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Nacimiento Viviente

María, una mujer sencilla pero temerosa de Dios, recibe la visita de un ángel que le anuncia que concebirá y dará a luz a Jesús, el hijo de Dios. María y José viajan a Belén para el censo ordenado por el emperador Augusto y deben refugiarse en un establo, donde María da a luz a Jesús. Los ángeles anuncian su nacimiento a los pastores y más tarde los tres reyes llegan llevados por una estrella para adorar al recién nacido Jesús.
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Nacimiento Viviente

María, una mujer sencilla pero temerosa de Dios, recibe la visita de un ángel que le anuncia que concebirá y dará a luz a Jesús, el hijo de Dios. María y José viajan a Belén para el censo ordenado por el emperador Augusto y deben refugiarse en un establo, donde María da a luz a Jesús. Los ángeles anuncian su nacimiento a los pastores y más tarde los tres reyes llegan llevados por una estrella para adorar al recién nacido Jesús.
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Nacimiento viviente

Parte 1
Narrador

Era María una mujer de pueblo sencilla, servicial con un corazón


maravilloso, temerosa de Dios, estando ella en su hogar, se sorprende oír una
voz celestial, que le decía.

Ángel: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo

María: (sorprendida pregunto) ¿Qué significa esto, y este saludo?

Ángel: No temas María, porque has encontrado el favor de Dios, concebirás


en tu seno y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre “Jesús” será
grande, llamado hijo del Altísimo y su reinado no termina jamás

María: ¿Cómo puede ser esto, si yo no convivo con ningún hombre?

Ángel: El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo, te


cubrirá con su sombra por eso tu hijo será Santo y con razón lo llamarán hijo
de DIOS

María: Yo soy la servidora del Señor hágase en mi todo tal como has dicho.

Parte 2

Narrador

En aquellos tiempos, Augusto el Emperador Romano, ordenó que se debía


hacer un censo para saber cuántas personas había en su Imperio.
Soldado Romano: Todos los habitantes del Imperio deben ir a la ciudad de
origen de su familia para inscribirse en el censo.

Narrador

José y Maria emprendieron un largo viaje desde Hazareth hasta Belén, de


donde venía la familia de José

José: ¿María estas muy cansada?

María: Si un poco, el camino a Belén es muuuuuuy largo.

José: La noche se está acercando, debemos buscar un lugar donde descansar.

María: Mira, aquí cerquita hay una posada, preguntemos si hay lugar para
nosotros.

Narrador:

José se acerca y toca la puerta

Posadero: Buenas noches

José: Buenas noches, quisiera saber si hay lugar para nosotros, pues venimos
de un viaje muy largo, mi esposa está embarazada y estamos muy cansados.

Posadero: Lo siento, no me queda ni una cama. Por el censo la ciudad está


llena de viajeros que buscan donde dormir.

José: Pero mi esposa está demasiado cansa y nuestro hijo está por nacer.

Posadero, Lo siento, no hay espacio, pero si quieren pueden dormir en el


establo, es todo lo que puedo ofrecerles.

José: ¡Gracias buen hombre! Lo aceptamos.

Narrador
José va junto a María y le comenta que ya tiene un espacio donde dormir:

Posadero: No es mucho pero el buey les dará calor.

José: Acuéstate María, ¿tienes frío?.

María: Un poquito José

José: Te tapare con la manta

Narrador

Mientras estaban en el establo, le llego a María el tiempo del parto y dio a luz
a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en el pesebre del
buey. ¡ALELUYA!

José: ¡Que hermoso es nuestro hijo!

María: Lo es José: Ayúdame a taparlo, tendrá frío.

Narrador:

Cerca del establo estaban unos pastores cuidando sus ovejas, cuando se les
presento un ángel y se asustaron.

Ángel: Tranquilos, no tengan miedo, que os traigo una buena noticia que será
para todo el mundo: hoy en Belén ha nacido el Salvador, que es el Mesías, El
Señor. Lo reconocerán envuelto en pañales y acostado en un pesebre.

Ángeles (varios): Gloria a Dios en las Alturas y en la Tierra paz a los hombres
de buena voluntad.

Pastores: Todo vamos a Belén

Parte 3
Narrador

Unos Reyes del Oriente llegaron a Belén vsiguiendo una estrella que los
guiaba.

(Aparecen Melchor, Gaspar y Baltazar)

Melchor: Miren, la estrella se ha parado sobre ese establo.

Gaspar: Vamos a acercarnos.

Baltazar: Sí, vamos.

Narrador

Al llegar al establo, se ponen de rodillas frente al niño.

Melchor: Yo te ofrezco oro

Gaspas: Yo te traigo incienso

Baltazar: Yo te ofrezco mirra

María y José: Muchas gracias por sus nobles regalos.

Narrador:

Así permanecieron adorando al niño Jesús, El Salvador, El Mesias.

En esta navidad recordemos que cada uno de nosotros está llamado a ser luz
para que el mundo crea que es posible vivir en el amor, el amor de Jesús.

Descubre la luz que Dios ha puesto en ti, en tu corazón para hacerla brillar con
todas tus fuerzas y alumbrar a otros.

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