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El Patito Feo

El patito feo nació diferente a sus hermanos y fue rechazado. Vagó solo hasta que encontró refugio en una granja, pero tuvo que huir para no ser comido. Llegó a un estanque donde vivían cisnes y se dio cuenta de que él también era un cisne hermoso. Caperucita Roja llevó una cesta a su abuela enferma, pero un lobo engañó a la abuela y se la comió, disfrazándose de ella para también comerse a Caperucita.

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El Patito Feo

El patito feo nació diferente a sus hermanos y fue rechazado. Vagó solo hasta que encontró refugio en una granja, pero tuvo que huir para no ser comido. Llegó a un estanque donde vivían cisnes y se dio cuenta de que él también era un cisne hermoso. Caperucita Roja llevó una cesta a su abuela enferma, pero un lobo engañó a la abuela y se la comió, disfrazándose de ella para también comerse a Caperucita.

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El patito feo también él consiguió estirar el cuello y

asomar su enorme cabeza fuera del


Era una preciosa mañana de verano en el
cascarón.
estanque. Todos los animales que allí vivían

se sentían felices bajo el cálido sol, – ¡Mami, mami! – dijo el extraño pollito con

voz chillona.
en especial una pata que de un momento a

otro, esperaba que sus patitos vinieran al ¡La pata, cuando le vio, se quedó

mundo. espantada! No era un patito amarillo y

regordete como los demás, sino un pato


– ¡Hace un día maravilloso!– pensaba la
grande, gordo y negro que no se parecía
pata mientras reposaba sobre los huevos
nada a sus hermanos.
para darles calor-. Sería ideal que hoy

nacieran mis hijitos. Estoy deseando verlos – ¿Mami?… ¡Tú no puedes ser mi hijo! ¿De

porque seguro que serán los más bonitos dónde habrá salido una cosa tan fea? – le

del mundo. increpó – ¡Vete de aquí, impostor!

Y parece que se cumplieron sus deseos, Y el pobre patito, con la cabeza gacha, se

porque a media tarde, cuando todo el alejó del estanque mientras de fondo oía las

campo estaba en silencio,  se oyeron unos risas de sus hermanos, burlándose de él.

crujidos que despertaron a la futura madre.


Durante días, el patito feo deambuló de un

¡Sí, había llegado la hora! Los cascarones lado para otro sin saber a dónde ir. Todos

comenzaron a romperse y, muy despacio, los animales con los que se iba encontrando

fueron asomando una a una las cabecitas le rechazaban y nadie quería ser su amigo.

de los pollitos.
Un día llegó a una granja y se encontró con

– ¡Pero qué preciosos sois, hijos míos! – una mujer que estaba barriendo el establo.

exclamó la orgullosa madre-. Así de lindos El patito pensó que allí podría encontrar

os había imaginado. cobijo, aunque fuera durante una

temporada.
Sólo faltaba un pollito por salir. Se ve que

no era tan hábil y le costaba romper el

cascarón con su pequeño pico. Al final


– Señora – dijo con voz trémula-, ¿sería – ¡Hola! ¿Puedo darme un chapuzón en

posible quedarme aquí unos días? Necesito vuestra laguna? Llevo días caminando y

comida y un techo bajo el que vivir. necesito refrescarme un poco.

La mujer le miró de reojo y aceptó, así que -¡Claro que sí! Aquí eres bienvenido. ¡Eres

durante un tiempo, al pequeño pato no le uno de los nuestros! – dijo uno que parecía

faltó de nada. A decir verdad, siempre tenía ser el más anciano.

mucha comida a su disposición. Todo


– ¿Uno de los vuestros? No entiendo…
parecía ir sobre ruedas hasta que un día,
– Sí, uno de los nuestros. ¿Acaso no
escuchó a la mujer decirle a su marido:
conoces tu propio aspecto? Agáchate y
– ¿Has visto cómo ha engordado ese pato?
mírate en el agua. Hoy está tan limpia que
Ya está bastante grande y lustroso. ¡Creo
parece un espejo.
que ha llegado la hora de que nos lo
Y así hizo el patito. Se inclinó sobre la orilla
comamos!
y… ¡No se lo podía creer! Lo que vio le dejó
El patito se llevó tal susto que salió
boquiabierto. Ya no era un pato gordo y
corriendo, atravesó el cercado de madera y
chato, sino que en los últimos días se había
se alejó de la granja. Durante quince días y
transformado en un hermoso cisne negro de
quince noches vagó por el campo y comió lo
largo cuello y bello plumaje.
poco que  pudo encontrar. Ya no sabía qué
¡Su corazón saltaba de alegría! Nunca
hacer ni a donde dirigirse. Nadie le quería y
había vivido un momento tan mágico.
se sentía muy desdichado.
Comprendió que nunca había sido un patito
¡Pero un día su suerte cambió! Llegó por
feo,  sino que había nacido cisne y ahora
casualidad a una laguna de aguas
lucía en todo su esplendor.
cristalinas y allí, deslizándose sobre la
– Únete a nosotros – le invitaron sus nuevos
superficie, vio una familia de preciosos
amigos –. A partir de ahora, te cuidaremos y
cisnes. Unos eran blancos, otros negros,
serás uno más de nuestro clan.
pero todos esbeltos y majestuosos. Nunca

había visto animales tan bellos. Un poco

avergonzado, alzó la voz y les dijo:


Y feliz, muy feliz, el pato que era cisne, se

metió en la laguna y compartió el paseo con

aquellos que le querían de verdad.

Caperucita Roja – No te preocupes, mamita – dijo la niña -.

Tendré en cuenta todo lo que me dices.


Érase una vez una preciosa niña que

siempre llevaba una capa roja con capucha – Está bien – contestó la mamá, confiada –.

para protegerse del frío. Por eso, todo el Dame un besito y no tardes en regresar.

mundo la llamaba Caperucita Roja.


Así lo haré, mamá – afirmó de nuevo

Caperucita vivía en una casita cerca del Caperucita diciendo adiós con su manita

bosque. Un día, la mamá de  Caperucita le mientras se alejaba.

dijo:
Cuando llegó al bosque, la pequeña

– Hija mía, tu abuelita está enferma. He comenzó a distraerse contemplando los

preparado una cestita con tortas y un tarrito pajaritos y recogiendo flores. No se dio

de miel para que se la lleves. ¡Ya verás qué cuenta de que alguien la observaba detrás

contenta se pone! de un viejo y frondoso árbol. De repente,

oyó una voz dulce y zalamera.


– ¡Estupendo, mamá! Yo también tengo

muchas ganas de ir a visitarla – dijo – ¿A dónde vas, Caperucita?

Caperucita saltando de alegría.


La niña, dando un respingo, se giró y vio

Cuando Caperucita se disponía  a salir de que quien le hablaba era un enorme lobo.

casa, su mamá, con gesto un poco serio, le


– Voy a casa de mi abuelita, al otro lado del
hizo una advertencia:
bosque. Está enferma y le llevo una

– Ten mucho cuidado, cariño. No te deliciosa merienda y unas flores para

entretengas con nada y no hables con alegrarle el día.

extraños. Sabes que en el bosque vive el


¡Oh, eso es estupendo! – dijo el astuto lobo
lobo y es muy peligroso. Si ves que
-. Yo también vivo por allí. Te echo una
aparece, sigue tu camino sin detenerte.
carrera a ver quién llega antes. Cada uno
iremos por un camino diferente. ¿Te parece La habitación estaba en penumbra. Cuando

bien? se acercó a la cama, a Caperucita le

pareció que su abuela estaba muy


La inocente niña pensó que era una idea
cambiada. Extrañada, le dijo:
divertida y asintió con la cabeza. No sabía

que el lobo había elegido el camino más – Abuelita, abuelita ¡qué ojos tan grandes

corto para llegar primero a su destino. tienes!

Cuando el animal  llegó a casa de la abuela,


– Son para verte mejor, preciosa mía –
llamó a la puerta.
contestó el lobo, suavizando la voz.

– ¿Quién es? – gritó la mujer.


– Abuelita, abuelita ¡qué orejas tan grandes

– Soy yo, abuelita, tu querida nieta tienes!

Caperucita. Ábreme la puerta – dijo el lobo


– Son para oírte mejor, querida.
imitando la voz de la niña.
– Pero… abuelita, abuelita ¡qué boca tan
– Pasa, querida mía. La puerta está abierta
grande tienes!
– contestó la abuela.
– ¡Es para comerte mejor! – gritó el lobo
El malvado lobo entró en la casa y sin
dando un enorme salto y comiéndose a la
pensárselo dos veces, saltó sobre la cama y
niña de un bocado.
se comió a la anciana. Después, se puso su
Con la barriga llena después de tanta
camisón y su gorrito de dormir y se metió
comida, al lobo le entró sueño. Salió de la
entre las sábanas esperando a que llegara
casa, se tumbó en el jardín y cayó
la niña. Al rato, se oyeron unos golpes.
profundamente dormido. El fuerte sonido de
– ¿Quién llama? – dijo el lobo forzando la
sus ronquidos llamó la atención de un
voz como si fuera la abuelita.
cazador que pasaba por allí. El hombre se

– Soy yo, Caperucita. Vengo a hacerte una acercó y vio que el animal tenía la panza

visita y a traerte unos ricos dulces para muy hinchada, demasiado para ser un lobo.

merendar. Sospechando que pasaba algo extraño,

cogió un cuchillo y le rajó la tripa. ¡Se llevó


– Pasa, querida, estoy deseando abrazarte

– dijo el lobo malvado relamiéndose.


una gran sorpresa cuando vio que de ella El lobo, aterrado, puso pies en polvorosa y

salieron sanas y salvas la abuela y la niña! salió despavorido.

Después de liberarlas, el cazador cosió la Caperucita y su abuelita, con lágrimas

barriga del lobo y esperaron un rato a que el cayendo sobre sus mejillas, se abrazaron.

animal se despertara. Cuando por fin abrió El susto había pasado y la niña había

los ojos, vio como los tres le rodeaban y aprendido una importante lección: nunca

escuchó la profunda y amenazante voz del más desobedecería a su mamá ni se fiaría

cazador que le gritaba enfurecido: de extraños.

– ¡Lárgate, lobo malvado! ¡No te queremos

en este bosque! ¡Como vuelva a verte por

aquí, no volverás a contarlo!


El gato con botas
El joven le regaló lo que le pedía porque al
Érase una vez un molinero que tenía tres fin y al cabo no era mucho y el gato puso en
hijos. marcha su plan.

El hombre era muy pobre y casi no tenía Como todo minino que se precie, era muy
bienes para dejarles en herencia. Al hijo hábil cazando y no le costó mucho esfuerzo
mayor le legó su viejo molino, al mediano un atrapar un par de conejos que metió en el
asno y al pequeño, un gato. saquito. El abrigo nuevo y las botas de

terciopelo le proporcionaban un porte


El menor de los chicos se lamentaba ante
distinguido, así que muy seguro de sí
sus hermanos por lo poco que le había
mismo se dirigió al palacio real y consiguió
correspondido.
ser recibido por el rey.
Vosotros habéis tenido más suerte que yo.
– Majestad, mi amo el Marqués de Carabás
El molino muele trigo para hacer panes y
le envía estos conejos – mintió el gato.
tortas y el asno ayuda en las faenas del

campo, pero ¿qué puedo hacer yo con un – ¡Oh, muchas gracias! – respondió el
simple gato? monarca – Dile a tu dueño que le agradezco

mucho este obsequio.


El gato escuchó las quejas de su nuevo

amo y acercándose a él le dijo: El gato regresó a casa satisfecho y partir de

entonces, cada semana acudió al palacio a


– No te equivoques conmigo. Creo que
entregarle presentes al rey de parte del
puedo serte más útil de lo que piensas y
supuesto Marqués de Carabás. Le llevaba
muy pronto te lo demostraré. Dame una
un saco de patatas, unas suculentas
bolsa, un abrigo elegante y unas botas de
perdices, flores para embellecer los lujosos
mi talla,  que yo me encargo de todo.
salones reales… El rey se sentía halagado – ¡Sus ropas no están! ¡Con toda esta

con tantas atenciones e intrigado por saber confusión han debido de robarlas unos

quién era ese Marqués de Carabás que ladrones!

tantos regalos le enviaba mediante su


– No te preocupes – dijo el rey al gato – Le
espabilado gato.
cubriremos con una manta para que no

Un día, estando el gato con su amo en el pase frío y ahora mismo envío a mis criados

bosque, vio que la carroza real pasaba por a por ropa digna de un caballero como él.

el camino que bordeaba el río.


Dicho y hecho. Los criados le trajeron

– ¡Rápido, rápido! – le dijo el gato al joven – elegantes prendas de seda y unos cómodos

¡Quítate la ropa, tírate al agua y finge que zapatos de piel que al hijo del molinero le

no sabes nadar y te estás ahogando! hicieron sentirse como un verdadero señor.

El gato, con voz pomposa, habló con


El hijo del molinero no entendía nada pero
seguridad una vez más.
pensó que no tenía nada que perder y se

lanzó al río ¡El agua estaba helada! – Mi amo y yo quisiéramos agradecerles

Mientras tanto, el astuto gato escondió las todo lo que acaban de hacer por nosotros.

prendas del chico y cuando la carroza Por favor, vengan a conocer nuestras tierras

estuvo lo suficientemente cerca, comenzó a y nuestro hogar.

gritar.
– Será un placer. Mi hija nos acompañará –

– ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Mi amo el Marqués afirmó el rey señalando a una preciosa

de Carabás no sabe nadar! ¡Ayúdenme! muchacha que asomaba su cabeza de rubia

cabellera por la ventana de la carroza.


El rey mandó parar al cochero y sus criados

rescataron al muchacho ¡Era lo menos que Cuando estuvo a salvo, el gato mintió de

podía hacer por ese hombre tan detallista nuevo.

que le había colmado de regalos!


– ¡Sus ropas no están! ¡Con toda esta

Cuando estuvo a salvo, el gato mintió de confusión han debido de robarlas unos

nuevo. ladrones!
– No te preocupes – dijo el rey al gato – Le para comprobar que todo esté en orden en

cubriremos con una manta para que no nuestras propiedades.

pase frío y ahora mismo envío a mis criados


El amo subió a la carroza de manera
a por ropa digna de un caballero como él.
obediente, dejándose llevar por la inventiva

Dicho y hecho. Los criados le trajeron del gato. Mientras, éste echó a correr y llegó

elegantes prendas de seda y unos cómodos a unas ricas y extensas tierras que

zapatos de piel que al hijo del molinero le evidentemente no eran de su dueño, sino

hicieron sentirse como un verdadero señor. de un ogro que vivía en la comarca. Por allí

El gato, con voz pomposa, habló con se encontró a unos cuantos campesinos

seguridad una vez más. que labraban la tierra. Con cara seria y

gesto autoritario les dijo:


– Mi amo y yo quisiéramos agradecerles

todo lo que acaban de hacer por nosotros.  Cuando veáis al rey tenéis que decirle que

Por favor, vengan a conocer nuestras tierras estos terrenos son del Marqués de Carabás

y nuestro hogar. ¿entendido? A cambio os daré una

recompensa.
– Será un placer. Mi hija nos acompañará –

afirmó el rey señalando a una preciosa Los campesinos aceptaron y cuando pasó

muchacha que asomaba su cabeza de rubia el rey por allí y les preguntó a quién

cabellera por la ventana de la carroza. pertenecían esos campos tan bien

cuidados, le dijeron que eran de su buen


El falso Marqués de Carabás se giró para
amo el Marqués de Carabás.
mirarla. Como era de esperar, se quedó

prendado de ella en cuanto la vio, clavando El gato, mientras tanto, ya había llegado al

su mirada sobre sus bellos ojos verdes. La castillo. Tenía que conseguir que el ogro

joven, ruborizada, le correspondió con una desapareciera para que su amo pudiera

dulce sonrisa que mostraba unos dientes quedarse como dueño y señor de todo.

tan blancos como perlas marinas. Llamó a la puerta y se presentó como un

viajero de paso que venía a presentarle sus


– Si le parece bien, mi amo irá con ustedes
respetos. Se sorprendió de que, a pesar de
en el carruaje. Mientras, yo me adelantaré
ser un ogro, tuviera un castillo tan elegante.
– Señor ogro – le dijo el gato – Es conocido Como había planeado, ya no había ogro y el

en todo el reino que usted tiene poderes. castillo se había quedado sin dueño, así

Me han contado que posee la habilidad de que cuando llamaron a la puerta, el gato

convertirse en lo que quiera. salió a recibir a su amo, al rey y a la

princesa.
Has oído bien – contestó el gigante – Ahora

verás de lo que soy capaz.  Sea bienvenido a su casa, señor Marqués

de Carabás. Es un honor para nosotros


Y como por arte de magia, el ogro se
tener aquí a su alteza y a su hermosa hija.
convirtió en un león. El gato se hizo el
Pasen al salón de invitados. La cena está
sorprendido y aplaudió para halagarle.
servida – exclamó solemnemente el gato al
– ¡Increíble! ¡Nunca había visto nada igual!
tiempo que hacía una reverencia.
Me pregunto si es capaz de convertirse
Todos entraron y disfrutaron de una
usted en un animal pequeño, por ejemplo,
maravillosa velada a la luz de las velas. Al
un ratoncito.
término, el rey, impresionado por lo
– ¿Acaso dudas de mis poderes? ¡Observa
educado que era el Marqués de Carabás y
con atención! – Y el ogro, orgulloso de
deslumbrado por todas sus riquezas y
mostrarle todo lo que podía hacer, se
posesiones,  dio su consentimiento para
transformó en un ratón.
que se casara con la princesa.
¡Sí! ¡Lo había conseguido! El ogro ya era
Y así es como termina la historia del hijo del
una presa fácil para él. De un salto se
molinero, que alcanzó la dicha más
abalanzó sobre el animalillo y se lo zampó
completa  gracias a un simple pero
sin que al pobre le diera tiempo ni a
ingenioso gato que en herencia le dejó su
pestañear.
padre.
La leyenda del sapo Kuartam
Como ‘Kuartam – tan’ era lo que repetía sin
Dice una vieja historia que hace cesar, con el nombre de sapo Kuartam se
muchísimos años, en lo más profundo de la quedó.
selva del Ecuador, vivía un sapo
Según cuentan, un joven de la tribu shuar
diferente a los demás sapos del mundo llamado Nantu quiso salir una noche a
porque tenía una peculiaridad: si alguien le cazar. Antes de abandonar el hogar, su
molestaba o se burlaba de él, se convertía esposa le advirtió:
en tigre y atacaba sin piedad.
– Ten mucho cuidado ahí fuera, y por favor,
Tan solo algunos ancianos afirmaban si ves al sapo Kuartam ni se te ocurra
haberlo visto cuando eran niños, así que burlarte de él. ¡Ya sabes la mala fama que
para la mayoría de los indígenas de los tiene por estos lugares!
poblados cercanos al Amazonas el extraño
¡Bah, tonterías! Estoy seguro de que eso de
animal era como un ser de leyenda que se
que se convierte en tigre es pura invención,
ocultaba en la jungla. Eso sí, sabían que
pero ¡quédate tranquila! Te prometo que si
existía porque a veces, amparado por la
me lo encuentro no le diré nada y pasaré de
noche, cantaba a grito pelado desde su
largo.
escondite:
Nantu dijo esto al tiempo que mostraba una
– ¡Kuartam – tan! ¡Kuartam – tan! ¡Kuartam
sonrisa pícara que no gustó demasiado a su
– tan!
mujer.
– Nantu, insisto en decirte que no seas De repente, dejó de lamentarse porque una

irresponsable. idea de lo más divertida pasó por su

cabeza.
El chico guiñó un ojo y le propinó un sonoro

beso en la mejilla. – ‘¿Y si me burlo un poquito del famoso

sapo?… ¡Voy a probar a ver qué pasa!’


– ¡Confía en mí! Y ahora me voy que se

hace tarde… ¡Estaré de vuelta antes de Sin ningún tipo de pudor comenzó a llamar

medianoche! a Kuartam. Estaba convencido de que,

aunque el sapo cantaba raro, no tenía


Bajo la luz de la Luna el joven deambuló por
poderes de ningún tipo y por tanto no había
la selva tropical apartando la frondosa
nada que temer.
vegetación con un afilado machete y

fijándose bien por si aparecía alguna – ¡Kuartam!… ¡Kuartam!

posible presa. Desgraciadamente no vio


Solo escuchó el aleteo de una familia de
más que una serpiente y dos o tres ratones
pajaritos, así que siguió erre que erre.
diminutos correteando de un lado para otro.
– ¡Kuartam!… ¡Kuartam!…
Aquí no hay bicho que me pueda servir de
Como allí no había ni sapo ni similar, Nantu
comida… ¡Vaya manera de perder el
se fue envalentonando y su voz se tornó
tiempo!
más guasona:
Pasado un rato llegó a un claro y se tumbó
– ¡Yujuuuuu!… Sapo Kuartam, ¿estas por
en el suelo a descansar. Le dolían los
aquí ?… ¿Es cierto que eres un sapo
músculos, pero sobre todo estaba aburrido
mágico?… ¡Si no lo veo, no lo creo!… ¡No
de dar vueltas y vueltas sin obtener
seas cobarde y da la cara!
resultados.
No obtuvo respuesta, pero Kuartam sí
– Como llegue a casa con las manos vacías
estaba allí, agazapado en la copa de un
el menú de mañana será fruta para
árbol. Por supuesto lo había escuchado
desayunar, fruta para comer y fruta para
todo, y llegó un momento en que se sintió
cenar. ¡Voy a acabar odiando los cocos y
tan molesto, tan enfadado, que su paciencia
las bananas!
se agotó y sucedió lo que tenía que
suceder: su cuerpo, pequeño como una Sin pararse a pensar salió corriendo de la

naranja, empezó a crecer cabaña. Por suerte no había llovido y pudo

descomunalmente y se transformó en el de seguir el rastro de las huellas de los pies

un tigre. que Nantu había dejado tras de sí.

Nantu, ajeno a todo, siguió llamando al Todo fue bien hasta que llegó a un claro en

batracio sin dejar de mofarse de él. la jungla; en ese lugar, por alguna razón

que no alcanzaba a comprender, las


Kuartam, sapo tonto… ¡Eres un gallina!
pisadas se esfumaban por completo, como
¡Clo, clo, clo! ¡Gallinita, ven aquí! ¡Clo, clo,
si a Nantu se lo hubiera tragado la tierra.
clo!

La muchacha se sintió muy triste y empezó


Kuartam, antes simple sapito y ahora
a decir en alto:
enorme félido, no pudo más y emitió un

rugido que hizo que temblaran las nubes. – ¿Dónde estás, amado mío, dónde estás?

Acto seguido saltó desde lo alto, abrió las … ¿Debo ir hacia el norte?… ¿O mejor

fauces lo más que pudo, y se tragó de un rumbo al sur?… ¡No sé por dónde buscarte!

bocado al insensato cazador.


En ese momento, escuchó una especie de

Mientras todo esto sucedía, la esposa de resoplido que venía de las alturas. Miró

Nantu aguardaba en el hogar sintiendo que hacia arriba y, en una gruesa rama, vio un

la noche transcurría muy lenta. Durante sapo gigantesco, dormido panza arriba y tan

horas esperó junto a la puerta el regreso de hinchado que parecía a punto de estallar.

su esposo, pero al ver que no volvía se


– ‘Ese fenómeno de la naturaleza debe ser
puso muy nerviosa.
Kuartam. ¡Apuesto a que se ha zampado a

– ‘¡Es rarísimo que Nantu no haya vuelto mi esposo y por eso está tan gordo!’

todavía!… ¿Qué le habrá pasado?…


Efectivamente era Kuartam, que después
Conoce la selva como la palma de su mano
de devorar a Nantu había vuelto a
y es el más ágil de la tribu… La única
transformarse en sapo pero manteniendo
explicación posible es que… que… ¡se haya
unas dimensiones colosales.
encontrado con el sapo Kuartam!’.
La chica, en un acto de auténtica valentía, – Si sigo aquí es gracias a ti, a tu valor.

cogió el hacha que llevaba colgado de la Estoy avergonzado por mi comportamiento

cintura y comenzó a talar el tronco. El sapo, y por no haber cumplido la promesa que te

que debía estar medio sordo, ni se enteró hice cuando salí de casa. ¡Te ruego que me

de su presencia y continuó roncando como perdones!

si con él no fuera la cosa.


La muchacha se dio cuenta de que Nantu

¡No tienes escapatoria!… ¡Acabaré contigo! estaba siendo sincero y se arrepentía de

verdad, pero aun así levantó el dedo índice


Tras mucho esfuerzo, el árbol se vino abajo
y le dijo muy seriamente:
y Kuartam cayó de espaldas contra el suelo.

El tortazo fue tan impresionante que abrió – El respeto a los demás, sean personas o

instintivamente la boca y Nantu el cazador animales, está por encima de todas las

salió disparado como la bala de un cañón. cosas. ¡Espero que hayas aprendido la

lección y jamás vuelvas a burlarte de nadie!


¡Pero eso no fue todo! Al quedarse vacío el

imponente sapo empezó a desinflarse, y en – Te lo prometo, mi amor, te lo prometo.

un abrir y cerrar de ojos, recuperó su


Es justo decir que Nantu cumplió su palabra
pequeño cuerpo de siempre. Tras la
y fue amable con todo el mundo el resto de
conversión se sintió muy dolorido, pero
su vida, pero tuvo que cargar con la pena
temiendo que tomaran represalias contra él,
de no poder pedir disculpas al sapo
sacó fuerzas de flaqueza y dando unos
Kuartam porque sus caminos jamás
brincos desapareció entre el verde follaje.
volvieron a cruzarse.

Nantu, afortunadamente, seguía vivito y

coleando. Su esposa le había salvado por

los pelos y no podía dejar de abrazarla.

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