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Ciencia, Tecnologia y Sociedad Una Aproximacion Conceptual OEI

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Ciencia, Tecnologia y Sociedad: “toreeptl Ciencia, Tecnologia y Sociedad: una aproximacién conceptual Autores: Eduardo Marino Garcla Palacios, Juan Carlos Gonzalez Galbarte, José Antonio Lépez Cerezo, José Luis Lujan, Mariano Martin Gordillo, Carlos Osorio, Célida Valdés Coleccién: Cuadernos de Iberoamérica Edita: Organizecién de Estados Iberoamericanos para la Educacién, ta Ciencia y la Cultura (OE!) Namero de paginas: 165 Encuadernacién: ristica Tamajio: 16,5 x 24 cm. Fecha de edicién: 2001 Edicién numero: ISBN: 84-7686-119-3 {QUE ES CIENCIA, TECNOLOGIA Y SOCIEDAD? 1. Introduccion La expresién “ciencia, tecnologia y sociedad” (CTS) suele definir un Ambito de trabajo académico, cuyo objeto de estudio esti constituido por los aspectos sociales de la ciencia y Ja tecnologia, anto en lo que concieme a Jos factores sociales que influyen sobre el cambio cientifico-tocnolégico, como en lo que ataie a las consecuencias sociales y ambientales. Utilizaremos la expresion desnuda “CTS” para hacer referencia al objeto de estudio, a las relaciones ciencia-tecnologia sociedad, y la frase “estudios CTS” para el ambito de trabajo académico que comprende las nuevas aproximaciones 0 interpretaciones del estudio de la ciencia y Ia tecnologia. En el presente capitulo empezaremos comentando cudks son los antecedentes socio-historicos de las reticencias y obstéculos con que importantes segmentos sociales contemplan actualmente al fenémeno cientifico-tecnolégico. Esta visién retrospectiva nos permitiré identificar los cambios en las actitudes piiblicas de la ciencia, asi como entender la evolucién reciente de los modelos politicos implantados en los paises industrializados para gestionar el desarrollo cientifico-tecnologico. Sobre esta base introdueiremos los estudios CTS, entendidos ‘como una reacciin académica contra la tradicional concepcién esencialista y triunfalista de la ciencia y la tecnologia, subyacente a los modelos clésicos de gestion politica. Veremos fa nueva imagen del fendmeno cientifico-tecnologico que emerge desde los afios 70 asociada a este campo académico. Por iiltimo, una reflexién sobre las relaciones ciencia-tecnologia-sociedad en cl mundo actual cconectaré los campos de estudio académico y el activismo social, en los niveles de la reflexién ética, y las nuevas tendencias educativas sobre el tema, especialmente en la educacién secundaria. 2. Objetivos 1, Promover la apropiacién de los estudios CTS en los docentes de la educacién secundaria de los paises iberoamericanos, a partir de una presentacién de Jos enfoques recientes, principales autores y corrientes de estos estudios, 2. Revelar la necesidad de abrir la ciencia y la tecnologia a la comprensién de los docentes, en tanto agentes de transformacién social de los valores piblicos y la participacién social, mediante la socializaciin de planteamientos que contribuyan a la elaboracién conceptual para orientar debates en temas contemporineos relacionados con el desarrollo cientifico-tecnolégico. 3. Orientar la comprensién de los estudios CTS en el ambito educativo, a partir de una presentacién de las experiencias més significativas sobre su incorporacién en los curricula de la educacién secundaria de diversos paises, en la perspectiva de contribuir a la incorporacién de estos estudios en los sistemas educativos de los paises latinoamericanos. 3. La imagen tradicional de la ciencia y la tecnologia La concepcién clésica de las relaciones entre la ciencia y la tecnologia con la sociedad, es una concepoién esencialista y triunfalista, que puede resumirse en una simple ecuacién, el llamado “modelo lineal de desarrollo”: + ciencia = + tecnologia = + riqueza = + bienestar social Dicha concepeién esti presente con frecuencia en diversos espacios del mundo académico y los medios de divulgacién. En su fundamentacién académica, encontramos la visién cldsica del positivismo, sobre la naturaleza de la ciencia y su cambio temporal, cuya formulacién candnica procede del Positivismo Légico, filosofia de la ciencia que surge durante los afios 20 y 30 de las manos de autores como Rudolf Camap, en alianza con las aproximaciones funcionalistas en sociologia de la ciencia que se desarrollan desde los afios 40, en las que destaca Robert K. Merton. Mediante la aplicacién del método cientifico, y el acatamiento de un severo c6digo de honestidad profesional, se espera que la ciencia produzca la acumulacién de conocimiento objetivo acerca del mundo. Para ello, el trabajo cientifico debe ser objeto de evaluacién por sus colegas, quienes se encargarian de velar por la integridad intelectual y profesional de la institucién, es decir, por la correcta aplicacién de ese método de trabajo y el buen fiancionamiento de ese cédigo de conducta. Este sistema de arbitraje por pares, tal como se le denomina, garantizaria el consenso y Ja honestidad en ciencia, prevendrfa la controversia y evitaria el fraude. En osta visiOn clisica, la ciencia sélo puede contribuir al mayor bienestar social si se olvida de la sociedad, para dedicarse a buscar exclusivamente la verdad. La ciencia, entonces, sélo puede avanzar persiguiendo el fin que Ie es propio, el descubrimiento de verdades e intereses sobre la naturaleza, si se mantiene libre de la interferencia de valores sociales por beneméritos que éstos sean. Andlogamente, sélo es posible que la tecnologia pueda actuar de cadena transmisora en Ta mejora social si se respeta su autonomia, si se olvida de la sociedad para atender tinicamente a un criterio intemo de eficacia técnica. Ciencia y tecnologia son presentadas asf como formas auténomas de la cultura, como actividades valorativamente neutrales, como una aljanza heroica de conquista cognitiva y material de la naturaleza Los mitos del sistema I+D (investigacién y desarrollo). Daniel Sarewitz identifica en (1996) los que considera como mitas principales del sistema I*D, es decir, de la concepeién tradicional de la ciencia y de sus relaciones con la tecnologia y la sociedad. Son, en una versién adaptada, los siguientes: Mito del beneficio infinito: més ciencia y més tecnologia conducir’é inexorablemente a mas beneficios sociales. Mito de la investigacién sin trabas: cualquier linea razonable de investigaciin sobre procesos naturales fundamentales es igualmente probable que produzca tn beneficio social. Mito de la rendicién de cuentas. el abitraje entre pares, la reproducibilidad de los resultados y otros controles de la calidad de la investigacion cientifica dan ‘cucnta suficientemente de las responsabilidades morales ¢ intelectuales en el sistema +D. Mito de la autoridad: la investigacién cientifica proporeiona una base objetiva para resolver las disputas politica. ‘Mito de la frontera sin fin: el nuevo conocimiento cientifico generado en la frontera de ia ciencia, es auténom respecto a sus consecuencias pricticas en la naturaleza y a sociedad. Lecturas complementarias Capitulo “,Qué es la ciencia?” Echeverria, J. (1995), Filosofia de la ciencia, Madrid, Akal. Feyerabend, P. (1975), Tratado contra el método, Madrid, Tecnos, 1981. Merton, R.K. (1973), La sociologia de la ciencia, 2 vols., Madrid, Alianza, 1977. 3.1, Los origenes de la concepcién esencialista La expresién politica de esa visién tradicional de la ciencia y la tecmologia, donde se reclama la aufonomia de la ciencia-tecnologia con ‘respecto a la interferencia social o politica, es algo que tiene lugar inmediatamente después de la II Guerra Mundial Era una época de intenso optimismo acerca de las posibilidades de la ciencia-tecnologia y su necesidad de apoyo incondicional. Son expresiones de la misma: los primeros ordenadores clectrénicos (ENIAC, 1946); los primeros transplantes de érganos (rifién, 1950); los primeros usos de la energia nuclear para el transporte (USS Nautilus, 1954); 0 la invencién de la pildora anticonceptiva (1955). La elaboracién doctrinal de ese manifiesto de autonomia para la ciencia con respecto a la sociedad se debe originalmente a Vannevar Bush un influyente cientifico norteamericano que fue director de la Office of Scientific Research and Development (Oficina para la Investigacién Cientifica y el Desarrollo, EE.UU.) durante la II Guerra Mundial, y tavo un papel protagonista en Ja puesta en marcha del Proyecto Manhattan para la construecién de ls primeras bombas at6micas. EL informe de Bush, titulado Science - The Endless Frontier (Ciencia: la frontera inaleanzable), traza las lineas maestras de la futura politica cientifico- tecnolégica norteamericana, subrayando el modelo lineal de desarrollo: el bienestar nacional depende de la financiacién de la ciencia basica y el desarrollo sin interferencias de la tecnologia, asi como la necesidad de mantener la autonomia de la ciencia para que el modelo funcione. El crecimiento eonmico y el progreso social vendrian por afiadidura, El ejemplo de Estados Unidos sera seguido por el resto de los estados industrializados oceidentales durante Ia Guerra Fria, se implicarén activamente en la financiacién de la ciencia por la carrera de armamentos y por las guerras de Corea y Vietnam, Por ejemplo, en 1954 se crea en Suiza el Centro Europeo de Investigacion Nuclear (CERN, Centre Européen de la Recherche Nucleaire), como respuesta europea a la carrera internacional en investigacin nuclear. “El progreso en la guerra contra la enfermedad depende del flujo de nuevo conocimiento cientifico. Los nuevos productos, las nuevas industrias y la creacién de puestos de trabajo requieren la continua adicién de conocimiento de las yes de a naturaleza, y la aplicacién de ese conocimiento a propésitos priicticos. De un ‘modo similar, nuestra defensa contra la agresién requiere conocimiento nuevo que ‘nos permita desarrollar armas nuevas y mejoradas. Este esencial conocimiento nuevo s6lo puede ser obtenido a través de la investigacién cientifica basica ... Sin progreso cientifico ningin logro en otras direcciones puede asegurar nuestra salud, prosperidad y seguridad como nacién en el mundo moderno” (Bush 1945/1980, p. 5). Enfatizindo la necesidad de financiacién piblica de investigacin basica, podrfamos decir, siguiendo a S. Fuller (1999, pp. 117 ss.), que se mataban dos péjaros de un tiro: por un lado se promovia la autonomia de la institucién cientifica frente al control politico o el escrutinio pubblico, dejando en manos de los propios cientificos la localizacién de recursos propios del sistema de incentivacion del conocimiento, y, por otxo lado, se favorecia una proyeccién a largo plazo de la Investigacion que, segi la experiencia de la guerra, habia demostrado ser necesaria para satisfacer las demandas militares en al ambito de la innovacién tecnologica. S6lo de este modo podia avanzarse hacia esa frontera sin fin, hacia la verdad como meta inalcanzable, tomando el titulo del escrito de Bush. Lecturas complementarias Bates, B. (1985), Sobre ciencia, Barcelona, Labor, 1987. Salomon, J.-J. et al. (eds.) (1994), Una biisqueda incierta: ciencia, tecnologia y desarrollo, FCE/Ed. Univ. Naciones Unidas, México, 1996, Sanchez Ron, J.M. (1992), El poder de la ciencia, Madrid, Alianza, 3.2. El malestar por la ciencia Pese al optimismo proclamado por el prometedor modelo lineal, el mundo ha sido testigo de una sucesi6n de desastres relacionados con la ciencia y la tecnologia, especialmente desde finales de la décade de los 50. Vertidos de residuos contaminantes, accidentes nucleares en reactores civiles y transportes militares, envenenamientos farmacéuticos, derramamientos de petréleo, etc. Todo esto no hhace sino confirmar la necesidad de revisar Ja politica cientifico-tecnologica de laissez. faire y cheque-en-blanco, y, con ella, la concepcién misma de la ciencia- tecnologia y de su relacién con la sociedad. Es un sentimiento social y politico de alerta, de correccién del optimismo de Ja posguerra, que culmina en el simbélico aio de 1968 con el cenit del movimiento contracultural y de revueltas contra la guerra de Vietnam. Desde entonces, los movimientos sociales y politicos antisistema hacen de la tecnologia moderna y del estado tecnocritico el blanco de su lucha (Gonzalez. Gareia, M., ILA. Lépez Cerezo y JL. Lujan 1996). “Las protestas [en EE.UU. durante 1968] estaban dirigidas fundamentalmente contra la guerra, pero también de un modo més general contra el crudo materialismo que se decia que nos habia conguistado. La tecnologia se habia convertido en una palabra con sentido maligno, identficada con el armamento, la codicia y la degradacién medioambiental. Las dulces canciones de los hijos de las. Slores' se mezclaban con los airados cénticos de los militantes universitarios, creando una atmésfera en Ia que los ingenieros no podian evitar sentirse incémodos” (Florman 1976/1994). Los 60 y 70 sefialan el momento de revision y correccién de! modelo lineal como base para el disefo de la politica cientifico-tecnolégica. La vieja politica de laissez-faire propuesta para la ciencia, comienza a transformarse en una nueva politica mis intervencionista, donde los poderes piilicos desarrollan y aplican una serie de instrumentos técnicos, administrativos y legislativos para encauzar el desarrollo cientifico-tecnolégico y supervisar sus efectos sobre Ia naturaleza y la sociedad. El estimulo de la participacién piblica sera desde entonces una constante ‘en las iniciativas institucionales relacionadas con la regulacién de la ciencia y la tecnologia. ‘Breve cronologia de un fracaso (Gonzalez Garcia et al, 1996). 4957 - La Unin Soviética lanza el Spuinit 1 el primer satlite artificial alrededor de la tierra, Caus6 una convalsin social, politica y educativa en EE.UU. y otros paises ‘occidentales. “El reactor nuclear de Windscale, Inglaterra, sufte un grave accidente, creando una ‘ube radiactiva que se desplaza por Europa occidental = Explota cerca de los Urales el depésito nuclear Kyshtym, contaminando wna gran cextensién cicundante ex la antigua URSS. 1958 - Se crea la National Aeronauties and Space Administration (NASA), como tuna de las consecuencias del Sputnik. Més tarde, se crearé la European Space Research Organization (ESRO), precursora de la Agencia Espacial Buropea (ESA), como respuesta del viejo continente. 1959 - Conferencia Rede de C.P. Snow, donde se denuncia el abismo entre las culturas humanistica y cientfico-téenica, 603 - Desarrollo del movimiento contracultural, donde ta lucha politica contra el sistema vincula su protesta con la tecnologia. = Comicnza a desarrollarse el movimiento pro tecnologfa alterativa, en el que se reclaman tecnologias amables a la medida del ser humano y se promueve la lucha contra el estado teenocritico. 1961 ~ La telidomida es prohibida en Europa después de causar mis de 2,500 efectos de nacimiento. 1962. - Publicacién de Silent Spring, por Rachel Carson, Denuncie, entre otras cosas, cl impacto ambiental de plaguicidas sintéticos como el DDT. Es el disparador del ‘movimiento ecologista. 1963. - Tratado de limitacién de pruebas nucleares. Se hunde el submarino nuclear USS Thresher, y es seguido por el USS Scorpion (1968) asi como por al menos tres submarinos mucteares soviéticos (1970, BR3, 1986). 1966 - Sc estrella un B52 con cuatro bombas de hidrégeno cerca de Palomares, ‘Almeria, contamninando una amplia area con radiactividad. = Movimiento de opasicién a la propuesta de crear un baneo de datos nacional en EE.UU., por parte de profesionales de Ia informatica sobre la base de motivos éticos y politicos. 1967 - El petrolero Torry Canyon sufte un accidente y vierte una gran cantidad de petrdleo en las playas del sur de Inglaterra. La contaminacién por petroleo se convierte desde entonces en algo comin en todo el mundo. 1968 - El Papa Pablo VI hace piblico un rechazo a la contracepcién artificial en Fumanae vitae. ~ Graves revueltes en EE,UU, contra la Guerra de Vietnam (que, en el caso de tn participacién norteamericana, incluy6 sofisticados métodos bélicos como el uso del napalm), Mayo del 68 en Europa y EE.UU.: protesta generalizada antisistema, Lecturas complementarias Braun, E. (1984), Tecnologia rebelde, Madrid, Tecnos/Fundesco, 1986. Gonzélez Garcia, M. L, J. A. Lépez Cerezo y J. L. Lujan (1996), Ciencia, Tecnologia y Sociedad: una introduccién al estudio social de la ciencia y la tecnologia, Madrid, Tecnos. 4. Los estudios CTS. La anterior reaccién, que refleja el “sindrome de Frankenstein” en la esfera de las actitudes piblicas, es algo que no se agota en el Ambito social y politico. Originarios de finales de los afios 60 y principios de los 70, los estudios CTS, 0 estudios sociales de la ciencia y la tecnologia, reflejan en el ambito académico y educativo esa nueva pervepcién de la ciencia y la tecnologia y de sus relaciones con la sociedad, Bl "sindrome de Frankenstein” hace referencia al temor de que las mismas fuerzas filizadas para controler Ta naturaleza se vuelvan contra nosotros destruyendo al ser hhumano, La bella novela de Mary Shelley, publicada en 1818, recoge estupendamente ese temor. "Ti eres mi creador, pero yo soy tu sefor”, Ie dice el monstruo a Victor Frankenstein al final de la obra, Se trata de la misma inquietad expresada décadas después por H.G. Wells en La isla del Dr. Moreau, el cientifico que trataba de crear una raza bibrida de hombres y animales en una isla remota, y que consideraba estar ‘wabajando al servicio de la ciencia y la humanidad. Sus engendros acaban volviéndose contra él y destrayéndoto, No es sin embargo un tema nuevo en la literatura ecimonsnica, La leyenda del Golem, fa critura de barro al servicio del rabino Loew en la Praga de finales del siglo XV1, es otra variacion sobre el mismo tema. Los origenes mismos de Ia cultura eserita atestiguan ese temor. El mito de Prometeo, en la Grecia Clésica, constituye ua ejemplo: Prometeo roba el fuego a los dioses pero no es lo suficientemente divino para hacer buen uso de él. También estd presente en el nacimiento de la civilizacién judeocristiana 2 través del mito del pecado original: probar el fruto del bol de le sabiduria have recaer el castigo de Dios sobre Adin y Eva. Hoy dia, novelas y peliculas como Parque Jurdsico contribuyen 2 mantener vivo ese temor a las fuerzes desencadenadas por el poder del conocimiento. Los estudios CTS definen hoy un campo de trabajo reciente y heterogéneo, aunque bien consolidado, de caricter critico respecto a la tradicional imagen esencialista de la ciencia y la tecnologia, y de cardcter interdisciplinar por concurrir en él disciplinas como la filosofia y la historia de la ciencia y la tecnologia, la sociologia del conocimiento cientifico, la teorfa de la educacién y Ia economia del cambio técnico. Los estudios CTS buscan comprender la dimensién social de la ciencia y la tecnologia, tanto desde el punto de vista de sus antecedentes sociales ‘como de sus consecuencias sociales y ambientales, es decir, tanto por lo que ataiie a los factores de naturaleza social, politica o econémica que modulan el cambio cientifico-tecnolégico, como por lo que concieme a las repercusiones éticas, ambientales o culturales de ese cambio. El aspecto més innovador de este nuevo enfoque se encuentra en la caracterizacién social de los factores responsables del cambio cientifico. Se propone en general entender la ciencia-tecnologia, no como un proceso o actividad auténoma que sigue una légica intema de desarrollo en su funcionamiento éptimo (resultante de Ia aplicacién de un método cognitivo y un cédigo de conducta), sino como un proceso o producto inherentemente social donde los elementos no epistémicos 0 écnicos (por ejemplo valores morales, convicciones religiosas, intereses profesionales, presiones econémicas, etc.) desempefian un papel decisivo en Ia agénesis y consolidacién de las ideas cientificas y los artefactos tecnolégicos. ‘Los estudios y programas CTS se han desarrollado desde sus inicios en tres grandes direcciones: - En el campo de la investigacién, los estudios CTS se han planteado como una altemativa a la reflexién académica tradicional sobre la ciencia y la tecnologia, promoviendo una nueva visién no esencialista y socialmente contextualizada de la actividad cientiica. = En el campo de la politica piblica, los estudios CTS han defendido la regulacién social de la ciencia y la tecnologia, promoviendo h creacion de diversos mecanismos democriticos que faciliten la apertura de los procesos de toma de decisiones en cuestiones concernientes a politicas cientifico- tecnolégicas. - En el campo de Ja edueacién, esta nueva imagen de Ia ciencia y la tecnologia en sociedad ha cristalizado la aparicién de programas y materias CTS en ensefianza secundaria y universitaria en numerosos paises. ‘Aguiles y la Tortuga. Hay un precioso fragmento de Lewis Carroll, autor de “Alicia en el pais de las maravillas, que suele citarse como ejemplo de que las reglas que utilizamos para representar y estructurar la realidad mediante la ciencia son reglas que, en iltima instancia, dependen de convenciones hhumanas, Se trata de una conversacién ficticia entre Aquiles y la Tortuga acerca de la supuesta compulsividad de las leyes de la légica. Veremos aqut la version de S. Woolgar (1988, pp. 68-69, cursivas del autor) (la. versién original mis extensa de Carroll puede encontrarse en 1887/1972, pp. 153 ss.) "Aquiles y la tortuga discuten sobre tres proposiciones - A, B y relacionadas ontre si de forma tal que, segiin Aquiles, Z “se sigue légicamente” de A y B. La tortuga esta de acuerdo en aceptar que A y B son proposiciones verdaderas pero desea saber qué podria inducitle a aceptar Z, pues no acepia la proposicidn hipotética C que teza: “Si A y B son verdaderas, entonces Z deber ser verdad”. Aguiles comienza entonces por pedirle a la tortuga que acepte C, lo que ésta hace. Entonces Aquiles le dice a la tortuga: “Si aceptas A, B, y C debes aceptar Z”. Cuando la tortuga le pregunta por qué debe hacerlo, Aquiles le dice: “Porque se sigue logicamente de cllas. Si A, B y C son verdadcras, Z debe ser verdad. Supongo que no me discutirés esto, jverdad?”. La tortuga decide aceptar esta tikima proposicién y lamaria D. = Ahora que aceplas A, B, C y D aceptaris, por supuesto, Z. - zAh si? - Ie dijo inocentemente la tortuga - Aclaremos esto. Yo acepto A, B, CyD. Supongamos que atin me resisto a aceptar Z. = Entonces la l6gica echaré mano a tu garganta y te obligard a hacerlo - contesté Aquiles triunfalmente ~ La légica te dirfa: “No tienes nada que hacer. Una vez has acepiado A, B, Cy D debes aceptar Z”. Ya ves, no tienes mis remedio que hacerlo. - Vale la pena anotar todo lo que la légica puede decimme - dijo ta wrtuga - Asi pues, anétalo en tu libro. Lo lamaremos E (Si A, B, C y D son verdaderos, Z debe serlo). Evidentemente, hasta que no haya aceptado eso no podré acepiar Z. Por lo tanto es un paso bastante nevesario, {no te parece? = Si - dijo Aquiles - y habia un toque de tristeza en su voz. La conexién entre émbitos tan dispares, asi como la complementariedad de los distintos enfoques y tradiciones CTS, puede mostrarse mediante el llamado “silogismo crs 22 El desarrollo cientifico-tecnolégico es un proceso social conformado por factores culturales, politicos y econémicos, ademas de epistémicos. 22 El cambio cientifico-tecnolégico es un factor determinante principal que contribuye a modelar nuestras formas de vida y ordenamiento institucional. Constituye un asunto piiblico de primera magnitud. 22 Compartimos un eompromiso democritico basico. 22 Por tanto, deberiamos promover la evaluacién y control social del desarrollo cientifico-tecnolégico, lo cual significa construir las bases educativas para una participacion social formada, asi como crear los mecanismos institucionales para hacer posible tal participacién. Mientras la primera premisa resume los resultados de la investigacién académica en la tradicion CTS de origen europeo, centrada en el estudio de los antecedentes sociales del cambio en ciencia-tecnologia; Ia segunda premisa recoge Jos resultados de otra tradicién més activista, con origen en BE.UU., centrada més bien en las consecuencias sociales y ambientales del cambio cientifico-tecnoligico y los problemas éticos y regulativos suscitados por tales consecuencias, La naturaleza valorativa de la tercera premisa justifica el “deberiamos” de la conclusién (Gonzélez Garcia, M., J.A. Lépez Cerezo y LL. Lujan 1996). DIFERENCIAS ENTRE LAS DOS TRADIICIONES CTS. ‘TRADICION EUROPEA. ‘TRADICION AMERICANA Institucionalizacin académica en Europa (en sus Institucionalizacion administrativay académica crigenes) en Estados Unidos (en sus origenes) ‘Enfass en os factors sociales antecedentes __‘Eafasis en las consecuencia sociales Avenciéna la ciency, seoundariamente,ala_Atencién ala tecnologia y, secundariamente, ala tecnologia ciencia Carictertebrico y descriptive Cardeter prictico y valorative “Marco explicativo: ciencias socisles (Sociologia, Marco evalvativo: tic, teoria de la edueacién, Psicologia, antropologia, et.) ote. Lecturas complementarias Alonso, A., IL Ayestarin y N. Urstia (eds.) (1996), Para comprender Ciencia, Tecnologia y Sociedad, Estella, EVD. Medina, M. y J. Sanmartin (eds.) (1990), Ciencia, tecnologia y sociedad: estudios interdisciplinares en la universidad, en la educacidn y en la gestion pidblica, Barcebna, Anthropos. Nufiez Jover, J. y Lopez Cerezo, J. A. Ciencia, “Tecnologia y Sociedad en Cuba’: http://campus-oei.org/ets/cuba htm Gonzalez. Garcia, M. L, J. A. Lépez Cerezo y J. L, Lujén (eds.) (1997), Ciencia, Tecnologia y Sociedad: lecturas seleccionadas, Barcelona, Ariel Bibliografias CTS Lopez Cerezo, J. A. “Bibliografia bésica sobre CTS". http:/\www.campus- oci.org/ets/bibliografia.htm Gonzilez Garcia, M. 1. “Bibliografia sobre género y ciencia”. http://www.campus- oei.org/cts/genero.htm Santander Gana, M. Ciencia, Tecnologia, “Naturaleza y Sociedad. Base de datos bidliogrdfica”, hitp:/Avww.campus-oei.org/cts/santander.htm Enlaces en Intemet CTS: Organismos piblicos de Ciencia y Tecnologia; Foros; Programas y Redes internacionales; Asociaciones. Bisquese a partit del enlace: hitpy/iwww.oei.es/etsenla. htmiEnla 4.1. La tradicion europea de los estudios CTS La llamada ttadicién de origen europeo en los estudios CTS es una forma de entender la “contextualizacién social” del estudio de la ciencia: analizar el modo en que una diversidad de factores sociales influyen sobre el cambio cientifico- tecnolégico (Gonzilez Gareia, M. I, J.A. Lopez Cerezo y ILL. Lujan 1996). Son varias las escuclas o programas que pueden ubicarse dentro de esta tradicién, los més conocidos son: el Programa Fuerte; el Programa Empirico del Relativismo EPOR; el SCOT o construccién social de la tecnologia; asi como nuevas extensiones del programa fuerte como son los estudios de laboratorio, la teoria de la red de actotes y los estudios de reflexividad. Veamos brevemente algunos de ellos. 4.4.1, El Programa Fuerte (Véase el apartado 3.2. del capitulo “,Qué la es ciencia?”) 4.1.2. El Programa Empirico del Relativismo (Véase el apartado 3.2. del capitulo “Qué es la ciencia?”) 4.1.3. La construccién social de la tecnologia A partir de la sociologia del conocimiento se han desarrollado diferentes enfoques para analizar la tecnologia, como por ejemplo el SCOT (Social Construction of Technology: construccién social de la tecnologia) derivado del programa EPOR Programa Empirico del Relativismo) EPOR es un programa elaborado por la sociologia del conocimiento cientifico que trata de establecer la estructura fina del conocimiento cientifico desde una éptica social. SCOT parte de la premisa de que el desarrollo tecnol6gico puede ser adecuadamente descrito como un proceso de variacién y seleccién (véase el apartado 3.2. del capitulo “;Qué es la ciencia?”. SCOT es un programa de investigacién inspirado claramente en una epistemologia evolutiva. Si ésta tiltima trata de explicar la configuracién de nuestras categorias intelectivas en el marco de la teoria de la evolucién (mutacién + seleccién), SCOT trata de explicar la supervivencia y evolucién de las configuraciones tecnolégicas (Sanmartin, I. y A. Orti 1992, p. 60) Se considera que la configuracién de la tecnologia que ha tenido éxito no ¢s la tnica posible y, por lo tanto, este éxito es el explanandum, no el explanans. EI SCOT elabora modelos multidireccionales en los que se trata de explicar por qué unas variantes sobreviven y otras perecen. Para realizar esto se valora cudles son los problemas que cada variante soluciona y, posteriormente, se determina para qué grupos sociales se plantean esos problemas. El proceso de seleccién de variantes aparece asi como un proceso claramente social, superando asi la concepcién lineal del progreso cientifico-tecnolégico. Es decir, este enfoque investiga cémo se construyen los artefactos tecnoldgicos por medio de procesos sociales. Un artefacto técnico, por ejemplo, Ia bicicleta, no se “inventa”, sino que se desarrolla a través de un proceso social en el que grupos sociales de usuarios influyen sobre el posterior desarrollo de los prototipos. Cada artefacto plantea ciertos problemas a sus usuarios, y la solucién a esos problemas crea un nuevo artefacto més adaptado a sus necesidades. Uno de los principales méritos del enfoque SCOT es su critica al determinismo tecnolégico implicito en la concepcién tradicional del desarrollo tecnologico. La construccion social de la bicicleta. Un ejemplo de aplicacién con éxito del EPOR se debe a Wiebe Bijker y Trevor Pinch: su estudio sociolégico del desarrollo de la bicicleta - en Bijker et al. (1987), actualizado por Bijker en (1995). Este sencillo artefacto ejemplifica la naturaleca social del cambio tecnolégico, un cambio donde la eficacia y el éxito no estén definidos de antemano sino que son el resultado de procesos de interaccién social. El sentido comin, profundamente inftuido por la concepcién tradicional de la tecnologia, nos dice que la historia de la bicicleta es una historia lineal de mejora continua, desde las clisicas bicicletas decimonénicas con una exagerada rueda delantera, sin camara de aire y traccién delantera directa hasta las versiones rudimentarias de la bicicleta actual, con ruedas iguales, edmara de aire y traccién trasera a través de cadena. Es decir, se trata de una historia lineal de mejora acumulativa, aungue cuente con algunos disefios alternativas que acabaron en fracaso. A pesar de esos callejones sin salida, nos dice la visién clisica, los protagonistas de esa historia consiguieron discernir con elaridad las mejoras en disefio y construccién. Para ello se limitaron a aplicar el criterio de efteacia téenica, eficacia en satisfacer la demanda social de un medio de transporte sencillo, econémico y seguro. Sin embargo, como ejemplifican Bijker y Pinch (Bijker et al. 1987), esta historia es una ficcién, una reconstruccién retrospectiva: ante un diseiio exitoso que se consolida tras un proceso de negociacién social, se reescribe lo ocurrido como evolucién necesaria, encerrando la historia real en una caja negra. Qué sea un disefio mas eficacz, qué sea una auténtica necesidad social o en qué consista una buena bicicleta no eran, al principio de la historia, algo dado: eran, por contra, precisamente, algunas de las cosas que se ventilaban en ese proceso de negociacién social, un proceso que tiene lugar en el iltimo cuarto del siglo XIX y (que implica a una serle de grupos sociales que tratan de hacer valer su propia visién del problema. Entre estos grupos encontramos algunos nitidamente definids, como los ingenieros y fabricantes de bicicletas, y otras mis difusos, como los deportistas de la bicicleta, los anticiclistas o las mujeres. Lo importante es que cada grupo representa una particular version de qué sea una buena bicicleta, en funcién de sus intereses y de sus necesidades. La bicicleta actual no es més que el resultado contingente de ese proceso de negociacién social entre dichos actores o grupos sociales, Por ejemplo, un elemento téenico tan sencillo como la cémara de aire no ‘constituia claramente una mejora para todos las actores involucrados. Para las ‘mujeres si era una mejora, pues implicaba una disminucién de las vibraciones. ‘Como obviamente lo era para Dunlop y otros fabricanies de cdimaras, No era tal mejora, sin embargo, para las deportistas pues, ademiis de no reconocer la vibracién como problema en absoluto, en un principio consideraban mis rapidas las llantas sélidas (més tarde cambiaron de opinion, con la introduccién en las competiciones de bicicletas con edmara). Y de ningin modo era una buena innovacién para los ingenieros, que consideraban la cimara como una monstruosidad, un afiadido engorroso que podia ser sustituido por innovaciones ‘mds simples y apropiadas. Como esté claro, cada grupo adscribia un significado difereme a la cimare, entendia de un modo distinto la palabra “eficacia” 0 “buena bicicleta’. Otro tanto podriamos decir de las ruedas asimétricas, del tamaito relativo de la rueda delantera, del sistema de frenado, de la localizacién y disefio del sillin, del sistema de traceién, etc. De este modo, el desarrollo tecnoldgico, en esta concepcién, no es un proceso lineal de acumulacién de mejoras, sino un proceso multidireceional y ‘cuasievolutivo de variacién y seleccién (“cuasievolutivo” porque, a diferencia de ia evolucién biologica, la produccién de variacién no es ciega). Los problemas ténicos no constituyen hechos sélidos como rocas, sino que admiten cierta ‘lexibilidad interpretativa, En un determinado contexto histérico y cultural, distintos actores sociales con diferentes intereses y valores verin un problema de formas altemativas, proponiendo distintas soluciones sobre la base de esos intereses y valores. A continvacién, los actores, como en cualquier proceso de negociacién politica, desplegardn sus mejores armas en el ejercicio de la persuasién y del poder, intentando alinear a Jos competidores con sus propios intereses y, de este modo, clausurar la flexibilidad interpretativa del problema original (son los Ilamados “mecanismos de clausura”), Como resultado de la interaccién entre los distintos actores se produciré la clausura y seleccién final de un determinado diseiio. El siguiente paso en la modificacién temporal de este disefio reproduciré un muevo ciclo en dicho esquema de variacién y seleccién. El éxito, en conclusién, no explica or qué tenemos la tecnologia que tenemos, puesto que hay distintas formas de entender cl éxito y, por tanto, debemos hablar de poder y negociacién a la hora de explicar qué tecnologia vamos a desarrollar y qué problemas tratamos de resolver mediante la misma. E] enfoque constructivista, tal y como ha sido elaborado por Pinch y Bijker (1984), elabora la siguiente metodologia. El objetivo es analizar la variabilidad de la interpretacién en los datos en cl caso de Ia ciencia, 0 la variabilidad en la interpretacién de los disefios tecnoldgicos en el caso de la tecnologia. Para ello se estudian las controversias cientificas 0 tecnolégicas analizando las diferentes opciones de los grupos sociales relevantes. A continuacién, se analizan los mecanismos por los que sc reducen la variabilidad interpretativa, de forma que se llega a una situacién en la que la clausura es posible, 4.2. La tradicién norteamericana de estudios CTS Otra forma de entender la “contextualizacién social” del estudio de la ciencia, 1o constituye Ia llamada tradicién de otigen norteamericano en los estudios CTS Gonzalez Garefa, M. L, J. A. Lopez Cerezo y J. L. Lujén 1996), es una tradicién més centrada en el estudio de las consecuencias sociales y ambientales de Ja ciencia y la tecnologia. Es una tradicién donde, frente al uso de las ciencias sociales como marco explicativo en la tradicién de origen europeo (Programa Fuerte, EPOR, SCOT,...), se recurre a a reflexién ética, al andlisis politico y, en general, a un marco comprensivo de carécter humanfstico. Revisemos brevemente alguno de los principales 4mbitos de trabajo desarrollados en esta tradicién: la participacién ciudadana en politicas piblicas sobre ciencia y tecnologia 4.2.1. La regulacién social de la ciencia Autores como D. Nelkin, L. Winner, K. Shrader-Frechette, D. Collingridge 0 S. Carpenter son el origen de diversas elaboraciones teéricas y propuestas pricticas, en algunos casos ensayadas institucionalmente, para profundizar democraticamente en Ia regulacién social del cambio cientifico-tecnolégico. Es la respuesta logica a una creciente sensibilizacién y activismo social, sobre los problemas relacionados con politicas de innovacién tecnologica e intervencién ambiental, unos problemas gue, como antes ha sido comentado, ocupan desde hace unas décadas un lugar destacado en los medios de comunicacién, la opinién publica y las agendas politicas. No es por tanto una sorpresa que Ja participacién piblica en estas politicas sea percibida hoy dia, no sélo por autores CTS, sino también por numerosos gobiemos 0 por muchos ciudadanos, como un importante reto para las sociedades democraticas. ‘La Cumbre de Budapest de 1999 es un testimonio de esa inquietud. Diferentes autores, afortunadamente cada vez menos, argumentan que las decisiones con relacién a la gestién del riesgo generado por la aplicacién del conocimiento cientifico y la utilizacién de los artefactos tecnolégicos es mejor dejarlas a los expertos. Estas iltimas palabras reflejan la idea clave del argumento tecnocratico: el piblico nunca ha de involucrarse en todo lo que tiene que ver con la ciencia-tecnologia; la ciencia es una institucién aut6noma y objetiva. Dada la complejidad de las cuestiones, y los ripidos cambios en fa definicién de los problemas y en sus soluciones, el pablico pierde el tiempo cuando trata de formar parte en la solucién de los problemas téonicos. Las lites, argumentan los tecnderatas, tomaran las decisiones mAs racionales y adecuadas. Sin embargo, frente a este argumento tecnocritico, hay un buen numero de poderosas razones para defender la participacién del pubblico en la gestién del cambio cientifico-tecnolégico. ‘Asi, por ejemplo, C. Mitcham (1997) destaca la existencia de ocho argumentos: 0 Un primer argumento proviene de realismo teenosocial, que afirma que los expertos simplemente no pueden escapar de la influencia piiblica. Habré una influencia bien de los gobiemos, bien de otros grupos de interés, pero la influencia es inevitable, Las decisiones tecnocientificas nunca son neutrales, 7 Un segundo argumento viene de la demanda del piblico, como muestran Jos sindromes not-in-my-back-yard (NIMBY: no-en-mi-patio-trasero) y build- absolutely-nothing-any-where (BANA: nada-en-ningéin-lugar), de que sin Ia participacién y aprobacién del piblico nada se realizaré. 7 Un terver argumento viene de la psicologia. No es infrecuente que los expertos tiendan a promover sus intereses a expensas de los intereses del piiblico en general. Un cuarto argumento viene de las consecuencias del cambio cientifico- tecnolégico, defendiendo que aquellos que se ven directamente afectados por las decisiones téenicas podrian y deberian tener algo que decir sobre lo que les afeota, 2 Un quinto argumento viene de la autonomia moral. Los seres humanos son agentes morales. Como argumenté més radicalmente Kant, las personas ven su autonomfa moral seriamente disminuida cuando las decisiones que afectan sus vidas son realizadas por otros heterénomamente. 22 El sexto argumento es el pragmatico, bastante cercano al segundo argumento, segiin el cual la participacién piblica llevar a mejores resultados. 2 Un séptimo argumento viene del clisico ideal ilustrado de la educacién. Sélo Ja participacién educaré a los individuos y los haré més inteligentes acerca de su propio apoyo politico y econémico, como también sobre la complejidad de los riesgos-y-beneficios de la tecnologia. nalmente, un octavo argumento viene de las realidades de Ia cultura postmnodema, El rasgo predominante en la ética de Ia cultura postmodema es la pérdida de todo consenso moral fuerte. Tolerancia, diversidad, relativismo, minimalismo ético, son las marcas de las tecno-culturas avanzadas. Lo mejor en tal situacién es el consenso democritico participative, De otro modo la teenociencia crear sus propios incentivos y autoridad que romperd esta diversidad. ” La enumeracién de un conjunto de argumentos, més menos conectados, puede parecer como un mero ¢jercicio académico y teérico, sin embargo proporciona una serie de instrumentos para afrontar los diversos desafios a los que nos enfrentamos respecto al ideal de la participacién piblica en Ja toma de decisiones cientifico-tecnolégicas. Por ejemplo, tan pronto como los cientificos reivindican la objetividad cientifica para evitar la entrada del piiblico en la gestién tecnolégica, se puede hacer uso del primer argumento, el del realismo tecnosocial. Esta serie de argumentos pueden reducirse a tres argumentos fundamentales expuestos por Daniel Fiorino (Fiorino 1990): 22 argumento instrumental, ‘7? argumento normativo, y 2 argumento substantivo. El argumento instrumental defiende que Ja participacién es la mejor garantfa para evitar la resistencia social y Ia desconfianza hacia las instituciones. La participacién piblica en la gestion de las decisiones sobre riesgo hace que éstas sean més legitimas y leven a mejores resultados. Segin el argumento normativo, la orientacién tecnocrética es incompatible con los ideales democraticos. Los ciudadanos son los mejores jueces y defensores de sus propios intereses. El argumento normativo se basa on el presupuesto de que uno de los pilares de la democracia supone que ser ciudadano significa ser capaz de articipar en las decisiones que le afectan a uno mismo o a su propia comunidad. Por diltimo, segin el argumento substantivo, los juicios de los no expertos son tan vélidos como los de los expertos. Los no expertos, especialmente aquellos que poseen un conocimiento familiar del entomo, objeto de intervencién, ven problemas, cuestiones y soluciones que los expertos olvidan. Estudios sobre los Juicios de Ios legos con relacién a los riesgos tecnolégicos revelan una sensibilidad a los valores sociales y politicos que los modelos tedricos de los expertos no reconocen. El niicleo de Ja cvestién, no es imponer limites a priori al desarrollo de Ja ciencia y 1a tecnologia, establecer alguna clase de control politico o social de lo que hacen cientificos © ingenieros, sino renegociar las relaciones entre ciencia y sociedad: establecer quién deberia decidir objetivos politicas en ciencia y tecnologia ¥ quién deberia supervisar su cumplimiento. Los lemas de esta renegociacién son bien conocidos: “participacién popular”, “ciencia para el pueblo”, “tecnologia en democracia”, etc. La tradicional rendicién de cuentas cada cuatro 0 cinco afios por parte de gobiemos y parlamentos en sociedades democriticas, ha demostrado ser, desde este punto de vista, una forma indirecta de control social demasiado endeble ante un cambio cientifico-tecnolégico cada vez més vertiginoso y que plantea problemas mas y més apremiantes. Con todo, como por ejemplo sefiala Dorothy Netkin (1984), la identificacién de actores sociales y la coordinacién de sus intereses en la participacién publica es una tarea que esté lejos de ser sencilla debido a la disparidad de puntos de vista, grados de informacién, nivel de conciencia y poder de cada uno. Sobre la base del reconocimiento de esa diversidad de segmentos sociales, en cuanto a tipos de ciudadano y también de grupo social, la literatura sobre participacién publica sefiala habitualmente un conjunto de criterios que permiten evaluar el caricter democritico de iniciativas de gestién publica en politica cientifico-tecnolégica (véanse, e.g., Fiorino 1980; Laird 1993): Caricter representativo: debe producirse una amplia participacién en el proceso de toma de decisiones. En principio, cuanto mayor sea el nimero y diversidad de individuos 0 grupos involucrados, més democritico puede considerarse el mecanismo participativo en cuestién. Caricter igualitario: debe permitir la participacién ciudadana en pie de igualdad con los expertos y las autoridades gubemamentales. Ello implica, entre otras cosas, transmisién de toda la informacién, disponibilidad de ‘medios, no intimidacién, igualdad de trato y transparencia en el proceso. Carécter efectivo: debe tradueirse en un influjo real sobre las decisiones adoptadas. Para ello es necesario que se produzca una delegacién de Ia autoridad o un acceso efectivo a aquellos que la detentan. Carécter activo: debe permitir al piblico participante involucrarse activamente en la definicién de los problemas y el debate de sus parémetros principales, y no sélo considerar reactivamente su opinién en el terreno de las soluciones. Se trata de fomentar una participacién integral en la que no haya puertas cerradas de antemano. Existen dos grandes teorias de ta democracia con relacién al tema de la participacién piblica en la gestién de la politica cientifico-teenoldgica, el pluralismo y la teorh de la partcipacién directa, que son fundamentales para definir quién ha de participar. El pluralismo es una teoria de la democracia basada en las acciones de los grupos de interés organizados voluntariamente. Los ciudadanos asumen unirse y apoyar estos grupos para fomentar sus intereses, de modo que el gobierno democritico es visto como el funcionamiento libre y exitoso de estos grupos a través de la interaccién de los unos con los otros y con el gobiemo. La participacién directa, en cambio, se basa en Ia nocién de que la gobemabilidad democritica implica la participacién de los individuos como individuos en el establecimiento de las diferentes politicas. La comparacién de las diferencias y de las semejanzas nos proporciona una visién mayor y més amplia de lo que significa defender que alguna forma de participacién es democritica. "Ambas teorias comparten una serie de presupuestos comunes. Por ejemplo, cexigen que los ciudadanos participen en la formacién de las politicas de manera que vayan mas alld del mero acto de depositar un voto en una uma y dejar el resto a la lite de politicos y al estado administrative, para que se dé un adecuado funcionamiento de la democracia. Aunque la forma de participacién dificre, ambas teorias rechazan aquella definicién de la democracia segiin la cual ésta no es nada ‘més que un proceso para clegir un gobiemo en el que las élites compiten para conseguir el apoyo de las masas. Ambas teorias requieren que la participacién sea significativa en dos sentidos: que capacite a los ciudadanos mejor para comprender sus intereses, y como éstos pueden afectar a las decisiones que tienen un impacto sobre sus intereses, por un lado, y que capacite a los ciudadanos para que tengan alguna clase de influencia sustantiva sobre los resultados de la politica actual, por otro, Pero también hay una serie de divergencias entre ambas teorfas. Los pluralistas estan comprometidos con las acciones de los grupos, mientras que la participacién directa est4 comprometida con los individuos. Para los pluralistas, los grupos son organizaciones voluntarias a las que la gente se une y apoya para potenciar sus intereses. Mediante la actuacion colectiva, la gente puede promover sus intereses de forma mucho més eficaz que del modo en que Io harian como individuos. A causa de que los grupos son voluntarios, la gente puede formar tantos grupos como desee, yy los individuos pueden pertenecer a tantos grupos como quieran. Las democracias pluralistas pueden funcionar correctamente s6lo si los grupos pueden funcionar correctamente. Por otra parte, la participacién directa insiste en la autoridad de los individuos. Este requisito tiene serias implicaciones sobre lo que cuenta como Participacién. No es suficiente con unirse a un grupo. La gente debe participar directamente como individuos. Ambas teorias también difieren acerca de lo que enfatizan. FI pluralismo enfatiza el resultado, cémo se distribuyen los beneficios y los riesgos a lo largo de la sociedad. En cambio, la participacién directa enfatiza dos elementos, los resultados y los efectos educativos y psicolégicos sobre los participantes. Esta diferencia establece importantes divergencias en c6mo las teorias ven a las personas y a los efectos de la actividad politica sobre ellos. Los pluralistas establecen la nevesidad de ciertas pre-condiciones sociales para que el sistema democritico funcione correctamente. De modo que, desde la teoria de la participacién directa, los actores que han de participar son: 7 Personas directamente afectadas por la innovacién tecnolégica o intervencién ambiental. 22. Piblico involucrado, es decir piblico directamente afectado en potencia. 2? Consumidotes de los productos de la ciencia-tecnologia. 22. Piblico interesado por motivos politicos ¢ ideol6gicos. 22 Comunidad cientifica ¢ ingenieril. Y desde la teoria pluralista 22 grupos de ciudadanos, 7. organizaciones no gubernamentales (ONGs), 2 asociaciones de cientificos. En este punto es interesante ver como los argumentos normativos que establece Fiorino son importantes no s6lo en tanto que razones validas que fundamentan la participacion del piblico como criterios normativos para evaluat los diferentes mecanismos de participacién, sino también como criterios que nos permiten definir al piblico. A este respecto, Perhac examina cémo cada uno de los argumentos de Fiorino implica y lleva a una concepcién diferente del puiblico. Al mismo tiempo, mantiene que séio en el contexto de estas razones especificas para la implicacién del piblico puede plantearse y responderse significativamente a la cuestién de quién es el piblico. Es decir, la cuestién del quién es el piiblico no es tuna cuestién puramente descriptiva, sino que se inserta necesariamente en presuposiciones normativas. Revisemos ahora, sobre la base de las condiciones anteriores, algunas de las principales opciones de participacién piblica que han sido ensayadas en diversos paises, especialmente Estados Unidos, Australia, Reino Unido, Suecia y los Paises Bajos, posiblemente los més dinimicos en este sentido (Méndez Sanz y Lopez Cerezo 1996; Garcia Palacios 1998). En primer lugar, en el dmbito administrativo, destacan: Las audiencias priblicas: son habitualmente foros abiertos y poco estructurados donde, a partir de un programa previamente determinado por los representantes de la administracién, se invita al piblico a escuchar las propuestas gubermamentales y comentarlas. La gestién negociada: se desarrolla por parte de un comité negociador compuesto por representantes de la administracion y grupos de interés implicados, por ejemplo la industria, asociaciones profesionales organizaciones ecologistas. Los participantes tienen acceso a la informacién relevante, asi como la oportunidad de persuadir a otros y alincarlos con su posicién, Los representantes gubernamentales se comprometen (en la medida que estén autorizados) a asumir publicamente como propio el posible consenso alcanzado. Los paneles de ciudadanos: este tipo de mecanismo esti basado en el modelo del jurado, aunque aplicado a temas cientifico-tecnolégicos y ambientales. Bajo este epigrafe pueden agruparse tanto modelos con carécter decisorio 0 meramente consultivos. La idea que los inspira es que cindadanos corrientes (elegidos por sorteo o por muestreo aleatorio) se rednan a considerar un asunto en el que no son expertos. Tras haber recibido informacién de peritos y autoridades, los ciudadanos ban de discutir alternativas y de emitir recomendaciones a los organismos oficiales. Estos paneles, al contrario que las audiencias piblicas, permiten una bisqueda activa de evideneia, interrogar a expertos y una exploracién mas profunda de los problemas abordados. Las encuestas de opinién: sobre diversos asuntos relacionados con la innovacién tecnolégica 0 la intervencién ambiental. Su propésito es proporcionar un testimonio de la percepcién publica sobre un asunto determinado, de modo que pueda ser tenida en cuenta por el poder legislative o el ejecutivo. En segundo lugar, en el dmbito judicial, quiza més familiar para nosotros es La litigacién: que se han convertido en muchos paises occidentales en el principal procedimiento que tienen los ciudadanos para restringir y dirigir el cambio teenologico. Y, por iltimo, dentro de los paises con una economia de mercado encontramos: El consumo diferencial de productos _cientifico-tecnologicos, sean frigorificos, alimentos o prendas de vestir, en aquellos paises cuyas legislaciones nacionales sobre etiquetado permitan ejercer esta forma de control social (vase Todt y Lujén 1997). Todos los procedimientos administrativos y judiciales, en particular, presentan puntos débiles y puntos fuertes, dependiendo del eriterio de participacién democritica considerado. En casos pricticos parece conveniente adecuar el mecanismo de participacién a las caracteristicas concretas que se presenten en cada situacién. Por ejemplo, ante problemas fuertemente ideologizados no suele recomendarse un procedimiento de participacién que involure la interaccién cara-a- cara, puesto que tiende a radicalizar las posturas; micntras que ante decisiones concemientes a localizacion de recursos, tal forma de interaccion es viable y positiva (Syme y Eaton 1989). Debe destacarse, con Krimsky (1984), la importancia de que la participacién tenga un carcter activo. Una participacién reactiva identifica ésta con percepcién piblica o bien con mera opinién pablica, entendidas como interferencia externa que es necesatio incorporar a Ia gestién (con lo cual serian suficientes mecanismos de sondeo o, a lo sumo, consultivos). Entender de este modo la participacién piblica es crear riesgos de manipulacién ¢ inestabilidad, asi como omitir una aportacion potencialmente valiosa (la del conocimiento popular local y los actores sociales implicados) en la resolucién de problemas relacionados con la innovacién tecnolégica y Ia intervencién ambiental. En este sentido, la complejidad de los problemas abordados actualmente por la ciencia y la tecnologia, y la presencia de valores © intereses “extemos” en el conocimiento especializado, hacen de la pluralidad de perspectivas y la participacién social un bien valioso tanto desde un punto de vista politico como desde el estrictamente prictico. Por iiltimo, dos cautelas que es necesario expresar. En primer lugar, las posibilidades de participacién comentadas constituyen iniciativas que no pueden copiarse sin més de los paises donde estin siendo ensayadas con éxito, Las tradiciones, los derechos y las pricticas nacionales introducen siempre unas peculiaridades que necesitan ser tenidas en cuenta. En segundo lugar, se trata de iniciativas que, ademas de medidas administrativas o Iegislativas, reclaman también un importante esfuerzo en el ambito formativo con el fin de articular una opinién publica critica, informada y responsable. El objetivo es optimizar esos mecanismos de participacién, es decir, que el piblico pueda manifestar su opinién, ejerza su derecho al voto o pueda simplemente comprar sabiendo lo que hace en funcién de las opciones disponibles. Y en este objetivo la edncacién CTS es una pieza fundamental. Lecturas complementarias Alonso, A., I. Ayestarin y N. Urstia (eds.) (1996), Para comprender Ciencia, Tecnologia y Sociedad, Estella, EVD. Gonzilez Garcia, M., J.A. Lopez Cerezo y J.L. Lujan (eds.) (1997), Ciencia, Tecnologia y Sociedad: lecturas seleccionadas, Barcelona, Ariel. Sanmartin, J. et al. (eds.) (1992), Estudios sobre sociedad y tecnologia, Barcelona, Anthropos. VV. AA.. “Estudios sobre Tecnologia, Ecologia y Filosofia”. http://www.campus- oei.org/cts/tef00.htm 5. Ciencia, tecnologia y reflexién ética Una reflexién final puede ejemplificar la importancia de combinar los temas y enfoques de las diferentes tradicién de trabajo en los estudios CTS, asi como la importancia que en este marco cobra el andlisis ético y el compromiso moral. Se ‘tata de una provocadora reflexién sobre el actual’ divorcio ciencia-sociedad, claborada basicamente a partir de Freeman Dyson (1997) y Lopez Cerezo (1998). Godfrey Hardy, el gran matemético inglés de la primera mitad de siglo, escribia sobre la ciencia de su época a principios de la segunda guerra mundial: “Una ciencia es considerada itil si su desarrollo tiende a acentuar las desigualdades existentes en la distribucion de la riqueza o bien, de un modo ‘més directo, fomenta la destruccién de la vida humana” (Hardy 1940, p. 118). Hardy proferia estas duras palabras en su libro Autojustificacién de un matemético, donde pot cierto se vanagloriaba de que su vida habia estado dedicada a la creacién de un arte abstracto totalmente intl, la matematica pura, sin ninguna aplicacién prictica. Es cierto que Hardy escribié esas palabras en medio db una guerra, una guerra por la que se desarrollan innovaciones como el radar o los ordenadores electrénicos. Sin embargo, si nos detenemos a reflexionar sobre la ciencia y la tecnologia de la segunda mitad de siglo, sus palabras, como sefiala Freeman Dyson (un cientifico pionero en la aplicacién de la energia nuclear en medicina), tienen por desgracia una mayor actualidad de la que probablemente nos gustaria reconocer (Dyson 1997), La ciencia y la tecnologia actual no suelen actuar precisamente como agentes niveladores, del mismo modo que ottas innovaciones del pasado como la radio o los antibiéticos, sino que tienden més bien a hacer a los ricos més ricos y a los pobres més pobres, acentuando la desigual distribucién de la riqueza entre clases sociales y naciones. Sélo una pequefia porcién de la humanidad puede permitirse el Iujo de un teléfono celular o un ordenador conectado a Intemet. Cuando esa ciencia y tecnologia no destruyen de un modo més directo la vida humana o la naturaleza, ‘como ocurre con tantos ejemplos familiares. Las tecnologias armamentisticas siguen siendo tan rentables como en tiempos de la guerra fria. La ciencia y la tecnologia actual son desde Iuego muy eficaces, el problema es si sus objetivos son socialmente valiosos. {Qué ocurre con b ciencia y la tecnologia actual? Qué ha pasado en los ‘iltimos 40 aiios? En este tiempo, sefiala Dyson (1997), los mayores esfuerzos en investigacién bisica se han concentrado en campos muy esotéricos, demasiado alejados de los problemas sociales cotidianos. Ciencias come la fisica de particulas y la astronomia extragalictica han perdido de vista las necesidades sociales y se han Convertido en una actividad esotérica que s6lo produce bienestar social para los propios cientificos. Se trata, no obstante, de lineas de investigacién que, por la inffaestructura material 0 los grandes equipos humanos requeridos, consumen un ingente volumen de recursos piblicos. 'Assu vez, la ciencia aplicada y la tecnologia actual esta en general demasiado vinculada al beneficio inmediato, al servicio de los ricos 0 de los gobiemos poderosos, por decirlo de un modo claro. Sélo una pequefia porcién de la hhumanidad puede permifirse sus servicios ¢ imnovaciones, Podemos preguntamos cémo van a ayudamos cosas como los aviones supersénicos, la cibernética, la televisiin de alta definicién o la fertilizacién in vitro, a resolver los grandes problemas sociales que tiene planteada la humanidad: comida facil de producir, casas baratas, atencién médica y educacién accesible, ‘Sin olvidar, para compleiar este oscuro panorama, campos cientifico- tecnolégicos tan problematicos como la energia nuclear o la biotecnologia, denunciados no s6lo por su aplicacién militar sino también por su peligrosidad social y ambiental. Prometen, no s6lo no resolver los grandes problemas sociales, sino también crear mis y nuevos problemas. El problema de base, como sefiala Freeman Dyson (1997), es que las comisiones donde se toman las decisiones de politica cientifica o tecnol6gica sélo estén constituidas por cientificos u hombres de negocios. Unos apoyan los campos de moda, cada vez més alejados de lo que podemos ver, tocar 0 comer; y ottos, como cra de esperar, la rentabilidad econémica. Al tiempo, se movilizan los recursos de la divulgacién tradicional de la ciencia, en periddicos, muses y escuclas, para difundir una imagen esencialista y benemérita de la ciencia, una cieneia que s6lo funcionaré éptimamente si se mantiene su financiacién y autonomia frente a la sociedad. La cuestién, por tanto, no consiste en entrar en los laboratorios y decir a los cientificos qué tienen que hacer, sino en contemplarlos y asumirios tal como son, ‘como seres humanos con razones e intereses, para abrir entonces a la sociedad los despachos contiguos donde se discuten y deciden los problemas y prioridades de investigacién, donde se establece la localizacién de recursos. El desafio de nuestro tiempo es abrir esos despachos, esas comisiones, a la comprensién y la participacién publica. Abrir, en suma, la ciencia a la luz piiblica y a la ética. Este es el nuevo contrato social que sé reclama en foros como el del Congreso de Budapest, el objeto de la renegociacién de las relaciones entre ciencia y sociedad: ajustar la ciencia y la tecnologia a los estindares éticos que ya gobieman otras actividades sociales, ic. democratizarlas, para estar entonces en condiciones de influir sobre sus prioridades y objetivos, reorientindolos hacia las auténticas necesidades sociales, es decir, aquellas necesidades que emanen de un debate piiblico sobre el tema. Para apreciar adecuadamente el papel de la ciencia en el mundo actual, es importante ser conscientes de la importancia que tiene hoy la visibilidad piiblica de los resultados cientificos. La ciencia contemporénea, la lamada Big Science, es wna actividad que requiere un gran volumen de financiacién. Los grandes equipos de la investigacién cientifico-téenoldgica actual necesitan ‘importantes recursos humanos y materiales, es decir, medios econémicos. Los reclamos publicitarios de la ciencia, sus promesas en ocasiones desmesuradas ‘en los medios de comunicacién, son estrategias de movilizacién social

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