La Divina Providencia (parte 5): Gobierno
Lección 56
I. Definición
Bavinck: “El gobierno describe [la preservación y concurrencia] guiando todas las cosas de tal
manera que será alcanzada la meta final determinada por Dios.”
Berkhof: “El gobierno divino se puede definir como esa obra continua de Dios por la cual él
gobierna todas las cosas teleológicamente para asegurar el cumplimiento del propósito divino.
Este gobierno no es simplemente una parte de la providencia divina sino toda ella, como la
preservación y la concurrencia, pero ahora considerada desde el punto de vista del fin para el
cual Dios está guiando todas las cosas en la creación, esto es, para la gloria de su nombre.”
Á Brakel define “gobierno” como aquella acción “por la cual Dios gobierna todas las cosas en
general y cada una en particular para el propósito predeterminado por él.”
II. Testimonio bíblico
• Salmo 93:1-3 • Salmo 103:19
• Salmo 33:8-11 • Romanos 8:28
• Daniel 4:35
Otros argumento bíblico es la profecía. El gobierno de Dios es evidente aquí pues Dios dirige
todas las cosas para su cumplimento, dice Hodge:
Las predicciones, promesas y amenazas registradas en la Palabra de Dios. Esas predicciones no son
meras declaraciones generales de consecuencias probables o naturales de ciertos cursos de acción, sino
revelaciones específicas de la ocurrencia de eventos en el futuro, cuya materialización no se puede
asegurar excepto por el ejercicio de un control absolutamente seguro sobras las causas y los agentes
tanto naturales como morales. Dios promete dar salud, larga vida y temporadas prósperas; o
amenaza infligir juicios severos, las desolaciones de la guerra, el hambre, la sequía y la pestilencia.
Tales promesas y amenazas asumen una providencia universal, un control sobre todas las criaturas de
Dios, y sobre todas sus acciones.
III. Formulación
A. Los objetos de su gobierno
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1. Dios gobierna entidades independientes tanto racionales como irracionales:
a. Irracionales b. Racionales
• La plagas de Éxodo • Proverbios 16:1, 9
• 2 Reyes 17:25 • Job 1:12
• Jonás 1:16-17; 2:10
• Esdras 1:1; 7:6
2. Dios gobierna absolutamente todo, incluso objetos inanimados
El segundo encabezado concierne a la magnitud o insignificancia de las cosas. Los objetos grandes son
tan incapaces de gobernarse a sí mismo como los objetos pequeños, y por tanto necesitan el gobierno
divino. Los objetos pequeños, hasta el menor de ellos, son gobernaos por Dios en toda circunstancia,
suceso y movimiento. Es para la gloria de Dios que Aquel que ha creado todas las cosas, incluso los
objetos más pequeños, y los ha hecho existir por su influencia, también las gobierne. Esto es verdad
para los botones de nuestra ropa, los zapatos de nuestros pies, y los cabellos de nuestra cabeza. “Pues
aun vuestros cabellos están todos contados” (Mt. 10:30); “sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor
de fuego tenían” (Dn. 3:27); “vuestros vestidos no se han envejecido sobre vosotros, ni vuestro calzado
se ha envejecido sobre vuestro pie” (Dt. 29:5). (Brakel, 342)
3. Dios gobierna todo lo que pasa, sea bueno o sea malo
a. No es un gran problema pensar que todo lo bueno procede de él (Santiago 1:17)
b. Pero, también todo lo malo
¿Cómo podría ser de otra manera? Entonces Satanás haría lo que quisiera. Sin embargo, Dios reina
sobre el diablo y además dirige lo que hace el hombre malo. Bajo su dominio estuvo la venta de José
como esclavo a Egipto (Gn. 37), el endurecimiento del corazón de Faraón (Éx. 4:21; 9:12), la
persuasión de Acab (1 R. 22:20-32). Dios mezcló un espíritu en medio de los reyes paganos (Is. 19:14).
No obstante, Dios no peca. Él lo aborrece, lo limita y lo castiga. El Señor también lo usa para llevar a
cabo su consejo, como lo vemos de forma particular en Jose y en Noemí, quien decidió irse a Moab, pero
sirvió para dar lugar a la incorporación de Rut en Israel. Así Dios usó a Satanás…como un instrumento
en su mano cuando movió a David para censar al pueblo (1 Cr. 21:1). El Señor permitió que el diablo
hiciera eso y utilizó las inclinaciones de David para que el censo se realizara. Todo esto estaba en la
mano de Dios, y sucedió bajo su gobierno, y por tanto leemos en 2 Samuel 24:11, que el Señor “incitó a
David contra ellos a que dijese: Ve, haz un censo de Israel y de Judá,” porque la ira del Señor se había
encendido contra el pueblo, y los castigó al permitirles ser contados. (Rev. Kerstnen, 188)
B. Los fines de su gobierno
1. ______________________________________________________________ (Ro. 11:33-36)
¿Cómo te puede consolar esto?_________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
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2. _______________________________________________________________ (Ro. 8:28-30)
Las providencias de Dios son a veces oscuras, y nuestra vida, débil, de tal manera que apenas podemos
discernirlas; pero, cuando no seamos capaces de descifrar el propósito de la Providencia, creamos que obrará
para el bien de los elegidos (cf. Ro. 8:28). Los engranajes de un reloj parecen moverse opuestamente el uno
al otro, pero ayudan a mantener el mecanismo en movimiento y hacen que el reloj dé la hora; así, las
providencias de Dios parecen engranajes que se entrecruzan, pero, a pesar de todo, promoverán el bien de
los elegidos. El pinchazo en una vena es, en sí, malo y dañino, pero, puesto que previene la fiebre y tiende a
la salud del paciente, es bueno. Del mismo modo, la aflicción en sí no produce gozo, sino tristeza, pero el
Señor hace que sea para el bien de sus santos. La pobreza hará morir de hambre a los pecados de estos, y las
aflicciones prepararán a los creyentes para recibir un reino. Por tanto, cristiano, cree que Dios te ama, y que
él hará que las providencias más contrarias promuevan su gloria y tu bien. (Thomas Watson, Tratado de
Teología, 229)
3. ________________________________________________________________ (2 Pedro 3:9)
IV. Más aplicaciones
De este conocimiento surge gratitud por los resultados favorables, paciencia en la adversidad, y también una
increíble libertad de preocupaciones acerca del futuro. Por tanto, todo lo que le suceda de forma próspera y
según el deseo de su corazón, el siervo de Dios lo atribuirá completamente a Dios, ya sea que perciba el
beneficio de Dios a través del ministerio de los hombres o haya sido ayudado por criaturas animadas.
Porque de esta forma razonará en su mente: “Seguramente es el Señor quien ha inclinado sus corazones
hacia mí, él es quién los ha vinculado a mí para que se conviertan en instrumentos de su bondad.” (John
Calvin, Institutes of the Christian Religion, Vol. 1,219-20)
1. _____________________________________________________________ (Salmo 56:9-10)
De manera que la providencia de Dios no obra ciegamente, como supuestamente lo hace el destino. Los
estoicos afirmaban la doctrina del fatalismo, y los mahometanos siguieron su ejemplo. El destino es un
poder ciego e irresistible y que supuestamente controla toda la vida. El fatalismo rechaza completamente la
doctrina de la Palabra de Dios de que Dios gobierna todas las cosas para su gloria y para el bien de los
elegidos para cuyo bien todas las cosas deben de obrar conjuntamente. La doctrina del destino ciego quita
todo consuelo de los hijos de Dios y hace superfluo el uso de medios. En la doctrina mortal de los
mahometanos ciegos se ofende la gloria de Dios y se quita la responsabilidad del hombre y el único consuelo
en la vida y en la muerte. (Kersten, 189)
2. ____________________________________________________________________________
• El que comenzó la buena obra la perfeccionara hasta el día de Jesucristo.
• Apocalipsis 21:24-27
3. ____________________________________________________________________________
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