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1. El documento describe un caso de habeas corpus presentado ante la Corte Suprema de Justicia de El Salvador para obtener la libertad de Bertila Ponce de Olmedo, quien estaba siendo procesada por los delitos de estafa y libramiento de cheques sin fondos. 2. Los solicitantes argumentaban que los procesos contra Ponce de Olmedo eran "falsos" y que el origen real era el incumplimiento de deudas comerciales, no delitos. También argumentaban que los procesos llevaban más de dos años en instrucción, violando

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1. El documento describe un caso de habeas corpus presentado ante la Corte Suprema de Justicia de El Salvador para obtener la libertad de Bertila Ponce de Olmedo, quien estaba siendo procesada por los delitos de estafa y libramiento de cheques sin fondos. 2. Los solicitantes argumentaban que los procesos contra Ponce de Olmedo eran "falsos" y que el origen real era el incumplimiento de deudas comerciales, no delitos. También argumentaban que los procesos llevaban más de dos años en instrucción, violando

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209-98. López vrs. Juzgado Cuarto de Instrucción de San Salvador.

SALA DE LO CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: Antiguo


Cuscatlán, a las nueve horas y quince minutos del trece de octubre de mil novecientos
noventa y ocho.

El presente proceso constitucional de exhibición personal ha iniciado a solicitud de el


licenciado Oscar Alberto López Jerez, a favor de BERTILA PONCE DE OLMEDO, a
quien se le procesa por el delito de Estafa, en perjuicio patrimonial de Ana Dina Trigueros,
GRAMACAN S.A. de C.V., Sandra Elizabeth Aguilar Hasbún de Clairmont, José Adán
Salazar Umaña y María Dina Velasco de Gómez,; y el delito de Libramiento de Cheques
sin Provisión de Fondos en perjuicio patrimonial de María del Carmen Argueta, Margarita
Alicia Zafie de Zablah, Vilma Esperanza Medina de Cea, Oscar Armando Amaya y José
Humberto Gómez Molina, procesos todos acumulados en el Juzgado Cuarto de Instrucción
de San Salvador.

I.- Del escrito presentado por el licenciado López Jerez, así como del escrito presentado con
posterioridad por las licenciadas Ana Estela Borgo Westerhausen de Iraheta y Verónica
Guadalupe Herrera Mónico, se advierte que la pretensión constitucional en favor de la
referida señora Ponce de Olmedo, se fundamenta básicamente en dos aspectos: a) Que los
procesos instruidos y acumulados contra dicha señora son "falsos", ya que el origen de los
mismos radica en préstamos derivados de relaciones comerciales incumplidas, lo que se
demuestra con la actividad probatoria recabada en los procesos, violándose -a criterio
expreso de los peticionarios- el principio de legalidad contemplado en el artículo 15 de la
Constitución, según la tipificación contenida en el Código Penal de mil novecientos setenta
y tres, aplicada en el presente caso; y b) que dicho proceso acumulado se encuentra en
instrucción desde hace más de dos años, violentando el plazo establecido en el Código
Procesal Penal de la misma época, y aplicable al caso concreto de estudio, para sustanciar
la instrucción: ciento veinte días.

Como lo exige la Ley de Procedimientos Constitucionales, se nombró Juez Ejecutor para


efectos de diligenciar el presente proceso, quien en su informe rendido a esta Sala
concluye: "...De lo anterior considero establecido que a la favorecida se le han negado los
derechos que tiene a ser juzgada en un plazo razonable o a ser puesta en libertad, se le
procesa por unos hechos que no son delito y por lo tanto se le tiene encerrada en prisión por
el incumplimiento de deudas civiles y comerciales..., HABIENDO INFRACCION
CONSTITUCIONAL EN LA DETENCION QUE SUFRE LA FAVORECIDA BERTILA
PONCE TENORIO DE OLMEDO, PONGASE INMEDIATAMENTE EN LIBERTAD..."

II.- Luego del análisis de la pretensión de los solicitantes y del proceso penal esta Sala
considera necesario explicar algunos aspectos teóricos relacionados con el caso en
concreto, premisas necesarias para el mejor entendimiento de la decisión a tomarse. Así, los
aspectos teóricos están relacionados con la finalidad del habeas corpus; con la adecuada
composición de los delitos de Estafa y Libramiento de Cheque sin Provisión de Fondos
establecidos en los artículos 242 y 372, respectivamente, del Código Penal de mil
novecientos setenta y tres -aplicable al caso concreto-; la configuración del principio de
legalidad y la estructura del derecho a ser enjuiciado sin dilaciones, esto es de manera
pronta y cumplida -plazo razonable- de conformidad al artículo 182 #5 de la Constitución.

1.- El proceso constitucional de habeas corpus tiene como objeto específico el proteger la
libertad corporal o física de una persona, restringida ilegal o arbitrariamente;
considerándosele como un instrumento jurisdiccional interno encaminado a proteger el
derecho constitucional de libertad. La garantía constitucional de la exhibición personal,
pues, tiene como presupuesto lógico la determinación liminar de la existencia de la
restricción de la libertad del favorecido, y sin tal presupuesto no se podría configurar
válidamente la pretensión procesal constitucional.

Por otro lado, reiteradamente se ha sostenido que, la competencia de esta Sala en el proceso
de habeas corpus, se circunscribe a analizar el apego a los parámetros constitucionales
procesales de la restricción al derecho constitucional de la libertad; sin embargo; dicho
análisis se encuentra relacionado, indiscutiblemente, con las propias especificidades de la
competencia de los jueces penales, ya que las restricciones a la libertad, generalmente, se
verifican dentro de los procesos penales ventilados por dichos jueces.

2. Para que exista el delito de Estafa, contemplado en el artículo 242 del Código Penal de
1973, se requiere necesariamente de un ardid evidente o cualquier otro medio de engañar
para sorprender la buena fe de los demás, con el preciso ánimo de lucro, es decir, esa
voluntad y conciencia de obtener a través del engaño un provecho económico.

Por tanto, el mero incumplimiento de obligaciones mercantiles, civiles o laborales


documentadas, respaldadas o no por títulosvalores o cualquier otra garantía, y desarrolladas
por una serie de actos consecuentes, no puede considerarse como actuación engañosa,
puesto que si sólo concurre el incumplimiento, éste es una eventualidad prevista en tales
negociaciones y, por tanto, el mismo debe ser reclamado como incumplimiento de
obligación civil, mercantil o laboral, mas no como delito de Estafa.

En cuanto al delito de Libramiento de Cheque sin Provisión de Fondos, esta Sala considera
que la "acción" punitiva del Estado puede desarrollarse contra una persona cuando se tenga
la evidencia objetiva y necesaria para intuir el sometimiento propio de tal delito: la emisión
de un cheque por la persona acusada, junto con la nota bancaria que revele la presentación
para cobro en tiempo de tal cheque ante el banco contra el cual se libró y la falta de pago
por ausencia de fondos. Y esto, se repite, es el único hecho que el juez debe de valorar al
momento de iniciar las investigaciones relativas cuando se acusa a alguien del delito de
Libramiento de Cheque sin Provisión de Fondos, puesto que dicho hecho subsiste
independientemente de la finalidad para la cual se entregó el cheque.

3. El principio de legalidad recogido en el artículo 15 de nuestra Constitución, aplicado a la


materia procesal penal, pretende evitar que los procesos se ventilen de manera arbitraria, es
decir, sin respeto a las garantías constitucionales que todo proceso debe cumplir y que se
encuentran previamente establecidas en nuestra Constitución. Y es que, en aplicación de tal
principio, a los jueces de lo penal se les prohibe: a) conceptuar como delito, para efecto de
instruir un proceso penal, un hecho que el Código Penal no haya expresamente previsto
como delito o falta; b) imponer una pena que no esté expresamente determinada por la ley
material penal; c) aplicar la analogía para solucionar las posibles lagunas de Ley Penal; y d)
aplicar retroactivamente las leyes, a menos que favorezcan al reo.

Por la específica relación con el caso sub judice, es importante en este marco teórico
resaltar la primera prohibición. Así, tenemos que los jueces de lo penal, como lo recogía el
artículo 1 del Código Penal anterior -aplicable todavía para el análisis de esta pretensión
constitucional-, no pueden instruir procesos por hechos o actos que no estén previamente
previstos por la Ley Penal en forma precisa e inequívoca como punibles, es decir, que sólo
pueden iniciarse procesos penales por hechos que se adecuen a los tipos penales
previamente establecidos. Y este tipo penal, ocupando palabras de Enrique Bacigalupo, es
"la descripción de la conducta prohibida por una norma", por lo que "a esa descripción debe
ajustarse un hecho concreto para que pueda sostenerse como típico".

4. Por último, en cuanto al derecho de ser enjuiciado en plazo razonable, como lo


determinan la Constitución y los Tratados Internacionales que forman parte de la
legislación secundaria salvadoreña, ya en anteriores ocasiones esta Sala ha sostenido que no
es posible considerar automáticamente que el incumplimiento de plazos dispuestos en las
leyes constituyen en sí mismos una dilación violatoria, ya que para que sea tal, la dilación
debe ser indebida e injustificada.

Para entender mejor este punto, aunque ya se ha hecho en innumerables ocasiones, es


ilustrativo traer a cuenta lo que establece el autor Vicente Gimeno Sendra en su obra
"Constitución y Proceso": que "son tres los elementos que habrán de tenerse en
consideración para calificar el concepto de plazo razonable, o dilación indebida: (1) El
Tribunal ha de tener en cuenta la complejidad del asunto... (2) el comportamiento del
recurrente... y (3) la actitud del Organo Judicial: deberá determinarse si las dilaciones en el
proceso obedecen a la inactividad del Organo Judicial".

III.- Establecidas las anteriores consideraciones teóricas, se retoma el objeto procesal,


establecido a partir de la pretensión de los solicitantes y de las argumentaciones del
funcionario cuestionado.

Así, los solicitantes convergen en afirmar, respecto de los delitos que se le imputan a la
beneficiaria, que a la señora de Olmedo se le ha vulnerado el principio de legalidad, ya que
el origen de las actuaciones que se le imputan se encuentran en el incumplimiento de un
préstamo derivado de relaciones comerciales, y el debido proceso, pues la causa penal tiene
más de dos años de estar en la etapa de instrucción. Por su parte, el Juez Cuarto de
Instrucción establece, en esencia, argumentos encaminados a sostener: a) que a la
beneficiaria se le enjuicia por hechos tipificados en el Código Penal, puesto que -a su
criterio- si bien se ha reconocido la actividad comercial que desempeñaba la favorecida, la
actuación trasciende al ámbito penal como cuando se emiten cheques a sabiendas de la
inexistencia de fondos; y b) que no se ha pasado a la etapa contradictoria porque todavía
hay procesos, de los acumulados, que tienen no menos de "quince días de haberse
recibido".

En virtud de lo anterior, es indispensable separar el análisis para cada uno de los delitos que
se le imputan a la beneficiaria, de tal manera que, respecto de cada uno, se establezca,
primero, si con tal enjuiciamiento se ha vulnerado el principio de legalidad y, segundo, si se
ha violado el derecho a ser enjuiciado de manera pronta y cumplida, en plazo razonable. Y
esto es así porque si se establece liminarmente violación al principio de legalidad, es inútil
seguir conociendo de la pretensión objeto del proceso, pues por dicha violación la misma
ya es estimable; sólo de modo inverso podrá conocerse de la supuesta violación al debido
proceso, en específico, al derecho a ser enjuiciado en plazo razonable.

1.- En relación al delito de Estafa, el Juez Cuarto de Instrucción manifiesta únicamente en


las resoluciones que ordenan la detención provisional de la favorecida por este delito, que
las actuaciones trascienden al ámbito penal puesto que se libraron cheques a sabiendas de la
inexistencia de fondos.

Ahora bien, en virtud del principio de legalidad -ya analizado anteriormente-, es sabido que
le corresponde a esta Sala velar porque no se violen las garantías constitucionales; por ello,
aún cuando no es un Tribunal de Instancia para entrometerse en competencias propias de un
tribunal ordinario -como por ejemplo la apreciación de los hechos y la valoración de la
prueba-, sí puede conocerlas cuando el ejercicio de las mismas, por los jueces de lo penal,
atente contra los derechos fundamentales de las personas o, para el caso específico, contra
el principio de legalidad.

Así, puede esta Sala determinar desde su competencia constitucional si una supuesta figura
delictiva no llena los requisitos del tipo, por no haberse establecido razonablemente y
comprobado objetivamente dentro del proceso los elementos del tipo mismo, ya que en este
supuesto se estaría frente a una violación flagrante del principio de legalidad, es específico,
a la prohibición -a partir del mismo- de ser enjuiciado por hechos que la Ley Penal no
establece como punibles.

En el caso sub judice, consta en los procesos penales acumulados por estafa que, en virtud
de las relaciones comerciales que tenía la favorecida con otras personas, aquélla para
garantizar los préstamos extendía títulosvalores -cheques- como instrumentos
garantizadores de las obligaciones de tal naturaleza, es decir, como respaldo de
obligaciones comerciales; sin embargo, interpretando las escuetas resoluciones del Juez
Cuarto de Instrucción, se entiende que éste considera que dichos hechos configuran el tipo
penal establecido en el artículo 242 del Código Penal anterior y, por tanto, justifica la
detención de la favorecida por haberse emitido cheques a sabiendas que los mismos no
tendrían los fondos necesarios para su cobertura.

Esta Sala, al encontrar un evidente error jurídico en las resoluciones del Juez A quo, al
respecto quiere ser enfática: el simple incumplimiento de obligaciones comerciales al no
haber podido la favorecida solventar el pago oportuno de los créditos que se le otorgaron y
que habían sido respaldados, por costumbre y a sabiendas de las partes contratantes, por
cheques sin mucha posibilidad de cobro y sólo como instrumento extra de presión para la
obtención de los pagos en caso de incumplimiento, no es un hecho que pueda considerarse
como estafa, y hacerlo violenta el principio de legalidad pues la emisión de los cheques
relacionados como garantías de créditos -constando los mismos bien documentados en los
procesos penales acumulados- no son supuestos integrantes del tipo penal comprendido en
el artículo 242 del Código Penal anterior, ya que en tales libramientos no se refleja ninguna
conducta constitutiva de tal delito.

Por tanto, no es posible, desde ningún punto de vista jurídico -máxime el constitucional-
que se haya decretado detención provisional a la favorecida por el delito de Estafa, cuando
aquella no ha sorprendido la buena fe de nadie, ni ha utilizado medios engañosos para
evadir sus responsabilidades comerciales.

Y siendo así, el análisis de la pretensión constitucional de los solicitantes respecto de este


delito puede quedarse en este nivel, sin necesidad de verificar las posibles dilaciones
procesales indebidas, ya que se ha estimado la violación al principio de legalidad y, por
tanto, es procedente acceder a la petición de libertad de la favorecida respecto de los
procesos acumulados por el delito de Estafa.

2.- En cuanto a los procesos acumulados por el delito de Libramiento de Cheque sin
Provisión de Fondos, es pertinente comenzar el análisis en relación al principio de
legalidad, pues sólo desestimando su violación podría coherentemente conocerse el
segundo argumento de los solicitantes.

Como se estableció en la parte teórica, para que una conducta se enmarque legalmente
dentro del hecho considerado como punible en el artículo 372 del anterior Código Penal -
aplicable al caso en concreto-, únicamente es necesario que tengan dentro del proceso el
cheque emitido por la persona acusada, la nota bancaria que revele la presentación para
cobro en tiempo de tal cheque ante el banco contra el cual se libró y la falta de pago por
ausencia de fondos. Es decir, que este tipo penal está configurado exclusivamente por la
existencia del títulovalor librado y por un hecho objetivo constatable: la presentación en
tiempo del cobro y la falta de pago por ausencia de fondos, que se demuestra con la nota
del banco contra el cual se libró. Y basta lo anterior, sin ninguna otra interpretación en
cuanto al origen del hecho, para que el juez, apegado a la legalidad -por ser un hecho
previamente establecido por la ley como punible-, comience a depurar la causa pertinente.

En el caso sub judice, consta en los procesos acumulados por el delito de Libramiento de
Cheques sin Provisión de Fondos que se siguen contra la favorecida del presente proceso
constitucional, la existencia de los elementos relacionados, por lo que no puede estimarse
ningún argumento justificativo de violaciones al principio de legalidad por la investigación
de este tipo de actuaciones, las cuales, como se dijo, no requieren: de ninguna
consideración subjetiva y sólo deben remitirse al hecho objetivo: libramiento y falta de
fondos oportunos.

Habiéndose desestimado el anterior fundamento de la pretensión constitucional de los


solicitantes respecto del delito de Libramiento de Cheque sin Provisión de Fondos, puede
perfectamente pasarse al análisis del segundo argumento: dilaciones indebidas en los
procesos acumulados por el anterior delito. Al respecto, hay que partir de lo establecido en
el artículo 123 del Código Procesal Penal derogado pero aplicable al caso sub judice y de la
realidad procesal de la beneficiaria, para luego concluir objetivamente sobre las posibles
dilaciones indebidas.
El artículo 123 del Código Procesal Penal ya derogado, establece el tiempo en que deberá
tramitarse la fase de instrucción -ciento veinte días-, y es un parámetro para establecer las
posibles dilaciones indebidas. En el caso sub judice, es evidente que la fase de instrucción
ha superado el plazo antes referido, ya que el mismo se inició desde hace más de dos años
sin que a la fecha se haya dictado resolución clausurando la fase de instrucción. Ahora bien,
hay que advertir -que este hecho no implica per se violación al debido proceso en cuanto al
juzgamiento dentro de plazo razonable, sino que para su configuramiento es necesario
analizar otros parámetros, es decir, los aspectos señalados en la parte teórica, basado en la
exposición que hace el autor Gimeno Sendra.

Así, el juez de la causa se justifica en la resolución que corre agregada a fs. 1399 del
proceso penal, y de fecha cinco de marzo de mil novecientos noventa y ocho, al declarar sin
lugar la solicitud de pasar a la etapa contradictoria, porque todavía hay demandas sin
depurar ya que "hay procesos que tienen no menos de quince días de haberse recibido en
este tribunal".

El anterior argumento del juez A quo es atendible, puesto que se trata de un caso penal en
el cual coexisten varias demandas presentadas progresivamente, es decir, un proceso en
donde las pretensiones penales no fueron planteadas de una sola vez y, por tanto, es
indispensable un uso de tiempo en mayor medida para la fase de instrucción a efecto de
completar efectivamente una investigación objetiva. Resulta, pues, imposible vistas las
cantidades de pretensiones incoadas y el tiempo sucesivo de presentación de las mismas-
depurar todas las demandas de un modo homogéneo y en el tiempo que la ley señala para la
fase de instrucción.

En conclusión, esta Sala desestima también este fundamento de la pretensión constitucional


de los solicitantes relativo al delito de Libramiento de Cheque Sin Provisión de Fondos,
porque no es posible considerar automáticamente -perdiendo la visión práctica de nuestros
procesos penales basados en la anterior legislación procesal penal- que el incumplimiento
de parte del Juez Cuarto de Instrucción del plazo señalado para la instrucción, constituya en
sí mismo una dilación indebida, puesto que no forma parte de tal adjetivo el sobrepaso del
plazo de ciento veinte días por los cúmulos de demandas presentadas contra una misma
persona y acumuladas en un mismo expediente, máxime cuando las mismas no han
convergido en tiempos lo que vuelve complejo el proceso y desbarata la arbitrariedad
argumentada por los solicitantes; mas, el mismo proceso penal se ha visto detenido por otra
exhibición personal y por recursos interpuestos por la acusada.

Por todo lo anteriormente expuesto, esta Sala RESUELVE: a) Cese la restricción al derecho
de libertad de BERTILA PONCE TENORIO DE OLMEDO por todos los delitos de Estafa;
permanezca en la detención en que se encuentra por los delitos de Libramiento de Cheques
sin Provisión de Fondos; y b) certifíquese la presente resolución y remítase con el proceso
al juzgado de donde proviene.---HERNANDEZ VALIENTE---MARIO SOLANO---O.
BAÑOS---E. ARGUMEDO---PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS
QUE LO SUSCRIBEN---J ALBERT ORTIZ---RUBRICADAS.

HS020998.98

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