Lucas
Capítulo 11
5 Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo (Jesú s, nuestro amigo), va a él a medianoche
y le dice: Amigo, préstame tres panes, (En la costumbre de ese día, toda una familia vivía junta en una
casa de una sola habitació n. A un lado de la casa, era una plataforma elevada donde todos dormían;
abajo en el suelo, estaban todos sus animales – una vaca, tal vez algunas ovejas y cabras, y así
sucesivamente. No había manera de que el hombre pudiera llegar a la puerta sin molestar a toda la
familia.) (Este es el peor momento para una visita.)
6 porque un amigo mío ha venido a mí de viaje (no era una emergencia), y no tengo que ponerle
delante;
7 y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niñ os
está n conmigo en cama; no puedo levantarme, y dá rtelos? Suponte que un amigo tuyo te viene a casa a
medianoche y te dice desde la puerta: «Oye, amigo: déjame tres panes; que un amigo mío ha llegado de
viaje a casa, y no tengo nada que darle de comer. " Y suponte que tú le dices desde dentro: « ¡Déjame en
paz, que ya he atrancado la puerta y tengo a los chicos conmigo en la cama! ¡No puedo ahora
levantarme a dá rtelos!» Te aseguro que, si no te levantas a dá rselos porque es tu amigo, acabará s por
levantarte y darle todo lo que sea si el otro sigue insistiendo y molestá ndote. Y por eso os digo Yo: Pedid
hasta que se os dé; buscad hasta encontrar; llamad hasta que se os abra la puerta. Porque el que sabe
pedir, acaba recibiendo; el que sabe buscar, acaba encontrando, y al que sabe llamar a la puerta, al fin se
le abre.
8 Os digo, que aunque no se levante a dá rselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se
levantará y le dará todo lo que necesite. (Jesú s es tu amigo de medianoche, É l no se duerme.) Sal. 121: 4
Atrevimiento, valentía y de falta de vergü enza en pedir al Señ or.
Este hombre no respondió por motivos de amistad sino por motivos de molestia.
9 Y yo os digo: Pedid, y se os dará ; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá . Esta no es la opinión de
alguien. Ésta es la voz de Dios encarnado hablando. Él no dice ‘no se atrevan a venir y tocar en la presencia
de Dios demandando cosas.’
Dios no dice: No vengan a interrumpir a Dios. Él conoce su necesidad. Él sabe lo que está pasando. Él no
necesita información de ustedes.
Ver Isa. 65: 24
10 Porque todo aquel (y esto te incluye a ti, amén) que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama,
se le abrirá .
(El sigue diciendo: No se avergüencen. Pidan) No teman pedir y ser agresivos en su petición y no
teman el golpear en la puerta del cielo. Ser persistentes en la oración. Ser constantes.
La próxima vez que ore, sea atrevido. La próxima vez que ore, lo cual debe ser en todo momento,
‘orad sin cesar’, no tenga vergüenza. La próxima vez que ore, vaya a la presencia de Dios dispuesto
a derramar su corazón.
La próxima vez que ore, pídale a Dios que escuche y vea y que no le dé la espalda a usted y que oiga
el clamor de su corazón.