«Cualquier persona puede enojarse, eso es fácil.
Pero enojarse con la
persona correcta, al grado correcto, en el momento correcto, por el
propósito correcto, y en la forma correcta, eso no es fácil». –
Aristóteles.
La inteligencia emocional es una habilidad que incluye el auto control,
entusiasmo y persistencia, y la habilidad de motivarse a uno mismo.
Una persona con inteligencia emocional es capaz de controlar sus
impulsos y de leer las emociones en los demás.
Parte I: El cerebro emocional
Capítulo 1: ¿Para qué son las emociones?
Las emociones nos guían a enfrentar predicamentos y tareas
demasiado complejas para el intelecto.
En los seres humanos de la prehistoria, las emociones marcaban la
diferencia entre la supervivencia y la muerte.
Seguimos siendo ese humano emocional de la prehistoria, ahora
enfrentando un escenario moderno.
Parte de nuestro repertorio emocional incluye:
La ira, que hace fluir nuestras manos con sangre, haciendo más
fácil tomar un arma para golpear a un enemigo.
El miedo, que hace fluir la sangre a todos los músculos del
cuerpo, por ejemplo, las piernas, para que sea más fácil correr y
escapar.
La felicidad, que incrementa la actividad en el cerebro para
inhibir sentimientos negativos, bloqueando las preocupaciones.
El amor, que crea sentimientos tiernos y la satisfacción sexual,
relajando el cuerpo.
La sorpresa hace que abramos con fuerza los ojos para
visualizar mejor lo que tenemos en frente.
El disgusto provoca una expresión facial en la que curvamos el
labio superior y bloqueamos nuestras fosas nasales para evitar
olores nocivos o para bloquear la ingesta de alimentos tóxicos.
La tristeza ayuda a adaptarnos a una pérdida significativa.
Las dos mentes
Podría decirse que tenemos dos mentes: una que piensa y otra que
siente. Una mente es intelectual, y la otra mente es emocional.
En la mayoría de las situaciones, estas dos mentes se coordinan
exquisitamente. Pero cuando las pasiones surgen, la mente emocional
toma el control.
Capítulo 2: La anatomía del secuestro emocional
En ocasiones, las emociones toman el control de una persona.
Esto sucede cuando el sistema límbico del cerebro decide que se
presentó una emergencia. En esos casos, el sistema emocional toma
el control para provocar las acciones que cree convenientes en la
persona.
Este secuestro emocional sucede en un instante, disparando una
reacción mucho antes de que la neocorteza del cerebro (el cerebro
intelectual y pensante) tenga oportunidad de revisar qué es lo que está
pasando.
Investigadores han comprobado que, anatómicamente, el sistema
emocional (el sistema límbico) puede actuar independientemente de la
neocorteza (el cerebro que piensa). Y hay señales de alarma que van
directo al sistema límbico, saltándose a la neocorteza, para provocar
que el ser humano actúe ante las emergencias que se le presentan.
Parte II: La naturaleza de la inteligencia emocional
Capítulo 3: Cuando ser inteligente es igual a ser un tonto
La inteligencia académica no tiene nada qué ver con la vida
emocional.
Las personas más brillantes caen presas de las pasiones y de los
impulsos. Aun teniendo un coeficiente intelectual alto podrían llegar
ser pobres conductores de sus vidas privadas.
Tener un coeficiente intelectual alto no significa que tendrás éxito en tu
vida. A lo mucho, el coeficiente intelectual contribuye un 20% a los
factores que determinan el éxito, dejando el 80% a otros factores
diferentes.
La inteligencia emocional es mucho más importante que el coeficiente
intelectual para tener éxito en la vida. Ser capaz de motivarse a sí
mismo, persistir al enfrentar frustraciones, controlar el impulso,
retrasar la gratificación, regular los humores y evitar que el estrés te
afecte.
Tu inteligencia emocional afecta las decisiones que tomas, lo que
haces en el trabajo, con quién decides casarte, entre muchas otras
cosas que determinan el éxito y la felicidad.
Los cinco dominios de la inteligencia emocional:
1. Conocer tus propias emociones.
2. Administrar las emociones.
3. Motivarse a uno mismo.
4. Reconocer las emociones en otros.
5. Manejar las relaciones interpersonales.
Capítulo 4: Conócete a ti mismo
Son dos cosas muy diferentes ser víctima de un sentimiento que ser
consciente de él.
Conocerse a uno mismo es una de las piedras angulares de la
inteligencia emocional.
Ser consciente de los sentimientos que tenemos conforme van
sucediendo es esencial para ser capaz de prevenir y manejar las
situaciones con inteligencia emocional.
La conciencia de uno mismo (self-awareness) es la atención de los
estados internos que tenemos. En este estado mental la mente
observa e investiga las experiencias que atraviesa, incluyendo las
emociones.
En resumen, la conciencia de uno mismo es estar al tanto de
nuestros humores y de nuestros pensamientos acerca de
nuestros humores.
Capítulo 5: Esclavos de las pasiones
A veces las emociones de tristeza, preocupación e ira (que son
totalmente normales) son tan intensas que se convierten en
problemas de ansiedad crónica, ira incontrolable, o depresión.
La ira
Pensar en las cosas que provocaron nuestro enojo alimenta la ira. Es
importante detener el tren de pensamientos para evitar que la ira se
convierta en ira incontrolable.
Retar el porqué de los pensamientos de enojo que tenemos ayuda a
disminuir la ira: «¿Realmente vale la pena que esté enojado por
esto?»
La mejor estrategia para disminuir la ira severa es aislarse para
«enfriarse» y, al mismo tiempo, realizar actividades de distracción
como ver televisión o jugar videojuegos.
La preocupación
La preocupación es repetir en la mente lo que podría ir mal.
El problema surge cuando la preocupación se convierte en algo
crónico.
Tácticas para enfrentar la preocupación crónica:
1. Atrapar los pensamientos, darse cuenta cuando los tienes.
2. Aplicar técnicas de relajación típicas (relajar el cuerpo, visualizar
en la mente un lugar tranquilo, etc.)
3. Retar las preocupaciones: «¿Lo que me preocupa realmente es
probable que suceda?»
La depresión
La mejor táctica para combatir la depresión es socializar, pasar tiempo
con la familia y amigos, pero no para hablar sobre el problema, sino
para distraerse con otras actividades.
Se ha comprobado que las personas que se distraen de su depresión
viendo la televisión, terminan más deprimidos.
Algunas actividades para combatir la depresión son:
1. Ir de compras.
2. Hacer ejercicio.
3. Ayudar a las personas con necesidades (voluntariado).
4. Lograr un éxito (aunque sea pequeño) en tu vida. Por ejemplo,
formarse un nuevo hábito, un ascenso en el trabajo, etc.
5. Hacer oración.
Capítulo 6: La aptitud maestra
El psicólogo Daniel Goleman nos dice que la inteligencia emocional
es la aptitud maestra, una capacidad que afecta profundamente otras
habilidades, facilitando o interfiriendo en ellas.
Resistir los impulsos es probablemente la habilidad más
fundamental de todas. Es la raíz del auto control debido a que,
por naturaleza, todas las emociones llevan a un impulso.
La esperanza. En un estudio citado por Daniel Goleman en el
libro, se descubrió que la esperanza hace que las personas se
pongan objetivos más altos y a que trabajen más duro por ellos.
La esperanza es la creencia de que tienes la voluntad y la
capacidad para lograr tus objetivos, cualquiera que estos sean.
El optimismo. Daniel Goleman menciona otro estudio en el
libro, realizado por el psicólogo Martin Seligman, en donde se
descubrió que el optimismo impacta positivamente la inteligencia
emocional de las personas. Las personas optimistas ven el
fracaso como algo que pueden cambiar, mientras que los
pesimistas toman la culpa del fracaso y creen que es imposible
cambiar la situación.
Capítulo 7: Las raíces de la empatía
La empatía se basa en el conocimiento de uno mismo.
Mientras más abiertos estamos a nuestras propias emociones, más
hábiles somos para leer los sentimientos de los demás.
La capacidad de entender cómo se sienten los demás juega un
papel importante en las diversas áreas de la vida; desde las ventas
hasta el liderazgo; desde el romance hasta la paternidad; desde la
compasión hasta las acciones políticas.
La ausencia de empatía es importante también. Esta ausencia de
empatía es comúnmente vista en los psicópatas, violadores, y
abusadores infantiles.
La empatía se desarrolla desde pequeños. Es crucial que los papás
eviten ignorar las emociones de sus hijos, y que siempre respondan a
ellas positivamente. Ignorar las emociones de ellos podría crear una
ausencia de empatía, porque el niño cree que es normal suprimir las
emociones ante las emociones de los demás.
Capítulo 8: Las artes sociales
Según Daniel Goleman, ser capaz de administrar las emociones de los
demás es el núcleo del manejo de las relaciones interpersonales.
El grado de rapport emocional que las personas sienten en un
encuentro está relacionado con el mirroring.
El mirroring es reflejar los movimientos físicos y las emociones de la
persona que tienes frente a ti. Es equivalente a estar en sincronía con
la otra persona.
Los cuatro componentes de la inteligencia emocional en las
habilidades sociales:
1. Organizar grupos. Esencial en el liderazgo.
2. Negociar soluciones. Saber llegar a acuerdos con las
personas.
3. Conectar personalmente.Saber desarrollar conexiones a un
nivel profundo con cada individuo.
4. Análisis social. Ser capaz de detectar los sentimientos, motivos
y preocupaciones de otras personas.
Parte III: Inteligencia emocional aplicada
Capítulo 9: Enemigos íntimos
Las habilidades emocionales juegan un papel importante en la
supervivencia de un matrimonio.
Los hombres y las mujeres son criados de formas muy diferentes.
Normalmente, a las mujeres se les explica desde pequeñas más
acerca de las emociones y cómo controlarlas.
Daniel Goleman ofrece los siguientes consejos para tener una buena
inteligencia emocional en el matrimonio:
1. Llegar a un acuerdo acerca de cómo estar en
desacuerdo. Así, tanto el hombre como la mujer podrán superar
las diferencias emocionales que tienen debido a su género.
2. Evita dar críticas enfocadas en hacer daño. Evita decirle a la
pareja cosas solo para hacerle daño. Es mejor decirlo todo en
forma de retroalimentación, y compartir cómo te sientes como
consecuencia de lo que el otro hace.
3. Ser optimista, busca entenderlo, en vez de echar culpas.
4. Evita el tren de pensamientos tóxicos. Cuando detectes un
tren de pensamientos negativos sobre tu cónyuge, detenlo, no lo
alimentes.
Los hombres son el género débil
Cuando se trata de manejar las emociones, los hombres son el género
débil.
Los hombres, debido a que son menos hábiles a nivel emocional,
prefieren evitar las confrontaciones, en lugar de solucionarlas
hablando (como las mujeres).
Escuchar es importante
Escuchar es una de las actividades más importantes en un matrimonio
con inteligencia emocional. Escucha y entiende a tu cónyuge.
Capítulo 10: Administrando con el corazón
El virtuoso de las relaciones interpersonales es el futuro corporativo.
Las siguientes habilidades sociales son importantes para
incrementar la inteligencia emocional en la empresa:
Saber coordinar correctamente el trabajo en equipo.
Ser un líder que provoca el consenso.
Ser capaz de ver la perspectiva del otro.
Ser persuasivo.
Saber evitar los conflictos interpersonales.
La retroalimentación también es importante
Saber dar retroalimentación y críticas correctamente es una de las
habilidades más importantes de un gerente.
Hay que evitar las críticas destructivas (enfocadas en ofender).
Y también es crucial reconocer a los colegas tanto como sea posible.
La mayoría de los gerentes solo da retroalimentación cuando algo sale
mal, pero reconocer cuando alguien hace algo bien es igual de
importante que corregir los errores.
Para dar retroalimentación efectiva:
1. Sé específico. Enfócate en la conducta, no en la persona.
2. Ofrece una solución. Dile cómo hacer bien las cosas.
3. Cara a cara. De preferencia, ofrece la retroalimentación en
persona.
4. Sé sensible al impacto que tendrá tu crítica. Prepárate para
empatizar si la persona se siente mal.
Cuando un grupo de trabajo tiene harmonía social, incrementa la
productividad.
Para incrementar esta armonía social, los gerentes deben provocar
que cada individuo se sienta en harmonía interna.
Capítulo 11: La mente y la medicina
El estado emocional de los pacientes juega un rol importante en la
vulnerabilidad a la enfermedad y en su recuperación.
Las emociones (positivas o negativas) influyen en el funcionamiento
de sistema inmune.
El estrés suprime la resistencia del sistema inmune, bajando las
defensas del cuerpo.
La ansiedad y el pánico incrementan la presión sanguínea,
aumentando la probabilidad de sangrar durante una cirugía.
Las personas con ansiedad crónica son propensas a sufrir de
asma, artritis, dolores de cabeza, úlcera péptica y enfermedades
del corazón.
La ira en exceso y frecuencia puede dañar el corazón en el
largo plazo.
La depresión afecta negativamente la recuperación de los
pacientes de una enfermedad.
Daniel Goleman cree que los profesionales de la salud deberían
aprender a administrar las emociones de los pacientes para ayudarles
a mejorar el resultado de los tratamientos.
Parte IV: Ventanas de oportunidad
Capítulo 12: El crisol familiar
La familia es la primera escuela del aprendizaje emocional.
Lo que los padres enseñan a sus hijos acerca de las emociones tiene
consecuencias permanentes en la vida emocional de los hijos. Esos
primeros años de vida son cruciales
Los padres ineptos emocionalmente tienen los siguientes estilos:
1. Ignoran los sentimientos de sus hijos.
2. Consienten a sus hijos: «dale un dulce para que se
tranquilice», en lugar de enseñarles a lidiar con las frustraciones.
3. No muestran respeto por la forma en que el hijo se
siente. Critican negativamente y castigan.
Para que un padre pueda enseñarle a su hijo a tener inteligencia
emocional, debe él mismo tener buenas bases sobre el manejo de las
emociones.
Los niños abusones son criados por padres que tratan a sus hijos
dependiendo del humor que tengan en el momento. Si el padre anda
de mal humor, castiga severamente al hijo; si el padre anda de buen
humor, permiten al niño hacer desorden en la casa.
Los niños que son maltratados en el hogar desarrollan una
incapacidad para empatizar, y se convierten en unos ineptos
emocionales.
Capítulo 13: Traumas y el reaprendizaje emocional
Las impresiones de horror, miedo y angustia en la memoria pueden
permanecer de por vida.
Debido a que estas impresiones y memorias negativas distorsionan
permanentemente a las personas y a sus emociones, el cerebro
puede sonar alarmas que provocan ansiedad inexplicable, pérdida de
sueño, y pesadillas.
Las soluciones disponibles para este problema son:
1. Medicamentos.
2. Técnicas de relajación.
3. Terapia en la que se reviven las situaciones en la mente, con el
fin de verlas con otra perspectiva y así tratar de reaprender las
emociones.
Capítulo 14: El temperamento no es el destino
La biología que tenemos de nacimiento influye en el tipo de persona
que somos (tímido, sociable, etc.).
Por su parte, las lecciones de la niñez también tienen un impacto en el
temperamento, amplificando o silenciando la predisposición que
tenemos de nacimiento.
La niñez es una ventana crucial para el desarrollo emocional de los
niños.
Cuando un niño tiene experiencias sociales gratificantes de forma
repetida, puede cambiar la predisposición que tenía a ser tímido de
nacimiento.
Las madres que protegen a sus hijos de la frustración y la ansiedad
producen un efecto negativo en su manejo de las emociones. Los
niños deben aprender a enfrentar la frustración, en lugar de evadirla.
Parte V: Tener educación emocional
Capítulo 15: El precio de la ignorancia emocional
Los niños con ineptitud emocional, en promedio, tienen problemas:
1. Son antisociales.
2. Padecen de ansiedad y depresión.
3. Tienen problemas de atención y pensamiento.
4. Son violentos y tienden a la delincuencia.
Se cree que los problemas de drogas, alcohol y abuso de
medicamentos son muletas que utilizan los ineptos emocionales para
calmar los sentimientos de ansiedad, ira y depresión.
Capítulo 16: Educando las emociones
Los programas enfocados en enseñar habilidades emocionales
específicas (manejo de la ira, control del estrés, etc.) han resultado
bastante efectivos.
Se recomienda que los niños aprendan cosas dependiendo de la edad
que tengan, para que así puedan desarrollar con mayor eficacia su
inteligencia emocional.
Para el primer grado, deberían aprender a identificar las
emociones.
Para el cuarto o quinto grado, se les debería enseñar a
desarrollar relaciones con sus compañeros, así como el control
de los impulsos.
En sexto grado, se les debería enseñar a enfrentar las
tentaciones y presiones del sexo, drogas y alcohol.