Soy miembro de la iglesia
Introducción
Hay una diferencia entre miembro de un club y miembro de una iglesia la cual se ha
mezclado, los de un club pagan para que sirvan, un miembro bíblico ser parte y cumplir
con una función. Explicar ejemplos de membrecías y frases de cristianos.
Ser miembro de ALGO tiene sus ventajas: Implica privilegios. Significa que otros me
servirán, pagar la mensualidad, y otras personas se encargarán de atendernos mientras
disfrutamos una vida de ocio. Los socios de un club de campo pagan a otras personas
para que hagan el trabajo.
Frases de miembros de iglesias con una visión de la membresía que no es bíblica:
«Esta es mi iglesia, así que hay que tocar la música como yo quiero» «Mire, pastor,
recuerde quién le paga su salario». «Si este programa no se lleva a cabo, no cuenten con
mi cheque para la iglesia». «Hace treinta años que soy miembro de esta iglesia; cómo no
voy a tener derecho de obtener lo que quiero». «No doy ofrendas para tener que
escuchar sermones tan largos».
Hay Visión de membrecía no bíblica: que importa es recibir en vez de dar, ser servido en
vez de servir, cuando dar debería ser un regalo alegre e incondicional para Dios.
Desarrollo
A. Seré un miembro diligente: ¿Qué es ser miembro de la iglesia según la
Biblia?
1. Ser miembro de la iglesia significa que todos somos partes necesarias de
un todo: En 1 corintios. En el 12, Pablo usa la metáfora de un cuerpo con
muchos miembros para representar a la iglesia. En el 13, establece que el
amor es la actitud y la acción central que deberían tener todos los miembros.
Por último, 14, vuelve sobre la iglesia en Corinto y sus problemas, porque no
habían comprendido el concepto de ser miembro.
En la Biblia, «miembros» no tiene el mismo significado que en la cultura secular 1
Corinos 12:27-28 (): «Todos ustedes en conjunto son el cuerpo de Cristo, y cada
uno de ustedes es parte de ese cuerpo partes que Dios ha designado para la
iglesia». Algunos son ojos; otros son orejas. Algunos son los pies; y otros,
las manos. Por eso concluye: «Porque así como el cuerpo es uno solo, y tiene
muchos miembros, pero todos ellos, siendo muchos, conforman un solo cuerpo,
así también Cristo es uno solo» (1 Cor. 12:12).
Ser miembros de un mismo cuerpo significa que somos diferentes, pero
trabajamos juntos.
En la iglesia, todos los miembros tienen una función. Se los compara con las
manos, los pies, los oídos y los ojos.
Somos diferentes, pero todos somos necesarios para el buen funcionamiento del
conjunto.
Cada parte, por lo tanto, tiene que cumplir su función, o todo el cuerpo sufre
«Si uno de los miembros sufre, los demás comparten su sufrimiento; y si uno de
ellos recibe honor, los demás se alegran con él» (1 Cor. 12:26
2. Ser miembro significa que todo lo que decimos y hacemos se basa en el
fundamento bíblico del amor: 1 Corintios 13, conocido como «el capítulo del
amor
Su significado original fue mostrar cómo los miembros de la iglesia se
relacionan entre sí. Si solo consiguiéramos ser fieles a los principios del
capítulo del amor, tendríamos iglesias completamente saludables.
Principios relacionales de 1 Corinos 13: «El amor es sufrido, es benigno; el
amor no ene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace
nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor» (vv. 4-5,
1960).
Bastarían para producir un avivamiento en la mayoría de las iglesias.
No debemos amar solo a los hermanos que son fáciles de amar;
debemos amar también a quienes no lo son.
No tenemos que limitarnos a orar y animar a nuestros pastores cuando
hacen las cosas que nos agradan; debemos orar por ellos y animarlos
cuando hacen cosas que no nos gustan.
No podemos servir a la iglesia solo cuando los demás también
cooperan; debemos servir aun cuando seamos los únicos que
colaboramos.
El fundamento de la membresía de la iglesia es el amor: el amor
auténtico, bíblico e incondicional.
3. Ser miembro de la iglesia es tener una función ¿Qué hay que hacer para
seguir perteneciendo a un club? Pagar la cuota social y contaremos con el
servicio. ¿Qué hay que hacer para seguir siendo un miembro bíblico de
una iglesia? Dar en abundancia y servir sin titubear.
Se puede aun ser miembro «activo» en algunas iglesias y ser un cristiano «visitante»:
aparecer solo en Navidad y Semana Santa, contribuir con dinero todos los años, sin
levantar un dedo para servir o ministrar. Ese tipo de membresía no es bíblica, creada y
centrada y mantenida por hombres. Es contraria a las enseñanzas de la Biblia y no
debería tener cabida en nuestras iglesias.
Ser miembro de una iglesia supone participar. 1 corintios 12 Pablo usa la metáfora del
cuerpo para referirse a la iglesia por dos razones principales.
El cuerpo es un conjunto unido: La iglesia debería estar unida en su
misión, propósito, ministerios y actividades.
El cuerpo está conformado de muchas partes: partes señaladas, cada
una cumple una función. Todos los que somos miembros de una iglesia
deberíamos tener una función allí.
El concepto de un miembro inactivo bíblicamente no podría existir. Nos exhorta a conocer
nuestros dones y capacidades, para usarlas de la mejor manera al servicio de la iglesia
para la gloria de Dios.
La gran diversidad en nuestras iglesias es nuestra fortaleza. Todos en una función. Todos
deberían trabajar. Todos deberían tener un rol. «¿Cómo puedo servir mejor a mi iglesia?».
Si eres miembro de una iglesia, deberías estar activo.
Conclusión
1. ¿Quién ama a la iglesia? Hay personas que “aman a Dios” pero rechazan la
iglesia por la que el murió. Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su
hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto,
¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? (1 Juan 4:20)
2. ¿Qué busco, una iglesia grande o una gran iglesia? En una gran iglesia sus
miembros no son estáticos, sino que funcionan; no dividen, sino que unen; no
procuran satisfacer sus propios gustos, sino los de Dios y los de otros hermanos.
Miembros que se ocupan en oración por sus ministros, integran sus familias a la
vida saludable de iglesia.
3. ¿Qué haces aquí, Elías? Elías había orado durante varios años para que no
lloviese; había resucitado al hijo de la viuda y multiplicado el aceite y la harina;
también había enfrentado a los profetas de Baal. hora lo encontramos detenido,
paralizado por las amenazas de una mujer… Y cuando lo oyó Elías, cubrió su
rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él
una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías? (1 Reyes 19:13).
La pregunta que Dios hace a Elías es la misma que dirige a su iglesia y a cada
creyente: ¿Qué haces aquí?, ¿por qué estás detenido?, ¿por qué estás
abatido?, ¿por qué no avanzas?
Y la palabra libertadora que salió de la boca de Dios la leemos en el versículo 15:
“VE”. Dios lo impulsa a seguir adelante; a salir de la cueva, del encierro, del
temor; a moverse y a continuar con su ministerio que aún no acababa.
o Hemos olvidado lo que bíblicamente significa ser parte del cuerpo de
Cristo.
o Nos incorporamos a una iglesia con la expectativa de que allí nos servirán,
alimentarán y cuidarán de nosotros.
o No nos agradan los hipócritas en la iglesia, pero somos incapaces de ver
nuestras propias hipocresías.
o Dios no creó la iglesia local para que fuera un club de campo, un lugar
exclusivo con privilegios y ventajas para sus miembros.
o Nos puso en las iglesias para servir, para cuidar a otras personas, para
orar por las autoridades, para aprender, para enseñar, para dar y, en
algunos casos, para morir por causa del evangelio.