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Los Vampiros

El documento describe las características de los vampiros, que son en realidad tres especies de murciélagos hematófagos encontrados en América tropical. Se alimentan de sangre de animales de granja e incluso humanos, y pueden transmitir enfermedades como la rabia. Aunque rara vez atacan a los humanos, los vampiros inyectan un veneno con su mordedura que adormece la piel e inhibe la cicatrización.

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El documento describe las características de los vampiros, que son en realidad tres especies de murciélagos hematófagos encontrados en América tropical. Se alimentan de sangre de animales de granja e incluso humanos, y pueden transmitir enfermedades como la rabia. Aunque rara vez atacan a los humanos, los vampiros inyectan un veneno con su mordedura que adormece la piel e inhibe la cicatrización.

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Los vampiros

Fueron los europeos quienes pusieron al vampiro como protagonista de innumerables leyendas. Este mamífero se
hizo famoso en el mundo por la novela Drácula de Bram Stoker. En ella el protagonista salía por las noches convertido
en vampiro y daba muerte a bellas mujeres al morderles el cuello y chuparles la sangre.
El vampiro (Desmodus rotundus) es un murciélago de la subfamilia de los Desmodóntidos. Miden entre 6,5 y 9,5
centímetros de longitud; pesan entre 20 y 50 gramos, carecen de cola. Pueden vivir más de dieciocho años. Todos estos
murciélagos son de tamaño medio, tiene las orejas pequeñas, separadas y puntiagudas, y los caninos, sobre todos los
superiores, grandes, largos, de puntas muy agudas y con el borde posterior cortante y afilado.
Se alimenta de sangre (es hematófago o vampírico). La cantidad que extrae el vampiro es pequeña; el mayor peligro
se encuentra en la posibilidad de que transmita los gérmenes de la rabia. También puede generar enfermedades como
la fiebre murina y la enfermedad de Chagas entre otras, que producen, a veces, graves daños al ganado.
Desde el punto de vista fisiológico, su aparato digestivo se ha adaptado a su único alimento: la sangre, especialmente
de gallinas, cerdos, burros e incluso de seres humanos. Por esta razón sus dientes se redujeron a unas pocas piezas,
destacándose sus incisivos superiores que son grandes y terminan en una punta aguda y filosa. Gracias a ello pueden
desgarrar la piel de sus víctimas y producir así la hemorragia.
Rara vez ataca al hombre, pero cuando lo hace lo muerde en el dedo grueso del pie, en las orejas o en el hombro. Al
morder, el vampiro inyecta una sustancia con la saliva que adormece el lugar al mismo tiempo que inhibe la
cicatrización. Su mordedura tiene forma de “V” y provoca una abundante hemorragia.
Los expertos sólo reconocen tres tipos de vampiros, que se pueden hallar en América tropical y no en Europa, como
muchos suponen. Dos de ellos se encuentran solamente en México, mientras que el tercero vive en el Amazonas y
emigra hacia el norte hacia México.
La forma de distinguir a los vampiros de otros murciélagos es por las sanguinolentas heces fecales que dejan en el
piso, que desprenden fétidas emanaciones de amoníaco y de materia orgánica en descomposición. Se les puede
reconocer también porque no cuelgan del techo de su refugio de las patas traseras como los demás murciélagos, sino
que se apoyan perpendicularmente a las superficies usando las patas y los pulgares de sus manos.
No se puede atribuir a todos los murciélagos las características de los vampiros, ya que de las 950 especies de
murciélagos solo tres pueden ser nocivas para el hombre; las otras 947 son, en su mayoría, insectívoras y producen
beneficios, en particular, para la agricultura.
Revista México desconocido Nº 215 (texto adaptado)

Los vampiros
Fueron los europeos quienes pusieron al vampiro como protagonista de innumerables leyendas. Este mamífero se
hizo famoso en el mundo por la novela Drácula de Bram Stoker. En ella el protagonista salía por las noches convertido
en vampiro y daba muerte a bellas mujeres al morderles el cuello y chuparles la sangre.
El vampiro (Desmodus rotundus) es un murciélago de la subfamilia de los Desmodóntidos. Miden entre 6,5 y 9,5
centímetros de longitud; pesan entre 20 y 50 gramos, carecen de cola. Pueden vivir más de dieciocho años. Todos estos
murciélagos son de tamaño medio, tiene las orejas pequeñas, separadas y puntiagudas, y los caninos, sobre todos los
superiores, grandes, largos, de puntas muy agudas y con el borde posterior cortante y afilado.
Se alimenta de sangre (es hematófago o vampírico). La cantidad que extrae el vampiro es pequeña; el mayor peligro
se encuentra en la posibilidad de que transmita los gérmenes de la rabia. También puede generar enfermedades como
la fiebre murina y la enfermedad de Chagas entre otras, que producen, a veces, graves daños al ganado.
Desde el punto de vista fisiológico, su aparato digestivo se ha adaptado a su único alimento: la sangre, especialmente
de gallinas, cerdos, burros e incluso de seres humanos. Por esta razón sus dientes se redujeron a unas pocas piezas,
destacándose sus incisivos superiores que son grandes y terminan en una punta aguda y filosa. Gracias a ello pueden
desgarrar la piel de sus víctimas y producir así la hemorragia.
Rara vez ataca al hombre, pero cuando lo hace lo muerde en el dedo grueso del pie, en las orejas o en el hombro. Al
morder, el vampiro inyecta una sustancia con la saliva que adormece el lugar al mismo tiempo que inhibe la
cicatrización. Su mordedura tiene forma de “V” y provoca una abundante hemorragia.
Los expertos sólo reconocen tres tipos de vampiros, que se pueden hallar en América tropical y no en Europa, como
muchos suponen. Dos de ellos se encuentran solamente en México, mientras que el tercero vive en el Amazonas y
emigra hacia el norte hacia México.
La forma de distinguir a los vampiros de otros murciélagos es por las sanguinolentas heces fecales que dejan en el
piso, que desprenden fétidas emanaciones de amoníaco y de materia orgánica en descomposición. Se les puede
reconocer también porque no cuelgan del techo de su refugio de las patas traseras como los demás murciélagos, sino
que se apoyan perpendicularmente a las superficies usando las patas y los pulgares de sus manos.
No se puede atribuir a todos los murciélagos las características de los vampiros, ya que de las 950 especies de
murciélagos solo tres pueden ser nocivas para el hombre; las otras 947 son, en su mayoría, insectívoras y producen
beneficios, en particular, para la agricultura.
Revista México desconocido Nº 215 (texto adaptado)

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