Gerhard Lenski, Poder y Privilegio
Gerhard Lenski, Poder y Privilegio
Básica
68
H T 6 oR
-
f edición, 1969
1.° reimpresión en España, 1993
ISBN: 84-7509-916-5
Depósito legal: B-35.056/1993
Biblioteca Central
Univ. Veracruzan‘
84 PODER Y PRIVILEGIO
s
distintos sistemas de clases de una sociedad (y normalmente existen varios)
las unidades que aparecen dentro de los sistemas distributivos.
1
dad a Como se observará más adelante, el concepto de "clase" puede aplicarse en reali-
d entr o varios niveles adyacentes de organización, como cuando se habla de subclases
de las clases. Sin embargo, ello no altera el hecho básico de que las clases
constituye n un nivel de organización situado entre los individuos y los sistemas de clases.
23 Londres, Faber, 1943.
LA ESTRUCTURA DE LOS SISTEMAS DISTRIBUTIVOS 87
86 PODER Y PRIVILEGIO
si forma específica de poder institucionalizado. Por ejemplo, el concepto "poder
La naturaleza del primero de estos tipos de unidad es evidente por
misma y no requiere discusión ulterior. Los otros dos, no obstante, se utili- de clase" puede aplicarse a grupos tan dispares como obreros fabriles, terra-
zaron de tantos modos que dieron lugar a considerable confusión. Por lo tenientes acaudalados o miembros de una junta militar que gobierna por la
fuerza. Si bien difieren las bases de su poder, cada uno de esos grupos cons-
tanto, a ellos nos referiremos ahora. suma de personas que ocupan una posición similar respecto de
t i tuy e
ciertat forma
u específica de poder.
Puesto que el término "clase de poder" es impreciso y que resulta necesario
Clases utilizar el concepto con gran frecuencia en el análisis que sigue, por lo general
La confusión que rodea este término es sobre todo un resultado de la prescindiré del vocablo "poder" y hablaré simplemente de "clase". A menos
complejidad de la realidad que representa y de la tendencia de los estudiosos que se indique de otro modo, la palabra "clase" se referirá en lo sucesivo a
a simplificar en exceso. Como indicó nuestro análisis del apítulo anter ior, grupos definidos en términos de poder.
polaciones huma- Aunque la definición de clase parece relativamente simple y directa, hay
la estratificación es un fenómeno multidimensional. Las cb
nas están estratificadas de varios modos, y cada una de estas formas alternati- ciertas ideas implícitas en ella que no son del todo obvias y deben examinarse
de las antes de pasar a otras cuestiones. Para comenzar, si bien las clases de que
vas de estratificación proporciona la base para una concepción distinta
clases. De esta manera, y si bien es legítimo analizar la población e unaeld trataremos están definidas en términos de poder, esto no significa que todas
comunidad determinada en términos de clases de prestigio, ello no agota en tengan poder. Por lo contrario, algunas carecen virtualmente de él, como en
tema de la estratificación. También puede analizarse la misma población el caso de los trabajadores periódicos en las sociedades agrarias (véase capí-
términos de clases de poder o de privilegio. Desde el punto de vista analítico, tulo 9).
cada una de ellas es claramente distinta, si bien en el aspecto empírico aparece En segundo lugar, y una vez enunciada esta definición, un solo individuo
no poca superposición, como indicó nuestro análisis anterior. puede muy bien ser miembro de media docena de clases de poder. Esto es
La dificultad aumenta aun más porque estos tres modos de clasificación inevitable, ya que las distintas formas de poder están correlacionadas entre
no son unidimensionales. Como se mostró en el capítulo anterior, el poder sí de manera imperfecta. A modo de ilustración, en la sociedad norteamericana
asume muchasformas y no siempre es posible reducirlas a un común deno- contemporánea un mismo individuo puede pertenecer a la clase media en lo
minadorsignificativo. Un individuo puede tener muchas propiedades y acci que respecta a la propiedad inmueble, a la clase trabajadora por su trabajo
nes sin ocupar, de modo correspondiente, un cargo importante y poderoso, ) en una fábrica, y ser miembro de la "casta" negra. Cada uno de los princi-
viceversa. De la misma manera, una persona puede desempeñar un papel pales papeles que desempeña, así como su status en la jerarquía de propiedad,
importante y poderoso en cierto sistema institucional, pero no en otros. e defi- influye sobre sus oportunidades de obtener la cosas que desea, y así cada uno
Si se considera esto, resulta claro que el término "clases"n o sentido de ellos lo coloca en una clase específica. La correlación entre estos recursos
nirse en forma demasiado estrecha. Será mucho mejor definirlo es muy imperfecta, de modo que no es posible situarlo en ninguna clase única.
de en s Por
clases. En relación con esto, quizá sea pertinente observar que tal tendencia parece
lato y distinguir luego cuidadosamente entre los diferentes tipos ersonas de una
lo tanto, podemos definir mejor una clase corno un conjunto de p acentuarse cada vez más a medida que pasamos de una sociedad tecnológica.
sociedad que ocupan una posición similar respecto de cierta forma de poder, mente primitiva a otras más avanzadas en este sentido. En otras palabras, la
necesidad de análisis multidimensionales parece mayor en las sociedades
privilegio o prestigio. industriales modernas.
equivale a decir que todos los tipos de clases tengan la misma
Ello no En tercer lugar, y aunque la definición no lo diga de manera tan explícita,
importancia desde el punto de vista teórico y analítico. Por lo contrario, si
nuestra meta consiste en responder la pregunta de "¿quién obtiene quévalidez,
y por los miembros de toda clase de poder comparten ciertos intereses comunes, y
qué?", y si nuestro análisis de los últimos dos capítulos tiene alguna distri estos intereses compartidos constituyen una base potencial de hostilidad hacia
otras clases. Esto representa un corolario lógico del hecho de que lo que une
nos interesaremos de modo fundamental en las clases de poder. La bu-
ción de privilegio y prestigio parece determinada en gran medida por la a los miembros de una clase es su posesión común, la fiscalización o utiliza-
distribución del poder, al menos en aquellas sociedades en que se produce un ción
Si s e de algo que afecta sus oportunidades de satisfacer deseos y aspiraciones.
tienen en cuenta las suposiciones que hemos adelantado acerca de la
excedente significativo. naturaleza del hombre, es evidente que todos los miembros de una clase deter-
En el capítulo anterior vimos también que el poder se manifiesta en dos, minad a tienen un interés creado en la protección o aumento del valor cre su
formas básicas: la fuerza y el poder institucionalizado. Este último, a su vez
puedsbivrnloedpsicóyroeda.Sbls recurso común, así como en la reducción del valor de los recursos competitivos
el conjunto de personas de que constituyen las bases de otras clases.
de esto, una clase de poder puede definirse como Lo anterior no significa que los miembros de una clase tengan siempre
sociedad que ocupan una posición similar respecto de la fuerza o de alguna
una
LA ESTRUCTURA DE LOS SISTEMAS DISTRIBUTIVOS 89
88 PODER Y PRIVILEGIO
en coállectiva un grupo cuya movilidad, tanto hacia afuera como hacia adentro, es virtual-
clara conciencia de su interés común, y mucho menos que actúde cu mente imposible. En realidad, pertenecer a una clase es en gran medida una
mente sobre la base de él. Tampoco son siempre conscientes es la cuestión también hereditaria y, a la inversa, es posible cierta movilidad dentro
situación de los miembros de otras clases, ni abiertamente hostiles a ella.2 de las castas. Una enunciación más precisa de la relación diría que la movili-
Pueden presentarse estas posibilidades, pero no son inevitables en modo alguno. dad ascendente por parte de individuos es legítima desde el punto de vista
Una característica final de la definición que debemos mencionar se social si se trata de clases, pero no en el caso de las castas. 3
refiere a la frase vaga y enojosa, "una posición similar". El lector que posea Sin embargo, en realidad no es indispensable tratar las castas y clases
espíritu crítico se preguntará cuánta similitud se requiere y hallará que, como fenómenos separados. En interés de la economía conceptual, puede
lamentablemente, esa pregunta no tiene una respuesta definida. Nos guste o no, definirse la casta como un tipo especial de clase, al menos cuando la definición
la misma naturaleza de la realidad que tratamos de analizar nos obliga a de esta última es tan amplia como la que dimos aquí. Así, podr amos decir
hablar de este modo. En la mayoría de los casos las poblaciones humanas no qu e una clase es una casta en la medida en que la movilidad ascendente hacia
están estratificadas de modo simple en un número limitado de categorías cla- ella o fuera de ella está vedada por las costumbres.
ramente diferenciadas, bien separadas, sino que tienden a alinearse a lo largo Un segundo tipo de colectividad al que se refieren a menudo quienes
de un continuo desprovisto de soluciones de continuidad que puedan utilizarse de escriben sobre estratificación es el patrimonio. El término proviene de la
como límites de clases. Más aún, si insistiéramos en que los integrantes historia europea medieval (si bien tiene una pertinencia mucho más amplia) y
respecto de la distribución de cosas
las clases ocupan posiciones idénticas se refiere a un segmento legalmente definido de la población de una sociedad
valiosas, tendríamos millares, quizá millones de clases en muchas sociedades, que posee derechos y obligaciones distintivos establecidos por la ley. 4
la mayor parte de ellas con muy pocos miembros y algunas con sólo uno. Una vez más, no hay necesariamente contradicción entre las definiciones
Para evitar esto nos vemos forzados a utilizar criterios menos restrictivos, 4
En general, los estudiosos de patrimonio y clase. Así, podemos decir que una clase es un patrimonio en
pero como consecuencia éstos son menos precisos. edu- el grado en que su existencia, derechos y privilegios están establecidos por la
de la estratificación consideraron más conveniente emplear un número renci ley.
cido de clases más amplias y comprensivas. Así, a menudo se hace referencia El tercer concepto, "grupos de status", fue introducido en las discusiones
obr eros,
a grandes categorías tales como las de campesinos, comerciantes,no implica sobre estratificación por los traductores de los escritos de Max Weber. En
profesionales, y así sucesivamente. El empleo de tales categorías muchos de sus trabajos Weber empleó el sustantivo Stiinde y el adjetivo
esas clases. más
que se niegue la existencia de variaciones internas dentro de o subclases steinclisch. A veces utilizó el primero al hablar de los patrimonios medievales
modo obvio, cada clase puede subdividirse en subcategorías europeos, pero en otras ocasiones usó tanto uno como otro para referirse a
homogéneas, por ejemplo, campesinos prósperos y campesinos pobres o comer- aga los que podrían denominarse fenómenos "de tipo patrimonial", como grupos
ciantes acaudalados y comerciantes modestos. La medida en que esto siae haga de ocupación, las Primeras Familias de Virginia, grupos étnicos y hasta castas
depende sobre todo de la índole del estudio. En un estudio muy especli indias. El común denominador de estos fenómenos, según Weber, es el honor
sobre un estrecho campo de investigación probablemente se conceda mucho o el prestigio del grupo, atributo colectivo que se aplica en forma automática
más atención a estas subclases que la que se les puede dar en uno ampliamente a todos los miembros. Así, el status de grupo, o Stiinde, difiere de las clases,
comparativo como el presente. que están basadas, para Weber, sobre el poder económico. Añade también que
los grupos de status constituyen por lo general comunidades que desarrollan
subculturas distintivas, mientras que las clases tienden a ser habitualmente
Castas, patrimonios, grupos de status y élites
meras sumas o categorías sociales. Por último, los grupos de status son casi
refe siempre agrupaciones hereditarias. 5
En gran parte de los trabajos sobre estratificación social se hace
cu Si bien resulta claro que estas agrupaciones a las que los traductores de
rencia a otros tipos de colectividades además de las clases. Cuatro, en pa
se destacan especialmente en esta literatura: "castas", "patrimonios", "grupos Weber denominan "grupos de status" pueden incluirse dentro de nuestra
¿Cómo se relaciona con el concepto de clase cada se uno de
de status" y élites. 8 La movilidad descendente se permite por lo general en los sistemas de castas
estos términos? e mbargo, como un castigo por la violación de ciertas costumbres. Un buen examen de la relación
La casta, como la clase, se definió de muy diversas maneras. Sin g rupo
entre las
as castas
t s sc
yotrae
ribn sr,cla19se0s9, ) s. e encontrará en Charles Horton Cooley, Social Organization
en la base de todas o casi todas las definiciones se halla la idea de un York ,
4 Véase, por ejemplo, Egon Bergel, Social Stratification (Nueva York, McGraw-
cuyos miembros acceden a él por línea rigurosamente hereditaria. Cuando
Hin, 1962), pág. 68.
casta y clase se utilizan como términos contrarios se piensa que la primera es 5 Véase Max Weber,
From Max Weber: Essays in Sociology, traducido por H.
Gerth y C. Wright Mills (Fair Lawn, N. J., Oxford University Press, 1946), págs.
1 86 194, por
En otras palabras, esta definición se halla en el mismo nivel que la definición -
su tratamiento muy sistemático del concepto.
2
y no de su definición de Klass für stch.
de Marx de Klass an sich,
PODER Y PRIVILEGIO LA ESTRUCTURA DE LOS SISTEMAS DISTRIBUTIVOS 91
90
definición de clases, no lo es tanto que encajen dentro de nuestra estructura. descuidada, de la teoría e investigación de la estratificación consiste en escla-
Algunos de estos grupos de status parecen ser esencialmente clases de prestigio, recer estas características variables e identificar las fuerzas que las determinan.
como por ejemplo las Primeras Familias de Virginia. Otros, empero, son
también clases de poder. En el último caso, el denominador común que los
une y los separa de las otras clases es su carácter endógamo, hereditario y Sistemas de clase
comunal. Mientras que todas las clases presentan en cierta medida estas carac-
terísticas, los grupos de status las manifiestan de modo muy acentuado.° En De los tres niveles de organización que aparecen dentro de la estructura
este sentido utilizaré aquí el término, aplicándolo en especial a grupos raciales, de los sistemas distributivos, el de los sistemas de clases es el que se pasa por
étnicos y religiosos. alto con más frecuencia. No es difícil hallar la razón de que así sea. Si se
El cuarto y último que requiere comentario es el término un tanto adopta una opinión unidimensional acerca de la estratificación social, como se
élites no pueden ha hecho habitualmente, sólo existe un sistema de clases en cualquier sociedad
elusivo de élite. En contraposición con los otros tres, las determinada y de ahí que "sistema de clases" y "sistema distributivo" sean
considerarse como una índole especial de clase. A veces hasta son algo menos
y otras algo más que una clase. En el primer caso, se puede hacer referencia
sn
i e
sinónimos.
m
al segmento más poderoso (o más privilegiado o prestigioso) de una clase embargo, una vez reconocido el carácter multidimensional de los
como a la élite de esa clase. En el último, es posible referirse a dos o más sistemas distributivos, ello ya no es posible. Una vez que reconocemos que
clases que constituyen la élite política de una sociedad. Como otra alternativa, el poder reposa sobre varios cimientos y que éstos no siempre pueden reducirse
podría hablarse de una clase única que constituye la élite política de una a un único denominador común estamos obligados a pensar en términos de
sociedad. En síntesis, el término ha llegado a significar meramente el seg- una serie de jerarquías de clases o sistemas de clases, los cuales constituyen un
mento de más alta jerarquía de cualquier unidad social, ya se trate de una nivel de organización intermedia entre una clase única y el sistema distributivo
clase o de la sociedad total, clasificado por cualquier criterio que se adopte.? total.
En esta obra, el criterio será el de poder, si no se indica lo contrario. Para los propósitos de la definición formal, podría decirse que un sistema
Los límites de las élites, como los de las clases, son habitualmente impre- de clases es una jerarquía de clases clasificadas de acuerdo con algún criterio
cisos, y por la misma razón. En ambos casos nos enfrentamos con datos que único. Como lo indicamos antes, cada sistema de clases de una sociedad con-
se hallan distribuidos en lo que es, en esencia, una serie continua, que carece tiene en su seno a todos los miembros de ésta. Así, todos los integrantes de la
en gran medida de brechas o rupturas significativas. En tales circunstancias, sociedad norteamericana participan simultáneamente de alguna clase dentro de
los analistas sociales no pueden sino introducir límites arbitrarios de su los sistemas de trabajo, propiedad, racial-étnico, educacional, de edad y de sexo.
propia creación, así como lo hacen los economistas cuando afrontan las distri- El Cuadro 1 puede ayudar a esclarecer la naturaleza de los sistemas
buciones de ingresos. de clases, pues muestra gráficamente su relación con los otros tres niveles de
Por todo lo dicho, parece claro que el concepto único de "clase" puede organización: el individuo, la clase y el sistema distributivo como un todo.
emplearse para cubrir todos los aspectos colectivos de los sistemas de estra- El cuadro describe la distribución del poder en una sociedad latinoamericana
tificación. Sin embargo, esto no quiere decir que todos los tipos de clases se imaginaria. En ella hay cuatro importantes fuentes de poder: 1) actividad
asemejen en todos los aspectos. Algunas se basan sobre el poder, otras sobre política; 2) riqueza; 3) trabajo, y 4) etnicidad. No todas tienen la misma
el privilegio y otras sobre el prestigio. Algunas de las basadas sobre el poder importancia, como indican las distintas calificaciones que van desde 2 hasta
10 y
se fundan sobre el de la posición, otras sobre el de la propiedad. Algunas se sistem aque figuran en los encabezamientos de las columnas. Dentro de cada
basan sobre una índole de posición, otras sobre otra. Algunas constituyen clase s hay una serie de clases cuyo número varía de tres (en el sistema de
grupos comunales que tienen conciencia de sí mismos, otras son meras cate- étnico) a siete (en el sistema de clases de trabajo). Los límites entre
gorías sociales. Algunas son casi enteramente hereditarias y otras no. Algunas las clases varían en lo que respecta al tono, y algunas de ellas quedan clara-
son entidades legales, pero la mayoría no lo son. Estas son todas las propie- mente definidas (las que se señalan con una línea continua), mientras que otras
é iptcerueisoesno
criíer tan peocco)más que puntos arbitrarios de lo que es, en esencia, un
dades variables de las clases, y una de las tareas importantes, pero a menudo continuo (las que se indican con una línea punteada). Las letras encerradas en
Las castas, por lo tanto, pueden considerarse el tipo extremo de clases o gruly'ss representan a dos individuos. El primero es un terrate-
de status, puesto que en ellas aparecen en su expresión máxima las característica niente acaudalado de ascendencia española, que es también miembro de una
hereditarias, endógamas y comunales. política; el otro es un mestizo de clase media con un pequeño negocio,
The Mind and Society ,
7 Para una visión similar del tema, véase Vilfredo Pareto,
traducido por A. Bongiorno y Arthur Livingston y editado por Livingston (Nueva York, Políticamente inactivo pero que tiende a apoyar al régimen existente. Allí
Harcourt, Brace & World, 1935), vol. liI, parágrafo 2027 y sigs. donde prevalece el gobierno de la fuerza, como en esta sociedad de ficción, los
LA ESTRUCTURA DE LOS SISTEMAS DISTRIBUTIVOS 93
92 PODER Y PRIVILEGIO
status de los individuos de los distintos sistemas de clases tienden a ser muy parte s
grandes esfuerzos por aumentar la importancia del sistema de clases
consecuentes; a medida que se desarrolla el constitucionalismo, los status cional, a menudo en conjunción con otros encaminados a reducir la
educacional,
incongruentes se vuelven más comunes por las razones señaladas en el capítulo sistemas racial-étnico y sexual. En las naciones totalitarias se hicieron
frecuentes tentativas por lograr que el sistema de clases político adquiriera
anterior. mayor poder a expensas de otros tipos de sistemas de clase, en especial el de
Representación gráfica de la estructura de las dimensiones de propiedad. En tales condiciones, la relación de los individuos con el Partido
CUADRO 1. — tiende a convertirse en la clav e del poder y el privilegio, mientras que otros
poder que aparecen en el sistema distributivo de una sociedad ficticia.
recursos resultan secundarios. En algunos casos se verifican cambios en lo
que respecta a la importancia relativa de los sistemas de clases sin esfuerzos
deliberados, y ellos simplemente reflejan la influencia de las condiciones cam-
El sistema distributivo
biantes, sociales o tecnológicas. La comprensión de semejantes desplazamientos
también es importante para llegar a entender en forma adecuada el proceso
El sistema de distributivo como un todo.
El sistema de El sistema de
El sistema de
clases de clases de trabajo clases étnico Los sistemas de clases son diferente s entre sí de varias maneras que deben
clases político
propiedad analizarse. Como indica el Cuadro 1, difieren tanto en importancia como en
(W=3) (W =2) complejidad. Algunos ejercen mayor influencia que otros sobre las oportuni-
= 10) 057
dades de que los hombres alcancen sus metas personales. De modo semejante,
La élite Los acaudalados X
Grandes terrate• O algunos implican estructuras más complejas que otros; compárense, por ejem-
nientes
Españoles
plo, los sistemas de trabajo y étnico que aparecen en el Cuadro 1.
La burocracia
Otras dos características variables de los sistemas de clases son su
amplitud y forma. 8 La amplitud se refiere al grado de variación que se halla
Las clases o
dentro de un sistema de clases. La forma de un sistema alude a la pauta de
medias
distribución de los distintos casos. Cuando esto se representa gráficamente
u
o
F
E eN,
Mestizos puede dar por resultado una estructura piramidal en la que la mayor parte de
los individuos se concentra en los niveles inferiores, o bien una variante más o
menos oblicua de una curva normal en la que esta mayoría aparece en los
niveles medios, o también otras pautas. Como señaló Sorokin, los hombres
o
La clase c pueden modificar la forma de algunos sistemas de clases con más facilidad
apolítica
Los pobres
Campesinos e que la de otros. Sugiere, por ejemplo, que es posible dominar mejor la forma
41- de sistemas de clases políticos que la de los de propiedad.°
En quinto término, los sistemas de clases varían respecto del grado de
Indios
movilidad que es posible dentro de ellos. En algunos, como en el caso de los
diM sistemas En o y racial, las posiciones de los individuos se hallan virtualmente
sexual
••• ••• . .... Mendigos, prostitu-
fijadas. ot ros, el movimiento puede efectuarse en grados muy variados?
tas, desocupados,
etcétera 8 Estos términos son de Bernard Barber, Social Stratification, A Comparative
Los empobrecidos
Enemigos del ré- 18Analysis of Structure and Process (Nueva York, Harcourt, Brace & World, 1957), págs-
:a-9rp3 e. r e
Rmopw1719d4e7)es rstoartttérminos
gimen ée I. es virtualmente idéntico al que antes hiciera Sorokin
de los términos altura y perfil. Véase Pitirim Sorokin, Social Mobility (Nueva York,
En sexto lugar, los sistemas de clases difieren en lo que respecta al triales avanzadas y el derecho de libertad se ha extendido hasta incluir a casi
grado de hostilidad entre las clases. En algunos casos prevalecieron las gue- todos los adultos. Como resultado de ello, la ciudadanía tiende a ser un
rras de clases del tipo considerado por Marx, al menos durante cierto tiempo. recurso que todos comparten por igual.
En el otro extremo, con frecuencia hubo una virtual ausencia de hostilidad. Puesto que la ciudadanía es compartida por todos, podemos suponer que
Hay buenas razones para suponer que la hostilidad de clases se relaciona de ya no tiene interés especial para el estudioso de la estratificación. Sin em-
modo inverso con las oportunidades de movilidad, si bien las pruebas dispo- bargo, no es así. La ciudadanía continúa figurando en lugar destacado en el
nibles sugieren que tal relación dista de ser perfecta. proceso distributivo. Quienes carecen de recursos de otra índole, junto con
Por último, los sistemas de clases difieren por el grado de instituciona- aquellos que, por razones ideológicas, creen en la igualdad social, se han unido
lización. En algunos, los derechos y obligaciones de las distintas clases están para luchar por la exaltación del valor de la ciudadanía a expensas de aquellos
bien asentados sobre la costumbre y defendidos por una ideología univer- recursos que generan la desigualdad. Esta lucha aparece evidente en las últi-
salmente aceptada, que sirve para legitimar las desigualdades. En casos mas controversias en que se enfrentan los derechos de propiedad con los
extremos, la costumbre adquiere fuerza de ley. Otros sistemas de clases, en derechos humanos. Quienes abogan por la supremacía de los derechos huma-
cambio, se basaron casi por completo sobre la capacidad de la clase favore- nos sobre los de propiedad lo hacen también, típicamente, por la ampliación
cida para dominar a las otras por la fuerza. de los derechos de ciudadanía en detrimento de los derechos tradicionales de
Una de las tareas importantes que afrontarán los estudiosos de la estra- propiedad. Sus contendientes adoptan la posición contraria. De este modo la
tificación en las próximas décadas será establecer cuáles son los factores lucha se libra no sólo entre clases sino también entre sistemas y, así, entre
determinantes de variación en cada una de estas dimensiones. Tales tareas distintos principios de estratificación.
están hoy sólo en sus comienzos, sobre todo porque la atención se ha dirigido Los estudiosos de orientación histórica de la estratificación reconocerán
en otras direcciones. que la era moderna no es completamente única en esto, puesto que en socie-
dades preindustriales las clases menos poderosas a menudo lucharon del mis-
mo modo contra las que tenían más poder, y no sin cierto éxito. Por lo
Ciudadanía: un recurso potencialmente único menos, con frecuencia lograron instaurar algunos derechos legales uniformes,
entre ellos el derecho a un juicio público basado sobre un cuerpo legal esta-
Antes de volver nuestra atención desde las unidades estructurales que blecido. A veces hasta pudieron establecer el derecho de todos los hombres
constituyen los sistemas distributivos hacia estos mismos, es necesario con- a la protección contra las extorsiones y los impuestos irregulares, así como
siderar brevemente la pertinencia de la ciudadanía para nuestro análisis. contra otros abusos. Por cierto, los individuos que ocupaban posiciones de
Como T. H. Marshall, el sociólogo británico, aclaró hace más de una década, privilegio habitualmente combatieron para impedir que semejantes derechos
puede considerarse que la ciudadanía es un recurso muy semejante a otros se instauraran, y para socavarlos en el caso de que ello ocurriera. Por lo
tipos de posición y propiedad, puesto que también ella garantiza ciertos dere- general sus esfuerzos alcanzaron éxito. Sin embargo, sólo en las sociedades
chos de los individuos y, por lo tanto, es una base de poder» No obstante, industriales más avanzadas de la era moderna, la ciudadanía es al mismo
tiemp o un recurso de importancia fundamental
en contraposición con otros recursos, no siempre divide a la población entre y compartido por todos.
los que "tienen" y los que "no tienen", por lo menos en las naciones indus- En muchos sentidos este esfuerzo de siglos por enaltecer el valor de la
triales más avanzadas del mundo moderno. ciudadanía común puede considerarse un intento por establecer el ascen-
En un período anterior, los derechos de la ciudadanía estaban reservados diente de la necesidad sobre el poder como el principio dominante de la dis-
al menor número, y este recurso, como otros, dividió a los hombres en clases: tribución. Como observamos en el capítulo anterior, en aquellas sociedades
algunas veces en ciudadanos y no ciudadanos, otras en ciudadanos de primera más primitivas desde el punto de vista tecnológico es la necesidad, más que
y segunda clase. Esta pauta tradicional puede verse en la primitiva historia de el poder, el principal determinante de "quién obtiene qué". Con el progreso
los Estados Unidos, cuando la población se componía de ciudadanos con dere- tecnológico y la capacidad cada vez mayor para producir un excedente el
chos, ciudadanos sin derechos y esclavos. Cada cual se hallaba en una rela- poder llegó a ser el determinante principal. En la actualidad se realiza un
ción diferente con el Estado; los ciudadanos libres gozaban de la posición esfuerzo organizado para restaurar la importancia de la necesidad. Irónica-
más favorable, mientras que los esclavos estaban en la situación más des- mente, sin embargo, resulta que esta inversión sólo puede llevarse a cabo
ventaj osa. si los abogados de la necesidad logran movilizar más poder que los abogados
En la actualidad la esclavitud ha desaparecido en las sociedades indus- del poder.12 Esto se debe a que las sociedades industriales avanzadas, en con-
12
(Londres, Cambridge University Hay implícita aquí una paradoja que debe apuntarse. En las modernas demo-
11 T. H. Marshall, Citizenship and Social Class cracias industriales una clase de individuos menos poderosos puede llegar a ser coiec-
Press, 1950 ) .
96 PODER Y PRIVILEGIO LA ESTRUCTURA DE LOS SISTEMAS DISTRIBUTIVOS 97
traposición con las primitivas sociedades de caza y recolección, tienen un Además, existe suficiente congruencia entre la mayoría de los principales
excedente y por lo tanto su pauta distributiva no está dictada por la necesidad sistemas de clases que aparecen en casi todas las sociedades (por ejemplo, una
económica. Así, por fuerza, debemos llegar a la conclusión de que si alguna acentuada incongruencia de status no es nada. común), de manera que el
vez la necesidad vuelve a ocupar la posición dominante ya no descansará empleo de medidas sumarias puede ser significativo, en especial si se añaden
sobre las mismas bases sobre las cuales reposaba en sociedades tecnológica- calificaciones que toman en cuenta aquellos sistemas de clases que no están
mente primitivas. íntimamente vinculados con el resto.
Sobre la base de los postulados enunciados en los dos últimos capítulos,
podría predecirse que el grado de desigualdad que aparece en los sistemas
Sistemas distributivos distributivos variará en proporción directa con el volumen del excedente de
una sociedad. Sin embargo, puede presentarse alguna modificaCión de esa
Después de concluir nuestro examen de los distintos tipos de unidades que pauta general cuando las condiciones permiten que personas que individual.
constituyen la estructura de los sistemas distributivos, estamos ahora en con- mente carecen de poder se unan y organicen para crear un contraequilibrio
diciones de considerar estos sistemas como totalidades. Debe recordarse que colectivo frente a aquellos que poseen mayor poder individual. Tales desarro-
concentramos nuestra atención en las dimensiones del poder y que ignoramos llos parecen más probables en naciones democráticas con una ideología iguali-
en gran medida el privilegio y el prestigio. No obstante, si nuestro análisis taria o socialista.
anterior era correcto, esto no debe originar serias dificultades o errores, puesto
Una segunda propiedad importante de los sistemas distributivos es su
que las pautas distributivas de las otras dos recompensas básicas son sobre tasa de movilidad vertical. También aquí surgen los mismos problemas meto-
todo extensiones de las pautas de poder. dológicos pero, a pesar de todo, parece posible hacer comparaciones aproxi-
Vistos en su totalidad, los sistemas distributivos se asemejan a. un sistema
madas aunque significativas, en particular si se determinan calificaciones apro-
de ruedas colocado dentro de otras ruedas. La complejidad de estos sistemas piadas por las variaciones importantes entre los sistemas de clases y entre
varía de modo considerable y parece ser, por sobre todo, una función del la movilidad intergeneracional e intrageneracional. 13 Lamentablemente, nues-
nivel tecnológico alcanzado por las sociedades. tra teoría no nos proporciona fundamento para predecir que ocurrirían
Como podía esperarse, los sistemas distributivos, como otras unidades de
variaciones sistemáticas en las tasas de movilidad vertical. Sobre una base
organización social, tienen propiedades que pueden servir como bases de ad hoc, empero, se podría predecir que éstas tenderán a variar en proporción
comparación. Lamentablemente, sin embargo, por lo general resulta imposible directa con la tasa de cambio técnicológico y social. Semejante cambio debe
medir de manera precisa estas propiedades. Además, la naturaleza de la mayo- determinar modificaciones en las bases del poder y, en un período de flujo,
ría de los sistemas distributivos excluye la utilización de medidas simples, los medios tradicionales de transmitir y conservar el poder demostrarán ser
unidimensionales, con lo que se crean nuevas dificultades. menos eficaces que en épocas de relativa estabilidad.
En parte, algunas de estas dificultades aparecen más evidentes que en los El grado de hostilidad de clases es una tercera variable característica de
esfuerzos por comparar los sistemas distributivos sobre la base de su grado
de desigualdad. Para comenzar, carecemos sobre el particular de datos pre- los sistemas distributivos. Los mismos problemas metodológicos y las mismas
cisos, cuantitativos, para la mayor parte de las sociedades. Además, todas las posibilidades que se aplican a las dos primeras variables también son perti-
diversas formas de poder no pueden reducirse a un único denominador común, nentes aquí. Tampoco en este caso hay ninguna base para predecir variaciones
de modo que ninguna medida única puede expresar plenamente la extensión sistemáticas, pero una vez más surge naturalmente una hipótesis ad hoc. Si,
de la desigualdad que prevalece en la mayor parte de las sociedades. como se sugirió antes, la falta de oportunidades de movilidad ascendente es
una de las fuentes de la hostilidad de clases, sería posible anticipar que el
A pesar de todo, es posible realizar comparaciones significativas. Afor-
grado de hostilidad de clases tenderá a variar en proporción inversa con la tasa
tunadamente, en muchos casos las diferencias en cuanto a desigualdad entre de movilidad ascendente. Puesto que esta tasa parece ser el único de los
los sistemas distributivos son tan grandes que pueden hacerse apropiadas com-
diversos factores que contribuyen a crear la hostilidad de clases, no debemos
paraciones aproximadas (compárese, por ejemplo, el grado de desigualdad en esperar una relación fuerte.
las sociedades de caza y recolección de que se informa en el capítulo 5 con
el existente en las sociedades agrarias, que se trata en los capítulos 8 y 9). Hay otras propiedades de los sistemas distributivos que también pueden
utilizarse como base de comparación, como por ejemplo el grado de su com-
más poderosa que una integrada por otros más poderosos. Esto se debe a plejidad, institucionalización, y así sucesivamente. No obstante, las tres que
tivamente
que existe una diferencia entre el poder del individuo y el de su clase. Una clase de
individuos poderosos no tiene necesariamente más poder que otra formada por individuos linVtoéa.se la nota 10 de este capítulo para una breve discusión acerca de la facti-
movimi
menos poderosos si estos últimos son mucho más numerosos y pueden organizarse efi- bilidad de lograr una medición única del volumen de movimiento y la distancia de
cazmente.
98 PODER Y PRIVILEGIO LA ESTRUCTURA DE LOS SISTEMAS DISTRIBUTIVOS
99
enunciamos antes parecen ser las más importantes, y de ellas trataremos, sobre que ni el sistema racial ni el del status de trabajo aparecen por sí mismos
todo, en los capítulos siguientes. como únicamente pertinentes. El primero, llevado por el propio interés, se
esforzará por establecer la relación sobre la base del trabajo (o quizá la edu-
cación o la riqueza), mientras que el segundo, motivado de manera similar,
Reacciones frente a la incongruencia de status se esforzará por establecer la relación sobre la base de la raza. Corno cada
cual considera que su propio punto de vista es justo y apropiado, y como
Antes de terminar este capítulo debemos volvernos una vez más, breve- probablemente ninguno de ellos enfoque el problema de un modo desapasio-
mente, hacia un problema de dinámica que ha surgido al examinar cuestiones nado, analítico, uno de los dos o ambos quizá se sentirán frustrados, y hasta
estructurales. Cuando se adopta una visión multidimensional de los sistemas encolerizados, por la experiencia.
distributivos, pronto se enfrenta otro interesante problema: las reacciones de La práctica de one-upmanship, como se denominó a veces esta pauta de
los hombres ante la distribución desigual del poder y el privilegio (véase acción, es tan común en la vida cotidiana que la mayoría de quienes se entre-
capítulo 3, pág. 76, para la discusión anterior). Es el problema de las reac- gan a ella apenas si repara en que lo hace. Sin embargo, el efecto obvio de
ciones de los hombres ante el fenómeno de la incongruencia de status. esto es crear una tensión considerable en muchas personas cuyo status es
El reconocimiento de este problema es sobre todo un desarrollo moderno, incongruente. Como resultado, es probable que tales personas encuentren la
puesto que las visiones unidimensionales de la estratificación ejercieron pro- interacción social fuera de los límites del grupo primario (donde otros tien-
funda influencia sobre las mentes de los hombres hasta hace muy poco tiempo, den a ser fieles a sí mismos) algo menos compensadora que para cualquier
de modo que la existencia del problema pasó casi inadvertida. Aun los pocos persona común.
que lo notaron, como Cooley y Sorokin, le concedieron escasa atención. Esto es importante para una teoría general de la estratificación si tales
Sin embargo, más recientemente se desarrolló un cuerpo de teoría e experiencias llevan a los individuos a reaccionar contra el orden social exis-
investigación que sugiere que las pronunciadas incongruencias de status de tente y el sistema político en que aquél se sustenta. Hasta ahora contamos
cierta índole tienden a constituir una fuente de tensión y provocan reacciones con pocas pruebas de que se lleve a cabo este tipo de reacción, y de que perso-
distintivas que no son previsibles simplemente por un conocimiento de la nas de status incongruente se vean inducidas a apoyar movimientos liberales
posición que el individuo ocupa en cada uno de los respectivos sistemas de y radicales destinados a alterar el statu quo político con más probabilidad
status." Esta teoría se basa sobre el postulado de que los individuos se esfuer- que aquellas de status congruente. El ejemplo clásico de esto fue el fuerte
zan por llevar al máximo sus satisfacciones, incluso, si es necesario, a expensas apoyo que los comerciantes y profesionales judíos acaudalados dieron a tales
de otros. Esto significa que un individuo con categorías o status incongruentes movimientos en todas partes del mundo. Casos similares pueden hallarse entre
tiene tendencia natural a pensar de sí mismo en términos de aquel status o los miembros acaudalados de otras minorías étnicas, raciales y religiosas. En
categoría más altos, y a esperar que los demás procedan de la misma manera, realidad, los sociólogos políticos mostraron que tales individuos están mucho
mientras que otros que entran en contacto con él tienen un interés creado en menos dispuestos a apoyar e los partidos conservadores establecidos que a las
proceder precisamente del modo contrario, es decir, en tratarlo en términos de personas de la misma clase que son miembros del grupo mayoritario. Así, los
su status o categoría más bajos. estudios de los votos muestran que, ya que la posición de clase es una cons-
Vemos cómo opera esto, y las consecuencias que tiene, imaginando la tante, los católicos apoyarán más probablemente que los protestantes a los
interacción de un médico negro y un trabajador blanco en una situación en partidos liberales o socialistas en los países protestantes, mientras que es más
probable que los protestantes apoyen a tales partidos en las naciones católicas."
Lamentablemente, no existe aún un buen sumario de la literatura pertinente
sobre14este tema, ni ningún tratamiento definitivo de él. Entre otros, los siguientes Esta reacción de incongruencia no es tan importante desde el punto de
autores concedieron especial atención a la hipótesis de la tensión: George Homans, "Status vista cuantitativo como parece serlo desde el cualitativo. La gran mayoría
5-10; Gerhard Lenski,
among Clerical Workers", Human Organization, 12 (1953), págs. de quienes apoyan los movimientos liberales y radicales serán siempre perso-
"Status Crystallization: A Non-vertical Dimension of Social Status", American Sociolo- nas de status congruentemente bajo, pero como tales movimientos requieren
19 y 21 (1954 y 1956), págs. 405-413 y 458-464; Irving Goffman, "Status también dirigente s
gical Review, y recursos, estas personas tal vez no posean el entrena-
Consistency and Preferente for Change in Power Distribution", ibíd., 22 (1957), págs. mient o
275-281; A. Zaleznik y col., The Motivation, Productivity and Satisfaction of WorkerscY tampoc o o el talento necesarios para encabezar con éxito tales movimientos, ni
(Cambridge, Mass., Harvard University Press, 1958) ; Elton Jackson, "Status ConsistenL dinero para financiarlos. En contraste, los individuos de status in-
27 (1962), págs. 469-480. os congruent e
and Symptoms of Stress", American Sociological Review, a menudo se hallan en condiciones de proporcionar uno o ambos
problemas metodológicos causaron dificultades a este respecto, pero dos monografías
recientes señalan el camino para su solución. Se trata de la de Lenski, "Comment s, de estos elementos necesarios, con lo cual aumentan mucho la probabilidad de
Public Opinion Quarterly,
28 (1964), págs. 326-330, y de la de Elton Jackson y Peter
American ejemplo, S. M. Lipset, Political Man (Garden City, Nueva York,
Burke, "Status and Symptoms of Stress: Additive and Interaction Effects", p oubledaVy
é, 1959), págs.
págs. 247-248.
Sociological Review, 30 (1965), págs. 556-564.
LA ESTRUCTURA DE LOS SISTEMAS DISTRIBUTIVOS 101
100 PODER Y PRIVILEGIO
que tales movimientos triunfen. Como resultado de esto, su importancia muy CUADRO 2. —Diagrama sintético de la teoría general de la estratificación
bien puede no guardar proporción con su número.
En relación con lo antedicho, resulta interesante observar que, a pesar Las constantes I— Influencia primaria
arios,
del interés que despertaban en ellos todos los movimientos revoluclaiondirec- II— Influencia secundaria
III— Influencia menor
Marx y Engels nunca explicaron en forma adecuada la fuente de a) Naturaleza social del hom-
II III — Influencia secundaria en las
bre
ción de éstos. Se limitaron a afirmar que ciertos miembros de la burguesía sociedades tecnológicamente
b) Naturaleza predominante. primitivas que se transforma
podían elevarse por sobre la perspectiva de su clase, y viendo el verdadero mente egoísta del hombre en una influencia menor en
inevitable curso de la historia decidirse a compartir su suerte con la del pro- c) Dotes desiguales del hom- las sociedades avanzadas
letariado. Ni Marx ni Engels explicaron nunca cómo podría ocurrir esto. La bre
teoría que aquí presentamos ofrece una explicación posible de este aspecto, de d) Confianza del hombre en
el hábito y la costumbre
otro modo desconcertante, de los movimientos revolucionarios. e) Escaseí de recompensas
f) Las sociedades humanas co-
mo sistemas muy imper-
fectos
Mirada retrospectiva y de anticipación
1
mico x, 'y y z
distributivos como una consecuencia de variaciones c secundarias en la tecno-
logía, o aquellas que se verifican entre sociedades del mismo tipo de or-
ganización. gía
Si bien esta teoría predice que las variaciones en materia de tecnoloate- específicamente identificados: 1) diferencias de ambiente; 2) variaciones de
constituyen los determinantes más importantes de las que se producen en m la tasa de participación militar, y 3) variaciones del grado de constituciona-
ria de distribución, ello no significa que sean los únicos. Otros tres quedan lismo. Además, puesto que ésta no es una teoría cerrada, se supone que
- también influyen otros factores. Se los indica mediante los símbolos x, y y z.
Debo agradecer a Donald Ploch, miembro reciente de mi seminario sobre estra Una de las principales preocupaciones del análisis que sigue será la identi-
16
tificación, por haberme sugerido que sintetizara la teoría en forma de diagrama.
102 PODER Y PRIVILEGIO LA ESTRUCTURA DE LOS SISTEMAS DISTRIBUTIVOS 103
ficación de estos factores y la determinación de la magnitud de su influencia. La diferencia entre el esquema de Goldschmidt y el que se utiliza en este
Algunos demostrarán ser importantes sólo en sociedades de un tipo único, y volumen puede verse comparando los Cuadros 3 y 4.
quizás exclusivamente con respecto a un aspecto único, de menor importancia, En primer término, las sociedades nómades y las asentadas, de
de los sistemas distributivos. Otros, sin embargo, tal vez prueben tener mayor caza y
recolección, de Goldschmidt se tratan como un tipo único porque las diferen-
importancia, y nos interesaremos en particular por éstos. cias entre ellas se deben más bien a factores ambientales que tecnológicos;
Si se considera la naturaleza de esta teoría, la organización de los mate- por ejemplo, cuando pueblos cazadores y recolectores no son nómades, ello
riales para el resto del libro aparece clara. Puesto que se predijo que la se debe a que su contorno es lo bastante fértil para sustentar a una población
variación tecnológica es el determinante fundamental de las variaciones que humana sedentaria. Segundo, el tipo horticultor se halla dividido en dos
se producen entre los sistemas distributivos, las sociedades deben clasificarse en categorías, una simple y otra avanzada. Esto no estaba planeado por adelan-
términos tecnológicos, y se utilizará este esquema de clasificación para orde- tado, pero una lectura atenta de la literatura etnográfica lo hizo inevitable.
nar la presentación de datos. Si la teoría es correcta, este método de presen- El propio Goldschmidt anticipó la necesidad de dar este paso cuando escribió:
tación revelará ser fructífero; si no lo es, se manifestará como una fuente de "Nuestra categoría horticultora es la más amplia, e internamente la más
considerable confusión. variada, del grupo, y un examen más atento determinará, en última instancia,
El sistema de clasificación de sociedades que se utiliza en los capítulos divisiones sensatas y útiles." 19 Tercero, fue preciso hacer ciertos agregados
siguientes refleja la influencia de infinidad de antropólogos y arqueólogos a la tipología de Goldschmidt. Las sociedades pescadoras quedan compren-
que abordaron este problema. Lewis Henry Morgan, el pionero antropólogo didas en su esquema bajo el título de "sociedades asentadas de caza y recolec-
norteamericano, distinguió entre tres tipos básicos de sociedad: salvaje, bár- ción", mientras que las marítimas se incluyen quizás en la denominación de
bara y civilizada» Las dos primeras se subdividieron después en los niveles "sociedades agricultoras centradas en un Estado". La necesidad de estas distin-
superior, medio e inferior, y el criterio para distinguir los distintos niveles
fue de naturaleza tecnológica. CUADRO 3. — Tipología de la sociedad de Goldschmidt
Si bien el esquema de Morgan ya no se utiliza, la mayoría de los últimos
esfuerzos realizados para desarrollar una tipología de la sociedad basada sobre
criterios tecnológicos refleja su influencia. Se la percibe, asimismo, en la
obra de estudiosos de criterios tan opuestos como el sociólogo británico
Hobhouse, el arqueólogo británico Childe, el antropólogo norteamericano
Goldschmidt y el sociólogo norteamericano Duncan." El sistema de clasifi-
I Sociedades industriales
Este autor identifica seis tipos básicos de sociedad, a los que considera Sociedades agricultoras
relacionados entre sí del modo descripto en el Cuadro 3. Cuanto más alta es centradas en un Estado
1
que los dos tipos de caza y recolección de Goldschmidt corresponden estre-
chamente a las sociedades salvajes de Morgan, sus tipos pastoriles y horticul- 1......P.••••••• , ■•••■•••■-am.imm.
tores a los bárbaros de Morgan, y las agricultoras centradas en un Estado e Sociedades asentadas de
caza y recolección
industriales a los civilizados de Morgan. •111■.......11■..
m•■■••■■■•••■••■•• ■••■
17 Lewis Henry Morgan, Ancient Society (Nueva York, Holt, 1877), págs. 9-10.
The Material Culture
18 Véase L. T. Hobhouse, G. C. Wheeler y M. Ginsberg,
and Social lnstitutions of the Simpler Peoples (Londres, Chapman & Hall, 1930) V. Sociedades nómades de ca•
Gordon Childe, Man Makes Himsel (Londres, Watts, 1939) ; Walter Goldschmidt,
Man's za y recolección
Way: A Preface to the Understanding of Human Society (Nueva York, Holt, 1959), es-
pecialmente el capítulo 6; y O. D. Duncan, "Social Organization and the Ecosystem" ea
Robert E. Faris, Handbook of Modem Sociology (Chicago, Rand McNally, 1964),
págs. 48-6L 10 Goldschmidt, op. cit., pág. 194.
LA ESTRUCTURA DE LOS SISTEMAS DISTRIBUTIVOS 105
104 PODER Y PRIVILEGIO
CUADRO 4. — Tipología de la sociedad para Poder y privilegio Esta tipología se presenta con el supuesto de que existe un continuo sub-
yacente, de acuerdo con el cual pueden clasificarse todas las sociedades. Este
■■••■•••■•••••••■••••••■•■•■••■••■••••••mwer continuo es una medida de la eficiencia tecnológica total de una sociedad, es
decir, el valor de su producto bruto en los mercados internacionales dividido
Sociedades por la energía humana gastada en su producción. Lamentablemente, este
industriales concepto no puede manejarse con facilidad y nos vemos obligados a confiar
4 en criterios más simples o más obvios para efectuar la clasificación. Esta es
la razón por la cual clasificamos las sociedades de acuerdo con sus técnicas
Sociedades
marítimas
básicas de subsistencia. Estos datos son muy accesibles y parecen estar alta-
Sociedades
mente correlacionados con la eficiencia tecnológica total.
agrarias
La principal desventaja de este método de clasificación consiste en que
introduce cierta zona de superposición entre tipos de sociedad adyacentes.
Por ejemplo, por propósitos funcionales diferenciamos las sociedades agra-
Sociedades rias de las horticultoras avanzadas, a causa de que estas últimas carecen
horticultoras de arado. A veces, no obstante, las sociedades horticultoras más avanzadas
avanzadas Sociedades realizaron otros progresos que dan por resultado una eficiencia total algo ma-
híbridas
yor que la que existe en algunas de las sociedades agrarias más primitivas.
Sociedades (Por eso se utilizan líneas dentadas en ciertos tipos de sociedad que aparecen
pastoriles en el Cuadro 4.) Por fortuna, la extensión de esta superposición no es
Sociedades Sociedades considerable.
horticultoras pesqueras
simples
En último término, debe observarse que este estudio trata sólo cinco
de los ocho tipos básicos identificados en el Cuadro 4, y de ninguno de los
tipos híbridos. La selección de estos cinco tipos se determinó por su impor-
tancia decisiva en la historia humana, así como por el hecho de que, colec-
tivamente, cubren toda la posibilidad de variación en cuanto a eficiencia
Sociedades de ca- tecnológica. Las limitaciones de tiempo y espacio no permitieron extender el
za y recolección análisis a los otros tipos, pero tengo la esperanza de que ello pueda hacerse
11■■ ••••••••••■•■■■■ es un futuro no muy distante.