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LA URSS

y la
contrarrevoución de terciopelo
Ludo Martens
Nota de EHK sobre la conversión
a libro digital para facilitar su estudio.
En el lateral de la izquierda aparecerán
los números de las páginas que
se corresponde con las del libro original.
El corte de página no es exacto,
porque no hemos querido cortar
ni palabras ni frases,
es simplemente una referencia.

Este trabajo ha sido convertido a libro digital


para el estudio e investigación
del pensamiento marxista.

Euskal Herriko Komunistak


http://www.abertzalekomunista.net

Cubierta: Liliane Pauwels


© Ludo Martens, 1995
© Sobre la presente edición:
EPO, 1995
Editorial Cultura Popular, 1995
ISBN 959-7047-02-0 Editorial Cultura Popular
EPO
20 A, calle Houzeau de Lehaie
1080 Bruselas
Bélgica
Fax: 32(0)3/218.46.04

Editorial Cultura Popular


La Habana, Cuba
ÍNDICE

Prólogo / 1
Septiembre 1987
¿Esperanza en el Este? / 7
Agosto 1989
Praga 1968-1989
Reflexiones antes de la tempestad / 32
Octubre 1990
Post-scriptum
¿Estaban al lado de la “revolución” ...? / 55
Mayo 1990
Budapest 1956
La contrarrevolución armada / 61
Julio 1990
Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara / 93 Enero 1990
La Unión Soviética al borde del abismo / 123
Enero 1991
La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil / 165
Marzo 1991
Dos puntos de ruptura / 243
Septiembre 1991
La Unión Soviética estalla. Bush dirige el baile / 249
Una catástrofe alucinante / 269
Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin / 288
Prólogo

Prólogo

Esta obra trata de los acontecimientos que se han producido en los


dominios ideológico y político en Europa del este y en la Unión Soviética a lo
largo de los años 1986-1990. La degradación política, sobrevenida a partir de
1956, ha desencadenado, como consecuencia, una subversión progresiva de
la base económica del socialismo.
Como toda crisis de importancia mundial, la caída del socialismo en la
Unión Soviética ha puesto en evidencia ciertas verdades que estuvieron
mucho tiempo en la sombra o en la semioscuridad. La confusión ideológica y
política, intensificada y ampliada a lo largo de los 35 años transcurridos, ha
desanimado y paralizado a más de un revolucionario y ha arrojado a bastantes
en brazos del orden establecido. Actualmente, vemos claramente el
desenlance del nuevo rumbo emprendido en los años 50 por Nikita Jruschov:
la restauración del capitalismo no es ya una hipótesis o un espectro sino una
realidad innegable. En el mundo entero, comunistas y revolucionarios,
siguiendo los razonamientos de la dirección soviética, han recorrido los
meandros de la denuncia de “los crímenes stalinistas”, de “la profundización
de la democracia socialista” y de “la aplicación creadora del marxismo a las
nuevas realidades”, para desembocar, hoy en día, en el gran océano del
capitalismo mundial. A la luz de este fracaso estrepitoso, se puede observar,
con una nueva mirada, el camino recorrido, y barrenar las tácticas, las
maniobras y las encantadoras palabras que han acompañado su viaje.
2

El capitalismo salvaje proclama a todos los vientos que será desde ahora el
único en escribir la historia. Para liberarse del abrazo asfixiante de este
liberalismo triunfante, será necesario, de entrada, volver sobre las cuestiones
esenciales de la ideología y de la política marxistas.
Es difícil imaginar una propaganda apologética más burda que las
disertaciones norteamericanas sobre “el fin de la historia”. La “gran victoria”,
que acaba de conseguir Occidente, no hace más que agudizar sus
contradicciones internas y agravar la desestabilización a nivel mundial. En
efecto, esta "victoria histórica” se acompaña de un refuerzo de la opresión
Prólogo

intolerable al Tercer Mundo, de un resurgimiento de las luchas entre


potencias imperialistas y de una grave amenaza de problemas políticos,
sociales y de guerras civiles en Europa del este y en la Unión Soviética. ¿El fin
de la historia? ¿Y si solamente fuera el comienzo del combate realmente
mundial donde el imperialismo, con su diversidad de tecnologías de punta al
servicio de una barbarie inigualada, deberá enfrentarse a toda la humanidad
civilizada, que más que nunca, aspira a la paz, la independencia, el progreso
social, la democracia popular y el socialismo?
El clamor de victoria del liberalismo sobre el marxismo no es más que una
burda propaganda. Porque el capitalismo mundial de ningún modo ha vencido
al marxismo, solo ha puesto sobre el tapete estructuras caducas que no tenían
ya de socialistas más que la etiqueta.
En Europa del este y en la Unión Soviética, hemos asistido, de 1989 a 1990,
a la derrota histórica del revisionismo. Los adeptos a esta corriente que, a lo
largo de 35 años, han liquidado todos los principios marxista-leninistas para
resucitar los valores y las ideas burguesas, acaban sencillamente de vivir un
paso crucial en el crecimiento: la clase burguesa adolescente acaba de
alcanzar la edad adulta. Hoy en día, salta a la vista que el revisionismo en el
seno del movimiento marxista representa completamente a la burguesía.
El capitalismo mundial ha ganado indiscutiblemente una batalla contra el
pueblo trabajador de los países exsocialistas, pero era un pueblo sin defensa,
al que una dirección desviada había despojado de sus armas. El marxismo-
leninismo no ha sido vencido en las “revoluciones de terciopelo”, por la simple
razón de que no estaba comprometido en esas disputas.
3

Para comprender, desde un punto de vista materialista y desde un punto


de vista de clase, el significado real de los acontecimientos en el Este, hará
falta volver al marxismo. Y de un análisis marxista-leninista de la catástrofe de
terciopelo, los hombres del mundo entero que luchan contra la opresión y la
explotación, podrán extraer una confianza renovada en el futuro.
En el momento en que los reformadores se disponen a organizar unos
fastuosos funerales, felices de poder desembarazarse al fin de Lenin, los
comunistas del mundo entero pueden recuperar un lenguaje común. La
reflexión y el intercambio de puntos de vista sobre las causas ideológicas y
políticas de la muerte del “socialismo real”, toman ahora toda su importancia.
En los cinco continentes, los comunistas han caminado por rutas paralelas,
separados por un bosque de divergencias hasta el punto de perderse de vista:
de Filipinas a Perú, algunos no juraban más que por Mao Zedong; de Benin al
Brasil, otros se inspiraban solo en Enver Hoxha; de Vietnam a Cuba, pasando
Prólogo

por Palestina y África del Sur, había quienes se ceñían a las enseñanzas de
Leonid llich Brezhnev. El gran derrumbe en el Este, que ha revelado un
oportunismo de una fuerza destructora insospechada, puede contribuir a
allanar numerosas divergencias de antaño.
En esta obra, hemos querido exponer tanto la coherencia de un
pensamiento revolucionario como la evolución de nuestras reflexiones.
La coherencia no se hallará más que en el combate multiforme, a nivel
mundial, contra el imperialismo, ese estadio supremo de la barbarie
tecnológica. El derrumbamiento en el Este prueba que de cara a un adversario
tan potente e implacable, el socialismo no se mantendrá más que como
dictadura de los trabajadores contra los explotadores y no se desarrollará más
que continuando con la lucha de clases contra los antiguos y nuevos
burgueses. Para preservar su ideal, vitalidad y pujanza, el socialismo debe ser
generoso, ponerse al servicio de la revolución nacional y democrática,
antimperialista y antifeudal en el Tercer Mundo, y ahí encontrará su reserva
más importante y sir futuro. El socialismo no debe oponerse a la amenaza de
degradación interna y derrotar la subversión exterior más que situándose del
lado de las fuerzas anticapitalistas y revolucionarias de los países
industrializados, y así mantendrá el recuerdo constante de lo que una
eventual restauración implica para los trabajadores.
4

La evolución de la reflexión halla su interés en que las bases ideológicas y


políticas de la Unión Soviética han sido sacudidas a lo largo de los años 1986-
1991 por temblores sucesivos que es necesario explicitar. Por esta razón cada
capítulo comienza con la fecha de los acontecimientos que se relatan.
El libro se abre con las esperanzas que la nueva política de Gorbachov
suscitó en 1985-1987 —relativa a la renovación del movimiento comunista—,
después del invierno brezhneviano.
La primera parte comienza con una revaluación de la Primavera de Praga
de 1968, ese lejano preludio de la revolución de terciopelo.
Prosigue con la descripción del restablecimiento integral del capitalismo,
cuyo estreno ha sido representado en Polonia y Hungría. La victoria de la
contrarrevolución pacífica en este último país nos conduce a echar una nueva
ojeada sobre la lucha de clases y la represión en Hungría en los años 1945-
1953, y durante y después de la insurrección armada de Budapest en 1956.
Los violentos enfrentamientos políticos que han trastocado a Rumania,
hacia finales de 1989 y comienzos de 1990, permiten profundizar en el análisis
de los mecanismos de la lucha de clases bajo el socialismo.
En su segunda parte, la obra aborda el hundimiento del socialismo en la
Prólogo

Unión Soviética. A finales de 1989, se impone la conclusión de que dos años


de glasnost han empujado a la Unión Soviética al borde del precipicio. En
nombre del antistalinismo, todas las concepciones socialistas son desechadas,
y, en nombre de los valores universales, la ideología liberal hace su
reaparición. En el momento en que los nacionalismos burgueses se
desencadenan y amenazan a la Unión Soviética con estallar, el país se acerca
a Occidente y orquesta, en prueba de sus buenas intenciones, golpes de
Estado de factura liberal en Europa del este.
Ya a comienzos de 1991, el XXVIII Congreso del PCUS aparece como el de la
ruptura y el de la restauración del capitalismo. La glasnost ha preparado las
mentes para el capitalismo, trastornando todas las concepciones políticas. Así,
el XXVIII Congreso ha podido transmutar al Partido Comunista en Partido
Socialdemócrata y transformar las estructuras políticas soviéticas según el
modelo occidental. La crisis política y económica se ha convertido en
inextricable, agravada aún más por la guerra entre la burguesía liberal
prooccidental, alrededor de Eltsin y Landsbergis, de un lado, y los partidarios
de una economía capitalista mixta y de un poder central fuerte, alrededor de
Gorbachov, por el otro. La política exterior se inserta cada vez más claramente
en la lógica del capitalismo mundial.

Bruselas, 6 de abril de 1991.


Ludo Martens
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

El 25 de octubre de 1987 en el mundo entero festejaron el 70 aniversario


de la revolución soviética. Ninguna fecha en la historia de los cinco
continentes es comparable a esta, que determinó la destrucción del poder
secular de las clases explotadoras, de los terratenientes y de los grandes
capitalistas, y el nacimiento del poder de los obreros y de los campesinos
pobres, en un gran país euroasiático. Abriendo la vía al socialismo en el viejo
continente, la revolución soviética tendió un puente hacia el movimiento de
liberación de las colonias: las provincias asiáticas de Rusia eran una parte del
Tercer Mundo, anexada por los zares. El 1º de octubre de 1949 la revolución
soviética encontró su prolongación en la revolución china, anunciadora de la
liberación del mundo colonizado.
Al inicio de la Revolución de Octubre, la producción industrial de la URSS
era despreciable. En la década del 80, un tercio de la población mundial
reclamó la vía para el desarrollo propuesta por Lenin, con la que la URSS logró
el 40% de la producción industrial mundial.
Sin embargo, contrariamente a las apariencias, ese 70 aniversario no fue
ocasión de retomar los tópicos sobre las victorias alcanzadas en las luchas
heroicas, sobre las traiciones abominables de diversos desviacionistas y sobre
el curso irreversible de la historia. Porque nos encontrábamos agredidos por
una multitud de impresiones extrañas y ambiguas, por una serie de cuestiones
y de interrogaciones sin respuestas.
8

Abrir un debate peligroso

Desde 1982, Reagan trasmitía sus visiones de pesadilla de esas manadas de


tanques soviéticos precipitándose hacia el Atlántico, de esa lluvia de SS-20
destrozando nuestras ciudades. Luego, el poder satánico de Brezhnev
desencadenaría el ataque final. Más tarde, Gorbachov se convirtió en la
estrella número uno de la Alemania del oeste, bastión tradicional del
anticomunismo integrista. Un extraño viento de simpatía por el comunismo
sopló por nuestras calles. Aterrorizada por el temor de una guerra nuclear en
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

Europa, la juventud se alegró de las temerarias proposiciones de paz que


Gorbachov lanzó sin respiro. Se hablaba de una Unión Soviética cerrada,
apagada, hosca y taciturna; después se abrieron ramilletes de opiniones
contradictorias, las discusiones proseguían con endiablado ritmo. Afganistán
era la prueba palpable de la naturaleza expansionista de los zares rojos;
Gorbachov trató de hacer comprender que la presencia de sus tropas en
Afganistán le molestaba y que pronto le pondría punto final. Entonces, ¿qué
ocurrió en la Unión Soviética? Nada. Y en el Este, ninguna novedad. Esto es lo
que pretendían ciertos expertos de la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN), para quienes toda esta película no era más que una campaña
de intoxicación, una estratagema para hacemos bajar la guardia. Gorbachov
modernizó el imperio comunista para hacerlo más enérgico en el ataque.
Pero también bastantes revolucionarios desconfiaron de la engañifa de la
transparencia. Gorbachov resultó un revisionista como los otros, y si bien el
discurso era más llorido y sigiloso, tanto la opresión interior como la expansión
exterior persistían. Es posible. Pero quedaban una serie de constataciones que
cuadraban mal con el análisis que el Partido Comunista Chino y el Partido del
Trabajo Albanés habían presentado —a lo largo de los años 60— de la
degradación en la URSS.
En resumen, sus posiciones fueron compartidas por una parte importante
de las fuerzas revolucionarias de todo el mundo.
9

En la Unión Soviética, el golpe de Estado de Jruschov significó la toma del


poder por una nueva gran burguesía, constituida por altos funcionarios del
partido y del Estado, que poseían, de hecho, los medios de producción y que
se apropiaban de la plusvalía generada por los trabajadores. El Estado
soviético era un capitalismo colectivo. El capitalismo de listado es el estadio
supremo de la concentración capitalista. La URSS sufría un régimen de
opresión generalizada y de socialfascismo. Aquellos que osaban critica r a la
nueva burguesía y reivindicar sus derechos democráticos eran acusados de
actividad antisoviética y subversiva.
El socialimperialismo había retomado la vieja política zarista de opresión
de las minorías nacionales y de expansión. Ejercía una dominación colonial en
Europa del este, Cuba, Vietnam y en otros países del Tercer Mundo. Ultima en
aparecer en la escena mundial, esta nueva potencia imperialista ponía sus
esperanzas en sus medios militares para hacerse de un lugar bajo el Sol, lo que
la volvió particularmente agresiva y peligrosa. El militarismo soviético
preparaba al pueblo para guerras de agresión por la dominación de Europa y
del mundo entero.
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

Por haber compartido este análisis durante 20 años y haberlo defendido


con obstinación, confesamos nuestra turbación ante ciertas observaciones.
Hubo un tiempo en el que Mao Zedong criticaba las reformas económicas
emprendidas por Jruschov, reformas que fueron retomadas y ampliadas por
Deng Xiaoping. Deng solía estallaren amenazas contra “la superpotencia más
pérfida”, a lo que Brezhnev respondía con una perorata contra “China, aliada
del imperialismo norteamericano y de toda la reacción mundial”. A finales de
los 80 la Unión Soviética y China se encaminaron hacia la reconciliación.
¿Quién se había confundido en el pasado, y en qué puntos? ¿Y quién se
confunde hoy?
De esa época, hemos compilado cientos de pruebas de la orientación
agresiva imputada a los ejércitos soviéticos. “Como resultado del empleo de
las armas nucleares” —escribía el coronel Tonkikh—, "se abrirán brechas en
las defensas antitanque que deberán ser explotadas por unidades y
subunidades atacando en un movimiento rápido de avance.” 1 Y había
mejores. Sin embargo, Gorbachov desmanteló sus SS-20, abandonó
Afganistán y aflojó las tuercas en Europa del este. ¿Cómo explicarlo?
10

Se hablaba de una implacable represión socialfascista bajo Brezhnev. Una


de las principales víctimas fue el académico Sajarov, quien se convirtió en
aliado y amigo de Gorbachov. Es como si Hassán II sacara a Abraham Serfaty
de la cárcel de Kenitra para hacerlo su confidente. ¿Quién podría
comprenderlo?
Estas constataciones conducen a la conclusión de que algunas de las
afirmaciones antes citadas se han convertido en insostenibles, porque son
falsas o porque son unilaterales. Pensábamos que la naturaleza de clase de la
Unión Soviética la condenaba a hundirse —empujada por una lógica interna
ciega— en la vía del militarismo y de la represión. Ahora bien, asistimos a
cambios de orientación bruscos, profundos y, para nosotros, completamente
inesperados. El Estado y el partido soviéticos son fenómenos más compl
icados de lo que habíamos supuesto. El que quiera servir al movimiento
revolucionario mundial, no puede aferrarse a viejas tesis que manifiestamente
no son suficientes para delimitar la complejidad de la realidad. Es preciso,
pues, restudiar la cuestión para hacer entrar en el tablero los cambios que
hemos visto producirse en la Unión Soviética.
Pero si a los ojos de algunos, nada significativo ha cambiado en la Unión

1 A V. Tonkikh: “Venciendo la defensa antitanque. Ministerio de Defensa, URSS”. Traducido en: Strategic

Review. Invierno de 1980, p. 83.


Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

Soviética, otros estiman que asistimos a un cambio total de gran significado


histórico para el futuro del socialismo. Gorbachov mostró el verdadero rostro
humano al comunismo. En el fondo, la Unión Soviética no ha dejado nunca de
ser socialista y todos los que han denigrado gravemente e insultado la patria
del socialismo deben entonar su mea culpa. Tras ese viraje rompedor hemos
visto a un amigo, antiguo luchador de la causa afgana, llorar de
remordimientos y pasarse al Partido Comunista Belga para hacer penitencia.
Es decir que el debate, convertido en ineludible, es peligroso. Es importante
sopesar bien los términos en que va a plantearse. Para no perdemos en una
huida antes inconsiderada, no equivocamos de batalla, y no aventuramos en
Siberia sin brújula, tratemos de resumir las lecciones de 70 años de luchas
revolucionar ias y de desviaciones oportunistas en la Unión Soviética.

Masacres imperialistas, quimeras “socialistas”

A finales del siglo XIX, el capitalismo europeo supo preservarse del ascenso
del movimiento obrero revolucionario, colonizando y explotando a Asía y
África. Los partidos socialistas apoyaron estas conquistas coloniales, de los
que Bernstein, el famoso reformista alemán, se hizo el apóstol. En 1914, estos
partidos secundaron a “sus” capitalistas nacionales que se lanzaron a una
guerra mundial criminal por un nuevo reparto de las colonias. En Rusia, los
mencheviques, esos hermanos de nuestros reformistas, respaldaron el
esfuerzo de guerra emprendido primero por el zarismo, y después de la
revolución de febrero de 1917, por la gran burguesía.
10

Cuando ya contaban con más de 2 000.000 de muertos en sus filas, los


obreros, los campesinos y los soldados derribaron —el 25 de octubre de
1917— el gobierno provisional con participación menchevique, y obtuvieron
así las dos condiciones para su supervivencia: el fin de la guerra criminal y la
entrega de la tierra a los campesinos. Desde el día siguiente —26 de octubre—
, los mencheviques y sus aliados denunciaron la “esclavitud” que traerían los
bolcheviques, es decir, los comunistas que rodeaban a Lenin...2
Para aplastar la primera república socialista del mundo, los reaccionarios
ingleses, franceses, japoneses y checoslovacos enviaron tropas de
intervención. Se apoyaban en las tropas zaristas reagrupadas alrededor de los
generales Kolchak, Denikin, Alexeiev. Esta fina flor de la reacción internacional
recibió la ayuda de todas las tendencias del pretendido “socialismo

2 Alexandre Kerenski: Rusia un giro en la historia. Ediciones Pión, p. 592.


Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

democrático”: Plejanov, los mencheviques, los socialistas revolucionarios, los


populistas. 3 Desde diciembre de 1917, los mencheviques estallaron en
amenazas contra “la dictadura bolchevique” sostenida sobre un “régimen
arbitrario, terrorista”. 4 No estando Rusia madura para el socialismo, los
mencheviques denunciaron una política “que es objetivamente reaccionaria”,
una política de “anarquismo campesino”. Los bolcheviques formaban —según
los términos de Vera Zasulich, célebre dirigente menchevique— una “nueva
autocracia” contra la cual Potresov, otro gran menchevique, llamaba a “una
intervención internacional.” 5

El socialismo en un solo pais

Tras la muerte de Lenin, el Partido Bolchevique, bajo la dirección de Slalin,


logró una tarea imposible. Desembarazando el país de los explotadores
capitalistas, en una situación de ruina total provocada por la guerra mundial y
las intervenciones extranjeras, los obreros y los campesinos llevaron a buen
término la industrialización de la Unión Soviética y la colectivización de su
agricultura.
12

Desde el siglo XVI, la acumulación de capital en Europa occidental se ha


obtenido mediante la expoliación desvergonzada de América Latina, de África
y de Asía. La Unión Soviética ha logrado su industrialización contando
únicamente con las fuerzas de sus obreros, campesinos y técnicos; en su gran
mayoría, el pueblo soviético ha aceptado sacrificios inauditos para sentar las
bases de una economía socialista independiente. El pueblo vivía en
condiciones extremadamente duras, pero hacía gala de un entusiasmo y de
una dedicación sin precedente en la historia: los trabajadores estaban
conscientes de que, por primera vez, trabajaban en la consecución de sus pr
opios intereses y no en el enriquecimiento de una clase explotadora.
En el campo, se ofrecían dos vías, se podía desarrollar la producción gracias
al surgimiento de una clase de campesinos ricos que disponían de medios de
producción privados, o bien se podía modernizar la agricultura mediante la
colectivización. No había elección: el desarrollo capitalista en el campo habría
sumergidoy barrido al poder socialista. Los campesinos ricos organizaron
numerosas insurrecciones contra el poder soviético; recibieron un apoyo

3 Ibidem, pp. 629-653.


4 Jane Bturbank Lo intelectualidad y la revolución. 1917-1922. Oxford Univ. Press 1986. p 13.
5 Ibidem, pp. 42 y 44.
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

multiforme de los imperialistas y de los reaccionarios zaristas. La resistencia


encarnizada de las clases explotadoras hizo que la colectivización fuera
compleja, penosa y costosa.
Además, los bolcheviques fueron obligados a realizar la industrialización y
la colectivización a un ritmo forzado. En 1931, frente al ascenso del fascismo,
José Stalin declaró que la Unión Soviética disponía de 10 años para alcanzar a
Europa occidental...
Evidentemente, se cometieron errores en lo que concierne a los ritmos y a
los métodos con los que ciertas transformaciones fueron introducidas. Pero,
¿podía haber sido realizada de otra manera una empresa tan gigantesca,
acometida por primera vez en la historia?
En Europa, los socialistas de derecha se complacían escribiendo artículos
rencorosos contra “las masacres de campesinos” y contra “la colectivización
por el terror”. Ponían mucho cuidado en no mencionar cómo toda la vieja
sociedad occidental se agitaba para suscitar y apoyar las insurrecciones de los
campesinos ricos.
Ya en 1917, Plejanov, el patriarca de los mencheviques, había mencionado
el hundimiento del régimen bolchevique, a causa de la imposibilidad de
introducir el socialismo en un país atrasado con mayoría campesina.6
13

Los socialistas de derecha en Europa habían retomado estas profecías.


Trotski añadía su voz a este coro. Ahora bien, a finales de los años 30, la tarea
estaba cumplida: la Unión Soviética había conseguido, esencialmente, su
industrialización socialista y podía enfrentarse a la agresión imperialista.

Frente al terror colonial y fascista

Los logros del primer país socialista en el curso de los años 1920- 1930 no
pueden ser estimados, en su justo valor, más que en comparación con el
desarrollo del mundo capitalista “avanzado”. Durante estos años, la Europa
"democrática" se alimentó en gran parte de la explotación sin freno de cientos
de millones de campesinos y obreros en las colonias. Trabajos forzados,
cultivos obligatorios, salarios de hambre y, para los que se rebelaban,
matanzas implacables. Ryckmans, el gobernador general del Congo Belga,
decía en 1946. “El nivel de vida de nuestros indígenas en las aldeas es inferior
al mínimo vital. S e ha alcanzado el límite.” 7 Los socialistas de derecha, tan

6 Ibidem. p. 36.
7 P. Ryckmans: Etapas e hitos, discurso del 5 de julio de 1946, pp. 205-206.
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

alertas para revelare) “terror" contra los campesinos ricos en la Unión


Soviética, se hacían los ciegos delante del terror realmente implacable que
sufrían pueblos enteros del Tercer Mundo. Que se comparen los duros
sacrificios consentidos por los trabajadores soviéticos para construir su propio
futuro socialista, con los sacrificios inhumanos impuestos por la fuerza bruta
a los campesinos y obreros africanos y asiáticos, para el solo provecho de las
potencias colonizadoras extranjeras. Que se compare la represión en la Unión
Soviética, ejercida por primera vez en la historia en interés de las masas
populares para someter a las clases explotadoras, con el terror impuesto a los
trabajadores del Tercer Mundo para enriquecer desmesuradamente al capital
financiero occidental
Ya a comienzos de 1933, los esfuerzos del partido y el pueblo de la Unión
Soviética se tensaron al máximo en el combate por la industrialización y la
defensa contra la amenaza fascista.
A medida que se aproximaban los vientos de la Segunda Guerra Mundial,
la actividad antisoviética de los reaccionarios y de los servicios secretos nazis
se intensificaba. En estas circunstancias, Stalin y la dirección del partido
organizaron una depuración, en el curso de la cual numerosos agentes
secretos y elementos antisoviéticos incorregibles fueron golpeados.
14

Pero, al mismo tiempo, millares de comunistas fueron injustamente


acusados y ejecutados. Los éxitos en la edificación, así como la confianza
inquebrantable de las masas más pobres en el Partido Comunista habían
creado un clima en el que era cada vez más difícil oponerse a las infracciones,
al centralismo democrático y a ciertas decisiones arbitrarias de las que Stalin
era culpable. De 1.966 delegados al XVII Congreso del Partido Bolchevique en
1934, se han contado 1.108 condenados y un gran número de ejecuciones.
Como cientos de otros, Eikhe, miembro suplente del Politburó, antes de ser
fusilado, declaró: “Moriré creyendo en la rectitud de la política del partido,
como lo he creído durante toda mi vida.”8 Stalin y los dirigentes del partido
estimaban que sus medidas extremas eran necesarias para mantener la
pureza y la firmeza del partido en previsión de batallas implacables contra los
nazis.
Todos los fanáticos del colonialismo y los partidarios del fascismo en
Europa se sirvieron, inmediatamente, de algunos errores del poder
bolchevique para tratar de minar la confianza de las masas en la causa
comunista. Pero no hay que olvidar que en la Unión Soviética, fueron los

8 Jean Elleinstein: Historia de la URSS. Tomo 2, pp. 218 y 221.


Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

comunistas, esencialmente, quienes han sido víctimas de los errores de otros


comunistas. El general Gorbatov, condenado a 15 años de prisión, sufrió la
deportación en Siberia. Liberado al comienzo de la guerra, se convirtió en uno
de los héroes del Ejército Rojo. 9 Sin las decenas de millares de Gorbatov,
víctimas de injusticias, pero fieles al ideal bolchevique, la Unión Soviética no
hubiese podido vencer al monstruo nazi.
Los errores cometidos por Stalin y la dirección no alteraron el carácter
revolucionario del partido, que cumplió de manera admirable sus deberes
históricos e internacionalistas durante la guerra antifascista.
Se puede añadir que la Unión Soviética tuvo un número ínfimo de traidores
entre sus cuadros. En la Europa occidental ocupada, los partidos de tendencia
católica y liberal vieron como el grueso de sus cuadros se unía a las
organizaciones fascistas o pactaba con Hitler. Numerosos dirigentes de los
partidos socialistas alemán, francés, belga, siguieron una política de calma
frente a los fascistas, para entrar, como consecuencia, comenzada la guerra,
en la colaboración. El presidente del Partido Socialista belga, Henri De Man,
saludó la llegada del ejército hitleriano en Bélgica como una “liberación”.10
Este hombre había denunciado, desde luego, en los términos más exaltados,
la represión stalinista como demencial...
15

Stalingrado, el símbolo

Desde junio de 1941 hasta el comienzo de 1943, la Unión Soviética soportó,


prácticamente sola, el peso de la guerra antihitleriana. El Ejército Rojo libró la
mayor parte de las batallas estratégicas que condujeron a la destrucción de
los ejércitos nazis. Al mismo tiempo, los partidos comunistas estuvieron en la
vanguardia de la resistencia armada antifascista, de China a Yugoslavia,
Albania y Grecia, Italia, Francia y Bélgica.
Los cuadros y los miembros del Partido Bolchevique hicieron gala de un
heroísmo y de una fidelidad a la causa comunista que provocaron la
admiración de los demócratas del mundo entero. El Ejército Rojo desempeñó
un papel esencial en la liquidación de las fuerzas fascistas en los países de
Europa del este y sus victoriosos combates facilitaron las luchas de los pueblos
chino, vietnamita y coreano por la liberación nacional y el socialismo. Así, la
Unión Soviética, con Stalin, contribuyó ampliamente —en las condiciones

9 Ibidem, p. 226.
10 Henri De Man: Después. Ediciones De la Toisón d’Or, p. 319.
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

históricas de la guerra antifascista—, a la consecución de la revolución


socialista en 11 países de Europa y Asía. Se trata de victorias reales, ganadas
en el curso de las más amargas batallas de clase, por cientos de millones de
hombres, bajo la dirección de los partidos comunistas. Victorias pagadas con
la sangre de 37.000.000 de muertos, solamente en la Unión Soviética, China,
Polonia y Yugoslavia.
Al final de la guerra, Stalin pudo decir con toda la razón: “Nuestra victoria
significa, ante todo, que es nuestro régimen social soviético el que ha
triunfado. Se sabe que la prensa extranjera ha afirmado que el régimen
soviético no era más que ‘un castillo de naipes’, sin raíces en la vida e impuesto
al pueblo por los órganos de la Cheka. La guerra ha mostrado que el régimen
social soviético es un régimen verdaderamente popular, salido de lo profundo
del pueblo y beneficiario de su potente apoyo. ¿Se puede afirmar que en
vísperas de la Segunda Guerra Mundial nuestro país disponía ya de un mínimo
de recursos materiales indispensables para satisfacer, en lo esencial, sus
necesidades? Pienso que sí. Había necesitado la ejecución de tres planes
quinquenales para preparar esta inmensa obra. Es forzoso reconocer que 13
años es un período excesivamente corto para realizar una obra tan inmensa.
¿A través de que política el Partido Comunista ha podido asegurar esos
recursos materiales a su país en un período tan reducido? De entrada, por
medio de la política soviética de la industrialización del país. En segundo lugar,
por medio de la política de colectivización agrícola. 11
16

¡Cuán lamentables aparecen —frente a las realizaciones de los


bolcheviques, dirigidos por Stalin— los análisis de antes de la guerra de un
Trotski denunciando el “papel cínicamente contrarrevolucionario” de la
Internacional Comunista y “su paso definitivo al lado del orden burgués”!12
Cuán repugnantes suenan los llamamientos de Trotski en 1938 a la
“sublevación” y “a la insurrección” contra “la pandilla bonapartista de
Stalin”;13 y cómo peca en ese análisis de mala fe y ceguera cuando escribe en
ese año: “El aparato político de Stalin no se distingue en nada del de los países
fascistas, sino por un frenesí mayor.”14 Cómo las profecías tomaron un tono
extravagante cuando predijo la derrota inevitable de la Unión Soviética en
caso de guerra con la Alemania nazi. Cuán risibles fueron las afirmaciones
según las cuales en el curso de la Segunda Guerra Mundial, “millones de

11 José Stalin: Obras. Ediciones NBE, tomo XVI, pp. 190; 193 y 195.
12 L Trotski: Programa de transición (1948). Folleto publicado en Francia, agosto de 1946, p. 6.
13 Ibidem, p. 33.
14 Ibidem, p. 32.
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

personas” ingresarían en la organización trotskista y que las internacionales


comunista y socialista se hundirían: “Su hundimiento será la condición
indispensable para un franco movimiento revolucionario dirigido por la IV
Internacional...”15
Continuando en esta línea, James Bumham, uno de los principales
colaboradores de Trotski, declaraba que Stalin y Hitler eran dos “dictadores
totalitarios” y que las masas soviéticas sufrirían “la explotación en provecho
de una nueva clase basada en la posesión de la economía por el Estado”. 16
Bumham se separó en 1940 de Trotski, para convertirse en un reputado
ideólogo del imperialismo norteamericano. Tras la victoria del Ejército Rojo,
en 1945, todo el odio de los fascistas y de la extrema derecha internacional se
concentró en la persona de Stalin. La nueva potencia imperialista dominante,
Estados Unidos, no encontraría en su política de hegemonía mundial más que
un solo adversario de talla: la Unión Soviética y el movimiento comunista
internacional. Frenéticamente, la máquina de propaganda estadounidense
denunciaba “el capitalismo de Estado soviético” y el “totalitarismo stalinista,
sucesor del totalitarismo hitleriano”. Y el principal ideólogo de la guerra fría,
así impulsada, era... James Bumham, el antiguo lugarteniente de Trotski.
17

La existencia misma de la Unión Soviética construyendo el socialismo en


los años 20 y 30 y la guerra antifascista que ella dirigió, fueron factores
determinantes para el desarrollo de la revolución nacional y democrática en
el Tercer Mundo.
Si consideramos las grandes fuerzas sociales actuando a escala mundial, en
el curso de la primera mitad del siglo XX; está claro que todas las fuerzas
revolucionarias debían mantenerse firmemente al lado de la Unión Soviética,
de Lenin y de Stalin, contra el mundo imperialista, del lado del movimiento
comunista internacional y contra las diferentes corrientes burguesas y
oportunistas. Pero es importante también que el movimiento saque lecciones
de los errores cometidos. Los comunistas deben atenerse a los principios y
osar criticar todos los errores, las faltas o, incluso, los crímenes que pueden
producirse en el seno del movimiento. Estas críticas, para ser revolucionarias,
deben reforzar la combatividad del movimiento comunista, mejorar los lazos
con las masas y hacer más sólida la unidad en la lucha. Criticando con coraje
lo que cree un error, un comunista no debe jamás alejarse de su deber
fundamental de solidaridad con los países socialistas, con el movimiento

15 I. Deutscher: Trotski, el profeta fuera de la ley. Ediciones 10-18, tomo VI, p. 568.
16 James Burnham: La era de los organizadores. Ediciones Calmann-Lévy, 1947, pp. 248 y 258.
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

comunista internacional y con los movimientos de liberación nacional.

El seudocomunismo

En un documento publicado en 1964 —“El seudocomunismo de


Jruschov”—, el Partido Comunista Chino esgrimía la tesis de que el golpe de
Estado de Jruschov en la Unión Soviética determinó la toma del poder por una
nueva burguesía. Es un documento que ha ejercido una fuerte influencia e n
el movimiento revolucionario mundial. Pero hoy podemos formular cuatro
observaciones al respecto.
De entrada, Jruschov se comportó como un plagiario, poco imaginativo, de
los viejos escritos incendiarios que mencheviques y trotskistas habían lanzado
contra los bolcheviques. Creó un cierto número de tesis confusas contra las
cuales, con toda razón, el Partido Chino llamaba a los principios formulados
por Marx y Lenin.
En la Unión Soviética, Jruschov convocó, en 1956, al XX Congreso del PCUS.
Allí presentó su informe secreto contra Stalin, un ataque que tomó por
sorpresa tanto a los dirigentes del partido soviético como a los de otros
partidos comunistas. Mezcló críticas justificadas de Stalin con ataques llenos
de odio e irresponsabilidad contra el conjunto de su obra. Allen Dulles,
entonces director de la CIA, no desperdició la ocasión: el informe de Jruschov
le proporcionó la materia prima de la campaña anticomunista más virulenta y
más eficaz emprendida jamás por su servicio. Hacer anticomunismo después
de 40 años es meritorio, pero ¡qué suerte ver toda una serie de sus
afirmaciones retomadas por el Papa del movimiento comunista internacional!
18

Jruschov pisó los talones a los chupatintas del Reader Digest, cuando acusó
a Stalin de “loco”, “perverso” y “déspota vertiginoso” e inventó ataques
grotescos del género: “Stalin diseñaba sus planes [durante la guerra]
utilizando un globo terrestre.”17
Recordemos también las dos ideas fundamentales de Jruschov que
expresan bien su aproximación oportunista a la realidad soviética: “Después
de haber asegurado la victoria total y definitiva del socialismo y el paso de la
sociedad a la construcción en grande del comunismo, la dictadura del
proletariado ha dejado de ser una necesidad en la URSS. El Estado, que ha
surgido como Estado de la dictadura del proletariado, se ha convertido en la

17 N. Jruschov: El informe secreto. Ediciones Sociales, p. 200.


Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

etapa actual en un Estado de todo el pueblo.”18 “El Partido Comunista, que se


ha formado como partido de la clase obrera, se ha convertido en el partido del
pueblo entero.”19
La ausencia de un estilo científico en Jruschov se expresó en su previsión
de que en 1980, la Unión Soviética “habrá construido, en grandes líneas, la
sociedad comunista (...), sociedad sin clases, supresión de las diferencias
esenciales entre la ciudad y el campo”. 20
En el seno del movimiento comunista internacional, Jruschov recomendó
la “transición pacífica” al socialismo, ofreció así municiones de primera calidad
a los Reformistas que, en Europa occidental, libraban desde 1917 una guerra
en toda regla contra los comunistas. Estimuló con mano dura las orientaciones
reformistas tomadas por ciertos partidos. “La clase obrera puede conquistar
una sólida mayoría en el Parlamento, transformarlo, de instrumento al
servicio de los intereses de la clase burguesa, en instrumento al servicio del
pueblo trabajador, desplegar ampliamente la lucha extraparlamentaria de las
masas, romper la resistencia de las fuerzas de la reacción y crear las
condiciones necesarias para la realización pacifica de la revolución
socialista.”21
Con el mismo espíritu, Jruschov se opuso, en general, a la lucha armada en
los países del Tercer Mundo e impulsó allí la escisión de las organizaciones
revolucionarias. Exigió que los otros partidos comunistas aceptaran su línea y,
principalmente, “las decisiones del XX Congreso”22 “La verdadera unidad de
los partidos comunistas no puede hacerse silenciando la línea viciosa de la
dirección albanesa.”23 Previo “una economía comunista mundial gestionada
por los trabajadores, siguiendo un plan único...” 24 Pero anuló todos los
acuerdos con China y Albania cuando estas rehusaron someterse.
19

Maticemos...

Hay que decir también que ciertas posiciones extravagantes de Jruschov

18 Hacia el comunismo. Recopilación de documentos de XXII Congreso del PCUS, Moscú, 1961, p. 585
19 Ibidem, p. 459.
20 Ibidem, pp. 546 y 211.
21 Ibidem, p. 517.
22 Ibidem, p. 144.
23 Ibidem; Kozlov: “Informe sobre los Estatutos al XXII Congreso”. P. 416.
24 Ibidem, p. 623.
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

fueron contrabalanceadas por otras afirmaciones que no reflejaban siempre


la práctica social del PCUS y que ciertas corrientes del partido las contestaron.
La negación de los méritos de Stalin por Jruschov ha levantado en la Unión
Soviética grandes controversias. En sus Memorias, publicadas en 1969, el
mariscal G. K. Zhukov, jefe del estado mayor general durante la guerra
antifascista, ofreció una descripción objetiva de los méritos históricos de Stalin
a la cabeza de los ejércitos soviéticos, sin por ello silenciar ciertos errores.25
La Unión Soviética, navegando bajo la bandera del “partido del pueblo
entero” y de “el Estado de todo el pueblo” debió, sin embargo, contra toda
lógica, librar amargas batallas contra las fuerzas hostiles interiores y
exteriores. De forma embrollada, se dirá que “el Estado del pueblo entero” se
enfrentó a luchas de clase exacerbadas... “En relación con este o aquel cambio
de la coyuntura interior o exterior, durante ciertos periodos, la lucha de clases
puede exacerbarse.”26
Después, tras haber causado grandes confusiones durante largos años,
buen número de las posiciones de Jruschov fueron abandonadas por el partido
soviético: las promesas quiméricas de un comunismo integral para el año 80,
el sueño de “la consolidación de la paz” gracias “al establecimiento de
relaciones de amistad permanente” con Estados Unidos.27
Y, finalmente, es preciso reconocer que el Partido Comunista Chino se ha
equivocado manifiestamente en buen número de sus críticas económicas
contra la línea del PCUS bajo la dirección de Jruschov. Los métodos de gestión
económica adoptados en el tiempo de Stalin han sido, ciertamente, muy
eficaces para consolidar las bases de una industria nacional independiente.
Pero, ¿acaso los mismos métodos eran convenientes para pasar de un
desarrollo extensivo a un desarrollo intensivo, basado en la integración
acelerada de las conquistas científicas y tecnológicas en la producción? El
documento chino dejaba de lado los problemas reales planteados por el PCUS:
el centralismo exagerado, los métodos administrativos para dirigir la
producción, el bajo nivel de productividad, de eficacia y de calidad. El texto
del Partido Comunista Chino criticaba erróneamente con relación a los
“estimulantes materiales”, cuya utilización complementaria en la educación
política preconizaron siempre Lenin y Stalin. También puede leerse: “Jruschov
ha saboteado la economía socialista planificada, aplicado el principio de
beneficio capitalista, desarrollado la libre competencia capitalista y destruido

25 O. Joukov: Memorias. Ediciones Fayard, 1970.


26 Ibidem, p. 499.
27 Informe al XX Congreso. 14 de febrero de 1956. Ediciones en Lenguas Extranjeras, Moscú, 1956, p. 35.
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

la propiedad socialista del pueblo entero.”28


20

Sin un análisis concreto de las dificultades reales de la URSS y de las


medidas propuestas, estas críticas son dogmáticas y están fuera de lugar. Se
tienen razones para creer que el alcance de la planificación en la Unión
Soviética era exagerado, que las lagunas en la gestión entrañaban pérdidas
injustificables y que la introducción de algunas formas de competencia
socialista entre las empresas hubiera ayudado a eliminar los productos de
mala calidad y desfasados.
El texto del Partido Comunista Chino contiene, además, esta posición
fundamental: “La línea adoptada por Jruschov es revisionista ciento por
ciento.” 29 Tal afirmación puede entrañar toda clase de exageraciones
izquierdistas, ya que no posibilita distinguir lo verdadero de lo falso en las
posiciones del PCUS.

Breve travesía en un largo invierno

Después vino el largo invierno bajo Brezhnev.


Arrogancia dominante en política exterior.
Con medios económicos mucho más débiles que los de Estados Unidos, la
Unión Soviética alcanzó la paridad militar con la superpotencia
norteamericana. Y la producción de artículos de consumo se detuvo en la
mediocridad...
Checoslovaquia agredida y ocupada bajo la bandera de la “soberanía
limitada”. China, calificada con todos los adjetivos, debió enfrentar, en 1969,
una amenaza militar, convencional y nuclear. Aventurismo en el Tercer
Mundo. Brezhnev apoyaba el “socialismo” de Siad Barre en Somalia, después
cambia de campo y abrazaba a los golpistas que acababan de ganar un golpe
de Estado en Etiopía. Mengistu fabricaba desde entonces “socialismo” y
Brezhnev le proporcionaba las armas necesarias para interminables guerras
internas. Estimulado y empujado por la Unión Soviética, Vietnam enviaba
200.000 soldados a arreglar los asuntos internos de Kampuchea: allí dejaba su
prestigio, su crédito político, su credibilidad y sus recursos, tan necesarios para
el enderezamiento económico. Después vino la expedición a Afganistán.
Centenas de millares de muertos en la pacificación.
21

Parasitismo y esclerosis en política interior. Hospitales psiquiátricos para


28 Debate sobre la línea general. Ediciones en Lenguas Extranjeras, Beijing.1965, p. 451.
29 Ibidem, p. 452.
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

los contestatarios. Militarización de la juventud. Un marxismo ritual que


segregaba fastidio.

Llega la vedette Gorbachov

En este desierto ideológico, surgió el camarada Gorbachov. Pasó como un


huracán s obre un país en estado de letargo, sacudiendo todas las conciencias
dormidas.
Con Brezhnev, no hay ni que decirlo, la Unión Soviética corría de victoria en
victoria, al encuentro de un futuro cada vez más radiante. Gorbachov estaba
harto de victorias que no hacían más que aproximar el derrumbamiento final.
El triunfalismo —según Gorbachov— creaba un “clima de quietud, de
permisividad y de impunidad”, 30 que corrompió toda la actividad del partido.
Era necesario que los comunistas cesaran de “repetir lugares comunes”, era
preciso que hicieran “actos prácticos”, gala de apertura de mente y de
modestia, y practicaran la crítica y la autocrítica. 31 Contra la jactancia de un
Jruschov y la engreída ceguera de un Brezhnev, Gorbachov quería un partido
“liberado del complejo de infalibilidad [que] viera con ojo crítico los resultados
obtenidos”. 32 Las letanías seudomarxistas de Brezhnev retumbaban en los
oídos como los lúgubres alaridos de los ritos sagrados tibetanos. Gorbi estaba
harto: “La escolástica, el bizantinismo y el dogmatismo han sido siempre
trabas para un crecimiento verdadero del saber. Las únicas corrientes
científicas válidas son las que parten de la práctica y vuelven a ella,
enriquecidas por síntesis profundas y recomendaciones pertinentes.”33 Bajo
Brezhnev, la ideología socialista no era ya un arma para los combates de la
vida, estaba atrofiada, reducida a un ritual esclerotizado: “Concepciones
simplificadas del comunismo, toda clase de predicciones y de juicios
abstractos han tenido lugar. Esto hacía mella en la importancia histórica del
socialismo, debilitaba el impacto de la ideología socialista.” 34 Algunos
ideólogos soviéticos se ocupaban “de investigaciones escolásticas que no
influían en los intereses de nadie”.35 “Las graves insuficiencias en la educación

30 M. Gorbachov: Informe político al XXVII Congreso del Partido. Ediciones Novosti, 1986, p. 103.
31 Ibidem. p. 101.
32 Ibidem, p. 100.
33 Ibidem, p. 109.
34 Ibidem, p. 4.
35 M. Gorbachov: "La reorganización y la política de cuadros del PCUS”. Discurso del 27 de enero de

1987. Suplemento Estudios Soviéticos, febrero 1987, Nº 467, p. 6.


Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

ideológica y política estaban marcadas por campañas del aparato y por la


celebración de numerosos aniversarios.”36 He aquí lo que Gorbachov piensa
de la ideología invencible del inmortal Leonid Brezhnev.
22

¿Y cómo se traduce concretamente en política? “Las tendencias


conservadoras, la inercia, e l deseo de rodear todo lo que no entra en los
esquemas habituales, el rechazo a resolver los problemas económicos y
sociales han tomado ventaja cuando se trataba de definir la política y de
actuar. Los órganos dirigentes del partido y del Estado tienen la
responsabilidad de ello.”37 No hay ya movilización ni concientización de las
masas, la hora Brezhnev se ha detenido en el díptico mandar-obedecer. “El
estilo tecnocrático de la ‘presión administrativa’ ha causado un grave perjuicio
a la causa del partido.”38 Peor aún: “Durante largos años, dirigentes que no
aseguraban el cumplimiento de las tareas asignadas, han estado al mando de
varias ramas [de la economía].” 39
¿Había que extrañarse si algunos burócratas se han comportado como
verdaderos tiranos? “Algunos camaradas han comenzado a considerar los
órganos elegibles como una carga, causa de dificultades y servidumbres.”40 Y
Gorbachov denunciaba “la intransigencia de ciertos dirigentes hacia las
acciones y las reflexiones independientes de sus subalternos”.41
Ahora bien, es imposible movilizar a las masas de trabajadores para el
combate por un futuro socialista, sin poner en práctica una verdadera
democracia socialista. “Sin amplia información no puede haber democracia,
creatividad política de las masas, participación de estas en la gestión. Es, por
así decirlo, la condición para conducir a decenas de millones de obreros, de
koljoses y de intelectuales a considerar sus tareas con una actitud de hombre
de Estado y un sentido de la responsabilidad, es el punto de partida para una
reforma psicológica de nuestros cuadros.” 42
Las taras que florecieron en este estercolero del burocratismo y del
autoritarismo se llamaban: “ingresos ilícitos”, “primas sin fundamento
alguno”, “parasitismo”, “búsqueda de la ganancia por todos los medios”,
“desviación de fondos, malversaciones, falsificaciones en escrituras”, “estafas,

36 Ibidem, p. 8.
37 Ibidem, p. 5.
38 Ibidem, p. 30.
39 Ibidem, p. 32.
40 Ibidem, p. 33.
41 Ibidem, p. 32.
42 M. Gorbachov: Informe político al XXVII Congreso del Partido. Ediciones Novosti, 1986, pp 70 y 77.
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

dilapidaciones, concusiones”43
23

Y después de haber hecho el inventario de todos estos achaques


ideológicos y políticos que empequeñecieron al partido, Gorbachov expresó:
“Las causas de los problemas acumulados en la sociedad son más profundas
de lo que nos imaginamos.”44
La podredumbre en ese sistema nervioso del socialismo, que es el trabajo
político e ideológico, provocó el estancamiento económico. Gorbachov
denunció: “La inercia, el inmovilismo de las formas y métodos de gestión, el
descenso del dinamismo en el trabajo, el ascenso de la burocracia (...), [los]
fenómenos de estancamiento.”45 Era la hora de “la reforma radical”. “Consiste
en supeditar toda nuestra producción a las necesidades sociales y a la
satisfacción de las necesidades de la población; consiste en orientar la
dirección hacia el aumento de la eficacia y de la calidad, hacia la aceleración
del progreso científico y técnico; consiste en interesar cada vez más a los
trabajadores en los resultados del trabajo; en promover la iniciativa y el
espíritu de empresa socialista en cada escalón de la economía nacional.”46
La negligencia en los dominios social y cultural entrañaba, entre los
trabajadores, el desinterés, la indisciplina, el parasitismo. Para movilizar y
motivar de nuevo a los soviéticos hacía falta realizar programas sociales “a la
mayor brevedad posible”. Era imperioso resolver los problemas de
alimentación, la calidad de las mercancías y los servicios; la asistencia médica,
el hábitat y la protección del entorno debían ser mejorados.47
Arremetedor, Gorbachov proclamó que el desbarajuste interior fue
acompañado de destrozos en las relaciones internacionales. “El giro no se
impone solamente en los asuntos interiores. También en los asuntos
exteriores.”48
En las relaciones con otros países socialistas despuntó, por primera vez, el
hegemonismo soviético, fue la exclusión de China y Albania el anuncio de
dicha política. Arrogante, Jruschov pregonaba que lograría el comunismo en
dos decenios y expulsaba, por herejía, a los partidos que no seguían
exactamente sus huellas hacia este futuro de ensueño. Ante un país donde se
abrigaban crisis políticas y económicas, Gorbachov cantó en un tono más bajo.

43 Ibidem, pp. 57; 58; 59 y 104.


44 M. Gorbachov: “La reorganización y la política de cuadros del PCUS". Ob. cit., p. 4.
45 M. Gorbachov: Informe político al XXVII Congreso del Partido. Ed. cit., p. 4.
46 Ibidem, p. 42.
47 Ibidem, p. 30.
48 Ibidem, p. 5.
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

“Hoy tiene una importancia particular analizar, con el ejemplo de varios países
y no solamente de uno, las características del modo de vida socialista, los
procesos de perfeccionamiento de la democracia, los métodos de trabajo, la
política de los cuadros.
24

La actitud atenta y respetuosa hacia la experiencia de cada país, su


aplicación práctica, son una reserva inmensa para el mundo socialista.”49 Es
sabido que la ruptura entre los partidos chino y soviético provino de la
voluntad exclusiva del Kremlin, para el que una China recalcitrante habría
constituido un desafío permanente a su voluntad hegemónica. A Gorbachov
lo condujeron a constatar “la inmensa diversidad del movimiento comunista”.
Anunció un giro espectacular en la actitud hacia China: “La diversidad de
nuestro movimiento no es sinónimo de división. Al igual que la unidad no tiene
nada que ver con la uniformidad, la jerarquía, la injerencia de ciertos partidos
en los asuntos de otros, la aspiración de un partido cualquiera a monopolizar
la verdad. El movimiento comunista puede y debe ser fuerte en su solidaridad
de clase, en la cooperación igual en derechos de todos los partidos hermanos
en la lucha por sus objetivos comunes.” 50
En loque concierne al futuro de la revolución socialista en Europa
occidental, Gorbachov se mostró mucho más prudente que Jruschov: “En el
futuro, la lucha de los trabajadores por sus derechos, por el progreso social,
nos mostrará cómo se desarrollará la contradicción fundamental entre el
trabajo y el capital, qué conclusiones se derivarán de la situación que se haya
establecido.”51

Leer a Gorbachov y leer a la CIA

Situados ante tanta violencia verbal contra un sistema juzgado inmutable,


hace apenas unos años, constatábamos que ciertas tramas de análisis que
parecían perfectamente operacionales para la era de Brezhnev —capitalismo
de Estado, socialfascismo, socialimperialismo, superpotencia más agresiva—,
no eran ya apropiadas. Por tanto, había necesidad de comenzar a leer a
Gorbachov. ¿Leer a Gorbachov? Algunos de nosotros objetarán, sin duda, que
el hombre no era más que un Brezhnev puesto al orden del día y que nosotros
lo ayudaríamos a sembrar ilusiones en un sistema irreversiblemente

49 Ibidem, p. 93.
50 Ibidem, p. 95.
51 Ibidem, p. 17.
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

condenado. Responderemos que el rechazo a estudiar atentamente los


cambios que se producían en esta gigantesca potencia, que la obstinación en
repetir análisis que no venían al caso, causaría a los revolucionarios peligros
aún más grandes. La revaluación del análisis de la Unión Soviética se convierte
en una necesidad ineludible. El antiguo análisis comporta con toda evidencia
lagunas y errores. Pero no será fácil identificarlos, se impone un esfuerzo
sostenido de reflexión, de estudio y de análisis.
25

Un elemento a tener en cuenta a lo largo de nuestra reflexión es la escalada


de la guerra ideológica que llevó Occidente. Como consecuencia de los
cambios positivos que se produjeron en la Unión Soviética, los servicios de
propaganda estadounidenses fueron colocados en una situación muy
incómoda. El famoso “hombre de la calle” que puebla nuestras ciudades y que
no te nía interés alguno en el socialismo, tuvo cuando menos la impresión de
que algo se estaba moviendo en la Unión Soviética, y que las cosas iban
mejorando. Ahora bien, para todos los especialistas habituales del
anticomunismo, la Unión Soviética seguiría siendo un infierno, en tanto
existiera un partido comunista y una ideología marxista-leninista. Los
profe-sionales de la guerra fría reajustaron la línea de fuego en nuestra prensa
“libre”. El Le Vif-L'Express del 15-21 de mayo de 1987 ofreció una bonita
muestra de este anticomunismo último grito. Titulares mediocres, de entrada:
“La ilusión Gorbachov - La reforma imposible”.52 Explicación favorable de los
cambios en curso: “Gorbachov trata de ‘modernizar su imperio’, cuyas
estructuras están labradas por 70 años de peso conservador.” 53 Entonces
entró en escena el terrible neostalinista “Egor Ligatchov, número dos del
régimen, cuya reputación de guardián de la ortodoxia no necesita de
pruebas.”54 En resumen, el imperio del mal continuaba impenetrable a todo
cambio efectivo. Es tranquilizador. Mañana, los caballeros de la guerra fría no
perderán el objeto de su odio sagrado. Y de todas maneras, todos los caminos
del anticomunismo llevan a Roma-Apocalipsis. Si la URSS, contra toda
previsión científica, sufriera una reforma auténtica, habrá aún ocasión de
alegrarse... “Imposible tocar nada en este sistema sin alcanzar muy pronto los
cimientos esenciales.” 55 Sin cambio, el infierno, tímida reforma y todo el
sistema se estrella. Se mire como se mire. Occidente aplastará el comunismo.
Y así continúa: toda una “edición especial” de 34 páginas completas.

52 Le Vif-L ‘Express. 15-21 de mayo de 1987, pp. 72 y 95.


53 Ibidem, p. 73.54
54 Ibidem, p. 80
55 Ibidem, p. 76.
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

Una edición tan bonita debe ser dignamente sellada por editorialistas de
renombre. Vladimir Boukovski y Alain Bésançon lo firmaron.56 “El peligro de
guerra proviene de la naturaleza de este régimen que no admite nuestra
existencia.” Así trabajaron estos señores como pacifistas por “la
descomposición del conjunto político de la URSS”. ¿Pacifistas? Es decir, poco
de tan cándidas almas. Descolonizadores, ¡vaya! Y helos aquí lanzados:
“Descolonizadores, no percibimos ninguna legitimidad en el conjunto imperial
soviético.” Actualmente, las esperanzas más locas están permitidas. Ningún
precio será demasiado costoso. Para nuestra paz, ¡que truenen los cañones!
Además: “Hemos asistido a la desaparición de otro régimen totalitario, el
nazismo.”
26

Muchos comunistas, partidarios de la teoría de la restauración del


capitalismo en la URSS, se codearon demasiado tiempo con esos
energúmenos del anticomunismo.
Algunos citaron a Michail Voslenski para apoyar sus declaraciones de que
la “nomenklatura” constituía, ya en tiempo de Stalin, una ‘nueva gran
burguesía”. De puntillas anunciaron con modestia que ellos querían,
solamente, “examinar atentamente los hechos aportados y las críticas
formuladas por Voslenski para buscar su parte de verdad”. Con pretextos de
este estilo, militantes de la izquierda se deslizaron progresivamente en el
regazo de la derecha. Lenin solía decir que un partido revolucionario debe
depurarse, a intervalos regulares, de elementos oportunistas incorregibles.
Así lo señaló en ¿Qué hacer? Y para informamos sobre Voslenski, veamos su
análisis de esta obra capital de Lenin.
Este libro —comienza Voslenski— “era la obligación de transformar el
marxismo en dogma y renunciar a la crítica libre del pensamiento marxista”.
Lenin ha petrificado el marxismo “en un dogma infalible, sin soportar ninguna
crítica”. Su meta era “transformar el movimiento obrero en un apéndice
menor del partido”. Según Lenin, el sindicalismo estrecho es una traición a los
intereses de clase de los trabajadores. “¿Dónde está la traición? Estaría más
bien del lado de los intelectuales que quieren apoderarse del poder. ¿En
interés de quién? ¿El suyo o el de los trabajadores?” La organización es “una
especie de mafia revolucionaria donde la democracia será considerada un
accesorio superficial y donde todo reposará sobre la conspiración y la
confianza recíproca. El mafioso, juzgado indigno por la organización —es decir,
por la dirección—, es merecedor de la muerte.” “Ni el partido leninista, ni su

56 Ibidem, p. 103.
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

núcleo han sido jamás ni la vanguardia ni siquiera una simple parte de la clase
obrera.” “Si la revolución que preparan triunfase, este pequeño grupo se
convertiría automáticamente en una organización de dirigentes profesionales.
Es así como Lenin ha creado el embrión de una nueva clase dirigente.”57
27

Este análisis “de la nueva gran burguesía soviética” no difiere e n nada de


las “reflexiones” sobre el Partido Bolchevique hechas, en la época, por Hitler,
Petain o Pío XII.
En el mismo orden de ideas, la teoría del “aparato de la gestión de la
producción” que, según Sergei Andrejev, constituye una nueva clase de
explotadores, no es más que retomar la teoría original de James Bumham.
Algunos meses después de la ruptura con su patrón Trotski, en 1940, Bumham
publicó un libro sobre “la teoría de la revolución dictatorial”. Veamos los
argumentos: “Los directores ejercerán el control sobre los instrumentos de
producción y obtendrán un derecho preferencial en la distribución de los
productos, no directamente en tanto que individuos, sino por su control del
Estado, que será propietario de los instrumentos de producción. El Estado
será, se puede decir, la ‘propiedad’ de los directores. No hará falta más para
hacer de ellos la clase dirigente.”58 Conclusión del futuro ideólogo en jefe de
la CIA: “El lazo histórico entre el comunismo y el fascismo se percibe hoy
mucho más claramente que hace 15 años. La diversidad de sus orígenes
ocultaba la identidad de su dirección. Se han despojado, uno tras otro, de sus
diferencias y se aproximan a una norma común.” 59
Toda la nueva derecha francesa, tales como “antiguos Maos, nuevos
filósofos”, ha partido del análisis de la restauración del capitalismo con
Jruschov, para descubrir a continuación que las “bases” de la restauración
fueron ya sentadas bajo Stalin. Partiendo de la voluntad preconizada “de
profundizar algunas críticas de Stalin hechas por los chinos, para combatir
mejor el revisionismo”, no han lindado en virar al anticomunismo de viejo
estilo Tenemos que reflexionar las tesis que han constituido el puente entre
un izquierdismo resplandeciente y el liberalismo militante.

La posibilidad de una evolución positiva

57 Michail Voslenski: La nomenklatura. Ediciones Livre de Poche, pp. 51-63.


58 James Bumham: La era de los organizadores. Ed. cit., p. 79.
59 Ibidem, p. 191.
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

La necesidad de revaluar nuestros análisis de la Unión Soviética, parte


también de la compleja situación creada en el seno del movimiento comunista
internacional.
Hubo organizaciones comunistas “antisoviéticas” que, semana tras
semana, estigmatizaron los hechos y actos escandalosamente incompatibles
con el marxismo-leninismo, y los pusieron en la picota como tantas otras
pruebas de la restauración del capitalismo. Esos mismos hechos y esos mismos
actos se eliminaron de cuajo por su incompatibilidad con la moral comunista
por los que, con toda lógica, debieron ocupar las funciones de “principales
responsables irremediablemente comprometidos con la vía capitalista”. Hubo
problemas. Además, el Partido Comunista Chino, que vociferó
particularmente contra la restauración capitalista en la URSS, “revisó” lo
esencial de sus críticas. Fue preciso, pues, tratar de tener en cuenta las cosas,
cómo elaborar un balance de las afirmaciones y contraafirmaciones, de las
luchas y de los virajes.
28

Por otra parte, las organizaciones comunistas “prosoviéticas” durante


largos años, pintaron con bellos colores fenómenos... que hoy en día se
revelan como heridas apestosas. Las destructoras críticas que Gorbachov
dirigió a sus predecesores, le trajeron problemas a buen número de estas
organizaciones comunistas y dejaron disponibles a sus miembros para una
revisión del pasado. Hubo que buscar en las nuevas orientaciones de
Gorbachov, un terreno común para el debate.
Revaluar nuestro análisis de la URSS es reabrir un debate sobre cuestiones
que creíamos entender hasta hace poco. Revaluar es considerar la hipótesis
de que las bases económicas y el corazón de las estructuras políticas hayan
permanecido socialistas, a pesar del efecto corrosivo del revisionismo
dominando la dirección. Revaluar es sopesar la posibilidad de una evolución
positiva, de un renacimiento marxista-leninista.
¿Y si las declaraciones de Gorbachov que citamos no fueran más que
palabras al viento? Todo cambio político en la Unión Soviética debió, de todas
maneras, comenzar por palabras e ideas. Y numerosos cambios concretos se
efectuaron en la URSS en medio de disputas, a menudo agrias, con el
inmovilismo burocrático que reinó.
¿Pero si las palabras de Gorbachov fueran el nuevo Evangelio? Entonces
podríamos cerrar la tienda, porque no venderemos esa agua bendita. Nuestro
amigo, el combatiente de la causa afgana, que hemos ya presentado al lector,
apenas tuvo revelación del espíritu gorbachoviano se apresuró a abjurar de
todas las almas de sus ancestros. Hay que precisar: si estudiamos a Gorbachov
Septiembre 1987. ¿Esperanza en el Este?

no es para borrar todo lo que hemos visto, leído y comprendido en el pasado.


Si ciertas extrapolaciones teóricas sobre el período de Brezhnev —capitalismo
de Estado, la superpotencia más peligrosa— no se sostienen, la mayor parte
de los fenómenos negativos en política interior y exterior que nosotros
habíamos recopilado y que han servido de materia prima a nuestro análisis,
siguen siendo hechos debidamente establecidos.
29

La mayor parte de nuestras críticas de los períodos de Jruschov y Brezhnev


se mantiene en pie. Pero un cierto número de tendencias que vemos surgir
después se nos había escapado. Será necesario integrar las constataciones y
conclusiones del pasado que se confirmen con los nuevos hechos que
anotemos bajo Gorbachov. Con esta materia prima, deberemos reordenar
nuestro marco de análisis. ¿Qué tesis deberemos mantener, cuáles corregir y
qué nuevas ideas encontrarán su lugar en una teoría coherente sobre la
sociedad soviética? No podremos decirlo más que tras un trabajo de estudio
y de reflexión profundo. Debemos inquirir en los partidos comunistas de los
países que se reclaman socialistas, tratándoles como marxistas. Durante
demasiado tiempo, por apriorismo, hemos cerrado un ojo para no ver más que
pruebas de la restauración.
Pero no penséis escuchar ahora un alegato por un apriorismo inverso.
Teniendo en mente nuestra propia comprensión del marxismo-leninismo, es
como debemos hacer preguntas, investigaciones y estudios con un espíritu
abierto y sin sentimos acosados por la obsesión de tener que proferir, en un
futuro cercano, verdades definitivas sobre todos los problemas
fundamentales planteados en la Unión Soviética. Dos cuestiones están en el
centro del debate. ¿Cuál es la naturaleza específica de la Unión Soviética y de
los países del Este? ¿Cuáles son sus posibilidades de cambio en el sentido de
una nueva comprensión revolucionaria del marxismo-leninismo? Será preciso
adoptar un estilo materialista y científico, esforzarse en englobar todos los
aspectos de la historia y de la realidad actual de estos países y utilizar el
marxismo-leninismo como nuestra brújula. I ii discusión continuar á sin duda
durante algunos años. No vamos a anticipar las conclusiones, y las hipótesis
contradictorias deberán ser consideradas.
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

32

Agosto 1989. Praga 1968 – 1989. Reflexiones antes de la


tempestad

“Somos testigos, en Checoslovaquia, de una situación que, en varios


aspectos, nos recuerda los meses anteriores a la llamada Primavera de Praga,
aquel breve período de liberalismo con Alexandre Dubcek en 1968. Entonces,
como hoy día [1989], desaparecía el miedo en la sociedad, debido al derrumbe
del régimen comunista.”1 El autor de este análisis, ampliamente compartido
en los medios de poder en Occidente, es profesor de historia de Europa del
este en la Universidad de Groningue (Holanda). En la intervención militar del
21 de agosto de 1968, participaron, entre otros, las fuerzas armadas de la
Unión Soviética, de Polonia y de Hungría.
En estos dos últimos países, las re formas actuales fueron más allá que las
propuestas en la época de Dubcek. Los servicios secretos occidentales no
ocultaron sus intenciones de apoyarse en las “conquistas” de Hungría y de
Polonia, para estimular en Checoslovaquia, tanto a los disidentes como a los
reformadores del Partido Comunista, en la vía de la contrarrevolución pacífica.
Una serie de preguntas se imponían: ¿Praga sería arrastrada por una ola
procapitalista y proimperialista? ¿Si Checoslovaquia cayera en los brazos de
Polonia y de Hungría para salir del socialismo, cuáles serían las repercusiones
en el seno del Partido Comunista soviético? ¿De qué manera debemos evaluar
las reformas de Dubcek en 1968, a la luz de las reformas que ahogaron
literalmente a Hungría y a Polonia socialistas?
33

Desde hacía varios meses, los contactos entre Solidaridad y los disidentes
checoslovacos se multiplicaban. Cinco representantes de Solidaridad, entre
ellos, Adam Michnik y Jan Litynski, viajaron el 20 de julio de 1989 a Praga para
efectuar encuentros oficiales con la Carta Magna 77, con la Iglesia y... con A.
Dubcek. Solidaridad y Dubcek llegaron al acuerdo de calificar la intervención
del 68 de “inaceptable e ilegal”. La Carta Magna 77 firmó, con la nueva
derecha polaca, un texto común que enfatizaba el “papel inspirador de la
Mesa Redonda Polaca [entre el Partido Comunista y Solidaridad] para el

1 Artículo de Hans Renner: NRC-Handelsblad. 4 de julio de 1989, p. 7


Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

desarrollo político en Checoslovaquia”.2

Lech Walesa, el vocero de las multinacionales

En Polonia, las fuerzas antisocialistas se escondieron bajo la bandera de


Solidaridad, que dominaba, de hecho, toda la vida civil y el Partido Comunista;
este había perdido prácticamente toda su influencia en las masas, y se
transformó en un impotente rehén de Solidaridad. Walesa era el vocero titular
de las multinacionales en Polonia. Luego de un encuentro con Charles
Ferdinand Nothomb del Partido Social Cristiano de Bélgica (y exministro de
Relaciones Exteriores belga), Walesa declaró: “Cuando yo hablo de ‘ayuda’, no
estoy pensando en donaciones. Se trata de invertir en Polonia, de crear un
verdadero mercado de capitales, y contribuir a la transformación estructural
de nuestra industria.” Nothomb precisó que esta última idea se refería n una
“ver dadera privatización de ciertos inter eses”. A lo que Walesa aclaró: “Yo
dije a Nothomb de persuadir a Bélgica de abrir filiales bancarias en Polonia y
penetrar con capitales belgas las empresas polonesas.”3
Al mismo tiempo, Lech Walesa y sus consejeros norteamericanos I net crían
que el Partido Comunista Polaco (PCP) continuara descomponiéndose durante
dos o tres años más, gobernando un país en el que no ejercía prácticamente
ninguna iniciativa; se precipitaba de esta forma hacia la explosión final. En
Polonia, algunos responsables del Comité Central del PCP evocaron,
públicamente, la eventualidad de la disolución del partido, o de una división
en un partido comunista y un partido socialdemócrata. “Hay gente que piensa
que el partido pertenece al pasado en tanto que formación ideológica”,
confesaba Rakowski, el nuevo secretario general. 4 Mariam Orzcchowski,
miembro del Comité Central, expresaba, que los dichos reformadores no eran
nada más que “nostálgicos de las leyes salvajes del capitalismo”. 5 Otras
personas de izquierda entorno a Alfred Miodowics, dirigente del sindicato
oficial, declaraban que los comunistas debían recomponer sus fuerzas
abocándose a la lucha de clases en la base y contra un régimen que ya nada
tenía de socialista.

2 Le Monde. 26 de julio de 1989, p. 4.


3 La Libre Bélgica. 1 ro de agosto de 1989.
4 Le Monde. 1ro de agosto de 1989, p. 24.
5 Ibidem.
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

Hungría: surgimiento de una capa social de “nuevo rico”

En Hungría, los antiguos cuadros comunistas, reagrupados en la Sociedad


Ferenc Münnich y en el Centro de la Plataforma Marxista, denunciaron “la
restauración burguesa” en ese país. Los principios del marxismo-leninismo
fueron liquidados a tal punto que el nuevo número uno, Rezso Nyers, no tuvo
necesidad de guardar apariencias, se perfiló abiertamente como un aliado del
imperialismo norteamericano, como un representante de los nuevos
capitalistas húngaros y correligionario de la socialdemocracia occidental.
Veamos algunos hechos. La cumbre de los siete países más industrializados,
celebrada en París, decidió dar a los países del Este, “según las necesidades y
de una manera coordinada, una ayuda económica destinada a transformar y
a abrir sus economías de una manera durable”. 6 Esto quería decir que, a
cambio de algunas migajas, los siete imponían medidas económicas que
permitieran el desarrollo del capital privado, de la misma forma como lo
habían hecho con algunos países del Tercer Mundo. Nyers, el nuevo flamante
presidente del Partido Obrero Socialista Húngaro, expresó su felicidad por los
resultados de la cumbre: “Nos felicitamos porque los dirigentes de los seis
otros países del grupo de los ‘siete’ hayan seguido la posición del señor Bush.
El interés principal de Hungría es que los occidentales, que lo deseen, nos
ayuden a evitar la crisis financiera.”7 Que el señor Nyers les pregunte a los
trabajadores brasileños, mexicanos, argentinos, filipinos o de Zaire, cómo los
imperialistas “ayudan” a estos países a “evitar la crisis financiera”. Cuando se
le preguntó si en realidad no se trataba de injerencia, Nyers respondió: “En lo
absoluto. La democratización política y la instauración de una economía de
mercado incumben nuestro interés nacional. Yo he aprobado totalmente al
señor Bush cuando enfatiza que Estados Unidos está interesado por los
derechos humanos, pero se mantiene neutro en lo que concierne a nuestros
asuntos internos.” 8 Hay que estar poseído de una pasión enfermiza por
Estados Unidos, para atreverse a decir tales afirmaciones conociendo el
comportamiento de Estados Unidos contra Cuba y Nicaragua, y que la CIA era
“neutra” en lo que concierne a los asuntos internos de los países socialistas.
Así como felicitarse del interés de los norteamericanos por “los derechos
humanos”, es tanto o más cínico, ya que los dirigentes de dicho país reservan

6 Le Monde. 26 de julio de 1989. p. 4.


7 Ibidem.
8 Ibidem.
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

la defensa de los “derechos humanos” solo a los reaccionarios aptos para


poder servirles.
35

“Me parece inevitable...”, continuó diciendo el reformista, el progresista,


el adversario del stalinismo, es decir, el camarada Nyers, “que en una primera
etapa, las reformas económicas impliquen la emergencia de una capa social
pudiente y rica. En lo que concierne a los desfavorecidos, será la política social
la que permitirá reducir las desigualdades. Gracias a la generalización del
crecimiento económico, las más amplias capas sociales deberán mejorar su
situación."9 Esta concepción sería, sin duda, defendida por la señora Thatcher,
si en un nuevo e hipotético desarrollo “corajudo" en Hungría, esta fuese
conducida a la cabeza del Partido Obrero Socialista Húngaro.
Los socialdemócratas que dirigen desde hace unos años el imperialismo
francés, constataron la “crisis del comunismo totalitario” y sostuvieron que “la
única respuesta histórica, no es que el Este europeo retome al capitalismo, y
tampoco que se acentúe en el Oeste, sino que se haga el socialismo
democrático” 10 Sabemos, y esto es claro como el agua, que en boca de
Mitterrand el “socialismo democrático” es la terminología literaria más
adecuada para describir al capitalismo monopolista y al imperialismo a la
francesa. "¿Desea usted organizaría transición al capitalismo?”, se le preguntó
a Nyers. “No”—respondió el émulo de Mitterrand—, “lo que nosotros
deseamos es el socialismo democrático, es decir, la combinación de una
economía de mercado con una política económica basada en los valores
socialistas. Tenemos una oposición que preconiza una economía de mercado
completamente liberalizada.” 11 A la pregunta siguiente: “¿Hay diferencias
entre los programas económicos de los partidos de oposición [de derecha] y
el del Partido Obren Socialista?”, Nyers respondió estúpidamente: “Hay
diferencias pero no hay oposición fundamental.” 12 Evidentemente, entre e
capitalismo de Mitterrand y de Rocard y el de Giscard d’Estaing y Chirac, hay
diferencias, pero no oposición fundamental. Ningúi demagogo
socialdemócrata francés cometería la torpeza de confesar lo tan crudamente.
“Las privatizaciones son necesarias y útiles” continuó afirmando Nyers, que
parecía haber digerido al pie de la letra el programa de Fabius y Rocard (los
dos ex-primeros ministros franceses). “El proceso de privatización no hará
desaparecer el capital estatal, ni de las cooperativas, sino que lo

9 Ibidem.
10 Le Monde. 28 de julio de 1989. pp . 6 y 7.
11 Le Monde. 26 de julio de 1989, p. 4.
12 Ibidem.
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

complementará. Nosotros queremos hacer participar el capital privado en una


economía mixta.”13
36

Praga 1968. ¿el camino hacia la Comunidad Europea

En Polonia y en Hungría, el desmantelamiento del Partido Comunista como


fuerza marxista-leninista de vanguardia, la liquidación de los principios
socialistas, la liberalización de las fuerzas económicas y políticas del capital
privado y de las multinacionales se hicieron evidentes a los ojos de los
observadores. ¿Cómo reaccionaron, entonces, los voceros de la mentada
“Primavera de Praga” ante esta liquidación abierta de los principios
comunistas? En 1968, declaraban querer “liberar al marxismo de la
deformación stalinista y burocrática" y “formular la vocación humanista del
movimiento comunista”. 14 ¿Qué más atrayente que estas promesas de un
marxismo renovado con un lenguaje modernista?
Ahora bien, Alexandre Dubcek insistía, en una carta dirigida el 23 de junio
a la dirección del partido, en que no condenara los proyectos de reforma de
Polonia y Hungría. 15 ¿La “vocación humanista del comunismo" entra en
contradicción, entonces, con el capitalismo salvaje de Hungría?
En 1968, Jeri Pelikan fue elegido, junto a Dubcek, a conformar el Comité
Central, en el XIV Congreso Clandestino del Partido Comunista de
Checoslovaquia. En 1989, Pelikan declaró: “Yo pienso que en aquellos países
que poseen más tradición democrática que la URSS, como lo son
Checoslovaquia, Polonia o Hungría, el proceso de democratización va a
avanzar más rápido y más lejos de lo que podría darse en la Unión Soviética.”
“El movimiento democrático de Europa occidental debe desarrollar el diálogo
con Solidaridad, o con Libertad y Paz en Polonia, con el Foro Democrático y las
otras organizaciones de Hungría; con la Carta 77, o el Comité por la Defensa
de Personas Injustamente Perseguidas (VONS), o la Asociación Independiente
por la Paz en Checoslovaquia.”16 Se sabe que Brzezinski, el exconsejero de la
seguridad de Carter, instó, recientemente y de manera textual, esta misma
táctica, con el fin de importar la ideología burguesa occidental a Europa del

13 Ibidem.
14 El congreso clandestino. El XIV congreso extraordinario. Ediciones Seuil, 1969, pp. 148 y 146.
15 De Standaard. 3 de agosto de 1989.
16 Fórum-disidencias. Nº 1, mayo 1989, Ginebra, pp. 26-27.
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

este.
37

Pelikan, “comunista reformador" en 1968, 20 años más tarde —en 1988—


ocupó un escaño en el Parlamento europeo representando al Partido
Socialista Italiano. Qué dijo, al finalizar los años 80, este apóstol del
imperialismo europeo: “La integración de los países de la Comunidad Europea
es un paso positivo y necesario para el desarrollo de la economía de los países
occidentales. Si la comunidad se transforma en un modelo y ejemplo atractivo
de dinamismo económico combinado con la justicia social y la profundización
de la democracia, el efecto positivo puede extenderse a los países de Europa
central y del Este. Si mañana hubiera elecciones en Europa central por su
integración a la Comunidad Europea, el resultado sería de un 90% de votos
favorables.”17 ¿Es una casualidad que los personeros más representativos de
la “Primavera de Praga", fuesen —al terminar la década del 80— los ideólogos
del imperialismo europeo y otros, entre ellos, los partidarios de la vía húngara
al capitalismo?

¿Dubcek, el Rocard checoslovaco?

Donde 1968, la ideología dominante en el equipo de Dubcek fue


precisamente, la socialdemocracia. Los reiterados ataques a la dictadura del
proletariado no fueron más que una copia, palabra por palabra, de las tesis de
Vandervelde y de Kautsky. Dubcek declaró: “Hasta [1968, ndla], las ideas en
favor del socialismo y del comunismo surgían de las condiciones difíciles y de
la lucha de clases en la época donde la dictadura del proletariado y la
industrialización eran de rigor. Levantándose como sistema en las
instituciones y como métodos provisorios, que eran un mal menor, pero que
están en verdadera contradicción con los objetivos humanistas del
movimiento.”18
38

Los propósitos de Dubeck no se diferenciaban fundamentalmente de las


posiciones de Vandervelde, creador del Partido Socialista Belga, y que en su
época fue también un apóstol del imperialismo y del colonialismo belga.
Actualmente, pocas personas recuerdan hasta qué punto debió llegar la
demagogia de este hombre, para contener a las masas exasperadas por los
horrores de la guerra imperialista. En 1918, cuando Vandervelde fue
17 Ibidem, p. 14.
18 El congreso clandestino. El XIV congreso extraordinario. Ed. cit, pp. 145-146.
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

reconocido en el mundo selecto de los gestores del capitalismo, se dibujaba


precisamente su intención de contener y enseguida disminuir la fuerza
revolucionaria de las masas insurrectas, es decir, ni más ni menos que lo que
la burguesía necesitaba en ese momento. He aquí algunas de sus arengas,
cuando se dirigía a los trabajadores belgas: "Sí, a la dictadura del proletariado
para romper las resistencias burguesas, para abrir, aunque sea por la fuerza
del fuego y del hierro, las vías de la revolución social.” (¡Qué terminología más
rupturista debió utilizar en aquella época un traidor, para poder guardar cierta
influencia en las masas radicalizadas!) Luego Vandervelde decía: "Pero la
dictadura del proletariado a título de expediente, un expediente temporal, y
que no se prolongue indefinidamente el Estado de sitio, que pone fuera de la
ley a los otros partidos políticos.’’19 Dubcek se hizo eco del viejo Vandervelde,
cuando declaró: sí a la dictadura del proletariado, pero a título provisorio, ya
que si no es así el humanismo que compartimos con la burguesía, se vería
comprometido...
Volvamos a la Checoslovaquia de 1968. Con el fin de hacer mella en la
vigilancia política de los comunistas, Alexandre Dubcek afirmó: “La lucha de
clases ha dejado de ser un aspecto importante de la evolución social en
nuestro país.”20 A cada crisis política en un país socialista, los oportunistas de
siempre nos lanzan a la cara esta tesis, que tiende a proteger sus nostalgias
del paraíso burgués. Para Dubcek, había que dejar de reprimir a los
contrarrevolucionarios y a los nuevos capitalistas, y, al contrario, recordarles
el derecho de crear sus propios partidos políticos: "Dejando atrás los límites
de la lucha de clases, la sociedad socialista debe ambicionar la liquidación de
las funciones coercitivas de los organismos del Estado y la desmonopolización
de sus actividades en el campo político.” 21 Estas ideas, salidas de lo más
profundo de aquella primavera de 1968, se conjugan perfectamente con los
elogios a la democracia occidental que nos llegaron desde Polonia y Hungría.
¿Y qué hay de la LIBERTAD, con letras mayúsculas, es decir, la libertad de
explotar, de acumular, de hacer fructificar el capital privado? He aquí algunas
de las ideas maestras de la nueva política económica de Dubcek, formuladas
por su amigo Kolder:
39

“Las empresas socialistas autónomas, separadas del Estado, actúan por su


propia cuenta y están expuestas a las presiones del mercado y de la libre

19 ¿Se debe cambiar nuestro programa? 1921, p. 101.


20 El congreso clandestino. El XIV congreso extraordinario. Ed. cit, p. 258.
21 Ibidem, p. 156.
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

competición económica.” Hay que desarrollar “el mercado de trabajo, como


instrumento de la modificación de las estructuras salariales” y "nivelar el
precio de sus funciones económicas con respecto al precio del mercado
mundial”. 22 Es esto lo que clamaban los enamorados del Fondo Monetario
Internacional (FMI), en Budapest y en Varsovia.
El advenimiento de la Primavera de Praga creó, en 1968, en los medios de
poder en Occidente, las mismas reacciones entusiastas que acompañaron las
reformas de Hungría y Polonia.
En su libro La alternativa de la escisión, publicado en 1965, Brzezinski decía
que en Europa del este, “el modo de transición más deseable debería
comenzar por una liberalización interna”.
“Esto concierne, en primer lugar, a Checoslovaquia.” Brzezinski, quien dio
una conferencia en Praga en 1968 —de la misma manera que dio una en años
recientes en Varsovia—afirmó: "Mi tesis inicial es que el leninismo fue
sobrepasado por las condiciones de la sociedad desarrollada actual.”
Enseguida rindió elogios, apoyándose en "la interesante experiencia
checoslovaca”.23
Después de la intervención soviética, el socialdemócrata austríaco Kreitsky
declaró al diario Die Welt: "En Checoslovaquia se desarrollaba precisamente
la última fase de un verdadero proceso de democratización. Checoslovaquia
había dejado de ser un Estado de dictadura comunista. El aparato de poder de
la dictadura comunista se encontraba paralizado por el desarrollo interno.”24
Al darles atención a estos a estos ideólogos, representantes aventajados de
las multinacionales, Sudemos inferir que la Primavera de Praga anticipó la
contrarrevolución pacífica de Budapest.

La lucha de clases continúa bajo el socialismo...

El imperialismo dispone de fuerzas productivas con un desarrollo superior,


y organiza científicamente la explotación de la clase obrera, para procurarse
las ventajas suplementarias que erosionan las riquezas del Tercer Mundo.
Todo esto le permitió llevar a cabo ofensivas económicas, políticas e
ideológicas constantes contra los países socialistas. Dichas ofensivas, lejos de

22 Ibidem, pp. 158 y 300.


23 Citado en: Los acontecimientos en Checoslovaquia: hechos, documentos, la prensa, testimonios.
Moscú, 1968, pp. 90-91.
24 Ibidem, p. 89.
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

atenuarse, como lo pretenden los cansados del marxismo, redoblan su fuerza,


a causa de la crisis general del imperialismo, y gracias a los medios
suplementarios que ofrece la revolución tecnológica. En el interior de los
entonces países socialistas, el imperialismo encontró una convergencia con
los intereses de los antiguos reaccionarios y capitalistas, que se han
mantenido por decenios como fuerza política e ideológica. De esta forma, el
imperialismo penetró en una fracción de burócratas y altos funcionarios, que
solo buscaba su propio interés personal.
40

El combate por la construcción de la sociedad socialista se mantenía como


una tarea relativamente nueva. Los errores y hasta los graves son inevitables;
y en cada nueva etapa de desarrollo surgen, y surgirán, nuevos problemas. Por
otro lado, es una realidad que la ideología burguesa es, en nuestro mundo, la
más elaborada, la más documentada, y dispone de los medios de
comunicación más potentes y penetrantes.
En cada momento de la historia, cuando se trata de corregir errores o de
abordar nuevos desafíos, emergen aquellos aprendices de brujo, imbuidos de
patrañas al estilo “Dallas”, que niegan la esencia revolucionaria de lo realizado
en el pasado, apoyándose en una lectura simplista y unilateralmente negativa,
para terminar deshaciéndose de los principios fundamentales del marxismo-
leninismo.
De esta manera, Pelikan retomó el lenguaje propio de los generales de la
guerra fría, afirmando que un “socialismo burocrático y policiaco” fue
instaurado en Checoslovaquia entre 1948y 1968. Esto será reemplazado,
según Pelikan por un sistema diferente, por un “socialismo con cara
humana”.25
Corregir los errores y resolver los problemas nuevos, supone un esfuerzo
consciente y sostenido por mantener y desarrollar el espíritu revolucionario y
los principios comunistas. Dubcek había dejado, deliberadamente, de lado
este principio de clase. Pelikan sostuvo en 1968 que “los comunistas eran
verdaderos voceros de la nación, y el partido era la fuerza dirigente”. Eran solo
los “stalinistas los que esgrimían el argumento de que el socialismo estaba
amenazado gravemente por las fuerzas de derecha”. “Ningún cambio en la
estructura económica pudo ser realizado en el curso de la Primavera de
Praga.”26 Pelikan nos presentaba una especie de “defensa del comunismo”
puramente verbal, que en el fondo escondía una serie de propuestas

25 El congreso clandestino. El XIV congreso extraordinario. Ed. cit pp. 357 y 346.
26 Ibidem, pp. 346 y 348.
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

socialdemócratas y liberales bien concretas. Si ninguna reforma en las


estructuras económicas pudo ser realizada, las razones fueron estrictamente
de orden táctico, pues no se debía revelar prematuramente los planes de
restauración burguesa. Lo que estaba claro para todos era la orientación
política e ideológica hacia el mercado, la libre empresa y el pluripartidismo
burgués. Pelikan, que en 1968 negaba la presencia de fuerzas de derecha y
que afirmaba defender la propiedad colectiva, posteriormente se alinea
públicamente al lado de los reaccionarios de Solidaridad y de las
multinacionales de la Comunidad Europea.
41

La intervención: ¿escoger entre dos males?

En 1968, el Partido Comunista de Checoslovaquia se encontraba paralizado


por la dirección derechista de Dubcek, y no tenía la fuerza necesaria para
vencer las tendencias antisocialistas que aparecían en dicho país. Si
Checoslovaquia hubiese mantenido a Dubcek a la cabeza, habría podido
conocer, probablemente, en el curso de los años 70, la misma evolución que
hoy se expresa en Hungría. La intervención soviética del 20 de agosto de 1968
puso freno a las actividades de grupos antisocialistas y contrarrevolucionarios
ligados al Occidente, y también al ala revisionista del Partido Comunista de
Checoslovaquia. Esta intervención tuvo también efectos perversos, y
consolidó el sentimiento antisoviético y anticomunista en una parte de la
población que, por di versas razones, siguió a los dirigentes de la Primavera
socialdemócrata de Praga.
La dirección del partido y del Estado, en manos de Dubcek y su grupo, se
opuso al ingreso de las tropas del Pacto de Varsovia. Esta intervención violaba
claramente la independencia nacional y la soberanía checoslovacas. Aunque
es cierto que esta intervención se podría justificar, dentro del cuadro de
enfrentamiento mundial, entre socialismo e imperialismo.
El asunto se complicó, porque la URSS intervenía en Checoslovaquia con el
propósito de poner fin a la degradación derechista declarada, pero, a su vez,
en la propia Unión Soviética emergía una serie de desviaciones graves.
Jruschov había liquidado los principios de la dictadura del proletariado. La
burocracia, con su corte corrupción y privilegios, contaba con un desarrollo
bien definido desde hacía 12 años. La aplicación de un marxismo formal se
traducía cada vez más en el alejamiento de una cantidad de cuadros políticos
de la verdadera vida del pueblo. El peso del aparato militar agobiaba, cada vez
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

más, la economía y la vida política del país.


42

La Unión Soviética de Brezhnev, hacía poco caso del principio de igualdad


entre los partidos comunistas, interviniendo abiertamente en la
independencia de estos, practicando la intromisión y un control hegemónico.
La teoría de la “soberanía limitada” otorgaba a la URSS el derecho de
injerencia en los asuntos de todos aquellos partidos en los que la orientación
pareciera, a los ojos de Moscú, un peligro para las conquistas socialistas.
¿De qué manera analizamos nosotros estos hechos, en aquella época?
Desde luego, sabíamos que bajo la Primavera de Praga se incubaban
fuerzas socialdemócratas, y que la desviación hacia el capitalismo parecía
probable, o más bien evidente. Pero existía otra amenaza que nos parecía más
grave aún: la intervención soviética se nos imponía como un signo que
manifestaba la tendencia hegemónica de la URSS, en donde el revisionismo se
había instalado y triunfado bajo Jruschov y Brezhnev. Además, sosteníamos
que este último aspecto era más importante, fundamental y perdurable.
Sobre este punto, la historia demostró nuestro error. El Partido del Trabajo de
Albania sí tuvo razón, en 1968, cuando calificó los hechos de Praga, como una
confrontación entre ultrarrevisionistas entorno a Dubcek y sus padres
espirituales con Brezhnev a la cabeza. En aquel momento, tuvimos la
tendencia de poner un silenciador a la crítica del revisionismo en los países
socialistas. El combate contra el hegemonismo soviético era, sin duda, una
tarea mayor y de nivel mundial, y esto significó soslayar la lucha contra el
revisionismo. La tendencia al hegemonismo de la URSS no parece hoy día ni
tan durable ni fundamental como lo habíamos pensado todos estos años.
La Unión Soviética en 1989 vivía paralizada por una economía sin
resultados, y por los conflictos entre diferentes nacionalidades.
La dirección del PCUS adoptó importantes cambios en la política, sobre
todo en lo que respecta al reconocimiento del derecho de un país socialista a
definir su propia línea y su independencia. Sabiendo que toda intervención
soviética era prácticamente imposible, los servicios secretos occidentales
hicieron todo lo posible por reactivar la otrora Primavera de Praga. Esta hábil
táctica reveló el propósito de movilizar a la derecha checoslovaca y encauzarla
sobre la vía polaca y húngara.
43

Fidel Castro y la intervención a Praga


Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

La intervención soviética de 1968 fue interpretada diferentemente por los


partidos comunistas de ese entonces. El Partido Comunista Belga, por
ejemplo, denunció la intervención adhiriéndose a las posiciones antimarxistas
y antileninistas del grupo de Dubcek.
Por otra parte, los partidos revolucionarios que se sentían directamente
amenazados por el hegemonismo soviético, pusieron el acento sobre el
aspecto intervencionista, de ocupación y de violación a la soberanía, entre
estos podemos encontrar a los partidos comunistas de China, Albania y
Rumania.
Otros partidos revolucionarios estimaron que era la política proimperialista
de Dubcek lo que constituía el aspecto principal de la contradicción. Este fue
el caso del Partido Comunista de Cuba. La tesis esencial de Fidel Castro fue
formulada de la siguiente forma: "...el campo socialista podía permitir o no el
desarrollo de una situación política que condujera hacia el desgajamiento de
un país socialista, y su caída en brazos del imperialismo...” 27 Al mismo tiempo
Fidel enfatizó que “Nosotros tenemos que analizar las causas V cuáles son los
factores que hacían posible y que hacían necesario tun dramático, tan drástico
y tan doloroso remedio...”
“...A nuestro juicio la decisión en Checoslovaquia solo se puede explicar
desde un punto de vista político y no desde un punto de vista legal...” “...la
soberanía que, en este caso [de Checoslovaquia], a nuestro juicio tiene que
ceder ante el interés más importante de los derechos del movimiento
revolucionario mundial y de la lucha de los pueblos contra el imperialismo.”28
Fidel Castro indicó, además, que la intervención soviética no podría resolver
los problemas que corroían al Partido Comunista Checoslovaco: “...los
métodos burocráticos en la dirección del país, la falta de contacto con las
masas —cuestión esencial de todo movimiento verdaderamente
revolucionario—, y el olvido de los ideales comunistas...”29 Fidel criticó la poca
vigilancia y el enquilosamiento del espíritu revolucionario en los países
socialistas; “...ignorancia sobre los problemas del mundo subdesarrollado,
ignorancia sobre la espantosa miseria que subsiste, tendencias a mantener las
prácticas de comercio con el mundo subdesarrollado, que son las mismas
prácticas de comercio que mantiene el mundo capitalista burgués

27 Fidel Castro: "Análisis de los acontecimientos en Checoslovaquia", 23 de agosto lie 1968. Ediciones
COR, Nº 16, Instituto Cubano del Libro, La Habana, p. 10.
28 Ibidem. pp. 10 y 18.
29 Ibidem. p. 12.
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

desarrollado...”30

Checoslovaquia, entregada al liberalismo...

Es difícil decir cuál fue el mal menos doloroso en 1968. Con una
Checoslovaquia liberalizada, introduciendo estructuras de tipo
socialdemócrata, se habrían impulsado, en toda la Europa del este, una serie
de tergiversaciones al estilo de lo que pasó en Hungría. ¿Cuáles habrían sido
las consecuencias desde el punto de vista de la lucha mundial antimperialista
y anticapitalista?
No es inútil recordar cuál era el contexto histórico en que floreció la
Primavera de Praga. En 1964-1965, Estados Unidos y Bélgica aplastaron la
insurrección campesina del Congo-Kinshasa; en 1965, los marines
desembarcaron en Santo Domingo, y en Indonesia, Suharto masacró entre
5.000 y 1.000.000 de comunistas; en 1967, los sionistas israelitas agredieron
Jordania, Egipto y Siria; en 1968, la guerra de Vietnam estaba en su pleno
apogeo, y la agresión norteamericana contra Cambodia se preparaba. La
resistencia se desarrollaba en las colonias portuguesas. Y Etiopia, Irán o
Nicaragua, subsistían invariablemente bajo regímenes neocoloniales y
feudales.
El Partido Comunista de Checoslovaquia, aunque más sólido que los
partidos húngaro y polaco, no habría podido encontrar las fuerzas suficientes
en su propio seno para poner fin a la derivación derechista, que se habría
transformado en huracán, sostenido por Occidente.
De haber triunfado la revolución socialdemócrata en Checoslovaquia en
1968, hubiese provocado movimientos análogos en Hungría y Polonia. Nos es
difícil imaginar de qué forma Europa del este habría escapado a
enfrentamientos y guerras civiles, en las cuales, tarde o temprano, Estados
Unidos y la URSS hubieran intervenido ineluctablemente. Sin duda, el
movimiento antimperialista del Tercer Mundo hubiese sufrido las
consecuencias.

La no intervención y el internacionalismo

30 Ibidem. p.14-15
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

De todas maneras, la historia permitió otro tipo de mal, que se tradujo en


la pérdida de credibilidad y de influencia del movimiento comunista, debido a
la violación de la independencia checoslovaca, por parte del hegemonismo
soviético.
A pesar de este hecho, y para poder evaluar correctamente la intervención
de la URSS en 1968, es imprescindible estar de acuerdo, ante todo, con cierto
número de principios básicos.
45

En la lucha por la construcción del comunismo, los intereses inmediatos


deben estar subordinados a los intereses fundamentales y, a su vez, los
intereses particulares a los intereses del conjunto del movimiento. La política
y la táctica deben definirse luego de un análisis objetivo de la situación
presente del movimiento comunista internacional, y de la situación política
nacional e internacional. Es decir que no hay “recetas” aplicables a todas las
situaciones dadas.
Poco después de la agresión nazi del 1º de septiembre de 1939, el gobierno
reaccionario de Polonia fue depuesto. En 1920, la Polonia feudal se había
anexado a Ucrania y Bielorrusia occidentales, e instalado un régimen de terror
y de opresión sobre el pueblo bielorruso, ucraniano y judío de la región. Ante
el derrumbe del gobierno polaco, la llegada del Ejército Rojo a estos territorios
significó la eliminación de las fuerzas con que contaban los oligarcas, y
encontró un gran entusiasmo en los obreros y en los campesinos pobres. La
realidad de la lucha antifascista, de la defensa de la Unión Soviética socialista
y de las masas oprimidas en Bielorrusia y Ucrania, debía prevalecer sobre la
independencia formal de estos territorios. La intervención del Ejército Rojo
hacia posible que la mayoría de la población expresara su odio al fascismo y el
apoyo objetivo al régimen soviético.
Luego de la victoria sobre los ejércitos nazis en 1944-1945, la presencia del
ejército libertador facilitó el desarrollo de la lucha de las clases oprimidas en
Polonia, Checoslovaquia, Hungría y Rumania En esa época, la amenaza
principal para la independencia de estos países, sin hablar de los intereses de
la clase trabajadora, residía en la política agresiva de la alianza anglo-
norteamericana, como lo prueba la agresión contra la Grecia antifascista
Es decir que un pretendido “respeto absoluto” de la independencia de
estos países, los habría dejado, de hecho, a merced de la dominación anglo-
norteamericana, como fue el caso de Turquía, de Grecia y de Italia. La
presencia del Ejército Rojo en estos países permitió ir en contra de las intrigas
norteamericanas y protegió el desarrollo de las fuerzas revolucionarias y
democráticas.
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

No podemos juzgar el período comprendido entre 1944-1953 en función


del criterio absoluto de la “oposición a toda injerencia de la Unión Soviética”,
haciendo abstracción de la lucha de clases internacional y de la política
expansionista y de dominación de Estados Unidos. La crítica que Stalin y el
PCUS formularon en 1948 contra la línea impulsada por Tito en Yugoslavia, fue
probablemente correcta en lo esencial, y lo que siempre sostuvo el Partido del
Trabajo Albanés. En otras circunstancias históricas, el Partido Comunista
Chino expresó su oposición a toda forma de injerencia en los asuntos internos
de otros partidos y, en consecuencia, denunció la crítica de Stalin contra Tito.
Por otra parte. Enver Hoxha y el partido albanés afirmaron que esta posición
se semejaba al nacionalismo burgués y hacia omisión de las consideraciones
ideológicas y políticas.
46

Indiscutiblemente, la evolución de Yugoslavia dio la razón a Stalin en su


crítica a la línea burguesa de Tito. A pesar de ello Stalin y el Partido
Bolchevique, a partir del análisis que hicieron de la situación internacional,
decidieron no intervenir militarmente en Yugoslavia para defender el
socialismo, amenazado en sus fundamentos.
El internacionalismo proletario exige que los intereses del campo socialista
en conjunto prevalezcan sobre los intereses particulares. Pero los intereses
del conjunto deben ser definidos de común acuerdo entre los partidos
auténticamente comunistas. La intervención del Ejército Rojo, en 1953, fue
necesaria para salvaguardare! socialismo en la RDA. La intervención en
Hungría, en 1956, fue también indispensable para deshacerse de la
contrarrevolución dirigida por las fuerzas fascistas y pro-norteamericanas. Sin
embargo, esta causa generó múltiples complicaciones, motivadas por el hecho
de que Jruschov por un lado, aplastó la contrarrevolución, y, por el otro,
desarrolló una serie de posiciones revisionistas y una política de conciliación
con el capitalismo y el imperialismo.
Por ello, la intervención soviética en Checoslovaquia es todavía un tema
sujeto a discusión.

El retardo de la catástrofe...

De todas maneras, existen pruebas fehacientes de que la Unión Soviética


no podía defender realmente las conquistas del socialismo mundial, porque
practicaba el revisionismo en sus asuntos internos y la hegemonía en sus
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

relaciones exteriores. El Partido Comunista Checoslovaco, constatando su


podredumbre político-ideológica, debió rectificar radicalmente sus errores,
sin esta acción de saneamiento, el derrumbe debía producirse tarde o
temprano. En este caso, la intervención soviética sirvió para retardar la
catástrofe.
47

Para poder defender a largo plazo las conquistas del socialismo


internacional, la URSS tenía que probar, previamente, la superioridad de su
desarrollo económico y de la democracia socialista; y los cuadros del partido
soviético ser ejemplos en lo que respecta al espíritu revolucionario, la ligazón
con las masas y la práctica desinteresada en la ayuda al movimiento
revolucionario mundial. Además el PCUS debió hacer un análisis materialista,
penetrante y certero de las diferentes corrientes oportunistas que
atravesaban la comunidad socialista, y respetar, al mismo tiempo, la
autonomía e independencia de los otros partidos comunistas. Sin embargo, el
decenio que siguió al movimiento de 1968, mostró que los dirigentes del
partido y del Estado soviéticos perdieron todas las cualidades marxista-
leninistas, y sus intervenciones y actitudes no procedían de una política
marxista-leninista auténtica.
Del mismo modo, vemos que, mientras la mayoría de la dirección
checoslovaca adoptaba una orientación liberal y socialdemócrata en la
construcción socialista, los verdaderos comunistas de ese país debieron
retomar el trabajo revolucionario en la base y no remitirse esencialmente a la
ayuda externa, pues creemos que solo las clases trabajadoras, armadas de un
ideal socialista, son capaces de ser una garantía sólida para la reconstitución
del marxismo-leninismo.

La autocrítica del Partido Comunista de Checoslovaquia

Luego de haberse producido la normalización, el Partido Comunista checo


formuló una cierta cantidad de conclusiones correctas de la dramática
experiencia vivida.
"Una de las causas que determinó esta evolución catastrófica fue In
penetración gradual, en los órganos dirigentes del partido, de personas que
en alguna medida habían traicionado al marxismo-leninismo, al
internacionalismo proletario, violado las normas de vida del partido y los
principios del centralismo democrático. Estos miembros fueron
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

paulatinamente tomando la dirección del partido. En el curso de estos últimos


años, el punto de vista de clase sobre los diferentes problemas se había
debilitado, la vigilancia revolucionaria y los principios ideológicos habían
retrocedido, y los métodos pequeñoburgueses se fueron desarrollando junto
al oportunismo y el arribismo. La formación del hombre socialista, la gran
lucha por la conciencia socialista, la lucha contra la inercia, contra las
tendencias foráneas desde el punto de vista de clase, ya no se estaban
edificando sobre las bases de un programa eficaz, adaptado a nuestras
condiciones, y se manifestaba la acción de fuertes capas de la burguesía y de
las diversas tradiciones e influencias de la socialdemocracia.
48

Los aspectos internacionales de nuestra evolución, determinados por el


agudo antagonismo de clases del mundo contemporáneo, reforzaban
sustancialmente la urgencia de la lucha política e ideológica. En este aspecto,
no fue llevada a cabo suficientemente la lucha contra el oportunismo de
derecha que crecía en el partido, lo que reflejaba la acción de las capas
pequeñoburguesas y de las influencias exteriores. La dirección del partido
tampoco supo sacar las conclusiones necesarias de la contrarrevolución
húngara, y no preparó al partido para enfrentar los métodos de diversionismo
ideológico, que los imperialistas comenzaban a utilizar como arma principal
contra los países socialistas.”31
Estos análisis nos parecen válidos, pero la pregunta persiste: ¿El Partido
Comunista de Checoslovaquia supo encontrar el camino y los medios para
realizar las rectificaciones profundas que se imponían?
No poseemos suficientes elementos de información para poder juzgar.
Las medidas autoritarias contra los enemigos del socialismo fueron, sin
duda, necesarias en 1968. Pero la permanencia de su efecto, de manera
permanente, dependía de la tenacidad de los esfuerzos por enderezar en la
base los errores políticos que hicieron posible el desarrollo de las tesis
procapitalistas y proimperialistas.
La vigorosa ofensiva del imperialismo contra los países socialistas, a la que
hemos asistido, puso a prueba a la dirección checoslovaca. Los hechos
demostraron, a corto plazo, que no fue capaz, en el curso de los dos últimos
decenios, de reconquistar la confianza de las masas, y de unificar aquel
segmento de comunistas que causaron baja del partido, para seguir la
tendencia que encabezó Dubcek.

31 XIV Congreso del Partido Comunista de Checoslovaquia. Ediciones Orbis, Praga, 1971, pp. 19 y 16.
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

La Carta Magna 77: la voz de Radio Europa Libre

Como decíamos anteriormente, no es difícil predecir si la dirección del


Partido Comunista de Checoslovaquia tendría la capacidad política de
contraatacar la ofensiva renovada del imperialismo y de sus agentes, que
tanto daño hacían ya en Polonia y Hungría.
49

Podemos afirmar el importante papel que desempeñará la Carta Magna


77 en el movimiento antisocialista ulterior en Checoslovaquia.
Uniendo estrechamente sus esfuerzos, los reaccionarios checos y los
círculos de inteligencia y espionaje occidentales habían hecho el balance de la
lucha de clases bajo el socialismo. En este empeño esperaban —en tomo al
núcleo de los duros del anticomunismo— constituir un movimiento lo más
amplio posible bajo una plataforma democrática, aparentemente “inocente”
y masiva. Esta táctica apuntaba a explotar todo descontento y todo error del
partido, con el propósito de ampliar su audiencia y su movimiento
“democrático”. Gracias a sus relaciones privilegiadas con la radio y otros
medios de difusión masiva occidentales, la CIA, junto a la mayoría de los
servicios secretos de Occidente aseguraron toda la publicidad de aquellos
“corajudos movimientos democráticos”, que luchaban contra los “stalinistas”.
La Carta Magna 77 fue concebida bajo este esquema. Estuvo constituida
por dos fuerzas principales: la derecha católica y la socialdemocracia alérgica
al socialismo real. Pero para estar en capacidad de tocar un basto público, los
mentores de la Carta Magna 77 se dieron a la tarca de incorporar una tercera
fuerza, aquella que constituían los revisionistas que se alejaron del Partido
Comunista, siguiendo la tendencia de Dubcek.
Jan Tesar, uno de los firmantes de la Carta Magna 77 hacía hincapié en “la
necesidad de pluralidad política”, y continuaba diciendo: “Solo la cooperación
entre estas tres tendencias fundamentales, permitirá el desarrollo de la lucha
contra el despotismo.”32
Jiri Nemec, otro signatario de la Carta, representaba la tendencia i
«accionaria cristiana, y se caracterizaba como un amante de la cultura
underground, de sus grandes conciertos de rock y otras manifestaciones que
se justificaban bajo la base de que el underground para Nemec busca su
orientación en el Evangelio. En todo caso, es un hecho que Nemec encontró
su orientación en las obras filosóficas de la extrema derecha, como Teilhard

32 Listy. Órgano de la oposición socialista checoslovaca. Nº 8 1978, pp. 19


Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

de Chardin —en su período fascista—, Hanna Arendt o Martin Heidegger y su


parloteo incomprensible sobre la libertad y sobre “la existencia propia,
auténtica, del hombre que se refiere a su propio fin”; solo verborrea que
Apunta a sofisticar y embellecer la libertad de explotar. J. Nemec in insistió en
su empeño, luego de citar a Heidegger, propugnó: “La teología evangélica y la
teología católica conducen a las fuentes profundas de la libertad humana. El
hombre libre es el contrario del revolucionario clásico, que solo espera la
ocasión de su vida, para colocarse a la cabeza de las ordas enardecidas."33
50

Rudolf Battek, exdiputado del Consejo Nacional Checo, y firmante de la


Carta Magna 77, se reivindicaba como un comunista social- demócrata.
Cuando se atacaba al “totalitarismo” que reinaba en Checoslovaquia, este
proponía: “la solución de recambio, en un sistema totalitario, no solo puede
remitirse a divagaciones reformistas (...). Solo se puede salir del sistema
totalitario, apartando definitivamente, mediante una política apropiada, todo
tipo de elemento propio a la estructura de dictadura política." 34
Jiri Hajek, antiguo ministro de Relaciones Exteriores de Dubcek, otro
comunista reformista, fue en su origen el portavoz de la Carta Magna 77, y se
planteaba como ideal político el “comunismo democratizado”. Pero, al mismo
tiempo, aceptaba servir de paraviento a todos los anticomunistas, previendo
ya en 1978 “una explosión de resentimiento popular, mucho más violenta aun
que la que pudo verse en 1968”, en el caso de que la URSS no garantizara el
apoyo al Partido Comunista de Checoslovaquia. 35
En agosto de 1978, se realizaron los primeros encuentros entre la Carta
Magna 77 y el Partido Obrero Unificado Polaco (POUP), representado por
Adam Michnik, Jacek Kuron, Jan Litynski, tres de los principales líderes de
Solidaridad. Comentando la Primavera de Praga, en una declaración común,
sostenían: “Toda Europa democrática puso sus esperanzas en el proceso de
democratización, en el que se percibía un ensayo para crear una alternativa al
sistema totalitario.”
De esta manera. Solidaridad, con su orientación abiertamente
anticomunista, fue de hecho considerada como la continuación lógica del
movimiento expresado por la Primavera de Praga, con su nombrado
“Socialismo con cara humana”. En 1978, la Carta Magna 77 y el POUP firmaron
acuerdos de intercambio de información y de apoyo mutuo, y juntos tomaron

33 Listy. Órgano de la oposición socialista checoslovaca. Nº 15-16.1980, pp. 29-33.


34 Ibidem, p. 28.
35 Hajek Jiri: Diez años después. Ediciones Scuil, 1978, p. 200.
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

contacto con los defensores de los “derechos humanos” en Armenia, Georgia,


Lituania y Ucrania.36

¿Hacia la lucha final?

En 1989, la Carta Magna 77 lanzó un llamado, titulado Algunas frases, que


debía servir a “una acción permanente y de masas, a un tipo de referendo
nacional”. Proclamado el 29 de junio en Radio Europa Libre, el llamado exigía
en su punto cuatro: “...liberar los medios de difusión masiva y la actividad
cultural [en Checoslovaquia] de toda forma de manipulación (...), de abrirlos a
un debate libre”. Desgraciadamente para los “demócratas” de la Carta Magna
77, algunas de sus consignas, enviadas a Radio Europa Libre, vieron la luz
pública. Se trataba, de hecho, de un plan de lucha detallado, indicando qué
tenía que hacerse semana tras semana, plan destinado a Radio Europa Libre,
tal como a la BBC y a La Voz de las Américas. Sus redactores insistían
fuertemente en la necesidad de publicar el llamado en Le Monde, The Times,
la Frankfurter Allgemeine Zeitung, etc. Todas estas consignas confidenciales
demostraban, claramente, que el camino de la Carta Magna 77 hacia las masas
checoslovacas, era su paso, en esencia, por las emisoras de radio que
pertenecían a los servicios secretos occidentales y por la gran prensa del
mundo imperialista. “Nos pusimos de acuerdo con los polacos” —añadía la
Carta Magna 77 en sus directivas confidenciales—, "para que inmediatamente
después de la publicación de Algunas frases, la iniciativa sea apoyada
públicamente por la fracción parlamentaria de Solidaridad Vamos a intentar
obtener el apoyo de los húngaros.”37 En adelante, estuvo claro que la Carta
Magna 77, ca minando de mano con la CIA, se preparaba para la lucha final.
Añadamos que el trotskista Petr Uhl fue uno de los más activos de este
concilio de anticomunistas, reunidos alrededor de la Carta Magna 77. Estaba
orgulloso de ser uno de los principales redactores de esta Caila. Decía que la
oposición descendiente del Partido Comunista de Checoslovaquia que seguía
la línea Dubcek-Mlynar, siempre rehusó apoyar la Carla Magna 77. Admitía
también que “la mayoría de los firmantes, quiere decir casi todos”, no querían
escuchar hablar del marxismo. 38 Como en todos los países socialistas, los
trotskistas apoyaban, en Checoslovaquia, la agitación iniciada por la CIA y por

36 Listy. Nº 9, 1978, p. 23.


37 Citado en: “El escenario y la escenificación de algunas frases". Rude Pravo. 22 de julio de 1989.
38 Listy. Nº 8. 1978, pp. 24 y 26.
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

todo el arco iris de nostálgicos del mercado libre, pretendían que esta gente
ayudara, inconscientemente, a la vanguardia trotskista a realizar su
“revolución política antiburocrática” que destruiría el “sistema stalinista”.
Detrás de Petr Uhl su portavoz checo, el grupo de Mandel se puso con ardor
del lado del gran derrocamiento. La prensa trotskista publicó, el 15 de
noviembre de 1988: “Checoslovaquia: ¿Llegó el momento de los grandes
cambios?” El artículo se inició con un elogio a Vaclav Havel, quien se jactaba
de su coraje de estar defendiendo ideas de extrema derecha: “Cuando la
gente tenga el coraje de defender sus ideas abiertamente, el momento de los
grandes cambios habrá llegado.”
52

Así se expresó Vaclav Have), portavoz del grupo checo disidente de la Carta
Magna 77. 39 El grupo Mandel sabía claramente que “las ideas” que Havel,
Nemec y Battek tenían el “coraje de defender”, eran las de la derecha
prooccidental. Pero retomando los términos utilizados por el propio Havel, se
notaba en la realización de estas ideas como “el momento de los grandes
cambios”. Cuando el camino procapitalista de Hungría se hizo evidente,
Mandel confirmó que los movimientos de revuelta en Checoslovaquia estaban
“ayudados por los cambios en los países vecinos, por ejemplo, Hungría”. Para
combatir el Partido Comunista de Checoslovaquia y los fundamentos
socialistas de Checoslovaquia, los trotskistas retomaron el programa
socialdemócrata y proimperialista de Dubcek. Apoyaron la línea de algunos
reformistas de) partido checoslovaco, que proponían “más iniciativas para las
empresas, la introducción de ciertos mecanismos de mercado, así como dejar
un mayor espacio para la iniciativa privada. En breve, una verdadera
perestroika checa, tan indispensable como en la URSS, si el país quiere escapar
de la catástrofe económica.” Pero, confirma la IV Internacional, esta excelente
línea reformadora causa para los actuales dirigentes stalinistas un problema
político que no se puede resolver, porque estas reestructuraciones “se
parecen mucho a la reestructuración iniciada en la Primavera de Praga, bajo
el liderazgo del economista Ota Sik...” Además, siguen nuestros trotskistas, los
burocráticos checos “tienen un miedo enorme del viento del Este, de la
política de la glasnost. Los comprendemos: la glasnost les recuerda la
Primavera de Praga, con sus publicaciones libres.”40
Así, una vez más, Mandel empacó en un embalaje rosa su mercadería
liberal, en este caso su defensa de la línea socialdemócrata de la Primavera de

39 La Gauche. 15 de noviembre de 1988, p. 11.


40 bidem.
Agosto 1989. Praga 1968-1969. Reflexiones ante la tempestad

Praga.
La lucha de clases se acentuó en Checoslovaquia bajo la presión redoblada
de las potencias imperialistas. Su resultado tuvo un gran significado para el
conjunto de los países socialistas. Si el liberalismo económico y político debía
sumergir a Checoslovaquia, entonces Yugoslavia, Hungría, Checoslovaquia y
Polonia constituirían una zona continua donde las multinacionales podrían
poner sus empresas. La República Democrática Alemana sería completamente
cercada El oleaje de las ideas capitalistas influiría en los derechistas que se
escondían dentro del e quipo de Gorbachov. La confrontación entre el grupo
procapitalista de Sajarov-Eltsin y los marxista-leninistas auténticos sería
inevitable; ¿dónde se ubicó Gorbachov en la hora de esta batalla decisiva?
Octubre 1990. Post-scriptum. ¿Estaban al lado de la “revolución”...?

55

Octubre 1990. Post-scriptum. ¿Estaban al lado de la


“revolución”...?

No necesitamos años para resolver la pregunta señalada arriba: después de


la redacción de este estudio, el régimen socialista checoslovaco, incapaz de
oponer la más mínima resistencia a la ofensiva tic la derecha nacional e
internacional, se derrumbó. Vimos importantes movimientos de masas en
Praga. En Occidente, las fuerzas desde la extrema derecha hasta el trotskismo,
pasando por la social-democracia, saludaron “al pueblo que tomó su destino
de la mano” y tu Jamaron “la revolución de terciopelo”.
Para los marxistas, era evidente que este pueblo valiente, completamente
desorientado por las avalanchas de la propaganda de derecha y por la
capitulación vergonzosa de todos aquellos que se llamaron Comunistas,
marchaba a ojos cerrados detrás de las banderas de la Restauración y del viejo
régimen. Nadie podría decir que los dirigentes la contrarrevolución checa no
anunciaron claramente su color. El 15 de octubre de 1988, ya todas las grandes
figuras de la Carta Magna 77 y de otros grupos de oposición —Rudolf Battck,
Jiri Dienstbier, Vaclav Havel, Jan Sabata, Ludvic Vaculik y otros— firmaron el
Manifiesto del Movimiento por la Libertad Cívica.
56

Veamos sus tesis esenciales: “El pluralismo económico es imposible sin


pluralismo político. Solo una transformación del sistema político puede abrir
la vía hacia una reforma económica verdaderamente radical que liberaría las
empresas del yugo de la burocracia centralizada.” “Somos defensores del
pluralismo de diversas formas de propiedad y decisión.” Y, después de haber
señalado las formas de autogestión y las cooperativas, el Manifiesto afirma:
“El pleno restablecimiento de la empresa privada es ineluctable en el terreno
del comercio, de la artesanía, de las empresas pequeñas y medianas.” “La
economía checoslovaca debería integrarse, de manera natural, a la economía
mundial, basada en la división internacional del trabajo.”1
La reacción del trotskista Petr Uhl a este manifiesto de la contrarevolución
de terciopelo, fue fuertemente significativo: declarándose solidario de sus
intenciones fundamentales, lo juzgaba oportuno no firmar un texto tan
comprometedor. Uhl reafirmó su acuerdo con los firmantes de que se

1 Inprecor. Nº 283, 1989, p. 24.


Octubre 1990. Post-scriptum. ¿Estaban al lado de la “revolución”...?

necesitaba “una discusión de todos los problemas políticos basados en el


respeto al pluralismo”.2 El pluralismo de Uhl engloba toda la gama de fuerzas
procapitalistas y proimperialistas. Se trataba, según Uhl, de unificar “todos los
adversarios del centralismo burocrático y del stalinismo”, con el fin de
“liberarse del cerco dogmático y de la hegemonía burocrática”. Se proponía
liberarse de lo que él llama “el socialismo real”.
Sin embargo, el manifiesto es tan francamente de derecha que casi no deja
lugar a los pequeños ensayos de demagogia, que son el aporte específico de
Petr Uhl en esta contrarrevolución. También está obligado a constatar: “Se
trata de una plataforma liberal democrática, próxima al Partido Liberal alemán
y a los liberales ingleses.” “La pretensión del Movimiento por la Libertad Cívica
de coordinar todas las actividades políticas democráticas independientes,
tiene un carácter totalitario.”
Pero este análisis negativo no impide que el trotskista continúe sintiéndose
atraído por sus amigos del pluralismo anticomunista. Muchos de los firmantes
tienen “un pasado socialista, en el mejor significado de la palabra” y saludan
en el movimiento “la reivindicación de la autogestión en las grandes
empresas”, autogestión que no sobrepasa el cuadro de la participación
accionaria de los trabajadores de la señora Thatcher.3
57

Así, la derecha checa proclamó con voz alta y fuerte su voluntad de


restauración, pero llevó con ostentación un pequeño apéndice rosa que logró
la admiración de una cierta “izquierda”. Unos cuantos trotskistas, sin la menor
influencia en las masas, se esforzarán por mantener la ficción de que la
derecha, masiva y agresiva, actúa según la línea de la “revolución política
antiburocrática” de Trotski.
Después de la victoria de la contrarrevolución y del inicio de la aplicación
del manifiesto, que él mismo calificó de liberal, Uhl declaraba: “Podríamos
discutir en qué medida la teoría de Trotski sobre la revolución política fue
justificada. Creo que es en Checoslovaquia que la realidad se acerca más a esta
teoría.” 4 Este señor, que no brilla por una gran inteligencia, explica esta
“revolución política”: “Tanto se trata de decir que es contra el ‘comunismo’,
contra el stalinismo, contra la burocracia, que todos están de acuerdo.”5 ¡Bella
descripción del frente unificado de todo el arco iris anticomunista! “Hubo
quienes vieron e n la Carta Magna 77 un paso en la dirección de la revolución

2 Ibidem, pp. 26-30.


3 Ibidem.
4 Inprecor. Nº 304, 1990, p. 26.
5 Ibidem.
Octubre 1990. Post-scriptum. ¿Estaban al lado de la “revolución”...?

política —es mi caso—, otros le vieron un método de propagar la palabra de


Cristo. Era un verdadero laboratorio de tolerancia.” 6 Para derrumbar y
destruir el socialismo (ya sea un socialismo vigoroso y fuerte o un socialismo
enfermo y minado), los cléricos fascistas, los nacionalistas reaccionarios, los
agentes de la CIA y los socialdemócratas se unieron y hacen gala, claro que sí,
de una gran “tolerancia” hacia los seudosocialistas que vinieron a fortalecer
su agitación con citaciones de Trotski.
La famosa “revolución antiburocrática” de la IV Internacional pira» así por
la prueba de la práctica. Reveló, de momento, su carácter puramente
demagógico. Su sustancia se redujo a unas frases pomposas con consonancia
de izquierda, para adornar un proceso contrarrevolucionario. Un ejemplo
flagrante: el grupo Mandel saludó el 12 «lo enero de 1990 “el brusco acceso a
la vida política de centenares de millones de hombres y mujeres de los países
del Este”.7 Once meses más tarde, se vio obligado a reconocer, “de paso”, que
esta frase pomposa no correspondía a nada. El 23 de noviembre de 1990
escribió: “Según Petr Uhl, no habría más que algunos centenares, digamos
algunos millares de militantes del Foro Cívico al nivel regional y local.” “El
movimiento estudiantil que, en gran medida, fue el motor de los
acontecimientos de noviembre de 1989, ya no existe.”8
58

El acceso a la vida política de las masas significa, en lenguaje marxista, que


las masas se concientizan de los intereses históricos de su clase, que se
organizan en un partido marxista-leninista y que tienden a instalar la dictadura
popular contra las fuerzas del imperialismo, del capitalismo y de la burocracia.
Mandel habló del acceso a la vida política de las masas, en el momento en que
estas siguen una derecha borracha de revancha. Este “acceso a la vida política”
se realizó en Checoslovaquia, en noviembre de 1990, en el seno del Foro
Cívico, dirigido por Havel, del cual los lazos con la CIA no era un secreto para
nadie. Según Pavel Pechacck —jefe de la sección checoslovaca de Radio
Europa Libre, financiada por el gobierno norteamericano— la influencia de su
radio en la evolución de los países del Este fue manifiesta. “Siempre
desempeñamos un papel importante. Según el dirigente de la revuelta
estudiantil en Bratislava, fue Radio Europa Libre quien puso el fuego a la
pólvora. Siempre tuvimos contactos estrechos con Havel, Camogursky y
Dienstbier que hoy en día son miembros del nuevo gobierno, pero que,

6 Inprecor. Nº 300. 1990, p. 8.


7 Ibidem.
8 Inprecor. Nº 319, 1990, p. 4.
Octubre 1990. Post-scriptum. ¿Estaban al lado de la “revolución”...?

durante años, trabajaron con nosotros como corresponsales independientes.”


El 20 de noviembre de 1989, Pechacek recibió una visa de entrada de la
embajada checa en Bonn. “No llego a comprender” —expresó—, “Havel no
quiso creer que le estaba esperando en Praga, y Petre Pithart dijo que primero
quiso tocarme antes de creerlo.”9 Estas son las personas que “despertaron las
masas a la vida política...”
En octubre de 1990, Vaclav Klaus fue elegido a la cabeza del Foro Cívico.
Klaus, que se había ligado con Vaclav Havel en 1968, durante la Primavera de
Praga, llegó a ser uno de sus principales asesores. Después de largos años,
Klaus declaró su admiración por Milton Friedman y por Hayek, los dos
economistas más conocidos de la derecha norteamericana, y se pronunció por
“una economía de mercado sin adjetivo alguno”. 10 El acceso de las masas a la
vida política fue dirigido, entonces, por los administradores de Reagan.
Estas verdades toda la prensa internacional las habían expuesto
ampliamente a inicios de 1990. Fue en estos momentos, al conocer esos
hechos, que Mandel continuó, en marzo de ese año, elogiando un proceso que
tenía como programa la restauración completa del capitalismo. “En algunos
estados-satélites” —declaró el 21 de marzo de 1990 a un periódico belga—,
“la transición hacia un modelo completamente occidental es posible, pero
esto no es el caso en un país como la Unión Soviética y Checoslovaquia.” 11
59

El grupo de Mandel sabía perfectamente que la abrumadora mayoría de la


Carta Magna 77 y, después, del Foro Cívico, se situaban entre la derecha
retrógrada y la derecha centro. Se unió con estos individuos en un odio común
al comunismo. Y con la ligereza de un hombre poco inteligente, Petr Uhl
reconoció que seguiría solidario con esta derecha, ¡hasta cuando los últimos
restos del sistema socialista fueran eliminados! Comentando la manera en que
los jefes del foro se lanzaron sobre los puestos lucrativos, Uhl declaró: “Hay
una lucha para puestos de ministro o de diputado con procedimientos
antidemocráticos. Por el momento, critico esto de una manera, digamos,
respetuosa, porque el viejo régimen todavía no ha sido vencido.”12 Uno de sus
amigos, Fiscer, también cofundador de la Carta Magna 77, reconoció: “Havel
no es el demócrata que los medios de comunicación presentan. Su programa
se reduce a estupideces seudohumanistas. Sus asesores, de los cuales algunos

9
NRC-Handelsblad. 13 de enero de 1990.
10
"El minislro del libre mercado de Praga”. En: The Wall S treet Jou rnal. 6 de marzo de 1990.
11 Ernest Mandel: “Gorbatsjov is le vergelijkcn met Roosevelt". En: De Financieel Ekonomische Tij'd. 21

de marzo de 1990.
12 Inprecor. Nº 300, 1990, p. 8.
Octubre 1990. Post-scriptum. ¿Estaban al lado de la “revolución”...?

se relacionan con la CIA, lo aíslan sistemáticamente de toda crítica de otras


tendencias en el seno del Foro Cívico.” 13 Bonita confesión esa de que el foro
estaba dominado por los partidarios obtusos del orden burgués, i Y qué
ridícula es la queja de Fiscer de que los agentes de In CIA impedían al querido
Havel escucharlas críticas de la “izquierda "del foro! Esta seudoizquierda fue
utilizada para influir en ciertos medios progresistas de Occidente. Una vez que
la restauración ha triunfado, estos marginados han perdido todo valor.
Sin embargo, aun después de la restauración, un hombre como Uhl
continuaría sirviendo a la derecha victoriosa. En febrero de 1990, cantando el
himno de la “revolución democrática”, Uhl observaba en su seno un ala
tecnocrática, de mayoría, un ala “de autogestión” que tenía su preferencia.
“Los que están involucrados en la lucha revolucionaria tratan de canalizar todo
el proceso revolucionario en los carriles del Estado, o tratan de
institucionalizar organismos o mecanismos sociales no estatales. O la gente es
organizada por el Estado, o se autoorganiza.”14 Escoger entre el Estado y la
autogestión, es un viejo grito anarquista. El Estado siempre ha sido un
instrumento de la dictadura de una clase, y Uhl contribuyó a la restauración
completa de la dictadura de la burguesía. Esta demagogia sobre la autogestión
terminó en una farsa grotesca, cuando nuestro autogestionario fue
promovido a la cabeza de la Agencia de Prensa Checoslovaca, la voz oficial de
la nueva Checoslovaquia burguesa. Uhl estaba dirigiendo, desde febrero de
1990 a los 1 700 empleados de la APCH para informar al público de la buena
gestión de los Havel y los Klaus. El que defendía la autogestión, afirmaba que
el Estado representaba a la sociedad... “Generalmente se entiende que, si de
pendemos del Estado, lo estamos apoyando. Lo cual no es exactamente el
caso. Claro que tenemos que ‘respetar’ al gobierno, pero si hay un conflicto,
es más bien a un comité parlamentario al que corresponde decidirlo, porque
el Parlamento representa más al Estado que al gobierno. Tenemos la tarea de
propagar las informaciones sobre la sociedad checoslovaca en el exterior. Esto
importa al Estado checoslovaco, porque representa en este momento a la
sociedad checoslovaca."15 Así, el trotskista Uhl llegó a ser el portavoz oficial
de fuerzas que él calificó, un año atrás, de burgués-liberales. Difícilmente se
encontrará una mejor ilustración del contenido real de la "revolución política
antiburocrática”.

13 "Fiscer, cofundador de la Carta 77”. En: La Gauche. 3 de octubre de 1990.


14 Inprecor. Nº 304, 1990, p. 26.
15 Ibidem, p. 27.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

61

Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

En 1990, ya no se discutía que la restauración del capitalismo en Hungría


era un hecho. Varios eminentes pensadores tuvieron la Ocasión de exponer
sus profundas justificaciones de este proceso "liberador”. Según algunos de
ellos, esta resurrección del capitalismo seria la prueba final de la bancarrota
de 45 años de “stalinismo”. Otros estimaron que el capitalismo probó su
notable dinamismo, y que el socialismo se derrumbó por su fracaso
económico. Una tercera justificación sostuvo que, puesto que no solo de pan
vive el hombre, la ausencia de democracia y de libertad propia del “stalinismo”
—léase "socialismo”— llevó a las masas a deshacerse del régimen totalitario.
Y una última teoría que vino a anquilosar nuestros espíritus: no debemos
lamentar la restauración actual, ya que Hungría se limitó a sufrir el despotismo
asiático impuesto por los tanques soviéticos y, en realidad, nunca conoció el
socialismo.
Estas cuatro teorías, difundidas por los filósofos oficiales de Occidente, nos
empujan hacia la resignación frente a la restauración, o, incluso, hacia una
cierta simpatía por la "liberación” de Hungría. Ellas han encontrado una
acogida favorable en el seno de la izquierda domesticada del mundo
imperialista. Redibujar algunas líneas esenciales de la historia húngara nos
permitirá establecer cuatro verdades.
62

Entre 1945 y 1948, los trabajadores húngaros llevaron adelante una


revolución socialista e instauraron la dictadura del proletariado.
En 1956, una contrarrevolución violenta, provocada por la derecha húngara
con el apoyo del “mundo libre”, amenazó las bases mismas del régimen
socialista.
Después del establecimiento del orden por el ejército soviético, Janos
Kadar mantuvo ciertos rasgos del socialismo, al mismo tiempo que rompía con
el marxismo-leninismo revolucionario y seguía una línea de descomposición
interna lenta.
En 30 años de evolución pacifica, Kadar y sus sucesores realizaron,
finalmente, todos los objetivos señalados por los rebeldes de 1956. La
contrarrevolución armada se hundió para reaparecer y triunfar, tres décadas
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

más tarde, como contrarrevolución pacífica.

La liberación, tras 25 años de fascismo

Durante el torbellino de la revolución bolchevique, los revolucionarios


húngaros instauraron, en 1919, la dictadura del proletariado bajo la forma de
una República de los Consejos, dirigida por Bela Kun. Tras 133 días de
existencia, fue aplastada con la ayuda de ejércitos extranjeros. Miklos Horthy
fundó entonces un régimen de terror —de hecho el primer régimen fascista
de Europa— que sojuzgó a Hungría hasta 1944. Durante ese cuarto de siglo,
toda la propaganda comunista fue severamente reprimida y el partido debió
refugiarse en la clandestinidad.
En septiembre de 1944, el Ejército Rojo hizo retroceder las tropas nazis que
habían ocupado el territorio de su aliado húngaro desde el 19 de marzo de
1944. El periódico clandestino Szabad Nep escribió en ese momento: “Horthy
y sus acólitos difunden fábulas alarmistas sobre millones de obreros rumanos
que habrían sido deportados por el Ejército Rojo para realizar trabajos
forzados, y pretenden que la misma suerte está reservada para los
trabajadores húngaros si el país no se mantiene junto a Hitler.” 1 Esta
intoxicación provocó una verdadera psicosis entre quienes se habían dejado
influir por más de un cuarto de siglo de desinformación fascista. Desde
entonces, el nacionalismo antisoviético será uno de los vectores esenciales de
la ideología fascista.
63

El 15 de octubre de 1944 ti ene lugar un Consejo de la Corona en tomo al


regente Horthy. Echemos un vistazo al resumen de la reunión:
“Según el Primer Ministro, ‘no se debe esperar hasta que los rusos
atenacen por completo nuestros dos ejércitos, estacionados uno en
Transilvania y el otro sobre la línea de los Cárpatos orientales’.
’’Según el Regente, no hay ninguna esperanza de recibir ayuda. Las
promesas alemanas no son serias. ‘No han cumplido ninguna de sus
promesas.’ El Regente espera que si se concluye un armisticio con los aliados
hoy mismo, ‘las comisiones inglesa y norteamericana llegarían a Budapest al
mismo tiempo que los rusos o poco después de su entrada’.
”El Ministro de la Agricultura teme que con los rusos llegue un gran número

1 La liberación de Hungría. Selección de documentos, 1944-1945. Ediciones Corvina, Budapest, 1975, p.


21.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

‘de agitadores comunistas, lo cual podría señalar el inicio de un fuerte


movimiento comunista’. Según el Regente, ‘nosotros tenemos suficiente
fuerza para contener tal movimiento’.” 2
Lo que condujo el espíritu de Horthy fue su odio hacia los comunistas
húngaros y el ejército soviético. Quiso concluir un armisticio con los aliados
para permitir a ingleses y norteamericanos venir en su ayuda y salvar la crema
y nata de su ejército. Horthy declaraba que el armisticio facilitaría “la
sobrevivencia del país”; la consigna de “la independencia de Hungría” tendría,
en adelante, en boca de In derecha, una connotación fascista, antisoviética y
pro-anglonorteamericana.
Pero ese mismo 15 de octubre, bajo la instigación de los alemanes, el mayor
Ferenc Szalasi tomó el poder. Era el jefe de las Cruces Gamadas, las bandas
nazis suicidas que, a sabiendas de la proximidad del fin, instauraron un terror
demencial.
El 3 de diciembre de 1944 vio la luz el Frente Húngaro de la Independencia
Nacional. Agrupaba, además del Partido Comunista, a otras formaciones
burguesas que operaron legalmente bajo el régimen fascista de Horthy: el
Partido Socialdemócrata, el Partido Independiente de Pequeños Propietarios,
el Partido Nacional Campesino y el Partido Demócrata Burgués. El programa
del Frente comprendía la disolución de las organizaciones fascistas; sin
embargo, con sus estipulaciones de “colocar los carteles y grandes bancos
bajo el control del Estado” y de “promover eficazmente la iniciativa y Ias
empresa privadas”, no salía en absoluto de un cuadro burgués.3
64

En Hungría perecieron, en el curso de la guerra, 700.000 habitantes, sobre


una población de 10.000 000. Fueron destruidos el 30% de las instalaciones
mecánicas, el 36% de las vías ferroviarias y el 25% de los edificios de
habitación.4
Desde el primer momento de la liberación, las reformas democráticas
permitieron movilizar las energías de los trabajadores; 640.000 familias
campesinas recibieron 1,8 millones de hectáreas de tierras. Un primer plan
trienal facilitó a los obreros y los técnicos enfrentar con entusiasmo la
reconstrucción del país. 5

2 Ibidem, pp. 33-34.


3 Ibidem, pp. 59-60.
4 Ibidem, p. 89.
5 Pierre Paraf: Las democracias populares. Ediciones Payot, Paris, 1962, p. 187.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

El primer complot fascista

Sin embargo, las fuerzas horthystas y reaccionarias no habían sido en


absoluto liquidadas cuando comenzó la reconstrucción del país.
En diciembre de 1946, la Seguridad descubrió un complot fascista: un grupo
de militares esperaban aprovechar la firma del tratado de paz y el retiro del
ejército soviético para tomar el poder. Esperaban restablecer el poder de
Horthy en nombre de la “continuidad legal”. Los conjurados formaban parte
de una organización secreta llamada Magyar Kozosseg (Comunidad Húngara),
estructurada en familias, clanes y tribus, y dirigida en su conjunto por un
Comité de Siete. Entre los jefes se encontraban: Gyula Gombos, presidente del
Consejo entre 1933 y 1936; Miklos Kallay, presidente del Consejo a partir de
1942, Andras Szentivanyi, oficial de estado mayor bajo Horthy, y Balint Arany,
secretario nacional del Partido Independiente de Pequeños Propietarios.
Durante el proceso, los conjurados revelaron que Bela Varga, presidente
del Partido Independiente de Pequeños Propietarios, y Ferenc Nagy,
presidente del Consejo en función, se encontraban a la cabeza del complot.
Ferenc Nagy había convenido con representantes de Estados Unidos seguir
una política prudente de limitación de la influencia de la izquierda, y no actuar
abiertamente hasta después de la ratificación del acuerdo de paz.
El general estadounidense Weems, miembro de la Comisión de Control,
aliado en Hungría, denunciaba —en una carta dirigida el 5 de marzo de 1947
a los responsables soviéticos— “una intervención extranjera en los asuntos
internos húngaros, por parte de elementos minoritarios de Hungría que
imponían su voluntad a la mayoría elegida por el pueblo”. Ya en 1947, el
imperialismo norteamericano declaraba, públicamente, “la intervención
soviética” en Hungría, al mismo tiempo que apoyaba a antiguos elementos
horthystas y reaccionarios.6

El arzobispo Mindszenty apuesta por la Tercera Guerra


Mundial

La jerarquía católica constituyó uno de los mayores soportes del régimen


de Horthy a lo largo de su existencia. Frente a la consolidación del poder

6 Iván Boldizsar: El imperialismo norteamericano contra el pueblo húngaro. Ediciones de Estado,

Budapest, 1952, pp. 23-25.


Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

democrático, la reacción interior, al igual que los elementos emigrados y sus


protectores norteamericanos, se apoyaban en ella para el trabajo de
información y de subversión.
El arzobispo Mindszenty explica, en sus Memorias, publicadas en 1974, con
una franqueza que roza en la indecencia, que él se considera como un hombre
político, cuya primera vocación es el combate anticomunista. 7 Cita a su
predecesor, el cardenal Seredi —al que de pasada llama “brillante jurista”— y
hace suyas sus palabras: “En la persona de cada primado de Hungría se
encuentran ligadas las más altas dignidades de la Iglesia Católica y la del
derecho público húngaro, lo cual simboliza la realeza cristiana y húngara. (...)
Como consecuencia de una ley emitida por el rey Etienne, el primado es la
primera autoridad de derecho común, después del rey o el jefe del Estado.”
Ello explica por qué Mindszenty pudo asumir, durante un breve periodo en
1919, la dirección del Partido Cristiano recién creado y apoyara al regente
Horthy durante todo su mandato, desde los años 20 hasta los 40.
Desde el momento en que el Ejército Rojo empezó a barrer con los
alemanes, Mindszenty escribió la palabra “liberadores” entre comillas y
terminó por reemplazarla directamente por "ocupantes”. 8 Al inicio de la
liberación de Hungría de un cuarto de siglo del fascismo, Mindszenty redactó
unas cartas pastorales para atacar el socialismo. En mayo de 1945, las hizo leer
en todas las iglesias: "Ningún Estado ha podido subsistir sin estar basado en la
justicia y la moralidad. Pero la base de la moralidad es la Iglesia (...). Nosotros
echamos las bases de una verdadera democracia del Evangelio y no
explotamos la democracia como un camuflaje para servir ambiciones
egoístas.” En las Memorias apunta: “La primera gran procesión religiosa [!], el
20 de agosto de 1946, fue la expresión neta de este rechazo al comunismo.
Ese día, 500000 fieles siguieron en procesión la santa mano derecha de San
Etienne, permanecida incólume.”
66

En diciembre de 1945, en Roma, Mindszenty se reunió con cuatro


cardenales estadounidenses que “no estaban muy satisfechos de la alianza
ruso-norteamericana...” 9 En las elecciones de 1946, el Arzobispo dio
instrucciones a su rebaño para que se opusieran a la izquierda y apoyaran el
imperio inglés: “Un elector cristiano no puede votar por un partido o un grupo
que lleva en sí la opresión y la dictadura, y que ya ha violado bastante todo

7 Mindszenty: Memorias. Ediciones La Table Ronde, París, 1974, p. 68.


8 Ibidem, pp. 55-59.
9 Ibidem, p.76.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

derecho del hombre o derecho natural. El Ministro inglés de Asuntos


Exteriores tiene razón cuando dice que se tiene la impresión de que en
Hungría un régimen totalitario solo será reemplazado por otro.” 10Al mismo
tiempo, Mindszenty se opuso a la reforma agraria (que tendía a “liquidar a
ciertas clases de la sociedad”); protestó contra la intención del gobierno de
"abolir la monarquía milenaria húngara”, y se preocupó “de la suerte de
aquellos que eran llamados ‘criminales de guerra’, [cuya] mayor parte era
gente inocente”.11
En junio de 1947, el arzobispo Mindszenty y su secretario Andras Zakar,
parten hacia Ottawa para asistir a un congreso marial. Aprovecharon para
pasar por Estados Unidos, donde se reunieron con el cardenal Spellman,
vocero de los anticomunistas más exaltados del país. Spellman les organizó un
encuentro con Tibor Eckhardt, uno de los principales responsables del
régimen Horthy, refugiado en Estados Unidos, y con Otto de Hasburgo, quien
les expuso con detalle sus proyectos para la restauración de la Casa de los
Hasburgo en el cuadro de una unión austrohúngara. Desde 1945, Mindszenty
trasmitió regularmente informaciones a Selden Chapin y a Kocsak, dos
diplomáticos norteamericanos. A inicios de febrero de 1949, Mindszenty,
durante su proceso, confesó, frente a acusaciones irrefutables, que él escribió
una carta al señor Chapín pidiéndole un avión y un automóvil para huir de
Hungría. A inicios de 1948, Mihalovics, director de Acción Católica y
colaborador directo de Mindszenty, huyó a Estados Unidos. Allí entró en
contacto con el barón Gabor Apor, con Endre Hlatky y con otros hombres
cercanos a Horthy. En una carta a Mihalovics, Mindszenty anunciaba su
decisión de publicar regularmente informaciones sobre Hungría, con el fin de
movilizar apoyos económicos y materiales. “Yo me lanzo en la lucha contra el
comunismo, sirviéndome del interés despertado por mi fuga.”12
En un panfleto fulminante contra el "terror comunista” en Hungría, Roland
Varaigne destacó, con cierta incomodidad, que “El hecho de que el Cardenal
se haya reconocido culpable provocó una intensa estupefacción en
Occidente." Sin embargo, reconoció que “Mindszenty estaba perfectamente
lúcido.” No obstante, quienes lo acusaron de “capitulación total” llegaron
demasiado rápido a sus conclusiones: “En realidad Mindszenty contestaba,
aunque ciertamente de una forma embarazosa, los puntos esenciales de la
acusación.” Varaigne citó como prueba el siguiente pasaje:

10 Ibidem, p. 83.
11 Ibidem, pp. 84; 87 y 91.
12 Iván Boldizsar: El imperialismo norteamericano contra el pueblo húngaro. Ed. ciL, pp.51-52; 53-54.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

67

'‘Mindszenty. Yo me siento culpable por cuanto cometí una parte


considerable de los actos de que se me acusa. Naturalmente, ello no significa
que yo reconozca las consecuencias de esos actos que señala el acta de
acusación.
"El Presidente del Tribunal. En el curso de conversaciones, usted ha
considerado la posibilidad eventual de ocupar el puesto de jefe de Estado.
"Mindszenty. Nosotros lo pensamos únicamente en el caso de que —dado
que en 1947 circulaba con persistencia la noticia de una eminente Tercera
Guerra Mundial— los cambios históricos crearan en Hungría una situación tal
que, en este país, las fuerzas exteriores y la guerra produjeran cambios que
implicaran un vacuum juris, nosotros hemos considerado lo que en un caso
como ese debía y podía ser hecho.” 13
He aquí a un hombre que, con la pretensión de hablar en nombre de Dios
todopoderoso, se preparaba a dirigir un gobierno pronorteamericano en el
momento en que Estados Unidos iniciara la tan esperada tercera guerra
mundial antisoviética... ¡Y decir que en el inundo “libre” el juicio fue
presentado como un ejemplo de los abominables procesos stalinistas!

La CIA y los socialdemócratas de derecha

A partir de 1947, James McCargar, secretario de la delegación


estadounidense en Budapest, y el capitán McClemens, utilizaron a varios
dirigentes del ala derecha de la socialdemocracia —entre ellos Karoly Pever y
Frigyes Pisky-Schmidt — para constituir redes de espionaje.14 Obsérvese que
se trataba de actividades —más tarde reconocidas públicamente— que los
servicios secretos norteamericanos realizaban en esa misma época entre los
dirigentes socialdemócratas de Suecia, Italia y Bélgica. El 8 de febrero de 1948
el secretario general del Partido Socialdemócrata, Szakasits, anunció su
decisión de excluir del partido su ala derecha. En junio de 1949, este partido
se fusionó con el Partido Comunista y se formó el Partido de los Trabajadores
Húngaros. En las elecciones de 1947, el Partido Comunista había obtenido el
22% de los votos, que lo convertía en la primera fuerza política del país, y el

13 Alain De Seydouy y Roland Varaigne: Hungría indomable. Ediciones 1-os 4 hijos de Aymon, París, 1956,

pp. 85-86.
14 Iván Boldizsar: Ob. cit., p. 104.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

Partido Socialdemócrata de Szakasits, el 14%.15


68

La instauración del poder obrero

Entre 1945 y 1948, los comunistas pudieron desarrollar la lucha política


contra las fuerzas reaccionarias en condiciones muy favorables. Por un lado,
había un gran entusiasmo de los trabajadores más pobres, liberados de un
cuarto de siglo de terror fascista. Y, por otro lado, la presencia del Ejército Rojo
provocaba un gran temor en la derecha y dificultaba las intervenciones
norteamericanas abiertas. Gracias a la intensificación de la lucha de clases y la
realización de un trabajo político profundo y meticuloso, los comunistas
consiguieron desmantelar, uno tras otro, los núcleos centrales de todas las
formaciones políticas burguesas y unificar las fuerzas democráticas. A partir
de 1948, el Estado de democracia popular realizaba en Hungría las funciones
de una dictadura del proletariado. El partido pudo impulsar, por etapas, la
nacionalización de la industria. Partiendo al principio de la reivindicación de
controles del Estado sobre los bancos, se pasó a la nacionalización de los tres
mayores y después a la nacionalización de las minas, de las metalurgias, etc.
A finales de marzo, todas las empresas con más de 100 empleados fueron
nacionalizadas y la base económica del capitalismo se redujo sensiblemente.16
Es útil recordar que en esa época la instauración de la dictadura del
proletariado fue llevada adelante por un inmenso entusiasmo popular, que los
liberales ilustrados no pueden negar. Pierre Paraf escribía en un libro
publicado en 1962: “Llevado por la historia a la más frugal simplicidad, el
pueblo de las democracias populares soportó mejor que otros los duros
sacrificios que originaba el inicio de la construcción socialista, que implicó a
menudo el trabajo obligatorio. El entusiasmo cotidiano llenó de vitalidad la
disciplina impuesta por la ley. La juventud obrera e intelectual acogió esta
tarea como una aventura exaltante y fecunda: la construcción del suelo que
preparaba la del cosmos. (...) El comunismo representa, desde este punto de
vista, lo que pudo representar la cristiandad en la Edad Media, apoyado sobre
las conquistas de la ciencia. Es eso, más bien que las diferencias en el nivel de
vida, lo que distingue un mundo del otro.” 17
69

15 Alain De Seydouy y Roland Varaigne: Ob. cit., pp. 79-80.


16 Ibidem, p. 90.
17 Pierre Paraf: Ob. cit., pp. 67 y 93.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

El 17 de marzo de 1949 Hungría, por depurar su sistema político de los


antiguos fascistas y de los colaboradores estadounidenses, la acusó el
Departamento de Estado norteamericano de “violaciones a los derechos del
hombre”. El arma de los “derechos del hombre” que Estados Unidos sigue
esgrimiendo en sus nuevas cruzadas, se foijó en el inicio de la guerra fría.
La réplica del gobierno húngaro no tardó: ustedes, los defensores
norteamericanos “de la libertad, de la democracia y de los derechos del
hombre” (así hablaban ya en 1950, los norteamericanos en plena batalla por
la hegemonía mundial), ustedes dan refugio a los jefes fascistas como al
general Karoly Bartha, ministro de la Guerra en 1941; Henrik Werth, jefe del
estado mayor de Horthy durante la guerra; Laszlo Bankuty y Bela Jurcsek,
ministros de Szalasi, el nazi demente; ustedes protegen, en el exterior, al
regente Miklos Horthy, al general Kisbamaki-Farkas y al lugarteniente Gusztav
Henneyei. Ustedes rechazan extraditar hacia Hungría, de acuerdo con los
convenios oficiales, a todos esos dirigentes fascistas. 18

Las confesiones de Rajk

Una vez que el Partido Comunista se consolidó como la fuerza dirigente en


la construcción del socialismo, las principales amenazas contra el poder de los
trabajadores comenzaron a provenir de su propio seno.
El 26 de abril de 1949 un periódico suizo. Die Tat, publicó un extraño
artículo basado, según sus propias afirmaciones, en confidencias de John
Foster Dulles: “Los norteamericanos otorgan su ayuda activa a las iglesias y a
los sindicatos no comunistas ilegales en todos los países del otro lado de la
cortina de hi erro. En Washington, donde los emigrantes del Este son
particularmente activos, el lobby anticomunista es muy activo y cuenta con
gran audiencia. El dinero y las armas llegan a los países totalitarios del Este a
través de numerosas vías de contrabando. (...) Desde que John Foster Dulles
anunció hace un año el nacimiento del movimiento clandestino denominado
Operación X, sostenido por Occidente, muchas cosas han sucedido en ese
sentido. Occidente ha intentado infiltrarse cerca de los cuadros y los medios
dirigentes de las democracias populares, y parece que el éxito supera con
creces todas las expectativas.”19
70

18 Iván Boldizsar: Ob. cit, p. 129.


19 Ibidem, p. 66.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

Este pasaje constituye una buena introducción al proceso de Laszlo Rajk,


antiguo secretario del Comité Central del Partido Comunista Húngaro y
antiguo ministro del Interior. Citamos, en primer lugar, las declaraciones
realizadas por Rajk durante su proceso público, llevado a cabo del 16 al 24 de
septiembre de 1949.
Según el propio Rajk, tras su ingreso en Hungría en el otoño de 1945 y su
denominación como secretario de organización del partido en Budapest, fue
contactado por Kovach, miembro de la comisión militar estadounidense. Este
último afirmaba tener pruebas de que Rajk había trabajado para la policía de
Horthy. “Más tarde” —dijo Rajk— “yo conté a Kovach que, según las
informaciones del Partido Comunista, en Hungría los diferentes elementos de
derecha, los trotskistas, el grupo de Weiszhaus, los partidos de derecha como
el Partido Independiente de Pequeños Propietarios y el ala derecha del Partido
Socialdemócrata, habían emprendido un poderoso trabajo de organización e
intentaban colocar, en fábricas, instituciones y oficinas, a elementos
nacionalistas, chovinistas y antisoviéticos.” “El lugarteniente coronel Kovach”
—continuó Rajk— “me decía que yo debía hacer todo lo posible porque esos
elementos pudieran desplegar su actividad política sin ser molestados.”
Kovach colocó a Rajk en contacto con Marton Himmler, un agente de los
servicios secretos estadounidenses. “Quería confiarme la tarea” —declaró
Rajk frente al tribunal— “de facilitar la toma del poder por las fuerzas de la
derecha y de debilitar al partido a través de la organización de una fracción
dirigida contra Rakosi. Yo debía difundir entre la opinión pública la idea de que
no había unidad en el seno del partido, sino que, bajo mi dirección, existía una
fuerte fracción nacionalista, antisoviética y de orientación norteamericana.
Ello crearía conmoción y desorganización entre las fuerzas de izquierda, y
facilitaría que las fuerzas de derecha tomaran la iniciativa.” “Como ministro
del Interior, y siguiendo instrucciones de los norteamericanos, a finales de
1946, coloqué en el Ministerio del Interior a Sandos Cseresnyes, hombre de
los servicios secretos yugoslavos; a Laszlo Marschall, quien trabajaba para la
segunda dirección de los servicios secretos franceses; Frigyes Major, agente
del servicio secreto norteamericano CIC, y a Bela Szasz, hombre del servicio de
inteligencia inglés. Además, a principios de 1946, el lugarteniente coronel
Kovach colocó a mi disposición a Tibor Szonyi, quien era su hombre [de
confianza].”20
71

Tibor Szonyi frente al tribunal declaró lo siguiente:

20 Ibidem, pp. 68-70.


Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

“Yo permanecí en Suiza desde finales de 1938 como emigrado político. En


Suiza se encontraba durante la guerra el Centro Europeo del Servicio
Norteamericano de Información Estratégica del ejército, el OSS. Su jefe era
Allen Dulles. Fue allí que, en septiembre de 1944, un yugoslavo llamado Micha
Lompar me propuso entrar en contacto directo con Allen Dulles. Nos reunimos
regularmente con Dulles en Bema entre septiembre de 1944 y enero de 1945,
hasta mi regreso a Hungría. Dulles me expuso detalladamente sus
concepciones políticas para la posguerra. Pensaba que era evidente que
muchos países de Europa oriental serían liberados por tropas soviéticas, y que
los partidos comunistas devendrían partidos gobernantes. En el interés de la
orientación estadounidense y de la política de cooperación con América, era
necesario que ejerciéramos nuestra actividad principalmente en el interior del
Partido Comunista.”
Más tarde, Szonyi habló de sus contactos con Noel Field, un colaborador de
Dulles, y dijo: “En mayo de 1949, Laszlo Rajk me informó detalladamente del
plan de golpe de Estado. Quince días antes de mi arresto, me confió que se
había concebido el proyecto de eliminar físicamente a varios dirigentes del
Estado, entre ellos Rakosi, Farkas y Gero, y que lo había discutido con
Rankovitch, el ministro del Interior yugoslavo.” Tras la formación de un nuevo
gobierno, presidido por Rajk, “se modificaría la estructura política del país,
siguiendo el modelo de Yugoslavia. Los partidos políticos y, principalmente, el
Partido de los Trabajadores Húngaros serian relegados al segundo plano en la
vida política y cederían el lugar a un frente popular con una amplia base.
También se impulsarían cambios lentos y graduales en el dominio de la política
exterior, y de forma igualmente lenta y gradual haríamos que Hungría
abandonara a la Unión Soviética y las democracias populares, y se pasara al
ludo de los Estados Unidos de América.”21

Rajk, Nagy, Pozsgay, Nyers y la restauración

Estas declaraciones de Rajk y de Szonyi podrían reducirse a los siguientes


puntos esenciales: Los partidos burgueses, socialdemócratas y trotskistas,
hicieron todo lo posible por desmantelar el régimen socialista y, en este
sentido, contaron con el apoyo de los servicios secretos extranjeros.
72

La actividad de estas formaciones se halló cubierta y protegida por

21 Ibidem, pp. 75-79.


Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

elementos poco seguros en el seno del Partido Comunista.


Las fracciones revisionistas rompieron la unidad del partido y lo minaron
desde el interior.
Los servicios secretos occidentales hicieron lo posible por infiltrarse en el
partido con el objetivo de promover a elementos dudosos.
El nacionalismo burgués constituyó un factor esencial en la desintegración
de los partidos revolucionarios.
La supresión de la función dirigente del Partido Comunista en beneficio de
un frente “popular" que reagrupó las fuerzas burguesas, constituyó una etapa
esencial en el proceso de restauración.
La victoria de la contrarrevolución pacífica en 1989 arroja una rara luz sobre
las declaraciones de Rajk y Szonyi: fueran ambos culpables o no, es preciso
constatar que el proceso de restauración del capitalismo siguió, en lo esencial,
el camino marcado en sus declaraciones. Es posible que los investigadores de
la época hayan ido demasiado lejos y presentado pruebas no concluyentes de
la colusión entre Rajk y los norteamericanos.
Únicamente una nueva generación de revolucionarios húngaros podrá
rescatar de las sombras la verdad sobre estos dos fenómenos de capital
importancia: las actuaciones de los servicios secretos occidentales y la
evolución de) oportunismo en el seno del partido durante los años 1945-1953.
He aquí algunas bases de lo que decimos: la CIA sacó a la luz pública cierto
número de sus actividades en Europa del este. Lo que sigue es cita del libro de
un periodista inglés, Stewart Steven, que revela algunas cosas... sin duda, para
proteger mejor otras operaciones y personas.22
Sabemos que el teniente coronel polaco Joseph Swiatlo, que tuvo una
participación importante en el proceso contra Rajk, fue reclutado en 1948 por
los servicios ingleses antes de ser transferido a la CIA
En ese momento, Swiatlo era el número dos del Décimo Buró de Seguridad,
que se ocupaba de las actuaciones del partido y del gobierno...; además
figuraba entre las 12 personas más importantes de Polonia socialista, y podía
determinar en buena medida el porvenir de los cuadros. Del capitán Michael
Sullivan, que lo reclutó, sabemos que “desde la liberación de Polonia (1944),
se presentaba en el país como jefe de una misión de abastecimiento británica
y, bajo la coartada de acciones caritativas, levantó una de las redes de
espionaje político más complejas y elaboradas que podían encontrarse en ese
momento en el mundo".23

22 Steven Stewart: La gran trampa. Ediciones Robert Laffont, 1976.


23 Ibidem, pp. 42-43 y 34.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

73

Allen Dulles, el jefe de la CIA, se mostró encantado cuando Swiatlo entró a


su servicio. “Dulles insistió en que se le reservase 20 años si fuera preciso hasta
el momento en que el gran golpe pudiese funcionar.” 24 Pero muy pronto
Swiatlo recibe el encargo de montar falsas acusaciones contra dirigentes
comunistas que entrarían al servicio de la CIA. Swiatlo inventa una red de
espionaje con ramificaciones internacionales y desenmascara su llave
maestra: Noel Field, que durante la guerra había sido director para Europa de
la organización de ayuda protestante de los unitaristas norteamericanos. Field
era simpatizante del comunismo y conocía personalmente a muchos
dirigentes de las democracias populares. Swiatlo probó que Field, quien desde
1926 era diplomático del Departamento de Estado norteamericano, trabajaba
para la CIA a las órdenes directas de Dulles, y que había reclutado a cuadros
importantes en la mayoría de los países comunistas de Europa oriental. Por
varias fuentes, la seguridad soviética recibió confirmación sobre tales
acusaciones.
¿Era Field inocente? ¿Fue víctima de un complot de la CIA, como afirma
Steven con Swiatlo? En cualquier caso, años más tarde el propio Field confirmó
lo que relatamos a continuación. Robert Dexter trabajaba durante la guerra a
las órdenes de Field en una misión protestante de los unitaristas en Europa.
Dexter era un oficial del OSS, el servicio de información norteamericano,
dirigido desde Berna por Allen Dulles. Dexter puso a Field en contacto con
Dulles, con la intención explícita de introducirlo en la OSS. Después, Field
colocó a comunistas de varios países, entre ellos de Alemania y Yugoslavia, al
alcance de Dulles.25
Según él mismo afirmó, Swiatlo utilizó la “Red Field" para acusar en falso a
comunistas como Rajk en Hungría y Slansky en Checoslovaquia. Consiguió
perjudicar seriamente la cabeza del partido polaco, haciendo detener al
número dos, Jakub Berman, y a Wladyslav Gomulka. En cuanto comenzó a
levantar sospechas, Swiatlo se pasó a Occidente; fue el 21 de diciembre de
1953.26
Esta historia prueba, cuando menos, que los servicios secretos occidentales
lograron reclutar en los países socialistas a hombres del más alto nivel.
Utilizaron algunos agentes para montar provocaciones dirigidas contra
cuadros comunistas; la existencia de tendencias oportunistas y nacionalistas

24 Ibidem, p. 90.
25 Ibidem, pp. 92-93; 95-96 y 76-79.
26 Ibidem, pp. 143-144 y 191.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

en el interior de los partidos les brindaba un terreno ideal. Comunistas


honestos pero que manifestaban inclinaciones socialdemócratas, se
convertían fácilmente en víctimas de complots tramados por los
norteamericanos. La CIA no solo sembraba cizaña en el partido, sino que
contaba con disfrutar, al cabo de unos años, de dividendos suplementarios.
Acusados en falso de pertenecer a la CIA, detenidos injustamente y con
frecuencia maltratados, se esperaba que estos hombres fuesen objeto de
reclutamiento fácil, después de sufrir en su propia carne las “fechorías” del
stalinismo... Es muy probable que las revelaciones de Swiatlo, hechas en
Estados Unidos, sacando a la luz ciertas verdades, cumplían también la función
de proteger a hombres que seguían trabajando para los servicios
norteamericanos.
74

En la áspera lucha de clases que caracterizaba los primeros años de


edificación socialista, los comunistas se enfrentaban a dos fenómenos
diferentes y a menudo entremezclados: la existencia de corrientes
oportunistas y nacionalistas que, llevada su lógica al extremo, caían del lado
del imperialismo, y la acción subversiva dirigida directamente por las
potencias imperialistas.
Corresponderá a futuros historiadores revolucionarios húngaros
desentrañar el enredo de luchas diversas que constituyó el asunto Rajk.
Pero la esencia política de este proceso, tal como fue sentida por los
comunistas húngaros de la época, puede resumirse así: En el curso de la lucha
de clases, que se desenvuelve en las condiciones del socialismo, los elementos
oportunistas y nacionalista-burgueses en el interior del partido suelen
evolucionar hacia un programa abiertamente restaurador y entran, a merced
de tal camino, en asociación clara con las potencias imperialistas y con la
reacción interior. Y bien, contra esta lección, que es esencial conocer para la
consolidación del socialismo, claman rabiosamente todos los arrebatados del
antistalinismo. “El proceso de Budapest” —escribió François Fejto— “fue una
ceremonia de culto. Lo absurdo de las tesis expuestas, su sin sentido evidente,
tenían una función social y religiosa.”27 Este autor quiere esconder bajo su
palabrería vulgar y mistificadora el fundamento político de la lucha en curso
que, sin embargo, comprende perfectamente. “En Hungría” —dijo Fejto—
“Tito disfrutaba de numerosos simpatizantes entre los viejos militantes del
partido, con el ministro del Interior Lazslo Rajk a la cabeza.” 28 Estos procesos,

27 Francois Fcjto: Historia de las democracias populares. Ediciones Seuil, Paris, 197I. Tomo 1, p. 268.
28 Ibidem, p. 250.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

continúa lúcidamente, constituyen “una vasta ofensiva contra las tendencias


autóctonas reformistas y nacionales”; Rajk y los otros querían hacer
“concesiones reales a las aspiraciones nacionales y liberales de la población
por medio de una realización de las ‘virtualidades democráticas’ del
socialismo”. 29 Como se ve, Fejto describe perfectamente la orientación
nacionalista-burguesa, antisoviética, y la deriva socialdemócrata, reformista,
cuyos primeros síntomas se dejan notar en 1949-1953, y que desemboca,
después de una larga incubación, en el derrumbamiento del socialismo en
1989. Desde que Tito, en 1950, apoyó la agresión norteamericana contra
Corea, la verdadera naturaleza de esta orientación no dejó duda alguna. Fejto
admitió que Rajk pertenecía a esta misma corriente.
75

En ocasión del segundo entierro solemne de Rajk, el 6 de octubre de 1956,


Imre Nagy abrazaba con gesto patético a la viuda de Rajk. Solo dos semanas
más tarde, Nagy encabezó un movimiento que, incluso su protector. Tito, tuvo
que calificar de contrarrevolucionario.
En 1988 pudimos asistir al remake de las exequias de Nagy, organizadas con
gran pompa. Unos meses más tarde, los dirigentes del partido húngaro que
las habían presidido restablecían el capitalismo privado, acogían como a un
héroe al Presidente de Estados Unidos, abandonaban el Pacto de Varsovia y
hacían pública su intención de ingresar en la OTAN. Pero en el tiempo en que
los comunistas acusaron a Rajk y a Nagy de comprometerse precisamente en
ese mismo c amino, toda la prensa burguesa puso el grito en el cielo ante
absurdos semejantes, acusaciones, mentiras grotescas, increíbles
fabulaciones. Es importante subrayar que independientemente de la efectiva
culpabilidad de Rajk en relación con las imputaciones que se le hicieron, la
dirección de Rakosi había delimitado perfectamente los mecanismos de la
lucha de clases en las condiciones del socialismo, en el curso de los años 1948-
1953.

La ofensiva norteamericana

A comienzos de 1948 se publicó en Estados Unidos un periódico de extrema


derecha húngaro titulado Amerikai Magyar Nepszava. Su director era Zoltán
Pfeiffer, antiguo terrateniente y diputado, próximo a Horthy. Entre sus

29 Ibidem, p. 363.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

colaboradores se contaban el fascista Tibor Eckhardt, el jefe de la derecha


húngara Ferenc Nagy y el socialdemócrata Karoly Peyer. El 27 de mayo de
1948 el presidente Truman dirigió una carta a los editores: "El pueblo húngaro
combate tras el telón de hierro para reconquistar su libertad y levantar un
Estado verdaderamente democrático. En este combate, el pueblo espera de
ustedes las directivas, estoy convencido de que ustedes, que gozan de los
beneficios de la democracia norteamericana, no lo abandonarán.”30
En ese momento, los norteamericanos eran los principales protectores de
la organización fascista Comunidad Fraternal de los Guerreros Húngaros,
estacionada en Alemania occidental y dirigida por Ferenc Kisbamaki-Farkas y
Andreas Zako, dos hombres del fascista demente Szalasi. En su Boletín Central
número 12, de abril de 1950, escribieron: “¿Cuál es nuestro objetivo? Ayudar
a todos los que están dispuestos a luchar por liberar a la patria húngara del
bolchevismo; no solo con palabras y escritos, sino también, llegado el
momento, con actos y por las armas.” En su número 13 del mes de mayo
precisaron: “Tenemos derecho a confiar en que, a la vista de la evolución
probable de los acontecimientos internacionales, las fuerzas militares de
Estados Unidos nos abrirán el camino de regreso.”31
Le Monde publicó el 2 de octubre de 1951: “Créditos de 100 millones de
dólares están contemplados en el proyecto de ley norteamericana sobre
ayuda militar y económica al extranjero, a fin de permitir la constitución de
cuerpos especiales de refugiados de los países del Este del telón de hierro.
Estas unidades, precisan informaciones de Washington, estarán mezcladas
con divisiones norteamericanas e integradas en el ejército atlántico.” De este
modo, 2.500 refugiados en 1950, fueron incluidos en el ejército
norteamericano. Después de cinco años de servicio obtuvieron la nacionalidad
estadounidense. El portavoz del primer grupo húngaro, Tomás Dosa, había
combatido durante un año en el ejército fascista en el frente del Este.32
En 1950, los servicios de guerra psicológica del ejército norteamericano,
por decisión de su gobierno, lanzaron el proyecto Radio Europa Libre. Un
despacho de Reuter del 25 de octubre de 1950 comunicaba: "El general Lucius
D. Clay, antiguo comandante de la zona norteamericana, ha anunciado que el
servicio que dirige está construyendo potentes emisoras de radio para apoyar
la propaganda dirigida a los países del telón de hierro. Se reclutará al personal
de entre los hui dos de los países del Este europeo a los que se dirige la

30 Iván Boldizsar: Ob. cit, pp. 135-136.


31 Ibidem, p. 133.
32 Ibidem, p. 134.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

propaganda. (...) Que esta actividad suscite acciones subterráneas en los


países en cuestión ‘no nos sorprendería’. ‘No hay límites a lo que podemos
hacer y a lo que haremos’.”33
77

Desde 1950, Estados Unidos se comprometió abiertamente en una política


llamada “de liberación de las naciones cautivas”. James Bumham, brazo
derecho de Trotski hasta 1940, se convirtió en su abogado. En esta época,
Bumham y casi todo el establishment norteamericano esperaban
impacientemente la guerra o, mejor aún, la Tercera Guerra Mundial... "La
política de liberación constituye un preventivo de la guerra general. La política
de liberación, en la medida de su éxito, golpea tras el frente soviético y corta
las líneas de comunicación entre los soviets. Al propio tiempo, estimula a los
elementos interiores considerados, desde el punto de vista soviético, los más
susceptibles de dislocar el régimen. Pero a largo plazo aunque no sea
inevitable, la guerra general sigue siendo probable.” 34 Dentro de este
contexto global, Bumham situó la actividad norteamericana en Hungría y
Europa del este. “Simples palabras no serán suficientes para convencer a las
masas de que América se compromete a liberarlas. Es preciso que lo
demuestre diariamente con actos. Esta demostración puede revestir tres
formas: la guerra política total, acciones auxiliares militares y paramilitares
cuando las circunstancias lo exijan y preparación apropiada para cualquier
acción militar que pueda parecer necesaria en el futuro. Naturalmente,
Estados Unidos ya está actuando en los tres sentidos mencionados. El cambio
de política ampliará la envergadura y acentuará el ritmo de estas actividades,
sobre todo en lo que se refiere a la guerra política.”35
Esta política de conquista y hegemonía norteamericana se vendió en
Hungría con la marca “Independencia nacional”. Arrancando a Hungría de la
influencia soviética y de un porvenir socialista, ligado a los destinos del
socialismo soviético, los norteamericanos querían ganarse un buen pincho de
neocolonias en Europa central.

Se desata la persecución del “stalinismo”

Inmediatamente después de la muerte de Stalin, el Comité Central del

33 Ibidem, pp. 125-126.


34 James Burnham: Contener o liberar. Ediciones Calmann-Lévy, París, 1953, p. 257.
35 Ibidem, p. 240.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

Partido de los Trabajadores Húngaros, en sus sesiones del 27 y 28 de junio de


1953, criticó los “errores izquierdistas” de la dirección de Rakosi, Gero y
Farkas; nombró primer ministro a Imre Nagy, un viejo oportunista de derecha,
quien había sostenido siempre que la democracia popular no debía definirse
bajo la forma de una dictadura del proletariado. Creía que Hungría debería
conocer un período de capitalismo de Estado, y que las fuerzas productivas
del campo se desarrollarían del modo más rápido mediante una política de
apoyo al campesinado medio. Añadía que así evitaría que Hungría se viera
mezclada en la confrontación entre los bloques. En 1954, Nagy desarrolló,
desde la dirección del gobierno un programa centrado en la idea de “la unidad
nacional”, llamó a los nueve millones y medio de húngaros a unir sus
corazones y sus almas.36 Pero en noviembre de 1955, Rakosi consiguió que el
revisionista Nagy fuera expulsado del partido.
78

Después del XX Congreso del PCUS, los oportunistas húngaros redoblaron


sus esfuerzos en las críticas contra el “stalinismo” de Rakosi. El 1º de julio de
1956 Imre Nagy se declaró preparado para “luchar hombro con hombro por
eliminar las distorsiones stalinistas del marxismo en el terreno ideológico,
político y metodológico”. Y juró fidelidad a las “ideas y principios de Lenin”37
La Asociación de Escritores Húngaros envió sus mejores plumas para la
campaña en favor de Nagy que, de golpe, se convirtió en la vedette principal
de Radio Europa Libre y de la BBC. El 17 de septiembre la asociación se refirió
a “la resistencia burocrática, sectaria y dogmática” y llamó a la lucha contra el
“peligro de una restauración stalinista y rakosista”.38
A fines de junio de 1956, el Consejo de Seguridad Nacional de Estados
Unidos dedicó una sesión especial a la agitación en el Este. El 29 de junio John
Foster Dulles, al hacer las conclusiones, expresó: “El mundo libre ha de
permanecer unido para ejercer las presiones que aceleren la desintegración
total del comunismo internacional y, quizás, del sistema actual de la Unión
Soviética. Es preciso, en especial, intensificar la presión sobre los países
satélites, lo que podría conducir a su liberación completa.”39
El Partido de los Trabajadores Húngaros, confundido por la campaña contra
Stalin conducida conjuntamente por Jruchov, Radio Europa Libre, el grupo de
Imre Nagy y la vieja derecha húngara, decidió organizar un nuevo entierro
solemne de las “víctimas del stalinismo”. El 6 de octubre de 1956 la

36 Janos Berecz: 1956 Contrarrevolución en Hungría. Akadémiai Kiado, Budapest 1986, pp. 43 y 54.
37 Ibidem, p. 79.
38 Ibidem, p. 86.
39 Ibidem, p. 89.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

“reposición” de los funerales se convirtió en una fiesta anticomunista.


Nostálgicas y confundidas 300.000 personas proclamaron a Imre Nagy como
ídolo.
79

En las semanas siguientes, gran parte de los estudiantes e intelectuales


participaron en manifestaciones nacionalistas dirigidas contra la presencia de
las tropas soviéticas, a favor de la retirada de Hungría del Pacto de Varsovia y
por la recuperación de los territorios perdidos a raíz de la “derrota” de 1944.
El nacionalismo burgués presentó un doble aspecto: antisovietismo, por la
aversión hacia el primer país socialista, y adhesión a la ideología fascista, por
su nostalgia de los 25 años de “grandeza" húngara.

La CIA dicta el programa de la “revolución”

A partir del 23 de octubre de 1956, en todas partes se produjeron


manifestaciones contra el gobierno socialista. Según Robert T. Holt, uno de
sus principales responsables. Radio Europa Libre recibía diariamente, del
cuartel general en Nueva York, instrucciones tácticas detalladas. La radio de la
CIA exaltaba una política de gran unidad popular, se ponía en guardia frente a
cualquier forma de precipitación. Hay que glorificar los valores nacionales
húngaros y pedir un “perfeccionamiento” y una “rectificación" del sistema
socialista. En el curso de la acción habrá lugar para, paso a paso, remendar la
cualidad política de las reivindicaciones. Con tal fin, la CIA lanzó la consigna
“¡Haced de la revolución una revolución permanente!”40
Desde el 23 de octubre, los sublevados lanzaron ataques armados de poca
envergadura. El 25 el coronel Pal Maléter, encargado de reprimir la
insurgencia, se pasó a la contrarrevolución. El consejero militar de Radio
Europa Libre, Julián Borsanyi, antiguo teniente coronel del ejército de Horthy,
so pretexto de “discutir la forma en que los insurgentes actuaban”, dio
instrucciones para el progreso de la rebelión.41 La Comisión de Radio Europa
Libre financiaba el Centro Militar, establecido en Viena, que coordinaba la
ayuda militar desde el extranjero. El general Andras Zako, jefe de la principal
organización fascista húngara, dirigía este centro. En Budapest, los ataques
armados estaban organizados por personas con gran experiencia en la guerra
y la guerrilla: oficiales del ejército de Horthy, miembros de las milicias fascistas

40 Ibidem, p. 111.
41 Ibidem, p. 113.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

de las Cruces Flechadas y algunos tránsfugas del ejército húngaro. Así


comienza lo que The New York Herald Tribune llamó, el 17 de noviembre de
1956, “la primera batalla de la Tercera Guerra Mundial por los valores
occidentales”.42
80

A la vista de esta primera fase de la contrarrevolución, el partido organizó


guardias obreras en las empresas y les proporcionó cierta cantidad de armas.
La mayor parte del ejército húngaro permanecía leal al gobierno y desarrolló
operaciones eficaces con el apoyo de unidades soviéticas.43 El 28 de octubre
los anticomunistas se encontraron prácticamente derrotados.
El mismo día, el cuartel general de la Comisión de Radio Europa Libre envió
un telegrama desde Nueva York a Munich; que contenía un “programa de
ocho puntos” para la insurrección húngara; el cual se propagaría
intensamente y de inmediato, gracias a las emisiones de Radio Europa Libre y
casi todos los grupos anticomunistas lo adoptarían. A continuación se describe
someramente el “programa”:
1. Retirada inmediata y total de las tropas soviéticas en territorio húngaro.
2. Disolución integral e inmediata de la Fuerza de Seguridad del Estado
(AVH)...
3. Amnistía total para todos los combatientes por la libertad que han
participado en la insurrección.
4. Exclusión del nuevo gobierno provisional de toda persona asociada de
algún modo al gobierno o a la dirección superior del partido desde el
precedente gobierno de Nagy.
5. La mayoría del gabinete del nuevo gobierno provisional debe proceder
de los diversos grupos patrióticos sobre una base representativa.
6. Convocatoria inmediata de una Asamblea Constituyente, seleccionada
mediante elecciones libres y secretas, para redactar una nueva Carta Magna y
un programa de acción...
7. Retirada de Hungría del Pacto de Varsovia.
8. Conservación de los consejos obreros y otros consejos locales y comités
populares formados durante la crisis, y comunicación permanente entre ellos
hasta que las condiciones mencionadas anteriormente hayan sido
cumplidas.44

42 Ibidem, p. 112.
43 Ibidem, p. 123.
44 Robert T. Holt: Radio Europa Libre. Minneapolis, 1959, p. 191.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

El revisionista Nagy a la cabeza del gobierno

Cuando se desencadena en el país la contrarrevolución violenta, la fuerza


de determinación del Partido Comunista adquirió una importancia capital
para el éxito de la lucha. Ahora bien, el partido se encontraba en un estado
lamentable...
81

Cuando el Comité Central se reunió el 23 y el 24 de octubre, fue sacudido


por un viento de pánico. En lugar de orientarse hacia un modo de acción
inflexible y hacia una movilización de las masas fieles al socialismo, sus
miembros buscaron refugio en la Gran Unidad. La tendencia Mathias Rakosi-
Emo Gero, considerada por todas partes como “stalinista”, se encontraba ya
bastante aislada. El grupo de Janos Kadar-Ferenc Munnich, mayoritario, llamó
a la unidad de todos los comunistas, incluidos los hombres de Nagy. ¡Se
reincorporó Imre Nagy en su calidad de miembro del partido y se le ofreció el
puesto de primer ministro! Sin embargo, todos sabían que Nagy se encontraba
en la base de la agitación antigubernamental, en el medio estudiantil e
intelectual. Como lo dina Kadar más tarde: “Estábamos reticentes de tomar la
seria decisión de revelar ante el mundo que no había unidad en el seno del
órgano dirigente superior del partido y el gobierno.”45
El 23 de octubre Nagy da su consentimiento para solicitar el apoyo del
ejército soviético. Pero cinco días más tarde, el 28 de octubre, en el momento
en que los contrarrevolucionarios se encontraban arrinconados, Nagy decretó
por radio un alto el fuego inmediato y general, y anunció el retiro de las tropas
soviéticas de Budapest. Y declaró: “El gobierno rehúsa la idea de que el gran
movimiento popular que se desarrolla en este momento, es una
contrarrevolución.” Y la revuelta se transforma en un “movimiento nacional y
democrático” que garantiza “nuestra independencia nacional, nuestra
autodeterminación y soberanía”. Nagy continuó: “El gobierno va a sostener a
los nuevos órganos democráticos creados con la iniciativa del pueblo y los
integrará en la administración del Estado.” Anunció la creación de una nueva
fuerza de seguridad, formada a partir “de unidades del ejército, de la policía,
como de las unidades armadas obreras y de jóvenes". 46 En realidad, el
revisionista Nagy tomó por su cuenta lo esencial del programa dictado por
Radio Europa Libre.

45 Janos Berecz: Ob. cit, p. 128.


46 Ibidem, p. 133.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

El 29 y 30 de octubre el Ejército Rojo se retiró de Budapest. Una onda de


euforia levantó a los contrarrevolucionarios has ta las nubes. Nagy recibió a
Dudas, uno de los principales responsables de los “combatientes de la
libertad”, que había hecho suyos los “ocho puntos” de la CIA. Al día siguiente.
Radio Europa Libre anunciaba: “Pareciera que la democracia pluripartidista
pueda ser restaurada en Hungría y que Hungría pueda asumir una posición de
libertad y de neutralidad según el modelo austríaco.”47

Nagy a la cabeza de la contrarrevolución

Partiendo de su oposición contra el “dogmatismo”, el “sectarismo”y el


“stalinismo”, Imre Nagy pasó en pocos días a la contrarrevolución abierta. El
30 de octubre declaró a la radio: “El gobierno reconoce a todas las autoridades
locales, autónomas y democráticas, creadas por la revolución, nosotros nos
apoyamos en ellas y les pedimos su ayuda.” Y continuó: “El gabinete decide
abolir el sistema de partido único y establecer un gobierno sobre la base de la
cooperación democrática entre partidos de coalición como existía en 1945.”
¡En el presídium del Partido de los Trabajadores Húngaros, Nagy obtuvo la
mayoría para... disolver el partido y formar un partido nuevo! Núcleos de
antiguos partidos burgueses fueron restablecidos bajo la impulsión de
emigrantes anticomunistas. Estos partidos, que se habían dislocado entre
1945 y 1948 durante los combates entre elementos reaccionarios y los
antifascistas, volvieron a nacer como fuerzas abiertamente de derecha y
proimperialistas.
El 1º de noviembre el Partido Independiente de Pequeños Propietarios
manifestó: “Nosotros queremos una nueva Constitución, una república en
lugar de una república popular.” En una circular de 31 de octubre, este partido
se confirmó como “un partidario incondicional de la empresa privada y de la
economía privada”. El 2 de noviembre Jozsef Pasztor, el dirigente de la
socialdemocracia, declaró: “El partido acepta la propiedad privada.” El
programa del Partido de la Independencia húngara definía: “4. La
inviolabilidad de la propiedad privada (...). 6. La puesta en práctica de la
democracia pura, eterna y burguesa.”48
El 30 de octubre Imre Nagy sacaba de la cárcel al cardenal Mindszenty,

47 Robert T. Holt: Ob. cit., p. 192.


48 Janos Berecz: Ob. cit, pp. 151-152.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

quien se apresuró en declarar: “Voy a continuar desde donde me forzaron a


pararme hace ya ocho años.” 49 En sus memorias, Eisenhower anotó sus
reflexiones del 1º de noviembre de 1956: “El problema de Hungría es que los
insurgentes no tienen un dirigente fuerte que haga autoridad. Imre Nagy
fracasa y los insurgentes piden su dimisión. El cardenal Mindszenty podría ser
este dirigente, si es apoyado por el ardor católico del pueblo húngaro.” 50 Por
la radio, el 3 de noviembre, Mindszenty saludó al “pueblo" y a la “lucha
armada”, denunció “al imperio ruso” y manifestó que "el antiguo régimen ya
había sido barrido”. “Nosotros queremos ser un país y una nación con un
espíritu exclusivamente cultural y nacional, basado en la propiedad privada y
limitada por las obligaciones sociales.”51
83

El 31 de octubre Nagy anunció su intención de retirarse del Pacto de


Varsovia y al día siguiente proclamó la neutralidad de Hungría, concluyendo
su discurso con las palabras siguientes: “¡Viva Hungría libre, independiente,
democrática y neutra!” Hungría dejó de ser socialista. Y la bandera de la
independencia ocultaba apenas que las formaciones sublevadas dependían,
en gran parte, del imperialismo. La dirección de la Internacional Socialista,
reunida en Viena y el presidente Eisenhower, en Nueva York, prometían
inmediatamente una “ayuda económica" para la reactivación económica de
Hungría...52
Entre tanto, los generales Bela Kiraly y Maléterhabian distribuido miles de
armas a los sublevados. Kiraly y otros dos oficiales de Horthy constituyeron, el
1º de noviembre, un comité de rehabilitación con el objeto de crear un cuerpo
de oficiales del antiguo régimen fascista: se presentaron 500... 53 ¡Y el 1º de
noviembre, Nagy nombró a Pal Maléter, el general pasado al lado de los
sublevados, ministro de la Defensa!”54
¿Qué ocurría en la ciudad de Györ? En Transdanuvia, la parte de Hungría
que limita con Austria, el Consejo Nacional Transdanuvio se presentó como
gobierno alternativo. El presidente del consejo, el exalcalde socialdemócrata
Udvaros, en una entrevista, expuso las siguientes orientaciones: “El consejo
ha sufrido una evolución nacionalista. Los comunistas se han refugiado con los

49
Ibidem, p. 152.
50
Dwight D. Eisenhower: “Haciendo la paz, 1956- 1961”, En: Los años de la Casa Illanco. Vol. 2, Nueva
York, 1965, p. 82
51 Janos Berecz: Ob. cit, p. 171.
52 Ibidem, pp. 156-157.
53 Ibidem, p. 162.
54 Alain De Seydouy y Roland Varaigne: Ob. cit, p. 122.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

rusos que están en guarnición en las afueras de Györ. El primer objetivo de la


muchedumbre fue la destrucción de la policía política. En Györ, eran un
centenar, los jefes han sido asesinados, los otros han huido. Nosotros estamos
en contra de la colectivización de la tierra. Nosotros le damos nuestra
confianza a Nagy. Por otra parte, él ha recibido a nuestra líder Anna Kctly y
nos ha asegurado que él compartía el punto de vista del Consejo Nacional
Transdanuvio. En fin, aquellos que han hecho esta revuelta están en el
gobierno, con Pal Maléter que acaba de ser llamado al Ministerio de la
Defensa Nacional. En caso de elección, la mayoría de los votos iría a un partido
clerical, en una proporción del 60%. El Partido Socialdemócrata podría
obtener entre un 18% o un 20%.” 55
El general Zako, el jefe de las Cruces Flechadas, viajó de Viena a Györ y una
delegación de Györ partió a Munich para entrevistarse con el teniente coronel
Julián Borsanyi, exhorthysta y cabecilla de Radio Europa Libre...56
84

La derecha comenzó la caza de los comunistas: tres mil de ellos fueron


detenidos por los contrarrevolucionarios. El periódico Nueva Hungría escribió
el 2 de noviembre: “Nuestra policía neutraliza a los enemigos de la revolución
nacional (...) La operación de limpieza ha comenzado bajo el control del
Comité Revolucionario de Fuerzas Especiales.” 57
Los Cruces Flechadas y los fundamentalistas católicos exhortaron el espíritu
revanchista a tal punto que hasta hostigaron a un periodista de derecha como
Alain de Seydouy, un fanático de la “Hungría Indomable”. En su obra,
publicada bajo este título, decía, a propósito de los últimos días de la
insurrección, lo siguiente: “Poniendo a su ventaja la debilidad del gobierno de
Nagy, los elementos de extrema derecha, como Dudas, podían hacer temer el
retomo de elementos fascistas, lo que ahora es explotado a fondo por los
stalinistas. Desde su liberación, el cardenal Mindszenty multiplica las
declaraciones imprudentes. Finalmente, mientras que la administración se
desintegraba, la desaparición de comunistas de todos los puestos claves tiraba
al país en la anarquía. “Incluso Tito manifestaba su inquietud.” 58
Estas observaciones de un anticomunismo declarado constituían una
excelente introducción al análisis que el grupo de Mandel presentó de la
contrarrevolución húngara. El IX Congreso Mundial Trotskista rindió un
homenaje a los insurgentes húngaros en los siguientes términos: “La

55 Ibidem, p. 126.
56 Janos Berecz: Ob. cit., p. 167.
57 Ibidem, p. 147.
58 Alain De Seydouy y Roland Varaigne: Ob. cit, p. 169.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

revolución húngara de octubre-noviembre de 1956 ha ido lo más lejos en la


vía de la revolución política antiburocrática plenamente desarrollada.”59 Es en
estos términos que Mandel nos reveló que la contrarrevolución armada
húngara era un trotskismo “plenamente desarrollado”.

Kadar y su padre adoptivo Jruschov

El 1º de noviembre, Janos Kadar y Ferenc Münnich, dos miembros del


gobierno de Nagy, decidieron romper con el Primer Ministro. Al día siguiente,
recibieron el apoyo de Gyorgy Marosan, Antal Apro, Imre Horvath y de Karoly
Kiss. Ellos proclamaron la constitución de un gobierno revolucionario húngaro
de obreros y campesinos que llamó al ejército soviético a restablecer el orden.
El 4 de noviembre el Ejército Rojo atacó las dos principales bases de
sublevados en Budapest, las que agrupaban a unos 10.000 hombres armados.
Los combates violentos duraron dos días. El 9 de noviembre los principales
jefes de la contrarrevolución se pasaron al Occidente. Del 23 de octubre al 9
de noviembre, se contaron 3.000 muertos.60
85

Kadar se opuso a la contrarrevolución abierta y al revisionismo implacable


de Imre Nagy. No obstante, el mismo Kadar contribuyó a colocar de nuevo a
Nagy a la cabeza del gobierno en el cual él participó. Además, atacó con todas
sus fuerzas la línea revolucionaria defendida por Rakosi. Su proclamación a
nombre del gobierno revolucionario, el 4 de noviembre de 1956, comenzó con
estas frases: “El 23 de octubre un movimiento popular nació. El objetivo de
este movimiento era la eliminación del régimen criminal de Rakosi y de sus
cómplices, la adquisición de nuestra independencia nacional y la defensa de
nuestra soberanía nacional. Por la debilidad del gobierno de Imre Nagy, los
elementos contrarrevolucionarios han logrado introducirse en este
movimiento.”61 En lo que llamaba la resolución histórica del 5 de diciembre de
1956, Ka dar hizo insertar lo que sigue: “Desde el fin de 1948, la banda Rakosi-
Gero desviaba los principios fundamentales del marxismo-leninismo.”62 Así,
todas las victorias obtenidas en la revolución, en la edificación económica y en
la represión de la reacción, fueron denigradas como una desviación.

59 “XI Congreso Mundial de la IV Internacional”. En: Inprecor. Noviembre 1979, p. 250.


60 Janos Berecz: Ob. cit., pp. 202 y 107.
61 Alain De Seydouy y Roland Varaigne: Ob. cit, p. 179.
62 Janos Berecz: Ob. cit, p. 223.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

Kadar era un huérfano de la socialdemocracia húngara, adoptado y


alimentado por su padre Jruschov. Rakosi era un auténtico bolchevique, quien
combatió al lado de Bcla Kun en 1920, y encarcelado por Horthy de 1927 a
1940; pero su partido, que fue fundado después de la guerra, estaba
compuesto por un conjunto de diversas fuerzas, enormemente influenciadas
por la socialdemocracia. Rakosi no logró unificar, con un trabajo ideológico,
político y organizativo profundo, a los ejecutivos en una óptica marxista-
leninista. El partido siguió siendo un conjunto de diferentes corrientes
disparatadas.
El “stalinista” Rakosi fue eliminado de la cabeza del partido después de una
intervención directa del PCUS. Jruschov también intervino en la rehabilitación
de Rajk, en la liberación de la prisión de Kadar (encarcelado en 1950 por seguir
los lineamientos de Tito) y en la reintegración de Nagy.63
En junio de 1956, cuando la contrarrevolución se desarrolló a la vista y el
saber de todos, Suslov poseía, entre sus manos, una autocrítica escrita de Imre
Nagy —en quien tenía absoluta confianza—, afirmando que la situación en
Hungría tendía a normalizarse. Después de los primeros combates en
Budapest, Andropov, embajador soviético, expresó: “Nosotros no podemos
considerar a los insurgentes como contrarrevolucionarios, porque también
hay entre ellos gente honesta. El nuevo gobierno [de Nagy] es bueno y es
necesario que se mantenga para estabilizar la situación. Nagy trata de
mantener los lazos con las masas.”64 Fueron los soviéticos quienes —el 2 de
noviembre— reunieron a Kadar y sus amigos en Crimea, y, después de una
concertación con Tito, impusieron a Kadar como el nuevo jefe del partido.65
86

Jruschov, Tito, Kadar y Nagy estaban ligados en una defensa común por
una política revisionista y en una lucha contra el stalinismo. Cuando Nagy pasó
abiertamente al lado del imperialismo y amenazó, en consecuencia, la base
misma del poder de Jruschov, fue cuando este reaccionó.

Lenin a propósito de la revolución húngara

El episodio crucial de la lucha interna en el partido se sitúa al inicio de la


insurrección de Nagy y su nombramiento como primer ministro. Cuando la

63 Enver Hoxba: Los Jruschovistas. Tirana, 1980, p. 291.


64 Ibidem, pp. 287 y 297-298.
65 Ibidem. "Declaración del embajador Kriloc en Tirana", p. 306.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

lucha de clases se transformó en guerra civil abierta, los revisionistas, en


nombre del antistalinismo, reaccionaron diametralmente en oposición con
todas las enseñanzas de Lenin. Algunas de sus observaciones parecían haber
sido escritas 40 años antes a la intentona de Budapest de 1956.
A propósito del oportunismo dentro del Partido Comunista Húngaro Lenin,
en 1920, escribió: “No hay duda que algunos socialistas húngaros hayan
pasado del lado de Bela Kun y que se hayan declarado comunistas. Pero el
fondo de las cosas no varía, sin embargo. Aquel que se declara sinceramente
comunista y que en lugar de continuar con una política de gran rigor, de
resolución inflexible, una política de entrega a toda prueba, de audacia y de
heroísmo (porque esta política solo es conforme al reconocimiento de la
dictadura del proletariado), aquel que vacila en realidad y es objeto de
pusilanimidad, comete por su apatía, su vacilación y su indecisión, la misma
traición que el traidor auténtico. Sobre el plano personal, la diferencia entre
el traidor por debilidad y el traidor por premeditación y cálculo es muy grande;
sobre el plano político, no hay diferencia entre ellos, porque la política decide
en realidad la suerte de millones de hombres, y esta suerte no varía por el
hecho de que millones de obreros y campesinos son víctimas de traidores por
debilidad o traidores por interés.”66
87

La conclusión de Lenin es sin apelación: en los momentos decisivos, hay


que alejar a los dirigentes oportunistas, vacilantes. Jruschov y Kadar hicieron
exactamente lo contrario: en plena guerra civil, dejaron entrar al partido, en
nombre de la unidad, a los oportunistas y traidores que habían sido
expulsados. También en este punto, salta a la vista que el mentado
“stalinismo” focalizó, directamente, el corazón mismo de la obra de Lenin. De
su pasada experiencia, sacaba esta enseñanza general: “Si se cuenta en sus
rangos a los reformistas, mencheviques, no podría triunfar la revolución
proletaria y no se podría salvaguardarla. En Rusia, varias veces se presentaron
situaciones difíciles, en las cuales el régimen soviético hubiese sido
seguramente derrocado, si los mencheviques, los reformistas, los demócratas
pequeñoburgueses hubiesen permanecido en nuestro partido. En tal caso, no
es solo una necesidad absoluta de excluir del partido a los mencheviques, a
los reformistas, a los turatistas, puede también ser útil de excluir excelentes
comunistas, susceptibles de vacilar y vacilar en el sentido de la unidad con los
reformistas, alejarlos de lodos los puestos importantes. En vísperas de la
revolución y en los momentos de la lucha más encarnizada por su victoria, las

66 Vladimir I. Lenin: "Notas de un publicista". 14 de febrero de 1920, Obras. Tomo XXX, pp. 366-367.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

más pequeñas vacilaciones en el seno del partido pueden hacer perder todo,
y arrancar el poder de las manos del proletariado.”67
Así, los que aplastaron la contrarrevolución abierta de 1956, renunciaron,
ellos mismos, a las concepciones revolucionarias de la dictadura del
proletariado.
Los oportunistas y los agentes del imperialismo sacaron una gran
conclusión de su fracaso: había que conquistar posiciones en el interior del
partido y hacer, discretamente y durante un largo período, un trabajo de
revisión y de restauración.

Cómo Kadar corrompió el partido

Después de haber seguido, durante 30 años, caminos paralelos, en 1989


kadaristas y agentes de la CIA caen, finalmente, en sus brazos para realizar la
contrarrevolución pacífica. En el segundo centenario de la Revolución
Francesa, el Partido Comunista Húngaro se rindió prácticamente sin
resistencia; la gran mayoría de sus ejecutivos se revelaron como auténticos
burgueses.
88

Vale la pena recordar que concepciones ideológicas y políticas han


escondido esta corrupción gradual interna y total.
Veamos algunas tesis del Partido Socialista Obrero Húngaro a mitad de
camino entre la contrarrevolución violenta de 1956 y la contrarrevolución
pacifica de 1989. Estamos en 1974-1975. Cómo podemos dudarlo, todo anda
muy bien. “Nuestro pueblo sigue a nuestro partido, el poder obrero es fuerte,
las posiciones del socialismo son sólidas.” 68 Kadar decía: “La rueda de la
historia ha dado completamente la vuelta: Hungría ha dejado de ser para
siempre el país de los señores parásitos, de los explotadores; los capitalistas,
los imperialistas han perdido el país y nunca más habrá un trozo de tierra
húngara que será suya.” 69 El siempre y el jamás de Janos Kadar duraron
exactamente 14 años.
Las dos primeras grandes ideas de Kadar fueron la extinción de la lucha de
clases y la democracia por los intereses sociales diferentes. Con la primera,

67 Vladimir I. Lenin: “Los discursos hipócritas sobre la libertad”. Citado en José Stalin: Las preguntas del

leninismo; principios del leninismo. Tirana, 1970, p. 11I.


68 Poder, libertad, democracia. Compilación de artículos y de discursos. Ediciones Corvina, Budapest

1978, p. 125.
69 Ibidem, p. 178.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

quería evitar que la dictadura del proletariado golpeara a los burgueses viejos
y nuevos; con la segunda, asegurar a esos mismos burgueses espacios de
desarrollo libre. “La actividad de las fuerzas interiores antisocialistas
disminuyó cada vez más; la función represiva del Estado se orientó cada vez
más hacia el exterior."70
En todos los tiempos, los revisionistas han hecho creer que los burgueses
se retiran tranquilamente de la escena o se convierten en partidarios del
“socialismo”. No es necesario tratarlos con brusquedad. “El Estado de la
dictadura del proletariado se transformará gradualmente en un Estado
socialista de todo el pueblo.” 71 El que quiera que lo crea. Nosotros hemos
liquidado, dijo Kadar, “el dogma insensato según el cual la lucha se intensifica
a medida que la edificación del socialismo avanza” 72 . Por eso, la
contrarrevolución violenta de 1956 no le enseñó nada a este oportunista. El
continuó soñando que la lucha de clases se apagaría lentamente bajo brisas
suaves.
Los revisionistas no niegan la existencia de clases, pero ellos pretenden que
las diferentes clases aman, con una pasión común, al socialismo. “Una de
nuestras mayores conquistas de nuestra revolución, es la unidad nacional del
espíritu socialista que concierne a todas las clases, a todas las capas
fundamentales de nuestra sociedad.”73 Gracias a esta cuerda, los capitalistas
“trabajadores” pequeños y medianos prosperan, los burócratas se apropian
del fruto del trabajo colectivo, los intelectuales tecnócratas se prosternan
ante las proezas de las multinacionales occidentales y los ejecutivos
corrompidos se multiplican. Todo ello en nombre de la diversidad de
intereses. “En nuestro país, la expresión pública libre de intereses existentes
en la sociedad, la puesta en evidencia de divergencias de intereses que
aparecen con ellos, son garantizados sin la pluralidad de partidos.” 74
89

Este desarrollo progresivo de las fuerzas reaccionarias, capitalistas,


proimperialistas, se logró bajo la bandera de la democracia, tan popular en
Occidente. “El socialismo ha muerto por falta de oxígeno democrático”, se
escuchaba con frecuencia. Sin embargo, es justamente agitando, con la
palabra democracia, que los revisionistas húngaros minaron, durante largos
años, el socialismo hasta su degradación total. He aquí lo que proclamaba, con

70 Ibidem, p. 116.
71 Ibidem, p. 7.
72 Ibidem, p. 154.
73 Ibidem, p. 177.
74 Ibidem, p. 120.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

todo propósito, el kadarismo: “En el curso de la edificación de un socialismo


desarrollado, el papel de la democracia es decisivo no solo en el lugar de
trabajo, sino también en la vida del partido, en la vida pública. (...) La
democracia nos conduce, con muchas otras cosas, hacia un Estado de todo el
pueblo.”75 “El socialismo y la democracia son conceptos inseparables uno del
otro.”76
Sí, inseparables, hasta el día en que la democracia para los burgueses
liquide los últimos restos de la dictadura del proletariado. Luego nos
despertaremos para constatar que el poder de los empresarios privados y de
las multinacionales ha sido restablecido.
Y bajo el reino de la libre empresa, la “democracia para todos”
reintroducirá la dictadura económica y política del capital.
En el reino de la democracia pura a lo Kadar, donde la lucha de clases no
tiene lugar, la tarca esencial de los trabajadores es, por supuesto, la de hacer
prosperar la economía. “Después de la conquista del poder, la tarea más
importante de la clase obrera es contribuir, sin tregua, a establecer la base
económica de la nueva sociedad, para luego construir esta economía. El éxito
de este trabajo de edificación de la economía decide el destino del
socialismo.” 77 A fuerza de cegarse sobre la edificación económica, la clase
obrera húngara ha visto la restauración del capitalismo. A este propósito, vale
señalar que la caída del socialismo se ha producido en realidad a partir de la
liquidación política de la dictadura del proletariado y no a causa de un fracaso
económico que se hacía intolerable, como lo afirma una teoría justificadora
de la restauración. En 1975, de 100 hogares húngaros. 50 tenían una máquina
de lavar, 39 un refrigerador, 58 un televisor. 78 Hungría no es Chile, ni las
Filipinas, ni el Zaire, ni Egipto donde, no obstante, ninguna potencia
imperialista llama a la población a la “revolución”, para terminar con el fracaso
económico completo del sistema establecido.
90

El Partido “Comunista”, con el que Kadar condujo el cambio en dirección


hacia la restauración pacífica, había renunciado a la vocación de dirigir la lucha
de clases de los trabajadores, de insuflarles una conciencia de clase, de
movilizarlos contra el imperialismo y la reacción. Abierto a todos los hombres
de buena voluntad, el partido fue tomado como rehén por los burócratas y los
oportunistas que no se distinguían en nada del comité de Imre Nagy. Ahora

75 Ibidem, pp. 118-119.


76 Ibidem, p. 217.
77 Ibidem, p. 140.
78 Ibidem, p. 174.
Mayo 1990. Budapest 1956. La contrarrevolución armada

bien, en 1974, Kadar juzgaba apropiado denunciar, una vez más, los “crímenes
cometidos contra las víctimas del culto de la personalidad”, fórmula que, al
mismo tiempo, atacaba la concepción leninista de la lucha en el interior del
partido, rehabilitaba a los Rajk y a los Nagy. Felizmente hemos puesto fin,
continuaba Kadar, a “la monstruosa política que busca el enemigo en los
rangos del partido de la clase obrera”. 79 Como resultado de la política
“humanista” de Kadar, 15 años más tarde, trataremos de “encontrar al
comunista” en los rangos del partido, no encontraremos más...

79 Ibidem, pp. 154-155.


Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

93

Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió


contra Timisoara

El horror, el espanto, lo impensable.


Trece mil doscientas personas fueron arrestadas y ejecutadas en Timisoara:
7.600 fueron inmediatamente ejecutadas. En las fosas comunes se
encontraron cadáveres mutilados: sin pies, sin manos, decapitados o con la
cabeza a medio cortar, los miembros sin uñas, los rostros quemados por ácido,
la mayoría de los cuerpos abiertos y decapitados, hechos jirones. Testigos
vieron tanques que atropellaban a los niños. La esposa del pastor Laszlo Tokes,
embarazada de seis meses, fue forzada por la Seguridad a abortar.
A muchos los invadió la emoción cuando el día de Navidad de 1989, leyeron
las líneas escritas en La Libre Bélgica.1 Luego TF1 informó del descubrimiento
en Rumania de cadáveres desangrados. Así se supo que Ceausescu, que sufría
de leucemia, reconstituía su sangre cada mes haciendo matar inocentes. 2
¿Después de tantas revelaciones traumáticas, cómo no escoger su
trinchera, la de la libertad y la democracia? ¿Cómo no sumarse al homenaje
que hiciera ese hombre político francés al levantamiento victorioso del pueblo
y del ejército en contra del comunismo y el sistema político más bestial y
criminal que oprimía a Rumania hacía ya 40 años? 3
94

A estas revelaciones, que nos paralizaron de espanto, nos referiremos


después. Por el momento nos parece imposible abordar la experiencia de los
países del Este tales como Rumania, "a punta de pala” y abstrayendo del
conjunto la historia revolucionaria de este siglo y del conjunto de la situación
mundial actual.
En los últimos 20 años encontrábamos numerosos militantes de izquierda

1 R.V.: "Cadáveres y ejecuciones sumarias: los rumanos al borde del horror”. En: La Libre Bélgica, 26 de

diciembre de 1989.
2 Raymond Van den Boogaard: "Massagraf in Timisoara werdkerkhof vanbetrouw- baarheid". En: NRC-

Handelsbland
3 Jean-Marie lx Pen: "Rumania después de la ejecución de Nicolás Ceausescu y las reacciones". En: Le

Monde. 27 de diciembre de 1989.


Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

superexcitados por los errores del socialismo; partían de una visión incorrecta
de la problemática que finalmente acabó avalando la barbarie imperialista. En
diversas conferencias que hemos dado sobre el tema, muchos alzan la voz en
grito: "Ante las dictaduras burocráticas en China y Rumania, prefiero la
democracia burguesa." Nada puede ilustrar mejor la transfiguración de una
cierta izquierda en el campo imperialista. Mas, con el fin de aclarar posiciones
respecto a la problemática de los países como Rumania, debemos recordar
algunas verdades que nos parecen esenciales para juzgar, en su verdadera
perspectiva, "las revoluciones por la libertad y la democracia”.

Democracia imperialista, dictadura de las multinacionales

La democracia burguesa, que nació con la Revolución Francesa, conoció


suficientes transformaciones para convertirse hoy en día en la democracia de
las multinacionales, en una democracia imperialista. Ahí está, como se ha
podido ver en la conmemoración de la Toma de la Bastilla, que nos brindó
imágenes sublimes ilustrando la mutación de una democracia burguesa en
democracia imperialista: Mitterrand festejando 200 años de revolución junto
a Mobutu, Mitterrand arrastrando un largo séquito de dignatarios llegados de
las colonias y de las neocolonias francesas a los festejos del 14 de julio;
Mitterrand que aún quiere depurar la historia de Robespierre y de Saint Just.
Y si nos fijamos en las telenovelas producidas ese año por la televisión
francesa, hay que convencerse de que los dos héroes de 1789 fueron Luis XVI
y la reina María Antonieta. Todo esto en un clima en que cierta izquierda se
ensañaba con la dictadura democrática de los países socialistas y adulaba
nuestro sistema que, no por ser burgués, deja de encamar mejor la
democracia. Es una fórmula hábil que permite enmascarar el que en sus rasgos
esenciales nuestro sistema es la dictadura de la alta burguesía.
95

Hablar de elecciones “libres” en nuestros regímenes capitalistas es


desplegar una cortina de humo delante de los verdaderos centros de poder:
Consejos de Administración de las multinacionales, altos cenáculos de las
instituciones del Estado. El Parlamento no es más que un escenario (casi
siempre vacío) en donde se presentan obras tragicómicas; este no representa
de ninguna manera el lugar donde se desarrollan las batallas reales entre los
intereses socioeconómicos antagónicos. Raymond Aron pretendió conformar
un sistema pluralista donde "el poder emane de la competencia entre los
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

grupos de ideas”. 4 Pero ¿quién puede ilusionarse con la naturaleza de las


"elecciones libres" organizadas en Estados Unidos, que representa el gran
bastión de la democracia burguesa? El Partido Republicano y el Partido
Demócrata aglutinan fuerzas e intereses diversos, estos canalizan toda clase
de protestas y, sin embargo, siguen bajo la dirección y la dominación, sin
fallos, de la alta burguesía norteamericana. Hay competencia, hay critica, pero
dentro de una sola clase y con una sola óptica: la defensa de la libre empresa
y del sistema imperialista mundial. La forma en que los jefes de fila
republicanos y demócratas sobreestiman sus valores patrióticos para lanzarse
a la guerra contra Panamá, dice lo suficiente sobre este pluralismo en sentido
único.
Nuestra “democracia” no es más que un derivado, sin duda original, de tres
factores materiales fundamentales.
Las multinacionales y sus a liados directos, los patronos medianos y
pequeños poseen todos los medios de producción que constituyen las
palancas más importantes del orden social. Ellas controlan todos los ejes
vitales de la maquinaria del Estado, Estado que es el instrumento concebido
para proteger el orden económico existente. Dominan, igualmente, los
aparatos ideológicos (redes de espionaje, medios informativos, iglesias) que
justifican el orden capitalista y que imponen un orden natural
Esta “democracia", enraizada tan profundamente en la capa espesa de las
empresas capitalistas que cubren nuestro país, es inseparable de la historia y
de la realidad actual del imperialismo. Mientras no se manifiesten fuerzas
significativas capaces de atacar los fundamentos del capitalismo, la dictadura
burguesa continuará de manera liberal, pluralista y "democrática” Esta
fachada democrática posee, además, la gran ventaja de poder camuflar una
actividad sistemática de espionaje contra todas las fuerzas opuestas al
sistema; el trabajo de infiltración, el control sobre las actividades de la
izquierda se realiza a gran escala, incluso, las dictaduras declaradas del Tercer
Mundo pueden permitirse un tal control (una tal impunidad). Desde el
momento en que se acerca una crisis profunda o el régimen se aventura en un
conflicto externo (guerra de las Malvinas, ataques contra Libia, invasión a
Panamá), medidas extraordinarias borran de un plumazo las apariencias
democráticas.
96

Desde 1981, apreciábamos que muchos “progresistas” que seguían la


huella de Mitterrand, juzgaron estas verdades muy elementales (primarias).

4 Raymond Aron: Democracia y totalitarismo. Ediciones Gallimard, 1965, p. 169.


Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

Degustando largos tragos del odio anticomunista que nos ofrecían los medios
de comunicación cotidianamente, llegaron a detestar hasta tal punto los
errores y las debilidades de los países socialistas, que se convirtieron en los
mejores defensores de nuestra democracia, sistema imperfecto, hecho que
reconocen, “pero la humanidad no ha encontrado aún nada mejor”. 5
Seguimos pues adelante, guiados por las luces de Tonton François. Los
detalles, los pasamos por alto: las colonias francesas, las neocolonias que
están bajo tutela francesa y que custodian nuestras tropas, el refuerzo de las
multinacionales francesas, algunas pequeñas guerras en el Chad, en Oriente
Medio o en cualquier otro lugar en donde el derecho de injerencia nos llame.
En efecto, uno de los rasgos distintivos de la democracia burguesa actual,
reside en presentarse como una democracia imperialista. La verdadera
naturaleza de nuestra democracia se expresa claramente en la realidad
política, económica y social del Tercer Mundo. Nos hacen creer que en los
países industrializados hay hombres inteligentes y diligentes que, fruto de
largo y duro trabajo, han conquistado el bienestar y la democracia. Fuera de
esta esfera paradisiaca se sitúa el gran espacio salvaje del Tercer Mundo, que
está en vías de despegue económico y que generalmente es dirigido por
déspotas sanguinarios que caracterizan las sociedades atrasadas.
En realidad, nuestro mundo, el mundo imperialista, puede compararse a
un poblado (pueblo) con sus barriadas más miserables dependientes del
consejo comunal donde tienen audiencia, bajo el aspecto equivoco de viejos
sabios, las multinacionales. El neocolonialismo en África, en América Latina y
en Asía no es otra cosa que la dictadura política y económica de “nuestra”
burguesía qué impone su voluntad usando los capitas locales: presidentes de
la república, altos funcionarios, banqueros, grandes empresarios y
comerciantes del Tercer Mundo.
97

Quienquiera descubrir el verdadero rostro de “nuestra” democracia debe


observar atentamente las matanzas, los genocidios, el terror organizado,
justificado y supervisado permanentemente en El Salvador, en Perú, en
Mozambique, en Zaire, en Palestina, en Turquía, en las Filipinas, en Indonesia.
Prácticamente en todos los países del Tercer Mundo, los cuadros de servicios
represivos oficiales han sido formados y adiestrados por Occidente, son
normalmente supervisados directamente por oficiales superiores
provenientes “del mundo libre”. Los escuadrones de la muerte, que se
encargan de los trabajos más sucios en materia de represión, son casi todos

5 La crisis del movimiento revolucionario, segundo congreso del PTB. Marzo 1983. pp. 52-55.
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

provenientes de estos servicios oficiales y están bajo la dirección de la extrema


derecha occidental, que es hoy parte integrante de "nuestra" democracia. Las
matanzas legales o ilegales en África, en América Latina o en Asía son
patrocinadas por políticos locales que han sido educados por ideólogos que
enseñan democracia en nuestras universidades y por nuestros partidos
democráticos. Duarte y Cerezo Arévalo, Houphoufit-Boiny y De Klerk, Mobutu
y Abdou Diouf, Hassán II y Aquino, todos ellos son productos de “nuestra”
democracia. En el Tercer Mundo es donde podemos ver, más claramente, que
nuestra democracia es un sistema de terror de Estado y de matanza
permanente.
Estas verdades son elementales para cualquier hombre de izquierda, pero
se deduce como consecuencia de este análisis, que la democracia popular no
puede instaurarse en el Tercer Mundo sino como dictadura del proletariado,
contra todas las fuerzas “democráticas imperialistas”. El pueblo de Nicaragua
está ya pagando grandes costos por haberlo olvidado y haber aceptado una
"democracia para todos” que debía dar, tarde o temprano, la victoria a las
fuerzas reaccionarias, que se apoyan en las fuerzas económicas, políticas y
militares del imperialismo.

Lenin, Stalin y la dictadura del proletariado

Las primeras manufacturas, los primeros gérmenes de la sociedad


industrializada europea, surgieron del genocidio de los pueblos africanos y de
los indígenas de América. El descubrimiento de los imperios incas, aztecas, por
los civilizadores europeos costó 60.000.000 de vidas en las poblaciones
indígenas. Toneladas de oro y de plata fueron también el tributo. Desde el
comienzo del siglo VI, los comerciantes capturaron y luego vendieron entre
100 y 200 millones de negros. Decenas de millones de seres humanos
perdieron la vida durante las conquistas coloniales del siglo pasado en Asía y
África. Conquistas que trastornaron las sociedades locales, que causaron
hambre, que expandieron enfermedades y epidemias desconocidas, que
impusieron el consumo del opio y el alcohol. La revolución industrial en
Europa trajo consigo la expulsión violenta de millones de campesinos de sus
tierras ancestrales, la explotación de mujeres y niños forzados a trabajar de
12 a 15 horas diarias. Los estados burgueses se lanzaron a la Primera Guerra
Mundial con el fin de redistribuir las colonias: diez millones de trabajadores
pagaron con sus vidas las rivalidades colonialistas.
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

98

Frente a estas realidades, el socialismo no podía nacer, crecer y


mantenerse sino como dictadura del proletariado, capaz de unir todas las
fuerzas populares en contra de la burguesía.
Por esta razón, podemos afirmar que, en el contexto actual de la
“democracia imperialista’’, la experiencia fundamental de Stalin y Lenin
adquiere un significado particular para todos los pueblos que luchan por su
liberación. Chile en 1973 y Nicaragua en 1990 son prueba de lo contrario.
Cuba, China, Corea del Norte y Albania, que son aún fieles a la línea socialista,
defienden también la experiencia fundamental del Partido Bolchevique.
Los obreros y campesinos rusos que soportaron el terror secular del
zarismo, pagaron un precio muy alto durante la Primera Guerra Mundial: casi
3.000.000 de víctimas. De esta opresión insoportable, los bolcheviques
adquirieron la energía, el coraje y la de terminación necesaria para dirigir la
revolución socialista y romper por la fuerza la dictadura burguesa. La tierra y
los medios de producción pasaron al dominio público, la maquinaria represiva
del Estado zarista fue sistemáticamente desmantelada y reemplazada por un
Estado de obreros y campesinos.
Con la ayuda de los ejércitos intervencionistas ingleses, franceses y checos,
la clase reaccionaria y las fuerzas zaristas desencadenaron un terror blanco en
contra del socialismo. Prácticamente solos contra el mundo, los bolcheviques
lograron movilizar grandes masas campesinas tras de la clase obrera y
organizar un terror de masas en contra de sus enemigos. En esta prueba de
fuego, el bolchevismo se enraiza en el campesinado pobre. En ausencia de
este terror rojo implacable, no hubiese existido socialismo en Rusia y el terror
blanco hubiese restablecido el bastión reaccionario que era el zarismo.
99

Fue Lenin quien elaboró los principios esenciales de la construcción del


socialismo bajo la dictadura del proletariado. Desgraciadamente murió en
1924, cuando el trabajo recién había comenzado. Entre 1924 y 1953, el Partido
Bolchevique, dirigido por el camarada Stalin, logró realizar los planes
esenciales de Lenin. Gracias a un heroísmo popular sin precedentes, la Unión
Soviética levantó la industria y la agricultura con un modo de producción
socialista. Stalin no poseía el genio de Lenin y en la situación internacional e
interna difíciles en que se encontraba, cometió ciertos errores que Lenin
hubiese evitado. Pero, en lo esencial, el Partido Bolchevique y el pueblo
soviético cumplieron, bajo su dirección, con las directrices que Lenin había
legado.
Las realizaciones de la dictadura del proletariado en la Unión Soviética,
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

entre 1924 y 1953, cambiaron notablemente la situación mundial,


transformando con ello la relación de fuerzas en el plano internacional.
Aquellos que desplegaron desprecio y odio contra esas realizaciones, se
encubren bajo “el antileninismo” o bajo la quimera de un mundo ideal,
muestran aversión hacia un socialismo realmente existente que lucha, que
asume, que comete errores, pero que está en marcha. El Partido Bolchevique
logró, entre 1921 y 1941, la industrialización socialista que permitió enfrentar
a los ejércitos fascistas. Gracias a la revolución cultural se logró constituir un
ejército de técnicos y de especialistas calificados y políticamente conscientes
que dirigió el esfuerzo de guerra. La colectivización de la agricultura bloqueó
la tendencia espontánea a la diferenciación de clases en las zonas rurales e
impidió el surgimiento de una clase de kulaks, la amenaza interior mayor para
el socialismo. El número de miembros del Partido Bolchevique pasó de
250.000 en 1918 a 2.500.000 antes de la guerra; el partido dirigió y enmarcó
con una voluntad inquebrantable toda la resistencia antifascista.6 Después de
la guerra, Stalin y el partido dirigieron la reconstrucción de un país devastado,
aumentó el índice de la producción industrial de 1.085 puntos en 1940 a 1.713
en 1950.7 Desde los años 20 a los años 50 el Partido Bolchevique desempeñó
un papel esencial en el fortalecimiento de los movimientos comunistas
internacionales, y la existencia misma de la Unión Soviética hizo posible la
segunda victoria de la revolución socialista en China. Los logros de la
construcción socialista en la Unión Soviética, ligados a su política exterior de
independencia y de paz, impulsaron los movimientos de descolonización en
África y en Asia.
100

El auge de las tesis socialdemócratas

Memorizar estas verdades nos parece esencial antes de abordar los


sucesos de Europa del este, y esto por la razón de que, actualmente, los
conceptos del socialismo burgués y del socialismo reaccionario, denunciados
en 1848 en el ‘‘Manifiesto del Partido Comunista”, son predominantes en la
izquierda europea. No pretendemos criticar a Ceausescu, quien, en compañía
de los socialistas burgueses, "invitaba al proletariado a conformarse con la

6 Elleinstein: l-a URSS en guerra. Tomo 3. Ediciones Sociales. 1974. p. 48.


7 40 años de progresos del poder soviético. Recopilación de estadísticas. Moscú. 1958. p. 26.
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

sociedad actual”.8 Sobre la sociedad socialista, los conceptos elaborados por


la socialdemocracia en los años 20-30 predominan actualmente en los medios
progresistas europeos. La socialdemocracia que justificó la guerra de 1914-
1918, que aplastó la insurrección obrera en Alemania y que defendió con uñas
y dientes el sistema colonial, impuso sus conceptos hoy dentro de la izquierda.
En 1930, su jefe Karl Kautsky argumentaba y defendía “una revolución
democrática” contra “la aristocracia soviética”. Él esperaba ver rápidamente
“insurrecciones campesinas" en contra de “la degradación del bolchevismo”.
Su programa se articulaba en tomo “a nuestra reivindicación de la democracia
para todos”, “la democracia pura”. Partidario del pluripartidismo, Kautsky
promovía el derrumbe del Partido Bolchevique y la toma del poder por una
coalición de socialdemócratas y demócratas burgueses, con el fin de fundar
una "república democrática parlamentaria".9
Es impresionante encontrar en 1989, durante los movimientos
contrarrevolucionarios que se vivieron en China y en Rumania, el mismo
lenguaje, el mismo programa anticomunista.
A fines de los años 50, cuando la mayoría de los partidos comunistas de
Europa occidental se alineaban en el orden establecido, raros eran los
organismos políticos y los intelectuales que se atrevían a ir contra la corriente
de la ideología imperialista dominante y a defender la experiencia histórica de
la dictadura del proletariado. Casi la totalidad de las tesis anticomunistas que
estaban en curso durante los años 20 en los medios clericales, liberales,
socialdemócratas y fascistas son hoy en día consideradas como verdades
debidamente establecidas por toda la izquierda reformista. La metodología de
análisis de clase fue reemplazada por una demagogia moralista e, incluso,
aduladora de la sociedad imperialista. El ejemplo típico es la condena en
bloque del Partido Bolchevique, de la colectivización mostrándola como el
más arbitrario de los crímenes, durante los años 30.
101

En 1928, en la Unión Soviética, el 7% del campesinado no tenía tierra, el


35% eran campesinos pobres, el 53% campesinado medio, y el 5%
campesinado rico: los kulaks poseían el 20% de los cereales comercializados. 10
La evolución espontánea reforzó a los kulaks, quienes por vía de un control
creciente del trigo comercializado pudieron hambrear a una ciudad y sabotear
la industrialización socialista. No existe otra vía que no sea la colectivización.

8
Karl Marx y Federico Engels: “Manifiesto comunista". En: Obras escogidas (en dos volúmenes), tomo I.
Ediciones Progreso. Moscú, según la edición de 1955. p. 51.
9 Karl Kautsky: Het bolchevisme in het slop. Arbeiderspers. 193I. pp. 156; 91; 113; 106; 93 y 136.
10 Elleinstein: El socialismo en un solo país. Tomo 2. Ediciones Sociales. 1973. pp. 67-68.
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

Durante este proceso estalló el odio secular del campesinado pobre y medio
contra los kulaks. Esta lucha de clase organizada por los campesinos pobres y
medios es el factor decisivo de la colectivización; a pesar de que el Partido
Bolchevique contaba con 200.000 miembros en el campo, era débil en el
medio rural.11 La colectivización se realizó a través de la reedición de la guerra
civil en el campo. Los campesinos ricos y los reaccionarios m ataron un gran
número de cuadros políticos y de dirigentes entre los campesinos pobres, y
masacraron las bestias con el fin de sabotear la economía. El t error que los
campesinos pobres ejercieron sobre los kulaks fue, en buena parte, una
reacción inevitable a siglos de opresión.
La depuración del partido, organizada por Stalin, entre 1936-1940, fue
necesaria en previsión de la guerra que se aproximaba, pero fue acompañada
de errores graves, algunos inevitables en un combate tan complejo, otros
debido a un análisis erróneo o a actitudes arbitrarias.
Stalin había comprendido que la exacerbación de los conflictos
internacionales y la inminencia de una guerra de agresión contra la Unión
Soviética imprimía un carácter particular a las luchas políticas en el interior del
partido. Sabía que en previsión de un conflicto mundial próximo, la Alemania
nazi y las otras potencias imperialistas enviarían saboteadores, espías y
agentes de diversión a la URSS. Los antiguos explotadores y reaccionarios
buscaban incansablemente vengarse del socialismo, y se ligaban con las
potencias imperialistas “libertadoras”. Los oportunistas y los derrotistas del
partido, impresionados por la superioridad aplastante del imperialismo,
podían entrar en contacto con el enemigo. Los éxitos económicos en la Unión
Soviética habían hecho decaer la vigilancia de algunos bolcheviques, que se
consagraron enteramente a las cuestiones económicas y dejaron de lado la
lucha de clases.12 Stalin organizó una vasta movilización popular para apoyar
la depuración e impuso altas exigencias a los nuevos miembros del partido en
lo que concierne a la abnegación para con el socialismo, el espíritu de
sacrificio, el ardor por el trabajo y la disciplina.
Durante la depuración, algunos errores orgánicos graves fueron cometidos:
ocurrió que las reglas del centralismo democrático no fueron respetadas, la
arbitrariedad reemplazó, en algunos casos, el examen riguroso, los servicios
policiacos se sustrajeron al control del partido. Esto condujo a cometer errores
políticos de gran connotación, la represión adquirió una extensión demasiado
considerable y la pena de muerte fue aplicada en muchos casos en que no se

11 Ibidem.p. 106.
12 Jose Stalin: Por una formación bolchevique. 3 de marzo de 1937. Ediciones Nairn Frashcri, Tirana, 1968.
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

justificaba. Si esta se imponía en el caso de un traidor como Trotski, no se


justificaba en el caso de un oportunista como Bujarin, y fue un error grave en
el caso de un revolucionario como Piatnitsky.
Pero la prueba de fuego de la guerra antifascista demostró que,
contrariamente a los otros países del mundo, la Unión Soviética aportó muy
pocos colaboradores al nazismo. En Europa occidental, la previsión hecha por
Stalin de que los oportunistas se sumarian a los ocupantes nazis se realizó
plenamente. En Bélgica, Henri De Man, presidente del Partido Socialista,
Víctor Graus y Achille Van Acker, dos de sus principales dirigentes, rindieron
un homenaje público a la acción libertadora de Adolfo Hitler. En Francia, la
mayoría de los socialdcmócratas otorgaron los plenos poderes al colaborador
Petain y los excluidos del Partido Comunista francés, como Jacques Doriot,
Pierre Celory Henro Barbé, se convirtieron en jefes del partido fascista. Partido
Popular Francés.13

De Jruschov a Ceausescu: 35 años de revisionismo

Hace 35 años que un debate violento y agrio divide el movimiento


comunista internacional. La izquierda, dirigida por Mao Zedong y Enver Hoxha,
sostenía que había que desarrollar, mantener las ideas y las experiencias de
Lenin y de Stalin, corrigiendo paralelamente los errores cometidos; la derecha,
dirigida por Jruschov, pretendió que Stalin había desnaturalizado
completamente el socialismo y que había que cambiar de orientación para dar
un verdadero impulso a la sociedad socialista. Durante 35 años, Jruschov y
Togliatti, luego Dubcek, Ceausescu y Gorbachov dispararon sin tregua contra
el stalinismo, la dictadura, el dogmatismo, la ortodoxia, el sectarismo, el
pensamiento rígido; pretendieron aportar una renovación, ideas creadoras,
un regreso al leninismo, al socialismo democrático. Hoy contemplamos la
explosión de estas ideas ampulosas. En los países del Este, entre otros en
Rumania y en la Unión Soviética, vivimos la quiebra irremediable de la
corriente revisionista. Esta corriente demagógica llevó a la restauración del
capitalismo y a la integración en el mundo capitalista.
103

En 1956, Jruschov comenzó afirmando que el imperialismo estaba


fuertemente implantado, que no podía desencadenar grandes guerras de

13 Gérard-I jbois ct Gotovitch: El año 40. Ediciones CRISP, 1971; Raymond Aron: Historia de Vichy.

Ediciones Livre de Poche, 1966, cap. III; Jean-Paul Brunet: Doriot. Ediciones Bal huid. 1986.
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

agresión, que su naturaleza agresiva había cambiado. Él decía que la Unión


Soviética quería relaciones amistosas y de cooperación dentro de un marco de
confianza mutua con Estados Unidos, para preservar de esta manera la
seguridad del pueblo. Este fue el comienzo de la colaboración con la peor
fuerza opresiva del mundo. Jruschov continuaba pretendiendo que no era
necesario seguir profundizando los movimientos de masas antimperialistas en
el Tercer Mundo: los países del Tercer Mundo podían desarrollarse de una
manera acelerada, gracias a la ayuda económica de la Unión Soviética.
Siempre, según él, el sistema capitalista en las metrópolis imperialistas se
transformaría, de manera pacífica, por vía parlamentaria, en régimen
socialista, a la vista de que el capitalismo se debilitaba continuamente.
Además, fanfarroneaba diciendo que el socialismo había triunfado
definitivamente en la Unión Soviética y en Europa del este, y que la
restauración del capitalismo era desde ya imposible. Profecía de un asno en
1961. Como consecuencia de estas tesis se desprende lógicamente que la
dictadura de la clase obrera había dejado de ser una necesidad; Jruschov
predicaba la democracia para todo el pueblo, incluso, para las fuerzas
burguesas.
Como las clases explotadas habían desaparecido, ya no tenía sentido seguir
luchando contra su resistencia. Querer proseguir con la lucha de clases bajo el
socialismo era predicar la represión, la arbitrariedad, impedimento
permanente a la democracia. Jruschov hablaba entonces de humanismo y de
valores universales de la humanidad: las ideas de la alta burguesía y su estilo
de vida eran de buen tono.
104

Como ya no había que seguir adelante con la lucha de clases, el partido se


convertía en el partido de todo el pueblo: los elementos corruptos que
buscaban privilegios y se enriquecían ilegalmente subían en la jerarquía del
partido y no se arriesgaban a ser desenmascarados.14
Lenin y Stalin construyeron el socialismo en un periodo de 30 años;
Jruschov, Brezhnev y Gorbachov necesitaron 30 años para hacer desaparecer
completamente los principios marxista-leninistas que hicieron de la URSS el
primer Estado socialista en el mundo. Cuando la derecha afirma hoy en día,
que el derrumbe del Este prueba la quiebra del stalinismo, demuestra su
deshonestidad intelectual; su contraparte soviética —desde Jruschov hasta

14 N. Jruschov: Informe de actividades al XX Congreso. Ediciones en Lenguas Extranjeras. Moscú. 1956.

pp. 35-36; 27 y 46-47, Hacia el comunismo. Recopilación de documentos del XXII Congreso. Ediciones en
lenguas Extranjeras. Moscú. 196I. pp. 17. 585-586.
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

Gorbachov— debió luchar durante 30 años para deshacerse de los principios


revolucionarios de Lenin y Stalin.
Ceausescu siguió, en esencia, las tesis revisionistas de Jruschov. Como la
experiencia revolucionaria del Partido Comunista Rumano era limitada
cuando tomó el poder, gracias al Ejército Rojo, el socialismo se construyó
sobre bases débiles. A pesar de todo, en 1965, Ceausescu proclamó “la victoria
definitiva del socialismo en nuestra patria” y “la extinción de las clases
explotadoras” y, por consiguiente, de la lucha de clases. En un país donde la
influencia ideológica del fascismo era aún muy fuerte.15
El socialismo, vale decir, la dictadura del proletariado, es la continuación de
la lucha de clases bajo otras formas. Los comunistas que lo olvidan se
encuentran ya en la pendiente que lleva a la degradación política. De todos
modos, la burguesía nacional e internacional no pierde de vista estas verdades
y actúa consecuentemente de manera constante y tenaz.
La práctica para los nuevos miembros del partido fue suprimida. Los
arribistas, los reformistas e, incluso, los fascistas se infiltraron en grandes
cantidades. “La propuesta de suprimir la práctica de los candidatos, se basa
en las modificaciones esenciales que intervinieron en la estructura de nuestra
sociedad; las clases explotadoras fueron aniquiladas; los obreros, los
campesinos y los intelectuales colaboraron estrechamente y aplicaron con
determinación la política del partido; el nivel político de las masas y el nivel de
conocimientos aumentaron considerablemente.” 16 En 1959, el partido
contaba con 750.000 miembros, este número se duplicó en 1965 para llegar a
3 850.000 en 1989. Como el partido no servía para defender la dictadura del
proletariado ni para guiar la lucha de clases bajo las formas complejas que esta
toma en un régimen socialista, toda clase de corrientes burguesas y
pequeñoburguesas pudieron encontrar fácilmente un nido dentro del partido.
105

La principal exigencia hacia los cuadros del partido concernía a sus


capacidades técnicas y científicas. “Lo que debe caracterizar a un dirigente es,
ante todo, su conocimiento profundo del desarrollo del sector donde
trabaja.”17
Numerosos tecnócratas, sin convicción revolucionaria, sin práctica
revolucionaria con las masas, sin compromiso en la lucha antimperialista
internacional, invadieron el partido.

15 Nicolás Ceausescu: Informe al IX Congreso del PCR. Ediciones Méridiane, Bucarest, 1965, pp. 73-76.
16 Ibidem, p. 88.
17 Nicolás Ceausescu: “El papel dirigente del partido". Obras escogidas. Tomo 2. p. 299.
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

Entretanto, Ceausescu declaraba “que la unidad en el seno del Partido


Comunista Rumano era indestructible.” 18 Pretendía, en 1965, “que el Partido
Comunista Rumano era seguido por el pueblo en su integridad con abnegación
y respeto sin límites”. 19 Esto significaba bajar toda vigilancia en la lucha de
clases, tanto en el plano nacional como internacional. Aproximándose
peligrosamente a los capitalistas occidentales durante los años 70, Ceausescu
hizo posible que muchos cuadros del partido fueran seducidos por el estilo de
la alta burguesía internacional. Mientras Ceausescu platicaba sobre el fin de
la lucha de clases, los elementos reaccionarios y el fascismo extendían su
influencia en el pueblo con la ayuda eficaz del imperialismo, entre otros en el
campo de la propaganda. Así el partido fue acorralado al nivel de las masas
por la derecha renaciente. En el interior del partido, las corrientes políticas
practicaban la burocracia y predicaban el tecnocratismo y la convergencia con
el capitalismo, mientras este último se apoderaba de todos los mecanismos
esenciales.
Cuando la seudoizquierda trataba el drama rumano, escondida tras la
democracia imperialista, no analizaba en ningún momento los puntos
esenciales del revisionismo, por el contrario, suscribía plenamente las
posiciones burguesas de Ceausescu, pero criticaba su “represión” de
elementos abiertamente fascistas o proimperialistas, “violaciones de los
derechos humanos” de estos reaccionarios. Nosotros reprochamos a
Ceausescu el no haber formado el partido como fuerza de combate e
instrumento de movilización de las masas proletarias, el no haber conducido
al conjunto del proletariado en la lucha por proteger el socialismo y reprimir,
eficazmente, tanto a los agentes externos como a los antiguos fascistas y los
nuevos elementos burgueses que surgieron en el seno del partido y del Estado
socialista.
106

Al final de su vida, Ceausescu, ante los ataques del imperialismo y los


complots de los soviéticos, intentó un regreso a ciertos principios esenciales
del socialismo. El 20 de diciembre, después de la manifestación
contrarrevolucionaria de Timisoara, declaraba: “Los elementos de que
disponemos nos permiten declarar que estas acciones de carácter terrorista
han sido organizadas y lanzadas en estrecha colaboración con los medios
reaccionarios, chovinistas, imperialistas, junto con los servicios de espionaje
de diferentes países extranjeros. El objetivo de estas acciones antinacionales

18 Nicolás Ceausescu: Informe al IX Congreso del PCR. Ed. cit., pp. 73-76.
19 Nicolás Ceausescu: Ob. cit, p. 83.
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

provocadoras consiste en incentivar el desorden, con vistas a desestabilizar la


situación económica, crear las condiciones para potenciar el
desmembramiento territorial de Rumania y destruir la independencia y la
soberanía de nuestra patria socialista, el objetivo es empujar a Rumania
marcha atrás, volver a la dominación extranjera, aniquilar el desarrollo
socialista de nuestra patria.”20
Este análisis de Ceausescu era pertinente, y los hechos se desarrollaron
exactamente como lo había previsto. Con independencia de su propia
responsabilidad en la decadencia y su impotencia frente a las fuerzas
antisocialistas, y a imparables. La seudoizquierda nos planteó más de una vez:
“Entonces, ¿ustedes se atreven a sostener estas declaraciones de Ceausescu,
este Vampiro de los Cárpatos, este Rey del Sol?” Sí, nosotros, opuestos al
revisionismo de Ceausescu y sin hacemos ilusiones sobre la cuestión de si era
todavía posible rectificar la situación, nos atrevemos a confirmar que sus
últimas posiciones, en los puntos más importantes, se correspondían con la
realidad de la lucha de clases. De la misma manera, confirmamos que aquellos
que apoyaron el golpe de Estado en nombre de “la libertad y la democracia”,
en realidad ayudaron al imperialismo y las fuerzas reaccionarias rumanas a
aniquilar los últimos restos del socialismo.
Pero Ceausescu estaba aislado en su propio partido. Ya no disponía de
medios para rectificar una situación que él mismo dejó pudrirse. La fruta
estaba madura. El golpe de Estado, bien dirigido y acompañado de una
campaña de intoxicación que superó el mayor engaño de Goebbels, se vio
enfrentado a muy poca resistencia.

“Rabia popular” y “totalitarismo”

Algunas personas se refieren a la “rabia popular masiva” para justificar


darle la espalda a Ceausescu. Para nosotros esa es una interpretación muy
impugnable de los hechos. El régimen rumano dejó de defenderse cuando
estaba totalmente minado por dentro. La mayoría de los cuadros estaba de
acuerdo con la restauración de la libertad capitalista exigida por la oposición.
Muchas veces esta “rabia popular masiva” presentó tonos clericales,
patrioteros y anticomunistas, en resumen, todas las ideologías responsables
en los años 30 y 40 de la miseria de los pueblos de los Balcanes. Cuando estas

20 Nicolás Ceausescu: Discurso del 20 de diciembre de 1989.


Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

ideologías se apoderan de las masas, un marxista siempre las combatirá.


107

La velocidad con la cual el régimen revisionista rumano se derrumbó, hizo


del “totalitarismo socialista" la comidilla de la derecha. Pero el análisis del
“totalitarismo socialista” también dejó sus huellas en círculos de la izquierda.
Allí se oía la siguiente tesis: En un régimen socialista están mezclados el poder
económico y el político; cuando los dirigentes cometen graves errores, nace
una dictadura burocrática que, en su ceguera represiva, hace cosas más graves
que las democracias occidentales. El análisis del derrumbe de los regímenes
en Europa oriental refuta este razonamiento.
La represión antipopular en Occidente tiene raíces históricas mucho más
profundas. Esta represión tiene sus fundamentos en medidas ideológicas,
económicas y políticas coherentes firmes. Las fuerzas represivas tienen
reservas importantes entre los fascistas y la derecha tradicional. Y en la era
del imperialismo, la represión tiene una dimensión internacional importante.
Vemos cómo la burguesía depura las partes más importantes de su sistema de
elementos “tal vez subversivos”, mediante una cuidadosa selección política,
ideológica y social. Y comparemos eso con la infiltración de fuerzas burguesas,
antisocialistas y prooccidentales que había en las posiciones más altas del
Partido Comunista Rumano. La Stasi de la RDA, tan denigrada, se derrumbó
después de algunos procesos triviales. La República Federal, en cambio, donde
la influencia nazi nunca ha desaparecido, pone en combate unidades de elite
para combatir a la izquierda y dispone de supercomputadoras y laboratorios
con tecnología muy avanzada para ubicar a los “enemigos de la libertad".
Cuando los fundamentos del régimen capitalista se ven en peligro, ningún
Estado burgués vacila en asesinar decenas o centenas de trabajadores si es
necesario: Alemania 1918 y Hungría 1919, la contrarrevolución de Franco en
España, el periodo fascista de Mussolini e Hitler, la guerra de agresión
británica en 1944-1950. La represión en los países socialistas no puede
compararse con el terror sistemático que la policía norteamericana ejerce
contra su gueto negro ni con el terror del ejército en Irlanda. Para capturar al
antiguo dirigente de la CIA, convertido en presidente de Panamá, el ejército
norteamericano no dudó en asesinar a 5.000 civiles.
108

Igualmente la CIA —según recientes revelaciones— había preparado


perfectamente el exterminio de más de 500.000 “comunistas” que
amenazaban el orden neocolonial en Indonesia. El imperialismo está siempre
dispuesto a efectuar masacres cuando sus intereses se ven amenazados en el
Tercer Mundo. ¿Qué pasaría si los trabajadores atacaran el corazón mismo del
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

sistema, en las metrópolis?

Ceausescu versus Kohl et Thatcher

Con el fin de hacer aceptable el viraje hacia las posiciones “de los
combatientes de la libertad”, se nos dice: “La imagen de Ceausescu de tirano
sanguinario carece de fundamento, las masas sufrían la opresión y la
ignorancia, el socialismo no era más que una odiosa ficción.”
Según nuestro punto de vista, las campañas antisocialistas de la burguesía
no encuentran su fundamento en los problemas reales que viven las masas
trabajadoras en un país socialista. Expresan, ante todo, el odio de clase, la
aversión por la idea de que el poder sea ejercido por los trabajadores, la ciega
oposición a toda expresión socialista.
Aun cuando nada pueda justificar su histeria anticomunista, los literatos de
derecha escupen sus acusaciones contra todo régimen socialista Algunos
oportunistas han pretendido que “los errores” de Ceausescu se encontraban
en la base de las acusaciones que lanzaban los órganos informativos; pero,
Ceausescu muerto, las mismas acusaciones fueron lanzadas contra Fidel
Castro. Estos oportunistas que se doblegaron frente al huracán y que aullaron
que Ceausescu no era más que un trágico loco, un fósil del stalinismo arcaico,
estos oportunistas colaboraron con el reforzamiento de la corriente política
que tiende a derrocar los regímenes progresistas y socialistas de Albania, de
Cuba, de Corea del Norte, de Angola, de Mozambique, de Nicaragua, de
Vietnam y de Lao. Enumerando estos países, el periódico de extrema derecha
español ABC publicó: “Los éxitos de la revolución popular en Rumania han
sembrado el miedo en las otras dictaduras comunistas.” Hay que notar que en
plena histeria anti-Ceausescu, a fines de 1989, los periódicos del mundo
entero dirigieron sus ataques contra Cuba.
109

El periódico español citado anteriormente continúa diciendo: “Castro, tal


como Ceausescu, puede ser derrocado por el ejército, puesto que aquel ha
eliminado meticulosamente toda posibilidad de agrupación política bajo su
dictadura stalinista arcaica. Hoy uno de estos dos ha muerto. Queda aún un
loco trágico incondicional del absolutismo, el dictador de La Habana.”21 La
Libre Bélgica hablaba de Castro en estos términos, en su edición del 28 de
diciembre: "Un potentado envejecido, que encarcela a aquellos que le

21 ABC. 2 de enero de 1990. pp. 31 y 13.


Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

critican.”
Algunos, asustados por la violencia de la campaña anticomunista, apoyaron
al imperialismo y a la derecha en Rumania “en nombre del socialismo”.
Exclamaban: “¡No podemos apoyar a Ceausescu!” Entre estos, algunos
apoyaron la guerra de agresión de la señora Thatcher en las Malvinas, ya "que
no podían estar de parte de los generales fascistas argentinos”. Los mismos
apoyaron la güeña de agresión que Bush lanzó contra Panamá, pues "no
podían estar de parte de un dictador como Noriega”.
En lo que se refiere a nosotros, no apoyamos a Ceausescu en la medida en
que hemos luchado, desde 1968, contra el revisionismo. Mas defendemos el
socialismo rumano (corroído por la enfermedad del revisionismo moribundo)
y a Ceausescu contra el golpe de gracia de la derecha proimperialista (del
socialdemócrata Roma y la clérico-liberal Boina Comea) y del imperialismo
occidental La Rumania de Ceausescu ofrecía un mejor terreno de lucha para
aquellos que aspiraban a la dictadura del proletariado, que una Rumania
recolonizada por el imperialismo alemán y francés. Bajo el régimen de
Ceausescu, la industria estaba nacionalizada y el país mantenía su
independencia. En el seno del Partido Comunista Rumano, los marxista-
leninistas pudieron haber hecho un trabajo ideológico y orgánico. La historia
demostró que los marxista-leninistas eran muy débiles, que el resurgimiento
revolucionario no era posible y que la derrota ante el ataque de la derecha era
inevitable. El combate por reconstruir un partido comunista revolucionario
será largo y difícil. Pero jamás un comunista digno de este nombre,
constatando las debilidades de las fuerzas marxista-leninistas en el seno del
Partido Comunista Rumano, podría encontrar pretexto para irse al campo de
la derecha y del imperialismo
110

Manos cortadas, mujeres destripadas, hombres vaciados de


su sangre

Es inútil detenerse ante algunas características de la lucha de clases que


tuvo como escenario Rumania durante diciembre de 1989.
Numerosos militantes antimperialistas se dejaron influenciar por los
torrentes de información que nos sumergieron a propósito de la situación de
Rumania. Esta campaña no contenía nada nuevo y esto no hubiese debido
sorprender a los progresistas. Decenas de libros, redactados por especialistas
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

militares, nos enseñan que en la doctrina oficial de la OTAN la información es


tan vital en la guerra como lo es la artillería pesada Como afirma el coronel
Roger Trinquier, especialista en la guerra anticomunista: “La guerra es ahora
un conjunto de acciones [de todo orden], de toda naturaleza —políticas,
sociales, económicas, psicológicas, armadas etc...— que apuntan al derrumbe
del poder establecido en un país.” 22
En cada lucha importante, las informaciones de los medios de
comunicación burgueses, están compuestas por una sabia mezcla de
falsedades, de medias verdades y de hechos reales.
En su autobiografía, Joseph Smith, uno de los mejores expertos de la CIA
en la "black propaganda”, vale decir en la ciencia de la mentira, explica que
durante años ha utilizado al "señor Li, el mejor periodista de Singapur”, para
expandir en el mundo entero falsas noticias que prepararon el clima para la
intervención norteamericana en Vietnam. Según Smith, mentir de una manera
convincente es la mínima proeza, “decir que los comunistas son malos, no es
más que un comentario. Hacer malos actos, camuflados en comunistas, es
algo que tiene una verdadera credibilidad”.23
¿Cómo es posible que los progresistas no recuerden tales confesiones en el
momento en que el molino de la información giraba sobre Rumania?
Recordaremos un episodio narrado por Richter sobre la guerra antifascista en
Grecia, que figura en su obra maestra sobre la guerra civil griega; los nazis
afirmaban que los guerrilleros griegos torturaban y extirpaban los órganos de
sus prisioneros. Expusieron, ante la prensa internacional, una fuente llena de
ojos que los comunistas habían extirpado a sus víctimas. La revelación fue de
un impacto extraordinario. Largos meses fueron necesarios antes de que la
superchería fascista fuera denunciada; los nazis habían extirpado estos
órganos de cadáveres exhumados para la ocasión.
111

El 24 de diciembre de 1989, recordando los preceptos elementales de la


guerra psicológica, enseñados por el imperialismo, tuvimos conocimiento, con
mucho escepticismo, de las imágenes que nos presentaba la televisión sobre
las fosas comunes en Timisoara. Después de una minuciosa observación de las
fotos —presentadas por la prensa—, los médicos del Partido del Trabajo de
Bélgica llegaron rápidamente a la conclusión de que se trataba de un montaje
y fueron los primeros en hacer la denuncia pública. Cualquier hombre de
izquierda hubiese podido llegar a la misma conclusión... Pero la guerra

22 Roger Trinquier: La guerra moderna. Ediciones La Table Ronde, Paris, 196I. P 15.
23 Joseph Smith: Retrato de un guerrero frío. Ballantine Books. Nueva York. 1976. pp. 164 y 80.
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

psicológica tiene precisamente por objetivo crear un clima de histeria, que


lleve a la gente a creer en la veracidad de aquello que no es más que un
montaje teatral y una gran mentira. Esta estrategia fue un éxito en el caso de
Rumania.
El primer ministro belga, Wilfried Martens, pudo afirmar durante la emisión
del 24 de diciembre de 1989 La Septiéme Jour (El Séptimo Día) de la radio y la
televisión belga: “Ha habido 12.000 muertos en Timisoara.” Es muy posible
que lo creyera firmemente; ahora sabemos que no hubo más que 90 muertos
en Timisoara, entre los cuales había numerosos comunistas. El factor de
exageración es de 133. ¿Podemos imaginar a un hombre de izquierda declarar
ante la televisión que hubo 665.000 muertos durante la agresión
norteamericana a Panamá? Sin embargo, el factor de exageración es
exactamente el mismo: 133. Según actuales estimaciones —por lo bajo—
hubo 5.000 muertos en Panamá. Pero las reglas de la guerra psicológica
enseñan que los daños causados por una operación imperialista no deben ser
multiplicados por 133, sino divididos por 20; así, las 5.000 víctimas serán
reducidas a 250.24
En el auge de la guerra de intoxicación, 12.000 cadáveres eran aún algo
prosaico. Con un poco de imaginación, nos presentaron la verdad bajo esta
forma: “Únicamente en la región de Timisoara 12.000 personas murieron,
atrozmente asesinadas. Muchos fueron entenados vivos y quemados.”25
En realidad, nos encontramos aquí ante una de las características más
interesantes de la civilización occidental y su "democracia”, puesta en
evidencia, centenar de veces, desde que los valerosos cristianos fueron a
exterminar indígenas en América; los horrendos baños de sangre que
provocaron el colonialismo y el imperialismo entre los pueblos agredidos
fueron enmascarados, ocultados o descaradamente negados por los asesinos
que, en revancha, fantaseaban incansablemente sobre los baños de sangre
imaginarios que cometían sus víctimas.
112

El 27 de diciembre de 1989 la prensa democrática publicó fecundas


fantasías nauseabundas: “¿El precio de la libertad, 100.000 muertos?”, tituló
el Blik, el Journal et Independence se hizo eco declarando “70.000 muertos,
300.000 heridos; es el precio de la libertad Siguieron las historias sobre los
asesinatos de la Seguridad, que provocaron verdadero espanto. Eugene
Ionesco, dramaturgo de origen rumano, caracterizado por su pensamiento

24 International Herald Tribune. 9 de enero de 1990.


25 Blik. 27 de diciembre de 1989, p 1.
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

medieval, estalló en contra de los “khmers rojos, los nazis de la Seguridad”. Y


toda esta carnicería reafirmó su opinión, al expresarse en los siguientes
términos: "es imperativo que los comunistas desaparezcan de la vida de
Rumania”. 26 Nos encontramos en la quinta esencia de la propaganda
imperialista: llamar la atención sobre matanzas imaginarias para incitar a
matanzas reales.
Todas las afirmaciones que encabezan este capítulo, fueron tomadas
textualmente de La Libre Bélgica, y resultaron ser falsas. Al igual que era falsa
la existencia de corredores bajo Bucarest, de los cuales podían surgir en
cualquier momento hombres de la Seguridad, como fueron falsas también las
informaciones que culpaban a los comunistas de haber envenenado el agua,
sobre la intervención de los “mercenarios" palestinos y sirios, sobre los
orfelinatos transformados por Ceausescu en máquinas de exterminio, sobre
la destrucción del centro Sibiu, sobre la ilota de 40 helicópteros que volaban
a salvar a Ceausescu, sobre la hambruna que, supuestamente, se vivía en
algunas regiones de Rumania. 27 Pero sobre la base de esta cadena de
mentiras, Jean-Marie Le Pen pronunció su diatriba en contra del "comunismo,
ese sistema bestial y criminal”. Lo más grave de todo esto fue que la
intoxicación masiva impulsó a los ecologistas, a los socialdemócratas y a los
tercermundistas a suscribirse al discurso del jefe fascista.
La Cámara de representantes belgas se reunió el 9 de febrero de 1990 para
votar por unanimidad de 133 presentes, el texto siguiente: “La Cámara de
representantes se alegra de que la revolución del 22 de diciembre de 1989
haya coadyuvado a la caída del dictador rumano Ceausescu; esta revolución
popular tenía como objetivo poner fin a un régimen totalitario, dominado por
el Partido Comunista, en el que los derechos humanos eran violados
permanentemente, las minorías eran oprimidas y la libertad y la democracia
eran inexistentes.” Annemans, un pequeño Le Pen flamenco, se regocijó de
esta unanimidad y puntualizó juiciosamente que “anteriormente estas
posiciones eran avanzadas solamente por la derecha”.
113

La guerra psicológica contra la Rumania de Ceausescu, la utilización


sistemática, concertada y obsesiva de la mentira no tuvo relación con los
“errores de la ética periodística”; provenía de una necesidad política que se
encontraba en la base de la movilización contrarrevolucionaria Los elementos
fascistas y los complots militares están siempre dispuestos a utilizar la

26 La Libre Bélgica. 3 de diciembre de 1989.


27 Raymond Van den Boogaard: “Massagraf in Timisoara werd kerkhof van betrouwbaarheid". Ob. cit.
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

violencia para imponer se; pero deben provocar en una parte importante de
las masas el odio al comunista, con el fin de lograr la toma del poder. Para
lograr el apoyo popular al golpe de Estado, la Seguridad fue descrita como una
guardia pretoriana que disponía de armas ultrasofisticadas, operacional en
todas las redes subterráneas clandestinas que cubrían todo Bucarest,
“asesinos disparando ciegamente contra la gente”.
Pero tras la victoria, el general Ionel nos diría que en el curso de los
combates el ejército sufrió bajas de 196 oficiales y suboficiales. 28
¡Aparentemente, la Seguridad no disparaba ni ciegamente, ni sobre la gente!;
hizo prueba, por el contrario, de precisión y discernimiento. Cuando ya todo
estaba jugado, “la prensa libre” divulgó, incluso, algunas verdades, los
dividendos políticos de las mentiras y a habían sido cobrados. En el Nouvel
Observaleur del 11 de enero de 1990, Guy Sitbon hizo algunas constataciones
que pudieron anotarse algunas semanas antes —pero entonces con una
política diversamente explosiva—: “Los cuatro edificios ocupados por la
Seguridad están terriblemente estropeados, acribillados por las balas o
calcinados. Frente a esos inmuebles se encuentra el del Comité Central, que
fue ocupado durante las primeras horas por los insurrectos y que era,
supuestamente, el blanco de la Seguridad; no sufrió daños, ni un solo impacto
sobre los muros, solo se constatan tres vidrios quebrados. ¿Por qué el cuartel
general de los demócratas se salvó y los locales de la policía secreta están
calcinados? La respuesta la dan testigos de fe; los agentes de la Seguridad no
eran muchos y disparaban muy poco, no estaban bien armados, ni
suficientemente motivados. Lanzaban una o dos ráfagas a intervalos
irregulares. El ejército replicaba con un diluvio de acero y pólvora. Los tiros de
ráfaga que escuchábamos en la televisión eran producidos por el ejército.”29
114

El asesinato justo y los derechos humanos

Luego prosiguieron con el proceso y el asesinato de Nicolás y Elena


Ceausescu. Raramente, el mundo civilizado y democrático ha asistido a una
farsa tan vil y degradante, tan groseramente fascista como lo fue esta. A pesar
de ello, la tropa de nuestros “demócratas” aplaudió, algunos con moderación,
otros frenéticamente. Imagínese, que después de una revolución en Filipinas

28 La Libre Bélgica. 4 de enero de 1990.


29 Guy Silbón: "La tele me mintió”. En: Le Nouvel Observateur, 11 de enero de 1990, p. 40.
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

o en Zaire, los revolucionarios arresten a la señora Aquino o al señor Mobutu,


que se les haga un proceso militar, como fue el caso de Ceausescu, para luego
fusilarlos allí mismo.
Desde hace 20 años los imperialistas nos acosan por el carácter bárbaro,
inhumano y sanguinario de los nuevos regímenes revolucionarios que
comenzaron por un proceso de factura “stalinista y totalitaria”.
Debemos recordar algunos episodios de esta farsa de justicia.
"La acusación. Que Ceausescu nos hable de sus cuentas bancarias en Suiza.
"Elena. Pobres, pobres, pobres.
"La acusación: Bueno, bueno, no hay tales cuentas, pero en caso de que
existieran, estas serían propiedad del Estado, ¿ustedes están de acuerdo?
"Ceausescu: Esto es una provocación.
"La acusación: Hoy en día hay más de 64.000 víctimas en todas las
ciudades. Tú has reducido al pueblo a la miseria. Existe gente instruida,
verdaderos sabios que dejaron el país para escapar de ti. ¿Quiénes son los
mercenarios extranjeros que dispararon? ¿Quién los hizo venir?
"Ceausescu: Esto es una provocación.
"La acusación: ¿Cuáles son las razones que te impiden responder?
"Ceausescu: Hablaré solamente ante la Gran Asamblea Nacional y ante la
clase obrera. Ante este golpe de Estado no responderé. Son ustedes los que
hicieron venir a los mercenarios. (...) Tú estás traicionando al pueblo, tú estás
destruyendo la independencia de Rumania.
"Elena: Ellos dicen que hemos matado a niños. No es verdad.
"La acusación: Los acusados rehúsan reconocer el genocidio, no solo el de
Timisoara y Bucarest. Se trata de 25 años de crímenes. Si solo hubiesen
fusilado a viejos como ustedes, pero arrancaron tuberías de oxígeno en los
hospitales, hicieron explotar depósitos de plasma sanguíneo.”30
115

Todos los crímenes que la derecha comete habitualmente, son imputados


falsamente a la izquierda. Herman Bodenmann, presidente de la Comisión
Bancaria Suiza, se vio obligado a esclarecer el asunto de las cuentas de
Ceausescu: "No hay rastro alguno de tales cuentas. Parece ser habitual que
cuando cae un dictador, se lanza la afirmación que posee cuentas en Suiza. El
único dinero proveniente de Rumania atañe a las transacciones comerciales
normales.”31
Los adeptos del antiguo régimen, que fue realmente sanguinario —durante

30 L 'Humaniti. 28 de diciembre de 1989, pp. 6-7.


31 De Morgen. 30 de diciembre de 1989.
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

la guerra bajo el régimen de Antonescu 209.000 judíos fueron asesinados—,


acusaron a Ceausescu de "genocidio’’. Algunos días después de la ejecución
de Ceausescu, el 27 de diciembre, Kouchner, el secretario de Estado francés,
recibió un informe oficial rumano que indicaba la cantidad de 766 muertos
durante los disturbios de diciembre, total que englobaba todos los hospitales.
A fines de enero, el presidente del tribunal militar de Bucarest, Adrian Nitoiu
dio cifras exactas de la dimensión del genocidio: 689 personas muertas y 1.200
heridos. El balance final definitivo daría 1.033 muertos, de los cuales 270 eran
militares y civiles pertenecientes al Ministerio de Defensa. En Sibiu, entre 205
muertos hubo 120 presuntos miembros de la Seguridad.32 Vale decir que el
número de víctimas comunistas y partidarios de Ceausescu era considerable.
No es casual que el indigno asesinato de Ceausescu hubiese sido aplaudido
por nuestros fanáticos de “los derechos humanos”.
La burguesía occidental ha hecho durante los últimos años un alboroto
incesante en tomo a “los derechos humanos” en Rumania, con el fin de
proteger a los elementos proimperialistas rumanos. El tal alboroto creó la
impresión de que Ceausescu “ejecutaba a todos los opositores”.
En realidad, los agentes del imperialismo, para los cuales Occidente ha
sabido asegurar “los derechos humanos”, gente como Manescu, Iliescu,
Mazilu y Comea, se encuentran muy bien y gozando de buena salud. Las
víctimas de las “violaciones sistemáticas de los derechos humanos" están con
vida, pero el violador de los derechos humanos y dictador tiránico fue
ejecutado como un perro. Es erróneo creer que “los derechos humanos’’,
utilizados como una de las principales armas ideológicas del imperialismo
desde Jimmy Carter, son un concepto humanista por encima de las clases.
116

Este concepto sirve no solamente para defender en todo lugar a los


reaccionarios y a los fieles del imperialismo, sino pretende también agudizar
el odio contra los adversarios, “los stalinistas” y otros “dictadores”. ¡No es
extraño leer panegíricos de la muerte y asesinato bajo las plumas expertas en
exaltar “los derechos humanos!” El periódico La Libre Bélgica dijo en este
registro después de la ejecución de Ceausescu: “¿Se puede reprochar a un
puñado de hombres y mujeres que ponían todo en obrar para asegurar una
transición armoniosa de la tiranía a la democracia, haber tomado decisiones
que les parecían correctas para la causa...?” “¿Podemos juzgarlos por haber
ejecutado a Ceausescu, quien, si hubiese sobrevivido, hubiese sido una

32 G. Reitlingcr: La solución final. Sphere Books, 1971, pp. 540-541; Libération. 28 de diciembre de 1989

y 11 de junio de 1990; Le Monde. 1 de febrero de 1990.


Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

amenaza potencial?”33
Es así como justifican “los defensores de los derechos humanos” el
asesinato de los comunistas, “porque es correcto para la causa”. Y confiesan
que “Ceausescu sobreviviente sería una amenaza potencial”.
En efecto, si los golpistas hubiesen hecho un proceso público con
acusaciones tan grotescas, hubiesen sido irremediablemente
desenmascarados.

La continuidad de la lucha de clases bajo el socialismo

Para el marxista, el análisis de la base material —análisis materialista— de


la sociedad constituye un paso fundamental.
Pero, ¿cuál es la base material del poder de un hombre que algunos
catalogan de “Vampiro de los Cárpatos”, y otros de “revisionista”? ¿Cómo se
podría afirmar que la base material de esta sociedad era socialista?
Antes que todo es necesario apartar del análisis el concepto economista y
la relación mecánica entre la infraestructura económica y la superestructura
política. Durante los años 1918-192), Lenin demostró que la sociedad soviética
tenía una base compleja, que comportaba una economía natural campesina,
la pequeña producción mercantil, el capitalismo privado, el capitalismo de
Estado y la economía socialista. El carácter socialista de la Unión Soviética
estaba determinado por “el Estado soviético, en el cual el poder de los obreros
y de los pobres estaba asegurado”. “La dictadura del proletariado, vale decir
la dirección polí tica del proletariado”, estaba garantizada por una
transformación progresiva de la infraestructura económica en el sentido del
colectivismo.34
117

En la Rumania de Ceausescu, la propiedad pública de la gran mayoría de los


medios de producción constituía la base económica del socialismo. Pero este
estaba en lucha permanente con los factores económicos capitalistas. La
marcha mundial imperialista pasaba sobre Rumania. Las inversiones
extranjeras, los préstamos extranjeros representaban al imperialismo en el
seno de la formación socialista. Un sector capitalista privado se desarrollaba
parcialmente en la legalidad, en la sombra. Las fracciones de la burocracia
aprovechaban el control de los medios de producción, para adquirir privilegios

33 La Libre Bilgica. 27 de diciembre de 1989.


34 Vladimir I. Lenin: “El impuesto en especie”. Tomo 32, pp. 351; 354 y 363.
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

ilícitos y para transformarlos en propiedad privada de facto.


Solamente la solidez y la consolidación del poder político de la dictadura
del proletariado, podían garantizar que esta batalla se terminara con la
victoria de la economía socialista sobre los factores capitalistas.
El derrumbe del socialismo en Rumania demostró, de manera evidente, la
exactitud del análisis hecho por Mao Zedong durante los años 60. El
revisionismo es el mayor peligro que amenaza a la dictadura del proletariado.
Un partido comunista puede ver desarrollarse en su seno la burocracia, la
tecnocracia, la búsqueda de privilegios y la ruptura con las masas. Si estos
fenómenos de degradación no son eliminados, puede cambiar de naturaleza
y convertirse en un partido burgués. La lucha entre la vía capitalista y la vía
socialista en economía, se prosigue durante todo el período de la dictadura
del proletariado y la restauración del capitalismo es posible.
El partido debe depurar continuamente sus filas y preservar su espíritu
revolucionario. Hay que movilizar a las masas para que denuncien las
desviaciones. 35 Por diversas razones, Mao Zedong no resolvió el problema,
pero tuvo el mérito histórico de plantear la pregunta.
Desde hace más de 20 años, el trotskista Mandel ha combatido a los
marxista-leninistas, partiendo de una posición economicista vulgar. Sostenía
que una restauración del capitalismo no era posible sin contrarrevolución
violenta. Como el socialismo no estaba amenazado y puesto que el enemigo
principal era "la burocracia”, Mandel predicaba “la democracia para todos”, el
pluripartidismo que daría al socialismo su verdadero carácter democrático.
118

A fines de 1989, sobrepasó a la prensa burguesa, vociferando en contra de


“los crímenes stalinistas monstruosos que se cometieron en Timisoara”. Su
línea de la democracia para todos fue aplicada en Hungría, en Polonia, en la
RDA. En diciembre de 1989, Mandel declaraba: "Me siento realmente excitado
por todo lo que ocurre en Berlín.” “La tendencia antisocialista es realmente
débil.” Mandel honraba “la revolución” en donde “todo lo que Trotski
esperaba puede ahora ser realizado”.36 Hábil defensa de la contrarrevolución
en un lenguaje de izquierda. Seis meses más tarde, la restauración completa
del capitalismo en la RDA y la reconquista de esta por el imperialismo eran un
hecho consumado.

35 Lin Piao: “Informe al IX Congreso del PCCh”. 1-14 de agosto de 1969. En: La Gran Revolución Cultural

Proletaria. Ediciones en Lenguas Extranjeras, Beijing, 1970.


36 "Entrevista a Mandel". En: Humo. 21 de diciembre de 1989, pp. 18-20.
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

“La dictadura del proletariado es imposible sin el concurso del


Partido Comunista”, Lenin

El fracaso rumano ha suscitado otras preguntas: ¿Cómo desarrollar la


democracia socialista impidiendo la expresión de los conceptos burgueses?
¿Quién hará de árbitro en estas discusiones? Si son los dirigentes del partido,
¿cómo evitar la dictadura ejercida por los dirigentes?
Para dar respuesta a estas interrogantes, hay que partir de la experiencia
concreta de la lucha de clases en el socialismo y apartar los ensueños sobre la
democracia y la igualdad por encima de las clases. La revolución socialista se
cumple en condiciones históricas determinadas, los partidos reaccionarios y
burgueses “demócratas” se lanzan inevitablemente a la guerra civil contra las
fuerzas socialistas. Cada experiencia histórica demuestra que el socialismo no
puede ser instaurado sin dirección política del Partido Comunista, aun cuando
otros partidos revolucionarios puedan desempeñar un papel en alianza con el
partido.
Sin el Partido Comunista no hay salvación para el socialismo. Esto último,
puede molestar a algunos, pero la experiencia de la
contrarrevolución en Europa del este es clara a este respecto. Para la
burguesía la pregunta clave es: ¿Cómo ampliarla democracia bajo un régimen
socialista? Para ella se trata de crear un espacio legal para sus antiguos
partidos, aplastados por la revolución.
119

Para el proletariado la pregunta clave es de otro orden: ¿Cómo asegurar


que el Partido Comunista mantenga su espíritu revolucionario, su línea
socialista y los lazos con las masas?
Si el partido degenera, no hay nada que hacer, el socialismo será
condenado a la derrota. No se remedian los errores del partido creando
organizaciones burguesas. Los trotskistas que apoyaron a Solidaridad (en
Polonia) y la Carta Magna 77 y el Nuevo Fórum “para mejorar el socialismo”,
no fueron más que instrumentos ciegos en manos del imperialismo. La lucha
decisiva se hace en el interior del Partido Comunista; hay que asegurar una
correcta aplicación de las reglas del centralismo democrático, instalar
mecanismos que permitan a las organizaciones de masas ejercer un control
sobre los miembros y los cuadros del partido, formular exigencias muy
rigurosas para que aquellas controlen el respeto a estas exigencias.
Sin una práctica correcta de la lucha de clases, bajo la dictadura del
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

proletariado, no habrá consolidación del socialismo. Stalin presintió la


importancia de esta lucha de clases. Mao formuló los principios, pero ambos
cometieron errores izquierdistas en su aplicación, errores que habría que
analizar de manera dialéctica, teniendo en cuenta la restauración capitalista
acabada en diversos países exsocialistas.
Uno puede entender bien que un ideólogo liberal de la derecha, como
Raymond Aron, opine que es una idea absurda continuar la lucha de clases
bajo el socialismo. Escribió: “Uno se pregunta cómo los exbanqueros, que ya
no son banqueros, 30 años después de la revolución, todavía pueden ser un
enemigo contra el cual el Estado socialista debe reaccionar.”37 Esa misma es
la opinión de Mandel, que repetidamente negó que el peligro para la dictadura
del proletariado saliera de una alianza entre el imperialismo, la clase
reaccionaria antigua y las tendencias revisionistas en el partido. Dice Mandel:
“después de luchar durante más de medio siglo contra el régimen opresor y
odioso (...) de la casta burócrata privilegiada en la URSS y en China”. Tal
vocabulario no sería rechazado ni por Raymond Aron ni por Jean-Marie Le Pen.
Mientras se hace el apóstol de los partidos burgueses y proimperialistas,
Mandel ataca a Lenin, haciendo unas preguntas pérfidas: “¿Serán prohibidos
partidos cuyos miembros salen mayoritariamente de la clase obrera, pero que
tienen una ideología burguesa? ¿Cuál es la línea de demarcación entre un
programa burgués y una ideología reformista? (...) No es posible ninguna
democracia obrera sin la libertad para establecer un sistema pluripartidista.”38
120

Bajo esta palabrería sonante y vacía, agitando calenturientamente la


bandera del antistalinismo, Mandel se hace portavoz de la reconquista
imperialista de los países del bloque oriental. En un debate en Malinas el 9 de
marzo de 1990, su socio Vercammen todavía exigía la libertad completa para
la socialdemocracia bajo el socialismo. Un par de semanas después nadie pudo
seguir negando que la socialdemocracia alemana había desempeñado un
papel de vanguardia en la infiltración en la RDA y la victoria consecuente del
imperialismo alemán occidental. Es difícil imaginarse un ejemplo más claro
para ilustrar cómo los trotskistas actúan como agentes del imperialismo
Todo régimen socialista debe prohibir la existencia legal de cualquier
organización que luchara al lado de la gran burguesía durante la guerra civil.
Mientras que el imperialismo disponga de una superioridad aplastante a nivel
mundial, el socialismo deberá prohibir toda organización servidora de la

37 Raymond Aron: Democracia y totalitarismo. Ediciones Gallimard, 1965, p. 254.


38 “XI Congreso Mundial de la IV Internacional”. Noviembre 1979. Inprecor. pp. 251; 241 y 236-237.
Julio 1990. Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara

burguesía y el imperialismo. Nicaragua es el ejemplo vivo para convencemos


de esta verdad. La prohibición de una organización política de la burguesía, de
ninguna manera impide la expresión de toda clase de ideas burguesas. Esas
ideas se expresan de mil maneras y para demostrar sus falsedades, el
socialismo debe organizar una lucha ideológica permanente.
Cuando el Partido Comunista actúa de una manera verdaderamente
revolucionaria y hace la lucha de clases de manera correcta, la democracia
socialista puede desarrollarse completamente.
Mientras esta democracia socialista no esté desarrollada completamente,
el socialismo sigue siendo vulnerable. Las masas trabajadoras deben
preocuparse por la formación de leyes, reglamentos y medidas políticas, y
deben participar en la realización práctica de estas reglas. El socialismo se
fortalece cuando los obreros aprenden en la lucha a defender los principios y
las realizaciones de la dictadura del proletariado, y a criticar las infracciones
de los principios, de dondequiera que vengan. Una vida democrática, dinámica
en la base, permitirá expresar gran número de ideas y propuestas que puedan
consolidar y desarrollar la sociedad socialista.39

39 Zhou Enlai: "Mantener la dictadura, ampliar la democracia”. Obras escogidas. Tomo II. Beijing. 1989,

pp. 234-241.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

123

Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

“Yo soy una partidaria convencida de la perestroika. Es una idea audaz y


muy atractiva. Conduce a una mayor libertad para los soviéticos, ha
inaugurado la vía hacia el progreso y la prosperidad. Considero que la Unión
Soviética cumple en la actualidad una misión histórica."1
No es difícil adivinar quién es la autora de esta declaración. Para ponerles
en la buena dirección, citemos a la Agencia de Prensa Novosti, que constataba
que en el mundo actual veían producirse "dos revoluciones, una al Este y la
otra al Oeste”. Al oeste la agencia soviética descubrió “una revolución en la
mentalidad política de los lideres de los países más importantes del mundo,
que a veces cambian en 180 grados su modo de conducta con respecto a los
países socialistas”.2 Entre esos líderes que han dado un gran viraje hacia el
socialismo se encuentra la señora Thatcher, la autora de las declaraciones
citadas más arriba.
Al oír a la Dama de Hierro, así como al escuchar al presidente Bush y al
primer ministro Martens, podríamos pensar que todo andaba muy bien en la
Unión Soviética, que la democracia se instauraba, la libertad progresaba, la
prosperidad se anunciaba. Vale preguntarse entonces dónde se situaba la
famosa crisis del comunismo... Sin embargo, si la señora Thatcher decía
sentirse feliz de la evolución en la Unión Soviética, para los trabajadores de
ese país, la “crisis del comunismo” era el pan de cada día.
124

The Financial Times publicó el 20 de noviembre de 1989 la información de


una importante conferencia sobre el porvenir económico de la Unión
Soviética. Albatin, en aquel momento viceprimer ministro y responsable de las
reformas económicas, presentó un informe a la conferencia. Posteriormente
en el transcurso de la discusión, el periódico bursátil anotaba una intervención
poco común que produjo bastante torbellino. Su autor, un obrero de empresa,
exclamó: “Todo empezó a ir mal en la Unión Soviética con Jruschov, cuando
se introdujeron elementos del capitalismo en el comunismo. Hay que volver a

1 Tiempos Nuevos. Nº 40, 1989, p. 7.


2 Boletín Agencia Novosti. 5 de diciembre de 1989, p. 3.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

los años 50...” El periodista de The Financial Times añadía: "esta toma de
posición reflejaba manifiestamente el sentimiento de una gran parte del
auditorio”. 3 Los soviéticos que creían en el comunismo estaban
perfectamente conscientes que en su país las cosas iban muy mal. El obrero
en cuestión estimaba que el país giraba lentamente hacia la derecha desde
hacía más o menos 30 años y que, de promesas a reformas, la situación no
paraba de degradarse.

Jruschov en la pendiente

Cabe recordar aquí cuatro tesis esenciales dictadas por Jruschov hace 30
años y que permiten comprender mejor lo que ocurrió en la URSS.
Primera tesis: No hay más poder de la clase obrera en la Unión Soviética; el
Estado de la clase obrera es reemplazado por el Estado del pueblo entero.
“Tras haber asegurado la victoria total y definitiva del socialismo y el paso de
la sociedad a la construcción en grande del comunismo, la dictadura del
proletariado ha cumplido su misión histórica (...), el Estado (...) se ha
convertido en Estado de todo el pueblo.”4 Esta tesis condujo al cese de la lucha
contra las corrientes burguesas, reaccionarias, influidas por el imperialismo, y
buscaba por lo demás asegurar la tranquilidad a una burocracia que se venía
separando completamente de los trabajadores. En un Estado del pueblo
entero, la burocracia podía instalarse confortablemente, adquirir privilegios y
sacar partido de sus posiciones políticas y económicas, puesto que de todas
maneras no podían surgir contradicciones de clase entre ella y las masas
trabajadoras.
125

Segunda tesis: Jruschov anunció en 1962 que la Unión Soviética accedería


al comunismo en 1980 y que en ese momento superaría a Estados Unidos.
“Hará falta poco tiempo para superar económicamente a Estados Unidos(...).
La Unión Soviética ganará en una competencia pacífica con Estados Unidos
una victoria histórica de envergadura universal.” 5 “¿Disponemos de lo
necesario para crear en dos décadas la base material y técnica del
comunismo? Sí, camaradas, poseemos todo.” 6 La Unión Soviética debía

3 "Las líneas de batalla están trazadas". En: The Financial Times. 20 de noviembre de 1989.
4 N. Jruschov: Programa del XXII Congreso, p. 585.
5 Ibidem, p. 77.
6 Ibidem, p. 211.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

conocer la plenitud de su felicidad en el comunismo, abundancia de todo para


todos, y de eso hace más de 10 años.
En realidad, tales promesas por un porvenir paradisiaco permitieron
adormecer a las masas, en la cual las ideas de revolución, del socialismo y del
comunismo eran muy populares para consolidar el poder y la posición de
tecnócratas y burócratas.
Tercera tesis: Declaró que el capitalismo se derrumbaba en el mundo
entero mientras el socialismo marchaba irremediablemente hacia el triunfo.
Los progresos fulminantes de la Unión Soviética atraían las miradas de los
trabajadores del mundo, mientras que el capitalismo, debilitado, casi no tenía
más capacidad de resistencia. Por ello fue posible tomar el poder en Europa y
en el resto del mundo por la vía parlamentaria y pacífica. “Se crearon
condiciones más favorables a la victoria del socialismo en los otros países,
porque el socialismo triunfó en la Unión Soviética.” “El vasto campo de los
países socialistas, cuya población supera los 900 millones de habitantes, crece
y se consolida. (...) Las ideas del socialismo se apoderan realmente del
pensamiento de los trabajadores de toda la humanidad.” “El capitalismo se ha
debilitado mucho más (...). Los partidos burgueses de derecha y los gobiernos
que encaman, caen en bancarrota cada vez más.” De ahí la posibilidad “de
conquistar una sólida mayoría en el parlamento y de transformarlo en
instrumento de una verdadera voluntad popular.” 7 Estas posiciones frente a
la sociedad imperialista y a la dictadura de la burguesía, posiciones
maquilladas bajo la máscara del antistalinismo, constituyeron un cambio total
de orientación política.
Cuarta tesis: Concierne a la actitud de Jruschov en relación con Estados
Unidos. La superpotencia imperialista era hasta entonces considerada como
el gendarme número uno en el mundo, aplicando la injerencia y la agresión
sobre los cinco continentes. He ahí que Jruschov declaró: “Queremos ser
amigos de Estados Unidos y cooperar con ellos en la lucha por la paz y la
seguridad de los pueblos. Nos comprometemos en esta vía con buenas
intenciones y sin ningún designio escondido...”8 Y eso en un momento en que
la mayor parte de los pueblos del Tercer Mundo, tanto en Asía como en África
o América Latina, se enfrentan con vigor al imperialismo norteamericano que
les impuso una dictadura neocolonial de carácter terrorista. Es fácil
comprender que esta actitud del dirigente del primer país socialista no tiene
ninguna relación con la coexistencia pacífica defendida siempre por los

7 N. Jruschov: E7 XX Congreso, p. 47.


8 Ibidem, p. 36
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

comunistas.
126

Brezhnev: esclerosis y locura

Después vino Brezhnev, algunos comunistas estimaron que se distanció de


los peores errores de Jruschov, para tomar nuevamente el buen camino de la
revolución. El análisis de cuatro congresos del partido, que él presidió, nos
permitió confirmar esta opinión. Veamos primero lo que ocurrió con las cuatro
“ideas nuevas” con las que Jruschov marcó su ruptura con Stalin.
La primera: fin de la lucha de clases. Estado del pueblo entero, deferencia
para la burocracia privilegiada.
Brezhnev, en algunos deslices idealistas, continuó por ese mismo camino.
Nos presentó imágenes paradisiacas de una sociedad sin clases que servían
para ocultar una diferenciación creciente entre las capas sociales. Se felicitó
del “acercamiento de todas las clases y grupos sociales”. “Nuestra inteligencia
soviética considera que su vocación es consagrar su energía creadora a la
construcción de la sociedad comunista.” 9 Ahora bien, en aquellos momentos
una gran parte de esa inteligencia estaba completamente despolitizada y
hechizada por el Occidente. En las quimeras brezhnevianas se borraron no
solo las diferencias entre las clases, sino también, las distinciones entre
nacionalidades. Brezhnev inventó la noción de “pueblo soviético”, donde se
disolvían tanto las clases como las nacionalidades. “En nuestro país, se ha visto
formarse una nueva comunidad histórica: el pueblo soviético. Nuevas
relaciones armoniosas entre las clases y los grupos sociales, entre las naciones
y las nacionalidades, han nacido en el trabajo común.” 10 Con Brezhnev, el
marxismo-leninismo experimentó una metamorfosis: de ciencia de la lucha de
clases, en ideología, es decir, en una falsa conciencia que expresaba los
intereses de una capa privilegiada que paulatinamente se fue desligando de
los trabajadores. Nunca, durante los cuatro congresos, se vio a Brezhnev
aprovecharse de las realidades vivientes y movientes de las diferentes clases,
capas y fuerzas políticas para sacar consignas de lucha y de movilización.
127

Brezhnev debía constatar ciertos fenómenos sociales que emanaban de la


lucha de clases, pero incapaz de analizarlos en su profundidad, los consideró
marginales. Sus críticas eran estrictamente formales y no conducían a una

9 Leonid I. Brezhnev: Informe al XXIV Congreso del PCUS. Ediciones Agencia Novosti, Moscú, 1971, pp.

129; 132 y 136.


10 Ibidem.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

práctica de lucha de clases consecuente. “Desafortunadamente” —dijo—


“todavía hay gente, que se dice artista, que se dedica a denigrar nuestro
régimen, a calumniar a nuestro heroico pueblo. En efecto se pueden contar
con los dedos.” He aquí a lo que se redujo el combate contra la corriente
ideológica encabezada por Soljenitsyn. "Ciertos jóvenes tienen una
mentalidad de parásitos; exigen mucho del Estado, pero olvidan sus
obligaciones para con la sociedad. Los ideólogos burgueses se apoyaban en
estos hombres poco experimentados para utilizarlos en su interés. Por suerte,
aquí son muy pocos.” 11 La despolitización de la juventud resultó
necesariamente de la concepción del Estado del pueblo entero. Un marxismo-
leninismo esclerótico y cansado no podía arraigarse en el alma de los jóvenes.
Ahora bien, desde Lenin se sabía que no había vacío en materia ideológica. Ahí
donde no se implantó la ideología socialista, reinó, bajo sus formas múltiples,
la ideología burguesa.
Bajo Brezhnev la elite burocrática era casi inmóvil El otrora dirigente
declaraba: “La deferencia y la atención hacia los cuadros ejecutivos es una
regla en el partido. Se acabó con los desplazamientos injustificados y las
recomposiciones demasiado frecuentes de permanentes.”12
El brezhnevismo es la tranquilidad asegurada para las capas aburguesadas.
Stalin se mostró, siempre, excesivamente exigente con los cuadros ejecutivos;
aquellos que cometían errores eran despedidos, o desterrados, y los jóvenes
formados en el pensamiento bolchevique puro y duro, eran promovidos a
altas responsabilidades. Adepto a Jruschov, Jaurés Medvedev escribió: “En la
época de Stalin los dignatarios del partido se sentían más amenazados por los
órganos de seguridad que los simples ciudadanos.”13 Y continuó: “Brezhnev
no era un verdadero líder en 1964, sino el representante de una burocracia
que deseaba vivir tranquilamente y con más seguridad, todo en aumento de
sus privilegios. Sus electores no eran otros sino que la elite burocrática. En ese
sentido, Brezhnev cambió también el sistema, porque creó, más que ningún
otro, las condiciones de desarrollo de una verdadera elite privilegiada, una
verdadera nomenklatura.”14
128

La tranquilidad y la inamovilidad aseguradas para la elite, sus miembros no


se conformaban con sus ingresos legales. “La estabilidad de la elite tuvo otro

11 Leonid I. Brezhnev: Informe al XXIII Congreso del PCUS. Ediciones Agencia Novosti, Moscú, 1966, pp.

127 y 151.
12 Leonid I. Brezhnev: Informe al XXV Congreso del PCUS. Ediciones Agencia Novosti, Moscú, p. 96.
13 Jaurés Medvedev: Andropov en el poder. Ediciones Flamarion, Paris, 1983, p. 7.
14 Ibidem, pp. 226-227.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

efecto negativo. La corrupción oficial continuó desarrollándose a todos los


niveles. La disciplina del partido disminuyó, el nepotismo se convirtió en un
fenómeno normal y el prestigio ideológico y administrativo del partido
decayó.”15
“La gran corrupción de los burócratas soviéticos de alto rango, estaba
transformada en una ‘enfermedad profesional’. La diferencia entre propiedad
pública y propiedad privada no se respetaba.” 16
Volvamos a la segunda gran idea de Jruschov: ganaremos la competencia
pacífica con el imperialismo, realizaremos el comunismo en 1980. Brehzhnev
se perdió, 10 años más tarde, en la misma autosatisfacción complaciente y
boba. “En nuestro país” —declaró— “se ha construido una sociedad socialista
desarrollada que se transforma progresivamente en sociedad comunista. (...)
Es una economía sin crisis y en constante crecimiento. Es una sociedad frente
a la cual se abren perspectivas ilimitadas de progreso continuo.” 17
Si Jruschov prometía el poder y la abundancia en un porvenir próximo,
Brezhnev los considera ya a su alcance “¡Sí, este Estado socialista para si
empre, vigoroso y próspero, existe! El poderío de la URSS en el plano
económico, militar y sobre los otros planos, es inquebrantable.” 18
Tercer descubrimiento de Jruschov: el capitalismo se derrumba y el paso
pacifico al socialismo se hace posible. Rehuía del análisis concreto como huye
un gato del agua fría, de congreso en congreso, Brezhnev repetía sus clichés:
“La crisis general del capitalismo continúa profundizándose.” 19 “El
imperialismo es incapaz de impedir la marcha de la historia.”20 La teoría de la
incapacidad era el soporte de la vía parlamentaria al socialismo, y que
Brezhnev juzgó practicable en Francia, en Italia, en Estados Unidos y en otros
sitios. 21 Citando la República Árabe Unida (Egipto y Siria), Argelia, Sudán,
Somalia (reemplazada después por Etiopía), Malí, Guinea, el Congo Brazzaville
y Birmania, donde “importantes transformaciones sociales han sido
realizadas”, Brezhnev afirmó: “Las masas populares se convencen de que la
mejor vía es la del desarrollo no capitalista. (...) Hemos establecido relaciones
estrechas y amistosas con los jóvenes estados que se orientan hacia el

15 Ibidem, p. 104.
16 Ibidem, p. 110.
17 Leonid I. Brezhnev: Informe al XXV Congreso. Ed. cit, pp. 110 y 118.
18 Leonid I. Brezhnev: Informe al XXIII Congreso. Ed. cit, p. 174.
19 Leonid I. Brezhnev: Informe al XXIV Congreso. Ed. cit., p. 24.
20 Leonid I. Brezhnev: Informe al XXIII Congreso. Ed. cit., p. 8.
21 Ibidem, pp. 22-23.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

socialismo.”22 Así, no era necesario hacer el análisis de clase de las fuerzas en


el poder, o de los ex-aparatos de Estado coloniales, quedados a menudo casi
intactos, o más aún, del mantenimiento de la supremacía del imperialismo en
las orientaciones de la economía. La burguesía y la pequeña burguesía del
Tercer Mundo dirigirían la revolución socialista marcada por Brezhnev.
129

Cuarta idea de Jruschov: la amistad sincera con el imperialismo. Brezhnev


no la abandonaría. Rivalizando en fuerza militar con el imperialismo, no le
retiró su confianza. Así, Brezhnev consideró la conclusión del Tratado de 4970
entre la URSS y la RFA como una victoria estratégica que implicaba, por parte
del imperialismo, “la renuncia a poner en tela de juicio las fronteras europeas
existentes”.23
No vio más que el espíritu de desquite evidente, primitivo, militarista, y no
percibió la amenaza de un razonamiento de revancha más sutil, inteligente y
socialdemócrata.
De la misma manera, Brezhnev aclamó los vínculos económicos, científicos,
técnicos y culturales con Occidente: “Todo ello, cama- radas, es la
materialización de la distensión.”24 Ni una palabra sobre la manera de cómo
el imperialismo tomó ventajas para ganar influencia política e infiltrar a los
medios dirigentes.
Lejos de corregir los errores de Jrushov, Brezhnev se adentró en la misma
dirección nefasta, agravando, aún más, la tendencia revisionista. Primero,
Brezhnev imprimió una orientación militarista a toda la política soviética.
Apostó, casi exclusivamente, por el crecimiento de las fuerzas militares
soviéticas para defender y extender las posiciones de la Unión Soviética.
“Reforzar el Estado soviético, eso quiere decir reforzar sus fuerzas armadas,
aumentar al máximo la capacidad de defensa de nuestra patria.”25 Aclamó “el
equilibrio militar y estratégico que se instauró entre la URSS y Estados
Unidos.” 26 La vía de la “paridad military nuclear” con el complejo militar-
industrial occidental era impracticable y destructivo para un país socialista.
Habiendo relegado al museo de la historia la movilización de masas, la
continuación de la lucha de clases y la educación revolucionaria, Brezhnev hizo
suya una concepción y una doctrina militar propia de sus adversarios. Todo lo

22 Ibidem, p. 4.
23 Leonid I. Brezhnev: Informe al XXV Congreso. Ed. cit, pp. 22; 24 y 30.
24 Ibidem.
25 Leonid I. Brezhnev: Informe al XXIV Congreso. Ed. cit, p. 144.
26 Leonid I. Brezhnev: Informe al XXVI Congreso del PCUS. Ediciones Agencia Novosti. Moscú, 1981, p.

41.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

que constituía la fuerza de defensa socialista en tiempos de Stalin


desapareció. Un esfuerzo militar desmedido minó toda la economía civil de la
Unión Soviética.27
130

Enseguida, por efecto acumulativo del revisionismo y del hegemonismo,


Brezhnev provoca la división del movimiento comunista internacional. En
1966, por “desviacionismo de izquierda”, China y Albania habían expresado su
desacuerdo con el nuevo Evangelio de Jruschov. Tres años más tarde,
Brezhnev transforma la confrontación política con China en un
enfrentamiento militar. Exige el control sobre la totalidad del rio Oussouri, que
marca sobre 1 200 kilómetros la frontera entre los dos países. Brezhnev colocó
su frontera sobre la orilla china, contrariamente a los usos internacionales que
hacen pasar la línea de demarcación por el centro del canal de navegación. “Es
Brezhnev quien dio la orden a la artillería de atacar masivamente a las tropas
chinas, lo que provocó la muerte de varios miles de soldados chinos y un
profundo resentimiento de China hacia la Unión Soviética.”
Embriagados por las “nuevas ideas" de Jruschov, un gran número de
partidos comunistas se lanzan a toda velocidad hacia la reconciliación con la
burguesía de sus propios países, lo que provoca la destrucción del movimiento
comunista internacional. Brezhnev debió reconocer que el movimiento estalló
según cuatro ejes. Aquellos que defienden la experiencia revolucionaria de
Lenin y Stalin son expulsados por “revisionismo de izquierda”. Aquellos que
pregonan por la sociodemocratización y la integración al mundo imperialista,
los Dubcek y los Carrillo, son expulsados por "revisionismo de derecha”. Los
partidos que se oponen al modelo soviético como única referencia, a los
dictados y a las intervenciones de la Unión Soviética en los asuntos de los
otros, son expulsados por “nacionalismo” y "antisovietismo”. Y finalmente,
permanecerán aquellos que hacen prueba de una fidelidad incondicional
hacia la Unión Soviética, los “marxista-leninistas auténticos”.28
Mientras que el revisionismo roe las bases del socialismo en Europa del
este, Brezhnev recurrió al control militar para mantener una apariencia de
unidad en su campo. El dirigente proclamaba: "Las fronteras de la comunidad
socialista son inviolables e intangibles.” “La unidad fraterna de los países
socialistas es la mejor garantía contra las fuerzas que intentan atacar y
debilitar el campo socialista.”29 En apariencia, la Unión Soviética expresaba así

27 Jaurés Medvedev. Ob. cit., p. 189.


28 Leonid I. Brezhnev: Informe al XXIV Congreso. Ed. cit., p. 35.
29 Ibidem, pp. 21-22.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

su fidelidad al internacionalismo proletario. Pero su injerencia y su control


cada vez más directos corroían cada vez más un socialismo raquítico. La teoría
de “la mejor garantía: la protección de la Unión Soviética”, era una necedad.
La mejor garantía sería siempre la movilización de los trabajadores, el
desarrollo de su conciencia, su esfuerzo independiente para defender su
poder. Sobre esta base, un país socialista puede solicitar, en circunstancias
extraordinarias y por un período limitado, la ayuda a países amigos, como lo
hizo la República Popular Democrática de Corea cuando fue agredida, en 1950,
por el ejército norteamericano.
131

Esto nos permite volver al problema de la “reorientación hacia la izquierda"


que inició Brezhnev al rehabilitar a Stalin y al apoyar activamente los
movimientos revolucionarios en todo el mundo.
En los cuatro congresos brezhnevianos, no se encontró una sola palabra
que buscara restablecer el prestigio de Stalin. Al contrario, en 1966, Brezhnev
afirmó apoyarse en “la línea definida por el XX y el XXII congresos del
partido”.30
Cinco años más tarde, subrayó que el “dogmatismo” en tiempos de Stalin
dejó lugar al “espíritu creador” y que la “destalinización” y la “liquidación de
las secuelas del culto a la personalidad" iniciadas por Jruschov fueron
necesarias y correctas. No quiso oír hablar ni de dictadura del proletariado, ni
de la continuación de la lucha de clases, ni de la depuración del partido de sus
elementos oportunistas, pues eran “nociones y opiniones contrarias al
elemento nuevo, creador, que el partido aportó en el curso de los últimos
años". 31 Tomó una orientación chovinista que glorificó la "grandeza del
pasado”, la Unión Soviética de Brezhnev permaneció sorda a las críticas de
Stalin, evitó las arremetidas contra Stalin, pero al mismo tiempo se guardó,
solapadamente, de criticar los zares.
El apoyo de Brezhnev a los movimientos revolucionarios del Tercer Mundo,
con respaldo de citas de Lenin, estaba en el marco del esfuerzo soviético para
propagar su esfera de influencia. Brezhnev se opuso, tenazmente, a la
estrategia de la insurrección armada y de la dictadura popular en el Tercer
Mundo. Siempre se pronunció por aquella estrategia reformista de dejar la
dirección a la “burguesía ilustrada” aliada a las formaciones revisionistas: esto
constituía la famosa vía no capitalista de desarrollo.
Su “revolución mundial” fue para él, por esencia, la extensión a todo el

30 Leonid I. Brezhnev: Informe al XXIII Congreso. Ed. cit., p. 5.


31 Leonid I. Brezhnev: Informe al XXIV Congreso. Ed. cit, pp. 183 y 157.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

planeta del hegemonismo soviético, según el modelo de Europa del este.


Brezhnev negó que el socialismo mundial nacería de la suma de las diferentes
experiencias revolucionarias nacionales. Desconoció que los partidos
revolucionarios debían estar imbuidos en la realidad especifica de sus países,
movilizar las grandes masas para la lucha revolucionaria teniendo en cuenta
sus particularidades, y, además, aplastar al imperialismo y a la reacción local.
“El desarrollo de los países socialistas, el crecimiento de su poderío,
constituyen el principal eje del progreso social de la humanidad.” 32 La
concepción del “eje principal” manifiesta el menosprecio, si no claramente la
negación, de los dos ejes fundamentales del movimiento revolucionario
mundial: el de la revolución nacional y democrática y el de la revolución
socialista.
132

Brezhnev rechazó la idea de que las masas populares en armas constituían


la única garantía contra el imperialismo y la reacción, y embaucó a los pueblos
del Tercer Mundo con la quimera de la intervención del ejército soviético
como garantía de su libertad: “El socialismo sirve de garantía a los pueblos que
luchan por su libertad y su independencia.” 33
La Unión Soviética apoyó a reformistas (Chile), a golpistas y aventureros
(Etiopía, Afganistán), así como a militaristas (Egipto, Siria) que presentó,
indistintamente como los artesanos de la revolución socialista. Como la Unión
Soviética estaba “de su lado” y su ejército “constituía la garantía de su
libertad”, Brezhnev intervino en varios países para mantener en el poder las
fuerzas reformistas o golpistas prosoviéticas. Allí donde el imperialismo
agredía a un pueblo, la Unión Soviética enviaba a sus soldados; donde el
imperialismo exportaba la contrarrevolución, el ejército soviético estaba
presto a defender la revolución. Es lo que Brezhnev, con un pie ya en la tumba,
declaraba oficialmente en 1981, haciendo gala de un aventurismo
completamente ajeno al marxismo-leninismo: “Cada vez que hay que ayudar
a las víctimas de una agresión, el soldado soviético se presenta al mundo como
un patriota desinteresado y valeroso, como un internacionalista dispuesto a
superar cualquier dificultad.”34 “Cuando nos lo piden, nosotros ayudamos a
los estados liberados a reforzar su capacidad de defensa. Estamos contra la
exportación de la revolución, pero no por ello vamos a aceptar la exportación
de la contrarrevolución.” 35 Esta política aventurera alcanzó su punto

32 Leonid 1. Brezhnev: Informe al XXV Congreso. Ed. cit., pp. 37-38.


33 Ibidem, p. 15.
34 Leonid I. Brezhnev: Informe al XXVI Congreso. Ed. cit. p. 127.
35 Ibidem, p. 22.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

culminante con las invasiones a Kampuchea y Afganistán.


133

En el campo económico, la crisis futura de la sociedad soviética se dejó ver


en el último informe de Brezhnev, el de 1981. Hacía ya 10 años que subrayaba
la necesidad de ciertos cambios cualitativos en las estructuras y mecanismos
de la economía. Con tono fatigado, repetía la necesidad de pasar a “un
desarrollo esencialmente intensivo”, donde la palabra más significativa era
“eficacia”. Pero ¿por qué no se consiguió? “No se había superado aún la fuerza
de la inercia.”36
En los informes anteriores, Brezhnev constató que los resultados de la
ciencia fueron introducidos en la producción con “una lentitud intolerable”. 37
Retomó los ejemplos ya conocidos de desorganización, indisciplina y
negligencia. El sector del gran consumo permaneció descuidado, a pesar de
que dos planes quinquenales estaban centrados en “la satisfacción de las
necesidades cotidianas del hombre”. 38
Brezhnev confesó que la planificación, uno de los fundamentos de la
economía socialista, era cada vez más deficiente. “El partido siempre ha
considerado el plan como una ley. Esta verdad tiende a ser olvidada.”39 Desde
hacía varios años se venían tomando decisiones, pero ya no se estaba en
condiciones de planificar un desarrollo económico consecuente. También
constató que pilares enteros del edificio económico soviético se desplomaban,
sin ser capaces de percibir las causas y mucho menos todavía de remediarlo.

Gorbachov: virajes y promesas engañosas

La militarización, el superarmamentismo, las aventuras en el extranjero,


minaron cada vez más la economía soviética, llevándola al borde del desplome
y la crisis.
En estas circunstancias dramáticas, el nuevo profeta, tan largamente
esperado subió a la escena de la historia: Como un arcángel llegaba Mijail
Gorbachov y maravillaba a todo el mundo con un discurso nuevo, cuyos cuatro
ejes principales enumeraremos a continuación.
Gorbachov prácticamente terminó con la política de militarización. Las

36 Ibidem, p. 69.
37 Ibidem, p. 81.
38 Ibidem, p. 21.
39 Ibidem, p. 95.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

tropas soviéticas fueron retiradas de Afganistán, Vietnam sufrió presiones


para que se retirara de Kampuchea. Varias empresas militares fueron
reconvertidas en los dos años siguientes.
Gorbachov afirmaba la necesidad de democratizar la vida política en la
Unión Soviética. Deseaba que todo fuera discutido libremente, que existieran
debates contradictorios que crearan la polémica. La necesidad de tal enfoque
no podía encontrar respuesta en un país donde las vastas masas —asqueadas
de un marxismo vacío, que detestaban las prácticas y los privilegios
burocráticos— habían perdido todo interés por las cuestiones públicas. Era
necesario que ese pueblo recuperara el interés por la práctica del debate
político, por la lucha ideológica, por el socialismo. Es cierto que solo la lucha
abierta, solo el enfrentamiento con las corrientes reaccionarias y revisionistas,
podía terminar con el marxismo esclerótico y osificado de la época de
Brezhnev, e introducir un marxismo vivo, auténtico y revolucionario.
Gorbachov quería revaluar todo cuanto había sido erróneo en la construcción
del socialismo y volver a las tesis de Lenin, el más grande pensador y
ejecutante de la acción revolucionaria que el mundo haya conocido.
134

Gorbachov decía, finalmente, que la Unión Soviética debía dominar las


últimas conquistas de la revolución científica y tecnológica que se desplazaban
por todo el mundo; que impondría a la economía soviética un mayor
dinamismo y estimularía la creatividad de los trabajadores por todos los
medios, económicos y otros.
Hemos seguido con interés la evolución de estos ejes de acción. Tras cinco
años de perestroika y glasnost, podemos hacer una serie de constataciones y
análisis. Abordaremos en primer lugar el campo político, después el sector
económico y finalmente la política exterior de la Unión Soviética.

Glasnost para los anticomunistas

En el campo político comenzaremos por una interrogante: ¿a quién


benefició la glasnost, cuáles fueron realmente las capas y fuerzas políticas que
se expresaban y que impusieron su orientación política a los medios de
comunicación soviéticos?
La libertad y la democracia no están nunca por encima de las clases y de la
lucha de clases, ni siquiera en la Unión Soviética que sobrevivió a Jruschov. La
glasnost, la libertad de discusión permitió que se desencadenara una
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

propaganda claramente contrarrevolucionaria, antisocialista, que atacaba y


denigraba, vale decirlo, prácticamente todo cuanto el pueblo soviético
construyó con esfuerzos titánicos y heroicos. Al leer las publicaciones
soviéticas se percibía claramente que la fracción más burguesa de los
intelectuales soviéticos había tomado el control de los medios de
comunicación.
135

Gorbachov y Ryzhkov, quien fuera su primer ministro, hicieron


declaraciones sobre el saldo histórico de la construcción del socialismo. En el
septuagésimo aniversario de la URSS, Gorbachov declaró que era necesario
reconocer los grandes méritos de Stalin, su capacidad de trabajo, su voluntad
de hierro, su capacidad de organización para reconstruir el país y defenderlo
contra el fascismo. Igualmente señaló que había que reconocer, analizar y
criticar los crímenes cometidos durante ese periodo. Rizhkov hizo
declaraciones en igual sentido, criticó ciertos errores cometidos por Stalin
para llamar la atención del "conjunto del partido, los millones de personas
cuyo compromiso con las ideas de Lenin y con los ideales revolucionarios no
habían sufrido menoscabo". 40 Estas declaraciones hacían posible una
discusión entre comunistas, aunque para nosotros estaba claro que los
inmensos méritos y conquistas del partido entre 1924 y 1953 eran también y,
sobre todo, debidos a la dirección del Comité Central del PCUS y de Stalin.
Desgraciadamente, es muy difícil encontrar en esos cuatro años en las
publicaciones soviéticas, aunque sea un solo artículo, que exponga y explique
el trabajo revolucionario de los comunistas, durante los años 20; 30 y 40, en
el sector de la industrialización, de la colectivización, de la revolución cultural
y de la defensa del país, por no hablar de la ayuda internacionalista. Por el
contrario, hay cientos de artículos, inspirados directamente por la literatura
burguesa y fascista más repugnante, que denuncian las realizaciones de este
período histórico y crucial. En la prensa soviética de finales de la década del
80, abunda este estilo de extrema derecha: "Stalin fue un monstruo y si alguna
vez ha existido un auténtico enemigo del pueblo, fue él”,41 o aún más: “los
límites de la glasnost en lo que concierne al stalinismo deben ser definidos por
la Constitución, la cual prohíbe la propaganda de la violencia”. 42 En resumen,
que la libertad, la democracia y la glasnost llegaban prácticamente a prohibir
a los soviéticos que recordaran la experiencia heroica de la generación

40 Novedades de Moscú. Nº 3. 1988, p. 4.


41 Ibidem.
42 Novedades de Moscú. Nº 18, 1988, p. 11.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

precedente; que desarrollaran el espíritu revolucionario y las tesis


fundamentales que guiaron la construcción del socialismo y su defensa contra
la agresión nazi.
Un filósofo soviético de derecha se lamenta que los trabajadores,
descontentos, empiecen a manifestar su admiración por el entusiasmo que
movilizaba el país durante los años 20. Y se enfada, declarando que: un
periodista célebre pretendía que “esos románticos no eran amorales, sino que
tenía n una moral particular”, ahora bien, “es justamente esa moral la que
creó Auschwitz y la Kolyma”.43 Esto resume perfectamente la posición de la
extrema derecha posnazi: stalinismo igual fascismo, y los iluminados
revolucionarios hay que clasificarlos entre los criminales.
136

Los ataques contra el stalinismo apuntan contra el socialismo

¿Qué tenían que decir contra el stalinismo los numerosos autores que
dominaban en los últimos años del 80 la prensa soviética? Dos temas
esenciales se desprenden de sus escritos.
El principal crimen de Stalin es haber conducido la lucha de clases. “Todo
el mundo estaba obligado a odiar a los privilegiados, los curas, los funcionarios
y otros elementos socialmente hostiles (...). Hubo que odiar a individuos y a
grupos de clases enteras. Este odio fue cultivado a tal punto que echó raíces
genéticamente.”44 Como Stalin rechazó “la idea de la paz entre las clases [para
imponer] la ideología de la hostilidad (...), el país se sumergió durante décadas
en la fantasmagoría del delirio paranoico.” 45 Estas frases contienen una
espléndida lección de dialéctica para todos aquellos que se dejaron embelezar
en un momento dado por los encantos del antistalinismo. Contra los “grandes
errores” de Stalin, hay que dirigir el rumbo hacia los “principios de Lenin”.
¡Pero en definitiva se ve claramente que el “crimen principal” de Stalin fue
incentivar la lucha de clases! ¿Es necesario anotar que erradicando la lucha de
clases de la historia se entierra tanto el marxismo como el leninismo?
El segundo crimen de Stalin concierne a su política extranjera. El que fuera
viceministro de Relaciones Exteriores, Elguiz Pozdniakov declaró: “Al optar por
la revolución mundial (...) contábamos dividir el mundo en proletarios y

43 Novedades de Moscú. Nº 51, 17 de diciembre de 1989, p. 13.


44 Alexandre VassxnM: Novedades de Moscú. No.45,5de noviembre de 1989, p. 3.
45 Leonid lonine: En: Tiempos Nuevos. Nº 42, 1989, p. 35.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

burgueses. [Si ello] puede justificarse todavía en período de efervescencia


revolucionaria en el mundo, es inadmisible en otras condiciones, ya que se
encuentra en completa contradicción con las normas de relaciones entre
estados civilizados.” 46 Tan simple como eso. Habría que preguntarle a este
ignorante si los estados fascistas de los años 30 y 40 eran estados “civilizados”,
si los estados coloniales inglés y francés de los años 30 lo eran, si el
imperialismo norteamericano durante la guerra fría y la guerra de Corea
actuaba de manera “civilizada”. Puesto que fue contra esos adversarios que
Stalin debió luchar, y luchó bien.
137

El mismo autor dijo: Es necesario “un internacionalismo nuevo, que


permita hablar del advenimiento de la internacional ‘pan-humana’, es decir,
del advenimiento de la comunidad humana sobre la Tierra, que tomaría el
relevo del internacionalismo basado en los intereses de clase, de partido, de
grupo o de Estado.” 47 Otro fanático de la glasnost escribió: “Habiendo
cumplido la revolución en nuestro país, los proletarios renunciaron a los
valores que se revelaron extraños a su conciencia de clase y a sus intereses.”
Y agregó: “No existen más proletarios, en todo caso ni al Este ni al Oeste de
Europa. Hay obreros, campesinos, empleados, empresarios, representantes
de profesiones liberales, servidores de cultos, estudiantes, militares,
pensionados, niños.” Reagan y la Thatcher no lo dirían mejor. Finalmente,
nuestro autor llegó al fondo de su pensamiento: “Todos ellos tienen un interés
común: vivir en paz y sobrevivir. Por ello ya es hora de renunciar a la consigna
‘proletarios de todos los países, ¡uníos!”48 Para este anticomunista, que pasó
sus días como consejero principal en el Departamento de Relaciones
Exteriores, el crimen más grande de Stalin fue haber defendido la solidaridad
entre todos los proletarios del mundo.
Una vez lanzados en esta vía real, nada más puede detener a nuestros
“reformadores”. Después de año y medio dejaron sus vaniloquios contra Stalin
y comenzaron a atacar a Lenin y a la revolución socialista. Declaraban que la
Revolución de Octubre fue un error y este mensaje es lo que los
“antistalinistas” quieren hacer oír.
Un representante del CVP, la democracia cristiana flamenca, se desplazó a
la Unión Soviética para aportar fondos al Partido Demócrata Cristiano y para
financiar la publicación de libros de Soljenitsyn. En el transcurso de 1990,

46 Vida Internacional. Junio 1989, pp. 8 y 12.


47 Ibidem.
48 Vida Internacional. Julio 1989, p. 37.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

varios millones de libros de este autor fueron impresos. Artículos de prensa


comentaban ya los escritos de Soljenitsyn: “Desde hace 70 años la moral
humana ha estado incondicionalmente reemplazada por un totalitarismo de
clase unificado, aboyado en una ideología capaz de justificar cualquier
crimen.”49 Los trotskistas pueden propagar este tipo de literatura en nombre
de la libertad de expresión, ellos que hacen una propaganda escandalosa de
los escritos de Soljenitsyn, el autor preferido de Le Pen. Pero, nosotros
preferimos decir que se trata de literatura puramente fascista.
138

También, Novedades de Moscú puede continuar propagando este tipo de


ideas: “La responsabilidad personal de Lenin en los aspectos ideológicos de la
historia soviética, antes de la dictadura stalinista, debe ser subrayada.
Pensadores de orientación nacionalista como Soljenitsyn intervienen desde
hace mucho tiempo y hacen pensar que el leninismo y el stalinismo son dos
fenómenos del mismo orden.”50 Se vuelve así a la glorificación del zarismo que
Soljenitsyn expresa tan bien en su estilo enfático, en periódicos que se dicen
comunistas. En un largo texto sobre el estado a finales del 80 de la Unión
Soviética, se pudo leer la intervención siguiente de Mijail Lobanov, periodista
político, partidario feroz de la glasnost: “En 70 años, se ha destruido la
espiritualidad, desde los basamentos culturales del sistema económico hasta
las tradiciones nacionales, hasta la conciencia de sí mismo. Lo esencial es no
pisotear una vez más a la Iglesia.”51 El socialismo es así atacado por haber
aplastado la espiritualidad del tiempo de los zares y el sistema económico al
que esa espiritualidad servía.
Enfaticemos, por último, que la propagación de todas esas ideas
abiertamente anticomunistas fue tal que, incluso, Gorbachov no supo con qué
pie bailar. Algunas de sus intervenciones bastante deplorables lo revelaban.
En un discurso en septiembre de 1989, dijo: “A veces se toma una actitud
nihilista frente al camino recorrido por nuestro país, la Revolución de Octubre
se presenta como un error, una tragedia que ha perturbado el curso normal
de las cosas y que no ha aportado al pueblo más que sufrimientos.” 52
Gorbachov se contentaba con simples constataciones, y no llegaba a dar una
réplica a la altura de la ofensiva anticomunista. Ninguna gestión de tipo
militante. Solo se satisfacía de constataciones híbridas.

49
Novedades de Moscú. Nº 45, 5 de noviembre de 1989, p. 12.
50
"Octubre 17”. En: Novedades de Moscú. Nº 46,12 de noviembre de 1990, pp. 8-9.
51 Mijail Lobanov: "La perestroika, el partido, el socialismo". 28 de septiembre de 1989. Pravda. 30 de

septiembre de 1989.
52 Ibidem.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

Valores universales: el gran retroceso

Abordaremos ahora la teoría de los “valores universales”, puesta en


evidencia por el gobierno de Gorbachov y que constituye, desde entonces, la
línea ideológica directriz del partido. Privado de los valores socialistas,
Gorbachov vuelve a descubrir los valores de la civilización europea.
“El éxito económico de Europa y América del Norte son inseparables de
todos los otros componentes tradicionales de la civilización europea. Se t rata
de normas sobre la moral y de ideas sobre el destino del hombre, basadas en
primer lugar en el cristianismo, en los principios de democracia que han sido
desarrollados durante siglos (...). Estamos listos para adoptar de nuevo los
valores de la civilización europea que hemos negado durante 70 años bajo el
pretexto de imperativos de clase. Para nosotros, ello marcará un gran paso
hacia la paz con Occidente (...). La historia ha demostrado que la ignorancia de
las leyes inevitables y necesarias de la economía de mercado y la renuncia a
las normas de democracia y de moral elaboradas en el seno de la civilización
europea durante siglos, llevan consigo retrasos en el desarrollo.”53 ¡En Bélgica
habría que ir bastante lejos a la derecha para encontrar una expresión tan
franca de ideología liberal e imperial! Si se quiere volver siglos atrás para
hablar de democracia y de moral en Europa, habría que comenzar por hablar
de los 150 ó 200 millones de esclavos africanos secuestrados por los
civilizadores y cuyo trabajo ha edificado en parte el capitalismo
“democrático”. Habría que hablar igualmente de los 60 millones de indios
masacrados en México y Perú, para que la civilización europea se llevara el oro
y la plata de ese continente. Habría que hablar de las decenas de millones de
esclavos africanos que fueron trasladados de África, para morir en las
plantaciones de caña de azúcar. Habría que hablar de la larga cadena de
masacres que constituye la conquista colonial del siglo pasado y la opresión
colonial del siglo presente. La democracia y la moral cristiana europeas se
distinguieron, particularmente, durante el ascenso y el triunfo del fascismo. Y
basta mirar las dictaduras neocoloniales para constatar que Europa y Estados
Unidos, cuyos especialistas en economía, en engaños políticos y en tortura
dirigen esos países entre bastidores, se quedan a dos dedos de la concepción

53 A. Kolossovski, consejero del Viceministro de Relaciones Exteriores: Vida Internacional. Agosto 1989,

pp. 43; 44; 45.


Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

fascista del mundo.


Sin ir tan lejos en la extravagancia de las declaraciones proimperialistas
recién citadas, el juicio de Gorbachov sobre los valores universales lo
colocaron en cuanto al contenido muy cerca de ellas. Dijo, por ejemplo, que
la Unión Soviética volvería a descubrir los “verdaderos valores del socialismo
ligados a la elevación del hombre, a la humanización, a la democratización de
las relaciones sociales”. Habló de “socialismo humano y democrático apoyado
sobre todos los progresos de la civilización contemporánea”, y entonó “la
consigna ¡libertad!, en el sentido más vasto y universal de la palabra”. 54 Se
comprende así que Marc Eyskens, ministro belga de Relaciones Exteriores,
declarara que el CVP, el Partido Social Cristiano, primer partido del
imperialismo belga, podría otorgarle el título de “miembro honorífico”. ¡Es en
efecto la misma palabrería vacía, autodenominada “universal”, que se
encuentra en todos los documentos de los partidos cristianos y liberales de la
Europa “civilizada”!
140

Dios y su profeta, el reverendo Moon

El título de un artículo de Tiempos Nuevos nos anunció que la visita de


Gorbachov al Vaticano constituye ¡“un símbolo del retomo de la Unión
Soviética a los valores universales de la civilización mundial”! 55
En este caso, lo que se realza como el valor universal por volver a descubrir
es la religión católica, versión Juan Pablo II, verdadera doctrina apologética del
imperialismo. Un académico interrogado sobre sus pronósticos para la Unión
Soviética en 1990, respondió que ese año vería “la atracción hacia la religión
acentuarse en la sociedad. Es una tendencia general. Durante todo el poder
soviético (...) una intensa propaganda antirreligiosa fue realizada por impíos
belicosos y ateos sabios (...). La transparencia ha barrido con los simulacros de
ideales, y ello impulsa a los hombres y a la sociedad a retomar a los ideales
milenarios.” 56 Simplemente el delirio. Pero lo peor falta todavía: en un
periódico de la secta Moon se puede leer un diálogo entre Moon y un
periodista soviético. Moon, conocido por sus vínculos con la CIA, expresaba en

54
"Discurso de Gorbachov, pleno del C. C., 12 de julio de 1989". Pravda. 14 de julio de 1989. "Discurso
de Gorbachov, segundo congreso de diputados del pueblo”. I'ravda. 25 de diciembre de 1989.
55 Tiempos Nuevos. Nº 52, 1989, p. 36.
56 Raouchenbakh: En: Novedades de Moscú. Nº 1, 7 de enero de 1990, p. 7.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

cuatro páginas sus reflexiones político-filosóficas, que no dejaron de


sorprender al periodista soviético... ¡por sus innumerables puntos en común
con el nuevo pensamiento soviético!
“Nosotros apoyamos al presidente Gorbachov en las reformas por el nuevo
pensamiento”, afirmó el reverendo Moon. Y el periodista soviético Yordansky
fue más lejos todavía: “Las palabras del reverendo Moon parecen probar de
manera impresionante que los conceptos del nuevo pensamiento nos ofrecen
nuevos horizontes en la colaboración mundial.’’ 57
La cuestión religiosa en la Unión Soviética ya no era algo sin importancia:
se encontraba vinculada a la constatación de que los dirigentes del partido
soviético creían cada vez menos en las tesis del marxismo-leninismo, las
excluían completamente de la práctica política y empujaban deliberadamente
a los trabajadores soviéticos —confrontados al vacío ideológico— hacia los
“ideales milenarios”.
141

El cáncer del nacionalismo burgués

El desencadenamiento del nacionalismo burgués en el país y en el partido


constituía una tercera tendencia predominante en la vida política e ideológica.
Sus consecuencias serían enormes.
Unos años atrás Gorbachov declaraba que era necesario desarrollar el
pluralismo socialista. Nosotros estábamos de acuerdo que después del
período de Brezhnev, había que permitir la expresión de diferentes ideas,
siempre sobre una base socialista. El pensamiento revolucionario no podía
renovarse y fortalecerse más que a través de la lucha contra las corrientes
burguesas. Apenas lanzada la idea, numerosas organizaciones y frentes
populares se crearon para apoyar la perestroika. Se trataba de coaliciones
entre fuerzas abiertamente reaccionarias y los "reformadores” de la época de
Jruschov, verdaderas máquinas de guerra contra cuanto quedaba todavía de
socialismo en la Unión Soviética.
Tomemos el ejemplo de Ucrania, donde por iniciativa del ala derecha del
partido se constituyó el Movimiento Popular Ucraniano Pro-perestroika, el
Frente Popular de esta república que decía tener 280.000 miembros. Su
congreso inaugural contaba con 1.100 delegados, de los cuales un cuarto eran

57 Ein frohes Fest Deutschland, CAUSA Deutschland, postfach 1320, 5303 Bornheim 1. diciembre 1989,

pp. 25 y 20.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

miembros del partido. Este frente provocó oleadas de ideas antisocialistas y


anticomunistas, lo que condujo a su congreso a denunciar el socialismo y el
Partido Comunista, bajo la aclamación de la sala. En la tribuna, los re
presentantes que trataban de defender al PCUS fueron silbados y expulsados
de la sala. S e trataba solamente de la ocupación de Ucrania por la Unión
Soviética. Se reclamaba la salida del Ejército Rojo y la creación de un ejército
ucraniano. ¿Y cuál sería la espina dorsal de este ejército? Durante la Segunda
Guerra Mundial, hubo un ejército ucraniano creado por Hitler. El Movimiento
Popular Ucraniano Properestroika escuchó respetuosamente una
intervención increíble de un tal Lukianenko. Este individuo declaró frente al
congreso que los partidarios de Stephan Bandera, el jefe fascista ucraniano,
debían ser rehabilitados como víctimas del stalinismo y “combatientes de la
libertad”.58 Un libro sobre la World Anti-Communist League (extrema derecha
fascista controlada por los norteamericanos y los taiwaneses) explica que un
gran número de miembros del grupo de Bandera, fueron detenidos por los
ingleses y los norteamericanos después de la guerra. Así, una vez derrotado el
nazismo cientos de colaboradores ucranianos fueron reclutados por los
servicios occidentales para hacer espionaje en la Unión Soviética. Miembros
del grupo de Bandera trabajaron en Radio Europa Libre. Hace algunos años
trasmitieron algunas emisiones netamente profascistas que suscitaron vivas
protestas en Estados Unidos. Estas emisiones elogiaban abiertamente al grupo
nazi Gallician SS.
142

Que antiguos nazis, SS, reconocidos como tales en Ucrania, puedan enviar
un representante para tomar la palabra en la reunión del Frente Popular,
mientras que los comunistas son expulsados de la reunión, es una clara
muestra de la degradación política en Ucrania. Mencionemos aquí, entre
paréntesis, que las publicaciones trotskistas del grupo de Mandel apoyaban el
combate “democrático” de los frentes populares en la Unión Soviética y
publicaban sus posiciones en coherencia con su conocida táctica del frente
unido contra el comunismo.
En Letonia también se constituyó un frente popular con todos los
antimarxistas. Uno de sus lideres declaraba en su primer congreso: “Es
importante para nosotros estrechar los vínculos con Occidente, establecer
contactos económicos (...) para preparar la vuelta de Letonia al mundo
civilizado de Europa, a la cual había pertenecido.” Y añadía: “La forma principal
de propiedad en la República de Letonia debe ser la propiedad privada. La

58 Daily Review. 15 de septiembre de 1989, pp. 5-7.


Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

experiencia de los estados occidentales industrializados prueba que la


propiedad privada y la iniciativa privada aseguran un funcionamiento
altamente eficiente del mercado libre.”59 No se puede ser más explícito: es la
vuelta al capitalismo, al mundo imperialista y a las leyes más elementales y
simples del capitalismo mundial.

Gorbachov: lamentable

La ola de ideas anticomunistas en las repúblicas bálticas inquietaba mucho


al PCUS. En efecto, estas repúblicas decidieron reivindicar su independencia
de la URSS y su adhesión en dos o tres fases al mercado común El Partido
Comunista de la Unión Soviética declaró entonces: “El carácter antisocialista
y antisoviético de sus objetivos se ha revelado. Han aparecido organizaciones
que recuerdan las formaciones del período burgués y de la ocupación fascista,
y se han creado órganos paralelos de poder.”60 Sin embargo, las críticas, las
protestas y las denuncias no han impedido a los reaccionarios continuar su
labor de zapa, y el mismo Partido Comunista Lituano se pasó del lado de los
“independentistas” al declarar que no pertenecía más al PCUS y que se
convertía en un partido independiente, con su propio programa definido por
ellos y con propios estatutos. Inició conversaciones con el PCUS para decidir
las bases de sus relaciones futuras.
143

El 25 de diciembre del 989, Gorbachov pronunció un discurso de lo más


interesante, que revelaba el problema en que se encontraba sumido y que
sonaba ya a canto de cisne. Hablaba de la separación del partido lituano del
PCUS. Hace algunos años, dijo Gorbachov, “no había en las repúblicas más que
unas cuantas decenas de ‘combatientes’ de oposición. Buscaban la
popularidad atizando las tendencias nacionalistas. Esta oposición se unió a las
consignas de la perestroika con el propósito de comprometer el socialismo. El
peligro representado por este fenómeno no fue percibido oportunamente.”61
Pero aparentemente había bastantes cosas que Gorbachov no percibió a
tiempo.
Enseguida, Gorbachov enfatizó “la pérdida de influencia del partido sobre
los medios de comunicación (...). Mientras tanto Sajudis [Frente Popular en

59 Tiempos Nuevos. Nº 42, 1989, p. 25.


60 Mijail Gorbachov: Discurso ante el Comité Central. 25 de diciembre de 1989.
61 Ibidem.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

Lituania] ha venido ganando más y más influencia, se ha consagrado cada vez


más abiertamente a la lucha por el poder real.” 62 Aquí Gorbachov confesaba
que la glasnost, la política de transparencia, cayó en manos de la derecha y de
la extrema derecha. Pero reconocía de nuevo que no percibió este proceso
oportunamente Después Gorbachov constató que “para asegurarse de las
condiciones necesarias para la toma del poder por la vía parlamentaria, una
parte de los diputados representantes de Sajudis propagaban las consignas de
la perestroika. Se ha elaborado y aplicado escrupulosamente una táctica de
desmantelamiento de las conquistas del socialismo.”
De esta forma Gorbachov aceptaba que, en los campos de la perestroika,
la glasnost y la democracia —tres de los cuatro pilares de su nueva política—,
él no percibió oportunamente lo que en realidad ocurría en la Unión Soviética.
La cuarta constatación de Gorbachov en relación con Lituania fue una
confesión de incompetencia política. Él personalmente tuvo numerosos
contactos con el Partido Comunista Lituano. Este último le había asegurado
que las posiciones nacionalistas habían ganado a las masas y que el Partido
Comunista estaba obligado a seguirlas para poder mantenerlas bajo su
dirección. Gorbachov confeso: “Debemos reconocer que prestamos oídos a
sus proposiciones, que a menudo íbamos, incluso, delante de sus
proposiciones.” Ante sus propios ojos, tal situación “es utilizada por los
elementos nacionalistas, separatistas y antisoviéticos (...) que sueñan con
revivir los regímenes de otros tiempos: regímenes autoritarios, de extrema
derecha”. Completamente cierto, pero ¿qué solución propuso entonces
Gorbachov? Su deplorable análisis fue seguido de algunas reflexiones del
mismo nivel. Para comenzar, “debemos hacer gala de la mayor prudencia, de
reflexión y circunspección (...). (Debemos pedir a todo el mundo) que
reflexione todavía una vez más.” En vez de solicitar reflexión a los otros
cuando ya era demasiado tarde, Gorbachov debió haber sido más avispado y
reflexionar él mismo un poco sobre las fuerzas que iba a desencadenar.
144

A los miembros del Comité Central que exigían actuar, que no se dejaran
las cosas ir hasta el abismo, Gorbachov respondía: Vosotros tenéis la nostalgia
del “socialismo de cuartel”, “cada vez que debemos enfrentar a las
manifestaciones de grandes capas de la población, nosotros empleamos
medios políticos”. Pero ¿qué medios políticos le quedaban todavía? Enseguida
esgrimía otro argumento: “Decís que el poder no es fuerte, que se está
disolviendo.” Sin embargo, “el ideal de una política fuerte no es la animosidad

62 Ibidem.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

ni la confrontación, sino la concordia y la solidaridad”. De esta forma se debía


“entender el gran valor de los compromisos razonables”. Sin embargo, cuando
se conoce a los fascistas y a la extrema derecha, no puede uno menos que
preguntarse cómo hizo Gorbachov para jugar solo este gran juego de los
compromisos.
Gorbachov añadía todavía: “Es indispensable emprender acciones
enérgicas para conservar el Estado federal y asegurar su unidad. Y que nadie
se ilusione con las intenciones ni las posibilidades del Centro.”63 Después de
todas sus declaraciones, estas últimas palabras solo podían producir risa a los
reaccionarios. ¿Qué insinuaba Gorbachov con ellas? Así completaba su
amenaza: “Es necesario someter al examen del órgano legislativo superior la
cuestión de la legalidad de las organizaciones y movimientos políticos que
estimulan el terror nacionalista.” He aquí a lo que se reducía la exclamación
feroz de “que nadie se ilusione con las intenciones y las posibilidades...”
Este discurso nos muestra un Gorbachov sumido en un callejón sin salida.
La "profundidad” de su análisis nos deja numerosas preguntas sobre el
porvenir de la Unión Soviética.
145

Friedman, ayúdanos a restaurar el capitalismo

Después de haber resaltado estos tres ejes de la orientación política e


ideológica defendidas por la mayoría de la dirección del PCUS, expondremos
brevemente sus concepciones económicas.
Gorbachov había declarado categóricamente, años atrás, que en este
ámbito las cosas debían cambiar. Estancamiento, inercia, tasa de crecimiento
en picada, falta de alimento, imposibilidad de responder a las necesidades
más elementales: era necesario, dijo, impulsar una nueva política económica
Después de algunos años, se constató que nada había cambiado, salvo que
todo se encontraba en peor estado.
En la revista editada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, se publicó:
“Con la crisis actual en la Unión Soviética, hemos considerado cada vez con
mayor seriedad la advertencia hecha por Friedrich Hayek, nuestro principal
opositor entre los monetaristas conservadores. Él consideraba que incluso la
vía pacífica socialdemócrata conducía al colectivismo total socioestatista, a la
economía planificada y directivista. Era la vía del monopolismo, de ahogar el

63 Ibidem.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

individualismo, de la democracia y de la libertad.” Y Larissa Piacheva,


investigadora en el Instituto del Movimiento Obrero (!) Internacional, neófita
en la ciencia económica del capitalismo salvaje, terminó su ensayo con una
condena de la economía mixta. Afirmó que la Unión Soviética necesitaba las
ideas de Milton Friedman y Friedrich Hayek, ya que “la economía mixta, donde
la propiedad privada se articula con la propiedad del Estado, donde el
mercado debe coexistir con los precios planificados, no tiene futuro”. “Todos
esos elementos del sistema de mercado, injertados con tanta dificultad en el
gran árbol estatal, agonizarán inevitablemente hasta el día en que el
mecanismo jurídico, los nuevos sistemas de propiedad y formas de poder,
reemplazarán a los sistemas y formas existentes. Existe una salida: la entera
liberalización de nuestra vida económica y social, dar una nueva formación a
nuestros agricultores, a nuestros campesinos cooperantes, comerciantes,
banqueros, artesanos, a todos aquellos que formarán la clase de los futuros
administradores y dirigentes del país —personas hábiles y diligentes."64 Lo
que salvaría el socialismo en la Unión Soviética seria, pues, la doctrina de
Friedman, ¡después de haber salvado el capitalismo periférico en Chile!
146

La larga marcha hacia la empresa privada

Desde 1987 constatamos que en el campo económico Gorbachov no había


dicho nada que se inspirara en el socialismo científico. Hablaba de la Nueva
Política Económica de Lenin fuera de todo contexto histórico, con el solo
propósito de rechazar en conjunto la doctrina de Lenin sobre la economía y la
política. Sus propuestas prácticas fueron cada vez más netamente orientadas
hacia la empresa privada y hacia el mercado. En un artículo de Tiempos Nuevos
encontramos esta joya: “I le aquí que ya llevamos casi cuarenta años viviendo
sin Stalin, sin que todavía hayamos podido liberamos de las barreras de su
sistema, de los principios feudales de las estructuras económicas fundadas por
él. Otros tiranos europeos del siglo XX se llevaron a la tumba las instituciones
sociales que habían creado, dejando así lugar a la democracia en el campo
económico y político. ¿Por qué? Porque ni Hitler ni Franco habían destruido la
propiedad privada, cuya levadura hizo crecer, una vez desaparecida la
dictadura, una sociedad floreciente.”65

64 Vida Internacional. Mayo 1989, pp. 104 y 110.


65 Tiempos Nuevos. Nº 47, 1989, p. 34.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

El mayor crimen de Stalin fue haber eliminado la propiedad privada. He


aquí por qué es peor que Hitler. Es un discurso que no repudiarían ni Le Pen o
los antiguos del Frente del Este. Ello nos permite comprender mejor por qué
Stalin y Mao Zedong señalaron la necesidad de mantener la dictadura del
proletariado contra los elementos políticamente desviados, verdaderos
agentes de la influencia imperialista.
El director del Instituto “Plejanov” en Moscú, el señor Vladimir Grochev,
dijo que “la propiedad privada |de los medios de producción] está presente
en el país bajo la forma de economía en la sombra, de ciertas cooperativas y
empresas mixtas. El capital privado bajo la forma de miles de millones de
rublos, de varios billones de rublos, yerra a través de la Unión Soviética.” Por
más profesor que sea, Grochev tenía en mente ideas que no eran de orden
puramente académico: “¿No sería mejor buscar los medios de reconocer esta
forma de propiedad privada poniéndola al servicio de la perestroika?” 66
¿Poner el capitalismo salvaje al servicio de la perestroika? ¿No es más bien la
perestroika lo que terminará poniéndose integralmente al servicio del
capitalismo salvaje? El mismo profesor contaba que un congreso de hombres
de negocios soviéticos propuso que la propiedad privada de los medios de
producción fuera reconocida con el mismo rango que la propiedad del Estado.
Su conclusión: “Nosotros, los intelectuales, les ayudaremos a ganar esa
lucha.” 67 Buen ejemplo de la alianza entre los nuevos capitalistas y los
intelectuales tecnócratas.
147

Otra profesora, Margarita Maximova, doctora en economía, afirmaba que


“es necesario desestatizar la propiedad” y “asegurar la igualdad, la
competencia y la competitividad de todas las formas de propiedad en tanto
que fundamento de la libertad económica de los ciudadanos”; era necesario
preparar “el establecimiento de zonas de libre empresa”. 68 Llamados a las
multinacionales, tulas a la libertad de explotar como fundamento de la
libertad económica. Las únicas proposiciones concretas buscaban la vuelta al
capitalismo a través de una táctica de avance gradual.
Cuando Gorbachov nombró a Abalkin viceprimer ministro, responsable de
la reforma económica, fue presentado por The Financial Times como un
hombre que pregonaba de forma convincente “la desnacionalización de la
propiedad”. Su tesis era que “no hay alternativa valedera al mecanismo de

66 Boletín Agencia Novosti. 24 de octubre de 1989, pp. 1-2.


67 Ibidem.
68 Boletín Agencia Novosti. 12 de diciembre 1989, pp. 4-5.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

mercado para coordinar las actividades y los intereses de los sujetos


económicos”. “La diversidad de formas de propiedad, su igualdad y su
competición son las condiciones fundamentales de la libertad económica de
los ciudadanos, la garantía de que sus capacidades serán utilizadas
óptimamente”, decía el informe presentado por Abalkin en noviembre de
1989.69 Ello demostraba que Gorbachov se inscribió cada vez más claramente
en la corriente de la derecha liberal.

Ese imperialismo que no existe más

Pasemos al capítulo de la política internacional soviética. Trataremos sobre


la nueva concepción del imperialismo, de sus consecuencias sobre la política
mundial y del análisis sobre los acontecimientos en Europa del este.
He aquí lo que declaró un consejero jefe del Ministerio de Asuntos
Exteriores: “Una actitud profundamente arraigada entre nosotros (...) consiste
en ver en el Occidente un saqueador de los países en vías de desarrollo. Es un
error.” “Una parte considerable de los países del Tercer Mundo se pronuncia
todavía por la consigna de un ‘nuevo orden económico’, y olvidan que una
política voluntarista es a menudo la principal causa de) estado catastrófico de
sus economías (...). Nosotros hemos aprendido por nuestra propia y amarga
experiencia a qué conduce la violencia en materia económica.”70
148

Preguntad a Zaire, a Brasil o a Filipinas, por ejemplo, qué lindo es vivir en


un país en que no existe “violencia en materia económica”, un país donde las
multinacionales y los grandes terratenientes, la mafia del gran comercio, los
negreros del trabajo infantil, gozan de todas las libertades económicas... Y
donde todos esos agentes someten a las masas populares al más descamado
infierno de todo tipo de violencia. El combate por precios más altos para las
materias primas del Tercer Mundo sería, para este consejero "comunista”, una
forma de violencia contra las leyes naturales de la economía. Y para señalar
aún más claramente su tránsito hacia el campo de los defensores del antiguo
orden económico imperialista, nuestro consejero añadió: “No se podrá
instalar un nuevo orden. Es evidente que tal idea puede llevamos a bloquear
la solución de los problemas económicos mundiales y conducimos a una
rivalidad política [con Occidente].”

69 The Financial Times. 20 de noviembre de 1989.


70 Pida Internacional. Agosto 1989, pp. 48-49 y 52.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

El nuevo orden económico, tal como fue formulado, consiste en una serie
de reivindicaciones que no cuestionan los fundamentos del sistema
imperialista. Los socialdemócratas fueron los primeros en comprender que si
la situación del Tercer Mundo continuaba degradándose, habría explosiones
revolucionarias por todas partes. Es necesario, en consecuencia, ser previsor,
conceder migajas con el fin de salvaguardar lo esencial de la dominación
imperialista. Y he aquí que un consejero comunista se coloca de lejos a la
derecha de François Mitterrand y de Willy Brandt. La conclusión de
Kolossovski fue la siguiente: es necesario dejar de afirmar que “el Tercer
Mundo es una reserva de socialismo”, porque tal posición “nos empujará
hacia una lucha de clases generalizada en la escena internacional (...). El Tercer
Mundo no es un terreno para la confrontación con Occidente. El Occidente no
es nuestro adversario común.”71

¡Vivan las transnacionales y el FMI!

Se propuso a los medios progresistas del Tercer Mundo “luchar, no contra


la consolidación de las relaciones capitalistas como tales, sino por el
capitalismo democrático, contra el reforzamiento de sus rasgos
reaccionarios...” y en conclusión: “Las multinacionales podrían crear
condiciones favorables para los trabajadores de sus empresas.”72 Inspirados
en tal pensamiento humanista e imbuidos de tales valores universales, ¡usted
puede presentar sus servicios a la Société Générale o a la Ford Company!
149

Otra propuesta: hay que dejar de criticar al Fondo Monetario Internacional


(FMI) en sus acciones hacia el Tercer Mundo, ya que “sin estar vinculadas
directamente a los intereses de tal o cual grupo privilegiado en los países en
vías de desarrollo, el FMI y el BIRF [Banco Internacional de Reconstrucción y
Fomento] son a menudo más consecuentes que los medios dirigentes locales,
tanto en lo que concierne al análisis de las dificultades económicas (...) como
a la elaboración de soluciones”.73 Sin embargo, no es necesario ser marxista
para comprender que el FMI asfixia a los países del Tercer Mundo: ¡Lo
reconocen todas las fuerzas patrióticas! Pero los nuevos filósofos soviéticos
ignoran, incluso, esas verdades tan simples.

71 Ibidem.
72 Pida Internacional. Marzo 1989, p. 67.
73 VíctorCheinis: Ciencias Sociales. Academia de Ciencias de la URSS, Nº 3,1989, p. 148.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

Para demostrar que el revisionismo, una vez desencadenado y sin frenos,


no puede dejar de ser ridículo hasta lo grotesco, el mismo doctor en ciencias
económicas y director de investigaciones formuló una propuesta práctica de
envergadura estratégica: “Hemos dicho sin ambigüedad que la Unión
Soviética reconoce los vínculos históricos entre el Norte y el Sur (...) y que es
conveniente sanear estas relaciones. Comienza a ser tiempo de descubrir y
formar activamente zonas de interés común entre el Este y el Oeste en el
Sur.”74
Tras escuchar impostores académicos de tal calaña, se entiende mejor a
Fidel Castro cuando expresaba, el 9 de diciembre de 1989, su temor de ver a
ciertos países exsocialistas insertarse en las redes de la economía imperialista
para explotar a Cuba y a América Latina.

Los desheredados del Tercer Mundo: terroristas en potencia

Veamos lo que resulta, en el terreno de la lucha política antimperialista, de


tales consideraciones generales.
Un autor abordó el tema “Tercer Mundo: zona de riesgo.” Los riesgos no
provienen en absoluto de la bárbara opresión del imperialismo, de la política
de genocidio permanente contra millones de personas, no, los riesgos
provienen esencialmente de los revolucionarios... “El Tercer Mundo es la
fuente de otro mal de nuestros tiempos: el terrorismo (...). Hay una rama que
desestabiliza especialmente la situación internacional, que lleva a cabo
acciones contra los ciudadanos de los países desarrollados, occidentales en
primer lugar.” 75
150

Es el lenguaje de un racista blanco y de un contrarrevolucionario. Privilegia


la liquidación de unos cuantos blancos por uno u otro movimiento fanático, y
no dice ni una palabra sobre las centenas de miles de muertes provocadas por
el terrorismo de Estado practicado por Israel, Taiwán, Estados Unidos o África
del Sur. El terrorismo, señor Kolossovski, el verdadero terrorismo es el
imperialismo; ese otro que lo excita a usted tanto no es más que la expresión
de desesperación de seres humanos constantemente pisoteados, aplastados,
triturados. Usted que babea de admiración frente a siglos de civilización
europea, he aquí una de sus últimas proezas: “Desde 1976, la Renamo ha

74 Ibidem, p. 158.
75 Pida Internacional. Agosto 1989, pp. 48-49 y 52.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

creado en Mozambique uno de los más grandes desastres del mundo


moderno. Según un informe de Naciones Unidas, publicado en octubre de
1989, han muerto 900.000 personas en condiciones horribles. Civiles
fusilados, asesinados a machetazos o a hachazos, incendios de chozas, civiles
asfixiados o ahogados en el agua.”...76
En otro texto político, el autor, Víctor Cheinis, va todavía más lejos en esa
dirección, vincula directamente los movimientos de las clases más oprimidas
del Tercer Mundo a las nociones de terrorismo, dictadura cruel y violencia
sangrienta. Se recuerda que cuando fue ocupado Afganistán, ciertos ideólogos
sostenían que los campesinos estaban muy atrasados para constituir una base
para la revolución, y habían expuesto la “teoría” del golpe de Estado militar r
evolucionario que abría la vía a la revolución propiamente dicha. Hoy, otros
han desarrollado creativamente esa estupidez: si los campesinos se movilizan,
ello no puede conducir a otra cosa que al terrorismo y a la violencia
destructora.
“Es un punto de vista fundado en una tradición científica e ideológica de
antaño, según el cual (...), el objetivo central de las fuerzas progresistas seria
activar la lucha de las clases oprimidas y desheredadas de las sociedades en
vías de desarrollo, y las formas más extremas de tal lucha serian lo más eficaz
(...). Sería muy peligroso apoyar cualquier movimiento ‘de base’, sobre todo si
su práctica lleva a una escalada de violencia (...). El carácter conflictivo de la
evolución interior cuestiona la unidad nacional (...). Las fuerzas en pugna que
defienden sus propios intereses, son tentadas periódicamente a apoyarse en
su lucha sobre las capas tradicionalistas y marginales de la población, que
escapan fácilmente a cualquier control (...), suministran terroristas, empujan
a la violencia, a los pogromos y provocan la instauración de dictaduras más o
menos crueles.” 77 Esto es una toma de posición abiertamente
contrarrevolucionaria que, incluso, muchos ideólogos del imperialismo no se
atreverían a suscribir por ser tan francamente reaccionaria. Cheinis no ve ni
terrorismo ni dictaduras sanguinarias en Perú, Guatemala o Filipinas. “El
imperialismo” —nos dice— “no es más que un rasgo dominante del
capitalismo en este fin del siglo XX.”78
151

El problema esencial para el Tercer Mundo es comprometerse en el


“proceso de modernización” y, desde este punto de vista, el aporte del

76 Robert Job: “La muerte bochornosa de 900 000 personas". En: Le Soir.
77 Ciencias Sociales. Nº 3, 1989, pp. 150-151.
78 Ibidem, p. 141.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

capitalismo extranjero es positivo. Quienes movilicen la base, las masas


tradicionalistas, los desheredados y los oprimidos, ponen en peligro la unidad
nacional y, por lo tanto, el proceso de modernización. Esas masas atrasadas,
una vez sublevadas, podrían incluso instaurar su poder, que sería,
contrariamente al régimen neocolonial modernizador, una dictadura cruel. La
Unión Soviética debería entonces, según el señor Víctor Cheinis, doctor en
Ciencias Económicas, colocarse del lado del orden neocolonial contra los
“poseídos” y los “elementos irresponsables y amorales” que pregonan las
viejas concepciones de “violencia justa”.79 “Sería, sin lugar a duda, irracional
ver en la sanguinaria epopeya de los khmers rojos un episodio aislado y único
en la historia de un pequeño país atrasado, de la misma manera que sería
erróneo subestimar el peligro de los malos tratos que son perpetrados por una
organización peruana llamada Sendero Luminoso (...). Kampuchea, Perú,
¿quién puede asegurar que esta especie de ‘revolucionarios’ no amenazaría la
sociedad en otros países en vías de desarrollo? Lo repito: una amenaza para
la sociedad entera que deja en un segundo plano cualquier disputa o
desacuerdo político.”80 El contrarrevolucionario Cheinis pretende ignorar que,
según documentos norteamericanos oficiales, los bombardeos
norteamericanos en Kampuchea provocaron la muerte de 600.000
campesinos y que la hambruna creada por las tropas norteamericanas en fuga
provocaron la muerte de 1.000.000 de kampucheanos.
En América Latina, varios movimientos guerrilleros, asentados en una
población campesina que los apoyaba, fueron aplastados por la violencia
contrarrevolucionaria: es el caso de Colombia o Guatemala. Que Sendero
Luminoso haya conseguido mantenerse y extender su guerrilla a lo largo de
una gran parte del territorio, prueba que esa organización tiene capacidades
revolucionarias reales, más allá de la opinión que se pueda tener sobre
algunas de sus tácticas y de sus métodos. Pero Cheinis habla de ese
movimiento revolucionario de las masas indias y campesinas exactamente de
la misma manera en que lo haría un experto en contrainsurgencia
norteamericano. Cuando las masas populares, oprimidas durante siglos,
sometidas al terror de asesinatos en masa, se sublevan, incluso, la
organización más disciplinada no puede evitar acciones de venganza y errores.
Cualquier revolucionario sabe que esos fenómenos son inevitables en
cualquier movimiento de liberación popular. Tomarlos como pretexto para
preferir el terror y el genocidio perpetrados permanentemente por la

79 Ibidem, pp. 151 y 152.


80 “Entrevista a De Klerk”. En: Tiempos Nuevos. Nº 1,1990.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

dominación imperialista, significa pasarse del lado de la reacción.


152

La CIA y el KGB, ¿de la mano contra la revolución?

En realidad, lo que se anuncia en esas declaraciones es el derecho a la


injerencia, el derecho de decidir cuáles son los revolucionarios
suficientemente buenos, civilizados, educados y corteses que merecen la
consideración de la Unión Soviética y de sus aliados occidentales, y cuáles son
los revolucionarios bárbaros y sanguinarios que norteamericanos, ingleses,
israelíes y otros civilizados pueden matar como a conejos para salvar “la
sociedad entera”.
En enero de 1990, Tiempos Nuevos dio la palabra al jefe del régimen del
apartheid F. De Klerk... ¿para qué? He aquí su mensaje al pueblo y a los
comunistas soviéticos: “Nunca he defendido el apartheid. Nosotros solo
luchamos contra los movimientos que libran acciones terroristas.” 81 Pick
Botha viajó a Hungría [¡actualmente régimen de libertad y democracia!], con
el fin de negociar allí un aporte de mano de obra, en especialistas y personal
asesor, para África del Sur. Aprovechó la ocasión para declarar triunfalmente
que el ANC “debe comprender que sus camaradas hermanos de Europa del
este han dado la espalda a su ideología y a su sistema político. E s tiempo de
que el ANC comprenda que cuanto quisiera establecer en Sudáfrica acaba de
morir en Europa del este y está muriendo en la Unión Soviética.” 82 ¡En lo cual
sin duda tiene razón! Este ejemplo permite comprender las repercusiones de
lo que ocurre en el Este sobre los pueblos que sufren desde hace siglos. Las
primeras víctimas de esta demagogia sobre la democracia y la libertad
instauradas en el Este serán los pueblos del Tercer Mundo que luchan por su
liberación, junto con los mismos trabajadores del Este, que muy pronto se
habrán desencantado de sus ilusiones.
153

En conclusión, podemos decir que los revolucionarios del Tercer Mundo


deben tomar conciencia de un peligro que los amenaza: el de que se realicen
acciones concertadas entre Estados Unidos y una Unión Soviética que se le
somete. Esta perspectiva será una realidad si las concepciones citadas sobre
el terrorismo, las masas desheredadas “sanguinarias”, los khmers rojos y el
Sendero Luminoso, se imponen definitivamente en la dirección del país. Por
81 “Pick Botha regresa optimista de Hungría”. En: Le Monde. 5-6 de enero de 1990.
82 Novedades de Moscú. Nº 1, 1990, p. 7.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

lo demás, el mismo jefe del KGB evoca la posibilidad de acciones conjuntas


CIA-KGB en el campo del terrorismo (Oriente Medio, Irán), de la lucha contra
la droga (América Latina), y en los puntos inestables del planeta (África austral,
América Central, Indochina). Estas fueron las respuestas de Vladimir Jruschov,
que fuera presidente del Comité de Seguridad del Estado de la URSS, a un
periodista: “El KGB tiene el proyecto de extender en 1990 sus contactos con
los servicios secretos de diferentes países, especialmente la CIA. Se trata sobre
todo de simplemente acabar con el terrorismo, el tráfico de drogas y el
contrabando. Por ejemplo, puesto que la URSS y Estados Unidos están
interesados en disminuir la tensión en los ‘puntos ardientes’ del planeta, el
KGB y la CIA podrían intercambiar informaciones secretas con el fin de que los
gobiernos de los dos países elaborasen y efectuasen acciones comunes. 83

Golpes de Estado en el Este, orquestados por la URSS

Gorbachov, desde su llegada al poder, declaró querer renovar el socialismo


y volver al espíritu revolucionario de Lenin. Lo que ocurrió en el Este y en los
partidos comunistas de estos países mostró claramente que esas
declaraciones no eran más que viento y que las repercusiones de la pretendida
“nueva mentalidad” fueron todavía más catastróficas para el socialismo en
Europa del este que en la Unión Soviética.
Informaciones cada vez más numerosas tienden a mostrar que, a pesar de
las declaraciones de no injerencia en los países del Este, la Unión Soviética se
ha involucrado en sus asuntos internos. Esto es muy claro en el caso de
Alemania del este, donde Gorbachov propuso firmemente los cambios que
debían realizarse en la cabeza del partido. Efectivamente, ahora sabemos que
la intervención directa de los soviéticos provocó la crisis en la dirección y
empujó al Partido Socialista Unificado de Alemania (PSUA) a la deriva.
154

Una periodista bien introducida en los secretos del poder, Marina Pavlova-
Silvanskaia, escribió: “Es significativo que tras la represión contra los
manifestantes, E. Honecker y M. Jakes estaban dispuestos a seguir
defendiendo sus regímenes. Algún día sabremos con certeza cómo fue evitado
un curso trágico de los acontecimientos en la RDA. Contentémonos por el
momento con las palabras de W. Brandt, quien afirmó que por algo estaban

83 Novedades de Moscú. Nº 52, 31 de diciembre de 1990, p. 6.


Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

allí los militares soviéticos.”84 Las autoridades de la RDA tenían perfectamente


el derecho de reprimir las manifestaciones que tomaran un carácter
antisocialista. Pero los hegemonistas soviéticos continuaron dictando lo que
debían hacer los demás. Y en cuanto a “evitar la tragedia”, la rcunificación
alemana y el revanchismo alemán, a partir de una posición dominante en
Europa, serían muy pronto una catástrofe de una dimensión muchísimo
mayor, no solo para los trabajadores de la cx-RDA, sino para Europa entera.
La dirección del partido búlgaro, al principio favorable a Gorbachov, poco a
poco empezó a tomar distancias y declaró que periódicos como Novedades de
Moscú, Ovomok y otros más se habían convertido en portavoz de las
corrientes antisocialistas. 85 Por algunos comentarios de la prensa soviética
sospecharon que el antiguo reflejo hegemonista frente a los países del Este no
había desaparecido. Por ejemplo. Novedades de Moscú escribió: “La
naturaleza bestial del gobierno búlgaro era conocida y dejaba presumir que
un baño de sangre no lo detendría en su lucha por aferrarse al poder.” 86 Y
luego describió con todo descaro lo que no fue más que una vulgar conjura y
un golpe de Estado: Al principio Yikov quería “reprimir a los contestadores”.
Entonces los partidarios “de reformas radicales en el Estado y el partido (...)
decidieron actuar. Al principio eran pocos: Djourov, Mladenov, Atanassov,
Loukanov, Stanichev. ¿Se pusieron de acuerdo? Sí, y, poniendo sus vidas en
peligro, se contactaron con los miembros del CC de quienes podían fiarse en
este asunto (...). El general Djourov, Stanichev e Iotov fueron encargados de
anunciar personalmente a Yikov que debía dejar su puesto (...). ¿Estaban
dispuestos a recurrir a métodos extremos? Es posible, a juzgar por los
resultados de su misión.” 87 Esta conspiración de un puñado de dirigentes,
apoyados esencialmente en el ejército, no hubiera sido posible sin el apoyo,
desde el principio, de la Unión Soviética.
155

¿Construir el socialismo con Solidaridad?

Después de la llegada al poder de Solidaridad en Polonia y de sus colegas


en Hungría, era evidente para cualquier comunista que se producirían luchas
importantes en los otros países del Este en tomo a la cuestión: ¿Toma del

84 Noticias de Moscú. Nº 1, 1990, pp. 14-15.


85 Ibidem.
86 Ibidem.
87 Novedades de Moscú. Nº 49, 3 de diciembre de 1989, p. 9.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

poder poruña derecha estilo Solidaridad, o rectificación del poder socialista


sobre una base auténticamente marxista-leninista? Sin embargo, el gobierno
de Gorbachov estimuló abiertamente la caída de los dirigentes comunistas
que querían mantener de una forma u otra ciertos principios leninistas, y
favoreció a dirigentes de tendencia socialdemócrata y procapitalista. Evgueni
Ambartsoumov saludó los acontecimientos en el Este como “una auténtica
revolución. No contra el socialismo (...), sino contra el stalinismo y el
brezhnevismo (...). Cuando el actual desbordamiento de pasiones se haya
calmado, las organizaciones y las corrientes de carácter socialdemócrata
comenzarán a marcar sus puntos.” 88 Es entonces una revolución contra los
principios de base de la Unión Soviética, y en favor de las concepciones
“socialdemócratas” del mundo imperialista. El restablecimiento del
capitalismo salvaje fue glorificado por los autores soviéticos en los mismos
términos usados por los representantes de las multinacionales europeas. ‘‘Los
pueblos de Europa oriental parecen abrazar ahora los mismos valores que
nuestra perestroika: libertad, democracia, glasnost, honestidad (...). En fin, el
socialismo democrático con rostro humano.” 89
La derecha soviética impulsó deliberadamente el proceso de restauración
capitalista en Europa del este con el fin de encontrar una base de apoyo en su
lucha, aún más decisiva y dura, por la restauración capitalista en la misma
Unión Soviética. “Es de alegrarse que la actual revolución haya cortado la
hierba bajo los pies de los organizadores de un pacto antiperestroika a escala
internacional (...). Berlín, Sofía y Praga están perdidos para ese pacto, que se
encuentra condenado en sus últimas trincheras.” 90 La última frase indicaba
claramente que la derecha soviética tenía la voluntad de estimular los
movimientos antisocialistas, llamados antistalinistas y antidogmáticos, en
Rumania, Cuba, Corea del Norte, Albania, Vietnam y China.
156

¿Revolución de quién contra quién?

En los años 20; 30 y 40, el Partido Comunista de la Unión Soviética aportó


una inmensa contribución histórica a la causa del socialismo y de la liberación
nacional. En un país en ruinas, los comunistas erigieron la dictadura de la clase

88 Ibidem.
89 Ibidem.
90 Novedades de Moscú. Nº 45, 5 de noviembre de 1989, p. 7.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

obrera, de los campesinos pobres y medios, de los trabajadores, contra las


antiguas clases explotadoras; ellos movilizaron las clases oprimidas durante
siglos y edificaron con ellas el poder socialista; industrializaron el país a un
ritmo extraordinario; colectivizaron la agricultura e impidieron así la evolución
capitalista espontánea hacia la dictadura de los kulaks, los campesinos ricos;
realizaron una gran revolución cultural ; llevaron la enseñanza científica a las
zonas más recónditas; dirigieron la gran guerra antifascista y destruyeron lo
esencial de las fuerzas nazis. Stalin fue un gran dirigente comunista, y bajo su
dirección el Partido Comunista cumplió con las tareas esenciales que la
historia le había impuesto. Desde Jruschov, oportunistas de toda clase han
pretendido hacer creer que querían corregir los errores de Stalin. Sin
embargo, lejos de corregir sus errores, reales, aunque muchas veces
inevitables, se dedicaron a atacar las bases mismas de la concepción leninista,
defendida por Stalin. Desde Jruschov, sistemáticamente, paso a paso, según
ritmos tácticos bien calculados, esos oportunistas han cuestionado todas las
tesis marxista-leninistas, retomando en muchas ocasiones concepciones
elaboradas por los ideólogos de la burguesía occidental, que fueron
presentadas como adaptaciones creativas del marxismo a la realidad
presente, reencuentros con el humanismo socialista, perfeccionamientos del
socialismo que le darían un rostro más humano. Como si los pobres y los
oprimidos no tuvieran un rostro humano y solo los burgueses, los banqueros,
los profetas de la civilización occidental poseyeran el rostro humano que el
socialismo, versión Mitterrand, necesitaba. Los partidos comunistas de
Europa del este siguen desde hace 30 años, en lo esencial, las concepciones
de Jruschov, no han considerado para nada las concepciones revolucionarias
puestas en vigor bajo Stalin. Pero la palabra “stalinismo” es usada para indicar
todas las tesis y todos los valores del socialismo, y es bajo la bandera de la
lucha antistalinista que se dan las luchas por eliminar hasta las últimas trazas
del socialismo.
Atendamos al politólogo Evgueni Ambartsoumov: “Las fuerzas de
reestructuración en la URSS están interesadas en el hundimiento definitivo del
stalinismo, cualesquiera que sean los costos de esta revolución. Una
revolución, en efecto, ya que no se trata de mejorar el socialismo sino de
transformarlo desde la base (...). El carácter revolucionario de los hechos
actuales reside igualmente en el hecho de que se renuncia a la esencia del
objetivo: la edificación de una sociedad ideal. [Se trata de una] renovación
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

interrumpida por la contrarrevolución totalitaria stalinista.”91


157

Oleg Bogomolov quien fuera diputado y colaborador de Gorbachov, y


Marina Pavlova-Silvanskaia profundizaron en estas reflexiones. Esta última
dijo: “Un cambio radical en la política económica demanda justamente a los
partidos comunistas el abandono de sus raíces ideológico-teóricas y sociales
de clase”, y Bogomolov lo aprobaba: “Por más contradictorio que sea este-
movimiento, es un paso en el desarrollo de la civilización y en los esfuerzos
por reparar los errores que han hecho sufrir a millones de personas.” 92
Bogomolov, economista, académico, no dejó dudas con respecto a su
orientación política y económica. “La perestroika en la URSS y las reformas en
Polonia, en Hungría (...), tienen un gran número de rasgos comunes (...). Hay
que desmantelar de una vez por todas el modelo stalinista.” ¡Y el economista
propuso “la organización de la economía de mercado manteniendo el control
social y la protección de los débiles contra las adversidades”! 93

Glasnost y las mentiras rumanas

Añadamos una palabra sobre el papel desempeñado por la derecha


soviética durante el derrocamiento del Partido Comunista Rumano. En
ninguna otra ocasión, apareció tan claramente que la glasnost entregó los
medios de comunicación soviéticos a la reacción. Todas las mentiras de la CIA,
distribuidas ciegamente por la prensa imperialista, fueron reproducidas con
avidez por la prensa soviética. Algunos ejemplos: “Los combatientes de la
libertad han sido aplastados, abatidos, asesinados o golpeados hasta la
muerte: murieron 70.000, uno por cada 300 habitantes del país...” 94 Otro
periódico muy glasnost: “70.000 vidas segadas solo durante la primera
semana de la revolución.” 95 Ceausescu era “un tirano demente de poder
ilimitado”, “en Rumania el pueblo estaba sometido a una tiranía más stalinista
que brezhncvista, a una estructura totalitaria más ávida de sangre que
apática”.96 “En Timisoara me han mostrado fotos de fosas comunes abiertas
bajo la exigencia del pueblo. Los cuerpos de los asesinados se encontraban en

91 Noticias de Moscú. Nº 1, 1990, p. 13.


92 Novedades de Moscú. Nº 50, 10 de diciembre de 1989, p. 3.
93 Noticias de Moscú. Nº 1, 1990, p. 14.
94 Tiempos Nuevos. Nº 2, 1990, p. 5.
95 Novedades de Moscú. Nº 52, 31 de diciembre de 1989, pp. 6 y 3.
96 Tiempos Nuevos. Nº 2, 1990, p. 5.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

posiciones anormales: en la carrera, se enterraba a los heridos con los


muertos.”97
158

Por supuesto, estos defensores del humanismo y de los valores universales


aplaudieron el asesinato de los Ceausescu. “El país habría perdido muchas más
vidas si esos dos hubieran sido mantenidos por más tiempo. Para los
terroristas fanáticos rumanos y árabes, formados desde la infancia en campos
especiales, Ceausescu vivo habría sido una bandera por la cual se habrían
batido hasta la muerte.”98 Todas estas mentiras de corte fascista encuadraban
perfectamente en la política soviética oficial, expresada por Schevardnadze:
“La revolución rumana, que tiene importancia mundial, es perfectamente
compatible con la nuestra, la que llamamos perestroika. [La Unión Soviética]
se opone a todas las dictaduras, que sean comunistas o burguesas.”99 Es muy
curioso que subrayara la “importancia mundial” de la contrarrevolución
rumana: ¿En quién piensa? ¿En China? ¿En Cuba? ¿En Corea del Norte?
Mencionaremos para concluir que Ligatchov, quien representaba la
izquierda de la comisión política durante Gorbachov, tomó ciertas distancias
en relación con la euforia liberal que evocamos. Él dijo que “en Europa del este
asistimos a eventos ligados a la restauración del capitalismo, al
desmantelamiento del socialismo y a la dislocación de partidos fundados en
principios comunistas (...). Algunos afirman que la sociedad evoluciona hacia
lo que llaman ‘capitalismo democrático’, pero yo no entiendo ese término.” 100

Hacia la dislocación

De lo expresado podemos concluir que varias fuerzas políticas y


económicas se orientaban hacia la dislocación de la Unión Soviética. El
proceso se encontraba tan avanzado que no se supo cómo detenerlo.
En el seno del PCUS, dos corrientes se situaron e n las antípodas. La primera
iba hacia el capitalismo salvaje, al estilo húngaro y polaco. Estaba
representada por Sajarov y Eltsin, es decir, por un viejo anticomunista y por
un exmiembro de la comisión política. Su programa: esencialmente el
mercado libre y la empresa privada con la existencia legal de partidos

97 Noticias de Moscú. Nº 1, 1990, p. 14.


98 Le Monde. 9 de enero de 1990.
99 Boletín Agencia Novosti. 25 de enero de 1990, p. 1.
100Tiempos Nuevos. Nº 52, 1989, p. 26.
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

burgueses y reaccionarios, es decir, el pluripartidismo. Todo ello se


encontraba en el proyecto de Constitución, último texto escrito por Sajarov.
Ellos deseaban inscribir en una nueva Constitución: “A largo plazo, la Unión
[Soviética] aspira a un acercamiento mutuo y pluralista, a la convergencia de
los sistemas socialista y capitalista.” 101 Esta tendencia política pregonaba por
la liberalización casi completa del país y agrupaba a 400 miembros del Soviet
Supremo, en su mayoría también miembros de la dirección del partido.
Recordemos que el grupo trotskista de Mandel apoyaba desde hacía años la
fracción Sajarov-Eltsin, que él llamaba “la izquierda radical”...
159

La corriente opuesta, muy minoritaria, se pronunciaba por el


restablecimiento de los principios marxista-leninistas. Estaba calificada por la
burguesía europea y soviética de tendencia conservadora, dogmática,
stalinista. Un miembro del grupo Eltsin, Zaslavski, hablaba, por ejemplo, de
“gentes que se inspiran, desde hace años, en la ideología totalitarista y creen
en ella sinceramente. Son particularmente numerosos entre la gente de edad
avanzada.” Por supuesto que estas “gentes de edad avanzada”, que lucharon
en los años 20; 30, 40 y 50, bajo la dirección de Stalin, por la construcción del
socialismo, que sufrieron por defender el partido y el país contra los nazis,
tienen ideas revolucionarias profundamente arraigadas en el corazón.
Entre esos dos polos extremos, había varias posiciones. La tercera
corriente, igualmente calificada de “conservadora” en Occidente, era
favorable al restablecimiento del brezhnevismo. Algunos eran de la idea de
que bajo Brezhnev había al menos orden, que las cosas eran previsibles, que
se podía mandar sin necesidad de luchar ni convencer políticamente y que
cada quien comía a su antojo.
Una cuarta corriente, si podía llamarse así al conjunto de personas cuyo
rasgo dominante era el inmovilismo, se trataba de los burócratas dispuestos a
seguir al poder, cualquiera que este fuera: el bloque amorfo de indiferentes.
Gorbachov dirigía la última tendencia, mayoritaria, porque se aliaron tanto
con los brezhnevistas como con los amorfos. Apuntaba a una evolución lenta,
progresiva pero sistemática hacia la restauración capitalista. Muy popular en
Occidente, Gorbachov y su perestroika encontraron una aversión creciente en
la Unión Soviética. Con la espalda contra el muro, buscaba cada vez más apoyo
político y económico del lado del mundo imperialista. A cambio, dejó a los
occidentales hacer prácticamente cuanto se les antojó en la Unión Soviética:
financiaban organizaciones antisocialistas, crearon radios “libres”, enviaron

101 Boletín Agencia Novosti. 14 de diciembre de 1989, p. 2.


Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

contenedores llenos de biblias y despacharon cuadros para fundar partidos


prooccidentales.
160

Hacia las crisis que sacudirán el continente europeo

El PCUS pasaría en los años que siguieron por luchas internas encarnizadas
y por una fragmentación sobre el fondo de guerras civiles locales, que solo
condujo a la parálisis de la política internacional de la Unión Soviética, y
además con grave repercusión sobre la situación en Europa del este.
Los partidos comunistas de Europa del este fueron barridos. No
desempeñan más que un papel muy marginal en la vida política. En revancha,
los antiguos partidos de derecha, de extrema derecha y fascistas retomaron
fuerza con el apoyo de Occidente. La crisis económica se profundizaba. El
restablecimiento del capitalismo y la intervención de las multinacionales
implicaban necesariamente un descontento generaliza do cuyos signos y a se
manifestaban. La única salida para las clases dirigentes era la utilización de los
remedios tradicionales, que consistían en arrastrar las masas al nacionalismo,
el chovinismo y la ideología de extrema derecha. La consecuencia: el
enfrentamiento entre las nacionalidades al Este.
Por lo demás, nada impedía la reunificación de Alemania. Alemania
Democrática disponía de pocas ventajas para resistir a la Alemania Federal, la
tercera potencia imperialista del mundo. El PSUA estaba e n crisis, dividido y
paralizado y, por lo tanto, sin medios. La reunificación haría de Alemania, que
ya dominaba económicamente el mercado común, la potencia hegemónica en
toda Europa del este. El Este ha sido tradicionalmente el dominio reservado
de la Alemania imperialista que, actualmente, supera de lejos a Francia, Italia
e Inglaterra en el plano de la penetración económica y financiera en
Checoslovaquia, Yugoslavia, Polonia y Hungría. Se hablaba mucho de una
aceleración de la unificación política de Europa y de la dimensión militar que
alcanzaría. Una Europa occidental, dotada de medios militares considerables,
bajo la dirección de Alemania Federal, estaría fuertemente tentada a
intervenir en las situaciones caóticas que no dejarán de surgir en Europa del
este. La cuestión de las fronteras entre Polonia y Alemania, la existencia de
minorías alemanas en Hungría, Polonia y Rumania, los conflictos nacionalistas
posibles por doquiera: todo puede ser un pretexto y una ocasión para que
Europa y Alemania, en nombre del deber de injerencia, de protección de los
derechos del hombre y de la democracia, intervengan militarmente en los
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

asuntos de Europa del este.


161

La crisis final del revisionismo

Del periodo de Jruschov al de Gorbachov, pasando por el de Brezhnev, se


asiste hoy a la crisis final no del comunismo sino del revisionismo. El debate
fue abierto hace más de 35 años, con la llegada al poder de Jruschov y el
anuncio de sus tesis, el imperial ismo que ha perdido su agresividad y que se
ha convertido en una fuerza pacífica con la cual se puede colaborar en todos
los campos; la lucha de clases que se ha terminado en los países socialistas,
porque el socialismo ha triunfado definitivamente, y el Partido Comunista que,
transformado en el partido del pueblo entero, no tiene la misión de mantener
la dictadura del proletariado.
Asistimos al desenlace lamentable de esa corriente demagógica que
durante tres décadas ha estallado contra el stalinismo, la dictadura, el
dogmatismo, la ortodoxia, el sectarismo y la rigidez de pensamiento, y que ha
presentado sus ideas, calcadas de los socialdemócratas, como la renovación,
la vuelta a Lenin, el pensamiento creativo, el socialismo con rostro humano. El
revisionismo, que indujo a error e influyó en tantos hombres de izquierda, ha
recorrido todo su ciclo de maduración hasta culminar en la restauración del
capitalismo y en la integración en el mundo imperialista. Como consecuencia,
muchas ilusiones han volado en pedazos. Pero queda aún la tarea de estirpar
las raíces de la degradación.
Con el desarrollo de los acontecimientos, se puede afirmar que
manifiestamente el imperialismo es una fuerza mucho más resistente,
dinámica y agresiva de lo que muchas corrientes oportunistas en el
movimiento obrero lo han creído durante 30 ó 40 años. El imperialismo no es
democrático ni pacífico; no respeta la independencia ni los principios de la
coexistencia pacífica; el imperialismo se ocupa del arte, de la cultura, del
turismo, vende productos, realiza cooperación técnica, presta dinero y a
través de todo eso realiza su estrategia de dominación económica, militar y
política sobre la escena mundial. En el debate sobre los problemas del
comunismo, un punto esencial es la percepción de la naturaleza del
imperialismo y de sus capacidades de expansión, de infiltración y de agresión.
162

Los países socialistas no pueden abordar correctamente las luchas sociales


complejas que atraviesan la sociedad si no apresan lo esencial: la naturaleza
del partido, como vanguardia de los obreros y los trabajadores; la concepción
Enero 1990. La Unión Soviética al borde del abismo

del partido, como partido de lucha de clases, de lucha por la producción y por
la revolución científico-técnica; el estilo de trabajo del partido, como partido
vinculado a las masas, que practica un estilo de vida simple, asiduo al trabajo,
sin piedad frente a la corrupción y los privilegios.
Solo un partido puede resolver el problema fundamental del socialismo:
mantener la dictadura del pueblo trabajador contra los antiguos explotadores
y los agentes del imperialismo, al mismo tiempo que desarrolla la democracia
socialista, indispensable para reforzar la base política de la nueva sociedad. El
partido y las masas deben comprender el carácter prolongado de las luchas de
clase en los c ampos político, ideológico y económico. Es imposible mantener
el socialismo y desarrollarlo correctamente si se baja la vigilancia en la lucha
incesante contra todas las fuerzas hostiles.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

165

Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del


caos y la guerra civil

En el umbral del 1991, la Unión Soviética se proyectaba hacia un abismo.


No se hablaba más que de caos, de desorganización, de criminalidad, y la gran
pesadilla de los soviéticos era ese sentimiento de naufragio, de
desmoronamiento y de inseguridad total. El país había realizado una cosecha
récord en 1990, pero el pueblo no encontraba nada que llevarse a la boca. “El
culpable: el sistema socialista criminal”, pregonaban, en total armonía, los
panfletos de derecha de Occidente y los de la Unión Soviética. Propaganda
refinada. En realidad, el hambre era el primer azote del que se armaba el
naciente capitalismo en la Unión Soviética para disciplinar a los trabajadores.
La nueva gran burguesía, que tomó el poder, se encargó de destruir el sistema
planificado de la economía que se encontró, en consecuencia, ante la
imposibilidad de asegurar el avituallamiento normal de la población en las
ciudades. Y la mafia de la economía sumergida, esos patronos capitalistas que
se multiplican en la ilegalidad, desviaron las mercancías y especularon con la
penuria.
166

El momento pareció propicio a los gobiernos occidentales para un numerito


de cinismo, al que son tan aficionados nuestros heraldos de los derechos del
hombre y del humanismo: ¡Occidente pondrá en escena una campaña
humanitaria de ayuda a los hambrientos soviéticos! Es difícil creer que, hace
pocos años, Reagan nos advertía para que no cediéramos ante el satánico
poder soviético. Había que temblar ante el totalitarismo rojo. Los atentados
terroristas de las Células Comunistas Combatientes (CCC) probaban que los
primeros destacamentos de la agresión en marcha se encontraban ya dentro
de nuestros muros. En los inicios de 1991, los mismos ideólogos nos pedían
que ofreciéramos un kilo de arroz para esta población del Tercer Mundo que
habitaba en la ex-Unión Soviética. Y en Etiopia, Sudán, Mozambique, donde
los campesinos tuvieron cosechas catastróficas, 10.000.000 de hombres se
hallaban amenazados de una muerte atroz, sin que nuestros cínicos de los
derechos del hombre y del humanismo levantaran un solo dedo. En efecto, en
la euforia del triunfo. Occidente apenas ocultaba que la operación “Ayuda a la
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Unión Soviética” era esencialmente política: nuestros futuros socios


capitalistas soviéticos organizaron la hambruna en su país y nosotros,
capitalistas occidentales bien asentados sobre nuestros pies, les ofrecimos
graciosamente, con un pequeñísimo esfuerzo de nuestra economía
ultraeficaz, algo para alimentar a esas gentes hastiadas del socialismo. El
efecto psicológico fue inmenso: los soviéticos se rindieron ante la libre
empresa.
Los exnazis y futuros nazis que reinan en la Gran Alemania, desembolsaron
800 millones de marcos para salvar a los soviéticos de la muerte por
inanición. 1 Son los mismos nazis que, en 1942, organizaron el bloqueo a
Leningrado y provocaron la muerte, por hambre, de 1.100.000 soviéticos.2 Los
medios de comunicación nos mostraron la entrañable historia de esos
veteranos del ejército nazi regresando, casi medio siglo más tarde, a ese país
que antaño devastaron, al volante de camiones cargados de vituallas.
Esta vez, los habitantes de Leningrado están hambrientos por culpa del
bloqueo comunista, dijeron riéndose. Ironía de la revancha suprema: ¡Los
convoyes de tropas alemanas han velado por la seguridad del transporte de
víveres que atraviesan la patria de los bolcheviques! Se trataba de humillar,
hasta lo más hondo del alma, a toda esa generación de comunistas que
combatió al fascismo como la expresión más agresiva del capitalismo. En esta
ocasión, un ministro de Asuntos Exteriores alemán, Genscher, hablaba de “la
intensificación de los lazos con la URSS en los campos de la política, la
economía, la tecnología, la cultura, etc.”3
167

Un tratado firmado el 9 de noviembre en Bonn materializó estas


intenciones. Friedrich Wilhelm Christians, presidente del Deutsche Bank,
participó, el 22 de junio de 1941, en la invasión a la Unión Soviética. Cuando
visitó la zona económica libre de Kaliningrado declaró: “Existen premisas
psicológicas para un acercamiento entre nuestros países.” 4 Una nueva
generación de vlasovianos, esos colaboradores que siguieron al general ruso
Vlasov en las filas del ejército hitleriano, se presentó. El economista “radical”
Nikolai Chmclev expresó: “La República Federal de Alemania, después la
Alemania Unificada, podría dirigir la ayuda internacional a la perestroika y el
paso de la URSS a la economía de mercado.” 5 Lejano eco de palabras de otra

1 La perestroika no funciona, dice PM”. En: The Guardian. 20 de diciembre de 1990.


2 Harry Salisbury: Los 900 días - El asedio de Leningrado. Ediciones Albin Michel, París, 1970, p. 558.
3 Novedades de Moscú. 13 de mayo de 1990, p. 1.
4 Novedades de Moscú. Nº 31, 5 de agosto de 1990, p. 13.
5 Boletín Agencia Novosti. 14 de agosto de 1990, p. 2.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

época. En 1942, en su declaración de juramento de fidelidad al régimen


hitleriano, Vlasov dijo: “Los intereses del pueblo ruso siempre se han
armonizado con los del pueblo alemán, con los intereses de todos los pueblos
de Europa. El bolchevismo ha aislado al pueblo ruso de Europa por medio de
un muro impenetrable. En alianza y en cooperación con Alemania, el pueblo
ruso debe construir una patria nueva y feliz en el seno de la familia de los
pueblos de Europa, iguales en derechos y libres.”6 Estas ideas de Vlasov fueron
retomadas en toda la Unión Soviética y formaron parte de la “nueva
mentalidad”.

Glasnost: la preparación de las mentes para el capitalismo

En 1990 estalló una verdad para la cual las mentes fueron acondicionadas
por cinco años de glasnost: la perestroika es una revolución contra el Gran
Octubre de 1917. Se sabe en qué contexto Lenin dirigió la Revolución de
Octubre. La burguesía rusa continuaba la criminal guerra mundial, reprimía las
revueltas campesinas, fusilaba n los obreros comunistas y desplegaba una
campaña electoral diciendo: “Nos comprometemos a reconocer el principio
de la igualdad y de la democracia consecuente con el mantenimiento de la
propiedad privada y el yugo del capital.”7 Por aquellos días, el programa de
Gorbachov propugnaba el restablecimiento de la propiedad privada y el yugo
del capital y, proclamando en voz alta la glasnost, la igualdad y la democracia,
utilizó los medios de comunicación para resucitar los ideales de la gran
burguesía de antes de 1917. ¿Polémica exagerada? Aportaremos las pruebas
de nuestras afirmaciones.
168

En el XXVIII Congreso, Gorbachov afirmó querer “asegurar la libertad de


pensamiento y liberar los espíritus” y desechar definitivamente “los dogmas y
los conceptos caducos”. En el mismo congreso, prometió “una revolución en
las mentalidades, un renacimiento espiritual, una renovación ideológica”. 8
Mostraremos cómo Gorbachov libera los espíritus del socialismo y del
leninismo, cómo concede la libertad de pensamiento a la CIA y a los
representantes del imperialismo, cómo destruye los “dogmas” del combate
anticapitalista.

6 Tiempos Nuevos. Nº 43. 1990, p. 2.


7 Vladimir I. Lenin: Tomo 30, p. 280.
8 "Documentos y materiales del XXVIII Congreso". Ediciones Agencia Novosti. 1990, p. 29.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

La Revolución de Octubre proclamaba abiertamente: “El sistema de los


soviets es la destrucción de la mentira burguesa, que llama ‘libertad de prensa’
a la libertad de sobornar a la prensa, la libertad para los ricos, para los
capitalistas de comprar los periódicos, la libertad de manipular así la supuesta
‘opinión pública’.”9 ¡La glasnost se disponía a vender los periódicos soviéticos
al capital extranjero!
La multinacional Maxwell poseía ya el 40% de las acciones del antiguo
periódico del gobierno húngaro Magyar Hirlap y del famoso periódico de la
noche Esti Hirlap, estaba apunto también de extender sus garras sobre el
tercer canal de la televisión húngara y de convertirse en copropietaria del
segundo canal de la televisión búlgara, y negociaba la compra de varios diarios
y semanarios búlgaros. En Polonia participaría en subastas donde se venderían
119 periódicos. En la antigua RDA, la Maxwell se convirtió en copropietaria de
las ediciones Berliner Verlag, que publicaban el diario popular Berliner
Zeitung, periódico del Partido del Socialismo Democrático, sucesor del SED. En
Checoslovaquia, mantenía negociaciones con los periódicos más populares.
“Mi grupo ‘Mirror’” —declaró Maxwell— “será propietario del 49% de las
acciones del diario El Mundo de los Negocios que se publicará en la URSS, con
una tirada de 5 a 6.000.000 de ejemplares y se convertirá en el equivalente
ruso The Financia! Times. El periódico Literaturnaya Gazeta, orgullo de la
intelectualidad rusa, formará parte de sus accionistas...”10

Glasnost: ¿quién habla? Demos la palabra a la CIA

Comencemos por una de las más inverosímiles constataciones: ¡La glasnost


es la apertura de los periódicos soviéticos a los jefes de la CIA, quienes se
vanaglorian de sus méritos en el combate “contra el stalinismo”! Al inicio de
una entrevista a William Colby, antiguo jefe de la CIA, leemos: “Sin los servicios
de información, la paz tendría pocas posibilidades.” Da la impresión de que la
CIA pudo hablar, en aquellos días, con más franqueza en la Unión Soviética de
lo que se le permitía en Bélgica: cuando William Colby confesó en la prensa
soviética, haber intervenido en Europa occidental, en la batalla política,
apoyado a los partidos socialistas, “ayudado” a la convocatoria de congresos,
a la formación de grupos de intelectuales y de jóvenes, a la publicación de

9 Vladimir 1. Lenin: Tomo 30, p. 349.


10 Alexander Poliujov: En: Tiempos Nuevos. Nº 37, 1990.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

libros, los belgas tuvieron materia para reflexionar.


169

“He trabajado en Italia desde 1953 hasta 1957” —expresó el director de la


CIA durante la guerra de Vietnam—. “Allí se desarrollaba entonces una
verdadera batalla, no sangrienta, sino política, entre el Partido Comunista, los
sindicatos comunistas, las cooperativas comunistas, la intelectualidad
comunista y los otros. Los primeros eran apoyados por la Unión Soviética. La
pregunta se planteaba así: ¿Se convertirá Italia en un país comunista? Si esto
hubiera ocurrido, hubiese sido una catástrofe para la OTAN y para la idea del
reforzamiento de la Europa occidental. Estábamos resueltos a no dejar actuar.
En este c aso concreto, es cierto que no hemos apoyado a la derecha. Hemos
apoyado al centro: Los socialdemócratas, los demócratacristianos, los
liberales, los republicanos, pero no a la de recha. Hemos apoyado su voluntad
de replicar al movimiento comunista. Si la izquierda convocaba un congreso,
nosotros celebrábamos también ‘el nuestro’. Si publicaban libros, formaban
grupos de jóvenes o de intelectuales, hacíamos lo mismo. Era una lucha
política por Italia, una operación no violenta, pero aun así subversiva. Hemos
conseguido la victoria. (...) Cuando pienso en los cambios en Europa del este,
concluyo que es un buen resultado de las actividades que hemos llevado a
cabo durante estos últimos 40 años. Decíamos en los años 40 que era preciso
parar la expansión del comunismo stalinista, que la situación debía cambiar
poco a poco por ella misma. Bate poco a poco ha durado 40 años, pero al
menos hemos evitado los peligros.
”—¿Cree usted que, en nuestros días, la CIA se muestra activa en Europa
del este?
"—Estamos sobrepasados por los acontecimientos. En cierta época
efectivamente, hemos desarrollado ciertos programas que han tenido
resultados. Por ejemplo. Radio Libertad y Radio Europa Libre...
”—¿Quiere decir usted que la CIA tiene interés en apoyar a Gorbachov?
”—No es la CIA, sino Estados Unidos el que está interesado en ello.”11
170

¿El jefe de la CIA se vanagloria de los méritos de “su” Radio Libertad! ¡He
aquí que la vanguardia de la glasnost se apresuró a consagrar toda una página
a la gloria de esta emisora que desempeñó el papel de precursora! Novedades
de Moscú habló con admiración de estas gentes que no son tan diferentes de
los soviéticos de la época de Gorbachov, es decir, de “estos rusos, ucranianos,
lituanos, estonios, judíos o georgianos que residen en Baviera y que son
empleados norteamericanos, pues Radio Libertad está financiada por el
11 Novedades de Moscú. 27 de mayo de 1990, p. 12.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Congreso norteamericano. (...) ¿Por qué les escuchamos, si son como


nosotros? Hemos esperado juntos, aunque no fuera más que un soplo de
libertad a finales de los años 60. Pero después de haber sentido esta libertad,
inmediatamente nos han sobrepasado. Se acercaron al micrófono de Radio
Libertad y dejaron de tener miedo de hablar en voz alta de los valores
universales, de los ideales religiosos, de la libertad económica, de la
democracia parlamentaria y del pluralismo ideológico. Mientras nosotros,
hace apenas dos años que dejamos de temer hablar de ello. Durante este
tiempo, ellos simplemente se habían acostumbrado a ser hombres libres.” 12
Los periodistas de Novedades de Moscú nos hacían una confesión casi
increíble: ¡En 1988, gracias a la glasnost, dejaron de tener miedo y, en
consecuencia, empezaron a hablar como los agentes de la CIA de Radio
Libertad'.
Y esto no fue una extravagancia. En cada remesa de estos panfletos de
vanguardia le restregaron a uno por la cara sus elogios al imperialismo y a los
ideales de Occidente. Así, Anatoli Rybakov —llevado a la fama en el mundo
“libre”, con ayuda, sin duda alguna, de los servicios especializados del señor
Colby, por su novela Los niños de la calle Arbat, obra maestra antistalinista—
declaró: “Stalin era un criminal que alcanzó el poder supremo.” ¡Bravo, que
bien expresado está! Pero veamos también la continuación lógica del
razonamiento de nuestro gran novelista: ¡Del mismo modo que Stalin fue un
criminal, debemos reconocer que los conquistadores yanquis, quienes han
exterminado toda la población india en Estados Unidos, fueron civilizadores
amantes de la libertad! “Los Estados Unidos” —dijo el señor Rybakov— “han
sido creados por hombres sedientos de libertad, hasta tal punto que para
encontrarla habían atravesado el océano y abandonado su patria y sus
familias. Esta sed de libertad casi se ha convertido en una marca genética en
los norteamericanos.”13
171

Demos la palabra a la gran burguesía de antes de 1917

La glasnost pinta de color de rosa el breve período entre febrero y octubre


de 1917, durante el cual Rusia conoció la democracia de tipo occidental, es
decir, la dictadura de la gran burguesía. Kerenski, el hombre clave de este
episodio, lo han rehabilitado como víctima del “terror leninista”, y sus

12 Novedades de Moscú. Nº 44, 4 de noviembre de 1990, p. 10.


13 Novedades de Moscú. 9 de septiembre de 1990, p. 19.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Memorias, publicadas en 1965 en Occidente, pronto estarán a disposición del


público en la Unión Soviética. Esto se llama, bajo Gorbachov: Destruir las
mentiras stalinistas, restablecer la verdad. Un periódico soviético publicó:
“Kerenski era ministro de Justicia entre marzo y mayo de 1917 en el Gobierno
Provisional, fue entonces cuando desarrolló su interés por los derechos
humanos, la independencia del tribunal, la libertad de conciencia, la reforma
agraria, la legislación laboral, etcétera.”14
Se puede apreciar el paralelismo Kerenski-Gorbachov, ya que, en nombre
de los “derechos humanos”, “la independencia de la justicia” y la “libertad de
conciencia”, este último llevó a cabo su contrarrevolución. Los protagonistas
de la glasnost sacaron a relucir los jirones podridos de los “derechos
humanos”, para encubrir a un Kerenski, cuya política consistía, en 1917, en la
continuación de una guerra imperialista criminal. Cada mes que se
prolongaba, esa carnicería exigía 100.000 vidas humanas. “Rusia debía
retomar las hostilidades”, escribió Kerenski. “Ningún ejército puede
permitirse el lujo de interrogarse acerca del objetivo del combate. (...)
Debíamos decir esta sencilla verdad: ‘Debéis de sacrificaros por la salvación
de la patria’.” 15 Después de la Revolución de Octubre, Kerenski marchó n
Inglaterra. Solicitó que intervinieran las tropas británicas en Rusia, con el fin
de combatir el peligro bolchevique. “Se trataba de una Humada" —expuso
Kerenski en sus Memorias — “lanzada a los aliados para que prosiguieran la
guerra en el frente ruso.”16 Y, efectivamente, el ejército inglés marchó contra
la república soviética que acababa de nacer. Los fines de la guerra civil,
comenzada en 1918, fueron de esta manera resumidos por Kerenski:
“Proseguir la guerra junto con los aliados, liberar a Rusia de la tiranía
bolchevique, restaurar el sistema democrático.” 17 ¡He aquí un hombre que
simboliza, hoy día, en la Unión Soviética, la vuelta a los valores universales de
la civilización!
172

Las imprentas de la glasnost reeditaron un viejo libro de hace 80 años: Vieji,


recopilación de artículos sobre la intelectualidad rusa, publicado en 1909 en
Moscú. Lenin lo consideraba en su época como una “enciclopedia de la
apostasía liberal”. Décadas más tarde, Soljenitsyn lo glorificaba como “un libro
que parece llegamos del porvenir”. Precisamente eran los hombres de Vieji,
quienes daban el tono durante el período de Kerenski.

14 Novedades de Moscú. Nº 32, 12 de agosto de 1990, p. 8.


15 Kerenski: Rusia un giro en la historia. Ediciones Pion, París, 1967, pp. 356 y 366.
16 Ibidem, p. 630.
17 Ibidem, p. 642.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Novedades de Moscú, revista muy glasnost, se considera como el


continuador de la obra de los liberales de antaño. El semanario publicó: “Son
siete: Nikolai Berdiayev, Serguei Bulgakov, Mijail Guerchenzon, Alexander
Izgoyev, Bogdan Kistiakovski, Piotr Struve y Semion Frank. La lucha de clases y
la revolución social son catastróficas y peligrosas para la sociedad, consideran
los autores de Vieji. El materialismo ateo, el radicalismo político y la violencia,
la actitud nihilista hacia los valores absolutos, el maximalismo en cuanto a
exigencias sociales y éticas, así como el desprecio de los intereses del
individuo, estos son” —según ellos— “los rasgos típicos de la ideología
democrática y socialista que condujeron a la sociedad rusa a un callejón sin
salida.”18
Durante meses, otra estrella de la glasnost, la revista Tiempos Nuevos
publicó largos extractos de las obras más violentamente anticomunistas de los
siete “grandes intelectuales” de Vieji.19

Demos la palabra al Zar

La glasnost nos ha ce descubrir muchas verdades: ¡La Rusia de 1990 sigue


teniendo un zar e n reserva! En los viejos tiempos añorados, el Zar disponía de
un poder absoluto y dominaba la masa campesina, no solamente mediante la
fuerza, sino también gracias a las tradiciones retrógradas y al peso secular de
una Iglesia Ortodoxa medieval. Plenamente conscientes de la influencia del
oscurantismo en las masas más atrasadas, los bolcheviques ejecutaron al zar
Nicolás II y a su familia en Ekaterinburgo, el 17de julio de 1918, en el momento
en que existía el riesgo de que fueran liberados por las tropas blancas.
173

La familia imperial, en vida, hubiera sido una bandera alrededor de la cual


se hubiera reagrupado, en cualquier momento, la más negra reacción.
Pero en 1924, en la emigración zarista, Cirilo Vladimirovich Romanov, el
tercero en rango de los herederos al trono, aceptó el título de emperador de
toda Rusia. Tras su muerte en octubre de 1938, su hijo, Vladimir Cirilovich
Romanov, se convirtió en jefe de la Casa Imperial de Rusia. Novedades de
Moscú —que siempre aventajaba por dos largos a Gorbachov— entrevistó al
Zar en París, calle Mondovi, donde vive bajo la protección de François

18 "Una primicia: Vieji editado bajo el poder soviético". Novedades de Moscú, No 31 (2290), 5 de agosto

de 1990.
19 Tiempos Nuevos. Nº 30; Nº 31, Nº 43 y Nº 45, 1990.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Mitterrand.
“No se trata de estar en el trono” —afirmó de entrada el anciano—. “El
objetivo principal de nuestra existencia es ser útil a nuestra patria. (...) El papel
de monarca es también el de un juez supremo que está por encima de todos
los grupos y partidos políticos, y que les ayuda a encontrar un terreno de
entendimiento.
”—¿Qué piensa usted de Mijail Gorbachov?
”—Gorbachov se ha atrevido a realizar una obra extremadamente difícil y
peligrosa. Me preocupo por él.
”—¿Y si fuera preciso que obrarais juntos?
”—El presidente o el jefe del partido dirigente puede ser la mano derecha
del monarca.”20 De esta forma, incluso en una Rusia en la que la glasnost y la
perestroika, llevadas al extremo, contemplaran el absurdo histórico de
reentronizar a un zar, Mijail Gorbachov, el hombre de la década de los 90, el
renovador del socialismo mundial, tendría su puesto asegurado.
Tiempos Nuevos, preparando también a la opinión pública para adorar a los
futuros zares, afirmó que solamente el 5% de los rusos encontró justo el
castigo de la familia del zar Nicolás II, para todos los demás, se trató de un
“error trágico”, incluso de un “acto criminal”, verdadera primicia del
“stalinismo”.21 Según otra encuesta, publicada por Novedades de Moscú, el
10% de los interrogados juzgó la ejecución del Zar y de su familia como
indispensable, pero el 77% expresó su desacuerdo. 22
Con la ayuda del pluripartidismo político, los medios zaristas —mantenidos
durante 70 años por la peor reacción de los países imperialistas— volvieron a
echar raíces en la Unión Soviética. “En el pasado mes de septiembre [1990],
los monárquicos se han juntado en la Conferencia de las Fuerzas Cristianas
Ortodoxas Patrióticas. La conferencia fue organizada a iniciativa de
Renacimiento Ortodoxo (Unión Cristiana Monárquica, presidida por Vladimir
Osipov), del movimiento Asamblea de los Estados Provinciales, cuyo líder es
Gueorgui Novikov, y algunas otras organizaciones monárquicas. Participaron
cerca de 400 representantes de más de 40 organizaciones monárquicas. En
particular, la Unión de los Vlasovianos, la misión de la Iglesia Ortodoxa Rusa
en el exterior, la Cofradía Ortodoxa del Zar-mártir Nicolás II, así como
diferentes corrientes de Pamiat, ampliamente representadas.”
174

20 Novedades de Moscú. No.3l,5de agosto de 1990.


21 Tiempos Nuevos. Nº 34. 1990, p. 34.
22 Tiempos Nuevos. Nº 44,4 de noviembre de 1990, pp. 8-9.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Novedades de Moscú, que relató el evento, mencionó entre las decisiones


de la conferencia: “La glorificación de Nicolás II y de todos los mártires rusos
asesinados por los bolcheviques. (...) La destrucción de los ídolos comunistas.
La conferencia ha juzgado necesario destruir todos los ídolos erigidos bajo el
régimen soviético para el saneamiento moral de Rusia.’’23
La glasnost se cuidó de inculcar a los soviéticos que las luchas dirigidas por
Lenin y Stalin fueron "inmorales” y que era hora de volver a descubrir los
eternos valores de la moral cristiana. Y, matando dos pájaros de un tiro,
asistimos a la resurrección del zar Nicolás II. Difícilmente puede imaginarse
mejor prueba del rigor y de la persistencia de la lucha de clases. La moral de
las clases oprimidas siempre será una monstruosidad criminal a los ojos de
todos los hombres altamente cultivados que ven en el zarismo, en el reino del
gran capital, en el fascismo y en el colonialismo, los valores universales de la
moral cristiana.

Demos la palabra a la Iglesia Ortodoxa

l pilar espiritual del zarismo fue la Iglesia Ortodoxa. Bajo el manto de esta
religión ultrarreaccionaria vuelven a cobrar vida los viejos prejuicios que
sostenían el trono imperial.
En la Resolución del XXVIII Congreso del PCUS, Gorbachov hizo inscribir: “El
régimen stalinista totalitario está en vías de ser superado. El diktat ideológico
cede su lugar a la independencia de los espíritus.”24 ¡Claro está, en la Iglesia
Ortodoxa Rusa, no hay diktats ideológicos!
La independencia de los espíritus, a la que tanto apego mostró el señor
Gorbachov, estuvo alimentada por fuentes envenenadas. En el transcurso del
primer semestre de 1990, se autorizaron en la URSS 1.241 nuevas
comunidades religiosas: 759 para la Iglesia Ortodoxa Rusa, 268 para los
musulmanes, 76 para la Iglesia Católica; 287 sacerdotes fueron elegidos
diputados del pueblo en todos los niveles: 192 para la Iglesia Ortodoxa Rusa,
55 para los musulmanes, 12 para los baptistas y los adventistas, 12 para los
luteranos. Funcionan 33 establecimientos de enseñanza religiosa en la URSS,
de los que 18 fueron inaugurados en unos 18 meses. Después de 1988, el
número de monasterios pasaron de 18 a 60. 25

23 Novedades de Moscú. Nº 43, 28 de octubre de 1990, p. 9.


24 "Documentos y materiales del XXVIII Congreso". Ediciones Agencia Novosti. 1990, p. 95.
25 Novedades de Moscú. 14 de octubre de 1990, p. 5.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

175

La “renovación ideológica”, de la que se enorgullecía Gorbachov, se puede


expresar en cifras. En marzo de 1989, entre los soviéticos a los que se les
preguntó si confiaban enteramente en el PCUS, 38% respondió
afirmativamente. Un año más tarde, ya no era más que el 16%. Las
organizaciones religiosas no cosechaban más que un 13% de incondicionales
en la primera encuesta, en marzo de 1990, ya era el 37%. 26 Cinco años de
glasnost fueron modelando las mentes, y en el año 1990, asistimos a un giro
dramático de la opinión: el partido revisionista perdió su predominio en
beneficio de la reacción clerical.
La propaganda de la religión ortodoxa, desplegada por el equipo de
Gorbachov, no se encaminó en absoluto al perfeccionamiento de la
“moralidad”, sino a la erradicación de las ideas comunistas. Esto quedó bien
expresado en los comentarios sobre un episodio crucial de la lucha de clases
en la Unión Soviética.
A principios del año 1922, la Unión Soviética se vio golpeada por la
hambruna, 30.000.000 de personas sufrieron desnutrición. El Comité Panruso
de Asistencia a los Hambrientos, creado por hombres próximos a la jerarquía
ortodoxa, se sirvió de la ayuda a los hambrientos para reorganizar las fuerzas
de la burguesía y del zarismo. Respondiendo a sus llamamientos, los
norteamericanos prometieron 1,5 millones de dólares de ayuda al mes. Con
el pretexto de la ayuda humanitaria, la reacción internacional quiso acudir a
socorrer la reacción interior. El 23 de febrero de 1922 el Partido Bolchevique
decidió remediar el hambre confiscando los bienes de la Iglesia Ortodoxa. A
propósito de esto. Novedades de Moscú publicó una "revelación”. “El 19 de
marzo Lenin remitió a V. Molotov una carta secreta a la atención de los
miembros del Politburó. Analizando los acontecimientos de Chuia, escribía:
‘...para nosotros el período actual es no solo extremadamente favorable, sino
el único periodo en el que tenemos el 99% de posibilidades de derrocar
totalmente al enemigo y de asegurar por décadas las posiciones que son
necesarias ahora. Es ahora y únicamente ahora, mientras en las regiones que
padecen el hambre se come carne humana, y centenares, incluso millares de
cadáveres yacen por los caminos, que podemos (y, en consecuencia, que
debemos) proceder a la confiscación de los bienes de la Iglesia con la más feroz
y despiadada energía, sin dudar en aplastar cualquier resistencia. (...)
176

El 28 de marzo Izvestia publica una lista de enemigos del pueblo. En el


primer puesto se encuentra el patriarca Tijon 'con todo su concilio’. La batalla
26 Novedades de Moscú. 27 de mayo de 1990, p. 9.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

decisiva para la que llamaba Lenin se desarrolló en todo el país. Las


confiscaciones provocaron más de 1 500 altercados cruentos hasta finales de
año. (...) El 12 de mayo se produjo la escisión en el seno de la Iglesia Ortodoxa
Rusa. Varios sacerdotes —Vvedenski, Boyarski, Belkov— intervinieron en
contra del patriarca. (...) En 1922, la 'Iglesia viva’ —la que estaba del lado del
poder— tenía realmente una posición dominante. (...) A finales de 1922, más
de 8.000 personas mueren en conflictos y fusiladas por sentencia de los
tribunales, en el marco del caso s obre la confiscación de los bienes de la
Iglesia.”27
Este episodio de la lucha de clases fue sacado del olvido por Novedades de
Moscú, para poner en evidencia los valores universales de la Iglesia Ortodoxa
y su humanismo hacia los hambrientos, y para fustigar el leninismo que, en la
lucha despiadada contra los re accionarios, no se distinguió del stalinismo.

Demos la palabra a los fascistas

n Ucrania, la burguesía y los feudales utilizaron, ya antes de la Revolución


de Octubre, la ideología nacionalista y reaccionaria para levantar a las masas
contra el socialismo. En 1917, la Rada Central de Ucrania, gobierno burgués,
fue el centro dirigente en la guerra civil contra los bolcheviques. Las
tendencias proimperialistas y proalemanas de esta burguesía eran notorias.
Kerenski se vio obligado a confesar que sus queridos aliados, Inglaterra y
Francia, habían firmado, a finales de 1917, un acuerdo secreto, según el cual
Francia, después de la derrota de los alemanes, establecería un protectorado
sobre la Ucrania “independiente”, y colaboraría, para este fin, con la Rada
Central.28
Después de 1920, una parte de Ucrania fue incorporada a Polonia y
mantenida bajo el dominio de los feudales y de los burgueses. Novedades de
Moscú nos informó acerca de las “justas luchas nacionales” de la reacción
ucraniana. “Galicia oriental, incorporada a la URSS en otoño de 1939, sigue
siendo una región poblada por representantes de numerosas etnias de
confesiones diversas.
177

Esta nueva parte de la Ucrania soviética ha conocido las purgas


despiadadas de los órganos del NKVD [Comisariado del Pueblo para el

27 Novedades de Moscú. Nº 32, 12 de agosto de 1990, p. 9.


28 Kerenski: Ob. cit., p. 657.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Interior], después fue la Segunda Guerra Mundial y las crueldades nazis.


Después de 1944, la propaganda soviética calificaba de bandidaje y de
guerrilla lo que numerosos ucranianos vuelven a llamar guerra de liberación
del pueblo ucraniano contra el bolchevismo. ¿Acaso es sorprendente que las
pasiones se hayan desatado en esta región en cuanto se restauraron la
libertad de palabra y de actividad política?” 29 Nos hallamos aquí ante un
bonito ejemplo de nazifília, presentado en forma ventajosa como
antistalinismo. En el momento de incorporar Galicia oriental a la URSS, Stalin
no sabía cuánto tiempo le quedaba antes de la inevitable agresión nazi. Lo más
probable era que fuera cuestión de meses. El Partido Bolchevique tenía, pues,
la obligación de depurar de modo draconiano esta región de todas las fuerzas
fascistas que se convertirían, en caso de ocupación hitleriana, no solo en un
apoyo seguro para los nazis, sino también en una ayuda inestimable para
identifica r y después liquida r a todos los comunistas. Lo que constituía una
política antifascista consecuente, la nueva derecha ucraniana lo consideraba,
sin embargo, un crimen.
Ahora, inspirada por la glasnost, esta nueva derecha encontró nuevos
ídolos. Stephan Bandera, del que la prensa soviética destacó lo siguiente:
“Stephan Bandera, líder nacionalista ucraniano que había combatido con los
fascistas contra el Ejército Rojo, después de In guerra, había continuado aún
algunos años de guerrilla en la Ucrania occidental.” 30 A su huida a Alemania, a
comienzos de los años 50, este hombre trabajó para la CIA en Munich, hasta
el año 1959, en que un oficial del KGB lo liquidó ante su casa. ¡Novedades de
Moscú llamó a la ejecución de este jefe nazi “un acto de terror”!
Del 8 al 10 de septiembre de 1989 tuvo lugar en Kiev el Congreso de
Fundación del Movimiento Popular de Ucrania por la Reestructuración,
llamado el Ruj. Coalición entre la derecha y la extrema derecha, el Ruj pronto
se convirtió en la fuerza política dominante en Ucrania. Su programa
contempló la rehabilitación de los reaccionarios de antes de 1917 y de los
fascistas de los años 40 y 50. El semanario Tiempos Nuevos no lo ocultó: “El
monumento a Stephan Bandera no es un desmontaje, una desideologización,
una despolitización o una despartidización, sino un cambio de ídolos. El
gobierno ucraniano de 1917-1918 [Rada Central] es presentado hoy como un
modelo de las estructuras del Estado, y el hetman Mazepa, así como S. Petliura
son promovidos al rango de héroes nacionales.”31 Petliura sigue siendo, fuera

29 Novedades de Moscú. Nº 36 (2295), 9 de septiembre de 1990.


30 Novedades de Moscú. Nº 34, 26 de agosto de 1990, p. 16.
31 "Ucrania por encima de todo". En: Tiempos Nuevos. Nº 44,1990.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

del campo fascista, tristemente célebre por su salvajismo durante los


pogromos antijudíos que organizó.
178

Un detalle que merece atención: el grupo trotskista de Mandel, que desde


luego no se pierde una, se convirtió en el portavoz de la derecha fascistizante
ucraniana. Ha publicado el texto íntegro del Programa del Ruj, el que apunta
que “el crecimiento de un movimiento nacional de masas (en Ucrania] puede
significar un avance cualitativo en la lucha por los derechos democráticos
nacionales”. (!) La intervención, ante el Congreso del Ruj, de Levko
Lukianenko, un fascista que ha trabajado para la CIA en Munich, fue
caracterizada de “momento álgido” por la revista de Mandel. Retomando
palabra por palabra de la propaganda fascista, los trotskistas escribieron: “La
instauración de un régimen stalinista en Ucrania occidental (en 1939),
encontró una fuerte resistencia popular. El movimiento de guerrilla rural, muy
extendido y dirigido por los nacionalistas radicales —la insurrección armada
ucraniana—, fue aplastado a principios de los años 50.” Al igual que la derecha
ucraniana, los trotskistas llamaron “nacionalistas radicales” a la banda fascista
dirigida por Bandera.32
Mandel publicó también el discurso del presidente Iván Drach, durante el
Segundo Congreso del Ruj. El poeta Drach atacó “la mafia del Partido
Comunista” y ensalzó a Solidaridad como ejemplo... Los trotskistas saludaron
la “clara radicalización de esta fuerza” que exigía “la independencia total”. 33

Glasnost: ¿para desembocar dónde? En el socialismo burgués

Para lograr el paso pacífico al mercado, o más exactamente a la dictadura


de la nueva burguesía, hay que conseguir, ante todo, paralizar y debilitar al
Partido Comunista. El triunfo integral de la democracia y del pluripartidismo
burgués tiene como condición la disolución del Partido Comunista como
formación revolucionaria.
179

La degradación lenta, pero sistemática del partido, empezada bajo


Jruschov, proseguida bajo Brezhnev y culminada bajo Gorbachov, fue
acompañada, en todas sus etapas transitorias, por una ruidosa propaganda
“socialista” y “comunista”. En nuestros días, los jefes del PCUS hablan de
socialismo en términos que no recusaría ese jesuita que se hace pasar por un
32 Inprecor. Nº 296, 30 de octubre-12 de noviembre de 1989. pp. 14-15; 10, 11 y 13.
33 Inprecor. Nº 321, 21 de diciembre de 1990, pp. 8-9.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

filántropo socializante. “Me parece” —dice Yuri Prokofiev, primer secretario


del partido en Moscú— “que hoy la evolución de toda la comunidad mundial
tiende a la opción socialista. Esta está fundada sobre los valores universales,
sobre la moral y el humanismo. La opción socialista predetermina la igualdad
social de los individuos, la oportunidad igual de cada uno de ocupar su lugar
bajo el Sol. Considero la orientación comunista como la aspiración a una
sociedad ideal, aspiración eternamente propia de la humanidad. Estoy contra
la sociedad en la que una clase se convierte en dictadura respecto de otra.”34
Resulta difícil imaginar cómo ignorantes tan descarados consiguieron
escalar en la estructura de un partido comunista. Si hubieran leído y
comprendido, aunque no fuese más que el “Manifiesto del Partido
Comunista”, habrían reconocido su retrato bajo el capítulo: "El socialismo
conservador o burgués”: “Una parte de la burguesía desea remediar los males
sociales con el fin de consolidar la sociedad burguesa.
"A esta categoría pertenecen los economistas, los filántropos, los
humanitarios, los que pretenden mejorar la suerte de las clases trabajadoras,
los organizadores de la beneficencia, los protectores de animales, los
fundadores de las sociedades de templanza, los reformadores domésticos de
toda suerte.”35 Entre esos protectores de animales y otros vegetarianos de
inclinaciones sociales, se encontraba el brazo derecho del señor Goibachov,
Alexander Yakovlev. Este liberal clasifica a todos los que no se apasionan con
su socialismo conservador, entre la “contrarrevolución stalinista”. Pobre
Marx. He aquí un resumen del pensamiento de Yakovlev. “La idea socialista no
es una propiedad de los socialistas, sino patrimonio de la humanidad entera.
La idea socialista ha aparecido a causa de la imperfección del mundo, bajo la
eterna aspiración del hombre a la justicia y a su propia dignidad.” “La idea
socialista ha chocado así con otro obstáculo: la contrarrevolución stalinista.
Era efectivamente una contrarrevolución, tanto en la teoría como en la
práctica y en el contenido social.” 36
Pero el profeta que más sobresalió de este socialismo burgués de última
cosecha fue el camarada Presidente. “Comprendemos ahora el socialismo” —
dijo Gorbachov— “como una gran idea, cuyas raíces penetran en las bases
humanistas de la cultura mundial y del pensamiento humano universal.” 37

34 Novedades de Moscú. Nº 26, 1ro de julio de 1990, p. 4.


35 Karl Marx y Federico Engels: "Manifiesto del Partido Comunista". Obras escogidas, Moscú, 1955.
36 Tiempos Nuevos. Nº 44, 1990, pp. 7-8.
37 Mijail Gorbachov: “Discurso en Odesa", Izvestia, 19 de agosto de 1990, Doc. Nº 24-VOVP2-

900820DR39, p. 3.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Hace más de un siglo, Marx y Engels ya se habían burlado de estas frases


ampulosas; y habían roto con los reformadores que rechazaban un
“socialismo exclusivamente obrero” en beneficio de un “socialismo universal,
el de todos los hombres que sintieran un auténtico amor por la humanidad”.38
180

Tomando como pretexto el divulgar un pensamiento humano universal,


Gorbachov presentó todas las medidas de restauración capitalista como
nuevos hitos en la vía del socialismo. “El mercado no significa la renuncia a la
idea del socialismo.” “¡Quieren espantamos con la propiedad privada! Yo veo
la privatización de la manera siguiente: volver a comprar las empresas,
pasando al sistema de acciones, para convertirlas en empresas populares.” 39
Al igual que la señora Thatcher privatizó para construir un capitalismo popular,
Gorbachov privatizó para construir un socialismo humano. ¡El mercado en
interés del socialismo! Juraríamos que Gorbachov cita, por una vez, el
“Manifiesto del Partido Comunista”, en particular el pasaje en el que Marx
exclama: “¡El librecambio, en interés de la clase obrera! ¡Derechos
protectores, en interés de la clase obrera!...”
“El socialismo burgués se resume precisamente en esta afirmación: los
burgueses son burgueses en interés de la clase obrera.”40

En el pluralismo burgués

La glasnost introdujo en la Unión Soviética la libre expresión, en los medios


de comunicación oficiales, de todas las corrientes filosóficas y políticas
burguesas que existen en los países imperialistas. Estas corrientes,
firmemente reprimidas en tiempos de Lenin y de Stalin, se desarrollaron bajo
Jruschov y Brezhnev, mediante los viejos núcleos reaccionarios que se han
mantenido a partir de los contactos con Occidente. La propagación deliberada
de estas tendencias liberales, conservadoras, democratacristianas,
socialdemócratas, zaristas, nacionalistas burguesas sentó las bases de la
organización de formaciones políticas burguesas.
Anatoli Butenko describió bien este proceso, y no dejó de subrayar que su
punta de lanza estaba dirigida contra el leninismo.
181

38
Karl Marx y Federico Engels: "Carta del 17-18 de septiembre de 1879 a Bebel’ Liebknecht.
39
Mijail Gorbachov: “Alocución del 28 de noviembre de 1990". Izvestia. 1ro de diciembre de 1990, Doc.
Nº 35- VOKI1-901203DR30, p. 7.
40 Karl Marx y Federico Engels: "Manifiesto del Partido Comunista". Obi.o escogidas. Moscú, 1955.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

“A raíz de la glasnost, existe en el país la diversidad de juicios y


apreciaciones, de opiniones y de ideas políticas. (...) Volvemos a crear el
pluripartidismo soviético; ya existió después de octubre de 1917, pero fue
poco a poco liquidado por Lenin y el poder de los soviets. El pluripartidismo,
esto es, la participación conjunta y la competencia de varios partidos políticos
para la gestión de la sociedad, es un medio para utilizar el pluralismo de
opiniones con vistas a un desarrollo progresivo.”41
¿Pero cuál era ese supuesto pluripartidismo idílico al que un Lenin feroz
puso fin? En sus Memorias, Kerenski describió claramente cómo, tras la toma
del poder por el Partido Bolchevique, el 25 de octubre de 1917, todos los
partidos políticos se vieron obligados a tomar posición en una lucha que
decidía sobre la vida o la muerte. En el momento en que esta guerra civil
estalló, se organizó una Unión por la Resurrección de Rusia, que agrupaba a
socialista-populistas, socialista-revolucionarios, hombres de Plejánov y
Cadetes —miembros del gran partido burgués—. Se pronunciaron por un
“gobierno nacional” que combatiría a los bolcheviques y continuaría la guerra
al lado de Inglaterra y Francia. Una coalición de socialista-revolucionarios,
socialista-populistas. Cadetes y los generales zaristas Alexeiev y Boldyrev
gobernó, a partir de septiembre de 1918, en Siberia. En la región del Volga,
una misma agrupación “democrática”, con la ayuda de los ejércitos checos,
hizo la guerra a los bolcheviques. Todas estas fuerzas “democráticas” —léase
incluso “socialistas”— coordinaron sus acciones con las tropas de los
generales Kolchak y Denikin. En esta lucha despiadada, no había término
medio: debía desembocar o bien en la victoria de los obreros y de los
campesinos pobres y medios, es decir, en la instauración de la dictadura del
proletariado, o bien en la victoria de los partidos zaristas y burgueses y de sus
amigos socialdemócratas, o sea, el restablecimiento integral de In dictadura
de la burguesía, embellecida con algunas reminiscencias zaristas.
Peni Kerenski dejó también entrever el último estadio al que llegan todos
los que se embarcan en el tren de la libertad absoluta y de la democracia pura:
libertad de empresa, libertad de vender, libertad de comprar periódicos y
libertad de explotar; democracia para las fuerzas políticas burguesas,
democracia para los nostálgicos del zarismo. Incluso si se declaran socialista-
revolucionarios, acaban por abrazar los déspotas salidos de la Edad Media: “La
experiencia del régimen bolchevique” —escribió Kerenski— “ha inducido ya a
algunas gentes a revisar su juicio acerca de Nicolás II. (...) El anciano Zar no

41 Anatoli Butenko: "Después de 70 años de soledad”. En: Tiempos Nuevos. No 28. 1990, pp. 10-11.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

estaba en absoluto desprovisto de sentimientos humanos.”42


182

El pluripartidismo constituye también la pantalla tras la cual los partidos


más retrógrados forjan sus armas. El día en que estén listos, reprimirán y
aplastarán sin piedad lo que queda como fuerzas comunistas en la URSS.
Sobchak, quien fuera presidente del soviet de Leningrado y fanático del
pluralismo burgués, declaró: “Si el Partido Comunista de Rusia pregona la
dictadura del proletariado, deberemos prohibir su actividad, ya que el
llamamiento a cualquier dictadura es un llamamiento a la violencia, al
derrocamiento del régimen existente.43

En el anticomunismo

Hace más de 35 años, desde Jruschov, todos los que han trabajado para
minar la dictadura del proletariado en la Unión Soviética, lo han hecho en
nombre del antistalinismo y de un retomo a Lenin. Ahora bien, contra el
nombre de José Stalin se ha acumulado todo el odio hacia el comunismo, que
la gran burguesía del mundo entero ha alimentado durante tres décadas. En
los años 20; 30 y 40, los imperialistas ingleses y franceses primero, los fascistas
alemanes y japoneses después y, por último, el imperialismo norteamericano,
han encontrado en Stalin un adversario firme, inquebrantable, astuto,
inteligente. La glasnost ha producido, durante cuatro años, seriales
antistalinistas en los que la crítica de algunos errores reales sirvieron de
coartada para un diluvio de mentiras, de intoxicaciones y de prejuicios
antisocialistas. Fingiendo tomarla con Stalin, los fanáticos de la glasnost la
toman, consciente y sistemáticamente, con todos los principios, todos los
valores, todas las tradiciones comunistas. En las últimas décadas, con una
arrogancia creciente, estos individuos divulgaron su conclusión: el leninismo
no se distingue en lo fundamental del stalinismo, y el leninismo es el producto
directo del marxismo. En la Unión Soviética, vimos producirse, a una escala
gigantesca, un fenómeno observado decenas de veces en el seno de las
organizaciones revolucionarias en Occidente: las almas buenas que se han
dejado seducir un breve instante por Lenin y los renegados ávidos de una
carrera normal, comenzaron por algunas confusas “profundizaciones de la
crítica revolucionaria del camarada Stalin”, para virar más adelante hacia el

42 Kerenski: Ob. cit., pp. 434-435.


43 Novedades de Moscú. Nº 47 (2306), 25 de noviembre de 1990.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

antistalinismo militante; una vez regresados al seguro y tranquilizador regazo


de la burguesía, se apresuraron en liquidar los últimos recuerdos de Lenin y
de Marx, lo que ya no requería ningún esfuerzo particular.
183

Un periodista de Novedades de Moscú nos describió el curso de este ciclo


de la traición.
Lev Voskresenski tiene la palabra: “Estos últimos años. Novedades de
Moscú —con toda la sociedad— ha luchado con perseverancia contra el
stalinismo. Ahora, este ha dejado de ser el adversario principal, y creo que
habría que concentrar nuestra atención en el fenómeno que yo llamaría el
‘leninismo congelado’. Los viejos slogans del género ‘Stalin es el Lenin de hoy’
o ‘Lenin ha muerto, pero su obra pervive’, contienen una parte de verdad. (...)
La desgracia es que nos cuesta alejamos de las ‘normas leninistas’. Sin
embargo, son ciertamente Lenin y sus compañeros los que pusieron en
marcha el ‘comunismo de guerra’ que duró hasta que el pueblo se levantó en
1918. Y este régimen sigue influyéndonos. Todas las taras del stalinismo —el
totalitarismo, el sistema de privilegios, la prohibición de la libertad de palabra,
el aplastamiento de la disidencia— se remontan a principios de los años 20. Es
en esa época que se destruyó la Iglesia y se expulsó del país a las mejores
fuerzas intelectuales de Rusia.” Y su colega, Yuri Kariakin, diputado del pueblo
de la URSS, en relación con esto expresó: “Como muchos otros, he pasado
también por esa etapa en la que estaba contra Stalin pero a favor de Lenin.
También he leído la directriz de Lenin a los ejecutores de la operación
‘sustracción’ de los bienes de la Iglesia: aprovechemos el hambre en Rusia
para despojar a los popes y para meterles miedo para los siguientes 50 años.
Y dice, al mismo tiempo, que no hay que llevar las cosas demasiado lejos. ¡Dios
mío!, pero si es un preámbulo al artículo ‘El vértigo del éxito’, en el que Stalin
dice lo mismo: no llevar las cosas demasiado lejos. Si deseamos cambiar de
verdad, hay que remontarse hasta la fuente. Y nuestra Diente está ahí. Encada
uno de nosotros, hay algo de Marx, de Engels, de Lenin. Y también de Stalin.” 44
Es sintomático que el episodio de la lucha de Lenin contra la reacción
clerical y feudal, durante la gran hambruna de 1922, sirva de pretexto a una
multitud de derechistas para pasarse al lado del anticomunismo militante.
Tatiana Ivanova, de Tiempos Nuevos, confiesa que “Una ilusión vivía en mí a
propósito de Vladimir Ilich. Esta ilusión ahora se ha desvanecido. Una mano
de hombre capaz de escribir semejantes cosas es una mano sanguinaria. (...)
Ahora, experimento de forma diferente la insistencia patética de los diputados

44 Novedades de Moscú. Nº 30, 29 de julio de 1990, p. 6.


Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

que exigen sacar los símbolos leninistas de las salas en las que sesionan.”45
184

Alexander Tsipko, doctor en filosofía, expone acertadamente el


pensamiento liberal de los partidarios de Eltsin: La Revolución de Octubre fue
un error trágico, la victoria de los bolcheviques en la guerra civil marca el
nacimiento del stalinismo criminal.
“Cuanto más tomamos conciencia, gracias a la glasnost, de nuestro retraso
sobre los países capitalistas desarrollados, más la perestroika muestra valentía
a la hora de esclarecer las profundidades de nuestra crisis, y más protesta la
población en su fuero interno contra todo lo que se relaciona con la
Revolución de Octubre. Millones de ciudadanos están convencidos de que
Octubre ha sido un error trágico, y que la guerra civil representa el límite, a
partir del cual han empezado la degradación nacional, el deslizamiento hacia
abajo. Hay que rendir homenaje a Eltsin, ya que ha sabido captar la necesidad
de la descomunistización y de la desideologización de nuestra sociedad.”46
Boris Kapustin, otro doctor en filosofía, la toma con los bolcheviques, con
la grosería de un pope ortodoxo convertido al nazismo: “Uno de los elementos
principales del código genético del bolchevismo es la fe, según la cual la
sociedad puede ser construida y reestructurada en nombre de la realización
de proyectos idealistas. Hay otro elemento del código genético del
bolchevismo: la tendencia a asociar los problemas sociales a la imagen del
enemigo.”47
Alexander Yakovlev nos enseña que no hay nada fortuito en la liquidación
sistemática del socialismo que emprendió junto con Gorbachov: del
antistalinismo al antileninismo y al anti marxismo, se procede paso a paso,
teniendo en cuenta en cada etapa el grado de adhesión de las masas
trabajadoras a los principios socialistas. Cada medida contrarrevolucionaria
debe ser planteada en el momento oportuno, cuando la opinión pública ha
sido suficientemente trabajada. He aquí cómo Yakovlev se propuso acabar con
Marx. “Tengo en mi casa un manuscrito de 250 páginas: se trata de mi análisis
del marxismo. Todo el mundo declara que Marx ha creado una doctrina sobre
el hombre. No, no ha creado nada de eso. En cambio, ha creado una doctrina
sobre la lucha de clases, doctrina genial, pero que debemos abandonar. En
política, todo debe hacerse en el momento adecuado. No se puede ignorar a
la opinión pública, el estado de ánimo de la gente.”48

45 Tiempos Nuevos. Nº 46, 1990.


46 Novedades de Moscú. Nº 24 (2283), 17 de junio de 1990.
47 Novedades de Moscú. Nº 47 (2306), 25 de noviembre de 1990.
48 Novedades de Moscú. Nº 28, 15 de julio de 1990, p. 5.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

185

En la contrarrevolución abierta

Lo que precede basta ampliamente para comprender que la glasnost abrió


realmente la vía a la contrarrevolución en la Unión Soviética. Sin embargo, hay
autores soviéticos que se expresaron con más claridad aún sobre los procesos
restauradores que están en curso en su país. Lo hacen con una rabia que a uno
lo deja perplejo.
En este capítulo sobre la contrarrevolución, se expone un diálogo bastante
sorprendente entre un periodista de Tiempos Nuevos y el señor Ernest
Mandel, presentado como el teórico de la IV Internacional trotskista.
“—Tiempos Nuevos: ¿Mijail Gorbachov no proclama acaso que la
perestroika es una verdadera nueva revolución?
”—Ernest Mandel: Sí, lo proclama efectivamente, y una vez más es muy
positivo. Nuestro movimiento había defendido la misma tesis desde hace 55
años, se le había calificado por esta razón de contrate volucionario. Hoy, se
comprende mejor, en la URSS y en el seno de una buena parte del movimiento
comunista internacional, dónde se encontraban los verdaderos
contrarrevolucionarios y dónde se encontraban los verdaderos
revolucionarios.”49
Aclarando: Gorbachov y Eltsin, así como el venerable Trotski, son
revolucionarios; Stalin y los bolcheviques de la época stalinista son
contrarrevolucionarios. Mandel, por otra parte, expresó esta idea con una
claridad particular en el gran diario financiero belga: “El reformador Eltsin
representa la tendencia que quiere reducir el inmenso aparato burocrático.
Así pues, sigue los pasos de Trotski.”50 Por una vez, estamos de acuerdo con
Mandel. Eltsin sigue efectivamente los pasos de Trotski. Y no hizo falta esperar
mucho pin n que todo el mundo pueda darse cuenta que el señor Eltsin llegó
n destino, entre los peores reaccionarios y agentes imperialistas.
Veamos ahora esta extraña obra de antología de la literatura
contrarrevolucionaria, producida por un doctor en historia, Evgueni Bajanov
un ferviente admirador de Eltsin.
186

“La estrategia económica de Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong V Singapur
49 Tiempos Nuevos. Nº 38, 1990, pp. 41-42.
50 "Sovjeteconomie Blijft Wat Aanmodderen". En: Financieel Ekonomische Tíjd. 21 de marzo de 1990
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

es muy atractiva y vale la pena tomarla en sus grandes líneas. Sin embargo,
antes de poder recurrir a esta nueva estrategia, debemos cambiar nosotros
mismos, lo que no es posible más que gracias a la democratización y a la
glasnost. Llegado al poder en 1959, el gabinete de Lee Kuan Yew no ha
realizado ninguna revolución. En general, no se ha ocupado de ninguna
reestructuración del mecanismo socioestatal. En aquel momento, las bases
del sistema social que acostumbramos a calificar de capitalista, existían ya en
Singapur. No se han suprimido las viejas estructuras, han sido defendidas
contra los sindicatos y los estudiantes de tendencias radicales. La izquierda
trabajaba para conseguir la ruptura con el capital occidental, la expropiación
de los explotadores, la socialización de los medios de producción. Si los medios
gubernamentales de Singapur hubieran mostrado debilidad, el país habría
sido desgarrado por las luchas político-ideológicas, habría conocido el caos en
la producción y en la sociedad. Además, los radicales habrían podido usurpar
el poder. Lee Kuan Yew reprimió a la izquierda y aseguró un desarrollo
impetuoso de las fuerzas productivas de este Estado insular. (...) Veamos
ahora lo que pasa en nuestro país. Una tarea totalmente diferente se plantea
para la sociedad soviética. No consiste en proteger el sistema económico
vigente, sino en proceder a una reestructuración radical, revolucionaria de
nuestro mecanismo económico. Lee Kuan Yew se limitaba a proteger su
sistema, mientras que Gorbachov se ve obligado a suprimirlo.”51
He aquí lo que plantearon en la Unión Soviética los revolucionarios de la
perestroika. La glasnost sirve para que la Unión Soviética pase al modelo
Singapur-Taiwán. Gorbachov debe suprimir nuestro mecanismo económico
legado del pasado socialista. Hay que introducir las bases del sistema que
acostumbramos a llamar capitalista. (Por otra parte, Bajanov los nombra:
economía de mercado, estrategia gubernamental hábil con vistas a potenciar
los sectores claves, a estimular las exportaciones, a atraer los capitales y las
tecnologías extranjeras; mano de obra barata, control de todos los aumentos
salariales, prohibición de huelgas.) Una vez establecidas firmemente las bases
del capital ismo, habrá que defenderlas sin el menor titubeo contra los
sindicatos, los estudiantes radicales, los socialista-utopistas. Bonito esbozo de
la estrategia de Eltsin, siguiendo con decisión los pasos de Trotski.
Y Mandel quiere que creamos que en la Unión Soviética de Gorbachov y de
Eltsin, se comprendió finalmente quiénes eran los verdaderos
contrarrevolucionarios y quiénes eran los revolucionarios.
187

51 Tiempos Nuevos. Nº 28, 1990, p. 30.


Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Sin embargo, para todo hombre de izquierda que siguió los debates en la
Unión Soviética, la cuestión estuvo clara: los que saludaban la glasnost y la
perestroika como una “revolución”, es decir, los Gorbachov y los Eltsin, pero
también los Bush y las Thatcher, utilizaban esta palabra para indicar una
“revolución” contra el socialismo y contra las conquistas de los trabajadores.
En el texto encontraremos la comprensión de la revolución que tienen los
adeptos de Eltsin. El profesor Leonid Vlasiliev, doctor en historia, autor de un
extenso estudio sobre Boris Eltsin, señaló: “El líder carismático que el pueblo
está dispuesto a seguir.” 52 Su texto es una oda a la contrarrevolución, indica
con una claridad perfecta la orientación del señor Gorbachov y, más aún, del
señor Eltsin; orientación que Mandel tiene la desvergüenza de llamar
revolucionaria y... protskista! “La revolución socialista” —comienza nuestro
doctor en historia— “es un viraje reaccionario de la sociedad que la remite
hacia la estructura oriental clásica. Por consiguiente, la revolución
antisocialista, es decir, este viraje nuevamente en dirección o en la dirección
del progreso de toda la humanidad, que tiene lugar en nuestros días en
numerosos antiguos países ‘socialistas’, puede considerarse como una
revolución auténtica, una revolución progresista. (...) La revolución
antisocialista por la que atravesamos hoy es un proceso lento y prolongado de
transformaciones llamadas a modificar radicalmente nuestra sociedad. (...) La
particularidad de la revolución antisocialista reside en el hecho de que,
formalmente, nadie la llamará jamás antisocialista. Al contrario, las
transformaciones radicales deben efectuarse bajo signo absolutamente
contrario, con referencias a las tradiciones de la Revolución de Octubre. Y no
solamente porque la población no está psicológicamente lista para un brusco
cambio de estandarte. Pero es un hecho que, asimismo, la involución ‘por
arriba ha sido realizada por ese mismo partido, todopoderoso en nuestro país,
que durante décadas ha implantado esta misma estructura que ahora
debemos quebrar.”53

El paso a la economía capitalista

Un 1991, las polémicas más virulentas y a no se referían a la cuestión:


¿Restaurar el capitalismo? Es un asunto que se daba por asumido.

52 Tiempos Nuevos. Nº 41, 1990, p. 25.


53 Tiempos Nuevos. Nº 45, 1990, pp. 34-35.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Los burgueses recién salidos del molde se peleaban sobre la tupidez y el


radicalismo que debía imprimirse a la marcha hacia la libertad.
188

El Congreso de la Restauración

El XXVIII Congreso del PCUS es innovador en cuanto sancionó nítidamente


la ruptura con el socialismo y el paso a la economía capitalista. Fue el
desenlace de un movimiento de degradación acelerada llamado perestroika.
“La misma lógica de la perestroika” —afirmó de entrada Gorbachov— “nos
coloca ante la necesidad de emprender cambios fundamentales en el sistema
económico.”54
El restablecimiento del capitalismo se realiza según tres ejes.
El primero: la economía de mercado. Como un loro, Gorbachov repitió la
propaganda liberal sobre el triunfo universal del mercado. Pero era pedirle
demasiado que verificara en el Tercer Mundo las “ventajas” de la economía
de mercado. De todas maneras, con la ayuda de la perestroika, encontraría
pronto, ante su propia puerta, ese Tercer Mundo. “Las ventajas de la
economía de mercado” —dijo Gorbachov a los congresistas— “han sido
probadas a escala universal, y ahora el único problema es el de determinar si
es posible crear, en el contexto del mercado, sólidas garantías sociales.”55 “La
economía de mercado es la alternativa al sistema administrativo de ordeno y
mando de la economía nacional ya caduco.” 56 “El paso a las relaciones de
mercado debe constituir el contenido principal de la radicalización de la
reforma económica.”57
Al saber que el paso al capitalismo integral encontraría una obstinada
resistencia popular, Gorbachov quiso utilizar al PCUS ¡para “un vasto trabajo
de explicación con vistas a preparar la sociedad pa ra su adaptación a las
relaciones de mercado”! El trabajo ideológico del Partido Comunista consistió
en suscitar, en la población, “una profunda comprensión de que el paso al
mercado no tenía alternativa”.58
El segundo, la empresa privada y la desestatalización.
“Nada impide empezar desde hoy mismo a transformar las empresas del

54 "Documentos y materiales del XXVIII Congreso". Ediciones Agencia Novosti, 1990, p. 15.
55 Ibidem, p. 59.
56 Ibidem, p. 84.
57 Ibidem, pp. 110-111.
58 Ibidem, p. 112.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Estado en sociedades por acciones, crear una verdadera libertad de empresa,


arrendar las pequeñas empresas, los comercios, incluir en la esfera de la
compraventa las viviendas, las acciones y otros títulos, una parte de los
medios de producción.”59
“Sin embargo, si los campesinos no se convierten en los verdaderos amos
de su tierra, las inversiones no darán ningún resultado.” Para dar rienda suelta
al capitalismo privado en la agricultura, Gorbachov debió apartar ciertas
resistencias en el seno del partido. De allí su afirmación de que los koljoses
“viables”, podrían —en un principio — mantenerse, con la condición de que
resistan la competencia del sector privado. Se trataba, dijo Gorbachov, de
“promover posibilidades iguales para todas las formas de explotación agrícola.
Dejar que cada una de ellas demuestre su viabilidad y su eficacia^ Rechazamos
la exigencia de realizar una descolectivización total.”60
189

El tercero: la integración en la economía capitalista mundial. “El


saneamiento de la economía soviética depende, en gran medida, de la forma
en que se integrará en el sistema de la división internacional del trabajo.”61
Gorbachov recubrió este programa de restauración capitalista de una fina
capa de demagogia socializante que, perfectamente, pudo estar al alcance de
cualquier Rocard o Mitterrand. Gorbachov tuvo una bonita fórmula para el
paso del socialismo degradado al capitalismo integral: “transformar la
propiedad del Estado, de burocrática que era, en propiedad social gestionada
por los propios trabajadores". ¿Cómo tuvo lugar esto? Los trabajadores
podían alquilar o comprar su empresa, incluso adquirir acciones. Se contempló
también la propiedad privada de ciertos medios de producción. 62 Según
Gorbachov, “los trabajadores se convierten en los verdaderos dueños de los
medios de producción y de los resultados del trabajo”. “El mercado debe
ayudar a dar rápidamente a nuestra economía una orientación social más
marcada”. “Así pues, dirigiéndonos hacia el mercado, no nos apartamos del
socialismo.” 63 Recordemos que el paso a la propiedad privada de las
empresas, llegadas a manos de los directores y de los tecnócratas, fue
acompañado, tanto en Yugoslavia como en Hungría, por llamativos discursos
sobre la autogestión de los trabajadores.

59 Ibidem, p. 17.
60 Ibidem, p. 22.
61 Ibidem, p. 19.
62 Ibidem, p. 83.
63 Ibidem, p. 16.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

La apología del mercado

Desde este congreso, Gorbachov aceleró su carrera hacia el reino de los


mercaderes y de los empresarios. “La elección está hecha. Es el paso a la
economía de mercado.”64 He aquí el mensaje de las "Grandes Opciones de la
estabilización de la economía nacional y del paso a la economía de mercado”
(¡Uf!), que el presidente remitió «I Soviet Supremo en octubre de 1990.
Habiendo abandonado toda referencia las ideas marxistas en la economía,
Gorbachov se empobreció en cuanto a ideas de cualquier tipo. Sus grandes
opciones parecían a veces copiadas de los manuales de la economía liberal.
190

“El paso al mercado no tiene alternativa. Toda la experiencia mundial ha


probado la vitalidad y la eficacia de la economía de mercado. (...) Los
mecanismos de autorregulación que le son inherentes aseguran el equilibrio
económico con una mejor coordinación de la actividad de todos los
productores, una utilización racional de los recursos humanos, materiales y
financieros.” 65 No son ideas, sino apologías del registro thatcheriano.
Subrayemos que solo una ceguera deliberada ante la miseria y la indigencia
de las masas del Tercer Mundo permitió pintar este cuadro halagüeño de la
jungla capitalista. Hay que considerar a la mayoría de la humanidad como
cantidad despreciable, y el despilfarro, la desocupación, la sobreexplotación
que rigen la vida de centenares de millones de seres humanos como poca
cosa, para alabar la utilización racional de los recursos por el libre mercado.
Pero sigamos hojeando este manual de secundaria que hizo las veces de
“Plan de Reforma” en la Unión Soviética. “Para que la economía de mercado
sea eficaz, es importante reunir las siguientes condiciones esenciales.
"Libertad máxima de la actividad económica, ya que el principio esencial de
la economía es el libre productor que acrecienta su propiedad y, de ahí, la
riqueza nacional...
"Plena responsabilidad de las organizaciones económicas y de los
empresarios, y todas las formas de propiedad son iguales...
"El desarrollo de una competencia leal implica la desmonopolización de la
economía nacional...

64
"Las Grandes Opciones de la estabilización de la economía nacional y del paso a la economía de
mercado". Documento presentado por Mijail Gorbachov a los diputados del Soviet Supremo. Pravda. 18 de
octubre de 1990. Doc. Nº 29-VOEK1- WI022DR36, p. 5.
65 Ibidem, p. 2.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

"Libre formación de los precios. El control de los precios por el Estado no


es admisible más que en una esfera limitada.”66 Esta declaración de fe ingenua
de un Gorbachov afanoso, neófito en materia de liberalismo, nos conduce a
una pregunta: ¿Por qué razones misteriosas Occidente colocó, desde hace
algún tiempo, a este alumno ejemplar entre los conservadores?
Desde el XXVIII Congreso, una serie de medidas prácticas se adoptaron para
realizar sus decisiones. De acuerdo con una decisión del Consejo de Ministros
de la URSS, tomada en septiembre de 1990, se podrían fundar “pequeñas”
empresas privadas o mixtas prácticamente en todas las ramas de la economía
nacional. Podían emplear hasta 200 personas en la industria y la construcción;
hasta 100 en el sector de servicios científicos, hasta 50 en las otras ramas de
la producción, y hasta 25 en la esfera no productiva.67
191

Saliendo del brezhnevismo que no conocía ni clases sociales ni lucha de


clases, la Unión Soviética volvió a descubrir los valores universales del trabajo
asalariado y del capital privado. A los nuevos proletarios, Gorbachov les
prometió el mínimo vital; a los nuevos burgueses, dividendos máximos. Las
“Grandes Opciones” les ofrecían a los trabajadores “un salario mínimo real”;
al mismo tiempo que levantaban “las restricciones a las posibilidades de
ganancia” para los empresarios.
Mientras los sindicatos continuarán (!) defendiendo a los trabajadores, “se
fundarán uniones de empresarios y de gerentes”. 68 ¡Pero apenas acababa
Gorbachov de reconocer la existencia de clases antagónicas, convidaba a los
proletarios a rechazar la noción de lucha de clases! “En nuestro país” —dijo—
“se ve o bien el negro o bien el blanco. ¿Cuándo dejaremos de dividimos en
rojos y blancos? ¡Somos un mismo país, un mismo pueblo!”69
Las “Grandes Opciones” dieron un plazo de 18 a 24 meses para formar una
infraestructura capitalista. “Habrá que tomar medidas enérgicas con vistas a
desestatalizar y desmonopolizar la economía, n desarrollar la libre empresa y
la competencia.”70
Abalkin, uno de los principales arquitectos de las ruinas económicas que
embellecen hoy a la Unión Soviética, expuso sus proyectos de

66
Ibidem, pp. 3-4.
67
Boletín Agencia Novosti. 27 de septiembre de 1990, p. 4.
68 "Las Grandes Opciones de la estabilización de la economía nacional y del paso a I» economía de

mercado". Ob. cit., p. 14.


69 Mijail Gorbachov: “Alocución del 28 de noviembre de 1990”. Izvestia. 1º de diciembre de 1990. Doc.

Nº 35 - VOKI1-901203DR30. p. 6.
70 Ibidem, p. 10.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

desestatalización. La agencia de prensa Novosti lo entrevistó: “El costo de los


fondos de producción de la URSS se eleva, en opinión de Leonid Abalkin,
vicepresidente del Consejo de Ministros de la URSS, aproximadamente a 3.000
millones de rublos. Mi pregunta a Leonid Abalkin: ¿Cuántos soviéticos tienen
una idea clara sobre la forma en que ha de efectuarse la privatización?
"—En mi opinión, 200 personas, no más...
"—¿Usted entre ellos?
”—Si.” Y Abalkin explicó. “La parte de la privatización está definida por la
suma de medios que la población está dispuesta a guitar para comprar las
empresas. En mi opinión, este montante se eleva a 150.000 millones de
rublos. La parte de la propiedad privada que la población podrá comprar al
Estado constituye sobre un 5% de estos bienes. Pero la propiedad privada, en
el sentido estricto del término, va seguida de la propiedad cooperativa, de las
sociedades por acciones, del arriendo. La amplitud de la desestatalización es
mucho más importante que la parte de la propiedad privada.”71
192

La batalla por el capitalismo salvaje

¿Se debe introducir el capitalismo de manera planificada y ordenada desde


arriba, controlado por las estructuras del Estado y del partido? ¿O se debe
apostar por un desarrollo del capitalismo salvaje desde la base?
Oleg Bogomolov, afamado economista, quien fuera diputado del pueblo de
la URSS, al que Mandel colocaba en la “izquierda radical”, 72 fue de la opinión
que al viraje hacia el capitalismo le faltaba radicalismo.
“¿El mercado? Palabras. Ningún mecanismo de privatización y ninguna
garantía han sido propuestos para la empresa. El mercado es las mercancías,
los capitales, la tierra, la vivie nda, la mano de obra, ¿se trata precisamente de
este mercado? Tengo mis dudas. Se trata más bien de ese mercado limitado,
mercantil, de consumo, del que ya teníamos el embrión.”73
Yuri Popov contaba con la presión de Occidente para obligar a Gorbachov
a acelerar el paso a la privatización. “Los países occidentales deben dejar de
cooperar con el actual gobierno y las estructuras burocráticas del aparato que

71 Pavel Antonov, comentarista de la Agencia Novosti: Boletín de la AIN. 28 de septiembre de 1990, pp.
2 y 3.
72 Inprecor. Nº 285, 3 de abril de 1989, p. 4.
73 Novedades de Moscú. 3 de junio de 1990, p. 4.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

están abocadas a su muerte”, expresó Popov ^Novedades de Moscú. Y


prosiguió: “Parece que el programa de paso a la economía de mercado que
Gorbachov ha recomendado al Parlamento y que este al final ha adoptado, no
ha disipado las duda s del mundo de los negocios. El hecho de no reconocer
directamente la propiedad privada, sobre todo la de la tierra, no deja de ser
alarmante. Además, el programa no está limitado en el tiempo. La señora
Thatcher ha tardado más de 10 años en vender dos docenas de empresas
estatales, pero ¿cuánto tiempo le hará falta a Gorbachov para privatizar la
economía de todo un país?” 74
Eltsin, que presidía la principal república de la Unión Soviética, decidió
aplicar, en Rusia, un programa de mercado y de privatización más radica] que
el que adoptó Gorbachov para la Unión. El Soviet Supremo de Rusia proclamó
11 regiones, entre ellas, Leningrado, Kaliningrado, Chita, Sajalín, como zonas
de libre empresa. Esto permitió a las firmas vender la mayor parte de sus
productos en el extranjero y disponer libremente de las divisas recibidas,
prerrogativas que aún pertenecían a los órganos centrales. “Hay que dar a las
gentes la posibilidad de trabajar libremente”, declaraba Eltsin. 75
193

Uno de sus cercanos colaboradores, Guenadi Filshin, vicepresidente del


Consejo de Ministros de la Federación de Rusia, expuso la línea de Eltsin:
“Rusia comienza la realización del programa de paso al mercado. Lo hace
absolutamente sola —las otras 14 repúblicas todavía no se han pronunciado
—. Sus primeras medidas en esta vía serán la desestatalización de la economía
y la privatización, que contemplan el traspaso o la venta de todo lo que
pertenece hoy al Estado al régimen de propiedad privada, por arriendo o por
acciones. La privatización tendrá lugar primero en el comercio y en el sector
público de la hostelería [comercios, grandes establecimientos, comedores,
cafés y restaurantes), en el campo de los servicios [peluquerías, talleres de
planchado, tintorerías, talleres de costura, etc.] y después en la construcción
[obras, la industria de los materiales de construcción] y en los transportes por
carretera. Se privatizará del 70% al 90% de las capacidades en estos sectores.
La tierra se convierte también en objeto de propiedad tanto en las economías
complementarias como en los koljoses.”76

74 Vladimir Simonov: Boletín Agencia Novosti. 26 de octubre de 1990, p. 3.


75 Novedades de Moscú. 2 de septiembre de 1990, p. 4.
76 Boletin Agencia Novosti. 15 de noviembre de 1990.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

IY he aquí la “clase media”, y viva la “libertad para los


fuertes”!

I n propaganda en favor del mercado y de la libre empresa se acompañó


con la difusión de la ideología de los fuertes, de los ganadores, de la elite
natural. Yuri Afanasiev dijo: “Por su naturaleza el movimiento democrático
debe presentar intereses diferentes. Por ejemplo, la seguridad social para los
débiles supone, en el marco de la democracia, la libertad para los fuertes: las
gentes dotadas naturalmente de espíritu de iniciativa. Si tomamos la
democracia únicamente como la protección de los débiles, nos quedaremos
eternamente con ‘el socialismo’ al nivel de la pobreza.”77 La libertad para los
fuertes conducirá, según los partidarios de Eltsin, de forma totalmente
natural, a la formación de una “clase media” que constituye la fuerza de todos
los grandes países capitalistas.
Pero hay algunos detalles que les conviene dejar de lado por el momento:
esta “clase media” de los países capitalistas florece únicamente a la sombra
de la gran burguesía y esta se nutre de la explotación imperialista. Sin
embargo, no se preocupen demasiado por este olvido: los hombres de la
glasnost no tardarán en subsanarlo.
194

Así pues, se centran en el elogio de la burguesía media, de los empresarios,


de los managers, de los comerciantes, de los tecnócratas y de la capa superior
de las profesiones liberales. Y, una vez más, fue un doctor en historia el que
nos enseñaba cómo la historia soviética caminaba hacia atrás: “Ni el zar, ni la
burocracia soviética han dado nunca muestras de una admiración particular
hacia el comerciante, la intelectualidad, el ingeniero, el obrero independiente
altamente cualificado, el médico renombrado. Y he aquí que, de golpe, sin que
nos lo esperáramos, se nos ha venido a la mente que son estos los individuos
que hacen la nación, que sin ellos no hay ni cultura ni evolución. Sin
individualidades descollantes, originales e independientes no hay más que el
pataleo colectivo y los lemas vociferados por la muchedumbre. En cambio, las
individualidades necesitan, a su vez, un marco apropiado que la sociología
occidental designa, desde hace tiempo, con el término ‘clase media’. La que
agrupa a obreros altamente cualificados, ingenieros, investigadores, médicos
independientes y talentosos, hombres de negocios intrépidos y
emprendedores, una clase que reclama para su libre existencia la propiedad
privada, la libertad de opinión, la libertad de empresa, las libertades

77 Novedades de Moscú. 23 de septiembre de 1990, p. 6.


Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

universitarias y académicas, y que es capaz de servir como punto de apoyo


para la estabilidad social, punto sin el cual la sociedad permanecerá siempre
abocada a la precariedad política.” 78
Desde Jruschov, los revisionistas pretendían que ya no había clases en la
URSS y que, por esta misma razón, existía un “partido de todo el pueblo” y un
“Estado de todo el pueblo”. Esta teoría sirvió para desmantelar la dictadura
del proletariado y encubrir la adquisición de privilegios por parte de la
burocracia y de los tecnócratas. Enterrado definitivamente el marxismo, he
aquí que los soviéticos descubrieron que el motor de la historia no es la lucha
de clases, sino la bravura de las individualidades descollantes. De golpe, los
hombres de la glasnost encararon un problema teórico embarazoso: las
individualidades geniales solo surgen en medio de una clase media dinámica.
En la sociedad sin clases, que era la Unión Soviética, fue preciso crear
rápidamente una clase de burgueses y concederle la libertad de prensa, la
libertad de organización, la libertad académica, la libertad de empresa. ¡La
libertad, en resumidas cuentas!
Un comentarista político soviético captó perfectamente la ligazón entre la
emergencia de esta nueva clase de explotadores y el pluri-partidismo. En
Europa occidental, socialdemócratas y revisionistas pretenden que el
pluripartidismo es sinónimo de ampliación de la democracia. Los
restauradores soviéticos explican que la propiedad privada de los medios de
producción y, por tanto, la dictadura de la burguesía, constituye el terreno
indispensable para el despliegue del pluripartidismo.
195

Expresó el señor Kritikov. “...El paso hacia el mercado, la privatización de


los bienes públicos, son ventajosos para la democracia en cuanto a la
estrategia. En efecto, decenas de nuevos partidos han aparecido en el país.
Pero hay una crisis general de confianza hacia la política y los políticos. La
causa esencial reside en la ausencia de motivación, en la ausencia de una gran
clase que tenga algo que proteger y, en el peor de los casos, que perder: hablo
en este caso de la clase de los propietarios. El producto de la política de
privatización, a la que ha puesto rumbo el equipo presidencial, será una gran
capa de pequeños y medianos propietarios, hoy enteramente inexistente en
la URSS. Con el tiempo, esta capa constituirá In base del liberalismo naciente.
En cuanto la gente empieza a tener en cuenta los intereses materiales, está de
inmediato tentada políticamente de defenderlos o de representarlos en los
organismos electivos. Por ahora, esta voluntad política se echa de menos. Los

78 Kremeniouk, doctor en historia: Tiempos Nuevos. Nº 28, 1990.


Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

nuevos partidos políticos son menos el resultado de los intereses económicos


que el de la contestación política. En lugar de buscar proteger los intereses de
tal o cual capa social, buscan derrocar el monopolio del PCUS y la burocracia.
Por esta razón, no son partidos de masas. Los destinos del pluralismo político
y el reforzamiento de la base de la frágil democracia soviética están
directamente ligados al éxito o al fracaso de la política de privatización.” 79
Razonamiento impecable. Para acabar con el socialismo, hay que minar desde
dentro el Partido Comunista, y después ir royendo su monopolio político. La
contestación política por las fuerzas anticomunistas puede bastar. Después
hay que alentar, por todos los medios, el desarrollo de una clase de
propietarios burgueses. Una red densa de empresas privadas es la base
material del pluralismo político: varios partidos burgueses, sólidamente
anclados a intereses materiales, defenderán los intereses de las diferentes
fracciones de los poseedores.

La influencia imperialista

El paso al mercado y a la empresa privada tendrá como consecuencia un


reforzamiento dramático de la influencia que las multinacionales y Ios
banqueros occidentales ejercieron en la Unión Soviética.
196

A medida que la crisis se agravaba, la nueva burguesía se encontraba


carente de soluciones y se inclinaba, cada vez más, a buscar todas las
respuestas en los “hermanos mayores” occidentales.
Las “Grandes Opciones” señalaban: “El paso a un sistema económico
fundado en las relaciones de mercado, permitirá enlazar de forma coherente
nuestra economía nacional con la economía mundial” ¿No será más bien que
en lugar de enlazarse de forma coherente al mundo imperialista, la economía
nacional se va a ver sometida a él en medio de una anarquía creciente? “Toda
organización económica tiene derecho a realizar operaciones económicas
exteriores. Las firmas extranjeras actuarán en el mercado interior en las
mismas condiciones que todos los demás productores.” 80 Estas frases
nebulosas velaban las cruentas luchas que librarían las multinacionales en pos
de su hegemonía dentro de los mercados soviéticos. Los recién llegados al

79
Viacherlav Kritikov, comentarista político de Novosti: Boletín de la AIN. 9 de t»l«hre de 1990, p. 3.
80
"Las Grandes Opciones de la estabilización de la economía nacional y del paso a la economía de
mercado". Ob. cit., pp. 2 y 4.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

capitalismo estarían en muy malas condiciones para ofrecerles resistencia.


Desde la perestroika, la Unión Soviética ha caído en una dependencia
creciente hacia el gran capital occidental. En efecto, con la caída de las
exportaciones y el continuo alza de las importaciones, las deudas de la URSS
se inflan peligrosamente. Solo en 1990, las exportaciones disminuyeron un
12%. En 1991, al menos 12,5 de los 20 a 21.000 millones de dólares de los
ingresos esperados serían empleados para pagar las deudas. El resto apenas
bastaría para importar bienes de equipos necesarios para mantener el
funcionamiento de las empresas existentes.81
Las nuevas capas acomodadas en la Unión Soviética tomaban ejemplo de
las burguesías compradoras de los países dependientes.
Estas capas poseían decenas de miles de millones de rublos con los que no
encontraban nada que comprar. Nikolai Shmelev, economista, quien f ue
diputado del pueblo de la U RSS, propuso inmovilizar una parte de este dinero
vendiendo a los ciudadanos la tierra, las viviendas, equipos industriales,
acciones y obligaciones del Estado. Otra parte debería ser retirada de la
circulación con la puesta en venta de artículos importados de consumo
corriente. Según Shmdev, habría que importar por valor de 20.000 millones
de dólares de mercancías de Occidente. “El porvenir de la perestroika
depende de ello.” 82 El modelo de consumo extrovertido para los ricos se
dibujaba ya.
Nikolai Shmelev no vio ningún inconveniente en una dependencia creciente
de los centros de decisión económicos del mundo imperialista: con tal de que
esto contribuyera a acelerar el paso al capitalismo... “Si la ayuda occidental se
ve garantizada por un programa verdaderamente radical de reformas de
mercado, pienso que esta ayuda no será ineficaz a fin de cuentas. Si se ponen
condiciones, será con toda certeza en el mismo marco de las recomendaciones
del Fondo Monetario Internacional, hechas para sanear la economía.
Occidente debe ayudar a la perestroika, partiendo de sus propios intereses.”83
De este modo, el ala derecha de la nueva burguesía, dirigida por Eltsin,
mostraba claramente su carácter de compradora.
Los medios financieros occidentales no ocultaron que, con el paso al
mercado en la URSS, harían su agosto, y la prensa de la glasnost no sintió

81 Boletín de la AIN. 10 de noviembre de 1990, p. 2; Rizhkov: "Intervención en el IV Congreso de los

diputados del pueblo de la URSS”, 19 de diciembre de 1990. Pravda. 20 de diciembre de 1990, Doc. Nº 39
VOSD1-901220 DR 31.
82 Novedades de Moscú. 8 de julio de 1990, p. 3.
83 Boletín de laAIN. 14 de agosto de 1990, p. 3.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

ninguna vergüenza en reproducirles sus sueños de conquista. “El desarrollo de


la economía de mercado en la URSS agrandará, finalmente, la zona mundial
de economía libre. Según John Phelan Junior, presidente del Consejo de los
Directores de la Bolsa de Valores de Nueva York, esto promete 'grandes
posibilidades nuevas de comercio y de inversiones para los hombres de
negocios de numerosos países’.”84

Democracia a la norteamericana en la Unión Soviética

Gorbachov comenzó la reforma del sistema político en la Unión Soviética


bajo la bandera de la democracia, que llamó, al principio, am insistencia,
“democracia socialista”, pero que se convirtió al final en democracia universal
al estilo occidental. La democratización de Gorbachov consistió, en lo esencial,
en el desmontaje de las estructuras políticas —ya bien deterioradas— del
socialismo, para sustituirlas por las estructuras de la democracia burguesa.
Cinco elementos marcaron esta transición.

Los soviets contra el partido

A principios de 1988, Gorbachov lanzaba, con gran fervor, la consigna


“Todo el poder a los soviets”. Bajo este grito, con consonancia de izquierda,
Gorbachov realizaba un salto mortal hacia la derecha. Se trataba de desplazar
el centro de decisión fuera del Partido Comunista hacia los soviets. Gorbachov
utilizaría el aparato de gestión del país, más permeable a la derecha
proccidental, contra el partido sobre el que aún pesaba el riesgo del
renacimiento de la corriente marxista-leninista.
198

En 1988, en las Tesis para la XIX Conferencia del Partido, Gorbachov


incorporó dos ideas fundamentales. “La orientación principal de la
democratización es restablecer el papel y las responsabilidades de los soviets
de los diputados del pueblo como órganos que representan al pueblo y que
disponen de plenos poderes.” “(Hay que] garantizar la libertad de designación
de los candidatos a diputados.” 85 En su informe a la conferencia, Gorbachov
explicó esta última idea. “(Hay que] llevar nuestras estructuras institucionales

84 Boletín de la AIN. 26 de octubre de 1990, p. 4.


85 “Tesis del Comité Central del 23 de mayo de 1988". Suplemento de Novedades de Moscú. Nº 23, 1988.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

hasta el nivel del Estado de todo el pueblo en el sentido amplio de la


palabra.”86 Sin embargo, en este “Estado de todo el pueblo” se desarrollaron,
en el curso de los años brezhnevianos, nuevas capas burguesas que no
ocultaron sus objetivos bajo una fraseología comunista. Hasta ahora, el PCUS
les cerraba el camino hacia el poder político. Gorbachov los introdujo en los
soviets, al mismo tiempo que reforzó la independencia de estos con respecto
al partido.
Este salto cualitativo, Gorbachov lo ejecutó, una vez más, con algunas
entonaciones leninistas. “Profesamos la concepción leninista del partido
político”, les lanza a los comunistas que vacilan en seguirlo. Pero que, pese a
todo, acabaron pisándole los talones. Sin embargo, se sabe que la consigna:
“Todo el poder a los soviets”, puede ser utilizada tanto por la derecha como
por la izquierda. En julio de 1917, Lenin se pronunciaba contra esta consigna,
al estar los soviets en manos de los reformistas: esta llamada expresaba
entonces el apoyo a la alianza de los reformistas con la gran burguesía.
Durante la insurrección de Cronstadt, en 1920, todos los
contrarrevolucionarios exclamaban: “Todo el poder a los soviets”, porque una
mayoría antibolchevique, en el soviet de Cronstadt, se mostraba dispuesta a
echar abajo la orientación de Lenin; quien para salvar el socialismo, tuvo que
aplastar la revuelta.
Para Lenin y Stalin, los soviets eran, en esencia, el instrumento de la
dictadura del proletariado contra las antiguas clases explotadoras.
“Únicamente los trabajadores y los explotados eran admitidos en los soviets,
con la exclusión de los explotadores de todo tipo”, nos recuerda Lenin.87 Es
evidente que el pensamiento de Lenin acerca del poder de los soviets quedó
expresado en dos fundamentos: el papel dirigente de un partido comunista
auténticamente revolucionario y la dictadura del proletariado. Esta última fue
enterrada por Jruschov en 1956; en cuanto al partido, desde aquella fecha, la
lepra revisionista lo pudrió por todos los costados. Después del invierno
brezhneviano, seguía siendo posible un cambio revolucionario en la Unión
Soviética. Pero había que comenzar necesariamente por la depuración del
partido y el restablecimiento de su espíritu, de sus principios y de sus prácticas
revolucionarias de la época de Lenin y de Stalin.
199

Sin embargo, Gorbachov realizó exactamente lo contrario, desvió hacia la


derecha el Partido Comunista, ya herido de muerte por el burocratismo, el

86 “Informe de Gorbachov a la XIX Conferencia". Suplemento de Novedades de Moscú. Nº 27. 1988, p. 7.


87 Vladimir I. Lenin: Tomo 30, p. 271.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

tecnocratismo y los privilegios. Desplazando el centro del poder hacia los


soviets, creó la oportunidad para la derecha clásica de participar en el poder
y de organizarse, al igual que permitió un notable reforzamiento de las
posiciones del ala liberal del partido. Este doble movimiento hacia la derecha
se ha visto encamado por dos personalidades: Sajarov, para los
anticomunistas y Eltsin, para la derecha del PCUS.
Durante las elecciones del 26 de marzo de 1989, con múltiples
candidaturas, la derecha hizo su entrada con fuerza en el Congreso de los
Diputados del Pueblo (2 250 representantes) y en el Soviet Supremo (544
cargos electos). Limitémonos a señalar dos éxitos destacables de los
anticomunistas: Sajarov, ese agente de la CIA, fue elegido en nombre de la
Academia de Ciencias, y en Lituania, 30 de los 42 escaños estaban ocupados
por el movimiento nacionalista-burgués Sajudis. Mandel y su IV Internacional
saludaron estos dos avances de la derecha con el título: “La nomenklatura ha
sufrido una derrota política. La democratización ha superado una etapa.”
¡Siguiendo el ejemplo de la gran prensa burguesa, Mandel tituló al Sajudis
como “el movimiento popular radical-democrático y nacionalista” y alineó a
Sajarov entre “la izquierda radical y progresista”!88

La socialdemocratización del Partido Comunista

Bajo la bandera del “pluralismo socialista”, Gorbachov permitió a Indas las


corrientes socialdemócratas, democratacristianas y liberales, más o menos
toleradas en el partido desde la época de Jruschov, represarse libremente y
constituirse en fracciones. Entre el XXVII y el XXVIII Congreso, transformó el
PCUS de un partido revisionista, que mantenía formalmente algunos
principios de la época socialista, en un partido parlamentario burgués, y situó
su acción en el marco de una economía de mercado y de un pluralismo
parlamentario al estilo occidental.
200

A principios de 1988, Gorbachov afirmaba: “El socialismo hace posible el


pluralismo de opiniones, el pluralismo de intereses, el pluralismo de
necesidades, hace posible asegurar la realización de estos intereses y de estas
necesidades.” 89 La ficción de la sociedad sin clases y el partido de todo el
pueblo permitieron saludar todas las corrientes de ideas burguesas en nombre

88 Inprecor. Nº 285, 3 de abril de 1989, pp. 3-4.


89 “Discurso del 7demayode 1988”. Suplemento de Novedades de Moscú. Nº 21. 1988, p. 6.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

del “pluralismo socialista”. Víctor Aksutchitz, dirigente en 1990 del


Movimiento Cristiano-Demócrata Ruso, fue miembro del PCUS hasta 1979,
siguió manteniendo contactos con la sensibilidad cristiano-demócrata en el
seno del PCUS.90 Nikolai Travkin entró en el partido en 1963. A la muerte de
Brezhnev, creía aún en lo que llamaba “el ideal socialista”. Gorbachov lo
distinguió con el título de Héroe del Trabajo Socialista. En febrero de 1990,
seguía pensando en cambiar el PCUS desde dentro. Después dirigió el Partido
Demócrata de Rusia (PDR) y se pronunció en favor del capitalismo sin disfraz,
“una economía de mercado y la propiedad privada”. Mantenía contactos en
el interior del PCUS con la tendencia de Eltsin.91
Gorbachov permitió la creación, en el seno del PCUS, de una fracción
abiertamente burguesa, llamada “Plataforma democrática”, dirigida por
Eltsin, apoyada activamente por Yakovlev, el número dos del Buró Político,
compuesta por toda la vanguardia “radical de izquierdas” (la etiqueta que se
ponen los partidarios de la señora Thatcher, los mismos que critican
diariamente a los conservadores soviéticos, llamados también stalinistas...).
Bajo la presión de este grupo y la del grupo de Sajarov, el PCUS derogó los
artículos 6 y 7 de la Constitución, renunció al monopolio del poder y abrió la
vía al pluralismo burgués.
El XX VIII Congreso significó un viraje hacia un régimen político burgués
integral. De ahora en adelante, decía Gorbachov, el partido luchará “en el
marco del proceso democrático, por las elecciones de los órganos legislativos.
En este sentido, actuará como un partido parlamentario”. 92 Formaría
coaliciones con los nuevos partidos, abiertamente burgueses. Gorbachov
buscaba “el consenso, la acción común, una amplia cooperación con todos los
movimientos sociales de tendencia progresista en interés de la perestroika”.93
En la vida interna, también Gorbachov propugna la socialdemocratización. “El
PCUS rechaza resueltamente el centralismo democrático tal como se formó
en las condiciones del sistema administrativo de ordeno y mando. La
democratización en el partido supone el derecho de los comunistas de
expresar en grupo sus opiniones en plataformas.” 94 No se tardaría en
constatar que el centralismo democrático era sustituido por el liberalismo por
una parte, y el autoritarismo burgués, por otra. Otra medida de la misma

90 Novedades de Moscú. Nº 21,27 de mayo de 1990.


91 Novedades de Moscú. Nº 21, 27 de mayo de 1990; Nº 35, 2 de septiembre de 1990.
92 “Documentos y materiales del XXVIII Congreso". Ediciones Agencia Novosti. 1990, p. 41.
93 Ibidem, p. 40
94 Ibidem, pp. 91-92.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

índole que condujo a la liquidación: “Hay que asegurar la independencia de


los partidos comunistas de las repúblicas federadas. Elaboran sus propios
documentos de programa y normativos.” 95 Desgarramiento interno en
fracciones, desgarramiento formal en 15 partidos federales independientes.
Gorbachov hizo una última observación, muy significativa, acerca del
partido. Ella permitió relativizar las contradicciones entre los supuestos
“conservadores”, “centristas” y “reformistas radicales”, de los que tanto nos
hablaba la prensa soviética y occidental. Gorbachov describió cómo el Comité
Central, salido del XXVII Congreso, elaboró la nueva orientación: “A pesar de
toda la diversidad de opiniones, del enfrentamiento de posiciones e, incluso,
de las divergencias, las decisiones tocantes a todas las cuestiones de principios
han sido tomadas de forma unánime en las sesiones plenarias, y, sin pausa,
paso a paso, hemos ido avanzando.”96 La opción fundamental por el mercado,
la privatización y el pluripartidismo burgués parecían gozar de unanimidad, o
casi las divergencias se situaban, esencialmente, en el ritmo de los cambios y
los mecanismos de control de estos.
Y, sin embargo, el partido estalló durante el congreso de “la unidad en tomo
a la perestroika”. Antes del XXVIII Congreso, el lele de la fracción más
derechista, Eltsin, dijo: “Defenderé la plataforma democrática que se ha
formado en el seno del partido, ya que, a mi entender, permite realizar una
reforma radical del PCUS.”97 Sin embargo, se pudo constatar, desde 1987, que
el ala derecha del PCUS desempeñaba, magistralmente, su papel de
vanguardia, arrastrando cada vez más al partido hacia la derecha. Después que
el Congreso del Partido Comunista adoptó una plataforma de restauración del
capitalismo, Eltsin juzgó que había llegado el momento de lanzarse; abandonó
el partido, acompañado por Popov, Sobchak, Afanasiev y una parte de la
plataforma democrática, y patrocinó la fundación del Partido Republicano de
la Federación Rusa.
202

Una intervención de un delegado del grupo de Eltsin informó que los


derechistas dejaron el partido para poder representar, abiertamente, a la
nueva patronal y para arrastrar al conjunto del establishment en esa dirección:
“Nos preguntan si queremos primero formar empresarios y después defender
a los obreros contra ellos. Son efectivamente estas dos cosas las que
queremos realizar al mismo tiempo.’’ 98 ¡De esta forma la burguesía en tomo a

95 Ibidem, p. 93.
96 Ibidem, p. 51.
97 Novedades de Moscú. Nº 23 (2282), 10 de junio de 1990.
98 Novedades de Moscú. Nº 47 (2306), 25 de noviembre de 1990.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Eltsin se propuso promover una clase de explotadores capitalistas, y, a la vez,


reservar la defensa de los nuevos explotados!
Un diálogo interesante se desarrolló entre dos hombres de Eltsin,
miembros de la “plataforma democrática”, uno. Lev Karpinski, que decidió
permanecer en el PCUS, el otro, Shostakovski, que lo abandonó. El primero
juzgó “necesario quedar en el PCUS para trabajar dentro de él, en aras de la
democratización del partido y de la sociedad”. El segundo argüyó: “El PCUS se
ha desenmascarado definitivamente Se ha convertido en el freno principal de
las reformas democráticas en el país.” No hubo ninguna divergencia política
capital entre ambos, pues Karpinski apoyaba el llamamiento de Eltsin para
formar una alianza entre todas las fuerzas properestroika. 99 Yuri Prokofiev,
quien fuera miembro del Buró Político, tampoco tuvo divergencias notorias
con el grupo de Eltsin: “En múltiples ocasiones, ha intentado convencer a
Shostakovski de que, en el marco del partido, el trabado podía ser organizado
de una manera más eficaz., más exitosa.”100 El sentido de todo esto estaba
claro: la existencia de un partido independiente, abiertamente capitalista y
compuesto por antiguos dirigentes del PCUS, facilitaría a los derechistas, que
quedaron dentro del partido, presionar con más fuerza en favor de la
restauración.
Para precipitar este movimiento, los partidarios de Eltsin en el interior y en
el exterior del partido, recurrieron, incluso, al chantaje Por ello. Tiempos
Nuevos escribió: "El PCUS está colocado hoy ante una alternativa muy dura:
emprender la vía de un parlamentarismo civilizado —en la que tiene
perspectivas poco brillantes—o conocer la escisión, la disgregación, la
autodisolución. Algunos acontecimientos en los países de Europa del este
muestran detalles de este proceso. En nuestro país, puede,
desgraciadamente, tomar formas bastante menos civilizadas. (...) No hace
falta ser profeta para predecir, una rápida aparición de la exigencia de prohibir
el partido ‘de vanguardia’ como organización política extremista, que
presenta un peligro para el sistema democrático constitucional.” 101
203

El pluripartidismo burgués

99 Novedades de Moscú. Nº 29 (2288), 22 de julio de 1990.


100 Tiempos Nuevos. Nº 30, 1990, p. 5.
101 Tiempos Nuevos. Nº 28, 1990, pp. 5-6.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Fuera del Partido Comunista, florecieron en la Unión Soviética cientos de


partidos políticos abiertamente burgueses. Algunos no representan más que
un clan alrededor de un puñado de arribistas. Otros forman conglomerados
mal definidos, buscando unirse en lomo a viejas ideologías de antes de 1917.
Otros están constituidos por mercenarios, quienes se esfuerzan por suscribir
los programas de los partidos conservadores, democratacristianos y
socialdemócratas de la Europa occidental, con la esperanza de ver caer el
maná celeste por este lado.
El Partido Demócrata de Rusia se creó el 27 de mayo de 1990 en Moscú.
Las organizaciones anticomunistas Memorial, Aprel y Chtchit aceptaron la
adhesión colectiva al PDR El Partido Cristiano-Demócrata constituiría una
fracción en el seno del PDR. Sus lideres: Nikolai Travkin, Guenadi Burbulis, Lev
Ponomariov, Marina Salie, Ilia Constantinov. Su programa se apoyaba en el
Proyecto de Constitución de Sajarov, y contenía dos directrices claves: la
economía de mercado y la propiedad privada. 102
El Partido Demócrata de Rusia concluyó un acuerdo con otros dos partidos
que soñaban con un capitalismo de corte occidental: El Partido
Socialdemócrata de Rusia de Oleg Rumiantsev y de Alexander Obolenski, y el
Partido Republicano de la Federación Rusa. Este último, formado por afines a
Eltsin, elaboró “un proyecto de privatización de la propiedad, según el cual la
mayor parte, incluida la tierra, debe ser distribuida gratuitamente en partes
iguales a los ciudadanos del país”.103
Vladimir Jirinovski presidia el Partido Liberal-Demócrata (PLD), surgido de
la nada en marzo de 1990, pero reclamó el partido del mismo nombre fundado
en 1906. Veremos las posiciones políticas en ascenso de este señor, cuando
abordemos la nueva política internacional de la URSS.
Nunca existieron partidos democratacristianos en Rusia, pero en abril de
1990 se fundó, a instigación de los partidos hermanos belga y alemán, el
Movimiento Cristiano-Demócrata Ruso. Víctor Aksutchitz, que fuera el
vicepresidente, fue directo al grano: "Hay tres principios ideológicos en el
MCDR: el anticomunismo consecuente, el espíritu cristiano, el patriotismo
ilustrado. (...) El liberalismo oeste-europeo ha podido concebirse solamente
gracias al cristianismo, que afirma la igualdad de todos ante Dios.” Tres
responsables demócrata-cristianos, Aksutchitz y dos sacerdotes, Viacheslav
Polosin y Cleb Yakunin, fueron elegidos diputados del pueblo de Rusia. 104

102 Novedades de Moscú. Nº 21 (2280), 27 de mayo de 1990.


103 Novedades de Moscú. Nº 47, 1990, p. 6.
104 Novedades de Moscú. Nº 21,27 de mayo de 1990, p. 6.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

204

En septiembre de 1990, se reunió la Conferencia de las Fuerzas Cristianas


Ortodoxas Patrióticas, donde participaron 400 representantes de 40
organizaciones, entre ellas, el Frente Nacional Patriótico Pamiat. Prepararon
“la convocatoria de una asamblea de los estados provinciales, con vistas a
elegir un nuevo zar”.105
Desde el punto de vista organizativo, todos estos partidos burgueses se
mantuvieron precarios y muy débiles. Después de los ataques de Jruschov
contra la experiencia de la dictadura del proletariado en la URSS, el
desconcierto ideológico se esparció progresivamente entre la población, lo
que ocasionó aperturas para la penetración de todo tipo de corrientes
burguesas. Sin embargo, a partir de 1985, estas corrientes reaccionarias
pudieron difundirse sin trabas. Lo que indica, dicho sea de paso, con qué
eficacia se llevó el combate contra las corrientes burguesas bajo Stalin.
Gorbachov no excluyó la formación de un gobierno de coalición que
comprendería “representantes de diferentes fuerzas sociales y
tecnócratas”.106 El primer ministro Rizhkov recibió, en esa misma época, una
delegación del Bloque del Centro, entre ellos, el señor Jirinovski del Partido
Liberal-Demócrata, para discutir sobre un gobierno de coalición. En
noviembre de 1990, Gorbachov y Eltsin, hermanos en discordia, anunciaron
un acuerdo para fundar un gobierno de unidad nacional, en el que Eltsin
reclamaba los puestos de Primer Ministro, de Ministro de Defensa y de
Hacienda. 107 Evidentemente que la existencia de un número creciente de
partidos burgueses que atenazaban al Partido Comunista tiró del conjunto del
establishment hacia la derecha.

Las formaciones nacionalistas burguesas

La primera forma que tomó el pluripartidismo burgués fue la de numerosas


formaciones nacionalistas reaccionarias, surgidas de entre el centenar de
nacionalidades no rusas. El nacionalismo burgués es una ideología que tiene
profundas raíces en la historia de los diferentes pueblos, y a él recurren los
anticomunistas de toda clase de plumaje para crearse una base popular.
205

Las posiciones liberales de los Frentes Populares de Lituania, de Letonia y

105 Novedades de Moscú. Nº 43, 1990, p. 8.


106 Boletín Agencia Novosti. 25 de septiembre de 1990.
107 Boletín Agencia Novosti. 16 de noviembre de 1990.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

de Estonia son suficientemente conocidas. Su proyecto de restauración


integral se resume en unas cuantas líneas: “Lituania ha reconocido el derecho
a la propiedad privada, está dispuesta a dar la tierra a los que en ella habitan,
prepara programas de privatización y de estímulo al capital extranjero. El
gobierno lituano estima que es indispensable indemnizar a sus ciudadanos por
los bienes perdidos en los primeros años del poder de los soviets. En cuanto a
las antiguas empresas estatales, serán privatizadas o será distribuido su
capital en acciones.” 108 Además, los Frentes Populares de las repúblicas
bálticas actuaron como verdaderas sucursales del imperialismo alemán y
norteamericano. Vitautas Landsbergis, presidente de Lituania, declaró que
“Nos amenaza una catástrofe económica, nos amenaza una acción militar. El
objetivo de mi visita a Estados Unidos era pedir una forma de protección
política de parte de los Estados Unidos.” 109
Ucrania cayó bajo el control del Ruj, la formación nacionalista de derecha.
“La tensión social en Ucrania aumenta” —informa la agencia de prensa
Novosti—, “la situación económica se degrada, se exige cada vez más que
Ucrania se separe de la URSS y afirme su soberanía, el prestigio de los
comunistas baja.” El 21 de septiembre Viacheslav Chernovil, que era
presidente del Soviet de Diputados del Pueblo de la región de Lvov, firmó un
decreto confirmando el desmontaje de los monumentos de Lenin. En
Ternopol, los militantes del Ruj formaron un piquete ante el comité regional
del PCUS, para reclamar la nacionalización inmediata de los bienes del Partido
Comunista. Se organizaron grandes mítines-réquiems en los lugares en que
fueron enterrados los elementos profascistas y reaccionarios, ejecutados en
1939-1941, tras la integración de las regiones del oeste en la Unión
Soviética.110
Alrededor de 140 partidos políticos, sociedades y asociaciones se formaron
en Georgia desde abril de 1989. En marzo de 1990, se desarrolló en Tbilisi la
Primera Conferencia del Movimiento por la Independencia. Esta lanzó la
campaña de elecciones al Congreso Nacional, concebido como alternativa al
Soviet Supremo. Algunos partidos participaron en ambas elecciones, las
oficiales para el soviet y las realizadas al margen de la legalidad para el
Congreso Nacional. Era el caso del Partido Comunista, que cosechó solo un
5,5% de los votos al Congreso y 29,57% al Soviet Supremo, por lo que obtuvo

108 Tiempos Nuevos. Nº 42, 1991, pp. 10-11.


109 "Pedido de ayuda por los soviéticos trae preocupaciones...”. En: The Independent. 12 de diciembre
de 1990.
110 A. Gurevich: Boletín de laAIN. 24 de octubre de 1990.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

un segundo lugar. El Partido de la Independencia Nacional de Georgia, que


dirigía Tsereteli, encabezó los sufragios para las elecciones al Congreso con
35,51% de los votos y boicoteó las elecciones al soviet. Tsereteli declaraba:
“Pensamos que Georgia es un país ocupado y anexionado.111
206

Mandel estaba en todos los combates contra el movimiento comunista, en


nombre de la “democracia pura, para todo el mundo”. ¡De esta manera apoyó,
tanto en Lituania como en Ucrania, el “amplio frente en favor de objetivos
nacionales y democráticos” que quiere “la liberación nacional”! 112
La buena gente que se dejó embriagar por la demagogia de la “democracia
pura” y que desempeñó un papel de vanguardia en el combate por el
derrocamiento del socialismo, pronto constató que sus esfuerzos fueron
coronados por la instauración de una dictadura burguesa implacable.
Pudieron lamentarlo luego con amargura: de todas maneras, ya nadie
escuchaba sus voces. Esta experiencia, no dejaba de repetir Lenin, ha sido
vivida decenas y decenas de veces durante los grandes movimientos
revolucionarios.113 No puede decirse, pues, que por falta de advertencia los
trotskistas se colocaron, en nombre de esta democracia para todos, del lado
de la contrarrevolución, ya sea en Polonia, en Checoslovaquia, en Rumania, en
Hungría o en la Unión Soviética. Pero, he aquí que en Lituania, precisamente,
una escritora, demócrata, pero antimarxista, describió perfectamente cómo
intelectuales un poco soñadores abrieron las brechas por las que la extrema
derecha se lanzó a conquistar el poder.
Vidmante Jasukaityte, diputada del Soviet Supremo, dijo con un tono de
desengaño: “El renacimiento [en Lituania] ha comenzado con la cohesión de
los científicos y de los artistas, para proteger el Báltico contra el riesgo de ser
aniquilado por las torres de perforación. Es entonces cuando el académico
Statulevicius y el escritor Petkevicius han lanzado una acción que debía
llevaren si un primer éxito tangible. Mucha gente maravillosa ha abandonado
ahora el Sajudis, dejando su puesto a representantes agresivos de las capas
medias. El intelecto y la cultura han cedido a la competencia de estos
representantes que hacen tanto ruido en busca de la dominación. Sajudis
perece, al no estar alimentado ya por la inteligencia y la cultura. Los que han
trepado por la escala jerárquica únicamente gracias a la ideología —esta vez
anticomunista—, resultan ser tan tenebrosos y crueles como los bolcheviques

111 Tiempos Nuevos. Na 46, 1990.


112 Inprecor. Nº 304, 1990, pp. 16-17.
113 Vladimir I. Lenin: Tomo 32, pp. 381-387; 293-300 y 190-199.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

de la posguerra.”114
207

Una última advertencia. Algunos hallaron una “explicación” al


desencadenamiento de las ideologías nacionalistas en la Unión Soviética: todo
esto es debido a decenas de años de opresión nacional por el “stalinismo”.
Esta tesis no se mantiene en pie.
La guerra civil en la Unión Soviética terminó en 1921. En las repúblicas no
rusas, la resistencia de los feudales y de los burgueses fue particularmente
feroz. Apoyándose en una larga tradición de dominación, estas clases estaban
sedientas de venganza y convencidas de que pronto verían la restauración.
Stalin y los bolcheviques movilizaron a las masas más oprimidas para el
combate contra la reacción. Algunas exageraciones izquierdistas no pueden,
de ninguna manera, eclipsar el carácter revolucionario y justo de estas luchas.
En 1941, la influencia de los reaccionarios nacionalistas entre las masas se
había reducido bastante. Cuando Hitler agredió a la Unión Soviética, basó su
política en un presunto descontento de las “nacionalidades oprimidas”. Un
folleto nazi, publicado en 1943, se titulaba: Por el derecho de sus pueblos: las
unidades de voluntarios del Este son la encamación de más de 160 pueblos
que el bolchevismo ha incorporado a la fuerza en la URSS.” Sus explicaciones
son las siguientes: “El pueblo ucraniano es, por su mismo carácter, contrario
a las frías teorías de los soviets, opuestas a su naturaleza.” "Durante largos
años, el pueblo de Azerbaidjan ha hecho una sangrienta guerra contra el
bolchevismo. Tuvo que ceder ante el terror.” “Los armenios siempre han
tenido mártires religiosos. He aquí por qué es natural ver en ellos a los
enemigos declarados del bolchevismo.’’ 115 Pero contrariamente a lo que
esperaban los nazis, las nacionalidades "oprimidas” no se unieron en absoluto
a los fascistas. Si hubieran estado tan "aterrorizadas” por Stalin, ¿qué les
hubiera impedido colaborar en masa con Hitler? En Bélgica, igual que en
Francia, la gran mayoría de la población aceptó el "hecho consumado” de la
ocupación. En todas las repúblicas de la Unión Soviética, en cambio, la
resistencia fue feroz: las masas trabajadoras sabían que debían su liberación
al socialismo, al Partido Bolchevique y a Stalin Y la guerra antifascista común
selló, aún en mayor medida, la unidad de los pueblos de la URSS. Hicieron falta
más de 35 años de podredumbre revisionista para apagar completamente los
ideales socialistas en el seno de las estructuras soviéticas, y para que las
corrientes nacionalistas reaccionarias pudieran, progresivamente,

114 Tiempos Nuevos. Nº 42, 1990, pp. 10-11.


115 Signal. Nº 24, 1943, Número especial del Este, pp. 12-13.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

recuperarse.
208

Los movimientos de masas reaccionarios

La legalización de hecho de los partidos burgueses impulsó la aparición de


corrientes reaccionarias de masas, expresadas por medio de manifestaciones,
mítines y huelgas.
Con la fraseología “de izquierdas” que se le conoce, el trotskista Mandel le
hizo el panegírico a este “despertar de las masas”. Declaró a la prensa
soviética: “El despertar de la actividad autónoma de las masas, de su
intervención creciente en la vida política, ha sido estimulada de forma
incontestable por la glasnost y esto, una vez más, es muy positivo. (...) El
régimen burocrático no podrá ser eliminado más que por una revolución
desde abajo, por una acción resuelta de decenas y decenas de millones de
ciudadanos soviéticos, ante todo de trabajadores.”116
Sin embargo, en medio del desconcierto político que reina, una parte
notable de las masas y una fracción importante de la clase obrera sigue a
demagogos populistas del género Eltsin, quienes luchan obstinadamente por
la introducción del capitalismo integral. Para ser realmente autónomo, es
decir, perseguir sus intereses históricos de clase, y romper totalmente con la
burguesía, el movimiento obrero debe adoptar una política marxista-leninista.
La actividad “autónoma” de las masas, que excita tanto al señor Mandel, por
más que se ligue a problemas reales, no deja de estar dirigida por la
contrarrevolución burguesa.
Al igual que la extrema derecha y las organizaciones fascistas, el grupo
Mandel apoyó a las fuerzas de la restauración alabando sus méritos en el
combate “contra el régimen burocrático” y “contra el stalinismo”. Sin
embargo, todo militante de izquierda que quiera informarse comprende,
fácilmente, la verdadera naturaleza de todos estos freedom fighters
(luchadores por la libertad).
El 15 de junio de 1990 tuvo lugar una manifestación de casi todas las
formaciones que, en estos últimos años, recibieron el apoyo entusiasta de los
trotskistas. Según Novedades de Moscú, “era la más importante manifestación
antigubernamental y anticomunista de estos últimos años, organizada por el
Bloque Rusia Democrática, la Asociación de Electores de Moscú, el Memorial,
la Plataforma Democrática del PCUS, la Unión Escudo y otros. Las pancartas:

116 Tiempos Nuevos. Nº 38, 1990, p. 42.


Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

‘¡El PCUS, al basurero de la historia!’, ‘¡Compatriotas, curemos a Rusia del


bolchevismo!’, ‘¡PCUS, devuélvenos las imprentas!’, eran acompañadas con
los gritos: ‘¡Abajo el PCUS!’ Los organizadores afirmaron haber reunido a
400.000 personas. (...) Viacheslav Golikov, miembro del comité de huelga de
los mineros del Kuzbass, agradeció a los moscovitas por su apoyo: ‘...El
gobierno soviético debe dimitir. Si no, los mineros iniciarán una huelga política
permanente.’ El mitin expresó su solidaridad hacia los mineros en huelga y los
pocos oradores que los representaban fueron dispensados con las más
estruendosas ovaciones.”117
Decenas de clubes, grupos y partidos que se las daban de obreros, se
reunieron del 30 de abril al 2 de mayo de 1990 en Novokuznetsk para fundar
la Confederación del Trabajo. Participaron 334 delegados de las principales
regiones industriales de Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Kazakstan, Azerbaidjan,
así como uniones obreras de Letonia y Lituania. Este “movimiento obrero
independiente”, aplaudido por Mandel, hizo votos por el desarrollo del
capitalismo... “El Congreso se ha pronunciado francamente por el desarrollo
en el país de relaciones de mercado, precisando que la transición al mercado
debía realizarse a medida que fueran creados mecanismos de protección
social de los trabajadores.”118
En el sondeo efectuado entre más de 500 delegados al Primer Congreso de
los mineros de la URSS, celebrado en junio de 1990 en Donetsk, arrojó el
resultado siguiente: ¡Un 89% de los interrogados se pronunciaron por una
economía de tipo capitalista! A la pregunta: "¿Por qué forma de economía
lucha usted?”, un 4% prefería una economía planificada. Un 55% contestó: por
una economía de mercado controlada, pero con una protección social para los
trabajadores. Un 34% quería el libre mercado sin más nada. Un 53% opinó que
era preciso implantar la propiedad privada de las empresas tan ampliamente
como fuera posible, un 23%, “excepcionalmente”.119
Desde la publicación del libro de Philip Agee, Diario de un agente de la CIA,
se sabe que en todos los países, una de las tareas prioritarias de la CIA es
influenciar en los sindicatos obreros. El movimiento "obrero” reaccionario,
controlado por la derecha, desempeñó un papel importante en la caída de
Allende en Chile y en la derrota de los sandinistas en Nicaragua. Si el polaco
reaccionario Pilsudski fue el padre de Solidaridad, la CIA era su madre.
210

117 Novedades de Moscú. 22 de junio de 1990, p. 6.


118 Novedades de Moscú. 13 de mayo de 1990, p. 5.
119 "Por la huelga y la propiedad privada”, sondeo. En: Novedades de Moscú 21. septiembre de 1990, pp.

6-7.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Occidente esperaba que ese mismo papel lo desempeñara el movimiento


obrero “independiente” en la URSS. “En el contexto del monopolio total del
Estado” —escribía un tal Leonid Gordon—, “los colectivos de trabajadores se
encuentran suficientemente poderosos para romper la resistencia que se
opone a las transformaciones democráticas, y esto sin recurrir a la violencia.
De ahí que el movimiento obrero puede representar uno de los factores más
importantes de aceleración de la perestroika. Hace apenas un año, los mineros
han seguido a Andrei Sajarov, interviniendo entre los primeros por la
derogación del artículo 6 de la Constitución de la URSS, acerca del papel
dirigente del partido. Actualmente, vuelven a ser los primeros en reclamar la
creación de un gobierno de coalición que goce de la confianza del pueblo.”120
En aquella época, en un artículo saludando las huelgas de los mineros, los
trotskistas mencionaban, en términos casi idénticos, la posición “de
vanguardia” adoptada por Sajarov, Eltsin, Afanasiev y Popov en favor de “un
pluripartidismo”, y de “la democratización”, y en contra del “artículo 6 de la
Constitución”.
La “revolución para eliminar la dictadura burocrática”, propugnada por
Mandel, coincide punto por punto con las tácticas elaboradas por Elena
Bonner, viuda de Sajarov. ¡Se comprenderá que no es por casualidad que
Mandel haya adulado a Sajarov, calificándolo de “progresista” y “radical de
izquierda”! He aquí cómo la viuda de Sajarov aclaraba la estrategia de la
“huelga general política”, tan grata para el jefe trotskista; por tanto es
comprensible que cuando Elena Bonner habló de “la izquierda”, designaba lo
que se llama, comúnmente entre nosotros, la derecha...
“Es imposible” —afirmaba la señora Sajarov, en un comentario sobre el
XXVIII Congreso del PCUS— “rehacer, remendar, reformar el partido. El país
está harto. (...) La izquierda ha aparecido en escena con un hecho culminante,
que fue el momento en que Boris Eltsin ha declarado que abandonaba el
partido. (...) El error principal de las fuerzas de izquierda es no haber llamado
al país a apoyar a los mineros. La presencia tácita de la izquierda en la sala la
colocaba del mismo lado que la derecha. Parecía que tenían el mismo temor
hacia el pueblo. Temor a la rebelión, al desorden. Pero la huelga política no es
una rebelión, es la única posibilidad que tiene el pueblo para manifestar su
voluntad. Las huelgas y las manifestaciones masivas en las calles de los países
europeos del Este lo han demostrado. (...)
211

120 Leonid Gordon: “El papel político del movimiento obrero”. En: Novedades de Moscú. 2 de
septiembre de 1990, pp. 6-7.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Los cargos electos del pueblo deben comprender ellos mismos y saber
explicar al pueblo que es posible avanzar sin tumultos y sin derramamiento de
sangre, pero para ello, el país debe desembarazarle del partido-monopolio,
del partido-poder. (...) El partido o sus lideres son responsables de que
hayamos llegado a esta situación después de 70 años. Lo más importante es
que el partido se ha convertido en un obstáculo psicológico. Los bienes del
partido deben m c i nacionalizados y el PCUS debe ser disuelto por decreto,
no del partido, sino de los diputados del pueblo de la URSS. Pero en su
composición actual, estos son incapaces de tomar tal decisión. (...) lince falta
un movimiento a favor de anticipar las elecciones a diputados del pueblo de
la URSS. Y la huelga política general es el único medio para hacer nacer este
movimiento. Andrei Sajarov la consideraba ya indispensable en diciembre. El
tiempo ha probado que tenía razón.” 121
Mandel, este alquimista de fórmulas rimbombantes que sirven para
encubrir los mil ingredientes de la política norteamericana, puede aprender
de la viuda de Sajarov lo que quiere decir hablar claro.

La crisis política y económica general

Los vestigios de las estructuras socialistas se desmoronaron, los últimos


valores socialistas se evaporaron, las fuerzas capitalistas se abrieron camino a
través de los restos caóticos de una economía planificada hundida, a través de
la jungla de una criminalidad espantosa en la que abundaron bandidos,
mafiosos y “capitalistas informales”.

Los elementos de la crisis

La crisis económica se agravó mes por mes. Cuando llegó al poder,


Gorbachov denunció en términos virulentos el estancamiento económico bajo
Brezhnev. El crecimiento de la renta nacional, que era del 6,5% en el período
1961-1965 y de 7,7% entre 1965-1970, se redujo al 3,0% durante los últimos
años de Brezhnev (1981-1983). De la misma manera, la productividad del
trabajo cayó del 3,4% y 3,2% en los dos primeros períodos de Brezhnev a 1,4%

121 Novedades de Moscú. Nº 30 (2289), 29 de julio de 1990.


Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

en 1981-1982. 122 Es intolerable, repetía Gorbachov, no podemos seguir


viviendo como hasta ahora. Y juró que las condiciones de vida mejorarían de
forma notable entre 1985 y 1990. Pero a fines de 1990, el propio primer
ministro Rizhkov se vio obligado a otorgar un certificado de incompetencia a
su jefe: “Hemos sufrido una reducción sin precedentes de la productividad. En
1990, con relación al año anterior, la renta nacional producida ha disminuido
en un 4% y la productividad del trabajo en un 3%.” 123 Rizhkov afirmó que el
ritmo de crecimiento se mantuvo relativamente estable entre 1986-1988 y
que el hundimiento de 1989-1990 lo provocó la improvisación y la
incompetencia de los restauradores impacientes. Como causa principal del
“desastre” que amenazaba a la economía, citó “el paso a gran escala, pero no
estudiado en todos los detalles, a nuevos principios de gestión”.124
212

En la actualidad, las gentes sienten nostalgia por los tiempos de Brezhnev...


“Entonces todavía alcanzábamos a sobrevivir, lo que ya no es el caso con la
perestroika” —se oye decir cada vez más a menudo—. “¿Qué puedo decir,
suspira una anciana ucraniana. No hay leche, tenemos 500 gramos de harina
al mes, tenemos derecho a tres cajas de cerillas, pero imposible comprarlas.
Cobro una pensión de 76 rublos. ¿Qué puede comprarse con este dinero? El
hambre la conocemos permanentemente.”125
Dado que Gorbachov había decidido pasar a la economía de mercado y a la
empresa privada, todo el mundo saboteaba el sistema planificado, y se ponía
cada cual a robar y a desfalcar, para hacerse de un capital y no faltar a la gran
cita de los nuevos empresarios. Esta era la consigna de los fanáticos de la
perestroika. Los capitalistas informales y burócratas especulaban con la falta
de productos de primera necesidad, y subían los precios. Acumulaban fondos
que les servirían para las próximas privatizaciones.
La producción industrial descendió en 1990 en un 0,8% y la de 1991 tuvo
una disminución aproximada de un 1,5%. El 19 de diciembre de 1990 Rizhkov
dio una cifra que mostraba claramente la destrucción provocada por la
perestroika: “Hasta ahora, las empresas del país no han cumplido más que en
un 60% de los contratos de suministro de productos. Esta cifra traduce una
destrucción grave de los nexos económicos.” 126 De 1988 a 1991, la producción

122
Barbara Dietz: Zukunftspcrspectiven der Sowjetunion. Verlag Beck, München, 1984, pp. 19 y 25.
123
Rizhkov: “Intervención en el IV Congreso de los diputados del pueblo”, 19 de diciembre de 1990.
Pravda. 20 de diciembre de 1990, Doc. Nº 39 - VOSD1- 901220DR31, pp. 6-8.
124 Ibidem.
125 Tiempos Nuevos. Nº 44, 1990, p. 30.
126 Rizhkov: “Intervención en el IV Congreso de los diputados del pueblo”. Ed. cit
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

de petróleo disminuyó en un 10%. El déficit presupuestario: de 60.000


millones de rublos en 1990, se acrecentó para alcanzar los 250.000 millones
de rublos. “Esto conduciría al hundimiento completo del mercado de los
productos de consumo y a una inflación galopante”, decía Valentin Pavlov, el
ministro de Finanzas. 127
213

El factor principal de la crisis política fue la desintegración de la Unión


Soviética en 15 repúblicas “independientes”. Rusia, Ucrania, Bielorrusia,
Moldavia, Armenia, Azerbaidjan, Kirguiziay Kazakstan decretaron su soberanía
estatal, a la que le tienen apego por encima de todo. Dieron la prioridad a la
soberanía y no al nuevo Tratado de la Unión, propuesto por Gorbachov. En
cuanto a Lituania, Estonia, Letonia y Georgia, declararon de antemano que no
firmaban este tratado.128
Pero cada una de las 15 repúblicas “soberanas” se desintegraron, a su vez,
bajo la presión de sus propios movimientos “independentistas”. ¡Eltsin, el
presidente de la Federación de Rusia, propuso firmar un “tratado federativo”
con las 16 repúblicas autónomas que constituyen la Federación, con las 5
regiones autónomas y los 10 distritos autónomos que cuenta Rusia y que, casi
todos proclamaron su autonomía real, o directamente su independencia! 129
Los “demócratas” de Georgia “independiente” abolieron la región autónoma
de Osetia del Sur. Con lo que los osetios se prepararon pura la sublevación. En
Ucrania, la tensión se mantuvo entre el este y el oeste, más orientado hacia la
extrema derecha, al igual que entre los ucranianos y los rusos, que constituyen
el 21% de la población.
Gorbachov parecía superado por los acontecimientos, y los poderes casi
ilimitados que se atribuía no cambiarían en nada su notoria impotencia. A
principios de 1991, los fascistas que presidian, entre bastidores, los destinos
de Lituania, ampliaron hábilmente sus provocaciones. ¡Gorbachov replicó
lamentándose por “la incomprensión e, incluso, el rechazo en entender la
política del presidente”! 130 Por vigésima vez, se le oyó denunciar “actos
ilegales, la violación, incluso, de la Constitución, los ataques a los derechos
civiles, la discriminación de la gente de otras nacionalidades, el
comportamiento irresponsable hacia el ejército”. Después, como pura

127
“El Kremlin advierte de un déficit masivo". En: The Wall Street Journal. 21 de noviembre de 1990.
128
Novedades de Moscú. 25 de noviembre de 1990, p. 5; “Gorbachov roept op lot..”. En: De Standaard.
13 de diciembre de 1990.
129 “El Tratado de la Unión...". En: Le Figaro. 12 de diciembre de 1990.
130 Mijail Gorbachov: “Declaración del presidente”. Pravda. 23 de enero de 1991. Doc. Nº 1 - VOSD1-

910123DR30, pp. 1-2.


Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

anunciar que perseveraría en la inconsciencia y la capitulación, criticaba las


“acciones arbitrarias por parte de las tropas” y exclamaba: “Ni la política
interior, ni la política exterior han cambiado”.131
Cada victoria de los nacionalistas de derechas en una república
intensificaba las vociferaciones independentistas en las otras. Gorbachov
agitaba el espantajo de la guerra y de la catástrofe. “No podemos dividirnos.
Si empezamos a dividimos, será la guerra. Una guerra terrible, conflictos
armados. No podemos repartir el ejército, el arma nuclear. En general, esto
puede desembocar en una catástrofe no solamente para nuestro país, sino
también para el mundo entero.”132 Pero en su nuevo Tratado de la Unión, para
subrayar la ruptura con la Unión Soviética de Lenin y de Stalin, Gorbachov
inscribió, como primer principio: “Cada república firmante del tratado es un
Estado soberano y tiene toda la plenitud del poder del Estado sobre su
territorio.”133 Incluso, si Gorbachov conseguía que se aceptara su tratado por
referéndum, la escalada de la agitación separatista y fascista continuaría.
214

La crisis económica y política general destruyó la confianza de la población,


prácticamente, en todas las estructuras políticas del país. El equipo de
Gorbachov, que fue el que desató todas las fuerzas antisocialistas, constató
“el fracaso de la perestroika”.134 “La perestroika, en 1985, tenía como objetivo
renovar el socialismo, superar sus deformaciones” —declaró el primer
ministro Rizhkov—. “Pero no ha podido cumplir sus promesas por la influencia
de las fuerzas destructivas que, es evidente hov, buscan cambiar el mismo
carácter de nuestro sistema socialista.” 135 Rizhkov, quien sabía que era ya un
político acabado, habló con toda franqueza ante los diputados “La perestroika
ha destruido numerosas estructuras antiguas del Estado y del partido. Sin
embargo, no se ha creado nada eficaz en su lugar. Esto ha repercutido
inmediatamente en la economía, donde ahora no hay ni plan, ni mercado. (...)
Basta con solo un paso en falso —privar a la sociedad de tales o cuales
garantías sociales—, para que esto provoque una explosión social. El gobierno
no podía dejar de tenerlo en cuenta, razón por la cual se le acusa hasta ahora
de conservadurismo.”136

131
Ibidem.
132
Mijail Gorbachov: "Alocución del 28 de noviembre de 1991". Izvestia. 1ro de diciembre de 1990, Doc.
Nº 35 - VOK11-901203DR30, p. 10.
133 "Tratado de la Unión - Proyecto”. Pravda. 24 de noviembre de 1990, Doc. Nº 32 - VOSD1-

901126DR31, p. 1.
134 Rizhkov: "Intervención en el IV Congreso de los diputados del pueblo”. Ob. iit., pp. 5 y 4.
135 “Bajo la amenaza del estado de urgencia”. En: Le Figaro. 20 de diciembre de 1990.
136 Novedades de Moscú. Nº 45 (2304), 11 de noviembre de 1990. p. 7.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Si en diciembre de 1989, Gorbachov tenía toda la confianza del 52% de los


soviéticos, 10 meses más tarde, esta cifra descendió hasta el 21%. 137
Pero la oposición de derechas en contra de Gorbachov, los Eltsin, Popov,
Sobchak y Afanasiev y otros, a pesar de su victoria impresionante en las
últimas elecciones a los soviets, no poseían una influencia organizada y estable
entre las masas. Las disputas entre las diferentes sectas y clanes de
“demócratas”, sus salidas demagógicas empezaron a cansar a la gente. Un
diario próximo a estos derechistas publicó las observaciones de un hombre
desengañado: “Tengo la impresión que el único resultado de las elecciones es
que hemos sustituido cabrones por idiotas.”
215

Los soviéticos estaban hartos de los burócratas y de sus privilegios de los


tiempos de Brezhnev, los "demócratas” se eligieron gracias a mil promesas
demagógicas y otras tantas frases populistas. Pero la población, sacada de sus
casillas, no digirió las promesas no cumplidas. Un diputado “demócrata”, Oleg
Poptsov, señaló algunas constataciones pertinentes: “La prueba del poder
local, el más próximo de las necesidades prácticas y de los problemas de los
ciudadanos, se ha convertido en lo más difícil para los demócratas. (...) Los
demócratas son vulnerables en materia de ejecutivo. Esto proviene de que
han hecho del aparato un blanco político hacia el que se apunta
constantemente. Lo han desestabilizado, lo han hecho retroceder. Pero la
maldición se ha vuelto contra el nuevo aparato que tanto les cuesta a los
demócratas, constituir.” Una parte de la opinión pública se desvió tanto de
Eltsin mino de Gorbachov y empezó a especular acerca de la llegada de una
tercera fuerza: el ejército o la sublevación popular. “La idea de la tercera
fuerza es sintomática" —continúa Poptsov— “Confirma el vacío en la arena
política, como la voluntad de seguir presa de los excesos La sociedad cansada,
indigente, está al borde de la desesperación.”138
Una ola de delincuencia se abate sobre el país: Se mata, se viola, atropella.
“Según los sondeos, lo que más preocupa a la gente, es la ausencia de orden.
¿Significa esto que quien lo garantice gozará de la confianza de la sociedad?”,
se pregunta un famoso sociólogo soviético.139

137 “Bajo la amenaza del estado de urgencia”. En: Le Figaro. 20 de diciembre de 1990.
138 Novedades de Moscú. Nº 40, 1990, p. 6.
139 Novedades de Moscú. Nº 21, 1990, p. 9.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

La burguesía liberal y prooccidental

¿Qué vía tomaba la Unión Soviética? En un país en desintegración, en el


que el partido dirigente se dislocó, en el que la crisis arrasó todos los campos
de la vida económica y social, las fuerzas políticas sufrieron grandes
mutaciones (durante cierto tiempo, Gorbachov juraban querer mantener el
papel dirigente del PCUS...), las alianzas políticas se hacían y se deshacían a
una marcha acelerada (en 1988, Gorbachov era muy popular en Lituania...).
Sin embargo, podemos distinguir cuatro grandes orientaciones políticas.
216

Primero hay una orientación política que se dibuja bastante nítidamente y


que se puede llamar la línea de la burguesía liberal y prooccidental. Sus
protagonistas son los derechistas del tipo Eltsin, Popov, Sobchak, Afanasiev,
Shmelev, Bogomolov y Yakovlev, que otros llaman los “reformadores
radicales”, los “progresistas” o también los “radicales de izquierda”. Se alinean
con las posiciones de los nacionalistas burgueses de las repúblicas no rusas.
Todos fueron partidarios de la introducción, a marchas forzadas, de la
propiedad privada de los medios de producción, de un programa radical de
privatizaciones. Además, creyeron que la independencia completa de las
diferentes repúblicas constituía el único medio eficaz para consolidar a la
burguesía liberal en todo el territorio de la Unión Soviética. Todos fueron muy
lejos en la política de acercamiento al imperialismo: sus deseos iban desde la
integración en el mercado común hasta la introducción masiva de capitales
extranjeros. Pero si Eltsin y Yakovlev propugnaban en un principio un
“mercado común” entre las 15 repúblicas “independientes”, sobre el modelo
de la Comunidad Europea, no es evidente que los dirigentes de las tres
repúblicas Bálticas y de Georgia se conformaran con menos que una
independencia total y una asociación con la Europa occidental
Se recordará que los trotskistas del grupo Mandel apoyaron a todos los
protagonistas de esta orientación liberal-burguesa y prooccidental: los Eltsin,
Afanasiev y Bogomolov, asi como a los nacionalista-fascistas de Lituania, de
Letonia, de Estonia y de Ucrania.
Se emprendieron esfuerzos para reunir a todas esas fuerzas liberales en un
“Fórum Democrático”. El Partido Demócrata de Rusia, el Partido Republicano
(la antigua Plataforma Democrática de Eltsin en el seno del PCUS) y el Partido
Socialdemócrata tomarían parte en él, así como los grandes tenores
democráticos “independientes”: Eltsin, Popov, Sobchak y los otros. La
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

participación de las tres repúblicas Bálticas parecía un hecho. “Yuri Afanasiev,


con este propósito, acaba de discutir varias cuestiones en las repúblicas
Bálticas. Han tenido lugar negociaciones preliminares con Ucrania Los
representantes de Kazakstán han declarado, ellos también, su deseo de
participar en el fórum.”140
Eltsin, por otra parte, retomó para Rusia la demagogia naciona lista que
cohesionaría a las fuerzas reaccionarias en las repúblicas no rusas, para
adelantarse al Tratado de la Unión, gracias al cual Gorbachov quería evitar la
desintegración. Eltsin publicó, en noviembre de 1990, la nueva Constitución
de la República Federativa de Rusia. La palabra socialista fue tachada, el
derecho a la propiedad privada de los medios de producción figuró en ella;
Rusia controlará los recursos naturales sobre su territorio y será responsable
de sus fuerzas armadas y de su política exterior, dos campos que Gorbachov
reservaba a la Unión.141 En diciembre, Eltsin firmó, como presidente de Rusia,
un tratado con Ucrania, considerada como un Estado soberano. Siguieron
tratados similares con Armenia, Azerbaidjan, Bielorrusia. Así, Eltsin se esforzó
por realizar su ideal de una nueva comunidad entre estados soberanos, a
imagen y semejanza de la Comunidad Europea.142
217

Todos estos liberales tenían muy estrechos lazos con el imperialismo


norteamericano y europeo, que actuaban, en cambio, con mucha discreción,
por ser el desmantelamiento de las estructuras socialistas en la URSS un
asunto deli cado y complicado. Durante la cumbre de los 34 países, en
noviembre de 1990 en París, Gorbachov «parecía como un hombre
ampliamente sobrepasado por la marejada de las fuerzas de derecha en la
URSS. “Por primera vez” —observaba The Guardian—, “los dirigentes
occidentales tenían dudas: ¿Era aún Gorbachov el hombre con quien se podía
tratar eficazmente?”143 Jack Matlock, embajador norteamericano en Moscú,
mantenía relaciones regulares con Eltsin. “No podemos permitimos
despreciar las otras fuerzas políticas", afirmó un responsable de Asuntos
Extranjeros.144 Gerald Frost, director del Institute for European Defense and
Strategic Studies, próximo a la señora Thatcher, pudo permitirse hablar con
más claridad: “La estructura dominante [en la URSS] es la de la máquina del
Estado en pie —el gobierno, la burocracia, el KGB y los sindicatos oficiales—

140 Novedades de Moscú. Nº 41 (2300), 14 de octubre de 1990.


141 "Gorbachov ofrece unidad...”. En: The Wall Street Journal. 26 de noviembre de 1990.
142 Newsweek. 3 de diciembre de 1990, p. 24.
143 "Asociación en peligro". En: The Guardian. 29 de diciembre de 1990.
144 “Washington begint tegenspelers..." En: De Standaard. 27 de noviembre de 1990.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

La segunda estructura, claro está, la más débil, comprende las repúblicas, los
nuevos partidos políticos y los nuevos sindicatos independientes. Si Occidente
no quiere prolongar la muerte de la primera estructura, entonces, los
ministros de la Comunidad Europea deberían orientar su atención hacia la
nueva estructura de poder."145
De esta manera, la fracción más agresiva del mundo imperialista aceptó los
riesgos ligados a la desintegración violenta de la Unión Soviética. La
balcanización de África y del mundo árabe aseguró las condiciones óptimas
para la dominación imperialista. Los espíritus más imaginativos de Occidente
empezaron a soñar, más allá de la restauración del capitalismo en la URSS, con
su sometimiento económico y político. Gorbachov no estaba equivocado al
denunciar a los que hacían “reverencias ante el extranjero para invitarle a
resolver nuestros problemas.”146
218

Los paladines de la economía mixta y del poder central fuerte

La segunda línea política que predominaba en esos momentos, era la de un


capitalismo mixto en una Unión mantenida entre las 15 repúblicas y colocada
bajo una autoridad central fuerte, capaz de dominar los procesos complejos
que acompañaban el paso del socialismo al capitalismo.
Esta línea se encamaba en la alianza Gorbachov-Brezhnev.
Al estar la orientación hacia el mercado y la empresa privada firmemente
establecida, un acercamiento entre el grupo de Gorbachov y la vieja
burocracia brezhneviana se hacía posible. Los dos temían que el estallido de
la Unión en 15 repúblicas “independientes” y el desmoronamiento de las
estructuras políticas con el advenimiento de múltiples partidos burgueses,
poco sólidos, precipitarían a la Unión Soviética en un ciclo infernal de guerras
civiles reaccionarias y de insurrecciones populares. Con este propósito, se
tomaron dos medidas fundamentales por parte del Soviet Supremo, a finales
de diciembre de 1990.
Se adoptó un nuevo Tratado de la Unión. Cada república se convertía en un
“Estado soberano” que desarrollaría su economía sobre las bases del mercado
y de las relaciones capitalistas, quedaba liquidada, en lo esencial, la
planificación central de la economía. El mercado cimentaría la Unión, como es
el caso de la Comunidad Europea. Gorbachov juzgaba el mantenimiento de la

145 "Ayuda alimentaria a Moscú". En; The Wall Street Journal Europe. 7-8 de Siembre de 1990.
146 Mijail Gorbachov. “Declaración”. Pravda. 23 de enero de 1991, p. 3.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Unión como esencial para el surgimiento de empresas capitalistas vigorosas.


“Hace falta” —decía— “conseguir que las empresas puedan dinamizar sus
actividades y acrecentar su rendimiento, utilizando para ello las posibilidades
del inmenso mercado [de la Unión]”. 147
Era preciso una mayoría de tres cuartas partes de los votos, para que una
república tomara la opción de abandonar la Unión, opción que debía ser
confirmada por un segundo referéndum, cinco años más tarde. Un consejo de
la Federación agrupaba a los presidentes de las 15 repúblicas y determinaba
las “Grandes Opciones” de la política interior y exterior. Pero la autoridad
sobre toda la Unión estaba esencialmente concentrada en las manos del
Presidente, que poseía el poder administrativo y ejecutivo supremo. 148
219

Segundo, la Unión Soviética fue dotada de un régimen presidencial en el


que el Consejo de Ministros dependía de Gorbachov, quien, además, dirigía el
Consejo de la Federación y el Consejo de Seguridad. Esta creación de un poder
presidencial fuerte, a imagen y semejanza del régimen norteamericano,
respondía a cuatro preocupaciones diferentes.
En primer lugar, solo un poder presidencial fuerte podía vencer las
resistencias contra la introducción del mercado capitalista. Esta idea se
encontraba en bastantes comentarios. “La sociedad soviética, educada
durante más de 60 años en la negación de la propiedad privada, solo acepta a
regañadientes su idea. La resistencia de las estructuras anquilosadas a la
privatización será importante, sobre todo en provincias. Para acabar con ella,
será necesario acudir al poder presidencial.”149
Además, un poder presidencial fuerte era necesario para imponer límites a
las 15 repúblicas “soberanas” y evitar la desintegración. Se Ilutaba de poner
fin a la guerra de las leyes en la que las decisiones de la Unión constantemente
contradecían las de las repúblicas.
Tercero, el régimen presidencial estaba, a los ojos de sus partidarios, mejor
preparado para mantener el orden, poner fin a la violencia política, sobre todo
interétnica, y a los ataques contra las estructuras del Estado, combatir la
criminalidad, luchar contra la mafia económica. Cincuenta y tres dirigentes
militares, económicos y políticos, entre ellos el jefe del estado mayor del
ejército, Mijail Moiseiev, divulgaron un llamamiento el 19 de diciembre de

147 Mijail Gorbachov: “Alocución en el Comité Central del PCUS", 10 de diciembre de 1990. Pravda. 11

de diciembre de 1990, Doc. Nº 37 - VOKP1901211DR30, p. 7.


148 Rafik Nishanov: “Informe al IV Congreso de los diputados del pueblo". 19 de diciembre de 1990, Doc.

Nº 4I-VOSD1-901220DR32, p. 12.
149 Boletín Agencia Novosti. 9 de octubre de 1990, p. 2.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

1990, en el que se I lela: “Estamos amenazados por una dictadura desastrosa


de gente que no tiene ningún escrúpulo en cuanto a su deseo de poseer el I
territorio, los recursos, la riqueza intelectual y la fuerza de trabajo del país
llamado Unión Soviética. Les sugerimos tomar medidas inmediatamente
contra el separatismo, contra las actividades subversivas que apuntan al
Estado, contra la instigación a la violencia interétnica: utilicen la ley y los
poderes que les han sido conferidos.” 150
Finalmente, con un régimen presidencial fuerte se podría mantener la
cohesión del Partido Comunista y evitar su desintegración lapo los golpes de
los movimientos y de los partidos anticomunistas. Vladimir Krioutchkov, jefe
del KGB, emitió, ante las cámaras, un llamamiento para combatir la ola
anticomunista; se refirió, entonces, a los servicios secretos extranjeros que
llevaban a cabo una guerra secreta contra el Estado soviético y alentaban a las
corrientes radicales. 151 Si el Partido Comunista se desmoronaba, la
desintegración del país y las guerras civiles serian inevitables.
220

La instauración de un régimen presidencial fuerte suscitó reacciones


diversas, pero una mayoría muy amplia y variada del Soviet Supremo apoyó
este cambio fundamental del régimen político. El grupo Soyuz, que combatía
a Gorbachov por su gestión económica desastrosa y sus distanciamientos en
relación con el socialismo (sin duda entendido en su forma brczhneviana),
aprobó las medidas propuestas, de igual modo lo hizo Gavriil Popov, el
entonces alcalde de Moscú, un liberal cercano a Eltsin.152 Además, se podía
observar que la cuestión del poder fuerte dividía a los liberales
prooccidentales, estimando algunos que una restauración capitalista integral
en la base, siempre necesitaría de un impulso enérgico desde arriba. Shatalin,
economista próximo a Eltsin, declaró: apoyo “una gestión fuerte, incluso
severa, que sea capaz de reforzar el poder ejecutivo, de crear condiciones
favorables para la puesta en funcionamiento de un mercado unido a escala de
toda la Unión Soviética”.153
Finalmente, hubo 305 votos a favor del poder presidencial fuerte y 36
“demócratas radicales” votaron en contra. Estos últimos dejaron oír algunas
protestas contra la dictadura. Shevardnadze, que era, con Yakovlev, el más
derechista del equipo de Gorbachov, dimitió el 20 de diciembre de 1990,
exclamando: “Los demócratas han huido, los reformadores se esconden, la

150 "Diálogo entre iguales...". En: The Guardian. 20 de diciembre de 1990.


151 “El KGB en primera línea". En: Le Monde. 14 de diciembre de 1990.
152 “Gorbachov llama a...”. En: The Wall Street Journal 18 de diciembre de 1990.
153 Le Fígaro. 29 de diciembre de 1990.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

dictadura se acerca, pero nadie sabe cuál será esta dictadura y quién será el
dictador.” 154 Yun Afanasiev también veía que la Unión Soviética iba mal.
Durante los cinco años de perestroika, escribió, hemos seguido "dilapidando
nuestras reservas de oro y de diamantes”, hemos continuado el apoyo a
“regímenes políticos como los de Irak, Cuba, Angola”. A finales de diciembre,
los “conservadores y reaccionarios del aparato del partido, del KGB y del
complejo militar-industrial” se habían unido para afirmar que los nacionalistas
en Lituania, Letonia, Estonia y Georgia estaban ligados a la CIA. “Todo esto
confirma la oposición de estas fuerzas políticas a la aceleración en el paso a la
economía de mercado", afirmó' Afanasiev, en un artículo titulado: “Vamos
hacia la dictadura”. 155 Eltsin habló de la amenaza de un “autoritarismo sin
límites”, añadiendo: "Ni Stalin, ni Brezhnev tenían tales derechos y tales
poderes sobre una base legal.”156 Todos esos liberales, fervientes partidarios
de la dictadura de la burguesía, irrumpieron atacando contra la “dictadura”,
porque la privatización radical, la división de la Unión Soviética en repúblicas
“independientes” y su integración en la Europa capitalista se realizaban con
demasiada lentitud.
221

Pero, ¿qué hubo de la relación entre el régimen presidencial fuerte y la


dictadura? En primer lugar, todas las fuerzas que apoyaban la perestroika eran
partidarias del capitalismo y, por ende, de la dictadura de clase de los nuevos
burgueses. Pero en la mayoría de las repúblicas de la Unión Soviética, la
fracción más numerosa de la nueva burguesía local imponía su hegemonía a
las masas trabajadoras, recurriendo al nacionalismo de derecha y a la
ideología fascistoide; se proponía alcanzar una independencia total para
ejercer su dictadura, la cual podría tomar rápidamente un carácter muy
violento contra los obreros y las capas más humildes, así como contra las
minorías nacionales. En cambio, la fracción de la nueva burguesía que estaba
ligada a la gran industria, al ejército, al aparato del Estado central, estimaba
que solo la unión de las 15 repúblicas permitiría al capitalismo desarrollarse
con dinamismo y a la URSS convertirse en una gran potencia capitalista.
La cuestión era saber si la dictadura burguesa, en una Unión Soviética que
mantenía su unidad, podría ejercerse esencialmente por medios económicos
y políticos, como se hacía en los viejos países imperialistas, o si era necesario
recurrir a formas violentas y a la represión contra las fuerzas que suponían

154
Despacho AFP. 201133, 20 de diciembre de 1990.
155
Libération. 20 de diciembre de 1990.
156 “Bajo la amenaza...". En: Le Fígaro. 20 de diciembre de 1990. “Gorbachov amenaza...”. En:

International Herald Tribune. 20 de diciembre de 1990.


Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

una amenaza para el paso, con orden y unidad, del socialismo al capitalismo.
La hipótesis de que la Unión Soviética caminaba hacia un período dictadura
burguesa abierta y violenta, nos parecía lo más probable. En efecto, haciendo
saltar las últimas estructuras socialistas, los capitalistas emergentes, los
burócratas y los tecnócratas tomaban posesión de un número creciente de
medios de producción, que pertenecían al Estado. Algunos centenares de
miles de nuevos burgueses perseguían con codicia sus propios intereses
privados. La dispersión y el fraccionamiento de esta clase son sus
características principales. Sin embargo, una fracción importante de esta
nueva clase estaba ligada a la economía estatal y al aparato del Estado; hacía
su aparición en escena como gran burguesía ligada a lo que sería, después de
la instauración del mercado y de la autonomía de las empresas, el capitalismo
de Estado. En la situación dada de caos y de crisis generalizada, era muy
probable que la nueva burguesía, en toda su diversidad, no encontrara su
unidad más que bajo la protección de un régimen bonapartista.
222

El porvenir dirá si la Unión Soviética aún podrá convertirse en una potencia


capitalista independiente bajo la dirección de un Bonaparte, surgido de las
filas del partido. Ya en 1991 no se podía excluir la hipótesis de su división en
múltiples estados capitalistas dependientes, dirigidos por cualquier Quisling o
Jaber al-Sabah en beneficio del imperialismo alemán y norteamericano.
En su mayoría, nuestras multinacionales preferían, en cualquier caso, una
Unión Soviética que de manera ordenada, unida y bajo un poder fuerte, se
dirigiera hacia el capitalismo. Una desestabilización general y el estallido de
múltiples guerras civiles podrían tener consecuencias incalculables en un
mundo ya fuertemente desequilibrado. La presencia de miles de annas
nucleares, en una Unión Soviética desganada por guerras civiles, era, y es, otra
de las pesadillas. En un país con 70 años de estructuras socialistas a sus
espaldas, más valía haber evitado una precipitación aventurera hacia la
empresa privada. “El paso importante no es la privatización” —escribía el
director de la Asociación para la Unión Monetaria de Europa—, “sino la
aceptación de los derechos de propiedad privada. Solo la transformación del
sistema legal puede crear las condiciones previas para la iniciativa privada.
Podrían crearse nuevas empresas y desarrollarse nuevos empresarios, al
tiempo que las viejas empresas siguen perteneciendo al Estado. A fin de
cuentas, economías de mercado como Italia, Austria y España tienen
importantes sectores públicos, cuyas empresas operan con éxito en las
condiciones del mercado.” “Hace falta una privatización gradual y lenta de las
empresas que pertenecen al Estado.” “Lo que necesitamos, es una reforma
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

monetaria fundamental para eliminar los excedentes de dinero.”157


¿Será posible que para instaurar un poder central fuerte y reprimir las
tendencias a la desintegración y a la guerra civil, el ejército deberá tomar el
poder?
Algunos progresistas, horrorizados por el carácter abiertamente
restaurador de la política de Gorbachov, esperaban que pronto surgí rían, en
el seno del ejército y del KGB, fuerzas auténticamente marxista-leninistas que
confrontadas a la anarquía y al caos generalizado, tomaran el poder para
restablecer los principios socialistas
223

Entonces, el próximo régimen “musculoso” podría ser saludado como una


vuelta al socialismo. Estas esperanzas nos parecían ilusorias.
En primer lugar, era muy poco probable que el ejército solo lomara el poder
en sus manos: los conflictos políticos, a los que tuvo que hacer frente la Unión
Soviética, eran tan complejos que el recurso de una dictadura militar hubiera
incendiado todas las luchas y convertido a la URSS en una gran hoguera. Una
dictadura burguesa abierta en la URSS siempre deberá ligar la intervención
militar a la acción política. La alianza entre el ejército, el KGB y un partido
socialdemocratizado se imponía.
Además, la unidad sobre las cuestiones esenciales de la perestroika que se
manifestaba tanto en el Comité Central del PCUS como ni el Soviet Supremo,
indicaba que los jefes militares no tenían una opción política
fundamentalmente diferente de la que defendía Gorbachov.
Atacado por un periodista de Novedades de Moscú, el general-coronel
Boris Gromov replicaba: “Los generales, difamados por Nuikin, no están
menos interesados por la perestroika que él. Empleemos nuestros talentos,
incluidos los literarios, para la consolidación de todas las fuerzas con vistas al
desarrollo de los cambios en curso"158
El general-coronel I. Rodionov también defendió, de manera brillante, la
línea del capitalismo mixto en una Unión Soviética fuerte, contra la línea del
liberalismo a ultranza, del desmantelamiento de la Unión y de la integración
con Occidente. El General-Coronel fue partidario de la perestroika, del
mercado y de la introducción progresiva de la propiedad privada en lo
económico, y del pluralismo burgués en lo político. Por lo cual estaba en
contra de los "«stalinistas” que no transigían en cuanto a los principios

157 Stefan Collignon: "Para la Unión Soviética...”. En: International Herald Tribune. 27 de noviembre de
1990.
158 Novedades de Moscú. 14 de octubre de 1990, p. 6.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

marxista-leninistas. Pero el General-Coronel estimó que solo un partido fuerte


podía negociar el difícil paso hacia el mercado y el capitalismo. Por otro lado,
se opuso al “bolchevismo de derecha” practicado por los liberales que se
aprestaban a desencadenar la caza de los miembros del PCUS y a sumir al país
en interminables guerras civiles interétnicas. He aquí sus tesis:
“El pluripartidismo se ha vuelto una realidad. El país ha echado abajo
cadenas ideológicas y políticas, y busca vías de renacimiento. La
democratización no representa para los ‘demócratas’ un objetivo, sino un
medio en su lucha por el poder. Su número decrece, mientras que el PCUS
cambia ostensiblemente.
224

Este último constituye, pues, un peligro para algunos que temen que no se
consiga eliminarlo, que se convierta, ante los ojos del pueblo, en una auténtica
vanguardia política. De ahí la escalada de los ataques contra el PCUS, de las
exigencias de prohibirlo, de juzgarlo, etc. Se hace evidente que, incluso, la
amenaza de una guerra civil no parará a los demócratas en su lucha por el
poder. Es a la vez ridículo y amargo ver que, al tiempo que fustigan el enfoque
de clase, los demócratas lo adoptan a escondidas. Hace un año o dos, la prensa
‘democrática’ abundaba en investigaciones teóricas —la de S. Andreiev y de
otros— acerca de la formación en la URSS de una nueva clase: La
nomenklatura.
Ahora, se señala con el dedo al enemigo de clase. Elena Bonner lo dice
abiertamente: helos aquí, estos parásitos que cantan La Internacional. No
hace ninguna falta ser un genio para comprender que una vez en el poder,
nuestros demócratas realizarán en la práctica el enfoque de clase. No estarán
satisfechos más que cuando el PCUS haya sido disuelto y prohibido, y sus
bienes redistribuidos. Luchando por el poder en Lituania, Sajudis reivindicaba
la libertad de expresión y de prensa. Actualmente, los comunistas de Lituania
se ven obligados a imprimir su periódico fuera de la república. Tomemos la
lucha por la soberanía. Miremos cuán ardientemente los diputados
‘demócratas’ de Moldavia y de Lituania defienden el derecho de
autodeterminación nacional para los moldavos y los lituanos. Sin embargo, los
gagausos en Moldavia y los polacos en Lituania solo han tenido derecho al
desprecio, cuando han intentado obtener su autonomía nacional. ¿Por qué los
demócratas radicales propugnan una propiedad privada ilimitada? ¿Por qué
apoyan abiertamente a los separatistas de las repúblicas Bálticas? ¿A quién
beneficia todo esto? No solo los soviéticos, sino también los políticos
razonables de Occidente temen el desmembramiento de la Unión Soviética.
El proceso de democratización puede ser frenado no solo por los
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

conservadores, sino también por estos ‘demócratas’ de izquierda. La


democratización es un proceso intermedio. En automatismo, se dice que la
ausencia de (ampón en un sistema que lleva a cabo un giro tan brusco, es una
amenaza de alteración y de destrucción. Fuera del PCUS, de su centro, de sus
fuerzas sanas, no veo ninguna organización capaz de desempeñar el papel del
tampón. Es el PCUS el que, renovándose, debe parar tanto las iniciativas de
volver al stalinismo como las de utilizar el ‘neobolchevismo’ (huelgas. mítines,
huelgas de hambre, etc., pudiendo llegar hasta la guerra civil), para que
‘demócratas’ en absoluto democráticos, puedan acaparar el poder. Espero
que el pueblo comprenda que el comunismo ortodoxo que rechaza ‘transigir
sobre sus principios’ y el anticomunismo son igualmente peligrosos. En cuanto
a los comunistas, deberían saber que, incluso, comentaristas occidentales
califican la salida del PCUS, en las condiciones actuales, como deserción. El
llamamiento a la destrucción, a la prohibición, a la liquidación del PCUS,
fuerza-tampón, fuerza política de consolidación, no significa más que la
incitación del país a una guerra civil, a conflictos interétnicos.”159
Pero la alianza de las fuerzas capaces de mantener la cohesión de la Unión
Soviética bajo un poder fuerte, siguió siendo frágil. Su punto débil se llamó
Gorbachov y el PCUS. Desde 1985, Gorbachov en ningún momento defendió
posiciones políticas con firmeza y consúmela Ola tras ola, la derecha atacaba
y, en cada nueva etapa, Gorbachov era arrastrado cada vez más hacia la
derecha. Ante una agresividad redoblada de los nacionalistas y de los fascistas,
respaldados por los Eltsin, no era imposible que Gorbachov eligiera de nuevo
el retroceso. Lo que provocó, sin duda, el desmoronamiento del Partido
Comunista, así como el de la Unión Soviética.

¿El restablecimiento del régimen monárquico?

Es difícil pronunciarse sobre las probabilidades de la tercera línea política


que se perfilaba. Propugnando un liberalismo salvaje en lo económico, insistía
sobre todo en un poder fuerte de tipo aristocrático, apoyado en el
nacionalismo eslavo del tiempo de los zares.
Esta línea, muy minoritaria, podía tener su oportunidad en el momento en
que todo se viniera abajo, cuando la superpotencia soviética hubiera
naufragado con la desintegración efectiva de la Unión. La población rusa se

159 Rodionov: "¿Qué debe producirse?” En: Novedades de Moscú. 19 de agosto de 1990, p. 6.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

vería abocada a encerrarse en sí misma. Aguijoneados por una crisis cada vez
más espantosa, los rusos buscarían refugio en el nacionalismo agresivo y el
poder “musculoso” tipo zarista-renovado.
Las diferentes formaciones monárquicas constituían las fuerzas choque de
la reacción zarista. Tenían un estandarte con Soljenitzyn, ese adorador del zar
Nicolás II, que se hizo un nombre como escritor antistalinista, para ser
propulsado después, por gracia de la CIA, hacia las cumbres de la gloria
artística. Pero tenían, sobre todo, una base potencial de expansión con las
conquistas espirituales sucesivas de la Iglesia Ortodoxa.
226

Cuando las batallas entre partidarios del capitalismo salvaje y defensores


del capitalismo mixto se hubieran agotado y debilitado ambos campos, un
gran número de desengañados podría pasarse al lado de los monárquicos.
Este movimiento ya se anunciaba en la mente de algunos dirigentes
"demócratas radicales”. Anatoli Sobchak declaraba: “He integrado el
verdadero valor de la vida privada y de la libertad individual. El último
emperador de Rusia tenía precisamente como deseo principal, insatisfecho,
enfrentándose a los intereses del Estado, esta aspiración a la vida privada.
Nicolás II no fue desde luego un verdugo como lo presentaban los
revolucionarios profesionales. Él amaba, era amado y quería una simple
felicidad humana en el seno de su propia familia.” 160

¿El restablecimiento de la dictadura del proletariado?

Una cuarta línea política se desprendía lentamente de las luchas complejas


a las que asistíamos. Siempre habrá, en la URSS, partidarios de un retomo al
socialismo y a la dictadura del proletariado, de una recuperación de la
experiencia de Lenin y de Stalin. Al hacerse de forma tan abrupta y brutal el
viraje a la derecha, se asistía a contracorrientes hacia la izquierda entre los
trabajadores Las diferentes tendencias del socialismo pequeñoburgués, un
espectro que va de los socialdemócratas de "izquierda" hasta los anarquistas,
pasando por los trotskistas, podían encontrar un espacio para maniobrar.
Una línea auténticamente socialista en la URSS deberá caracterizarse, entre
otras cosas, por la defensa de la experiencia de Stalin, por la adhesión a los
principios de la dictadura del proletariado y por un compromiso
antimperialista revolucionario, tres posiciones esenciales abandonadas y

160 Novedades de Moscú. Nº 41, 25 de noviembre de 1990.


Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

atacadas tanto por Jruschov y Brezhnev como por Gorbachov. Y deberá sobre
todo aportar una respuesta marxista- leninista a los problemas de la lucha de
clases en la URSS y mostrarse capaz de unir a las fuerzas comunistas
diseminadas y desorientadas
Hasta donde sabemos, las fuerzas marxista-leninistas auténticas eran
débiles, buscaban aún definirse sobre muchas cuestiones y tomar formas de
organización elementales. Sin embargo, en medio del desconcierto profundo
en el que se desenvuelve el pueblo dentro de la eventualidad de la
desintegración de la URSS, del establecimiento de dictaduras burguesas
abiertas y de guerras civiles, la corriente marxista-leninista tratará de
encontrar la receptividad de las masas oprimidas.
222

Nina Andreieva, preside el movimiento Unidad, creado en marzo de 1989,


es su portavoz más conocido. Aunque uno pudiera discrepar de algunos de sus
análisis y opiniones, hay que reconocer que defiende, en sus posiciones
fundamentales, el socialismo y In dictadura del proletariado. Presentó el
informe de la dirección a Ia II Conferencia de la Asociación Unidad por el
Leninismo y los ideales Comunistas, celebrada el 14 de abril de 1990 en
Moscú.
En aquel momento, la organización mantenía contactos con 300 núcleos
revolucionarios a través de la Unión Soviética. Presentamos extractos del
informe de la Andreieva, completados por explicaciones que ella facilitó a un
periodista del semanario Solidaire.
“En 1985, cuando Gorbachov anunció la perestroika como un retorno al
marxismo, aplaudimos su proyecto.
"Desde el período de Stalin, muchas cosas han ido mal. En aquella época,
la URSS era la tercera gran potencia. Jruschov ya trató de introducir algunos
principios capitalistas.
"En los años 60, asistimos a la expulsión cuadros del partido y de los soviets,
templados en la lucha por el socialismo y por la destrucción del fascismo.
Fueron clasificados sin distinción entre los ‘stalinistas’. Así comenzó el proceso
de degradación burocrática, nacionalista y socialdemócrata del partido. Los
diligentes del periodo de Stalin lucharon duramente contra el peligro I Interior
de la codicia y la degradación. Más tarde, tras la victoria sobre el fascismo,
esta lucha fue progresivamente abandonada, y después enteramente
eliminada. Las enfermedades han podido entonces atacar al partido en pleno
corazón.
"Bajo Brezhnev, había un sistema de paraguas, que permitía a todo el
mundo ponerse a cubierto de cualquier responsabilidad. Durante 30 años, se
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

cometieron, efectivamente, errores graves en el campo de la economía


planificada del socialismo. Muchos elementos negativos habían penetrado en
el sistema socialista y era preciso erradicarlos. Pero hoy día, observando el
camino recorrido, debemos concluir que, desde el principio, la perestroika ha
sido una contrarrevolución, realizada por Gorbachov etapa por etapa.
228

’’Gorbachov comenzó por desacreditar la historia soviética, reviviendo la


histeria contra Stalin. De este modo, canalizó todas las críticas, incluidas las
criticas justificadas contra los últimos 30 años, para atacar las verdaderas
conquistas de la revolución de 1917.
”La restauración del capitalismo en la Unión Soviética se desarrolla bajo la
cobertura de un embalaje político-ideológico refinado Los renegados han
organizado, en los medios de comunicación, un lavado de cerebro
anticomunista, antistalinista. Uno de los objetivos de esta campaña era el de
calumniar las etapas más heroicas y logradas del desarrollo del Estado
soviético. Se quena así paralizar toda resistencia por parte de los ciudadanos
soviéticos.
”En materia de sociología, de filosofía, de política, de economía y de
historia, los jefes de fila han comenzado a rivalizar con Radio Europa Libre, La
Voz de Israel y otros centros de propaganda extranjeros del imperialismo, con
el objetivo de rebajar y de banalizar la contribución histórica del socialismo a
la civilización mundial y al salvamento de la humanidad frente a la
podredumbre fascista Resultado de esta campaña: el pueblo soviético se
encuentra hoy en una verdadera ‘prisión ideológica’. Es sobre todo la juventud
soviética la que se encuentra en dificultad, desmoralizada como está por la
pornografía, las drogas, el alcohol, las obras de la cultura de masas occidental,
por el culto del ‘todo está permitido’, la sed de beneficios y la violencia. Se
priva a la juventud de sus ideales y, por ende, de su porvenir.
’’Los verdaderos bolcheviques, entre los cuadros y los militantes del
partido, están en una posición muy difícil. Muchos buenos militantes ya han
abandonado el partido, porque no aceptan la dirección de Gorbachov,
considerándolo un anticomunista.
’’Gorbachov ha organizado el hundimiento económico, para pre sentar
luego el capitalismo como la única salida. Los principios de la propiedad
colectiva, por la vía de los koljoses y de los sovjoses, son desmantelados y la
única salida propuesta es la propiedad privada de los medios de producción.
’’Solo una economía socialista planificada, que funcione bien, puede
ofrecer una alternativa. Si durante la Segunda Guerra Mundial no hubiéramos
sabido apoyamos en la economía planificada, jamás habríamos sido capaces
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

de desplegar una resistencia tal como la hemos conocido, con el apoyo


consciente de toda la población. Y las estructuras soviéticas de la enseñanza,
de la sanidad y de la vivienda social, han sido un modelo durante muchos años
para numerosos países. Y el único resultado de la economía capitalista hasta
el presente, es que ha arrojado a nuestro país en un caos completo.
229

’’Gorbachov se ha aprovechado hábilmente de las críticas que existían en


el seno de la población contra algunos miembros del partido, la nomenklatura.
Efectivamente había abusos, incluso muy graves: algunos ganaban millones
gracias a inversiones y a la especulación. Pagaban una comisión del 3% al
partido, y todo el mundo se callaba. Los principios justos de la lucha entre las
dos líneas, de In crítica y la autocrítica ya no se aplicaban, de forma que la
corrupción ha podido instalarse en el partido. Gorbachov pretendía que iba a
cambiar todo esto.
”El oportunismo de derecha del gobierno ha conducido al país a la
destrucción de la sociedad socialista, del gobierno soviético y del Partido
Comunista. Pienso que se puede hablar hoy de la segunda etapa, la etapa
decisiva de la contrarrevolución. Puede tener como resultado la
transformación de la Unión Soviética en una semicolonia, que exporta
materias primas al imperialismo norteamericano, a la OTAN y al imperialismo
japonés. El grupo oportunista derechista Gorbachov-Yakovlev-Shevardnadze
ha mostrado su verdadero rostro. Son los servidores y los ejecutores de la
transformación del país de los soviets en un apéndice del imperialismo, que
deberá suministrar materias primas a los países capitalistas desarrollados.
”La contrarrevolución en la Unión Soviética tiene un significado
internacional. Su éxito se debe apuntar en la cuenta de la CIA y de Bush. El
debilitamiento del socialismo en nuestro país es una pérdida pina el mundo
entero. Por todas partes, la situación de la clase obrera va a deteriorarse.
Gracias a la existencia del socialismo, el capitalismo también se veía obligado
a hacer concesiones (al tener delante de sus ojos el espectro del socialismo).
Si el socialismo desaparece, esta amenaza para el capitalismo también se
esfuma. La situación en el Tercer Mundo se va a deteriorar aún más.
’’Una vez más. la práctica ha demostrado que el paso del capitalismo al
socialismo solo es posible por la dictadura del proletariado, pero también que
el paso del socialismo al capitalismo solo se puede hacer por la dictadura de
la neoburguesía, los barones de la economía paralela, salidos de la burocracia
corrompida y de la intelectualidad elitista. Son precisamente estos los que
necesitan el autoritarismo presidencial.
230
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

”La advertencia de Lenin, a menudo repetida por Stalin, se ha realizado.


Cuanto más avanza el país en la vía del socialismo, más agudas y peligrosas
para la clase obrera se toman las formas que puede tomar la lucha de clases.
Esta predicción —rabiosamente rechazada por nuestros ‘leninistas’ del
temple de Jruschov y Suslov— se ve ahora confirmada por todo el curso de los
acontecimientos en la URSS y en los países de la comunidad socialista El lento
deslizamiento de la URSS hacia el oportunismo de derecha y el menchevismo,
bajo la presión de los elementos pequeñoburgueses, comenzó a finales de los
años 50, y recogemos ahora sus frutos envenenados. De nuevo se plantea la
pregunta: ¿Quién vencerá, el imperialismo o el socialismo?
’’Para detener la contrarrevolución, hay que llevar a cabo un trabajo teórico
y organizativo eficaz en las siguientes direcciones:
”—Regreso a la renovación de la economía planificada y reforzamiento de
la propiedad socialista en materia de instalaciones y de medios de producción.
”—Distribución del bienestar, no en función del capital o de los privilegios,
sino según la calidad y la cantidad del trabajo de cada uno, y lucha contra la
injusticia social en la sociedad socialista.
”—Reforzamiento del papel dirigente de la clase obrera en la solución de la
crisis y en la renovación del socialismo, en pro de formas verdaderamente
democráticas y humanas del Estado de la dictadura del proletariado.
”—Los intereses de clase, nacionales y humanos, deben converger.
”—Por un reforzamiento de los principios patrióticos e internacionalistas
en la vida de la sociedad, por el reforzamiento de las federaciones, sin
renunciar a los principios de la Unión.
”—Por una visión marxista-leninista del mundo, liberada del revisionismo y
del dogmatismo, apoyada por el desarrollo y el enriquecimiento de las
experiencias del movimiento comunista internacional y de la construcción
socialista.
”—Por la solidaridad y la unidad de acción de todas las fuerzas socialistas y
patrióticas del país.”161
231

Hostilidad hacia los países socialistas y el Tercer Mundo

En su edición de agosto de 1990, la revista Vida Internacional, ligada ni

161 Informe a la segunda conferencia del movimiento Unidad”, 14 de abril de 1990, Moscú. En: Solidaire.

Nº 48-49, 12 de diciembre de 1990, pp. 18-19; Nº 1, 2 de enero de 1991.


Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

Ministerio de Asuntos Exteriores de la URSS, publicó, bajo el título: “Primeros


pasos hacia la diplomacia pluripartidista”, la reseña «le una mesa redonda en
la que participaron, entre otros, responsables de la Unión de Demócratas
Constitucionales, del Partido Constitucional Demócrata, del Partido Liberal-
Demócrata, del Frente Popular I de Rusia, del Partido Socialdemócrata de
Rusia, de la Unión Demócrata-Cristiana .162 Leonid Dobrojotov, cuadro de la
sección ideológica del Comité Central del PCUS, legitimó a estos elementos
con la autoridad del partido.

Reconciliación con Occidente, explotación del Sur

EI texto que sigue nos ofrece una imagen contundente de lo que Gorbachov
llamaba, hace algunos años, el “pluralismo socialista” y que se convirtió, en
pluralismo a secas.
Este documento permite abordar, bajo un aspecto concreto, una discusión
mil veces repetida en términos etéreos. Así, Jacques Nagels ofreció para
nuestra reprobación “el modelo stalinista de las Tres M", la primera M es “el
monopolio del poder, ejercitado por un único partido”. En ausencia de un
“control democrático”, la dirección del partido “corre el riesgo de
corromperse totalmente”, afirmó Jacques Nagels.163 Quien, dicho sea de paso,
se guarda mucho de probamos la realidad del “control democrático” y de “la
erradicación de la corrupción” que, supuestamente, produciría el
pluripartidismo burgués en los países imperialistas, para no hablar ya de los
países neocoloniales como Argentina, Senegal o Marruecos. Jacques Nagels,
obvia, alegremente, la diferencia fundamental entre el periodo revolucionario
de la Unión Soviética bajo Lenin y Stalin y el periodo de la degradación
revisionista bajo Jruschov y Brezhnev. Esto le permite sacar el argumento de
la esclerosis y de la hipocresía del revisionismo, para deshacerse del leninismo.
Apartándose de la concepción revolucionaria de la lucha de clases y
rechazando el principio de la dictadura del proletariado, Nagels termina por
oponer el pluripartidismo burgués, que encamaría la democracia, al
monopartidismo comunista, que representaría la dictadura.
232

Sin embargo, la experiencia bajo Lenin y Stalin atestigua precisamente que


la construcción del socialismo, que exige una movilización permanente de las

162 Vida Internacional. Agosto de 1990, pp. 3-16.


163 Jacques Nagels: Del socialismo pervertido al capitalismo salvaje. Ediciones ULB, 1991, pp. 21; 38 y 59.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

masas trabajadoras, es imposible sin la dirección del Partido Comunista. La


dictadura del proletariado contra las fuerzas de la explotación capitalista se
estableció en el curso de la guerra civil de 1918-1920 y se mantuvo a lo largo
de los años 20 y 30, gracias a un entusiasmo popular desbordante, gracias a
un heroísmo en el trabajo más duro, gracias a una participación activa de las
masas en las luchas políticas. La democracia popular se manifiesta en esta
intervención activa de los trabajadores en la lucha política y en la construcción
económica. El peso democrático de tales intervenciones sobrepasa el de las
participaciones rituales y manipuladas en nuestras elecciones pluripartidistas.
Sin embargo, toda esta energía popular pudo expresarse mediante la
dirección firme del Partido Bolchevique. El monopolio político del partido no
excluye ni las discusiones políticas dentro del partido, ni el debate ni la crítica
y la autocrítica entre todas las fuerzas sociales que apoyan el socialismo.
No obstante, es esencial darse cuenta de que la lucha de clases cala
también al Partido Comunista. Si el revisionismo logra emerger en su seno, y
luego transformar todas sus estructuras dirigentes con la ayuda de la ideología
burguesa y gracias al burocratismo y a los privilegios, ya no estamos ante la
dirección de un partido comunista Hemos pasado al monopolio de un partido
burgués. Este quedará inevitablemente atravesado por las múltiples
corrientes del pensamiento burgués moderno, incluso, si quedan comunistas
auténticos serán el blanco del penetrante revisionismo. Un tal monopolio
seudocomunista segrega necesariamente el pensamiento marxista
sacralizado, esclerotizado, esquelético, muerto, del que habla Jacques Nagels.
Bajo Stalin, el pensamiento marxista no estaba ni esclerotizado, ni esquelético,
ni muerto, aunque se le aplicara a veces un trato de sacralización. El
pensamiento marxista seguía siendo un hacha de guerra y causaba estragos
en las filas del imperialismo y del oportunismo. Si golpeaba en algunos casos
de forma desconsiderada, sus golpes principales fueron propinados contra el
capitalismo mundial, que hacía bien en temer a Stalin y al Partido Bolchevique
por encima de todo.
Desde Jruschov, el marxismo oficial soviético ya no era revolucionario,
mantenía formas externas tomadas de la literatura clásica, pero interiormente
vivía, se peleaba y tensaba sus músculos como pensamiento burgués. Cuando
después de una acumulación de cambios cuantitativos, el cascarón marxista
se rompió, vimos salir de él tres o cuatro bichos más bien raros, bichos
burgueses aún vacilantes sobre sus patas, uno de ellos socialdemócrata, el
segundo liberal, un tercero de color fascista y reaccionario, y un cuarto cuya
naturaleza todavía está por determinar. De la dirección del Partido Comunista,
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

se pasó por un largo período de incubación revisionista, para desembocar, al


final del recorrido, en el pluripartidismo burgués.
233

Jacques Nagels ha sido dirigente nacional de un partido marxista, en las


condiciones de un país imperialista, en este caso de Bélgica. Su partido, el
Partido Comunista belga, aceptó el pluralismo burgués al que sumó su voz
impotente, en espera de que, con sus cánticos seductores, el capitalismo se
transformara gradual y pacíficamente en socialismo. El fracaso ha sido total.
Hasta el punto que asistimos n los últimos espasmos de este partido
moribundo.
En la Unión Soviética, el revisionismo poseía algunos rasgos particulares, ya
que nació en las altas esferas de un potente Estado socialista. Conquistado
interiormente por las tesis liberales, mantuvo durante mucho tiempo una
fachada marxista, que Jacques Nagels describe con gran acierto: “Aquel
marxismo, no tiene ni columna vertebral, ni flexibilidad. Al menor soplo
liberal, no cimbrea, se quiebra.” 164 En efecto, bajo Gorbachov, el soplo liberal
quebró la luchada y liberó de sus cadenas marxistas al liberalismo interior,
listo dio como resultado en lo político un pluralismo burgués sorprendente,
del que el texto siguiente de la revista Vida Internacional hunda un ejemplo
extraordinario.
Partidarios de la perestroika discuten la futura política exterior soviética.
“Vladimir Jirinovski, presidente del Partido Liberal-Demócrata (...): ‘Si
queremos ser eternamente un gran Estado, debemos entrar definitivamente
en la Europa unificada y rechazar todas las consideraciones ideológicas que lo
obstaculizan. A Moscú lo unieron artificialmente al Este, en 1917. Moscú debe
ser parte integrante de Occidente y figurar entre los siete países más
importantes del mundo. Estos son Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia,
Italia, Alemania, Japón y Canadá. Nuestro partido trabajará por una corrección
esencial en nuestra política exterior, esto es: pasar de las relaciones Este-
Oeste a las relaciones Norte-Sur.
234

En lo que concierne a las relaciones Este-Oeste, nuestro partido estima que


en esta esfera no tenemos ni debemos tener ninguna contradicción. Es
precisamente en el Sur que se encuentran los focos de peligro presentes y
futuros para nosotros, y es ahí también que se extiende hasta el Océano Índico
la esfera de nuestros intereses prioritarios. Las relaciones Norte-Sur son más
económicas y más rentables. Para todos los países más importantes del
mundo, el Sur presenta el mayor interés. Conceder nuestra ayuda sin obtener
164 Ibidem, p. 58.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

nada a cambio, es una cosa, y otra cosa es proteger nuestros intereses en el


Sur, invertir en él y obtener dividendos. Afganistán es nuestro vecino, entra
en la esfera de nuestros intereses. Ni Nazhibulah, ni Fidel Castro, ni Kim II Sung
presentan el más mínimo interés para el PLD. América tiene un cierto espacio
vital al sur de sus fronteras; nuestro mayor interés se ciñe a nuestros vecinos
del Sur, ante todo, a Afganistán, a Irán, a Turquía. El mundo musulmán en su
conjunto representará la mayor amenaza para toda la humanidad al final del
siglo XX y, sobre todo, a principios del XXI. Desde ahora, casi todos los centros
y organizaciones extremistas se concentran en el mundo musulmán. Por lo
que nuestro país, junto con Europa y América, deberá buscar soluciones
armoniosas para los problemas del Sur’.”
Discurso sorprendente, en efecto. Pero la reacción que provocó en el
representante de la sección ideológica del Comité Central del PCUS, fue aún
más asombrosa. Indicó que el término pluralismo cubre la monocromía
ideológica de diferentes corrientes burguesas. Veamos la réplica de Leonid
Dobrojotov: “Yo creo que la idea de reorientar nuestra política exterior en
dirección Norte-Sur merece ser considerada. Nuestro país entrará en la casa
común europea y podrá aplicar junto con los demás países democráticos
desarrollados una política concertada.”
Estos ánimos condujeron a los partidarios del pluralismo a un exceso de
franqueza.
Vladimir Ivanov, secretario del Frente Popular de Rusia: “Es evidente que
nuestro país debe dejar de financiar los regímenes totalitarios hermanos, los
partidos comunistas y otras organizaciones de bandidos en el extranjero.
Solamente entonces podremos contar con el establecimiento de la confianza
y la posibilidad de progresos reales en el camino hacia la paz.”
235

Alexander Ogorodnikov, presidente de la Unión Demócrata Cristiana:


“Consideramos que el Consejo de Europa nos da el ejemplo de unidad y de
cooperación: es una asamblea de las naciones que forman una comunidad de
derecho, caracterizada por la democracia pluralista y la economía de
mercado.” Recordemos las palabras de Alexander Soljenitsyn: “Para conducir
un país como Rusia, hay que tener una línea nacional y sentir constantemente
tras de sí el soplo de los 1 100 años de su historia.”
Podría alguien imaginarse que la referencia a 1.000 años de zarismo
asustara un poco al representante del partido de Gorbachov. Eso sería no
darse cuenta de la profundidad de los destrozos causados por la glasnost.
Dobrojotov del PCUS: “En general, en la historia de Rusia, su política
exterior fue en todos los tiempos interesante y creadora. Está de más decir
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

que la política exterior rusa tenía muchos lados fuertes que no deberíamos
despreciar. Al contrario, deberíamos retomar algunos principios y enfoques
del pasado. Rusia tenía una excelente escuela de diplomacia, apoyada en
nobles principios. Hemos de hacerla renacer y funcionar para mayor gloria de
la patria. Debemos agradecer todos a Vida Internacional esta primera
apertura de un diálogo entre partidos. Esto deberá convertirse en una
tradición para nuestro futuro Estado constitucional y pluripartidista. Nuestra
discusión deja entrever, a mi juicio, la perspectiva de un consenso sobre los
problemas de la política exterior en el contexto del pluripartidismo que se
anuncia.”165

¡Muerte a Cuba! ¡Muerte a Irak!

Cada día, la prensa de la glasnost confirmaba las nuevas orientaciones de


la política exterior soviética.
Al ser la primera orientación una oposición rabiosa a todos los países
socialistas, Cuba era el blanco principal de sus golpes bajos. Antaño, escribió
Novedades de Moscú, acusábamos a los anticastristas refugiados en Miami de
“criminales, de bandidos y de agentes a sueldo del imperialismo”.
Posteriormente, comprendimos que se Untaba de invenciones de la “rica
mitología comunista”. Estos cubanos de Miami son, en realidad, “empresarios,
artistas y técnicos”. Al ser interrogados acerca de sus intenciones, proponen
un programa que no es tan diferente del de la perestroika: “Nos pronunciamos
por una sociedad de economía de mercado y de pluralismo político.”
236

En resumidas cuentas, gracias a la glasnost, los soviéticos descubrieron que


Castro valía lo que Stalin y Brezhnev juntos. “Nuestros amigos no son mejores
de lo que éramos ayer” —apuntó un periodista—. “¿Es preciso prolongar
artificialmente su período de estancamiento? Liberándonos de los dogmas,
hay que iniciar una vasta revisión de todas las relaciones tradicionales con La
Habana.”166 El mismo periódico presenta al exgeneral Rafael del Pino como
una especie de Trotski cubano. “El héroe de Playa Girón, el ídolo del pueblo,
el mejor piloto del país, un auténtico comunista.” ¿Por qué tantos elogios? ¡Es
que el exgeneral se pasó en 1987... a la CIA! Claro está, saluda la perestroika y
lamenta “que en Cuba, no haya intención de abolir el stalinismo”. Su mensaje

165 Ibídem, pp. 21; 38 y 59


166 Novedades de Moscú. Nº 37, 16 de septiembre de 1990.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

final: “Fidel Castro es el Sadam Hussein del Caribe.”167


Lo que nos conduce a la segunda orientación de la nueva política exterior:
el combate contra todos los gobiernos y movimientos antimperialistas del
Tercer Mundo.
Tiempos Nuevos jura que hay que acabar radicalmente con “los postulados
ideológicos obsoletos acerca de la agresividad del imperialismo”. Al contrario,
conviene felicitar a los norteamericanos por haber sido los primeros en
comprender “la gravedad de la amenaza que proviene del Tercer Mundo” y
en elaborar un concepto adecuado para combatir los nuevos peligros: “el
concepto de los conflictos de baja intensidad”. 168
La mayor amenaza para la humanidad dimana, en los tiempos que corren,
de la “dictadura totalitaria agresiva” de Sadam Hussein. Sin embargo, en un
Tercer Mundo acostumbrado a “la utilización con fines demagógicos del
antimperialismo, del antinorteamericanismo y del antisionismo”, los peligros
son múltiples. “Un régimen como el de Bagdad puede emerger en todo
momento y en cualquier punto del planeta.”169
Profundizando este análisis. Novedades de Moscú escribía “¿Qué clase de
estados están en condiciones de desencadenar una agresión? Han alcanzado
un nivel económico suficiente para crear un potencial militar poderoso.
Impiden la llegada a su país de aires democráticos. Sienten pasión por el
mesianismo. Por ejemplo, Hus sein habla de la creación de un Estado árabe
unido. A menudo, desean unir al Tercer Mundo y sus subregiones bajo su
bandera: el Sur contra el Norte. Estos centros de agresión apuntan contra casi
todo el planeta.” Y el periódico soviético enumeraba: Irak, Libia, Irán, la OLP
(!), Cuba, Pakistán, India y... Argentina, ¡culpable de haber “agredido a las islas
Malvinas”!170
237

Pero en los últimos tiempos, era evidentemente Irak el que atraía las iras
de la glasnost. La prensa de Gorbachov rindió homenaje a los diplomáticos
norteamericanos y británicos, a los valientes marines de camino hacia el Golfo.
“Todos estos hombres defienden también nuestra casa común contra el
agresor de hoy y de mañana, defienden la justicia elemental y la dignidad
humana de los kuwaitíes, de los saudíes y de todos nosotros.”171 Cuando la
votación en la ONU, la Unión Soviética apoyó la Resolución 678, y permitió la

167 Novedades de Moscú. Nº 43, 28 de octubre de 1990, p. 13.


168 Tiempos Nuevos. Nº 41, 1990, p. 17.
169 Tiempos Nuevos. Nº 43, 1990, pp. 27-28.
170 Novedades de Moscú. Nº 42, 1990, p. 12.
171 Tiempos Nuevos. Nº 36, 1990, pp. 5-6.
Enero 1991. La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil

intervención armada contra Irak. Poco después, uno de los principales


comentaristas políticos de la Unión Soviética, Alexander Bovin, el 10 de cuero
de 1991 hizo el panegírico de la guerra con una arrogancia hasta entonces
reservada a la prensa sionista: “Considero que la guerra no solo es inevitable,
sino también necesaria.” Este hombre no es partidario de una vuelta al statu
quo por una simple retirada de Irak de Kuwait. “La guerra sería evitada. Pero
el potencial militar terrorífico de Irak seguiría en pie.” “Solo un ataque militar
da un resultado favorable al máximo: El agresor pierde todos los frutos de su
agresión, la desproporcionada máquina de guerra queda desmantelada, la
situación se estabiliza profundamente.”172
¿Estabilizada? No hay la menor duda de que la nueva ola de terrorismo de
Estado, por la que el imperialismo impone la recolonización del Tercer Mundo,
unida a las destrucciones de toda clase que I I» restauración del capitalismo
provocará en Europa del este y en la Unión Soviética, abren un periodo de
gran inestabilidad, de conmociones profundas y de movimientos
revolucionarios impetuosos.

172 NRC-Handeslblad. 10 de enero de 1991, p. 7.


Marzo 1991. Dos puntos de ruptura

243

Marzo 1991. Dos puntos de ruptura

Al final del trayecto, aquí volvemos a las preguntas que se han planteado
al inicio de esta obra: ¿cómo definir la naturaleza de clase de la Unión
Soviética? ¿Se puede descubrir en ella las posibilidades de una renovación
revolucionaria?
El análisis que abarca mejor las realidades de los países socialistas es aquel
que Mao Zedong presentaba en el curso de los años 60. Puede, hoy en día
precisarse a la luz de los sucesos recientes en243la Europa del este, en la URSS
y en la China Sin embargo, ha sido deformado por exageraciones izquierdistas
durante la Revolución Cultural, lo que facilitó su repudio total en el transcurso
de los años 80 por Deng Xiaoping.
He aquí cómo Mao Zedong veía el futuro del socialismo. “La sociedad
socialista abarca un período histórico muy largo. Durante toda su duración, la
lucha de clases, entre la burguesía y el proletariado continúa; el asunto
consiste en saber quién ganará, la vía capitalista o la vía socialista, es decir que
permanece el peligro del restablecimiento del capitalismo.” “La revolución
socialista solo en el campo económico (en lo que concierne a la propiedad de
los medios de producción) no basta, y, asimismo, no asegura la estabilidad.
También debe haber una revolución socialista completa en el ámbito político
e ideológico.
244

La lucha para saber quién ganará, el socialismo o el capitalismo, tanto en


los sectores políticos como ideológicos, para conocer el resultado se necesita
un período muy largo. Algunas decenas de años no bastarán, son necesarios
100 años, aun centenares de años para conseguir la victoria definitiva. (...) En
este período histórico del socialismo, si queremos impedir la instauración
capitalista, debemos mantener la dictadura del proletariado, llevar la
revolución socialista, a fin de crear las condiciones para el paso al
comunismo.” “Antes de la llegada al poder de Jruschov, las actividades de los
nuevos elementos burgueses eran limitadas y sancionadas. Pero, desde que
Jruschov ha tomado el poder y ha usurpado gradualmente la dirección del
partido y el Estado, estos nuevos elementos burgueses han llegado a
Marzo 1991. Dos puntos de ruptura

posiciones dominantes en el seno del partido y del gobierno, y en el campo


económico, cultural y otros. Ellos se han convertido en una capa privilegiada
de la sociedad soviética.” "Aún bajo el dominio de la pandilla de Jruschov, la
mayoría de los miembros del PCUS y el pueblo prosiguen las gloriosas
tradiciones revolucionarias cultivadas por Lenin y Stalin, persisten en el
socialismo y aspiran al comunismo (...) Entre los cuadros soviéticos,
numerosos son los que permanecen siempre en las posiciones revolucionarias
del proletariado y en la vía socialista, que están firmemente contra el
revisionismo de Jruschov.” “La lucha de clases, la lucha por la producción y la
experiencia científicas son los tres grandes movimientos revolucionarios en la
edificación de un país socialista poderoso. Estos movimientos constituyen una
garantía segura que permite a los comunistas deshacerse del burocratismo,
de precaverse contra el revisionismo y el dogmatismo, y de permanecer
siempre invencibles, una garantía segura que permite al proletariado unirse
con las grandes masas trabajadoras y practicar una dictadura democrática. Si
en ausencia de estos movimientos, se dejaba que se sublevaran los
terratenientes, los campesinos ricos, los contrarrevolucionarios, los
elementos malsanos y los monstruos de toda clase, mientras que nuestros
cuadros cerraban los ojos y no se haría distinción entre el enemigo y nosotros,
en numerosos caso , pero colaborarían con el enemigo, o si este llegaba a
infiltrarse en nuestras filas, y si muchos de nuestros obreros, campesinos e
intelectuales fueran dejados sin defensa frente a las tácticas tan envolventes
como brutales del enemigo, entonces pasaría poco tiempo, tal vez algunos
años o un decenio, y apenas algunos decenios, antes que una restauración
contrarrevolucionaria, a escala nacional, no tenga lugar inevitablemente, que
el partido marxista-leninista no se convierta en un partido revisionista o un
partido fascista y que toda la China no cambie de color.”1
245

En la patria de Lenin, Jruschov usurpó el poder en 1956, después de tres


años de maniobras hábiles y de preparativos eruditos. Luego, consolidó el
poder en la dirección del partido, eliminando a la mayoría de la comisión
política, cuando ocurrió la lucha contra "la pandilla antipartido Molotov-
Malenkov-Kaganovitch”. Por ataques ideológicos y políticos contra los
principios esenciales de la construcción socialista Jruschov primero cambió la
orientación fundamental del PCUS. Esto les dio la oportunidad a los cuadros
burocráticos y oportunistas a adquirir privilegios y constituirse en una capa
social distinta. Hasta después de la eliminación de Jruschov, ciertos cuadros

1
Marzo 1991. Dos puntos de ruptura

dirigentes prosiguieron los esfuerzos por regresar a los principios marxista-


leninistas. Las bases socialistas de la sociedad no estaban destruidas todavía y
millones de comunistas perseveraron en su trabajo revolucionario. En el
periodo de Brezhnev, la capa dirigente acumuló grandes privilegios y se
enriqueció por una serie de medios ilegales. Pero debía, en cierta manera,
parasitar siempre una base económica y política que no le pertenecía. Los
comunistas auténticos siempre pudieron defender un cierto número de
conquistas de la clase obrera. Las leyes socialistas, las medidas favorables a
los trabajadores, la ideología marxista-leninista continuaron ejerciendo una
gran influencia en la sociedad. La capa dirigente redujo el marxismo a un
rosario de fórmulas estereotipadas e importaron toda clase de corrientes
ideológicas de Occidente. Alterando el pensamiento socialista, se
rejuvenecían las ideologías burguesas desusadas En un número creciente de
sectores, los nuevos elementos burgueses transformaron los medios de
producción y los bienes del Estado en su propiedad privada. Ellos se
mancomunaron en negocios con los nuevos capitalistas del sector informal, a
los cuales toleraron la extensión. Al final del período de Brezhnev, se había
rugido una nueva clase capitalista que perseguía intereses propios, contrarios
a los de los trabajadores. Esta clase, ya adulta, se preparaba a luchar por la
instauración de una abierta dictadura. Le era necesario despejar al país de las
últimas influencias, de las últimas experiencias marxista-leninistas. Ella
encontró en Gorbachov una bandera, en la glasnost un medio de expresión,
en la perestroika una legitimación de sus proyectos de privatización.
246

La Unión Soviética ha conocido dos grandes puntos de ruptura con el


socialismo: el informe de Jruschov de 1956, que marcó el repudio de ciertos
principios esenciales del leninismo, y en 1990, la perestroika de Gorbachov,
que dio paso a la economía de mercado.
El revisionismo de Jruschov abrió un periodo de transición del socialismo al
capitalismo. En el transcurso de este período, elementos socialistas
continuaban la lucha con elementos capitalistas. Esto sería reducir la realidad
de un modo escolástico, si planteamos el problema únicamente en términos:
dictadura del proletariado o dictadura de la gran burguesía. Los elementos
burgueses nuevos y antiguos necesitaron 30 años para pasar de la primera
infancia a la edad adulta, para afirmar y consolidar sus posiciones en el terreno
político, ideológico y económico. El proceso de degradación, comenzado en
1956, requirió tres decenios para terminar con el socialismo
Nosotros creíamos, en esa época, que Jruschov había establecido una
manera de producción específica, el del capitalismo de Estado, forma superior
Marzo 1991. Dos puntos de ruptura

de capitalismo o la “nomenklatura” que posee colectivamente los medios de


producción. Esta tesis no es aceptable La experiencia demostró que no se
trataba de un sistema de explotación que tenía su propia base económica.
Restituida la dictadura del proletariado, desistiéndose trabajosamente de una
economía socialista planificada, la sociedad soviética no pudo encontrar, bajo
la enseña del revisionismo, mecanismos adecuados y estables de explotación
de la fuerza del trabajo y utilización de recursos materiales, que le habrían
permitido afrontar los poderes imperialistas. En el transcurso de los periodos
de Jruschov y Brezhnev, los nuevos elementos burgueses forjaron sus armas,
pero desde posiciones de fuerza, se lanzaron en el combate por la propiedad
privada de los medios de producción.
Algunos afirman que Brezhnev presidía el país con un régimen capitalista
de Estado y que al término de su mandato, una burguesía liberal había
acumulado bastantes fuerzas para afrontar la burguesía burocrática. Es bueno
destacar que los ataques más feroces de los partidarios de la glasnost, no
tuvieron por blanco principal el sistema de Brezhnev, sino más bien a Stalin y
las bases del socialismo aborrecido que él defendía. Y, como en Europa del
este, nosotros vemos a los lacayos de Brezhnev deshacerse alegremente de
las estructuras híbridas introducidas por su patrón, para abarcar el mercado
libre y la empresa privada.
247

En la concepción del capitalismo de Estado, el partido revisionista


constituía el crisol de la nueva burguesía: partido brezhneviano, nomenklatura
y nueva burguesía eran sinónimos. Por otra parte, con la finalización del
proceso de degradación, vemos que la nueva burguesía en la URSS, como en
el Este, se desembaraza del Partido Comunista, lo transforma desde el fondo
al tope y proclama el pluripartidismo burgués.
¿Es Gorbachov, la imagen de Jruschov? El punto hasta dónde llega la
degradación no es su punto de partida. Jruschov debió reunir el núcleo de base
de la nueva burguesía. Gorbachov dio expresión a una clase bien cimentada.
En 1956, para formar su primer equipo de burgueses, Jruschov tuvo que crear
una demagogia ultraizquierdista, y prometer el comunismo para 1980.
Gorbachov proclamó abiertamente el fracaso de las ilusiones comunistas.
Jruschov prometió alcanzar y superar a Estados Unidos en el transcurso de los
años 70. Gorbachov reconocía la superioridad del sistema estadounidense y
solicitó su ayuda. Jruschov fortaleció el colectivismo y transformó los koljoses
y sovjoses. Gorbachov quiso la privatización de la tierra. Jruschov predijo
acerca de la victoria mundial de su socialismo. Gorbachov pidió la
reintegración de la URSS en la economía capitalista mundial
Marzo 1991. Dos puntos de ruptura

Los ejemplos de Cuba y de China, contradicen también la teoría de que el


revisionismo a la cabeza del partido asegura automáticamente la restauración
del capitalismo y el restablecimiento de la «heladura de la burguesía.
Los comunistas cubanos recorrieron un largo camino con Brezhnev, en su
marcha hacia el revisionismo y la hegemonía No obstante, el Partido
Comunista cubano ha mostrado su capacidad para rectificar sus errores. El
partido se esfuerza en restablecer una concepción y una práctica
revolucionaria del marxismo-leninismo.
Cuando Hu Yaobangy, más tarde, Zhao Ziyang fueron secretario general del
Partido Comunista de China, agrandaron casi todas las aberraciones que hizo
Jruschov.
Sería necesario concluir, lógicamente, con la restauración del capitalismo
en China, como lo hacen algunos en otra parte. Ahora bien, nosotros hemos
visto desencadenarse luchas violentas en el seno del Partido Comunista de
China y la fracción más derechista ha recibido serios golpes en junio de 1989.
Pero los enfrentamientos políticos continúan y no debemos descartar la
hipótesis de la aparición de un Gorbachov chino, así como tampoco es
imposible que Mao Zedong resucite en una segunda existencia.
Dejemos la contrarrevolución de terciopelo con esta nota optimista.
Quien vivirá, verá.
Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

249

Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el


baile

Del 19 de agosto al 5 de septiembre de 1991 se produjeron en la Unión


Soviética nuevos acontecimientos que tuvieron al mundo entero en tensión.
Estos sorprendieron a más de un observador; sin embargo, ellos constituyen
por sobre todos los aspectos una confirmación de análisis marxista
desarrollado dentro de esta obra. Nosotros escribíamos que el XXVIII
Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, que tuvo lugar entre el
2 y el 13 de julio de 1990, presagiaba la restauración definitiva del capitalismo.
Las nuevas peripecias —golpe de Estado y contragolpe de Estado— no eran
más que la expresión pública y espectacular de cambios de curso decididos en
aquel congreso.1
Desde julio de 1990, el conjunto de la dirección del partido ratificó
unánimemente, el cambio de rumbo hacia el capitalismo, pero se dividió en
cuanto a la táctica a adoptar. Eltsin y los nacionalistas eran partidarios de la
fragmentación de la Unión en repúblicas civiles independientes. Contaban
para conseguirlo con el fuerte apoyo económico de Occidente. Gorbachov y
los “brezhnevboys” exigían un poder central fuerte, con el fin de asegurar
dentro del orden la transición hacia el capitalismo. Dispondrían de un vasto
mercado unificado y conservarían una cierta independencia con respecto al
imperialismo occidental.
250

Antes del golpe del 19 de agosto, se producía ya un deslizamiento de poder


dentro de la lucha entre estas dos tendencias.
Las reformas improvisadas de Gorbachov habían conducido al caos, a la
anarquía y a un retroceso de la producción. Analfabeto en materia de
economía, el hombre se había encontrado rápidamente corto de ideas. Su
último plan económico consistía en mendigarle a Estados Unidos algunos
sórdidos 100.000 millones de dólares. El apoyo integral de Gorbachov a la
guerra bárbara de Estados Unidos y sus aliados contra Irak, probó que había
puesto su última esperanza en el capital norteamericano y que estaba
dispuesto a dar su bendición a todas las atrocidades norteamericanas.

1 Time. 29 de julio de 1991, pp. 6-7.


Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

Durante los combates, los norteamericanos enumeraron dentro de sus filas,


125 muertos. Según un estimado del Pentágono, 250.000 irakies, militares y
civiles, murieron. “Esto no fue una guerra, fue una gigantesca carnicería”,
afirmó el antiguo ministro de Justicia norteamericano Ramsey Clark.
Más tarde, Gorbachov, desesperado, puso en práctica todo lo que pudo
para hacerse invitar a la cumbre de las siete principales potencias
imperialistas. Los norteamericanos encargaron a un grupo de profesores de
Harvard, bajo la dirección de Graham Allison, para hacer un plan de reformas
económicas para la Unión Soviética Grigori Javlinsky, un hombre de confianza
de Eltsin, firmó también este plan que habían enviado a Gorbachov. Bush, por
su parte, trasmitió a su amigo Gorbi el siguiente mensaje: “La aproximación
del señor Javlinsky es la correcta Mientras haya más economistas con él en el
Kremlin, más credibilidad tendrán las proposiciones de reformas.” Una parte
de la Unión Soviética juzgó entonces demasía do humillante dejar dictar
abiertamente por Washington la política económica a seguir.
La administración Bush confiaba todavía en Gorbachov "Una ayuda de gran
envergadura solo sería posible si usted enfrenta a los comunistas
'conservadores' y usted mismo renuncia al partido. 2 Gorbachov, a quien el
sentido del honor parecía no preocuparle, aceptó también esta injerencia
sorprendente.
El 16 de julio desembarcaba como un mendigo en Londres En una carta
dirigida al Grupo de los Siete, él había prometido la inserción orgánica de la
Unión Soviética a la economía mundial” Y he aquí cómo se dirigió a sus siete
maestros el alumno: “Nosotros tenemos aún mucho que aprender de la vida
dentro de un medio democrático, debemos hacer nosotros mismos el trabajo,
pero necesitamos la ayuda de Occidente para lograrlo." 3
251

El problema era que la elite dirigente no le permitía aún aceptar el plan


norteamericano Allison-Javlinsky, y los siete pusieron a su querido Secretario
General en un avión, con las manos vacías.
Mientras tanto, el capitalismo salvaje conocía un desarrollo impetuoso en
la Unión Soviética y, por consecuencia, Eltsin, liberal y pronorteamericano,
pudo contar con una base cada vez más amplia. En septiembre de 1990, la
Unión Soviética contaba con 300 bancos comerciales independientes. A fines
de julio, estos eran ya 2.000 al servicio de alrededor de 300.000 empresas

2
"Convenio sobre armamentos: un mensaje...”. En: International Herald Tribune. 3 de junio de 1991.
3
“Que alguien le diga a Gorbachov que su revolución terminó". En: International Herald Tribune. 6 de
julio de 1991.
Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

privadas.4
En junio de 1991, Eltsin vuelve por segunda vez a Washington. Recordemos
que en su primera visita, en 1989, la prensa lo había descrito como un
borracho y un cliente de burdeles. Un alto funcionario, incluso, dijo que “a
veces parecía un payaso”. 5 Es probable que, a propósito de esta visita a
Estados Unidos, Eltsin desarrollara contactos con la CIA. En efecto, Eltsin y su
Grupo Parlamentario Interregional entablaron estrechas relaciones de trabajo
con la Free Congress Foundation (FCF), un grupo de extrema derecha
norteamericano bien conocido por sus lazos con los servicios secretos.
“Después de varias sesiones, de intensivos entrenamientos organizados en
varias ciudades soviéticas, la FCF dio a la dirección del Grupo Interregional y a
sus simpatizantes un adoctrinamiento intenso, incluidos dentro de este, los
dominios de la táctica, la estrategia, los principios y procesos de toma de
decisión, así como el funcionamiento de la libre empresa.”6
Cuando el “cliente de burdeles” vuelve a Washington para engalanar la
superioridad del sistema norteamericano, los sarcasmos se silencian y es
acogido como un gran hombre de Estado. La prensa norteamericana denotaba
con admiración: “Eltsin dijo ante el Congreso: ‘nosotros los seguimos dentro
de la vía de una economía de mercado y de un sistema de libre empresa.
Nosotros pensamos que la experiencia que vivimos y que llamamos marxismo,
pertenece ahora al pasado’.”7
Estos elementos explican por qué la CIA manifestó tal interés por la carrera
de Eltsin.
252

Mucho antes del golpe, la CIA estimaba que él era el hombre con quien se
podría avenir. “Después de algún tiempo, los servicios de informaciones
estiman que Eltsin es el dirigente legítimo de la Unión Soviética.’’8

El golpe de Estado de opereta

Luego de los sucesos del 19 de agosto de 1991, de aquella mañana de


asonadas que dio al mundo su pequeña dosis de escalofrío tan atendida:
¡Drácula había vuelto! Después de la revolución rumana y la ciudad mártir de

4 Jean-Paul Fitoussi. despacho AFP. Paris, 29 de agosto de 1991.


5 The Times. 22 de agosto de 1991.
6 International Herald Tribune. 20 de junio de 1991.
7 Covert Action Information Bulletin. No. 37. Invierno 1991, p. 24.
8 Despacho AFP. Washington. 22 de agosto de 1991.
Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

Timisoara, no habíamos vuelto a temblar a ese punto. En fin, las montañas de


cadáveres... En Moscú, los conservadores, los stalinistas, los hombres de puño
de hierro tomaron el poder Después de decenas de años, liquidamos la cabeza
de las fechorías de la dictadura roja, totalitaria, horrorosa, sanguinaria. Al fin
llegaba el momento de la verdad. El jefe del terrible KGB, Krioutchkov, el
comandante de la armada, la más agresiva del mundo, Yazov y el despiadado
ministro de Negocios Interiores Pougo, daban un golpe de Estado.
Desde las primeras horas, este golpe de Estado parecía, sin embargo, muy
extraño. Los terroríficos ministros no liquidaban físicamente a Gorbachov, se
contentaban con declararlo enfermo. No detenían a Eltsin, que llegó a Moscú
después de un viaje a Kazakstán No cortaron las comunicaciones
internacionales y, por el contrario, dejaron que Eltsin telefoneara a Bush, a
Major, a Mitterrand e. incluso, ¡al cuartel general de la OTAN! No quemaron
las estaciones de radios extranjeras, las que emitieron sin cesar las
informaciones y noticias incitando a la resistencia
Por todos lados, dejaron en libertad de movimiento a los periodistas
occidentales que, a través de sus reportajes de radio y televisión, difundieron
en directo la propaganda en favor de Eltsin. La armada recibió la orden de no
hacer uso de sus armas. La mayor parte de los ocho terribles golpistas parecían
no comprender bien lo que pasaba El primer ministro Pavlov estaba
convencido de que un grupo de extremistas armados preparaba un golpe de
Estado; información que obtuvo del KGB, c intentó suprimir a todos los
ministros. Durante el segundo día del golpe de Estado, el sanguinario mariscal
Yazov se preguntaba cómo iba a poder salir de ese lío sin perder la imagen.
Desde el primer día, se veían a los terribles golpistas lannaiev y Pavlov circular
muertos de miedo o ebrios.
253

Fue demasiado burdo. Cualquiera hubiera preparado mejor el golpe. Lo


que quedó claro fue que todos los tipos de maniobras y de complots oscuros
estuvieron presentes desde el comienzo de este golpe de Estado de opereta.
En Moscú, el rumor corrió rápidamente: “El golpe de Estado fue provocado
por radicales alejados a Eltsin con la esperanza de abrir la vía a las
transformaciones radicales de la sociedad.” 9
¿Eran los ocho golpistas terribles “bolcheviques”? Su llamado del largo de
una página no contenía ninguna crítica al programa del XXVIII Congreso ni a la
restauración capitalista. El "Llamado al Pueblo” confirmaba su apoyo a la
empresa privada y al libre mercado; criticaba solamente la apertura caótica al

9 International Herald Tribune. 29 de agosto de 1991. p. 1.


Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

mercado, ya que esta conduciría a una explosión de reflejos egoístas y a la


destrucción de las relaciones económicas existentes. En ninguna parte de este
texto, se hacía mención al socialismo o al Partido Comunista. Pero sí se refería
a la grandeza secular de la Rusia. En resumen, los ocho golpistas no tenían
nada que ver con el marxismo-leninismo. Sus diferencias de opinión con
Gorbachov e, incluso, con Eltsin no eran fundamentales. lannaiev expresó la
esperanza de que “pronto podré de nuevo colaborar con mi amigo Gorbachov
sobre la vía de la democratización que él mismo trazó” y pidió a Eltsin “abrir
el diálogo con el Comité de Estado’’. 10
¿Cuál fue entonces el origen del conflicto y del golpe? Los ocho formaban
parte de los colaboradores más cercanos a Gorbachov y pudieron
perfectamente haberse dado cuenta que su jefe era un político sin ninguna
envergadura; pero fue, sobre todo, un verdadero ciego en lo relacionado con
la economía. Gorbachov no solamente no logró resolver ni el más mínimo
problema, sino que se sometió cada vez más, sin cesar, a los chantajes y a las
presiones, lo que ocasionó un caos profundo, insuperable. Tanto la población
como toda la clase política, perdió toda confianza en él y se hundió en la apatía
y la desesperanza
La Unión Soviética zozobraba en la anarquía total en el plano económico,
con el desarrollo de una economía capitalista paralela, con la especulación y
la privatización a gran escala de la propiedad del Estado. En el plano político
existía igualmente la anarquía: los grupos de extrema derecha renacían, la
agitación nacional-fascista tomaba amplitud y la criminalidad estallaba. Los
golpistas prometían el retomo al orden: dentro del caos general, la Unión
Soviética se hallaba amenazada con hacer explosión y caer bajo el control del
imperialismo occidental. Los golpistas prometían la soberanía, la unidad y la
grandeza.
254

Pero los burócratas y pequeñoburgueses evolucionaban hacia un mundo


de privilegios, habían perdido todo acercamiento con las masas y el
conocimiento de la realidad política. Les era imposible movilizar las masas
laboriosas y ni siquiera lo pensaban. Tampoco se daban cuenta de que
numerosos partidos de derecha, antisocialistas, podían concentrar grandes
cantidades de personas detrás de la bandera de la contrarrevolución. Además
los golpistas desestimaron la influencia que el imperialismo norteamericano y
alemán habían alcanzado, así como su determinación de exigir una
privatización radical y un reparto de la Unión.

10 Le Monde. 21 de agosto de 1991, p. 3.


Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

Desde que la resistencia al golpe improvisado se produce, el jefe del KGB y


el temblé comandante del ejército abandonaron la lucha y, cogidos de pánico,
se sumergieron en el vodka. Se acabó la generación brezhneviana.
Esta farsa evidenció dos hechos políticos importantes: los dirigentes más
eminentes del partido y del Estado, que manejaban aún un matiz de retórica
marxista, perdieron toda base social. Pero para su proyecto de instauración
de una autoridad central fuerte que habría creado en toda la Unión Soviética
un mercado capitalista unificado, no fueron capaces de solicitar ningún apoyo,
ni a la población ni al ejército. Los brezhnevboys, en quienes algunos habían
cifrado la esperanza de un despertar marxista-leninista, revelaron ser
verdaderos burgueses que, con el propósito de sobrevivir como tales,
capitulaban sin gran dificultad frente a la fuerte corriente burguesa encamada
por Eltsin. Segunda constatación: a través de toda la Unión Soviética, la nueva
burguesía logró ganarse una amplia base popular atizando sentimientos
nacionalistas. Es la ideología nacionalista condimentada de algunos granos de
fascismo, de zarismo y de oscurantismo religioso, que hizo descender
ciegamente a las masas a las calles para sostener la reacción, la burguesía y el
imperialismo occidental.
255

El golpe de Estado profesional de Eltsin

Si el golpe de Estado de los ocho incapaces pareció una farsa trágica, en


cuanto al golpe de Estado de Eltsin, revistió perfiles profesionales. Si el golpe
de Iannaiev se situó fuera de toda legalidad, el golpe de Eltsin barrió con toda
la Constitución. “Ayer por la tarde” —escribió The Times el 22 de agosto—,
“parece que un contragolpe de Estado tuvo lugar cuando el Presidente de
Rusia arrancó el poder de las manos de los golpistas." 11 Eltsin promulgaba
decenas de ukases, sobrepasando completamente su poder legítimo y yendo
contra los principios de la Constitución. “La presidencia Rusa encarna el poder
supremo en el país”, escribía Eltsin al Secretario General de la OTAN 12. En la
misma carta, señalaba también que asumía el comando de las fuerzas
armadas soviéticas.”13 En un ukase ubicó todas las empresas situadas e n el
suelo de Rusia, bajo la autoridad de su gobierno. De un golpe de mano, todos
los medios de producción cambiaron de propietario. Dado el programa de

11 The Times. 22 de agosto de 1991, p. 15.


12 Le Soir. 24-25 de agosto de 1991. p. 6.
13 The Times. 22 de agosto de 1991, p. 2.
Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

privatización radical de Eltsin se trataba, pues, de una verdadera toma del


poder de la clase de capitalistas del sector paralelo. El 22 de agosto Eltsin
prohibió el funcionamiento del Partido Comunista en el ejército. Justificaba
así su decisión: “Los órganos del partido han incitado al ejército a hacer la
guerra contra el pueblo." Pura mentira. Tres días después del golpe, el
miércoles 22 de agosto en la mañana, los 15 oficiales superiores del Ministerio
de la Defensa se reunían por primera vez. Decidían enviar las tropas dentro de
los cuarteles. 14 En ningún momento, el ejército disparó sobre los
manifestantes. Tres civiles murieron. ¿Pero en qué circunstancias? “La
población ha obstaculizado gravemente la circulación de las tropas
arrojándoles cockteles molotov y, sobre todo, dividiéndolas a través de
barricadas. Los blindados han atropellado a civiles bajo sus orugas, mientras
los ((inductores trataban de escapar por miedo a ser linchados por la
muchedumbre. Los muertos no han caído en el curso de acciones ofensivas.”15
Está claro que Eltsin buscaba pretextos para prohibir el Partido Comunista, así
como buscaba "mártires" para ofrecer un poco de emoción a su “revolución”.
256

Gorbachov, retenido durante tres días por los golpistas, retomó a Moscú
como el raptado de Eltsin. El contragolpe de Estado de este último fue con la
intención de que pareciera que se había realizado para restablecer al
presidente Gorbachov en su poder constitucional De regreso a Moscú,
Gorbachov constató que no disponía más del poder real y que solo podía
representar el papel de interino en el golpe de Estado de Eltsin. No le quedaba
más que separar a todos sus ministros y reemplazarlos por un equipo
presentado por Eltsin. El famoso Javlinsky, el hombre de los norteamericanos,
tomaría parte. Chapochnikov, el nuevo ministro de la Defensa, declaraba que
el 80% de los oficiales superiores serian reemplazados.16 El nuevo jefe del KGB
expresaba abiertamente su intención de... “destruir el KGB”. 17 Gorbachov
dejaba el Partido Comunista y decía que “la tarea difícil, pero honorable de
disolver el partido”, le tocaba al Comité Central.18 También confiscó todos los
bienes del partido. El 2 de septiembre, Gorbachov impulsó, hasta las últimas
consecuencias, el golpe de Estado de Eltsin. Propuso al Congreso de
Diputados... autodisolverse, después de suprimir la Constitución soviética
adoptó un texto que destruyó completamente los fundamentos de la Unión

14 International Herald Tribune. 26 de agosto de 1991, p. 3.


15 Le Monde. 23 de agosto de 1991, p. 5.
16 International Herald Tribune. 26 de agosto de 1991, p. 1.
17 De Standaard. 30 de agosto de 1991. p. 1.
18 De Standaard. 26 de agosto de 1991, p. 4.
Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

Soviética. “Todas las repúblicas que lo descaran debían redactar y firmar un


tratado de Unión entre los estados soberanos, unión en la cual cada república
determinará de manera independiente su forma de participación.” Cada
república solicitará su ingreso en la ONU. Fue prácticamente el fin de la Unión,
la atomización de la Unión Soviética en 15 estados independientes. 19 “Este es
un golpe presidencial, dirá el economista Nikolai Enguer. Es un golpe
anticonstitucional”, agregará el coronel Nikolai Pterushenko. Pero el Congreso
—digamos más bien los nuevos ricos— terminó apoyando el golpe de Estado
anticomunista de Eltsin-Gorbachov.
El golpe de Estado de opereta de Iannaiev no tenía como objetivo imponer
cambios esenciales, sino solo restaurar el orden. El golpe profesional de Eltsin,
contrariamente, modificó radicalmente todas las estructuras esenciales y los
fundamentos legales del Estado. El primer golpe ilegal fue condenado y
denunciado con pasión por el conjunto del mundo imperialista —
comprendidos sus seguidores trotskistas—, pero también por Agalev y los
partidos ecologistas y por lo que queda del Partido Comunista belga. El
segundo golpe de Estado, profesional, que fue la confirmación de la
contrarrevolución recibió el aval unánime de todos los que se ubicaban en el
orden mundial imperialista dictado por los norteamericanos.
257

La alianza Eltsin-CIA

El golpe de Estado de Eltsin no se hubiera producido tan fácilmente si no


hubiera contado con el apoyo masivo de todas las potencias imperialistas. La
coordinación entre Eltsin y la OTAN era de lejos la principal característica de
este acontecimiento histórico.
El 19 de agosto, a las 10:30 a.m., un cable de la agencia de prensa Reuter,
proveniente de Moscú, se recibió en las salas de redacción. Valentín
Sergueiev, un consejero de Eltsin, venía de declarar: “Nosotros apelamos a
todas las naciones para que aporten su apoyo moral y actúen por todos los
medios posibles para lograr el restablecimiento del presidente Gorbachov.” 20
A las 7:45 a m., Bush reaccionó con prudencia al anuncio del golpe. Habló de
“consecuencias serias”, pero expresó también la esperanza de que Iannaiev

19 International Herald Tribune. 3 de septiembre de 1991, p. 4.


20 Despacho Reuter. Moscú. 19 de agosto de 1991.
Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

“permanezca de cierta forma de acuerdo con las reformas”.21 Eltsin telefoneó


inmediatamente al embajador norteamericano en funciones. James Collins,
para pedirle que Bush hiciera “una declaración pública mucho más
contundente contra el golpe”.22 Seguidamente, Collins fue a ver a Eltsin, quien
le entregó una carta personal para Bush. Por la tarde, el vicedirector de la CIA,
Richard Kerr, informó a Bush sobre una serie de fenómenos anormales: no se
había detenido a Eltsin; no ac habían interferido las radios extranjeras, no se
había desplegado el ejército casi en ningún lugar. Todo ello indicaba que el
golpe lo habían preparado mal y con falta de seguridad. En ese momento.
Bush determinó que con una presión internacional máxima y un apoyo radical
a Eltsin, las fuerzas pronorteamericanas ganarían la partida en la URSS.
El día del golpe, la señora Thatcher, quien se había entrevistado por
teléfono, dio el puntillazo: “El pueblo soviético debe resistir descendiendo a
las calles para mostrar que quiere la democracia.”23
Al otro día. Bush reveló su estrategia de guerra política con la Unión
Soviética de Iannaiev. “Nosotros estimamos que la política de reformas en la
Unión Soviética debe proseguir, y comprendida la democratización, el proceso
de reconciliación pacifica, entre el poder central y las repúblicas y la
transformación económica. Nosotros no apoyaremos programas de ayuda
económica si el recurso a medios extraconstitucionales” prosigue.24
258

Se trataba de una injerencia directa de Bush en los asuntos internos de la


Unión Soviética. Exigió la libertad para los grupos burgueses, zaristas y
fascistas (la “democratización”), la independencia efectiva de las 15 repúblicas
(la "reconciliación pacifista") y la introducción de una economía capitalista (la
“transformación económica”). Anunció un boicot económico si la ejecución de
ese programa en tres puntos era obstaculizado por los “medios
extraconstitucionales”. Pero al otro día, cuando Eltsin barría con toda la
Constitución soviética e imponía su propio golpe ilegal para realizar las tres
exigencias norteamericanas, el recurso a esos “medios extraconstitucionales”
no alteró en nada al Presidente estadounidense. Durante toda la crisis, la
guerra psicológica que los norteamericanos llevaron a cabo, gracias a sus
emisoras radiales, la redoblaron en intensidad. Alrededor de 25.000.000 de
ciudadanos soviéticos escucharon, al menos una vez por semana, La Voz de
las Américas y Radio Libertad, pero cuando la crisis, esta cifra aumentó

21 International Herald Tribune. 24-25 de agosto de 1991, p. 4.


22 Ibidem.
23 Despacho AFP. Londres, 19 de agosto de 1991.
24 Despacho Reuter. Washington, 20 de agosto de 1991.
Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

considerablemente.
El 21 de agosto la arrogancia de los norteamericanos subió de tono.
Después de una entrevista con el ministro de Relaciones Exteriores de Eltsin,
Baker se dirigió de nuevo al poder soviético “Dé orden a las tropas soviéticas
de volver a sus cuarteles, renuncie al estado de emergencia y restituya a
Gorbachov en el poder. Al pueblo soviético le decimos: que la cortina de hierro
cayó y que el mundo entero tiene los ojos puestos en ustedes. Cada hombre,
cada mujer, cada niño, representan el verdadero poder en la nueva Unión
Soviética. La historia avanza. Coraje, apoyen de pie firme la libertad y el
mundo entero estará junto a ustedes.” Posteriormente, Baker dio a conocer
los dos ejes de la política de Estados Unidos y de la OTAN “La negativa de
reconocer el nuevo gobierno; el apoyo a las fuerzas democráticas en la
URSS.” 25 Fue una declaración de guerra política total, una intromisión
flagrante en los asuntos internos de la Unión Soviética, sin precedente en la
historia de Estados Unidos.
Inglaterra, Alemania, Francia, Bélgica, Holanda se engancharon en ese
mismo carro; el de la injerencia, del chantaje y del apoyo a las fracciones
proimperialistas en puestos en Moscú. Antes que estos países adoptaran esta
vía, Mitterrand ya había decidido la adopción de las formas más groseras de
injerencia política en caso que los golpistas se mantuvieran en sus posiciones.
Un portavoz del ministerio francés de Relaciones Exteriores expresó: “Francia
estaba dispuesta a otorgar refugio a un gobierno en exilio, si esto hubiese sido
necesario. Las autoridades francesas habían puesto un despacho a disposición
del señor Kozyrev, igualmente existían medios de comunicación con Boris
Eltsin a través de la embajada de Francia en Moscú. Nosotros hemos servido
de base logística."26
259

El socialista Jacques Attali, presidente del Banco Europeo para la


Reconstrucción y el Desarrollo —creado en vista de una colonización
económica de la URSS y de los países del Este— declaró: “Hay que ir lo más
lejos posible, hacia el bloqueo de toda asistencia y de envíos destinados a la
URSS que sean susceptibles de reforzar el golpe de Estado. No podemos
excluir un embargo."27
Aun antes del golpe de Estado, los norteamericanos consideraban a Eltsin
como “su mejor carta”. Estos apoyaron su golpe para “garantizar el poder legal

25 Despacho Reuter. Bruselas, 21 de agosto de 1991.


26 Daniel Bernard: Despacho AFP. Parts, 23 de agosto de 1991.
27 Le Monde. 22 de agasto de 1991. p. 6.
Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

del presidente Gorbachov”. Es preciso recordar, sin embargo, que en el mes


de julio, los norteamericanos le habían rechazado la ayuda económica a este
querido Mijail Serguevich Gorbachov, a petición expresa de Eltsin. En el mes
de junio, este último había insistido frente al vicepresidente Dan Quayle, para
“que no se otorgara más ayuda económica al poder central, puesto que esta
ayuda seria utilizada para impedir que se llevaran a cabo las
transformaciones”. Eltsin sostenía que esta ayuda debía ir directamente a las
empresas privadas, puesto que “es esta la única forma de cambiar la
situación”.28 Antes de que Gorbachov volviera de Crimea hacia Moscú, Busch
le envió un mensaje por radio: “Póngase de parte de Eltsin, trabaje con el
presidente Eltsin para proseguir con las reformas.” 29 En otros términos:
reconozca el golpe de Estado de Eltsin como un hecho consumado, únase a él
en la vía de la privatización y del capitalismo (privado). Gorbachov obedeció.
Supuestamente “restituido en su autoridad”, reconoció que en a delante
Eltsin era el presidente, e hizo una declaración absolutamente constitucional:
“Si uno de nosotros se encuentra incapacitado para ejercer sus funciones, el
otro asumirá inmediatamente sus poderes.”30
El verdadero golpe de Estado que destruyó los fundamentos de la Unión
Soviética, fue perpetrado con la ayuda permanente e intensa de la derecha y
la extrema derecha en Moscú en colaboración con las principales potencias
imperialistas.
260

Resaltemos la lamentable actitud que asumieron “los ecologistas” (belgas)


durante esta crisis. En un comunicado fechado el 22 de agosto, se leía: “ Agalev
se alegra del fracaso del golpe de Estado. La audaz actitud de los políticos
democráticos, la resistencia física frente a los tanques y la solidaridad
internacional dieron vuelta al naipe.” 31
Es difícil reproducir más servil y vulgarmente la propaganda
norteamericana y alemana.
En otro comunicado fechado el 26 de agosto, prosiguieron: “La conciencia
de ser nuevamente una potencia, otorga a los dirigentes de las diferentes
repúblicas soviéticas, tener perspectivas al derecho de autodeterminación y a
la independencia.” En esta línea, Eltsin fue la figura de proa. Agalev pidió a la
Comunidad Europea que interviniera para que se reanudaran nuevas
negociaciones entre Eltsin y Gorbachov. “Negociaciones que deben

28 International Herald Tribune. 22 de agosto de 1991, p. 3.


29 International Herald Tribune. 22 de agosto de 1991, p. 3; despacho AFP, 23 de agosto de 1991.
30 Le Monde. 25 de agosto de 1991.
31 Agalev, persmededeling. 22 de agosto de 1991, Johan Hamels.
Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

desembocar en una nueva síntesis entre descentralización y cohesión.”32 En


las 15 repúblicas se establecieron abiertamente dictaduras burguesas sobre
una base ideológica nacionalista, fascista y teñida de oscurantismo religioso
Agalev aclamó la realización “del derecho a la autodeterminación” de la
misma forma que lo hicieron los revanchistas alemanes y el Vlaams Blok
(Bloque Flamenco), y pidió a la Comunidad Europea, es decir, a la futura
potencia europea bajo dominación alemana, que sirviera de mediador entre
los peones del imperialismo: Gorbachov y Eltsin. Es penoso... vivir de forma
distinta, aunque tal vez sea posible, pero pensar de manera distinta es ya otro
asunto...
Tal vez Agalev pudiera jactarse de haber ajustado cuentas al marxismo y
haber condenado el leninismo. Pero sobre los asuntos fundamentales que
dicen tener relación con la lucha de clases, no planteó nada capaz de
sobrepasar el nivel de la prensa burguesa

¿Hacia una dictadura de extrema derecha?

Numerosos fueron los elementos que nos indicaban que el golpe de Estado
de Eltsin contenía componentes de extrema derecha y portaba tendencias
fascistas.
En materia ideológica, Eltsin se inspiró, evidentemente, de la herencia
nacionalista de la época zarista. El 22 de agosto Eltsm sustituyó la bandera roja
del socialismo por la antigua bandera rusa tricolor, utilizada en tiempos del
zar. Ese mismo día, se cantó el himno nacional ruso.33
261

La ideología nacionalista rusa suplantó la ideología socialista soviética. En


la república de Eltsin, el 43% de personas encuestadas se consideró como
rusas y el 42% como ciudadanos soviéticos. 34 El nacionalismo reaccionario
alemán no puede ser comparado con el antiguo nacionalismo ruso. Este se
apoya en dos pilares: La Iglesia Ortodoxa y el Zar. La ortodoxia rusa clásica se
caracteriza por su oscurantismo medieval y es manifiestamente manipulada
por la derecha. Durante el golpe, el patriarca Alejandro II brindó su apoyo a
Eltsin. En el balcón del Parlamento, este último apareció rodeado de prelados
ortodoxos. Se recogen ya, las primeras perlas de esta ola de oscurantismo: “El

32 AgaJev, persmededeling. 26 de agosto de 1991, Mieke Vogels.


33 Despacho Reuter. Moscú, 22 de agosto de 1991.
34 International Herald Tribune. 22 de agosto de 1991. p. 6.
Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

golpe no podía haber triunfado” —dijo Alejandro II— “por la simple razón que
este había debutado como una ofensa a todo lo que es sagrado en nuestra
patria; este se produjo, el día mismo que nuestra Iglesia celebraba la
transformación de Nuestro Señor.” 35
El componente principal del nacionalismo ruso era su sumisión al poder
absoluto del Zar y a la nobleza. Actualmente aparecen numerosas
publicaciones sobre la vida del último zar Nicolás II, quien fue ejecutado por
los bolcheviques. “Visitando una exposición sobre los últimos días del zar
Nicolás II, he podido constatar la gran simpatía que existía por este hombre”,
así escribió recientemente el profesor Voordeckers.36
La antigua nobleza, que se fugara en 1917, regresa a instalarse en la Rusia
“libre”. En el mes de agosto, Eltsin organizó un primer Congreso, en el cual
participaron unos 400 emigrados. El conde Nicolás Apraxine declaró: “Existe
la voluntad de utilizar nuestro conocimiento, la cultura occidental de los
emigrados, para acelerar la transición a la economía de mercado.” 37
En una carta dirigida a Eltsin, el gran conde Vladimir Cyrillovich Romanov,
pretendiente al trono, le reafirma su “apoyo sincero” y rinde homenaje “al
coraje de todos los rusos que han luchado y que luchan aún para devolver a
nuestra patria sus valores fundamentales e históricos”.38
El bisnieto del zar Alejandro II está convencido de que su hora llegará, una
vez que el ardor en favor de Eltsin haya pasado. “El pueblo ruso comprende
que el régimen comunista no fue más que una interrupción del curso normal
de la historia.”39 El tándem Elsin-Gorbachov tuvo que apelar a los dictámenes
y a los chantajes para instaurar un nuevo orden político que se basa en
regímenes autoritarios, nacionalistas, en las 15 repúblicas independientes.
262

Los capitalistas tenebrosos, los burócratas que esperaban impacientes que


la hora de las privatizaciones llegara, los especuladores, los traficantes,
constituían la única base social que daba prueba de dinamismo y de
agresividad. Ellos instauraron su dictadura en la realidad cotidiana de la
producción y de la distribución. En nombre de esta clase fue que Gorbachov y
Eltsin dirigieron sus dictámenes a 1.800 representantes del Congreso, el día 2
de septiembre: enterrar la Constitución y disolver su propio Parlamento. Solo
una minoría protestó. Es significativo que la nueva dictadura burguesa hiciera

35 The Times. 22 de agosto de 1991, p. 2; Le Monde. 25 de agosto de 1991.


36 De Standaard. 24-25 de agosto de 1991, p. 4.
37 Le Soir. 30 de agosto de 1991, p. 7.
38 Le Monde. 29 de agosto de 1991.
39 Despacho AFP. París, 26 de agosto de 1991.
Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

uso de las formas más brutales de chantaje para imponer "la democracia”. “Si
el plan hubiese sido rechazado, Eltsin hubiese convocado a una reunión de
urgencia del Congreso de Rusia y esto, con un solo punto de discusión: la
secesión de Rusia."40 Cuando se efectuó la primera votación y la mayoría de
las dos terceras partes no fue alcanzada, Gorbachov hizo votar una segunda
vez y si hubiese sido necesario, habría hecho votar una tercera vez. Gorbachov
exclamó “Si vosotros no aprobáis esta disposición, se suspende la sesión." 41 Es
de esta manera “democrática” que la Unión Soviética estalló en 15 repúblicas.
Cada una de estas repúblicas cayó bajo el yugo de los nuevos capitalistas,
arrogantes y voraces. Ejemplos: en Lituania, una república que accedió a la
independencia, se comenzó a ver los efectos: más de 100 certificados de
rehabilitación se otorgaron a antiguos criminales de guerra nazis. Y seguirán
aún más. Muchos de estos nazis confesaron ante los tribunales sus
responsabilidades en las matanzas. El gobierno lituano reconoció a estos
verdugos como inocentes y les otorgó el derecho de indemnización. Uno de
estos casos es el de Aloisas Juodes, quien pertenecía al 12 batallón, y fue el
responsable de la matanza de más de 20.000 comunistas y judíos de junio a
diciembre de 1941 en Lituania.
El padre del presidente Landsbergis, “democráticamente elegido", fue
ministro del gobierno lituano que se constituye') en el momento de la agresión
alemana el 22 de junio de 1941. Además, firmó una declaración agradeciendo
“al salvador de la cultura europea, Adolfo Hitler y a su ejército her oico", por
haber liberado a Lituania, y lejiromctió toda la ayuda del gobierno en la
cruzada contra el bolchevismo.42
En Georgia, Zviad Gamsajourdia instauró su dictadura nacional fascista
personalizada. Después de una campaña racista, el hombre fue elegido con un
87% de los sufragios. El 30% de la población pertenece a minorías nacionales.
“La nación georgiana" —expresó Gamsajourdia— “sabrá expulsar a todos los
traidores, a todos los enemigos, a todos aquellos que han encontrado refugio
aquí.” Y también arremetió contra los “tártaros y los leks que levantan hoy la
cabeza, tal como los armenios y los osetas, quienes poco a poco devorarán
nuestro cuerpo, nuestra santa religión, nuestra patria de santos y de héroes
que los comunistas vendieron a gentes foráneas”.43
263

En Moldavia, una república de 4.200 habitantes, los moldavos fueron

40 International Herald Tribune. 5 de septiembre de 1991.


41 "El congreso de diputados soviéticos ha aceptado". En: Le Monde. 6 de septiembre de 1991.
42 “Litouwen wered aan 'amnestic”'. En: De Standaard. 6 de septiembre de 1991
43 Le Monde. 30 de mayo de 1991, p. 4.
Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

movilizados por la extrema derecha en contra del 37% de la población;


constituida por 14% de ucranianos, 13% de rusos y 4% de gagauzos. Anatoly
Schamma, un ruso miembro del soviet local declaró: “Los moldavos ejercen
una verdadera dictadura y nos imponen una ‘romanización’ forzada.”44
La mayoría de los moldavos deseaban una anexión a Rumania, donde el
Parlamento acababa de restituir al mariscal Ion Antonescu. Este hombre, en
1941, hizo entrar a Rumania en la guerra, codo a codo con la Alemania
hitleriana. Ahora es considerado como un “mártir, cuya muerte fue ordenada
por los vencedores soviéticos". ¡El régimen de Antonescu es responsable de la
muerte de por lo menos 209.000 judíos!45
Podemos ver que el nuevo régimen de Gorbachov y Eltsin trajo consigo la
“democracia” para los nuevos capitalistas y la dictadura para todas las fuerzas
políticas que desean defender la causa de las clases explotadas. Es la
democracia para los fascistas, los zaristas y los reaccionarios de todo linaje.
Sin embargo, el Partido Comunista fue disuelto y sus actividades en las
fábricas, el ejército y la policía fueron prohibidas. Estas medidas no afectaron
a los grandes burócratas; estos ya se transformaron en nuevos ricos. Estas
medidas impedían la reconstitución de un verdadero partido comunista que
se sustente en las bases del Partido Comunista
Cuando los golpistas prohibieron la difusión de la mayoría de los periódicos
prooccidentales, la prensa libre protestó enérgicamente. La red de World
Media, a la cual pertenecen, entre otros: The Christian Science Monitor (EE
UU.), Ha’aretz (Israel) y Le Soir (Bélgica); organizó una campaña mundial de
apoyo a Nezavissimala Gazeta. Dos días más tarde, Eltsin prohibió la
publicación de seis periódicos, entre ellos, Pravda y embargó las imprentas del
Partido Comunista. Cuando los comunistas son amordazados, los defensores
de la libertad (burguesa) de prensa no articulan palabra.
264

En todos los continentes, la CIA propicia, generosamente, la difusión de las


obras de los escritores que ensalzan los méritos del capitalismo y del
imperialismo. Pero el 30 de agosto cuando el Consejo Moscovita prohibió la
Unión de Escritores de la Federación Rusa, porque había apoyado a los
‘‘conservadores” y el golpe, nadie levantó la voz ni protestó46. Por su parte,
Eltsin que defiende tan brillantemente la propiedad privada capitalista de los
medios de producción, se apresuró a nacionalizar los inmuebles, las imprentas

44 La Libre Bélgica. 26 de agosto de 1991.


45 “Rumania, una verdad oscura”. En: International Herald Tribune. 6 de julio de 1991.
46 Le Monde. 3 de septiembre de 1991, p. 3.
Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

y otros medios de producción pertenecientes al Partido Comunista.

En nombre de la democracia: el hambre, la dictadura y la


guerra civil

¿Qué futuro espera a los soviéticos, después del triunfo de la


contrarrevolución dé terciopelo?
Una propaganda bien montada y una hábil desinformación convencieron a
la gran mayoría de la población occidental de apoyar las “revoluciones" en los
países del Este y en la Unión Soviética. Pero, ¿cuál es el verdadero significado
de clase de las palabras “democracia” y “libertad" con que Bush, Mitterrand,
Martens y Eyskens nos llenan los oídos día a día? El verdadero sentido que
estos dan a su democracia, a su libertad, lo comprendemos cuando vemos en
qué situación se encuentra la clase trabajadora en Europa del este y en la
Unión Soviética.
En los años venideros, se puede esperar un fortalecimiento violento de
estas tendencias.
“Libertad” y “democracia” son sinónimos de paro, de hambre, estos
anuncian la dictadura, la guerra civil y las intervenciones imperialistas.
Polonia contaba, en 1991, con 1 700.000 desempleados En Checoslovaquia,
los desempleados aumentaron desde enero de ese año de 120.000 a 300.000
a fines de junio. En junio de 1991, la producción descendió un 32% en
comparación con el mes de junio de 1990. Y el costo de la vida aumentó en un
66,5% en un año47. La Unión Soviética comenzó su reorganización capitalista.
En el curso del primer semestre de este año, la producción bajó un 12%
comparativamente con 1990 48 . El 8% de la población se encontraba sin
empleo y la aplicación del plan Javlinsky provocaría la pérdida de empleo para
“decenas de millones de personas". 49 Gorbachov estimuló un aumento
espectacular de la deuda externa con los bancos privados: de 29 millares de
dólares en 1985, pasó, aproximadamente, a 70 millares en 1991. Los
principales acreedores eran Alemania y Japón. 50 A fines de este año, la
inflación llegaría a 1.000%.51
265

47 L 'Echo. 22 de agosto de 1991, p. 8.


48 International Herald Tribune. 22 de agosto de 1991, p. 9.
49 International Herald Tribune. 26 de agosto de 1991. p. 8.
50 “URSS: La deuda”. En: La Libre Bélgica. 21 de agosto de 1991.
51 International Herald Tribune. 2 de septiembre de 1991, p. 3.
Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

En el plano político, la nueva burguesía se organizaba y se aglutinaba,


principalmente, en tomo a las plataformas nacionalistas en las 15 repúblicas.
Las diversas fracciones de esta nueva burguesía, todas sedientas de ganancia,
encontrarán, ciertamente, una mejor protección bajo los regímenes
autoritarios e, incluso, dictatoriales. La ideología nacionalista, con la cual la
burguesía pretende consolidar su base popular, impela en el mismo sentido.
En cada una de las 15 repúblicas existen diferentes nacionalidades en zonas
mixtas. La extremada agitación nacionalista, en una situación de caos general,
de miseria y de desempleo, conducirá inevitablemente a la guerra civil. “La
yugoslavización” de la Unión Soviética es casi ineluctable.
El control y la injerencia extranjera crecerán rápidamente a medida que los
grandes planes de la economía caerán en manos alemanas, japonesas,
británicas y norteamericanas. De acuerdo con las circunstancias, el
imperialismo se mostrará partidario de la unión o favorecerá, por el contrario,
la fragmentación. Alemania y Estados Unidos eran partidarios del
mantenimiento de un poder central, con el fin de garantizar el control de las
amias nucleares, estas potencias preferían también disponer de un gran
espacio económico para realizar sus negocios.
Con relación a Yugoslavia todos los partidos alemanes, incluso la
socialdemocracia, ya estaban por la revancha y la anexión efectiva de
Eslovenia y de Croacia, las que constituyeron la base de la Alemania hitleriana.
Alemania estaba, igualmente, a favor de la separación de las repúblicas
Bálticas; se hablaba de “un pasado histórico, humano y cultural común”, y de
“su responsabilidad histórica para con los estados bálticos". 52 Es por medio de
estos argumentos que la Alemania nazi disfrazó su expansión.
Los conflictos y las guerras civiles en Europa del este y en la Unión Soviética
pueden dar lugar muy rápidamente a intervenciones militares extranjeras.
Alemania trata de poner en marcha una nueva fuerza de intervención militar
en el marco europeo. Genscher propuso la instauración de un consejo de
seguridad y de "una fuerza de paz” en el marco de la Conferencia por la
Seguridad y la Cooperación en Europa . Dentro de tal organismo, seria
Alemania la potencia dominante y no Estados Unidos.53 El ministro soviético
de Relaciones Exteriores, Boris Pakine, otorgó su visto bueno para que se
ejerciera una tutela occidental con vistas a resolver los conflictos internos. “El
principio de no injerencia no puede ser un concepto absoluto, igualmente, no

52 Le Monde. 29 de agosto de 1991. p. 3.


53 “Bonn exhorta a la creación ...” En: International Herald Tribune. 5 de septiembre de 1991.
Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

puede ser un objetivo en sí."54


Desde entonces Alemania es la principal potencia económica en Europa del
este y en la Unión Soviética. Desde 1989 había otorgado una ayuda de 30
millares de marcos a Europa del este y 60 millares de marcos a la Unión
Soviética, lo cual representaba el 56% del total de la ayuda occidental. 55 La
capital confianza que Alemania tiene en la Europa de los Doce disminuye.
Alemania necesita de una Europa amplia, en la cual tomen parte los países del
Este y algunas repúblicas de la antigua Unión Soviética. Alemania sería
entonces la primera potencia dominante, tanto en el plano económico como
en el plano político. Todo esto puede provocar una gran inestabilidad en toda
Europa. Conflictos de intereses principalmente entre Alemania. Francia y los
países mediterráneos pueden adquirir formas violentas En el plano
internacional, los conflictos de intereses económicos y financieros entre
Alemania, Japón y Estados Unidos pueden sacudir al mundo entero.
Todo esto presagia graves y despiadados conflictos de clase en la Unión
Soviética. Los verdaderos comunistas de este país deberán romper con la
ideología “a lo Brezhnev” y “a lo Gorbachov”, con esta degradación del
marxismo fue con lo que los burócratas y los burgueses revistieron sus
complots.
En los conflictos dramáticos, que no tardarán en llegar, estos deberán
ponerse de parte de las masas. Los principios de Lenin y de Stalin no pueden
retomar raíces en la lucha.
El Partido Comunista debe ser enteramente reconstruido y esto no es
posible si no se logra una ruptura radical con los elementos que se hicieron
dueños del partido bajo Jruschov, Brezhnev y Gorbachov “El partido no puede
conducir el combate a muerte en contra de la burguesía y a la vez tolerar en
sus filas personajes que traicionan y capitulan ante el enemigo”, decía Stalin.
Además aclaró: “Una fortificación cae más fácilmente desde el interior.” Sobre
este punto la historia le ha dado la razón. “El partido declina, cuando se
distancia de las masas, cuando se ahoga bajo una capa de burócratas." 56
267

Esta previsión de Stalin llegó a ser realidad. Las fuerzas de izquierda en


Europa occidental tienen mucho trabajo por delante. Estas deben dar su
apoyo y su ayuda a los núcleos comunistas que se forman en Europa del este
y en la Unión Soviética, así como a los movimientos sindicales que luchan,

54 “Hacia una conmoción". En: Le Soir. 5 de septiembre de 1991.


55 “El habla clara y nítida de Helmut”. En: Le Soir. 5 de septiembre de 1991.
56 De Geschiedenis van de Communistische Partij van de Sovjetunie (Bolcheviek). Moscú. 1938.
Septiembre 1991. La Unión Soviética estalla, Bush dirige el baile

basados en principios de clase, contra las “fechorías" de la libertad y de la


democracia. La lucha contra el nacionalismo y contra el racismo, adquieren en
nuestro país una nueva dimensión, a la luz del renacimiento del fascismo y de
las guerras civiles en los países del Este.
El rechazo radical a la unidad de Europa, vale decir a la superpotencia
europea y a la Europa alemana, sirve a la paz y también a la liberación del
Tercer Mundo.
Cada paso que se dé en vías de la constitución de un ejército europeo, hace
avanzar a Europa y al Tercer Mundo en la vía de la guerra civil y de la agresión.
En pro de defender los principios de igualdad, de justicia y de paz en el
mundo, es necesario rechazar la guerra económica, en la cual las armas son el
boicot, el embargo y las sanciones, hay que denunciar todos los pretextos de
injerencia política y combatir toda intervención militar.
Una catástrofe alucinante

269

Una catástrofe alucinante

Dos años después del golpe de Eltsin, realizado el 21 de agosto de 1991, la


ex-URSS se transformó en un cementerio político, industrial y moral. Ese día
Eltsin no enterró solamente el comunismo, acabado desde hacía mucho
tiempo, sino que también enterró a la Unión Soviética como país organizado
e independiente. El golpe conservador de Guenadi Yanaev del 19 de agosto
tenía como objetivo reformar de manera racional y progresista la Unión
Soviética, y transformarla en una potencia capitalista unida e independiente.
El contragolpe democrático de Eltsin, apoyándose en las fuerzas del
capitalismo salvaje, en los nacionalistas de derecha y en la CIA, quería la
destrucción del país, la desregulación caótica y la instauración de un
protectorado norteamericano.
Sin embargo, esta última opción del capitalismo salvaje y compradore fue
apoyada por toda la seudoizquierda occidental Pierre Beauvois y Louis Va n
Geyt, ambos portadores del título de presidente del moribundo Partido
Comunista de Bélgica, se unieron a Guy Spitaels, presidente del Partido
Socialista, para responder a un llamado de Eduard Shevardnadze y Alexander
Yakovlev y crearon un Comité de Apoyo a la Democracia en la URSS. La
declaración condenaba “la fracción de militares y de conservadores que
trataron de tomarse el poder(...) olvidando el profundo deseo de cambio y de
libertad que nació en el país desde el principio de la perestroika y de la
glasnost. Este comité dio su apoyo a Eltsin y afirmaba que “ayudará a los
demócratas soviéticos y que incitará a las autoridades gubernamentales
occidentales a tomar todas sus responsabilidades”. ¡Como si los servicios
secretos occidentales tuvieran que ser incitados a ayudar a Eltsin!
270

Evidentemente, los trostkistas de la IV Internacional hicieron también su


tradicional número demagógico. “Había que oponerse sin dudar a este golpe
y luchar junto a Eltsin. El desarrollo de la autoorganización, del pluralismo
político y de la total libertad de expresión son la única garantía de una
democracia.”
Dos años después, observamos la alucinante catástrofe que provocó este
“cambio y libertad” y esta “democracia pluralista” de Eltsin en la Unión
Soviética.
Una catástrofe alucinante

A fines de 1993, la producción industrial había disminuido en más del 40%


con relación a 1990. Esta depreciación fue sobre todo catastrófica después del
golpe de Eltsin: partiendo de un índice de 100 en 1991, descendió a 62 a fines
de 1993. En este mismo período de dos años, la producción de acero y de
petróleo decrecieron de 100 a 76 puntos y la producción de tractores a 50. Los
productos lácteos disminuyeron de 100 a 42 puntos, la cantidad de carne
vendida a 65 puntos y la fabricación de zapatos a 44 puntos. Entre junio de
1991 y junio de 1992 las exportaciones se redujeron hasta un 49%.
Según Jeffrey Sachs, las exportaciones bajaron de 236.000.000 de dólares
en 1985 a 35.000.000 de dólares en 1992: una amputación de 85%. La mayor
parte de las exportaciones pasa, sin embargo, por conductos ilegales dirigidos
por organizaciones de la mafia.
El Estado pierde su influencia en toda la vida económica: así en enero-
febrero de 1992, el Estado recaudó solamente el 50% de los impuestos.
La deuda externa de Rusia no deja de aumentar: a mediados de 1993
rondaba los 87.000.000 de dólares.
Todas las relaciones económicas se rompen: el Estado no paga a los
asalariados. Sus deudas, en cuanto a sus ciudadanos, estimadas en 40.000.000
de rublos en marzo de 1992, subieron tres meses más tarde a 150.000 000.
Las empresas no pagan sus compras: las deudas interempresas pasaron de
40.000.000 de rublos en enero de 1992 a... ¡más de 1.000 millones en abril de
este año!
271

“Las empresas pararon toda inversión”, señalaba Le Monde Diplomatique.


La contrarrevolución en el terreno económico pone la producción en las
manos de una minoría y sumerge al 90% de la población en una enorme
miseria. Este proceso de polarización va acompañado de una destrucción
impresionante de los medios de producción. Es una verdadera regresión
económica que acompaña la lucha de clases, durante la cual los nuevos ricos
despojan a los trabajadores.
Como consecuencia de la falta de piezas de repuesto (sus precios se han
duplicado), 250.000 tractores están inmovilizados. Como los koljoses no
compraron más maquinaria, la mitad de las fábricas que trabajan para el
sector agrícola pararon la producción en marzo de 1992. En el transcurso del
mes de enero de 1992, para pagar sus deudas, los koljoses sacrificaron
600.000 cabezas de ganado, 3,5 millones de cerdos, 4,5 millones de ovejas y
de cabras.
Destruir la riqueza ganadera fue un hecho ya repetido en la historia.
Después de la Gran Revolución los campesinos ricos de entonces mataron
Una catástrofe alucinante

20.000.000 de caballos, 30.000.000 de bovinos, 14.000.000 de cerdos. Hoy día


y para destruir la colectivización y empujar a los campesinos a un status de
explotados, la nueva burguesía obliga a los koljoses a matar el ganado.
A principios de los años 30, los obreros estaban noche y día en los campos
de trabajo para construir las fábricas de tractores, con el fin de ayudar a los
campesinos. En el campo tenían 50.000 tractores en 1930 y recibieron
230.000 nuevos entre 1931 y 1934. En cuatro años de lucha, la revolución
había derrotado a la burguesía rural y abierto a la masa campesina el camino
a una vida libre, a la cultura, a la ciencia, a la técnica y al desarrollo de la
producción.
Al comienzo de los años 90, en solo algunos años de contrarrevolución,
250.000 tractores estaban cubiertos de moho y la fabricación de tractores
bajó en cientos de millones.
Desde 1990, un país desarrollado e industrializado fue “tercermundizado",
su economía desequilibrada y su soberanía pisoteada.
Un diario financiero escribe: “...mucha gente [en Ucrania) incluso en las
grandes ciudades, tienen una cabra para la leche y el queso. Así, una economía
industrial sofisticada (...) volvió prácticamente a una agricultura de
supervivencia, bajo el impacto de la hiperinflación y de la falta de energía”.
272

Hasta los pequeños capitalistas, por quienes supuestamente se hizo esta


contrarrevolución, no salen adelante. Valentin Nivikov, 34 años y uno de los
primeros campesinos privados de la región de Yaroslavi, declaró: “La vida era
mejor en los tiempos del supuesto ‘estancamiento’. Si yo pudiera, volvería a
esa época. Entonces uno podía comprar chocolate. Ahora, yo trabajo de la
noche a la mañana y termino con una montaña de deudas.”
En 1989 no pasó un día sin que se nos repitiera: “El comunismo no funciona,
no es económicamente viable.” Era preciso introducir el capitalismo para abrir
la puerta al bienestar y la abundancia. El capitalismo había probado
terminantemente su superioridad. Menos de cinco años después, la catástrofe
económica que el capitalismo salvaje provocó en la URSS, pone de manifiesto
la perfidia de esa propaganda interesada.

Paro, pobreza, pillaje

La contrarrevolución Gorbachov-Eltsin llevó a 300.000.000 de soviéticos a


una alucinante crisis económica, social y moral: supera la crisis de la República
Una catástrofe alucinante

de Weimar, de donde emergió la bestia fascista. No obstante, la burguesía


occidental no dejó de clamar que, a pesar de todas las dificultades, “¡la
reforma y la democracia progresan!” Esta es una linda ilustración de lo que los
marxistas llaman tomar una posición de clase. Cuando (y con el socialismo) los
explotadores, reaccionarios, fascistas se encontraban en los goulag, la
burguesía tenía ojos solamente para ellos y representaba a toda la sociedad
socialista como una gigantesca prisión. Hoy día, los antiguos detenidos de los
goulag forman la clase de los nuevos ricos, toda la población trabajadora sufre
el goulag infernal del capitalismo salvaje. Desde el punto de vista de la
burguesía, la sociedad volvió a encontrar “la libertad, la democracia”.
A fines de 1993 había oficialmente en Rusia 700.000 cesantes, ¡pero el
número real fue estimado en 20.000 000! Estos millones de cesantes no tienen
ninguna forma de ayuda social. A principios de 1992, la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) anunció que 15.000.000 de trabajadores,
20.000.000 de funcionarios podrían perder su empleo en los dos años
siguientes.
“En el transcurso de los dos últimos años” —relata The International Herald
Tribune en octubre de 1992—, “8 de cada 10 rusos son más pobres que antes.
El poder adquisitivo promedio es solamente del 42% de lo que era en 1990.” 1
La Revue Internationale du Travail escribía: “Según cifras oficiales, los ingresos
netos perdieron el 60% de su valor desde diciembre de 1991 hasta febrero
1992.”
273

La misma revista continuaba: “La población empieza a sufrir una pobreza


extrema. A principios del año, el 85% de la población vivía bajo el umbral de
la pobreza, no pudiendo comprar ni siquiera alimentos de base.” “El mínimo
vital en Moscú [febrero de 1992] se sitúa entre 1 300 y 200 rublos, de tal
manera que una pensión de 542 rublos (...) no podría responder, con toda
evidencia, a las más elementales necesidades de existencia.” Algunos meses
más tarde, en junio de 1992, Le Monde Diplomatique publicó: “El mínimo vital
está fijado en Rusia en 3.500 rublos, el mínimo de supervivencia fisiológica en
800 rublos.” “Un profesor gana en Moscú de 750 a 800 rublos, el límite justo
de la supervivencia fisiológica; entonces no puede comprar ni ropa, ni libros,
ni cuadernos. Una enfermera gana el mismo salario [750 a 800 rublos). Un
médico gana de 1.000 a 1.400 rublos, justo para sobrevivir.”
Hoy “la libertad y la democracia” para los explotadores se encuentran
restablecidas en la ex-Unión Soviética. Y de golpe, la gran mayoría de la

1 International Herald Tribune. 2 de octubre de 1992.


Una catástrofe alucinante

población se sumerge bajo el umbral de la pobreza. ¡La libertad y la


democracia para las masas trabajadoras, aseguradas con el socialismo, han
sido perfectamente liquidadas!
En Rusia, la inflación en 1992 fue de 2 500%. En 1993 fue de 1 000, en
Ucrania superó el 10000%. ¿Qué significa eso para los trabajadores y, sobre
todo, para los jubilados soviéticos? “El hombre de la calle se vio desprovisto
de todas sus economías prácticamente.’’ “Los millones de rublos ahorrados
durante toda la vida perdieron todo valor.”
Rara vez en la historia se tuvo una prueba tan clara y terrible de que el
capitalismo es el robo de la propiedad privada de los trabajadores. Ninguna
palabra es exagerada, porque se trata realmente de bandolerismo, de
gangsterismo, de robo... [robo cualificado] de más de 270.000.000 de
trabajadores honestos. ¡Y qué paradoja de la historia! Se sabe que el
comunismo quiere terminar con los medios privados de producción, fuente de
explotación del hombre por el hombre. Desde hace más de un siglo, los
capitalistas responden a esta reivindicación con la mentira de que los
comunistas quieren despojar a la gente de sus casas, de sus bienes y de sus
propiedades. Desde luego, los comunistas no han criticado jamás la propiedad
personal de los bienes de uso y de consumo. Pero he aquí que en la Unión
Soviética el socialismo, corroído desde hace 35 años, es derribado desde el
interior, y un nuevo capitalismo se instala. En los apacibles días del socialismo,
millones de decenas de viejos, de los cuales muchos habían arriesgado su vida
durante la guerra antifascista, pudieron constituir un ahorro importante.
Todos los soviéticos que trabajaron durante 20 ó 30 años ahorraron para su
vejez. Y bien, en el curso de los tres últimos años, fueron agredidos y
desprovistos de todos sus ahorros por la clase criminal de los nuevos
capitalistas. Así es cómo el capitalismo saquea a los trabajadores sus bienes
adquiridos durante una vida de trabajo honesto.
274

La prensa norteamericana relató: "Ahorros acumulados en el transcurso de


una vida entera fueron barridos por la inflación ‘Yo tenía 3.000 rublos en el
Banco de Ahorros y esto me parecía una fortuna’, decía Maya Dyakov, una
pensionista de 63 años que trabajé) como dactilógrafa. ‘Yo estaba contenta
porque sabía que tenía dinero suficiente para pasar mi vejez. Ahora eso no
vale casi nada Tengo miedo del invierno’.”
Una catástrofe alucinante

Genocidio

La palabra "genocidio" ha sido desacreditada por un uso abusivo El mayor


genocidio de este siglo fue infligido por los nazis al pueblo soviético: i
Veintitrés millones de muertos! Se sabe, sin embargo, que los nazis habían
preparado los espíritus alemanes para este exterminio, inculcándoles odio
hacia los bolcheviques, que habrían provocado deliberadamente una
hambruna-genocidio para liquidar al pueblo ucraniano... Yo me sentí
escéptico cuando leí un texto de Nina Andreeva en el que afirma: “Según
muchos veteranos de la guerra del trabajo, el verdadero genocidio empezó
con la reforma proclamada por el presidente ruso, este genocidio que arrancó
la vida a millones de personas por hambre, frío, terrorismo moral, ultraje falta
de medicamentos y desencadenamiento de crímenes.”
Para verificar esta afirmación, leí más atentamente la prensa occidental y
me sentí extrañado al constatar que realizaba un cuadro de la realidad rusa en
el cual el genocidio toma, efectivamente, un lugar central.
275

A fines de 1993, entre el 30 y el 35% de la población vive en la pobreza y


no alcanza a tener siquiera el mínimo de supervivencia fisiológica. ¡Esto
significa que existen entre 90 y 105.000.000 de personas para quienes la
supervivencia no está garantizada! Otro 40 ó 50%, es decir, entre 120 y
150.000.000 de hombres viven por encima de este mínimo vital.
En la ex-URSS, 264 000000 de personas, sobre un total de 300.000 000,
tienen que gastar casi todos sus ingresos en alimentación. El umbral de
pobreza es de 3.000 rublos por persona, el 87% de la población no alcanza a
tenerlo. Según el Ministerio de Relaciones Sociales, una familia consagra más
del 80% de sus ingresos a la alimentación. Por lo demás, entre 1989 y 1993, el
consumo de carne descendió en un 14%, los productos lácteos en un 25%, el
pescado en un 24%, las frutas en un 19%.
Muchos soviéticos están subalimentados. “En Moscú, en febrero de 1992,
la ración calórica media disminuyó aproximadamente a 2 200 en vez de las 2
800 calorías recomendadas como mínimo, la ración proteica se redujo a 50
gramos, es decir, muy por debajo de los 80 a 100 gramos recomendados como
mínimo. Esta situación recuerda el tiempo de guerra, los primeros casos de
muerte por subalimentación ya fueron señalados a los medios de
comunicación.”
Las cifras de abortos hablan por ellas mismas de genocidio. Amon
Kapeliouk escribió en Le Monde Diplomatique: “La principal causa de abortos
Una catástrofe alucinante

(cifra oficial de 8.000 000, pero el total alcanzaría 20.000.000 con los abortos
no declarados] tiene su origen en las dificultades económicas.” En 1987 hubo
5.600.000 nacimientos en la URSS... Los millones de mujeres que quisieran
tener un hijo, están en la imposibilidad material absoluta de criarlo: el
capitalismo “democrático” las obligó a abortar. En Europa, la extrema derecha
y los neonazis combaten el derecho al aborto, pero al mismo tiempo atacan el
comunismo. En la Unión Soviética, lograron destruir el comunismo, y he aquí
que sus colegas rusos obligan a millones de mujeres a abortar contra su
voluntad.
Y para las mujeres rusas que llegan al final del embarazo la pesadilla
continúa. “Treinta y cuatro mil madres en 1992 rehusaron llevarse al recién
nacido cuando salieron de la maternidad.”
Los nacimientos empezaron a disminuir de manera dramática. En Moscú,
en 1991 hubo 84 (XX) recién nacidos, contra 96.000 el año precedente, es
decir, una baja de un 13%. Y “esta cifra sigue bajando de manera dramática”.2
La población comienza a declinar. “En enero de 1992, Rusia registró 147.000
nacimientos y 167.000 decesos.” Y el ayuntamiento de Moscú “se niega a
publicar las estadísticas de los suicidios, porque numerosos pensionados han
puesto fin a sus días”3
Los niños, como los viejos, son los primeros tocados por el actual genocidio.
Galina Serdioukovskaia, directora del Instituto de Investigación Científica de
la Prevención de Enfermedades Infantiles, declaró: “Ya no se puede dar ni
leche ni azúcar a los niños. Del 12 al 15% de los niños que van al jardín infantil,
a la escuela primaria, ya sufren de enfermedades crónicas que afectan
principalmente las vías respiratorias.” “El Comité de Estado para la Familia y
la Infancia llegó a la conclusión, recientemente, de que solamente el 4% de los
niños rusos están en perfecta salud, poniendo en guardia contra los estragos
provocados por las carencias alimenticias. Los padres mandan a sus hijos al
orfelinato porque “ellos comen mucho y nosotros ya no podemos más”. Según
estadísticas oficiales. 154.000 niños rusos fueron abandonados por sus padres
y viven en sótanos o en casas abandonadas.
En 1992, “el presupuesto de salud disminuyó en un 39%”.4 El economista
Kalganov dijo: “Aquellos que desean recibir cuidados tienen que ir al sector
privado. Los hospitales públicos no tienen créditos para comprar los

2 Ecos de Rusia. Julio-agosto de 1992, p. 4.


3 Ibidem.
4 Le Monde Diplomatique. Septiembre de 1992.
Una catástrofe alucinante

medicamentos que necesitan.” 5 Según M Kaen, cirujano: “No hay


medicamentos, los hospitales caen en ruinas.” “La tuberculosis vuelve... Según
pronósticos de los expertos, tocará en dos años a 100 de cada 100.000
personas”6
En Rusia ahora son millones los pobres que se ven obligados a vender sus
órganos para poder sobrevivir. “Numerosos especialistas están dispuestos a
participar en acciones de trasplante de órganos, lo que conduce a una
instauración, a través del comercio de elementos del cuerpo humano, de una
nueva esclavitud.” 7 He aquí lo que en realidad esconde la bandera de la
libertad burguesa, por la cual trostkistas y socialdemócratas llamaron a
marchar en 1989.
Un economista, miembro de la Academia de Ciencias, declaró “En los
tiempos del sistema comunista, nuestro nivel de vida nunca fue muy elevado,
pero todo el mundo tenía un trabajo. La cobertura de las necesidades
fundamentales y de los servicios sociales, que era ciertamente inferior a las
normas occidentales, estaba también garantizada a cada uno. Hoy día, por el
contrario, las condiciones sociales de Rusia se parecen a las del Tercer Mundo.
277

Todas estas catástrofes se ven aumentadas en las repúblicas


“independientes” por las guerras civiles reaccionarias.
A principios de los años 20, Stalin había señalado que las fuerzas
reaccionarias de las repúblicas periféricas, recurrirían al nacionalismo burgués
para destruir el régimen socialista y buscar refugio en el sistema imperialista.
La paz, el desarrollo, el socialismo, exigían la unidad de la clase obrera
multinacional, la solidaridad entre todas la nacionalidades y el respeto de las
diferentes lenguas y culturas. Y para defender la paz, el desarrollo y el
socialismo, era necesario combatir firmemente el exclusivismo nacional, el
chovinismo local, el separatismo. La justeza de estas palabras de Stalin está
puesta de manifiesto actualmente por las guerras reaccionarias que
transportan a las repúblicas periféricas 80 años atrás.
A principios de 1993, el diario Le Soir escribía: “La guerra civil en Tadjikistan
es todavía más cruel que la guerra en Bosnia-Herzegovina... Ha provocado más
víctimas y refugiados que la de Bosnia.” 8 Y Le Monde precisó: “Según
estimaciones oficiales, el número de muertos de la guerra civil es
aproximadamente 25.000 [y varias centenas de miles de refugiados]. Esto es

5 Le Monde Diplomatique. Noviembre de 1992, p. 21.


6 Marie Jean-Jacques: Le Monde Diplomatique. Junio de 1992. p. 13.
7 Le Monde Diplomatique. 16 de diciembre de 1992, p. 13.
8 "Drama en Asia”. En: Le Soir. 9 de enero de 1993.
Una catástrofe alucinante

enorme para un país de 5.000.000 de habitantes... Un oficial superior ruso


afirma que para acercarse a la realidad, habría que multiplicar la cifra por
cuatro."9
A fines de 1993, la guerra entre Armenia y Azerbaidjan por el control del
Alto Karabaj, ha costado, según el presidente Azeri Aliev, 18.000 víctimas.10
Esta guerra civil reaccionaria desgasta tanto a Armenia como a Azerbaidjan.
“Armenia, totalmente aislada, está muriéndose. Todos los hospitales, todas
las escuelas, todas las empresas están cerradas. El agua potable es escasa y la
electricidad insuficiente. En el transcurso de este año, los armenios han
cortado tantos árboles, que una catástrofe ecológica amenaza Las
enfermedades infecciosas, los casos de hepatitis, aumentan de manera
alarmante.”11
Georgia fue desgarrada por una guerra civil entre los nacionalistas, unidos
en tomo al presidente Gamsajourdia, y las fuerzas liberales y
pronorteamericanas, agrupadas alrededor de Shevardnadze. En Osetia del
Sur, los 150.000 osetios, que constituyen dos tercios de la población,
declararon su “independencia” de Georgia en 1990. La guerra civil que siguió
se detuvo después de la intervención de tropas... rusas. En el mismo momento
estalló también una guerra civil entre los georgianos y los nacionalistas
abjazos, que reclamaban la independencia de Abjazia, donde 99.000 abjazos
constituyen cl 18% de la población. El capitalismo prometió la “democracia” y
trajo la dictadura y la esclavitud. Habló del aumento del bienestar y provocó
la tercermundización. Prometió la “liberación” y hundió a las repúblicas en la
guerra civil.
278

Durante decenios, el imperialismo produjo campañas por “la defensa de los


derechos humanos”, mediante reaccionarios y agentes de la CIA como Sajarov
y Soljenitsyn. Amnistía Internacional, bajo su bandera de duplicidad, participó
en todas esas campañas anticomunistas. ¿Qué pasó con los derechos
humanos de decenas de millones de subalimentados y hambrientos actuales,
millones de mujeres obligadas a abortar, millones de niños enfermos crónicos,
de los cuales se cuentan por miles los que viven en la calle, decenas de miles
de viejos empujados al suicidio, miles de pobres obligados a vender sus
órganos, 100.000 muertos en guerras civiles y crímenes de la mafia? El que
defiende los “derechos del hombre” de los explotadores, de los mafiosos, de

9 Le Monde. 27 de enero de 1993, p. 4.


10 “El presidente Aliev declara...”. En: Le Monde. 24 de diciembre de 1990.
11 Ibidem.
Una catástrofe alucinante

los fascistas y anticomunistas, niega por ello los derechos del hombre de los
trabajadores.

Mafia, burocracia y CIA

Con Stalin, los burócratas que transformaban empresas del Estado en sus
pr opios “feudos” iban a parar a Siberia. Ahí, se encontraban con
especuladores, defraudadores, traficantes y personas que habían desfalcado
propiedades socialistas. Desde 1990, los antiguos prisioneros del goulag y sus
semejantes han tomado el poder del Estado y aplican un programa de
"privatización” de las empresas socialistas. La Unión Soviética ha entrado en
una era controlada por la mafia y la bandicracia.

La mafia toma el poder

El semanario Newsweek dio una descripción minuciosa de la situación: “El


crimen organizado dirige San Petersburgo. Aquí, como en las mayores
capitales rusas, los bandidos se han apoderado del mundo de los negocios,
controlan el gobierno y la vida cotidiana de un pueblo que sufre desde hace
mucho tiempo. Inspectores del Ministerio del Interior contaron casi 3.000
organizaciones controladas por la mafia en todo el país. Con la ayuda de pejes
gordos bien armados, estas organizaciones arrebatan millones de dólares y
dirigen otras organizaciones criminales activas en la prostitución, el
narcotráfico y el comercio de armas. Algunas exportan materias primas rusas
por miles de millones de dólares... Los funcionarios en casi todos los
ministerios son comprados, perseguidos, intimidados y controlados por los
bandidos rusos. En San Petersburgo, un alto inspector estima en un 70% el
porcentaje de policías corrompidos... Cuando los occidentales ven unos
negocios que prosperan, tienden a ver empresarios. Los rusos ven
bandidos.”12
279

El mensual Le Monde Diplomatique cita una encuesta para mostrar hasta


qué punto la mafia ha tomado proporciones extraordinarias con la
complicidad y el apoyo activo del aparato de Estado de Eltsin. Se puede leer
sobre el crimen organizado: “En la Rusia de Boris Eltsin, el ejecutivo del Estado
y la mafia se confunden en formas múltiples en un entorno opaco (...). Se están

12 Newsweek. 5 de octubre de 1992.


Una catástrofe alucinante

llevando a cabo investigaciones sobre unos 30.000 policías, soldados y


funcionarios (...). La criminalidad mañosa aumenta de modo excepcional.
Dentro de poco, el hampa rusa será la más grande del planeta."13
Se puede decir, de modo general, que la restauración del capitalismo en la
Unión Soviética es un crimen contra el pueblo de trabajadores que había
llegado, mediante esfuerzos heroicos, a construir una sociedad socialista y
libre. Pero más concretamente, se puede constatar que el capitalismo se ha
impuesto con una explosión de criminalidad sangrienta y sin piedad, una
criminalidad que ha hecho tabla rasa con todas las leyes, todas las pautas y
normas de la moral de la sociedad socialista.
El capitalismo en Rusia es la obra de una clase de criminales de derecho
común. El saqueo de los bancos, el robo de materias primas, el narcotráfico y
el tráfico de armas: estas son las tres etapas hacia la “libre empresa" y el “libre
comercio”. Un periódico financiero belga declaró: “El Ministerio ruso del
Interior ha anunciado que miles de millones de rublos desaparecieron durante
los últimos meses en Rusia.” El Banco del Estado ha otorgado cientos de miles
de millones de rublos en créditos a falsas cooperativas. “Los directores, en
connivencia con las mafias locales desaparecen después en el extranjero
donde blanquean el dinero.”14
Por lo menos un tercio de las exportaciones de petróleo pasa por las manos
de la mafia.15 “El petróleo crudo se compra por 5.200 rublos la tonelada [o
sea, $17], Después de haber obtenido un permiso de exportación, muy fácil
de adquirir mediante soborno de un funcionario corrompido, este petróleo se
vende otra vez al precio mundial de 150 dólares por tonelada.” 16 La fuga de
capitales hacia bancos occidentales es, según se estima, de 30.000 millones
de dólares. A comienzos de 1994, ya había alcanzado el ritmo de 2.000
millones al mes.17
280

Valentin Dimitrievich Rochtchin, que dirige en Moscú la oficina de lucha


contra el narcobusiness declaró: “La droga está estallando en el conjunto de
la CEI. El narcobusiness se está convirtiendo en la actividad ilegal más
rentable. (...) Casi el 14% de la población se ve afectada...” 18
Para reforzar la represión antipopular, la burguesía occidental lanzó

13 Amnon Kapeliouk: Le Monde Diplomatique. Septiembre de 1993.


14 “Desvíos de fondos en Rusia”. En: L’Echo. 8 de julio de 1992.
15 International Herald Tribune. 31 de agosto de 1992, pp. I; 7.
16 Michel Chossudovsky: En: Le Monde Diplomatique. Enero de 1993, pp. 12-13.
17 International Herald Tribune. Enero de 1994, p. 1.
18 Alexander Dotskevich y Dimitri De Kochko: En: Le Monde Diplomatique. Agosto de 1992, pp. 4 y 5.
Una catástrofe alucinante

programas demagógicos para “luchar contra la criminalidad y el narcotráfico”.


En Rusia, esto provocó el nacimiento de una clase de capitalistas que
acumulan riquezas gracias al crimen y al narcotráfico.
Existe una simbiosis entre la mafia y los funcionarios, pero también entre
la malla y los jefes de empresas y directores de bancos del Estado. Esta
simbiosis se lleva a cabo no solo en nombre del interés común de todos en
enriquecerse por todos los medios, sino también por el chantaje y la violencia.
El jefe de una gran fábrica del Estado aseguró: “Decidí contratar a gentes
metidas en la extorsión después de que uno de mis homólogos, otro jefe de
fábrica, fuera asesinado en su propia oficina. (...) Les debo los ojos de la cara
por haber reorganizado la protección de la fábrica. Además, dada la influencia
que tienen sus jefes en altos niveles del poder, estas mafias otorgan
ventajas.”19
En 1992, varios banqueros fueron asesinados sin que la policía encontrara
—o hubiera querido encontrar— a los culpables. El homicidio de Nicolai
Ligatchov, presidente del Banco Agrícola de Rusia, causó impacto en los
círculos bancarios. En Moscú, el periódico Sevodnie comentó: “Los asesinos
demostraron simplemente a la población que nadie ni nada garantizaba la más
mínima protección a nadie. Ya no queda más que un solo juez y amo en Rusia:
el rufián. (...) La situación podría cambiar pronto en cuanto los puestos clave
del sistema bancario hayan sido tomados por los mafiosos. Es preciso darse
cuenta de que estamos en medio de una guerra por la toma del mundo
bancario, que es el sistema sanguíneo de la economía.”20
281

Mafia y privatización

Gracias a estos miles de millones de dólares ganados por el crimen, la mafia


es la única gran institución capaz de adquirir “legalmente” las empresas del
Estado puestas en venta. En octubre de 1992, Eltsin distribuyó a todos los
ciudadanos rusos ‘‘bonos de privatización” por un valor de 10.000 rublos.
Estos bonos permitían comprar acciones en 8.000 empresas (por un valor
estimado de 1,5 billón de rublos) por privatizar en 1993. Pravda escribió que
Eltsin organizaba por una parte el hambre y por otra distribuía acciones para
que se vendieran por casi nada. Cuando le preguntaron lo que haría de su

19 Vladimir Nazarov: En: Correo Internacional. 16 de diciembre de 1993, p. 11.


20 Mijail Leontiev: En: Correo Internacional. 16 de diciembre de 1993, p. 12.
Una catástrofe alucinante

bono, un ama de casa respondió: “¡Se lo doy si qui ere!” y un viejo comunista
intervino: “Voy a romper este pedazo de papel y echado a la basura. ¡Qué
escándalo, cómo están liquidando nuestra Rusia!”21 Gran parte de las acciones
distribuidas fueron a parar a manos de la mafia.
El Ministerio del Interior de Eltsin comunicó: “Unas 40.000 empresas rusas,
entre ellas empresas del Estado, están bajo el control de la mafia. El volumen
de ventas de la mafia en Rusia es de un billón de rublos.”22
En Occidente, esta misma prensa podrida que alababa página a página la
"libertad” y la “democracia”, sabe muy bien que es la mafia la que hizo nacer
el capitalismo ruso.
The Wall Street Journal consideró que las transacciones en el sector privado
alcanzaban el 50% de la economía oficial. “Que la corrupción generalizada y
hasta el crimen violento estén asociados a estas actividades está claro. Pero
esta situación era previsible.”23 Este periódico cree que un día las actividades
capitalistas estarán bien reglamentadas pero que, en el intervalo, hay que vivir
con las prácticas de la mafia. “Las organizaciones que organizan el mercado
deben desarrollarse de modo orgánico (...). Entretanto, la corrupción está en
todas partes y muchos individuos repugnantes se están enriqueciendo.” 24

Privatización por la bandicracia

Los antiguos burócratas que dirigen empresas del Estado como feudos
propios, constituyen otra capa social de la nueva gran burguesía. “Con el
programa de privatización, los gestores del Estado tienen la posibilidad de
comprar grandes bloques de acciones, a menudo más de un cuarto del total.
Amigos y elementos de la mafia pueden comprar después, por sumas
insignificantes de dinero, bloques suplementarios que le otorgan a la nueva
bandicracia un mayor control aún.” 25
282

Vadim Polovnikov, de Rostov sobre el Don, es ingeniero titulado en 1964


del Instituto Politécnico de Odesa. En la época de la perestroika fue nombrado
director general de las fábricas químicas reunidas Revolución de Octubre, de

21
Le Monde. 2 de octubre de 1992, p. 4.
22
"De Russische Maffia kontroleert...”. En: De Morgen. 24 de diciembre de 1993.
23 “Guiando a Clinton a través del enigma ruso". En: The Wall Street Journal. 13 de enero de 1994.
24 "Una mirada penetrante a Boris Eltsin: Rusia tiene ahora un capitalismo loco". En: The Wall Street

Journal. 13 de enero de 1994.


25 Monthly Review. Febrero de 1993, p. 16.
Una catástrofe alucinante

Rostov. Su caso es típico: privatizó su empresa y la transformó en “empresa


colectiva”, vendiendo acciones a los obreros. Después, volvió a comprar la
mayoría de las acciones... El periódico norteamericano The Nation destacó:
“Gana centenas de millones de dólares en divisas, haciendo negocios con sus
socios comerciales norteamericanos y europeos.” Para Alexei Pankin, hijo de
un ministro cuando Gorbachov, Polovnikov es “el modelo del nuevo magnate
ruso”. Pankin añadió: “Rostov es la región de los cosacos. El espíritu de
empresa nunca fue erradicado allí, se trasladó simplemente hacia la
criminalidad. De hecho, están mejor preparados para una cultura de
empresario. Liberan de la cárcel a gente que estaba encarcelada por
actividades consideradas antes como criminales, pero que ahora se han
convertido en actividades económicas normales. Existe ahora una situación de
caos completo y tienes que violar la ley para llegar a algo. Son los primeros
pasos del capitalismo, y el ser humano se guía solo por sus propias
motivaciones. Se tendría que poder poner límites a todo esto. Pero es
inevitable, como pasó en Estados Unidos tras la guerra civil.” 26
Sabemos que la burguesía europea surgió de una orgía de crímenes
durante la conquista y la “revalorización” de América Latina, de África y de
Asía. En los países europeos durante la industrialización, despojó a los obreros
y a los campesinos robando, saqueando y explotándolos. Esto explica por qué
nuestros burgueses, tan civilizados y distinguidos, entre los cuales hay,
incluso, quienes alardean de “socialistas”, se muestran tan comprensivos con
respecto a los criminales que se apoderaron de la propiedad del pueblo
soviético.
El socialdemócrata Jacques Attali dijo: “Usted está en un país de Europa del
este y se da cuenta de que un jefe de empresa pública privatizó su empresa,
violando la ley, por una gestión buy out, otorgándose a sí mismo la mayoría
de las acciones de su empresa. Cambió los estatutos, la transformó en
sociedad de tipo comercial y, mejor aún, le dio su nombre. Y él es un antiguo
dirigente comunista. Es un excelente manager. Usted puede decir: este es un
estafador, un nomenklaturista que se instaló, robó el trabajo que hicieron
millares de personas durante generaciones, para montar su empresa. Pero
también se puede decir: ya está, es el comienzo del capitalismo, se trata de un
empresario que hace funcionar su negocio.”27 Aquí está resumida en una frase
toda la filosofía socialdemócrata: Sí, son ladrones, son estafadores, criminales,
¡pero también son empresarios, hombres de la libre empresa!

26 The Nation. 18 de enero de 1993, pp. 47-48.


27 L 'Echo. 22 de enero de 1993, p. 2.
Una catástrofe alucinante

281

Hoy día se puede ver cómo la nueva burguesía impone su dictadura por el
crimen y la violencia, y en la ilegalidad más flagrante. A finales de 1993, los
pequeños comercios en Rusia ya habían sido privatizados en un 70%. De 14
500 empresas grandes y medias, 11.000 habían sido transformadas
jurídicamente en sociedades anónimas, y 7.000 privatizadas. Y cada mes se
abren entre 600 y 800 subastas de empresas.28 En cuanto esta burguesía esté
bien establecida, codificará su dictadura con “leyes” y el “Estado de derecho".
Los trabajadores que se opongan a la explotación y a la miseria serán
recibidos, “en nombre de la ley”, a tiros.

Bajo la tutela norteamericana

La nueva burguesía rusa no solo tiene un origen criminal, sino que también
tiene un carácter parasitario y dependiente.
El imperialismo mundial atraviesa una crisis profunda y general que sigue
agravándose. Para sobrevivir, los imperialismos norteamericano, japonés y
alemán buscan nuevos mercados y tratan de eliminar competidores. En esta
coyuntura internacional no hay sitio para un capitalismo ruso fuerte e
independiente. Ahora que ha alcanzado su objetivo, o sea, destruir el
socialismo en la Unión Soviética, el imperialismo pretende alcanzar una doble
meta: apoderarse de las materias primas inagotables que constituyeron una
de las riquezas imprescindibles de la ex-URSS y concentrar las
transformaciones tecnológicas sofisticadas en Occidente; expoliar los
productos manufacturados con un alto valor añadido y artículos de lujo hacia
Rusia.
Solo el socialismo y la planificación centralizada podían asegurarle a Rusia
un desarrollo armonioso e independiente. El capitalismo salvaje provoca no
solo antagonismos en el seno de la ex-URSS, sino que también medios de
producción fundamentales caen bajo el control del imperialismo occidental.
Un economista de la Academia de Ciencias dijo con mucha razón: “El Grupo
de los Siete quiere destruir nuestras industrias de alta tecnología e impedir el
desarrollo de una potencia capitalista competidora. 29
284

La nueva burguesía rusa se ha enriquecido exportando ilícitamente


materias primas por un valor de decenas de miles de millones de dólares y,
28 "Privatizaciones rusas". En: L 'Echo. 29 de diciembre de 1993.
29 Michel Chossudovsky: En: Le Monde Diplomatique. Enero de 1993, pp. 12-13.
Una catástrofe alucinante

simultáneamente, ha sumergido al país en una deuda de 85.000 millones de


dólares. Como en muchos países del Tercer Mundo, tiene un carácter de
burguesía dependiente mercantilista y al servicio del neocolonialismo.
Ya ha empezado la colonización económica y las multinacionales se llevan
las mejores tajadas de la economía.
Lockheed, Boeing y Rockwell International están interesados en las
industrias aeronáuticas y espaciales. El desmoronamiento de la Unión
Soviética ha desorganizado la industria aeroespacial y las actividades de alta
tecnología. La British Airways propondrá sus servicios para viajes por las vías
aéreas rusas gracias a Air Russia, una empresa en asociación con Aeroflot.
Marlboro y Philip Morris ya han tomado el control de empresas públicas de
producción de tabaco ruso. 30
La British Petroleum y la empresa noruega State Oil se han asociado con la
empresa Russia Petrol, para modernizar la explotación petrolífera en Siberia.
De Beers se otorgó la antigua empresa estatal moscovita Rossalmaz para
controlar la explotación de pequeños diamantes, utilizados en las
herramientas industriales.
El oro siberiano interesa a las compañías norteamericanas y,
particularmente, a la Alaska Mining Corporation.31
Este control económico se acompaña de una verdadera colonización
política. Una persona tan importante como Sir Geoffrey Howe, exministro
británico de Asuntos Exteriores y de Hacienda, es consejero económico en
Ucrania. Si hubiera vivido en la época colonial, hubiera recibido el título de
virrey. Cerca del gobierno de Ucrania hay seis expertos residenciales
occidentales, pagados por sus gobiernos. Y Robert D. Blackwill, exministro del
Consejo Nacional de Seguridad, propuso crear una red de 1.000 consejeros
norteamericanos, europeos y japoneses en Rusia y Ucrania, con sueldos de
100.000 dólares al año.32
285

Stephen F. Cohen estima que la presencia norteamericana en Rusia es tal


que se teme una reacción violenta. Rusia está bajo la tutela de Estados Unidos,
mediante prácticas que solo se reservaban en el pasado a países del Tercer
Mundo. “Economistas norteamericanos, entre otros un equipo dirigido por el
profesor Jeffrey Sachs, de Harvard, apoyado por organismos financieros que
gozan del apoyo de Estados Unidos, están en el Kremlin y en otras partes como

30 Ibidem.
31 Christian De Brie: En: Le Monde Diplomatique. Junio de 1992, p. 3.
32 International Herald Tribune. 22 de junio de 1992, p. 6.
Una catástrofe alucinante

consejeros oficiales. Organismos políticos norteamericanos, algunos


financiados por el propio gobierno estadounidense, dan dinero a movimientos
políticos y apoyan a grupos parlamentarios. La AFLCIO está sumamente
vinculada en la política de los sindicatos rusos Algunos textos legislativos y
cursillos en la enseñanza están redactados por funcionarios norteamericanos.
Incluso se han hecho propuestas para poner a funcionarios norteamericanos
en las administraciones gubernamentales rusas y consejeros de la OTAN en
sus fuerzas armadas.”33
Cuando Bill Clinton visitó a Boris Eltsin el 13 de enero de 1994, le propuso
enviar a sus “consejeros” norteamericanos a Rusia, con el fin de “ayudar a
reestructurar el presupuesto ruso para, según Estados Unidos, hacer bajar la
inflación y disminuir las subvenciones para las industrias del Estado”.34
La bandicracia rusa organiza la huida de capitales, mendiga “ayudas” de sus
amos occidentales. Y el Occidente esgrime la “promesa” de 24.000 millones
de dólares de ayuda económica para imponer su voluntad. Como dijo el
senador Nunn, Rusia debe “progresar hacia la democracia, la reforma por el
mercado y un comportamiento internacional responsable” y respetar las
fronteras de todos los nuevos estados independientes. Lo que significa que
Estados Unidos puede intervenir a voluntad en los asuntos domésticos rusos
y utilizar cualquier pretexto para ejercer presiones 35 . Conviene citar que
Jeffrey Sachs declaró, en enero de 1994, que las ayudas económicas
efectivamente desembolsadas no pasaban de 2.000 millones de dólares.36
Además de un control económico-político, Estados Unidos pretende
reducir drásticamente las capacidades militares rusas. Aprovechando la
dependencia de Eltsin con respecto a las ayudas económicas y el apoyo
norteamericano, Estados Unidos impuso un plan de “desarme” que le aseguró
una superioridad nuclear absoluta. En junio de 1992, todavía Eltsin declaraba
que mantenía la idea de la paridad estratégica.37 Ahora bien, el Tratado Start
II elimina los misiles estratégicos de tierra con cargas múltiples, que
constituyen lo esencial de la fuerza nuclear soviética; ¡pero el tratado no cubre
los misiles de mar y deja intacto el arsenal nuclear sobre los submarinos,

33 Stephen F. Cohen: En: The Nation. 12 de abril de 1993, pp. 47-48.


34 “Eltsin rechaza prescripción norteamericana”. En: International Herald Tribune. 14 de enero de 1994.
35 "Bloque del Este quizás necesite protección, dice Nunn" En: International Herald Tribune. 20 de

diciembre de 1993.
36 “Revés de las reformas en Rusia acusa a un FMI arrogante". En: International Herald Tribune.
37 “Eco del pasado: Rusia critica la postura norteamericana sobre armamentos”. En: International Herald

Tribune. 11 de junio de 1992.


Una catástrofe alucinante

mucho menos vulnerable!38


286

El carácter mercantilista y servidor del imperialismo de la nueva burguesía


y el entusiasmo por todo lo norteamericano, ofrecen posibilidades ilimitadas
a todos los servicios de información military a la CIA. El ejército de Estados
Unidos intensifica sus contactos con el ejército ruso. Ejercicios conjuntos entre
la tercera división de infantería norteamericana y soldados rusos de la 27a
están previstos para el verano de 1994 39. La CIA y los servicios secretos rusos
ya han discutido la posibilidad de organizar acciones comunes “¡para
contrarrestar la expansión de armas nucleares y luchar contra el crimen
organizado, el narcotráfico y el terrorismo!”40

38
"Oposición rusa promete gran pelea". En: The Wall Street Journal. 3 de marzo de 1993.
39
“Militares rusos se dedican a mantener la paz en la región". En: International Herald Tribune. 30 de
noviembre de 1993.
40 “Visita de Gates a Moscú produce plan para cooperación entre la CIA y Rusia". En: International Herald

Tribune. 19 de octubre de 1992.


Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

288

Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin.

El 21 de agosto de 1991, Eltsin agitó la bandera zarista, cuando llevaba


adelante su segundo golpe de Estado, comportándose de inmediato como un
nuevo zar.
En el momento del golpe de Estado, aparecía custodiado por sus dos
auxiliares: Rutskoi vicepresidente, y Jasbulatov. Este último aseguró el apoyo
del Parlamento, del cual era presidente, al golpe de Estado. Este Parlamento
había nacido de las elecciones de marzo de 1990, las primeras llevadas a cabo
en el marco del pluralismo burgués, donde cada sede era disputada entre
varios candidatos. El 29 de mayo de 1990 una amplia mayoría, formada por la
nueva burguesía predicadora del mercado libre, eligió a Eltsin como
presidente del Parlamento por 535 votos contra 502. 1 Poco más tarde, en
junio de 1991, Eltsin fue elegido presidente de la República de Rusia. Después
del golpe de Estado de agosto de 1991, la prensa occidental hablaba de un
“Parlamento heroico” que había sostenido a Eltsin con firmeza durante los
acontecimientos de la “batalla de la Casa Blanca”. Ese mismo Parlamento
impidió el regreso de Gorbachov y decidió la disolución de la URSS, y en
noviembre de 1991, concedió a Eltsin el derecho de gobernar por decreto, sin
control parlamentario, hasta el 1º de diciembre de 1992. 2
289

La larga guerra contra el Parlamento

Algunos meses después del golpe de Estado, Eltsin, aspirando al poder


absoluto, entra en guerra contra su propio Parlamento.
El 5 de marzo de 1992 Eltsin crea el Consejo de Seguridad que, “en caso de
necesidad, puede dirigir el país con métodos dictatoriales”, según el análisis
hecho por Der Spiegel. Cuando se produjese “una situación de excepción”,

1 Le Monde Diplomatique. Abril de 1993, p. 4.


2 Covert Action. No. 47, p. 11.
Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

este Consejo dispondría de plenos poderes. El diario Moskovskie Novosti


publicó: “Ahora podemos disolver el Congreso de Diputados, como
promete...” 3 Las amenazas del zar Boris de acabar con el Parlamento y la
Constitución datan de principio de 1992.
En octubre, Eltsin prohíbe el Frente de Salud Nacional que agrupaba a las
fuerzas políticas de oposición.4
En diciembre de 1992, Eltsin declaró que “no puede trabajar más con un
Parlamento dominado por los conservadores” y compuesto de “demagogos y
desorganizadores”. Aspiraba a recurrir al referéndum para legitimar su poder
absoluto.5
En marzo de 1993, un nuevo conflicto entre Eltsin y el Parlamento. Eltsin
quería continuar gobernando por decreto y el Parlamento rehusó estar
nuevamente privado de sus prerrogativas. Eltsin mostró abiertamente su
desprecio por el Parlamento y la Constitución. “Debemos respetar la
Constitución, pero si los conservadores utilizan medios extremos para destruir
Rusia, deberemos buscar otras vías para salvar la democracia y la reforma.”6

“Ustedes pueden suspender un Parlamento antidemocrático”

¡Toda la burguesía internacional estaba consciente de que Eltsin violaba la


Constitución sin que ello produjera ofuscación alguna, sino todo lo contrario!
Un observador político pronunció lo siguiente: “Al decidir, el 20 de marzo de
1993, atribuirse los pode res especiales que le permitían gobernar por
decreto, a espaldas del Parlamento y de los soviets locales (...), el presidente
Eltsin se situaba deliberadamente fuera del marco constitucional.” 7 Ocho
meses más tarde, el diario Le Monde estimó que la “¡Constitución [está] cada
vez más olvidada!” Y lanzarse contra “un Parlamento cuya retractación de los
últimos días no han realzado para nada su imagen a los ojos del público”.8 Al
día siguiente. Le Monde publicó: “los diputados gozaron plenamente echando

3 Der Spiegel. No. 36, septiembre de 1992, pp. 155; 156 y 157.
4 "Eltsin disuelve la milicia de la oposición”. En: International Herald Tribune. 29 de octubre de 1992.
5 “Buscando un referéndum, Eltsin deja...”. En: International Herald Tribune. 11 de diciembre de 1992.

"Eltsin laat zich weer kennen ais pokeraar”. En: NRC. 11 de diciembre de 1992.
6 "Eltsin busca acuerdo para poner fin a crisis con los seguidores de la línea dura”. En: International

Herald Tribune. 3 de marzo de 1993.


7 Le Monde Diplomatique. Abril de 1993, p. 14.
8 “Doble o nada”. En: Le Monde. 12 de diciembre de 1992, p. 1.
Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

leña al fuego”9 ¡Esto ya lo hemos oído, sobre todo en Francia en 1851! “El
régimen parlamentario es el régimen del desorden”, dice el futuro dictador
Louis-Napoleón. 10 Esta misma idea será popularizada por Eltsin, durante su
campaña electoral en diciembre de 1993, en un filme de dibujos: una carrera
entre dos barcos, el primero ocupado por dos remadores ebrios qué se pelean,
el segundo dirigido con firmeza por Eltsin mandando un equipo de atletas bien
disciplinados...
Esto muestra como todas las bellas frases sobre el “Estado de derecho” y
el “parlamentarismo”, utilizadas por el Occidente en la guerra psicológica
contra el socialismo, no tienen vigencia cuando generan la instauración de un
capitalismo salvaje. Un alto funcionario norteamericano declaró, a principios
de 1993, que “los Estados Unidos no estarían opuestos a medidas como la
suspensión del Congreso de Diputados del Pueblo o la abolición de la
Constitución (...). ‘Si Eltsin suspende un Parlamento democrático, esto no sería
necesariamente un acto antidemocrático’. 11 Este funcionario muestra el
verdadero rostro de la dictadura burguesa: si un Parlamento desagrada a la
burguesía, ello es suficiente para declararlo “antidemocrático” y poner en su
lugar un dictador que salve ¡la “verdadera” democracia!

La dictadura de “todo está permitido”

Después de su primer golpe de Estado, Eltsin instauró un poder personal y


una dictadura de tipo particular. No dispone de un partido poderoso ni de un
aparato de Estado fuerte que le permitan imponer su voluntad. El grito de
guerra de la dictadura de Eltsin es: “¡Todo está permitido!”, lanzando un
“fascismo de base”, llamando a los criminales, la mafia y los burócratas a
apoderarse de los medios de producción. Eltsin no es un dictador que se apoya
en un partido, es un dictador portavoz de la mafia o de la CIA. La dictadura de
“todo está permitido” es también una dictadura dentro del caos total.
Ya en febrero de 1992, Pavel Voshchanov, un colaborador próximo de
Eltsin, presentó su dimisión. Y declaró: “El problema es el sentimiento de que
no existe dirección política o social (...) tasas, corrupción, autoridad débil, cada

9 “Eltsin mantiene su programa”. En: Le Monde. 13-14 de diciembre de 1992.


10 Karl Marx: “El 18 Brumario de Louis Bonaparte".
11 “Pero dice hasta aquí cuando se refiere a la fuerza militar". En: International HeraldTribune. 13 de

marzo de 1993.
Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

día un decreto diferente, el Estado se hunde.” 12


291

Esta dictadura dentro del caos fue la necesidad del momento. La mafia
necesitaba de esta anarquía para florecer, y la CIA y el FMI tenían interés en
destruir los mecanismos de una economía planificada y centralizada.

Rutskoi y la burguesía industrial

El derrumbamiento económico resultante de todo esto perjudica, sobre


todo, a la burguesía industrial.
Guerachenko, presidente del Banco Central de Rusia, evocó el “riesgo de
destruiré! aparato industrial de Rusia”. 13 Arkadi Volski, que dirigía junto a
Rutskoi la oposición a Eltsin, era el presidente de la Asociación de Empresarios.
Su mayor preocupación fue la supervivencia de las grandes fábricas y
empresas a punto de ser privatizadas. 14 Gorbachov se alineó con las
posiciones que ponían a Elsin en guardia contra “el derrumbamiento caótico
de la economía”.
Esta burguesía industrial también criticaba el aventurerismo político de
Eltsin. Alexander V. Rutskoi declaró: “Si el pueblo pierde la confianza en el
gobierno, la situación política puede llegar a ser incontrolable.”15 Gorbachov
abundaba en el mismo sentido: “Rusia está al borde de la catástrofe. Si no se
toman medidas, el régimen podría caer (...), solo la dictadura puede emerger
del caos.”16
Bush y Clinton han sostenido a fondo la línea aventurera y destructora de
Eltsin con el objetivo de debilitar al máximo una potencia rival y ganar
posiciones económicas. Todos los adversarios de Eltsin fueron cotidianamente
denigrados como “comunistas” y “conservadores”.
Sin embargo, resultaba evidente que las fuerzas que rodeaban a Rutskoi y
Volski eran partidarias de una dictadura burguesa. Reclamaban “correcciones
tácticas serias a la política del gobierno”. 17 Jasbulatov, tachado de “último
stalinista”, defendía una “economía social de mercado”, rehusando “el
modelo norteamericano elegido por M. Gaidar”. “Estamos condenados a la

12 Schmemann: International Herald Tribune. 3 de agosto de 1992, p. 1.


13 "La industria rusa necesitada de reformas". En: L 'Echo. 22 de agosto de 1992.
14 Dimitri Kouznets: Correo Internacional. 9 de diciembre de 1993, p. 16.
15 InternationalHeraldTribune. 20 de agosto de 1992, p. 6.
16 Le Soir. 18 de agosto de 1992, p. 6.
17 Le Monde. 5 de noviembre de 1992, p. 12.
Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

unidad”, afirmó este en dirección a Eltsin.18


“Avancemos juntos coordinando nuestras decisiones, entonces el poder
ejecutivo encontrará sus defensores más sólidos entre los diputados.” 19
En Estados Unidos, hasta los anticomunistas de choque estimaban que la
política de Clinton estaba basada en premisas falsas y auguraba graves
peligros. A fines de 1992, Abraham Brumberg, antiguo redactor jefe de
Problems of Communism, recomendaba tener cuidado con la “mentalidad
simplista-paranoica”, que puede “impedir las correcciones necesarias a las
actuales reformas económicas en quiebra”. 20 El antiguo presidente Nixon
declaró —en la misma época y a propósito de La Unión Cívica de Volski y
Rutskoi—: “Conozco personalmente a los principales dirigentes de esta
coalición tan diversa. Si ellos cuestionan las tácticas que sigue el gobierno
actual, son igualmente partidarios convencidos de la democracia y del
mercado libre y leales al señor Eltsin como presidente de Rusia.”21
292

Tanques al asalto del Parlamento

Empujado por el FMI, Eltsin decidió, en septiembre de 1993, acelerar las


privatizaciones y dejar que el “mercado libre” cerrara una cantidad de
empresas con problemas de rentabilidad. Este nuevo paso en la destrucción
de las fuerzas productivas rusas exigía la eliminación del Parlamento. El 21 de
septiembre Eltsin disuelve por decreto el Parlamento, y viola groseramente la
Constitución. Y declaraba: “El único medio de detener la confrontación entre
el Congreso y el presidente (...) reside en la elección de un nuevo Parlamento
en Rusia”22 Es la extraña lógica de la tiranía: ¿y si el pueblo elige un Parlamento
opuesto a las reformas de Eltsin?
Los siete países más industrializados estuvieron de acuerdo al ser
informados con antelación de la decisión de Eltsin de disolver el Parlamento.
El Grupo de los Siete expresó: “La gran esperanza de que los últimos
acontecimientos ayuden a Rusia a abrirse paso es la vía de las reformas que

18
"El Sr. Eltsin se esfuerza por consolidar su poder”. En: Le Monde. 3 de diciembre de 1992.
19
“El Sr. Eltsin ha subido un escalón”. En: Le Monde. 8 de diciembre de 1992.
20 Abraham Brumberg, antiguo director de Problems of Communism : “Políticos rusos pueden...”. En:

International Herald Tribune. 26 de diciembre de 1992.


21 Richard Nixon: “El Occidente pagará si Boris Eltsin fracasa". En: International Herald Tribune. 20 de

noviembre de 1992.
22 Le Soir. 23 de septiembre de 1993.
Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

conducen al mercado.”23
Sin embargo, estaba bien claro para todos los políticos occidentales que la
decisión de Eltsin constituía una violación flagrante de la Constitución. El
senador norteamericano Robert Dole declaró: “Este paso de Eltsin no es
constitucional.”24

La oposición al golpe anticonstitucional

El Parlamento ruso luchó por sobrevivir contra este segundo golpe de


Estado de Eltsin. El 22 de septiembre el Parlamento destituye a Eltsin y elige a
Rutskoi como nuevo presidente. Por lo cual Eltsin organiza un bloqueo a la
“Casa Blanca” donde se atrincheraban los parlamentarios. El 30 de septiembre
de 1993, de las 88 regiones y repúblicas 62 exigían la elección simultánea de
un nuevo Parlamento y de un nuevo presidente junto al levantamiento del
bloqueo. A principios de octubre, las manifestaciones en masa por la defensa
del Parlamento se repetían. Un diario de Moscú anotó. “El 3 de octubre, la
ventaja moral se encontraba del lado del Soviet Supremo. Las manifestaciones
en Moscú están dirigidas a sostenerle y son cada vez más numerosas. Las elites
regionales exigían a Eltsin elecciones presidenciales y parlamentarias. (...)
Gran parte de las regiones habían reconocido a Rutskoi como presidente
legal.”25
293

El 3 de octubre Eltsin dejó que los partidarios del Parlamento ocupasen la


alcaldía de Moscú y el centro de televisión. ¡La policía les dejó paso libre!
Muchos estimaron que se trataba de una trampa para crear el pretexto que
permitiera al ejército disolver e l Parlamento. Un especialista en operaciones
clandestinas del KGB escribió en un diario liberal: “Los acontecimientos han
sido planificados para provocar que los ocupantes de la Casa Blanca dieran los
primeros pasos hacia la violencia, y cayeron en la trampa.” 26

El terror

23 M. Chossudovsky: “En camisa de fuerza...”. The Financial Times. 23 de septiembre de 1993. En: Le

Monde Diplomatique. Noviembre de 1993.


24 “Occidente advierte que su apoyo no es incondicional”. En: The Guardian. 5 de octubre de 1993.
25 Solidarnos!, diario de los sindicatos de Moscú. No. 19, 1993. Citado en: “Rusia, el momento de

rupturas", Asociation Maison Commune, Bruselas, 1994, p. 16.


26 Noticias de Moscú. 15 de octubre de 1993. Citado en: Covert Action. No. 47, p.61.
Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

En la mañana del 4 de octubre, cuando ningún incidente armado se había


producido, decenas de tanques bombardearon el Parlamento ruso: una
noticia histórica.
La prensa occidental dio la cifra oficial de 144 muertos, pero el Presidente
de la república de Kalmyk, que se encontraba ese día en el Parlamento, dijo
que vio cientos de cadáveres y estimó el número total de víctimas en 1 000.
También para el diario pro Eltsin, Komsomolskaia Pravda, a 1.000 llegó el
número de muertos, y afirmó que muchos cadáveres fueron incinerados. The
New York Times finalmente admitió que “muchos rusos” creían que 1 052
personas habían sido asesinadas.27
La cineasta Ellen Ray escribió: “Una gran parte de los 1.000 ó 1.500 muertos
de los que la prensa rusa y norteamericana hablan con reticencia, no fueron
víctimas de la batalla por la toma de la Casa Blanca, sino que fueron
brutalmente asesinados después de que los parlamentarios se rindieron.
Cientos de simpatizantes del Parlamento, que habían rodeado la Casa Blanca,
fueron conducidos por la policía especial hacia un estadio, puestos contra el
muro y fusilados. Yo vi el muro, acribillado de balas a la altura del pecho. Yo
conversé con los vecinos, que vieron la matanza y vieron cómo la tierra se
cubrió de sangre. Yo conversé con gente a quien un guardia aseguró haber
visto cientos de cadáveres que eran llevados hacia el rio Moscova y apilados
en una barca. Yo supe que muchos otros cuerpos fueron enterrados en fosas
comunes.”28
294

Es interesante leer los términos clásicos que Eltsin utilizó para justificar,
ante la población rusa, el bombardeo del Parlamento y el terror. Es el lenguaje
típico de golpe de Estado fascista, que defiende invariablemente la “paz” de
“nuestras mujeres y niños” contra un “pequeño número de conspiradores de
derecha e izquierda”.
“Aquellos que han marchado contra la ciudad pacífica y desencadenado
una sangrienta masacre, son unos criminales (...). Fue un levantamiento
armado, planificado de antemano. Organizado por los comunistas que pedían
una revancha, por los dirigentes fascistas y por algunos viejos parlamentarios
(...). Un pequeño grupo de conspiradores políticos intentó imponer su
voluntad a todo el país. Aquellos que agitan las banderas rojas, han cubierto
de sangre a Rusia una vez más.

27
Michael Parenti: “Minimizando...’’.LiesofourTimes. Nueva York, enero-febrero de 1994. Citado en: The
New York Times, 11 de noviembre de 1993, p. A 12.
28 Ellen Ray: “Todo el mundo en Moscú sabe...”. En: Lies of our Times. Nueva York, enero-febrero de

1994.
Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

"Para ellos el perdón no puede existir. (...) El levantamiento armado está


destinado al fracaso. Las tropas entran en Moscú para restablecer el orden.
Ahora tienen una tarea: defender a nuestros hijos, nuestras madres y apresar
y neutralizar a los revoltosos y asesinos (...). Las organizaciones públicas que
participaron en los desórdenes masivos serán proscritas. (...) El levantamiento
comunista-fascista en Moscú será suprimido en un corto lapso de tiempo.” 29
Mostrando el paralelo con la subida al poder del fascismo de Hitler,
Stephen Cohen escribió: “La última vez que un Parlamento se vio incendiado
bajo una democracia vacilante fue en el Reichstag, en la República de
Weimar.”30
La “democracia” prometida por el imperialismo a los pueblos soviéticos
resultó ser la dictadura y el terror antipopular.
En las escuelas de los países de Occidente, los profesores mandan a leer el
libro de Orwell Rebelión en la granja, y explican que el mensaje está dirigido
contra los comunistas. Sin embargo, Michael Parenti, escritor
norteamericano, hizo algunas observaciones pertinentes a propósito del
segundo golpe de Eltsin y de la CIA. “La manera en que los medios de
comunicación norteamericanos trataron el golpe sangriento de Eltsin es una
aplicación en la vida real del modelo de Orwell: ‘Tiranía y libertad’.”
295

“Aquí tenemos a un Jefe Ejecutivo que viola la Constitución; disuelve el


Parlamento, suprime la Corte Constitucional, lanza un ataque armado contra
el edificio del Parlamento; asesina a cientos de personas que resisten o se
manifiestan en su contra; encarcela, sin ningún proceso, a los dirigentes de la
oposición; abre sumarios contra cientos de responsables elegidos o
nominados; expulsa a miles de no rusos de Moscú; prohíbe a los sindicatos
desarrollar una acción política; impone un control monopólico a las radios;
suprime decenas de publicaciones y emisiones de televisión; prohíbe de
manera permanente 15 partidos políticos, y es saludado por los dirigentes
norteamericanos y por la prensa como un campeón de la democracia.” 31

Júbilo en Occidente

29
International Herald Tribune. 5 de noviembre de 1993. p. 4
30“El ataque a las fuerzas del Parlamento por el ejército ruso". En: The Wall Street Journal. 5 de octubre
de 1993.
31 Michael Parenti: “Los golpes de Eltsin y la alquimia de los medios de prensa...". En: Lies of ourTimes.

Nueva York, enero-febrero de 1994.


Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

Con qué júbilo recibió Occidente el aplastamiento de la oposición


parlamentaria. He aquí el último triunfo de la democracia imperialista: el
nuevo zar Boris, entrando con sus tanques en el Parlamento. Ahora no habrá
obstáculos para la libre empresa. “Gary Sazer, un abogado de New York,
estaba reunido con cinco colegas, hombres de negocios rusos. Aquí [en
Moscú], los acontecimientos de estas dos últimas semanas tuvieron un efecto
desestabilizador en los negocios, dijo. Sus colegas rusos asintieron con la
cabeza.”32
41
“Para el señor Clinton estaba claro que fueron las fuerzas de oposición las
responsables del conflicto y que la única alternativa del presidente Eltsin era
intentar restablecer el orden.”33
El señor Douglas Hurd, ministro de Asuntos Exteriores británico, pensaba
que la acción emprendida por el Presidente ruso fue adecuada y justificada.34
“Una lucha armada en campo parlamentario había hecho inevitable el uso de
la fuerza.”35
La Comunidad Europea, donde la influencia socialdemócrata es
preponderante, declaró: “La comunidad y sus estados miembros lamentan la
pérdida de vidas humanas en Moscú, de las que hacemos responsables a los
elementos hostiles al proceso de democratización en Rusia, al provocar
deliberadamente disturbios en el Parlamento.” El socialdemócrata Willy Claes,
ministro de Asuntos Exteriores de Bélgica, fue todavía más exagerado en sus
comentarios: “Los culpables son los conservadores y, especialmente, los
comunistas, que han saboteado, desde hace algunos meses, el
funcionamiento de las instituciones (...), no es sorprendente entonces que
este juego de bloqueo haya terminado en una confrontación para salir del
círculo vicioso.”
296

Durante 60 años, la burguesía y la socialdemocracia, en nombre del


parlamentarismo burgués, no han escondido su odio hacia el socialismo
soviético. La instauración, en 1990, del pluripartidismo en la URSS, fue
aclamada como una apertura hacia la democracia. Pero para poder instaurar
el poder absoluto de la burguesía mafiosa y prooccidental, los campeones de

32 “El ataque a las fuerzas del Parlamento por el ejército ruso”. En: The Wall Street Journal. 5 de octubre

de 1993.
33 “Clinton dice que Eltsin no tenía otra alternativa". En: International Herald Tribune. 5 de octubre de

1993.
34 “Occidente advierte que su apoyo no es incondicional". En: The Guardian. 5 de octubre de 1993.
35 “Clinton dice que Eltsin no tenía otra alternativa”. En: International Herald Tribune 5 de octubre de

1993.
Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

la “libertad” tuvieron que echar mano del manual fascista. “Disturbios en el


Parlamento, sabotaje en el funcionamiento de las instituciones (...), rebelión
armada y uso de la fuerza como única alternativa para restablecer el orden”,
este fue el discurso utilizado por Louis Napoleón, Hitler, Mobutu y Pinochet
para justificar sus respectivos golpes de Estado. El hecho de que todas las
tendencias del imperialismo mundial, desde Clinton hasta Mitterrand y desde
Major hasta González, tengan un discurso tan antiparlamentario, pone en
evidencia la tendencia fascista de todo régimen burgués. Cuando la China
socialista, el 4 de junio de 1989, después de seis semanas de concesiones y de
compromisos, puso fin a la revuelta antisocialista, todo Occidente denunciaba
“la represión ciega, bestial, bárbara”, “la pesadilla alucinante” y “el gobierno
comunista cae en la locura”.36 En China, el imperialismo denuncia la represión
que le impidió tener el control político. En Moscú, el imperialismo felicitó por
la matanza, tan gratuita como espectacular, que permitió consolidar el poder
de la mafia contra la burguesía industrial.

La Constitución consagra el Estado autoritario

Una vez que Eltsin disolvió el Parlamento y fue investido de poderes


dictatoriales, decidió hacerse elegir por un Parlamento a su medida.
Al mismo tiempo sometió a referéndum una Constitución que le otorgaría
poderes exorbitantes.
Esta Constitución le permite disolver el Parlamento. “El presidente puede
decidir en cualquier momento la destitución del primer ministro e, incluso, de
todo el equipo de gobierno. Es evidente que él es el comandante en jefe de
las fuerzas armadas y que designa a sus oficiales superiores. Las resoluciones
y directivas gubernamentales pueden ser suspendidas por el presidente. La
UKAZE, instrumento de legislación presidencial, continuaría funcionando.” 37
La Constitución también permite a Eltsin nombrar al presidente del Banco
Central, los miembros de la Corte Constitucional, de la Corte Suprema y del
Ministerio Público.38 El jefe del contraespionaje ya no es responsable ante el
primer ministro, pero sí ante Eltsin.39

36 La Libre Bélgica. 5 de junio de 1993.


37 “Ontwerp Russische grondwet geeft president overwicht”. En: De Standaard. 10 de noviembre de
1993.
38 “Russische grondwet: grabbclton”. En: NRC-Handelsblad. 7 de enero de 1994.
39 “Hoofd van de nieuwe contra-spionnage ”. En: NRC. 22 de diciembre de 1993, P -
Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

Y el periódico De Standaard formuló esta conclusión: “La República


presidencial podría convertirse en la antesala de una dictadura puramente
nacionalista, incluso, fascista.”40
Según Eltsin, esta Constitución creará “un Estado de derecho democrático
y federal”.41 ¡Qué bien ha asimilado Eltsin el pérfido lenguaje de la demagogia
democrática!

Elecciones trucadas

El desarrollo de las elecciones rusas del 12 de diciembre de 1993 puso de


manifiesto el carácter tramposo y mitificador de las “elecciones libres”, ese
instrumento esencial de la dictadura burguesa.
Eltsin incendia el Parlamento; detiene a los jefes de la oposición burguesa;
prohíbe las organizaciones marxista-leninistas; clausura los periódicos que le
son hostiles; ejerce un control directo sobre la televisión; quita a funcionarios,
dos gobernadores regionales entre ellos; disuelve el consejo comunal elegido
en Moscú; refuerza su poder personal en todos los mecanismos de poder del
Estado42.
Al descartar de esa manera toda posibilidad de oposición seria, decidió
organizar “elecciones libres” fervientemente aplaudidas por Occidente. “Rusia
podrá elegir un Parlamento libre por primera vez (...) desde hace más de siete
décadas (...). Es buena señal”, afirmó el periódico de la bolsa de Londres. 43
Tanto decir: “Estamos seguros de ganar." Incluso, un firme defensor del
imperialismo norteamericano como el profesor Cohen, de la Universidad de
Princeton, declaró: “Es difícil imaginar que estas elecciones serán libres.” 44
El 50% de los electores inscritos tenían que votar para que la Constitución
de Eltsin fuera adoptada. Es aquí donde comenzaron las manipulaciones y
falsificaciones. La república checa se declaró independiente, pero Eltsin
afirmaba que todavía formaba parte de la Federación Rusa. Por tanto, para
hacer bajar el número de votantes inscritos, los 490.000 electores potenciales
no fueron contabilizados. Unos días antes de las elecciones, la comisión

40 “Ontwep Russische grondwet geeft president overwicht”. En: De Standaard. 10 de noviembre de


1993.
41 “La Constitución rusa lleva el sello del presidente". En: The Independent. 10 de noviembre de 1993.
42 "Apretando el gatillo del poder, Eltsin dispara”. En: International Herald Tribune. 6 de octubre de 1993.
43 “El pueblo necesita”. En: The Financial Times. 17 de noviembre de 1993.
44 “El ataque a las fuerzas del Parlamento por el ejército ruso”. En: The Wall Street Journal. 5 de octubre

de 1993.
Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

electoral fijaba en 107.000.000 el número de inscritos. Después de las


elecciones, basaba suscálculossobre... 105284000 inscritos. El periódico Le
Monde, apuntó: “A última hora hemos asistido a un extraño aumento de la
participación (...). Esta movilización en el último minuto parece, cuando
menos, preocupante. A las 16 A, la comisión electoral daba una participación
del 43,3%. A las 20 h esta cifra no sobrepasaba el 44,91%. Se sabe que la noche
rusa es glacial y que hace falta una voluntad de hierro para desafiar al frío y la
nieve. Aun así, el lunes por la mañana la comisión anunciaba 53,2 % de
votantes!” 45 Algunos periodistas occidentales no dudaron en escribir: “Las
informaciones facilitadas al periódico del domingo permiten afirmar que la
participación no superó el 48% y que por consiguiente la Constitución no es
refrendada.”46
He aquí otra operación fraudulenta para sobrepasar el umbral del 50%: “Se
sabe que había que votar por el nuevo Parlamento y refrendar la nueva
Constitución. Esta, símbolo de la dictadura de Eltsin, era particularmente
odiosa, y muchas personas que aceptaban votar por un diputado, querían al
mismo tiempo boicotear el referéndum. Ahora bien, los que votaron en las
legislativas, pero se abstuvieron por la Constitución fueron contabilizados en
el referéndum, pues no había ni urnas separadas para los dos escrutinios ni
papeletas diferentes de participación.” 47
El antiguo presidente del Consejo Constitucional, Valeri Zorkine, declaró:
“La Constitución no ha sido aprobada legalmente” y Eltsin, que la propuso,
“debería dimitir”. Según Zorkine, la ley electoral precedente, que el mismo
Eltsin había firmado, era todavía válida. En ella se exigía la aprobación de la
Constitución por más de la mitad de los electores inscritos. Pero la nueva
Constitución no fue aprobada más que con el 25% del censo electoral:
oficialmente hubo 29.000.000 de votos a favor.48
En conclusión, hay dos hechos destacables: la mayoría de los electores
siguieron la llamada al boicot lanzada por el Partido Comunista de los
Bolcheviques de Toda la U nión y por otras formaciones comunistas que
optaron por no legitimar la tiranía. E, incluso, con todas esas maniobras
fraudulentas, la Constitución de Eltsin hubiera sido barrida sin la traición de
los renegados del Partido Comunista de la Federación de Rusia.
299

45 Le Monde. 15 de diciembre de 1993, p. 4.


46 “la apuesta perdida de Boris Eltsin”. En: Le Journal de Dimanche. París, 19 de diciembre de 1993.
47 ATI. Le Monde. 15 de diciembre de 1993, p. 4.
48 Rizospatis. 17 de diciembre de 1993. p. I.
Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

“Realineamientos a la vista de nuevos enfrentamientos”

La libertad burguesa es la libertad de explotar, de empobrecer y de


embrutecer a las masas (drogas, religión, culto de la violencia y sexo) y, de otra
parte, de comprar a los grupos políticos que deben dirigir el sistema. Hoy día,
esta tesis marxista encuentra una excelente ilustración en Rusia.

“La burguesía paga a sus partidos ‘democráticos’”

Ironía de la historia: el país que acaba de enterrar con pompa al marxismo,


da prueba de lo acertado de las tesis marxistas. Veremos una muestra de
cómo el periódico de Eltsin, Komsomolskaia Pravda,
descubrió que los partidos “democráticos” no son más que voceros de las
diferentes fracciones de la gran burguesía: “Nuevos grupos de presión reúnen
a grandes corporaciones financieras y comerciales (bancos, bolsas,
asociaciones de empresarios), uniones de empresas, ligados a la fabricación
de productos estratégicos (...). Estos grupos terminan por apoderarse poco a
poco del aparato del Estado, de los parlamentarios y, por supuesto, de los
partidos.”49
Los millonarios de la mafia y también las grandes empresas y bancos han
financiado la campaña electoral de Eltsin. Los banqueros habían exigido la
limitación de la concurrencia de los bancos occidentales, petición que Eltsin
satisfizo. “Dando: los banqueros sostienen el partido de Egor Gaidar. Elección
de Rusia, a la vista de las elecciones del 12 de diciembre.”50
Pero como en nuestra “democracia” bien rodada, la burguesía rusa no
apuesta todo a un solo caballo: prevé las alternancias posibles e invierte
también en (...) Jirinovski. “El dinero nos lo traen en maletas estos últimos
días. Empresarios y banqueros se sirven a veces de palos blancos, explica uno
de los voceros del partido (...). No existen los milagros, los empresarios rusos
nos sostienen, pues ellos ven claramente a Vladimir Jirinovski en el poder.”51
Así se repartieron los 450 escaños de la cámara baja, resultado de las
elecciones parlamentarias:
Elección de Rusia (Eltsin-Gaidar): 96 escaños

49 V. Lepekhine: Correo Internacional. 3 de marzo de 1993, p. 12.


50 Correo Internacional. 25 de noviembre de 1993, p. 9.
51 Le Soir. 14/1; 2/1´3; 33: l,p. 7.
Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

Partido Liberal-Demócrata (Jirinovski): 70


Partido Comunista (del socialdemócrata Zougonov): 65
Partido Agrario (próximo al Partido Comunista): 25
Partido Unidad y Entendimiento (Chahrai-Liberal): 27
Mujeres de Rusia (próximo al Partido Comunista): 25
Partido Democrático (Travkine, Liberal): 21
Unión Cívica (Volski, empresarios): 18
Movimiento de Reformas Democráticas (Sobtchak y Popov, pro Eltsin): 8
Independientes: 30
Pequeños partidos y escaños no asignados: 30
300

La composición de este Parlamento no estuvo en el nivel de lo que el


imperialismo deseaba; nuestra prensa “libre” se preocupaba de dar consejos
a Eltsin: “Orgulloso con su nueva Constitución, el señor Eltsin posee los
medios, si él lo desea, de ignorar la voluntad de la Duma”, publicaba Le Monde.
Si citamos al patrón de los medios rusos, Mijail Poltoranine: “Yo quisiera
recordarles a los diputados que una parte de los obuses de la división
Tamanskaia no ha sido utilizado, por esto sería mejor que ustedes actuaran de
manera constructiva.”52
Y Andronic Migranjan, otro partidario de Eltsin, declaró cínicamente:
“Ahora que la Duma no es reformadora, es preferible para Eltsin que el
Parlamento sea paralizado. Lo más importante para la democracia es que esta
institución sea un obstáculo minúsculo en la medida de lo posible.” 53 ¡Qué
bella lección sobre la naturaleza de “la verdadera democracia”, a la cual la
prensa no deja de adular!
Para vencer el socialismo se destacan los principios inmutables e inviolables
del parlamentarismo burgués, pero un Parlamento burgués que moleste las
intrigas de la CIA y de sus aliados locales debe ser “paralizado” y “reducido” a
la impotencia.
Elegido diputado, Svyatoslav Eyodorov, cirujano y adepto de Gorbachov,
manifestó: “Esto será un verdadero teatro como la anterior asamblea. A
diferencia de que esta no tendrá ningún valor (...). El presidente tiene todo el
poder (...), y es imposible enfrentarse a él dentro de un sistema tan
desequilibrado.”54

52 Le Monde. 15 de enero de 1994, pp. 1 y 3.


53 “Wanorde tijdens zitting parlement”. En: NRC. 12 de enero de 1994.
54 Le Soir. 14 de diciembre de 1993.
Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

Jirinovski-Eltsin, el mismo combate

¿Jirinovski es el fascista convencido que nos presenta la prensa? ¡Sí, pero


no lo es más que Eltsin! El pueblo ruso sufre el fascismo desde el interior
mismo del Estado gracias a Eltsin y a sus consejeros norteamericanos. Eltsin
ha puesto en marcha el programa anticomunista que los nazis desearon
imponer a la Unión Soviética. La ideología nacional-zarista, difundida por los
grupos nazis rusos entre los años 1930 y 1940, ha influido demasiado en el
discurso oficial. El poder personal de Eltsin, los tiros de tanques contra el
Parlamento, la violencia extralegal de la mafia, las guerras civiles sangrientas
de la periferia: esos son signos de fascismo, de poder terrorista de la gran
burguesía.
301

En septiembre de 1991, Nina Andreeva destacó que existían dos vías para
lograr un gobierno fascista: el nacionalismo chovinista y el refuerzo del
autoritarismo y del poder personal de Eltsin. “Esos dos caminos llevan hacia la
dictadura de tipo fascista, a la cual se suman elementos vivos aún en la
conciencia social de la ideología zarista.” Vendrán otros fascismos después de
la dictadura de Eltsin. La época de gloria de Eltsin llega a su fin. La fase de la
privatización a través de la mafia terminará pronto. El hombre responsable de
la explosión de un gran país, del terrible debilitamiento de su capacidad
industrial, no puede sostenerse mucho tiempo en el poder. Además, el tipo de
fascismo de Eltsin está demasiado ligado a la CIA y a la supremacía
norteamericana. Es inevitable que el fascismo ruso juegue la carta nacionalista
y chovinista, que repudiará a Eltsin y sus consejeros norteamericanos. Las
ideas de Jirinovski no son sustancialmente diferentes de las de Eltsin. Pero
Jirinovski está en la reserva, actuará durante el periodo siguiente a la “terapia
de shock". Jirinovski hará del nacionalismo su arma y evitará el error táctico
de comprometerse demasiado con los norteamericanos. Jirinovski enfoca la
demagogia nacionalista sobre la “grandeza” de Rusia y la proyecta más lejos
aún que Eltsin. “Sí, yo imagino a nuestros soldados rusos lavando sus botas en
las aguas templadas del c. El sonido de las campanadas de una Iglesia Rusa
Ortodoxa, en las orillas del Océano Índico y del Mediterráneo, que anuncien a
los pueblos de esas regiones la paz, la prosperidad y la calma.” 55 De todos
modos, en Rusia, que está estratégicamente debilitada, esa palabrería no
puede tener ninguna consecuencia inmediata. Jirinovski acentuará el discurso

55 “El último salto al sur”. De su autobiografía. En: The Wall Street Journal. 15 de diciembre de 1993, p.
7.
Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

de Gorbachov y de Eltsin sobre “nuestra herencia europea" en su más


significativo sentido racista. Y por oposición a la supremacía norteamericana
se acercará al imperialismo alemán, el menor mal. “La Europa blanca se
encuentra en peligro de muerte. Faltan cinco minutos para la medianoche.
Nuestro deber histórico es reunir a todos los pueblos que quieran mantener
nuestra Europa blanca. Europa ha sido tomada por asalto por el Sur y el Este,
desde los desiertos de África y de Asía. (...) Ese flujo no puede ser detenido
más que con la ayuda de todos los pueblos europeos unidos, a condición de
que el papel principal en esta guerra de defensa sea para los rusos y
alemanes.”56
302

La prensa occidental está obligada a reconocer la ayuda que Eltsin ha hecho


llegar, antes de las elecciones, a Jirinovski, y a subrayar la afinidad entre los
dos hombres en cuanto a las preocupaciones esenciales. ‘‘Todo indica que, en
un primer tiempo al menos, el equipo presidencial jugó deliberadamente a la
carta de Jirinovski...
”La comisión electoral [nombrada por Boris Eltsin] comenzó por retirar de
la competencia las listas nacionalistas ‘duras’, pero menos insensatas (...). Se
ha visto también al señor Jirinovski sentarse a la derecha de Boris Eltsin en el
momento de una reunión dedicada a la puesta en marcha del proyecto de
Constitución, proyecto que el interesado ha aprobado como lo hizo también
con el asalto lanzado contra la Casa Blanca (...). La televisión de Estado se ha
mostrado totalmente complaciente con el dirigente de extrema derecha.” 57
Muchos de los puntos esenciales del programa electoral de Jirinovski son
compartidos por Eltsin.
Jirinovski. “Conviene crear una guardia presidencial móvil, equipada de
todos los tipos de armas, compuesta de profesionales de calidad y capaces de
realizar en una hora acciones de combate en cualquier lugar del mundo.” La
reforma militar realizada por Eltsin está basada en “la profesionalización de
las fuerzas armadas” y sobre “la creación de una fuerza de intervención aérea
rápida, siguiendo el modelo norteamericano”. 58
Jirinovski: “Es necesario crear muchos servicios de informaciones nuevos,
bajo el dominio personal del presidente.” 59 Goloesjko, el nuevo jefe del
contraespionaje, no es ya responsable ante el Primer Ministro, sino ante Eltsin

56 Liberal. Publicación (en ruso) del Partido Liberal Demócrata Ruso, 1993, No. 1 (11), PP. 7; 8.
57 Le Monde. 14 de diciembre de 1993, p. 15.
58 “Los rusos muestran una nueva doctrina”. En: Liberation. 3 de noviembre de 1993.
59 Le Monde. 23 de diciembre de 1993, p. 3.
Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

directamente.60 Jirinovski deseaba expulsar a los azeríes, georgianos y otros


“extranjeros que no tienen visa”. 61 En los días que siguieron a su golpe de
Estado, Eltsin expulsó de Moscú a 15.000 personas de origen caucasiano “por
delito de rasgo facial.”62
Jirinovski declaró que es necesario dejar a los armenios y a los azeríes
matarse, lo mismo que los pueblos y poblaciones del Cáucaso y de Asía
Central. “Así, los que logren salvarse correrán a pedir que Rusia los acepte
como provincias.”63 Lo que Eltsin decía a Butros Ghali no es muy diferente:
“Ha llegado el momento de que la ONU deje a Rusia la responsabilidad de
garantizar la paz y la estabilidad en la antigua Unión Soviética.”64 Dos temas
importantes del discurso demagógico de Jirinovski son la protección de los
25.000.000 de rusos que viven fuera de Rusia y el establecimiento de un
control ruso en las nuevas “repúblicas independientes”.
303

Antes de las elecciones, los hombres cercanos a Eltsin defendían las mismas
posiciones.
Señalando el paralelismo con la escalada del poder fascista hitleriano,
Stephen Cohen escribió: “La última vez que un Parlamento fue incendiado
dentro del marco de una democracia vacilante fue bajo el Reichstag, en la
República de Weimar.”65
He aquí los términos “clásicos” utilizados por Eltsin para “justificar” frente
al pueblo ruso el terror y la liquidación del Parlamento. Es el lenguaje habitual
de los golpes de Estado fascistas denunciando a los "extremistas de derecha y
de izquierda...”
“Aquellos que han marchado contra la ciudad pacífica y desencadenado
una masacre sangrienta, son unos criminales. (...) Fue un levantamiento
planificado de antemano. Organizado por los comunistas que pedían una
revancha, por los dirigentes fascistas y por algunos viejos parlamentarios. (...)
Un pequeño grupo de conspiradores políticos intentó imponer su voluntad a
todo el país. Aquellos que agitan las banderas rojas han cubierto de sangre a
Rusia una vez más.
’’Para ellos el perdón no puede existir. (...) El levantamiento armado está

60
“Hoofd van de nieuwe contra-espionaje”. En: NCR. 22 de diciembre de 1993,
61
De Morgen. 14 de diciembre de 1993.
62 Le Nouvel Observateur. 28 de octubre de 1993, pp. 34-35.
63 “Zjirinovski will... Ruslands grenzen”. En: NRC. 16 de diciembre de 1993.
64 “Boutros Ghali a Eltsin: es la ONU la que decide". En: La Libre Bélgica. 8 de marzo de 1993.
65 “El ataque a las fuerzas del Parlamento por el ejército ruso”. En: The Wall Street Journal. 5 de octubre

de 1993.
Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin

destinado al fracaso. Las tropas entran en Moscú para restablecer el orden.


Ahora tienen una tarea: defender a nuestros hijos, nuestras madres y padres,
apresar y neutralizar a los revoltosos y asesinos. ...Las organizaciones públicas
que han participado en los desórdenes masivos serán proscritas. ...El
levantamiento comunista-fascista de Moscú será suprimido en un corto lapso
de tiempo.”66

66 International Herald Tribune. 5 de noviembre de 1993.


INDICE

índice

Prólogo / 1

Septiembre 1987
¿Esperanza en el Este? / 7

Agosto 1989
Praga 1968-1989
Reflexiones antes de la tempestad / 32

Octubre 1990
Post-scriptum
¿Estaban al lado de la “revolución”...? / 55

Mayo 1990
Budapest 1956
La contrarrevolución armada / 61

Julio 1990
Cuando el Vampiro de los Cárpatos arremetió contra Timisoara / 93

Enero 1990
La Unión Soviética al borde del abismo / 123

Enero 1991
La restauración del capitalismo en medio del caos y la guerra civil / 165

Marzo 1991
Dos puntos de ruptura / 243

Septiembre 1991
La Unión Soviética estalla. Bush dirige el baile / 249

Una catástrofe alucinante / 269

Entre dos golpes de Estado, la dictadura de Eltsin / 288

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