Temas Y Problemas De La Psicología De Transito
Esta disciplina se ocupa de estudiar el comportamiento de los usuarios del tránsito (conductores,
peatones, motociclistas, etc.) y los procesos psicológicos subyacentes a estos comportamientos,
con la finalidad de desarrollar medidas de intervención efectivas para mejorar la seguridad del
tránsito. Desde un enfoque psicotécnico
Entre los diferentes temas que ocupan actualmente a los psicólogos del tránsito podemos
mencionar: el estudio de los procesos cognitivos durante la conducción y los factores que afectan
a estos procesos; las reacciones emocionales del conductor, como el estrés y las conductas
agresivas; la interacción entre el hombre y la tecnología vial y vehicular; los efectos psicológicos
de los accidentes de transporte; etc. Debe observase, no obstante, que las diferentes líneas de
investigación en estas temáticas convergen en un mismo propósito aplicado: la mejora de las
condiciones del tránsito, fundamentalmente, su seguridad.
Procesos cognitivos y habilidades para la conducción
Se trata de la tarea de conducción desde un enfoque centrado en las habilidades necesarias para
un buen desempeño. En especial, en factores como percepción visual, atención y alerta del
conductor
Factores que afectan el desempeño
Factores o circunstancias que afectan el buen desempeño del conductor como el sueño, la fatiga,
el consumo de sustancias (alcohol, medicamentos y drogas), como factor de riesgo en accidente.
Actitudes, comportamientos de riesgo y medidas de autoprotección
Dentro de esta línea, las violaciones a normas de tránsito concentran buena parte de la atención,
especialmente, la violación de límites de velocidad, además, el estudio de las actitudes, creencias
y evaluaciones relacionadas con la decisión de asumir riesgos se encuentra también muy
presente. Las actitudes han sido estudiadas como antecedentes posibles de varias conductas de
riesgo, como la conducción agresiva y la violación de normas de tránsito. Por otro lado, ha sido
estudiado el significado atribuido a las sanciones recibidas por incurrir en dichas violaciones.
Otra área de estudios se refiere a los comportamientos que pueden resultar protectores o seguros,
como son el uso del cinturón de seguridad y otras medias de seguridad pasivas y activas. Un
tópico emergente en este sentido tiene que ver con las actitudes hacia las nuevas tecnologías para
la seguridad.
Diferencias individuales y personalidad
En este sentido, destacan en primer lugar los análisis de diferencias por sexo y edad, ambas
variables estrechamente relacionadas con diferencias en los patrones de conducción y riesgo de
accidentes. En cuanto a la edad, cabe mencionar el interés específico por ciertos grupos de
riesgo, como son los jóvenes y adultos mayores. En este último caso, podemos señalar un interés
creciente por los ancianos, ya sea considerando los factores de riesgo específicos de este grupo,
como las posibles intervenciones para adecuar el medio a sus necesidades. Por otro lado, las
diferencias individuales en los comportamientos del conductor también han sido analizadas con
relación a variables de personalidad. En este sentido, se han estudiado especialmente las
variables personales que influyen en las conductas agresivas y de riesgo. También se ha
analizado la relación entre variables de personalidad y otros aspectos, como por ejemplo, la
respuesta frente a las campañas de prevención o la tolerancia en las congestiones. Entre los
rasgos de personalidad, la dimensión Búsqueda de sensaciones ha sido una de las más analizadas
en relación al riesgo en la conducción
Acciones persuasivas, educación y formación de conductores
En esta se incluyen esfuerzos en materia de educación, persuasión social y formación de grupos
específicos de usuarios, como niños, conductores noveles o chóferes profesionales. En general, el
interés es poner a prueba la efectividad de las intervenciones y los esfuerzos orientados a mejorar
la seguridad en el desempeño del conductor o producir cambios comportamentales en este
sentido. A nivel educativo esto incluye los métodos de enseñanza, formación, entrenamiento y
acreditación de conductores; así como la formación de usuarios con necesidades especiales. Por
otro lado, las intervenciones persuasivas para producir cambios de comportamiento incluyen
básicamente la evaluación de intervenciones a nivel de comunicación social. Por ejemplo, se
presentan estudios que analizan la efectividad de distintos tipos de mensajes persuasivos
destinados a influenciar positivamente la conducta de los conductores. Otras líneas de
investigación interesantes vinculadas al cambio conductual se han desarrollado desde enfoques
completamente diferentes, por ejemplo, los estudios de feedback a nivel individual, como técnica
para modificar los comportamientos inseguros de los conductores, o el estudio de la influencia
social 'dentro del vehículo, también como medio para generar cambios conductuales en el
conductor.
Ambiente, vehículo y tecnología
En esta categoría abordan, en especial, problemas de ergonomía a nivel comportamental,
cognitivo y emocional en la interacción con diferentes tipos de tecnología vial y vehicular. La
temática de la interacción entre el factor humano y la tecnología se encuentra representada en la
revista Traffic Psychology and Behaviour por temas diversos, como la adaptación
comportamental y la aceptabilidad de los sistemas de control de velocidad o de los sistemas de
información, navegación y control de viajes. Dentro de esta categoría también se encuentran
estudios de interacción con tecnología no vehicular, como las tecnologías aplicadas a la
señalización vial o el uso de teléfonos celulares. Aquí, puede observarse que el desarrollo de
tecnologías para asistir la tarea de conducción o mejorar su seguridad es permanente y que este
desarrollo plantea preguntas sobre la forma en que las tecnologías afectan al comportamiento
humano y, en general, sobre la manera en que las personas interactúan con dichas tecnologías.
Emoción: estrés, agresión y hostilidad en la conducción
Dentro de esta categoría se incluyen temas clásicos, como la ansiedad en la conducción o los
efectos emocionales de los accidentes, pero también otras cuestiones más actuales y vigentes,
como el estudio de la agresividad en la conducción, el cual puede considerarse un problema en
crecimiento. Se pueden identificar varios artículos que abordan la problemática y se orientan al
estudio de aspectos psicológicos y/o situacionales relacionados con la frustración, las reacciones
de ira y hostilidad en la conducción. Algunos trabajos identifican subgrupos de usuarios más
proclives a experimentar este tipo de emociones, también se analiza el rol de variables
actitudinales y de personalidad como antecedentes o moderadores de las manifestaciones
agresivas. Por otro lado, existen trabajos que discuten y analizan la incidencia que ciertas
condiciones del tráfico, especialmente los atascos o congestiones, tienen sobre las
manifestaciones emocionales del conductor.
Temas Adicionales
La necesidad de un tránsito más seguro
La psicología del tránsito es una disciplina aplicada con un objetivo práctico bien definido:
mejorar las condiciones del tránsito y la calidad de la movilidad humana a partir del
conocimiento de sus aspectos psicológicos. Si bien esto incluye múltiples dimensiones del
tránsito y el transporte, los psicólogos nos hemos centrado principalmente en la seguridad vial.
En este sentido, el campo de acción ha sido básicamente el estudio del factor humano como
fuente potencial de riesgos.
Se reconoce que el comportamiento humano es el principal factor de riesgo, estimándose que
alrededor del 90 % de los casos se relacionan con diferentes tipos de errores y fallas humanas. En
este contexto, es fácil entender por qué buena parte de la psicología del tránsito se ha
concentrado en conocer los factores comportamentales que afectan la seguridad, y en identificar
y evaluar medidas de intervención focalizadas en las personas. Así, el conocimiento psicológico
actual ofrece una base más sólida para el planeamiento y la toma de decisiones en materia de
seguridad vial.
Problemas
Accidentes de trasporte, uso de automóviles personales, etc. Esta modalidad de transporte se
encuentra extendida alrededor del mundo como la forma dominante de movilidad urbana. Desde
una perspectiva individual, el auge y prevalencia de este tipo de vehículos se debe a varios
motivos. Por un lado, su funcionalidad para la movilidad en ciudades extensas o dispersas.
Además, el automóvil particular es percibido como un medio confortable y seguro, que brinda
independencia y control, agregándole a este factor el prestigio social alcanzado por los
individuos. Así mismo, se ha convertido en la principal amenaza de espacios seguros para otros
medios de transporte como la bicicleta. No obstante, existe un reconocimiento cada vez más
extendido sobre los perjuicios que ocasiona el automóvil, al punto que se le identifica como “el
enemigo principal del transporte sostenible”. Entre las consecuencias negativas de los
automóviles se han mencionado: el mayor riesgo de lesiones y daños materiales, la
contaminación ambiental, el uso ineficiente de energía no renovable, su alto costo e ineficiencia
relativa, la reducción de la equidad y accesibilidad al transporte, la expansión y la fragmentación
urbana, y la reducción de espacios naturales y públicos.