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Antecedentes Históricos de La Evaluación Psicológica de La Antigüedad Al Siglo Xix

Este documento describe los antecedentes históricos de la evaluación psicológica desde la antigüedad hasta el siglo XIX. Señala que a lo largo de la historia ha existido interés en medir atributos humanos y que la evaluación psicológica propiamente dicha comenzó a tomar forma en el siglo XX con la creación de la primera prueba psicométrica. Asimismo, explica que en los siglos XVII-XIX hubo avances científicos significativos en diversas áreas que influyeron en el des
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Antecedentes Históricos de La Evaluación Psicológica de La Antigüedad Al Siglo Xix

Este documento describe los antecedentes históricos de la evaluación psicológica desde la antigüedad hasta el siglo XIX. Señala que a lo largo de la historia ha existido interés en medir atributos humanos y que la evaluación psicológica propiamente dicha comenzó a tomar forma en el siglo XX con la creación de la primera prueba psicométrica. Asimismo, explica que en los siglos XVII-XIX hubo avances científicos significativos en diversas áreas que influyeron en el des
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ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE

LA EVALUACIÓN
PSICOLÓGICA: DE LA
ANTIGÜEDAD AL SIGLO XIX

A lo largo de la historia, ha existido un constante interés por


medir los atributos humanos, tanto físicos como psicológicos.
Este interés se remonta a los filósofos de la antigüedad y se ha
desarrollado a lo largo de los siglos XVII, XVIII y XIX, con avances
científicos significativos en medicina, física, química y
astronomía. Sin embargo, la evaluación psicológica propiamente
dicha comenzó a tomar forma a principios del siglo XX, con la
creación de la primera prueba psicométrica por Binet, y se
consolidó durante las dos guerras mundiales.
La evaluación psicológica puede considerarse como el inicio de la
búsqueda de procedimientos para cuantificar las diferencias entre
los individuos cuando se tomaron conciencia de estas variaciones.
Así, la autora establece que para que un procedimiento se considere
como evaluación psicológica debe reunir varios requisitos:
Un evaluado y un evaluador, y la necesidad de un objetivo y un
contexto para desarrollar dicha evaluación.
Un marco teórico que permita la ubicación de las hipótesis.
Una técnica o procedimiento de medida y la interpretación de los
valores obtenidos.
Disposición de los sistemas categoriales pertinentes que
permitan la clasificación del evaluado a partir de los resultados
que se hayan obtenido al aplicarle los procedimientos de
medición.
El primer requisito fundamental en la evaluación psicológica es la
presencia explícita del evaluado y el evaluador. Aunque pueda
parecer obvio, es necesario precisarlo debido a situaciones en las
que se han realizado diagnósticos a distancia. Por ejemplo, en el
caso de la fisiognomía, que establece que los rasgos faciales de
una persona determinan su personalidad, se ha planteado la
posibilidad de evaluar a alguien únicamente a través de un
retrato y determinar que, debido a tener una cara ancha en
relación con la altura del rostro, tendería a presentar
comportamientos agresivos. Sin embargo, en la actualidad, en un
proceso de evaluación psicológica adecuado, es crucial que se
cumpla el primer requisito de la presencia explícita del evaluado y
el evaluador
El segundo requisito es seleccionar una prueba basada en una teoría
que respalde su fundamentación y cumpla las expectativas del
evaluador en cuanto al tipo de datos que puede proporcionar. Al
elegir una prueba, es importante considerar el objetivo de la
evaluación, como confirmar o descartar un diagnóstico de ansiedad.
En este caso, se debe seleccionar una prueba diseñada
específicamente para medir la ansiedad y que esté construida
dentro de un marco teórico que proporcione datos relevantes para
confirmar las hipótesis planteadas.
Las pruebas psicológicas son instrumentos de medición que siguen
reglas claras en cuanto a la obtención y transformación de las
puntuaciones que proporcionan. Estas puntuaciones nos permiten
interpretar los resultados a la luz de la teoría en la que la prueba se
fundamenta.
Antecedentes precientíficos

Los historiadores señalan que las primeras evaluaciones de


aptitudes se remontan al año 2200 a. C. en China. Durante
ese tiempo, los funcionarios gubernamentales eran
sometidos a evaluaciones para determinar su competencia
profesional, por solicitud del emperador (Chafee, 1985;
citado en Gregory, 2001). Estas evaluaciones evolucionaron a
lo largo de los siglos y se transformaron en exámenes
escritos durante la Dinastía Han (202 a. C. a 200 d. C.),
alcanzando su forma final alrededor del año 1370.
A lo largo de la historia, se han propuesto teorías que relacionan las características
corporales con el carácter y las facultades mentales de las personas. Aristóteles,
por ejemplo, abordó esta temática en su tratado llamado "Physiognomonica",
donde establecía una conexión entre los signos corporales y el carácter de los
individuos.
Estas teorías fisiognómicas ya habían sido planteadas anteriormente por
Empédocles y Hipócrates en sus Doctrinas Humorales de Personalidad. Estas
doctrinas postulaban que el cuerpo humano está compuesto por cuatro humores:
sangre, bilis amarilla, bilis negra y flema, que se corresponden con los elementos
de la naturaleza: aire, tierra, fuego y agua, respectivamente. Según el humor
predominante en cada individuo, se atribuía uno de los cuatro tipos de
temperamento y personalidad: sanguíneo (optimista), melancólico (triste), colérico
(iracundo) y flemático (apático).
En su obra "Discurso del método", René Descartes establece una clara
separación entre el mundo material (los cuerpos) y el alma. Según Descartes,
los cuerpos están regidos por leyes mecánicas y se mueven de manera
necesaria, mientras que el alma humana es exclusivamente humana y se
caracteriza por el pensamiento inteligente y el libre albedrío. El cuerpo
humano es considerado una máquina que interactúa constantemente con el
alma a través de la glándula pineal. Descartes propone que las impresiones
sensoriales, transmitidas por los nervios y los espíritus animales, generan
diferentes pasiones o emociones en el alma, y es responsabilidad del libre
albedrío del alma fortalecerlas o rechazarlas. Descartes sostiene que el
estudio del ser humano no puede ser abordado de manera objetiva, por lo que
se requiere utilizar la intuición para acceder a los datos de la conciencia.
En Inglaterra, durante los siglos XVII y XVIII, se desarrolló la doctrina
filosófica del empirismo, que consideraba a la experiencia como la
única fuente válida de conocimiento. Para John Locke, al igual que para
Descartes, las ideas eran el objeto del conocimiento humano. Sin
embargo, a diferencia de Descartes, Locke sostenía que todas las ideas
provienen de la experiencia y que el conocimiento humano es
adquirido a posteriori, es decir, a través de la experiencia. Locke fue
fuertemente influenciado por Francis Bacon, quien enfatizaba la
importancia de observar la naturaleza, registrar los resultados y
realizar experimentos para obtener interpretaciones científicamente
precisas.
El empirismo inglés sentó las bases para el surgimiento del positivismo en la
primera mitad del siglo XIX. El positivismo identificaba el verdadero
conocimiento como aquel derivado del método científico, basado en hechos
cuya verdad era incuestionable y cuya evidencia se apoyaba en los sentidos,
garantizando su validez mediante el método científico. A su vez, el
positivismo influyó en el surgimiento del conductismo, una corriente
psicológica que consideraba como objeto de estudio únicamente la conducta
externa, observable y objetiva del individuo.

En la etapa precientífica de la evaluación psicológica, la influencia médica se


atribuye al médico Franz Joseph Gall. Gall planteó que las facultades
psíquicas estaban localizadas en el cerebro y que se podían descubrir
analizando las protuberancias craneales.
Antecedentes científicos: siglos XVIII y XIX
Ecuación personal

En 1796, ocurrió un conflicto entre un ayudante de


astrónomo llamado Kinneybrook y Nevil Maskelyne,
astrónomo real del Observatorio Astronómico de
Greenwich en Inglaterra. Kinneybrook discrepaba
constantemente de las mediciones realizadas por
Maskelyne, que consistían en registrar el tiempo que
tomaba para que ciertas estrellas pasaran por una marca
hecha con un hilo en el telescopio. Las mediciones de
Kinneybrook diferían en promedio más de medio segundo
en comparación con las de Maskelyne, lo que provocaba
errores significativos en los cálculos astronómicos. Como
resultado, Kinneybrook fue despedido debido a estas
discrepancias en las mediciones (Nunnally, 1973; Anastasi,
1980).
En 1816, el astrónomo alemán Friedrich Bessel se interesó por el incidente de
Kinneybrook y decidió investigar las diferencias en las estimaciones de
tiempo realizadas por diferentes observadores. Bessel llevó a cabo
mediciones comparativas entre observadores entrenados y descubrió
discrepancias en las estimaciones de tiempo tanto entre diferentes pares de
observadores como dentro de cada observador en diferentes momentos
El trabajo de Friedrich Bessel en 1816 es considerado como el primer registro
publicado sobre las diferencias individuales en las estimaciones y
mediciones. Este trabajo reveló la existencia de lo que posteriormente se
conoció como la "ecuación personal". Esta ecuación personal se refiere a la
tendencia característica de cada individuo a estimar las observaciones
asignándoles una cantidad específica, ya sea por exceso o por defecto. En
otras palabras, cada persona tiene una predisposición única a sesgar sus
estimaciones de acuerdo con su patrón individua
El incidente de Kinneybrook y las investigaciones posteriores de Bessel tuvieron
tres consecuencias significativas. En primer lugar, se reconoció que las personas
difieren en sus juicios y que estas diferencias individuales pueden ser medidas.
Esto reafirmó la noción de que existen diferencias individuales en los atributos
humanos.
En segundo lugar, se evidenció que el ser humano, al igual que cualquier otro
instrumento de medición, puede cometer errores. Esta comprensión destacó la
importancia de considerar y tener en cuenta la posibilidad de errores al realizar
mediciones y evaluaciones.
En tercer lugar, se hizo evidente que los instrumentos de la ciencia psicológica,
incluyendo al propio ser humano como evaluador, también poseen un margen
de error. Este hallazgo sentó las bases para el concepto de confiabilidad, que
implica la consideración de los errores en la medición y la necesidad de tener en
cuenta dichos errores en el análisis de los datos.
Curva normal: Quetelet

Durante el siglo XIX, los astrónomos ya utilizaban la curva


normal de Gauss para describir los errores de medición. Sin
embargo, fue Adolphe Quetelet, un astrónomo, matemático,
naturalista y sociólogo belga, quien sugirió que esta
distribución normal también podía aplicarse para explicar
ciertos aspectos del comportamiento humano. Quetelet
planteaba que era posible identificar regularidades en el
comportamiento humano que caracterizaran a la persona
promedio, y contrastarlas con el comportamiento de individuos
aislados mediante las desviaciones de estos últimos respecto a
una curva normal.
Psicofísica: estudios de Weber y Fechner

Según Garret (1975), la psicofísica se inició con los estudios del fisiólogo
alemán Ernst Heinrich Weber (1795-1878). Weber, quien era profesor de
anatomía en la Universidad de Leipzig, llevó a cabo una serie de
experimentos sobre sensaciones cutáneas y cinestésicas. Su objetivo era
determinar con qué precisión las personas podían percibir pequeñas
diferencias de peso al levantar objetos con la mano, así como la diferencia
más pequeña entre dos líneas que el ojo humano podía distinguir. A esto se le
llamó limen diferencial, que incluye tanto la diferencia mínima perceptible
como la diferencia mínima no perceptible. Los experimentos de Weber sobre
las sensaciones cutáneas y cinestésicas sentaron las bases de la psicofísica,
una rama de la psicología que estudia las relaciones cuantitativas entre los
estímulos y las sensaciones que producen. Estos estudios fueron
fundamentales para comprender cómo los seres humanos perciben e
interpretan las diferencias en la intensidad de los estímulos sensoriales
Gustav Theodor Fechner (1801-1887) fue un continuador del estudio de
la Ley de Weber y se le considera una figura central en el campo de la
psicofísica. De hecho, gran parte de la psicofísica de Fechner se puede
ver como una culminación de los resultados obtenidos por Weber.
Fechner ingresó a la Universidad de Leipzig en 1818 y permaneció allí
como profesor e investigador hasta su fallecimiento. Aunque se graduó
en medicina, su enfoque profesional se centró principalmente en la
física y la filosofía. Fechner especulaba filosóficamente sobre la
presencia de la conciencia en todas las cosas, incluyendo plantas y
objetos inanimados. Fechner desarrolló el concepto de la "psicofísica" y
estableció una relación matemática entre los estímulos físicos y las
experiencias subjetivas de las personas.
Establecimiento de la psicología como ciencia
experimental: Wundt

Los estudios de Weber y Fechner en la psicofísica sentaron las bases para la


medición de lo subjetivo en psicología a través de técnicas de autoinforme.
Sin embargo, el antecedente científico fundamental del psicodiagnóstico se
encuentra en el establecimiento del primer laboratorio de psicología
experimental por parte de Wilhelm Wundt en 1879. El objetivo de Wundt era
estudiar los fenómenos psicológicos utilizando la metodología de la
investigación fisiológica de la época, con un enfoque en la relación entre los
fenómenos psíquicos y sustrato orgánico, especialmente cerebral.

Wundt promovió la psicología experimental como una disciplina que


combinaba la fisiología y la anatomía, y se enfocaba en estudiar actividades
como la sensación, la percepción, la atención y el tiempo de reacción
Teoría de la evolución de Charles Darwin

Charles Darwin, reconocido biólogo inglés, tuvo un impacto significativo


en el campo de la psicología además de la biología. En su obra "El origen
de las especies" publicada en 1859, Darwin propuso que los animales y las
plantas experimentan cambios graduales y constantes a lo largo del
tiempo para adaptarse a su entorno cambiante. Introdujo el concepto de
selección natural, donde las especies se adaptan y sobreviven, mientras
que otras se extinguen, en lo que se conoce como "la supervivencia del
más apto". Estos conceptos evolutivos planteados por Darwin tuvieron un
impacto significativo en la comprensión de la psicología y en cómo se
entiende la adaptación y el comportamiento humano.
Primeros estudios sobre las diferencias
individuales: Galton

Los psicólogos formados experimentalmente tenían como objetivo


principal descubrir las leyes de la conducta humana y desarrollar
descripciones generales de la misma. En este contexto, cuando se
encontraban con diferencias individuales en sus experimentos,
generalmente las ignoraban o las consideraban como un obstáculo que
limitaba la posibilidad de establecer generalizaciones. Estas diferencias
individuales se veían como errores que dificultaban la búsqueda de leyes
universales. Esta actitud, influenciada por los hallazgos de Quetelet,
prevaleció entre los psicólogos formados en el laboratorio de Wundt.
Primeras pruebas mentales: McKeen Cattell

James McKeen Cattell, psicólogo estadounidense, desempeñó un papel


importante en el desarrollo de la evaluación psicológica. Realizó estudios en
Leipzig bajo la tutela de Wundt, lo que le proporcionó una formación
experimental sólida. En su disertación de doctorado en 1886, investigó las
diferencias individuales en el tiempo de reacción. Posteriormente, estudió con
Galton en Cambridge, quien fortaleció su interés en las diferencias
individuales. Cattell rechazó la introspección como método de estudio y
enfatizó el uso de procedimientos objetivos para investigar el desempeño de
los individuos sin inferir atributos subyacentes.
Siguiendo los principios de Galton, Cattell creía que era posible medir el
funcionamiento intelectual a través de la evaluación de procesos elementales
como las funciones sensoriales, perceptivas y motoras. Creó una batería de 50
pruebas con el objetivo de determinar el alcance, precisión y naturaleza de las
facultades psicológicas más básicas, así como de recopilar suficiente
información para comprender los factores que regulan su desarrollo,
conexiones y perturbaciones.

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