0% encontró este documento útil (0 votos)
18 vistas48 páginas

No Acreditar Perjuicio Irremediable Constitucional Especial Constitucional

Este documento presenta la Sentencia T-509/19 de la Corte Constitucional Colombiana. En la sentencia, la Corte determina que no es procedente una acción de tutela presentada por Diana María Martínez Rubio contra el Ministerio del Trabajo y Avianca S.A. La Corte encontró que la accionante no demostró la vulneración de sus derechos a la asociación sindical y al debido proceso, y que existían otros medios jurídicos para defenderse. Además, la Corte estableció que la libertad sindical es un derecho
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
18 vistas48 páginas

No Acreditar Perjuicio Irremediable Constitucional Especial Constitucional

Este documento presenta la Sentencia T-509/19 de la Corte Constitucional Colombiana. En la sentencia, la Corte determina que no es procedente una acción de tutela presentada por Diana María Martínez Rubio contra el Ministerio del Trabajo y Avianca S.A. La Corte encontró que la accionante no demostró la vulneración de sus derechos a la asociación sindical y al debido proceso, y que existían otros medios jurídicos para defenderse. Además, la Corte estableció que la libertad sindical es un derecho
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 48

Sentencia T-509/19

ACCION DE TUTELA EN MATERIA DE ASOCIACION


SINDICAL-Improcedencia por existir otro medio de defensa judicial y
no acreditar perjuicio irremediable

LIBERTAD DE ASOCIACION SINDICAL-Protección


constitucional especial 

DERECHO DE LIBERTAD SINDICAL-Jurisprudencia


constitucional

DERECHO DE ASOCIACION SINDICAL-Características

Es un derecho cuyo ejercicio es voluntario pues la afiliación o desafiliación


depende de la autodeterminación – como decisión libre – del trabajador para
asociarse, o no hacerlo, con otros individuos dentro de una organización
colectiva que persigue intereses comunes. En segundo lugar es relacional,
como derecho subjetivo de carácter individual cuyo ejercicio depende del
acuerdo de voluntades que soporta la persona colectiva de carácter jurídico.
Tercero, es una garantía instrumental en tanto actúa como vehículo para
alcanzar los fines propuestos por la organización sindical. En cuarto lugar,
es especial, pues la libertad sindical es una especie dentro del género libertad
de asociación consagrado en el artículo 38 de la Carta. Finalmente, se trata
es un derecho compuesto que consagra las siguientes garantías de contenido
independiente: (1) el derecho de libre asociación y constitución de las
asociaciones y organizaciones de trabajadores que los identifican como
grupos con intereses comunes, y cuya defensa propugnan colegiadamente; (2)
la facultad de organizar estructural y funcionalmente los sindicatos, con el
consecuente atributo de la personalidad jurídica que opera de facto; (3) el
poder de darse sus propios estatutos y reglamentos internos, bajo el que los
trabajadores pueden determinar, por ejemplo, el objeto de la organización,
condiciones de admisión, permanencia, retiro o exclusión de sus miembros y
los órganos de gobierno; (4) la garantía de la cancelación de dichas
organizaciones sólo por vía judicial; (5) el derecho a federarse y
confederarse a nivel nacional y/o internacional; y (6) la prohibición para el
ejecutivo, legislativo y el patrono de adoptar medidas, regulaciones,
decisiones o adelantar acciones que tiendan a obstaculizar el goce del
derecho a la libertad sindical.

LIBERTAD DE ASOCIACION SINDICAL-Dimensión individual de


la libertad sindical

Posibilidad de ingresar, permanecer y retirarse de un sindicato

DERECHO DE ASOCIACION SINDICAL-Factores a ponderar en


orden a establecer si se está frente a conducta que tenga alcance de
persecución sindical
ACCION DE TUTELA EN MATERIA DE ASOCIACION
SINDICAL-Improcedencia por no demostrarse persecución sindical 

Referencia: Expediente T-7.203.328

Acción de tutela: Instaurada por Diana


María Martínez Rubio, contra el Ministerio
del Trabajo y AVIANCA S.A.

Magistrado sustanciador:
ALEJANDRO LINARES CANTILLO

Bogotá, D.C., veintinueve (29) de octubre de dos mil diecinueve (2019)

La Sala Cuarta de Revisión de la Corte Constitucional, integrada por la


magistrada Gloria Stella Ortiz Delgado y los magistrados Antonio José
Lizarazo Ocampo y Alejandro Linares Cantillo, quien la preside, en ejercicio
de sus competencias constitucionales y legales, ha proferido la siguiente:

SENTENCIA

I. ANTECEDENTES

A. LA DEMANDA DE TUTELA

1. El día once (11) de octubre de 2018, la señora Diana María Martínez


Rubio interpuso acción de tutela, como mecanismo transitorio, contra el
Ministerio del Trabajo y Avianca S.A (en adelante, “AVIANCA”), con el fin
de obtener la protección de sus derechos al debido proceso, a la defensa y la
contradicción, a la igualdad, a la asociación sindical, al trabajo, al mínimo
vital, y a la salud. Por una parte, considera que dichos derechos fueron
vulnerados como consecuencia de la terminación del contrato laboral entre
AVIANCA y la accionante1. Por lo cual, reclamó la protección especial
1
Con relación a AVIANCA, manifestó que su proceso disciplinario no se ajustó a las garantías del debido
proceso establecidas en la sentencia C-593 de 2014. Argumentó que la compañía no valoró el hecho de que
carece de redes sociales y que su defensa, según alega, no se tuvo en cuenta. Respecto de la citación a
descargos, indica que presentó “los cargos imputados de forma general” (folio 217) y que la facultad
disciplinaria del empleador no fue objetiva, pues en casos iguales aplicó sanciones diferentes. Frente a las
pruebas, adujo que no permiten demostrar su participación activa en el paro, que el empleador no demostró su
conducencia, utilidad y pertinencia, y que además, son ilegales porque “fueron obtenidas de redes sociales”
(folio 218). Adicionalmente, señaló que la decisión de la compañía no fue proporcional y que gestó “una
“masacre laboral” como la que [viven] más de 100 pilotos en la actualidad” (folio 221). Con respecto al
derecho de asociación sindical, sugiere que el principio de favorabilidad laboral, cuando está en curso un
conflicto colectivo, impide a la empresa despedir a los miembros del sindicato (folio 223). Además de la
vulneración del derecho, alega que se desconocieron las expectativas legítimas sobre la presunción de
legalidad de la huelga con la decisión de AVIANCA de terminar su contrato de trabajo; decisión que, a juicio
derivada de su condición de madre cabeza de familia y los derechos a la
vivienda digna, educación y salud de su hijo menor de edad y de sus padres 2.
Con fundamento en lo anterior, solicitó declarar (i) la suspensión provisional
de la terminación del contrato laboral; y (ii) “[l]a ineficacia del proceso
disciplinario y la decisión tomada por la empresa”3 y, como resultado, que
(iii) se ordene su reintegro a la empresa sin solución de continuidad en las
condiciones anteriores a la terminación de su contrato laboral.

2. Adicionalmente, considera que existe un perjuicio irremediable, pues


más allá de ser madre cabeza de familia, “la aviación es el único oficio que
[sabe] ejercer”4, y, según indica, su profesión se vio afectada al perder la
autonomía de vuelo como consecuencia de la decisión de la compañía de
dejarla en tierra después del levantamiento del paro 5. Indica que la asignación
de labores en tierra fue uno de los actos de represión, y que su derecho a la
libertad de asociación sindical se vulneró por (i) la naturaleza de las labores
asignadas; y (ii) por la sanción que resultó de la diligencia de descargos
adelantada en su contra, pues a su juicio se le sancionó severamente por ser
directiva de la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles (en adelante,
“ACDAC”).

3. Por otra parte, con respecto al Ministerio del Trabajo (en adelante, “Min
Trabajo”) alegó la violación al derecho al debido proceso, con causa la
omisión de la entidad de brindar acompañamiento y verificación en los
procesos disciplinarios, adelantados por AVIANCA tras la declaratoria de
ilegalidad del cese de actividades. En términos de la accionante, el Ministerio
es el competente para “constatar el grado de participación en la huelga”6 y
“establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar”7. En consecuencia,
sostuvo que dicho Ministerio no cumplió con las obligaciones legales
derivadas del Decreto 2164 de 1959.

B. HECHOS RELEVANTES

4. El 23 de diciembre de 1998, la accionante se vinculó a la empresa


AVIANCA8. Posteriormente, el 18 de noviembre de 1999, se afilió a la
ACDAC9.

5. La tutelante ha sido elegida como miembro de la Junta Directiva de


ACDAC en dos periodos consecutivos (2011 a 2015 y 2015 a 2019). A raíz de

de la accionante, obedece a su calidad de líder sindical. Asimismo, considera que AVIANCA debió solicitar
autorización al Ministerio del Trabajo para su despido pues “[se] encontraba en la mitad de un tratamiento
médico” (folio 212), y aunque no está desprotegido el derecho a la atención en salud, la desvinculación
laboral afectó la efectividad en la prestación de los servicios médicos. También reclama estabilidad laboral
reforzada por su calidad de madre cabeza de familia, pues la subsistencia del núcleo familiar depende
exclusivamente de ella (folios 233 y 234) y tiene múltiples obligaciones crediticias a su cargo (folio 228).
2
Ver cuaderno de revisión, folios 207 – 252.
3
Ver cuaderno de revisión, folio 298.
4
Ver cuaderno de revisión, folio 213.
5
Ver cuaderno de revisión, folio 234 y 235.
6
Ver cuaderno de revisión, folio 238.
7
Ver cuaderno de revisión, folio 239.
8
Ver cuaderno de revisión, folio 208 y folio 6 del anexo 1.
9
Ver cuaderno de revisión, folio 334.
esto fue beneficiaria de un permiso sindical permanente en cumplimiento de la
Convención Colectiva de Trabajo10. Actualmente, mantiene su calidad de
directiva y tiene el cargo de Directora de Asuntos Internacionales de dicha
asociación sindical.

6. Asimismo, afirmó la señora Martínez Rubio ser socia activa del


Sindicato de los Trabajadores del Transporte Aéreo Colombiano (en adelante,
“SINTRATAC”)11.

7. Señaló la accionante que el 8 de agosto de 2017, ACDAC presentó un


pliego de peticiones ante AVIANCA, con el propósito de dar inicio a un
proceso de negociación colectiva, cuya etapa de arreglo directo culminó sin
éxito el 11 de septiembre del mismo año.

8. El 20 de septiembre de 2017 la Asamblea General de ACDAC decidió


declarar el cese de actividades, el cual se extendió hasta el 12 de noviembre
del 2017. Indicó la tutelante que dicha decisión dio lugar a dos procesos
judiciales: (i) el primero, relacionado con la resolución del conflicto colectivo
económico; y (ii) el segundo, un proceso especial de calificación del cese de
actividades.

9. Respecto del proceso de resolución del conflicto colectivo económico,


el Min Trabajo mediante Resolución 3744 del 28 de septiembre de 2017,
convocó unilateralmente al Tribunal de Arbitramento Obligatorio,
argumentando que, a falta de arreglo directo, se imponía el nombramiento del
Tribunal, como el trámite legal al que se encontraba sometido el conflicto
colectivo12. Lo anterior, en la medida que, el artículo 68 de la Ley 336 de 1996
califica el transporte aéreo como un servicio público esencial.

10. En el marco de dicho proceso arbitral, se profirió laudo el día 7 de


diciembre de 2017. En dicha decisión arbitral se indicó que AVIANCA no
tomaría represalias directas e indirectas contra los pilotos asociados a ACDAC
y que adicionalmente, serían reconocidas múltiples pretensiones económicas
favorables al sindicato. AVIANCA presentó recurso de anulación contra el
laudo arbitral, el cual se encuentra al despacho de la Corte Suprema de Justicia
desde el 28 de febrero de 2018.

11. En relación con el proceso especial de calificación del cese colectivo


de actividades, AVIANCA promovió el proceso especial contra ACDAC, con
el fin de que se declarara la ilegalidad de la huelga, con fundamento en lo
dispuesto en los literales (a) y (d) del artículo 450 del Código Sustantivo de
Trabajo (en adelante, el “CST”). De esta forma, fundamentó AVIANCA su
solicitud en los siguientes hechos; (i) la decisión de cese colectivo de
10
Ver, cuaderno de primera instancia folio 170, y cuaderno de revisión, folio 148: “la Capitán Diana María
Martínez Rubio (…) ostenta y tiene el permiso sindical permanente establecido en la Convención Colectiva
de Trabajo, artículo 5, Cláusula 51, parágrafo tercero donde dice “la Empresa condera (sic) dos permisos
permanentes remunerados para miembros directivos de la ACDAC los cuales ella designará anunciándolo
por escrito a la empresa con una anticipación no inferior a 3 días”.
11
Con base en su afiliación a dicho sindicato, alega ser beneficiaria del fuero circunstancial pues
SINTRATAC presentó pliego de peticiones a AVIANCA el 9 de noviembre de 2017.
12
Código Sustantivo del Trabajo, artículo 452 numeral 1º, literal a).
actividades no fue votada por las mayorías establecidas en los documentos de
ACDAC; y (ii) el transporte aéreo constituye un servicio público esencial.

12. En la sentencia del 4 de octubre de 2017, la Sala Laboral del Tribunal


Superior de Bogotá decidió: (i) declarar que el cese de actividades promovido
por ACDAC, comprendido entre el 20 de septiembre y el 12 de noviembre de
2017 era ilegal, con base en lo señalado en los literales (a) y (d) del artículo
450 del CST; y (ii) ordenar a AVIANCA, a pesar de la ilegalidad de la huelga,
no despedir a los trabajadores de la mencionada organización sindical.

13. Posteriormente, mediante sentencia del 29 de noviembre de 2017, la


Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral confirmó la ilegalidad
del cese de actividades convocado por ACDAC. Asimismo, revocó la orden
de prevención de despidos, pues señaló la mencionada Sala que no era dado en
el marco del proceso especial de calificación, imponer reglas relativas a
despidos. Lo anterior, por cuanto, el propósito del proceso se limita a definir la
legalidad de la suspensión de actividades13.

14. Como resultado de dicho proceso especial de calificación, el 13 de


noviembre de 2017, la accionante se reincorporó a sus labores en AVIANCA,
y desde esa fecha fue asignada a labores de tierra -GRPD.

15. El 11 de noviembre de 2017 AVIANCA otorgó permisos sindicales


permanentes a todos los directivos de ACDAC para “continuar garantizando
el derecho al debido proceso de los afiliados”14 y su acompañamiento sindical
dentro de los procesos disciplinarios15.

16. El 7 de diciembre de 2017, el Min Trabajo comunicó a AVIANCA el


acompañamiento en las diferentes diligencias que pudieran suscitarse entre
empleados de la empresa y AVIANCA 16, como consecuencia de la
declaratoria de ilegalidad del cese de actividades, por parte de la Corte
Suprema de Justicia.

17. El 28 de enero de 2018, se levantó un acta de acompañamiento del


proceso de reincorporación de los pilotos sindicalizados suscrita por la
Inspectora del Trabajo, AVIANCA y ACDAC17. En esta se dejó constancia
sobre los avances de la compañía para el reentrenamiento de los pilotos,
teniendo en cuenta (i) la disponibilidad limitada de recursos técnicos –
instructores de vuelo, chequeadores de la Aerocivil, salones de clase,
13
Sobre este punto, la Corte Suprema de Justicia, ha dicho que “la finalidad única de este proceso especial es
determinar si existió un cese colectivo de actividades y si el mismo es legal o ilegal, de manera que asuntos
ajenos a esta situación escapan de la competencia del juez (CSJ SL3269-2014); y que al juez laboral le
corresponde, «estrictamente», verificar la correspondencia de los hechos con las causales de ilegalidad
alegadas (CSJ SL, 4 jul. 2012, rad. 56576)”. Ver sentencia: Corte Suprema de Justicia, SL 80409-2018.
14
Ver cuaderno de revisión, folio 454,
15
Ver cuaderno de revisión, folios 255 y 256.
16
Ver cuaderno de revisión, folio 272. En este sentido, la Inspectora del Trabajo, Sra. Paula Catalina
Bohórquez, acompañó la reincorporación de los pilotos de AVIANCA los días 17 y 18 de enero y 21 y 22 de
marzo de 2018.
17
Paula Catalina Bohórquez (Min Trabajo), Paola María Villota Martínez, Directora de Relaciones Laborales,
y Nelson Quiroga Ángel, Director de Entrenamiento (AVIANCA), y Jaime Hernández Sierra (Presidente) y
Julián Pinzón Saavedra, miembro de la Junta Directiva (ACDAC).
simuladores, instructores de simulador, etc.18 – ; (ii) el número de pilotos que
deben ser reentrenados, como consecuencia de “los más de 50 días que
estuvieron (…) en tierra debido a su decisión de irse a un cese”19; y (iii) la
reincorporación depende de la acreditación de los requisitos para volar,
exigencias que atienden a la seguridad y responsabilidad que exige el
desarrollo de la aviación comercial20. También, el acta señaló los requisitos
para recuperar la autonomía de vuelo que son: escuela de tierra y estudio
virtual, entrenamiento en el simulador, y chequeos de ruta en el avión.
Finalmente, consta que la piloto accionante no había perdido su autonomía de
vuelo21 y que las únicas observaciones con relación a la señora Martínez
Rubio son: “AVIADOR EN TIERRA” y “permiso sindical permanente
[remunerado]22 en virtud de la cláusula 51 de la convención colectiva”23.

18. El 9 de febrero de 2018, la dirección de pilotos de AVIANCA emitió el


informe final de la piloto accionante, indicando que no se presentó a su lugar
de trabajo en los días 5 y 6 de noviembre de 2017, y que dichas inasistencias
no contaron con justificación o soporte válido. Asimismo, en dicho informe se
dejó constancia que la inasistencia generó tanto perjuicios operativos –
relacionados con reprogramaciones, retrasos y cancelaciones – como
económicos, pues la compañía tuvo que reembolsar el valor de los tiquetes a
algunos pasajeros y asignar vuelos a otros pilotos que estaban de reserva24.

19. El 15 de febrero de 2018 AVIANCA le remitió a la accionante una


comunicación informando de la apertura formal del proceso disciplinario,
en virtud de lo dispuesto en el numeral 2 del artículo 450 del CST, así como
del hecho que la Corte Suprema de Justicia declaró la ilegalidad del cese de
actividades promovido por ACDAC (ver supra, numeral 13.). En dicha
notificación fueron puestos en conocimiento de la accionante, los siguientes
cargos: (i) la participación activa, al promover, liderar y orientar, las
actividades que configuraron el cese ilegal de actividades; y (ii) el
incumplimiento de obligaciones laborales, al no presentarse a las asignaciones
de vuelo fijadas para los días 5 y 6 de noviembre de 2017 25, en la medida que,
la Capitán no contaba con permisos para ausentarse en dichas fechas de su
lugar de trabajo, ni haber allegado las justificaciones de su inasistencia.
Adicionalmente, AVIANCA aportó evidencia fotográfica, así como otros
soportes documentales, para sustentar los cargos antedichos.

20. El 16 de febrero de 2018, AVIANCA notificó a ACDAC que se habían


dispuesto pasajes sindicales para el traslado de los directivos sindicales a las
respectivas diligencias de descargos en los procesos disciplinarios26.

18
Ver cuaderno de primera instancia, folio 560.
19
Ver cuaderno de primera instancia, folio 559.
20
Ver cuaderno de primera instancia, folio 597.
21
Ni por falta de programación para vuelo en 90 días, ni por falta de chequeo anual por falta de programación
y tampoco estaba en una situación de pérdida de autonomía de vuelo en simulador por falta de programación
de entrenamiento. Ver cuaderno de primera instancia, folios 563 y 588.
22
Ver cuaderno de primera instancia, folio 590,
23
Ver cuaderno de primera instancia, folio 588.
24
Ver cuaderno de primera instancia, folio 755.
25
Ver anexo 1, folio 3.
26
Ver cuaderno de revisión, folio 454.
21. El 20 de febrero de 2018, la accionante envió una comunicación a
AVIANCA informando que asistiría a la diligencia de descargos con tres
directivos sindicales27 y su abogado de confianza, invocando lo dispuesto en el
artículo 115 del CST28. En la misma fecha, ACDAC solicitó a AVIANCA
suspender los procesos disciplinarios, en cumplimiento de la orden del
Tribunal de Arbitramento Obligatorio, consistente en no tomar represalias
contra los empleados sindicalizados (ver supra, numeral 10.). En la misma
fecha, AVIANCA notificó al Min Trabajo y a la Defensoría del Pueblo sobre
la apertura de los procesos disciplinarios29.

22. El 5 de marzo de 2018 se realizó la audiencia de descargos, en el


proceso disciplinario iniciado contra la señora Martínez Rubio. En dicha
diligencia, la accionante presentó sus descargos por escrito expresando que el
proceso disciplinario era “una verdadera masacre laboral”30 y que no
aceptaba los cargos al carecer de “fundamento fáctico y legal en la medida en
que los mismos son actos de persecución sindical y laboral, y tienen como
objetivo acabar al sindicato ACDAC y a la Convención Colectiva”31.
Manifestó que las pruebas allegadas por el empleador carecen de eficacia y
validez32, solicitó otras adicionales33, e indicó que no se presentó a sus
asignaciones pues “[l]a empresa se negó a negociar y con ello fue
determinadora de la ausencia en el trabajo de los pilotos sindicalizados”34.
De esta forma, respondió las preguntas sobre su inasistencia a las asignaciones
de vuelo, argumentando que “goz[a] de permiso sindical permanente por lo
cual cualquier asignación de vuelo, simulador, escuela, deberá ser
debidamente notificada por nota o telefónicamente”. Alegó que sus
asignaciones, en razón de su permiso sindical permanente, se coordinan “de
común acuerdo (…) para no afectar [su] agenda internacional”35.

23. La accionante completó sus descargos en el proceso disciplinario,


alegando que: (i) AVIANCA desbordó su facultad disciplinaria, entorpeciendo
el debido proceso de los pilotos sindicalizados, al citar a procesos
27
Indicó que los siguientes miembros de Junta asistirían: Jaime Hernández, Jorge Medina y Julián Pinzón.
28
Ver anexo 1, folio 51.
29
Ver cuaderno de revisión, folio 255.
30
Ver anexo 1, folio 67.
31
Ver anexo 1, folio 55.
32
Sobre las fotografías indicó que si bien fueron tomadas y publicadas durante el cese de actividades, no
evidencian participación de dirección, promoción, orientación y liderazgo. Con relación al video, explica que
“solo da fe de mi presencia pacífica, de conformidad con mis obligaciones legales y estatutarias ” y que no se
da cuenta de su fuente. Indica que el informe final de la Dirección Gestión Pilotos COL, debe ser desestimado
al prejuzgarla con participación activa y endilgarle, en razón de sus no presentaciones a las asignaciones de
vuelo, perjuicios operativos, económicos y administrativos. Finalmente, controvierte la conducencia de la
certificación del Min Trabajo que prueba su calidad de miembro de la Junta Directiva de ACDAC, pues no
permite probar los cargos. Ver folios 53 – 55 del Anexo 1.
33
La accionante solicitó la práctica de 29 pruebas, 22 documentales y 7 testimoniales. Dentro del grupo de
pruebas documentales, la Sala rescata las siguientes: (i) Protocolo de traslado de personas enfermas en las
rutas de la compañía; (ii) Certificación donde conste el número de pasajeros trasportados entre el 15 de
septiembre de 2017 y el 12 de noviembre del mismo año; (iii) Inspección ocular a los Estados Financieros y
Contratos de Trabajo; (iv) Copia de todas las autorizaciones por parte de la Aerocivil para reducir frecuencias;
(v) Copia del protocolo de traslado de mercancías especiales y peligrosas; y (vi) Pruebas que soporten el
perjuicio causado por las no asistencias a las asignaciones. Con relación a las pruebas testimoniales
solicitadas en la diligencia de descargos, la Sala rescata dos testimonios: el del expresidente Álvaro Uribe
Vélez y el del senador Alexander López Maya. Ver: Anexo 1, folios 52 y 53.
34
Ver anexo 1, folio 59.
35
Ver anexo 1, folio 77.
disciplinarios simultáneos; (ii) el cese de actividades se efectúo de buena fe,
pues los trabajadores afiliados al sindicato creían actuar en ejercicio de su
derecho a la huelga; (iii) el Min Trabajo no verificó las circunstancias
individuales de tiempo, modo y lugar en las que la accionante participó en el
cese de actividades; (iv) estimó que la providencia de la Corte Suprema de
Justicia que calificó como ilegal el cese de actividades, incurre en vías de
hecho y por esa razón, “no atan a las partes (…) [y] sus efectos son
INEFICACES”36; y finalmente (v) sostuvo que el sindicato, obrando de buena
fe, incumplió las mayorías legales exigidas para tomar la decisión de huelga.

24. De conformidad con lo anterior, en el acta de la Audiencia Especial de


Descargos, la compañía dejó constancia sobre los siguientes hechos: la
accionante “se presenta sin el acompañamiento de algún directivo de la
ACDAC”37. Con posterioridad a dicha anotación, se reciben los descargos
escritos presentados por la capitán Martínez Rubio. De acuerdo con las
pruebas documentales que constan en el expediente, la Sala verificó que la
accionante, en desarrollo del interrogatorio, reconoció que: (i) aparecía en las
fotos y videos aportados como pruebas – a pesar de que indica que la
distribución y circulación de las mismas no le son atribuibles pues no es
usuaria de redes sociales38 –; (ii) no divulgó por redes sociales información
promoviendo el cese de actividades; (iii) participó en los bazares de recaudo
de fondos para el cese; y (iv) asistió a las reuniones realizadas, con
posterioridad al inicio de la huelga, entre ACDAC y el Min Trabajo.

25. En la misma acta, la empresa negó motivadamente la práctica de las


pruebas solicitadas por la señora Martínez Rubio y además, explicó que no
hay violación al derecho a la intimidad de la accionante pues “se tratan de
publicaciones realizadas en medios públicos”39. Con fundamento en lo
anterior, AVIANCA encontró participación activa de la trabajadora en la
huelga ilegal de pilotos y, como consecuencia, decidió terminar
unilateralmente y con justa causa legal 40 el contrato laboral suscrito entre
dicha empresa y la accionante.

26. El 13 de marzo de 2018, tanto la señora Martínez Rubio como


ACDAC41 presentaron recurso de nulidad y en subsidio de apelación frente a
la decisión de la empresa de dar por terminado el contrato de trabajo. Para el
efecto, reiteraron los argumentos presentados en descargos y recalcaron los
siguientes: (i) la necesidad de las pruebas cuya práctica se negó en la primera
audiencia; (ii) la falta de valoración de la defensa presentada por la piloto
Martínez Rubio; (iii) el hecho de que la accionante no contó con
36
Ver anexo 1, folios 63 y 64.
37
Ver anexo 1, folio 72. Sobre este punto, AVIANCA dejó constancia en el acta que la capitán asistió sin
acompañamiento a pesar de que: (i) fue citada con 18 días de anticipación; (ii) el sindicato cuenta con más de
20 directivos sindicales vinculados con Avianca – a quienes la compañía ofreció tiquetes aéreos para
acompañar los procesos disciplinarios –; (iii) la accionante se encontraba afiliada a otro sindicato, cuyas
directivas también podían acompañarla.
38
Ver anexo 1, folios 74 y 75.
39
Ver anexo 1, folio 79.
40
Justa causa de terminación del contrato de trabajo, de conformidad con lo dispuesto en los numerales 2,4 y
6 del literal (a) del artículo 7 del Decreto 2351 de 1965. Así como, con los artículos 58, numeral 1, 60,
numerales 4 y 5, y 450, numeral 2, del CST.
41
Ver anexo 1, folios 84-96 y 97-108.
acompañamiento sindical en la audiencia del 5 de marzo de 2018; y (iv) la
empresa ya había sancionado a los pilotos sindicalizados, cuando los apartó de
las operaciones de vuelo y los asignó a funciones en tierra42.

27. El 23 de marzo de 2018, se suscribió la segunda acta entre la Inspectora


del Trabajo, AVIANCA y ACDAC43, en la cual se reafirmó que “los pilotos
se han venido reentrenando de acuerdo a las posibilidades actuales de la
compañía”44. Con respecto de la señora Martínez Rubio, se especifica que
continúa en situación de permiso sindical permanente y que, en su caso, se
surtió la primera instancia del proceso disciplinario que culminó en la decisión
de despido, la cual, en ese momento, no se encontraba en firme45.

28. A raíz del recurso presentado por la capitán Martínez Rubio y ACDAD,
AVIANCA citó a la accionante para nueva fecha de audiencia de descargos, el
día 22 de mayo de 2018. Dicha diligencia se reprogramó ante la presentación
de una incapacidad médica, por parte de la tutelante46.

29. El 21 de junio de 2018 se realizó la Audiencia de Comisión Especial


para resolver la impugnación presentada (ver supra, numeral 26.). En dicha
diligencia, la empresa confirmó la decisión inicial adoptada, es decir, reafirmó
la terminación del contrato laboral con justa causa legal47. En el acta,
AVIANCA resaltó que la accionante “no previó las consecuencias de sus
actos, ni los riesgos y traumatismos a los que expuso a la Empresa, toda vez
que los hechos (…) denotan un comportamiento completamente
indisciplinado e irresponsable”48.

30. Con respecto a su núcleo familiar, la accionante afirmó que: (i) sus
padres se encuentran afiliados al régimen contributivo de seguridad social en
salud, y que dicho pago lo asume la Unión de Toreros de Colombia 49; (ii) su
hijo se encuentra afiliado al régimen de seguridad social en salud en calidad
de “beneficiario” de ella quien registra como “cotizante principal”; (iii)
ninguno de sus padres recibe una pensión50; (iv) el hermano de la accionante,
Luis Enrique Martínez Rubio, como ciudadano español, viene recibiendo
prestaciones por desempleo y en el año 2017, según certifica el Servicio de
Empleo Público Estatal Español, recibió la suma de 8.105,30 Euros por dicho
concepto51.

42
Ver anexo 1, folio 101, en el cual consta que la tutelante padecía de un fuerte dolor de cabeza, el cual le
incapacitaba para atender la mencionada diligencia.
43
Paula Catalina Bohórquez (Min Trabajo), Elizabeth Riaño Alarcón, Analista de Seguridad Social, Juan
Carlos Acuña Barreto, Gerente de Planeación de Tripulación, y Nelson Quiroga Ángel, Director de
Entrenamiento (AVIANCA), y Jorge Mario Medina Cadena y Julián Pinzón Saavedra, miembros de la Junta
Directiva (ACDAC).
44
Ver cuaderno de primera instancia, folio 609.
45
Ver cuaderno de primera instancia, folio 632.
46
Ver anexo 1, folio 109 y 111.
47
Ver anexo 1, folio 136.
48
Ibíd.
49
Ver cuaderno de revisión, folio 337. El señor Enrique Martínez aparece como cotizante principal dentro del
sistema, en razón de sus aportes realizados a la Unión de Toreros de Colombia mientras laboró como
banderillero. La señora María Mireya Rubio de Martínez aparece afiliada en calidad de beneficiaria.
50
Ver cuaderno de revisión, folios 339 y 341.
51
Ver cuaderno de revisión, folios 344-346.
C. RESPUESTA DE LAS ENTIDADES ACCIONADAS

AVIANCA52

31. AVIANCA solicitó declarar improcedente el amparo por no cumplir el


requisito de subsidiariedad. Consideró la empresa accionada que se trata de
pretensiones de orden legal, cuya competencia le corresponde a la jurisdicción
ordinaria laboral53. Argumentó que no se probó la existencia de un perjuicio
irremediable, y que tampoco debe proceder el amparo de manera transitoria
pues, a partir de lo dispuesto en las sentencias SU-355 de 2015 y T-961 de
2014, una “sanción disciplinaria no puede ser considerada un perjuicio
irremediable”. De manera subsidiaria, solicitó que se niegue la acción de
tutela invocado pues la actuación de AVIANCA fue conforme a derecho, y en
respeto de la Constitución y normas legales vigentes.

32. En primer lugar, reiteró, a partir de lo señalado en la sentencia de la


Corte Suprema de Justicia SL9517-2015, las diferencias en la manifestación
legal e ilegal del cese de actividades, y resaltó que dicha declaración de
ilegalidad no puede ser objeto de discusión en sede de tutela 54. Segundo,
indicó que la falta de acompañamiento sindical a la diligencia de descargos de
la trabajadora no es imputable a la empresa 55, pues la compañía concedió 20
permisos sindicales permanentes, ofreció tiquetes aéreos para los directivos
sindicales de otras bases, y el 5 de marzo de 2018 “había 21 directivos
sindicales libres, que no estaban realizando algún tipo de acompañamiento”56.
Tercero, frente a los descargos escritos presentados por la trabajadora, expuso
que no desvirtuaron los cargos imputados y que las pruebas solicitadas,
tampoco conducían a ello. Cuarto, precisó que la accionante no es beneficiaria
de la protección del fuero circunstancial pues su contrato se terminó con justa
causa legal. Quinto, explicó que no están acreditados los requisitos legales y
jurisprudenciales para la condición de madre cabeza de familia57. En sexto
lugar, manifestó que no hay estabilidad laboral reforzada por las cuestiones de
salud, pues, por un lado, no se acredita la disminución cierta del estado de
salud de la capitán Martínez Rubio y además la empresa no conocía las

52
Contestación firmada por Juan Manuel Charry, en su calidad de apoderado de AVIANCA, ver folios 254 a
270 del cuaderno de revisión.
53
Ver cuaderno de revisión, folio 258.
54
Ver cuaderno de revisión, folio 260.
55
Ver cuaderno de revisión, folio 266. Al respecto, indica que “se traduce en un derecho que puede utilizar o
no el trabajador, pero que siempre debe ser otorgado y garantizado por el empleador. Sobre el particular, la
Corte Suprema de Justicia al determinar el alcance del artículo [115 del CST], manifestó en la sentencia del
11 de diciembre de 1998 (Radicado No. 11250): (…) pero si el trabajador renuncia a este derecho, o los
miembros de la organización sindical no comparecen para que se les escuche, no es dable por ello invalidar la
sanción disciplinaria o considerar ineficaz o ilegal la decisión unilateral de terminar el contrato de trabajo”.
56
Ver cuaderno de revisión, folio 256.
57
Ver cuaderno de revisión, folio 267. Sobre este punto, sostiene que la accionante: (i) no demostró que está
bajo su exclusiva y permanente responsabilidad económica la manutención de su hijo menor, y frente a sus
padres, tampoco probó que otros miembros de la familia no aporten. En ese orden de ideas, no es posible
concluir que se trate de una responsabilidad de carácter permanente, ni la sustracción del cumplimiento de las
obligaciones en cabeza del padre; (ii) no acreditó la limitación física, mental, funcional o sensorial que les
imposibilite tanto a ella, como al padre del menor en ejecución del deber de corresponsabilidad parental,
acceder al mercado laboral; (iii) tampoco acreditó a la incapacidad permanente o muerte del padre; (iv) la
accionante no demostró que exista una deficiencia sustancial de ayuda de los demás miembros de la familia.
presuntas afectación, y por el otro, ante la justa causa legal de terminación del
contrato laboral no procede la estabilidad laboral reforzada58.

33. Frente a una potencial vulneración al debido proceso indicó que no


existió violación por las siguientes razones: (i) no hay obligación de
intervención del Min Trabajo en los procesos disciplinarios y así lo han
corroborado “más de 30 acciones de tutela presentadas por otros pilotos”59;
(ii) los descargos y pruebas no lograron desvirtuar la participación activa de la
trabajadora en el cese ilegal y tampoco, sirvieron para justificar la inasistencia
a las asignaciones de vuelo; (iii) las pruebas fueron trasladadas desde la
notificación de apertura del proceso disciplinario y en esa medida, no existió
ocultamiento del material probatorio; (iv) las pruebas fueron objeto de debate
entre la AVIANCA y la trabajadora; (v) existió identidad de cargos entre los
contenidos en la citación a descargos y los que se leen en la decisión adoptada
por la empresa; y (vi) la proporcionalidad de la sanción es justificada debido a
la participación activa, orientación y liderazgo, circunstancias de participación
que se acreditaron con base en las declaraciones de la accionante60.

34. Adicionalmente, rescató la prohibición de huelga en transporte aéreo de


conformidad con lo dispuesto en los artículos 56 de la Constitución y 68 de la
Ley 336 de 1996, pues es esencial “para el desarrollo de los negocios, la
economía, la salud, el suministro de víveres”61. Precisó que el Laudo Arbitral
no es vinculante, por cuanto, se encuentra en trámite el recurso de anulación y
en esa medida, no es una providencia ejecutoriada de obligatorio
cumplimiento para las partes62. Adicionalmente, indicó que “el empleador
está en la facultad de despedir a los trabajadores que intervinieron o
participaron en el cese de actividades declarado ilegal, incluidos aquellos
que gozan de fuero sindical, sin necesidad de solicitar previamente el
levantamiento del fuero ante el juez laboral, pues éste se suple con la
declaratoria de ilegalidad de la huelga”63.

Min Trabajo64

35. El representante del Min Trabajo solicitó declarar improcedente el


amparo por falta de legitimación por pasiva. Lo anterior, por cuanto el
Ministerio no es parte en el conflicto colectivo de trabajo, no hay pretensiones
susceptibles de ser ejecutas por éste, dicha cartera no tiene injerencia la
potestad disciplinaria del empleador65, y además, en cumplimiento del artículo
486 del CST, carece de competencia “para declarar derechos individuales [y]
58
Ver cuaderno de revisión, folios 268 y 269.
59
Ver cuaderno de revisión, folio 255.
60
Ver cuaderno de revisión, folio 257.
61
Ver cuaderno de revisión, folio 259, citó las sentencias C-796 de 2014, C-122 de 2012 y T-987 de 2012.
62
Ver cuaderno de revisión, folio 260.
63
Ver cuaderno de revisión, folio 262.
64
Contestación firmada por Dalia María Reyes, Asesora de la Oficina Asesora Jurídica del Ministerio del
Trabajo. Ver folios 271 a 288 del cuaderno de revisión.
65
Ver cuaderno de revisión, folio 277. Al respecto indicó que “no es el ministerio quien participa o hace
parte de los despidos, esta es una potestad del empleador, no siendo este Despacho [– el Ministerio–]
solidario en la toma de decisiones, no existiendo de esta mane[ra] ninguna relación entre la facultad del
empleador, de realizar despidos una vez se declare la ilegalidad de huelga, toda vez que estas competencias
recaerán en el evento de reclamación ante los jueces y no sobre competencias del Ministerio del Trabajo”.
definir controversias cuya decisión es atribuida a los jueces”66. Indicó,
adicionalmente que no existe perjuicio irremediable y que en esa medida, en
cumplimiento de lo señalado en el artículo 2º del Código Procesal del Trabajo,
la vía ordinaria laboral es idónea y eficaz. De manera subsidiaria, y de
considerar procedente la tutela, solicitó exonerar de responsabilidad al Min
Trabajo “dado que no hay obligación ni competencia de su parte, ni ha
vulnerado ni puesto en riesgo los derechos fundamentales invocados”67.

36. Reiteró que no corresponde a dicha cartera “intervenir en los procesos


disciplinarios con ocasión de la ilegalidad de la huelga, puesto que se
describe en la jurisprudencia como un procedimiento previo que debe
adelantar el empleador sin injerencia o intervención de alguna autoridad
administrativa o judicial”68. Sobre la Resolución 3744 de 2017 que convocó al
Tribunal de Arbitramento Obligatorio, precisó que existían los presupuestos
fácticos y que la misma se ajustó a las normas vigentes. Asimismo, señaló que
en este caso la acción de nulidad y restablecimiento del derecho, consagrada
en el artículo 138 del CPACA, es la vía ordinaria para controvertir los actos
administrativos de carácter particular.

D. DECISIONES JUDICIALES OBJETO DE REVISIÓN

Sentencia proferida por el Juzgado Cincuenta y Cinco (55) Administrativo,


Sección Segunda, Seccional Bogotá

37. El 25 de octubre de 2018, el Juzgado Cincuenta y Cinco (55)


Administrativo Sección Segunda, Seccional Bogotá, resolvió amparar
transitoriamente los derechos fundamentales al debido proceso y a la
condición de madre cabeza de familia de la señora Diana María Martínez
Rubio, concediendo, para el efecto, un término de cuatro meses para “iniciar
las acciones judiciales correspondientes”69. Frente a los demás derechos
invocados negó el amparo por falta de pruebas. Con fundamento en lo
anterior, el juez de primera instancia decidió dejar sin efectos el proceso
disciplinario adelantado contra la accionante y, como consecuencia, ordenó a
AVIANCA que, dentro de las 48 horas siguientes a la notificación de la
providencia, debía “REINTEGRAR a la accionante al cargo que venía
desempeñando en el momento del despido, en iguales o superiores
condiciones laborales a las que tenía, procediendo a darle las capacitaciones
para retomar sus labores de piloto”70.

38. La sentencia indicó que se vulneró el debido proceso de la tutelante, con


fundamento en los siguientes argumentos: (i) las preguntas formuladas a la
accionante, en la audiencia de descargos, eran capciosas pues con las
respuestas buscaban que la trabajadora “determinara su participación en el
66
Ver cuaderno de revisión, folio 273.
67
Ver cuaderno de revisión, folio 278.
68
Ver cuaderno de revisión, folio 272.
69
“RESUELVE (…) TERCERO.- el despacho le indica a la accionante que debe iniciar las acciones
judiciales correspondientes, lo cual no puede ser en un tiempo superior a cuatro (4) meses a partir del
presente fallo de tutela, advirtiéndole que de no hacerlo cesaran los efectos de la presente providencia”. Ver
cuaderno de revisión, folio 300.
70
Ver cuaderno de revisión, folio 300.
cese de actividades de la empresa”71; (ii) la piloto Martínez Rubio no contó
con acompañamiento de los dos directivos sindicales escogidos por ella en la
primera audiencia; y (iii) la empresa negó la práctica de pruebas. Además,
reconoció el juez de instancia el carácter de madre de cabeza de familia con
base en que el hijo menor de edad aparece como beneficiario de la accionante
en el sistema general de seguridad social en pensiones y la tutelante cubre los
costos de educación del menor de edad; así como también señaló que no hay
prueba sobre la pensión o ingresos de los padres de la señora Martínez Rubio.

Impugnación

39. El 30 de octubre de 2018, en cumplimiento del fallo proferido por el


juez de primera instancia en tutela, AVIANCA reintegró a la accionante72.

40. El 31 de octubre de 2018, AVIANCA impugnó la sentencia proferida


por el Juez 55 Administrativo, señalando que la inexistencia de
acompañamiento sindical obedeció a actuaciones de mala fe propiciadas por
ACDAC73. Respecto de las preguntas formuladas a la señora Martínez Rubio
en la audiencia de descargos, explicó que “no comprometían” a la tutelante
pues tenían múltiples respuestas, y la trabajadora podía responder libremente y
además, “el debate no permite inducción a la autoincriminación”74. Rescató
que la decisión de negar las pruebas fue motivada y que estas “no aportaban
en absolutamente nada a la discusión planteada”75. Finalmente, recalcó que
no se probaron los presupuestos jurisprudenciales y legales para que la
accionante sea considerada como madre cabeza de familia.

Sentencia proferida por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección


Segunda, Subsección F

41. El catorce (14) diciembre de 2018, el Tribunal Administrativo de


Cundinamarca Sección Segunda, Subsección F, revocó la providencia de
primera instancia al considerar que no se cumple el requisito de
subsidiariedad. En consecuencia, declaró improcedente la tutela. Precisó que
no existe perjuicio irremediable, y como resultado, no había lugar a la
inminencia, urgencia o impostergabilidad del amparo, ni siquiera de manera
transitoria. Asimismo, el fallo indicó que la accionante puede demandar su
despido ante la Jurisdicción Ordinaria Laboral y que además este medio, no es
“ineficaz, insuficiente o tardío para la protección de sus derechos”76.
Concluyó dicho Tribunal señalando que la capitán Martínez Rubio no se
encuentra en una situación de debilidad manifiesta que le impida asumir las
cargas propias de la vía ordinaria laboral, y que, conforme a lo dispuesto en la
sentencia T-576 de 1998, el despido por justa causa legal no implica un
perjuicio irremediable.

71
Ver cuaderno de revisión, folio 301.
72
Ver cuaderno de revisión, folio 712.
73
Ver cuaderno de revisión, folio 304.
74
Ver cuaderno de revisión, folio 301.
75
Ver cuaderno de revisión, folio 307.
76
Ver cuaderno de revisión, folio 331.
E. ACTUACIONES ADELANTADAS EN SEDE DE REVISIÓN,
Y PRUEBAS RECAUDADAS POR LA SALA CUARTA DE
REVISIÓN

42. El 8 de febrero de 2019, el Magistrado Alejandro Linares Cantillo


remitió su manifestación de impedimento conforme a los artículos 56 del
Código de Procedimiento Penal y 99 del Acuerdo 02 de 2015 de la Corte
Constitucional en el expediente de la referencia, asignado a sus auxiliares ad
honorem, al despacho del Magistrado Antonio José Lizarazo Ocampo 77,
invocando, para el efecto, sus asesorías jurídicas, en temas no relacionados
con derecho colectivo del trabajo, a AVIANCA. El 11 de febrero de 2019 la
Secretaria General de esta Corte, remitió el impedimento al despacho
mencionado y a la Sala de Selección de Tutelas Número Dos78.

43. Por medio de auto del 26 de febrero de 2019 79, la Sala de Selección de
Tutelas Número Dos de la Corte Constitucional resolvió no aceptar dicho
impedimento formulado en la etapa de selección del expediente, pues las
causales legales establecidas en el Código de Procedimiento Penal “deben
interpretarse restrictivamente” y como resultado, dicha Sala ordenó: (i)
remitir el expediente T-7.203.328 al Magistrado Alejandro Linares Cantillo,
para lo de su competencia; (ii) excluir el expediente del rango estudiando por
la Sala de Tutela Número Dos; y (iii) remitir el escrito de la accionante a la
próxima Sala de Selección de turno80.

44. En auto del 28 de marzo de 2019, la Sala de Selección de Tutelas


Número Tres de la Corte Constitucional seleccionó para revisión del
expediente T-7.203.32881, con base en el criterio objetivo (necesidad de
pronunciarse sobre una determinada línea jurisprudencial), correspondiéndole
esta labor al Magistrado Alejandro Linares Cantillo82.

45. El 23 de abril de 2019, el Magistrado sustanciador presentó, por


segunda vez, y en esta oportunidad ante la Sala Cuarta de Revisión, su
manifestación de impedimento con relación al presente expediente exponiendo
los mismos fundamentos normativos (ver supra, numeral 42.). Dicho
impedimento se negó en auto del 20 de mayo de 201983.

46. En desarrollo del trámite de revisión, de conformidad con el artículo 64


del Reglamento de la Corte Constitucional, por medio de auto del 30 de mayo
77
Ver cuaderno de revisión, folio 4.
78
Ver cuaderno de revisión, folio 5.
79
Ver cuaderno de revisión, folios 8 a 20.
80
Ver cuaderno de revisión, folios 503 a 519. El auto proferido por la Sala de Selección de Tutelas Número
Dos, integrada por los Magistrados Carlos Bernal Pulido y Luis Guillermo Guerrero, el 26 de febrero de 2019,
se encuentra disponible en: http://www.corteconstitucional.gov.co/secretaria/autos/AUTO%20SALA%20DE
%20SELECCI%C3%93N%2026%20DE%20FEBRERO%20DE%202019%20NOTIFICADO%2013%20DE
%20MARZO%20DE%202019.pdf. Ver fundamento jurídico 5.1 y resolutivo segundo del mencionado Auto.
81
El auto proferido por la Sala de Selección de Tutelas Número Tres, integrada por las Magistradas Diana
Fajardo Rivera y Gloria Stella Ortiz Delgado, el 28 de marzo de 2019, se encuentra disponible en:
http://www.corteconstitucional.gov.co/secretaria/autos/AUTO%20SALA%20DE%20SELECCI%C3%93N
%2028%20DE%20MARZO%20DE%202019%20NOTIFICADO%2011%20DE%20ABRIL%20DE
%202019.pdf. Ver segundo resolutivo.
82
Ver cuaderno de revisión, folios 2 a 26
83
Ver cuaderno de revisión, folios 522 y 523.
de 2019 el Magistrado sustanciador resolvió practicar pruebas (en adelante, el
“Auto de Pruebas”). En consecuencia ofició a la accionante para que
informara sobre: (i) el estado de su licencia de vuelo y las correspondientes
obligaciones como titular de la misma; (ii) la situación laboral actual; (iii) los
integrantes del núcleo familiar, fuente de ingresos y los gastos familiares; (iv)
la obligación de alimentos en cabeza del padre del menor de edad; (v) los
beneficios económicos que recibe como miembro de la Junta Directiva de
ACDAC, y los recursos con los que ha cubierto los costos relacionados con
sus compromisos internacionales; y además, (vi) sus circunstancias financieras
actuales. Asimismo, ofició a AVIANCA para que manifestará su opinión
sobre: (i) las labores asignadas a la señora Diana María Martínez Rubio desde
la presentación del pliego de peticiones de ACDAC, hasta la terminación del
contrato laboral; (ii) cómo se notificaban las asignaciones laborales a la
capitán Martínez en vigencia de su relación laboral; y (iii) soportes de la
liquidación de prestaciones sociales de la accionante.

Información allegada por Diana María Martínez Rubio84

47. Mediante escrito de 10 junio de 2019, recibido por la Secretaría


General de esta Corte en la misma fecha, la demandante dio respuesta a las
preguntas formuladas en el Auto de Pruebas.

48. Manifestó que su “licencia de piloto PTL 2629, actualmente se


encuentra activa”85, pero que no puede desempeñar sus labores como piloto
pues carece de autonomía de vuelo, al no acreditar la periodicidad de los
entrenamientos, chequeos y vuelos que exige el Reglamento Aéreo
Colombiano (en adelante, el “RAC”)86. Explicó que para mantener su
elegibilidad de vuelo debe acreditar un contrato laboral que le permita ejercer
sus labores de piloto efectivo, pues no cuenta “con los recursos económicos
suficientes para sufragar los costos que implica pagar el recobro de
autonomía”. En este orden, indicó que carece de los medios “para viajar a
otro país en busca de una escuela de entrenamiento para simulador del
equipo A320”87.

49. Afirmó que, a la fecha, no tiene vínculo laboral o contractual y que “no
tiene un ingreso fijo y estable”88. Durante el periodo comprendido entre el 27
de junio de 2018 y junio de 2019, recibió, como todos los demás asociados de
ACDAC despedidos por AVIANCA, una suma mensual de $300.000 pesos
(m/cte)89.

50. Expresó, con relación al padre de su hijo menor de edad, que no ha


entablado ningún tipo de proceso de alimentos o proceso penal de inasistencia
alimentaria, pues es “consciente que el padre [de su] hijo no trabaja desde el
84
Con posterioridad a la fecha de decisión de la Sala, la accionante, ACDAC y otros interesados en la defensa
de la accionante radicaron documentos en el marco de este proceso, ver folios 787 – 970 del cuaderno de
revisión.
85
Ver cuaderno de revisión, folio 590.
86
RAC, 2.2.7.1.1.4.
87
Ver cuaderno de revisión, folio 591.
88
Ibíd.
89
Ver cuaderno de revisión, folio 613.
2015”90. Además, alegó que el sustento de su núcleo familiar – compuesto por
su hijo menor de edad, su padre de 75 años y su madre de 69 años – está en
riesgo porque sus padres no reciben ningún ingreso a título de salario o
pensión, por lo cual, ella sufraga la totalidad de los gastos de los mencionados
familiares.

51. Aseveró que recibe auxilio por telefonía y transporte para las diligencias
relacionadas con sus labores como miembro de la Junta Directiva de ACDAC,
y que está exonerada del pago de cuotas sindicales. El auxilio de transporte
equivale a la suma de $1.799.000 pesos (m/cte) y el de telefonía celular de
$319.000 pesos (m/cte)91. Señaló que no percibe ingresos por concepto de
primas, pero viatica por alimentación, transportes y alojamiento cuando ejerce
sus labores como Directiva Sindical. Adicionalmente, “[l]os gastos de los
compromisos internacionales atendidos como Directiva Sindical son
cubiertos por ACDAC y por IFALPA”.

52. Posteriormente, a través de escrito del 17 de junio de 2019, recibido por


la Secretaria General de esta Corte el 18 de junio, la accionante detalló su
situación financiera.

53. Al respecto, señaló que tiene activos por un valor superior a los
$1.000.000.000 de pesos (m/cte). También, que tiene tres de sus cinco
apartamentos arrendados y por cánones de arrendamiento recibe un ingreso
mensual de $5.250.000 pesos, (m/cte)92. Manifestó que el monto del canon “es
inferior a los gastos que deb[e] cubrir por concepto de cuotas bancarias,
impuesto predial, valorización, seguros, mantenimiento”93, debido a que sus
egresos mensuales por los conceptos antedichos, junto con educación, salud,
aseo, y manutención – servicios públicos, telefonía móvil de sus padres,
gasolina, televisión por cable – son superiores a $30.000.000 pesos (m/cte) 94.
Indicó que los activos de los que es propietaria corresponden a: cinco
apartamentos95, dos casas96 y tres vehículos automotores -un Mazda milenio,
un Twingo y un Mercedes Benz-.

54. Tiene deudas en diez tarjetas de crédito expedidas por seis entidades
bancarias diferentes y varias obligaciones financieras pendientes 97. Indicó que
el conglomerado de sus deudas a entidades bancarias, cuotas de
administración de los inmuebles de los que es propietaria y el colegio de su

90
Ver cuaderno de revisión, folio 591.
91
Certificación de ACDAC, ver: cuaderno de revisión, folio 611.
92
Ver cuaderno de revisión, folio 663 y 671
93
Ver cuaderno de revisión, folio 664.
94
Ver cuaderno de revisión, folio 671.
95
Apartamento 3-0304 en Conjunto Residencial Parque Central Colina Primera Etapa (folio 679),
apartamento en Conjunto Residencial Torres del Mar, en Santa Marta, Magdalena (folio 683). En el folio 670
del cuaderno de revisión, la accionante describe los demás apartamentos así: “AP 1202 Kandysky”, “AP 602
TENERIFE” y “AP 806 TENERIFE”.
96
Condominio Campestre Villa Esperanza, Vereda Paradero 2 KM vía Giradot-Espinal (folio 684). En el folio
670 del cuaderno de revisión, la accionante describe la otra casa como “CASA 127”.
97
Ver cuaderno de revisión, folio 666. Entre las deudas con entidades bancarias se resaltan: un leasing
habitacional con el Banco Davivienda con saldo de $164.376.340 pesos (m/cte), un credicheque Citibank con
$35.010.615 pesos (m/cte) pendientes de pago, y un crédito rotativo con Scotiabank Colpatria en el que debe
$35.310.215 pesos (m/cte).
hijo, corresponde a un monto anual que asciende a los $577.496.292 pesos
(m/cte)98.

55. Expresó que los gastos educativos de su hijo, por concepto de


“educación, transporte, almuerzo, medias nueves y [e]xtracurriculares” es de
$3.500.00 pesos (m/cte). Solicitó una beca a la Fundación Educativa
Rochester, por cuanto, adeuda $5.356.596 pesos (m/cte) por concepto de
mensualidad académica99.

56. Aportó copia de la liquidación del contrato de trabajo que recibió el 30


de junio de 2018, según la cual se evidencia que AVIANCA pagó un monto
neto de liquidación de $98.731.713 pesos (m/cte) 100. También, proporcionó
copia de la liquidación que recibió el 31 de enero de 2019, donde AVIANCA
liquidó el contrato laboral, a raíz del reintegro por orden judicial, por un
monto de $9.106.954 pesos (m/cte)101.

Información allegada por AVIANCA

57. Mediante escrito, recibido por la Secretaría General de esta Corte el 12


de junio de 2019, la empresa accionada dio respuesta a las preguntas
formuladas en el Auto de Pruebas.

58. Presentó el certificado en el que se relatan las funciones de la


accionante en su última posición laboral, como capitán del avión A320 102.
También, allegó constancia sobre el hecho de que en el periodo comprendido
entre el 8 de agosto de 2017 y el 9 de enero de 2019, se registran 19 fechas
con programación de entrenamiento103. Adicionalmente, explicó que el
artículo 2.2.1.1.4. del RAC fundamenta la periodicidad de entrenamientos y
asignaciones de vuelo “partiendo del hecho de que [el piloto] siempre acudió
a esta, (…) incluso estando en permiso sindical permanente, para no
desnaturalizar su profesión”104.

59. Aportó certificaciones en las que “se acredita que las asignaciones a
todos los pilotos se notifican vía correo electrónico”105. Al respecto, la
empresa precisó que la programación de vuelo se recibe en un itinerario
mensual y que únicamente cuando hay modificaciones en las mismas, éstas se

98
Ver cuaderno de revisión, folio 670.
99
Ver cuaderno de revisión, folio 701.
100
Ver cuaderno de revisión, folio 711.
101
Ver cuaderno de revisión, folio 714.
102
La Sala resalta las siguientes: (i) Asegurar que todas las listas de verificación sean utilizadas por los
tripulantes en el desempeño de sus funciones, siguiendo procedimientos especificados en los manuales del
proceso, con el fin de garantizar una operación segura; (ii) Recibir la información y documentación necesaria
para el despacho y desarrollo del vuelo en caso de que exista alguna causa que pueda retrasar la salida,
siguiendo los procedimientos especificados en los manuales, con el fin de garantizar una operación segura;
(iii) Revisar y firmar e libro de vuelo y de mantenimiento, asegurándose de que ha sido diligenciado en forma
correcto, con el fin de garantizar una operación segura; y (iv) Asegurar que los tripulantes tengan sus licencias
y documentos de vuelo en regla, evaluando su situación respecto a tiempo de actividad t descanso para cada
vuelo, con el fin de garantizar una operación segura. Ver cuaderno de revisión, folio 619 y 621.
103
Entre los entrenamientos están RQA virtual, RQA en salud, EREA 2018, RQA FFS, y PROF.
104
Ver cuaderno de revisión, folio 620.
105
Ver cuaderno de revisión, folio 618.
notifican mediante nota física que se envía al domicilio del trabajador 106.
Explicó que no se surtió el procedimiento de nota física para las asignaciones
programadas el 5 y 6 de noviembre de 2017, pues estas no sufrieron cambios.

60. Allegó copia de la liquidación del contrato laboral terminado con justa
causa del 31 de enero de 2019, tras la orden de reintegro proferida por el juez
de instancia. Informó la entidad accionada que el sueldo base que recibía
como capitán A320 correspondía a la suma de $ 13.927.124 pesos (m/cte).

61. Posteriormente, mediante escrito del 20 de julio de 2019, AVIANCA


presentó oposición a las pruebas aportadas por la Capitán Martínez Rubio en
sede de revisión107. En primer lugar, anotó que “la accionante confiesa que su
licencia de vuelo se encuentra vigente” pero que la pérdida de autonomía de
vuelo no es imputable al empleador, puesto que ninguna norma “establece
como sanción, consecuencia, determinación o efecto de la terminación del
contrato de trabajo con justa causa (o por cualquier causa), la pérdida de
autonomía de vuelo”108. Precisó que la autonomía de vuelo es responsabilidad
del piloto y no se supedita a su situación laboral, pues la única obligación para
la empresa en el RAC es “no asignar a pilotos en funciones de vuelo que no
se encuentren debidamente entrados o vigentes”109.

62. Además reiteró que la capitán Martínez Rubio no acreditó los requisitos
para ser considerada madre cabeza de familia 110 y que, de todas formas, “la
estabilidad laboral reforzada no se puede confundir con inmunidad en el
empleo”111. Finalmente, en relación con el núcleo familiar de la accionante,
señalo que esta tiene como beneficiarios a sus padres, donde pudo comprobar
que su padre es cotizante activo en la EPS Salud Total, su madre beneficiaria
en la misma entidad. Asimismo, señaló que la tutelante tiene dos hermanos,
uno de ellos cotizante activo de la EPS Suramericana, la señora Martínez
Rubio solo nombró a su hermano beneficiario del subsidio de desempleo en
España (ver supra, numeral 30.).

Insistencia para la selección del expediente112

63. El Defensor del Pueblo, en los términos del artículo 57 del Reglamento
de este Tribunal, presentó solicitud de insistencia en el expediente de la
referencia, mediante escrito remitido a la Corte firmado por Hernán Guillermo
Jojoa Santacruz, Director Nacional de Recursos y Acciones Judiciales de la

106
Ver cuaderno de revisión, folio 618.
107
Mediante auto del 27 de junio de 2019, el Magistrado sustanciador puso a disposición de las partes y
terceros interesados, en cumplimiento del artículo 64 del Reglamento de la Corte Constitucional, el escrito
allegado por AVIANCA.
108
Ver cuaderno de revisión, folio 718.
109
Ver cuaderno de revisión, folio 718. RAC, 4.16.1.18.1.
110
Ver cuaderno de revisión, folios 715 – 721. Sobre este punto, indican que (i) no es clara la responsabilidad
exclusiva y permanente del hijo menor y de sus padres, y que no se prueba la incapacidad para trabajar del
padre del menor ni de los padres; (ii) no probó la ausencia permanente o abandono del hogar del padre del
menor ni tampoco su sustracción absoluta; (iii) no acreditó la responsabilidad solitaria y además, según los
beneficios de nómina de la antigua trabajadora, la accionante tenía registrados dos hermanos, mayores de
edad sin incapacidad para trabajar.
111
Ver cuaderno de revisión, folio 719.
112
Ver cuaderno de revisión, folios 546 – 577.
Defensoría del Pueblo, por considerar que el caso envuelve tres sujetos de
especial protección constitucional, a saber, la actora, madre cabeza de familia,
un menor de edad y los padres de la accionante, personas de la tercera edad. 

61. En cuanto al caso concreto, el insistente consideró que AVIANCA


cometió un error pues el trato de la señora Diana María Martínez Rubio “no
podía ser el mismo del resto de los pilotos, en tanto debió tener en cuenta la
especial protección constitucional”113. Señaló que el juez de segunda instancia
desconoció el precedente jurisprudencial respecto a la protección derivada de
la condición de madre cabeza de familia, según la sentencia T-084 de 2018. Al
respecto, manifestó que el hermano de la accionante “no cuenta con un
trabajo (…), por lo que no asume ni colabora con los gastos de manutención
de sus padres”114. También, que “[n]o existe ninguna prueba que el padre del
niño, cumpla con sus deberes y menos que tengas una relación con la madre”
y que además, la actora asume plena responsabilidad de la manutención del
hogar.

II. CONSIDERACIONES

A. COMPETENCIA

64. Esta Corte es competente para conocer de la revisión de esta acción de


tutela, de conformidad con lo establecido en los artículos 86 y 241 numeral 9
de la Constitución, en los artículos 31 a 36 del Decreto 2591 de 1991, y en
virtud del auto del veintiocho (28) de marzo de 2019, proferido por la Sala de
Selección de Tutelas Número Tres, que decidió someter a revisión la decisión
adoptada por el juez de instancia.

B. CUESTIONES PREVIAS – PROCEDIBILIDAD DE LA


ACCIÓN DE TUTELA

65. De conformidad con el artículo 86 de la Constitución Política, el


artículo 10 del Decreto 2591 de 1991, y la reiterada jurisprudencia de esta
Corte115, la acción de tutela es una acción de carácter residual y subsidiario,
mediante la cual toda persona116, podrá solicitar, ya sea por sí misma o a través
de su representante o quien agencie sus derechos, la protección inmediata de
sus derechos fundamentales, ante la acción u omisión de cualquier autoridad
pública o particular.

66. De esta manera, por su naturaleza residual y subsidiaria, la acción de


tutela puede ser ejercida como medio de protección definitivo o transitorio.
113
Ver cuaderno de revisión, folio 552.
114
Ver cuaderno de revisión, folio 553.
115
Corte Constitucional, sentencias T – 022 de 2017, T – 533 de 2016, T – 030 de 2015, T – 097 de 2014, T –
177 de 2011, C-543 de 1992.
116
Corte Constitucional, sentencias T – 250 de 2017, T – 406 de 2017, T – 421 de 2017, T – 020 de 2016,
entre otras. Por ejemplo, en sentencia T- 020 de 2016 la corte manifestó “Desde sus inicios esta Corte ha sido
enfática en señalar que, la acción de tutela tiene como una de sus características esenciales la del ejercicio
informal, es decir que no limita las posibilidades de acudir a ella por razones de nacionalidad, sexo, edad,
origen de raza o capacidades intelectuales, razón por la cual es factible que la ejerzan los niños, los
indígenas, los presos, los campesinos, los analfabetas y en general todo individuo de la especie humana que
se halle dentro del territorio colombiano”.
Entonces, procederá como mecanismo transitorio cuando a pesar de contar
otro medio de defensa idóneo, se ejerza para evitar la ocurrencia de un
perjuicio irremediable. Y procederá como mecanismo definitivo cuando (i) el
accionante no cuente con otra alternativa de defensa judicial; o (ii) cuando
existiendo uno, carezca de idoneidad y eficacia para la protección eficaz e
integral de los derechos fundamentales.

67. Antes de realizar el estudio de fondo del expediente seleccionado, la


Sala estudiará, en principio, si la acción de tutela objeto de revisión, cumple
con los requisitos generales de procedibilidad.

Procedibilidad de la acción de tutela – caso concreto

68. Legitimación por activa: De conformidad con el artículo 86 de la Carta


Política “[t]oda persona tendrá acción de tutela para reclamar […], por sí
misma o por quien actúe en su nombre, la protección inmediata de sus
derechos constitucionales fundamentales” (subrayadas fuera del texto
original).

69. En el presente caso, la señora Diana María Martínez Rubio es quien


reclama, a nombre propio, la protección de sus derechos. En ese orden de
ideas, señala la Sala que es la titular de los derechos fundamentales,
presuntamente vulnerados, quien interpone la acción de tutela y en esa
medida, se satisface el requisito de legitimación en la causa por activa,
conforme a lo dispuesto en los artículos 86 de la Constitución, y 1º y 10º del
Decreto 2591 de 1991.

70. Legitimación por pasiva: El artículo 86 Superior establece que la acción


de tutela puede ejercerse ante la “acción o la omisión de cualquier autoridad
pública […] La ley establecerá los casos en los que la acción de tutela
procede contra particulares encargados de la prestación de un servicio
público o cuya conducta afecte grave y directamente el interés colectivo o
estado de subordinación o indefensión […]”. Para el caso concreto, la Sala
abordará de manera independiente el análisis del presente requisito para cada
demandado.

AVIANCA

71. En primer lugar, se debe individualizar a la empresa accionada como


una persona jurídica privada, cuya finalidad es la de la aviación comercial 117.
Sobre el particular, el inciso quinto del artículo 86 de la Constitución establece
que la acción de tutela contra particulares procede (i) si estos están encargados
de la prestación de servicios públicos; (ii) si su conducta afecta grave y
directamente el interés colectivo; o (iii) respecto de quienes el solicitante se
halle en estado de subordinación o indefensión. Dichas causales se reproducen
también en el artículo 42 del Decreto 2591 de 1991.
117
El RAC, en el numeral 1.2.1 define así la aviación con fines comerciales: “Servicios aéreos comerciales.
Actividad ejecutada mediante remuneración, por empresas de transporte público o de trabajos aéreos
especiales, previo permiso de la autoridad aeronáutica”. Ver también: artículo 1853 del Código de Comercio
72. En el presente caso es relevante el tercer supuesto, pues entre las partes
existió una relación laboral de casi veinte años y por ende, como elemento
esencial del contrato de trabajo118, una situación de subordinación. Sobre esto,
la sentencia SU-599 de 1995 precisó que “la acción de tutela (…) opera frente
a particulares por hallarse acreditado un estado de subordinación que es
ínsito al contrato de trabajo”. Con relación a la subordinación119, esta Corte ha
precisado que hace referencia “a la existencia de una relación jurídica de
dependencia que tiene su origen en “la obligatoriedad de un orden jurídico o
social determinado”120; que “genera la ruptura del principio de igualdad (…)
[y] tiene su génesis en el mismo ordenamiento jurídico”121.

73. Para la Sala, es evidente que entre la señora Martínez Rubio y


AVIANCA, existió un estado de subordinación en vigencia de la relación
laboral, y, además, la presunta vulneración de los derechos fundamentales de
la accionante podría resultar del ejercicio de facultad disciplinaria del
empleador y la consecuente terminación del contrato laboral. Por lo cual, la
existencia del contrato laboral permite concluir que la señora Diana María
Martínez Rubio, se encontraba en una situación de subordinación respecto
de su empleador y por esa razón, considera la Sala que según lo dispuesto
en los numerales 4 y 9 del artículo 42 del Decreto 2591 de 1991, procede
la acción de tutela contra la empresa accionada.

Ministerio del Trabajo

74. De acuerdo con el artículo 86 de la Constitución y los artículos 5 y 13


del Decreto 2591 de 1991, la acción de tutela procede contra las autoridades
públicas, cuando una acción u omisión de éstas amenace o viole un derecho
fundamental.

75. A juicio de la accionante, dicho Ministerio incurrió en una omisión, al


no acompañar el proceso disciplinario en el que AVIANCA decidió terminar
su contrato de trabajo aduciendo justa causa legal. La obligación incumplida,
según alega la capitán Martínez Rubio, se encuentra consagrada en el artículo
1 del Decreto 2164 de 1959122. Como consecuencia, al tratarse de una
autoridad de orden nacional a la que se les cuestiona la posible vulneración a
118
Sobre los elementos esenciales del contrato de trabajo ver: CST, Artículo 23. Con relación a la
subordinación, ver, del precitado artículo, el numeral primero, literal b): “La continuada subordinación o
dependencia del trabajador respecto del empleador, que faculta a éste para exigirle el cumplimiento de
órdenes, en cualquier momento, en cuanto al modo, tiempo o cantidad de trabajo, e imponerle reglamentos,
la cual debe mantenerse por todo el tiempo de duración del contrato. Todo ello sin que afecte el honor, la
dignidad y los derechos mínimos del trabajador en concordancia con los tratados o convenios
internacionales que sobre derechos humanos relativos a la materia obliguen al país”.
119
El concepto de estado subordinación ha sido definido por la jurisprudencia, por ejemplo, como: (i) “el
acatamiento y sometimiento a órdenes proferidas por quienes, en razón de sus calidades, tienen la
competencia para impartirlas”, sentencia T-634 de 2013; y (ii) “Las relaciones de subordinación implican la
sujeción de un individuo respecto a las órdenes y directrices del otro, generalmente, obedecen a las que se
presentan entre el trabajador y su empleador”, sentencia T-030 de 2018.
120
Corte Constitucional, sentencia T-634 de 2013.
121
Corte Constitucional, sentencia T-271 de 2012, reiterada por sentencia T-673 de 2016.
122
El artículo 1 del Decreto 2164 de 1959 establece que “[d]eclarada la ilegalidad del paro, el Ministerio del
Trabajo intervendrá de inmediato con el objeto de evitar que el patrono correspondiente despida a aquellos
trabajadores que hasta el momento hayan hecho cesación pacífica (…)”. Dicha norma, debe ser leída en
conjunto con los artículos 450 y 451 del CST.
derechos fundamentales, por la presunta omisión de un deber legal, se
encuentra legitimado por pasiva en el presente trámite de tutela.

76. En síntesis, frente al requisito de legitimación por pasiva, esta Corte


encuentra que se satisface para AVIANCA, pues la relación laboral entre
dicha empresa y la accionante pone en evidencia la subordinación, elemento
esencial del contrato de trabajo, y necesaria para el análisis de procedencia de
la acción de tutela contra particulares. Con relación al Min Trabajo, la Sala
encuentra que también existe legitimación por pasiva al tratarse de una
entidad del orden nacional que presuntamente incurrió en una omisión de
un deber legal y con ello, supuestamente vulneró los derechos de la
demandante.

77. Inmediatez: En relación con la inmediatez, la jurisprudencia ha


sostenido que la acción de tutela no tiene un término de caducidad123 pues el
artículo 86 de la Constitución dispone que puede interponerse “[…] en todo
momento y lugar […]”.No obstante, esta Corte también ha indicado que ello
no supone una facultad para presentar la tutela en cualquier tiempo, una
interpretación semejante pondría en riesgo la seguridad jurídica y
desnaturalizaría la acción misma, concebida, según el propio artículo 86,
como un mecanismo de “protección inmediata”.

78. A partir de lo expuesto, se ha entendido que la presentación de la tutela


debe obedecer al criterio de razonabilidad, so pena de declarar su
improcedencia124. No existen reglas estrictas e inflexibles para la
determinación de la razonabilidad del plazo, le corresponde al juez
constitucional evaluar, a la luz de las circunstancias de cada caso, lo que
constituye un plazo razonable.

79. Para el caso concreto, la Sala encuentra que la presunta vulneración


coincide con la fecha en la que AVIANCA confirmó la decisión de terminar el
contrato laboral a la capitán Martínez Rubio, esto es, el 21 de junio de 2018.
A raíz de ello, la accionante presentó la tutela el 11 de octubre del mismo año,
es decir, tres meses y veinte días después de los hechos, que según alega,
vulneraron sus derechos. Para esta Corte, el término antedicho es razonable,
por lo cual se debe entender cumplido el requisito de inmediatez.

80. Subsidiariedad: A la luz del artículo 86 de la Constitución, los artículos


concordantes del Decreto 2591 de 1991 y la reiterada jurisprudencia
constitucional sobre la materia125, la acción de tutela tiene un carácter residual
y subsidiario. Por esta razón, solo procede como mecanismo de protección
definitivo (i) cuando el presunto afectado no disponga de otro medio de
defensa judicial; o (ii) cuando existiendo ese medio carezca de idoneidad o
eficacia para proteger de forma adecuada, oportuna e integral los derechos
fundamentales, teniendo en cuenta las circunstancias del caso concreto126.
123
Corte Constitucional, sentencia C-543 de 1992.
124
Corte Constitucional, sentencia SU-961 de 1999.
125
Corte Constitucional, sentencias T-119 de 2015, T-250 de 2015, T-446 de 2015, T-548 de 2015 y T-317 de
2015.
126
Corte Constitucional, sentencia T-040 de 2016.
Además, procederá como mecanismo transitorio cuando se interponga para
evitar la consumación de un perjuicio irremediable en un derecho
fundamental. También, la procedencia como medio transitorio exige acreditar:
(i) la temporalidad, vista como la afectación inminente; (ii) la urgencia de las
medidas en la protección del derecho amenazado; (iii) la gravedad en el grado
de afectación del derecho; y (iv) el carácter impostergable de las medidas para
garantizar el amparo del derecho127.

81. De este modo, acreditar el requisito de subsidiariedad exige que el


peticionario despliegue de manera diligente las acciones judiciales que estén a
su disposición, cuando ellas sean idóneas y efectivas para la protección de los
derechos que se consideran vulnerados o amenazados. En esa medida, la
jurisprudencia constitucional ha sostenido que “una acción judicial
es idónea cuando es materialmente apta para producir el efecto protector de
los derechos fundamentales, y es efectiva cuando está diseñada para brindar
una protección oportuna a los derechos amenazados o vulnerados”128. Ambos
requisitos deben ser apreciados a la luz de los hechos del caso concreto, pues
situaciones individuales como la condición de sujeto de especial protección
constitucional – entre otros: niños, niñas y adolescentes, personas cabeza de
familia, de la tercera edad o en situación de discapacidad – y la condición de
debilidad manifiesta, conllevan a flexibilizar el análisis de subsidiariedad en
este estudio. La incidencia repercute en un “examen de procedencia de la
tutela (…) menos estricto, a través de criterios de análisis más amplios, pero
no menos rigurosos”129.

82. Ahora bien, en la sentencia SU-342 de 1995 este Tribunal estableció


que procede la acción de tutela “[c]uando el conflicto atañe a la violación o
amenaza de violación de un derecho constitucional fundamental”. Con base
en esto, sentó tres supuestos de procedencia donde la tutela es el mecanismo
de protección idóneo cuando se evidencia una potencial vulneración del
derecho de asociación sindical130, así:

a) En desarrollo del inciso segundo, numeral 2 del artículo


354 del CST131: cuando el patrono desconoce, dificulta o promueve
represalias por constituir sindicatos132, afiliarse a estos, promueve
la desafiliación, entorpece o impide el cumplimiento de las
gestiones propias de los representantes sindicales, o de las
actividades que competen al sindicato. También, se afecta el
derecho de asociación sindical cuando el patrono obstaculiza el
ejercicio de la huelga legal.

127
Corte Constitucional, sentencias SU-124 de 2018 y T-225 de 1993.
128
Corte Constitucional, sentencia T-069 de 2018.
129
Corte Constitucional, sentencia SU-124 de 2018.
130
La sentencia SU-342 de 1995 concluye que, en los tres supuestos que siguen, “las acciones que pueden
intentar ante la justicia ordinaria laboral los trabajadores que resultan perjudicados en sus derechos laborales
por las disposiciones discriminatorias contenidas en el pacto colectivo, no constituyen medios alternativos de
defensa judicial idóneos y eficaces para obtener el amparo de los derechos fundamentales a la igualdad y a la
asociación sindical”.
131
Modificado por el artículo 39 de la ley 5 de 1990.
132
Los artículos 1 y 2 del convenio No. 98 de la OIT (Ley 27 de 1976) prohíben la injerencia patronal en la
constitución, funcionamiento o administración del sindicato.
b) Cuando el patrono obstaculiza o impide el ejercicio del
derecho a la negociación colectiva, pues en desarrollo del artículo
55 superior una de las funciones de los sindicatos es la de
presentar pliegos de peticiones.

c) Cuando las autoridades administrativas del Trabajo


incurren en acciones u omisiones que impiden la convocatoria y
desarrollo del tribunal de arbitramento, sea obligatorio u
voluntario, cuando el conflicto colectivo no se pudo resolver vía
arregla directo o conciliación.

83. Estos supuestos de procedencia respecto del derecho de asociación


sindical, bajo los que la vía ordinaria laboral carece de idoneidad y eficacia,
vienen siendo reiterados pacíficamente por la jurisprudencia constitucional 133
y, en adición, esta Corte ha establecido otros tres criterios en los que también
procede la acción de tutela134. Primero, cuando la vulneración se desprende del
proceso administrativo sancionatorio adelantado por el Ministerio del Trabajo,
pues este carece de eficacia e idoneidad al no tener la naturaleza calificada
propia de un medio de defensa judicial. Segundo, cuando se trata de
pretensiones meramente económicas que nacen del conflicto colectivo, debido
a que estas se resuelven mediante la firma de una convención colectiva o un
laudo arbitral y por consecuencia, están excluidas de la competencia de la
jurisdicción ordinaria laboral. Tercero, procede la acción de tutela en el
escenario en el que exista un presunto acto de discriminación a los
trabajadores que hacen parte del sindicato135.

84. A continuación, se procederá a analizar en detalle cada una de las


pretensiones de la accionante de cara a la procedencia de la acción de tutela.

85. La vía ordinaria laboral como medio de defensa judicial idóneo


para debatir las pretensiones del caso. La jurisdicción ordinaria laboral es la
vía idónea para debatir aquellas pretensiones fundadas en la terminación del
contrato de trabajo con justa causa legal, después de: (i) la declaración de
ilegalidad del cese de actividades; y (ii) del proceso disciplinario adelantado
por AVIANCA. Sobre este punto, la Corte ha precisado que cuando “el
trabajador se encuentra inconforme con la [terminación de su contrato con
justa causa legal], puede acudir a la administración de justicia a través de los
procedimientos de la jurisdicción laboral”136. En este caso concreto, se
133
Corte Constitucional, sentencias SU-347 de 1997, T-050 de 1998, T-069 de 2015 y T-619 de 2016.
134
Corte Constitucional, sentencia T-619 de 2016.
135
Sobre la discriminación por asociación sindical, la sentencia T-069 de 2015 recogió cinco subreglas, en las
que se evidencia la vulneración a los derechos a la igualdad y a la asociación sindical: (i) la creación
injustificada de estímulos a los trabajadores no sindicalizado, pues “promueve la deserción del sindicato,
habida cuenta que sus miembros se ven discriminados en aspectos de su relación laboral, por el sólo hecho
de pertenecer a este tipo de asociaciones”; (ii) el evento en que se exige al trabajador la renuncia al sindicato
o de los derechos convencionales para acceder a los beneficios de un pacto colectivo; (iii) el criterio material
es el indicado para evaluar un pacto colectivo, pues éste depende de los efectos que tiene sobre las relaciones
laborales y no sobre el cumplimiento de las formalidades legales o reglamentarias; (iv) las cláusulas de los
acuerdos que excluyen de forma injustificada a algún trabajador o cuando impiden su afiliación al sindicato o
a la suscripción de la convención; (v) cuando se crea estímulos directos o indirectos para que los trabajadores
se retiren del sindicato o con el fin de que los empleados no sindicalizados beneficiarios de la convención
renuncien a la aplicación del régimen convencional.
136
Corte Constitucional, sentencia C-071 de 2010.
evidencia que se cuestionan asuntos de carácter económico derivados de la
terminación del contrato laboral.

86. Asimismo, la Sala encuentra que según el artículo 48 del Código


Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social137, la acción de tutela no es el
único medio judicial que sirve para proteger los derechos fundamentales. De
esta manera, cuando un trabajador estima que sus derechos están siendo
vulnerados “puede exponer la situación presentada ante la jurisdicción
laboral, por ser el Juez del Trabajo el único funcionario competente para
declarar derechos y definir situaciones jurídicas laborales, previo el trámite
de un proceso laboral”138. Con ello, “cuando la controversia se origina
directa o indirectamente del contrato de trabajo y naturalmente versa sobre
la violación de derechos de rango legal, consagrados en la legislación
laboral, su solución corresponde al juez laboral”139.

87. En este orden de ideas, el juez natural de esta controversia en relación


con las reclamaciones formuladas por la demandante sobre el debido proceso
y el derecho al trabajo, es el laboral y la jurisdicción ordinaria laboral funge
como el mecanismo idóneo, por cuanto, se trata de pretensiones económicas
derivadas de la terminación del contrato laboral. Sin embargo, la Sala deberá
resolver si este medio es eficaz para la protección de los derechos en debate,
pues la accionante alega un perjuicio irremediable, por su condición de madre
cabeza de familia -entre otros- que de encontrarse ciertos, permitirían un
análisis de la subsidiariedad bajo criterios más amplios.

88. Sobre el posible perjuicio irremediable, como excepción al


mecanismo ordinario principal. La Sala deberá analizar tres supuestos
alegados por la accionante como constitutivos del perjuicio irremediable a raíz
de la terminación del contrato de trabajo: la presunta afectación al mínimo
vital, dada su condición de madre cabeza de familia y la pérdida de autonomía
de vuelo como consecuencia, según alega, de actos de persecución sindical.
De encontrarse acreditado alguno de estos supuestos, procedería la acción de
tutela como mecanismo de protección transitorio. Sobre el particular, observa
la Sala que a pesar de que la tutelante invocó el derecho a la salud, de las
pruebas obrantes en el expediente no se pudo verificar un hecho, omisión o
acción relacionado de forma directa con dicho derecho.

89. De manera inicial, debe precisarse que la Corte ha relacionado en


algunos casos la situación de perjuicio irremediable con la afectación al
mínimo vital. Derecho cuyo ámbito de protección está configurado por las
condiciones básicas de subsistencia del individuo y está relacionado con la
dignidad humana por la conexión con el desarrollo del proyecto de vida de la
persona140. De este modo, el derecho al mínimo vital protege “los ingresos

137
Norma aplicable en razón del numeral 2 del artículo 450 del CST y los numerales 1 y 5 del artículo 2 del
Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social.
138
Concepto del Ministerio del Trabajo del 3 de diciembre de 2018. Disponible para consulta en internet
desde: http://www.mintrabajo.gov.co/documents/20147/48305/08SI2017711100000000920+Terminaci
%C3%B3n+contrato+de+trabajo+y+pago+de+la+liquidaci%C3%B3n+laboral.pdf
139
Corte Constitucional, sentencia SU-342 de 1995
140
Corte Constitucional, sentencia T-651 de 2008.
(…) que están destinados a la financiación de [las] necesidades básicas”141
que, en términos de la jurisprudencia constitucional, es un mínimo básico e
indispensable cuya garantía es cualitativa y no cuantitativa, pues “debe tener
la virtualidad de producir efectos reales en las condiciones de la persona, de
tal manera que no solo le garantice vivir dignamente sino también
desarrollarse como individuo en una sociedad”142.

90. La Sala debe reiterar que la accionante (i) percibe un ingreso mensual,
por concepto de cánones de arrendamiento, superior a los $5.000.000 de pesos
(m/cte); (ii) a título de liquidación del contrato laboral recibió más de
$100.000.000 pesos (m/cte) entre junio de 2018 y enero de 2019; (iii) es
propietaria de siete bienes inmuebles y tres vehículos automotores, bienes
cuyo valor supera los $1.000.000.000 pesos (m/cte); (iv) recibe más de un
millón de pesos mensual por concepto de auxilio de transporte y telefonía
celular, como beneficios derivados de su condición de líder sindical; y (iv) si
bien tiene múltiples deudas, el valor de las mismas no alcanza a ser
equivalente al cincuenta por ciento (50%) de su patrimonio.

91. De las cifras anteriores, es posible concluir que la señora Diana María
Martínez Rubio tiene capacidad de pago, que los ingresos mensuales que
recibe son suficientes para procurarse una vida en condiciones dignas, y que,
en la medida que cuenta con otro tipo de ingresos económicos, la intervención
del juez de tutela, en principio, no es urgente ni impostergable. En este orden
de ideas, el salario que devengaba como trabajadora de AVIANCA era un
ingreso que no constituía su única fuente de subsistencia para satisfacer las
necesidades básicas o gastos mínimos propios y de su grupo familiar. Como
resultado, con base en la situación económica descrita, es dado concluir que
prima facie no es posible acreditar una afectación al mínimo vital de la
accionante, como consecuencia de la terminación del contrato de trabajo con
justa causa.

92. Sobre la calidad de madre cabeza de familia de la accionante. Ahora


bien, la Sala deberá establecer si, según lo probado en el caso concreto y de
acuerdo con los requisitos legales y jurisprudenciales vigentes, la señora
Diana María Martínez Rubio es susceptible de ser calificada como madre
cabeza de familia, y por consiguiente, sujeto de protección constitucional
reforzada.

93. Sobre el particular, el artículo 43 de la Constitución establece la


protección especial a la mujer cabeza de familia 143. Al respecto, esta Corte ha
precisado que: “debe considerarse, por supuesto, la definición de madre
cabeza de familia consagrada por la Ley 82 de 1993 así como los criterios
identificadores suministrados por la jurisprudencia de la Corte
Constitucional, que en esencia son los establecidos en la sentencia SU-388 de
2005”144. Estos requisitos, reiterados en múltiples pronunciamientos145,
141
Corte Constitucional, sentencia SU-995 de 1999.
142
Corte Constitucional, sentencia T–891 de 2013.
143
“El Estado apoyará de manera especial a la mujer cabeza de familia”.
144
Corte Constitucional, sentencia C-154 de 2007.
145
Corte Constitucional, sentencias SU-691 de 2017, C-174 de 2007, T-330 de 2010 y T-385 de 2012.
establecen que tendrá la condición de madre cabeza familia quien,
conjuntamente, acredite (i) la responsabilidad solitaria de hijos menores de
edad o de otras personas incapacitadas para trabajar; (ii) que esa
responsabilidad sea de carácter permanente; (iii) la ausencia permanente o
abandono del hogar por parte de la pareja y su sustracción total en el
cumplimiento de sus obligaciones como padre 146; (iv) que dicha sustracción
obedezca a un motivo verdaderamente poderoso como la incapacidad física,
sensorial, síquica o mental o, la muerte; (v) por último, que haya una
deficiencia sustancial de ayuda de los demás miembros de la familia, lo cual
significa la responsabilidad solitaria de la madre para sostener el hogar.

94. En este orden de ideas, la sentencia SU-388 de 2005 precisó que el sólo
hecho de que una mujer esté a cargo de la dirección de un hogar no es
suficiente para que sea considerada como madre cabeza de familia. Además,
en armonía con la definición legal, este Tribunal ha establecido que “la mera
circunstancia del desempleo y la vacancia temporal de la pareja, o su
ausencia transitoria, por prolongada y desafortunada que resulte, no
significa per se que una madre asume la condición de ser cabeza de
familia”147. También, ha reconocido como un aporte social el trabajo
doméstico de la pareja148. De este modo, no cualquier sustracción por parte los
demás obligados para con los “(…) hijos menores propios u otras personas
incapaces o incapacitadas para trabajar (…)” es suficiente para que la mujer
sea considerada madre cabeza de familia, la Corte ha calificado tal sustracción
en el sentido de que: el incumplimiento de las obligaciones debe ser total149.

95. Por consiguiente, es claro que la protección especial a las madres


cabeza de familia, o los hombres que están en las mismas condiciones, no
protege únicamente la condición de género, sino que se trata de una protección
al grupo familiar, en cumplimiento del artículo 44 de la Constitución. En
últimas, lo que se busca salvaguardar son los integrantes menores de edad y
aquellos que están incapacitados para trabajar que dependen de la persona, sea
madre o padre, cabeza de familia150.

96. Ahora bien, esta Corte ha precisado que, en atención al amparo del
grupo familiar, las madres cabeza de familia tienen estabilidad laboral
reforzada151. Sobre esta protección se deben precisar dos cosas. Primero, que
146
Sobre este punto, la Corte ha precisado que habrá sustracción de las obligaciones y abandono del hogar,
por parte del padre, cuando exista un incumplimiento total de las obligaciones. La sentencia T-420 de 2017,
reiterando las sentencias T-834 de 2005 y T-1211 de 2008, establece que: “[e]sta situación se configura con
el abandono del hogar por parte de su pareja y de las responsabilidades que le corresponden como padre, es
decir, debe existir un incumplimiento total de las obligaciones”. (Negrillas fuera del texto original).
147
Corte Constitucional, sentencia SU-388 de 2005. Este punto ha sido reiterado por las siguientes sentencias:
T-677 de 2006, C-154 de 2007, T-835 de 2012, T-400 de 2014, y T-420 de 2017.
148
Corte Constitucional, sentencia T-494 de 1992.
149
Corte Constitucional, sentencias T-834 de 2005 y T-1211 de 2008.
150
Sobre la protección al grupo familiar ver la sentencia C-1039 de 2003.
151
Esta Corte ha resaltado que la protección de estabilidad laboral reforzada “implica (i) el derecho a
conservar el empleo; (ii) a no ser despedido en razón de la situación de vulnerabilidad; (iii) a permanecer en el
empleo hasta que se requiera y siempre que no se configure una causal objetiva que conlleve la
desvinculación del mismo y; (iv) a que la autoridad laboral competente autorice el despido, con la previa
verificación de la estructuración de la causal objetiva, no relacionada con la situación de vulnerabilidad del
trabajador, que se aduce para dar por terminado el contrato laboral, so pena que, de no establecerse, el despido
sea declarado ineficaz”, sentencia T-002 de 2011, citando las sentencias T-337 de 2009 y T-791 de 2009.
para ser beneficiario de dicha garantía se requiere acreditar, en primer lugar,
los requisitos para ser madre cabeza de familia 152, y segundo, que, de acuerdo
con la sentencia SU-691 de 2017, la “estabilidad laboral reforzada no
constituye una protección absoluta ni automática, pues en caso de existir una
justa causa el empleador podrá desvincular al trabajador” (subrayadas fuera
del texto original)153.

97. En línea con ello, para esta Corporación, quien alega la garantía de
estabilidad laboral reforzada con base en la condición de madre cabeza de
familia, “debe demostrar que su empleo constituye la única alternativa
económica para satisfacer las necesidades de su núcleo familiar, al punto que
debe ser la exclusiva responsable del sostenimiento de su familia” (resaltados
fuera del texto original)154. Lo anterior, en cuanto “no existe un derecho
fundamental a la conservación perpetua del trabajo o a la permanencia
indefinida en el mismo”155.

98.  De este modo, la Sala concluye que la condición de madre cabeza de
familia de la accionante no está acreditada toda vez que: (i) su
responsabilidad, para con sus padres, no es permanente, pues su hermano es
mayor de edad, está en capacidad de trabajar –no se evidenció que tenga
limitaciones físicas, mentales, u otras situaciones especiales que sean de
carácter permanente –, además, recibe un subsidio por parte del Gobierno
Español y con ese ingreso está en capacidad de contribuir, en cumplimiento de
la obligación de alimentos con sus ascendientes 156; (ii) su hijo está reconocido
por el padre, así lo demuestra, por ejemplo, el permiso de salida del país
permanente, cuya expedición exigió la comparecencia de éste y la señora
Martínez Rubio señaló que por su propia voluntad no ha acudido a la fijación
de la cuota alimentaria; (iii) no está probado que el padre de su hijo esté
incapacitado física, sensorial o psíquicamente para trabajar y de ese modo,
cumplir con sus responsabilidades; (iv) no se acreditó el agotamiento de las
instancias penales o de familia, a fin de hacer cumplir al padre con su
obligación de alimentos157; (v) y finalmente, en sede de revisión, la
demandante afirmó contar con ciertos recursos y patrimonio para su
manutención, los cuales, fueron analizados por la Sala de Revisión, para
descartar una posible afectación al mínimo vital que haría posible la
procedencia de la acción de tutela.

99. Presuntos actos de persecución sindical. Por último, la Sala deberá


abordar si la acción de tutela es procedente respecto de los presuntos actos de
discriminación que, según alega la accionante, ocasionaron la pérdida de
152
Corte Constitucional, sentencia SU-388 de 2005.
153
Corte Constitucional, sentencia SU-691 de 2017. En sentido similar, la sentencia T-084 de 2018, reiterando
las sentencias T-899 de 2014 y T-106 de 2015, estableció que: la estabilidad laboral reforzada “no se traduce
en la prohibición de despido o en la existencia de “un derecho fundamental a conservar y permanecer en el
mismo empleo por un periodo de tiempo indeterminado”.
154
Corte Constitucional, sentencia T-849 de 2010.
155
Corte Constitucional, sentencia T-084 de 2018.
156
Código Civil, artículo 411, numeral 3ª: “Se deben alimentos: (…) 3) a los ascendientes”. Esta Corte ha
precisado, en la sentencia C-174 de 1996, que el deber de alimentos es una institución fundada en el principio
de solidaridad trasversal a las relaciones familiares. El incumplimiento de la obligación alimentaria está
tipificado en el artículo 233 del Código Penal.
157
Ley 1098 de 2006, artículo 10.
autonomía de vuelo. En este punto, cabe recordar, por un lado, que la piloto
Martínez Rubio se afilió a ACDAC desde el inicio de su relación laboral con
AVIANCA y que ocupa una posición de directiva sindical desde 2011. Por el
otro, que AVIANCA terminó su contrato laboral con fundamento en la
participación activa de la tutelante en la huelga calificada por la Corte
Suprema de Justicia como ilegal. De esta manera, frente al rótulo de
“participación activa” y frente a la asignación de labores de tierra es que la
accionante alega los actos de discriminación sindical, pues indica que el
conjunto de las dos cosas antedichas originó la pérdida de autonomía de vuelo,
y configuraron actos de persecución sindical.

100. Al respecto, la jurisprudencia de esta Corporación ha manifestado que


tratándose de la protección de la garantía de fuero sindical, lo procedente es
acudir, de manera preferente, a los medios judiciales previstos para su
protección. Estos se regulan en el Código Procesal del Trabajo y de la
Seguridad Social que, en particular, dispone de una acción expedita para que
el trabajador que goza de fuero sindical y que hubiere sido despedido pueda
lograr la protección de sus derechos, mediante un procedimiento especial, con
términos bastante reducidos.

101. Con relación a la autonomía de vuelo, el Reglamento Aéreo


Colombiano (en adelante “RAC”) dispone que “[c]uando por cualquier razón
el piloto pierda la autonomía de operación en una aeronave determinada,
queda de hecho suspendido de toda actividad de vuelo en la misma,
incluyendo la facultad de actuar como copiloto. Para reiniciar labores debe
obtener la correspondiente autorización de autonomía”158.

102. En este orden, la señora Martínez Rubio indica que la incapacidad para
volar, producto de la pérdida de autonomía de vuelo, no le ha permitido
vincularse a otra aerolínea comercial como capitán de la aeronave Airbus 320
y que, a raíz de la terminación de su contrato de trabajo, no cuenta con los
recursos necesarios para sufragar los costos derivados del recobro de la
autonomía de vuelo. En términos de la demandante, AVIANCA la sancionó
tres veces por los mismos hechos – la participación en el cese de actividades –
pues (i) cuando se reincorporó se le asignaron únicamente labores de tierra;
(ii) se le citó a descargos con base en la misma participación; y finalmente,
(iii) se le terminó su contrato laboral con base en dichos hechos. Por lo cual,
se evidencia que de forma preliminar la accionante si bien tiene la posibilidad
de acceder ante la jurisdicción laboral ordinaria para debatir la legalidad de la
terminación de su relación contractual, como primer problema jurídico,
también pone de presente a la Sala un interrogante adicional relacionado con
una eventual transgresión de su derecho fundamental a la libertad de
asociación sindical; por lo cual, el conflicto no se circunscribe al ámbito de
protección individual y subjetiva, sino que trasciende a la esfera constitucional
relacionada con los límites y alcances al derecho constitucional reconocido en
el artículo 39 de la Constitución.

158
RAC, numeral 2.2.1.5.
103. En la jurisprudencia constitucional reciente, este Tribunal determinó,
con relación a la eficacia de la acción de reintegro, que:

“los cauces procesales ordinarios resultan ineficaces para la


protección del derecho a la asociación sindical, en la medida en que el
conflicto planteado mediante acciones como la de reintegro, es
asumido formalmente como el resultado de la manifestación de
voluntad del empleador, a partir de una potestad legalmente conferida.
Esto, a su vez, hace que para el juez ordinario el panorama global y la
razón detrás de la terminación del contrato de trabajo no sea
especialmente relevante y, por esa vía, tampoco sea identificable el
debate formulado en términos de derechos fundamentales. En estas
hipótesis, la vía de la acción de tutela es, en consecuencia, el
mecanismo judicial para propender por la protección de los derechos
fundamentales presuntamente vulnerados, como única acción judicial
eficaz”159.

104. La aproximación antedicha viene siendo estructurada por esta Corte


desde la sentencia SU-342 de 1995, bajo el entendido de que existen
circunstancias para el juez laboral ordinario que conoce de la acción de
reintegro en las que el despido se ajustó a las formalidades legales y en esa
medida, desestima la pretensión sin tener en cuenta, por ejemplo, las
eventualidades derivadas de una posible vulneración al derecho fundamental a
la asociación sindical, y, según expone la sentencia T-367 de 2017, citando la
sentencia T-340 de 2012, “[p]ara ese juez, no resultará observable el
panorama global y la razón detrás de la terminación del contrato de trabajo,
pues a través de la acción de reintegro, el conflicto solo se le presenta como
una manifestación de la voluntad del empleador ajustada a la ley”.

105. Ahora bien, no basta con exponer situaciones en las que la acción de
reintegro resulta ineficaz, pues el amparo, como alternativa ante la ocurrencia
de un perjuicio irremediable, exige demostrar la inminencia, urgencia,
gravedad e impostergabilidad160. Así las cosas, será (i) inminente cuando la
amenaza está ocurriendo o está por suceder, (iii) grave sí la afectación a los
derechos es de gran intensidad, (iii) se predica la urgencia con relación a las
medidas requeridas para proteger el derecho, y (iv) será impostergable
cuando la tutela es el medio que permite “restablecer el orden social justo en
toda su integridad”161.

106. Los criterios antedichos, a la luz del caso concreto, pueden


representarse así: (i) es inminente porque a la fecha, la accionante, se
encuentra sin un contrato laboral vigente y además carece de autonomía de
vuelo; (ii) al tratarse de una vulneración a la asociación sindical en su
dimensión individual, la accionante alega que múltiples garantías vienen
siendo afectadas, pues con la desvinculación se produjeron cambios, por
159
Corte Constitucional, sentencia T-367 de 2017.
160
Con relación al contenido de los requisitos exigidos para acreditar el perjuicio irremediable ver, entre
otras, las siguientes sentencias: T-702 de 2008, T-494 de 2010, T-1316 de 2011, T-232 de 2013, T-527 de
2015, T-471 de 2017.
161
Corte Constitucional, sentencia T-593 de 2015.
ejemplo, en sus fuentes de ingresos, en sus actividades cotidianas y éstos,
según expone en la demanda, obedecen a una persecución que más allá de
afectar la garantía del artículo 39 Superior menoscaba, presuntamente, su
derecho a la igualdad. Sobre este punto, cabe anotar, que es determinante
evaluar si la conducta del empleador se ajustó a los límites legales o sí, por el
contrario, sobrepasó los mismos y con ello, se vulneró el artículo 39 Superior.
Es un caso de (iii) urgencia, pues la imposibilidad de volar, junto con la
ausencia de salario, continúan hondando la situación de desprotección de la
accionante; y (iv) es impostergable, en tanto, a juicio de la accionante, solo el
reintegro permite el cese de la vulneración, pues con dicha vinculación laboral
se restablecen sus garantías.

107. En este sentido y teniendo en cuenta que “[c]uando el conflicto atañe a


la violación o amenaza de violación de un derecho constitucional
fundamental su solución corresponde al juez de tutela” 162, y con base en que
la acción de tutela es el mecanismo idóneo para proteger el derecho de
asociación sindical en casos en los que el empleador presuntamente obstruye
su goce con actos de persecución o represión 163, la Sala deberá estudiar los
hechos antedichos para determinar si la empresa accionada incurrió en actos
de discriminación sindical – en contravía de los artículos 13 y 39 de la
Constitución – y si, como consecuencia de ello, se vulneró el derecho
fundamental a la libertad de asociación sindical.

108. Conclusiones sobre la subsidiariedad. Como consecuencia, para la


Sala es claro que en el presente caso no existe un perjuicio irremediable por
afectación al mínimo vital o por desconocimiento de la condición de
madre cabeza de familia, pues la capitán Martínez Rubio no acreditó los
requisitos para ser considerada como tal y su situación económica no permite
concluir que existe una afectación al mínimo vital como consecuencia de la
terminación de su contrato de trabajo, por lo cual, la jurisdicción ordinaria
laboral es el medio idóneo y eficaz para resolver las pretensiones de la
accionante encaminadas a determinar si existieron o no vulneraciones al
debido proceso en el marco del proceso disciplinario que adelantó la entidad
accionada. En este sentido, advierte la Sala que la existencia o no del fuero, y
la valoración de la existencia de una justa causa o no para terminar el contrato
de trabajo es una competencia propia de la jurisdicción ordinaria laboral. Dado
que el debate que para tales efectos se exige, es esencialmente probatorio,
dicha jurisdicción es la idónea para valorar si la accionante despedida gozaba
o no de tal fuero en el momento de la terminación de su contrato laboral y, de
esta forma, proteger, si es del caso, el derecho al debido proceso que en sede
constitucional se invoca. Asimismo, se reitera que en el presente caso no se
evidencia una condición de vulnerabilidad de la parte accionante que permita
flexibilizar el requisito ante la existencia de medios judiciales principales,
idóneos y eficaces. Insiste la Sala sobre este particular, que la acción de tutela
no se puede ejercer para pretermitir los mecanismos judiciales dispuestos por
el legislador en la resolución de conflictos sobre el debido proceso, en este

162
Corte Constitucional, sentencia T-173 de 1995.
163
Corte Constitucional, sentencias T-069 de 2015 y T-619 de 2016.
caso, pues daría lugar a que la jurisdicción constitucional sustituya a la
jurisdicción laboral.

109. No obstante, ante las dudas suscitadas por el uso de las facultades
sancionatorias por parte de AVIANCA con posterioridad a la reincorporación
de la accionante, la Sala se encuentra en un escenario que permite cuestionar
la posible existencia de una potencial vulneración frente al derecho de
asociación sindical en su dimensión individual, además, según lo alegado en la
demanda, es errado hablar de un perjuicio irremediable, en los términos del
numeral 106.. Por lo que en el presente caso, y exclusivamente respecto del
mencionado derecho considera la Sala que se cumple con el requisito de
subsidiariedad, pues según lo expuesto en los numerales 103. y 104.
anteriores, la tutela puede ser en el mecanismo definitivo idóneo de protección
en los términos que se expondrá más adelante.

C. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA JURÍDICO Y


ESTRUCTURA DE LA DECISIÓN

110. Conforme a los hechos expuestos en la Sección I de esta sentencia, le


corresponde a la Sala Cuarta de Revisión determinar si la actuación de
AVIANCA, en el marco del proceso de reincorporación laboral y el posterior
proceso disciplinario adelantando contra Diana María Martínez Rubio, puede
considerarse como transgresora del derecho fundamental a la asociación
sindical de la accionante. Además, deberá resolver si el Min Trabajo, al no
enviar un Inspector del Trabajo a la diligencia de descargos (de primera y
segunda instancia) contribuyó a la materialización de la vulneración alegada.

111. Con el fin de resolver el problema jurídico planteado, la Sala procederá


a estudiar la libertad de asociación sindical, teniendo en cuenta las
características generales de este derecho, su dimensión individual y las
manifestaciones del poder subordinante como posibles actos de persecución o
represión. Finalmente, se resolverá el caso concreto.

D. LIBERTAD DE ASOCIACIÓN SINDICAL –


CARACTERÍSTICAS Y DIMENSIÓN INDIVIDUAL.
REITERACIÓN DE JURISPRUDENCIA.

112. El artículo 38 de la Constitución Política de Colombia garantiza el


derecho de asociarse libremente para el desarrollo de las distintas actividades
que las personas realizan en sociedad. Así mismo, y como desarrollo de dicho
mandato, el artículo 39 de la Constitución establece una modalidad de libertad
especial, fundamentada en el principio de pluralidad, el derecho de
asociación164, y en la necesidad de proteger al trabajador respecto de su
patrono. En este orden, la protección constitucional sobre la libertad sindical,
164
La sentencia C-466 de 2007 estableció en relación con el concepto de libertad y asociación sindical y sus
diferencias, que “el derecho fundamental de asociación sindical consagrado en el artículo 39 de la C.N.
constituye una modalidad del derecho fundamental a la libre asociación consagrado en el artículo 38 de la
Carta (…), y que a su vez el derecho de asociación sindical se encuentra comprendido dentro del concepto de
libertad sindical que tiene un ámbito conceptual y normativo mayor al del derecho de asociación sindical,
siendo éste una manifestación de aquel”.
como fundamental165, tiene efectos en otras garantías constitucionales como la
igualdad (artículo 13 de la Constitución) al mitigar los efectos de la
subordinación que da lugar a la relación desigual entre empleador y trabajador
y, además, permite la realización del derecho al trabajo en condiciones de
dignidad (artículos 1 y 25 de la Constitución) 166. Aunado a lo anterior, el
artículo 55 de la Carta protege la negociación colectiva para regular las
relaciones laborales, con las excepciones que señale la ley, es decir, que allí se
instituye el derecho a la libertad de asociación sindical a través de la
constitucionalización de los procedimientos tendientes a la efectividad de
dicha garantía.

113. La libertad sindical tiene cinco características distintivas 167, se trata de


un derecho: voluntario, relacional, instrumental, especial y compuesto. Como
primera medida, es un derecho cuyo ejercicio es voluntario pues la afiliación
o desafiliación depende de la autodeterminación – como decisión libre – del
trabajador para asociarse, o no hacerlo, con otros individuos dentro de una
organización colectiva que persigue intereses comunes. En segundo lugar es
relacional, como derecho subjetivo de carácter individual cuyo ejercicio
depende del acuerdo de voluntades que soporta la persona colectiva de
carácter jurídico. Tercero, es una garantía instrumental en tanto actúa como
vehículo para alcanzar los fines propuestos por la organización sindical. En
cuarto lugar, es especial, pues la libertad sindical es una especie dentro del
género libertad de asociación consagrado en el artículo 38 de la Carta.

114. Finalmente, se trata es un derecho compuesto que consagra las


siguientes garantías de contenido independiente168: (1) el derecho de libre
asociación y constitución de las asociaciones y organizaciones de trabajadores
que los identifican como grupos con intereses comunes, y cuya defensa
propugnan colegiadamente; (2) la facultad de organizar estructural y
funcionalmente los sindicatos, con el consecuente atributo de la personalidad
jurídica que opera de facto169; (3) el poder de darse sus propios estatutos y
reglamentos internos, bajo el que los trabajadores pueden determinar, por
ejemplo, el objeto de la organización, condiciones de admisión, permanencia,
retiro o exclusión de sus miembros y los órganos de gobierno; (4) la garantía
de la cancelación de dichas organizaciones sólo por vía judicial; (5) el derecho
a federarse y confederarse a nivel nacional y/o internacional; y (6) la
prohibición para el ejecutivo, legislativo y el patrono de adoptar medidas,
regulaciones, decisiones o adelantar acciones que tiendan a obstaculizar el
goce del derecho a la libertad sindical.

165
Sobre la fundamentalidad del artículo 39 Superior, ver las sentencias: T-418 de 1992, T-834 de 2000, T-
080 de 2002, y C-1053 de 2012.
166
En sentido similar esta Corte ha establecido que “la libertad de asociarse en organizaciones sindicales
constituye una expresión del ejercicio de un conjunto de libertades fundamentales del hombre, como las de
pensamiento, expresión, de reunión y  asociación, así como de los derechos de participación en la
organización pública y toma de decisiones que atañen a los intereses comunes y colectivos de los asociados,
todo lo cual constituye el punto de partida para la participación política” ver: sentencia C-466 de 2007,
reiterando las sentencias C-385 del 2000 y C-797 del 2000.
167
Corte Constitucional, entre otras, sentencia T-441 de 1992.
168
Corte Constitucional, sentencias T-441 de 1992 y C-797 del 2000.
169
Corte Constitucional, sentencia T-441 de 1994.
115. Ahora bien, la jurisprudencia constitucional ha establecido – a partir de
las características antedichas – que existen tres dimensiones dentro del
concepto lato de libertad sindical. En primer lugar, la dimensión individual,
abarca la “posibilidad que tiene cada persona de decidir si se afilia, si se
retira o si permanece dentro de la organización, sin injerencia alguna o
presiones externas”170. Segundo, la dimensión colectiva permite a los
trabajadores sindicalizados, bajo la garantía de no injerencias externas,
autogobernarse y tomar decisiones independientes con respecto de la
organización sindical. Finalmente, la dimensión instrumental implica que la
libertad consagrada en el artículo 39 Superior actúa como “el medio para que
los trabajadores puedan lograr la consecución de algunos fines,
especialmente el mejoramiento de sus condiciones laborales”171.

116. En esta oportunidad corresponde profundizar sobre la dimensión


individual de la libertad sindical, establecida en desarrollo de las
características de ejercicio voluntario y naturaleza relacional. Esta dimensión
se materializa, en términos de exigibilidad, en el derecho subjetivo de libre
asociación que está dentro del conjunto de garantías que protege el artículo 39
de la Constitución. Sobre el particular, la sentencia T-1328 de 2001 estableció
que comprende “la posibilidad de ingresar, permanecer y retirarse de un
sindicato”172 y, como consecuencia, la piedra angular de dicho derecho es el
elemento volitivo en cabeza del trabajador.

117. El artículo 354 del CST173, por ejemplo, es una expresión legal de
protección a la dimensión individual pues impide que el empleador, quien
detenta los medios de capital, el control sobre las herramientas de trabajo, la
facultad subordinante y el poder disciplinario, pueda influir en la expresión de
voluntad del empleado con relación al sindicato. De este modo, la norma
antedicha protege la decisión autónoma y libre del trabajador y, con ello,
sanciona las posibles dádivas, promesas o reconocimiento de beneficios que

170
Corte Constitucional, sentencia T-619 de 2013.
171
Corte Constitucional, sentencia T-619 de 2013.
172
En sentido similar, la sentencia de 2009 estableció “que se traduce en la posibilidad que tienen los
trabajadores de organizar sindicatos y de ingresar, permanecer o retirarse de la organización sindical”.
173
Artículo 354. PROTECCION DEL DERECHO DE ASOCIACION. <Artículo modificado por el artículo
39 del Ley 50 de 1990. El nuevo texto es el siguiente:> 
1. En los términos del artículo 292 del Código Penal queda prohibido a toda persona atentar contra el
derecho de asociación sindical. 
2. Toda persona que atente en cualquier forma contra el derecho de asociación sindical será castigada cada
vez con una multa equivalente al monto de cinco (5) a cien (100) veces el salario mínimo mensual más alto
vigente, que le será impuesta por el respectivo funcionario administrativo del trabajo. Sin perjuicio de las
sanciones penales a que haya lugar. 
Considérense como actos atentatorios contra el derecho de asociación sindical, por parte del empleador: 
a). Obstruir o dificultar la afiliación de su personal a una organización sindical de las protegidas por la ley,
mediante dádivas o promesas, o condicionar a esa circunstancia la obtención o conservación del empleo o el
reconocimiento de mejoras o beneficios; 
b) Despedir, suspender o modificar las condiciones de trabajo de los trabajadores en razón de sus
actividades encaminadas a la fundación de las organizaciones sindicales; 
c). Negarse a negociar con las organizaciones sindicales que hubieren presentado sus peticiones de acuerdo
con los procedimientos legales; 
d). Despedir, suspender o modificar las condiciones de trabajo de su personal sindicalizado, con el objeto de
impedir o difundir el ejercicio del derecho de asociación, y 
e). Adoptar medidas de represión contra los trabajadores por haber acusado, testimoniado o intervenido en
las investigaciones administrativas tendientes a comprobar la violación de esta norma.
tienen como finalidad la desafiliación sindical y/o la generación de incentivos
en contra de la afiliación.

118. El fuero sindical es otra modalidad de protección que tiene efectos en la


dimensión individual, pues su reconocimiento “facilita al directivo sindical,
como trabajador individualmente considerado, el ejercicio de sus funciones
libre de coacción alguna generada por la amenaza de la pérdida del empleo o
del desmejoramiento de las condiciones en el mismo”174.

119. Para la Sala es importante resaltar la dimensión individual pues es la


que atañe al trabajador personalmente considerado, en el entendido de que, en
ejercicio de la capacidad de autodeterminación, decide su situación particular
respecto de alguna organización sindical y, en esa medida, lo que la
Constitución protege es la decisión libre de pertenencia, permanencia,
indiferencia o retiro. En este orden de ideas, la dimensión en comento se
materializa en el derecho de asociación sindical desde una aproximación
subjetiva, pues es el empleado, como titular del derecho, quien elige si lo
ejerce o no, y dentro del ámbito de protección del artículo 39 Superior quedan
protegidas tanto la expresión positiva del derecho como la abstención respecto
de su ejercicio.

E. LIBERTAD DE ASOCIACIÓN SINDICAL –


MANIFESTACIONES DEL PODER SUBORDINANTE
COMO ACTOS DE PERSECUCIÓN SINDICAL

120. La libertad sindical, como garantía compuesta, contiene la protección


frente a injerencias arbitrarias. En desarrollo de esto, la Corte Constitucional
ha establecido que los actos de persecución sindical son conductas objetivas,
susceptibles de ser verificadas e imputables a un sujeto, que generalmente es
el empleador. De acuerdo con la jurisprudencia constitucional, la concurrencia
de ciertos factores permite verificar los presupuestos objetivos y de este modo,
catalogar una conducta como acto de persecución. Dentro de estos factores la
Sala destaca: (i) la incidencia en el número de trabajadores sindicalizados; (ii)
la motivación del acto producto del papel que cumple el empleado dentro del
sindicato; y/o (iii) la aplicación desproporcionada e irrazonable de las
medidas, en términos de frecuencia, oportunidad y grado de impacto175.

121. En desarrollo de este último punto, existe jurisprudencia que ha


enmarcado el uso irrazonable del poder subordinante del empleador dentro del
concepto de actos de persecución sindical y con ello, violatorios del artículo

174
Corte Constitucional, sentencia T-1178 de 2004. En sentido similar, la sentencia T-1328 de 2001 “se
refirió a un conjunto de factores que es preciso ponderar en orden a establecer si se está ante una conducta
que tenga un alcance de persecución sindical. Así, entre tales factores está el número de trabajadores
sindicalizados afectados; el papel que cumplen en la organización sindical, sea que se trate de meros
afiliados, o activistas, o directivos, la frecuencia con que el empleador acude a la medida de que se trate; la
oportunidad en la que el empleador decide hacer uso de sus facultades; el grado de impacto que la medida
tenga o pueda tener sobre los trabajadores, al promover la desafiliación, desestimular el ingreso a la
organización sindical o inhibirla en el desarrollo de sus funciones, y, finalmente, el animus con el que ha
procedido el empleador”, ver sentencia T-657 de 2009.
175
Corte Constitucional, sentencia T-1328 de 2001.
39 Superior176. Antes de abordar este punto, la Sala deberá precisar el alcance
del poder subordinante y dar cuenta de dos de sus manifestaciones: la potestad
disciplinaria y sancionatoria y el ius variandi.

122. El poder subordinante “comprende de modo general la dirección de


las actividades [que deben ser realizadas en ejecución del contrato laboral],
la imposición de reglamentos y la función disciplinaría”177. Es un poder que
encuentra sus límites en la Constitución, particularmente en el respeto a la
dignidad humana y a los derechos fundamentales del empleado, y en los
principios mínimos fundamentales contenidos en la legislación laboral. Frente
a su ejercicio, conviene precisar que, en principio, es legítimo pues encuentra
sus fuentes en el artículo 23 del CST, que establece la subordinación como un
elemento esencial del contrato laboral178, el cual tiene efectos de ley para las
partes. Adicionalmente es un facultad que “se predica solamente respecto de
la actividad laboral y gira en torno a los efectos propios de esa relación”179.

123. Con relación al ius variandi, esta Corte ha establecido que se concreta
cuando el empleador modifica las condiciones de tiempo, modo y lugar de la
prestación personal del servicio180. Dicha facultad permite cambiar las
condiciones de trabajo, pero su ejercicio no es absoluto, pues, primero, debe
respetar los derechos fundamentales del trabajador, y segundo, debe obedecer
a razones objetivas que den cuenta del motivo y la necesidad de los cambios.
En este orden de ideas, el punto de partida para el ejercicio del ius variandi
son los límites de la razonabilidad y las necesidades del servicio, y en
términos generales, se está frente a un ejercicio legítimo, siempre y cuando, la
medida unilateralmente adoptada “resulta necesaria para que el empresario
pueda organizar y dirigir el recurso humano en aras de optimizar el resultado
de la empresa”181.

124. Entonces, con base en la definición antedicha, se reconocen varias


expresiones del ius variandi, entre las que se rescata: (i) el ius variandi
locativo, como el cambio en el lugar de ejecución del trabajo; (ii) el ius
variandi funcional, que atiende a la variación de las labores que debe ejecutar
el empleado y que no debe constituir “una degradación de su estatus
laboral”182; y (iii) el ius variandi respecto de las condiciones de tiempo, pues
el empleador puede modificar unilateralmente el horario de trabajo183.

125. Ahora bien, ocurre un uso ilegítimo del ius variandi, de acuerdo con la
jurisprudencia de esta Corte, cuando:

176
Corte Constitucional, sentencia T-657 de 2009.
177
Corte Constitucional, sentencia C-397 de 2006.
178
Corte Constitucional, sentencia C-934 de 2004: “Dentro del elemento subordinación se destaca, como ya
lo ha sostenido la jurisprudencia, el poder de dirección en la actividad laboral y la potestad disciplinaria que
el empleador ejerce sobre sus trabajadores para mantener el orden y la disciplina en su empresa”
179
Corte Constitucional, sentencia C-593 de 2014. En sentido similar ver: C-934 de 2004.
180
Corte Constitucional, sentencia T-682 de 2014. En sentido similar, ver las sentencias: T-264 de 2005, T-
048 de 2013 y T-682 de 2014.
181
Corte Suprema de Justicia SL4427-2014, reiterada por SL12593-2017.
182
Corte Suprema de Justicia SL42706-2014.
183
Corte Suprema de Justicia SL 44268-2016.
“(…) de manera abrupta e inconsulta se realiza un cambio en las
condiciones laborales de un trabajador, sin tener en cuenta
aspectos que afectan la esfera de su dignidad, como por ejemplo:
la situación familiar, el estado de salud del trabajador o su núcleo
familiar, el lugar y el tiempo de trabajo (antigüedad y condiciones
contractuales), las condiciones salariales y el comportamiento que
ha venido observando y el rendimiento demostrado”184.

126. Con respecto a la potestad disciplinaria y sancionatoria en el ámbito


laboral, la Corte Constitucional ha establecido que es “la prerrogativa del
patrono de imponer castigos para mantener el orden al interior de las
organizaciones, se encuentra sometida al respeto de los derechos
fundamentales de los trabajadores, específicamente al respeto de las
garantías mínimas consagradas por el artículo 29 Superior y que forman
parte del debido proceso”185.

127. Su ejercicio irrazonable o desproporcionado ocurre cuando el


empleador castiga o sanciona cierta falta cometida por el trabajador sin la
razonabilidad y proporcionalidad aplicables a las condiciones del caso, por
ejemplo, sancionando sin respaldo probatorio suficiente, en detrimento del
derecho fundamental al debido proceso del empleado. En concreto, la
sentencia T-170 de 1999 estableció que la indebida utilización de sanciones es
una forma de persecución sindical, pues no es legítimo el menoscabo de las
garantías constitucionales sindicales a través de la justificación falaz del pacta
sunt servanda del contrato de trabajo186.

128. De las referidas expresiones del poder subordinante se puede concluir


que el uso irrestricto, desproporcionado, ilegítimo o abusivo de dichas
facultades vulnera los derechos fundamentales de los trabajadores y en esa
medida, pueden constituir actos de persecución sindical cuando, el efecto de
las sanciones impuestas en ejercicio de la potestad sancionatoria o las
consecuencias de los cambios ordenados en desarrollo del ius variandi, se
conviertan en “en instrumentos de presión sobre la organización sindical, que
incidan, por ejemplo, en la reducción de sus afiliados, o en un clima de
aprehensión para potenciales integrantes, o en la inhibición de actividades
propias de la organización de los trabajadores”187. En este mismo sentido,
reconoció la sentencia T-477 de 2016 que las conductas indebidas del
empleador que resultan contrarias al mencionado derecho fundamental,
incluyen también desalentar a los posibles asociados, sancionarlos o
discriminarlos por hacerlo, o acudir a la facultad de terminación del contrato
sin justa causa respecto de alguno de los miembros de la organización con el
propósito de afectarla, o adoptar conductas discriminatorias basadas en la
circunstancia de estar o no afiliado al sindicato.

184
Corte Constitucional, sentencia T-682 de 2014.
185
Corte Constitucional, sentencia C-593 de 2014.
186
Con relación al uso ilegitimo de la facultad sancionatoria, cuyo efecto es incurrir en actos de persecución
sindical, ver las sentencias: T-570 de 2007 y T-657 de 2009.
187
Corte Constitucional, sentencia T-657 de 2009.
129. En síntesis, la regla jurisprudencial es que “las facultades que, de
conformidad con la ley, tiene el empleador en relación con sus trabajadores
no pueden ser utilizadas como instrumento de persecución sindical”188, pues
un ejercicio en tales condiciones conlleva a la vulneración de varías garantías
fundamentales como los artículos 13 y 39 de la Constitución.

F. VIGILANCIA Y OBLIGACIONES DEL MIN TRABAJO CON


RELACIÓN A LOS DESPIDOS OCURRIDOS CON
OCASIÓN DE UNA HUELGA ILEGAL

130. En este punto, debe reiterarse que una vez confirmada la ilegalidad de
una huelga por la autoridad competente se activan las potestades disciplinarias
y sancionatorias del empleador y en particular, la facultad de despedir, con
justa causa, conforme a los numerales 2,4 y 6 del literal (a) del artículo 7 del
Decreto 2351 de 1965 y según los artículos 58, numeral 1, artículo 60,
numerales 4 y 5, y artículo 450, numeral 2, del CST. Bajo esta óptica, debe
precisarse que quien adelanta el proceso disciplinario laboral y, en
consecuencia, quien toma la decisión de terminar el contrato de trabajo es el
empleador. Lo anterior ocurre en ejercicio de sus facultades legales y sobre
éstas el Min Trabajo no tiene injerencia ni competencia alguna, pues la
autoridad competente para debatir la decisión de despido es, en primer orden,
el juez laboral y excepcionalmente, de encontrarse un perjuicio irremediable
relacionado, por ejemplo, con la afectación a la libertad de asociación sindical
prevista en artículo 39 Superior, el juez constitucional.

131. Con relación a la obligación contenida en el artículo 1º del Decreto


2164 de 1959, donde se ordena la intervención del Ministerio del Trabajo con
posterioridad a la declaración de ilegalidad de la huelga, la disposición
antedicha hace alusión al reintegro de los trabajadores, más no a los procesos
disciplinarios que han de ser adelantados por el empleador. No es correcto
entonces, extender los efectos de esta norma a una figura completamente
distinta, pues una cosa es que el Ministerio vigile la reincorporación de los
trabajadores a sus empleos – entendiendo esto con una vigilancia colectiva y
no individual – y otra muy diferente, es la intervención del Min Trabajo en los
procesos disciplinarios, que por mandato constitucional son individuales y por
disposición legal su ejercicio le compete al empleador.

132. En esta misma línea, el numeral 1 del artículo 486 del CST189 establece
que “[l]os funcionarios del Ministerio de Trabajo podrán (…) ordenar las
medidas preventivas que consideren necesarias, asesorándose de peritos
como lo crean conveniente para impedir que se violen las disposiciones
relativas a las condiciones de trabajo y a la protección de los trabajadores en
el ejercicio de su profesión y del derecho de libre asociación sindical”
(negrillas fuera del texto original). En el mismo numeral se dispone que los
funcionarios del Min Trabajo “no quedan facultados (…) para declarar
derechos individuales ni definir controversias cuya decisión esté atribuida a

188
Corte Constitucional, sentencia T-657 de 2009.
189
Numeral modificado por el artículo 20 de la Ley 584 de 2000.
los jueces, aunque sí para actuar en esos casos como conciliadores” (negrillas
fuera del texto original).

133. Así, con relación al Min Trabajo, debe concluirse que no hay omisión y
por ende, hay tres razones que explican porque no hay vulneración en el
derecho de la asociación sindical. Primero, porque el artículo 486 proscribe la
injerencia del Ministerio en asuntos cuya competencia les corresponda a las
autoridades judiciales, que son los competentes para debatir la ilegalidad de un
despido190. Segundo, porque de acuerdo con la misma norma las medidas
preventivas que puede adoptar esa cartera son facultativas. Finalmente, la
obligación de acompañamiento exigible al Ministerio se predica de la
reincorporación de los empleados una vez se declara la ilegalidad de la huelga
(Decreto 2164 de 1959), más no se trata de una obligación que se extienda al
ejercicio de la potestad sancionatoria pues esta opera en el marco de la
relación interpartes (empleado-empleador) y quienes pueden decidir sobre su
ilegitimidad también son los jueces.

G. SOLUCIÓN DEL CASO CONCRETO

134. En el caso que se analiza la Sala deberá determinar si AVIANCA


ejerció arbitrariamente las facultades derivadas del poder subordinante, al
dejar a la demandante en labores de tierra desde que se reincorporó a su
trabajo después del levantamiento del cese ilegal hasta que se le terminó su
contrato laboral. Lo anterior, en tanto la accionante alega que la asignación de
labores de tierra obedeció a un actuar represivo y un trato diferenciado de
AVIANCA frente sus empleados sindicalizados, lo cual la condujo a perder su
autonomía de vuelo.

135. En sede de tutela la capitán Martínez Rubio indicó que perdió la


autonomía de vuelo por las labores de tierra asignadas por la empresa
accionada, pérdida que, según alega, constituye un perjuicio irremediable para
su desarrollo profesional como piloto comercial.

136. Con relación a este asunto, de acuerdo con el RAC, la autonomía de


vuelo se pierde por la interrupción de las actividades de vuelo por un periodo
de noventa (90) días o más191. El efecto de esto es que el piloto queda
suspendido de toda actividad de vuelo incluyendo la facultad de actuar como
copiloto192, en otras palabras, perder la autonomía de vuelo equivale a la
imposibilidad para volar. En los casos de piloto de avión comercial, el recobro
exige efectuar tres decolajes y tres aterrizajes, frente a un chequeador de
tripulantes, en la aeronave respecto de la cual pretende recobrar la
autonomía193. Lo anterior, tiene su fuente en que, de acuerdo con el numeral
2.2.1.2.2. del RAC, se tiene autonomía de vuelo respecto a “una sola clase y
190
Se debe aclarar que la modificación del artículo 451 del C.S.T. efectuada por el artículo 2 de la Ley 1210
de 2008, hace referencia a la potestad administrativa de “acompañar”, misma que no se refiere a una función
administrativa, sino judicial. El contexto de la norma que se invoca como desconocida por el Min Trabajo
antes le otorgaba a esta cartera la competencia para declarar la ilegalidad de un cese de actividades, ahora,
esta potestad es exclusiva del juez laboral.
191
RAC, numeral 2.2.1.10.
192
RAC, numeral 2.2.1.5
193
RAC, numeral 2.2.5.8., literal (a).
un solo tipo de aeronave”, por lo cual tanto las calidades del chequeador,
como el equipo son determinantes.

137. En este sentido, señala la Sala que no debe confundirse la autonomía de


vuelo con la licencia para volar. La licencia es expedida por la Aerocivil –
UAEAC – y funciona como el título de idoneidad del personal aeronáutico,
pues como documento oficial, emitido por la autoridad competente, da cuenta
de la capacidad técnica, experiencia y requisitos de conocimiento 194 del
aviador. El piloto comercial, como titular de la licencia de vuelo, deberá
completar anualmente: un repaso del curso de tierra, entrenamiento de vuelo y
chequeo de vuelo, en simulador o avión, ante el Inspector de la UAEAC o ante
el Examinador Designado195. Cabe resaltar que en el caso concreto no hay
alegaciones respecto de la licencia de vuelo, pues la accionante manifestó que
su licencia como piloto comercial de A320 se encuentra vigente.

138. Hechas estas precisiones, es importante resaltar que en el presente caso


existe un escenario de pérdida de autonomía de vuelo respecto de la aeronave
“Airbus 320” en tanto la capitán Diana María Martínez Rubio estuvo más de
90 días sin volar este modelo de avión. Frente a esta situación estima la Sala
que deben considerarse varios factores. Primero, durante los 53 días que se
extendió el cese ilegal de actividades, tal como se evidencia en las pruebas
recaudadas, la demandante optó voluntariamente por mantenerse al margen de
sus labores, ausentándose de su lugar de trabajo y como consecuencia,
incumpliendo sus asignaciones de vuelo (ver supra, numerales 18. y 19.).
Cabe resaltar que, en el curso del proceso disciplinario, la señora Martínez
Rubio justificó sus inasistencias a su lugar de trabajo en el hecho de que era
beneficiaria de un permiso sindical permanente (ver supra, numerales 5. y
17.). De este modo, se puede verificar objetivamente que más de la mitad del
término establecido para perder la autonomía de vuelo transcurrió como
consecuencia de la decisión autónoma de la accionante de participar en el cese
colectivo ilegal de actividades.

139. Para la Sala, es evidente que la pérdida de autonomía de vuelo resulta


de una acción que es imputable a la voluntad de la capitán Martínez, en la
medida en que la empresa accionada tenía programadas las asignaciones de
vuelo y entrenamientos que debía realizar, en cumplimiento de las labores
derivadas de su contrato laboral con AVIANCA, y fue ella quien
voluntariamente no asistió a las mismas (ver supra, numeral 59.). En este
orden, ni las asignaciones de vuelo, ni los entrenamientos o simuladores tienen
el efecto de responsabilizar a la aerolínea por la eventual pérdida de la
autonomía de vuelo, por cuanto, no existe una norma en la legislación
aeronáutica que así lo determine196, ni tampoco se encontró obligación
194
RAC, numeral 2.2.5.1., dentro de los conocimientos se destaca: derecho aéreo, conocimiento general de las
aeronaves, performance y planificación de vuelo, navegación, meteorología, radiotelefonía, idioma,
195
RAC, numeral 2.2.1.1.4.3., la instrucción de vuelo, según el numeral 2.2.5.2.2. del RAC, asegura la
experiencia operacional del solicitante de la licencia y dentro de este proceso, lo enfrenta a reconocimiento y
gestión de amenazas o errores, maniobras básicas de vuelo, procedimiento y maniobras anormales, entre
otras.
196
Las normas del RAC en ningún momento endilgan responsabilidad a la empresa de aviación. La única
exigencia legal, con relación a la autonomía de vuelo, es que se tenga la habilitación vigente para la aeronave
que se va a operar, lo cual significa, según el 4.16.1.18.1 del RAC, que la compañía deberá verificar la
contractual o convencional que traslade la carga de mantener la vigencia de la
autonomía de vuelo a la empresa de aviación comercial accionada.

140. En segundo lugar, puede deducirse de la prueba allegada al expediente,


que AVIANCA se enfrentó a un reto administrativo, pues levantado el cese
ilegal de actividades le correspondió (i) actualizar la planeación de las
asignaciones para normalizar la operación; (ii) realizar un plan de
reincorporación atendiendo a las limitaciones propias de la disponibilidad de
recursos externos, entre ellos, los simuladores de vuelo y los chequeadores de
la UAEAC; y (iii) velar, en ejecución del plan de reincorporación, por el
cumplimiento de las normas aeronáuticas y las condiciones de seguridad (ver
supra, numerales 17. y 27.).

141. De este modo, en fase de normalización, AVIANCA en ejercicio del ius


variandi, y teniendo en cuenta las limitaciones externas ligadas a la
disponibilidad de recursos, asignó labores de tierra y entrenamientos en el
período comprendido entre el 13 de noviembre de 2017 y el 21 de junio de
2018. En el caso de la accionante, las labores asignadas eran determinantes
para el desarrollo exitoso de la aviación, pues desde su capacidad, experiencia
y conocimiento estaba encargada de asegurar, por ejemplo, la operación
segura y puntual de los vuelos, a través de la gestión de documentos y
procedimientos exigidos para el efecto (ver supra, numeral 58.).

142. Cabe anotar, que de conformidad con el acervo probatorio el ejercicio


del ius variandi funcional por parte de AVIANCA no afectó su situación
salarial197, ni dio lugar a un menoscabo en su posición laboral, por cuanto,
mantuvo la ciudad de Bogotá como su lugar de trabajo, y no tuvo efectos
prima facie ni el estado de salud de la accionante ni la situación familiar de la
capitán Martínez Rubio. También pudo constatar la Sala que fueron medidas
que se aplicaron indistintamente a los empleados de la entidad accionada, pues
no obedecían a las condiciones de los trabajadores individualmente
considerados sino al plan de normalización de las actividades adoptado por la
empresa y a la disponibilidad de recursos externos.

143. En este orden de ideas, en el presente caso observa la Sala que en


ejercicio del ius variandi aparecen los siguientes elementos objetivos: (i) el
hecho de que la accionante no asistió a sus asignaciones de vuelo,
excusándose en el permiso sindical permanente y en su participación en el
cese ilegal de actividades; (ii) las circunstancias fácticas que rodearon la
reincorporación paulatina de los pilotos, pues esta dependía de recursos
limitados, cuyo uso no era discrecional de AVIANCA; (iii) las labores en
tierra asignadas a la accionante evidencia elementos determinantes para la
operación exitosa y cuya realización exige conocimiento, experiencia y rigor
técnico del trabajador encargado; (iv) la inexistencia de obligaciones legales
en cabeza de AVIANCA respecto de la vigencia de la autonomía de vuelo de
sus pilotos; (v) la reincorporación, como consecuencia de disponibilidad

vigencia más no garantizarla.


197
Corte Constitucional, sentencias T-483 de 1993, T-503 de 1999, T-1156 de 2004, T-797 de 2005 y T-682
de 2014.
limitada de los recursos de simulador, chequeadores, escuelas de tierra, etc.,
motivó el ejercicio del ius variandi funcional por parte de la empresa
accionada, en el presente caso, pues los pilotos cuya autonomía de vuelo no se
encontraba vigente podían ejecutar labores de tierra en el proceso de
recuperación; y (vi) la capitán Martínez Rubio, como propietaria del título de
idoneidad – licencia de vuelo –, es la primera obligada en mantener la
autonomía de vuelo, entendida como las condiciones mínimas legales que se
exigen para volar el avión respecto del cual se tiene licencia; ello pues la
titularidad de la licencia genera deberes y responsabilidades198.

144. Ahora, según el RAC, recuperar la autonomía exige que el piloto realice
tres decolajes y tres aterrizajes, ante un chequeador de tripulantes calificado
para la aeronave respecto de la que pretende reanudar la actividad 199. Dicho
procedimiento no exige la comparecencia de la empresa de aviación
comercial, pues el piloto puede sufragar los costos, de manera particular, en
aras de mantener o recuperar su autonomía. Según lo probado, el patrimonio y
los ingresos recibidos por la accionante – a título de liquidación, auxilios,
cánones de arrendamiento – le permiten cubrir los costos del recobro.

145. Paralelamente, suscita a la Sala la conducta ejercida por la entidad


accionada frente al ius variandi funcional. Sobre el particular, la Sala no
encuentra elementos de discriminación pues las dilaciones originadas en la
disponibilidad limitada de los recursos requeridos para normalizar la
operación fueron padecidas, en igualdad de condiciones, por todos los pilotos
que se reincorporaron tras el levantamiento del cese ilegal de actividades. De
modo que, de acuerdo con el acervo probatorio, los pilotos sindicalizados que
se reincorporaron debieron soportar tanto las demoras propias como la
asignación de labores de tierra, por el hecho de que pasaron más de 90 días sin
volar (entendiendo que en el caso concreto más de la mitad del tiempo, tuvo
lugar en el marco del cese ilegal de actividades, en el cual participó
voluntariamente la accionante). Por lo anterior, considera la Sala que el ius
variandi funcional que ejerció AVIANCA no resultó arbitrario o irrazonable,
en la medida que, guardó las garantías fundamentales de los pilotos y no
generó un detrimento objetivo y verificable en las condiciones laborales de los
trabajadores.

146. En este orden de ideas, la Sala considera que la pérdida de autonomía de


vuelo no es imputable a AVIANCA, pues el ejercicio del ius variandi no
generó presiones indebidas en los trabajadores sindicalizados ni en la
asociación sindical. El ejercicio de la potestad de reasignar labores y funciones
a la capitán Martínez obedeció a la validación de un motivo razonable y
necesario para lograr la normalización de la operación de la empresa con
posterioridad al cese ilegal de actividades, mismo que fue aplicado en
condiciones de igualdad a los pilotos de la empresa accionada, y en esa
medida, es una expresión del poder subordinante conforme a la ley y a la
jurisprudencia constitucional (ver supra, numeral 128.).

198
RAC, numerales 2.14, 2.2.1.1.4., y 2.2.5.8.
199
RAC, numeral 2.2.5.8.
147. Ahora bien, con respecto de la alegada persecución sindical ocurrida en
sede del proceso disciplinario adelantado en contra de la accionante, esta
expone dos actos constitutivos de la discriminación. Primero, que la
participación activa se dedujo de unas fotografías no contemporáneas a la
huelga. Segundo, que no le fueron comunicadas las asignaciones de vuelo de
los días 5 y 6 de noviembre de 2017, pues a ella conocía de sus vuelos vía
notificación escrita.

148. Con relación al primero, la Sala debe precisar que la condición de


participación activa se dedujo de un conjunto de pruebas (ver numeral 24).
Dentro de este conjunto, se rescata su convocatoria y gestión en el bazar
organizado para la recolección de fondos destinados a financiar el cese, el
hecho de que aparece en las fotos y vídeos publicados directamente por
ACDAC durante la huelga, y su calidad de negociadora en las reuniones
realizadas entre ACDAC y el Min Trabajo antes de la declaratoria de
ilegalidad200. A partir de esto, AVIANCA era posible concluir objetivamente
que hubo actos de promoción del cese ilegal – como la convocatoria al bazar –
y también actos de participación, que se prueban tanto con el material visual
publicado por ACDAC, como con su presencia en las reuniones adelantadas
entre el sindicato y otras autoridades.

149. Con respecto al segundo, en sede de revisión se pudo verificar que la


accionante sí fue notificada de dichas asignaciones de vuelo (ver supra,
numeral 59.). Sobre esto es necesario reiterar que: (i) los pilotos reciben su
cronograma de vuelo de manera mensual, vía correo electrónico, siendo éste el
canal institucional de notificaciones de vuelo; (ii) únicamente los cambios en
el itinerario mensual se notifican, en el domicilio del trabajador, a través de
nota física; y (iii) las asignaciones de vuelo del 5 y 6 de noviembre de 2017
estaban programadas dentro del itinerario que la Capitán Martínez recibió en
octubre, no sufrieron ningún tipo de cambios y por esa razón, no hay lugar al
reclamo relativo a la notificación en nota física. Junto a esto, debe tenerse en
cuenta que la accionante alegó su permiso sindical permanente como
justificación al incumplimiento de las asignaciones de vuelo (ver supra,
numeral 22.), pues, según indicó, dicha prerrogativa hace obligatorio el
procedimiento de nota física. Tal alegación desconoce que un permiso como el
antedicho permite ausentarse del lugar del trabajo en pro del cumplimiento de
compromisos sindicales, sin embargo, (i) no altera las condiciones de trabajo y
por ende, tampoco cambia los medios de comunicación, y (ii) tal ausencia no
es discrecional del trabajador, en la medida en que para hacerla efectiva exige
darle aviso a la empresa de aviación, de forma tal que el personal encargado
pueda planear y programar los itinerarios, atendiendo a las circunstancias
específicas de cada uno.

150. Sobre el permiso sindical permanente corresponde hacer dos


consideraciones. Primero que la capitán Martínez Rubio, como miembro de la
Junta Directiva de ACDAC, es beneficiaria de dicho permiso remunerado
establecido en la Convención Colectiva de Trabajo201. Es con base en este
permiso sindical que la accionante pretendió justificar su no presentación a las
200
Cuaderno de Revisión, folios 72-79.
asignaciones de vuelo de los días 5 y 6 de noviembre de 2017, lo cual,
expresamente contraviene el artículo 6 del Convenio 151 de 1978 de la OIT
202
, pues dichos permisos no son un medio para incumplir las obligaciones
derivadas del contrato de trabajo. En segundo lugar, con posterioridad a la
declaratoria de ilegalidad de la huelga, AVIANCA concedió permiso sindical
permanente a todos los directivos de ACDAC con el fin de garantizar el
acompañamiento sindical en los procesos disciplinarios (ver supra, numeral
15.). Este último, tiene una finalidad inherente al deber de la empresa de velar
y proteger los derechos de sus trabajadores disciplinados y, en el marco de un
grupo de procesos disciplinarios con ocasión a la huelga ilegal, encuentra
cabida dentro del ius variandi funcional, precisamente por esa finalidad
superior.

151. Otro punto que requiere especial deferencia es el de las labores en tierra.
Como se viene explicando, éstas no actuaron como “sanción” a la accionante,
ni para los pilotos disciplinados, pues como quedó demostrado la misma
obedeció a las barreras propias de la normalización en la operación de la
empresa y a la disponibilidad de recursos externos necesarios para reactivar la
operación aérea. Así las cosas, los reportes suscritos por el Ministerio de
Trabajo y AVIANCA, dan cuenta que más de cincuenta pilotos eran parte del
proceso de reincorporación y de acuerdo con las aperturas de cupos en
servicios de simulador y chequeos, paulatinamente, fueron dejando las labores
de tierra203. En la medida en que la huelga se extendió por casi tres meses, la
gran mayoría de los trabajadores que participaron en el cese ilegal requerían
entrenamiento y capacitación para volver a volar, sin embargo, como es
evidente, la empresa no estaba en capacidad de proveer dichos recursos
simultáneamente (ver supra, numerales 141. - 143.).

152. Debe también precisarse que no es correcto interpretar la orden del


laudo que impide a AVIANCA tomar represalias directas e indirectas contra
los trabajadores sindicalizados como una prohibición que impide la
terminación de los contratos individuales de trabajo siempre y cuando medie
una justa causa de orden legal. Lo anterior, debido a que los tribunales de
arbitramento obligatorios, en materia laboral, pueden pronunciarse sobre
conflictos colectivos de naturaleza económica, básicamente, sobre las
peticiones de los trabajadores contenidas en el pliego de petición que
pretenden generar garantías pecuniarias no previstas en la legislación laboral o
ampliar la cobertura de las existentes. De esta manera, cualquier conflicto
derivado de la interpretación y aplicación de normas laborales, que carezcan
del contenido económico antedicho, y más aún cuando dirimen conflictos
individuales204, será competencia del juez laboral205; quien, según el artículo 2
del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, es la autoridad

201
La Convención Colectiva de Trabajo, artículo 5, Cláusula 51, parágrafo tercero donde dice “la Empresa
condera (sic) dos permisos permanentes remunerados para miembros directivos de la ACDAC los cuales ella
designará anunciándolo por escrito a la empresa con una anticipación no inferior a 3 días”.
202
Aprobado por la Ley 411 de 1997.
203
Ver cuaderno de primera instancia, folios 590 – 632.
204
Corte Constitucional, sentencia C-878 de 2005.
205
Corte Suprema de Justicia, SCL, sentencia del 5 de abril de 2018, (rad. 75253).
competente para pronunciarse sobre las controversias suscitadas del contrato
de trabajo.

153. Por lo anterior, no existió un trato diferenciado, negativo e injustificado


frente a la accionante y por esa razón, no se evidencia una vulneración al
derecho a la asociación sindical en su dimensión individual. Con fundamento
en lo anterior, procederá la Sala a levantar la suspensión de términos decretada
en el presente caso. Asimismo, a revocar la decisión de instancia y en su lugar,
declarar la improcedencia de la acción de tutela respecto de los derechos
señalados en la presente providencia (ver supra, numeral 108.); y negar el
amparo al derecho fundamental de asociación sindical de la señora Martínez
Rubio, por las razones expuestas en esta sentencia.

H. SÍNTESIS DE LA DECISIÓN

154. De conformidad con los fundamentos fácticos expuestos en la Sección I


de esta providencia, le correspondió a la Sala Cuarta de Revisión determinar si
la actuación AVIANCA, en el marco del proceso de reincorporación laboral y
el posterior proceso disciplinario adelantando contra Diana María Martínez
Rubio, puede considerarse como transgresora del derecho fundamental a la
asociación sindical de la capitán demandante. De igual modo, debía establecer
sí el Min Trabajo vulneró el mismo derecho cuando no hizo presencia en el
proceso disciplinario adelantado en contra de la accionante con motivo de su
participación en la huelga calificada como ilegal.

155. Como premisa inicial, la Sala estudió los requisitos de procedencia de la


acción de tutela. Encontró acreditado el requisito de legitimación por pasiva,
pues la accionante es la presunta afectada en sus derechos fundamentales.
Sobre la legitimación por activa, concluyó que tanto AVIANCA como el
Ministerio del Trabajo estaban legitimados; el primero, por la situación de
subordinación que se originó en la relación laboral que existió entre la
empresa accionada y la señora Martínez Rubio, y el Min Trabajo, por su
calidad de autoridad pública del orden nacional a la que se le imputa una
omisión legal que presuntamente vulneró los derechos fundamentales de la
accionante. También se acreditó el requisito de inmediatez, pues entre el
momento en el que comenzó la alegada vulneración de los derechos
fundamentales y la presentación de la tutela, transcurrieron menos de cuatro
meses, lo que, a juicio de la Sala, es un término prudente y razonable.

156. Por lo demás, al estudiar el requisito de subsidiariedad, la Sala


concluyó que la vía ordinaria laboral era el mecanismo idóneo y eficaz para
resolver las pretensiones de la accionante encaminadas a determinar si
existieron o no vulneraciones al debido proceso. Lo anterior, por cuanto, la
existencia o no del fuero, y la valoración de la existencia de una justa causa o
no para terminar el contrato de trabajo es una competencia propia de la
jurisdicción ordinaria laboral. Dado que el debate que para tales efectos se
exige, es esencialmente probatorio, dicha jurisdicción es la idónea para valorar
si la señora Martínez Rubio gozaba o no de tal fuero en el momento de la
terminación de su contrato de trabajo y, de esta forma, proteger, si es del caso,
el derecho al debido proceso que en sede constitucional se invoca. Asimismo,
se reitera que en el presente caso no se evidencia una condición de
vulnerabilidad de la parte accionante que permita flexibilizar el requisito ante
la existencia de medios judiciales principales, idóneos y eficaces. Insiste la
Sala sobre este particular que la acción de tutela no se puede ejercer para
pretermitir los mecanismos judiciales dispuestos por el legislador en la
resolución de conflictos sobre el debido proceso, en este caso, pues daría lugar
a que la jurisdicción constitucional sustituya a la jurisdicción laboral.

157. Con relación a la pérdida de autonomía de vuelo, la capitán Martínez


Rubio indicó que dicha pérdida obedeció a actos de discriminación sindical,
pues fue reincorporada a labores de tierra. Frente a las dudas que suscitaba
esta actuación por parte de la empresa accionada, la Sala consideró que existe
subsidiariedad para definir la posible existencia de una potencial vulneración
frente al derecho de asociación sindical en su dimensión sobre los límites y
alcances de dicho derecho.

158. Tras analizar la jurisprudencia constitucional sobre la libertad sindical


en su dimensión individual y la potestad subordinante del empleador, desde su
uso legítimo, se encontró que no existieron actos de persecución sindical
por parte de la empresa accionada. Lo anterior, con fundamento en las
siguientes consideraciones, primero, la accionante excusó el incumplimiento
de sus asignaciones de vuelo en el ejercicio de un permiso sindical permanente
y omitió referirse a que transcurrieron 54 días sin volar como consecuencia de
su participación activa en el cese ilegal. Segundo, de acuerdo con el RAC,
mantener la autonomía de vuelo es una obligación del piloto titular de la
licencia y no de la aerolínea de aviación comercial que lo contrata. Tercero, la
asignación de labores de tierra fue una manifestación legítima del ius variandi
funcional por parte de la entidad accionada en atención a las condiciones de
recursos limitados frente a múltiples pilotos con la autonomía de vuelo
vencida, misma que fue aplicada en condiciones de igualdad a los pilotos de la
empresa. Además, la legitimidad en comento también se refleja en el hecho de
que las labores de tierra asignadas a la capitán (i) eran determinantes para la
operación exitosa de AVIANCA; (ii) exigen rigor técnico, experiencia y
conocimiento, pues estaban relacionados con la seguridad de la operación y el
cumplimiento de las exigencias normativas; y (iii) no representaban ni
constituían una desmejora en la situación económica de la accionante, sino
una alternativa laboral ante la incapacidad para volar, por cuanto, no se afectó
su lugar de trabajo, ni condiciones salariales, por lo cual, no se evidencia un
ejercicio desproporcionado que pudiese afectar a la capitán Martínez Rubio
directamente o a su familia.

159. Con base en estos elementos objetivos, la Sala concluyó que AVIANCA
no vulneró el derecho de asociación sindical en su dimensión individual, pues
no se probó que las facultades que, de conformidad con la ley, tiene el
empleador fueran utilizadas como instrumento de persecución sindical.

160. Finalmente, señaló la Sala que al Ministerio no puede atribuírsele las


competencias que le son propias a las autoridades judiciales, pues son los
jueces los que deben decidir sobre la legalidad de la decisión de despido.
Dicha diferenciación de competencias es clara en el artículo 486 del CST.

III. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Sala Cuarta de Revisión de la Corte


Constitucional de la República de Colombia, administrando justicia en nombre
del pueblo y por mandato de la Constitución,

RESUELVE:

PRIMERO.- LEVANTAR la suspensión de términos decretada en el


presente proceso mediante auto del 23 de abril de 2019.

SEGUNDO.- CONFIRMAR PARCIALMENTE, por las razones expuestas


en esta providencia, la sentencia de segunda instancia proferida por el
Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Segunda, Subsección F, el
catorce (14) diciembre de 2018, la cual a su turno revocó la sentencia de
primera instancia proferida por el Juzgado Cincuenta y Cinco Administrativo,
Sección Segunda, Seccional Bogotá. Así, se DECLARA
IMPROCEDENTE, de conformidad con lo expuesto en la parte
considerativa de la presente providencia, la acción de tutela interpuesta por la
señora Diana María Martínez Rubio, contra el Ministerio del Trabajo y
AVIANCA S.A., respecto de las pretensiones relacionadas con los derechos al
debido proceso, a la salud, al trabajo y el mínimo vital.

TERCERO.- NEGAR, por las razones expuestas en la presente sentencia, el


amparo al derecho fundamental a la libertad de asociación sindical de la
señora Diana María Martínez Rubio.

CUARTO.- LÍBRESE por Secretaría la comunicación de que trata el


artículo 36 del Decreto 2591 de 1991, para los efectos allí contemplados.

Notifíquese, comuníquese y cúmplase.

ALEJANDRO LINARES CANTILLO


Magistrado

ANTONIO JOSÉ LIZARAZO OCAMPO


Magistrado

GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO


Magistrada

MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ


Secretaria General

También podría gustarte