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Černý Jiří Historia de La Lingüística Universidad de Extremadura 1998 Introducción

Este documento presenta un resumen del libro "Historia de la Lingüística" de Jirí Cerny. El libro traza la evolución de la lingüística como disciplina académica desde la antigüedad hasta el siglo XX, dividiendo la historia en varios períodos clave e identificando a los pensadores y teorías más influyentes en cada época.
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Černý Jiří Historia de La Lingüística Universidad de Extremadura 1998 Introducción

Este documento presenta un resumen del libro "Historia de la Lingüística" de Jirí Cerny. El libro traza la evolución de la lingüística como disciplina académica desde la antigüedad hasta el siglo XX, dividiendo la historia en varios períodos clave e identificando a los pensadores y teorías más influyentes en cada época.
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HISTORIA

DE LA LINGÜISTICA
JIkÍ CERNÝ
ISBN 84-7723-334
UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA

JIkí CERNÝ

HISTORIA DE LA LINGÜÍSTICA

UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA

1998

Cerny, Jirí

Historia de la lingüística / Jirí Cerny. -- Cáceres : Universidad de Extremadura, 1998


536 p.
ISBN 84-7723-336-5
1 Lingüística-Historia.I.Universidad de Extremadura. Servicio de Publicaciones, ed.II.Título
81(091)
U.N.A.M.
BIBLIOTECA
STEPHEN

Título de la versión original checa: Dãjiny lingvistiky, Editorial Votobia, Olomouc 1996
© 1996, Jifí Cerný
© 1996, Votobia, Olomouc, República Checa
Diseño de Cubierta: J. Vaclová. Cedida por Editorial Votobia.

Versión española, traducida por el autor:


© 1998, Jifí cemý
© 1998, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura.

Edita: Universidad de Extremadura. Servicio de Publicaciones. Cáceres.


ISBN: 84-7723-336-5
Depósito Legal: M-35.654-1998

Imprime: Pedro Cid, S.A.


Carlos Martín Álvarez, 21
JIkí CERNÝ

Historia de la Lingüística
CONTENIDO

PREFACIO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA


13
INTRODUCCIÓN: LENGUA, LINGÜÍSTICA E HISTORIA DE LA LINGÜÍSTICA
15
1. La lingüística y el objeto de su estudio 17
2. El lenguaje y sus rasgos principales 18
3. La comunicación en los animales 19
4. Las llamadas lenguas primitivas 22
5. El lenguaje de los niños 27
6. Lenguas naturales y artificiales 29
7. Teorías sobre el origen de la lengua 32
8. Evolución lingüística 36
9. El origen y la evolución de la escritura 37
10. La historia de la lingüística y su periodización 41
11. Historiografía 42
lingüística

CAPÍTULO I : PERÍODO
PREHISTÓRICO
45
1. Rasgos
fundamentales

47
2. Mesopotamia 48

3. Egipto 50
4. China .... 51
5. Creta 53
6. Arabia, Fenicia y 54
Judea

CAPÍTULO 2:
ANTIGÜEDAD
59
1. Rasgos
fundamentales

61
2. India 61

3. Grecia
7. América precolombina 56

4. Roma 68
[7]
CONTENIDO

CAPÍTULO 3: DESDE LA EDAD MEDIA HASTA EL SIGLO XVIII


71
1. Comienzos de la Edad Media y la evolución de la escritura 73
2. La escolástica y la gramática latina 76
3. Gramática especulativa y la disputa sobre los universales 77
4. La Edad Media y las llamadas lenguas vulgares 78
5. Humanismo y Renacimiento 80
6. Concepciones lingüísticas en el siglo XVII 83
7. La Ilustración y la lingüística del siglo XVIII 87
8. La importancia de la llamada lingüística precientífica 89
CAPÍTULO 4: GRAMÁTICA COMPARADA E HISTÓRICA DEL SIGLO
91
1. Rasgos fundamentales 93

2. El «descubrimiento» del sánscrito 93


3. Los fundadores de la gramática comparada e histórica 95
4. Wilhelm von Humboldt 99

5. El desarrollo de la gramática comparada e histórica 101

6. August Schleicher .. 102

7. El desarrollo de la fonética experimental 104


8. Los neogramáticos 107

9. La importancia de la gramática comparada e histórica 111


CAPÍTULO 5: NUEVAS TEORÍAS EN LOS FINES DEL SIGLO Y COMIENZOS DEL SIGLO XX 113
1. Origen y rasgos característicos de las nuevas teorías 115
2. Geografía lingüística y dialectología 116
3. La escuela psicológica y sociológica francesa. 121
4. Hugo Schuchardt y la escuela de «palabras y cosas» 123

5. El idealismo estético de Vossler ..

6. Neolingüística .. 126
7. La escuela lingüística de Kazan ..... .. . 128
8. Filip F. Fortunatov y la escuela de Moscú 129
9. Un «americano solitario»: W. D. Whitney 130
CAPÍTULO 6: FERDINAND DE SAUSSURE Y EL ORIGEN DE LA LINGÜÍSTICA ESTRUCTURAL 133
1. Orígenes de la lingüística estructural 135
2. La vida y obra de Ferdinand de Saussure 137
3. El «Curso de lingüística general» 139
4. Sincronía y diacronía 140
5. «Langue» y «parole» 142
6. La lengua como sistema . 144
7. La semiología y el carácter social de la lengua . 146
8. La teoría del signo lingüístico 146

9. La influencia de Saussure sobre la lingüística y sobre otras ciencias sociales


151
CAPÍTULO 7: LA ESCUELA DE PRAGA Y LA LINGÜÍSTICA FUNCIONAL 153 1. Origen y
rasgos característicos de la escuela de Praga 155

2. Vilém Mathesius 156


3. Las «Tesis» del Círculo lingüístico de Praga 157
4. Período clásico 158
5. Orígenes de la fonología 161
6. La morfología y la teoría de las oposiciones privativas 163
7. Perspectiva funcional de la oración. 166
8. La segunda guerra mundial y el período siguiente 168
9. Situación actual 169
10. La influencia de la escuela de Praga sobre la lingüística moderna 170
CAPÍTULO 8: LA ESCUELA DE COPENHAGUE Y LA GLOSEMÁTICA 173

1. Orígenes de la escuela de Copenhague 175


2. Louis Hjelmslev, fundador de la glosemática 176
3. Los «Prolegómenos» y los principios de la nueva teoría 177
4. Relaciones y funciones 179
5. Sistema y proceso 180
6. Nueva teoría del signo lingüístico 181
7. La «conmutación» y otros cambios 184

8. Posición de la glosemática en la lingüística de hoy 185

CAPfrULO 9: OTRAS ESCUELAS ESTRUCTURALES DE EUROPA


187 1. El desarrollo de la lingüística estructural en Europa
189
2. J. Kuryžowicz y la lingüística polaca 190
3. G. Guillaume y su escuela 192
4. A. Martinet y la lingüística funcional 195
5. La lingüística soviética y el estructuralismo 199
6. M. A. K. Halliday y la escuela británica 203
10 CONTENIDO

7. Situación actual en Europa 205


CAPÍTULO 10: LINGÜÍSTICA DESCRIPTIVA (VARIANTE AMERICANA DEL ESTRUCTURALISMO) 209

1. Rasgos característicos del estructuralismo americano 211


2. Edward Sapir y la orientación antropológica 213
3. L. Bloomfield: fundador del descriptivismo215

4. Desarrollo del descriptivismo en los años 40 y 50 217


5. Teoría de constituyentes inmediatos 220
6. El distribucionalismo de Harris. 222
7. Pike y su tagmémica 225
8. La importancia del estructuralismo americano 227

CAPÍTULO 11 : GRAMÁTICA GENERATIVA Y TRANSFORMACIONAL ..229

2. Primer período: «Estructuras sintácticas» .... 232


234
236
237
3. Proposiciones nucleares y transformaciones
238
240
242
4. Segundo período: inclusión del componente semántico
249

5. Las estructuras profunda y superficial

6. Nueva concepción del componente sintáctico ..... ..... ..... ..

7. Competencia y actuación

8. Situación actual y perspectivas de la gramática generativa y transformacional ....


CAPÍTULO 12: LINGÜÍSTICA ESTRATIFICACIONAL .
1. Noam Chomsky y dos variantes de la gramática generativa 231
1. Origen y desarrollo de la teoría estratificacional251
2. Elementos fundamentales de nueva teoría 252
253
255
257
3. Descripción de los planos lingüísticos
260

261

4. El método de notación gráfica 263


263
265
268
5. Ejemplos de notación gráfica ..... ..... .... 271
276
282
6. Ventajas y defectos de la teoría estratificacional 284
286

293
295
CAPÍTULO 13: LINGtjísT1cA CUANTITATIVA Y TEORÍA DE NFORMACIÓN .....
296
1. Lingüística y matemáticas .
2. Comienzos de lingüística cuantitativa y el concepto de frecuencia .
3. El «proceso de Markov» y la teoría de probabilidad

4. Las leyes de Zipf

5. Diccionarios de frecuencia

6. Ejemplos de relaciones cuantitativas en la lengua

7. Glotocronología

8. Orígenes y nociones básicas de la teoría de información


12 CONTENIDO

9. Entropia, redundancia, bit y «rumor» ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ...

CAPÍTULO 14: LNGÜÍSTICAALGEBRAICA Y LÓGICA FORMAL .. .

l . Origen y contenido de la lingüística algebraica ..... ..... ..... ..... ..... ..... ...............
2. Lógica formal moderna
3. Modelos matemáticos y la
lingüística . 298
4. La gramática categorial de Bar-Hillel301
5. Teoría de los modelos analíticos 305
311
315

6. La gramática de dependencia y la teoría de los gráficos 317


319
320
7. La importancia de la lingüística matemática

CAPfrULO 15: LNGÜÍSTICA COÌOUTACIONAL Y CIBERNÉTICA

1. Origen y posición de la lingüística computacional ..... ..... ..... ....

2. Elaboración automática de informaciones y los lenguajes informativos ......


3. Los lectores de fichas perforadas en la lingüística 322
4. Cibernética y lingüística 322
5. Ordenadores y lingüística 324
6. Sistema binario 326
7. Algoritmos y lenguajes de programación 329
8. Traducción automática 331
9. Perspectivas de la lingüística computacional 337
CAPÍTULO 16: FONÉTICA EXPERIMENTAL MODERNA 339
1. Fonética articulatoria y auditiva del siglo xx 341
2. Fundamentos de fonética acústica 344
3. Métodos electroacústicos y los sintetizadores 345
4. Sonógrafo y sonogramas 347
5. Análisis espectral de las vocales y los llamados formantes 350
6. Análisis espectral de las consonantes 356
7. Ejemplo de fonograma y su interpretación 359
8. Fonética checa y la española en el siglo xx 360
CAPÍTULO 17: PSICOLINGÜÍSTICA Y NEUROLINGÜÍSTICA 363
l. Psicología y lingüística 365
2. Origen y desarrollo de la psicolingüística 368
3. Los límites de la psicolingüística 370
4. El lenguaje de los niños 373
5. La adquisición de la lengua y el bilingüismo 376
6. La teoría de los «speech acts» y la pragmalingüística 378
7. Origen y desarrollQ de la neurolingüística 384
8. Afasias y su clasificación 387
9. Lingüística del texto 392
10. Ciencia cognitiva y la lingüística 396
11. Tipos y estructura de la memoria 400
CAPÍTULO 18: SOCIOLINGÜÍSTICA Y ETNOLINGÜÍSTICA 407
409
1. Sociología y lingüística .
JINÍ CERNÝ 11

7. Origen y desarrollo de la etnolingüística 422


8. La hipótesis de Sapir y Whorf ..... .. 423

9. Política lingüística ..... ..... ..... 426

2. El desarrollo y los límites de la sociolingüística 410


3. La estructura de la sociedad y las lenguas 412

4. Bilingüismo, diglosia y las llamadas lenguas «pidgin» 415


5. Métodos sociolingüísticos . 417
6. Anatomía de los cambios lingüísticos en W. Labov 420
14 CONTENIDO

CAPÍTULO 19: SEMÁNTICA, SEMIÓTICA Y SEMIOLOGÍA


431
1. Origen y desarrollo de la semiótica 433
2. ¿Semiótica, semiología o semántica? 435
3. El significado del «significado» 437
4. Rasgos semióticos del signo 438
5. Nociones básicas y tipología del signo 440
6. Desde la semántica tradicional hacia la de proposición y texto 443
7. La semántica behaviorista, lógica y generativa 446
8. Semántica estructural y la «teoría del campo» 448
9. Tipos de semiótica y las metalenguas 451
IO. Métodos semióticos 453

l l. Semiótica aplicada 455

CAPÍTULO 20: FILOSOFÍA DE LENGUAJE


461
l. Filosofía y lingüística 463
2. Filosofía de lenguaje y sus límites 465
3. Lengua y pensamiento 466
4. De Humboldt hacia el neohumboldtismo .... 468
5. Antropología lingüística y la llamada semántica general 470
6. Desde las expresiones poco nítidas hacia el racismo 472
7. Ludwig Wittgenstein y neopositivismo 474
8. Estructuralismo como corriente filosófica ... 476
9. Ideología en la lingüística 481
EPÍLOGO: CRISIS ACTUAL DE LA LINGÜÍSTICA 485
BIBLIOGRAFÍA
489
LISTA DE 501
ILUSTRACIONES ..... ..... ..... ..... ..... ............................
LISTA DE AUTORES
505
INDICEANALÍTICO ..... ..... ..... ...
513
PREFACIO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA

Esta es la versión española del original checo publicado hace dos años. Lo cierto es
que el lector español, a diferencia del checo, desde hace algún tiempo ya dispone de
varias «Historias de la Lingüística», algunas de ellas incluso en versión española. A pesar
de ello, creemos que puede encontrar en el presente volumen informaciones interesantes
para quien se dedica al estudio de cualquier lengua o de cualquier disciplina lingüística.
Primero, porque la complicada y emocionante evolución de las opiniones relativas a la
lengua —un fenómeno tan corriente por una parte y tan complejo por otra— se presta
indudablemente a interpretaciones muy variadas. Y segundo, porque nuestra «Historia»
difiere de las demás concretamente en dos puntos importantes:
1. Al lado de la lingüística occidental, dedica una atención considerable también a
los destinos de esta disciplina en la Europa Central y del Este.
2. La mayoría de las obras en cuestión termina sus exposiciones en los años sesenta,
mientras que nosotros hemos dedicado una atención especial a la segunda mitad del siglo
xx; la mitad del libro —los capítulos 11-20— trata de las corrientes relativamente nuevas
que tantos cambios han aportado después de la Segunda Gran Guerra y tantas
concepciones nuevas siguen aportando hasta nuestros días.
A los capítulos que tratan de la historia de la lingüística propiamente dicha les hemos
antepuesto uno dedicado a temas generales, tales como son la clasificación de las
disciplinas lingüísticas, los rasgos y las funciones principales del lenguaje, la
comunicación en los animales, las llamadas lenguas primitivas, el origen de la lengua y el
de la escritura, las lenguas naturales y las artificiales, etc., todo esto para facilitar a los
principiantes la lectura de los capítulos siguientes, en donde dichos temas generales ya no
se repiten.
La obra está destinada a los estudiantes de las distintas Filologías y su objetivo
principal consiste en caracterizar clararamente las escuelas, corrientes y tendencias que
han tenido lugar en la evolución de la lingüística, así como buscar sus
interdependencias.
Estoy agradecido a mis amigos y colegas españoles que han juzgado útil publicar
esta versión española. Son ante todo Hernán Urrutia Cárdenas, de la Universidad de
Deusto, quien ha sido el primero en manifestar su interés, José Polo, de la Universidad
Autónoma de Madrid, quien ha organizado la edición, así como José Manuel González
[13]
16

PREFACIO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA

Calvo, Director de los Servicios de Publicaciones de la Universidad de Extremadura,


quien ha realizado la publicación.
Traducir una obra a una lengua que no sea la materna es una tarea bastante difícil —
por más que se quiera la lengua y los pueblos respectivos—, por tanto quisiera expresar
mi agradecimiento especial a Félix Córdoba Rodríguez, jóven lingüista de la Universidad
de Granada quien trabaja desde hace tres años en mi Departamento y ha tenido la
amabilidad y la paciencia suficiente como para leer todo el texto y corregir mis numerosos
errores. Si han quedado algunos, desde luego, la culpa es mía.
Olomouc, 6 de marzo de 1998
El autor
INTRODUCCIÓN

LENGUA, LINGÜÍSTICA E
HISTORIA DE LA LINGÜÍSTICA

1. La lingüística y el objeto de su estudio


2. El lenguaje y sus rasgos principales
3. La comunicación en los animales
4. Las llamadas lenguas primitivas
5. El lenguaje de los niños
6. Lenguas naturales y artificiales
7. Teorías sobre el origen de la lengua
8. Evolución lingüística
9. El origen y la evolución de la escritura
10. La historia de la lingüística y su periodización
11. Historiografía lingüística
0.1. La lingüística y el objeto de su estudio

La definición de la lingüística es sencilla: es la ciencia que se dedica al estudio de


las lenguas. Sin embargo, en vista de que existe una cantidad considerable de lenguas
(entre tres y siete mil, aproximadamente), y como la lengua es un fenómeno
sumamente complejo, la lingüística suele dividirse en un número considerable de
subdisciplinas según qué lenguas o qué partes de la lengua constituyen el objeto de su
estudio.
Siguiendo el primer criterio, se distinguen, p. ej., los estudios hispánicos (filología
española), los portugueses (filología portuguesa o lusitanista), los ingleses (filología
inglesa), etc., eventualmente los románicos (filología románica o de las lenguas
neolatinas), los eslavos (filología eslava o eslavística), o también los estudios
indoeuropeos, los orientales, etc. Estas diciplinas estudian o una lengua, o un grupo de
lenguas que pertenecen a la misma familia, eventualmente al mismo territorio (estudios
balcánicos, p. ej.), etc. Con frecuencia, sin embargo, incluyen también estudios no
lingüísticos, tales como literarios, etnográficos, etcétera.
De acuerdo con el segundo criterio, la lingüística suele dividirse en fonética y
fonología (que se ocupan de la parte fónica, de los sonidos), gramática (donde la
morfología estudia las formas de las palabras y la sintaxis la estructura de la oración),
lexicología y lexicografía (estudian el vocabulario de una lengua), semántica (el
significado), dialectología (la diversificación geográfica o estratificación social),
estilística (el estilo de los textos escritos, eventualmente hablados), etcétera.
En lo que se refiere a los métodos de la investigación lingüística, distinguimos
sobre todo el llamado método descriptivo o sincrónico (se trata de la descripción de una
lengua dada en cierto momento de su evolución, en la mayoría de los casos de su
estado actual), el método histórico (o diacrónico; estudia la evolución de las lenguas),
el método comparativo (generalmente se comparan las lenguas de la misma familia) y
el método confrontativo o tipológico (que comparan las lenguas sin tomar en cuenta su
eventual parentesco).
La lingüística general resume y generaliza los conocimientos obtenidos por el

estudio de las lenguas particulares o de sus grupos, trata de formular las leyes que
rigen una lengua o su evolución, busca los fenómenos que sean comunes a todas las
lenguas (los llamados universales) y estudia los métodos de su disciplina, así como su
evolución.
[17]
18 LENGUA, LINGÜÍSTICA...

No es fácil determinar con exactitud la posición de la lingüística entre otras ciencias.


Dado que la lengua es un fenómeno social, la lingüística forma parte de las ciencias
sociales. Una relación muy estrecha existe entre ella y la ciencia literaria; hasta ahora,
muchas veces se recogen en una disciplina común bajo el nombre de «filología». Entre las
ciencias sociales afines hay que mencionar sobre todo la psicología, sociología, historia y
filosofía. En algunos casos surgen nuevas «interdisciplinas» que combinan los métodos de
las dos —eventualmente más— ciencias correspondientes, tales como p. ej. la
psicolingüística o sociolingüística.
En los últimos tiempos podemos observar también cierta aproximación que tiene
lugar entre las ciencias sociales y las naturales, lo que se manifiesta también por el
surgimiento de nuevas disciplinas comunes o limítrofes. Gracias al carácter complejo de la
lengua, la lingüística tiene mejores condiciones para semejante aproximación que la mayor
parte de las otras ciencias sociales. Las tendencias de aplicar a las lenguas las teorías
biológicas y concebirlas como un organismo vivo fallaron. Por otra parte, lå lingüística
aprovecha desde hace mucho tiempo las teorías de la física (sobre todo acústica) y, en la
segunda mitad del siglo xx, mantiene estrechos contactos ante todo con las matemáticas y
con las nuevas ciencias tales como la teoría de la información. cibernética, etc. (+ 13.8,
15.4).

0.2. El lenguaje y sus rasgos principales


En vista del carácter complejo de la lengua es corriente distinguir sus tres
componentes: lenguaje (langage), lengua (langue) y habla (parole). El lenguaje es la
capacidad general humana de hacerse entender con ayuda de la lengua; la lengua en el
estricto sentido de la palabra es el sistema de signos y reglas que debe tener en cuenta el
que habla; el habla es la comunicación concreta formada a base del conocimiento de la
lengua. La lingüística se ocupa de los tres componentes, pero ante todo de la lengua en el
estricto sentido de la palabra.
Los representantes de las distintas escuelas lingüísticas conciben la lengua de
diferentes maneras, por lo que existe una cantidad considerable de definiciones de ella, con
frecuencia contradictorias. Una de ellas dice: «La lengua es el instrumento universal de
comunicación, de carácter social, el instrumento de pensamiento, que sirve para almacenar
las experiencias humanas y para desarrollar las tradiciones de cultura nacional; es un
sistema de signos.»
La función fundamental de la lengua es la comunicativa. A pesar de que hoy esto es
evidente, la lengua no ha sido concebida siempre así. Los representantes del llamado
idealismo estético, p. ej., consideraban como su función principal el que sirve para
expresar el sentimiento estético de un individuo.
La lengua es un fenómeno social, o también nacional, constituyendo la propiedad de
toda la comunidad lingüística. Tampoco esta característica ha sido interpretada siempre de
una manera correcta. Por una parte, algunas escuelas subrayaron su carácter individual,
JIkí
CERNÝ 19

subestimando la dependencia del idiolecto —o sea, la lengua de un individuo— del


sistema de la lengua nacional. Y, por otra parte, los representantes del llamado marrismo
(ante todo el propio N. Ya. Marr), tratando de aplicar la teoría marxista a la lingüística,
aseguraron que cada una de las clases sociales tenía su propia lengua, diferente de las
demás.
La lengua es un instrumento del pensamiento. La actividad del cerebro sirve de
intermediario entre la percepción realizada a través de los sentidos y la cognición; la
lengua es el instrumento que hace posible generalizar el pensamiento y transmitirlo. La
lengua y el pensamiento son, pues, dos fenómenos diferentes que, sin embargo, están
estrechamente relacionados (+ más detalles sobre todo esto en 20.3).
La lengua sirve también para almacenar las experiencias de la comunidad
lingüística y del hombre en general, así como para transmitirlas a las futuras
generaciones. La humanidad deposita sus experiencias sirviéndose ante todo de la forma
escrita de la lengua, y las transmite con ayuda de las dos formas: escrita y hablada;
véase su importancia en la escuela, en la familia, en el trabajo y, en fin, en la vida en
general. La posibilidad de conservar las experiencias y de transmitirlas a las futuras
generaciones significa que la lengua constituye uno de los medios fundamentales del
progreso de la humanidad. Tiene también suma importancia en la creación y en el
desarrollo de las tradiciones culturales de la nación. En algunas artes, como p. ej. en la
literatura, juega un papel decisivo. Se incluye también entre los medios más potentes a
través de los cuales es posible ejercer una influencia sobre la gente (+ 20.5, 20.6).
El estructuralismo introdujo en la lingüística su tesis de que la lengua era un sistema
de signos. La mayor parte de las escuelas lingüísticas la aceptó, aunque algunas con
ciertas reservas. Así, p. ej., la lingüística de orientación marxista criticó con frecuencia las
teorías que subrayaban en la lengua solamente las relaciones, subestimando el propio
material (o entidades). Las designaba como idealistas, asegurando que era el contenido lo
que jugaba el papel decisivo. Las dos opiniones contradictorias nos parecen poco
satisfactorias. La lengua apenas puede considerarse como un contenido amorfo, ni
tampoco como una forma vacía; cabe aquí, sin duda, la concepción dialéctica.
Algunas otras propiedades características de la lengua quedan claras si la
comparamos con los medios de comunicación existentes en los animales, así como con las
lenguas llamadas primitivas y con la de los niños. En las páginas siguientes nos
dedicaremos a estos tres temas. Nos ayudarán, en parte, también en las reflexiones sobre el
origen de la lengua y sobre su evolución.

0.3. La comunicación en los animales


El hombre observó, desde antaño, que los animales se comunicaban entre sí de alguna
manera, y trataba de descifrar su «lenguaje». En los últimos tiempos también varias
disciplinas de la ciencia prestan atención a esta cuestión. Hasta el momento, la ciencia ha
podido llegar a dos conclusiones: a) los medios de comunicación animal suelen
20 LENGUA, LINGÜÍSTICA...

ser muy desarrollados y son dignos de atención; b) sin embargo, la diferencia que existe
entre la lengua humana y cualquier otro medio de comunicación es fundamental.
Dentro del reino de los animales se encuentran exclusivamente las señales
relacionadas de alguna manera con las situaciones de vital importancia, tales como, ante
todo, la comida, el peligro, la selección del medio ambiente, así como la necesidad de
mantener la especie. Estas señales pueden ser muy variadas, pero es posible clasificarlas
en tres grupos: ópticas, de olor, y acústicas.
Un buen ejemplo de señalización óptica ha sido observado en las abejas. Al volver a
la colmena con el polen, la abeja, inmediatamente antes de entrar, realiza una «danza»
especial (+ fig. 1). Al analizarla, se ha verificado que la danza sirve para comunicar a las
demás abejas —con mucha precisión— la distancia y la dirección en que se encuentra el
alimento, así como su cantidad aproximada. Se han construido abejas artificiales y, con
varias «figuras de la danza» imitadas, era posible mandar las abejas a distintos lugares.

Fig. 1: Comunicación sobre la alimentación en las abejas (según Frisch). La «danza» enforma de
círculo significa que el alimento está cerca, la enforma del ocho, que está lejos, es decir, a más de 50
metros, aproximadamente; la velocidad de la «danza» especifica la distancia.

En los insectos y otros animales es común ante todo la señalización mediante el olor.
Vamos a mencionar un ejemplo ilustrativo. Unos dos millones de hormigas blancas
africanas viven en una construcción de grandes dimensiones, en la cual mantienen la
temperatura constante de unos 300 centígrados, cualquiera que sea la época del año o parte
del día. Para lograrlo, además del calor producido por su movimiento, les sirve sobre todo
un sistema de canales de ventilación que están colocados cerca de la superficie de la
construcción. En ellos se mueven constantemente las hormigas especializadas en cerrar o
abrir dichos canales, regulando la temperatura de manera que en la cámara de la abeja
reina se mantenga la temperatura constante, a pesar de sus grandes oscilaciones en el
medio ambiente. La única explicación de este fenómeno, hasta ahora, es que reciben las
instrucciones correspondientes a través del olor segregado por la reina.
Jilí
CERNÝ 21
Algunos animales combinan varios tipos de comunicación. Así, p. ej., algunas
especies de peces, que habitan aguas profundas, disponen de señales luminosas, pudiendo,
a través de la fluorescencia, atraer a su pareja o intimidar al enemigo. En muchas especies
de peces ha sido descrita la señalización mediante el olor; al ser lesionado un miembro de
la especie, p. ej los demás miembros son informados automáticamente sobre el peligro,
huyendo del lugar respectivo. Ha sido comprobado que los peces se sirven también de la
señalización acústica. Los sonidos emitidos por ellos son de baja frecuencia, pero se
encuentran en la zona de audibilidad humana; no los oímos, porque nuestro oído no está
adaptado al ambiente acuático, pero han sido grabados con ayuda del hidrófono.
Para la comparación con la lengua del hombre, desde luego, es interesante ante todo
la comunicación acústica de los animales. Es notorio que el perro ladra de otra manera al
anunciar un peligro, al dar la bienvenida a su amo, al perseguir una presa, etc. En el tiempo
de brama de ciervos, es posible registrar unos «diálogos» completos de los rivales; hay
especialistas que saben interpretar con bastante exactitud el significado de las señales
particulares. Hasta el análisis del canto de los pájaros ha demostrado que contiene ciertas
informaciones, aunque faltan todavía datos exactos. Tal vez la mayor atención se haya
dedicado a los simios, los vecinos más próximos del hombre en la evolución de las
especies. Darwin ya había descrito un mono de Paraguay que, excitado, emitía seis señales
diferentes, a las cuales los demás miembros de la especie reaccionaban de una manera
correspondiente. El «lenguaje» más complicado, dentro de los animales, es probablemente
el de los chimpancés; además de las señales de movimiento disponen de unas 25 a 30
señales acústicas con las cuales, indudablemente, se comunican entre sí.
A pesar de que cierta señalización exista en todas las especies de animales, y aunque
en algunas la señalización acústica haya alcanzado un nivel relativamente alto, hay una
diferencia fundamental entre todos los medios de comunicación animal por una parte y,
por otra, el lenguaje humano. No se trata en absoluto de una diferencia puramente
cuantitativa, sino de distintos niveles cualitativos. La lengua, ante todo, está relacionada
estrechamente con el pensamiento, que existe sólo en el hombre. En los animales se trata
siempre de simples instintos innatos o de una simple reacción a la percepción realizada a
través de los sentidos. Con ello está relacionado el hecho de que los animales nunca son
capaces de «pensar» en el pasado o el porvenir, ya que sus señales se refieren
exclusivamente a la situación momentánea en que se encuentran.
Además, desde el punto de vista puramente lingüístico, es posible considerar como un
fenómeno único sobre todo el carácter articulado del lenguaje humano. André Martinet,
lingüista francés, lo ha formulado perfectamente en su teoría de la doble articulación de la
lengua, en la cual se puede distinguir, por una parte, su articulación (o segmentación) en
una cantidad considerable de unidades mayores (palabras) y, por otra parte, la articulación
de estas unidades mayores en una cantidad reducida —y bien definida en cada lengua— de
otras unidades fundamentales, o sea en sonidos (o fonemas) particulares. Semejante
posibilidad no existe en ninguno de los sistemas de comunicación animal.
En algunos experimentos se verificaba si un animal podía aprender la lengua del
hombre. Es cierto que el perro, p. ej., es capaz de reaccionar correctamente a varias
órdenes
22 LENGUA, LINGÜÍSTICA...

u otros enunciados. Sin embargo, esto no quiere decir que sea capaz de analizar el
lenguaje; lo que pasa es que, a través de una frecuente repetición, se está formando en él
un reflejo condicionado, igual que aquél que I. P. Pavlov verificó en sus experimentos con
perros, encendiendo la luz a la hora de la comida. Además, las reacciones del perro están
relacionadas más bien con el componente emotivo del enunciado o con los gestos
respectivos, y no con los elementos puramente lingüísticos del enunciado.
En algunos animales, sin embargo, está desarrollada considerablemente su habilidad
de imitación, de manera que son capaces, después de cierto adiestramiento, de imitar los
sonidos de la lengua de hombre. Algunos chimpancés y orangutanes eran capaces de
aprender unas cuantas palabras y hasta emplearlas en las situaciones adecuadas. También
los papagayos y otros pájaros están dotados de una sorprendente habilidad de imitación, al
igual que los delfines, que supuestamente pueden imitar el lenguaje humano, aunque en
forma muy acelerada. No obstante, en todos estos casos se trata de una simple imitación y
nunca de una capacidad de analizar la lengua. Tras numerosos experimentos, p. ej., el
papagayo aprende a «pronunciar» cierta oración y hasta a emplearla en la situación
correspondiente. Sin embargo, nunca se trata, en su caso, de pensamiento. En este sentido,
su sistema nervioso central no tiene comparación con el de hombre.
La comparación de la lengua con los medios de comunicación de los animales
demuestra que la lengua del hombre difiere fundamentalmente de todos los demás
«lenguajes»: no sólo por disponer de una cantidad incomparablemente mayor de unidades,
sino ante todo por su estrecha relación con el pensamiento y por su carácter articulado.

0.4. Las llamadas lenguas primitivas


A pesar de un enorme progreso de la humanidad actual, hasta ahora existen en
nuestro planeta hombres que viven en el paleolítico o en otro estadio rudimentario de la
evolución. Las lenguas de las tribus respectivas se han estudiado con frecuencia, sobre
todo para aclarar el origen de la lengua. A pesar de que semejante investigación no ha
aportado los resultados esperados en este sentido, ha ayudado a resolver toda una serie de
otras cuestiones, entre ellas también algunas de lingüística.
El análisis del vocabulario de las lenguas llamadas «primitivas» —se ha vuelto un
poco peyorativa la denominación, tal vez sea mejor denominarlas como lenguas «de las
tribus que todavía viven en armonía con la naturaleza», si no fuera tan larga la
denominación— ha demostrado que su léxico es muy pobre en comparación con el de las
lenguas modernas, pero por otra parte suele ser muy rico donde lo exigen las condiciones
en que viven dichas tribus. Los beduínos, p. ej., tienen en su lengua toda una serie de
expresiones para designar la arena, los esquimales para designar la nieve, varias tribus
para designar la acción de ir o llevar, etc. En la lengua hausa —desarrollada, en este caso
— de la mayor nación de Nigeria parece que existen más de trescientas expresiones
diferentes para grande. También la terminología de parentesco suele ser bastante
desarrollada, teniendo algunas lenguas p. ej. unos términos para designar a los hermanos
mayores y otros diferentes para designar a los menores. Muchas veces faltan los términos
abstractos; una
JIkÍ
CERNÝ 23
tribu de Tasmania, p. ej., en lugar del adjetivo duro emplea la construcción como una roca,
etcétera.
También la gramática suele ser menos desarrollada en las lenguas primitivas. El
sistema de tiempos puede ser bastante simple; las diferencias entre sustantivo, adjetivo y
verbo pueden ser insignificantes, de manera que todos ellos pueden llevar las mismas
categorías, incluyendo la de tiempo; el plural puede expresarse por medio de la repetición
de la palabra; etc. También dentro de los pronombres personales se encuentran diferencias,
en comparación con los de las lenguas modernas; algunas lenguas son capaces de
distinguir varias formas de nosotros, pero les falta cualquier término para yo.
Mucha atención se ha dedicado también a la fonética de las lenguas primitivas. A
pesar de que contengan, en la mayoría de los casos, mayor número de interjecciones y
exclamaciones no articuladas, en comparación con las lenguas modernas, no ha sido
encontrada ninguna lengua que se componga eclusivamente de sonidos no articulados. Por
más primitiva que sea la lengua, siempre tiene su sistema de sonidos y fonemas; en todos
los casos, la lengua del hombre está basada en la doble articulación, igual que en las
lenguas desarrolladas. Por consiguiente, tampoco el análisis del plano fonético de dichas
lenguas primitivas ha podido aclarar el problema del origen de la lengua, ya que no aportó
ningunos datos relevantes sobre el llamado estadio prelingüístico.
Lo cierto es que en las lenguas primitivas son muy importantes los gestos y la
mímica; en algunas se pueden considerar como parte integrante, ya que son capaces de
distinguir el sentido de las palabras formalmente iguales. Se supone, p. ej., que los
indígenas de la tribu norteamericana de los Arapahos difícilmente pueden entenderse en la
oscuridad, porque su vocabulario por sí solo es demasiado pobre. Había lingüistas que
aseguraban, como veremos, que los gestos junto con la mímica representaban el estadio
primario de la lengua en general, derivando de ellos tanto la forma hablada como la escrita
de la lengua.
Entre las lenguas más primitivas del mundo hay que mencionar la lengua y los
dialectos de los bosquimanos, recolectores y cazadores nómadas, cuyos restos viven
dispersados en la parte suroeste del continente africano (según el censo de la población
realizado en 1960, el número de bosquimanos originales se estimaba en poco más de
7.000; en la lengua de algunos grupos se manifestaba ya parcialmente la influencia de las
vecinas lenguas bantúes). Sus dialectos, junto con los de los hotentotes, forman un grupo
de lenguas que se denominaba antiguamente como grupo «bosquimano-hotentote»,
aunque en los últimos tiempos se prefiere la denominación «khoi-san» (khoi = nombre de
los hotentotes en su lengua, san = nombre de los bosquimanos en hotentote).
La lengua de los bosquimanos dispone de un vocabulario muy limitado, su
morfología prácticamente no conoce la flexión, y la mayor parte de sus oraciones tiene la
simple estructura: sujeto-predicado-complemento directo. Alguién ha dicho que toda su
gramática podría escribirse sobre un sello postal (por otra parte, lástima que nadie lo haya
probado). A pesar de todo esto, la lengua de los bosquimanos —y también la de los
hotentotes más avanzados— es sumamente difícil para aprender, sobre todo porque su
24 LENGUA, LINGÜÍSTICA...

fonética difiere considerablemente de la de cualquier otra lengua. Hay en ella un gran


número de chasquidos, es decir, sonidos que se forman al entrar el aire rápidamente en la
cavidad bucal (se trata, pues, de la dirección opuesta de la corriente de aire, en
comparación con los sonidos llamados oclusivos o explosivos). En algunos dialectos se
distinguen hasta ocho chasquidos diferentes desde el punto de vista del lugar de la
articulación; algunos de ellos se paracen a los sonidos conocidos en todo el mundo, p. ej.
el chasquido bilabial (sonido de un beso) o el que recuerda la degustación del vino. Pero la
diferencia consiste en que dentro de las lenguas modernas dichos sonidos aparecen
esporádicamente, se consideran como no articulados, y en ninguno de los casos forman
parte del sistema fonológico, mientras que en la lengua de los bosquimanos forman una
parte importante y muy frecuente del sistema fonético y fonológico. Por ello, no solamente
los europeos, sino también los vecinos bantúes consideran la lengua de los bosquimanos
como una lengua chasqueante o hasta llorosa, muy difícil de aprender.
Desde luego, los bosquimanos y los hotentotes forman sólo una pequeña parte de la
población negra de Africa. La gran mayoría de esta población habla otras lenguas que
suelen clasificarse en dos grupos o familias: las lenguas sudano-guineas y las bantúes (en
los trabajos recientes, las lenguas africanas suelen clasificarse en los tres grupos
siguientes: congo-cordofanas, nilo-saháricas y khoi-san). En los dos grupos hay una gran
cantidad de lenguas y dialectos, de los cuales algunos son relativamente poco
desarollados, pero la mayor parte son lenguas avanzadas y comparables con cualquier
otra.
Así, p. ej., las lenguas bantúes suelen clasificarse en nueve grupos y cerca de cien
subgrupos. Son todas parientes, es decir, que proceden de una protolengua primitiva
común. Se hablan en la mayor parte de Africa central, oriental y meridional. Entre las más
desarrolladas y empleadas figura el swahili, que sirve también como medio de
comunicación internacional en un extenso territorio de Africa Oriental. Las lenguas
bantúes son muy melódicas, apropiadas para cantar (las sílabas, en su mayoría, son
abiertas, terminadas en una vocal, al igual que en italiano). Disponen de una rica
morfología —sobre todo del sistema de prefijos, muy desarrollado— y su sistema de
tiempos, p. ej., es comparable con el de las lenguas clásicas.
Como un rasgo característico de las lenguas bantúes puede considerarse su
clasificación de los sustantivos en varias clases basadas en el significado. Así, p. ej., los
nombres de personas forman una clase particular, las palabras que designan plantas,
animales, líquidos, partes del cuerpo, etc., forman otras clases particulares. La existencia
de estas clases se manifiesta en toda la construcción gramatical de dichas lenguas, ya que
sin su conocimiento no es posible, p. ej., conjugar correctamente los verbos.
Para ilustrarlo, mencionamos en la figura 2 la diferencia que hay entre el singular y
plural de los sustantivos en kimbundu, lengua hablada por más de un millón de habitantes
de Angola. (Aunque el sistema parezca bastante complicado a primera vista, hay que
darse cuenta de que en muchas lenguas europeas —sobre todo en las flexivas— hay
sistemas aun más complicados; también cierta clasificación de sustantivos en clases de
significado puede encontrarse en algunas de ellas, como por ejemplo la distinción entre
JIkÍ
CERNÝ 25
los sustantivos animados e inanimados, ver en español: conozco un libro x conozco a un
estudiante.)
Clase: sg.: Pl.: Ejemplos:

1 Mu Matu - Atu Mubari - Abari


2 Mu Muxi - Mixi Mulemba - Milemba
Kibandu - Ibandu Kima - Ima
3 Mi
Rikanu - Makanu Rilonga - Malonga
4 1
Uta - Mauta Ulungu - Maulungu
5 Ma
Lu Lumuenu - Malumuenu Lubandu - Malubambu
Mau
6 Tu Tubia - Matubia Kuria Tuji - Matufi
Malu
7 - Makuria Kuvua - Makuvua
Matu
8 Hasa - Jihasa Ndandu - Jidandu
Maku
9 Ka Kamutu - Tuatu Kahatu - Tuhatu
Ji
10 Tu
Fig. 2: Diez clases de sustantivos en la lengua kimbundu y la formación del singular y
plural con ayuda de los prefijos.

Las lenguas bantúes carecían de una escritura original; por eso, muchas de ellas
adoptaron la escritura de los colonizadores, p. ej. de los portugueses, en algunos casos ya
en los comienzos del siglo XVI, o sea en el comienzo de la colonización. Fueron,
naturalmente, los colonizadores quienes introdujeron su escritura en las lenguas indígenas,
para poder difundir su propia ideología. Primero se editaban exclusivamente los textos que
tenían como objetivo difundir el cristianismo. En el siglo XIX ya se publicaban, en algunas
lenguas indígenas, p. ej. periódicos.
Sin embargo, en muchas tribus bantúes, antes de la llegada de los europeos, se
dibujaban ciertos ideogramas, o sea dibujos estilizados, de una línea que circunscribía
varios puntos. Recuerdan —por su forma y su sentido simbólico— la transición entre la
escritura llamada pictográfica y la ideográfica 0.9), aunque parece que carecían de
cualquier sentido práctico, siendo creados sólo dentro de la actividad cultural o de
descanso fig. 3).
El significado simbólico de muchos objetos —y, por consiguiente, de las palabras y
dibujos correspondientes— es habitual en muchas tribus africanas y se aprovechaba con
frecuencia para transmitir informaciones, p. ej. en forma de unas cartas «cifradas»-
dibujos. También algunos instrumentos de música sirvieron a veces para transmitir
noticias. Algunas tribus, p. ej., usaban silbatos para comunicarse, de noche, a través de un
gran río, de una orilla a otra. Imitando el canto de algunos pájaros de noche, con los cuales
estaban relacionados en el folklore de la tribu ciertos relatos, leyendas o mitos, muchas
veces en las construcciones oracionales petrificadas, eran capaces de transmitir entre sí
unos informes bastante largos. El que no conocía su sentido —por ejemplo un enemigo—
fácilmente podía tomarlos por sonidos de la naturaleza.
Los instrumentos más usados para comunicarse a larga distancia fueron los tambores.
En Angola, p. ej., hasta hoy se ha conservado un gran número de tales tambores (llamados
26 LENGUA, LINGÜÍSTICA...

5 6 7

Fig. 3: Dibujos estilizados (ideogramas) de la tribu Lunda-Tchokwe: l. huella de antílope; 2. codo


apoyado en rodilla; 3. dos pájaros en un nido; 4. rodilla; 5. conejo; 6. nido del pájaro «tchisóriu»; 7.
espina dorsal de pez (según Eduardo dos Santos: Contribuição para o estudo das pictografias e
ideogramas dos Quiocos).

mondu), lo que significa que se empleaban para transmitir los informes todavía en los
tiempos relativamente recientes. A finales del siglo XIX, estos tambores aún se utilizaban
diariamente en un barrio de la capital Luanda para tocar la diana y la retreta, o también
para convocar a los miembros de la tribu Kabinda. En algunas tribus se aprovechaban los
«tambores hablantes» para transmitir largos informes y el destinatario, en caso de
necesidad, contestaba inmediatamente de igual manera. El alcance de la transmisión
dependía de las condiciones geográficas (tereno más o menos accidentado) y
meteorológicas (dirección e intensidad del viento), pero era normal una transmisión a diez
kilómetros, y mucho mayor en condiciones favorables.
No fue por casualidad que los instrumentos en cuestión se llamaran «tambores
hablantes», ya que las informaciones transmitidas estaban relacionadas directamente con
la lengua respectiva. El toque de los tambores imitaba con precisión los tonos y la
claridad de las vocales y, ante todo, el ritmo de las palabras y oraciones transmitidas. Al
aprender a tamborilear las construcciones oracionales, los jóvenes movían los labios,
pronunciando mentalmente las palabras particulares que, al mismo tiempo, trataban de
imitar lo mejor posible.
La manera de transmitir los textos con ayuda de los tambores nació y estaba en uso
sólo en las tribus africanas; es probable que haya sido facilitada por la estructura de las
lenguas respectivas, por el sentido del ritmo extraordinariamente desarrollado en los
africanos, así como por una larga tradición. Fue, sin duda, una técnica difícil y ni siquiera
todos los miembros de la tribu la dominaban.
El estudio de las lenguas primitivas ha aportado algunos datos interesantes que pueden
aclarar sobre todo la evolución de la lengua. Sin embargo, ha fallado el esfuerzo
JINí CERNÝ 27

de aclarar el origen de la lengua con semejantes estudios. Es que, por más primitiva que
fuera una lengua, siempre tiene todas las características de una lengua humana; la
diferencia entre ella y las lenguas más avanzadas es cuantitativa, limitándose a la cantidad
del vocabulario, de las reglas gramaticales, etc. Pero por más pobre que sea, no tiene
comparación con el «lenguaje» de los animales, ya que está basada en el principio de la
doble articulación (+ 0.3, 9.4) y estrechamente ligada al pensamiento. La hipótesis de que
podría descubrirse una tribu que no tuviera ninguna lengua o estuviera en el estadio
llamado prelingüístico ha fallado por completo. Es cierto que p. ej. los pigmeos africanos
hablan una lengua deformada de las tribus vecinas, pero es evidente también que con ella
habían sustituido su propia lengua original. La conclusión: no hay hombres sin lengua, ya
que justamente la lengua constituye una de sus características indispensables.

0.5. El lenguaje de los niños


Al estudiar las lenguas primitivas nos encontramos siempre —como hemos visto—
con sistemas complejos plenamente desarrollados. Estudiando el lenguaje de los niños
desde su nacimiento hasta la edad de cinco años, por el contrario, podemos observar su
desarollo gradual desde cero hasta la dominación de todas las reglas fundamentales de
la lengua materna. Por esta razón, muchos lingüistas estudiaron dicha evolución,
esperando que pudiera aclarar también el origen de la lengua.
Inmediatamente después de nacer, el niño empieza a gritar. Sus gritos son no
articulados y sólo dan a entender que el niño empieza a respirar con pulmones. Más tarde
sus gritos comienzan a diferenciarse y es solamente la madre quien sabe interpretarlos. Al
reaccionar de una manera adecuada a cierto tipo de gritos, p. ej. a los que significan «tengo
hambre», la madre confirma en el niño la impresión de que es justamente este tipo de
gritos con que puede manifestar sus exigencias.
A la edad de unas seis semanas aproximadamente, el niño comienza a balbucear, es
decir, emitir primero las vocales y más tarde las consonantes aisladas, aunque todavía en
forma de ceceo o chasquido. Lo interesante es que el balbuceo ya es diferente en los niños
ingleses, en los franceses y en los españoles. Al observar estas diferencias, algunos
lingüistas llegaron a la conclusión poco correcta de que el niño nacía con predisposiciones
para la lengua materna. Sin embargo, si un niño francés se coloca —inmediatamente
después de nacer— en una familia inglesa, su balbuceo siempre será «inglés», lo que
quiere decir que es el ambiente el que juega un papel decisivo. Es conocido un caso (+ M.
Morávek, 1969) de un recién nacido francés, cuya niñera hablaba el francés con un fuerte
acento italiano. Cuando más tarde comenzó a hablar, también su francés tenía el acento,
aunque la niñera había abandonado la familia hacía mucho tiempo.
Más tarde, el niño empieza a comparar su balbuceo con los sonidos del ambiente,
sobre todo los de su madre o de otros parientes. A la edad de diez meses
aproximadamente, empieza a pronunciar sus primeras palabras. En la mayoría de los
casos, su primera palabra es mamá, eventualmente otra palabra del llamado complejo «m»,
con el cual los niños de todo el mundo suelen designar todo lo que está relacionado con su
madre. Sucesivamente sigue empleando más palabras, de una o, a veces, de dos sílabas. Se
28 LENGUA, LINGÜÍSTICA...

trata generalmente de expresiones que está creando en cooperación con sus padres; éstos,
en la medida posible, corrigen sus ensayos.
A la edad de un año, el niño domina unas diez palabras aproximadamente, y poco
después comienza a pronunciar oraciones, primero de una sola palabra, acompañada de
gestos. Solo en la segunda mitad o al fin del segundo año de edad es capaz de construir
oraciones de dos palabras. En realidad, sólo en este momento se convierte en un ser
humano pensante, ya que toda su evolución anterior puede alcanzarse con relativa
facilidad en los monos. En un experimento, cuando una cría de mono vivía durante cierto
tiempo en una familia junto con un recién nacido —y en condiciones más o menos iguales
— alcanzaba en el comienzo hasta mejores resultados en el dominio de las palabras, pero
al final del segundo año de edad, se quedó atrás sin perspectiva.
Un niño de dos años ya puede dominar unas 300 palabras, a la edad de tres años unas
1000 y, a la edad de cuatro años unas 2000 palabras. Sin embargo, para la edad de dos a
cinco años es característico ante todo el proceso de una dominación sucesiva de la
morfología (forma de las palabras) y sintaxis (estructura de las oraciones), es decir, una
dominación gradual de la gramática. Se repite así, indudablemente, el proceso de la
evolución original de la lengua. El niño se sirve, durante un período bastante largo
solamente de oraciones simples. Al dominar, más tarde, la conjunción y, aprovecha cual
quier ocasión para expresarse a través de oraciones coordinadas copulativas. Al fin aprende
las oraciones subordinadas, con una relativa facilidad las introducidas por la conjunción
porque y mucho más tarde las introducidas por a pesar de que, por ejemplo; todo esto
depende, desde luego, del grado de dificultad de las relaciones correspondientes. Los niños
abordan la lengua sin escrúpulos, creando con facilidad neologismos que muchas veces no
carecen de lógica. Cuando viven en un ambiente bilingüe, mezclan sin prejuicios las dos
lenguas respectivas.
A la edad de dos a cinco años, el niño se está incorporando poco a poco también a la
sociedad, formando sus concepciones fundamentales sobre la vida y sobre el mundo que lo
rodea; empieza a darse cuenta también de sí mismo. Es un proceso bastante complicado,
reservado exclusivamente al hombre. El carácter complejo de dicho proceso puede
demostrarse con el hecho de que el niño no es capaz, durante mucho tiempo, de emplear
correctamente el pronombre yo, confundiendo muchas veces también los posesivos mío y
tuyo. Es fácil de comprender: sus padres y otras personas emplean yo hablando de sí
mismos, pero ¿de qué manera pueden explicar al pequeño José que incluso él, a veces,
puede ser yo, aunque no siempre, ya que otra vez puede ser él, o también simplemente
Pepe? Es por eso que a veces dice Pepe va en vez de yo voy, etc. Hasta los niños de cuatro
años, que ya dominan el pronombre yo, emplean de vez en cuando otras construcciones.
Después de todo, hemos visto que incluso algunas lenguas primitivas desconocen dicho
pronombre. A la edad de cinco años, el niño supera todas las dificultades —que, hace unos
dos años, podían provocar incluso un tartamudeo pasajero— y a partir de esa edad su
lengua evoluciona sólo cuantitativamente.
También el estudio del lenguaje infantil ha podido aclarar toda una serie de
problemas relacionados con la evolución lingüística, eventualmente plantear algunos
nuevos No ha podido, sin embargo, solucionar el problema del origen de la lengua.
JINí CERNÝ 29

Ciertamente porque el niño aprende un sistema ya hecho, mientras que la Humanidad se


estaba formando poco a poco, durante un período de varios millones de años 0.7).

0.6. Lenguas naturales y artificiales


La gran cantidad de lenguas diferentes fue siempre motivo de considerables
dificultades para las relaciones internacionales. La dominación perfecta de una lengua
extranjera es, ciertamente, la mejor manera de conocer el país respectivo y su población;
sin embargo, es una tarea muy exigente, cuyo resultado es limitado, ya que con cualquiera
de las lenguas naturales es posible comunicarse sólo en una parte —mayor o menor— del
mundo. Por esta razón, hace mucho tiempo apareció la idea de crear una lengua artificial
que fuera simple y fácil de aprender, pudiendo servir como medio de comunicación
internacional.
En los siglos XVIII y XIX fueron creadas varias lenguas artificiales, entre las cuales
fue el volapiik —creado por el suizo J. M. Schleyer en 1879— la que alcanzó primero
cierto éxito. En esta lengua p. ej. todos los infinitivos terminan en -ön, los nombres de los
animales en -af, los de los países en -än, los de las enfermedades en -it, etc. En su
gramática se nota una influencia del alemán. En términos generales, es una lengua torpe.
En 1887, el polaco L. Zamenhof creó el esperanto, que sustituyó pronto al volapük.
Toda su gramática consiste en sólo 16 reglas fundamentales y cabe en una página. En el
verbo, p. ej., hay solamente seis terminaciones posibles: inf.: esti, pres. estas, pret. estis,
fut. estos, condic. estus, imper. estu; las personas se distinguen con ayuda de los
pronombres personales. No hay excepciones. El vocabulario tiene su origen en las lenguas
románicas y, en parte, germánicas, siendo fácilmente comprensible a todos los que hablan
alguna de ellas. En esperanto se publican revistas y periódicos, se celebran conferencias
sobre su importancia, y está protegido por la UNESCO.
También en el siglo xx aparecieron algunas nuevas lenguas artificiales, tales como p.
ej. ido (modificación del esperanto del año 1907), interlingua (a base del latín), occidental
(1922), novial (1928), o IALA (International Auxiliary Language Association ofNew
York), aunque ninguna de ellas alcanzó una propagación semejante al esperanto.

sust. adj. adv. pl.s. gen. dat. artículo «y»

esperanto -a -e de al la kaj
ido -a -e - di e/ed
dad le
interlingua mente de
occidental -men de ad li e
-s a
Fig. 4: Algunas de las reglas gramaticales de cuatro lenguas artificiales.
Todas estas lenguas se caracterizan por su gramática muy simple, tomando como
base de su vocabulario generalmente los vocablos usados en las lenguas de Europa
Occidental. La principal ventaja de las lenguas artificiales consiste en que pueden
aprenderse en un período de tiempo incomparablemente más corto que cualquier lengua
30 LENGUA, LINGÜÍSTICA...

natural. En lo que se refiere a su vocabulario, por el contrario, hay que darse cuenta de que
la mayor parte de estas lenguas es fácilmente comprensible p. ej. a los italianos, un poco
menos a los daneses, mucho menos a los checos, sin hablar de los chinos o de los
habitantes de las islas del Pacífico. El asegurar que se trata de lenguas internacionales
exige una considerable dosis de eurocentrismo; lo comprenderíamos mejor si tuviéramos
que aprender las lenguas creadas a base del chino y otras lenguas de Asia. Con esta
reserva, y suponiendo que una lengua artificial llegue a ser usada por una comunidad
relativamente grande, como es el caso del esperanto, puede servir bien para los contactos
(ante todo por escrito) entre los miembros de varias nacionalidades, sobre todo entre los
coleccionistas que buscan el intercambio de informaciones fundamentales. El esperanto,
otra vez, forma cierta excepción, si tomamos en consideración p. ej. el número de
periódicos y otras obras en él publicadas.
Sin embargo, ninguna de las lenguas artificiales es capaz de sustituir las lenguas
naturales, tanto en la diplomacia como en el comercio etc., pero sobre todo en la vida
común y corriente de la sociedad. Es que cada una de las lenguas artificiales tiene también
toda una serie de desventajas, en comparación con las lenguas naturales. Ante todo,
gracias a su sencillez, es capaz de transmitir solamente informaciones relativamente
simples. Además, lo que es decisivo, es que le falta una comunidad lingüística homogénea
que la utililice como lengua viva sistemáticamente en todas las situaciones.

volapük: Te kö tel kimifals pakopladoms, pladonöd balna kimefali, samöd po «tidön», dat no -i s tu
mödiks okumomsok!
esperanto: Mi intencis doni la verkon kun porteto de la poeto kaj kun ilustrajhoj de Andriolli. ido:
Quante plu la tempo pasis tante plu bone la malyuna gespozi su sentis. interlingua: Al etate de
vinti annos io faceva un belle viage in Africa. occidental: Yo questiona me ca li present regime va
posser mantener se.
IALA: IALA crede que un dictionario del vocabulario international in forma general es esencial por .

Fig. 5: Ejemplos de textos de algunas lenguas artificiales (según Giliarevski, Grivnin y Morávek).

Cada una de las lenguas naturales debe satisfacer en cualquier circunstancia y bajo
cualquier condición las necesidades comunicativas de la comunidad respectiva. Las
condiciones de vida están cambiando constantemente y el conocimiento humano está
creciendo sin cesar. Y las lenguas naturales necesariamente reflejan todos estos cambios;
justamente por esta razón están evolucionando. En cambio, todas las lenguas artificiales
son no solamente simples, sino también incapaces de satisfacer plenamente las
necesidades de comunicación. Además, las lenguas naturales están estrechamente ligadas a
la herencia cultural de su comunidad, y es muy difícil de imaginar que un día cierta nación
renuncie voluntariamente a su lengua nacional, adoptando una lengua creada
artificialmente.
Por lo demás, aun suponiendo que todo el mundo renunciara un día a las lenguas
naturales, adoptando una lengua artificial común —ihay que tener mucha fantasía para
JINí CERNÝ 31

poder imaginarlo!— no quedarían eliminadas las dificultades existentes. Tan pronto que la
lengua artificial se convirtiera en una lengua empleada diariamente y en todas las
situaciones, adoptaría todas las características de una lengua natural, es decir, ante todo,
comenzaría a evolucionar; en todas las partes del mundo empezarían a manifestarse en ella
las tendencias de diferenciación motivadas por diferentes condiciones de vida, por
diferente grado de cognición, así como por la influencia de las lenguas anteriormente
habladas, de manera que, dentro de poco, la humanidad hablaría otra vez lenguas dife
rentes. La idea de que las academias u otras instituciones puedan dirigir la evolución
lingüística es ingenua y completamente falsa, aunque bastante divulgada. El único creador
de la lengua es la comunidad respectiva. Las instituciones sólo pueden seguir y legalizar
los cambios ya realizados, eventualmente predecir los futuros; la influencia de sus
pronósticos sobre la evolución futura de la lengua, sin embargo, es igual a la que tienen los
pronósticos de los meteorólogos sobre la evolución futura del tiempo. Por todas estas
razones, las lenguas artificiales constituyen más bien un experimento interesante o, en el
caso del esperanto, un medio de comunicación de un alcance relativamente limitado.
Por otra parte, la intensificación extraordinaria de las relaciones internacionales
exige que los obstáculos lingüísticos sean superados o, por lo menos, atenuados de alguna
manera. Parece que en el futuro próximo seguirá creciendo la importancia de algunas
lenguas naturales llamadas «universales». Son las lenguas muy divulgadas, con ayuda de
las cuales es posible hacerse entender en grandes zonas del mundo, concretamente ante
todo: el chino (lo mencionamos en primer lugar, porque lo habla una quinta parte de la
humanidad; sin embargo, en vista de varias razones, tales como su dificultad, su
complicada escritura poco económica 1.4), así como el aislamiento político y cultural de
China, se habla prácticamente sólo en la misma China, repartido, además, en dialectos
bastante diferenciados; por consiguiente, su función de lengua internacional está bastante
limitada, en comparación con las lenguas que siguen); el inglés (Gran Bretaña, Estados
Unidos, las antiguas colonias británicas, transporte marítimo y aéreo, etc.; en relación con
la posición actual de los EE. UU. y Gran Bretaña, una lengua siempre más universal); el
ruso (los países de la antigua Unión Soviética, la mayor parte de los antiguos países
socialistas); el español (España y unos 20 países de la América del Sur y Central); el
francés (Francia, sus antiguas colonias, la diplomacia) y el árabe (Africa del Norte, Oriente
Próximo). Son también lenguas oficiales de la O.N.U.
Se supone que con el crecimiento continuo de las relaciones internacionales será
siempre más normal, común y coriente, que cada hombre domine, al lado de su lengua
materna, por lo menos una de estas lenguas universales o internacionales. Dada la actual
situación internacional, está creciendo sobre todo el empleo del inglés, lengua en que se
publica la mayor parte de las informaciones científicas. Además, con su conocimiento es
posible hacerse entender en una gran parte del mundo.
A pesar de la importancia siempre creciente de las lenguas universales, la
construcción de las lenguas artificiales no pertenece al pasado. Actualmente se construyen
lenguas destinadas al análisis lógico del lenguaje 14.2), las llamadas lenguas de
programación que sirven para confiar las tareas a los ordenadores (+ 15.7), las lenguas
especiales destinadas a la traducción automática (+ 15.8), y no faltan hasta ensayos de
construir una lengua artificial con la cual sea posible —si acontece el caso— entenderse
32 LENGUA, LINGÜÍSTICA...

con los seres vivos de otros planetas. Todas estas lenguas artificiales son creadas con
ayuda de métodos elaborados dentro de las matemáticas y dentro de la lógica formal, de
manera que por su forma se parecen más bien a un sistema de ecuaciones y símbolos
matemáticos o lógicos, y no a una lengua natural. Con ello difieren de las lenguas
artificiales antiguas —tales como el esperanto—, que son, a primera vista, indiscernibles
de las lenguas naturales.
Fuera de las características ya mencionadas, todas las lenguas artificiales se destacan
por surgir de una sola vez y por su carácter estable (no evolucionan). A continuación nos
dedicaremos solamente a las lenguas naturales.

0.7. Teorías sobre el origen de la lengua


La ciencia no ha sido capaz hasta ahora de explicar todas las circunstancias
relacionadas con el origen de la lengua. Se trata de un problema complicado que está
estrechamente ligado al origen del hombre mismo, ya que la lengua se formó
simultáneamente con él, constituyendo uno de los rasgos característicos —si no el
principal— con los cuales se distinguió del resto de la naturaleza. Por consiguiente, no
le toca solamente a la lingüística explicar tal complejo fenómeno, sino sobre todo a la
antropología, paleontología, psicología y, en fin, a todas las ciencias sociales.
Hay que darse cuenta de que los más antiguos documentos escritos apenas tienen
entre cuatro y cinco mil años, mientras que el hombre apareció hace un espacio de tiempo
que no conocemos a ciencia cierta y que se estima en unos tres o cinco millones de años
(hace poco se han descubierto, en Africa Oriental, restos del esqueleto de un hombre
primitivo que había vivido allí hace tres millones y medio de años, como se ha podido
comprobar). De ello se desprende que es sumamente difícil verificar y comprobar todas las
circunstancias relacionadas con el origen del hombre y de su lengua. Si comparásemos los
datos de tiempo con los del espacio, sería lo mismo que si quisiéramos describir una
distancia que no conocemos bien, suponiendo que tiene entre tres y cinco kilómetros de
largo, pero de la cual conocemos un poco los últimos cinco metros (5.000 años), con más
detalle apenas los últimos cincuenta centímetros (500 años), y por nuestra propia
experiencia algo entre dos y siete centímetros (20 a 70 años). Además, nos interesa ante
todo el comienzo de la distancia mencionada.
El hecho de que los hombres siempre se interesaran por su origen y nunca dispusieran
de datos suficientes y seguros provocó el surgimiento de un gran número de diversas
teorías que intentaban explicar el origen del hombre y de su lengua. Muchas de estas
teorías son pura fantasía, otras contienen explicaciones más o menos fidedignas, pero
JIkÍ CERNÝ 33

ninguna de ellas es capaz de explicar de una manera detallada y convincente el largo proceso
de formación de la lengua.
La opinión más antigua al respecto, probablemente, es la que se encuentra en varias
doctrinas religiosas. Según la cristiana, p. ej., Dios creó al hombre, dotándolo de vida y de la
capacidad de hablar. Otras religiones resuelven esta cuestión de una manera parecida.
Semejantes opiniones prevalecían durante la Antigüedad y la Edad Media, aunque aparecían
también teorías diferentes; los griegos, p. ej., reflexionaban sobre si la lengua era un obsequio
de los dioses, si la había inventado un hombre inteligente, o también si había surgido por vía
natural; no faltaban hasta soluciones puramente materialistas.
En la misma categoría de opiniones, junto con las religiosas, pueden clasificarse las
diversas teorías que explican el origen del hombre y de la lengua como un fenómeno
sobrenatural. El escritor suizo Däniken, p. ej., «demuestra» que el hombre debe su existencia a
los visitantes de otro planeta que lo ennoblecieron y lo enseñaron a hablar. Dejando aparte el
que semejantes reflexiones carecen de cualquir argumento serio, hay que hacer constar que no
resuelven el problema del origen del hombre ni tampoco el de la lengua, desplazándolos
solamente al espacio extraterrestre. Todas las teorías de este género están en contradicción
tanto con la teoría de Darwin sobre la evolución de las especies, como con la de Engels sobre
el papel del trabajo en el proceso de la humanización y, sobre todo, con los conocimientos
actuales de la paleontología, arqueología, historia, y de otras ciencias sociales.
Varias teorías tratan de derivar el origen de la lengua analizando las lenguas vivas y
muertas, las tendencias de la evolución lingüística, las lenguas primitivas, el lenguaje infantil
o los medios de comunicación de los animales. Como hemos visto en las partes anteriores de
este capítulo, no existe un método infalible en este sentido, aunque dichas investigaciones han
podido suministrar algunos resultados positivos.
Así, p. ej., Trombetti opinaba que la lengua había aparecido en un solo lugar, de donde se
había divulgado a todo el mundo, diferenciándose más tarde en muchas lenguas actuales (es la
llamada teoría monogenética). Por el contrario, Marr propagaba la idea de que la lengua se
originó en varias partes del mundo independientemente (la llamada teoría poligenética). Pero
no se contentó con esta idea general, al determinar hasta los cuatro elementos fundamentales
sal, ber, jon, roš, con los cuales supuestamente se designaban en el comienzo los miembros de
cuatro tribus primitivas; a través de los contactos, dichos elementos empezaron a combinarse
y mezclarse entre sí; de ellos Marr deriva todas las palabras de todas las lenguas existentes.
Hoy se supone que la lengua pudo aparecer en varios lugares del mundo, pero la teoría de
Marr, desde luego, es inaceptable. Las dos teorías contradictorias, sin embargo, tienen sus
partidarios, ya que en las lenguas ciertamente existen tanto las tendencias de diferenciación
(ver p. ej. la evolución de las lenguas románicas, que vienen todas del latín), como las
tendencias de integración (vea p. ej. la progresiva desaparición de los dialectos en los tiempos
modernos). Lo cierto es que las dos teorías apenas aportan algo nuevo sobre el origen de la
lengua, refiriéndose más bien a su evolución.
Toda una serie de teorías supone que en el comienzo de la lengua había sonidos con los
cuales el hombre expresaba sus emociones, o sea los sentimientos de sorpresa, susto, dolor,
alegría, etc. Pueden denominarse como las teorías de la interjección (ingl. poohpooh theory),
porque llegan a la conclusión de que fueron las interjecciones las que primero aparecieron en
34 LENGUA, LINGÜÍSTICA...

la lengua; con ellas, más tarde, empezaron a designarse los objetos o fenómenos que estaban
relacionados de alguna manera con las emociones respectivas. Estas teorías se apoyan en el
hecho de que en las lenguas primitivas hay una cantidad considerable de palabras semejantes.
Otro grupo de opiniones supone que el hombre primero imitaba los sonidos que le
rodeaban, tales como los de los animales o, en general, los sonidos de la naturaleza (viento,
agua, etc.). A base de tales sonidos aparecían las palabras onomatopéyicas, con las cuales se
designaban los objetos y fenómenos respectivos (la llamada teoría onomatopéyica, ingl. bow-
bow theory). Sus partidarios encuentran cierto apoyo en el lenguaje infantil.
Con frecuencia se subraya también el papel sumamente importante que tenían, en la
lengua primitiva, los gestos. Ginneken hasta llega a asegurar que el hombre primitivo
empleaba, en el comienzo, exclusivamente los gestos, más tarde la escritura (o sea los signos
primitivos que representaban los gestos) y sólo al final la lengua hablada, sirviéndose primero
de sonidos roncos y chasquidos, para pasar más tarde a las consonantes y, por último, a las
vocales. Lo cierto es que en muchas tribus primitivas la gesticulación juega un papel muy
importante; por otra parte, sin embargo, no hay ninguna tribu que se sirviera solamente de este
medio de comunicación; los gestos más bien completan la lengua primitiva, sirviendo para
precisar mejor las informaciones transmitidas. En lo que se refiere a la escritura, las tribus
primitivas, por lo general, no emplean ni siquiera los más simples signos que pudieran
considerarse como escritura.
Finalmente, Révész aplicó el punto de vista psicológico y sociológico, al opinar que
fueron los llamamientos (u órdenes) los que primero aparecieron en la lengua, siendo usados
durante la caza en grupo. También esta idea tiene sus ventajas, pero su autor —que no era
lingüista—, basándose en ella, llegó a la conclusión difícil de comprobar de que fue el
imperativo el primero en aparecer en la lengua.
Es muy probable que tanto las interjecciones como las onomatopeyas, gestos y
llamamientos hayan jugado un papel importante en los comienzos de la lengua. No obstante,
ninguna de las teorías mencionadas es capaz de explicar de una manera satisfactoria el
complejo proceso del origen de la lengua. Una idea aproximada puede obtenerse al combinar
la teoría biológica sobre la evolución de las especies —de Darwin— con la teoría de Engels
sobre el proceso de la hominización de los monos y, ante todo, con la de Hockett que se
refiere a la fase inicial de la lengua, y que nos parece —entre todas las teorías lingüísticas—
como la más sostenible. En los párrafos que siguen vamos a repetir las ideas fundamentales de
estas tres teorías. Sin embargo, hay que advertir otra vez que se trata solamente de una
evolución probable, y no probada.
Hace unos cinco millones de años, los antecesores comunes del hombre y de los
antropoides vivían en los árboles. Se alimentaban con comida vegetal, raras veces bajaban de
los árboles, y eran capaces de manejar la comida y, de vez en cuando, algún instrumento muy
primitivo. A fines del período terciario, se han registrado p. ej. en Africa Oriental cambios
climáticos que tuvieron como consecuencia la disminuición sucesiva de la selva tropical. En
los restos de la selva sólo podían mantenerse los individuos fuertes; de ellos evolucionaron los
antropoides actuales. Los demás tenían que adaptarse a la vida en la tierra, pues de otra
manera perecían.
JIkÍ CERNÝ 35

La vida fuera de la selva fue motivo de varios cambios, si se compara con la vida en los
árboles. Ante todo comenzó a prevalecer el desplazamiento sobre las extremidades
posteriores, o sea la manera de andar erguido. (Algunos aseguran que fue la influencia de la
estepa africana; se sabe que hoy día, cuando los antropoides se ven obligados a moverse fuera
de la selva, lo hacen erguidos, para poder observar, desde la maleza, los alrededores y evitar
un peligro eventual.). A consecuencia de ello se liberaron las extremidades anteriores, que se
podían aprovechar para transportar comida, armas o instrumentos primitivos, o sea para las
formas primitivas de trabajo. Al mismo tiempo se liberó la boca que antes, en los árboles,
servía para transportar las cosas, sobre todo los alimentos. De esta manera se crearon las
condiciones necesarias para le evolución de la mano y para emplear la boca en mayor medida
durante el acto comunicativo.
Las duras condiciones de la nueva vida exigieron que los antecesores del hombre se
defendieran juntos contra numerosos enemigos nuevos y que buscaran los alimentos a través
de la caza en grupo. Ya entonces fue necesario disponer de algunos medios de comunicación
fundamentales, los cuales, sin embargo, eran siempre más parecidos al «lenguaje» de los
animales que a la lengua del hombre. La evolución sucesiva de las habilidades primitivas de
trabajo y, más tarde, hasta la división del trabajo exigían el empleo de tales medios de
comunicación que ya pueden considerarse como una forma primitiva de la lengua. Según
Hockett, el origen y la formación de este estadio prelingüístico puede describirse de la manera
siguiente.
Supongamos que los antecesores del hombre empleaban varios sonidos que servían para
señalar las situaciones de vital importancia 0.3). Para señalar la comida, p. ej., podían emplear
el sonido que designaremos como ABCD, para señalar el peligro otro sonido que
designaremos como EFGH; hay que subrayar que no importa por ahora de cuántos sonidos
elementales estaban compuestas dichas señales, ni tampoco cuál fue su forma concreta. A
menudo, sin duda, aconteció una situación en que fue necesario señalar al mismo tiempo tanto
la comida como el peligro; en semejantes circunstancias probablemente surgió una señal
compuesta con la cual nuestros antecesores comenzaron a informarse sobre los dos fenómenos
a la vez. Las consecuencias podían ser de singular importancia; la señal ABCD significaría
desde aquel entonces que «hay comida, pero/y no hay peligro», etc. De esta manera, las
señales originales se diferenciaron en componentes parciales que podían combinarse (+ fig.
6).
Semejante combinación de los significados y de los sonidos correspondientes podía aparecer
también en otras situaciones. De esta manera surgió un sistema articulado, cuyos componentes
podían combinarse entre sí. Su rasgo característico consistía en su produc-
Nuevo significado comida Nuevos significados
Sonido compuesto peligro parciales
ABGH AB = hay comida
ABCD CD = no hay peligro GH
EFGH = hay peligro
(EFCD) EF = no hay comida
Fig. 6: El origen del estadio prelingüístico concebido por Hockett (+ = hay; - = no hay).
36 LENGUA, LINGÜÍSTICA...

tividad, ya que con la posibilidad de combinar sus elementos aumentaron considerablemente


las posibilidades de su crecimiento. Tanto el carácter articulado como la productividad son
justamente las propiedades fundamentales de la lengua y no tienen parentesco en el resto de la
naturaleza viva.
Todo el proceso que acabamos de describir duró probablemente varios millones de años.
El tamaño del cráneo del hombre de Neanderthal —que habitó la Tierra entre los años
700.000 y 40.000 aproximadamente— testifica que ese hombre se servía de una lengua
relativamente desarrollada. En los últimos treinta o cuarenta mil años fue sustituido por el
llamado homo sapiens, cuya lengua cambiaba y sigue cambiando ya solamente en cuanto a la
cantidad de las comunicaciones transmitidas.

0.8. Evolución lingüística


En la evolución de las lenguas es posible observar toda una serie de regularidades de las
cuales algunas se refieren solamente a un grupo mayor o menor de lenguas, o sólo de sus
partes, y otras que son generales, ya que sg refieren a todas las lenguas sin excepción. La más
general entre las leyes que rigen la evolución lingüística tal vez sea la que dice que cada una
de las lenguas naturales vivas sufre cambios, y que todas sus partes —o sea, su fonética,
vocabulario y gramática— están expuestas a dichos cambios.
Desde luego, los distintos planos de la lengua no evolucionan con igual velocidad. Los
cambios más profundos pueden observarse en el vocabulario (dentro de él, de todas maneras,
cambia muy poco el llamado fondo básico de palabras), en donde es posible registrar ciertas
diferencias ya entre dos generaciones seguidas de hablantes de una misma lengua; según
algunas estimaciones, una quinta parte del vocabulario se ve sustituida en un espacio de ocho
siglos aproximadamente. Por el contrario, la gramática es la más conservadora, ya que durante
Lin período de varios siglos sus cambios son casi insignificantes. La desigualdad de la
evolución puede observarse también entre las lenguas parientes; el francés, p. ej., evolucionó
con mayor velocidad que las demás lenguas románicas. La velocidad de los cambios no es
constante; hay períodos en que los cambios son relativamente lentos, y otros, con cambios
acelerados; en este último caso se trata, ante todo, de los períodos caracterizados por grandes
acontecimientos políticos o culturales.
Al lado de estas regularidades generales existe una gran cantidad de cambios que afectan
a los distintos planos de las lenguas particulares, que están causados por factores externos, etc.
Los dejamos aparte, ya que han sido descritos en las gramáticas históricas y otros manuales
dedicados a las lenguas respectivas.

0.9. El origen y la evolución de la escritura


La escritura es, indudablemente, uno de los inventos que han tenido mayor importancia
para la humanidad; fue ella la que hizo posible transmitir informaciones a personas alejadas
en espacio y tiempo. Sólo hace poco tiempo —con la invención del fonógrafo y de otros
instrumentos— fue completada con otros medios capaces de registrar la voz humana; durante
varios miles de años, sin embargo, representaba la única manera de registrar la lengua
JIkÍ CERNÝ 37

hablada, convirtiéndose así en el instrumento fundamental del desarollo de la cultura y la


civilización.
Los relatos escritos se registraban, con frecuencia, sobre materiales de gran duración,
tales como piedras, rocas, huesos de animales, tablas de arcilla que se cocían, etc.; gracias a
ello, perduraron muchas veces durante varios miles de años, pudiendo servir a los
especialistas hasta nuestros tiempos. Por su intermedio conocemos los detalles sobre la vida
de los pueblos muertos ya desde hace mucho tiempo y sobre su lengua, a condición,
naturalmente, de que se haya logrado descifrar la escritura en cuestión. Todo el período
histórico puede definirse como aquél sobre el cual disponemos de relatos escritos. Los
períodos anteriores pertenecen a la prehistoria, y nuestros conocimientos de ellos son mucho
más modestos, basándose exclusivamente en los hallazgos de restos antropológicos, armas,
instrumentos, objetos decorativos o recipientes primitivos.
El origen y la evolución de la escritura es un proceso bastante complejo, pero ya ha sido
descrito bastante bien. En todo este proceso pueden distinguirse cuatro tipos fundamentales de
escritura que se segulan sucesivamente y que son:
a) «escritura» pictográfica; designa los objetos;
b) escritura ideográfica (p. ej. jeroglíficos); designa morfemas;
c) escritura silábica (p. ej. la japonesa); designa sílabas;
d) escritura fonética (hoy la mayoría); designa sonidos.
La llamada escritura pictográfica no era todavía una escritura en toda la extensión de la
palabra, ya que no estaba relacionada necesariamente con una lengua concreta. Eran más bien
dibujos estilizados, por medio de los cuales podían entenderse los miembros de las diferentes
tribus. Los dibujos eran tan elocuentes que era posible «traducirlos» sin dificultad a su lengua.
Este método de comunicación está en uso todavía en nuestros días entre las tribus primitivas.
Para la transición desde la llamada escritura pictográfica hacia la ideográfica —o sea,
para la aparición de la verdadera escritura— era muy importante el momento en que el dibujo
respectivo dejó de unirse con el objeto correspondiente, empezando a asociarse con la palabra
de la lengua. Era algo parecido, como si p. ej. en español el dibujo de un pez dejara de
asociarse con los peces y comenzara a unirse con los sonidos españoles p +e+z. Este cambio
principial apareció independientemente por lo menos en tres lugares diferentes del mundo: en
el Egipto antiguo, en la China antigua y, mucho más tarde, también en el Imperio de los
Mayas; se realizó también en Mesopotamia, donde, sin embargo, no se puede excluir la
influencia de Egipto.
38 LENGUA, LINGÜÍSTICA...

Amón Hombre Faraón Día C. Evolución


desde los jeroglíficos hasta la escritura
demótica (comercial, popular).

Fig. 7: Evolución de la escñtura desde los dibujos primitivos hacia los signos estilizados (según
Schmockel y Ekschnitt).

Tan pronto como cierto dibujo estilizado comenzó a designar un grupo de sonidos
(primeramente todo el morfema), ya fue posible emplearlo en todas las palabras que contenían
dicho grupo (como si en español aprovecháramos el dibujo de un pez para señalar las partes
respectivas de las palabras pezón, empezar, torpeza, etc.). De esta manera aconteció que cierta
palabra, p. ej., podía designarse con varios dibujos, a pesar de no estar vinculada concreta o
lógicamente con ninguno de ellos (como si se aprovecharan los dibujos de un toro y de un pez
para designar la palabra torpeza, aproximadamente); es justamente el caso de los más antiguos
jeroglíficos egipcios. La alteración de la relación directa que había existido anteriormente
entre el dibujo y el objeto correspondiente fue motivo de una estilización y simplificación de
los dibujos-signos, de manera que unos siglos más tarde ya era difícil reconocer en un signo el
objeto originalmente dibujado. Este es el caso de la escritura china, de la cuneiforme de
Mesopotamia, así como de la hierática (eclesiástica) y demótica (popular) que evolucionaron
basadas en los jeroglíficos egipcios.
JIkÍ CERNÝ 39

Más tarde, los signos respectivos dejaron de ser vinculados con los morfemas completos,
relacionándose sólo con las sílabas. De esta manera surgió, otra vez en varios lugares del
mundo, la escritura silábica. Tanto los jeroglíficos egipcios como la escritura cuneiforme
babilónica adquirieron en su tiempo algunos rasgos de la escritura silábica y, en los períodos
tardíos, hasta de la fonética. En China se consolidó la escritura —denominada con frecuencia
incorrectamente como pictográfica— cuyos caracteres se componen de dos partes, una
fundamental asociada al significado, y otra auxiliar relacionada con la pronunciación. A través
de su simplificación fue creada p. ej. la escritura silábica japonesa.
Actualmente la mayor parte de las lenguas —aunque no siempre las más habladas— se
sirven de la escritura fonética. Algunos de sus caracteres ya se empleaban en los jeroglíficos
egipcios y en la escritura cuneiforme babilónica. No obstante, fueron los fenicios quienes, en el
siglo XIII a. C., dieron un paso decisivo, al crear, aprovechando algunos jeroglíficos, el
alfabeto fonético de 22 caracteres. Para esta transición desde la escritura silábica hacia la
fonética es característico que los signos o caracteres que designaban las sílabas comenzaron a
emplearse para designar sólo la consonante respectiva, mientras que la vocal simplemente dejó
de señalarse. Este modo de escribir fue adoptado después por otras naciones semíticas, p. ej.
por los árabes y, a través del árabe, por otros pueblos. También la actual escritura árabe emplea
sólo los caracteres que designan las consonantes; las vocales no se escriben y el lector las
sobrentiende del contexto.
El segundo paso importante hacia el alfabeto fonético actual —corriente en la mayoría de
las lenguas— fue realizado por los griegos, que completaron el alfabeto fenicio con las letras
que designaban las vocales, sirviéndose, por una parte, de los signos fenicios en el caso en que
los sonidos respectivos no existían en el griego y, por otra parte, creando signos nuevos en el
resto de los casos. Su alfabeto estaba compuesto de 24 letras y de él se derivaron más tarde
dos variantes: la occidental, que comprende la escritura latina y todas las que de ella se
derivaron (incluida la española), y la oriental, en que está basada la escritura del eslavo
antiguo del siglo IX, así como las que la siguieron (incluida la rusa).
Hemos podido esbozar aquí sólo un esquema general de la evolución de la escritura.
Desde luego, se trataba de un proceso complejo que no se realizó sin rodeos y con tanta
facilidad como se podría imaginar. Muchas veces, además, los tipos particulares se
combinaban entre sí, dando lugar a una escritura combinada, en la que coexistían p. ej. los
elementos de la escritura silábica con restos de la ideográfica e indicios de la fonética. Los
detalles pueden encontrarse en varios manuales especializados, de los cuales mencionamos
por lo menos el libro ya clásico de Diringer: The Alphabet (Londres 1949).
Es interesante también comparar la forma escrita de la lengua con la hablada. Hasta hace
poco, los lingüistas se dedicaban ante todo a la forma escrita; después de todo, por haberse
interesado casi exclusivamente por los períodos antiguos, no tenían otra alternativa: se
conservaban sólo los textos escritos. Hoy día, por el contrario, la mayor parte de los lingüistas
se dedica ante todo a la forma hablada; hay algunos que hasta proponen excluir el estudio de
la forma escrita de la lingüística. No obstante, las dos formas de la lengua merecen ser
estudiadas, ya que, a pesar de todas sus profundas diferencias, se trata de dos lados del mismo
fenómeno, es decir, de la lengua.
40 LENGUA, LINGÜÍSTICA...

La evolución de la escritura no se realiza con igual velocidad como la de la lengua


hablada. En el Egipto antiguo, como hemos visto, la escritura sufrió, en el período de tres mil
años, profundos cambios, comenzando con el tipo pictográfico, pasando por los jeroglíficos y
llegando a crear hasta algunos signos de las sílabas o sonidos particulares. Estos profundos
cambios, sin embargo, no tenían mucha relación con la evolución de la lengua; teóricamente
podían acontecer sin que la forma hablada hubiera cambiado del todo. Desde luego, teniendo
en cuenta la principal ley de la evolución lingüística, suponemos que también la lengua
hablada de los egipcios ciertamente cambió profundamente en ese período de tres mil años;
las dos formas, sin embargo, evolucionaban independientemente.
En los tiempos modernos, las lenguas adoptan, por lo general, la escritura fonética, que
suele modificarse, en el momento de su introducción, de acuerdo con las necesidades de la
lengua dada. Esta, sin embargo, evoluciona constantemente, mientras que la escritura, por ser
conservadora, generalmente sigue usándose sin cambios durante cierto tiempo, a veces hasta
durante siglos. De esta manera surgen con frecuencia profundas diferencias entre la forma
hablada y la escrita. En el inglés moderno, p. ej., la letra «s» puede designar los fonemas /s/,
(z/ o /š/ (sing, rose, sugar) y el fonema /s/, por el contrario, puede ser designado por las letras
«s» (sing), «c» (rice), «ss» (fuss), «sc» (crescent), o también «sch» (schism). Diferencias
todavía mayores pueden encontrarse en las vocales inglesas. En español no hay tantas
diferencias, ni mucho menos; no obstante, siguen usándose dos letras para designar un solo
fonema («b», «v»), y hasta una letra que ya no designa nada («h»).

Semejantes diferencias pueden solucionarse con las reformas de ortografía, aunque hay
muchos obstáculos que generalmente las impiden. Dejando aparte el espíritu conservador de
las instituciones respectivas, hay que reconocer que en la práctica apenas puede alcanzarse el
estado en que una palabra escrita corresponda exactamente a la cadena de fonemas
respectivos. Suelen imponerse con frecuencia los puntos de vista morfológicos y otros, de
manera que la reforma de la ortografía, por lo general, ofrece una solución llena de
compromisos, sin poder liquidar por completo todas las diferencias que hay entre la forma
hablada y la escrita de la lengua. Por lo demás, aunque fuera capaz de hacerlo, se trataría de
una solución temporal, ya que la forma hablada —que evoluciona constantemente— dentro de
poco se diferenciaría de la forma escrita, petrificada justamente por la última reforma.
CERNÝ 41
JINí

La lingüística debe estudiar las dos formas de la lengua. La forma hablada, desde
luego, es primaria y, por lo tanto, los lingüistas le dedican con razón mayor atención. No
obstante, la invención de la escritura —ante todo de la silábica y la fonética— por sí sola
supone un análisis lingüístico bastante profundo. Por consiguiente, también la forma escrita
de la lengua indudablemente forma parte de la evolución lingüística.

0.10. La historia de la lingüística y su periodización

Una de las tareas principales de la historia de cualquier disciplina científica consiste en


dividirla en los períodos correspondientes. Si consideramos como lingüística —en el sentido
más extenso posible— el conjunto de todas las opiniones que el hombre haya tenido sobre
la lengua, es posible dividirla en los tres períodos siguientes:

1. Período prehistórico; el hombre probablemente no dedicaba ninguna atención a su


lengua o, si se ocupaba de ella, sus ideas debían ser muy sencillas y rudimentarias; sobre
este período, el más largo, con mucho, nos falta cualquier información, mucho menos una
prueba directa, a base de la cual podríamos clasificar semejantes opiniones.
2. Período histórico, del cual se conservan documentos escritos. Por lo general, suele
dividirse en las dos partes siguientes: 2.1. Período precientífico, que incluye todas las
opiniones y teorías sobre la lengua que aparecieron desde la Antigüedad hasta los
comienzos del siglo XIX; 2.2. Período científico, que se constituyó en el segundo decenio
del siglo XIX y sigue hasta nuestros días.

Esta división de la lingüística en tres períodos —prehistórico, precientífico y científico


— es bastante común y sería difícil imaginar otra mejor. Sin embargo, hay que subrayar que
sufre de algunas graves deficiencias en lo que se refiere tanto a los límites que separan los
distintos períodos, como a sus denominaciones.
Los límites que separan la prehistoria y la historia, p. ej., no son fijos, ya por el solo
hecho de que la escritura surgió en varios lugares del mundo en épocas diferentes. Además,
de algunas civilizaciones que suelen clasificarse, y con razón, dentro de la Antigüedad, nos
falta hasta ahora cualquier información de carácter lingüístico, de manera que desde el
punto de vista puramente lingüístico pertenecen a la prehistoria. Y, finalmente, no se puede
excluir que algún día aparezcan pruebas directas sobre su pensamiento lingüístico, p. ej. en
forma de diccionarios, manuales, etc.; en este caso, desde luego, pasarán también en nuestra
clasificación desde la prehistoria hasta el período histórico 1.1).
También los límites que separan los períodos precientífico y científico son
problemáticos, al igual que el propio término «precientífico». Las teorías y los métodos de
aquel período nos parecen a veces como poco científicos desde el punto de vista de hoy; sin
embargo, en su tiempo jugaron un papel importante y, además, sin su previa existencia no
habría podido aparecer la lingüística «científica». Por consiguiente, sería mucho más
apropiado hacer constar que el pensamiento lingüístico de ese período correspondía al
42 LENGUA, LINGÜÍSTICA...

estado de ciencia de aquel entonces, aunque en este caso tanto las denominaciones de los
períodos como los límites que los dividen perderían su justificación 3.8).
A pesar de sus deficiencias, la periodización mencionada tiene sus ventajas, ya que
hace posible clasificar de alguna manera, aunque poco correcta, la historia de la lingüística.

0.11. Historiografia lingüística

Si la llamada lingüística «científica» apareció sólo en el siglo XIX, la historia de la


lingüística se constituyó —dejando aparte algunos ensayos de la primera mitad del siglo
xx— sólo en los años sesenta, cuando en varios países aparecieron manuales de una
extensión y concepción bastante variadas (+ bibliografía). En la mayoría de los casos se
ocupan ante todo de la lingüística del siglo xx, a veces también del siglo XIX, dedicando
relativamente poca atención a los períodos anteriores, y casi ninguna a las nuevas
disciplinas que se están formando a partir de los años cincuenta.
Mucho éxito tuvo el libro «Corrientes en la lingüística» de Millca Ivié, publicado en la
antigua Yugoslavia y traducido después a varias lenguas (Pravci u lingvistici, Ljubljana
1963). Contiene muchos datos de valor y una extensa bibliografía. De los períodos antiguos
se ocupa Georges Mounin (Histoire de la linguistique des origines au XX e siècle, París
1967) y, sobre todo R. H. Robins (A Short History ofLinguistics, Londres 1967), que dedica
a la antigua Grecia casi el mismo espacio que a todo el kiglo xx. Por el contrario, el
lingüista sueco Bertil Malmberg se ocupa también de las corrientes contemporáneas en su
libro «Los nuevos caminos de la lingüística» (Nya vägar inom språkforskningen, Estocolmo
1959), que fue traducido también a varias lenguas. En Alemania, Eugenio Coseriu publicó
una muy detallada «Historia de la lingüística desde la Antigüedad hasta nuestros tiempos»
(Die Geschichte der Sprachwissenschaft von der Antike bis zur Gegenwart, Tübingen, 1
1970, II 1972). Algunas de las obras mencionadas (Mounin, Malmberg, Robins) fueron
publicadas en versión española, en España o en México.
En la antigua Unión Soviética aparecieron ya en los años cincuenta dos tomos de la
obra de Zvegintsev «Selección de textos de la historia de la lingüística - siglos XIX y xx»
(XPeCT01WaT11£ 110 H3b1K03HaH11HXIX - XX BeKOB, Moscú 1956). Contienen
solamente fragmentos de textos de algunos lingüistas con cortas introducciones en que se
evalúa la escuela correspondiente. Otro lingüista soviético, N. A. Kondrashev, publicó la
«Historia de las teorías lingüísticas» (VICTOPWI JWIHTBIICTII EÆCKIIX yqeH11ñ,
Moscú 1979), analizando en quince capítulos las principales tendencias y escuelas desde la
antigua India hasta la lingüística soviética. Finalmente, R. A. Budagov publicó el libro
sobre «La lucha de ideas y corientes en la lingüística contemporánea» (bopbõa

el punto de vista del marxismo, a algunos problemas de la lingüística contemporánea.


A partir de los años setenta, algunas obras aparecieron también en algunos de los
antiguos países socialistas. En la R. D. A., Gergard Helbig publicó «Historia de la lingüís-
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tica moderna» (Geschichte der neueren Sprachwissenschaft, Leipzig 1973), dedicada sobre
todo a la gramática del siglo XX. Más tarde el mismo autor publicó la «Evolución de la
lingüística después de 1970» (Entwicklung der Sprachwissenschaft seit 1970, Leipzig
1986), en que trata de evaluar varias concepciones de la lengua y de la gramática desde el
punto de vista de la llamada vuelta comunicativo pragmática. Finalmente, el lingüista
polaco Adam Heinz publicó, bajo una denominación modesta, «Historia de la lingüística en
esbozo» (Dzieje jqzykoznawstwa w zarysie, Varsovia 1978), un resumen bastante detallado
de la evolución de la lingüística desde la prehistoria hasta nuestros tiempos.
En los años setenta y ochenta aparecieron también algunas obras dedicadas al
desarrollo de esta disciplina en países concretos, p. ej. en Polonia, la URSS y Bulgaria:
«Guía de la lingüística polaca» (K. Handke - E. Rzetelska-Feleszko, Przewodnik po
jçzykoznawstwie polskim, Wroclaw-Warszawa-Kraków-Gdafisk 1977); «Historia de las
teorías lingüísticas rusas» (V. V. Vinogradov, klcropll£ pyccl<nx JIIIHTBMCTII£CKVIX
yqeH11ñ, Moscú 1978); «Tratado sobre la lingüística búlgara» (K. P. Popov, Hay t1H0T0
zeuo Ha "urapcl<ll e311KOBe4Y1, Sofía 1982).
En la antigua Checoslovaquia fue publicada, con ciertas dificultades, sucesivamente en
cuatro tomos, y en forma de textos universitarios, nuestra «Historia de la lingüística»
(Dùjiny lingvistiky, Praga 1975-89), cuya versión reelaborada y aumentada apareció en
1996. Desgraciadamente no existe hasta ahora monografía alguna sobre la lingüística checa
ni eslovaca y, a diferencia de algunos otros países, hasta no disponemos de una «Historia de
la Escuela de Praga». Este estado poco satisfactorio de nuestra historiografía está en gran
contraste con la situación de algunos países avanzados, lingüísticamente hablando, donde al
lado de varias obras historiográficas apareció ya la metahistoriografía, es decir una
disciplina que se ocupa de cómo escribir la historia de la lingüística p. ej.: Geschichte der
Sprâchtheorie I. Zur Theorie und Methode der Geschichtsschreibung der Linguistik, ed. P.
Schmitter, Tübingen 1987).

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