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l3%ca/ct la C',/Vac"
En Buenos Aires, a los días del mes de de 2019, se reúnen
los miembros de la Sala "A", la Dra. Laura A. Guzmán (Vocal Titular de la Segunda
Nominación), el Dr. Rubén A. Marchevsky (Vocal Titular de la Tercera Nominación), a
.
fin de resolver el expediente N° 28.259-1, caratulada "TRANS-SAURO S A. s/ recurso
de apelación"
La Dra. Guzmán dijo:
1.- Que a fs. 23/53 se interpone recurso de apelación
contra la resolución suscripta por la Jefa (Reemplazante) de la División Revisión y
Recursos de la Dirección Regional Mar del Plata de la AFIP-DGI, de fecha 28 de
septiembre de 2006, a través de la cual se determinó de oficio la obligación tributaria
de la recurrente en el impuesto a las ganancias por los períodos fiscales 2002 a 2004,
con más los intereses resarcitorios y se aplicó multa en los términos del artículos 45 de
la ley 11.683.
En primer lugar efectúa una descripción de los
antecedentes administrativos señalando que su parte tomó conocimiento de las
actuaciones que se llevaban en forma casual con posterioridad al dictado de la
resolución apelada y por haber sido entregada una copia de la misma por parte del
actual ocupante del domicilio sito en la calle Nasser 2150 de la ciudad de Mar del Plata,
Provincia de Buenos Aires, en el cual la firma no posee oficina alguna, ya que se trata
de un galpón.
En función de lo anteriormente descripto plantea la
nulidad de la resolución apelada por considerar que existieron graves irregularidades
en la notificación de cada uno de los actos que debieron haber sido comunicados con el
objeto de asegurar la debida contradicción que debe existir en el procedimiento
administrativo.
Señala que en el domicilio en donde se habrían efectuado
las notificaciones, si bien es el domicilio fiscal, no existen oficinas ni instalaciones de
ningún tipo y se encuentra deshabitado pero que constituía el lugar de explotación
/comercial al momento de la inscripción en los impuestos nacionales.
Agrega que el estado de ocupación del inmueble pudo ser
corroborado en las pocas ocasiones que los inspectores intervinientes concurrieron a él,
en oportunidad en que dejaron constancia de no haber encontrado a persona alguna.
Puntualiza que los inspectores intervinientes debieron
haber extremado las medidas necesarias tendientes a obtener una notificación
fehaciente, máxime si se tiene en cuenta que como surge de las actuaciones
administrativos, esta parte habría constituido un domicilio alternativo en la calle 1 de
mayo 3550 de la ciudad de Mar del Plata.
Sostiene que en todo momento los agentes intervinientes
tuvieron a su alcance otras alternativas a efectos de llevar adelante las notificaciones,
dando así debida intervención a su parte y asegurando el ejercicio del derecho de
defensa.
Enfatiza que la circunstancia de no haber modificado su
domicilio fiscal puede constituir una infracción a un deber formal pero no puede ser
fundamento para que el ente fiscal actúe en desmedro de su derecho de defensa.
Asimismo, entiende que la AFIP-DGI tuvo la obligación en
atención al procedimiento establecido por la Resolución General N° 301 -que dispone
expresamente que sin perjuicio de la constatación fehaciente que se pueda efectuar, se
presumirá que el domicilio denunciado es inexistente cuando al menos dos
notificaciones cursadas al mismo, sean devueltas- de impugnar el domicilio fiscal
denunciado, intimándolo a que regularice su situación y rectifique el domicilio
denunciado dentro de los diez días hábiles administrativos.
En otro orden de ideas, entiende que el medio de
notificación establecido en el artículo 100, inciso b) de la ley 11.683 no constituye un
medio de notificación fehaciente. Específicamente, considera que dichas a
notificaciones resultan aplicables las disposiciones del decreto reglamentario de la ley
de procedimientos administrativos, en virtud de lo dispuesto en el artículo 116 del
precitado cuerpo legal.
Cita doctrina y jurisprudencia que ha entendido que en los
casos de notificación conforme el artículo 100 inciso b) de la ley 11.683, el carácter
fehaciente del acta no puede más que acreditar, en todo caso, el hecho de haberse
puesto el sobre cerrado contendiendo copia de la resolución en la puerta del domicilio,
pero no acredita que el destinatario de la comunicación la haya recibido y ninguna
disposición de la ley autoriza a dar por decaído el derecho de un contribuyente por el
transcurso de un plazo del que no haya podido enterarse.
Finalmente, asegura que el alcance que pretende darse por
parte de los funcionarios intervinientes a las diligencias practicadas, de conformidad
con el inciso b) del artículo 100 de la ley 11.683, es totalmente exorbitante e implica
una clara afectación del derecho de defensa.
Por último, plantea la nulidad de la resolución apelada por
ausencia de causa y motivación y que no se encuentra precedido por el dictamen
jurídico previo.
Destaca que ha tomado vista de todas las actuaciones con
fecha 1 de noviembre de 2006, extrayendo copia de las mismas, las que a ese
momento finalizaban a fs. 113, sin que se haya podido constatar la existencia del
mentado dictamen.
En relación al fondo de la cuestión, se agravia que el Fisco
Nacional haya reconstruido la materia imponible sobre la base de presunciones, cuando
la firma cuenta con todos sus registros contables y la documentación de respaldo
pertinente, que hubiera sido puesta a disposición si se hubieran practicado las
notificaciones en forma fehaciente.
Puntualiza que en el presente caso se ha recurrido
directamente a la determinación sobre base presunta sin extremar las medidas
necesarias tendientes a requerir en forma fehaciente los elementos que oportunamente
hubiera podido presentar esta parte, situación que quedará de manifiesto con la
producción de la prueba pericia¡ ofrecida en esta instancia.
Argumenta que el ente fiscal tomó, a los fines de calcular
los montos imponibles, el importe total de los débitos fiscales de IVA convertidos a la
alícuota del 21%, para así determinar los ingresos netos, a los que luego les aplicó
índices promedio para calcular los resultados netos de cada ejercicio.
Por ello, alega que la presunción a la que arribó,
consistente en suponer que los importes netos que surgen de las declaraciones juradas
de impuesto al valor agregado se corresponden con ingresos gravados es irrazonable y
carente de sentido, toda vez que no todos los importes consignados en las
declaraciones juradas se corresponden con resultados ordinarios derivados de la
actividad sino que se produjeron ventas de camiones afectados a la explotación, esto
es, bienes de uso amortizables que arrojaron resultados extraordinarios que no pueden
ser igualados en su tratamiento, a los ingresos netos obtenidos como consecuencia del
desarrollo de la actividad de transporte de carga.
Describe que los importes correspondientes a esas ventas
debieron ser discriminados por la inspección en tanto y en cuanto los mismos se
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encuentran sujetos a la alícuota del 10,5% y no a la del 21%, como se aplicó a los
fines del cálculo.
Sostiene que el importe total de la venta no se encuentra
gravado por el impuesto a las ganancias sino que debe detraerse el costo neto de las
amortizaciones acumuladas, de tal modo que el procedimiento realizado desconoce la
verdadera operatoria de la empresa, siendo que los propios inspectores conocían a
ciencia cierta, conforme a la base de datos proporcionadas por el organismo la
existencia de bienes de uso.
Explica que sobre los ingresos netos que surgen de las
declaraciones juradas de impuesto al valor agregado aplicó índices calculados mediante
la utilización de indicios, pretendiendo presumir a partir de ellos los resultados netos
para cada ejercicio.
Destaca que la aplicación de índices, si bien admitida por el
artículo 18 de la ley 11.683 deber ser efectuada razonablemente y permitiendo al
contribuyente cotejar los conceptos que lo componen y que empresas fueron tenidas
en consideración.
Enfatiza que la empresa sólo conoce que para el período
2002 se tomaron índices en base a 28 casos de Tandil, 31 de la Agencia Sede N° 1 Mar
del Plata, 23 de Azul, 10 de Necochea y 52 de la Agencia Sede N° 2 de Mar del Plata y
si bien se toman promedios para Madariaga y Balcarce, no se indica el número de
casos tenidos en consideración.
Por otra parte para los períodos 2003 y 2004 el número de
casos es similar para cada jurisdicción.
Al respecto, especifica que se han incorporado promedios
correspondientes a zonas geográficas que nada tienen que ver con la operatoria de la
ciudad de Mar del Plata, toda vez que Necochea se encuentra influenciada por el puerto
de Quequen con empresas transportistas que mayormente transportan granos y
cereales; General Madariaga con el sector ganadero, dedicado al transporte de ganado
y Mar del Plata con transporte comercial y esencialmente productos de mar.
Considera aplicables los índices correspondientes a la
Agencia N° 2 de la ciudad de Mar del Plata por entender que ellos son los más
representativos dado que abarcan un universo mayor de contribuyentes, ubicado en
una misma zona geográfica (52 durante los períodos 2002 y 2003 y 56 durante el
período 2004).
Enfatiza que a la distorsión existente entre los índices
correspondientes a las distintas agencias, se suma la extraordinaria variación de un
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año a otro, pues pasa de un promedio de un 2% para el período fiscal 2002, a un 11%
para el período fiscal 2003 y un 12% para el período 2004, lo que arroja como
resultado un ajuste irrazonable, toda vez que la utilidad habría ascendido más de un
400% entre un período fiscal y otro, aun considerando las circunstancia económicas
vividas en el país.
Agrega que la determinación practicada tampoco ha tenido
en consideración ciertos elementos con los que el Fisco Nacional contaba aun cuando la
empresa no hubiera sido notificada de los requerimientos efectuados, como por
ejemplo las cargas sociales consignadas en las declaraciones juradas correspondientes
al Régimen Nacional de la Seguridad Social por todos los períodos verificados, así como
también las retenciones y percepciones sufridas, las que deberían ser detraídas como
pagos a cuenta del impuesto determinado.
Sostiene que el método utilizado por el ente fiscal resulta
violatorio del principio de capacidad contributiva, ya que agrava la situación de la
contribuyente haciéndola cargo de un tributo mayor al que le hubiera correspondido
conforme su capacidad contributiva, toda vez que se computan ingresos inexistentes y
se omite la imputación de retenciones y percepciones, aumentándose la rentabilidad
mediante el artificio de suponer que todas las empresas son iguales.
Con relación a los intereses entiende que los mismos son
exorbitantes. Sostiene que para el cálculo de intereses deberá respetarse el criterio
imperante en la doctrina y la jurisprudencia, a partir de la entrada en vigencia de la ley
23.928, que derogó todos los mecanismos de repotenciación de deudas, incluso
aquellos encubiertos tras tasas de interés como las que pretende aplicar el ente fiscal.
Solicita se aplique la tasa pasiva del Banco de la Nación
argentina, tanto en conceptos de intereses resarcitorios como punitorios.
En lo relativo a la sanción aplicada, peticiona que la misma
se deje sin efecto con sustento en que la determinación se practicó sobre la base de
presunciones y, si bien aquellas bien utilizadas podrían servir de sustento para la
cuantificación de la obligación tributaria no pueden extenderse sus conclusiones al
ámbito de los ilícitos tributarios.
Agrega que tampoco se configura el elemento subjetivo
requerido por la norma para la procedencia de la sanción.
Finalmente, cita jurisprudencia, ofrece prueba documental,
informativa y testimonial solicita que se revoque la resolución apelada en todas sus
partes, con costas al Fisco Nacional y hace reserva del caso federal.
II.- Que a fs. 102/116 la representación fiscal contesta el
traslado del recurso, solicita, por los argumentos de hecho y derecho que expone, se
confirme el acto apelado.
III.- Que a fs. 141 se clausura el período probatorio. A fs.
145 se elevan los autos a consideración de la Sala "A" y se ponen los autos para
alegar, no habiendo hecho uso del derecho acordado la actora y obrando a fs. 149/150
el alegato del Fisco Nacional. Finalmente, a fs. 152 se pasaron los autos a sentencia
IV.- Que en primer lugar corresponde expedirse respecto
del planteo de nulidad formulado por la recurrente con fundamento en que se habría
violado su derecho de defensa, toda vez que las notificaciones de los requerimientos, la
prevista, la vista y la notificación de la resolución apelada serían nulos en atención al
domicilio en que se efectuaron así como que las mismas fueron practicadas por un
medio de notificación no fehaciente.
V.- Que sobre el particular, cabe destacar que tanto la
orden de intervención con la que se inicia la inspección como los sucesivos
requerimientos, la prevista, la vista y la determinación apelada fueron notificados
conforme lo dispone el artículo 100 inciso b) (vide. fs. 5/6, 8/9, 48/51, 112/113 y fs.
117/118 del Cuerpo Impuesto a las Ganancias obrante en los antecedentes
administrativos de la presente causa). Dicho precepto dispone que "Las citaciones,
notificaciones, intimaciones de pago, etc., serán practicadas en cualesquiera de las
siguientes formas: b) Personalmente, por medio de un empleado de la
ADMINISTRACION FEDERAL DE INGRESOS PUBLICOS, quien dejará constancia en acta
de la diligencia practicada y del lugar, día y hora en que se efectuó, exigiendo la firma
del interesado. Si éste no supiere o no pudiera firmar, podrá hacerlo, a su ruego, un
testigo.
Si el destinatario no estuviese o se negare a firmar, dejará
¡gua/mente constancia de ello en acta. En días siguientes, no feriados, concurrirán al
domicilio del interesado DOS (2) funcionarios de la ADMINISTRACION FEDERAL DE
INGRESOS PUBLICOS para notificar/o. Si tampoco fuera hallado, dejarán resolución o
carta que deben entregar en sobre cerrado, a cualquier persona que se hallare en el
mismo, haciendo que la persona que lo reciba suscriba el acta.
Si no hubiere persona dispuesta a recibir la notificación o si el responsable se negare a
firmar, procederán a fijar en la puerta de su domicilio y en sobre cerrado el
instrumento de que se hace mención en el párrafo que antecede.
Las actas labradas por los empleados notificadores harán fe
mientras no se demuestre su falsedad...."
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Bajo ese contexto normativo y teniendo en consideración
las constancias obrantes en los antecedentes administrativos, sólo puede concluirse
que las notificaciones fueron efectuadas conforme a derecho. En efecto, se realizaron
en la forma prescripta, en el domicilio fiscal declarado por la propia empresa, el que -
por otra parte- no puede dejar de destacarse coincide con el legal confirmado por esta
última.
Asimismo, y en la misma dirección, vale señalar que la
propia normativa otorga a las actas de notificación carácter de instrumento público, por
lo que hacen fe mientras no se demuestre su falsedad, lo que no ha ocurrido en la
especie.
En cuanto a los agravios de la recurrente en el sentido que
habría constituido un domicilio alternativo en las presentes actuaciones (vide fs. 9 de
su recurso de apelación), cabe señalar que dicha situación no resulta ajustada a la
realidad, toda vez que el domicilio de la calle 10 de mayo 3550 de la ciudad de Mar del
Plata, Provincia de Buenos Aires, se encuentra listado en la base de datos del ente
recaudador como domicilio alternativo, no habiendo efectuado ninguna presentación la
recurrente a los fines de que el mencionado domicilio reemplace al domicilio fiscal
anteriormente constituido o que el mismo sea utilizado como constituido a los efectos
de la fiscalización llevada a cabo por la AFIP-DGI.
Tampoco es aplicable en el sub examine la Resolución
General (AFIP-DGI) 301/98 como pretende la recurrente, toda vez que aquella norma
refiere a un supuesto distinto al de autos, pues parte de la presunción de inexistencia
del domicilio denunciado por el contribuyente cuando las notificaciones cursadas al
mismo son devueltas y no cuando las notificaciones fueron efectuadas correctamente
de conformidad con lo dispuesto por el artículo 100 inciso b).
Finalmente, es menester destacar que tampoco resultan
aplicables en la especie los artículos 39 y sgtes. Del Decreto Reglamentario de la Ley
de Procedimientos Administrativos, toda vez que dentro del marco del procedimiento
tributario debe recurrirse a aquélla normativa en forma supletoria, situación que no se
da en este aspecto frente al específico régimen de notificación que contiene la ley
11.683.
VI.- Que en otro orden de ideas, y en relación al planteo
dirigido a obtener la nulidad por falta de dictamen jurídico, cabe adelantar que dicho
agravio debe ser rechazado. Ello por cuanto a fs. 122/125 del Cuerpo Impuesto a las
Ganancias obrante en los antecedentes administrativos acompañados a la presente
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causa obra agregado el Dictamen Jurídico pertinente, que fue emitido con fecha
26/9/2006.
VII.- Que finalmente, la recurrente articula la nulidad de la
resolución apelada por entender que la misma carecería de causa, por lo que concluye
se encuentran inmotivados.
A fin de definir la causa encontramos dos corrientes
doctrinarias, los subjetivistas y los objetivistas. Los primeros entienden que la causa
del acto administrativo está constituida por la "voluntad" del sujeto que emite el acto,
en tanto para los objetivistas aquella está formada por los antecedentes de hecho o de
derecho que en cada caso llevan a dictarlo. Nuestro legislador adscribió a ésta última
corriente, definiendo a la causa como "los antecedentes o circunstancias de hecho o de
derecho que en cada caso llevan a dictarlo", los que deben existir o concurrir en el
momento de su emisión como requisito de validez del mismo. Como señala
Hutchinson, "la apreciación que de tales circunstancias haga la autoridad
administrativa, puede afectar la validez de la decisión -por apartase de los hechos o el
derecho realmente aplicable- y también es susceptible de comprometerla con los vicios
de error y dolo" (conf. Hutchinson, Tomás; "Ley Nacional de Procedimientos
Administrativos", Ed. Astrea, T° 1, pag. 154).
En ese contexto, los argumentos del recurrente deben ser
rechazados toda vez que encuentran sustento en la discrepancia con las conclusiones a
las que arriba el ente fiscal para para determinar de oficio su obligación tributaria. Más,
preciso es señalar que los actos recurridos detallan los elementos de hecho y derecho
tenidos en cuenta con el Fisco Nacional y, en definitiva, su discrepancia con el
encuadre jurídico o la valoración de los hechos realizada, eventualmente puede o no
compartirse, lo que podrá dar lugar a la revocación del acto, pero no a su nulidad.
Por último, el acto expone las razones que llevaron al
organismo fiscal a efectuar la determinación de oficio apelada, por lo que no se
advierte la vulneración del derecho de defensa alegado.
En función de lo expuesto corresponde rechazar la
excepción de nulidad planteada por la actora, con costas.
VIII.- Que en relación con la cuestión de fondo que este
Tribunal está llamado a resolver, cabe señalar que el ajuste efectuado a la
contribuyente no se encuentra fundado en las presunciones legales contenidas en el
art. 18 de la ley 11.683, sino que el organismo fiscal recurrió a la medición indiciaria,
de conformidad con lo dispuesto en el primer y último párrafo del mencionado artículo.
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Al respecto, del informe de inspección obrante en los
antecedentes administrativos acompañados a la presente causa surge que el
contribuyente no presentó las declaraciones juradas del impuesto a las ganancias
respecto a los períodos fiscales 2002 a 2004 y, como consecuencia de ello, el
organismo recaudador con fecha 25 de julio de 2005 le comunicó el inicio de la
fiscalización.
A continuación, la inspección efectúa sendos
requerimientos solicitándole la documentación necesaria para llevar a cabo la
fiscalización, no dando la actora cumplimiento a los mismos.
Atentc dicha circunstancia, el organismo recaudador
procedió a efectuar la determinacióii dl impuesto a ingresar, tomando como base de
cálculo las ventas netas de la firma que surgen de las declaraciones juradas del
impuesto al valor agregado presentadas por la misma durante los períodos 01/02 a
12/04 ya que la firma cierra ejercicio en el mes de diciembre.
Agrega que sobre el monto de ventas neto
correspondientes al ejercicio comercial cerrado en el 2002, se aplicó un índice de
resultado neto sobre ventas del 2% para determinar la ganancia neta sujeta a
impuesto; sobre el monto de ventas neto correspondientes al ejercicio comercial
cerrado en el 2003, se aplicó un índice de resultado neto sobre ventas del ll% para
determinar la ganancia neta sujeto a impuesto y sobre el monto de ventas neto
correspondientes al ejercicio comercial cerrado en el año 2004, se aplicó un índice de
resultado neto sobre ventas del 12% para determinar la ganancia sujeta a impuesto
para ese año.
Los índices de actividad utilizados por el ente fiscal -dice-
surgen de las bases de datos obrantes en el organismo y se obtuvieron respecto de
todos los contribuyentes inscriptos en la Dirección Regional Mar del Plata bajo la misma
actividad (Dto. Azul, Balcarce, Agencia Sede NO 2, Agencia Sede N° 1, Dto. Necochea,
Dto. Tandil, Dto. Madariaga) las ventas netas gravadas y el resultado neto
correspondiente a los mismos períodos en que la firma fiscalizada. Posteriormente, se
sumaron ambos conceptos para obtener de su relación el índice promedio de
ventas/ resultado neto.
IX.- Que en ese contexto fáctico, corresponde examinar en
primer lugar si la metodología empleada por el organismo recaudador, se adaptó a la
preceptiva legal, aspecto cuestionado por la recurrente.
Cabe precisar que si bien la ley impone al contribuyente o
responsable la obligación de declarar la existencia y medida de su obligación tributaria,
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puede suceder que éste no lo haga o lo haga defectuosamente, ya sea por errores de
interpretación o por la realización de maniobras tendientes a eludir o evadir el tributo
correspondiente. Es por ello que el legislador previó el procedimiento de determinación
de oficio, que habilita a la administración fiscal a determinar la obligación tributaria en
forma cierta o directa o estimativa o presunta, cuando se verifiquen dos supuestos: a)
cuando no se hayan presentado declaraciones juradas o b) cuando las presentadas
resulten impugnadas. De allí que este procedimiento, como lo tiene dicho
reiteradamente la doctrina y la jurisprudencia, resulta excepcional y subsidiario,
pues deben darse alguna de aquéllas circunstancias para que el ente fiscal actúe.
De la misma manera, la ley tributaria establece un orden
cronológico que deberá seguir la administración, pues sólo podrá recurrir a la
estimación de la obligación tributaria sobre base presunta cuando no cuente con
elementos ciertos que le permitan conocer la existencia y magnitud de la materia
imponible. Ello conlleva que, en primer término, deberá agotar los medios que le
permitan reconstruir la materia imponible de modo directo y sólo podrá recurrir al
método indirecto o presuncional cuando no cuente "con pruebas lo suficientemente
representativas de la existencia y magnitud de la relación jurídica tributaria a través de
libros y demás documentación que lleve el contribuyente" (vid, esta Sala en su anterior
integración, entre muchos otros, "Cafiero y Pollio SA.", 28/6/2001). Como enseña el
Profesor Dm0 Jarach, "cualesquiera que sean las circunstancias que muevan a la
Dirección a determinar el impuesto -ausencia de declaración jurada o equivocación por
parte del contribuyente en sus declaraciones juradas-, la Dirección General
Impositiva ... debe, en primer término tratar de determinar el impuesto sobre bases
ciertas, o sea, sobre un conocimiento directo y cierto de todas las circunstancias de
hecho que la ley ha considerado relevantes para el nacimiento de la obligación
tributaria .... Puede ocurrir que falten elementos de juicio o que los que existan no sean
suficientes para que la Dirección General Impositiva -el fisco, en una palabra-
determine sobre bases ciertas. Solamente en este caso puede acudir, en nuestro
sistema legal, a una determinación sobre base presuntiva o, como dice la ley 11.683, a
una estimación presuntiva..." (Jarach, Dio, "Determinación Impositiva. Naturaleza,
Formas y Efectos", en "Estudios de Derecho Tributario", Ediciones Cima, 1998, pág.
219 y sgtes.).
Es decir que la ley estableció una metodología precisa a
seguir con el objeto de evitar decisiones alejadas de la realidad, en tanto que el
método indiciario permite fijar con "probabilidad" (más que con certeza) la existencia y
magnitud del hecho imponible. Para ello el legislador establece reglas de valoración o
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índices que serán empleados como signos objetivos de que su sola presencia sea
reveladora de la riqueza que está sometida a tributación. La utilización de estos índices
se traduce en un método de determinación indirecta, pues si bien no nos suministran
un conocimiento cierto de sus dimensiones, nos permiten "presumirlas".
Como con acierto explicara Sala B de este Tribunal en el
conocido precedente "Dadea, Marta Elisa", "debe advertirse que toda determinación
sobre base presunta, como modalidad subsidiaria de comprobación y valoración que se
acuerda al Fisco Nacional, debe reposar en ciertos indicios que, a los efectos
convictivos de la real magnitud de la materia gravada, requiere la concurrencia de una
serie de circunstancias correlativas y concordantes, que analizadas en una articulación
coherente, evidencien que el método guarda una razonable correspondencia con los
hechos económicos verificados" (22/12/83).
En la misma dirección, recientemente, la Sala y de la
Excma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal en la
causa "Diagnóstico por Imágenes SRL c/DGI s/recurso directo" de fecha 21/06/17
sostuvo que "Ja atribución del ente recaudador para proceder a la estimación de oficio
ha sido reconocida por la Corte Suprema de Justicia, 'sin perjuicio del derecho del
contribuyente para probar fehacientemente en juicio -como corresponde- los errores
que atribuye a la liquidación practicada por la autoridad administrativa (Fallos:
268:514; y sus citas en consid. 12; Fallos: 197:210; 205:31; 210:107)Ç y que si bien
ello no significaba edificar un criterio general que importe prescindir del procedimiento
de determinación sobre base cierta previsto en la ley, 'tampoco permiten descartar ab-
initio la aplicación de métodos ¡ndiciarios (en razón de calificarlos como meramente
subsidiarios), cuando su utilización viene justificada tanto por la naturaleza y
características de la explotación investigada, como por la necesidad de cumplir con el
propósito tenido en cuenta por el legislador para establecerlos. De ahí que, en todo
caso, su validez dependerá de que 'su uso guarde razonable correspondencia con los
restantes elementos de convicción colectados en la causa' (doc. Sala II del Fuero in re:
Verón, Teresa Argelia', del 13/4/93)" (conf. Sala 1 in rebus: "Beraja, Alberto David y
Dwed, José Roberto (TF 9904-1) c/ DGI", del 20/09/99, y sus citas; y "Candle SA -TFN
N° 13.855-1 c/ DGI" del 22/02/01, y sus citas).
Asimismo, "en algunos casos, las presunciones se
caracterizan por configurar bases alternativas de medición de riqueza que pueden no
guardar relación exacta con el impuesto en las que se aplican, respecto a las cuales -
cabría añadir- basta con que el contribuyente demuestre una realidad distinta a la
prevista como presupuesto para la proyección de aquellas, para que entonces carezca
1i
de sustento el criterio fiscal que las tuvo en cuenta para ajustar la materia imponible"
(conf. Sala 1 en causas: "Chieza SA ", del 23/04/98, "Beraja, Alberto David",, op. cit. y
"Candie SA", op. cit.).
"A partir de ello, la validez del método de ajuste de la
materia imponible seguido por la autoridad fiscal basado en la citada presunción legal,
conforme a las distintas previsiones de la disposición en estudio, dependerá de lo que
concreta y razonablemente resulte demostrado en cada situación particular (conf. Sala
1 in rebus: "Beraja, Alberto David", op. cit., y "Candie SA", op. cit.; esta Sala in re:
"Alberto A Anselmo y Ruben C Anselmo (TF 14.349-1) c/ DGI'Ç del 14/06/04)".
Ahora bien, teniendo en consideración cuanto se ha dicho
y, referido puntualmente a la metodología aplicada por el Fisco Nacional en el presente
caso, la misma indica dos aspectos: por un lado, la existencia de diferencia física de
inventarios de mercaderías, lo que se circunscribe al inventario físico de los
denominados bienes de cambio, en el ámbito contable y, por otro lado, que dicha
diferencia debe ser comprobada por el organismo. Ello implica partir de una definición
de inventario físico, entendiendo por tal el recuento detallado y determinado por
observación y comprobación con una lista de inventario, contando, midiendo y
pesando, normalmente mercaderías que se encuentran en existencia, es decir,
recuento material de los bienes que componen el stock de bienes, cuya toma y
medición no debería contener ningún mecanismo de ponderación que implique arribar
a un dato incierto. (conf. TFN Sala "B" Nueva Subgra SA de fecha 26/05/03),
X.- Que bajo tales pautas, y en lo que se refiere al método
empleado, la recurrente a lo largo de su recurso de apelación ha planteado su
disconformidad con el mismo por entender que durante los ejercicios verificados se
produjeron venta de camiones afectados a la explotación, es decir bienes de uso
amortizables, que arrojaron resultados extraordinarios que no pueden ser igualados en
su tratamiento con los ingresos obtenidos como consecuencia de su actividad.
Agrega que los importes correspondientes a esas ventas se
encontraban sujetos a una alícuota del 10,5 % y no a la del 21% como se aplicó a los
fines del cálculo.
Asimismo, sostiene que el importe total de la venta no se
encuentra gravado por el impuesto a las ganancias sino que debe detraerse el costo
neto de las amortizaciones acumuladas
Por otro lado, señala que la determinación de oficio
practicada tampoco habría tenido en cuenta ciertos elementos que obraban en poder
12
del organismo recaudador, tales como cargas sociales y retenciones y percepciones
sufridas, que deben ser detraídas como pagos a cuenta del impuesto determinado.
Finalmente, enfatiza que no resultan razonables los índices
aplicados por la fiscalización toda vez que su parte desconoce las características de la
explotación de las empresas similares, lo cual hace imposible la aplicación de índices.
XI.- Que ello así, corresponde considerar tanto los
elementos tenidos en cuenta por la apelada como los aportados por la recurrente en
esta instancia jurisdiccional a fin de corroborar sus dichos.
Sobre el particular, resulta sumamente esclarecedor el
informe pericia¡ obrante a fs. 135/140, en donde ambos peritos, si bien arriban a
ingresos netos similares a los tornados en cuenta por la inspección para realizar la
determinación de oficio sobre base presunta (vide. fs. 52/60 del Cuerpo Impuesto a las
ganancias, el cual forma parte de los antecedentes administrativos de la presente
causa y Anexo A del informe técnico), señalan que el Fisco Nacional habría omitido
computar como egresos los sueldos y jornales, compras de combustibles, neumáticos,
lubricantes y repuestos, la amortización de los bienes de uso así como también el
impuesto a los ingresos brutos, lo que trajo aparejado resultados de los ejercicios 2003
y 2004 en donde el contribuyente no solo no debía ingresar saldo alguno en concepto
de impuesto a las ganancias, sino que en los períodos en cuestión la actora contaba
con saldos a su favor en los períodos mencionados. (vide Anexo B del informe pericia¡
contable).
Asimismo, resulta de vital importancia el Punto 40 del
informe pericia¡ contable, en el que los expertos señalan que la cuantificación de los
índices promedios de empresas similares "...se presentarían como no comparables, por
las particularidades específicas de cada tipo de carga transportada, agravadas por la
diversidad que presenta el mercado de fletes en el país, considerando distancias, tipo
de carga, riesgos, estado de caminos, combustibles utilizado, etc, que no pueden
razonablemente ser utilizadas entre empresas, que desvirtúa la aplicación de
índices" (el destacado me pertenece), extremo que sella la suerte de la pretensión
fiscal.
Debe ponerse de relieve la fuerza de convicción que tiene
para la suscripta el informe pericia¡ contable, en el que ambos expertos concluyen
coincidentemente sobre los puntos propuestos. Conclusiones, por otra parte, que lucen
firmes y son consecuencia fundada de las reglas técnicas que mencionan.
XII.- Que es función de este Tribunal el ejercicio del control
jurisdiccional vinculado con el resultado probabilístico utilizado en la determinación
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apelada, a fin de evitar que se genere un apartamiento en la consideración lógica de la
información, por cuanto ello implicaría una verdadera mutación de la materia
imponible ajena a la definición legal del gravamen.
Es precisamente en ese terreno que, la metodología
empleada se muestra deficiente, como ha quedado demostrado con el informe pericia¡
presentado en autos, toda vez que no se advierte esa conjugación de elementos
concurrentes que permiten reflejar una verosímil situación frente al gravamen,
arrojando razonables dudas sobre la auténtica capacidad contributiva de la actora.
XIII.- Que finalmente no puedo dejar de hacer mención al
argumento esbozado por el representante fiscal en su alegato en el sentido que, al
haberse verificado la falta de presentación de las declaraciones juradas respecto a los
períodos fiscales en discusión, debería aceptar la determinación presuntiva y luego
tramitar la repetición del gravamen que pudiera haber ingresado en exceso en función
de la misma.
De aceptarse aquélla postura estaríamos frente a la
aplicación irrestricta del principio de 'so/ve et repete" para todas las vías recursivas
contra las determinaciones de oficio efectuadas por la AFIP-DGI, posición que resulta
contraria a los objetivos tenidos en mira por el legislador al otorgarle efecto suspensivo
al recurso de apelación ante este Tribunal, a efectos de garantizar la tutela efectiva del
derecho al acceso a la jurisdicción, al control judicial suficiente y a la tutela judicial
efectiva, consagrados en el artículo 18 de la Constitución Nacional y en el artículo 8 y
25 de la Convención Americana de Derechos Humanos, de rango constitucional (art.
75, inciso 22, CN).
Debe recordarse que conforme un importante sector de la
doctrina, aquélla prerrogativa encuentra sustento en el principio de legitimidad del acto
administrativo. Más, dicha presunción, como nos enseñara el Profesor Marienhoff no es
absoluta, sino que depende de que el acto sea perfecto, esto es, que sea válido y
eficaz, pues si no es válido, es decir si no ha nacido de acuerdo con las exigencias del
ordenamiento jurídico vigente, y tal ilegalidad surge del acto o queda acreditada, el
acto perderá su presunción de legitimidad con todas sus implicancias, incluso con la de
hacer posible la "suspensión" del mismo (vid. Marienhoff, Miguel S., Tratado de
Derecho Administrtivo, T° II, Edit. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2010, pág. 334 y
sgtes.
Y como no siempre la Administración cumple con las
garantías establecidas en favor de los administrados ni fundamenta en forma suficiente
sus actos, la legislación establece una igualación entre los actos legítimos e ilegítimos,
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igualación que es provisional "porque la carga de la impugnación del acto ilegítimo se
refiere al problema de la eficacia, de la obligatoriedad, al comportamiento que debe
adoptar el particular afectado si quiere evitar los efectos inmediatos del acto ... .el
particular necesita alegar la ¡legitimidad" (vid. Hutchinson, Tomás,"Ley Nacional de
Procedimientos Administrativos. Comentada, anotada y concordada con las normas
provinciales.,". Editorial Astrea, 1993.
Es decir que el contribuyente, de consuno con la legislación
imperante, no hizo más que recurrir a este Tribunal, mediante recurso con efecto
suspensivo del acto administrativo, en procura de su revisión.
XIV.- Que en mérito a lo expuesto, corresponde revocar la
resolución apelada, no correspondiendo por tanto el tratamiento de los restantes
agravios expuestos por el recurrente.
Las costas se imponen al Fisco Nacional.
El Dr. Marchevsky dijo:
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Que adhiere al voto que antecede.
Por ello, SE RESUELVE:
11) Rechazar la excepción de nulidad planteada por la
actora, con costas.
21) Revocar la resolución apelada. Con costas
.
Se deja constancia que la presente resolución se dicta con
el voto coincidente de dos vocales titulares de la Sala, por encontrarse vacante la
Vocalia de la 10 Nominación (art. 184 de la ley 11.683).
Regístrese, notifíquese, oportunamente devuélvase los
antecedentes administrativos y archívese.~
aura A. Guzmán
Vocal Vocal
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