Apéndice
CELEBRACIÓN DE LA MUERTE
(Exequias)
I. ORIENTACIONES DOCTRINALES
Sentido pascual de la muerte
“Y como por su unión con Adán todos los hombres mueren,
así también por su unión con Cristo, todos retornarán a la vida”
(1 Cor 15, 22).
646. “Todos los sacramentos, principalmente los de la iniciación cristiana, tienen como fin último
la Pascua definitiva del cristiano, es decir, la que a través de la muerte hace entrar al
creyente en la vida del Reino”1.
647. “El sentido cristiano de la muerte es revelado a la luz del misterio pascual, de la muerte y
de la resurrección de Cristo, en quien radica nuestra única esperanza”2.
Así, en las exequias de sus hijos, la Iglesia celebra con fe el misterio pascual de Cristo3.
648. El día de su muerte, término de su vida sacramental, el cristiano inaugura su nuevo
nacimiento comenzado en el Bautismo: Es ‘semejanza’ definitiva a ‘imagen del Hijo’,
conferida por la Unción del Espíritu Santo y la participación en la Eucaristía, aunque pueda
todavía necesitar últimas purificaciones para revestirse de la túnica nupcial4.
649. “La Iglesia que, como Madre, ha llevado sacramentalmente en su seno al cristiano durante
su peregrinación terrena, lo acompaña al término de su caminar para entregarlo en manos
del Padre. La Iglesia ofrece al Padre, en Cristo, al hijo de su gracia, y deposita en la tierra,
con esperanza, el germen del cuerpo que resucitará en la gloria”5.
650. La Iglesia celebra por los difuntos el sacrificio eucarístico de la Pascua de Cristo y reza por
ellos, de modo que, comunicándose entre sí, todos pedimos para los difuntos el auxilio
espiritual, y para los deudos, la esperanza. Se entiende así por exequias al conjunto de ritos
y plegarias con que la Iglesia acompaña la muerte de un cristiano6.
1
CATIC 1680.
2
CATIC 1681
3
DPSS 658.
4
Cfr. CATIC 1682.
5
CATIC 1683.
6
CATIC 1683; DPSS 659.
651. En la celebración de las exequias por sus hermanos, procuren los cristianos afirmar la
esperanza en la vida eterna, pero teniendo en cuenta las costumbres del lugar y de la
familia. Aprueben de buen grado todas las costumbres buenas que en ellas se encuentran,
y procuren transformar paulatinamente lo que aparezca contrario al Evangelio, así las
exequias manifestarán la fe pascual7.
652. Es necesario honrar los cuerpos de los difuntos que han sido templos del Espíritu Santo. Por
eso, entre la muerte y la sepultura (velatorio, Eucaristía y/o responso y sepultación) se
debe afirmar la fe en la vida eterna y orar por los difuntos8.
II. ORIENTACIONES PASTORALES
La caridad de la comunidad cristiana
653. Las exequias por un fiel difunto deben celebrarse generalmente en el templo parroquial.
Sin embargo, es posible elegir otro templo para el funeral, consultando a quien la rige y
comunicándole al párroco9.
654. La celebración de las exequias es asunto de la familia y de toda la comunidad cristiana, la
cual ha de hacerse presente en las exequias de todos y cada uno de sus miembros10.
655. Las exequias, al ser una obra de caridad y misericordia cuando se reza por los difuntos, se
les acompaña en su entierro y se conforta a sus familiares; son una instancia para ejercitar
la caridad, rezar, pedir perdón por los pecados y renovar la fe en la vida eterna y en la
misericordia de Dios.
Por ello, todos los que asisten a las exequias deben tomar parte activa en las oraciones y
cantos, y los que no asistan, han de rezar y ofrecer obras de caridad, penitencia,
indulgencias y –periódicamente– la Santa Misa por los difuntos de su comunidad y de toda
la Iglesia, y así se expresará mejor la comunión de los santos11.
Ministros de las celebraciones
656. Los sacerdotes, diáconos y laicos se harán presente junto a los que sufren la muerte de un
ser querido, con actitud fraterna y cristiano apoyo, con su palabra de fe y esperanza y
haciéndose presente en nombre de la Iglesia12.
7
PREX 2; DPSS 660.
8
CDC 1176, 2; PREX 3; DPSS 661.
9
CDC 1177, 1-3; DPSS 662.
10
PREX 16; DPSS 663.
11
PREX 17; DPSS 664.
12
PREX 17; DPS 297; DPSS 665.
657. Ante la carencia de un ministro, los párrocos elegirán y prepararán laicos para que realicen
la celebración exequial13.
658. Algunos criterios de elección:
• Varón o mujer con un testimonio de fe reconocido, con un compromiso con la Iglesia y
disponibilidad para servir, con empatía y formación.
• Delegación dada por el Ordinario del lugar (Obispo o vicarios) previa presentación del
párroco con carácter oficial en un plazo determinado14. Procúrese que no se acumulen
en una misma persona servicios semejantes.
659. A los ministros extraordinarios de la Comunión, los lectores y acólitos, el coordinador del
equipo litúrgico, a las personas que visitan enfermos, algunos cuasimodistas que han
acompañado durante su enfermedad al difunto15, se les puede pedir este servicio.
660. Los párrocos deben formar a los laicos designados para enriquecer estas celebraciones
cristianas. Conviene revisar con ellos las eventualidades que se hayan presentado, y
adoptar criterios comunes16.
661. Los laicos no usarán ornamento, vestirán como lo ocasión lo amerita y ojalá puedan llevar
una cruz colgada al cuello. Podrán utilizar el libro llamado “Resucitó”, el “Oremus”, “El
Velorio Cristiano” o el mismo ritual “Exequias Cristianas”17.
Velorio o Celebración de la Palabra
662. El velorio cristiano es un momento importante para que se haga presente la comunidad y
su ministro18.
663. El lugar del velatorio ha de ser digno y religioso. Mantenerse limpio y con signos religiosos,
como crucifijo, imágenes, etc.
Las parroquias contarán con un lugar adecuado para sus feligreses y hacer conocido el
horario de su uso como un servicio y una muestra de solicitud por los difuntos. El
comportamiento en dicho lugar ha de ser adecuado19.
664. Foméntese una pastoral para estos fines, dado que es una obra de misericordia y un
servicio de gran valor. Muchas familias no tienen otro contacto con la Iglesia que éste.
13
PREX 19; DPS 298; DPSS 666.
14
DPS 299; Ver: Servicios Litúrgicos Encomendados a Laicos III.
15
DPS 668.
16
DPS 302.
17
DPS 300; DPSS 670.
18
PREX 3; DPSS 671.
19
DPSS 672.
Podría aprovecharse muy bien para una fructífera labor apostólica, dado el momento de
especial sensibilidad que se vive20.
665. El capítulo 1° del Ritual de Exequias trae sugerencias para el momento del velorio21.
666. Lo más conveniente es celebrar una Liturgia de la Palabra cuando esté reunido un número
suficiente de familiares y amigos. El orden de la celebración será el siguiente:
• Palabras de introducción
• Rezo de algún salmo y una oración
• Lectura bíblica
• Palabras del que preside
• Testimonios
• Oración de los fieles
• Padre nuestro y oración final
Ojalá no se junte con la Misa de las exequias, para no repetir la Liturgia de la Palabra22.
667. Una sana devoción durante el velorio es la oración del Rosario, al que se le pueden
intercalar pasajes de la Palabra de Dios y cantos.
Es una ocasión propicia para evangelizar sobre el papel intercesor de la Santísima Virgen23.
668. También pueden escogerse lecturas bíblicas para ayudar a comprender el sentido del paso,
intercalando cantos, salmos, etc.24.
La celebración exequial
669. El segundo momento de la liturgia es la celebración exequial. Los capítulos 2°- 4° del “Ritual
de Exequias” presentan tres formas. La primera forma prevé tres estaciones: en la casa del
difunto, en el templo o capilla y en el cementerio. La segunda considera sólo dos
estaciones: en la capilla del cementerio y junto al sepulcro. La tercera forma contempla sólo
una estación: en la casa o capilla ardiente del difunto25.
670. La primera forma, que es la más típica, se recepciona el difunto en la iglesia: procesión de
entrada a la iglesia y deposición del féretro ante el altar, Liturgia de la Palabra o Eucaristía,
última recomendación y despedida, procesión hacia el nicho sepulcral, bendición del nicho
sepulcral y, finalmente, sepultación y oración de los fieles. Ver capítulo 2° “Ritual de
Exequias”26.
20
DPSS 673.
21
DPSS 674.
22
DPSS 675.
23
DPSS 676.
24
PREX 11-12.
25
PREX 4; DPSS 678.
26
PREX 5; DPSS 679.
671. La segunda forma se da en el cementerio. Hay recepción y saludo, Liturgia de la Palabra,
última recomendación y despedida, procesión hacia el nicho sepulcral, bendición del nicho
sepulcral y, finalmente, sepultación y oración de los fieles. Ver capítulo 3° del “Ritual”27.
672. La tercera forma se realiza en la casa. Se celebra: la Liturgia de la Palabra y la última
recomendación y despedida. Puede hacerse también la procesión hacia el nicho sepulcral,
bendición del nicho sepulcral y, finalmente, sepultación y oración de los fieles. Ver capítulo
4° del “Ritual de Exequias”28.
673. Conviene que los fieles que participan puedan comprender el carácter pascual de toda la
celebración. Ayudan para este fin algunos signos: los cantos pascuales y de resurrección, el
cirio pascual y las flores. Todo en un ambiente de alegría en la fe y de esperanza cristiana29.
674. En la procesión de entrada puede cantarse un salmo o recitarse alguna antífona (ver
capítulo 7° del “Ritual de Exequias”). La procesión de entrada del cadáver recuerda las
entradas del difunto a la asamblea cristiana y también su acogida definitiva en la asamblea
de los santos30.
675. Existe la costumbre de colocar al difunto en la misma posición que ocupaba en la asamblea
litúrgica, es decir, el laico de cara al altar, y los obispos, presbíteros y diáconos, de cara al
pueblo31.
676. Encima del féretro puede colocarse los Evangelios, la Biblia o una cruz. A su alrededor
algunos cirios encendidos; pero ciertamente es preferible sólo el cirio pascual32.
677. En toda celebración la lectura de la Palabra de Dios es central para proclamar el misterio
pascual, afianzar la esperanza en la nueva vida, exhortar a la piedad hacia los difuntos y dar
un testimonio de vida cristiana. Se evitará pronunciar un elogio fúnebre, sino que se
aprovechará la vida del difunto, en relación con los textos sagrados. Así se ayudará a los
presentes a iluminar este momento de dolor con la fe en la resurrección33.
678. Las oraciones de la comunidad confiesan su fe e interceden por los difuntos adultos para
que alcancen la vida eterna que ya han logrado los niños difuntos sin uso de razón, puesto
que son hijos de adopción por el Bautismo. Por los padres de estos niños ora la comunidad
para que reciban consuelo34.
27
PREX 7; DPSS 680.
28
PREX 8; DPSS 681.
29
DPSS 682.
30
DPSS 683.
31
DPSS 684.
32
DPSS 685.
33
PREX 10; IGMR 338; DPS 301.
34
PREX 13; DPS 246.
679. El rito de última recomendación y despedida del difunto significa el último saludo de la
comunidad al que pasará a la Iglesia del Cielo35.
680. La aspersión con agua bendita recuerda el Bautismo que nos hizo hijos de Dios. Se puede
incensar el féretro, como signo de la honra del que fuera templo del Espíritu Santo. Se
termina con el canto de despedida36.
681. Mientras el cortejo se encamina al cementerio se puede cantar salmos o cantos. Ver
capítulo 7° del “Ritual de Exequias”37.
682. El nicho sepulcral puede ser bendecido38 por el ministro y mientras se sepulta hacer las
oraciones prescritas en el Ritual.
683. Los laicos o algún familiar pueden también hacer esas u otras oraciones para acompañar
este momento y así dar un mayor sentido cristiano a este acto39.
La celebración de la Eucaristía en las exequias
684. La decisión de celebrar u omitir la Misa dentro del rito exequial se tomará siempre de
acuerdo con la familia y teniendo en cuenta la categoría del día litúrgico y las posibilidades
del ministro.
Mas, el párroco procurará la celebración exequial para los difuntos de su comunidad40.
685. Procúrese que la asamblea valore al laico servidor que preside en nombre de la
Iglesia 41.
686. En las parroquias ha de procurarse que haya una celebración de la Eucaristía, aun sin
cuerpo presente del difunto, antes o después de las exequias, incluso en los días siguientes
al funeral. Puede ser, por ejemplo, una Misa en recuerdo de los fallecidos en el mes42.
687. En la primera forma típica de hacer la celebración de las exequias, es obligatorio que, al no
celebrarse la Misa, se celebre una Liturgia de la Palabra en la estación que se hace en el
templo o capilla43.
688. Cuando tenga lugar la celebración de la Misa exequial, conviene que estén presentes todos
los familiares del difunto. Es muy deseable que reciban la Comunión, si no lo hacen
35
PREX 14; DPSS 688.
36
PREX 14; DPSS 689.
37
DPSS 690.
38
DPSS 691.
39
DPSS 692.
40
CDC 1177; DPSS 694.
41
DPSS 695.
42
DPSS 696.
43
PREX 6; DPSS 697.
habitualmente. También a los más alejados se les puede ofrecer el sacramento de la
Reconciliación 44.
Las intervenciones que los familiares o amigos del difunto piden hacer en la misa, es
aconsejable se realicen en el cementerio o luego de la bendición final en la misa.
689. Si por bajo nivel de práctica religiosa de los deudos no pareciera oportuna la celebración
de la Misa exequial, de común acuerdo con ellos, se procederá a las exequias sin Misa45.
690. En algunos casos, la Misa exequial puede hacerse en el templo después de la sepultación,
con los familiares, vecinos y miembros de la comunidad46.
691. Con respecto a la fecha de celebración de la Misa por el difunto, téngase presente que:
• Puede celebrarse todos los días, salvo los días en el calendario litúrgico indique lo
contrario.
• Cuando la celebración de un funeral coincide con la celebración del domingo o fiesta,
ésta tendrá preferencia. Se impone especialmente en las solemnidades y los domingos
de Adviento, Cuaresma y Tiempo Pascual. Se puede explicar a los familiares y a la
comunidad.
• Cuando la celebración del funeral se hace a una hora diferente del horario regular de la
comunidad parroquial, conviene celebrar la Misa propia del difunto, con la excepción
de los días de Navidad, Semana Santa, Resurrección, Ascensión y Pentecostés47.
692. Por los difuntos se pueden celebrar también misas en otras ocasiones: después de recibida
la noticia de la muerte; en la sepultura definitiva; en el primer aniversario. Estas misas
pueden ser celebradas aun cuando se señale en el Ordo una memoria obligatoria48.
693. Las otras misas de difuntos o misas cotidianas pueden celebrarse los mismos días en que se
permiten las misas votivas, pero aplicadas por los difuntos49.
694. Cuando no se encuentra presente el cuerpo del difunto, se prohíbe la colocación de una
urna vacía delante del altar para la celebración de la Misa50.
695. En las misas del domingo, la comunidad puede rogar por las personas fallecidas en la
semana. Se les puede nombrar. Es una excelente ocasión de evangelización a los deudos,
44
IGMR 339; DPS 282.
45
DPS 281.
46
DPS 281.
47
IGMR 336; DPS 283.
48
IGMR 337; DPS 284.
49
IGMR 337; DPS 285.
50
DPS 286.
además de cumplir con la intención de la misa parroquial dominical, cual es ofrecerla por el
Pueblo de Dios51.
696. Han de evitarse la lectura de largas listas de difuntos que hacen perder el sentido de la
celebración. Las listas podrán ponerse en la puerta del templo o ser leídas al inicio de la
Misa. Durante la Misa leer sólo los recién fallecidos. La misa en días de semana es una
buena ocasión52.
697. En las misas por los difuntos adultos se recomienda el uso del color morado como
expresión de la Pascua y como expresión de dolor de la separación53.
Exequias de párvulos
698. Se debe distinguir entre las exequias de párvulos bautizados y párvulos todavía no
bautizados54.
699. En las exequias de párvulos bautizados, considérese las posibilidades que el Ritual ofrece
en el capítulo 5°. La liturgia hace hincapié en el don gratuito del Reino que la Iglesia confía
que el niño ya ha recibido. La homilía catequizará en este sentido55.
700. En el caso de los niños muertos todavía no bautizados, es posible celebrar exequias por
ellos, siempre que sus padres hubieren deseado el Bautismo56.
Cremación
701. La Iglesia favorece la sepultación de los cuerpos de sus fieles y la veneración de sus
sepulcros. Pero, no prohíbe la cremación, cuando no se hace por motivos contrarios a la fe,
por lo que permite la celebración de exequias57.
702. Conviene que cuando el cadáver va a ser cremado se enfatice en la supervivencia de la
persona y en la resurrección final58.
703. Los ritos exequiales se harán antes de la cremación, así se ora por los difuntos y se honra
su cuerpo.
Dispersar los restos cremados en el mar, en la tierra o guardarlos en el hogar no es la
disposición reverente que la Iglesia requiere de los restos cremados de sus hijos. Conviene
que se guarden con veneración en los cinerarios, tumbas, nichos tradicionales o memorial
parroquial.
51
DPS 287.
52
IGMR 346.
53
DPS 292.
54
DPS 293.
55
DPS 294.
56
CDC 1183, 2; DPS 295.
57
CDC 1176,3; PREX 15; DPS 303-304.
58
DPS 305.
Derecho y posible negación de sepultura cristiana
704. Los fieles difuntos tienen derecho59, al que no se puede renunciar, de contar con las
exequias, puesto que sus fines son consolar con la esperanza a los vivos, honrar al difunto y
pedir para él la ayuda divina.
705. El Ordinario del lugar puede conceder exequias a bautizados adscritos a una comunidad no
católica, siempre que conste la voluntad del difunto y sus familiares y no pueda hacerla su
ministro propio. Conviene explicar los motivos de orden ecuménico de la celebración, (a
saber, el Bautismo único, la vinculación, aunque no plena a la Iglesia, y la común fe en la
resurrección60) de modo de prevenir escándalos o un relativismo religioso.
706. Excepcionalmente puede darse la necesidad pastoral de negar las exequias cristianas de un
difunto. Es algo muy delicado pues herirá hondamente a los familiares y se exponerse a la
difamación de la persona del difunto. El párroco es el responsable de resolver61.
707. Algunos motivos para negar las exequias:
• A los notoriamente apóstatas, herejes o cismáticos.
• A los que pidieron la cremación de su cadáver por razones contrarias a la fe cristiana.
• A los demás pecadores manifiestos a quienes no pueden concederse las exequias
eclesiásticas sin escándalo público de los fieles62.
708. En el caso de que surja alguna duda, hay que consultarlo con el Obispo o Vicario y atenerse
a sus disposiciones63.
709. A quien ha sido excluido de las exequias eclesiásticas se le negará también cualquier Misa
exequial64.
710. El caso de los suicidas debe estudiarse con especial cuidado. Son muchos los motivos que
llevan a la persona a esa situación extrema, por lo que, previo discernimiento, se aconseja
hacer la Misa exequial. Conviene en algunos casos explicar a los fieles, haciendo notar que
la celebración no implica una aprobación de la circunstancia de la muerte de dicha persona,
sino que es una oración a Dios de parte de la Iglesia, encomendando a este hijo suyo a la
misericordia divina65.
711. Si se diera la necesidad de negar la sepultación cristiana, se procederá con gran caridad,
comprensión y paciencia, procurando que sean comprendidos los motivos que se tienen en
59
CDC 1176, 1; 1183,1; DPSS 715.
60
CDC 1183, 3; DPSS 716.
61
DPS 306.
62
CDC 1184, 1; DPS 307.
63
CDC 1184, 2; DPS 307.
64
CDC 1185; DPSS 720.
65
DPS 307; 308.
cuenta, sin herir los sentimientos religiosos de la familia y procurando llevar a la confianza
en el amor infinito de Dios66.
712. En todo caso, siempre se puede rezar por el difunto. Sólo Dios conoce los corazones67.
Ofrendas
713. Los párrocos y rectores de Iglesias prestarán gratuitamente estos servicios eclesiales. Esto
no impide aceptar una libre y espontánea colaboración a la Iglesia que entregan sus
familiares en memoria del difunto68.
714. Tampoco nada impide recibir los estipendios en las Misas en memoria de algún difunto. En
todo caso, nunca alguien quedará sin recibir una exequia por motivos económicos69.
715. Las “coronas de caridad” siempre son recomendables, ya que son una obra de caridad
realizada en nombre de un fiel difunto a los más necesitados. Sin embargo, deben ir, en lo
posible, acompañadas de oraciones por los difuntos.
Ninguna institución de Iglesia puede dar coronas de caridad sin previa consulta e
información al Ordinario del lugar70.
Pastoral de los cementerios
716. Los vicarios zonales y los párrocos que tengan cementerios en sus territorios han de
procurar algún tipo de atención pastoral en esos lugares. Los diáconos pueden prestar el
servicio de la oración y son un gran instrumento evangelizador y de caridad fraterna71.
717. Especial cuidado pastoral se tendrá para el 1 y 2 de noviembre, Solemnidad de Todos los
Santos y Conmemoración de los Fieles Difuntos, respectivamente. Las visitas a los difuntos
son expresión de fe en la vida eterna y aprecio a los vínculos familiares o de amistad72.
718. Ciertamente se ha de esperar mucho fruto, para la Iglesia y para la sociedad, de una
adecuada atención a los familiares de los difuntos. Ayudará a crecer la esperanza en la vida
eterna y el amor a los hermanos, como la compasión con los que sufren, hasta que todos
nos encontremos en el Reino definitivo73.
“Creo en la resurrección de la carne
66
DPS 309.
67
DPS 310; DPSS 723.
68
CDC 1181; DPS 311.
69
CDC 1181; DPS 311.
70
DPSS 726.
71
DPSS 727.
72
DPSS 728.
73
DPSS 729.
y en la vida eterna. Amén”.
Tomado de:
ORIENTACIONES PARA LA PASTORAL SACRAMENTAL. CONFERENCIA EPISCOPAL DE
CHILE. ÁREA ECLESIAL. Santiago, CECh 2010. 2 ed.