0% encontró este documento útil (0 votos)
64 vistas10 páginas

Sarmiento y los gauchos en El Facundo

Este documento analiza la obra "El Facundo" de Domingo Faustino Sarmiento desde una perspectiva histórica y contextual. Explica que Sarmiento veía el atraso de Argentina representado en la "barbarie" de los indígenas, gauchos y caudillos como Facundo Quiroga. Argumenta que el ambiente de la pampa conducía naturalmente a la barbarie y que solo la civilización de Buenos Aires podía llevar progreso. También compara a los gauchos con los "tártaros" que representaban la barbarie para los

Cargado por

roxxxana
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
64 vistas10 páginas

Sarmiento y los gauchos en El Facundo

Este documento analiza la obra "El Facundo" de Domingo Faustino Sarmiento desde una perspectiva histórica y contextual. Explica que Sarmiento veía el atraso de Argentina representado en la "barbarie" de los indígenas, gauchos y caudillos como Facundo Quiroga. Argumenta que el ambiente de la pampa conducía naturalmente a la barbarie y que solo la civilización de Buenos Aires podía llevar progreso. También compara a los gauchos con los "tártaros" que representaban la barbarie para los

Cargado por

roxxxana
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 10

Un análisis de la obra El Facundo – Civilización, Barbarie y el

Bicentenario Argentino

por Bruno P.L. Aranha

Sobre o autor [i]

1. Contexto histórico-geográfico

Pienso que el primer error que ocurre cuando se analiza la obra de


Domingo Faustino Sarmiento es cuando las personas juzgan con la mentalidad del
tiempo presente, algo muy común en Argentina en nuestros días. Para una persona
de estos tiempos le parece natural decir que Sarmiento fue un racista o hasta un
fascista, concepto que tampoco existía en esta época.

Pero antes de todo, se debe mirar el contexto de la época, o sea,


del siglo XIX, ésta era una época sobretodo de legitimación y construcción de los
Estados nacionales, no solo en América, sino también en Europa. Tenemos como
ejemplo, los casos de Alemania e Italia, que solamente se constituyeron como
naciones en mediados del siglo XIX.

El pensamiento predominante en el siglo XIX era el del


positivismo, pensamiento que deriva de la epistemología que surge en Francia a
inicios del siglo XIX, de la mano del pensador francés Auguste Comte y del
británico John Stuart Mill. La idea de comprobación empírica y la explicación de
fenómenos por medio de leyes generales y universales fueron aplicadas también a
la idea del modelo de nación a seguir. En el caso americano, básicamente la idea
era la de evolución, partiendo de la premisa de que los países americanos estaban
atrasados en relación con Europa.

Teóricos positivistas brasileños afirmaban que el atraso de Brasil


se constituyó en el tema de la esclavitud de los africanos. En el caso argentino, ¿en
que se constituyó el atraso?

Según Sarmiento el atraso estaba representado en la “barbarie”


indígena, de los gauchos y de los caudillos. El titulo de la obra justo hace referencia
a Facundo Quiroga, caudillo de la provincia de La Rioja, en el noreste argentino. El
intento de Sarmiento era justamente mostrar a los caudillos como barbarie y como
un atraso a ser superado, citando como ejemplos a Facundo y Juan Manuel Rosas.

En el primer capítulo de la obra, Sarmiento hace una descripción


de los aspectos físicos y caracteres de la Argentina, sus ideas son similares a la de
los deterministas europeos de su época. La geografía era una disciplina que estaba
en proceso de formación, y los teóricos de esta época difundían la idea de la
relación del medio natural con el hombre, o sea, el ambiente hace al hombre. Una
de las primeras citas de la obra hace referencia a un texto de Alexander Von
Humboldt, considerado como uno de los padres de la geografía. La cita hace
referencia a la extensión de la pampa Argentina. [ii]

Basado en esta idea, Sarmiento construye toda una argumentación


de que el propio ambiente y la geografía Argentina son las responsables por el
atraso Argentino, basado en una idea determinista considera que el argentino no
tiene la “culpa” de ser un “bárbaro atrasado” ya que el propio ambiente en que vive
lo hace así.

Para Sarmiento, la pampa es un ambiente malísimo que conduce a


[iii]
la barbarie . A la vez considera que la poca civilización que hay en Argentina está
representada en la ciudad de Buenos Aires, y que es a partir de la capital porteña
que salen las luces que pueden llevar la evolución a Argentina. Lo cual era el
destino de Buenos Aires por estar situada en la desembocadura del Río de la Plata y
por eso, tener contacto directo con las luces de Europa. [iv]

Basado todavía en este concepto, construye una argumentación


sobre los llanos del norte argentino, pero con el intento claro de atacar el personaje
principal de la obra; Facundo Quiroga. Para Sarmiento, las llanuras preparan las
vías del despotismo, [v] en realidad, Facundo no tenía la culpa de ser un “déspota”,
pues es un hijo del los llanos, o mejor “el tigre de los llanos”, o sea, bárbaro e
incivilizado. La única solución sería la civilización de Buenos Aires, nada más. O sea,
ahí está presente la dicotomía ciudad y campo.

Sarmiento muchas veces hace comparaciones entre el interior


argentino, las estepas de Asia y el desierto de Arabia. Incluso hace referencia a
Hulboldt cuando el alemán habla de las estepas asiáticas, comparando las mismas
con el propio océano, o sea, el infinito. [vi] En su obra, Sarmiento al mencionar a
Hulboldt intenta hacer referencia a la propia pampa argentina.
Es una mentalidad típicamente arraigada a la europea. El concepto
de la barbarie, la del “otro” [vii] es una estructura de larga duración [viii]que está
presente en Europa, desde tiempos remotos. La figura que sintetiza el bárbaro para
los europeos, es la figura del tártaro mogol de las estepas asiáticas, desde los
tiempos del Imperio Romano (siglo V) ellos ya estaban en Europa representados
por la figura de los Hunos. Siglos después el Imperio Turco llega hasta las cercanías
de Viena, y “el peligro tártaro” fue una amenaza constante para el mundo europeo
cristiano de la Edad Media. Pero la terminología Tártaro al final se corrompió, y
pasó a ser usada para designar no solo a los mongoles, sino a cualquier pueblo que
no tenga “civilización”.

Sarmiento incluso hace referencia a Víctor Hugo, [ix] escritor


francés que en su obra Le Rhin, habla de los tártaros como:

“Hombres que no podrían combatir a pie; no


hace sino una sola persona con su caballo. Vive a caballo:
trata, compra y vende a caballo; bebe, come, duerme y
sueña a caballo”. [x]

Evidentemente Víctor Hugo también es un hombre que sufre


influencia de la larga duración, pues la mentalidad con relación a los tártaros
persiste en el siglo XIX europeo, incluso para algunos teóricos como el medievalista
Jacques Le Goff, hubo una larga Edad Media que dura hasta el siglo XIX. [xi] El autor
francés, utiliza el propio concepto de larga duración de Fernand Braudel para
explicar su tesis.

Para Sarmiento, estas palabras de Víctor Hugo parecen escritas en


la pampa, [xii] y de hecho ha encontrando su tártaro representado en la figura del
gaucho. Eso no es exclusividad solo de Sarmiento, varios viajeros europeos que
pasaron por Sudamérica en el siglo XIX hicieran esta comparación, sobre todo por
el hecho de que los gauchos estén la mayor parte de su tiempo arriba del caballo.
El francés Avé-Lallemant hizo un viaje por el sur de Brasil en el año 1858, y cuando
estuvo en la provincia brasileña de Rio Grande do Sul, llamo a los gauchos de la
región limítrofe con Argentina:

“…los tártaros del Río Uruguay.” [xiii]

Como positivista que era, Sarmiento creía que esos “gauchos


bárbaros” todavía podrían ser civilizados, para él los gauchos representaban una
fase a ser superada, hasta llego a caracterizar una supuesta “Edad Media
Argentina” encurtida en pleno siglo XIX. [xiv] Así que una vez más hago referencia a
la tesis de la larga edad media de Le Goff.

El gaucho cantor seria el mismo bardo, el vate, el trovador de la


Edad Media. El escenario argentino propuesto por Sarmiento en relación a la
disputa entre la ilustrada Buenos Aires y la pampa bárbara, sería como la disputa
entre las ciudades medievales y el feudalismo del campo. [xv] Ahí una vez más la
dicotomía ciudad y campo está presente.

Sarmiento encuentra en el poeta Echeverría, la figura del “bardo


argentino”, [xvi] aunque reconozca los meritos del poeta, lamenta que:

“el bardo volva su mirada al desierto y en la


inmensidad sin límites en que vaga el salvaje”[xvii]

Más adelante, una vez más la cuestión de la influencia del


ambiente sobre el hombre se hace presente al decir:

“¿Como no ha de ser poeta se presencia


estas escenas imponentes?” [xviii]

La referencia es sobre una poesía de Echeverría:

“ Gira en vano reconcentra

su inmensidad, y no encuentra

la vista en su vivo anhelo

do fijar su fugaz vuelo,

como el pá jaro en la mar.

Doquier, campo y heredades,

del ave y bruto guaridas;

doquier cielo y soledades

de Dios sólo conocidas,


que El sólo puede sondear” [xix]

Cabe resaltar todavía, que en esta época, predominaba la idea de


que la gran extensión territorial era un problema, y no un atractivo como se piensa
hoy en día. [xx] Muchos juzgan a Sarmiento por lo que dice al respecto de la
Patagonia, que para él debía pertenecer a Chile, pues toda esa grande extensión
territorial era como un encargo y no algo benéfico para la nación:

“He contribuido con mis escritos


aconsejando con tesón al gobierno chileno a dar aquel
paso... El gobierno argentino, engañado por una falsa gloria,
provoca una cuestión ociosa que no merece cambiar dos
notas, Para Buenos Aires tal posesión es inútil. Magallanes
pertenece a Chile y quizá toda la Patagonia... No se me
ocurre después de mis demostraciones, como se atreve el
gobierno de Buenos Aires a sostener ni mentar siquiera sus
derechos. Ni sombra ni pretexto de controversia les
queda” [xxi]

[]

"Es una guerra desértica, frígida e inútil. No


vale la pena gastar un barril de pólvora en su defensa. ¿Por
qué obstinarse en llevar adelante una ocupación
nominal?” [xxii]

Aunque sean declaraciones que suenen polémicas en los días


actuales, es necesario tener en cuenta todo el contexto de la época, para eso los
historiadores cuentan con los avances que la historiografía tuvo durante todo el
último siglo XX.

[]

2. Un análisis historiográfico del Facundo

Hemos discutido en este texto sobre el tipo de mentalidad vigente


en el siglo XIX, las ciencias por lo general todavía estaban en proceso de
consolidación, así como la disciplina de Historia. Denominar a Sarmiento de
historiador o no, es una discusión que puede rendir mucho. Pero, aunque
Sarmiento no haga parte del llamado grupo de los historiadores modernos, el puede
ser si un historiador, un “contador de historia” de su tiempo. Claro que la cuenta de
su manera.

Pero, no creo que las cosas cambiaran mucho hasta hoy, dentro de
lo que hoy es denominado; Historia académica, ya que muchos cuentan la historia
a su manera, yo voy más adelante todavía y pienso que todos los historiadores lo
hacen sin excepción.

Para Max Weber, el interés cognitivo del historiador sirve de guía


para su trabajo, y las ideas evaluativas que dominan su tiempo ejercen influencia
en este sentido. [xxiii] El gran historiador francés Marc Bloch decía que el historiador
no se aleja de sus pasiones. [xxiv]

Weber y Bloch hacen esos comentarios en sus obras sobre


historiografía en mediados del siglo XX, en una época en que la disciplina de
Historia ya estaba consolidada, estos comentarios reflejan la demanda de los
avanzos de la historiografía. Pero creo que esos comentarios también son
pertinentes a la obra de Sarmiento.

Sarmiento cuenta su historia a partir de una visión de un


unitarista, la intención era la de hacer una construcción de una historia para
combatir a los federalistas, representados en la obra por Facundo y Juan Manuel
Rosas. Una historia hecha por encomienda, algo muy típico de esta época.

Incluso hay referencias a antiguas obras monumentales de historia


estatal de su época, como por ejemplo a la obra Historie de Venice, del conde de
Daru, publicado entre 1819-1822. [xxv] El Conde de Daru, contemporáneo de
Sarmiento, fue un estadista francés a servicio de Napoleón. Su obra es concebida
justo en el momento de la expansión territorial de la Francia
Napoleónica. [xxvi] Venecia estaba justo bajo dominio francés, así que hubo una
demanda por escribir una Historia de Venecia para servir a los intereses de
Napoleón. Sarmiento hace referencia a esta obra comentando la conspiración de
Tiepolo en 1300, revuelta que fue sofocada por la aristocracia veneciana. Así que
hace una comparación entre el consejo aristócrata veneciano y Rosas. Enfatizando
que en Venecia hubo un consejo para tomar el poder, pero en Argentina el poder
estaba en las manos de solo un hombre, Rosas. Ósea, en este caso Venecia
representaba la forma civilizada de gobierno, mientras que la Argentina de Rosas
representaba el “gobierno de la barbarie”.

También hace referencia a la obra Histoire de l'Empire Ottomande


Alix, una obra que se sitúa en el mismo contexto de la obra del Conde Daru. Alix
también fué un hombre a servicio de Napoleón, [xxvii] así que “su historia de Imperio
Otomano” responde a la demanda de la expansión napoleónica rumbo al oriente,
donde ya dominaba el Egipto y partes de la Siria, que hasta entonces eran
provincias del Imperio Otomano.

Se nota que las obras comentadas anteriormente (incluso la de


Sarmiento) hacen parte de un contexto en que la Historia dominante era la de los
“grandes héroes” y de los “gloriosos estados nacionales” de la época.

Comento acá una casualidad que ocurrió conmigo que tiene mucho
que ver con este tema. Justo esos días prendí la televisión y estaba pasando la
película Troya, justo en este momento había una escena donde hay un dialogo
entre Aquiles y el rey Agamenón.

Aquiles (interpretado por el actor Brad Pitt) reclama más meritos


para sus soldados, así que el rey Agamenón contesta que eso no tiene importancia,
ya que la historia quien escribí son los reyes y no los soldados o las personas
comunes.

Ese tipo de Historia sigue dominante hasta los días de hoy, basta
caminar por las calles de Buenos Aires y mirar todos los “héroes” homenajeados
con nombres de calles como Roca, Rivadavia, Mitre, entre otros más.

Pero, en la década de los veinte arrancó un movimiento


historiográfico revisionista, que más tarde paso a ser denominado de la nueva
historia. Los orígenes remontan a 1929, en el momento de la la fundación de la
revista Annales por los franceses Marc Bloch y Lucien Febvre, mientras ellos
enseñaban en la Universidad de Estrasburgo. Con un nuevo tipo de abordaje,
apoyado por otras ciencias humanas como la sociología, la antropología y la
geografía, buscaban un análisis que rechazaba el énfasis predominante en la
política, la diplomacia y los “grandes héroes”, como era predominante entre los
historiadores del siglo XIX.
Desde entonces la historiografía he pasado por muchos avances,
agregando varios nuevos abordajes. Para Le Goff, todo documento es un
monumento y consecuentemente, puede ser encarado como pasible de crítica.

De esta forma, la obra de Sarmiento puede ser encarada como un


testimonio histórico del siglo XIX argentino. Según los nuevos abordajes de la
historiografía, por la documentación oficial también es posible extraer la historia
“del otro”, la historia de los de abajo. Pensando de este modo, el Facundo es una
obra importante para que se pueda comprender un poco más del pasado argentino.
Pues, hasta de forma indirecta, ahí están registrados varios hechos de la historia de
los gauchos, de los indígenas y de los negros de Argentina.

El tema de los negros en Argentina es algo que hasta hoy es como


un tabú. Hay varias explicaciones vagas sobre el tema, y todavía hay mucho que
avanzar al respecto de este tema. Por el hecho de que por mucho tiempo los
negros no han sido considerados agentes históricos, pocos registros quedan de la
cultura Afro-Argentina. Pero, en la obra de Sarmiento quedan algunos registros de
los negros de Buenos Aires; aunque de forma indirecta, menciona su forma de
organización en torno a Rosas. [xxviii]

El hecho del apoyo de los batallones negros a Rosas durante el


cerco de Lavalle a Buenos Aires irrito profundamente a Sarmiento, aunque denuncia
que son excelentes e incorruptibles soldados, cuenta que:

“…felizmente las guerras han exterminado


gran parte de esta populación de raza salvaje”.[xxix]

Sarmiento también hace referencia al general negro Lorenzo


Barcala, pero relazándole buenas referencias por el hecho de ser unitario. [xxx]Así
como también hay en el Facundo varias referencias a la poesía y a la música
popular de los gauchos.

De hecho no solo el Facundo, sino toda la obra de Sarmiento,


puede ser fuente histórica para los historiadores revisionistas, apoyados en los
nuevos abordajes metodológicos que los avances de la historiografía ofrecen.

4. Conclusión
En esta época del bicentenario Argentino, el Facundo suena más
actual que nunca, de hecho la dicotomía civilización y barbarie todavía sigue
presente. Además de las apariencias, la Argentina no es un País europeo aislado de
la “barbarie latino-americana”. Muchos problemas del siglo XIX persisten en el país
hoy.

Claro que la situación ahora es mucho más compleja que en el


siglo XIX, no se puede trasladar y aplicar la dicotomía de Sarmiento para los días
de hoy sin tomar en cuenta toda la complejidad de la historia argentina en el siglo
XX.

Con la reciente crisis del campo, ¿dónde estaba la elite? Justo en el


campo, ósea, en la zona de la barbarie. Y los “barbaros”, “los cabecitas negras”
están justo en el conurbado de Buenos Aires.

El mito de la Argentina europea consiste simplemente en negar la


existencia de la otra Argentina, ósea, una Argentina mestiza e indígena. Es solo
caminar por las calles de Buenos Aires y darse cuenta de este hecho, no hay que
adentrarse al interior del país para percibirlo.

Eso tampoco es exclusividad de Argentina, al contrario de lo que


muchos piensan, Brasil también es un país demasiado racista, el antiguo proyecto
de europeización pensado por los positivistas del siglo XIX tampoco logro su
objetivo, ya que la herencia de la esclavitud negra es un hecho imposible de ser
borrado de la Historia y del presente del país. Los “bárbaros” todavía siguen
“perturbando” el orden. En Argentina hemos visto eso en la crisis de 2001, en Brasil
eso siempre pasa, como por ejemplo, cuando los “bárbaros” de las villas de Rio de
Janeiro bajan a la zona sur rica de la ciudad.

La obra de Sarmiento es importante para que las nuevas


generaciones de estudiantes la tomen como ejemplo para virar la historia a lo
opuesto. Eso no solo a nivel académico, hay que tener una conciencia general al
respecto, porque la historia no es únicamente un monopolio de los historiadores.
Hay que criticar la Historia-Monumento que esta puesta para nosotros, hay que
saber el porqué de los homenajes a los “héroes de la nación” que están por ahí en
nuestras calles. Es importante separar la memoria y la Historia propiamente dicha.
Por fin, ¿Que es lo que hay que conmemorar en este bicentenario?
Eso es una importante cuestión a ser pensada…

También podría gustarte