El patito feo también él consiguió estirar el cuello y
asomar su enorme cabeza fuera del
Era una preciosa mañana de verano en el
cascarón.
estanque. Todos los animales que allí vivían
se sentían felices bajo el cálido sol, – ¡Mami, mami! – dijo el extraño pollito con
voz chillona.
en especial una pata que de un momento a
otro, esperaba que sus patitos vinieran al ¡La pata, cuando le vio, se quedó
mundo. espantada! No era un patito amarillo y
regordete como los demás, sino un pato
– ¡Hace un día maravilloso!– pensaba la
grande, gordo y negro que no se parecía
pata mientras reposaba sobre los huevos
nada a sus hermanos.
para darles calor-. Sería ideal que hoy
nacieran mis hijitos. Estoy deseando verlos – ¿Mami?… ¡Tú no puedes ser mi hijo! ¿De
porque seguro que serán los más bonitos dónde habrá salido una cosa tan fea? – le
del mundo. increpó – ¡Vete de aquí, impostor!
Y parece que se cumplieron sus deseos, Y el pobre patito, con la cabeza gacha, se
porque a media tarde, cuando todo el alejó del estanque mientras de fondo oía las
campo estaba en silencio, se oyeron unos risas de sus hermanos, burlándose de él.
crujidos que despertaron a la futura madre.
Durante días, el patito feo deambuló de un
¡Sí, había llegado la hora! Los cascarones lado para otro sin saber a dónde ir. Todos
comenzaron a romperse y, muy despacio, los animales con los que se iba encontrando
fueron asomando una a una las cabecitas le rechazaban y nadie quería ser su amigo.
de los pollitos.
Un día llegó a una granja y se encontró con
– ¡Pero qué preciosos sois, hijos míos! – una mujer que estaba barriendo el establo.
exclamó la orgullosa madre-. Así de lindos El patito pensó que allí podría encontrar
os había imaginado. cobijo, aunque fuera durante una
temporada.
Sólo faltaba un pollito por salir. Se ve que
no era tan hábil y le costaba romper el
cascarón con su pequeño pico. Al final
– Señora – dijo con voz trémula-, ¿sería – ¡Hola! ¿Puedo darme un chapuzón en
posible quedarme aquí unos días? Necesito vuestra laguna? Llevo días caminando y
comida y un techo bajo el que vivir. necesito refrescarme un poco.
La mujer le miró de reojo y aceptó, así que -¡Claro que sí! Aquí eres bienvenido. ¡Eres
durante un tiempo, al pequeño pato no le uno de los nuestros! – dijo uno que parecía
faltó de nada. A decir verdad, siempre tenía ser el más anciano.
mucha comida a su disposición. Todo
– ¿Uno de los vuestros? No entiendo…
parecía ir sobre ruedas hasta que un día,
– Sí, uno de los nuestros. ¿Acaso no
escuchó a la mujer decirle a su marido:
conoces tu propio aspecto? Agáchate y
– ¿Has visto cómo ha engordado ese pato?
mírate en el agua. Hoy está tan limpia que
Ya está bastante grande y lustroso. ¡Creo
parece un espejo.
que ha llegado la hora de que nos lo
Y así hizo el patito. Se inclinó sobre la orilla
comamos!
y… ¡No se lo podía creer! Lo que vio le dejó
El patito se llevó tal susto que salió
boquiabierto. Ya no era un pato gordo y
corriendo, atravesó el cercado de madera y
chato, sino que en los últimos días se había
se alejó de la granja. Durante quince días y
transformado en un hermoso cisne negro de
quince noches vagó por el campo y comió lo
largo cuello y bello plumaje.
poco que pudo encontrar. Ya no sabía qué
¡Su corazón saltaba de alegría! Nunca
hacer ni a donde dirigirse. Nadie le quería y
había vivido un momento tan mágico.
se sentía muy desdichado.
Comprendió que nunca había sido un patito
¡Pero un día su suerte cambió! Llegó por
feo, sino que había nacido cisne y ahora
casualidad a una laguna de aguas
lucía en todo su esplendor.
cristalinas y allí, deslizándose sobre la
– Únete a nosotros – le invitaron sus nuevos
superficie, vio una familia de preciosos
amigos –. A partir de ahora, te cuidaremos y
cisnes. Unos eran blancos, otros negros,
serás uno más de nuestro clan.
pero todos esbeltos y majestuosos. Nunca
había visto animales tan bellos. Un poco
avergonzado, alzó la voz y les dijo:
Y feliz, muy feliz, el pato que era cisne, se
metió en la laguna y compartió el paseo con
aquellos que le querían de verdad.
Caperucita Roja – No te preocupes, mamita – dijo la niña -.
Tendré en cuenta todo lo que me dices.
Érase una vez una preciosa niña que
siempre llevaba una capa roja con capucha – Está bien – contestó la mamá, confiada –.
para protegerse del frío. Por eso, todo el Dame un besito y no tardes en regresar.
mundo la llamaba Caperucita Roja.
Así lo haré, mamá – afirmó de nuevo
Caperucita vivía en una casita cerca del Caperucita diciendo adiós con su manita
bosque. Un día, la mamá de Caperucita le mientras se alejaba.
dijo:
Cuando llegó al bosque, la pequeña
– Hija mía, tu abuelita está enferma. He comenzó a distraerse contemplando los
preparado una cestita con tortas y un tarrito pajaritos y recogiendo flores. No se dio
de miel para que se la lleves. ¡Ya verás qué cuenta de que alguien la observaba detrás
contenta se pone! de un viejo y frondoso árbol. De repente,
oyó una voz dulce y zalamera.
– ¡Estupendo, mamá! Yo también tengo
muchas ganas de ir a visitarla – dijo – ¿A dónde vas, Caperucita?
Caperucita saltando de alegría.
La niña, dando un respingo, se giró y vio
Cuando Caperucita se disponía a salir de que quien le hablaba era un enorme lobo.
casa, su mamá, con gesto un poco serio, le
– Voy a casa de mi abuelita, al otro lado del
hizo una advertencia:
bosque. Está enferma y le llevo una
– Ten mucho cuidado, cariño. No te deliciosa merienda y unas flores para
entretengas con nada y no hables con alegrarle el día.
extraños. Sabes que en el bosque vive el
¡Oh, eso es estupendo! – dijo el astuto lobo
lobo y es muy peligroso. Si ves que
-. Yo también vivo por allí. Te echo una
aparece, sigue tu camino sin detenerte.
carrera a ver quién llega antes. Cada uno
iremos por un camino diferente. ¿Te parece La habitación estaba en penumbra. Cuando
bien? se acercó a la cama, a Caperucita le
pareció que su abuela estaba muy
La inocente niña pensó que era una idea
cambiada. Extrañada, le dijo:
divertida y asintió con la cabeza. No sabía
que el lobo había elegido el camino más – Abuelita, abuelita ¡qué ojos tan grandes
corto para llegar primero a su destino. tienes!
Cuando el animal llegó a casa de la abuela,
– Son para verte mejor, preciosa mía –
llamó a la puerta.
contestó el lobo, suavizando la voz.
– ¿Quién es? – gritó la mujer.
– Abuelita, abuelita ¡qué orejas tan grandes
– Soy yo, abuelita, tu querida nieta tienes!
Caperucita. Ábreme la puerta – dijo el lobo
– Son para oírte mejor, querida.
imitando la voz de la niña.
– Pero… abuelita, abuelita ¡qué boca tan
– Pasa, querida mía. La puerta está abierta
grande tienes!
– contestó la abuela.
– ¡Es para comerte mejor! – gritó el lobo
El malvado lobo entró en la casa y sin
dando un enorme salto y comiéndose a la
pensárselo dos veces, saltó sobre la cama y
niña de un bocado.
se comió a la anciana. Después, se puso su
Con la barriga llena después de tanta
camisón y su gorrito de dormir y se metió
comida, al lobo le entró sueño. Salió de la
entre las sábanas esperando a que llegara
casa, se tumbó en el jardín y cayó
la niña. Al rato, se oyeron unos golpes.
profundamente dormido. El fuerte sonido de
– ¿Quién llama? – dijo el lobo forzando la
sus ronquidos llamó la atención de un
voz como si fuera la abuelita.
cazador que pasaba por allí. El hombre se
– Soy yo, Caperucita. Vengo a hacerte una acercó y vio que el animal tenía la panza
visita y a traerte unos ricos dulces para muy hinchada, demasiado para ser un lobo.
merendar. Sospechando que pasaba algo extraño,
cogió un cuchillo y le rajó la tripa. ¡Se llevó
– Pasa, querida, estoy deseando abrazarte
– dijo el lobo malvado relamiéndose.
una gran sorpresa cuando vio que de ella El lobo, aterrado, puso pies en polvorosa y
salieron sanas y salvas la abuela y la niña! salió despavorido.
Después de liberarlas, el cazador cosió la Caperucita y su abuelita, con lágrimas
barriga del lobo y esperaron un rato a que el cayendo sobre sus mejillas, se abrazaron.
animal se despertara. Cuando por fin abrió El susto había pasado y la niña había
los ojos, vio como los tres le rodeaban y aprendido una importante lección: nunca
escuchó la profunda y amenazante voz del más desobedecería a su mamá ni se fiaría
cazador que le gritaba enfurecido: de extraños.
– ¡Lárgate, lobo malvado! ¡No te queremos
en este bosque! ¡Como vuelva a verte por
aquí, no volverás a contarlo!
El gato con botas
El joven le regaló lo que le pedía porque al
Érase una vez un molinero que tenía tres fin y al cabo no era mucho y el gato puso en
hijos. marcha su plan.
El hombre era muy pobre y casi no tenía Como todo minino que se precie, era muy
bienes para dejarles en herencia. Al hijo hábil cazando y no le costó mucho esfuerzo
mayor le legó su viejo molino, al mediano un atrapar un par de conejos que metió en el
asno y al pequeño, un gato. saquito. El abrigo nuevo y las botas de
terciopelo le proporcionaban un porte
El menor de los chicos se lamentaba ante
distinguido, así que muy seguro de sí
sus hermanos por lo poco que le había
mismo se dirigió al palacio real y consiguió
correspondido.
ser recibido por el rey.
Vosotros habéis tenido más suerte que yo.
– Majestad, mi amo el Marqués de Carabás
El molino muele trigo para hacer panes y
le envía estos conejos – mintió el gato.
tortas y el asno ayuda en las faenas del
campo, pero ¿qué puedo hacer yo con un – ¡Oh, muchas gracias! – respondió el
simple gato? monarca – Dile a tu dueño que le agradezco
mucho este obsequio.
El gato escuchó las quejas de su nuevo
amo y acercándose a él le dijo: El gato regresó a casa satisfecho y partir de
entonces, cada semana acudió al palacio a
– No te equivoques conmigo. Creo que
entregarle presentes al rey de parte del
puedo serte más útil de lo que piensas y
supuesto Marqués de Carabás. Le llevaba
muy pronto te lo demostraré. Dame una
un saco de patatas, unas suculentas
bolsa, un abrigo elegante y unas botas de
perdices, flores para embellecer los lujosos
mi talla, que yo me encargo de todo.
salones reales… El rey se sentía halagado – ¡Sus ropas no están! ¡Con toda esta
con tantas atenciones e intrigado por saber confusión han debido de robarlas unos
quién era ese Marqués de Carabás que ladrones!
tantos regalos le enviaba mediante su
– No te preocupes – dijo el rey al gato – Le
espabilado gato.
cubriremos con una manta para que no
Un día, estando el gato con su amo en el pase frío y ahora mismo envío a mis criados
bosque, vio que la carroza real pasaba por a por ropa digna de un caballero como él.
el camino que bordeaba el río.
Dicho y hecho. Los criados le trajeron
– ¡Rápido, rápido! – le dijo el gato al joven – elegantes prendas de seda y unos cómodos
¡Quítate la ropa, tírate al agua y finge que zapatos de piel que al hijo del molinero le
no sabes nadar y te estás ahogando! hicieron sentirse como un verdadero señor.
El gato, con voz pomposa, habló con
El hijo del molinero no entendía nada pero
seguridad una vez más.
pensó que no tenía nada que perder y se
lanzó al río ¡El agua estaba helada! – Mi amo y yo quisiéramos agradecerles
Mientras tanto, el astuto gato escondió las todo lo que acaban de hacer por nosotros.
prendas del chico y cuando la carroza Por favor, vengan a conocer nuestras tierras
estuvo lo suficientemente cerca, comenzó a y nuestro hogar.
gritar.
– Será un placer. Mi hija nos acompañará –
– ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Mi amo el Marqués afirmó el rey señalando a una preciosa
de Carabás no sabe nadar! ¡Ayúdenme! muchacha que asomaba su cabeza de rubia
cabellera por la ventana de la carroza.
El rey mandó parar al cochero y sus criados
rescataron al muchacho ¡Era lo menos que Cuando estuvo a salvo, el gato mintió de
podía hacer por ese hombre tan detallista nuevo.
que le había colmado de regalos!
– ¡Sus ropas no están! ¡Con toda esta
Cuando estuvo a salvo, el gato mintió de confusión han debido de robarlas unos
nuevo. ladrones!
– No te preocupes – dijo el rey al gato – Le para comprobar que todo esté en orden en
cubriremos con una manta para que no nuestras propiedades.
pase frío y ahora mismo envío a mis criados
El amo subió a la carroza de manera
a por ropa digna de un caballero como él.
obediente, dejándose llevar por la inventiva
Dicho y hecho. Los criados le trajeron del gato. Mientras, éste echó a correr y llegó
elegantes prendas de seda y unos cómodos a unas ricas y extensas tierras que
zapatos de piel que al hijo del molinero le evidentemente no eran de su dueño, sino
hicieron sentirse como un verdadero señor. de un ogro que vivía en la comarca. Por allí
El gato, con voz pomposa, habló con se encontró a unos cuantos campesinos
seguridad una vez más. que labraban la tierra. Con cara seria y
gesto autoritario les dijo:
– Mi amo y yo quisiéramos agradecerles
todo lo que acaban de hacer por nosotros. Cuando veáis al rey tenéis que decirle que
Por favor, vengan a conocer nuestras tierras estos terrenos son del Marqués de Carabás
y nuestro hogar. ¿entendido? A cambio os daré una
recompensa.
– Será un placer. Mi hija nos acompañará –
afirmó el rey señalando a una preciosa Los campesinos aceptaron y cuando pasó
muchacha que asomaba su cabeza de rubia el rey por allí y les preguntó a quién
cabellera por la ventana de la carroza. pertenecían esos campos tan bien
cuidados, le dijeron que eran de su buen
El falso Marqués de Carabás se giró para
amo el Marqués de Carabás.
mirarla. Como era de esperar, se quedó
prendado de ella en cuanto la vio, clavando El gato, mientras tanto, ya había llegado al
su mirada sobre sus bellos ojos verdes. La castillo. Tenía que conseguir que el ogro
joven, ruborizada, le correspondió con una desapareciera para que su amo pudiera
dulce sonrisa que mostraba unos dientes quedarse como dueño y señor de todo.
tan blancos como perlas marinas. Llamó a la puerta y se presentó como un
viajero de paso que venía a presentarle sus
– Si le parece bien, mi amo irá con ustedes
respetos. Se sorprendió de que, a pesar de
en el carruaje. Mientras, yo me adelantaré
ser un ogro, tuviera un castillo tan elegante.
– Señor ogro – le dijo el gato – Es conocido Como había planeado, ya no había ogro y el
en todo el reino que usted tiene poderes. castillo se había quedado sin dueño, así
Me han contado que posee la habilidad de que cuando llamaron a la puerta, el gato
convertirse en lo que quiera. salió a recibir a su amo, al rey y a la
princesa.
Has oído bien – contestó el gigante – Ahora
verás de lo que soy capaz. Sea bienvenido a su casa, señor Marqués
de Carabás. Es un honor para nosotros
Y como por arte de magia, el ogro se
tener aquí a su alteza y a su hermosa hija.
convirtió en un león. El gato se hizo el
Pasen al salón de invitados. La cena está
sorprendido y aplaudió para halagarle.
servida – exclamó solemnemente el gato al
– ¡Increíble! ¡Nunca había visto nada igual!
tiempo que hacía una reverencia.
Me pregunto si es capaz de convertirse
Todos entraron y disfrutaron de una
usted en un animal pequeño, por ejemplo,
maravillosa velada a la luz de las velas. Al
un ratoncito.
término, el rey, impresionado por lo
– ¿Acaso dudas de mis poderes? ¡Observa
educado que era el Marqués de Carabás y
con atención! – Y el ogro, orgulloso de
deslumbrado por todas sus riquezas y
mostrarle todo lo que podía hacer, se
posesiones, dio su consentimiento para
transformó en un ratón.
que se casara con la princesa.
¡Sí! ¡Lo había conseguido! El ogro ya era
Y así es como termina la historia del hijo del
una presa fácil para él. De un salto se
molinero, que alcanzó la dicha más
abalanzó sobre el animalillo y se lo zampó
completa gracias a un simple pero
sin que al pobre le diera tiempo ni a
ingenioso gato que en herencia le dejó su
pestañear.
padre.
La leyenda del sapo Kuartam
Como ‘Kuartam – tan’ era lo que repetía sin
Dice una vieja historia que hace cesar, con el nombre de sapo Kuartam se
muchísimos años, en lo más profundo de la quedó.
selva del Ecuador, vivía un sapo
Según cuentan, un joven de la tribu shuar
diferente a los demás sapos del mundo llamado Nantu quiso salir una noche a
porque tenía una peculiaridad: si alguien le cazar. Antes de abandonar el hogar, su
molestaba o se burlaba de él, se convertía esposa le advirtió:
en tigre y atacaba sin piedad.
– Ten mucho cuidado ahí fuera, y por favor,
Tan solo algunos ancianos afirmaban si ves al sapo Kuartam ni se te ocurra
haberlo visto cuando eran niños, así que burlarte de él. ¡Ya sabes la mala fama que
para la mayoría de los indígenas de los tiene por estos lugares!
poblados cercanos al Amazonas el extraño
¡Bah, tonterías! Estoy seguro de que eso de
animal era como un ser de leyenda que se
que se convierte en tigre es pura invención,
ocultaba en la jungla. Eso sí, sabían que
pero ¡quédate tranquila! Te prometo que si
existía porque a veces, amparado por la
me lo encuentro no le diré nada y pasaré de
noche, cantaba a grito pelado desde su
largo.
escondite:
Nantu dijo esto al tiempo que mostraba una
– ¡Kuartam – tan! ¡Kuartam – tan! ¡Kuartam
sonrisa pícara que no gustó demasiado a su
– tan!
mujer.
– Nantu, insisto en decirte que no seas De repente, dejó de lamentarse porque una
irresponsable. idea de lo más divertida pasó por su
cabeza.
El chico guiñó un ojo y le propinó un sonoro
beso en la mejilla. – ‘¿Y si me burlo un poquito del famoso
sapo?… ¡Voy a probar a ver qué pasa!’
– ¡Confía en mí! Y ahora me voy que se
hace tarde… ¡Estaré de vuelta antes de Sin ningún tipo de pudor comenzó a llamar
medianoche! a Kuartam. Estaba convencido de que,
aunque el sapo cantaba raro, no tenía
Bajo la luz de la Luna el joven deambuló por
poderes de ningún tipo y por tanto no había
la selva tropical apartando la frondosa
nada que temer.
vegetación con un afilado machete y
fijándose bien por si aparecía alguna – ¡Kuartam!… ¡Kuartam!
posible presa. Desgraciadamente no vio
Solo escuchó el aleteo de una familia de
más que una serpiente y dos o tres ratones
pajaritos, así que siguió erre que erre.
diminutos correteando de un lado para otro.
– ¡Kuartam!… ¡Kuartam!…
Aquí no hay bicho que me pueda servir de
Como allí no había ni sapo ni similar, Nantu
comida… ¡Vaya manera de perder el
se fue envalentonando y su voz se tornó
tiempo!
más guasona:
Pasado un rato llegó a un claro y se tumbó
– ¡Yujuuuuu!… Sapo Kuartam, ¿estas por
en el suelo a descansar. Le dolían los
aquí ?… ¿Es cierto que eres un sapo
músculos, pero sobre todo estaba aburrido
mágico?… ¡Si no lo veo, no lo creo!… ¡No
de dar vueltas y vueltas sin obtener
seas cobarde y da la cara!
resultados.
No obtuvo respuesta, pero Kuartam sí
– Como llegue a casa con las manos vacías
estaba allí, agazapado en la copa de un
el menú de mañana será fruta para
árbol. Por supuesto lo había escuchado
desayunar, fruta para comer y fruta para
todo, y llegó un momento en que se sintió
cenar. ¡Voy a acabar odiando los cocos y
tan molesto, tan enfadado, que su paciencia
las bananas!
se agotó y sucedió lo que tenía que
suceder: su cuerpo, pequeño como una Sin pararse a pensar salió corriendo de la
naranja, empezó a crecer cabaña. Por suerte no había llovido y pudo
descomunalmente y se transformó en el de seguir el rastro de las huellas de los pies
un tigre. que Nantu había dejado tras de sí.
Nantu, ajeno a todo, siguió llamando al Todo fue bien hasta que llegó a un claro en
batracio sin dejar de mofarse de él. la jungla; en ese lugar, por alguna razón
que no alcanzaba a comprender, las
Kuartam, sapo tonto… ¡Eres un gallina!
pisadas se esfumaban por completo, como
¡Clo, clo, clo! ¡Gallinita, ven aquí! ¡Clo, clo,
si a Nantu se lo hubiera tragado la tierra.
clo!
La muchacha se sintió muy triste y empezó
Kuartam, antes simple sapito y ahora
a decir en alto:
enorme félido, no pudo más y emitió un
rugido que hizo que temblaran las nubes. – ¿Dónde estás, amado mío, dónde estás?
Acto seguido saltó desde lo alto, abrió las … ¿Debo ir hacia el norte?… ¿O mejor
fauces lo más que pudo, y se tragó de un rumbo al sur?… ¡No sé por dónde buscarte!
bocado al insensato cazador.
En ese momento, escuchó una especie de
Mientras todo esto sucedía, la esposa de resoplido que venía de las alturas. Miró
Nantu aguardaba en el hogar sintiendo que hacia arriba y, en una gruesa rama, vio un
la noche transcurría muy lenta. Durante sapo gigantesco, dormido panza arriba y tan
horas esperó junto a la puerta el regreso de hinchado que parecía a punto de estallar.
su esposo, pero al ver que no volvía se
– ‘Ese fenómeno de la naturaleza debe ser
puso muy nerviosa.
Kuartam. ¡Apuesto a que se ha zampado a
– ‘¡Es rarísimo que Nantu no haya vuelto mi esposo y por eso está tan gordo!’
todavía!… ¿Qué le habrá pasado?…
Efectivamente era Kuartam, que después
Conoce la selva como la palma de su mano
de devorar a Nantu había vuelto a
y es el más ágil de la tribu… La única
transformarse en sapo pero manteniendo
explicación posible es que… que… ¡se haya
unas dimensiones colosales.
encontrado con el sapo Kuartam!’.
La chica, en un acto de auténtica valentía, – Si sigo aquí es gracias a ti, a tu valor.
cogió el hacha que llevaba colgado de la Estoy avergonzado por mi comportamiento
cintura y comenzó a talar el tronco. El sapo, y por no haber cumplido la promesa que te
que debía estar medio sordo, ni se enteró hice cuando salí de casa. ¡Te ruego que me
de su presencia y continuó roncando como perdones!
si con él no fuera la cosa.
La muchacha se dio cuenta de que Nantu
¡No tienes escapatoria!… ¡Acabaré contigo! estaba siendo sincero y se arrepentía de
verdad, pero aun así levantó el dedo índice
Tras mucho esfuerzo, el árbol se vino abajo
y le dijo muy seriamente:
y Kuartam cayó de espaldas contra el suelo.
El tortazo fue tan impresionante que abrió – El respeto a los demás, sean personas o
instintivamente la boca y Nantu el cazador animales, está por encima de todas las
salió disparado como la bala de un cañón. cosas. ¡Espero que hayas aprendido la
lección y jamás vuelvas a burlarte de nadie!
¡Pero eso no fue todo! Al quedarse vacío el
imponente sapo empezó a desinflarse, y en – Te lo prometo, mi amor, te lo prometo.
un abrir y cerrar de ojos, recuperó su
Es justo decir que Nantu cumplió su palabra
pequeño cuerpo de siempre. Tras la
y fue amable con todo el mundo el resto de
conversión se sintió muy dolorido, pero
su vida, pero tuvo que cargar con la pena
temiendo que tomaran represalias contra él,
de no poder pedir disculpas al sapo
sacó fuerzas de flaqueza y dando unos
Kuartam porque sus caminos jamás
brincos desapareció entre el verde follaje.
volvieron a cruzarse.
Nantu, afortunadamente, seguía vivito y
coleando. Su esposa le había salvado por
los pelos y no podía dejar de abrazarla.