DOGMAS DE MARIA
¿Qué son los dogmas de María?
Los dogmas de María o Los dogmas Marianos son según afirmación de la iglesia verdades de la
fe que son irrefutables y que forman parte de lo que creemos y de cómo debemos vivir y
celebrar nuestra fe. Los cuales son muy importantes en lo que es la experiencia espiritual.
Durante la historia de la Iglesia se han discernido y decretado cuatro Dogmas Marianos:
La Inmaculada Concepción de María
La Virginidad Perpetua de María
La Asunción de la Virgen María
La Maternidad Divina de María
La inmaculada concepción de María
Cuando hablamos del dogma de la Inmaculada Concepción no nos referimos a la concepción
de Jesús
El dogma declara que María fue preservada inmune de toda mancha del pecado original en el
primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente a los
méritos de Jesucristo.
Digamos entonces que Dios, como muestra de su honor y poder nos trajo a la Virgen María
engendrada y nacida totalmente libre de defecto
La Virginidad perpetua de María
Es el dogma mariano más antiguo de la Iglesia, según el cual María fue virgen antes, durante y
después del parto y no tuvo otros hijos.
En el concilio de Constantinopla (año 553) le otorgó a María el título de "virgen perpetua"
Santo Tomás de Aquino también enseñó esta doctrina que María dio el nacimiento milagroso
sin abertura del útero, y sin perjuicio para el himen. Esta doctrina ya era un dogma desde el
cristianismo primitivo, habiendo sido declarada por notables escritores como San Justino
Mártir y Orígenes. El Papa Pablo IV lo reconfirmó en el Cum Quorundam el 7 de agosto de
1555, en el Concilio de Trento.
Aunque la escritura hace mención también a hermanos y hermanas de Jesús. La Iglesia siempre
ha entendido estos pasajes como no referidos a hijos de la virgen María, en efecto, Santiago y
José.
La asunción de la virgen maría
Este dogma fue proclamado por el Papa Pío XII el 01 de noviembre de 1950 por medio de la
Constitución Munificentissimus Deus. La Virgen María es elevada, ascendida, por ángeles, no
por sus propios medios. Es decir, es Dios quien desea preservarla al final de sus días; por eso
históricamente se la ha retratado rodeada de ángeles que la levantan entre nubes. Jesús en
cambio, sube a los cielos por sus propios medios, pues es Dios.
La maternidad divina de María
La Maternidad Divina es el fundamento del culto Mariano. Jesús es hombre y Dios al mismo
tiempo, no es dos personas en una, sino que una persona que integra estas dos naturalezas.
María entonces, es madre de Jesús en su integridad, siendo así Madre de Dios.
El Papa Clementino, en el concilio de Éfeso lo expresó así: "Si alguno no confesare que el
Emmanuel (Cristo) es verdaderamente Dios, y que por tanto, la Santísima Virgen es Madre de
Dios, porque parió según la carne al Verbo de Dios hecho carne, sea anatema".