LA LEGUA DESTINA LA VIDA
Resumen
En este trabajo presentaremos un resumen de lo
que el libro de Proverbios enseña acerca del uso
de la lengua. Nos proponemos a demostrar la
cuestión de que las palabras que pronunciamos
pueden ser alabadas o pueden conducirnos a
recibir severas advertencias en este libro
sapiencial.
El material agrupa los dichos proverbiales
acerca de la lengua de acuerdo al concepto que
denota el pasaje, indicando si la misma es una
exaltación o una promesa, cuando dicha
expresión esté en el contexto de un aspecto
positivo, o una advertencia cuando revele un
aspecto negativo.
El propósito de este documento es el que
reflexionemos acerca de lo que Dios espera de
las palabras que salgan de nuestra boca, que
conozcamos la voluntad de Dios sobre el uso de
uno de los órganos que más usamos durante
nuestra vida, La Lengua.
Que la gloria y honra sea para nuestro Dios.
Introducción
La muerte y la vida están en poder de la
lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.
(Pro 18:21)
No cabe duda que los creyentes nos destacamos
en contar en nuestros testimonios personales
nuestros éxitos. Dichos testimonios están llenos
de vívidas descripciones de como por medio de
la gracia del Señor estamos ganando batallas a
la infidelidad conyugal, a la borrachera, a la
dependencia de las drogas, a la fornicación, a la
ira, al orgullo, etc.
Sin embargo, descuidamos un aspecto muy
importante, nuestra lengua. (Nunca he
escuchado una batalla ganada por un creyente al
chisme o a la mentira compulsiva) Ya sea de
manera voluntaria e involuntaria pasamos por
alto las advertencias y las bendiciones del uso
adecuado o inadecuado de la lengua. Es por eso
que cuando las cosas van mal, olvidamos las
consecuencias de una lengua iracunda, o
cuando pasamos por una situación
comprometedora, olvidamos las advertencias de
La Palabra de Dios acerca de la lengua
mentirosa; a veces también, cuando tendemos a
hablar sobre los problemas de tal o cual
hermano, no percibimos la delgada línea que
hay entre la verdadera preocupación o la
calumnia mal intencionada y nuestra lengua nos
impulsa a cruzar descuidadamente esa línea.
Y es que la usamos de una manera tan
negligente e inconsciente que incluso
olvidamos muchas veces pedir perdón por
nuestros pecados de lengua. Se nos olvida que
delante de Dios es tan importante lo que se dice
como la forma de decirlo, ya que ambas
representan lo que el corazón tiene guardado en
ese momento.
El Libro de Proverbios contiene ricos dichos
acerca del uso correcto de la lengua y alaba a
la persona que usa sabia y prudentemente tan
indomable miembro, al mismo tiempo que tiene
fuertes advertencias para los imprudentes y
necios que hacen de la lengua un arma filosa
que puede herir y lastimar a las personas más
cercanas y queridas por nosotros.
La buena lengua
La lengua del sabio
Al menos dos veces en la traducción Reina
Valera 60 (RV60), se hace referencia a la
lengua del sabio; la palabra sabio es traducida
del hebreo kjácám (?????), el cual significa
astuto, avisado, excelente, experto, hábil,
maestro, perito, prudente, saber.[1]
Ambos pasajes son un contraste entre la lengua
o dichos de las personas sabias con respecto
al hombre de palabras hirientes y la lengua del
hombre necio y están el contexto de proverbios
generales o para todos según el bosquejo
sugerido por el maestro John MacArthur. De
este grupo de proverbios MacArthur comenta:
"La sección contiene trescientos setenta y cinco
proverbios individuales de Salomón. No están
en un orden evidente, con un agrupamiento por
tema solo ocasional, y a menudo están sin
contexto para indicar su aplicación. Se basan
en el conocimiento inspirado por parte de
Salomón de La Ley y Los Profetas. Dichos
proverbios están expresados en paralelo, es
decir, proverbios de dos líneas, mayormente
contrastes u opuestos (antitéticos)."[2]
"Hay hombres cuyas palabras son como golpes
de espada; Mas la lengua de los sabios
es medicina." (Pro 12:18)
En este pasaje el contraste está entre palabras
cortantes que son proferidas bruscamente y las
palabras reflexivas del sabio que traen salud y
consuelo.
"La lengua de los sabios adornará la
sabiduría; Mas la boca de los necios hablará
sandeces.
(Pro 15:2)
El hablar de la persona prudente y sabia expresa
las verdades de una manera que es bálsamo para
el oyente, sin embrago, la persona descrita
como necia (Hebreo Kisil, fatuo, insensato,
bobo) [3]no solo habla con insensatez, sino que
está ansioso de decir tonterías.
La Lengua del Justo
La Palabra justo en este pasaje es del
hebreo tsaddíc (???????) que se refiere a una
persona recta y derecha en su proceder.
"Plata escogida es la lengua del justo; Mas el
corazón de los impíos es como nada."
(Pro 10:20)
En este pasaje, el paralelismo se emplea para
denotar que lengua y corazón están vinculadas
y son inseparables; al mismo tiempo señala que
como la plata escogida, la palabra del justo es
escasa, preciosa y valiosa.
La lengua apacible y discreta
Los siguientes proverbios están dentro del
grupo de proverbios generales de Salomón y
también está basado en contrastes y paralelos
(ver apartado I)
"La lengua apacible es árbol de vida; Mas la
perversidad de ella es quebrantamiento de
espíritu. " (Pro 15:4)
Lengua apacible se refiere a una lengua que
dice palabras que son medicina, salud,
salvación y/o curación; el contraste evidente es
que las palabras vertidas por la persona
perversa resultan en quebrantamiento y tristeza.
"El que guarda su boca y su lengua,
Su alma guarda de angustias." (Pro 21:23)
Guardar es una acción propia de la persona
prudente, la cual muchas veces observa o
medita bien sus palabras antes de decirlas. La
garantía de La Palabra de Dios es que haciendo
esto nos podemos salvar de angustias
innecesarias.
La Lengua en la mujer virtuosa
El libro de proverbios pone en relieve el
contraste de la lengua de dos tipos de mujeres,
la mujer ajena y la mujer virtuosa; el proverbio
relacionado con la mujer virtuosa pertenece al
grupo de proverbios personales del rey Lemuel,
que al parecer, fueron los consejos que su
madre le dio desde la juventud.
"Abre su boca con sabiduría, Y la ley de
clemencia está en su lengua." (Pro 31:26)
La Ley de clemencia es un sinónimo de La
Palabra de Dios, en la lengua de la mujer
virtuosa, los consejos divinos ocupan un lugar
esencial en sus expresiones.
La mala lengua
En este grupo de proverbios, nos encontramos
con una serie de advertencias acerca de la mala
lengua (la lengua mentirosa, intrigosa, perversa,
chismosa, etc.) expresadas en contrastes. A
diferencia de los proverbios que usaban de,
aparte del contraste, el paralelismo, en los
siguientes el paralelismo casi no es utilizado en
este grupo de proverbios (Con excepción de
17:20 y 26:28). En los contrastes que vemos
aquí, se remarca las consecuencias y/o el
camino final de las personas cuya lengua es
perversa, mala, chismosa, mentirosa y
aduladora.
La lengua mentirosa
El hombre por lo general es un mentiroso
compulsivo, los creyentes también mentimos y
pasamos por alto las advertencias de La Palabra
de Dios sobre las consecuencias y el destino de
la lengua mentirosa. La lengua mentirosa es la
que mas referencia tiene en el libro de
proverbios; Vemos en los siguientes pasajes
amonestaciones severas a las cuales debemos
poner especial atención. Estos versículos están
también en el grupo de los proverbios generales
atribuidos a Salomón y uno de ellos, el 26:28,
cuya recopilación se le atribuye a Ezequías.
"El labio veraz permanecerá para siempre;
Mas la lengua mentirosa sólo por un
momento". (Pro 12:19)
Es evidente que la mentira es algo que no
permanece, y la verdad es revelada y perdura.
El mentiroso se expone a la vergüenza cuando
su mentira, mas temprano que tarde, es
expuesta.
"El malo está atento al labio inicuo; Y el
mentiroso escucha la lengua detractora." (Pro
17:4)
La gente mala y mentirosa no prestan atención a
las cosas dignas, verdaderas, justas, honestas,
virtuosas, amables y puras (como
lo demanda Filipenses 4:8), mas bien sus oídos
están listos para escuchar y verter calumnias y
cosas vanas.
"Amontonar tesoros con lengua mentirosa es
aliento fugaz de aquellos que buscan la
muerte."
(Pro 21:6)
"Esta pequeña sección (21:5 – 7) tratan de los
males de las ganancias mal adquiridas: 1)
rápidamente (V. 5), 2) Engañosamente (V.6) y
violentamente (V.7)"[4]. La adquisición de
riquezas a base de engaños es una esperanza
fugaz, breve y puede resultar en un camino
corto hacia la muerte.
"La lengua falsa atormenta al que ha
lastimado, Y la boca lisonjera hace
resbalar." (Pro 26:28)
Es el único proverbio de este grupo que usa el
paralelismo, la lengua falsa y la boca lisonjera
(aduladora), este proverbio pone de relieve
como una persona puede ser fuente de desdicha
y tormento para otras personas, principalmente
a seres cercanos o familiar
"Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las
manos derramadoras de sangre inocente," (Pro
6:17)
Esta es parte de la lista de las cosas que a Dios
le resultan repugnantes y pone en relieve la
severidad con la que Dios trata la mentira;
incluso, en la expresión, está al nivel de las
"manos derramadoras de sangre", la mentira es
un asunto muy serio a los ojos de Dios.
La Lengua perversa
Siempre dentro del contexto de los proverbios
generales, es decir, para todo el mundo,
atribuidos a Salomón, encontramos este que nos
expone el destino de la lengua del perverso y la
boca del justo:
"La boca del justo producirá sabiduría; Mas la
lengua perversa será cortada." (Pro 10:31)
La lengua perversa será desarraigada,
rechazada, expuesta a la vergüenza y hasta
callada.
La lengua alborotadora
Dentro de las enseñanzas proverbiales de
Salomón para la generalidad de la gente, se
hace mención a las personas que con su lengua
causan enredos, intrigas y alborotos en el lugar
donde estén, por ejemplo, familia, iglesia,
trabajo, escuela, colegio, etc.
"El perverso de corazón nunca hallará el bien,
Y el que revuelve con su lengua caerá en el
mal." (Pro 17:20)
Este versículo está en paralelo también, la
persona perversa el que revuelve con su lengua
se vinculan entre si y son lo mismo. Como
podemos ver, ese tipo de personas nunca
hallarán el bien, mas bien, caerán presas de la
calamidad, de la adversidad y aflicción.
La lengua chismosa
El chisme es considerado como un aspecto
cultural de los habitantes latinoamericanos, es
parte de su idiosincrasia y prácticamente
aceptada con un dejo de comicidad, pero la
Palabra de Dios condena abiertamente y nos
advierte del cuidado de confiar cosas a las
personas que practican el chisme como
un deporte.
"El que anda en chismes descubre el secreto;
No te entremetas, pues, con el suelto de
lengua." (Pro 20:19)
La advertencia y de paso el consejo es evidente
y sencillo; la advertencia: la persona que es
chismosa revelará con seguridad cualquier cosa
que le confíes; el consejo: evítalas.
La lengua aduladora
Uno de los peligros mas difícil de percibir es el
de la adulación. Y es que como el pecado nos
condiciones a la autosuficiencia y al
excesivo amor propio, pensamos que la
adulación son expresiones de admiración ajena
que nos merecemos, y por lo tanto las
apreciamos mas que las amonestaciones.
Dentro de los proverbios salomónicos
compilados por Ezequías, encontramos éste:
"El que reprende al hombre, hallará después
mayor gracia Que el que lisonjea con la
lengua." (Pro 28:23)
La Palabra de Dios nos revela que la persona
que reprende y amonesta con amor, es de mas
honra que las persona que solo se dedica a
adularnos.
La lengua de la mujer extraña
Contrario a la lengua de la mujer virtuosa, la
mujer extraña, la cual se refiere a la mujer
ajena, o con marido, o desposada, seduce a los
jóvenes con su lengua aduladora y sensual.
El pasaje está en el contexto de dar sabiduría al
joven para evitar ser seducido por las palabras
blandas de la lengua de dicha mujer.
"Porque el mandamiento es lámpara, y
la enseñanza es luz, Y camino de vida las
reprensiones que te instruyen, Para que te
guarden de la mala mujer, De la blandura de la
lengua de la mujer extraña." (Pro 6:23-24)
"La instrucción paterna en la sabiduría es
crucial para fortalecer a la persona contra la
intensa atracción del pecado sexual. Al amar la
verdad y elevarse en sabiduría, los hombres no
quedan seducidos por mentirosas adulaciones"
[5]
Conclusiones
1. La única fuente confiable para las
advertencias y alabanzas por el uso de la
lengua es La Palabra de Dios.
2. Debemos dar la importancia de vida a
nuestra lengua y poner especial atención en
las advertencias y destino de las personas que
la usan de manera destructiva, y en las
promesas que la Palabra de Dios otorga por el
uso de la lengua para sanar, consolar,
amonestar y sobre todo, glorificar el nombre
del Señor.