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e800 se] upiso ogo Jaa 3nb SOMALIA) “orue] 1od “aUaINSS3.1, El viejo problema de la induceién
Al final dela conferencia anterior die que hoy debla exa-
mminar cémo estin las cosas con respecto al problema de la
Jnduceién. En una palabra, creo que esti thal. Per las dif-
cultades reales con las que hoy nos enfrentarnos no son ls
radicionales. Lo que se piensa comtinmence que e3 el Pro-
blema de la induction ha sido resuelto,o disueko; y enca-
ramos problemas nuevos que no gozan todavia de une muy
amplia comprensin. Para aproximarme a ellos, eendré que
atravesar lo mas ripidamente posible cierto terreno muy
familiar
El problerna de la validez de los juicios acerca de casos
© desconosidos surge, segtin sefilé Hume, porque
tales juicios no son ni informes de experiencia ni conse-
encias logics de ella Las predicciones, por supuesto, per~
To que todavia no 8€7a oBservado. Y no pueden
yente a pari de lo que se ha observeda, puss
lo que ha sucedido
io que sucederd. El dictum de Hume de que no hay cone-
jones necesarias de asuntos de hecho, aunque a veces se ha
cuestionado, ha resistido todos los ataques. En realidad, yo
de st hay, siqulers, alguna conexién necesa
tat -pero ues oua histor
Larespuesca pregunta de cémo esti rela
ila pasada es toni-
ficantemente no-csmica. Cuando un seaecimiento de un
‘impone restrigcida \éeica alguna sobre...
ra la idea de un acaeci
aba conertonnecciia sure del impulo endo por la
rence al hacer esta ransicion
‘Alora, si despojames a esta explicacién de todos sus rs-
{08 superluos, el punco central es que, ala pregunta “tPor
qué una prediccién mejor que ox”, Hume responde que
Ia prediccin elegida es una que concuerda con una regula-
‘idad pasada porque esta regulridad ha establecido un habi-
to, Asi, de entre los enunciacos aleemativos acezea de un
momento fucuro, se distingue uno por su consonaria con
cl habito y, por tanto, con regularidades observadas en el
pasado, Una prediccin en concaidancla con cualquier otra
En qué medida es satsfactora esta respuesta? La erica
ha adoptado la postura reccamente oxtodoxa de
a on de Hume, en el mejor de los éasos, ata
solo al angels prdiclonss, aga su et
Home s6lo éxpone las circunstancias en las que hacemos
predicciones dadas ~y en este seavido explica por queé las,
hacemos pero deja intacta la cuestién de nuestra autora
ciom para hacerlas. Rastrear los origenes, reza la vieja queja,
no es establecer valides: Jno es por qué se
hace de hecho una predicci
Buesto que 653 parece apa
de que el més grande de los
46 por completo su propio p
idea de que, en
siado en serio, sino que conse el problema principal coma
irresuclo y quizd como inresoluble. De esta forma, cermin
ros hablando de ‘gl problema de Hume’ como si fuse algo
ue él propusiese « modo de pregunta sin respuesta
{ tedo esto me parece completa
ue Hume capes la cuestién cent
ta era pasablemence el
equivocado. Creo
considers que su re5-
Yexeo que su respuesta esdepende de la conformidad con cualesqulera reglas pura.
mente aibittarias que podamios inventay sino de la confor:
rida con reglas vidas. Cusindo hablamos de tas reglas
ae “a nos Yelerimos alas reglas vlidas -o mejor,
algunas reglas vidas, puesto que puede haber conjuntos
alcernarivos de reglas igualmence vilidas~, éPero cémo ha
de determinarse la “Aqut encontra-
mos de nueva a filésofos que inisisten en que estas reglas
se siguen a partir de algin axioma autoevidente, y otros
que tracan de mostrar que las regas estén funndamentadas
fen la naturaleza misma de la mente humana. Creo que ba
respuesta reside mucho mis cerca dela supeticie, Los prin-
de la inferencia deducsiva se justfican por su con-
\d con la practica deductiva aceptada. Su validez
de su concordancia con las inferencias deducti-
particulars que efecivarnente hacemos y
onary de lga a nferencas nes
chacnos como invélida, La justificacién de reglas genecrales
oto parece fagrantemente circulat. He dicho que las infe-
rencias deduetvas se jstfican por su conformidad con regs
generals valid, y que las reglas generals se justifican por
su conformidad coa inferencias vlidas. Pero este circulo es
rencias particulares se justfian por et procedimienta de le-
varlas a concordar las unas con las owas Una ela ¢enmia-
nerencia que Somos reeclas a aeptar wa
oa una ela que somos reais @enmen-
roceso delicado com
reglase inferencias”
canzada donde reside
iuctvas aceptaas,
3 jusican si se conforman # ls canoes vlidos de induc-
ign y los efnones son validos si cadifican correcta
iductiva acepiada
{Un resulado de semejante andlsis es que podemos dear
de mortificamos con clertas cuestiones espurias acerca de
la induccién, Ya no solicitamos que se dé explicacién
de unas garantfas que no poseemnos, ni buscamos claves
para un conocimienco que no podemos obtener. Caemos
juicios inductivos normalmente aceptados, Hume estaba
hecho and ecu dela aides indo? La
validez de una prediccin consistta para él en su surgie a
vu hai y,consecuentemente, en su ger ona
acién de alguna regularidad pasaa, La respues-
ta de Hume era incomplete y quiza no enteramente correc-
; peto no se desviaba del punto central. El problema de
5.un problema de demostracign, sind we }
* Un lector apzesuraco podia suponer que mi insscnciaequl en
1 problems de a jusiiesetén can un prcblema de desenp:
lee predicadon se wpa en ls pt
Debe Genamenue desi apices, sin enturgo ex el set.
Ins extesiones que Se signa
ceriacidn deHtume ps una descrip,
siruye un intento de establecer fas cecunscancis en las que se realizan
‘uel juices indvcvs que noumalinenie se aeptan coma vides. ¥
Ice esto es eruncicondiones neces ysulcenes pata ic
lo wld lo cual equiva defi Lo que antergo el tex0 pi
oblema de jusfar i induecin no es ms que el pro
bem de descr deta induccign vl,i
|
|
i
i
|
|
\
ene as leyes cel inca
Veamos adénde nos conduce esto. Asumimos ademas, _
‘naturalmente, que todo lo que confiama a un enunciado dado
confirma también a todo lo que se sigue de ee enuncado?
“Peto si coinbinamos eta asticidn con el principio que hemos
propuesto, obrenemos el
eslinciade confifina & cual
pueda resultar que comier
fet Og. Por sorprendente que
tan inocerves nos leven a con-
clusidn tan intolerable, la prueba es muy sencilla, Empece-
tos con un enunciado cualquier 5,5, es una consecaen
cia dela conjuncidn de 5, y de un enunciado absolutamente
cualquiera -llamémosle'5,~ , por tanto, de acuerdo con
ruesizo crterio presente,
por supuesto, la con
consecuencia 2 5,
enunciados
El flloradca en la descuidada formutacion de nus
primera propuesta, Aunque algunos enunciados que
_nan una hipotesis general son consécuencias de ella.no
das sus consecuenclaslaconfinnan. Puede que esto no sea
amente evidente; porque es ciero que, cn alga
sos apoyo a un eauneiado cuando &
lado embarazoso de que todo,
Dlecemos una de sus consectiencias, pues resalvemos
~ de ls cudstiones que le stahien, Consideremos la conjunc
‘ heterogénes:
8.497 es un mimezo primo y la oma cara de la una es Usa y
la eina label Primera fue coronada en mattes
Mostrar que uno cualquiera de sus eres enunciados co
ponences es verdadero es apoyar la conjuncién por redue-
i6n de la indeterminacién neta de la afitimacidn, Pero un
pues el estableci-
yponente no dota al enunciado entero de
ad que Se transmita a ors enunciados
‘La confirmaci6a de una hipétesis cure sélo
‘ cuando una instancia imparve a la hipStesis alguna credibi-
idad
‘ Tada hipeesis es epoyad’por sus props
cl poy ~9 melo, el apoyo eco eto es
Suppor, Fa
07 St Coma shan ean ons
ia se dig pmarancne ote fac
do lgunor dsc
‘esn may geeraeste deseosma ni la hipdesis de que todas las cosas son negras
hipsresis de que codas las cosas son no-negtas; pes
inguna de ells es verdaera cel nivenso de evideicia comm.
| Buesto por ye, Desde luego, se necesita una formulacién
| mucho mds cuidadosa, puesto que algunos entnciados que
| son verdadros del universo de evidencia como el nu
| elado de que hay s6lo una cosa negra~ obviamente no se
confirman para el universo entero, Estos asuns son reste.
‘0s por a estudiada definici6n formal que, sobre esia base,
dsarrolla Hempel. Pro no podemos ni necesitamos aqul
entrar en mis declles
Nadie supone que la crea de la worla de la conftma-
«ign ha sido completada. Pero los pocos pasos que he repa-
saclo ~elegidos, en pane, por su incidencia sobre lo que vie~
hea continuacin- mu
cosas una vez que el
problema dela jusifcacidn. Cuestiones
fendidas durante largo tiempo, se sacan a la
pondeen. ¥ se nos anima a esperar que las mu:
nes que quedan por rezolver cederiin, con
cracarienco sill
Pero nuestra sarisfaccidn cene corta vida. Nuewos y setios
problemas empiezan a apatecet
3-4. El nuevo enigma de la induccién
Laconfirmacién de tna hipStesis por una instancia depen: |
de bastante fuertemente de ragos de la hipstsisdstints |
de su forma sintéctca. Que una porcién dada de cobre sea
conductora de electricidad aumenta la cred
enunciados que aseveran que otras porciones de cobre son
conducroras de elecricidad, y confirma asl hipétesis de
que todo el cabre es conductor de electiidad. Pero el hecho
ide que un hombre dado presente ahora en esta sale sea un
on hijos cerceros, y
‘que todos los bi
tuna gendializacién del enunciado
‘ia esta ci ie ei el primer caso la hipduess es w
queen el segundo caso la
ina partic de una instancia de si mismo.
accidentales no tienen tal capacidad, Es cl
‘entonces, que debemos buscar un modo de dissingnir los.
formes de los aoideniles.-
En la medida en que fo que parece necesitarse es mera
mente un modo de exculr unos pocos casos raos ¢ indese2-
dos que son adi
muy difilo muy acuciante. Contarnos plenamente
‘vamos a encontrar defectos menores en nuestra defi
{que ser necesatio it haciendo, coe pac
035 o1. Pero unos cuantos ejemplos
‘que nuestra presente dificultad es de un tipo mucho més
gave
Supongamos que todas las esmeradas examinades antes
de un ciewo tempo t son verdes?. En el deimpo tp
cesmeraldas son verdes: y esto concuerda con nuestra d
ion de confinnacién, Nuestos enunciados de evidencia
aesverde, que la
{sucesivamente; y cada uno de ellos confirma
is general de que codas las esmeraldas son verde:
qui, todo va bien,
pl ula es dao, argumenio que sigue &
smo que el expuesto en sl acoucin "A Query on
CCoafmaon” tad en anon 116. |sis accidentals apelando a que tal evidencia est lend renie
dtven cuemea de forma subrepuicia
na sugerencia mas prometedora consste en explicar el
asunto en timings del efecto que esta ota evidencia prod
ce, no directamente sobre la hipétesis en cuestién, sin ind
“Fectamente a través de otras hipstesis que son confirmadas,
‘de acuerdo con nuesta dfiicin, por tl evden. La infor
macién que poseemos acerca de otros materiales confirma,
segin nuestra defnicién, hipstess tales como lade que todas
las porciones de blero son conductors de elecsicidad, la de
ue ninguna porcién de goma lo es, y asl sucesivamence. Y
‘sts hipStess, rezalaexpliacion, imparcen a la hipétesis de
‘que todas las porciones de cobre son conducrons de elect
cidad (y también a la hipdtesis de que ai
catécter de legeliformidad ~esto es, sus
£510 5, lidad de con-
fimacién por instancias positivas direceas, en caso de que se
las encuentre-. Por el contrario,
‘mos acerca de audiencias de ox
muchas hipStesis que expresan que todos las hombies inte-
‘granies de una audiencia son hijos cerceros, 0 que ninguno
lo es; y esto despoja de todo carécter de legaliformidad a la
bipétesis de que todos los hombres intgrantes de esa audien-
cia son hijs terceros (0a la hipStesis de que ninguno de ellos
lo es), Pero es claro que, pars poder seguir esta via, tenduin
ue aricularse de forma precisa las eircunstancias elas Que
las hipotesis estin asf relacionadas entre st
‘dad, pero no dene un efecto similar sobre la hipstesis de que
todos los objeras que estén encima de mi escritario son con-
Auctores de elecucidad. Donde reside la cifeencia? Las dos
~ primeras hipétesis caen bajo la hipStesis mds amplia lla.
zmémosla “H’"~ de que toda clase de cosas hec!
to material es uniforme en cuanto a conductividad; la pri-
mera y la tercera caen s6lo bajo alguna hipdtesis del estilo de
Clararnence, la diferencia importante aqui es que la evidert
cia a favor de un enuncisdo que afirma que una de las cla
ses cubiesta por H poste la propiedad en cuestiOn aum
la credibilidad de cualquier enunciado que afirme que
de tals cases posee esta propiedal En cambio, nada seme-
Jjantees verdadero con respect aK, Pero esto oes sino decie
que Hes legalifome y que K no lo es. Nuevamente n0s tp
tos con el problema mismo que estamos watando de resol
ver: el problema de discingutc ener hipécesis legalformes y
saccidencales.
absolucamente todas ls porciones de cobee. De esta man
‘a, se supone muy a menudo que la generalidad completa e
tuna condiciOn suficiente para la legaliformidad. Pero no
nada fic definic esta generalidad completa. Es obvio qu
bastard con requetic meramente que la hipétesis no conten:
‘ziningin cémino que nombre, deseriba o indique una cosa_|
© una localizacién particular. La hipétesis problemécica de |
wias las esmeraldas son verdules no conti a
wot alll donde ocure un témino de este tipo,
esis acerca de los hombres presentes en esta
puede ser suptimido en beneficio de algin predicado (cor
tw 0 laigo, nuevo o vigjo) que no contenga cal eérmino pero
se aplique sélo a enactamente las mismas cosas. Se podria
pensar, entonces, en excluir no sé las hipétesis que con-
vidos especficos, sino
105. Pero, coma acabamos de vet,
esis tales que tedas sus equivalen-| sélo en el sentido en que no necesiamos absolutamente ain.
‘gues definicin ni ninguna teoria de la inducci
| teora del conocinierto, Nos ls ssreglamos sufcientemente
| bien sin ella en I vida diava y en la investigacién cies
Pero si lo que buscamos ¢s una oti, no podemos disculpar
tas gruesas anomallas que resultan de [a ceora que hayanios
propuesto alegando que podemos evitalas en la prcic,
casos raros que hemos venido considerando son cas
camnente puros que, aunque pocas veces se encuen
pplctca, sin embargo exhiben del modo mds vents los sin-
tomas de un mal extendico y desmuctvo,
No tenemos, hasta ahora, ninguna respuesta ni ninguna
pista promeredora para responder a la pregunta de qué es lo
que distingue a las hipScesis legaliformes o confirmables de
las accidentales 0 no-confirmables. ¥ lo que puede haber
parecido, al principio, una dificulad réenica menor ba adqui-
Fido la estanura de un obsticulo mayor para el desaitollo de
‘una reoriasatisfactora de la confimmacion, Es a este proble-
‘ma allo que llamo el nuevo enigma de la induccién
3.5, El problema dominante de la proyeccién
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