UNA EXTRAÑA ISLA LEJANA
Hace mucho tiempo, en un reino pequeño y pobre llamado Pomast, vivía un rey
prepotente y humillador llamado Epuleon que, hacía caso omiso de la situación de su
reino, solo para explotar a sus pobladores y obtener su beneficio propio. Dicho rey
había tenido con su esposa fallecida una niña llamada Yunni, una joven de aspecto
atrayente y muy inteligente, la cual su padre no quería, ya que, según él, solamente han
accedido los hombres de su familia, y que nunca deshonraría un legado de siglos
poniendo a una mujer en su lugar.
El rey escogió a una mujer prostituta, llamada Lucinda, con la cual se acostaba todas
las noches. A ella le propuso que la elegiría como su reina si ella le daba un heredero
para su reino. Ella accedió hacerlo y a los pocos meses de haber tenido intimidad con el
rey, ella se encontraba encinta. El rey y la princesa Yunni eran los únicos que sabían de
ello, pues no querían causar escandalo –aunque claramente Yunni se sentía
menospreciada y excluida por su padre-.
Resulto que, antes de que Lucinda concibiera al esperado primogénito del rey, el
pequeño reino se vio amenazado por un poderoso reinado de la costa este llamado
Magnus, el cual años atrás había sido un importante aliado. El rey de Magnus, llamado
Himio “el conquistador”, se acercó a las fortalezas del pequeño reino a reclamar la
cabeza del rey y la princesa de Pomast. El rey Epuleon no sabía qué hacer, solamente
pensó en llamar a su guardia y luchar hasta la muerte, pero también pensó en encargar
a dos guardias a que sacaran a la joven Yunni de aquel lugar, más en ningún momento
se acordó de Lucinda y su primogénito, la cual se hallaba encerrada en la torre oeste
del castillo. La guerra dio inicio y nada parecía detenerla. La joven princesa corrió y
corrió junto a sus soldados protectores; Finalmente, ella se instaló en un pequeño
campo abandonado en las afueras del reino de Pomast, allí permaneció por varios años
sin ser localizada por la guardia de Himio.
Pasados varios años, resulto que una guardia de Magnus se había extraviado de su
recorrido debido a una fuerte tormenta que arraso con todo y tapo el acceso a la
caravana, de entre ellos se hallaba el joven príncipe. Ellos muy asustados buscando
ayuda, llegaron a la cabaña donde residia Yunni – los soldados que la protegían no se
hallaban en ese momento- el príncipe llamando a la puerta pidió ayuda, mientras tanto
dentro de la cabaña Yunni se hallaba asustada sin saber que hacer, al final decidio abrir
e indicarles como podían hacer para retornar al camino. El príncipe al verla quedo
enamorado y le pidió que los acompañara, pues él no conocía dichos senderos.
Cuando recuperaron la ruta, el príncipe le pidió a ella que lo acompañara a su castillo,
ella sabia que no tenia elección, asi que marcho hacia el castillo donde se había criado.