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FILOSOFIA - Resumen.

El documento presenta tres oraciones sobre el problema del conocimiento en filosofía: 1) El problema del conocimiento surge del hecho de tener una mente y representaciones que median entre esta y el mundo, planteando si es posible conocer objetivamente más allá de las representaciones. 2) Se proponen dos tesituras sobre cómo afrontar este problema - buscar un conocimiento absolutamente objetivo o aceptar la naturaleza representativa del conocimiento y establecer condiciones para que esta representación sea lo suficientemente buena. 3) La solución al problema no es pos

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FILOSOFIA - Resumen.

El documento presenta tres oraciones sobre el problema del conocimiento en filosofía: 1) El problema del conocimiento surge del hecho de tener una mente y representaciones que median entre esta y el mundo, planteando si es posible conocer objetivamente más allá de las representaciones. 2) Se proponen dos tesituras sobre cómo afrontar este problema - buscar un conocimiento absolutamente objetivo o aceptar la naturaleza representativa del conocimiento y establecer condiciones para que esta representación sea lo suficientemente buena. 3) La solución al problema no es pos

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FILOSOFIA

Primera clase:
Cada filósofo inventa, entonces, su tarea, entendiendo la tradición de un cierto modo. Cada
filósofo hace de la filosofía lo que él cree que la filosofía debe ser.

Detrás de toda teoría científica, antes de toda teoría científica, hay lo que podríamos llamar los
compromisos metafísicos de la teoría en cuestión:

Quiere decir que para poder construir una teoría científica determinada, que apunta a transformar
la realidad de algún modo –curar enfermedades, obtener energía de la materia, disminuir la
angustia, viajar al espacio– hay que partir de algunos presupuestos sobre la realidad, de algunos
supuestos básicos, incomprobables en términos empíricos, acerca de qué cosas hay en la realidad,
por ejemplo, o cómo está conformado el universo. Esos supuestos son muy generales y son
anteriores a la teoría misma, en el sentido de que constituyen su condición de posibilidad. Si nos
los suponemos, entonces no hay teoría.

Los problemas filosóficos no tienen solución.


O, tienen más de una, que es lo mismo que pensar que en realidad no tienen. Serian múltiples
respuestas, no hay una única solución. El problema filosófico puede ser considerado de uno u
otro modo, que respecto de él podemos adoptar una u otra "solución", uno u otro punto de
vista, como si uno se decidiera de facto por sostener un modo u otro de entenderlo.

Lo único que uno puede hacer con un problema filosófico, entonces, es adoptar un modo u otro
de entenderlo, y, en consecuencia, de "solucionarlo". Pero esos modos diversos son, en general,
antitéticos. Esto es, opuestos, excluyentes. No pueden adoptarse a la vez, eso sería incurrir
en una contradicción lógica.

-Si se solucionaran, entonces dejarían de ser problemas, esto es, perderían su carácter
problemático, y saldrían del ámbito de la filosofía, en tanto que lo propio de la filosofía es la
problematización de todo.

Antitéticos. ¿Qué quiere decir eso?


La antítesis es una contra-afirmación (negación) a una proposición (tesis) previa. Mediante la
antítesis se puede proceder a una refutación. Las antítesis suelen ir encabezadas por expresiones
como "pero", "sin embargo" o "por el contrario".

El problema del conocimiento:


¿Es posible conocer? ¿A qué llamamos conocer? ¿Bajo qué condiciones ocurre ese encuentro
entre mente y mundo que llamamos conocimiento?

-El conocimiento esta mediado por la mente.

-Pregunta metafísica: Hay un modo de conocer al mundo con objetos más allá de las
representaciones sin subjetividad? Propuesta del racionalismo Descartes.

-Pregunta epistemológica: Bajo qué condiciones puedo decir que la representación representa
bien a la objetividad? Propuesta del empirismo Jhon Locke.

El problema del conocimiento surge porque tengo una mente. O también, el problema del
conocimiento es subsidiario del hecho de tener una mente. En definitiva, es: el problema del
encuentro entre la mente y el mundo.

A partir de la vista nosotros lo que conocemos es una representación, ya que a nuestros ojos nos
llega la luz, y luego se induce una corriente eléctrica que circula por nuestro cerebro hasta formar
aquella representación. Entonces, allí está el problema: Todo lo que vemos es solo una
representación del mundo. Y esa, está producida por nuestra mente.

Si la representación y el mundo fueran iguales, no habría problema de conocimiento, pero todo


aparece cuando nos damos cuenta que no hay por qué creer que esas representaciones son tal
cual es el mundo. Peor aún, cuando recordamos que existen las alucinaciones.

La alucinación es la producción de una representación completamente desprendida del mundo, la


producción de una representación sin necesidad de datos. El que alucina ve lo que no está ahí en
el mundo, pero al mismo tiempo tiene la certeza, como la tenemos todos nosotros en este
momento, de estar viendo algo que efectivamente existe en el mundo. La alucinación es una
representación sin mundo.

Y bien, el problema del conocimiento consiste en tratar de entender si la representación es igual


al mundo, o si no lo es en absoluto, o si se puede afirmar que la representación es lo
suficientemente buena.

Naturalmente, tiendo a pensar que hay una serie de condiciones bajo las cuales se alcanza el
conocimiento, y otras bajo las cuales el conocimiento no se alcanza. Y bien, ¿a qué estoy llamando
conocimiento? ¿Cuáles son esas condiciones que permitirían alcanzar una representación lo
suficientemente buena, ya que nunca exacta, del mundo?

Ahora, acá veremos dos tesituras sobre como afrontar dicho problema:

Uno: Se podría tratar de pensar filosóficamente – ya que el problema no tiene solución–, cuál
sería la estrategia que nos permitiría abrirnos camino a través de la representación para captar el
mundo en su plena objetividad. (Objetividad en sentido de captar el mundo tal cual es.)
, ya que busca estrategia de como conocer el mundo.

Dos: O aceptar que mi conocimiento siempre será representativo, que nunca alcanzaré el
conocimiento del mundo tal cual es, y que lo que debo hacer es preguntarme por las condiciones
bajo las cuales el conocimiento representativo, representa suficientemente bien al mundo. Podría
entonces pensar filosóficamente cuáles son esas condiciones, meditar acerca de ellas.
, niega el conocimiento objetivo del mundo, y busca plantear condiciones que afirmen
que la representación es lo suficientemente buena.

TRES:

El problema no tiene solución en tanto que el único modo de solucionarlo sería acceder a una
tercera posición desde la cual poder comparar la representación y el mundo. Sin embargo, esta
tercera posición no es accesible, ya que estamos atrapados en un mundo de representaciones.

Básicamente, ambas tesituras proponen:

-La primera a tener un conocimiento absolutamente objetivo y la segunda a tener un


conocimiento absolutamente representativo.

Descartes: (Racionalista)
-Explica como perforar la representación hacia la captación objetiva del mundo, ósea captar el
mundo tal cual es. (Él fue el más grande representante del racionalismo)

DESCARTES (1596 – 1650)

Descartes estudio la filosofía escolástica, la filosofía de Aristóteles (400 a.C) atravesada por la
iglesia católica. Aristóteles dejo una gran cantidad de obras. Los primeros filósofos cristianos
codifican (traducen, explican, quitan las cosas que no les servía) aquellas obras. Así lo convierten
en una autoridad máxima funcionando como un principio de autoridad aristotélica (S XVII).

Galileo Galilei, estudio la física de Aristóteles, pero la siente como “falsa” por no ser corroborada
en la realidad. Adopta una perspectiva objetivante, trae a la física un nuevo criterio, el de la
verdad experimental, toma la física aristotélica la “tamiza” por la experiencia Crea la ciencia
moderna.

La física y la matemática empiezan a generar nuevos conocimientos. Estos es percibido por


Descartes, quien toma la filosofía aplastada por la filosofía escolástica, y la libera para que
produzca nuevos conocimientos como ya lo hacia la física. Para ello, tenía que encontrar el nuevo
criterio de verdad.

El camino del conocimiento: busca volver lógica la filosofía.


“La certeza a la que llego no se alcanza si no es en uno mismo y por uno mismo”, es un camino
personal, es incomunicable, se engendra. El conocimiento dado por una autoridad no es certero es
probable.

Es por ello que Descartes, crea el método cartesiano:

Reglas:

- Regla de la evidencia: Rechazo de la autoridad, poner en duda.


- Análisis: Dividir el problema en tantas partes como fuese posible hasta encontrar sus
elementos básicos.
- La regla de la síntesis: Orden, de lo simple a lo complejo.
- La regla de la enumeración: Revisión, asegurarse no omitir nada.

Ya teniendo el método, tiene que tomar 2 temas de la escolástica y pensarlos como métodos:

- La existencia de Dios.
- La inmortalidad del alma.

MEDITACIONES METASIFICAS:

Pedro Mercenne Objeciones:

- La inmortalidad del alma no está probada.


- Que dios? Descríbelo.

Respuestas:

 Se demuestra la existencia de Dios y la distribución real entre alma y cuerpo del hombre
Distinción Real (Situación en la que se encuentran dos sustancias independientes, NO se
necesitan la una de la otra para existir. Si el cuerpo muere, no necesariamente el alma
muere.)
 Dios, sustancia soberanamente perfecta (Sustancia, aquello de lo que uno está hecho, lo
que subyace y lo que perdura en mí, lo que no cambia, lo que está debajo de lo que no se
ve) Dios sería una sustancia soberanamente perfecta de la que no imagino limitación.

MEDITACIONES DE DESCARTES:

PRIMERA MEDITACION: De las cosas que pueden ponerse en duda.


Propone las razones por las cuales podemos dudar de todas las cosas y en particular de las cosas
materiales. La utilidad de la duda nos libera de perjuicios y nos separa de nuestros sentidos,
cuando ya no tengamos ninguna duda de aquello que descubramos será verdadero. Empleará el
método de la duda contra los principales sobre las que se edificaba todo aquello en lo que había
Creído, queriendo establecer algo firme y constante en la ciencia (conocimiento verdadero) No
busca demostrar Que todas sus antiguas opiniones son falsas sino que se dirigirá a los
fundamentos en que se apoyaban sus Opiniones para encontrar la más pequeña duda y así
rechazarlas.

Primer argumento
Los sentidos son engañosos "me dirigiré en principio contra los fundamentos mismos en que se
apoyaban Todas mis opiniones antiguas. Todo lo que he admitido hasta el presente como más
seguro y verdadero, lo He aprendido de los sentidos o por los sentidos, chora bien he
experimentado que tales sentidos me Engañaban…” Y ya no podemos confiar en ellos.

 Duda de las apariencias del mundo → cualidades secundarias, aquellas a las que tengo
acceso por los Sentidos calor, olor, sonido, sabor, textura. En relación 1 a 1 con los
sentidos.
 Ciencias que caen > empíricas (las que se apoyan en el registro del sentido).

Segundo argumento:
No distinción entre vigilia - sueño "recuerdo haber sido engañado mientras dormía, por lesiones
Semejantes. Y fijándome en este pensamiento, veo de un modo tan manifiesto que no hay indicios
Concluyentes ni señales que basten a distinguir con claridad el sueño de la vigilia..." sueño como
fuente de Engaño, Lo que acaece en los sueños no le resulta claro y distinto, recuerda haber sido
engañado mientras Dormía porque las cosas poseen la misma forma, la misma magnitud, cantidad
y se comportan de modo Análogo al modo en que las percibimos en la vigilia.

 Duda de la existencia del mundo -> cualidades primarias Aquellas a las que tengo acceso
por más de un Sentido. Posición, número, duración, forma, extensión (volumen).
 Ciencias que caen → ciencias teóricas, ciencia sintética (A posteriori, tengo que bajar al
mundo para Comprobarlas. No es necesario, se refieren al mundo. Ej. Algún soltero es
doctor. No es racional.)

"La física, la astronomía, la medicina, y todas las demás ciencias que dependen de la consideración
de cosas Compuestas, son muy dudosas e inciertas", de aquellas que dependen del contacto con
una realidad Empírica de la que no podemos estar para nada ciertos, son muy dudosas e inciertas.
Pero todavía Considera que la aritmética, la geometría, y demás ciencias puras, lógicas, contienen
aun algo cierto e Indudable, no requieren de verificación en los objetos exteriores al pensamiento,
las que no se ocupan de si Tales cosas existen o no en la naturaleza, pues duerma o esté despierto
2 más 3 siempre será 5, no le Parece posible que estas verdades puedan ser sospechosas de
falsedad.

Tercer argumento:
 Genio maligno, instancia de manipulación del contenido de mi mente "Podría ocurrir que
Dios haya Querido que me engañe cuantas veces sumo 2 más 3" pero se dice de él que es
la bondad suprema, Contrario a esa bondad seria que permita que me engañe alguna vez,
y lo ha permitido sin duda.

Preferir negar la existencia de Dios a creer que todas las demás cosas son inciertas
habiendo llegado al Estado y ser que poseía Descartes, será en cualquier caso cierto que
errar y equivocarse es una Imperfección, y cuanto menos poderoso sea el autor al que
atribuya su origen tanto más probable será Que sea imperfecto, que siempre se engañe.

De las opiniones a las que en otro tiempo había tenido como verdaderas, no hay una sola
cosa de la que ahora no pueda dudar porque quiere hallar algo constante seguro en las
ciencias (conocimiento verdadero).

Supone que hay un genio maligno (instancia de manipulación de contenido de mi mente


que me haga creer que algo es verdadero cuando no lo es, ej. La droga, una enfermedad
mental, un científico, vivir la certeza cuando no la hay), no menos engañador que
poderoso el cual lo ha engañado. La tierra, el aire, los colores las figuras, sonidos y demás
cosas del exterior, son ilusiones ensueños de los que él se sirve para engañarlo.

 Duda de las verdades analíticas 2. 3 son 5 ej. Ningún soltero es casado. A priori sé que es
verdadera antes de hacer una comprobación, es necesaria, no puede no ser verdadera. Es
racional, es verdadera por el modo en que se relacionan los términos en una oración, no
se refieren al mundo, no aportan nada al Son verdades de la lógica
 Ciencias que caen- ciencias analíticas, matemática, lógica.

En este punto o no hay verdades Indudables, o hay una verdad que no es analítica a la que aún no
incluyó, y que por lo tanto es una verdad que no puede ser manipulada por el genio maligno, Esa
verdad será el punto arquimédico

•SEGUNDA MEDITACION: De la naturaleza de la mente humano; y que es más fácil de


conocer que el cuerpo

Es decir, al problema de la buena constitución del entendimiento humano sin la cual estaríamos
hundidos en la oscuridad confusión

Dos caminos posibles Admitir que no hay nada cierto en el mundo, vía escéptica o apostar a
dar con evidencias de las cuales ya no es posible dudar, una verdad indudable. Decide por la
segunda alternativa, le provee de modelo de reconocimiento de lo verdadero → lo CLARO y
DISTINTO, se propone encontrar el punto arquimediano (punto de apoyo firme e inmóvil) capaz de
proporcionar certezas en el camino de la verdad que desea construir.

Supone que carece de sentidos, que cuerpo, figura, extensión, movimiento, lugar son ilusiones de
la mente que todo lo que ve es falso.
Un nuevo conjunto de preguntas activan esta fase, ¿por qué pienso esto, acaso hay algo más que
pensar, no será el propio el que plantea las cosas de este modo? ¿Soy yo algo, acaso? La duda ha
alcanzado la propia existencia del filósofo y supone la hipótesis del "genio maligno".

Ya está persuadido de que nada hay en el mundo, y se pregunta: "¿y no estoy asimismo
persuadido de que yo tampoco existo? Pues no, si yo estoy persuadido de algo, o meramente si
pienso algo, es porque yo soy".

Hay un engañador todopoderoso que lo engaña, "si me engaña, es que yo soy, y engáñame cuanto
quiera, nunca podrá hacer que no sea nada mientras esté pensando que soy algo". Concluye y da
como cosa cierta que la proposición "yo soy", "yo existo" es necesariamente verdadero cada vez
que la concibe. CERTEZA PRIMERA INDISCUTIBLE. Si se nos engaña cuando pensamos, ese engaño
nos permite saber que, al menos cuando pensamos, existimos. El pensamiento más firme y
evidente de todos, NO manipulable por el genio maligno. De aquí en más podrá construir su nueva
ciencia.

Examinará lo que creía ser, un cuerpo con un alma "Entiendo por cuerpo todo aquello que puede
estar delimitado por una figura, estar situado en un lugar y llenar un espacio...” pero "no hallo
ninguna cosa de la que pueda decir que está en mi" puesto que ahora supone la existencia de un
genio maligno y astuto que emplea sus fuerzas para engañarlo.

Pensando en los atributos del alma, 1. Nutrirme y 2. Andar, pero si no tengo cuerpo no puedo
andar ni nutrirme, 3. Sentir, pero no se puede sentir sin cuerpo. 4. Pensar "y aquí si hallo que el
pensamiento es un atributo que me pertenece, siendo el único que no puede separarse de mí. Yo
soy, yo existo, todo el tiempo que esté pensando. No soy más que una cosa que pienso, una
mente, un entendimiento o una razón..." Soy (definición del cogito) entonces una cosa sustancia
que piensa (inmaterial), ¿qué es una cosa que piensa? Una cosa que duda, que entiende, que
afirma, que niega, que quiere, que no quiere, que imagina y que siente.

{APUNTE DE LA CLASE) La conciencia es inmaterial y capta su propia existencia más allá del
contenido "verdad de continente". La verdad sobre mí no viene del mundo, viene de mí
mismo, por ello es una verdad indudable e inmanipulable La certeza se construye desde mí, yo
existo no sé más nada del mundo con certeza SOLIPSISMO.

No puede dejar de creer que las cosas corpóreas, lo percibido por los sentidos, son mejor conocida
que esa otra parte de él mismo (la cc, la naturaleza de la mente humana). Considera entonces
aquello que creemos comprender con mayor distinción los cuerpos que tocamos y vemos, un
cuerpo en particular.

Cita el ejemplo de la cera.

El pedazo de cera sacado de la colmena, no ha perdido la dulzura de la miel, conservaba el olor de


las flores, su color, su figura, su magnitud son perceptibles, es duro, frio manejable si lo golpeas
producirá un sonido. Se encuentra en el todas las cosas que permiten conocer distintamente un
cuerpo. Acercada al fuego, el olor se desvanece, el color textura cambian, la magnitud aumenta, se
hace líquido, se calienta, si se golpea no producirá sonido ¿Permanece la misma cera? ¿Qué es lo
que concebíamos con tanta distinción el pedazo de cera? Nada de lo que alcanzábamos por lo
sentidos, puesto que han cambiado todas las cosas que percibíamos, pero sigue siendo la misma
cera. La concibo como capaz de sufrir una infinidad de cambios y esta infinidad no puede ser
recorrida por la imaginación La concepción que tengo de la cera es por medio del entendimiento,
su percepción es una inspección de la mente

Tener la idea de lo que la cera es, la idea de sustancia, y que esta no viene del mundo porque en el
todo cambia, sino que está en mí. Conozco, percibo a través de la razón, del entendimiento.

Cita el ejemplo de los sombreros "y de este modo comprendo mediante la facultad de juzgar que
reside en mi mente lo que creía ver con los ojos"

"En efecto sabiendo yo ahora que los cuerpos no son propiamente concebidos sino por el solo
entendimiento, y no por la imaginación ni por los sentidos, y que no los conocemos por verlos o
tocarlos, sino solo porque los concebimos en el pensamiento, sé entonces con plena claridad que
nada me es más fácil de conocer que mi mente

Concebimos los cuerpos por el entendimiento y no por los sentidos o imaginación (no por la
experiencia), sino porque los concebimos (por medio del razonamiento)> nada más fácil que
conocerme a mí mismo. Conocer es ir en busca de una idea que ya estaba en mí

Le único indudable es lo que viene de mí mismo, la certeza se construye desde mi. La verdad del
Cogito (pienso) Es la posibilidad de crear y reconstruir la certeza del mundo → Modernidad.

TERCERA MEDITACION: De Dios; que existe.


La única verdad de la que dispone es que mientras piensa, se existe. Pero esos pensamientos
permanecen ensimismados y no encuentra modo alguno de salir del estado de solipsismo

Descartes entiende que la idea de Dios está en él, y se pregunta cómo puede ser. Analizando sus
pensamientos descubre que existe otro yo, que es una definición posible de Dios como lo otro.
Hay al menos una sustancia además de mi pensamiento, la sustancia divina. La idea de Dios seria
innata, y eso probaría la existencia de Dios.

Mostrar que Dios existe en términos de indudabilidad:

"así pues, sólo queda la idea de Dios, en la que debe considerarse si hay algo que no pueda
proceder de mí mismo. Por Dios entiendo una sustancia infinita, eterna, inmutable,
independiente, omnisciente, omnipotente, que me ha creado a mí mismo ya todas las demás
cosas que existe pues bien eso que entiendo por Dios es tan grande y eminente, que cuanto más
atentamente lo considero menos convencido estoy de que una idea así puedo proceder solo de
mí. Y por consiguiente hay que concluir necesariamente que Dios existe. Pues aunque yo tenga la
idea de substancia en virtud de ser yo una substancia, no podría tener la idea de una substancia
infinita, siendo yo finito, si o la hubiera puesto en mí una substancia que verdaderamente fuese
infinita"

"Por solo haberme creado, es de creer que Dios me ha producido en cierto modo a su imagen y
semejanza (en la cual se halla contenida la idea de Dios perfecto e infinito) mediante la misma
facultad por la que me percibo a mí mismo".

Un Dios que prueba su existencia exhibiendo su poder de causar en nosotros, sujetos finitos, un
pensamiento perfecto, una idea de infinitud que nosotros criaturas limitas e imperfectas no
podríamos haber creado jamás por nuestros propios medios. Si encontramos esa idea es porque
Dios la imprimió en nosotros.

"y toda la fuerza del argumento que he empleado para probar la existencia de Dios consiste en
que reconozco que sería imposible que mi naturaleza fuera tal cual es, o sea que o tuviese la idea
de Dios, si Dios no existiera realmente: ese mismo Dios cuya existencia está en mí que posee todas
esas perfecciones".

Con la idea de Dios cae la hipótesis del genio engañador y desaparecen los motivos para negar el
cuerpo y la realidad de las cosas. Lo cual limitaría la existencia y la perfección de Dios, el genio
maligno cumpliría con los malos designios de Dios. Al no poder existir el genio engañador recupera
la facultad de razonar lo que Descartes llama la razón natural o geométrica (la del método) como
facultad del conocimiento. Termina así el esfuerzo metafísico porque lo que sigue lo puede
deducir.

Cuarta Meditación: De lo verdadero y lo falso.


Habiendo demostrado la existencia de Dios, hemos apreciado también que nosotros somos
imperfectos, una imperfección que se demuestra a la hora de realizar juicios. No podemos saber si
algo es cierto o no; pero, si Dios es perfecto, el engaño y el fraude son imperfectos; lo que nos
lleva a pensar que no pueden proceder de Dios. Aunque nosotros, a través de la razón, podemos
distinguir entre lo verdadero y lo falso, también muchas veces hemos sido inducidos al error. Pues,
siendo producto de Dios como somos, ¿Cómo es posible que seamos imperfectos? Cuando
queremos distinguir entre lo verdadero y lo falso usamos el entendimiento y la voluntad. El
entendimiento nos permite captar nuestro entorno pero no afirma ni niega nada; por lo tanto el
error tiene que proceder de la voluntad; al ser más amplia, realiza juicios sobre cosas que no
conoce, llevándonos al error.

Para no caer en el error, debemos usar la razón antes que la voluntad. Dios nos proporcionó la
«herramienta» de la voluntad y nosotros le hemos dado un mal uso. Para realizar buenos juicios,
debemos ver si la idea viene de Dios y es clara y distinta —pues será verdadera—, y debemos
evitar ideas confusas, probablemente creadas por un genio maligno.
Meditación quinta:
Tema: De la esencia de las cosas materiales y otra vez la existencia de dios.

Texto: Buda y Descartes.

En esta meditación Descartes se refiere a la esencia de las cosas materiales y, otra vez a Dios y su
existencia. Cuando pensamos en las cosas, se nos aparecen distintamente cantidades, (longitudes
anchuras, profundidades) y partes que le atribuimos magnitudes figura, situaciones, movimientos
locales y duración. Si pensamos una figura geométrica el intelecto reconoce la necesidad de un
representación que no puede modificar o deformar voluntariamente en su cabeza Estas ideas
ofrecen una realidad propia que no dependen de la mente que las piensa. Y Aun así no legamos
mediante el intelecto a saber si estas existen realmente fuera de la propia mente que las piensa. *

La existencia de Dios deberá tener para mí el mismo grado de certeza, por lo menos, que hasta
hoy han tenido las verdades matemáticas. La idea de Dios se nos impone como verdad inmutable y
eterna al menos por tres razones:

 Solo en las ideas de Dios hacemos la experiencia de pensar en una esencia que implica
necesariamente su existencia
 No se puede pensar a Dios sino como un uno, eterno, inmutable
 Percibo muchas otras cosas de Dios que no puedo quitar o modificar en absoluto.

Esta meditación concluye que el sumo entonces: "Dios Existe" y está existencia permite en deducir
la idea de Dios es tan verdadera como las cosas que existen en el orden de la creación. Sin Dios no
habría ciencia verdadera, pero corresponde al pensador actuar de modo tal que la ciencia
admirable no se malogre.

Texto-Meditaciones acerca de la filosofía.

En esta meditación Descartes vuelve a demostrar la existencia de Dios a base de razonamientos


matemáticos e incluso vuelve a demostrar la esencia de las cosas materiales. Dice que nosotros
percibimos la esencia de unos objetos de tal manera que sin haber visto un paralelogramo
cuadrilátero cualquiera podemos tener una idea clara de tal figura. De la misma manera nosotros
tenemos una idea de la esencia de Dios la fe, y es una idea clara y distinta; además Dios es
perfecto y solo-una cosa puede-ser 100% perfecta existiendo No puede haber luz sin oscuridad
de-la misma manera que no puede haber la perfección y no-existir.

Meditación sexta: De la existencia de las cosas materiales, y de la distinción real entre el


alma y el cuerpo

¿Existe algo fuera del pensamiento?

Tema: existencia de las cosas materiales, y de la distinción real entre alma y el cuerpo.

Texto: Buda y Descartes.


La facultad de imaginar, que experimento cuando las cosas materiales parecen seguirse la
existencia de las cosas materiales mismas. Como si una cierta facultad cognitiva al cuerpo fuese
posible, en la medida que nuestra alma verifique la presencia del cuerpo en unión íntima con ella.
La imaginación es el producto de una tensión peculiar del alma que no se confunde con el
entendimiento ni lo afecta en su esencia, Se da como una inclinación hacia el cuerpo y como una
intuición en el cuerpo de algo que es conforme a una idea (entendida por la mente o percibida por
los sentidos).

En este tramo de la meditación, Descartes experimenta que ya no puede entenderse distintas y


completamente sin dar cuenta de dos facultades especiales del pensar, que son las de imaginar y
de sentir, refiriéndose a una sustancia corpórea, íntimamente ligada a esta. La imaginación es una
facultad activa que produce ideas a partir de la sustancia corpórea. Esta sustancia distinta, la
corpórea, existe como separada de mi (que soy cosa que piensa, sustancia pensante). La unión
entre sustancia afecta el ser del cogito: estoy en mi cuerpo como un marino en su nave, formando
una sola cosa con su cuerpo. La mezcla de cuerpo y mente surge como la sed, el hambre y el dolor.
Dios nos ha creado como un compuesto de cuerpo y mente, capaz de sentir (placer y dolor). El
cuerpo es divisible en partes, mientras que la mente no lo es. Las afecciones cerebrales sobre la
mente se llaman sensaciones.

La memoria nunca une los sueños con las restantes acciones de la vida, como ocurre cuando
estamos despiertos.

Texto-Meditaciones acerca de la filosofía.

Esta es la última meditación de Descartes en "Meditaciones Metafísicas". En esta última


meditación se une todo lo adquirido en las anteriores para definir finalmente el dualismo
cartesiano. Descartes piensa que el hombre a través de la "res extensa" (cuerpo) tiene
percepciones y sentimientos. La res cogitans (alma) piensa, reflexiona, razona, imagina… pero
necesita de un cuerpo para interactuar/unir el alma con el mundo exterior. Evidentemente será
también tarea del cuerpo toda decisión que afecte al cuerpo. No comemos ni bebemos por
voluntad, sino por necesidad; dicho de otra forma, las reacciones emocionales dependen del
cuerpo.

Según Descartes, el hombre es la unión de la "res cogitans", que concibe las propiedades primarias
de los objetos a través de la razón, y la "res extensa", que se encarga de las propiedades
sensoriales y emocionales para transmitirlas a la "res cogitans". Luego la pregunta que surge es:
¿podrían existir cuerpo y alma por separado? Según Descartes, si, podrían, pero no se da el caso.
Pero si tenemos en cuenta que ambos son ideas claras y distintas cabe pensar que si es posible.
Pero, ¿cómo sabemos que cuerpo y alma son sustancias distintas? Para empezar el cuerpo es un
mecanismo muy complejo que está adaptado a ciertas tareas y sin la "res cogitans" sólo es capaz
de sobrevivir. Por otro lado el espíritu es indivisible, uno y único. Si cortas los brazos a un hombre
el espíritu sigue siendo el mismo. Con esto vemos que cuerpo y alma son dos sustancias distintas
unidas para crear al hombre, pero existentes independientemente. Cuerpo y alma experimentan
un mutualismo donde el alma se encarga de reflexionar, pensar, y el cuerpo, puro mecanismo, de
unir el alma con el mundo.

Material Extenso “Res Extensa”

Inmaterial Pensante “Res Cogitans”

Locke: (Empirista)
-Critica a Descartes. Renuncia a la posibilidad de un conocimiento absoluto del mundo. Locke nos
va a recordar que no estamos solos en el mundo, y que nuestra estrategia más inteligente consiste
en que el empirismo insista en que nos olvidemos de una vez y para siempre de la captación
objetiva del mundo y que nos concentremos en una estrategia comparativa. Aquello que tengan
en común procederá con mayor probabilidad del mundo que de nosotros mismos.

Apuntes misceláneos sobre Locke, su teoría de las ideas y la distinción


entre cualidades primarias y secundarias.

En Locke, son dos los temas que nos van a interesar. Su teoría epistemológica, es decir, la teoría
del conocimiento de Locke; cómo Locke enfoca el conocimiento, que nos ayuda a terminar de
describir el problema del conocimiento, y a hacer un contraste con Descartes, y, por otro lado, el
tema de las cualidades primarias y secundarias con el enfoque particular que la de Locke. Esos son
los dos temas claves.

Locke no tiene preocupaciones metafísicas. Hay que dejar en claro que el enfoque es
completamente distinto del de Descartes. No le preocupa qué cosas hay en el mundo. A Descartes
le interesaba básicamente eso, conocer verdaderamente el mundo construir una metafísica. En
cambio en Locke opera algo mucho más pragmático. Es como si dijera: 'vamos a tomar como
punto de partida lo que somos'. ¿Y qué somos? Una máquina con unos sentidos, una mente con
un cuerpo. A Locke no le interesa saber qué es el mundo con independencia del conocimiento que
tenemos de él, lo que si le interesaba a Descartes. La de Locke es una Inquietud puramente
epistemológica, es decir, despojada de toda preocupación metafísica. Naturalismo relajado,
podríamos llamar hoy la posición de Locke. Ya veremos por qué. Aunque lo de relajado ya lo
entienden. Locke no está preocupado por la metafísica. El trabajo de Locke es el de contar un
cuento a partir de lo que somos. Un cuento sobre cómo funciona nuestra naturaleza. Describir
cómo conocemos, o cómo cree él que conocemos, sin preocuparnos por si existe o no el
conocimiento verdadero, último, indudable, fundamentado más allá de toda duda razonable, que
es lo que buscaba Descartes.

Locke va a defender una tesis básica: los límites del conocimiento son los límites de mi experiencia
con el mundo. La (tesis centra) del empirismo es ésa: los límites del conocimiento son los límites
de mi experiencia con el mundo. Es decir, no puedo conocer nada que no sea contenido de mi
experiencia (Opuesto a la 3ra meditación.). El contenido de mi experiencia es aquello que es
producto de mis relaciones causales con las cosas, de mi interacción con el mundo, diríamos.

Vamos a ver, a entender qué es experiencia para Locke. Descartes. Pensaba en una experiencia
intelectual, no es cierto? Había una experiencia de los sentidos, pero el peso estaba cargado en la
experiencia intelectual para Descartes.

Locke qué piensa? ¿Qué es la experiencia? Hay dos fuentes para la experiencia, dice Locke.

1. Una fuente va a ser la interacción, el intercambio causal con las cosas a través de los sentidos.
Eso lo entendemos todos.

2. Pero también está la reflexión, la interacción del intelecto consigo mismo, Es decir, cómo el
intelecto percibe su propia actividad. Eso, en qué les hace pensar? En el cogito, en la conciencia de
unas actividades mentales.

Volvamos a lo que se propone uno y otro. Ahí, ya vemos una diferencia decisiva con Descartes,
para quien había en mi intelecto ideas innatas que, conducido por la luz natural, aprehendo como
ideas claras y distintas, y que suponen una ontología en el mundo. Descartes quería conocer de un
modo profundo esa ontología -nosotros hablábamos del mobiliario del mundo-, y dios, siempre
que él se aplicara con método a descubrir las verdades necesarias, le garantizaba el encuentro con
el mundo, se acuerdan? Locke, en cambio, está proponiendo una idea mucho más modesta.

Yo quiero tratar, dice Locke, de entender el conocimiento tal y como nosotros lo construimos. Lo
que sea el mundo con independencia del conocimiento que tenemos de él, es especulación
metafísica, y a mí no me interesa. Eso le interesa a Descartes.

Ustedes dirán: pero ése es un conocimiento endeble, no es un conocimiento profundo, que, como
en Descartes, pueda ser modelado sobre la base de la certeza geométrica. 'No me importa', dice
Locke. Es el conocimiento que genuinamente construimos y disfrutamos. Y tan malo no debe ser,
porque de hecho hemos sobrevivido bastante tiempo. Hay una utilidad en ese conocimiento. Que,
desde luego, es precario, que está sometido a juicio, que es endeble, pero que tiene la fortaleza de
que en el día a día se corrobora, funciona, y de algún modo se justifica por esa aparente
corroboración. Es el conocimiento de la ciencia, se dan cuenta? [Podemos pensar en el ejemplo de
las epidemias / vacunas].

Locke tiene una metafísica? Uno podría pensar que no, que está menos Interesado en la
metafísica que en la epistemología, en entender cómo conocemos. Lo que hace es adscribir a las
teorías científicas de la época, a la teoría corpuscular de la materia. Lo que dice Locke es que, lo
que sea el mundo, lo debemos resolver apelando a la mejor teoría científica que tengamos en ese
momento. Podemos reflexionar sobre cómo nosotros, tal y como estamos hechos, conocemos el
mundo. Ahora, para saber cómo es el mundo con independencia de cómo lo conocemos,
recurramos a la teoría científica estándar de la época. Eso -esa posición filosófica- es lo que se
conoce hoy como naturalismo. Locke es, en ese sentido, naturalista.
Descartes se preguntaba qué es el entendimiento, cómo funciona. Locke, en cambio, da todo eso
por sentado. Estamos hechos como estamos hechos. Hay como un reconocimiento de nuestra
maquinaria. Entonces dice, bueno, construyamos a partir de ahí. Ahora bien, si eso que somos es
resultado de la evolución, o de un acto de la divinidad, no me interesa. Lo cierto es que nosotros,
los humanos, tenemos sentidos, que a través de ellos interactuamos causalmente con el mundo, y
yo me quiero concentrar en esa historia.

Descartes tenía la preocupación metafísica de contarnos cómo era el mundo con independencia
de cómo lo conocemos. Locke no: Descartes y Locke, parten, en definitiva, de presupuestos
distintos. Respecto del conocimiento del mundo, los sentidos no son necesarios, sino
completamente contingentes, accidentales. Podrían perfectamente ser de otra manera. Eso lo
sabemos de cuando hablábamos de Descartes, y nos preguntábamos qué quería decir que mesa
fuera marrón, o fuera suave. Entendíamos entonces que nuestros sentidos podrían haber sido
otros, que podríamos haber tenido más o menos. Invocábamos la posibilidad de que viniera un
extraterrestre, con sentidos perfectamente distintos a los nuestros, y que en ese caso, en
definitiva, se haría una representación mental de la mesa completamente distinta de la nuestra, y
que entonces no podíamos decir que la mesa fuera marrón, o suave.

Se acuerdan? Descartes quería, en definitiva, alcanzar un conocimiento más profundo, el que está
más allá de los sentidos.

Ahora, Locke nos cuenta una historia en la que esa contingencia de los sentidos nos da unos
productos, que son los conocimientos que tenemos sobre el mundo a partir de los sentidos. No
está queriendo saber qué es el mundo con independencia de cómo lo conocemos, que era el afán
metafísico de Descartes. Locke va a llamar conocimiento a ese producto que adquirimos a través
de los sentidos, y no a algo que está más allá. Por eso, dice: los límites del conocimiento son los
límites de nuestros sentidos, de mi experiencia con el mundo. Así tenemos que Interpretar la tesis
del empirismo. No hay conocimiento más allá de la experiencia.

El problema también está en cómo entendemos el término experiencia. Porque en Descartes, lo


dijimos, experiencia es básicamente experiencia del entendimiento, la luz natural de la razón,
donde los sentidos cumplen un rol secundario que consiste, en qué?, en poner al entendimiento
en una situación de confusión -habíamos hablado del rol perturbador de los sentidos- para que el
entendimiento comprenda que las ideas innatas están en él, y que ahí debe descubrirlas.

No es que Locke rechace el conocimiento geométrico, matemático. Locke lo acepta y considera


que ése es el conocimiento con mayor grado de certeza, como lo hace Descartes. Pero no modela
el conocimiento de los sentidos sobre ese conocimiento. Porque Descartes dice: éste es el
estándar, y vamos a aplicar este estándar a todo. Locke, en cambio, dice: ésta es una clase de
conocimiento. Luego lo otro es un conocimiento que nos lleva, no necesariamente a la certeza,
sino a la opinión. Pero la ciencia es como el reino de la opinión, y él tiene una idea de la opinión
racional. Tenemos opiniones, no tenemos verdades definitivas, pero funcionan. Nos ayudan a
manejarnos en el día a día. [Volver sobre el ejemplo de la vacuna: podría no haber gérmenes, pero
al final se acaba la peste].
Recordemos que a nosotros también nos interesan, nos deben interesar, estas tres preguntas que
hicimos la clase pasada: (1) qué clase de cosa es una mente? (2) qué características tiene? (3)
¿cómo encaja en el esquema general del mundo?

Acá en Locke hay una historia naturalista respecto de eso. Que se puede emparentar con cualquier
teoría evolucionista. La mente, para Locke, va a ser algo material, No va a haber, como en el caso
de Descartes, la división ontológica en dos sustancias: la extensa y la inextensa, la res extensa y la
res cogitans. Hay una sola clase de sustancia. Lo que si comparte con Descartes es que la mente
está clausurada sobre sí misma. Entonces, tiene el problema de la relación con el mundo. Otra vez.
Ya ahí es cartesiano, Locke.

Hagamos un esquema para entender a Locke. Acá tengo los sentidos. Locke dice que el
entendimiento, lo que él va a llamar la mente, o el entendimiento, es pasivo. Acá hay una
interacción causal con un objeto. El objeto tiene propiedades. Todavía no vamos a distinguir
propiedades primarias y secundarias. Propiedades y cualidades, las llama Locke, indistintamente.
Entonces qué pasa. Uno toca algo que es esférico. Entonces, la esfericidad, que es una propiedad
del objeto, forma una idea simple en tu mente. Una Idea simple de sensación. Los ladrillos básicos
de la teoría del conocimiento de Locke son las ideas simples, que pueden ser de sensación o de
reflexión. Sobre la base de ideas simples se forman Ideas complejas.

Entonces, una idea simple es un signo natural de su causa. Quiere decir, por ejemplo, que la
propiedad de la esfericidad, es decir, que la esfericidad misma se imprime directamente en la
mente. Entonces, una entre las propiedades del objeto y las ideas que se forman en la mente. Es
como si viniera la esfericidad directamente a imprimirse en la mente. La mente es, de acuerdo a la
famosa idea de Locke, una hoja en idea simple es un signo natural de su causa, no hay nada que
intermedie entre las propiedades del objeto y las ideas que se forman en la mente. Es como si
viniera la esfericidad directamente a imprimirse en la mente. La mente es, de acuerdo a la famosa
idea de Locke, una hoja en blanco.

Uno tiene que imaginar esa situación hipotética, imaginar que es una hoja en blanco, que tiene
autoconciencia, pero que no conoce el mundo, que tiene los sentidos para conocer el mundo, y
comienza entonces a ver, a tocar cosas, a oler, a gustar. A través de esas interacciones causales
con el mundo, se forman ideas simples de sensación. Y como la propiedad causa la Idea, la idea es
un signo natural de su causa.

¿Qué tiene que ocurrir para que efectivamente una idea sea un signo natural de su causa? El
sujeto tiene que estar, digamos, bien posicionado respecto del objeto, tienen que satisfacerse
condiciones de aplicación de los sentidos. Que son condiciones de contexto, Dadas esas
condiciones, y dadas las condiciones de que el hardware funciona bien, entonces, qué se produce?
Se imprimen ideas simples de sensación en el entendimiento, que tienen que ver con las
propiedades de los objetos. Si los sentidos te funcionan bien, si estás correctamente ubicado
frente al objeto -es decir, hay que suponer condiciones normales de percepción, en el sentido
genérico, de aplicación de todos los sentidos-, entonces las propiedades del objeto se imprimen
directamente en el entendimiento, o la mente, que es lo mismo.
Dice Locke -y esta es una frase que tenemos que trabajar, y que quiero que les quede clara-: el
entendimiento no puede ni destruir ni crear una idea simple. Eso es lo que garantiza este/realismo
directo. Sólo puede acogerla, recibirla. Esto es importante para la tradición filosófica porque
después Kant va a atacar esta idea. Kant va a decir, todo proviene de los sentidos, menos el
entendimiento. Es decir, dota al entendimiento de una actividad de la que Locke no lo dota.
Porque si vos queréis sostener un realismo directo, necesitas que el entendimiento sea pasivo,
porque si el entendimiento es activo, una Idea no puede ser el signo natural de su causa, En ese
sentido es una hoja en blanco, en ese sentido es pasivo. Si no fuera pasivo, podría pasar esto:
dibujo de las líneas tachadas.

Tenemos que trabajar un conjunto de metáforas para que ustedes no le den al entendimiento un
rol activo. Si me dicen que el entendimiento forma una idea: error. Fíjense que la idea, para Locke,
viene de afuera hacia adentro, y se imprime en un intelecto pasivo. Mientras que en Descartes
venía de adentro hacia fuera, la idea está en ml y Dios me garantiza el encuentro con el mundo
que está fuera. Además, en Descartes el entendimiento es activo porque los sentidos son los que,
con la confusión, mueven a que la luz natural ilumine. Entonces, ahí tenemos un primer contraste
entre Descartes y Locke. En un intelecto tengo actividad, en el otro pasividad. Porque en
Descartes, si hay un realismo, es el realismo de las ideas. En Locke no, no hay realismo de las ideas.

Entonces, tenemos ideas simples, que son de sensación y de reflexión. Típica pregunta de parcial:
¿por qué el entendimiento no puede destruir ni producir una idea simple? Es un punto
importante. Les cito la cita de Locke y les pido que me den un argumento lockiano. La respuesta
es: porque el entendimiento es pasivo, sino no podría jugar el rol epistémico que Locke le
atribuye. Si el entendimiento fuese activo no podría jugar el rol epistémico que Locke le atribuye.
Debe ser pasivo -y eso quiere decir que las ideas no pueden destruirse ni crearse- para que la
experiencia tenga el papel de fundamentar nuestro conocimiento del mundo. La experiencia es el
origen y el fundamento de nuestro conocimiento. Una pregunta linda para comparar con
Descartes.

El problema de la identidad:
¿Qué soy? ¿Qué puedo decir que soy?

Cuando yo digo que soy alguien, que soy uno, que soy yo, lo que estoy diciendo es que hay en mí
un elemento que permanece siempre igual a sí mismo, a través de los cambios. El “yo” es lo que
permanece siempre igual, que no cambia. Ahora, digamos que los cambios son accidentes que le
ocurren a la sustancia, que sería yo.

Sustancia es lo que subyace, lo que está por debajo, soportando los cambios, pero sin cambiar.
Aquello que no cambia (Acodarte del ejemplo del árbol) es la sustancia. Es algo propio, si en un
caso no tuviéramos sustancia, esos cambios, accidentes, entonces nos formarían otro. Seriamos
otro a cada momento que aquellos accidentes sucedan.

Ahora, a mí también me ocurren cambios y eso dicho tiene sentido porque debe haber en mí algo
que no cambia: mi identidad. Aquello que en mí permanece idéntico a sí mismo (a mí mismo), sin
cambiar. Eso que soy yo.

Pero es allí donde comienza el problema: ¿Y cuál es esa identidad mía? ¿Qué es lo que en mí
permanece siempre igual a sí (mí) mismo?

Nosotros siempre nos referimos como “nosotros”, como “yo”, como si tuviéramos una identidad
personal. Al referirnos como “yo” cuando hablamos de experiencias, al atravesarlas es porque
tenemos una identidad. Pero, ¿Cuál es esa identidad? ¿En qué consiste? Ahí es cuando no
sabemos que decir.

Esa identidad personal, esa sustancia nuestra, puede ser material o inmaterial. No hay más
posibilidades. Si decidimos decir que esa sustancia es material, y que entonces tiene sentido decir
que somos nosotros quienes pasan por experiencias, situaciones y etc., porque todo eso lo hice
con este mismo cuerpo que tengo ahora. Puedo pensar que mi cuerpo es siempre el mismo, y que
aunque me amputaran una mano, por ejemplo, yo seguiría siendo el mismo, o mejor, mi cuerpo
seguiría siendo el mismo, a menos de una mano. Pero, si nuestro cuerpo está en constantes
cambios, se renuevan las células cada 7 años, entonces no hay un mismo yo del que nací. Eso
quiere decir que si nuestra identidad es material, entonces, la perdí tiempo atrás, entonces se
puede decir que es a “mi” a quien le pasan cosas, no hay más un “yo”.

¿Qué hago entonces? Lo que hago es decir que en realidad no soy sólo un cuerpo. Que en mí hay
algo más: una mente, un alma, un espíritu y que es ahí donde está mi identidad. Así, parece que
resolví el problema a través de lo que en filosofía se llama un dualismo. Como no encontraba
sentido a que el cuerpo fuera material porque perdía identidad, invento otra cosa, cuya
característica consiste en ser inmaterial para tratar de resolver el problema original. Pero, ahora
ese dualismo que use para resolver el problema, me trae aún más problemas.

El dualismo es una solución típica del pensamiento filosófico, y que soluciona nada, que lo único
que hace es traer toda una nueva serie de problemas.

Por ejemplo: Ahora para sostener la identidad inventé el alma, pero, ¿qué es el alma? ¿Cómo es
que no está sujeta a cambios? ¿No envejece? ¿Es inmortal? ¿Cómo ha llegado a mi cuerpo?
Etcétera. Nuevas dudas + problemas.
En conclusión, el problema del conocimiento consiste en entender que yo actúo como si
tuviera una identidad pero que no sé identificar esa identidad. No sé decir en qué consiste. Si es
material, la pierdo. Y si es inmaterial, no sé precisar en qué consiste.

El problema de la libertad
¿Soy libre? ¿Soy libre o no lo soy?

Que es lo que pensamos cuando hablamos de ser libres: que hay algo así como una autonomía de
la voluntad en mis decisiones, que puedo elegir hacer esto o aquello, dentro de ciertas
limitaciones. Pero, ¿Qué quiere decir, no ser libre?

En la filosofía aquella pregunta se plantea así: ¿Soy libre o estoy determinado? ¿Mis actos son
libres o están determinados? ¿Qué quiere decir que mis actos están determinados?

Para responder la última pregunta, quiere decir que de alguna forma los actos que ejecuto ya
estaban previstos, que ya eran conocidos y que nunca podrían haber sido otros. Que contenían en
sí mismos una absoluta fatalidad, que no podían ser distintos.

Ahora, aclaración: Cuando hablamos de determinación no estamos hablando de


condicionamiento. No queremos decir que nuestros actos están condicionados por la sociedad, o
la cultura, por ejemplo. Sino una falta absoluta de libertad, eso es determinismo. Pero si hablamos
de libertad, nos referimos a la libertad de elección, si podemos hacer algo o no.

Cuando decimos que estamos determinados, lo que queremos decir es que algún determinismo
nos alcanza. ¿Y qué sería un determinismo? Algún tipo de mecanismo por el cual las cosas, mis
actos, por ejemplo, no podrían no ser lo que son. No podrían ser otros. Un mecanismo que
aniquila la libertad.

Entonces, reformulemos la pregunta: ¿Soy libre o estoy determinado, en el sentido de que existe
algún determinismo que me alcanza?

TRES EJEMPLOS DE DETERMINISMOS:


Mecanicismo laplaciano: Es un argumento que se le ocurrió al Marqués de Laplace, un físico
y astrónomo francés del siglo XVIII. Gracias a que Newton encontró una expresión para la fuerza
que operaba entre los cuerpos celestes, fue posible predecir absolutamente los movimientos de
los cuerpos celestes. Los movimientos de todos esos cuerpos podían ser predichos por la mecánica
newtoniana, es decir, no había nada en el sistema solar que no fuera predecible: todos los
movimientos estaban determinados.

La astronomía se convirtió entonces en una disciplina matemática. Los astrónomos calcularon las
trayectorias, hacia el pasado y el futuro, de todos los cuerpos celestes y eso les permitió, por
ejemplo, predecir con exactitud cualquier evento natural que ocurriera en el cielo, como los
eclipses.

El marqués de Laplace juntó esa idea con otra: la de que la materia está compuesta por átomos. Y
entonces se dijo: si nosotros somos seres materiales, estamos compuestos por átomos. Para
simplificar el argumento, siguiendo una receta equivalente a la de Newton, uno podría, en
principio, considerar los átomos de nuestro cuerpo como formando sistemas solares, y podría, en
consecuencia, calcular las órbitas, esto es, las ecuaciones de movimiento de todos esos átomos.
Estamos hablando de la mera posibilidad. Pero lo cierto es que si el marqués tiene razón, si su
argumento se sostiene, cada uno de nuestros actos podría, en principio, ser previsto. Estaríamos
alcanzados por un terrible determinismo material. Soy algo así como una marioneta del
mecanicismo laplaciano.

Conocimiento Divino: El segundo ejemplo es más simple y no menos contundente.


Supongamos que dios existe y que es omnisciente. Entonces, dios sabe todo. En particular, sabe
todo lo que me ha pasado y todo lo que me va a pasar. Y entonces aparece la pregunta: si dios
sabe todo lo que me va a pasar, ¿cómo podría pasarme algo diferente a lo que él sabe que me va a
pasar? Respuesta: no podría pasarme nada distinto. Luego, yo creo que actúo libremente pero, en
realidad, lo que hago es cumplir con ese plan divino que dios ha escrito para mí, y que él ya
conoce. Pero, hay un modo de imaginar una salida: si dios no existiera, o si dios no fuera
omnisciente, entonces yo no estaría determinado por su conocimiento. Pero si dios efectivamente
existe, y es, como lo imaginamos, omnisciente, entonces habría un segundo determinismo que me
determina: el conocimiento divino.

Ahora fue allí cuando los teólogos, para escapar de aquel determinismo y conciliar al sistema de
castigos y recompensas (Si yo estoy determinado, entonces lo que hago no es mi responsabilidad,
por ende no tengo la culpa, y no tiene sentido que se me condene o absuelva) ellos, inventaron lo
que llaman el libre albedrio. Dicen los teólogos que, dios es omnisciente, pero que a cada
momento me deja decidir libremente. Pero al preguntarles a los teólogos cómo puede ser que yo
elija libremente si dios, al mismo tiempo, ya sabía qué iba a elegir, ellos responden que es una
cuestión de fe.

Ignorancia del determinismo:


Tercer ejemplo, es formulado por un filósofo austriaco, Wittgenstein.

El sale un día de su casa y ve una hoja de árbol, seca, que se ha desprendido y está siendo
arrastrada por el viento. Una hoja que vuela, que se mueve llevada por el viento del otoño. Al
verla, Wittgenstein se hace una pregunta, propia de un filósofo: si esa hoja tuviera conciencia,
¿cuál sería la condición de posibilidad de la creencia de la hoja en su propia libertad?

Básicamente la pregunta es qué es lo mínimo que debería ocurrir para que esa hoja, si fuera
conciente, se creyera libre. Wittgenstein se responde: lo mínimo que debería pasar para que la
hoja creyera que se mueve libremente, aun cuando sus movimientos están determinados por el
viento, es que desconociera la existencia del viento. Que ignorara que el viento existe. Creería que
al subir, sube porque quiere, y que al bajar, baja porque quiere. Que subir y bajar son actos
voluntarios de su libertad.

¿Pero qué pasa si se revierte ese argumento a uno mismo?

Nos encontramos en la misma situación. Yo me creo libre, pero al creerme puede ser que ignore
que realmente no soy libre, que desconozco las circunstancias que me determinan.

¿Qué enseña el ejemplo de Wittgenstein? Que nuestra creencia en nuestra libertad no implica que
seamos libres, puede querer decir que, simplemente, ignoramos cuáles son las circunstancias que
nos determinan, cuál es el determinismo que nos alcanza.

El problema del origen de la normatividad:

¿Por qué suelo decir de las acciones de los demás, y de las mías, que estuvieron bien, o que
estuvieron mal? ¿Por qué no me dejo vivir, simplemente, como cualquier animal? ¿Por qué
nosotros no? ¿De dónde procede esa tendencia connatural nuestra a valorar los actos propios y
los de los demás?

En este caso nos preguntamos cuál es el origen de mi voluntad de normar, de valorar. Un perro no
dice de otro perro si en determinada circunstancia estuvo bien o estuvo mal. Simplemente hace y
deja hacer.

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