0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos) 265 vistas11 páginasQue Es La Filosofia - Francisco Romero
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4
FRANCISCO ROMERO
Del natural, por Remén, Columba,
FRANCISCO ROMERO
QUE ES
LA FILOSOFLA
COLECCION
Novena edicion
—
ry
SSG] esquEMas1
EL HOMBRE Y EL SABER
L° Propio del hombre es sun sujeto, un yo, y saberse
Todeado de un mundode sees y de cosss, Se percibe
2 si:mismo como una entidad pernianente a través de los
cambios de su existenci, y cuenta con el mundo que lo cit.
Cunda, que concibe en cada momento rebasando por todos
{ides su existencia inmediata, como algo que se extend por
cl espacid, que ha sido antes y ‘que continuard siendo dex.
pués. El animal no ¢s un sujeto ni propiamente reconace
objetos; vive sus estados corporales y se orienta en su con.
forno gracits asus instintos, consolidados orgénicaments, y
3 otras funciones de un psiqusme que no es sino un érgatio
0 servidor de su corporalidad, El hombre sabe que existe
gue existe el mundo; el animal se limita a vivir obscure.
‘mente su zealided, a exist en un litercambio de influjes
con la realidad que lo circunda,
De esta'especifica condicién del Rombre deriva que el
saber no sea para él accidente, sino fundamento, El hom
bie se constituye y fortifica como hombre en cuanto sabe
que existe y que ef mundo es de Gierta manera, que las rela.
Giones de su ser con el mundo poseen y deben poseer cier-
tos caracteres, En las culturas més bajas y primitives, todo
esto adopta la formé de imégenes 0 idees confusas, extrat.
das de la préctica habitual y de una interpretacién ten esca
82 ¢n precauciones extticas. como abundante en elementos
rovenientes dela imaginacién, del terror, de la esperanza,
Ae los anhelos, ete. En todo_ pensamiento primitive prolife:
7ran los mitos, que proporcionan explicaciones arbitratias
aunque coi profundo sentido muchas veces~ de Ie natu-
raleza, origen y destino del hombre y del uaiverso, y tam-
bién las concepciones mégicas, que prestiponen misteriosas
¥, ocultas relaciones entre las cosas, y pretenden aprov
harls median ttos,frmulas o Claes que inctdan en
ellas y sean capaces de lograr, efectos maravillosos. La
disposicién mitica y mégica e$ connatural con la mente pr
mitiva, y pessiste ‘después en zesiduos discernibles en las
mis altés civiizaciones y aun al lado de las postures mis
severas de la inteligencia,
ml
SABER INGENUO Y SABER CRITICO
Ey dos clases de saber! el ingenuo (o vulgar o expen:
tineo) y el eritico (0 reflexivo). Todo el saber del
hombre de las culturas primitivas entra en la primeta de
estas dos clases, Trataremos de caracterizar ambos tipos de
saber tal como se dan en las cultures superiores.
El seber ingenvio, comin a todo hombre, es indis-
pensable pata la vida; la mayor parte de nuestros cOmpor-
tamientos ordinatios se rige por él. Se constituye como ua
vastlsimo depésito de experiencias, la inayoria de ellas pro-
cedentes de la tradicién, del contozno human, masa que
cada uno selecciona, organiza a su modo y complementa
con su experiencia personal. El sabér ingenuo crece me-
diante una acumulacién que es sedimentacidn; los conoci-
mientos no se buscan de intenta, sino que se reciben de las,
comprobaciones o seudo comprobaciones que va oftecien
do la existencia. Carece de todo métado, de toda precau-
ccién enceminada a asegurar su valideza contrastar su ver-
dad, salvo el llamado “sentido comin”, eritetio vago ©
inseguro, utlizable en la préctita, pero de valor escaso 0
8
nulo en el plano del saber riguroso (la Ciencia y Ie filo-
sofia desmienten muchas supvestas verdades de sentido
comfin), Como este seber no se vuelve conscientemente
sobre si, operan en é] muchos influjos pecturbadores que
no son advertidos, unos sjenos a la puia actividad cognos-
citiva (imaginacién, sentimientos, deseos), y otros perte-
necientes al funcionamiento de Ja inteligencia, que cuando
trabeja sin guia sigue ciertas propensiones suyas conducen-
tes al error: tendencia e generalizar indebidamente, a a
falsa identificacién, a considerar diametrelmente opuesto
Jo que sélo es diferente, etc, Todo esto no debe hacernos
olvidar que en el saber ingenvo entra tina cantidad enorme
de conocimientos cieztos © de gran verosimilirud, y que de
continuo, en nuestra civilizacidn, ocurre un trasvase de
saber cientifico al campo del saber vulgar.
El saber erftico no es, como el ingentio, una esponta-
neidad, sino una disciplinn, Supone eritezios, métodos pre-
cisos; es consciente de sf, y permanentemente'esté vuelto
sobre si para ponerse en claro sobre sus bases, sus articula-
iones, sus aleances, sus lagunas, Se halla en trance de una
revisidn y un acrecentamiento constantes v planeados; 5,
podria decirse, acquitectural (por oposicién al saber co-
iin, que es sedimentario o de aluviéa), y, por lo mismo,
cada adquisicida nueva, al venir 2 ensampblatse en el co
junto, 10 corrobore o lo pore en cucstién, segin encaje
ajustadamente o no en él. El saber ctitico no tolera des-
ajustes 0 contradicciones enéze sus partes, porque, en cuan-
to consciente de si, no puede pasar por alto Ja incongruen-
cia, que revela deficiencia en ung parte o, en otra. En
cambio, en el saber ingenuo%on frecuentes Jas incongruen-
cias y diffcilmente se las advierte, porque e! cuerpo total
de ese saber nunca-es examinado, sino que cada una de sus
porciones se destaca y utiliza en Ja situacién correspon-
diente,
‘Mientras que el saber vulgar sélo dispone de un carta-
bén 0 criterio el “sentido comtin”—, el saber reflexive
9Se constituye toda él auxillado por miétodos de muy divée-
Soagineros: métodos de observacién,experimentacién, etc,
Y todas tas técnicis de laboratorio, para las ciencias'de Ie
‘aturaleza; métodos,de vatios érdenes, pira las ciencias
pistérieas y las matemiticts; métodos especiales, para lef
losotl. La ligica viene a set método general de este eaber,
ue se preoeupa de su consistencia racional; la matemitien
dite fommada en ss cencia independiente, es métoda prin,
Cipal_en muchas ramas de la clenc
suctbet extico se divide en saber cientitice y saber
filosdfico; los rasgos de uno y otro quedarin aclanide
més adelante,
Mm
LA CONTINUIDAD ‘DEL SABER
[% Aistineos érdenes de conocimiénto muestean una
organizacién en serie, un orden natutal y légico, de-
pendiente en Jo capital de que cada ‘escalén én el saber
Kemite @ otro mis elevado, en el‘cual se aftontan proble-
ins que antes no se tomaban en cuenta y que aparecen
consecutivamente a los examinados en el escalén infetion
Ta miarcha efectiva o histérica del saber; st progreso ei
cl ietupo, no coincide por entero con este ote ldgico,
porque responde a razones psicoldgicas y a contiigescieg
de diverso género, re:
El saber: vulgar 0 esponténco alfnacena una fabulosa
cantidad de experiencia humana; su depésito por excelen-
cia es el Diecionario, que repistra, en la’ serie de las pala
bras de idioms, los eonceptos mis 0 menos nitdos forfados
or el hombre, Toda palabra posee wn éontenido de indole
Seneral ~salvo,los esttictos nombres propios~, ora se tna.
nifieste como contenido expositivo (sustantives, adjetivos,
verbos, adverbios), ora su oficio no sta expositivo sino fun,
10
ional (preposiciones, conjunciones);,estos contenidos de
las palabras son el resultado de la aptehensién, anélisis ¢
intetpretacién de le realidad, operaciones que advierten y
distinguen en ‘ella seres, cosas, cualidades, procesos, relz-
clones, sentidos, ete, agrupables:en, especies y géneros de
generalidad crecienté. Aufique corrientemente sélo se vea
en el Diccionario’ el conjunto de las palabras del idioma
dispuestas en orden alfabético, desde cierto punto de vista
¢s Ia recapiculacién del saber humano, ya que cada pala-
bra es expresiin de un contenido de la experiencia, el
ual es evacado por los sonidos en que consiste la exterio-
tidad del vocablo, Debe advertirse que los contenidos
guardados en el Diccionario pertenecen al saber vulgar
principalmente, pero’ de’ ningiin modo tnicamente, porgue
muchos logios del saber critico (cientifico y-aun filoséfi-
co) se hallan también fp fh en cuanto en pasado al acer
vo cognoscitivo norma! o usual
El ptimer escalén en el orden cientifico lo componen
las cieticlas de tipo descriptive, definitotio y clasificato-
tio, qite intentan una especie de inventario de la realidad
natural, como la mincralogfs,.la bocénica y Ia zoologia,
Estas clencias son las mis cercanes a la experiencia co-
amiin, gue extienden, purifican y perfeccionan; se ocupan
ante todo en’ determinar con precisién los seres y cosas
de la naturaleza, definiéndolos con rigor y disponiéadolos
en grupos de generalidad cada vez. mayor, a partic de las
capécies, El escalén siguiente no estudia ya los objetos na-
turales plenos (seres 0 cosas), sino qué ahonda en ellos
e investiga sus componentes, propiedades y functones, én
general y sin inmediata referencia a los seres 0 cosas par
Hloulares en que aparecen: elementos y fenémenos quimi-
60s y fisicos, funciones de la vida, En el campo de la fisica
se da un trénsito may importante; la‘fisiea' estudia los
hechos de su incumbencia como las demés ciencias enume-
radas haste shora, como fenémenos sensibles, perceptibles
(onidos, colores, ete.), pero agrega una interpretacién
Wlque rebasa el plano de lo petcibido © porceptible sl pro-
joner explicaciones de esos hechos, al reférirlos a otros
hechgs no perceptibles, establecidos hipotéticamente por
tazoned y céleulos corroborados ‘con experimentos (por
jen 1a interpretacién de la fisica clésica, a luz es un
especial movimiento del ter). Al pasar de lo‘ percibido
a estas tesis ultrasensibles, la actitud de Ja fisica es pare-
cida a Jp de la primera especulacién filos6fics, que pasaba
de las cosas inmediatamente aprehendidas a una sustancia
supuesta como su comin fundamento,
En las otras ramas del saber cientifico se descubre una
seriacién natural semejante, aunque las etapas no se hallen
tan bien definidas,
La continuidad del saber aparece sobre todo en la ne-
Cesidad del trinsito de los problemas cientificos a los filo-
séficos, La filosoffa, histéricamente © de hecho, no
nacido Como prolongacién 0 complemento del saber eien-
tifico; pero todo suber cientifico remite a planteos filosé-
ficos, los suscite efectivamente muchas veces, y se puede
sostener una secuencia ldgica entre los conocimientos de
Jas ciencias y los de la filosoffa, Ya hemos visto que en su
‘capa mis profunda, la de Ja interpretaciéa o la teorla, Ia
fisica abandona el terreno de lo sensible (visible, audible,
tangible, ec.), y busca-una explicacién inteligible o racio-
nal de los hechos, Lo que de ese modo se hace, considerado
envuno de sus aspectos, es reconocer que Ia estructura cog-
noscitiva sensible del hombre, en Ja que pasticipan los sen-
tidos, no proporciona una versién adecuada y final de los
hechos, Este paso,,que problematiza el llamado conoci=
miento sensible, preanuncia la problematizacién de toda
Ja estructura cdgnoscitiva humana, que no enmupte la cien-
cia, sino la filosoffa, en Ia llamada teorfe del conocimiento,
La problematizacién del conocimiento tse consigo la de
todas ls tesis fandamentales sobre Ia realidad, que son ro-
sultado de Ja actividad cognoscitiva. En Jo tocante a Ix
tatemiticg, Jos entes y relaciones matemiticos' proposien
12
fa cuestidn de su origen y ser fatimo, que es asunto de
cariz filoséfico més, que cientifico, asi como el diffeil pro-
blema, resueltamente filoséfico, de Tas relaciones entre
matemética y realidad, El saber de lo-humano, en cuanto
conjunto dé constancias desprendidas de la observacién y.
de la investigacién documental, otigina muchos problemas
de alcance filos6fico, como el de Jos valores, el de las di-
reeciones de Ja progestin humana y del sentido’ de. Ie
historia, el de la indole y condiciones del saber psicolégico
¢ histérico, etc,
En suma: Je filosoffa no aparece de hecho eomo com-
plemento de la ciencia, pero los planteos cientificos désern-
hocan néecesaria y légicamente en cuestiones filosoficas
inexcusables si se’persigue la diceccidn insita en el conoci-
miento humano desde sus comiienzos;'aparte que lt forzosa
particularidad de los saberes cientificos exige un saber que
Apunte a esa visidn armbnica: y plausible de la totalidad de
que el hombre parece no poder prescindir y que fragua
en las suposiciones del mito cuando no las elabora en Iz
meditaciin filosdfica, Se podrla pues hablar de uns “onto-
login” © total consistencia interna del saber, ajena a su
constitucién histérica, en Ja cudl son perceptibles una tra-
bazdin y continuidad que abarean, sin excepctén, todos Tos
agéneros del conovimieato, desde las primeras tesis del so-
ber ingenuo hasta las mas elevadas citnas de Ia ciencia y
de la filosofia,
Vv
LA MARCHA HISTORICA DEL SABER
1. saber exitico, tinico al que nos refetiremos en ade-
lante, ha seguido una maycha en la cual, como en
todo proceso histérigo, han-intéryenido Factores tempo-
rales de muy diverso jaez,
LBLa filosofla se ha adelantado al saber estrictamente
cientfieo, Ance los enigmas del mundo y dela vids hone
na, In mente elabord intexpretaciones de caterer crttico,
fuando todavis no era posible un examen eientifieo de
los fendmenos; mejor dicho, el nacieate espiritu cientifico
sontlayé con el filosético cuando todavia no le ete dado
arise enminos propios: la preocupacién netamente chee
ica es discernible ya en los primeros metafisicos de Gre
cia y, en el conocimiento de lo:histrico, en remotes ha
torladores y viajeros también griegos, como Herédoto,
ox Precuran dilucidar el pasado recolectando informes,
comparindolos y desencedando el ovillo de las tradicionece
Fara establecer fo cierto o Jo verosimil. Las primerss ave
rigusciones filosoficas de Occidente, las de Ire presocriti-
£05, se esfuerzan en hallar la gustancia de Ios cose y
configuran una metafisiea de tono enérgicamente mele.
nal, contrapuesta a las creencias de li religién cortiente,
SSaee Gan buena dosis de libre religiosidad y'de vibr
cid pottica. Los problemas del coneimiente’ no ecupan
eryonces mucho lugar, si bien Ja preponderancia stribuide
& Ja razén supone Ja relativizacién impliita del conoci,
tiiento comin o sensible. El gran asurto de Ja especula-
én griega es a realidad natural, hasta que, con Sécrates,
{os problemas del hombre'y de la razén pason a ocupar
el primer lugar; en Ja cumbse de a filosofia griega —De-
méctito, Platén, Aristételes-, In reflexién tiende's come
render le totalidad en todos sus aspectos, y en su ulema
fase predominan las concepciones misticas y tna doctina
de la vida humana euyo aspecto mas notable se ef
icia de Ja propensién racional del espitity
gtiego y se constituye como ciencia aparte, sobre todo
spaamte geometzi; Ia ciencia natural no llega a orga,
Uist en el sentido en que Ja entendemos hoy es exis
vada por algunos hombres de exeepcionales rordiclace c
Para el examen eoncreto de los hechos, como Aristéeles,
4.
¥ mis tarde por clertos equipos, como los que se refinen,
fn el Glkimo periods de Ia Antigiiedad, en el Museo de
Alejandrfa,
La caracteristica del pensimiento medieval, como es
sabido, consite en Je subordiacién al dogma religioso,
A. paitir del Renacimientg.se promuere un vez mov
mignto de libre investigacién filos6fica y cientifica, Los
filésofos proponen sucesivos cuadros de la totalidad, yk
ciencia en sentido moderno se constituye gracias = los
Prabajos de Galileo y sus continuadores. Es rasgo deli
Edad Moderna que en’su filosofla se expiese. le espicitua-
lidad de cada uno de los grandes pueblos europeos, en
tuna diversidad que contrasts con la unidad def pensamien-
to de'Ja Edad Media, y con tendencia creciente a utilizes
las lenguss modernas, contza la exclusividad del latin, que
fue regle durante el perfodo medieval. En el pensamieato
Fenacentista —Nicolés de Cuss, Giordano Bruno, Paracel-
80, Campanella— predominan la idea de fa animacién un!-
versal y el pantetsmo, El inglés Bacon y el francés Des-
cattes seilan el pasyje ala madurez moderna, al planééar
ambos con rigor el problema de los métodos para aleanzar
el saber cierto, y al proponer el segindo una teorla del
Conocimiento y tna metafisica acordes con Jas exigencias
de la nueva coneiencia filoséfica, A partir de ellos, el pen.
samiento continental se resuelve por una elaboracién
cionalista y metafisca de Ia filosofla, mientras que el bi
ténico revela marcada predileccidn por las cucstiones del
conocimiento y Ja constituciéa de una filosofia de la ex-
pesiencia, EL siglo XVII (Ia Ilustracién) se preocupa pre-
ferentemente por los problemas del hombre, con freciiens
cla en actitud militante; al final del siglo, Kent, con todos
Jos resultados de Ja filosofia y de la ciencia moderna al
vista, Jevante una poderosa construccién que es Ja cima
el pensamiento de los tiempos modernos y que se cdr
-Nlerte en supuesto y punto de arrangue de casi todas las
concepciones postetiores,
iSVv
LA FILOSOFIA EN GENERAL
tccuias veces se ha intentado dar una definicidn diniea
y satisfactoria de la filosoffa; esos intentos no han
attihado a férmulss generalniente acepcades, capaces de
convenir a todas las maneras del trabajo filosbfico apare-
cidas 2 10 largo de Ia historia, H
Entre los rasgos mis comunes de Je filosoffa hallamos
In aspiracién a un saber viltimo y total. La filosofia es sa-
her, conocimiento alcanzado por Je reflexidn erlticas esto
Ja distingue de la creencia religios, que se atiene a Ja re-
velacién, a la tradicidn ye la autoridad, y cuyo miximo
resorte ¢s un sentimientd de reverencia, acatamiento y de-
pendencia ante ef principio divino, Aunque en michos
casos la filosofia acepte Ia existencia y aun la primacta de
ese principio divino, su actitud frente a , en cuanto
filosofia verdadera, noes de reverente supeditacién, sino
de meditacién libérrima, de investigacién crftica; sina es
asi, no es filosoffa sino a medias. ;
Desde la Antigiiedad se sefiala como origen del filo-
sofar la admiracién, Je extrafieza. En’ efecto, Ja mera pre-
sencia y lp ordinarla frecuentacién de las cosas pueden
suscitar un interés cognoscitivo que procure descubrir sus
modos y comportamientos; pero la’ radicalizacién de ese
interés hasta el punto de convertirse en la peculiar postura
filosbfica sélo es posible cuando las cosas, aun Jes mis
habicuales y cotidianas, nos admiray y sorprenden, nos
persuaden de que asf como son podrfan no ser, de que sus
maneras y atributos podrian ser diferentes de como son.
En suma, una radical problematizacién, un ponerlo todo
en cuestidn, és la condicién primera del filosofar, En In
postura Ordinaria o no filosdfica nos hallamos habituados
16
4 las cosas tal cotto st nos manifiestan; nos parece naturel
que el mundo sea como es, lo aceptemos implictamente
y sblo nos preocupa espetificar sus mods y aspectos en
ja medida’ conveniente pora orientamos en él, para aco-
modar nuestra vida'a st, realidad patente. En le posieién
filoséfice, en cambio, nada nos parece normal y justificado
por el meio hecho de su existencia; lo ponemos todo en
ciscusién porque todo se nos aparece de primers intencién
discutibley como tal lo mantenemos ‘mientras no nos
ofrezea sus razonts o justfieeiones, El.primer paso del
flosfar consste en extrafase de lp dado de ly espe
tineamente conocido, en una doble significacién de esta
palabra “extrafise”: como extrafieza 0 sorpresa de que
fas cosas sean y de que sean como soa, y eomo un ex
tuafamiento o°artificioso apertamiento ‘del mando, que
nos lo presente como externa y ajeno & nosotcos, como
realidad respecto a Ia eual hemos suprimido todos los
Tazos que nos atsban a ella y que podemos ver por lo
tanto Con ojos nuevos y limpios, como si de repent se
alzara ante nosotros, El fildsofo se extrafia pues de la reali-
ded para convertrla en problema, suprime su ordinar
trato con ella para verla tal como es,
Desde otro punto de vista que no deja de tener relacién
con el anterior, se dice que Ia filosoffa es saber sin supwes-
tos, esto es: un saber que no reconoce ninguna presupo-
sicién, ninguna base admitida de entemano, Esto la distin-
gue de Ja ciencia, en Ja cual se aceptan supuestos no
Comprobados, En el saber vulgar, la realidad tal como 1103
es dada es el supuesto més general. En el saber cientifico,
se presupone la exstencia del mundo, la del espacio y el
tiempo, la capacidad cognoscitiva de la razén y la validez
de los grandes métodos. La filosoffa convierte todo esto
en problema, con muy distintes soluciones, En algunas pos.
turas idealistas, Ja realidad ex rasubjetiva es considerada
como dependicate de la actividad del sujeto, hasta el punto
de juzgatl, en mayor 9 menor medida, creacién del yo,
17El espacio y el tiempo han sido, sobre todo en el pensi-
miento moderno y contemporéneo, asunto de permanente
Indagecién, con lnteresneeselesnatives; por ejemplo, pats
Deseaztes, In materia y el espacio son Ja misma cose; para
Kai, espacio y tismpo no tienen existencia exterior al sue
jeto, sno que gon formas de conocimiesto, moldes impues-
fos por él sujeto en sus percepciones; pata Bergson,
Fieidegger y otros contemporineas, el tiempo pasa a ser
tlemeato pfincipal en Ja usdimbre de la realidad, y para
uno de los mayores fldsofos.recientes, Samuel Alesander,
Cl complejo eiptclowtiempo es'el fondo o ln matiz de
he fdas las cos provienen, También es propio de
losofia poner en cuestién los grandes métodos, por ejem=
Plo, i induecién, esto es: el méodo que de tas eompro-
aciones singulares extrue leyes genevaes, respecto al eal
se procura poner en’ claro con qué derecho se salen de
Jas constancias singulares, limitadas en nimero, a la gene~
‘relizacién en que consiste Ja ley Inductiva,
Puede decirse también que la ciencia trabaja admition-
do uh vasto supuesto: In aptitud cognoscitiva del hombre,
su derecho a establecer tesis sobre la realidad. Para la filo-.
sofia, este supuesto se transforma en grave, en ardug pro-
blema, que examina la teocia del conocimiento, La cuestia
de las relaciones, acuerdos y desacuerdos entre la razén
ta realidad esté explicitaménte planteads desde Descartes,
tlene ancho lugar en la filosoffa de Kant y se discute ape
sionademente en el pensamieato contemporénen.
Loafirmacién de que Ia filosofia es ante todo saber sin
supuestos resulta angosta para calificar-todo el stabajo fi-
los6fico, pero indica acertadamente le diferencia acaso
fundamental ~no sin duda Ia tniea~ entre filosoffey clen-
cia, Nétese que, de tomar a la letra esa aseveractén, se ne-
gala Ia condicién filoséfica a grandes porciones de la in-
Yestigacién que, por consenso firme, se han tenido y se
tienen por filosofia. Para los racionalistas dogméticos anti=
gos y modernos la rezén ha sido un supuesto, algo que
WB
‘nunca hubo que poner en discusién, Para Ia filosoffa me-
dieval, Ie creencia religiosa ha’sido un supuesto, no solo
aceptado de antemano, sino también intangible, Abundan
Jas averiguaciones de temas parcisles cuyo sentido filosé.
fico no ¢s licito desconocer, y que se apoyan en ciertes si.
Posiciones no analzedas. Ls nota de saber sin supuestos
Pertenece mis bien ain filosofl como ideal que al cuerpo
histérico, real, de la filosofle,HoPains, P. Filosok
<4. Mmageo
Gopttalo XM
MIRANDO EL MUNDO COMO FILGSOFO
WEMAS: 1X2 ourlosidad de sabor, — 2. HL asombrarso,
8, Sin ningéa presupuesto. — 4 Wxactiiud rigurosa en el pensa-
mento, — § Las condiciones morales. — 6. La. satistnccion
| — Looturas flosofieas selectas: X) Origen de Ia
TH) Qué es Ia ilosofin,
1 — LA CURIOSAD DE SABER
1. Bl que se asoma al mundo, y quiere contemplarlo 2 la maner:
de los filésofos, necesita en primer Ingar cierta aptitud natural
‘euiyas caractertitieas enunsiaremos.
2. Tenemos todos curiosidad por saber. Wsto se estima un bier
que perfecciona al hombre. Pero el grado de intensidad con qu
se vive dicha curiosidad, cambia de persona 2 porsona,
En algunos individuos, esa curiosidad por gaber es tendencit
constante, si; pero no puede decirse muy fuerte, pues cuando
esfuerzo que hay que realizar para obtener el conocimiento apete
cido, es considerable o tal vez grande, no se tiene el dnimo sufi
ciente para imponerse dicho esfuerzo,
& Un factor decisivo de la medida del esfuerzo que estamo
dispuestos a efectuar para conseguir un bien, es ciertamente e
interés personal, Cuando el interés por el saber es considerable
mayor disposicién y prontitud hay para superar los obstéculos :
dificultades, imponerse los esfuerzos que requiere la adquisici6
del conocimiento,
4, Hay algunas personas'que parecen dotadas por la naturalez
con mayores anhelos de saber, con més vehementes deseos d
acrecentar sus conocimientos, con mas imperioso impulso a k
investigacién de la realidad propia y de la trascendente.
5. Creemos que quien tiene voeacion de fil6sofo, debe poser y:
por naturaleza esta mayor y mds imperiosa curiosidad por saber
pero no un saker cualquiera, superficial, aislado, desconectade
Hay quienes son muy curiosos: quieren ver todo lo que suce
de, saber de todo... Pero se quedan solamente en la superficie de
eontecer, como si lo fimico que busearan, fuese el placer vital d
In mera actividad mental.
20La curiosidad del filésofo, forzosamente ha de ser mis pro
funda. No puede eontentarse con el eonocimiento de meros acon
teceres: tiene que saber de sus origenes, investigar su desarrollo,
conocer su fin, No le satisfacen las meras percepciones de lox
objetos: siente necesidad de indagar las realidades que se ocultan
tras las apariencias sensibles. No se conforma con averiguar las
‘causas inmediatas y las condiciones proximas de los aconteeimlen
tos, Quiere ir mas allé de ellas, y legar, si es posible, a Te ra,
al origen, al germen de st aparicién, Quiere indagar sus rela
ciones con otros acontecimientos; quiere seguir su desarrollo, para
pereibir su orientacién y averiguar su finalidad. Aspira a wn
Conocor intrinsecamente ligado al todo, contemplado en el tode,
‘comprendido en el todo.
6. Gran parte de los hombres, sélo tienen interés por el saber
que se refiere a sus necesidades inmediatas o remotas. Se Uo.
man hombres précticos, interesados tiaicamente en lo que trae part
a In boca, comodidades a Ia vida, éxito en los negocios, y dinero
fa las areas personales. Hasta se burlan de quienes se dedican
‘a investigaciones profundas.
4. ScuoPENHAUER escribié: “Ast como el animal se pase la vide
sin mirar més allé de sus necesidades, y por lo tanto, no se admire
de que el mundo exista, ni de que sea como es; tampoco los hom-
bres de aptitudes corrientes sienten gran admiracién por el mun-
do, Eneuentran que todo es natural. Hin todo caso, se sorpren-
den de algiin acontecimiento insélito, y desean conocer su causa;
pero lo maravilloso que se halla en la totalidad de los aconteci-
mnientos, lo maravilloso de su propia existencia, es algo de lo cual
no se enteran, Por esto son propensoa a burlarse de quienes se
maravillan, reflexionan acerea, de aquellas cosas, y se ocupan en
tales investigaciones. Piensan osos tales, que estén Hamados 0
cosas mucho mis seriaa: el cuidado de si mismos y de los suyos,
¥y acaso se consagran a busear tna informacién detallada acerca de
a relacién que guardan los acontecimientos entre si, para poder
utilizarlos provechosamente”. (1)
Mi — EL ASOMBRARSE
8 PLATON y ARISTOTELES sefialan con acierto, como primera co-
racteristica del filésofo, la aptitud de asombrarse ante el mundo,
(1) Arturo Schopenhauer, Introduocién @ la Pilosofta.
202
Jon sexes y los acontecimicntos. Wo se trata de wn mero pereibi
ni de un mero aprehender, zai de am mero espejarse en su intorlo
14s un intuir mas agudo, que descubre que detras de lo revelad
ninifiestamente, se esconde un cfimulo de razones y de procesc
que explican el suceso o la existencia del eér. Ts adquirix cor
cieneia de hallarse frente a un problema, y sentirse estinulad
fu investigar asiduamente, para desoubrir las razones y los prc
esos cuyo conocimiento puede resolver los problemas.
9. Consideramos el caso de la propia evistencia. Bl hecho d
que yo exista, no es algo que se comprende naturalmente, Hac
inuehos afios,” yo no existia. Ahora existo, Dentro de algunc
siios no existiré més sobre la Tierra,
Por qué existe? Para qué debo pasar estos afios sobr
ta ‘Tierra? ,Cémo explicar cabalmente mi existencia en su or
yon. on sm misién, en str destino?
ay aqui problemas. Hay razones, procesos y designic
ooultos que ignoro, cnyo conoeimiento me haria comprender m«
jor la ragén de ii existencia, los deberes de mi vida, y el témin
We mi sér.
19, Consideremos, también, todo lo que me rodew en ot mundi
Por qué existen esos seres? ;Por qué son asi? Qué raz
5 razones habré, para su existencia? ;Qué misién tienen en «
universo? ,Qué relaciones guardan conmigo y con mi destino
W16 aqui nuevos, apasionantes problemas que inquietan al filésof
lo impelen a la investigacién asidua, y atizan su curiosidad é
saber totalitario,
La mayoria de los hombres pasan por encima de estas cosa!
Jas toman por dadas naturalmente. Ti filésofo, no. Advierte sv
problemas, se lanza a su estudio, reflexfona, medita, razona, bw
a solueiones...
U1, Sin duda, este asombrarse se da en el hombre de ciencit
¥ asi eseribié KUzrE: “El asombro ante la existencia o ta cual
dad de algo, y la duda referente a la correceién 0 valider
cualquicr afirmacién o suposicién, son estados de animo propu
ores en todas las ciencias, y s6lo podrian relacionarse mas estre
chamente con la Filosofia sefialando el objeto propio que la
excita”,
El hombre de ciencia se asombra, advierte la presencia d
un problema, y se lanza a la investigacién encaminada a solt
Gionarlo, Pero su asombro es ante un hecho; su advertencia ¢
fa un problema aislado; Ia soluetén que busca, es 1a inmediata, la
causas y condiciones préximas que expliquen el hecho.
20‘La solucion que se aleanza, puede susoitar un nuevo prob
ma, y se puede desatar una cadena muy larga de sucesivas inve
tigaciones. Pero el fenémeno estudiado, sigue siendo el misao,
y bastante aislado de todos los demis. Las soluciones se burs.
en los campos inmediatos del suceso, No hay pretensién dv
entrelazamiento universal.
42." Sin embargo, el asombrarse del fildsofo es distinto del que
afecta al hombre de ciencia, Su asombro se produce ante 1s
totalidad del ser y del acontecer. Como dijimos, quiere conoce:
ese ser o ese acontecer en el conjunto total, comprenderlo en
totalided, situarlo exactamente en ella.
I — SIN NINGON PRESUPUESTO
18, El filésofo afronta Ia realidad sin ningiin presupuesto. Para
1, todo es cuestionable; puede ser examinado, estudiado, inves:
tigado profundamente, y hay que hacerlo,
'S6lo puede hablarse de up ‘nico presupuesto del quchacer
filoséfico: 1a capacidad natural de la_razén_ para conducir ol
conocimiento de la vei ia vavin puede” intervogarse 41)
misma al tespecto; pero ok mérito de Ia respuesta depende dé}
valor que se atribuya a la capacidad natural de la razén para
responder segin verdad, para investigar ésta.
Wl filésofo es un convencido de la capacidad natural de tn
raz6n, un admirador de ella, y es, también, un asiduo trabajador,
para obtener el méximo rendimiento de ella.
XV — EXACTITUD RIGUROSA EN EI. PENSAMIENTO
14. Otra disposicién que siempre aparece en el verdadero, fil6~
sofo, es ol copiritu de ewactitud rigurosa en el pensarricnto,
Quiere aprebender exactamente, juzgar acertadamente, razonar
correctamente, fundamentar s6lidamente todas sus conclusiones,
bproveder siempre en rigurosa conformidad con las leyes de Ja
razén.
45, Pretende gometer todo a la razén, y comprenderlo todo a Ie
Itz de ella. S6lo admite lo que satisface a la raz6n, y en ol
grado que la satisface. Rechaza Io irtacional, Busca 12 expli-
cacién racional en todo.
204
V — LAS CONDICIONES MORALES
It. Max ScuBLER sefiala tres condiciones morales del buen fil:
ufo: “En la urdimbre dc jos actos morales fundamentel’
‘ae digponen eseneialmente nl conocimiento filos6fico, distingu
frovs un acto fundamental positive, y dos actos fundamental:
hegativamente dirigidos, que sélo en st cooperacién unitaria pe
miten al hombre aleanzar los umbrales de la posible realidad 4
whjeto de la Filosofia:
"419) El amor de la totalidad de la persona por el sér y
valor absoluto;
"22) La humillacién del Yo natural;
39) Bil autodominio, que hace posible 1a objetivacién de }
impulsos intuitivos de la’ vida dada y fundada por el cuery
qui: siempre eondicionan necesariamente ta pereepetén natural
1% SousseR premunta si esias disposiciones morales tienen va
dey, también, ome condiciones del saber en Jas cloneiss par
cculares; y responde: “Sélo una de estas tres actitudes moral
Tundamentales se manifiesta, no tuicamente como eondicién m
val del conocimiento filoséfico, sino también del conocimien
ntifieo: esta actitud —que corresponde a una mayor adeet
tridn del conocimiento—- es In actitud fundamental del autodon
nio de los impulsos instintivos por medio de la voluntad racions
18, El amor
Este se manifiesta en Ia intensa, firme y fuerte curiosid
de 1 mas: profundo, de lo mas comprensible racionalmente, de
mis explicativo que puede aleanzarse. Ala vez, Ia medida
esta eiiPiosidad es medida del amor que la impulsa, El amor
In verdad se expresa en un ardiente deseo de adquirirla; en
cafuerzo generoso, sincero, continuo, por aleanzarla, y ven
asiduo empefio por acrisolarla,
19, Humildad
Quiz Ja expresién ms conereta de Jo que SoumLeR Ua
humildad, son la impareialidad, la exigencia de exactitud racior
Ia comprensién de las propias posibilidades y_ limitaciones,
aceptacién de los auxilios de los demés filésofos, la necesi¢
de la continua apertura a la revision de los propios puntos
vista, la convenieneia de diflogo sincero con los demés, la adi
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