Economía Social y Desarrollo Endógeno Sustentable
Profesor: Victor Leonett
Tema 1: Economía, Economía Social y Economía Popular
ECONOMIA: Puede enmarcarse dentro del grupo de ciencias sociales ya
que se dedica al estudio de los procedimientos productivos y de intercambio
y al análisis del consumo de bienes (productos) y servicios.
Para el alemán Karl Marx, la economía es la disciplina científica que analiza
las relaciones de producción que se dan en el seno de la sociedad.
Basándose en el materialismo histórico, Marx estudia el concepto del valor-
trabajo que postula que el valor tiene su origen objetivo según la cantidad
de trabajo necesaria para obtener un bien.
Hay que destacar que existen numerosas escuelas del pensamiento
económico, que presentan diferentes enfoques de análisis. El
mercantilismo, el monetarismo, el marxismo y el keynesianismo son
algunos de ellos.
Es una ciencia social que estudia los procesos de extracción, producción,
intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios. En sentido
figurado, economía significa regla y moderación de los gastos; ahorro.
ECONOMIA SOCIAL: Es un modelo empresarial integrado por empresas
privadas, basadas en unos principios de democracia, equidad, gestión
participativa y primacía del trabajo y del factor humano frente al capital,
tanto en los procesos de toma de decisiones como en la distribución del
beneficio. Las fórmulas jurídicas más extendidas de este modelo son las
cooperativas y las sociedades laborales, cuyos fines son la eficiencia
económica y la redistribución de la riqueza generada con carácter social.
ECONOMIA POPULAR: No hay una única definición para el término
“economía popular”, pero se suele referir con ese concepto a aquellos
trabajos que se realizan en un marco de mayor vulnerabilidad que el
empleo “tradicional”, en relación de dependencia, con derechos laborales,
con un eje empleador-empleado y por fuera de relaciones asalariadas
formales. En algunas ocasiones, la economía popular es referida por las
organizaciones sociales como la “economía de los excluidos”.
Por lo general, la economía popular suele girar en torno a cooperativas,
empresas recuperadas, emprendimientos y talleres familiares, o agricultura
familiar.
Según explicó a Chequeado Rafael Rofman, director del Programa de
Protección Social del Centro de Implementación de Políticas Públicas para
la Equidad y el Crecimiento (Cippec), el término “economía social y popular”
es utilizado para referirse “a la organización de grupos de trabajadores de
actividades de muy baja productividad, muy vinculada a la idea de las
transferencias de ingresos o recursos por parte del Estado”.
En algunos sectores entienden a la economía popular como un modelo que
llegó para quedarse, como afirmó el presidente Alberto Fernández a
principios de junio, mientras que otros la consideran una actividad
transitoria, en medio del estancamiento económico que atraviesa el país
desde hace, por lo menos, una década.
SIMILITUDES ENTRE ECONOMIA, ECONOMIA SOCIAL Y ECONOMIA
POPULAR;
ECONOMÍA SOCIAL Y ECONOMÍA POPULAR. SIMILITUDES, DIFERENCIAS Y
CONSIDERACIONES CRÍTICAS.
La economía popular es el conjunto de actividades de producción,
distribución o consumo que realizan las personas y organizaciones. Cuando la
economía popular pone en juego como elemento central el apoyo mutuo, la
cooperación y diversas formas de compartir (conocimientos, mercados,
tecnología), coloca en escena una “Economía Solidaria” también llamada
Economía Social.
La Economía Social es concebida como un instrumento para la atención de
las necesidades de la población excluida económicamente, mediante la creación
de empleo productivo y sustentable; así mismo, es una vía para la generación de
excedente económico que apuntale la creación de capital social.
Las Unidades Económicas Asociativas (cooperativas, micro, pequeñas y
medianas empresas) constituyen la unidad básica del Sistema que configura la
Economía Social. Se caracterizan fundamentalmente por su carácter participativo,
que las lleva a comprometerse con la calidad de vida de sus integrantes,
asociados, trabajadores, y con las comunidades en las cuales operan; son
socialmente responsables, siendo esta pauta de conducta la medida para que
quienes conforman la actividad económica se sientan protagonistas en el empeño
por una sociedad más cohesionada y solidaria, que junto con el compromiso
fundamental de generar capital social y empleo, también adquiera conciencia de
su responsabilidad por atender y mejorar el bienestar de la población y de las
condiciones de su entorno, de tal forma que el equilibrio entre lo social y lo
económico contribuya a potenciar la inclusión y la cohesión social en los espacios
comunitarios, para vincular la creación de riqueza con su distribución.
La estrategia en este caso es maximizar el factor solidario para lograr la
satisfacción de las necesidades básicas y generar acumulativamente procesos de
desarrollo y conseguir en conjunto lo que individualmente no es posible lograr.
Se puede decir que La economía solidaria es la “Economía Del Compartir”:
ü compartir el trabajo (producción)
ü compartir los frutos del trabajo (distribución, consumo).
Entonces podemos desarrollar, Economía social y Economía Popular, sus
similitudes, Diferencias y Consideraciones Criticas en;
La Economía Popular: Es un sistema de producción, distribución del valor creado,
comercialización, abastecimiento y consumo, protegido por el Estado
Venezolano, cuyo objetivo es la satisfacción de necesidades sociales para el
desarrollo humano integral y una existencia digna y provechosa para la
colectividad, se manifiesta en relaciones de producción fundamentadas en la
cooperación, solidaridad, equidad y acumulación colectiva.
Es una construcción de los trabajadores, trabajadoras y de la comunidad, quienes
desarrollan diversos tipos de actividad económica productiva, bajo la figura de
asociaciones tales como: Cooperativas, Cajas de ahorro, Mútales, Unidades
Económicas de Asociativas, UEAs) no legalizadas, Empresas de Producción
Social.
Los agentes protagónicos de la Economía Popular, se orientan al logro del
desarrollo armónico de la Economía Nacional con el fin de general:
Una sociedad justa y amante de la paz,
Fuentes de trabajo digno, valor agregado creciente,
Nueva calidad de vida de la población, soberanía económica del país.
El Art. 3 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela Establece:
“El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el
respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la
construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la
prosperidad y bienestar el pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios,
derechos y deberes recocidos y consagrados en esta Constitución”
Las formas de economía popular o de subsistencia persiguen:
ü Producción de bienes y servicios de calidad a los cuales pueda acceder de
forma expedita la comunidad mediante formas variadas (compra barata, trueque,
mutualismo, apoyo solidario)
ü Valoración de las relaciones de producción mediante el estudio del modelo de
consumo y el reparto de excedentes
ü El reparto equitativo del excedente que genera el modelo de producción; la
solidaridad comunitaria con otras comunidades del entorno.
ü La autonomía cognitiva, la libertad operativa y soberanía comunitaria para
articular y adelantar un modelo de desarrollo local sostenible.
El estado venezolano ha realizado esfuerzo en superar el actual modelo
económico para acabar con la dependencia insostenible de las importaciones
desarrollando el proyectando economía social.
La Economía Social y Su Vinculación con la Transformación del Sistema Socio
Económico Desde Una Visión Popular y Participativa.
La economía social o solidaria constituye una temática que desde el poder
constituyente se inserta en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (CRBV, 1999). Su génesis y desarrollo es anterior a la Revolución
Bolivariana, pero se imbrica en ella a partir de las manifestaciones de 1989 y
1992. A partir de 1999, la economía social constituye núcleo fundamental de los
discursos sobre prácticas emergentes de producción.
Para concretar esta economía social se han desprendido de la CBRV, nuevas
formas jurídicas e institucionales para darles viabilidad a saber: Ley Especial de
Cooperativas, Ley de los Consejos comunales, Ley de Comunas, entre otras con
la finalidad de rescatar los valores y practicas locales comunitarias o del lugar con
sus procesos y valores solidarios, cooperativos y humanistas, y que desde la
educación revertir los antivalores del modelo económico global promoviendo la
liberación del hombre de la esclavitud de los mercados.
Capítulo VII
De los derechos económicos
Artículo 118. “El Estado promoverá y protegerá las asociaciones solidarias,
corporaciones y cooperativas, en todas sus formas, incluyendo las de carácter
financiero, las cajas de ahorro, microempresas, empresas comunitarias y demás
formas asociativas destinadas a mejorar la economía popular.” En él se menciona
el término economía popular.
Así mismo se incluye en el Art. 184 ordinar 3 de la CRBV y se promueve la
participación en los procesos económicos, mediante el estímulo de expresiones de
la economía social, tales como cooperativas, cajas de ahorro, mutuales y otras
formas asociativas; además que se plantea la promoción de las organizaciones de
la economía social por medio de las políticas de Estado
ü Menciona la creación de mecanismos abiertos y flexibles para que los Estados y
los Municipios descentralicen y transfieran a las comunidades y grupos vecinales
organizados los servicios que éstos gestionen previa demostración de su
capacidad para prestarlos, promoviendo:
ü La participación en los procesos económicos estimulando las expresiones de la
economía social, tales como cooperativas, cajas de ahorro, mutuales y otras
formas asociativas.
ü La participación de los trabajadores y trabajadoras y comunidades en la gestión
de las empresas públicas mediante mecanismos autogestionarios y
cogestionarios.
ü La creación de organizaciones, cooperativas y empresas comunales de
servicios, como fuentes generadoras de empleo y de bienestar social,
propendiendo a su permanencia mediante el diseño de políticas donde aquellas
tengan participación.
A su vez La Carta Magna, en su artículo 299, 300 y 308, (Capítulo I “Del régimen
socioeconómico y la función del Estado en la Economía, del Título VI, “Del
Sistema Socioeconómico”) establece que
Del Régimen Socio Económico y la Función del Estado en la Economía
Artículo 299. El régimen socioeconómico de la República Bolivariana de
Venezuela se fundamenta en los principios de justicia social, democratización,
eficiencia, libre competencia, humano integral y una existencia digna y provechosa
para la colectividad. El Estado conjuntamente con la iniciativa privada promoverá
el desarrollo armónico de la economía nacional con el fin de generar fuentes de
trabajo, alto valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y
fortalecer la soberanía económica del país, garantizando la seguridad jurídica,
solidez, dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento de la
economía, para garantizar una justa distribución de la riqueza mediante una
planificación estratégica democrática participativa y de consulta abierta.
Artículo 300. La ley nacional establecerá las condiciones para la creación
de entidades funcionalmente descentralizadas para la realización de actividades
sociales o empresariales, con el objeto de asegurar la razonable productividad
económica y social de los recursos públicos que en ellas se inviertan. Este artículo
ratifica al Art. 184.
Artículo 308. El Estado protegerá y promoverá la pequeña y mediana
industria, las cooperativas, las cajas de ahorro, así como también la empresa
familiar, la microempresa y cualquier otra forma de asociación comunitaria para el
trabajo, el ahorro y el consumo, bajo régimen de propiedad colectiva, con el fin de
fortalecer el desarrollo económico del país, sustentándolo en la iniciativa popular.
Se asegurará la capacitación, la asistencia técnica y el financiamiento oportuno.
Aunado a esto determina en el artículo 70 que son medios de
participación, las organizaciones que pertenecen al sector de la economía social,
haciendo mención a valores como cooperación y solidaridad, dejando ver la
concepción de lo económico y social de manera más integral.
Por su parte El Plan Nacional Simón Bolívar 2007 – 2013 en su línea
estratégica sobre la construcción del nuevo modelo productivo socialista, cuyo
enfoque es que “La producción en la búsqueda de lograr trabajo con significado se
orientará hacia la eliminación de la división social del trabajo, de su estructura
jerárquica actual y a la eliminación de la disyuntiva entre satisfacción de necesidad
y producción de riqueza. El modelo productivo responderá primordialmente a las
necesidades humanas y estará menos subordinada a la reproducción del capital”
actualmente ese modelo productivo se amplía en el Plan de la Patria 2013 – 2019
en el II Objetivo menciona el aceleramiento de Cambio del sistema económico
capitalista y rentista por un modelo económico productivo y socialista y avanzar en
la plena satisfacción de las necesidades básicas para la vida de nuestro pueblo: la
alimentación, agua…..Expandir el poder popular a través de misiones y grandes
misiones socialistas y el autogobierno en poblaciones y territorios específicos
conformados por comunas. El III objetivo convertir a Venezuela en un país
potencia en lo social económico y político; desarrollar el poderío económico
nacional aprovechando de manera óptima las potencialidades que ofrecen
nuestros recursos; V objetivo menciona la necesidad de construir un modelo
económico productivo ecosocialista basado en la relación armónica entre el
hombre y la naturaleza que garantice el uso y aprovechamiento racional óptimo de
los recursos naturales respetando los procesos y ciclos de la naturaleza. Dentro
de todo el proceso consolidar y desplegar la democracia participativa y
protagónica en Venezuela.
La economía social se vincula con la transformación del sistema socio-
económico por medio de:
ü La solidaridad: la acción individual y colectiva comprende la interdependencia
como eje dinámico de la práctica solidaria y de cooperación.
ü La autonomía: de cada persona, cada unidad de producción y de actividad, de
cada unidad de territorio; explorando las potencialidades y desarrollando
crecientes capacidades y nuevos instrumentos de acción.
ü La igualdad: trabajar con las desigualdades y construir la paridad de derechos
sobre el reconocimiento de las diferencias.
ü El compartir: el trabajo, el tiempo, los beneficios y el riesgo.
Diferencia entre la economía social y la Economía Popular
Importancia Estratégica que Tiene para el Estado la Consolidación de una
Economía Social, Solidaria y Participativa. (Seguridad Alimentaria).
La Economía Social establece categorías muy claras en cuanto a sus
formas de organización empresarial bajo los principios de solidaridad,
complementariedad y cooperación en contra posición al de libre mercado y
competencia. Su objetivo esencial es la búsqueda de la Soberanía y Seguridad
Alimentaría.
La economía social adquiere la significación de herramienta para la derrota
de la pobreza no sólo económica, sino también cultural, política, ideológica; para la
revisión de las formas de vida y el rescate de concepciones de progreso,
bienestar, desarrollo y progreso fundadas en la propia historia nacional.
Es decir, esta economía se constituye en estrategia articuladora de las
propuestas emancipadoras nacionales y las concepciones revolucionarias que
postulan un Estado que defienda la perspectiva local ante el avasallante imperio
de lo global.
Un modelo económico de ese tipo, de carácter solidario y compromiso
social, no sólo permite derrotar la pobreza cultural, política, educativa, de modos
de vida y económica, sino que garantiza la inclusión de todas y todos los
venezolanos y venezolanas en la construcción de la patria bolivariana.
El modelo de economía social procura generar una respuesta efectiva
para la emergencia social por la cual atraviesa gran parte de la población
venezolana como resultado de un modelo limitado de productividad y desarrollo, el
peso del servicio de la deuda externa y el cisma de la economía mundial en el
presente. Por ello, las exigencias de eficacia y legitimidad de la acción económica
del Estado desde la perspectiva ciudadana, se relacionan fundamentalmente a la
necesidad de contar con un modelo económico, una orientación productiva, un
sistema financiero y de garantías que realmente le permita impulsar la nueva
racionalidad productiva.
Para alcanzar un modelo económico alternativo se considera prioritario
trabajar en dinámicas que permitan la reconstitución de los sujetos sociales
centrales: los sectores más humildes y desposeídos que configuran la inmensa
mayoría nacional.
La importancia de la propuesta de economía social del gobierno
bolivariano, es que constituye un avance importante en materia de justicia social e
inclusión de grandes sectores de la sociedad a procesos productivos de carácter
asociativo, y genera nuevas estructuras y capacidades organizativas, que si son
aprovechadas desde los niveles subnacionales de gobierno, tenderán a construir
el modelo de desarrollo alternativo, sustentable, autogestionario y humanista al
cual se aspira en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y en el
cual el desarrollo endógeno, se presenta como una propuesta ideal para
aprovechar nuestros recursos en todas sus formas, un desarrollo alternativo que
rescata los valores, y propone una profunda transformación cultural, económica y
social.
La Economía Social
Síntesis histórica.
La Economía Social, data del siglo del XIX en Europa, de los movimientos obreros
cristianos, socialistas y anarquistas, ya para el año 1900 había un salón en la
exposición Universal de París que llevó su nombre. La Economía Social se definió
como un concepto polisémico es decir, designaba diversas aproximaciones
teóricas y disciplinarias que buscaban una interpretación integral del fenómeno
más allá del mero hecho económico.
El término se utilizó para designar algunas prácticas económicas en donde
prevalecía la democracia y el empresariado colectivo. Sin embargo, hasta el
presente existe la ambigüedad en cuanto a su verdadera naturaleza, se le ha
vinculado a diversas tendencias en el campo de las ciencias sociales,
específicamente en la economía y la sociología.
Durante el siglo XIX y principios del XX la economía social tuvo entre sus
principales exponentes a Charles Dunoyer, Charles Gide y L. Walras este último
como representante de la escuela Liberal. De estos tres es Charles Gide entrado
el siglo XX quien propone definir a la economía social como aquel conjunto de
empresas y organizaciones cuyas reglas dan cuenta de los valores sociales. En
este conjunto se ubicaron a las cooperativas, las mutuas y las Asociaciones.
En este sentido, es posible identificar cuatro tendencias de la economía social:
1.- escuela social-cristiana que se inspiró fundamentalmente en los postulados de
la doctrina social de la Iglesia Católica, esta tendencia hizo del consumo y los
servicios la puerta de entrada a la economía social.
2.- la escuela socialista que se extendió dentro de los países germánicos y
escandinavos a través de la democracia industrial y el capitalismo.[2] Esta
tendencia privilegió la producción y la reorganización del trabajo.
3.- escuela liberal que postulaba la existencia de la economía social como un
reforzamiento del rol del mercado en la asignación de los recursos escasos en la
sociedad, en detrimento del Estado.
4.- escuela solidarista postulaba que la economía social era la expresión de una
conducta humana que propendía a la acción voluntaria, al servicio al prójimo y a la
fraternidad.
La Nueva Economía Social
Con la decadencia y crisis del Estado del Bienestar en la misma década de los
setenta, resurge el movimiento de la economía social con la misma fuerza que en
su génesis, respondiendo a los mismos postulados de la vieja escuela del siglo
XIX, no obstante, en esta oportunidad asume múltiples definiciones en función de
las realidades culturales, políticas, institucionales y jurídicas de los países donde
se pone de manifiesto el resurgir de este movimiento.
En ambos momentos históricos el autor Jacques Defourny establece dos
condiciones para el desarrollo de la economía social. Por un lado, la economía
social es hija de la necesidad, es decir, los miembros de estas organizaciones
poseían un conjunto de necesidades insatisfechas, tanto en el siglo XIX como en
el presente. Por el otro, la existencia de una identidad, reflejada no sólo en la
conciencia de clases que los obreros del siglo XIX poseían, como también el
sentido de pertenecer a un grupo social que compartiese una identidad colectiva
o un destino común (como por ejemplo las cooperativas quebequesas que se
agruparon en defensa de su lengua y su religión)
El autor establece dos aproximaciones para comprender el concepto, la primera es
la jurídica-institucional: en ella establece que la economía social es el conjunto de
organizaciones que asumen como fórmula jurídica o que al no existir otra buscan
el reconocimiento institucional en las cooperativas, mutuas y asociaciones.
La segunda es una aproximación normativa, en donde se atiende a los principios
rectores que las organizaciones que componen a la E.S tienen en común, estos
son:
a) Finalidad de servicio a los miembros o al colectivo más allá del beneficio.
b) Autonomía de gestión.
c) Procesos de decisión democrática.
d) Primacía de las personas y del trabajo sobre el capital dentro de la repartición
de los beneficios.
Economía Popular, Economía Solidaria y Economía Social en América Latina.
La Economía Popular
Con las crisis económicas, políticas y sociales que permanentemente sacuden a la
región latinoamericana se ha observado el desarrollo de un polo económico
alternativo muy distante del sector privado tradicional. Este polo surge
fundamentalmente por la existencia de dos factores:
a) la presencia de unos niveles bajos de ingresos familiar generalizados en la
población y
2) la necesidad de encontrar nuevas actividades y acciones que procuren evitar
los signos de pobreza y exclusión. A este polo de la economía se le ha
denominado economía popular.
Esta es definida como el conjunto de expresiones económicas que ejerce una
población en situación de exclusión social que busca satisfacer unas necesidades
mínimas insatisfechas. En este sentido la economía popular se caracteriza por lo
siguiente:
a) La participación de la mayoría de los miembros de una familia en el proceso
de producción, comercialización o venta de bienes.
b) La existencia de una frágil base de capital económico.
c) El ejercicio de las actividades económicas alejados de los marcos formales,
tanto jurídicos como fiscales.
d) La inexistencia de detallados patrones de gestión empresarial, y
e) La precariedad de los ingresos que reportan las actividades ejercidas.
se puede decir que la economía popular es el instrumento que posee la población
excluida socialmente para enfrentar medianamente los efectos que produce los
bajos niveles de ingreso familiar, la ineficaz distribución de los ingresos nacionales
y las desigualdades que genera el orden económico establecido.
La manifestación más significativa de la economía popular se halla en la actividad
comercial informal, las microempresas personales y en las pequeñas empresas
familiares. Las actividades específicas de comercio y producción son variadas y
abarcan todo tipo de insumos que mayoritariamente son demandados por el resto
de la población.
Existe en la actualidad un debate muy intenso a la hora de insertar al sector
informal urbano dentro del contexto de la economía popular, por un lado están lo
que le dan un tratamiento negativo al término, es decir, lo definen por todo lo que
no es: (..)Lo no estructurado, lo no privado, lo no formal, lo no rentable, lo no
público, lo no legal, lo no estético, lo no legítimo. (Barrantes: 41,1.997). Bajo este
esquema la economía informal no está dentro de la economía popular, mientras
que otros autores (Nissan y Larraechea) señalan que el sector informal visto
desde los actores que lo conforman y no desde lo estructural como se ha definido
clásicamente es la expresión más genuina de la economía popular
Por otra parte, el diagnostico de este sector, muestra que si bien es cierto la
economía popular ha logrado que los niveles de exclusión social y de desigualdad
no se profundicen en la población, también es cierto, que la orientación que la han
dado los Estados latinoamericanos a esta actividad, no ha sido la más
conveniente.
Siguiendo a Nyssens, Fonteneau y Salam Fall se pueden distinguir cinco tipos de
actividades dentro de la economía popular:
a. Unas Organizaciones de economía popular (OEP): Ellas se desarrollan
frecuentemente en la comunidad y el barrio, su campo de acción está ligado al
consumo, la producción y la distribución de bienes y servicios. Las OEP nacen de
la iniciativa de un grupo de personas que buscan satisfacer un conjunto de
necesidades propias, sobre la base de la explotación de sus propias fuentes y la
ayuda mutua.
b. Las micro-empresas: Son unidades de producción y/o de comercialización de
bienes y servicios, de tipo familiar (en donde eventualmente se produce la
contratación de personas externas a la familia).
c. Las iniciativas individuales: A diferencia de la micro-empresa familiar, estas
nacen de una sola persona, que busca darse su propio puesto de trabajo sin la
implicación directa de terceros.
d. Las estrategias de Asistencia: personas que tienen como recursos las
instituciones de la caridad ,etc.
e. Las actividades ilegales: personas que se dedican al tráfico de drogas, hechos
delictivos, robos, etc.
De esta tipología, se puede desprender la siguiente estructura de la economía
popular:
OEP Microempresas
familiares Iniciativas
individuales Estrategias de Asistencia Actividades ilegales
Nivel de crecimiento Talleres de autogestión Talleres productivos Choferes
de taxi Organizaciones que reivindican la vivienda Trafico de drogas
Nivel de subsistencia Grupos de consumo Pequeñas tiendas Pequeñas
reparaciones Beneficiarios de instituciones de la caridad Ventas
clandestinas
Nivel de sobre vivencia Comedores populares Recogida de desechos
Vendedores de la calle Mendicidad Pequeños Robos
Para finalizar el tema de la economía popular, estos autores señalan que pueden
existir entre la economía social y la economía popular prácticas de economía
solidaria, es decir, que la convergencia de estos dos polos de la economía
supondrían para América Latina, el fortalecimiento de un modelo económico más
racional, más productivo y más equitativo que allane el camino para un desarrollo
y crecimiento más equilibrado de la región.
La Economía Solidaria.
Cuando en algunas comunidades se genera una red de gestión
empresarial preservando el proceso de economía popular se genera entonces la
llamada economía solidaria. En esta la existencia de un compromiso de ayuda y
de reciprocidad en el proceso económico es fundamental para su existencia. No
obstante, se puede decir que en América existen dos tendencias que intentan
definir a la economía solidaria
Por un lado, la escuela francesa plantea a través de su autor Jean Louis Laville,
que la economía solidaria es la constitución de tres factores.
1. La construcción conjunta de la oferta y la demanda entre los profesionales y
los usuarios a partir de una relación reciprocitaria.
2. La realización de una hibridación relativamente ejemplar de la economía
mercantil (el mercado), de la economía no mercantil (El Estado) y la economía no
monetaria (el don, la reciprocidad). y
3. La búsqueda de un equilibrio entre las tres formas de economía precedentes.
En resumen la economía solidaria según Laville plantea que la única forma de
corregir las fallas en el mercado que generan cualquiera de las formas
precedentes de una economía, es a través de la búsqueda de una alianza entre
los actores que intervienen en el proceso económico. En otras palabras que
productores y consumidores construyan conjuntamente la oferta y la demanda de
bienes y servicios.
Las experiencias de esta interpretación de la economía solidaria se hallan en la
gestión de los servicios de proximidad en Francia, Canadá y Bélgica, en donde
mediante una relación de reciprocidad las entidades de la economía social están
intentando corregir las fallas que el mercado de los servicios presenta.
Pasando a la otra definición de la economía solidaria, en la América del sur,
específicamente en Bolivia, Colombia, Perú, Ecuador, Chile, Uruguay y Argentina,
la economía solidaria es definida como aquel polo económico nacido de la
economía popular en donde se ubican las microempresas ya sea asumiendo como
fórmulas jurídicas a las cooperativas, o simples empresas de responsabilidad
limitada, que actúan en redes de producción, comercialización y consumo.
El argumento central de esta tendencia, es la lucha permanente por la disminución
de los costos de los bienes y servicios que se ven aumentados por las cadenas
que se generan en todo el recorrido que realizan los productos hasta llegar al
consumidor final.
El papel que ha jugado el movimiento cooperativo ha sido importante en el
desarrollo de este polo. Las fortalezas por los años de experiencia han permitido
que en muchos países latinoamericanos existan verdaderas redes económicas de
solidaridad, que posibilitan el acceso a mayores bienes y servicios a la población.
Las experiencias cooperativas en Colombia, del mercado justo hacia Bolivia,
Ecuador y Perú, el movimiento de las ONG para el Desarrollo, son las más
significativas manifestaciones que ha tenido la economía solidaria en la América
Latina.
La situación en Venezuela.
Venezuela ha sido quizá el país junto a México y Brasil que ha tenido el mayor
desarrollo de la economía popular. El cada vez mayor número de personas
insertadas en el mercado informal, el mayoritario desarrollo en las zonas
marginales de empresas familiares es una prueba de la existencia de un gran
sector que está compitiendo con el sector privado tradicional.
Sin embargo, la economía solidaria y social no ha corrido la misma suerte. La
economía solidaria ha tenido algunas importantes manifestaciones sobre todo en
el sector agrícola venezolano con la creación de redes de comercialización que
han originado la venta directa del productor al consumidor de este tipo de bienes.
Fue con el gobierno del Presidente Rafael Caldera] que se introdujo en Venezuela
el concepto de economía solidaria como sustituto en el lenguaje oficial de la
economía popular, en este sentido el Programa de Economía Solidaria tuvo los
siguientes objetivos:
“ Generales:
1)Promover un Sistema de autoabastecimiento solidario para la distribución de los
alimentos y medicinas a menores precios mediante la organización social.
2) Crear y fortalecer empresas solidarias mediante en los sectores de menores
ingresos mediante un sistema de capacitación masiva en gestión”
De esto se puede extraer que en el Estado no se dio un proceso de reflexión
política y económica del significado de la economía popular y el tránsito hacia una
economía solidaria. Desde nuestro entender, la implementación de la economía
solidaria en Venezuela significó una moda del gobierno de turno sin el más mínimo
propósito de redimensionar tanto a la economía popular como a la economía
solidaria mediante la creación de un Tercer Sector de la Economía: la economía
social venezolana.
De la economía social, las experiencias que se reportan son muy pocas, es crítica
la situación económica y profesional de las entidades que bien pudieran
transformar su dinámica no gubernamental y no lucrativa en un movimiento
empresarial social que tienda a la creación de un tercer sector en Venezuela
sólido y competitivo frente al Estado y el sector privado tradicional.
La realidad venezolana es que el debate sobre la economía popular y la solidaria
no ha sido lo suficientemente amplio como para poder definir estrategias que
conduzcan a unos lineamientos para la superación de estos polos. Se dice
superación porque es obvio que la economía popular y la solidaria tal como están
entendidas y manifestadas en el país deben dar paso a un polo económico plural,
alternativo y coajustado al resto de los actores económicos del país, incluyendo al
promotor principal de la economía: el Estado.
Con respecto a la economía social recién es que en las Universidades y en
algunos sectores elites de la sociedad civil es que el tema se está analizando y
estudiando. La comprensión de esta manifestación económica podría hallar el
camino para la transformación de la economía popular y solidaria venezolana en
una economía plural y social
Neoliberalismo:
Neoliberalismo: El término neoliberalismo fue acuñado por el académico alemán
Alexander Rüstow en 1938, en un coloquio. Entonces se definió el concepto de
neoliberalismo como remarcando «la prioridad del sistema de precios, el libre
emprendimiento, la libre empresa y un estado fuerte e imparcial». Para ser
neoliberal es necesario requerir una política económica moderna con la
intervención del estado. El intervencionismo estatal neoliberal trajo consigo un
enfrentamiento con los liberales clásicos laissez-faire, como Ludwig von Mises o
Friedrich Hayek. En los años 60 el término dejó de usarse regularmente.
En 1981 se formó un movimiento de izquierda en los EEUU que usaba el término
neoliberal para describir su ideología. Los neoliberales se unieron alrededor de
dos publicaciones, La Nueva República y el Washington Monthly. El vocero de
este neoliberalismo era el periodista Charles Peterers, que en 1983 publicaba el
Manifiesto Neoliberal. Los dos políticos neoliberales más influyentes fueron Bill
Clinton, 42º presidente del gobierno, y el ex vicepresidente Al Gore.
Durante la dictadura militar de Augusto Pinochet en Chile, los estudiosos
opositores usaron el término, aunque sin una referencia específica a una revisión
teórica del liberalismo clásico, para describir un conjunto de reformas políticas y
económicas efectuadas bajo este gobierno, usando el término de forma
peyorativa. El término acabó difundiéndose entre los hispanohablantes. En las
últimas dos décadas el término no se define sino que se utiliza para describir una
ideología o una teoría económica, y además, es usado por los críticos de izquierda
opuestos a la liberalización económica para condenar.
Según Boas y Gans-Morse, el término neoliberalismo es utilizado por la izquierda
peyorativamente para criticar las políticas de liberalización del sector privado
tendientes a aumentar su rol en la economía. Hoy en día el uso del término se
orienta a describir las políticas económicas que «eliminan los controles de precios,
desregulan los mercados de capital y reducen las barreras al comercio», además
de reducir la influencia del estado en la economía, especialmente mediante la
privatización y la austeridad fiscal
El neoliberalismo es, ante todo, una teoría de prácticas político-económicas que
afirma que la mejor manera de promover el bienestar del ser humano consiste en
no restringir el libre desarrollo de las capacidades y de las libertades
empresariales del individuo dentro de un marco institucional caracterizado por
derechos de propiedad privada fuertes, mercados libres y libertad de comercio. El
papel del Estado es crear y preservar el marco institucional apropiado para el
desarrollo de éstas prácticas. Por ejemplo, tiene que garantizar la calidad y la
integridad del dinero. Igualmente, debe disponer las funciones y estructuras
militares, defensivas, policiales y legales que son necesarias para asegurar los
derechos de propiedad privada y garantizar, en caso necesario mediante el uso de
la fuerza, el correcto funcionamiento de los mercados. Por otro lado, en aquellas
áreas en las que no existe mercado (como la tierra, el agua, la educación, la
atención sanitaria, la seguridad social o la contaminación medioambiental), éste
debe ser creado cuando sea necesario mediante la acción estatal. Pero el Estado
no debe aventurarse más allá de lo que prescriban estas tareas. La intervención
estatal en los mercados (una vez creados) debe ser mínima porque, de acuerdo
con ésta teoría, el Estado no puede en modo alguno obtener la información
necesaria para anticiparse a las señales del mercado (los precios) y porque es
inevitable que poderosos grupos de interés distorsionen y condicionen estas
intervenciones estatales (en particular en los sistemas democráticos) atendiendo a
su propio beneficio. Si bien en la actualidad contamos con muchos análisis
generales de las transformaciones globales y de sus efectos, carecemos de un
relato político-económico del origen de la neoliberalización y del modo en que ha
proliferado de manera tan generalizada a escala mundial. Por otro lado, abordar
esta historia desde una perspectiva crítica sirve para proponer un marco para
identificar y construir acuerdos políticos y económicos alternativos.
POSTULADOS DEL NEOLIBERALISMO
1.- El mercado lo resuelve todo del mejor modo posible.
2.- Siempre hubo y habrá corrupción, en el liberalismo es marginal y en el
estatismo es estructural.
3.- La desigualdad social no es consustancial al capitalismo, sino parte de la
naturaleza humana, por eso no es posible acabar con ella.
4.- El nacionalismo y la soberanía económica son expresiones retrogradas que
deben desaparecer en aras de la eficiencia y la inserción a la globalización.
5.- Primero hay que hacer crecer la riqueza y, después distribuirla.
6.- Las privatizaciones son la panacea para la economía nacional
Actualmente, en la mayor parte de los países del mundo han desaparecido o
tienden a desaparecer las que tradicionalmente se han considerado
responsabilidad del estado como la educación en todos los niveles, la salud
universal, la vivienda digna, la alimentación, el empleo bien remunerado, el
respeto a las diferencias, o la seguridad de un ingreso capaz de garantizar la
satisfacción de as necesidades elementales del trabajador y su familia, así como
la protección social universal contra los riesgos de vida sin discriminaciones o
exclusiones, el diseño y puesta en marcha de políticas de distribución del ingreso,
tanto como velar por la consolidación de un sistema democrático que evite la
dictadura del mercado y fortaleza la actividad pública de producción y distribución
de bienes y servicios básicos.
Es justamente, tomando como referente lo planteado, la Economía Social intenta
dar respuesta a una situación de exclusión social en la cual se encuentra inmersa
gran parte de la población mundial.
En este contexto, la Economía Social se ha convertido en un medio a partir del
cual se concreta la lucha contra la exclusión social canalizando y convocando la
participación activa de las personas, creando instancias de concertación y dialogo
que posibilitan dicha participación procurando la organización de los individuos
con el fin de llevar a cabo diversas actividades destinadas a mejorar sus ingresos,
tener acceso a los servicios sociales, hacer valer sus puntos de vista, defender
sus intereses, así como negociar sus relaciones frente al Estado y a terceros,
potenciando los canales de acceso al desarrollo.
Sin embargo, el concepto de Economía Social es un concepto de desarrollo.
Particularmente en nuestro país, esta figura toma nombre de Economía Social y
Participativa, Economía asociativa en la Constitución Bolivariana, y en la Ley
Especial de Asociaciones Cooperativas aprobadas en el año 2001, así como
también de la Economía Popular Productiva, Economía Solidaria entre otras que
son evidentes en los distintos planes, programas y documentos de los entes
gubernamentales y empresas estatales y estadales. En el artículo 118 de la
Constitución establece el reconcomiendo legal a una economía social y
participativa que vendría a constituir parte de lo que ha denominado: tercer sector
de la economía, que se ubica entre el sistema público y el Privado.
La Economía Social presenta características esenciales e inherentes a su propia
condición:
ü Promueve el desarrollo integral de la persona como un fin en sí mismo,
convirtiendo el capital en un instrumento.
ü Persigue objetivos económicos, sociales y de interés general y colectivo por
encima de los individuales.
ü Contribuye a la incorporación al mercado de trabajo, a la colectiva víctima de la
exclusión social.
ü Promueve la participación activa y voluntaria de las personas en la autogestión,
así como la búsqueda de soluciones a problemas comunes.
ü Contribuye de manera directa a mayores niveles de bienestar social, con visión
integral
LA ECONOMÍA SOCIAL Y SU VINCULACIÓN CON LA TRANSFORMACIÓN DEL
SISTEMA SOCIO ECONÓMICO DESDE UNA VISIÓN POPULAR Y
PARTICIPATIVA.
La Constitución aprobada en Diciembre de 1999, como el resultado
normativo de un proceso constituyente y del cumplimiento, en alguna medida, de
la promesa electoral e ideológica de Hugo Chávez, consagra el apoyo del Estado
a las nuevas tendencias organizativas en el ámbito de la denominada economía
social.
La política social del Estado venezolano, pasa a partir de 1999 a consagrar
normativamente en el texto constitucional, y de una manera más decidida en
términos políticos, el reconocimiento, fomento, y apoyo a las expresiones
organizativas, asociativas, individuales y familiares, de la denominada economía
popular.
El término empleado para denominar estas expresiones y manifestaciones
socio-económicas, fue el “economía popular” (Art. 118 de la Constitución Nacional
de Venezuela), y no el de economía informal, denotando con ello, probablemente
por parte de la clase dirigente en el poder, una postura conceptual, política e
ideológica, que privilegia la legitimidad, organización y potencial político de dichas
prácticas, y no su inserción o no en la esfera regulatoria o legal.
El término de economía social es incluido en el artículo 184 de la CRBV,
según el cual, se promueve la participación en los procesos económicos, mediante
el estimulo de expresiones de la economía social, tales como cooperativas, cajas
de ahorro, mutuales y otras formas asociativas; además que se plantea la
promoción de las organizaciones de la economía social por medio de las políticas
de Estado. Esto último ratificado en el artículo Nº 300, teniendo como fin fortalecer
el desarrollo económico del país, sustentándolo en la iniciativa popular,
asegurando la capacitación, asistencia técnica y el financiamiento oportuno.
A su vez La Carta Magna, en su artículo 308, (Capítulo I “Del régimen
socioeconómico y la función del Estado en la Economía, del Título VI, “Del
Sistema Socioeconómico”) establece que “el Estado protegerá y promoverá la
pequeña y mediana industria, las cooperativas, las cajas de ahorro, así como
también la empresa familiar, la microempresa y cualquier otra forma de asociación
comunitaria para el trabajo, el ahorro y el consumo, bajo régimen de propiedad
colectiva, con el fin de fortalecer el desarrollo socioeconómico del país,
sustentándolo en la iniciativa popular. Se asegurará la capacitación, la asistencia
técnica y el financiamiento oportuno”.
Y determina en el artículo 70 que son medios de participación, las
organizaciones que pertenecen al sector de la economía social, haciendo mención
a valores como cooperación y solidaridad, dejando ver la concepción de lo
económico y social de manera más integral.
En la actualidad, la discusión relacionada con la Economía Social está
inmersa en una visión entre lo ideológico y lo conocido. Partiendo en torno a una
agenda de desarrollo, considerando prioritario promover la creación de una nueva
institucionalidad que debe ser concebida y fundamentada en innovadores
principios de organización y participación social.
Las nuevas formas de organización política, social y económica supone la
consolidación y creciente fortalecimiento de la Economía Social y Participativa
como una Política de Estado, orientada a suministrar el apoyo financiero necesario
para generar empleo productivo y sustentable, siendo ésta una de las estrategias
del Gobierno Bolivariano para acatar la pobreza y la exclusión social.
La Economía Social no debe entenderse como otra de las tantas políticas
compensatorias o transitorias para la reactivación de la producción y el empleo. Se
trata más bien, de un empleo económico progresivo y complementario, que
organiza y refuerza el tejido socio-productivo, que dará el soporte imprescindible
para la transformación del modelo de distribución del ingreso y por consiguiente de
la democratización del capital.
IMPORTANCIA ESTRATÉGICA QUE TIENE PARA EL ESTADO LA
CONSOLIDACIÓN DE UNA ECONOMÍA SOCIAL, SOLIDARIA Y
PARTICIPATIVA. (SEGURIDAD ALIMENTARIA).
El modelo económico de la Economía Social es una visión innovadora del
gobierno, que procura que las comunidades organizadas a través de cooperativas
de producción, así como también, de microempresas, empresas mutuales,
familiares, y demás Unidades Económicas Asociativas, se agrupen solidariamente
para lograr configurar un nuevo enfoque productivo que contribuya a modificar la
relación Estado-Sociedad, impulsando un nuevo orden económico por medio de la
participación.
La Economía Social es la respuesta venezolana, centrada en una
dimensión productiva y participativa de la comunidad, al tema de la desigualdad y
sus consecuencias: la pobreza y la exclusión social. Es un cambio a fondo del
patrón de desarrollo y crecimiento económico. Es nuestro aporte a la Agenda
Social de los Pueblos del Sur, para crear un nuevo paradigma económico, basado
en la competitividad y la productividad orientada al desarrollo y al crecimiento
económico con equidad. Esta nueva racionalidad económica, debe constituirse en
una propuesta para todos los ciudadanos, favoreciendo, además, la inclusión de
los excluidos del aparato productivo.
El Estado Venezolano fundamenta su economía social, centrado en el
“Buen Vivir”, es decir en el desarrollo del ser humano y el cuidado
La política de economía social planteada en el proyecto de gobierno, en el
plan de la nación, y en los lineamientos de la política social, tiene una visión
integradora de lo económico y lo social; como estrategia se impulsan formas de
organización alternas como cooperativas, microempresas y otras formas
asociativas, orientadas hacia una mayor justicia social y equidad, fomentando la
autogestión y la solidaridad.
CONCLUSIÓN
La Economía Social describe la noción de las redes productivas
conformadas por miles de unidades productivas pequeñas de carácter comunitario
pero de propiedad social y autogestionaria que provoque un aumento en la
producción y hace paréntesis de los tipos de empresas de autogestión y
cooperación. Esta economía puntualiza el énfasis sobre las tareas formativas de
las comunidades autogestionarias como poderes populares y células primarias de
articulación de este sistema productivo.
Se encuentra soportada por un conjunto de principios; tales como: la
solidaridad, la complementariedad, la cooperación, la equidad, la igualdad,
principios que le dan el molde perfecto en la construcción de un nuevo modelo
productivo y de construcción de hombre y sociedad nuevos donde se rompa con la
relación histórica capital-trabajo para invertir esta fórmula y lograr la emancipación
del trabajo y colocar su creatividad en función de la liberación del mismo y no de
su propia opresión.
Las nuevas formas de organización política, social y económica supone la
consolidación y creciente fortalecimiento de la Economía Social y Participativa
como una Política de Estado, orientada a suministrar el apoyo financiero necesario
para generar empleo productivo y sustentable, siendo ésta una de las estrategias
del Gobierno Bolivariano para acatar la pobreza y la exclusión social.
Se encuentra planteada en el proyecto de gobierno, en el plan de la
nación, y en los lineamientos de la política social, tiene una visión integradora de
lo económico y lo social; como estrategia se impulsan formas de organización
alternas como cooperativas, microempresas y otras formas asociativas, orientadas
hacia una mayor justicia social y equidad, fomentando la autogestión y la
solidaridad.
La revolución bolivariana lleva consigo pues un proceso donde exalta los
valores y principios elevando la dignidad de la persona y la propuesta de un
proyecto colectivo de crecimiento y desarrollo capaz de producir para satisfacer
las reales necesidades del hombre. Por ello Socialismo y democracia son
inseparables.