Delito de abuso de autoridad en la
privatización de mercados
municipales del Perú. Un análisis a
partir de la Ley N°26569
LAS irregularidades que se cometen en la privatización de los mercados
públicos desde que se dio la Ley de Privatización N°26569 el 04 de enero de
1996, van desde delitos simples como abuso de autoridad hasta el de cobro
indebido, concusión, cohecho y negociación incompatible en todas sus
modalidades, todos ellos cometidos por funcionarios públicos, quienes
como parte de un gobierno local o provincial promueven de manera
distorsionada la privatización de mercados públicos de su localidad, siendo
el objetivo de esta investigación proponer algunas recomendaciones para
evitar que se cometan estos delitos mencionados.
De otro lado, esta investigación analiza la Ley de privatización de mercados
públicos, pues esta ley establece que la primera oferta deberá estar dirigida
a los actuales conductores que componen un mercado público
(comerciantes) en el momento de la dación de la Ley, quienes están en
posesión de manera publica, pacífica y continua por varias décadas.
En tal sentido, precisa la norma: “bajo sancion de nulidad” se debe cumplir
con el ofertar en primer lugar al comerciante posesionario y al valor
arancelario fijado por el CONATA; pero son precisamente, estas las causas
que genera todos estos delitos, debido a que las autoridades públicas que
representan estos gobiernos locales o provinciales, prefieren efectuar la
venta con grandes corporaciones transnacionales que les proponen pagar
significativo valor comercial por estos inmuebles; es por esa razón que el
enfoque de esta investigación es cualitativo.
Los gobiernos locales o provinciales si aplicaran de manera correcta la ley
de privatización de sus mercados públicos, obtendrían un gran beneficio
para toda la población de los alrededores a este mercado publico, porque
permitiría que estos comerciantes como propietarios del inmueble,
estuvieran en la posibilidad de invertir en un proyecto de construcción
moderno a la altura de la competitividad de las empresas privadas, logrando
formular diferentes ventajas económicas, sociales y culturales arraigadas
en nuestra sociedad
EXP. Nº 1357-2001-AC/TC
10 de setiembre del 2002 (El Peruano 18-02-2003)
ASOCIACIÓN DE COMERCIANTES EXIGE QUE MUNICIPALIDAD CUMPLA CON
VENDERLE MERCADO PÚBLICO
El Tribunal Constitucional ha estimado que la "Ley de Privatización de los
Mercados Públicos" (Ley Nº 26569) no obliga de manera imperativa a las
municipalidades a vender los mercados públicos. En tal sentido, si es que no
existe un Acuerdo de Concejo, en el que se apruebe la privatización de un
mercado público no será procedente la acción de cumplimiento.
Se trata de una acción de cumplimiento interpuesta por una asociación de
comerciantes de un mercado contra una Municipalidad Provincial, con el objeto de
que acate la Ley Nº 26569 "Ley de privatización de los mercados públicos" y su
reglamento, la cual faculta a las municipalidades a vender los mercados de su
propiedad a sus conductores, sin el requisito de la subasta pública.
La municipalidad emplazada al contestar la demanda señaló que la Ley Nº 26569 no
establece la obligación de vender los mercados públicos. Además indica que
mediante Acuerdo de Concejo se aprobó la no privatización del Mercado Modelo en
sus actuales condiciones.
El segundo juzgado mixto de Tambopata, declaró fundada la demanda por considerar
que la municipalidad demandada es renuente a acatar la ley de privatización de los
mercados públicos.
La sentencia de vista, declaró infundada la demanda, pues estimó que la citada ley no
obliga de manera imperativa a venderlos y porque mediante Acuerdo de Concejo, se
aprobó la no privatización del mercado modelo.
Por su parte el Tribunal Constitucional, consideró que de acuerdo con la Ley Orgánica
de Municipalidades, y atendiendo a la prioridad técnica-social del acondicionamiento
territorial, las municipalidades son las que deciden qué mercados se venderán, por lo
que puede ocurrir que, realizados los estudios pertinentes, convengan en no
subastarlos: y, en caso de que opten por la venta, recién serán aplicables las normas
cuyo cumplimiento solicita la demandante.
En consecuencia, el Tribunal estimó que al haber aprobado la Municipalidad
demandada la no privatización del mercado modelo en las actuales condiciones
mediante Acuerdo de Concejo, no existe un mandato imperativo ni de obligatorio
cumplimiento, razón por la cual declaró infundada la acción de cumplimiento