H ~‘~useoCanario

ENERO-DICIEMBRE

1965

AÑO XXVI LAS PALMAS DE GRAN CANARIA NÚMS. 93-96

EL MUSEO CANARIO
Revista publicada por la Sociedad del mismo nombre en Las Palmas de 6. Canaria
FUNDADA EN 1879
INCORPORADA AL CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS

AÑO XXVI ENERO-DICIEMBRE 1965 Núms. 9396

SUMARIO

ARTÍCULOS: PÁGINAS

MIGUEL FUSTÉ, JosÉ PLANAS y JUAN MANUEL DÍAZ: Avance de

un estudio sobre la distribución de los tipos de haptoglobinas
en la población de las Islas Canarias 1-6

GÜNTHER KUNKEL: Enumeración de los helechos (Pteridofitos)

de Lanzarote y notas sobre su distribución geográfica 7-17

LOTHAR SIEMENS HERNÁNDEZ: La folía histórica y la folía po-

pular canaria 19-46

JUAN RODRÍGUEZ DORESTE: Las Revistas de Arte en Canarias 47-103

SIMÓN BENÍTEZ PADILLA: Origen más probable de las hachas

neolíticas de jadeíta que posee El Museo Canario 105-114

JUAN BOSCH MILLARES: Don Tomás Antonio de San Pedro Mena

Mesa y el Hospital de La Ampuyenta, en Fuerteventura ... 115-129

JOAQUÍN ARTILES: El Convento de Nuestra Señora de las Nieves

de Agüimes 131-138

DOCUMENTOS:

VÍCTOR MORALES LEZCANO: Memorial de los mercaderes ingleses

que comercian con las islas Canarias 141-146

LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO: El Archivo de Música de la Ca-

tedral de Las Palmas, II 147-203

MISCELÁNEA:

Homenaje a don Miguel de Unamuno en Fuerteventura 207-230

RESEÑAS:

José GALLEGO DÍAz: La aparición del libro, de Lucien Febvre

y Henri-Jean Martin. Traducción de Agustín Millares Carlo
(pp. 233-235).----RAM6N EZQUERRA Del Orinoco al Amazonas.
Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente, de
Alejandro de Humboldt (pp. 235-238).---RAMÓN EZQUERRA:
Oeuvres de Cristophe Colomb. Presentées. traduites de
l’espagnol et annotées par Alexandre Cioranescu (pp. 238-
240).—VICT0R MORALES LEZCANO: Séville et l’Atlantique,
de Pierre Chaunu (pp. 241-243).—JosÉ MIGUEL ALZOLA:
Tipografía Canaria, de Antonio Vizcaya Cárpenter (pp.
244-246).—Jos~ MIGUEL ALZOLA: Ataques ingleses contra
Fuerteventura. 1740, de Antonio de Bethencourt y Aurina
Rodríguez (pp. 246-247).—--GÜN’rHER KtJNKEL: “Planzensozio-
logische Studien auf Teneriffa und Gomera (Kanarische
Inseln)”, de E. Oberdorfer (p. 248) 23 3-248

BIBLIOGRAFÍA:

MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ: Registro Bibliográfico 251-386

Consejo de Redacción:
JUAN BOSCH MILLARES

SIMÓN BENÍTEZ PADILLA

JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

JOSE MIGUEL ALZOLA

Director:
AGUSTÍN MILLARES CARLO

Secretario:

MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

Redacción y Administración: El Museo Canario, Doctor Chil, 33.

Las Palmas de Gran Canaria
Toda la correspondencia al Secretario.
ARTICULOS
AVANCE DE UN ESTUDIO SOBRE LA DISTRIBUCIÓN
DE LOS TIPOS DE HAPTOGLOBINAS EN LA
POBLACIÓN DE LAS ISLAS CANARIAS

Por MIGUEL FUSTÉ, JosÉ PLANAS

y JUAN MANUEL DÍAZ

En trabajos anteriores patrocinados por El Museo Canario

relativos a la antropología de Gran Canaria, pudo comprobarse la
existencia de diferencias biogeográficas en distintas regiones de
la Isla (Fusté, 1959, a y b; 1962). Dichas diferencias se refieren
a caracteres polímeros como son la estatura, el índice cefálico y el
color de los ojos, por lo que se creyó conveniente ampliar estos
estudios atendiendo a caracteres de condicionalismo monómero y
de manifestación fenogenética a nivel más inmediato a la información
génica. Es por ello que se ha iniciado un nuevo estudio sobre la bio-
logía de la población canaria atendiendo en esta ocasión a caracteres
hemáticos como son los grupos sanguíneos y tipos de haptoglobinas.
El presente trabajo constituye un avance a dicho estudio más
general, enfocándose un punto concreto del mismo, como es la dis-
tribución general de los tipos de haptoglobinas. Se pretende con ello
aportar nuevos datos relativos a la composición racial de la población
canaria y a sus posibles relaciones con otras poblaciones europeas
y africanas, al mismo tiempo que se complementa con los datos
aquí aportados un trabajo más amplio sobre la distribución de las
haptoglobinas en la población española (Planas 1963; Planas y col.
2 M. FUSTÉ, J. PLANAS Y J. M. DÍAZ

1965, a y b). Un avance de dicho estudio global fue presentado

al XXVII Congreso luso-español para el Progreso de las Ciencias
celebrado en Bilbao (1964). (Planas y Fusté, 1964).
Las muestras analizadas ascienden hasta el momento a 338
individuos y han sido recolectadas por uno de nosotros (J.M. Díaz);
los sueros, con adición de una mezcla de penicilina-estreptomicina,
han sido remitidos por avión al Laboratorio de Biología de la Uni-
versidad de Valladolid (*), donde se ha llevado a cabo la determi-
nación de los tipos genéticos de haptoglobinas mediante electroforesis
en gel de almidón según la técnica descrita por Prokop y
Bunschuh (1963).
Los resultados obtenidos para la población canaria son
los siguientes:

Muestras Fenotipos Frecuencia de Hp’

1-1 2-1 2-2 0-0

60 166 112 5 0,423

(17,75) (49,11) (33,14) (1,45)

Las frecuencias relativas de los fenotipos principales (1-1, 2-1 y

2-2) han sido calculadas sin tener en cuenta los 5 individuos anhap-
toglobinémicos. La distribución obtenida concuerda con la distri-
bución teórica establecida por la Ley de Hardy-Weinberg:

Frecuencias observadas Frecuencias calculadas

60 60,46
166 164,97
112 112,52
338

Siendo x’ = 0,0124, a la que corresponde P = 0,95 — 0,80, para

un grado de libertad.

* La determinación de los tipos de haptoglobinas se ha realizado con ma-

terial y aparatos adquiridos con cargo al Fondo de la Investigación a la Uni-
versidad, y la elaboración estadística de los datos y su estudio comparativo
en el Centro de Genética Animal y Humana de Barcelona. (C. S. 1. C.).
 LA DISTRIBUCIÓN DE LOS TIPOS DE HAPTOGLOBINAS 3

La anterior distribución no muestra diferencias significativas

con la obtenida para la población española; cuyos datos son
los siguientes:

Muestras Fenotipos Frecuencia de Hp’

1-1 2-1 2-2

2.763 449 1.336 978 0,404

(16,25) (48,35) (35,40)

La comparación estadística entre ambas series da un resultado

de x’
= 0,904, siendo P = 0,7 0,5 para 2 grados de libertad.
—

70 HAPTOGLOBINAS

65
60
55

50
¿.5

‘.0
35

30
26

20
15

10

o
1-1 2-1 2~2 0-0 1-1 2-1 2-2 0-0 TIPOS

ETJ Európidos Négr~do~ °—~ Gran Canana

Distribución de los tipos de haptoglobinas en la población canaria com-

parada a la general de los európidos (izquierda) y a la de los nógridos (dere-
cha). Obsérvese la plena coincidencia con los primeros y la patente discrepan-
cia a los segundos.
 4
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(5 o o o o o o o o d o O o o O
1-O
 LA DISTRIBUCIÓN DE LOS TIPOS DE HAPTOGLOBINAS 5

En las Figs. 1 y 2, se sitúa la población canaria dentro del con-

juntode las poblaciones európidas y négridas. Tanto en lo que se
refiere a la distribución fenotípica como a la frecuencia génica, queda
bien patente su colocación dentro de las primeras. Tal conclusión
es de interés por cuanto confirma los resultados previamente obte-
nidos tanto en el estudio tipológico de la población canaria (Fusté,
1959, a y b), como en la distribución de determinados caracteres
dermopapilares de la palma de la mano (Fusté y Pons 1963; Pons y
Fusté 1963). Tanto estos caracteres como la distribución de los fe-
notipos de las haptoglobinas permiten establecer una clara distinción
entre blancos y negros. Por ello la distribución aquí obtenida cons-
tituye un nuevo dato a favor de la inexistencia de una importante
componente négrida en dicha población canaria (salvo, claro está,
en el caso de verdaderos negros que es fácil encontrar en los puertos
de Gran Canaria y Tenerife).
Objeto de un trabajo más amplio será el estudio de una serie
más numerosa que permita la fragmentación en series parciales
de frecuencia suficiente para averiguar la posible existencia de di-
ferencias regionales en la Isla, al mismo tiempo que se estudiarán
también desde este punto de vista los grupos sanguíneos con el fin
de aportar nuevos datos sobre las diferencias biogeográficas dadas
ya a conocer.

SUMMARY

In previous papers on the Physical Anthropology of the Island of Gran

Canaria sorne acute biogeographycal differences were pointed out, concer-
ning severa! polymeric characters (stature, cephalic-index, eye color and paim
prints). In the present paper we begin a survey on sorne blood rnonorneric
traits such as the haptoglobin types distribution.
The results obtained on this first study about the Hp’ gene frequency
and phenotypes distribution fa!! well on the range of caucasoids variation
and clearly differ frorn negroid populations. This conclusion being in
agreement with former ones relative to the inexistence of a negroid strain
in the popu!ation.
6 M. FUSTA, J. PLANAS Y J. M. DÍAZ

PUBLICACIONES CITADAS

FUSTÉ, M. (1959,a).—”Algunas observaciones acerca de la Antropología

de las poblaciones prehistórica y actual de Gran Canaria”. El Museo Canario,
n. 65-73, años 1958-59, pp. 1-27. Las Palmas de Gran Canaria.

FUSTÉ, M. (1959,b).—”Contribution a I’Anthropologie de la Grande Ca-

narie”. L’Anthropologie, 63: 295-3 18, París.

FUSTÉ, M. y PONS, J. (1963).—”Dermatoglyphics in the Canarian Popu-

lation; A Contribution to ist racial variability”. Proc. Ji mt. Con gr. Hum.
Gen. Roma 1961. 3: 1484-88.

PLANAS, J. (1963).—”Los tipos de haptoglobinas en una población cas-

tellana”. Genética Ibérica 15: 103-133, Madrid.

PLANAS, J. y FUSTÉ, M. (1964).—”Avance de un estudio de las hapto-

globinas en la población española”. Actas XXV1I Congr. luso-español para
el Progreso de las Ciencias. Bilbao, 1964 (en curso de publicación).

PLANAS, J.; S. DE CASTRO y J. M. ARRIBAS (1965).—”Haptoglobin Types

in the Population of Castilla”. Acta Gent., (Basel), 15: 140-145.

PLANAS, J.; FUSTÉ, M.; VIÑAs, J. y TRIZAR, J. L. (1965).—”Haptoglobin

Types in the Iberian Peninsula”. Acta Genética, (Basel), (in prints).

PONS, 1. y FUSTÉ, M. (1963).—”Aplicación del estudio de las líneas der-

mopapilares al análisis del complejo racial de Gran Canaria”. El Museo
Canario, n.°85-88, pp. 1-6. Las Palmas de Gran Canaria.

PROKOP, O. y BUNDSCHUH, G. (196 3).—Die Technik und die Bedeutung

der Haptoglobine und Gm-Gruppen in Klinik und Gerichtsmedizin.—Walter
de Gruyten, Berlin.
 ENUMERACIÓN DE LOS HELECHOS (PTERIDOFI-
TOS) DE LANZAROTE Y NOTAS SOBRE SU
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA

Por GÜNTHER KUNKEL

ZUSAMMEN~ASSUNG

In der nachstehenden Zusammenstellung wird über die Vorkommen der

Farne auf der Kanareninsel Lanzarote berichtet, mit Daten über die Sozio~
logie und Okologie der angetroffenen Arten. Neuerer Literatur zufolge sind
5 der verzeichneten 10 Farnarten als neu für dic Inselfiora zu vermelden.
Morphologisch besonders variable Formen sind bei Asplenium onopteris und
A. hemionitis besprochen~ Dic nachstehende Abhandlung ist als vorl~ufige
Mitteilung zu betrachten.

SUMMARY

The foliowing enurneration of ferns presents a list of species found on

the Canary Island of Lanzarote, and deals with sorne taxonomical problems.
Data are given on the sociology and ecology of the rnentioned ferns. Sum-
rnarizing the results, 5 of the enurnerated 10 species are recorded as new
for the flora of Lanzarote. Highly morphological variable forrns found in
Asplenium onopteris and A. hemionitis are discussed. As the presence of
further fern species is suspected, the present enurneration should be taken
as a preliminary note.
8 O. KUNKEL

LA NZÁR OTE
3:,

20km.

1 MONTAÑA BLANCA
2 MASDACHE
3 FLORIDA!EL GRIFO
4 VALLE TEMISA
5 MONTAÑA LOS HELECHOS
6 DIAMA
7 CALDERA QUEMADA

LISTA DE ESPECIES
Fam.: Aspleniaceae

1 ASPLENIUM ONOPTERIS L.

Syn.: A.acuturn Bory; A.adiantum-nigrum L. var. acutum;

A.adiantum-nigrum ssp. onopteris (L.)
“Doradilla negra”, “Culantrillo negro”.
Rocas de lava entre Masdache y la Montaña Blanca; solamente
una planta encontrada (una fronde colectada, KU 7167), creciendo
en una grieta profunda; frondes hasta 50 cm. de largo.
Planicie de lava entre Florida y El Grifo, al Oeste de San Bar-
tolomé; más de 25 plantas observadas, también solamente en grietas
profundas o por debajo de bloques de lava poco pendientes; ejem-
plares grandes, frondes 40 60 cm. de largo.
-

Nuevo para la flora lanzaroteña.

Esta especie — A.onopteris L. presenta un caso complicado
-—
 ENUMERACIÓN DE LOS HELECHOS DE LANZAROTE 9

a la taxonomía pteridológica: algunos autores como HYDE &

WADE (1962), PICHI-SERMOLLI (1960), LEMS (1960), MAIRE
(1952) y otros consideran nuestra forma como ssp. onopteris (L.)
del Asplenium adiantum-nigrum L., mientras que el asplenólogo
MEYER (1960, 1961) publica sobre híbridos entre A.onopteris x
adianturn-nigrum y A.onopteris x obovatum, considerando nuestro
onopteris como especie bien establecida, lo mismo que MANTON
(1962) en un estudio citológico del género Asplenium. Hasta la cita-
ción exacta de los varios autores parece difícil: tratando Asplenium
onopteris L. como sub-especies de Aspienium adiantum-nigrurn L.,
dice PICHI-SERMOLLI (1960: 661) ssp. onopteris (L.) Heufler, mien-
tras que LEMS (1960: 9) cita ssp. onopteris (L.) C. Christensen, y
en HYDE & WADE (1962: 58) SSp. onopteris (L.) Luerssen.
Sin embargo, tratando nuestra especie como Asplenium onop-
teris L., material colectado en la Montaña de Jandía (Fuerteventura;
KU 7085) parece ser el típico Asplenium adiantum-nigrum L., sig-
nificando que ambas especies pertenecerán a la flora canaria. Como
el caso no está bien aclarado todavía, ambas formas están en cultivo
en Tafira desde fines de 1964. Como forma de A.adiantum-nigrum
ya fue citada por BOLLE (1864: 270).
Nuestro material de Lanzarote es posible dividirlo en
var. onopteris (L.)
como forma típica (KU 7178), idéntico al material colectado en
Tenerife y La Palma, y
var. deitoideum (Maire) Kunkel, comb. nov.
(Aspi. adiantum-nigrurn L. ssp. onopteris Heufier var. acutum
(Bory) Heufler f. deitoideum Maire, Fi. Afr. du Nord 1952: 56),
del mismo lugar en Lanzarote (KU 7180); forma bastante rara. Crece
también en grietas profundas, lugares muy difíciles para colección.

2 ASPLENIUM HEMIONITIS L.

Syn.: A.pairnatum Lam. et auctt.

LINDINGER 1926:321; LEMS 1960:10.
“Doradilla”, “Pie de gallo”.
Rocas de lava entre Masdache y Montaña Blanca, 200 m; una
colonia solamente, con varias plantas, creciendo en una grieta poco
‘o G. ~CUNKEL

profunda (KU 7164). Parece muy rara en este lugar. Nueva localidad
en Lanzarote.
Valle de Temisa, al Sur de Haría, 300 400 m, en un valle más
-

arriba de Madre del Agua. Frecuentemente entre pastos y musgos

en la ladera inclinada hacia el Noroeste (KU 7173). En este lugar
como forma típica [véase figura a)], pero normalmente más pequeña,
acercándose a la forma presentada en la figura b) (KU 7164). Raras
veces como forma simplificada [fig. c)] muy parecida a un joven Phyl-
litis scolopendrium, especie mencionada por Tenerife pero encontrada
sólo una vez. Puede ser que fuese una forma juvenil de Asplenium
hemionitis L., como supuso también C. BOLLE (1864: 265).
BOLLE (:266) reconoce dos variedades:
var. lobatum— humile, fronde simpliciter triangulan vel lobis
lateralibus duobis obtusissimus parvum conspicuis
intructa, basi cordata vel truncata.
var. productum — elatum, strictum, lobis omnibus acutis, impari
minus, lateralibus summopere elongato-productis.
La var. productum de BOLLE es más común en las Islas Occi-
dentales mientras que la mayoría de las plantas de Fuerteventura
y Lanzarote pertenecen a la llamada var. lobatum.
Además, menciona BOLLE (:266) un lusus furcatus, con una bi-
furcación de la pina apical. Hemos colectado una planta (KU 7174)
que ya parece ser más que un “lusus furcatus”, según BOLLE, y que
se presenta aquí como
f. pinnatipartitum n.f. [fig. d)]
differs a forma typica lamina 5-lobata usque ad pinnatipart ita.
La planta encontrada contó con cinco frondes, todas ellas mos-
trando el mismo fenómeno. Las condiciones ecológicas —como pa-
recía— eran semejantes a las de las localidades de plantas forma
típica.

3 CETERACH AUREUM (Cay.) Buch

Syn.: Asplenium aureum Cay.; Ceterach canariense Willd.;

C.officinarum var. aureum auctt.
LEMS 1960:10; PITARD 1908:403.
“Doradilla de Canarias”.
Valle Temisa, 300 400 m,
- bastante común (KU 7177). Laderas
 ENUMERACIÓN DE LOS HELECHOS DE LANZAROTE 11

cubiertas de musgos y en grietas rocosas. Como forma nana en la-

deras abiertas.
PITARD menciona “Haría, 350 m” pero se refiere probablemente
a la localidad en el Valle de Temisa.

Fam.: Adiantaceae

4 ADIANTUM CAPILLUS-VENERIS L.

PITARD 1908:410; LINDINGER 1926:318; LEMS 1960:11.

“Culantrillo”.
Madre del Agua en el Valle Temisa, partes húmedas de un es-
tanque y en la entrada de una galería (KU 7172). La localidad Diama
(PITARD), entre Uga y Masdache, no ha podido ser observada.
Entre Masdache y la Montafía Blanca (Oeste de San Bartolomé),
en una grieta profunda del plano de lava. Citación nueva para la parte
Sur de la isla. Vimos sólo un ejemplar, imposible de colectar por
crecer en un lugar inaccesible. Frondes muy largas, probablemente
hasta 50 cm. de largo (KU 7165, fronde seco).
Las plantas del Valle de Ternisa pertenecen a la forma típica de
la especie, es decir var. capillus-veneris (L), mientras que el ejemplar
de Masdache, profundamente incisa, más bien a la var. trifidum
Willd., variedad discutida por BENL (1964:274) basándose en ma-
terial de Tenerife. No son mencionados por ENGLER (1910:824)
en su citación de plantas de Lanzarote.

5 ADIANTUM RENIFORME L.

“Yerba tostonera”, “Ombliguillo”.

Entre Florida y El Grifo (Oeste de San Bartolomé), en una grieta
de lava (KU 7184). Solo 4 plantas observadas, pero, posiblemente,
existen más.
Nuevo para la flora de Lanzarote.
Nuestras plantas, pequeñas, son menos “reniforme” y parecen
pertenecer a la var. pulsillum Bolle, mencionada por BENL (1964:272).
12 G. KUNKEL

Fam.: Gymnogrammaceae

6 ANOGRAMMA LEPTOPHYLLA (L.) Link

Syn.: Polypodiurn leptophyllum L.; Gymnogramine leptophylla

Desv.
Hemos encontrado esta especie con bastante frecuencia y nos
extraña que Anogramma no sea mencionada ni por LINDINGER ni
por LEMS. Puede ser que las colecciones anteriores fueron realizadas
durante el verano, es decir cuando estas anuales delicadas están secas.
Rocas de lava entre Masdache y la Montaña Blanca; más de 50
plantas fueron observadas (KU 7168). Entre Florida y El Grifo (lava).
Bastante común y en pequeñas colonias; algunos ejemplares suelen
alcanzar hasta 12 cm. de altura (KU 7182).
Valle Temisa, común, se encuentra también en lugares poco pro-
tegidos por la vegetación; hasta a más de 400 m. de altura sobre
el Roque la Pequeña (KU 7171).
Nuevo hallazgo para la isla.

Fam.: Sinopteridaceae

7 NOTHOLAENA VELLEA (Ait.) R.Br. cm. Desv.

Syn.: Acrostichum velleum Ait.; A.lanuginosum Desf.; Noto-
chlaena lanuginosa Desv.; Gymnogramme lanuginosa R.Br.;
Nothoclaena vellea Desv.
BOLLE 1863:319; PITARD 1908:404; LEMS 1960:12.
Es la especie más común de la isla; xerófito característico.
Roca de lava entre Masdache y Montaña Blanca, común en las
grietas de la lava (KU 7163). Lava entre Florida y El Grifo; común
en grietas superficiales y sobre la lava cubierta de líquenes y Aeo-
nium; siempre en lugares soleados (KU 7183).
Valle Temisa: sólo sobre laderas rocosas inclinadas hacia el
Nordeste, riscos y grietas (KU 7169); Roque la Pequeña, 400 m.;
Valle de Mala, 200 m.; Bco. de Guatisa (BOLLE); Haría (PITARD).
H. SCHENCK (1907: 297), bajo Notholaena vellea (Nothochlaena
lanuginosa Desv.) dice lo siguiente:
 ENUMERACIÓN DE LOS HELECHOS DE LANZAROTE 13

Es ist auch der einzige Farn, der auf den trockenen Inseln Fuerteventura
und Lanzarote zerstreut sich angesiedelt hat, wenn man absieht von dem
nur an Quellen vorkommenden Adianturn Capillus Veneris L. und ferner
von Polypodium vulgare L., Asplenium Adiantum nigrurn L. var argutum
Heufi. und Asplenium Hemionitis L., die nur auf den hdchsten Bergen dieser
lnseln genügende Feuchtigkeit vorfinden.
Estos datos se refieren a una publicación de C. BOLLE que es,
a lo menos en cuanto a localidades en Lanzarote, poco instructiva.

8 CHEILANTHES MADERENSIS Lowe

Syn.: C.pteridioides (Reichb.) C.Chr., auctt. can.

Sobre lava entre Masdache y Montaña Blanca; 2 colonias en
depresiones poco profundas, con Notholaena vellea y Aeonium (KU
7166). Entre Florida y El Grifo, en grietas de lava; raro.
Valle Temisa, solamente sobre laderas descubiertas, en general
con Notholaena, pero no tan común como aquella (KU 7170).
Nuevo para la isla.
Esta especie, que se encuentra en casi todas las islas del archi-
piélago, fue llamada Cheilanthes pteridioides (Reichb.) C. Christensen
f. maderensis (Lowe) Maire et Weiller en el estudio de la flora de
Africa del Norte de MAIRE (1952:71). LEMS (1960:11) anota lo
siguiente:

Specimen of C. pteridioidcs have been reported. They appear to pertain

to maderensis ... C. guanchica Bolle was made a synonym of the next sp.
by CHRISTENSEN (19O6)~ but is clearly a dwarf of C. inaderensis in the
subalpine zone of T(enerife).

Es necesario estudiar más material para aclarar este asunto

sistemático.

Fam.: Pteridaceae

9 PTERID1UM AQUILINUM (L.) Kuhn

Syn.: Pteris aquilina L.

* “next sp.” = Cheilanthes puichella Bory, en la enumeración de

LEMS.
** Dennstaedtiaceae según otros autores.
14 G. KUNKEL

LINDINGER 1926: 326; LEMS 1960: 12.

“Helecho”, “Helecho hembra”.
LINDINGER menciona esta especie en la Caldera Quemada y
en la Montaña de los Helechos, al noroeste de Haría. Por falta de
tiempo no nos fue posible revisar el dato publicado, pero informa-
ciones obtenidas de algunos habitantes de Haría no dejan duda sobre
la existencia de aquel helecho.
La forma de Lanzarote, posiblemente, pertenece como la de Gran
Canaria a la var. lanuginosum (Hook.) Luerss.

Fam.: Polypodiaceae

10 POLYPODIUM AUSTRALE Fée

Syn.: P.vulgare L. var. serratuin (Willd.) Bellynck; P.serratum

Milde; P.canariense Willd. (herb.); P.vulgare L. var. canariense
seg. Bolle.
“Polipodio”.
Valle Temisa, 250-400 m, sobre rocas de laderas descubiertas
(con Notholaena y Cheilanthes) como forma pequeña, lámina 10 cm.
o menos (KU 7175); sobre laderas cubiertas de pasto y arbustos nor-
malmente 20 cm. de largo, por debajo de rocas pendientes en 350 m.
sobre el nivel del mar con frondes hasta 40 cm. de largo y bien ase-
rrado (KU 7176).
Nuevo para la isla.
Esta especie, tan común en Gran Canaria y Tenerife, presenta
otro caso dificultoso a la taxonomía pteridológica. La especie se co-
noce generalmente bajo P.vulgare L. Es P.serratum Mude en la enu-
me.ración de LEMS (1960: 11) y P.vulgare ssp. serratum (Willd.)
Christ en la Flora de MAIRE (1952: 80) y hasta P.canariense según
SIMONY (cit. en H.SCHENCK, 1907:347); BORNMULLER (1904:8)
menciona P. vulgare var. Teneriffae. HYDE & WADE (1962: 103)
clasifican nuestra forma como P. australe Fée, especie no aceptada
por PICHI-SERMOLLI (1960).
El complejo Polypodium vulgare L. fue dividido por SHIVAS
(1961, 1962) en 3 especies: P. vulgare L. (Islandia, Escandinavia, Gran
Bretaña, Finlandia, Holanda, Francia, Suiza e Italia; tetrapi. 2n =
148), P. interjectum Shivas (Gran Bretaña, Holanda, Dinamarca,
 ENUMERACIÓN DE LOS HELECHOS DE LANZAROTE 15

Rusia, Persia; hexapi. 2n = 222), y P. australe Fée (Gran Bretaña,

Irlanda, Francia, Portugal, Región Mediterránea y Macaronesia;
dipi. 2n = 74). Aceptando Polypodium australe para nuestra flora,
pero teniendo en cuenta la enorme variabilidad morfológica de esta
especie, es muy posible que exista en nuestras is’as también el
P. interjectum, tal vez con formas intermedias o híbridos.

OTRAS SUPOSICIONES

Las áreas visitadas por nosotros eran relativamente pequeñas.

Sin embargo los descubrimientos parecen considerables, teniendo en
cuenta la distribución local de algunas especies. Estudios posteriores,
posiblemente, ofrecerán nuevos hallazgos.
No hemos encontrado la Selaginella denticulata, bastante común
en las islas occidentales, que se podía esperar en la zona Valle Te-
misa Haría. Ni el Cystopteris fragilis, planta cosmopolita que puede
-

estar escondida en algunas grietas cerca de la Montaña Blanca. Así

mismo faltan otras especies xerofíticas, típicas de rocas secas y de
lava en Gran Canaria, como la Notholaena marantae y el Cheilanthes
puichella.

RESUMEN

Durante unas pocas excursiones efectuadas en la isla de Lanza-

rote fueron colectadas nueve especies de helechos (más la anotación
de Pteridium que aumenta el número total a diez); cinco de éstas,
basándonos en el último resumen florístico de K. LEMS (1960), se
publican en el presente trabajo como adiciones para la flora de Lan-
zarote. Son los siguientes:
Aspleniurn onopteris L. (Aspleniaceae),
Polypodium australe Fée (Polypodiaceae),
Adiantun2 reniforme L. (Adiantaceae),
Cheilanthes maderensis Lowe (Sinopteridaceae) y
Anogramma leptophylla (L). Link (Gymnogrammaceae).
Se mencionan nuevos hallazgos de helechos en la parte Sur de
16 ci. KUNKEL

la isla y se publica, además, una forma nueva del Asplenium hernio-

nitis L. y una combinación nueva para el Asplenium onopteris L. El
caso problemático del complejo de Polypodium queda abierto para
estudios posteriores.

LITERATURA CITADA

G. BENL, 1964: “Notizen zur Taxonomie Kanarischer Farne”. Mitt. Bot.

Staatssammlung München 5: 267-278.

C. BOLLE, 1863: “Die Standortc der Farra auf den canarischen Inseln
pflanzen-topographisch geschildert Zeitschr. f. allg. Erdk., NF., vol. 14: 289-
334; vol. 17 (1864): 249-282; Z. d. Ges. f. Erdk. 1 (1866): 209-238.

J. BOSNMÜLLER, 1904: “Ergebnisse zweier botanischer Reisen nach

Madeira und den Canarischen Insein”. Engler’s Bot. Jahrb. 33.

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Leipzig. (Islas Canarias: pp. 832-866).

H. A. HYDE & A. E. WADE, 4.ed. 1962: Welsh Ferns. Nat Museum Wales,
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K. LEMS, 1960: ‘Tloristic Botany of the Canary Islands”, Sarracenia

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Naturw. vol. 8, 350 pp.

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D. E. MEYER, 1960: “Em neuer Farnbastard: Aspleniuni x joncheerei

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D. E. MEYER, 1961: “Zur Cytologie der Asplenien Mitteleuropas”. Ber.

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Klincksieck, Paris, 503 pp.

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schen Insein. Wiss. Ergebn. Deutsch. Tiefsee-Exp. Dampfer “Valdivia” 1898-
1899, vol. II, p. 1/111: 228-406.

M. G. SHIVAS, 1961: “Contributions to the cytology and taxonomy of

species of Polypodium in Europe and America”. J. Linn. Soc. (Bot.) 58, 370:
13-3 8.

M. G. SHIVAS, 1962: “The Polypodium vulgare Complex”. Brit. Fern

Gazette 9, 3: 65-70.

O. SIMONY, 1890: Mitt. K. K. geogr. Ges. Wien XXXIII; véase Schenck.

~Ocm.

a)

AsplefliUm hemiOflitiS L.: a-c) hojas normales en su desarrollo

se~úfllas condiciones ~~ológiCaS d) f. pinflatripartitum Künkel.
 1.—Asplenium onopteris L., creciendo en una grieta de lava, entre
Florida y El Grifo.

2.—Ceterach aureum (Cay.) y. Buch, con Aconiurn, en el Valle

Temisa.
 3.—Cheilanthes maderensis Lowe, sobre lava entre Masdache y
Montaña Blanca.

4. — Polypodium australe
Fée; en una ladera
rocosa del Valle Te-
misa, 400 metros.
 LA FOLIA HISTÓRICA

Y LA FOLIA POPULAR CANARIA

Por LOTHAR SIEMENS HERNÁNDEZ

ACLARACIONES PRELIMINARES.

El significado del concepto folía ha sido más o menos variable a

través del tiempo y en los distintos lugares en que ha existido. Por
ello no responde este término, a lo largo de su historia y en su loca-
lización diversa, a un elemento determinado que podamos utilizar
confiados y con absoluta objetividad en el momento de realizar una
labor comparativa. Diversos estudios musicológicos 1 han ido apor-
tando datos que demuestran, por ejemplo, que en determinada época
fue folía muy popularizado nombre de una forma de baile, mientras
que posteriormente se refirió, cada vez de forma más exclusiva, a un
determinado terna musical que, ora podía ser danzado, ora servía a
los compositores como fundamento para realizar sobre él ricas va-
riaciones. Acaso el conocimiento de esta evolución, lejos de una di-
ficultad, sea un valioso instrumento que sirva para dar una idea re-
lativa de la cronología al tratar de estudiar los orígenes de folías po-
pulares aún existentes en el ámbito hispano-portugués. Añádase que

1.—Ver en especial los trabajos de O. GOMBOSI, P. NETTL, 1. WARD Y

A. M05ER citados en la relación bibliográfica al final del presente artículo.
20 LOTHAR SIEMENS HERNÁNDEZ

las marcadas diferencias entre estas folías son, por causa de aquella
compleja evolución, bien comprensibles.
Dentro del archipiélago canario se encuentran también ciertas
diferencias, tanto en el modo de danzar la folía como en su música,
no sólo de una Isla a las otras, sino incluso entre pequeñas localidades
de cada una de ellas. No obstante puede asegurarse que, sobre todo
en su aspecto musical, predominan en este Archipiélago las coinciden-
cias sobre las discrepancias, de manera que la folía canaria, ya que
en sus diversas versiones es fácilmente palpable un patrón común,
constituye de por sí un género bien definible. Es preciso que preste-
mos atención en especial a sus rasgos fundamentales, a sus elemen-
tos de tipo estable, al tratar de compararla, en lo que cabe, con la
folía histórica en sus dos aspectos más generales de danza y música.
Conviene aclarar, por último, que en este trabajo no responde
la idea de folía histórica al significado que con más frecuencia se le
da. Entiéndese por este concepto, normalmente, un tema musical que
ha desempeñado importante papel en la historia de la música a tra-
vés de siglos. Nosotros, acaso un tanto artificiosamente, nos referi-
mos de forma más extensa a todo lo que se relaciona con el complejo
concepto foláa a través de la historia. Ello nos será útil para ganar
claridad al establecer paralelos entre la folía popular canaria y todo lo
que toca a la folía en la historia fuera de Canarias.

ETIMOLOGÍA.

En cuanto a la etimología de la palabra folía nada tenemos que

quitar ni añadir —acaso por no ser filólogos— a lo que manifiesta
2
Adolfo Salazar en su extensa obra La música en la sociedad europea:
Folía, como sustantivo, procede del francés folie, que no es sino la acción
propia del fol, el bufón juglar, alocado personaje de antiquísima prosapia,
cuya etimología hemos propuesto.., como procedente de follis - folliculus,
la vejiga llena de aire que es su insignia y, como él, yana, vacía (así se dice
“viruelas locas”). Follar, loquear, dio folia y folía, follón en castellano, en
sentido de mentecato hablador (soplón); folión en portugués. El fol, natu-
ralmente, hace folíes que tienen un carácter cómico, jocoso, algunas de las
cuales habrían de ser folías de canto y danza. Foilía tiene en Gonzalo de

2.—SALAZAR, 129, nota.

 LA FOLÍA HISTÓRICA Y LA FOLÍA POPULAR CANARIA 21

Berceo un carácter de vida disipada: así, “El ladrón devoto” mejoró en

su vida, partióse de follía, y en “El libro de Apolonio” se lee en tal sentido:
sopo se, magüer nineja, de follía quitar. El Arcipreste, avanzado el siglo XIV,
dice cuydades que vos fabio en engaño o folía, como en sentido de cosa
yana, mientras que nuestra follya es nuestra conducta y, cuando acaba el
libro, pide a la Virgen que lo guarde de ffoliya. Cori todo, en el siglo XV
folía tiene una acepción de baile que no precisa ser corrupción de las ante-
riores, sino colateral. La folía como baile [?J era considerada ya cosa vieja
por Gil Vicente en el siglo XV...

En la última frase se refiere sin duda Salazar a un paso del Auto

de Lusitania, de Gil Vicente, en el que dos personajes judíos hablan
sobre las invenciones que traerían para festejar la llegada de los mo-
narcas portugueses don Juan y doña Catalina con el Infante don
Manuel. Uno de ellos afirma “que folias já sáo frias”. Sin embargo,
es de observar que la palabra baile no aparece aquí para nada en re-
lación con la palabra folía. Es preciso insistir en lo problemático que
resulta el empleo de los términos danza y baile refiriéndose a la folía
en sus comienzos. Veremos que, en las primeras fuentes en que apa-
rece ésta relacionada con la música, eluden los autores ambas palabras
con muchísima frecuencia.

LAS FUENTES LITERARIAS Y EL TÉRMINO “FOLfA” EN LA MÚSICA HASTA

PRINCIPIOS DEL SIGLO XVII.

Hay quien supone que el género de movimientos acompañados

por música llamado folía tuvo origen en la Península Ibérica, proba-
blemente en tierras de Portugal. Aunque no fuera tal cosa cierta, sí
parece, en cambio, que fue en este ámbito donde tomó desarrollo el
término folía en tal forma y que de aquí se extendió a otras naciones.
Como queda dicho, nómbrala ya hacia 1500 Gil Vicente, no sólo
en su Auto de Lusitania, sino también al final del Auto da sibila
Casandra:

cantando, todos cuatro de folía, a cantiga siguiente:

¡Qué sañosa está la niña!
¡ Ay, Dios, quién la hablaría! (Volta).

Parece aquí que la palabra folía nada tiene que ver con la forma
de la cantiga, y acaso, por extensión, tampoco con su música. Se re-
22 LOTHAR SIEMENS HERNÁNDEZ

fiere a una actitud de los cuatro que cantan, que quizá pudiera inter-
pretarse convencionalmente como de baile; pero entiéndase que se
trata de una actitud determinada que, para diferenciarla de otras,
era denominada de folía. A tal actitud alude también Gil Vicente en
otra obra, la Tragicomedia chamada templo d’Apolo, donde, en un
momento dado, todos los viajeros se disponen em folia para interpre-
tar una cantiga.
Véase también el siguiente texto, tomado de la Farsa del juego
de cañas (II, 237) y escrito hacia 1550 por Sánchez de Badajoz:

Aquí folían y cantan con sus panderetas y su atambor los que están
cubiertos en el coro, sin que nadie los vea, la folía siguiente, al tono de
¿Quién os puso en tal estado? La del verdugado:

Coro.—Quien espera non despera

si esperanza e vera (Repite).

Nuevamente encontramos que la música para cantar esta letrilla

del autor de la farsa no tenía que ver con la palabra folía, pues el to-
no era tomado de una canción popular o bien conocida de los ejecu-
tantes. Pudiera interpretarse que tampoco era aquí folía una actitud
de baile, pues, aparentemente, habían de foliar y cantar “los que es-
tán cubiertos en el coro, sin que nadie los vea”; bailar sin ser vistos
parece un contrasentido. Mejor pudiera interpretarse este texto con
una coma después de las dos primeras palabras: “Aquí follan, y can-
tan con sus panderetas y su atambor los que están cubiertos en el co-
ro”. De esta forma puede entenderse que se toca y canta ocultamen-
te, mientras folían, esto es, bailan (7) algo determinado los que están
en la escena.
Ya entrado el siglo XVII encontramos en Portugal el siguiente
texto que reza:

Seguíanse otros tres con instrumentos de arpas, tiorbias, vigüelas y mú-

sicos de cámara... Yuan luego quinze danças y folías, assi de fuera como
3
de la tierra.

Es importante observar aquí la separación entre folía y danza.

Y no se trata de un caso único: también Lope de Vega en España,

3.—Villaviciosa, Portugal, 1632, en ALENDA, Relaciones..., Doc. n.~970.

 LA FOLfA HISTÓRICA Y LA EOLfA POPULAR CANARIA 23

con anterioridad, pone de manifiesto esta separación. Véase si no el

final de la primera escena de su Peribáñez y el comendador de Ocaña,
en que “cantan los músicos y bailan los labradores y labradoras”:

Músicos.—Dente parabienes
el mayo garrido

que cubrió la nieve

a pacer tomillos.
(folía:)
Y a los nuevos desposados
eche Dios la bendición;
parabién les den los prados
pues hoy para en uno son.
(Vuelven a danzar:)
Montañas heladas
y soberbios riscos

para sus hijuelos

amorosos nidos.
(folía:)
Y a los nuevos desposados... etc.~

La alternancia de danza y folía pudiera sugerir a muchos que el

término que estudiamos significara quizá una especie de canto no
danzado; de hecho, ya en la época de Lope de Vega servía también
la palabra folía para denominar a cierto tema musical. Sin embargo
cabe aún otra explicación: la diferencia bien marcada que se hacía
ya en aquel entonces entre los términos danza y baile. La folía era,
principalmente en la segunda mitad del siglo XVI y principios del
XVII, un baile, y el mismo Lope de Vega así lo da a entender en la
escena 16 del primer acto de su obra La villana de Getafe:

Inés.—~Qué es lo que queréis bailar?

Martínez.—Lo que vos sepáis, señora.

D.~ Beatriz.—~Vacas?

inés.— Aunque labradora,

dama, no las sé bailar.

4.—Lope DE VEGA, 774-775.

24 LOTHAR SIEMENS HERNÁNDEZ

6 Beatriz.—~Fo1ías?
D.
Inés.—-- Comunes son.5

Era el baile, como aquí se sugiere, cosa propia de la gente del

pueblo (“aunque labradora..”). Se caracterizaba por sus movimien-
tos a veces bruscos y la difícil ejecución de sus diferentes pasos. La
danza, sin embargo, era actividad más fina y reposada, propia de sa-
lones cortesanos. Esta diferencia bien nos la manifiesta Cervantes en
su comedia La gran sultana (Jornada III):

Músico 2.—~Quécantaremos más?

Madrigal. — Mil zarabandas,

mil zambapalos lindos, mil chaconas,
y mii pésame-dello y mil folías.
Músico 1.—LQuién las ha de bailar?

Madrigal. — La gran sultana.

Músico 2.—lmposible es que sepa baile alguno,

porque de edad pequeña, según dicen,
perdió la libertad.
Madrigal. — Mirad, Capacho!
No hay mujer española que no salga
del vientre de su madre bailadora.
Músico 1.—Esa es razón que no la contradigo;
pero dudo en que baile la sultana
por guardar el decoro a su persona.

Músico 2.—También danzan las reinas en saraos.6

Danzan las reinas y bailan labradoras. Para el sarao que los mú-
sicos preparaban a la gran sultana no se había previsto bien esta di-
ferencia. Y así añade uno de ellos:

Si nos hubieran dado algún espacio

para poder juntarnos y acordarnos
trazáramos quizá una danza alegre...

5.—Lope DE VEGA, 1462.

6.—CERVANTES, 393.
 LA FOLÍA HISTÓRICA Y LA FOLÍA POPULAR CANARIA 25

LA FOLÍA COMO BAILE POPULAR HASTA LA PRIMERA MITAD DEL

SIGLO XVII.

Muchos de los bailes españoles del siglo XVI —como los de

otras épocas y los de otros muchos países— debieron revestir una
gran vistosidad debido a su difícil ejecución y, a veces, a su mismo
simbolismo. Los había de carácter pantomímico y de antiquísima
tradición. Sucede esto, por ejemplo, con la folía popular de la segun-
da mitad del siglo XVI, de cuya forma de baile encontramos prece-
dentes bastante anteriores al siglo XV, si bien entonces esa forma,
como más abajo veremos, nunca aparece unida al término folía.
Aparte de algunos elementos propios de este baile —cabriolas,
volteretas y mudanzas de toda especie es para nosotros intere-
—,~

sante, sin duda, su forma de conjunto y la indumentaria de los suje-

tos que en él intervenían. Covarrubias, en su Tesoro... (1611), nos lo
describe así:

FOLÍA es una cierta dança portuguesa, de mucho ruido; porque ultra

de ir muchas figuras a pie con sonajas y otros instrumentos, llevan unos
ganapanes disfrazados sobre sus hombros unos muchachos vestidos de don-
zellas, que con las mangas de punta van haziendo tornos y a veces bailan,
y también tañen sus sonajas; y es tan grande el ruido y el son tan apresurado,
que parecen estar los unos y los otros fuera de juycio. Y assí le dieron
el nombre de folía, de la palabra toscana folle, que vale vano, loco, sin seso,
que tiene la cabeza yana.

Ese hombre disfrazado de mujer fue una de las figuras más ca-
racterísticas de la folía como baile en sus comienzos. Curt Sachs in-
siste en el sentido carnavalesco de la folía popular portuguesa, desde
aquel entonces hasta el presente, y encuadra a esta danza dentro del
variado grupo de las de fertilidad.8 Advierte además que en cultu-
ras más antiguas hubo bailes, relacionados a veces con determinadas
festividades —como ocurría también en el caso de la folía popular
portuguesa—, en los que uno de los hombres aparecía disfrazado con
indumentaria femenina; desde América (Guatemala y el antiguo Mé-

7.—QUEROL, 11.
8.—SACHS, 55.
26 LOTHAR SIEMENS HERNÁNDEZ

xico) hasta Europa y Asia se encuentran aún restos de tales danzas,

de las que forman parte también, entre otras muchas, els cossiers
de Mallorca y la morris dance inglesa.’
Del siglo XIV al XVIII vivió también este tipo de baile en el
ámbito europeo-occidental con el nombre de la moresca. La moresca,
incluso, al igual que parece ocurrir con la folía en algunos autos de
Gil Vicente y en Sánchez de Badajoz, sirve aún en el siglo XVII co-
mo baile de cierre en obras teatrales, como sucede, por ejemplo, en
el Orfeo de Monteverdi. Paralelamente a la antigua folía portuguesa
o la morris actual, las figuras características de esta moresca eran
casi siempre un moro, un tonto y, desde luego, un bailarín disfrazado
de mujer que podía ir —aunque no siempre lo hacía— a hombros de
un compañero.” Cierto que en las diferentes versiones de este tipo
de baile no era necesariamente indispensable la intervención de las
tres figuras; la más característica fue siempre, como queda dicho, la
fingida dama.
Teniendo en cuenta esa prioridad de la moresca, Otto Gombosi
revisa la versión de Sachs sobre el origen de la folía como danza de
carnaval de extendidos precedentes, y apunta que, en particular, fue
sólo el resultado de un cruce entre la danza moresca cortesana (de
carácter culto) con elementos populares.1’ John Ward propone otro
origen bastante razonable, expresando nuevas ideas que, en parte,
no dejan de tener cierto paralelo con las expresadas por Adolfo Sa-
lazar en su propuesta etimología.
Lo importante es que, con más o menos variantes, el pueblo bai-
ló la folía con profusión y de esta forma en la Península Ibérica du-
rante el siglo XVI. Es evidente que la palabra folía fue un elemento
aplicado al baile después de que ya éste existiera. El motivo de la
aplicación de tal término hemos de buscarlo en principio, quizá, en
ese “grande ruido y son tan apresurado” que hacía que los ejecutan-
tes parecieran estar fuera de juicio, según indicó Covarrubias. Que
luego en un ámbito determinado —el hispano-portugués— la palabra
folía sirviera para designar también a la forma del baile no tiene na-

9.—SACHS, 100.
10.—GoMBosI, MGG, IV, 479.
11.—GoMBosI: The Cultural...
12.—WA1W, 420-422.
 LA FOLÍA HISTÓRICA Y LA FOLÍA POPULAR CANARiA 27

da de extraño, como tampoco lo tiene que de Portugal y España se

exportara esta nueva designación a otras naciones. Pero el carácter
del concepto folía para designar cualquier danza o baile de alocados
y salvajes movimientos prevaleció también.
Así encontramos, por ejemplo, que el célebre historiador de Ca-
narias Abreu Galindo emplea aún hacia 160013 esta acepción de la
palabra. Nos referimos concretamente al comienzo del capítulo que
dedica al trato y costumbres de la gente del Hierro:

Era la gente de esta isla muy triste, de mediana estatura. Cantaban

a manera de endechas tristes en el tono. Bailaban en rueda y en folía, yendo
los unos contra los otros para adelante y tornando para atrás, asidos de
las manos, dando grandes saltos para arriba, juntos y parejos, que parecen
pegados unos con otros y muchos; y en estos bailes eran sus cantares,
4
los cuales, ni los bailes, hasta hoy no los han dejado.’

Esta descripción del baile en nada se parece a lo que se pudiera

llamar rueda, por lo que se trata sin duda del que Abreu Galindo
denomina folía y, como se observará, nada tiene que ver en su forma
con la popularizada en la Península hasta aquel entonces. Nos rea-
firmamos en la opinión de que Abreu Galindo llama a este baile de
los primitivos del Hierro folía (acaso copiando una fuente contem-
poránea de Gil Vicente) para enfatizar su aspecto salvaje y alocado.

LA MUTACIÓN DE LOS BAILES POPULARES EN DANZAS CORTESANAS:

LA FOLÍA Y EL CANARIO.

A fines del siglo XV y durante el transcurso del XVI se dio

entrada en Europa, por las puertas de Portugal y España, a una
serie de bailes exóticos importados de países extraños (del norte
de África y de América, principalmente), los cuales se popularizaron
primero en el ámbito ibérico y pasaron luego de manera estilizada,
refinada si se quiere, a formar parte del extenso repertorio de danzas
cortesanas europeas del barroco. Muy al margen de nuestro tema
de la folía citaremos un ejemplo que nos afecta: el canario. Llegó

13.—En su edición de Abreu Galindo opina Cioranescu, basándose tanto

en datos históricos como en muchas apreciaciones del texto, que el autor no
escribió su obra en 1632, como muchos piensan, sino hacia 1600.
14.—Assau GALINDO, 1, cap. XVIII, p. 87.
28 LOTHAR SIEMENS HERNÁNDEZ

este baile a la Península por medio de esclavos de las Canarias allí

vendidos y no tardó en popularizarse. Consistente en graciosos saltos
llenos de dificultad, el carácter especial de este baile hizo que, po-
pularmente, fuera ejecutado en principio por uno solo o muy pocos
personajes; aun en el entremés El rufián viudo de Cervantes quiere
Escarramán bailar él solo el canario, sin duda para lucir sus habili-
dades.15 Poco a poco fue adaptándose este baile al ambiente cortesano
y extendiéndose a toda Europa, donde vivió luego en salones como
danza culta hasta el siglo XVIII.
Varios bailes populares de la propia Península llegaron a sufrir
también tal adaptación a lo culto en el siglo XVI. Tal ocurrió incluso
con la folía, cuya evolución paralela a la de esos bailes exóticos es
bien palpable. De su evolución de baile popular a danza cortesana
se encuentran ya muestras en la segunda mitad del siglo XVI.
Es de advertir que en esta adaptación de los bailes a un ambiente
culto no se experimentaba un cambio total, sino una suavización
de las formas que, en principio, poco solía afectar al asunto mismo
de la danza. En las explicaciones de Caroso de Sermoneta y otros
de los más antiguos tratadistas sobre cómo se bailaba el canario en
ámbito cortesano, por ejemplo, bien se puede reconocer una forma
de danza parecida a la que describen Abreu Galindo y Viera y Clavijo
al hablar de los primitivos habitantes del Hierro: danza de parejas
enfrentadas que realizan saltos alejándose entre sí y volviendo des-
pués a juntarse, a cuyo tipo denomina Curt Sachs de requerimiento.
Pero que los maestros de danza corrigieran toda clase de brusque-
dades era inevitable, como también lo era que fueran luego quitando
y añadiendo pasos y mudanzas a su gusto. La deformación del motivo
originario de la danza se fue acrecentando así paulatinamente en el
transcurso del barroco.
Esto sucedió con la folía, cuya forma de danza en el siglo XVII
en poco se parecía ya a aquella pantomímica mascarada popular
del XVI, al sustituir la verdadera dama al hombre ataviado con in-
dumentaria femenina. Por otra parte, la variable música popular
—de son a veces estruendoso— que solía acompañarla fue sustituida
por un único tema musical, culto y de interesante tradición, que
llegó a robar el nombre a la danza, a apropiárselo, paseándose con

15.—Véase lo que respecto al canario dice QUEROL, pp. 99-101.

 LA FOLÍA HISTÓRICA Y LA FOLÍA POPULAR CANARIA 29

él por toda Europa, principalmente durante los siglos XVII y XVIII;

de esta música preciso será que hablemos en el momento oportuno.
Lo importante es recalcar que, como danza cortesana, la folía quedó
aparentemente bastante deformada con respecto a su forma primitiva,
e incluso al margen de su propio nombre. Los tratados de danzar del
siglo XVII nos indican a menudo la forma de sus diversas mi~idanzas,
cargadas de rebuscados pasos y bien adaptadas, cada una de ellas,
al número de compases del ya clásico tema musicaL16 No hay que
descartar, sin embargo, la posibilidad de que, en medio del recargado
barroquismo de la folía cortesana, quedaran sobreviviendo en forma
muy estilizada algunas breves reminiscencias del originario baile
popular.

LA FOLfA DANZADA POR EL PUEBLO EN LAS ISLAS CANARIAS.

No podemos pasar por alto, al hablar de la folía en Canarias,

la descripción que sobre la manera de danzarse popularmente en
la primera mitad del siglo XIX nos dejó en sus Memorias de un no-
ventón Domingo J. Navarro (1803-1 896). En esta obra, escrita a los
92 años de edad, nos dice el ilustre grancanario:

Al empezar la música, siempre de guitarra, las damas sentadas, graves

y silenciosas, como si se prepararan para un acto solemne, esperan que avan-
cen los donceles que se hallan reunidos a la puerta de la sala. Desde que
suena la música se adelanta el galán y, a una respetuosa distancia, con el

sombrero en la mano, hace una reverencia mirando la pareja que ha elegido

y pronuncia delante de ella la voz ¡Aires!...
La dama se levanta y, colocándose a cierta distancia frente a su pareja,
baja sus modestos ojos, arquea sus brazos y, moviendo suavemente su talle,
da acompasados pasos adelante, atrás y a los lados, guardando siempre la
misma distancia; si su compañero avanza, ella retrocede; pero si él se aleja,
ella adelanta sus pasos en señal de reconciliación, como si temiera haberlo
agraviado al retroceder. Así empieza el baile, marcando el compás con un
suave castañeo que produce la pareja con sus dedos pulgar y medio de
la mano, hasta que se anima con la copla que en obsequio de la dama canta
el mismo galán u otro del concurso.
Al terminar el canto gira la pareja en semicírculo para seguir bailando
en la parte opuesta. Esta vuelta es un triunfo de la dama, por el donaire

16.—Véase, por ejemplo, en SuajaÁ: “El Libro de danzar...,” la descrip-

ción de los pasos de la folía cortesana.
30 LOTHAR SIEMENS HERNÁNDEZ

y habilidad con que la ejecuta, haciendo al paso una graciosa cortesía al don-
cel, que se la devuelve con rendimiento. Siguen bailando allí; se repite
el canto, y a su término tornan ambos al sitio primitivo, recogiendo la dama
nuevos lauros por la gallardía con que vuelve a conquistar su puesto.
Terminado el baile hace el mancebo otra profunda reverencia y, som-
brero en mano, sigue en pos de la dama hasta su asiento.17

Bien de manifiesto se pone ya en estas líneas el carácter culto

de la folía popular de estas Islas. Es muy posible que, al menos en
Gran Canaria, la manera de danzarse haya evolucionado algo desde
el siglo XIX hasta nuestros días. Sin embargo, es frecuente aún
observar en los grupos de danzantes —los que a veces suelen recrear
hoy al turismo ataviados con sus uniformes pseudoregionales— una
forma de danzarla que, ciertamente, recuerda bastante a la descrita
por Domingo J. Navarro: perdura el corto adelantar y retroceder de
la pareja suelta, así como la disposición de los brazos medio en alto,
marcando a veces el compás con el castañeo de los dedos. Por el con-
trario, al terminar la primera copla y producirse un giro de los
danzantes suélese frecuentemente cambiar de pareja, recuperando
cada uno al final de la danza, cuando acaba la segunda copla, la pa-
reja con la que empezó.
En manera alguna nos atreveríamos a calificar a ese cambio
de pareja de “innovación”. Téngase en cuenta que hablamos de
la folía ejecutada por un grupo de danzantes, mientras que D. J. Na-
varro habla de la folía ejecutada por parejas individuales; en esta
última forma sí que ha evolucionado la folía bastante: en la misma
Gran Canaria hemos presenciado bailes de taifas (donde cada cual
paga una pequeña cantidad para entrar), en los que hemos visto bailar
la folía a las parejas agarrándose y marcando pasos de marcha en
cada tiempo de compás, a la manera de pasodoble; mas no ha de me-
recer esta última forma atención por nuestra parte.
En la actual forma de la folía canaria danzada por grupos nada
perdura —podría pensarse— de aquellos bailes llamados folías del
siglo XVI. Algo que en cierto modo nos recuerda en Canarias a
la folía descrita por Covarrubias, a esas folías carnavalescas íntima-
mente ligadas a ciertos festejos de que habla Curt Sachs, a esa
estrecha relación que establece Gombosi entre la moresca y la folía,

17.—NAvARRo, 126-128.
 LA FOLfA HISTÓRICA Y LA FOLfA POPULAR CANARIA 31

son los llamados “papahuevos” que en muchos pueblos de las Islas,

al igual que en muchísimos lugares de la Península, son sacados
con ruidoso y confuso acompañamiento la víspera de ciertas festi-
vidades, y en los que no falta la figura gigantesca de cartón, no pocas
veces femenina, sostenida por un hombre que se voltea continuamente
y a veces da pasos de baile, de forma que los movibles brazos de
trapo de la gigantesca figura giran alocadamente; en torno a esta
figura principal (a veces son varias) suelen ir otras pequeñas, entre
las que frecuentísimamente encontramos al negro o moro y al enano
con cara de tonto.
Pero no debemos olvidar que hubo varias versiones del popular
baile folía en el siglo XVI, de las que, como más atrás quedó esta-
blecido, era elemento esencial el hombre ataviado de mujer. No es
extraño que una o varias formas predominaran sobre otras; al fin
y al cabo, de este tipo de baile de fingida dama no sólo existían
distintas versiones en la Península Ibérica, sino, según lo declarado
por Curt Sachs, en casi todo el mundo. De la obra de Sachs nos
interesa en especial la cita de una descripción de este tipo de baile
entre los Tadjik de Pamir, en el que el hombre y la fingida dama
comienzan bailando separados, para luego intentar él acercarse más,
acosándola, mientras ella se manifiesta en todo momento esquiva;
ella le abandona y, mezclándose entre los espectadores, elige a un
personaje, casi siempre distinguido, al que se abraza y le besa;
el hombre sigue bailando y finge buscarla desesperadamente, hasta
que la encuentra finalmente en los brazos del otro.. ~18 Que, parale-
lamente a esta versión asiática, existieran en la Península en el siglo
XVI versiones del baile folía en las que el cambio de pareja por
parte de la máscara femenina fuera cosa frecuente no tendría nada
de extraño, como tampoco lo tendría que fuera una forma similar
la que originara a la de la folía como danza cortesana. Sin embargo,
la poca documentación existente a nuestro alcance no nos ha per-
mitido leer nada en este sentido.
No deja de ser un hecho curioso la existencia, en la folía popular
canaria, así del cambio de pareja como del típico comienzo, en el que
el hombre intenta acercarse a la dama, mostrándose ésta siempre
un tanto esquiva; la preponderancia e iniciativa de la dama en

18.—SAcHs, 100.
32 LOTRAR SIEMENS HERNÁNDEZ

el desarrollo de la danza es un importante fenómeno que bien se

resalta en el testimonio canario de Domingo J. Navarro, si bien es
ya raro observarlo hoy en nuestras Islas. Pero lo que es de destacar,
principalmente, es que todo esto ocurre de manera estilizada y co-
medida; o con otras palabras: que en todo momento se desarrolla
la folía canaria en tono de danza culta, fina y reposada, lo cual bien
la destaca, junto con la malagueña, entre el resto de los bailes hoy
populares en el Archipiélago. Acaso nos ayude a puntualizar su ca-
rácter esencialmente cortesano el estudio del aspecto musical, al
que dedicaremos el resto del trabajo.

LA MÚSICA EN LA EVOLUCIÓN DE LA FOLÍA HISTÓRICA. LA FOLÍA-TEMA.

Es obvio que al manifestarse la folía en el siglo XVI como acti-

vidad ya estrechamente relacionada con la música, fue ésta un ele-
mento de tipo variable. Ello bien se deduce de los diferentes textos
de la época, a los que más atrás hemos prestado especial atención:
Gil Vicente y Sánchez de Badajoz citan diversas tonadas, al son
de las cuales habían de foliar los personajes de sus obras teatrales;
aún a principios del siglo XVII habla Covarrubias sólo del “grande
ruido” y de un “son apresurado” que acompaña al popular baile por-
tugués llamado folía, pero nada nos dice de una música determinada;
la fuente de Abreu Galindo, por último, nos confirma el empleo de
la palabra folía en relación con un tipo de baile, cuya música podía
componerse de los primitivos cantos de los habitantes del Hierro.
Cierto es que Francisco Salinas nos legó una melodía de folía, según
él popular y bien conocida, en el sexto de sus siete libros sobre la
música, editados en Salamanca en 1577,’~pero ni esa melodía ha po-
dido ser hallada en relación con la folía en ninguna otra fuente de
la época, ni tampoco parece tener este motivo musical nada que ver
con el que posteriormente aparece ligado a la danza.
En el barroco (época en realidad difícil de delimitar, pero
a la cual se suele comprender convencionalmente en la historia de
la música entre 1600 y 1750) cuaja la folía cortesana con un tema
musical determinado. Este tema, además de manifestarse ahora ín-
timamente relacionado con la folía, aparece también extendido con

19.—SALINAs, 308-309.
 LA FOLÍA HISTÓRICA Y LA FOLÍA POPULAR CANARIA 33

el nombre de esta danza por la naciones de la cultura occidental,

casi siempre como motivo de variaciones musicales de tipo ins-
trumental.
Insinuamos más atrás que ese tema existía ya en el siglo XVI
muy al margen de la folía bailada o danzada. En efecto: fue em-
pleado por compositores españoles y extranjeros, durante la segunda
mitad de aquel siglo, con los nombres más dispares; entre otros:
Pavana italiana o Tenor italiano en España, L’Espagne en Francia,
French galliard en Inglaterra, La cara cosa o La gamba en Italia, etc.
Cuando aparece unido al término folía, ya en las postrimerías del siglo
XVI y principios del XVII, lleva consigo frecuentemente el nombre
de nuestra patria: Folías de España. Pero no deja de ser curioso que
el tema se manifestara con anterioridad con títulos que le atribuían
las más diversas nacionalidades.
En 1919 escribió Paul Nettl un artículo en el que trataba de
esclarecer cuál era el verdadero país de origen del tema. En él decla-
raba como país más probable a España, tras observar que las más
antiguas versiones aparecen en obras de los vihuelistas españoles
Mudarra y Valderrábano, de la primera mitad del siglo XVI, con
el simple nombre de pavanas.” Otto Gombosi aclaró, en 1935, que
el bajo sobre el que tal tema se fundamenta es clara derivación del
Passamezzo antico, ya conocido en Italia con alguna anterioridad,
y por ello declaró a Italia como país originario.2’ John Ward, por
último, realizó una aportación más completa en el Congreso Inter-
nacional de Musicología celebrado en Utrecht en 1952, donde comu-
nicó que unos 35 años antes de impreso el primer Passamezzo antico
y 50 antes de que salieran a la luz las pavanas de Mudarra existía ya
este tema en España: su argumentación reposa sobre la sólida base
de 17 villancicos de autores españoles (muchos de ellos de Juan
del Encina), algunos de los cuales prueba que fueron compuestos
a fines del siglo XV, y que todos ellos no son sino versiones del
tema en cuestión. Tales villancicos aparecen, con muchos otros,
en la famosa colección llamada El Cancionero de Palacio; por ello
considera •Ward a España como el más probable país originario
del tema.”

20.—NETTL: Zwei spanische...

21.—GoMBosI: Italia, patrza...
22.—WARD: The Folia.
34 LOTHAR SIEMENS HERNÁNDEZ

Pero no sólo ha sido motivo de cuidadosa atención por parte de

reputados musicólogos de nuestro siglo el perseguir este tema a través
de la historia, sino aun el simple hecho de definirlo. Andreas Moser,
Paul Nettl y Willi Apel manifestaron que se trataba principalmente
de un modelo melódico, mientras que Otto Gombosi recalcó en sus
trabajos la enorme importancia del bajo armónico que lo sostiene.
Bajo y melodía, íntimamente ligados entre sí, son elementos sustan-
ciales de la folía-tema, según nos indica Gombosi; pero añade que
en algunos libros de guitarra del siglo XVII hay folías en las que sólo
aparece el bajo, y que en su desarrollo armónico la línea melódica
difiere de la melodía que se tiene por clásica.23 John Ward, luego,
apuntó la posibilidad de que se trate de una secuencia coral, y el
ilustre musicólogo español M. Querol Gavaldá manifestó más recien-
temente, en una de las sesiones del último Congreso Internacional
de Musicología (Salzburgo, septiembre de 1964), la importancia y
tradicionalidad del tema de la folía en España, donde desde sus co-
mienzos hasta bien avanzado el siglo XVI aparece como un verdadero
complejo homófono, en el que no sólo bajo y melodía constituyen
lo tradicional y sustancial, sino también las voces intermedias.
Lo que interesa para nuestro objeto es que melodía y bajo, con
las excepciones de rigor, fueron los elementos más importantes de
la folía-tema del barroco europeo; por ello dedicaremos especial
atención a estos dos aspectos.
La folía-tema consta de ocho grados fundamentales, que se re-
piten, más uno que completa la cadencia final. El bajo, como es
evidente, sirve de base armónica, mientras que las notas de la
melodía son acentos o puntos de apoyo que marcan una línea, sobre
la cual deben descansar las diversas posibilidades de las variaciones.
He aquí la clásica estructura de la folía-tema:24

— ~ .~ .Ji
9: e • :~ 11
4 Z 3 As ~ ~ ~. ~ y

23.—GoMBos!: Zur Frühgeschichte...

24.--—Esta estructura puede encontrarse en diferentes tonalidades; re me-
nor es una muy frecuente. Nosotros la transcribimos aquí en la menor porque
así conviene para la comparación posterior.
 LA FOLÍA HISTÓRICA Y LA FOLÍA POPULAR CANARIA 35

No deja de ser un hecho curioso la simetría visual de esta es-

tructura. Obsérvese también que el bajo, al llegar a la séptima nota,
tiene dos posibilidades. Ambas formas de bajo se encuentran ya en
los más antiguos documentos que se refieren al tema; véase si no
El Cancionero de Palacio (ed. Anglés), en cuyo número 12, el villan-
cico Rodrigo Martínez, 0pta el anónimo compositor por la posibilidad
superior en la séptima nota fundamental, mientras que en el número
420, el villancico Adorámoste, Señor, toma el compositor E. de la
Torre la variante inferior. Esta última forma, la más rara de las dos,
se caracteriza porque al final del primer período musical, antes de
la repetición, hace el bajo una cadenciosa modulación frigia des-
cendente.
Lo más frecuente es que aparezca esta estructura desarrollada
en compás de tres tiempos. Pero existen excepciones —especialmente
durante el siglo XVI y aun en algunos villancicos del Cancionero
de Palacio, como, por ejemplo, el citado de F. de la Torre— en las
que el compás se manifiesta en forma binaria. Muy raro es, sin em-
bargo, encontrar un caso así en el barroco.
Como motivo de variaciones se empleó varias veces este tema
ya en el siglo XVI. Desde el siglo XVII hasta casi nuestros días se
ha continuado la tradición en esta forma por muchísimos compo-
sitores. Entre otros: M. Farinelli (1649, para violín), D’Angelbert,
Pasquini, y A. Scarlatti (para clavecín), Mann Marais (1681, para
viola de gamba) y, sobre todo, Corelli (1700, para violín, op. 5, n.° 12);
en el siglo XIX no faltan los ejemplos, entre los que destaca la
Rapsodie Espagnole de F. Liszt (1863), y ya en nuestro siglo XX
compone aún S. Rachmaninoff sus Variaciones sobre un tema de
Corelli (1932). Como tema sin variaciones fue empleado desde su
aparición, como villancico, y posteriormente por un gran número de
compositores; por ejemplo: para guitarra, por C. Milanuzzi (1623),
Caliginoso (1629) y algunos otros; en óperas lo usaron principalmente
J. P. Fórtsch (1692), R. Keiser (1726), Getry (1778), Cherubini (1798),
etc. El tema aparece incluso en la Bauernkantate (BWV 212, 1742)
de Juan Sebastián Bach.
Sirvan los poquísimos ejemplos que hemos citado como muestra
de la vitalidad de la folía-tema a través de la historia de la música.
El ámbito geográfico en que se desenvuelve es, como queda dicho,
el de la cultura europeo-occidental.
36 LOTHAR SIEMENS HERNÁNDEZ

Las Islas Canarias no estuvieron nunca al margen de las inno-

vaciones y corrientes musicales de Europa, merced a las capillas
de música que en ellas existieron, especialmente a la de la Catedral
de Las Palmas. Lola de la Torre, cuyos meritorios trabajos en el
archivo histórico y musical de esta Catedral ya han sido parcialmente
publicados en El Museo Canario, nos ha pasado nota —gentileza
que agradecemos profundamente— de una obra compuesta por el
maestro de capilla Diego Durón, sin fecha (alrededor de 1700), en
la que se incluye una folía. Se trata del villancico negro de Navidad
Ya que falta por que acabe (C/VI-25), para cuatro voces, cuatro ins-
trumentos y bajo continuo. Además de la folía se intercalan en la
obra un pasacalle, un villano y un canario. Esta especie de Villancico-
Suite constituye un ejemplo rarísimo en su género. Pero, desgracia-
damente, ha llegado incompleto a nuestros días: le faltan las partes
instrumentales. De todas formas, al examinar los papeles de las voces
se observa que la folía consta de ocho compases en tiempo ternario,
con su repetición; con toda probabilidad se trataba, por tanto, de
un ejemplo típico de la folía-tema tan usada por los compositores
de aquel entonces. Que el maestro Diego Durán intercalara temas
de las profanas danzas cortesanas incluso en los villancicos religiosos
compuestos para las solemnidades de la Catedral de Las Palmas nos
parece bien significativo.

EL PARALELO ENTRE LA FOLfA POPULAR CANARIA Y LA FOLÍA-TEMA.

La música de la folía popular canaria ha sido objeto de algunos

comentarios, entre los cuales resalta, por su cautela, el del musi-
cólogo belga Gaston Knosp, quien estuvo en las Islas para realizar
un trabajo sobre su música popular a principios de este siglo. Es
también digno de mención el extenso análisis musical de la folía
canaria realizado por Cobiella Cuevas en su artículo sobre la música
popular en la isla de La Palma.
Decir que la folía canaria posee un curioso bajo armónico no
constituye ya hoy ninguna revelación: Knosp, por un lado, hizo
hincapié en el hecho de que su acompañamiento es de un corte clásico
muy marcado25 y recalcó que el carácter del canto, en frases cortas,

25.—KNosp, 3238.
 LA FOLfA HISTÓRICA Y LA FOLÍA POPULAR CANARIA 37

es el de una improvisación sobre un bajo dado;26 por otra parte,

Cobiella observó también en la folía canaria “su extraña complejidad
armónica, cualidad tan inusitada en un canto popular, que puede
inducir a sospechar que el pueblo tuvo poca parte en su creación”.27
Pero a pesar de estas bien encaminadas apreciaciones no se ha in-
tentado aún comprobar si existe o no un paralelo entre la música
de la folía popular canaria y el famoso tema musical de la folía clá-
sica. Y, desde luego, cuantos comentarios de índole comparativa se
han hecho hasta ahora resultan o muy incompletos y endebles, o
desafortunados.
Sobre el bajo armónico de la folía popular canaria, cuyas mo-
dulaciones constituyen su más característico elemento estable o no
variante, alternan diversas secciones melódicas, unas instrumentales
y otras de canto, de tipo más o menos variable; en esto estriba la
forma musical de nuestra folía popular. Es cierto, como ya observó
Knosp, que el canto es lo más variable de todo; de este aspecto nos
ocuparemos más abajo. Entre las diversas secciones de tipo melódico-
instrumental, no obstante, existen modelos bien arraigados a la tra-
dición popular, alguno de los cuales aparece extendido por todas las
Islas: tal es el que tomamos para nuestra comparación.
La transcripción que se sigue señala en el pentagrama superior
la estructura melódica de la folía-tema. Los pentagramas centrales
reproducen el esquema instrumental armónico-melódico de la folía
popular canaria; cuatro corchetes horizontales sobre el pentagrama
melódico de este esquema abarcan los espacios en que se desarrolla
la parte cantada de tipo variable; es de advertir, además, que el bajo
aparece notado una octava por encima de su efecto real. El penta-
grama inferior, por último, representa el fundamento armónico (bajo)
de la histórica folía-tema:

26.—Ksos~, 3236.
27.—C0RIELLA, 466.
 38 LOTHAR SIEMENS HERNÁNDEZ

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 LA FOLÍA HISTÓRICA Y LA FOLÍA POPULAR CANARIA 39

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 40 LOTHAR SIEMENS HERNÁNDEZ

Aparte de la supervivencia del compás de tres tiempos, tan usado

—sobre todo en el barroco— por la folía-tema, el bajo de ésta aparece
contenido íntegramente en el de la folía popular canaria, aunque
con valores rítmicos algo desproporcionados. Existe además la par-
ticularidad de que dicho bajo adopta aquí la modulación frigia en
las notas fundamentales séptima y octava. Los ocho grados clásicos
con su repetición, más el noveno de cierre, corresponden a una copla
cantada; pero el desarrollo de la danza requiere una segunda copla,
y de ahí la repetición que marcamos.
Pero obsérvese también que la folía canaria posee aún otros
grados armónicos de los que, aparentemente, carece el bajo clásico.
En realidad, si reproducimos un esquema comparativo de ambos ba-
jos en el cual el de la folía canaria aparezca reducido también a una
estructura sin ritmo, nos daremos ya perfecta cuenta no sólo del
parentesco de ambos, sino asimismo de la procedencia de esos grados
de más que hay en la folía canaria:

FOLfA CANARIA: + ,, +
te~: — a — *
V~ 1
5 ‘f ~_-L_
1

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FoLfA CLÁSICA: ~ 1 1 ~
1 1
e • ,
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;4!

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L
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e1~ 1U~

1 ç’
+
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1
(
Característico de la folía canaria es que, al modular el bajo
a Do mayor, se repiten tres veces los grados 4 y 5 de la folía clásica,
para establecer así con más claridad un ambiente en el que predomina
la típica polaridad dominante-tónica; coincide esto con el mo-
mento en que comienza la primera sección del canto. El mismo fe-
nómeno vuelve a ocurrir en la segunda parte, acompañando esta vez
a una sección melódico-instrumental. Por último, los grados 8 y 9
 LA FOLfA HISTÓRICA Y LA FOLÍA POPULAR CANARIA 41

se repiten también a manera de dominante y tónica al final, con lo

que queda bien determinada la idea de una tonalidad principal. La
curiosa adaptación popular del bajo armónico culto en el archipiélago
canario refleja, por lo tanto, una gran fidelidad con respecto al terna
originario, que se conserva íntegro y del que, por una tendencia a
establecer claramente tonos principales (tendencia acaso de origen
dieciochesco), se repiten esporádicamente algunos grados.
Existen también evidentes rasgos de conservación en la parte
melódica. Obsérvese que las secciones melódico-instrumentales que
reproducimos, o bien dependen de la línea marcada por la melodía
clásica, o si no derivan hacia el bajo para reforzarlo. Mas, por tra-
tarse sólo de fragmentos complementarios del canto (que no hemos
reproducido), no aparece la clásica línea melódica íntegramente.
Ya hemos dicho que el canto es lo más variable de todo. Tiene
generalmente aspecto de recitativo, corno ya apuntó Knosp, y su
adaptación a la armonía fundamental se puede realizar en diversas
tesituras, según sea la voz del cantante o incluso su ingenio. Todas
las variantes que nosotros pudiéramos reproducir aquí serían escasas
para realizar un estudio detallado de ellas, pues en las Islas no se
ha procedido aún a una labor de recolección completa. De todas
formas es de advertir que hay unas cuantas formas de melodía muy
extendidas. La transcripción de alguna de ellas podría completar per-
fectamente el esquema clásico ya iniciado por nosotros con la trans-
cripción de la parte melódico-instrumental; óigase si no, por ejemplo,
la folía grabada en Gran Canaria por el eminente musicólogo M. Gar-
cía Matos para su Antología del Folklore Musical de España,23 en el
que dos muchachas cantan todo el tiempo dentro del típico ámbito
melódico de la estructura clásica.
Se ha dicho también varias veces —y no sin cierto grado
de razón— que el canto de la folía canaria está inspirado, en parte,
en motivos melódicos andaluces. Es posible que algunas de las va-
riantes del canto tomen a veces, en efecto, fórmulas melódicas que,
adaptándose bien a la armonía, mantengan cierta identidad con alguna
estructura melódica del sur de España. Lo que a este respecto se
puede decir con seguridad es que la parte cantada de nuestra folía

28.—Véase al final la Discografía: HISPA-VOX, HH 10-158, cara A,

banda 1.
42 LOTHAR SIEMENS HERNÁNDEZ

adopta a menudo cortas cadencias descendentes en modo frigio, re-

posando al final la voz, con el bajo, en la nota mi; ésto, unido al
continuo juego con el sol sostenido y el sol natural, le da con fre-
cuencia al canto un aire que bien recuerda al de las canciones del
mediodía peninsular. Se trata, en efecto, del conocido modo de mi,
tan extendido en la canción popular española; pero adviértase que
esta particularidad no es sólo exclusiva del canto, sino también de
la misma estructura de la folía clásica.
Señalamos, por último, que la supervivencia del fundamento ar-
mónico de la folía-tema en Canarias no se limita a su popular folía.
Con más variantes, con una línea melódica más influenciada por mo-
tivos populares y con proporciones algo diferentes en sus valores
rítmicos —aunque conservando el clásico compás de tres tiempos—
sobrevive este bajo también en la malagueña canaria. Ya apuntó
incluso Cobiella que existen curiosos paralelos entre algunos giros
melódicos de la popular folía y la malagueña.29 Probablemente es
esta malagueña un híbrido de indudable procedencia andaluza y po-
siblemente menos antiguo en las Islas que la folía popular. Su estudio
y análisis no dejaría de ser un capítulo muy interesante relacionado
con el tema que hemos tratado.

CONCLUSIONES.

Ya quedó advertido en la introducción de este trabajo que la

semántica del vocablo folía es muy compleja en el espacio y en el
tiempo; sobre todo antes del siglo XVII el problema aparece espe-
cialmente acentuado, como luego hemos visto al cotejar diversos tex-
tos literarios. En el barroco, sin que probablemente se interrumpiese
la existencia de otras múltiples folías populares, la folía por excelencia
se nos presenta como una culta manifestación mejor definida, pues
la original convergencia de sus elementos característicos llega a cons-
tituir una unidad inconfundible. Estos elementos de que se nutrió
la folía culta han quedado expuestos en sus rasgos más generales,
tanto en lo que toca a la música como a la danza. Al examinar por
fin la folía popular canaria en su conjunto y al ponerla al lado de

29.—COBIELLA, 471.
 LA FOLÍA HISTÓRICA Y LA FOLÍA POPULAR CANARIA 43

todo ese extenso y complicado mundo filológico, histórico y musical

de la que hemos llamado folía histórica, podemos llegar a las
siguientes conclusiones:
1.—La folía popular canaria desciende con toda seguridad, en
sus dos aspectos de danza y música, de la folía histórica en su acep-
ción barroca.
2.—El estudio de las variantes cantadas (a pesar de su carácter
recitativo), y, sobre todo, el de las melódico-instrumentales, nos
puede poner en contacto con cortas figuras melódicas e incluso rít-
micas adoptadas de la música popular española, especialmente del sur
de España. astas, sin embargo, no constituyen ni alteran en forma
alguna la característica estructura musical de origen culto sobre la
que se fundamenta la folía popular canaria.

3.—El estudio de sus formas de danza nos revela aún algunas

actitudes aparentemente de tipo simbólico, en forma estilizada por
influencia culta, que derivan seguramente de determinadas formas
del baile folía popularizado en la Península en el siglo XVI. Una
investigación más completa en este sentido se hace necesaria. Nos
hace pensar así, en especial, el texto de Domingo J. Navarro, en el
que patente queda el sugestivo papel desempeñado por la dama a
lo largo de la danza.
4.—La adaptación de la folía histórica al ámbito popular canario,
dada la forma en que se conserva, pudo tener lugar en cualquier
momento del barroco. Conviene recordar que Domingo J. Navarro,
nacido en 1803, dice que los abuelos de su generación “apenas
conocieron la malagueña, las seguidillas y el fandango: su baile prefe-
rente y dominante fue el de las folías en todas sus fiestas y diver-
siones”.~’°
Teniendo en cuenta, además, que el maestro de capilla Diego
Durón llegó incluso a usar una folía cortesana hacia 1700 en la Ca-
tedral de Las Palmas, no sería quizá demasiado aventurado pensar
que hacia esas fechas empezara a trascender este género al pueblo
desde más cultas esferas sociales de Canarias, en las que, sin duda
alguna, debido a la bien arraigada moda de la folía cortesana en
la Europa del siglo XVII, sería ya conocido desde mucho antes.

30.—NAVARRO, 124.
44 LOTFIAR SIEMENS HERNÁNDEZ

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NETTL, PAuL.—”Zwei spanische Ostinatothemen”, en Zeitschrift für Mu-

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puesto por el maestro Juan Antonio Jaque (s. XVII),” en Anuario Musical
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Gesellschaft für Musikwissenschaft; Utrecht, 1952 (Amsterdam, 1953), pp.
415-422.

DISCOGRAFIA

HISPA-VOX, HH 10-158: Cancionero folklórico de las islas Canarias, de

la “Antología del folklore musical de España”; realizador: Profesor M. Gar-
cía Matos. (33-1/3 r.p.m., 30 cms.).
Contiene 18 ejemplos de las islas Tenerife, El Hierro y Gran
Canaria. Fue realizada esta grabación en el año 1958 por el musicólogo
M. García Matos, durante su estancia en las islas para llevar a cabo
la misión folklórica de Hispa-Vox. Los intérpretes son todos gente del
pueblo no profesionales. Se incluyen en el disco cuatro folías, tres
de Tenerife y una de Gran Canaria.

ALHAMBRA, SMGE 80539: Canarias, sus bailes y sus canciones, 3, por la

agrupación folklórica “Ajel” de San Bartolomé, Lanzarote. (45 r~p.m.).
Contiene este disco folías y seguidillas en sus correspondientes
versiones propias de Lanzarote. La agrupación “Ajei”, formada por
campesinos de San Bartolomé, ha sido en varias ocasiones galardonada
con premios en festivales folklóricos regionales, nacionales e interna-
cionales.
46 LOTHAR SIEMENS HERNÁNDEZ

ALHAMBRA, SMGE 80532: Agrupación folklórica “Princesa Guayarmina”

de Guía de Gran Canaria, N.° 2 (45 r.p.m.).
La agrupación “Princesa Guayarmina” que realiza este disco ha
sido galardonada en varios certámenes nacionales e internacionales y
está justamente subvencionada. Presenta aquí, junto con las Malagueñas,
unas Folías modernas, cuyo calificativo sólo cobra verdadero sentido
confrontóndolas con las antigüas que vienen en el disco siguiente. Es
un ejemplo muy interesante para el estudio de las variaciones del canto
sobre un bajo dado. En líneas generales son algo más simples, menos
floridas, que las de Lanzarote declaradas en el disco anterior, si bien
ambos ejemplos, junto con los de Tenerife del disco HISPA-VOX,
representan un mismo nivel del grado hasta hoy alcanzado por las
folías en su evolución, tras adaptarse a lo popular en las Islas.

ALHAMBRA, SMGE 80533: Agrupación folklórica “Princesa Guayarmina”

de Guía de Gran Canaria, N.° 3 (45 r.p.m.).
La misma agrupación nos ofrece aquí Isas y Folías antigüas. Este
ejemplo es idéntico al de Gran Canaria recogido por García Matos para
HISPA-VOX; incluso creemos que aquel ejemplo está ejecutado por esta
misma rondalla. Ya advertimos en el texto de este trabajo, al hablar
del canto de las folías, que el ejemplo de Gran Canaria del disco
FUSPA-VOX contenía una línea melódica que se ajustaba perfectamente
a la de la folía histórica. Al examinar ahora este disco vemos que
el calificativo de antigüas está sobradamente justificado: intervienen
aquí otros cantores diferentes a los de HIsPA-Vox, hombres y mujeres,
y confrontando todas las versiones vemos que el canto se nos pre-
senta como un complejo sólido, inalterable, nada sujeto a variaciones,
adaptándose perfectamente al modelo clásico de la folía culta con
ornamentación austera y una graciosa apoyatura al caer la voz en cada
nota fundamental de la línea melódica. Es, sin duda, un ejemplo más
arcaico que todos los demás incluidos en esta discografía y fiel por
completo al modelo que le dio origen. Es lástima que estos dos últimos
discos hayan llegado a nuestras manos cuando ya el trabajo está com-
puesto en la imprenta, pues con el conocimiento de que estas folías
son llamadas antigüas en Guía de Gran Canaria, y tras comprobar
de nuevo su paralelismo con respecto a la folía clásica y la solidez
de su estructura melódica, no hubiéramos vacilado en transcribir su
canto en el esquema comparativo. De todas formas quede aquí cons-
tanda de su arcaísmo y de que poco se aparta del modelo clásico.
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS*

Por JUAN RODRfGUEZ DORESTE

I.—FECUNDIDAD PERIODÍSTICA DE ESTAS ISLAS; JUSTIFICACIÓN DE ESTE

TRABAJO.

En el mes de abril de 1964, y para contribuir al mayor realce de

los Cursos de Periodismo organizados en la Universidad Internacio.
nal de Las Palmas, El Museo Canario preparó una exposición en la
que se exhibieron 504 ejemplares de otros tantos títulos de periódi-
cos y revistas aparecidos en este Archipiélago, desde los primeros ma-
nuscritos informativos de José de Viera y Clavijo, fechados en 1758,
hasta las gacetas de nuestros misI~iosdías. El primer hecho sorpren-
dente que aquella exposición permitió apreciar fue la extraordinaria
fecundidad de la prensa en estas Islas. Desde que viera la luz el pri-
mer periódico impreso en 1785 hasta el año 1936, han vivido en las
cinco Islas más pobladas de esta región insular —Tenerife, Gran Ca-
naria, La Palma, Lanzarote y Fuerteventura—, con existencia más o
menos dilatada, las más veces efímera, unas seiscientas publicaciones
entre diarios, semanarios y revistas literarias y profesionales. A me-

* Conferencias pronunciadas en el Curso de Enseñanzas Canarias, de

la Universidad Internacional de Las Palmas, y en el aula de “El Museo

Canario”, en los días 7 y 12 de abril de 1965.
48 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

diados del siglo pasado —en julio de 18531_ Canarias ocupaba el

quinto lugar entre las provincias españolas por el número de sus pe-
riódicos, después de Madrid, Barcelona, Cádiz y Sevilla. En 1882,
cuando la población total del Archipiélago era escasamente de unas
280.000 almas, se contaban veinticinco títulos, que llegaron a con-
vertirse con apresurado crecimiento en unos sesenta y cuatro en el
curso del año 1903, en el que se alcanzó el punto más alto de esta
singular fertilidad del ingenio canario.
Don Luis Maffiotte, en su interesante obra sobre los periódicos
2 cuyo tercer tomo comprende hasta los fechados en el año
canarios,
1905, registra y describe 471 títulos. He podido anotar algunos ante-
riores a esta fecha no recogidos en el libro de Maffiotte, de los que
incluso conservamos ejemplares en la rica Hemeroteca del Museo Ca-
nario. Si a esta cifra se le añaden las publicaciones aparecidas desde
entonces —en años que fueron de febril actividad publicitaria en las
Islas mayores— podemos conjeturar que el número antes estimado
peca más bien por defecto.
Sería curioso investigar las causas de esta densa proliferación pe-
riodística. Sólo como conclusión provisional que requiriría un aná-
lisis más despacioso, me aventuro a señalar las tres que surgen al pri-
mer cercano examen del interesante problema. Son éstas la condición
insular —la insularidad existencial del canario—, el espíritu regiona-
lista y la pasión política.
La Isla, como he reiterado ya en otro lugar,3 confiere una espe-
cial idiosincracia a sus habitantes, a los insulares. Los hechos de su
entorno vital, de su minúsculo mundo circundante, “continentes en
miniatura”, como escribiera Fray Lesco, cobran siempre por el aisla-
miento en que está inmerso el isleño un relieve excesivo, despropor-
cionado muchas veces con su específica y verdadera importancia. Co-

1.—El Noticioso de Canarias, en su número de 15 de julio de 1853, to-

mándolos de La Administración de Madrid, daba los siguientes datos:
Periódicos no oficiales en España: 121, de los cuales había en Madrid 71.
24 provincias no tenían periódicos, 15 solo tenían uno y 9 más de uno: Bar-
celona, 8: Cádiz, 7: Sevilla, 6 y Canarias, 3. Después de nosotros estaban
Málaga, Bilbao, Granada, Santander, Zaragoza, Valencia y Baleares.
2.—Luis MAFFIOTTE: Los periódicos de las Islas Canarias. Apuntes para
un catálogo. — Biblioteca Canaria, Volúmenes III, IV y Y. (Madrid, 1905 y
1906).
3.—JuAN RODRÍGUEZ DORESTE: Raíz y estilo del alma canaria. (Las Pal-
mas de Gran Canaria, 1960).
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 49

mo dicen los botánicos, el microclima se convierte en macroclima, y

los ecos de la noticia o del suceso parecen multiplicarse poderosa-
mente contra la muralla marina, contra esa especie de cerco de mar
y silencio en que la Isla está eternamente envuelta. De aquí que la
información de pequeñas y a veces deleznables incidencias de la vida
local solia ocupar en la prensa canaria una preeminencia y una ex-
tensión que hoy, universalizados ya tantos problemas, nos parecen
extrañas y pintorescas.
El sentimiento regional no es una característica privativa de es-
tas Islas, donde, no obstante, el inicial arranque de la insularidad le
proporciona sin duda una especial y acrecida intensidad. Uno de los
rasgos definidores de nuestra patria nacional ha sido siempre la fuer-
za que en ella asumen el sentimiento regional y municipal.

España —ha escrito el historiador inglés Gerald Brennan— es el país de

la patria chica... Cada pueblo es el centro de una intensa vida social y po-
lítica. Como en los tiempos clásicos, un hombre se caracteriza en primer lu-
gar por su vinculación a su ciudad natal o, dentro de ella, a su familia o gru-
po social, y sólo en segundo lugar a su patria y al Estado. Esto le da carácter
espectacular y propio a la historia de España.’

Existe además otra circunstancia histórica que justifica este sen-

timiento regional del escritor canario, patente sobre todo a lo largo
del siglo XIX: el hecho de nuestra tardía españolización en los al-
bores de la Edad Moderna. En el prólogo que escribiera para un li-
bro titulado Poetas canarios, que no fue impreso en este volumen,
pero que apareció luego en un número de la Revista de Canarias,~
un periodista tinerfeño, Antonio Domínguez, escribió:

Nacimos para España en los días de su grandeza; pero hemos vivido en

los tiempos de su decadencia: sus glorias las amamos sin el calor de haber-
las sentido... Estas consideraciones explican el hecho de que la poesía cana-
ria no busque el tema de sus cantos en los asuntos españoles y la tendencia
en muchos de ir a recoger la tradición en la lucha que sostuvieron los gene-
rosos guanches contra el conquistador cruel.

Por eso estamos desprovistos de una verdadera poesía épica, que

4.—GERALD BRENNAN: The Spanish Labyrinth (Cambridge University

Press, 1960).
5.—Revista de Canarias, núm. 2 (1878), S. C. de Tenerife.
50 JUAN RODRfGUEZ DORESTE

requiere unanimidad de sentimiento, y observamos que nuestra pro.

ducción poética toma preferentemente los cauces del amor a la patria
chica, el sentimiento de familia en que este amor encarna y el espíri-
tu contemplativo, todos los cuales constituyen algunos de los rasgos
más definidores de nuestra poesía lírica.

La pasión política, otra de las concausas de nuestra fecundidad

periodística, ha sido también indudablemente durante largas épocas
destacado atributo nacional. Pero en las Islas, sobre todo durante el
siglo pasado y las primeras décadas del actual, este sentimiento, hon-
damente popular en su esencia, se presentó vigorizado en lo que pu-
diéramos llamar sus líneas de fuerza nacionales por las rivalidades
intra e interinsulares —sobre todo los problemas de la capitalidad
regional, la hegemonía del mando y las sucesivas divisiones de la pro-
vincia— que por sí solas, al servicio de banderías y de cacicatos, de-
terminaron la aparición y desaparición continuas de múltiples y muy
variadas hojas, impresas en las diversas Islas, pero sobre todo en Te-
nerife y Gran Canaria.
Todo ello otorga un interés apasionante a la historia de nuestra
prensa, que aguarda todavía un estudio sistemático y detenido. En
ese vasto y tentador campo la reciente exposición del Museo Cana-
rio, cuya organización estuvo a mi cargo, me permitió descubrir el
volumen que ocupan las revistas de carácter artístico, entendiendo
esta denominación en su más genérico sentido. Poseemos en El Mu-
seo Canario —cuyas ricas colecciones fueron la base de este primer
estudio— más de 180 títulos. Las más antiguas son de contenido mis-
celáneo: historia, ciencias, literatura y artes. Poco a poco van espe-
cializándose hasta culminar al comienzo de nuestra última guerra ci-
vil, lindero temporal de este trabajo, con una revista, Gaceta de Arte,
que fue y sigue siendo gloriosamente excepcional no ya en los anales
canarios, sino en la misma historia literaria de nuestra patria grande.
Esta original faceta de la historia periodística del Archipiélago me-
recía por ello un estudio especial, cuya iniciación brindo en estas pá-
ginas al celo de futuros y más competentes investigadores, ya que en
la verdadera fronda que tales publicaciones constituyen, los límites
de unas conferencias me obligan a acotar para mi descripción sola-
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 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 51

mente las que considero más importantes en razón de tres factores

que reputo elementales: su calidad, su duración y su influencia.G

I1.—LA PRIMERA REVISTA LITERARIA DEL ARCHIPIÉLAGO: Revista isleña,

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 1842.

El primer número de esta revista, subtitulada Periódico de legis-

lación, política y literatura, lleva la fecha de 1 de abril de 1842. Apa-
recieron solamente cuatro cuadernos, que conserva la Hemeroteca del
Museo Canario, y fueron sus principales redactores Rafael Calzadilla
y José Plácido Sansón, a quien luego encontramos frecuentemente en
otras publicaciones posteriores. El lado artístico de la revista lo cons-
tituyen las poesías de Sansón y un poema al general León que firma
José de Grijalba. La crítica literaria se inicia con un estudio sobre
El tetrarca de Jerusalén, de Calderón de la Barca, obra del propio
Sansón, que es igualmente el autor de una larga oda a Tinguaro, el
famoso caudillo guanche. Como es bien sabido, las hordas de Tin-
guaro infligieron a las tropas castellanas una severa derrota en los
parajes donde hoy se emplaza el pueblo llamado La Matanza de
Acentejo, en la isla de Tenerife. Este revés inicial fue luego vengado
por las armas españolas —en el lugar donde hoy se erige el pueblo
de La Victoria—, muerto el caudillo guanche y clavada su cabeza y
exhibida en una larga pica. En el desenlace de esta batalla desempe-
ñó parte decisiva Fernando Guanarteme, el bautizado rey canario Te-
nesor Semidán, a quien en su oda increpa el poeta Sansón:

Fernando Guanai~teme,
a quién dio Gáldar maldecida cuna.

Es éste el primer brote literario de ese sentimiento que pudiéra-

mos llamar nacionalista, o reivindicador de las tradiciones del he-
roísmo y de las virtudes de la raza guanche, que con tanta frecuen-
cia hemos de ver repetido posteriormente en las letras canarias, so-
bre todo en cuentos, leyendas y poemas épicos.

6.—En un próximo número se publicará un trabajo bibliográfico sobre

las revistas de arte aparecidas en Canarias, para el que contaremos con la ex-
perta y valiosa colaboración de Manuel Hernández Suárez, secretario de nues-
tra redacción, elaborado principalmente sobre las citaciones de Maffiotte y la
colección de nuestro Museo.
52 JUAN RODRfGUEZ DORESTE

111.—La Aurora. Semanario de literatura y artes. SANTA CRUZ DE

TENERIFE, 1848.

La segunda revista artística de las Islas tuvo ya mayor empaque,

tanto literario como tipográfico. Se tiraba en la conocida Imprenta
Isleña de Miguel Miranda y aparecen en ella los primeros grabados
en madera impresos en el Archipiélago, obra de Cirilo Romero. To-
rna acusado relieve la nota guanchista y canarista que iniciara Revis-
ta isleña. Se publican en sus páginas estudios biográficos de caudi-
llos aborígenes: Tinguaro, Doramas, Bencomo, el último mencey de
Tenerife, Tanausú. Y también de escritores isleños: Cairasco de Fi-
gueroa, Antonio de Viana, José de Viera y Clavijo, Bernardo y To-
más de Iriarte. De este último autor inserta dos composiciones poé-
ticas, inéditas hasta entonces, que por su fina gracia reproduzco
seguidamente:
Vivían en Madrid en una misma pensión los dos hermanos Iriar-
te. Cierta vez mientras Tomás escribía en su cuarto, Bernardo en
otro contiguo afinaba su violín, con lo que perturbaba el trabajo poé-
tico de su vecino. Alcabo de un rato, Tomás compuso y leyó a Ber-
nardo la siguiente décima:

Muy amolante señor

que amuelas tu lira dura,
aún con más amoladura
que el mayor amolador.
Amolar con tal furor
es amolar, eso sí.
Ay, amolado de mí
que aunque oiga amolar a ciento
no sentiré amolamiento
como oírte amolar a ti.

Recoge también la revista otra graciosa improvisación de Tomás

de Iriarte. Se encontraba el poeta gravemente enfermo. Vino a visi-
tarlo y reconciliarlo el Padre Puerta, cura de San Juan, su parroquia.
Pero él antes había mandado llamar al Padre Portillo, misionero del
Salvador, “clérigo justificado y docto”, que le había administrado los
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 53

santos sacramentos. Como el párroco le preguntara si quería confe-

sarse, respondió Iriarte:

Señor, yo fui traviesillo

y tengo por cosa cierta
no irme al Cielo por la Puerta
sino entrar por el Portillo.

La Aurora publicó una reseña —no podemos llamarla crítica—

sin duda la primera aparecida en las Islas, de una exposición de artes
plásticas celebrada en la Sociedad de Bellas Artes de Santa Cruz de
Tenerife, instalada en el local de la Junta de Comercio. Lo curioso
de la información es que no da el nombre de ninguno de los exposi-
tores, aunque elogia las aguadas y dibujos al crayón que se exhibían.
La única mención nominal que la reseña contiene es la del profesor
don Lorenzo Pastor, de quien dice que casi todos los artistas del
certamen recibieron “explicaciones y consejos para la pintura al óleo
y las miniaturas y paisajes a la aguada”. Como resumen de sus juicios
críticos, comenta el articulista: “Decididamente la escuela de Tene-
rife saldrá colorista”. Cosa que, en verdad, resulta ciertamente
profética.
También siente el periódico inquietudes musicales. A lo largo
de su colección —que conserva El Museo Canario con los honores
de una encuadernación de Brugalla— aparecen varios estudios sobre
la historia y el origen de la música entre los hebreos, chinos, egipcios,
griegos, etc. y publica además cada quincena un álbum musical con
valses, canciones y rigodones. En una nota del número 25 se lee
una curiosa estadística: desde el año 1830 hasta 1845 los estable-
cimientos musicales de París habían publicado 19.748 valses para
piano. Y apostilla la revista: “¡ Qué prodigiosa y fútil fecundidad!”
Desde la perspectiva de nuestros días y de nuestros usos esté-
ticos, el más curioso de los trabajos de índole artística resulta ser
un largo ensayo, aparecido en varios números consecutivos, sobre
el gusto en las bellas artes. Aduce el autor muchos ejemplos sobre
lo que él considera muestras de mal gusto por parte de grandes pin-
tores. Por ejemplo: en el cuadro del Veronés “Las bodas de Canaán”,
que está en el Louvre, donde todo el resto es perfecto, los personajes
de un motivo bíblico lucen el traje italiano del siglo XVI, las mujeres
el peinado de la misma época y los músicos “llevan violín, violoncello,
54 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

tiorba, flauta transversal y otros instrumentos modernos”. En Las

Palmas —otro ejemplo— existe un cuadro de la Sagrada Familia
en el que “San José aparece con espejuelos”. Para el ensayista los
mayores defectos de los cuadros que analiza —de Mengs, de Claudio
Coello y de Murillo— son la aglomeración de personajes y la inexac-
titud de los trajes, añadiendo también, como prueba de mal gusto,
el que, según ocurre en la mayoría de las pinturas inglesas, en las fi-
sonomías de los personajes antiguos representados domine impro-
piamente el tipo nacional del autor de las obras.
La Aurora vivió poco más de un año, desde el 5 de septiembre
de 1847 hasta el 15 de noviembre de 1848. Dejó en las Islas tan buen
recuerdo que dos breves empresas posteriores —una en 1870 y otra
en 1873, ésta en revista consagrada exclusivamente al bello sexo—
hubieron de acogerse a su título. Los nombres de sus colaboradores
—José Desiré Dugour, Ignacio de Negrín, José Plácido Sansón,
Melqufades Espmnola, Carlos Guigou, Graciliano Afonso, Mariano
Romero, Bartolomé Martínez de Escobar y el ilustre naturalista
y cónsul de Francia en Tenerife Sabino Berthelot— deben ser con-
siderados y ensalzados como los verdaderos iniciadores de la litera-
tura canaria.

IV.—REvIsTAs DE ARTE EN GRAN CANARIA.

Desde el año 1840 había en Las Palmas una buena imprenta

—la de La Verdad— y otras dos menos importantes, las de Ortega
y Mariano Collina. Sin embargo, el primer periódico impreso de esta
Isla, redactado por Antonio López Botas, Domingo José Navarro
y Agustín Millares Torres, titulado El Porvenir de Canarias no
apareció hasta el 10 de octubre de 1852, pues no se han encontrado
ejemplares de El Pueblo cuya publicación en 1842 anunciaron en una
hoja que se conserva el propio Antonio López Botas y Juan Evange-
lista Doreste. El primer cuadernillo literario que ve la luz en esta Isla
es La Revista Semanal, cuyo número inicial aparece fechado el 1.0
de marzo de 1856. Tuvo vida corta, pues no duró ni un año, como
aconteció luego a un Álbum de literatura isleña, nacido en 1857,
del que no he podido encontrar ejemplares. Así pues, en rigor,
podemos considerar como la primera revista de cierta importancia
publicada en Las Palmas al semanario denominado El Canario, apa-
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 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 55

recido en el año 1860 y sucesor de un periódico de noticias de igual

título que arrastró una difícil existencia desde fines de 1854 a co-
mienzos de 1855. El Canario, revista semanal, fue dirigido por el
polígrafo Agustín Millares Torres, y en él publicaron versos Angela
Mazzini y su hija Victorina Bridoux y Mazzini7 y colaboraron con
artículos, para algunos de iniciación en el cultivo de las letras,
Amaranto Martínez de Escobar, Antonio de Luna, Fernando de León
y Castillo, José M. Romero y Quevedo, Rafael Bento y otros menos
conocidos. Su publicación cesó en el mismo año.

V.—Las Palmas. Revista quincenal de agricultura, industria, comer-

cio, ciencias y literatura. LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, AGOSTO
1875-OCTUBRE 1876.

Quince años hubieron de transcurrir hasta que vuelve a salir

en esta Isla una revista dotada de alguna vitalidad. Bajo la experta
dirección del doctor Luis y Yagüe colabora en ella la plana mayor
de la intelectualidad de la época: Agustín Millares Torres, Fernando
de León y Castillo, Eduardo Zamora Caballero, Pablo Romero, Emilio
Alvarez de Cueto, Juan Padilla, José T. Retamero Nieto, Amaranto
Martínez de Escobar, Miguel de Rosa, Juan Melián Caballero, Do-
mingo J. Navarro, Faustino Méndez Cabezola, etc., etc. En ella pu-
blica sus primeros versos don Fernando Inglott —un “Elogio de Isabel
la Católica”— que luego habría de ilustrar su nombre como profesor
de varias generaciones de distinguidos alumnos en el famoso Colegio
de San Agustín. El número más interesante de la colección —hoy
completa en El Museo Canario— es sin duda el aparecido el 29
de Abril de 1876. El intento original de conmemorar la incorporación
de esta Isla a la Corona de Castilla se dobla con la circunstancial
celebración del fin de la segunda guerra carlista del siglo. En toda
la nación hubo grandes fiestas con tal motivo. Este ejemplar de la
revista recoge la colaboración de la mejor intelectualidad grancanaria
contemporánea, y aparece por lo dicho bajo una doble inspiración:
trabajos sobre la conquista de las Islas y obras poéticas de aliento
anticarlista sobre el episodio nacional. Amaranto Martínez de Escobar

7.—Sobre esta malograda poetisa publicó un interesante trabajo María

Rosa Alonso.
56 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

es autor de un poema titulado “La Victoria”; Emilio Álvarez de Cas-

tro e 1. Brito, de dos composiciones cantando la paz. Agustín Millares
Torres firma la más vibrante de todas, un largo poema en que se re-
pite a guisa de ritornello este expresivo verso:

Vencido en toda España el vil absolutismo.

Resulta curioso señalar que el desenlace de aquella sangrienta

guerra fratricida, la más larga de la centuria, apenas halló verdadero
eco en la prensa diaria o noticiosa de la Isla, mientras que en cambio
suscitó una verdadera explosión poética entre los mejores literatos
isleños de la época.

VI.—UNA RUIDOSA POLÉMICA. El Atlante “Versus” El Gólgota.—1878.

El Atiante fue una revista semanal, aparecida en enero de 1878,

desaparecida con el número primero de julio siguiente, que tuvo
en la Isla gran popularidad por la novedad y la valentía de sus cam-
pañas. La dirigió Francisco Torrens y Cuevas, ilustrado escritor y
agudo polemista, y a sus columnas se acogieron algunos escritores
ya conocidos localmente: Agustín Millares Torres, M. Quevedo
Hijosa, José M. Romero y Quevedo, etc. En ella publicaron sus pri-
meros trabajos otros dos que habían de lograr andando el tiempo
merecido prestigio: Baltasar Champsaur Sicilia y Rafael Lorenzo
García.
Por aquellos días el doctor Gregorio Chil y Naranjo acababa
de editar el primer tomo de su importante obra Estudios históricos,
climatológicos y patológicos de las Islas Canarias, en cuyo prólogo
evoca la teoría evolucionista acerca del origen de la especie humana
que por entonces había adoptado de modo oficial la Sociedad de
Antropología de París. El libro encontró favorable acogida en los
centros científicos franceses, donde el doctor Chil era bastante co-
nocido, pero, sin embargo, en la ciudad natal del autor hubo de
provocar una verdadera tormenta. El obispo de la diócesis, don José
María de Urquinaona y Bidot, convocó un Sínodo para tratar de
la obra de Chil, la declaró sacrílega y ordenó que los sacerdotes
de su jurisdicción recogieran todos los ejemplares que cayeran a su
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 57

alcance. El eco de la condenación episcopal llegó a la capital francesa

y un escritor, el profesor Eugenio Verou, comentó el hecho en las co-
lumnas de la revista Le Bien Public. Su artículo se titulaba “Exco-
munión de la Antropología”. Fue recogido y traducido por El Atlante,
en su número del 25 de febrero de 1878. En él Verou, para consolar
al doctor Chi!, invoca el famoso precedente de Galileo, que fue
condenado por la Inquisición apoyándose en el testimonio de Josué.
“El Santo Tribunal —decía el articulista— había condenado al sabio
distinguido a la prisión y a la Tierra, a la inmovilidad”. En defensa
del decreto del Obispo salió a la palestra una revista católica, re-
dactada por los profesores y alumnos del Seminario Conciliar de
Las Palmas, titulada El Gólgota, que, por cierto, tuvo una vida bas-
tante larga para los usos del tiempo, desde el año 1873 hasta 1878.
En su última época fue dirigida por el impresor Víctor Doreste
Navarro, padre del ilustre escritor canario Domingo Doreste Rodrí-
guez (Fray Lesco). Se trabó entonces entre las dos publicaciones
una enconada polémica. El Gólgota bebía sus razonamientos en las
fuentes escriturarias; El Atiante respondía con citas históricas y
científicas: que si Giordano Bruno fue quemado de orden de la
Inquisición en el año 1600 por sostener la pluralidad de los mundos
habitados; que si las escrituras sagradas no concuerdan con la expe-
rimentación científica, etc., etc. El airado diálogo —las más veces
monólogo de El Atlante— duró varios meses hasta que las dos
revistas, como los gallos ingleses de nuestras peleas populares, mu-
rieron desangradas y exhaustas por sus mutuos espolazos.
Un diario contemporáneo llamado Las Palmas, al dejar de publi-
carse El Gólgota, le dedicó este intencionado epitafio:

El que combatió la luz,

porque la luz le hacía daño,
descansa bajo esta cruz:
lástima que este andaluz
dejara viudo al rebaño.

VIL—ALGUNAS REVISTAS TINERFEÑAS: EL USO DE LOS EPITAFIOS.

Hasta diez años después de cesar La Aurora, que tan grato

recuerdo dejara en las Islas, no vuelve a nacer en Tenerife una nueva
58 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

revista. La primera que surge fue El instructor y Recreo de las damas,

periódico de modas, científico y literario. Entre otros escritores
colaboraron en ella dos poetas prematuramente desaparecidos: Vic-
torina Bridoux y Mazzini y José B. Lentini. Encontramos también
la firma de un publicista que tuvo en su época gran relieve, don Juan
de la Puerta Canseco. En este efímero cuaderno imprimió sus pri-
meras obras musicales, cuando apenas contaba diez años de edad,
el que habría de ser más tarde gran pianista y afamado compositor:
Teobaldo Power y Lugo-Viña, también muerto en plena juventud,
a los 36 años, el 16 de mayo de 1884.
De los varios intentos editoriales que se malogran rápidamente,
sólo destacaré la aparición de El Ramillete, que vivió desde agosto
de 1866 hasta abril de 1867, en cuyo mes sucumbió por falta de sus-
criptores. Un diario tinerfeño de la época, El Guanche, (donde pu-
blicó algunos de sus versos, aún inéditos en su mayoría, la fina poetisa
Victoria Ventoso Cullen, natural del Puerto de la Cruz, 1827-1910)
comentando la triste agonía de la revista, escribió:

Se nos asegura que La Guirnalda, periódico literario que ve la luz públi-

ca en Madrid, cuenta en esta capital unos cuarenta suscriptores. El Ramillete,
que se publica y redacta por jóvenes de esta localidad, cuenta muy pocos
más. ¡Qué entusiasmo por el fomento de la literatura canaria! ¡Qué amor
tan acendrado por todo lo del país!

La juvenil revista se despidió de sus lectores publicando elegan-

temente su propio epitafio:

El Ramillete en esencia
bajó por siempre al abismo:
luchó por el patriotismo
y venció la indiferencia.

Dedicar epitafios a los colegas desaparecidos fue costumbre

bastante generalizada en la prensa canaria del pasado siglo, y dio
lugar a muchas ingeniosas composiciones. Maffiotte, en su obra ci-
tada, recoge unos cuantos realmente graciosos. Transcribo el que
El Memorandu;n, periódico tinerfeño que se publicó desde el año
1874 al año 1895, consagró a la muerte de El País, uno de sus nume-
rosos, infortunados y fugaces colegas:
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 59

Aquí yace El País zurdo y maltrecho.

Todo lo hizo al revés, infaustamente.
Una cosa no más hizo al derecho:
morirse de repente.

Ninguno desde luego tiene la gracia descocada del que un autor

anónimo —aunque sus contemporáneos lo atribuyeron al poeta Isaac
Viera— difundió al ocurrir la súbita y violenta desaparición de un
periódico de Lanzarote, cuyos tipos, regletas, comodines y restantes
materiales tipográficos fueron una noche arrojados al retrete por
desconocidos asaltantes. La rimada apostilla, que recoge en su obra
inédita sobre los periódicos de Lanzarote el escritor Agustín de
la Hoz, decía así:

¿Diz que murió El Proletario

en una hedionda letrina?
¡Ay qué muerte tan cochina
tuvo el pobre semanario!

VIII.—Dos GRANDES REVISTAS TINERFEÑAS.

1.—Revista de Canarias. LA LAGUNA Y SANTA CRUZ DE TENERIFE,
1878-1882.

En los diez años que median hasta la aparición de la Revista

de Canarias, cuyo primer número se publicó el 8 de diciembre
de 1878, hicieron acto de presencia en el ámbito periodístico tinerfeño
algu,nas revistas literarias, de escasa entidad tipográfica aunque de
diversa calidad artística. Entre ellas. El Ensayo, semanario que dirigió
desde 1877 a 1879, con variada fortuna, el escritor Elías Mújica, con
la colaboración de Alfonso Dugour, Ernesto Lecuona Ramos y Sal-
vador Mújica. Lecuona Ramos dirigía después, a fines de 1878, El Sol
de Nivaria, suplemento literario del diario La Imprenta, que falleció
a consecuencia de uno de esos accidentes que acechaban de continuo
a nuestros periódicos de entonces: extenuación económica, lapidación
popular, u orden gubernativa fulminante. De todos los modos de ar-
bitraria suspensión de periódicos y revistas empleados a la sazón,
sin duda el más pintoresco era el del registro, utilizado sobre todo
en los pueblos del interior y en las Islas menores. De cada número
de la publicación había que presentar cierta cantidad de ejemplares
60 JUAN RODRfGUEZ DORESTE

a un registro establecido en el respectivo Ayuntamiento. Cuando

se pretendía condenar a un determinado periódico, el funcionario
municipal correspondiente se alejaba o se escondía. El periódico, por
ello, tenía que salir sin haber sellado previamente los ejemplares re-
glamentarios. La infracción de la norma suministraba entonces
al cacique el pretexto legal para la suspensión.
La Revista de Canarias batió en el siglo pasado el “record” de
longevidad entre todas sus congéneres: tres años y cinco meses,
desde diciembre de 1878 hasta abril de 1882. La fundó y dirigió,
con ánimo valeroso, el escritor Elías Zerolo y Herrera, haciendo de
ella, no sólo la publicación más importante de su clase aparecida hasta
entonces en el Archipiélago, sino una de las más dignas, interesantes
y selectas de toda España en cuanto a originalidad de su contenido
y belleza y calidad de su presentación material. La revista equilibró
justamente sus dos aspectos, el cientffico y el literario. Del primero
se encargó Mariano Reymundo y Arroyo; el segundo fue confiado a
la experta mano de Francisco María Pinto, iniciador de la prestigiosa
estirpe literaria que en aquella Isla encarna hoy el poeta y escritor
Carlos Pinto Grote. Poseemos en El Museo Canario una colección
completa de la valiosa revista, modelo de limpia y cuidada impresión.
Colaboraron en ella asiduamente los mejores poetas de su tiempo:
Amaranto Martínez de Escobar, Antonio Zerolo, Ramón Gil Roldán,
José Tabares Bartlett, Nicolás Estévanez, etc., etc. En sus columnas
se publicó el conocido poema de Estévanez titulado “Canarias”.
En esta bella composición se encuentran aquellos famosos versos,

mi patria es de un almendro
la dulce, fresca, inolvidable sombra...

que motivaron el gracioso comentario de Unamuno, que ya he recor-

dado en otro lugar: “j Pobre del que no tiene otra patria que un
almendro: acabará colgándose de él! “.

Entre las efemérides regionales que la revista recoge merece

señalarse la contribución canaria a la Exposición Internacional cele-
brada en París en el año 1878. Por la crónica que desde la capital
francesa envió Patricio Estévanez Murphy nos enteramos que acu-
dieron veinte y nueve expositores insulares, entre los cuales figuraba
un solo artista: el pintor palmero Manuel González Méndez, que
mandó dos óleos, uno representando una fiesta en un pueblo de
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 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 61

La Palma y el otro, un pescador de Güimar. La restante aportación

canaria comprendía: piedras de construcción y de filtro, muestras
de rocas, cigarros, cigarrillos y tabacos sin elaborar, sobre todo capas
de puros, cochinilla, café de varias procedencias —el de Agaete en-
viado por el Sr. Armas Jiménez— y una variada colección de vinos,
de los cuales los malvasfas y secos de Davidson y Compañía de Tene-
rife obtuvieron una medalla de oro, y el generoso dulce del Conde
de la Vega Grande de Las Palmas, una medalla de plata. El doctor
Chi! y Naranjo expuso una copiosa cantidad de objetos procedentes
de los aborígenes canarios: barros, pieles, tejidos, molinos, morteros
de piedra, cerámicas, momias, cráneos y huesos, que pasarían luego
a nutrir las ricas colecciones de El Museo Canario que fundara el ilus-
tre investigador.

Otra información muy curiosa, por lo que contrasta con las nor-
mas de nuestro tiempo, es la relativa a una Exposición de Bellas
Artes inaugurada en Santa Cruz de Tenerife el 25 de Julio de 1880.
Fue, sin duda, la primera gran muestra de artes plásticas celebrada
en aquella Isla, y es de presumir que en todo el Archipiélago. La apor-
tación más nutrida al certamen estuvo formada por la colección de
don Dositeo Cullen, coleccionista residente en La Orotava. El Gabi-
nete Instructivo de Santa Cruz, que reanudaba una actividad largo
tiempo suspendida, acogió en sus salones 314 cuadros, “entre lienzos,
tablas y cobres” y 93 obras de dibujo, acuarelas, esculturas y otros
objetos artísticos. Lo que sorprende realmente al avisado lector
de hoy es la insospechada presencia en Tenerife de un tesoro pictó-
rico tan fabuloso, a juzgar por las atribuciones que figuraban en el
catálogo del Sr. Cullen, y que el cronista de La Revista de Canarias
comenta un poco dubitativamente. Aparecen más de quince cuadros
firmados por estos famosos pintores: Leonardo da Vinci, Rizzi,
el Greco, Velázquez, Zurbarán, Van Dyck, Guido Reni, José Ribera
el Españoleto, Rafael, Murillo, un Van der Weyden restaurado su-
cesivamente por Juan de Juanes y Ribalta, Teniers, Alenza y
un Cristo crucificado en marfil, supuesta obra de Miguel Ángel.
Elías Zerolo, autor de la crónica, hombre de notable cultura artística,
según se deduce de sus comentarios, pone en tela de juicio con acer-
tadas razones la mayor parte de las atribuidas paternidades creadoras.
Sus expresiones son casi todas de un elocuente y cortés eufemismo:
“Es difícil pensarlo...;” “puede ser no de Reni, sino de Maella;”
62 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

“No lo sabemos...;” “No puede asegurarse que sea suya...;” “LSerá

éste un Van Dyck’ Alguna vez, sin embargo, la evidente calidad
de la obra rinde su comentario: “Si no lo es, merece serlo”, afirma
ante otro supuesto Van Dyck. De todos modos la crónica, bien con-
formada y bella de estilo, es un perfecto modelo de lo que en muchas
ocasiones, y ante problemas semejantes, se ven obligados a escribir
los críticos de arte, verdaderos malabaristas de la expresión, si no
quieren incurrir en el enojo, y en la consiguiente negativa futura
de colaboración, de muchos coleccionistas ingenuamente ajenos a
las difíciles y espinosas cuestiones que suscita la autentificación de
una obra pictórica: para muchos de ellos dudar de sus atribuciones
es como inferirles una grave ofensa personal.
Desde el punto de vista histórico el artículo de Zerolo nos da
ocasión de conocer los nombres de los artistas canarios ya reputados
entonces o en vías de futura afirmación: Luis de la Cruz, Juan de
Miranda, Sanz y Carta, notable paisajista, el palmero Manuel Gon-
zález Méndez, el fecundo Robaina, que presentó 50 cuadros entre
copias y originales, Truilhé, Lallier, de la Peña, González Romero,
Baeza, y los dibujantes Eduardo Rodríguez, Ernesto Menéndez, etc.
Un conocido fotógrafo de Las Palmas, el Sr. Ojeda, pionero de este
arte en Gran Canaria, expuso una buena cantidad de sus obras.

2.—Los DOS BRILLANTES AÑOS DE La Ilustración de Canarias (1882-84)

Al ausentarse Elías Zerolo de Tenerife muere su periódico:

el último número va fechado en 23 de abril de 1882. Antes de tres
meses ve la luz otra gran revista artística, la primera realmente grá-
fica aparecida en las Islas: La ilustración de Canarias. Tomó como
modelos ideales el formato y el tono de las distintas ilustraciones que
entonces venían publicándose en Europa, y, salvadas las naturales
distancias, la tinerfeña fue digna de sus prestigiosas precursoras, no
sólo por la seriedad y solvencia de su propósito, sino por el esfuerzo
excepcional que significó en función de los medios tipográficos de
que disponía y del corto ámbito en que el empeño iba a sustentarse.
La revista se compuso e imprimió en la Imprenta y Estereotipia
de José Benítez, en Santa Cruz de Tenerife, en tamaño de folio —330
por 225 milímetros— con ocho páginas a dos columnas. El conocido
escritor Patricio Estévanez Murphy asumió la dirección, y contó
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 63

con la redacción y colaboración más brillante que hasta entonces

logró reunirse en nuestro Archipiélago en torno a una aventura ar-
tística, que en estas latitudes es siempre obligadamente desinteresada
y generosa. A pesar de las apasionadas batallas periodísticas y polí-
ticas que entonces seguían librándose entre las dos Islas mayores,
la empresa consiguió agrupar a las mejores plumas de Tenerife y
Gran Canaria e incluso de las otras Islas, reconciliadas en el terreno
literario en una especie de tácito pacto de no agresión. He aquí una
lista incompleta: José Desiré Dugour, Agustín Millares Torres, José
Plácido Sansón, José Tabares Bartlett, Miguel Villalba Hervás, Elías
Zerolo, Ramón Gil Roldán, Antonio Rodríguez López, José M. Pu-
lido, Pablo Romero, Antonio Zerolo, Nicolás Estévanez; Luis, Juan
y Pedro Maffiotte, Patricio Perera Alvarez, Ricardo Cano Martín,
Alfonso Dugour, Isaura de las Casas, Alejandro Manly, Domingo y
Antonio Manrique, Miguel B. Espinosa, Ireneo González, Francisco
María Pinto, etc., etc. El propósito fundamental de la revista nacida
sin pretensiones de ninguna especie —según reza la salutación ini-
cial— fue dar a conocer el movimiento intelectual del Archipiélago,
estimulando al propio tiempo las aficiones artísticas de los isleños,
por necesidad muy limitadas, dado nuestro alejamiento de los grandes
centros... Fiel a su título publicó numerosos grabados, hechos pri-
mero en Madrid y en el extranjero, pero elaborados después en la
propia Isla, a través de los cuales se evocaban paisajes rurales y
urbanos, escenas populares, obras de dibujo artístico, aguadas, al-
zados de edificios, etc., etc. En el número 4 figuró la que debe ser
la primera litografía diseñada en nuestras Islas. En total aparecieron
40 grabados con retratos de personajes isleños y 59 con escenas, cua-
dros, monumentos y paisajes. Sería larga tarea reseñar el contenido
de los 48 números que se publicaron —conservados con cuidada en-
cuadernación en El Museo Canario—, pero, de todos modos, no
renuncio a describir brevemente algunos de los trabajos más inte-
resantes que recoge el apretado sumario.
Registremos primeramente el homenaje que en el número del 31
de mayo de 1883 se dedica a don Benito Pérez Galdós. Se publica
un cuento alegórico del gran novelista, titulado “La conjuración de
las palabras”, y se recoge además una amplia reseña del acto público
celebrado unos días antes en el Gabinete Instructivo de Santa Cruz
de Tenerife, en el cual se leyeron versos de Patricio Perera y Ramón
64 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

Gil Roldán, un trabajo crítico de Francisco M. Pinto y un discurso

encomiástico del Sr. Hernández Sayer. La Ilustración de Canarias
fue la primera revista española de su género que publicó un retrato
litográfico de don Benito —firmado por Orteguilla— en su número
del 15 de octubre de 1882, cuando apenas el gran creador de nuestra
novela había empezado a manifestar su recia personalidad.
El día 6 de diciembre de 1883 fue inaugurado el cable telegráfico
directo entre Cádiz y Santa Cruz de Tenerife, que hubo de conver-
tirse seguidamente en uno más de los motivos de contienda con la
prensa de Gran Canaria. El memorable acontecimiento, que rompía
nuestro aislamiento secular, fue celebrado por La Ilustración con un
número extraordinario que dados los recursos de la época parece
un auténtico alarde de acierto y originalidad. Se incluyen en él los
textos de todos los telegramas que se cruzaron con el feliz motivo,
encabezados por el que suscribe don Segismundo Moret, entonces
Ministro de la Gobernación. Pero el verdadero “clou” del número
lo constituyen, sin embargo, los cuarenta y nueve autógrafos que im-
prime en páginas especiales, firmados por las autoridades provinciales
y los colaboradores habituales, y cuyo diverso contenido va desde
la glosa lírica del progreso, hecha por Juan de la Puerta Canseco,
a la reproducción manuscrita de un fragmento del poema de Esté-
vanez “La patria es una peña”. Hasta don Valeriano Weyler, Capitán
General del Archipiélago en la histórica ocasión, envió una expresiva
adhesión escrita igualmente de su puño y letra, como la de todos los
personajes que figuran en este ejemplar realmente antológico. Inserta
también la revista el largo poema premiado en el concurso que se
convocó para conmemorar el relevante suceso, obra de Antonio Ze-
rolo, y que fue leído por su autor en un solemne acto que tuvo por
escenario el salón del Gabinete Instructivo. La composición, de tono
grandilocuente, termina con estos versos:

La suerte de mi patria va contigo.

Alma electricidad, yo te bendigo!

La revista, fiel a su programa, otorgó gran importancia a la di-

vulgación de las bellas artes. Aparte la frecuente inserción de gra-
bados a que ya hice referencia, todos los hechos artísticos ocurridos
en la Isla recibieron oportuno y amplio comentario. Sucede así, por
ejemplo, con la gran Exposición celebrada el mes de enero de 1883.
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 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 65

Además del juicio crítico de las obras expuestas se pueden admirar

unas acertadas reproducciones litográficas de cuadros de Robaina,
Pedro Tarquis, Lallier, V. Sans y Baeza, que eran los pintores del
momento, y de aguadas y dibujos de Eduardo Rodríguez. Las lito-
grafías fueron hechas por el señor Romero, nombre prestigioso en
los anales de la imprenta en nuestras Islas.
El último número de La Ilustración de Canarias se publicó el 8
de septiembre de 1884. Desde el 15 de junio anterior no había apare-
cido ninguno: triste anuncio de su cercana desaparición. Hasta bien
entrado el siglo actual no han vuelto a tener nuestras Islas una pu-
blicación literaria que pudiera equiparársele en elevación y limpieza
de propósitos y en categoría y dignidad espirituales.

IX.—LAs ÚLTIMAS REVISTAS DEL SIGLO XIX.

Los últimos años del siglo XIX fueron testigos del nacimiento
y de la breve existencia de unas cuantas publicaciones que al rescoldo
del buen recuerdo que dejara La Ilustración, quisieron aprovechar las
latentes inquietudes de orden espiritual que esta última gran revista
supo despertar. El Álbum, que apareció en Las Palmas en 1884; El
Ramillete Literario, nacido en el mismo año en Tenerife; otro igual-
mente efímero Ramillete, de Las Palmas, prestamente agostado, en
1889; El Laúd Canario, que empezó a tañerse en Tenerife en 1888
y cuyos arpegios solo duraron pocos meses, etc., etc. De todas ellas
me detendré unos instantes a describir La Lia Canaria, nacida
en Las Palmas en julio de 1889, El Ateneo Canario, que vio la luz
en esta misma ciudad en octubre de 1890, y Gente nueva, impresa
en Santa Cruz de Tenerife en 1899, y no por la calidad de las pu-
blicaciones en sí, sino porque ciertas circunstancias concurren a darles
en el panorama literario de las Islas una significación histórica.
La Lira Canaria, semanario de literatura, que vivió durante los
meses de verano y otoño de 1889, se recomienda a nuestra atención
porque en sus páginas, de tipografía deslucida, colaboraron Agustín
Millares Torres, Rafael Lorenzo García, Amaranto Martínez de Es-
cobar, Isaac Viera, J. M. Romero, J. Dugour, etc., poetas y escritores
de máxima reputación regional, y porque en dos números —17 de
agosto y 14 de septiembre del mismo año— publicó don Benito Pérez
Galdós unos versos humorísticos titulados “El Pollo”, luego repro-
66 JUAN RODRfGUEZ DORESTE

ducidos varias veces, y otro trabajo denominado “Necrología de un

prototipo”. También se insertó allí un cuento de don Fernando de
León y Castillo. Del nivel artístico de la revista da idea el hecho
de que en cada uno de los números insta de sus lectores la compra
de las novelas por entregas de Fernández y González y Pérez Escrich.
Esta publicación no aparece en el completo repertorio que debemos
a Luis Maffiotte.
El Ateneo Canario, del que sólo se imprimieron muy pocos nú-
meros a partir de octubre de 1890, fue órgano de la sociedad del
mismo nombre establecida en Las Palmas de Gran Canaria y fundada
en 1880. Desaparecida al poco tiempo, inició diez años después una
segunda etapa, muy brillante pero también fugaz, bajo la presidencia
de un gran periodista canario, José Franchy y Roca, que había de
ocupar posteriormente altos puestos en la política nacional. Ofrece
la publicación el interés de recoger los primeros escritos de Luis
y Agustín Millares Cubas, éste último profesor entonces de Retórica
y Filosofía del Colegio de San Agustín. Incluye también el discurso
de ingreso en El Museo Canario de don José Moreno Naranjo, pues
era preceptivo tal trámite académico para ser admitido en esta so-
ciedad. El propio Franchy publicó un largo trabajo, que debe de
figurar entre los primeros que escribiera, sobre “El romanticismo
en España”. La velada inaugural de la segunda época del Ateneo,
que revistió gran solemnidad y que se celebró en el salón de con-
ciertos de la Sociedad Filarmónica, en el teatro Tirso de Molina,
es ampliamente comentada en las columnas de la publicación, figu-
rando en la reseña el discurso del Presidente y unas notas laudatorias
sobre el arte de las cantantes y ejecutantes que intervinieron, las
señoritas Francisca Millares Cubas, Carmen Martinón Navarro, Sofía
de la Torre Cominges y Adela Suárez. Todas ellas fueron, al correr
de los años, progenitoras de conocidas familias canarias entre las
cuales figuran algunos nombres prestigiosos de nuestra literatura.
Gente nueva fue la última del siglo, una de las más duraderas,
pues estuvo saliendo de 1899 a 1901, y también la de mejor rango
tipográfico, ya que el buen número de caricaturas que publicó la
convierten en un verdadero índice iconográfico de los personajes de
aquel período. El primer ejemplar va fechado el 16 de octubre de 1899.
La dirigieron sucesivamente Manuel Delgado Barreto, Diego Crosa
y Benito Pérez Armas, tres grandes periodistas que habían de sobre-
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 67

salir más tarde en distintas faenas literarias y políticas. Las nume-

rosas caricaturas que aparecen, todas ellas firmadas por Crosita
(Diego Crosa) y litografiadas por A. Delgado y Ángel C. Romero,
van siempre acompañadas de un estudio biográfico-crítico del per-
sonaje respectivo suscrito por una firma acreditada. Pueden admirarse
retratos caricaturizados de Franchy Roca, Delgado Barreto, Luis Ro-
dríguez Figueroa, el malogrado y gran poeta tinerfeño; Luis Maf-
fiotte, Francisco González Díaz, cuyo perfil literario firman los
hermanos Millares; José Cabrera Díaz, Patricio Estévanez, Adolfo
Febles Mora, Antonio María Manrique, escritor lanzaroteño, etc.,
etc. Se publican también versos de los más jóvenes y prometedores
poetas de aquella generación, Manuel Verdugo y Luis Rodríguez
Figueroa y de poetas más viejos, Zerolo y Gil Roldán, así como
prosas de muchos de los escritores más calificados de aquella hora
Ángel Guerra, Miguel Sarmiento, Mario Arozena, Domingo Tejera
Quesada, A. Cabrera Pinto, etc. Como acaecimiento tinerfeño digno
de recuerdo hay que anotar la ceremonia de bendición de la primera
piedra en las obras del tranvía de Santa Cruz a La Laguna, celebrada
el 30 de octubre de 1899, y el relato de la velada en que se otorgaron
los premios de un certamen literario organizado por la revista, en
la cual hablaron el famoso deán López Martín, de la catedral de
Las Palmas, y el escritor grancanario Francisco González Díaz. El pri-
mer premio lo alcanzó un cuento sobre tema guanche —los amores
de la princesa Iballa y el caballero castellano Hernán Peraza— de
que resultó autor el propio director de la revista Benito Pérez Armas.
Para honrar a don Benito Pérez Galdós, con motivo del clamo-
roso éxito de Electra, publicó la revista un número especial en mayo
de 1901. Ofrece la novedad de incluir una escena inédita de la obra,
que el gran dramaturgo suprimió de su representación y de posterior
edición. Otra originalidad que registro es la de haber impreso el pri-
mer fotograbado aparecido en las Islas, un dibujo del Jardín Botánico
de La Orotava, obra de R. de la Puerta. Toda la colección de Gente
nueva, que conservamos cariñosamente en El Museo Canario, brinda
al lector de hoy el perfume inefable de un romántico encanto deci-
monónico y es como el canto de cisne de una centuria que tuvo
el valor inestimable de suscitar en la vida espiritual y artística de
estas Islas un verdadero hervor y una tardía pero auténtica eclosión.
68 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

X.—LAs REVISTAS DEL SIGLO XX: EL RENACIMIENTO CULTURAL CANARIO.

Vamos a ocuparnos ahora de las revistas de arte aparecidas en

nuestro siglo hasta el año 1936. Gran parte de las mismas han estado
vinculadas a la existencia de quien escribe estas notas, bien a través
de su actitud de lector amante e incansable, que encontró en ellas
goce y enseñanza, bien como protagonista de alguna de estas juve-
niles empresas en sus tareas de escritor ocasional. Por todo ello,
quiéralo o no, en algunos momentos, sobre todo al evocar figuras
desaparecidas hondamente entrañadas en su afecto, sus palabras
acusarán el temblor, la vacilación o la veladura de una justificada
emoción, por lo que de antemano se acoge a vuestra benevolencia.
Las tres primeras décadas de nuestro siglo fueron en nuestras
Islas particularmente fecundas en la producción literaria y artística,
y en su transcurso surgieron a la luz de la nombradía y hasta de la
celebridad exterior artistas y escritores que constituyen hoy timbre
de legítimo orgullo en nuestra historia regional. Casi todos ellos
se dieron a conocer por medio de las páginas de revistas locales y
la obra de algunos incluso sólo en los desvaídos caracteres de tal cual
pasajera publicación puede hoy apreciarse y admirarse. De aquí
la excepcional importancia que para el conocimiento de las letras
canarias ofrece la consulta de los cuadernos literarios de esta cen-
turia que fueron campo de inicial ejercitación para tantos escritores
gloriosos. El número de los aparecidos no es realmente considerable.
Los artistas fueron poco a poco desarrollando ese sabio sentido
autocrítico que cuando actúa equilibradamente constriñe la cantidad
en beneficio de la calidad. Nuestro examen, pues, se parará con más
morosa atención en las publicaciones más significativas desde el pun-
to de vista de la fama de sus colaboradores, o en consideración de
otra faceta capital, su novedad y originalidad intrínseca. Así y todo
no serán muchas las que hayan de quedar excluidas, porque en éste,
como en otros muchos aspectos de nuestra vida espiritual, el decurso
de los años ha ido marcando caminos de creciente perfección que
eran estímulo para los mejores y obstáculo inhibidor para
los mediocres.
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 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 69

1.—Florilegio. LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 1913 A 1915.

Acogido a la hospitalidad benevolente de una imprenta de pro-

piedad familiar, un impresor canario, Bartolomé Santana Pádilla,
aficionado a las letras, compuso, tiró, repartió, admini~tróy hasta
alguna vez redactó en parte, durante dos años largos la revista que
fue cronológicamente la primera del siglo en esta Isla.
La juvenil y generosa empresa ofreció cauce propicio al naci-
miento y desarrollo de algunas notables vocaciones literarias que
los años han ido afirmando decisivamente. La literatura palmense
tiene por ello una vieja deuda de gratitud con el animador del difícil
empeño editorial y hasta su lejana morada de Cuba, adonde emigró
hace mucho tiempo, le envío desde aquí un reconocido saludo con
los mejores votos personales. Los nombres de los redactores y cola-
boradorer de la revista suenan ya familiarmente en nuestros oídos
porque son los precursores de mi generación y los indiscutidos maes-
tros de cuantos desde entonces en Gran Canaria, sintiendo inquie-
tudes espirituales, hemos consagrado bastantes horas a escarceos
literarios más o menos trascendentales. He aquí la incompleta lista
que extraigo de una menoscabada colección que conserva nuestra
Hemeroteca: los grandes periodistas Francisco González Díaz y Do-
mingo Doreste (Fray Lesco) que en el número 1 publica unos versos
fechados en Salamanca en 1909; Sebastián Suárez León, que con
Pedro Perdomo Acedo, autor de numerosas bellas crónicas en que
ya se insinúa su personal estilo de gran escritor, se convierten en
los redactores más duraderos y fieles del leve periodiquito; Pedro
Arozena Wood, inolvidable y entrañable amigo, que publica aquí
los primeros versos de una existencia silenciosamente consagrada al
tímido amor de la poesía; Francisco Jordán y J. Cabrera Melián,
poetas ocasionales; Arturo Sarmiento, Leopoldo Navarro Soler y
Melitón Gutiérrez Castro, recordables figuras del periodismo insular;
Manuel Picar, autor de originales y humorísticos estudios etimoló-
gicos; Luis y Agustín Millares Cubas, que encauzados ya en sus res-
pectivas carreras profesionales, seguían cultivando fructuosamente
el arte que constituía su puro y noble “hobby”; los conocidos poetas
Montiano Placeres y J. Medina Miranda; Juan Rodríguez Yánez,
70 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

excelente escritor que pasó por la vida rehuyendo la notoriedad en

una actitud cuya raíz podía bien ser el desdén o la timidez; don Ju-
lián Cirilo Moreno, jugoso comentador de nuestros anales, que se
ocupó en Florilegio de la división de la provincia del año 1852;
Ventura Doreste Alonso, finísimo e intencionado escritor, parapetado
en sus escritos detrás de unas iniciales que acusan su retraído y
eterno gesto personal; los tres poetas mayores de la primera gene-
ración del siglo, Tomás Morales, Alonso Quesada y Saulo Torón.
De muchos de estos colaboradores dibujó certeras caricaturas el ma-
logrado Manolo Reyes, estimable artista, contradictorio y singular
personaje de nuestra bohemia. De Tomás Morales la revistilla dio
el soneto que comienza así:

Zagala, de tus labios deja que pruebe...

También, un poema dedicado a José Luján Pérez, “En la gesta

del centenario”. Florilegio narra la velada que hubo de celebrarse
en aquella ocasión organizada por la vieja sociedad “Fomento y
Turismo” -—verdadera precursora en estas iniciativas— en la que
hablaron Carlos Navarro Ruiz, presidente de la Sociedad, Domingo
Doreste (Fray Lesco) y el Magistral José Marrero, todos ellos
consagrados maestros de la oratoria. Saulo Torón publicó entre otros,
su bella composición “Son tres hermanas”. Y de don Alonso, como
llamaban sus amigos en broma cariñosa a Rafael Romero (Alonso
Quesada~, algunos versos de El lino de los sueños, cuyo prólogo,
obra de Unamuno, apareció igualmente en un número de la revista.
Alonso Quesada es también autor de un delicioso “Brevísimo re-
lato de mí mismo”, del que copio estos expresivos renglones:

Vivo irremediablemente en una lejana población de provincia que tiene

un casino lleno de andróginos y de pisaverdes, de quienes me río, con mi
más ordinaria risa, todos los días. Porque tengo tres risas: la suprema son-
risa para la muerte; la risa infantil de las cosas alegres de los buenos y una
carcajada de bodeguero, ad hoc, para la turba.

Entre los sucesos literarios de que la revista nos informa resaltan

las actuaciones de la benemérita sociedad teatral “Los Doce”, que
puso en escena en aquellos años, entre otras, la obra Sacrificios, de
Benavente, con decorados del gran pintor Néstor y un reparto for-
mado por Concepción Rodríguez, Matilde Gaspar Martí, Enrique
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 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 71

Ponce y José Rodríguez Iglesias. Se abrió también un abono para

otras dos funciones, entre ellas una representación de Tierra baja,
de Ángel Guimerá, protagonizada por un excelente aficionado, An-
tonio Abad Hernández, que pudo haber sido figura nacional.
Aparecen también los ecos de la visita del poeta Salvador Rueda
y amplia noticia sobre la memorable estancia en nuestra Isla de
la conocida escritora Carmen de Burgos, “Colombine”, que presen-
tada por Fray Lesco y José Franchy, dio en el teatro dos confe-
rencias, el 18 y 21 de octubre de 1913, que provocaron gran
entusiasmo juvenil. Aunque, desde luego, no tan ardoroso como el
que promoviera la hija de la escritora, María Álvarez de Burgos,
bellísima criatura, de formas graciosas y esculturales, de quien se dijo
que había herido sensiblemente el corazón de uno de los jóvenes
poetas de su inseparable “entourage” insular.
A partir de su segundo año la revista descaece visiblemente.
Comienza a nutrirse de recortes, con las solas esporádicas colabo-
raciones de Suárez León y Perdomo Acedo, y las frecuentes del pro-
lífico escritor y periodista José Rial. Los jóvenes intelectuales habían
sido reclamados por otra empresa, de la que luego hablaré, y el buen
Santana Padilla no pudo seguir cumpliendo su solitario y loable es-
fuerzo. Pero ahí quedan las amarillentas y endebles hojas que fueron
reflejo de tantas jóvenes y meritorias ilusiones.

2.—Castalia: UN SEMANARIO MODERNISTA. SANTA CRUZ DE TENERIFE,

1917.

Fue ésta la primera revista de verdadera categoría editada en

las Islas después de La Ilustración. Aunque tuvo una corta existencia
—desde enero a julio de 1917— su contenido y su presentación,
de tónica definidamente modernista, dejaron huella memorable en
la vida literaria del Archipiélago. La dirigió el poeta y escritor Luis
Rodríguez Figueroa, trágicamente desaparecido en el azar de su
posterior vida política, a quien auxiliaba, y sustituyó más tarde, en
funciones de redactor-jefe, otro conocido escritor tinerfeño, Ildefonso
Maffiotte. El semanario dio a conocer a muchos artistas de las Isia~,
poetas, dibujantes y pintores, que entonces comenzaban su obra,
y ofreció generosas columnas a otros valores ya reconocidos. En la
nota editorial de su primer número —fechado el 7 de enero de 1917—,
72 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

evocando el mito helénico de la fuente del Parnaso que confiere título

a la publicación, se afirmaba: “Castalia será toda juventud”. La re-
vista supo honrar este lema con manifiesta dignidad. Los colabo-
radores de Tenerife, además del director y del redactor-jefe, fueron
Manuel Verdugo, Domingo Cabrera (Carlos Cruz), activo todavía
hoy en el entusiasta ejercicio literario, José Hernández Amador, An-
tonio Zerolo, Juan Reyes Bartlett, Carmen Eulate, Guillermo Perera
Álvarez, Jacinto Terry, José M. Benítez Toledo, Manuel Fernaud,
Francisco Izquierdo, Matías Real, etc. Agustín Espinosa, el gran es-
critor de cuya temprana muerte no nos consolaremos nunca sus
muchos amigos, publicó en Castalia sus primeros versos, cuando
tenía veinte años de edad, y no diez y siete como dice la nota del pie.
Su poema se titula “Noche de polichinelas” y está fechado en Realejo
en mayo de 1917. De Gran Canaria enviaron asidua colaboración
Leopoldo Navarro Soler, Arturo Sarmiento, Francisco González Díaz,
Baltasar Champsaur, Heraclio Díaz, Miguel Sarmiento, Juan Medina
Miranda, Sebastián Suárez León, etc. Y los poetas Domingo Rivero,
Tomás Morales, Alonso Quesada, Saulo Torón, Claudio de la Torre,
que firmaba todavía con su nombre de pila Néstor, Luis Doreste y
Agustín Millares Carlo.
Domingo Rivero, el viejo patriarca de nuestra poesía, cuya obra
sigue aún dispersa en hojas perecederas, dio a esta revista su famosa
composición, dedicada a Tomás Morales, “Apolo te conserve la fuer-
za y el reposo...”, y otros dos poemas más: “A Don Quijote” y
“De la ermita perdida”. Tomás Morales y Alonso Quesada enviaron
versos de sus libros, entre ellos “En la muerte de Fernando Fortún”
y “A Rubén, en su última peregrinación”, el primero y “Ericka”
y “El tranquilo recuerdo” el segundo. Saulo Torón publicó, entre
otras obras, el bello e intencionado “Tríptico profano: El Rosario,
El Sermón, En la calle”. De la segunda parte son estos versos, refe-
ridos al predicador:

Una jerga humorística, dicha en tono severo,

contra el vicio y las modas que nos manda Parfs;
muchas citas al margen de Caín y Lutero,
pero pocas, muy pocas, del hermano de Asís.

Tomándolos del diario Ecos de Las Palmas —del que luego

hablaré— reprodujo el semanario en su ejemplar del 2 de marzo
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 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 73

de 1917, un bellísimo poema de Agustín Millares Carlo, ~‘Diá1ogode

la tristeza”, cuya repetida lectura me hace siempre añorar al gran
poeta que, para labores de evidente eficacia pero de menor vuelo
espiritual, nos arrebató tan voraz y radicalmente la ciencia bibliográ-
fica. De Luis Doreste, ya establecido en París, unas veces copiadas
del periódico citado, otras por envío directo, insertó Castalia varios
poemas a los que dio siempre el adecuado relieve tipográfico.
La revista concedió especial atención al aspecto ilustrativo. To-
dos los números lucen una portada en color, en cuya confección se
suceden los pintores Manolo Reyes, Juan Davó y Pedro Guezala,
y con mucha frecuencia imprime dibujos de Crosita, Adalberto Be-
nítez, Francisco Bonnin, José López Ruiz y Borges. Reyes alterna
con Claverie en la firma de las caricaturas, y debo señalar por su
justo acierto las que Manolo Reyes hizo de Galdós y del pintor Nés-
tor, para acompañar esta última un bello artículo de Ildefonso
Maffiotte con motivo de un homenaje tributado al artista palmense.
Como era natural, el semanario dedicó también un número al gran
animador del modernismo literario, Rubén Darío, con muchas ilus-
traciones, imprimiéndose incluso una página musical del compositor
Juan Reyes Bartlett.
En el mes de abril de 1917 los directores de Castalia organizaron
una comida en honor de Baltasar Champsaur, a la sazón Profesor
del Instituto de La Laguna, por la aparición de su enjundioso libro
Hacia la cultura europea.8 Es curioso anotar que con tal motivo se
publicó una carta abierta, dedicada al libro de Champsaur, suscrita
en Lérida por Elías Serra Rafols, que bastantes años después habría
de venir a la Universidad de San Fernando a ejercer con fecundo
y ejemplar magisterio la cátedra de Historia que tan hondo influjo
ha marcado en la vocación y en laobra de tantos investigadores de
nuestra tierra.
El 30 de junio de 1917 abandona Luis Rodri~guezFigueroa —via-
jero incansable que sublimara líricamente las impresiones de sus via-
jes— la dirección de la revista, que había de cesar prontamente. Una
de sus últimas iniciativas, quizás la postrera, fue organizar un con-
curso fotográfico de belleza femenina, en la que resultaron premia-

8.—BALTASAR CIIAMPSAUR SICILIA: 1-lacia la cultura europea (La Lagu-

na, 1917).
74 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

das, por este orden, las señoritas Mercedes Acha, Conchita Mesa,
Matilde Galván, Lolita Trujillo y Conchita Fernaud, todas ellas de
distinguidas familias tinerfeñas, y cuyos lindos rostros se nos mues-
tran en unos borrosos grabados que las desvaídas tintas llenan de
dulce y misterioso atractivo. Poco tiempo después desaparecía Cas-
talia. A esto llamarían los franceses “mourir en beauté”.

3.—EL ASPECTO LITERARIO DEL PERIÓDICO Ecos. LAS PALMAS DE

GRAN CANARIA, 1915-1919.

Por espacio de cinco años estuvo publicándose en esta ciudad un

diario de inspiración política, adscrito a una de las ramas del libera-
lismo monárquico, que, sin embargo, por la elevada calidad de las
plumas que lo redactaron y la selecta colaboración que enriqueció sus
páginas, puede presentarse como paradigma de verdadero periódico
literario. Lo dirigió durante una larga etapa Diego Mesa López, ague-
rrido periodista que supo rodearse en su labor de un grupo singular-
mente dotado: Rafael Romero (Alonso Quesada), Tomás Morales,
Saulo Torón, Néstor (Claudio) de la Torre, Rafael Cabrera Suárez,
Agustín Millares Carlo, Juan Rivero del Castillo, Adolfo Miranda,
Francisco de Armas, Luis Benítez Inglott, Pedro Perdomo Acedo,
Fernando González, etc. Algunos de estos conocidos escritores apa-
recían incorporados a la plantilla de redactores fijos del periódico;
otros publicaban en él sus versos, sus artículos ocasionales, sus críti-
cas anónimas, sus comentarios de diverso tono al hilo de los menu-
dos sucesos de la ínsula. Hasta el capítulo de los recortes, en que las
tijeras juegan papel de conspicuo redactor, tuvo en aquel periódico,
por mor del aquilatado gusto de sus confeccionadores, una extrema-
da dignidad: versos de Ruben Darío, Amado Nervo, Francisco A. de
Icaza, Antonio y Manuel Machado, Juan Ramón Jiménez, Francisco
Villaespesa, Santos Chocano, E. Verhaeren, Fernando Fortún, etc.,
etc. Y entre los grandes prosistas contemporáneos, los redactores es-
pigaban los artículos de Luis Araquistáin, Miguel de Unamuno, Ma-
nuel Bueno, Ramón Pérez de Ayala, Luis Bonafoux, etc. Todos ellos
fueron aliadófilos en la primera guerra mundial de 1914-1918, y el
Ecos mismo capitaneó en la ciudad la importante fracción de la pren-
sa diaria que se oponía a los Imperios Centrales, cuyo órgano más
visible y declarado fuera La Provincia.
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 75

Desde París, Luis Doreste, Agregado a la Embajada de España,

enviaba versos y “Crónicas sentimentales”. Rafael de Mesa también
colaboraba con cierta frecuencia: unos artículos informativos sobre
la vida en la capital francesa durante aquella contienda.
Ecos tiene el valor excepcional de haber servido de acogedor pa-
lenque literario para los grandes poetas canarios de la generación
que en otro lugar he llamado de 1917. En sus páginas se publican
además los primeros versos de Fernando González y algunas compo-
siciones inéditas de Néstor de la Torre Millares, Agustín Millares,
Fray Lesco, Luis Benítez Inglott, etc. En el periódico inserta To-
más Morales por primera vez, entre otros, sus poemas “A Rubén, en
su última peregrinación” y “La balada del niño arquero”; Saulo To-
rón, “La ofrenda humilde”, “A Rachel” y “Las señoritas del campo”.
Alonso Quesada, que era uno de los redactores fijos, dio al periódi-
co no solamente algunas escenas inéditas de La Umbría, sino lo más
maduro y vivaz de su prosa, en notas de acre humorismo —--“Cróni-
cas de la ciudad”— firmadas indistintamente con los seudónimos de
Felipe Centeno, Cardenio, Gil Arribato o Máximo Manso, o en es-
tampas de fino humor lírico, casi todas sin firmar, que aparecieron
bajo el título genérico de “Crónicas de la noche”.9
El diario desde luego no mantuvo esta tónica espiritual en toda
su existencia. Fue predominante sobre todo durante los meses finales
de 1916, todo el año 1917 y parte de 1918, pues después se convirtió
en un periódico de tantos, esencialmente alimentado de recortes, con
el solo interés circunstancial de sus campañas políticas. Una muestra
de lo que fuera en sus mejores instantes nos lo proporciona un ejem-
plar del mes de enero de 1917 tomado al azar. Figuran en él versos
de Néstor (Claudio) de la Torre, de Fernando González y de Luis
Doreste; un artículo de Francisco González Díaz, también colabo-
rador, y una crónica de Pedro Perdomo Acedo. Como cumplía a
la condición de los redactores, los sucesos de la vida artística o li-
teraria hallaron siempre en sus columnas un espacio preferente.
Recogemos, “verbi gratia”, la información del paso por nuestra
ciudad, el 16 de enero de 1917, del insigne filósofo José Ortega y
Gasset, en el regreso de su primer viaje a la Argentina. Ortega

9.—Una amplia selección de las mismas se imprimió en un volumen ti-

tulado: Crónicas de la ciudad y de la noche, escritas por don Felipe Centeno
o don Gil Arribato como antaño fue el verdadero nombre del cronista (Las
Palmas de Gran Canaria Tip. Diario, 1919).
76 JUAN RODRfQLJEZ DORESTE

recorrió la ciudad y visitó el pueblo de la Atalaya, que era en-

tonces uno de los altos lugares de nuestro turismo. Pocos días
después insertaba el periódico un pequeño artículo del gran es-
critor. Publica también en febrero de 1917, la noticia del es-
treno en el Teatro Eslava de Madrid de la obra Compañerito
de los Hermanos Millares. De la resuelta valentía del diario da
justa idea esta graciosa ocurrencia: el Ayuntamiento de Las Pal-
mas, regentado por un conglomerado político adverso al inspirador
de Ecos, había nombrado hijo adoptivo de la ciudad al Delegado del
Gobierno —aun no se había dividido la provincia—, don Manuel
Luengo, famoso por las jeremiadas con que afrontaba las situaciones
difíciles, en un acuerdo de servil y oficiosa lisonja. El periódico pro-
testó abiertamente del nombramiento y llegó hasta imprimir durante
muchos días el modelo de una papeleta para votar en un plebiscito
popular sobre la discutida designación. El cupón, debidamente en-
cuadrado para el recorte, dice así: “~Estáusted conforme con el
nombramiento del último hijo adoptivo de la ciudad?”
A la tertulia nocturna de la redacción solían acudir muchas per-
sonas significadas de nuestro mundillo intelectual. Del vivo comen-
tario oral surgían las notas para algunas de las crónicas del día si-
guiente. Requieren detenida recordación las coplillas humorísticas
que durante muchos meses estuvieron apareciendo como glosa alu-
siva a episodios ciudadanos del momento. Para interpretarlas bien y
apreciar todo su cáustico alcance, sería necesario, naturalmente, co-
nocer el contexto histórico de cada hecho. Los versos los escribían
indistintamente Alonso Quesada, Tomás Morales y Saulo Torón,
que mostraban con ello una faz hoy casi desconocida de sus tempe-
ramentos poéticos, merecedora de ser recogida en una publicación
particular. Eran siempre firmados con seudónimo: Arlequín, Po-
lichinela, Pierrot, etc. Todavía hoy, felizmente vivo uno de los
protagonistas, el gran poeta Saulo Torón (que luego dio en el diario
El País —1928 a 1929— pruebas de su festivo ingenio bajo el nombre
de pluma de Belarmino) quizás fuera fácil filiar la paternidad de
las numerosas composiciones que se publicaron. Sin hacer atribución
personal a ninguno de los ilustres y alternantes autores, no resisto
la tentación de transcribir algunos fragmentos que resultan ahora de
más fácil explicación, aunque sea solamente para sumar estas peque-
ñas parcelitas a la gloria de los tres poetas.
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 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 77

A mediados del año 1917 ya se presumía el colapso final de Ale..

mania y Austria en aquella gran conflagración europea. Comenzaba
a hablarse de armisticio. Ecos publicaba de vez en cuando unas “Co-
plas para la paz”, de las que elijo las siguientes:

Dicen que ya no me quieres,

y creen que eso me aterra...
Cuando termine la guerra
pondré un puesto de mujeres.

Si esta guerra al fin termina

vendrá otra —y no te asombres----
otra guerra femenina
por conquistar a los hombres.

Que las chicas del país

sepan, por si les importa,
que haré aquí estancia muy corta,
la larga será en París.

Sobre la guerra submarina, llevada por los alemanes con un rigor

que no distinguía nacionalidades, publicó Ecos muchas coplas. En-
tresaco ésta:

Un submarino teutón
nos echó otro barco a pique,
y no habrá otra solución
que decirle a este.., guasón
¡amigo, no perjudiquel

De vez en cuando aparecían -necrológicas burlescas, parodias en

verso de las que publicaban otros periódicos locales, sobre todo Dia-
rio de Las Palmas, tradicional especialista en “gaffes” informativas.
He aquí una muestra de ellas:

Se murió a los sesenta y un años

don Faustino Montero y Montós
¡otro año que hubiera vivido
y se muere a los sesenta y dos!

Se inauguró por aquellos días la desgraciada marquesina cons-

truida en el muelle de Santa Catalina para desembarque de pasaje-
78 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

ros, y cuya demolición está ya afortunadamente preparada para fecha

próxima. Ecos comentaba el suceso con estos versos:

LA INAUGURACIÓN DEL SÁBADO

(La marquesina)

Recibí una invitación

y como soy muy cumplido
fui a ver la inauguración
del moderno Partenón
que en el muelle han construido.
Es una obra acabada
de estilos varios y raros;
una perfecta “monada”
tan perfecta... que no hay nada
a que ponerle reparos.

Pero yo que soy profano

y a veces un poco irónico
digo, escondiendo la mano:
¿Es éste un templo pagano
o un buñuelo arquitectónico?

Sería inacabable tarea referir las numerosísimas y felices aposti-

has rimadas que el periódico dedicó a personajes y eventos contem-
poráneos y que forman una verdadera historia satírica de la época.
Para terminar transcribo otra composición que, aunque no es rigu-
rosamente original sino arreglo de otra conocida, tiene verdadera gra-
cia. Para emular a Ecos, que reproducía frecuentemente versos de re-
putados poetas, Diario de Las Palmas acostumbraba copiar obras lí-
ricas de muy dudoso gusto. Por ello, el periódico matutino comen-
taba un día:

En Guía, Bonifacio Ruiz Salinas

colecccionaba latas de sardinas,
y en el Imperio chino un tal Macario
recortaba los versos del Diario.

Para hacer desatinos

no hay como los isleños y los chinos.

En la historia del periodismo canario y, ni que decir tiene, en los

 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 79

fastos de las artes literarias de nuestro Archipiélago, el diario Ecos,

sobre todo en la etapa central de su existencia, marca una época, es
como un verdadero hito de forzada referencia para cuantos quieran
conocer el origen y los primeros testimonios de algunas excepcionales
vocaciones artísticas que dieron luego óptima frutación. Es una ver-
dadera lástima que sólo conservemos en el Museo Canario una co-
lección incompleta, bastante mutilada por numerosos recortes.

4.—Dos REVISTAS TINERFEÑAS DE DISTINTO CONTENIDO: Hespérides,

1926 y Cartones, 1930.

Tuvieron estas dos revistas, bastante desiguales en rigor por la

calidad de su contenido literario, cierto interés histórico, no sólo por
ser precursoras en algunos aspectos de las otras dos grandes publica-
ciones de que luego me ocuparé, sino por la presencia en sus colum-
nas de algunos escritores y poetas llamados a ocupar posteriormente
lugares de primer plano en la vida artística de las Islas.
Hespérides fue un semanario gráfico, publicado en el curso del
año 1926. La incompletísima colección que he consultado no me per-
mite una verdadera exposición de sus sumarios. La dirigió y animó
principalmente Rafael Peña León, aficionado cultivador de un géne-
ro poético especial, que imprimió a sus cuadernillos una opaca com-
plexión modernista muy alejada del gusto y tono que luciera Casta-
ha. Tiene para mí, sin embargo, el valor de haber acogido las prime-
ras obras, colaboraciones en prosa y verso, de Eduardo Westerdahl,
el gran crítico de arte de universal reputación, y de Emeterio Gutié-
rrez Albelo, magnífico poeta, que habían de figurar años después uni-
dos, durante alguna etapa, en la colectiva capitanía de Gaceta de Ar-
te. Figuraron igualmente en las páginas de esta revista los primeros
escritos del periodista Domingo Molina Alberto, animoso y querido
compañero en amargas horas, que dirigió posteriormente en Tenerife
el periódico republicano Hoy, y algunos poemas de la malograda
poetisa gomera Bohemia Pulido Salazar, cuya obra permanece to-
davía sin ser recogida como se merece. También colaboró en
Hespérides, el gran poeta festivo Juan Pérez Delgado, (Nijota),
cuyas coplas humorísticas, desenvueltas durante muchos años como
glosa bien versificada, certera y ágil de la realidad cotidiana, bien
merecen por su excelente y ática gracia ser seleccionadas en un yo-
80 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

lumen que salve para la posteridad la obra de uno de los ingenios

más finos que han tenido las letras canarias. En uno de los ejemplares
de Hespérides que he examinado, aparecen algunas estrofas dedicadas
a Icod de los Vinos. Copio dos de ellas, que aunque no sean de
las mejores de su autor, me parecen reveladoras de dos matices
de su estilo:

A un afamado crítico
que vino de la Corte
lo llevaron de viaje
a los pueblos del Norte.
En uno lo invitaron
a tomar vinos finos,
y por criticar de algo
crit-Icod de los Vinos.
Lector: si vas a Icod
cruzarás, como tantos
por dos calles muy grandes
con dos nombres de santos.
Mirando a las ventanas
verás caras muy ricas
¡que en las dos calles grandes
hay también muchas chicas!

Cartones fue una revista santacrucera de juvenil desembarazo,

aire abierto y auténtica novedad que agitó los corros artísticos de
las Islas por un breve espacio del año 1930. Encontramos en ella por
primera vez los nombres de laureados poetas y literatos que se cur-
tirían luego en lides editoriales de mayor rango: Pedro García Ca-
brera, Francisco de Aguilar y Paz, Oscar Pestana Ramos, Domingo
López Torres y José Antonio Rojas. Este último, infortunado y pro-
metedor poeta, había de encontrar la muerte en un accidente de mar
ocurrido en el mes de agosto del mismo año 1930. Domingo López
Torres, otro de los grandes valores de su generación, que unía a su
talento un irresistible atractivo personal y un generoso idealismo po-
lítico, y que después veremos formar parte de la brillante pléyade de
Gaceta de Arte, hubo también de desaparecer en la dolorosa confu-
sión inicial de nuestra guerra civil. Los otros tres escritores se verían
luego nuevamente agrupados en torno a aquella citada empresa lite-
raria, a la que habré de referirme en seguida con la extensión que
merece. No he podido reconstituir por desventura mi completa co-
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 81

lección de Cartones, que hubo de extraviarse en alguna de las apre-

suradas mudanzas a que, por culpas de los tiempos y de mis avatares,
se vieron sometidos mis libros y mis papeles.

5.—Los CINCO NÚMEROS ANTOLÓGICOS DE La Rosa de los Vientos.

En abril del año 1927 nació en la isla de Tenerife, —impresos

los tres primeros números en la Tipografía de J. Bethencourt Padilla,
Suárez Guerra 16, Santa Cruz de Tenerife, y los dos últimos en la
Imprenta Orotava, Carrera 24, de aquella Villa— la primera revista
de verdadero aliento europeo surgida en el ya dilatado panorama li-
terario de nuestro Archipiélago. Fue, en verdad, el primer campo de
libre experimentación y ejercicio ofrecido a los hombres de mi gene-
ración, entre cuyas filas la muerte o la forzada ausencia han causado
muy sensibles bajas. La revista salió con este cuadro de primeros
mandos: Director, Carlos Pestana Nóbrega; Jefe de Redacción,
Agustín Espinosa García; Secretario de Redacción, Juan Manuel
Trujillo. Acceden luego a puestos rectores Carlos Fernández del Cas-
tillo y Ernesto Pestana Nóbrega, pero son principalmente Agustín
Espinosa y Juan Manuel Trujillo, los animosos sustentadores del di-
fícil y arriscado empeño. El cuaderno absorbió sustancialmente las
esencias del surrealismo —en poesía, en prosa y en pintura— que por
entonces daba su mejor savia a las artes europeas, y que luego habría
de encontrar aquí en la misma Isla, y en los anchos surcos de Gaceta
de Arte, una plena florescencia. El lejano semidiós tutelar de aquella
empresa, tan corta como azarosa, fue sin duda el gran escritor Ra-
món Gómez de la Serna, que dio a La Rosa no sólo su aliento perso-
nal y epistolar, sino su valiosa colaboración. Ramón nos envió tres
bellísimos trabajos: “Los gallos descompuestos”, “La música nueva”
y “La caja de las conchas”.
Vinculado afectivamente a la revista por mi colaboración perso-
nal —pues en ella aparecen mis primeros modestos ensayos sobre
“El angulo recto en el cubismo”, y “En torno a Goya” con ocasión
de su centenario— sería para mí gratísima tarea comentar con am-
plitud su rico contenido. Pero me coarta felizmente una imprevista
coyuntura: en este mismo Curso de Enseñanzas Canarias mi docto
y querido amigo Sebastián de la Nuez Caballero, Catedrático de Li-
teratura y actual Director del Instituto de Segunda Enseñanza de
82 JUAN RODRíGUEZ DORESTE

Santa Cruz de Tenerife, tiene anunciada una conferencia que versará

sugeridoramente sobre “Los poetas de La Rosa de los Vientos.”
Descargo, pues, con gusto en sus hombros más potentes este lírico
fardo, que en verdad tornaban liviano mis recuerdos de juventud, y
me limitaré a hacer un recenso casi estadístico del apretado sumario
de los números aparecidos. El cuidado gráfico de la revista —de ins-
piración cubista en su portada y estilizada en sus ilustraciones— es-
tuvo encomendado a los dibujantes Pedro Guezala y Xavier Casais.
Encontramos versos de Ángel Valbuena Prat, el insigne histo-
riador de nuestra poesía, Facundo F. Galván, Julio de la Rosa, Ernesto
Pestana Nóbrega, Fernando González, Luis Benítez Inglott, el malo-
grado y exquisito lírico grancanario Félix Delgado, de quien el nú-
mero 4 publica un pequeño estudio antológico, Rafael Navarro y
Cristóbal González Cabrera, entrañables amigos desaparecidos, que
habían de compartir conmigo por aquellos años las pintorescas aven-
turas del diario El País1°de Las Palmas, y el último de los dos otros
duros trances inolvidables; Saulo Torón, Emeterio Gutiérrez Albelo,
Pedro Perdomo Acedo, José Jurado Morales, fiel desde Barcelona
a la vieja amistad canaria, Félix Poggio, y Agustín Miranda Junco,
que dio unos ingenuos poemas, los primeros de su pluma, entre ellos
éste que tiene el prieto escorzo de un “hai-kai”:

El cohete
se elevó marcándose camino
en la oscuridad.

Dentro de cien años

una estrella más.

10.—El País, diario de información general, Las Palmas de Gran Canaria,

1928-1932.—Imprenta Islas, calle de Pérez Galdós, 22.
Este periódico tuvo también una gran significación literaria, pues en él
coincidieron los más destacados componentes de la segunda generación de
escritores de este siglo. Lo dirigió con su habitual pericia, doblada de pinto-
resca “nonchalance”, Pedro Perdomo Acedo y su cuadro de redacción fue
el siguiente: Redactor-jefe, Juan Rodríguez Doreste, Secretario de Redacción,
Rafael Navarro Jiménez, redactores habituales (nadie cobraba en el periódico,
excepto el reportero de sucesos, y esporádicamente el Director) Cristóbal
González Cabrera, Féliz Delgado Suárez, (los dos ya desaparecidos); Agustín
Miranda Junco, Julio González González. Con cierta asiduidad colaboraron
Domingo Doreste (Fray Lesco), Simón Benítez Padilla, Saulo Torón (coplas
festivas bajo el seudónimo de Belarmino) Víctor Doreste, José Mateo Díaz,
Ángel Tristán, Ambrosio Hurtado de Mendoza y Pérez Galdós, y ayudabax~
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 83

Agustín Espinosa y Juan Manuel Trujillo son los prosistas más

fértiles. El primero, en su personal estilo, jugoso de imágenes, de vago
acento azoriniano en la andadura, pero más esotérico en la significa-
ción, llena páginas de ensayos, prosas poéticas, estudios folklóricos,
notas bibliográficas: “Azores mudados”, “Escaparates polifémicos”,
con motivo del centenario de don Luis de Góngora, —con una selec-
ción de sus versos— al que también dedica un enjundioso trabajo “En
el retorno de su hora poética”, “Las eses españolas”, cotejo filológico
de la “s” castellana y la “s” canaria, “Biología de un paréntesis”,
metafórica justificación de un retraso en la tirada de la revista,
etc., etc.
Juan Manuel Trujillo, fino y hondo escritor que forja con sol-
tura una prosa tersa y moderna, aunque llena de ecoicas resonancias
clásicas, hoy bibliógrafo erudito, descubridor de muchas preciadas
joyas librescas, aportó también su pródiga colaboración: bellos y
simbólicos cuentos —“Cuento de Cotro cazador”, “Cuento de la
grúa, el delfín y el guardamuelle”, “El estudiante”— ensayos poe-
máticos —“De un pregón en la calle”, “De estos jardines”, “3 mares”,
etc.— y buen acopio de notas bibliográficas. Vienen después los res-
tantes colaboradores: Ángel Valbuena Prat, con sus estudios eruditos
sobre La Odisea, notas sobre el centenario de Góngora, sobre un viaje
a Granada, una glosa de El caracol encantado, de Saulo Torón, etc.
Leopoldo Gorostiza anima la crítica musical con notoria competencia.
Leopoldo de la Rosa comienza en estas páginas, con un pequeño tra-
bajo sobre Fray Andrés de Abreu, su fructuosa y larga carrera de
investigador histórico. Eduardo Westerdahl se nos presenta en un
aspecto poco conocido: un cuento surrealista, de prosa ceñida, titu-
lado: “Los 2. Tragedia erótica”. Y, por último, el profesor Elías
Serra R~fols,ya asentado en la vieja ciudad lagunera de su patriarca!
magisterio, publica en esta Rosa de los Vientos, varios trabajos: “Lo
viejo y lo nuevo”, comentario sobre la elección de Eugenio d’Ors
a un sillón de la Academia de la Lengua; otro de irónica intención
sobre “La prosapia”; “Colón, gitano” en que comenta con acopio

en los aspectos gráficos el escultor Eduardo Gregorio y el pintor Néstor, etc.

Publicaba el diario secciones muy populares, como “El isleño y sus caídas”,
precursoras del canarismo literario actual, versos, crítica de arte y crónicas.
Su mejor época fue el año 1928 y parte de 1929, pues posteriormente
decayó en calidad. No podía mantenerse largo tiempo un esfuerzo tan desen-
fadado y desprendido.
84 JUAN RODRIGUEZ DORESTE

de buen ingenio una supuesta nueva nacionalidad o raza del insigne

navegante, y, finalmente, una emotiva crónica sobre “Los grandes
maestros”. Con mirada de hoy, ya de vuelta de los inevitables mime-
tisnios de toda nueva generación literaria, nos sorprenden todavía
los muchos hallazgos que esta revista contiene, estilísticos, críticos,
poéticos. La reseña de libros, en que alternan los principales redac-
tores, y entre ellos también Ernesto Pestana Nóbrega, que junto
conmigo se ocupó de crítica artística, resulta de veras sorprendente
y hasta aleccionadora. Como una preciada reliquia guardo los cuatro
primeros números —el quinto se me perdió— de esta aún fragante
Rosa de los Vientos, que, entre otras virtudes, tuvo la de dar rumbo
fijo y definitivo a la mutua y estrecha amistad de cuantos la hicimos,
y para quienes aquella juvenil aventura constituye una de las más
hermosas y confortadoras experiencias de nuestra vida.

6.—Gaceta de Arte.
a) UNA REVISTA CANARIA DE RANGO UNIVERSAL. SANTA CRUZ DE TENE-
RIFE, 1932-1936

Pone límite temporal a mi trabajo esta espléndida revista. En

el lento proceso de mejoramiento que hemos visto desarrollarse con
este apresurado cuadro de nuestra vida literaria, la publicación tiner-
feña señala una verdadera culminación. Culminación auténtica por
la novedad de su contenido, de su presentación material, de su doc-
trina informadora; culminación también por el área anchurosa de
su difusión, por su irradiación realmente universal, pues los ecos
de sus campañas, de sus iniciativas, de sus valerosos y trascendentes
manifiestos, de sus exposiciones y de los libros que patrocinara alcan-
zaron a todos los confines del mundo civilizado. La revista tiene hoy
el genuino valor de una antología. Una antología de las artes plásticas,
del pensamiento crítico y filosófico y de las inquietudes de orden
lírico, vigentes en aquellos años de su existencia en los mejores ám-
bitos espirituales de Europa y América. Para nuestra patria la apa-
rición de Gaceta de Arte tuvo carácter de rotunda excepcionalidad.
Han podido publicarse revistas de arte más lujosas, más estrictamente
especializadas, con adición de nombres que pudieran despertar más
resonancias exteriores. Pero hasta los comienzos de nuestra guerra
civil no hubo en España, en lo que iba de siglo, y apenas en el resto
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 85

del mundo, una publicación de su género que pudiera comparársele

en el ancho espectro de sus preocupaciones, y en el tono alto, original
y potente de su voz juvenilmente timbrada. Se publica su número
inaugural el 1.0 de febrero de 1932. Bajo su título indica: “Expresión
contemporánea de la sección de Literatura del Círculo de Bellas
Artes. Tenerife.” La primera singladura la hizo este equipo: Director,
Eduardo Westerdahl; Redactores, Domingo Pérez Minik, Francisco
Aguilar, Domingo López Torres, Oscar Pestana Ramos, José Arozena
Paredes; Secretario de Redacción, Pedro García Cabrera. En el curso
de su existencia habían de ocurrir algunos cambios en el cuadro rec-
tor, al que se incorporarían en seguida Agustín Espinosa, Emeterio
Gutiérrez Albelo y José de la Rosa. La dirección siguió confiada hasta
el final a Eduardo Westerdahl, poseedor hoy de una de las pocas co-
lecciones enteras que se conservan, sobre la cual he tomado estas
notas al tiempo que la hacía fotocopiar para completar la menos-
cabada que posee la Hemeroteca de El Museo Canario.
La revista imprimió treinta y ocho números. El último va fe-
chado en junio de 1936. Los primeros se compusieron y tiraron en
la Tipografía Margarit; los postreros en la Tipografía Sanz, calle
Fermín Galán 75, ambas en Santa Cruz de Tenerife. La primera
novedad de especie tipográfica que sorprende es la sistemática su-
presión de las versales en todos los artículos, iniciales, títulos, etc.
La bizarría literal se ampara en un alegato del gran tratadista de arte
alemán Franz Roh, enderezado en principio a combatir la multipli-
cidad de los alfabetos de su país, donde los nazis habían hecho punto
de honor nacional la resurrección de los viejos caracteres góticos:

¿Por qué cuatro alfabetos si todos se pronuncian de la misma manera?

¡Qué pérdida de energía, paciencia, tiempo y dinero!... Sobre todo: ¿por
qué escribir con mayúsculas si no es posible hablar con mayúsculas?

La uniformación duró hasta el número 23, en que los tipos vuel-

ven a ser convencionales. El formato grande —--49’5 x 35 cm., con
cuatro columnas— dura hasta el ejemplar 36 inclusive. Los dos
últimos —37 y 38— adoptan la forma de un folleto de 22 x 15, y
representan verdaderamente una superación: el volumen consagrado
a Picasso y el trigésimo octavo, digna y memorable despedida, que
es casi una monografía de Kandinsky y de las mejores figuras del
surrealismo pictórico.
86 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

Dentro del complejo mundo espiritual de aquellos días, llenos

de hervor político y social, en que parejamente las teorías y las es-
cuelas artísticas mostraban una permanente agitación, sucediéndose,
sustituyéndose, combatiéndose, fundiéndose o aniquilándose mutua-
mente, resulta muy difícil atribuir una afiliación estética única a
esta revista. En sus generosas columnas tuvieron cabida muchas
dispares opiniones. Si acaso, los signos calificadores de sus distintas
tareas fueron sustancialmente la contemporaneidad, la rebeldía y la
sinceridad. El surrealismo, desde luego, encontró a través de ella
cauce frecuente de exaltación y de glosa. Pedro García Cabrera, gran
poeta y hondo diagnosticador, lo define así en uno de sus trabajos:
“El surrealismo da forma y valoración poéticas y plásticas a los actos
reprimidos de Freud, a los complejos colectivos de Jung, a la moral
sexual natural de Ehrenfals”. Pero la revista no puede por ello tildarse
simplemente de surrealista. Fue su contenido, como veremos ahora
en rápido examen, de una heterogeneidad que excluye todo posible
intento de limitadora denominación.

b) LAS POSICIONES Y MANIFIESTOS DE Gaceta de Arte.

Desde el primer número sus hombres toman posición. Llaman

en efecto “Posición” a sus diferentes declaraciones de principios.
Cinco “Posiciones” registran sus sumarios, las cuales son siempre
expresión doctrinal colectiva del grupo animador, a las que hay que
sumar los catorce manifiestos que jalonan su historia: sobre arqui-
tectura y urbanismo; sobre función de la planta en el paisaje; sobre
casas funcionales para obreros, arquitectura escolar, sentido social
de la arquitectura, expresión plástica y estética de la República;
sobre el nuevo espíritu, sobre los Amigos de las Artes Nuevas (Adlan)
y contra el mal teatro, del que resultan víctimas Linares Rivas, Sas-
sone, Martínez Sierra, Benavente y Muñoz Seca, astros mayores del
desteñido panorama escénico español de entonces.
Me parece útil transcribir y resumir algunos párrafos de la “Po-
sición” que abre el número primero porque nos ilustrarán del ver-
dadero sentido de esta empresa artística:

Conectados a la cultura occidental, queremos tendernos sobre todos sus

problemas, en el contagio universal de la época, sin huir el pensamiento,
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 87

sin buscar refugio en tratamientos históricos para los fenómenos contem-

poráneos.
Nuestra posición de isla aislará los problemas, y a través de esta soledad
propia para la meditación, para el estudio, procuraremos hacer el perfil de
los grandes temas, descongestionarlos, buscarles una expresión.
Ser islas en el mar Atlántico —mar de la cultura— es apresar una idea
occidental y gustarla, hacerla propia despacio, convertirla en sentimiento.
Queremos el nuevo sentimiento de las islas.
Queremos ayudar a una nueva posición occidentalista de España.
Seres atentos, amplios, jóvenes.
Gaceta de Arte llegará a las principales galerías de Europa. Hará tra-
ducciones directas de las figuras europeas más inquietas. Hará la exposición
de los más seguros valores de las islas. Cumplirá en la isla, en la nación,
en Europa, la hora universal de la cultura.

c) LA VARIEDAD DL~SUS TRABAJOS.

Ajustándose a la responsable y pluralizada misión que se con-

fiara, Gaceta de Arte imprimió en sus 38 cuadernos 265 trabajos
originales, divididos en varias secciones. Sobre problemas de Ar-
quitectura publicó doce. Destacan en este apartado los serios ensayos
de Westerdahl sobre las tendencias evasivas de este arte, la arqui-
tectura internacional, y la obra de los grandes constructores Richard
Doker, alemán, y Alberto Sartoris, italiano. La preocupación del grupo
por los problemas sociales de aquella hora la reflejan unas notas
de Pedro García Cabrera sobre “Casas para obreros”. El gran arqui-
tecto Sartoris, vinculado desde aquellas lejanas horas afectiva y ar-
tísticamente a nuestras Islas, a las que sigue visitando asiduamente,
envió a la Gaceta su “Introducción a la arquitectura monumental”.
Sobre cinema dio la revista~siete artículos: Westerdahl, verda-
dero titán del empeño, es autor del primero que aparece: “Conducta
funcional del cinema”. Entre otras novedades se presentan aquí por
primera vez en español unas sugerentes opiniones de Eisenstein,
el conocido director ruso, sobre el cinema soviético. El arte escul-
tórico también mereció comentarios. Los seis trabajos que vieron
la luz van firmados por los propios redactores: García Cabrera,
Westerdahl, el infortunado Domingo López Torres y Agustín Espi-
nosa, que dedica al laureado artista grancanario, Eduardo Gregorio,
de la Academia Breve de Eugenio d’Ors, un delicioso ensayo lírico
bajo el título de “Eduardo Gregorio, el incubador”. Ángel Ferrant,
88 JUAN RODRíGUEZ DORESTE

una de las máximas figuras de la escultura europea contemporánea,

publicó en Gaceta un original estudio denominado “Mis objetos”.
Los problemas estéticos y filosóficos, como correspondía a
la honda formación humanista de muchos de los colaboradores, re-
cibieron en las columnas del periódico trato oportuno, cabal y escla-
recedor. Francisco Aguilar, de recia preparación intelectual, alcanzada
en prestigiosas universidades europeas, y de las que ha dado brillantes
pruebas en su actividad docente posterior, nos habla de “una inter-
pretación filosófica del barroco” y de la doctrina de los valores
de Max Scheler. A la documentada apología de los movimientos es-
téticos del momento se incorporan, en artículos de sólido razona-
miento, Eduardo Westerdahl, Domingo Pérez Minik, otro de los
abnegados héroes de la empresa editora, a quien encontramos fre-
cuentemente discurriendo sobre temas de literatura y de teatro con
la propiedad, el rigor y el conocimiento que le han labrado su justa
reputación nacional de maestría en tales materias. A estas intere-
santes cuestiones aportan también juicios valorativos conocidos es-
critores extranjeros, tales como Amadeo Ozenfant, Will Grohmann,
Raymond Cogniat y André Breton.
La pintura y la literatura ocupan la preeminente atención de
redactores y colaboradores. Cuarenta y ocho artículos e informaciones
en torno a libros y problemas literarios proclaman claramente la mag-
nitud y proyección del esfuerzo cumplido. Son dignos de singularizar,
entre los trabajos de motivación crítico-literaria, doce artículos de
Domingo Pérez Minik, sobre Goethe y la Francia de nuestro tiempo,
sobre el libro inglés, la nueva literatura inglesa, el centenario de Wal-
ter Scott, Catalina Mansfield, temas estos últimos que preludian y
abren el camino a la ulterior preocupación del autor por las pecu-
liaridades de la novelística inglesa contemporánea, que dentro del
amplio campo de la novela moderna, que ha estudiado con certeros
y distintos enfoques, constituye una de sus actuales especializaciones.
Pedro García Cabrera, a fuer de interesado en la problemática de
la lírica, nos habla de la influencia mediterránea y atlántica en la
poesía, de Guillermo Apollinaire, de Pedro Salinas, al aparecer La voz
a ti debida; del perfil literario de Eduardo Herriot, entonces promi-
nente personaje del tablado político francés y finalmente se ocupa
con emotivo acento de Julio Antonio de la Rosa, malogrado y dilecto
poeta que sucumbió en el mismo accidente de mar que costara la vida
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 89

a otro joven vate, José Antonio Rojas, del que ya he hablado ante-
riormente. Volvemos a encontrar la pluma ceñida y sintetizadora
de Francisco Aguilar en su comentario sobre “Lo universal en Goethe”
—cuyo centenario se celebraba en aquel año 1932— y en unas apre-
tadas notas sobre la obra de Spengler El hombre y la técnica.
Westerdahl también se suma a la conmemoración goethiana, para
considerar su posición ante el arte, y rinde adhesión a los temas
de aquel febril momento con unos lúcidos comentarios sobre dos
libros que hicieron correr a la sazón mucha tinta y acalorada polé-
mica: España, república de trabajadores, de Ilya Eremburg y Berlín:
Plaza de Alejandro, de Alfred Doeblin. Avanzan también hacia
nosotros desde estos desrnayusculizados renglones dos voces de en-
trañada resonancia: las de Domingo López Torres y Agustín Espi-
nosa. El primero glosa la Antología de la poesía española que
dio a la estampa Gerardo Diego, los versos de su compañero
de redacción Pedro García Cabrera y la psicogeología del surrealis-
mo. Espinosa se ocupa de música y poesía. El sumario de esta sección
se enriquece también con firmas de nombradía internacional: Paul
Eluard, —“La evidencia poética”— René Crevel, Richard Aldington,
André Breton, etc.

d) PRIMARIA DIMENSIÓN DE LAS ARTES PLÁSTICAS.

Dije antes que nada menos que cuarenta y ocho artículos se

imprimieron en Gaceta sobre pintura. Era natural que así sucediera,
conocida la cardinal orientación de su director, Eduardo Westerdahl,
por los estudios críticos relacionados con este arte, la más universal
de todas y la que con verdadera fidelidad de sismógrafo espiritual
acusa siempre con precursora claridad y fino diagnóstico las varia-
ciones de la sensibilidad humana y la renovación del ambiente artís-
tico. En el nutrido índice consagrado a la pintura predominan, desde
luego, las apostillas en torno a los pintores de última hora: George
Grosz y su proyección social; Salvador Dalí, Ben Nicholson, Sofía
Taeuber, Vordemberge-Gildewart, Paul Klee, Maruja Mallo, Norah
Borges, Hans Tombrock, Massimo Campigli, Alfonso Ponce de León,
Joan Miró y Pablo Picasso. Se evocan también figuras ya desapare-
cidas, como José Gutiérrez Solana. A las firmas de Eduardo Wes-
terdahl, que por sí solo redactó doce artículos, se añaden las de los
90 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

colaboradores habituales, Oscar Pestana Ramos, Domingo López

Torres, Guillermo de Torre, Oscar Domínguez, el famoso pintor
tacorontero ya establecido en París, Alberto Sartoris, José Mateo
Díaz —un acertado trabajo sobre Feto Monzón, pintor de Gran Ca-
naria, que comenzaba a cimentar su arte— Luis Castellanos, etc.,
etc. Y avalorando extraordinariamente la colección, las firmas de
reputados críticos extranjeros cuyos ensayos publicó Gaceta de Arte,
en alguna ocasión, por primera vez en español: Alfred H. Barr, An-
dré Salmon, Gertrudis Stein, Giovanni Scheiwiller, Henry Mahaut,
Willi Baumeister, Gabrielle Buffet, Picabia, Carlo Belli, J. Torres Gar-
cía, Will Grohmann, etc., etc.
Nada me parece más adecuado para mostrar esta amplia
dimensión pictórica de la revista que describir el número extraor-
dinario que dedicó a Picasso —el penúltimo de su existencia.

e) UN NÚMERO EXCEPCIONAL: EL HOMENAJE A PABLO PICASSO.

Con este ejemplar principió el formato pequeño, que significaba

la feliz estabilización material del cuaderno con vistas a facilitar una
difusión que ya alcanzaba a todo el orbe culto. Por desventura, como
ya dije, la nueva conformación tipográfica sólo abarcó los dos últi-
mos números. El 37, que me ocupa ahora, apareció con este índice:

Posición de la revista.

DOMINGO PÉREZ MINIK: “Polémica sobre la tradición francesa”.

GUILLERMO DE TORRE: “Apología del cubismo y de Picasso”.
ANDRÉ BRETON: “Picasso, poeta”.
RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA: “El torero de la pintura”.
PAUL ELUARD: “Hablo de lo que está bien” (Sobre el pintor).
E. WESTERDAHL: “Picasso: recinto dramático de la pintura”.
JosÉ DE LA ROSA: “Ante la “anatomía” de Picasso” (Poema).
JosÉ MORENO VILLA: “Al amigo que pide tono confidencial”.
Declaraciones de Picasso y
Poemas inéditos de Picasso.

Además aparecen el manifiesto de Adlan, que ya mencioné, y

“Visita y manifiesto de G. de A. a Madrid”.
No se había publicado hasta aquella fecha en España —Marzo
de 1936— nada semejante. Aparte la inestimable colaboración de
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 91

las ilustres firmas españolas, con ensayos rigurosamente inéditos,

y la de dos escritores extranjeros de renombre internacional —el ge-
nial poeta Paul Eluard y el gran crítico y ensayista André Breton—,
el valioso sumario se realza con la inclusión de unas declaraciones
del propio pintor y unos poemas inéditos, enviados expresamente
para la revista. Corno no es posible remitir al lector a sus páginas
inencontrables, no quiero finalizar esta nota sin transcribir algunos
párrafos de las declaraciones de Picasso, y del bellísimo artículo
del gran escritor José Moreno Villa, muerto en su exilio mexicano
hace pocos años.
Dice Picasso, entre otras cosas sustanciosas:

Antes los cuadros se encaminaban a su fin mediante una progresión

(...)Un cuadro era una suma de adiciones. En mi caso, un cuadro es una
suma de destrucciones. Yo hago un cuadro y enseguida lo destruyo. Pero
en fin de cuentas nada se ha perdido: el rojo que quité de un sitio se en-
cuentra en otro.
Un cuadro.., cambia según el estado del que lo mira. Un cuadro vive
su vida como un ser viviente, y sufre los cambios que la vida cotidiana
nos impone. Ello es natural puesto que un cuadro sólo vive por aquel
que lo mira.
Tampoco hay arte figurativo y no figurativo. Todas las cosas se nos
aparecen bajo forma de figuras. Hasta en metafísica las ideas son expresadas
mediante figuras.
El pintor experimenta estados de plenitud y estados de evacuación. Ese
es todo el secreto del arte. Yo me paseo en el bosque de Fontainebleau.
Cojo una indigestión de verde. Es preciso que evacúe esa sensación en un
cuadro. El verde domina en él. El pintor hace un cuadro para descargarse
de sus sensaciones y de sus visiones.
Todo el mundo quiere compreqder la pintura. ¿Por qué no se intenta
comprender el canto de los pájaros? ¿Por qué nos gusta una noche, una flor,
todo lo que rodea al hombre, sin tratar de comprenderlo? En cambio, todo
el mundo quiere comprender la pinturn. Que comprendan sobre todo que
el artista obra por necesidad.

Del trabajo de Moreno Villa, que valdría la pena reproducir

entero por la adecuada exégesis que contiene, me limito a copiar
estos párrafos:
Un amigo escéptico le hace esta pregunta:

Pero, dime ahora particularmente, ¿qué admiras tú en Picasso? Yo no

puedo seguir a ninguno de los que le comentan con fárragos filosóficos. Qui-
92 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

siera que me hablasen corto y por derecho, con razones a mi alcance.

En primer lugar... lo más admirable en Picasso es su manantial, es decir,
su fuerza nativa que no se para, no se detiene, que está en perpetua creación.
Esto de no dormir sobre lo hecho o conseguido... Si el hombre no es espíritu
creador, no es nada o es un mulo.
En segundo lugar le admiro como dibujante. Dos palabras sobre el dibu-
jo. La geate zafia o vulgar cree que el dibujo es un traslado al papel de los
perfiles que presenta un objeto cualquiera... y que el mejor dibujante es el
que meor copia lo que se le pone ante los ojos. Pero esto no pasa de ser el
a-b-c del dibujo... El dibujo elemental o copia, como la caligrafía o las nor-
mas gramaticales, son instrumentos y nada más... Mientras que en el dibujo
elemental o copia, la muerte se pasea a sus anchas, en el dibujo de verdad
hay un trémolo, sentimiento, vibración, esguince, trueque, acento o como
quiera Ilamársele que mantiene llena de vida —o sea de espíritu— la porción
más pequefia de la línea o de la totalidad.

f) LOS POETAS EN Gaceta de Arte.

Los poetas formaban mayoría en el núcleo de redactores de

la revista. Es explicable por ello que la publicación de versos origi-
nales de vates de aquella generación constituyera una de sus fina-
lidades artísticas. He contado cincuenta poemas inéditos. Los firman
Agustín Espinosa, Emeterio Gutiérrez Albelo, Domingo López Torres,
Gerardo Diego, Andrés de Lorenzo Cáceres, Ramón Feria, José María
Luelmo, José Mateo Díaz, Pedro García Cabrera, Tomás Seral y
Casas, Carmen Conde y José de la Rosa, a los que se suman Salvador
Dalí, con una composición de su estilo privativo, y las obritas de
los dos jóvenes escritores desaparecidos, Julio Antonio de la Rosa
y José Antonio Rojas, de quienes ya he hablado, y a los que Gaceta
consagró en varias ocasiones un cariñoso recuerdo. También encon-
tramos muestras de calificada poesía extranjera: un soberbio poema
de Gertrudis Stein dedicado a Picasso, dos del chileno Luis Enrique
Delano, otro de Paul Eluard y algunos más de los famosos escritores
franceses André Breton y Benjamín Péret, que vinieron a Tenerife
con motivo de la exposición de arte surrealista que Gaceta organizó
en el mes de mayo de 1935.
El sumario de la colección se completa con los artículos sobre
teatro, principal preocupación de Pérez Minik; sobre temas univer-
sitarios, en los que también colabora José Arozena Paredes, y sobre
problemas de dimensión social y política, en cuyo diverso temario
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 93

los habituales colaboradores —Aguilar, García Cabrera y Wes-

terdahl— pasan examen a cuestiones tales como el sentido religioso
de lo social, el racionalismo como función biológica y el sentido social
del arte abstracto, que tenían en la época vigencias de primer plano.

g) DOS INFORMACIONES INTERESANTLS: EL CASO BRANCUSI Y LA CON-

VERSIÓN DE ANDRÉ GIDE AL COMUNISMO.

Durante toda su existencia Gaceta de Arte vino publicando unas

notas periódicas en las que procuraba a sus lectores informaciones
sintetizadas sobre eventos de tipo artístico y literario, espiritual en
suma, no recogidos o comentados por la prensa diaria, que asumían
en el momento cultural respectivo una significación más o menos
relevante: exposiciones, congresos de escritores, polémicas, aparición
de libros o revistas de vanguardia, etc., etc. Entre todas ellas escojo
dos: el proceso literario a que fue sometido el escritor francés André
Gide cuando se convirtió al comunismo, por el hondo interés humano
e intelectual que encierra, y la resolución de un famoso pleito sos-
tenido por el escultor Brancusi contra la aduana de los Estados Uni-
dos (“Brancusi versus United States”) por imposición indebida de
derechos arancelarios a una de sus obras.
Es bien conocida la historia de la conversión de Gide. La recoge
su apasionante diario, en el tomo titulado Mon voyage a la URSS.
También se difundieron ampliamente la noticia y las causas de su
posterior abjuración del credo marxista: Mon retour de la URSS
las explica en confesión autobiográfica de profundo patetismo. Lo
que apenas se conoce es el episodio del proceso o juicio contradic-
torio a que hubieron de someter al novelista francés algunos ilustres
colegas suyos a quienes chocó o sorprendió aquella inesperada crisis
espiritual. En un acto celebrado en París en el local de la “Union
pour la venté”, bajo la presidencia de François Mauriac, se abrió
un debate para inculpar a Gide de su reputado extravío ideológico.
Lo curioso y confortador del caso es que frente a los ataques de
escritores más o menos avanzados y progresistas, los únicos que
tomaron ardientemente la defensa de André Gide fueron dos grandes
escritores y filósofos católicos: Gabriel Marcel y Jacques Maritain.
Marcel habló de la “insatisfacción profunda de Gide, de su sinceridad
94 JUAN RODRíGUEZ DORESTE

inexorable, de su busca de la verdad, tan diferente de la busca de

la certeza”. Y Jacques Maritain, espíritu generoso y claro, confundió
a los adversarios desleales que —transcribo sus palabras— “después
de haber reprochado durante cuarenta años a Gide su gusto de
la negación, le reprochan hoy, precisamente, cuando se afirma por
primera vez”.
Clima distinto posee la otra historia, pero digna igualmente
de recordación. En el año 1926 Constantino Brancusi, uno de los
grandes propulsores de la escultura contemporánea, quiso introducir
en los Estados Unidos del Norte una obra suya en bronce, titulada
“Pájaro en el espacio”, muestra artística concebida en su estilo per-
sonal sobrio y esquematizado. Los aduaneros le negaron la entrada
por no ser una obra de arte. La consideraron como un objeto de bron-
ce, no obstante lo cual la valorizaron en diez mil dólares y le hicieron
pagar cuatro mil de derechos. Brancusi recurrió ante los tribunales.
El problema técnico que se planteó fue éste: ¿se trata en verdad
de una obra de arte o de un modo de evadir impuestos importando
el bronce en forma disfrazada? La tesis oficial decía que, según
los tratados, sólo son objetos de arte “las imitaciones de objetos
naturales en sus reales proporciones”. El juez, consternado, veía
ante él un pájaro que no tenía alas, ni ojos, ni patas, ni plumas.
Pero la defensa movilizó buenos testigos. Jacob Epstein, gran escultor
americano, presentó una piedra, que representaba un halcón, proce-
dente del famoso Valle de los Reyes. Aquella piedra era, según declaró
el artista, el espíritu del vuelo, la esencia de las cosas que vuelan.
Idéntica se presentaba la tesis de Brancusi sobre su pájaro espiri-
tualizado, y el tribunal sancionó favorablemente su demanda, devol-
viéndole los cuatro mil dólares de los derechos.
Todas estas informaciones, corno la mayoría de los trabajos,
aparecían frecuentemente apoyados en oportunas ilustraciones grá-
ficas. Gaceta publicó de diez a doce grabados en cada número. El
consagrado a Picasso insertó veinte; el último número, treinta: entre
otras, siete reproducciones de obras de Joan Miró, tres de Oscar
Domínguez, tres de Hans Arp, seis de Kandinsky. Y para valorar
la serie, tres espléndidas fotos del filósofo inglés Bertrand Russell,
hechas en ocasión de su estancia aquella temporada en el Puerto
de la Cruz, y de las que es autor Eduardo Westerdahl, certero y
esporádico cultivador de esta afición.
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 95

h) LA EXPOSICIÓN DE ARTE SURREALISTA DE MAYO DE 1935 Y SU RICO

ANECDOTARIO.

La hazaña de más duradera y ancha repercusión de cuantas

llevara a cabo Gaceta de Arte —y que luego se convirtió en una
auténtica aventura en muchos aspectos— fue la exposición de arte
surrealista que se celebró en Santa Cruz durante el mes de mayo
de 1935. Conviene advertir que los grandes certámenes internacio-
nales de surrealismo comenzaron aquel año, casi simultáneamente,
en Copenhague y Tenerife. Estas dos primeras muestras abrieron
el camino de las sucesivas: en Londres en 1936, en París en 1938,
en Méjico en 1940, en Nueva York en 1942 y las dos últimas, las
de Praga y Santiago de Chile, trece años después de la canaria,
en 1948. Un crítico de prestigio internacional, Umbro Apollonio, se-
cretario de los Archivos históricos de la Bienal de Venecia, ha reco-
nocido a Gaceta la gran trascendencia de su labor al afirmar que
uno de los hechos que señalan el inicio de la recuperación cultural
española en los alrededores del año 1930 fue la exposición surrealista
11
que la revista promoviera.
La exposición tinerfeña se organizó, así como el viaje a la Isla
de los escritores que habían de traer las obras, por sugerencias
del malogrado pintor Oscar Domínguez. Oscar, líricamente nostálgico
de su tierra nativa, hablaba continuamente a André Breton y com-
pañeros de grupo, de las arenas negras de las Islas, de su mundo

11.—Transcribimos sus palabras: “Non va dimenticato infatti che gli

inizi del ricupero culturale spagnolo hanno luogo intorno al 1930, da un lato
con le filiazioni del razionalismo, conseguenti all’intervento di Gropius, e
dail’altro con le stimolazioni magiche, favorite dalia mostra surrealista pro-
mossa da Eduardo Westerdahl”.
UMBRO APOLLONIO: Catdlogo de la Exposición del pintor Canogar en
L’Attico de Roma. 13 mayo 1961. Pág. 1.
El mismo pre3tigioso crítico ha escrito: “Eduardo Westerdahl, founder
and director of Gaceta de Arte, the importance of which is now universally
acknowledged. .

Art Since 1945.—Thames and Hudson, edited by Wili C-Rohmann, Lon-

dres 1962, p. 121.
El prestigioso escritor Juan Antonio Gaya Nuño viene gestionando de
la conocida empresa publicista Taurus una edición “fac-símil” de la
única colección completa de Gaceta de Arte que posee Westerdahl. Sobre
ella esta actualmente en curso de publicación una tesis doctoral debida a
una estudiante francesa de la Universidad de París.
96 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

fantástico de lavas, de sus dragos milenarios. Él mismo se complacía

en titularse “le dragonier des Canaries”. André Breton escribió que
Oscar Domínguez había hecho pasar por el arte surrealista “el soplo
ardiente y perfumado de las Islas Canarias”. Eduardo Westerdahl,
a cuya fiel memoria debo este relato circunstanciado de la aventura,
movilizó prestamente el auxilio de sus cercanos colaboradores. Ya
veremos después cómo la gravitación final de la empresa cayó prin-
cipalmente sobre los hombros de tres personas: el propio Westerdahl,
Agustín Espinosa y Domingo Pérez Minik.
El primer obstáculo que surgió para financiar el viaje de los
escritores —que a eso se reducía el proyecto inicial— era la falta
de suficiente dinero: la revista ocasionaba pérdidas. Pero sin duda
una gran exposición de pintores mundialmente famosos podría pro-
curarlo. Y de ahí vino la idea del viaje complementario y simultáneo
de los cuadros. Oscar logró reunir en París unas 80 obras, entre
óleos, acuarelas, “collages”, aguafuertes y dibujos. Con ellas se pensó
en principio que vinieran Paul Eluard, André Breton y Benjamín
Péret, que eran las estrellas de primera magnitud en la no muy nu-
merosa constelación surrealista. El viaje de Picasso —faltaría dinero,
pero no faltaban ilusiones— se dejaría para futura ocasión. Al enfer-
marse Eluard, Breton le sustituyó por su esposa Jacqueline. También
traerían los artistas una célebre película, L’étoile de mer, del pintor
y fotógrafo Man Ray, de fama mundial, para ayudar con su exhibición
a los gastos de la empresa.
Se obtuvieron gratuitamente los tres pasajes desde Dieppe en
un barco frutero de la firma Álvaro Rodríguez López. El Ateneo
facilitó el amplio salón de su edificio social, situado en la misma
casa de la Plaza de la Candelaria donde naciera Teobaldo Power.
Para asegurar debidamente los cuadros se realizó una colecta entre
los amigos de la revista. El producto recaudado se le giró a Breton.
Por fin arribó el carguero, que quedó fondeado. En una falúa acu-
dieron a dar la bienvenida todos los redactores. Allí, en la cubierta,
aparecían los tres personajes. Westerdahl me los describe así:

Breton con su aire de profeta, su pequeña melena, flameante, como diría

Picabia. Benjamín Péret, muy secretario. Y Jacqueline, con un traje rosa, es-
belta, delgada y de amplio busto, y con los bajos del traje en flecos desga-
rrados, como rotos. Era un modelo o una manera personal de vestir. Desde
luego, vestida, en bañador o en “shorts” llamaba poderosamente la atención.
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 97

Los cuadros llegaron sin aparente menoscabo. Con la natural

expectación, y ante un verdadero tropel formado por los redactores,
sus amigos y los conocidos de los amigos, se procedió a la apertura
de las cajas en la misma redacción. Las obras venían enmarcadas
y todos querían ser los primeros en contemplarlas. Habían algunos
oficiosos entrometidos. Se mudaban los cuadros, se arrimaban a
las paredes, se ponían unos encima de otros, cosa que, incluso, sólo
saben hacer los expertos.
De pronto, ¡ oh consternación!, se descubre que el cuadro
de Picasso aparecía con un desgarrón, un hermosísimo siete. El susto
era tanto mayor cuanto que el Picasso era el único cuadro que había
venido sin precio fijado, fuera de venta. Se trataba de una compo-
sición en gris, con una gran figura central en forma de hueso,
recortada en la soledad de unos grises de finísima entonación. Pre-
cisamente en ese gris excepcional se ostentaba el rasgón. El cuadro
se ocultó convenientemente, pero al llegar Breton con los suyos quiso
pasarlos en revista: los Miró, los Tanguy, los Dalí... y ¡ paf! el Picas-
so. Breton se quedó tan gris como el cuadro. Y exclamaba, llevándose
las manos a su agitada cabellera:

—Mon Dieu, mon Dieu.,.

Recuerda Westerdahl, con mucha gracia, que a todos les extrañó

grandemente aquella invocación en su boca herética. Le preguntaron:

—~Noestán los cuadros asegurados?

—No, no, no están asegurados, —respondió Breton.
—Pero, ¿el dinero que te mandamos?
—Oh, l’argent, l’argent... (oh, el dinero, el dinero)... El marchante me
tirará por la caja de la escalera...

Si este temor se realizó, no pudo averiguarse nunca. Pero tampoco

pudo averiguarse nunca adonde fue a parar el dinero del seguro.
La herida se restañó con un habilidoso esparadrapo. El hecho —como
comenta Westerdahl— era como una premonición de ese acto con-
temporáneo, el happening, la destrucción del cuadro como fenómeno
emocional. Hasta en esto fueron precursores los de Gaceta de Arte.
Lo inexplicable del suceso, pues no pudo saberse quien rompió
el lienzo, le hizo cobrar una nueva dimensión de inconsciencia y
98 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

de misterio, tan gratos siempre a la sensibilidad de los epígonos

del surrealismo.
Como dije antes, unas ochenta obras se expusieron desde el 11
al 21 de mayo. Entre ellas figuraban 32 óleos. Los nombres de sus
autores aparecen hoy sin excepción aureolados de un prestigio uni-
versal, y sus obras se las disputan actualmente, a golpe de millones,
museos y coleccionistas europeos y americanos: Hans Arp, Brauner,
Chirico, Dalí, Domínguez, Max Ernst, Valentine Hugo, Magritte,
Miró, Oppenheim, Picasso, Man Ray y Tanguy. Sin duda alguna
la mejor anécdota que puede contarse de aquella memorable muestra,
es referir los precios asignados en el catálogo a algunas de las obras:
Un óleo de Brauner, hoy tan jaleado, 250 pesetas.
Un óleo de Dalí, “La libre inclinación del deseo”, 1.250 ptas.
“El pájaro macho”, de Max Ernst, 300 ptas. y su célebre “Jardín
atrapa-aviones”, reproducido tantas veces, 1.500 ptas.
Joan Miró, gloria nacional, que últimamente se cotiza más alto
que Picasso, expuso cinco cuadros. El más caro, un “Desnudo”, de
1 metro por 80 centímetros, aparecía valorado en 2.500 ptas.; el más
barato, “Mujer ante el crepúsculo”, en 250. Había hasta un cuadro
de Tanguy, ahora tan codiciado, con obras en el Museo de Arte
Moderno de París, que sólo costaba 150 ptas. Y no digamos nada
de las acuarelas, dibujos, collages, etc. que podían adquirirse hasta
con diez duros.
Se asombra uno pensando en la fortuna que pudo haber obtenido
cualquier comprador avisado e inspirado. Todos aquellos precios
casi se han multiplicado hoy por mil. Pero los ricos de nuestra tierra,
fieles a su tradición de infalible presciencia, no compraron ni un di-
bujo. Un millonario francés, marqués de título, quiso comprar el Dalí
valorado en 1.250 pesetas, pero regateando sólo llegó a las 800. Los
organizadores, por desgracia, tampoco pudieron aprovechar la excep-
cional coyuntura. Sobrados de gusto, andaban escasos de dinero:
el director de la revista, por ejemplo, ganaba entonces un sueldo
de 600 ptas. Adquirir el Dalí o un Miró hubiese significado con-
denarse al hambre por lo menos durante dos meses.
La exposición se inauguró con una conferencia en el Ateneo
a cargo de André Breton. Su tema fue “Arte y política”. Agustín
Espinosa, que vivió todas aquellas jornadas en un estado de verdadera
exaltación, ocupaba entonces la presidencia de la sociedad, y se en-
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 99

cargó de hacer una especie de traducción simultánea de las palabras

del conferenciante francés. Las cosas que decía Breton, en plena
fiebre surrealista, eran muy complicadas, muy sutiles y muy extrañas.
Cuando empezó a hablar, Espinosa, retrasado, no había llegado aún.
Acudió por fin y se dispuso a ir traduciendo. Breton pronunciaba
cincuenta palabras, se paraba, y Agustín traducía. Todo terminó bien,
y hubo hasta muchos aplausos. Lo único raro fue que Agustín Es-
pinosa, surrealista integral de los pies a la cabeza —ya había publi-
cado su “Oda a las axilas sin depilar de María Ana” y el librito
Crimen que tantos rencores ultramontanos le acarrearon— siguió en
sus versiones un sistema ajustado a la desintegración de su lirismo:
Breton decía en francés unas cosas y Agustín en español otras com-
pletamente diferentes.
El certamen se clausuró con otra disertación de Benjamín Péret
sobre “Surrealismo y religión”.

i) LAS ANDANZAS TINERFEÑAS DEL TRÍ O FRANCÉS.

La estancia en Tenerife de los tres personajes galos, André, Jac-

queline y Benjamín, que gastaban sin freno, comían, bebían, fumaban
y paseaban a costa de la revista, daría asunto para llenar un libro:
tal fue la multiplicidad de anécdotas ocurridas en aquellos días. Del
copioso montón de recuerdos que muchas veces he oído barajar a
los componentes del grupo tinerfeño, escojo para relatar solamente
unos cuantos episodios, avivados recientemente en mi memoria por
Eduardo Westerdahl con motivo de estas conferencias.
Entre las numerosas excursiones que los franceses hicieron, la
de las Cañadas del Teide resultó particularmente memorable. Admi-
raron la majestad del volcán, las lavas retorcidas y la leche de las ta-
baibas. Breton recogió las impresiones de esta visita en una bella na-
rración titulada “El castillo encantado”, aparecida primero en su obra
L’amour fou, y traducida después al castellano en la revista Sur de
Buenos Aires. De este paseo se trajo el escritor, metidos en una lata
de cigarrillos ingleses, una lagartija y un caballito del diablo. Guardó
la caja bien cerrada en su mesa de noche, pues le apasionaba el pe-
queño mundo de los insectos, las lombrices, todos los microorganis-
mos. Al día siguiente contaba en el café, mientras destilaba su
“pernod”:
loo JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

—Hoy he abierto la caja. Misterio: los dos animalitos habían desapa-

recido...

Y añadía, con voz grave, con su sincero aliento poético, sin pa-
rarse a pensar en su lírica ingenuidad surrealista, enamorado de lo
milagroso, que el curioso descuido de una camarera hubiese dejado
escapar a los dos bichitos:

—¡ Sensacional! ¿Cuál de ellos se habrá comido al otro? ¿Y cómo fue?

Misterio, misterio...

A Jacqueline le regalaron sus amigos una jaula con un hermoso

canario. Breton en seguida le puso arena negra de la playa. Y en vez
de lechuga, un cactus. Se lo llevaron a París, pero el pajarito, no ha-
bituado a un régimen de euforbiáceas, se les murió por el camino.
En Tacoronte tenía don Antonio Domínguez, extraño personaje,
padre de Oscar, una pintoresca casa o castillo, emplazada en el sitio
conocido por el Pris, de muy difícil acceso por la montaña, a través
de senderos de cabra, pero a la que se llegaba desde la playa en un
primitivo transbordador de los que se usan para bajar la fruta. Era
obligada una excursión al solar familiar del pintor. Los franceses, an-
te lo arriesgado del camino, desistieron de seguir y volvieron a Ta-
coronte. Entraron en una venta, se sentaron y empezaron a tomarse
unos vasos de vino. A los pocos momentos el lugar estaba lleno de
gente: mozos campesinos de todas las edades se apretujaban en tor-
no a los turistas. Breton no salía de su asombro. Jamás en los pueblos
de Francia había encontrado un interés tan grande por el surrealis-
mo. Era realmente increíble que en Tenerife hubiese penetrado de
esa manera en la mente de los aldeanos. ¡Qué muestra de sensibili-
dad y de cultura!
Pero Breton, en su limbo poético, no había reparado en una co-
sa: aquella tarde Jacqueline llevaba unos “shorts” muy sumarios y
un jersey blanco muy ceñido, que aumentaban hasta límites explosi-
vos su bien patente “sex appeal” natural.

j) LA LARGA ESTELA ESPIRITUAL... Y ECONÓMICA DEL VIAJE DE LOS

SURREALISTAS.

Es evidente que la presencia en Tenerife de los artistas franceses,

 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS ‘o’

la acción de sus conferencias y la lección de los cuadros que traje-

ron, dejaron en las jóvenes promociones literarias de las Islas una
huella perdurable. Los poetas, y en especial Agustín Espinosa, reci-
bieron una verdadera conmoción. Recuerdan los amigos que por
aquellos días publicó el infortunado escritor en La Tarde una com-
posición poética que marca la cima de su inspiración surrealista, el
verdadero paroxismo lírico de su estilo de la época. La visita del gru-
po francés se comentó, se discutió, se prolongó en el influjo espiri-
tual. Pero hubo también otro terreno de tangible materialidad donde
el acontecimiento dejó igualmente una larga y duradera secuela: el
aspecto económico.
Los gastos normales de estancia de los artistas franceses, los ex-
tras que se originaban en los agasajos amistosos y en sus frescuras
propias, produjeron una considerable deuda a los organizadores de la
exposición. Se trató en vano de mitigarla con la proyección de la cinta
cinematográfica que se trajo de París. En lugar de la película de Man
Ray, tuvo que venir la famosa obra de Dalí y Buñuel La edad de oro.
Si hubiesen autorizado su exhibición pública seguramente se hubie-
ran amortizado todos los gastos. Pero el film venía precedido de una
publicidad escandalosa. Los rasgos en exceso freudianos que luce
abundantemente hacían difícil que unas autoridades pacatas, asalta-
das además por la ruidosa campaña de una prensa despavorida, per-
mitieran su proyección. Es verdad que hoy cualquier película france-
sa o italiana al uso resulta más inmoral. Pero aquélla era violenta,
dialéctica, fustigadora, reveladora de apetitos y complejos reprimi-
dos, de humor rebelde. Sólo pudo mostrarse en privado y no produjo
ni cien pesetas. Eduardo Westerdahl, Domingo Pérez Minik y Agus-
tín Espinosa tuvieron que hacerse responsables de la considerable
deuda que la aventura artística había originado. Hubieron de recu-
rrir inclusive a una agencia de préstamos para allegar el dinero del
hotel. Al morir Agustín Espinosa, Westerdahl y Pérez Minik queda-
ron pagando durante más de quince años la elevada deuda que los
tres habían suscrito. Pero toda empresa generosa tiene a la larga su
compensación. Unos meses más tarde algunos pintores conocidos ce-
dían sus obras para ser vendidas y destinar el producto a seguir sos-
teniendo Gaceta de Arte. Los cuadros, como era natural, no se ven-
dieron sino que se repartieron entre los redactores fieles. A Pérez
Minik le correspondió un pequeño cuadrito de Joan Miró, que mu-
102 JUAN RODRÍGUEZ DORESTE

chos años más tarde vendía en una subasta de Londres en importante

cantidad. Justo y merecido pago a su generoso desprendimiento ju-
venil. Westerdahl, por su parte, conserva, con amor que duplican su
cualidad de reliquia memorable y su genuino valor pictórico, las
obras que le tocaron en aquel lejano reparto y que hoy figuran con
historia especial en su rica e inestimable pinacoteca contemporánea.
Pasaron muchos años de aquella inolvidable peripecia. Wester-
dahl me ha contado que por el año 1949, en un viaje a París, visitó
a Breton en su tertulia de un café de la Place Blanche, donde ponti-
ficaba rodeado de unos pocos jóvenes de aspecto lamentable. Estaba
junto a él su fiel amigo Péret y su nueva esposa, que no tenía el vivo
encanto de Jacqueline. El escritor tinerfeño esperaba una acogida pa-
reja a sus pasados amistosos desvelos y a sus crecidos gastos. Pero
no hubo nada de eso. Breton interrumpía de continuo la conversación
para saludar a las damas viejas que entraban.

—Bonsoir, madame.
---Bonsoir, mon enfant.

Le ofreció un libro, que él no volvió a recoger. Oscar Domínguez

y sus mejores amigos habían también desertado por no seguir aguan-
tando su intolerancia.
Y Eduardo Westerdahl concluye así su relación en la que trans-
parece una velada y emotiva nostalgia:

No he vuelto a verle. Pero su presencia, su poder personal de sugestión,

su mirada, el tono de convicción de su palabra, su suntuosa hermosura física
de profeta, las recordaré siempre como un gran encuentro.

En el mes de junio de 1936 Gaceta de Arte publica su último nú-

mero. El estallido de nuestra guerra le impide seguir apareciendo.
Aquella cruenta contienda, como ocurrió en tantas partes de la sú-
frida piel de toro de nuestra patria, dividió y esparció a la brillante
cohorte de escritores, críticos y poetas. Unos cayeron del lado de los
vencedores, otros del lado de los vencidos; algunos tomaron el ca-
mino de la emigración, algún otro la vía del imposible retorno. Pero
ahí está su obra, no sólo recogida en las páginas de aquella impar pu.
blicación, sino asegurada, con permanente presencia, en la sensibili-
zación y en la fecundación que lograra de las mentes mejores de
nuestra tierra, de todos aquellos que luchando con circunstancias tan
 LAS REVISTAS DE ARTE EN CANARIAS 103

poco propicias han sabido mantener inextinta la llama del espíritu

en estos isloteños rincones del planeta.
Sean, pues, mis palabras finales un sincero y agradecido home-
naje a la inteligencia, a la cultura, a la rebeldía y al noble inconfor-
mismo de todos aquellos seres excepcionales que he evocado con
emoción a lo largo de estas páginas, los cuales, poniendo glorioso re-
mate a la lenta obra de una meritfsirna legión de antepasados, cuyas
sombras he hecho rápidamente desfilar por vuestro recuerdo, supie-
ron forjar, para prestigio de las Islas Canarias, una revista de arte de
rango y categoría auténticamente universales.
 Eduardo Westerdahl. Bertrand Russell y Pcrez Minik.

Pérez Minik y Westerdahl entrevistando a Bertrand Russell durante su estancia en el

Bertrand Russell. Puerto de la Cruz.
 El escritor Domingo López forres y el pintor El pintor tinerfeño Oscar Domínguez ante una
Oscar Domínguez en Tenerife. de sus obras.

André y Jacqueline Breton en Tenerife. Un aspecto de la exposición surrealista insta-

lada en el Ateneo de Santa Cruz de Tenerife.
 El grupo animador de Gaceta de Arte con André y Jacqueline Breton
y Benjamín Peret, el día de la inauguración de la exposición surrealista.

Eduardo Westerdahl y Domingo López Torres Pérez Minik, Peret, García Cabrera, Jacqueline
al recibir los cuadros. y André Breton y Agustín Espinosa en la época
de la aventura surrealista.
 Pedro García Cabrera con Benjamín Peret y
La excursión surrealista a Tacoronte.
Domingo Pórez Minik.

Obras publicadas por Gaceta de Arte.

 ORIGEN MÁS PROBABLE
DE LAS HACHAS NEOLITICAS DE JADEIETA
QUE POSEE EL MUSEO CANARIO. *

Por SIMÓN BENfTEZ PADILLA

Estas cuatro hachas que figuran hace largo tiempo en las colec-
ciones del Museo Canario, constituyen un enigma, a cuya resolución
deseamos contribuir con esta nota, que relata sus vicisitudes y estu-
dios a que ha dado lugar.
Sabíase que habían sido recogidas en esta isla de Gran Canaria.
Ignorábase la localidad. Hemos logrado precisarla consultando la vo-
luminosa obra editada a fines del siglo pasado por el Doctor en Me-
dicina don Gregorio Chil y Naranjo,1 fundador y benefactor de esta
Institución, que se ha costeado en sus comienzos con las aportacio-
nes de sus socios y con las rentas de los bienes legados por aquél en
su testamento.
Dice el doctor Chil, al tratar de la piedra pulimentada:

Los dos ejemplares de diorita que poseo, verdaderos tesoros científicos

*._Comunjcacjón leída por su autor en la reunión del y Congreso

Panafricano de Prehistoria y de Estudio del Cuaternario (excursión de Gran
Canaria), septiembre de 1963.
1.—GREGoRIo CHIL Y NARANJO: Estudios históricos, climatológicos y
patológicos de las islas Canarias (Las Palmas de Gran Canaria, 1876), Primera
Parte: Historia. Tomo Primero, pp. 14 y 15.
106 SIMÓN BENfTEZ PADILLA

llamaron la atención primero en el Congreso de Nancy, y des~ués en el

2 donde las exhibí con mi Memoria referente al mismo asunto.
de Nantes,
En la exposición de la primera de aquellas ciudades, donde fueron colocadas,
ocuparon un lugar distinguido entre los muchos ejemplares que se presenta-
ron, sin que se encontrara diferencia entre unas y otras, en su figura más o
menos amigdaloide, y sólo sí en el tamaño, en el color y en la clase de la pie-
dra, no obstante que de las dos mías una es casi doble de la otra, pero ambas
de un precioso color verde oscuro. La mayor de elias la debo a un pobre bra-
cero que la encontró desmontando un terreno en Arucas, y que sabiendo mi
afición a todo lo que se refiere a los canarios, me hizo un presente que le agra-
deceré siempre. La más pequeña la debo a la bondad e inteligencia de mi ami-
go y compañero el Dr. D. Manuel González. Ambas fueron también examina-
das en Nantes por el director del Museo de Burdeos, quien expresó que eran
idénticas a las que en gran número se encuentran en esta última ciudad, y a
mi paso por Vannes tuve ocasión de ver muchas iguales en el Museo de aquella
ilustrada población. También las he visto análogas en el de Saint-Germain,
cerca de París, donde fueron examinadas por el Director, Mr. de Mortillet.

Por texto tan explícito sabemos que dos de las hachas (sin duda
las marcadas con los números 224 y 226 en las colecciones del Mu-
seo Canario), proceden de Arucas, que fue un núcleo de la población
aborigen, donde se libraron sangrientas luchas contra la conquista
española, a fines del siglo XVI y donde, hasta fecha reciente, se re-
cogían trozos de cerámica y otros objetos prehistóricos de las cuevas
subsistentes, en los montones de escombros esparcidos por los terre-
nos de labor. El hacha n.°225 no se parece a las anteriores, que ter-
minan en punta por un extremo y es mucho más pequeña. Su repro-
ducción en yeso, que también figura con el n.° 352, está rotulada co-
mo procedente de Gáldar. También vaciada en yeso, hay una recogi-
da en La Gomera (n.°351).
Segdn declara el doctor Chil en el “Prefacio” de su obra (p. VII),
sus viajes a Francia en busca de materiales para su redacción, se ve-
rificaron en 1864, 1874 y 1875. En tal época tanto los estudios geo-
lógicos, como los prehistóricos estaban en su infancia, por lo que no

2.—GREGoRIo Cmi. Y NARANJO: “La religión des canariens primitifs, et

la pierre polie au néolithique aux iles Canaries”, en Association Française
pour l’Avancement des Sciences, Compte Rendu de la 4me Session. Nantes
1875 (Paris, Au Secrétariat de l’Association, 1876), pp. 860-865. Séance du
21 aoút 1875. idem: “Origine des pr~mierscanariens”, en Associa~ion Fran-
çazse pour l’avancement des Sciences. Con gris de Lille (Paris, Au Secretariat
de l’Association, 1875), pp. 501-506. Séance du 21 aoút 1874.
 LAS HACHAS DE JADEÍTA 107

puede considerarse como demostrada la identidad de las hachas de

los diversos museos que cita y es de lo más inverosímil que los que
llevó de Canarias fueran de diorita, con la que a juzgar solamente
por el color y forma es fácil la confusión, pero ésta desaparec~con
el examen micrográfico bajo luz polarizada, que entonces apenas se
practicaba. Más bien parece que el hecho de existir en los museos
franceses hachas de diorita procedentes del macizo armoricano de
la Vendée, al Noroeste de Francia, haya inclinado a atribuir a la mis-
ma roca los ejemplares llevados por el doctor Chil, aunque tampoco
falte la diorita en las islas Canarias, pero no en la de Gran Canaria,
sino en la de Fuerteventura, donde hemos extrafdo muestras de esta
durísima roca, en el poblado de Toto, próximo al pueblo de Pájara,
y que en rigor debe denominarse inicrodiorita por la finura de su
grano, que no permite distinguir fácilmente las dos especies minera-
les que la constituyen y que son esencialmente un feldespato calco-
sódico y un anfíbol, generalmente la hornablenda. La microdiorita de
Fuerteventura, de elementos tan menudos que son indiscernibles sin
el auxilio del microscopio polarizante, ofrece la paradoja de que el
nombre de diorita lo haya creado d’Aubuisson para indicar, por su
raíz griega, que los elementos de la roca se distinguen fácilmente.
Hachas de tipo semejante también se encontraron en España y
fueron consideradas como de jade oriental, llamado nefrita en la an-
tigüedad, por considerar esta sustancia de mucha eficacia para el tra-
tamiento de las enfermedades del riñón. Comentándolo, el profesor
del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, don Pablo Martínez-
Strong, decíame con suave ironía, que esta pretendida roca medicinal
parecía más propia para producir el mal de piedra que no para
curarlo.
La palabra jade procede de la yo:’. espailola hijada’ que designa al
riñón, mientras que nef rita es palabra latina del mismo significado, y
la jadeíta es el nombre que le dio el mineralogista Alexis Damour en
1863, a una nueva especie descubierta por él entre los jades, con ma-
yor dureza y densidad que éstos y de composición química muy di-
ferente, Su color es verde oscuro, casi negro, como se ve en los ejem-
plares del Museo Canario.

3.—AL’~RED 1. MOSES and CHARLES ZurHR0P PAR5ONS: E1(menLç of Mi-

neralogy, Cristalography and Blowpipe Analysis (New York, Van Nostrand
Co., 1916).
108 SIMÓN BENÍTEZ PADILLA

Las hachas del supuesto jade halladas en España, fueron magis-

tralmente estudiadas por el malogrado profesor de Cristalografía de
la Universidad de Madrid, don Francisco Quiroga,’ que también fue
explorador del Sahara. Distinguió el jade oriental o nefrítico de la ja-
delta. Demostró que casi todas las hachas recogidas por reputados
ingenieros de Minas con ocasión de la confección de mapas geológi-
cos y clasificadas como de jade han inducido a error a los que siguie-
ron sus huellas, pues el profesor Quiroga pudo comprobar que se tra-
taba de fibrolita, que es una variedad del silicato de alúmina deno-
minado sillimanita. Su color es blanco lácteo con venas rojas y otras
coloraciones.
De las numerosas hachas analizadas por Quiroga solamente tres
eran realmente jadeíta: una desenterrada en Monachil (Granada) y
perteneciente al catedrático de Paleontología de Madrid, don Juan
Vilanova Piera; la segunda pertenecía a don Emilio Rotondo y pro-
cedía de la provincia de Murcia; y la tercera, en poder del profesor
Quiroga, fue hallada en una de las provincias españolas de Levante,
que no le ha sido posible precisar cual es.
La descripción que da Quiroga del hacha propiedad del señor
Rotondo, parece aplicarse punto por punto a la de 155 milímetros
de longitud (ejemplar núm. 224) de la colección del Museo Cana-
rio. La define así: “Mide 0,147 m. de largo por 0,058 de ancho.
Está muy bien pulimentada; sus costados son redondos y curvos;
las caras que son convexas dan al instrumento notable espesor y so-
lidez y su filo es grueso —por lo cual apenas tiene traslucencia
alguna— y curvo, no siendo la parte más ancha del arma. Su color
es verde muy oscuro...”
Todos los objetos de jadeíta españoles examinados por Quiroga
están caracterizados por su densidad comprendida entre 3,30 y 3,36.
Determinada la de las hachas del Museo Canario por nuestro con-
socio el bioquímico don Carlos Bosch Millares en su laboratorio,
ha obtenido para el número 223 el valor de 3,28; para el núm. 224
el de 3,43; para el 225 el de 3,52 y para el 226 el de 3,31, cifras que
sensiblemente concuerdan con las de los ejemplares analizados por
Quiroga.

4.—”Sobre el jade y las hachas que llevan este nombre en Espaf~a”,

en Anales de la Sociedad Española de Historia Natural (Madrid), tomo X,
cuaderno 1.’ (1881), pp. 5-13.
 LAS HACHAS DE JADEfTA 109

Según modernos textos de Mineralogía el peso específico de

la nefrita oscila de 2,97 a 3,18 mientras la jadeíta va de 3,3 a 3,35.
Aunque algunos de los valores obtenidos en laboratorio para las
hachas del Museo Canario difieren levemente de estas cifras, debe
atribuirse al margen de error inevitable tratándose de piezas de re-
gular tamaño cuyo volumen tuvo que determinarse en probetas no
adaptadas a sus dimensiones, con graduación tan espaciada que no
permitía apreciaciones de menor cuantía.
A las escasas noticias suministradas por Quiroga sobre las hachas
de jadeíta recogidas en España, el sabio profesor de Mineralogía
de la Universidad de Madrid, don Salvador Calderón Arana, agrega
únicamente tres ejemplares más, en su exhaustiva reseña sobre los
minerales de España.2 Uno fue adquirido por Arévalo en Argecilla
(Guadalajara) y es de color verdoso-azulado con una densidad de 3,33,
que corresponde a la jadeíta. El Museo Arqueológico de Gerona
posee otro instrumento de la misma sustancia, recogido, sin duda
alguna, en aquella provincia, así como otro hallado en Santiscle, que
posee el Sr. Bosch, médico de San Feliú de Pallarois.
Nuestro admirado amigo el Dr. Frederick E. Zeuner, profesor
en el Instituto de Prehistoria de la Universidad de Londres y máxima
autoridad en los estudios sobre el Cuaternario, ha tomado gran in-
terés en el examen de las hachas del Museo, que llevó a los sabios
especialistas daneses para ver si podrían ser de su país, con resultado
negativo; tampoco dio mejor resultado la comparación con el mi-
nera! de Birmania que difiere de! de estas hachas por componentes
accesorios. Obtuvo láminas delgadas para el examen micrográfico
y puntualizó que eran de jadeíta, aunque siempre quedó en suspenso
la procedencia de ésta. -

Entre los silicatos de magnesio, calcio y hierro, que forman los

anfíboles figura la nefrita, cuya fórmula es Ca (Mg Fe)
2 (Si 03)4 y
entre los piroxenos se halla la jadeíta cuya fórmula es Na2 Al2
(Si 02)4, que es por tanto un silicato-alumínico sódico. Los textos
de enseñanza secundaria consignan como variedad de piroxeno
“la jadeíta en masas compactas o fibrosas de color vario, procedente
esencialmente del Asia (Birmania, China, etc.); esta variedad es no-

5.—SALVADOR CALDERÓN: Los minerales de España (Madrid, Junta para

la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, 1910), tomo II, pp.
442 y 443.
110 SIMÓN BENÍTEZ PADILLA

table por el hecho de que aunque extraordinariamente rara en Europa,

de ella se encuentran fabricados muchos objetos prehistóricos (ha-
6
chas, puntas de lanza, etc.)”.
El área de dispersión de esta clase de útiles prehistóricos abarca
algunas regiones europeas. A ello se refiere el ilustre hombre de
ciencia Joseph Déchelette en su clásico Manual de Arqueología
prehistórica, donde escribe :

Entre las materias minerales empleadas para la fabricación de las hachas

pulimentadas, algunas, pertenecientes a la familia de los jades (nefrita, jadefta,
cloromelanita, saussirita) llamaron particularmente la atención de los prehis-
toriadores, cuando se descubrieron los palafitos de Suiza. Varias hachas de
las sepulturas dolménicas de la Bretaña y de otras regiones hechas de estas
rocas preciosas, con frecuencia maravillosamente pulimentadas y en su mayor
parte de color verde.
La cuestión del origen de los nefritoides fue planteada principalmente
por Desor en el Congreso Internacional de Bruselas, en 1872. Estos mi-
nerales, abundantes en Asia, sobre todo en Indochina, parecían entonces
faltar totalmente en Europa. La teoría del origen asiático de los objetos de
nefrita y de jadeíta, vivamente defendida por Fischer, pero combatida por
numerosos sabios, fue casi definitivamente abandonada a consecuencia de
los trabajos de M. A. Meyer, director del Museo de Dresde. Diversos hallazgos
en Suiza y Estiria, han demostrado que los nefritoides se encuentran en los
Alpes en estado bruto. Pero queda por determinar la procedencia exacta
de los hermosos ejemplares hallados, como los de Bretaña en localidades
distantes del macizo alpino. El comercio neolítico parece haber dispersado
en un radio muy extenso estos preciosos útiles, orgullo de las colecciones
prehistóricas.

Todo nos inclina a considerar que las hachas jadeíticas del Museo
Canario han partido de los Alpes Occidentales, bien de la vertiente
italiana, bien de la suiza, donde forman lentejones de poca potencia
intercalados en los micasquistos. Especial consideración merece la
circunstancia de haberse hallado con mayor abundancia esta clase
de hachas en los palafitos de los lagos suizos, que fueron revelados
por un descenso considerable en el invierno de 1853 a 1854, del nivel

6.—ALESSANDRO R0CCATI: Elementi di Mineralogía ad uso dei Licei e

degli Istituti Tecnici (Tormo, Unione Tipografico-Editrice Torinese, 1912),
Seconda edizione, p. 140.
7.—JosEPH DáCHELETTE: Manuel d’Archéologie préhistorique celtique et
gallo.romaine. 1: Archéologie préhistorique. Deuxiéme édition (Paris, Editions
Auguste Picard, 1928), pp. 627 y 628.
 LAS HACHAS DE JADEÍTA 111

del lago de Zurich, que hizo aflorar los pilotes que sirvieron de base
a dichas construcciones lacustres.
Otro factor digno de tomarse en cuenta al estudiar las hachas
verdes del Museo Canario es su modo de usarlas. Los modelos gran-
des podían emplearse a mano, o bien con mango como lo practican
aún hoy muchas tribus salvajes que atan las hachas unidas a un man-
go de madera, por ligaduras entrecruzadas y reforzadas por una
sustancia resinosa. En este mismo Museo existe una fiel reproduc-
ción en yeso de las empleadas por los indios modernos de las Antillas
(lámina núm. 3), donde se observa que el hacha podía emplearse
también como pico. Entre los ejemplares del Museo Canario los hay
que por sus pequeñas dimensiones no pueden enmangarse de esta
manera. En Suiza se resolvió esta dificultad insertando el hacha en
un talón de asta de ciervo que prolongaba el útil, luego adaptado
lateralmente a un mango de la misma sustancia o bien insertado
directamente en el asta. No cabe asegurar que tal fuera el sistema
empleado en las pequeñas hachas de jadeíta halladas en Gran Canaria
y La Gomera, porque no aparecieron sus mangos.
La resolución de este problema del origen de las hachas canarias,
compete más bien a los investigadores extranjeros que trabajan sobre
ejemplares europeos que pueden servir de tipos de comparación.
Precisamente en el Norte de Italia existe el Archivio ¡nternacionale
di Etnografía e Preistoria que dirige el profesor Furio Jesi, de la Ur~i-
versidad de Tormo.
La ruta desde Europa hasta Canarias está jalonada por los ejem-
plares existentes en España, encontrados generalmente en lugares
que más bien se acercan al Mediterráneo (Gerona, San Feliú de Pa-
llarois, Guadalajara, Granada, Murcia). Diríase que por una ruta
marítima se han dirigido al estrecho de Gades (hoy denominado Gi-
braltar), para seguir costeando el África Occidental hasta recalar
en Canarias, donde formarían parte del ajuar de una tribu prehistóri-
ca establecida en Arucas, de otra en Gáldar y de una tercera en
La Gomera.
Ello completa el itinerario de las vías de penetración de
la población aborigen. Según el Dr. René Verneau, profesor de An-
tropología del Museo de París y conservador del de Etnografa del
Trocadero, que estudió largamente las razas indígenas de Canarias,
la más característica de ellas, denominada de Cro-Magnon, fue im-
112 SIMÓN BENÍTEZ PADILLA

portada en las Islas descendiendo desde Francia al África. Esta tesis

ha sido luego rebatida por otros antropólogos que colocan en África
del Norte el punto de partida de las poblaciones prehistóricas y en
Europa el de llegada. El profesor Zeuner por el estudio óseo de
los animales domesticados (perro, cabra y cerdo) que acompañaban
a los primitivos canarios, estableció que no son de raza europea
sino que proceden del Oriente de África; la cabra es semejante
a la encontrada en las excavaciones de Jericó (Palestina); por la forma
del hueso lacrimal, el cerdo de los antiguos canarios es de tipo me-
diterráneo, intermedio entre el asiático y el europeo.
Si a esta vía de penetración, atestiguada por la fauna domes-
ticada, se agrega otra de procedencia europea, acreditada por las ha-
chas neolíticas de jadeíta y quizás alguna otra de diverso origen, hay
que considerar el Archipiélago canario como una encrucijada o punto
de convergencia de los pueblos oriundos de varios continentes, em-
pujados hacia nuevos horizontes en la implacable lucha por la exis-
tencia y que al entremezciarse, plantean problemas muy complejos
para dilucidar la individualidad y camino recorrido por cada compo-
nente.
El estudio de las hachas de jadeíta debe arrojar nueva luz sobre
su origen, atendida su morfología y materia prima, que, a nuestro
juicio, probablemente procede del macizo alpino en su extremo
occidental.

ADICIÓN

Con posterioridad a esta comunicación se ha publicado una

monografía8 que más bien atiende al aspecto ornamental o artístico
de las piezas de todas las variedades de jade que enumera, y que por
su rareza y delicado trabajo del orfebre son valiosas joyas que enri-
quecen las colecciones oficiales o particulares donde figuran.
El problema de ubicación del yacimiento que ha suministrado
la materia prima sigue sin resolver, pues el examen de los ejemplares
existentes no basta para juzgar de su procedencia, pues incluso la

8.—--GEOFFREY WILLS: Jade (London, Arco Publications, 1964), 121 pp.,

27 láms.
 LAS UACRAS DE JADEÍTA 113

distinción de nefrita y jadeíta, aparte de sus diferencias de orden

químico, no resaltan a la vista o al tacto. La obra de Wilis pasa revista
a todos los puntos conocidos como yacimientos, sin llegar a pun-
tualizar la cantera que en la mayoría de los casos no puede garanti-
zarse por hallarse probablemente en sitios desprovistos de caminos
practicables de acceso en países alejados.
Donde se hallan los objetos mejor trabajados es en las colec-
ciones que pertenecieron a los emperadores de la China, albergadas
en el Palacio de Verano de Pekín donde estaban los talleres impe-
riales, con artífices que invertían varios años en labrar una sola pieza.
En tiempos modernos ha habido un verdadero saqueo de las
tumbas de muchos cementerios de donde proceden gran parte de
los hallazgos de útiles y joyas, principalmente de jadeíta, cuyo origen
se atribuye al Norte de Birmania, de donde se exporta a la China,
que es su mercado principal, tras un largo y costosísimo viaje por
senderos impracticables a través de cauces encañonados y escarpados
montes. Las huellas de éstas también son desconocidas por lo difíciles
y peligrosas, debido a estar en remotos países en estado de guerra
endémica, como acontece actualmente con la del Vietnam que es una
región de la misma Birmania de otro tiempo. En ésta parece ser
que la jadeíta procedía de su parte septentrional y su color verde
brillante es debido a la presencia de trazas del metal cromio que
afecta la piedra solamente como manchas.
Aparte de la China, que aun se discute si es el verdadero país
original del jade, otros yacimientos igualmente inciertos de esta roca
se han encontrado diseminados por el mundo, como un depósito
de nefrita descubierto en Jordansmülh en Silesia (Alemania Oriental).
Se trabaja actualmente para hallar otros depósitos de material
silesiano.
La misma nefrita se encontró en 1850 en el extremo occidental
del Lago Baikal en Siberia. También en la India donde se han labrado
muchas piezas que no se distinguen de las manufacturadas en
la China.
En cuanto a la América septentrional se comercia con objetos,
que representan generalmente figuras de elefantes y cuyo material,
tanto la nefrita como la jadeíta, se dice que se ha encontrado en Cali-
fornia. También pasa con piezas que proceden de la América Central
y Méjico, donde florecieron las civilizaciones maya y azteca.
114 SIMÓN BENÍTEZ PADILLA

La jadeíta se encontró en 1952 en la parte central meridional

de Guatemala, en una aldea llamada Manzanal, en el valle de Río
Grande Montagna. Es de color verde y de composición semejante
a la de Birmania, pero carece de las trazas de cromio de esta última.
Se ha demostrado que los indios la usaron.
Tampoco faltan piezas originarias de Oceanía, principalmente de
Nueva Zelanda.
Por último el libro de Geoffrey Wilis copia entre otras curio-
sidades, una receta de la composición de un antiguo medicamento
confeccionado en China contra la viruela.

Coral rojo 10 gramos

Rubí 4
Perlas finas 4
Musgo 6
Tierra de amasar 3

A pesar de la indiscutible carestía de esta formidable receta,

Wills se inclina a creer que sus efectos para alivio de la dolencia
serían seguramente más psicológicos que fisiológicos.
Y con esto hemos agotado cuanto sobre el jade se conoce o más
bien no se conoce hasta la fecha.

•0*

PALABRAS DEL PRESIDENTE DEL CONGRESO

Dr. Pericot.—Agradecemos al señor Benítez Padilla que haya tenido la

bondad de darnos este magnífico resumen y todos esos datos preciosos, vol-
viendo sobre un tema que ya se trató en Tenerife cuando el señor Patel nos
habló de estas hachas. Parece deducirse ahora la seguridad, que entonces se
puso un poco en duda, que estas hachas proceden realmente de las Islas Ca-
narias, y en este caso, como ha dicho el señor Benítez, éste sería un nuevo
elemento a añadir a tantos otros de aproximación, de comparación a cosas
mediterráneas, de Europa o asiáticas, e incluso a través de África, porque
conocemos todavía muy mal estos campos. Realmente, en la Península Ibérica
habrán muchos más ejemplares de hachas de piedras raras, piezas preciosas de
las que falta realmente el estudio tan analítico, tan meticuloso como el hecho
por el señor Benítez para esta media docena de hachas conocidas desde el
siglo pasado. Otra cosa que hay que destacar de lo que ha dicho el señor
Benítez es el hecho de que ahora se van a cumplir cien años en que el señor
Chil y Naranjo empezó a acumular materiales en un momento en que casi
nadie en España pensaba en los estudios prehistóricos.
o
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rM
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o
o
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o
Núm. 223
Vaciado de hacha con mango. Museo Canario.
Núm. 224
Núm. 225

Núm. 226
Núm. 227
 Hacha, probablemente neolítica o de la Edad de Bronce. Europa Cen-
tral. —Reproducida de la obra de GEOFFREY WILLS: Jade (London, Arco
Publications, 1964).
DON TOMÁS ANTONIO DE SAN PEDRO MENA
MESA Y EL HOSPITAL DE LA AMPUYENTA, EN
LA ISLA DE FUERTEVENTURA

Por JUAN BOSCH MILLARES

Cuando don Tomás Antonio de San Pedro Mena Mesa vio la luz
del mundo, el 20 de febrero de 1802, existían dentro de la jurisdicción
de Puerto de Cabras dos municipios que se administraban indepen-
dientemente, llamados Casillas del Ángel y Vega de Tetir. Muchos
años después de su muerte fueron ambos incorporados al término
municipal de Puerto del Rosario, que es uno de los seis Ayunta-
mientos en que está dividida actualmente la isla de Fuerteventura.
Se integran en este municipio numerosos agregados urbanos, que
se agrupan en aldeas y caseríos. De ellos interesan para este estudio
biográfico, los llamados Lugar de Casillas del Ángel, La Ampuyenta
y Lugar de Tetir.
El Lugar de Casillas del Ángel situado a 12 kilómetros de la ca-
pital, posee una iglesia que data de 1781 con rara fachada de piedra
negra, dedicada a Santa Ana, algunos pozos y un manantial de aguas
salobres nacido al margen del barranco de Río Cabras, que antigua-
mente era llevada al Puerto para usos domésticos.
116 JUAN BOSCH MILLARES

La Ampuyenta se encuentra a 15 kilómetros de la Capital, posee

una blanca e histórica ermita dedicada a San Pedro de Alcántara,
cuyo interior, deteriorado por la acción del tiempo, está cubierto por
pinturas murales, retablos y alhajas pertenecientes al siglo XVIII.
El techo y el coro debieron estar policromados y la vieja piedra que
la sostiene parece sonreirles beatíficamente. Fue residencia de los
padres franciscanos y cuna del beato fray Andrés García Acosta y
del ilustre Maestrescuela de Canarias Dr. Delgado. Junto a la ermita
se encuentra un edificio constituido por tres pabellones, de construc-
ción moderna donde radican las Escuelas Nacionales, que fue erigido
y destinado por el Dr. Mena a hospital.
El Lugar de Tetir, llamado también Vega de Tetir por la hermosa
perspectiva que ofrece a la vista del caminante, está ubicado a 8
kilómetros del Puerto y en ella se encuentra una iglesia del siglo XIX,
dedicada a Santo Domingo de Guzmán.

II

Mirada desde lejos, La Ampuyenta aparece constituida por casas

desperdigadas a manera de blancas palomas posadas en el borde de
la barranquera, en las faldas de suaves oteros y en la árida llanura
que la circundan. En ésta, una palma viuda y solitaria, muestra su
elegante y verde penacho, símbolo de esperanza agrícola para sus
moradores, “que viven apegados al terruño, como el pólipo a la roca”.
En un sitio de dicha aldea, conocido con el nombre de Buen
Lugar y formado por unas casitas muy pobres, nació el Dr. Mena
Mesa. Hijo de José León Mena Medina y María de San Diego Mesa
y Carrión, viuda de su primer matrimonio, fue bautizado en la pa-
rroquia de Casillas del Ángel el 12 de Marzo del mismo año, y su
padrino el presbítero José Medina Guiltama, todos naturales y vecinos
de dicho lugar. Tuvo dos hermanos, Conrado, que fue presbítero
y llevó el nombre de su abuelo paterno, y Rosalía, casada con Jorge
Jordán, muerta en plena juventud después de haber tenido dos hijas:
Clara y Juana. Del primer matrimonio de su madre no hubo
descendencia.
Carentes sus padres de recursos económicos para darle edu-
cación, tuvieron que vender 10 fanegas de cebada para poder enviarlo
a Las Palmas, ya que no existían escuelas en el municipio ni personas
 DON TOMÁS ANTONIO DE SAN PEDRO MENA MESA 117

que se dedicaran a la enseñanza. Una vez aprendidas las primeras

letras, comenzó sus estudios secundarios en el Seminario Conciliar,
incorporado por entonces a la Universidad de Sevilla, en el que cursó,
según certificación expedida por don José Almeida, Presbítero, Vice-
Rector y Catedrático de Teología, las siguientes asignaturas:
Gramática y Principios de Humanidad, del 4 de octubre de 1813
al 18 de octubre de 1814; Lógica y Metafísica, del 19 de octubre de
este año al 30 de julio de 1815; Física y Química, del 19 de octubre
de 1815 al 30 de julio de 1816; Ética, del 19 de octubre de esta fecha
al 30 de julio de 1817; Lugares Teológicos, de enero de 1817 a enero
de 1818 y Gracia y Matemáticas, de julio de 1818 a 30 de julio de 1819.
El 19 de febrero de 1820, según documento expedido por don
Domingo de la Cueva Zaldívar, Racionero y Secretario Particular
de la Santa Iglesia Catedral de Canaria, hizo oposiciones a las dos
cátedras de Filosofía existentes en dicho Centro, demostrando en
ellas la competencia y aprovechamiento necesarios para ser calificados
sus ejercicios con nota de Sobresaliente. Como consecuencia, le fue
otorgada una de las dos, pero al ser llamado por su hermano Conrado,
presbítero en La Habana y poseedor de alguna fortuna, renunció,
sin tomar posesión, en busca de más amplios horizontes. Y así fue,
pues al llegar a la capital de la isla de Cuba, sin más equipaje, fuera
de lo puesto, que una camisa y un pañuelo, su hermano se dio cuenta,
de que el chico era despierto e inteligente y le invitó y animó para
seguir los estudios de Medicina.
Era necesario en aquellos tiempos, de conformidad con la legis-
lación vigente, estar en posesión del título de Bachiller en Filosofía
para comenzar los estudios universitarios y como en esta materia
había demostrado gran suficiencia con los realizados en Las Palmas,
fácil le fue hacer el examen ante el tribunal, constituido por los Dres.
Antonio Viera, Ambrosio Herrera y Manuel González del Valle,
sustituido este último por don José Antonio Casó, una de las más
preclaras inteligencias cubanas del siglo XIX. Obtenida la aprobación
con fecha 1 de abril de 1822, tuvo necesidad, antes de serle expedido
el título, de promover el expediente de sangre para demostrar que
no tenía mezcla ni raza de moros, judíos, herejes ni penitenciarios.
A tal fin, y para dar fe de su naturaleza, presentó como testigos
a Francisco Bueno y José Sicilia, naturales de Fuerteventura, los que
declararon era hijo de José León Mena y María de San Diego Mesa,
naturales de Casillas del Ángel.
118 JUAN BOSCH MILLARES

Una vez confirmada la legitimidad de su naturaleza comenzó los

estudios de Medicina con la ilusión puesta en su porvenir y el alma
pletórica de agradecimiento al que desde aquel momento era además
de hermano, padre. Fueron sus profesores y asignaturas, los doctores
Antonio Viera, en Prima; Agustín Encinoso de Abreu, en Patología;
Gaspar Zaferino de los Reyes, en Prima y Fisiología; Bernardo Ries-.
go, en Anatomía, y Francisco Sandoval, en Método. Realizados los
ejercicios de Reválida el 27 de marzo de 1825, se le otorgó el título
de Bachiller en Medicina y de Licenciado en Cirugía Latina, pero no
satisfecho con ellos, ya que se consideraba capaz de aspirar a otros
de mayor categoría, resolvió optar por el de doctor en Cirugía, a cu-
yo fin asistió a los cursos que dictaba don Francisco Alonso Fernán-
dez en el Hospital Militar de San Ambrosio, sobre “Grandes opera-
ciones de Cirugía, Anatomía y Disección, teórica y práctica y Medi-
cina Operatoria o Cirugía”.
Cuando solo le faltaban tres meses para cumplir los dos años de
prácticas que exigían los estatutos, solicitó el examen de dicho grado
ante el Protomedicato, pidiendo a la vez que le dispensaran de aque-
llos, por tener el pensamiento de trasladarse y ejercer la profesión en
San Carlos de Matanzas, en virtud de la autorización que le conce-
dían los títulos de Bachiller en Medicina y Licenciado en Cirugía La-
tina y en razón a que en dicha ciudad solo la practicaba el facultativo
don Juan Michelena. Autorizado el permiso y denegada la dispensa,
no dudó en continuar realizando las prácticas con el doctor Francisco
Alonso, hasta completar los dos años. Cumplidos que fueron, obtuvo
la aprobación por parte del Protomedicato el 24 de Noviembre de
1826, trasladándose inmediatamente a esta ciudad cubana donde,
ejerciendo la profesión, reunió una pequeña fortuna. Pero un día, es-
tando de visita en un buque de guerra francés que recorría las aguas
de la Isla, tuvo una discusión de carácter científico en la que llevó la
peor parte. Y al convencerse de que le faltaba mucho que aprender
para considerarse dotado de los suficientes conocimientos profesio-
nales que le hicieran ejercer la carrera, embarcó para París sin con-
sultar con nadie, puesto que era mayor de edad.
En la capital francesa permaneció seis años asistiendo a sus
aulas, visitando hospitales y consagrando las horas del día a los libros
de más nombradía clínica. Su estancia en ella le sirvió para colocarse
a la altura médica que apetecía, modelar su espíritu crítico y poseer
 DON TOMÁS ANTONIO DE SAN PEDRO MENA MESA 119

el suficiente juicio diagnóstico para resolver los problemas que solían

presentar los enfermos. Por otra parre, París enseñóle a despertar los
gustos artísticos, la convivencia social y la tolerancia y respeto a las
ideas de los demás...
Una vez finalizados los seis años, regresó a La Habana, abrió su
consulta, asistió varias epidemias de fiebre amarilla y cólera, adqui-
rió gran clientela y guardó dinero, circunstancias que le acreditaron
de gran clínico y hábil cirujano. Su permanencia en Cuba no fue obs-
táculo para efectuar viajes de estudios a los Estadcs Unidos de Amé~
rica donde las Ciencias Médicas tenían gran influencia y ascendencia
sobre las de las demás repúblicas americanas. Por esta época, el 1 de
julio de 1846, fue nombrado Académico de la Facultad de Medicina
y Cirugía de Cádiz.

III

Cuando esto sucedía, cumplía los 45 años. Soltero, sin más ah-
cientes que la satisfacción del deber cumplido y de verse considerado
y atendido por el pueblo cubano, se dio cuenta de que le faltaba pa-
ra ser feliz, el calor del hogar y las caricias de los suyos. Compren-
dió que estaba solo y pronto se vio dominado por ese complejo mis-
terioso que ejercen sobre el alma, la familia, el paisaje y los días so-
leados y azules de la Isla que le vio nacer. Sin pérdida de tiempo em-
barcó para La Ampuyenta acompañado de su criado mulato y fiel,
resuelto a pasarse el resto de su vida junto a su madre, viuda por se-
gunda vez, que seguía viviendo en la aldea dedicada al descanso y a
la dulce contemplación del paisaje. Una vez en ella quiso entregarse
al reposo corporal y anímico para consagrarse a la observación de la
Naturaleza. El silencio del ambiente, la bondad de sus paisanos, el
atraso intelectual en que se desenvolvían, tenían cierto encanto que
no llegaba a descifrar. Quería vivir con ellos alejado del mundanal
ruido de las grandes capitales, mirando el pasar de los días y las no-
ches, siempre en espera del misterio de la muerte, pero no podía des-
prenderse, como hubiera deseado, de su saber médico cuando eran
solicitados sus servicios. Viose, por tanto, obligado a prestarlos cuan-
tas veces fue requerido, con la sola condición de asistir a los enfer-
mos en su despacho, ya que su obesidad le molestaba para efectuar
largas caminatas. Sin embargo, hacía excepción con los Coroneles de
120 JUAN SOSCH MILLARES

La Oliva, a quienes visitaba gratuitamente, no obstante los 20 kiló-

metros que le separaban, de su domicilio.
De conversación agradable y amena, poseía un carácter volunta-
rioso que le hizo muchas veces chocar con sus amigos y conocidos,
enojándose a la menor contrariedad que sobreviniera. Mimado por
la gente, no podía disimular el menor disgusto cuando alguna persona
trataba de desairarlo o no guardarle las consideraciones a que estaba
acostumbrado. Grueso, casi obeso, moreno, alto de estatura, pelo
frondoso y pistoleras formando cuerpo con su cabellera, según po-
demos anotar en la presente fotografía que debemos a la gentileza
de don Ramiro Barroso Alfaro, residente en Caracas, fue siempre
caritativo y a nadie cobraba sus honorarios. Al ser, por estas razones,
querido y estimado por sus amigos y enfermos, se exasperaba en ex-
tremo al no verse correspondido cuando pedía un favor, y si algún
vecino, dueño de un camello o burro o de algún apero de labranza
se los negaba para el servicio de sus pacientes o de las tierras que
cuidaba, se revolvía en denuestos e insultos echándoles en cara que
no era correspondido de la misma manera que él lo hacía.
Al llegar a la Isla a mediados del siglo XIX, las luchas políticas,
como en el resto de las demás provincias españolas, habían adquirido
carácter tensional. Los odios africanos, las luchas fratricidas y los
fanatismos de banderías, convertían a los pueblos en repugnantes
escenarios de escándalos, venganzas y atropellos. El Dr. Mena que
había hecho el propósito, recién llegado a su patria, de aislarse
de estas convulsiones que a nada conducían, se vio pronto envuelto
en estas pasiones dominado quizá por su carácter voluntarioso.
Un día, don Francisco Rugama, vecino de Casillas del Ángel,
opulento propietario y enemigo irreconciliable del doctor Mena,
por militar ambos en campos políticos distintos, se sintió enfermo
y como no había otro médico en la Isla que el doctor Mena, llamó
a un amigo y le dijo:
¡ Me estoy muriendo, vete y dile a Mena si quiere venir
a recetarme!
Y el amigo conocedor de la lucha entablada entre los dos adver-
sarios que no tenía otro fin que el de trabajar sin descanso por
anularse mutuamente, marchó decidido y temeroso en busca del ga-
leno, atravesando los tres kilómetros que los separaban. Al llegar
a La Ampuyenta, tocó en las puertas de la casa con todo cuidado,
 DON TOMÁS ANTONIO DE SAN ¡‘EDItO MENA MESA 121

esperando la salida del que había de ser, desde aquel momento fiel
cuidador de la salud de su enemigo.
—~Qué ocurre? —preguntó el Dr. Mena, acariciando sus
pistoleras y cara con gran fruición al reconocer al enviado de
su adversario.
— ¡ Que don Francisco está muy malo y desea vaya Vd. a verlo!
Mandó ensillar el camello, pues su obesidad le impedía montar
a caballo y pronto, muy pronto, se vio ante el enfermo actuando
como médico, pues en aquel momento la adversidad había quedado
en la calle. De más está el decir que tomó vivísimo interés en curarlo,
no sólo porque era su deber, sino para evitar los comentarios de ami-
gos y enemigos. La enfermedad evolucionó en unos días durante los
cuales prestóle asistencia médica cuidadosa, y al cabo de unos pocos
días don Francisco recuperó la salud.
Una vez en la calle, su primer cuidado fue darle las gracias
por el bien que le había hecho y pagarle el importe de sus honorarios.
—No tiene Vd. que agradecerme nada, ni que abonarme nada
-—repuso altanero el doctor Mena—. No he hecho otra cosa que cum-
plir con mi deber. Es más —añadió— no puede Vd. imaginarse la
satisfacción que he experimentado en curarle, porque me hubiera
llevado un disgusto si hubiera muerto de muerte natural, ya que mi
deseo estriba en matarle a rabietas y malos ratos.
Y al terminar de pronunciar su última palabra con el orgullo
que le dominaba, al verlo sumiso, le tiró las puertas en las narices.
Corno es de suponer, el Sr. Rugama llegó a su casa echando espu-
marajos de ira por la boca al darse cuenta del desaire de que había
sido objeto. Y está demás decir que la guerra entre estos dos
personajes continuó con más ardor que nunca.
Siempre tuvo el valor y en esto estribaba su mayor elogio, como
hombre caritativo, de no decir a los enfermos incurables la impor-
tancia y gravedad de sus males. Ante estos casos alegaba, que no te-
niendo medios en La Ampuyenta para curarlos, su mejor consejo
era el de que se trasladasen a los hospitales de Las Palmas o Santa
Cruz. Cuando esto ocurría, ya sabían los vecinos y allegados que
aquellos enfermos no regresaban a la aldea.
Iba con frecuencia a Santa Cruz de Tenerife donde contaba con
muchos amigos entre las autoridades y personas de viso de la Ciudad.
En ella vivió grandes temporadas, pues poseía una casa de verano
122 JUAN BOSCH MILLARES

en Los Rodeos, a pocos kilómetros de La Laguna, una finca rústica

en el lugar conocido por Guamasa y otra en Tornero, perteneciente
al término de Tegueste. Así mismo en Fuerteventura tuvo propie-
dades en Casillas del Ángel, pagos de Tefia, Los Llanos y Ampuyenta,
villa de Betancuria, pago del Valle de San Ginés, La Antigua, Vega
de Tetir, Valle de Jaifas en La Oliva, Costa de Los Lajares y Puerto
de Cabras.
Construyó, además, cerca de La Ampuyenta, una casa solitaria
de dos plantas, donde pasaba sus semanas cuando regresaba de Santa
Cruz, rodeado de sus libros editados en francés. Ubicada donde
llaman Buen Lugar, muy cerca del Barranco de Los Molinos, a tres
o cuatro kilómetros de aquella aldea, guardaba en ella la referida
biblioteca y el instrumental quirúrgico que después dejaría, según
su testamento, a su compañero y amigo don Bernardo Espinosa,
residente en Santa Cruz. Del instrumental nada se supo, pero la bi-
blioteca no llegó a su poder, por haberla quemado su familia, después
de su muerte, para tostar trigo y maíz.
Era el doctor Mena descuidado en el vestir y aunque tenía
buenos trajes confeccionados en las sastrerías de París y La Habana,
no usó otras ropas en Canarias que la tejida en la Isla con lana
de camello y los zapatos de cordobán. Y si su familia le echaba en
cara el abandono que, observaba en su indumentaria, respondía,
sin titubeos, que conociéndole todo el mundo en Fuerteventura
no necesitaba cambiar su traje para ocultar su personalidad. Igual-
mente contestaba cuando embarcaba para Tenerife, pues entonces
—añadía—- no precisaba ponerse otra para descubrirla, toda vez que
muchos de sus habitantes no le conocían.
Como es natural, la familia no se daba por satisfecha con estos
razonamientos, pues sabedores de que en la capital de la provincia
tenía buenos amigos, no podían menos de decirle:
—Póngase otra ropa, pues no está bien que vaya con ese traje
a Santa Cruz.
—No sean Vds. tontos -—respondía— ¿Acaso soy yo tan bobo
como los muchachos?
Los muchachos a que se refería, eran los Coroneles de la Oliva
que vestían de rigurosa etiqueta dentro de su misma casa.
Orgulloso de su saber y conocedor de las propiedades de algunas
plantas, parece ser que estando de paseo en esta última Isla con
 DON TOMÁS ANTONIO DE SAN PEDRO MENA MESA 123

algunos de sus conocidos, se entablaban discusiones sobre temas

de historia natural que casi siempre terminaban prevaleciendo
su opinión. Una tarde, para demostrarlo, recogió las hojas de una
planta nacida en los bordes de un camino y al darse cuenta de que
ninguno de sus acompañantes la conocía, les dijo que tomasen su
olor, cosa que hicieron asombrados al verse sangrar por las narices.
Inmediatamente les mostró otra y les invitó a oler, quedando igual-
mente sorprendidos, cuando observaron que la hemorragia había
cesado. Como es natural, estos hechos produjeron frases de admi-
ración y respeto.
Y así, entre sus viajes a la isla de Tenerife y los que realizaba
dentro de la suya, se deslizaba su vida dedicado, en su mayor parte,
a la agricultura y a la medicina curativa. De esta manera, los días
y las noches transcurrían unas veces recordando sus tiempos de pro-
fesión en la isla de Cuba y otras dando expansión a su carácter áspero
y despótico cuando se dejaba llevar por la pasión política que es tanto
mayor y rencorosa, cuanto más pequeños son los pueblos.
Se decía que el doctor Mena, volteriano e inconoclasta. jamás
dejó traslucir sus ideas ante su madre que era muy católica y que
sus creencias en materia religiosa, su espíritu progresista y refor-
mador, nutrido al calor de avanzados ideales, no transigía con las
cortapisas de las religiones positivas. Nada parece menos cierto, por
cuanto en su testamento hace manifestaciones de profunda fe
al declararlo en varias de sus disposiciones. Así, después de hacer
constar su educación dentro de la iglesia católica, ordena se le haga
el funeral en el sitio donde fallezca, que el reparto de las limosnas
que deje al morir lo efectúe el párroco de Casillas del Ángel y que
su mayor fortuna, legada a doña Antonia Rodríguez Núñez, por
haber atendido a su madre hasta su muerte, pasase a su sobrino Mel-
chor Alfaro Rodríguez, siempre y cuando se ordenase de sacerdote
y residiera en La Ampuyenta, a fin de que ningún vecino dejara de
recibir los auxilios espirituales en el momento supremo. Es más, para
asegurar esta disposición añadía que si este familiar no abrazase
la carrera eclesiástica, pasase aquélla a su hermano Manuel y si éste
tampoco la seguía, fuera repartida entre sus herederos. Lo cierto fue
que Melchor, nacido en el año 1858 en La Ampuyenta, no quiso
ser sacerdote y se hizo médico en Madrid el año 1888, muriendo
de tuberculosis pulmonar en Santa Cruz de Tenerife, el 10 de abril
124 JUAN BOSCH MILLARES

de 1893 a la edad de 35 años, después de haber ampliado sus estudios

en la Universidad de París. Su hermano Manuel tampoco quiso se-
guir los deseos de su tío.
Gozó de gran prestigio entre los profesionales de las Islas con
los cuales celebraba frecuentes consultas. En Tenerife sus compañeros
le reconocían como el maestro de la medicina y sus amigos, fami-
liares y enfermos, acudían al puerto de Santa Cruz cuando tenían
conocimiento de su llegada. En Las Palmas fue consultado también
durante la epidemia de cólera del año 1851, por saberse que había
asistido otras durante su estancia en La Habana. Fue el primer pro-
fesional que empleó en Canarias la balneoterapia fría contra la fiebre.

Iv

Una de sus pasiones, la mayor de su vida, fue el cariño que

profesaba a su madre. De contextura enclenque y enfermiza la cuidó
fervorosamente, sometiéndola a régimen especial de alimentación y
a la ingestión de bacilos búlgaros y lácticos de acuerdo con las teorías
de Mechnikof sobre su acción en el intestino para alargar la vida.
A este efecto recomendó mucho el suero de leche y consiguió que
su madre llegara a los 94 años.
Durante este tiempo el doctor Mena que era obeso, trataba su
enfermedad recorriendo todos los días el camino que existía desde
su casa hasta la cúspide de una montaña, de regular altura, situada
a una distancia de 3 kilómetros, conocida con el nombre de El Pasito,
sobre el cual permanecía clavada una cruz, que señalaba el límite
con el del Lugar de Casillas del Ángel. Subía a determinada hora,
acompañado de su fiel criado con tal constancia y voluntad, que no
tardó en adelgazar bastantes kilos, los suficientes para formar varios
pliegues con la piel de su vientre.
Muerta su madre, comenzó a padecer del corazón y a sentir
la necesidad de ser cuidado, pues desaparecida ésta, nadie le pro-
digaba el consuelo y alivio que apetecía. Por estas razones decidió
trasladarse a Tenerife, residencia de doña Antonia Rodríguez Núñez,
que le cuidó hasta su muerte, y de varios de sus amigos y compañeros.
Imposibilitado para andar, fue trasladado a hombros de los vecinos
en un catre, desde La Ampuyenta al Puerto de Pozo Negro situado
a 25 kilómetros de distancia, donde lo esperaba un buque de vela
 DON TOMÁS ANTONIO DE SAN PEDRO MENA MESA 125

para llevarlo a Santa Cruz de Tenerife y seguir en vapor, si su estado

se lo permitía, a París; viaje que no pudo realizar porque fue poco
a poco agravándose hasta el día de su muerte, ocurrida el 10 de julio
de 1868, cuando contaba 66 años de edad. Y aunque dispuso en su
testamento que los albaceas se ocuparan de trasladar su cadáver,
en el caso de que falleciera fuera de su tierra, al nicho donde repo-
saban los restos de su madre para ser “tapados en la misma sombra”,
no fue cumplido este deseo. Hoy se encuentran guardados en un
mausoleo del Cementerio de Santa Cruz, donde se lee “Juan P. Alon-
so, herederos de don Tomás Mena”.

En su testamento de 26 de julio de 1864, hecho, como se ve,

cuatro años antes de su muerte, dejó un legado de 25.000 ptas. para
la construcción de un hospital frente por frente a la casa donde
vivió. Dicho legado, que estaba depositado en el Banco Español
de San Fernando de Madrid con el sano propósito de que los inte-
reses fueran sumándose al capital, permaneció intacto en espera de
que alguien diese cumplimiento a lo dispuesto en su última voluntad.
En esta situación, cuatro años después de su muerte, o séase
en 1872, el alcalde de Casillas del Ángel, en vista de que tanto el
albacea don Miguel Martín Fernández, como su heredera principal
doña Antonia Rodríguez Núñez, no se daban prisa en activar la
construcción del establecimiento benéfico, ofició al Gobernador Civil
de la Provincia dándole cuenta del estado en que se encontraba el
asunto. Como consecuencia de tal comunicación, fue necesario llegar
al año 1881 para que el mencionado albacea depositara en la caja
de la Delegación de Hacienda de Santa Cruz de Tenerife, 10.000 ptas.
a cuenta de las 25.000 arriba citadas. Como el tiempo transcurría
y no se entregaba el resto, se vio en la obligación de volver a requerir
al nombrado albacea para que entregara las 15.000 restantes, demanda
que volvió a repetir, pasado algún tiempo, por conducto del alcalde
de Puerto de Cabras.
Al fin dieron comienzo las obras, según se lee en las actas de
las sesiones celebradas en 11 de enero, 7 de diciembre de 1900 y 21
de abril de 1901 por la Junta Provincial de Beneficencia, pues en ellas
se acordó abonar al Contratista la cantidad de 8.821,90 ptas. con car-
126 JUAN BOSCH MILLARES

go al depósito constituido en la Caja a cuenta de las obras realizadas.

Pero no habían transcurrido tres meses de este acuerdo, cuando
el alcalde de Casillas del Ángel, con fecha 27 de julio de este último
año, puso en conocimiento de la Junta, que el referido contratista
había suspendido la obra desde que hizo efectiva dicha cantidad.
Ante esta nueva comunicación, fue oficiado, en el mes de octubre,
el Ayudante de Obras Públicas, inspector de la misma, para que
evacuara el correspondiente informe y expusiera las medidas a tomar,
determinaciones que no hubo necesidad de poner en acción porque
se anticipó a manifestar a la Junta que solo faltaba para terminarlo
cubrir de tejas una de las salas para enfermos, el pasillo y los servicios
sanitarios, encalar los tabiques divisorios interiores y cielos rasos,
y enladrillar parte de los pavimentos.
A pesar de lo manifestado quedó paralizada la obra durante los
años 1901, 1902 y 1903, en cuyo mes de diciembre, a reiterados reque-
rimientos de la autoridad, contestó el contratista que no había con-
tinuado por falta de agua dulce para el amasado y preparación de los
materiales. Lo cierto es que se pasaron los años 1904, 1905, 1906 y
1907, sin que se viera el más ligero adelanto en la construcción del
hospital, razón por la cual en febrero de 1908, visto el silencio de
todos, se acordó oficiar al Ingeniero de Obras Públicas de la Pro-
vincia, rogándole que di Ayudante Sr. Herrera, expidiera el corres-
pondiente certificado de obra hecha, para una vez librada la cantidad
que se le adeudaba, dar por finalizado el contrato.
Como consecuencia del mismo se le abonaron 2.005 ptas. y fue
anunciada nueva subasta.
En agosto de 1908 el estado de las cuentas del hospital era
el siguiente:

Legado del Dr. Mena, más los intereses

devengados Ptas. 34.668,68
Abonado al contratista Ptas. 21.348,05
Queda en Diciembre de 1921 un saldo de 13.320,63 Ptas.

VI

El hospital de La Ampuyenta legado por el doctor Mena a su

aldea y a su Isla, como producto de su trabajo en tierras americanas
y como símbolo de cariño a su pequeña patria, estaba predestinado
 DON TOMÁS ANTONIO DE SAN PEDRO MENA MESA 127

a no desempeñar el papel para el que fue creado. Otra cosa hubiera

sucedido si su fundador no hubiera muerto, pues todas las incidencias
que tuvieron lugar durante su inacabada construcción, se hubieran
evitado dado su carácter decidido y enérgico, máxime cuando se
contaba con el dinero suficiente para verlo terminado.
Bien es verdad que desde los comienzos de su edificación,
el centro benéfico llamado más tarde Hospital de Caridad de San
Conrado y Gaspar, en memoria de sus dos abuelos y hermano pres-
bítero, tuvo la enemiga de Puerto de Cabras por ser el sitio donde
los majoreros querían construirlo, en contra de la opinión del doctor
Mena que había elegido el de La Ampuyenta, por estar en el centro
de la Isla. Sea una u otra la causa, es lo cierto que la Junta Provincial
de Beneficencia en vista de que los años pasaban y nada se resolvía
sobre el destino del edificio, nombró una comisión en mayo de 1923
compuesta por don Miguel Velázquez Curbelo, Marcial Velázquez,
el alcalde de Casillas del Ángel y el cura párroco, para que diesen
cuenta del estado en que se encontraba y del coste de su reparación
a fin de sacar las obras de nuevo a subasta. Una vez en su poder,
se entregaría el saldo que resultaba del legado del señor Mena a
la Diputación Provincial con el fin de que ésta dispusiera de
su destino.
Un año después, la Comisión no había cumplido su cometido;
el edificio seguía derruyéndose por la acción del tiempo y la maldad
de los vecinos y la Diputación hecha cargo de su conservación, no
contaba en su presupuesto con cantidad alguna para su sostenimiento.
Ello dio lugar a que el hospital, sin techo y sin cuidados, sufriera
los efectos del aire y del agua y fuera poco a poco convirtiéndose
en un difuminado recuerdo del benefactor.
Así las cosas, al llegar el mes de agosto de 1926, el Cabildo In-
sular de Fuerteventura, en virtud del Decreto de creación de los mis-
mos, publicado en 1912, resolvió hacerse cargo de la cantidad de
14.649,70 ptas. que tenía en su poder el Gobierno Civil de Canarias
y proceder a la reconstrucción y conservación del edificio.
Más tarde, en 1927, tuvo lugar la división de la provincia y con
ella el trasiego de expedientes, papeles, legajos y documentaciones
pertinentes, entre las dos creadas. Por esta razón, el Cabildo de Fuer-
teventura se dirigió al Gobierno Civil de Las Palmas, pidiendo que
la Junta Provincial de Beneficencia le enviase el correspondiente al
128 JUAN I3OSCH MILLARES

hospital que seguía durmiendo en el extinguido Gobierno Civil

de Canarias. Al fin, siendo el mes de julio de 1929, se accedió a dicha
petición y con ella renació la esperanza de su pronta terminación
y futura instalación y funcionamiento.
Fue preciso, sin embargo, antes de tomarse esta resolución, que
el Ingeniero de Caminos y Director de Vías y Obras del Cabildo
de Fuerteventura don Luis García Mauriño, informara sobre el es-
tado en que se encontraban los muros de carga, los de la fachada
y los de otros departamentos, porque se tenía conocimiento de que
estaban destrozados, otros en desplome y los menos con grietas.
En consecuencia, después de inspeccionadas, aconsejaba se llevara
a cabo una urgentísima reparación de toda la obra si se quería apro-
vechar la parte que aún se conservaba en buen estado, pues era ne-
cesario destruir la cubierta y muros que estuvieran mal y apuntalar
los que se encontraban en socava.
Para dar solución a este consejo, se presupuestó la cantidad de
16.061,25 ptas. y se acordó subastar las obras para terminarlas en
febrero de 1931.
Una vez finalizadas y en posesión el Cabildo de la propiedad
que tantos sinsabores había producido durante su construcción, sur-
gió el problema de su funcionamiento y mantenimiento, pues la Cor-
poración Insular contaba con escasos recursos para atender a sus
otras obligaciones. En esta crítica situación, el Ayuntamiento de Puer-
to de Cabras con jurisdicción sobre los de Casillas del Ángel y Vega
de Tetir, viéndole deshabitado, tomó el acuerdo de establecer en él
la Escuela Nacional de Asistencia Pública de carácter mixto, aten-
diendo a que en dicha aldea no existía otro local adecuado y a que
el edificio, por culpa de los albaceas y de la Diputación Provincial,
no se encontraba en condiciones de cumplir la voluntad del testador,
pues si bien administradas las rentas hubieran permitido la estancia
del médico y de las hermanas de la Caridad, la indiferencia y el poco
patriotismo de los llamados a velar por su existencia, contribuyeron
a su desaparición como tal hospital.
Por todo ello la Dirección General de Beneficencia y Obras So-
ciales y la Junta Provincial de Beneficencia de Las Palmas, como Pa-
tronato de la fundación “Hospital de San Conrado y San Gaspar”,
en cumplimiento del R. D. de 29 de agosto de 1923, ordenaron la co-
rrespondiente tramitación para que fuese el edificio enajenado y ven-
 DON TOMÁS ANTONIO DE SAN PEDRO MENA MESA 129

dido en pública subasta, mediante el hilo de 17.280 ptas. No está de

más el decir que éste ocupa una superficie de 320 metros cuadrados
y que está construido en una planta sobre un solar de 448.
A pesar de sus dimensiones y de su relativo valor fue celebrada
la subasta el día 5 de octubre de 1965 y adjudicada a la Junta de Pá-
rrocos de Fuerteventura en la cantidad de 18.000 ptas.

VII

De cuanto hemos dicho y formó parte del patrimonio del doctor

Mena, todo ha sido distribuido y adquirido por sus familiares y par-
ticulares. Apagóse su voz para siempre y todas aquellas inquietudes
y respetos que despertaba su presencia, desaparecieron también. So-
lo queda el recuerdo de aquel hombre benemérito grabado su nombre
en la esquina de una calle del Puerto del Rosario, sin que muchos
de los que por ella pasan sepan quien fue y lo que hizo y quiso hacer.
La muerte truncó el propósito del testador honorable, sin pensar ja-
más que la gente buena, humanitaria y cariñosa de La Ampuyenta
siga lamentándose al contemplar, día a día, la acción destructora del
tiempo que irá lentamente deshaciéndolo en espera de su definitivo
destino.
Don Tomás Mena Mesa.
 Casa donde vivió don Tomás Mena.

Fachada del Hospital de La Ampuyenta. El letrero dice: “Hospital de

Caridad”.
 EL CONVENTO DE
NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES
DE AGÜIMES

Por JOAQUÍN ARTILES

En el barrio alto de la Villa de Agüimes, muy cerca de la iglesia

parroquial de San Sebastián, se había construido una ermita, dedi-
cada a la Virgen de las Nieves, en cumplimiento de la última volun-
tad del párroco don Juan López, según testamento que hizo en 1578.1
Sobre esta ermita se fundó, en 1649, el convento dominico de Nues-
tra Señora de las Nieves, siendo Obispo de Canarias el Arzobispo don
Francisco Sánchez de Villanueva y Vega. En el Libro de fundaciones
de capellanías2 de dicho convento se recogen todos estos datos:
El padre Juan López, venerable cura de la parroquia de San Sebastián
de esta villa de Agüimes, fue el fundador de la ermita de N. S. de las Nieves
de dicha villa, que hoy es convento de predicadores, según parece de su tes-
tamento otorgado ante Francisco Díaz, escribano público, en 23 de noviembre
de 1578. Diversos devotos donaron después a dicha ermita tributos, tierras,
aguas, ganados, y a 27 de marzo de 1649, a pedimento de todo el pueblo,
con beneplácito del párroco y licencia del Ilmo. señor arzobispo don Francisco
Sánchez de Villanueva y Vega, Obispo de Canarias, se entregó a la Religión,
para que fúndase convento, la ermita con todos sus bienes, acciones, de-

1.—Este testamento está en el Al-IP de Las Palmas.

2.—AHN, ms. 2340 de la sección “Clero”, primera capellanía.
132 JOAQUÍN ARTILES

rechos y créditos. En reconocimiento de tanto beneficio se obligó el Convento

a aplicar cada año una misa cantada en la octava de todos los Santos y dos
rezadas en la de San Juan Bautista por el alma de dicho fundador y la de los
demás bienhechores de la ermita.

Con estos bienes de la ermita acondicionarían los frailes domi-

nicos su primer alojamiento, agrandándolo después, a medida que iba
exigiéndolo la necesidad y lo permitía la situación económica del con-
vento. No hemos podido localizar noticias documentales sobre las
obras realizadas a raíz de esta época fundacional. La documentación
del convento conservada en el Archivo Histórico Provincial de Las
Palmas y en los ocho libros manuscritos que fueron a parar al Ar-
chivo Histórico Nacional de Madrid no se remontan más allá del si-
glo XVIII. Sabemos que la iglesia del convento llegó a ser mayor que
la de la parroquia. Sabernos que la Cofradía del Rosario le añadió,
para el culto de su Patrona, una capilla lateral, y que prestó dinero
a los Religiosos para las obras del convento.3 Sabemos que tenía una
torre con dos campanas y un esquilón pequeño. Sabemos que, en
1775, había ya en la Capilla Mayor un nuevo retablo dorado,4 con
tres nichos, que ocupaba todo el frontis de la nave del templo; que,
en 1777, se pagaron 55 rs. y medio “para la composición del sagrario
de las Nieves y de la iglesia” ; que, en 1783, el Visitador fray José
de Villavicencio ordenó que se dedicara cierta cantidad a “repasos
de Sacristía, Altar y Convento, según las más urgentes necesidades,
sin que se pueda dar otro destino so pena de excomunión 1at~sen-
tenti~”,encargando de su cumplimiento, “in visceribus Jesú Xpti.”,
a fray Juan Velázquez de Ortega;6 que, en 1786, el mismo Padre Vi-
sitador ordenó que se reparara la sacristía, en ruinas, se esmerasen
en el arco, altar y capilla de Nuestra Señora de las Nieves, y se hicie-
ran reformas en los claustros, alto y bajo, del convento;7 que, en
1789, para reparar los techos, se pagaron “15 rs. para traer unos ta-

3.—Libro de recibo ordinario de este convento de Agüimes, visita del

3 de enero de 1791, (AHN, ms. 2338, sección “Clero”).
4.—Inventario de 1775, AHP de Las Palmas, Leg. 18-20. Este retablo
debió ser de Antonio Almeida, que reconstruyó, por las mismas fechas, el
Sagrario Mayor de la parroquia, obra de Lorenzo de Campo.
5.—Libro del gasto ordinario de este convento de Agüimes, junio de 1777.
(AHN, ms. 2342, sección “Clero”).
6.—Id., visita del 23 de octubre de 1783.
7.—Libro del recibo ordinario, visita del 24 de octubre de 1786.
 EL CONVENTO DE NTRA. SRA. DE LAS NIEVES. 133

blones de Tirajana y 18 de ptas. a un oficial de camellos para traer 3

carretadas de teja que son 12 camellos”;8 que, en 1791, se pagó a la
Cofradía del Rosario una cantidad importante “por cuenta de lo que
el Convento le debía por el suplemento que dicha Cofradía hizo al
Convento en sus fábricas”;9 que, en 1803, fray Luis Vázquez de Fi-
gueroa ordenó algunos fondos para “seguir la fábrica de la nave de
la Iglesia, aseos de la sacristía, fábrica de corredores y otras urgen-
cias”.1°Puede decirse que las obras del convento y de su iglesia du-
raron hasta el siglo XIX, y aun hasta después de la primera exclaus-
tración.
El 25 de octubre de 1820, firmada por Fernando VII, se publica
la ley que suprime todos los conventos que tuvieran menos de 12 re-
ligiosos ordenados in sacris. Había entonces en las Islas 13 conventos
de dominicos con 76 religiosos. Como 5 de ellos prefirieron secula-
rizarse, los 71 restantes fueron agrupados en los conventos de La La-
guna (17 religiosos), Puerto de la Orotava (18 religiosos), Santa Cruz
de Tenerife (18 religiosos) y Las Palmas (18 religiosos). Quedó, por
lo tanto, suprimido el convento de Agüimes, que tenía solamente 6
sacerdotes y un lego. Los frailes abandonan el convento en junio de
1821, siendo Prior fray Bartolomé Alemán. En tan triste ocasión se
encargó de la iglesia el Pbro. don Luis Hernández.
Vuelven, sin embargo, los religiosos 4 años más tarde. Lo con-
signa fray Juan Alemán en el Libro de recibo ordinario:

Hoy 5 de abril de 1824 se abrió este convento, uno de tantos que su-
primió el gobierno intruso, llamado Constitución, por el M.R.P.L. de Prima
Fr. Domingo Hernández y por mí Fr. Juan Alemán, mandados por N.M.R.P.
Prov. Fr. Antonio Fernández y habiendo fallecido el dicho P.L., quedó a mi
cargo el gobierno y comencé el primero de agosto del mismo año.1’

El párroco de Agüimes don José Martínez de Escobar, en un in-

forme enviado al Sr. Obispo el 24 de septiembre de 1830, hace cons-
tar que estos dos religiosos dominicos, comisionados al efecto, se pre-
sentaron al Licdo. don Marcial Delgado, Administrador-Delegado del
Gobierno,

8.—Libro del gasto ordinario, octubre de 1789.

9.——Id., diciembre de 1791.
10.—Id., visita del 31 de agosto de 1803.
11.—AHN, ms. 2338, sección “Clero”.
134 JOAQUfN ARTILES

quien, por el inventario, entregó a estos Religiosos todas las alhajas, sin
faltar ninguna, que pertenecen al Convento y Cofradía; hecha esta entrega, se
dirigieron con un Comisionado, que lo fue D. Manuel Verdugo, a la Villa
de Agüimes y se les puso en posesión no sólo de las haciendas, rentas y tri-
butos, si que también de las ropas de la Iglesia y demás utensilios corres-
pondientes al Convento y Cofradía del Rosario. Y, concluidas estas diligencias,
en el referido día 4 de abril [de 1821. Fray Juan de Alemán consigna el día
5 de abril] se colocó la divina Magestad en el Sagrario y se cantó el Te Deum
con mucha solemnidad, concurriendo todo el pueblo, en medio de la alegría
2
y regocijo, a rendir al Señor las debidas gracias por tan gran beneficio.’

Pero las cosas no iban bien para el convento de Agüimes. Aun-

que volvieron 5 religiosos, bien pronto quedaron solamente 3, que
apenas pueden ocuparse de la limpieza del templo, y la misma iglesia
amenaza ruina. El año 1828, el Visitador fray Cristóbal López man-
da que se reparen las vestiduras y utensilios de la iglesia y que se
cuide “el ornato y limpieza de las cosas sagradas”, porque “no está
libre de pecado el que, viendo el desaseo y faltas en el servicio de lo
más santo de la religión, no procura remediarlo”. Y así mismo, “vien-
do el peligro que amenaza a la Iglesia por la parte del coro y que es-
tá expuesta a que se le mande cerrar por la autoridad secular en vis-
ta de la ruina que amenaza, según el voto de los facultativos”, orde-
na también “que se tomen arbitrios para evitar aquel peligro repa-
sando el techo y pared”.13
A los once años de volver los religiosos a su convento, el 28 de
junio de 1835, se pone de nuevo en vigor el espíritu y la letra de la
ley de 1820. En su virtud, el 12 de octubre se acuerda que subsistan
solamente los conventos de La Laguna, Las Palmas y Santa Cruz de
La Palma. El Provincial de la Orden dominica pide que se salve tam-
bién el de Agüimes “por ser demasiado el número que iba a resultar
en cada convento y que no tenían la capacidad suficiente”; pero su
petición fue denegada y el convento de Nuestra Señora de las Nieves
se cierra definitivamente, sin dilación alguna, en el mismo mes de oc-
tubre de 1835, siendo su último Prior fray Francisco de Quintana.
Una Real Orden de 9 de septiembre pone en manos del Sr. Obis-
po los objetos de los conventos suprimidos para distribuirlos a las
iglesias pobres de la diócesis. El 5 de noviembre, el comisionado de

12.—Archivo de la Curia del Obispado de Canarias, Salón 1.°, leg. 28-2.

13.—Libro del recibo ordinario, visita del 6 de septiembre de 1828.
 EL CONVENTO DE NTRA. SRA. DE LAS NIEVES... 135

la amortización, don Francisco Díaz Zumbado, entrega al Párroco de

Agüimes, don Juan de Santa Fe Galindo Díaz, el inventario de todos
los objetos consagrados al culto del extinguido convento y las llaves
de la iglesia. El Párroco 1~notifica así, el mismo día, al Sr. Obispo, y
para su entera tranquilidad, le comunica confidencialmente:

La plata, recogida dentro de un arca de tres llaves, la tengo puesta, para

más seguridad, en la pieza de mi habitación y lo demás en el camarín con
todo el esmero y seguridad posible, debiendo entre tanto Y. S. 1. reposar
1’
tranquilo con respecto a este encargo.
Pero el celo del Párroco de Agüimes tenía, además, otras inten-
ciones. Y, por eso, muy sagazmente, añade en su escrito al señor
Obispo:

Si acaso, Ilmo. Sr., de otras Parroquias se anticiparen, solicitando algunos

enseres de este despojo, espero se tenga la bondad de no comprometerse,
porque esta Parroquia de su Cámara Episcopal está, en proporción, con tantos
trabajos como la más infeliz de la Aldea o de Artenara, deseando con vivas
ansias el que se llegue la visita para ver si se remedian algunas faltas; a esto
se agrega también que esta Parroquia tiene también más derechos, çor ser
los más de estos enseres sagrados productos de la piedad religiosa de estos
vecinos.

Y, en efecto; don José Pérez Marrero, “cura de la iglesia parro-

quial del lugar del Ingenio de Agüimes”, solicita del Sr. Obispo que
“como la Parroquia que se halla a mi cargo es absolutamente pobre,
sin fábrica para sostenerse de todo lo necesario, por cuanto son los
diezmos de su territorio pertenecientes a la Cámara Episcopal”, se le
conceda del convento extinguido “un relicario para el Santo Viático,
una vinajera de plata, un cáliz coñ su patena y demás, dos dalmáticas
violadas, un manual y algunas otras frioleras propias para el servicio
de la Iglesia”. Y el 18 de diciembre de 1840, el Sr. Obispo Romo
manda al Cura de Agüimes que divida, “con arreglo a sus mayores
necesidades”, los ornamentos y enseres del Convento entre las Pa-
rroquias de Agüimes e Ingenio.15
Clausurado y secularizado el Convento, ¿qué se hizo de la igle-
sia? Pocos días después de la expulsión de los religiosos, en el suso-

14.—Archivo de la Curia del Obispado de Canarias, Salón 1.°, leg. 28-5.

15.—Id., id.
136 TOAQUIN ARTILES

dicho escrito de 5 de noviembre, el Párroco de Agüimes comunica y

ruega al Sr. Obispo:

Este pueblo desea con vivas ansias el que la Iglesia suprimida se abra
en clase de Ermita, y se dé algún culto a las Imágenes que hay en ella.
La Vble. Hermandad del Rosario desea agregarse a la Parroquia. Uno y otro
me parece bueno y piadoso, así espero, para consuelo de estos fieles, que
16
a su tiempo V.S.1.. acceda a sus súplicas, pues las gradúo de justas.

El 12 de noviembre el Sr. Obispo accede a que se abra la ermita,

pero no a que la Cofradía se traslade a la Parroquia. ~ El 17 de no-
viembre el párroco Sr. Galindo propone como “encargado o especie
de mayordomo” de la ermita al Pbro. don Luis Hernández, que ya
fue nombrado “en la otra extinción”. El Sr. Obispo lo nombra el 26
de diciembre y ordena se le entregue, bajo inventario, lo que sea ne-
cesario para el culto. El 3 de diciembre, don Luis Hernández comuni-
ca al Secretario del Obispado don Pedro de Blas y Espinosa, que está
dispuesto a aceptar

...y aun decir misa y rezar el Rosario si hubiese cera, pero me temo no la
habrá por el motivo de que el gobierno se ha llevado todo lo que tenía el Con-
vento y las Cofradías, y el Pueblo está en fatal decadencia para poder contri-
buir con estos gastos necrsarios e indispensables.18

El escrito de don Luis Hernández parecía más bien una renun-

cia al nombramiento. Y el mismo día, fray Juan de Alemán, religioso
del extinguido Convento, y Prior dos veces, comunicó al Sr. Obispo
su decisión de vivir exclaustrado, “obligándome el estado de mi sa-
lud y la experiencia de que sólo en la Villa de Agüimes, mi Patria,
son menores mis dolencias”, y solicita ser encargado de la ermita y

16.—Id., id.
17.—El 13 de marzo de 1836, los hermanos de Nuestra Señora del Rosario
se qu&an al Sr. Obispo de que el párroco exigió del comisionado don Fran-
cisco Zumbado la inclusión, en el inventario, de las alhajas particulares de
la Cofradía, y solicitan se les devuelva. Se quejan también de que han tardado
de juntarse, en las solemnidades, a los hermanos del Santísimo y el párroco
les ha dicho “si se atreven a hacerlo, los mandaría echar de la Iglesia”.
(Id., id.).
18.—Id., id. El párroco confirma esta penuria: “Le será preciso al nuevo
mayordomo, aun para unas velas para decir misa pedir de puerta en puerta.
¿Y qué le darán? Dos piñas o tres, o algún huevo, que así mismo lo practican
con otros Santos para cuyas funciones salen a pedir”.
 EL CONVENTO DE NTRA. SRA. DE LAS NIEVES... 137

de la administración de la Cofradía del Rosario. El 9 de diciembre,

el Sr. Obispo le nombra Mayordomo y Capellán “para que celebre las
misas de la asignación de dicha Cofradía y rece diariamente el Ro-
sario ante la Imagen de Ntra. Sra.” 19
Poco pudo hacer fray Juan de Alemán en pro de la iglesia y cul-
to de Nuestra Señora del Rosario. Por lo que el 6 de abril de 1840,
el Pbro. don Antonio María Hernández, dominico también exclaus-
trado, oficia al Sr. Obispo que
mediante haver profesado la Regla del Padre y Patriarca Sto. Domingo, y
la tierna devoción de María Santísima, no puede contenerse mirando por
una parte el abandono, el ningún zelo, la poca limpieza de la Iglesia del su-
primido Convento de esta Villa; y por otra parte obserba que las solemnidades
de Ntra. Sra. están enteramente olbidadas cuando, a pesar de la tibieza de
los ánimos, la poca fe y por último la época tan fatal, cuando se abren las
puertas de este templo, que se pasan los tres y cuatro meses, parese que
a porfía corren a dar gracias a su Creador. Por lo tanto, mediante lo que llevo
expuesto, si se me concede título tanto de la referida Ermita, cuanto de
Ntra. Sra., ponga al templo como es devido, celebraré en él y haré públicas
20
todas sus festividades.
El 2 de diciembre de 1839, por orden del Sr. Obispo Romo, que
con tanto denuedo había luchado para que, al menos, no se aplicara
la amortización a los bienes de las Cofradías, puesto que así se había
hecho en Tenerife y demás diócesis, se inicia un expediente “para sa-
car de las manos del Comisariado de Amortización de esta Isla [de
Canaria] los bienes pertenecientes a las imágenes de Jesús y Rosario,
que se veneraban en las Iglesias de los suprimidos Conventos de
Sto. Domingo de esta Ciudad [de Las Palmas] y de la Villa de Agüi-
mes”. El 23 de abril de 1840, la Junta principal de Diezmos ordena
que se devuelvan los bienes de l~sCofradías del Niño Jesús del Coro
de Sto. Domingo de Las Palmas y del Rosario de Agüimes; pero la
Junta Provincial no obedece e intenta subastarlos.
Ante tantas dificultades, debió pensarse por entonces en el cie-
rre de la iglesia, por cuanto el 3 de mayo de 1843, el Alcalde de
Agüimes, don Juan Higinio Herrera, comunica al Sr. Obispo que, “ha-
llándose casi amenazando ruina la actual Parroquia de esta Villa, e

19.—El 13 de marzo de 1836, el párroco confirma esta penuria: “Le será

preciso al nuevo mayordomo, aun para unas velas para decir misa pedir de
puerta en puerta. ¿Y qué le darán? Dos piñas o tres, o algún huevo, que así
mismo lo practican con otros Santos para cuyas funciones salen a pedir”.
20.—Archivo de la Curia del Obispado de Canarias, salón 1. ~, leg. 28-18.
138 JOAQUÍN ASTILES

igualmente crecido el número de almas, juzga de mucha necesidad

la conservación de dicha Ermita, pues de lo contrario sería en per-
juicio considerable en contra del mejor servicio espiritual y culto de-
bido”.2’ Y el 5 de mayo, escribía el párroco don Juan Pedro Saave-
dra:

Soy de sentir que es de necesidad que su Iglesia quede abierta, así para
la celebración del Sto. Sacrificio de la Misa primera que se está diciendo en
ella todos los domingos y días de fiesta con asistencia de un gran número de
fieles, cuanto también se conserva una gran devoción con las efigies que allí
se custodian, y se solemnizan además varias funciones, que entre año, costea
el pueblo, y no está lejos, por ser la única, sirva de parroquia algún tiempo
porque la actual por partes amenaza ruina.22

Mientras tanto, en el convento, ya secularizado, fueron instalán-

dose el Ayuntamiento, el Juzgado, las Escuelas y las viviendas de los
maestros. Y, al final, como la iglesia parroquial amenazaba ruina y
era más pequeña que la de los dominicos, la parroquia trasladó tam-
bién sus cultos a la iglesia del convento. Pero el 3 de julio de 1887,
primer domingo de mes, llena la iglesia de fieles, mientras el párroco
don Sebastián Parer cantaba la misa de los cofrades del Rosario, se
declaró un incendio de tal violencia en la vivienda de la maestra, que
destruyó totalmente el. convento y la iglesia. Pudieron saivarse el sa-
grario con las Sagradas Formas y casi todas las imágenes: la Virgen
del Rosario, la de las Nieves, Santo Domingo, San Vicente, Jesús Na-
zareno, San Juan, la Dolorosa y otras menos importantes.

21.—Id., leg. 28-21.

22.—Id., leg. 28-21.
DOCUMENTOS
 “MEMORIAL DE LOS MERCADERES INGLESES
QUE COMERCIAN CON LAS ISLAS CANARIAS”

Comentario, traducción y notas por

VíCTOR MORALES LEZCANO

Publicamos en esta ocasión el interesante Memorial dirigido por

los mercaderes londinenses que comercian con las Islas Canarias, cu-
yo original se encuentra en la Sección de Manuscritos del Museo Bri-
tánico, con la siguiente referencia: “Malet Collection. State Papers,
t. III ADD 32093”.
-

Algún día habrá que estudiar e interpretar —previa publica-

ción—, las fuentes históricas que se refieren al Archipiélago Canario
y que se encuentran con insólita abundancia en Archivos y Fondos
Públicos de Europa (particularmente en Inglaterra y los Países Ba-
jos). Empresa de este estilo exige dedicación, preparación y medios
materiales, sin los que la investigación no pasará de ser una heroica
aventura de inciertos resultados.
Nos proponemos la publicación futura de otros tantos documen-
tos relativos, por ahora, a las vinculaciones comerciales anglo-cana-
rias. Tanto Inglaterra, como las Islas, han desarrollado una intensa
actividad comercial en la Edad Moderna; actividad que, de hecho,
es la base de toda la economía insular. De ahí que el estudio de esas
relaciones presente un vivo e inédito interés histórico.
142 vfcToR MORALES LEZCANO

Con una visión certera de la realidad, Sir Walter Raleigh escribía

en el último tercio del siglo XVI que “quienquiera que domine el mar,
domina el comercio; que quienquiera que domine el comercio del
mundo domina las riquezas del mundo y, por tanto, el mundo mis~
mo”.’ El presagio se cumplió para Inglaterra después de una acerada
pugna con las otras potencias, Holanda, Francia, la Hansa, España
particularmente.
Las Islas Canarias, durante más de tres siglos, fueron predilecta
encrucijada de piratas, factores, aventureros, mercaderes y emigrantes
de Europa en ruta hacia las Indias. La misma situación geográfica
de las Islas, tan repetidamente subrayada, proporciona la clave del
papel central jugado por ellas en la lucha por los mares nuevos, sus
puertos y, en definitiva, sus mercados. Chaunu ha expuesto, sobre
estadísticas y fuentes, como Canarias puso en peligro la seguridad
del monopolio con América que tanto tiempo detentó Sevilla (sobre
todo el de los vinos), sugiriendo también como las Canarias fueron
“sobre todo, reexportadoras de productos europeos manufacturados
y, por esto mismo, directamente competidoras de lo que quedaba
aún del Monopolio andaluz”.’ Nos interesa el carácter “reexpor-
tador” de las Islas porque en el Memorial que se publica aquí, no
cabe duda que el motivo de la interferencia oficial de las autoridades
insulares se debe al contrabando comprobado que los mercaderes
ingleses realizaban en Canarias, tanto en sus viajes de ida como de
vuelta. Desde el primer tercio del siglo XVI, los mercaderes de
Bristol y después los de Londres, se habían lanzado a comerciar con
el archipiélago canario,3 alcanzando la cifra de 1.500 en 1654, y eso
tan solo en Tenerife.4 El mismo Viera cuenta como, a raíz de

l.—Cfr. SIR WALTER RALEIGH: A ~iscourse of the Invention of Ships,

from the Works of S. W. R. (1829), vol. VIII, p. 325.
2.—Cfr. Seville et l’Atlantique (1504-1650) (Paris, 1959), t. VIII:
Structures, Cap. III, p. 427.
3—En 1553 la Casa Hickman & Castlyn había colocado a su factor W.
Edge en Tenerife, para defender sus intereses en el comercio de vinos. Fueron
muchos los atraídos por la facilidad del comercio y las pingües ganancias,
aunque la actitud de las autoridades civiles y religiosas (la Inquisición) en
las Islas hicieron retroceder a los mercaderes británicos y holandeses. Cfr.
ALBERTI y CFIAPMAN: English Merchants and the Spanish Inquisition in
the Canaries (London, 1912). Vid. particularmente pp. V, IX y X de la
Introducción.
4.—Cfr. A. MILLARES: Historia de la Inquisición en las Islas Canarias
(Las Palmas, 1874). Vid. vol. II, p. 155. (“Memorial de los Inquisidores al
Rey sobre el Comercio de Indias”).
 MEMORIAL DE LOS MERCADERES INGLESES... 143

las sublevaciones de Cataluña y Portugal, durante el más crítico

de los momentos que vivió la Monarquía de los Austrias bajo
Felipe IV en 1640, el Capitán General de las Islas, D. Luis de Cór-
doba, “hizo asiento con los mercaderes ingleses para que proveyesen
las islas de toda especie de víveres y municiones”.5 Aprovechando
decisiones de este tipo la penetración de las manufacturas británicas
en Canarias se facilitaría en extremo, al mismo tiempo que las posi-
bilidades de contrabando se prodigarían. Los Artículos de Paz, invo-
cados “pan passu” por los mercaderes ingleses al Consejo de Estado,
se mostraban ser irrelevantes, ya que las tensiones entre España
e Inglaterra, frecuentes desde los primeros Austrias y Tudores, no
habían dejado de perturbar la política exterior de las dos naciones,
ambas por estos años sumidas en graves crisis (la Guerra de
los Treinta Años y la Guerra Civil entre Carlos 1 Estuardo y los Re-
publicanos de Cromwell, respectivamente). Precisamente entre los
años comprendidos entre 1644 y 1650, —auge de las crisis mencio-
nadas—, podemos datar el Memorial,6 sin atrevemos a dar una pre-
cisión cronológica que los datos a mano no autorizarían.
Nos queda tan sólo insistir en que la traducción del original
procura ser lo más fiel posible. También queremos hacer constar
la gentileza de la Sección de Manuscritos del Museo Británico
al acceder, sin ningún tipo de requisitos, a la publicación del
documento.

5.—Cfr. Historia de Canarias (Sta. Cruz de Tenerife; Goya Ed., 1951).

Vid, vol. 11, c. XIV, p. 573.
6.—Cfr. Viera, Ibidem. El Gobernador y Capitán General don Pedro
Carrillo de Guzmán comenzó a desempeñar sus funciones en 1644, para cesar
en ellas en el verano de 1650. Constituye, por tanto, la única orientación
cronológica del Memorial.
144 VfCTOR MORALES LEZCANO

To the Reverent Honourable the Council of State, the humble Re-

monstrance of the London Merchants Trading for the Islands of
Canaries.

That they have for a long time traded to those Islands and by the said
Trade there hath sorne more benefits to the Inhabitants of the said Islands,
then to the subjects of this Nation; And though in conformity of the Arti-
cies of Peace between the Kings Maiestie of Spain and this Nation, they have
from time to time carryend certificates of the nature, and quality of the
Goods; And that the sayd goods have bm visited and veiwed by his Majes-
ties Ministers and Officers of Contrabando, and others, and by them compa-
red with the Certificates; And admitted and allowed for Lawfull Goods; Yet
Don Pedro Carrillo de Guzmán Generali and chiefe Governor of the sayd
Islands, hath caused the Merchants and Factors there to bee arrested and
imprisoned and questioned for ah or most of the goods by them imported
and exported, since the year 1640 without regard of the Articles of Peace
nor to the Customers taken for the sayd Merchants Goods which ought to
make them free for sale and from any succedinsg molestation. And hath also
framed suites and molested the said Merchants for exporting of Hides Gin-
ger, Tobacco, Cochenil and other India Goods for the which the Merchants
have payd the Customers of the said Goods and has Licences from the Judges
of the Indice and other his Maiesties Ministers, for the exporting of them.
And albeit the sayd Merchants, made their defense in their severali suites
and aleaged that whatsoever goods are brought from the Factories and Plan-
tations of this Nation are and ought to bee reputed English Goods, and brin-
ging certiflcates according to the Articles of Peace, ougth to pays free from
further questioning And the said Don Pedro not flnding any just cause to
condemne the sayd goods yet did condemns the sayd Mercants and Factors
to pay 1800 Rialls Costs which is 450 stecling And by tedious impresionment
forced them to pay it and with all caused the Fiscail, or his Maiesties Attor-
ney to prosecute the said suit in Madrid where it is now depending; And if
perrnitted ah the Merchants Trade there will be made a snare to entrappe them
and will bring utter destruction to the said Trade, insomuch that if your
Honorurable will not defend and protest your Petitioners against this harsh
and unusuahi course sett on foot by the said Don Pedro being the molestation
without any former example it is better for the Petitioners and his Common-
wealth that the Trade to those Islands be suspended or quite forbidden untili
the Petitioners be cleaned from their and such like molestations, And De-
puties be appointed on either part which may friendly and equaliy renew and
restored such things as shall be found to hace slipped out of course or to
have bm changed by the inury of time, or by corrupt customs and use; And
for the effectually remedy for this present.
The Petitioners Humbly implore your Honorable favour that letters may
be diverted to bis Maiesties of Spain to give present redress to their exorbitant
courses and for the inmediate suspending and dischanging all these irregular
 MEMORIAL DE LOS MERCADERES INGLESES... 145

processes and proccedings of the sayd Governor and other and for the resti-
tuition of the sayd 1800 Rialis Cost, And for the setting freedome and Comer-
ce there for the time to come avoyd of ah arrest and disturbances. Ah which
is humbly submitted to your Honourable grave Wisdome.

Al Reverendo Honorable Consejo de Estado, la humilde protesta de

los mercaderes londinenses que comercian con las Islas Canarias.

Que han comerciado con aquellas Islas durante mucho tiempo y que por
tal comercio han habido varios beneficios para los habitantes de las susodi-
chas Islas, y al mismo tiempo para los súbditos de esta Nación, y aunque en
conformidad con los Artículos de Paz entre los Reyes sus Majestades de Es-
paña y de esta Nación, han llevado de vez en cuando certificados sobre la na-
turaleza y calidad de las dichas mercancías; y que las susodichas mercancías
han sido controladas y revisadas por los Ministros de su Majestad y por los
Oficiales del Contrabando, y otros más, y han sido comparados por ellos con
los Certificados. Y se admitieron y aprobaron como mercancías legales; sin
embargo don Pedro Carrillo de Guzmán, General y Gobernador en jefe de las
susodichas Islas, ha dado motivos para que los Mercaderes y Factores de allí
hayan sido arrestados y encarcelados y requeridos por todas o la mayor par-
te de las mercancías que han sido exportadas e importadas por ellos, a partir
del año de 1640 sin observar ni los Artículos de Paz ni a los clientes elegidos
para las mercancías que debiera hacerles libres para la venta y de cualquier
ulterior interferencia. Y también ha incoado pleitos y molestado a los merca-
deres por exportar cuero, jengibre, tabaco, cochinilla, y otras mercancías de
Indias por las cuales los mercaderes han pagado a los clientes de las dicha~
mercancías y tienen licencias de los Jueces de las Indias y de otros como los
Ministros de su Majestad, para poderlos exportar. Y aunque los mercaderes,
hicieron su defensa en varios procesos y alegaron que cualquiera que sean las
mercancías que se traigan de las Factorías y Plantaciones de esta Nación son y
deben ser confirmadas como mercancías inglesas, y siendo portadores de cer-
tificados que están de acuerdo con los Artículos de Paz, debe pagar libre de
ulteriores interrogatorios y el susodicho don Pedro no ha encontrado ningu-
na razón para condenar las susodichas mercancías pero sí ha sancionado a los
mercaderes y factores a pagar 1.800 reales equivalente a 450 esterlinas. Y por
tan enojoso encarcelamiento para ellos pagarlo y con todo obligó al Fiscal, o
a los Procuradores de su Majestad a proseguir el susodicho pleito en Madrid,
en donde está ahora pendiente. Y si se ha permitido a todo el comercio de
los mercaderes de allí se tenderá una redada para atraparlos y ocasionará ma-
nifiesto daño al susodicho comercio, tanto que si su Honorable no defiende
y protesta a sus demandantes contra este ingrato e infrecuente proceso pues-
to en práctica por el susodicho don Pedro no contando el caso con ningún
precedente es mejor para los demandantes y su Commonwealth que se sus-
penda el comercio con aquellas Islas o que se prohiba completamente hasta
que los demandantes queden libres de todo tipo de interferencias, y se nom-
146 VÍCTOR MORALES LEZCANO

bre Diputado en otras partes que puedan concertar amistosamente y renovar

con equidad y restaurar tales cosas como debieran encontrarse por haberse
salido de su cauce o haber sido transformadas por los hábitos del tiempo, o
por costumbres y usos viciosos. Y para la solución efectiva de este caso.
Los demandantes imploran humildemente del favor de su Honorable que
los despachos sean remitidos a su Majestad de España, para que proporcione
debida reparación a su exorbitante carrera y para la inmediata suspensión y
anulación de todos estos procesos y trámites irregulares del susodicho Gober-
nador y otros y para la restitución de los susodichos 1.800 reales. Y para
estabilizar la libertad y el comercio en el futuro evitar todos los arrestos y
perturbaciones. Todo lo cual es humildemente expuesto a vuestra Honorable
y ponderada sabiduría.
 EL ARCHIVO DE MÚSICA DE LA CATEDRAL
DE LAS PALMAS

y II

Por LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

Los inventarios de los libros de canto de órgano desaparecen

de los Libros del Tesoro de la catedral de Santa Ana a finales del
siglo XVII. Nos ha faltado esa fuente de información para completar,
como en tiempos anteriores, la idea de lo que debió ser aproximada-
mente en el siglo XVIII su archivo de música. Por esos inventarios
hubiéramos podido conocer qué obras pertenecen al legado que
don Diego Durón, fallecido en 1731, dejó a la catedral,’ toda la que
se pudo haber adquirido durante el magisterio de don Joaquín Gar-
cía,’ y la que se encargó a los maestros españoles de finales del siglo
XVIII.

l.—”y asimismo toda la música de latín que constará de una memoria

que se entregará a mi albacea, así composición mía como de otros maestros,
quiero y es mi voluntad que toda, sin excepción de alguna, se dé a dicha Santa
Iglesia, de gracia que quisiera yo manifestar con más expresión mi voluntad
y afecto”. Testamento ante el escribano Francisco Mendoza Guerra. 2-2-1731.
2.—”se vio una carta del arcediano de Tenerife don Nicolás Alfaro, es-
crita en Roma, participando al Cabildo su resolución de tomar en aquella
ciudad el hábito de carmelita descalzo y remitiendo para el uso de esta
Santa Iglesia un contrabajo y algunos papeles de música”. Acta capitular
de 22-6-1744.
148 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

Después de la desaparición de don Joaquín García, cuya obra

conservada es la más numerosa de todos los maestros de la catedral,
se observa claramente la decadencia de la capilla de música, que
apenas perduraría cincuenta años más.
A la llegada de don Francisco Torrens, maestro que le sucede
en 1780, encontramos el acuerdo de nombrar a tres canónigos que
tengan a su cargo “el cuidado, protección y dirección de la capilla
de música, de acuerdo con su maestro”.3 A los pocos meses éste
presenta “un plan circunstanciado” para el arreglo de la capilla.4
Y un año después se acuerda que anualmente “se trate de la correc-
ción que dicha capilla necesitare, para su régimen y subordinación
necesaria”.5
Recién llegado a Las Palmas don José de Viera y Clavijo, pre-
sentó un plan, en 1785, “para el arreglo de los mozos de coro”, y,
por su iniciativa, se fundó el Colegio de San Marcial de Rubicón,
donde los niños recibirían la educación y formación musical necesa-
rias.6

3.—Acta capitular 22-11-1780.

4.—Acta capitular 19-1-1781.
5.—Acta capitular 13-12-1782.
6.—En el año 1634, durante el magisterio de don Manuel de Tavares,
el obispo don Cristóbal de la Cámara y Murga hizo una proposición para
fundar un colegio-seminario para mozos de coro. Sugería que podría escri-
bírsele al rey como patrono de la catedral (Acta capitular 13-3-1634). Los
señores capitulares volvieron a reunirse y no acordaron nada sobre este
asunto “porque el señor obispo no contribuya en él”. (Acta capitular
23-3-1634). Otra proposición de que tenemos noticia fue hecha en 1685.
En cabildo de 17 de diciembre, el provisor y vicario general del obispado
don Andrés Romero Xuárez y Calderín, deseando “se ponga en ejecución
lo dispuesto en el Santo Concilio de Trento en orden al seminario y colegio
de muchachos para el servicio de esta Santa Iglesia y la buena educación
de ellos” hizo “gracia y donación de todas las casas nuevas que tiene edi-
ficadas y está edificando en la calle de la Inquisición, inmediatas a dicha
Inquisición, por la de abajo casas de Antonia Solórzano y por detrás casas
del licenciado don Juan Huesterlin y del maestre de campo don Miguel
de Angulo”. El Cabildo aceptó dicha propuesta y donación “para el efecto
referido y cuando llegue el caso de la erección del seminario”.
Después de dar cuenta al prelado de esta donación le suplicaban dar
forma a este proyecto (Acta capitular 17-12-1685) y éste contestó preguntando
 EL ARCHIVO DE MÚSICA.. 149

La crisis o decadencia de la capilla de música no podría achacarse

solamente a la insubordinación de los músicos y de los mozos de
coro; es más lógico pensar que la causa estaba en la falta de auto-
ridad de quien hasta entonces la había mantenido en sus manos:
el maestro de capilla. Así encontramos, 1788, el caso insólito de
un maestro que renuncia a su cargo para quedar como organista
mayor el resto de su vida, en la misma catedral. Importantes acon-
tecimientos debieron suceder para tomar don Francisco Torrens
tan extraña determinación; pero es también curioso el hecho de que
no se buscara otro maestro que le sustituyera en propiedad, sino
que se mantuvo su plaza servida interinamente hasta su muerte
en 1806.
En 1790 acuerda el Cabildo que no se canten más los tradi-
cionales villancicos que componían los maestros de capilla y se
encarga a un compositor de Madrid “los responsorios puestos en mú-
sica, para cantarlos en los maytines de Navidad”. Pueden ser los
responsorios de Navidad y Reyes del maestro don Antonio Rodríguez
de Hita, F/I-1 a F/l-lO, o los de don Manuel Mencía, F/V-8 a FfV-16,
conservados con otras obras de estos mismos maestros y de otros
compositores españoles de finales del siglo XVIII.
A don Francisco Torrens le sustituye en el órgano, en 1806,
el compositor don Cristóbal José Millares. Formado en el Colegio
de San Marcial, en el que ingresó, como niño cantor, con la primera
promoción de alumnos, fue alumno de don Francisco Mariano
Palomino y a los diez y seis años era recibido en la capilla de música

los medios de que disponían para afrontar los gastos; los señores capitulares
informaron largamente al obispo de ún plan económico que habían arbitrado,
sacando “un tres por ciento de toda la masa común de las rentas sobre
todas las islas” y le pidieron permiso para poder ponerlo en ejecución (Acta
capitular 25-1-1686). También enviaron al rey un informe sobre este proyecto,
con las cátedras que habían de proveerse y otras instrucciones “para con-
seguir dicha facultad” (Acta capitular 8-2-1686). Pasaron los años y no
se volvió a hablar de este asunto en ningún cabildo capitular. Si la idea
de don José de Viera y Clavijo no era nueva, su colaboración, en cambio,
fue decisiva. La donación de las casas de don Andrés Romero debió haberse
olvidado, ya que en 1785 se llamó Cabildo (Acta capitular 4-11-1785), para
ver si se continuaba la obra de la huerta del antiguo hospital de San Martín,
“a fin de que pudiera servir de casa para el nuevo colegio de los mozos
de coro”.
150 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

como violonista, pasando al poco tiempo a ser violinista, mientras

estudiaba órgano y composición y se adiestraba en otros instru-
mentos. En la catedral sólo se conserva una pequeña parte de su obra
como compositor.7 Se han perdido las que escribió para órgano.
Para el magisterio de la capilla se solicitó la venida del com-
positor madrileño don José Palomino, residente en Lisboa, donde
era violinista de la Real Capilla y músico de cámara de los príncipes
de Portugal.8
Este maestro llegó a Las Palmas en 1808, después de sufrir una
larga enfermedad en Cádiz, en viaje hacia Canarias; encontrando
la capilla desorganizada, redactó un largo memorial proponiendo
la formación de un núcleo indispensable de cantores e instrumentistas
para su utilidad inmediata. La personalidad musical de don José Pa-
lomino hizo época en la ciudad, a pesar de su corta permanencia
en ella, pues murió a los dos años de ejercer sus cargos de primer
violinista y maestro de capilla. Sus Responsorios de Navidad fueron
muy populares y se han cantado en la catedral durante más de un
siglo. En 1853 fueron refundidos e instrumentados de nuevo por
don Agustín Millares, entre cuyas obras, conservadas por sus des-
cendientes, los hemos encontrado, permitiéndonos recuperar como
obra de don José Palomino el ejemplar anónimo que habíamos
hallado en el archivo de la catedral.
Con el maestro Palomino vinieron, en 1808, dos músicos portu-
gueses: los hermanos Joaquín María y Manuel Nuñes, procedentes
también de la Capilla Real de Lisboa. En 1810, al morir Palomino,
fue nombrado maestro de capilla el violinista don Joaquín María
Nuñes, quien dejó este cargo y marchó a Europa en 1812.’

7.—En El Museo Canario se encuentran las siguientes obras: Seiseto,

para instrumentos, 1814; Benedictus, a 4 voces y orquesta, 1818; Lamentación
de Jueves Santo, para tenor y orquesta, 1820; Verso, para violoncelo y or-
questa, 1832.
8.—Era hijo de don Francisco Mariano Palomino, primer violinista
de la capilla de nuestra catedral, fallecido en 1792, y hermano de varios
músicos arraigados en nuestra Isla y componentes de la misma capilla desde
muchos años antes.
9.—Su hermano Manuel, casado con una hija de don José Palomino,
era violoncelista. Fue profesor en el Colegio de San Marcial, alternando
los cargos de violinista y violoncelista en la capilla de la catedral, pasando
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 151

La ausencia de don Joaquín María Nuñes produjo una nueva

crisis en la capilla de música. A pesar de la guerra que sufría España
en aquellos años, no dejaron de hacerse gestiones por el Cabildo
cerca de sus representantes en la Península para encontrar un nuevo
maestro de capilla, lo que se hacía aún más difícil por los retrasos
extraordinarios de la correspondencia. Hasta 1813 no se logró encon-
trar alguno dispuesto a aceptar el magisterio, quien tuvo que dilatar
bastante su llegada.’0
A mitad de 1815 llegó a Canarias, procedente de la isla de la
Madera, un joven músico siciliano, don Benito Lentini Messina, que
había de llegar a ser un personaje en nuestra ciudad. Don Benito
Lentini parece haber tenido no sólo condiciones artísticas y verda-
dera personalidad, sino también notables dotes sociales.” Relacio-
nado con las personas que tenían más influencia en la vida musical
de Las Palmas, fue propuesto al Cabildo Catedral para el magisterio
de la capilla. Como se esperaba la llegada del nuevo maestro, el Ca-
bildo sólo se comprometió a nombrarle interinamente.12
El nuevo maestro de capilla don Miguel Jurado de Bustamante,
llegó de Cádiz en diciembre de 1815, y entonces le dieron a don Be-
nito Lentini el cargo de organista mayor, pasando don Cristóbal
José Millares a ocupar su viejo atril de violinista, aunque no le reba-
jaron su sueldo y le encargaban seguir tocando el órgano en los días
que don Benito Lentini tuviera que tocar el piano.”
Don Cristóbal José Millares volvió a su cargo de organista mayor
por acuerdo capitular de 2 de marzo de 1820.

más tarde a Tenerife donde vivió hasta su muerte, acaecida en La Laguna

el 16 de diciembre de 1847.
1O.—”Le manifesté [en carta anterior} me avisase su última resolución
sobre el único maestro de capilla que se ha presentado, de cuya posibilidad,
talento, edad, instrucción, me ofreció el señor don Antonio Porlier, hallándose
en Cádiz, informar a y. S. 1 — Carta de don Pedro Gordillo, cura del Sa-
grario de la Catedral, diputado por Canarias a las Cortes de Cádiz, desde
Sevilla, al Cabildo Catedral. 6-10-1813.
11.—Fue alcalde de Las Palmas, y entre las mejoras que hizo en la ciudad
se cuenta la construcción de un paseo en las proximidades del puente de
Verdugo, la Plazuela, y la calle que sigue la ribera del barranco Guiniguada,
que se llamó entonces del Sol y hoy lleva su nombre.
12.—Acta capitular 28-6-1815.
13.—Acta capitular 16-12-1815.
152 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

Al sobrevenir los acontecimientos, de todos conocidos, de

los primeros años del siglo XIX, con la consiguiente reforma econó-
mica que afectó a todos los ministros de la catedral de Las Palmas,
se despidió don Miguel Jurado de Bustamante, pasando a vivir a
La Laguna, según escribe don Domingo Déniz en su inédito Resumen
histórico-descriptivo de las islas Canarias.
Lentini, ya vinculado a nuestro país,1~fue repuesto en el cargo
de maestro de capilla en propiedad,1~permaneciendo en él hasta 1828,
en que la capilla de música quedó disuelta definitivamente por acuer-~
do capitular de 19 de abril de este mismo año.
Desde entonces, la parte musical de las grandes solemnidades
religiosas quedó a cargo de un maestro director que agrupaba a can-
tores e instrumentistas en cada ocasión. Don Benito Lentini quedó
prestando servicios a la catedral en esta nueva modalidad, hasta su
muerte, en 1846. Las notas escritas al margen de las partituras de sus
obras, conservadas en el archivo, con su exuberante caligrafía, nos
han dejado el curioso testimonio de los que fueron sus colaboradores
en esta época. Eran cantores don Manuel de la Torre Parlar y don
Fernando Pefíate —que también fueron instrumentistas—, y en la or-
questa figuraron: don Manuel Sánchez, don Agustín Millares, don
Cristóbal Millares, don Gregorio Millares, don Rafael Farías, don
Ezequiel Morales, don Silvestre Bello, don Joaquín Rodríguez, don
Rafael Tejera, don Juan Bautista Galván, don Antonio Gonzálvez,
don Francisco Martín, don Francisco Doreste, don Francisco Corba-
cho, don Jerónimo Cardoso, etc.
Los últimos maestros de capilla gustaron de introducir en su or-
questa nuevos instrumentos que daban espectacular sonoridad a las
obras. Don Benito Lentini añadía a las composiciones de otros maes-
tros, además de a las suyas, lo que él llamaba “instrumental bélico...”
Hay que recordar que al terminarse las obras de complementa-
ción del templo de Santa Ana, el ámbito sonoro de nuestra catedral

14.—De su primer matrimonio con doña Severa Negrín tuvo tres hijos:
Rita, casada con don Antonio Falcón; Mariana, soltera; y Pablo, que murió
en la infancia. De su segundo matrimonio con doña Tomasa Lindo, de Santa
Cruz de Tenerife, tuvo dos hijos: Juan y José, éste último el conocido poeta
nacido en Las Palmas el 14 de julio de 1835 y muerto en Tegueste el 31
de diciembre de 1862.
15.—Acta capitular 2-3-1820.
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 153

cambió por completo al casi duplicarse la amplitud de sus naves.

A principios del siglo XIX, fueron sustituidas las tribunas en
que estuvieron colocados los órganos y la capilla de cantores y mi-
nistriles desde el siglo XVI, por el coro trazado por Luján Pérez, hoy
también desaparecido. Tampoco se ha de olvidar que, al mismo tiem-
po, el concepto orquestal se renovaba en las creaciones sinfónicas de
los grandes maestros europeos que nuestros últimos maestros de ca-
pilla, llegados de Italia, Portugal y España, indudablemente conocían.
Ellos procurarían adaptar su orquesta a las nuevas modalidades, a
pesar de la modestia de elementos de que disponían. Hay un docu-
mento que nos advierte cómo, a pesar de las dificultades económicas
y geográficas, en la Isla se procuraba siempre seguir informados sobre
la música contemporánea, como fue tradición de la capilla; es un pe-
queño recibo dado a don Francisco R. Gourié, por tres sinfonías de
Beethoven y dos de Wranitzky, firmado por el violinista don Pedro
Palomino. Estas sinfonías fueron mandadas a buscar por acuerdo del
Cabildo Catedral en abril de 1818, en plena vida de Beethoven. De
este encargo sólo se conservan las dos sinfonías de Wranitzky.
Los compositores canarios representados en el archivo, además
del organista mayor don Cristóbal José Millares, ya citado, fueron
organistas menores de finales del siglo XVIII y principios del XIX,
algunos de los cuales ejercieron el magisterio de la capilla interina-
mente en distintas ocasiones. Son ellos: don Mateo Guerra, don An-
tonio Oliva, don José Rodríguez Martín, don Agustín José Betancur
y don José María de la Torre.
Del organista mayor don Juan González Montañés, que lo fue
desde 1648 a 1710, hay en el archivo un Himno al glorioso San Jose’,
a 4 voces (B/I-13), pero aunque sepamos que desde niño estuvo en la
catedral y fue alumno, luego auxiliar, y por fin sustituto del organis-
ta mayor Juan Pablos de Avila, no podemos afirmar todavía que ha-
ya nacido en las Islas. Hay motivos para pensar que fuera isleño Juan
Suárez Ravelo, representado en el archivo con una obra (A/IV-2),
mozo de coro en la capilla a finales del siglo XVII16 y posible discí-
pulo de don Diego Durón.
De todos los maestros que a partir de la segunda mitad del siglo
XIX se hicieron cargo de dirigir la música en las solemnidades de la

16—Actas capitulares 27-10-1687 y 31-10-1687.

154 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

catedral y de los organistas que en ella ejercieron su profesión hasta

el presente siglo, sólo hemos encontrado unos Intermedios para el
Te Deum, para orquesta (I/VI-4), del que fue organista durante mu-
chos años y conocido compositor canario don Santiago Tejera.
El libro de canto en polifonía, copia de 1803, que se guarda en el
armario II, nos parece, por el número de himnos que contiene y por
las festividades en él comprendidas, que corresponde al que fue en-
cargado a Sevilla a finales del siglo XVII. En acta capitular de 17 de
noviembre de 1687 consta que se encargaba al sochantre “diera una
memoria con la música para que se remitiera así a Sevilla”. Se pedía
que el libro viniera “aforrado en vaqueta de moscovia y clavasón de
bronce”, y que se escribieran en treinta y cuatro cuadernillos las fes-
tividades nuevas. Es posible que la copia existente de esta colección
de himnos haya conservado la encuadernación del libro que vino de
Sevilla, que concuerda con esta descripción. Y también muy posible
que la música polifónica que contiene, toda anónima, sea más anti-
gua y que en Sevilla sólo se hiciera un traslado o copia de lo que el
sochantre de nuestra catedral conservaba y enviaba en 1687.
Las demás obras anónimas están agrupadas en dos legajos. En
el primero se encuentran tres obras de autores portugueses: una mi-
sa a 8 voces y dos villancicos a 4 voces (I/VII-1, I/VII-2 e I/VII-3).
Todo hace suponer qué los dos villancicos son de un mismo autor y
parecen ser, con la misa, los manuscritos más antiguos conservados.
Pudieran atribuirse a los maestros de capilla portugueses más anti-
guos; acaso a Gaspar Gomes, 1604-1608, discípulo de Felipe de Ma-
galh~es.
En este primer legajo se encuentra también el motete Filiw Je-
rusalem, a 8 voces, que pudiera ser el mismo a que se refiere la si-
guiente acta capitular del miércoles 22 de junio de 1707: “Al me-
rnorial del maestro de capilla de esta Santa Iglesia, en que da cuenta
haber compuesto cuatro canciones, de que hace demostración, y por
no poderlas escribir buscó persona que las trasladase, juntamente con
el motete de Filice Jerusalem, que estaba maltratado, por que suplica
al Cabildo se le dé alguna cosa al trasladante, que lo es Luis Alexan-
dro. Se acordó se le den veinte y cinco reales por cuenta de fábrica
y se libren sobre el señor canónigo magistral.” El maestro de capilla,
don Diego Durón, se interesa por la copia de sus propias obras, co-
mo es evidente.
 EL ARCHIVO DE MI~jSICA... 155

En el segundo legajo de anónimos está incluida una Oración de

Jeremías (I/VIII-3), que, por la fecha en que fue escrita (1774), su es-
tilo musical, la caligrafía y la rúbrica que ostenta en su portada,, nos
hace creer que sea obra del organista don Mateo Guerra.
Deseamos expresar aquí nuestro profundo agradecimiento al Ca-
bildo Catedral y a su Muy Ilustre Doctoral don Tomás Ventura, por
las facilidades que se nos han dado para hacer este trabajo de orde-
nar y catalogar los fondos musicales de la biblioteca catedralicia, jun-
to con el de investigación histórica, que proseguimos, sobre la capilla
de música.
Asimismo queremos repetir, una vez más, nuestra gratitud al Ex-
celentísimo Señor don Antonio Avendaño, Gobernador Civil de nues-
tra provincia, quien regaló los armarios metálicos en que nuestro te-
soro musical está hoy guardado.
156 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

ARMARIO II

ESTANTE F. Contiene manuscritos de música de maestros es-

pañoles del siglo XVIII: Antonio Rodríguez de Hita, José de Nebra,
José Mir, Antonio Literes, José Martí, Fabián García Pacheco, F. Za-
carías, Diego de Muelas, Juan Francés de Iribarren, Manuel de Men-
cía. También contiene este estante un legajo de obras instrumentales
manuscritas y otro de obras impresas, de la misma época.

F/I-1 RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO

HODIE NOBIS. RESPONSORIO DEL NOCTURNO PRIMERO AL NA-
CIMIENTO, a 8 y., con 2 vi., 2 ob., 2 trompas, órg. y bc.
16 p. s. Ms. s. XVIII

F/I-2 RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO

O MAGNUM MYSTERIUM. RESPONSORIO DEL NOCTURNO SE-
GUNDO AL NACIMIENTO, a 8 y., con 2 vl., 2 fi., 2 trompas,
órg. y be.
16 p. s. Ms. s. XVIII

F/I-3 RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO

BEATA DEI GENITRIX. RESPONSORIO DEL NOCTURNO SEGUNDO

AL NACIMIENTO, a5 y., con 2 vi., 2 ob., 2 trompas, órg y be.

13 p. s. Ms. s. XVIII

F/I-4 RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO

VERBUM CARO. RESPONSORIO DEL NOCTURNO TERCERO AL
NACIMIENTO, a 8 y., con 2 vl., 2 ob., 2 trompas, órg. y be.
16 p. s. Ms. s. XVIII

F/I-5 RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO

SANCTA ET IMMACULATA. RESPONSORIO SEXTO DE NAVIDAD, a
3 y., con 2 vi., 2 ob. y be.
8 p. s. Ms. s. XVIII
 EL ARCHIVO DE MÚSICA. 157

F/I-6 RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO

BEATA VISCERA MARIAE. RESPONSORIO SÉPTIMO DE NAVIDAD,
a 5 y., con 2 vi., 2 ob., 2 trompas y be.
12 p. s. Ms. s. XVIII

F/I-7 RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO

HODIE NOBIS. RESPONSORIO SEGUNDO DE NAVIDAD, a 5 y.,

con 2 vi., 2 ob., 2 trompas y bc.

12 p. s. Ms. s. XVIII

F/I-8 RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO

HODIE NOBIS. RESPONSORIO PRIMERO DE NAVIDAD, a 8 y.,
con 2 vi., 2 ob., 2 trompas, b., órg. y be.
17 p. s. Ms. s. XVIII

F/I-9 RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO

ACOMPAÑAMIENTO DE LOS OCHO RESPONSORIOS DE NAVIDAD.
En un cuadernillo. Ms. s. XVIII

F/l-lo RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO

OCHO RESPONSORIOS DE LOS SANTOS REYES, a 8 y., con 2
vi., 2 ob., 2 trompas, b. y be.
16 cuadernillos. Ms. s. XVIII

F/l-li RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO

IOD. MANUM SUAM. LAMENTACIÓN TERCERA DEL MIÉRCOLES
SANTO, a solo (S o T), con 2 vi., 2 fi. y be.
6 p. s. Ms. s. XVIII

F/II-1 RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO

DIÁLOGO PRIMERO: DADME CONSUELO, QUERIDAS (Quatro
al Ssmo. Sacramento), a 4 y., con 2 vi., 2 trompas, be.
órg. y
7 p. s. Ms. 1775

F/II-2 RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO

DIÁLOGO SEGUNDO: ALMAS, AL VERGEL (Quatro al Ssmo.
Sacramento), a 4 y., con 2 vi., 2 trompas, b. y be.
lo p. Ms. 1775
158 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

F/II-3 RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO

DIÁLOGO TERCERO: DIME, SOLEDAD AMABLE (Quatro al
Ssmo. Sacramento), a 4 y., con 2 vi., 2 trompas, b. y be.
10 p. s. Ms. 1775

F/II.4 RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO

DIÁLOGO CUARTO: OID, PUES, DIVINO AMOR (Trío pastoral
al Ssmo. Sacramento), a 3 y., con 2 vl., ob., b. y be.
8 p. s. Ms. 1776

F/II-5 RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO

DIÁLOGO QUINTO: VENID A Mf TODOS CUANTOS (Quatro al
Ssmo. Sacramento), a 4 y., con 2 vi., 2 trompas, b. y be.
10 p. s. Ms. 1779

F/II-6 RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO

DIÁLOGO SEXTO: YA NO QUIERO CANTAR COMO SOLÍA (Qua-
tro al Ssmo. Sacramento), a 4 y., con 2 vi., 2 ob., 2 trom-
pas, b. y bc.
12 p. s. Ms. 1779

F/III-1 NEBRA, JOSE DE

QUEM VIDISTIS PASTORES. RESPONSORIO TERCERO DEL PRI-
MER NOCTURNO DE NAVIDAD, a 6 y., con 2 vi., ob., 2 trom-
pas y be.
12 p. s. Ms. s. XVIII

F/III-2 MIR, JOSÉ

MISA, a 4 y., con 2 vi., via. y bc.
8 cuadernillos Ms. s. XVIII

F/III-3 LITERES, ANTONIO

O ADMIRABLE SACRAMENTO, a4 y. y be.
5 p. S. Ms. s. XVIII

F/III-4 MARTÍ, JOSÉ

LAMENTACIÓN SEGUNDA PARA EL JUEVES SANTO, a dúo (S B),
con vi., 2 fi., 2 trompas, b. y be.
9 p. Ms. s. XVIII
 EL ARCHIVO DE M1~JSICA.. 159

F/III-5 ZACARÍAS, F.
O BEATUM VIRUM MARTINUM. MOTETE, a 7 y., con órg. y bc.
9 p. s. Ms. 1718

F/III-6 ZACARÍAS, F.
CIRCUMDEDERUNT ME. MOTETE DE DIFUNTOS, a 8 y. y bc.
9 p. s. Ms. s. XVIII

F/III-7 ZACARÍAS, F.
INGRESSO ZACHARIA TEMPLUM DOMINI. MOTETE A SAN GA-
BRIEL ARCÁNGEL, a 7 y. y bc.
8 p. s. Ms. s. XVIII

F/III-8 MISÓN, LUIS

STABAT MATER, a 3 y., con 2 vi., vla., 2 fi., 2 trompas y bc.
En partitura, 92 p. Ms. 1757

F/III-9 MUELAS, DIEGO DE

ADIUVA NOS DEUS, a 4 y. (S A T B)
4 p. s. Ms. 1788

F/III-1O GARCÍA PACHECO, FABIÁN

SEGUNDA LAMENTACIÓN A SOLO DEL MIÉRCOLES SANTO, COfl
2 vi. y bc.
3 p. s. [Falta la voz.] Ms. s. XVIII

F/III-11 GARCÍA PACHECO, FABIÁN

LAMENTACIÓN TERCERA DEL IUEVES SANTO, a2 y. (A T), con
2 vi., 2 trompas, b. y’bc.
8 p. s. Ms. s. XVIII

F/IV-1 IRIBARREN, JUAN FRANCÉS DE

LAUDA JERUSALEM, a6 y., con 2 vi., 2 trompas y bc.
11 p. s. Ms. s. XVIII

FIIV-2 IRIBARREN, JUAN FRANCÉS DE

LAUDATE DOMINUM y GLORIA PATRI, a 6 y., con 2 vi., 2
trompas, órg. y be.
12 p. s. Ms. s. XVIII
160 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

F/IV-3 IRIBARREN, JUAN FRANCÉS DE

SALVE REGINA, a 7 y. y bc.
8 p. s. Ms. s. XVIII

F/IV-4 IRIBARREN, JUAN FRANCÉS DE

CREDIDI, a 5 y., con 2 vi., órg. y bc.
9 p. s. Ms. s. XVIII

F/IV-5 IRIBARREN, JUAN FRANCÉS DE

LAETATUS SUM, a 6 y., con 2 vi., 2 ci., y bc.
11 p. s. Ms. s. XVIII

F/IV-6 IRIBARREN, JUAN FRANCÉS DE

MAGNIFICAT, a 6 y., con 2 vi., via. y bc.
10 j~. S. Ms. s. XVIII

F/IV-7 IRIBARREN, JUAN FRANCÉS DE

DIXIT DOMINUS, a 6 y., con 2 vi., via., 2 trompas, órg. y be.
13 p. s. Ms. s. XVIII

F/IV-8 IRIBARREN, JUAN FRANCÉS DE

BEATUS VIR, a 6 y., con 2 vi., 2 ci., órg. y bc.
12 p. s. Ms. s. XVIII

F/IV-9 IRIBARREN, JUAN FRANCÉS DE

MISA, a 9 y., con 2 vi., 2 fi. y bc.
[Incompleta] Ms. s. XVIII

F/IV-10 IRIBARREN, JUAN FRANCÉS DE

MISA, a 7 y., con 2 vi., ob. y bc.
[incompieta] Ms. s. XVIII

F/V-1 MENdA, MANUEL DE

INCIPIT LAMENTATIO. LAMENTACIÓN PRIMERA DEL MIÉRCOLES
SANTO, a8 y., con 2 vi., 2 ob. y bc.
13 p. S. Ms. s. XVIII

FIV-2 MENdA, MANUEL DE

VAIJ. ET EGRESSIJS EST. LAMENTACIÓN SEGUNDA DEL MIÉR-
COLES SANTO, a solo, con vi., fi. y be.
4 p. s. Ms. s. XVIII
 EL ARCHIVO DE MIlSICA.. 161

F/V-3 MENdA, MANUEL DE

COGITAVIT DOMINUS. LAMENTACIÓN PRIMERA DEL JUEVES
SANTO, a 8 y., con 2 vi., 2 ob. y bc.
13 ~ s. Ms. s. XVIII

F/V-4 MENdA, MANUEL DE

MATRIBUS SUIS. LAMENTACIÓN SEGUNDA DEL JUEVES SANTO,
a solo, con 2 vi., 2 fi., 2 trompas y bc.
8 p. s. Ms. s. XVIII

F/V-5 MENdA, MANUEL DE

MISERICORDIAE DOMINI. LAMENTACIÓN PRIMERA DEL VIER-
NES SANTO, a 8 y., con 2 vi., viola obligada, 2 fi. y bc.
14 p. s. Ms. 1799

F/V-6 MENdA, MANUEL DE

ALEPH. QUOMODO. LAMENTACIÓN SEGUNDA DEL VIERNES SAN-
TO, a solo, con 2 vi., viola obligada, fi. y bc.
6 cuadernillos. Ms. 1797

F/V-7 MENdA, MANUEL DE

RECORDARE DOMINE. LAMENTACIÓN TERCERA DEL VIERNES
SANTO, a 8 y., con 2 vi., viola obligada, 2 ob. y bc.
14 ~. 5. Ms. s. XVIII

F/V-8 MENdA, MANUEL DE

HODIE IN JORDANE. RESPONSORIO DEL PRIMER NOCTURNO DE
REYES, a 8 y., con 2 yi., 2 fi., 2 trompas y bc.
15 p. s. Ms. 1773

F/V-9 MENCtA, MANUEL DE

IN COLUMBAE SPECIE. RESPONSORIO SEGUNDO D~ REYES, a
8 y. y B solo, con 2 vi., 2 fi., 2 trompas y bc.
16 p. s. Ms. 1773

F/V-1O MENdA, MANUEL DE

OMNES DE SABA. RESPONSORIO QUINTO DE REYES, a8 y., con
2 vi., 2 fi., 2 trompas y bc.
15 p. s. Ms. 1773
162 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

E/y-II MENdA, MANUEL DE

VIDENTES STELLAM. RESPONSORIO OCTAVO DE REYES, a 8 y.,
con 2 vi., 2 fi., 2 trompas y bc.
15 p. s. Ms. 1773

F/V-12 MENdA, MANUEL DE

HODIE NOBIS. RESPONSORIO SEGUNDO DE NAVIDAD, a 8 y.,
con 2 vi. y bc.
11 p. s. Ms. 1773

F/V-13 MENCIA, MANUEL DE

QUEM VIDISTIS. RESPONSORIO TERCERO DE NAVIDAD, a 8 y.,
con 2 vi., 2 fi., 2 trompas y bc.
15 p. s. Ms. 1773
F/V-14 MENdA, MANUEL DE
O MAGNUM MYSTERIUM. RESPONSORIO CUARTO DE NAVIDAD,
a 8 y., con 2 vi., 2 fi. y bc.
13 p. s. Ms. 1773

F/V-15 MENdA, MANUEL DE

BEATA DEI GENITRIX. RESPONSORIO QUINTO DE NAVIDAD, a 8
y.,con 2 vi., 2 fi., 2 trompas y bc.
15 p. s. Ms. 1773

F/V-16 MENCÍA, MANUEL DE

VERBUM CARO. RESPONSORIO OCTAVO DE NAVIDAD, a 8 y., con
2 vi., 2 fi., fagot y bc.
14 p. s. Ms. 1773

F/VI-1 VALOIS, B., comp.

SINFONÍAS OCURRENTES 7.~ Bach, 8.~ Bach, 9.~Roeser,
1O.a Haydn, 11.a Haydn, 12.~Haydn. (Incompletas. Parece
ser la segunda parte de una colección de doce obras ins-
trumentales. Soiarnente están: violín segundo, viola, vio-
lonceio y dos oboes).
5 cuadernillos Ms. s. XVIII

F/VI-2 SAN MARTINO, GIOVANNI BATTISTA

OBERTURA, a 2 violini, viola, 2 corni e bassi. Ms. 1762
 EL ARCHIVO DE M!~JSICA. 163

F/V1-3 MAYO, FRANCISCO

OBERTURA, para 2 violines, 2 oboes, violoncelo, bajón y ba-
joncillo. Ms. s. XIX

F/VI-4 SARTI, CARLO

OBERTURA
[Incompleta] Ms. s. XIX

F/VI-5 CHESSA, MELCHIORE

OBERTURA, a 2 violini, 2 corni e basso.
[Incompleta] Ms. s. XIX

F/VII-1 MOZART, W. A.
MESSA IN B, a 4 y. (S A T B), con 2 vii., ciri., 2 fagotti, 2
corni, alto, org.
In Lipsia, presso Kühnel [s. a.]

F/VII-2 SELZICHT, J. G.
MOTETTO. VENI SANCTE SPIRITUS, a 4 y. (S A T B).
Leipzig, Kühnel [s. a.]

F!VII-3 WRANISKI, PAUL

SINFONIE PERIODIQUE A DIVERS INSTRUMENS.
Paris, chez Imbault [s. a.]

F/VII-4 WRANISKI, PAUL

SINFONIE DE CHASSE A GRAND ORCHESTRE.
A Paris, Chez Sieber, pére [s. a.]

* *
164 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

ESTANTE G. Contiene obras de los organistas de la Catedral

de Las Palmas, de finales del siglo XVIII y principios del XIX —los
organistas menores don Mateo Guerra, don Antonio Oliva, don José
Rodríguez Martín, don Agustín José Betancur y don José María de
la Torre González y el organista mayor don Cristóbal José Milla-
res—; y las obras del maestro de capilla don Francisco Torrens
(1780), quien dejó este cargo en 1788 y quedó en el de organista ma-
yor hasta su muerte en 1806.

G/I-1 GUERRA, MATEO

SALVE, a 3 y., con 2 vi., trompa y bc.
8 p. s. Ms. 1773

G/I-2 GUERRA, MATEO

MOTETES PARA EL DOMINGO DE RAMOS, a 4 y. y bc.
5 cuadernillos Ms. 1779

G/I-3 GUERRA, MATEO

DULCíSIMA MARÍA. VILLANCICO DE NAVIDAD, a dúo (A T), con
2 fi. y bc.
5 p. s. Ms. 1779

G/I-4 GUERRA, MATEO

RESONAD, MONTAÑAS. VILLANCICO DE REYES, a 5 y., con 2
vl., 2 dr., 2 trompas y bc.
12 p. s. Ms. 1780

G/I-5 GUERRA, MATEO

PASCUAL, QUE POR UN ACASO. VILLANCICO DE REYES, a 7
y. y bc.
8 p. s. Ms. 1780

G/I-6 GUERRA, MATEO

QUÉ NUEVA ALEGRÍA. VILLANCICO DE KALENDA, a 3 y., con 2
vl., 2 trompas, órg. y bc.
9 p. s. Ms. 1785
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 165

GUERRA, MATEO
SALVE, PARA TEROR, a solo (S), Con 2 vi. y bc.
4 p. 5. Ms. 1786

G/I-8 GUERRA, MATEO

AVE MARIS STELLA, a 3 y., Con 2 ob.
5 p. s. Ms. 1789

GUERRA, MATEO
MULIER QUE ERAS. PARA EL DÍA DE LA MAGDALENA, a dúo
(S A) y bc.
3 p. s. Ms. s. XVIII

Q/I-1O GUERRA, MATEO

CIRCUMDEDERUNT ME, a 8 y. y be.
[Incompleta] Ms. s. XVIII

~/I-11 GUERRA, MATEO

BENEDICTUS, a 4 y., con 2 vi. y be.
7 p. s. Ms. s. XVIII

G/I-12 GUERRA, MATEO

MOTETE PARA LOS DULCÍSIMOS NOMBRES DE JESÚS Y MARÍA,
DEL MAESTRO DON MANUEL TAVARES, reducido a 4 y. (S A
T B), Con 2 dr. y be.
7 p. s. Ms. s. XVIII

G/II-1 OLIVA, ANTONIO

HIMNO A SANTA ANA, a’ 4 y., con 2 vi. y be.
7 p. Ms. 1793

G/II-2 OLIVA, ANTONIO

PRAECURSOR DOMINI. MOTETE A SAN JUAN BAUTISTA, a 6 y.,

con 2 vl., órg. y be.

10 p. s. Ms. 1793

G/II-3 OLIVA, ANTONIO

MISA, a 6 y., con 2 vi., órg. y be.
[Incompleta] Ms. s. XVIII
166 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

G/III-1 RODRÍGUEZ MARTÍN, JOSÉ

MISERERE, a 8 y., con 2 vi., 2 ob., clave y be.
14 p. s. Ms. 179Q

G/III-2 RODRÍGUEZ MARTIN, JOSÉ

MOTETE PARA EL DOMINGO DE RAMOS, a 3 y., con 2 fi. y be.
6 p. s. Ms. 1793

G/III-3 RODRÍGUEZ MARTIN, JOSÉ

MOTETE ANGELUS DOMINI, PARA SAN JOSÉ, a 6 y., con 2 vi.
y be.
9 p. s. Ms. 1793

G/III-4 RODRÍGUEZ MARTÍN, JOSÉ

LAMENTACIÓN PRIMERA PARA EL MIÉRCOLES SANTO, a 7 y.,
con 2 vi., 2 fi., bajoncillo, ob., clave y be.
15 p. s. Ms. 1793

G/III-5 RODRÍGUEZ MARTIN, JOSÉ

MOTETE TENEBRAE FACTAE SUNT, a 6 y. y be.
7 p. s. Ms. 1794

G/III-6 RODRÍGUEZ MARTÍN, JOSÉ

MOTETE MARÍA UNXIT PEDES, a 4 y. y be.
5 p. s. Ms. 1795

G/III-7 RODRÍGUEZ MARTIN, JOSÉ

ADIUVA NOS, a solo (T), con 2 vi., 2 fi. y be.
6 p. s. Ms. 1795

G/III-8 RODRÍGUEZ MARTÍN, JOSÉ

MISERERE, a 7 y. y be.
8 p. s. Ms. 1797

G/IV-1 BETANCUR, AGUSTÍN JOSÉ

SALMO VOCE MEA AD DOMINUM, a 6 y., con 2 vi,, y be.
9 p. s. Ms. 180&

G/IV-2 BETANCUR, AGUSTÍN JOSÉ

SALMO ERIPE ME DOMINE, a 5 y., con 2 vi. y be.
8 p. s. Ms. 1808
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 167

G/V-1 TORRE, JOSÉ MARIA DE LA

LAMENTACIÓN SEGUNDA PARA EL JUEVES SANTO, a solo (A),
con 2 vi., via., 2 fi., 2 trompas, b. y bc.
10 p. s. Ms. 1813

G/V-2 TORRE, JOSÉ MARIA DE LA

INCOLA EGO SUM. VERSO DE PRIMA, a solo (S), con 2 vi., 2
fi. y b.
6 p. s. Ms. 1813

G/V-3 TORRE, JOSÉ MARIA DE LA

INCOLA EGO. VERSO DE PRiMA PARA NAVIDAD, a solo (S), con
2 vi., vla., 2 fi., 2 trompas y b.
9 p. s. Ms. 1814

G/V-4 TORRE, JOSÉ MARIA DE LA

SALVE, a solo, con 2 vi., 2 fi., 2 trompas y bc.
[Incompleta] Ms. 1815

G/V-5 TORRE, JOSÉ MARIA DE LA

ADHAESIT PAVIMENTO. VERSO DE PRIMA PARA NAVIDAD, a so-
lo (S), con 2 vi., 2 fi.. 2 trompas y b.
8 p. 5. Ms. 1816

G!V-6 TORRE, JOSÉ MARIA DE LA

SALMO RETRIBUE, a 4 y. y bc.
5 p. s. Ms. 1818

G/V-7 TORRE, JOSÉ MARIA DE LA

SALMO AD TE LEVAVI, a 4 y. y bc.
5 p. s. Ms. 1818

GJV-8 TORRE, JOSÉ MARIA DE LA

MOTETE AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, a 3 y., con 2 vi.,
2 fi. y b.
8 p. s. Ms. 1820

G/V-9 TORRE, JOSÉ MARIA DE LA

FILIAE REGUM. MOTETE PARA LA FESTIVIDAD DE SANTA CLA-
RA Y DEMÁS VfRGENES, a 3 y., con 2 vi., 2 fi. y b.
8 p. s. Ms. 1820
168 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

G/VI-l MILLARES, CRISTÓBAL JOSÉ

VIDENTES STELLAN MAGI. OCTAVO RESPONSORIO DE REYES, a
4 y., con 2 vi., vla., 2 fi., 2 trompas y bc.
12 p. s. Ms. 1812

G/VI-2 MILLARES, CRISTÓBAL JOSÉ

ETENIM SEDERUNT PRINCIPES. VERSO DE PRIMA PARA NAVI-
DAD, a solo (S), Con 2 vi., 2 fi y b.
6 p. s. Ms. 1817

G/VI-3 MILLARES, CRISTÓBAL JOSÉ

MAGI VENIUNT. TERCER RESPONSORIO DE REYES, a 4 y., con
2 vi., vla., 2 fi., 2 trompas y bc.
12 p. s. Ms. s. X1X

G/VI1-1 TORRENS, FRANCISCO

MISA, a 8 y., con 2 vi. y trompas.
[Incompleta] Ms. 1777

G/VII-2 TORRENS, FRANCISCO

MISA, a 4 y., con 2 vi., 2 trompas y bc.
9 p. s. Ms. 178&

G/VII-3 TORRENS, FRANCISCO

MISA, a 4 y., con 2 vi. y br.
7 p. s. Ms. 1781

G/VII-4 TORRENS, FRANCISCO

MISA, a 5 y., con 2 vi., 2 trompas, clave y bc.
En partitura y en cuadernillos. Ms. 1781

G/V1I-5 TORRENS, FRANCISCO

MISA, a dúo y a 6 V., Con 2 vi., 2 trompas y bc.
En partitura y en cuadernillos. Ms. 1782

G/VII-6 TORRENS, FRANCISCO

MISA SOBRE EL MOTETE DOMINA MEA, DEL MAESTRO DURÓN,
a 7 y., con 2 vi., órg. y bc.
11 p. s. Ms. 1786
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 169

G/VII-7 TORRENS, FRANCISCO

MISA, a dúo y a 6 y., con 2 vi., órg. y bc.
10 p. s. Ms. 1788

G/VII-8 TORRENS, FRANCISCO

MISA, a 6 y., Con 2 vi. y bc.
9 p. s. Ms. 1805

G/VIII-1 TORRENS, FRANCISCO

VENI SPONSA CHRISTI. MOTETE, a 6 y., con 2 vi. y be.
9 p. s. Ms. 1780

G/VIII-2 TORRENS, FRANCISCO

LAUDATE PUERI DOMINUM. MOTETE, a4 y., con 2 vi. y be.
7 p. s. Ms. 1781

G/VIII-3 TORRENS, FRANCISCO

EUGE SERVE BONE. MOTETE, a 6 y., con 2 vi., órg. y be.
10 p. s. Ms. 1800

G/VIII-4 TORRENS, FRANCISCO

VIDI TURBAM MAGNAM. MOTETE, a 6 y., con 2 vi., órg. y be.
10 p. s. Ms. 1800

G/VIII-5 TORRENS, FRANCISCO

IBANT APOSTOLI. MOTETE, a 6 V., Con 2 vi., via., órg. y be.
11 p. s. Ms. 1800

G/VIII-6 TORRENS, FRANCISCO

ERUNT SIGNA IN SOLE. MOTETE, a 7 y. y be.
8 p. s. Ms. 1801

G/VIII-7 TORRENS, FRANCISCO

ISTE SANCTUS. MOTETE, a 6 y., con 2 vi. y be.
~ p. s. Ms. 1801

G/VIII-8 TORRENS, FRANCISCO

ATOLLITE PORTAS. MOTETE, a 6 y., con 2 vi., órg. y bc.
10 p. s. Ms. 1801
170 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

G/VIII-9 TORRENS, FRANCISCO

VERE BEATA EST. MOTETE, a 7 y. con 2 vi., órg. y bc.
11 p. s. Ms. 1801

G/VIII-10 TORRENS, FRANCISCO

HODIE SIMON PETRUS. MOTETE, a 7 y., con 2 vi., órg y bc.
11 p. s. Ms. 1801

G/VIII-1 1 TORRENS, FRANCISCO

EGO SUM RAPHAEL. MOTETE, a 5 y., con 2 vi. y bc.
7 p. s. Ms. 1801

G/VIII-12 TORRENS, FRANCISCO

CONFITEOR TIBI DOMINE. MOTETE, a solo (T), con 2 vi.,
fi. y be.
6 p. s. Ms. 1802

G/VIII-13 TORRENS, FRANCISCO

AVE MARIA. MOTETE, a solo (T), con 2 vi., 2 fi. y bc.
6 p. s. Ms. 1802

G/VIII-14 TORRENS, FRANCISCO

DEUS TU CONVERSUS. MOTETE, a solo (T), con 2 vi., 2 fi.,
2 trompas y be.
8 p. s. Ms. 1803

G/VIII-15 TORRENS, FRANCISCO

EXULTA JOACHIM. MOTETE, a6 y., con 2 vi., órg. y be.
10 p. s. Ms. 1804

G/VIII-16 TORRENS, FRANCISCO

BONUM EST. MOTETE, a dúo (S T), con 2 vi., 2 fi., 2 trom-
pas y be.
9 p. s. Ms. 1804

G/VIII-17 TORRENS, FRANCISCO

VERITAS MEA. MOTETE, a 6 y., con 2 vi., vla. y be.
10 p. 5. Ms. 1804
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 171

GIVIII-18 TORRENS, FRANCISCO

LUMEN AD REVELATIONEM. MOTETE, a 6 y. con 2 vi. y bc.
~ p. s. Ms. 1806

G/IX-1 TORRENS, FRANCISCO

DIXIT DOMINUS. SALMO, a 4 y., con 2 vi., 2 trompas y bc.
9 p. s. Ms. 1779

G/IX-2 TORRENS, FRANCISCO

BEATUS VIR. SALMO, a 8 y., Con 2 vi. y bc.
11 p. s. Ms. 1781

G/IX-3 TORRENS, FRANCISCO

LAUDATE DOMINUM. SALMO, a 8 y., Con 2 vi., 2 ob., 2 trom-
pas, órg. y bc.
16 p. s. Ms. 1781

G/IX-4 TORRENS, FRANCISCO

CREDIDI. SALMO, a solo (T), con 2 vi., 2 trompas y bc.
6 p. s. Ms. 1781

G/IX-5 TORRENS, FRANCISCO

NUNC DIMITTIS. SALMO, a 8 y., con 2 vi., 2 trompas y bc.
13 p. s. Ms. 1781

G/IX-6 TORRENS, FRANCISCO

a 8
CUM INVOCAREM. SALMO, y., con 2 vi., 2 trompas y bc.
13 p. s. Ms. 1781

G/IX-7 TORRENS, FRANCISCO

LAUDA JERUSALEM. SALMO, a8 y., con 2 vi. y clave.
11 p. s. Ms. 1781

G/IX-8 TORRENS, FRANCISCO

MIRABILIA. SALMO, a 7 y., con 2 vi., 2 ob. y bc.
12 p. s. Ms. 1782

G/IX-9 TORRENS, FRANCISCO

DIXIT DOMINUS. SALMO, a 7 y., con 2 vi. y bc.
10 p. 5. Ms .1785
172 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

G/IX-1O TORRENS, FRANCISCO

LAUDATE DOMINUM. SALMO, a 5 y. con 2 vi., 2 trompas,
órg. y be.
11 p. s. Ms. 1785

G/IX-11 TORRENS, FRANCISCO

NUNC DIMITTIS. SALMO, a 5 y. con 2 vi. y be.
8 p. s. Ms. 1801

G/IX-12 TORRENS, FRANCISCO

CREDIDI. SALMO, a 8 y., con 2 vi., 2 trompas, órg. y be.
14 p. s. Ms. 1802

G/X-1 TORRENS, FRANCISCO

MAGNIFICAT, a 8 y., con 2 vi., ob., 2 trompas, órg. y be.
15 p. s. y en partitura. Ms. 1777

G/X-2 TORRENS, FRANCISCO

LAMENTACIÓN PRIMERA DEL MIÉRCOLES SANTO, a7 y., con 2
vi., 2 trompas, clave y be.
13 p. s. Ms. 1781

G/10-3 TORRENS, FRANCISCO

TE LUCIS ANTE TERMINUM. HIMNO DE COMPLETAS, a8 y., con
2 vi., 2 trompas y be.
13 p. s. Ms. 1781

G/X-4 TORRENS, FRANCISCO

O ADMIRABLE SACRAMENTO. ELOGIO AL SANTÍSIMO, a 4 y.,
con 2 vi. y be.
7 p. s. Ms. 1781

G/X-5 TORRENS, FRANCISCO

PANGE LINGUA. HIMNO, a 4 y., con 2 vi. y be.
7 p. s. Ms. 1781

G/X-6 TORRENS, FRANCISCO

SALVE, a 5 y. y be.
6 p. s. Ms. 1781
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 173

G/X-7 TORRENS, FRANCISCO

SALVE, a4 y., con 2 vi. y bc.
7 p. s. Ms. 1781

G/X-8 TORRENS, FRANCISCO

REGINA COELI, a 5 y., con 2 vi. y bc.
8 p. s. Ms. 1782

G/X-9 TORRENS, FRANCISCO

AVE MARIS STELLA, a 8 y.
8 p. s. Ms. 1782

G/X-10 TORRENS, FRANCISCO

TE DEUM LAUDAMUS, a 8 y., con vi. y trompas.
[Incompleta] Ms. 1782

Q/X-l1 TORRENS, FRANCISCO

REGINA COELI, a 5 y., con 2 vi. y bc.
8 p. s. Ms. 1783

G/X-12 TORRENS, FRANCISCO

a 7 y.
AVE MARTS STELLA,
7 p. s. Ms. 1787

G/X-13 TORRENS, FRANCISCO

SALVE, a 5 y. y bc.
6 p. s. Ms. 1787

G/X-14 TORRENS, FRANCISCO

MAGNIFICAT, a 5 y., con 2 vi., órg. y bc.
En partitura y en 9 p. s. Ms. 1800

G/X-15 TORRENS, FRANCISCO

a 4 y. y bc.
ADIUVA NOS,
5 p. s. Ms. 1801

G/X-16 TORRENS, FRANCISCO

ADIUVA NOS DEUS, a 5 y., con vi., 2 fi. y bc.
10 p. s. Ms. 1802
174 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

TORRENS, FRANCISCO
[Villancicos al Santísimo]:

G/XI-1 VIENTECILLOS SUAVES, a 4 con 2 vi. y be.

y., Ms. 1780
G/XI-2 NAUFRAGANTES DEL MUNDO, a 4 y., con 2 vi. y bc. Ms. 1781
G/XI-3 QU~AZUCENA, QUÉ LIRIO, a 4 y., con 2 vi., 2 trom-
pas y bc. Ms. 1781
G/XI-4 SONOROS ECOS, a 8 y., con 2 vi., 2 trompas y bc. Ms. 1782
G/XI-5 AY, MI DIOS, a 4 y., con 2 vi., 2 trompas y bc. Ms. 1782
G/X1-6 O DIOS SOBERANO, a 4 y., con 2 vi., 2 trompas
y bc. Ms. 1782
G/XI-7 DULCE MARÍA, a dúo, con 2 vi. y bc. Ms. 1783
G/XI-8 YA GOZOSO, a solo (A), con 2 vi. y be. Ms. 1783
G/XI-9 VENID, CORRED, VOLAD, a 5 y., con 2 vi. y be. Ms. 1783
G/XI-1O SERPIENTE VENENOSA, a solo (T), con 2 vi., 2
tompas, clave y be. Ms. 1783
G/XI-11 AMAINA LAS VELAS, a 4 y., con 2 vi. y be. Ms. 1783
G/XI-12 DIVINA MESA, a solo [Falta la voz], con 2 vi.,
2 trompas, clave y be. Ms. 1783
G/XI-13 PARA REDIMIR AL HOMBRE, a 4 y. Ms. 1783
GIXI-14 VENID, PEREGRINOS, a 4 y., con 2 vi., clave y be. Ms. 1784
G/XI-15 RINDE TU JUICIO. CANTADA, a solo (A), con vi.
y be. Ms. 1785
G/XI-16 DULCE SEÑOR. CANTADA, a solo (T), con 2 vi.,
2 trompas y be. Ms. 1785
G/XI-17 A LA AUGUSTA MESA, a 4 y., con 2 vi., 2 trom-
pas y be. Ms. 1785
G/XI-18 AY FAVOR, AY REGALO, a 3 y., con 2 vi., clave
y be. Ms 1785

TORRENS, FRANCISCO
[Villancicos al Santísimo]:

G/XII-1 GUIADOS DE LA FE, a 7 y., con 2 vi. y be. Ms. 1786

G/XII-2 SI EL PUEBLO, a solo (A), con 2 vi. y be. Ms. 1786
G/XII-3 MORTALES QUE ANSIOSOS, a 4 y., con 2 vi., 2
trompas y be. Ms. 1786
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 175

G/XII-4 O VIVO PAN DEL CIELO, a solo (T), con 2 vi y bc. Ms. 1786
GIXII-5 FUEGO, FUEGO, a 5 y., con 2 vi. y bc. Ms. 1786
G/XH-6 EL ALMA NAVEGA, a dúo (A T), con 2 vi. y be. Ms. 1786
G/XII-7 A LA MESA DEL CIELO, a solo (A), con 2 vi. y be. Ms. 1787
G/XII-8 CLARINES SONOROS, a 4 y., con 2 vi., 2 trom-
pas y be. Ms. 1787
G/XII-9 A COGER LOS GRANOS, a 3 y., con 2 vi. y be. Ms. 1787
G/XII-1O HOY CON DEVOCIÓN, a 4 y., con 2 vi., 2 trompas
y be. Ms. 1787
G/XII-11 si ME LLAMA MI DIOS, a solo (T), con 2 vi. y be. Ms. 1787
G/XII-12 NUBE PRODIGIOSA, a solo (A), con 2 vi. y be. Ms. 1787
G/XII-13 YA EL PAN DE PROMISIÓN, a solo (A), con 2 vi.,
2 trompas y be. Ms. 1787
G/XII-14 DIOS DE LA MAGESTAD, a solo (A), con 2 vi.y be. Ms. 1788
G/XII-15 QUÉ EXCELENTE OBLACIÓN, a solo (T), con 2 vi.,
2 trompas y be. Ms. 1788
G/XII-16 LA VIANDA PRODIGIOSA, a dúo (A T), con 2 vi.
ybc. Ms. 1788
G/XII-17 VENID, PEREGRINOS, a 5 y., con 2 vi., cb. y be. Ms. 1788
G/XII-18 MISTERIOSA NUBE, a 6 y., con 2 vi., cb. y bc. Ms. 1788
G/XII-19 ARDE EL ALMA ENCENDIDA, a 4 y., con 2 vi.
y be. Ms. s. a.
G/XII-20 EL CIELO SE ALEGRE, a 6 y., con 2 vi., 2 trom-
pas y be. Ms. s. a.
G/XII-21 CELEBRÓ JESUCHRISTO, a 5 y., con 2 vi. y be. Ms. s. a.
G/XII-22 JESÚS AMÓ A LOS HOMBRES, a 5 y., con 2 vi,
y be. Ms. s. a.
G/XII-23 O MI DULCE JESÜS SACRAMENTADO, a solo (S),
con 2 vi. Ms. s. a.

TORRENS, FRANCISCO
[Villancicos a la Ascensión]:
G/XIII-1 AY MI DIOS, a 4 y., con 2 vi., 2 ob., 2 trompas
y be. Ms. 1781
G/XIII-2 LEVANTAD, MORTALES, a 7 y., con 2 vi., 2 trom-
pas y be. Ms. 1782
G/XIII-3 ALEGRES ACENTOS, a 7 y., con 2 vi., 2 trompas
y be. Ms. 1783
 -~ J

176 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

G/XIII-4 QUÉ MIRAIS, a7 y., con 2 vi., 2 trompas y bc. Ms. 1784
G/XIII-5 VfCTORES CANTE LA TIERRA, a 7 y., con 2 vi.,
2 trompas y bc. Ms. 1785
G/XIII-6 ASCIENDA, a 6 y., con 2 vi., 2 trompas, Órg.
y bc. Ms. 1787

TORRENS, FRANCISCO
[Villancicos de la Asunción]:
G/XIII-7 ALEGRES DESPOJOS, a4
con 2 vi. y bc.
y., Ms. 1781
G/XIII-8 PUBLIQUEN LOS ORBES, a 7 y., con 2 vi. y be. Ms. 1782
G/XIII-9 MORADORES DEL CIELO, a 7 y., con 2 vi., 2
trompas, órg. y bc. Ms. 1784
G/XIII-1O QUIÉN ES ÉSTA, a 6 y., con 2 vi., ob. y be. Ms. 1786
G/XIII-11 MIRAD LAS NUEVAS LUCES, a 6 y., COI1 2 vi., cb.
y bc. Ms. 1788

TORRENS, FRANCISCO
[Villancicos de Santa Ana]:
G/XIII-12 ATENCIÓN, DEVOTOS, a7 y., con 2 vi., 2 trompas,
órg. y bc. Ms. 1781
G/XIII-13 AH, DE LOS CELESTES ORBES, a 7 y., con 2 vi.,
2 trompas y be. Ms. 1783
G/XIII-14 CORRED, FUENTECILLAS, a7 y., con 2 vi., 2 trom-
pas y be. Ms. 1784
G/XIII-15 SUBA, CUAL FELIZ CONCHA, a 5 y., con 2 vi., 2
trompas y be. Ms. 1785
G/XIII-16 LA MATRONA HEROICA, a6 y., con 2 vi., 2 trom-
pas y be. Ms. 1786
G/XIII-17 VENID A UN VERGEL, a 6 y., con 2 vi., 2 trompas
y be. Ms. 1788

TORRENS, FRANCISCO
[Villancicos de Kalenda]:
G/XIV-1 MORTALES DESVALIDOS, a 8 y., con 2 vi., 2 ob.,
2 trompas, órg. y be. Ms. 1780
G/XIV-2 MORADORES DICHOSOS, a 8 y., con 2 vi., 2 trom-
pas y be. Ms. 1781
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 177

G/XIV-3 A LA TIERRA, a 7 2 vi., 2 fi., 2 trompas y bc. Ms.

y., con 1782
C/XIV-4 PUES YA EL SOL TRAMONTÓ, a 8 y., con 2 vi., 2
trompas y bc. Ms. 1783
G/XIV-5 ALIENTA, RESPIRA, MORTAL, a 6 y., con 2 vi., 2
trompas, clave y bc. Ms. 1784
G/XIV-6 GENTfLICA NACIÓN, a 7 y., con 2 vi., 2 trompas,
órg. y be. Ms. 1787
G/XIV-7 HASTA CUÁNDO, SEÑOR, a 6 y., con 2 vi., 2 trom-
pas y be. Ms. 1788
G/XIV-8 ALBRICIAS, DESTERRADOS, a 7 y,, con 2 vi., 2
trompas, órg. y be. Ms. s. a.

TORRENS, FRANCISCO
[Villancicos de Navidad]:
G/XV-1 TU AMOR, JOSÉ, a dúo (A T), con 2 vi. y be. Ms. 1780
G/XV-2 GENTILES PRADOS, a solo [Falta la voz] con 2
vi., 2 trompas, clave y be. Ms. 1780
G/XV-3 POR ENTRETENER LA NOCHE, a 5 y., con 2 vi., 2
trompas y be. Ms. 1780
G/XV-4 NO, MI BIEN, a 3 y., con 2 vi., y be. Ms. 1780
G/XV-5 ALBRICIAS DE ABRAHAM, a dúo (A T), con 2 vi.
y be. Ms. 1780
G/XV-6 POR MI AMOR, a 3 y., con 2 \i. y be. Ms. 1782
G/XV-7 QuÉ DOLOR, a 7 y., con 2 vi. y be. Ms. 1782
G/XV.-8 O SEÑOR PODEROSO. CANTADA, a solo (A), con 2
vi., clave y be. Ms. 1784
G/XV-9 NEGOCIO DE LOS SIGLOS, a 7 y., con 2 vi., clave
y be. Ms. 1784
G/XV-10 MORTALES, QUÉ PENOSA, a 6 y., con 2 vi,, clave
y be. Ms. 1784
G/XV-11 DIOS DE LA MAGESTAD, a solo (A), con 2 vi.
y be. Ms. 1785
G/XV-12 DIOS HOMBRE, a solo (T), con 2 vi. y bc. Ms. 1785
G/XV-13 EN UN ESTABLO, DIOS, a solo (A), con 2 vi. y bc. Ms. 1787
G/XV-14 TRANSEAMUS. MOTETE, a solo (T), con 2 vi., via.,
2 fi., 2 trompas y be. Ms. 1793
178 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

TORRENS, FRANCISCO
[Villancicos de Reyes]:

G/XVI-1 A MARCHAR, SABIOS REYES, a 6 y., Con 2 vi., 2

trompas y be. Ms. 178~
G/XVI-2 PASTORES, VOLAD, a 7 y., con 2 vi., 2 ob., 2
trompas y bc. Ms. 1782
G/XVI-3 AL PRADO, ZAGALES, a 7 y., con 2 vi., 2 trompas
y bc. Ms. 1783
G/XVI-4 SABIOS, A APRENDER, a 6 y., con 2 vi., 2 trompas
y be. Ms. 1783
G/XVI-5 AL INFANTE DIVINO, a 3 y., Con 2 vi. y be . Ms. 1784
G/XVI-6 MONARCAS DICHOSOS, a 5 y., con 2 vi., 2 trom-
pas, clave y be. Ms. 1784
G/XVI-7 QUÉ LUCERO, QUÉ AURORA, a 3 y., con 2 vi. y be. Ms. 1784
G/XVI-8 QUIÉN, EXPLICADME, SABIOS, a 4 y., con 2 vi., 2
trompas y be. Ms. 1784
G/XVI-9 QUÉ DUDAS, QUÉ DESVELOS, a 6 y., Con 2 vi., 2
trompas, clave y be. Ms. 1785
G/XVI-1O DULCÍSIMO DIOS, a 3 y., con 2 vi. y be. Ms. 1786
G/XVI-11 QUÉ REFLEJO, a 6 y., con 2 vi., 2 trompas y bc. Ms. 1786
G/XVI-12 HOY TRES REYES, a 7 y., con 2 vi. y be. Ms. 1786
G/XVI-13 CON BÉLICO ESTRUENDO, a 6 y., con 2 vi., 2 ob.,
cb. y be. Ms. 1788
G/XVI-14 VENID, LLEGAD, a 6 y., con 2 vi., 2 ob., eb.
y be. Ms. 1788
G/XVI-15 DISCRETOS SABIOS, a 3 y., con 2 vi. y be. Ms. 1788
G/XVI-16 AL ARMA, GUERRA, a 6 y., con 2 vi., cb. y be. Ms. 1789
G/XVI-17 EN EL VIENTO RIZADO, a 3 y., con 2 vi. y be. Ms. 1789
G/XVI-18 ABSORTOS LOS CIELOS, a 6 y., con 2 vi., eb.
y be. Ms. 1789
* * *
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 179

ESTANTE H. Contiene manuscritos de los siguientes maestros

de capilla de la Catedral de Las Palmas, que lo fueron durante los
años que se indican a continuación de sus nombres: don José Palo-
mino, 1808-1810; don Joaquín Nuñes, 1810-1812; y don Miguel Ju-
rado de Bustamante, 1815-1820. También se guarda en este estante
un libro de himnos, copia de 1803.

H/I-1 PALOMINO, JOSÉ

SALMO DIXIT DOMINUS, a4 y., con 2 vi., vla., 2 fi., 2 trom-
pas, ch. y bc.
13 p. s. Ms. 1795

H/I-2 PALOMINO, JOSÉ

SALMO LAETATUS SUM, a4 y., con 2 vl., via., 2 fi., cb. y bc.
11 p. s. Ms. 1795

H/I-3 PALOMINO, JOSÉ

SALMO LAUDA JERUSALEM, a 4 y., con 2 vi., via., 2 fi., 2
trompas, cb. y bc.
12 p. s. Ms. 1798

H/I-4 PALOMINO, JOSÉ

MISA, a 4 y., con 2 vi., vla., 2 fi., 2 trompas y bc.
12 p. s. Ms. 1798

H/I-5 PALOMINO, JOSÉ

MAGNÍFICAT, a 4 y., con 2 vi., via., 2 fi., cb. y bc.
11 p. s. Ms. 1799

H/II-1 PALOMINO, JOSÉ

SALMO CREDIDI, a solo (T), con 2 vi., vla., vlc., 2 fi. y bc.
8 p. s. Ms. 1809

HJII-2 PALOMINO, JOSÉ

SALMO MIRABILIA, a 4 y., con 2 vi., vla., 2 fi. y bc.
10 p. s. Ms. 1809
180 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

H/II-3 PALOMINO, JOSJ~

DIFFUSA EST GRATIA. MOTETE, a 4 y., con 2 vi., via., 2 fi.
y bc.
10 p. s. Ms. 1809

H/II-4 PALOMINO, JOSÉ

HODIE COMPLETI SUNT. MOTETE, a 4 y., con 2 vi., via., 2 fi.
y bc.
10 p. s. Ms 1809

H/II-5 PALOMINO, JOSÉ

a 5
ORA PRO POPULO, y., con 2 vi., via., 2 fi. y bc.
11 p. s. Ms. 1809

H/II-6 PALOMINO, JOSÉ

MISA, a 4 y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 trompas y bc.

11 p. s. [Falta una voz]. Ms. 1809

H/II-7 PALOMINO, JOSÉ

MISERERE, a 4 y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 trompas y bc.
12 p. s. Ms. 1809

H/II-8 PALOMINO, JOSÉ

MEDITABOR IN MANDATIS TUIS. MOTETE, a dúo, con 2 vi.,
via., 2 fi. y bc.
8 p. s. Ms. 1810

EI/II-9 PALOMINO, JOSÉ

BENEDICTUS ES DOMINE. MOTETE, a 4 y., con 2 vi., vla., 2
fi. y bc.
10 p. s. Ms. 1810

Hill-lo PALOMINO, JOSÉ

POR TI RENACE Y VUELVE. VILLANCICO DE NAVIDAD, a 3 y.
3 p. s. Ms. 1814

H/ll-li PALOMINO, JOSÉ

HOY CON DEVOCIÓN. VILLANCICO DE NAVIDAD, a 4 y., con 2
vi., 2 fi. y bc.
9 p. Ms. s. a.
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 181

H/II-12 PALOMINO, JOSÉ

LAMENTACIONES DEL MIÉRCOLES SANTO, a 4 y., con 2 vi.,
via., 2 fi., 2 trompas, clave y bc.
13 p. s. Ms. ~ a.

H/TI-13 PALOMINO, JOSÉ

LAMENTACIÓN PRIMERA PARA EL JUEVES SANTO, a 4 y., con
2 vi., via., 2 fi., 2 trompas, clave y bc.
13 p. ~. Ms. s. a.

H/II-14 PALOMINO, JOSÉ

MISERERE PARA EL JUEVES SANTO, a 4 y., con 2 vi., vla., 2
fi., 2 trompas, cornetín, trombones, clave y bc.
15 p. s. Ms. s. a.

H/II-15 PALOMINO, JOSÉ

SUB TUUM PRAESIDIUM.
[Incompleta] Ms. s. a.

H/III-1 PALOMINO, JOSÉ

OCHO RESPONSORIOS DE NAVIDAD:
1) HODIE NOBIS
2) HODIE NOBIS
3) QUEM VIDISTIS
4) O MAGNUM MYSTERIUM
5) BEATA DEI GENITRIX
6) SANCTA ET IMMACULATA VIRGINITAS
7) BEATA VISCERA MARIAE
8) VERBUM CARO FACTUM EST,
a 5 y. (S A 2T B), con 2 vi., via., vlc., 2 fi. y bc.
En cuadernillos Ms. 1809

H/IV-1 NUÑES, JOAQUíN

MISA, a 3 y. (S A T), con 2 vi., via., 2 fi., 2 dr. y be.
12 p. s. y en partitura. Ms. 1808

H/IV-2 NUÑES, JOAQUÍN

ORA PRO POPULO, a 3 y. (S A T), con 2 y., via., 2 fi. y b.
9 p. s. Ms. 1808
182 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

H/IV-3 NUÑES, JOAQUIN

CUI COMPARABO TE. LAMENTACIÓN SEGUNDA DEL MIÉRCOLES
SANTO, a solo, con 2 vi., vla., 2 fi. y b.
6 p. s. [Falta la voz] Ms. 1809

H/IV-4 NUÑES, JOAQUIN

MISA, a 3 y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 trompas y b.
10 p. s. [Falta una voz] Ms. 1810

H/IV-5 NUÑES, JOAQUIN

SALUD, BENDICIÓN. VILLANCICO, a 3 y., con 2 vi., via., 2 fi.
y be.
9 p. s. Ms. 1810

H/IV-6 NUÑES, JOAQUIN

MISERERE, a 2 y. (A T), con 2 vi., fi. y bc.

6 p. s. Ms. 1810

H/IV-7 NUÑES, JOAQUIN

GENTÍLICA NACIÓN. VILLANCICO DE KALENDA, a 4 y., con 2
vi., via., 2 fi., 2 trompas, cb. y be.
13 p. s. Ms. 1810

H/IV-8 NUÑES, JOAQUIN

ERUCTABUNT. VERSO PARA LA ASCENSIÓN, a solo (S), con 2
vi., via., 2 fi., 2 trompas y be.
9 p. s. Ms. 1811

H/IV-9 NUÑES, JOAQUIN

EL CIELO SE ALEGRA. VILLANCICO AL SANTÍSIMO, a4 y., con
2 vi., vla., 2 fi. y 2 trompas.
11 p. s. Ms. 1812

Huy-lO NUÑES, JOAQUIN

MISERERE, a 3 y. (S A T), con 2 vi., 2 fi. y b.
8 p. s. Ms. 1813

Huy-u NUÑES, JOAQUtN

OFICIO DE DIFUNTOS. RESPONSORIOS Y LECCIÓN, a 4 y. (S A
2T), con 2 vi., via., fi., 2 trompas y b.
11 p. s. Ms. s. a.
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 183

H/V-1 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

MISA, a 4 y., con 2 vi., via., vic., 2 fi., 2 trompas y bc.
13 p. s. Ms. 1816

H/V-2 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

MISA DE RÉQUIEM Y SECUENCIAS, a 4 y., con 2 vi,, via., 2 fi.,
2 trompas y be.
12 p. s. Ms. 1816

H/V-3 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

TRES SALMOS DE COMPLETAS, a 4 y., con 2 vi., via., 2 fi.
y be.
10 p. s. Ms. 1816

H/V-4 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

SACERDOTES DOMINI. MOTETE AL SANTÍSIMO, a 4 y., con 2
vi., via., 2 fi., 2 trompas y bc.
12 p. s. Ms. 1816

H/V-5 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

MORADORES DE ISRAEL. VILLANCICO AL SANTÍSIMO, a 4 y.,
con 2 vi., via., vlc., 2 fi., 2 trompas y bc.
13 p. s. Ms. 1816

H/V-6 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

OH, QUÉ MANJAR. VILLANCICO AL SANTÍSIMO, a 6 y., con 2 vi.,
via., 2 fi., 2 trompas y be.
14 p. s. Ms. 1816

H/V-7 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

FUNESTAS SOMBRAS. VILLANCICO DE KALENDA, a 4 y., con 2
vi., via., 2 fi., 2 trompas, cb. y be.
13 p. s. Ms. 1816

H/V-8 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

REGINA COELI (DE DON JOSÉ ZANUZA), REDUCIDA CON VARIE-
DAD, a4 y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 trompas y be.
12 p. s. Ms. 1816
184 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

H/V-9 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

SUB TUUM PRAESIDIUM, a 4 y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 trom-
pas y bc.
12 p. s. Ms. 1816

H/V-10 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

ADIUVA NOS, a 4 y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 trompas y bc.
12 p. s. Ms. 1816

H/V-11 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

MOTETE A LOS SANTOS MÁRTIRES JUSTO Y PASTOR, a dúo
(2S), con 2 vi., 2 fi. y bc.
7 p. s. Ms. 1816

H/V-12 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

a 4 y., con 2 vi., via., 2
ECCE SACERDOS MAGNUS. MOTETE,

fi. y bc.
10 p. s. Ms. 1816

H/V-13 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

SALVE, a 4 y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 trompas y bc.
12 p. s. Ms. 1816

H/V-14 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

LAMENTACIÓN PRIMERA PARA EL JUEVES SANTO, a4 y., con 2
vi., via., 2 fi., 2 trompas, cb. y bc.
13 p. 5. Ms. 1816

H/VI-I JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

SALMO DE PROFUNDIS, a 4 y., con 2 vi., via., 2 fi. y bc.
10 p. s. Ms. 1817

H/VI-2 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

SALVE, a dúo y a 6 y., con 2 vi., vla., 2 fi., 2 trompas y bc.
14 p. s. Ms. 1817

H/VI-3 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

AVE MARIS STELLA, a 6 y., con 2 vi., via., 2 fi~,2 trompas
y bc.
14 p. 5. Ms. 1817
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 185

H/VI-4 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

MOTETE PARA LA DEDICACIÓN DE LA IGLESIA, a 4 y., con 2
vi., via., 2 fi., 2 trompas y be.
12 p. s. Ms. 1817
H/VI-5 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL
A LA FUENTE DE LA GRACIA. VILLANCICO AL SANTfSIMO, a 7
y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 trompas y be.
15 p. s. Ms. 1817

H/VI-6 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

CANTE MI LENGUA. VILLANCICO AL SANTÍSIMO, a 6 y., con 2
vi., via., 2 fi., 2 trompas y bc.
14 p. s. Ms. 1817

H/VII-1 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

MISA, a 7 y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 trompas, cb. y be.
[Incompieta] Ms. 1818
HJVII-2 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL
MISA, a 4 y., con 2 vi., vla., 2 fi., dr. y be.
11 p. s. Ms. 1818

H/VII-3 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

5 y., con 2 vi., via., 2 fi.
SALMO DEUS IN NOMINE TUO, a
y be.
11 p. s. Ms. 1818
H/VII-4 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL
4 y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 dr., 2
SALMO EXALTABO TE, a
trompas, cb. y be.
15 p. s. Ms. 1818

H/VII-5 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

4 y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 trompas,
VICTIMAE PASCHALI, a
y be.
12 p. s. Ms. 1818

H/VII-6 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

a 4 y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 cir.,
VENI SANCTE SPIRITUS,
2 trompas y be.
14 p. s. Ms. 1818
186 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

H/VII-7 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

VENI CREATOR SPIRITUS, a 4 y., con 2 vi., vla., 2 fi., 2 dr.,
2 trompas, cb. y bc.
15 p. s. Ms. 1818

H/VII-8 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

TOTA PULCHRA. MOTETE, a dúo (S T), con 2 vi., via., 2 fi.,
2 trompas y bc.
10 p. s. Ms. 1818

H/VII-9 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

O SACRUM CONVIVIUM. MOTETE, a4 y., con 2 vi., via., 2 fi.,
2 trompas y bc.
12 p. s. Ms. 1818

H/VII-1O JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

FILIAE JERUSALEM, a 4 y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 dr., 2
trompas y be.
14 p. s. Ms. 1818

H/VII-11 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

OH CRUZ GLORIOSA. MOTETE, a 4 y., con 2 vi., via., 2 fi.,
2 trompas y be.
12 p. s. Ms. 1818

H/VII-12 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

a 8 y., con 2 vi,, vIa., 2 fi., 2 cir., 2
HAEC DIES. MOTETE,
trompas y be.
18 p. s. Ms. 1818

H/VII-13 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

QUÉ DICHA, QUÉ GRACIA. VILLANCICO AL SANTfSIMO, a 4 y.,
con 2 vi., via., 2 fi., 2 dr., 2 trompas y be.
14 p. s. Ms. 1818

H/VII-14 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

PERO ES LA DEUDA INMENSA. VILLANCICO DE KALENDA, a 4
y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 cir., 2 trompas, cb. y be.
15p.s. Ms. 1818
 EL ARCHIVO DE MÚSICA.. 187

H/VII-15 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

DIOS INMENSO. VILLANCICO AL SANTÍSIMO, a 4 y., con 2 vi.,
via., 2 fi., 2 trompas, cb. y bc.
13 p. s. Ms. 1819
H/VIII-1 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL
MISERERE, a 8 y., Con 2 vi., via., vlc., cb., 2 fi., 2 trompas
y forte-piano.
18 p. s. Ms. s. a.
H/VIII-2 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL
TE DEUM, a 4 y., con 2 vi., via., vic., cb., 2 fi., 2 trompas
y bc.
14 p. s. Ms. s. a.

H/VIII-3 JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL

SALVE REGINA, a 4 y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 trompas y bc.
12 p. s. Ms. s. a.

H/IX-1 LIBRO DE HYMNOS

Manuscrito, copia de 1803, encuadernado en piei y ador-
nado con clavos de metal. La primera hoja, sin foliar, tie-
ne a la vuelta la tabla. La foliación está hecha al reverso
de cada hoja. No hay indicación de autor en ninguno de
los himnos.
Contiene:
Fol. 1. HYMNUS S. JACOBI APOSTOLI. DEFENSOR AL-
ME HISPANIAE.
En polifonía, los versos 2, 5 y 7.
Fol. 2. HYMNUS CONFESORIS PONTIF. ET NON PON-
TIF. ISTE CONFESOR.
En polifonía, los versos 2 y 4.
Fol. 3. HYMNUS VIRGINUM. JESU CORONA VIRGINUM.
En polifonía, los versos 2 y 4.
Fol. 4. DEUS TUORUM MILITUM.
En polifonía, los versos 2 y 4.
HYMNO DE NUESTRA SEÑORA.
Fol. 5. En polifonía: 1. AVE MARIS STELLA,
5. VIRGO SINGULARIS,
7. SIT LAUS DEO.
188 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

Fol. 6. HYMNUS TRANSFIGURATIONIS DOMINI NOS-

TRI J. C. QUICUMQUE CHRISTUM QUAERITIS.
En polifonía, las estrofas 2 y 5.
Fol. 7. HYMNUS IN FESTO S. TERESIAE VIRG. REGIS
SUPERNI NUNTIA.
En polifonía, las estrofas 2 y 4.
Fol. 8. HYMNUS PRO NEC VIRG. NEC MARTYRE. FOR-
TEM VIRILI PECTORE.
En polifonía, los versos 2 y 5.
Fol. 9. HYMNUS IN FESTO MARIAE MAGDALENAE. PA-
TER SUPERNI LUMINIS.

En polifonía, los versos 2 y 5.

Fol. 10. HYMNUS IN FESTO EXPECTATION. CREATOR.
En polifonía, las estrofas 2, 4 y 6.
Fol. 11. HYMNUS EXSULTET ORBIS GAUDIIS.
En polifonía, las estrofas 2, 4 y 6.
Fois. 12-13 HYMNUS IN FESTO EXALTATIONIS S. CRUCIS.

VEXILLA REGIS.
En polifonía, las estrofas 2, 4 y 6.
Fol. 14. HYMNO PARA LA FIESTA DE SAN MIGUEL. TE,
SPLENDOR ET VIRTUS.
En polifonía, las estrofas 2, 4 y 5.
Fol. 15. HYMNUS IN FESTO 5. RAFAEL ARCÁNGEL. TI-
BI, CHRISTE, SPLENDOR PATRIS.
En polifonía, las estrofas 2 y 4.
Fol. 16. HYMNUS IN FESTO ANGELORUM CUSTODUM.
En polifonía, las estrofas 2 y 4.
Fol. 17. HYMNUS IN FESTO OMNIUM SANCTORUM.
PLACARE, CHRISTE, SERVULIS.

En polifonía, las estrofas 2, 4 y 7.

Fois. 18-20. HYMNUS IN NAVITATE DOMINI. JESU REDEMP-
TOR OMNIUM.
En polifonía: TU LUMEN ET SPLENDOR
PATRIS,
TESTATUR HOC PRAESENS
DIES,
JESU, TIBI SIT GLORIA.
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 189

Fois. 21-23. HYMNUS IN EPIPHANIA DOMINI. CRUDELIS HE-

RODES, DEUM.

En polifonía: IBANT MAGI,

NOVUM GENUS POTENT~AE,

JESU, TIBI SIT GLORIA.
Fois. 24-26. PARA SAN SEBASTIÁN. SANCTORUM MERITIS.
En polifonía: Hl SUNT, QUOS FATUE,

CAEDUNTUR GLADIIS,
TE SUMMA O DElTAS.
Fois. 27-29. HYMNUS IN FESTO 5. 5. NOMINIS JESU.
En polifonía: JESU, DULCIS MEMORIA,
DANS VERA CORDIS GAUDIA,
QUAM PlUS,
JESU, SPES POENITENTIBUS,
QUI ES FUTURUS PRAEMIUM.
SIS, JESU, NOSTRUM GAU-
DIUM.
Fois. 30-32. TRISTES ERANT APOSTOLI.
En polifonía: SERMONE VERAX ANGELUS,
GALILEAE AD ALTA,
DEO PATRI SIT GLORIA.
FoIs. 33-35. HYMNUS IN ASCENSIONE DOMINI. SALUTIS
HUMANAE SATOR.
En polifonía: QUA VICTUS ES CLEMENTIA,
TE COGAT INDULGENTIA,
TU DUX AD ASTRA.
Fois. 36-39. HYMNUS IN FESTO PENTECOSTES.
En polifonía: VENI CREATOR SPIRITUS,
TU SEPTIFORMIS MUNERE,
HOSTEM REPELLAS LONGIUS,
DEO PATRI SIT GLORIA.
Fois. 40-41. HYMNUS IN PESTO 5. S. TRINITATIS.
En polifonía: ¡AM SOL RECEDIT IGNEUS,

PATRI SIMULQUE FILIO.

Fois. 42-44. HYMNUS IN NATIVITATE 5. JOANNIS BAPTISTAE.
UT QUEANT LAXIS.
En polifonía: NUNTIUS CELSO,
VENTRIS OBTRUSO,
SIT DECUS PATRI.
190 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

Fois. 45-46. HYMNUS IN FESTO APOSTOLORUM PETRI ET

PAULI. DECORA LUX.
En polifonía: MUNDI MAGISTER,
SIT TRINITATI.

Fois. 47-48. HYMNUS IN FESTO ELISABETH REGINAE POR-

TUGALIAE. DOMARE CORDIS IMPETUS.
En polifonía: EN FULGIDIS RECEPTA,
PATRI POTESTAS.

FoIs. 49-51. HYMNUS IN FESTO S. GABRIELIS ARCHANGELI.

En polifonía: CHRISTE, SANCTORUM...,

ANGELUS FORTIS,
PRAESTET HOC NOBIS.
FoIs. 52-54. HYMNUS IN FESTO S. JOSEPH SPONSI B. MA-
RIAE y.
En polifonía: TE JOSEPH,
TU NATUM DOMINUM,
NOBIS, SUMMA TRIAS.
FoIs. 55-56. HYMNUS IN FESTO S. S. JUSTI ET PASTOR,
MARTM. ECCE JUSTUS, ECCE PASTOR.
En polifonía: HOC REPENTE DACIANO,
LAUS TIBI PER OMNE TEM-
PUS.
Fois. 57-58; HYMNUS IN DEDICATIONE ECCLESIAE. URBS
JERUSALEM BEATA.
En polifonía: NOVA VENIENS E COELO,
GLORIA ET HONOR DEO.
FoIs. 59-60. HYMNUS IN FESTO SEPTEM DOLORUM B. Y.
MARIAE. O QUOT NUDIS LACRYMARUM.
En polifonía: O SUAVE MITE PECTUS,
EIA MATER.
Fol. 61. CARO MEA.
Fol. 62. ELOXIO. O ADMIRABLE SACRAMENTO.
Fols. 63-64. HYMNUS. PARA LA SEÑA.
En polifonía: VEXILLA REGIS,
IMPLETA SUM [Incompleta]
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 191

ESTANTE 1. Contiene la música manuscrita de don Benito

Lentini y Messina, último maestro de capilla de la Catedral de Las
Palmas, que ejerció este magisterio en 1815 y de 1820 a 1828. Dos
composiciones de los maestros portugueses Manoel da Paixao y Jo-
sé Joaquín Oliveira. Una obra del músico catalán Daniel Imbert.
Otra del organista canario Santiago Tejera. Una obra del composi-
tor francés Camille Saint-Sa~ns,dedicada al obispo fray José de Cue-
to. Y obras manuscritas anónimas, de diversas épocas.

1/1-1 LENTINI, BENITO

MISA PASTORAL, a 3 y., con 2 vl., via., vlc., 2 fi., 2 trom-
pas y bc.
En partitura y en 12 cuadernillos. Ms. 1815

1/1-2 LENTINI, BENITO

MISA, a 4 y., con 2 vl., vla., 2 fi., 2 trompas, cb. y bc.
13 p. s. Ms. 1815

1/1-3 LENTINI, BENITO

TOTA PULCHRA EST MARIA. MOTETE, a 3 y., con 2 vi., via., 2
fi., 2 trompas y bc.
En partitura. Ms. 1815

1/1-4 LENTINI, BENITO

AVE MARIA, a solo (S), con 2 vl., fi. y bc.
~ p. s. Ms. 1815

1/1-5 LENTINI, BENITO

AVE MARIA, a 4 y., con 2 vl., flauta obligada y b.
[Incompleta.] Ms. 1815

1/11-1 LENTINI, BENITO

MISERERE, a 5 y., con 2 vi., vla., vlc., cb. ob., 2 fi., 2 trom-
pas y bc.
En partitura. Ms. 1816

1/11-2 LENTINI, BENITO

LECCIÓN TERCERA DEL MIÉRCOLES SANTO, a solo (T), con 2
vi., via., vlc., ch. y pianoforte.
En partitura. Ms. 1816
192 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

1/11-3 LENTINI, BENITO

SALMO DIXIT DOMINUS, a 5 y., con 2 vi., via., cb. y bc.
En partitura. Ms. 1816
1/11-4 LENTINI, BENITO
ADIUVA NOS, a solo (B), con 3 vi., vla., vlc., 2 fi., 2 trom-
pas y bc.
En partitura. Ms. 1817

1/11-5 LENTINI, BENITO

SICUT ERAT, a solo (T), con 2 vi., vla., vlc., 2 fi., 2 trom-
pas y bc.
10 cuadernillos. Ms. 1818

1/11-6 LENTINI, BENITO

SALMO DIXIT DOMINUS, a 5 y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 bajo-
nes, 2 dr., cb. y bc.
En 14 cuadernillos. Ms 1818
1/11-7 LENTINI, BENITO
MAGNIFICAT, a 5 y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 bajones, 2 dr.,
y be.
En partitura. Ms. 1818

1/11-8 LENTINI, BENITO

SALMO LAUDATE DOMINUM, a 5 y., con 2 vi., vla., 2 fi., 2
trompas, cb. y be.
En partitura. Ms. 1818

1/11-9 LENTINI, BENITO

SALMO BEATUS VIR, a 5 y., con 2 vi., vla~,2 fi., 2 dr., 2
trompas, cb. y be.
En partitura. Ms. 1818

1/11-10 LENTINI, BENITO

MISERERE, a 4 y., con 2 vi., via., 2 fi., 2 trompas, cb. y be.
En partitura. Ms. 1819
1/11-11 LENTINI, BENITO
LAMENTACIÓN PRIMERA DEL VIERNES SANTO, a 4 y., con 2
vi., via., 2 fi., 2 trompas y b.
En partitura. Ms. 1819
 EL ARCHIVO DE MÚSICA.. 193

1/11-12 LENTINI, BENITO

LAMENTACIÓN TERCERA PARA VIERNES SANTO, a 4 y., con 2
vi., via., 2 fi., trompa, cb. y be.
En partitura. Ms. .1819

1/11-13 LENTINI, BENITO

TE DEUM LAUDAMUS, a 4 y., con 2 vi., via., vlc., 2 fi., 2
trompas, ob., 2 dr., 2 trombones, figle, timbales y be.
En partitura. Ms. 1819

1/111-1 LENTINI, BENITO

ASCENSIÓN. OH, TÚ, JERUSALEM, a 3 y., con 2 vi., 2 fi., 2
dr., 2 trompas y b.
En cuadernillos. Ms. 1820

1/111-2 LENTINI, BENITO

1., 2 fi., 2 trompas,
ELOGIO AL SANTfSIMO, a 3 y., con 2 y
cb. y bc.
En partitura y en cuadernillos. Ms. 1820

1/111-3 LENTINI, BENITO

VENID, PEREGRINOS. VILLANCICO DE CORPUS, a 3 y., con 2
vi., 2 fi., 2 trompas, 2 bajones, cb. y be.
En partitura y en cuadernillos. Ms. 1820

1/111-4 LENTINI, BENITO

PRIMER VERSO DE NONA. PRINCIPES PERSECUTI SUNT, a solo
(A), con 2 vi., via., vlc., cb., 2 fi., 2 trompas y be.
En cuadernillos. Ms. 1820

1/111-5 LENTINI, BENITO

SEGUNDO VERSO DE NONA, para solo de flauta, con 2 vi.,
2 fi., 2 dr., 2
vlc., trompas y be.
En partitura. Ms. 1820

1/111-6 LENTINI, BENITO

DEL CIELO A LA TIERRA. VILLANCICO DE KALENDA. (Poesía
de don Juan Sail), a 4 y., con 2 vi., via., vlc., 2 fi., 2 ob.,
fagot, trompa, trombón, figle y timbales.
En partitura. Ms. 1821
194 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

1/111-7 LENTINI, BENITO

AVE MARÍA, a dúo (2S), con 2 y., vlc., 2 fi., ob., 2 trompas
y cb.
En partitura. Ms. 1821

1/111-8 LENTINI, BENITO

QUINTO VERSO DE PRIMA. ADHAESIT PAVIMENTO, a solo (S)~
con 2 vi., vlc., 2 fi., 2 trompas y be.
En partitura. Ms. 1826

1/111-9 LENTINI, BENITO

SÉPTIMO VERSO DE NONA. FIAT MANUS TUA, a solo (S), con
2 vi., 2 fi., 2 trompas y be.
En partitura. Ms. 1827

1/111-10 LENTINI, BENITO

EXALTABO TE DOMINE. MOTETE, a 4 y., con 2 vi., 2 fi., 2
trompas y be.
En partitura. Ms. 1827

1/111-11 LENTINI, BENITO

LAMENTACIÓN TERCERA PARA JUEVES SANTO. EGO VIR VI-
DENS, a solo (T), con 2 vi., via., vlc., 2 fi., 2 trompas y cb.
10 p. S. Ms. 1828

1/111-12 LENTINI, BENITO

SALVE REGINA, a 4 y., con 2 vi., via., vlc., 2 fi., ob., 2 trom-
pas y cb.
En partitura. Ms. 1829

I/IV-1 LENTINI, BENITO

STABAT MATER, a 4 y., con 2 vi., 2 fi., ob., dr., 2 trompas
y cb.
En partitura. Ms. 1834

I/IV-2 LENTINI, BENITO

REGINA COELI, a 4 y., con 2 vi., via., vlc., 2 fi., 2 trom-
pas y cb.
En partitura. Ms. 1835
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 195

I/IV-3 LENTINI, BENITO

VERSO DE PRIMA O DE NONA, A TODO INSTRUMENTAL, DEL
MAESTRO ROSSINI, ARREGLADO POR B. LENTINI, Y DÚO DE
FLAUTAS SOBRE MOTIVOS DE BELLINI Y DONIZETTI.
En cuadernillos. Ms. 1839

I/IV-4 LENTINI, BENITO

VERSO CUARTO DE NONA, INSTRUMENTAL A TODA ORQUESTA
SOBRE MÚSICA DEL MAESTRO ROSSINI.
En cuadernillos. Ms. 1840

I/IV-5 LENTINI, BENITO

RETRIBUE SERVO TUO, a solo (A), con 2 vl., via., vlc., 2 fi.,
2 ob., 2 trompas, 2 trombones y cb.
En cuadernillos. Ms. 1844

I/IV-6 LENTINI, BENITO

SALMO DEUS IN NOMINE TUO, TOMADO DE UNA ÓPERA DE
ROSSINI, a solo (T), Con 2 vi., vla., vlc., 2 fi., 2 trompas, 2
trombones y cb.
En cuadernillos. Ms. 1844

I/IV-7 LENTINI, BENITO

FILIAE REGUM, a 3 y. y órg.
En partitura. Ms. 1845

I/IV-8 LENTINI, BENITO

SOLO DE CLARINETE, COfl 2 vl., via., vlc., 2 fi., 2 ob., 2
trompas, 2 trombones y cb.
En partitura. Ms. 1845

I/IV-9 LENTINI, BENITO

VERSO DE TROMPA, con 2 trombones, 2 trompas, 2 figles
y fagot.
En partitura. Ms. 1845

1/1V-lO LENTINI, BENITO

VERSO DE TROMBÓN Y FIGLE, con 2 vi., vla., vlc. y bc.
En partitura. Ms. 1845
196 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

1/1V-li LENTINI, BENITO

VERSO DE PRIMA, para terceto de clarinete, trompa y fa-

got, con 2 vi., vlc., 2 dr., ob., 2 trompas y 2 trombones.

En partitura. Ms. 1846

I/V-1 LENTINI, BENITO

ADIUVA NOS, a solo (B), con 2 vi., via., 2 fi., 2 trompas

y bc.
En cuadernillos. Ms. s. a.

I/V-2 LENTINI, BENITO

APROPINQUET, a 4 y., con vlc., 2 fi., 2 dr., 4 trompas y cb.
En partitura. Ms. s. a.

I/V-3 LENTINI, BENITO

VILLANCICO, a 4 y., con 2 vi., vic., 2 fi., 2 trompas y cb.
En partitura. Ms. s. a.

I/V-4 LENTINI, BENITO

LAMENTACIÓN PRIMERA DE VIERNES SANTO, a 3 y. (S A T).
En partitura. Ms. s. a.

I/V-5 LENTINI, BENITO

LAMENTACIÓN TERCERA DE VIERNES SANTO, a 3 y. (S A T).
En partitura. Ms. s. a.

I/V-6 LENTINI, BENITO

MISA DE RÉQUIEM, a 4 y., con 2 vl., via., 2 fi., 2 trompas
y cb.
En cuadernillos. Ms. s. a.

I/V-7 LENTINI, BENITO

MAGNE PATER, a 3 y., con 2 vi., 2 fi., 2 trompas y bc.
En cuadernillos. Ms. s. a.

IJV-8 LENTINI, BENITO

SOLO DE VIOLONCELO, con 2 vi., vla., vic., cb., 2 fi. y 2
trompas.
En cuadernillos. Ms. s. a.
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 197

I/V-9 LENTINI, BENITO

VIVET ANIMA MEA, a dúo (2S), con 2 vi., 2 fi., 2 trompas

y bc.
En partitura. Ms. s. a.

11V-lO LENTINI, BENITO

LAUDATE DOMINUM, a 3 y.

[Incompleta] Ms. s. a.

I/VI-1 PAIXAO, MANOEL DA

MISA, a 3 y., con 2 vi., 2 ob., 2 trompas y bc.
[Incompleta] Ms. s. a.

I/VI-2 OLIVEIRA, JOSÉ JOAQUÍN

MISA, a 3 y. y be.
En 4 cuadernillos. Ms. s. a.

I/VI-3 IMBERT, DANIEL

MISERERE, a dúo (T B), con 2 vi., via., fi., dr., 2 trompas,
corneta y bajo.
En partitura. Ms. s. a.

I/VI-4 TEJERA, SANTIAGO

INTERMEDIOS PARA EL TE DEUM, para flauta, 2 clarinetes,
saxofón, trombón y bombardino.
En 8 cuadernillos. Ms. 1889

I/VI-5 SAINT-SA~NS,CAMILLE
ANTÍFONA E HIMNOS A SANTA TERESA DE JESÚS. “Copia del
original, dedicado al señor obispo fray José de Cueto y
Díez de la Maza, regalada al Cabildo Catedral en 13-8-
1897”.—Nota de don Pedro Díaz y Suárez, canónigo.
Ms. 1897
I/VII-1 ANÓNIMO
MISA DE PORT., a 8 y. (2S 2A 2T 2B), con violón y órg.
8 cuadernillos y 2 p. s. Ms. s. XVII

I/VII-2 ANÓNIMO
AVECILLAS DEL PRADO, VENID, VENID. VILLANCICO, a 4 y.

(2S A T).
4 p. s. Ms. s. XVII
198 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

I/VII-3 ANÓNIMO
ES LA NIÑA SIN MÁCULA Y PURA. VILLANCICO, a solo y a 4
y.(2S A T), con arpa.
5 p. s. Ms. s. XVII

I/VII-4 ANÓNIMO
DIXIT DOMINUS, (ocr. VOC.), (2S 2A 2T 2B) y be.
9 p. s. Ms. s. XVII

I/VII-5 ANÓNIMO
FILIAE JERUSALEM, a 8 y. y be.
8 p. s. Ms. s. XVII

I/VII-6 ANÓNIMO
LAETATUS SUM, a 8 y.
8 cuadernillos. Ms. s. XVII

I/VII-7 ANÓNIMO
VENI ELECTA MEA, a8 y., con órg. y be.
8 p. s. Ms. s. XVII

IIVII-8 ANÓNIMO
ROGATIVAS. PARA EL AGUA. PARA LA LANGOSTA. PARA CUAN-
DO VIENE NUESTRA SEÑORA DEL PINO Y SE LLEVA EL SAN-
TÍSIMO CRISTO DE LA VERA CRUZ A LA SANTA IGLESIA
4 p. s. Ms. s. XVII

I/VII-9 ANÓNIMO
SALVE, a 8 y. y be.
9 p. s. Ms. s. XVII

1/VII-lO ANÓNIMO
MISERERE, a 4 y. y be.
5 p. s. Ms. s. XVII

J/VIII-l ANÓNIMO
MISA, a 7 y. (4S 2A B), con arpa.
8 cuadernillos. Ms. s. XVIII

I/VIII-2 ANÓNIMO
SALVE, a solo y a 5 y. (2S A T B), con 2 vi. y arpa.
8 p. s. Ms. s. XVIII
 EL ARCHIVO DE MÚSICA.. 199

I/VIII-3 ANÓNIMO
ORACIÓN DE JEREMfAS, a solo (S), con vi., violón, clave y
arpa.
5 p. s. Ms. 1774

I/VIII-4 ANÓNIMO
AL SEÑOR SAN BLAS. VILLANCICO, a 7 y. y bc.
8 p. s. Ms. 1786

I/VIII-5 ANÓNIMO
HUMILDES, VENID. VILLANCICO AL SANTÍSIMO, a 4 y., con 2
vi., via., 2 fi., 2 trompas y bc.
12 p. s. Ms. s. XVIII

I/VIII-6 ANÓNIMO
MAGNIFICAT, a dúo (A T), con 2 dr, y b.
5 p. s. Ms. 1820

I/VIII-7 ANÓNIMO
MISA PADUANA, a4 y. (S A T B),
4 p. 5. Ms. s. XIX

I/VIII-8 ANÓNIMO
MAGNIFICAT, a 3 y. (S A T) y be.
4 p. s. Ms. s. XIX

I/VIII-9 ANÓNIMO
RECITADO AUNQUE EL JUSTO RIGOR, Y ARIA: EN BORRASCAS
SIN IGUAL, a solo (T) y be.
En cuadernillo. Ms. s. XIX

1/VIII-lO ANÓNIMO
OH, RAMAS DESDICHADAS.
[Incompleta]. Ms. s. XIX

I/IX-1 ANÓNIMO
DOCE TOCATAS, para 2 violines, viola, 2 flautas y acompa-
ñamiento al piano.
6 cuadernos. Ms. s. XIX
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E/XV - 3.—JOAQUIN GARCIA. VILLANCICO A LA ASCENSIÓN 1741.

Curiosa portada que informa sobre la salud de cantores y ministriles, olvi-
dando el título de la obra.
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 EL ARCHIVO DE ML~JSICA... 201

INDICE ALFABÉTICO DE COMPOSITORES, CON EXPRESIÓN DE LAS

SIGNATURAS CORRESPONDIENTES A SUS OBRAS

Van impresos en cursiva los nombres de los compositores

—maestros, organistas y músicos— que formaron parte
de la capilla de música de la catedral de Las Palmas.

ANÓNIMOS: I/VII-1 a 1/VII-lo, I/VIII-1 a 1/VIII-lO y 1/IX-1.

BACH, JOHANN SEBASTIÁN: F/VI-1.
BETANCUR, AGUSTÍN JOSÉ: G/IV-1 y G/IV-2.
CABELLO, MELCHOR: B/XI-1 y B/XI-2.
CAPITÁN, MAESTRO (MATEO ROMERO): A/II-5 y A/II-6.
CUEVAS, JUAN DE: B/I-14.
CHESSA, MELCHIORE: F/VI-5.
DURÓN, DIEGO: B/IV-1 a B/IV-6, B/V-1 a B/V-14, B/VI-1 a BjVI-5,
B/VII-1 a B/VII-13, B/VIII-1 a B/VIII-3, B/X, B/XI-1, B/XI-2, C/I-1 a
C/I-25, C/II-1 a C/II-24, C/III-1 a C/III-31, C/IV-1 a C/IV-18, C/V-1 a
C/V-24, C/VI-1 a C/VI-25, C/VII-1 a C/VII-14, C/VIII-1 a C/VIII-17,
C/IX-1 a C/IX-22, C/X-1 a C/X-18, C/XI-1 a C/XI-17, C/XII-1 a C/XII-38,
C/XIII-1 a C/XIII-25, C/XIV-1 a C/XIV-52, C/XV-l a C/XV-26, C/XVI-1
a C/XVI-23, C/XVII-1 a C/XVII-18 y G/VII-6.
DURÓN, SEBASTIÁN: A/IV-4 y A/IV-5.
FIGUEREDO BORGES, JUAN DE: B/III-l a B/III-10.
FRANCÉS DE IRIBARREN, JUAN. Véase IRIBARREN, JUAN FRANCÉS DE
GARCÍA, JOAQUÍN: D/I-1 a D/I-15, D/II-1 a D/II-12, D/III-l a D/III-13,
D/IV-1 a D/IV-14, E/I-1 a E/I-31, E/II-1 a E/II-37, E/III_1 a E/III-32,
E/IV-1 a E/IV-30, E/V-1 a E/V-31, E/VI-! a E/VI-28, E/VII-1 a
E/VII-31, E/VIII-1 a E/VIII-31, E/IX-l a E/IX-26, E
1’X-l a E/X-19,
E/XI-1 a E/XI-28, E/XII-1 a E/XII-30, E/XIII-l a E/XIII-25, E/XIV-1
a E/XIV-31, E/XV-1 a E/XV-30, E/XVI-I a E/XVI-40, E/XVII-I a
E/XVII-16 y E/XVIII-1 a E/XVIII-19.
GARCÍA, VICENTE: A/IV-6 y A/IV-7.
GARCÍA PACHECO, FABIÁN: F/III-10 y F/III-1l.
GONZÁLEZ MONTAÑÉS, JUAN: B/I-13.
GUERRA, MATEO: G/l-! a G/I-12.
GUERRERO, FRANCISCO: A/I-1 a A/I-16 y A/y.
HAYDN, FRANZ JOSEPH: F/VI-1.
HERNÁNDEZ, FRANCISCO: A/III-4 a A/III-7.
HYMNOS, LIBRO DE: H/IX-1.
IMBERT, DANIEL: I/VI-3.
IRIBARREN, JUAN FRANCÉS DE: F/IV-1 a F/IV-10.
202 LOLA DE LA TORRE DE TRUJILLO

JUÁREZ o JUARES, ALONSO. Véase: XUÁREZ, ALONSO.

JURADO DE BUSTAMANTE, MIGUEL: H/V-1 a H/V-14, H/VI-1 a H/VI-6,
H/VII-1 a H/VII-15 y H/VIII-1 a H/ViII-3.
LENTINI, BENITO: 1/1-1 a 1/1-5, 1/11-1 a 1/11-13, 1/111-1 a 1/111-12, I/IV-1
a 1/1V-li y 1/Y-! a 1/Y-lO.
LITERES, ANTONIO: F/III-3.
LOBO, ALONSO: A/I-17 y A/I-18.
LÓPEZ DE VELASCO, SEBASTIÁN. Véase: VELASCO, SEBASTIÁN
LÓPEZ DE.
MARQUÉS, [~MIGUEL?]: A/III-2.
MARTI, JOSÉ: F/I1I-4.
MAYO, FRANCISCO: F/VI-3.
MENdA, MANUEL DE: F/V-1 a F/V-16.
MILLARES, CRISTÓBAL JOSÉ: G/VI-1 a G/VI-3.
MIR, JOSÉ: F/III-2.
MISÓN, LUIS: F/III-8.
MORALES, CRISTÓBAL DE: A/V.
MOZART, WOLFGANG AMADEUS: F/VII-1.
MUELAS, DIEGO DE: F/III-9.
NAVARRA, FRAY BENITO DE: A/IV-1.
NEBRA, JOSÉ DE: F/III-1.
NUÑES, JOAQUÍN: H/IV-i a H/IV-11.
OLIVA, ANTONIO: G/II-1 a G/1I-3.
OLIVEIRA, JOSÉ JOAQUÍN: I/VI-2.
PAIXAO, MANOEL DA: I/VI-i.
PALOMINO, JOSÉ: H/I-i a H/I-5, H/II-1 a H/II-15 y H/III-i.
PATIÑO, CARLOS: A/II-7 a A/II-li.
PÉREZ BAYLÓN, JERÓNiMO: B/IX.
REDONDO, FRANCISCO: Bu-li y B/I-]2.
RODRÍGUEZ DE HITA, ANTONIO: F/I-1 a Fil-li y F/II-1 a F/II-6
RODRÍGUEZ MARTÍN, JOSÉ: G/III-1 a G/III-8.
ROESER: F/VI-1.
ROMERO, MATEO. Véase: CAPITÁN, MAESTRO (MATEO ROMERO).
SAINT-SAENS, CAMILLE: I/VI-5.
SAN JUAN, [~ATILANO?]: A/III-i.
SAN MARTINO, GIOVANNI BATTISTA: F/VI-2.
SARTI, CARLO: F/VI-4.
SELZICHT, J. G.: F/VII-2.
SUÁREZ RAVELO, JUAN: A/IV-2.
 EL ARCHIVO DE MÚSICA... 203

TAVARES, MANUEL DE: B/I-1 a Bu-lo, B/IX, B/XI-1, B/XI-2 y G/J-l2.

TABARES, NICOLÁS DE: B/IX.
TEJERA, SANTIAGO: I/VI-4.
TORICES, JOSI~ ALONSO: A/III-3.
TORRE, JOSÉ MARÍA DE LA: G/V-l a G/V-9.
TORRENS, FRANCISCO: G/VII-1 a G/VII-8, G/VIII-1 a G/VIII-18, G/IX-1
a G/IX-12, G/X-1 a G/X-16, G/XI-l a G/XI-18, G/XII-1 a G/XII-23,
G/XIII-1 a G/XIII-17, G/XIV-l a G/XIV-8, G/XV-1 a G/XV-14 y
G/XVI-1 a G/XVI-18.
VALOIS, B.: F/VI-l.
VELASCO, SEBASTIÁN LÓPEZ DE: A/II-l a A/II-3.
WRANISKI, PAUL: F/VII-3 y F/VII-4.
XUÁREZ, ALONSO: AJIV-3.
YOLDI, MIGUEL DE: B/II-1 a B/II-16.
ZACARIAS, F.: F/III-5 a F/III-7.
MISCELÁNEA
 HOMENAJE A DON MIGUEL DE
UNAMUNO EN FUERTEVENTURA

El día 12 de diciembre de 1964 los directivos del Casino “El

Porvenir” de Puerto del Rosario organizaron un justificado homenaje
a la memoria de don Miguel de Unamuno por el primer centenario
de su nacimiento.
Aquel gran sentidor que estuvo confinado en la isla canaria desde
el 10 de marzo hasta el 9 de Julio de 1924, echó, allí, profundas raíces.
En ella escribió casi todo un libro altamente poético y al mismo
tiempo prosaico, titulado “De Fuerteventura a París,” allí, como él
dice “es donde he llegado a conocer la mar, donde he llegado a una
comunión mística con ella, donde he sorbido su alma y su doctrina”,
y finalmente, en Fuerteventura, se revivió como un “marino quijote”
y vio, entre la mar y el cielo, “otra cara de Dios y otra cara de
España.”

ACTOS DEL HOMENAJE

12 h. Descubrimiento de una lápida conmemorativa en la casa

que habitó Unamuno.
12,30. Inauguración, en los salones del Casino de la exposición
“Paisajes del alma” con una charla de don Ramón Castañeyra
“A la memoria de don Miguel de Unamuno en el centenario de su
nacimiento”.
208 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO...

19,30. Velada literaria en el salón de actos del Cabildo insular

con arreglo al siguiente orden:
Presentación por don Roberto Roldán Verdejo, Lcdo. en Letras
y Derecho, juez de Puerto del Rosario.
Conferencia sobre el tema “Unamuno y sus amigos canarios” por
don Sebastián de la Nuez Caballero, catedrático de literatura del
instituto de Santa Cruz de Tenerife y profesor de la Universidad de
La Laguna.
* * *

El Museo Canario tiene el gusto de ofrecer a sus lectores los

textos de las disertaciones de este programa. A todos agradecemos
el permiso que nos han dado para editarlos, sumándonos con ello
al homenaje debido a la extraordinaria figura literaria y humana
de don Miguel de Unamuno en el primer centenario de su nacimiento.
 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO. 209

1. A LA MEMORIA DE DON MIGUEL DE UNAMUNO

EN EL CENTENARIO DE SU NACIMIENTO

Por RAMÓN CASTAÑEYRA SCHAMANN

El 29 de septiembre se cumplieron los cien años de su naci-

miento. En 1891 obtuvo la cátedra de lengua y literatura griega
en la Universidad de Salamanca. Poco después inició su actuación
de publicista en varios periódicos y revistas de la Península y de
Hispano-América. A medida que transcurren los años se va cimen-
tando y enalteciendo su nombre esclarecido. El diez de marzo
de 1924 se extendió por el mundo la noticia de su presencia en
Fuerteventura que estimó unida para siempre a sus más entrañados
sentimientos y la consideró “tesoro de salud y de nobleza”.
El 31 de diciembre de 1936 estando Unamuno en su casa junto
al brasero y en diálogo con don Bartolomé Aragón, le dijo: “España
se tiene que salvar. Se salvará. Dios no puede darle la espalda”.
Entonces observó el Sr. Aragón que una pantufla del ilustre pensador
echaba humo y le advirtió: “Se está Vd. quemando, don Miguel”.
Pero él nada contestó. Estaba ya dormido en el seno de Dios. Pocos
días antes había redactado su epitafio en los términos siguientes:

Méteme, Padre Eterno, en tu pecho,

misterioso hogar;
dormiré allí, pues vengo desecho,
del duro bregar.

Esta fue la última voluntad cardinal de su fecunda vida.

Don Miguel era alto, ancho, macizo; de altas mejillas, nariz
aguileña, afilada barba blanca, y en las hondas cuevas, bajo la alta
frente que prolongaba un pelo acerado, dos ojos que miraban inten-
samente... Los primeros días nos desconcertaba su mirada viva,
penetrante; pero luego nos entusiasmaron sus dotes de conversador,
afirmándose los vínculos de una amistad exacta.
Unamuno se levantaba muy temprano y seguidamente subía a
la azotea para leer la Biblia durante un par de horas. A continuación
210 hOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO...

se desayunaba, empezando la tarea de cada día. Aquí escribió gran

parte de su libro De Fuerteventura a París y nos dio a conocer los
sonetos que dedicó a esta Isla cuando “lloraban su trágico primer
llanto”, como expresa en la carta-prólogo del mismo. Colaboró en
varios periódicos de diversos países. A la una almorzaba y después
leía o contestaba la numerosa correspondencia que recibía. A las siete
de la tarde terminaba su diario quehacer y venía a buscarnos para
dar el paseo que se hizo costumbre y se prolongaba hasta las nueve
de la noche. Los temas elegidos giraban en torno a la poesía. Tenía
en su magín versos de los poetas más destacados de todos los tiempos,
y en atención preferente de Carducci, Guerra Junqueiro, Antero
de Quental, Verdaguer, Maragall...
La impresión en él dominante era de una inflexible concentración
de la voluntad y de la mente. Bagaría, caricaturista genial, representó
una vez a Unamuno como un mochuelo. Certera penetración del ca-
rácter porque todo ese torbellino de vitalidad estaba atravesado por
la inmovilidad de dos ojos clavados en la noche espiritual. Y esta
intensa mirada fija en el misterio, era el eje de acero en que el espíritu
de don Miguel giraba desesperadamente. Su tónica fundamental fue
la concentración de toda su alma en el misterio del destino del hom-
bre. Hay algo de la austera entereza de San Ignacio de Loyola en su
sentimiento trágico de la vida. Heredero de aquellos grandes espa-
ñoles que consagraron su vida a la exploración de los reinos de la fe,
vivió acongojado por haber perdido el fondo firme en que ellos tenían
su anda segura. y, sin embargo, solo en el mundo moderno, se negaba
a dejarse distraer de la tarea esencial del cristiano, la salvación de
su alma, que, en su interpretación significaba la conquista de la in-
mortalidad, de su propia inmortalidad. Unamuno tiene en sus libros
los implacables pensamientos de un torturado que niega, y las deses-
peradas afirmaciones de un alma sedienta de vida eterna. Como
creador no tenía los defectos del que no siente hondamente; pero sí
los del hombre que no puede dominar su pasión.
Como poeta debemos considerarlo robusto y denso por la ele-
vación de sus más inspiradas concepciones. Su poesía alta, serena,
concisa, fue yunque de superior actividad intelectual, estimulada por
 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO. 211

el tesoro de una cultura secular vastísima. En Muere en el mar el ave

que voló del buque la emoción y el pensamiento aparecen fundidos
en una forma exquisita. Y en la que tituló El desierto está todo~entero
don Miguel con su sed insaciable de perennidad.
De palabra y por escrito estirnó lugares predilectos pará su reposo
eterno, Montaña Quemada, Playa Blanca, o el Peñasco que se adentra
en la sabana líquida azulada. Las noches de luna le agradaba ten-
derse en la finísima arena de Playa Blanca, y procuraba que sus pies
quedaran muy cerca de la orilla, contemplando con singular deleite
el flujo y reflujo de la inmensidad marina, que luego asociaba a sus
pensamientos acunados con el suave rumor de las olas.
El diario paseo en la dirección de la rosa de los vientos que elegía
don Miguel, se continuó hasta la víspera de su marcha.
Cuando llegó la hora de la despedida, en el momento de subir
al bote que lo trasladó al buque que lo esperaba fondeado en la bahía
de Calefuste, dejó esta Isla llorando. “Dejaba raíces de roca y raíces
en la roca”. Nosotros experimentamos honda angustia que se pro-
longó hasta después de desaparecer en el horizonte el navío que vino
en su búsqueda.
Fue eximio poeta, novelista profundo, publicista notable y es-
forzado adalid de nuestra lengua que elevó a cumbres de grandeza
pocas veces igualada.
Cantó a nuestra Isla con nobles acentos merecedores de recor-
dación. Veamos un ejemplo:

Raíces como tú en el océano,

echó mi alma ya, Fuerteventura,
de la cruel historia la amargura
me quitaste como si fuera con la mano.
Toqué a su toque el insondable arcano,
que es la fuente de nuestra desventura
y en sus olas la mágica escritura
descifré del más alto soberano.
Un oasis me fuiste, isla bendita,
la civilización es un desierto
donde la fe con la verdad se irrita.
Cuando llegué a tu roca llegué a puerto
y esperándome allí a la última cita,
sobre tu mar vi el cielo todo abierto.
212 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO...

Otra:

Eras mi luna ya, Fuerteventura,

gigante espejo del gigante ocaso,
del sol de España en su postrer postura.

Y otra:

¡Cuántas tardes de amargura

del hondón de la historia de nuestra España,
me endulzaste en tu mar, Fuerteventura!

Hoy sentimos vibrar nuestra alma consonada con los hijos espi-
rituales del gran escritor, unido para siempre a su “isla bendita”
que le recuerda como su poeta dilecto y le ofrenda en el primer cen-
tenario de su nacimiento, sus más acendrados sentimientos de ad-
miración y de cariño.

2. PRESENTACIÓN DEL ACTO LITERARIO

Por ROBERTO ROLDÁN VERDEJO

Señoras, señores:
No ha querido el Casino de Puerto del Rosario dejar pasar este
año de homenaje nacional a Unamuno sin celebrar algún acto público
en su recuerdo. Y digo recuerdo más que homenaje, porque a dife-
rencia de otras ciudades donde actos similares se han realizado, aquí,
en Fuerteventura, aún queda la huella de su paso. Hombres de Fuer-
teventura; paisajes de Fuerteventura, que aun conviven entre nos-
otros, guardan todavía su recuerdo de hace cuarenta años.
Unamuno llegó a esta Isla, desterrado, en 1924. Abandonaba
primero una Salamanca universitaria y tranquila. Luego, un Madrid
bullicioso donde aquel año se criticaba o alababa a Primo de Rivera
en el Café de Levante o en Lhardy; donde Raquel Meyer lanzaba
con éxito su cuplé “Violetas Imperiales”; donde los toreros de moda
del año eran Nicanor Villalta y Marcial Lalanda. Un Madrid que veía
desaparecer poco a poco las floristas de la calle de Alcalá y que
 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO. 213

acogía con entusiasmo la inauguración de la nueva línea del “metro”

Puerta del Sol-Ventas.
Llegó Unamuno a esta Isla y en vez de darse a la amargura y
al rencor, al sentirse desplazado de sus círculos de trabajo, encerró
al político, al novelista y al dramaturgo~y dejó en libertad al poeta.
Escudriñó la Isla y tomó de Fuerteventura lo que la Fuerteventura
de los años veinte podía ofrecerle: Playa Blanca, la Montaña Que-
mada de Tindaya, la flor de la aulaga, la soledad, el mar...
Pesimista, no en vano fue el introductor en España de la filosofía
de la angustia de S~irenKierkegaard, pero con un pesimismo de lo que
más tarde llamaría Mussolini pesimismo eficiente; con un lenguaje
verdaderamente ático (no en vano era también Catedrático de Lite-
ratura y Lengua Griega en Salamanca), Unamuno le dejó a Fuerte-
ventura el regalo de sus sonetos y su cariño, lanzando su nombre
más allá de las fronteras con su libro De Fuerteventura a París.
Por todo ello, el Casino de Puerto del Rosario recogió con
especial afecto la idea de este recuerdo a Unamuno, cerrando el home-
naje nacional, al ser la última ciudad española en celebrarlo. Y en-
tonces nos preguntamos ¿qué se puede decir todavía sobre Unamuno
en 1964? Se ha dicho ya todo lo imaginable. Se ha rebuscado en su
vida y sus notas. Se ha dicho de él que era mal cristiano, que era buen
cristiano, que ni siquiera era cristiano. Se ha estudiado al novelista,
al filósofo, al poeta. Se le considera como un político derechista,
izquierdista, centrista y hasta carlista. ¿Qué decir, pues, de él?
Abandonando estas facetas, nos decidimos por ofrecer al público
de Puerto del Rosario algo nuevo, algo personal e íntimo: Unamuno
y sus amigos de Canarias.
Para ello se ha invitado, y amablemente ha aceptado, al Profesor
De la Nuez Caballero, a quien hoy tengo el honor de presentar. Ca-
nario, un poco canario de las dos provincias isleñas, (nació en Las
Palmas, se formó y trabaja en Tenerife), el Profesor De la Nuez
Caballero ha sido por auténtica vocación un estudioso de la Lite-
ratura. Con descuido de otros trabajos más lucrativos que desempeña
por su otra carrera universitaria, se ha dedicado con éxito y esfuerzo
a la literatura, regentando durante años la Cátedra de Crítica Lite-
raria de la Universidad de La Laguna y obteniendo finalmente la
Cátedra de Literatura.
Encariñado con el tema de Unamuno en Canarias, publica en
214 IIOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO...

1960 su primer trabajo sobre el mismo, titulado Unamuno en Fuerte-

ventura. Continúa su investigación y en este mismo año las prensas
universitarias de La Laguna dan a la luz su obra Unamuno en Ca-
narias, documentadísima y completa, y que lo ha convertido en el
mejor especialista del tema.
Oigamos, pues, la palabra del Profesor De la Nuez Caballero.

3. UNAMUNO Y SUS AMIGOS CANARIOS

Por SEBASTIÁN DE LA NUEZ CABALLERO

Señoras y Señores:
Venir a hablar a ustedes, aquí, de Unamuno y sus amigos es
como venirles a hablar de una persona familiar de sobra conocida,
es como venir a hablar de vuestras cosas y de vuestros afectos. Está
ya tan ligado el recuerdo de la recia personalidad de don Miguel
al suelo de Fuerteventura, a su paisaje y a su estética, que no podía
faltar un acto, como éste, dedicado al primer centenario del naci-
miento del gran rector salmantino. Hemos pues de felicitar, en primer
lugar, al presidente del Casino “El Porvenir” y luego a todas las auto-
ridades y personas que han contribuido a ello, aunque ya no haya
sido tanto el acierto en elegirme a mí para llevar a cabo este recuerdo.
Vaya la disculpa, acaso, porque he dedicado muchas horas y también
muchos días, a seguir las huellas de don Miguel por las Islas,
tanto en sus relaciones con nuestros paisanos como en las impresiones
que dejó en numerosos artículos y poesías, donde habla de Canarias,
en uno u otro aspecto, y sobre todo a estudiar la influencia de éstas,
entre las que ocupa Fuerteventura un lugar muy destacado.
A mis oyentes mayores, donde aún queda el recuerdo de la pre-
sencia directa de Unamuno, que precisamente ahora hizo 40 años
de su estancia y confinamiento en esta Isla, les servirá para rememorar
sus horas junto al grande hombre, y a los jóvenes les servirá para
evocar un pasado, que aunque no vivido, todavía viviente gracias
a sus poemas y a sus cartas, donde parece revivir de nuevo Unamuno.
He creído útil, sobre todo, rememorar su figura, su carácter y
sus amistades, sobre todo, a través de sus epístolas, ya que en ellas
 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO. 215

se refleja, mejor que en otro lugar, su alma al desnudo, con mayor

sinceridad y hondura. A muchos sorprenderá —cuando se publique
el inmenso epistolario unamuniano— la humana figura que se podrá
dibujar con su sencillez, con sus pasiones y sus odios, que nos darán
un hombre lleno de zozobras e íntimas inquietudes, un hombre llano
y humilde, atento y preocupado por sus prójimos y amigos~

Entre las amistades canarias de Unamuno las hay de todas las

clases. Desde las breves y fugaces que sólo dejaron una ligera huella
en su ánimo, como la de don Salvador Pérez, presidente de la so-
ciedad “El Recreo” de Las Palmas, hasta aquellas que impresionaron
vivamente su espíritu, como la del gomero Macías Casanova o la del
poeta Alonso Quesada, o aquellas, aunque del momento, cordiales
y afectuosas, como la de los Millares, o tiernas e infantiles como
la del niño Dominguín Padrón, o las profundas y duraderas como
la de vuestro y nuestro Ramón Castañeyra. De todos queremos apun-
tar al menos las impresiones que dejaron o movieron el ánimo de
don Miguel en un momento dado de su vida. Procedamos, pues, no
por categorías e importancia, sino por orden cronológico, que es un
orden vital.
Aparte de unos viejos amigos canarios con los que Unamuno
se puso en contacto, desde sus tiempos de estudiante en Madrid,
entre los que se encuentran don Pedro Hidalgo y don Antonio Sán-
chez, tenemos, en primer lugar a un canario universal, con quien
don Miguel hizo amistad, más bien epistolar que directa. Me refiero
a don Benito Pérez Galdós con quien sostuvo una correspondencia
interesantísima, que he podido consultar en la Casa-Museo Pérez
Galdós de Las Palmas.’
Son complejas las relaciones entre ambos escritores; pero,
a mi juicio, la obra de Galdós es una de las preocupaciones literarias
e ideológicas más cercanas a Unamuno de lo que a primera vista
parece. No cabe duda que en la vida de don Miguel hay etapas de
acercamiento y de alejamiento de la obra galdosiana. El primer con-

1.—Véase mi trabajo “Unamuno y Galdós en unas cartas”, en Ínsula

(Madrid), núm. 216-217, nov.-dic. 1964.
216 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO...

tacto corresponde aún casi a la niñez, de la que él mismo nos cuenta:

“recuerdo aquellos años de mi mocedad soñadora y atormentada,
en que, con los ecos de la guerra civil, de que fui inocente testigo,
en mis oídos, leía las primeras novelas de Galdós, las de su época
de liberalismo romántico, Gloria, La familia de León Roch, Doña
Perfecta”. Y a continuación confiesa que: “No las he vuelto a leer.
No quiero, por ahora al menos, volver a leerlas. Pero recuerdo cómo
me hacían latir el corazón y empañarse en lágrimas mis ojos”.
Esta actitud apasionada e idealizadora de la primera lectura
de Galdós fue la que presidió las primeras relaciones de ambos es-
critores. Pero el epistolario abarca una época más amplia (1898-1912),
y en ella podemos seguir varias actitudes de Unamuno respecto a
la obra de Galdós, pues no en vano atraviesa, en este período, las
crisis más importantes de su madurez. a) La primera actitud, entre
1898-1905, es de más dependencia, aunque se notan las divergencias
profundas que les separan. Bien claro se ve cuando exclama: “¡ Si
usted supiera cuántas veces recuerdo a su Amigo Manso! o cuando
“,

dice: “Su Nazarín de usted se mueve, aunque con amplitud y vigor,

en el moralismo latino. Tenía razón Clarín al decir que no tenía casi
nada de místico, como apenas lo tuvo San Francisco de Asís”. b) Otra
actitud puede estar representada por el entusiasmo que siente por
doña Juana, principal personaje de Casandra, pero que señala, al mis-
mo tiempo, la diferencia de pensamiento, ingenuamente liberal y
progresista científico de Galdós, y el suyo, angustiado por la eterna
congoja de los problemas metafísicos y religiosos: “Hace falta eso
—dice—, el pobre Dios preso de la materia, a quien tenemos que
liberar. Y créame, amigo don Benito, no es la Ciencia sólo, y ante
todo no es principalmente la Ciencia, la que nos ha de libertar”.
(Carta del 25-XII-1905).
Pero siempre guardó don Miguel ante la persona de don Benito
una actitud respetuosa, y por la siguiente carta que copiamos —que
es la última que le dirigió— vemos que le solía enviar sus obras.
dramáticas, aun a sabiendas de la diferencia de criterio que cada
uno tenía sobre la concepción teatral.

11 -XII - 12
Sr. D. Benito Pérez Galdós:
Hoy mismo le envío a usted, mi querido amigo y maestro, el manuscrito
de mi Fedra. Como yo aunque creo saber algo de literatura dramática nada.
 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO... 217

sé de técnica teatral ignoro que deficiencias de elementos puedan ser las que
dificulten ahí poner esta mi tragedia. Como usted verá no exige ni trajes
ni decoraciones ni aparato alguno. Trajes los de la calle, decoración cual-
quiera. Ni exige mucho personal. No juegan sino seis personajes y de ellos
sólo tres principales. Como que me he propuesto hacer una tragedia de
la mayor sencillez y desnudez. Por eso mismo, por su simplicidad, por no
defenderse en ella el actor con accesorios, creo que debe tentar a los buenos
actores. Siento en este caso no ser mujer, que si lo fuese era capaz de ofre-
cerme a hacer Fedra. Y en cuanto al público.., quién lo conoce? Yo no s~
si una tragedia así, desnuda, escueta, con la menor retórica posible, sin
discursos, sin episodios, sin distracciones, con la pasión en carne viva podrá,
producir o no efecto. Sólo sé decirle que a mí eso que llaman teatro poético
(! ! !) en colaboración con sastres, peluqueros, tapiceros, escenógrafos y hasta
músicos y danzarines me hastía. He querido hacer en moderno una cosa
clásica, severa y patética a la vez. Usted verá si lo he logrado.
En cuanto a La Venda es una cosilla simbólica en un acto y tres cuadros
que deseo repasar y corregir y así que esté repasada y corregida se la enviaré.
Al amigo Said Armesto le gustó en efecto, mucho, pero yo... Ya trataremos
de esto.
Tengo otros dos dramas, uno representado ya en Tenerife, Las Palmas,
Málaga, Cádiz y aquí y que Villagómez me lo va a poner de nuevo en Bar-
celona, y otro que entregué hace dos años a Oliver.
Este cortejamiento del teatro es, amigo don Benito, algo que siempre
se me ha resistido. lic sospechado alguna vez que muchas de las dificultades
con que he tropezado habríanse allanado con un viaje mío a esa Corte, pero
a esto no me decidiré por razones que alguna vez le expondré de silla a silla.
Pronto hará tres años de la última vez que estuve en esa. Pero esto de lo que
parece mi antimadrileñismo sin serlo es historia de largo contar. Me resisto
a ir a esa a perder tiempo en tertulias, salones, saloncillos, etc., ejerciendo
de pedigüeño. Y basta.
Sabe como le quiere, respeta y admira su amigo,

Miguel de Unamuno.

Todavía don Miguel volverá a enfrentarse con la figura y la obra

literaria de Galdós, precisamente cuando estuvo confinado en esta
isla de Fuerteventura bajo la dictadura de Primo de Rivera. En el
párrafo de una carta dirigida a don Ramón Castañeyra nos sitúa
en este último acercamiento de Unamuno a la obra de don Benito:
“Nunca podré olvidar que fue ahí, —dice---- y gracias a usted y a su
librería, como releí a Galdós y aprendí a conocerlo. Pues le debo
declarar que aun cuando yo conocí y traté a don Benito, mi ver-
dadero conocimiento de su obra data de mi estancia en esa.” (Carta
del 12-IV-1932). A consecuencia de esa relectura Unamuno cambia,
218 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO...

en ciertos aspectos, sus ideas sobre Galdós, como él mismo dice:

“me permito modificar y rectificar mi juicio estético de su obra parte
a mejor y parte a peor”. ¿Cuáles son las causas que hacen mejorar
o empeorar la figura del Galdós de sus últimos años? Él no lo
dice claramente, sólo podemos conjeturarlo por algunas frases: 1.0,
la principal causa de censura puede estar en “su falta de estilo mdi-.
vidual” que le llevó a definir la personalidad artística “como una
representación de la impersonalidad”; 2.°,la causa más importante
de su revalorización está que los personajes “y los héroes —cómicos
y trágicos— de don Benito vienen en mi memoria trabados con el sol
desnudo de Fuerteventura”, que se enlazan siempre con sus años
de mocedad, que ahora se tranforman en poesía:

de la mar libre, días liberales

que me llenó de ensueño don Benito.
(De Fuerteventura. - - s. XXXIX)

Es natural que dos hombres de generaciones distintas y tan ca-

racterísticos, como Unamuno y Galdós, tuvieran hondas diferencias.
Lo que les separa más son las preocupaciones religiosas y el estilo
desnudo del primero, y las ideas progresistas y el estilo abundante
y popular del segundo. Pero les unen otras muchas cosas: la creación
y concepción de los personajes en la novela y en el teatro, las preo-
cupaciones lingüísticas y el estilo, en el terreno propiamente artístico,
las ideas en torno a la sociedad y a la historia contemporánea, y
sobre todo les acerca el hondo apasionamiento por el presente y
el porvenir de la patria común.

II

Uno de los amigos canarios, contemporáneo de Unamuno, es

el ilustre periodista y culto crítico don Domingo Doreste Rodríguez,
nacido en Las Palmas en 1868 y muerto en 1940 en la misma ciudad,
más conocido por el seudónimo de Fray Lesco. En sus tiempos
de estudiante de Derecho en la Universidad de Salamanca conoció
a don Miguel e hicieron amistad. A él se le debe, en gran parte,
el primer viaje que hizo Unamuno a Canarias en 1910 para actuar
de mantenedor en unos Juegos Florales de Las Palmas. Fray Lesco,
 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO... 219

con un espíritu muy unamuniano, ejerció la crítica literaria, histórica

y artística, con gran libertad y con ideas muy originales, en la prensa
de Las Palmas y en revistas de América y de la Península. Se le
puede considerar como el crítico canario del 98, pues él fue el que
agitó las conciencias y abrió, tanto a las artes (recuérdese la Escuela
de Luján) como a las letras, nuevas posibilidades y horizontes. Ejer-
ció un papel de guía en la generación de los intelectuales en Canarias,
semejante al papel de Ganivet o Unamuno, salvando las diferencias,
en la Península.
Al anunciarse, en la prensa, la designación de Unamuno para
mantenedor de los Juegos, Domingo Doreste salió al paso de los co-
mentaristas maldicientes diciendo:

Comprendo que nuestros grandes filisteos hubieran preferido un político

de renombre, uno de esos hombres que sólo tienen vida pública y no intensa
vida personal, que no son maestros porque nada tienen que enseñar... Temen
que venga Unamuno y le dé por sacudirles el tablero de ajedrez y les des-
componga el orden de las piezas.

Hemos tenido también la suerte de poder copiar una carta del

propio Unamuno —entre otras— que le dirigió a Doreste cuando ya
estaba decidido a hacer el viaje a Canarias. Veamos como le anun-
cia que está preparando su discurso o le habla del estreno de su pri-
mera pieza teatral La Esfinge y de la venta de sus libros en Las
Palmas:

30 - III - 10
Sr. D. Domingo Doreste:
Por fin, mi querido amigo, por fin contesto a sus dos cartas. Desde luego
su carta abierta “De vuelta a Las Palmas” ha de serme muy útil ahí. Pues
es ya cosa decidida el que vaya en la segunda quincena de junio. Ya ve
usted, sólo para eso han diferido los Juegos Florales. Juegos Florales.., uf!
ya sabe usted la mala voluntad que les tengo, pero los tomaré como otras
veces he hecho, de mero pretexto. Y con tal de visitar eso... Sus noticias
sobre el literatismo que ahí —como aquí— domina y la falta de concepto
europeo de la ciencia, del sabio y del progreso son noticias que he de utilizar:
usted lo verá. En las notas que estoy tomando para mi discurso, y lo que
luego salte, su carta abierta figura a la cabeza del expediente.
Ruiz Tatay, el actor, me habló de ese público ahora, en Madrid. Y me
hizo concebir una elevada idea de él. Hay, por lo que él me dijo, un grupo
de gentes cultas que se enteran y conservan la respetuosidad que aquí va
perdiéndose. Y eso de la curiosidad que usted me dice vale. Acaso sea cosa
220 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO...

de isleños que ven pasar muchas gentes. Los griegos de las islas, los hijos
de Ulises, eran curiosos. Usted sabe la historia de las sirenas, tal cual en
la Odisea se nos narra.
He pasado esta Semana Santa en Madrid, a donde tuve que acudir para
asuntos. Y de paso traté lo del teatro. Oliver y la Cobeña están entusiasmados
con el último drama que les entregué, aquél —creo que le he hablado de ello—
en que transcurren 25 años de acto a acto. Quieren hacerlo en Barcelona
y Bilbao y luego en Madrid a principios de temporada, para que dure más.
Después de él —en que fian mucho— darían La Esfinge.
Por lo que hace a los ejemplares de mi Quijote, cuando vaya a esa
lo arreglaré ahí mismo. Estará usted entonces ahí? Yo no voy a enseñar
e informar, sino a aprender e informarme; voy sobre todo a conocer esas
islas, sobre las que quiero escribir luego. Pienso traerme de ahí un mamo-
treto de apuntes y notas. Mi propósito es desde luego enviar a La Nación
de Buenos Aires algunas correspondencias sobre eso y luego hacer un libro
si la materia da para ello.
Y basta por hoy. Sabe cuan su amigo es,

Miguel de Unamuno.

Ya en Las Palmas don Miguel de Unamuno, al que siempre in-

teresan las personas más que sus teorías y sus obras, o los productos
ficticios de la civilización, se encuentra con un auténtico “hogar de
espíritus” en la casa familiar de Luis Millares Cubas, escritor y mé-
dico. Conocida es su interesante figura a través de sus obras y de las
referencias que han hecho críticos y familiares de su vida. Nace en
Las Palmas en 1861 y muere también en ella en 1925, estudia medi-
cina en Barcelona en compañía de su hermano Agustín, que hace de-
recho, y juntos han de colaborar siempre en sus obras literarias. De-
jan una interesantísima obra novelesca y teatral aún no estudiada
como se merece. Entre sus cuentos destacan los comprendidos en
La tierra canaria, especialmente el titulado Cristobalito Molinos, y
también una serie de piezas teatrales que recogieron bajo el título
de Teatrillo, entre las que se encuentra la pieza maestra, Compañe-
rito. Pero lo que tenemos que destacar aquí es la tertulia de la casa
de don Luis, abierta a todos los intelectuales de la floreciente ciudad
y a los viajeros que, como Unamuno, mensajero de la cultura, que se
ponían en contacto, aunque fuera por poco tiempo, con la tierra isle-
ña. He aquí un párrafo del artículo de despedida de Unamuno, don-
de recuerda aquella casa con emoción:

Me llevo el recuerdo de las horas de la tarde que mataba, mejor dicho

 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO... 221

que vivificaba, en casa de Luis Millares, departiendo de lo humano y lo divino

—acaso más de lo divino que lo de lo humano— y bordeando de Continuo
el misterio entre una y otra taza de té. Y aquellas lecturas entre aquel grupo
de jóvenes que sueñan y que a su modo, un modo nada bullanguero, pro-
testan. (De Un recuerdo puro).

Y en una carta a Alonso Quesada, dos años después de su visita

a Las Palmas, recuerda con nostalgia aquellas tertulias en el acoge-
dor hogar:

El pasado verano, hubo tardes que me sorprendí fingiéndome que iba

camino de casa de Luis Millares a comulgar con todos ustedes, en aquel patio
al pie de las enredaderas.

Aunque no conservamos ninguna carta de Unamuno a los her-

manos Millares Cubas, tenemos repetidos testimonios del afecto que
siempre guardó don Miguel a estos escritores canarios. Aparte de las
citas que hemos leído y de las referencias que hace a ellos en cartas
y en artículos, tenemos el propio testimonio de don Luis como con-
testación a una carta de Unamuno perdida:

Su Carta flOs produjo alegría y un poquito de orgullo. Hemos dejado

huella en su memoria, recuerdo agradable, casi nostalgia de unos días pasados
en nuestra compañía. ¿Qué más pudiéramos desear?
Tenía yo la pesadumbre de creer que no habíamos llegado a meternos
en su corazón, no porque estuviese blindado sino por torpes nosotros y hasta
temerosos de aparecerle demasiado meridionales en las manifestaciones
del cariño. Y ahora resulta que hemos llegado dentro y ocupamos un sitio
en su casa.

Precisamente en esta casa de los Millares conoció Unamuno a

Manuel Macías Casanova, muchacho de veinte años, venido de la
Gomera a Las Palmas, y que ya se había destacado entre los jóvenes
intelectuales por sus artículos y ensayos periodísticos, donde se apun-
taba una filosofía intimista y radical. Él fue el que escribió uno de
los mejores comentarios al estreno de La Esfinge de Unamuno en
Las Palmas, y luego a la llegada real de la persona le acompañó en
todo lugar, corno una sombra, y sobre todo a la famosa excursión a
las cumbres de la isla. El mismo don Miguel dirá: “me cobró un
afecto, diré más bien, un apego, que teniendo algo de ultrahumano,
tenía algo de canino”. Efectivamente su voluntad fue seguir al maes-
tro a Salamanca, a “beberle sus palabras” y a tomar sus enseñanzas.
222 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO...

Pero un destino fatal rompería para siempre estos proyectos. El rec-

tor salmantino ños lo cuenta de una manera patética en el prólogo
a El Lino de los Sueños del común amigo Alonso Quesada, que se
convierte, al final, en una elegía por Macías Casanova:

murió —dice---— de repente y violentamente, cuando menos se esperaba

y de un modo trágico. Tenía por costumbre ir tocando a las cosas, dando
golpecitos con la mano a los árboles, a los muros, como quien aislado entre
los hombres, buscaba el contacto de las cosas, de la madre Tierra.
Al tocar a un poste sustentador de alambres eléctricos, la corriente lo en-
volvió: abrazóse al poste, y allí murió sin poder decir nada, ni una palabra
de despedida a sus amigos; él, el silencioso. Y cuando recibí la noticia fue
como si otra corriente me envolviese, y me abracé mentalmente a su recuerdo,
y me quedó grabada en el alma, a fuego, aquella su mirada silenciosa y escru-
tadora que bebía mis palabras.

No conocemos ninguna carta dirigida al joven Macías, pero es

la persona de la cual tenemos más testimonios directos en artículos,
prólogos o comunicaciones, sin contar con que, a nuestro parecer, fue
el único amigo canario de Unamuno que se encarnó en un personaje
novelesco y dramático, como hemos creído haber demostrado en
otro lugar. 2
Tal fue el apego y la adhesión de aquel joven, que don Miguel
llegó a sentir cierta zozobra, cierta inquietud, ante aquella alma que
se entregaba enteramente para ser modelada, definida, en el futuro.
Y así le vio, en la despedida, lleno de ansias:

Nunca me olvidaré de la despedida —dice—. Parecía salírsele el alma

por los ojos. Me hablaba de libertad, de desaislarse. Porque el taciturno,
aunque poco, hablaba. Y me prometió venir acá, a estudiar a Salamanca,
a estar junto a mí y a apacentar sus oos de presa a este páramo en que ni
se presiente el mar, “él, el isleño”.

Y este muchacho llegó a ser como nuevo personaje de sus obras.

soñadas, al que debía darle vida, y, en cierto modo, prolongarse en
él, en su real existencia. Por eso nos parecen lógicas estas palabras
de Unamuno:

Soñé en él... ¡Yo si puedo decir de él que se me murió! —~Seme murió

2.—Para ello véase en el próximo núm. de la Rey. Occidente de Lisboa

mi estudio “Vida y drama de Tulio Montalbán”.
 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO... 223

Macías! Dios— ¡Bendito sea hasta cuando nos castiga! —me arrebató
una obra de las manos.

Diez años más tarde, aquel personaje ya casi mítico, aquella al-
ma poco modelada, que había ido ahondando en el espíritu de Una-
muno, se encarnó —carne y símbolo del aislamiento— en un perso-
naje de su novelita Julio Montalbán y Julio Macedo (1920), transfor-
mada, después de su estancia en Fuerteventura, en el drama Som-
bras de Sueño, más densa, más profunda, porque en esta Isla sí que
comprendería, por propia experiencia, toda la desolación del aisla-
miento, y el verdadero sentido de la mar, que en esta obra pasa a ser
personaje vivo y presente.

III

Unida a la figura del extraño Macías Casanova, surge la del gran

poeta canario Rafael Romero, más conocido por Alonso Quesada,
autor de El lino de los sueños, prologado por Unamuno, y de Los ca-
minos dispersos, prologado por Gabriel Miró. No hace falta insistir
en el significado y en el valor de la obra de este gran poeta, que aun
está por estudiar en toda su dimensión. Su vida no fue muy larga.
Apenas salió de Las Palmas y los dos viajes que hizo dejaron huella
en su poesía. Uno fue a Madrid, donde se puso en contacto con los
intelectuales que redactaban la revista España y con la editorial
Biblioteca Nueva, que le publicarán algunos poemas y su drama
La Umbría. El segundo viaje fue a Tenerife, a una fiesta del Ateneo
de La Laguna... dedicada a las Canarias, donde se pone en contacto
con los poetas de la escuela regional de esa Isla, y hace amistad
con Tabares Bartlett, Carlos Cruz y otros. El resto de su vida
lo pasó en su ciudad, preso en las redes de un modesto empleo
burocrático en el antiguo Banco British, y teniendo como escape
a la ancha válvula de su corazón la redacción de sus amargos o
tiernos poemas, que iba publicando en el periódico Ecos y en
otras revistas. En los Juegos Florales de Las Palmas de 1910,
que presidió Unamuno, Alonso Quesada obtiene el segundo premio,
donde Tomás Morales alcanza el primero. Desde esta fecha co-
mienza su amistad con don Miguel, y se mantendrá hasta el
fin de su vida. Precisamente cuando Unamuno pasó por Las
224 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO...

Palmas, camino de Fuerteventura, en el año 1924, volvió a saludar

a su amigo y discípulo, herido ya de muerte, pues falleció tísico po-
cos meses después de este último encuentro.
En las cartas de don Miguel dirigidas al poeta canario se puede
ver el tono cordial y comprensivo en que se desarrolló esta entraña-
ble amistad que acercaba a dos seres afines. Le habla de un bello
poema de Quesada dedicado al recuerdo de Macías, del perenne tema
del aislamiento, de los comunes amigos de Canarias y, como era na-
tural, de sus proyectos literarios. Escojamos una de las más caracte-
rísticas, donde sorprendemos unas líneas de sincera admiración por
los últimos poemas de su joven amigo, cuya poesía le parece ya ma-
dura para darla a conocer a un público más amplio. Obsérvese como
le consuela de su aislamiento, y como finalmente le habla de la obra
teatral que acaba de terminar, Fedra, y que por aquellas fechas, le
había enviado a Galdós, como sabemos por una carta que hemos leí-
do más arriba:

20 - XII - 12

Sr. D.Rafael Romero:

Gracias a Dios que en estas benditas vacaciones de Navidad puedo escri-
birle cuatro letras, mi querido amigo. No le tenía olvidado, no, no, no; me
es imposible olvidar a esa isla de tranquilidad y de afecto y a los que ahí
dejé. Es que... Basta! Le veo suspirando en su jaula, en su isla —tanto
la exterior y geográfica como la interior— y suspirando por libertad. Y créame,
es mucho más dulce cantar enjaulado a la libertad, que estar libre y sin
canto. Nadie canta lo que tiene. Su Oración de media noche, su Oración
vesperal todo se lo sugiere el enjaulamiento. Y a qué cambiar acaso?
Pero sí. En jaula más grande sentiría usted mayor anhelo de libertad,
pues cuanto más se tiene más se siente lo que falta. Crecen nuestras nece-
sidades a medida de nuestras satisfacciones. Aquí, y esto no es mucho mayor
que eso —esto es la Península— se le agrandará lo que ahí le falta. Aquello
de Bendita la pobreza de mi casa! es delicadísimo, de esa poesía íntima
y familiar a que nuestro recio temple rara vez nos lleva. Supongo recogerá
usted todo eso; siquiera para satisfacción de unos pocos. Debe usted pro-
ponerle la publicación a la Biblioteca Renacimiento y dígale a Martínez Sie-
rra que soy yo quien se lo he indicado y que si algo puedo hacer para su
mayor difusión lo haré. Desde luego recomendárselo a mis lectores de
La Nación de Buenos Aires.
Yo tengo material para otro libro de poesías, pero no sé cuando lo daré.
Otras cosas. Quién es un Don Luis Morales Sevil? Qué hace Néstor
el pintor? Escriben algo los Millares? Déme noticias de eso, que lo recuerdo
todo con deleite y no desconfío de volver por ahí.
 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO.. 225

Yo, como sabrá, metido en una breve campaña de agitación agraria,

que es también hacer poesía. El año este me lo he pasado en los doce ensayos
Del sentimiento trágico de la vida que me publicó La España Moderna
—desde el número de diciembre del pasado 1911 hasta el de éste— y que es,
creo, mi obra capital, sin excluir la Vida de D. Quijote y Sancho. Ésta habrá
salido ya a la luz en italiano y aquélla me la están traduciendo.
Ando ahora con cosas de teatro, y sobre todo con una Fedra moderna
que no sé si me la pondrán en el Español. Es una tragedia muy desnuda,
con la pasión en carne viva, sin retórica y con un mínimo de personajes,
y sin colaboración de escenógrafos, sastres, tapiceros, etc. Lo que les leí ahí,
El pasado que vuelve lo dejo para más adelante.
Salude a todos los amigos empezando por los Millares. Sabe le quiere
SU amigo,
Miguel de Unamuno.

Evoquemos también ahora aquella amistad infantil que trabó

don Miguel, en los últimos días de su estancia en Las Palmas. Según
nos cuenta él mismo, en un precioso artículo titulado “Un recuerdo
puro”, que sirvió de pretexto para despedirse de sus amigos y de
toda la ciudad, que tan afectuosamente le habían acogido, se le pre-
sentaron una mafíana, en el hotel, tres niños, José, León y Domingo
Padrón, con una carta y unos pliegos de papel blanco para que les
enseñara a hacer pajaritas. Don Miguel les hizo un pingüino, y les
dijo que volviesen de nuevo; pero dejemos contar el episodio al mis-
mo Unamuno, a través de algunos párrafos de su bello artículo:

Y un domingo, a la mañana, volvió solo el más pequeño, Domingo,

de ocho años, y mientras yo, tendido en la cama, lejos de mis hijos, plegaba
y cortaba papel para él, mantuvimos una conversación. Y no la olvidaré nunca.
Este niño me sacó mi niñez a flor de alma, este niño me infundió el sen-
timiento de respeto que al hombre se debe. “Máxima debetur pueris reventia”.
Aquel rato de la mañana del domingo del día santo, fue un rato de oficio
de pureza.
—Dice que “si hay en la Península algún libro en que se enseñe esto”.
Y yo “que si lo hay, no lo conozco”.
—“~Ustedha inventado estas cosas?”— me preguntaba. Y yo “que unas
sí y otras no”. “El pingüino, sí lo he inventado”. Y me sentí crecer dentro
de mí al sentir cómo crecía a los ojos del niño.
Me informé de su vida toda, de sus estudios. Me dijo que asoiraba
a llegar a capitán. Es hijo de militar. Y yo me veía acercándome ya a los
sesenta, rendido acaso de luchar con mis armas por mi patria. Y él, Domingo
Padrón, defendiéndola cuando empezaba a recobrar su antiguo esplendor.
Porque España volverá a ser grande y respetada.
226 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO...

—“Y tus hermanos, ¿qué van a estudiar?”—, le pregunté. Y él: “según

las manías de ellos” ¡Qué respuesta! Así es, la vocación suele ser una manía,
“una forma de locura”. —“~Quién es el más listo de vosotros?”—, le dije.
Y él: “Mi padre dice que yo”. —“~Y tú qué crees?”— añadí. Y él sencilla-
mente, sin petulancia: “lo mismo que mi padre”. Esta serena y sencilla fe en
el propio valor, fundada en el testimonio ajeno, es admirable.

Le sometí a una especie de examen, me mostró sus conocimientos de

geografía; le hice dibujar uno de esos deliciosos dibujos infantiles, un tío
y un cuadrúpedo indefinible, fantástico, que tal vez sea la profecía de una
fauna venidera. Le hice firmar el dibujo y me lo llevo como uno de mis
mejores recordatorios de Las Palmas.

Salió Dominguín de mi cuarto llevando un gran gorro de visera, hecho

a su medida con un número de La Mañana, el elefante, la góndola, la mitra,
la tetera y el lirio, todo en amable compañía, y me quedé yo pensando, mejor
dicho, imaginando cosas indecisas y vagas.
No sé si algún día volveremos a encontrarnos en los caminos de la vida
Dominguín Padrón y yo, pero si volvemos a encontrarnos, tal vez cuando él
se halle en su primavera y yo en el invierno de mi existencia; ese recuerdo
despertará en mí el recuerdo de una de las horas más puras de mi vida.

Iv
Además de estas amistades adquiridas por don Miguel en su
primer viaje a Las Palmas, también tiene otros contactos con inte-
lectuales y políticos de Tenerife, entre los que se destacan los que
le acompañaron y acogieron en su fugaz, pero provechoso paso por
La Laguna y sus alrededores, los poetas Carlos Cruz, Gil Roldán y
Rodríguez Figueroa, de los que no hemos podido obtener más que
recuerdos o testimonios indirectos.
Finalmente pasamos a hablar de los amigos que Unamuno dejó
en su entrañable Fuerteventura, aun a riesgo de cometer inexactitu-
des, y dejar algunos en olvido por no tener datos suficientes para com-
pletar sus figuras o las relaciones que sostuvieron con don Miguel.
Por los testimonios que tenemos y porque así lo afirman todos,
comenzando por el mismo Unamuno, la figura central en la amistad
y en la atención del gran confinado, fue la de don Ramón Castañeyra
Schamann.3 Bien clara se refleja esta amistad en la carta-prólogo que

3.—La presencia del Sr. Castañeyra en el acto de esta disertación dio

más sentido a nuestras palabras.
 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO... 227

tuvo el honor de presidir el libro De Fuerteventura a París, porque,

como el autor decía: “es justo que sea el nombre de usted el que
primero vaya en cabeza de este libro doloroso, ya que usted fue el
verdadero padrino de estos sonetos, el primero que los conoció, el
que los recibió lívidos del parto cuando lloraban el trágico primer
llanto y hasta asistió usted a la gestación de alguno de ellos”. Esto
significa que Unamuno le consultó y le leyó a don Ramón, cuando
aún los estaba componiendo, muchos de los sonetos que forman esa
colección desconcertante, hecha de pasión y de alta poesía.
No son pocas las pruebas que tenemos de que fue don Ramón
Castañeyra quien le suministraba la prensa de Las Palmas y de la
Península, cuando llegaba, una vez por semana, en el correo interin-
sular, con lo cual daba tiempo a don Miguel a meditar y asimilar
tranquilamente las noticias nacionales y extranjeras de “la fugaz eter-
nidad”, como él decía. Pero los testimonios más directos y más fieles
(aparte de los que el mismo don Ramón pueda darnos) son las tres
magníficas cartas de Unamuno dirigidas a su amigo de Fuerteventu-
ra, que tuve el privilegio y el atrevimiento de publicar en los Apén-
dices de mi libro sobre Unamuno en Canarias.’
Se me permitirá, aunque sea volver sobre lo mismo, recordar al-
gunos pasajes, donde se nos presenta a lo vivo la corriente entraña-
ble y cordial sostenida por Unamuno con esta tierra fuerteventurosa
y con los amigos conocidos y tratados en ella.
Así empieza la carta, fechada en París el día 29 de diciembre
de 1924:

Ya es hora, mis queridos amigos —y digo así porque ésta va dirigida

a todos mis buenos amigos de esa los mejores que tengo! que usted re-
presenta— ya es hora de que les escriba.

Y ¡con qué infinita nostalgia le habla, más adelante, de su es-

tancia en la Isla desértica!

¡Fuerteventura! ¡Mi Fuerteventura! ¡Cuánto he hablado de ella con

mi querido Mr. Flitch... Si viese que mi fin se acercaba y que no podía

4.—Publicado por la Universidad de La Laguna, en el año de 1964, como

una de las obras dedicadas a conmemorar el centenario de don Miguel
de Unamuno.
228 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO...

morir en mi tierra más propia, en mi Bilbao, donde nací y me crié o en

mi Salamanca, dondo han nacido y se han criado mis hijos, iría a acabar
mis días ahí, a esa tierra santa y bendita, ahí, y mandaría que me enterrasen
o en lo. alto de la Montaña Quemada o al lado de ese mar, junto a aquel
peñasco a que solía ir a soñar o en Playa Blanca.

Se siente deudor de la riqueza espiritual adquirida en esta Isla,

entre sus habitantes acogedores y sencillos y desea hacer algo por
ella y por todos y cada uno de sus amigos:

Me preocupa mucho —le dice a don Ramón— esa isla, me preocupa

mucho lo que tengo que hacer para pagarle mi deuda de gratitud. Lo que he
de escribir sobre ella en una obra que aspiro a que sea una de las más dura-
deras de mi tierra nativa... Ah! cuándo volveré a ver esas peladas montañas
desde la mar, en una barquita de Hormiga? ¿Cuándo volveré a sentarme
en aquella roca, junto a aquellas ruinas, a brisarme el corazón acongojado
con el canto eterno de la mar apaciguadora? Qué raíces echó ahí mi corazón!

Les dedica a todos y a cada uno de los amigos y contertulios de

las reuniones que se celebraban a la puerta de la casa de Castañeyra
o en el hotel Fuerteventura, un saludo y un recuerdo simpático y
cordial.

Bien quisiera ir dedicando —dice— un recuerdo a cada uno de ustedes,

a su padre, a sus hermanos, a Don Víctor —le escribiré cuando me sienta
en ánimo de confesión— a Don Paco Medina, a Don Pancho el juez, a todos
los de la tertulia inolvidable, al patriarca de Tetir... Don Matías López...
Un abrazo a todos y Dios quiera que cuando vuelva los encuentre a todos
en pie y sanos y animosos. Y volveremos a la Oliva y a Pájara, y a la finca
de Barreira, y besaré con lágrimas en los ojos, —como salí de ahí— esa
tierra sedienta.

A estos testimonios hay que añadir los suministrados por un

anónimo articulista de El Tribuno de Las Palmas y por José Pérez Na-
ranjo, a través de Vicente Borges, en un artículo titulado “Unamuno
en zapatillas por Fuerteventura”, publicado en El Día de Tenerife.
Ambos nos informan sobre pormenores de la tertulia de Castañeyra,
donde se tomaba el aperitivo y el refresco y se hacían los honores a los
forasteros acabados de llegar, donde se charlaba de todos los temas
humanos y divinos y donde se proyectaban las excursiones que luego
se hacían a Pájara, a Gran Tarajal o a Betancuria. A ellos asistían
“aparte del dueño de la casa, don Aquilino Fernández (al que don
Miguel llama “el fantástico Aquilino, conejero”), don Lorenzo Cas-
 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO. 229

tañeyra, don Juan Pérez Medina —mi padre—, Soriano, su insepa-

rable compañero de viaje”.
Y con qué memoria, después de ocho años, se acuerda de amigos
y personas que conoció en la Isla, como le dice a Castañeyra réme-
morándolos en una carta fechada en 1932:

¡ Qué de recuerdos! El hotelito, aquel Piserra —a quien he vuelto a ver—

Medina su cuñado, el chico aquel que nos servía, el notario, el juez, el secre-
tario municipal, todos los de la tertulia aquella frente a la mar.., y a todos
los que fui conociendo en mis correrías por la isla. La Oliva, Pájara, Betan-
curia, Gran Tarajal...

La última carta que fue dirigida por don Miguel a don Ramón
Castañeyra es la fechada el 22 de abril de 1936, en aquellos días, lle-
nos de presagios, que anunciaban la terrible tormenta de sangre que
iba a descargar sobre la pobre España, que tanto le dolía. Carta que,
al ser releída, nos hace estremecer por su clarividencia, ya que hasta
nos habla de su propia muerte, que había de ocurrir al finalizar la
última campanada de aquel año trágico.
He aquí como hablaba de su supuesta muerte y como nos da fa-
miliares detalles de su estado de salud:

Pues no sólo no me he muerto, como usted ve —digo me parece...—

sino que ni he estado a punto de ello. Lo que si he tenido es un fuerte
ataque de reuma, en la pierna izquierda, que me ha tenido diez días encamado
y hoy he vuelto a ello —le escribo desde la cama— pero sin fiebre y sin dejar
de leer y escribir y aun despachar, pues me traen acá la firma.

Y como siempre, a pesar de los años transcurridos, vuelve a re-

cordar a Fuerteventura y a deseai~revivir los días pasados en ella:

Cuánto me acuerdo de esa bendita isla. ¿Cuántas veces pienso que

estaría mejor ahí, en Puerto Cabras, o en La Oliva, o en Pájara, o en la An-
tigua, o en Betancuria... Cuándo podré volver a reveer eso y a darle un
abrazo ahí?

No queremos terminar sin recordar, con ustedes, una muestra

poética de Unamuno, escrita e inspirada en el suelo de la Isla quijo-
tesca. Porque nuestro escritor fue, ante todo, un gran poeta que sin-
tió y pensó con el corazón, profunda y angustiosamente, a España y
a Dios, y como símbolos de esa patria y de ese camino hacia la divi-
230 HOMENAJE A DON MIGUEL DE UNAMUNO...

nidad encontró a Fuerteventura, la Isla libre y bañada por la mar

infinita:

Isla de libertad, bendita rada

de mis vagabundeos de marino
quijote, sentí en ti. ¿Orden del sino?
cómo la libertad se encuentra aislada.

Aislamiento feliz que es la alborada

de la liberación de su destino,
que así la pobre irá por donde vino
hasta su cuna, su postrer morada.

Libertad, libertad, isla desierta,

conciencia de la ley, que es servidumbre,
tu no eres casa, no eres más que puerta;

mas por la puerta entre Dios la lumbre

dentro de la casa y nos mantiene alerta,
no nos rindamos a la vil costumbre.

(Soneto LXXV)
RES EÑAS
 RESEÑAS 233

LUdEN FEBVRE y HENRI-JEAN MARTIN: La aparición del libro.—

Traducción al español por el Dr. Agustín Millares Carlo. México,
—

Unión Tipográfica Editorial Hispano Americana (Talleres de Impre-

sora Dante), 1962. —XXV + 440 + 32 láms., con 2 mapas. (La —

Evolución de la Humanidad. Biblioteca de Síntesis Histórica, Sección

Segunda: Orígenes del Cristianismo y Edad Media, tomo LXX).

En una bellísima conferencia, pronunciada en Utrecht el año 1926 por

el eminente historiador holandés Johan Huizinga (recogida luego con el tí-
tulo “La tarea de la historia cultural” en el libro: Hombres e Ideas, recien-
temente publicado en la Argentina), el autor de Horno Ludens expresa así
sus desiderata respecto a los capítulos, en aquel entonces aún no escritos.
de la historia de la cultura: “Cómo desearíamos ver una historia escrita del
jardín como forma cultural; o del camino, del mercado y la posada; del
caballo, del sabueso y del halcón; de las funciones culturales del sombrero
o del libro.” Nos parece que, en cuanto se refiere a la meta señalada en último
lugar, esta obra que comentamos de Febvre y Martin, logra, en forma insu-
perable, dar cumplida satisfacción al deseo de Huizinga, compartido por mi-
llones de aficionados al estudio del desarrollo cultural de la humanidad.
Pero hay que decir que no sólo es una historia de las funciones culturales
del libro. Los autores no subestiman jamás la importancia del hombre en el
avance del proceso técnico y escudriñan, con singular acierto, en qué medida
la práctica de un oficio intelectual y manual a la vez crea una mentalidad
especial que repercute en el estilo de vida de quienes a él se dedican. Es
quizás esa faceta la que equipara el triunfo de la imprenta a uno de los más
preclaros entre los múltiples e importantes que el humanismo hubo de
conquistar.
No encontrará el lector de la presente obra una “Historia de la imprenta”
entre sus páginas ni mucho menos una “Enciclopedia del Libro”, al estilo
de la famosa de Geoffrey Ashall Gláister. Es otra su ambición. Su objeto
es definir el complejo papel jugado por el libro, “determinar cómo y por qué
el libro impreso ha sido algo completamente distinto de una realización téc-
nica, cómoda y de una simplicidad ingeniosa —el perfeccionamiento de uno
de los medios más poderosos de que haya podido disponer la civilización
de Occidente para concretar el pensamiento disperso de sus representantes—;
infundir toda su eficacia a la meditación individual de los investigadores,
transmitiéndola a su vez a otros; reunir, en la medida de la conveniencia
de cada cual, sin dilaciones, esfuerzos ni gastos, ese concilio permanente
de los grandes espíritus; procurarle así un vigor centuplicado, una coherencia
enteramente nueva, y en consecuencia, un poderío incomparable de pene-
tración y expansión; asegurar, en un mínimum de tiempo, la difusión de las
ideas a través de los campos en que los obstáculos de la escritura y de la
234 RESEÑAS

lengua no le vedaban la entrada; crear por añadidura entre los pensadores,

y más allá del reducido círculo de éstos, entre todas las personas cultivadoras
de su inteligencia, nuevos hábitos de trabajo intelectual; mostrar, en una
palabra, que el libro ha sido y es uno de los medios más eficaces para ese
dominio sobre el mundo, es el objeto de la presente obra Así dice en el
prefacio Lucien Febvre y estamos seguros que nuestros lectores sabrán perdo-
narnos la longitud de la cita en gracia a que no podríamos describir mejor
ni más concisamente el fin que persiguen y que a nuestro parecer consiguen,
con tanta elegancia como maestría, sus autores.
El primer capítulo aborda una cuestión previa: la aparición del papel
en Europa. En él se estudian las condiciones naturales, industriales y comer-
ciales de los centros papeleros, así como el desarrollo de la industria a que
se dedicaban. El segundo capítulo versa sobre “las dificultades técnicas y
su solución” y concluye con un documentado trabajo sobre “el precedente
chino”, debido a la señora Guignard. El tercero se refiere a la “presentación
del libro”, subrayándose tanto la descripción de su “estado civil” (incipit,
colofón y marca), como la presentación del texto, tamaño del volumen, ilus-
traciones y encuadernación. El capítulo cuarto, titulado “El libro como mer-
cancía”, incluye datos muy curiosos sobre la “economía del libro” y revela
detalles interesantes sobre el precio de costo y sobre la manera como se
llevaba a cabo su financiamiento. Pero el libro, como Jano, presenta dos
caras; además de mercancía es un fermento y precisamente a ese aspecto,
dual del anterior, está íntegramente dedicado el capítulo octavo y último,
en donde se iluminan desde puntos de vista insospechados, entre otras, las
relaciones entre el libro y la Reforma. Antes, en el capítulo quinto, uno
de los que se leen con mayor fruición, los autores tratan del “mundillo
del libro”, animando con vivos colores ese complejo tejido de los obreros
y maestros cuyos gremios se nutrían, incluso, de impresores humanistas y
de libreros filósofos, y del cual no estaba ausente, ayer como hoy, la eterna
querella nacida de la desconfianza que sentía el autor hacia el editor o li-
brero. El capítulo sexto se limita a la “Geografía del libro” y en su parte
consagrada a América se vierte alguna que otra discutible afirmación (“tras-
nochada”, como con evidente acierto la califica el traductor). El séptimo
enfoca el “comercio del libro” y aporta datos estadísticos de máximo relieve.
Por otro lado, la descripción que en el mismo se hace de las ferias de Lyon
y de Francfort, frecuentadas por un gran número de libreros e impresores,
bastaría para testimoniar la extraordinaria calidad del estilo de la obra, tan
original como cautivador, que comentamos, y que constituye uno de los
mayores alicientes para su lectura.

Hemos dejado adrede para el final el elogio que se merece el doctor

Millares Carlo por su irreprochable labor como traductor. No es posible
encontrar un castellano más pulcro y riguroso. Por esta vez, el viejo refrán
italiano “traduttore, traditore”, no halla justificación alguna. Además, el pro-
fesor Millares ha enriquecido la obra con más de sesenta notas al pie
de página, originales, que van desde la preciosa sugerencia de trabajos de
 RESEÑAS 235

investigación (verbigratia: la indagación de si el sistema de la “pecia” se

aplicó o no a los manuscritos españoles), hasta la oportuna definición de tec-
nicismos que como el de los préstamos entre libreros en forma de “bail ~
rente” nada hubiesen aclarado al lector no especializado.
Last but no least, debemos mencionar que un apéndice original del tra-
ductor de más de veintidós páginas suministra una información —la más
completa que conocemos— de la imprenta y la bibliografía pertinente en
Centro y Sudamérica. Ello constituye un nuevo motivo de agradecimiento
que hemos contraído todos los interesados por estas cuestiones con el sabio
profesor Millares Carlo, benemérito de la historia y de la cultura española
e hispanoamericanas.

J. GALLEGO-DÍAZ. (t)

ALEJANDRO DE HUMBOLDT: Del Orinoco al Amazonas. Viaje a

las regiones equinocciales del Nuevo Continente. — Con 44 figuras en
30 láminas, un autógrafo y un mapa, más un frontispicio con el re-
trato del autor. —Barcelona, Editorial Labor, 1962. (Talleres Gráficos
Ibero-Americanos, S. A.). 4.°,XI-429 pp., XXX láminas. (Traducción
de la segunda edición alemana por Francisco Payarols. Revisada por
el doctor Augusto Panyella. Seguida de dos ensayos epilogares:
“Alejandro de Humboldt, en su centenario”, por el profesor doctor
Adolf Meyer-Abich, y “Alejandro de Humboldt y los españoles”,
por el profesór doctor Rafael Cande! Vila).

Es innecesario ponderar la hondísima trascendencia de la labor de

Humboldt, uno de los mayores genios enciclopédicos y científicos que han
existido, y que la vastedad y profundidad de su campo sólo hallaría prece-
dente en Aristóteles. No muy lejano el centenario de su muerte, se ha puesto
al alcance del público español una de sus obras más famosas: la Relación
histórica del viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente, con
el título más abreviado y editorialmente más moderno: Del Orinoco al
Amazonas, dentro de la serie de “Libros de Viajes” de la Editorial Labor.
Se da la paradoja de que siendo Humboldt tan conocido por toda persona
culta, su renombre no deja de ser, en buena parte, de oídas y de segunda
mano —por lo menos entre nosotros—, pues raras son las ediciones en es-
pañol de sus obras. Tras una primera traducción del Cosmos (1852), en
el último tercio del siglo pasado, los editores Gaspar y Roig publicaron, en
un benemérito esfuerzo, el Cosmos, Cuadros de la Naturaleza y Sitios de
las cordilleras, traducidos por Bernardo Giner y José de Fuentes, ediciones
236 RESEÑAS

que el profesor Candel declara difíciles de encontrar (traducciones que hace

unos años no eran tan raras, pues el resto de la edición se estuvo vendiendo
en la Feria del Libro madrileña durante mucho tiempo y a precios muy
asequibles). También se tradujo en la valiosa “Bíblioteca Clásica” parte de
su obra sobre Colón y el descubrimiento de América. Hablamos de ediciones
publicadas en España, ya que en América, por ejemplo, el Viaje a las regiones
equinocciales ha sido reeditado en Caracas en 1941.
Recopiló Humboldt el fruto de su colosal labor investigadora —e inten-
sísima, ya que la llevó a cabo en sólo cinco años— en treinta volúmenes
publicados en francés, como es sabido, de 1808 a 1834. lncluíase la Relación
histórica, con el relato del viaje hasta 1801. Lo extenso de la obra causó
que la traducción alemana de la Relación, definitiva y aprobada por Humboldt
y publicada poco después de su muerte (18594860), fuese una refundición,
prescindiendo de digresiones, estudios y comentarios de detalles largos y
puramente científicos, refundición efectuada por Hermann Hauff, versión
que ha servido de base a la actual —refundida por tanto—, llevada a cabo
por Adalbert Plott, quien afirma haberse atenido al texto más literalmente
que Hauff. De esta nueva versión alemana procede la traducción española
de que se trata.
Esta obra es la única del vasto Corpus scientificum americanum de
Humboldt que proporciona una narración completa y sistemática de una
parte de su viaje, ya que sus restantes obras no ofrecen, como es sabido,
carácter de diario ni de relato de viaje. Pero forma una obra completa, en
que la narración del viaje está acompañada por toda clase de observaciones
sobre la naturaleza y la vida humana de Venezuela, de la que presenta un
vivo cuadro en vísperas de la independencia. Observaciones de profundo
interés, ya geográficas o meteorológicas, botánicas o zoológicas, como
étnicas, sociales y económicas, expuestas las últimas con perfecta objeti-
vidad. Viaje, en compañía de su fiel e indispensable Bonpland, por las regiones
costeras primeramente, desde Cumaná, remontando luego el Orinoco, llegando
al río Negro y recorriendo luego el famoso brazo del Casiquiare, que une
este afluente del Amazonas con el Orinoco, curso fluvial tan raro y discu-
tido y cuyo problema se propuso resolver Humboldt. Excepto el occidente,
recorrió Humboldt las principales regiones geográficas venezolanas y captó
la diversidad de sus paisajes. No es necesario analizar las cualidades de obra
tan conocida y cabe limitarse a recordar algunos pasajes de gran interés,
como su ascensión al Teide al recalar en Canarias; su impresión al penetrar
en la selva tropical; la hospitalidad de los misioneros de la región de Cu-
maná primero y de todas las demás luego, gracias a los cuales le fue posible
la exploración de las zonas apartadas; la forma de vida de los indios chaima
y la de otras muchas tribus vistas más adelante; la descripción de Caracas;
la ascensión a la famosa montaña de la Silla, en las cercanías de la capital;
la visión de los valles de Aragua y la de los Llanos; la descripción de los
peces eléctricos; el interesante relato del viaje por el Orinoco y sus afluentes;
la fauna de la región y las costumbres de los indígenas; la exploración
 RESEÑAS 237

del Casiquiare; sus continuas observaciones científicas y las discretas de tipo

político. En esta edición se ha agregado al relato del viaje por Venezuela
el de la tentativa de escalar el Chimborazo y la descripción de la meseta
de Cajamarca, tomadas de otras obras de Humboldt.
Complementa la edición un estudio sobre el sabio por el profesor
Meyer-Abich, promotor de esta refundición de Plott, en el que resume la
biografía de Humboldt, traza su perfil científico y precisa su significado,
señalando la conjunción en el de los dos influjos: de Jena, al lado de Goethe
y Schelling, y el de París, habiándole proporcionado el primero la base
filosófica, la Filosofía de la Naturaleza, de tipo idealista, y el segundo
la rigurosa investigación científica de la Naturaleza, y en ambos sentidos
trabajaría. Su enorme labor de investigación estaba informada por la dirección
filosófica, que él llamaba Jdée d’une physique du monde o Filosofía de
la Tierra.
Candel, actualmente profesor de la Universidad de La Laguna, escribe
un jugoso capítulo final sobre “Alejandro de Humboldt y los españoles. Co-
mentarios de antaño y hogaño”, en que pasa revista al excelente ambiente
que ha disfrutado siempre Humboldt, con la excepción del venezolano
Michelena y, en parte, de Jiménez de la Espada; estudia la génesis del viaje
y cómo fue posible por el decidido apoyo del ministro Urquijo —al que
tanto perjudicó luego su afrancesamiento—, en un rasgo “ilustrado” típico,
y hace desfilar a los hombres de ciencia españoles que ayudaron e informaron
generosamente al sabio alemán: Clavijo y Fajardo, el director del Real
Gabinete de Historia Natural, tan maltratado por Beaumarchais y litera-
riamente por Goethe; el marqués de Villanueva del Prado, fundador del
magnífico jardín botánico de La Orotava; Mutis, Caldas, los Montúfar, el
equipo de botánicos de Méjico: Vicente Cervantes, Sessé y Mociño; los as-
trónomos mejicanos Velázquez de León y León Gama; los profesores de
la Escuela de Minería, como Elhuyar y otros muchos. De más trascendencia
que su labor botánica fue la de geografía física, como es sabido, que organizó
definitivamente como ciencia. Recoge Candel la observación del antiguo
colaborador de la Revista de Indias E. Alvarez López, de que a Humboldt
le interesó más el mundo de los fenómenos y de las formas físicas en su
conexión y mutua influencia, es d~cir, el principio de causalidad; otra
observación de Alvarez López es el contraste entre Humboldt y Darwin,
partiendo aquél de una naturaleza sometida a leyes eternas y racionales,
sin admitir en absoluto el naciente evolucionismo, ya postulado por Lamarck.
Señala también Candel algunas observaciones geográficas de Humboldt,
como el desconocimiento que existía de las fuentes del Orinoco, no descu-
biertas hasta 1951 por una expedición venezolana en la que participaron dos
exploradores catalanes, y cuya acta se reproduce.
Ponderan Meyer-Abich y Cande! la profunda simpatía de que goza
Humboldt y el amoroso recuerdo que se le dedica en América. Indica
la inscripción puesta en su monumento de Berlín: “Al segundo descubridor
de Cuba”. Entusiasmo que no deja de parecerse muchas veces a un anti,
238 RESEÑAS

por~lo concomitante que es del olvido de tantos españoles que han estu-
diado América, desde los días del Descubrimiento a los de la Independencia,
y de la preterición del excepcional apoyo e información que para su viaje
gozó Humboldt, tanto del Gobierno y de las autoridades como de intelec-
tuales, colonos y humildes misioneros.

RAMÓN EZQUERRA.

CRISTÓBAL COLÓN: Oeuvres de Christophe Colomb.—Presentées,

traduites de l’espagnol et annotées par Alexandre Cioranescu.—Paris,
Gailimard, l96l.—527 pp., láms., 21 cm.

El erudito rumano Alejandro Cioranescu es profesor de la Universidad

de La Laguna y, entre otrós trabajos históricos sobre las Islas, ha dado a la luz
dos obras de carácter colombino: Colón y Canarias (Santa Cruz de Tene-
rife, 1959) y Primera biografía de Cristóbal Colón (Idem, 1960), de la que
se hizo una recensión en la Revista de indias (núms. 81-82, 1960). Especia.
lizado, por tanto, en temas colombinos, ha publicado recientemente en tra-
ducción francesa una recopilación de los escritos obra de Colón de más
interés histórico, exceptuando sólo documentos puramente administrativos
o muy fragmentarios. Incluye, por tanto, el Diario del primer viaje, la carta
a Santángel, las instrucciones a Antonio de Torres y a Margarit, el memorial
a los Reyes sobre lo necesario para abastecer las Indias, antes del tercer
viaje; su carta a los mismos sobre su tercera expedición, otras cartas de esa
época, las dirigidas al ama de don Juan, la carta de Jamaica, las escritas
a Ovando, a los Reyes en 1502, al Papa, a Génova, a Gorricio y a su hijo
Diego; la institución del mayorazgo y el codicilo a su testamento: cuarenta
y nueve documentos en total. En resumen, el Diario del primer viaje y la
correspondencia que queda del Descubridor, prescindiendo de los demás
documentos no emanados directamente de él, y también del revuelto e inco-
herente Libro de las Profecías y de las discutidas notas marginales a sus
libros de consulta.
Se diferencia así esta publicación de otras colecciones documentales
colombinas por centrar su objetivo exclusivamente en lo que se puede llamar
la producción literaria de Colón. Desde este punto de vista, afirma Cioranescu
que su colección es más copiosa que las de Navarrete y la Raccolta,.
por incluir algunos documentos conocidos después (entre ellos el descubierto
en Simancas por el P. Andrés María Mateos). La enumeración hecha indica
al especialista las omisiones. Los textos de ambas famosas recopilaciones
sirven fundamentalmente de base para los de esta traducción. Desde luego
es utilísima esta edición, primeramente para el público de lengua francesa,
 RESEÑAS 239

a cuyo alcance pone esta serie de escritos colombinos, con su indudable

valor histórico y también literario, ya que Colón revela su espíritu en tantos
momentos o sabe elevarse a alturas dignas de un escritor de vocación,
cuando no cae en lo oscuro y poco preciso.
Pero esta obra ofrece, primordialmente, otro interés de carácter más
general. Cada documento está acompañado por un estudio preliminar y
por copiosas notas que cubren hasta ciento cincuenta páginas, es decir,
casi la tercera parte del libro (unas cien páginas explican el Diario de
a bordo). En estas notas demuestra Cioranescu su hondo conocimiento de los
problemas colombinos y de su bibliografía, y convierte así esta publicación
en una valiosa edición crítica y en un jalón que habrá de tenerse en cuenta
en lo sucesivo en los estudios sobre Colón. Utiliza en las notas la bibliografía
seleccionada de más interés, tanto la que podría llamarse “clásica” como
la reciente: con frecuencia las obras de Morrison, Guillén y la exhaustiva
de Antonio Ballesteros, aunque no esté siempre de acuerdo con sus puntos
de vista; sólo nos extraña la escasez de referencias a E. los, que tantos
trabajos de interés ha escrito sobre Colón. Las notas son de todo tipo,
pues unas aclaran a un público extranjero puntos más familiares a los espa-
ñoles y otras —la mayoría— son de carácter erudito y crítico, como las
que precisan los lugares citados en el Diario del primer viaje. Al filo de
las notas alude el editor a diversos problemas, cuando se le presenta ocasión,
aunque no sean de los que correspondan directamente al documento, y así
pasa revista, brevemente, a la mayoría de las numerosas cuestiones colom-
binas. Cioranescu expone unas veces el estado de la cuestión y otras muestra
su propio criterio: así, no participa de los excesos críticos de Vignaud y
no comparte sus famosas y audaces teorías sobre el objetivo del primer viaje,
así como cree en la pericia náutica del Almirante. En cambio muy discutible
es la tesis de Cioranescu de ser la obra de Fernando Colón en realidad
de Las Casas y basada en una primera versión de su Historia de las Indias,
de lo que ya se dio noticia en la Revista de Indias en la mencionada reseña
de Primera biografía de Cristóbal Colón. Admite la plena autenticidad
de la institución del mayorazgo, y en la cuestión de las cartas de Toscanelli
—de las que también trata en las notas al Diario de a bordo— las cree
falsificaciones portuguesas hechas a raíz de las negociaciones sobre la Línea
de Demarcación para demostrar la prioridad lusitana en la ruta occidental.
Supone que el Diario del cuarto viaje existió y que es en realidad la parte
correspondiente de las Historias de Fernando Colón, dictada por su padre.
Admite, en suma, la autenticidad de todos los documentos insertos en esta
recopilación, y, por tanto, no se adhiere a las aventuradas opiniones que
han puesto en duda la legitimidad de varios de ellos, incluso del Diario
del primer viaje o de la carta al Ama.
En la introducción señala con acierto la enigmática dualidad de objetivos
•de Colón, que ha inducido a error a tantos historiadores: las Indias y ciertas
tierras en el Océano, frustrada embajada al Gran Kan y toma de posesión
~le lo que descubre, dejando un margen al azar y declarándose dueño por
240 RESEÑAS

lo pronto de las tierras cuyos verdaderos propietarios no conoce. Admite,

por tanto, Cioranescu que, además de la embajada al Gran Kan, quería des-
cubrir ciertas tierras, de las que sería virrey y donde percibiría tantos
por ciento. No parece muy claro si se trataba de dos objetivos sucesivos
o simultáneos, o de dos posibilidades eventuales de un mismo objetivo
nebuloso.
Trata de hallar el editor para el enjuiciamiento de Colón una posición
que no lleve a considerarlo un santo ni un aventurero, ya que hay verdad
y mentira en ambos criterios, pero los dos alejados de la realidad. Acusa
la grave tendencia a dudar de todas las afirmaciones y de todos los docu-
mentos relativos a Colón, que son más numerosos que sobre otros personajes
célebres de su tiempo y de quienes se aceptan afirmaciones que no se admiten
a Colón; responsable principal de este punto de vista ha sido Vignaud, cuya
imagen de un Colón constantemente mentiroso ha pesado incluso sobre
los partidarios de éste. Se apoya Cioranescu en el sentido común para de-
mostrar que si los supuestos falsificadores hubieran querido embellecer
la figura de Colón habrían podido hacerlo muchísimo mejor de lo que lo
han hecho al dar a la posteridad la efigie que aparece en Fernando y en
Las Casas. Claro es que este concepto tiene también sus puntos discutibles
y que dichos relatos ofrecen tantos pasajes oscuros, como es de sobra cono-
cido, que no pueden admirar los torrentes de comentarios que han hecho
brotar. Pero sí acierta Cioranescu al apuntar que muchas de las supuestas
mentiras de Colón, o de sus primeros biógrafos, se refieren a hechos que
no hay posibilidad de comprobar o de entender. Como solución preconiza
la vuelta a los escritos del Almirante para hallar al hombre tal como era,
con sus luces y sombras y sus aspectos contradictorios, sin perder de vista
que se trata de una mentalidad de una época y un mundo distinto de lo
moderno, ya que queda encuadrado del todo aun en la Edad Media.
Busca Cioranescu la explicación de las desgracias de Colón en que,
como un aprendiz de brujo, encontró un mundo nuevo, pero que no era
lo que había prometido, y que no comprendió, empeñándose en comprimirlo
dentro de sus prejuicios y en obtener un beneficio que hubiera excedido
a todo lo imaginable; ha prestado al mundo servicios cuya amplitud ha
medido mal por defecto. En cuanto al lenguaje, opina el editor que Colón
escribe el español como un extranjero que sólo intenta expresar su pensa-
miento, carente de la flexibilidad que es el estilo, pero que no deja de ser
un escritor, como todos los hombres de acción que tienen algo que decir
y lo expresan directamente, sin retórica, pero con el hallazgo de cuando
en cuando de la imagen pintoresca o de la expresión elocuente y reveladora.

RAMÓN EZQUERRA.
 RESEÑAS 241

PIERRE CHAUNU: Séville et l’Atlantique.—Paris, École Pratique

des Hautes Etudes. Centre de Recherches Historiques, 1959-1963.---—
X vois. + 1 atlas.

Conocí a M. Chaunu el pasado verano en la Universidad de Caen.

No es hispanista, pero sabe mucho de España e incluso de Canarias; en casi
todos los cursos dedica uno monográfico a temas de la cultura y la historia
española.
En una de las entrevistas que tuve con él en su casa de la Rue des
Cordeliéres, milagrosamente salvada de los bombardeos, me contaba su
admiración por la labor histórica realizada por la Revista de Historia Canaria
y por su director, el Dr. Serra Ráfois. Me dijo, además, que había un campo
inédito de nuestra investigación —Historia del Comercio Insular, la Eco-
nomía Canaria en la perspectiva histórica, etc.—, altamente provechoso y
de necesaria explotación.
La reseña de su colosal monografía, Sevilla y el Atlántico, no pretende
sino apurar las líneas y capítulos consagrados a las Islas Canarias.
El Centre National de la Recherche Scientifique, a través de su sección
de Ciencias Históricas, es el encargado de la publicación de esta obra.
El nombre y la tradición que Lucien Febvre y Fernand Braudel implican,
están, por tanto, asociados a esta monografía situada en la línea de la inves-
tigación histórico-económica que la escuela francesa ha trabajado sabia-
mente a través de sus tres secciones: “Ports-Routes-Trafics”; “Affaires
et Gens d’Affaires” y “Monnaie, Prix, Conjoncture”.
La distribución de la obra es como sigue: Introducción Metodológica,
en la que se propugna una historia económica, dinámica y cuantitativa. Ba-
sándose en tales requisitos inicia y concluye Chaunu la monografía; su
pretensión es la de captar el todo fluyente de la Historia en sus más con-
cretos particularismos, con lo que se combina una filosofía y una técnica,
una postura intelectual y un sistema de trabajo.
Los tomos II-y están consagrados al tráfico Península Ibérica-Nuevo
Mundo durante los años de 1504-1650, que es el período de estudio convenido
por M. Chaunu. Acompañan a esta primera parte unas tablas estadísticas
(tomo VI) y una construcción cartográfica y gráfica (tomo VII).
La segunda parte se centra en la interpretación del material investigado
con innegable probidad, particularmente en el Archivo de Indias (Sevilla).
Titula M. Chaunu de Estructura y Coyuntura del Atlántico español
a los tomos dedicados, en su parte interpretativa, a la correlación económica,
eminentemente comercial, de España y América durante un siglo y medio
de Historia Moderna.
Cada libro de la serie está ilustrado con mapas, gráficos, balances y
anexos que evidencian la tesis central de la monografía.
242 RESEÑAS

¿Cuál es esta tesis? Según Chaunu la estructura económica que vincu-

laba América con España —régimen de monopolio—, fue la única que
pudo concebir el estatista sistema de colonización celtíbero, en oposición
al individualista de otros países (Holanda, Inglaterra). Precisamente la co-
yuntura del siglo XVI permitió que se realizara la comercialización del
Atlántico, en beneficio de España primero y de Europa después, con las
normales fluctuaciones, que en el régimen de precios ha sido tan exhausti-
vamente estudiado por Earl J. Hamilton: El Florecimiento del Capitalismo
y otros Ensayos de Historia Económica.
Ahora bien, dentro de esa unidad europeo-americana que legitima
el comercio del Atlántico a partir de los primeros años del siglo XVI,
¿qué papel desempeña el Archipiélago canario en particular y los archipiélagos
oceánicos en general? Tal es la aclaración que pretendemos ofrecer a conti-
nuación, ciñéndonos a la empine histórica que preside el esfuerzo de
M. Chaunu.
Para él, como para Braudel, las Islas constituyen el mundo de la unión
o “link” entre culturas. Aproximan mundos y conviven en la avanzadilla
de las innovaciones, al mismo tiempo que conservan el fondo de las tra-
diciones con tenacidad.
Las Canarias, aparte cumplir esa configuración geográfico-cultural, des-
empeñan en la obra de civilización española del Nuevo-Mundo el papel de
abastecedores de fuerzas humanas y de cultivos inéditos en América (espe-
cialmente la caña de azúcar). La actividad histórica jugada por el Archipiélago
la completa Chaunu al analizarla en conexión con las rutas portuguesas y
flor-europeas con destino a Africa y al Extremo-Oriente. Las Canarias apa-
recen, por tanto, como punto neurálgico del tráfico atlántico de la época, ya
se trate del comercio con América (sobre todo en los ‘~allers”o viajes de ida
a las Indias) o de las relaciones con Africa (“negriers”) y los implícitos peligros
que la piratería suponía para los puertos isleños (Cfr. Construction Graphique,
t. VII, pp. 132-139).
Dentro de la cronología cíclica que el autor establece (1504-1550,
1550-1562, 1563-1592, 1593-1622, 1623-1650) las islas Canarias verán
afectarse su vida económica, al compás de la peninsular, hasta que a partir
de 1650, aproximadamente, las Canarias enfilen su economía a otras conce-
siones (puertos flor-europeos) y mercados que no los habituales de Indias.
Un principio de lógica interna es quien obliga a España a colonizar
América. Otro principio de lógica interna es el que presiona sobre Sevilla
para erigirla en foco de la centralización y del monopolio peninsular, a pesar
de las pretensiones gaditano-coruñesas. (Cfr. Anexe, t. VIII, pp. 234-7).
La Historia de ese monopolio, con escalas más o menos irregulares en los
puertos canarios, nos sitúa para entender, desde dentro, el celo de la Casa
de Contratación con respecto al comercio, la exportación y el mismo con-
trabando que tanto prosperaron en las islas desde entonces. (Cfr. Le Mono-
pole Andalou-Canarien, Cap. III, t. VIII, pp. 161-240). Sobre estas líneas
maestras hace evolucionar Chaunu el lenguaje de las cifras y estadísticas
 RESEÑAS 243

—tan avasalladoras en su obra—, extrayendo de las cédulas y documentos

del Archivo del Cabildo de Tenerife y de los documentos publicados por
la Revista de Historia Canaria, la mayor parte de sus fuentes de información
sobre las Islas.
A partir de 1572 data Chaunu la reglamentación que decide la nave-
gación en flotas o convoyes de las Canarias con Antillas, para evitar,~de
una parte, el ataque de los bucaneros, y de otra, para controlar “pan passu”,
el comercio con las Indias, máxime cuando en ese período los vinos insulares,
al exportarse en gran cantidad y prevalidos de su proverbial calidad, abaratan
en los mercados americanos el precio de aquellos que se enviaban desde
Andalucía con licencia de la Casa de Contratación. Desde este momento
hasta entonces (1640), la rivalidad canario-sevillana no conocerá límites.
Traficantes, aduaneros, armadores y gerentes del Guadalquivir; comerciantes,
cosecheros, buhoneros y Cabildos de Canarias elevarán recursos, memoriales
y súplicas a la instancia central del Consejo de Indias para dirimir satis-
factoriamente el dilema, exclusivo encuentro de economías competidoras
en el seno de un monopolio sistemático y de un monocultivo radical.
A finales de la primera mitad del siglo XVII la hostilidad concluye.
Chaunu escribe que “las Canarias, separadas de Sevilla, van a vivir en ade-
lante, una vida independiente”, “que su prosperidad no pasará más por
Sevilla” y que “se unirán con otros lazos a la vida de otro gran mundo”
(Cfr. Les Canaries et l’Empire, Cap. VI, t. VIII, p. 429). Para él finaliza
el cuadro histórico del Atlántico del primer período (el ibérico). Es la etapa
de la ingente conmoción económica de Europa (desequilibrio de precios-
salarios, remesas de metales preciosos y ambiciones mercantilistas por
acumular el “stock” metálico, inestabilidad interior de las naciones de Oc-
cidente), antes de pasar a su segundo período, de predicamento anglo-
holandés en lo que a expansión y explotación colonial concierne.
Lo que las islas Canarias significaron, su papel de puente y de eslabón
en la encrucijada hispano-americana, los pormenores de la competencia
comercial con Sevilla y hasta los efectos de la coyuntura general en la eco-
nomía insular, están captados y expuestos, si no en un estilo feliz y claro,
con una sólida aportación de método, sistemática y de material hábilmente
seleccionado.
Era un deber para nosotros dar acogida a una obra de este tipo.
La resefía no es sino parcial y modesta contribución al serio intento de M.
Chaunu por cientifizar al máximo la concepción y la práctica de la Historia.

VÍCTOR MORALES LEZcANO

244 RESEÑAS

ANTONIO VIZCAYA CÁRPENTER: Tipografía Canaria.—Santa Cruz

de Tenerife, C.S.I.C. Instituto de Estudios Canarios en la Uni-
versidad de La Laguna, 1964.—XCII + 726 pp. + 4 hs. + 8 láms.
y 54 grabs. y facsímiles, 24 cm. (Bibliografías Locales, 2. Edición cos-
teada por el Excmo. Cabildo Insular de Tenerife).

Con este título acaba de publicar el investigador Antonio Vizcaya

Cárpenter un exhaustivo estudio con la descripción bibliográfica, detalladí-
sima, de las obras editadas en las Islas Canarias desde la introducción de
la imprenta en ellas, en la segunda mitad del siglo XVIII —exactamente
en 1751— hasta el año 1900.
La obra, que constituye un extraordinario esfuerzo, ha sido editada por
el Instituto de Estudios Canarios, del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas, con la colaboración económica del Excmo. Cabildo Insular
de Tenerife. Está dedicada a don Agustín Millares Carlo y obtuvo, muy
justamente, el premio de erudición Viera y Clavijo 1957, instituido por
la Casa de Colón de Las Palmas de Gran Canaria.
En sus ochocientas páginas describe, una por una, 1.909 obras, para
lo cual su autor ha consultado pacientemente las bibliotecas y archivos de
todo el Archipiélago, especialmente la Municipal de Santa Cruz de Tenerife,
la de la Universidad de La Laguna, la de El Museo Canario y la de la Real
Sociedad Económica de Tenerife.
El estudio preliminar, extenso y erudito, que precede al catálogo de
obras está preferentemente consagrado a los impresores. En los cuatro pri-
meros capítulos agrupa a los de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna,
Las Palmas y La Palma; en el quinto se ocupa de los modestos editores
de La Orotava y Arrecife. El primer nombre que estampa en la intro-
ducción es el de Pedro-José-Pablo Diaz y Romero, a quien —con justeza—
llama prototipógraf o canario. Fue este impresor sevillano de origen, y en la
ciudad del Betis tenía montado su taller, del que se conocen obras editadas
desde 1732. En el año 1750 pasa a Canarias y se establece en Santa Cruz
de Tenerife. Desde el punto de vista comercial fue un verdadero fracaso esta
imprenta; quizás debido a los malos y gastados tipos que empleaba y al peor
carácter del maestro, que no podía disimular ni el humilde hábito de terciario
franciscano que frecuentemente vestía. A este pionero ilustre siguen en Santa
Cruz los nombres de José y Francisco Rioja, Fernando Montero, Bonnet,
Ramírez Atenza, Pérez y Castro, Vidal, Romero, Miranda, Benítez, etc., etc.
La Laguna entra en la era del papel impreso por iniciativa de la tan
benemérita Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, que enco-
mienda a Miguel Ángel Bazzanti, natural de Liorna, modernizar el viejo y
gastado material que había adquirido a la muerte del sevillano establecido
en Santa Cruz. En 1781 comienzan a salir impresos de la remozada prensa
 RESEÑAS 245

que, pasados unos años, termina por adquirir el propio Bazzanti. En este
taller vieron la luz los dos primeros periódicos impresos en Canarias:
El Semanario Misceláneo Enciclopédico Elemental y el Correo de Tenerife.
También fue la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las
Palmas quien, siguiendo el ejemplo de su homónima de La Laguna, estableció
en nuestra ciudad la primera imprenta en el año 1801. La prensa tipográfica
de este taller —venerable armatoste de madera— se conserva en El Museo
Canario con el respeto que merece su valiosa aportación a la cultura insular.
El primer maestro impresor que trabajó en Las Palmas fue Juan flíaz Ma-
chado, discípulo de Bazzanti, con el que había trabajado en la Económica
de La Laguna. Le sucede como regente Francisco de Paula Marina y sobre
el año 1835 cesa en sus actividades el taller.
Al ocuparse de este tema el historiador Domingo Déniz nos dice en
su manuscrito que: “En 1839 se sentía ya de tal manera en Las Palmas
la falta de una imprenta que, por acciones, se reunió cierta cantidad con
la que se hizo venir una de Londres, a la cual se le dio el título de Imprenta
de Las Palmas y se puso a cargo de don Mariano Collina. Después de haber
pasado por varias manos y de haber sufrido deterioros de consideración,
los socios se fueron unos retirando, otros cedieron sus acciones, ya al Ayun-
tamiento, ya a particulares, hasta que por fin vino a parar a poder
de don Francisco María Guerra, que la repuso y le dio el nombre de
Imprenta de la Verdad. De ella salieron los periódicos El Despertador
Canario, El Canario, El Crisol, La Reforma y la Revista Semanal”.
Posteriormente el señor Collina estableció su propia imprenta en 1850,
a la que siguieron la de los hermanos Ortega, en 1852; la de los señores
Miranda, en 1853; la de Bautista Matos, en 1863; la de don Víctor Doreste,
en 1867; La Atlántida, de don Gregorio Chil y Naranjo; Martín González,
viuda de Romero, El Independiente, y Martínez Franchy, etc., etc.
En los cien años transcurridos desde 1801, en que se inicia en Las Pal-
mas la actividad tipográfica, hasta el año 1900, en que termina el período
de tiempo estudiado por el Sr. Vizcaya Cárpenter, se imprimieron en nuestra
ciudad 642 obras. Comienza la lista con una modesta novena a Santa María
de Gracia y termina, a los cien años, con un sermón del chantre don Antonio
María Botella. La literatura piadosa es superabundante, pero también se
editan libros de don José de Viera y Clavijo, de don Graciliano Afonso,
de don Gregorio Chil Naranjo, de Millares Torres y Millares Cubas, de los
Martínez de Escobar, Navarro Pastrana, Padilla, Inglott Navarro, Cirilo
Moreno, etc., etc.
La bibliografía regional contaba, hasta ahora, con la Bio-bibliograf ja
de escritores naturales de las Islas Canarias, admirable obra de don Agustín
Millares Carlo, hoy agotada y cuya nueva edición —extraordinariamente
ampliada— prepara en colaboración con Manuel Hernández Suárez, Agustín
Millares Sall y el autor del libro que reseñamos. Pero faltaba, como apunta
Vizcaya Cárpenter en el prólogo de su obra, el estudio que recogiera con
método todos los impresos ejecutados en el Archipiélago y para llenar este
246 RESEÑAS

vacío acometió la empresa este ejemplar investigador tinerfeño. Ha sido una

labor larga, de benedictino, cuajada de dificultades, que su erudición ha sa-
bido sortear con éxito y hoy tenemos, reunido en un grueso volumen, todo
este valioso material absolutamente indispensable para la investigación.

JosÉ MIGUEL ALZOLA

ANTONIO DE BETHENCOURT y AURINA RODRÍGUEZ: Ataques in-

gleses contra Fuerteventura. 1740.—Prólogo de Antonio Avendaño
Porrúa.—Valladolid, 1965.—153 pp. + 12 láms., 21 cm. (Publicación
patrocinada por el Cabildo Insular de Fuerteventura).

Los ataques ingleses a Fuerteventura en 1740, por la valentía que

los majoreros derrocharon en la defensa de su isla, han sido recogidos y
glosados por Viera y Clavijo, Fernández de Bethencourt, Millares Torres,
Cullen del Castillo y Rumeu de Armas. Dejando a un lado la narración
hecha por Georges Glass, que mira los acontecimientos a través de sus
espejuelos británicos y busca —como es natural, pero muy poco objetivo—
disculpas para hacer menos penosa la derrota de sus connacionales, los demás,
situados en la vertiente canaria, no han dudado en calificar de heróica
la conducta de la improvisada tropa que, con elementos bélicos primitivos,
logró salir victoriosa de tan desigual lucha.
Este punto de vista encomiástico de nuestros historiadores clásicos
y modernos ha quedado confirmado con el hallazgo, feliz y simultáneo,
de valiosos documentos por parte de los investigadores don Antonio de
Bethencourt, profesor de la Universidad de Valladolid, y la señorita Aurina
Rodríguez, jefe de la biblioteca de El Museo Canario. Los dos, sin previo
acuerdo, trabajaban con papeles relativos al ataque inglés existentes en los
Archivos de Simancas y de El Museo Canario y, con muy buen sentido,
decidieron conjuntar sus trabajos y publicarlos, ya reunidos y sistematizados.
En un principio, y partiendo de Viera y Clavijo, la descripción de los
acontecimientos tuvo su principal fuente en tradiciones orales. Fue Cullen
del Castillo quien, en 1944, publicó en la revista El Museo Canario un curioso
documento, procedente del archivo del señor Medina Berriel, redactado
mitad en castellano y mitad en flamenco, en el que —con bastantes detalles
y objetividad— se da cuenta del heroico acontecimento, de los nombres
de muertos y heridos y de las armas y despojos tomados al enemigo. Años
después, el señor Jiménez Sánchez, en un artículo periodístico, hace la des-
cripción de unos grandes cuadros que se conservan en el presbiterio de
la iglesia de San Miguel de Tuineje, en los que se perpetúan los hechos.
Con estos antecedentes no es aventurado afirmar que los descubrimientos
de los investigadores Bethencourt y Rodríguez constituyen piezas valiosí-
 RESEÑAS 247

simas para completar el perfil de lo sucedido en la isla de Fuerteventura

en la primera mitad del siglo XVIII. En el archivo de Simancas, el señor
Bethencourt Massieu encontró las cartas que el gobernador de las armas en
la citada Isla dirigió al comandante general de Canarias, don Francisco José
de Emparán; un Memorial del heroico comandante don José Sánchez Um-
pierrez al rey; diversas comunicaciones de las autoridades militares insulares
a la Corte y otras relativas a las dificultades con las que tropezaron los
isleños para cobrar las recompensas ofrecidas por el rey, en premio a su
comportamiento.
Por su parte, la señorita Rodríguez Galindo exhumó de los fondos de
El Museo Canario una extensa información testifical —veintiún folios de
menuda letra— en la que deponen trece testigos presenciales de la batalla.
Con este bagaje documental, de primerísima mano, los autores del libro
reconstruyen minuciosamente los acontecimientos y pueden rectificar esce-
narios y fechas al propio Viera y Clavijo, que tan cerca estuvo de los hechos.
En el libro que comentamos se recogen, agrupan y glosan con ejemplar
orden, cuantas noticias suministran los dieciséis documentos hallados y
que se reproducen literalmente en el apéndice que completa la obra. Sus
páginas nos van presentando, con creciente interés, los sucesos: el desem-
barco de los corsarios ingleses en Gran Tarajal, al amparo de la noche; su
avance por Casilla Blanca hacia Tuineje, con la estela de saqueos y atro-
pellos; la formación apresurada de las fuerzas isleñas, acaudilladas por el
teniente coronel Sánchez Umpiérrez; el enfrentamiento con el bien armado
enemigo, para cortarle la retirada a Gran Tarajal, donde le aguardaba la nave
corsaria; los “ijijfes” que lanzaban los majoreros —para comunicarse ánimos
unos a otros— parapetados tras una trinchera móvil de cincuenta camellos,
que a los primeros disparos se lanzaron sobre las líneas inglesas, sembrando
el pavor entre ellas y facilitando la victoria a los canarios. Posteriormente,
el nuevo desembarco de fuerzas al mando de Davidson y la segunda derrota,
con cincuenta y cinco muertos ingleses; las recompensas ofrecidas por el rey
y las dificultades para cobrarlas, por falta de dinero en Islas, etc., etc.
La obra lleva un prólogo de don Antonio Avendaño Porrúa, en el que,
haciendo justicia a sus autores, destaca la valiosa labor investigadora
realizada. Doce buenas reproducciones, a toda página, la ilustran y sirven
de eficaz complemento tres planos~ uno, de la isla de Fuerteventura con
la rutá seguida por los corsarios; otro, sobre los preliminares de la batalla
de “El Cuchillete” y el tercero, sobre el combate de “Llano Florido”.
Es lástima grande, que una obra de tanto interés para los amantes
de nuestra historia no haya tenido, hasta el momento, la difusión que merece;
no es nada fácil obtener un ejemplar en librerías y el esfuerzo de sus autores
no puede, ni debe, quedar ignorado, así como tampoco estos documentos
que por primera vez se publican.

JosÉ MIGUEL ALZOLA

248 RESEÑAS

E. OBERDORFER: “Pflanzensoziologische Studien auf Teneriffa

und Gomera (Kanarische Insein)”, en Beitr. naturk. Forsch. (SW-
Deutschl.), vol 24, núm. 1, pp. 47-104; 1965.

El autor, conocido fiti-sociólogo alemán con algunas obras ya famosas~

presenta un primer ensayo sobre la sociología de la flora Canaria. Tratando
exclusivamente la vegetación de Tenerife y Gomera, nos ofrece los primeroa
resultados sociológicos publicados hasta la fecha en cuanto a las comuni-
dades vegetales de las Canarias. Descripciones climáticas, un índice de
literatura citada con amplias listas de plantas observadas aumentan el valor
de esta obra.
En resumen se clasifican las formaciones vegetales como sigue:

A El semi-desierto subtropical
Zollikoferia vegetación (formación espinosa).

B — El matorral suculento subtropical

Kleinio-Euphorbietalia macaronesia (canariensis)
Astydamia-comunidad (rocas litorales)
Cryophytum-comunidad (zona litoral y sublitoral)
vegetación ruderal y de los caminos.

C — Los bosques templados

Laurion macaronesium (laurisilva canaria)
Andryalo-Ericetalia (matorrales de montaña)
Fayo-Ericion arborae (fayal-brezal)
Rubion canariensis (zarzamoral)
Micromerio-Genistion (tomillares)
Thero-Brachypodietea (praderas)
(praderas temporales)
(praderas permanentes)
Chenopodietea (comunidades de malezas)
Los Pinares (“Kanarische Kiefernwalder”).

D — El semi-desierto de retamas
Spartocytisus-formaciones (retamales)

E — La flora petrosa alpestre (Teide, 2.600 m.).

G. KÜNKEL
BIBLIOGRAFíA
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO

Recopilado y ordenado por

MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

O. OBRAS GENERALES

01. Bibliografía

4015. BATLLORI, MIGUEL, S. 1.: Bibliografía de Serafim Leite, S. 1. Roma,

Institutum Historicum Societatis lesu, 1962. 105 pp., 21 cm.

4016. BIBLIOGRAFÍA. “Bibliografía Hispanoamericana”, en Revista Hispánica

Moderna (Nueva York), XXVIII (1962), pp. 71-79 y 357-397; XXIX (1963),
pp. 83-104, 194-212 y 321-348.

4017. “Bibliografía”, en Nuestra Revista de Filología Hispánica (México)

XVI (1962), pp. 171-296.

4018. BIBLIOGRAFÍA. “Bibliographical and General Works. Spanish and

Portuguesse”, en Studies in Philology (Chape! Hi!1), LX (1963), pp. 406-453.

4019. BIBLIOGRAFÍA. “Annual Bibliography for 1962”, en Publications of

the Modern Lan guage Association of America (Baltimore), LXXVIIII (1963),
pp. 80-356.

4020. BIBLIOGRAFÍA. “Recent Books”, en Revista Interamericana de Biblio-

grafía (Washington), XII (1962) y XIII (1963), pp. 150-170 y 162-180.

4021. Bibliotheca Hispana.—Madrid, C.S.I.C. Años 1962 y 1963.

252 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4022. CASTRO FARIÑAS, J. A.: El Librero y su mundo. — Madrid, Ediciones

Paraninfo, 1963. — 165 pp. + 1 h., 21 cm.

4023. CONROY, VICTORIA: “Bibliografía de Humboldt”, en Revista Inter-

americana de Bibliografía (Washington), XII, núm. 20 (1962), pp. 418-456.

4024. DIREccIÓN GENERAL DE ARCHIVOS Y BIBLIOTECAS. Bibliografía Espa-

ñola 1961. — Madrid, Ministerio de Educación Nacional. Dirección Gene-
ral de Archivos y Bibliotecas, 1963. — X + 793 pp., 22 cm.

4025. D[0REsTEI [VELÁZQUEZ],V[ENTURAJ: Sobre, Agustín Millares Carlo:

Tres estudios biobibliográficos (Maracaibo, Universidad del Zulia, 1961),
en El Museo Canario (Las Palmas de Gran Canaria), XXII-XXIII, núms.
77-84 (1961-1962), pp. 188-189.

4026. GAY, JEAN: Bibliographie des Ouvrages relatifs a l’Afrique et a

l’Arabie. Catalogue méthodique de tous les Ouvrages français & de prin-
cipaux en langues étrangeres traitant de la Géographie, de l’Histoire, du
Commerce, des Lettres & des Arts de l’Afrique & de l’Arabie. — Amster-
dam, Meridiam Publishing Company, 1961.—XI + 312 pp., 23’S cm.

4027. GOFF, FREDERICK R.: “Joseph Sabin, bibliographer (1821-1881)”,

en Revista Interamericana de Bibliografía (Washington), XII, núm. 17-18
(1962), pp. 39-53.

4028. G[0NzÁLEzJ DÍAZ DE CELIS, EMILIO y MARCOS G. MARTÍNEZ: Catá-

logo de obras centenarias existentes en la Biblioteca de la Universidad.
La Laguna de Tenerife, Universidad de La Laguna. Secretariado de Publi-
caciones, [J. Régulo, editor. Imprenta Gutenberg], 1962. — 54 pp. + 1 h.,
22 cm.

4029. GROPP, ARTHUR E.: “La Bibliografía en América”, en Boletín de la

Biblioteca General (Maracaibo, Universidad del Zulia), III, núm. 4 (1963),
pp. 23-40.

4030. HERNÁNDEZ SUÁREZ, MANUEL: “Registro Bibliográfico”, en El Museo

Canario (Las Palmas de Gran Canaria), XXIV, núms. 85-88 (1963), pp.
167-245.

4031. JOHNSON, HARVEY L.: “Spanish American Literary Bibliography”, en

Hispania (Washington), XLVI (1963), pp. 557-560.

4032. LECLERC, CHARLES: Bibliotheca Americana. Histoire, géographie,

voyages, archéologie et linguistique des deux Amériques et des iles Phi-
lippines. —Paris, Maisonneuve et Larose, 1961. —XX + 738 + 102 +
128 pp., 21 cm.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 253

4033. MACHADO GONÇALVES, ALFREDO: “Biblioteca Pública e Arquivo Dis-

trital de Ponta Delgada. Algunas espécies de maior valor bibliográfico”,
en Insvlana (Ponta Delgada. Açores), XIX (1963), pp. 89-132, 16 facsímiles
y una lámina.

4034. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: “El padre Antonio Rubio, de la Com-

pañía de Jesús”, en Homenaje al profesor Cayetano de Mergarina (Murcia,
Universidad de Murcia, 1962), pp. 633-651.
Estudio bibliográfico del padre Rubio, nacido en Roda hacia 1547,
autor de varios tratados de filosofía: Lógica Mexicana, Comentan in
acto libris Aristotelis de Physico auditu, etc.

4035. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: Sobre, Juan Enrique O’Ryan: Bibliografía

guatemalteca de los siglos XVII y XVIII (Guatemala, 1960). —Fernando
Peñalosa: La selección y adquisición de libros (Washington, 1961), en
Revista de Historia de América (México), núms. 53-54 (1962), pp. 274-275
y 276.

4036. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: “Apuntes para una Bibliografía de los

Estudios Clásicos en España y América Latina”, en Anuario de Filología
(Maracaibo. Universidad del Zulia), núm. 1 (1962), pp. 173-280.

4037. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: Sobre, Bibliografía Española 1959 (Ma-

drid, 1961). — P. S. Jennison y L. W. H. Kurth: El libro en América. Estudio
de las principales barreras al comercio del libro en América (Washington,
1960) en Boletín de la Biblioteca General (Maracaibo Universidad del
Zulia), II, núms. 2-3 (1962), pp. 66-67 y 70.

4038. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: “La Academia Nacional de la Historia

y el Sesquicentenario de la Independencia de Venezuela”, en Boletín de
la Biblioteca General (Maracaibo. Universidad del Zulia), II, núms. 2-3
(1962), pp. 87-95.

4039. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: “Bibliografía”, en Boletín de la Biblioteca

General (Maracaibo. Universidad del Zulia), II, núms. 2-3 (1962), pp. 97-123.

4040. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: Sobre, Efraín Castro Morales: Las pri-
meras bibliografías regionales hispanoamericanas. Eguiara y sus correspon-
sales (Puebla, Ediciones Altiplano, 1961). — Frederick R. Goff: “Joseph
Sabin, bibliographer (1821-1881)” [Revista Interamericana de bibliografía
(Washington, 1962)1.—Pedro Grases: Más incunables venezolanos (Caracas,
Cromotip, 1960). — Pedro Grases: La obra de Hussey y la bibliografía
relativa al siglo XVIIJ de Venezuela (Caracas, 1962), en Boletín de la Bi-
blioteca General (Maracaibo. Universidad del Zulia), 111, núm. 4 (1963),
pp. 62-66, 68-69, 79 y 79-80.
254 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4041. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: “Bibliografía. 1958-1963”, en Boletín de

la Biblioteca General (Maracaibo. Universidad del Zulia), III, núms. 4 y 5
(1963) pp. 87-106 y 101-116.

4042. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: Sobre, Catálogo de Publicaciones. 1959-

1963 (Caracas, Editorial Arte, 1963), en Boletín de la Biblioteca General
(Maracaibo. Universidad del Zulia), III, núm. 5 (1963), PP. 81-82.

4043. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: “La Academia Nacional de la Historia

y el período colonial venezolano”, en Boletín de la Biblioteca General
(Maracaibo. Universidad del Zulia), III, núm. 5 (1963), pp. 91-97.

4044. MONTIEL, ISIDORO: Sobre, Agustín Millares Carlo: Tres estudios

biobibliográficos (Maracaibo. Universidad del Zulia, 1961), en Boletín de
la Biblioteca General (Maracaibo. Universidad del Zulia), II, núms. 2-3
(1962), pp. 77-80 y en Revista de Historia de América (México), núms.
53-54 (1962), pp. 270-272.

4045. REVAH, 1. S.: “Marcel Bataillon. Bibliographie de M. Marcel Batai-

llon”, en Iberida. Revista de Filologia (Río de Janeiro), núm. 5 (1961) pp.
11-44.
En una nota preliminar, Révah traza la trayectoria biográfica e inte-
lectual del profesor Marcel Bataillon, destacando el criterio histórico y la
formación humanista y europea que reflejan sus fundamentales contribu-
ciones a la historia y la literatura de España, Portugal y América. La bi-
bliografía comprendé más de 400 fichas de libros, artículos y reseñas,
desde 1921, en que aparece su estudio de Pérez Galdós, hasta los de La
Celestina o la historiografía peruana, en 1961, recogiendo también los
comentarios con que la crítica internacional recibió las dos ediciones de
Erasmo y España y los Etudes sur le Portugal au temps de l’humanisme
(1952).—E[ncarnación] R[odríguez Vicente], en Índice Histórico Español
(Barcelona), IX (1963), p. 194, núm. 48966.

4046. SALvÁ Y MALLEN, PEDRO: Catálogo de la Biblioteca de Salvá.—--Escri-

to por D. Pedro Salvá y Mallen, y enriquecido con la descripción de
otras muchas obras, de sus ediciones, etc.—Valencia, Imprenta de Ferrer
de Orga, a espaldas del teatro Principal, 1872.—Tomo 1: XX)(II +
706 pp. + 1 h.; Tomo II: 900 pp., 25 cm., facsímiles.—Barcelona, Institu-
to Porter de Bibliografía, [Industria Gráfica Suñol. Fotograbados Solano],
1963.—Reproducción en Offset.

4047. SÁNCHEZ BELDA, LUIS: Bibliografía de archivos españoles y de Archi-

vística.—Publicada bajo la dirección de Luis Sánchez Belda.—Madrid,
Dirección General de Archivos y Bibliotecas, 1963.—340 pp. + 1 h.,
21’5 cm.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 255

4048. SANTIAGO [RODRÍGUEZ], MIGUEL: “Bibliografía”, en Anuario de Estu-

dios Atlánticos (Madrid-Las Palmas), núms. 8 (1962) y 9 (1963), pp. 635-
708 y 607-698.

4049. SANTIAGO RODRÍGUEZ, MIGUEL: Exposición del libro canario. Catálogo

cronológico.—Madrid, Excmo. Ayuntamiento, 1963.—67 pp. + 1 h., 21’5
cm.—(Semana Canaria en Homenaje al Ayuntamiento de Tenerife).

4050. SIMÓN DÍAZ, JosÉ: Manual de Bibliografía de la Literatura Española.—

Barcelona, Gustavo Gui, 1963.—VII + 603 pp. + 2 hs., 24 cm.

4051. URIBE DE FERNÁNDEZ DE CÓRDOBA, SUSANA: “Bibliografía de Historia

de América (1958-1962)”, en Revista de Historia de América (México), nú-
meros 53-54 (1962), Pp. 291-366.
Entre los colaboradores figura don Agustín Millares Carlo, que reseña
unos doscientos libros y artículos de revistas.

4052. VERLINDEN, CHARLES: “Bibliografía da história das grandes vias de

comércio oceánico”, en Studia (Lisboa), núm. 10 (1962), pp. 202-204.
Es un esquema presentado en el Congreso Internacional de Ciencias
Históricas (Estocolmo, 1960), para adaptar y actualizar la Bibliografía de
los años 1912-1931, dirigida por Eusebio Déprez, relativa a la historia de
los grandes descubrimientos.— R[ocíoj C[aracuel Moyano], en !ndice
Histórico Español (Barcelona), VIII (1962), p. 468, núm. 46762.

4053. VILLALOBOS R., SERGIO: Sobre, El “Epítome” de León Pindo, prime-

ra bibliografía del Nuevo Mundo. Edición de Agustín Millares Carlo (Was-
hington, 1960), en Anales de la Universidad de Chile (Santiago de Chile),
CXIX, núm. 123 (1961), pp. 204-205.

02. Bibliotecología

4054. CENTRO PROVINCIAL COORDINADOR DE BIBLIOTECAS. “Reunión del Pa-

tronato del Centro Provincial Coordinador de Bibliotecas”, en El Eco de
Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 17 de enero de 1963.

4055. GÓMEZ PÉREZ, JosÉ: “La Biblioteca del Museo Británico”, en Boletín
de la Biblioteca General (Maracaibo. Universidad del Zulia), III, núm. 5
(1963), pp. 9-31, 2 grabs.

4056. MACHÍN, J[osá] P[LÁcID0]: “De paso por la Orotava. Don Antonio
Lugo y su biblioteca”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 23 de febrero
de 1962.
256 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4057. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: “Biblioteconomía y Documentación”, en

Boletín de la Biblioteca General (Maracaibo. Venezuela), II, núms. 2-3
(1962), pp. 125-142; III, núms. 4 y 5 (1963), pp. 107-129 y 119-138.

4058. THOMPSON, LAWRENCE S.: “Las Bibliotecas en la Hispanoamérica Co-

lonial”, en Boletín de la Biblioteca General (Maracaibo. Universidad del
Zulia), III, núm. 5 (1963), pp. 33-46.

4059. VELEZ MEDIZ, RAFAEL: “El sistema de clasificación de la Biblioteca

del Congreso de los Estados Unidos”, en Boletín de la Biblioteca General
(Maracaibo. Universidad del Zulia), II, núms. 2-3 (1962), pp. 9-36.

05. Revistas. Anuarios

4060. ALONSO [RODRÍGUEZ], MARÍA ROSA: Sobre, “El Museo Canario. Las
Palmas de Gran Canaria. Núms. 75-76. 1960”, en Humanidades (Mérida. Ve-
nezuela), IV, núm. 10 (1962), pp. 235-236.

4061. ALONSO [RODRÍGUEZ], MARÍA RosA: Sobre, “Anuario de Estudios

Atlánticos. Madrid-Las Palmas. Núm. 7. 1961”, en Humanidades (Mérida
Venezuela), IV, núm. 10 (1962), pp. 236-237.

4062. ALoNso [RODRÍGUEZ], MARÍA ROSA: Sobre, “Revista de Historia

Canaria. La Laguna de Tenerife. Núms. 133-134 y 135-136. 1961”, en
Humanidades (Mérida. Venezuela), IV, núm. lO (1962), p. 237.

4063. ANUARIO. Anuario de Estudios Atlánticos.—Las Palmas de Gran Ca-

naria, Patronato de la Casa de Colón, [Madrid. Imp. Diana], núm. 8 (1962)
y núm. 9 (1963). —722 y 710 pp., láms., 24 cm.
Res.: Robert Ricard, en Bulletin Hispanique (Bordeaux), LXV
núms. 3-4 (1963), pp. 440-441.

4064. ESTUDIOS CANARIOS. Anuario del Instituto de Estudios Canarios.

VII: Actas, Memorias y Sesiones Científicas del Curso 1961-1962.—La
Laguna de Tenerife, C.S.I.C. Universidad de La Laguna. Instituto de Es-
tudios Canarios, [J. Régulo, editor. Imprenta Gutenberg], 1962. —63 pp.,
21 cm.
Contiene el resumen de las siguientes comunicaciones: José Fe-
raza de Ayala: “La Iglesia y las cuestiones de ceremonial y cortesía
en Canarias”, pp. 13-15. —Alejandro Cioranescu: “Thomas Nichois;
mercader de vinos, hispanista y hereje”, pp. 15-16. — Carmelo García
Cabrera: “El problema de la sobrepesca en Canarias”, pp. 16-19. —
José María Fernández: “Los insectos de los pinos”, pp. 20-23.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 257

4065. GRANJEL, LUIS S.: Biografía de “Revista Nueva” (1899). — Salamanca,

Facultad de Filosofía y Letras. Acta Salmanticensia, Tomo XV, núm. 3:
1962.—41 pp., 21 cm.
Referencias a Galdós en las pp. 13 y 25.

4066. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: Sobre, Félix Magallón Antón, Vicente

Navarro Reverter y Federico Navarro Franco: Índice de la Revista de
Archivos, Bibliotecas y Museos 1871-1957 con un Apéndice correspondiente
a 1958 (Madrid, Dirección General de Archivos y Bibliotecas, 1959), en
Boletín de la Biblioteca General (Maracaibo. Universidad del Zulia), II,
núms. 2-3 (1962), p. 75.

4067. MUSEO CANARIO. El Museo Canario. Revista publicada por la So-

ciedad del mismo nombre incorporada al C.S.I.C. — Las Palmas de Gran
Canaria, [Valencia, Artes Gráficas Soler, S.A.], XXIV, núms. 85-88 (1963),
VIII + 245 pp. + 3 hs., 24 cm.

4068. PANIAGUA, DOMINGO: “Revistas españolas contemporáneas”: 1. “En

la raya de dos siglos”. 2. “Revista Nueva” (1899). 3. “Electra” (1901).
4. “Alma española” (1903-1904), en Punta Europa (Madrid), núms. 85, 86-87,
90 y 92 (1963), pp. 74-92, 11-34, 19-28 y 21-23.

4069. SERRA [RAFOLS], ELÍAS: Sobre, “El Museo Canario. XXI (1960),
Homenaje a Simón Benítez Padilla, 1”, en Revista de Historia Canaria
(La Laguna de Tenerife), XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 233-236.

4070. Tenerife, hoy. Revista publicada con motivo de la celebración del

V Congreso del Skal Club. — Se publicaron solamente cuatro números,
los días 5, 6, 7 y 8 de noviembre de 1963.

4071. UNIVERSIDAD DEL ZULIA. Boletín de la Biblioteca General. — Maracaibo

(Venezuela), Universidad del Zulia, II, núms. 2-3: 1962. —224 pp. + 1 h.,
ills., 23’5 cm.
Res.: María Rosa Alonso; en Humanidades (Mérida. Venezuela),
IV, núm. 10 (1962), p. 218. — Luis Sánchez Belda, en Boletín. Di-
rección General de Archivos y Bibliotecas (Madrid), núm. 67 (1962),
pp. 78-79. — Agustín de la Hoz, en Diario de Las Palmas (Las Palmas
de Gran Canaria), 9 de julio de 1962.

4072. UNIVERSIDAD DEL ZULIA. Boletín de la Biblioteca General. — Maracaibo

(Venezuela), Universidad del Zulia, III, núms. 4 y 5: 1963. —253 pp. +
2 hs., jhs., y 192 pp. + 1 h., 23’5 cm.

06. Sociedades. Museos

4073. AMIGOS DE LOS CASTILLOS. Diez años del Boletín de la Asociación

258 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

Española de Amigos de los Castillos. — Madrid, La Asociación, 1963 —

91 pp., 24 cm.

4074. CASA DE COLÓN. “Don Agustín Millares Carlo, director-técnico de

la Casa de Colón”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 24 de
abril de 1962.

4075. HENRÍQUEZ NÚÑEZ-OJEDA, JosÉ: “Apuntes sobre el Museo Canario.

A manera de historia”, en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Ca-
naria), 12 de mayo de 1963.

4076. HOGAR CANARIO. Memoria de las actividades del Hogar Canario. Junio
1961-Junio 1962. — 13 Pp. + 5 hs., 24 cm.

4077. HOGAR CANARIO. Memoria de las actividades del Hogar Canario. Junio
1962-Junio 1963.— 13 pp. + 5 hs., 24 cm.

4078. INSTITUTO DE ESTUDIOS CANARIOS. La Laguna de Tenerife. “Memoria

del Curso 1960-61”, en Boletín del Patronato José María Quadrado
(Madrid), II, núm. 2 (1962), pp. 215-217.

4079. INSTITUTO DE ESTUDIOS CANARIOS. La Laguna de Tenerife. “Memoria

1962”, en Boletín del Patronato José María Quadrado (Madrid), III, núm. 3
(1963), pp. 150-155.

4080. INSTITUTO DE ESTUDIOS HISPÁNICOS DE CANARIAS. Memoria-Resumen

1958-1962. — Puerto de la Cruz, [Santa Cruz de Tenerife, Imp. Zamorano],
1963.—XL pp., 21 cm.

4081. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “El Museo Marqués de Lanzarote y

las bellezas y atractivos de la Villa de Teguise”, en Falange (Las Palmas
de Gran Canaria), 8 de marzo de 1962.

4082. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: “La Sociedad Económica de Amigos

del País, de Maracaibo”, en Boletín de la Biblioteca General (Maracaibo.
Universidad del Zulia), III, núm. 5 (1963), pp. 57-60.

4083. MORALES RAMOS, MANUEL: “La intensa actividad del Museo Canario.
Importantes trabajos de investigación. Su posible papel en el cuadro de
las nuevas enseñanzas universitarias en nuestra ciudad. Declaraciones
de su presidente don - “, en Diario de Las Palmas
(Las Palmas de Gran Canaria), 14 de junio de 1962.

4084. EL MUSEO CANARIO. “Avance de la Memoria correspondiente al año

1961 de la Sociedad El Museo Canario, incorporada al C.S.I.C., Patronato
José María Quadrado”, en Boletín del Patronato José María Quadrado
(Madrid), II, núm. 2 (1962), pp. 193-214.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 259

4085. EL MUSEO CANARIO. “Memoria 1962”, en Boletín del Patronato José

María Quadrado (Madrid), III, núm. 3 (1963), pp. 134-149.
Contiene: 1. Introducción. 2. Exposiciones de Arte. 3. Confe-
rencias. 4. Otros actos culturales. 5. Investigaciones: a) Investigación
Kliig. b) Investigación “Expedición femenina de la Universidad de
Oxford”. c) Investigación Marco Dorta. d) Investigación Millares
Carlo. e) Investigación Hausen. 6. Biblioteca. 7. Laboratório foto-
gráfico. 8. Publicaciones. 9. Museo.

4086. REAL SOCIEDAD ECONÓMiCA DE AMIGOS DEL PAfS. Memoria del año
1962. — La Laguna de Tenerife, La Sociedad, [J. Régulo, editor. Imp.
Gutenberg], 1963.— 43 pp., 21’5 cm.

4087. TAsARES DE NAVA, TOMÁS: Apuntes para la Historia de la Real So-

ciedad Económica de Tenerife. 1904-1959. — Segunda Parte. — La Laguna
de Tenerife, [Santa Cruz de Tenerife, Goya Artes Gráficas], 1962. —29
pp. + 1 h., 8.0
Res.: Elías Serra Ráfols, en Revista de Historia Canaria (La
Laguna de Tenerife), XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 229-230.

07. Periodismo.

4088. DÍAZ CUTILLAS, FERNANDO: “Margarita Sánchez Brito, primera profe-

sional española que ocupa un cargo directivo en Asociaciones de la Prensa”,
en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 29 de enero de 1962.

4089. GARCÍA JIMáNEZ, Luis: “La Exposición sobre la prensa del Archi-
piélago en El Museo Canario”. 1: “Un documento histórico señaladfsimo
y de extraordinario interés. Canarias llegó a ser la cuarta provincia de
España en cuanto a número de publicaciones”. II: “Los primeros escritos
de Pérez Galdós en El Omnibus y de León y Castillo en El Canario.
El Fomento de Gran Canaria y un problema que preocupó siempre: el
agua. Los periódicos canarios en América Latina”, en Diario de Las Palmas
(Las Palmas de Gran Canaria), 11 y 13 de abril de 1963.

4089 a. HEMEROTECA DE EL MusEo CANARIO. Exposición organizada por

el Seminario del Curso de Periodismo de la Universidad Internacional de
Canarias en colaboración con El Museo Canario.—Las Palmas de Gran Ca-
naria, El Museo Canario, [Tip. Lezcano], 1963. —24 pp. + 1 h., facsímiles,
15’5 cm.

4090. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: “Periodismo. Bibliografía. 1958-1963”,

en Boletín de la Biblioteca General (Maracaibo. Universidad del Zulia),
II, núms. 2-3 (1962) y III, núms. 4 y 5 (1963), pp. 143-152, 131-138 y 141-146.
260 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4091. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: “Notas. La Gaceta Municipal de Mara-

caibo y dos proyectados periódicos oficiales”, en Boletín de la Biblioteca
General (Maracaibo. Universidad del Zulia), III, núm. 5 (1963), pp. 49-57,
2 facsímiles.

4092. PRATS DE LAPLACE, MARt A TERESA: “Problemas de nuestro tiempo.

El periodismo ante la ciudad”, en Mujeres en la Isla (Las Palmas de Gran
Canaria), núm. 100 (1963), p. 11.

4093. RUIZ ALVAREZ, ANTONIO: “Carta de Francia. Volcán, periódico canario

en Europa”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 19 de abril de 1963.

4094. TABLANTE GARRIDO. P. N.: “Periodismo merideño”, en Boletín de

la Biblioteca General (Maracaibo. Universidad del Zulia), III, núm. 4 (1963),
pp. 43-51, 4 figs.

093. Incunables

4095. MONTIEL, ISIDoRo: “La segunda edición castellana del Exemplario

(contra los engaños y peligros del mundo) (1499), incunable desconocido”,
en Boletín de la Biblioteca General (Maracaibo. Universidad del Zulia),
II, núms. 2-3 (1962), pp. 37-51, 2 facsímiles.

1. FILOSOFÍA

133.4. Magia

4096. LAMB, tJRSULA: “La Inquisición en Canarias y un libro de Magia

del siglo XVI”, en El Museo Canario (Las Palmas de Gran Canaria), XXIV,
núms. 85-88 (1963), pp. 113-114.

2. RELIGIÓN

4097. AFONSO PADRÓN, BENJAMÍN: “Semana Santa en La Orotava. Arte y Fe

de un pueblo. Síntesis histórica: Imágenes. Escultores. Hermandades”, en
El Día (Santa Cruz de Tenerife), 11 de abril de 1963.

4098. ALVAREZ CRUZ, LUIS: “Ante una efemérides isleña. Cincuenta años
de historia de la Diócesis. Desde la Ermita de la Expectación a la Parroquia
de los Remedios. Sucinta biografía de un cincuentenario tinerfeño”, en
El Día (Santa Cruz de Tenerife), 7 de agosto de 1963.
Contiene: 1. Orígenes y antecedentes. 2. El Patronazgo de la
Virgen de Candelaria. 3. Comienzo de la obra 4. Inauguración del
nuevo templo. 5. Nombres de la época. 6. Canónigos. 7. Beneficiados.
8. Los nueve prelados de Tenerife. 9. Las campanas catedralicias..
10. Campanas y campaneros. 11. Cincuenta años de historia.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 261

4099. ALVAREZ CRUZ, Luis: “Fervoroso homenaje a la Virgen de Candelaria.

La peregrinación de un viejo dominico”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife),
15 de agosto de 1963.

4100. ALVAREZ DELGADO, JUAN: “La Laguna y su famosa Semana Santa”,

en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 11 de abril de 1963.

4101. ALVAREZ DELGADO, JUAN: “Quinientos años de la cristianización de

Tenerife con la aparición de la Virgen”, en Canarias en Venezuela (Santa
Cruz de Tenerife), niím. 86 (1963), pp. 26-31.

4102. ARMAS [MEDINA], GABRIEL DE: “El baluarte”, en Falange (Las Palmas
de Gran Canaria), 13 de septiembre de 1962.
Se refiere a la actuación en el Concilio Ecuménico del Cardenal
Octaviani.

4103. ARMAS [MEDINA], GABRIEL DE: “La España misionera, vindicada”, en

Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 15 de noviembre de 1962.
Comentario al libro del padre Juan Terradas Soler: Una epopeya
misionera. La conquista y colonización de América vista desde Roma
(Madrid, Epesa, 1962).

4104. ARMAS [MEDINA], GABRIEL DE: “El Seminario, faro de esperanzas”,

en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 6 de diciembre de 1962.

4105. ARMAS [MEDINA], GABRIEL DE: “Thomas Merton y sus Cuestiones

discutidas”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 14 de febrero
de 1963.

4106. ARMAS [MEDINA], GABRIEL DE: “El Papa ha muerto... ¡Viva el Papa!”,
en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 13 de junio de 1963.

4107. ARMAS [MEDINA], GABRIEL DE: “Edith Stein y la Ciencia de la Cruz”,

en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 17 de octubre de 1963.

4108. AYALA, FRANcIsco: “Cuando el fervor popular es plebiscito de San-

tidad. Vida, obra y milagros de un tinerfeño de Vilaflor: Pedro de Be-
thencourt”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 6 de agosto de 1963.

4109. AYALA, FRANcisco: “Candelaria, estación final en la ruta de los ro-

meros. Los trabajos en la Cueva de San Blas y la posibilidad de hallazgo
de unas ‘catacumbas’ “, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 15 de agosto
de 1963.

4110. CARITAS DIOCESANA. Plan Nacional de Promoción, Asistencia Social

262 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

y Beneficencia de la Iglesia encomendado a Cáritas Española. II Asam-

blea Diocesana de Cáritas. Diócesis de Las Palmas. — Las Palmas de Gran
Canaria, s. imp., sa.: 1962. 15 Pp., 21 cm.

4111. CRISTO DE LA LAGUNA. Fiestas del Stmo. Cristo de La Laguna.

Excmo. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna y V Esclavitud
del Stmo. Cristo, 1963. —26 hs. sin numerar, láms. y grabs., 19’5 cm.

4112. FERNÁNDEZ ALONSO, JUSTO: Legaciones y nunciaturas en España de

1466 a 1521. Vol. 1: 1466-1486. —Roma, Instituto Español de Historia
Eclesiástica, 1963. — XXXIX + 488 pp., 24’5 cm. — (Monumenta Hispa-
niae Vaticana. II: Sección Nunciatura, 1).
Edición de 260 importantes documentos (algunos en regesta) del
Archivo Vaticano, referentes a colectores, legados y nuncios pontificios
en España, de 1466 a 1486, correspondientes a los pontificados de
Paulo II, Sixto IV e Inocencio VIII. A destacar en los documentos:
anulación papal de un obispo menor de edad, misioneros en Canarias
y Africa, falsificación de bulas de cruzada, exportación de alumbre
pontificio a Flandes, grandes ingresos de la Cámara Apostólica en
España, resistencia del clero aragonés a pagar el diezmo, legación
de Rodrígo de Borja, oposición real al nombramiento de eclesiásticos
extranjeros en España y muchos documentos de cuentas. Indice
de nombres propios redactado por José Vives y Ángel Fábrega.
M[iguel] G[ual], en Índice Histórico Español (Barcelona), p. 382,
núm. 50393.

4113. GONZÁLEZ DE ALÉDO, MANUEL: “Hoy se cumplen cincuenta años de

la Consagración y Dedicación de la 5. 1. Catedral de La Laguna. Pregón
de las fiestas jubilares del templo catedralicio”, en El Día (Santa Cruz
de Tenerife), 6 de septiembre de 1963.

4114. HERNÁNDEZ PERERA, JESÚS: “Fe, religiosidad y arte en la Semana

Santa lagunera”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 19 de abril de 1962.

4115. HERNÁNDEZ ZUMBADO, FERNANDO: Novena en obsequio y culto de

María Santísima que con el título de Nuestra Señora del Pino se venera
en la Villa de Teror. — Las Palmas de Gran Canaria, Imp. Galdós, 1962.
31 pp., 5 cm.

4116. INCHAURBE, Fray DIEGO, O. F. M.: “Apuntes para una historia de la

Orden de San Francisco en Tenerife”. 1. “Inscripción del Convento Fran-
ciscano de San Lorenzo de La Orotava en el Registro Público. Cláusulas
del testamento del conquistador don Bartolomé Benítez de Lugo”. 2. “El
Patronato de la Capilla Mayor de la Iglesia de San Lorenzo, de La Orotava”.
3. “Patronato de los Capítulos de la Provincia de San Diego de Canarias”,
en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 9, 12 y 19 de agosto de 1962.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 263

4117. INCHAuRBE, Fray DIEGO, O. F. M.: “De nuestra historia insular.

Fr. Juan Suárez de Quintana, Provincial Franciscano, 1745-1748”, en Hoja
del Lunes (Las Palmas de Gran Canaria), 24 de diciembre de 1962.

4118. INcHAURBE, Fray DIEGO, O. F. M.: Compilación de artículos reíeren-

tes a las Órdenes Franciscanas en Canarias. — Las Palmas de Gran Canaria,
Imp. Minerva, 1963. —96 pp., 21 cm.
Contiene: 1. Convento de San Miguel de las Victorias. 2. La
Tercera Orden Franciscana de San Miguel de las Victorias. 3. Cofradía
del Santísimo Cristo de La Laguna. 4. Convento de San Lorenzo de
La Orotava. 5. Capítulo y Congregaciones. 6. Convento de Nuestra
Señora de las Mercedes. 7. Convento de San Juan Bautista. 8. Con-
vento Recoleto de San Diego del Monte. 9. Cuarto centenario de
San Pedro de Alcántara. 10. En torno al cuarto centenario de San
Pedro de Alcántara. 11. Convento de la Inmaculada Concepción.
12. Convento de las Concepcionistas. 13. Fray Gonzalo Temudo.
14. Fray Juan Mireles. 15. Fray Juan Suárez de Quintana. 16. Fray
José de Sosa.
Res.: J. Barrado, en Archivo-Iberoamericano (Madrid), núm. 92
(1963), pp. 479-480.

4119. JIMÉNEz SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “Algunas piezas artístico-religiosas de

la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, de Las Palmas” 1-II, en Fa-
lange (Las Palmas de Gran Canaria), 28 de febrero y 1 de marzo de 1962.

4120. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “La ermita de San Antonio de Padua,

en la ciudad de Telde” 1-II, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 12
y 13 de junio de 1962.

4121. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “Aparece en la Iglesia de Nuestra Se-

ñora de Teror, una pila bautismal del siglo XVI”.—”La Festividad del Cor-
pus Christi. Algunos antiguos datos de su manifestación en Las Palmas de
Gran Canaria” I-II.—--”En homenaje a la vieja y extinguida ermita de San
Cristóbal”.—”Marzagán y su Virgen de las Nieves”.—”La villa de Firgas
en el Pregón de las fiestas patronales de San Roque”.—”Presentes y exvo-
tos a la Virgen del Pino, Patrona de Gran Canaria”.—---”Temas canarios. El
Madroñal y Nuestra Señora del Madroñal” I-II.-—”Bodas de diamante del
Monasterio Cisterciense de San Ildefonso, de la Villa de Teror”, en El Eco
de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 27 de febrero, 12 y 13 de junio,
17 de julio, 4 de agosto, 14 y 15 de agosto, 8 de septiembre, 26 y 27 de oc-
tubre y 8 de noviembre de 1963.

4122. MARRERO CABRERA, D[OMING0]: “Historia del Obispado de Nivaria.

Algunos pormenores históricos sobre la creación del mismo”, en La Tarde
(Santa Cruz de Tenerife), 27 de marzo de 1962.

4123. MARRERO CABRERA, D[0MING0]: “La Laguna en la celebración del Cor-

264 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

pus. La festividad de hoy vista por tres historiadores del Archipiélago”, en

El Día (Santa Cruz de Tenerife), 21 de junio de 1962.

4124. MARRERO CABRERA, D~oMINGo}: “Hoy, fiesta en Santa María de Guía,

Una imagen centenaria que fue traída por el propio Adelantado. De la er-
mita primitiva a la actual”.—”Devociones laguneras. Belleza y pintores-
quismo de la ermita y montaña de San Roque. Una imagen y su historia”.—
“Cómo y cuándo llegó a La Laguna la venerada imagen del Santísimo Cris-
to. Tres autorizadas descripciones de la talla del Santo Crucifijo”, en El
Día (Santa Cruz de Tenerife), 5 y 19 de agosto y 13 de septiembre de 1962.

4125. MARRERO CABRERA, D[orvuNoo]: “Fe y religiosidad de la Semana San-

ta lagunera. Imágenes y ‘pasos’ en las calles de la ciudad”, en El Día (San
ta Cruz de Tenerife), 7 de abril de 1963.

4126. MARTÍN DUQUE, ÁNGEL J.: “Las investigaciones del doctor Johannes
Vincke”, en Estudios de Edad Media de la Corona de Aragón (Zaragoza),
VII (1962), pp. 741-753.
Enumera la extensa bibliografía de este hispanista germano, co-
mentando ampliamente (sin propósitos críticos) sus más recientes pu-
blicaciones sobre el derecho del patronato, política de beneficios, acti-
tud aragonesa ante el Cisma de Occidente, cristianización de las Cana-
rias, relaciones culturales y económicas germano-hispánicas y otros te-
mas.—M[iguel] G[ual Camarena], en !ndice Histórico Español (Bar-
celona), IX (1963), p. 389, núm. 50451.

4127. NAVARRO ARTILES, FRANCISCO: “Ntra. Sra. de la Peña, en la Isla de

Fuerteventura”, en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 27 de
septiembre de 1963.

4128. PRATS DE LAPLACE, MARÍA TERESA: “Aguas revueltas en torno al Con-

cilio”, en Mujeres en la Isla (Las Palmas de Gran Canaria), núm 97 (1963),
p. 1.

4129. PRATS DE LAPLACE, MARÍA TERESA: “~Quées el ‘irenismo’?”, en Mu-

jeres en la Isla (Las Palmas de Gran Canaria), núm. 103 (1963), p. 1.

4130. RODRÍGUEZ BATLLORI, FRANCISCO: “~Amenaza ruina el Santuario del

Pino?”, en ABC (Madrid), 27 de septiembre de 1962.

4131. RODRÍGUEZ, GREGORIO F.: “El Císter de Teror” I-V, en El Eco de Ca-
narias (Las Palmas de Gran Canaria), 10, 12, 14, 15 y 21 de noviembre
de 1963.

4131 a. RuIz DE PADRÓN, ANTONIO JosÉ: “Discurso de Ruiz de Padrón en

las Cortes de Cádiz sobre la abolición de la Inquisición. Sesión del día 18
de enero de 1813”, en Boletín Informativo del Seminario de Derecho Po-
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 265

lítico (Salamanca-Princeton), núm. 26 (1962), pp. 149-183. Nota preliminar

de V[icente] Ll[orens], pp. 147-148.

4132. RUMEU DE ARMAS, ANTONIO: “El Santuario de Nuestra Señora del Pi-
no”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 8 de septiembre de 1962.

4133. SANTA MIsA. Directorio de la Santa Misa participada por todos.—Las

Palmas de Gran Canaria, Diócesis de Canarias, [Imp. del Obispado], s. a.:
1963.—8 pp., 17’5 cm.

4134. TARQUIS [RODRÍGUEZ],PEDRO: “La destacada Semana Santa de La Oro-

tava. Su paso del Cristo del Perdón”, en La Tarde (Santa Cruz de Teneri-
fe), 14 de abril de 1962.

4135. TORNO, LEANDRO: “Un misionero ibérico en Groenlandia en tiempos

precolombinos”, en Missonalia Hispánica (Madrid), XIX, núm. 57 (1962),
pp. 373-375.
Nota sobre García Alonso, portugués, misionero en Groenlandia
durante el siglo XV, citado por José Rius Serra en el tomo 1 del Re-
gesto Ibérico de Calixto ¡JI. Referencias a las misiones en las Canarias,
con citas de las conocidas obras de Buenaventura Bonnet, Elías Serra,
Wólfel, Zunzunegui, Parejo Márquez e Ignacio Onaechevarría.

4136. VIRGEN DE LA CUEVITA. La Virgen de la Cuecita. Artenara. Gran Ca-

nana—Las Palmas de Gran Canaria, Lit. Saavedra, 1963.—----30 pp., 25’5 cm.
(Publicación patrocinada por el Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria).
Contiene: 1. J. C. Quintana: “25 años”, p. 5.—2. Sebastián Jimé-
nez Sánchez: “Artenara y Santa María de la Cuevita”, pp. 7-15.—
3. Juan Sánchez Pérez: “Pregón”, pp. 21-25.-—4. “Consagración de los
excombatientes de Artenara a su Patrona la Virgen de la Cuevita”, p.
27.—5. “La Virgen de la Cuevita, Patrona de los conjuntos típicos ca-
narios”, p. 28.—6. “Acto de Consagración”, p. 29.—7. J. C. Quintana:
“Artenara. (Canción canaria)”, p. 20.

4137. YANEZ ALVAREZ, ELÍAS: “Ante el cincuentenario de la Catedral”, El

Día (Santa Cruz de Tenerife), 13 y 22 de agosto de 1963.

4138. YBOT LEÓN, ANToNIo: La Iglesia y los eclesiásticos españoles en la

empresa de Indias. II: La obra y sus artífices.—Barcelona, Salvat Editores,
S. A., 1962.—XVI + 1141 pp. + XII láms., 430 grabados intercalados en
el texto, 24 cm. (Historia de América y de los pueblos Americanos, to-
mo XVII).
Contiene: Nota preliminar. 1. Patriarcado de las Indias. II. El epis-
copado: etapa inicial. III. Geografía e historia episcopales. IV. Legis-
lación, ejercicios pastorales. Y. Cabildos eclesiásticos. VI. La Orden de
San Francisco. VII. La Orden de Santo Domingo. VIII. La Orden de
266 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

Nuestra Señora de la Merced. IX. La Orden de San Agustín. X. Agus-

tinos Recoletos. XI. La Compañía de Jesús. XII. La Orden de Capuchi-
nos en Venezuela. Apéndices: 1. Indice de personas e instituciones
eclesiásticas. II. Indice de personas e instituciones seculares. III. Re-
pertorio geográfico. IV. Pueblos indígenas. Príncipes y caciques. V. Ín-
dice de cartogramas. VI. Ilustraciones fuera de texto.

3. CIENCIAS SOCIALES

30. Sociología

4139. ARMAS [MEDINA], GABRIEL DE: “La familia, blanco de la Revolución”,

en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 9 de enero de 1963.

4140. FRAGA IRIBARNE, MANUEL: Las leyes económico-sociales y el problema

del desarrollo. — Las Palmas de Gran Canaria. Universidad Internacional
de Canarias, [La Laguna de Tenerife. Imp. Gutenberg], 1962. — 39 pp.,
19 cm.

312. Demografía

4141. ARBELO [CURBELO],ANTONIO: La mortalidad de la infancia en España

(1901-1950).-—Madrid, C. S. 1. C. Instituto Balmes de Sociología. Ministe-
rio de la Gobernación. Dirección General de Sanidad, 1962.—608 pp. + 1
h., 50 tablas y 10 gráfs., 24 cm.

4142. MELÓN Y RUIZ DE GORDEJUELA, AMANDO: “Censo de la población de

España del año 1960”, en Estudios Geográficos (Madrid), XXIII, núm. 88
(1962), pp. 337-351; y en Boletín del Patronato José María Quadrado (Ma-
drid), III, núm. 3 (1963), pp. 13-26.

4143. NIETo NAVEIRAS, JosÉ: “Santa Cruz de Tenerife, en el censo de la

población de 1960 alcanza la cifra de 133.100 habitantes de hecho”, en La
Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 13 de marzo de 1962.

4144. NIETo NAVEIRAS, JosÉ: “Distribución demográfica de Santa Cruz de

Tenerife (Capital), conforme a los resultados del censo de población de 31
de diciembre de 1960”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 24 de abril
de 1962.

4145. NIETO NAVEIRAS, JosÉ: “Población estimada de la provincia de Santa

Cruz de Tenerife para los diez próximos años”, en El Día (Santa Cruz de
Tenerife), 1 de agosto de 1962.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 267

32. Política

4146. ARMAS [MEDINA], GABRIEL DE: “LEs la política un deber?”, en Diario

de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 22 de marzo de 1962.
Resumen de la conferencia pronunciada en el Círculo Balines.

4147. ARMAS [MEDINA], GABRIEL DE: Autoridad y Totalitarismo.—Madrid,

Speiro, S. A., 1963.—24 pp., 20’5 cm.

4148. MARRERO [SUÁREZ], VICENTE: La Guerra Española y el Trust de los

cerebros.—Madrid, Ediciones Punta Europa, 1962.—647 pp. + 4 hs., 24
cm.—Segunda edición, revisada. Tercera edición del mismo año.

4149. MARRERO [SUÁREZ], VICENTE: “Política española: su estructura y su

despegue”, en Punta Europa (Madrid), núms. 77, 78, 80 (1962) y 83(1963),
pp. 67-81, 50-67, 59-73 y 44-45.

4150. MARRERO [SUÁREZ], VICENTE: “Spanish Fury, otro libro sobre la gue-
rra española”, en Punta Europa (Madrid), núm. 78 (1962), pp. 99-100.

4151. M[ARRERO SUÁREZ], V[IcENTE]: “De diálogo en diálogo”, en Punta Eu-

ropa (Madrid), núm. 90 (1963), pp. 51-75.

325. Emigración

4152. BAUTISTA CLIMENT, JUAN: “España en el exilio”, en Cuadernos Ameri-

canos (México), XXII, núm. 1 (1963), pp. 91-108.
Tras un preámbulo sobre los exilios españoles desde 1492, sobre
ideas y datos archiconocidos, comienza (p. 98) la parte realmente inte-
resante del trabajo al estudiar el exilio español de 1939 (volumen: más
de medio millón; funcionamiento de los servicios especiales de la le-
gación de México en París con los del Ministerio francés del Interior;
la repatriación; el trágico destino de muchos grupos en la II Guerra
Mundial). Especial estudio de la llegada de los refugiados españoles a
México, con notas ambientales de su recepción en la sociedad mexica-
na (parte ésta de sumo interés, al traslucirse —también en gran parte
del ensayo— una vívida experiencia directa) y algunas leves indicacio-
nes sobre sus actividades profesionales. No participamos de su idea
acerca de que la historia de esta expatriación “hay que dejarla a los
historiadores”. No habiendo quedado apenas fuentes, o en todo caso
muy dispersas, es una tarea de urgencia la reunión de recuerdos per-
sonales de esta tremenda diáspora.—J[osé] M[uñoz Pérez], en Índice
Histórico Español (Barcelona), p. 460, núm. 51010.
268 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

33. Economía

4153. ARENCIBIA ROCHA, JUAN: “Nota sobre el Plan de Desarrollo Econó-

mico de Canarias”, en Información Comercial Española (Madrid), mayo
de 1962. Reproducido en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 12
de julio de 1962.

4154. CAMALICH CANALETTI, EUGENIO: “Consideraciones sobre algunos fines

que motivaron la Encíclica Mater et Magistra” 1-VII, en Diario de Las
Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 9, 10, 13, 14, 15, 20 y 22 de no-
viembre de 1962.

41 55. CONSEJO ECONÓMICO SINDICAL PROVINCIAL DE TENERIFE. Perspectivas

del Desarrollo Económico de la Provincia de Tenerife en los próximos

cinco años. — Madrid, 1962. — 217 pp., 28 cm. (Consejo Nacional Sindical.
Gabinete Técnico, vol. 15).

4156. CONSEJO ECONÓMICO SINDICAL DE GRAN CANARIA. 1962. Conclusiones

aprobadas en el IV Pleno. — Las Palmas de Gran Canaria, [s. imp.: Imp.
España], 1962. —48 hs. + 14 tablas plegadas, 30 cm.

4157. CORREA VIERA, BERNARDINO: “Canarias y el Mercado Común”, en

Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 31 de diciembre
de 1962.

4158. FRAGA IRIBARNE, MANUEL: “Las leyes económico-sociales y el pro-

blema del desarrollo”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife) y en Diario
de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 1 de septiembre de 1962.
Texto íntegro de la conferencia pronunciada en el teatro Pérez
Galdós, de Las Palmas, con motivo de la clausura del curso de la
Universidad Internacional de Canarias. Véase anteriormente núm. 4140.

4159. INSTITUTO CANARIO DE ESTUDIOS ECONÓMICOS. “Despedida a dos es-

tudiantes norteamericanos en el I.C.E.E.”, en El Eco de Canarias
(Las Palmas de Gran Canaria), 25 de agosto de 1963.

4160. LEÓN Y GARCÍA DE LA BARGA, PEDRO: “La insularidad canaria como

elemento económico”, en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria),
28 de septiembre de 1963.
Resumen de la conferencia pronunciada en la Escuela de Comercio.

4161. MAURICIO RODRÍGUEZ, JosÉ: “El Plan Canarias y el desarrollo eco-

nómico español”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria~,
29 de junio de 1962.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 269

4162. ORGANIZACIÓN DE EMPRESAS. “Nomenclator de Asesores en Organi-

zación de Empresas. Circular número 1 deI Instituto de Estudios Econó-
micos”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 22 de
febrero de 1962.

4163. PLAN CANARIAS. Canarias. Anexo al Plan de Desarrollo Económico

y Social. — Madrid, Presidencia del Gobierno. Comisaría del Plan de De-
sarrollo Económico y Social, 1963. — 518 pp. + 1 h., 29’5 cm.
Contiene: 1. Los criterios generales. II. El medio natural. III. La
Demografía. IV. La renta. V. La agricultura. VI. La ganadería.
VII. La silvicultura. VIII. La pesca. IX. La industria. X. Los trans-
portes. XI. El turismo. XII. Las comunicaciones alámbricas e inalám-
bricas. XIII. La ordenación sanitaria y asistencial. XIV. La enseñanza.
XV. La vivienda. XVI. Organización administrativa. XVII. Obras y
servicios de las Corporaciones locales. XVIII. Epílogo.

4164. PLAN CANARIAS. “Los ocho puntos básicos del Plan Canarias”, en
Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 7 de marzo de 1962.

331. Trabajo. Salarios

4165. GONZJ~.LEZ DE MESA, RAMÓN: “Los salarios mínimos y el convenio

colectivo sindical del plátano”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de
Gran Canaria), 7 de marzo de 1963.

4167. MUTUALIDAD LABORAL DE LAS PALMAS. Memoria. — Ministerio de Tra-

bajo, [Las Palmas de Gran Canaria, Lit. Saavedra], s. a.: 1962. — 1 vol.,
27 cm.

4168. MUTUALIDAD LABORAL DE LAS PALMAS. Memoria 1963. — Las Palmas

de Gran Canaria, [Lit. Saavedra], s. a.: 1963. — 1 vol., 27 cm.

332.1. Banca

4169. CASARES, ANÍBAL: Consideraciones sobre el sistema bancario español

y la nacionalización del Banco de España. — Madrid, Delegación Nacional
de Organizaciones del Movimiento. Servicio de Formación de Seminarios.
Seminario Central de Política Económica, 1962. —~ 30 pp. + 1 h., 21 cm.
(Documentos de Orientación, 2).

332.2. Ahorro

4170. CAJA INSULAR DE AHORROS Y MONTE DE PIEDAD DETENERIFE. Me-

moria. — Santa Cruz de Tenerife, Caja Insular, [Imp. Margeriti, s. a.:
1963.— 1 vol., 21’5 cm.
270 MANUEL HERNÁNDEZ suÁ~az

332.4. Moneda

4171. MONEDAS CANARIAS. “Pragmática sanción (de Carlos III), suprimiendo

la circulación de monedas antiguas en Canarias”, en Nvmisma (Madrid),
XIII, núm. 63 (1963), pp. 29-30.

34. Derecho

4172. ARMAS MEDINA, FERNANDO DE: “La Audiencia de Canarias y las

Audiencias Indianas”, en Anales de la Universidad Hispalense (Sevilla),
XXII (1962), pp. 103-127.
Sobre dos aspectos principales se centra este trabajo respecto
de estas instituciones jurídicas en los países españoles de ultramar:
por una parte, estudia el autor los paralelismos e influencias mutuas
entre las Audiencias creadas en los territorios americanos y la de
las islas Canarias. En segundo lugar, y con relación a esta última,
nos ofrece un estudio sobre su creación, desenvolvimiento y las di-
versas transformaciones que a través de los siglos se dieron en ella.
Abundantes citas bibliográficas y documentales. — J[uana] G[il] B[er-
mejo] G[arcía], en Anuario de Estudios Americanos (Sevilla), XIX
(1962), p. 819, núm. 44.
Res.: Leopoldo de la Rosa Olivera, en Revista de Historia Canaria
(La Laguna de Tenerife), XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 258-259.

4173. ARMAS [MEDINA], GABRIEL DE: “Vailet y su Panorama del Derecho

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de 1963.

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de Santa Cruz de Tenerife. Año 1964. — Santa Cruz de Tenerife, [Goya
Artes Gráficas], 1963.— 28 hs., 20 cm.

4175. COMUNIDAD DE AGUAS “EL TABAIBE”. Gran Taraial. Estatutos de la

Comunidad de Aguas “El Tabaibe”. — Las Palmas de Gran Canaria,
[Imp. Izquierdo], s. a.: 1962. —21 pp., 16 cm.

4176. CRUZ GARCÍA, TOMÁS: “Comentarios al proyecto de ley sobre apro-

vechamiento de aguas y auxilios a los mismos en Canarias. Ocho posibles
modificaciones y una coyuntura aprovechable para dar rango legal a ciertas
disposiciones”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 13 de noviembre
de 1962.

4177. CRUZ GARCÍA, TOMÁS: “Un tema del máximo interés y actualidad para
las islas. Nuevos comentarios relativos a la vigente Ley sobre aprovecha-
mientos de aguas y auxilios a los mismos en Canarias”, en El Día (Santa
Cruz de Tenerife), 20 y 21 de septiembre de 1962.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 271

4178. GUIMERÁ PERAZA, MARCOS: Auxilios a los aprovechamientos de aguas

en Canarias y otras cuestiones. Madrid, Instituto Nacional de Estudios
Jurídicos, 1963. —21 hs., 24 cm.
Es tirada aparte del Anuario de Derecho Civil, pp. 423-464.

4179. HURTADO DE MENDOZA Y SÁEZ, A~BROSIO: “Comentarios a una sen-

tencia de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo”, en Revista del
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sin culpa”, en Revista del Foro Canario (Las Palmas de Gran Canaria),
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4182. MARTÍ SÁNCHEZ, JEsús NICOLÁS: Algunos aspectos del delito de han-
carrota.—Santa Cruz de Tenerife, [Goya Artes Gráficas], 1962.—228 pp. +
2 hs., 21’5 cm.

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damientos Urbanos con especial consideración a su contenido social”,
en Revista del Foro Canario (Las Palmas de Gran Canaria), XI, núms.
31 y 32 (1962), pp. 31-80 y 21-72; XII, núm. 33(1963), pp. 39-81.

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rias”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 18 de noviembre de 1962.

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de las aguas en Canarias”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran
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4186. R[osA] O[LIVERA], L[EOPOLDO DE LA]: Sobre, José Peraza de Ayala:

“El Real Patronato de Canarias” [Anuario de Historia del Derecho Español
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XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 260-262.

4187. SALCEDO, ERNESTO: “El Real Patronato de Canarias, de José Peraza

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de la Cooperativa U.M.C.E. — Fuerteventura, [Imp. Santa María], s. a.:
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4189, VELÁZQUEZ, JUAN: “Legaz Lacambra en la Universidad Internacional

de Canarias”, en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 30
de agosto de 1963.
272 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

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del Foro Canario (Las Palmas de Gran Canaria), XII, núm. 33 (1963),
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35. Administración Pública. Corporaciones

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con las Islas. Orígenes de la ley fundacional de 27 de junio de 1912”.
en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 31 de marzo de 1962.

4192. AVENDAÑO PORRÚA, ANTONIO: “Los Cabildos deben ser rectores de

los Planes de Desarrollo Insulares y Provinciales”, en Diario de Las Palmas
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de Cabildos Insulares”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 1 de julio
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de Cultura de las Diputaciones Provinciales”, en Zaragoza, XV (1962),
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a partir de la ley del 12”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran
Canaria), 11 de julio de 1962.

37. Pedagogía

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lectual de los escolares de Tenerife (Santa Cruz de Tenerife, 1962), en
Revista de Historia Canaria (La Laguna de Tenerife), XX)(V, núms. 137-140
(1962), pp. 245-248.

4197. AFONSO PADRÓN, BENJAMÍN: “La tesis doctoral Nivel intelectual de

los escolares de Tenerife y una sugerencia a la dra. Amberes Migueléz”,
en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 22 de mayo de 1963.

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El doctor don Antonio González habla para El Día”, en El Día (Santa
Cruz de Tenerife), 1 de octubre de 1963.

4199. BELTRÁN SIERRA, ANToNIo: “Ayer quedó abierto el curso de Verano

de la Universidad Internacional de Canarias. Entrevista con el profesor
doctor Manuel Alvar”, en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Ca-
naria), 21 de julio de 1963.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 273

4200. CACHO Viu, VICENTE: La Institución Libre de Enseñanza. Tomo 1:

Orígenes y etapa universitaria (1860-1881). — Prólogo de Florentino Pérez
Embid. — Madrid, Ediciones Rialp, 1962. — 576 PP., jis., 24 cm. — (Colec-
ción Rialp de Cuestiones Fundamentales).
Historia objetiva y documentada de la Institución Libre de Ense-
ñanza, que parte de las biografías de sus precursores y fundadores.
Este primer tomo, dedicado al período 1860-1881, estudia de manera
especial la creación y primeros pasos de la entidad y las alternativas
de la política universitaria de los gobiernos de la época. — José Simón
Díaz, en Libros del mes (Madrid), sep.-oct. 1962, p. 402, núm. 4977,

4201. CENTRO DE ENSEÑANZA MEDIA PROFESIONAL SANCHO DE VARGAS.

Memoria 1961-1962. — Santa María de Guía (Gran Canaria), [Imp. Santa
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Ignacio de Loyola, [Lit. Martínez], s. a.: 1963. — 1 vol., 12 cm.

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4205. GARcÍA BLAIRSY, CRISTÓEAL: “Un enfoque sobre la Universidad Inter-

nacional de Canarias”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Ca-
naria), 17 de julio de 1962.

4206. GARCÍA RAnos, ALFONSO: “La Universidad de mañana”, en La Tarde

(Santa Cruz de Tenerife), 28 de rharzo de 1962.

4207. GARCÍA-RAMOs, ALFONSO: “La Facultad de Ciencias Económicas,

necesidad imperiosa de nuestra Universidad”, en La Tarde (Santa Cruz
de Tenerife), 18 de abril de 1963.

4208. GARCÍA-RAMOS, ALFONSO: “Sobre la creación de una Facultad de

Ciencias Económicas”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 22 y 24
de abril de 1963.

4209. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: Sobre, Isidoro Montiel: Historia de

la Universidad de Sigüenza (Maracaibo, 1963), en Boletín de la Biblioteca
General (Maracaibo. Universidad del Zulia), III, núm. 5 (1963), PP. 73-75.
274 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4210. MORALES PADRÓN, FRANCISCO: “Sevilla, laboratorio intelectual de

Hispanoamérica”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria),
17 de enero de 1962.

4211. MORALES PADRÓN, FRANCISCO: “Los exámenes de reválida”, en Diario

de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 15 de agosto de 1962.

4212. PEREIRA, JACOBO: “La Universidad Internacional de Canarias. ~xito

de la nueva Institución asentada en Las Palmas”, en ABC (Madrid), 19
de septiembre de 1962.

~t213. PRATS DE LAPLACE, MARÍA TERESA: “Primer Curso de Periodismo

en la Universidad Internacional de Canarias”, en Mujeres en la isla (Las
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4214. R[ODRÍGUEZ] GAVILANES, C[AMIL0]: “La Universidad Internacional

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9 de julio de 1962.

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sidad Internacional de Canarias”, en El Eco de Canarias (Las Palmas
de Gran Canaria), 2 de abril de 1963.

4216. UNIVERSIDAD INTERNACIONAL. “La Universidad Internacional de Las

Palmas queda “vinculada e “integrada” en la Universidad de La Laguna”,
en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 5 de abril de 1962.
Entrevista con don Alberto Navarro González.

4217. UNIVERSIDAD INTERNACIONAL. “Ayer en el Gabinete Literario. Intere-

sante coloquio sobre la Universidad Internacional de Las Palmas, organizado
por Mujeres en la Isla”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran
Canaria), 10 de julio de 1962.

4218. VARELA, JosÉ Luis: “La nueva Universidad Internacional de Ca-

narias”, en Arbor (Madrid), LIII, núm. 203 (1962), pp. 95-104.

4219. [VEGA GUERRA, MATÍAS]: “Un ilustre canario nos habla de la Uni-
versidad Internacional”, en Mujeres en la Isla (Las Palmas de Gran Ca-
naria), núms. 92-93 (1962), p. 7.

38. Comercio. Transportes

4220. ÁLAMO [HERNÁNDEZ], NÉSTOR: “Inexplicables demoras en las obras

del Puerto de la Luz”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran
Canaria), 28 de mayo de 1963.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 275

4221. ALCAZAR LUNA, M.: “Mayor producción de plátanos. El consumo del

mercado interior representa ya cerca de un 70 por ciento de la produc-
ción”, en Revista Sindical de Estadística (Madrid), núm. 65 (1962), pp.
21-24, 3 cuadros y 2 gráficos.

4222. ÁLVAREZ Csuz, Luis: ‘Sugerencias sobre los frutos canarios en los
mercados extranjeros”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 11 de julio
de 1962.

4223. CÁMARA OFICIAL DE COMERCIO, INDUSTRIA Y NAVEGACIÓN. 10 forme

sobre el viaje realizado a varios países africanos por una Comisión Co-
mercial de Las Palmas. — Las Palmas de Gran Canaria, [Lit. Saavedra],
1963. —62 pp. + 3 hs., 21 cm. alargado.
Sumario: 1. Exposición general del viaje. 2. Descripción de la
situación actual. 3. Análisis de perspectivas. 4. Principales problemas
que entorpecen el fomento de las exportaciones a los países visitados.
5. Apéndices: a) Informe sobre la pesca. b) Informe sobre el tabaco.
c) Informe sobre perspectivas del turismo. d) Informe bancario de
los países visitados.

4224. CAPMANY y DE MONPALAU, ANTONIO DE: Memorias históricas sobre

la marina, comercio y artes de la antigua ciudad de Barcelona. — Prólogo
del Excmo. Sr. don Félix Escalas Chamení. Introducción y notas por
E. Giralt y Raventós. Revisión documental por C. Battle y Gallart. —Bar-
celona, Cámara de Comercio y Navegación de Barcelona. Editorial Teide,
S. A., 1961-1962. — Vol. 1: XXIV + 939 pp., 1 lám.; vol II: U’ parte:
XII + 767 pp., 27 cm.
Oportuna reedición de esta obra todavía fundamental para la
historia económica catalana, aparecida en 1779. Los cuatro volúmenes
de los que constaba la primera edición se han reducido a dos (la se-
gunda parte del segundo se encuentra todavía en prensa). Con muy
buen criterio no se ha intentado poner al día la obra y se reproduce
el texto íntegro sin modificación, pero anotado con citas bibliográficas
a cada tema. La colección documental que en la primera edición
estaba dividida en dos, se ha reunido ahora en una, dispuesta crono-
lógicamente y, lo que es más importante, tras haber compulsado y
corregido la casi totalidad de los 488 documentos con los originales
de los archivos barceloneses. El volumen en prensa contendrá los
apéndices, catálogos de fuentes e índices. — J[orge] R[ubió Lois], en
Indice Histórico Español (Barcelona), VIII (1962), p. 396, núm. 46191.

4225. C[ORREA] V[IERA], L[urs]: “Balanza de Comercio Exterior de nuestra

Provincia en 1961”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 2 de agosto
de 1962.
276 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4226. C[ORREA] V[IERAJ, L[uis]: “El Puerto de La Luz en lo social y eco-

nómico”, en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 2 de julio
de 1963.

4227. C[ORREA] V[IERAI, L[UI5]: “,~Un atentado contra los Puertos Fran-
cos?”. — “Canarias. ¿Territorios Francos o Zonas Aduaneras?”, en El Eco
de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 25 y 27 de octubre de 1963.

4228. CREP. “Temas de interés insular. Una nota de la Crep sobre una
información publicada en este periódico”, en El Día (Santa Cruz de Te-
nerife), 7 de julio de 1962.

4229. CREP. “Veinticinco años de la creación de la Crep. Algunos datos

estadísticos”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 10 de noviembre de 1962.

4230. DIRECCIÓN GENERAL DE EXPANSIÓN COMERCIAL. Normas reguladoras

de la exportación de tomate fresco. 1963. — Madrid, [Imp. del Boletín Ofi-
cial del Estado], s. a.: 1963.— 37 pp., 21 cm.

4231. DORESTE SILVA, Luis: “El glorioso Puerto de La Luz. Obra sin tér-
mino , en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 22 de junio

de 1963.

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Las Palmas. Entrevista con don Luis Correa Viera, presidente de la Cámara
de Comercio”, en Falénge (Las Palmas de Gran Canaria), 20 de julio
de 1962.

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de España. La obra tiene por fin delimitar las áreas de Comercio existentes
en España”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 25 de octubre de 1963.

4234. FERRERA JIMÉNEz, José: “El Puerto en 1962. Más de 12.000 buques
con 31 millones de toneladas”. — “EJ Puerto de la Luz y el Plan Cana-
rias”. — “El gran Puerto de La Luz y su proyección futura”, en Diario’
de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 22 de diciembre de 1962.

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unos doscientos treinta millones de pesetas al año se pierden en la cosecha
del plátano canario”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 20 de marzo
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4236. GONZÁLEZ NEGRfN, RUPERTO: “Necesidad de la construcción del

Puerto del Rosario”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Ca-~
nana), 6 y 7 de agosto de 1962.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 277

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narias (Las Palmas de Gran Canaria), 30 de junio de 1963.

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y precio”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 7 de
junio de 1962.

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Cruz de Tenerife), núm. 108 (1962), pp. 20-22.

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de estudios a varios países africanos una comisión comercial de Canarias.
Declaraciones del presidente de la misma don Pedro León y García de
la Barga”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 11 de
septiembre de 1962.

4242. LEÓN MOLINA, MELQUIADES ALFONSO DE: “El puerto de Gran Tarajal
y la exportación tomatera”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran
Canaria), 22 de marzo de 1962.

4243. MARTÍNEZ, Y. M.: “El puerto del presente y el puerto del futuro.
En 1962 se ha batido un nuevo record: entraron 12 mil buques con más
de 30 millones de toneladas”, en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran
Canaria), 1 de enero de 1963.

4244. MAURICIO RODRÍGUEZ, JosÉ: “Una coyuntura para el comercio del

plátano que hay que aprovechar”. — “La comercialización de nuestro plá-
tano, todavía en condiciones inferiores”. — “~Tendrá repercusiones en
nuestra economía bananera el ingreso de Inglaterra en el Mercado Co-
mún?”. — “Los plátanos americanos ante el Mercado Común Europeo”.
“Los plátanos Canarios y el Mercado Común”. “Necesidad de limitar
el cultivo de tomates en la zafra temprana”. “Desaparición de gravá-
menes para nuestras exportaciones”. — “Sobre la intervención en el co-
mercio del plátano”. — “Sobre el comercio del plátano con Italia”. —
“Se debe dedicar mayor atención a los mercados exteriores”, en Diario
de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 22 de febrero, 1 y 22 de
marzo, 5 y 26 de abril, 28 de junio, 19 de julio, 13 y 20 de septiembre y
22 de diciembre de 1962.

4245. PADRÓN QUEVEDO, MANUEL: “La economía insular y las carreteras”,

en Diarlo de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 20 de enero
de 1962.
Resumen de la conferencia pronunciada en la Real Sociedad
Económica de Amigos del País.
278 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4246. PARDO DE ANDRADE, RAFAEL: “Importacia del tomate y del pepino

en el comercio holandés de frutas y verduras”, en Diario de Las Palmas
(Las Palmas de Gran Canaria), 8, 15 y 20 de noviembre y 27 de diciembre
de 1962.

4247. PLAN DE ORDENACIÓN DEL PUERTO. “Importantísima reunión infor-

mativa sobre el Plan de Ordenación del Puerto”, en El Eco de Canarias
y Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 21 de junio de 1962.

4248. RAMOS, Luis: “El Puerto de Santa Cruz en lo que va de año”, en

El Día (Santa Cruz de Tenerife), 26 de mayo de 1962.

4249. RAVINA MÉNDEZ, JUAN: “El Aeropuerto de Tenerife”, en El Día

(Santa Cruz de Tenerife), 20 y 21 de septiembre de 1962.
Texto íntegro de la conferencia pronunciada en la Real Sociedad
Económica de Amigos del País.

4250. SUÁREZ VALIDO, JUAN: “Exportación de tomates. Más de 420 millones

de pesetas cuesta el envasar nuestros tomates”, en Diario de Las Palmas
(Las Palmas de Gran Canaria), 20 de junio de 1963.

4251. TARQUIS FARIÑA, PEDRO: “El transporte marítimo del plátano de Ca-
narias. Experiencia de un viaje a bordo de un buque que cargaba esta
mercancía con destino a Génova”. — “Algo más sobre el transporte marí-
timo del plátano de Canarias”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 12
de junio y 12 de septiembre de 1962. Reproducidos en Diario de Las Palmas
(Las Palmas de Gran Canaria), 13 de julio y 13 de septiembre de 1962.

380.8. Turismo

4252. ARROYO, ANDRÉS DE: “Aclaración a “El Teide y yo”. Recuerdo de

antecedentes para evitar confusiones”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife),
24 de julio de 1962.
Contestación al artículo de José Ochoa Benjumea —véase más
adelante— sobre el primer proyecto de funicular al Teide.

4253. DiAl REIXA, MIGUEL: “Una visión del turismo”, en El Eco de Canarias
(Las Palmas de Gran Canaria), 19 de enero de 1963.

4254. DUARTE [PÉREZ], FÉLIX: “Una nueva población turística está naciendo
en la Costa de Breña Baja (La Palma)”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife),
3 de octubre de 1963.

4255. GIMENO, VICENTE: “El Médano y sus playas. Lo que se ha hecho

y lo mucho que queda por hacer en una zona de inmenso porvenir para
la isla”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 9 de septiembre de 1962.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 279

4256. GUTIÉRREZ ESCUDERO, A.: “Los problemas del desarrollo turístico

en Canarias”, en Información Comercial Española (Madrid), núm. 363
(1963), pp. 139-147.

4257. IBEROTEL. The Iberotel’s Tourist Guide. 1963 Abis. Spain and
Portugal. Madrid. Lisboa, Andorra. Balearic. Gibraltar. Tangier. Canary.
Madrid, The Iberotel’s Edition, [Talleres Tipolitográficos de Manufacturas
Anro, S. A.], 1963. — 147 pp. ± 1 h., jis., 20’5 cm.

4258. MARTÍNEZ, VICENTE: “Se va a crear en Jandía (Fuerteventura) un

gran centro internacional de turismo”, en Falange (Las Palmas de Gran
Canaria), 16 de diciembre de 1962.

4259. NAVARRO ARTILES, FRANCISCO: “La otra Fuerteventura. Turismo”,

en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 11, 12 y 14 de mayo
de 1963.

4260. NAVARRO ARTILES, FRANCISCO: “La otra Fuerteventura. Turismo”

(Conclusión), en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 16 de
mayo de 1963.

4261. OCHOA BENJUMEA, JosÉ: “El Teide y yo”, en El Día (Santa Cruz
de Tenerife), 14 de julio de 1962.

4262. PÉREZ LEDESMA, PABLO: “Las playas del Sur de la Isla, costa del
Sol desconocida. El Médano, Los Cristianos y otras playas arenosas que
siguen casi inéditas y sin explotación”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife),
27 de diciembre de 1963.

4263. RAMOS, Luis: “Tenerife también es estación turística de Verano”,

en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 16 de septiembre de 1962.

4264. REVUE DES VOYAGES. La Reuue des Voyages. Reune du Tourisme

International (Paris), núm. 50 (1963), 189 pp.
Número especial dedicado a las Islas Canarias. Texto: Sylvian
Zegel. Fotografías: Roger Obligi.

4265. RIVERO MARRERO, Josú: “Posibilidades turísticas de Gran Canaria”,

en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 7 de julio de 1962.
Resumen de la conferencia pronunciada en la Real Sociedad Eco-
nómica de Amigos del País.

4266. RODRÍGUEZ-REFOJO HERNÁNDEZ, JosÉ Luis: “Consideraciones econó-

micas sobre el turismo”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 15 de
abril de 1963.

4267. SECO GÓMEZ, AGUSTÍN: “El Médano, la mejor playa de la isla. Tres
puntos básicos en que puede cimentarse el desarrollo de la comarca de
Abona”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 14 de septiembre de 1962.
280 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

39. Costumbres Populares

4268. AFONSO PADRÓN, BENJAMÍN: “La Villa de la Orotava, ante la cele-

bración de su fiesta principal. Solemnes jornadas ante la Octava del
Santísimo Corpus Christi”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 19 de
junio de 1963.

4269. ALVAREZ CRUZ, Luis: “Glosa al mes de diciembre. La Navidad en

la poesía y el costumbrismo de la Isla. Ejemplos de romances y villancicos
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de 1962.

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Caseríos pintorescos. Chipude y el ‘Baile del tambor’ “, en El Día (Santa
Cruz de Tenerife), 17 de agosto de 1962.

4271. AYALA, FRANCISCO: “El Sauzal y sus fiestas patronales”, en El Día

(Santa Cruz de Tenerife), 29 de junio de 1962.

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18 hs. sin numerar, 9 láms., 21 cm.

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4282. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “El folklore y la picaresca en los autos

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de la música sacra de la Catedral de Canarias”, en Falange (Las Palmas
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mería de San Benito Abad”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 3 de
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narias”, en Anuario de Estudios Atlánticos (Madrid-Las Palmas), núm. 8
(1962), pp. 217-236.

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(Un dialoguillo infantil encadenado)”, en Revista de Dialectología y Tra-
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4290. ROMERfA REGIONAL DE SAN BENITO ABAD. Fiestas y Romería Regional

de San Benito Abad. — San Cristóbal de La Laguna, [Santa Cruz de Te-
nerife. Litografía A. Romero], 1962. 16 pp., 21 cm.

4291. ROMERÍA REGIONAL DE SAN BENITO ABAD. Fiestas y Romería Regional

de San Benito Abad. — San Cristóbal de La Laguna, [Lit. Maype], 1963. —
12 hs. sin numerar, 21 cm.
282 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4292. ROSAL, AFRIcA: “El silbo, idioma de mi Isla”, en Voz de Canarias

(Santa Cruz de Tenerife), 1, núm. 9 (1962), p. 22.

4293. SAN GINÉS. Fiestas de San Ginés. 1962.—Arrecife de Lanzarote,

Excmo. Ayuntamiento de Arrecife, [Santa Cruz de Tenerife. Lit. A. Romero],
1962.— 18 hs. sin numerar, 21 cm., apaisado.

4. FILOLOGÍA

4294. ARMAS AYALA, ALFONSO: “La lengua que hoy se habla en Castilla”,
en El Universal (Caracas), 31 de julio de 1962.
Carta abierta al profesor Angel Rosenblat sobre su obra, El cas-
tellano de España y el castellano de América (Caracas, Universidad
Central de Venezuela, 1962).

4295. HERRERA, MARÍA JEsús: “El habla de los Realejos”, en Voz de Ca-
narias (Santa Cruz de Tenerife), 1, núm. 12 (1962), p. 23.

4296. MARCY, GEORGES: “Nota sobre algunos topónimos y nombres antiguos

de tribus bereberes en las Islas Canarias”. Traducción y comentarios por
Juan Alvarez Delgado, en Anuario de Estudios Atlánticos (Madrid-Las
Palmas), núm. 8 (1962), pp. 239-289.

4297. MILLARES CARLO, AGUSTfN: Sobre, Rafael María Baralt: Estudios

filológicos (Maracaibo. Universidad del Zulia, 1963), en Boletín de la Bi-
blioteca General (Maracaibo. Universidad del Zulia), III, núm. 5 (1963),
pp. 63-65.

4298. [MARTINET, ANDRÉ]. Miscelánea homenaje a André Martinet. — III:

Estructuralismo e Historia. — La Laguna de Tenerife, Universidad de La
Laguna. Secretariado de Publicaciones, [Madrid. Imp. 5. Aguirre], 1962.—
231 pp. + 2 hs., 20’5 cm. —(Biblioteca Filológica, editada por Diego Ca-
talán y Menéndez Pidal).

47. Filología latina

4299. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: Lengua latina. Dos vols. 1: Gramática.

II: Ejercicios, antología y vocabulario. — Maracaibo, Universidad del Zulia.
Facultad de Humanidades y Educación, EValencia, Tipografía Moderna],
1962.—271 y 269 pp., 21 cm.

489. Esperanto

4300. BAUPIERRE, HENRI: Specimene. Paradioj kaj particoj. — Kumtri ko-

 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 283

loraj dekoracioj de Gérard Jaques kaj una nigra de Manolo Millares. —

La Laguna de Tenerife; J. Régulo, Eldonisto, Imp. Gutenberg, 1962.
131 pp., 18’5 cm. (Stafeto. Beletraj Kajeroj, 11).

4301. BOULTON, MARJORIE: Zamenhof autoro de esperanto. — La Laguna

de Tenerife; J. Régulo, Eldonisto, Imp. Gutenberg, 1962. —266 pp. +
13 láms., 22 cm. (Stafeto, Movado, 3).

4302. EMBA: Eksilo kaj azilo. Poemkolekto. — La Laguna de Tenerife

J. Régulo, Eldonisto, Imp. Gutenberg, 1962.— 164 pp., 18’5 cm. (Stafeto,
Beletraj Kajeroj, 15).

4303. GIBRAN, KAHLIL: La profeto. — Tradukita de Roan Orloff Stone.

Antauparolo de Elias F. Shamon. Enkonduko de E. James Lieberman. —
La Laguna de Tenerife; J. Régulo, Eldonisto, Imp. Gutenberg, 1962.—
126 pp. + 1 h., 18’5 cm. (Stafeto, Beletraj Kajeroj, 13).

4304. GILBERT, WILLIAM: Planlingaj problen?oj. (Esperanto kaj la natura-

lismo).—La Laguna de Tenerife; J. Eldonisto, Imp. Gutenberg, 1962.—
99 pp., 18’5 cm. (Stefato, Beletraj Kajeroj, 12).

4305. “VERDIR0”: Elingita Glavo. — “Enkonduko”, de W.A. Gething. La

Laguna de Tenerife; J. Régulo, Eldonisto, Imp. Gutenberg, 1962.— 147
pp., 18’5 cm. (Stafeto, Beletraj Kajeroj).

4306. PRIVAT, EDMOND: Avenluroj de pioniro. — La Laguna de Tenerife;

J. Régulo, Eldonisto, Imp. Gutenberg, 1963.— 144 pp. + 9 láms., 19 cm.
(Stafeto, Beletraj Kajeroj, vol. 17).

5. CIENCIAS PURAS

53. Física

4307. GALLEGO-DÍAZ, JosÉ: “Ensayo de una bibliografía de la Física Clá-

sica y Moderna”, en Boletín de la Biblioteca General (Maracaibo. Univer-
sidad del Zulia), III, núm. 4 (1963), pp. 157-232.

54. Química

4308. BERMEJO BARRERA, J.; J. L. BRETÓN y ANTONIO GONZÁLEZ GONZÁLEZ:

“Triterpenoides de los Sonchus. 1. Sonchus ortunsi Sven y Sonchus lepto-
cephalus Cass”, en Anales de la Sociedad Española de Física y Química
(Madrid), serie B (1963), pp. 595-604.
284 MANUEL nERNÁNDEZ SUÁREZ

4309. GONZÁLEZ GONZÁLEZ, ANTONIO y R. ESTÉVEZ REYES: “Química de

las Rutáceas. 1. Esencia de los frutos de la Ruta pinnata L. Fil”, en Anales
de la Sociedad Española de Física y Química (Madrid), serie B (1963),
pp. 649-658.

4310. GONZÁLEZ GONZÁLEZ, ANTONIO y R. ESTÉVEZ REYES: “Química de

las Rutáceas. II. Cumarinas de los frutos de la Ruta pinnata L. Fil”,
en Anales de la Sociedad Española de Física y Química (Madrid), serie B
(1963), pp. 765-772.

55. Geología

4311. ALEIXANDRE, y.; J. GARCíA VICENTE y T. ALEIXANDRE: “Estudios de

la composición mineralógica de las arcillas de los suelos volcánicos espa-
ñoles”, en Anales de Edafología y Agrobiología (Madrid), XXI, núm. 3
(1962), pp. 117-158, 19 figs. y un estado plegado.
Contiene: 1. Métodos empleados. 2. Estudio de las arcillas corres-
pondientes al perfil 239 (Gran Canaria). 3. Estudio de las arcillas
correspondientes al perfil 240 (Gran Canaria). 4. Estudio de las ar-
cillas correspondientes al perfil 241 (Gran Canaria). 5. Estudio corres-
pondiente al perfil 242 (Gran Canaria). 6. Estudio correspondiente
al perfil 311 (Gran Canaria). 7. Interpretación de la génesis de los mi-
nerales de las arcillas de Gran Canaria. 8. Estudio de las arcillas
correspondientes al perfil 431 (Gerona). 9. Estudio de las arcillas co-
rrespondientes al perfil 467 (Almería). 10. Estudio de las arcillas
correspondientes a los suelos del campo de Calatrava (Ciudad Real).
11. Conclusiones; 12. Resumen. 13. Bibliografía.

4312. BRAVO, TELESFORO: “El circo de las Cañadas y sus dependencias”,

en Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural. Sección
Geológica (Madrid), LX, núm. 1. (1962), pp. 93-108, 14 figs.
Res.: Elías Serra Ráfols, en Revista de Historia Canaria (La Laguna
de Tenerife), XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 237-238.

4313. G[ARCÍA] J[IMáNEZ], L[uis]: “El profesor alemán de geografía física

H. Heinz Klüg, de la Universidad de Maguncia, realiza un estudio geo-
morfológico de las costas de las Islas Canarias”, en Diario de Las Palmas
(Las Palmas de Gran Canaria), 19 de marzo de 1962.

4314. HAUSEN, HANS: New contributions to the Geology of Grand Canary.

(Gran Canaria, Canary Islands). — With 37 figures iii the text, XVIII plates
and a geological map of the Island. — Helsinki, Societas Scientarum Fen-
nica, 1962. —418 pp., 24 cm. (Commentationes Physico-Mathematicae,
XXVII-1). — Studies patronized by El Museo Canario, Las Palmas de Gran
Canaria.
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canes de La Palma” [El Museo Canario (Las Palmas de Gran Canaria),
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Sección Geológica (Madrid), LXI, núm. 1 (1963), pp. 164-165.

4316. HUGO FORJAZ, VÍCTOR: “Topografia e temperaturas do vu1c~o dos

Capelinhos em setembro de 1962”, en Boletim do Núcleo Cultural da Horta
(Açores), III, núm. 1 (1962), pp. 43-46, V láms.

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(symbiose) entre un Bryozoaire et un Pagure dans le Quaternaire du Río
de Oro (Sahara Espagnol)”, en Bulletin de la Societé Géologique de France
(Paris), IV, 7~eSérie (1962), pp. 555-558, láms. XVIII-XIX.

4318. LECOINTRE, GEORGES: “Note sur le néogéne et le quaternaire marins

du Sahara Espagnol (Seguiet El Hamra et Río de Oro)”, en Notas y Co-
municaciones del Instituto Geológico y Minero de España (Madrid), núm.
71(1963), pp. 5-38, 3 láms.

4319. MACAU VILAR, FEDERICO: “Sobre el origen y edad de las Islas Canarias.
El Archipiélago equivalente”, en Anuario de Estudios Atlánticos (Madrid-
Las Palmas), núm. 9 (1963), pp. 467-518, 11 láms. y 17 figs.
Sumario: 1. Introducción. II. Origen del Archipiélago. III. Edad
relativa de las Islas: 1. El Archipiélago equivalente. 2. Análisis mor-
fológico de las Islas equivalentes. 3. La erosión como factor deter-
minante en el cálculo de la edad de las Islas. 4. Cálculo de la edad
relativa de las Islas. IV. Conclusiones.

4320. MACHADO, FREDERICO: “Erupçóes da ilha de La Palma (Canárias)”,

en Boletim do Museu e Laboratorio Mineralógico e Geológico da Facul-
dade de Ciencias (Lisboa), IX, núm. 2 (1963), pp. 143-156, 4 figs. y 4 láms.
Sumario: 1. Introduçáo. 2. Resumo da geologia da ilha. 3. As
erupçoes historicas. 4. Alguns aspectos geofísicos. 5. Summary. 6. Re-
feréncias.

4321. MARTÍN DIAZ, ALVARO: “~Cuándo se produjeron las últimas erupciones

volcánicas en Gran Canaria? “, en Diario de Las Palmas (Las Palmas dr
Gran Canaria), 22 de diciembre de 1962.

4322. MENDOÇA DíAZ, A. A. DE: “The submarine volcano of Capelinhos

and the tectonics of the Azores”, en Bulletin Volcanologique (Nápoles),
XXIV (1962), pp. 223-231, 5 figs.

4323. MENDOÇA DIAZ, A. A. DE: “The volcano of Capelinhos (Azores), the

solar activity and the earth-tide”, en Bulletin Volcanologique (Nápoles),
XXIV (1962), pp. 211-221, 3 figs.
286 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4324. MINGARRO MARTÍN, FRANCISCO: “Contribución al estudio geológico

de la isla de Tenerife”, en Notas y Comunicaciones del Instituto Geológico
y Minero de España (Madrid), núm. 71(1963), pp. 179-211.

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“Etude géologique de l’Ile de Pico (Açores)”, en Comunicaçóes dos Ser-
viços Geológicos de Portugal (Lisboa), XLVI (1962), pp. 5-34 + XXV láms.

4326. ZBYSZEWSKI, G. et O. DA VEIGA FERREIRA: “Etude géologique de

l’Ile de Santa Maria (Açores)”, en Comunicaçóes dos Serviços Geológicos
de Portugal (Lisboa), XLVI (1962), Pp. 209-245 + XVI láms.

4327. ZBYSZEWSKI, G. et O. DA VEIGA FERREIRA: “La faune mioc~ne de

1’Ile de Santa Maria (Açores)”, en Comunicaçóes dos Serviços Geológicos
de Portugal (Lisboa), pp. 247-289 + II láms.

57. Biología. Antropología. Prehistoria

4328. ACOSTA PÉREZ, DOMINGO: “Crónica de La Palma. Notable disertación

de Luis Diego Cuscoy sobre ‘Belmaco’ “, en La Tarde (Santa Cruz de Te-
nerife), 25 de mayo de 1963.

4329. ALCINA FRANCH, JosÉ: “La figura femenina perniabierta en el Viejo

Mundo y en América”, en Anuario de Estudios Atlánticos (Madrid-Las
Palmas), núm. 8 (1962), pp. 127-143 + IX láms.
Contiene: 1. Distribución geográfica. a) Viejo Mundo: 1. Tepe
Sarab. 2. Knosos. 3. Bogorodismo. 4. Cernavoda. 5. Trypillié. 6. Mal-
ta. 7. Canarias. b) Nuevo Mundo: 8. Arkansas. 9. Nuevo México.
10. Jalisco. 11. El Salvador. 12. Nicaragua. 13. Costa Rica. 14. Pa-
namá. 15. Santo Domingo. 16. Colombia. 17. Venezuela. 18. Marajó.
19. Río Tapajoz. 20. Perú. 21. Argentina. II. Cronología. III. Inter-
pretación. IV. Conclusión. V. Bibliografía.

4330. ALCINA FRANCH, JosÉ: Sobre, F. E. Zeuner: “Prehistoric idois from

Gran Canaria” [Man (Londres), 1960], en El Museo Canario (Las Palmas
de Gran Canaria), XXII-XXIII, núms. 77-84 (1961-1962), pp. 213-214.

4331. ALEMÁN, GILBERTO: “La Cueva de Belmaco en la segunda fase de

su excavación. Declaraciones de don Luis Diego Cuscoy”, en El Día
(Santa Cruz de Tenerife), 22 de septiembre de 1962, y en Canarias en
Venezuela, núm. 70 (1962), pp. 7 y 11.

4332. ALVAREZ CRUZ, LUIS: “Tenerife, desde el ángulo de la Arqueología

y la Antropología Social. La datación inmigratoria de los antiguos canarios,
un tema de estudio. Interesantes declaraciones de la doctora Ilse Schwi-
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 287

detzky y del profesor Zeuner”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 14

de septiembre de 1963.

4333. ÁLVAREZ CRUZ, Luis: “Cincuenta y cuatro comunicaciones científicas

se debatieron en el y Congreso Panafricano de Prehistoria y Estudio del
Cuaternario. Declaraciones de Luis Diego Cuscoy”, en El Día (Santa Cruz
de Tenerife), 24 de septiembre de 1963.

4334. ÁLVAREZ CRUZ, Luis: “Santa Cruz, sede del quinto Congreso Pana-
fricano de Prehistoria y de Estudio del Cuaternario. Declaraciones de
don Luis Diego Cuscoy, Comisario Provincial de Excavaciones Arqueoló-
gicas”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 12 de mayo de 1963.

4335. ÁLVAREZ CRUZ, Luis: “Las Islas Canarias, más allá de la Historia.
Las soluciones más satisfactorias a los problemas prehistóricos. Importantes
declaraciones del profesor Pericot”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife),
7 de septiembre de 1963.

4336. AYALA, FRANCISCO: “El lunes apertura del Congreso Panafricano de

Prehistoria y Estudio del Cuaternario”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife)
29 de agosto de 1963.

4337. CONGRESO PANAFRICANO DE PREHISTORIA. V Congreso Panafricano

de Prehistoria y Estudio del Cuatrenario. Plan de excursiones. — Las Pal-
mas de Gran Canaria, El Museo Canario, 1963. 18 hs. sin numerar,
folio. — Ejemplar multicopiado.
Contiene: 1. Isla de Gran Canaria. 2. Resumen arqueológico de
Gran Canaria. 3. Estructura geológica de Gran Canaria, fragmento
de la obra New contributions to the geology of Gran Canary, de Hans
Hausen. 4. Plan general de excursiones. 5. Notas explicativas de las
paradas.

4338. DIEGO Cuscoy, LUIS: “Armas de madera y vestido del aborigen de

las Islas Canarias”, en Actes du iVe Congres Panafricain de Prehistoire et
de l’Etude du Quaternaire. Section III: Pre - et Protohistojre [Tervuren
(Belgique), Musée Royal de l’Afrique Centrale, 1962], pp. 487-305, IX
láms. y 4 figs.

4339. DIEGO Cuscoy, LUIs: “La cueva sepulcral del barranco de Jagua.
(El Rosario. Isla de Tenerife)”, en Noticiario Arqueológico Hispánico
(Madrid), Y (1956-1961), pp. 76-85, láms. LIII-LXIII y 2 figs.
Contiene: 1. Localización. 2. Emplazamiento de la Cueva. 3.
Descripción del yacimiento. 4. Estudio de la zona. 5. El enterra-
miento. 6. Los tablones. 7. Ajuar. 8. Conclusiones.
288 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4340. DIEGo Cuscoy, Luis: “Problemas sobre Etnobiología guanche”, en

El Día (Santa Cruz de Tenerife), 18 de enero de 1962.
Resumen de la conferencia pronunciada en el Instituto de Fisio-
logía y Patología Regionales de Tenerife.

4341. DUARTE [PÉREZ], FÉLIX: “De la antigüedad palmera. La gruta de

Belmaco”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 10 de mayo de 1963.

4342. FUSTÉ, MIGUEL: “Restes humaines provenant de sépultures a tumulus

dans la région de Gáldar (Grande Canarie, Espagne)” en Vle Congres
International des Sciences Anthropologiques et Ethnologiques. Tome 1:
Rapport géneral et Anthropologie (Paris, Musée de l’Homme, 1962), pp.
605-610, 1 fig.

4343. FUSTÉ [ARAl, MIGUEL: “Diferencias antropogeográficas en las pobla-

ciones de Gran Canaria”, en Anuario de Estudios Atlánticos (Madrid-Las
Palmas), núm. 8 (1962), pp. 67-86, III láms. y 4 figs.
Contiene: 1. Diferencias antropogeográficas en la actual población
de Gran Canaria. 2. Diferencias biográficas relativas a la biología de
las poblaciones prehistóricas grancanarias. 3. Publicaciones citadas.

4344. FUSTÉ [ARAl, MIGUEL: “Perspectivas actuales de la Antropobiología”,

en Anales de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias
(Madrid), X)(VIII, núm. 5 (1963), pp. 319-328.

4345. FusT~ [ARAl, MIGUEL: Sobre, Frieder Martin Demeler: Die Zahn-
und Kieferverhdltnisse der alten Kanarier (Guanchen) (Marburgo, 1961),
en El Museo Canario (Las Palmas de Gran Canaria), XXIV, núms. 85-88
(1963), p. 163.

4346. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “Nuevas aportaciones al mejor cono-

cimiento de las inscripciones y de los grabados rupestres del Barranco
de Balos, en la isla de Gran Canaria”, en Anuario de Estudios Atlánticos
(Madrid-Las Palmas), núm. 8 (1962), pp. 87-125, VII láms. y 17 figs.
Contiene: 1. Generalidades. 2. Emplazamiento y descripción del
Valle del barranco de Balos. . Situación y descripción del macizo
basáltico de “Los Letreros”. 4. Estudio de los grabados del macizo
basáltico del barranco de Balos. 5. Resumen. 6. Bibliografía.

4347. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “El complejo arqueológico de Roque

Bentaiga y Los Roques”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 19
de mayo de 1962.

4348. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “Se descubren cinco cañones antiguos

en aguas de la playa de ‘El Burrero’, de la localidad de Carrizal de Ingenio.
Primer caso de arqueología submarina en Canarias”, en Falange (Las Pal-
mas de Gran Canaria), 19 de septiembre de 1962.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 289

4349. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: Síntesis de la Prehistoria de Gran

Canaria. — Las Palmas de Gran Canaria, [Imp. España], 1963.— 31 pp., 11
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Res.: Luis Doreste Silva; en El Eco de Canarias (Las Palmas de
Gran Canaria), 18 de octubre de 1963.

4350. J[IMÉNEz] S[ÁNCHEZ], S[EBASTJÁN]: “Obras de acondicionamiento en los

complejos arqueológico-turísticos de ‘Cuatro Puertas’ y ‘Tufia’ “, en Falange
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4351. ¡[IMÉNEZ] S[ÁNCFIEZ], S[EBASTIÁN]: “Ultimas jornadas de los miembros

del Y Congreso Panafricano de Prehistoria y de Estudio del Cuaternario.
Sesión científica en El Museo Canario”, en El Eco de Canarias (Las Palmas
de Gran Canaria), 15 de septiembre de 1963.

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1962.—248 pp., 24 cm.

4353. PONS, JosÉ y MIGUEL FusrÉ: “Aplicación del estudio de las líneas
dermopapilares al análisis del complejo racial de Gran Canaria”, en
El Museo Canario (Las Palmas de Gran Canaria), XXIV, núms. 85-88 (1963)
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4354. RÉGULO [PÉREZ], J[uAN]: Sobre, Elías Serra Ráfois: “La cerámica
gran-canaria y las culturas mediterráneas” (IV Congreso Arqueológico
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Laguna de Tenerife), XXXV, núms. 137-140 (1962), p. 262.

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(Publicaciones del Museo Arqueológico, 4).
Sumario: Prólogo, por Luis Diego Cuscoy. 1. Introducción.
II. Sistemas de tipos canarios. III. Comparaciones entre las islas.
IV. Comparación con pueblos prehistóricos del Noroeste africano.
290 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

y. Clasificación según regiones naturales. VI. Clasificación social-

antropológica. VII. Grupos locales y aislamiento. Resumen de resul-
tados: 1. Resultados tipológicos. 2. Resultados históricos. 3. Resul-
tados social-antropológicos. Bibliografía. indice Onomástico.

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Laguna de Tenerife), XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 239-240.

58. Botánica

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59. zoología

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 REGISTRO M~LIOGRÁFICO 291

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Tenebrionidae)”, en Eos (Madrid), XXXVIII, cuad. 3~0 (1962), pp. 339-346,
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of species, and of specific abundances and body weights, to island area”. —
Reprinted from Vidensk. Medd. fra Dansk naturh. Foren., bd. 125 (1963),
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Oslo, Oslo University Press, 1962. — 71 pp., 27 cm. (Skrifter utgitt ay
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N.° 7).

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292 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

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4380. R0SELLÓ VERGER, V. M.: “Insularismo e Islas Mediterráneas”, en Es-

tudios Geogrdficos (Madrid), XXIII, ném. 88 (1962), pp. 464-470.
Comentarios sobre el coloquio de Bauyuls (verano de 1959) dedi-
cado a los problemas del poblamiento isleño y a los factores que lo
condicionan, especialmente en el Mediterráneo. Se estudiaron las islas
mediterráneas, atlánticas (Canarias y Madeira) y algunas otras, como
Madagascar. Fueron considerados varios grupos zoológicos: nemátodos,
oliquetes, diversos insectos, crustáceos, anfibios, etc. José Mateu,
F. Pierra y G. Colas presentaron monografías sobre la fauna entomo-
lógica de las islas Canarias.

4381. ZEUNER, FREDERICK E.: A History of Domesticated Animals.----Lon-

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lis., 24 cm.

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152, 260, 437 y 475.

6. CIENCIAS APLICADAS
61. Medicina

4382. ÁLVAREZ CRUZ, LUIS: “Tenerife, sede de un importante Congreso

Científico. Se celebrará en nuestra capital la XIV Reunión de la Sociedad
Española de Patología Digestiva y de la Nutrición”, en El Día (Santa CruZ
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4383. ANALES. Anales de la Sociedad de Ciencias Médicas de Las Palmas.

Curso: 1961-1962.—-Las Palmas de Gran Canaria, Sociedad de Ciencias
Médicas, [Imp. Rexachs], 1962.—Vol. 1: 465 pp., 20 cm.

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1963.—80 pp. + 2 hs., 21 cm.

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Regionales, [Goya Artes Gráficas], 1962.—55 pp., 21 cm.

4386. BoscH MILLARES, JUAN: “La medicina canaria en la época prehispá-

nica” (Conclusión), en Anuario de Estudios Atlánticos (Madrid-Las Pal-
mas), núm. 8 (1962), pp. 11-63, 36 figs.
Contiene: III. Enfermedades de los aborígenes sin localización
ósea. IV. Enfermedades infecciosas. V. Obstetricia canaria.—Parte ter-
cera: Terapéutica de los aborígenes. 1. Productos medicinales del rei-
no vegetal. II. Productos medicinales del reino animal. III. Productos
medicinales del reino mineral. IV. Terapéutica quirúrgica. V. Embal-
samamientos y enterramientos. Mortalidad. VI. Últimas palabras. VII.
Bibliografía.

4387. Boscij MILLARES, JUAN: “En las fiestas patronales del Colegio Oficial
de Odontólogos”.—”El médico a través de los tiempos” I-II.—--”El hospital,
centro de amor y dolor. El alma del médico”, en Falange (Las Palmas de
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4388. B[oscH MILLARES], J[uAN]: “Publicaciones recibidas. Anatomía Pato-

lógica del síndrome nefrítico. Confrontación clínica, por el dr. José Ramí-
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de 1962.

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lería de médicos famosos: 1. Juan Bautista Bandini. 2. Nicolás Negrín.
3. Antonio Roig Escardó”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 9 y
23 de febrero y 30 de mayo de 1962.

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15 de febrero de 1963.

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294 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

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4394. C~RviÁCABRERA, ToMÁs: “Etiopatogenia de las pericarditis”, en Ac-

tualidad médica (Madrid), núm. 453 (1962), pp. 613-632.

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4397. Df AZ, J[UAN] M[ANUEL]: “Publicaciones recibidas. ‘Enfermedad de Ta-

kasaya. A propósito de un caso’, por los drs. Juan Bosch Millares y Juan
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rragias de la postmenopausia y cáncer del endometrio”, en Actas de la V
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4408. MÁRQUEZ RAMÍREZ, M[ANUEL] y JosÉ A. RODRÍGUEZ SORIANO: “Carac-

teres macro y microscópicos en nuestros casos de cáncer del endometrio”,
en Actas de la y Reunión de la Sociedad Ginecológica Española (Madrid,
1962), p. 179.

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296 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

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4418. Ríos PÉREZ, VICTORIANO: Algunas pruebas reactivas en la hiperten-

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4422. ZARAUZ MARCILLA, ANTONIO: Parnaso de Veterinaria Legal.—Las Pal-

mas de Gran Canaria, [Imp. Izquierdo], s. a.: 1962.—26 pp., 16’5 cm.

4423. ZARAUZ MARCILLA, ANTONIO: Laberinto de Veterinaria Legal.—Arucas,

[Tip. Arucas], 1962.—12 pp., 16 cm.

4424. ZARAUZ MARCILLA, ANTONIO: Ensayos de Veterinaria Legal.—Arucas,

[Tip. Arucas], 1962.—lo pp., 15 cm.

4425. ZARAUZ MARCILLA, ANTONIO: Tertulia de Veterinaria Legal.—Arucas,

[Tip. Arucas], 1963.—lo pp., 16 cm.

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62. Industria. Ingeniería

4427. ALVAREZ CRUZ, LuIs: “Los trabajos de montaje de la Televisión en el

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 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 297

importantes obras realizadas hasta ahora”, en El Día (Santa Cruz de Tene-.

rife), 12 de septiembre de 1963.

4428. GARCÍA JIMÉNEZ, Luis: “Importantes declaraciones de los economistas

señores Lasueu y Piperoglou. El plan general de industrialización de Girnan
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(entidad nacional) y la DOXIADIS (colaboración extranjera)”, en Diario de
Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 8 de marzo de 1962.

4429. GONZÁLEZ NEGRÍN, RUPERTO: “Notas sobre la redención económica

de Fuerteventura. Desalinización de las aguas salobres de los pozos”, en
Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 27 de julio de 1962.

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ro de 1962.

4433. R[~sios], L[uls]: “Próxima inauguración de una nueva industria ti-

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4434. UNIÓN ELÉCTRICA DE CANARIAs.—Reglamento de régimen interior de

la Unión Eléctrica de Canarias.—Las Palmas de Gran Canaria, [Imp. Artea-
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63. Agricultura

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4436. GARCíA CABEZÓN, ANDRÉS: “El cultivo de la sandía en Canarias”, en

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mayo de 1963.

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abril de 1962.
298 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4438. GONZÁLEZ CABRERA, ANTONIO: “El problema del humus en la agricul-

tura de Canarias”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria),
3, 10 y 17 de mayo de 1962.

4439. GONZÁLEZ CABRERA, ANTONIO: “Algunos frutos hortícolas de posible

exportación desde Canarias”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran
Canaria), 31 de mayo, 5 de julio y 23 de agosto de 1962.

4440. HERNÁNDEZ RAMOS, JUAN: “~Concentración o parcelación de la pro-

piedad agrícola?”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria),
31 de mayo de 1963.

4441. LEÓN MEDINA, MELQUIADES ALFONSO DE: “Fuerteventura y sus pro-

blemas tomateros”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria),
1 de marzo de 1962.

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cultura”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 17 de ma-
yo de 1963.
Resumen de la conferencia pronunciada en la Real Sociedad Eco-
nómica de Amigos del País.

4443. M~uiucio RODRÍGUEZ, JosÉ: “La agricultura y el desarrollo económi-

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de 1962.

4444. MENÉNDEZ RODRÍÇUEZ, EDUARDO: “Estado de la calidad del tomate en

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ciembre de 1962.

4445. O’SI-IANAHAN Y BRAVO DE LAGUNA, JAIME: “Aspectos nuevos de la agri-

cultura en Canarias”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Cana-
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Resumen de la conferencia pronunciada en la Real Sociedad Eco-
nómica de Amigos del País.

4446. PARDO DE ANDRADE, RAFAEL: “Organización de un almacén de empa-

quetado”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 17 y 31
de enero de 1963.

4447. PARDO DE ANDRADE, RAFAEL: “Modo de actuar el frío en el caso de

aplicarlo al tomate”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Cana-
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 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 299

4449. QUEVEDO QUEVEDO, JosÉ: “Primeros resultados provinciales del censo

agrario”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 27 de ju-
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4450. RAMOS, LUIS: “Una visita a la finca ‘San José’, propiedad del Cabifdo
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300 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

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Dirección General de Montes, Caza y Pesca Fluvial. Instituto Forestal de
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Canaria), 15 de septiembre de 1963.

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vechada en Canarias. Necesidad de una inmediata modernización de las
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técnicas utilizadas hasta ahora”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 20 de

diciembre de 1962.

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Estudios Geográficos (Madrid), XXIV, núm. 91(1963), pp. 147-194, 4 figs.
Contiene: 1. Las pesquerías saharianas. 2. Hidrografía y Oceano-
grafía. Puertos. 3. Fauna y flora marina del Banco Pesquero y especies
de interés económico. 4. Producción del Banco Pesquero. 5. La flota
pesquera del Japón. 6. Transportes, fletes y mercados. 7. El futuro de
la pesca en Canarias.

4480. GONZÁLEZ QUEVEDO, MANUEL: “La pesca en el Banco Sahariano y su

actualidad”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 22 de
diciembre de 1962.

4481. GONZÁLEZ QUEVEDO, MANUEL: “Hablemos de Oceanografía y Pesca”,

en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 27 de febrero y 5
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zada por el buque oceanográfico francés Thalassa en las costas del Sahara
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ria Natural. Sección Biológica (Madrid), LXI, núm. 2 (1963), pp. 323-346,
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64. Economía doméstica

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rial Hispano Americana, 1962.—XXV + 440 pp. + 32 láms. y 2 mapas. (La
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en Boletín de la Biblioteca General (Maracaibo. Universidad del Zulia),
II, núms. 2-3 (1962), pp. 53-61.

7. BELLAS ARTES

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Laguna. Exposición de Arte Sacro.—La Laguna de Tenerife, C.S.I.C. Ins-
tituto de Estudios Canarios en la Universidad de La Laguna, [Santa Cruz
de Tenerife. Imp. Católica], 1963. —46 pp. + 1 h. + XXXII láms., 21 cm.

4490. MUSEO MUNICIPAL DE MADRID. Exposición Homenaje a Canarias.

Prólogo de Eugenio Lostau Román. — Madrid, Museo Municipal, 1963. —
65 pp. + 2 hs., 18 láms., 21’5 cm.

4491. MUSEO MUNICIPAL DE MADRID. “Objetos relacionados con don Benito

Pérez Galdós”, en Exposición Homenaje a Canarias (Madrid, Museo Mu-
nicipal, 1963), p. 61.

71. Urbanismo

4492. ALVAREZ CRUZ, LUIS: “Proyecto de un edificio de dieciocho plantas

en la Plaza de la Candelaria”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 27
de abril de 1963.

4493. ALVAREZ CRUZ, LUIS: “Temas urbanísticos fundamentales de la pro-

yectada reforma de la calle del Castillo de esta capital. Declaraciones del
Alcalde Sr. Amigó de Lara”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 11 de
mayo de 1963.

4494. LUJÁN, SALVADOR: “Desarrollo de la zona capitalina. Necesidad de

organizar su crecimiento urbano y demográfico”, en La Tarde (Santa Cruz
de Tenerife), 28 de marzo de 1962.
304 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4495. MASPALOMAS COSTA CANARIA. Maspalomas. Costa Canaria. Urbani-

zati~m.Statutes for the zone of “Oasis”. — Las Palmas de Gran Canaria,
[Lit. Saavedra], 1963. —2 hs. sin numerar + 1 plano plegado, folio.

4496. MASPALOMAS COSTA CANARIA. Maspalomas. Costa Canaria. Urbani-

zación. — Las Palmas de Gran Canaria, [Bilbao, Imp. Industrial, S. A.],
1963. — 16 hs. sin numerar, gráfs. y láms. en negro y color, 24 cm.

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Ciudad”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 5 de
febrero de 1962.

72. Arquitectura

4498. FERNÁNDEZ, JUAN JULIO: “Consideraciones en torno a un concurso.

El de anteproyectos para el nuevo templo del Santísimo Cristo de La
Laguna”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 19 de enero de 1962.

4499. GONZÁLEZ REGALADO, PASCUAL: “El castillo fortaleza de San Miguel

de Garachico”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 24 y 29 de abril
de 1963.

4500. IZQUIERDO, ELISEO: “El Palacio Episcopal de La Laguna, Joya del arte
barroco español”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 20 de mayo de 1962.

4501. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “El reloj de la Catedral de Santa Ana,

de Canarias”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 27 de abril de 1962.

4503. LOZOYA, MARQUÉS DE: “La Catedral de Las Palmas. Avanzada en

el Atlántico del gótico peninsular”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas
de Gran Canaria), 9 de enero de 1963.

4504. PÉREZ VIDAL, JosÉ: “El balcón de celosía y la ventana de guillotina.

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y Tradiciones Populares (Madrid), XIX, cuad. 4 (1963), pp. 349-360, IX
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tuario dieciochesco de Candelaria”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife),
15 de agosto de 1962.

4506. TARQUIS [RODRÍGUEZ], PEDRO: “Santuario del Cristo de La Laguna.

Construcciones. Cuerpo de la Iglesia” 1-II. — “El Coro y puertas”. —
 REGISTRO BIIILIOGRÁFICO 305

“El Claustro” 1-II. — “Capilla Mayor”, en La Tarde (Santa Cruz de Te-

nerife), 3 de mayo, 30 de junio, 17 y 30 de julio y 10 y 22 de agosto
de 1962.

4507. TARQUIS [RODRÍGUEZ], PEDRO: “Las cornisas de las torres de la Ca-

tedral de Las Palmas”. — “Particularidades históricas de Gran Canaria.
Luján Pérez y la Catedral de Santa Ana”, en Diario de Las Palmas (Las
Palmas de Gran Canaria), 4 de abril y 6 y 7 de junio de 1963.

4508. TARQUIS [RODRÍGUEZ], PEDRO: “Santuario del Cristo de La Laguna.

Construcciones del siglo XVIII”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife),
4, 16 y 29 de abril; 9 y 18 de mayo y 1 de junio de 1963.

73. Escultura

4509. ALVAREZ, CARLOS LUIS: Ángel Ferrant, el espacio y el tiempo”,

en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 24 de mayo de 1962.

4510. AYALA, FRANCISCO: “Ha aparecido en Tacoronte la primera imagen

de Santa Catalina que tuvo el templo parroquial. Fue hallada en el San-
tuario del Cristo y será totalmente restaurada”, en El Día (Santa Cruz
de Tenerife), 7 de mayo de 1963.

4511. GUANARTEME: “Angel-Pérez, primer premio de escultura en la Expo-

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selas), 1, núm. 6 (1963), p. 4.

4512. SERRA [RAFOLS], ELÍAS: Sobre, Domingo Martínez de la Peña Gon-

zález: “El escultor Martín de Andújar Cantos” [Archivo Español de Arte
(Madrid), núm. 135], en Revista de Historia Canaria (La Laguna de Tene-
rife), XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 240-241.

4513. MARCO DORTA, ENRIQUE: Sobre, Jesús Hernández Perera: “Esculturas

genovesas en Tenerife” [Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 7 (1961)],
en El Museo Canario (Las Palmas de Gran Canaria), XXIV, núms. 85-88
(1963), pp. 147-150.

4514. MARTÍNEZ DE LA PEÑA, D[OMINGO]: Sobre, Jesús Hernández Perera:

“Esculturas genovesas en Tenerife” [Anuario de Estudios Atlánticos,
núm. 7 (1961)], en Revista de Historia Canaria (La Laguna de Tenerife),
XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 255-257.

4515. MARTÍNEZ DE LA PEÑA, D[0MING0J: Sobre, Juan José Martín González:

“La influencia de Montañés en Tenerife” [Archivo Español de Arte (Ma-
drid), núm. 128 (1959), pp. 322-324], en Revista de Historia Canaria
(La Laguna de Tenerife), XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 257-258.
306 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4516. TARQUIS [RODRÍGUEZ],PEDRO: “Del viejo Santa Cruz. El retablo

mayor de la Iglesia de la Concepción”, en La Tarde (Santa Cruz de Tene-
rife), 4 de julio de 1962.

4517. TARQUIS [RODRÍGUEZ], PEDRO: “El más grande escultor que trabajó
en Islas. La magnífica sillería del coro de Astorga, obra del maestro Ro-
berto. Características de esta sillería”, en La Tarde (Santa Cruz de Tene-
rife), 29 de junio de 1963.

4518. TARQUIS [RODRÍGUEZ], PEDRO: “Fernando Estévez. Una obra notable”,

en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 12 y 15 de marzo
de 1963.

4519. TARQUIS [RODRÍGUEZ], PEDRO: “La Dolorosa de Luján en la Iglesia

de Santo Domingo de Guzmán de Las Palmas”, en Diario de Las Palmas
(Las Palmas de Gran Canaria), 11 de abril de 1963.

741. Dibujo

4520. DECARLO: “La exposición de dibujos de Jane Millares”, en Hoja

del Lunes (Las Palmas de Gran Canaria), 7 de mayo de 1962.

4521. GARCÍA YSABAL, ANTONIO: “Jane Millares, viento de esperanza”, en

Diario de Las Palmas(Las Palmas de Gran Canaria), 7 de mayo de 1962.

4522. Hoz, AGUSTÍN DE LA: “En el Museo Canario. Arcaísmo y novedad

en los dibujos de Jane Millares”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas
de Gran Canaria), 1 de mayo de 1962.

4523. O’SHANAHAN Y BRAVO DE LAGUNA, RAFAEL: “La pintura de Jane

Millares”, en Falange y Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria),
24 de mayo de 1962.

4524. SÁNCHEZ BRITO, MARGARITA: “La exposición de dibujos de Jane

Millares”, en Mujeres en la Isla (Las Palmas de Gran Canaria), núm. 89
(1962), p. 9.

4525. SOSA AYALA, NATALIA: “Jane Millares”, en Falange (Las Palmas de

Gran Canaria), 28 de abril de 1962.

4526. SOSA SUÁJaz, JUAN: “Lo onírico en los dibujos de Jane Millares”,
en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 16 de mayo
de 1962.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 307

741.5. Caricatura

4527. BORGES, VICENTE: “Los caricaturistas. Comentario, medio en broma

medio en serio, de la actual exposición del Círculo de Amistad XII de
Enero”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 4 de mayo de 1963.

4528. BORGES, VICENTE: “Proyectos de los cáricaturistas. Entrevista con

Millares y ‘Rafaely’, de Gran Canaria”, en La Tarde (Santa Cruz de Te-
nerife), 6 de mayo de 1963.

4529. GONZÁLEZ-SOSA, PEDRO: “El caricaturista Eduardo Millares (Chó-Juáa)

abrirá una exposición de personajes típicos isleños”, en Hoja del Lunes
(Las Palmas de Gran Canaria), 9 de julio de 1962.

4530. PÉREZ MINIR, DOMINGO: “La escuela de caricaturistas de Tenerife”,

en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 28 de abril de 1962.

4531. SALCEDO, ERNESTO: “Caricatura personal y las dos caras del hombre”,
en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 4 de mayo de 1963.

745. Tapicería

4532. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “Un tapiz peruano de la época virreinal

en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, de Las Palmas”, en Falange
(Las Palmas de Gran Canaria), 15 y 16 de febrero de 1962.

75. Pintura

4533. ÁLAMO [HERNÁNDEZ], NÉSTOR: “El obispo Verdugo y sus retratos”,

en Anuario de Estudios Atlánticos (Madrid-Las Palmas), núm. 8 (1962),
pp. 298-321, 8 láms.
Contiene: 1. Ambiente cortesano. 2. Goya y el obispo Verdugo.
3. El retrato catedralicio. 4. Varia iconográfica. 5. Escolios goyescos.

4534. ÁLAMO [HERNÁNDEZ], NÉSTOR: “En el siglo XVII existieron en Gran

Canaria veinte Rubens. ¿Existen todavía seis?”, en Destino (Barcelona),
15 y 22 de diciembre de 1962. Reproducido en Diario de Las Palmas
(Las Palmas de Gran Canaria), 26 de diciembre de 1962.

4535. ÁLAMO [HERNÁNDEZ], NÉSTOR: “Seis Rubens en Gran Canaria”, en

ABC (Madrid), 2 de marzo de 1963.

4536. ALEMÁN, GILBERTO: “Interesante exposición en el Círculo de Bellas

Artes. Participan treinta y cinco pintores de diez países europeos”, en
El Día (Santa Cruz de Tenerife), 21 de mayo de 1963.
308 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4537. AREAN, CARLOS ANTONIO: “Tres tendencias fundamentales en la Ex-

posición ‘12 pintores españoles’ abierta en el Museo Municipal de esta
capital”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 24 de mayo de 1963.

4538. ARMAS [MEDINA], GABRIEL DE: “Una exposición de pinturas: la de

Tomás Gómez”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria),
14 de diciembre de 1962.

4539. AYLLÓN, Josá: [Manolo] Millares. — Madrid, [Imp. Langa y CIa]. s. a.:
1962. — 15 hs. + 26 láms., grabs., 30’5 cm. Texto en español, francés
e inglés.

4540. BORGES, VICENTE: “En el Museo Municipal. Un gran pintor llamado

Sureda”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 27 de febrero de 1962.

4541. BOSCH MILLARES, JUAN: “Yolanda Graziani y su pintura”, en El Eco

de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 9 de mayo de 1963.

4542. P. C.: “Las arpilleras de Millares”, en Diario de Las Palmas (Las

Palmas de Gran Canaria), 13 de mayo de 1963.

4543. DÁMASO. José Dámaso. Comentario y nota biografica. — Madrid,

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Arte del Ateneo de Madrid, vol. 111).

4544. Df AZ CUTILLAS, F.,: “José Dámaso expone en el Ateneo de Madrid.

Su muestra está compuesta por una serie de motivos sobre ‘La Rama’,
la tradicional fiesta de Agaete”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de
Gran Canaria), 15 de abril de 1963.

4545. DÍAZ PADRÓN, MATÍAS: “Introducción al Arte Contemporáneo. El

impresionismo”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria),
19 de febrero de 1962.
Resumen de la conferencia pronunciada en El Museo Canario.

4546. DfAZ PADRÓN, MATÍAS: “En torno a la exposición de Dámaso”, en

Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 8 de mayo de 1962V

4547. DORaSTE SILVA, LUIS: “Primavera y Arte. Unos apuntes a lo nuevo”

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de Gran Canaria), 9 y 12 de mayo de 1963.

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27 de enero de 1963.

4551. GARCÍA ÁLAMO, ANTONIO: “Extraordinario acontecimiento religioso y

artístico: aparece la pintura flamenca de Nuestra Señora de las Nieves”,
en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 30 de octubre
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4552. GARCÍA JIMÉNEZ, LUIS: “Notas sobre una charla de Arte. Felo Monzón
y Lolita Massieu regresaron de Barcelona, después de exponer en el Museo
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4553. GARCÍA JIMÉNEZ, LUIS: “El 1 Certamen Nacional de Artes Plásticas

en su fase provincial. Los tres primeros premios para Pino Ojeda (pintura),
Juan Borges Linares (escultura) y Ulises Parada (dibujo)”, en Diario de
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dias Figuras”, en Goya (Madrid), núm. 49 (1962), pp. 2-11.

4558. HERNÁNDEZ PERERA, JESÚS: Exposición iconográfica de la Virgen

de Candelaria. Enero 21-2 Febrero 1963. — Santa Cruz de Tenerife, Círculo
de Bellas Artes, [Talleres Gráficos Zamorano], 1963. 16 pp., 1 lám., 19’5
cm. apaisado.

4559. Hoz, AGUSTÍN DE LA: “La exposición Gómez Bosch”, en Diario de

Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 28 de noviembre de 1962.
310 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4560. Hoz, AGUSTÍN DE LA: “César Manrique. Figurativo, no; pero tampoco
abstracto”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 30
de noviembre de 1962.

4561. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “Pepe Dámaso y su exposición de abs-

tractos, bodegones y cabezas femeninas”, en Hoja del Lunes (Las Palmas
de Gran Canaria), 7 de mayo de 1962.

4562. JIMÉNEz SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “Yolanda Graziani y su obra pictó-

rica”, en Hoja del Lunes (Las Palmas de Gran Canaria), 13 de mayo
de 1963.

4563. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTiÁN: “Dos versiones pictóricas, casi inéditas,

de la imagen de Ntra. Sra. del Pino, Patrona de Gran Canaria, debidas
a Sor Anunciación Cardoso, religiosa del Convento del Císter, en Teror”,
en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 8 de septiembre de 1962.

4564. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “Presencia e influencia de la pintura

de Rubens en Gran Canaria. Fotocopias de una ‘Carta dotal’ que acre-
ditan la autenticidad de la obra rubensiana”, en Falange (Las Palmas de
Gran Canaria), 31 de marzo de 1963.

4565. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “El pintor Jesús Arencibia y su mundo

teológico, metafísico y lírico”, en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran
Canaria), 14 de junio de 1963.

4566. JIMÉNEz SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “Nueva aportación a la iconografía

de la Virgen del Pino”, en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Ca-
naria), 15 de septiembre de 1963.

4567. JIMÉNEz SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “A propósito de las restauraciones

de las tablas flamencas de Agaete”, en El Eco de Canarias (Las Palmas
de Gran Canaria), 9 y 10 de noviembre de 1963.

4568. LEZCANO [MONTALVO], PEDRO: “Palabras sobre Angel Medina”, en

El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 12 de julio de 1963.

4569. LITE, ENRIQUE: “El dominio del azar”, en La Tarde (Santa Cruz
de Tenerife), 31 de junio de 1962.
Conferencia pronunciada en el Museo Municipal con motivo de
la clausura de la Exposición Antológica de la Acuarela en Tenerife.

4570. MARRERO [SUÁREZ], VICENTE: “Picasso”, en Mundo Hispánico (Ma-

drid), núm. 179 (1963), pp. 32-33.

4571 MUSEO MUNICIPAL. La acuarela en Tenerife. Catálogo de la Exposi-

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[Lit. Cervantes], 1962. — 20 hs. sin numerar, 20’5 cm. apaisado. (Publi-
caciones del Museo Municipal, 8).

4572. MUSEO MUNICIPAL. Pintores Sevillanos Contemporáneos. Catálogo de

la Exposición. — Santa Cruz de Tenerife, Excmo. Ayuntamiento. Museo
Municipal, [Lit. Cervantes], 1962. — 6 hs. sin numerar, 20’5 cm. apaisado.
(Publicaciones del Museo Municipal, 9).

4573. MUSEO MUNICIPAL. Exposición de pintora y escultura. José Luis Fa-

jardo y Juan José González. — Santa Cruz de Tenerife, Excmo. Ayunta-
miento. Museo Municipal, s. imp., 1962. — 2 hs. sin numerar, 20’5 cm.
apaisado. (Publicaciones del Museo Municipal, 10).

4574. Musao MUNICIPAL. Dibujo. Pedro González. Enrique Lite. — Presen-

tación de Julio Tovar. — Santa Cruz de Tenerife, Excmo. Ayuntamiento.
Museo Municipal, [Imp. Cedrés], 1962. —2 hs. sin numerar + 2 láms.,
20’5 cm. apaisado. (Publicaciones del Museo Municipal, 11).

4575. MUSEO MUNICIPAL. 12 pintores españoles. — Introducción por Eduardo

Westerdahl. — Madrid, Ministerio de Información y Turismo. Dirección
General de Información, [Imp. del Boletín Oficial del Estado]. Santa Cruz
de Tenerife, Museo Municipal, 1963. —20 hs. sin numerar, 12 láms., 21 cm.

4576. ORI0LS, MARÍA DOLORES: “Exposiciones de Lola Massieu y Felo

Monzón en Barcelona”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 22 de marzo
de 1962.

4577. PÉREZ MINIK, DoMINGo: “Presentación del grupo ‘Nuestro Arte’ en

el Museo Municipal”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 8 de noviembre
de 1963.

4578. PINTo GROTE, CARLOS: “Meditación sobre la acuarela”. — “Medita-

ciones sobre el arte de hoy”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 16
de mayo y 28 de junio de 1962.

4579. PRATS DE LAPLACE, MARÍA TERESA: “Expresividad de las manos en

la pintura de Jesús Arencibia”, en Mujeres en la Isla (Las Palmas de Gran
Canaria), núm. 99 (1963), p. 1.

4580. Ruíz ÁLVAREZ, ANTONIO: “Julio Viera triunfa en la galería “Louis

Gerau”, de París”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria),
31 de diciembre de 1962.

4581. SERVICIO DEL ARTE ESPAÑOL. Las pinturas religiosas de Jesás Aren-
cibia. — Madrid, Quixote, Servicio de Arte Español, 1962.-— 16 pp., láms..
312 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

21 cm. Nota preliminar: “Elogio del Arte de Jesús Arencibia”, por Fede-
rico Carlos Sainz de Robles.

4582. SANGINÉS FUMERO, MARÍA: “La pintura de Yolanda Graziani”, en

Mujeres en la Isla (Las Palmas de Gran Canaria), núm. 101 (1963), p. 5.

4583. SÁNcHEZ-BRIT0, MARGARITA: “Los cuadros sobre brujería de Antonio

Padrón”, en Hoja del Lunes (Las Palmas de Gran Canaria), 12 de noviembre
de 1963.

4584. SÁNCHEZ CAMARGO, M[ANUEL]: “Un gran pintor canario triunfa en

Madrid. Cristino de Vera: un nuevo Zurbarán”, en La Tarde (Santa Cruz
de Tenerife), 26 de junio de 1963.

4585. SOSA ÁLAMO, SEBASTIÁN: “Dámaso, pintor”, en Hoja del Lunes (Las
Palmas de Gran Canaria), 14 de mayo de 1962.

4586. SOSA AYALA, NATALIA: “Nuestros pintores. José Dámaso”, en Mujeres

en la isla (Las Palmas de Gran Canaria), núm. 99 (1963), p. 3.

4587. SOSA AYALA, NATALIA: “Yolanda Graziani”, en Mujeres en la isla

(Las Palmas de Gran Canaria), núm. 99 (1963), p. 3.

4588. TARQUIS [RODRÍGUEZ], PEDRO: “Santuario del Cristo de La Laguna.

Pequeñas curiosidades históricas. Pinturas al óleo de Iglesia y Convento”,
en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 4, 6, 12 de enero y 9 de marzo
de 1962.

4589. TARQUIS [RODRÍGUEZ], PEDRO: “La exposición de pintores tinerfeños.

Los acuarelistas del XIX”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 8 de
mayo de 1962.

4590. VELÁZQUEZ, JUAN: “En la cuenta del tiempo actual. Arte y crítica”,
en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 16 de julio de 1963.

4591. WESTERDAHL, EDUARDO: “Notar para el entendimiento del arte abs-

tracto. El informalismo”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 23, 25,
29 de enero y 1 de febrero de 1962.

4592 WESTERDAHL, EDUARDO: “La crítica de Arte”. —“La pintura de Quita

Brodhead”. — “La pintura de Pedro González”. — “El grupo Picasso”, en
El Día (Santa Cruz de Tenerife), 17 de febrero, 3 y 25 de marzo y 6
de junio de 1962.

4593. WESTERDAHL, EDUARDO: “12 Pintores Españoles’. Reflexiones sobre

la actual exposición abierta en el Museo Municipal”, en El Día (Santa
Cruz de Tenerife), 21 de mayo de 1963.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 313

4594. WESTERDAIIL, EDUARDO: “Pedro González. Lola Massieu. Felo Mon-

zón”, en Spanische Malerei der Gegenwart. Drei Maler der Kanarischen
Inseln. 28 mai bis 11 juni 1962. — München, Spanisches Kulturinstitut,
1962. —4 hs. sin numerar, 3 Iáms., 21 cm.

4595. WESTERDAHL, EDUARDO: Lola Massieu. — Madrid, Pub1icac~enes Es-

pañolas, 1963. —2 hs. + 4 láms., 27’5 cm. (Cuadernos de Arte, vol. 13).

77. Fotografía

4596. BENÍTEZ [PADILLA], SIMÓN: “En el Museo Canario. Evocación de la

Canaria vieja”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria),
19 de marzo de 1963.
Comentarios a la exposición de fotografías retrospectivas de José
Naranjo Suárez.

4597. BOSCH MILLARES, JUAN: “Elogio y nostalgia de la ciudad de antaño.

Ante una Exposición de Fotografías”, en El Eco de Canarias (Las Palmas
de Gran Canaria), 29 de enero de 1963.

4598. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: ‘Exposición de fotografías retrospec-

tivas de la provincia de Las Palmas”, en El Eco de Canarias (Las Palmas
de Gran Canaria), 3 de enero de 1963.

4599. MARTÍN DÍAZ, ÁLVARO: “Interesante exposición en El Museo Canario,

La paciencia y el buen arte de don José Naranjo Suárez proporcionan
a la ciudad un espectáculo nuevo a las actuales generaciones”, en Diario
de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 28 de diciembre de 1962.

78. Música

4600. ÁLAMO [HERNÁNDEZ], NÉSTOR: La molinera, canción canaria sobre

aires de Lima. Tamadaba, canción canaria. — R.: La Perla, habanera, de
Fulken. — Yo quiero a un cambullonero, canto costero. Intérprete: Mary
Sánchez con acompañamiento de orquesta y rondalla. — San Sebastián,
Columbia. Alhambra. EMGE 70.991, 1963. 17 cm., 45 r.p.m.

4601. ALCAZAR, F.: Método de timple. — Madrid, Grafispania, 1962. —60

pp. + 2 hs., 19 cm. Tercera edición.

4602. ALEMÁN, GILBERTO: “Hoy, día de Santa Cecilia, Patrona de la Música.

La Orquesta de Cámara de Canarias y su gran labor en treinta años”,
en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 22 de noviembre de 1963.
314 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4603. ASAMBLEA NACIONAL DE MÚSICA SAGRADA ESCOLAR Y POPULAR.

Educación musical escolar y popular. Exposición de las ideas, ponencias
y discusiones. — Santa Cruz de Tenerife, Instituto Musical de Pedagogía,
[Goya Artes Gráficas], s. a.: 1962. —80 pp., 19 cm.

4604. COSTAS, CARLOS JosÉ: “Apuntes para una estética musical contem-
poránea”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 23 de agosto de 1962.

4605. DORESTE [VELÁZQUEZ], VENTURA: Sobre, Lothar G. Siemens Hernán-

dez: “Nuevos documentos sobre el músico Sebastián Durón: once años
de vida profesional anteriores a su llegada a la Corte del Rey Carlos II”,
en El Museo Canario (Las Palmas de Gran Canaria), XXIV, núms. 85-88
(1963), pp. 150-152. Reproducido de El Eco de Canarias (Las Palmas de
Gran Canaria), 9 y 10 de abril de 1963.

4606. [PÉREZ GALDÓS, BENITO]. “El maestro Tarridas pondrá música a Cla-
vellina, la zarzuela de Galdós”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria),
4 de diciembre de 1962.

4607. PÉREZ GALDÓS, ENRIQUE y SALVADOR VIDAL: Campanas de Las Palmas,

bolero. ¡Si, mi niña!, baion. — Madrid, Gráficas Ume, 1962. — Seis partes,
24’5 cm.

4608. [RoDÓ BERGÉS, GABRIEL]: Gabriel Rodó. — Las Palmas de Gran Ca-
naria, [Imp. Doreste], s. a.: 1962. — 39 pp. + 1 1dm., 21 cm.

4609. RoDÓ SELLÉS, RAMÓN: Nwnimástica, mambo. Río abajo me arrojaste,

calypso. Las Palmas de Gran Canaria, [Madrid, Lit. 1. Díez], 1962. —
Siete partes, 24’5 cm.

4610. RODRÍGUEZ BATLLORI, FRANCISCO: “Saint-Saéns en Las Palmas”, en

ABC (Madrid), 5 de agosto de 1962.

4611. SIEMENS HERNÁNDEZ, LOTHAR G.: “Nuevas aportaciones para la bio-

grafía de Sebastián Durón”, en Anuario Musical (Barcelona), XVIII (1963),
pp. 137-159.
Contiene: 1. Introducción. 2. El documento de pureza de sangre
de Sebastián Durón. 3. Sebastián Durón en Zaragoza. Andrés de Sola,
su primer maestro conocido. 4. Un aspecto de las actividades de Se-
bastián Durón en Sevilla: su faceta de compositor. 5. Más documentos
sobre Sebastián Durón en Burgo de Osma. 6. Más documentos sobre
Sebastián Durón en Palencia. 7. Conclusión.

4612. TORRE DE TRUJILLO, LOLA DE LA: “La Capilla de Música de la Catedral

de Las Palmas y el compositor don Sebastián Durón”, en El Museo Canario
(Las Palmas de Gran Canaria), XXIV, núms. 85-88 (1963), pp. 39-49.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 315

791.43. Cinc

4613. NIEVES, DAVID 1.: Marivi. (Obra escrita especialmente para adaptar
a guión cinematográfico). — Madrid, David Nieves Films, S. L., 1963~
85 pp. + 1 h., 19’5 cm.

4614. [PÉREZ GALDÓs, BENITO]. “Galdós y Buñuel”, en Pueblo (Madrid),

13 de marzo de 1963. — Reproducido en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife)
10 de abril de 1963.
Nota informativa sobre el proyecto de Luis Buñuel de llevar al
cine la novela Tristana.

8. LITERATURA

80. Crítica. Miscelánea

4615. Á[LAMO] [HERNÁNDEZ], NÉSTOR: “Un espléndido libro sobre la isla

de los volcanes. Lanzarote, de Agustín de la Hoz”, en Diario de Las Palmas
(Las Palmas de Gran Canaria), 30 de agosto de 1962.

4616. Á[LAMO] H[ERNÁNDEZ], NÉSTOR: “Un primer libro de versos: La

flecha en el camino, de Salvador Sánchez García”, en Diario de Las Palmas
(Las Palmas de Gran Canaria), 30 de octubre de 1962.

4617. Á[LAMO] [HERNÁNDEZ], NÉSTOR: “Lorca, siempre vivo” [García Lorca,

de José Luis Cano], en Diario de Las Pahr~as(Las Palmas de Gran Canaria),
3 de noviembre de 1962.

4618. Á[LAMO] [HERNÁNDEZ], NÉSTOR: “Glosas de un leyente. Cela y su

‘Opera Omnia’ “, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria),
20 de marzo de 1963.

4619. ÁLAMO [HERNÁNDEZ], NÉSTOR: “Vegueta, la mal-amada”, en Diario

de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 18 de abril de 1963.
Resumen de la conferencia pronunciada en la Real Sociedad Eco-
nómica de Amigos del País.

4620. ÁLAMO [HERNÁNDEZ],NÉSTOR: “Don Benito Pérez Galdós olvidado

en su propia tierra. Un monumento en ruina y un Museo que no se abre”,
en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 13 de junio de 1963.

4621. ALEMÁN, GILBERTO: “Panorama de la vida cultural tinerfeña durante

1961”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 17 de enero de 1962.

4622. ALEMÁN, GILBERTO: “Hombre solo, el último libro de poemas de

Julio Tovar”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 12 de mayo de 1962.
316 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4623. ALEMÁN, GILBERTO: “Cuatro opiniones sobre el actual momento poé-

tico tinerfeño. Emeterio Gutiérrez Albelo, Luis Alvarez Cruz, Manuel Cas-
tañeda y Rafael Arozarena”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 5 de no-
viembre de 1963.

4624. ALONSO [RODRÍGUEZ], MARÍA ROSA: “Revista de libros”, en Humani-

nidades (Mérida. Venezuela), IV, núm. 10 (1962), pp. 243-268.
Contiene: “Desde Canarias. La Química en la ciencia contempo-
ránea, de Benito Rodríguez Ríos. Anuario del Instituto de Estudios
Canarios. Memoria-Resumen del Instituto de Estudios Hispánicos. Con-
ciencia, de Luis Feria. Hombre solo, de Julio Tovar.

4625. ALONSO [RODRÍGUEZ], MARÍA ROSA: “Notas bibliográficas”, en Hu-

manidades (Mérida. Venezuela), IV, núm. 10 (1962), pp. 271-289.

4626. ALONSO [RODRÍGUEZ], MARÍA ROSA: “Cartas merideñas. A Chona

Madera, en Gran Canaria”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran
Canaria), 26 de julio de 1962.

4627. ALONSO [RODRÍGUEZ], MARÍA RoSA: Sobre, Antonio Oliver: Eso otro
Rubén Darío (Barcelona, Editorial Aedos, 1960), en Boletín de la Biblioteca
General (Maracaibo. Universidad del Zulia), III, núm. 5 (1963), pp. 76-80.

4628. ALVAREZ CRUZ, LUIS: “Luis Feria Hardisson, Premio Adonais 1961,
habla para El Día”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 4 de enero de 1962.

4629. ALVAREZ CRUZ, LUIS: “Epístola a Maximiano García Venero con

motivo de su Biografía de la Región Atlántica”. “En torno a un libro”.
“Acuerdos y desacuerdos”.—”Punto final a un diálogo de buena voluntad”,
en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 4, 8, 10 y 14 de agosto de 1962.

4630. ALVAREZ CRUZ, Luis: “Ante una interpretación literaria de nuestras

Islas. Por expreso encargo de la editorial Destino, de Barcelona, la realizará
el escritor Claudio de la Torre”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife),
13 de octubre de 1962.

4631. ALVAREZ CRUZ, LUIS: “El padre Anchieta, gloria de Tenerife. Una
pregunta sobre el actual estado de la glorieta que lleva el nombre del
Apóstol del Brasil”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 18 de mayo
de 1963.

4632. ALVAREZ CRUZ, LUIS: “‘Las torres que desprecio al aire fueron’.
Breve biografía de una casa de la ciudad y de su pintoresco mirador.
Un torreón que, en un tiempo, fue el estudio de un pintor y asiento de
tertulias literarias”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 11 de julio de 1963.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 317

4633. ALVAREZ CRUZ, LUIS: “Nombre y renombre de un médico de las

islas” [El Dr. Alfonso Espínola], en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 23
de agosto de 1963.

4634. ALVAREZ CRUZ, Luis: “Iballa, de Juan del Río Ayala”, en El Día
(Santa Cruz de Tenerife), 23 de octubre de 1963. — Reproducido en El Eco
de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 29 de octubre de 1963.

4635. [ANCHIETA, JosÉ DE]. Brasil. Literatura.—Barcelona, Consulado Gene-

ral del Brasil. Sección Cultural y de Información, 1962.—6 hs. sin nume-
rar, 20 cm.
Síntesis histórica, muy breve, de la literatura en Brasil, desde los
primeros años coloniales a la actualidad. Dividida en varios períodos,
nos interesa más el primero, “Barroquismo”, que comprende los siglos
XVI y XVII, y en el que destacan las figuras de los jesuítas Anchieta,
Nóbrega y Antonio Vieira.—R[ocío] [Caracuel Moyano], en Índice His-
tórico Espaúol (Barcelona), IX (1963), p. 300, núm. 49801.

4636. ARANDA, SANTIAGO: “Manda, de don Manuel Socorro”, en El Eco de

Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 10 de mayo de 1963.

4637. ARMAS AYALA, ALFONSO: “Geología y caricatura. Sobre las Cumbres

y sobre el asfalto, del prof. Socorro”, en La Tarde (Santa Cruz de Teneri-
fe), 25 de enero de 1962.

4638. A[RMAS] A[YALA], ALFONSO: Sobre, Domingo Pérez Minik: Novelis-

tas españoles de los siglos XIX y XX (Madrid, 1957), en El Museo Canario
(Las Palmas de Gran Canaria), XXIV, núms. 85-88 (1963), pp. 156-158.

4639. ARMAS A[YALA], ALFONSO: “Carta abierta para Fernando González”,

en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 16 de mayo de 1963.

4640. ARMAS [MEDINA], GABRIEL DE: “Ortega y los orteguianos”, en Falan-

ge (Las Palmas de Gran Canaria), 7 de agosto de 1962.

4641. ARMAS [MEDINA], GABRIEL DE: “Marcos Guimerá y su León”, en El

Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 13 de agosto de 1963.

Comentarios al trabajo de Marcos Guimerá Peraza, “Don Fran-

cisco María de León y su tiempo”, publicado en el Anuario de Estu-
dios Atlánticos. Véase el núm. 5132.

4642. ARMAS [MEDINA], GABRIEL DE: “Millares Carlo-Millares SalI”, en El

Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 18 de septiembre de 1963.
318 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4643. BARó QUESADA, JosÉ: “Apuntes madrileños”, en ABC (Madrid), 4 de

diciembre de 1962.
Notas biográficas de las actrices María Guerrero y Loreto Prado,
y del comediógrafo Pedro Muñoz Seca. Referencias a Pérez Galdós.

4644. BASDEKIS, DEMETRIO: Sobre, Vicente Marrero: El Cristo de Unamu-

no (Madrid, Rialp, 1960), en Revista Hispánica Moderna (Nueva York),
XXIX, núm. 2 (1963), pp. 174-175.

4645. BAUDOT, G.: “Les études hispaniques en U.R.S.S.”, en Les Langues

Néo-Latines (Paris), LV, núm. 2 (1961), pp. 64-68.
Gramáticas, crestomatías, ediciones y traducciones de autores es-
pañoles: Cervantes, Lope, Calderón, Valera, Galdós, Valle-Inclán, Ma-
chado, Lorca, etc.

4646. BENÍTEZ INGLOTT, Luis: “Aguas de Lanzarote”, en Diario de Las Pal-

mas (Las Palmas de Gran Canaria), 19 de agosto de 1962.

4647. [BENÍTEZ INGLOTT, Luis]: Seud.: Pío CID. “El padre Anchieta”, en
Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 15 de mayo de 1963.

4648. BENfTEZ INGLOTT, Luis: “Saludo a Fernando González”, en Diario de

Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 20 de mayo de 1963.

4649. BENÍTEZ INGL0TT, Luis: “Fernando González”, en Diario de Las Pal-

mas (Las Palmas de Gran Canaria), 22 de mayo de 1963.
Presentación de la conferencia de Fernando González sobre To-
más Morales, pronunciada en el Gabinete Literario.

4650. BE5ER, SERGIO: “Un artículo de Maeztu contra Azorín”, en Bulletin

Hispanique (Bordeaux), núms. 3-4 (1963), pp. 329-332.
Reproduce y comenta el artículo de Ramiro de Maeztu, “Electra y
Martínez Ruiz”, publicado en Madrid Cómico (16 de febrero de
1901).

4651. BOETA, José RODULFO: “El Madrid de Galdós”, en Villa de Madrid

(Madrid), III, núm. 12 (1962), pp. 20-24.

4652. Bosci-i, RAFAEL: Sobre, Joseph Schraibman: Dreams in the noveis of

Galdós (New York, 1960), en Revista Hispánica Moderna (Nueva York),
XXVIII, núm. 1 (1962), p. 68.

4653. CABALLERO BONALD, José MANUEL: “Crónica de poesía”, [Toco la tie-

rra, de Angela Figuera, y Conciencia, de Luis Feria], en Ínsula (Madrid)
núm. 187 (1962), p. 5.
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en El caballero encantado, de Pérez Galdós, y la generación deI 98” [The-
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(1963), p. 709.

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4656. C[ANO], J[osÉ] (LUIS): Sobre, Ventura I~oreste: “Alonso Quesada,

prosista”, [El Museo Canario, 1 (1960)], en Ínsula (Madrid), XVII, nú-
mero 191 (1962), p. 10.

4657. CASALDUERO, JOAQUíN G.: Sobre, Hans Hinterh~user: Dic ‘Episodios

Nacionales’ von Benito Pérez Galdós (Hamburg, 1961), en Revista Hispáni-
ca Moderna (Nueva York), XXIX, núm. 2 (1963), pp. 186-187.

4658. CASARES, FRANCISCO: “Madrid, de domingo a domingo... Homenaje a

Pérez Galdós”, en Hoja del Lunes (Las Palmas de Gran Canaria), 8 de ene-
ro de 1962.

4659. C[ELA] TRULOCK, JORGE: “W. H. Shoemaker habla de Benito Pérez

Galdós”, en La Estafeta Literaria (Madrid), núm. 280 (1963), p. 21.

4660. CORREA, GUSTAVO: Sobre, Salvador de Madariaga: De Galdós a Lorca

(Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1960), en Revista Hispánica Mo-
derna (New York), XXIX, núm. 1 (1963), p. 81.

4661. CRESPO, ÁNGEL: ‘Aspectos de la cultura brasileña”, en Brasil (Ma-

drid), II, núm. 1 (1962), pp. 3-7.
Sintetiza los rasgos fundamentales que caracterizan el primer pe-
ríodo de la literatura brasileña (siglos XVI-XVII) y estudia brevemente
la personalidad y obra de sus escritores más destacados, entre ellos el
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324 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

intento capital del autor “está en una nueva interpretación de la novela

histórica que supere el dilema, planteado por la crítica idealista, entre
poesía e historia”. La creación de los dos grandes ciclos galdosianos
es paralela y la crítica futura no podrá separar el Galdós de los
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de 1963.

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4772. WEBER, ROBERT J.: “Galdós’ medita: three short stories”, en Modern
Languages Notes (Baltimore), LXXVII (1962), pp. 532-533.

4773. YNDIJRAIN, FRANCISCO: “El arte de novelar en Galdós”, en Diario de

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4774. ZAMORA SÁNCHEZ, JUAN: “Galdós”, en Diario de Las Palmas (Las Pal-
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4775. ZURITA, VÍCTOR: “Canarias en la ‘trocha”. [Canarias. Biografía de la

región atlántica, de Maximiano García Venero]. 1. “Visión tendenciosa y
330 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

desenfocada de las islas. 2. “En torno a un libro maravillosamente desen-

focado”. 3. “Sobre la anécdota, la categoría”, en La Tarde (Santa Cruz de
Tenerife), 6, 8 y 10 de agosto de 1962.

8.1. Poesía

4776. ARENCIBIA VILLEGAS, ANTONIO ABAD: Las voces de mi camino.—La

Laguna de Tenerife, [Litografía Maype], 1963.—16 hs. sin numerar, 22’S cm.
Presentación, por J. García-Montero.

4777. ACOSTA, ÁNGEL: “Soplo en el vacío” (Poema), en La Tarde (Santa

Cruz de Tenerife), 11 de enero de 1962.

4778. AFONSO PADRÓN, BENJAMíN: “Crónica de la Orotava. David Tato, poe-

ta chino, y sus versos al Teide”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 5 de
mayo de 1963.

4779. ALVAREZ CRUZ, Luis: “Canto a la isla que vió pasar tres naves hacia
la gloria” (Poema), en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 2 de octubre de
1962.

4780. ALVAREZ CRUZ, LUIS: “Romance del mar colombino”, en El Día (San-
ta Cruz de Tenerife), 12 de octubre de 1962.

4781. ANCHIETA, Josá DE, S. 1.: “Aa Santísimo Sacramento”.—”A Santa

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Editora do Autor, 1963), pp. 15-21 y 22-24.

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4783. ARMAS MEDINA, FRANCISCO DE: “El éxodo por la guerra” (Poesía).—
“Hoy retorna el poeta”. A Tomás Morales, en El Eco de Canarias (Las Pal-
mas de Gran Canaria), 5 de marzo y 18 de junio de 1963.

4784. AsENsio: Como en nuestro primer día.—Las Palmas de Gran Cana-

ria, 1962.—12 hs. sin numerar.
Res.: Sebastián de la Nuez Caballero, en Revista de Historia Ca-
naria (La Laguna de Tenerife), XXV, núms. 137-140 (1962), pp. 250-251.

4785. BETANCOR, PINO: Los caminos perdidos.—Las Palmas de Gran Cana-

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ria, [Imp. Lezcano], 1962. — 8 hs. sin numerar. — Dibujo de Antonio Pa-
drón.—(Colección “La fuente que mana y corre”, 1).
Res.: Sebastián de la Nuez Caballero, en Revista de Historia Ca-
naria (La Laguna de Tenerife), XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 251-
252.

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en la Isla (Las Palmas de Gran Canaria), núms. 89 y 96 (1962), pp. 6 y 3.
6 y 3.

4787. BETANCOR, PINO: “Soneto”, en Mujeres en la Isla (Las Palmas de Gran

Canaria), núm. 102 (1963), p. 4.

4788. BETANCOR, PINO: “Sor Juana Inés” (Poesía), en Caracola (Málaga),

núms. 129-130 (1963), pp. 11-12.

4789. CÁCERES, MARÍA ÁNGELES: “Al hijo que tendré” (Poesía), en La Tarde
(Santa Cruz de Tenerife), 23 de agosto de 1962.

4790. CASANOVA DE AYALA, FÉLIx: Otoño mío.-—Bilbao, Alrededor de la Me-

sa (Comunicación Poética), [Gráfica Castilla], 1962.—-15 hs. sin nume-
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Res.: Salvador Luján [Víctor Zurita]: “Otoño mío. Teoría de be-
lbs sonetos de Félix Casanova de Ayala”, en La Tarde (Santa Cruz de
Tenerife), 12 de marzo de 1962.—Sebastián de la Nuez Caballero, en
Revista de Historia Canaria (La Laguna de Tenerife), XXXV, núm.
137-140 (1962), pp. 248-249.

791. CASANOVA DE AYALA, FÉLIX: Oraçéo para un novo dia.—Lisboa, [Im-

presso nas Oficinas de S. José, Guimar~es], 1963.—8 hs. sin numerar, 15,5
cm. (=Panorámica Poética Luso-Hispánica. Organizada e Editada por José
Dos Santos Marques, 42 volume), Ilustraciones del autor.

4792. CASANOVA DE AYALA, FÉLIX: Mon Automne.—Traduit par Henri Les-

coét.—Nice, Proflis Poétiques des Pays Latines, 1963.—12 hs. sin numerar
+ 1 Iám., 8°.

4793. CASANOVA DE AYALA, FÉLIX: “Caldera de Taburíente” (Soneto), en

Canarias en Venezuela (Santa Cruz de Tenerife), núm. 88 (1963), p. 9.

4794. CASANOVA DE AYALA, FÉLIX: “España”. A Rafael Alberti, en Asoman-

te (Puerto Rico), núm. 3 (1963), pp. 17-18.

4795. CASTAÑEDA GONZÁLEZ, MANUEL: “A España, a la orilla del Teide”,

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332 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4796. CASTAÑEDA GONZÁLEZ, MANUEL: “Icod, de nuevo” (Poema), en El Día

(Santa Cruz de Tenerife), 2 de octubre de 1963. Reproducido en Canarias
en Venezuela (Santa Cruz de Tenerife), núm. 88 (1963), p. 9.

4797. CAZORLA PALENZUELA, JosÉ: Navidad en mi casa vacía.—Las Palmas

de Gran Canaria, [Tip. Lezcano], 1963.—lo hs. sin numerar, 22 cm., grab.
interc.

4798. DAvI, HANS LEOPOLD: “Poesías: 1. Testamento del marinero. 2. Mi

barco de vela”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 2 de mayo de 1963.

4799. Di~s DE CARVALHO, JAmo: “Anchieta” (Soneto). Figura en la contra-

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de Anchieta (Río de Janeiro, 1962).

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su pierna de palo” (Soneto).—”El cantar innumerable. Con la estrella al
Pino voy...”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 29 de abril, 10 de
agosto y 8 de septiembre de 1962.

4802. DORESTE SILVA, LUIS: “De Los Poemas del Hospital. Sedare dolorum
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naria, [Talleres Tipográficos Espino], 1963.—61 pp. + 5 hs., 21 cm. (Colec-
ción Támara, 1).
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4812. GARCÍA YSABAL, ANTONIO: “Pero este cementerio”. — “Esta ciudad es

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4818. GUTIÉRREZ ALBELO, EMETERIO: “Al drago de Icod”, en Canarias en

Venezuela (Santa Cruz de Tenerife), núm. 88 (1963), p. 9.

4819. GUTIÉRREZ ALBELO, EMETERIO: “Poesías: 1. María en el sepulcro”

(Soneto). — 2. “Tres sonetos: A Dámaso Santos. A Manuel Alcántara.
A Eladio Cabañero”. — 3. “Hija del viento y del mar”. Para Olga Dfaz
Casanova. (Soneto). —4. “Isla del prodigio”. — 5. “Tarragona” (Poema). —
6. “Recuerdo de don Francisco Bonnin” (Soneto), en El Día (Santa Cruz
de Tenerife), 20 de abril, 11 de junio, 22 de septiembre, 9 de octubre
de 1962; 23 de julio y 23 de octubre de 1963.

4820. HERNÁNDEZ ROMERO, MARIANO: El Cristo. (Poema). — Mérida (Ve-

nezuela), [Tipografía Fénix], 1963.— 232 pp. + 4 hs., 22 cm.

4821. IRIARTE, TOMÁS DE: “Fábulas”, en Fabulario Español. Selección.

334 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

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4822. IRIARTE, TOMÁS DE: El burro flautista. — Barcelona, Bruguera, 1963. —

26 pp., grabs., 22 cm. (Colección “Para la Infancia”). Cuarta edición.

4823. IRIARTE, TOMÁS DE: Poesías. Segunda edición. —Prólogo y notas

de Alberto Navarro González. — Madrid, Espasa-Calpe, S. A.; 1963. —
170 pp., 19 cm. (Clásicos Castellanos, 136).

4824. LEZCANO LEZCANO, FRANCISCO: Poemas en la orilla (1957-1962). —

Bilbao, Gráficas Castilla, 1962. —6 hs. sin numerar, 19 cm. [Alrededor de
la Mesa. (Comunicación Poética)].

4825. LEZCANO [MONTALVO], PEDRO: “Oda a Fuerteventura”, en Caracola

(Málaga), núm. 128 (1963), pp. 16-17.

4826. MACCANTI, ARTURO: “El cementerio en la colina”, en Caracola (Má-

laga), núm. 128 (1963), pp. 18-19. Reproducido en Mujeres en la Isla
(Las Palmas de Gran Canaria), núm. 102 (1963), p. 5.

4827. MACCANTI, ARTURO: “El tiempo y una ciudad”, en La Tarde (Santa

Cruz de Tenerife), 1 de junio de 1963.
Reproducida del libro, El corazón en el tiempo.

4828. MADERA, CHONA: “Como una dulce niebla”, en Mujeres en la Isla

(Las Palmas de Gran Canaria), núm. 89 (1962), p. 7.

4829. MADERA, CI-IONA: “Algo nuestro sobre la tierra flota”. — “Uno al fin
no es más que una costumbre”. — “Tiempo de caza”. — “A tí, Revista de
la Isla, Capitana”. — “Por qué hasta que tú no eres... Poco somos”. —
“A veces...”, en Mujeres en la Isla (Las Palmas de Gran Canaria), núms.
92-93 (1962), p. 9; núms. 97, 100, 104-105 y 106 (1963), pp. 3, 10, 7 y 5.

4830. MARRERO [SUÁREZ], VICENTE: “Yo también”, en Caracola (Málaga),

núm. 131 (1963), p. 13.

4831. MARRERO [SUÁREZ], VICENTE: “Seis poemas: 1. Creación. 2. Principio

y fin. 3. Alas. 4. Romancillo del gallo. 5. Postal de Avila. 6. Postal de Sa-
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4832. MILLARES CARLO, JUAN: “A Juan Bosch Millares” (Soneto), en Falange

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Canaria), 23 de febrero de 1962.
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de Gran Canaria), 22 de julio de 1962.

4835. MILLARES CUBAS, Luis: “El milagro del laurel”, en El Eco de Canarias
(Las Palmas de Gran Canaria), 2 de mayo de 1963.

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(Las Palmas de Gran Canaria), 25 de octubre de 1963.

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4842. OJEDA, PINo: “Que nadie espere tu mirada”. — “Deseo inalcanzado”,

en Segunda Antología de ‘Adonais’ (Madrid, Ediciones Rialp, 1962), pp.
29-30 y 31-32.
Poesías reproducidas del libro, Como el fruto en el árbol.

4843. PADORNO, MANUEL: A la sombra del mar. Madrid, Ediciones Rialp.

Adonais, 1963. —63 pp. + 8 hs:, 17 cm. —(Colección Adonais, CCXI.
Accésit al Premio Adonais, 1962).
Res.: Arturo Maccanti, en El Museo Canario (Las Palmas de Gran
Canaria), XXIV, núms. 85-88 (1963), pp. 161-163.

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de la tarde. 3. Siembran silencio”, en Punta Europa (Madrid), núm. 83
(1963), pp. 23-24.

4846. PERDOMO ACEDO, PEDRO: “Como los dromedarios conmociones pre-

336 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

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agosto de 1962.

4847. PERDOMO ACEDO, PEDRO: “El porvenir es una inmensa elegía” (Poe.
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4848. PERDOMO ACEDO, PEDRO: “Poemas: 1. Hiedra. 2. Balada del ciego”,

en Mujeres en la Isla (Las Palmas de Gran Canaria), núms. 92-93 (1962),
pp. 1-3.

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4850. PERDOMO [SPÍN0LA], LEANDRO: “Abstracción” (Soneto), en Volcán

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4851. PERDOMO [SPÍNOLA], LEANDRO: “A mi esqueleto” (Soneto), en Volcán

(Bruselas), 1, núm. 10 (1963), p. 4.

4852. PéREZ DELGADO, JUAN: Sed.: NIJOTA: “Ramón Gil Roldán” (Poema),
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Batllori: “Galdós, poeta”, en Punta Europa (Madrid), núm. 92 (1963),
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4856. Q[UINTANA] M[ARRERO], I[GNAcI0]: “Como un ave, María” (Soneto). —

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4857. RAFAEL, José: Desde la sombra (Poesías). — Las Palmas de Gran

Canaria, [Gráficas Guerra], 1963. — 8 hs. sin numerar, 17 cm.

4858. ROSA, José MARÍA DE LA: “Poesías: 1. Voz de noche. 2. Recuerdo,

olvido, sombra. 3. La niebla se ha encerrado. 4. Es mi dolor tan hondo.
5. Reclamo con angustia. 6. Crepúsculo en la isla”, en La Tarde (Santa Cruz
de Tenerife), 26 de abril, 24 de mayo, 14 y 28 de junio y 30 de agosto
de 1962 y 1 de abril de 1963.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 337

4859. SÁNCHEZ GARCÍA, SALVADOR: La flecha en el camino. — Las Palmas

de Gran Canaria, [Talleres Tipográficos Arteara], 1962. — 25 pp. + 3 hs.,
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Res.: Sebastián de la Nuez Caballero, en Revista de Historia Ca~
nana (La Laguna de Tenerife), XXV, núms. 137-140 (1962), PP. 252-253.

4860. SÁNCHEZ GARCÍA, SALVADOR: Apuntes (lo nuestro). — Las Palmas de

Gran Canaria, [Gráficas del Toro], 1963. — 37 hs., grabs., 21 cm.

4861. SANTANA, LÁZARO: Con la muerte al hombro (1962). — Palencia, [Imp.

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4862. TORÓN, SAULO: Frente al muro. — Nota preliminar de Ventura Do-

reste. — Las Palmas de Gran Canaria, Tagoro, [Imp. Acosta], 1963. — 16
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Santa Cruz de Tenerife, [Lit. Rueda], 1962. — 98 Pp. + 2 hs. + 2 láms.,
21 cm. — (Colección “Retama”, vol. IV). — Portada y dibujos de Pedro
González.
Res.: Ernesto Salcedo, Domingo Pérez Minik y Félix Casanova
de Ayala, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 23 de mayo, 7 de
junio y 26 de julio de 1962.

4864. TOVAR [BAUTE], JULIO: “Poesías: 1. Somos nosotros. 2. Oración por

un hombre desamparado. 3. No podemos condenarte. 4. Desde siempre”,
en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 7 y 31 de junio, 2 de agosto de 1962
y 27 de abril de 1963.

4865. TRUJILLO ARMAS, ANToNIo Josá: “Sentido de una ofrenda” (Soneto).—

“Cruz del amor” (Soneto), en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 1 y 13
de abril de 1963.

4866. VALLE GRACIA, BERNARDINO: “Sinfónica”, en Falange (Las Palmas de

Gran Canaria), 15 de febrero de 1963.

4867. VELÁZQUEZ, DOMINGO: Poemas del sueño errante. — Prólogo de Pedro

García Cabrera. — Las Palmas de Gran Canaria, [Lit. Martínez], 1963. —
114 pp. + 1 h., 22 cm. — Dibujos de Felo Monzón.

8.2. Teatro

4868. Á[LAMO] [HERNÁNDEZ],N[ÉsroR]: “Nuria Espert y el desierto ani-

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abril de 1963.
338 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

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‘La Carátula’ pondrá en escena Los acreedores, de Strindberg”, en El Día
(Santa Cruz de Tenerife), 18 de mayo de 1963~

4870. ALONSO, ELFIDIO: “EL T.E.U. en dos obras de Ghelderode”, en El

Día (Santa Cruz de Tenerife), 2 de junio de 1963.

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diciembre de 1962.

4873. ALVAREZ CRUZ, LUIS: “Los guanches de Tenerife, o Lope de Vega

en la Isla. Acotaciones a un homenaje”, en El Día (Santa Cruz de Tene-
rife), 12 de diciembre de 1962.

4874. ARIEL: “Amor y Ciencia, de don Benito Pérez Galdós”, en El Eco

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4875. ARIEL: “La loca de la casa, de Benito Pérez Galdós, por el teatro
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de 1962.

4876. ARIEL: “El familia, de Chano Sosa, se estrenó ayer en el Pérez

Galdós”, en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 29 de
junio de 1963.

4877. C[ARQUÉ] G[ILJ, E[DUARDOJ: “Víctor Doreste, autor teatral. ~xito

indiscutible de En el risco está mi amor”, en El Eco de Canarias (Las
Palmas de Gran Canaria), 19 de mayo de 1963.

4878. DÍAz CUTILLAS, F.: “VI Aniversario del Teatro Insular de Cámara.
Entrevista con su director, Ricardo Lezcano”, en Diario de Las Palmas
(Las Palmas de Gran Canaria), 16 de marzo de 1962.

4879. DORESTE SILVA, LUIS: “Como en un sueño, de Orlando Hernández

Martín”. — “Por el Teatro Insular de Cámara”, en Falange (Las Palmas
de Gran Canaria), 16 y 24 de marzo de 1962.

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de Pérez Galdós”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 5 de octubre
de 1962 y 16 de enero de 1963.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 339

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de Pepe Monagas. — Madrid, Ediciones “Pancho Guerra”, [Diana Artes
Gráficas], 1962. — 226 pp. + 1 h., 21 cm. — Presentación y Prólogo por
Vicente Marrero. Epílogo: “Observaciones referentes al lenguaje empleado
por Pancho Guerra en estas obras, y su transcripción gráfica”, por Miguel
Santiago.
Contiene: 1. “ENo fumas, inglés?”. 2. “iNo te apipes, Regorio,
que la agarras...! 3. “De media noche pal día”. 4. “De cuando Pepe
Monagas se entrometió en una agarrada de Isabel, la del Carmelo”.
5. “LA la costa? ¡Ni amarrao!”. 6. “A mi lo que me jeringa son los
abusos”. 7. “Ahora que hay marea... ¡Golpe a la lapa!.
Res.: C[arlos) M[urciano), en Punta Europa (Madrid), nóm. 80
(1962), pp. 98-99.

4883. HERNÁNDEZ MARTÍN, ORLANDO: “Como en un sueño. Auto-presentación

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de Lope sobre la conquista de las Islas Canarias: Los Guanches de Tene-
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de Tenerife enjuiciada por Marcelino Menéndez Pelayo”, en El Día (Santa
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Reproducido de las “Observaciones preliminares” al tomo XI de
las Obras de Lope de Vega, publicadas por la Real Academia Española
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la aparición de la Virgen de la Peña, en Fuerteventura”, en El Eco de Ca-
narias (Las Palmas de Gran Canaria), 16 de abril de 1963.

4888. NAVARRO NAVARRO, DOMINGO: “~Quérepiquen las campanas! Galdós,

alma canaria”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria),
29 de septiembre de 1962.
Comentarios al reciente descubrimiento del manuscrito inédito
de Galdós, Clavellina, zarzuela de ambiente canario.
340 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

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de la casa”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 29
de junio de 1962.

4899. TEATRO ESPAÑOL: Antología del Teatro Español, clásico y moderno.

Lectura escenificada de trozos escogidos. — Adaptación y comentarios
por Piedad de Salas.—Las Palmas de Gran Canaria, [Imp. Lezcano], 1962.—
8 pp. sin numerar, 21 cm. (= Actos organizados por el Excmo. Cabildo
Insular de Gran Canaria con motivo de la inauguración de los cursos
de la Universidad Internacional de Canarias =).
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 341

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a L.S.M.”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 5 de
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Ejemplar multicopiado.

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87 pp., 15’5 cm. (Colección Teatro, núm. 380).

S.3. Novela. Narración

4905. AsENsI0: Como en nuestro primer día (Prosa poemática). —Las Pal-
mas de Gran Canaria, [Imp. San Nicolás], 1962.—17 hs. sin numerar, 21 cm.

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4908. DORESTE [VELÁZQUEZ], VENTURA: “Un agitador”, en Ínsula (Madrid),

núms. 200-201 (1963), p. 28.

4909. DfAz, FERMÍN. TINO DE LA MATA: Cuentos, leyendas y poesías (1).—

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numerar + 21 pp. + 1 h., 21 cm.

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de ventas” (Cuento), en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 29 de marzo
de 1962.
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Ofrenda” (Cuentos), en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 8 de sep-
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[Talleres de “Grafesa”], 1963. —256 pp. + 2 hs., 18 cm. (Colección
“Ancora y Delfín”, núm. 239).

4917. PELÁZ, JOAQUÍN: Operación Plus Ultra.—Madrid, Ediciones Cid, [Imp.

Novograph, S. L.], 1963.—-153 pp. + 1 h., 18’5 cm.—Fotoilustracioncs de
Federico Rubio.

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C[arlos] S[áinz de] R[obles]. — Madrid, Aguilar, S. A. de Ediciones, [Imp
Halar], 1962.— 398 pp. + 2 hs. + 1 lám., 12 cm. (Colección Crisol, vol.
375).
Sobre Galdós véanse los números: 4045, 4065, 4068, 4089, 4200,
4491, 4606, 4614, 4620, 4638, 4645, 4650, 4651, 4652, 4654, 4655,
4657-4660, 4662, 4664-4666, 4677, 4679-4682, 4684, 4686-4689, 4695,
4698, 4706, 4707, 4710-4714, 4722, 4723, 4725, 4726, 4732-4739, 4746,
4752, 4754, 4775, 4759, 4763, 4766-4768, 4771-4774, 4853, 4874, 4875,
4880, 4881, 4888, 4890, 4891, 4897, 4898, 4918-4939, 4958-4962, 4964-
4966, 4968-4972, 4974-4981, 4983, 4984, 4989, 4992-4994, 4997-5010,
5012, 5014-5017, 5019-5025, 5029-5031, 5037, 5117, 5118, 5123, 5141,
5145.

4919. PÉREZ GALDÓS, BENITO: Tormento—Nota preliminar de F[ederico]

[Carlos] S[áinz de] R[obles].—Segunda edición.—Madrid; Aguilar, S. A.
de Ediciones, [Talleres Gráficos Montaña], 1962. —458 pp. + 1 h., 11’5 cm.
(Colección Crisol, núm. 365).

4920. PÉREZ GALDÓS, BENITO: “Misericordia”, en Las mejores novelas con-

temporáneas. 1. (1895-1899). Selección y estudio de Joaquín de Entramba-
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 343

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rial Planeta, 1962.—XCV + 1943 pp. + 5 láms.—Segunda edición.

4921. PÉREZ GALDÓS, BENITO: Misericordia. — Aus d. Span. von F. R. Fries

und Ruth Vollrath-Wirth. Mit. e. Nachw. von Adalbert Dassau.—Leipzig,
Dieterich, 1962.—399 pp., 19 cm. (Sammlung Dieterich, 207).

4922. PÉREZ GALDÓS, BENITO: The Spendthrifts [La de Bringas].—Transla-

ted by Gamel Woolsey. Postcript by Gerald Brenan.—London, The New
English Llbrary Ltd. Richard Clay and Company Ltd., 1962.—y ± 249 pp.,
21 cm. (Colección “Four Square Classics”).

4923. PÉREZ GALDÓS, BENITO: Compasion. — Translated from the Spanish

Misericordia by Toby Talbot.—New York, Frederick Ungar Publishing Co.,
1962.—VI + 282 pp., 21 cm.

4924. PÉREZ GALDÓS, BENITO: Tristana. — Peterborough (Estados Unidos),

Edit. R. Smith and Co., 1962.
Res.: Elías R. Rivers, en Ínsula (Madrid), núm. 183 (1962), p. 8.

4925. PÉREZ GALDÓS, BENITO: “La novela en el tranvía”, en Cuentistas Es-

pañoles del siglo XIX (Madrid, Aguilar, 1962), pp. 225-271. Selección y no-
ta preliminar de Federico Carlos Sáinz de Robles. (Colección Crisol, nú-
mero 105). Tercera edición.

4926. PÉREZ GALDÓS, BENITO: Obras Completas.—Introducción, bibliografía

y notas por Federico Carlos Sáinz de Robles. — Madrid, Aguilar, 5. A.,
[Imp. Hermanos Fausto Muñoz], 1963. — Tomo 1: Episodios Nacionales;
1.806 pp. 23 cm. — Sexta Edición. — (Colección “Obras Eternas”).

4927. PÉREZ GALDÓS, BENITO: La Incógnita.—Nota preliminar de Federico

Carlos Sáinz de Robles.—Madrid; Aguilar, 5. A. de Ediciones, 1963.—
448 pp., 12 cm. (Colección “Crisol”, 371).

4928. PÉREZ GALDÓS, BENITO: Gloria. — Madrid, Hernando, [Imp. El Arte],

1963.—2 vois., 18 cm.

4929. PÉREZ GALDÓS, BENITO: La de Bringas. — Madrid, Hernando, [Imp. El

Arte], 1963.—275 pp., 18 cm.

4930. PÉREZ GALDÓS, BENITO: Juan Martín el Empecinado.—Madrid, Her-

nando, [Imp. El Arte], 1963.—276 pp., 18 cm.

4931. PÉREZ GALDÓS, BENITO: Un faccioso más y algunos frailes menos.—

Madrid, Hernando, [Imp. El Arte], 1963.—322 pp., 19 cm.
344 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

4932. PÉREZ GALDÓS, BENITO: Gerona.—Madrid, Hernando, [Imp. El Arte],

1963.—258 pp., 19 cm.

4933. PÉREZ GALDÓS, BENITO: El terror de 1824.—Madrid, Hernando, [Imp.

El Arte], 1963.-—289 pp., 19 cm.

4934. PÉREZ GALDÓS, BENITO: Zumalacárregui.—Madrid, Hernando, [Imp.

El Arte], 1963.—299 pp., 19 cm.

4935. PÉREZ GALDÓS, BENITO: Trafalgar.—Madrid, Hernando, [Imp. El Ar-

te], 1963.—XIX + 267 pp., 19 cm.--—Prólogo: “La figura de don Benito
Pérez Galdós”, por Luis Araujo Costa.

4936. PÉREZ GALDÓS, BENITO: “Wunde und Baisam” [“Herida y bálsamo”].—

Fragmento de Angel Guerra. Traducción de Jean Pierre Wilhelm, en
Hilde Domin: Spanien Erzéhlt. Sechsundzwanzig Erzühlungen (Hamburg,
Fischer Bücherei, 1963), pp. 19-33.

4937. PÉREZ GALDÓS, BENITO: El amigo Manso.—Edited by Denah Lida.—

New York, Brandeis University. London, London University Press, 1963.—
Tres hs. sin numerar + 330 pp., 20 cm.

4938. PÉREZ GALDÓS, BENITO: Doña Perfecta.—Roman traduit de l’espagnol

par Robert Marrast.—Introduction de María Pérez Galdós. Préface de Max
Aub.—Paris, Les Editeurs Français Réunis, 1963.—280 pp. + 4 hs. + 1
lám., 18’5 cm.

4939. PÉREZ GALDÓS, BENITO: Miau.—Translated from the Spanish by J. M.

Cohen—London, Methuen & Co. Ltd., 1963.—311 pp., 19’5 cm.

4940. PERDOMO [SPÍNOLA], LEANDRO: “El rebuzno. (A los amantes de la mú-

sica)”, en Volcán (Bruselas), 1, núm. 4 (1963), p. 5.

4941. PERDOMO [SPÍNOLA], LEANDRO: “El ‘chispómetro’”, en Volcán (Bruse-

las), 1, núm. 10 (1963), p. 3.

4942. PINTO GROTE, CARLOS: “La voz de Elvira” (Cuento), en La Tarde

(Santa Cruz de Tenerife), 15 de marzo de 1962.

4943. Río AYALA, JUAN DEL: Iballa. Romance de Fernán Peraza. (Siglo XV).
Las Palmas de Gran Canaria, [Imp. Lezcano], 1963.—Tres hs. + III ±
192 pp. + 2 hs., 21 cm.—Sobrecubierta de Pino Ojeda. Nota de la solapa
por Claudio de la Torre.—Tirada de 1.100 ejemplares en rústica y 100 nu-
merados para bibliógrafos.

4944. QUIJANo, GRACIÁN: “Mensaje de amor” (Cuento), en Mujeres en la Isla

(Las Palmas de Gran Canaria), núm. 101 (1963), pp. 8-9.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 345

4945. SÁNCHEZ ORTÍZ, EMILIO: ~La barca sin remos”. — Robaburros!

(Cuentos), en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 27 de abril y 1 de junio
de 1963.

4946. SAUTIER CASASECA, GUILLERMO y RAFAEL BARÓN: Un tren llamado es-

peranza.—Madrid, Ediciones Cid, 1962.—244 pp., 18 cm.

4947. SAUTIER CASASECA, GUILLERMO y LUISA ALBERCA: Lo que nunca mue-

re—Madrid, Ediciones Cid, 1962.—157 pp., 18 cm.

4948. SAUTIER CASASECA, GUILLERMO y RAFAEL BARÓN: Sangre negra.—Ma-

drid, Ediciones Cid, 1963.—240 pp., 19 cm. Segunda edición.

4449. SOCORRO [PÉREZ], MANUEL: Sobre las cumbres y sobre el asfalto.—Las

Palmas de Gran Canaria, [Imp. Lezcano], 1962.—135 pp. + 2 hs., 19 cm.—
Ilustraciones y viñetas de Antonio Padrón.

4950. SoCoRRo [PÉREZ], MANUEL: ¿Oro en la Cumbre? (Leijenda).—Las Pal-

mas de Gran Canaria, [Tip. Lezcano], 1963.—171 pp. + 1 h., 19 cm.—Porta-
da de Felo Monzón.

4951. SOCORRO [PÉREZ], MANUEL: Manda. Novela.—Las Palmas de Gran

Canaria, [Imp. Lezcano], 1963.—195 pp. + 2 hs., 19 cm.—Portada de Felo
Monzón.
Res.: Ignacio Quintana Marrero, María Paz Sainz Tejera de Asen-
si y Santiago del Rosario, en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran
Canaria), 7, 30 y 31 de mayo de 1963.

4952. SOSA AYALA, NATALIA: Cartas en el crepúsculo.—Las Palmas de Gran

Canaria, [Imp. Rexachs], 1963.—132 pp. + 1 h., 19’5 cm.

4953. TOVAR BAUTE, JULIO: “Las buenas intenciones”.—-—”La miga de pan”.—

“El barranco”.—”Las ruinas”.—”La velada”.—”Mañana”.-—”El amigo”.—
“En el bar” (Cuentos), en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 8 y 22 de fe-
brero, 5 y 12 de abril, 24 de mayo, 14 de junio y 16 y 30 de agosto de 1962.

4954. TOVAR [BAUTE], JuLIo: “La tarde del domingo” (Cuento), en La Tarde
(Santa Cruz de Tenerife), 23 de mayo de 1963.

4955. VÁZQUEZ-FIGUEROA, ALBERTO: Largo viaje al Paraíso. Expedición sub-

marina a Polinesia. Novela.—Barcelona, Editorial Mateu, [Gráficas Zeus],
1962.—301 pp. + 1 h., 18 cm.

4956. VIERA, JULIO: “La resurrección del gato. Novela en un sólo capítulo”,
en Volcán (Bruselas), 1, núm. 1 (1963), p. 5.
346 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

8.4. Ensayo

4957. ABRANCHES VI0TTI, HELIO, S. J.: “Anchieta, autor do poema de Mem

de Sá”, en Verbum (Río de Janeiro), XX, núm. 2 (1963), pp. 179-199 1 lám.
Identifica el ejemplar del poema latino De gestis Mendi de Sáa (en
honor del gobernador de Brasil Mem de Sáa) existente en la Bibliote-
ca de Evora e impreso en Coimbra en 1563, con el publicado por el
Archivo Nacional de Río de Janeiro en 1956. Analiza el poema y, con
diversos testimonios bibliográficos y de documentos publicados, con-
cluye que su autor fue el jesuita español José de Anchieta.—R[ocío]
C[aracuel Moyano~,en !ndice Histórico Español (Barcelona), IX (1963),
p. 319, núm. 49935.

4958. ALFIERI, J. 1.: “The double image of avance in Galdós’ novels”, en

hispania (Wallingford. Connecticut), XLVI (1963), pp. 722-729.

4959. AMARANTE DE AZEVEDO FILHO, LEODEGARIO: A Poética de Anchieta.—

Río de Janeiro, 1962.—80 pp. + 1 h., 22’5 cm.

4960. ÁNGELES, Josá: “Baroja y Galdós. Un ensayo de diferenciación”, en

Revista de Literatura (Madrid), XXIII, núms. 45-46 (1963), pp. 49-64.

4961. ÁNGELES, JosÉ: “~Galdós, precursor del 98?”, en Hispania (Pennsyl-

vania), XLVI, núm. 2 (1963), pp.

4962. ARMAS AYALA, ALFONSO: “Galdós editor”, en Asomante (Puerto Ri-

co), núm. 1 (1963), pp. 37-51.

4963. ARMAS AYALA, ALFONSO: “Del aislamiento y otras cosas. Textos iné-
ditos de Miguel de Unamuno.” Introducción y notas por Alfonso Armas
Ayala, en Anuario de Estudios Atlánticos (Madrid-Las Palmas), núm. 9
(1963), pp. 335-438.
Sumario: 1. Los prologuistas. 2. Discursos. 3. La tertulia, 4. “Aque-
lla estancia en Gran Canaria”. 5. El desterrado camina solo. 6. “Las
horas lentas”. Textos de Unamuno: 1. Discurso de los Juegos Flora-
les (1910).—II. Discurso sobre la Patria (1910).—IH. Palabras pronun-
ciadas en el ‘Salón Saint-Saens’ del teatro Pérez Galdós (1910).—IV.
Cartas: 1. A Ramón Castafíeyra (París, 29 de diciembre de 1924). 2. A
Ramón Castañeyra (Salamanca, 12 de abril de 1932). 3. A Ramón Cas-
tañeyra (Salamanca, 22 de abril de 1936). 4. A Domingo Doreste (30
de marzo de 1910). 5. A Domingo Doreste (s. f). 6. A Domingo Do-
reste (Salamanca, 14 de diciembre de 1912). 7. A Francisco González
Díaz (Salamanca, 6 de julio de 1912). 8. A Salvador Pérez Santana
(Cinco cartas, fechadas en Salamanca a 23 de febrero, 29 de marzo, 7 de
mayo, 24 de mayo y 1 de agosto de 1910). 9. A Rafael Romero “Alon-
so Quesada” (Salamanca, 20 de diciembre de 1912). 10. A Nicasio León
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 347

(Puerto de Cabras de Fuerteventura, 14 de abril de 1924). IV. Cinco

autógrafos en el álbum de Presentación Suárez. Y. A Nieves del Castillo
de Rivero. A Maruca Millares. A Margara Bosch. VI. Artículos: 1. “Un
recuerdo puro” (no se indica donde se publicó). 2. “Por Miguel Macías
Casanova” [publicado en La Mañana (Las Palmas de Gran Canaria), 30
noviembre de 1910].

4964. AYALA, FRANCISCO: “Unamuno frente a Galdós”, en Realidad y En-

sueño (Madrid, Editorial Gredos, 1963), pp. 95-98.

4965. BAQUERO GOYANES, MARIANO: “Las caricaturas literarias en Galdós”,

en Perspectiuismo y contraste. De Galdós a Pérez de Ayala (Madrid, Edi-
torial Gredos, 1963), pp. 43-82.

4966. BECKER, GEORGES J.: “Contemporary Society as Novelistic Material”,

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Press, 1963), pp. 147-153.

4967. BENÍTEZ INGLOrT, LUIS: “Alonso Quesada, hombre”, en Diario de Las

Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 24 de marzo de 1962.

4968. BENÍTEZ PADILLA, SIMÓN: “La sociedad española en la segunda mitad

del siglo XIX [Galdós y León y Castillo]”, en El Museo Canario (Las Pal-
mas de Gran Canaria), XXIV, núms. 85-88 (1963) pp. 63-77.

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dós: Fortunata y Jacinta et Ángel Guerra”—Tesis para el Diploma de
Estudios Superiores, Universidad de París, 1962.

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4972. CASTRO CASTRO, ANTONIO: “El ‘Yo’ pendular de Unamuno y sus agre-
siones”, en Salmanticensis (Salamanca), X, fasc. 3 (1963), pp. 571-608.
Califica de pendular a la psicología del escritor porque su pensa-
miento era refractario a la inmovilidad y propendía a oscilar entre los
más lejanos extremos. Transcribe y comenta numerosos pasajes de sus
obras y epistolario para concretar su evolución espiritual en cuatro
períodos: 1. Su tendencia a la paz. 2. Lo contrario, con su crisis reli-
348 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

giosa en el año 1897. 3. Sus agresiones a escritores y maestros de fines

del siglo XIX. 4. Conversión de su propio modo de ser hacia la doc-
trina del amor. El artículo llega hasta 1900 y anuncia su continuación.—
Bibliotheca Hispana (Madrid), X)(I, núm. 4 (1963), p. 505, núm. 97445.

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Galdós”, en Thesaurus. Boletín del Instituto Caro y Cuervo (Bogotá), XVIII,
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Pérez Galdós”, en Thesaurus. Boletín del Instituto Caro y Cuervo (Bogotá),
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1856 (1947-1949).——La Habana, Universidad Central de las Villas. Depar-
tamento de Publicaciones, 1961.—193 pp., 20 cm.
Ensayo sobre el desarrollo histórico de la poesía cubana, desde su
iniciación (1608), con Silvestre de Balboa Troya y Quesada, hasta me-
diados del siglo XIX. Publicado anteriormente en Revista Cubana (La
Habana), XXV (1949).

4991. FEIJOO Y MONTENEGRO, Fray BENITo: Obras escogidas.—Edición pre-

parada por Agustín Millares Carlo. Estudio preliminar: “Las ideas bioló-
gicas del padre Feijoo”, por Gregorio Marañón.—Madrid, Ediciones Atlas,
1961-1962.—Tres tomos: CLXV + 392; 474 y 534 pp., 27 cm. (Biblioteca
de Autores Españoles. Colección Rivadeneira, números CXLI, CXLII y
CXLIII).

4992. FERNÁNDEZ ABELLO, MANUEL: Algo sobre ‘Clarín’ y SUS “Paliques”.—

Oviedo, Instituto de Estudios Asturianos, 1963.—42 pp., 24 cm.

4993. FERNÁNDEZ GALIANO, MANUEL: “Píndaro y Galdós: ¿Influencia o coin-

cidencia?”, en Estudios Clásicos (Madrid), VI, núm. 36 (1962), p. 550.
350 MANUEL HERNÁNDEZ suÁa~z

4994. F[saNÁNDEz] MONTESINOS, JosÉ: “Galdós en busca de la novela”, en

ínsula (Madrid), XVIII, núm. 202 (1963), pp. 1 y 16.

4995. GARCíA ESCUDERO, JosÉ MARíA: “Diálogos sobre el libro de [Vicente]

Marrero: La guerra española y el trust de los cerebros”, en La Vida Cul-
tural. Crónica independiente de doce años (1951-1962) (Madrid, Ediciones
Cultura Hispánica, 1962), pp. 375-391.

4996. GONZÁLEZ, NAZARIO, S. J.: “Los silencios, la guerra y la derecha. Diá-

logo con un libro adulto” [La guerra española y el trust de los cerebros,
de Vicente Marrero Suárez], en Razón y Fe (Madrid), núms. 186-187
(1963), pp. 35-50.

4997. GUIGNET, Tn.: Le discours burlesque chez Pérez Galdós.—Tesis para

la obtención del Diploma de Estudios Superiores, Universidad de París,
1962.—Directeur des Recherches: Robert Ricard.

4998. HINTERHXUSER, HANS: Los ‘Episodios Nacionales’ de Benito Pérez

Galdós.—Traducción de José Escobar.—Madrid, Editorial Gredos, 1963.—
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5001. JoRDANA DE POZAS, LUIS: “Humorismo y administración”, en Proble-

mática de la ciencia del Derecho. Estudios en homenaje al profesor José
Pí Suñer (Barcelona, Editorial Bosch, 1962), pp. 459-481.
Estimándose que con la aparición y desenvolvimiento del Estado
moderno comienzan a surgir las realidades susceptibles de burla o de
sátira, se verifica un rápido recorrido a través de los literatos más re-
presentativos en la consideración humorística de la administración,
partiendo del siglo XVII (Quevedo, fundamentalmente) y llegando
hasta nuestros días (Dolores Medio, Joaquín Calvo Sotelo), con el má-
ximo de detenimiento en el siglo XIX (Pérez Galdós, especialmente).
La rápida visión se extiende a la literatura de Otros países (M. Young,
C. N. Parkinson).—J[esús] L[alinde], en índice Histórico Español (Bar-
celona), VIII (1962), p. 238, núm. 44929.

3002. JOURDAN, PIERRE: Le personnage de José Ido del Sagrario dans l’zu-
vre de Pérez Galdós.—Tesis para el Diploma de Estudios Superiores, Uni-
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Pelayo, Valle Inclán, Azorín...—San Juan de Puerto Rico, Universidad. Co-
legio Regional de Humacaos, [Madrid, Imp. Tejano], 1963.—276 pp., 20’5
centímetros.

5005. LÁZARO, HELENA: “Estudio sobre la polémica del naturalismo espa-

ñol”, en Revista de la Universidad de Madrid, IX, núm. 36 (1960), pp~
906-907.
Resumen de tesis doctoral. Se estudia la influencia del naturalis-
mo francés (Zola, principalmente) en la obra de algunos novelistas es-
pañoles del siglo XIX: Emilia Pardo Bazán, Clarín, Galdós y Pereda.

5006. MACK, MICHÉLE: L’usure dans les romans de Benito Pérez Galdós.—
Tesis para el Diploma de Estudios Superiores, Universidad de París,
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5007. MARIANI, CLAUDE: Les procédés de stpie dans “Fortunata y Jacinta”,

de Pérez Galdós.—Tesis para el Diploma de Estudios Superiores, Univer-
sidad de París, 1963.—Directeur des Recherches: Robert Ricard.

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1961), II: pp. 435-442.

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queños ensayos (Madrid, Biblioteca Nueva, 1963), pp. 302-305.

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selho Estadual de Cultura, 1962), pp. 5-25.

5014, RICART, ROBERT: Aspects de Galdós. — Paris, Presses Universitaires

de France, 1963.—104 pp. + 2 hs., 22’5 cm. (Publications de la Faculté
352 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

des Lettes et Sciences Humaines de Paris. Série “Etudes et Méthodes”, to-

me 10).
Contiene: 1. “Avant-Propos”, pp. 1-2.-—2. “Mémento”, pp. 3-5.—
3. “Gloria, Chronologie, composition, inspiration”, pp. 7-20.—4. La
desheredada (1881) et l’auvre romanesque de Galdós”, pp. 21-43.—-5.
“Place et signification de Tormento entre El doctor Centeno et La de
Bringas”, pp. 44-60.—6. “L’usurier Torquemada: histoire et vicissitu-
des d’un personage”, pp. 61-85.—7. “Galdós, Tol~deet la Nouvelle-Cas-
tille”, pp. 86-98.—8. “De Los nombres de Cristo a Lo Prohibido”,
pp. 99-1084.

5015. RICARD, ROBERT: “Trois mots du vocabulaire de Galdós: ‘cebolla’,

‘araña’ y ‘barbero”, en Annali. Instituto Universitario Orientali (Nápoles),
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5016. Río, ÁNGEL DEL: Historia de la literatura española. 1: Desde los orí-
genes hasta 1700. II: Desde 1700 hasta nuestros días.—New York, Holt,
Rinehart and Winston, 1962.—XV + 388 pp. y XVII + 356 pp., 19 cm.

5017. RODRÍGUEZ, ALFREDO: “Shakespeare, Galdós y Zaragoza”, en Cuader-

nos Hispanoamericanos (Madrid), LVI, núm. 166 (1963), pp. 89-98.
Señala la presencia, aún no estudiada detenidamente, de elemen-
tos shakesperianos (Romeo y Julieta y El mercader de Venecia), en la
reelaboración literaria de este Episodio, incluyendo confrontaciones, y
alude a semejanzas con Pepita Jiménez, de Valera. Referencias biblio-
gráficas.—B[ella Aurora] [Torres Marín], en Indice Histórico Español
(Barcelona), IX (1963), p. 266, núm. 49530.

5018. R[ODRÍGUEZ] D[ORESTE], J[UAN]: “Fernando González en su tardío

retorno”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 18 de
mayo de 1963.

5019. ROSELLI, FERDINANDO: Una polemica letteraria in Spagna: il romanzo

Naturalista—Pisa, Istituto di Letteratura Spagnola e Hispano-Americana
dell’Universita di Pisa, 1963.—112 pp., 21 cm.
Res.: Robert Ricard, en Bulletin Hispanique (Bordeaux), LXV,
núms. 3-4 (1963), p. 419.

5020. RUSSEL, ROBERT: “The structure of La desheredada”, en The Modern

Languages Notes (Baltimore), LXXVI, núm. 8 (1961), pp. 794-799.

5021. RUSSEL, ROBERT: “El amigo Manso. Galdós with a mirror”, en The
Modern Languages Notes (Baltimore), LXXVIII (1963), 161-168.

5022. SCHRAIBMAN, José: “Patria y patriotismo en los ‘Episodios Nacionales’

de Galdós”, en Boletín Informativo del Seminario de Derecho Político (Sa-
lamanca), núm. 27 (1962), pp. 71-86.
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19 cm. (Colección Studium, 35).
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XXI, núms. 41-42 (1962), p. 203.—Robert Ricard, en Bulletin Hispani-
que (Bordeaux), LXV, núms. 3-4 (1963), pp. 417-419.

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sis para el Diploma de Estudios Superiores, Universidad de París, 1963.—-
Directeur des Recherches: Robert Ricard.

5025. TuÑÓN DE LARA, MANUEL: “La España de Galdós”, en La palabra y el

hombre (Xelapa. Veracruz), núm. 21 (1962), pp. 91-103.

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narias (Las Palmas de Gran Canaria), 23 de abril de 1963.

5027. VELÁZQUEZ, JUAN: “Un libro del profesor Navarro González: Litera-
tura sobre el mar”. 1-VI, en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Cana-
ria), 11, 18, 24 de septiembre y 13, 20 y 27 de octubre de 1963.

5028. VELÁZQUEZ, JUAN: “En la muerte de Ramón Gómez de la Serna. Des-

de la pirueta al buen aire literario”, en Falange (Las Palmas de Gran Ca-
naria), 31 de enero y 1 de febrero de 1963.

5029. VENTURA AGUDIEZ, JUAN: “Ganivet en las huellas de Galdós y Alar-

cón”, en Nueva Revista de Filología Hispánica (México), XVI, núms. 1-2
(1962), pp. 89-95.

5030. VILBOEUF, BERNARD: Les personnages féminins dans la premiare série

des Episodes Nationaux de Benito Pérez Galdós.—Tesis para el Diploma
de Estudios Superiores, Universidad de París, 1962.—Directeur des Re-
cherches: Robert Ricard.

5031. ZULUETA, EMILIA DE: “Revisión de ‘Andrenio’: un crítico olvidado”,

en Cuadernos Hispanoamericanos (Madrid), núm. 160 (1963), pp. 126-138.

S.6. Epistolarios

5032. ARMAS AYALA, ALFONSO: “Cartas a Unamuno”, en Humanitas (Mon-

terrey), III, núm 3 (1962), pp. 269-278.
Reproduce y comenta dos cartas de Unamuno dirigidas a Domin-
go Rivero y otra a Francisco González Díaz, fechadas en 1910 y 1912.
354 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

5033. ARMAS AYALA, ALFONSO: “Cartas de Unamuno”, en Revista Nacional

de Cultura (Caracas), XXIV, núm. 153 (1962), pp. 92-104.
Transcripción de dos cartas de Unamuno, una desde París (29 de
diciembre de 1924), la otra desde Salamanca (22 de abril de 1936), di-
rigidas a Ramón Castañeyra, en cuya casa de Fuerteventura pasó el
escritor los días de su destierro. Comenta el valor afectivo de dichos
documentos. No se indica procedencia. — J[uan] L[uis] M[arfani Gar-
cía], en Índice Histórico Español (Barcelona), IX (1963), p. 275, nú-
mero 49612.

5034. BORGES [Y JACINTO DEL CASTILLO], ANAL0LA: “Cartas inéditas del Li-
bertador”, en Revista de la Sociedad Bolivariana de Venezuela (Caracas),
XXI, núm. 72 (1962), pp. 567-582.
Ponencia en la que se consignan unos documentos inéditos de Si-
món Bolívar: 18 cartas originales fechadas entre mayo de 1817 y julio
de 1821. Diecisiete corresponden a las comunicaciones de carácter ofi-
cial y particular del Libertador con el general en jefe del Ejército Ex-
pedicionario de Tierra Firme (Francisco Tomás Morales). Se hace un
estudio aparte de las restantes. Documentación inédita del Archivo
Histórico Nacional de Madrid. — C[armenl B[aeza], en Índice Histó-
rico Español (Barcelona), VIII (1962), p. 537, núm. 47333.

5035. DORaSTE [VELÁZQUEZ], VENTURA: “Carta a Leandro Perdomo”, en

Volcán (Bruselas), 1, 10 (1963), p. 5.

5036. LOZANO, PILAR: “Archivo epistolar de Carlos Fernández Shaw”, en

Revista de Literatura (Madrid), núms. 43-44 (1962), pp. 125-210.
Se transcriben cartas de Gabriel Alomar, José Echegaray, Marce-
lino Menéndez Pelayo, Angel Guimerá (cinco), Miguel de Unamuno,
Sinesio Delgado, Jacinto Benavente, etc.

5037. PéREZ DE AYALA, RAMÓN: “Cartas inéditas de Pérez de Ayala a

Galdós”, en Hispanófila (Austen), núm. 17 (1963), pp. 83-103. Introducción
y notas de José Schraibman.

9. GEOGRAFIA. BIOGRAFIA. HISTORIA

91. Geografía

5038. AFONSO, LEONCIO: “Por la geografía herrefía” 1-VI, en La Tarde

(Santa Cruz de Tenerife), 16, 21, 23, 25, 27 y 29 de agosto de 1962.

5039. ALVAREZ CRUZ, Luis: “Taganaria: tradición y fábula del tiempo

viejo”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 21 de enero de 1962.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 355

5040. ALVAREZ CRUZ, LuIs: “Güimar: la ciudad de los arados de oro.

Tierra del milagro primero, de tradiciones y de historia”, en El Día (Santa
Cruz de Tenerife), 27 de junio de 1962.

5041. ALVAREZ CRUZ, LuIs: “La Gomera; isla de miel. El dulzor fugitivo
del guarapo”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 5 de agosto de 1962.—
Reproducido en Canarias en Venezuela (Santa Cruz de Tenerife), IV,
núm. 73 (1963), pp. 5 y 7.

5042. ALVAREZ CRUZ, LuIs: “Postales iluminadas. Chipude, ese pasado de

la isla de la Gomera”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 9 de agosto
de 1962.

5043. ALVAREZ CRUZ, LuIs: “El Médano, sus playas y bahía”, en El Día
(Santa Cruz de Tenerife), 6 de septiembre de 1962.

5044. ALVAREZ CRUZ, Luis: “Cara y Cruz de la Isla. Historia de una postal
impresionante. Masca, un caserío olvidado”, en El Día (Santa Cruz de
Tenerife), 25 de octubre de 1962.

5045. ALVAREZ CRUZ, Luis: “Problemas del Hierro, o el drama de una Isla”,
en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 18 de noviembre de 1962.

5046. ALVAREZ CRUZ, LuIs: “Atracción y belleza de una zona litoral de

la Isla. Playas que todavía no han sido descubiertas por el turismo”, en
El Día (Santa Cruz de Tenerife), 18 de octubre de 1963.

5047. ASCHBACHER, HELMUT: Kanarische Inseln.—Pforzheim, Goldstadt-

Verlag, 1963. —202 pp. + 3 hs., ills., 19 cm.

5048. AYALA, FRANCISCO: “Una visita a Taborno. El aislado caserío asombra

por la natural concepción funcional de sus modestas edificaciones”, en
El Día (Santa Cruz de Tenerife), 31 de julio de 1962.

5049. BANKS, F. R.: Your Guide to the Canary Islands. — London, Alvin
Redman, 1963. —203 pp. + 16 láms., 18 cm.

5050. BORGES, VICENTE: “Donde ya pueden ir los turistas. Garachico”, 1-VI,

en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 15, 17, 20, 23, 24 y 27 de agosto
de 1962.

5051. CABEZAS, JUAN ANTONIO: “Tenerife. De las obsidianas del Teide a

las plataneras de la Orotava”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 8
de mayo de 1962.

5052. CAMPOY, ANTONIO MANUEL: “Las Islas Canarias”, en Viaje por España.
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(Como nos ven los extranjeros) (Madrid, Biblioteca Nueva, 1963), pp.
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5053. YANN, EVEN: The Canary Islands. Mythical, historical, present.

Santa Cruz de Tenerife, [Lit. Romero, S. A.], 1963. — 189 pp. + 1 h. +
4 mapas y planos + 16 láms., 17’5 cm.

5054. GARCíA CABRERA, CARMELO: Tenerife. — Barcelona, Editorial Noguer,

S. A.; 1962. 47 p.p. + 44 láms. ± 1-18 PP. + 1 h. + 1 mapa plegado,
19 cm. (Colección “Andar y Ver”. Guías de España). Ediciones en Fran-
cés, inglés y alemán.

5055. GÓMEZ DE LA SERNA, GASPAR: “Equívoco de las Afortunadas”, en

ABC (Madrid), 31 de julio de 1962. Reproducido en El Día (Santa Cruz
de Tenerife), 4 de agosto de 1962.

5056. GORDON-BROWN, A.: Madeira and the Canary Islands. A Concise

Guide for the Visitor. — London, Robert Hale Ltd. for the Union-Castie
Mail Steamship Company, Limited; 1963. — 112 + 37 pp. + 15 láms. +
7 planos y mapas, 18 cm.

5057. GREEN, LAWRENCE G.: lslands time forgot. Memories of Afric’s bus
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islands and Robinson Crusoe outposts, of strange and remote people, on
the liner tracks and in the solitudes of the Atlantic and Indian Oceans.
London, Putnam & Company Ltd. Cox & Wyman Ltda., 1962. — 269 pp. +
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naria, [Madrid. Talleres Tipográficos de Manufacturas Auro, S. A.], 1962.—
286 pp. + 76 láms., 25 cm. (Edición patrocinada por el Gobierno Civil de
Las Palmas, Cabildo Insular de Gran Canaria y Ayuntamiento y Cabildo
Insular de Lanzarote). Cubierta: César Manrique. Fotos: Gabriel y Barceló.
Res.: Alfonso Armas Ayala, en El Museo Canario (Las Palmas
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5059. LAFORET, CARMEN: Gran Canaria. — Barcelona, Editorial Noguer, S.A.,

1961. — 38 pp. + 40 láms. + 20 pp. con un “Suplemento de Información
práctica” + 1 mapa plegado, 19 cm. —Ediciones en francés, inglés y
alemán.

5060. MARQUERÍE, ALFREDO: “Canarias, sin tópicos”, en Diario de Las Pal-

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tiembre y 27 de octubre de 1962.
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en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 2, 4 y 5 de enero de 1962, y
en El Día (Santa Cruz de Tenerife), IV-IX, 3, 10, 12, 13-14 y 18 deenero
de 1962.

5063. NAVARRO ARTILES, FRANCISCO: “La otra Fuerteventura”. 1: “Demo-

grafía. Migraciones. Fatalismo”. II: “Generalidades sobre economía bá-
sica de Fuerteventura: agricultura, pesca, industria y turismo”. —V: “La
pesca de Bajura”. — VI: “La pesca en el banco pesquero atlántico-afri-
cano”. —VII: “Industria”. VIII: “Turismo”. — IX: “Resúmenes com-
parativos”. — X: “Valores sanitarios y culturales”, en Falange (Las Palmas
de Gran Canaria), 22-26 y 29-31 de agosto y 4 de septiembre de 1962.

5064. OXFORD UNIVERSITY. Report of the Oxford Universily Women’s

Expedition to the Canary Islands 1962. — Oxford, Church Army Press,
1962.—27 pp., 21 cm.
Contiene: 1. General descriptión of Gran Canaria. 2. General
Account. 3. Historical Report. 4. Geographical Report. 5. Anthropo-
logical Report. 6. Adknowledgements. 7. Financial Report. 8. Ap-
pendix.

5065. PÉREZ DE TUDELA BUESO, JUAN y TOMÁS PÉREZ-SÁENZ: Geografía

Económica de España. Analítica y Estadística. — Madrid, Ediciones Atlas,
1962. 784 pp. + 1 h., ils., 24 cm.
El capítulo XXI está dedicado a las islas Canarias y se divide en
los siguientes apartados: 1. Morfología. Suelos. 2. Vegetación. Ri-
queza forestal. 3. Planteamiento y estructura agraria. 4. Agricultura.
5. Ganadería. 6. Riqueza minera. 7. Pesca. 8. Industria, pp. 729-749.

5066. PIÑAR, BLAS: “Lanzarote, capital de la Luna. Todo en la isla es im-

previsto y distinto”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria),
16 de abril de 1963.

5067. Río AYALA, JUAN DEL: “Navegando por la isla a fuerza de piernas
y fatigas”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 15
de mayo de 1962.

5068. Río AYALA, JUAN DEL: “La hija del Teide [la montaña de Ajódar]
amenazada”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 1 de marzo de
1963.

5069. RODRÍGUEZ BATLLORI, FRANCISCO: “Estampas de una Isla”, en ABC

(Madrid), 12 de agosto de 1962.

5070. SÁNCHEZ AGESTA, Luis: “Canarias, cita de tres continentes”, en

Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 22 de abril de 1963.
358 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

5071. TORRE, VICTORIANO DE LA: Carnet guanche. Abbreviated Guide of

Canary Islands. — Transiated by Miguel Ortuño Asensio. — Las Palmas
de Gran Canaria, [Imp. San Nicolás], 1963.— 111 pp. + 11 láms. + 3
mapas, grabs., 19 cm.

5072. ULFSTROM, BIRGER: Kanarieóarna. — Stockholm, Sesam. Biirlag AB,

1962. — 95 pp., 16 cm., jhs.

5073. VÁZQUEZ-FIGUEROA, ALBERTO: Africa encadenada. — Barcelona, Edi-

torial Bruguera, S.A.; 1963.—248 pp. + 4 hs., 20 cm.

5074. VEGA, LUIS ANTONIO DE: “Nuevo descubrimiento del mapa de España.
El material humano que se construye en las Canarias”, en La Tarde (Santa
Cruz de Tenerife), 7 de junio de 1962.

5075. VELÁZQUEZ, JUAN: “Conozca su Isla. En la luz y en el color de las

Cumbres”, en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 18,
21 y 28 de abril de 1963.

91.04. Viajes. Descubrimientos

5076. ALBURQUERQUE, LUIS: lntroduçao a Historia dos Descubrimientos.

Coimbra, Edit. Atlántida, 1962. —429 pp., gráfs., láms. y mapas, 19 cm.

5077. ALVAREZ CRUZ, LUIS: “La Gomera, otra vez parada y fonda de ‘La
Niña’. 470 años después, a bordo de otra carabela del mismo nombre y
en condiciones semejantes, el capitán Etayo imita la gesta de Colón”,
en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 2 de septiembre de 1962.

5078. ALCANTARA DE MENDOÇA DÍAS, ANTONIO: “O condicionalismo físico

do Atlántico”, en Insvlana (Ponta Delgada. Açores), XVI [1960 (1962)],
pp. 261-302, 7 figs.

5079. ASHER, A.: Bibliographical Essag on the Colletion of Voyages and

Travels, edited and published by Levinus Hulsius and his Successors at
Nuremberg and Francfort from anno 1598 to 1600. — Amsterdam, Meridian
Publishing Company, 1962.— 118 pp., 22’5 cm. (Reprinted from the edition
of 1839).

5080. BEDOYA CARTELO, NICOLÁS: La ‘Niña Ji’. Memorias de un tripulan-

te.—San Sebastián, Edit. Nor, [Burgos. Imp. Aldecoal, 1963.—263. pp. +
4 láms., 19’5 cm. (Colección “Prisma”).

5081. BENZONI, GIRoLAi~so: La Historia del Mondo Nouvo di M. Girolamo

Benzoni Milanesi. Venetia, MDLXXII. — Edición facsímil. — Prólogo de
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 359

Ferdinand Anders. — Graz (Austria), Akademische Druck— u. Verlagsan-

stalt (Serie: Frühe Reisen und Seefahrten in Originalberichten, Ba~d2).
XLI + 7 + 358 + 1 PP., 21 flgs., 17 cm.

5082. BOXER, C. R.: Four Centuries of Portuguese Expansion, 1415-1825:

A succint survey. — Johannesburg, University of the Witatersrand, 1963. —
X + 104 pp. + 1 lám. + 1 mapa plegado, figs., 18 cm. (Publications
of the Ernest Oppenheimer Institute of Portuguese Studies, III).

5083. CANDEL VILA, RAFAEL: “Alejandro de Humboldt y los españoles”, en

Alejandro de Humboldt: Del Orinoco al Amazonas. Viaje a las Regiones
Equinocciales del Nuevo Continente (Barcelona, Editorial Labor, 1962),
Pp. 395-422.
Contiene: 1. Comentarios de antaño y hogaño. 2. Don Luis Ma-
riano de Urquijo, amigo y protector de Humboldt. 3. Amistades
madrileñas. Don José Clavijo y Fajardo. 4. Humboldt y Bonpland
embarcan en la Coruña. Su escala en Tenerife. 5. Amigos, discípulos
y detractores, en América y España. 6. Comentarios sobre la labor
científica realizada por Humboldt en América Española. 7. Bibliografía
de Humboldt. Ediciones en lengua castellana. 8. Documentos: 1. Tra-
ducción de la carta del barón de Humboldt a don José Clavijo.
11. Carta de don Francisco José de Caldas a don Santiago Arroyo.
III. Acta del descubrimiento de las fuentes del Orinoco. Véase pos-
teriormente núm. 5090.

5084. CoLÓN, CRISTÓBAL: Ji giornale di bordo di Cristoforo Colombo. —

Introducción de L. A. Vigneras. Traducción de Aldo Braibanti. — Milán.
Schwarz Editores, 1960.—XXIII + 224 pp., 88 ils., 10 láms., 20 cm.
Se reseñan brevemente las diversas transcripciones que desde
1791 se han hecho del Diario de a bordo de Cristóbal Colón, partiendo
del texto comprendido en el manuscrito de Las Casas. Para la presente
edición se ha utilizado la de César de Lollis, 1892, y el original de
Las Casas, conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid. Contiene,
además, la carta en la que Colón describe el resultado de su primer
viaje, y un interesante apéndice de R. A. Skelton sobre la cartografía
de dicho viaje. A[sunción] G[ou Vernet], en Indice Histórico Español
(Barcelona), VIII (1962), p. 505, núm. 47085.

5085. COLÓN. CRISTÓBAL: Diario de Colón. Libro de la primera navegación

y descubrimiento de las Indias. —Edición de Carlos Sanz. — Madrid,
Gráficas Yagües, 1962.— 144 pp., 24 cm. (Biblioteca Americana Vetus-
tissima).
Edición facsímil del manustcrito de fray Bartolomé de las Casas,
que se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid.
360 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

5086. CHAUNU, PIERRE: “Les échanges entre l’Amérique espagnole et les

anciens mondes aux XVIe, XVIIe et XVIIIe siécle”, en Information His-
torique (París), XXII, núm. 5 (1960), pp. 207-216.
Examen de los métodos utilizados por el autor en sus dos tesis
de la Sorbonne sobre las relaciones económicas de España —de Sevilla
en particular— con la América española y Filipinas. La historia debería
reconstruir el cuadro estructural de una sociedad, particularmente
en sus aspectos económico y social, en vez de limitarse a presentar
un relato sobre todo cronológico. El historiador debería tener muy
en cuenta las restantes ciencias sociales. El libro de Braudel: El Me-
diterráneo y el mondo mediterráneo en la época de Felipe II es un
modelo de esta nueva historiografía. — G. Iggers, en Indice Histórico
Español (Barcelona), VIII (1962), p. 388, núm. 46130.

5087. ETAYO, CARLOS: Estudio sobre el descubrimiento de América. 1:

El problema del descubrimiento. II: Los protagonistas. — San Sebastián,
[Imp. Valverde], s.a.: 1962. —42 hs., grabs., 18’5 cm. apaisado.

5088. F[ERNÁNDEZ] GUILLÉN TATO, JULIO: Historia marítima española para

uso de los guardias marinas. — Madrid, Ministerio de Marina, 1961. — Dos
volúmenes: 1. Texto: VII + 362 pp., II. Atlas: 216 pp., jis. y mapas,
25 cm.
Manual que más que una historia de la Marina es una crónica
viva y, a veces, un alegato apasionado de las cosas que a ella atañen.
Esta posición la justifica el autor en el prólogo diciendo: “la inevitable
crónica de nuestra marina la he limitado.., al guión del desgobierno
en que se tuvo a lo marítimo”. Pasa revista a la historia del buque,
de la ciencia náutica, artillería, descubrimientos, etc., con aportaciones
de nuevos datos en algún caso que otro. El volumen II no sólo con-
tiene mapas (por ejemplo, itinerarios de los descubridores), sino
también numerosísimos esquemas sobre la evolución histórica del
buque y de sus aparejos. — J[uan] V[ernet Ginés], en Índice Histórico
Español (Barcelona), VIII (1962) p. 402, núm. 46241.

5089. HAKLUYT, RJCHARD: Voyages. — introduction by John Masefleid,

O. M. — London, J. M. Dent & Sons Ltd. Cox & Wyman Ltd., Fakenham
(Norfolk), 1962.— Eight volumes: XXVI + 468 pp. + 9 hs.; XIII +
461 pp. + 2 hs.; XII + 387 pp. + 8 hs.; X + 386 pp. + 10 hs.; X +
355 pp. + 9 hs.; X + 400 pp. + 3 hs. y IX + 355 pp. ± 9 hs.,
19 cm. (Everyman’s Library, nos. 264, 265, 313, 314, 338, 339, 388 y 389).

5090. HUMBOLTD, ALEJANDRO DE: Del Orinoco al Amazonas. Viaje a las

regiones Equinocciales del Nuevo Continente. — Traducción de Francisco
Payarols, revisada por el dr. Augusto Panyella. Seguida de los ensayos
epilogares: “Alejandro de Humboldt, en su centenario”, por el doctor
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 361

Adolf Meyer-Abich, pp. 375-394, y “Alejandro de Humboldt y los espa-

ñoles” por el doctor Rafael Candel Vila, pp. 395-422. —Barcelona, Edito-
rial Labor, S. A.; 1962. —XI + 429 pp. + 1 h. + 32 láms + 1 facsímil,
21 cm. — Véase anteriormente núm. 5083.

5091. LAGUARDA TRÍAS, ROLANDO A.: “El infante don Enrique y el arte
de navegar de su tiempo”, en En torno a la escuela de Sagres (Madrid,
Instituto Social de la Marina, 1963), 15 pp.
Analiza los conocimientos náuticos en la época del Infante, que
marca la transición entre la navegación a estima y la de altura. Niega
la utilización de cartas náuticas en el Atlántico con anterioridad a
1505 por carecer éstas de graduación de latitudes. Sin embargo, y
dado que las cartas eran cuadradas planas la argumentación no parece
suficientemente probatoria. Magisterio del mallorquín Jacome; des-
cripción de los métodos utilizados en la navegación de altura y de-
mostración de que el maestre Juan era el español Juan Faras. J[uan]
V[ernet Ginés], en índice Histórico Español (Barcelona), IX (1963),
p. 418, núm. 50682.

5092. MAGALHAES G0DINH0, VIT0RIN0: A economia dos descobrimientos

henriquinos. — Lisboa, Livraria Sá da Costa, Editora; 1962. — 247 pp. y
7 mapas.
Res.: J. M. Gómez Tabanera, en Hispania (Madrid), XXV, núm. 97
(1965), pp. 129-130.

5093. MAGNINO, LEO: “António de NoIi e a colaboraçáo entre portugueses

e genoveses nos descobrimentos maritimos”, en Studia (Lisboa), núm. 10
1962), pp. 99-115.

5094. MATEOS, FRANCISCO, S. J.: “Bulas portuguesas y españolas sobre des-

cubrimientos geográficos”, en Missonalia Hispánica (Madrid), XIX, núm.
55 (1962), pp. 5-34 y 56 (1962), pp. 129-168.
Sumario: 1. Las navegaciones oceánicas hasta la muerte de don En-
rique el Navegante: 1. Antecedentes y conquista de Ceuta (1320-
1415). 2. La cuestión de las islas Canarias. 3. Los descubrimientos
portugueses en vida de don Enrique el Navegante. 4. Principio de
una línea de demarcación portuguesa. II. 1~poca de los grandes
descubrimientos: 1. Progreso de los descubrimientos hasta el cabo
de Buena Esperanza. 2. Bulas del descubrimiento de América. 3. Des-
cubrimiento y conquista de la India. 4. Hzicia el establecimiento del
Real Patronato.
Res.: Elías Serra Ráfols, en Revista de Historia Canaria (La
Laguna de Tenerife), XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 243-244.

5095. NAVARRO MARTÍN, Josi~FéLIX: “San Borondón, de la bruma a la du-

da”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 25 de agosto de 1963.
362 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

5096. PERICOT GARCfA, Luis: Africa y América. El problema de sus posibles

contactos precolombinos. Madrid, C.S.I.C.
— Instituto de Estudios~ Afri-
canos, 1963.—lO pp., 24 cm.

5097. PINTO CARDOSO, ANTONIO: “O Infante D. Henrique e o descobri-

miento das Açores”, en Insvlana (Ponta Delgada. Açores), XVI [1960
(1962)], pp. 385-403.

5098. RUMEU DE ARMAS, ANTONIO: “El descubrimiento del Atlántico por

mallorquines y catalanes en el siglo XIV”, en ABC (Madrid), 25 de abril
de 1963, p. 68.
Resumen de la conferencia pronunciada en el Instituto de Estudios
Africanos.

5099. SAGASETA DE ILURDOZ, ANTONIO: La ‘Niña II’ tras el surco de Colón.—

Con la colaboración de Vicente Galbete.—Barcelona, Editorial Juventud,
S. A.; 1963.—168 pp. + 4 hs., 15 láms., 19 cm.

5100. SÁNCHEZ AGESTA, Luis: España en los libros de viajes del siglo X1X.—
Las Palmas de Gran Canaria. Universidad Internacional de Canarias, [La
Laguna de Tenerife. Imp. Gutenberg], 1963.—37 pp., 19 cm.

5101. SERRA [RÁF0L5],ELÍAS: Sobre, Marcondes de SouZa: “Diogo de Tei-

ve e Pedro de Velasco supostos descobridores do Banco de Terra Nova”
[Revista de Historia (SAo Paulo), XII (1961)], en Revista de Historia Cana-
ria (La Laguna de Tenerife), XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 226-227.

5102. VAscoNcELos, FRAZÁO DE: Subsídios para a história da carreira da In-

dias no tempo dos Filipes.—Lisboa, O Mundo do Livro, 1960.—160 pp., 5
lAms. y 1 facsímil, 24 cm.

Publicación aparte de una serie de artículos y notas aparecidos so-

bre el tema en el Boletim Geral do Ultramar (1958 y 1959). Se refie-
ren fundamentalmente a problemas de navegación: construcciones na-
vales, pérdidas de navíos, servicios sanitarios a bordo, la barra del Ta-
jo, cosmógrafos mayores. Se publica una interesante carta de 1632 del
almirante JoAo Pereira Corte Real, que considera a los Felipes como
Reyes comunes de una monarquía dual. Se transcriben varios docu-
mentos inéditos, como apéndices o en el transcurso del texto. Docu-
mentación de los archivos lusitanos.—J[osé] M[uñoz Pérez], en Índice
Histórico Español (Barcelona), VIII (1962), p. 434, núm. 46483.

5103. WRIGHT, EDUARDO: “Pirateria nos Açores no último quartel do sécu-

lo XVI”, en Insvlana (Ponta Delgada. Açores), XIX (1963), pp. 40-79.—Tra-
ducción de JoAo H. Anglin.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 363

912. Cartografía

5104. HERNÁNDEZ MILLARES, JORGE: Atlas del Nuevo Mundo. — México,

Fondo de Cultura Económica, 1962.—53 pp., + 2 hs. + 26 mapas + 57-96
pp., 19 cm. (Colección “Breviarios”, 162).

5105. LAGUARDIA TRíAS, ROLANDO: La aportación científica de mallorquines

y portugueses a la Cartografía náutica en los siglos XIV al XVI.—Madrid,
C. S. 1. C. Instituto Histórico de la Marina, 1963.—72 pp., 19’5 cm.

5106. MAPAS PROVINCIALES. Mapas turísticos provinciales, aprobados por el

Consejo Superior Geográfico.—Madrid, Hernando, 1962.—6 mapas, 46 x 50
cm.—Contiene: Almería, Ciudad Real, Toledo, Vallado]id, Córdoba, Islas
Canarias.

5107. SERVICIO GEOGRÁFICO DEL EJÉRCITO. Mapas de las provincias de Ifni y

Sahara y del Archipiélago de Canarias.—Madrid, Semara, [Talleres del Ser-
vicio Geográfico del Ejército], 1962.—Escala 1: 500.000, 62 x 89 cm.

5108. VAN ORTROY, FER.: L’Oeuvre Cartographique de Gérard et de Cornei-

ile de Jode.—Amsterdam, Meridiam Publishing Company, 1963.—XXXV +
130 pp. + 1 h., jIs., 23 cm.

92. Biografía

5109. ABRANCHES VIOTTI, HELIO, S. J.: “Anchieta e o IV Centenário de

Pinheiros”, en Revista de História (SSo Paulo), XXIV, núm. 49 (1962),
pp. 27-55.
Se refiere al establecimiento de los jesuitas en el Brasil, y exten-
samente a las actividades de José de Anchieta en aquella provincia,
durante la segunda mitad del siglo XVI, sobré todo en relación con la
fundación y desarrollo de la aldea de Pinheiros, tema del cual trata de
aclarar algunos puntos. Bibliografía y documentación publicados. —
R[ocío] C[aracuel] M [oyano], en Índice Histórico Español (Barcelona),
VIII (1962), p. 331, núm. 45718.

5110. ALVAREZ CRUZ, Luis: “Figuras de la Historia. Un fraile del siglo XVI”
[Fray Alonso de Espinosa].—”Pequeflas biografías. Una princesa guanche
en la Corte de Isabel I”.—”Pequeñas biografías. Un músico, un ingeniero y
un marqués” [Teobaldo Power, Agustín de Bethencourt y Tomás de Nava
Grimón].—”Pequefias biografías. Iballa o el gánigo roto”, en El Día (Santa
Cruz de Tenerife), 15, 17, 23 y 25 de agosto de 1962.

5111. ALVAREZ CRUZ, Luis: “Requiem por el alma de un poeta” [Francisco

Jordán], en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 18 de abril de 1963.
364 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

5112. ALVAREZ CRUZ, Luis: “Figuras de la Isla. El dr. don Antonio Gon-
zález”.—”Figuras de la Isla. El dr. Rumeu de Armas, director del Instituto
‘Jerónimo Zurita’.—”Ante el primer aniversario de la muerte del dr. Cer-
viá”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 13 y 18 de junio y 13 de julio
de 1963.

5113. [ANCHIETA, JosÉ DE]: “El presidente del Brasil pide al Papa la cano-
nización del tinerfeño Padre Anchieta”, en El Día (Santa Cruz de Teneri-
fe), 15 de mayo de 1963.

5114. [ANCHIETA, JosÉ DE]: “La casa donde nació el padre Anchieta en La
Laguna, tema de actualidad”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 21 de
julio de 1962.

5115. ARMAS AYALA, ALFONSO: “Graciliano Afonso, un prerromántico es-

pañol” (Conclusión), en Revista de Historia Canaria (La Laguna de Tene-
rife), XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 52-181.

5116. BORGES [Y JAcINTo DEL CASTILLO], ANALOLA: Álvarez de Abreu y su

extraordinaria misión en lndias.—Puerto de la Cruz, Instituto de Estudios
Hispánicos de Canarias, [Santa Cruz de Tenerife, Goya Artes Gráficas],
1963.—209 pp. + 1 h. + 10 láms., 22’5 cm.—Edición patrocinada por el
Cabildo Insular de Tenerife.

5117. BRAVO VILLASANTE, CARMEN: Vida y obra de Emilia Pardo Bazán.—

Madrid, Revista de Occidente, 1962.
Res.: Eduardo Juliá Martínez, en Revista de Literatura (Madrid),
núms. 43-44 (1962), pp. 276-278.

5118. CAMACHO Y PÉREZ GALDÓS, GuILLEItr~Io: “La familia de Galdós. (Carta

abierta a Zunzunegui)”, en Punta Europa (Madrid), VII, núm. 73 (1962),
pp. 30-32.

5119. CASTILLO DE LUCAS, ANTONIO: Glosa refraneada de la vida y la obra

de Marañón. Publicación-Homenaje.—Prólogo del doctor Tomás Cerviá.—
Santa Cruz de Tenerife, Instituto de Fisiología y Patología Regional.
Excmo. Cabildo Insular de Tenerife, [Madrid. Diana Artes Gráficas],
1962. 72 pp. + 2 hs. + 6 láms., 19 cm.

5120. CIORANESCU, ALEJANDRO: Thomas Nichois, mercader de azúcar, his-

panista y hereje. Con la edición y traducción de su Descripción de las Islas
Afortunadas. — La Laguna de Tenerife, C.S.I.C. Instituto de Estudios
Canarios en la Universidad de La Laguna, [Santa Cruz de Tenerife, Goya
Artes Gráficas], 1963.—130 pp. + 2 hs., 8 facsímiles, 20 cm.—[Monogra-
fías. Sección 1: Ciencias Históricas y Geográficas. Volumen XIX (8.° de la
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 365

Sección I.)]—Publicación encomendada al Instituto por el Excmo. Cabildo

Insular de Tenerife.
Res.: María del Pilar Ibáñez Navarro, en Revista de Indias (Ma-
drid) XXIII, núms. 93-94 (1963), p. 536.

5121. Conos MANCEBO, EMILIA: “Jesuitas en el infierno verde: 1. Un espa-

ñol en Brasil. 2. S1o Paulo, la ciudad de las cuatro puertas. 3. El Brasil de
Anchieta. 4. Las misiones jesuitas en el Río de la Plata. 5. Fuego en la sel-
va”, en Nuevos mundos, nuevos santos (Madrid, Publicaciones Españolas,
1962), pp. 93-112.

5122. DIEGo Cuscoy, Luis: “Ha muerto el famoso científico y profesor Fre-
derick E. Zeuner. Dedicó una gran parte de su vida al estudio de las ca-
racterísticas fundamentales del Archipiélago Canario”, en El Día (Santa
Cruz de Tenerife), 15 de diciembre de 1963.

5123. DORESTE SILVA, Luis: “Evocación en el centenario de Agustín Milla-

res Cubas. Una memorable biografía de Galdós”, en Falange (Las Palmas
de Gran Canaria), 30 de marzo de 1963.

5124. DORESTE SILVA, LUIS: “Recordando al profesor Wólfel, canariólogo”,

en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 21 de mayo de 1963.

5125. FERNÁNDEZ, DAVID W.: “El padre José de Arce y Rojas”, en El Museo
Canario (Las Palmas de Gran Canaria), XXIV, núms. 85-88 (1963), pp. 99-109.

5126. FERNÁNDEZ, DAVID W.: “Pereira Pacheco en Montevideo”, en El Día

(Montevideo), XXXII, núm. 1596: 18 de agosto de 1963.

5127. FUENMAYOR, PABLO DE. Marqués DEL SuRco: “Bravo Murillo y Cana-
rias”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 28 de mayo de 1963.

5128. GONZÁLEZ DÍAz, MIGUEL: “La gruta del hermano Pedro de San José
de Bethencourt”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 30 de agosto de 1962.

5129. GONZÁLEZ MENÉNDEZ-REIGADA, Fray ALBINO: El P. Cueto, Obispo de

Canarias.—Madrid, [Gráficas del Campo], 1963.—115 pp. + 1 h. + 6 láms.,
15’5 cm.

5130. GONZÁLEZ SOSA, PEDRO: “Luján Pérez, figura recordada en la Semana

Santa. Familia e infancia”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 20 de
abril de 1962.

5131. GuIMERÁ PERAZA, MARCOS: “Del siglo XIX canario: don Francisco
366 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

María de León y su tiempo”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran

Canaria), 21 de marzo de 1962.
Resumen de la conferencia pronunciada en el Museo Canario.

5132. GUXMERÁ PERAZA, MARCOS: “Don Francisco María de León (1799-

1871). Su tiempo. Sus obras”, en Anuario de Estudios Atldnticos (Madrid-
Las Palmas), núm. 8 (1962), pp. 493-634, IX láms.
Sumario: 1. Introducción. II. León y Xuárez de la Guardia, “re-
presentante” en la Junta de Comercio de Canarias: 1830-32. III. Sín-
dico personero del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife: 1834. IV.
Secretario de la Diputación Provincial de Canarias: 1836-37. V. Secre-
tario del Gobierno Político de la Provincia de Canarias: 1836-37. VI.
El proceso contra el Obispo Romo, visto por León (1842). VII. Sus tra-
bajos como estadístico: 1842 y siguientes. VIII. Diputado provincial
por la Orotava: 1844-45. IX. Don Francisco María de León y la capi-
talidad. X. Secretario de la Junta Provincial de Agricultura: 1848 y
siguientes. X-2. El comisionado regio don Francisco María de León y
Falcón: 1795-1857. XI. Actuación de León y Xuárez de la Guardia en
el Consejo Provincial de Canarias: 1851-66. XII. La obtención de los
Puertos Francos: 1852. XIII. Don Francisco María de León, abogado:
1830-1871. Conclusión.

5133. GUIMERÁ PERAZA, MARCOS: “Don Francisco María de León (1799-

1871). Su tiempo. Sus obras. Apéndice”, en Anuario de Estudios Atlánticos
(Madrid-Las Palmas), núm. 9 (1963), pp. 165-233.
Contiene: Documentos. Núm. 1: Informe a La Junta de Comercio
de esta provincia sobre varios particulares relativos a la mejora de su
comercio y agricultura.—Núm. 2: Sobre el cólera morbo.—Núm. 3: In-
forme de la Diputación Provincial sobre la necesidad de que no se su-
prima el Obispado y Catedral de Tenerife.—Núm. 4: Sobre la saca de
las aguas de la Vega de La Laguna.—--Núm. 5: Voto separado en el ex-
pediente sobre erección de un Instituto de Segunda Enseñanza en San-
ta Cruz de Tenerife.—Núm. 6: Exposición del Ayuntamiento de la Vi-
lla de Santa Cruz a la Reina Gobernadora, dando las gracias por la
elección de este pueblo para Capital de la Provincia.—Núm. 7: Repre-
sentación a S. M. solicitando la traslación de la Audiencia a la Villa
de Santa Cruz.—Núm. 8: Representación al presidente del Consejo de
Ministros, sobre Capitalidad.—Núm. 9: Proposición sobre que la Dipu-
tación represente a S. M. para que se confirme el declaratorio de Ca-
pitalidad a la Villa de Santa Cruz de Tenerife.—Núm. 10: Informe da-
do por la Junta de Agricultura sobre las aguas de riego de la Orotava.—
Núm. 11: Informe a la Junta de Agricultura sobre el Jardín Botánico
de la Orotava.

5134. HARDISSON BAUDET, ANTONIO: “El dr. Alfonso Espínola”, en El Drago

(Montevideo), IV, núm. 18 (1963), pp. 1-2.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 367

5135. INCHAURBE, Fray DIEGo: “De nuestra historia insular. Fray Jose de
Sosa, franciscano”, en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria),
12 de abril de 1963.

5136. JIMÉNEz SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “En la muerte del sabio etnólogo vienés,
profesor doctor Dominik Josef Wóelfel”, en El Eco de Canarias (Las Palmas
de Gran Canaria), 16 de mayo de 1963.

5137. JORGE RAMÍREZ, LUIS: “Ha muerto el último gajo de un árbol fron-
doso. Doña Rosa Millares Cubas, viuda de Franchy Roca”, en Diario dc
Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 9 de enero de 1962.

5138. R[osA] O[LIvERA], L[EOPOLDO DE LA]: “Sobre el padre del prebendado

Pereira”, en Revista de Historia Canaria (La Laguna de Tenerife), XXXV,
núms. 137-140 (1962), pp. 188-189.

5139. LEITE, SERAFIM: Novas pdginas de historia do BrasiL—Lisboa,

Academia Portuguesa da Historia, 1962. —411 pp., 21 cm. — (Subsidios
para a Historia Portuguesa, 7).
Res.: Pedro Borges, O.F.M., en Archivo ibero-Americano (Madrid),
XXIV, núm. 93 (1964), p. 130. Volumen formado por veintiséis ar-
tículos aparecidos desde 1953 en diversas revistas especializadas,
excepción hecha de dos que se publican por primera vez. Interesan,
en particular, los referentes al padre Anchieta.

5140. MARRERO CABRERA, D[oNuNGo]: “En el aniversario del nacimiento de

Luján Pérez”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria),
8 de mayo de 1963.

5141. MARRERO CABRERA, D[0MING0]: “El almirante Antequera y Bobadilla,

primer marino que dio la vuelta al mundo en un buque de guerra. Episodios
históricos en la vida marinera del prócer tinerfeño”, en El Día (Santa Cruz
de Tenerife), 2 de febrero de 1~962.

5142. MARRERO RODRÍGUEZ, MANUELA y EMMA GONZÁLEZ YANES: El preben-

dado don Antonio Pereira Pacheco. — La Laguna de Tenerife, Instituto
de Estudios Canarios en la Universidad de La Laguna, [J. Régulo Editor.
Imp. Gutenberg], 1963. —203 pp. + XXVII láms., 20 cm. — [Monografías.
Ciencias Históricas y Geográficas. Volumen XVIII (7•0 de la Sección 1)].

5143. MARTÍNEZ VIERA, F[RANCISCO]: “La casa en que nació O’Donnell.

Proyección del general sobre el paisaje de la Isla”, en La Tarde (Santa Cruz
de Tenerife), 7 de mayo de 1963.

5144. MATEOS, FRANCISCO, S. 1.: “Más sobre la ascendencia del P. Anchieta”,

en Razón y Fe (Madrid), CLVI (1962), pp. 45-62.
368 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

5145. OLLER, NARCISO: Memories literaries. Historia de meus llibres. —

Proleg de Gaziel. —Barcelona, Editorial Aedos, 1962. — LI + 434 pp. +
3 hs. + XV láms., 22’5 cm.
Referencias a Galdós en las pp.: 1, 20, 34, 36, 40, 62-66, 72, 105,
110, 116, 124, 138, 145, 149, 179, 180, 194, 201-203, 205-208, 210-217,
276-279, 295, 297-300, 339, 346, 347, 350, 409.

5146. OMEYA, AN’roNlo 1.: “El padre Anchieta (1533-1597)”. — “Pedro San
José de Bethencourt (1619-1667)”. — “Bethencourt y Molina (1758-1824)”,
en Cien figuras españolas (Burgos, Hijos de Santiago Rodríguez, 1962),
pp. 104-105, 128-129 y 160-161. Tercera edición.

5147. PEADRÓNI A[COSTA], SEEBASTIÁN]: “El ingeniero canario Agustín de Be-

thencourt y Molina (1757-1824)”, en Voz de Canarias (Santa Cruz de Tene-
rife), 1, núms. 9, 10, 11, 12 y 13 (1962), pp. 14, 27, 31, 22 y 4.

5148. PERAZA DE AYALA, TRINO: “Recuerdo de un lagunero [José de An-

chieta. S. 1.1”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 29 de agosto de 1962.

5149. PÉREZ Y BORGES, JosÉ MANUEI~: “El homenaje del Hogar Canario de
Madrid a Bravo Murillo”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 18 y 19
de mayo de 1962.

5150. R[0DRíGUEz] D[ORESTE3, J[uAN]: “Semblanza y evocación. A Paz Gran-

de de Doreste, en su paz eterna”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas
de Gran Canaria), 27 de octubre de 1962.

5151. [RODRíGUEZ DORESTE, JUAN]: “Dominik Josef Wiilfel (1888-1963)”.—

“Doctor Frederick E. Zeuner (1905-1963)”, en El Museo Canario (Las Pal-
mas de Gran Canaria), XXIV, núms. 85-88 (1963), pp. V-VI y VII-VIII.

5152. R[ODRÍGUEZ] D[ORESTEJ, J{UAN]: “Evocación de Rafael Navarro”, en

Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria), 12 de junio de 1963.

5153. ROJAS, JosÉ: “Simiente de España. El padre José Anchieta, S. J.”,

en ABC (Madrid), 25 de septiembre de 1962.

5154. ROMEU [PALAZUELOS],ENRIQUE: Lances del Vizconde de Buen Paso”:

1. “Comadreja vieja y criada joven”. 2. “Un vendedor de tabaqueras.
Londres 1716”. 3. “‘Andrea’, nieta de Celestina, 1724”. 4. “Don Juan
de Vinatea”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 9, 16, 20, 22 y 25 de
agosto de 1962.

5155. SAMAYOA S., OTTO, O. F. M.: Alma Seráfica. Vida del Venerable Her-
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 369

mano Pedro de Bethencourt. — Managua (Nicaragua), Editorial Artes Grá-

ficas, 1962.— 107 pp., 20’5 cm.
Res.: F. Messeguer, O. F. M.., en Archivo Ibero - Americano (Ma-
drid), núm. 92 (1963), pp. 486-487.

5156. SANTIAGO [RODRÍGUEZ], MIGUEL: “Noticias generales y un dato iné-

dito para la biografía de Vasco Díaz Tanco de Frenegal, en relación con
Canarias”, en Revista de Estudios Extremeños (Badajoz), XVIII, núm. 2
(1962). Separata.

5157. SERRA RÁFOLS, ELÍAS: “Fallecimiento en Viena del dr. don Domingo
José Wiilfel. El ilustre etnólogo y lingüista consagró gran parte de su saber
a temas de estas islas”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 25 de mayo
de 1963.

5158. TRUJILLO CABRERA, José: “LUn Santo tinerfeño? El padre Anchieta,

otra vez en la palestra”, en Canarias en Venezuela (Santa Cruz de Tenerife),
núm. 70 (1962), p. 18.

5159. VELÁZQUEZ, JUAN: “En la cuenta del tiempo y muerte de Rafael Na-
varro. Acendrada amistad”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran
Canaria), 18 de junio de 1963.

5160. VIZCONDE DE BUEN PASO. “Sesión literaria de la Económica de Tene-

rife. Homenaje a la memoria del Vizconde de Buen Paso en el segundo
centenario de su muerte”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 23 de sep-
tiembre de 1962.
Palabras de presentación del Sr. Zamorano. Lectura de tres com-
posiciones literarias de la época: “Miserere”, de don Cristóbal del Hoyo;
“A la nariz de don Juan de Llarena”, de don Juan B. de Franchy y
“Epitafio, de don Cristóbal del Hoyo”, de Viera y Clavijo. Confe-
rencia de Alfonso García Ramos: “El Vizconde de Buen Paso”.

929. Genealogía. Heráldica

5161. MELÓN [y RUIZ DE GORDEJUELA], AMANDO: “Cambio de denominación

de Gáldar (Las Palmas)”, en Boletín de la Real Academia de la Historia
(Madrid), CLII, núm. 2 (1963), pp. 259-260.
Informe negativo por ser Agáldar el nombre del reino y la capital
que hallaron los españoles, y porque los añadidos propuestos recuerdan
pleitos y otros sucesos históricos menos importantes. — C.B.G., en
Índice Histórico Español (Barcelona), IX (1963), p. 398, núm. 50523.

5162. ROSA OLIVERA, LEOPOLDO DE LA: “Linaje y descendencia de D. An-

tonio de Vera Muxica, refundador de Santa Fe en el Río de la Plata”,
370 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

en Anuario de Estudios Atlánticos (Madrid-Las Palmas), núm. 9 (1963),

pp. 81-119, 3 árboles genealógicos.

5163. TABARES DE NAVA, TOMÁS: “Los Lecuona tinerfeños”, en Revista de

Historia Canaria (La Laguna de Tenerife), XXXV, núms. 137-140 (1962),
pp. 5-38, 6 láms.

93. Historia

930.9. Historia Universal

5164. HERNÁNDEZ MILLARES, JoRGE: Compendio de Historia Universal. —

México, Editorial Patria, 1962. — 304 pp. + XL mapas + 347-350 pp.,
láms. y gráficos., 21 cm.

936. España

5165. ExPosicióN ANTOLÓGICA DE HISTORIA MADRILEÑA. Catálogo. — Madrid,

Excmo. Ayuntamiento de Madrid. Santa Cruz de Tenerife, Excmo. Ayun-
tamiento, Museo Municipal, 1963. — Prólogo del Conde Mayalde. — 163
pp. + 2 hs. + 16 láms., 20’5 cm.

5166. RUMEU DE ARMAS, ANTONIO: El testamento político del Conde de

Floridablanca. Madrid, C.S.I.C. Escuela de Historia Moderna, [Diana
Artes Gráficas], 1962.—207 pp. + 1 h. + 8 láms., 24 cm.
Res.: Juan Mercader, en Arbor (Madrid), núm. 209 (1963), pp.
13 5-137. —Robert Ricard, en Bulletin Hispanique (Bordeaux), LXV,
núms. 3-4 (1963), pp. 415-416.

5167. RUMEU DE ARMAS, ANToNIO: “Isabel de España, la reina Santa”,

en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 10 de enero de 1962.

5168. RUMEU DE ARMAS, ANToNIo: Historia de España Moderna y Contem-

poránea. — Vol. 1: Edad Moderna. Vol. II: Edad Contemporánea. — Sala-
manca, Editorial Anaya, [Madrid. Talleres Gráficos de Ediciones Castilla,
S. A.], 1963. — 333 pp. + 1 h. y 275 pp., grabs., 21 cm. — (Textos Anaya.
Serie Preuniversitario).

93 (649). Canarias

5169. Á[LAM0] [HERNÁNDEZ], N[ÉST0R]: “Viva y antigua presencia de cata-

lanes y mallorquines en las Islas Canarias. En 1340 establecieron relación
comercial con el Archipiélago”, en Diario de Las Palmas (Las Palmas
de Gran Canaria), 11 de mayo de 1963.—Reproducido de La Vanguardia
(Barcelona).
 REGISTRO BIBLiOGRÁFICO 371

5170. ALONSO [RODRfGUEZ~,MARÍA ROSA: “Fue el primero de noviembre,

a las tres de la tarde...” en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 1 de noviem-
bre de 1962.
Rememora la epidemia de fiebre amarilla que padeció Santa Cruz
de Tenerife en 1862.

5170 a. ALVAREZ CRUZ, LUIS: “Reliquias de Museo. Viejos ecos del Santa
Cruz que apeteció Nelson”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 25 de
julio de 1962.

5171. ALVAREZ CRUZ, LuIs: “La Laguna, un día cualquiera de su historia”,

en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 27 de julio de 1962.

5172. ALVAREZ CRUZ, LUIS: “El profesor Cioranescu y la historia de Santa

Cruz. Lo crucial en la biografía de la capital no es cosa de momentos,
sino de posición o encrucijada y de evolución o crecimiento”, en El Día
(Santa Cruz de Tenerife), 5 de diciembre de 1962.

5173. ALVAREZ DELGADO, Ju~: “Alonso de Palencia (1423-1492) y la his-

toria de Canarias”, en Anuario de Estudios Atlánticos (Madrid-Las Palmas),
núm. 9 (1963), pp. 51-79.
Sumario: Introducción. 1. Don Alonso de Cartagena y Canarias.
II. Alonso de Palencia en Italia y en Sevilla en los albores de la con-
quista castellana de las Canarias infieles. III. Bibliografía de Palencia.
IV. Otras noticias sobre Alonso de Palencia. V. Alonso de Palencia
y los actores de la conquista canaria. VI. Noticias de Canarias en
Alonso de Palencia.

5174. ARROYO, ANDRÉS DE: “Tenerife, centro-cumbre de las Islas Canarias.

Tres grandes sucesos históricos destacan su personalidad capital: Capi-
tulación de los cinco Menceyes, Ataque de Nelson y Proyecto de Orga-
nización Política y Administrativa de las Islas Canarias (1912)”, en La Tarde
(Santa Cruz de Tenerife), 3, 9, 18 y 28 de agosto de 1962.

5175. BETHENCOURT MASSIEU, ANTONIO: “Las Palmas, 10 y 11 de julio

de 1762”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 10 de julio de 1962.

5176. BERNÁLDEz, ANDRÉS. Cus.~ DE LOS PALACIOS: Memorias del Reinado

de los Reyes Católicos. — Edición y estudio por Manuel Gómez Moreno
y Juan M. Carriazo. — Madrid, Real Academia de la Historia. Distribución:
Ediciones Atlas, 1962. — 708 pp., 25 cm. — (Colección “Crónicas”).

5177. CIORANESCU, ALEJANDRO: “Melchor Mansilla de Lugo, un Licenciado

negrero (1526-1575)”, en Anuario de Estudios Atlánticos (Madrid-Las
Palmas), núm. 9 (1963), pp. 121-164.
Contiene: 1. Encuadramiento. Ii. El protagonista. Sus antecedentes
372 MANUEL RERNÁNDEZ SUÁREZ

y familia. III. Aventuras en Berbería. IV. Expediciones personales

de Mansilla a Berbería: a) Preparación de la primera en 1556. b)
La expedición de 1557. El hermano de Mansilla, rehén. c) Expedición
de 1558-59. Intentos de rescate del hermano de Mansilla. d) Nueva
expedición de 1560-61. El hermano de Mansilla sigue cautivo, e) Man-
silla de Lugo, Teniente de Gobernador de La Palma. 1561. Preparación
de una quinta armada a Berbería. 1562-63. f) Mansilla de Lugo, vecino
de La Palma. Sigue cautivo su hermano, 1563-64. Intentos de rescate.
V. Desventuras de Mansilla de Lugo. VI. Los hijos de Melchor Man-
silla: Su varia fortuna.

5178. CIORANESCU, ALEJANDRO: “Comunicaciones a la dirección. El dicho

de Maninidra”, en Revista de Historia Canaria (La Laguna de Tenerife),
XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 182-187.

5179. CORTÉS, VICENTA: “La trata de esclavos durante los primeros des-
cubrimientos (1489-1516)”, en Anuario de Estudios Atlánticos (Madrid-
Las Palmas), núm. 9 (1963), pp. 23-50.
Contiene: Introducción. 1. Los mayoristas. 2. Comerciantes deta-
llistas. 3. Ritmo de importancia de la trata. 4. Los precios. 5. Con-
clusión. 6. Apéndice.

5180. DE LA TORRE, ANTONIO y LUIS SUÁREZ FERNÁNDEZ: Documentos refe-

rentes a las relaciones con Portugal durante el Reinado de los Reyes
Católicos. — Edición preparada y anotada por Antonio de la Torre y Luis
Suárez Fernández. — Valladolid, C. S.I.C. Patronato Menéndez Pelayo,
1963. — VIII + 314, 22 cm. — (Biblioteca Reyes Católicos. Documentos y
Textos, X). Tomo hL

5181. DÍAZ, HERACLIO: “Una plaza en Icod donde bailaban los guanches.
Debió estar situada junto a la fronda del pinar de San Antonio”, en El Día
(Santa Cruz de Tenerife), 25 de septiembre de 1963.

5182. DíAZ MARTÍN, JosÉ: “Fundación, historia y biografía de un pueblo.

Nombre y hechos ejemplares en la vida de Icod de los Vinos”, en El Día
(Santa Cruz de Tenerife), 26 de septiembre de 1963.

5183. GARCÍA VENERO, MAXIMIANO: Canarias (Biografía de la región

atlántica). — Madrid, Editora Nacional, 1962.— 549 pp. + 1 h. + 1 mapa
plegado + 10 láms., 24 cm.
Véanse anteriormente los números: 4629, 4745 y 4775.

5184. GUIMERÁ PERAZA, MARCOS: “Don Francisco María de León. (1799-1871).

Su tiempo. Sus Obras”.
Véanse anteriormente los números: 5131, 5132 y 5133.
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 373

5185. HERNÁNDEZ M0RÁN, Josa: “Apuntes para la historia del Sur de Te-
nerife”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 2 y 3 de agosto de 1962.
Contiene: 1. Reformación del repartimiento. 2. Un cambio notable.
3. Importancia de una ayuda. 4. Lo que costaba un ingenio azucarero.
5. Cuidados extremos. 6. La economía en marcha. 7. El licenciado
Vargas, dueño de las tierras de Güimar. 8. Constancia del proceso.
9. Marchan los hermanos Romano. 10. Vargas, primer señor del Valle.

5186. IZQUIERDO, ELISEO: “La Laguna ante la fecha conmemorativa de su

fundación. Una ciudad arquetipo, modelo trasplantado a tierras de Amé-
rica”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 27 de julio de 1963.

5187. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “El Real Patronato de Canarias”, en

Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 30 de junio de 1962.

5188. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “La montaña de Amago”, en Falange

(Las Palmas de Gran Canaria), 6 de febrero de 1962.

5189. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “Algunos casos de agravios y reci-

bimientos protocolarios jerárquicos en Canarias”, en Falange (Las Palmas
de Gran Canaria), 6 y 10 de abril de 1962.

5190. JIMÉNEZ SÁNcHEZ, SEBASTIÁN: “Alcaides y castellanos del Castillo de

La Luz o Principal de las Isletas”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria),
22 de abril de 1962.

5191. JIMÉNEz SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “Tema histórico canario. El capitán

Miguel de Muxica y el descalabro de Ajódar”, en El Eco de Canarias
(Las Palmas de Gran Canaria), 26 de abril de 1963.

5192. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “Sardina del Norte, Caleta de Abajo

y Caleta de Arriba, antiguos puertos naturales de la entonces Real Villa
de Gáldar”, en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 4 y 5
de julio de 1962.
Artículos basados en el trabajo de Francisco Morales Padrón:
“Canarias en el Archivo de Protocolos de Sevilla”.

5193. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “En el 363 aniversario de una derrota”

[Van der Doez], en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 8 de julio
de 1962.

5194. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “Las milicias canarias y su exponente

en Guía de Gran Canaria”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria),
8 de agosto de 1962.
374 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

5195. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “Temas históricos. Muerte y sepelio

del Corregidor de Gran Canaria, don Pedro de Villalta y Baeza”, en Falange
(Las Palmas de Gran Canaria), 5 de diciembre de 1962.
5J96. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, SEBASTIÁN: “Don Alonso de Alvarado, Gobernador
de las Armas en la isla de Gran Canaria, en el homenaje al Ejército”,
en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 8 de diciembre de 1962.

5197. MARRERO CABRERA, D[0MINGO]: “Epopeya tinerfeña. En el 165 ani-

versario de una gloriosa gesta. 25 de julio de 1797, una fecha para la
historia”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 25 de julio de 1962.

5198. MARRERO CABRERA, D[oMINGo]: “Hoy se cumplen 466 años de la fun-

dación de La Laguna”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 27 de julio
de 1962.

5199. MEYER-ABICH, AD0LF: “Alejandro de Humboldt en su centenario”,

en Del Orinoco al Amazonas (Barcelona, Editorial Labor, 1962), pp. 375-394.

5200. [MONTEVERDE Y MOLINA, JosÉ]: Relación circunstanciada de la defensa

que hizo la Plaza de Santa Cruz de Tenerife invadida por una escuadre
inglesa al mando del Contra-Almirante Horacio Nelson, en la madrugade
del 25 de julio de 1797. — Nota preliminar de Alfredo Reyes Darias. —
Edición facsímil.— Santa Cruz de Tenerife, Aula de Cultura de Tenerife,
[Goya Artes Gráficas], 1963. — 7 hs. + 60 pp. ±2 hs. + 1 plano plegado,
2 dibujos, 19 cm. — (Publicación patrocinada por el Excmo. Cabildo Insular
de Tenerife).

5201. MORALES P~nRóN, FRANCISCO: “Las fortificaciones insulares en 1780”,

en Revista de Historia Canaria (La Laguna de Tenerife), XXXV, núms.
137-140 (1962), pp. 190-200.
5202. NUMES DÍAS, MANUEL: O capitalismo monárquico portugués (1415-
15~l9).Contribuçáo para o estudo dos origens do capitalismo moderno.
Presentación de Torcuato de Sousa Soares. — Coimbra, Facultade de Le-
tras de Universidade de Coimbra. Instituto de Estudos Históricos “Dr.
António de Vasconcelos”, 1963.—XVII f 633 pp. + 6 mapas y cuadros,
23’5 cm.
Tesis doctoral de la Universidad de S~oPaulo (Brasil). Profundo
y original estudio económico sobre la expansión ultramarina portuguesa
en busca del oro y los esclavos necesarios al capitalismo europeo
(rutas, factorías, tráfico, cuentas, etc.). A destacar: revolución bur-
guesa de los Avís, inflación europea, influencia del oro sudanés en
el imperio almorávide, conocimiento de la cartografía catalano-mallor-
quina por Enrique el Navegante, colonización medieval de las Canarias,
financiación judía de la guerra de sucesión castellana, repercusiones
económicas de la expulsión de los judíos portugueses y móviles más
económicos que religiosos de la expansión portuguesa. Usa los términos
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 375

“Europa Occidental” y “Civilización Atlántica” excluyendo a España.

Deficiencias en la bibliografía española. — M[iguel] G[ual Camarena],
en Índice Histórico Español (Barcelona), IX (1963), pp. . 418-419,
núm. 50683.

5203. PERDOMO ALFONSO, MANUEL: “Noticias históricas de la Fiesta Mayor

de Santa Cruz de Tenerife”. 1: “La Cruz y la conquista”. II: “La Fiesta
de la Cruz”. III: “El Ayuntamiento instituye las Fiestas de Mayo. Su
primer programa oficial”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 29 y 30
de abril y 2 de mayo de 1963.

5204. PERDOMO ALFONSO, MANUEL: “Notas históricas santacruceras. Hos-

pitales, médicos y cirujanos en el ataque de Nelson”, en La Tarde (Santa
Cruz de Tenerife), 25 de julio de 1962.

5205. PINTADO, EDUARDO: “Santa Cruz de Tenerife y el general Gutiérrez”,

en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 25 de julio de 1963.

5206. PINTO DE LA ROSA, JOSÉ: “Obras de defensa en el Sur de Gran Ca-

naria”, en Falange (Las Palmas de Gran Canaria), 22 de abril de 1962.

5207. Programa de las fiestas del 479 Aniversario de la incorporación de

Gran Canaria a la Corona de Castilla. —~ Las Palmas de Gran Canaria,
Excmo. Ayuntamiento, [Imp. Lezcano], 1962. — 16 hs., grabs., 21 cm.
Contiene: 1. Felipe Baeza: “Síntesis del Pregón”. 2. Luis Doreste
Silva: “La ciudad y sus fantasmas”. 3. Néstor Alamo: “La Isla y
sus rendiciones”. 4. Pedro Lezcano: “Las Palmas, capital del mar”.
5. Luis Benítez Inglott: “Por qué se lleva el pendón de la conquista
a Santo Domingo”.

5208. Río AYALA, JUAN DEL: “Glosa sobre una conquista que no fue con-
quista”, en El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), 28 de abril
de 1963.

.5209. ROMEU [PALAZUELOS], ENRIQUE: “La Laguna y Castilla. Significado

de una fecha”, en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 26 de julio de 1962.

5210. RUIZ ALVAREZ, ANTONIO: “El ataque de Nelson a Tenerife, el 25

de julio de 1797, según un escrito anónimo francés de mediados del siglo
XIX”, en ABC (Madrid), 9 de octubre de 1962.
Se trata de la obra Batailles navales. Histoire Moderne des Ex-
ploits, Combats, Expeditions et Beaux Fajts d’Armes Maritimes (Paris,
1836), que contiene, pp. 275-281, una relación del ataque de Nelson
a Tenerife.
376 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

5211. RUMEU DE ARMAS, ANTONIO: “Corpus Christi en Venecia”, en La Tarda

(Santa Cruz de Tenerife), 13 de junio de 1963.
Curiosos datos sobre la presencia en las fiestas del Corpus vene-
cianas (1497) de un llamado ‘Rey de Tenerife’, regalo de los Reyes
Católicos a la Señoría de la ciudad. Se transcribe parte del informe
enviado por el Embajador del Reino de Castilla, Francesco Capello.

5212. SÁNCHEZ BRITO, MARGARITA: “El monumento a Alonso Alvarado será

inaugurado el día de la Inmaculada”, en Falange (Las Palmas de Gran
Canaria), 6 de diciembre de 1962.

5213. SERRA RAFOLS, ELÍAS: “Inauguración del Curso en el Instituto de

Estudios Canarios. Acto de Homenaje al doctor Woelfel. Interesante in-
tervención del profesor Elías Serra Ráfois”, en El Día (Santa Cruz
de Tenerife), 5 de noviembre de 1963.

5214. SERRA RAFOLS, ELÍAS: “Las Datas de Tenerife. Libros de cédulas

originales de repartimiento de la Isla, expedidas, desde 1497, por Alonso
Fernández de Lugo con poder de sus Altezas”. Extractos de Elías Serra
Ráfols, en Revista de Historia Canaria (La Laguna de Tenerife), XXXV,
núms. 137-140 (1962), pp. 200-216.

5215. SERRA RAFOLS, ELÍAS: Sobre, Juan Alvarez Delgado: “Juan Machín,
vizcaíno del siglo XV, gran figura histórica de Madera y Canarias” (Anuario
de Estudios Atlánticos, núm. 7). — Oeuvres de Christophe Colomb, presen-
tées, traduites et annotées par Alexander Cioranescu (Paris, Gallimard,
196l).—Guillermo Camacho y Pérez Galdós: “El cultivo de la caña de
azúcar y la industria azucarera en Gran Canaria” (Anuario de Estudios
Atlánticos, núm. 7), en Revista de Historia Canaria (La Laguna de Tenerife),
XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 217-219, 220-222 y 222-223.

5216. SERRA [RAFOLS], ELÍAS: Sobre, José María Madurell Marimón: “El
antiguo comercio con las islas Canarias y las Indias de la Nueva España
o del Mar Océano (1498-1638)” (Anuario de Estudios Atlánticos núm. 7),
en Revista de Historia Canaria (La Laguna de Tenerife), XXXV, núms.
137-140 (1962), pp. 230-231.

5217. SERRA [RAFoLs], ELÍAS: Sobre, Leopoldo de la Rosa Olivera: “Los

comienzos de la vida municipal en Tenerife” [Estudios en homenaje al
dr. Jordana de Pozas (Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1962, III,
pp. 247-260], en Revista de Historia Canaria (La Laguna de Tenerife),
XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 236-237.

5218. SERRA [RAFoLs], ELÍAS: Sobre, Alejandro Cioranescu: El descubri-

miento de Canarias [Reseña (Santa Cruz de Tenerife), 1960], en Revista
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 377

de Historia Canaria (La Laguna de Tenerife), XXXV, núms. 137-140 (1962),

pp. 238-239.

5219. SERRA [RAFoLs], ELÍAS: Sobre, Eloy Benito Ruano: “Manuscritos

canarios del Museo Británico” (Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 1),
en Revista de Historia Canaria (La Laguna de Tenerife), XXXV, núms.
137-140 (1962), p. 244.

5220. SERRA RAFOLS, ELÍAS: “Los castillos de Juan Bethencourt en Lan-

zarote y Fuerteventura”, en Homenaje al profesor Cayetano de Mergelina
(Murcia, Junta de Gobierno de la Universidad de Murcia, 1961-62), pp.
793-891, 3 figs.
Estudio sobre la localización de los primitivos castillos erigidos
por Juan de Bethencourt en las islas citadas, con datos muy completos
sobre el sitio exacto donde se levantó el castillo del Rubicón.

5221. SERRA [RAFOLS], ELÍAS: “Tributo a Candelaria. La Romería de hace

444 años”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 31 de enero de 1962.
Comentarios al Acuerdo del Cabildo de La Laguna sobre la fiesta
de Candelaria (29 de enero de 1518), a los veintidós años de la con-
quista. Transcripción de dicho Acuerdo.

5222. SERRA [RAFOLS], ELÍAS: “Castillos en Lanzarote”, en Canarias en

Venezuela (Santa Cruz de Tenerife), núm. 96 (1963), pp. 16-18.

5223. SUÁREZ FERNÁNDEZ, LuIs: “La cuestión de derechos castellanos a

la conquista de Canarias y el Concilio de Basilea”, en Anuario de Estudios
Atlánticos (Madrid-Las Palmas), núm. 9 (1963), pp. 11-21.

5224. TARQUIS [RODRÍGUEZ], PEDRO: “La gesta inolvidable de Santa Cruz

de Tenerife. Las banderas del 25 de julio de 1797 y los trofeos ganados
a Gran Bretaña”, en La Tarde (Santa Cruz de Tenerife), 25 de julio de 1962.

5225. TAURONI VIrALIs, JuLIO: “Del pasado de Gran Canaria. Los motines
en Arucas (1800)”, en Canarias en Venezuela (Santa Cruz de Tenerife),
núm. 54 (1962), p. 4.

5226. TRUJILLO CABRERA, MARCOS: “La Gomera. Cuna de la Hispanidad”,

en El Día (Santa Cruz de Tenerife), 12 de octubre de 1962.
Síntesis de la conferencia pronunciada en la III Semana Colom-
bina de San Sebastián de la Gomera.

5227. VINCKE, JOHANNES: “Der verhinderte Kreuzzug Ludwigs von Spanien

zu den Kanarischen Inseln”, en Wilhelm Neuss zum 80. Geburtstag (Münster,
1961), II: pp. 57-61.
Aportación documental. La expedición o cruzada planeada a las
378 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

Islas Canarias por Luis de la Cerda o de España, “príncipe de la For-

tuna”, no se llevó a efecto, según se advierte en fuentes nuevas sacadas
a colación, por haberle retirado su apoyo Pedro IV de Aragón a raíz
de su pacto de no agresión con Génova. Apéndice: 17 documentos
inéditos del Archivo de la Corona de Aragón (años 1346-1347). —
M[anuel] R[iuj, en Índice Histórico Español (Barcelona), IX (1963),
p. 410.

5228. VIZCAYA [CÁRPENTER],A[NTONI0]: Sobre, J. Lozac’h: “Nelson devant

Ténériffe” [La Revue Maritime (Paris), núm. 193 (1962), pp. 1304-1314)],
en Revista de Historia Canaria (La Laguna de Tenerife), XXXV, núms.
137-140 (1962), p. 255.

5229. [VINCKE, JoHANNEs]. Homenaje a Johannes Vincke, para el 11 de

mayo de 1962. — Madrid, C.S.I.C. y Goerres-Gesellschaftzur Pflege der
Wissenschaf, 1962-1963. — Dos vois.: 4 hs. + 417 pp. + 1 lám. y 418-926
pp., 22 cm.

93 (803). Hispanoamérica

5230. ALONSO [RODRfGVEZJ, MARíA ROSA: “La placita de María Teresa”,

en Revista Shell (Caracas), núm. 43 (1962), pp. 7-8.
Noticias genealógicas sobre los Rodríguez del Toro, familia ca-
naria, algunos de cuyos miembros se establecieron en Venezuela (siglos
XVIII-XIX). Entre los descendientes figura María Teresa Rodríguez
del Toro, esposa de Bolívar. — D[olores] B[eltrán Carrión], en Índice
Histórico Español (Barcelona), VIII (1962), pp. 353, núm. 45890.

5231. A[RMAS] A[YALAJ, A[LF0Ns0]: Sobre, Analola Borges: Isleños en Ve-

nezuela. La Gobernación de Ponte y Hoyo (Santa Cruz de Tenerife, 1960),
en El Museo Canario (Las Palmas de Gran Canaria), XXIV, núms. 85-88
(1963), pp. 159-161.

5232. ARMAS MEDINA, FERNANDO DE: “Guantánamo, bastión del Caribe”,

en Estudios Americanos (Sevilla), XXI, núm. 108 (1961), pp. 255-278,
1 lám.

5233. ARMAS MEDINA, FERNANDO DE: Sobre, Pedro Borges, O.F.M.: Los
conquistadores espirituales de América (Sevilla, Escuela de Estudios
Hispanoaméricanos, 1961), en Archivo Ibero-Americano (Madrid), XXIII,
núm. 89 (1963), pp. 128-129.

5234. ARMAS MEDINA, FERNANDO DE: “Los oficiales de la Real Hacienda

 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 379

en las Indias”, en Revista de Historia (Caracas), III, núm. 16 (1963),

pp. 11-34.
Después de analizar la génesis de estos importantes funcionarios
de la administración indiana se señalan sus atribuciones y emolumentos,
marcando la evolución institucional del cargo durante el siglo XVI.
Documentación publicada e inédita del Archivo General de Indias. —
E[ncarnación] R[odríguez Vicente], en Íñdice Histórico Español (Bar-
celona), IX (1963), p. 507, núm. 51382.

5235. AYUNTAMIENTO DE CARACAS. “Monteverde nombra las personas que

han de formar el Ayuntamiento”, en Crónica de Caracas, núms. 51-54
(1962), pp. 206-211.
Se publican, sin comentarios, las actas del Ayuntamiento de Ca-
racas (1812), después de la conquista de la ciudad por el general
Monteverde.

5236. BORGES [y JACINTO DEL CASTILLO], ANALOLA: “Contribución de las

islas Canarias a la cristianización de América”, en El Día (Santa Cruz
de Tenerife), 16 de junio de 1962. — Reproducido en Falange (Las Palmas
de Gran Canaria, 19 de agosto de 1962.

5237. BORGES [y JAcINTo DEL CASTILLO], ANALOLA: “Fiesta en Caracas.

(octubre 1701)”, en Revista de Historia (Caracas), III núm. 11 (1962),
pp. 13-26.
Comenta y transcribe un documento (1702) del Archivo General
de Indias de Sevilla sobre los actos celebrados en Caracas con motivo
de la jura de Felipe Y. A través del informe se ponen de manifiesto
importantes aspectos de la sociedad venezolana del siglo XVIII, la
de los ‘cacaos’ y la plebe. — B[ella Aurora] T[orres Martín], en Índice
Histórico Español (Barcelona), VIII (1962), p. 346, núm. 45835.

5238. BORGES [y JACJNTO DEL CASTILLO], ANALOLA: La Casa de Austria en

Venezuela durante la Guerra de Sucesión Española (1702-1715). — Saiz-
burgo-Tenerife, [Santa Cruz de Tenerife, Goya Artes Gráficas]. — 1963,
162 pp. + 7 láms., 23 cm. — Prólogo del dr. Alexander Randa. — (Publi-
cación patrocinada por el Centro Internacional de Investigaciones Cientí-
ficas para problemas fundamentales de Salzburgo y por el Ministerio
de Educación Nacional de Austria).

5239. BORGES [y JACINTO DEL CASTILLO], ANALOLA: “Los canarios en las

revueltas venezolanas del siglo XVIII (1700-1752)”, en Boletín de la Aca-
demia Nacional de la Historia (Caracas), XLVI, núm. 181 (1963), pp.
128- 140.
Tras breve referencia a la ininterrumpida emigración canaria
a Venezuela (siglos XVI-XVII) y a los cargos ocupados por algunos
380 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

isleños en dicho territorio, examina la participación de este sector en

las rebeliones venezolanas, de las que trata separadamente, clasifi-
cándolas en dos grupos, según sus móviles: 1. Revueltas de tipo polí-
tico — motín de la infidencia (1702), rebelión militar (1703), rebeldía
contra el gobernador Portales (1722-1726) —2. Revueltas de tipo eco-
nómico — levantamiento de Andresote (1730-1732), rebelión de San
Felipe el Fuerte (1740), pronunciamiento en Tocuyo (1744), y la re-
vuelta contra la compañía Guipuzcoana (1749-1752). Documentación
del archivo de Indias (Sevilla). Notas bibliográficas.—D[olores] B [eltrán
Carrión], en Índice Histórico Español (Barcelona), IX (1963), p. 333,
núm. 50041.

5240. BORGES [y JACINTO DEL CASTILLO], ANALOLA: “Ilustres isleños en el

Imperio Español de Ultramar”, en El Museo Canario (Las Palmas de Gran
Canaria), XXIV, núms. 85-88 (1963), pp. 79-97.

5241. ESTÉVANEZ, NICOLÁS: Resumen de la historia de América. —La Ha-

bana, Editorial Lex, 1961. — 517 pp.

5242. EZQUERRA, RAMÓN: “La Crítica española de la situación de América

en el siglo XVIII”, en Revista de indias (Madrid), XXII, núms. 87-88
(1963), pp. 159-287.

5243. NAVARRO GONZÁLEZ, ALBERTO: “Nombres españoles de América”, en

Strenw. Estudios de Filología e Historia dedicados al profesor García Blan-
co (Salamanca, Facultad de Filosofía y Letras, tomo XVI: 1962), pp. 355-368.

5244. HERNÁNDEZ SÁNCHEZ-BARBA, MARIO: Historia Universal de América.—

Madrid, Ediciones Guadarrama, 1963.—Dos tomos: 593 y 697 pp., 334 ils.
en negro y 16 en color, 21 mapas, 24 cm.
Res.: Claudio Esteva Fabregat, en Cuadernos Hispanoamericanos
(Madrid), núm. 165 (1963), pp. 550-554.

5245. HERNÁNDEZ SÁNCHEZ—BARBA, MARIO: Juan Bautista de Anza. Un hom-

bre de fronteras—Madrid, Publicaciones Españolas, 1962.—136 pp. + 2
hs. + 16 láms., 21 cm.
Contiene: Introducción. 1. La región y sus habitantes. II. La coloni-
zación regional española. III. El sistema defensivo. Los presidios fron-
terizos. IV. José de Gálvez y la idea de expansión. V. Don Juan Bau-
tista de Anza: de Sonora a California. VI. Don Juan Bautista de An-
za, gobernador de Nuevo México.

5246. HERNÁNDEZ SÁNCHEZ-BARBA, MARIO: “El pensamiento político venezo-

lano del siglo XIX”, en Revista de Estudios Políticos (Madrid), núm. 123
(1962), pp. 288-293.
 REGISTRO liIBLIOGRÁFICO 381

5247. MACIEL LÓPEZ, EMMA: “Islas Canarias, patria de los fundadores de

Montevideo”, en Mundo Uruguayo (Montevideo), XLIII, núm. 229 (1962),
pp. 16-19.

5248. MARCO DORTA, ENRIQUE: “Cartagena de Indias: riquezas ganaderas y

problemas”, en Tercer Congreso Hispanoamericano de Historia. Segundo
de Cartagena de Indias (Cartagena de Indias, Academia de la Historia), 1
(1962), pp. 327-352.
Da a conocer el interesante informe que Antonio de Arévalo, Co-
ronel jefe de ingenieros en Cartagena de Indias, presentó al Virrey de
Santa Fe (1766), en el que estudia detalladamente —ante una posible
ruptura entre España e Inglaterra— el problema del abastecimiento de
la estratégica plaza en caso de sitio. Acompañan a este documento
otros tres (de la misma fecha, todos en el Archivo de Indias, Sevilla)
no menos importantes para la historia económica de Cartagena en la
segunda mitad del siglo XVIII, especialmente en lo que a su riqueza
ganadera se refiere. El trabajo ha sido privado de sus notas y hay erro-
res de imprenta en el texto de los documentos citados que reproduce
íntegros.—R[ocío] C[aracuel Moyano], en Indice Histórico Español
(Barcelona), IX (1963), p. 338, núm. 50077.

5249. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: Sobre, Simón Bolívar: Decretos del Li-
bertador (Caracas, Publicaciones de la Sociedad Bolivariana de Venezuela,
1961), en Boletín de la Biblioteca General (Maracaibo. Universidad del Zu-
lia), II, núms. 2-3 (1962), pp. 65-66.

5250. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: Sobre, Vicente Lecuona: La entrevista de

Guayaquil. Restablecimiento de la verdad histórica (Caracas, Italgráfica,
1962), en Boletín de la Biblioteca General (Maracaibo. Universidad del Zu-
lia), U, núms. 2-3 (1962), pp. 70-71 y en Revista de Historia de América
(México), núms. 53-54 (1962), pp. 259-260.

5251. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: “Bibliografía histórica venezolana o re-

ferente a Venezuela. 1960-1962”, en Boletín de la Biblioteca General (Ma-
racaibo. Universidad del Zulia), II, núms. 2-3 (1962), pp. 173-203.

5252. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: Sobre, Cristóbal L. Mendoza: Temas de

historia americana. Informes, discursos, prólogos (Caracas, 1963), en Bole-
tín de la Biblioteca General (Maracaibo. Universidad del Zulia), III, núm. 4
(1963), pp. 80-82.

5253. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: Sobre, Domingo Rus Ortega de Azarau-

llia: Maracaibo representado en todos sus ramos... Madrid MDCCCXIV
(Caracas, 1959), en Boletín de la Biblioteca General (Maracaibo. Universi-
dad del Zulia), III, núm. 4 (1963), pp. 82-85.
382 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

5254. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: Sobre, Ulises Rojas: “Un título de Cas-
tilla para la familia Bolívar. Por qué el Libertador no fue marqués de San
Luis” [Revista Juan de Castellanos (Colombia), 1962], en Boletín de la Bi-
blioteca General (Maracaibo. Universidad del Zulia), III, núm. 5 (1963),
pp. 82-86.

5255. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: “Bibliografía Histórica Venezolana o re-

ferente a Venezuela”, en Boletín de la Biblioteca General (Maracaibo. Uni-
versidad del Zulia), III, núm. 5 (1963), pp. 159-181.

5256. [MIRANDA, FRANCISCO DE]. “Documentos referentes a la capitulación

del Generalísimo Francisco de Miranda. Las capitulaciones del general Mi-
randa con Monteverde, comandante de las tropas españolas en Venezuela:
diferentes proclamas del último, publicadas por el coronel del ejército Si-
món Bolívar, el doctor Vicente Tejera, ministro de la Alta Corte de Jus-
ticia, y Miguel Carabaño, comandante de infantería” [Cartagena de Indias,
en la Imprenta del Gobierno: por el C. Manuel González y Pujol, año de
1812], en Crónica de Caracas, núms. 51-54 (1962), pp. 188-201.

5257. MONTEVERDE, DOMINGO: “Proclamas de don Domingo Monteverde,

Comandante en Jefe de los Ejércitos de S. M. C.”, en Crónica de Caracas,
núms. 51-54 (1962), pp. 202-205.
Se publican tres proclamas del general Monteverde, fechadas en
Caracas, a 2, 3 y 5 de agosto de 1812. Reproducidas de la Colección
de documentos relativos a la vida política del Libertador de Colombia
y Perú, Simón Bolívar, para servir a la historia de la Independencia
de Suramérica (Caracas, 1826).

5258. [MONTEVERDE, DOMINGo]: “Capitulación concluida entre el General

en Jefe del Ejército de la Unión, y los enviados por el Gobierno de Cara-
cas y su cuerpo capitular y misión relativa a su aprobación por el General
don Domingo Monteverde”, en Crónica de Caracas, núms. 55-57 (1963),
pp. 420-422.

5259. MORALES PADRÓN, FRANCISCO: Historia General de América.—Ma-

drid, Espasa-Calpe, S. A., 1962. Dos tomos: 797 y 723 pp., 24 cm., jis.,
mapas y gráficos.

5260. MORALES PADRÓN, FRANCISCO: Historia del descubrimiento y conquis-

te de América.—Madrid, Editora Nacional, 1963.—472 pp. + 2 hs., 23 cm.
(Colección Mundo Científico. Serie Historia).
Contiene: 1. Concepto y sistemática. II. Del Mediterráneo al
Atlántico. III. Del Atlántico al Caribe. IV. Las expediciones iniciales
y el nombre de América. V. Del Caribe al Pacífico. VI. Del Atlántico
al Atlántico. VII. Comprensión de la conquista. VIII. Penetración en
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 383

la Nueva España. IX. Adelantado en Yucatán. X. Dilatación de la Nue-

va España. XI. Doble conquista: la de la “vuelta por Poniente” y “la
de Filipinas” o “Indias de Poniente”. XII. Exploraciones y asentamien-
tos. XIII. La conquista de Incario. XIV. Corrientes penetrativas en el
Nuevo Reino de Granada. XV. Los amazonautas. XVI. Chile, Flandes
indiano. XVII. Otras tierras y otros hombres. XVIII. Fundaciones en
el Río de la Plata. XIX. Españoles y alemanes en Venezuela, Orinoco
y Guayana.

5261. MORALES PADRÓN, FRANCISCO: “Primer intento de independencia puer-

torriqueña (1811-1812)”, en Revista de Indias (Madrid), XXII, núms. 81-88
(1963), pp. 107-127.
Texto de la conferencia pronunciada en el Instituto de Estudios
del Caribe de la Universidad de Puerto Rico en diciembre de 1961.

5262. RAMOS, DEMETRIO: “La Gobernación de Coquibacoa y la Fundación

de Santa Cruz, primer asiento colonizador de los españoles en América”,
en Boletín de la Biblioteca General (Maracaibo. Universidad del Zulia),
III, núm. 4 (1963), pp. 9-12.

5263. SAUVAGE, LEO: Autopsia del castrismo.—Prólogo de Mario Hernández

Sánchez Barba.—-~Traducciónde Salustiano Masó.—Madrid, Ediciones Cid,
l963.—299 pp., láms., 12 cm. (Colección Vórtice, 13).

5264. SERRA [RÁFOLS], ELÍAS: Sobre, Analola Borges: “Presencia de isleños

en el cargo de Gobernador y Capitán General de Venezuela (1699-1721)”
(Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 7), en Revista de Historia Canaria
(La Laguna de Tenerife), XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 231-232.

93.25. Archivología

5265. ARTILES, BENJAMÍN: “Archivo Histórico Provincial de Las Palmas de

Gran Canaria”, en Boletín. Dirección General de Archivos y Bibliotecas
(Madrid), XI, núm. 64 (1962), pp. 98-100.
Nota sobre su creación (1948) e instalación en la Casa de Colón.
En total 5.390 documentos, clasificados en cinco secciones: “Proto-
colos” (Las Palmas, Gáldar, Guía, Telde, Agüimes, Lanzarote y Fuer-
teventura), correspondientes a los años 1509 a 1871; “Audiencia”, di-
vidida en dos series: gubernativa (175 legajos de 1527 a 1875), y ju-
dicial (2.354 legajos, de 1527 a 1894); “Audiencia de Sevilla” (25 le-
gajos, de 1573 a 1832); “Conventos” (48 legajos, procedentes de con-
ventos de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura) y “Archivos di-
versos”.—F[rancisco] S[olsona], en Indice Histórico Español (Barcelo-
na), IX (1963), p. 200, núm. 49019.
384 MANUEL HERNÁNDSZ SUÁREZ

5266. BARRIOS DE ANDRADE, TERESA: Sobre, Agustín Millares Carlo: Los

Archivos Municipales de Latinoamérica. Libros de Actas y Colecciones Do-
cumentales. Apuntes bibliográficos (Maracaibo. Universidad del Zulia) II,
núms. 2-3 (1962), pp. 80-83.—Reproducida en El Museo Canario (Las Pal-
mas de Gran Canaria), XXIV, núms. 85-88 (1963), pp. 153-156.

5267. BETHENCOURT [MASSIEU], ANTONIO DE: Sobre, Ángel de la Plaza Bo-

res: Archivo General de Simancas. Guía del Investigador (Madrid, Direc-
ción General de Archivos y Bibliotecas, 1962), en Hispania (Madrid),
XXIII, núm. XC (1963), pp. 312-313.

5268. CALDERÓN QUIJANO, Josá ANTONIO: Guía de los documentos, mapas y

planos sobre historia de América y España Moderna en la Biblioteca Na-
cional de París, Museo Britúnico y Public Record Office de Londres—Con
la colaboración de Luis Navarro García.—Sevilla, Escuela de Estudios His-
panoamericanos, 1962.—70 pp. + 1 h., 24’5 cm.

5269. CENTRO DE ESTUDOS HISTÓRICOS ULTRAMARINOS. As Gavetas da To-

rre do Tombo.—Lisboa, Centro de Estudos Históricos Ultramarinos, 1960-
1962.—Tomos 1 y II: XV + 943 y VIII + 789 pp., 24’5 cm.
Son los dos primeros volúmenes de una importante publicación
que abarcará todos los fondos documentales del mencionado archivo
portugués, tradicionalmente conocido bajo el título que se ha dado
a la obra. Las clases de documentos y sus temas son muy variados;
las fechas oscilan entre los siglos XII y XVIII. Se refieren en buena
parte a Portugal, pero también a sus colonias y a otras naciones euro-
peas. El criterio seguido es el de dar una breve referencia de los re-
lativos a la metrópoli portuguesa y transcribir íntegramente todos los
demás. Así pues, la publicación iniciada puede ser de gran utilidad pa-
ra la Historia de España y de Hispanoamérica. El tomo primero com-
prende las gavetas 1 y 11: 613 documentos; el segundo, las gavetas III-
XII: 1888. Llevan un índice cronológico de los mismos y se prometen
otros geográfico, onomástico y de materias al terminar la colección.—
R[ocío] C[aracuel Moyano], en Índice Histárico Español (Barcelona),
VIII (1962), p. 195, núm. 44600.

5270. CENTRO DE ESTUDOS HISTÓRICOS ULTRAMARINOS. As Gavetas da To-

rre do Tombo.—Lisboa, Centro de Estudos Históricos Ultramarinos, 1963.—
Vol. III: VIII + 813 pp., 24’5 cm. (Gulbenkiana, VI).
Con idéntico criterio al seguido en los dos primeros tomos —véa-
se el número anterior—, en este tercero se ofrecen los documentos de
las gavetas XIII y XV, 455 en total. Son autos, cartas, órdenes reales,
etc., de los siglos XIII a XVIII, concernientes a Portugal y sus colo-
nias, y abundan los que hacen referencia a las relaciones con Castilla.
El orden que se les ha dado es el que presentan en las gavetas. Indice
 REGISTRO BIBLIOGRÁFICO 385

cronológico.—R[ocío] C[aracuel Moyano], en Índice Histórico Español

(Barcelona), IX (1963), p. 373, núm. 50317.

5271. GOMEZ CANEDO, LINO, O. E. M.: Los Archivos de la Historia de Amé-

rica. Período Colonial.—México, Instituto Panamericano de Geografía e
Historia. Comisión de Historia, 1961.—Tomo 1: XV + 654 pp., 24 cm.
Res.: Manuel Carrera Stampa, en Revista Interamericana de Bi-
bliografía (Washington), núms. 17-18 (1962), pp. 156-1 57.

5272. IBARRA GUILL, DOLORES: “Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz

de Tenerife”, en Boletín. Dirección General de Archivos y Bibliotecas (Ma-
drid), núm. 64 (1962), pp. 123-124.

5273. MAGDALENO, RICARDO: Catálogo XXIIJ del Archivo de Simancas.

Papeles de Estado. Milán y Saboya (siglos XVI y XVII). —Prólogo de
Antonio Rumeu de Armas. — Milano-Valladolid, Dirección General de Ar-
chivos y Bibliotecas. Instituto di Storia Medioevale, 1961. —730 pp.,
24’5 cm.

5274. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: Sobre, Jon Papritz: “Plan de un reper-

torio general de archivos” [Universidad (Santa Fe. Argentina), núm. 49
(1961)1, en Revista de Historia de América (México), núms. 53-54 (1962),
pp. 275-276.

5275. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: “Archivología y Archivos. Bibliografía.

1958-1962”, en Boletín de la Biblioteca General (Maracaibo. Universidad
del Zulia), II, núms. 2-3 (1962), III, núms. 4 y 5 (1963), pp. 153-171, 139-155
y 149-155.

5276. MILLARES CARLO, AGUSTíN: “Noticias acerca de docLimentos del si-

glo XVI referentes a Venezuela”, en Boletín de la Biblioteca General
(Maracaibo. Universidad del Zulia), III, núm. 4 (1963), pp. 53-57.

5277. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: Sobre Emma González Yanes y Manuela

Marrero Rodríguez: Protocolos del escribano Hernán Guerra. La Laguna
1508-1510 (La Laguna, Instituto de Estudios Canarios, 1958), en Boletín
de la Biblioteca General (Maracaibo. Universidad del Zulia), III, núm. 4
(1963), pp. 72-79.

5278. MORALES PADRóN, FRANCISCO: “Canarias en el Archivo de Protocolos

de Sevilla”, en Anuario de Estudios Atlánticos (Madrid-Las Palmas),
núm. 8 (1962), pp. 3 55-492. — Conclusión.
Res.: Leopoldo de la Rosa Olivera, en Revista de Historia Canaria
(La Laguna de Tenerife), XXXV, núms. 137-140 (1962), pp. 259-260.
386 MANUEL HERNÁNDEZ SUÁREZ

930.272. Paleografía

5279. EXCMO. AYUNTAMIENTO DE MADRID. El Fuero de Madrid. — Prólogo

del conde de Mayalde. — Madrid, Excmo. Ayuntamiento. Archivo de la
Villa, [Imp. Raycar], 1963. — 191 PP. + 1 h., láms., 28 cm.
Contiene: “El Fuero de Madrid y los derechos locales caste-
llanos”, por Galo Sánchez, pp. 13-33. — “Transcripción”, por Agustín
Millares Carlo, pp. 34-73. — “Traducción”, por Agustín Gómez Igle-
sias, 77-148.— “El lenguaje del Fuero de Madrid y glosario”, por Rafael
Lapesa, pp. 151-177.

5280. MILLARES CARLO, AGUSTÍN: Manuscritos Visigóticos. Notas Bibliográ-

ficas.—Barcelona-Madrid, C.S.I.C. Instituto P. Enrique Flórez, 1963. — 108
pp. + 16 facsímiles, 25 cm. — (Monumenta Hispaniae Sacra. Subsidia:
Vol. 1). Publicado en Hispania Sacra, Vol. XIV.
tNDICE
 INDICE
AÑO XXVI ENERO-DICIEMBRE 1965 NÚMS. 93-96

ALZOLA, JosÉ MIGUEL: Sobre, Antonio Vizcaya Cárpenter:

Tipografía Canaria (La Laguna, 1964) 244-246

ALZOLA, JosÉ MIGUEL: Sobre, Antonio de Bethencourt y Aurina

Rodríguez: Ataques ingleses contra Fuerteventura. 1740
(Valladolid, 1965) 246-247

ARTILES, JOAQUÍN: El Convento de Nuestra Señora de las Nie-

ves de Agüimes 131-138

BENÍTEZ PADILLA, SIMÓN: Origen más probable de las hachas

neolíticas de jadeíta que posee El Museo Canario 105-1 14

BOSCH MILLARES, JUAN: Don Tomás Antonio de San Pedro

Mena Mesa y el Hospital de La Ampuyenta, en la isla de
Fuerteventura 115-129

CASTAÑEYRA SCHAMANN, RAMÓN: A la memoria de don Miguel

de Unamuno en el centenario de su nacimiento 209-212

DÍAZ, JUAN MANUEL: Véase, MIGUEL FUSTÉ.

EZQUERRA, RAMÓN: Sobre, Alejandro de Humboldt: Del Orino-

co al Amazonas. Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo
Continente (Barcelona, 1962) 235-238
EZQUERRA, RAMÓN: Sobre, Cristóbal Colón: Oeuvres de Chris-
tophe Colomb. Presentées, traduites de l’espagnol et annotées
par Alexandre Cioranescu (Paris, 1961) 238-240

FUSTÉ, MIGUEL; JosÉ PLANAS y JUAN MANUEL DfAz: Avance de

un estudio sobre la distribución de los tipos de haptoglobinas
en la población de las Islas Canarias 1-6

GALLEGO DÍAZ, JosÉ: Sobre, Lucien Febvre y Henri-Jean

Martin: La aparición del Libro. Traducción de Agustín
Millares Carlo (México, 1962) 233-235

HERNÁNDEZ SuÁREz, MANUEL: Registro Bibliográfico 251-386

KUNKEL, GÜNTHER: Enumeración de los helechos (Pterido titos),

de Lanzarote y notas sobre su posible distribución geográfica 7-17

KUNKEL, GÜNTHER: Sobre, E. Oberdorfer: “Pflanzensoziologische

Studien auf Teneriffa und Gomera (Kanarische Inseln)” ... 248

MORALES LEZCANO, VÍCTOR: Memorial de los mercaderes ingle-

ses que comercian con las islas Canarias 141-146

MORALES LEZCANO, VÍCTOR: Sobre, Pierre Chaunu: Séville et

l’Atlantique (Paris, 1959-1963) 241-243

NUEZ CABALLERO, SEBASTIÁN DE LA: Unamuno y sus amigos

canarios 214-230

PLANAS, JosÉ Véase, MIGUEL FUSTÉ.

RODRÍGUEZ DORESTE, JUAN: Las Revistas de Arte en Canarias. 47-103

R0LDÁN VERDEJO, ROBERTO: Presentación del acto literario

[en honor de don Miguel de Unamuno] 212-214

SIEMENS HERNÁNDEZ, LOTHAR: La folía histórica y la folía

popular canaria 19-46

TORRE DE TRUJILLO, LOLA DE LA: El Archivo de Música de la

Catedral de Las Palmas, II 147-203
 Se terminó de imprimir el día
24 de noviembre de 1966,
festividad de San Juan de la Cruz,
en los Talleres de
LITOGRAFÍA SAAVEDRA,
Las Palmas de Gran Canaria

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