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MEMORIAL

Este documento presenta un caso de acción de libertad presentado por Zacarias Valdez Valdez, un hombre de 72 años con insuficiencia cardíaca y diabetes, que fue encarcelado. Valdez argumenta que su encarcelamiento viola sus derechos a la vida, la salud y la libertad como adulto mayor, ya que su condición médica requiere atención constante. Además, afirma que no fue debidamente informado del proceso legal en su contra. El documento cita las leyes y convenciones nacionales e internacionales que protegen
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MEMORIAL

Este documento presenta un caso de acción de libertad presentado por Zacarias Valdez Valdez, un hombre de 72 años con insuficiencia cardíaca y diabetes, que fue encarcelado. Valdez argumenta que su encarcelamiento viola sus derechos a la vida, la salud y la libertad como adulto mayor, ya que su condición médica requiere atención constante. Además, afirma que no fue debidamente informado del proceso legal en su contra. El documento cita las leyes y convenciones nacionales e internacionales que protegen
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FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS

Procedimiento Constitucional

Caso - Memorial

Alumna
Fabiola López Claure

Carrera: Derecho

Docente: Lic. Lisbeth Jael Palenque Vega

Santa Cruz de la Sierra – Bolivia

2023
SEÑOR PRESIDENTE DEL TRIBUNAL DEPARTAMENTAL DE JUSTICIA DE
SANTA CRUZ

ACCIÓN DE LIBERTAD

Otrosí: DOMICILIO PROCESAL

Zacarias Valdez Valdez, con C.I. 2707158 S.C., boliviano, mayor de edad, divorciado,
con domicilio en la zona de Equipetrol, tercer anillo, edificio Smart Equipe,
departamento No. 11, ante sus autoridades expongo y pido.

1. LEGITIMACIÓN PASIVA

En cumplimiento de lo establecido por numeral 2 del Art. 33 del Código Procesal


Constitucional, hago conocer a sus autoridades que la presente Acción de Libertad se
encuentra dirigida contra el Juez Público de Familia Sexto de la Capital del
departamento, boliviano mayor de edad con domicilio en las oficinas de dicho juzgado,
en la calle florida.

2. PATROCINIO DE ABOGADO

Dando cumplimiento a lo establecido por el numeral 3 del Art. 33 del Código Procesal
Constitucional hago conocer que la presente Acción de Libertad es patrocinada por la
abogada que firma el presente memorial quien a efecto de honorarios profesionales se
acoge al arancel del Ilustre Colegio de Abogados.

3. RELACIÓN DE HECHOS

Conforme a lo establecido por el numeral 4 del Art. 33 del Código Procesal


Constitucional paso a desarrollar los hechos que motivan la presente Acción de
Libertad:

El día 25 de abril del año en curso, a horas 9:30am, mi persona, Zacarias Valdez
Valdez, de 72 años, enfermo de insuficiencia cardíaca, productor de caña de azúcar,
lastimosamente no pude realizar la entrega de la materia prima al ingenio azucarero,
me sentí mal acudí a la ciudad de santa cruz a unos chequeos, donde terminé siendo
intervenido en diversas ocasiones. Ya recuperándome, me encontraba en el barrio
San Martin de ida a mi control médico, unos funcionarios policiales con un
mandamiento de apremio me condujeron a la carceleta de Bermejo, yo estaba
acompañado de mi enfermera particular puesto que, por mi enfermedad no puedo
movilizarme solo.

Vine a la ciudad de Santa Cruz el año 2021 en busca de médicos especializados que
pudiesen darme el tratamiento adecuado para mi problema de salud, siendo que yo no
sabía de mi enfermedad, solo sentía ligera taquicardia, pero mi médico de Bermejo me
dijo que era por la edad, lo cual yo me negué a aceptar ya que en mi familia han vivido
más de 100 años sin problemas de salud.

Cuando me hice los chequeos en la ciudad de Santa Cruz, en la clínica Urbarí, me


diagnostican insuficiencia cardíaca, en el momento que me dan el diagnóstico me
descompensé y me desvanecí. Los médicos me operaron de emergencia, por lo que,
he requerido cuidados intensivos por más de 6 meses, y en este último año y medio he
tenido dos cirugías más, una por un aneurisma cerebral, y la segunda por inflamación
en la próstata. Hoy en día no puedo trasladarme solo, mi enfermera particular me
traslada en silla de ruedas a la clínica todos los días, me ha tocado vender muchas de
mis propiedades para pagar el tratamiento. He mandado mensajes a mi expareja y
madre de mis hijos, Pepa Pig, pidiéndole que me envíe un qr para hacerle los pagos,
pero ella decía que no tiene cuentas bancarias porque no quiere que los bancos
presten su dinero. Ella está al tanto de mi situación de salud, incluso antes de mis
cirugías me mandó sus mejores deseos.

Con la señora Pepa Pig, tengo tres hijos, la mayor Pepita Valdez Pig, de 23 años, la
cual se encuentra estudiando en la Universidad Gabriel René Moreno, el segundo de
11 años, Juanito Valdez Pig, y el tercero Pepito Valdez Pig de 9 años. Llevo dando
asistencia familiar desde el año 2000, siendo que, con mi expareja, teníamos una
relación bastante inestable, terminábamos todo el tiempo, y ella nunca quiso
formalizar, cabe resaltar que ella tiene 45 años, es dueña de una empresa de
exportación de leche, ¨UbreLight¨.

En este momento tengo 72 años, insuficiencia cardíaca, y diabetes nivel 2, por lo que
requiero mi tratamiento especializado, siendo que, soy un adulto mayor de la tercera
edad, solicito se considere mi situación, ya que preso, tengo menos oportunidades de
pagar los montos solicitados, y menos oportunidades de vivir, y creo yo, que lo
prioritario en este momento es mi recuperación y preservar mi vida. Se que mis hijos,
aunque uno de ellos ya es adulto, requieren el dinero, pero preso no puedo
conseguirlo, si accedo a mi libertad, vendo mi casa y les pago lo adeudado, pero hasta
para ello, necesito que se proteja el bien mayor, que es mi vida.

Acotando, cabe aclarar que yo no estaba enterado del proceso, no sabía de la


liquidación ni nada, el proceso se dio teniéndome en estado de indefensión. Como
mencioné antes, la Sra. Pepa Pig se negó a darme una cuenta bancaria donde hacerle
los pagos, y jamás mencionó dicho proceso, violentando mi derecho al debido
proceso. Sin embargo, soy consciente que mis hijos necesitan dinero y quiero seguir
apoyándoles, pero preso no puedo hacerlo.

4. Derechos vulnerados

El accionante considera lesión de sus derechos a la vida, a la libertad y a la salud en


calidad de persona adulta mayor, citando al efecto los arts. 67.I, 68.II y 117 de la
Constitución Política del Estado (CPE); 2, 22 y 25 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos (DUDH); y, 13 de la Convención Interamericana sobre la
Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores. El accionante
considera a su vez, lesionados sus derechos al debido proceso y a la “seguridad
jurídica”, citando al efecto los arts. 1 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos; y, 7, 8 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

5. Fundamentación jurídica

La Constitución Política del Estado, tiene previsto dentro su Título II, Capítulo Quinto,
Sección VII, los Derechos de las Personas Adultas Mayores, señalando en su artículo
67.I que: Además de los derechos reconocidos en esta Constitución, todas las
personas adultas mayores tienen derecho a una vejez digna, con calidad y calidez
humana.

Por su parte, el art. 68 del citada Ley Fundamental, refiere: I. El Estado adoptará
políticas públicas para la protección, atención, recreación, descanso y ocupación
social de las personas adultas mayores, de acuerdo con sus capacidades y
posibilidades. II. Se prohíbe y sanciona toda forma de maltrato, abandono, violencia y
discriminación a las personas adultas mayores.
Asimismo, la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos
Humanos de las Personas Mayores, ratificada por el Estado Plurinacional mediante
Ley 872 de 21 de diciembre de 2016, en su art. 5 señala: Los Estados Parte
desarrollarán enfoques específicos en sus políticas, planes y legislaciones sobre
envejecimiento y vejez, en relación con la persona mayor en condición de
vulnerabilidad y aquellas que son víctimas de discriminación múltiple, incluidas las
mujeres, las personas con discapacidad, las personas de diversas orientaciones
sexuales e identidades de género, las personas migrantes, las personas en situación
de pobreza o marginación social, los afrodescendientes y las personas pertenecientes
a pueblos indígenas, las personas sin hogar, las personas privadas de libertad, las
personas pertenecientes a pueblos tradicionales, las personas pertenecientes a
grupos étnicos, raciales, nacionales, lingüísticos, religiosos y rurales, entre otros.

En este sentido, corresponde también referirnos al art. 13 de este Instrumento


Internacional, que en su texto indica:

La persona mayor tiene derecho a la libertad y seguridad personal,


independientemente del ámbito en el que se desenvuelva. Los Estados Parte
asegurarán que la persona mayor disfrute del derecho a la libertad y seguridad
personal y que la edad en ningún caso justifique la privación o restricción arbitrarias de
su libertad. Los Estados Parte garantizarán que cualquier medida de privación o
restricción de libertad será de conformidad con la ley y asegurarán que la persona
mayor que se vea privada de su libertad debido a un proceso tenga, en igualdad de
condiciones con otros sectores de la población, derecho a garantías de conformidad
con el derecho internacional de los derechos humanos y a ser tratada de conformidad
con los objetivos y principios de la presente Convención. Los Estados Parte
garantizarán el acceso de la persona mayor privada de libertad a programas
especiales y atención integral, incluidos los mecanismos de rehabilitación para su
reinserción en la sociedad y, según corresponda, promoverán medidas alternativas
respecto a la privación de libertad, de acuerdo con sus ordenamientos jurídicos
internos.

En el marco de ambas previsiones constitucionales e internacionales, La Ley General


de las Personas Adultas Mayores en su art. 3, establece los principios de dicha norma,
entre los cuales se encuentran:
1. No Discriminación. Busca prevenir y erradicar toda forma de distinción, exclusión,
restricción o preferencia que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el
reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos fundamentales y libertades de las
personas adultas mayores”.

2. Protección. Busca prevenir y erradicar la marginalidad socioeconómica y geográfica,


la intolerancia intercultural, y la violencia institucional y familiar, para garantizar el
desarrollo e incorporación de las personas adultas mayores a la sociedad con dignidad
e integridad.

De igual forma, en el Capítulo Segundo, art. 5.b. y c. de la citada Ley, se reconocen


los derechos y garantías de las personas adultas mayores; entre ellos, el derecho a
una vejez digna, garantizado, entre otras medidas, por un desarrollo integral, sin
discriminación y sin violencia; y, por la promoción de la libertad personal en todas sus
formas.

Así también, es importante mencionar la SC 0989/2011-R de 22 de junio, en cuyo


Fundamento Jurídico III.1, refiere: La Constitución Política del Estado Plurinacional
reconoce una diversidad de derechos fundamentales, tanto individuales como
colectivos, teniendo en cuenta que estas normas fundamentales no solamente rigen
las relaciones entre iguales, sino que tiene como finalidad el proteger a los
ostensiblemente más débiles -mejor conocidos en la doctrina como grupos
vulnerables- por lo que el Estado, mediante `acciones afirmativas´ busca la
materialización de la igualdad (que goza de un reconocimiento formal reconocida en
los textos constitucionales y legales pero que en la realidad no se materializa) y la
equidad, por lo que se establecen políticas que dan a determinados grupos sociales
(minorías étnicas o raciales, personas discapacitadas, mujeres, menores de edad,
adultos mayores) un trato preferencial en el acceso a determinados derechos -
generalmente de naturaleza laboral- o distribución de ciertos recursos o servicios, así
como acceso a determinados bienes, con el fin de mejorarles su calidad de vida y
compensarles, en algunos casos, por los perjuicios o la discriminación y exclusión de
las que fueron víctimas en el pasado.

Considerando los criterios antes anotados; y en especial, la obligación estatal de


generar enfoques específicos para considerar las situaciones de discriminación
múltiple, referidas en los Fundamentos Jurídicos desarrollados precedentemente, las
autoridades judiciales en la consideración de la aplicación de la medida cautelar de
detención preventiva para una persona adulta mayor, deben efectuar: a) Una
valoración integral de la prueba con carácter reforzado; y, b) Un análisis de la
aplicación de la medida cautelar a partir del principio de proporcionalidad, en el que se
analicen las particulares condiciones de las personas adultas mayores.

El art. 125 de la CPE, prevé a la acción de libertad como un medio de defensa


oportuno y eficaz, cuyo objeto está dirigido a proteger los derechos a la libertad -física
y de locomoción- y a la vida cuando a consecuencia de la restricción a la libertad sea
puesta en peligro, o en los casos en que el afectado se encontrare ilegalmente
perseguido, indebidamente procesado o privado de libertad personal.           

Sobre su finalidad, señala que está destinada a guardar la tutela a la vida, restablecer
las formalidades legales, ordenar el cese de la persecución indebida o en su caso se
restituya el derecho a la libertad.         

En ese mismo sentido, el art. 46 del Código Procesal Constitucional (CPCo), prevé
que esta acción de defensa tiene por objeto el de proteger, garantizar o tutelar los
derechos a la vida, a la integridad física, a la libertad personal y a la libertad de
circulación de aquel que considere que se encuentra indebida o ilegalmente
perseguido, detenido procesado, preso o que su vida o integridad física está en
peligro. Dentro de ese contexto, la SC 0011/2010-R de 6 de abril, estableció que: “La
acción de libertad, es una acción jurisdiccional de defensa que tiene por finalidad
proteger y/o restablecer el derecho a la libertad física o humana, y también el derecho
a la vida, (…) sea disponiendo el cese de la persecución indebida, el restablecimiento
de las formalidades legales y/o la remisión del caso al juez competente, la restitución
del derecho a la libertad física, o la protección de la vida misma, motivo por el cual se
constituye en una acción tutelar preventiva, correctiva y reparadora de trascendental
importancia que garantiza como su nombre lo indica, la libertad, derecho consagrado
por los arts. 22 y 23.I de la CPE”.

6. Petitorio

Conforme a lo establecido por los Art. 125 y 127 de la CPE con la finalidad de reparar
los derechos y garantías vulnerados que se mencionan en el presente memorial pido:
1). Se admita la presente Acción de Libertad, se señale día y hora para audiencia, se
cite al accionado para que emita el informe correspondiente.

2). Se conduzca a la audiencia al señor Zacarias Valdez para verificar su estado físico
y de salud, posterior ello, sea trasladado a la clínica Urbarí donde habría recibido su
tratamiento médico en ocasiones anteriores.

3). Con la finalidad de reparar los derechos y garantías vulnerados pido se conceda la


Acción de Libertad disponiendo la inmediata libertad.

Respetuosamente pedimos a su autoridad, declare PROBADA la demanda. Por otra


parte y en relación a su estado de salud, cursan certificaciones médicas e incluso un
informe pericial médico legal que recomienda la internación del imputado en un centro
hospitalario por su avanzada edad; pues estas medidas cautelares a personas adultas
mayores, no son correctas, ya que los derechos a la vida y salud deben primar al
tiempo de asumir una determinación, pues la persona de la tercera edad, tiene por
naturaleza una condición de salud vulnerable, de ahí que la valoración de este tipo de
elementos probatorios deben gozar siempre de la presunción de veracidad y no al
contrario. Además, solicito se considere que no hubo un debido proceso, siendo que
nunca hubo una correcta notificación y el proceso se llevó en indefensión, y en vista de
que tengo total predisposición de vender mi casa para liquidar los pagos pendientes,
poder recuperarme y continuar trabajando para mi bienestar y el de mis tres hijos.

Otrosí 1: señalo domicilio procesal en el edificio Linares ubicado en la calle Ayacucho


Nº 12, oficina 69.

Otrosíes 2: Presento certificado médico de la cárcel de Palmasola, donde indica mi


deplorable estado de salud.

Otrosíes 3: Presento certificado médico, como constancia de mis tres últimas cirugías
realizadas en estos tres años.

Otrosíes 4: Presento certificado médico con mis múltiples diagnósticos, recetas y


recomendaciones médicas.

Otrosíes 5: Presento mi domicilio real, actualmente ubicado en Equipetrol tercer anillo,


edificio Smart Equipe, departamento 11.
Otrosíes 6: Presento testimonio de mi enfermera particular, donde narra la manera tan
torpe y cruel en la que fui detenido.

Otrosíes 7: Presento el alodial de mi casa en Bermejo, de 900 metros cuadrados, la


cual deseo vender para poder cubrir la asistencia familiar de mis hijos, y mi tratamiento
médico.

Otrosíes 8: Presento fotografías de la celda en condiciones inhumanas, sin las


condiciones de limpieza que requiere una persona con mis necesidades.

Otrosíes 9: Hago conocer el buzón de notificaciones de mi abogada:


[email protected]

Otrosíes: Hago conocer que los honorarios profesionales se acogen al arancel del
Ilustre Colegio de Abogados.

¡Se hará justicia!

Santa Cruz de la Sierra, 2 de mayo de 2023

Zacarías Valdez Valdez Abogada Fabiola Lopez

2707158 S.C.

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