0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos) 64 vistas20 páginas03-Peter-Hall-Ciudades-del-mana A - CIUDADES MODERNAS
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La ciudad de las torres
‘Vosotras torres de Jullus. perdurable verguenza de Londres,
Alimentadas por eres impuros y asesinos de medianoche.
‘Thomas Grey
4 ‘The Bard (1757)
Li solucion més sencila son 1s pisos Sila gente tee que vivir en grandes ci
ddades deben aprender a vivir uno encima de oto. Pero alos trabajadores del not-
‘eno les gusta incluso cuando hablan de pisos les aman con desprecio «aba.
clones. Cast todo el mundo le dirk que quiere -su cas, les parece que una casa
‘en medio de un conjunto de edticaciones de len yardas de longitudes mis suyas
(que un piso aieado.
George Orwell
The Road to Wigan Pier (1937)
La solucion de problema de la vvienda en cualquier ciudad inglesa no radia en
‘ofrecer High Barbican o High Faddingtons. Son fisicamentey teéricamente pos
bls, pero los pisos sn totalmente ajenos ls hibtosy gustos dela gente que debe
vivir en ells.
Harold Macmillan
Memorandum interno. Ministerio dela Viienda
'¥ de Gobierno Local (1954)Capitulo 7
La ciudad de las torres
La Ciudad Radiante de Le Corbusier:
Paris, Chandigarh, Brasilia, Londres, St Louis,
1920-1970
1 dato que hizo Le Corbusier le ha sobrevivido; s probable que lo bueno haya
¥ la gente
Slo podria decidir quien lo administara. La cludad armoniosa debe ser dsea~
{a por expertos que dominen la ciencia del urbanism, Tabajarn en sus proyec-
tos con total libertad, lejos de cualquier resin o interés partiist; una vez que
fos planes sehayan formulado, deben er levados ala pectic sn ningun tipo de
cposicions', En 1938 diseR6 un «Centro Nacional de Festivals Colectvos para
100.000 personase, donde el ider podria hablar al pueblo; otra version al aie i
bre del edificio con cipula de Hitler®.
‘Sin embargo la nueva ciudad sindicalsta tenia una diferencia vital: hora todo
‘esariacolectvizado por un igual. Todo et mundo viviia en apartamentos colec-
tivosgigantes lamados Unit; cada familla tendsia un piso, no segun el ipo de a
bajo de! cabeza de familia sino de acuerdo con unas rgidas normasexpaciales a~
tie tendria ni mis nl menos espacio del necesario para garantizar una existencia
tefciente. ¥ ahora, todos ¥ no s6o la afortunada élite, podrian gorar de servicios
‘olecivos. La comida, la mpieza, el cuidado de los nifos dejaban de se ocupa
‘ones familiares.
Es significative que durante esta época, Le Corbusier ublera estado en la
{Union Soviética. Y que en los aos 1920, un grupo importante de arguitectos so-
viticos los urbanistas- hubjeran desarrolldo Ideas muy parecidas a étas.
‘Queran construir nuevas cudades en medio del campo, alli todos vivirian en si-
_gantescosbloques de apartamentos colectvos, con expacios individuals reduct-
‘dos ala necesidad minima absoluta de una cama;:no Nabriacocinas ni batiosin-
“dviduateso familiares. En una dels versione, Ia vida estaba regulada al minuto,
{desde ef momento de despersar a as 6 de la mafana hasta ef momento de ira la
‘mina 2 lat 7, en otra, estaba previsto que hubiera grandes orquestas que ayuda~
qian a dormir los insomnesytaparan los ronquidos del resto™. Los proyectos de
“igunos de los miembos de ete grupo Ivanov, erethin y Smolin en Leningrado,
Barsheh, Vladimigoy, Alexander y Vesnin en Mosci- son pricticamente idénticos,
incluso en os detalles la Unit tl como et en la Ciudad Radiante
¥ como, en 1946, se hizo.en Marella”. Pero a paris de 1931, el régimen sovieti-
Zo -como mis tarde hara el gimen fascista en Italla-rechazb los consejos de Le
Corbusier
‘En fon alos 1940 habia modificado sus puntos de vista de nuevo, pero como
‘de costumbve, solo en los detalles. Su ASCORAL (Asambiea de Constructores para
tuna RenovaciOn de la Arquitetura), fundada durante la guerra, consideraba que
les ts radio concentrques des charges, los cents de educaion y de diversion, que
todavia dsefaba en et viejo estilo corbusiano, debian unurse por medio de es c=
tes linéares industrielles, que serian Kinexs continuas de conas industrials construl-
‘des io largo de palo de transporte. Ya no estaba interesado en las grandes iu-
‘dades, crea que Patis debla pasar de 3 a 1 millon de habitantes®. Estas ideas
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-Amberes, Estocoimo, Barcelona, Nemours, en el norte de Africa. Todas permanecte-
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‘6s pes una comin se constacn yun ome en espn
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{he san paca pr spr cnr pe meena Ee ra
‘inca a en, gutter ur em pla
Clonal emp deconsncn ts modes le imped Ser aun ek cape
de Ronald Jones,
se tataba de una nave terrestre de 2.360 metros de largo por 560 de alto y 200 de
anche:
1a energia mica extraid de una capa de roc fundidas 42900 ilmetts de pro-
fndidad propulsard al hombre pot medio de una energaespraly lo lanzard a un
‘ij fancstico en una nave nuclear teres.) as cludades compacts tendri,
tun nico central, admunisracin, gobiemo clei, artsy centos de cea
‘dd, uniwersidade, colegon expeiaizadon, struts estan rereateos¥ Oe
portvos;cnes esteeofnicos, hospitals, hipemereados,centos comerciales. Las
z2onas centmalsestarin unidas pot medio deascensores horizontals, verticals ¥
Glagonales(.. estas Gudades ¥ pueblos metropolitanos estaran panificados de
‘modo que pucdan cece en una primer, Segunda, trceraycuarta dimension se
fin sean ls necesdades ecole humanas™
‘Como macho de lo que surgi cn Bedford Square, xe tataba de excelente fan
‘asia juvenil. Pero el problema fue que -como Cook explicay los antiguos ca
tdlogos dela Asoclacin de Arqutectura muestran-al cabo de pocos aos y a
medida que las sucesivas generaciones de estudiantes entraban en el mundo
real las fantasia se hacian realidad. La propia creacion de Jones se convirtio en
1 Banco de Hongkong y Shanghai (aunque su arquitecto no habia estudiado en
In escuela de la Asociacién de Argultectura); un proyecto de casas con alta den-
sidad de habitantes (1956) se materializ6 en Parkhill, Sheffield (1961), y en
Westem Rise, sington (1968); un proyecto de almacén (1987) sirvié como base
para la construccién del departamento de Ingenieria de la Universidad de
Leicester (1963); bloques de viviendas proyectados en 1961 se edificaron en
Milton Keynes en 1971. Durante estos afios, la imaginacion segula volando en
‘Bloomsbury: por eemplo, tna casa hecha a base de cas de duces, ol proyecto
de 1971 para edificar un «Castillo de Arena». Setrataba de un burdel para mi-
eros del petréleo en el Sahara.) construido con tubo de plistico continuo,
{que se lenaria con arena in situ, y que se doblaria en una serie de bOvedasin-
terconectadas-®, Sin embargo, por aguel entonces el «comprehensive urbanism
‘© wrbanismo uniarto habia dejado de ser tema aceptable de conversacion: los
‘ientos que venian de Europa habian cambiado”. Peto sus monumentos, obra
de varias generaciones de arquitectos dela Asociacién, quedaron esparcidos por
ta Inglaterra urbana.
1a Architectural Review iici6 el ataque muy pronto, en 1953, con wna ed
torial de J. M, Richards criticando las primeras ciudades nuevas por su falta de
surbankad, cosa que, rea, era debido por una parte ala bala densidad de po-
biacin contemplada en los planes y por otra ala mala influencia dela Asociacton
para la Planificacion de Chudades y Campo”. En 19SS la revista publicd "®.,
Este proces fue drigido por unas eallanzas para el desarrllor, que a menudo
‘tabu formadas por Jovenes empresaros: Banquetos, promotor, asocactones
ddeconstructoes, agentes de la propiedad, agentes de venta de solar. Pero no es-
‘uvieron solos, pesto que, st hubiera sido a, probablemente hubieranfracasado;
también habia alcaldesliberaltcendcratas (Le en New Haven, Daley en Chicago),
poyads por ayuntamientos liberals, asocaciones de sndicatos dela construc,
‘rupes gubernamentales, urbanistas otros profsionales,inchiso les apoyaba el gru-
[po que fba a favor de la vivienda publica", También contaban con un grupo pe-
‘quefio, pero poderoso, de profesionales de la renovacin urbana: Robert Moses en
"Nueva York, Ed Logue en New Haven, Boston y Nueva York, Justin Herman en San
Francisoo™, Como dijo Catherine Bauer Wurstr -pocas veces un nimero tan va-
‘ado de dngeleshablan tratado de balar en la cabeza de una agujas"™,
Evidentemente, en estas caliciones cada uno tiraba hacia su lado, de modo
‘que a veces se rompian. Uno de los grupos os promotores y sus allados,queran
_econstrucciones a gran escala para favorecera las empresa estabecida en el cen-
‘to urbano pero también querianatraer empresas de fuera, cosa que les creabapro-
‘blemas com lor intereses locales. También pretendian, sera posible, trabajar con
_medidas administrativas que les permiteranprescindi de a legisacin local. Sin
‘embargo durante los afos 1950, peo especialmente alo largo de los aos 1960,
se granjearon Ia enemistad de los residentes locales que querian conservar sus vis
viendas y defender sus bari, y de los pequefis comercantes que temian set
desplazados, que pronto empezaron a organlzarse en contra de la renovacin ur-
bana! Este proceso se repitié en todas las cudades norteamercanas
[Nueva York fue un caso especial; pero, bajo el mandato de Robert Moses
(1888-1891, siempee lo habla sido. En los diversos cargos que desempeti6 af lat-
{0 de cast cincuenta ats, se le conocio como el «el constructor més grande de
“Américas, Moses fue responsable de obras pablicas que en délares de 1968, Ie-
{gana alcanzarla suma de 27 bllones" Construy6 careteras de parque, Puen
tes, tneles, vias ripdas. ¥ cuando se inicié el movimiento de renovacién urba-
‘na, # puso a construtrvivendas pbicas. Desde 1949 a 1957, la chudad de Nueva
‘York invir 267 millones de dares en este concepto mientras que el resto de
‘iudades de los Estados Unidos habian empleado tan slo 133 millones. Cuando
en 1960 se retied de su cargo como responsable de renovaci6n urbana, habia cons-
‘uldo,en apartamentos teminados, més que todos los demi juntos". Lo hizo
‘como lo habla hecho todo, uniendo dos cualidades que aprendio durante su tem-
‘pana vida profesional: su feen el trabajo realizado por los bien dispuestos ein-
aabonemnanorh
{A CHUDAD DE LAS TORRES En
para os habitantes de rents baa de Wester
[Aditiony South of Markt, aris que estaban cea del ento Hema stabs!
favor de near una campafa de sancamlento de estas onas, 1 qu signi
‘mn el desalojo de sus habtantes. Como elocuentemente expli uno de las em-
presario que apoyaban este proyecto, no se suponded que vamos constr e-
{cis por valor de SO millones de dares en un ugar donde ios sucos pueda
cexhibise delante de nuesras Secretaria,
De hecho sein expia Chester Hartman, 5 insists en a custo del barslo
de vagabundos porque era na buena exc para jusifica a reconstrucin Pero
Ja zona que estaba al sur dea calle Market era una ea de pequeios hoteles oc
pda principlmente por hombres queen su mayor, estan retiadosoimpe-
fis. e oganzaron y encontraron su lider en un sindcalita de ocenta aos,
{George Wool. En 1970, desputs de una éica batalla legal, oblgaron aa Agencia
‘de Renovaciin a consi viviendas de bajo alquiler. El encoerzado Herman le-
26 a dete que el abogad dels ingulins ra «un hombre inteligent, bien f-
anciadoy lspuestoa scar provecho de sus vctmase, Un ao despues moxia de
un ataque al coat
fas niente
LA CHUDAD De LAS TORRES
a rr
Durante los diez aftos siguientes lo pets se sucedleron. Mientras, ls fondos
{de Renovacton Urbana eran reemplazados po las subvenciones de Destrollo de lt
‘Comunidad, que se extendieron por la ciudad, a Agencia de Renovacin perdia su
‘Ananciacion independiente y el Ayuntamiento consegula mayor control. No obs-
{ante el «boom» de a construccin de ofcinas ea mis fuerte que nunca. A finales
{de los aes 1980, después de teinta aos de lucha, la zona de South Market habla
‘sido renovada cas por completo. Finalmente, los cudadanos de San Frandsco que
‘8 aquellas alturas ya estaban organizados, coniguleron, aunque ya era demasiado
‘ande. que se apcbara una ley que imitaba la construc de ofcinasen la Gudad™.
‘Sin embargo lo curios de las coaliciones que se crearon durante esos aos fue
‘que consiguleran llevar adelante empresas totalmente contraras alos intereses de
‘Nana-tuna vila urbana en palabras de Herbert Gans- en ejemplo cisco. Por con-
Sejo de banqueros hipotecaros, los planes de demolicion se ampliaron para incluit
‘Zonas que no estaban deterioradas. La poblacdn en general cea que ete bartio
‘estaba en malas condiciones porque la prensa lo deci, mientras que los propios
‘habitantes nunca pensaron que legara a suceder. Los promototres queran la zona
ara construlrviviendas de renta alta y la ciudad lew el proyecto adelante'™.
‘Mas tarde, ried pudo comprobar qu para ls habitantes del West End, sobre todo
Para os que pertenecan la clase trabajadora tradicional, esta experiencia fue tan
‘uaumitica como la muerte de un ser querido™.
‘Pero todo lo bueno se acaba. A mltad de los aos 1960, las citicasaumenta-
‘on. Charles Abrams hizo observar que en la mayoria de 2onas que habian sido de-
‘molidas -Washington Square South en Nueva York, Bunker Hill en Los Angeles,
Diamond Heights en San Francisco- habla pasado lo mismo que en el West End:
‘no eran bariosbajos pobre en sentido estico»; lo fueron porque ofiialmente
se es calif de esta manera™. Martin Anderson calcul6 que a finales de 1965 la
politica de renovacién habia sacado de sus casas a un millén de personas, muchas
4e las cuales pagan rentas muy bajas; tres cuartos legaon a encontrar nuevos
lugares donde vivir, nueve de cada diez enconted casas peoresaalquileres mis al-
tos. En total, en marzo de 1961, este plan habia destruido cuatro veces mis vi-
lends que ls que habia consruido; ¥ como era de experar las zonas demolidas
pPermanecteron sin eificar porque el proyecto tardé doce atiosenrealizrse. Cast
1140 por cento de las nuevas construccones no eran viviendas; y las que se hi-
‘ron eran bloques altos de apartamentos edificados privadamente por los que ha-
‘bia que pagar alquileres elevados". De manera que, aunque el 8S por ciento de
Jas reas que durante los primeros diez afos de la aplicacon de aly se certfica-
zon como zona de renovacén eran residencies, slo 0 por cent lo continuaron
Sendo después. 0 como Scott Grer dijo: «La Agencia de Renovacion Urbana ha
‘conseguldo que por un precio de mis de tres billones de délares se redujera el ni-
‘mero de viviendas de bajo alquller en las ciudades americanass!™, Chester Hartman.
‘concluye que, desgraciadamente, el efecto de este programa habia sido que los ri.
0s fueran mis ricosy os pobres mis pobres!”, Herbert demostié lo absurdo que
todo habia resultado:EUDADES DEL MARANA
Imaginemos quel goblemo decide quelos coches viejsson una amenaza pas la
segudad yestopean la beleza de as autopsas,, por lo tanto, obliga alos con-
{Guctoes a abandonatfos. Imaginemos que para substituirlos el gobiemo da 100
“lars a cada uno de estos conductores para que Se compren un coche de segun-
‘és mano que ett en buen estado y subvenciona ala General Motos, a Ford y la
‘Chrysler para que baen los costes aunque ne necesariamente los precios de s8
‘Cadllacs, Lincoln e Imperial, ysbarsten los precios unos pocos cents de dla
‘es: Por absurdo que parezca no hay mas que cambiar los coches de segunda mano
‘ores bactios vies, y abet explicado por medio de una pequeia licencia poet-
‘alos peimeros quince aos de un programa federal Uamaco renovacioa wrbana™.
_{Cémo pudo suceder? Muchos critics consiean que la respuesta mis cinica
no tene porque ser la correcta aunque es certo que muchos se eniquecieron shay
‘un factor que slo podemes califiat como patriotismo civico- que «coincide con
los intereses financieros. Lo que impulsaba a muchos de los miembros de estas
‘coaliciones para el crecimiento eran motivaciones honesas «alcaldes preocupados
‘po los impuestos del casco rbano, lider cvicos con patiticos deseos de ‘em-
Dellecer el centro dela cudac’,empresaros con intereses en el centro y también,
Jos que celan que el gobiemo debia hacer innovaciones por razones de interés p=
‘blico. Sin embargo entre todos apoyaron un programa que favorecio alos fuertes y
‘cattigb a los déblles™, Este programa solo se podia realizar nive loca: ,loal-
‘mente a mayora de las ciudades queran una recuperacén de sus cascos urban
'y que la clase media abandonara los barrios residenciales y volviera ala ciudad™.
sclerto que més adelante se evitaron los peores excess ela renovacén uibans:
‘mayor nimero de zonas fueron destinadasaviviendas, mayor niimero de ells fue-
on de bajo alge, mayor mimeo de negrostuvieron cas™. evdentements, como
‘durante los quince primeros aos de su existenia el hacer vviendas para colocr las
_Pesonas que habian sido desalojadas fue uno de los timos aspects que el program
‘contemplé, no pueden achacarse a Le Corbusier la mayoria de males dela enova-
‘én urbana norteamericana. No obstante, tanto ls corbusianos como la deologa
{e la renovacton urbana comparian lo que Martin Anderson ha desrto grifica-
‘mente como el método del «Bulldozet Federal Lo que se deduce de las creas que
sobre este tema se han hecho en Estados Unidos esque lo mefor hublera sido dejar
‘ranquilos alos pobre: Greer ta aun funcionaro local: «Qué pasa? Una viudate-
‘ne que escoger entre arreglirselas con dos ares al mes o vivir en casas de catego-
‘a inferior. iste una verdadera necesdad de lo que llamamos viviendas de clase se-
‘undar, yt hacemes desparecer,anulamos lipo de vivienda qua gente puede
‘pagar S1.aello le aadimos los costes pslcoldgicos que comport desu vecin-
darios antguos yconsolidados, ls cosas todavia empeoran mis.
Contraataque: Jacobs y Newman,
[Bt fracaso de a renovacin urbana norteamericana, las dudas crecientes en rela
‘én al equivalente britinco, ayudan a comprender el gran impacto que tuvo en
ambos pases el libro de Jane Jacobs titulado Death and Life of Great Amercan Cities
LA cUDAD DeLAS Tom 24s
(Vida y muerte de las grandes ciudades norteamerscanas), que se publics en Estados
Unidos en 1961 y que, ripkdamente, se convitié en uno de los bros mis infhs-
yentes en la cota historia del urbanismo.
des ortoorias sobre las ue, durante medi si. Se haba basco
‘GGEREESRIG) Atcabe el movimiento dea ciudad jardin pore ou female
pra salvar a ube habia consid en dei que a cud se hace stor,
Y prac def lavvendaen minor ecualides sess suburtonsy ec
dads sone de peur nd dems OEE GSE
algo esencialment paternalisti¢o, incluso autoritatio»'*'. Los corbusianos eran
‘rticados por goles «no importa ovals orp que pu eel seo,
Jotgubr einsbtancil del entoro, lo aburda que pueda el vst, calle!
smacion de Le Corbusier nos et diciendo: Mido que be hecho! como ut
ego andeyvisle que nos dc Io que alguen ha realados*™=
Segui rgumentand que no pass nad con as ensades levadas,sem-
prey cuando a gente no vive amontonada en los afc: sbi tai
‘ales dentro de etc ano como Bookiyn Heighten Nueva York, Rtenbowe
Square en Fade y North Beach en San Franco eran buena zonasa psa
«star densamente pobiads". Consderaba gue un buen brio ano necesita
15100 viens porate o evant 200 030 persona: aca no ee de
ser densa ais lncho ene cao de Nueva Yorky mucho msl de gue
Tanda tivo depts de 1945. Elo we pod tener tducendo elect re
eit que las cludades neestanaltasdensidaes de viviendas y un apoyo subte-
‘dno adecuado,y exo slo que yo estoy dciendo, est considerado convencio-
nalmente como algo malo.
Peo las cosas han camblado desde los tempos en que Ebenezer Howard ob-
‘ser ls Barsos bajo londinensesy concluyd que para salvar ala gente, habla
‘que abandonar la vida urbana
cc
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1 Gree 1965 5
1 Haraman, 1964, pig. 278.
1% Gans, 1967, pig 465.
1 Greet 1965, pigs 94 122.
© Grigsby, 1963, pg 323.
Sanders, 1980, ps. 105, 107,112,
Greet, 1965, ps. 46.47.
9 Jabs 1962, pigs. 17,19.
fd. pig 23.
"i pigs. 202 225,
id, pl 218.
1 bid, pag 152,178, 187,200
1 paacamp, 1983, pig 168
pena, 1975, ig 35.
19.
La ciudad de la dificil equidad
‘Antiguamente el arte era patrimonio comin; hacer objtos bells fue una norma
‘durante la Edad Media (..) hoy, la prosperidad exige que sean fe0s (..) somos
‘como personas hambrientas rodeadas de oro, e! Midas de los tempos.
Willam Mors
Forecast of the Coming Century (1897)
‘EL movimiento de planifcaci dela ciudad es, po un lado, la rebelin del cam-
pesino y del jardinero, , po oto, la del ciudadano que, unidos por el gebgrao,
teatan de impedir el dominio del ingeniero. Slo cuando las encgias mecinicas
{et ngs coinian con os tos apts de cay tos cos wat
servicio de la vida, él dejard de ser un coun
eee torpeglgante para converte
Patrick Geddes
‘Report onthe Planning of Daca (1917)
‘i queremes reformar ef mundo y convertiioen un lugar donde se pueda vivir me-
Jor, no hay que ponerse a hablar de relaciones de tipo politico, que inevitable-
‘mente son duaistas,y estin lenas de sujtosyobjetoty de as elaciones etre ellos;
2 tampoc de programas ens de propueas qu rs penona eben hat
Los valores sociales sen buenos solo sl los valores individuales son buenos.
EL primer lugar donde hay que empezar a mejorar el mundo es en nuestro propio
‘coraatn, ya partir de abi, trabajar haca el exterior. Algunos quieren hablar de mo
‘expandirel destino de la humanidad. Yo tan solo quiero hablar de céma arreglar
‘una motociceta.Pienso que lo que tengo que decir tiene un valor mis perdurable.
Robert MPisig
Zen and the Art of Motorcycle Maintenance (1974)
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