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Cap 3 El Sujeto Cognitivo Fierro

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86 ESTRUCTURAS ¥ PROCESOS Pervin, L. A. y Lewis, M, (edicién a cargo de) (1978), Perspectives in Interactional Pay. 1 chology, Nueva York-Londtes, Plenum Press. : Pinillos, J. L. (1975), Prineipios de Psicologia, Madrid, Alianza Ealitoril Price, RH. y Bouffard, B. L. (1974), Behavioral appropiateness and situational cons- taint», Journal of Personality und Social Psychology, 30, pigs. 579-586. Rorer, L. G. (1990), «Personality assessment: A conceptual survey», en L. A. Pervin (edicién a cargo de), Handbook of Personality. Theory and Research, Nueva York- Londres, The Guilford Press Rosch, E. R. (1974), «Linguistic relativity, en A. Silverstein (edicion a cargo de), He ‘man Comunication: theoretical perspectives, Hillsdale, Lawrence Erlbaum, f ‘method, Nueva York, Oxford University Press. Séncheo-Cénovas, J. (1985), El marco teérico de la psicologa diferencial, Valencia, Pro: molibro. Sinchex Lapez, M. P. (1994), «El Ambito de la psicologia diferencial», en J. 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En su obra de ma- durez, La personalidad: configuracin y desarrollo (1961), mantenia la misma ac- titud y consideraba que su tratamiento era mejor dejarlo a los filésofos ante la falta de una metodologia adecuada para su estudio. Sin embargo, es posible ue la situacién actual haya cambiado, al menos parcialmente, y que sea po- sible establecer empiricamente algunas de las instancias activas que permiten proponer modelos del sujeto como agente activo del conacimiento desde una perspectiva psicol6gica Hablar del sujeto cognitivo cuando nos referimos a las personas tiene dos acepciones principales. En primer lugar, se quiere decir que el individuo tiene como actividad basica percibir y conocer el mundo en el que acta, y suponet que la cognici6n actia en él ditigiendo y orientando su conducta, En este sen- tido la cognicién aparece como una caracteristica que define al sujeto humano. A través de la cognicién el sujeto conoce, maneja, predice y explica la realidad del mundo en el que vive. Es ese mismo conocimiento el que le lleva a claborar las abstracciones, simbolos y diversas manifestaciones que acompafian la acti ise ee 88 [ESTRUCTURAS ¥ PROCESOS En segundo lugar, significa que la cognici6n humana es la de un sujeto que zo sélo procesa Ia informacién almacendndola sin més, sino que procede de forma activa en su organizacién y codificaci6n, de manera que su conocimien. to va ms allé de la informaci6n suministrada, complementando lagunas, inter. pretando datos, globalizando conocimientos y, en general, personalizando la informacién que recibe. Es por ello que podemos hablar del conocimiento de} sujeto como de un conocimiento personal y no sélo de un conocimiento légi- 0, racional, formal, probabilistico y computacional. La cognicién humana con frecuencia esté muy distante de ser logica y racional, de forma que su tazona- miento es frecuentemente alégico (Evans, 1972), guiado més bien por «mode- Jos mentales» que por reglas formales (Johnson-Laird, 1983). Como Rivigre ha constatado: «A medida que ha crecido, el sujeto de la psicologta cognitiva se ha hecho menos légieo, més dificil de formalizar, quiza més impredictible y diver- tido también» (Riviére, 1987, pag. 28) 3:12. La psicologéa cognitiva de la personalidad 3124, La New Look Los primeros enfoques que trataron de aproximar los conceptos de perso- nalidad y cognicién, cl sujeto como proceso activo de conocimiento, provienen de los estudios sobre la influencia de la personalidad sobre la percepci6n, pro- ceso que se gesté en la década de los aos cuarenta (Woliteky y Wachtel, 1973) através del movimiento que se conocié como New Look. AA partir de 1947 los trabajos de Bruner y Postman cambiaron las viejas perspectivas y se comenz6 a enfatizar la funcién activa y constructiva del suje- to en la percepcién. La nueva perspectiva partia del doble presupuesto de que los objetos percibidos presentan un aspecto estructural y otro significativo, La ‘New Look se fij6 como una de sus tareas establecer cuales eran los elementos de la estructura del sujeto, valores, conilictos, motivaciones o prejuicios, que jercian una influencia en la percepcién. En los primeros afos de la década de Jos cincuenta las péginas de Journal of Personality y del Journal of Abnormal and Social Psychology estaban repletas de trabajos sobre el tema. Los estudios acerca de la imagenes de los alimentos en personas deprivadas o los de Brunet y Godman (1947) sobre la importancia de los valores y las necesidades sobre el tamafio percibido, fenémeno al que llamaron «acentuacién perceptivan, fue- ron claro ejemplo de ello. 3.12.2. Estilos cognitives y controles cognitivos En el marco de la New Look el intento de vincular estructuralmente percep- cién y personalidad fue desarrollado desde el modelo de los controles cogniti- ae, ee EE EP ErEe [BL SUJETO COGNITIVO 89 tacién para mejor comprender la influencia de la motivacién sobre la percep- ién, como por ejemplo los estudios de Klein (1954), que trataban los controles cognitivos como variables intervinientes que definian las reglas mediante las cuales se configura la percepcién, la memoria y otros procesos cualitativos ba- sicos de la cognicién. La idea de que las fuerzas motivacionales operaban como ‘una estructura en el desarrollo de la percepcién dio lugar al concepto de «acti- tudes perceptivas o cognitivas», términos que posteriormente fueron reempla- zados por el término control para resaltar el hipotético aspecto regulador de estas estructuras. El concepto de controles cognitivos tiene una doble importancia hist6tica y te6rica. Historica, porque es un primer planteamiento que prepara el terreno propio de los estilos cognitivos; tebrica, porque ¢s un intento en el contexto to- davia de la New Look de estructurar dinémicamente las relaciones entre pet- cepcién y personalidad. Entre las aproximaciones de la psicologta de la personalidad al paradigma cognitivo, el modelo de los «estilos cognitivos» ha jugado un papel importan- te. El estudio de los estilos cognitivos se desarroll6 en un contexto de aproxi- acién entre los factoresintelectivos y no intelectivos de la personalidad, entre cognicién y procesos de adaptacién. Wolitzky y Wachtel (1973) consideraban {que representaban Ia culminacién de los esfuer20s para comprende la interac cién entre personalidad y percepcién. Goldstein y Blackman (1981) consideran el estilo cognitive como un cons- tructo mediador entre estimulos y conducta, como una forma especifica del pro- cesamiento de la informacién, En este sentido el estilo cognitivo se refiere no a determinados contenidos sino al tipo de procesos intervinientes en el trata miento de la informacién, En el esfuerzo por delimitar a naturaleza de los es- tilos cognitivos (Messick, 1970; Santoestefano, 1978; Nosal, 1982) se constata la tendencia clara a considerarlos como un esfuerzo por integrar los aspectos cognitivos y no cognitives dea personalidad y a aproximar el estudio dela per- sonalidad al paradigma del procesamiento de la informacién desde la perspec- tiva de los psicélogos de la personalidad (Aronoff y Wilson, 1985; MorenoJi- ménez, 1984). La importancia de los aspectos motivacionales en la cognicién sigue estando presente en la actualidad a través de diferentes tipos de modelos ‘que enfatizan la cognicién o algunos aspectos de ella como consecuencia de pro- ‘ces0s motivacionales como la «necesidad de cognicién» (Cohen y otros, 1955) cola «necesidad del cierre cognitivo» (Kruglanski, 1989) 3:13. Modelos de sujeto cognitivo Las formulaciones cognitivas del sujeto han sido variadas. Mientras algunos modelos han intentado extremar el paradigma del procesamiento de la infor- macién, otros han insistido en la debilidad del rigor légico de la conducta 90 EESTRUCTURAS Y PROCESOS tent6 mostrar cémo en gran medida Ja conducta humana y diferentes aspectos dela personalidad, como el desarrollo y el cambio, la estructura de la persona- lidad y la conducta interpersonal, podian ser explicados desde modelos estric- tamente computacionales, Por su parte Leyens y Codol (1990) presentan a la persona como un «indigente cognitive», alguien para quien los usos y la cogni- cién social de cada dia sigue reglas no coincidentes con el peso riguroso del célculo de probabilidades. 3.13.1. El hombre como cientifico: la teoria de los constructos personales Alpin autor ha considerado que la Teoria de los Constructos Personales an- ticipé el emergente paradigma cognitivo (Arakoff, 1980; Mischel, 180); otros. Jahan considerado como una de las iltimas produeciones de la corriente feno- menolégica en psicologia (Carver y Scheier, 1988). Las razones para el dificil encuadramiento de la teoria son varias (Moreno-Jiménez, 1985): la naturaleza de la misma teoria que desconcert6 a no pocos especialistas eminentes del mo- ‘mento (Kelly, 1969), su falta de adscripcién a una linea te6rica reconocida, la cextremada originalidad de los planteamientos que se presentaba sin antece- cdentes claros, y, en general, una linea de formulacin y desarrollo que ha opta- do continuamente por mantener su propia independencia y singularidad, Las ideas basicas de Kelly se encuentran expuestas en su obra fundamental The Psychology of Personal Constructs (19§5), texto en el que aparece el proce- s0 de conocimiento no como un proceso de copia de la realidad sino de cons- trucci6n cognitiva y activa de ella. El constructivismo de Kelly supone que cada sujeto posee su propia representacién mental de la realidad, global y parcial El énfasis en la construccién cognitiva y activa es la primera caracteristica del construccionismo de Kelly (Moreno-Jiménez, 1985). La diferencia existente entre la mayoria de modelos existentes sobre cons- truccién cognitiva y el constructivismo de Kelly reside en la amplitud de con: secuencias que Kelly otorgaba al constructo en la organizacién de la personali- dad y la conducta del sujeto. Es de notar que Kelly no hablaba de estructuras cognitivas, sino de un «proceso de construccién de la realidad», sin que ello le lleve a proponer ningin tipo de «arquitectura cognitiva» especifica. Kelly no hhablé de estructuras, sino de procesos; no hablé de categorizaciones 0 concep- tualizaciones, procesos normativos aunque tengan sus sesgos, sino de construc- tos personales, La tinica estructura cognitiva presente en la obra de Kelly es el sistema de constructos como globalidad constructiva e interpretativa El postulado basico de la teoria, «los procesos basicos de una persona estén psicolégicamente canalizados por su forma de anticipar los acontecimientos», establece el cardeter basico de la naturaleza de un constructo (Moteno-Jimé- nez, 1984; Feixas y Villegas, 1990). Frecuentemente se ha caido en el error de asociar constructos y conceptos 0 categorias. Por el contrario, para Kelly un BL SUTETO COGNITIVO nm los constructos no son més cognitivas que emocionales o motivacionales, Por su propia naturaleza, el constructo no necesita estrictamente ni tan siquiera un soporte lingiiistico, sino que tendria una naturaleza global, El punto de partida de la obra basica de Kelly es precisamente su concep: cién del hombre como sujeto que conoce y conoce cientificamente: «el hombre como cientifico» (Kelly, 1955, pags. 3-5). Con ello Kelly expresa la idea de que Jos principios operativos del hombre comiin y del cientifico son idénticos: am- bos proponen hipétess, elaboran experimentos de confirmacién y modifican sus teorias. Kelly hace extensiva la analogfa entre el hombre y el cientifico a los aspec- tos observacionales, interpretativos y predictivos. Camo el cientifico, el hom- bre normal observa, es decir, forma constructos acerca de la realidad, Como el cientifico, crea teotias, es decis, organiza sus constructos en un sistema cohe- rente de significados. Como el cientifco, predice y anticipa fenémenos, es decit, utiliza sus constructos para orientarse en su conducta y peedecit el desarrollo de los acontecimientos. 3.13.2. El sujeto como sistema vivencial-conceptual Epstein (1990) ha desarrollado un modelo cognitivo de la identidad per- sonal que ha denominado con las siglas CEST (Cognitive Experiential Self- Theory). Estrictamente, como tal, es una teoria sobre el autoconcepto. Sin em- bargo, dada la extensién de sus derivaciones, puede considerarse como una teorfa de personalidad centrada en el sujeto cognitivo, El mécleo de la teoria es Ja propuesta de diferentes sistemas conceptuales de aprehensién de la realidad, de forma que el cognitivo-racional seria sdlo uno de ellos y no el mis activado en la vida cotidiana. El modelo, no obstante, contiene diversos presupuestos y previos desarrollos. Segiin Epstein habria tres sistemas conceptuales en el sujeto: Un sistema racional conceptual que actia nivel consciente, Un sistema vivencial conceptual que opera principalmente a un nivel de preconsciente. © Unsistema asociacionista que actia principalmente a un nivel inconsciente. La teoria otorga una importancia central al nivel preconsciente sistema que interpreta automaticamente la realidad y dizige el pensamiento y la conducta en la vida cotidiana. Este sistema seria el responsable de que nuestra conduc- ta no sea bisicamente racional o légica, pero es también el responsable de que no sea absurda y contradictoria. El modelo CEST se ha centrado en este siste- ma dedicando escasa atencién a los otros dos. El sistema vivencial estaria formado por sentimientos con escasa conciencia de ellos asi como por emociones plenamente conscientes. Segtin Epstein, el sis- ee ee ee 92 _ESTRUCTURAS ¥ PROCESOS periencias pasadas similares, apareciendo sentimientos, sutiles en ocasiones, que accionarfan las satisfacciones evocadas o las insatisfacciones vinculadas a os vie- jos recuerdos que actuarfan sobre los nuevos estimulos. El proceso estan vivido aque la conducta apareceria como reacci6n inmediata al estimulo presentado. 3.14. El procesamiento de la informacién Si en un primer momento el modelo del procesamiento de la informacién ha podido parecer extrafio a la psicologia de la personalidad, e incluso hostil a ella debido a su formalismo y al objeto directo de su investigacién, los procesos de cémputo, posteriormente el modelo se ha revelado de gran importancia al proponer un paradigma importante para analizar la personalidad como proce- 0. Las derivaciones del modelo petmitieron histéricamente recuperar la vision del hombre como organismo activo y no solamente como sistema homeostiti- co de reduccién de tensiones. No obstante, el madelo ha recibido no pocas cri- ticas por su insuficiencia para reflejar adecuadamente el proceso de conoci ‘miento humano. Segin Seoane (1982, 1985), el sujeto que refleja el modelo es ciertamente un sujeto activo, pero ocupado en la computacién de los datos, per- dlido en el formalismo de la informacién y en el registro de los contenidos, en definitiva un sujeto sintéctico pero no un sujeto del conocimiento. En realidad, el procesainiento de la informacion permite diferentes modelos del sujeto procesador. Tal como ha quedado dicho, su primera propuesta consi- dera que la actividad cognitiva puede ser explicada en términos computaciona- les. En general, las teorias del procesamiento de la informacién sélo han pro- puesto formulaciones muy tenues sobre las formas de organizacién interna y arquitectura funcional cognitiva del sujeto. Newell, Simon y Shaw (1958) se limi- taban a proponer que el sistema cognitivo puede set comparado a una maquina de manipulacién de simbolos con varias memorias interconectadas. Como tal, el sistema cognitivo no necesitariaestrictamente de un sujeto, deforma que ls fun- ciones propias de sujeto podrian funcionalmente ser explicadas suficientemente pporllas funciones de la memoria, especialmente de la memoria a corto plazo. ‘La caracteristica general del procesamiento de la informacién ha sido pre- cisamente la de suponer escasos elementos estructurales en el funcionamiento cognitivo. Mas que modelos del sujeto, ha ido proponiendo modelos de tarea, minimodelos, En todo caso ha oftecido modelos de sujeto semejantes a paque- tes de programas software de utilidades. Rviére (1987), siguiendo a Fodor (1983), considera que esta falta de un modelo general del sujeto cognitivo se origina en la propia naturaleza de las funciones superiores del conocimiento. Segin esta linea de pensamiento, el procesamiento de la informacién, en la medida que uti- liza principalmente explicaciones y desarrollas especificos no necesita de una arquitectura global y funcional equivalente al sujeto cognitivo, "S| bien el primer paradigma de la psicologia cognitiva, centrado en los mo- EL SUJETO COGNITIVO 93 poco estructuras globales demandantes de un sujeto cognitivo, otra cosa ha sido la aparicién posterior de modelos que han supuesto estructuras generales cn la cognicién humana, En general los modelos de la segunda generacién de la psicologia cognitiva han tendido a ser molares y a proponer diferentes es- tructuras cognitivas facilitadoras de la propuesta de un sujeto cognitivo. 43.15. Bstructuras cognitivas y personalidad El interés creciente de la psicologia de la personalidad por las estructuras cognitivas ha venido de 1a mano de la necesidad de atender a los procesos y no sélo a las dimensiones de la personalidad. Otra fuente del mismo interés ha sido la necesidad cada vez. més acuciante de responder no sdlo a las preguntas, por la continuidad y estabilidad, sino a los procesos de cambio. «El reto para la actual psicologia cognitiva de la personalidad es revelar y especificar progre sivamente aquellos procesos que representan los intentos actives de un sujeto para comprender el mundo, tomar el control y alcanzar sus metas.» (Cantor y Zitkel, 1990, pig. 736.) Ene las diferentes estructuras cognitivas habitualmente estudiadas cabe destacar dos por su importancia en el andlisis y estudio empirico de los proce- 08 activos del conocimiento: memoria y esquemas. 3.1.5.1. La memoria del sujeto La importancia de la memoria para la identidad del sujeto ha sido recono- cida desde siempre como un dato de la clinica y de la observacién. Reciente- ‘mente se ha incorporado a esta perspectiva el estudio empitico de la memoria considerandola como un proceso activo de la configuracién del conocimiento. Dos aspectos pueden interesamos aqut: la dimensi6n activa e interactiva de la memoria y la memoria como identidad del sujeto. El tema de la dimensién activa e interactiva de la memoria no es nuevo. Ya Ebbinghaus reconocié la importancia que podia tener la personalidad en el recuerdo, Dentro de la escuela psicoanalitica, Freud le atribuyé un especial valor y Rapaport (1942) insistis en ello. Las teorias de la Gestalt han rechaza do la idea de que el olvido no era sino el deterioro de la memoria y afitmaron que era expresi6n de determinados funcionamientos activos del psiquismo. Barlett (1932) mantuvo que todo recuerdo era una reconstruccién a partir de una actitud La formulacién activa de la memoria se plante6 desde el primer momento que se comenz6 a elaborar los modelos contemporéneos de la memoria. Tul- ving (1972) distinguia entre memoria episédica y seméntica, ambas estrecha mente ligadas (Reed, 1979), de forma que la memoria seméntica es el resultado de Ja acumulacién de memorias episédicas, pero la memoria episédica se oraa- 94 ESTRUCTURAS ¥ PROCESOS determina y es funcién de la personalidad del sujeto. Asi, los procesos de con- trol guian la codificacién y el recuerdo de lo almacenado (Tulving y Thomson, 1973). La naturaleza exacta de la representacién mneménica de un suceso esté afectada por fluctuaciones aleatorias y cambios evolutivos en los procesos de codificacién, asi como por estrategias personales de codificacién (Wickens, 1972), lo que indica claramente las funciones constructivas y reconstructivas del proceso de memoria Han sido los trabajos desarrollados a partir de los afios setenta los que han permitido el relanzamiento del estudio de la memoria como estructura activa en los procesos cognitivos (Rogers, Kuiper, Kirker, 1977; Greenwald, 1981). Los estudios sobre los «efectos de autorreferencia» han mostrado claramente la re- levancia del sujeto en los procesos de memoria. Tres de ellos han sido especial- mente estudiados (Greenwald y Pratkanis, 1984) 1. Elefecto de autogeneracién, El material que ha sido generado activamente por el agente es recuperado més fécilmente que el material pasivamente al- macenado. 2. Elefecto de autorreferencia. El material que es codificado con referencias personales es recuperado mas facilmente que el material ajeno al sujeto 3. Elefecto de autoimplicacién. El material que es asociado con una tarea sin resolver es recuperado mas ficilmente que el referido a tareas completadas. ‘Rogers (1981) ha tratado de explicar tales efectos proponiendo el self como ‘un prototipo cognitive que actuaria como una estructura activa en el procesa miento de la informacién. Este prototipo guiaria la recuperacién de los cle- ‘mentos autorreferenciales, lo que serviria para explicar tanto la rapidez de la recuperaci6n de la informacién autorreferencial como los efectos de falso re- ‘conocimiento. Greenwald (1981) considera que tales efectos pueden ser ex- plicados acudiendo a la hipétesis de considerar al sujeto como un sistema de ‘memoria que proporcionaria las claves para la recuperacién del material cod ficado. La identidad como una funcién de la memoria, como efecto de la autobio- ‘grafia, es un tema que proviene basicamente de los adios ochenta aunque tenga precedentes anteriores. James Mill escribia en 1829 (Analysis of the Human ‘Mind) que sujeto y memoria no eran sino las dos caras del mismo hecho. Los datos posteriores de la clinica, conocidos como trastornos disociativos: amne sia psicégena, fuga psicégena, personalidad miltiple, han ilustrado la fntima conexién entre identidad y memoria. Kurt Koffka en su obra Principios de psi- cologia de la forma (1935) establecia que el yo no era sino una funcién de la me- moria como sistema. Las ideas iniciales del planteamiento actual del tema provienen probable mente de Gergen (Gergen y Gergen, 1983) y de su planteamiento construccio- nista del sujeto psicolégico. La perspectiva de Gergen es que la consistencia nemanntatiun 2 arradicaninteds del an wrealene Ae le cles yon choles «tre ELSUJETO COGNITIVO 95 vés de la elaboracién de narraciones que imponen consistencia y cohesién al Fujo cambiante de los acontecimientos y los cambios. La identidad no seria sino Ja narracién que el sujeto hace de su historia. Ross y Conway (1986) han propuesto que el sentido de la identidad supo- ne, entre otras cosas, la reconstruccién de la propia autobiografia a través del tiempo. James (1890) hacia notar que la identidad brotaba de la percepcidn de Ia consistencia a través del tiempo, de forma que los cambios son vistos como graduales y no discontinuos. La memoria reconstruye y reescribe el pasado, a partir de la identidad actual, en un proceso por el que la memoria a largo pla- 20 retine tramos y episodios haciéndolos coherentes con el momento actual (Ross y Conway, 1986), ‘McAdams (1987, 1991) ha elaborado un modelo de identidad narrativa del sujeto. Segtin McAdams, la identidad del sujeto tiene una estructura narrativa, detal manera que la reorganizacién y la contextualizacién de los hechos sven para describir y explicar la identidad final del sujeto. La autobiografia que el Sujeto construye es una metéfora del sujeto en el momento de narrarla (Ol: ney, 1972), de forma que el sujeto propone su identidad Ginica como el resulta do del proceso particular de su historia de vida. 3.15.2. Los esquemas Probablemente la estructura cognitiva més estudiada en el ambito dela per sonalidad haya sido la de esquema, Segiin Cantor y Zitkel (1990), el concepto de esquema continta el desarrollo de la tradicién que habia estudiado los esti- Jos cognitivos como forma personal y activa de analizar el mundo, El concepto de esquema proviene inicialmente de Barlett (1932) y constituia por su parte una reaccidn al simple anélisis asociacionista representado por Ebbinghaus (1885). Barlett (1932) lo propuso inicialmente en un contexto de ‘cesquema postural visual». Sin embargo, actualmente ha pasado a set Ia es- tructura cognitiva central de la percepcién (Neisser, 1976, pag. 67). El con- cepto de esquema ha aportado la idea de representacién activa e interactiva de Ia informacién. Neisser (1976) considera el esquema como aquella parte del ciclo percepti- vo que es interna al perceptor, modificable por la experiencia y de alguna for- sma especifico con lo que se percibe: una organizacidn activa de estructura. Para Neisser es inherente al concepto de esquema su dimensién activa, de forma {que un esquema no sélo es una informacién organizada, sino un plan de orga nizacién, un proceso constructive y anticipatotio. ‘Los esquemas son los que dan estructura a la experiencia, funcién que rea- lizan de diversos modos. En general, cuando un estimulo es encontrado, se le compara con un esquema y el orden de los elementos del esquema es impues- to.a los elementos del estimulo (Taylor y Crocker, 1981). Su funcién la realizan ee ae 96 EESTRUCTURAS Y PROCESOS capacita al sujeto para obtener la informacién necesatia del ambiente y para re- presentarla en la memoria a corto plazo. Segundo, realizan una funcién inter- pretativa ¢ inferencial que capacita al sujeto para tomar decisiones y resolver problemas. El modelo de autoesquemas desarrollado por Markus (1977) supone que son un conjunto organizado de conocimientos en la memoria a largo plazo que resumen lo esencial de los sentimientos, pensamientos y experiencias de la persona en un terreno detetminado. Los autoesquemas son también los que proveen las bases para la conducta interpersonal y privada. Sirven para regular la conducra de tres formas: 1. Como constructos crénicamente accesibles dirigen la atencién de los suje- tos hacia determinados aspectos de la vida y la experiencia, 2. La relevancia crénica de los esquemas en la memoria de trabajo anima a los sujetos a proponerse tareas y objetivos relacionados con ellos. 3. Los individuos desarrollan rutinas de procedimiento para realizar tales ta reas en los contextos correspondientes. El sujeto en sf mismo puede considerarse como una estructura cognitiva di- ferente y tinica en cada individuo. Diferentes razones parecen avalar lo ante- rior. En primer lugar, el si mismo es algo constantemente presente del que no ¢s posible evadirse, En segundo lugar, es el esquema y prototipo mas amplio y rico de todos los que poseemos. En tercer lugar, es indudable que tiene un fuerte componente afectivo. Y en cuarto lugat, hay una abrumadora constancia de que el si mismo afecta e influye en le codificacién de datos acerca de la rea- lidad y especialmente de otras personas (Kuipers y Rogers, 1979). Pero ademés de poderse considerar el s{ mismo como un esquema, un gra- Po creciente de investigadores parecen mostrar que su estructura en ciertos aspectos puede ser tnica (Rogers, Kuiper y Kirker, 1977). Markus y Sentis (1982) hhan propuesto que la estructura del s{ mismo debe set considerada no sélo como diferente de las otras estructuras cognitivas, sino como la estructura cen- tral y primera a través de a cual fluye la informacién, En el mismo sentido Scri- ven (1966) mantenia que el si mismo era la primera estructura cognitiva en apa- recer en el procesamiento de Ja informacion y pot lo mismo el determinante central del mismo. Markus y Sentis (1982) consideran que la importancia del s ‘mismo como esquema proviene de cuatro caracteristicas diferenciales con el resto de los esquemas: amplitud y complejidad, interconexién, frecuencia dela activacién y movilizacién de los afectos 3415.3, Las estrategias cognitivas Segiin Cantor y Zirkel (1990), Ia personalidad del sujeto emerge principal- ‘mente en las estrategias que los sujetos utilizan para progresar en sus tareas sig. wiBcatines Cement o Sdtlend lens’ eases cotem In Ganda manielins Aol EL SUJETO COGNITIVO 97 sujeto se alcanza méximamente cuando se considera el concepto de estrategias cognitivas. Serian procesos activos de respuesta y de iniciativa para mantener Jos logros adquitidos y poder continuar en la prosecucién de tareas a pesat de posibles dificultades. El optimismo, la indefensién, la vigilancia, el evitamien- to, a toma de riesgos y otras mas son utlizadas para preservar la imagen que el sujeto tiene de si mismo y de su mundo. Desde esta perspectiva, ls estrategias cognitivas son més que pura cogni- cién, y deben ser consideradas como una densa e inextricable organizacién de ideas, sentimientos, imagenes, activaciones y acciones. Por ello aunque forman ‘un conjunto cognitivo suponen motivacién y emocién y son mas que «frio co- nocimiento», Las estrategias cognitivas para ejercer las funciones que cumplen tienen que echar mano de todas las disponibilidades principales del sistema. Como Cantor y Zitkel las definen, una estrategia y sus consecuencias en el conti- 1nuo optimismo-pesimismo, lo que aproxima mas este enfoque al estudio de la calidad de vida subjetiva (Peterson, Seligman y Vaillant, 1988 ). Los estilos ex- plicativos se aprenderian en la infancia y se arrastratian normalmente hacia la madurez ocasionando a veces psicopatologias y problemas adaptativos (Se- ligman, 1995). Por su parte, Fletcher (1986), siguiendo los modelos muy gene- talizados de complejidad cognitiva (Moreno-Jiménez, 1984), ha desarrollado tun modelo de complejidad atributiva que trata de exponer las diferencias, op- ciones y preferencias de los sujetos por modelos atributivos de diferente nivel de estructuracién y complejidad. El modelo predice que los sujetos con com- plejidad atributiva poseen niveles altos de interés por la conducta de los demés y sus diferentes explicaciones. 33: LA CONSTRUCCION COGNITIVA DE METAS PLANES 33.1. Objetivos La flexibilidad y la adaptabilidad son dos de las caracteristicas més comu- res de la accién humana. El modelo de Vallacher y Wegner (1987) de identifi cacidn de la accién ha descrito cémo ello es posible a partir de ios diferentes ni veles en la toma de conciencia de la accién que estamos desarrollando. Este tipo de representacién cognitiva permite la autorregulacién y la adaptacién cor tinua al flujo cambiante de los hechos y muestra que la autorregulacién no: te sin algin tipo de anticipaci6n y de simulacién mental. Es por ello que la au- torregulaci6n muestra la capacidad cognitiva de no depender del escenario actual y de elaborar otros escenarios posibles. Una de las caracteristicas princi- pales de la cognicién humana es su temporalidad, es decir, su capacidad para moverse en el tiempo pasando del recuerdo a la anticipacién, del pasado al fu- turo y de éste al presente en cualquier tipo de secuencia posible. Una parte im. portante dela elaboracién cognitiva de la realidad es la construccién de objeti vos, metas y a elaboracién de planes paca ellos. Caracteristica de ellos es que son, probablemente més que ningiin otro ele- ‘mento de la personalidad, idiograficos. Adler (1927) consideraba que los obje- tivos de un sujeto eran idiogréficos en el sentido de que serian el resultado de la propia historia personal. Idiogrifico era también el sentido que F. Allport (1937) daba a los objetivos como elemento estable de la personalidad y factor organi- zador de la conducta; mantenia que lo importante de los objetivos no era su logro sino su presencia como elemento dindmico y consistente de la conducta simulténeamente. Murray (1938) discrepaba en la concepcién de los objetivos. Su manera de entender los objetivos asumia Ia forma de necesidades que esta ban presentes en todas las personas. Lo expecficamente personal seria no los, Die En Ua Nt ee ee 104 [ESTRUCTURAS ¥ PROCESOS biante en cada uno no eran los objetives, sino el perfil de ellos en cada sujeto lo largo de su historia No obstante, todos estos enfoques insistfan en los objetivo veniente bisicamente del sujeto, como caracteristica espe «que concedian menos importancia al contexto situacional y cultural. Ese c bio de perspectiva marca la aproximacién actual al tema (Veroff, 1983). No se pueden disociat los objetivos personales de la historia real del sujeto. El cepto de «tarea vitaby, desarrollado por Cantor y Kiblstron (1987), trata de coget este tipo de aproximacién, y el modelo propuesto por Little (1985) «Proyectos personales» operativiza este tipo de enfoque. La personalidad puede ser mejor comprendida si se atiende no a la ducta actual, sino a la conducta que el sujeto se propone desarrollar para sus objetivos. La constelacién de objetivos que la persona intenta alcanzar eg una forma dindmica de aproximarse ala organizacién de la conducta 3.3.2. Metas y planes

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