ADORACION EUCARISTICA
1-Canto para exponer el santisimo.
(Ven Espiritu Ven!)
“A pesar de todo, Señor, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y tú el alfarero. Todos
somos obra de tu mano.” – Isaías 64:8
Dios es el Alfarero y nosotros somos el barro. Cuando estamos abiertos a la voluntad de Dios
en nuestras vidas, Él nos moldea, transforma, y santifica. Si andamos con El encontraremos
el camino al que nos llama.
Hoy estamos delante del Alfarero, tenemos que entregarle todo y dejar que Él sea nuestro
Maestro. Asi puede moldearnos y comenzar hacer el vaso de honor que Él quiere que
seamos.
Para lograre esto hay buscarlo en la Palabra, en la oracion, acercarnos a la eucaristia y la
confesion, esto nos permitira ser mas dociles a la accion de Dios en este proceso. Cuando el
alfarero coloca un pedazo de barro en una rueda necesita echar agua a fin de hacerlo
flexible y bastante suave para que él sea capaz de moldearlo. Jesús es nuestra Agua Viva y la
Biblia nos dice: “… para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra,
para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra
imperfección, sino santa e intachable.” – Efesios 5:26-27
Por consiguiente, el primer paso que tenemos que tomar, si realmente queremos que Dios
nos moldee en la clase de persona que Él quiere que seamos, debemos dedicar tiempo a la
interiridad y a los sacramentos, de modo que seamos mas dociles.
¿Que tipo de barro soy? ¿Me dejo moldear por Dios?
2- Canto El barro que amo
El siguiente paso es que la pieza de barro debe estar bien centrada en la rueda. La razón de
esto es que si un pedazo de barro no está bien centrado en la rueda, es mas dificil moldearla
y finalmente se desgarrara antes de que el alfarero puede terminar el proceso. Del mismo
modo tenemos que estar correctamente centrados en Cristo. Estar centrado implica
entregarle la vida a Jesús, El tiene que ser Señor y Salvador de ella.
El alfarero no puede moldear el pedazo de barro en la vasija que el quiere , a menos que este
perfectamente centrado en la rueda, del mismo modo el Señor no puede trabajar de la
mejor manera en nosotros a menos que estemos perfectamente centrados en Él con plena
docilidad.
Si queremos vivir nuestra vida sin Jesús conduciendo y dirigiendo el camino, la vida con el
tiempo se descompone y nunca llegará a cumplir la voluntad a la que Dios nos ha llamado.
Por eso Jesús nos dice en Su Palabra que sin Él no podemos hacer absolutamente
nada: “Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará
mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.” – Juan 15:5. Dios también nos
dice que si tratamos de construir nuestra propia casa sin su guía directa, vamos a terminar
trabajando “en vano”, por hacerlo solo con nuestros esfuerzos. “Si el Señor no contruye la
casa, en vano se fatigan los obreros.” – Salmo 127:1 y San Agustin nos recuerda que nuestro
esfuerzo tambien es necesario sin salir de esta dinamica "Reza como si todo dependiera de
Dios, Trabaja como si todo dependiera de Ti"
¿Estoy centrado en la Rueda? ¿Me esfuerzo por para cumplir la voluntad de Dios?
Cancion Alfa omega
Una vez que la masa de barro tiene suficiente agua y se centra en la rueda, entonces el
proceso de moldeo comienza. La rueda comienza a girar y la mano del alfarero hace presión
en la cumbre del barro para crear una apertura y mueve sus manos en el interior del centro
del barro. Él sigue constantemente formándolo y moldeándolo para que el resultado final
sea el vaso deseado.
De la misma manera, la mano de Dios, literalmente, se introduce en lo profundo de nuestra
alma y espíritu, donde el mueve todo nuestro interior haciendo espacio para que la vasija
reciba aquello para lo que es creada.
Así como la pieza de barro tiene que confiar plenamente en el alfarero, de la misma manera
tenemos que confiar en el Señor para que transfome nuestras vidas segun su voluntad y no
la nuestra. El barro está totalmente bajo Su control. Tiene que entregarse al cien por cien,
debe ceder el paso de la mano del alfarero para convertirse en algo útil. Por esta razón,
tenemos que ser dociles a Dios rindiéndonos completamente.
En las manos del Alfarero sentimos como nos moldea ariciandonos, o a veces presionando y
otras tallando, todo esto para quitar imperfecciones y darnos forma. Tenemos relajarnos y
confiar en Él, porque sabemos que este Alfarero ha sufrido con nosotros y sabe cómo nos
sentimos ante cada accion, pero está decidido a que seamos vasos nuevos dispuestos a
hacer su voluntad “En una casa grande no sólo hay vasos de oro y de plata sino también de
madera y de barro, unos para los usos más nobles y otros para los usos más bajos. Si alguien se
mantiene limpio, llegará a ser un vaso noble, santificado, útil para el Señor y preparado para
toda obra buena.” – 2 Timoteo 2:20-21
¿Confio en el alfarero?¿que clase de vaso soy? ¿Soy un vaso util, santificado, noble para el
Señor en mi vida? ¿Que vaso quizo formar Dios en mi? ¿Que compromiso me pongo para con
el Alfarero?
DInamica
Las vasijas y velas estan encima de una mesa bien presentadas.
Una vez que reflexionaron estas preguntas aceptando y reconociendo la accion de DIos en
ustedes y teniendo el compromiso. Se levantan de a uno llegan delante del santisimo, se
arrodillan, prenden una vela, toman una Vasija y vuelven al Lugar. Cada vasija tiene un
mensaje para uds. Mientras tanto cantamos.
Canto todo lo espero de ti
Si permitimos que Dios use Su habilidad y su poder para moldearnos reconociendolo como
Señor todos debemos decir con Isaías:“Señor, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro,
y tú el alfarero. Todos somos obra de tu mano.”