PROPIEDADES FUNCIONALES DE LAS PROTEÍNAS
Este comportamiento depende de las propiedades físicas y químicas que se afectan
durante el procesamiento, almacenamiento, preparación y consumo del alimento. Las
propiedades funcionales permiten el uso de las proteínas como ingredientes en alimentos,
aunque generalmente se incorporan en mezclas complejas. Como ejemplo se puede señalar
el caso de los productos de panadería, donde la viscosidad y la capacidad de formar pastas
se relacionan justamente con las propiedades de las proteínas del gluten de trigo. Así
mismo, las características de textura y suculencia de los productos cárnicos son
dependientes de las proteínas musculares.
Los sistemas alimentarios son complejos y ocurren en ellos diversos fenómenos
simultáneamente. Por ejemplo, la clara de huevo es capaz de generar gelificación,
emulsificación, espumado, absorción de agua y coagulación por calor, lo cual la hace una
proteína deseable en muchos alimentos.
La industria alimentaria se encuentra a la búsqueda de proteínas alternativas que puedan
competir con las que actualmente dominan el mercado y que posean características
nutritivas, funcionales y sensoriales adecuadas para utilizarse en el desarrollo de nuevos
productos alimenticios. La forma más común de comercializar estas fuentes proteicas es la
producción de aislados proteicos que tienen diversas aplicaciones como ingredientes y
aditivos alimentarios y cuyas propiedades dependen del número y tipo de proteínas
presentes, así como de su pureza.
La funcionalidad de una proteína no está del todo comprendida y hasta ahora no ha sido
posible predecir su comportamiento en sistemas modelo, aunque se trabaja activamente en
este sentido. Por ejemplo, a partir de la composición y de su secuencia de aminoácidos se
pueden deducir propiedades fisicoquímicas como hidrofobicidad, hidrofilicidad, tamaño,
forma, carga neta y distribución de la carga, actividad superficial y viscosidad, que a su vez
determinan las propiedades funcionales, como espumado, gelificación, formación de
películas o estructuras vítreas, capacidad para ligar agua o aceite, emulsificación, etcétera.
La consideración de otros parámetros, como la relación hidrofobicidad/hidrofilicidad,
estructuras secundaria, terciaria y cuaternaria, flexibilidad/rigidez molecular y capacidad
para interactuar/reaccionar con otros compuestos resultan cruciales para el mejor
modelamiento, así como para el desarrollo de nuevas aplicaciones.
Empíricamente las propiedades funcionales de las proteínas son una manifestación de dos
aspectos moleculares de las proteínas relacionadas con su superficie:
Las propiedades hidrodinámicas
Propiedades de la proteína
Las propiedades funcionales que se relacionan con las primeras, que dependen del tamaño,
forma y flexibilidad molecular:
La viscosidad,
Gelación
Texturización
Las propiedades funcionales se relacionan con las propiedades de superficie de la proteína
tales como:
La humectabilidad,
Dispensabilidad,
Solubilidad,
Espumado,
Emulsificación y unión a sabores
Propiedades de hidratación.
Dependen de las interacciones proteína–agua y son: absorción de agua, capacidad de
mojado (humectación), capacidad de hinchamiento, capacidad de retención de agua,
adhesividad, dispensabilidad, solubilidad y la viscosidad como propiedad hidrodinámica.
Propiedades relacionadas con interacciones proteína-proteína.
Se trata de las propiedades de precipitación, gelación, formación de estructuras como
pueden ser la formación de masa, de fibras, de películas, la adhesión y la cohesión.
Propiedades de superficie.
Dependen en forma importante de la composición superficial de la proteína, puesto que de
acuerdo a la misma dependerá la capacidad de ligar grasas y sabores. La emulsificación y el
espumado son dos propiedades relacionadas más directamente con los fenómenos de
superficie.
Clasificación de las proteínas con base en su solubilidad
Albúminas son las que se solubilizan en agua a pH 6.6 (albúmina sérica,
ovoalbúmina, y a-lactoalbúmina).
Globulinas son las solubles en soluciones salinas diluidas a pH 7.0 (glicinina,
faseolina y b-lactoglobulina).
Glutelinas son las solubles en soluciones ácidas (pH 2) y alcalinas (pH 12)
(glutelinas de trigo).
Prolaminas son las solubles en etanol al 70% (zeína, gluten de maíz y las gliadinas
del trigo).
Cabe mencionar que tanto las prolaminas como las glutelinas son proteínas altamente
hidrofóbicas. La solubilidad de las proteínas se afecta por las condiciones de la solución,
como el pH, la fuerza iónica, la temperatura y la presencia de solventes orgánicos, además
de las propiedades fisicoquímicas intrínsecas de las moléculas.
Tipos de efectos de solubilidad
Solubilidad y pH
Solubilidad y fuerza iónica
Solubilidad y temperatura
Solubilidad y solventes orgánicos
Propiedades interfaciales de las proteínas
Estos sistemas dispersos son inestables a menos que estén presentes sustancias anfifílicas
en la interfase. Las proteínas, al ser moléculas anfifílicas, pueden llevar a cabo la
estabilización al migrar espontáneamente a la interfase aireagua o a la interfase agua-aceite
puesto que su energía libre es menor en la interfase que en la zona acuosa. Las propiedades
de actividad superficial de las proteínas no dependen sólo de la relación
hidrofobicidad/hidrofilicidad, sino de la conformación de la proteína.
hidrofóbicas e hidrofílicas en la superficie: si el número de zonas hidrofóbicas es alto y
están distribuidas como parches con suficiente energía para interactuar, la adsorción
espontánea hacia la interfase será más probable. El número de segmentos peptídicos
anclados en la interfase depende, en parte de la flexibilidad de la molécula: las moléculas
altamente flexibles, como las caseínas, pueden realizar rápidamente cambios
conformacionales, lo que a su vez facilitará la adsorción de nuevos polipéptidos, contrario a
lo que ocurre con proteínas globulares más rígidas como la lisozima y las proteínas de la
soya. Para estabilizar una emulsión, los dominios hidrofóbicos de la proteína deben
orientarse hacia la fase oleosa.
En una interfase, las cadenas polipeptídicas asumen una o más de las tres diferentes
configuraciones siguientes: lineal, lazos, y colas (figura). Las lineales están en contacto
directo con la interfase, en tanto que colas y lazos están suspendidos u orientados hacia la
fase acuosa. Mientras más segmentos lineales haya, más fuerte es la unión y se disminuye
la tensión interfacial.
Fig 1. Distintas configuraciones de un polipéptido
flexible en interfase. Fuente: Libro de Badui.
Propiedades emulsificantes
Una gran cantidad de alimentos procesados y naturales son emulsiones, como leche, yema
de huevo, leche de coco, leche de soya, mantequilla, margarina, mayonesa, productos
untables, aderezos de ensaladas, helados, salchichas y pasteles. En la leche cruda los
glóbulos de grasa se estabilizan gracias a las lipoproteínas que forman parte de las
membranas y tras la homogeneización éstas se reemplazan por una película de caseína y
proteínas de suero, que son más resistentes que las naturales, por lo que la leche
homogeneizada es más estable al cremado que la leche cruda. (Badui, 2016)
Propiedades y posibles aplicaciones de las proteínas de salvado de trigo
Dado que el salvado de trigo se utiliza principalmente para la alimentación animal, algunos
de sus componentes se subutilizan, lo que genera oportunidades de valor agregado.
Constituye las capas exteriores del grano y contiene hasta un 18 % más de proteína en peso
que la harina de trigo. Estas proteínas no se utilizan porque la mayoría están protegidas por
sustratos de polisacáridos, que son de difícil digestión para el sistema digestivo humano,
por lo que es necesaria su extracción. Tradicionalmente, la proteína de salvado se recupera
mediante extracción alcalina y se utiliza como materia prima para la fabricación de
productos alimenticios. Sin embargo, su uso es casi inexistente, debido a que los procesos
de extracción son activos y poco rentables. El objetivo de este trabajo fue caracterizar las
proteínas de salvado de trigo, así como sus posibles aplicaciones. Sus propiedades incluyen
digestibilidad, perfil de aminoácidos y absorción de grasas. La fracción hidrosoluble de
estas proteínas, por su facilidad de extracción, podría tener un valor añadido cuando se
utilizan en tecnologías emergentes: como fuente de péptidos bioactivos, en la producción
de nanopartículas aplicadas en la industria, o como sustrato para mineralización biológica
artificial. procesos. (Chaquilla et al, 2018)
Proteínas de salvado de trigo
Dependiendo del cultivo, el salvado de trigo contiene entre 9.9 % y 18.6 % en peso de
proteínas. En el grano en desarrollo, las proteínas de salvado desempeñan funciones
metabólicas; mientras que, en el grano maduro, constituyen una reserva de nitrógeno y
también están involucradas en la defensa contra estreses bióticos y abióticos. Debido a su
composición en aminoácidos, estas proteínas son de mayor valor biológico que las del
endospermo, y su digestibilidad es cercana a la de la caseína; esta última considerada como
proteína de referencia. De acuerdo con su solubilidad, las proteínas de los cereales se han
clasificado tradicionalmente como albúminas, globulinas, prolaminas y glutelinas. Las
albúminas son solubles en agua; las globulinas en soluciones diluidas de NaCl; las gliadinas
(prolaminas de salvado de trigo) en alcohol al 70 % y las glutelinas en soluciones acidas y
básicas diluidas. Dicha solubilidad hace posible extraer las proteínas secuencialmente
extrajeron las proteínas de salvado de trigo en esta forma por vez primera, encontrando un:
16.6 % de albúminas,
13.6 % de globulinas
31 % de prolaminas.
En otro estudio, se reportó:
23.5 % de albúminas,
15.5 % de globulinas,
18.5 % de prolaminas
25.5 % de glutelinas.
Las diferencias entre autores pueden deberse al método de preparación del salvado, previo a
la extracción.
Las proteínas de las capas externa e intermedia son básicamente enzimas que actúan
contra el estrés oxidativo y contra patógenos que sobreviven a la deshidratación,
enzimas hidrolíticas necesarias para la germinación, así como inhibidores de otras
enzimas.
Las proteínas de la capa aleurona están constituidas en un 58 % por globulinas,
aproximadamente, cuya función principal es la de reserva para su uso durante la
germinación; el restante 42 % tiene actividad enzimática
Las proteínas de salvado de trigo son de alta calidad nutricional, ya que presentan una
composición balanceada y rica en aminoácidos esenciales como lisina (Lys), triptófano
(Trp) y metionina (Met), los cuales son deficientes o limitantes en la harina de trigo. Las
proteínas de salvado tienen un contenido de Lys que es casi el doble del encontrado en la
harina y representa el 4.5 % del total de los aminoácidos del salvado; además, contienen
arginina (Arg), alanina (Ala), ácido aspártico (Asp), glicina (Gly) y, en menor proporción,
ácido glutámico (Glu), prolina (Pro) y fenilalanina (Phe), así como aminoácidos azufrados,
como la cisteína (Cys).
Propiedades funcionales de las proteínas de salvado de trigo
El uso de proteínas vegetales como ingredientes en sistemas alimenticios se basa en sus
propiedades funcionales como:
Solubilidad en agua,
Capacidad de emulsificación,
Capacidad de formar espuma,
Capacidad de absorción de agua y aceite
Gelificación.
La solubilidad es uno de los atributos más importantes de las proteínas, ya que influye
directamente en el resto de las propiedades funcionales.
Posibilidades de innovación para las proteínas de salvado de trigo
Se ha reportado el potencial que tienen los hidrolizados de proteínas de salvado de trigo
como inhibidores de oscurecimiento enzimático, logrando reducciones de hasta 40 % en la
actividad de polifenol oxidasa de manzana y de 24 % en la de tirosinasa de champiñón.
(Chaquilla et al, 2018)
Estudio de las propiedades funcionales de mezclas de proteínas en un sistema modelo
Utilizando diseño de mezclas en sistema de mezclas de tres componentes: extracto
de proteína cárnica de cerdo (PCC), concentrado de proteína de suero (CPS) y plasma
bovino (PB). Estudiando el efecto de interacciones de ingredientes sobre propiedades
funcionales de mezclas de proteínas en un sistema modelo. La variable fuerza de gel y el
índice de actividad emulsificante mostraron un efecto lineal en las mezclas, por presencia
de PCC y por los tres componentes, respectivamente; además, en las dos variables se
observó interacción negativa de PCC • CPS y PCC • PB. En la capacidad de retención de
agua solo se encontró efecto por presencia de PCC. La pérdida de proteína en el agua
liberada de los geles después de la compresión aumentó linealmente por efecto de adición
de CPS, con interacción positiva de CPS • PB. Las interacciones de los ingredientes fueron
significativas en las propiedades de las mezclas. (Cáñez et al, 2016)
las proteínas constituyen una parte muy importante dentro de la alimentación, ya
que desempeñan un amplio número de funciones en las células de todos los seres vivos. Por
un lado, forman parte de la estructura básica de los tejidos y, por otro, desempeñan
funciones metabólicas y reguladoras. Por ello, la búsqueda de nuevos ingredientes que
permitan obtener una mejor funcionalidad proteica a bajo costo es de interés científico y
tecnológico. En la actualidad, las proteínas no cárnicas son cada día más populares por su
costo inferior comparadas con la proteína animal (carne). Las proteínas no cárnicas tienen
el objetivo de sustituir una parte de la misma que se emplearía en un producto o, visto de
otra forma, ampliar o extender la cantidad de carne efectivamente empleada con un aporte
proteico y funcional adecuado. Además, aportan los siguientes beneficios: ligan agua,
mejoran rendimientos, reducen costos, adicionan textura, mejoran el perfil nutricional,
estabilizan el agua y la grasa en una emulsión Las proteínas más comunes son: aislados y
concentrados de proteína de suero de leche, proteína de plasma, proteína de germen de
trigo, proteína de soya, entre otras.
MATERIALES Y MÉTODOS
Las proteínas no cárnicas comerciales utilizadas en el estudio fueron: concentrado
de proteína de suero de leche (CPS) AMP 800 y plasma bovino (PB) AMP 600 (ambas de
AMPC Inc., Ames, Iowa 50010 USA). Estas proteínas se prepararon 24 h antes de su
utilización para permitir su hidratación máxima. Posteriormente se adicionaron al extracto
de proteína cárnica de cerdo (PCC) soluble en disolución salina, con la finalidad de
elaborar los sistemas modelo proteicos (SMP). Finalmente se mezclaron de modo manual
durante tres minutos para lograr una mezcla homogénea.
Para la extracción de proteínas solubles en disolución salina se usó el método
descrito por, el cual consistió en mezclar una parte de carne molida con 2.2 partes de
disolución salina (NaCl 0.56 M, Na5P3O10 17.8 mM y NaN3 1 mM). El extracto de las
proteínas (miofibrilares y sarcoplásmicas) se separó del residuo por filtración y la
concentración de proteína en el extracto se ajustó a 40 mg/mL de disolución.
Se utilizó el diseño de mezclas Cornell (1990) para formular sistemas de mezclas de
tres componentes: PCC y dos proteínas no cárnicas (CPS y PB). Los diez puntos
consistieron de tres sistemas de ingredientes únicos, tres de mezclas de dos ingredientes y
cuatro de mezclas de tres ingredientes (tabla 2). Cada una de las formulaciones se preparó
para obtener una concentración proteica final de 40 mg/mL y pH de 6.5.
Fig 2. Sistemas modelos proteicos. Fuente:
Investigaciones sobre geles de mezclas de proteínas indican que no es posible predecir su
gelificación basándose en las propiedades gelificantes de las proteínas individuales,
tampoco puede asumirse un efecto aditivo en las propiedades de las mismas.
Por otro lado, las mezclas que contenían mayor cantidad de CPS (2, 6 y 9) presentaron
mayor pérdida de proteína en el agua liberada de los geles después de la compresión. Esto
indica que los sistemas modelos proteicos con mayor proporción de CPS formaron geles
débiles por la cantidad de proteína que no formó parte de la red tridimensional del gel. La
calidad de los productos bajos en grasa depende de las características de la matriz formada,
las cuales varían de acuerdo con la cantidad de proteína y tipo de grasa presente.
Las emulsiones son generalmente inestables, a menos que otro componente conocido como
emulsificador esté presente. En las emulsiones cárnicas, la fase dispersa es la grasa, la fase
continua es el agua y el agente emulsificador es la proteína, especialmente las miofibrilar
de la carne. Existen diversos factores que pueden afectar la estabilidad de una proteína y,
por consiguiente, la capacidad emulsificante, entre ellos está la concentración de la sal,
proteínas o altas temperaturas. (Cáñez et al, 2016)
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
Referencias:
Badui, S. (2016). Química de los alimentos. (C. edición, Ed.) Ciudad de México, México:
Universidad Iberoamericana. Recuperado el 10 de 03 de 2022, de
https://itscv.edu.ec/wp-content/uploads/2019/06/QUIMICA-DE-LOS-
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Cáñez et al, M. (Julio de 2016). Estudio de las propiedades funcionales de mezclas de
proteínas en un sistema modelo. Scielo, 1-12. Recuperado el 10 de Marzo de 2022,
de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-
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Chaquilla et al, G. (2018). Propiedades y posibles aplicaciones de las proteínas de salvado
de trigo. BIOTECNOLOGÍA Y CIENCIAS AGROPECUARIAS, 1-10. Recuperado el
10 de Marzo de 2022, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?
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