texa y formar los texados por ser de mucha duración y
fortaleza.
Con atención a estas reglas y valores y a las dimensiones de que
constan los dos edificios de yglecia cathedral y capilla de el Santissi­
mo Sacramento que se propone en el plan, me parece podrá v-erifi­
carse su construción con la cantidad de doscientos noventa mill pessos,
si se observan las reglas de buena economía: en la intelixencia <fol. 66>
de que este aprecio no passa de un juicioso cálculo prudencial por
las razones que tengo expuestas. = Popayán dies y ocho de Junio de
mill setecientos ochenta y seis. = Antonio García.

Abalúo. = Señor Theniente General, y Auditor de Guerra. = En


cumplimiento de la superior providencia dada por este Goviemo,
que se me ha hecho saber por el presente Escribano, para que regule
por menor el costo gue pueda tener la nueba fábrica de la yglecia
cathedral de esta ciudad, segun el plan que tiene formado para ella
el theniente de Milicias Disciplinadas Don Antonio García, digo:
Que siendo sumamente difícil suxetar a un cómputo fixo una regu­
lación como la presente, por todas las razones que tiene expuestas
el dicho Don Antonio García, en la que ha formado solo puede veri­
ficarse por un cálculo prudencial, como lo hizo haviendo concurrido
yo a darle aquellas noticias prácticas que tengo adquiridas en el
exercicio de mi ministerio; y assí para evacuar la dilixencia por mi
parte, procediendo en Crol. 66 v.•) todo con intervención de los Señores
Regidores Don Joseph Marcelino de Mosquera y Don Joseph María
de Mosquera, como suxetos impuestos de el precio de los materiales
de este paíz y de los jornales correspondientes al peonaxe y oficiales,
me parece una prudente regulación la siguiente.

Regulacion.=Que la vara cúbica de piedra de cantería para ci­


mientos desvastada a pico, con inclución de el fozo, oficiales, peonaxe
y mescla, importe dose pesos. = Que una vara cúbica de piedra sillar
de varias piezas puesta en su lugar valga de dies y ocho a veinte
pesos. = Que un capitel corinthio arreglado al módulo de el órden val­
ga ochenta pessos. = Que una vara cúbica él.e muro sólido de ladrillos,

149
1
POPAYAN

con inclución de oficiales y material, valga de once a dose pessos.=


Que una vara cúbica de arquería assi mismo incluyendo todo el costo
de ella, val ga dies y ocho pesos, y que a proporción semexante se
regulen las bóbedas.='Eti todo lo dicho havrá que aumentar el apre­
cio, segun la elevación que tomare el edificio, y podra ser sobre un
poco más o menos de quatro reales, desde- las dos varas de altura
hasta las seis. A (ful. 67 ) dies de altura un peso, y en igual confor­
midad se irá aumentado hasta su última elevación por el mayor costo
de andamios y mayor numero de peones que se necessita.

Costo de materiales.=El millar de ladrillos vale de dies y seis


a dies y ocho pesos, fuera de su acarreto, y con éste de dies y
· ocho a veinte.==tEII millar de texa, vale, con inclución de acarretos,
veinte y siete pesos.=La fanega de cal vale, puesta en esta ciu­
dad, de dos pesos a veinte reales.=La fanega de arena vale un
real y tres quartillos.=Con corta di feriencia de menos puesta tam­
bien en esta ciudad.=Con atención a estos valores, y a las di­

,,
menciones de que coristan los dos edificios de Yglecia Cathedral y
Capilla de el Santissimo Sacramento propuestas en el citado plan,
soy de sentir, que los doscientos noventa mili pesos en que los ha
regulado el Theniente de Milicias Don Antonio Garcia, serán lo me­
nos que pueda costearse en ellas, si se observan las reglas de buena
economía, y que en caso de haver alguna diferiencia, será siempre de
algunos miles (ful. 67 v.º) sobre la tazacion hecha; que es mi sentir a
juicio de un prudente calculo. Popayán <lose de enero de mill sete­
cientos ochenta y siete.=Don Josef Marcelino de Mosquera. =Joseph
Maria Mosquera.=Pablo Arriaga.=Por otrosi digo: Que haviendo­
seme mandado regular lo que importen los materiales de la anti'gua
yglecia que se demolió, he omitido hacerlo por ser tan de poca con­
cideración que haviendose mandado vender, su valor dudo que alcanze
a cubrir el costo de la demolición, exceptuando el ladrillo que hay
existente por haverse destinado al cerco de un Campo Santo que se
trata de construir, y sin embargo de que aun se hallan en pie las
paredes de el cerco de las naves coraterales, tampoco debe traerse a
colación el precio de sus materiales, porque en solo allanar el sitio y

150
CATEDRAL

demolerlas para delinear la nueba fábrica, será necessario impender


igual o mayor precio de el que tenga, fecha ut supra.= Pablo Arriaga.

Abalúo.=<Fol. 68) Señor Theniente general y Auditor de Guerra. =


En cumplimiento de la supetior providencia dada por este Govierno,
para que forme la tazación del costo de los enmaderados de la nueba
Yglecia Cathedral y Capilla de el Santissimo Sacramento, que se
trata de construir con arreglo al plan que tiene formado el Theniente
de Milicias Don Antonio Garcia, digo: Que con intelixencia de la
práctica que tengo adquirida en mi oficio, y con consulta de el citado
Don Antonio Garcia, sobre las direcciones de el edificio y calidad de
las maderas correspondientes, assí mismo con intervencion de los
Señores Regidores Don Joseph Marcelino de Mosquera y Don Joseph
Maria Mosquera, como suxetos intelixentes en el valor de los mate­
riales de este paíz, me parece una prudente regulacion la siguiente :

Por sinquenta y seis vigas de longitud de· quince varas


cada una ... ... . . . ... . .. ... . . . ... .. . : .. ... ... ... ..• 1120 - O
Por dos órdenes de soleras para ciento sinquenta y dos
varas, doscientos treinta pessos ... ... . .. ... ... ... ... 0230 - O
(Fol. 68 v.º) Por el valor de tixeras, tirantes, sintas y demás
necessario para cubrir con texado setenta y quatro varas
de longitud y dies y seis de latitud, quatro mili ciento
treinta y dos pesos ... . .. . .. ... .. . ... ... ... . . . ... 4132 - O
Por el valor de la madera para un plano inclinado o media
agua de setenta y quatro varas de longitud y catorce
de latitud, setecientos ochenta y seis pesos ... .. . ... 0786 - O
Por el valor de dos puertas buenas de quatro varas de
diametro y siete de alto, y tres más de tres varas y
tercia de diametro, y cinco y me�ia de alto, un mili
quatrocientos sinquenta pesos . .. ... . .. ... . .. ... . .. 1450 - O
Por el valor de dos simbrias o cerchas, cada una de tres
ojas fuertes para arcos de el diametro de <lose varas
menos tercia, quarenta y ocho pesos ... ... .. . ... .. . 0048 - O

151
POPAYAN

Por el valor de dos simbrias, compuesta cada una �e


nuebe ojas para el diametro de <lose varas . . . ...... 0288- O
Por el valor de dos simbrias, compuesta cada una de tres
ojas para el diametro de arquería de ocho varas, se-
senta pesos ...... ......... ...... ... ... ..... . ...... 0060- O
(Fol. 69> Por el valor de la madera para cubrir un texado
de siete varas de latitud y veinte y uno de longitud,
ochocientos sesenta y tres pesos . . . .. . ... .. . ... ... 0863- O
Por el valor de la madera para un texado de doce varas
de longitud y catorce de latitud, quatrocientos pesos .. . 0400- O
Por el valor de la madera para un texado de quarenta y
seis varas de longitud y once de latitud, mili setecien-
tos tres pesos .. . .. . ... ... . . . .. . ... . .... . ... ...... 1703 - O
Por el valor de la madera para un texado de media agua
de quarenta y seis varas de longitud, y seis de latitud. 0481- O
Por el valor de tres puertas buenas, las dos de tres y me­
dia varas de ancho, y cinco varas y dos tercias de alto,
y la otra de tres varas de ancho y cinco de alto, mill
y doscientos pesos ... ... ... .. . ... ... .. .

Suma total ...


1200- O
,
12761 - O

El valor que se ha puntualizado en estas piezas debe entenderse


con inclución del costo de carpintería, clavazón y travajo necessario
hasta ponerlas en uzo, con exc1 ucion de la texa, y lo co- (Fol. 69 v.")
rrespondiente a albañileria. En cuia conformidad, queda evacuada,
a juicio de un cálculo prudente, la dilixencia que se me tiene preve­
nida. Popayán <lose de Enero de mili setecientos ochenta y siete.=
Don Joseph Marcelino de Mosquera.=Joseph María Mosquera.=
Ygnacio de el Campo.

152
TUNJA PUENTE· DEL TOPO 1

16
Informe de los maestros mayores de albañilería José Ignacio Rincón
y Juan Ignacio Cano.-12 mayo 1794.

<Fol. 65-l, v.•)


En la ciudad de Tunja, en doce de mayo de mil se­
tecientos noventa y quatro años, haviendo pasado Josef Ignacio Rin­
cón, maestro mayor de albañilería, y Juan Ignacio Cano, maestro
del mismo arte, al reconocimiento del Puente del Topo como se man­
da en el decreto precedente, y prestado el juramento por ante mi el
presente Escrivano, que hissieron conforme a derecho, comparecieron
ante el Señor Corregidor Justicia Mayor y a presencia de mi el
Escrivano, dijeron a conscuencia de lo que se les pregunta en dicho
decreto: Que dicho Puente amenaza pronta ruyna; que el tiempo
que puede absistir es mientras ay una o dos crecientes; que el reparo
que se le puede hacer es boltearlo y hacerlo de nuevo; que la cantidad
que se puede impender en todo es la de quinientos pesos. Que en lo
demás que se interroga se remiten a lo que llevan expuesto, en la
ynteligencia de que en su apeo se puede impender la cantidad de cien
pesos y en la reedificación quatrocientos más que menos. Y lo firman
con su señoría por ante mi de que doy fé. =José Jover. =José Ignacio
Rincón. =Juan Ignacio Cano. = Ante mi Juan de Dios Román de
Azebedo.

17

Informe del arquitecto Bernardino Lozano.-19 septiembre 1794.

(Fol. 686> En cumplimiento de la superior determinación que ante­


cede y de lo mandado por el señor corregidor Justicia Mayor de esta
1 Aa-ch!vo Nacional de Colombia, Bogotá.: Mejoras materiales, tomo 24.

153
TUNJA

Provincia Don Josef Jover ... , compareció Bernardino Lozano ante mi


el prese�te Escribano de su Magestad Público y de Cabildo, y ha­
viendo prestado el juramento conforme a derecho expuso lo siguiente:
Que ha hecho reconocimiento y regulación del terreno y costo que
puede tener la nueba construcción del Puente del Topo, que fué arrui­
nado a cauza de servir éste en un gran zanjón que han labrado las
avenidas en tiempo de lluvias por ser aquella tierra delesnable, are­
nosa y que trae desenzo, por cuio motivo, lavorando el agua por el pié,
fué descalzando el puente hasta quedar en el ayre solo atracado con
los barrancos de los costados y como a esto , se agrega el mu­
cho y continuado trajin de las semanales cargazones de las mieses,
por fin dió abajo con una cresciente que no dejo ni aún los frac­
mentos del edificio arruinados y al mismo caer se derrumbaron los
dos lados que lo sostenían, quedando aquel citio con una anchura y
ondo que pone terror al asomarse y como esto cada dia ha en au­
mento, no se puede arreglar por medida, y assí disse que para la
maior subsistencia de la nueba fábrica es nessesario hacer, a uno y
otro lado, murallas de veinte varas, profundando el fundamento de
éstas tanto quanto lo permita aquel terreno, con refleción a lo que
con el tiempo irá labrando el agua al pié de dichas murallas a la
parte de abajo profunda el cause, que oy eleva para el sentro quanto
sea posible y llenar aquel gueco con piedra de buen ajuste y mescla
fuerte, para que esta calsada baya resibiendo los bancos que ha for­
mando el agua a la parte de abajo. Que en el medio de estas dos
murallas quedará el puente, arrancando de ellas una roca de ladrillo
de cinco varas de largo, que esto es de la una a la otra importa (sic
por imposta), y el ancho o pisso de quatro.=Que se necesitan para
dicha obra los materiales siguientes sobre poco más o menos : tres
mil piedras de sepas, que llaman de boey; diez mill y quinientas de
mampostt;ría; setecientas fanegas de cal y el duplo de arena; quatro
mill ladrillos para el arco y dies bigas para la simbra; ocho tablas y
veinte baras para el andamio y los correspondientes lazos; que sobre
presios no puede dar razón porque no ha tenido obra ninguna en
esta ciudad, pero que si ha reparado que los materiales son escasos
y la piedra\ bien retirada; que se necesita de un maestro, un oficial,

154
PUENTE DEL TOPO

ocho Reones diarios y dos que labren piedra, sin los acarretas, y que
se pueden pagar con mil y seiscientos pessos; y que su total integro
·puede ascender, poco más o menos, a tres mil setecientos pessos, y lo
firma por ante mi de que doy fe...
Bernardino Lozano [ rúbrica l.
Ante mi Juan de Dios Román de Azebedo [ rúbrica 1-

18

Informe del maestro albafiil Vicente Ignacio Montero.-23 abril 1805.

(Fol. 704)En la ciudad de Tunja, en veinte y tres de abril de mil


ochocientos y cinco años, el señor doctor Don Bartolomé Flóres,
Alcalde orainario del primer voto despachando el juzgado del señor
Corregidor, en virtud de lo pedido por el señor Procurador General
y en cumplimiento de lo mandado en el decreto que antecede, recibió
juramento al maestro albañil Visente Ignacio Montero, quien lo hizo
a Dios Nuestro Señor y una señal de la cruz, bajo del qual ofreció
decir verdad en lo que supiese y se le fuere preguntado; y siéndolo
al tenor del escrito precedente dijo: Que todo lo que pretende saber
el señor Procurador General es cierto, y añade que en el tiempo que
se hizo el avalúo de tres mil setecientos pesos,' tenía el barranco de
ondo <lose varas ·y en el día ya tiene catorce; lo primero le consta
también al Padre Capuchino que exercita este arte en la capital de
Santafé, con cuyo asocio se hizo por el declarante el avalúo de diez
mil pesos el año de ochocientos uno; y que esta obra se comenzó
quatro varas más hondo de las catorce referidas, por ser la tierra
muy delesnable, hasta topar en tierra firme. Y que esta es la verdad
en fuerza del juramento que tiene fecho, en que se afirmó y ratificó
siendole leida; dijo ser de edad de más de treinta años y lo firmó.
Doy fé. =Doctor Flores.=Vicente Ignacio Montero. ·Ante mi José
Dimas Azebedo, escribano público de tierras e interino público de
. Cavildo.

155
TUNJA

19

Informe del arquitecto fray Domingo de Petrés.-6 �rzo 1807.

(Fol. 714 > Exmo. Señor: Cumpliendo con lo mandado por V. Ex­
celencia debo informar, que por súplica de D. José Jober, Corregidor
en aquel tiempo de la ciudad de Tunja, hice el plan que aparece en
los autos del puente de que se trata; pero como después haya estado
en aquella ciudad, y no se haya contado para nada con mi corta inte­
ligencia, y haver pasado algún tiempo, no hago memoria al presente
del gasto en que se regularía y pueda regular el costo de dicho puen­
te, ni menos las circunstancias que a esto y a otras cosas puedan in­
ducir; esto es lo que puedo decir a V. Eoc. sobre el particftlar.
Dios nuestro Señor guarde la vida de V. Ex. muchos años. = Con­
vento de capuchinos de esta �pital, y Mar�o 6 de 1807. S. M. H. S.
Excmo. Señor •
Fr. Domingo de Petrés [rúbrica].

156
CARACAS: CONVENTO DE LAS CARMELITAS

20

Explicación de los planos de Carmelitas de Caracas. (Láminas 8 y 9.) l·

(Fo l. 1>
Planos altos / y baxos · de un convento de / religiosas
carmelitas / descalsas que se a constrvido en / la ciudad de Caracas
de la pro / vincia de Venezuela de or / den y disposision del Yll /
S DD Joseph Felix Valuerde dig / nissimo obpo desta / diocesi del
con / sexo de su magestad.

( Fol. 2 > Distribucion del plano baxo y primer Piso


Nuro. l. Portería del combento.
Nuro. 2. Cuarto de la Tornera.
Nuro. 3. Locutorior para las Religiosas.
Nuro.
Nuro.
4.
5.
Locutorio Seglar.
Pasadiso a el patio de la cosina. ,,
Nuro. 6. Vn corredor que sale al dicho patio.
Nuro. 7. Prouisoria.
Nuro. 8. Otro cuarto conducente a dicha Prouisoria.
Nuro. 9. Patio con su tanque de agua para el cermc10.
Nuro. 10. Escala principal.
Nuro. 11. Refectorio.
Nuro. 12. Sala de Profundis.
Nuro. 13. Fregadero.
Nuro. 14. Cosina.
Nuro. 15. Cvarto donde estan los fogones.
Nuro. 16. Corral para gallinas.
Nuro. 17. Claustro donde estan los lavaderos.
Nuro. 18. Patio con su tanque de agua para lavar.
Nuro. 19. Sala de Recreacion.
1 AGI: Santo Domingo, 796.

157
CARACAS

Nuro. 20 y 21. Dos quartos para Ropería.


Nuro. 22. Secreta baxa.
Nuro. 23. Huerta o Jardin.
Nuro. 24. Pasadiso que ·sale al claustro de fuera.
(Fol. 2 v.")

Nuro. 25. Claustro procesional.


Nuro. 26. Patio.
Nuro. 27. Ante coro baxo.
Nuro. 28. Coro baxo.
'Nuro. 29. Rexa del coro.
Nuro. 30. Cañon de la Yglesia.
· Nuro. 31. Capilla maior.
Nuro. 32. Puertas de la entrada a la Yglesia.
Nuro. 33. Tres confesionarios.
Nuro. 34. Quatro altares del cuerpo de la Yglesia.
Nuro. 36. Altar maior.
Nuro. 37. Sacristía exterior de clérigos.
Nuro. 38. Entrada o saguan de dicha sacristía.
Nuro. 39. Sacristía ynterior de las Religiosas.
Nuro. 40. Torno de la Sacristía. 11
Nuro. 41 y 42. Dos bodegas interiores para los trastes de la Yglesia.
Nuro. 43. Corredor del Capellán.
Nuro. 44. Sala del Capellan.
Nuro. 45. Cuarto del Sacristan.
Nuro. 46. Patio.
Nuro. 47. Pasadiso a el corral.
Nuro. 48. Corral.

Distribusion del Plano alto o Segundo Piso

Nuro. l. Descanzo alto de la escala y tranzito para los ambulatorios.


Nuro. 2. Oratorio ynterior.
Nuro. 3. Trancitos o ambulatorios para todas las seldas.
Nuro. 4. Veynte y una seldas.
Nuro. 5. Vn corredor que mira a el patio de la cosina.

158
CONVENTO DE CARMELITAS

Nuro.- 6. Archibo o Secretaria.


Nuro. 7. Descanzo· alto de la escala del claustro de dentro.
Nuro. 8. Sala de Capitulo.
Nuro. 9. Pasadiso o trancito con dos tribunas.
Nuro. 10. Pasadiso al patio o claustro alto.
Nuro. 11. Oaustro alto.
Nuro. 12. Entrada al dicho patio alto.
Nuro. 13. U:n corredor que mira a el patio de los labaderos.
Nuro. 14. Entrada a la escala de la asotea.
Nuro. 15. Secreta alta.
Nuro. 16. Entrada o ante sala de la enfermería.
Nuro. 17. Enfermería.
Nuro. 18. Cala para la botica con su escala interior.
Nuro. 19. Escala de la enfermería.
Nuro. 20. Asotea que sale a el ambulatorio.
Nuro. 21. Ante coro alto.
Nuro. 22. Coro alto.

159
CUMANACOA: IGLESIA PARROQUI AL

21

Declaración del albañil Juan Francisco Parrilla, en una información


hecha en Cumanacoa.-14 agosto 1769. 1 <Fol. 2'3 v.º)

En la dicha ciudad [ San Baltasar de los Arias o Cumanacoa] en


catorze días de dicho mes y año, yo el dicho Theniente Justicia Ma­
yor en prosecución de esta justificación hize comparecer a Juan
Francisco Parrilla, maestro alvañil y vecino de Crol. 24> esta ciudad,
a quien, por ante los infrascritos testigos con quienes actúo como
juez cartulario por defecto de escribano, le recibí juramento que hizo
por Dios Nuestro Señor y una señal de la Cruz en toda forma del
derecho, por el qual prometió decir verdad en lo que supiese, enten­
diese y fuese preguntado, y haviendole insinuado y leido el despacho
que da principio a estos autos, enterado de sus particulares dijo: Que
la iglesia parroquial de esta expresada ciudad, dedicada al Señor Rey '1
San Balthasar y la misma que se refiere en dicho superior despacho,
quedó enteramente y demo- Crol. 24 v.º) lida de resultas del terremoto
que acaeció en esta provi_ncia el año pasado de sesenta y seis, y res-
ponde. Preguntado: que lugar y decencia se le dió al Santísimo con
el motivo de esta ruyna, dijo: que no se hallava quando este suceso
en esta ciudad por estar fabricando una yglesia en el pueblo de Santa
María, de la jurisdicción de San Phelipe, pero que oyó decir con
mucha notoriedad se había colocado el Sacramento en una casilla de
paja, y después trasladádose a una reducida hermita en donde actual-
mente se halla reservado el Santísimo Sacramento sin la devida de-
cencia, por ser la dicha hermita no tan so- Crol. 25 > lamente dévil en
su fábrica sino es tambien expuesta a un incendio y otros peligros,
responde.=Preguntado de qué material convendrá reedificarse nueva
yglesia, y de qué capacidad será suficiente a este vecindario dijo:

1 AGI: Caracas, 246. Cuaderno de 57 folios, iSin rotular.

160
IGLESIA PARROQUIAL

Que respecto a que se tiene la experiencia de que las fábricas de cal


y canto sólidas son las que más padecen en estos paizes cuando acae­
cen terremotos, su parecer es se hagan de vajareque doble horco­
neado de robles y apretiladas sus paredes de cal y canto, afirmados
dichos horcones en cimientos de · cinco quartas de ancho; que la capa­
cidad que conviene (ful. 25 v.º) tenga dicha yglesia, según los vezinos
de esta ciudad y los que se esperan de próximo, es de cincuenta varas
de larga, libre de la sacristía, y die_z y ocho de ancha, repartidas en
tres naves, y que éstas vayan formadas en pilares de roble forrado de
ladrillo, con cimiento proporcionado; que de columna a columna haga
cinco varas y quarta, con lo que vienen a formarse seis pilarei. en
cada nave; y expuso que respecto a que la pared de la culata es más
elevada que las demás de donde ha de salir sacristía, se deve apre­
tilar dicha pared a el igual de las pare- (ful. 26 > des colaterales y res­
ponde. = Preguntado que costo podrá tener el todo de la obra para la
reedificación de yglesia, en el caso que deba hacerse del modo y con
las circunstancias que expresa, y en quanto podrá regularse y esti­
marse la parte de limosnas y trabajos con que podrá concurrir el ,,
vecindario. dijo: que si además de lo que tiene referido en la pre­
gunta antecedente, se le agrega el techo de tablazón, no baja su costo
-de seis mil y trescientos pesos, pero que si este fuese enlatado de
caña amarga, bastarían cinco mil y doscientos pesos, inclusive puerta,
rexas y ventanas; que la parte de limosnas y travaxos del vecindario
pueden estimarse en mil y quinientos pesos, que es (rol. 26 v.•) lo que
puede decir a lo que se le ha preguntado y la verdad en fuerza del
juramento que tiene fecho, y haviéndole leido esta declaración dijo
estar bien escrita p·or ser lo mismo que tiene dicho y declarado; que
en ella se afirma y ratifica y que necesario siendo lo dirá de nuevo;
que es de edad de cincuenta y dos años, y lo firmó junto conmigo
y los demás testigos en este papel común por falta del sello que co­
rresponde, de que certifico. =Joachin de Alfaro. Juan Francisco Pa­
rrilla.=Luis Butó. = Felipe Santiago Barreto.

161
11
CUMANACOA

22

«Dictamen sobre el proyecto de la Iglesia Parroquial de la ciudad ,le


San Balthasar», o Cumanacoa, por el ingeniero don Juan Antonio
Perelló.-8 marzo 1770. 1

(Fol. 47) Aunque todo templo quadrangular, tenga o no cruze­


ro, debe tener lo menos quatro quadros o anchos de longitud, al que
he proyectado para la ciudad de San Balthasar le doi veinte varas de
ancho, y dividiendo éste en tres naves hago las colaterales subduplas
de la- principal; su longitud es de treinta y cinco varas que componen
tres quadros o tres anchos y medio de la nave principal, de los quales
he dado tres al cuerpo de la Yglesia y medio al presviterio. La razón
que <leve guardar la altura de un templo con su ancho total, jamás ha
de ser menor que la ses- (fol. 47 v.•) quialtera: esto es la altura del

,
templo ha de contener a lo menos un ancho y medio; luego siendo
el ancho total de veinte varas, la altura ha de ser lo menos de treinta,
y como ésta se ha de determinar por la que tengan los piés derechos
sobre los quales ha de estrivar el techo, no siendo fácil. el encon­
trarse estos de aquella altura correspondiente para que el templo pueda
tener a lo menos la altura referida, es presiso dársela menor de la
que le corresponde; por esto quité a lo largo del temp1 o medio qua­
dro hasiéndose assí menos sensible dicha desproporción. Si el te­
(fol. 48) rreno fuese firme, las sanjas para los cimientos tendrán de

profundo vara y media y otra vara y media. de ancho; en llegando


los cimientos a la superficie del terreno, se dejará, por la parte inte­
rior y exterior, un rodapié de una quarta de ancho, y desde allí a la
altura de dos varas y media se continuará el resinto de la yglesia
dando a sus paredes solo una vara de ancho y de esta altura se empe­
sará el bajareque. El piso del cuerpo de la yglesia se levantará una
·vara sobre el terreno de la calle; el del presviterio capillas laterales,
• AGI: Caracas, 246.

162
IGLESIA PARROQUIAL

sa- Cñ>t. 48 v.º) cristía, coro y archibo, ha de estar a un nivel y media


vara más alto que el piso del cuerpo de la yglesia. Las vazes de los
piés derechos que dividen el ancho de la yglesia en tres naves,· ten­
drán un pié de altura sobre el piso del cuerpo de la Yglesia.=Cumaná
veinte y ocho de Marzo de mil setecientos setenta.=Juan Antonio
Perelló.

163
PUERTO CABELLO: EDIFICIOS DE LA COMPAiqIA
GUIPUZCOANA

23

Explicación del plano de los terrenos y edificios de la Compañía Gui­


puzcoana de Caracas en Puerto Cabello. 1790. (Lám. 23) 1

Plano en general del Muelle de este Puerto, y manifestación de


las situaciones de los Edificios anexos al dicho, y Terrenos, Casas,
Almacenes conttiguas al referido Muelle.
A., La Casa Factoría, los Almacenes anexos a ella, con inclusión de
la Plazuela del Hospital.
B. La Casa Almacen de Pertrechos de Marina, con otro contiguo
a ella, y la Casa del Veedor de Tavacos.
C. El Azerrador con · su Almacen serrado de tablas de Guano.
D. Hospital, Panadería, Herrería y demás que incluie el Serco.
E.· El Almacen de Tablas, y pared al costado del de Pertrechos que 11
cae en medio de la Calle.
F. La Tonelería y su Terreno.
G. La Barraca grande, y de Perchas, incluso el de la casa comprada
a Pablo Gonzales que cáe dettras de la Casa del Veedor.
H. El Solar vacío entre el Hospital y el Campo Santo. ·
Y. El Muelle en que se incluyen la Casa Almacen comprada a
Geronimo Quesada, la de Roque Mora, el Almacen de guardar
madera, y Perchas, la de desarmas, y casina de Brea, con su Al­
macensito.

Calle que se construye 'de nuevo. Casa de particular.


Linderos de los terrenos de la R' Comp" por la parte del Sur.
Calle de la Estacada y Contaduría. Calle Real de la Iglesia. Campo
Santo.

1 AGI: Caracas. 938.

164
EDIFICIOS DE LA GVIPUZCOANA

Casa de Particular. Linderos de la Plazuela del Hospital y Solar


vasio entre dho. y Campo Santo.
Casa de un particular q. sin documento ha fabricado en terreno
de la Compañía. Plasuela de la Factoría. Andenes. Muelle del Rey.
Cuerpo de guardia. Aduana. Escala de Varas Castellanas.
Muelle del Rey. Delineado Carlos Morató.

541 X 746 rnm.

165
L I M A e A T E D R A L

24

Acuerdo del Cabildo, Justicia y Regimiento de Lima, sobre la repa•


ración de los daños causados en la catedral por el terremoto del 19
de octubre de 1609.-23 noviembre 1609 1•

(Fol. is¡ En la ciudad de los Reyes del Pirú, lunes por ·la mañana
veinte y tres días del mes de nouiembre del año de mill y seiscientos
y nueue años, se juntaron a cauildo la Justicia y Regimiento de esta
dicha ciudad en la Contaduría de las Alcaualas, por estar arruinadas
y maltratadas las cassas de este cauildo, para tratar cossas del serui­
cio de Dios nuestro señor y de su magestad, bien y vtilidad de esta
república, auiendo sido llamados por los porteros de este cauildo es­
pecial y ceñaladamente, el general don Fernando de Córdoua y Fi­
gueroa y don Juan Dáualos de Ribera, cauallero del auito de Cala­
traua, alcaldes hordinarios; el contador Diego de Menesses, el factor
Francisco de la Guerra y Céspedes, el algu acil mayor don Gabriel
Tamayo de Mend0<;a, el capitan Diego de Aguero, el doctor Fran­
cisco de León, el capitán Martín de Ampuero, Diego Núnez de
Figueroa y Francisco de Mansilla Marroquí, regidores de esta dicha
ciudad; y estando juntos según dicho es por ante mi el escriuano
publico que asistí a el dicho cauildo por auciencia de Alonso de Ca­
rrión escriuano público y del dicho (fol. tll v.•) cauildo en él se proueyó
lo siguiente .
En este cauildó se trató como en el que se hizo en martes por
la mañana diez días del mes de nouiembre en que estamos de este
dicho año, se auia pressentado vn aucto del exelentisimo señor Mar­
ques de Montes Claros, virrey dei estos reinos, en que dize que auien­
do visto, conferido y comunicado en el Real Acuerdo, con los señores
l Los documentos números 24 a 32 proceden de AGI: Lima, 310. Cuaderno
de «Auctos de la Audiencia y Acuerdo sobre el reparo de la yglesla del dat\o del
tenblor ... ,
CATEDRAL

oydores· y fiscal, los pareceres dados por los artifices y maestros que
por mandado de su exelencia y en su presencia y del señor an;obispo
de esta ciudad vieron los daños que en el beneficio (sic) de esta sanc­
ta yglessia cathedral della se auian caussado con el temblor y terremo­
to que subcedió a los diez y nueue del dicho mes de octubre , para que
los diessen acerca de los reparos que se deuían hacer, anssi por la
seguridad de la dicha yglessia en lo que esta edificado y para el
pressente como en lo que resta por edificar en la dicha yglessia y
preuenir los daños que se puedan tener y esperar que (fol. 19>
podria aver en otros temblores y terremotos, a que tan subjeta está
esta tierra, mandó que se escriuiesse carta a el dicho señor arc;obispo
para que hiziesse juntar su cauildo y confiriessen y tratassen en razon
de los dichos daños y reparos y continuacion del dicho edificio y
diessen su parecer de lo que conuendria hazerse, ansí en si se conti­
nuaría en la forma que lleua como si conuernía de mudar intento y
baxarlo algo y cubrirlo de maderas y en lo <lemas que les pareciesse
conuenir a la mayor seguridad e perpetuidad del dicho edificio, y
que _se notificase este auto a este dicho cauildo para que como tan
interezados y a quien tanto ymportaua tener templo tal se juntasen
e hiziessen otra tal conferencia y diessen anssi mismo su parecer y
estos pareceres se lleuasen para el .primero acuerdo, que visto se pro­
ueyesse lo que mas conuiniesse según consta del dicho aucto a el qual
se proueyó que por ser negocio graue y que requeria bien mirarse
y tratarlo con perssonas de expiriencia no se podía dar el dicho
parecer y que se reseruaua para el primero cauildo que hiziesse y
poniéndolo en efecto, (fol. 19 v.º) auiendose visto por este cauildo el
dicho aucto y hecho las dilige ncias que le parecian conuenir y tratan­
dolo con perssonas que podian dar su parecer peritas en el arte y
auiéndose hecho sobre ello algunas juntas para poder dar el dicho
parecer a su exelencia, este cauildo acordó lo siguiente:
Primeramente si -el daño reciuido en la dicha yglessia por razon
del dicho temblor tiene reparo y se puede remediar, le parece que sí
y el modo es el si guiente: que por la parte de afuera, en el testero
de la naue de Sant Crispín donde estan dos puertas de la yglessia,
las portadas dellas se hagan luego añidiendo en ellas y poniendoles

167
LIMA

la mas fortaleza que fuere possible por que seruirá de estribo y ansi
mismo en los quatro estribos que tiene en todo el dicho testero se
refuercen y se hagan añidiendo en ellos a cada pilar nueue pies de
aumento en la salida y onze en el ancho y ansi no es nescessario
mudar ni quitar de la dicha naue cossa alguna ni hazer en ella pie�s
hornacinas porque si se hiziessen temían muchos (fol. 20> ynconui­
nientes y aun riesgos segun opinion de muchos, de más de que el
gasto seria execiuo y quitar parte de la hermosura belleza y magestad
del templo y ser mucho el tiempo que requiere para poderlo hazer
y c�n esto a lo que parece se repara el daño pressente y se preuiene
para lo futuro y por esta hórden se an de reparar todos los <lemas
estribos de la yglessia.
Y en quanto a el segundo punto si conuerna proseguir la fabrica
del dicho templo conforme a la planta o se mudará: le paresce que
supuesto que está edificado en ella de las quatro partes las tres y ser
el daño reciuido muy reparable como se contiene en el punto passa­
do y cassi ympusible mudar intento según !as dificultades que se
entiende abrían si se mudase la dicha fábrica y planta, no conuiene
que se haga sino prosiga en la dicha obra y ansi no ay que tratar
sobre el cubrirse de madera. 11
En quanto a el daño que an reciuido las capillas de Nuestra
Señora de la Limpia Concepcion y de Santa Ana procedió de ser
mucho mayores que las demás y a esta caussa no tener la fortaleza
que ellas, por ser su buelta de medio punto (fol. 2º v. º) como tambien
lo fueran los de éstas si guardaran su proporción y medida y por
hazerlas mayores fué fuer� hazerles los arcos �rpayneles, los qua1 es
no pueden sufrir el pesso que tienen ni con seguridad otro alguno
aunque fuera mucho menor y anssí conuiene recoger las dichas dos
capillas en la forma que las demás metiéndoles quedando en la misma
altura que agora tienen.
Y en quanto a la capilla mayor del crucero y bóueda della, !e
paresce no se leuante sino que vaya al pesso de las <lemas y ansi­
mismo le parece que las torres no riban lo (sic) que la montea de
la planta nuestra y que se les quite el testero de su altura y esto es
lo que paresce a este cauildo segun lo que entiende y a p.odido sacar

168
CATEDRAL

de las diligencias que a hecho y Dios nuestro señor encamine lo que·


mas conuenga a honrta y gloria suya con lo qual se acavó el dicho
Cabildo y los capitulares lo firmaron.
El qual dicho parecer no paresce tener firma ninguna ni estar
autorizado de nadie sino sinple.

25

Informe del maestro mayor de la catedral Juan Martínez de Arrona.


18 enero 1610.

Exmo. Señor : Juan Martínez de Arrona, maestro mayor de la


fábrica de la cathedral de esta ciudad, dize que a él se le a notificado
vn aucto por mandado de vuestra exelencia, en que contiene el hór­

"
dén que se a de tener en el (fol. 1 v.º) reparo del daño que tiene el
templo de la dicha cathedral, estribándole todo por la parte de afuera
y la cortina del oriente en que más daño a hauido por falta dellos,
y despues de visto y entendido con la consideración que el casso pide,
por obedecer a lo que se le manda hizo que se comem;asen a abrir
los cimientos por la dicha testera para estribarla, como parte que más
presto pide el remedio, no obstante según el arte le dicta su con­
ciencia otra cossa más suficiente y eficaz para el reparo y remedio
de la naue que va de la capilla de Copacauana a la de las Animas,
por auer quedado no tan solamente arruinada toda ella y molidos los
enxarxamentos como tiene dicho y espacificado cun razones muy eui­
dentes con el parecer último que sobrello <lió, como tanbien por las
que de nueuo se le ofrecen como a perssona que actualmente tiene y
trae entre manos y mira con zelo y desseo grande de acertar, que son
el estar los demás de los arcos apuntados quarteados y muy atormen­
tados por no ser de medio punto, los quales hizieron ansí por que
los ranpantes de todas las naues y sus serramientos fuessen dados a
regla, que fué vna muy perniciossa inuención y por tal reciuida entre

169
LIMA

los artifices que de esto entienden, particularmente para esta region


por los contínuos temblores que en el ay por caussa de que no se
estriuan los vnos arcos con los otros como deuen por lo que an fecho
tanbien (fol. 2 > sentimiento los principales de la naue mayor; y para
remedio de todo esto, con licencia de vuestra exelencia, será nescessa­
rio en todo casso meter sus arcos de medio punto denajo dellos mac;i­
c;ando el gueco que a de quedar entre el vno y el otro, con que
· quedara más fuerte y mejor acompañado, y aunque se estriue, como
está mandado, la dicha cortina por de fuera, no se podrá escussar de
hazer este reparo en los dichos arcos, y haziendo lo vno y lo otro
verná a ser la costa tanta como si se hizieran las tres capillas horna­
cinas vajando la dicha naue al pesso dellas, porque entender que. con
arremar doze piés de estribo a la dicha testera y aunque sea en más
cantidad a de quedar segura la dicha naue, quedando en el alto que
agora, teniendo por impusible por estar tan lastimada como se vee y
haciendo hornacinas se quita todo este daño y otros ynconuinientes
que son el quedar las puertas entre los estribos en callejón y sin
ninguna auctoridad y el cimenterio de aquel lado todo ocupado y lleno
de rincone!i; y si con esto quedara la dicha naue con la seguridad
y fixessa necesaria, justo fuera no se reparara en ellos más, no que­
dando como está dicho es fuerc;a, para que quede fixo (fol. 2 v.•) y
permanente, se manden hazer las dichas capillas hornacinas, con que
fuera de asegurar los daños que de pressente prometen se euitaran
los dichos ynconuinientes y otros que se podran resultar, que por no
ser prolixo no se expacifican; de más de lo qual, las portadas no se
podrán proseguir juntamente con los estribos por estar adicionadas
las tres principales que estan elegidas y firmadas por Alonsso de
Arenas hasta que vuestra exelencia mande lo que en esto se a de
hazer, porque, aunque son distintas las vnas de las otras, es justo
tengan alguna correspondencia, pues dello a de resultar la forma que
an de lleuar las de la testera y ansí por esto como por no auer dispu­
sicion de piedra al pressente, no se podra leuantar a vnas con los
dichos estribos,. y aunque para mayor seguridad, no enuargante las
dichas hornacinas, será nescessario se estribe la dicha testera y el
demás templo como se manda, vastará que sea en cantidad de seis

170
CATEDRAL

pies con que vernán las dichas portadas a salir con ellos en propor­
ción, excepto los quatro estribos volados que están a los lados de las
puertas del crucero no solamente se an de crecer en mas mantidad
(sic) como se manda, Crol. 3> más tambien sera forc;osso _desuaratar y
deshazer primero gran p�rte dellos por estar prendidos y apartados
del edificio principal, y tanbien se an de reparar las dos capillas de
la Concepción y Santa Ana como tengo aduertido en el dicho último
parecer, y esto se le ofrece representar y suplicar humilmente a
vuestra exelencia antes que la obra vaya mas adelante, por cumplir
con su deuer y obligacion, para que visto y ponderado como negocio
de tanta consideracion y peso, vuestra exelencia se sirua de mandar
proueer en cada cossa lo que más conúiene en que se seruiran en­
trambas magestades y el reciuirá merced en que vuestra exelencia
mande se junte este escripto con los demás pareceres y auct0s que
en razón de lo suso dicho se an fecho y se de testimonio dello para
su satisfacion que es justicia &ª. =Juan Martinez de Arrona.
Y al principio de esta peticion y memorial esta vn decreto con
vna rúbrica al píe del que parece ser del señor virrey Marques de
Montes Claros que es del tenor siguiente: ,,
Lleuesse e�ta peticion a el real acuerdo de justicia para que se
vea como se vieron los demás papeles; diez y ocho de henero de mill
y seiscientos y diez.

26

Informe del arquitecto Alonso de Arenas.-4 febrero 1610.

(Fol. 13 >
Respondiendo, yllustrisimo señor, a un parescer que
Juan Martinez de Arrona pressentó a su exelencia en diez y ocho de
henero de este pressente año de mill y seiscientos y diez, sobre el
reparo que se deue de hazer en el daño y ruinas que el temblor hizo
en la Sanéta Yglessia de esta ciudad de los Reyes, digo: que en los

171
LIMA

reparos que el dicho Juan Martinez de Arrona pone y alega en la


fábrica de la dicha Sancta Yglessia, que es dezir que los arcos colac­
terales son apuntados, digo que no lo a mirado bien, pues de aobados
que son dize en su parescer que son apuntados, siendo tan diferente
la vna buelta de la otra, por que dezir que por no ser de medio punto
an hecho el sentimiento que tienen es opinion muy reprobada en el
arte, por que la buelta oual es sin conparación para más trauajo que
la redonda, y en tal manera que cassi no tiene rempujo por yr tan
enyesta como claramente se be el arte y geometría nos lo da a enten­
der. y no tiene otro defecto más de que a la vista no es tan agradable
como el de medio punto y anssí lo deue de jusgar por la vista.=
Y en quanto a estar tan altos como los de la naue principal no fué
<ful. 13 v.º) descuydo del maestro que lo hizo sino 'gran cuydado, por
que conuiene ansí para mayor fortaleza y galano adorno, pues es
cossa muy clara que toda obra serrada a vn pesso es más fuerte que
es hazer de muchos cuerpos vno, avnándose en gran fortaleza, por
que si no estuviera serrada a pesso fuera fuer<;a sobre estos =ucos
aobados leuantar de arbañiría estribos para defender el renpujo de
los arcos de la naue mayor, lo qua!, de más de ser de mayor gasto, 11
no tiene aquella fortaleza y hermosura que tiene la que , va serrada a
pesso como lo esta el dicho templo, y ansí no es ra',Ón desadorno el
ingenio, ciencia y arte , del maestro que lo hizo, pues fué tan agudo
y buen pensamiento en serrar la dicha obra a pesso, y tengo por
apassionados los que al contrario dixeren si es que lo entienden, por
que la caussa de auer hecho sentimiento los dichos arcos no estuvo
en el arte sino en los materiales de mesclas de cal y ladrillo no ser
de la fuer<;a y vondad que requería para tal obra, y esto se de expi­
riencia por que en algunos arcos que se abrieron en el temblor del
día del señor San Crispin, vide ser la causa de que <f�I. 14 > hallé
aderezando los dichos arcos, que las mesclas estauan tan sin fuer<;a
como poluo o ceniza, por lo qual, viendo este gran defecto, e procu-
rado no descuydarme en el hazer de las dichas mesclas, por donde
los serramientos que yo e hecho en mis obras an quedado con la
fixesa que al presente se ve con auer passado tan grandes detrimentos.

172
CATEDRAL

Y en quanto al dezir y pedir licencia a su exelencia para que en


todo casso conuenía que se metiessen arcos de medio punto deuajo
de los ouales que caen en la naue de Sant Crispin que es la de la
cabezera de la dicha yglessia, digo que los dichos arcos para auerlos
de meter era nescessario vna de dos cossas : o añadir pilares subién­
dolos de auajo arriba hasta el molimiento que tienen los demás y
haciendose anssí venia a estrechar y quitar el adorno de la dicha
naue de más de la notable fealdad que quedara en su alto tari despro­
porcionado de lo que pide el arte en semejante obra, y si es dezir
que los an de mouer sin sacar pilares, es, fuer¡;a que a de desjarretar
los mouimientos de los ouales, lo qual, de más de su gran fealdad,
es en gran perjuicio (fol. 14 v.•) de la obra, por que con la desjarreta­
dura se pone en condición de dar con todo ello en tierra, por donde
ninguna de las tales cossas se deue poner en entendimientos de hom­
bres doctos, porque teniendo los dichos arcos sus renpujos y coces
seguras como lo estaran con los pilares por la parte de afuera, sauien­
dolos con la manufactura bien obrar, como que todo ello fuera vn

"
mismo cuerpo sacado a vna sa¡;ón y tiempo, es cossa clara que ni los
arcos ni parte alguna de la dicha naue an de tener ninguna ruina ni
puede ser.
Y en quanto a dezir que con toda la obra de arcos y pilares
vendrá a ser tanta costa como hazer las capillas hornacinas, que tanto
en su opinión celebra, no sé como no echa de ver que, de más de
los grandes ynconuinientes y fealdades y quiebra notable de obra tan
hermossa, no echa de ver que toda aquella arquería vienen atando
y renpujando las vnas a las otras hasta el testero a do para y pide la
fuer<;a, y que quitándose fa t naue para hazer las hornacinas que es
fuer<;a hazerse, viene toda la obra a hazer su renpujo y fuer¡;a prin­
cipal en los dos pilares a do. está (fol. 15> el altar mayor y retablo,
lo qual pues que la pared que con sus medias muestras que hazen
treze pies de estribo en tanta anchura cómo es toda aquella frente no
an podido resistir el dicho rempujo, como sería possible con los dos
pilares que solo tienen qiez pies y pilares libres sin ningún acon­
pañamiento poder sustentar que no venga todo el templo auajo. Pa-

173
-------------- LIMA

receme que el no venirse sería .hecho milagrosso y no en arte ni


ciencia de arquitectura.
Y dezir que los estribos que se an de echar por la parte de afuera
caussan fealdad por hazer callejones y que desadorna las portadas,
digo que, haziéndose en la proporcion deuida como lo tengo puesto
en la montea para el propóssito hecha, antes es galantería, porque
hazen obra y acompañamiento a las dichas puertas, las quales nunca
se miran por los lados sino por la frente y quien echa de ver que
vna tan buena obra trae fealdad en las puertas no se como echa de
ver la inorme fealdad que dentro del templo intentaua hazer pues
dentro del dicho tenplo es la contenplacion de la grande belleza y
hermossura (fol. 15 v.º) que en el tal lugar se deue mirar y contemplar,
por donde los arcos y hornacinas y demás cossas referidas por el
dicho maestro mayor los tengo por muy reprouadas, y quisiera yo por
el bien de la sancta yglessia como hablo por escripto, obrallo y ense­
ñarlo a hazer y entender por la obra de manos.
Y dezir que las portadas no se pueden leuantar juntamente. con los
estribos por estar adicionadas las de el testero de la playi que por
mi hórden se yuan haziendo, digo que de la vna manera o de la otra,
en la hórden que mejor pareciere, se deue yr haziendo lo vno y otro,
por que, como está referido, paresca vna misma cosa y vaya bien
aconpanado; y en lo de las adiciones digo que no se como quisieron
algunos malos pechos condenar lo que no vieron ni entendieron, pues
solo pendía de mi pensamiento y traza adornada y fundada en la
quenta y razon que pide el arte, por que el arquitecto tiene obligacion
de disponer según e1 tienpo, lugar e dispussicion de materiales le dan
licencia y anssí yo me acomodé con ellos buscando la mayor pocessa
que pude alcanyir de pilares, con lo qual vine a hermossear y poner
en arte y galantería (fol. 16 > las dichas portadas, en manera que no por
mi a perdido el arte antes la e procurado yllustrar dándole el ser que
conuiene con la perfectión deuida de cuenta y razon como lo muestra
esta montea que va en este pergamino, de que a vuestra señoría yllus­
trisima hago demonstracion por mano de Francisco Tufino portador
de esta y della para que vuestra yllustrisima señoría passe los ojos
por ella y se entere de la verdad, que yo confío en Dios nuestro

174
CATEDRAL

señor, por la verdad que en esto trato y el zelo y amor que tengo
a essa sancta yglessia, de en cumpliendo mi destierro satisfazer con
perssona y obras lo que tengo propuesto==Alonso de Arenas.

27

Informe del arquitecto fray Gerónimo de Villegas, agustino.


8 febrero 1610.

Diez puntos, 'yllustrisimo señor, tiene. el memorial de Juan :Mar­


tinez de Arrona a que responderé; el primero es dezir que la naue
Cfol: 9 > de Sant Crispín está arruinada y los enxarxamentos de las
· bóuedas de la dicha capilla molidos. A este punto se dize que para
dezir que está arruinado vn edificio, auemos de ver impossibilidad
de remedio en sus reparos sin acauar de derrocar todo lo maltratado
y pues esa naue no esta inpossibilitada dél, antes lo contrario, pues
es tan fácil, como muchas vezes se a dicho, no se prueua estar arrui­ ,,
nada y vasta dezir está maltratada y con nescecidad de que se reme­
dien los daños; y en lo que toca a los enxarxamentos y su mouimien­
to téngolo por imaginación por dos razones : la vna por que si es­
tuvieran molidos estuviera su daño muy de manifiesto y ,la otra por
que si ay alguna <;eñal de daño en ellos, será solo en la conti guidad
del mouimiento de los arcos nueuos con los enxarxamientos antiguos,
a donde algunas vezes se muestra <;eñal de juntura, y quando sea
algo al parecer no es de consideración para poner duda en la fixessa
de la obra y por oca<;ión tan poca, no se deue dezir que está molidos .
los enxarxamientos, pues el edificio Cfol. 9 v.º) molido es estar todos
los materiales despedidos vnos de otros aunque juntos en vn lugar.
El segundo punto es que los arcos apuntados obales están abiertos
y quarteados por no ser de medio punto. A este se responde que si
essos arcos están abiertos y quarteados no será por no ser de medio
punto, por que si el ser de medio punto los arcos fuera parte para no

175
LIMA

abrirse y quartearse, ningun arco de medio punto se abrira ni quar­


teara y pues vemos muchos de medio punto quarteados y auiertos
bien se infiere que le viene el daño por otras faltas; y atreuierame
yo a dezir (si no pareciesse ygnorancia o burla entre tantas veras)
que el quartearse y abrirse los arcos ouales y de medio punto, zarpay­
neles y escajanos, que suelen ser los más bien acompañados y por
tanto mas fuertes, es por no ser de bronce o azero y de otra materia
más fuerte, y pues no se pueden fabricar de tales materias diremos
que padescen daño por no estar suficientemente estribados y ,Jbrados
con buenos y perfectos materiales y hechos por manos de officiales
científicos (fol. 10>, y qualquiera de estas faltas es muy suficiente para
aguardar gran daño en los edificios como se puede prouar con razo­
nes muy eficaces y escúsanse aquí por euitar prolixidad.=Y. por ve�­
tura faltan todas estas cossas juntas eri partes del templo de que se
va tratando y ansí es cossa verisímil que el daño que vemos es más
cierto ser de estas faltas que no por no ser de medio punto. El ter­
cero y quarto punto son que los arcos mayores y principales hizieron
sentimiento por tener a sus lados los arcos ouales y que será nescessa-
rio poner otros arcos de medio punto deuajo los ouales y reciuirlos ,,
con albañiría desde las claues de los arcos nueuos de medio punto
y que anssí quedarán más fuertes.=A este punto se responde: lo pri­
mero, que es cossa dificultossa prouar que los arcos mayores se hen­
dieron por no tener a sus lados arcos de medio punto, pues queda
dicho que por ser los arcos de la materia que ·son y no tan buena
en esta tierra como requiere y los of ficiales poco cuydadossos, subce­
den essas desgracias y subcederán aunque la tierra no fuera subjeta
a temblores y por esta razón no ay para que poner obstáculo en los
arcos ouales; a lo segundo (f ol. 1-0 v.�) que será bien poner arcos de
medio punto deuajo de los apuntados, digo dos cossas: la vna que es
inpossible hazerse por la demonstración que pressento con este papel
delineada, demonstrando la inpossibilidad dicha por que es inpossible
hazer el arco de medio punto sin ruiha del obal y por consiguiente
de lo que estubiera conjunto a el; digo lo segundo, que dado casso se
pudiera hazer no es nescessario, pues anssí como son i están estos
son suficientes estribos para abrigar la naue del medio, aconpañándo•

176
CATEDRAL

los estos mismos arcos ouales por la vanda que está sobre las horna­
cinas, y no niego que vuiera sido mejor obra auerlos hecho desde su
principio de medio punto por que vuiera sido obra más fuerte y más
conforme a arte, pero ya que va ansí el remedio es estriuar las partes
de los rempujos, que con esto se enmiendan algunos yerros y aunque
no se euita el hender y quartearse los arcos eu.ítase el arruinarse.
(Fol. U) El quinto punto es que aunque se hagan los estribos que

se pretenden hazer, será nescessario hazer los a.reos de medio punto;


a esto se responde que haziendo los estribos como se an de hazer no
son nescessarios los arcos sobre dichos aunque fuera possible el ha-
1erlos.
El sexto punto pretende que se hagan capillas hornacinas; a este
se responde que también es inposible hazerse como se prouó suficien­
temente delante de todo el cauildo de la ciudad y todos los que se
juntaron delante confeRsaron no poderse hazer las hornacinas estando
las cossas como están, y pues ya en lo que toca a este punto se a con­
cluido en publico cauildo, será bien demostrar evidentemente lo con- .
trario para que se mude parecer.
El séptimo punto es que si se hazen los estribos que se preten­
den quedaran las puertas del templo en callejones y con muchos rin­ ,,
cones. A esto se responde que si los estribos se hazen y prosiguen
según van formados, que tiene razón, pero digo más que desde que se
trató de estribar la dicha cortina se dixo que los estribos auían de
tem:r veinte y seis (Fol. '11 v.") pies de longitud que e!> desde el panco
de la callé hasta la misma cortina del templo, haziendo vnos arcos en
medio de los estribos de treinta pies en alto y catorze de claro, fa­
bricados de manera que sean fuertes y vistossos cuya ph.nta y mon­
tea se verá en el papel que va con éste, y hechos de esta manera
no quedan las puertas en caUejón, quedan sin r:ncones y no solo no
feo pero con alguna hermosura, y fuera de esto quedan dispuestas
las cossas para cubrir todo el ancho del cimenterio de estribo a estri­
bo, adonde en tiempo de verano e ynuiemo puedan estar los sacer­
dotes libres del sol y agua y allí tratar de los negocios que agoran (sic)
tratan dentro del mesmo templo por no tener otra parte a donde des­
pués de los officios diuinos asistir y aguardar a otras horas y esto

177
12
LIMA

es indecencia; no se estoma el passo ni se ocupa el simenterio como


se ymagina o se haría poniendo otros estribos.
El otauo punto es que las portadas no se podran prose guir con
la misma obra de los estribos por estar adicionadas las portadas prin­
cipales y que será bien se hagan éstas con al guna correspondencia
(fol. 12 >· A
esto digo que antes no será bien que lleuen corresponden­
cia alguna, porque la variación caussa deleite y gusto y es grandeza
quando no. pide la obra essa correspondencia, que será no vien hecho
las puertas de este testero no hazerlas entrambas de vna mesma traza
y hórden, pero las colaterales no será bien que vayan parecidas a
éstas pues en viendo vna estarían vistas todas y el adorno de unas galas
q:ue tengan quadros yguales que se correspondan, pero no todos de
vnas mesmas figuras en historias sino diferentes, por que si todo
fuera vna misma figura no vuiera nada que ver ni caussara gusto
a los que van a ver las piec;as adornadas, y pues esto es anssí no
es ynconuiniente estar adicionadas las portadas principales y no ay
que reparar en la piedra pues no faltan el día que se comenc;are la
obra, con lo qual queda respondido a el noueno punto.
El dézimo punto es que los estribos volados se derriben. A esto
esta ya respondido c;.ue se derriben y hagan de manera que queden "1
firmes y acompañen la obra para su fortaleza y seguridad y esto es
lo que me paresce (fol. 12 v.º) y lo firmé de mi mano en ocho de febrero
de mi�l y seiscientos y diez años:=Fray Geronimo de Villegas.
[Aquí el dibujo de referencia. Figura 2.]
[En el dibujo.]
Para la demonstra<;ión se echará de ver la inpossibilidad de poner.
arcos de medio punto dauajo de los ouales, pues se ve claro que para
auer de poner el arco de medio punto se a de cortar el ouval desde
el punto B a punto C. Pues si se rurtó con esta forma, sobre que
estriuará el arco oual, solo le queda vn punto y este a de ser metafí­
sico, y de éste avernos de dezir que punctum est cujus pars nulla est.
Luego queda en el ayre. Luego inposible cossa es poner arco de medio
punto deuajo del oual, pues es inposible que el oual quede en el ayre,
si no es que sit res leuis que tendit sursum (entre líneas: pero si cst
grauis que tendit de orsum) no me parece ser cossa possible se sustente

178
CATEDRAL

y si e5 anssi se concluió lo que se pretende que es impossible poner


arco de medio punto devajo del oual, y para provar esto bien aya
junta donde los peritos muestren cada vno su intento. Concuerda con
el original. Xpoual de Villanueva, secretario. [Hay un signo].

28

Acuerdo del Cabildo Eclesiástico de Lima acerca de la reparación


de la catedral.-12 febrero 1610.

En la ciudad de los Reyes, en doze días del mes de febrero de


mill y seiscientos y diez años, su señoria yllustrisima el señor don Bar­
tolome Lobo Guerrero, arzobispo de esta dicha ciudad y su an;obispa­
do, del Consejo de su magestad y el Deán y Cabildo de la Santa

,,
Yglessia de la dicha ciudad, estando juntos en las cassas arzobispales
para ver, tratar y conferir lo que conuiene se haga para el reparo
del edificio de la obra de esta Sancta Yglesia en conformidad de lo
proueido por el real (fol. 16 v.•) acuerdo en vn decreto de diez y ocho
días del mes de henero de este año, en que se mandó que vna peticion
que <lió Juan Martinez de Arrana, maestro mayor de la dicha obra,
contradiciendo el modo que se a enpe�ado para el dicho reparo, se
truxiesse a este cabildo para que en el su señoría diesse su pare­
cer, y auiendo precedido a esta junta el auer enuiado la dicha peti­
ción a Alonso de Arenas, que fué maestro mayor de la dicha obra,
que dixesse lo que le parecía en razon de lo que en �Ha dize el dicho
Juan Martinez de Arrana, y auiéndose anssimisrho traydo a este
cauildo a el dicho Juan Martinez de Arrana y a el padre Fray Gero­
nimo de Villegas de la borden de San Augustin, hombre perito en el
arte, y a Gaspar Machado, alarife, despues de auerse tratado con ellos
largamente del intento, vltimamente fué de parecer todo este cauildo
que todo el edificio que está hecho se vaya estribando lo mejor que sea
possible, y que los estribos que se an enpezado a hazer en la naue

179
LIMA

que está lastimada, que es la que cae detrás del altar mayor, se acre­
centen por la traza e modo de lo que dió el dicho padre Fray Ge­
rónimo de Villegas (fol. W), que es que tengan veinte y seis pies de
longitud desde la cortina de la yglesia hasta la calle, haziendo en
medio vnos arcos de treinta p'ies en alto a catorze de claro en la forma
que está en vna montea que dió.
Y en lo que toca a los arcos de medio punto que dize el dicho
Juan Martínez de Arrona que se deuen meter deuajo de los arcos
ouales, pareció no se haga nouedad ninguna de la traza fecha, sino
que la obra se prosiga reuajando las partes altas conforme a el pare,.
cer del dicho Alonso de Arenas, y que pues en el ínterin que se hazen
los dichos estribos y las demás paredes y pilares se va cal�ando ay
tiempo para consultar a su magestad y suplicarle enuíe perssona de
satisfación en el arte que pueda proseguir en el dicho edificio, se haga
esta diligencia en esta armada y se suplique a su exelencia y a el
dicho real acuerdo hagan la misma de su parte, y que se lleue a el
dicho real acuerdo vn treslado auctorizado de este cauildo juntamente
con los pareceres que dieron el dicho Alonso de Arenas y el dicho
Cf(!l. w v.º) Fray Geronimo de Villegas-y con la montea y traza de los ,,
dichos estribos, para que desde luego se haga e prosiga el dicho repa-
ro con la breuedad que pide la nesce<;idad del remedio, y lo referido
se votó por todos los dichos señores excepto los señores doctor don
Juan Velasquez, arcediano, y doctor Carlos que en todo e por todo
se remitieron a el voto y parecer que tienen dado en onze de nouien-
bre del año pasado de seiscientos y nueue y lo firmaron=El Arzobis-
po de los Reyes=el doctor Mwliz=el doctor don Juan Velasquez=
licenciado Pedro de Valencia=el doctor Matheo Gorn;alez de Paz=
el licenciado Bartblomé Menacho=el doctor Fernando de Guzmán=
licenciado Christoual Sánchez de Renedo=doctor Gaspar de Sant
Juan=doctor Feliciáno de Vega=el licenciado don Pedro Gorn;alez de
Mend�a=ante mi Christoual de Villanueua, secretario=Concuerda
con el original que queda en los libros de su señoría deán y cauildo
a que tne refiero. En los Reyes, en veinte y dos de mayo de mill
y seíscientos y diez=Cristoual de Villanueua, secretario.

180
CATEDRAL

29

Informe del arquitecto Juan del Corral.-23 julio 1610.

Juan del Corral, maestro mayor de las obras de arquitectura del


distrito de la Real Audiencia de Q1.¡ito, perssona que fué mandad9
por esta Real Audiencia viniesse a hazer la puente de esta ciudad en
tiempo que gouernaua de (fol. 211> que es maestro mayor.=En cumpli­
miento a lo que le fué pedido por el capitán don Joseph de Ribera,
alcalde hordinario de esta ciudad, y Simón Luis de Lucio, regidor
perpétuo della, como comissarios de este cauildo para pedir paresceres
y hazer las diligencias que conuengan para responder a el aucto proueí­
do en el real acuerdo en razon de la petición dada por Juan Martinez
de Arrona, maestro mayor de la obra de la catredral de esta ciudad,
sobre q,ue es el dicho pedimiento. Dize que a visto la petición del
dicho Juan Martinez de Arrona y la obra de la cathredal y que en
razón de esto y del reparo della tiene dado parecer y planta, y que
en su planta masguno (sic) el pensamiento que el dicho Juan Martínez
de Arrona dize en su petición, con intento de vajar las capillas del tes­
tero y hazerlas colacterales para más seguridad de la naue mayor,
dexando tránsito de la capilla de las Animas a la de Copacauana,
que éste fué su pensamiento aunque en el parecer no lo declara como
en la planta por la costa que a esto se le ofreció y agora dize, res­
pondiendo a la dicha petición, terná por muy buena obra que la naue
que corre por el testero de la dicha yglesia, de la capilla (fol. 211 v.•) de
C,opacauana a la de las Animas, sean capillas colacterales y se vajen
dando estribos a la naue mayor suficientes que se pueden dar, y esto
no se puede negar que no sea de muy gran prouecho y seguridad
y aún tanbien será de hornato que correspondan las capillas colacte­
rales por todas partes, pues queda otra naue, que caue en el tras altar,
para las prosessiones,, que tanbien se pueden hazer dentro de las co-

181
LIMA

laterales, pues el tránsito es capaz para ello; y en lo tocante que dize


que los enxarzamentos y capillas están molidas y arruinadas, que
aunque es verdad que podríamos dezir que no, por que los edificios
de piedra, ladrillo y cal no es material que se dobla sino que su sen­
timiento es muy breue y ansí lo podría ser en qualquier casso de otro
temblor que subcediesse. Y no solo esta naue hizo sentimiento pero
todo el edificio, pilares y basamentos, capillas mayores y menores
y paredes forales sintieron el dicho temblor, y donde quiera que lo
prueuen· hallarán molido el dicp.o edificio, y anssí no se deue tener
en poco el albitrio del dicho maestro mayor que como perssona a
.cuyo cargo esta esta obra y dueño de la cossa esta obligado a ver (fol. 22 >
y considerar lo que a su obra conuiene y a su perpetulidad como a las
tales obras se requiere; y en lo que toca los arcos apuntados que dize
.hizieron .vileza por no ser de medio punto, se responde que éstos
fueran mejores de medio punto que era lo que a la obra conuenía,
,que estos que oy tiene la dicha obra no son ouados ni apuntados, sino
-vno de los más malos cerramientos que se a podido considerar ni hasta
-0y en tenplo antiguo ni moderno de los que se tiene noticia en nuestra
�spaña ni en Roma por escripto, ni en lo que los auctores enseñan,
se a uisto tal modo de serramiento para semejante casso, y no se ,,
niega que no fué muy grande parte los malos serramientos de estas
partes a el sentimiento que la obra hizo y a esto le ayudó harto el
material questá mal fraguado.
Y en lo que dize que agora se metan arcos de medio punto donde
estan los ouados, que niego que lo sean, soy de parecer que se hagan
en la obra que se hiziere de aquí adelante para que se vea la gran
ventaja de la seguridad y hornato que queda y los que oy están hechos
por tiempo se vendrán a hazer de medio punto que esto es fácil aunque
<(fol. 22 v.º) al ·
gunos lo tienen por inposible, y es que no tienen más
-de teoría y les falta la prática de estos cassos, que esto subcede en
¡nuy grandes obras meter serramientos más firmes en las partes que
,se hallan flacos, y esto si el artífice que lo haze considera lo que le
:Sobreviene no parecerá remiendo y será buena obra; y en lo que
toca a los estribos de fuera se responde que haziendo las capillas por
de dentro podrán tener seis pies de salida y esto es con lo que oy

182
CATEDRAL

salen y seruirán de hornato a las portadas, haziendo relación los pe­


destales con los estribos que siruen de guarniciones de vna misma
cossa, retalteando los taluzes en los cuerpos con proporciones yguales,
de manera que se venga a rematar en la cornija de la colacteral con
quatro pies de salida y estos estribos bien tratados, de manera que no
paresca remiendo, reciuidos con sus colas ligneadas con las paredes que
todo esto tengo por ventaja. =En lo que toLa a la seguridad de la obra,
con esto la tenía mayor, por que deLir que se añadan otro cuerpo de
arcos a la parte de afuera que sirua de andén y passe téngalo por
mucho volúmen, que tanbien aquellos arcos en sí an menester el estri­
bo que se les puede dar sin que estén obligados a reciuir el renpujo
de la naue principal y vajándole la primera naue de aquella cortina
estiéndese (fol. 23 > el estribo por linea tussa, que es estribo de más
fuer<;a que no la que oy le sobreviene, y se responde que ni por de
fuera ni por de dentro no será fealdad esta obra, antes paracerá en
alguna manera bien, por ser el templo tan largo, rematar el testero con
estas capillas.
Tambien se responde, en lo tocante a las portadas, que se puede
variar en las hórdenes dellas, por que cada vna puede Ileuar hornato
diferente guardando la horden de su primer intento, que esto siempre
se acostumbra en los templos ser vnas portadas mejores que otras, y
es de parecer el dicho Juan del Corral que estas dos portadas de
esta cortina se hagan las primeras con sus estribos, por asegurar todo
el cuerpo de la yglessia, que no se echará de ver el rempujo que tiene
hasta que todas las áreas esten cerradas, que es mucha la longitud,
y de todo el estribo que se le da por de dentro y fuera no le sobra nada
de lo que a menester, por que entender que lo que oy está molida de
la dicha nave lo an de soldar, por ningún camino no se deue entender
como tengo dicho en el parecer primero que tengo dado. =Está toda la
ressistencia que pongan a las paredes por la parte de afuera del uer
con qualquier temblor los cascos de las capillas como cossa de menos
fuerza (fol. 23 v, ), y aunque más lo reparen n� dexará de ,dar cuydado
º

estas bóuedas que oy tienen por el sentimiento que tienen hecho que
este no soldarán bien=Y ansí se deue entender que el maestro que
tiene a cargo esta obra lo avrá ·considerado bien, y los yerros que

183
.�----- LIMA

hasta oy se an visto en obras semejantes an subcedido por opiniones


que cada uno quiere sustentar y ansí en las obras se deue considerar
a los maestros que las encargan primero se las den, por que una vna
vez encargado cada vno lleua su camino y, en desuaratándole su intento
errará mucho, y hasta oy se a echo de ver en lo que a hecho y va
haziendo el dicho Juan Martínez de Arrona ser su ánimo illustrar y
asegurar esta obra y en semejantes cassos que éste se deuen dar pare­
ceres sin passión y sin sustentar opiniones y ansí en conciencia es
éste el mío y lo firmé en los Reyes, a veinte y tres días del mes de
�ullio de mill y seiscientos y diez años=Juan del Corral.

30

Acuerdos del Cabildo, Justicia y Regimiento de Lima sobre


la reparación de la catedral.-13 agosto 1610.

En la ciudad de los Reyes, en trete días del mes de agosto de mill


"
y seiscientos y diez años, ante la justicia y regimiento de esta dicha
ciudad estando haziendo cauildo en la sala de su ayuntamiento como
lo an de vsso y costumbre, especial y señaladamente don Lope de
Mend01;a y don J oseph de Ribera, alcaldes hordinarios, el capitan Mar­
tin de Ampuero, Simón Luis de Lucio, Diego Núñez de Figueroa y
Francisco de Mansilla Marroque, regidores, se leyó vn parecer dado
por el alcalde don J oseph de Ribera y Simon Luis de Lucio, regidor,
sobre el reparo que se deue hazer (fol. 4 v.•) en la yg'esia cathredal de
esta ciudad en virtud de la comissión de esta otra parte contenida que
es del tenor siguiente.
Parecer. Don Joseph de Ribera, alcalde hordinario de esta ciudad,
y Simón Luis de Lucio, regidor perpetuo della, comissarios nombrados
para hazer juntar los pareceres, papeles y demás recaudos que vuiere
sobre el n�paro que conuiene se haga a el daño que el tenplo de la
cathredal de esta ciudad a reciuido de los temblores passados y para

184
CATEDRAL

hazer las demás diligencias que conuienen en razon de la aueriguación


de lo que más conuenga a la firmeza y perpetuidad de la dicha obra,
para que vistos por vuestra señoría con nuestro parecer se le pueda
dar el que pide el exelentisimo señor marques de Montes Claros,
vissorrey de estos reynos, para lo qua! auemos visto el parecer que
vuestra señoría dió en veinte y tres de nouiembre del año passado de
seiscientos y nueue y el que el yllustrimo señor An;obispo, Deán y
Cabildo de la sancta yglessia dieron en doce días del mes de febrero
de este año, y el de Juan Martinez de Arrona en diez y ocho de hene­
ro de este mismo año y del padre fray Geronimo de Villegas en ocho
de febrero (fol. 5> y el de Alonso de Arenas en quatro de febrero, y
consultando todos los dichos pareceres con perssonas expertas de cien­
cia y conciencia y hecho muchas juntas con ellas en presencia de Juan
del Corral, nuestro maestro mayor, y de Juan Martínez de Arrona,
maestro mayor de la cathredal, y auiendo visto, tanteado y pensado las
,razones de los dichos pareceres encontrados y hecho que el dicho
Juan de el Corral dé el suyo que es el que con este y los <lemas va.
Dezimos que! nuestro es que en la conformidad de los pareceres
de los dichos maestros mayores Juan del Corral y Juan Martinez de
Arrona, se deue reparar el dicho templo en la forma siguiente.· ,,
Lo primero que conuiene es baxar las capillas del dicho testero
que va desde la de nuestra señora de Copacauana a las de las Animas,
haziendo las hornacinas para con ellas asegurar la naue mayor y co­
Jacterales, leuantando con cimiento suficiente vnos estribos fuertes en­
corporados en los pilares que oy están en las dichas naues y leuantan­
do los dichos pilares al pesso de las naues hornacinas collacterales y
hadiadolas al mismo pesso los arcos de medio punto y cinbrando
(fol. 5 v.•)
las dichas bóbedas con gran firmeza para que estando hechas
las dichas cinbras se pueda reuajar y reuaje la dicha pared del dicho
testero derribando las bóuedas altas que están lastimadas y haziéndolas
al pesso de las demás hornacinas collacterales, de suerte que trauen
con las de los lados y en vna hórden y trauasón cerquen y abracen
y fortifiquen toda la dicha yglessia en redondo, dexándole a la parte
del cementerio de la calle los estribos de las dichas capillas más gran­
des, anchos y fuertes ·que son los de los lados, porque a parecido que

185
LIMA

para las dichas hornacinas del dicho testero sufran el rempujo de las
naues mayores con firmeza y seguridad, conuiene que sean de diez
pies de largo dándole de latitud los que conforme a buena arquitec­
tura conuiniere, labrados ellos y las dichas capillas sigún y como los
dichos maestros mayores conforman en sus pareceres.
Ytem que ensima de las dichas capillas hornacinas que se an de
hazer en la dicha testera y de las collacterales que estan fechas y
de todas las demás que se vuieren de hazer, en lo que falta de la dicha
yglesia y en todo su contorno, se haga sobre las paredes (fol. 6) que
,las diuiden vnos estribos que suban al ancho y largo de la dicha pared
en punta hasta abrigar los arcos de las dichas naues colaterales y es­
tribarlos por la parte alta, que es por donde a ·de cimbrar el dicho edi­
ficio, para que por todas partes, alta y vaxa, tengan todos los arcos
estribos y fortaleza para resistir el rempujo que las dichas naues con
los temblores pudieren hazer.
Ytem que después, estando el tiempo más adelante, conuiene que
todos los arcos apuntados y ouales que tiene la dicha fábrica y están
en la naues colacterales, se hagan de medio punto, comen<;ándoles su
mouimiento desde donde oy le tienen los dichos ouales, mac;isando lo
que entre el vno y el otro, arco quedare de cauidad con que quedarán
las , dichas naues firmes, per:pétuas y seguras como lo dizen los dichos
maestros mayores.
Ytem que en la obra que se fuere prosiguiendo conuiene que co­
rrespondiesse a este penssamiento dicho; hagan las naues collacterales
y sus arcos y serramentos de medio punto y no abales ni apuntados,
auiéndose de hazer y que también se hagan en la testera (fol. 6 _v.º) de la
plac;a capillas hornacinas en que remate la dicha obra, dexando cerca­
do dellas todo el dicho templo a la redonda con los estribos altos y
bajos referidos, guardando en lo tocante a las puertas la trac;a y
'hórden en que conforman los dichos maestros mayores en sus parece­
res y este es el nuestro.
A vuestra señoría suplicamos le vea y haga en el casso lo que más
pareciere conuenir; fecho en la ciudad de los Reyes en tres de agosto
de mili seiscientos y diez años=Don Joseph de Ribera=Simón Luis
de Lucio.

186
CATEDRAL

E auiendo visto el dicho parecer de los dichos comissarios, dixeron


todos los pressentes capitulares vnánimes y conformes que aprouauan
y aprouaron el dicho parecer de los dichos comissarios y si era nesces­
sario lo dauan todos ellos de nueuo y se mandó se lleue a el dicho
señor vissorrey, a quien suplica prouea en el casso lo que más conuen­
ga como más largamente lo suso dicho consta e parece por el cauildo
que el dicho día se hizo, que está escripto en vn libro de papel de
marca mayor enquardernado a que me refiero, e para que dello conste
di el pressente en los Reyes, en diez y siete días del (fol. 7 > mes de
agosto de mill y seiscientos y diez años y en fee dello fize mi signo
en testimonio de verdad=Alonso de Carrios, escriuano de cabildo y
público.

31

Acta del Cabildo Eclesiástico de Lima, con acuerdos sobre


la reparación de la catedral.-18 agosto 1610.

Auto.=En la ciudad de los Reyes, a diez y ocho días del mes de


agosto de mill y seiscientos y diez años, estando juntos en cauildo su
señoria yllustrisima el señor don Bartolomé Lobo Guerrero, Arc;o­
bispo de esta dicha ciudad, del Consejo de su magestad y el Deán y
demás �pitulares de la Sancta Yglessia cathedral de la dicha ciudad,
pareció Simón Luis de Lucio, regidor perpétuo de esta dicha ciudad,
e propuso cómo el cauildo justicia y regimiento acudiendo a lo que
el real acuerdo le auia mandado sobre que diessen (fol. 7 v.") sus pa­
receres en razón del modo como se podría remediar el edificio de esta
sancta yglessia, anssí en lo que estaua edificado como en lo que
razón del modo como se podría remediar el edificio como en lo que
se va edificando, le auía nombrado a él por comissario, juntamente
con el alcalde don Joseph de Ribera, para que, con acuerdo e parecer
de los maestros y officiales entendidos en el arte, viessen lo suso

187
LIMA

.dicho, y que en esta conformidad auían hecho la diligencia con todo


cuydado y della auía resultado conuenir que la dicha obra se repa­
rasse y prosiguiesse conforme a el hórden contenido en vn papel
que allí traía, el qua! auía sido aprouado por el dicho cauildo, justicia
y regimiento en treze días de este pressente mes e año, a que para
que no vuiesse variedad en lo que este cauildo y el suyo sentía, pues
de anbas partes se desseaua solo el asertamiento, pedía y suplicaua se
viessen los papeles-que traya y que pareciendo bien este cauildo conui­
niesse con ellos para que pudiessen ponerse en efecto, y auiéndose
visto para esto los dichos papeles y el parecer que este cauildo dió
sobre el casso en doze días del mes de febrero de este año se horde­
nó (fol. 8 > se acordó (sic) que pues el intento que se tuvo en el dicho
parecer fué que esta yglessia se estribase lo mejor que fuesse posible
y que,los estribos fuessen por otra traza que la que se auia enpezado, y
en quanto a esto y al modo de los dichos estribos parece más conuinien­
te, por lo que dizen los dichos maestros y officiales, que se hagan como
se aduierte en los dichos papeles, que es haziendo vnas capillas horna­
cinas en la naue que está lastimada y en el testero de la plac;a, que en
quanto a esto se conforma este cauildo con ellos y con el parecer del 11
dicho cauildo e regimiento, para que se pueda tomar resolución por
su exelencia y el dicho real acuerdo en el dicho reparo del cdi ficio
que tan peligroso está de pressente si no se repara con tiempo; y en
quanto a lo de más de que los arcos ouales se hagan de medio punto,
pareció a su señoría lo mismo que está dicho en el dicho parecer de
doze de febrero que es que se de cuenta a su magestad en el ynterin
que se haze el dicho reparo, para que de allá se prouea de perssona
de satisfación que pueda proseguir en el dicho edificio, si bien con la
expiriencia que se a tenido con los dos arcos (fol. 8 v.º) que se an me-
tido en las dichas capillas de Nuestra Señora e Sancta Ana les paresce
no será dificultosso el meter los de medio punto en los dichos ovales,
pareciendole assí a su exelencia y a el dicho real acuerdo y lo firma­
ron-=el An;obispo de los Reyes=el doctor Muñoez=el doctor don
Juan Velásquez=el licenciado don Pedro de Valencia=el licenciado
Menacho=el doctor Fernando de Guzmán:::::el doctor Carlos=doctor

188
CATEDRAL

Gas par Sánchez de San J uan=el doctor Padilla=ante mi Christoual


de. Villanueua, secretario.
Lo qual consta e parece por el dicho aucto que está en los dichos
libros que ante mí como tal secretario queda a que me refiero, y en
fee y -testimonio de verdad di el pressente en la dicha ciudad de los
Reyes en diez y ocho de agosto de mill Y, seiscientos y diez años y en
fee de verdad fize mi firma y rúbricas acostumbradoS=Christoual de
Villanuéua, secretario.

32

Auto de la Audiencia de Lima.-2 septiembre 1610.

En la ciudad de los Reyes, en dos de septiembre de miH y- seiscien­

,,
tos y diez años, estando en acuerdo de justicia el exelentisimo señor
marques de Montes Claros,· virrey de estos reynos y los señores licen­
ciado Juan Fernandez de Boan, doctor Juan Jimenez de Montaluo,
doctor Arias de Hugarte, licenciado Juan Páez de Laguna, doctor
Aluerto de Acuña (fol. 24>, licenciado don Manuel de Castro, oydores;
pressidente el señor licenciado Christoual Cacho de Santillana, fiscal
de su magestad, su exelencia propuso como despues de auerse tomado
resolución en los reparos que se deuen hazer en el edificio de la
yglessia cathedral de esta ciudad, que con el temblor d� diez y nueue
de octubre del año passado tuvo las ruinas que son notorias, Juan
Martínez de Arrona <lió petición repressentando nueuas dificultades,
y que auiendo su exelencia remitido a los cauildos eclesiástico y se­
cular la dicha petición para que viessen su parecer le an dado, y que
se vean sus pareceres y los dichos señores digan lo que les parece;
y auiendose visto los dichos pareceres por mayQr parte fueron de pa:­
recer de que la naue que va de la capilla de Copacauana a las Animas
se repare haziéndo las capillas hornazinas en la forma contenida en
los dichos pareceres, las quales se hagan ansí mismo en la primera

189
7

LIMA

naue que cae a la plaza; y que en quanto a los arcos cuales por agora
no se haga nouedad y audiéndolo oydo su exelencia mandó que anssí :
se execute y lo firmó y los dichos señores.
Al pie del qual dicho aucto y decreto están siete rúbricas que pa­ ],
recen ser del señor virrey marques de Montes Claros y señores del real 1
acuerdo de esta real audiencia y deuajo dellas vna firma que dize don
Alonso Fernandez de Córdoua.
Lo qual consta e parece por las dichas peticiones pareceres e auctos 1
y decretos que originalmente voluí a entregar (fol. 24 v.•) en el dicho
officio del gouierno de estos reynos de que es secretario el dicho don
Alonso Fernández de Córdoua a el dicho Antonio de Medina, official
mayor dél y quedaron en el dicho officio de gouierno a que me refiero
y de pedimiento de los dichos señores Deán y Cabildo de la dicha
1
yglesia dí el pressente en la dicha ciudad de los Reyes en veinte y 1
ocho días del mes de mar<;o de mili y seiscientos y onze añose=y en
fe y estimonio de verdad, yo el dicho Christoua1 de Villanueva, pres­
uitero, secretario de su señoría <lean e cauildo de la dicha sancta ygle­
sia cathedral desta dicha ciudad e notario en eila e su ar<;obispado por
su señoría .._yllustrisima el dicho señor ar<;obispo don Bartolomé Lobo
Guerrero, fize mi firma e rúbricas acostunbradas. ,,
Christoual de Villanueva, secretario
y notario (Rúbricas)

33

Auto de la Audiencia de Lima disponiendo que se haga la obra de las


bóvedas de la catedral de Lima según la traza del maestro mayor Juan
Martínez de Arrona.-1615 (mes y día perdidos). 1

Vistas las peticiones de J. Martínez de Arrona y de ambos Cabil­


dos y óido el parecer de los maestros de arquitectura Martín de Aizpi-
1
Archivo del Cabildo Eclesiástico de Lima: «Obra de· la Catedra!>, vo­
lumen I, fol. 19.

190
CATEDRAL

tarte, S. J., Fray Miguel de Huerta, franciscano, Diego Guillén, Alon­


so de Arenas y Andrés de Espinosa, dispone la Audiencia :
«Que se haga y prosiga por la orden y trac;a que el dicho Juan
Martínez de Arrona refiere en sus peticiones y montea presentadas en
estos autos, derribando las bóbedas que estan hechas de arista y hacién­
dolas de crucería, bajando lo que está hecho quatro baras y dos tercias
más bajo de lo que aora está, las dos baras de ellas la nave princi­
pal que es la de enmedjo y las otras dos baras y dos tercias mas las
dos nabes colaterales, prosiguiendo en esta forma y altura todo lo
demás que resta de hazer de la yglesia de manera que la obra se haga
por ygual y el proseguir lo que resta a de ser primero que se derri­
ben y bajen las bóbedas que están hechas y reparando a los arcos de
la nave que va de la capilla de Nuestra Señora de la Concepción a la
de Santa Ana los daños que podrían seguirse de bajarse las paredes
y bobedas en la forma referida por ser mas anchos que los <lemas y
de suerte que el reparo sea el mas fuerte 3/ hermoso que se pudiere.»

34

Asiento con Bartolomé Lorenzo para acabar la catedral de Lima.-


2 diciembre 1619. 1

Don Francisco de Borja, príncipe de Esquilache, �onde de Ma­


yalde, · gentil hombre de la cámara del Rey nuestro señor, su virrey
lugar teniente gouemador y ca pitan general en estos Reyno [ s] y pro­
uincias del Pirú, Tierra Firme y Chile, ettª .=Por quanto a muchos
años que la obra de la fábrica de la sancta yglesia cathedral desta
ciudad se empessó sin que se aya podido acauar y el deán y cauildo
della, visto la dilación que a auido, deseosos de que se acaue con
breuedad, propusieron a Bartolome Lorenc;o, perssona ynteligente y
1
AGI: Lima, 39; libro 5, fols. 1-3.

191
LIMA

de gran satisfación y confianc;a, se encargase de la dicha obra e


fábrica, el qual lo ac;etado y ofrecido dar acauado el casco de toda
la dicha yglessia con lo ynclusso dentro dellá en tiempo de cinco años,
para que se pueda selebrar y hazer los oficios diuinos en ella, dán­
dosele titulo de obrero mayor con el salario que está señalado al
dicho cargo y no lo haciendo passado el dicho término siruirá sin
salario o pagará de su hacienda y vienes lo que fuere menester para
otro obrero que entre en su lugar y tanbien pagara el salario del
maestro mayor e sobreestante, y me supplicó ac;etasse el dicho ofre­
cimiento para que desde luego enpiese a entender en ello, dándosele
los recaudos e prouissiones nezessarios para la cobranc;a de todo lo
que está consignado a la dicha obra, cometiéndolo a las persson:1.s
que propusiere, siendo a su satisfación y por ser el dicho ofresimien­
to útil a la dicha obra y en seruicio de Dios Nuestro Señor y de su
magestad se admitió y remitió al señor doctor Juan Ximénez .-le
Montaluo, oydor mas antiguo desta Real Audiencia, superyntendente
de la obra de la dicha fábrica, para que el dicho Bartolomé Lorenc;o
otorgase escritura de lo suso dicho con las fuerc;as e firmezas que
conbiniese, el qual lo otorgó en la manera siguiente :

'Escriptura. =En la ciudad de los Reyes del Pirú, en diez i ocho


dias del mes de nobiembre de mili y seiscientos y diez y nueue años,
en pressencia y con asistencia del señor Doctor Juan Ximénez de
Montaluo, del Consejo de su magestad e su oydor en la Real Au­
diencia desta dicha ciudad, e perssona superyntendente y a quien
está cometido· el veer y hazer las cossas tocantes a la obra de la
fábrica de la sancta yglessia catredal desta dicha ciudad, por co­
mission del exelentisimo señor don Francisco de Borja, principe Des­
quilach�, Vissorrey destos Reynos, su data en veinte y tres de agosto
passado <leste pressente año e por ante mí el escriuano e testigos,
Bartolomé Lorenzo, vecino desta dicha ciudad, dixo: que por quanto
para más seruir a la magestad de Dios Nuestro Señor y que su
culto diuino fuese más aumentado se avrá (sic) ofrecido a su exelen­
cia el dicho señor vissorrey que nombrándole por obrero mayor de
la obra de (fol. 1 v.•) la fábrica de la dicha sancta yglessia y dándosele

192
CATEDRAL

los recaudos e prouisiones nezessarias para la cobran� de todo lo


que estaua consignado para la dicha Dbra a las perssonas que el dicho
Bartolomé Lorenc;o propusiesse, siendo a satisfación de su exelencia,
se obligaría a dar acauada toda la dicha obra que hera el casco de
toda la dicha yglesia con lo ynclusso dentro della, conforme a la
nueua trassa, de suerte que se pudiessen selebrar en la dicha yglessia
los oficios diuinos dentro en cinco años, y que si ar1ssí no lo cum­
pliésedes, de el fin de los dichos cinco años en adelante, siruiría el
dicho officio y cargo d� obrero mayor sin <;alario alguno o pagaría
del que fuese menester para otro que entrase en su lugar y asimismo
el salario .de maestro mayor e sobreestante <le la dicha yglesia hasta
que la dicha obra se acauasse, e por su exelencia del dicho señor
visorrey se admitió el dicho ofresimiento y �e remitió a el dicho señor
oydor doctor Juan Ximénez de Montaluo para que el dicho Bartolomé
Lorenc;o otorgasse escriptura en conformidad del dicho ofresimiento,
para que otorgada se les despachase título de obrero mayor como todo
más largo consta e pareze por el memorial del dicho ofressimiento y
decreto a él proueydo en que su exelencia le admitió que su tenor de
que yo el escriuano doy fe y que se exsibió ante mi para ynsertar
en esta escriptura es como se sigue: ,,
Petición.=Exelentisimo Señor: Bartolomé Lorenzo digo que a
caussa de auerse de aussentar el sargento mayor Pedro de Salinas
que tiene a su cargo el officio de obrero mayor de la sancta yglesia
desta ciudad, e entendido que vuestra exelencia, con el sancto y pro­
c;elo que tiene de que se acaue con breuedad para que nuestro señor
sea más bien seruido y se aumente el culto dibino, está con desseo
de elegir perssona que se encargue de acabarla en algun tiempo
limitado según se me a propuesto por el deán y cauildo desta sancta
yglessia, e porque en esto conosco que podré ser de ynportancia para
ambos yntentos por mi natural ynclinación e la afición que en par­
ticular tengo al gusto de vuestra exelencia que tan prendado está en
el bien y mexora de la dicha obra=ofresco a· vuestra exelencia que,
siendo seruido de nombrarme por tal obrero mayor, me obligaré a
dar acauada toda la dicha obra, que se entiende el casco de toda la
dicha ygl�ssia con lo ynclusso dentro della, en tiempo de cinco años

193
13
LIMA

para que en fín dellos se pueda Cf�I. .11) selebrar y hazer los officíos,
en tal manera que si no lo cumpliere ..anssí, desde el fin de los dichos
cinco años en adelante seruiré sin salario e pagaré el que fuere me­
nester para otro que entre en mi lugar, y asimismo pagaré de mis
vienes el salario de maestro mayor e sobreestante, sirbiendose ansi­
mismo vuestra exelencia de que se den los recaudos e prouisiones
nezessarias para la cobranc;a de todo lo que esta consignado para la
dicha obra a las perssonas que yo propusiere a vuestra exelencia,
siendo a satisfacion a vuestra exelencia; suplico se sir_ua de ver este
mi ofressimiento y de proueer en razón lo que más pareciere con­
benir-, que estoy presto de cumplir lo que por vuestra exelencia se
me mandare en esto y en todo lo demás en que vuestra exelencia se
siruiere de ocuparme, e pQr que yo tengo yntento de yr supliendo
de ini hazienda lo que sea nezessario para que la dicha obra tenga el
cumplimiento dicho, y al cauo de -los dichos cinco años podría devér­
seme al guna cantidad de considerable, a de quedar declarado que para
la que fuere se me a de dar en el gouierno el recaudo nezessario
pára la cobrarn;a en la dicha consignación y Caxa Real por la parte
que en :ella está consignada que en ello rezeuirá merced.=Bartolomé
Loren�o. 11
En los Reyes a diez i ocho días del mes de nobiembre de mill y
seis�ientos y diez i nueue años el exelentisimo señor príncipe de
Esquilache, Virrey destos reynos, proueó admitiesse el ofressimiento
que hace Bartolomé Loren�o en este memorial el quál se remite al
señor doctor Montaluo para que otorgue la escriptura el dicho Barto­
lomé Lorenzo en conformidad dél y otorgado se le despache titulo
de obrero mayor.=don Jusephe de Cácerez YJ Ulloa.
Y agora abiendose tratado por el dicho Bartolomé Lorenzo con
el dicho señor dotor Juan Ximénez de Montaluo la forma de la
obligacion que el dicho Bartolomé Loren�o auía <le hazer en fauor de
la dicha sancta yglesia, conforme al dicho ofressimiehto, se deter­
minó y acordó por el dicho señor doctor Juan Ximénez de Montalt¡o
que el dicho Bartolomé Lorenzo hiciesse la dicha obligación en la
forma que yrá declarando e poniendolo en efeto el dicho Bartolomé
dixo y otorgó que se obligaua y obligó en fauor de la dicha sancta

194
CATEDRAL

yglessia catredal desta dicha ciudad en tal manera que dentro en


cinco años que an de correr y con- (fol. ;i v.•) tarsse desde el día que
el dicho Bartolomé Lorern;o tomare la posse1_;ión del cargo de obrero
mayor de la dicha sancta yglessié"t, en virtud del título que para ello
se le _diere e despachiue por el gouierno, dará fecha y acauada la
obra de la dicha sancta· yglessia catredal, que la dicha obra es y se
entiende. el casco de toda la dicha yglessia con lo ynclusso dentro
della ·y acauada de todo punto conforme a la nueua trassa, de suerte
que se puedan selebrar los oficios diuinos en la dicha sancta yglessia,
sin que por esto no se le aya de pagar ni el suso dicho aya de lleuar
más de.tan solamente lo que se le señalare en el dicho título de sala­
rio en cada vno de los dichos cinco años, y si antes de ser cumplidos
se acauare la dicha obra no se le a de pagar el dicho salario más
de hasta el día que se acauare, e si durare la dicha obra más de los
dichos cinco años el de más tiempo que anssí durare no se le a de
pagar salario ninguno al dicho Bartolomé Lorenzo, y el suso dicho
se obligó a pagar y que pagará el salario que fuere menester para

,,
otro obrero mayor que entre en su lugar; y asimismo se obligó a
pagar el salario de maestro mayor e sobreestante de la dicha obra
el de más tiempo que, como dicho es, durare la dicha obra más de los
dichos cinco años, e los dichos salarios los pagará de sus bienes llana­
mente y sin pleito alguno e con las costas e gastos de la cobran<_;a, y
esta obligación hizo y otorgó en dicho Bartolomé Lorenzo en la
forma e con las condiciones y calidades dichas e con que se le aya
de pagar los alcanzes que hiciere en la dicha obra de la Real Caxa
desta ciudad y de las demás partes donde estubiere consignada la
paga de la obra de la dicha sancta yglessia, dándose1 e para la co­
bran<_;a dello los despachos necessarios, e para el cumplimiento e paga
de todo obligó el dicho Bartolomé Lorenzo su perssona e bienes
auidos e por auer e dió poder cumplido a las justicias e jueces de su
magestad de qualesquier partes que sean, a cuyo fuero e juridición
se sometió, y en especial a las desta dicha ciudad, y renunció el
suyo propio y domiscilio y vesindad y el preuilegio dél e la ley si
conberteri de juridicione onun (sic) judicun para que le apremien al
cumpli"miento e paga de todo lo que dicho es como por sentencia

195

-
LIMA

difinitiua de juez conpetente passada en cossa jusgada, e para ello


renunció todas y qualesquier leyes e derechos de su fauor de la
general que lo prohiue e consintió que de esta escriptura se saquen
los treslados nezessarios y que por las partes se pidieren y por el
dicho (fol. 3) señor doctor Juan Ximénez de Montaluo, como a quien
está cometido lo suso dicho, fue acetada esta obligación con las cali­
dades en ella declaradas por el dicho Bartolomé Lorenzo y que se
le pagarán al suso dicho, o a quien su poder y caussa obiere, el alcan­
ce que hiciere a la dicha obra de la Caxa Real desta dicha. ciudad e
demás partes donde esta consignada la plata para la paga de la dicha
obra, y que se le despacharan por el gouierno los despacpos nezessa­
rios para la dicha cobrarn;a del dicho alcance, e lo firmaron el dicho
señor oydor e Bartolomé Lorenzo a quien doy fe que conosco, siendo
testigos don Jusephe de Cáceres .y Ulloa y el doctor Juan de Bargas
Mendoc;a, thessorero de la sancta yglessia catredal desta dicha ciu­
-dad, y Gerónimo de Laredo, residentes en esta dicha ciudad. = Doctor
Juan Ximénez de Montaluo. =Bartolomé Lorenzo. =Ante mí Diego
Sánchez Badillo, escriuano público y en fe dello fize mi signo en

"
testimonio de verdad. = Diego Sánohez Vadillo, escriuano publico.

En cuya conformidad y la mucha satisfación y confianc;a que


tengo del sobre dicho de que acudirá a obra tan ynportante del
seruicio de Dios y de su magestad con el cuydado y diligencia que
de su persona confío, acordé de dar y dí la pressente por la qual,
en nombre de su magestad y en virtud de los poderes y comissiones
que de su perssona real tengo, nombro e proueo a vos el dirho Bar­
.tolome Lorenzo por obrero mayor de la dicha sancta yglessia catre­
·dal desta dicha ciudad en lugar del dicho sargento mayor Pedro de
Salinas, para que como tal tengais a vuestro cargo la dicha obra e
-podais cobrar e cobreis los pesos que para la dicha obra e fábrica
están repartidos o se repartieren, e podais comprar e compreis los
peltrechos y erramientas, materiales y demas cossas nezessarias y
conuinientes para la dicha obra con parezer y asistencia del maestro
mayor della para que sean los que conbinieren, poniendo en pregón
las cossas que hubiéredes de cobrar para que se tomen de las persso-

196
CATEDRAL

nas que más baxa hicieren en ellas, y lo mismo aueis de guardar en


las cossas que se hubieren de hacer de carpintería y errería y otros
oficios de que la dicha obra no tenga maestro ni aparejo para las
hazer e fábricas de .su cosecha, e quando fuere nezessario para la
dicha obra proueer algún oficio e perssona en él que la adminis­
tre, me aueis de dar noticia dello para que prouea lo que más con­
benga, y abeis de consertar los oficiales, obreros, peones y demás
perssonas que fueren nezessarias para ello, señalándoles los jornales
que conbinieren e pagárselos en fin de cada semana en la misma obra
a los jornaleros y peones y oficiales con (fol. 3 v.º) certificacion del
maestro mayor o perssona que para ello fuere diputado para que
sepais que an trauaxado y les aueis de pagar, e tener particular
cuydado de vissitar y ber la dicha obra muy amenudo y asistir en
ella todo lo demás que pudiéredes y fuere nezessario para ber y enten­
der como trauajan a las dichas perssonas y que cada vno acuda a
su obligacion, el qual dicho officio vssareys en todas las cossas e
cassos a él anejas y consernientes según y como lo hazen, pueden
y deuen hazer los demás obreros mayores que auido y ay en las ,,
yglesias cathedrales, procurando que la dicha obra se acaue dentro
de los dichos cinco años por el hórden con las calidades y condicio­
nes contenidas en la dicha escriptura de obligación que de suso ba
yncorporada, sin que dello excedais en cossa alguna; y ruego y
encargo al señor an;obispo <leste ar<;obispado y el deán y cauildo
desta sancta yglesia y mando a todas las justicias desta ciudad, os
ayan e tengan por tal obrero mayor y os guarden e hagan guardar
todas las honrras, gracias, mercedes, franquec;as, libertades, prehemi­
nencias, prerrogatiuas e ynmunidades que deueis aver e goc;ar y os
deuen ser guardadas sin que os falte cossa alguna. E por la ocupa­
cion e trauajo que abeis de tener en ello os señalo de salario, en cada
vn año, ochocientos pesos enssayados, de los quales os arreis (sic)
pago de · 10 que está repartido o se os repartieren para la dicha obra
de seis meses en seis meses la mitad, que con vn traslado <leste título
y vuestras cartas de pago mando se os reciuan e passen en quenta,
y abeis de tener libro quenta y razón con día, mes y año de lo que
gastáredes tocante a la dicha obra, resciuiendo cartas de pago de !as

197
LIMA

perssonas a quien las pagaredes para darla cada y quando que se os


pida; y antes que entreis a ussar el dicho officio dareis fianc;as legas,
llanas y abonadas en cantidad de seis mill pesos enssayados ante el
escriuano de cauildo desta ciudad, de que dareis quenta con pago
de lo que entran en vuestro poder perteneciente al dicho officio y
tomareis el alcanze que se os hiciere y se porná por fee a las espal­
das <leste título para que conste dello. Fecho en Lima, dos de di­
cienbre de mill y seiscientos y diez y nueue años.=El Príncipe don
Francisco de Borja. = Por mandado del Virrey don Jusephe de Cá­
cerez y Ulloa.

35

Carta del fiscal de la Audiencia don Luis Enríquez, referente a las


obras de la catedral.-20 abril 1621. 1

A mandado Vuestra Magestad que en esta ciudad de los Reyes 11


se fabrique vna Yglesia Catedral aprobando la planta y montea que
se le embió, y para este edificio tiene aprobada la consinacion que
hizo el Virey Don Luis de Velasco, el qual repartio seis mill pesos
ensayados a Vuestra Magestad, otros seis mill a los encomenderos,
Y. otros seis mill a los yndios de este Ai,c;obispado, de más de que
entra Vuestra Magestad pagando por los pueblos incorporados en su
Real Corona prorata como pagan los encomenderos en lo que se le
reparte a' sus encomiendas, y ansí viene a ser el que más contribuye
Vuestra Magestad.
Yba en buen estado esta fabrica hasta aura año y medio poco
mas o menos, que por yr las capillas cubiertas de arista de la­
{fot. 1 v.º) drillo con cal, sin crw;eros ni clauos que asegurasen el pesso,
y tener de profundidad y altura más de lo necessario, pareció con­
ueniente baxar el edificio y mudar la forma de las bóbedas por auer
hecho euidente señal con los temblores, que son muy continuos más
1 AGI: Lima, 97

198
CATEDRAL

o menos en la duración y perpetuidad del edificio, y assí se acordó


por todos la nueua forma, con que estaban cubiertas las capillas cola­
terales toda� y quince bóbedas de las tres naues principales, cinco
por hilera y solo restan nueue de las ordinarias, que se an de desha­
zer y voluer a cubrir con el sinborio de en medio, sacándolas al
peso de las demás con que se haze cuerpo entero y vniforme.
Estarán hechas de cinco partes las quatro de esta yglesia de
cantería y albañileria, restan nueue bóbedas de arista, que se an de
deshazer, quedando los pilares enteros, paredes y arcos en propor­
ción para proseguir el edificio con su crucería como se prosiguen las
tres naues principales, de que están acabadas quince bóbedas.
A puesto esta fabrica en estado y esperansa de acabarse muy en
brebe el cuidado y diligencia del Virrey principe de Esquilache en
auer elegido, de año y medio a esta parte, vn morador de esta ciudad
llamado Bartolomé Lorern;o, que tiene piadoso afecto y particular
inclinacion a fabricar yglesias, Cfot. .2) y como hombre rico suple de
su hazienda prestando o dando gruesas limosnas, y assí a acabado
la parroquial de San Man;elo que a costado más de sinquenta mill
pesos y su diligencia y limosnas a puesto la mayor parte, y con el
mismo afecto prosigue acabar la parroquial de San Sebastián, a quién ,
a dado el salario de ochosientos pessos ensayados, que se le dan de
la fábrica de la catedral; y en poco más de vn año a cubierto dies
o .once bóbedas, y hecho el cuerpo del coro con que se espera que,
muy en brebe, quedarán serradas todas las capillas de la yglesia de
albañería y cantería, reformado lo peligroso todo vniforme, con mas
fueri;a y gala.
Vbiérase hecho más en este cuerpo de la yglesia sino se vbieran
diuertido las fuer¡;as de los officiales y gasto al parecer a cossas no
tan precissas como a sido labrar vna piec;a de que a costado 11 USOO
pesos y más, segun la relacion del thesorero, aora maestreescuela de
esta yglesia; la qual piesa está contigua y incorporada en la viuienda
de las cassas del Ár<;obispo, y aunque se intentó esta obra con con­
sentimiento del cauildo catedral por esta. dentro de su cementerio,
aunque despegada de la yglesia, porque se da claro y espacio de
20 pies poco más o menos que ay entre este nueuo edificio y la dicha

199
"f- I MA

yglesia, el qual es vna pieza alta de vna sala grande con muchos
azulejos y ventanage a la plaza, y vnos grandes valcones al peso y
andar de las casas an;obispales, que en su tanto a sido man-;a- <fol. 2 v.º)
na de discordia, porque los capitulares yban con intento que auía de
ser para celebrar sus capitulas dos vezes a la semana o más, y con
este intento dexaron derrivar vnas cassas que occupaban este sitio y
salían las puertas a la plaza mayor de esta ciudad, y rentaban mlls
de mill pesos a ·1a fábrica de esta yglesia, y fundan los Capitulares
este d_erecho en ser las dichas cassas legados píos que se auían hecho
a la yglesia.
El An;obispo. pretende el derecho por estar contiguo a su cassa
este edificio, y auerse labrado por quenta de Vuestra Magestad,
encomenderos y yndios como la demás fábrica de la Y glesia, pues
la cassa en que viue también se compró con hazienda de Vuestra
Magestad, y segun dicen los capitulares está señalada en la planta
para claustros y otros edificios necessarios a la Y glesia.
El Virrey Don Francisco de Borja, por el Patronasgo y poderes
de Vuestra Magestad, a declarado esta sala por del vsso del An;obis-
po, excepto quando vbiere concilios, de que se a resentido el cauildo /f
eclestástico diciendo está despojado y pedido remedio a la audiencia.
Y como el Gouierno absorbe en si estas causas con soberanía, y an
de occurrir precisamente a Vuestra Magestad cada vno CO!} su que­
rella o derecho de la audiencia por el que tiene si se puede apellar en
este casso, me pareció precisso dar esta quenta, para que aduertido
Vuestra Magestad del hecho se haga la gracia mas conueniente, y en
lo que fuere (fol. 3> de justicia tanbien aya mayor claridad.
Anse labrado vnas campanas, la vna de cien quintalt:s y otra
•�enor, y se an de labrar otras dos, que si sale la costa de lo consi­
nado a la fábrica, por ser tan mayores en estas partes a de retardar
el edificio, expuesto este cuerpo de Yglesia, en quanto no esta vnido
y cerrado del todo, a mayores riesgos de los temblores y a los daños
que padece en sí sin ellos, aunque me a dicho el Virrey, que tiene
hecho concierto por quatro o cinco años con Bartolomé Lorem;o dicho
para que, dándole la consinacion referida, acabe la Yglesia, y ansí
que estas y otras labores no impiden.

200
CATEDRAL

Tambien an puesto en práctica y concierto las . capitulares con


acuerdo del Virrey y gouierno, de hazer vna sillería de coro, que
tenía concertada en 45U pesos; a salido vn tercero haziendo baxa
de 12U y pidiendo se traiga en pregones de que se me dió traslado.
Yo lo e contradicho por dezir que no se a de gastar ningún pesos
de la consignación de esta fabrica hasta acabar la Yglesia como mas
necesaria, aunque lo quieren escusar _con dezir que ay 30U pesos de
deudas como perdidas que da en su quenta por resagos Pedro de
Salinas, a cuyo cargo estubo esta fábrica, en las que le tomó el
Doctor Juan Ximénes de Montaluo, Oydor, por comision del príncipe
de Esquilache. Yo estoy a la niira de lo que se prouee a mi . contra­
dición, jusgando que no son tan necessarios estos gastos aora, ni
que se deban hazer tan costosos antes de acabar la dicha fá- (fol. 3 v.•)
brica sin consultar a Vuestra Magestad, mayormente que los capi­
tulares, dignidades, canónigos, racioneros, medio racioneros, capella­
nes y cantores todos se distinguen en assientos a.ltos y bajos, sillas
y bancos, y no passan de quarenta en número; y quando se ayan de
hazer sinquenta sillas sale cada vna a mas de 600 pesos a costa de
Vuestra Magestad, encomenderos y indios todos necessitados.
Ase de añidir a esta costa, puertas y rejas, retablo, y qualquiera
de estas obras es costosíssima porque se trae _la madera de -Guayaquil.
Tiene de costa esta fabrica en cada vn año de ministros y sus
salarios lo siguiente :
El obrero mayor 800 pesos enssayados.
El maestro mayor 1 U pesos de a 8 reales.
El sobreestante que haze officio de aparejador y carpintero 800
pesos. =Destos ministros, estoy informado que_ merecen sus salarios
y siruen sus officios.=El que haze of ficio de contador di zen que
solo a sido de nombre y que a lleuado 400 pesos ensayados. No e
visto estas quentas, ni fuy citado a ellas ni se me a dado traslado
aunque lo e pedido, ni en la Contaduría con tocar a tanta parte de
Hazienda de Vuestra Magestad y gastos de tantos años ay ra<;Ón
alguna, y conuendría la vbiese; quizá de verse resultarían alcanses
re1ebantes a nueuo gasto y costa.

201
LIMA

36

Informe de los alarifes fray Diego Maroto y Juan Mancilla.-1657. 1

(N. 1> Excelentísimo Señor : El Deán y Cabildo de esta Santa


yglesia metropolitana, dice: que el año de mill y seiscientos y tin­
quenta y quatro vino cédula de su Magestad dirigida al Señor Conde
de Salbatierra que era Virrey, para que ynformase por medio del
Cabildo Secular de esta ciudad del estado en que estaba la fábrica
de dicha Santa Yglessia y lo que le faltaua por hazer hasta su
vltima perfección y que remitiesse con el ynforme su pareser, y en
cuya execución mandó el dicho Señor Virrey que el dicho Cabildo
Secular, con atención en la grauedad de la materia e ynportancia
deUa, nombrase dos Capitulares para que hiciesen el dicho ynforme
por el medio que más combiniese y el dicho Cabildo nombró al
Capitan Don Bartolomé de Hazaña, Cauallero del horden de San- lf
tiago y al Doctor Don Nicolas Flóres, los quales, con noticias que
dieron al �abildo eclesiastico, hicieron autos en hórden al dicho reco-
1_1ocimiento y llebaron consigo para él a la dicha Sancta Yglesia a
Pedro de Noguera, Maestro mayor, y a Juan de Man<;illa y Pedro
Miguel, alarifes de la ciudad, y auiendo dado su parecer le remitie-
ron al gouierno de donde se despachó al Real Consejo en cumpli­
miento de la dicha Real Cédula, cuyo despacho se perdió en la
Capitana de Chanday, y aunque se han hecho todas diligencias para
hallar copia de la dicha Real Cédula en la secretaria de V. E. y en
los papeles del señor Conde de Salbatierra no parecen, ni tampoco
en el cabildo secular quedó copia de lo actuado, y porque conuiene
al aumento de la fábrica y a la perfeción della vsar de la piadosa
atención de su Magestad, que con su celo christiano de oficio mira
el mayor aumento de dicha fabrica, conviene que V. E. se sirua

1 AGI: Lima. 59.

202
CATEDRAL

<.le mandar que el dicho cabildo secular buelua por los dichos comi­
sarios que nombró u otros a hazer la misma diligencia que el dicho
año de cinquenta y quatro hizo en ra<;Ón del dicho ynforme, siruien­
dose V. E. dar su pareser, porque es lo primero que la dicha Real
Cédula ordena y el fundamento para la perfección de la fabrica que
confesará siempre de ver a V. E., remitiéndolo en esta Real Armada
-para. que su Magestad resuelba lo que mas conbenga, (FQI. 1 v.º) a
V. E. pide y suplica mande que el dicho Cabildo Secular haga la
dicha diligencia, sobre la qual se sirua de dar su parese e ynformar a
su Magestad con la piedad y christiano pecho que acostumbra mirar
las cosas sagradas y de esta Sancta Yglesia que en ello recibira
merced &•.
Decreto.=Hagase como pide el Deán y Cabildo de esta Santa
yglesia y este decreto se hará saber al cabildo de esta Ciudad para
que execute y cumpla lo que se ordena. = Lima veynte y cinco de
�yo de mill y seiscientos y cinquenta y siete.= Orejón.

Yo Don Luis Feliz de la Reynaga; Escribano mayor de Cabildo y


-público desta ciudad de los Reyes del Perú, certifico: que en vn
cabildo que la justicia y regimiento desta ciudad hizo ante Antonio
,,
Fernández de la Cruz, Escribano público della, en veynte y seis
<.le Mayo pasado <leste presente año de mill y seiscientos y cinquenta
y siete, abiéndose visto este memorial y decreto a él proueydo por su
(!xcelencia, se nombraron por la dicha justicia y regimiento por comi­
sarios para hazer las deligencias que el dicho memorial refiere al
Capitan Bartolomé de Hazaña, Cauallero del hórden de Santiago,
-prouincial de la Santa Hermandad, y al Doctor Don Nicolás Flores,
regidor desta ciudad, según que lo suso pareze por el dicho Cabildo
a que me remito, y para que dello conste lo firmé en la dicha ciudad·
de los Reyes en diez y seis de junio del dicho año de mill y seis­
cientos y cinquenta y siete. = Don Luiz Feliz de la Reynaga, Escri­
bano mayor de Cabildo y público.

En la Ciudad de los Reyes en veynte y seis días del mes de


Junio de mill y seiscientos y cinquenta y siete años, el Capitán Bar-

203
LIMA

tolomé de Hazaña, del hórden de Santiago, provincial de la Santa


•Hermandad desta Ciudad, y el Doctor Don Nicolás Flores, Regidor,
Comisarios nombrados por el Cabildo, Justicia y Regimiento desta
ciudad, dixeron : que para cumplir con el órden de su excelencia y
ajustar esta materia se haga vista de ojos del estado de la fábrica
de la santa yglesia catredal desta ciudad y bayan el Padre Fray
Diego Maroto, maestro mayor, y Juan de Mancilla, alarife, para
que declaren lo que falta de hacer en la dicha fábrica y el costo que
puede tener para poder remitir este negocio a su excelencia abiendo
cumplido con esta obligación, y <;ometieron la dicha declaración a mi
el presente escribano y asi lo proueyeron.=Don Bartolome de Haza­
ña.-Don Nicolas Flores. =Ante mi Don Luis Feliz de la Reynaga,
escribano mayor de cabildo y público.

(Fol. 2) En la ciudad de los Reyes, en quatro dias del mes de


jullio de mill y seiscientos y cinquenta y siete años, yo el escribano
de Cabildo y público della, en conformidad del auto de la foxa antes
desta siguiente a un memorial presentado ante el Excelentisimo Señor
Conde de Alba de Aliste, Virrey de estos Reynos, por el Deán y J
Cabildo de la Santa Yglesia Catredal desta ciudad proueydo por el
Capitan Bartolomé de Hazaña, Cauallero del hórden de Santiago,
prouincial desta Santa Hermandad desta ciudad, y el Doctor Don
Nicolás Flores regidor della, receui juramento por Dios nuestro se-
ñor y a vna señal de cruz en forma de derecho del Padre Fray
Diego Maroto, del hórden de Santo Domingo, maestro mayor de
fábrica de dicha catredal, y de Juan de Mancilla, alarifes desta dicha
ciudad, y lo hizieron y prometieron dezir verdad y siendo por el
dicho memorial dixeron : que estos declarantes fueron en compañía
de los dichos Capitan Bartolomé de Hazaña y Doctor Don Nicolás
Flores y el Doctor Don Pablo Recio de Castilla, Canónigo de la
dicha santa yglesia, el juebes de la semana pasada que se contaron
veynte y ocho de junio <leste presente año, a ber el estado· que tienen
las obras que son necesarias hazerse en la dicha santa yglesia y las
que faltan por acabar, y abiéndolas visto y reconocido todas ellas
hallan que la portada principal que llaman del Perdón, están el pri-

204
CATEDRAL

mero y segundo cuerpo della hechos de piedra de canteria de Panamá


y falta por hazer el último cuerpo y remates de la dicha portada, que
ha de ser todo ello de cantería de dicha piedra como lo demás.=
Y assimesmo faltan de hazer los remates y chapiteles y vltimos
cuerpos de las torres de la fachada principal de la dicha santa ygle­
sia. Y assimismo se han de hazer las dos portadas del cruzero, la
vna que es donde están puestos los sambenitos de los penitenciados
por el tribunal del Santo Oficio, y la otra la opuesta que (fol. 2 v.•)
sale al patio de los Naranjos, que ambas han de ser de piedra de
cantería de Panamá y su ornato de cada vna ha de tener de ancho
catorce baras y veynte y dos de alto con sus colunas diuidida su
altura en tres cuerpos.
Y ansí mesmo se han de hazer otras dos portadas en las espaldas
de dicha santa yglesia, que corresponden y estan abiertas a las dos
nabes colaterales, y ha de tener cada vna diez baras de ancho y quince
de alto, y su obra ha de ser de cantería de piedra labrada de Pa­
namá. Y assimesmo, en el dicho patio de los Naranjos se ha de
hazer vn claustro de corredores y arquería sobre pilares de piedra,

,,
para hazer encima bibienda para los sacristanes y ayudantes de curas,
porque no ay comodidad para que ningun sacerdote viua serca de
dicha yglesia.-Y assimesmo en el dicho patio de Naranjos sale vna
puerta 'del ante sacristía y se ha· de hazer su portada de piedra labrada
de cantería, que tendra de alto como diez baras y seys de ancho.=
Y assimesmo se han de abrir dos arcos en la sacristía principal
para vnir e yncorporar otra pieza que esta más adentro, para que
así quede capaz porque el día de oy esta muy estrecha.
Y assi mesmo es precisso y necesario se compre vna cassa baja,
que esta linde con el dicho patio de los Naranjos, que sale a la calle
que llaman del Señor Ar�obispo, para hazer en el sitio della vna
capilla que llaman del Sagrario, porque es muy notable la yncon­
midad (sic) e yndecencia de abrir a todas oras de noche abrir las
puertas de dicha Catredal para dar el biático a los enfermos, por
estar oy la dicha Capilla del Sagrario debajo de vna de las dichas
dos torres, y así que �amprando el sitio de la dicha cassa y haziendo
en él la dicha Caipilla del Sagrario, quedara con puerta y comunicación

205
LIMA

por las espaldas y parte ynterior (fol. 3 > a la dicha Catredal y sacris­
tias della y· la puerta principal de dicha Capilla del Sagrario a la
calle referida del dicho Señor An;obispo desta Ciudad para poderse
<1brir a todas oras que sean necesarias para llebar el beátíco, con lo
que se escusa el abrir las puertas de dicha catredal de noche y el que
se hurten las lámparas della y otras cosas del culto diuino como ha
susedido. =Y hallan que todas las dichas obras de suso referidas, que
a·sr han visto ser necessarias, con todo cuydado, montaran a toda
costa duscientos y diez y seis mili pessos de a ocho reales, y que
esto que han dicho y declarado es la verdaq so cargo del dicho
juramento y lo firmaron. = Fray Diego Mar()to. Juan. de Mancilla.=
Ante mi Don Luis Feliz de la Reynaga, Escriban<;> mayor de Cabildo
y públicm.
En la ciudad de los Reyes, en seis días del mes _de jullio de mill
y seiscientos y cinquenta y siete años el Capitan Bartolomé de Ha­
zaña del horden de Santiago, Pi:ouincial de la Santa Hermandad des­
ta• ciudad y el Doctor Don Nicolas Flóres, regidor, comisarios nom­
brados para el ·efeto contenido en estos autos, abiendo visto la
declaracion de suso y <lemas autos, dixeron que lo remiten a su
excelencia para que se sirua de proueer y determinar en razón dello
lo que combenga y lo firmaron. = Bartolomé de Hazaña.=Dotor Don '1
Nicolás F1ores. =Ante mí Don Luis Feliz de la Reynaga Escribano
maior d� Cabildo y Público.

206
A R E Q U IP A C· A T E D R A L

37

Informe de los maestros arquitectos Gaspar de Montenegro y Juan de


la 'Rosa, s?bre el estado de las obras.-Septie�bre-noviembre 1634. 1

(Fol. ·o En la ciudad de Arequipa, en quinz� dias del mes de


séptiembre de mill y seiscientos y treinta y quatr:o años, ante el maese
de campo don Pedro Sánchez de Cos, corregidor y justicia mayor
de esta ciudad la presento el contenido:
Petición. = Don Juan Santiago de Moscoso, obrero mayor de la
fábrica de 'la santa yglessia catedral desta ciudad, digo que a mi
derecho conuiene que por mandado de vuestra merced se me .de tes­
tinioniq del estado en que está oy la fábrica, paredes y su altura,
para que en todo tiempo conste como estaua quando yo comenzé a
obrar y se vea lo que yo huuiere crecido la dicha obra, el qual testi­
monio mánde vuestra merced se me de hallandosse Gaspar de Munte­
negro, maestro de la dicha obra, para que como tal maestro y que
entiende de planta mida las paredes y de a cada sitio su nombre y
con lo que midiere, (fol. 1 v.•) en presencia del dicho escribano, se me
de el dicho testimonio, por lo qual a vuestra merced pido y suplico
así lo provea y mande pµes es justicia que pido. Don Juan Santiago
de Moscosso.
E vista mandó que con vista de Gaspar de Montenegro y Juan de
la Rossa, artífices de arquitetura, y el dicho Gaspar de Montenegro
maestro de la dicha obra, 'se le de el testimonio que pide y así lo
proveyó don Pedro Sánchez de Cos, ante mi Diego de_ Silua, escri­
bano público .
. En cumplimiento del auto de suso, yo Diego de Silua, escribano
del rey nuestro señqr, público y del número de esta ciudad de Are-

1
AGI : -Lima, 309. «Testimonio del estado que tenía la obra de la Santa
Yglessia de Arequipa por septiembre de 1634».

207
AREQUIPA

quipa del Pirú, doy fee y testimonio como oy que se quentan quinze
dias del mes de septiembre de mill y seiscientos e treinta y quatro
años, en cumplimiento (fol. 2'> del auto de suso, yo el escribano con
Gaspar de Montenegro y Juan de la Rosa, artífize de arquitetura, fuí
a la fábrica de la catedral de esta ciudad y estando en ella el dicho
Gaspar de Montenegro, en presencia de mi el escribano e testigos,
fué midiendo las paredes de la dicha fábrica y desde donde está
señalada la puerta que los artifizes dixeron que sale a la plaza ,Jando.
buelta hacia la sacristía, tuuo la pared quatro varas de alto y el fir.
de la pared por de dentro de la sacristía, que es la que cerca la
yglessia dexando dentro las sacdstias, tiene las mismas quatro baras
y toda la pared al mismo pesso hasta dar buelta al primer estribo
que es junto a ·donde dizen los artifizes que es la sala capitular, y
luego desde (fol. 2 v.º) aqueste estribo hasta la puerta que corresponde
a la de la pla,;a está de dos varas en alto, y las parfdes que los
artifizes dixeron que diuidía la sacristía están de dos varas de alto
y todo esto se entiende fuera de cimientos, como parece por la dicha
medida que hizo el dicho Gaspar de Montenegro en presencia de mi
el pressente escribano y testigos, y para que dello conste, en uirtud
del dicho pedimiento y mandamiento, doy el pressente junto con los
"
dichos artifizes que lo firmaron, siendo presentes el licenciado Juan
Jacinto Martinez y el licenciado Diego de Ceuallos, presviteros, y
Juan de Barreda, pressentes a lo referido.=Gaspar de Montenegro. =
Juan de la Rosa. = Y en f� dello lo signó y firmó en testimonio de
verdad Diego de Silua, escribano público.
Concuerda con el testimonio y demás (f ol. 3> autos originales que
quedan en el officio de mi cargo a que me refiero, y para que dello
conste de pedimento del dicho don Juan ºSantiago de Moscoso, en la
ciudad de Arequipa en diez y seis días del mes de septiembre de mill
y seiscientos e treinta y quatro años; testigos Simón Pantigoso y
Alonso de Pinedo, pressentes, y en fee dello lo signó y firmó en tes­
timonio de verdad. Diego de Silua, escribano público.

208
CATEDRAL

Testimonio del estado que tenia la obra de la Santa Yglesia


de Arequipa por nouiembre de 1634.

En la ciudad de Arequipa, en diez y siete días del mes de nouiem­


bre de mill y seiscientos y treinta y quatro años, ante el maese de
campo don Pedro Sánchez de Cos, corregidor y justicia mayor desta
ciudad, se Ieyo esta peticion.
Petición. =Don Juan Santiago de Moscosso, obrero mayor de la
fábrica de la Santa Y glesia Catedral desta Ciudad.=Digo que los
días pasados pedí ante vuestra merced se me diese vn testimonio
del estado en que yo hallé la obra de la dicha Yglessia y el altura de
sus paredes, y se me dió de la altura de los dichos paredes todo en
quadrante del cuerpo de la media Yglesia y no del 1:é!Jnaño de vnas
paredes que están comenc;adas, que hacen diuición para las sacris­
tías, e por que a mi derecho combiene se me de testimonio de las
dichas paredes, para que en todo tiempo conste en el estado que
estaua la dicha Yglessia en el tiempo que el Ylustrisimo Señor don
Pedro de Bill agarcía fué electo obispo de la dicha Yglesia, y des­
pues se vea lo que la dicha obra se a aumentado con el cuidado del
dicho señor obispo, por lo qual a vuestra merced pido y suplico
,,
mande se me de el dicho testimonio para que, como dicho tengo, de
aquí a un año se vea los aumentos (fol. 4 v.º) de la dicha obra con el
mucho cuidado que el dicho señor obispo pone en esta dicha fábrica,
pido justicia. =Don Juan Santiago de Moscosso.
Auto. E vista, mandó que el presente escribano le de el testimonio
q1;1e pide y que se hallen pressentes Gaspar de Montenegro y Juan
de la Rossa, arquitetos, y assí lo proveyó don Pedro Sánches de Cos;
ante mí Diego de Silua, escribano público.
En cumplimiento del auto de suso yo Diego de Silua, escriuano
del rey nuestro señor, público y del número de esta ciudad de Are­
quipa, doy fee y testimonio como en cumplimiento del auto de suso
y que se cuentan diez y ocho días del mes de nouiembre <leste pre­
sente año de mill y seiscientos y treinta y quatro años, fuí a la
fabrica de la catredal desta ciudad que se está haciendo en compañia
de Gaspar de Montenegro y de Juan de la Rosa, arquitetos, y entra-

2()()
14
AREQUIPA

mos en la fábrica de la dicha santa yglesia y Gaspar de Montenegro


midió la pared que los dichos arquitetos dixeron ser la sacristía de
los prebendados y tener la pared por la parte de dentro dos varas
poquito más y la pared de la sacristía que (fo\. 5) corresponde a Iá
sala capitular, medida por el dicho Gaspar de Montenegro con vna
uara, tiene las mismas dos varas de alto por la parte de adentro y
las paredes de la que el altura están hec;has por la dicha parte de
adentro, e para que dello conste en virtud del dicho pedimiento e
mandamiento dí el presente en la dicha ciudad de Arequipa el dicho
día mes y año dichos, siendo testigos Christoual Ramos, Pedro de
Quintanilla y Juan de la Traua, presentes a lo que dicho es, y lo
firmaron los arquitetos.=G-aspar de Montenegro. =Juan de la Rosa. =
Paso ante mi y en fee dello lo signé en testimonio de verdad. = Diego
de Silua, escribano público.

38

Informes de los arquitectos Gaspar de Montenegro y Francisco


del Río.-21 abril 1635. 1

(F ol. 6)En la ciudad de Arequipa, en veinte y un días del mes


de abril de mil y seiscientos y treinta y cinco años, ante el maese de
campo don Pedro Sánchez de Cos, corregidor e justicia mayor de esta
ciudad y su juridicion por su magestad, se léyó esta peticion.
Don Joan Santiago de Moscoso, obrero mayor de la santa yglecia
catredal de esta ciudad por el exelentisimo señor conde de Chinchón,
virrey de estos reinos, digo: que abra vn año, poco más o menos,
que pedía ante vuestra merced se me diese testimonio de como hallé
la dicha fábrica y de el altura tenía sus paredes y se me dió, y
agora conviene para que se vea los aumentos que a tenido la dicha
fábrica y lo que yo he hecho en este año que he labrado . en ella y
1 Expediente citado en la nota anterior

210
CATEDRAL

conste en todo tiempo lo mucho que la he aumentado, se me de testi­


monio de manera que haga fee para que lo vea su exelencia y el
señor obispo de esta dicha ciudad por lo qual
A vuestra merced pido y suplico mande nonbrar personas que
entiendan la facultad y midan las dichas paredes y declaren el altura
que tienen en que reziuire merced con justicia.=Don Jhoan Santiago
de Moscoso.
E vista mandó que se haga como lo pide y nonmbraba y nonbró
a Francisco del Río y Gaspar de Montenegro, arquitetos, para que
hagan la dicha medida y el presente escriuano de fee de la que hicie­
re en la dicha obra y asi lo proueyó don Pedro Sánches de Cos, ante
m1 Diego de Silva, escriuano público.

En cumplimiento de lo mandado por el auto de suso,


(Fol. 6 v.º)

yo Diego de Silva, escriuano público del número de esta ciudad de


Arequipa por el rei nuestro señor, doi fee y testimonio como en cun­
plimiento del auto de suso oy que se quentan veinte y uno de abril
de mil y seiscientos y treinta y cinco años fuí a la fábrica de la
catredal de esta ciudad a donde estaba Gaspar de Montenegro y Fran­
cisco del Río, arquitetos nonbrados para la medida de lo que está
fabricado en la dicha santa yglecia, y el dicho Gaspar de Montenegro
con vna vara de medir fué midiendo la pilastra junto a la puerta
que sale a la plasa y tuvo seis varas de alto, y la otra pilastra está
de la misma altura, y los arquitetos dixeron que hasta el fin del
lienso está el mismo andar y parece así por él y desde della y las dos
pi�dras que llaman repisas están asentadas y el lien<;o que sigue por
la cauesera y coxe las tres nabes está vna hilada menos de sillares
que el lienso de la plac;a y están acoplados en seco los sillares, y la
pared que dibide la sacristía de la naue corateral esta del altor del
primer lienc;o de la plac;a y de largo tres varas y tercia y el otro
lienzo que da vuelta hasta la otra puerta que correponde, está dos
hiladas menos que el primero de la plac;a, con declarasión que las
pilastras no se an subido más de como estaban de antes y las paredes
de la diuisión de la sacristia que estan en el mismo estado que de
antes y en este estado queda la dicha fábrica; y para que dello

211
AREQUIPA

7> conste, en virtud del dicho pedimiento y mandamiento, doi


(fo l.

el pressente en la ciudad de Arequipa, en veinte y un días del mes


de abrill de mill y seiscientos y treinta y cinco años, y lo firmaron
los dichos arquitetos siendo testigos Andrés Alvares de Toledo y
Martín de Gárate.=Francisco del Rio Albarado. = Gaspar de: Monte­
negro.=Y en fee dello lo signo y firmo en testimonio de berdad,
Diego de Silba, escriuano público.

39

Memorial del Licenciado Esteban de Valencia, relatando sus trabajos


en la construcción de la catedral de Arequipa.-27 agosto 1659. 1

(Fol. 1 >
En la ciudad de Arequipa en veinte y siete de agosto de
mill y seiscientos y cinquenta y nuebe años ante Joseph de Paz y
Sosa vezino y alcalde hordinario de esta dicha ciudad la presentó el
contenido.
•Pressentación. =Petición. =El lisensiado Esteuan de Valencia, pres­
bítero, sachristan mayor de la santa yglecia cathedral de esta ciudad,
como mexor a lugar de derecho y al mío combenga, digo: que por
el año pasado de seiscientos y cinquenta y dos entró a ser obispo de
esta ciudad el Yllustrisimo y Reber�ndissimo Señor Doctor Don Fray
Gaspar de Villarroel y reconosido por su Ylustrissima la cathedral
que en aquel tiempo avía, la halló que solo era vna ramada muy
yndesente, y con gran ferbor y especial desbelo y cuidado trató de
hazer la yglecia nueba, la qual solo tenía cubierta la sacristía y leban­
tadas en parte vnas paredes de cantería a vno hasta la mitad del cuerpo
de la yglecia, y estan tan bajas que no alcansauan a la primera cornija
y en todo lo demás sin ningun edificio ni cimientos, y los pilares que
se auian empesado a hazer antiguamente a vno auía memoria de
ellos antes los auian desbaratado por e�tar hechos sin arte y en lugar
1 AGI: Lima, 250.-lnformación de méritos de Esteban de Valencia (cuaderno
de 17 folios)

212
CATEDRAL

(fol. 1 v. º)
de cada vno vn profundo, hoyo, y para hazer la dicha yglecia
consertó a Juan de Aldana, el qual se obligó de dar fechas seis
bóbedas, que aún no es la mitad del cuerpo de la dicha yglecia, en
cantidad de treinta mil pesos en término de tres años, y no tubo
efecto el dicho concierto respecto de acsidentes que ocurrieron, y en
especial por aber sobrebenido al dicho Juan de Aldana vna enferme­
dad de demencia y falta de juicio, con que quedó su Ylustrisima con
el desconsuelo que se deja reconoser por no hallarse persona para la
dicha obra y en este medio, lleuado de especial debosión y con ánimo
de hazer este seruicio a Dios nuestro Señor de acauarle su templo,
y por él consiguientemente seruir al Rey, quien abía gastado en lo
poco que se auía obrado en la dicha yg'ecia más de nobenta mil
pesos de su Real Patrimonio, me ofrecí de maestrar la dicha santa
yglecia hasta acauarla por auerme dado Dios yngenio para ello, lo
qual se puso en execussión y se empesó la obra por el mes de nobiem­
bre el año de mill y seiscientos y cinquenta y dos, y con mi yndustria
y maestranza se hecharon los simientos, leuantaron las paredes, pusie­
ron cornijas en todo el sircuito de la parte de adentro de ella y ocho
pilares s'.:lbre que estriban veinte y dos arcos y quinze bobedas,
(fol. 2"> para cuya fábrica, <;imbrias, acudiendo a la cantera a hazer

sacar y cortar piedra y dar la forma y cortes della y a la calera a


hazer coser la cal y hasta hazer la piedra negra, ripio y finalmente
solicitando todos los demás materiales, buscando oficiales, consertán­
dolos y asistiendo a su direcssión todos los días, ya en lo alto de la
obra al paso que yba cresiendo y abajo mastrando y gobernando, y
muchas beses quando los aluaniles no asertauan asentando las piedras
con mis propias manos, y todo esto con tanto desbelo y trauajo espe­
cial y cuydado mío que, como lo a uisto toda esta república, en tér­
mino de quatro años, que cumplieron a ocho de diziembre de seiscien­
tos y cinquenta y seis, se halló acauada la dicha yglecia, de tal manera
que el dicho día se colocó en ella el Santíssimo Sacramento, con aplau­
so general de todo y reconosiendo que a mí se deuía el buen logro
y suseso en materia tan grande y por el consiguiente el ahorro de
dineros, pues auiendo estado consertadas solas seis bóbedas en treinta
mili pesos, en todas las quentas que comprehenden las tres naues de

213
AREQUIPA

la dicha yglecia por todas ventanas, ceminterio, torre donde están las
campanas de cantería muy firme y las bóbedas de ladrillo con grande
arte, (fol. 2 v.º) no lleué ni se me a dado real ni lo e pedido ni trato de
ello, por auer hecho la dicha obra solo con ánimo de seruir a ambas
magestades, y en el tiempo que duró dejé de acudir a mis propias
-combenencias, quitándome de ganar muchos ducados que pudiera en
mis hasiendas, por tener como tengo la yndustria y maña que es :10-
toria, de que me a resultado estar pobrísimo y en órden a que conste
·a su Magestad este seruicio, combiene a mi derecho se _me resiua
ymformassión al tenor de este escrito, con citación del procurador
_general de esta ciudad, por tant0=a Vuestra Merced pido y suplico
mande se me resiua . la dicha ymformassión y dada se me de vno o
·más traslados autorizados en pública forma para en guarda de mi
-derecho pues es justicia_ que pido &". =Esteuan de Valencia.

40

Acta del Cabildo de Arequipa en que se enumeran las obras de


arquitectura hechas por Esteban de Valencia.-13 abril 1660 1•

(Fo l. 17>En la ciudad de Arequipa, en trece dias del mes de abril


•de mil y seiscientos y sesenta años, el Cauildo, Justicia y Regimiento
,desta dicha ciudad, estando juntos en su cauildo para tratar y confe­
rir las cosas tocantes al seruicio de Dios Nuestro Señor y de su ma­
:gestad y bien de esta república, los que adelante yran fim1ados acor­
,daron lo siguiente :
En este cauildo propuso el señor corregidor la persona del licen­
-1:iado Esteuan de Valencia, presuítero, sachristán mayor de la santa
:ygl�ia cathedral de esta ciudad, para que en conformidad de sus
:ajustados prosedimientos, virtud y buenas costumbres y, sobre todo,
-por razón de los seruisios tan grandes que a hecho a ambas mages­
tades en las fábricas de la Santa Cathedral, conuentos de San Agu stín,
1 AGI: Lima, 250. Información citada en la nota anterior.

214
CATEDRAL

Descalsos de San Francisco, Nuestra Señora de la Merced, Conpañía


de JesÚ¡s y monjas de Santa Catalina de Sena, con otros muchos
edifisios y reparos particulares, de que a resultado manifiesto feruor
(fol. 17 v.") en el culto diuino, aumento lustre y ornato de esta ciudad,

de que no a tenido más satisfasión que lleuado del afecto del seruicio
de Dios Nuestro Señor y de su rey; se sirua Su Magestad, que Dios
guarde, de premiarle condignamente. =Y con esto se serró este cauil­
do y lo firmaron=Don J oseph de Auellaneda Sandoual y Roxas=
Don Pedro de Peralta Valenc;uela=Don Agustín Gámes de Butrón=
Don Pedro Femández Triuiño=Juan Nauarro Montesinos=Don
Alonso Dáuila Pizarro =Juan de Oropessa=Don Pablo Pachecn==
Don Juan de Salazar· y Solís=licenciado Don Joseph de Villegas
Camargo=Don Rodrigo de Paz Orihuela. = Ante mí Antonio de Sil­
ua, escriuano público.
Como consta y paresce por el dicho cauildo, de donde se sacó este
traslado, que está y queda en el libro de cauildo de esta ciudad en· el
of fisio de cauildo que despacho a que me refiero; y para que de
ello conste, de pedimiento del dicho licenciado Esteuan de Valencia,
di el _presente en la ciudad de Arequipa del Pirú en veinte y dos
días del mes de abril de mil y seiscientos y sesenta años. ,,
Y en fee dello lo signo y firmo.
En testimonio [hay un signo] de verdad
Antonio de Silua
escriuano público [Rúbrica]

215
L A P A Z C A T E D R A L

41

Informe del maestro mayor Alonso de Larrea.-4 julio 1653. 1

<Fol. 1 >
El Yllustrissimo Señor Don Antonio de Castro y del Cas­
tillo mi señor, obispo de esta Santa Yglesia de Nuestra Señora de la
Paz me manda, como a maestro mayor que soy de la obra de esta
santa yglesia cathedral y por cuya mano se hace el gasto de lo que
en ella se ba obrando, de ra<;Ón del estado en que está y de lo que
falta hasta ponerla en perfección con lo que estaua hecho de la dicha
yglesia.
Y lo que se a enpesado a obrar desde que su señoría bino por
obispo de este obispado es el tercio de la yglesia, añadiendo a lo que
estaua hecho beynte y tres baras más de largo donde biene a caer el
coro de los preuendados con que biene a estar capaz, y acauándose
en toda perfección, tendrá de largo sesenta baras de gueco y de ,,
ancho catorce, y las capillas de los lados tienen de gueco, siete baras
y tercia, y en esta forma se a enpesado a obrar. Tiene de frente hacia
la Pla<;a principal, donde caen las puertas, quarenta y dos baras de
largo; los cimientos que se abrieron en correspundencia de los que
tiene la dicha yglesia, tienen de fondo once baras y de .ancho seis, y
los dos pilares de los arcos que salen para diuidir las capillas y el
cañón principal, tiene de cimientos <lose baras de fondo y seis de
ancho en quadro; todos estos cimientos se llenaron de piedra C?n
mescla de cal y arena. =Lo que se a leuantado de manpostería por
ygual toda la obra desde el plan del .suelo, son más de tres baras, ia
bara y dos tercias por la parte de fuera de piedra labrada de cante-
ría que se a traydo de diez leguas de esta ciudad, y así para el reparo
de las aguas como para hermosear h obra, y lo demás de cal y ladri-
llo, en que hasta oy se an gastado beinte y dos mil pesos de a ocho

1 AGI: Charcas, 138.

216
CATEDRAL

reales por baler en esta ciudad la fanega de cal a tres pesos y el


millar de ladrillo por 70, y no ay quien le quiera hacer a este precio;
y así clispuse hacerlo fabricando hornos para el efecto con que se
biene ahorrar de gasto más del tercio de la plata que costauan antes.
(F ol. 1 v.•) Tiene la yglesia de alto el cañón principal 18 baras y

las capillas a 14; y en su correspondencia se hacen otras dos capillas


en cada lado, todo de bóueda como lo demás de la yglesia, y con
más fortal�a porque an de cargar sobre las dos húltimas dos torres
que an de sobrepujar del alto de la yglesia todo lo nesesario conforme
al arte.-= Oy está parada esta obra por falta de plata para prose­
guirla y, conforme a lo que se a gastado, para acauarla en toda
perfecion serán menester, a lo que me parese, cinquenta mil pesos. =
Este es el estado que tiene la obra, y sí con la benida del obispo mi
señor no se hubiera reparado lo edificado de la yglesia y bóuedas de
ella, se hubiera caydo, porque estauan muy pasadas de los aguaceros
y descubiertas al sol y al agua, que es mucha la desta tierra, y para
obrar el daño se cubrieron todas las bóuedas de ycho y por deuajo
de cal que es el modo de texar de esta tierra. Fecho en la ciudad de
La Paz en 4 de julio de 653 años. \
Alonso de la Rea [Rúbrica]
"

42

Testimonio de las obras hechas en la catedral desde que llegó a La


Paz, en 1682, el Obispo don Juan Queipo de Llano y Valdés.-7
julio 1690. 1

(Fol. 1 >
Yo Juan García de Naruaja, escriuano de Su Magestad,
público y del número de la ciudad de Nuestra Señora de la Paz, cer­
tifico y doi fee a los que la presente vieren de como el Yllustrisimo

1 AGI: Charoas, 376.

217
LA PAZ

Señor Doctor Don Juan Queipo de Llano y Valdés, Obispo de la


Paz, del Consejo de su Magestad, hauiéndose rezeuido por el mes
de Agosto del año de mili seiscientos y ochenta y dos, ynmediata­
mente prosiguió la obra de la Santa Yglesia Cathedral del estado en
que la halló parada por falta de medio, y desde que su Señoría Yllus­
trisima entró en la Ciudad de la Paz hasta el día de la fecha a estado
obrando continuamente en la dicha su Yglesia, acabando la bóbeda
prinzipal, blanqueanda y enlusida toda la Yglesia y que hizo el coro
con su sillería de madera de sedro, obra muí primorosa; dos 'tribunas
con sus órganos, el vno se puso el antiguo y otro nuebo, y en las
tres portadas se pusieron puertas de clauazón de bronze y se hizieron
de piedra con cornija,' colunas sobre puesto y pirámides. Y se hizo
la torre, de piedra y ladrillo, para las campanas, donde estan ia
puestas y acabadas y la otra torre comenzada para proseguir (fol. 1 v.º)
en ella y se texó toda la yglesia de tejas y por de fuera se reparó con
estribos de piedra y cal y hizo el simenterio de cal y piedra con sus
cruzes y coronaciones de piedra labrada, y todas las ventanas de la
dicha yglesia con piedras de merenguela de juzpe blanca que sirue
por vidrieras. Y toda esta -obra la á hecho su Señoría Yllustrisima, 1/
en que a gastado muchas cantidades de plata como constará de la
Certificacíon del Comisario Don Miguel Galaz de los �íos, Contador
de este obispado� quien a ajustado las quentas; y para que de todo
lo referido conste, de borden del Yllustrisimo Señor Doctor Don
Juan Queipo de Llano Valdez, Obispo de la Paz, del Consejo de su
Magestad, doi el presente en el aziento de minas de oro de Coaqui-
lata Jurisdicion del Pueblo de Quiauaia, prouincia de Lerecaxa, en
siete días del mes de jullio de mill seiscientos y nobenta años, siendo
testigos el Cappitan Don Juan de Herrera y Zuñiga y Ysidro Perez
de Arezcurenaga.
Y en fee dello lo signó y firmó.
En testimonio [hay un signo] de verdad
Juan García de Narbaja
escriuano de Su Magestad

218
CATEDRAL

El General Don Pedro Romero de Camano y Sotomayor, (fol. 2>


Regidor Perpetuo de la Ciudad de los Reies, theniente de Capitán
General, Corregidor y Justicia maior de esta Prouincia de Larecaxa
por su Magestad y el Cappitán Joseph J oue de Valdés, theniente
comfirmado por la Real Audiencia de la Plata del pueblo de Mocomo
en esta dicha Prouincia; Certificamos y damos fee, a falta de Escri­
uano, en quanto podemos y a lugar de derecho, que Juan García
de Naruaja, de quien el testimonio de la foxa antes de esta parese
estar si gnado y authorisado, es tal Escriuano como se nombra y que
a los autos, escrituras y demas recaudos que ante él an pasado y
pasan se a dado .Y da entera fee y crédito en juicio y fuera de él y
para que dello conste dimos la presente en el pueblo de Mocomoco
en diez y seis dias del mes de J ullio de mill seiscientos y nobenta
años.
Don Pedro Romero J oseph Jouede Valdés
de Camaño y Sotomayor [Rúbrica]
[Rúbrica]

219
S U C R E C A T E D R A L

43

Información pedida por el Obispo, Deán y Cabildo de La Plata.


Solicitud y cuestionario de preguntas.-16 noviembre 1568. 1

Muy magnifico señor.=Diego Ximénez, en nombre del reueren­


disimo señor obispo y deán y cabildo desta santa yglesia catredal
desta ciudad de La Plata digo: que la dicha santa yglesia fué edifi­
cada antes de ser eregida en catredal y despues acá no se a edificado
en ella cosa alguna y la dicha ciudad a ydo y va cada día en aumen­
to, y por ser como es tan pequeña, los días de fiestas y quando ay
sermones no caben la mit�d de las personas que oienen a la dicha
yglesia y los naturales que agora nuebamente bienen en conocimiento
de nuestra santa fee católica y ley ebangélica, avnque quieren entrar
en la dicha yglesia cab-edal para ver la pulida y órden y buen ser-
uicio della no pueden, por ser como dicho es tan pequeña, lo qual IJ
les estorbo para ymitar y seguir nuestra religión christiana, y por ser
como es la fábrica de la dicha yglesia catredal tan pobre y no tener
renta para poder hazer y edificar la dicha yglesia que pueda ser
catredal, por que la renta que tiene no basta para bino y cera y orna­
mentos y cosas necesarias para el culto diuino, y ansí está syn reta-
blos y adornatu como combiene y sin el autoridad que como a tal
yglesia catredal se requiere, y por que conviene a mis partes que su
magestad del rey don Felipe nuestro señor sea ynformado de la
pobrec;a y gran necesidad desta (fol. 1 v.•) dicha santa yglesia, para que
constándole siendo seruido, además de la limosna que le a hecho de
los dos nobenos que a su real magestad pertene�en, mande se edifi-
que la dicha santa yglesia como combiene, de manera que se puedan
en ella celebrar los diuinos oficios e oyrlos los vezinos y naturales
las fiestaS! y domingos.

l (.,'harcas, 142.

220
CATEDRAL

Por tanto a vuestra merced pido y suplico mande esaminar los


testigos que por mí serán presentados por este ynterrogatorio de que
hago presentación y lo que dixieren y depusieren sus dichos y depu­
siciones me lo mande dar signado y autorizado en pública forma en
manera que haga fee, vno y dos y más treslados, poniendo a todo
ello su autoridad y decreto, sobre lo qual y en lo necesario etc. Li­
cenciado Baltasar de Villalobos, Diego Ximenez.
E por su merced vista la dicha petición e ynterrogatorio dixo que
mandaua y mando quel dicho Diego Ximénez presente· los testigos
de que se entiende aprouechar e se reciban y tomen como lo pide, e
que cometía y cometió la resecioq y juramento de los dichos testigos
a mí el escriuano e lo firmó de su nombre.=Gaspar de Saldaña.=
Ante mi Garcia de Esquibel, escriuano.
Por las preguntas siguientes sean examinados los testigos que
fueren presentados por parte de Diego Ximénez en nombre d�l reue­
rendisimo señor don Frai Domingo de Santo Tomás Nabarrete y del
deán y cabildo de la santa yglesia catredal de la ciudad de La Plata.

,,
(Fol. 2> l. Primeramente sean preguntados si conocen al reue­

rendisimo señor obispo y al deán y cabildo de la santa yglesia catre­


dal de la ciudad de La Plata y si an visto la yglesia que al presente
esta por yglesia catredal.
2. Iten si saben e uieron que al tiempo que se edificó la dicha
yglesia era parroquial y auía muy pocos vezinos en la dicha ciudad
y a la sazón abastaría la dicha yglesia y· al presente es catredal y no
es suficiente para tan gran número de pueblo como ay.
3. Yten si saben e an visto que, despues que su magestad mandó
residir en la dicha ciudad de la plata su Audiencia y Chancillería
Real, se a aumentado la dicha ciudad trez uezes más que no era al
tiempo que se hizo la dicha yglesia.
4. Yten si saben e an visto que por ser tan pequeña la dicha
yglesia, no pueden los vezinos y moradores de la dicha ciudad caber
en ella los días de fiestas principales y quando ay sermón, y a esta
causa los naturales no oyen misa ni ven como se celebran los diuinos
oficios en ella.

221
SUCRE

5. Yten si saben y ven ques necesario que se haga otra yglesia,


por que la que al presente está hecha no se puede alargar ni ensan­
char por razon de la tra<;a que tiene sino es con gran daño del edi­
ficio della, y ansí es mejor y más conviniente cosa hazer-otra yglesia
de nuebo que no deshazer la que al presente esta hecha porque puede
seruir de parroquia.
6. Yten si saben que la renta que tiene vn año con otro serán
tres mill pesos de buen oro y avn (fol. 2 v.•) menos según van en dis­
minuición los diezmos, los quales no bastan para ornamentos, vino y
cera y otros muchos gastos que la yglesia tiene muy necesarios para
el culto diuino.
7. Yten si saben e an visto que las cosas de Castilla que son
necesarias para el seruicio del culto diuino, valen precios muy ex(_;e­
siuos.
8. Yten si sahen que con la dicha renta que la dicha yg!esia
tiene no se puede reparar la yglesia questá hecha a caerse alguna cosa
della sino con gran ayuda de Su Magestad y ansí está claro y notorio
que menos se podrá hazer de nuebo.
Ytem si saben que todo lo dicho es público y notorio. =Licenciado
Baltasar de Villalobos. = Diego Ximénez. '1
(Confirman todos los asertos de este cuestionario los testigos si­
guientes: Gaspar de Saldaña, alcalde ordinario; Toribio de Alcaraz,
morador, de cincuenta años; Galaor de Loaysa, vecino; Pedro de
Villagrán; Pedro de Ceballos, vecino y regidor; Francisco González,
vecino; Bartolomé de Vergara, residente; y Andrés de Carrión, re­
sidente.)

44
Sentencia de un pleito entre el Cabildo de La Plata y los herederos
de Juan Miguel de Veramendi.-Madrid, 27 junio 1576. 1

En el pleito que ante nos pende por espezial comisión de Su


Magestad entre el Deán y Cavildo de la Santa Yglesia Catredal de
1 AGI: Escrlban!a de Cámara 952.

222
CATEDRAL

la ciudad de La Plata y Alonso de Herrera su procurador de ia vna


parte, y el doctor Francisco de Urquijo como tenedor de los bienes
que quedaron de Juan Miguel de Veramendi, difunto, y Juan de la
Peña su procurador de la otra, y Andrés Martínez de V eramendi y
doña Leonor de Veramendi que a este pleito se a opuesto en este Real
Consejo de las Indias, como herederos abintestato del dicho Juan
Miguel de Veramendi,
Fallamos: que el Presidente y Oidores de la Audiencia Real de
la ciudad de La Plata que <leste pleito conozieron en la sentenzia de
revista que en él dieron y pronunziaron, de que por las dichas partes
fué suplicado segunda vez para ante la persona real de Su Magestad,
juzgaron y pronunziaron bien, y los susodichos suplicaron mal. Por
ende, deuiemos confirmar y confirniamos la dicha su sente,:izia, la
qual mandamos sea llevada a devida execuzión con que en quanto por
la dicha. sentenzia se manda que el dicho Juan Miguel de Veramendi
fuese obligado perzisamente a hazer las cosas que los oficiales nom­
brados declararon faltar por hazer conforme a la traza, escoxiéndolo
la dicha yglesia y pagando por ello lo que los dichos officiales 1�
mandaron descontar. Devemos mandar y mandamos que la dicha ygle­
sia haga la dicha elezión dentro de treinta días como fuere requerida
con carta executoria que desta sentenzia se librará; y declaramos
ser pasado el término por el qual en la dicha sentenzia se suspende
al dicho Juan Miguel de Veramendi la execuzión de lo contenido en
ella y conforme a ello poder usar libremente de la dicha carta exe­
cutoria; y mandamos ansimesmo que el dicho Juan Miguel de Vera­
mendi e sus herederos tomen y rezivan en quenta para lo que an de
aver el dicho Juan Miguel conforme a la dicha sentenzía, todo lo
que pareciere auier rezivido de la dicha yglesia o de otra qualquier
persona en su nombre para en quenta y parte del pago de las dema­
sías de la dicha obra, y por esta nuestra sentenzia definítiba en grado
die segunda suplicazión ansí lo pronunziamos y mandamos. Sin co­
pia.=Va entre renglones demasías.

Licenciado Otalora. = Licenciado Gamboa. = Doctor Gómez de San­


tillán. = EI licenciado Martínez Espadero. = EI licenciado don Diego
de Zúñiga. (Todos rubricados.)

223
SUCRE

Dada e pronunciada fué esta sentenzia por los señores del Consejo
Real de las Indias que en ella firmaron sus nombres en la uilla de
Madrid a veynte y siete días del mes de Junio de mill e quinientos
e setenta y seis años.=Valmaseda (rubricado).

45

José Pastorelo, pintor y escultor, se obliga con el Cabildo Eclesiástico


de La Plata para hacer un retablo, de acuerdo con el pliego de condi­
ciones que se inclnye.-9 agosto 1604. 1

- En la �iudad de la Plata nueue dias del mes de Agosto de


mil! e seiscientos y quatro años, ante mi el escriuano de su magestad
y testigos parescieron presentes de la vna parte los señores maestro
don Joan de Larrategui, deán de la Sancta Yglessia Cathedral desta
dicha �iudad, doctor Gaspar Gon�ales de Sosa, Bachiller don Joan
de Mend�a, canónigos e della diputados por los señores deán y
Cabildo sede bacante de la dicha Sancta Yglesia para lo contenido 11
en esta escriptura, y de la otra Josephe Pastorelo, pintor y escultor,
moradores en esta dicha �iudad que doy fee que conozco y dixeron
que por quanto son convenidos y concertados y en mi presencia y de
los testigos yuso escriptos se conuinieron y concertaron en esta mane-
ra : que el dicho Josephe Pastorelo se obliga a hazer vn retablo para
el altar mayor de la dicha Sancta Yglesia según y de la formma y
manera que está dibujado en la tra�a que para ello tiene hecha, fir­
mada de su nonbre y de los dichos señores diputados, que está en
poder de Francisco de Cuenca Quirós, secretario de los dichos señores
deán y cabildo, y de vna memoria en que declara la hórden que a
!e llevar que su tenor es como sigue:
- El primer cuerpo a de ser de hórden conpósita con sus pilas­
tras de bajo reliebe quadradas y estriadas con su ter�io de caña
(fol. 2> y en medio de los dos lados dos figuras al holio, de vna parte

1 Archivo del Cabildo Eclesiá.stioo. Sucre.

224
CATEDRAL

Sant J oan Bautista y de la otra Sancta Bárbara, y alrrededor sus


guarnic;iones de bulto y sobre los dichos pilares su alquitraui, frijo y
molduras; esto es lo que ha de lleuar la primera hordenanc;a.
2. La segunda a de lleuar seis coltinas redondas con sus planas
y sus contrapilares; enmedio a de lleuar vna caxa para que se ponga
Nuestra Señora de la Concepc;ión que tiene esta Sancta Yglesia; y a
los lados de vna parte San Pablo a mano yzquierda y a mano derecha
San Pedro de esta mano de la dicha ymagen de Nuestra Señora,
hechos de pasta o de otro vetumen fuerte y an ·de ser dorados y esto­
fados; y sobre las dichas colunas y pilares su alquitraui y friso y
moldura quebrada al remate de las dichas lunas (sic) y en medio
dellas molduras quebradas una plana a donde a de estar yncado una
cruz con su Cristo que es desta Sancta Yglesia y sobre las molduras
quebradas an de yr dos peanas chicas con quatro jarras de bulto.
3. La rerc;era hordenanc;a a de lleuar a los lados vnas peanas con
dos angeles de bulto grandes del tamaño de vna bara y sobre otras
dos planas dos términos de cada lado, y a los ,lados de los términos
vna tarja con vna pirámide chica por remate; de los lados sobre ios
términos .su alquitraui, friso y moldura y sobre ella otra moldura
"
que rell}at� la obra, Cfol. 2 v.•) y en medio destas molduras vna tarja
grande en el frontispi c;io, que dentro de ella a de estar .Dios padre
pintado al holio y por remate del retablo dos tarjas que vengan a
corresponder sobre los términos, todo de madera ec;epto algunos so­
brepuestos de pasta; y el quadro del medio donde está el Cristo a de
licuar Nuestra Señora, San Joan y otras figuras pintura al holio y a
de ser dorado todo el dicho retablo y estofado X el tamaño dél a de
tener siete varas y media hasta ocho y cinco de ancho sin el huelo
de las molduras, de manera que yncha todo el gueco del arco así en
ancho coi:no en largo.
- El sagrario a de ser de madera de figura medio exzágono, a
de tener dos varas y media de alto y vna y terc;ia de ancho con quatro
Evangelistas sobre las cartelas de vn terc;io de bara de alto y los
quatro dotores de la yglesia pintados en las puertas y los otros dos
en los lados; todo esto a de ser dorado y estofado.

225
15
SUCRE

- El qual dicho retablo el dicho Josephe Pastorelo prometió y


se oj)ligó de hazer de la forma y manera contenida en las condiciones
suso yncorporadas y como se contiene en la tra<;a que para el dicho
efecto tiene hecha, dentro de año y medio cwnplido primero (fol. 3>
siguiente, que a de correr y se contar desde el día de la fecha desta
escriptura, .por prescio y quantía la hechura dél de ocho mili pesos
de plata corrientes en reales de tr_es al peso pagados en esta manera:
los dos mill pesos dellos en todo el mes de agosto próximo deste
presente año de mill e seyscientos y quatro y otros dos mili pesos
de la dicha plata corriente a fin de febrero del año que biene de
mill e seyscientos e cinco y otros dos mill pesos para fin del mes
de agosto del dicho año de mill e seyscientos e cinco e los dos mili
pesos restantes a cwnplimiento de los dichos ocho mill de la dicha
plata corriente, luego como el dicho retablo se ponga y asiente en
d altar mayor de la Sancta Yglesia Cathedral de esta dicha <;iudad,
y no ali;ar la mano dél hasta que se acaue dentro del dicho tiempo
y poner todo el recaudo de madera, de colores, yndustria y manos a
su costa según y como está dicho, ecepto que quando lo hubiere de
asentar los dichos señores diputados le an de dar yndios, ?ficiale5 y 'I
materiales de cal, arena y ladrillo que fuere nescesario para el dicho
efecto; y a de poner vna <;erradura a· su costa en el sagrario y a�í
mesmo le an de (fol. 3 v.•) dar la clauazón que fuere nescesaria para
clavar y afijar en la pared el dicho retablo y pagar los maestro<; de
albañería; y para que la dicha obra no ¡;ese y se acaue dentro del
dicho término los dichos señores díptttados le an de conpeler a ello
por todo rigor de derecho sin que pueda dezir ni alegar que en lo
susodicho fué engañado ni en parte alguna dello les an dagnific�do
ynorme ni ynormisimamente, ni que dolo dió causa a este contrato
ni yncidió en él ni en parte dél; y si lo alegare no le valga e los
dichos señores maestro don Juan de Larrategui, deán de la Sancta
Yglessia Cathedral desta dicha i;iudad, doctor Gaspar Gon<;áles de
Sosa, Bachiller don Joan de Mendoi;a, canónigos della, diputados
_ para lo contenido en esta escriptura, que como dicho es fueron pre­
sentes, la aceptaron y se obligaron como tales diputados de dar y
pagar de los bienes y rentas de la dicha Sancta Y glesia los dichos

226
CATEDRAL

ocho mill pesos de la dicha plata corriente a el dicho Joseph Pasto­


relo o a quien su poder hubiere por razon de la hechura, trauajo y
ocupación del dicho retablo y a los plazos y según (fol. 4> y de la
forma y manera que va mencionado llanamente y sin pleyto alguno
con las costas de la cobran<;a, y se obligaron a dar los yndios, ofi­
c;iales y materiales de cal, arena y ladrillo y clabazón que fueron
necesaria para afyjar y clauar en la pared el dicho retablo y pagar los
maestros de alvañería de los bienes de la dicha Sancta Yglesia sin
que en lo susodicho ni en parte dello aya remisión alguna; y el dicho
J oseph Pastorelo se obligó de gu ardar y cumplir el dicho memorial
y travt que tiene dada de la hórden que a de lleuar el dicho retablo
según que en ella se contiene y dallo a contento de los dichos señores
y personas que lo entiendan y para su cumplimiento anbas partes,
por lo que a cada vno toca de gu ardar y cumplir, el dicho Jocephe
Pastorelo obligó su persona y bienes muebles y rayzes auidos y por
auer y dió y otorgó entero poder cumplido a qualesquier justicias
de su magestad de qualesquier partes que sean, y los dichos señores

,,
diputados obligaron los bienes y rentas de la dicha Sancta Yglesia y
dieron poder a las justii;ias eclesiásticas que de sus causas puedan y
deuan conocer, al fuero de las quales anbas partes (fol. 4 v.•) se some­
tieron, obligaron y renunciaron el suyo propio y la ley que dize que
el actor deue seguir el fuero del reo para que las dichas justicias les
conpelan a ello como persona digna de juez conpetente pasada en
cosa juzgada y renuni:iaron todas y qualesquier leyes de su favor e
ayuda y el capitulo duar<lus (sic) de absolucionibus y la general y
derechos della; y lo otorgaron anssí y fyrmaron de sus nonbres si.endo
testigos Miguel de Castro, Garci Sánchez y Diego Gonc;áles de Alco­
ba, residentes en esta dicha c;ibdad. = EI maestro Juan de Larrategui.=
Doctor Gaspar Gonc;áles. = Don Juan de Mendovt.=Josephe Pasto­
relo.=Ante mi Pedro de Santillán, escriuano de su magestad.
E yo Pedro de Santillán, escriuano de su magestad fui presente
y lo signé en testimonio de verdad.
Pedí-o de Santillán
escriuano de su magestad. [Rúbrica]

227
SUCRE

46

Información de la catedral de La Plata, pedida el 28 de enero de 1608.


Memorial y declaraciones de los testigos 1•

Muy poderoso señor. =El doctor don Diego Felipe de Molina,


chantre de la santa yglessia catredal desta ciudad y en virtud del
poder e comissión que tengo, particularmente para este efecto, del
deán y cabildo sede bacante en nombre de la dicha santa yglessia e
de su fábrica, digo: que al derecho de mi parte conuiene que, con
citación de buestro fiscal, se reciua ynformación de oficio, o como
mejor a esta Real Avdiencia paresciere conuenir, 'de que por ser anti­
guo el hedificio de la dicha santa yglessia e de los primeros que se
hicieron en este reyno y hecho por oficiales poco experimentados e
c1,1riossos, con malos materiales e con poco fundamento, es el templo
pequeño y está muy viejo e con gran nescessidad de continuos repa­
ros, como se be por vista de ojos, haciendo estribos, arcos, capillas e
reparando los . cimientos, bóuedas, de que se an • recrecido grandes
gastos, por ser muy caros los materiales e mucho más las manos de
los oficiales, y por estar por de dentro el dicho tenplo yndecente
todo el hedificio muy negro e de mala forma, fué nescessario hacer
vn blanqueo de yesso en todas las bóuedas e paredes, aderec;ar e
dorar las clabes, fortalecerla con hacer de nueuo todos los pilares
con bassas de cantería, y en el altar mayor gradas e pedestales de
cantería, con vna reja de hierro dorada y ac;ul, e por no tener retablo
sino vnas ymágenes pequeñas sobre vn dosel biejo, fue nescessario
hacer retablo, que conforme a la capacidad que al presente tiene la
yglessia fué lo mejor (fol. l v.º) que se pudo hacer en esta provincia;
e por no tener coro sino vnos bancos viejos en que se asentauan los
capitulares, fué forc;oso hacer coro e vna sillería muy rica que a
costado mµcha cantidad de pessos; por estar la dicha santa yglessia
1 AGI: Charcas, 140.

228
CATEDRAL

falta de todo lo nescessario para el hornato del culto diuino se hic;o


vna custodia para sacar el Santisimo Sacramento el día del Corpus
que pessa ochocientos e veinte y, tres marcos de plata, que por ser de
muy buena hechura costó a treinta y quatro pesos el marco; y entre
otros hornamentos de que auia muy gran falta se ha hecho vno muy
rico e otros que, avnque no lo son tanto, son muy buenos frontales,
e todo lo nescessario para el ,hornato de los altares, vna libreria para
el coro que agora se ba haciendo e cuesta mas de catorce mili pessos,
que hera _ynescusable, tres canpanas que ansí mismo se han haciendo,
la vna de veinte y cinco quintales e las otras algo menores, que no se
podían escussar; e demás desto, como ba en gran crecimiento la
gente de esta ciudad, nescesariamente antes de muchos días se a de
acrecentar el tenplo o haciéndole de nueuo o acrecentando y añadiendo
algu nas naues y capillas de suerte que sea capaz para el pueblo, e
demás desto los gastos hordinarios que tiene la fábrica son muy gran­
des, porque la cera que se gasta es mucha y de hordinario bale a
beinte reales la libra y el vino para celebrar (fo�. 2> quando bale muy
barato e es de el hordinario bale a cien reales el arroba e si es algo
mejor bale a ciento y cinquenta, y el aceite para las lánparas bale a
ochenta e a nouenta pessos el arroua; e demás desto los gastos de la
sacristía e ropa blanca que se gasta para los ornamentos e altares; e
las rentas que a tenido e tiene para todos los gastos referidos son
muy cortos y en muy poca cantidad, que si su magestad no se ouiera
seruido de socorrerla e hacerle merced e limosna de los nouenos que
tiene e le pertenecen en las rentas eclesiásticas por algunos años, no
fuera pusible auer acudido a las cossas referidas e por que cada día
las costas e gastos que se recrecen son mayores e la nescessidad de
hedificar nueua yglessia e pararía todo si su magestad no le hiciesse
esta merced e otros mayores.=A vuestra alteza pido e suplico que,
con citación del dicho buestro fiscal, de oficio o como más me con­
uenga, se resciba ynformación de lo conthenido en este mi pedimiento,
e conforme a ella vuestro pressidente e oydores den su parescer,
declarando ansimismo lo que les consta y an visto por vi-.ta de ojos
e como las dichas obras hechas e las que faltan requieren el fauor,
merced y ayuda de su magestad, para que de aquí adelante, como

229
SUCRE

hasta aquí lo a hecho, haga merced a la dicha santa yglessia de los


dichos novenos y en otras cosas que puedan ser para ayuda de su
acrecentamiento y edificios que tiene tanta nescessidad, para que todo
ello se ynvíe ante su persona real e su Consejo Real de las Yndias
e pido justicia e para ello &.=El doctor Molina.=El Licenciado Juan
<le Espinosa.

[Declaración de Juan de Losa Barahona.]


<Fol. 5 > En la ciudad de La Plata a doce días del mes de febrero

<le mill e seiscientos e ocho años, la parte de la santa yglessia catredal


desta ciudad de La Plata, prouincia de los Charcas en el Pirú,' pre­
sento por testigo a el secretario Jhoan de Lossa Barahona, vezino
desta ciudad, del qual se tomó e resciuió juramento a Dios e a la
cruz en forma de derecho, so cargo del qual prometió de decir verdad
y siendo preguntado por el thenor de la petición dixo: que este tes­
tigo a que resside en esta dicha ciudad más de quarenta años y a
visto e saue muy de raiz todo lo que toca a la santa yglesia catredal
desta dicha ciudad e fábrica dello e lo que a menester, e saue quel
maestro que la hi<;o desde su primer principio, que fué Jhoan Miguel
de Beramendi, la hedificó baja e con materiales mal cocidos, por que
la cal hera cassi tierra como se a visto en muchas catas que en diuer­
sos tienpos se an fecho en los cimientos, estribos e bóuedas de la
dicha yglessia, por auerse caydo, alguna parte de los edificios della
y estar la torre sentida y arruynada, de manera que avnque se le :m
hecho reparos se tiene muy gran temor e sospecha de que a de
caerse e lleuar tras si mucha parte de la dicha yglessia e particular­
mente el coro, como se vió _en vn tenblor que vbo en esta dicha ciudad
en que trató tan mal los hedificios de las yglessias della, e particular­
mente el de la yglessia catredal, que dejó el dicho tenblor arruynado
e cascado mucha parte del hedificio della, (fol. 5 v.•) e se vió apartar
el arco toral del coro donde estriba el edificio, que se apartó de las
capillas de manera que los que estauan en la yglessia bieron por el
abertura que hi<;o el cielo muy claramente; e anssí por esto como
por otras muestras muchas que a dado el edificio de la dicha yglessia
de auerse de benir al suelo sino se repara, tiene nescessidad de ha-

230
CATEDRAL

cerla de nueuo o a lo menos de grandes e fuertes reparos, e de aña­


dirla y alargarla por que es pequeña, e la ciudad e gente della a ydo
e ba creciendo de manera que en las fiestas solenes no caben en la
yglessia, como se a bisto e be; e ansimismo no tiene sacristía e se
sirue para ella de vn colgadic;o que es cossa muy yndecente para
yglessia catredal, e que para poder passar hasta tener pusible para
hacerla de nueuo o hacer los dichos reparos fuertes,. se an hecho
arcos y capillas e se an ydo reparando los cimientos e bóuedas e
blanqueádola por que estaua negra, todo lo qual a sido a mucha costa
y gasto por la gran carestía de los materiales e de los maestros e
oficiales; e se an hecho de nueuo los pilares con bassas de cantería
para fortalecerla y en el altar mayor gradas e pedestales de cantería
con reja de hierro dorada e ac;ul; y que por no tener retablo decente
para yglessia catredal, fué necessario hacer, como se hi<;o, retablo; e
por no tener coro para los prebendados (fol. 6) y que se sentauan en
bancos, fué forc;osso hacer coro e sillas dé madera, en todo lo qual
se a gastado muy gran cantidad de pessos y en otras cossas· nescessa­
rias para el ornato del culto diuino, y en vna custodia de plata para
el Santísimo Sacramento del día de Corpus Christi que pessa más de
ochocientos marcos de plata, que saue este testigo que costó a más de
treinta pessos el marco; e ansimismo en hacer ornamentos de que
auía gran falta e particularmente vno m_uy rico que se a hecho; e se
ba haciendo vna librería por no tener libros como conuiene a yglessia
catredal, que cuesta más de treze mill pessos, y agora se han haciendo
canpanas por no las tener la dicha yglessia que fuesen bastantes; en
todo lo qual se an gastado e se an de gastar mucha suma de pessos,
de más de los gastos hordinarios que tiene la fábrica que son muy
grandes, porque en solo cera que se gasta es mucha suma e bale de
hordinario vna libra a diez e seis e a veinte reales y el vino a ciento
reales la botija por lo menos y esto es vino de los halles alrred�dor
porque si es mejor bale a ciento y cinquenta reales, e la botija del
�ceyte bale ochenta e nouenta reales digo pesos la arroba e algunas
veces a ducientos reales que son veinte e cinco pessos e a veinte e a
quince e desta manera lo a visto conprar este testigo; y .que las ren­
tas que ha tenido (fol. 6 v.•) e tiene para todos los gastos referidos

231
SUCRE

son en poca cantidad e no se ouieran podido hacer los dichos reparos,


ornamentos, coro, custodia y canpanas si su magestad no se ouiera
seruido de hacer merced e limosna a la dicha yglessia de los dos
nouenos que le pertenecen en la renta eclesiástica por algunos años,
que con esta merced a podido acudir a los dichos reparos e obras e
sin ella no podrá en nihguna manera si su magestad no continúa en
hacérsela mandándole acudir siempre con la merced e limosna de íos
dichos nouenos y de la mitad de las bacantes de obispos; y esto saue
y es la verdad para el j urarnento que hi<;o y en ello se afirmó e reti­
ficó siendole leydo, e dixo ser de hedad de mas de cinquenta años e
que no le tocan las generales de la ley e firmólo de su nombre.=
Jhoan de Losa. =Ante mi Diego de Adrada, escriuano de su magestad.

[Declaración de Juan Martínez de Jáuregui, maestro de cantería.]


En la ciudad de La Plata, a treze días del mes de febrero de mill
e seiscientos e ocho años, el doctor don Diego Felipe de Malina,
chantre de la catredal de esta santa yglessia catredal y en nombre
della, presentó por testigo a Juan Martínez de Xáuregui, maestro de
cantería, residente en esta dicha ciudad, del qual se tomó e resciuió
juramento a Dios e a la cruz en forma de derecho, so cargo del qual
prometió de decir verdad e siendo preguntado por el Cfot. 7> pedimiento
dixo: que este testigo a más de ocho años que está en esta ciudad y
acudido a las cossas de la santa yglessia e a sus reparos, e ansí
saue que la dicha yglessia catredal está mal edificada e fundada e
de más los materiales y ruynes cimientos por estar muy a la haz de
la tierra, e que sino fuera por las capillas e reparos que se le an
fecho, tiene por cierto este testigo se ouiera caydo, e que quando vbo
en esta dicha ciudad vn gran tenblor fué llemado este testigo y
Andrés Gon<;alez, maestro de albanería, y subieron a lo alto de la
yglessia con harto miedo este testigo por ber que la dicha yglessia
tenía todas las capillas resquebrajadas e auiertas a caussa del dicho
tenblor, e que por el edificio de la dicha yglessia muestra que los
oficiales que la hicieron tenían poca esperiencia e mucha codibcia
por que no lleua cimientos, e de el altor que auía de_ tener le falta
cassi la tercia parte y tiene otros defetos notables por que la torre

232
CATEDRAL

de la dicha yglessia está muy peligrossa e auierta, e haciendo cata


de los cimientos se bió que no tienen bara de cimiento poco más o
menos y está la dicha torre sobre solos dos pilares sin traba<;Ón
ninguna y lo de más de adobes, e anssí tiene mayor riesgo que la
yg:lessia la dicha torre; e al tienpo que passó el dicho tenblor, vió
este testigo que estaua auierto por las espaldas (fol. 7 v.º) del coro
gran peda<;o y en el ynstante se boluió a cerrar con el mismo tenblor,
despidiendo peda<;os de piedra e material, e que a uisto este testigo
que se an hecho muchos reparos, arcos, capillas e bóuedas de que
se an recree.ido grandes gastos, ansi de materiales como de oficiales,
por ser todo muy caro; e que la dicha yglessia catredal es muy pe­
queña que parece yglessia de aldea especial que esta ciudad e la
gente ha cada dia en avmento, respeto de lo qual es nescessario hacer
mayor yglessia como se requiere para yglessia catredal; e saue este
testigo que por estar la dicha yglessia por de dentro muy negro el
edificio e feo, fue nescessario hacer vn blanqueo de yessos en todas
las bóuedas e paredes e aderei;ar e dorar las claues e fortalecerla con
otros aderentes necessarios y que en la dicha yglessia se an fecho
gradas en el altar mayor, y pedestal del coro con sus gradas e gradas
de puertas y en los pilares bassas de cantería y se a hecho vna reja de
,,
hierro y a<;ul e dorada que es media reja para la capilla mayor, que
todo a costado mucha suma de pessos e que todos los más aderentes
que se an fecho para fortalecer la dicha yglessia por estar en riesgo
de caersse, y. el blanqueo solo a seruido por bien parecer, por todo
lo qual que a dicho es nescessario hacer de nueuo la dicha yglessia
como dicho tiene; y que este testigo vió que en el coro (fol. 8> no
auía sino escaños e bancos, por lo qual se hicieron sillas e asientos
muy ricos de madera que ansí mismo costaron mucha suma de pessos;
e que vido este testigo que se hi<;o vna custodia rica de plata para
sacar el Santisimo Sacramento las fiestas del Corpus Christi, que
costó mucha suma de pessos y esto es co.ssa publica e notoria; y que
saue este testigo que se b� haciendo o adere<;ando vna librería y que
saue que ay falta de canpanas e que se hacen algunas a lo que a
oydo decir en todo lo qual no se puede dejar de gastar mucha plata;
y que saue que la dicha yglessia anda de hordinario alcan<;ada e nes-

233
SUCRE

cesitada por los muchos gastos que tiene e que si su magestad no se


siruiesse de hacer merced de los nouenos y otras que a fecho para
la dicha yglessia, no se podría acudir a la obra della ni a otros gastos
precissos¡ y que esta es la verdad de lo que saue so cargo del jura­

i1
!11ento que hecho tiene; dixo ser de hedad de quarenta y cinco años
poco más o menos e que no le tocan las generales de la ley e firmólo
de su nombre.=Jhoan Martinez de Xáuregui. =Ante mi Diego de
Adrada, escriuano de su magestad.
i
[Declaraci6n de Juan Antonio, platero.]
En la ciudad de La Plata, a treze días del mes de febrero de mill
e seiscientos e ocho años, el dicho doctor don Diego Felipe de Molina,
en nombre de la santa yglessia catredal, pressentó por testigo a Jhoan
Antonio,. oficial platero, residente en esta (fol. 8 v. ) dicha ciudad, del
º

qual se tomo e resciuió juramento a Dios y a la cruz en forma de


derecho, so cargo del qual prometió de decir verdad e siendo pregun­
tado por el dicho pedimiento dixo: que este testigo trauajó con Pedro
Pérez de Carrión, que hic;o la dicha custodia, desde que la comen c;ó
hasta acabarla y asentarla e armarla en la yglessia, y saue que tiene
más de ochocientos marcos de plata que cada marco costó a treinta '1
y quatro pessos, la qual custodia es muy rica e bien labrada, conforme
a lo qual costó mucha suma de pessos y esto es lo que saue so cargo
del juramento que fecho tiene; dixo ser de veinte e tres años e que
no le tocan las generales de la ley y en ello se afirmó e retificó e
lo firmo de su nombre. =Jhoan Antonio.=Ante mi Diego de Adrada,
escriuano de sus magestad.

[Declaraci6n de Pedro Becerra, maestro de catltería.]


En la ciudad de La Plata, a treze días del mes de febrero de mill
e seiscientos e ocho años, el dicho doctor don Diego _Felipe de Molina,
chantre de la santa yglessia catredal y en nombre della, presentó por
testigo a Pedro Becerra, maestro de cantería, del qual se tomó e
resciuió juramento a Dios e a la cruz en forma de derecho, so cargo
del qual prometió de decir verdad, e siendo preguntado por el dicho
pedimiento dixo que abrá ocho años que este testigo, trauajando en

234
CATEDRAL

la dicha yglessia, dió cata a los cimientos della por caussa de que
entraua agua por ellos, e para berlos se dió la dicha cata, e paresció
no tener cimientos conbinientes e ser la dicha yglesia (fol. 9> pequeña
y de edificio muy bajo, e los materiales muy ruynes que estan hechos
de c;eniy1, e anssí por la banda de adentro estaua toda prieta que fue
nescessario blanquearla de yesso y estaua la dicha yg1essia y edificio
della maltratada, de manera que fue nescessario reforc;arla con bassas
de cantería y cimientos de fuera de la yglessia, rebocándolos con
cal e haciendo otros reparos con los quales se sustenta el dicho
edificio de la dicha yglessia, y especial con dos capillas que se an
hecho a los lados junto a la capilla mayor, e que ansí mismo la torre
de la dicha yglessia está auierta y cayéndose toda por ser de adobes
e ladrillo, y que respeto de ser el edificio de la dicha yglessia mal
labrado y ser tan pequeña, es nesces$ario hacerla de nueuo que sea
de tres naues, por que será más fuerte e conpetente para la gente
questa ciudad tiene que cada día ba a más, e tanuien por ser yglessia
catredal, y que en los reparos que se an hecho e hacen cada día para
sustentar que no se caiga el edificio de la dicha yglessia, se an gas­
tado mucha suma de pessos, que cassi ouiera para hacerse de nueuo
desde los cimientos; e que saue que hera nescessario hacerse el retablo
"
que se a hecho por no auerle y ansí mismo fué nescessario e precisso
el auerse hecho las sillas del coro por no auer sino bancos y escaños,
e que la custodia para sacar el Santísimo Sacramento los días de
Corpus a sido muy nescessaria y es muy Cfol. 9 v.•) rica y a oydo
descir este testigo por cossa cierta e pública, que tiene más de ocho­
cientos marcos de plata, y que a visto este testigo el ornamento rico
que dice la dicha petición, que es muy rico; e que ansí mismo a en­
tendido este testigo que se hace vna librería e la a visto comern;ar
y a oydo decir que se funden canpanas por auer nescesidad dellas,
y que en todo lo suso dicho y en otros gastos hordinarios que refiere
la dicha petición, tiene grandes gastos la dicha yglessia, que no los
podría tener si su magestad no ouiera hecho merced de los nobenos
a la dicha yglessia, lo qual es la verdad so cargo del juramento qu@
hecho tiene; dixo ser de hedad de quare:ata años pocó más o menos

235
SUCRE

e que no le tocan las generales de la ley e firmólo de su nombre.=


Pedro Becerra.=Ante mí Diego de Adrada, escriuano des� magestad.

[Declaración de Jerónimo Garavito.]


En la ciudad de La Plata, a treze días del mes de febrero de mili
e seiscientos e ocho años, el dicho doctor don Diego Felipe de Molina.
chantre de la catredal desta dicha ciudad Y. en su nombre, 13resentó
a Geronimo Garabito, maestro de librería, ressidente en esta dicha
ciudad, del qua! se tomó e resciuio juramento a Dios y a la cruz
en forma de derecho, so cargo del qual prometió de decir verdad e
siendo preguntado para el efeto a que fue presentado conforme a la
dicha peticion, dixo: que este testigo ba enquadernando la librería
(fol. to) de la dicha yglessia catredal e se le da por cada cuerpo ochenta
pesos corrientes de sus manos, sin otros materiales fon;ossos de ta­
blas, cueros y clauai;ón, que costarán mas de ciento y cinquenta pessos
sin la escriptura, que bendrá a montar todo, despues de acauado, más
cantidad de diez e seis mill pessos corrientes, y es cossa tan nescessa-
ria el hacer la dicha librería que sin ella no se puede pasar la dicha
yglesia,, siendo la más vien seruida que ay en estas partes por que ,,
puede ygualar con la mejor seruida de España, lo qual es la verdad
de lo que saue so cargo del juramento que hecho tiene; dijo ser de
hedad de treinta e dos años e que no le tocan las generales de la ley
e firmolo de su nombre.=Geronimo Garauito. =Ante mi Diego de
Adrada, escriuano de su magestad.

[ Declaración del Capitán Andrés González, maestro, de albañi­


lería.]
En la ciudad de La Plata, a treze días del mes de febrero de mili
e seiscientos e ocho años, el dicho doctor don Diego Felipe de Molina,
chantre de la santa yglessia catredal desta ciudad y en nombre della,
presentó por testigo al capitán Andres Goni;ález, maestro de albañe­
ría, del qual se tomó e resceuió juramento a Dios e a la cruz en forma
de derecho, so cargo del qual prometió de decir verdad y siendo
preguntado por el thenor de la dicha petición dixo: que este testigo
a visto el dicho tenplo de la catredal desta dicha ciudad e. reparado

236
CATEDRAL

muchas (fol. 12) cossas en él de que tenía mucha necesidad, como es


las crucerías y cimientos e otras cossas, fortaleciendo ansí mismo
la dicha yglessia con capillas que le an arrimado para estribarla, e
para poder asistir en ella los prebendados e celebrarse los oficios diui­
nos, fué nescessario apretar las dichas crucerías de yesería porque
estauan labradas falsamente e muchas dellas se meneauan, de manera
que la dicha yglessia e torre estaua muy peligrossa, y al presente lo
está, e la dicha torre está de suerte que no se pueden poner en ella
canpanas sino son las que estan e si se pusieren algunas más sera
con mucho riesgo, e la dicha yglessia esta de tal manera y con tanto
riesgo por lo dicho y estar mal fundada sobre la propia haz de la
tierra y con malos materiales, que corre mucho riesgo, que si biniese
algun tenblor como suele auerle en esta dicha ciudad, le paresce a
este testigo que se caerá, y avn así como está sin tenblor está con
mucho riesgo e la torre muy auierta con mucho peligro, e que en todo
lo suso dicho, materiales, maestros e otros aderentes se an gastado
muchos pessos para poder celebrar los oficios diuinos en el dicho
tenplo; e que de más de lo suso dicho es la dicha yglesia muy pe­
queña y es nescessario hacerse otra mayor por el concurso de la
gente que ay en esta dicha ciudad e ca- (fol. 12 v.º) da día se ha avmen­ ,,
tando, y que esta es la verdad so cargo del juramento que fecho tiene
y en ello se afirmó e retificó e dijo ser de hedad de cinquenta e tres
años y que no le tocan las generales de la ley e firmolo de su nom­
bre..=Andres Gonc;ález.=Ante mí Diego de Adrada, escriuano de su
magestad.

[Declaración de Jusepe Pastorelo, pintor.]


En la ciudad de La Plata, a treze dias del mes de febrero de mill
y seiscientos e ocho años, el dicho doctor don Diego Felipe de Molina,
chantre de la santa yglessia catredal desta dicha ciudad y en nombre
della, presentó por testigo a Josepe Pastorelo, pintor, ressidente en
esta dicha ciudad, del qual se tomó e resciuió juramento a Dios y a
la cruz' en forma de derecho, so cargo del qual prometió de decir
verdad e siendo preguntado por la dicha petición para en lo que fue
presentado dixo: que este testigo hi�o el retablo que está en la · dicha

237
SUCRE

catredal para el altar mayor, porque no auia sino ymagenes sobre vn


dosel de seda, e por ser tan nescessario el dicho retablo se hi�o e se
concertó la hechura del dicho retablo de mano y oro en ocho mill
pessos baliendo vn tercio más, lo qual es la verdad so cargo del
juramento que hecho tiene; dixo ser de hedad de treinta y cinco años
e que no le tocan las generales de la ley e avnque hi�o el dicho retablo
barato a dicho la verdad e lo firmó de su nombre. =Josephe Pasto­
relo. =Ante mi Diego de Adrada, escriuano de su magestad.

· [Declaración de Lorenzo Rodríguez Navarro, ex-mayordomo de


la catedral.]
<Fo l. 13 >
En la ciudad de La Plata, a catorce días del mes de febre-
ro de mill e seiscientos e ocho años, por parte de la catredal desta
ciudad se presentó por testigo a Loren�o Rodríguez Nauarro, regidor
desta dicha ciudad, del qual se tomó e resceuió juramento a Dios e
a la Cruz en forma de derecho, so cargo del qual prometió de decir
verdad, e siendo preguntado por el thenor de la dicha petición dixo:
que este testigo fué mayordomo de la dicha santa yg'.esia más de
cinco años, por lo qual tiene noticia de todas las cossas tocantes a '1
ella e de su edificio, el qual saue este testigo que al tiempo que vbo
en esta dicha ciudad vn tenblor grande estaua la dicha yglessia y
edificio della de tal manera que no se atrebían los prebendados a
celebrar en ella los diuinos oficios y se yban al conbento de señor
San Francisco a decir missa, e para remedio dello mandaron que los
alarifes e maestros que auía en esta dicha ciudad de cantería e alba­
ñería biessen la dicha yglessia, e anssí la vieron e fueron dando
catas para ber los cimientos della, en presencia ae los señores desta
Real A vdiencia, e hallaron que los dichos cimientos estauan muy en
la superficie de la tierra e la obra de la dicha yglesia falssa e mal
fundada e los materiales ruynes, llenos de salitre, de suerte que para
poder celebrar en la dicha yglessia e que tubiese seguridad, fué nes­
cessario, con parecer de los dichos maestros, hacer como se hicieron
<Fo l. 13 v.º) capillas a los lados de la dicha yglessia, que fueron quatro
capillas, con lo qual e otros reparos e fortificar el arco toral y la
torre y estribos que se hicieron de la parte de abajo e otro a la capilla

238
CATEDRAL

mayor, con esto se aseguró para poderse celebrar los diuinos oficios,
de más de lo qual se acuerda este testigo que se tornaron a enladrillar
todas las bóuedas de la parte de arriua y se descargaron las almenas
y otras cargas que tenía alrrededor y saue que se blanqueó la dicha
yglessia e se pusieron florones dorados para adornarla por que estaua
muy prieta e yndecente por de dentro, e se hicieron gradas en el
altar mayor de cantería e se ronpieron bentanas, que estaua lóbrega
por no tenerlas, e se an puesto rejas de hierro en la capilla mayor
y en el coro, y con todos los dichos reparos e mejoras está en mucho
riesgo el dicho tenplo por no tener cimientos suficientes, de más de
que es pequeño para la ·gente que ay en esta dicha ciudad y que cada
día se ba avmentando, por lo qual es nescessario que aya yglessia
mayor, amsí por lo dicho como por ser yglessia catredal y que en
pueblos de yndios las ay mejores e mayores de edificio, e saue este
testigo, como tal mayordpmo que fué quando · passo lo que tiene
dicho, que en los dichos reparos, aderec;os y capillas se an gastado
más de cin.quenta mill pessos de que se <lió quenta, en las quales,
por estar tan pobre (fol. 14> la dicha yglessia, alcanc;ó de final e líquido
alcance en más de veinte e ocho mill pessos; y que saue que se hic;o
vn retablo para el altar mayor, por no tener sino vn dosel con dos
ymágenes, que costó mueva suma de pessos; e ansí mi_smo, en tiempo
"
que .fué este testigo mayordomo, por no auer en el coro más de vnos
bancos viejos, se hicieron sill�s de madera altas e baja·s muy ricas,
que con todo lo a ello anejo costaron más de treinta mill pessos; e
la dicha custodia se hic;o en tienpo <leste testigo para sacar en ella
el Santisimo Sacramento el día del Corpus, porque se sacaua en vnas
andas de palo, la qual es muy rica e muy vien obrada e tiene mas de
ochocientos marcos, porque este testigo fue el fiel della al pesalla e
salió cada marco a rac;ón de treinta pesos con la hechura, e con todo
lo demás de plaria (sic) e hierros e lo demás nescessario, vino a costar
más de treinta y dos mill pessos; e sau_e este testigo por que fué en
su tienpo y en el dió recaudo para vn ornamento rico e otros no
tanto que costaron mucha suma de pessos; e que la dicha librería se
ha haciendo por ser muy nescessaria en la dicha yglessia por no
auerlos, e que costara muchos pessos; e las canpanas que dice la peti-

239
SUCRE

sion son nescessarias, por que no tiene la dicha yglessia más de v-na
canpana grande e otra chica, que ansí mismo costarán muchos pessos;
de más de todo (fol. 14 v.º) lo qual, siendo este testigo mayordomo de
la dicha santa ygle;sia catredal, por curiosidad hi<;o quenta de la renta
que tenía y el gasto de solamente lo hordinario de vino, cera, aceyte
e otros gastos hordinarios, e halló que la dicha sancta yglessia tenía
siete mili pessos escassos de renta ensayados, e los dichos gastos
hordinarios llegauan a quince mili pessos ensayados, e anssí este �es­
tigo, en las quentas que se le tomaron del dicho gasto hordinario,
alcan<;Ó en ellas en más de quarenta mill pesos, que oy día se le deue
mucha parte dellos e respeto de la necessidad grande que tiene ia
dicha yglessia no se le an podido pagar� y si su magestad no es
seruido de le hacer la merced que sienpre le a hecho de . los nouenos
con otra mayor, no se podra desenpeñar ni acudir a la obra de la
dicha yglessia ni a otros gastos precissos que tienen las yglessias
catredales, todo lo qual es la verdad so cargo del juramento que fecho
tiene y en ello se afirmó e retificó e dijo ser de hedad de treinta e
seis años e que a vnque a sido mayordomo se le deue plata de aquel
tiempo e a dicho la verdad e no le tocan las generales de la ley e
firmólo de su nombre.=Lorenc;o Rodríguez Nauarro. =Ante mí Die- ,,
go de Adrada, escriuano de Su Magestad.

(Las declaraciones de los testigos Miguel de Aguirre, juez oficial


de la Real Hacienda; Pedro Lópe z Otaviaño, canciller de la Audien­
cia, y Alonso Corbacho de la Cerda, regidor perpetuo, carecen de
interés.)

47
Expediente sobre las obras de la catedral de La Plata.-Auto del Ar­
zobispo González y Poveda.-Auto de la Audiencia.-Nombramiento
de Superintcndentes.-6 abril 1686. 1
En la ciudad de la Plata, en diez y seis dias del mes de Abril de
mil seiscientos y ochenta y seis años, el Yllustrissimo Señor Doctor
1 AGI: ChaI'<!aS, 136.

24D
CATEDRAL

Don Bartholome Gonzáles Poueda, del Concejo de su Magestad,


Pressidente de la Audiencia y Chancillería Real que recicle en esta
ciudad de la Plata, Prouincia de los Charcas del Perú y Arzobispo
electo de este Arzobispado, etc. dixo: que desde que llegó a esta
ciudad a seruir esta Presidencia que cwnplirá presto doze años y vió
esta Santa Igl�ia, ponderó con desconsuelo el que siendo tan ilus­
tre y grande en lo formal huuiesse quedado tan corta y aún ddec­
tuossa en lo material que solo se compone el cuerpo de ella de vna
naue o cañón y aunque el celo de (en claro. casi una línea) en su tiem­
po le hizo un cruzero y capilla mayor mui bueno, todo lo demás
se quedó y está en la forma antigua, tan defectuossa que ni aún
tiene puerta principal que llaman del Perdón y sólo se sirue por las
de los costados por estar el coro adonde ella auía de estar y éste con
una distancia tan desproporcionada que desde él ni se oye ni vee
si no con mucho trabajo y cuidado lo que se haze en el altar ma­
yor, ocacionando defectos en la puntualidad de las ceremonias oi:di­
narias en los diuinos oficios, sobre el principal de que una Yglecia

,,
Cathedral y Metropolitana tan grande en todo lo demás esté en forma
de Parrochial con que en el mucho tiempo que la · a asistido le a
(fol. 1 v:<>) tenido para discurrir algún remedio que lo sea si no para
ponerla en la perfección que se le deuía por lo menos en la que pueda
darla deseente forma de cathedral, que le parecía se podía suplir con
arrimar al cañón principal dos naues por los costados con arquería
proporcionada y corr�spondencia al cruzero, retirando el coro :i en
medio como deue estar, abriendo puerta principal en su lugar y a el
lado de ella, al estremo de una de las naues que haze costado a la
plaza, una torre que tampoco la tiene y auiendo hecho y continuado
estos reparos o ideas bien ageno de lo que le podía suceder, fué su
Magestad seruido por su gran benignidad de onrrarle con la presen­
tassion para este Arzobispado y Su Santidad con el fíat y despacho
de las bullas que uno y otro queda executado desde el día tres del
corriente en que se le dió la pocession y la queda siruiendo en virtud
de dichos despachos. =Así mesmo despues de los pleytos seguidos en
la Real Audiencia sobre los expolias del Yllustrissimo Señor Pon
Christoual de Castilla y Zamora se declaró por heredera la Santa

241
16

..
SUCRE

Yglecia y su Magestad, que Dios guarde, le a hecho merced de la


tercia vacante que junto uno y otro con lo que se resta en las caxas
de la antecedente, que aunque de pressente no se puede liquidar con
fijeza hazen porción considerable.=Le parece que todos estos moti­
uos, sobre el principal de mirarla con el cariño y veneracion de espossa
tan dign a como no merecida, (fol. 2> le instan y aún executan a soli­
citar, en quanto le fuere possible, lo que en otro tiempo le pareció
podía serlo, como lo a intentado desde que reciuió de gouierno, parti­
cipando sus desseos a los excelentissimos Señores Duque de la Palata,
Virrey actual, y Arzobispo de Lima su antecessor, que ambos aprue­
ban y alientan la resolución considerando que sobre ser tan del agrado
de la Diuina Magestad el que se le erijan y leuanten templos, es
mucho mayor en las cathedrales donde con tanta deuossión, venera­
ción y grandeza es seruido y alauado y quan de su aceptassión será
en ésta que tanto lo necessita y en tiempo que parece a preuenido la
parte principal de los medios como el ánimo en quien a de suplir los
que faltaren para la perfección de la obra según la planta y dibujo
que de ella esta hecha, con más lo que falta del retablo, y que todo
esto se puede cumplir en quatro o cinco años fiando en la Diuina '1
Missericordia se los dará de vida con los demás que fuere seruido
en que pueda hazerle este seruicio.=Por estos motiuos, deuía mandar
y mandó que desde luego se de principio a dicha obra, executando la
planta de élla en la forma que contiene el dibujo, y que se apliquen
para ella lo que a. quedado de dichos expolios y lo que se está deuien-
do de ambas vacantes, y que esto sea las pagas por mano del Mayor­
domo de la fábrica de dicha Santa Yglecia depossitario de dichos
expolios y que lo sea de todo lo demás de ellos y dichas vacantes
(fol. 2 v.º) haziendolas por los libramientos que dieren los sobre estan-

tes que se nombraran de dicha obra, que irán con señal o rúbrica de
dicho Señor Arzobispo como quien ya tiene hechos y a de hazer los
consiertos de los materiales y oficiales, teniendo libro de cuenta y
razón de todo lo que pagare para que se pueda dar y ajustar siempre
que comuenga.=Y en casso de no alcansar dichos efectos a la obra
de la yglecia, torre, portadas con toda la perfección que se les deue
y adorno del retablo, ofrece dicho Señor Arzobispo y en casso nece-

242
CATEDRAL

ssario se obliga a suplir de las rentas dezimales de dicho Arzobispado


todo quanto faltare, consignando la tercia parte de ellas desde luego
para quando llegue el casso para que de los libramientos, al tiempo
que se le deuen entregar en cada vn año, se den al mayordomo los
correspondientes a dicha tercia parte, y se entienda esta obligación
desde el día que constare auerse gastado todo lo que importaren
dichos expolios y dos vacantes hasta que con efecto se concluya y
perfecione, vssando para la aplicasion principal no solo de la juris­
dicion y facultad de prelado si no de la que exerce por el Real Patrer
nato y sin embargo de vna y otra por lo que dessea el assierto en
materia de tan grauedad se lleue este Auto con las cartas y dibujo
y demás que comuiniere (fol. 3> al Real Acuerdo por voto consultiuo
en que se afianza el que necessita y lo firmó. = Bartholomé, Arzobis­
po electo de la Plata.=Ante mi Andres de Valsanz.

Auto del Real Acuerdo.


Auiéndose visto en Acuerdo extraordinario de Justicia el Auto
antecedente de el Señor Pressidente Arzobispo electo, dixeron los
Señores de él que no solo aprobaban la aplicassion que en él se haze ,,
y se comfonnauan en quanto pueden y les es permitido en todo quanto
contiene, si no que deuen dar y. dan muchas gracias a su Señoria
Yllustrissima por el gran seruicio que haze a ambas Magestades en
obra tan essencial y precissa a la descencia de esta santa Yglecia,
como digna del celo con que su Señoria Yllustrissina desempeña y
augmenta quanto es y a sido de su obligacion y cuidado y lo señala­
ron. =Los Señores Doctores Don Nicolas Mathías del Campo y la
Rinaga, cauallero del orden de Santiago; Don Juan de la Peña Sala­
zar y Licenciados Don Diego Portales y Don Joseph Gregorio de
Seuallos el cauallero, oydores en La Plata, en veinte días del mes
de Abril de mil seiscientos y ochenta y seis años. =Andres de Valsanz.
En la ciudad de la Plata en veinte y dos dias del mes de Abril
de mil seiscientos y ochenta y seis años el Yllustrissimo Señor (fol. 3 ... •)
Doctor Don Bartholome Gonzáles Poueda, deJ concejo de su Magestad,
Pressidente de esta Real Audiencia y Arzobispo electo de este Arzer

243
SUCRE

bispado &ª= Dixo que para que esta materia tenga la vltima y caual
perfeccion que le dessea se lleue el auto antecedente en la misma
forma y como se deue a los Señores del Muy insigne Deán y Cauildo
de esta Santa Yglecia para que como tan celossos de la mayor des­
cencia y lustre de ella y tan noticiossos del estado en que se halla
digan su sentir y preuengan quanto juzguen combeniente para el
assiento que se necessita y lo firmo. = Bartholomé iArzobispo electo
de la Plata.=Ante mí Maestro Don Joachin de Poueda, Secretario.
[Sigue auto del Deán y Cabildo agradeciendo al Arzobispo su
ofrecimiento.]

[Nombramiento de Superintendente y Mayordomo de la fábrica.]


En la ciudad de la Plata, en seis dias del mes de mayo de mil
seiscientos y ochenta y seis años, el Yllustrissimo Señor Doctor Don
Bartholome González Poueda, del Concejo de su Magestad, (fol. 5 v.º)
Pressidente de esta Real Audiencia y Arzobispo electo de este Arzo­
bispado &ª. =Auiendo visto la aprouassión con q�e este muy ii;isigne
Deán y Cauildo califica la resolussión de la obra y aplicassión de
los efectos, resign ando su facultad para los consiertos de maestros, '1
materiales y oficiales y para el nombramiento de superintendentes,
sobre estantes y asistentes y demás que fuere necessario en su Yllus­
trissima, y vsando de vna y otra, dixo tener ajustada la cal que
fuere necessaria a cinco reales fanega; el ladrillo a veinte y dos
pessos millar, jornadas enteras; la piedra y arena por cargas según
el estilo ordinario; los jornales de peones, oficiales y maestros según
la hauilidad de cada vno, ecepto el hermano fray Francisco Domin-
gues, obrero mayor, que a de ser por concierto y no está hecho; "f
para. superintendente, por que todos tengan parte en el mérito y sean
personas de la autoridad y aplicassión que se requiere, fiando en !a
del Señor Don Juan Jacinto Enrriquez, canónigo más moderno de
esta Santa Y glecia, y de las del Licenciado Don Bartholomé Marín
Poueda y Maestro Don Joachín de Poueda, les nombra para que
como tales puedan dos de ellos librar (fol. 6> (con que el vno aya de
ser siempre el dicho Señor Don Juan Jacinto Enrriquez) y mandar
pagar todo lo que importare el gasto de jornales y demás de )a

244
CATED,RAL

semana y assí mesmo los materiales segun el precio referido; y el


thessorero de estos efectos y mayordomo de esta Santa Yglecia cum­
pla pagando estos libramientos con la señal, firma o rúbrica de di­
chos dos Superintendentes y todo lo que assí pagare se les passe en
cuenta de la que por esta razón huuiere de dar; y para asistente o
mayordomo nombraua a Don Antonio Ramires de Arellano, así para
cuidar de la gente en que cumplan con las tareas que deuen de tra­
bajo, pagar las raciones y anotar todo lo que se ofreciere para la
promta execussión de la obra, ocurriendo a los superintendentes,,
teniendo por semanas la cuenta y razón que deue para el ajuste y
paga que se a de hazer al fín de ella, a quien a su tiempo se dará la
ayuda de costa que pareciere combeniente y encargando a todos ten­
gan mui presente la nece5,sidad de esta obra y mui del agrado y
seruicio de ambas Magestades lo (}Ue trabajaren en ella para que les
sea muy suaut lo penosso de la aplicassión y cuidado que se les
encarga, fiando (fol. 6 v.•) les darán premio muy. condigno a <.U celo
y lo firmó.=Bartholomé, Arzobispo electo de la Plata.:--Ante m1

,,
Maestro Don Joachin de Poueda, Secretario.
[Siguen diliqencias de aceptación de los nombrados.]

48

Testimonio del estado en que se encuentran las obras de la catedral.


9 mayo 1686. 1

(Fol. 1)
Los escriuanos del Rey Nuestro señor y de Cámara pro­
prietarios de la Audiencia y Chansilleria Real que recicle en la Ciu­
dad de la P1 atta, Probincia de los Charcas del Perú, que aqui firma­
mos : Certificamos damos fee y verdadero testimonio a los señores
que el presente vieren, como oy día de la"fecha que se quentan nuebe­
de Mayo de este presente año, fuimos a la Santa Yglecia Catedral de
1 AGI: Charcas, 136.

245
8UCR�

-esta ciudad y vimos abiertos los cimientos de la nueba obra que se


esta haciendo en ella por mandado del Yllustrissimo Señor Doctor
Don Bartolomé González Poueda, del Consejo de su Magestad, Pre­
sidente de esta dicha Real Audiencia, Arr;obispo electo de este Arr;o­
bispado, la qual se a principiado para hazer dicha Santa Yglecia
Catedral de tres naues, y en dicha obra están ocupados al parecer
sesenta yndios albañiles y peones en que estauan trabajando con
asistencia de un maestro arquitexto y por sobre estante de ella el
licenciado Don Juan Jacinto Enrriquez, Canónigo de dicha Santa
Yglecia; y para dicha obra bimos en el claustro y en los patios del
Palazio Arr;obispal y Colegio Seminario grandes montones de cal,
piedra, arena y otros materiales, suponiendo todos la grandeza de la
,,obra y según el cuidado y diligencia con que se esta haciendo se
-espera (fol. 1 v.•) se accauará con brebedad según el gran fomento que
a puesto su señoría Ylustrisima, y para que de ello conste dimos
el presente en La Plata, en nuebe de mayo de mil e seiscientos ochenta
y seis años.

,,
Andrés de Valsanz Josseph de. Escobar y Acer6n
(Rúbrica] [Rúbrica]

49

Carta del arzobispo de La Plata don Bartolomé González y Poveda,


dando cuenta de las obras que ha realizado en la Catedral.-13 agos­
to 1690. 1

Señor: Tengo dado cuenta a V. M. de la gran necesidad en que


se hallaua esta Santa Iglesia de ponerla en forma de catedral, y
cómo al punto que entré y ascendí a esta dignidad dí principio, con
consulta del gouierno de esta Real Audiencia y Cauildo Eclesiástico,

l AGl: Charcas, 151.

246
CATEDRAL

que todo se di gnó V. M. aprobarlo. Ahora la doy de auer sido su


Diuina Magestad seruido de que a los quatro años cabales se pudiesse
a.uer concluido y celebrado su dedicación, que fué en la Dominica
infraoctava de la celebridad del Corpus, y cómo a quedado en tan
buena dispocisssion como si se huviese fabricado con planta total­
mente nueba; queda de puertas adentro totalmente acabado lo que
toca a la obra, y de puertas afuera tambien lo está vna torre y por­
tada de sillería que compiten ambas a dos piessas con la mexor del
Reino, de que embío con ésta dibujo perfectamente sacado para que
V. M. se di gne onrrarlo y faborecerme a mí con verlo; que espero a de
merecer la aprobassión de el digno celo de V. M. y a essa propor­
ción, aunque de menos hermossura en el material, es lo restante de
la obra, pero el correspondiente porque toda es de piedra, cal y la­
drillo.
Solo resta otra portada que se a hecho en la puerta principal y
correspondiente al altar mayor, que es totalmente nueua porque nun­
ca la a tenido, que ya está auierta y solo la sillería; se continúa ,,
tambien de obra primorossa y ya está hecha más de la tercia parte
y en acabándose tambien la remitiré con la cuenta de todo el gasto,
y sea Dios bendito a salido con la proporción y cómputo que desde
el principio hize y para todo a bastado con los efectos que auissé
tenía esta Santa Yglesia y yo e suplido el resto y supliré en el
tiempo que mereciere seruirla quanto fuere menester para su perfecto
adorno, que de todo estaua necesitada y aora más con lo que se a
augmeatado de capillas. Su Diuina Magestad permita aya sido de su
agrado y que lo sea del de V. M. como lo espero de su benigna
clemencia, cuya Cathólica y Real Persona guarde la Diuina como
la :xptiandad a menester. Plata y agosto 13 de 1690.
Bartolomé, Arzobispo de la Plata [rubricado].

247
SUCRE

50

Testimonio de las obras de ornato realizadas en la catedral por órden


del arzobispo don Juan Queipo de Llano y Valdés. -24 diciembre
1697. 1

Yo Don Francisco Ruiz Morillo, Presbytero, Secretario del Vene­


rable Deán y Cavildo de la Santa Iglesia Cathedral Metropolitana de
la Plata, Provincia de los Charcas del Perú, y Sacristán Mayor de
ella: Certifico en quanto puedo y a lugar de derecho y doi fee y
verdadero testimonio de verdad a los Señores que el presente vieren,
como el retablo principal del altar maior de dicha Santa Iglesia se
doró este presente año y está totalmente dorado, el qual se compone
de tres cuerpos proporcionados al altor de la bóveda, cuia hechura
sobre grande es de primoroso arte y de maestros consumados en ia
facultad y tiene por remate y asiento un Sagrario correspondiente a
la otra, todo dorado y guarnecido de plata cizelada y de realse con
diferentes labores y sus pilateres por todos lados con sus dos puertas,
asimismo guarnecidas de plata; y dentro de dicho Sagrario esta el
trono con más curiosa y superior obra, todo guarnecido de plata. y
rodeado de espejos de christal, cuia hermosura sobresale y resplan­
dece con especial armonía. Adórnase dicho retablo de diferentes he­
churas de escultura e ymagenes de Santos y Santas que se ponen
y están puestos en sus nichos, con más el Nacimiento de el Señor y
su Epiphanía, de suerte que sobre ser la obra prima y curiosa, á
quedado tan lucido y vistoso el retablo, que es de las mas sobresalien­
tes obras que ay en el Reyno.=Certifico, asimismo, estar dorados los
dos lados del altar maior, que se compone de admirables y famosos
liensos, guarnecidos todos de marcos grandes y b:en obrados, que
cada vn lado parece otro retablo y acompañan al principal con igual
hermosura. Ademas de lo referido se prosigu ió con e' rlorado del
1 AGI: Charcas, 136.

248
CATEDRAL

púlpito principal donde se predica y de los dos ambones o púlpitos


donde se cantan los Santos Euangelios y Epístolas en las missas can­
tadas, que tambien son de admirable obra y hechura, que con el do­
rad0 se descubre y sobresale su perfección. Y porque quedasse con
sus cauales el lustre y adorno de dicha Santa Iglesia, se doró, plateó
y pintó la reja del choro de ella, que hace frente al altar maior, con
diuersidad de colores iluminadas, con que se perficionaron CfoJ. 1 v.")
sus adornos con toda hermosura. Y para maior lucimiento se estre­
naron las obras referidas fas víspera y día de la Purissima y Liinpia
Com;epción de nuestra Señora, que es la titular de esta dicha Santa
Iglesia, cuia fiesta y octauario se festeja y solemnisa con toda deuo­
sión y grandeza. Y para que de ello conste, doi la presente cértifi­
cacion de mandato del Yllustrisimo Señor doctor Don Juan Queipo
de Llano Valdes mi señor, An;obispo de la Plata, del Consexo de su
Magestad, siendo testigos presentes el Lizenciado Don Juan Chris­
tobal e Séspedes, Presbytero, Don Alonso de Ocaña y Tobar, Recep­
tor General de esta Real Audiencia y Regidor perpetuo de esta Ciudad,

,,
y Pablo de la Torre, escribano de su Magestad. En la Ciudad de la
Plata, a veinte y quatro días del mes de Diciembre de mil y seiscientos
y nobenta y siete años.
Y en fee de ello lo firmé en testimonio de �rdad.
Don Francisco Ruiz Morillo, Secretario
[Rúbrica)

50 bis

Inventario de alhajas y objetos de culto de la catedral.-13 abril


1702. 1

(Fol. 1)
En la Ciudad de la Plata, en tres días de el mez de Abril
de el año de mill y setecientos y dos, yo Saluador Gómez de Sotto,
I AGI: Charcas, 379.

249
SUCRE

escriuano de el Rey Nuestro Señor y público de prouincia de esta


Real Audiencia de La Plata, de pedimento de el Doctor Don Antonio
Díez de San Miguel y Solier, dignidad thesorero de la Santa Yglec;ia
Catredal Metropolitana de la Ciudad de la Plata, a cuyo cargo es la.
guarda y custodia de los vienes, atajas y hornamentos de dicha Santa
Yglec;ia, para efecto de que conste, conforme al ymbentario que se
halla en vno de los Libros Capitulares, su exsistencia en zer, número
y calidad para el mejor cumplimiento de su obligación y en caso nese­
sario ynformar de todo ello a su Magestad como patron unibersal de
las yglec;ias de las Yndias y en su Real Consejo, auiendo venido per­
sonalmente a la sacristia mayor de dicha Santa Yglec;ia, en cuyo plan
estauan a la vista muchas alajas y hornamentos, para que diese fee y
testimonio de todo (f�l. 1 v.•) ello como tambien de los adornos y atajas
que se hallan en el Sagrario y altar mayor y demás altares de dicha
yglecia, prosediendo por el thenor de el ymbentario que se halla en
el dicho Libro, mandado hazer por auto de el Yllustrisi.mo Señor
Arsouispo Doctor Don Juan Queipo Llano y Valdés de este Arzobis­
pado, según el hórden de sus partidas vna por vna certifico y doy
fee que corresponden en la manera siguiente:
Primeramente auiendo reconosido el altar mayor y su Sagrario "
doy fee que se halla vna custodia de oro con piedras preciosas de
esmeraldas, rubíes, amatistes, de dos tercias de alto, en que esta el
Santíssimo Sacramento, que la dió a la yglecia su Deán actual el
Doctor Don Diego Fernandez Gallardo, que según me dijo el dicho
thesorero Doctor Don Antonio Díez de San Miguel la dicha custodia, i
según su ;¡precio, vale hasta diez mill pesos.
Ytten doy fee de auer visto otra custodia grande antigu a, de casi
dos. tercias, de plata dorada.
Más otra custodia de plata dorada y sobre puestos de oro, con
un cáliz esmaltado y guarnezido de esmeraldas de más de dos tercias
de alto 1•
l Noé!: El arte religioso y .mntuori:o en Ch.uqtl.isaro. en Docwmentos d,e Arte
ColontaL SudlJmericm,o, vol. IV (Buenos Aires, 1948), láminas 35 y 37. reproduce
un cáliz adornado con esmeraldas y una custodia. as! como otras obras de orfe-
1>reria tal vez Identificables con algunas de las que se describen en este Inventario.

250
CATEDRAL

Ytten doy fee de auer visto ocho fuentes de pontifical grandes di


plata sobre doradas, esmaltadas las seis de exselente obra, y las
otras dos llanas.
Ytten más dos fuentes algo menores de plata blanca.
(Fol. 2 > Ytten tres saluillas, las dos sobre doradas con esmaltes y
escudos de oro, al pareser con las armas del Señor Arzobispo que
fué de esta Santa Yglecia Don Juan Alonzo Ocón.
Ytten otra saluilla de bentarino presiosa en armasón de plata so­
bre dorada.
Ytten · doze cálizes con sus patenas de plata sobredorada y vno
más, todo de oro con su patena tambien de oro, que fué de el Señor
Arzobispo Don Bartolomé Gonzáles Pobeda y lo vuo la Yglecia en
sus expolias, los quales dichos cálizes los ví y reconosí por mis ojos;
y además de. ellos exsiuió dicho tesorero otro cáliz de obra primorosa,
de plata sobre dorada con su patena, por expolias de el Señor Arzo-­
bispo Don Christóual de Castilla y Samora.
Ytten doy fee de auer visto quatro pares de vinageras con sus
saluillas de plata blanca, la vna con su campanilla, y otra saluiUa
grande con sus vinageras y campaniUa de plata dorada. Más vna
campanilla de plata blanca, esculpidas las armas, que parese auer sido
de el Señor Arzobispo Don Alonso de Peralta, y aunque la partida
,,
de el imbentario que reconoce reza seis pares de vinageras, doy fee
que al margen de dicho ymbentario dize que vinageras y platillo está
en casa de el Señor Arzobispo y añadió el dicho tesorero ser así y
permaneser todavía en poder de el se- (fol. 2 v.•) ñor Arzobispo actual.
Ytten doy fee de auer visto en dicha sacristía mayor, quatro cru­
zes, dos grandes de plata, la vna sobredorada, la vna limpia, y en ella
vn Cruzifijo de plata sobredorada, el vno sobre marfil, y brazos de
cristal y la peaña de plata sobre dorada.
Ytten dos porta.pases grandes de plata sobredorada con ymagen
de Nuestra Señora de la Comsepción de realze y obra primorosa,
que cada vrio de dichos dos portapases peza sino marcos y seis
onzas.
Ytten quatro piesas que vide que doy fee con las palabras de la
conzagracion, la vna pieza de plata en marco de évano, obra primo-

251
SUCRE

rosa, en que se hallan sobresalientes de plata doze cuerpos de los


Sagrados Apostoles y Christo Señor Nuestro en la meza de la sena,
y abajo, tambien en cuerpos de plata, doze ministros de el pren­
dimiento y otro Cuerpo de Christo Señor nuestro y otro de Señor
.San Pedro cortando la oreja a Malco.=La segunda pieza, vna tabla
de plata en que están las palabras sobre puestas en vn pedeztal de
plata sobre dorada de muy buena obra, que dijeron pezar <fol. 3> cator­
ze marcos; la tercera pieza, otra tabla de plata con las palabras sobre
puestas en otro pedeztal de plata blanca que peza hasta diez marcos. =
Ytten otra tabla de plata blanca con las palabras y obra de buril
primoroso, sobre puestas las armas de el señor Arzobispo Don Barto­
lomé Gonzálés Pobeda, que la vbo la yglecia por sus expolios, que
peza dos marcos.
Ytten vna plana de plata escrito en ella evangelio de San Juan
que pezará tres marcos.
Ytten dos ostiarios de plata, el vno con tapa y el otro sin ella.
Ytten vna paletilla de plata dorada con sus despauiladeras de plata
y cadenilla.
Ytten s;eis peniteros de plata de obra c1,1riosa que siruen al Señor.
Ytten dos cruzeros dorados de plata y vn báculo, obra primorosa ,,
sobredorado.
Ytten mas dos ysopos de plata.
Ytten tres atriles de plata batida y calada de obra de realce y el
otro de p!ata, que peza veinte y tres marcos, de obra de realze, con
las armas de el Yllustrisimo Señor Don Bartolomé Gonzáles de Po­
ueda que vbo la yglei;ia (fol. 3 v.•) por sus espolios.
Ytten quatro ynzenzarios de plata con su naueta y cuchara.
Ytten vn asetre que dizen que peza mas de veynte marcos.
Ytten cinco perticas de plata.
Ytten ocho hacheros grandes de plata que los dió el Yllustrisimo
Señor Doctor Don Gaspar de Villarroel.
Ytten quatro hacheros de plata medianos.
Ytten seis blandonez grandez de plata.
Itten seis blandonez medianos que siruen en el altar mayor.
Ytten quarenta y tres blandonez de plata medianos.

252
CATEDRAL

Ytten seis blandonzillos de plata con las Armas de el Señor Doc-


tor Don Bartolomé Gonzáles Poueda.
Ytten dos blandozillos de plata.
Ytten seis candeleros de siriales de plata.
Ytten seis aguamaniles, los qtÍatro de plata sobre do�ada y esmal­
tados y otros dos grandez esmaltados.
Más dos cruzes que siruen a las mangas y vna con sus cañones
de plata.
Ytten vna lámpara grande que sirue _en forma de hachero, que
<lió el Señor Arzobispo Don Gaspar de Villa Roel.
Ytten vn frontal todo de plata batida y calada, que lo <lió el
Lizenciado Don Juan Ja- (fol. 4> sinto Enrríquez, que dizen costó tres
mili pesos, de realze muy primoroso.
Ytten vn sagrario y trono en que esta colocado el Santissimo
Sacramento en el altar mayor, todo guarnesido de plata por la parte
de afuera, con plata calada y obra de realze, y en la parte ynterior
dos cartelas de plata, pilares de plata muy primorosa, con tres espe­
jos, asimesmo guarnesidas de plata batida y realze, y vna peaña así
mesmo guarnesida de plata de la mesma obra y ensima vna hara muy
primorosa de el espejo que llaman de el Inga, guarnesida de plata y
,,
marioletas muy presiosas, que <lió el Sagrario el Doctor Don Diego
J oseph Carrasco, tesorero de esta Santa Yglei;ia, y dizen costo dos
mill y ochocientos pesos.
Ytten así mesmo doy fee de auer visto vn relicario de plata dorada
de dos cuerpos, el primero de vna tercia en quadro en qt.Je esta vna
caueza de las onze mill Virgenez, y en el de arriua ay otras reliquias
y por remate vna cruz con vn christal en medio, y todo el dicho
relicario peza vna arroba y quatro onzas neto.
Otras dos relicas en forma de piramidez, más otras quatro, dos
grandez y dos .pequeñas, que están en los nichos de el altar de el
Santo Cristo.
<Fol. 4 v.º) Ytten dos relicarios con sus agnuz y rayos de christal
y sus pedestáles de plata sobre dorada.
Dos cruzes de évano con sus crusifijos de bronze, todas bronzea­
das con sus peañas enbutidas de religuias muy vien obradas, y en

253
SUCRE

cada peaña cinco cuerpos de bronze con sus cantoneras y rayos y en


la otra siete cuerpos de bronze dorado.
Una reliquia con el hato de el Señor San Joseph con su arma­
dura de plata sobredorada, sin pié.
Ytten, otro relicario de plata dorada de relieue y en medio de el
pie vna bola de cristal, y por .remate vna cruz con quatro puntas de
christal con onze piedras de esmeraldas y amatistes, con diferentes
reliquias de la Virgen Santissima en forma de custodia por vn lado,
y por el otro vn agnuz en vn círculo de plata blanca granada con
matís negro.
Ytten otro relicario de bronze con vn niño en medio de el pié, de
dos tercias de alto, con varias reliquias, vna ymagen de el Saluador
y en el otro lado la de nuestra Señora, con sus vidrieras.
Ytten dos arandelas de plata.
Ytten vna saluilla de plata dorada.
Ytten vn jarro de plata en blanco con las armas de el señor Don
Bartolomé Gonzáles Poveda.
Ytten vna tembladera de plata con su cuchara.
(Fo l. 5 > Ytten una corona grande con piedras presiosas de esme­

raldas, amatistes, safiros, obra de realze muy primorosa sobre dorada.


Más otra corona pequeña de el niño a la misma forma con sus
piedras de la misma especie.
Más dos pixsidez de plata dorada grandez.
Y pasando a certificar el adorno de los altares de la yglecia, doy
fee que los ví viendo vno por vno, y hallé que el mayor tiene vn
gran retablo todo dorado nueuamente y el Sagrario guarnesido como
ya se a dicho, y en el segundo cuerpo, en el comedio, vn bulto grande
de la ymagen de nuestra señora que llaman de el temblor, muy mila­
grosa de grande deuocion a la ciudad, adornada y bestida de tela rica
y corona preciosa de plata dorada, y los coraterales de el presuiterio
con doze quadros de el apostolado, guarnesidos de marcos vnidos de
la forma de el retablo, todos dorados, y otros adornos muy dignos
de vna catredal, y en quanto a los demás altares de la ygle<;ia que
conté ocho, los hallé y ví con toda dezenda dé frontales de zeda, :vnos
de damasco y otros de telas, sus manteles de Cambray, vnos con

254·
CATEDRAL

puntas y otros con encajes de F1andez, en cada vno sus dos cande­
leros dorados y plateados y en (fol. 5 v.•) las peañas sus tapetes, todos
muy aseados y limpios conforme a la desencia de vna catredal metro­
politana, siendo el altar de el tras coro con vn retab1o nueuo, todavía
no dorado, y su reja de madera en contorno, que dijo el dicho Teso­
rero auerlo costeado todo el Deán actual Doctor Don Diego Fernán­
dez Gallardo.
Ytten doy fee que a los cantos de los coraterales de el presuiterio
estan dos púlpitos donde se cantan las Epistolas y Evangelios, obra­
dos y dorados en la forma de el retablo prinzipal; y tambien el púl­
pito prinzipal con su remate todo dorado y en el altar de el cruzero,
a la mano ysquierda, es el altar de la Cruz correspondiente a el de
el Santo Cristo la Cruz de Carabuco grande, toda guarnesida de
plata y obra primorosa con su peaña de plata de más de vna quarta
de alto en el nicho prinzipal de el retablo que es dorado y alto en lo
correspondiente aquella testera.

,,
51

Informe de los alarifes Félix de Buendía y Lázaro Serrato, sobre la


catedral de La Plata.-14 abril 1712. 1

Declaracion.=En la ciudad de la Plata, en catorse días del mes


de Abril de mill setesientos y <lose años, en cumplimiento de lo man­
dado en el auto antesedente pro - (fol. 6 v.º) ueido por los Señores
Presidente y Oidores de esta Real Audiensia, ante mi el presente
escriuano de cámara paresieron Félis de Buendía, mulato, maestro
maior alarife, y Lásáro Serrato, así mesmo maestro alarife, indio, del
qual sin emuargo de ser ladino en la lengua española por interpre­
tasión de Francisco N úñes de Sandoual y Pedro Herrera de la Vega,
reseuí juramento y lo hisieron vnidos los dichos Félis de Buendía
1 AGI: Chareas, 379.

255
SUCRE

y Lásaro Serrato por Dios nuestro Señor y una señal de Cruz según
derecho, so cargo del prometieron de desir uerdad de lo que supieren
y les fuere preguntado y siéndolo.=Dijeron que auiendose empesado
a caer la bóueda del trascoro de esta Santa Yglesia Cathedral metro­
politai:ia, reconosieron todo el cañón con vastante cuydado y diligensia
y hallaron amenasa euidente ruina, por estar desunidos los ladrillos
de la lasería que vne los arcos y auerse rouado las aguas la argamasa
que los defendía, sin que pudiese ser bastante otro adereso que el de
boluer a haser todo el cañón de nueuo, por estar los mesmo ladrillos
penetracion del agua y auerse fabricado _muy delgada las (fol. 7> dichas
bóuedas en lo antiguo, lo qua! espresaron así estos declarantes al
Lisensiado Don Fausto de Aldunate y Rada, Canónigo más antiguo
de esta Santa Yglesia como a superintendente de sus obras, auisan­
dole del peligro para que se aplicase quanto antes el remedio, a que
le respondió a estos declarante adresasen solo la bóueda cayda que va
expresada, de cuio 1dreso se a llegado a reconoser lo que antese­
dentemente tenían asegurado, pues la bóueda que se le sigue y que
conprehende todo el coro, se vbiera benido sin duda al suelo sino la
detubieran los tres puntales que se reconosen a la vista, y que para
el total y perfecto reedifisio nesesita cada bóueda para su costo dose ,,
mill pesos poco más o menos, lo qual hallan en su consiensia lo menos
que pueden costar; lo aseguran asi y que todo lo que lleuan declarado
es la verdad so cargo dei juramento que tienen fecho en que se afir­
maron y ratificaron y dijeron el dicho Félís de Buendía ser de edad
de treinta y ocho años y el dicho Lásaro Serrato de treinta y nueue;
no firmaron por que dijeron no sauer, firmáronlo los interpretes por
el dicho Lásaro Serrato.=Francisco Muñoz de Sandoual. = Pedro He­
rrera de la Vega.=Ante mi Don Juan de Liendo y Ocampo.

256
TUNJA: SIILERIA DE CORO DE LA CATEDRAL

52

Escritura de concierto otorgada por los maestros Amador Pérez y


Francisco Velázquez, obligándose a labrar la sillería de coro de Tw,­
ja.-Cartas de pago.-1598-1604. 1

En la ciudad de Tunja del Nueuo Reino de Granada


(Fol. 11, v.")
de las Yndias, a treynta días del mes de marw de mill y quinientos
y noventa y ocho años, ante mí el escriuano de su magestad y testigos
yuso escriptos, parecieron presentes el padre Joan de Legui91món,
presuitero, vicario de la santa yglesia parrochial de esta dicha ciudad
y mayordomo de la fábrica della, y Francisco Velázquez y Amador
Pérez, vezinos de la villa de Nuestra Señora de Leyva, maestros car­
pinteros, y dixeron que ellos son combenidos y concertados en esta
manera: que los dichos Francisco Velázquez y Amador Pérez ambos
a dos juntamente y cada vno dellos de suso de por sí y por el todo "
ynsolidum, renunciando como renunciaron las leyes de duobus rez de­
bendi y el auténtica presentio cyta de fide jusoribus, y el beneficio
de la diuisión y execución y todas las de mas leyes que son (fol. 72> y
hablan en razon de la mancomunidad como en ellas se contiene, obli­
gauan y obligaron de hazer y que harán para el coro de la dicha
santa yglesia mayor de esta dicha ciudad, nueue sillas, vna an;obispal
y dos coraterales, para con las seis restantes poner y henchir todo el
testero del dicho coro a donde se an de asentar, y las tres sillas, la
arcobispal y las dos coraterales, an de ser bien labradas y acauadas
de talla y los asientos cabeceados y engon91dos, y deuajo dellas vnos
asientos clauados, y al pie de las dichas sillas su estrado y la arcobis­
pal a de tener dos éscalones; y ansí mismo harán vn facistor ocha­
uado, labrado de talla y embutido de naranjo, y ansí mismo vn medio

1 AGI: Santa Fe, 241. Expediente rotulado: cDoña Ysabel de Leguicamón,


viuda, vezina de la ciudad de TunJa•.

257
17
TUNJA

pulpito con su chapitel seiscauado y de talla, todo lo qual harán de


palo de nogal y no de otra madera sino fuere lo enbutido, y lo ciaran
fecho y acauado en toda perfeción y asentado en el dicho coro dentro
de diez meses cumplidos primeros si guientes que corren y se quentan
desde oy dicho día, y despues de asentadas en la forma suso dicha
se ha de tasar toda la dicha obra por dos oficiales de carpintería,
(fol. 72 v.º) vno puesto por el dicho ·mayordomo y la otra por los dichos
Francisco Velazco (sic) y Amador Pérez, y lo que así tasaren se lo
a de pagar el dicho mayordomo vn . mes despues de fecha la dicha
tasación, exceto cien pesos de oro corriente que les an de pagar en
esta manera : los treynta que les dan luego de contado e en presencia
de mi el dicho escriuano y testigos de que doy fee, y los setenta res­
tantes en fin del mes de mayo primero benidero de este dicho año
y los de más en la forma suso dicha; y el dicho Joan de Leguiyimón,
vicario y mayordomo que presente estaua a lo suso, auiendo enten­
dido lo conthenido en esta escriptura, dixo que la acetaua y acetó
según y como en ellil se contiene y se obligó que fecha la dicha obra,

"
asentada y acauada en toda perfeción según de suso se contiene,
como tal mayordomo de la dicha fábrica pagará por ello lo que las
dichas dos personas tasaren vn mes despues de la dicha tasación, de
lo.qua! se le a de descontar los treynta que da luego y por los setenta
que a de dar para en fin del dicho mes de mayo, y los dichos Fran­
cisco Velázquez y Amador Pérez se obligaron a ha.zer la dicha obra
y si no la hizieren sean (fol. 73 > apremiados por todo rigor de derecho
a que la hagan, y cada vna de las dichas partes, por lo que a cada
vno toca de cunplir, obligaron el dicho padre Joan de Legui<;amón
los bienes y rentas de la dicha fábrica, espirituales y tenporales,
auidos e por auer, y los dichos Amador Pérez y Francisco Vélazquez
obligaron sus personas y todos sus bienes muebles y raizes auidos e
por auer, y dieron y otorgaron todo poder cumplido a todas y qua­
lesquier justicias y juezes competentes donde ellos y cada vno dellos
se pueden y deben someter, a la juridicion de las quales y de rada
vna dellas se sometieron y ob 1 igaron segun dicho es, renunciando
como renunciaron su propio fuero, domicilio y jurisdicion y la ley
sit convenerit de jurisdiciones omniun judicin como en ellas se con-

258

....
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL

tiene, para que les apremien a la paga y cumplimiento de lo que dichQ


es como por sentencia difinitiva de juez competente por ellos consen­
tidas e no apelada y pasada en cossa juzgada, en firmeza de lo qual
renunciaron todas y qualesquier leyes de que se puedan ayudar y
aprouechar y en especial renunciaron la ley e regla del derecho que
dize que general renunciación de (fol. 73 v.º) leyes fecha non vala, en
testimonio de lo qual lo otorgaron ante mí el dicho escriuano y testi­
gos de yuso escritos siendo testigos los padres Joan de Villardón y
Joan Vázquez de Loaysa, presuiteros, y Gon�lo de Torres Binagre
y los otorgantes, que yo el escriuano conozco, lo firmaron cada vno
por lo que le toca. = Joan de Legui <;amÓn, bicario. = Francisco Veláz­
quez Amador Perez. =Ante mi Joan de Paz Zamerano, escriuano del
rey nuestro señor. = E yo Joan de Paz Zamerano, escriuano del rey
nuestro señor que despacho en el oficio de Joan de Vargas, escriuano
de su magestad, público y del cauildo de la dicha civdad de Tunja en
propiedad, lo fize escreuir según que ante mi passó y lo signe con mi
signo a tal en testimonio de verdad. =Joan de Paz Zamerano, escri­
uano del rey nuestro señor.
Exsiuido ante mi el escriuano de cámara por don Bernardino de
Moxica en Santa Fee, cinco de otubre de mill y seiscientos e quatro
años.=Angulo.

Receuí yo Francisco Velázquez, oficial carpintero, del padre Joan


de Legui<;amón, vicario y -mayordomo de la fábrica de la yglesia
(fol. 74 > de la ciudad de Tunja, setenta pesos de oro corriente de treze

quilates, los quales me paga para en pago de los cien pesos que tengo
de auer de la primera paga que tengo de auer de la obra que estoy
obligado hazer para la dicha yglesia de la ciudad de Tunja y coro
y otras obras, de que tenemos fecha escritura publica y yo Amador
Pérez para hazer la dicha obra. que pasó ante Joan de Paz, escriuano
del rey nuestro señor y notario de la dicha yglesia, los quales dichos
setenta pesos reciuo de uos el dicho mayordomo y en nombre del dicho
Amador Pérez my compañero, y digo que cumpliremos la dicha obra
de que así estamos obligados para el día de N auidad benidera de este
presente año, y por que es verdad que los receuí dí esta firmada· de

259

,
TUNJA

mi nombre por ante el presente escriuano del rey nuestro señor.=


Fecho· en Santa Fee a doze de setiembre de mill y quinientos e no­
'\Centa y ocho años, los quales reciuo en presencia del presente escri­
uano de que me doy por contento y pagado fecho vt supra; testigos
el padre Diego de Lasarte y Martín de Ulibarri y Joan de Mando­
j oana.=Francisco Velázquez.=Fuy presente Pedro de Ribera, escri­
uano de su magestad.
(Fol. 74 v.º) Pasóse por quenta esta carta de pago con los treynta

pesos que se dieron en la escritura en estas quentas que tomó el


füenciado Miguel Gudi de Asorin, uisitador general de esta ciudad y
su distrito, el qual manda que el dicho vicario acelere y efectúe lo
contenido en la dicha escritura y lo firmó el licenciado Miguel Gudi
de Asorin.
Exsiuido ante mi el escriuano de camara por don Bernardino de
Moxica en Santa Fee, cinco de otubre de mill y seiscientos e quatro
años. =Angulos.
Pasado en quenta por el señor_ oydor hasta en cantidad de mill
y quinientos e setenta y siete pesos y siete tomines y onze granos de
buen oro de veinte y dos quilates y medio. =Angulo.
,,
En la ciudad de Tunja, en treynta dias del mes de abrill de mill
y seiscientos e tres años, ante el capitan Joan de Porras Marquina,
theniente de corregidor y justicia mayor en ella, por ante mi el escri­
uano se presento la peticion siguiente:
Petición.=Fran_cisco Velázquez, maestro de carpintería, residente
en esta ciudad, digo: que yo me obligué hazer para la santa yglesia
parrochial della nueue sillas y vn facistor y vn púlpito con su esca­
lera y fué concierto que des- (fol. 75) pues de acauadas y asentadas se
auía de tasar por dos personas para que se me pagase, en cuya con­
formidad tengo fecha y acauada toda la dicha obra y asentada y en
cumplimiento de la escritura que en razón de lo suso dicho otorgué,
nombro de mi parte por tasador de la dicha obra a Alonso de Val­
deón, vezino de esta dicha ciudad, persona ábil y suficiente para ello.
A vuestra merced pido y suplico le aya por nombrado y le mande
lo acete y jure y haga la tasación y se notifique a Joan de Legui-

260
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL

1samón, presuitero, vicario y mayordomo de la fábrica de la dicha


santa madre yglesia, nombre de su parte tasador donde no se nombre
de oficio y pido justicia &ª.-Francisco Velazquez.
Por nombrado jure y acete y se notifique al padre Legui<;amón
nombre y en este estado nombró el dicho padre a Melchor Hernán­
dez el qual jure y acete ante mi. =Joan de Paz, escriuano.
En la ciudad de Tunja a treynta dias del mes de abrill de mill y
seiscientos y tres años yo el dicho escriuano notifique el decreto ,.de
suso como en el se contiene a Alonso de Valdeón y Melchior Fer­
nández en sus personas, los quales dixeron que acetauan y acetaron
el dicho cargo (fo!. 75 v.•) de tales apreciadores y juraron a Dios y a
vna cruz en forma de derecho de vsar dél bien y fielmente a su leal
sauer y entender y la firmaron de sus nombres, siendo testigos Ro­
drigo de Oviedo y Alonso de Vargas=Alonso de Valdeón=Melchior
Fernández. =Ante mi Joan de Paz, escriuano.
Y luego el dicho theniente de corregidor, auiendo visto la aceta­
cion y juramento de los dichos terceros, dixo que el los auía y obo
por nombrados por tales apreciadores, los quales bean las dichas obras
y las aprecien en conformidad de la dicha escritura e a.nsi lo mandó ,,
ante mi Joan de Paz, escriuano.
En la ciudad de Tunja este dicho día mes y año dicho, ante mi
el escriuano y testigos y parecieron presentes el dicho Alonso de
Valdeón y Melchior Fernández, terceros apreciadores nombrados en
esta causa, dixieron que en conformidad del dicho nombramiento ellos
an uisto la obra conthenida en la dicha petición, que son nueue sillas
con su estrado y facistor y púlpito y escalera y escaños que estan
delante de las dichas sillas, y les parece que la obra de manos y
madera de nogal y la de más (fol. 76> que se a gastado en las dichas
obras vale, a justa y común estimacion, setecientos y treynta pesos de
oro de a ueynte quilates, a su sauer y entender en Dios y en sus
conciencias, y así lo juraron en forma de derecho y lo firmaron de
sus nombres siendo testigos Rodrigo de Ouiedo y Alonso de Vargas=
Alonso de León=Melchior Fernández. =Ante mí Joan de Paz es•
criuano.

261
TUNJA

E yo Joan de Vargas escriuano del rey nuestro señor publico y


del cauildo de Tunja lo signé en testimonio de uerdad.=Joan de
Vargas.

En la ciudad de Tunja, a doze días del mes de marc;o de mill y


· seiscientos e quatro años, ante mi el escriuano de su magestad y tes­
tigos pareció Francisco Velázquez, carpintero, vezino de la ciudad de
Santa Fee, estante al presente en esta de Tunja, a quien yo el escri­
uano doy fee que conozco e dixo e confesó auer receuido del padre
vicario Joan de Leguic;amón, como mayordomo de la fábrica de la
santa yglesia mayor de esta dicha cibdad, setecientos e treynta pesos
de oro corriente de treze quilates, que son se .le deuían de las obras
de su oficio que hizo para la dicha yglesia mayor contenidas en los
autos de esta otra parte, (fol. 76 v.•) los quales dichos pesos de oro
confesó auer receuido en esta manera: los quinientos e cinquenta en
pagas que le hizo de ellos en oro en diferentes pagas de que dió car�
tas de reciuo, y porque la entrega de los dichos quinientos e cinquenta
pesos de presente no pareció, renunció las leyes de la entrega, prueua
y paga y mal engaño y del auer non visto y la resta, a cumplimiento
de los dichos setecientos y treynta pesos del dicho oro corriente, reci­
uió en mi presencia en oro de contado, de que yo el escriuano doy
fee, y así contento y pagado, según dicho es, le dió al dicho mayor­
domo y a los bienes de la dicha fábrica por libre de esta deuda y le
dió carta de pago y finiquito en forma y declaró que por quanto el
dicho mayordomo le hizo vna cédula de duzientos e setenta y siete
pesos y siete tomines del dicho oro corriente que se le restauan a
deuer para acauar de pagar el los dichos setecientos y treynta pesos
.del dicho oro, la qual se le quedó en la dicha ciudad de Santa Fee,
la da por rota y chancelada y se obligó a que la enbiara al dicho
mayordomo y lo firmó de su nombre siendo testigos Féliz del Cas­
tillo y Alonso Dominguez Medellin y Luis de Silua. =Francisco Ve­
Jázquez.=Ante mi Joan de Paz Zambrano, escriuano del rey nuestro
señor.

262
LIMA: SILLERIA DE CORO DE LA CATEDRAL1

53

Pliego de condiciones a que ha de ajustarse la obra de la sillería de


coro, rejas y tribunas.-Pregones y ofertas.

Memoria de las condiciones de la sillería que se a de ai;er para la


catredal desta ciud [ad] de los Reyes son las siguientes:
l. Yten es primera condición que a de ser toda esta hobra de
madera de cedro seca i bien saconada.
Los entre dose_s es condición que an de ser labrados de talla,
con sus marioletas que hagan buena corespondencia al perfil prin­
cipal de todo el entrellos, con sus rebaxos donde juega el asiento que
a de estar ajustado con sus bisagras y ansimismo se. an de fixar
estos dichos asiento [s] con los respaldos que ban labrados de talla

,,
con sus lados como lo muestra la traza.
2. Yten es condición que las colunas an de ser de la hórden
corinta los tercios tallados de medio reliebe y lo demás estriado y los
capiteles harpados sus oxas y los traspilas ni más ni menos que las
colunas y los pedestales que reciben las colunas an de ir labrados
de talla como lo muestra la traza.
3. Yten es condición que los recuadros que bienen entre coluna
y coluna an de ir con sus molduras adornados con cartelas i agallo­
nes y motillos, cor:nisas y frontispicios y en cada frontispicio a de ir
vn niño asentado que sirbe de remate con lo cual queda todo vien
adornado; y ansi mismo a de llebar cada claro destos vn santo labrado
de medio reliebe de escultura, el que se señalare i se diere por me­
modia.
4. Yten es condición que los cornisamentos an de ser de la
propia órden corinta, labrados los frisos de talla, y el demás hornato
1 AGI: Lima, 310. Pleito entre el Fiscal y el Cabildo Eclesiástico. D16 not.1-
cias de estos documentos Vargas Ugarte: ManuscrUos plJll'Ua1lOs del Archtvo de
Indias, II (Lima, 1938), pág. 145.

263
LIMA

dP. las dichas cormsas an de ser guarnecidos y resaltados con sus


molduras lixitimas de la dicha borden corinta como lo muestra la
traza.
(Fol. 3 v.•) S. Yten es condición que sobre el dicho cornisamento
principal de la sillería a de mober vn tunbadillo con su ornato i a
de llebar xuntamente vnos niños en corespondencia de las cohmas
de avaxo, los cuales niños an de estar recibiendo el dicho tunbadillo
que sirbe de guarda polbo y este se añide aora mas de lo que esta
dibuxado por que conbiene a la dicha hobra y a su buena corespon­
dencia, i an de ir todos los tunbadillo enriquecidos con cartelas y
agallones segun buena hobra corespondiente a toda la demas hobra.
6. Yten es condición que la coronación que biene sobre el tun­
badillo dicho con la cual se remate, a de ser calada y tallada de relie­
be, con sus fruteros y remates, y el de más ornato como es divuxado
en la dicha traza.
7. Yten es condición que la silla arcobispal a de ser superior a
las demás, la cual silla a de llebar sus colunas corintas talladas todas
de ariba a baxo y sus capiteles de la dicha hórden harpadas sus
hoxas y a de llevar sus cornisamentos bien dispuestos con sus frisos
tallados de mui curioso follage, i en el respaldo desta silla a de llebar
vn recuadro i en él an de ir armas de la santa yglesia labradas de
media talla, y el demás ornato como lo muestra la traza; más a de
llebar esta silla arcobispal segundo cuerpo, donde biene vn nicho con
sus molduras, donde viene la figura de san Juan de más de medio
reliebe,, que bendrá a tener tres tercios de reliebe, y encima deste
recuadro a de ir vn escudo de las armas reales de su maxestad y
todo lo de más con que se remata esta dicha silla, a de estar como
está en la traza, y es declaración que las dos figuras que estan sobre
los dos frontispicios principales a de llebar cada vna vn escudo en
las manos con las armas (fol. 4) de su exselencia... [roto].
8. Yten es condición que a de llebar sus estrados de madera de
roble por ser más conbiniente para la fortaleza del recibimiento de
toda la hobra, y el ancho de los dichos estrados a de ser según i como
los señores prebendados lo dispusieren.

264
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL

9. Yten es condición que an de llenar las sillas altas todo el coro


hasta la rexa que se a de hazer y las sillas baxas a · de llegar su
cantidad hasta el lugar que no ocupe los asientos que los señores
prebendados an de ponder para oir el sermón, con declaración que
las sillas baxas an de ser de la propia hobra que las altas hasta los
pedestales donde sientan las colunas, porque así queda perfeta la
hobra y bien acabada.
10. Yten es condición que se a de hacer vn púlpito con su respaldo
que recibe la ca:npana o media naranxa que sirbe de guarda polbo
i en lo alto de la dicha media naranxa a de llevar su remate con su
adorno de talla, agallones, cartelas y para subir a él se a de hacer
vna escalera de colunillas i balavstres con su basa i cornisa que sirbe
de pasamano, y el cuerpo principal del dicho púlpito a de ser tallado
con sus motilos de modo que coresponda a la obra de la dicha si­
llería.
11. Yten es condición que se an de hacer dos tribunas para los
hórganos de la dicha iglesia catredal, las cuales tribunas an de ser
de madera de cedro con sus pedestales, cornisas i a de llebar vn

,,
tunbadillo, i en los estremos del dicho tunbadillo vnas mari�letas que
reciban los pedestales de ariba, i todo esto a de ir de suerte que no
desdiga la hobra a la dicha sillería.
12. Yten es condicion que se a de hacer vna rexa para el dicho
coro que lo ciere de pilar a pilar i el alto desta rexa a de ser el que
señalare el maestro mayor i a de llebar esta dicha rexa sus pilastras
dóricas, pedestal i cornisamento i a de llebar esta dicha rexa en lo
alto por remate vn cuerpo de arqui- (foL 4 v.") tetura, en el cual cuerpo
a de ir vn escudo a dos haces, y toda la hobra de la dicha rexa ni
más ni menos, y fuera del remate principal donde han los escudos
a de llebar su coronación con sus remates; y el maestro que hiciere
esta dicha hobra a de obligarse a ponella i sentalla en su lugar donde
a de serbir y ni más ni menos es obligación que a de poner a su
costa todos los heraxes, así bisagras como ceraduras y llabes, de
suerte que no le an de dar más de la cantidad de plata en que se
rematare.
Y toda esta hobra como esta dicha y parece por estas condiciones
se ofrece Luis Ortiz de Bargas, arquiterto, de dar acabada toda ella

265
LIMA

dentro de dos años y puesta en su lugar, dándole sesenta mil pesos


de a ocho reáles pagados por sus tercios, y así lo firmó de su nonbre
en diez y seis de febrero de 1623 años.
luis ortiz y bargas
[Rúbrica]

Postura en 60U. Sillería, reja del- coro, tribuna de organos, pulpito.


En la ciudad de los Reyes, en dies y siete días del mes de febrero
de mili y seiscientos y veinte y tres años,• ante mí el escriuano y tes­
tigos paresció Luis Hortis, arquiteto, a quien doi fee que conosco y
dixo y otorgó que asía e hizo postura en la obra de la sillería y reja
del coro, tribuna de órganos y púlpito de la santa yglesia catredal
desta ciudad, en sesenta mili pessos de a ocho reales, con las condi­
ciones y según y como se declara en esta memoria firmada de su
nonbre y rematándosele ará escriptura en forma de hazer la dicha
obra conforme a las dichas condisiones y trasa que el senor dotor
Juan Ximénes de Montalbo, oydor desta real audiencia, tiene en su
poder firmada de su nónbre y del presente escriuano y lo firmó sien­
do testigos Nicolas de Ueytia y Diego Rabanera y Bartolome de
Síuico.
Ante mi
Diego sánches vadillo luis ortiz y bargas
escriuano publico [Rúbrica]
[Rúbrica.]

(Fol. 5 >
En la civdad de los Reyes del Pirú, en dies y siete días
del mes de febrero de mili y seyscientos y ueynte y tres años, por
bos de Alonso de la Pas, pregonero público desta ciudad, estando en
la pla<;a pública desta ciudad, se dió vn pregón en altas boces di­
ciendo : quien quisiere haser la obra de la sillería y tribunas y púlpito
de la santa yglesia catredál desta ciudad, paresca y muestre la tra<;a
y haga baja o postura, por que se a de rematar al fin de dichos
-¡iregones en la persona que más baja hiciere en la dicha obra con­
forme a la trasa �ue para haser la dicha obra se elixiere y se refiere
por la postura de sesenta mili pesos de a ocho reales en que la tiene

266
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL

puesta Luys Ortís y condiciones de la dicha postura, y no paresció


persona que mayor baja hiciese; testigos Matheo de Ar<;e y Barto­
lomé de Síbico y Niculás de Ueytia, presentes.
Ante mi
diego sanchez vadillo
escriuano publico
[Rúbrica]

En la civdad de los Reyes del Pirú, en dies y ocho días del (fol. 5 v.•?
mes . de febrero de mill y seyscientos y ueynte e tres años, estando
en la plac;a pública desta ciudad y en prescencia de muncha jente,
por bos del dicho pregonero se <lió otro· pregón para el remate de
la dicha sillería y baja della, y aunque hiso munchos apercebimientos
pa ra ello como el primero, no paresció persona que más baja hiciese;
testigos Matheo de Ar<;e, Niculás de Beytia y Bartolomé de Síbico.
Ante mi

,
diego sanches vadillo
scriuano publico
[Rúbrica]

Postura. Pedro Noguera. 57UOOO pesos.


En la civdad de los Reyes, en dies y ocho días del mes de febrero
de mill y seyscientos y ueynte e tres años, ante mí el escriuano e
testigos paresció Pedro de Noguera, maestro escultor y arquiteto,
residente en esta ciudad, de quien doy fee que conosco, y dixo: que
hacía e hi<; o postura y baja a la sillería e tribuna que se a de haser
en la yglesia catredal desta ciudad contenida en estos autos, en cin­
quenta y siete mili (fol. 6) pesos de a ocho reales, que se le an de
pagar por sus tercios, en la forma y de la manera que la tiene puesta
Luys Ortís y se obligó que rematándose en el suso dicho ará la
dicha obra conforme a las condiciones destos autos y para lo así
cumplir obligó su persona y bienes auidos y por auer y <lió poder a
las justicias de su magestad para la execucion dello como por sen-

267
LIMA

tencia pasada en cosa juzgada y lo firmó. Testigos Matheo de Arc;e


y Diego de Rauanera y Bartolomé de Síbic-o presentes.
Ante mi
diego sanches vadillo pedro noguera
escriuano publico [Rúbrica]
[Rúbrica]

Martin Alonso. 53U500 pesos.


En la ciudad de los Reyes del Pirú, en veynte días del mes de
febrero del año de mill y seiscientos y veinte y tres, ante el escri­
uano y testigos parec;ió Martín Alonso de Mesa, arquiteto, a quien
doi fee que conosco, y dixo y otorgó que la obra de la sillería del
coro y tribunas de los órganos y pultpito y reja del coro de la santa
yglesia catredal desta ciudad, conforme a la trasa y modelo questá
en poder y firmada del senor doctor Juan Ximénes de Montalbo y
de mí el presente escriuano y con las condiciones por que tiene puesta
la dicha obra Luis Hortis de Bargas, (fol. 6 v.•) la ponía e puso en
sinquenta y tres mill y quinientos pessos de a ocho reales a pagar por
tersias partes en la forma que el dicho señor doctor Juan Ximéne
de Montalbo hordenare y mandare, y rematándose ará escriptura en
forma; para ello obligó su persona y bienes y dio poder a las j-usti­
cias de su magestad para la execución dello como por sentensia pasada
en cossa jusgada y lo firmó, siendo testigo Nicolas de Ueytia y Bar­
tolomé de Síuico y Mateo de Arse.
Ante mi
diego sánches vadillo martin alonso de mesa
escriuano publico [Rúbrica]
[Rúbrica]

3 pregones.
En la ciudad de los Reyes, en veinte días del mes de febrero del
año de mill e seiscientos y veinte e tres, por hoz del dicho pregonero
se <lió otro pregón a la dicha obra de sillería, tribunas e púlpito de

268
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL

la catredal desta ciudad como el primer pregón, refiriendo las pos•


turas y bajas que hasta ahora se an fecho. Testigos Niculás de Beitia
y Diego Rauanera y Bartolomé de Síbico.
Ante mi
diego sanches vadillo
escriuano publico
[Rúbrica]

Postura. Pedro Noguera. 52U pesos.


(Fol. 7)

En la ciudad de los Reyes del Pirú, en veynte y un dias del mes


de febrero de mill e seyscientos e veynte e tres años, ante mi el escri­
uano y testigos pareció Pedro Noguera, adquiteto, que doy fee que
conosco, e dixo que la sillería de la santa yglesia catredal desta civdad,
tribunas y púlpito dellas que se traen en pregón que son las conte­
nidas en estos autos, las ponía e pusso en cinquenta e dos mill pessos
de a ocho reales, confforme a la traza e modelo questá en poder y

,,
firmada del señor doctor Juan Ximénes de Montalbo y de mí el
presente escriuano, y con las condiciones con que tiene puesta la dicha
obra Luis Hortis de Bárgas, y a pagar por tercias partes o en la
forma quel señor doctor Juan Jimenes de Montalbo hordenare, y rema­
tándosse en el susso dicho se obligó de hascer escriptura de obligación
en forma y a ello obligó su persona y bienes abidos e por aber e dió
poder cunplido a las justicias de su magestad para la execucion dello
como por sentencia pasado en cossa jusgada y lo firmó. Testigos
Diego Rabaneda e Niculas de Beitia e Matheo Arze, presentes.
Ante mi
diego sanches vadillo pedro noguera
[Rúbrica] [Rúbrica]

En la ciudad de los Reyes del Pirú, en veynte y un días (iol. 7 v.º)


del mes de febrero de mill e seyscientos e beynte e tres años, por bos
del dicho Alonsso de la Paz, pregonero público desta civdad, se dió
otro pregón como el primero a la obra de la sillería, tribunas, púlpito
y órganos de la santa yglesia catredal desta civdad, refiriendo la

269
LIMA

postura que esta fecha de cinquenta e dos mili pessos de a ocho reales
y baxa della, y aunque hi<;o muchos apercibimientos para el remate
no pareció mayor ponedor. Testigos Diego de Rabaneda e Niculás
de Beitia e Bartolomé de Síbico.
Ante mi
diego sanchez vadillo
escriuano publico
(Rúbrica]

Luis Despindola. SOU pesos.


En la ciudad de los Reyes del Pirú, en veynte y dos de febrero
de mili y seissientos y veinte e tres años, ante mí el escriuano y tes­
tigos pan!sió Luis Despíndola, escultor y arquiteto, a quien doi fee
que conosco, y dixo y otorgó que con las condisiones con que Luis
Hortís de Bargas tiene puesta la obra de la sillería, tribunas y reja
y púlpito de la santa yglesia catredal desta ciudad, la ponía e_ puso en
s_inquenta mili pessos de a ocho reales pagados por sus tersios como
el dicho Luis Hortis de Bargas tiene echa la dicha postura y lo firmó.
Testigos Nicolás de Ueytia y Bartolomé de Síuico y Mateo de Arce.
Ante mi
diego sanches vadillo luis despindola
{Rúbrica] [Rúbrica]

<Fol. 8)En la ciudad de los Rtyes del Pirú, en beynte e dos días
del mes de febrero de mill e seiscientos e veynte e tres años, por bos
del dicho pregonero se dió otro pregón como el primero para el rema­
te de la dicha sillería, tribunas, rexa e púlpito e órgano de la catredal
desta civdad y refiriendo la dicha postura e no pareció ponedor a
ellas. Testigos Diego Rabaneda e Niculás de Beytia e Matheo de
Arze presentes.
Ante mi
diego sanches vadillo
escriuano · publico
(Rúbrica]

270
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL

En la civdad de los Reyes del Pirú, en beynte e tres de febrero


de mill e seyscientos . e beynte e tres años, por bos del dicho prego­
nero se dió otro pregón como el primero para el remate de la dicha
sillería, tribunas, rexas y púlpito y órganos de la dicha catredal desta
civdad, refiriendo la dicha postura que en ellas esta fecho, y no
pareció mayor ponedor. Testigos Diego Rabaneda e Niculás de Bey­
tia e Bartolomé de Síuico presentes.
Ante mi
diego sanches vadillo
escriuano publico
[Rúbrica]

En la civdad de los Reyes del Pirú, en veyQte e cinco dias del


mes de febrero de mill y seyscientos e veynte e tres años, por bos
del dicho pregonero �e dió otro pregón como el primero para el
remate de la dicha sillería, tribuna, rexa, púlpito y hórganos de la
ygle5ia catredal desta civdad y refiriendo la dicha postura e no pare­

,,
ció mayor ponedor a ellas. Testigos Diego Rabaneda e Niculás de
Beytia e Matheo de Arze presentes.
Ante mi
diego sanches vadillo
escriuano' publico
[Rúbrica]

En la ciudad de los Reyes del Pirú, en beynte e siete dias (fol. 8 Y. )


º

del mes de febrero de mill e seyscientos e beynte e tres años, por bos
del dicho pregonero se dió otro pregón como el primero para el re­
mate de la dicha sillería, tribunas y rexas, púlpito y órganos de la
santa yglesia catredal desta civdad, refiriendo la dicha postura que
en ellas esta fecha, e no pareció mayor ponedor. Testigos Diego Ra­
baneda e Niculás de Beytia e Matheo de Arze presentes.
Ante mi
diego sanches vadillo
escriuano publico
[Rúbrica]

271
LIMA

En la civdad de los Reyes, en primero día del mes de marzo de


mill e seyscientos e beynte e tres años, por bos del dicho pregonero
se <lió otro pregón como el primero para el remate de la dicha sillería,
tribunas, rexas, hórganos e púlpito de la santa yglesia catredal desta
civdad, refiriendo las posturas que en ellas está fecha, e no pareció
mayor ponedor. Testigo Diego Rabaneda e Niculás de Beytia e Ma­
theo de Arze pressentes.
Ante mi
diego sanches vadillo
escriuano publico
[Rúbrica]

En la civdad de los Reyes, en dos días del mes de marc;o de


mill e seyscientos e beynte e tres años, por bos del dicho pregonero
se dió otro pregón como el primero para el remáte de 1� sillería,
rejas, tribunas, púlpito e órganos de la santa yglesia catredal desta
civdad, refiriendo la postura que en ellas esta fecha, y aunque hi c;o
muchos aperssebimientos no pareció mayor ponedor. Testigos Diego
Rabaneda e Niculás de Beytia y Bartolomé de Síuico. •
Ante mi
diego sanches vadillo
escriuano publico
[Rúbrica]

(Fol. 9>
Postura. Luis Hortis de Bargas. 48U pesos.
En la civdad de los Reyes del Pirú, en dos días del mes de mar c;o
de mill y seyscientos e beynte e tres años, ante mí el escriuano y
testigos pareció Luis Hortis de Bargas, adquiteto, a quien doy fe
que conosco, y dixo e otorgó que hacía e hic;o postura e baxa en la
obra de la sillería y rexas del coro, tribunas, órganos y púlpito de
la santa yglesia catredal desta dicha civdad, en quarenta e ocho mill
pessos de a ocho reales, con las condiciones e según e como se declara
en las condiciones puestas y postura echa por el suso dicho, pagados
por sus tercios e rematándosse en el susso dicho se obligó de hasser

272
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL

escriptura de obligación en fonna y a ello obligó su perssona y bienes


abidos e por aber y dió poder cunplido a las justicias de su mages­
tad para la execucion dello como por sentencia pasada en cossa jus­
gada y lo firmó; testigos Diego Rabaneda e Niculás de Beytia e
Bartolome de Síuico, presentes.

Ante mi
diego sanches vadillo luis ortiz y bargas
escriuano publico [Rúbrica]
[Rúbrica]

Postura. Pedro Noguera. 47U pesos.


En la ciudad de los Reyes del Pirú, en dos días del mes de mar,;o
de mill e seyscientos y beynte e tres años, ante mi escriuano e testi­
gos pareció Pedro Noguera, adquiteto, morador en esta (fol. 9 v.•) di­
cha civdad que doy fe que conosco, e dixo que hacía e lii<;o .postura

,,
y baxa la sillería, tribunas, rexa del coro, órganos e púlpito de la
yglesia catredal desta dicha civdad, en quarenta e siete mill pessos
de a ocho reales pagados por sus terssios e ?egún e con las condi­
ciones en estos autos pressentadas e postura fecha por Luis Hortis
de Bargas y confforme a la traza e modelo questá en poder del señor
doctor Montalbo, y rematándose en el susso dicho, se obligó de haser
e otorgar escriptura de obligación en forma y lo firmó testigos y
a ello obligó su persona y bienes e dió poder a las justicias de su
magestad para la execución dello como por sentencia pasada en cossa
jusgada e renunció las leyes de su fabor y la general e derecho della
y lo firmó. Testigos Diego de Rabaneda e Niculás de Beytia e Ma­
theo de Arze, presentes.
Ante mi
diego sanches vadillo pedro noguera
escriuano publico [Rúbrica]

273
18
LIMA

Postura. Luis Despíndola. 4OU pesos.


En ·la civdad de los Reyes del Pirú, en dos dias del mes de mar'-o
de mill e seyscientos e beynte y tres años, ante mi escriuano e testi­
gos p.,ireció Luis Despíndola, escultor e arquiteto que doy fe que
conosco, e dixo que ponía e pusso la sillería, tribuna, rexa.s del coro,
púlpito e órganos (fol. 10> de la santa yglesia catredal desta civdad en
quarenta mill pe�sos de a ocho reales, pagados por sus tersios e según
e con· las condiciones que las tiene puestas Luis Hortis de Bargas,
e conforme la traza e modelo questá en poder del señor doctor Mon­
talbo y se obligó que rematándose m el susso dicho hará escriptura
de obligación dellos en forma y a ello obligó su perssona e bienes
y <lió p"oder cunplido a todas e qualesquiera juesses y justicias de su
magestad para la execución dello como por sentencia passada en cossa
jusgadá. y lo firmó. Testigos Diego Rabaneda e Niculás de Beytia e
Bartolome de Síuico, presentes.
Ante mi
diego sanc�es vadillo luis despíndola
[Rúbrica] (Rúbrica]

Postura. Gaspar de la Queba. 39U pesos.


En la civdad de los Reyes del Pirú, en tres días del mes de mar'-º
de mill e seyscientos e beynte e tres años, ante mí escriuano e testigos
parec1O Gaspar de la Cueba, escultor, entallador e adquiteto a quien
doy fe que conosco, y dixo que la dicha sillería, tribunas rexas y
púlpito de la santa yglesia catredal desta dicha civdad las ponía e
pusso en treynta e nuebe mill pessos de a ocho reales, pagados por
sus tercios e con las <lemas condiciones (fol. 1-0 v.") e segun e de la
manera que las tiene puestas Luis Hortís y se obligó que rematán­
dose en el susso dicho hará escriptura de obligación en forma y a su
cunplimiento obligó su persona e bienes abidos y por aber y lo firmó.•
Testigos Diego de Rabaneda y Niculas de Veytia e Matheo de Arze
presentes.
Ante mi
diego sanchez vadillo Gaspar de la Cueva
[Rúbrica] [Rúbrica]

274
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL

54

Auto del oidor don Juan Ximénez de Montalvo, Superintendente de


la fábrica de la catedral, disponiendo que se saque a pregón la obra
de una custodia, un sagrario para el altar mayor y una imagen de la
Virgen.-Pregones y posturas.-12 marzo 1626.

Auto.=En la ciudad de los Reyes del Pirú, en honze días del mes
de marc;o de mill e seyscientos y beynte e tres años, el señor doctor
Juan Ximénes de Montalbo, del consejo de su magestad y su oydor
más antiguo de la Real Audiencia desta dicha civdad y superinten­
dente de 1a obra de la fábrica de la santa yglesia catredal desta dicha
civdad, abiendo bisto las baxas fechas para la obra de la sillería, rexa
de coro, tribunas de órganos y púlpito de la dicha santa yglesia, y

,,
atento a que conbiene hasser custodia y sagrario para el altar mayor
de la dicha santa yglesia confforme a la traza que se a bisto que
Pedro de Noguera, maestro escultor e arquiteto, a mostrado, questá
firmada de su nombre, el dicho señor doctor Montalbo mandó que
se den tres pregones a la obra de la dicha costodia e sagrario e se
aperssiua por otros tres para el remate de la dicha sillería y se admi­
tan las posturas y baxas que para la vna e otra obra se hicieren
por termino de tres días y se rematen para el miércoles que biene que
se contarán quinze deste pressente mes de marc;o, entre las onze y
las doze del día, y se citen las partes para el dicho remate que se a
de hasser, con adbertencia que con la obra de la dicha costodia e
sagrario se a de haser más vna ymagen de Nuestra Señora del tama­
ño de la del San Juan que al presente está en la dicha santa yglesia,
y que la dicha obra de la dicha sillería, rexas, tribunas y púlpito y
costodia e sagrario para la dicha (fol. 111 > santa yglesia, a de ser con­
forme a las trazas questán en poder del dicho señor doctor Juan
Ximénes de Montalbo e por este su auto anssi lo probeyó e mandó
y mandó que las perssonas en quien se hiciere el dicho remate ayan

275
----·---
LIMA

de dar fianzas a contento del dicho señor oydor para el cunplimiento


de la dicha obra.
El Doctor Juan Ximénez de Montaluo
[Rúbrica]
Ante mi
diego sanches vadillo
escriuano publico
[Rúbrica]

En la ciudad de los Reyes, en onze días del mes de marc;o de


mill e seyscientos e beynte e tres años, estando en la plac;a pública
de esta dicha civdad por bos de Alonso de la Paz, pregonero público
de esta civdad, en altas e yntelixibles bosses dió vn pregón dissiendo
quien quisiere hasser postura y baxa en la obra de la sillería, rexa
del coro, tribunas de órganos y púlpito de la santa yglesia catredal
y la custodia e sagrario e ymágen de nuestra señora para el altar
mayor della, conforme a las trazas questán en poder del dicho señor
oydor, paresca e si y hesiesse la dicha postura e baxas como la
dicha obra de la dicha sillería, rexa, tribunas y púlpito estaba puesta
en treynta e nuebe mill pessos a pagar por tercias partes, con las con­
diciones puestas por Luis Hortis de Bargas, y aunque hic; o muchos
aperssebimientos no pareció ponedor. Testigos Diego Rabanedo e
Niculás de Beytia e Matheo de Arze, presentes.
Ante mi
diego sanches vadillo
escriuano publico
[Rúbrica]

v.•) Postura. Pedro Noguera. A la custodia y sagrario.


(Fol. 11
En la ciudad de los Reyes del Pirú, en onze días del mes de
man;o de mill e seyscientos y beynte e tres años, ante mi escriuano
e testigos pareció Pedro Noguera, morador en esta dicha civdad que
doy fe que conosco, e dixo que la obra de la costodia e sagrario que
se a de hasser para el altar mayor de la yglesia catredal desta civdad,

276
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL

con la echura de ymágen de nuestra señora del tamaño del dicho


San Juan, confforme al dicho pregón, en seys mill pessos de a ocho
,reales, la qual a de ser conforme la traza e modelo que tiene pressen..'..
tada ante el dicho señor oydor Juan Ximénes de Montalbo y pagados
los dichos pessos por sus tercios, el primero de contado y los demás
cunplidos, rematándosse en el suso dicho se obligó a hasser escrip­
tura de obligación en forma e dar fianzas para su siguridad e a su
cunplimiento obligó su perssona y bienes abidos e por aber y lo
firmó de su nombre, siendo testigos Diego Rabaneda e Niculás de
Beytia e Matheo de Arze, pressentes.
Ante mi
diego sanches vadillo pedro nogue.ra
escriuano publico [Rúbrica]
[Rúbrica]

iEn la civdad de los Reyes del Pirú, en treze días del mes de
mar<;o de mill e seyscientos e beynte e tres años, estando en la .plac;a
pública desta di�ha civdad, por bos del dicho pregonero se <lió otro
pregón como el primero a la obra de la sillería, rexas, tribunas de'
horganos e púlpito (fol. 12> de la santa yglesia catredal desta dicha
,,
civdad y costodia e sagrario e ymagen de nuestra señora para el altar
mayor della, reffiriendo muchas besses las posturas que en las dichas
obras está fecha y aunque hi <;o muchos aperssebimientos no pareció
mayor ponedor. Testigos Diego Rabaneda e Niculás de Beytia e Ma­
theo de Arze y otras muchos perssonas.
Ante mi
diego sanches vadillo
escriuano publico
[Rúbrica]

En la ciudad de los Reyes del Pirú, en catorze días del mes de


mar<;o de mill e seyscientos e veynte e tres años, por bos del dicho
pregonero se dió otro pregón como el primero y el terssero a la obra
de la sillería, rexas, tribunas de órganos y púlpito de la sant� yglesia

277
LIMA

catredal desta civdad y costodia e sagrario e ymágen para el altar


mayor della, reffiriendo las posturas questán fechas y aunque hi<;o
muchos aperssebimientos no pareció mayor ponedor a ellas. Testigo
Diego Rabaneda e Niculás de Beytia e Matheo de Arze, presentes.
Ante mi
diego sanches vadillo
escriuano publico
[Rúbrica]

Citación a Pedro Noguera.


En la ciudad de los Reyes del Pirú, en catorze días del mes de
mar<;o de mill e seyscientos e beynte e tres años, yo escriuano cité
para el remate (fol. 12 v.•) de la obra de la sillería, rexas, tribunas de
-órganos y púlpito de la santa ygle<;ia catredal desta dicha civdad y
costodia e sagrario e ymágen que se a de hasser para el altar mayor
,de la dicha santa ygle<;ia, para mañana miércoles que se quentan
quinze <leste presente mes de mar<;o, en su perssona a Pedro Nogue-
ra que lo oyó e dello doy fe. Testigos Diego Rabaneda e Niculás de ,,
Beytia.
diego sanches vadillo
escriuano publico
[Rúbrica]

Citación a Gaspar de la Queba.


En los Reyes, en el dicho día mes y año dichos, hise otra tal
notificación como la de susso a Gaspar de la Queba, perssona que
tiene hecha postura a la obra de la dicha sillería, en su perssona, que
lo oyó e dello doy fe. Testigos Diego Rabaneda e Niculás de Beytia
y Matheo de Arze, presentes.
diego sanches vadillo
escriuano publico
[Rúbrica]

278
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL

<:;itación a Luis Espíndola.


En los Reyes, en el dicho día, mes y año dichos, yo escriuano
hise otra tal notificación como las de susso a Luis Despíndola, per­
ssona que tiene hecha postura a la obra de la dicha sillería, en su
perssona, que lo oyó e dello doy fe. Testigos Francisco Juáres y
Martín Alonsso de Messa.
diego sanches vadillo
escriuano público
[Rúbrica]

<:;itacion a Martin Alonso de Messa.


En los Reyes, en el dicho día, mes y año dichos, yo escriu�o hisse
otra tal notificación e �itación como las de susso a Martín Alonsso
de Messa, perssona que tiene echa postura a la obra de la dicha
sillería en su perssona, que lo oyó e dello doy fe testigos francisco
j uares y luis despindola.
diego sanches vadillo
escriuano público
[Rúbrica] ,,

55

Remate de la sillería, tribunas y púlpito.-15 marzo 1623.

(Fol. 13 > 38800 pesos.


En la ciudad de los Reyes del Pirú, en quince días del mes de
marzo de mill y seyscientos y ueynte y tres años, estando en la santa
yglesia catI-edal desta dicha ciudad y presente el dotor don Domingo
de Almeyda, deán della, e el señor dotor Juan Ximénez de Montaluo,
oydor más antiguo desta Real Audiencia y superintendente de la
obra y fábrica de la dicha santa yglesia, en conformidad de lo por

279
LIMA

su merced proueydo mandó apercebir para el remate de la sillería,


rexas del coro, tribunas de órgano y púlpito, custodia y sagrario de
la dicha santa yglesia y la echura de una ymajen de Nuestra Señora
como la de San Juan, y por bos del dicho pregonero se aperciuió
para el remate diciendo como la dicha sillería, rejas, tribunas y púl­
pito, conforme las condiciones de Luys Ortís de Vargas, estauan
puestas en treynta y nueue mili pesos de a ocho reales, a pagar tercio
de contado y tercio auiendose echo la mitad de la obra y el otro
tercio luego como se acaue, y que la obra del sagrario y custodia con
la ymájen de Nuestra Señora estaua puesta en seys (fol. 13 •-º> mili
pesos de a ocho reales pagados en la forma referida, y todo conforme
a las tra<;as y modelos questán en poder del dicho señor dotor Juan
Ximénes de Montaluo, firmadas de su nombre y de nombre de su
merced, y que se auían de rematar luego a la ora todo lo suso dicho
en quien más uaja hiciese, dando fian<;as a contento del dicho señor
dotor Montaluo para el seguro de la dicha obra, y con que la obra
de la dicha custodia y sagrario a de ser de la madera conbiniente y
todo ello dorado y estofado y todas las ymajenes encarnadas, y toda
la una y la otra obra asentada y puesta cada cosa en su lugar y en
toda perfesión conforme a las dichas tra\as dentro de dos años desde
el día del remate, y que luego se haga dos sillas para que se uean por
el dicho señor dotor Montaluo si están en perfesión conforrne _ a ia
tra\a y estandolo se prosiga en la dicha sillería y obra y no lo estando
se prouea por su merced lo que más conuiniere para que la dicha
obra se haga conforme a las dichas tra<;as, con lo qua! y refiriendo
lo suso dicho, el dicho Alonso de la Pas, pregonero (fol. 14> público,
aperciuió para el remate de la dicha obra, y andando hasiendo aper­
cebimiento para el dicho remate, paresció el dicho Pedro Noguera y
puso toda la obra de la dicha sillería, rexas, tri.hunas
Baja. y púlpito en treynta y ocho mill y ochocientos pesos
38800 pesos. de a ocho reales, pagados en la forma referida, y la
______ dicha obra la haze conforme a la dicha tra<;a y modelo
y que las tribunas de los dichos órganos las an de tener por vna y
otra parte y con su respaldo por la parte del altar mayor y por la
del coro con su tunbadillo, conforme a la dicha tra<;a y condiciones

280
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL

puestas por el dicho Luys Ortis de Vargas que se refirieron, y para


ello ará las dichas dos sillas para quel dicho señor dotor Montaluo
las uea y auiéndolas uisto y estando conforme a la dicha trac;a pro­
siguira en la dicha obra y la dará acauada dentro de los dichos dos
años desde el día que se le pagare el tercio que se le a de pagar de
contado, y dará fianc;as a comento del dicho señor dotor Juan Ximé­
nez de Montaluo para el siguro y cumplimiento de la dicha obra de
la dicha sillería, rexa, tribunas (fol. 14 v.•) y púlpito y con la dicha
postura el dicho pregonero, por mandado del dicho señor dotor Mon­
taluo, aperciuió para el dicho remate h:;isiendo para él munchos aper­
cebimientos, y se remató en el dicho Pedro de Noguera la dicha obra
de la dicha sillería, rejas del coro, tribunas de órganos y púlpito de
la dicha santa yglesia conforme a las dichas condiciones del dicho
Luys Ortis de Vargas y trac;as e modelo referida, diciendo que bue­
na pro le hiciese en los dichos treynta y ocho
Remate en Pedro de mill pesos de a ocho reales que se le an de
Noguera en 38800 �agar, el tercio luego de contado y el otro ter­
pesos. cio a un año desde el día que se le hiciere la
_________ primera paga, con que para el día que se le
hiciere la segunda paga a de tener fecha la mitad de la dicha obra,
y la otra tercia parte se le a de pagar despues de fecha y acauada
en toda perfesión y asentada en su lugar la obra de la dicha sillería,
rexa, tribunas y púlpito y con declaración que para uerificasión de
si está fecha o no la mitad de la dicha obra, quando se le aya de haser
la segunda paga, a de ser por la declaración del maestro mayor Juan
Martínes de Arrona y de las demás personas que para ello fueren
nonbrados por el dicho señor (f ol. liS) dotor Juan Ximénez de Mon­
taluo, porque con sola la dicha declaracion del dicho maestro mayor
y demás personas de cómo esta fecha a la mitad de la dicha obra,
se le a de haser la dicha segunda paga, y en esta forma quedo fecho
el dicho remate en el dicho Pedro de Noguera, el qual, questaua pre­
sente, lo asetó y se obligó a haser la dicha obra en la forma referida
y para ello ará luego las dichas dos sillas para que se uea por el
dicho señor dotor si esta conforme a la dicha trac;a y declarando
estarlo prosiguira y ará y acauará y asentará la dicha obra conforme

281
LIMA

a la dicha tra� y hará escritura en forma y dará las fian<;as a con­


tento del dicho señor dotor Montaluo para el entero y cumplimiento
de la dicha obra; y para. lo ansí cumplir, el dicho Pedro Noguera
obligó su persona y bienes, auidos y por auer, y dió poder a las
justicias de su magestad para que ha ello le apremien como persona
difinitiua de jues conpetente pasada en cosa jusgada, e renunció las
leyes de su fauor e la que lo prohiue y lo firmó a quien doy fee
conosco y el dicho señor dotor Montaluo (fol. ti ....•) y el dicho señor
deán que acetaron por parte de la dicha santa yglesia este remate,
con que si el dicho Pedro Noguera no hiciere la dicha obra dentro
de dos años desde el dia que se le hiciere la primera paga, se a de
poder haser a costa del dicho Pedro Noguera y para ello consertarle
por parte de la dicha santa yglesia y el dicho señor dotor Montaluo
por la dicha santa yglesia con otros maestros y por lo que más cos­
tare, y lo quel dicho Pedro Noguera ubiere rescibido de más de la
obra que dexare echa a de ser executado difirido en el juramento
del dicho maestre mayor o de las personas que para ello fueren non­
bradas por el dicho señor dotor Montaluo; y con esto fué acetado el '1
dicho remate por el dicho Pedro Noguera que se obligó a guardar
y cumplir todo lo referido fecho la dicha obligacion de persona y
bienes y poder a las justicias que tiene dado, siendo testigos Matheo
de Arce y el rasionero Pedro de Aguilera y Diego Rodrigues Mexía.

El Doctor juan ximenez de montaluo pedro noguera


[Rúbrica] [Rúbrica]

Ante mi
diego sanches vadillo El maestro Almeyda
[Rúbrica] [Rúbrica]

282
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL

56

Remate de la custodia, sagrario e imagen en Pedro de Noguera.

(Fol. 16) Postura de Martin Alonso de Mesa.


Y luego yncontinente en el dicho día, mes y año dichos, paresció
Martín Alonso, escultor, y hiso baja en la obra de la dicha custodia
y sagrario en la forma questá referida y la puso en cinco mill y
ochocientos pesos de a ocho reales pagados por tercias partes, la
primera de contado y la segunda luego como este fecha la mitad de
la obra y la otra mitad luego como este acauada y asentada conforme
a la tr� y a lo questa dicho e referido para el remate de la dicha
obra de custodia y sagrario y lo firmó. Testigos Matheo de Arce.
Ante mi
diego sanches vadillo martín alonso de mesa
,,
[Rúbrica] [Rúbrica]
escriuano publico

Y andando hasiendo el dicho pregonero apercebimientos para el


remate de la obra de la dicha custodia y sagrario rifiriendo la pos­
tura de Martin Alonso de Mesa, paresció Luys Despíndola y puso
y bajó la dicha obra en cinco mill y seyscientos (fol. 16 v.•) pesos de
a ocho reales pagados conforme llpostura del dicho Martín Alonso
de Mesa y lo firmó. Testigos Matheo de Arce y el rasionero Pedro
-de Aguilar.
Ante m1
diego sanches- vadillo luis despindola
[Rúbrica]. [Rúbrica]
escriuano público

283.

11

ji
LJMA

Y luego se aperc1mo para el dicho remate [de] la obra de la


dicha custodia y sagrario, refiriendo la postura de Luys Despíndola,
y andando hasiendo apercebimientos para el remate paresció Gaspar
de la Cueua, maestre escultor y arquiteto a quien doy fee que conosco,
y puso la dicha obra en cinco mill y quatrocientos pesos de a ocho
reales, pagado su mitad de contado y mitad acauada y asentada la
dicha obra, y se obligó a haser y acauar conforme a la di-cha tra�a
con la dicha ymajen �e nuestra señora, en la forma que queda refe­
rida, para el dia de nauidad <leste año de mill y seyscientos y tres,
pagándole luego la mitad de la dicha cantidad y lo firmó. Testigos
Matheo de Arce y Pedro de Aguilera, rasionero.
Ante mi
diego sanches vadillo gaspar de la cueba
escriuano publico [Rúbrica]
[Rúbrica]

(fol. 17) Remate de la custodia.


Y luego, por mandado del dicho señor dotor Montaluo, el dicho
pregonero aperciuió para el remate de la obra de la dicha custodia y
sagrario y ymagen de nuestra señora conforme a la dicha tra�a y lo
de más referido y refiriendo la postura de Gaspar de la Cueua, y
andando hasiendo apercebimientos para el remate paresció Pedro No­
guera, a quien doy fee que conosco, y puso y bajó la obra de la dicha
custodia y sagrario y ymagen de nuestra señora en cinco mill pesos
de a ocho reales pagados por mitad adelantado la mitad y la otra
mitad para el dia de nauidad <leste año ques quando la a de dar
fecha, acauado y asentado, y estándolo se le a de acauar y le pagar
y por el dicho pregonero se hicieron muchos apercebimientos para
el dicho remate y por no auer ni parescer personas que más uaja
hiciese, por mandado del dicho señor dotor Juan Ximénez de Mon­
taluo el dicho pregonero apercibió para el dicho remate y remató la
dicha obra en el dicho Pedro Noguera diciendo: que buena pro le
hiciese (fol. 17 •.•) en los dichos cinco mill pesos de a ocho reales paga­
dos en la forma referida por el dicho Pedro Noguera; el qual lo

284
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL

acetó y se obligó a haser la dicha obra conforme a su postura y a dar


fianyis a contento de el dicho señor dotor Montaluo para el seguró
y entero de la dicha obra, y que 1ii pasado el dicho día de nauidad
deste año y auiéndosele paga do la mitad del prescio del dicho remate,
no diere acauada y asentada la dicha obra en toda perfesión como
queda dicho y conforme a Ta dicha trayi, dió facultad al dicho señor
dotor Montaluo para que, a costa del dicho Pedro Noguera, pueda
concertar la dicha obra con otro maestre que la haga y por lo que
costare se le pueda executar y por lo que ubiere rescibido a quenta
de la dicha obra menos lo que della vbiere fecho, difirido en el jura­
mento de Juan Martínes de Arrona, maestro mayor de la dicha ygle­
sia, (fol. 18) y para lo ansí cumplir obligó su persona y bienes auidos
y por auer y dió poder a las justicias para se exei::utar dello como
por sentencia pasada en cosa jusgada y lo firmó y el dicho señor
Montaluo y deán siendo testigos Jusepe de Rojas y Matheo de Arce
y el racionero Pedro de Aguilera.
El Doctor juan ximenez de montaluo El maestro Almeyda
[Rúbrica]

Ante mi
[Rúbrica]

diego sanches vadillo pedro noguera
escriuano público [Rúbrica]
[Rúbrica]

(Fol. 19)En 7 de abril.


En la ciudad de los Reyes, en siete días del mes de abril del año
de mill e seiscientos y veinte e tres, ante el señor doctor Joan Ximé­
nez de Montalbo, oydor más antiguo desta Real Audiencia y superin­
tendente de la obra de la fábrica de la santa yglesia catredal desta
civdad, se leyó esta petición:
Pedro de Noguera, maestro de arquitetura, persona en quien se
remató la obra de la yglesia mayor digo: que para cunplir con la
obligación de las fianyis que e de dar ofresco por fyadores a Miguel
Bonifacio y a Diego García Ximénez, personas de todo crétido (sic) y
siguridad, que junto con que lo que se me entregare y se ua gastando

285
LIMA

luego en la dicha obra no ay ni puede aver mayor siguridad mediante


lo qual,
A vuestra merced ¡,ido y suplico aya por admitidas las dichas fian-
c;as, declarando aver yo cunplido con la obligación que tengo; pido
justizia y para ello etc•.
pedro noguera
[Rúbrica]

E vista por el dicho señor oidór, mandó que se redban por fia­
dores a las perssonas que ofreze y todos se obliguen ynsolidum y
otorguen escriptura conforme al remate y fecho se traiga a su merced
para que se probea sobre la plata que se le a de dar para que co­
mienze a hacer la obra.
El Doctor juan ximenez de montaluo
[Rúbrica]
Ante mi
diego sanches vadillo
escriuano publico
[Rúbrica]

57
Oferta de Martín Alonso de Mesa, Luis Espínola y Gaspar de la
Cueva.-1 agosto 1623.

(FoL 20> En 1 ,de agosto.


En la ciudad de los Reyes, en primero día del mes de agosto del
año de mill y seiscientos e veinte e tres, ante el señor doctor J oan
Ximénez de Montalbo, del Consejo de su magestad y su oidor mas
ántiguo desta Real Audiencia y superintendente de la obra de la
fábrica de la santa yglesia catredal desta dicha ciudad, se leyó esta
petición que presentaron los en ella contenidos:

286
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL

Martin Alonso de Meza y Gaspar de la Cueua y Luis Despín­


dola, escultores, dizimos que la sillería y sagrario de la yglezia mayor
desta ciudad se remató en Pedro Noguera, ensamblador, en cuarenta
y tres mill y ochocientos pezos, el qual remate a vuestra merced de
mandar se anule y se buelua abril por el grande engaño que en el
uvo, así de parte de la yglezia como de. la azienda real, por auerse
rematado en persona que no es escultor sino ensamblador, que lo de
menos y más común que ay que azer en la dicha obra es el ensam­
blaio y lo que más la a de ylustrar es la escultura y talla de santos
y uirtudes y niños que están en la die.ha trasa que yzo Martin Alon­
so como escultor que es, la qual no podra poner el dicho Pedro
Nogera_ en execución por no ser escultor sino ensamblador, como
se uerá en la sillería que tiene a su cargo de San Agustin a tres años
y no a acabado dies sillas por no tener escultor que le aga la escul­
tura y talla della, y algunas figuras que tiene echas las yzo Luis
Despíndola y así esta parada la dicha sillería por esta cauza.
A vuestra merced pidimos y suplicamos mande a Juan Martines

"'
de Aron.a, maestro mayor, que con juramento declare ser muy grande
el engaño como lo es el azerse la dicha sillería por mano de ensam­
blador y no descultor yua a dizir más de doze mil pezos de bondad
y no poder salir la dicha obra con perfeción.
Otrosí, que nos todos tres nos obliga mos como escultores y per­
sonas las más conuinientes para el efeto de la dicha silleria, de
azerla con las mismas condiciones, aziendo de baxa de los coarenta
y tres mill y ochocientos en que se remató la aremos por coarenta
mil pesos aziendo los tres mil y ochocientos de baxa (fol. 2º v.") de lo
qual y de abrirse el dicho remate y de rematarse en los dichos que
la tomamos, aurá efeto e !acabarse la dicha obra con toda perfeción
conforme a la trasa y de lo contrario resultara el no auer efeto la
dicha obra y no salir con perfeción, p1;1es es justicia que pidimos.
martín alonso de mesa ga sparde la cueba
[Rúbrica] [Rúbrica]
luis despindola
[Rúbrica]

287
I.JKA

tE vista por el dicho señoc oidor, dixo que admitía y admitió la


dicha baja... (perdido) a Pedro Noguera y sin perjuicio desto decla­
re Juan Martinez de Arrona con juramento cerca de lo que se pide
por esta peticion e para el juramento y declaracion dio comisión a mi
el escriuano o a otro real.
El Doctor juan ximenez de montaluo
[Rúbrica]
Ante mi
diego sanches vadillo
escriuano publico
[Rúbrica]

Notificacion a Pedro Noguera.


En la ciudad de los Reyes del Pirú, en dos días del mes de agosto
de mill e seyscientos e beynte e tres años, yo escriuano ley e notiffi­
qué la petición e auto de susso, como en ella se contiene, a Pedro
Noguera en su perssona que lo oyo e dello doy fe.
Ante mi
diego sanches vadillo
escriuano publico
[Rúbrica]

58

Declaración de Juan Martínez de Arrona.-5 agosto 1623.

(Fol. 21 >
Declaración.
En la civdad de los Reyes,_ en cinco días del mes de agosto de
mill y seiscientos y veinte y tres años, en cumplimiento de lo pro­
veydo y mandado a la petición antecedente, yo el escriuano de su
magestad receví juramento por Dios Nuestro Señor y vna señal de

288
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL

cruz según derecho, de Juan Martínez de Arroma, maestro mayor de


las obras de la cathedral desta dicha civdad, y lo hizo e prometió de
decir verdad, y siendo preguntado al thenor de la dicha petición de
foxas veinte, dixo: que este declarante conocía a Pedro de Noguera
desde que bino a esta civdad de los Reyes de España, que abrá qua­
tro años poco más o menos, y siempre le a tratado y comunicado en
ocasiones y a visto las obras que el suso dicho a ydo haziendo y las
trazas que a hecho para ellas, que son de persona e sientisifico (sic)
en la arquitectura, y assí como tal a ydo h3:ciendo las obras que a
tenido y tiene a su cargo, y este declarante a visto que las a hecho
y hace por su mano y hordena a los oficiales lo que an de hacer
como hacen todos los que son .maestres en España y en las Yndias,
y assí este declarante a visto hacer al dicho Pedro de Noguera, por
sus propias manos, escultura y talle y ensamblaje y arquitetura como
maestro, y en particular le vido hacer de escultura un Christo al
natural para la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, que está
(foL 21 • v.º) en la capilla que la dicha cofradía tiene en la plazuela de

San Francisco, a donde se podra ver, que está bueno y bien acabado;
y que en lo que toca a la sillería de San Augustin que el dicho Pedro
de Noguera tiene a cargo, a pedimento del dicho con este declarante
vido la dicha sillería y en razon dello hizo declaración ante escriuano
a la qual se remite y se podrá ver, y que este declarante tiene para
sí, en Dios y en su conciencia, que el dicho Pedro de Noguera dará
buena quenta de la obra y sillería que se a rematado en el suso dicho
de la cathedral desta civdad, y la dará en perfeción, mayormente
abiendo como a dado fianzas para ello, y que el prescio de quarenta
y tres mill y ochocientos pessos de a ocho reales en que se le remató
es muy moderado y bajo, porque la obra es mucha y de muy gran
consideración y para aberla de hacer y acabar conforme a traza y
condiciones, antes se abentu'ra perder que ganar, respecto de lo qual
este declarante no quiso tomar a su cargo la dicha obra, y esto es la
berdad y lo que sabe y tiene para si so cargo del juramento que
fecho tiene en que se afirmó y ratificó y lo firmó, y que es de hedad

289
19
LIMA

de sessenta años poco más o menos, siendo testigos Pedro de la


Cueba y Matheo de Tobar y Marcelo de los Reyes, presentes.
Ante mí
Lorenzo de Sobarzo Juan Martinez de Arrona
escriuano de su magestad [Rúbrica]
[Rúbrica]

[En 2 de agosto de 1626, Pedro de Noguera otorga poder al


procurador de la Real Audiencia de Lima Juan Lorenzo de Cela, para
que le represente en el pleito que sigue contra Gaspar de la Cueva,
Martín Alonso de Mesa y Luis de Espínola «sobre aberle puxado la
obra de la sillaría».]

59

Petición de Pedro de Nogu�ra.

En la cívdad de los Reyes, en onze días del mes de agosto


(Fo l. 2 4)

del año de mill seiscientos e veinte e tres, ante el señor doctor Joan
Ximénez de Montalbo, del Consejo de su magestad y su oidor más
antiguo desta Real Audiencia, se leyó esta petición:
Pedro de Nogu era, arquictecto, entallador y escultor, digo: que
auiendose rematado en mí, en quince dias del mes de mar�o de este
pressente año, la sillería y sagrario de esta sancta yglesia, presentes
Martín Alonso, Gaspar de la Cueva y Luis de Espíndola y otras per­
sonas, y d'ado fiam;as legas, llanas y abonadas del dicho remate y en
virtud de él entregádose.me cantidad de plata y conprado la mayor
parte de la madera y puesta en execución la obra; parece que ayer,
que se contaron primero de agosto, los dichos Martín Alonso de
Mesa, Gaspar de la Cueva y Luis de Espíndola, presentaron ante
vuestra merced vna petición por la qua] poniéndolo en mi persona

290
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL

diciendo que no sé de el dicho oficio, y así mismo por vn otrosí


della hacen baxas de tres mill y ochocientos _patacones a todo lo
qual respondiendo, digo: que en quanto a lo primero, el dicho dolo
y poca ciencia que me oponen, satisfago con que su ygnorancia es
conocida, pues sabiendo y entendiendo que a cada vno de los suso
dichos puedo enseñar los artes de arquictectura, escultura y talla se
atreuen, mouidos de passión y ynuidia que tienen, a prouocarme a
que usse de semexante lenguaje delante de vuestra merced, y si les
puedo o no enseñar se manifestará con euidencia con que en qualquiera
de los dichos tres artes (fol. 24 v.•) los he exercido y de pressente
exen;o con jeneral aprovación, sin que en esta ciudad se me aya
adicionado obra alguna, procediendo en todo diferente que las partes
contrarias pues solo trato de cumplir lo que prometo y de tratar
uerdad en lo que es a mi cargo; y la sillería que refieren de San
Agustin, la causa porque el día de oy no está acabada es porque los
relijiosos de la dicha hórden no cumplen conmigo en darme la plata
que an prometido y me an obligado a ponerlo por justicia, sin enbar­
go de lo qual, como se podra uer por uista de ojos, tengo hecho la
mayor parte y suplido de mi caudal más de ocho mill pesos y así
por uista de ojos se podrá vuestra merced ynformar de esta uerdad.
Lo otro quando vno y otro cesara, que no hace, las fiarn;as que tengo
dadas asiguran en el todo· las objectiones que de contrario se oponen,
pues es cosa llana que si no cumpliere con el remate y planta de la
dicha obra mis fiadores lo an de pagar y así por esta parte los suso
dichos e no lo son para tratar de semejante cosa.
Lo otro, en quanto a la broca que hacen a la obra, vuestra merced
se a de seruir de declarar no auer lugar, lo vno porque con el res­
peto que se deue hablando, con el remate y fiarn;as que dí cessó la
jurisdición que vuestra merced tenía delegada del señor uirrey.
Y lo otro, quedando como quedó perfecto el contrato y el remate,
auiéndose hecho en pressencia de los mismos que hacen la baja y
auiendo pasado quatro meses y días, se echa de uer la malicia que
en sí tiene y como ni se deue admitir ni dar lugar a semexante
(fol. 25 > pretenssion, así por esto como por estar como están fuera de

tiempo, y la cosa no estar en el estado que tenía a el tiempo de el

2.91
LIMA

remate por auer recibido yo parte de la plata, comenc;ado la obra,


dispuesto todas las cossas necesarias a ella y otras dilijencias, que
conforme a derecho quando vuiera _algun jénero de restituyción avn
no se podía conceder por no estar la cosa reyntegra.
Lo otro, semexante remate, como es llano, participa de la cosa
real y así deue goc;ar de sus preminencias, y así supuesto que su
magestad como patrón de la sancta yglessia y que se hace esto me­
diante la hórden que se tiene y buen gouierno, se deue entender a
que las brucas deuen ser de la mesma calidad que las puxas y pues en
las puxas. está determinado que despues de el remate sino es medio
diezmo o diezmo quanto no se admita y que esto a de ser dentro de
el término señalado por las leyes reales que el vltimo y perentorio es
noventa días despues de el remate, y que estos se an pasado no solo
ellos sino mul:4os más, en el todo se deue guardar y cumplir para
que en ninguna manera se abra, en especial con la zédula real que
<leste particular habla de que vuestra merced tiene noticia, de que
despues de hecho el remate, en ninguna manera se abra.
Lo otro, con esto concurre que los dichos ponedores son personas
que no entienden de arquictectura que es el fundamento y uasis (sic)
<leste de edificio y que cada vno en particular tiene pleytos (fol. 25 v.•>
y que obras mui pequeñas avn no las cumplen, quanto y más obras •
como la pressente, y que solo pretenden con esta baxa hacer mal y
daño a que no es justo se de lugar, pues el día de oy la dicha obra
está rematada en mucho más de lo que vale, atento a lo qual
A vuestra merced pido y supplico declare no auer lugar lo pedido
de contrario y mande ponerles perpetuo silencio sin que se de lugar
a bruca alguna y si necessario es alguna... (perdido) de lo que aquí
refiero la ofrezco, asy por uista de ojos como porque ninguno de los
suso dichos, si es necessario delante de vuestra merced, les uerificare
como no saben arquictectura y pido justicia y costas y contradigo el
auerse admitido la dicha baxa por no auer sido en tiempo y auer
sido de malicia, y sobre esw deuido y expreso pronunciamiento y
protesto la nulidad de· lo contrario.
El licenciado carrasco pedro noguera
de horozco [Rúbrica] [Rúbrica]

292
SILLERIA DEL CORO DE LA CATEDRAL

E vista por el dicho señor oydor mando lleuar los autos para
proueer justicia.
Ante mi
diego sanches vadilio
escriuano publico
[Rúbrica]

60

Escritura de concierto entre Pedro de Noguera, Luis Ortiz de Vargas


y Martín Alonso de Mesa, para hacer la sillería de coro, rejas, tribu­
nas y púlpito.-9 enero 1624.

Sepan quantos esta carta vieren cómo en la ciudad de los



(Fol. SS)
Reyes de las Prouincias del Pirú, en nuebe días del mes de henero
de mill y seiscientos y beinte y quatro años ante mi el escriuano de
su magestad Pedro Noguera, maestro architeto, dixo: que por qu:anto
en él se remató la hobra de la sillería del coro de la santa yglesia
metropolitana desta dicha ciudad, rejas, tribunas y púlpito y chapitel
de él en treynta y ocho mill y ochocientos pesos de a ocho reales,
según y en la forma y manera que se contiene en el dicho remate
que se hizo en quinze de marc;o del año pasado de mill y seiscientos
y beinte y tres, y porque el dicho Pedro Noguera a deseado tenga la
dicha obra más fácil y brebe despacho y se haga con más comodidad,
a procurado ayudarse de personas de conocida �atisfación en el arte
de la escultura y architetura y en esta conformidad se a conbenido
y concertado con Luis Ortiz de Bargas, maestro architeto, y con
Martín Alonso de Mesa que lo es de escultura, que estan presentes,
ynterbiniendo a ello el señor doctor Feliciado de Bega, canónigo de
la dicha santa yglesia, y Joan Martínes de Arrona, maestro mayor
della, en la manera si guiente :
Que el dicho Luis Ortíz a de hazer toda la (fol. ss v.º) sillería alta
y baxa del lado derecho del dicho choro, comern;ando desde la primera

293
LIMA

silla del deán hasta la postrera, con más la tribuna del mismo lado
y la reja grande de la puerta del coro segun la trac;a que esta fecha,
lo qual es y se entiende y a lo que el dicho Luis Ortíz se obliga, a
hacer la hobra del ensamblaje, porque el resto que queda que es la
silla mayor y sillas altas y baxas del otro lado yzquierdo y el púlpito
con su chapitel y escalera y corredor que se a de dar para la subida
por detrás en parejo del altar de Santa Ana, a de ser y queda a
cargo del dicho Pedro Noguera y del dicho Martín Alonso que a
de hacer la escultura y talla en la manera que él y el dicho Pedro
Noguera estan conbenidos y de que an de hacer escriptura aparte
para la inteligencia entre los dos; siendo así que en lo que toca a la
paga de los dichos treinta y ocho mili y ochocientos pesos se an de
partir en tres partes y la vna dellas a de llebar el dicho Luis Ortiz,
y las otras dos el dicho Pedro Noguera y para la escultura y talla,
y si la dicha escultura y talla baliere más de la dicha tercera parte,
lo que así baliere que a de quedar y queda diferido en el juramento
de el dicho Joan (fol. 56) Martinez de Arrona, se a de pagar por quen­
ta de los dichos Pedro Noguera y Luis Ortiz de por mitad, supuesto
que cada vno lleba la In;itad de los dichos dos tercios y que las dichas
pagas an de ser presuponiendo que si se diere alguna cantidad de
pesos se a de repartir en la manera dicha, y la que toca al dicho
Luis Ortiz la a de cobrar él y no el dicho Pedro Noguera, para lo
qual en caso que sea necesario, desde luego y como en quien está
fecho el dicho remate, le da poder cunplido, bastante quanto con­
benga para que, como en su mesmo fecho y causa propia, la aya
reiua y cobre y de lo que fuere dé su carta o cartas de pago bastantes
quanto son menester, para lo qual le pone en su lugar y grado con
tal calidad que si no fuere cobrando el dicho Pedro Noguera las
dichas dos tercias partes no a de poder cobrar la suya el dicho Luis
Ortíz, de suerte que si hubiere para repartir seis mill pesos a de llebar
él dicho Luis Ortiz los dos mili, y al respecto si fuere más o menos
cantidad y no en otra manera, y esto se entienda con que, primero y
ante todas cosas, dé fianc;as a satisfacion del senor doctor Joan Gi­
menez de Montalbo, oydor más antiguo desta (fol. 56 v.º) Real Au­
diencia, de cunplir con lo que deue según y de la manera que está el

294
SI��ERIA DEL CORO DE LA CAT�DRAL

dicho Pedro Noguera obligado por el dicho remate, las quales y este
concierto a de aprobar el dicho señor oydor para que, mediante ello,
quede el dicho Pedro Noguera y sus fiadores libres de la obligación
que tienen hecha quanto a la parte de la hobra que queda a cargo' del
dicho Luis Ortiz; y con declaración que la dicha sillería, en los rin­
cones de el vno y otro lado del choro, a de llebar vna silla al modo
que esta en Santo Domingo avnque en la tra<;a no esté así señalado,
y la reja a de ser de dos ha<;es; y en lo que toca al púlpito a de
abentajar al de San Francisco, con tal que lo que fuere mejor se a
de pagar por mejoría, porque mediante lo dicho corresponde la dicha
hobra suelta a la de la traza principal de la dicha sillería, y para que
tenga efecto la paga desto y de las demás que puede aber en toda
la dicha hobra, se a de pedir al dicho señor doc�or Joan Gimenez de
Montalbo, que quede declarado que se a de pagar a tasación del dicho
Joan Martinez de Arrona o de la persona que nom- (fol. 57 > brare el
gouierno, para que desta suerte se procure con más cuydado la me­
xoría dellas y que quede en toda perfección, acauada según la dicha
tra<;a principal y la que se a fecho de nuebo para las tribunas y rexa
que está firmada de todos los que a este concierto concurren y del
escribano yuso escripto, haziendo cada qual lo que le tocare y deján­
dolo asentado y puesto en su lugar con herraxes, llabes, bisagras y
todo lo demás necesario, y con declaración que si, en razón de la
rebaja que esta admitida, el dicho Pedro Noguera fuere condenado
en alguna cantidad, la han de satisfacer rata por cantidad cada vno
por lo que le toca de la dicha su tercia parte, y lo mismo se a de
entender en quanto a las costas que de aquí adelante se recrecieren,
y los dichos Luis Ortíz y Martín Alonso, que como se refiere son
presentes a todo lo suso referido, aceptaron este contrato y todos tres,
y cada qual por lo que le toca, prometieron de lo goardar y cunplir
en lo que es de parte de cada vno y de no le contrabenir en manera
alguna, ni por ninguna causa ni razón que sea, pena de pagar mili
pesos de a ocho reales (fol. 57 v.º) los quinientos dellos para las ánimas
del Purgatorio y los otros quinientos pesos para la parte obediente,
y la pena pagada o no pagada e remitida graciosamente que todabía
balga y se guarde esta e.scriptura, y a su firmeza y cumplimiento

295
LIMA

los suso dichos y cada vno obligaron sus personas y bienes auidos
y por aber y dieron poder cunplido a todos y qualesquier juezes y
justicias de su magestad desta ciudad y corte y señores alcaldes del
crimen della y renuncuaron el suyo propio y la ley si conbenerid de
juriditione onium judicun, para que les apremien al cunplimiento
como si fuese sentencia difinitiua de juez conpetente pasada en cosa
juzgada, sobre que renunciaron thodas y qualesquier leyes, fueros
y derechos de su fabor y la general y derechos della, y los dichos
otorgantes, que yo el escriuano de su magestad doy fée conosco los
ynterbinientes a esta esta (sic) escriptura, que lo firmaron de sus
nonbres ante mí y los testigos desta escriptura que lo fueron testigos
el Padre maestro fray (fol. 58> Augustin de Bega y el capitan Fer­
nando de Santa Cruz y Padilla y Gaspar Ochoa, el doctor Feliciano
de Bega, Joan Martínez de Arrona=Pedro Noguera=Martín Alonso
de Mesa=Luis Ortiz de Bargas.=Ante mi Antonio de Trebejo, es­
criuano de su magestad.
E yo el dicho Antonio de Treuejo, escriuano del rey nuestro señor
y natural desta ciudad de los Reyes y prouincias del Perú, presente
fuy y en fee dello fize mi signo.
En testimonio [hay un signo] de verdad
Antonio de Treuejo
Escriuano de su magestad
[Rúbrica]

296
ARTIFICES DE LA SILLERIA DE LA CATEDRAL DE LIMA

61

Descripción del túmulo erigido en la catedral de Lima para las exe­


qui� de Felipe III. Por Fray Hernando de Valverde, agustino.-1621. 1

Resta aora que en breves palabras diga algo de la grandeza, archi­


tetura y ornato del tumúlo que a dicho de todos los que lo vieron
salió de los mejores que para semejantes yntentos se pueden r.ver
hecho, como aún lo descubre su dibuxo que va con esta relación (lá­
mina 36). Tuvo su primer cuerpo siete baras de alto con pedestales
y cornisamentos, sin los corredores que tenían otras seis quartas, la
planta de abajo tenía quatro haces que se adornaron con veinte
columnas dóricas de cinco baras de alto, con los pasadizos o arcos
de los lados que tanbien vieron sus quatro hazes, y de grueso o ancho
dos varas y media; andávase todo lo bajo <leste túmulo y tenía cator­
ze entradas, diez de las quales eran en forma de vistosas portadas
y así estava con claridad bastante para ver las muchas pinturas y
hieroglíphicos que tenía con sus bases, lados y rebezes. En los qua­
dros mayores que hazían frente por todas partes, estavan pintadas
de buena mano las principales historias y sucezos que en tiempo de
nuestro cathólico Rey difunto, y por orden e yntervención suya, se
avían obrado, coniviene a saver: la toma de Alarache y la Mámora
y la Valtolina; la felicízima guerra de Alemania que fué de tanta:
ymportancia para la christiandad; la animosa y piadosa expulsion de
los moriscos; la jornada de Portugal; las vistas y entradas que hizo
en las principales ciudades de España; su glorioso tránsito en que
dió tan buenos documentos a sus hijos y mostró tan verdaderamente
su christiandad y otras cosas, a este modo todas con sus letras latina5
I AGI: Lima , 97. «Relación � las ex equias fl1nebres , heoha.s al Católico Rey
de las Españas y sus Indias, Don Phillpo tercero, nuestro Sef!.or, que está en glo­
ria, ,por esta nobllfs!ma ciudad de los Reyes.--Compuesta por el Padre fr. Her­
nández de Valverde, de la Orden de San Agustfn... ,

297
LIMA

y castellanas, que <lavan a entender lo que contenían. Por los demás


blancos que hazían los arcos y portadas, fueron pintadas muchas
virtudes y trofeos y despojos de la muerte y en las metopas de el
cornisamento, debajo de el ftiso, muchos escudos de armas reales,
sin otros diez grandes de seis quartas de alto que yban repartidos en
los corredores de el primer cuerpo, como lo muestra su trac;a. Por los
pasadizos estavan repartidas ocho pirámides, de quatro baras de alto
cada una, que hazían muy hermosa perspectiva y otras quatro mayo­
res de a ocho varas de alto cada una acompañavan los quatró lados
de el segundo cuerpo, rematando con unas grandes bolas, todo mui
bien pintado de blanco, pardo y negro con sus dores de color de oro.
A estas quatro pirámides grandes estavan arimadas quatro figuras
de bulto de dos varas y media de alto cada una que significavan las
quatro partes del mundo: Europa, América, Asia y Africa, vestidas
en la forma y con las ynsi gnias que los historiadores las pintan, y
con sus inscripciones en los pedestales que declaraban quanta parte
alcan·c;a ba en ellas este grq,11 monarcha, y que justamente acompa­
ñavan llorosas su túmulo, pues les avía faltado su Gobierno y ampa­
ro. = Sobre este primer cuerpo, y en medio de estas pirámides y figu ­

ras que se an referido, se levantava el segundo que con pedestales,
columnas y cornisamentos tenía otras siete varas de alto, sin los
corredores que tenían una vara. Sustentavase en quatro colunas jóni­
cas, sobre que se armavan quatro arcos que por cada uno dellos se
subía por sus gradas al plan donde estava puesta la urna y túmulo,
la qual se aderezó y cubrió con un paño de finísimo brocado de tres
altos, que con las luzes que se le pusieron alrededor parecía un ascua
de oro. Cubría y tenía como por cielo este segundo cuerpo un escudo
mui grande y maravillosamente pintado de las armas reales, dejando
a los lados sus compartimientos que yban cubiertos de varios follajes,
y lo mismo los blancos de los quatro arcos que se an referido,. en
que tambien se repartieron algunas virtudes y trofeos de la m?erte.
El postrer cuerpo tuvo de alto, y se armava sobre doze columnas dó­
ricas, y desde sus cornisamentos se yban moviendo los arcos princi­
pales que le hermozeavan con sus frontispicios redondos a todas qua­
tro partes como le descubre la traza y los <lemas requisitos de buena

298
ARTIFICES DE LA SILLERIA DE LA CATEDRAL

correspondencia y perspectiva que el arte demanda; tuvo ensima de


sus pedestales, en correspondencia de las columnas jónicas del segun­
do cuerpo, algunas figuras de bulto que significavan, la Justicia, Tem­
p!arn;a, Fortaleza y Prudencia, virtudes verdaderamente reales y que
tanto resplandecieron en nuestro sancto Rey. En medio <leste cuerpo
estava una notable figura de la muerte con su guadaña, como dando
a entender que pisava los despojos de los Reyes como de los humil­
des. pastores, y por remate de este tercer cuerpo se puso otra figu ra
mayor que las dichas que topava con las bóbedas de la yglesia, que
significava la Fee y Religión, como que ella era la que triunfava dt.
la muerte, y daba nueva y eterna vida a un Rey que tanto se avía
apreciado de esta heroica virtud y por defenderla y estenderla avía
gastado los reales thesoros; y juntando los dichos tres cuerpos o espa­
cios que se an referido, vino a tener este grandios� túmulo, desde
la planta hasta la clave, veinte y tres varas de alto y onze de ancho
medido por la parte de abajo, y de trabessía, juntando los pasadizos,

,,
veinte y una baras. Por la parte que arimava a la pared que cae a
la plac;a se pusieron las escaleras por donde se subía a este túmulo
por dos partes, que eran de dos varas de ancho y siete de largo y
tendidas como estavan tenían catorze varas, y, desde los corredores
de el primer cuerpo se despusieron y repartieron sus encajes para
poner las hachas, que todas fueron de cera blanca y se acomodc1.ron
más de seiscientos, poniéndose nuevas la víspera y el día de las
honrras o exequias reales y yendo quitando aún en cada día destos
las que se yvan gastando. Montó el gasto que se hizo en los lutos,
túmulo, cera y demás cosas nezesarias para este grandioso acto
treze mill y setecientos y sesenta y siete pesos que se pueden dar
por bien empleados pues luzieron tanto. Fueron alma <leste túmulo
dos incripciones que estavan en los frontispicios de el primer cuerpo
por una banda y por otra la que · hazía rostro a la parte principal
donde sentó la Real Audiencia decía assi:

D. O. M. S.
Philippo Hispaniarum et indiarum Regi, huiua nominis tertio, et
multis nominibus interalios totius orbis Reges Primo optimo Maximo,

299
LIMA

acerbo (heu) et immaturo fato actantes, que regebat Regnis erepto:


Huius Peruani Senatores grati, pii, et debiti officiz munus pro uni­
bus quampro votis exsolventes anxieme rentes, ample morenti.
H. M. P. C.

La inscripción de_ la otra parte que correspondía a esta decía assí :

D. O. M. S.
Bone memore D. Philippi Hispaniarum et indiarum Regís clarisi­
mi, charisimi, desideratissimi, hoc marisolewn fletu magis et lachri­
mis, quam mole velornatu conspicuwn.
S. P q. L. F. C.
En los quatro lados que hacía la urna sobre la qual se puso ia
tumba estavan estos quatro epitaphios de seis versos 'exámetros lati­
nos cada uno:
Primum
,,
Illesua ad populos qui signa tetendil loos
qui morum exemplar, quo non prestantios alter
Justicia, at q bona populos in pace tueri
ille ille hic tegitur, parua tellure sepultus,
ac late terras lachrimis oneravo obortis
Tanti erat invictum remanere inluce Philippo.

Secundum
Relligio influxit: nutrivit sancta Philippi
spe animum : sacra� fides firmaint eundem
Per fecit charitas: falcem mors invidarerum
Gestaru ad monit: sublatus fluctibus huius
Mundi, ad celestem portum volitauit: acerbus
Torquebit nostras artus per secula moeror,

300
ARTIFICES DE LA SILLERIA DE LA CATEDRAL

Tertiurn
Hoc iacet un tumulo corpus regale Philippi
qui modo sublimes gemini torquebat habenes
impery, virtute potens, clarus p. timendi
Religione Rei; cui parcerenescia, Vitam
Atropos eripiens, mentem super astra lo cavit,

Quartum
Da lachrimas qui cumque Vide, hoc marmore condi
Regales cineres, fugentis et ossa Philippi
Jura dabat terris, quas pace regebat amica
et totum a fflabat partiys virtutibus orbem
Vivere Nestoreos an nos euum q si bille
dignior eripuit fatum, luceret ut astrus.

De estas inscripciones y epitafios y de las demás pinturas de este


túmulo se encal'.gÓ el Sr. Doctor Juan de Solórzano Pereyra, oydor
de la Real Audiencia de esta ciudad, que esto bastará para acredi­
tarlas.

62

El escultor Gaspar de la Cueva y su mujer Catalina de Milán, en vís-­


peras de hacer viaje al Perú, reciben del pintor Juan de Uceda Castro­
verde unos cuadros para venderlos, por cuenta de éste, en América.-
7 marzo 1613. 1

Gaspar de la Cueva, escultor, y Catalina Ruíz de Milán su mu­


ger, vezinos desta ciudad de Sevilla en la collación de la Magdalena,

1 Archivó de Protocolos Notariales, Sevilla: Of. IV, Pedro del Carplo, lib. l.•
de 1613, follo 381 vuelto y siguientes.

301
LIMA

de partida para las provincias del Pirú en compañía de los galeones


· que este año van a la provincia de Tierra Firme de Yndias de que
va por general don Geronimo de Torres e Portugal, yo la susodicha
con licencia y espreso consentimiento que pido e demando a el dicho
Gaspar de la Cueva, mi marido, para hazer y otorgar esta escriptura
y lo que en ella sera diclarado, la qual dicha licencia yo el dicho
Gaspar de la Cueva otorgo que doy e concedo a la dicha Catalina
Ruíz de Milán mi muger, según e para el efecto que me la pide ;.an
bastante como de derecho se requiere, e yo la suso dicha la acepto,
y usando della nos ambos a dos los suso dichos juntamente de man­
común e a nombre e boz de uno e cada uno de nos por si e por el
todo ynsolidum, renunciando como espresamente renunciamos las le­
yes de duobus rex devendi y el auténtica presente de fide yosoribus
y el beneficio de la división y escursión e las <lemas leyes, fueros e
derechos de la mancomunidad como en ella se contiene, otorgamos
que avernos recibido y recebimos de vos Juan de Uzeda, pintor de
ymaginería, vecino desta dicha ciudad de Sevilla en la collación de
Sant Andres, doze lienc;os de pintura a el olio a lo dibino de dife­
rentes hechuras de ymagenes que están por guarnecer, que de costo
y costa de España balen y se apreciaron en precio de ciento y qua-
renta e dos ducados y los tenemos en nuestro poder, de que dello y •
de su precio y balor nos damos por contentos y entregados a nuestra
voluntad, sobre que renunciamos a las leyes del entrego e prueva dél
como en ellas se contiene, los quales dichos lienc;os el dicho Juan de
Uzeda nos a dado y entregado para efeto de que hemos de ser obli-
gados e nos obligamos de los llevar por su quenta e riesgo a la
dicha provincia de Tierra Firme de Yndias donde agora bamos, a
donde llegados que fuéremos en salvamento emos de ser obligados
e nos obligamos de los vender e beneficiar a las personas y en las
partes y lugares que nos pareciere y a los mejores precios que pu­
doeremos aver y h;illar, y el precio y procedido dellos, quitas costas
que en su lleva, venta y beneficio ovieremos fecho, nos obligamos
de lo dar e pa gar a la persona. que tubiere poder o causa en las dichas
Yndias para lo recibir e cobrar en nombre del dicho Juan de Uzeda,
luego que nos fuere pedido e demandado por la tal persona, sin

302
ARTIFICES DE LA SILLERIA DE LA CATEDRAL

aguardar a o�ro ningún término ni plazo, y en caso que no haya per­


sona en las dichas Yndias que tenga poder de el dicho Juan de
Uzeda para cobrar de nosotros el procedido de los dichos doze lien­
zos, nos obligamos de lo registrar en la primera flota o galeones que
despues de nuestra llegada a las dichas Yndias vinieren para España
con registro de plata para su magestad y particulares, dirigidos y
consignado a el dicho Juan de Uzeda o a quien su poder o causa
obiere y por su quenta y riesgo, y con hazer la dicha paga o el dicho
registro en las dichas Yndias hemos de haver cumplido, y la carta de
pago que tomaremos o fe y testimonio del dicho registro que assí
hizieremos, a de ser bastante. recaudo para quedar libre de lo conte­
nido en esta escriptura, la qual ha de quedar chancelada y dada por
ninguna, y si en las dichas Yndias no hizieremos la dicha paga o el
dicho registro de lo procedido de los dichos liem;os, nos obligamos
debaxo de la dicha mancomunidad que fecha tenemos, y en cada uno
de nos por si y por el todo, de dar e pagar dentro de dos años que
corren desde oy al dicho Juan de Uzeda o a quien su poder o causa
obiere, aquí en esta ciudad de Sevilla, llanamente, sin costa ni pleito
ni riesgo alguno, libres y horros de fletes y averías y otros derechos,
los dichos ciento y quarenta e dos ducados en que así ban apreciados
los dichos doze lienzos de costo principal de España, con más todos
los maravedís que jurare y declarare que pudiere aver avido de ga­
nancia en ellos según se hendieron otros sus semejantes a el tiempo
e quanto nosotros llegamos a las dichas Yndias, e por -todo e casa
cosa dello nos pueda executar con solo esta escriptura y su juramento
y declaración o de quien su poder o causa oviere si.n otra prueba ni
averiguación alguna aQnque se requiera de derecho, porque della lo
relevamos... [ siguen fórmulas usua1es]. Fecha la carta en Sevilla, siete
días del mes de marzo de mill e seyscientos e treze años, y el dicho
Gaspar de la Cueva que yo el presente escribano público doy fee
conozco, lo firmó de su nombre en el registro e porque la dicha
Catalina Ruiz de Milán dixo que no savía firmar, a su ruego 1o fir­
mo un testigo en el registro, y presentó por testigos de su conoci­
miento, que juraron en forma de derecho que la conocen y saven que
es la propia otorgante aquí contenida e se llama como se ha nom-

303
LIMA

brado, a Miguel Bobis, vezino de Sevilla en la collación de San


Miguel y Antonio Maldonado, escultor, vezino de Sevilla en la colla­
ción de San Lorenzo que así se nombraron; testigos Gabiel Ortís e
Melchor de Morales, escribanos de Sevilla.
Gaspar de la Cueva. = Gabriel Ortiz, escrivano de Sevilla.=Melchor
de Morales, escrivanos de Sevilla. = Pedro del Carpio, escrivano pú­
blico. [Todos rubricados.]

304
POTOSI: RETABLO DE LA IGLESIA MAYOR

63

Andrés Gutiérrez Coronado de Santa María, maestro de arquitectu­


ra, se obliga a hacer el retablo de la iglesia mayor de Potosí.-15
agosto 1680 1•
(Fol. 1 >
En la uipa de Potossí, en quinse días del mes de agosto de
mill y seiscientos y ochenta años, ante mi el escriuano público y testi­
gos pareció Andrés Gutiérrez Coronado de Sánta María, maestro que
dixo ser en la arquitectura, residente en esta dicha ciudad, y otorgó
que se consertaua y consertó con el lizenciado Don Bartolomé Marín
Poueda, Cura rector de la yglesia parrochial de esta dicha uilla y Co­
misario del Santo Officio de la Ynquisisión en ella,,.para haser el reta­
blo principal del altar mayor de dicha yglesia parrochial según y de
la forma y manera que tiene manifestado en un dibujo hecho de su
mano que lo a de firmar los otorgantes, con las calidades y condiciones
y por el presio sigu iente.
Primeramente se obligó el dicho Andrés Gutiérrez Coronado a
haser el dicho retablo según y como está y se manifiesta en el dicho
dibujo, executando todo lo que en él se be por manifatura en tres
cuerpos que an de quedar en proporsión según la pide el arte, en
toda perfecsión y satisfasión del dicho lizenciado Don Bartolomé
Marín Poueda, y demás a más a de executar en él lo que entre
ambos y el General Don Pedro Luis Enrriquez, del hórden de Cala­
traua, Corregidor de esta dicha ciudad, tiene tratado y conferido para
más hermosura y realse de la obra de dicho retablo, en el qual es
condisión y calidad que a de acomodar y poner todo lo que le pare­
siere nesesario de lo que tiene el retablo biej o que está en dicho altar
mayor, para lo qual lo a de quitar y bajar todo él, sin que para quitar­
lo ni armarlo de nuebo ni para otra cosa ninguna que nesesite le aya
l AGI: Charcas. 136.

305
20
POTOSI

de dar el dicho lizenciado Don Bartolomé Marín yndios, oficiales, ma­


teriales, madera, clauasón ni otra cosa mayor ni menor, por que todo
aquello que nesesitare para lo referido lo a de buscar, poner y pagar
el otorgante a su costa y mensión hasta que esté puesto, acabado y
asegurado �n blanco.=Todo lo qual hará y dará acauado en toda per­
fección según consta del dicho dibujo, dentro de onse meses contados
desde primero de septiembre que biene de este año y por presio y
• quantía de siete mill pesos corrientes en que se an consertado, pagados
en esta manera: dos mill y quinientos pesos luego de contado para
empesar la dicha obra y trauajar y pagar oficiales y madera; y estan­
do acauado y puesto en su lugar ·el primer cuerpo del dicho retablo en
· blanco, a satisfasión del dicho lizenciado, se le an de dar otros dos
mill pesos para ir trauajando el segundo cuerpo; y estando acauado
y puesto en perfección sobre el primero se le an de dar Íos dos mill
y quinientos pesos restantes, cumplimiento a los siete mill de este
consierto, con que a de acauar y poner en su lugar el tersero cuerpo
de dicho retablo; y es calidad y condision expresa que si cwnplidos
dichos onse meses de plaso no hubiere acauado y puesto y armado
enteramente el dicho retablo a satisfasión, como ba referido, se le
an de (fol. 1 v.•) rebajar al otorgánte vn mili pesos corrientes, y estos•
menos se le an de pagar de dichos siete mill pesos sino es que sea
en caso de lexítimo ympedimiento de enfermedad y no por auciencia
o por falta de auío que se le de por dicho lizenciado, porque sólo
en estos dos casos no se a de pasar a la execusión y apremio desta
condisión; y auiendo cumplido de su parte con todas las de suso de­
claradas, se le an de pagar dichos siete mill pesos enteramente a los
plasos referidos a que se a de obligar en esta escriptura el dicho
Iizenciado Don Bartolomé de Poueda. Mediante lo qual el dicho An­
drés Gutiérres Coronado se obliga a haser y que hará y acauará el
dicho retablo según y de la forma que contiene el dicho dibujo sin
omitir nada dél ni perder tiempo, para que dentro del que le está
señalado quede puesto y arrimado en toda perfección so la pena ym­
puesta, que desde luego se obliga a pasar por ella faltando al plai;o
y pacto que tiene asentado con el dicho lizenciado, sobre que no
pedirá restitución ni otro derecho que le competa por que todo el

306 •
RE1ABLO DE LA IGLESIA MAYOR

que tubiere lo renuncia y aparta de su fauor desde luego para no


usar dél contra esta escriptura en manera alguna. = Y estando pre­
sente el dicho lizenciado Don Bartolomé Mario Poueda, otorgó qtle ase­
ta esta escriptura y consierto según y como en ella se contiene y desde
luego se obliga a dar y que dará y pagará al dicho Andrés Gutiérres
Coronado de Santa María, o a quien por él fiare parte lexitima, los
dichos siete mill pesos de este consierto los dos mill y quinientos luego
de contado y los dos mill quando esté puesto y armado en perfección
el primer cuerpo_ de dicho retablo para que pueda costear y trauajar
el segundo y en estando puesto este sobre el primei:o, asimismo perfec­
to y a su satisfasión, dará y entregará los otros dos mill y quinientos
pesos restantes para que pueda trauajar acauar y poner el t-ersero
cuerpo del dicho retablo en el altar mayor de dicha yglesia parrochial,
menos los vn mill pesos que se a puesto de pena en caso que no lo
de acauado y puesto dentro de los dichos onse meses de plazo, por
que entonses se les a de escalfar del presio prinsipal, esepto suse­
diendo el caso de enfermedad que se a propuesto y no por auciencia,
para lo q_ual, por que no se deje de haser por falta de plata, se obliga
a no faltarle con toda la nesesaria por quenta del presio principal de '
este consierto, por quanto por los dichos siete mill pesos del dicho
apresio a de haser el suso dicho el dicho retablo de tres cuerpos
según y como está manifestado en dicho dibujo sin faltar ni omitir
cosa ninguna dél; y de más de ello a de executar lo que tienen con­
f;rido y por mejor tubiere para la hermosura y realse de la dicha
obra, en que a de acomodar todo lo que paresiere ser nesesario del
retablo biejo que oi tiene dicha yglesia mayor, cuia paga hará el otor­
gante de sus propios bienes e inteligensias por el amor y cariño que
tiene a su yglesia como cura della. =A cuyo cumplimiento ambos otor­
gantes cada uno por lo que le toca obligaron: el dicho Andrés Gutié­
rres Coronado su persona y vienes y el dicho lizenciado Don Barto­
lomé Martín los suios espirituales y temporales y de ambos auidos y­
por auer, y dieron poder cumplido a las justicias y jueses de Su Ma­
gestad y que de esta causa puedan y deuan conoser de qualesquier
partes que sean, a cuio fuero y jurisdisión_ se sometieron y renuncia­
ron el suyo propio domisilio y uesindad y la leí que clise que el actor

307
POTOSI

deue seguir el fuero del reo para que les compelan y apremien al
cumplimiento de lo que dicho es y paga de costas como por sentencia
difinitiua de jues competente pasada (fol. 2> en cosa jusgada y renun­
ciaron las leíes de su fauor general y derechos della. =Y estando pre­
sente su merced el dicho Corregidor al otorgamiento de esta escrip­
tura, ante q_uien se manifestó el dibujo de dicho retablo, dijo que la
aprouaua y aptouó para cuia balidasión ynterponía e ynterpuso su
autoridad y judicial decreto cuanto puede y d e derecho deue, y todos
los suso �!ichos a quienes doi fee conosco, lo firmaron en este regis­
tro y en el dicho dibujo que lleuó en el dicho Andrés Gutiérrez Co­
ronado en su poder para la manifatura, siendo testigos el capitán
Don .J\ntonio de Gusmán Maldonado y Don Juan de Basconselos=
Lizenciado Don Bartolomé Marín Poueda=Don Pedro Luis Enrri­
quez=Andrés Gutiérrez Coronado de Santamaría. =Ante mi Juan de
Torres, escriuano público y cauildo.

308
ADICION

PLANOS DE EDIFICIOS DIVERSOS (1)

Contaduría. Santa Marta (]ám. 7).


Plano de la Real Contaduría de Santa Marta con especificasio�
de las Piezas y el fin a que se dirije cada una. Escala varas fargo:

Casa de Martínez Aparicio. Santa Marta (lám. 6).


Plan de la Casa del Señor Don José María Martínez de Aparicio
Fabricada en 30 1/2 yaras de frente 'y 56 de fondo, cuyas piezas de
que se compone son las que van estampadas de Pintura rosada.
Otro agregado a el antecedt.nte del solar anexo a dicha Casa, de
14 varas de frente y 56 de fondo, cuyas piezas que en el �e han de
construir van demarcadas con color azul.

Letra V significa ventana.


La R Rexa.
La P Puerta.
La C Columna.

(1) 'Incluyo aquí la transcripción de las leyendas y exp1icaciones dé algunos


planos que no se pueden leer fácilmente en las láminas.
Transcribo los textos de izquierda a derecha y de arriba a abajo, como si
los que se encuentran aproximadamente a la misma a ltura formasen una línea,.
separando con dobles espacios los distintos textos.

.309
ADICION

[Borde superior:] Frente de la Casa a la Calle del Pozo.


[Borde inferior:] Frente del solar... Frente de la Casa .a la Calle
·Grande de esta Ciudad.
Escala de 40 Varas.

Puente del Topo. Tunja (lám. 5).


Plan del Puente del Topo.
A Curso de la Quebrada.
B Machones del Puente.
C Aletas de idem.
D Barbacana.
E Barandilla.
F Perfil del puente mirado desde vaxo el arco.
G Boveda.
H Perfil a vista del Puente desde la quebrada.
i Linea orizontal del terreno.
J .Entrada para la Cyudad.
L Corte de la obra por la linia O.

Nota.
El color negro es la zepa de la obra. El amarillo representa la
obra desde el cimiento hasta su extremidad. Y el colorado demuestra
las varandillas que arrancan sobre la linea orizontal del terreno.
Escala de treinta varas castellanas.

Iglesia parroquial. Cumanacoa (lám. 14),


Plano que manifiesta la Iglesia Parroquial nueva que se pretende
hacer en la Ciudad de San Ba'thasar. ABCD Cuerpo de la Yglesia.
efGH Presbyterio. LL dos Capillas colaterales. M La Torre para
las campanas. N Sacristía. P El Coro. Q El Archivo de la Iglesia.
Cumaná 6 de Mayo de 1770.
Juan Antonio Perelló (rúbrica).

ldem ,(lám. 16).


Plano de la Jglecia de Cumanacoa.

310
PLANOS DE EDIFICIOS

Explicación.
A Significa vista la Yglesia de lado conforme se hallava.
B Sinifica la misma Yglecia vista de frente conforme se hallaba.
C Significa la Yglecia vista por dentro en la positura en que se halla
en -el día enrazada.
D Significa la misma Yglecia vista de frente conforme se halla en
el día.
F Significa la misma Yglecia vista de dentro en la misma postura.
G Significa la vista de lo que le falta mirada de frente.
H Significa la vista de la Yglecia mirada por dentro y lo que Je
falta.

Nota.
Que las Líneas que van de puntos es lo que le falta que concluir
en la Capilla Mayor que debe sacarse. desde su simiento hasta con­
cluirse de media Naranja según manifiesta la Figura H.
Escala de 40 Varas Castellanas.

Casa Factoría de la Compañía Guipuzcoana. La Guaira (lám. 15).


Piso pral. o Segundo. Piso tercero.
Piso primero o baxo.
Perfil que pasa por la líne;t 1.2.
Vista que pasa por la linea 3.4.
Varas de Castilla.

Planos, perfil y vista de h Casa Factoría que tiene la Real Com­


pañía de Filipinas en la plaza de La Guayra.
Explicación.
Piso primero o baxo.
A Azaguán.
B Dos Puertas a los lados del Azaguan.

311
ADICION

C Seis Almacenes.
D Corredores.
E. Patio.
E Tres Quartos para dispensa o repos1:e y devajo del mas peque-
ño hay un sotano de las mismas dimencion!i!s que este.
G, Escalera.
H Depósito del Comun.
I Corral fuera del Edificio.
J Corredores del piso Segundo o Principal.
L Salon grande.
M Ante Sala.
N Sala de Estrado.
O Dos Alcobas o Dormitorios.
P Quarto Yntermedio.
Q Quatro Quartos o piesas,
R Grande Almacen.
S Callejón para el Comun y la Cosina.
T Quarto que sirve de Dispensa.
X Comun.
Z Cosina.
1 Pasadizo que ba de los Corredores a la Cosina y Comun.
2 Tres piesas que sirben a distintos fines.
3 Pasadizo de los Corredores a espaldas de las Alcobas de la Sala.
4 Tres piesas para Familia.
5 Escalera para el tercer piso.
6 Corredores del tercer piso.
7 Quarto.s al frente de la Escalera en el tercer piso.
8 Quarto a espaldas de la Escalera.
9 Callejones para las viviendas de los Criados en el tercer piso.
10 Quartos de familia en el tercer piso.
11 Escalera en cuyo rellano o Meseta se halla un Balcón para ver
a lo lexos la Mar.

Panadería de la Compañía Guipuzcoana. La Guaira (lám. 17).


Perfil que pasa por la linia 1.2.

312
PLANOS DE EDIFICIOS

Planos y Perfil de la Casa Panaderia que tiene en la Plaza de


la Guayra la Real Compañía de Filipinas.

Explicasion.
A Entrada para los Hornos.
B Separasion en donde estan las Artesas para Amasar.
C Quadra para el manejo y uso de los Hornos.
D Hornos.
E Dispensa.
F Quarto para los utencilios del Horno.
G Escaleras para subir al piso alto.
H Almasenes.
Y Divicion con quatro piesas en el piso alto en que se acomodan
los dependientes del Horno.
K Cinco piesas y un almacen que sirveri de aloxamiento a los ne­
gros caleteros de la lancha de la misma Real compañía.

Casa de la Compañía Guipll'l:coana. Maracaibo (lám. 27).


Perfil y elevacion que pasa por la Línea 5. 6. 7. 8.
Nota: Que en la otra media casa superior hay la misma havita-
cion en que se incluye el comedor ceparado por diviciones de madera.
Plano inferior de la Factoría. Plano superior de la Factoría.
Tinglado de la Tonelería.
Plano Perfil y elevacion que pasa por la Línea 1.2.3.4.

Explicacion.
A Entrada Principal.
B Almacen de Cargason.
C Yden de Surtido.
D Yden de Cacao.
E Yden de Algodon.
F Yden de Cueros.
G Algive.
H Panadería.

313
ADICION

Y Escalera trasera.
J Quarto de la Panadería.
K Deposito de inmundicias.
L Escalera principal.
M Havitaciones principales.
N Almacen de ropa.
O Despacho o Escrivania.
P Casinas.
Q Comunes.

Casa Factoría de la Compañía Guipuzcoana. San Felipe (lám. 28).

Plano de la Casa Factoría que tiene la Real Compañía de Filipi­


nas en la Ciudad de San Felipe.
A Entrada o Asaguan.
B Comedor.
C Quarto del tenedor de Libros.
D Almacenes de Generas.
E Almacen del Aguardiete.
F Almacen del Hierro.
G Almacen del Aceite.
H Almacen del Vino.
y Almacen del Cacao.
T Dos quartos que sirbieron de Tienda.
K Cosina.
L Quartos de Criados.
M Comun.
N Caballerisa.
o Puerta de Campo.
P Corredor principal de la Casa Terrera.
Q Corredor de la de Alto.
R Quarto al Corredor principal.
s Solar de ortaliza.
T Pasadiso al Almacen del Cacao.
V. Corredor de dicho Almacen.

314

V)
-

u
o
-z
INDICE DE PERSONAS Y LUGARES

Abad, Juan de: 18, 125. Amphoux, Bartolomé: 45-47.


Acuña, Alberto: 189. Ampuero, Martín de: 166, 184.
Adrada, Diego de: 232, 234, 236- Andalucía: 94, 97.
238, 240. Andújar, Diego de: Véase Sánchez
Africa: 297. de Andújar, Diego de.
Agnes, Diego: 93. • Angostura: 45, 46.
Aguila, Gaspar de: 105. Angulo : 259, 260.
Aguilera, Pedro de: 282, 284, 285. Angulo, Diego: 8.
Aguiló, José: 27, 33, 131, 132, 135, Ansúrez, Pedro: 73.
136. Antonio, platero: 78.
Aguilón, José: Véase Aguiló, José. Antonio, Juan: 234.
Aguirre, Miguel de: 240. Antúnez, Miguel: 106.
Agüero, Diego: 166. Añasco, Jorge ele: 41.
Aizpitarte, Martín de: 60, 64, 190. Arana; María de: 3, 6.
.Alas, Juan Victorino de: 39. Arce, Mateo de: 267-274, 276-278,
Alba de Liste, Virrey Conde de: 282, 283-285.
204. Arenas: 51, 52.
Alcaraz, Toribio de: 67, 75, 222. Arenas, Alonso de: 61, 62, 64, 170,
Aldana, Juan de: 69, 213. 171, 175, 179, 180, 185, 191.
Aldunate y Rada, Fausto: 85, Arequipa: 69, 70, 209-212.
256. - Catedral: 66, 71, 21:?, 214.
Alcocer: 6. - Compañía de Jesús: 70, 215.
Alfara, Joaquín: 48, 161. - Convento de Descalzos de San
Almengor, Pedro: 41. Francisco: 70, 215.
Almeyda, Domingo: 279, 280, 285. - Conventó de la Merced: 70,
Alonso, Martín: 268. 215.
Alonso de Mesa, Martín: 89-94, - Convento de Santa Catalina :
104-106. 70, 215.
Alto Perú: 85. - Convento de San Agustín: 70,
Alvarez, Gonzalo: 67. 214.
Alvarez de Toledo, Andrés: 212. Arias de Ugarte, Doctor: 59, 189.
América: 58, 297, 301. Arica: 66.

317
INDICE DE PERSONAS Y LUGARES

Arzans de Orzúa y Vela, Barto­ Borja, Francisco de, Príncipe de


lomé: 107, 108. Esquilache: 65.
Arriaga, Julián de: 46. B,ornos ; 1 OO.
Arriaga, Pablo: 29-31, 146, 147, Bravo, Fray Nicolás: 126, 127.
150, 151. Bravo, Juan Gualberto: 70.
Asia: 297. Bruno, Francisco: 43.
Astudillo, Francisco Vicente : 48. Buendía, Félix de: 85, 255, 256..
Avellaneda Sandoval y Rojas, Jo- butó, Luis. 161.
sé: 215.
Azevedo, José Dimas: 155.
Cáceres, Domingo: 71.
Cáceres y Ulloa, José: 194, 196,
Baccaria y Espinosa, Pedro: 28, 198.
147. Cacho de Santillana, Cristóbal:
Balcázar, Ventura: 39, 41, 43. 189.
Barbeti, Fray Serafín: 32. Caicedo, Manuel José de: 32.
Barcelona; 52, 57, 58, 94. Cambray: 254.
Barcelona (Venezuela): 19. Calderón, Juan Bautista: 70.
Bargas Mendoza, Juan de: 196. Calzadilla de los Barros: 74.
Barranco, Vicente: 34. Campo, Francisco del: 59.
Barreda, Juan de: 208. Campo, Ignacio del: 31, 152.
Barreda, Tomás de la: 79. Campo y Larinaga, Nicolás Matías
Barreto, Felipe Santiago: 161. del: 243.
Barriga, Fray Víctor M.: 105. Campuzano, Fray Agustín: 3.
Barrios, Alonso de: 187. Cano, Juan de Dios: 71.
Barros, Manuel: 34. Cano, Juan Ignacio: 35.
Bastida, Juan de la: 127. Cano de Arauz, Alonso: 21, 22,
Becerra, Francisco: 59. 128-130.
Becerra, Pedro: 77, 234, 236. Carabttco: 255.
Bello, Dionisio: 41. Caracas; 39, 42, 44, 45, 52, SS, 56,
Bernal, Miguel: 25. 157, 164.
Berrio, Antonio de : 44.
Beytia, Nicolás: Véase Veytia, Ni­ - Calle de la Factoría: 53.
colás. - Casa de la Compañía Guipuz-
Blanco, Lorenzo Tiburcio: 48. coana: 53, 54.
Bicente, Pedro: Véase Vicente, - Convento de Carmelitas: 39,
Pedro. 41, 43, 157.
Bobis, Miguel: 304. - Ermita de Santa Rosalía:
Bogotá; 36, 37. 40-44.
Bolivia: 59, 72, 74, 84, 85, 108. - Esquina de las Carmelitas: 44.
Bonifacio, Miguel: 90, 95, 285. - Esquina de San Mauricio: 53.
Bonifacio, Ursula de: 95. - Ministerio de Hacienda: 44.
Borges, Sebastián: SS. - Plaza Mayor : 43.

318
INDICE DE PERSONAS Y LUGARES

Caravajal, Pedro de: Véase Car- Centurión, Manuel: 45, 46.


vajal, Pedro de. Cerrato, Lázaro: 85, 255, 256.
Cardoso, Juan: 55. Cereceda y Jirón, Sebastián: 7.
Carlos, Doctor: 188. Céspedes, Custodio de: 43.
Carlos V.: 85. Cieza, Antonio de: 16.
Carmona, José Antonio: 58. Cinti (Bolivia): 84.
Carpio, Alfonso: 71. Ciudad Bolívar: 45.
Carpio, Pedro: 106, 301, 304. - Catedral: 44-46.
Cartagena de Indias: 22. Ciudad Trujillo: 12.
Carrasco, Diego José: 253. - Convento de la Merced: 15, 16,
Carrasco de Orozco: 292. 121, 123, 125.
Carranza, Pedro de: 95. - Convento de Regina Angelo­
Carrión, Alonso de: 166. rum: 3, 5-7, 113.
Carrión, Andrés de: 74, 222. - Convento de Santa Clara:
Carrión, Bartolomé de: 87. 13-15.
Carrocera, Fray Cayetano de : - Iglesia de Santa Bárbara : 8,
51, 52. 10-12, 15, 118.
Carvajal, García Manuel de: 67. Cívico, Bartolomé: 266-274.
Carvajal, Juan Alfonso de: 109. Coaquilata: 73, 218.
Carvajal, Pedro de: 5, 14, 17, 18, Cobo, Bernabé: 66.
121-124. Colombia: 21, 51.
Casas, Agustín de las: 57. Collasuyo: 67.
Casasola, D. Juan Bautista: 55. Concepción U rteaga, Fray Pedro
Castellanos, Juan de: 87. de la: 19.
Castilla: 4, 116, 118, 222. Contreras, Fernando de: 66.
Castilla, Juan: 49. C opi,apó: 73.
Castilla y Zamora, Cristóbal de: Corbacho de la Cerda, Alonso:
241, 251. 240.
Castillo, Félix del: 262. Córdoba: 97.
Castro, Antonio de: 30. Córdooa (Argentina): 84.
Castro, Manuel de: 189. Córdoba y r igueroa, Fernando:
Castro, Miguel : 227. 166.
Castro y del Castillo, Antonio: 72, Cornejo, Miguel: 67.
216. Corni, Carlos Marcelo: 60.
Cazalla de la Sierra: 105. Coro: 51.
Cazarla: 97. Corzo, Diego de: 26, 131.
Ceán Bermúdez, Juan Agustír:i: Corral, Juan del: 59, 62, 64, 181,
104. 183-185.
Ceballos, Diego: 208. Crarne, Agustín: 58.
Ceballos, José. Gregorio de: 243. Cristóbal y Céspedes, Juan: 249.
Ceballos, Pedro de: 222. Cruz, Fray Juan de la: 13.
Cedillo, Nicolás Bartolomé: 39. Cuadra, Fray Luis de la: 5.
Cela, Juan Lorenzo de: 290. Cuba, Alejo de la: 71.

319
INDICE DE PERSONAS Y LUGARES

Cu-enea Quirós, Francisco de: 224. Escalona y Calatayud, Juan José:


Cueva, Gaspar de la: 89-91, 94, 39.
105-108, 274, 278, 284, 286, 290, Escobar, Antonio de: 43.
301-304. Escobar, Juan Pablo: 56.
Cumaná: 19, 47-51, 163. Escobar y Acerón, José de: 246.
- Castillo de San Antonio : 58. Escuder, Damián: 74.
- Iglesia parroquial : 47, 52. España: 56, 58, 62, 78, 94, 95, 98,
Cumanacoa: 48-52, 160, 162. 145, 182, 297, 302, 303.
Cuzco: 73, 74, 76. Española, Isla : 6, 11, 125.
Espíndola y Villavicencio, Luis
- Catedral: 62. de: 89-91, 105, 108, 270, 279,
283, 284, 286, 287, 290.
Chanday: 202. Espinosa, Andrés de: 64, 68, 70,
Charcas: 73, 230, 241, 245. 191.
Chile: 73, 191. Espinosa, Alonso de: 106.
Chíli, Río: 67. Espinosa, Juan de: 230.
Ohinchón, Conde de: 210. Espinosa, Miguel: 100.
Chocó: 132. Esquilache, Príncipe de: 88, 91,
Chuqui.saca: 73. 191, 192, 194, 198-201.
Eugenio, Pedro: 43.
Europa: 28, 139, 297.
Dávalos de Ribera, Juan: 166. Extremadura: 74.
Dávila Pizarro, Alonso: 215. Ezpeleta, José: 31.
Díaz, Francisco: 53.
Díaz de Robles, Juan: 109. Fabre, Juan: 55.
Díez de San Miguel y Solier, An­ Felipe III: 68, 95, 98, 101, 297,
tonio: 250. 299-301.
Domínguez, F r a y Francisco: Fermín de la Concepción, Juan
83, 84. Nicolás: 40.
Domínguez Medellín, Alonso: 262. Fernández, Melchor: 87, 261.
Drake: 5, 10, 13, 15-18. Fernández, Sancha: 16.
Fernández de Boan, Juan: 189.
Ecija: 97. Fernández de Córdoba, Alonso:
El Campillo: 10. 190.
El Tocuyo: 51. Fernández de la Cruz, Antonio:
Emasavel, Ignacio Xavier de: 55. 203.
Emparán, Vicente: SO. Fernández Gallardo, Diego: 250,
Enríquez, Juan: 3. 255.
Enríquez, Luis: 65, 198. Fernández Triviño, Pedro: 215.
Enríquez, Juan Jacinto: 244, 246, Filipinas: 52, 55, 58.
252. Flóres, Bartolomé: 36, 155.
Enríqtiez Yáñez, Andrés: 106. Flóres, María de las Flores : 99.
Escalante, Francisco de: 100. Flóres, Nicolás: 202-204, 206.

320
INDICE DE PERSONAS Y LUGARES

Frías, Francisco de: 17. González de V elasco, Manuel


Fuenmayor, Fernando de: 14. Alonso: 132, 138.
Gómez, Bartolomé: 71.
Galaz de los Ríos, Miguel: 218. Gómez, Diego: 71.
Galindo, José Casimiro: 41. Gómez, Ruy: 17.
Galindo, Juan: 41. Gómez de Butrón, Agustín: 215.
Galve, José Manuel: 57. Gómez de Butrón, Baltasar: 115.
Gálvez, Juan: 11, 12. 117.
Gamboa, Licenciado: 223. Gómez Carrasco, Cristóbal: 59.
Gandolfi, Venancio: 27, 28, 137- Gómez de Rojas: 100.
Gómez de Santillán, Doctor: 223..
139.
Gárate, Martín de: 212. Gómez de Soto, Salvador: 249.
Garavito, Jerónimo : 236. Guadalcázar, Marqués de: 88.
Garavito, José: 78. Guayana: 45.
García, Antonio: 28, 29, 31, 32, Guayaquil: 201.
139, 142, 143, 149-151. Guerra, Cayetano: 34.
García, Fray Mateo: 16. Guerra y Céspedes, Francisco=
García de Calzadilla, Bartolomé: 166.
47, 48. Guevara, Diego de: 41.
García Jiménez, Diego: 90. Gudi de Asorin, Miguel : 260.
García de Navaja, Juan: 218, 219. Guillén, Diego: 64, 191.
García· de Rueda, Hernán: 14, 15. Guipúzcoa: 54.
García de Tamayo: 98. Gutiérrez, Juan: 4, 114.
García Ximénez, Diego: 285. Guitiérrez Coronado de Santa Ma-
Granada: 84. ría, Andrés: 108, 109.
Gil de Liendo, Rodrigo: 15, 16. Guzmán, Andrés: 71.
C-il Ramírez Negrete, Francisco: Guzmán, Fernando de: 180, 188.
80, 81. Guzmán Blanco : 44.
Gisbert de Mesa, Teresa: 107, 108.
Giuria, Juan: 81. Raro, Agustín de: 128, 129.
Goajira, Península: 54. Hazaña, Bartolomé de: 202-204.
Godínez, Pedro: 67. 206.
González, Andrés: 74, 77, 236, 237. Hebrat, Vicencio de: 33, 34.
González, Francisco: 222. Hernández, Enrique: 39.
González, Manuel : S. Hernández, Pedro: SS.
onzález de Alcoba, Diego: 227. Hernández de Alba, Guiller-
't;onzález de Mendoza, Pedro: 180. mo: 35.
González Merguete, José: 84. Herrera: 98.
González de Paz, Mateo : 180. Herrera, Alonso de: 223.
González Poveda, Bartolomé: 82- Herrera, Domingo de: 19.
84, 240, 241, 243-247, 251-253. Herrera, Francisco de: 97.
González de ·Sosa, Gaspar: 224, Herrera de la Vega, Pedro: 255.
226, 227. 256.

321
21
INDICE DE PERSONAS Y LUGARES

Herrera y Zúñiga, Juan: 218. Larrategui, Juan de: 224, 226, 227.
Hevia, Alberto: 57. Larrea, Alonso de: 72, 73, 216,
Hidalgo, Cristóbal: 78. 217.
Hinojosa, Bartolomé: 126. Lasarte, Diego de: 260.
Hinojosa, Carlos de: 43. Lausel, Pedro: 126.
Higüey: 12. Leguizamón, Isabel de: 257.
Huerta, Fray Miguel: 64, 191. Leguizamón, Juan de: 87, 88, 257-
Hurtado, Lorenzo: 27, 132. 262.
Leiva: 87, 257.
!barra, Luis de: 41. León, Alonso de: 261.
lbarra, Matías: 40. León, Francisco de: 166.
Indias: 28, 119, 125, 139. León, José Manuel: 57.
Isava, Casimiro: 58. León, Manuel: 71.
León, Nicolás de: 43.
Lerecaxa: 218, 219.
Jacot, Francisco: 57. Liendo, Francisco de: 16.
Jerez de la Frontera: 108. Liendo, Nicolás de: 39.
Jerusalén: 39. Liendo, Nicolás de (tapiador): 41.
Jesús, Juan de: 19. Liendo y Ocampo, Juan: 256.
Jiménez, Diego: 220-222. Lima: 65, 166, 179, 184, 187, 189,
Jiménez, Juan: 76, 79. 198, 202, 203, 207 , 263, 266-272,
Jiménez de Enciso: 32. 289, 290, 293, 296, 297.
Jiménez de Montalvo, Juan: 65, - Catedral: 59, 63, 65, 66, 68, 88,
88-91, 189, 192-194, 196, 201, 97, 102, 166, 190, 191, 198, 263,
266, 268, 269, 273, 275-277, 279- 297.
282, 284-286, 290, 294, 295. - Convento de la Merced: 103.
Jove de Valdés, José: 219. - Convento de San Agustín: 90,
Jover, José: 36, 153, 154,· 156. 91, 96.
Juana: 94. - Convento de Santo Domin­
Juárez, Francisco: 279. go: 93.
Juárez, Pedro: 71. - Convento de San Francisco:
91, 93.
La Guaira: 42, 52, 54. - Iglesia de San Marcelo: 65,
Landaeta, Juan de: 39. 199.
La Paz: 84, 86, 216-218. - Iglesia de San Sebastián: 65,
- Catedral: 72. 199.
La Plata: 73, 74, 77, 84, 219-221, - Murallas : 82.
223, 224, 230, 234, 236, 237, 243- - Plaza Mayor: 89.
250, 255. - Puente del Rimac: 62.
Lara, Andrés de: 106. - Recoleta Dominica: 98.
Lwrache: 297. Linares, Luis: 71.
Lardazábal : 43. Linares, Vicente: 55.
Laredo, Jerónimo: 196. Liñán y Cisneros, Melchor: 82.

322
INDICE DE PERSONAS .Y LUGARES

Lízárraga, Domingo: 71. Márquez de Solis, Jerónimo¡ 80.


Loaysa, Galaor de: 222. Martínez, Jacinto: 208.
Lobo Guerrero, Bartolomé : 60, 64, Martínez Aparicio, José María:
88, 179, 190. 34.
Lohmann Villena, Guillermo: 105. Martínez de Arrona, Juan: 59, 61,
López, Domingo : 55. 62, 64, 66, 90-93, _95, 96, 101,
López, Juan: 16. 167, 171, 172, 175, 179-181, 184,
López, Juan Pedro: SS. 185, 189-191, 281, 285, 287, 288-
López, Tomás: 25. 290, 293-296:
López Otaviaño, Pedro: 74, 77, Martínez Espadero: 223.
240. Martínez de Jáuregui, Juan: 74,
López de Urtiaga, Esteban : 127. 77, 232, 234.
Lorenzo, Bartolomé: 65, 191 , 192- Martínez Montañés, Juan: 95, 99,
196, 199, 200. 100, 101, 105.
Losa Barahona, Juan de: 74, 230, Martínez Valdés, Felipe: 138.
232. Martínez de Veramendi, Andrés:
Los Reyes: 179, 180, 184, 186, 187, 223.
192, 219, 273-279, 285; 288. Marrero, Manuel : 56.
Lozano, Bernardino: 36, 153-155. Mayalde, Conde de: 191.
Lucio, Simón Luis de: 61, 64, 181, Medina, Alonso de: 117.
184, 186, 187. Medina, Antonio de: 190.
Luque, Hernando de: 97. Medina Conde, Cristóbai de: 103.
Medoro, Angelino de: 99.
Macuto: 54. Melgarejo, Juan: 10, 17.
Machado, Gaspar: 62, 179. Mena, Pedro de: 103, 104.
Madrid: 31, 33, 45, 51, 59, 107, 224. Menacho, Licenciado: 188.
Málaga: 94, 101, 103. Menacho, Bartolomé: 180.
- Catedral: 100, 103, 104. Méndez, Manuel: S.
Maldonado, Antonio: 304. Mendoza, Juan de: 224, 226, '2:27.
Mámora: 297. Mendoza, José Narciso de: 40, 43.
Mandojoana, Juan de: 260. Mendoza, Nicolás: 41.
Mansilla, Clemente de: 59. Meneses, Diego: 166.
Mansilla, Juan de: 66, 202, 204, Meneses, Pablo de: 79.
206. Mesa, José de: 107, 108.
Mansilla Manoqui, Francisco: 166, Mesa, Juan de: 95, 99.
18.4. · Mesa, Martín Alonso de: 279, 283,
M aracaibo: 52, 57, 58. 286, 287, 290, 293-296.
Margarita, Isla de: 19. Mexía, Josefa: 39.
Marín, Francisco: SS. Mé.xico: 42, 43.
Marín Poveda, Bartofomé: 108, Michael, José: 103.
109, 244. Miguel, Pedro: 202.
Maroto, Fray Diego: 66, 202, 204, Miranda, Juan: 33, 34.
206. Misti: 67, 68.

323
INDICE DE PKRSONAS Y LUGARES

Mocomoco: 219. Noguera, Pedro· de: 66, 89, 90:96,


Mujica, Bernardino de: 259, 260. 98, 102, 202, 267, 268, 273, 275-
Molina, Diego Felipe de: 228, 230, 278, 280-290, 292-296.
232, 234, 236, 237. Nogueras, Francisco: 98.
Moneda, Pedro de la: 132. Nueva Andalucía: 47.
Montalvo: Véase Jiménez de Mon­ Nueva España: 99.
talvo. Nuevo Reino de Granada: 37, 87,
Montenegro, Gaspa r de: 68, 69, 88.
207-212. Núñez de Figueroa, Diego: 166,
Montenegro, Pedro José: 41. 184.
Montero, Vicente Ignacio : 36, Núñez de Sandoval, Francisco:
155. 255.
Montesclaros, Marqués de: 60, 166,
171, 185, 189, i90. Obel Mexía de Escobedo, Pedro
Montesinos: 41. Tiburcio : 39.
Mora, Rafael: 51. Obineta, Miguel de: SS.
Mora, Roque de: 164. Obregón y Mena, Jerónimo An­
Morales, Francisco de: 59. tonio de: 131, 132, 135, 137, 138,
142.
Morales, Melchor: 304. Ocampo, Andrés : 105.
Morató, Carlos: SS, 165. Ocampo, Francisco de: 97.
Moreno, Martín : 99. Ocaña y Tovar, Alonso: 249.
Moreno de Mendoza, Joaquín: 45. Ocón, Juan Alonso: 251.
Morgan: 24. Ochoa, Gaspar : 296. •
Morín, Francisco: SS. Olivares, Miguel Jerónimo: 44.
Moscoso, Juan Santiago de: 68, Orejón: 203.
207-211. Orinoco, Río: 44, 45, 54.
Mosquera, Joaquín: 32. Oropesa, Juan de: 215.
Mosquera, José: 27, 132. Orozco, José Justo: 57.
Mosquera, José Marcelino de: Ortiz, Francisco: 98.
149-152. Ortiz, Gabriel: 304.
Mosquera, José María: 32, 149- Ortiz, Juan: 97.
152. Ortiz, Juan B.: 32.
Moya, Pedro de : 6. Ortiz de Varg-as, Luis: 89, 91-94,
Muñiz, Doctor: 180, 188. 96-104, 265-270, 272-275, 280,
Muñoz de Sandoval, Francisco: 281, 293-296.
256. Orueta, Ricardo: 103, 104.
Otalora, Licenciado : 223.
Oviedo, Rodrigo de: 261.
Narciso, José: 43.
Narváez Valdelomar, Gaspar: 17. Pacheco, Francisco: 98.
Navarrete, Gabriel de: 129, 130. Pacheco, Pablo: 215.
Navarro Montesinos, Juan: 215. Padilla, Doctor: 189.

·324
INDICE DE PERSONAS Y LUGARES

Páez de Laguna, Juan 189. Perú: 59, 94, 96, 102, 103, 106, 191,
Páez Maldonado, Gasp;u: 122, 192, 215, 230, 241, 245, 273-279,
123, 125. 288.
Palata, Duque de la: 82, 242. Petrés, Fray Domingo de: 36, 37,
Palm, Erwin Walter: 6, 11, 12, 15. 156.
Palomeque, Diego: 44. Pimentel, Rodrigo: 14.
Panamá: 21, 24, 66, 205. Pineda, José Joaquín de: 55.
- Aduana: 21, 22, 128-130. Pinedo, Alonso de: 208.
- Casas Reales: 21, 22, 128-130. Pi ñango, Francisco: 53.
- Convento de la Concepción : 24. Piñango, José Carlos: 40.
- Convento de San Francisco: Pizarro, Francisco: 67.
22. Plata, Río de la : 73.
- Postigo de las Monjas: 25, 26. Plazuela, Diego de la: 5.
Poblete, Lucas: 70, 71.
Pantigoso, Simón: 208. Poblete, Rafael: 71.
Paredes, Francisco: 30. 1
Ponte, Josefa Melchora de: 39, 43"
Parrilla, Juan Francisco: 48, 160, Ponte, Lorenzo de: 43.
161.
Ponte, Miguel Felipe de: 39.
Pastorelo, José: 78, 224, 226, 227, Ponte y Villegas, Lorenzo Anto•·
237, 238.
nio de: 40.
Patiño de Haro, Juan: 79, 80. Ponz, Antonio: 103.
Paz, Alonso de: 266, 269, 276, 280. Pof>ayá11: 26, 28, 32, 135, 136-139,
Paz Orihuela, Rodrigo de: 215. 142, 145, 149, 150.
Paz y Sosa, José de: 212.
Paz Zamorano, Juan de: 251, 261, - Catedral: 26, 32, 131, 133, 150,
262. 151. ·;
Peña, Alonso de la: 8, 12, 118, 119. - Colegio de San Camilo: 30.
Peña, Emeterio de la: 34. - Colegio Compañía de Jestís:'
Peña, Felipe de la: 18, 127. 135.
Peña, Juan de la: 223. - Colegio Seminario: 30.
Peña Salazar, Juan de la: 243. ....: Convento de San Francisco t
Peralta, Alonso de: 251. 27, 28, 30.
Peralta, Pedro de: 70. Portales, Diego: 40, 243.
Peralta Valenzuela, Pedro: 215. Po/Jrtunal:
..,, 297.
't
Perea, Fray Pedro: 68. Porras Marquina, Juan de: 260.
Perelló, Antonio: 46, 47, 49, 51, Potosí.: 86, 107, 108. .
162, 163. Poveda, Joaquín de: 244, 245.
Pérez, Amador: 87, 257-259. Pozo y Sucre: 58.
Pérez, Cristóbal: 98. Prieto Dávila, Nicolás: 31. :1

.,
Pérez, Pedro: 4, 113, 115, 117. Puche, José Félix: 57.
Pérez de Arezcurenaga, Isidro: Pulido, José: 41.
218. Puerto Cabello: 52, 54-56, 164.
Pérez de Carrión, Andrés: 78. Puerto Rico: 3, 18, 19, 45.

325
INDICE DE PERSONAS Y LUGARES

Purificación: 33, 136. Rodríguez de Mora, Juan: 129.


Rodríguez Navarro, Lorenzo: 74,
Quesada Jerónimo: 164. 77, 79, 80, 239, 240.
Queipo de Llano y Valdés: 72, 83 , Rojas, Antonio de: 41.
217, 218, 248-250. Rojas, Juan Francisco de: 10.
Quiavaia: 218. Rojas, Jusepe de: 285.
Quito: 27, 62, 139, 181. Rojas, Pedro: 58.
Roma: 62, 107, 182.
Rabanera, Diego: 266, 269-271, Román de Azevedo, Juan de Dios :
273, 274, 276-278. 153, 155.
Raleigh, Walter: 44. Romero, Salvador: 48.
Ramírez, Bias: 125. Romero de Caamaño y Sotomayor,
Ramírez, José Igqacio: 41. Pedro: 219.
Ramírez, Juan: 18, 107. Rosa, Juan de la: 68, 207-210.
Ra.mírez de Arellano, Alonso: 79. Rosales, José Francisco: 56.
Ramírez de Arellano, Antonio: Rubio y Peñaranda, Francisco:
245. 125.
Ramos, Lorenzo: 4, 113. Ruiz. Francisco: 18.
Recalde, 'Fray Mateo de: 105. Ruiz de Milán, Catalina: 106, 301-
Recio de Castilla, Pablo: 204. 303.
Resp1!ldízar, Santiago Ramón: Ruiz Morillo, Francisco: 218, 249.
49-51.
Reynaga, Luis Félix de la: 203, Salas, Ignacio de: 41.
204,' 206 .. Salazar y Salís, Juan: 215.
Reyes, Juan Antonio de los: 54. Salcedo, Francisco de: 80.
Reyes, Marcelo de los: 290. Salcedo, Jósé Martín: 54.
Reyes, Pedro Esteban: 56. Salcedo Nieto, Doctor: 129.
Reyes Galindo, Baltasar de: 39- Saldaña, Bartolomé de: 80.
41, 44 .. Saldaña, Diego de: 75.
Ribera, .José, .de: 181, 184, 186, Saldaña, Gaspar de: 221, 222.
187. Salgado, Jorge: 43.
Ribera, Pedro de: 260. Salgado, José: 41.
Rincón, José Ignacio: 35, 153. Salinas, Pedro de: 65, 193, 196.
Río Alvarado, Francisco del: 69, Salvatierra, Conde de: 202.
211, 212. Sanabria, Felipe de: 80.
Rivera, JQSé' de; 61, 64. San Baltasar de los Arias: Véase
Robles, Andrés José de: 48. Cumanacoa.
Rocha Ferrc;r,. Francisco de la: 18. Sandoval, Francisco de: 109.
Rodríguez, Juan-: 67. Sánchez, García: 227.
Rodríguez, Fray Juan: 17. Sán�hez de Andújar, Diego: 17,
Rodríguez. \:'entura: 45. 18, 121-124.
Rodríguez Guerra, Francisco: 9. Sánchez de Cos, Pedro: 207, 209-
Rodríguez Mexía, Diego: 282. 211.

326
INDICE DE PERSONAS Y LUGARES

Sánchez de Renedo, Cristóbal: Sevilla: 74, 94-102, 105, 106, 119,


180. 303, 304.
Sánchez de San Juan, Gaspar : - Catedral: 100, 104.
189. - Colegio de Montesión: 95.
Sánchez Vadillo, Diego: 196, 266- - Convento de Santa Ana: 99.
274, 276-279, 282-286, 288, 293. - Iglesia de la Magdalena: 95,
San Esteban, Sor Juana María 99, 301.
de: 42. - Iglesia de Omnium Sanctorum:
San Felipe: 52, 56, 160. 99, 102.
San Francisco, Sor María de: 42. - Iglesia de San Alberto: 99.
San lldefonso: 39. - Iglesia de San Andrés: 302. :
San Juan, Gas par: .180. - Iglesia de San Antonio Abad: 1,
San Juan de Puerto Rico: 18-20.
99.
- Iglesia de San Lorenzo: 304.
San Lorenzo del Escorial: 121,
- Iglesia de San Martín: 99.
122.
- Iglesia de San Miguel: 97, 304.
San Martín, Fray Tomás de: 74.
Sicasica: 107.
San Miguel, Sor Josefa de: 42.
Sida, José de la: 66.
San Pedro Pérez, Fray Antonio
Silva: Antonio de: 215.
de: 28, 29, 32, 139, 142, 145.
Silva, Bernardo de: 17, 18, 121,
San Sebastián: 54. 123-125.
Santa Cruz de Tenerife: 55. Silva, Diego de: 68, 207-209, 211,
Santa Cruz y Padilla, Fernando: Silva, Luis: 262. (212.
296. Silva Campofrío, Tristán de: 128,
·santa Fe de Bogotá: 46, 136, 259, 129.
260, 262. Véase Bogotá. Sabarzo, Lorenzo de: 290.
Santa María: 160. Sqcorro, Sebastián: 57.
Santa Marta: 33, 34. Socorro, Ventura : 57.
Santillán, Pedro de: 227. Solano, José: 45, 46.
Santiago de Chile: 106. Soler, Fray Diego: 14.
Santo Domingo, ciudad de: 4, 11, Solís Corbalán, Juan de: 80.
12, 17, 120, 121, 125, 127. Véase Solórzano, Maximiliano: 53.
Ciudad Trujillo. Solórzano Pereyra, Juan de: 301.
Santo Domingo, Isla de: 3, 6.
Soto, Marcos de: 99. 11
Soto, Mariana de: 99.
Santo Tomás Navarrete, Fray
Sotomayor, Fray Gabriel de: 16.
Domingo de: 74, 76, 221.
Sucre: Véase La Plata, Charcas y
Santo Tomé de Guayana: 44, 45. Chuquisaca.
Schenherr, Simón: 27, 131-133, - Catedral: 73, 75, 77, 78, 81 , 84-
135. 86, 220, 226, 228, 245, 246.
Schenone, Héctor H.: 86. - Convento de San Agustín: 86.
Segura: 96. - Convento de Santo Domingo:
Sepúlveda, Baltasar de:. 10. 85.

327
INDICE DE PERSONAS Y LUGARES

Talavera, Monseñor: 46. Valencia, Esteban de: 69-71, 212,


Tamayo de Mendoza, Gabriel: 166. 214, 215.
Tambo: 30. Valencia, Miguel: 140, 143.
Tavera Acosta: 45. Valencia, Pedro de: 180, 188.
Tazón, Ventura: 41. Valladolid: 16.
Tejeda, Bernardino de: 59. Valmaseda: 224.
Tierra Firme: 191, 302. Valsanz, Andrés de : 243, 246.
Tirado, Jeróhimo: 53. Valtelina: 297.
Tocina: 106. Valverde, José Félix: 42, 157.
Tolima: 33. Valverde, Hernando de: 98, 297.
Torre, Pablo de la: 249. Vandelvira, Alonso de: 105.
Torre, Tomás: 9. Vargas, Alonso de: 261.
Torres, Pedro Antonio: 32. Vargas, Isabel de: 97.
Torres Vinagre, Gonzalo: 259. Vargas, Juan de : 259, 26:Z
Tovar, Mateo de: 290. Vázquez, Alonso: 106.
Tovar, Matías : 55. Vázquez de Leca: 100.
Trebejo, Antonio: 92, 296. Vázquez de Loaysa, Juan; 259.
Trento: 42. Vega, Fray Agustín de: 296.
Trinidad, Isla de: 58. Vega, Feliciano de: 92, 180, 296.
Trujillo, Bernabé: 25. Vega, Manuel Domingo de: 34.
Truji11o y Mendoza, Fray Tomás: Vejer de la Frontera: 105.
126. Velarde y Bustamante, Angel: 31.
Tu'dela, José: 33. Velasco, Luis de: 198.
Tufino, Francisco: 174. Velázquez, Diego: 98.
Tsmja: 87, 88, 156, 257, 259-262. Velázquez, Francisco: 87, 257-262.
Velázquez, Juan: 180, 188.
- Catedral: 252. Véle:::: 35, 36.
- Convento de Nuestra Señora Venezuela: 33, 39, 51, 52, 58.
del Topo: 35. Vera, Francisco Javier: 57.
- Puente del Topo: 35, 153, 155. Veracr1,z: 42.
Veramendi, Francisco de: 76.
Uceda Castroverde, Juan de: 106, Veramend i, Leonor de : 223.
301-303. Veramendi, Juan Manuel de: 74-
tnibarri, Martín de: 260. 76, 81, 222, 223, 230.
Urbina, José de: 41. Vergara, Bartolomé: 74, 222.
Veroes, Miguel de: 39.
Urquijo, Francisco de: 223.
Veytia, Nicolás de: 226-274, 276-
Utrera: 95. 278.
Utrera, Fray Cipriano : 11. Vicente, Pedro: 21, 22, 128, 129,
Um,1tia, Juan José: 48, 49. 130.
Victorino: 43.
Va1deón, Alonso de: 87, 260, 261. Vicuña, Isidro: 41.
Valdivia, Gualberto: 71. Villagarcía, Pedro: 209.

328
INDICE DE PERSONAS Y LUGARES

Villagómez: 68. Villegas, Fray Gerónimo: 59, 61-


Villagrán, Pedro de : 222. 63, 175, 178-180, 185.
Villalobos, Baltasar de: 221, 222. Villegas Camargo, José de: 215.
Villanueva, Cristóbal: 179, 180, Vizcaya: 74.
189, 190.
Villanueva, José Gervasio: 53. Wethey, Harold E.: 76, 78, 85.
Villardón, Juan: 259.
Villarroel, Fray Gaspar de: 69, Yáñez, Diego: 43.
252, 253.
Villaseñor, Doctor: 14. Zuloaga: 43.
Villegas, Gaspar Francisco de : 80. Zúñiga, D. Diego de: 223.

329
INDICE DE LAMINAS

Lámina 1.-Ciudad Trujillo: Por­ Lá,mina 10.-Planta de la Catedral


tadas de la iglesia Regina An­ de Ciudad Bolívar. 1771. Archi­
gelorum.-Interior de la iglesia vo General de Indias: Caracas.
de Santa Bárbara. 137.
Láminas 2 y 3.-Planos del Semi­ Lámina 11.-Sección longitudinal
nario de San Juan de Puerto de la Catedral de Ciudad Bolí­
Rico. 1712. Archivo General de var. 1771. A. G. l.: Caracas, 137.
Indias: Santo Domingo, 575. Lámina 12.-Sección transversal
Lámina 4.-Vista exterior del con­ de la Catedral de Ciudad Bolí­
vento de la Concepción de Pa­ var. 1771. A. G. l.: Caracas, 137.
namá. 1749. A. G. l.: Panamá, Lámina 13.-Faohada de la cate­
225. dral de Ciudad Bolívar. 1771.
Lámina 5.-Plano del Puente del A. G. I.: Caracas, 137.
Topo, en TUnja. 1802. Archivo Lámina 14.-Planta de la iglesia
Nacional de Colombia, Bogotá. de Cumanacoa, por don Juan
Véase: DOCUMENTOS, Adición, Antonio Perelló. 1770. A. G. I.:
página 310. Caracas, 246. Véase: DOCUMEN­
Lámina 6.-Planta de la casa de TOS, Adición, pág. 310.
don José Martínez Aparicio, en Lámina 15.-Plantas, sección y fa­
Santa Marta. 1803. Archivo Na­ chada de la Casa Factoría de la
cional de Colombia. Véase Do­ Compañía Guipuzcoana en La
CtJMENTOs, Adición, pág. 309. Guaira. 1791. A. G. I.: Caracas,
Lámina 7,-Planta de la Real Con­ 938. Véase: DocUMENTos, Adi­
taduría de Santa Marta. 1803. ción, pág. 311.
Archivo Nacional de Colombia. Lámina 16.7Planta y alzados de
Véase: DOCUMENTOS, Adición, la iglesia de Cumanacoa. 1801.
página 309. A. G. I.: Caracas, 382. Véase:
Láminas 8 y 9.-Planos del con­ DOCUMENTOS, Adición, pág. 310.
vento de monjas Carmelitas de Lámina 17.-Planta y alzados de
Caracas. 1736. Plantas baja y la Casa de Panadería de la
alta. A. G. I. : Santo Domingo, Compañía Guipuzcoana en La
796. Guaira. 1791. A. G. l.: Caracas,

330
INDICE DE LAMINAS

938. Véase: DOCUMENTOS, Adi­ Lámina 27.-Planta y secciones de


ción, pág. 312. la Factoría de la Compañía Gui­
Lámina 18.-Planta y sección de puzcoana en Maracaibo. 1790.
la Tonelería de la Compañía A. G. I.: Caracas, 938. Véase:
Guipuzcoan. a en La Guaira. DOCUMENTOS, Adición, pág. 313.
1791. A. G. I.: Caracas, 938. Lámina 28.-Planta de la Facto­
Lámina 19.-Secciones de las ca­ ría de la Compañía Guipuzcoa­
sas de la Compañía Guipuzcoana na en San Felipe. 1790. A. G. I.:
en Caracas. 1798. A. G. I.: Ca­ Caracas, 938.
racas, 938. Lámina 29.-Interior de la cate­
Láminas 20-22.-Plantas de las
dral de Sucre.
casas de la Compañía Guipuz­
Lámina 30.-Portada lateral de la
coana en Caracas. 1798. A. G. I.:
catedral de Sucre.-Silla del Ar­
Caracas, 938.
Lámina 23.-Plano del emplaza­ zobispo en el coro de la cate­
miento de los muelles y edificios dral de Tunja.
de la Compañía Guipuzcoana en Lámina 31.-Sillería del coro de
Puerto Cabello. 1790. A. G. l.: la ,catedral de Lima.
Caracas, 938. Lámina 32.-Relievcs de la sillería
Lámina 24.-Plantas, sección y fa­ del coro de la catedral de Lima.
chada de la Casa y Almacenes Lámina 33.-Diseño del retablo
de la Compañía Guipuzcoana en mayor de la catedral de Sucre
Puerto Cabello. 1790. A. G. I.: (1604), por Jusepe Pastorelo.
Caracas, 938. Archivo del Cabildo Eclesiásti­
Lámina 25.-Plantas y secciones co, Sucre.
del Hospital, Panadería y He­ Lámina 34.--;-Sillería del coro de
rrería de la Compañía Guipuz­ la catedral de Málaga.
coana en Puerto Cabello. 1790. Lámina 35.-Retablo de la Virgen
A. G. I. : Caracas, 938. de los Reyes de fa catedral de
Lámina 26.-Plantas y sección de Sevilla.
los almacenes de pertrechos de Lámina 36.-Túmulo para las exe­
Marina de la Compañía Guipuz­ quias de Felipe III en la cate­
coana en Puerto Cabello. 1790. dral de Lima, por Luis Ortiz
A. G. I. : Caracas, 938. de Vargas. A. G. I.: Lima, 97.

331
Agradezco a las personas e instituciones a continuación reseña­
das, las fotografías reproducidas en las láminas siguientes :

Excmo. Sr. D. Diego Angulo Iñiguez: lám. l.


Sr. D. José M. Suárez: lám. 30 (2).
Sr. Profesor Harold E. Wethey: lám. 33.
Laboratorio de Arte de la Universidad de Sevilla: láms. 2-4, 8, 9,
15-28, 34-36.
1

1
LÁMINA 1.-Ciudad Trujillo. Portadas de la iglesia de Regina.-lnterior de la iglesia
de Santa Bárbara.
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LÁM. 2.-Plano del Seminario de San Juan de Puerto Rico. 1712. Planla baje.
(Archivo General de Indias, Sevilla.)
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LÁM. 3.-Plano del Seminario de San Juan de Puerto Rico. 1712. Planta alta. (Archivo
Gerwral de Indias, Sevilla.)
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LÁM. 4.-Vista exterior del oonvento de la Conc�ción de Panamá, 1749. (Archivo General de Indias, Sevilla.)
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LÁM. 8.-Plano del conv-ento de, monjas Carmelitas de Caracas. 1736. Planta baja.
(Archivo General de Indias, Sevilla.)
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LÁM. 9.-Plano del convento de monja� Carmelitas de Caracas, 1736. Planta alta.
(Archivo General de Indws, Sevilla.)
LÁM. 10.-Planta de la catedral de Ciudad Bolívar, 1771. (Archivo General, de Indias, Sevilla.)
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LÁM. 12.-Sección transversal d(" la catedral de Ciudad Bolívar, 1771. (Archivo General
de Indias, Sevilla.)
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LÁM. 14.-Planta de la iglesia de Gumanacoa, por don Juan Antonio Perelló, 1770.
(Archivo General, de Indias, Sevilla.)
LÁM. 15.-Plantas, secc1on y fachada de la Casa Factoría de la Compañía Guipuzcoana
en La Guaira, 1791. (Archivo General de Indias, Sevilla.)
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LÁM. 16.-Planta y alzados de la iglesia de Cumanacoa, 1801. (Archivo General de Indias, Sevilla.)
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LÁM. 17.-Plantas y alzado de la Casa de Panadt-ría de la Compañía Gu,i,puzcoana en La Guaira, 1791. (Archivo General de Indias,
Sevilla.)
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LÁM. 18.-Plantas y sección de la Tonelería de la C a:mpañía_ yuipuzcoana en La


Guaira, 1791. (Archivo General de Indias, SeVI1 a. )
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LÁM. 20.-Planta de una de las casas de la Compañía Guip1�roana en Caracas, 1798. (Archivo General, de Indias, Sevilla.)
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LÁM. 21.-Planta de una de las casas de la Compañía Guipuzcoana en Caracas, 1798. (Archivo General de
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LÁM. 22.-Plante de una de les cesas de la CIMilpeñíe Guipuzcoano en Careces, 1798. (Archit,o General de

Sevilla.)
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LÁM. 23.-Plano del emplazamiento de los muelles y edificios de la Compañía Guipuzcoana en Puerto CabeJlo,
1790. (Archivo Genera! de Indias, Sevilla.)
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LÁM. 24.-Plantas, s�ción y fachada de la Casa y Almacenes de la Compañía Guipuz­


coana en Puerto Cabello, 1790. (Archi.vo General de Indias, Sevilla.)
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LÁM. 25.-Plantas y secciones dt>l Hospital, Panadería y Ht>ruría de la Compañía Gui•
puzcoana en Puerto Cabello, 179'(). (Archivo General de Indias, Sevilla,)

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LÁM. 26.�Plantas y sección de los almacenes de per,trechos d� Marina de la Compañía Guipuzcoana en Puerto CabelJ.o,
1790. (Archii,o�eneral de Indias, Sevilla.)
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LÁM. 27.-Planta y secciones de la Factoría de la Compañía Guipuzcoana en Maracaiho, 1790. (Archivo General

de Indias, Sevilla.)
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LÁM. 28.-Planta de la Factoría de la Compañía Guipuzcoana en San Felip-e, 1790


(Archivo General de Indias, Sevilla.)
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LÁM. 29.-lnterior de la catedral de Sucre.


LÁM. 30.-Portada lateral de la catedral de S cre..--$illa del Arzobispo en el coro de la catedral de Tunja.
LÁM. �1.-Sillería del coro de la catedral de Lima.
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LÁM. 32.-Relieves de la sillería del coro de la catedral de Lima.

LÁM. 33.�Dí,;;eño de,} retablo mayor de la catedral de Sui-re


(1604), por Jusepc PastoreJo. (Archivo del Cabildo Eclesiástico,
Suere.)
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LÁM, 35.-Retablo de la Virgen de los Reyes de la catedral de Sevilla, por Luis 0Niz
de Vargas,
LÁM. 36.-Túmulo para las exequias de Felipe 111 en la catedral de Lima, por Luis
Ortiz de Vargas
-- -

Este segundo tomo de Fuente, para la Historia do/ Arte His­


panoamericano, se acabó de imprimir el día 2 de enero
de I 960 en Madrid en los tallere• de e Gráficas
I
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Cóndor, S. A.1 Aviador Lindbergh, 5. Se hi-
zo una tirada de 500 ejemplares y en su
composición se emplearon tipos El-
zeviriano de los cu�rpos 7 al 8,
1 o al 1 1 y I I al 1 2

1
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--

(Viene áe la primera 1ola p11)

los ha precedido de unos Es­


Tumos en los que se valora la
aportación documental y se re­
hace, total o parcialmente, la
historia del monumento o de la
obra artística a que aquélla se
refiere. En este segundo volu­
men -que, como el primero,
tiene carácter misceláneo- se
reúnen estudios y documentos
alusivos a edificios religiosos y
civiles y obras de ensamblado­
res y escultores, de Santo Do­
mingo, Puerto Rico, Panamá,
Colombia, Venezuela, Perú Y
Bolivia, de los siglos xv1 al
XIX. Buen número de planos y
dibujos de monumentos, en su
casi totalidad inéditos hasta
ahora, constituyen otra intere­
sante aportación que enrique­
ce este volumen. Las Fuentes
para la Historia del Arte His­
panoamericano, cuyo segundo
tomo ofrecemos, será una obra
de consulta indispensable no
sólo para los especialistas, si­
no para cuantos se interesen
por la historia de la acción de
España en América.

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