Guía de Estudio - Epidemiología - Enf 22-23
Guía de Estudio - Epidemiología - Enf 22-23
SEDE AZOGUES
Módulo
EPIDEMIOLOGÍA
Autor
Md. Xavier Yambay B., Mgs.
Período académico
2022
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La epidemiología es la rama de la salud pública que tiene como propósito describir y explicar la
dinámica de la salud poblacional, identificar los elementos que la componen y comprender las fuerzas
que la gobiernan, a fin de intervenir en el curso de su desarrollo natural. Para su operación, la
epidemiología combina principios y conocimientos generados por las ciencias biológicas y sociales y
aplica metodologías de naturaleza cuantitativa y cualitativa.
La transformación de la epidemiología en una ciencia ha tomado varios siglos y puede decirse que
es una ciencia relativamente joven, pues hasta 1928 los avances y logros obtenidos por la disciplina
no le permitían reclamar un lugar entre las ciencias exactas. En la actualidad ningún avance médico
sería completo sin la participación de la epidemiología.
La epidemiología como disciplina científica es multidisciplinar y sus objetivos son los siguientes:
Organización Panamericana de Salud: Ciencia que trata del estudio de la distribución de las
enfermedades, de sus causas y de los determinantes de su frecuencia en el hombre, así como del
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conocimiento de la historia natural de la enfermedad y del conocimiento de datos para una intervención
orientada al control o erradicación de ellas.
Como se puede observar, los diferentes conceptos coinciden en plantear los siguientes elementos
comunes en donde se destaca que la Epidemiología:
1. Pretende describir la distribución de la salud y la enfermedad entre las poblaciones, así como sus
determinantes y causas.
2. Estudia la salud y la enfermedad.
3. A diferencia de la clínica, que se enfoca en el individuo, la Epidemiología centra su estudio en las
poblaciones o colectividades humanas.
4. Genera saberes útiles para la acción médica, sanitaria y social a favor de la salud y de la
prevención de las enfermedades.
5. Es una ciencia, con un objeto y un método.
La epidemiología tiene su origen en la idea, expresada por primera vez hace unos 2 mil años por
Hipócrates, quien usaba las palabras: epidemeion (visitar) para referirse a las enfermedades visitantes
o nuevas y endemos (nativo) como las enfermedades propias del lugar, todo esto enfocado a una
mejor comprensión de los problemas de salud de los grupos humanos. Uno de sus aportes más
importantes es “Aires, aguas y lugares” indicando que los factores ambientales pueden influir en la
enfermedad.
En el siglo XVI en España, Tito Angelerio volvió a utilizar la palabra epidemiologia, en su estudio
sobre la peste titulado “Epidemiología”. En el siglo XVII Jhon Graunt analizó las estadísticas semanales
de mortalidad y nacimientos de Londres y Hampshire, identificando patrones en las causas de muerte
y entre zonas urbanas y rurales. En 1667, el médico, músico y economista William Petey, fue el primero
en proponer un método para cuantificar los costos de la mortalidad y formuló la creación de una agencia
del gobierno encargada de la recolección y análisis sistemático de la información de nacimientos,
matrimonios y muertes.
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Posteriormente, la palabra epidemiología fue usada en el año 1802 por Joaquín Villalba en su obra
“Epidemiología Española” que consiste en una recopilación de las epidemias de las enfermedades
registradas en España desde el siglo V a.C. El uso sistemático de la estadística para el análisis de los
problemas de salud fue atribuido a Pierre Charles Alexander Louis, clínico francés que realizó múltiples
estudios de observación numérica sobre fiebre amarilla, tuberculosis y otras enfermedades. Del mismo
modo, Noah Webster realizó estudios de epidemias relacionadas con la influenza, fiebre amarilla y
escarlatina, llegando a pensar que las epidemias ocurren cuando múltiples factores se combinan.
Hasta el siglo XIX no empezó a ser relativamente frecuente que se midiera la distribución de la
enfermedad en grupos determinados de la población. Las investigaciones de esa época no solo
marcaron el comienzo formal de la epidemiología, sino que constituyeron también algunos de sus
logros más espectaculares, como es, por ejemplo, el hallazgo de John Snow de que el riesgo de cólera
en Londres se relacionaba, entre otras cosas, con el consumo de agua suministrada por una
determinada empresa. Los estudios epidemiológicos de Snow ilustran uno de los aspectos de una
amplia gama de investigaciones en las que se estudiaron diversos procesos físicos, químicos,
biológicos, sociológicos y políticos.
Snow localizó el domicilio de cada una de las personas que murieron de cólera en Londres durante
los años 1848-49 y 1853-54 y descubrió una asociación evidente entre la procedencia del suministro
de agua y las defunciones. Comparando estadísticamente las muertes por cólera en los distritos con
suministros de agua diferentes puso de manifiesto que el número de fallecimientos y la tasa de
mortalidad, eran mayores en las personas que recibían el suministro de la compañía Southwark.
Basándose en meticulosas investigaciones, Snow elaboró una teoría sobre el contagio de las
enfermedades infecciosas en general y sugirió que el cólera se propagaba a través del agua
contaminada. Pudo así impulsar la mejora del suministro de agua mucho antes de que se descubriera
el microorganismo responsable de la enfermedad. Su investigación tuvo un efecto inmediato sobre la
política sanitaria.
A finales del siglo XIX y comienzos del XX empezó a utilizarse cada vez más el enfoque
epidemiológico de comparación de tasas de enfermedad en subgrupos de población. Su principal
aplicación fue a las enfermedades contagiosas. Se demostró que este método es una poderosa
herramienta para revelar asociaciones entre circunstancias o agentes ambientales y enfermedades
específicas. Un buen ejemplo de los avances más recientes de la epidemiología son los trabajos de
Dolí, Hill y otros investigadores que a mediados del siglo pasado comenzaron a estudiar la relación
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entre el tabaco y el cáncer de pulmón. Estos trabajos habían sido precedidos por observaciones
clínicas que habían sugerido que fumar se asociaba con la neoplasia y uno de sus efectos fue
aumentar el interés epidemiológico por las enfermedades crónicas. Un estudio a largo plazo efectuado
en médicos británicos indicó una fuerte asociación entre el hábito de fumar y el desarrollo del cáncer
de pulmón
Pronto se hizo evidente que en muchas enfermedades son diversos los factores causales, algunos
son imprescindibles para la aparición de la enfermedad, otros solo incrementan el riesgo de que la
enfermedad se desarrolle. El análisis de estas relaciones hizo que se desarrollaran nuevos métodos
que consolidaron a la Epidemiología, haciéndola en la actualidad partícipe de todos los avances e
investigaciones significativas en el campo de la salud, sobre todo desde la aparición de nuevas
enfermedades transmisibles como la legionelosis y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida o sida.
a) En el extenso campo de la salud pública, la epidemiología se utiliza de muchas formas. Los primeros
estudios epidemiológicos trataban de las causas (etiología) de las enfermedades transmisibles, trabajo
que sigue siendo fundamental, ya que puede conducir a la identificación de métodos preventivos. La
causación de algunas enfermedades puede depender primariamente de factores genéticos, pero es
mucho más frecuente que dependa de la interacción entre factores genéticos y ambientales. Los
comportamientos, costumbres y condiciones de vida tienen una gran importancia a este respecto y la
Epidemiología se utiliza cada vez más para estudiar tanto sus influencias como la intervención
preventiva encaminada a la promoción de la salud.
d) Actualmente la Epidemiología nos permite también evaluar las actividades sanitarias, entendiendo
a estas en un sentido amplio: tanto referido a procedimientos diagnósticos o terapéuticos como a
programas de salud y servicios sanitarios.
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Logros de la epidemiología
Viruela
La erradicación mundial de la viruela ha contribuido en gran medida a la salud y el
bienestar de millones de personas, sobre todo en muchos de los países más pobres.
Este acontecimiento ilustra tanto los logros como las frustraciones de la moderna
salud pública. A finales del siglo XVIII se demostró que la infección por el virus de
la vacuna confería protección contra el virus de la viruela, pero pasaron 200 años
hasta que los beneficios de este descubrimiento se aceptaron y aplicaron en todo el
mundo.
Durante muchos años la OMS coordinó una campaña activa de eliminación de la
viruela. La epidemiología desempeñó un papel central en la obtención de in-
formación sobre la distribución de los casos, el modelo, los mecanismos y los ni-
veles de la transmisión, la localización geográfica de los brotes de la enfermedad y
la evaluación de las medidas de control. Cuando en 1967 la OMS propuso un plan
de erradicación a 10 años vista se producían anualmente en 31 países entre 10 y 15
millones de casos nuevos y dos millones de muertes por viruela. En el periodo
1967-1976 tuvo lugar una reducción muy rápida del número de países que infor-
maban de la existencia de casos; en 1976 solo se registraron casos de viruela en dos
países, el último caso de viruela de aparición natural se registró en 1977 (fig. 1.3).
Se ha calculado que una inversión de unos 200 millones de dólares estadouniden-
ses ha permitido un ahorro anual de 1500 millones, sobre todo en los países más
ricos, en los que han dejado de ser necesarios los programas de vacunación contra
esta enfermedad.
Al éxito del programa contribuyeron varios factores: un compromiso político mun-
dial, un objetivo definido, un calendario preciso, un personal bien entrenado y una
estrategia flexible. Además, la enfermedad tenía muchas características que hacían
posible su eliminación y se disponía de una vacuna termoestable efectiva.
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1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978
Año
Fuente: Fenner et al., 1988.
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1870 1900 1930 1960
Año
Fuente: Taranta y Markowitz, 1989. Reproducido con autorización.
Hipertensión arterial
La tensión arterial alta (hipertensión) es un problema de salud importante tanto en
países desarrollados como en países en desarrollo. En sociedades tan diversas como
la de Estados Unidos o la de ciertas regiones de China hasta una de cada cinco
personas de 35 a 64 años padece hipertensión. La epidemiología ha definido la am-
plitud del problema, ha establecido la historia natural de la enfermedad y las con-
secuencias para la salud de la hipertensión no corregida, ha mostrado el valor del tra-
tamiento y ha ayudado a determinar la tensión arterial a la que conviene iniciarlo.
Este nivel umbral determina el número de personas que han de recibir tratamiento y
también permite calcular los costos del mismo. Por ejemplo, en los Estados Unidos,
20% de las personas en el grupo de edad de 35 a 69 años recibían tratamiento con-
tra la hipertensión en 1994 (R. Cooper, comunicación personal, 1998). Si se hubiera
adoptado un límite de normalidad más bajo, basado solo en las cifras de tensión ar-
terial, aproximadamente 40% de la población en ese grupo de edad hubiera reque-
rido tratamiento. Si el criterio de tratamiento se hubiera basado en el riesgo real de
cardiopatía coronaria en un periodo de 10 años, mucha menos gente necesitaría ser
tratada (cuadro 1.2). La hipertensión puede prevenirse en gran medida y los estudios
epidemiológicos son esenciales para evaluar las estrategias preventivas.
ción atmosférica urbana. El humo del tabaco y el asbesto interaccionan dando lugar
a tasas de cáncer de pulmón extraordinariamente elevadas en los trabajadores que
fuman y que están expuestos también a polvo de asbesto (cuadro 1.3).
Los estudios epidemiológicos pueden proporcionar mediciones cuantitativas sobre
la contribución a la causación de la enfermedad de distintos factores ambientales. El
concepto de causalidad o causación se discute en el capítulo 5.
Fracturas de cadera
La investigación epidemiológica de las lesiones suele implicar la colaboración entre
los epidemiólogos y otros científicos especializados en salud social y ambiental. Las
lesiones relacionadas con las caídas, en especial la fractura del cuello del fémur
(fractura de cadera) en ancianos, han sido objeto de una gran atención en los últimos
años, dadas sus implicaciones sobre las necesidades de servicios de salud por parte
de una población en proceso de envejecimiento.
De todas las lesiones, las fracturas de cadera son las que justifican un mayor número
de días de estancia hospitalaria. Los costos económicos asociados con este tipo
de fracturas son considerables. La mayor parte de las fracturas de cadera son con-
secuencia de caídas y la mayor parte de las muertes asociadas con caídas son conse-
cuencia de complicaciones de las fracturas, sobre todo en ancianos. Las fracturas en
las personas ancianas están relacionadas con la mayor tendencia a las caídas, la in-
tensidad del traumatismo sufrido al caer y la capacidad del hueso para resistir el trau-
matismo. No obstante, se desconoce la importancia relativa de estos factores y, por
tanto, no se sabe exactamente cuál es la mejor estrategia para la prevención de las
fracturas de cadera.
Con el aumento del número de ancianos en la población es de esperar que la inci-
dencia de fractura de cadera experimente un incremento proporcional si no se ponen
en marcha medidas preventivas. La epidemiología es fundamental en la investiga-
ción de los factores que pueden o que no pueden modificarse y que habría que tener
en cuenta en los planes de prevención de estas fracturas.
Sida y VIH
El síndrome de inmunodeficiencia adquirida o sida fue definido como entidad pato-
lógica específica en 1981, en Estados Unidos (Gottlieb et al., 1981). El sida tiene un
largo periodo de incubación. Sin tratamiento, en la mitad de los infectados por el
virus causante —el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)— se desarrolla
sida en los nueve años siguientes a la infección. En noviembre de 1999 habían sido
Cuadro 1.3. Mortalidad estandarizada por edad (por 100 000) debida a cáncer
de pulmón según hábito tabáquico y exposición laboral a polvo de asbesto
Exposición Antecedentes Mortalidad por cáncer
a asbestos de fumar de pulmón (por 100 000)
No No 11
Sí No 58
No Sí 123
Sí Sí 602
Fuente: Hammond et al., 1979.
EPIDEMIOLOGÍA BÁSICA Página 14 de 112
notificados 2,2 millones de casos (WHO, 1999). Las estimaciones del número de
personas que sufren el sida exceden en mucho los casos notificados oficialmente. La
verdadera extensión del problema la da el número de infectados por VIH.
El virus se encuentra en ciertos líquidos orgánicos, en especial la sangre, el semen y
la secreción uterovaginal, y se transmite mediante el coito o el uso de agujas conta-
minadas. El virus también se puede transmitir por transfusiones de sangre o de he-
moderivados contaminados; y de la madre infectada al hijo durante el embarazo, el
parto o la lactancia materna.
Los estudios epidemiológicos han sido de vital importancia para definir la epidemia,
determinar el patrón de propagación, identificar factores de riesgo y determinantes
sociales y evaluar intervenciones para tratar la enfermedad y prevenir y atajar la epi-
demia. A finales de 1999 se estimó que alrededor de 95% de los infectados con
VIH/sida vivían en países en desarrollo, casi 70% en África subsahariana y alrede-
dor de 20% en Asia (UNAIDS/WHO, 1999). Dentro de cada región hay una consi-
derable variabilidad en cuanto a frecuencia de infección y vías de transmisión. El
análisis sistemático de la sangre donada para transfusiones, la promoción de con-
ductas sexuales seguras, el tratamiento de otras enfermedades de transmisión sexual,
la evitación del uso compartido de agujas contaminadas y el tratamiento general de
las embarazadas con antirretrovíricos son las principales armas con las que se cuenta
en la actualidad para contrarrestar la propagación del VIH/sida.
Con el desarrollo de nuevos fármacos antirretrovíricos y su administración en com-
binación se ha prolongado la supervivencia de las personas infectadas con VIH en
los países desarrollados. Sin embargo, el costo prohibitivo de estos medicamentos li-
mita gravemente sus posibilidades de uso y de hecho la gran mayoría de las perso-
nas infectadas no tiene acceso a estos medicamentos.
Preguntas de estudio
¿Qué factores hay que considerar al interpretar la distribución geográfica de una
enfermedad?
¿Qué cambios se produjeron en la notificación de casos de fiebre reumática en
Dinamarca durante los años ilustrados en la fig. 1.4? ¿Cuál podría ser la razón
de esos cambios?
¿Qué nos dice el cuadro 1.3 en cuanto a la contribución de la exposición a as-
besto y del hábito de fumar al riesgo de cáncer de pulmón?
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En una acepción general, los determinantes de la salud son todos aquellos factores que ejercen
influencia sobre la salud de las personas y, actuando e interactuando en diferentes niveles de
organización, determinan el estado de salud de la población. Los determinantes de la salud conforman,
así, un modelo que reconoce el concepto de que el riesgo epidemiológico está determinado
individualmente tanto histórica, como socialmente. La relación entre los determinantes de la salud y el
estado de salud es compleja e involucra a muchos niveles de la sociedad que, como se ha señalado,
abarcan desde el nivel microcelular hasta el macroambiental.
Un considerable número de modelos ha sido propuesto para explicar la relación entre los
determinantes de la salud y el estado de salud de la población y todos han reconocido en forma
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consistente la necesidad de adoptar un enfoque ecológico e integral de la salud. Con fines didácticos,
el modelo de los determinantes de la salud se esquematiza a continuación:
Como queda ilustrado, existe un amplio rango de determinantes de la salud, desde los
determinantes proximales o micro-determinantes (asociados a características del nivel individual),
hasta los determinantes distales o macro-determinantes (asociados a variables de los niveles de grupo
y sociedad, es decir, poblacionales)
Ambos extremos del modelo de determinantes de la salud se encuentran en franca expansión. Por
el lado de los determinantes proximales, el impresionante desarrollo del Proyecto Genoma Humano
está estimulando el progreso de la epidemiología genética y molecular en la identificación de relaciones
causales entre los genes y la presencia de enfermedad en los individuos. Por el lado de los
determinantes distales, el no menos impresionante desarrollo de la investigación sobre el impacto de
las desigualdades socioeconómicas, de género, etnia y otros factores culturales en la salud está
estimulando el progreso de la epidemiología social en la identificación de los sistemas causales que
generan patrones de enfermedad en la población. A continuación, se describen brevemente las
principales características en cada uno de los niveles considerados en el modelo de determinantes de
la salud.
En este modelo se remarca la importancia de las diferentes medidas de prevención que se pueden
llevar a cabo dependiendo del momento en que se encuentre la enfermedad:
Otro modelo de la historia natural de la enfermedad asume que los casos clínicos de enfermedad
pasan por una fase preclínica detectable y en ausencia de intervención, la mayoría de los casos
preclínicos progresarán a la fase clínica. Aquí los períodos de tiempo de cada etapa son importantes
para la detección, el tamizaje y la intervención con medidas preventivas y terapéuticas sobre factores
del agente, huésped y ambiente.
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enfermedad exposici6n a un factor de riesgo
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!:I... Prevenci6n secundaria Detecci6n precoz de una enfermedad existente Cribado del cancer
para reducir la gravedad y las complicaciones
Prevencion primaria, secundaria y terciaria smtomas de una enfermedad y esta ya ha sido diagnos-
Al estudiar la prevenci6n, resulta util distinguir entre ticada, es decir, en pacientes que se encuentran en la
prevenci6n primaria, secundaria y terciaria (tabla 1-2). fase clinic a de su enfermedad. Suele lograrse por medio
La prevenci6n primaria se refiere a las acciones dirigidas del tratamiento precoz y adecuado de la enfermedad
a evitar el desarrollo de una enfermedad en una perso- combinado con abordajes complementarios, como
na que se encuentra bien y que (todavia) no presenta la fisioterapia, que son disenados para prevenir com-
la enfermedad en cuesti6n. Por ejemplo, podemos plicaciones de las articulaciones.
vacunar a una persona frente a ciertas enfermedades
para que la enfermedad no se presente nunca 0, si la Dos enfoq ues sobre la prevenclon:
enfermedad es inducida por las condiciones am bien- una vision diferente
tales, podemos prevenir la exposici6n de la poblaci6n Dos posibles enfoques preventivos son el enfoque sobre
al factor ambiental involucra do y, por tanto, evitar el la poblaci6n y el enfoque sobre la poblaci6n de alto
desarrollo de la enfermedad. La prevenci6n primaria es riesgo-, En el enfoque sobre la poblaci6n, una medida
nuestro principal objetivo. Por ejemplo, sabemos que preventiva se aplica ampliamente a una poblaci6n en-
la mayoria de los canceres de pulm6n son prevenibles. tera. Por ejemplo, se pueden dar a toda una poblaci6n
Si logramos que la poblaci6n deje de fumar, podremos consejos dieteticos prudentes para prevenir la enfer-
eliminar el SO-90% de los canceres de pulm6n en el medad coronaria 0 consejos contra el tabaquismo. Un
ser humano. Sin embargo, aunque nuestro objetivo es enfoque alternativo es el que dirige las medidas preven-
evitar que se produzcan enfermedades en la poblaci6n, tivas a un grupo de alto riesgo. Por ejemplo, las pruebas
aun carecemos de datos bio16gicos, clinicos y epidemio- de cribado para el estudio del colesterol en los nines
l6gicos para muchas enfermedades sobre los que basar pueden limitarse a los nines de familias de alto ries-
programas efectivos de prevenci6n primaria. go. Claramente, las medidas que vayan a emplearse en
La prevenci6n secundaria trata de identificar a pa- toda una poblaci6n deben ser relativamente poco cos-
cientes en los que el proceso de la enfermedad ya ha tosas y no invasivas. Una medida que vaya a emplearse
comenzado pero que aun no presentan smtomas ni a un subgrupo de alto riesgo de la poblaci6n puede
signos de la enfermedad. Este periodo de la historia ser mas cara y a menudo es mas invasiva 0 inc6moda.
natural de la enfermedad se denomina fase,. ]J':reclinica Los enf0gues sobre la po blaci6n pueden considerarse
de la enfermedad y se estudia en el capitulo 'lS. Cuanao acciones ae salud publica, mientras que los enfoques
una persona presenta smtomas 0 signos clinic os, por 10 sobre subgrupos de alto riesgo requieren mas a me-
general se asume que en las condiciones ideales dicha nudo una acci6n clinic a para identificar el subgrupo
persona buscara y obtendra asistencia sanitaria. Nues- sobre el que van a dirigirse. La combinaci6n de ambos
tro objetivo con la prevenci6n secundaria es detectar enfoques resulta ideal en la mayoria de las situaciones.
la enfermedad antes de 10 que se hubiera detectado
con la asistencia habitual. Al detectar la enfermedad
en una etapa mas temprana de su historia natural, a
menudo a traves de pruebas de cribado, es de esperar
EPIDEMIOLOGiA Y PRAcTICA CLiNICA
que el tratamiento sea mas sencillo y/0 mas eficaz. Por
ejemplo, la mayoria de los casos de cancer de mama en La epidemiologia es fundamental no s6lo para la salud
las mujeres de edad avanzada pueden detectarse por publica sino tambien para la practica clinica. La practica
medio de la autoexploraci6n mamaria y la mamografia. de la medic ina depende de datos poblacionales. Por
Varios estudios recientes indican que el estudio rutinario ejemplo, si un medico escucha un soplo sist6lico apical,
de las heces en busca de sangre oculta puede detectar ~,c6mo sabe que indica una insuficiencia mitral? LD6nde
el cancer de colon tratable en fases tempranas de su se origin6 este conocimiento? El diagn6stico se basa
historia natural. La base de la prevenci6n secundaria en la correlaci6n de los hallazgos clinicos (como los
es que si podemos identificar la enfermedad en etapas hallazgos de la auscultaci6n: los sonidos oidos a traves
mas tempranas de su historia natural de 10que normal- del estetoscopio) con los hallazgos aut6psicos 0 de la
mente ocurriria, las medidas de intervenci6n seran mas anatomia pato16gica quirurgica y con los resultados de
eficaces. Quizas podemos prevenir la mortalidad 0 las los estudios angiograficos 0 de cateterismo en un grupo
complicaciones de la enfermedad y utilizar tratamientos extenso de pacientes. Por tanto, el proceso diagn6stico
menos invasivos 0 menos costosos para lograrlo. En el se basa en la poblaci6n . Lo mismo puede apli-
capitulo IS se estudian y evaluan las pruebas de cribado carse al pron6stico. Por ejemplo, un paciente pregunta
de las enfermedades y el papel de dicha intervenci6n en a su medico: «LCuanto me queda de vida, doctor?» Y
la estrategia de la prevenci6n de la enfermedad. el medico Ie responde: «De seis meses a un ano». LEn
La prevenci6n terciaria consiste en la prevenci6n de que basa el medico su pron6stico? El medico se basa
complicaciones cuando ya se han presentado signos y en la experiencia con grupos grandes de pacientes que
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Figura 1 -4. «Usted tiene 10 que sea que esta drculando por
ahi.» (© The New Yorker Collection 1975. Al Ross from cartoon-
Mycoplasma pneumoniae
bank.com. All rights reserved.)
10
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presentaban la misma enfermedad, que fueron estudia- Edadenaiios
dos en la misma etapa de la enfermedad y recibieron
Figura 1 -5. Frecuenda de microorganismos segun la edad en
el mismo tratamiento. De nuevo, el pron6stico se basa
nines con faringitis, de 1964 a 1965 (De Denny FW: The replete
en datos poblacionales . Por ultimo, la selec- pediatridan and the etiology of lower respiratory tract infections.
ci6n del tratamiento apropiado tam bien se basa en la Pediatr Res 3:464-470,1969.)
poblaci6n. Los ensayos clinicos aleatorizados que es-
tudian los efectos de un tratamiento en grupos grandes
PLANTEAMIENTO EPIDEMIOLOGICO
de pacientes son el metoda ideal para identificar el
tratamiento apropiado . Por tanto, los la
conceptos y los datos basados en la pelHaci6f1subyacen
en los procesos criticos de la practica clinica, como el mio16gico es un proceso que tiene multiples pasos. El
diagn6stico, el pron6stico y la selecci6n del tratamiento. primer paso es determinar si existe una asociaci6n entre
En efecto, el medico aplica al paciente tumbado en la la exposici6n a un factor (p. ej., un agente ambiental)
mesa de exploraci6n un modelo de probabilidad basado o una caracteristica de una persona (p. ej., la concen-
en la poblaci6n. traci6n serica de colesterol elevada) y la aparici6n de la
La figura 1-4 presenta a un medico que dem uestra enfermedad en cuesti6n. Esto se realiza estudiando las
que la practica de la medicina clinica se basa de modo caracteristicas de los grupos y de los individuos.
importante en conceptos poblacionales. Lo que se pre- Si encontramos que de hecho existe una asociaci6n
senta con humor es un comentario verdadero de un entre una exposici6n y la enfermedad, [es necesaria-
aspecto de la practica pediatric a; el pediatra a menudo mente una relaci6n causal? No, no todas las asociacio-
emite un diagn6stico basandose en 10 que los padres nes son causales. Por tanto, el segundo paso consiste en
Ie dicen por telefono y en 10 que el sabe acerca de las intentar deducir inferencias apropiadas acerca de una
enfermedades, como las infecciones viricas 0 bacteria- posible relaci6n causal a partir de los patrones de las
nas, que «estan circulando» en la comunidad. Por tanto, asociaciones que hayan sido encontrados. Estos pasos
los datos disponibles acerca de las enfermedades de la se analizan en detalle en capitulos posteriores.
comunidad pueden ser de gran utilidad para conocer el La epidemiologia a menudo comienza con datos
diagn6stico, incluso aunque no sean concluyentes. Los descriptivos. Por ejemplo, se exponen
datos referidos a la etiologia de la faringitis en funci6n las tasas de gonorrea en Estados Unidos en 2010 por
de la edad del nino son especialmente importantes estado. Claramente, existen importantes variaciones
(fig. 1-5). Si la infecci6n se produce en los primeros regionales en los casos declarados de gonorrea. La
anos de vida, probablemente sera de origen virico. Si primera pregunta que debemos plantearnos cuando
ocurre entre los 4 y los 7 anos, probablemente sera de observamos dichas diferencias entre dos grupos 0
origen estreptoc6cico. En un nino mayor adquiere mas dos regiones 0 a 10 largo del tiempo es: «Lson reales
importancia Mycoplasma. Aunque estos datos no dan el estas diferencias?» En otras palabras: Lson de calidad
diagn6stico, proporcionan al medico 0 a otro profesio- comparable los datos de cada area? Antes de intentar
nal sanitario pistas valiosas sobre el microorganismo 0 interpretar los datos, deberiamos asegurarnos de que
microorganism os sospechosos. son validos,
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Brindar las herramientas necesarias para el desempeño del estudiante en el ámbito profesional
en visión de la salud pública y la medicina comunitaria.
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Dinarnica de la transmisi6n
de las enfermedades
Conservo seis sirvientes honestos
(Ellos me ensenaron todo 10que se):
Sus nombres son que, por que, cuando, c6mo, d6nde y quien,
-Rudyard Kiplingl (1865-1936)
MODOS DE TRANSMISION
Las enfermedades humanas no se originan de la nada. Las enfermedades pueden transmitirse directamente 0
Se deben a la interacci6n entre el hospedador (una indirectamente. Por ejemplo, una enfermedad puede
persona), el agente (p. ej., una bacteria) y el ambiente transmitirse entre personas (transmisi6n directa) a
(p. ej., un suministro de agua contaminada). Aunque traves del contacto directo. La transmisi6n indirecta
algunas enfermedades son de origen principalmente ge- puede producirse a traves de un vehiculo comun, como
netico, practicamente todas las enfermedades se deben el aire 0 los suministros de agua contaminados, 0 por
ala interacci6n de factores geneticos y ambientales, de un vector como el mosquito.
manera que el equilibrio exacto difiere en las diferentes
enfermedades. Muchos de los principios que subyacen
en la transmisi6n de las enfermedades se demuestran
mas claramente utilizando como modelo las enferme-
dades infecciosas. Por tanto, este capitulo utiliza como
ejemplo principalmente a dichas enfermedades para
revisar estos principios. No obstante, los conceptos
analizados tambien son aplicables a las enfermedades
que no son de origen infeccioso.
La enfermedad se ha descrito clasicamente como el
resultado de la triada epidemio16gica que se muestra
en la figura 2-1. Segun este diagrama, es el producto
de la interacci6n entre el hospedador humano, el
agente infeccioso 0 de otro tipo y el ambiente que Figura 2-1. La triada epidemiol6gica de una enfermedad.
Entre las formas más útiles y comunes de medir las condiciones generales de salud de la población
destacan los censos nacionales, que se llevan a cabo cada diez años en varios países. Los censos
proporcionan el conteo periódico de la población y varias de sus características, cuyo análisis permite
hacer estimaciones y proyecciones. Para permitir las comparaciones a lo largo del tiempo en una
misma población o bien entre poblaciones diferentes, se requiere de procedimientos de medición
estandarizados.
En definitiva se puede decir que medición es el procedimiento de aplicar una escala estándar a
una variable o a un conjunto de valores.
Salud: La definición más ambiciosa de la salud es la que propuso la OMS en1948: “salud es un
estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad”. Sin
embargo, las definiciones de estados de salud que utilizan los epidemiólogos tienden a ser simples,
por ejemplo, "presencia de enfermedad" o "ausencia de enfermedad". El desarrollo de criterios para la
determinación de la presencia de una enfermedad requiere definir la normalidad y la anormalidad,
aunque a menudo es difícil definir lo que es normal o establecer una clara distinción entre lo normal y
lo anormal.
Criterios diagnósticos: son aquellos que suelen basarse en síntomas, signos y resultados de
pruebas complementarias. El diagnóstico puede hacerse a partir de varias manifestaciones de la
enfermedad, siendo algunos signos más importantes que otros. En algunos casos está justificado el
uso de criterios diagnósticos muy simples. Los criterios diagnósticos pueden cambiar muy rápidamente
a medida que aumentan los conocimientos o mejoran las técnicas.
Epidemia: enfermedad que ataca a un gran número de personas en una comunidad de manera
simultánea, cuando normalmente no está presente en forma continua. Para establecer la aparición de
una epidemia se deben conocer Ias tasas habituales de la enfermedad para detectar un aumento
significativo de la misma.
Brote: es una epidemia limitada en tiempo y espacio. Se refiere a poblaciones muy definidas
(población pequeña con fronteras geográficas y de tiempo claramente definidas). La mayor parte de
las epidemias comienzan con brotes.
Pandemia: se trata de una epidemia ampliamente distribuida, la cual abarca grandes grupos de
países y continentes. Es la extensión del territorio de la epidemia a nivel mundial. Como ejemplos de
pandemias tenemos la de sida y la de influenza A.
Probabilidad: es una medida de ocurrencia de un hecho incierto, o sea, el número de veces que
se espera ocurra un evento a futuro.
Ejemplo. En una facultad se imparten dos grados. En el Grado en Nutrición hay 300 estudiantes, y
en el de Enfermería, 200.
Significa que la razón de estudiantes de Nutrición frente a los de Enfermería es 1,5 a 1 (1,5:1)
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Tasa: forma especial de proporción que incluye el tiempo en el denominador. Mide la velocidad a
la que se producen los acontecimientos. Informa de la velocidad a la que se producen los aspectos
relacionados con la salud/enfermedad. Las tasas tienen dos características que las diferencian, el
tiempo y un multiplicador, generalmente en base diez (1.000, 10.000 0 100.000). La tasa es la medida
clásica de la epidemiología. Tiene 3 componentes básicos:
Como se puede apreciar, la tasa combina en una sola expresión las tres dimensiones básicas del
análisis epidemiológico: persona, lugar y tiempo. Aplicada correctamente, la tasa no solamente es una
medida de frecuencia de enfermedad en la población, sino una medida del riesgo de enfermar en la
población.
Los indicadores de salud miden distintos aspectos relacionados con la función o discapacidad, la
ocurrencia de enfermedad o muerte en una población, o bien aspectos relacionados con los recursos
y desempeño de los servicios de salud. Los indicadores de salud funcional tratan de medir el impacto
de los problemas de salud en la vida diaria, como por ejemplo la capacidad para llevar a cabo
actividades cotidianas, lesiones y accidentes en el hogar y el lugar de trabajo, y años de vida libres de
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discapacidad. Los índices de calidad de vida incluyen variables de función tales como la actividad
física, la presencia de dolor, el nivel de sueño, de energía, o el aislamiento social.
Los indicadores de morbilidad miden la frecuencia de problemas de salud específicos tales como
infecciones, cánceres, accidentes en el trabajo, etc. Las fuentes de datos suelen ser registros de
hospitales y servicios de salud, notificación de enfermedades bajo, entre otros. Los indicadores de
mortalidad general o por causas específicas permiten comparar el nivel general de salud e identificar
causas de mortalidad relevantes como accidentes, tabaquismo, etc.
Además de la medición del estado de salud, también es necesario medir el desempeño de los
servicios de salud. Tradicionalmente esta medición se ha enfocado a insumos y servicios; en la
actualidad se considera preferible medir los procesos y funciones de los servicios de salud.
En este contexto se puede inferir que la epidemiología cuenta con diversas mediciones que suelen
clasificarse como: medidas de frecuencia, medidas de asociación y de impacto potencial.
Asociación Impacto
Frecuencia
o efecto Potencial
Fracción
Morbilidad Transversal
etiológica
De casos y Fracción
Mortalidad
controles prevenible
Discapacidad De cohortes
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PREVALENCIA
Es la medida del número total de casos existentes, llamados casos prevalentes, de una enfermedad
en un punto o periodo de tiempo y en una población determinados, sin distinguir si son o no casos
nuevos. La prevalencia es un indicador de la magnitud de la presencia de una enfermedad u otro
evento de salud en la población. El cálculo de la proporción de prevalencia se establece de la siguiente
manera:
N° de individuos enfermos en
un momento o periodo determinado n
P = x 10
N° Total de la población en el mismo periodo
Los tipos de prevalencia se determinan por el momento en que se mide la misma, pudiendo ser:
Investigación epidemiológica. Supone la base de los diseños transversales. Permite conocer las
enfermedades y factores de riesgo más habituales.
Vigilancia epidemiológica. Conocer las enfermedades que pueden ser un problema de salud
pública. Si se realizan mediciones seriadas, permite valorar la tendencia de una enfermedad en la
población. Tiene gran interés para los profesionales sanitarios, pues informa sobre la probabilidad de
que un individuo presente una determinada enfermedad.
1. Consideremos, como ejemplo, un área geográfica determinada de América Latina con 50 000
habitantes. En la población se observaron 80 casos de tuberculosis en el año 2000. ¿Cuál será la
prevalencia?
N° de individuos enfermos 80
𝑃= * 10n 𝑃 = 50 000 𝑃 = 0.0016 * 10 000
N° total de la población
2. En una población de 25.500 habitantes, hay 1990 personas diagnosticadas de diabetes mellitus
tipo 2, a fecha de 31 de enero de 2020. Establecer la prevalencia
La prevalencia de diabetes es del 7.8%, lo cual se interpreta: por cada 100 personas hay 7 u 8 que
padecen la enfermedad.
INCIDENCIA
Desde el punto de vista epidemiológico, hay mayor interés en conocer específicamente cuántos
casos nuevos de una enfermedad aparecen en una población durante un período de tiempo. Se define
a la incidencia como el número de casos nuevos de una enfermedad en una población de riesgo o
susceptible (población sin la enfermedad en el momento del inicio del estudio), en un período de tiempo
y lugar determinados.
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Las aplicaciones y usos más importantes de la incidencia tienen que ver con: investigación causal,
evaluación de medidas preventivas, se pueden utilizar para realizar predicciones, se utilizan sobre todo
en enfermedades agudas y enfermedades transmisibles.
1. En un período de dos años, en una población de 10,753 habitantes, se presentaron 730 casos
nuevos de diabetes mellitus. Al inicio del período había 319 casos prevalentes de la
enfermedad. La incidencia acumulada en dicha población es:
2. En una población de 100.000 personas, se diagnostican 856 úlceras pépticas durante los años
2015, 2016 y 2017. De esa población, 1.240 ya tenían úlcera diagnosticada a fecha de
1/1/2015. La IA de úlcera péptica de 2015 a 2017 es:
Se puede interpretar que 86 de cada 10 000 personas están en riesgo de adquirir la enfermedad
en un periodo de 3 años.
3. Se realiza un seguimiento a 1 000 (mil) individuos sanos durante dos meses, de estos, 200
enfermaron en este lapso de este tiempo, ¿cuál será la I.A.?
Entonces se tendrá que la I.A. es del 20% en dos meses, o que cada individuo tiene un riesgo del
20% de enfermar en un periodo de dos meses. Además, se podría interpretar que 20 de cada 100
personas tienen riesgo de enfermar en un periodo de dos meses, lo que equivale a decir que el 20%
de la población está en riesgo de enfermar en un periodo de dos meses.
Tasa o densidad de incidencia, es una medida que expresa la dinámica de la enfermedad en una
población a lo largo del tiempo, es decir, en este tipo de incidencia se tiene en cuenta el tiempo durante
el cual cada individuo participa en el seguimiento (periodo de tiempo estudiado). Sus unidades de
medida son recíprocas del tiempo y se lee como casos por persona y año. Es aconsejable para
períodos largos cuando se prevén entradas y salidas de los participantes en el transcurso de la
investigación, cuando se compara la evolución de la enfermedad en grupos de población distintos o se
trata de determinar sí existe una relación entre un posible factor etiológico y una enfermedad. En esta
medida, el numerador está compuesto por los casos nuevos y el denominador por la suma de las
fracciones de tiempo durante las que cada individuo es observado y está en riego de enfermar o curar
(tiempo-persona).
El cálculo del denominador de la D.I. se realiza sumando los tiempos de exposición sin la
enfermedad de cada uno de los individuos que conforman el grupo y que permanecen en el estudio
durante el periodo. Este número se mide generalmente en años, pero pueden ser meses, semanas o
días, y se conoce como tiempo en riesgo o tiempo-persona. Este método puede aplicarse cuando la
cohorte de individuos es pequeña, porque en la medida en que la cohorte aumenta se vuelve más
difícil calcular o estimar el TP.
TP=100×2=200(meses/persona).
TP=100×2=200(años/persona)
1. En un período de dos años, en una población de 10,753 habitantes, se presentaron 730 casos
nuevos de diabetes mellitus. Al inicio del período había 319 casos prevalentes de la
enfermedad. La tasa de incidencia en dicha población es:
Este resultado significa que se están enfermando 35 individuos por cada 1 000 habitantes en un
período de dos años.
2. El Ministro de Defensa del Ecuador queda tan impresionado del trabajo que hacen los
estudiantes de Epidemiología del sexto ciclo de Medicina de la UCACUE que decide hacerles
una consulta técnica: “Luego del bombardeo en la localidad de Angostura (Sucumbíos) en el
año 2008, se han encontrado cosas extrañas (uranio empobrecido, plutonio opulento, etc). Lo
cierto es que desde esa fecha hasta el 1 de marzo de 2011 han aparecido 42 casos de
leucemia linfoblástica entre los soldados que estuvieron en esta zona.
Intentemos darle una respuesta al Ministro sobre la tasa o densidad de incidencia de esta
enfermedad en su personal a sabiendas de que los soldados enviados a este punto para reforzar la
zona fueron 1 700 desde el 1 de marzo del 2008 al 1 marzo de 2011 (3 años)
N° de casos nuevos 42 42
𝐷. 𝐼. = (Población en riesgo∗tiempo) * 10n 𝐷. 𝐼. = 1 700∗3 𝐷. 𝐼. = 5 100
Se establece que 8.2 de cada 1 000 soldados se han enfermado en un periodo de 3 años, desde
el 1 marzo de 2008 al 1 marzo de 2011.
3. Del caso anterior ya han pasado dos años y el Ministro quiere actualizar datos ¿Cuál sería la
tasa o densidad de incidencia si desde la última vez hasta el 1 de marzo de 2013 se han
encontrado 18 casos nuevos?
N° de casos nuevos 18 18
𝐷. 𝐼. = (Población en riesgo∗tiempo) * 10n 𝐷. 𝐼. = (1 700−42)∗2 𝐷. 𝐼. = 3 316
Aquí podemos interpretar que: 5.4 de cada 1 000 soldados se han enfermado en un periodo de 2
años, desde el 1 de marzo de 2011 al 1 marzo de 2013.
Individuos
30.5
Años
N° de casos nuevos 5
𝐷. 𝐼. = * 10n 𝐷. 𝐼. = 30.5 𝐷. 𝐼. = 0.16 * 100 D.I. = 16.4%
Σ tiempo en riesgo
Se interpreta que existen 16.4 casos por 100 personas por año, ó que en la toxicidad renal del
fármaco tiene una incidencia del 16.4% por año.
Tasa de ataque, es una tasa de incidencia que se obtiene en una situación de brote y se expresa
usualmente como un porcentaje. Es aquella que mide el grupo de personas afectadas en una
exposición simultánea a una misma fuente de enfermedad. Se refiere a poblaciones muy definidas,
observadas por tiempo limitado, como durante el desarrollo de las epidemias en general, las
intoxicaciones alimentarias de fuente común y algunas enfermedades infecciosas. Su fórmula es:
Nº casos nuevos
T.A. = x 100
N° de personas susceptibles
Ejemplos:
1. Consideremos, como ejemplo, una situación en la que 96 personas fueron expuestas a un agente
(Pseudomona aeruginosa) contaminando el equipo quirúrgico, de las cuales 26 se enfermaron en un
período corto de tiempo. La tasa de ataque se obtiene de la siguiente manera:
ataque secundario expresa el número de casos de una enfermedad que aparecen dentro del periodo
de incubación entre los contactos susceptibles expuestos a un caso primario o índice, en relación con
el número total de contactos susceptibles expuestos. Se calcula de la manera siguiente:
Nº casos nuevos
T.A.S. = x 100
N° de contactos susceptibles expuestos
Ejemplo:
1. Los 34 niños con sarampión del ejemplo anterior, (casos primarios), formaban parte de 31 familias,
con un total de 124 personas. A los 20 días, 16 familiares desarrollaron sarampión. ¿Calcular tasa
de ataque secundario?
Para el cálculo de la tasa de ataque secundario, lo primero es excluir a los 34 casos primarios, o
sea, 124-34 = 90 (que sería el número de contactos secundarios, susceptibles expuestos). Por lo tanto:
2. En un servicio de salud el año pasado se diagnosticaron 240 casos de TBC. Cada caso presentó
6 contactos y en el control de ellos se diagnosticaron otros 4 casos. ¿Calcular tasa de ataque
secundario?
N° de casos nuevos 4
𝑇. 𝐴. 𝑆. = 𝑁° 𝑑𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑎𝑐𝑡𝑜𝑠 𝑠𝑢𝑠𝑐𝑒𝑝𝑡𝑖𝑏𝑙𝑒𝑠 𝑒𝑥𝑝𝑢𝑒𝑠𝑡𝑜𝑠 * 100 𝑇. 𝐴. 𝑆. = 240∗6
Por su parte la tasa de incidencia acumulada de una enfermedad depende tanto de la tasa de
incidencia como de la duración del periodo de estudio. Como la tasa de incidencia suele variar con la
edad, a menudo hay que considerar tasas de incidencia específicas para cada edad. La tasa de
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Medidas de mortalidad
Nº de defunciones
T.M. = x 10n
Población Total
Las tasas de mortalidad pueden referirse a toda la población de un país o territorio (tasa general de
mortalidad) o restringirse a una comunidad, institución o una muestra poblacional y pueden, también,
calcularse para grupos específicos de población, según sexo, edad, grupos de enfermedades u otras
características relevantes (tasas de mortalidad específicas).
Existen algunos indicadores de mortalidad referidos a grupos de población específicos y a los que
convencionalmente se les llama “tasas”. En particular, conviene recordar dos de ellos, de especial
importancia en salud pública; se trata de las “tasas” de mortalidad infantil y de mortalidad materna.
Nº de muertes maternas
T.M.M. = x 10n
N° de nacidos vivos
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En ocasiones se sospecha que una enfermedad determinada está causando un elevado o inusual
número de muertes. Es de interés conocer cuántas de las personas enfermas mueren, es decir, la
proporción de casos fatales entre el total de casos. En una situación epidémica, a este cálculo se le
llama tasa de letalidad y es particularmente importante para evaluar la severidad de una epidemia:
Mientras la mortalidad hace referencia a las defunciones entre la población total (sana o enferma),
la letalidad sólo hace referencia a las defunciones entre la población enferma. Por ejemplo, si en un
distrito de 30.000 habitantes ocurrieron 200 casos de tifoidea con 6 defunciones, en un año
determinado, podemos afirmar que, en ese distrito y en ese año, la mortalidad por tifoidea fue 2 por
10.000 y su letalidad 3%; es decir:
N° de defunciones 6
𝑇. 𝑀. = * 10n 𝑇. 𝑀. = 30 000 𝑇. 𝑀. = 0.0002* 10 000
𝑃𝑜𝑏𝑙𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙
T.L. = 3%
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La cadena epidemiológica
Para entender las relaciones entre los diferentes elementos que conducen a la aparición
de una enfermedad transmisible, el esquema tradicional es la denominada cadena epide-
miológica, también conocida como cadena de infección. El esquema busca ordenar los
llamados eslabones que identifican los puntos principales de la secuencia continua de
interacción entre el agente, el huésped y el medio. (Figura 2.6).
Agente causal
Un agente es un factor que esta presente para la ocurrencia de una enfermedad, por lo
general un agente es considerado una causa necesaria pero no suficiente para la produc-
ción de la enfermedad.
1- Agente causal
específico
6-Susceptibilidad
del huésped 2- Reservorio
5- Puerta de
3- Puerta de
entrada en el
salida del
nuevo huésped
agente
4- Modo de
transmisión
del agente
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Los agentes pueden dividirse en biológicos y no biológicos; los agentes biológicos son
organismos vivos capaces de producir una infección o enfermedad en el ser humano y
los animales. Las especies que ocasionan enfermedad humana se denominan patógenas.
Dentro de los agentes no biológicos se encuentran los químicos y físicos como puede
verse en la figura 2.7.
Pesticidas
Químicos Aditivos de alimentos
Fármacos
Industriales
NO BIOLÓGICOS
Fuerza mecánica
Calor
Físicos Luz
Radiaciones
Ruido
Las propiedades de los agentes biológicos son las que se refieren a su perpetuación como
especie, las que rigen el tipo de contacto con el huésped humano y las que determinan la
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Huésped: es una persona o animal vivo, incluyendo las aves y los artrópodos, que
en circunstancias naturales permite la subsistencia o el alojamiento de un agente
infeccioso.
La sola presencia de agentes infecciosos vivos en las superficies del cuerpo o en prendas
de vestir, juguetes, u otros objetos inanimados o sustancias como agua, leche o alimen-
tos, no constituye infección sino contaminación de tales superficies. El desarrollo sobre
el cuerpo de agentes patógenos (ejem. piojos) se llama infestación.
paperas y la rubéola caen en un lugar intermedio, con 40 a 60% de las infecciones dando
manifestaciones clínicas características. En el nivel inferior de patogenicidad se encuen-
tra el poliovirus con una baja proporción de enfermos a partir de los infectados, más del
90% de los infectados con el poliovirus son asintomáticos.
La capacidad de los agentes para infectar y producir enfermedades en los seres humanos
depende también de la susceptibilidad del huésped. No todas las personas igualmente
expuestas a un agente infeccioso son infectadas. De las que son infectadas, algunas no
presentan síntomas ni signos clínicos en el curso de la infección (infección inaparente o
subclínica) en tanto que otras sí los presentan (infección aparente o clínica), pudiendo
ser también de duración y grado variables. La magnitud e intensidad de una infección
aparente se mide en términos de su morbilidad y letalidad.
INFECCIÓN
APARENTE
INAPARENTE
MODERADA GRAVE FATAL
a b c d
TUBERCULOSIS
TETANOS
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RABIA HUMANA
La diferencia entre patogenicidad, virulencia y letalidad puede ser entendida por medio
del esquema de espectro de gravedad de la enfermedad infecciosa:
INFECCIÓN
APARENTE
INAPARENTE
MODERADA GRAVE FATAL
a b c d
casos fatales
Letalidad
total de casos aparentes
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Reservorio
También es importante identificar los reservorios animales y siempre que sea posible,
adoptar medidas de protección de las especies, particularmente los animales domésticos
susceptibles. Medidas como la vacunación antirrábica canina y la antiencefalítica equina
indirectamente protegen también al ser humano.
El ser humano actúa como fuente de infección a partir de casos clínicos agudos y a partir
de portadores. En la tuberculosis, cuando se diagnostica al enfermo, este ya ha infectado
un promedio de 5 personas (de ahí la importancia de la pesquisa en los pacientes sinto-
máticos respiratorios).
Las personas infectadas y que no presentan síntomas constituyen un gran riesgo para
transmitir y mantener la enfermedad en la población, pues albergan el agente infeccioso
y mantienen sus contactos corrientes en su comunidad. A estos individuos se les deno-
mina portadores (y a la condición se le llama ‘estado de portador’).
Mientras mejor se conozcan las características de las enfermedades, más se podrá cono-
cer su condición de producir portadores y de qué tipo. Es fácil intuir la importancia de
la relación entre la presencia de portadores y la permanencia y propagación de la enfer-
medad en la población. El portador, al no darse cuenta de la presencia de la infección,
no tomará medidas de precaución para prevenir la transmisión de la enfermedad a otras
personas. Una situación similar puede ocurrir después de la identificación por labora-
torio pues, en general, el portador asintomático puede experimentar dificultades para
aceptar su condición como tal y, con ello, no cumplir con las recomendaciones y conse-
jos que puede darle el personal de salud, sobre todo si ellas pueden crearle tensiones o
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En la hepatitis viral tipo A, los estudios sobre la transmisión humana, así como la in-
formación epidemiológica, indican una infectividad máxima durante la segunda parte
del período de incubación (alrededor de 30 días), continuando algunos días después del
inicio de la ictericia. Sin embargo, son muchos los casos sin ictericia: en niños, por cada
caso de hepatitis con ictericia pueden existir diez o más casos subclínicos.
Hay casos extremos en que el estado de portador en período de incubación puede tener
una larga duración. Por ejemplo, en la hepatitis B, la sangre de la persona infectada pue-
de ser infectante hasta tres meses antes del inicio de la ictericia y, en el caso del SIDA,
la persona infectada puede ser infectante por años. En el caso de la rabia el virus puede
estar presente en la saliva del perro hasta casi cinco días antes de presentar señales de la
enfermedad. Esto permitió determinar el período de 7 a 10 días para mantener en ob-
servación al animal agresor. Si el animal no desarrolla señales de rabia en este intervalo
es posible concluir de que no estaba enfermo.
La transmisión de una enfermedad, por tanto, puede empezar antes de que se eviden-
cie en la persona o animal, pero también puede seguir por algún tiempo después de la
recuperación clínica del enfermo. Cuando el tratamiento no es adecuado, el período de
transmisión puede prolongarse, como ocurre en casos de salmonelosis que no son tra-
tados adecuadamente.
El inicio del período de transmisibilidad o infeccioso marca el final del período de la-
tencia.
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Como regla general, la mayoría de las enfermedades no son transmisibles durante la fase
inicial del período de incubación ni después del completo restablecimiento del enfermo.
2. Transmisión indirecta:
a) Mediante vehículos de transmisión o fómites: a través de objetos o mate-
riales contaminados tales como juguetes, pañuelos, instrumentos quirúrgicos,
agua, alimentos, leche, productos biológicos, incluyendo suero y plasma. El
agente puede o no haberse multiplicado o desarrollado en el vehículo antes de
ser transmitido.
Mecánico: es el simple traslado mecánico del agente infeccioso por medio de un insecto
terrestre o volador, ya sea por contaminación de sus patas o trompa o por el pase a través
de su tracto gastrointestinal, sin multiplicación o desarrollo cíclico del microorganismo.
Polvo: pequeñas partículas de dimensiones variables que pueden proceder del suelo (ge-
neralmente inorgánicas o esporas de hongos separadas del suelo seco por viento o agita-
ción mecánica), vestidos, ropas de cama o pisos contaminados.
Respiratorias: las enfermedades que utilizan esta puerta de salida son las de mayor difu-
sión y las más difíciles de controlar (tuberculosis, influenza, sarampión, etc.)
Piel: a través de contacto directo con lesiones superficiales, como en la varicela, herpes
zoster y sífilis. Por picaduras, mordeduras, perforación por aguja u otro mecanismo que
conlleve contacto con sangre infectada, como en la sífilis, enfermedad de Chagas, mala-
ria, leishmaniasis, fiebre amarilla, hepatitis B, etc.
Placentaria: en general la placenta es una barrera efectiva de protección del feto contra
infecciones de la madre; sin embargo, no es totalmente efectiva para algunos agentes
infecciosos como los de la sífilis, rubéola, toxoplasmosis, SIDA y enfermedad de Chagas.
Las puertas de entrada de un germen en el nuevo huésped son básicamente las mismas
empleadas para su salida del huésped previo. Por ejemplo, en las enfermedades respi-
ratorias, la vía aérea es utilizada como puerta de salida y puerta de entrada entre las
personas. En otras enfermedades las puertas de salida y de entrada pueden ser distintas.
Como ejemplo, en las intoxicaciones alimentarias por estafilococos el agente es elimina-
do a través de una lesión abierta de la piel y entra al nuevo huésped a través de alimentos
contaminados con secreción de la lesión.
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La piel intacta y las membranas mucosas proveen al cuerpo de una cubierta imper-
meable a muchos parásitos vivos y agentes químicos. Las membranas mucosas son más
fácilmente penetrables que la piel intacta, y sirven a menudo de puerta de entrada a
varios agentes patógenos.
Los reflejos como la tos y el estornudo, por ejemplo, representan un esfuerzo para lim-
piar las vías respiratorias de sustancias dañinas. Las secreciones mucosas, como las lá-
grimas y la saliva, tienen una acción limpiadora simple y pueden también contener anti-
cuerpos específicos contra microbios patógenos.
Otros mecanismos de defensa son las secreciones gástricas (acidez gástrica), el peris-
taltismo y los anticuerpos inespecíficos. Un germen que penetra la cubierta protectora
del cuerpo se enfrenta a una variedad de mecanismos de defensa inmunológica, tanto de
tipo celular (linfocitos T, macrófagos y otras células presentadoras de antígenos) como
de tipo humoral (linfocitos B, anticuerpos y otras sustancias). Los microbios extracelu-
lares estimulan comúnmente el desarrollo de inflamación en el sitio de la invasión. La
presencia inicial de anticuerpos, generados previamente por infección natural o vacuna-
ción, podría prevenir o limitar la invasión del huésped (memoria inmunológica).
El deterioro inmunológico, como en el caso del virus del SIDA, o el uso de drogas in-
munosupresoras, o enfermedades crónicas facilita la multiplicación de otros gérmenes
como el de la tuberculosis o de agentes oportunistas como el Pneumocistis carinii. Otro
ejemplo más común es la ocurrencia de bronconeumonía bacteriana como episodio ter-
minal en personas con enfermedad crónica no infecciosa.
La edad es un factor de gran importancia puesto que la ocurrencia y gravedad de las en-
fermedades varían según la edad del huésped. Las enfermedades eruptivas de la infancia
son ejemplos de cómo la edad influye en la ocurrencia de las enfermedades contagiosas.
La infección y subsecuente enfermedad atacan predominantemente a niños pequeños,
quienes tienen mayor riesgo debido a su elevada susceptibilidad (por ausencia de memo-
ria inmunológica) y alto grado de exposición. La tuberculosis, la esquistosomiasis en su
forma crónica y algunos tipos de accidentes, son ejemplos de problemas que afectan más
a los adultos. En la vejez predominan afecciones como las enfermedades degenerativas,
la hipertensión y el cáncer, así como una mayor susceptibilidad a infecciones.
El grupo étnico y el grupo familiar son también características relevantes del huésped.
Los miembros de un grupo étnico comparten muchos rasgos genéticamente determi-
nados que pueden incluir, además de las características físicas obvias (el fenotipo), un
aumento en la susceptibilidad o resistencia a los agentes específicos de enfermedad. Este
concepto es fácil de comprender, pero demostrar que las diferencias en la incidencia
de enfermedad son genéticamente determinadas es más difícil, ya que se debe tomar
en cuenta el efecto de todos los factores ambientales y socioeconómicos asociados. Un
ejemplo es la resistencia a la tuberculosis, que posiblemente es mayor en las poblaciones
europeas que en las indígenas.
Así como ocurre con los grupos étnicos, los individuos que integran un grupo familiar
pueden diferir entre sí con respecto a la susceptibilidad a enfermedades genéticamente
determinadas. En realidad, se aceptó desde hace mucho tiempo que factores hereditarios
podían contribuir a la incidencia de la enfermedad y el desarrollo alcanzado por la gené-
tica en las últimas décadas ha corroborado aquella suposición. No obstante, también se
deben reconocer las múltiples influencias sociales y ambientales que afectan a la familia
como grupo, como su nivel socioeconómico, dieta, nivel educativo, grado de cohesión
social y la exposición común a agentes infecciosos.
Los efectos del estado nutricional y las infecciones están íntimamente relacionados y a
menudo se potencian entre sí. La desnutrición grave provoca un deterioro en la respues-
ta inmune y esto conlleva a un aumento en la susceptibilidad a enfermedades bacteria-
nas. Cuando un niño sufre de desnutrición protéico-calórica aumenta la probabilidad
de que algunas enfermedades se presenten en su forma más grave y, con ello, aumenta
su riesgo de complicaciones, secuelas y discapacidad permanente. La epidemia de neu-
ropatía en Cuba al inicio de los noventa ilustra las consecuencias de la supresión brusca
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Susceptibilidad y resistencia
Los factores genéticos, a los que se denomina inmunidad genética, constituyen una ‘me-
moria celular’ que se hereda a través de generaciones. Esto facilitaría la producción de
anticuerpos, mientras que en aquellos grupos humanos carentes de la experiencia no se
produciría esta reacción específica frente a determinada enfermedad. Son bien conocidos
los ejemplos acerca del impacto que tuvieron la viruela, el sarampión, la tuberculosis y la
influenza sobre aquellos grupos indígenas que se mantuvieron aislados de las poblaciones
y civilizaciones donde estas enfermedades ocurrieron a través de generaciones.
Una clasificación muy utilizada de la inmunidad señala dos tipos: inmunidad activa e
inmunidad pasiva (Figura 2.8).
Activa
Artificial (Vacuna)
Inmunidad
Natural (Transplacentaria)
Pasiva
Artificial (Sueros)
La inmunidad pasiva, de corta duración (de algunos días a varios meses), se obtiene
naturalmente por transmisión materna (a través de la placenta) o artificialmente por
inoculación de anticuerpos protectores específicos (suero de convaleciente o de persona
inmune o seroglobulina inmune humana, suero antitetánico, suero antidiftérico, gamma
globulina, etc.).
La inmunidad activa, que suele durar años, se adquiere naturalmente como consecuen-
cia de una infección, clínica o subclínica, o artificialmente por inoculación de fracciones
o productos de un agente infeccioso, o del mismo agente, muerto, atenuado o recombi-
nado a partir de técnicas de ingeniería genética.
El individuo no se puede desligar del colectivo humano, por lo que es importante consi-
derar el fenómeno de resistencia y susceptibilidad de la comunidad en su conjunto. Aún
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La vigilancia, que durante mucho tiempo fue considerada una rama de la epidemiología,
se ha desarrollado en las últimas décadas como una disciplina completa dentro de la
salud pública, con su propio cuerpo de conocimientos, objetivos, metodología, fuentes
de datos y evaluación de procedimientos (Declich y Carter, 1994).
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La República de Venecia asignó a tres guardianes de la salud pública para detectar casos de
XIV peste y detener por cuarenta días a los barcos con personas infectadas a bordo, con el fin de
evitar la diseminación de la epidemia: se establece el concepto de “cuarentena”.
Conceptos y definiciones
En términos prácticos, la vigilancia se entiende como la observación sistemática y con-
tinuada de la frecuencia, la distribución y los determinantes de los eventos de salud y
sus tendencias en la población. Todo sistema de vigilancia debe estar amparado por un
marco legal propio del Estado que garantice la operación eficiente de dicho sistema.
cia sobre tres aspectos fundamentales del alcance de la vigilancia como actividad de la
salud pública, que revisaremos brevemente a continuación:
Los usos de la vigilancia son de tres tipos, los de seguimiento de los eventos de salud, los
que están vinculados con las acciones de salud pública y por último otros usos.
El primer grupo de usos de la vigilancia describe los patrones de ocurrencia de las enfer-
medades e incluyen los siguientes:
1. Estimar la magnitud de los eventos (por ejemplo que tan frecuente es un padecimien-
to en una población)
2. Detectar cambios agudos en la ocurrencia y distribución de las enfermedades (por
ejemplo brotes, epidemias y la presencia de problemas emergentes)
3. Identificar, cuantificar y monitorear las tendencias y patrones del proceso salud-en-
fermedad en las poblaciones (por ejemplo incremento reciente de las enfermedades
de transmisión sexual)
4. Observar los cambios en los patrones de ocurrencia de los agentes y huéspedes para
la presencia de enfermedades (por ejemplo vigilancia de laboratorio del virus de la
influenza)
5. Detectar cambios en las practicas de salud (por ejemplo incremento de la tasa de
cesáreas)
El segundo grupo tiene vínculos con la salud pública, usando los datos colectados para
facilitar la evaluación e investigación de las medidas de prevención y control y son:
1. Probar hipótesis, estas frecuentemente son generadas por el análisis de los datos de
vigilancia, la epidemia de SIDA fue detectada en 1981 en Estados Unidos con el aná-
lisis de un grupo de casos de una inmunodeficiencia adquirida, en homosexuales,
con sarcoma de Kaposi y neumonía por Pneumocystis carinii.
2. Archivos históricos de la actividad de las enfermedades, la información de la vigilan-
cia se concentra año con año en anuarios de información, que al paso del tiempo sir-
ven para desarrollar modelos estadísticos para predecir la factibilidad de las políticas
propuestas para la erradicación de enfermedades.
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Sistema Integrado
de Vigilancia Epidemiológica
Norma técnica
2014
Sistema Integrado de Vigilancia Epidemiológica del Ecuador
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I. INTRODUCCIÓN
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II. ANTECEDENTES
En la década de los 90, el Ministerio de Salud Pública tenía un solo Sistema de Vigilancia Epidemiológica
para la notificación de enfermedades prioritarias (1). “A través de este sistema, se notificaba los casos
sospechosos de todos los eventos de importancia en salud pública sean o no emergencias sanitarias en
un formulario denominado EPI1 y los casos confirmados de eventos en vigilancia se notificaban en otro
formulario denominado EPI2”.
En el 2001, se planteó el Sistema Integrado de Vigilancia Epidemiológica (SIVE) con cinco subsistemas:
1. SIVE-Alerta, correspondería a emergencias sanitarias:
a. Enfermedades de alta capacidad de transmisión, patogenicidad o virulencia, incluyendo la notifi-
cación de síndromes relacionados con estas enfermedades;
b. Brotes y epidemias por cualquier enfermedad transmisible y,
c. Desastres o accidentes colectivos.
2. SIVE-Programas, correspondería a enfermedades que no entran en la definición de emergencias
sanitarias o que son parte de programas de intervención del Ministerio de Salud Pública, como el
Programa Ampliado de Inmunizaciones, Malaria, VIH/SIDA/ITS, Tuberculosis que manejan sus
propios instrumentos, fichas clínico-epidemiológicas y otros. Este subsistema utiliza el formulario
consolidado de los eventos confirmados que se denomina EPI-2.
3. SIVE-Hospital, que tendría como objetivo transformar el registro de egresos hospitalarios en el
sistema de vigilancia de eventos o casos graves evitables.
4. SIVE-Mortalidad Evitable, que tendría como objetivo registrar la mortalidad en general.
5. SIVE-Comunitario que integraría los cuatro subsistemas anteriormente descritos a nivel de los
equipos básicos de atención a la salud y de la comunidad.
El Nuevo Reglamento Sanitario Internacional (RSI) 2005 señala las siguientes competencias a los
Estados Parte:
- Abarca «toda dolencia o afección médica, cualquiera sea su origen o procedencia, que entrañe o
pueda entrañar un daño importante para el ser humano»;
- La obligación de los Estados Partes de instalar un mínimo de capacidades básicas en materia de
salud pública;
- La obligación de los Estados Parte de notificar a la OMS, los eventos que puedan constituir una
emergencia de salud pública de importancia internacional de acuerdo con criterios definidos;
Sistema Integrado de Vigilancia Epidemiológica del Ecuador
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A. Objetivo General
Identificar y analizar los eventos que afectan el estado de salud de las poblaciones, con la finalidad de
generar e intervenir oportunamente en su control, y así mismo, aportar conocimientos integrales para la
planificación, ejecución y evaluación de las intervenciones de salud.
B. Objetivos Específicos:
_ Generar alerta y respuesta temprana y oportuna a eventos de alto potencial epidémico que pudieran
desencadenar emergencias de Salud Pública.
_ Identificar, notificar, investigar, analizar, confirmar y controlar oportunamente casos de enfer-
medades que están bajo estrategias de control y eliminación; e identificar nuevas intervenciones
para desarrollar acciones de control oportuno, promoción y prevención en la instancia correspon-
diente.
_ Obtener información epidemiológica oportuna y de calidad de la morbilidad y mortalidad hospita-
laria que oriente a implementar medidas de prevención y control que se requieran en la atención de
los padecimientos.
_ Identificar, notificar, investigar, analizar la mortalidad general y los casos de muertes evitables
para establecer intervenciones a nivel de los servicios de salud.
V. ALCANCE
El Sistema Integrado de Vigilancia Epidemiológica apunta a trabajar bajo el marco conceptual de la Inteli-
gencia Epidemiológica, que le permitirá generar información temprana y hasta anticiparse a los eventos
que pudieran afectar la Salud Pública; es de aplicación universal y obligatoria a todos los establecimien-
tos que brindan atención en salud de la Red Pública y Complementaria del Sistema Nacional de Salud del
Ecuador y abarca todos los subsistemas del componente de vigilancia basada en indicadores : SIVE
Alerta, Subsistemas de vigilancia especializado, SIVE Hospital y SIVE Mortalidad; y él componente de
vigilancia basada en eventos ; cuando el caso lo amerite (eventos que pudieran constituir una emergencia
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de salud pública de importancia internacional) evaluará el evento a través de Anexo 2 del RSI y notificará
al Centro Nacional de Enlace (CNE) para el RSI y a través del CNE a la Organización Mundial de la Salud.
VI. DEFINICIONES
Inteligencia epidemiológica: función estratégica a partir del proceso de detección, filtrado, verifi-
cación, análisis, evaluación e investigación de aquellos eventos o situaciones que puedan representar
una amenaza para la salud pública. Incluye las actividades relacionadas con las funciones de alerta
temprana. Es un proceso interactivo y dinámico, ya que la entrada sucesiva de nueva información puede
desencadenar nuevas actividades. (3)
Pasiva: cuando los responsables del Sistema de Vigilancia recolectan los datos a partir de los regis-
tros rutinarios de los casos y eventos sujetos a vigilancia. Es el más usado y tiene menor costo.
Simple: es la vigilancia de síntomas, enfermedades o sucesos de salud notificados por las fuentes
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habituales del sector salud que se corresponde en general con la vigilancia pasiva.
Tipos de vigilancia
Vigilancia Universal: es el reporte o notificación individualizada o grupal de todos los casos nuevos
de una determinada enfermedad (cobertura universal).
Vigilancia Centinela: tiene cuatro estrategias para recolectar la información: en sitios centinelas, en
unidades centinelas, en grupos centinelas y mediante encuestas periódicas.
Sitios Centinela: recolectan los datos en forma intensiva en un área geográfica delimitada con el
objetivo de generalizar los resultados obtenidos a un área más amplia (provincia, zona, país).
Cadena epidemiológica: son los pasos que sigue un agente causal, desde su hábitat natural (reservo-
rio), hasta el hospedero susceptible. Es el resultado de la interacción entre un agente, la vía de transmis-
ión y el huésped, donde el medio ambiente tiene una influencia más o menos importante. La importancia
de la cadena epidemiológica radica en que identificando los posibles eslabones en cada enfermedad se
puede interrumpirla cadena de transmisión y prevenir el desarrollo y propagación de estas enfermedades.
(7)
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1. Agente causal: es un factor que puede ser un microorganismo, sustancia química, o forma de radia-
ción cuya presencia, presencia excesiva o relativa ausencia es esencial para la ocurrencia de la enfer-
medad. (7)
2. Reservorio: es cualquier ser humano, animal, artrópodo, planta, suelo o materia inanimada, donde
normalmente vive y se multiplica un agente infeccioso y del cual, depende para su supervivencia,
reproduciéndose de manera que pueda ser transmitido a un huésped susceptible. (7)
3. Puerta de salida del agente: los agentes biológicos causales salen de los diferentes sistemas del
organismo de la persona o animal por: vía respiratoria, vía digestiva, vía genitourinaria, piel y mucosa,
solución de continuidad (sangre), placenta. (7)
4. Modo de transmisión del agente: es la forma en que el agente infeccioso se transmite del reservorio
al huésped. (7)
5. Puerta de entrada en el nuevo huésped: las puertas de entrada de un germen en el nuevo huésped
son básicamente las mismas empleadas para su salida del huésped previo. (7)
6. Susceptibilidad del huésped: persona o animal vivo que brindan medios de subsistencia o
alojamiento a un agente infeccioso en circunstancias naturales. (7)
Definición de caso: un conjunto de criterios diagnósticos que deben ser completados con la finalidad
de identificar a una persona como caso de un evento particular. La definición epidemiológica de caso no
es necesariamente la misma que la definición clínica habitual.
Caso: individuo de una población en particular que en un tiempo definido cursa con una enfermedad o
evento que esté bajo vigilancia o investigación.
Caso sospechoso: persona cuya historia clínica, síntomas y posible exposición a una fuente de
infección, sugieren que pueda tener o va a desarrollar una enfermedad. (6)
Caso probable: caso sospechoso que además tiene relación epidemiológica, sin evidencia definitiva de
laboratorio.
Caso confirmado: persona de la cual fue aislado e identificado el agente etiológico o de la que fueran
obtenidas otras evidencias clínicas, epidemiológicas y/o laboratoriales que siguen los criterios y defini-
ciones para cada enfermedad específica. (6)
Caso descartado: caso sospechoso o probable, en el que los estudios complementarios determinan
que no es causado por la enfermedad que inició el estudio, o aquel en el que hay signos y síntomas
propios de otro padecimiento, así como evidencia epidemiológica.
Caso Índice: primer caso que se presenta de un número de casos similares, epidemiológicamente
relacionados.
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Caso importado: cuando se ha identificado en la encuesta del caso un antecedente de viaje a un país o
localidad epidémico/a o endémico/a, que coincide con el período de infección del evento.
Caso autóctono: será aquél en que no se ha podido determinar circunstancias de viaje o exposición
conocida, siempre en el margen del período de incubación.
Causa básica de muerte: es la enfermedad o lesión que inició la cadena de acontecimientos patológi-
cos que condujeron directamente a la muerte, o las circunstancias de accidentes o violencia que produjo
la lesión fatal.
Contacto: persona que se relaciona con el caso índice o primario de la enfermedad infecciosa o que se
encuentra en un medio ambiente contaminado y que tiene probabilidad de adquirir el agente etiológico.
Enfermedad transmisible: es cualquier enfermedad causada por un agente infeccioso específico o sus
productos tóxicos, que se manifiesta por la transmisión de este agente o sus productos, de un reservorio
a un huésped susceptible, ya sea directamente de una persona o animal infectado, o indirectamente por
medio de un huésped intermediario, de naturaleza vegetal o animal, de un vector o del medio ambiente
inanimado.
Enfermedad reemergente: es una enfermedad transmisible previamente conocida que reaparece como
problema de salud pública tras una etapa de significativo descenso de su incidencia y aparente control.
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Epidemia: es la ocurrencia de casos de enfermedad u otros eventos de salud con una incidencia mayor
a la esperada para un área geográfica y periodo determinados. El número de casos que indican la presen-
cia de una epidemia varía según el agente, el tamaño y tipo de población expuesta, su experiencia previa
o ausencia de exposición a la enfermedad, el lugar y tiempo de ocurrencia.
Estudio de caso: la investigación del evento clínico epidemiológico con apoyo de pruebas de laborato-
rio cuando sea necesario.
Epizootia: es una enfermedad contagiosa que ataca a un número inusual de animales al mismo tiempo
y lugar y se propaga con rapidez.
Evento inusitado: es el evento imprevisto causado por un agente desconocido, eliminado, erradicado o
no notificado anteriormente, en el que además la fuente, el vehículo o la vía de transmisión son descono-
cidos y la evolución de los casos es grave o presenta síntomas no habituales, en el que alguna indicación
de un tratamiento conocido, una medida de control o prevención ha fracasado, o en los que se sospecha
o se tiene la certeza de liberación de un agente biológico, químico o nuclear intencional o accidental.
Edad gestacional: es la edad de un embrión, feto o recién nacido calculada al número de semanas/días
completos transcurridos entre el primer día del último período menstrual normal y al momento presente
en que se tiene contacto con la mujer embarazada.
Factor de riesgo: cualquier rasgo, característica o exposición de un individuo que aumente su probabil-
idad de sufrir una enfermedad o lesión, ejemplos: insuficiencia ponderal, las prácticas sexuales de
riesgo, la hipertensión, el consumo de tabaco y alcohol, el agua insalubre, las deficiencias del sanea-
miento y la falta de higiene. (8)
Exposición: contacto directo o indirecto de una persona con un agenté físico, químico o biológico,
capaz de producir daño a la salud. (6)
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Muerte materna: es la muerte de una mujer mientras está embarazada, o dentro de los 42 días siguien-
tes a la terminación del embarazo, independientemente de la duración y el sitio del embarazo, debida a
cualquier causa relacionada con o agravada por el embarazo mismo o su atención, pero no por causas
accidentales o incidentales. (11)
Muerte neonatal: se refiere a la muerte de un recién nacido de más de 500 gramos desde el nacimiento
hasta los 27 días de vida cumplidos.
Nacimiento: finalización del embarazo y separación completa del recién nacido del cuerpo de su madre.
El término se emplea tanto para los que niños y niñas que nacen vivos como para los mortinatos a partir
de los 500 gramos de peso o 22 semanas de gestación.
Pandemia: epidemia que alcanza grandes extensiones geográficas en forma casi simultánea o con
rápido desplazamiento de un continente a otro. (6)
Período de transmisibilidad: es el intervalo de tiempo durante el cual, el agente infeccioso puede ser
transferido directa o indirectamente de una persona infectada a otra persona, de un animal infectado al
ser humano o de un ser humano infectado a un animal, inclusive artrópodos.
Recién nacido vivo (a): niño o niña producto de una gestación de 22 semanas o más o 500 gramos de
peso; que nace con signos vitales, tales como respiración, latidos cardiacos o del cordón umbilical o
movimientos definidos de músculos voluntarios.
Riesgo para la salud pública: se refiere a la probabilidad de que se produzca un evento que puede
afectar adversamente a la salud de las poblaciones humanas, pueda suponer un peligro grave y directo,
considerando en particular la posibilidad de que se propague nacional e internacionalmente. (12)
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Señal: para la vigilancia epidemiológica cualquier evento que suponga un cambio en la ocurrencia de
una enfermedad respecto al número de casos, el mecanismo de transmisión, la gravedad y mortalidad
o el patrón epidemiológico. Se incluyen además, eventos de todas las posibles naturalezas; origen
biológico, químico, radiológico o nuclear. (14)
Zoonosis: es una infección o enfermedad infecciosa transmisible que en condiciones naturales, ocurre
entre los animales vertebrados y el hombre. (7)
Componentes
Fuente: Adaptación. Kaiser R, Coulombier D, Baldari M, Morgan D, Paquet C. What is epidemic intelligence, and how is it
being improved in Europe?. Euro Surveill. 2006;11(5):pii=2892
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Los componentes 3 y 4 están interrelacionados, mediante ellos, se identifican y detectan los daños o
riesgos que afectan gravemente la salud de la población, se analiza la evitabilidad de los mismos con
medidas de promoción de la salud y prevención, y se evalúa la calidad, la eficiencia de la atención en los
servicios de salud con sus implicaciones sociales y económicas. Estos componentes se basan en la
recolección de información mediante los informes de egresos hospitalarios y los informes estadísticos de
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Existen además elementos complementarios para la vigilancia epidemiológica, estos se refieren a: Labo-
ratorio y estudios de determinantes de la salud que aportan información fundamental en el proceso de
investigación, agregan evidencia y colaboran en la definición y caracterización de brotes y epidemias.
Este componente tendrá como fuentes de información las formales y las informales.
• Fuentes formales.- información que provienen de otros sistemas de vigilancia como Vigilancia
Ambiental, Vigilancia de Salud animal, Vigilancia Sanitaria y sistemas de información estadística
como el RDACAA. Estas fuentes pueden ser nacionales e internacionales.
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Capacitación - Capacitar de forma continua al personal de su unidad operativa en temas de vigilancia epidemi-
ológica.
- Brindar capacitación para el desarrollo de intervenciones a nivel local y comunitario dirigido a
Técnicos en atención primaria en salud -TAPS, promotores y comunidad.
Página 81 de 112
Análisis de datos
Tiempo
2.000
1.500
1.000
500
0
1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998
Año
Página 82 de 112
80
Tasa por 100.000
60
40
20
0
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1934
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
Ano
• Estacional- patrón regular de variación entre estaciones del año (Gráfico 4.3).
100
90
80
70
60
Casos
50
40
30
20
10
0
4 8 12 16 20 24 28 32 36 40 44 48 52
semanas
Lugar
Los datos de la vigilancia también pueden ser analizados o comparados según el lugar en
que ocurrieron. Un buen apoyo es la descripción gráfica de las notificaciones (mapeo)
según espacios y población, especialmente a nivel local. El uso de sistemas de informa-
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ción geográfica (SIG) no solamente puede mejorar la descripción gráfica de los eventos
bajo vigilancia con relación a la variable lugar, sino también el análisis geoespacial de
dichos eventos y la identificación de conglomerados y brotes. Se debe tratar de localizar
el lugar en el que se originó la enfermedad así como el lugar en el que se encontraba el
paciente al momento de detección de la enfermedad. Al igual que para el análisis en el
tiempo, es importante utilizar tasas, ya que un alto número de casos puede deberse a un
tamaño poblacional mayor y no necesariamente a una alta incidencia o riesgo.
Persona
El análisis de los datos de vigilancia por las características de las personas afectadas es
valioso para identificar los grupos de riesgo. La mayoría de los sistemas de vigilancia
proporcionan información por edad y sexo. Otras variables utilizadas o que pueden estar
disponibles son: nacionalidad, nivel de inmunidad, nutrición, estilos de vida, escolari-
dad, área de trabajo, hospitalización, factores de riesgo y nivel socioeconómico.
Los factores o características que se pueden usar para distinguir entre las personas enfer-
mas o no, son de tres tipos: 1) características personales, 2) actividades y 3) condiciones
de vida.
Curva epidémica
18,000
15,000
12,000
Casos
9,000
6,000
3,000
0
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39 41 43 45 47 49 51
Semanas epidemiológicas
Corredor endémico
enfermedad a través del tiempo. Así, el corredor endémico expresa, en forma gráfica, la
distribución típica de una enfermedad durante un año cualquiera, captura la tendencia
estacional de la enfermedad y representa el comportamiento esperado de dicha enferme-
dad en un año calendario. En los servicios locales de salud, el corredor endémico es un
instrumento útil para el análisis de la situación epidemiológica actual de una enferme-
dad, la determinación de situaciones de alarma epidémica y la predicción de epidemias.
Para ello, básicamente, se debe superponer la curva epidémica actual (frecuencia obser-
vada) al corredor endémico (frecuencia esperada).
Gráfico 4.5 Corredor endémico casos de diarrea en mayores de 5 años, país X, 1990-
1996
14
zona de epidemia
12
12
8
Casos
zona de alarma
6
4
zona de seguridad
2
zona de éxito
0
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39 41 43 45 47 49 51
Semanas epidemiológicas
Para construir un corredor endémico se requiere contar con las frecuencias semanales o
mensuales de la enfermedad correspondientes a una serie de siete o más años. En caso
de tener años epidémicos, estos deben excluirse. El número de años de observación de-
pende de la regularidad o estabilidad con que se presentan los casos de un año a otro y
de la ocurrencia previa de brotes o cambios drásticos en los sistemas de vigilancia y/o
medidas de control; si se sospecha inestabilidad, es recomendable considerar más años.
Existen diversos métodos para construir corredores endémicos, con distintos grados de
sofisticación y precisión, pudiendo hacerse tanto con casos como con tasas de enferme-
dad. A continuación presentamos una técnica sencilla y útil que sigue los siguientes tres
pasos básicos:
1) Para cada unidad de tiempo en que se divide el año (semanas o meses), se ordenan
de menor a mayor las respectivas frecuencias observadas en la serie de años. Por
ejemplo, si tenemos la notificación mensual de casos para siete años consecutivos,
procedemos a ordenar en forma ascendente las frecuencias observadas en todos
los “eneros”; de la misma forma procedemos con los otros 11 meses. Con este paso
se obtiene una serie cronológica (semanal o mensual) de frecuencias ordenadas.
3) Se grafican las tres medidas resumen por unidad de tiempo del paso anterior en
un eje de coordenadas en el cual el eje vertical representa la frecuencia de casos
y el eje horizontal las unidades de tiempo en que se divide el año y se trazan los
límites superior e inferior y el corredor endémico.
Ejercicio
60
50
40
Casos
30
20
10
0
J F M A M J J A S O N D
Meses
II. Con los datos proporcionados en el Cuadro 4.5 construya el corredor endémico
de la meningitis meningocócica en el país X para el periodo 1993-1999 en el
espacio provisto a continuación.
60
55
50
45
40
35
Casos
30
25
20
15
10
5
0
J F M A M J J A S O N D
Meses
25
(J)
0 20
..,
-_:::s
Q)
(J) 15
Q)
"C
0
10
lI..
Q)
E 5
~:::l
Z 0
3 9 1521 27
Diarnetro de la induraci6n (mm)
Figura 5-1. Distribuci6n de las reacdones a la tuberculina. (Adaptado de Edwards LB, Palmer CE, Magnus K: BCG Vaccination:
Studies by the WHO Tuberculosis Research Office, Copenhagen. WHO Monograph No. 12. Geneva, WHO, 1953.)
100
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la presi6n arterial por encima del cual las personas se En cualquiera de las distribuciones (unimodal 0
consideran hipertensas y por debajo del cual se conside- bimodal) resulta relativamente sencillo diferenciar
ran normotensas. No existe un valor exacto de presi6n entre los valores extremos de 10 normal y 10 anormal.
arterial que diferencie a los sujetos normotensos de Sin embargo, en ambos tipos de curvas, existen casos
los hipertensos. Aunque podemos elegir un punto dudosos que permanecen en una zona gris.
de corte para establecer la hipertensi6n basandonos en
consideraciones estadisticas, 10ideal es que quisieramos
VALIDEZ DE LAS PRUEBAS DE CRIBADO
elegir el punto de corte basado en informaci6n bio16gica;
es decir, queremos saber que una presi6n por encima La validez de una prueba se define como su capacidad
del valor de corte elegido se asocia con un mayor riesgo para diferenciar entre los que tienen una enfermedad y
de sufrir posteriormente una enfermedad, como ictus 0 los que no la tienen. La validez posee dos componentes:
infarto de miocardio, que deriven en un desenlace mortal. sensibilidad y especificidad. La sensibilidad de la prueba
;..i
Q)
0l> Desafortunadamente, para muchas caracteristicas huma- se define como la capacidad de la prueba para identi-
1l
i:LI
nas no contamos con una informaci6n que sirva de guia ficar correctamente a aquellos que tienen la enferme-
© para establecer ese valor. dad. La especificidad de la prueba se define como la
Secci6n 1 ABORDAJE EPIDEMIOLOGICO DE LA ENFERMEDAD Y LA INTERVENCION Página 92 de 112
Ejemplo: asuma una poblaci6n de 1.000personas, de las cuales 100 tienen la enfermedad y 900 no la tienen. Se util a
una prueba de cribado para identificar a las 100 personas que tienen la enfermedad.
CARACTERisTICAS VERDADERAS
DE LA POBLACION
Totale8100 9001,000
Sensibilidad: Especificidad:
80800
~~ =80% =89%
100 900
TP TN
Sensibilidad-:------------ Especificidad ---~-----------
TP+ FN TN+ FP
la prueba se localicen en dos celdillas, en las esquinas Otro es la ansiedad y la preocupaci6n inducidas en las
superior izquierda e inferior derecha de la tabla: personas personas a las que se informa que el resultado de la prueba
con la enfermedad identificadas correctamente median- ha sido positivo. Existen datos de peso que indican que
te la prueba como «positives» (verdaderos positivos) y muchas personas consideradas «positivas» por la prueba
personas sin la enfermedad identificadas correctamen- de cribado nunc a se libran por completo de dicha etiqueta,
te mediante la prueba como «negatives» (verdaderos incluso aunque los resultados de evaluaciones posteriores
negativos). Desafortunadamente, esta situaci6n suele sean negativos. Por ejemplo, los ninos identificados como
ser una excepci6n. Algunas personas que no tienen la «positives» en un program a de cribado de cardiopatia
enfermedad son identificadas incorrectamente como fueron tratados como discapacitados por los padres y el
«positives» por la prueba (jalsos positivos) y algunas personal de la escuela incluso despues de haberles infor-
personas que padecen la enfermedad son identificadas mado de que pruebas posteriores mas definitivas fueron
incorrectamente como «negatives» (jalsos negativos). negativas. Ademas, dichos individuos pueden encontrar
LPor que son importantes estas cuestiones? Cuan- limitaciones a nivellaboral y no ser asegurados por la
do realizamos un program a de cribado, a menudo interpretaci6n err6nea de los resultados positivos en una
encontramos un grupo numeroso de personas con re- prueba de cribado, incluso aunque pruebas posteriores no
sultados positivos en el cribado, en el que se incluyen logren confirmar los hallazgos positivos.
personas que realmente tienen la enfermedad (verdaderos LPor que es importante el problema de los falsos ne-
ta
os. positivos) y personas que no tienen la enfermedad (falsospo- gativos'? Si una persona presenta la enfermedad pero es
o
o
o sitivos). La cuesti6n de los fa Isas positivos es importante informada incorrectamente de que los resultados de la
-0
~ porque todas las personas con resultados positivos en el prueba son negativos, en caso de que se trate de una en-
;....;
o~
(\)
cribado son exploradas de nuevo con pruebas mas sofis- fermedad grave para la que se dispone de intervenciones
ticadas y caras. De los diversos problemas que resultan, el efectivas, el problema es realmente grave. Por ejemplo,
GJ'"
© primero es la carga sobre el sistema de asistencia sanitaria. si la enfermedad es un tipo de cancer que es curable
ABORDAJE EPIDEMIOLOGICO DE LA ENFERMEDAD Y LA INTERVENCION Página 94 de 112
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Figura 5-3. A-G, Los efectos de elegir diferentes niveles de corte para definir un resultado positivo en una pmeba cuando se realiza
un crib ado de diabetes utilizando un marcador continuo, la glucemia, en una poblacion hipotetica (V. exposicion en el apartado
«Pruebas de variables continuas».)
unicamente en sus etapas mas iniciales, un resultado tinua, como la presi6n arterial 0 la concentraci6n de
falso negativo puede representar una sentencia de muerte glucosa en sangre, para la que no existe un resultado
virtual. Por tanto, la importancia de los resultados falsos «positive» 0 «negative». Por tanto, se debe adoptar una
negativos depende de la naturaleza y la gravedad de la decisi6n para establecer un punto de corte por encima
enfermedad para la que se rea liz a el cribado, de la eficacia del cual el resultado de la prueba es considerado posi-
de las medidas de intervenci6n disponibles y de si la tivo y por debajo del cual el resultado es considerado
eficacia es mayor si la intervenci6n se aplica en las etapas negativo. Consideremos el diagrama que se muestra
iniciales de la evoluci6n natural de la enfermedad. en la figura 5-3.
En la figura 5-3A se muestra una poblaci6n de
Pruebas de variables continuas 20 diabetic os y 20 no diabetic os en los que se realizan
Hasta ahora hemos analizado una prueba con tan s6lo pruebas de cribado utilizando una prueba de glucosa
dos resultados posibles: positivo 0 negativo. Pero a en sangre cuya escala se muestra en el eje vertical de
menudo realizamos pruebas para una variable con- valores maximos a minimos. Los diabetic os son re-
Evaluaci6n de la validez y fiabilidad de las pruebas diagn6sticas y de cribado Página 95 de 112
presentados por circulos azules y los no diabetic os, por existe una compensaci6n: si aumentamos la sensibilidad
circulos rojos. Observamos que, aunque las concen- disminuyendo el punto de corte, disminuimos la especifi-
traciones de glucosa en sangre suelen ser mas elevadas cidad; y si aumentamos la especificidad elevando el punto
en los diabetic os que en los no diabeticos, no existe una de corte, estamos reduciendo la sensibilidad. Como dijo
concentraci6n que separe claramente los dos grupos; un sabio: «Nadie da nada por nada.»
existe cierto solapamiento entre diabetic os y no diabe- El dilema de decidir si se elige un punto de corte alto
ticos en cada concentraci6n de glucosa en sangre. Sin o bajo reside en el problema de los falsos positivos y los
embargo, debemos seleccionar un punto de corte de falsos negativos que resultan de la prueba. Es importante
modo que aquellos cuyos resultados se encuentren por recordar que al realizar pruebas de cribado obtenemos
encima de dicho punto de corte puedan considerarse grupos clasificados unicamente segun los resultados de
«positives» y puedan ser vueltos a explorar con mas las pruebas de cribado, como positivos 0 negativos. Ca-
pruebas, y aquellos cuyos resultados se encuentren por recemos de informaci6n acerca del verdadero estado de
debajo de dicho punto se consideren «negatives» y no su enfermedad, que, por supuesto, es el motivo para rea-
sean program ados para realizar pruebas adicionales. lizar el cribado. De hecho, los resultados de la prueba de
Supongamos que se elige una concentraci6n de corte cribado no proporcionan cuatro grupos, como se observa
relativamente elevada (fig. 5-3B). Claramente, muchos en la figura 5-5, sino dos grupos: un grupo de personas
diabetic os no seran identificados como positivos; por con resultados positivos en la prueba y otro grupo con
otro lado, la mayoria de los no diabetic os seran identifi- resultados negativos. A los que obtuvieron resultados
cados correctamente como negativos. Si representamos positivos se les notificaran los resultados de la prueba y se
estos resultados en una tabla de 2 X 2, la sensibilidad les pedira que vuelvan para realizar pruebas adicionales.
de la prueba utilizando esta concentraci6n de corte A las personas del otro grupo, con resultados negativos,
sera del 25% (5/20) y la especificidad, del 90% (18/20). se les notificara dicho resultado y, por tanto, no se les
l Que ocurre si se elige una concentraci6n de corte pedira que vuelvan para realizar nuevas pruebas (fig. 5-6).
baja (fig. 5-3C)? Muy pocos diabetic os sedan mal diag- La elecci6n de un punto de corte alto 0 bajo para rea-
nosticados. lCual es entonces el problema? Una gran lizar pruebas de cribado depende, por tanto, de la im-
proporci6n de los no diabetic os son identificados ahora portancia que Ie otorguemos a los falsos positivos y los
pero la especificidad es unicamente del 30% (6/20). «desetiquetar» a una persona que obtuvo resultados posi-
La dificultad estriba en que en el mundo real no tivos y que posteriormente se concluy6 que no presentaba
existe una linea vertical que separe los diabetic os de la enfermedad. Ademas, los resultados falsos positivos
los no diabeticos, y, de hecho, se encuentran mezclados suponen una carga importante al sistema de asistencia
(fig. 5-3D); no son distinguibles ni con circulos rojos 0 sanitaria, ya que un grupo numeroso de personas debe
azules (fig. 5-3E). Por tanto, si se usa una concentraci6n ser citado de nuevo para repetir pruebas, cuando s6lo
de corte elevada (fig. 5-3F), a todos aquellos con resul- unas pocas presentaran la enfermedad. Por otro lado, los
tados por debajo de la linea se les podra asegurar que no pacientes con resultados falsos negativos seran inform a-
tienen la enfermedad y no necesitan mas seguimiento; dos de que no tienen la enfermedad y no seguiran siendo
si se usa una concentraci6n de corte baja (fig. 5-3G), revisados, por 10 que posiblemente pueden pasarse por
todos aquellos con resultados por encima de la linea alto enfermedades graves en etapas tempranas tratables.
seran vueltos a explorar con nuevas pruebas. Por tanto, la elecci6n de los puntos de corte depende de
En la figura 5-4A se muestran datos reales sobre la importancia relativa de la falsa positividad y la falsa
la distribuci6n de las concentraciones de glucosa en negatividad para la enfermedad en cuesti6n.
sangre en diabeticos y en no diabeticos. Supongamos
que quisieramos realizar una prueba de cribado en esta
poblaci6n. Si decidimos establecer el punto de corte de
modo que podamos identificar a todos los diabetic os
(100% de sensibilidad), podriamos elegir una concen-
traci6n de 80 mg/ dl (fig. 5-4B).Sin embargo, el problema
es que procediendo asi tam bien consideraremos positivos
ta
os. a muchos de los no diabeticos, es decir, la especificidad
o
o
o sera muy baja. Por otro lado, si establecemos el punto de
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~ corte en 200 mg/ dl (fig. 5-4C), todos los no diabeticos
;..;
o~
seran identificados como negativos (100% de especifi-
(\)
UNIDAD 3
Estudios epidemiológicos para identificar las causas de las enfermedades
Investigación
en epidemiología
Introducción
La epidemiología surgió para el estudio de las epidemias en las enfermedades infecciosas — de
ahí su nombre— y fue de gran utilidad para la identificación de sus causas. En el siglo xx los
estudios epidemiológicos se extendieron a las enfermedades no infecciosas, y en el análisis de
estos estudios se empleó el método epidemiológico, valiéndose principalmente de la demogra-
fía y la estadística.
La epidemiología es la disciplina científica que estudia la distribución, la frecuencia, los
determinantes, las asociaciones y las predicciones de los factores relacionados con la salud y
enfermedad en poblaciones humanas, y ocupa un lugar especial en la intersección entre las
ciencias biomédicas y las ciencias sociales; aplica los métodos y principios de estas ciencias al
estudio de la salud y la enfermedad en poblaciones humanas, tomando en cuenta la tempora-
lidad (evolución en el tiempo).
Se la considera una ciencia básica de la medicina preventiva y una fuente de información
para la salud pública en la elaboración de programas. Esta disciplina estudia, sobre todo, la
relación causa-efecto. Sabemos que las enfermedades no se producen de forma aleatoria, y
que tienen causas o factores de riesgo, las cuales pueden ser biológicas, psicológicas, sociales,
culturales, económicas y ambientales, la mayoría de las cuales son evitables; por esto, mientras
mejor se conozcan las causas de las enfermedades, más posibilidades habrá de prevenirlas. En
este sentido, la metodología epidemiológica ha sido crucial para identificar numerosos factores
etiológicos que, a su vez, han justificado la formulación de políticas sanitarias encaminadas a
la prevención de enfermedades, lesiones y muertes prematuras.
La investigación epidemiológica se basa en las funciones de la epidemiología, las cuales
contribuyen a:
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Estudios transversales.
Se trata de estudios en los que en una muestra se valoran diferentes
enfermedades y características, así como la exposición a uno o varios factores de
riesgo en un momento determinado. No tienen direccionalidad, no hay
seguimiento temporal.
Suelen estudios descriptivos, aunque en función de su diseño pueden usarse con
finalidad analítica.
Su característica fundamental es que es un estudio de corte, en el que las
enfermedades y las exposiciones se observan de forma simultánea e instantánea,
en un momento del tiempo, sin que se haga un seguimiento en el mismo.
Ha de seleccionarse una muestra a partir de la población que desea estudiarse. El
método de selección y el tamaño de la muestra son fundamentales para el diseño
del estudio.
Los resultados de este tipo de estudios pueden ser muy útiles para la planificación
de los servicios sanitarios en aspectos como identificación de marcadores de
riesgo, valoración de determinantes de salud o identificación de grupos que
necesitan cuidados especiales.
Son muy empleados en grandes encuestas de salud o en estudios de
seroprevalencia.
Principales ventajas de los estudios transversales:
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Estudios ecológicos.
Estos estudios utilizan datos no de individuos, sino de poblaciones, generalmente
países, o regiones dentro de un mismo país. Se compara la frecuencia de una
enfermedad y una exposición en un mismo momento de tiempo. Describen la
enfermedad en la población en relación a variables de interés como puede ser la
edad, el consumo de alcohol, de tabaco, etc.
Son útiles cuando no se dispone o resulta difícil obtener información a nivel
individual, como ocurre, por ejemplo, al estudiar la relación entre el consumo de
cerveza por persona y la incidencia de cáncer de recto. Otro ejemplo, sería la
asociación entre los ingresos económicos medios y las tasas de mortalidad por
cáncer, o la relación entre el nivel de contaminación ambiental y la incidencia de
enfermedades respiratorias en municipios, países, etc.
Son estudios muy rápidos, económicos y fáciles de realizar, pero tienen el
inconveniente de que las conclusiones solo se refieren a las poblaciones y no a los
individuos, por lo que no es posible obtenerlas acerca de la exposición del
individuo y el riesgo de sufrir la enfermedad. El sesgo o falacia ecológica consiste
precisamente en obtener conclusiones inadecuadas a nivel individual, basadas en
datos poblacionales. Otra gran limitación de los estudios ecológicos es la
incapacidad para controlar por variables potencialmente confusoras.
No sirven para evaluar hipótesis etiológicas, pero con frecuencia pueden
conducir a formularlas.
Un tipo especial dentro de este tipo de estudios lo constituyen los Modelos
Multinivel o Modelos Jerárquicos, que se basan en el hecho y la aceptación de que
los individuos de una población pueden agruparse en diferentes grupos de
agregación en distintos niveles o jerarquías.
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Notificación de casos.
La notificación de casos es el tipo más sencillo de estudio descriptivo. Son muy
habituales en las revistas sanitarias, y a veces proporcionan los primeros datos
para describir una enfermedad.
Describen la experiencia de un paciente o un grupo de pacientes con una misma
enfermedad que presentan alguna característica o evolución clínica relevante.
Como en el resto de estudios descriptivos, el estudio de un caso clínico o de una
serie de ellos puede conducir a la generación de hipótesis etiológicas.
Estudios de cohortes.
En los estudios de cohortes una población (que se halla libre de la enfermedad o
problema de salud que es objeto del estudio) es seleccionada y clasificada en dos
grupos (expuestos y no expuestos) en función de que presenten o no una
determinada característica o factor de exposición. Estos sujetos son objeto de
seguimiento durante un período de tiempo para observar con qué frecuencia
aparece la enfermedad estudiada en cada uno de los grupos.
POBLACIÓN
ENFERMEDAD NO ENFERMEDAD
EXPUESTOS NO EXPUESTOS
a b c d
Fumadores
Sí 30 1170 1200
No 5 995 1000
35 2165 2200
La medida de asociación en los estudios de cohortes es el riesgo relativo (relative risk). Para
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rrollan y no desarrollan la enfermedad en ambos grupos, y, por último, se calcula la incidencia
en expuestos y no expuestos como muestra el siguiente esquema mediante una tabla 2 x 2.
Aquí se presenta otro ejemplo para estimar la incidencia de enfermedad coronaria (coro-
nary heart disease, CHD) en fumadores (expuestos) y no fumadores (no expuestos).
Si el RR > 1, el riesgo en los expuestos es mayor que en los no expuestos y existe esa asocia-
ción (que puede ser causal o no, como se explicará en el Capítulo 7).
Si el RR < 1, ocurre lo contrario que en el caso anterior: el riesgo en los expuestos es menor
que en los no expuestos y la exposición protege del desarrollo del efecto. En este caso tam-
bién se deberá valorar si esa asociación es causal y, por lo tanto, protectora de desarrollar
la enfermedad.
RR 1 1,84 1
FAE 0,46
RR 1,84
RA I I
Ejemplo La incidencia de una enfermedad (que se supone relacionada con el
tabaco) en los fumadores (I1), es de 35,5 casos por cada 1.000 personas-año; y la
incidencia de esa misma enfermedad en no expuestos (no fumadores) (I0) es de
19,3 casos por cada 1.000 personas-año.
Reducción absoluta del riesgo (RAR).
Cuando la incidencia en los no expuestos es mayor que en los expuestos, quiere
decir que la exposición es un factor protector de la enfermedad (exposición
beneficiosa). En este caso se habla de reducción absoluta del riesgo (RAR).
RAR I I
Refleja la cantidad absoluta de casos que se evita en los expuestos, debido a la
exposición beneficiosa.
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Sí(Casos) (No)Controles
Expuestos
Sí a b y1
No c d Y0
xe x0 y
Van del efecto a la causa: los casos y los controles se seleccionan en función de un
efecto (enfermedad), y luego se estudian los posibles factores causales. Son útiles
en la exploración inicial de hipótesis de causalidad.
En estos estudios es de especial importancia el procedimiento de selección de los
casos y los controles.
Ejemplo 1.2. Se pretende estudiar la posible relación entre una enfermedad
(fibroadenoma de mama) y un factor de exposición (consumo de anticonceptivos
orales). Para ello se seleccionan 100 mujeres que padecen la enfermedad (casos),
y otras 100 que no la tienen (controles), y en todas ellas se investiga el consumo
previo de alcohol. Los individuos nos quedarán clasificados en la siguiente tabla:
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Sí(Casos) (No)Controles
Sí 47 38 85
Alcohol
No 53 62 115
a∙d 95 ∙ 158
OR 3,40
b∙c 42 ∙ 105
Eso quiere decir que el riesgo de tener úlcera péptica es 3,40 veces mayor entre
los fumadores que entre los no fumadores.
El IC 95 % de la OR es (2,19; 5,28), por lo tanto es un riesgo estadísticamente
significativo.
OR 1 3,40 1
FAE 0,71
OR 3,40
POBLACIÓN
MUESTRA
intervención