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Creciendo Como Dios Quiere

El documento habla sobre la importancia de echar raíces profundas en Dios para tener estabilidad espiritual. Compara a una persona con un árbol, diciendo que así como un árbol necesita raíces profundas para soportar tormentas, una persona necesita raíces espirituales profundas en Dios para soportar las adversidades de la vida. Luego recomienda varias formas de echar esas raíces, como leer la Biblia, pasar tiempo en oración con Dios, aplicar su Palabra en la vida diaria, pedirle

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Creciendo Como Dios Quiere

El documento habla sobre la importancia de echar raíces profundas en Dios para tener estabilidad espiritual. Compara a una persona con un árbol, diciendo que así como un árbol necesita raíces profundas para soportar tormentas, una persona necesita raíces espirituales profundas en Dios para soportar las adversidades de la vida. Luego recomienda varias formas de echar esas raíces, como leer la Biblia, pasar tiempo en oración con Dios, aplicar su Palabra en la vida diaria, pedirle

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Creciendo como Dios quiere

El ejemplo de un árbol plantado junto a corrientes de aguas

Salmos 1:1-3
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.

¿Cuál es la parte más importante de un árbol?... ¿serán sus hojas?...¿serán sus ramas o sus frutos?

La parte más importante de un árbol es sin duda sus raíces. Es aquí donde el árbol se alimenta y absorbe todos sus nu-
trientes y por supuesto el agua que es la que le produce su crecimiento.

¿Sabían ustedes que entre mas profundas son las raíces más estabilidad tendrá un árbol?... y no sólo eso sino que tam-
bién se alimenta mejor ya que entre más profundas sus raíces sean más agua obtendrá

Un árbol es en lo externo lo que en interno de sus raíces. Una persona es en lo externo lo que es en lo interno también.

Cuando vemos un árbol que es fuerte y que puede permanecer ante los vientos y tormentas es solamente porque sus
raíces son sanas y profundas.
¿Cómo están las raíces en tu vida? ¿Qué cosas tenemos arraigadas en nuestro corazón?

Mateo 5:6
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

¿De que tenés hambre?... ¿De que estás sediento? .


Si nuestras raíces espirituales son superficiales y de pura apariencia seguro que no podremos soportar las adversidades y
las tormentas de la vida y pronto caeremos con la más mínima cosa que venga a nuestra vida.

Por eso Dios trabaja sanando las parte mas interna del hombre y luego lo recomponiendo lo externo.

Salmo 103:3-5
El es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;
El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;
El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila.

¿Cómo podemos echar raíces profundas en nuestra vida espiritual?


Vamos a ver algunos puntos que nos brindarán la posibilidad de que nuestras vidas estén cimentadas en Dios, como ár-
bol plantado junto a corrientes de aguas.

 1. Teniendo la Biblia como guía espiritual


Salmo 119:92-98
Si tu ley no hubiese sido mi delicia,
Ya en mi aflicción hubiera perecido.
Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos,
Porque con ellos me has vivificado.
Tuyo soy yo, sálvame,
Porque he buscado tus mandamientos.
Los impíos me han aguardado para destruirme;
Mas yo consideraré tus testimonios.
A toda perfección he visto fin;
Amplio sobremanera es tu mandamiento.
¡Oh, cuánto amo yo tu ley!
Todo el día es ella mi meditación.
Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos,
Porque siempre están conmigo.

Dedicando tiempo a su estudio, lectura y meditación, ayudará a conocer el corazón de Dios. Si no nos afirmamos en Su
Palabra seremos débiles ante las adversidades en este mundo

 2. Teniendo intimidad con Dios, un tiempo a solas con El; pues El nos quiere hablar.
Mateo 6:6
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo
secreto te recompensará en público.

Debemos tomarnos tiempo con Dios para crecer y echar raíces profundas en nuestra relación con Él.

 3. Transformando nuestra vida con la Palabra de Dios. Recuerda que no sólo es leer sino aplicarla en todas las áreas
de nuestra vida.

Lucas 6:46-49
¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?
Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante.
Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una
inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca.
Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río
dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa.

 4. Pidiendo a Dios revelación de su voluntad para nuestra vida.


Santiago 1:5
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le se-
rá dada.

 5. No dejando de Congregarme, activamente siendo parte de la visión de Dios (una familia, un cuerpo).
Hebreos 10:23-25
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;
no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que
aquel día se acerca.

Dios esta dispuesto a darnos el alimento y los nutrientes necesarios para que nuestra vida espiritual produzca raíces pro-
fundas capaces de soportar cualquier adversidad.

Pero hay que ser sabios y saber que para crecer hay que sacar todo aquello que impida el crecimiento.
Pedile a Dios que te revele a la luz de su Palabra, que cosas, hábitos o pecados están obstruyendo tu crecimiento, y pedi-
le perdón y apartate para que crezcas y tu vida sea útil en el Reino de Dios.

Jeremías 17:7,6
Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene
el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.

Un árbol plantado al lado de una fuente inagotable de agua no se marchita por el calor o durante una sequía. Si somos
personas que tenemos raices fuertes en Dios, nuestra fortaleza provendrá de una fuente inagotable... nuestro Padre Ce-
lestial, el Dios Todopoderoso

Para finalizar, recordemos el Salmo inicial, donde estaba la promesa de Dios


Salmos 1:1-3
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.
Por supuesto, el hombre y el árbol son muy dispares, pero la frondosidad de un árbol plantado al lado de un lugar donde
hay mucha agua recordó al salmista la prosperidad espiritual del hombre cuyo “deleite está en la ley de Jehová”.
Si nos deleitamos en la ley de Dios, nuestros días pueden llegar a ser como los de un árbol, dando siempre fruto y fir-
mes a pesar de toda circunstancia, porque Dios es quien nos sustenta. Amen!

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