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Aspectos Legales de la PRL

Este documento presenta una introducción a los aspectos legales de la prevención de riesgos laborales. Explica conceptos clave como trabajo y salud, riesgos laborales, patologías derivadas del trabajo, prevención y protección de la salud, el marco legal de prevención de riesgos y la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Finalmente, analiza el reglamento de los servicios de prevención de riesgos laborales.

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Aspectos Legales de la PRL

Este documento presenta una introducción a los aspectos legales de la prevención de riesgos laborales. Explica conceptos clave como trabajo y salud, riesgos laborales, patologías derivadas del trabajo, prevención y protección de la salud, el marco legal de prevención de riesgos y la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Finalmente, analiza el reglamento de los servicios de prevención de riesgos laborales.

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Aspectos legales de la Prevención de Riesgos

Laborales © EDICIONES ROBLE, S.L.


Índice
Introducción 7
I. Introducción 7
II. Objetivos 7
Trabajo y Salud 9
I. Introducción 9
II. Objetivos 9
III. Evolución de la PRL 9
IV. Conceptos básicos de trabajo y salud 10
4.1. Condiciones de trabajo y salud 10
4.2. Relación entre condiciones de trabajo y salud 11
4.3. Mejora de las condiciones de trabajo 12
V. Riesgos 13
5.1. Naturaleza de los riesgos 13
5.2. Medición y estimación del riesgo 15
5.3. Gestión de los riesgos 16
5.4. Listado de riesgos 17
5.5. Riesgo de accidente 19
5.6. Riesgo grave e inminente 20
VI. Resumen 21
Lectura obligatoria 22
Recursos 23
Enlaces de Interés 23
Bibliografía 23
Glosario. 23
Patologías laborales 26
I. Introducción 26
II. Objetivos 26
III. Patologías derivadas del trabajo 26
3.1. El accidente de trabajo 27
3.1.1. Desde el punto de vista de la seguridad 27
3.1.2. Desde el punto de vista médico 27
3.1.3. Desde el punto de vista legal 28
3.2. Clasificación de los accidentes de trabajo 29
3.3. Consecuencias de los accidentes 30
3.4. El incidente 30
IV. La enfermedad profesional 31
4.1. El medio ambiente de trabajo 33
V. Otros daños derivados del trabajo 36
VI. Resumen 38
Ejercicios 40
Caso práctico 40
Recursos 42
Documentos 42
Bibliografía 42
Glosario. 42
Prevención y protección de la salud 44
I. Introducción 44
II. Objetivos 44

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III. Los principios de la acción preventiva (Art. 15 Ley 31/1995) 44
3.1. Actividades preventivas 46
IV. Disciplinas básicas 48
4.1. Seguridad en el trabajo 49
4.2. Higiene industrial 50
4.3. Medicina del trabajo 52
4.4. Ergonomía y psicosociología 53
V. Resumen 54
Lectura obligatoria 56
Recursos 57
Enlaces de Interés 57
Bibliografía 57
Glosario. 58
Marco legal de la PRL 59
I. Introducción 59
II. Objetivos 59
III. Las normas: concepto y clasificación 59
IV. Legislación sobre prevención de riesgos laborales 61
V. Normas reglamentarias derivadas de la ley de prevención de riesgos laborales 63
VI. Resumen 64
Ejercicios 66
Caso práctico 66
Recursos 68
Documentos 68
Bibliografía 68
Glosario. 69
Ley de PRL 71
I. Introducción 71
II. Objetivos 71
III. Principios generales de la LPRL 71
3.1. Obligaciones generales de los empresarios 72
3.2. Obligaciones de los trabajadores 74
3.3. Deberes de los trabajadores 75
IV. Vigilancia de la salud 76
V. Delegados de prevención 76
VI. Responsabilidades administrativas según la LPRL 77
VII. Resumen 78
Lectura obligatoria 78
Recursos 80
Enlaces de Interés 80
Bibliografía 80
Glosario. 80
Reglamento de los servicios de PRL 82
I. Introducción 82
II. Objetivos 82
III.Organización de los recursos para las actividades preventivas 82
3.1. Asunción personal de la actividad preventiva por parte del empresario (RD 899/2015, de 9 de octubre) 82
3.2. Designación de los trabajadores 83
3.3. Servicios de prevención propios (SPP) (modificación del apartado 5 por el art. 1.3 del RD 337/2010) 83
3.4. Servicios de prevención ajenos (SPA) (modificación del art 2 por el art. 1.4 del RD 604/2006) 84

3/150
3.5. Servicios de prevención mancomunados (SPM) (modificación del art 21 del RD 39/97 por RD 337/2010) 86
IV. Auditorías 87
V. Funciones y niveles de cualificación 87
VI. Resumen 88
Lectura obligatoria 88
Ejercicios 89
Caso práctico 89
Recursos 91
Enlaces de Interés 91
Bibliografía 91
Glosario. 92
Legislación transversal de PRL 93
I. Introducción 93
II. Objetivos 93
III. Legislación relativa a las ETT 93
3.1. Obligaciones de la empresa usuaria 93
3.2. Obligaciones de la ETT 94
IV. Estatuto de los trabajadores 95
V. Coordinación de actividades empresariales (CAE) 97
VI. Resumen 98
Lectura obligatoria 99
Ejercicios 100
Caso práctico 100
Solución 100
Recursos 103
Enlaces de Interés 103
Bibliografía 103
Glosario. 103
Legislación técnica de PRL 105
I. Introducción 105
II. Objetivos 105
III. La asociación española de normalización, UNE 105
3.1. UNE y la normalización europea e internacional 106
IV. Normas europeas EN 108
4.1. Relación con las normas europeas e internacionales 110
4.2. Comités técnicos de normalización (CTN) 110
V. Notas técnicas de prevención (NTP) 111
VI. Normas internacionales ISO 113
6.1. Revisión del liderazgo en las normas ISO 9001:2015 e ISO 14001:2015 113
6.2. Responsabilidades de liderazgo en las normas ISO 9001:2015 e ISO 14001:2015 114
VII. Resumen 114
Recursos 116
Documentos 116
Bibliografía 116
Glosario. 117
Legislación de seguridad industrial 118
I. Introducción 118
II. Objetivos 118
III. Real Decreto 773/1997, de 30 de Mayo 118
IV. Real Decreto 485/1997, 14 de Abril 119

4/150
V. Real Decreto 614/2001, de 8 de Junio 119
VI. Real Decreto 2177/2004, de 12 de NOVIEMBRE 120
VII. Real Decreto 2060/2008, de 12 de Diciembre 120
VIII. Real Decreto 717/2010, de 28 de Mayo 121
IX. RReal Decreto 2267/2004 121
X. Real Decreto 238/2013, de 5 de Abril 122
XI. Real Decreto 138/2011, de 4 de febrero de 2011 122
XII. Real Decreto 842/2002, de 2 de agosto de 2002 123
XIII. Real Decreto 88/2013, de 8 de Febrero 124
XIV. RReal Decreto 2085/1994, de 20 de Octubre 125
XV. Resumen 125
Recursos 127
Documentos 127
Bibliografía 127
Glosario. 127
Otros criterios aplicables a la PRL 129
I. Introducción 129
II. Objetivos 129
III. Organismos y entidades de PRL 129
3.1. Clasificación 129
3.2. Instituciones y organismos europeos 130
3.2.1. Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo 130
3.2.2. Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo 131
3.3. La PRL como tarea de la Administración General del Estado 132
3.3.1. El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales 132
3.3.2. La Inspección de Trabajo y la función de control normativo 132
3.3.3. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo 133
3.3.4. La Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (CNSST) 134
3.3.5. Mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales de la Seguridad Social 135
3.3.6. Órganos técnicos de las Comunidades Autónomas 136
IV. Resumen 136
Ejercicios 138
Caso práctico 138
Recursos 140
Enlaces de Interés 140
Bibliografía 140
Glosario. 140
Resumen final 142
Ejercicios 145
Caso práctico repaso final 145
Evaluación final de módulo 149
Instrucciones evaluación final del módulo 149
Caso práctico final 149
Cuestionario tipo test 149

5/150
6/150
Introducción

I. Introducción
Desde que entró en vigor la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales
(LPRL), todas las empresas han tratado de hacer frente a la obligación legal de proteger la seguridad y la
salud de sus trabajadores.

Por ello, y para poder establecer medidas preventivas que eviten la materialización de accidentes o que
un trabajador se vea afectado por una determinada enfermedad profesional, es necesario que las personas
encargadas de velar por la seguridad en el trabajo tengan claros conceptos como riesgo, prevención,
condiciones de seguridad, factores de riesgo, etc.

En este módulo se tratarán a fondo todos estos conceptos; solo así podremos diagnosticar con
antelación dónde está el peligro que podría afectar a la seguridad y a la salud de los trabajadores.

Cuando tiene lugar un accidente en una empresa, no solo se ve afectado el trabajador que lo sufre,
cada miembro de la empresa —desde los empleados hasta la dirección—, cada departamento, etc. se
verán afectados de forma negativa. Este hecho conlleva pérdidas económicas para la empresa, además de
las pérdidas personales que, sin lugar a duda, son las más importantes.

Por ello, en todos los procesos productivos de cualquier sector industrial, debe primar la protección de
la seguridad y la salud de los trabajadores; solo así se conseguirá disminuir las pérdidas humanas,
materiales y económicas que supone la materialización de un accidente.

Es imposible prever cuándo se va a producir un accidente, pero —una vez acaecido— debemos poner
todos los medios necesarios para evitar que vuelva a repetirse. Esto solo se consigue con un correcto
análisis o investigación de las causas que lo originaron.

Cuando realizamos una evaluación de riesgos laborales, analizamos aquellas situaciones que pueden
llegar a desencadenar un accidente, incluso debemos tener en cuenta los fallos humanos que podrían
desencadenarlo. Una vez identificados, debemos eliminarlos o reducirlos al máximo (principio básico de
la LPRL).

La empresa, cuando se trata de proteger la salud y la seguridad de sus trabajadores, no debe escatimar
en gastos; solo con una buena inversión inicial en medidas preventivas conseguiremos llegar al índice de
accidente cero.

Es preciso, además, que los responsables de prevención de la empresa estén al corriente de la


normativa que les afecta y de los organismos a los que pueden recurrir en busca de la información
necesaria. La legislación está en constante renovación con el fin de llenar las lagunas que puedan existir
y mejorar la normativa con la sola intención de mejorar las condiciones de trabajo para hacerlo más
seguro.

II. Objetivos

7/150
Precisar el concepto de salud desde distintos puntos de vista.
Ver la importancia que, a lo largo de la historia, se ha dado al trabajo en relación con
la capacidad de este para influir sobre el estado de salud de quien lo realiza.
Reconocer situaciones de peligro y riesgo.
Entender la influencia de las condiciones de trabajo en la salud de los trabajadores.
Estudiar las patologías laborales: accidentes de trabajo y enfermedades profesionales,
así como sus distintas variantes.
Diferenciar el significado de la prevención y de la protección en el ámbito de la
prevención de riesgos laborales (PRL).
Analizar las diferentes técnicas de prevención y protección con las que cuentan las
empresas para proteger la seguridad y la salud de los trabajadores.
Identificar y analizar los fundamentos jurídicos y las normas básicas de aplicación
directa en España en materia de seguridad y salud en el trabajo.
Describir los principios generales de la PRL, que emanan de la ley 31/95, y analizar
sus objetivos.
Analizar el poder sancionador de la LPRL.
Profundizar en el contenido del Reglamento de los Servicios de Prevención.
Conocer el contenido de la legislación relacionada con las empresas de trabajo
temporal y del Estatuto de los trabajadores.
Conocer los requisitos de la coordinación de actividades empresariales.
Aportar una visión general de los distintos organismos, instituciones y entidades que
intervienen o facilitan recursos para que las empresas puedan adaptarse a las
obligaciones derivadas de la legislación laboral vigente.
Conocer el papel fundamental de instituciones como la Agencia Europea para la
Seguridad y Salud en el Trabajo (AESST) y el Instituto Nacional de Seguridad e
Higiene en el Trabajo (INSHT), entre otras.

8/150
Trabajo y Salud

I. Introducción
Desde que entró en vigor la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales
(LPRL), todas las empresas han tratado de hacer frente a la obligación legal de proteger la seguridad y la
salud de sus trabajadores.

Es necesario que las personas encargadas de velar por la seguridad en el trabajo tengan claros
conceptos como riesgo, prevención, condiciones de seguridad, factores de riesgo, etc.

Cuando tiene lugar un accidente en una empresa, no solo se ve afectado el trabajador que lo sufre;
cada miembro de la empresa —desde los empleados hasta la dirección—, cada departamento, etc. se
verán afectados de forma negativa.

Por ello debe primar la protección de la seguridad y la salud de los trabajadores; solo así se conseguirá
disminuir las pérdidas humanas, materiales y económicas que supone la materialización de un accidente.

Es imposible prever cuándo se va a producir un accidente, pero —una vez acaecido— debemos poner
todos los medios necesarios para evitar que vuelva a repetirse. Esto solo se consigue con un correcto
análisis o investigación de las causas que lo originaron.

II. Objetivos

Precisar el concepto de salud desde distintos puntos de vista.


Repasar la importancia que, a lo largo de la historia, se ha dado al trabajo en relación
con la capacidad de este para influir sobre el estado de salud de quien lo realiza.
Reconocer situaciones de peligro y riesgo.
Entender la influencia de las condiciones de trabajo en la salud de los trabajadores.

III. Evolución de la PRL


En 1995, y por primera vez en España, se adopta con rango de ley una legislación básica y específica
sobre la seguridad y la salud en el trabajo: la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos
Laborales.

9/150
Anotación: Novedades de la ley 31/1995 de 8 de noviembre

Entre las novedades que aporta esta ley, destacan:

La orientación hacia la acción preventiva en la empresa como elemento esencial para


que el empresario garantice una protección eficaz en cuanto a seguridad y salud de los
trabajadores a su servicio. Se persigue una cultura de la prevención en todos los
sectores de la población.
La seguridad del trabajo, la propia medicina (preventiva) del trabajo, la higiene
industrial, la ergonomía y la psicosociología aplicada al trabajo.
La eficacia de la actividad preventiva viene dada por la observación de los principios
de prevención y por acciones concretas de información, formación, consulta y
participación de los trabajadores.
El principal protagonismo corresponde al empresario, con la participación de los
trabajadores, que cooperarán en todo lo necesario. La Administración Pública velará
para que la mejora progresiva de las condiciones de trabajo sea una realidad y prestará
el apoyo y el asesoramiento necesarios, además de ejercer la vigilancia y el control del
cumplimiento de la normativa y, en su caso, la potestad sancionadora.
La integración de la prevención en el proceso productivo y en la organización de la
empresa, con el recurso a servicios de prevención de carácter interdisciplinar. Se
destaca aquí el artículo 2 de la ley 54/2003, que enuncia esta integración de la
prevención como la primera obligación de la empresa.

Esta ley se desarrolla de manera amplia mediante reglamentos específicos aprobados por Real
Decreto, aplicando lo dispuesto en la legislación comunitaria de la Unión Europea (UE) sobre este
ámbito.

Por otra parte, las tendencias para alcanzar una alta competitividad de las empresas y unos servicios
públicos de máxima eficiencia suponen incorporar a la gestión los denominados criterios de calidad
total, que integran, en la producción y organización y desde su propio diseño, las acciones relativas a la
prevención de riesgos, los laborales y los no laborales, incluyendo la protección del medio ambiente.

Hoy, en el seno de la UE, la legislación sobre seguridad y salud en el trabajo es objeto de


armonización y constituye un cuerpo normativo bastante completo de disposiciones mínimas.

Todos los Estados modernos, en mayor o menor medida, conforme a su grado de desarrollo y
organización social, poseen una legislación y los medios adecuados para desarrollar una política eficaz
en el ámbito de la seguridad y la salud en el trabajo.

IV. Conceptos básicos de trabajo y salud

4.1. Condiciones de trabajo y salud

10/150
El concepto de salud ha evolucionado desde una idea tradicional que la definía como “ausencia de
enfermedad”, que colmó cualquier aspiración individual de salud durante siglos, hasta la más utópica y
actual que identifica la salud con un “bienestar físico, mental y social” (OMS).

A este concepto individual de salud se han ido añadiendo otras acepciones, como la de salud
organizacional, establecida para indicar el nivel de agrado que manifiestan los trabajadores con relación
a los factores de organización del trabajo, como estilo de mando y liderazgo, grado de participación de
los trabajadores, de desarrollo personal o de información. La salud resulta afectada tanto por factores que
operan durante el tiempo de ocio o descanso como por factores laborales; ambos interactúan y operan
sobre la salud genérica, única e indivisible del trabajador.

La salud del trabajador, en la medida que puede resultar afectada por las condiciones del trabajo, se
denomina salud en el trabajo o salud laboral.

El estudio de los efectos nocivos que el trabajo ejerce sobre la salud tiene en la medicina, como no
podía ser de otra forma, una larguísima tradición que se pierde en la memoria de los tiempos.

4.2. Relación entre condiciones de trabajo y salud


Las condiciones de trabajo se pueden clasificar en cinco grupos:

Condiciones para la seguridad


Se consideran todas aquellas condiciones materiales que tengan relación directa con la posible
producción de accidentes de tipo laboral. En este grupo, se consideran como factores de riesgo:
instalaciones, máquinas y equipos e incendios.

Medio ambiente físico de trabajo

Dentro de este grupo se encuadra, principalmente, el medio ambiente de trabajo, relacionado con
las condiciones físicas, como son las condiciones acústicas, vibraciones, iluminación, radiaciones
ionizantes y no ionizantes, condiciones termohigrométricas, con el objeto de establecer no solo unos
niveles de exposición a estos por debajo de los que se pueden considerar como perjudiciales para la
salud de los trabajadores, sino que también permitan desarrollar las tareas de una forma eficiente sin
que afecten al rendimiento.

Contaminantes químicos y biológicos

Son aquellos contaminantes de carácter químico o biológico que pueden estar presentes en el medio
ambiente de trabajo y producir efectos negativos para la salud, molestias, o que puedan alterar el
desarrollo de las tareas; motivo por el que es necesario identificarlos, evaluarlos y controlarlos.

Carga de trabajo
Se incluyen los aspectos relacionados con las exigencias físicas y mentales que precisa la realización
de una determinada tarea, como pueden ser esfuerzos y fuerzas aplicadas, posturas de trabajo,
movimientos y movimientos repetitivos, manipulación manual de cargas, niveles de atención, niveles
de responsabilidad, etc., y que pueden provocar una determinada carga de trabajo a la persona, física o
mental.

11/150
La organización del trabajo
Se estudian los factores pertenecientes a la organización, como los relacionados con la distribución de
tareas, reparto de funciones y responsabilidades, distribución horaria, velocidad de ejecución,
relaciones interpersonales, etc., que pueden llegar a perjudicar la salud de los trabajadores desde el
punto de vista físico y también social y mental.

Unas condiciones de trabajo inapropiadas dan lugar a los daños derivados del tiempo, es
decir, accidentes de trabajo y enfermedades profesionales y otros daños.

La interacción entre trabajo (y las condiciones en que se realiza) y salud es un claro ejemplo
de causalidad circular, es decir, de influencia recíproca.

La salud es necesaria para trabajar y el trabajo tiene efectos sobre la salud. Efectos
reforzadores que mejoran el estado de bienestar del trabajador o efectos limitativos que reducen
su capacidad para el trabajo o su bienestar.

4.3. Mejora de las condiciones de trabajo


Un efecto inducido y deseable de la PRL es la mejora de las condiciones de trabajo. Es, asimismo, el
medio para lograr los objetivos de la acción preventiva, y así se reconoce en:

Legislación: Art. 5 de la ley 31/1995

La política en materia de prevención tendrá por objeto la promoción de la mejora de las


condiciones de trabajo para elevar el nivel de protección de la salud y la seguridad de los
trabajadores en el trabajo.

Esta mejora es uno de los objetivos de la LPRL, que se alinea con los objetivos de la política social
europea.

Este objetivo no se limita a evitar los daños derivados del trabajo, concepto tradicional de salud
laboral, sino que procura el bienestar de los trabajadores, concepto utópico de salud.

Esto significa una mejora de las dimensiones físicas, ambientales, procedimentales y organizativas de
las condiciones de trabajo, que va más allá de la mera imposición de requisitos mínimos de seguridad y
salud a estas condiciones.

Por el contrario, se fundamenta en criterios ergonómicos, de desarrollo y de satisfacción individual, de


manera que se reduzcan las tensiones físicas y mentales, se enriquezcan las tareas y la motivación, se
aligeren las presiones del trabajo y de la carga mental y se aumente el grado de participación de los
trabajadores.

12/150
V. Riesgos

5.1. Naturaleza de los riesgos

Es muy importante diferenciar los términos riesgo y peligro.


Riesgo

El riesgo, en un sentido genérico, se define como la posibilidad de un daño.

Peligro

El peligro es la fuente o situación con capacidad de daño. Propiedad intrínseca de algo para
ocasionar daño. No es cuantificable. En ocasiones, se utiliza también la expresión factor de riesgo
para indicar fuente de peligro.

Se observan ahora claramente sus diferencias. En primer lugar, el peligro es una característica
intrínseca de algo para resultar dañino, y es percibido subjetivamente por las personas. No puede ser
cuantificable al no disponer de elementos objetivos de medida.

13/150
Anotación: Probabilidad y consecuencias

Admitir la posibilidad de que se pueda producir un daño no implica ninguna certeza de que
se vaya a producir; simplemente requiere que, entre los múltiples escenarios y mecanismos por
los que puede llegar a producirse el daño, se admita uno como viable.

Generalmente, para aceptar esta posibilidad se debe haber identificado, previamente, el


peligro de alguna forma, por la realización de una tarea o por la presencia de un material.

Aquí se utiliza peligro en la acepción anglosajona de este término, es decir, como cualidad
inherente e inseparable de la cosa, de la tarea (como es el caso de trabajar a cierta altura) o del
material (como su inflamabilidad), que siempre amenaza o supone un posible daño. Teniendo en
cuenta esta definición de riesgo, se plantea, desde una perspectiva especulativa, la necesidad de
diferenciar aquellas situaciones de riesgo en las que, sin llegar a la certeza absoluta, por ser
muchos los escenarios y mecanismos por los que puede llegar a derivarse el daño, exista una
percepción, intuición o convencimiento de que el daño se producirá a corto o medio plazo, de
aquellas otras en las que sería muy incierto asegurar que se fuera a producir el daño incluso en
un plazo más dilatado.

Otro concepto que interviene necesariamente en la calificación del riesgo es el de las


consecuencias que se pueden esperar de la actualización del riesgo.

Ambos conceptos, probabilidad y consecuencias, transformados ya en


magnitudes, configuran lo que se denomina “gravedad asociada al
riesgo en cuestión”.

Los riesgos se clasifican según los mecanismos que pueden llegar a desencadenar el daño. Al agrupar
estos factores de riesgo de acuerdo a su origen, resultan diferentes clasificaciones.

Factores de riesgo generados por los útiles y equipos de trabajo

La razón de imponer requisitos de seguridad y salud a los útiles y equipos de trabajo radica en que
dichos útiles y equipos son manejados y controlados por los trabajadores que, a su vez, se
encuentran en el campo de acción de dichos elementos. Las herramientas y materiales utilizados para
el trabajo pertenecen, asimismo, a este tipo de factores.

Factores de riesgo generados por los propios trabajadores

La seguridad y la salud del trabajador, objeto de protección, pueden resultar afectadas por factores
personales de índole física, mental o de relación. De esta manera, al definir las exigencias personales
para desempeñar una función o trabajo, se imponen condiciones de aptitud al objeto de proteger al
propio trabajador antes que nada.

14/150
Factores de riesgo generados por los aspectos organizativos del trabajo

El sistema de trabajo, la organización del trabajo y la concreción del contenido de la propia tarea
establecen la solicitud que se hace al trabajador en el aspecto físico, psíquico y social. Cuando esta
excede la capacidad del trabajador, se produce un desequilibrio y se generan tensiones que están en el
proceso multicausal de los daños derivados del trabajo. Al imponer requisitos de seguridad y salud a
estos aspectos organizativos, muchos de ellos convencionales (no se encuentran en la normativa), se
impone un margen para el autoajuste, sin tensiones, de la actividad del trabajador a los fines y
objetivos del sistema productivo.

Factores de riesgo generados por el entorno laboral

El trabajador opera en un medio que él mismo transforma con su actividad, pero en el que se
encuentra inmerso y, por tanto, puede dañarle. El alcance del medio laboral puede quedar delimitado
por los factores ambientales, físicos, químicos y biológicos, o además, en un sentido más amplio,
por las instalaciones que ocupan.

Todos estos factores de riesgo pueden tratar de corregirse de dos maneras:

Para prevenir los daños derivados del trabajo conocidos y definidos con precisión
(accidentes y enfermedades profesionales).
Para prevenir los daños derivados del trabajo en el sentido amplio del art. 4 de la ley
31/1995.

5.2. Medición y estimación del riesgo

El riesgo se puede medir por medio de alguna magnitud que indique las
veces que se puede producir un suceso dañoso en el número de exposiciones
al daño.

Se puede hablar de una medida del riesgo si se cuenta el número de veces que se ha producido el
daño. Por ejemplo, muerte por accidente de trabajo en un periodo de tiempo determinado, como puede
ser un año.

Esta medición del riesgo, realizada a partir de hechos ocurridos, es objetiva, cierta y un estimador
bastante sólido del futuro, siempre que no haya variación significativa de las condiciones que afectan al
riesgo. En este caso, el riesgo se expresa como frecuencia.

15/150
Cuando no se dispone de la información sobre el número de ocurrencias, se hacen estimaciones del
riesgo; estas son subjetivas, aunque las haga una persona experta, y carecen de certeza. Se suelen
expresar en términos de probabilidad. Esta situación es diferente para cada persona y es un estimador de
futuro débil.

Tanto el riesgo medido, objetivo, como el riesgo estimado, percibido, tienen una utilidad práctica en el
ámbito de la empresa: facilitar la toma de decisiones y ayudar a priorizar las acciones preventivas.

La combinación de la frecuencia de ocurrencia del suceso y de la probabilidad del resultado dañoso


se denomina en la ley 31/1995 “gravedad del riesgo”. De este modo, las acciones preventivas se
adoptarán en función de la gravedad de los riesgos.

Si a la condición de gravedad de un riesgo se le añade la inmediatez, es decir, lo que hace que se


pueda materializar en un futuro inmediato, resulta el caso particular de riesgo grave e inminente del que
se ocupa la LPRL en varios de sus artículos.

La percepción que tienen los individuos de la magnitud de los riesgos no siempre se corresponde con
la magnitud del riesgo objetivo. Por ello, la apreciación incorrecta por parte de los trabajadores de la
inmediatez o gravedad de un riesgo, si hubiera decidido la interrupción o paralización de los trabajos, no
puede suponer ninguna represalia ni perjuicio a los trabajadores.

5.3. Gestión de los riesgos


La gestión de riesgos laborales y de su prevención (como se entiende actualmente) es el proceso de
gestión planificado, organizado y dirigido a reducir las pérdidas producidas por los riesgos. Esta
definición hace de la gestión de riesgos un componente diferenciado en el sistema general de gestión en
la empresa.

Los cuatro pilares que componen la gestión profesional, en cuanto a la prevención, se traducen en:

Planificación

La planificación de la prevención se entiende como un trabajo directivo que consiste en formular


de antemano lo que será el futuro alcanzable, en relación con las estrategias y actuaciones de la
empresa y respecto a la prevención y sus técnicas específicas. Las obligaciones en prevención de
riesgos no pueden ser ejercidas según cuestiones puntuales. Se debe tener una clara concepción global
de lo que se pretende y generar políticas, objetivos, medios y procedimientos exigentes.

Organización

La función de organización consiste en ordenar y coordinar las tareas que deben realizarse de
modo que se cumplan con la máxima eficacia, es decir, se refiere al trabajo que las personas deben
efectuar, a las decisiones que les compete tomar y a las relaciones que deben existir entre los
diferentes implicados.

16/150
Dirección

La función de dirección, también llamada orientación o ejecución, es el trabajo directivo


consistente en inducir a los demás a realizar un trabajo eficaz. En conclusión, consiste en estimular en
otros el deseo de actuar correctamente.

Control

El control es la función que nos permite apreciar y regular el trabajo, tanto en su progresión como
en sus resultados, estableciendo estándares o niveles de trabajo, midiendo lo que se hace y
evaluándolo para, finalmente, corregir lo deficiente o reforzar lo positivo que se haya alcanzado.

5.4. Listado de riesgos

01. Caídas de personas a distinto nivel: incluye tanto las caídas de altura (edificios, máquinas,
andamios, árboles, vehículos, etc.) como en profundidades (puentes, excavaciones, aberturas en el
suelo, etc.).

02. Caídas de personas al mismo nivel: incluye caídas en lugares de paso o superficies de trabajo
y caídas sobre o contra objetos.

03. Caída de objetos por desplome: comprende los desplomes de edificios, muros, andamios,
escaleras, mercancías almacenadas, etc., y los desprendimientos de masas, tierra, rocas, aludes, etc.

04. Caída de objetos por manipulación: comprende las caídas de herramientas, materiales, etc.
sobre un trabajador, siempre que el propio accidentado sea la persona a quien le cae el objeto
manipulado.

05. Caída de objetos desprendidos: comprende las caídas de herramientas, materiales, etc. sobre
un trabajador, siempre que este no las esté manipulando.

06. Pisadas sobre objetos: incluye los accidentes que dan lugar a lesiones como consecuencia de
pisadas sobre objetos cortantes o punzantes.

07. Golpes contra objetos inmóviles: considera al trabajador como una parte dinámica, es decir,
que interviene de una forma directa y activa, golpeándose contra un objeto que no estaba en
movimiento.

08. Golpes y contactos con elementos móviles de las máquinas: el trabajador sufre golpes,
cortes, rasguños, etc., ocasionados por elementos móviles de máquinas e instalaciones. No se
incluyen los atrapamientos.

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09. Golpes por objetos o herramientas: el trabajador se lesiona por un objeto o herramienta que
se mueve por fuerzas diferentes a la gravedad. Se incluyen martillos, golpes con otras herramientas u
objetos (madera, piedra, etc.). No se incluyen los golpes por caída de objetos.

10. Proyección de fragmentos o partículas: comprende los accidentes debidos a la proyección


sobre el trabajador de partículas o fragmentos procedentes de máquinas o herramientas.

11. Atrapamientos por o entre objetos: incluye los atrapamientos debidos a la manipulación y
almacenamiento de objetos.

12. Atrapamientos por vuelco de máquinas: incluye los atrapamientos debidos a vuelcos de
tractores, vehículos u otras máquinas, quedando el trabajador aprisionado por ellas.

13. Sobreesfuerzos: accidentes originados por la manipulación de cargas o por movimientos mal
realizados.

14. Exposición a temperaturas extremas: accidentes causados por alteraciones fisiológicas al


encontrarse los trabajadores en un ambiente excesivamente frío o caliente.

15. Contactos térmicos: accidentes debidos a objetos a temperaturas extremas que entran en
contacto con cualquier parte del cuerpo (se incluyen líquidos y sólidos). Si va asociado con el punto
siguiente, prevalece este último.

16. Contactos eléctricos: se incluyen todos los accidentes causados por la electricidad.

17. Inhalación o ingestión de sustancias nocivas: contempla los accidentes originados por estar
en una atmósfera tóxica o la ingestión de productos nocivos. Se incluyen las asfixias y ahogamientos.

18. Contactos con sustancias cáusticas o corrosivas: considera los accidentes por contacto con
sustancias y productos que dan lugar a lesiones externas.

19. Exposición a radiaciones: se incluyen tanto las ionizantes como las no ionizantes.

20. Explosiones: acciones que dan lugar a lesiones causadas por la onda expansiva o sus efectos
secundarios.

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21. Incendios: acciones producidas por los efectos del fuego o sus consecuencias.

22. Causados por seres vivos: se incluyen los accidentes causados directamente por personas y
animales, ya sean agresiones, mordiscos, picaduras, etc.

23. Atropellos, golpes y choques con o contra vehículos: comprende los atropellos de personas
por vehículos, así como los accidentes de vehículos en los que el trabajador lesionado va sobre el
vehículo o vehículos. No se incluyen los accidentes de tráfico.

24. Accidentes de tráfico: comprende los accidentes de tránsito ocurridos dentro de la jornada
laboral, independientemente que sea su tarea habitual o no.

25. Causas naturales: se incluyen los accidentes sufridos dentro del centro de trabajo, pero que no
son consecuencia del propio trabajo, sino que son atribuidos a causas naturales que también pueden
darse fuera del puesto de trabajo.

26. Otros: cualquier otra forma de accidente no contemplada en los apartados anteriores.

27. Exposición a agentes químicos: enfermedades causadas por agentes químicos. Estos pueden
estar constituidos por materia inerte y estar presentes en el aire bajo diversas formas: polvo, gas,
vapor, humo, etc.

28. Exposición a agentes físicos: enfermedades causadas por agentes físicos constituidos por las
diversas formas en que se manifiesta la energía, como ruido, vibraciones, radiaciones, etc.

29. Exposición a agentes biológicos: enfermedades causadas por agentes biológicos, constituidos
por seres vivos, virus, bacterias, hongos, etc.

30. Exposición a otras circunstancias: cualquier enfermedad no contemplada en los apartados


anteriores.

5.5. Riesgo de accidente

A este apartado se refieren principalmente los códigos del 1 al 16 y el 20, 21 y 23.

En general se habla de riesgo de accidente, por ejemplo de atropello, de caída de objetos, de


atrapamiento, de incendio, etc., que puede ser desencadenado por la existencia de uno o, en general,
varios factores de riesgo.

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De la probabilidad de que se produzca el accidente, en este caso, y los daños que pueden derivarse
como consecuencia de que ocurra, se evalúa el riesgo, que puede calificarse desde el punto de vista de
su gravedad.

Hay que tener en cuenta que se conjugan dos variables de probabilidad. Una es la probabilidad de
que se produzca el hecho y otra la probabilidad de que, ocurrido el accidente, este dé lugar a daños de
mayor o menor entidad.

5.6. Riesgo grave e inminente


Merecen una especial atención aquellas situaciones en las que se pueda apreciar la existencia de un
riesgo grave e inminente.

La LPRL lo define como aquel que resulte probable racionalmente, que


se materialice en un futuro inmediato y pueda suponer un daño grave
para la salud.

A continuación, aclara que esta definición se refiere tanto a los daños inmediatos como a los diferidos,
e incluye por lo tanto las situaciones en las que probablemente se produzca una exposición a un agente
de la que puedan derivarse daños para la salud, aun cuando estos no se manifiesten de forma inmediata.

Las características de estas situaciones son:

Probabilidad racional

Existe una probabilidad racional de que se materialice, es decir, es muy probable que el riesgo se
desencadene.

Ejemplo: una caldera con sobrepresión, una techumbre, un depósito con un agente tóxico sometido
a una temperatura anormalmente elevada, etc.

Inminente

La materialización se aprecia inminente y, por lo tanto, difícilmente evitable en un corto espacio de


tiempo.

Ejemplo: no responden los dispositivos de seguridad, por ejemplo, válvulas de una caldera donde
su presión sigue elevándose más allá de la que puede soportar, por lo que está a punto de estallar;
aparecen indicios determinantes, por ejemplo, grietas que se acrecientan en una techumbre en mal
estado, por lo que parece que se derrumbará de un momento a otro; se abre una fisura en un depósito
con un agente tóxico que comienza a escaparse, etc.

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Daños graves

Se pueden derivar daños graves.

Ejemplo: en los ejemplos citados anteriormente, si se está situado en el campo de influencia de la


explosión de la caldera (y cuanto más próximo a ella, peor), pueden originarse múltiples y graves
lesiones que pueden llegar a ser irreversibles; análogas consecuencias pueden tener lugar si se está
debajo de la techumbre cuando se derrumba; dependiendo del grado de toxicidad, así como de la
cantidad de agente tóxico incorporada al organismo —que depende, a su vez, de la concentración en
el ambiente y del tiempo de exposición—. Las consecuencias pueden ser muy graves al producirse
una severa alteración de la salud (enfermedad) que puede manifestarse más adelante y llegar a ser
incluso irreversible.

Cuando se habla de “peligro grave e inminente”, se expresa lo mismo que con “riesgo grave e
inminente”.

En relación con esta situación, el empresario está obligado a adoptar las medidas adecuadas y
suministrar las instrucciones precisas para actuar en caso de emergencia de manera rápida y eficaz, con
el fin de evitar las consecuencias del peligro.

Además, el trabajador tiene pleno derecho a interrumpir unilateralmente su actividad y, en caso


necesario, abandonar el puesto de trabajo. Este es el derecho de resistencia del trabajador que le asiste
para oponerse a lo ordenado por el empresario en situaciones como estas, de riesgo grave e inminente, o
en otras tales como aquellas en las que se pudiera ir en contra de su dignidad personal.

VI. Resumen

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A lo largo de esta unidad hemos podido ver:

La estrecha relación entre trabajo y salud, la preocupación del hombre por conservar la
salud en todos los aspectos de su vida y el derecho fundamental de este a mantener
íntegra su salud.
El concepto de salud como el estado de bienestar físico, mental y social y no solo la
ausencia de enfermedad.
La estrecha relación entre condiciones de trabajo y salud. La consideración de las
condiciones de trabajo como cualquier característica de la actividad desarrollada que
pueda tener alguna influencia sobre la salud de quien la realiza. La clasificación de
estas teniendo en cuenta las físicas y ambientales, los procedimientos de trabajo y la
organización.
El control y la gestión de los riesgos debe realizarse desde cuatro perspectivas:
planificación de la prevención, organización de las tareas, trabajo de la dirección y
control de las medidas adoptadas y de los resultados obtenidos.
La definición de las cuatro disciplinas preventivas: seguridad industrial, higiene
industrial, ergonomía y psicosociología aplicada y medicina laboral.

Lectura obligatoria

LEY 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales (BOE n.º 269, de 10


de noviembre).

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Recursos

Enlaces de Interés
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1995-24292: Ley 31/1995, de 8 de noviembre,
de Prevención de Riesgos Laborales

Bibliografía
: REAL DECRETO 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones
mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.
: REAL DECRETO 486/1997, de 14 de abril , por el que se establecen las disposiciones
mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.
: REAL DECRETO 487/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud relativas a la manipulación manual de cargas que entrañe riesgos, en particular
dorsolumbares, para los trabajadores.
: REAL DECRETO 488/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud relativas al trabajo con equipos que incluyen pantallas de visualización.
: REAL DECRETO 1311/2005, de 4 de noviembre, sobre la protección de la salud y la
seguridad de los trabajadores frente a los riesgos derivados o que puedan derivarse de la
exposición a vibraciones mecánicas.
: REAL DECRETO 1273/2003, de 10 de octubre, por el que se regula la cobertura de las
contingencias profesionales de los trabajadores incluidos en el régimen especial de la
Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia o autónomos, y la ampliación de la
prestación por incapacidad temporal para los trabajadores por cuenta propia.
: REAL DECRETO 286/2006, de 10 de marzo, sobre la protección de la salud y la seguridad
de los trabajadores frente a los riesgos relacionados con la exposición al ruido.
: REAL DECRETO 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro de
enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social y se establecen criterios para
su notificación y registro.
: REAL DECRETO LEGISLATIVO 8/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el
texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social.
: REAL DECRETO 231/2017, de 10 de marzo, por el que se regula el establecimiento de un
sistema de reducción de las cotizaciones por contingencias profesionales a las empresas que
hayan disminuido de manera considerable la siniestralidad laboral.

Glosario.

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Accidente de trabajo: Toda lesión corporal que sufre el trabajador con ocasión o por
consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena (art. 115 Real Decreto Legislativo 1/94).
Dicho RD ha sido derogado por el actual RD Legislativo 8/2015, de 30 de octubre. En el caso
de trabajadores autónomos, se entenderá como accidente de trabajo el ocurrido como
consecuencia directa e inmediata del trabajo que realiza por su propia cuenta y que determina
su inclusión en el campo de aplicación del régimen especial (RD 1273/2003).

Daños derivados del trabajo: El conjunto de las enfermedades, patologías o lesiones


sufridas con motivo u ocasión del trabajo (art. 4 de la LPRL).

Evaluación de los riesgos: Proceso dirigido a estimar la magnitud de los riesgos que no
hayan podido evitarse, lo que proporcionará la información necesaria para que el empresario
tome las decisiones más adecuadas sobre la adopción de medidas preventivas (ley 31/1995).

Gravedad del riesgo: Se valorará el riesgo de producirse un accidente, conjuntamente con


la probabilidad de que se produzca el daño y la severidad del mismo (art. 4 de la LPRL)

Incidente: Suceso del que no se derivan daños para las personas, pero que pone de
manifiesto la existencia de riesgos derivados del trabajo. (UNE 81800)

Organización: Sistema de actividades conscientemente coordinadas de dos o más personas


que intentan alcanzar unos objetivos comunes.

Peligro: Fuente o situación con capacidad de daño en términos de lesiones, daños a la


propiedad, daños al medio ambiente o una combinación de ambos (UNE 81800).

Planificación de prevención: Actividades que establecen los objetivos y especificaciones


necesarias para desarrollar la acción preventiva y para la aplicación de los elementos del
sistema de gestión de la prevención de riesgos laborales (art. 14, ley 31/1995).

Prevención: Conjunto de actividades o medidas adoptadas o previstas en todas las fases de


la actividad de la empresa, con el fin de evitar o disminuir los riesgos derivados del trabajo
(art. 4 de la LPRL).

Riesgo laboral: Posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del
trabajo. Para calificar un riesgo desde el punto de vista de su gravedad, se valorarán
conjuntamente la probabilidad de que se produzca el daño y la severidad del mismo (art. 4 de la
LPRL).

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Riesgo laboral grave e inminente: Aquel que resulte probable racionalmente, que se
materialice en un futuro inmediato y pueda suponer un daño grave para la salud de los
trabajadores. Se considera que existe un riesgo “grave e inminente” cuando en caso de
exposición a agentes susceptibles de acarrear daños graves a la salud de los trabajadores sea
probable racionalmente que se materialice en un futuro inmediato una exposición a dichos
agentes de la que puedan derivarse daños graves para la salud, aun cuando no se manifiesten de
forma inmediata (art. 4 de la LPRL).

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Patologías laborales

I. Introducción
Todos conocemos los efectos beneficiosos del trabajo, pues este ayuda al hombre a mantener su
bienestar y a vivir en sociedad.

Sin embargo, como hemos mencionado en otras ocasiones, el hombre, debido al trabajo que realiza,
puede ver disminuidas su salud y su seguridad.

La finalidad de la LPRL es evitar que el trabajador sufra daños como consecuencia del desarrollo de
su actividad laboral, es decir, evitar los accidentes laborales y las enfermedades profesionales.

En esta unidad, vamos a analizar el concepto de accidente, veremos su definición desde varios puntos
de vista y la clasificación de los mismos en función de si producen pérdida material o personal y de su
gravedad.

Entender el concepto de accidente es fundamental para comprender el objetivo de la LPRL y de las


normativas que de ella han emanado.

II. Objetivos

Conocer el concepto de accidente de trabajo y sus diferentes definiciones.


Analizar los daños derivados del trabajo y los conceptos de accidente laboral y
enfermedad profesional desde distintos puntos de vista. Conocer el cuadro de
enfermedades profesionales aprobado por Real Decreto 1299/2006.

III. Patologías derivadas del trabajo


El trabajo constituye el medio habitual de sustentación del hombre, del que obtiene, en la mayoría de
los casos, los recursos económicos necesarios para la satisfacción de sus necesidades, tanto individuales
como sociales.

Del mismo modo, el trabajo constituye una fuente de riesgo para la salud y la seguridad, que tiene su
origen, precisamente, en las condiciones en que el trabajo se realiza. Dichas condiciones de trabajo
quedan definidas en el art. 4.7 de la LPRL: “Características del trabajo que puedan tener una influencia
significativa en la generación de riesgos para la seguridad y salud del trabajador”.

Bajo el concepto de condiciones de trabajo cabría incluir una gran variedad de factores ligados a la
propia tarea realizada por el trabajador, a los medios que utiliza, al ambiente en que realiza la tarea y a la
organización del proceso de fabricación.

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Dichos factores son los denominados factores de riesgo, que pueden clasificarse en cuatro grandes
grupos: factores físicos o condiciones de seguridad; factores de origen físico, químico o biológico;
factores derivados de las características del trabajador y factores derivados de la organización del
trabajo.

Estos cuatro grupos no son excluyentes entre sí, en ocasiones se puede ver la conveniencia de
trasladar factores de un grupo a otro y su incidencia sobre la salud se resume en:

Accidentes de trabajo y enfermedades profesionales : motivados por los factores relativos a


las condiciones de seguridad y a las condiciones medioambientales (factores físicos, químicos
y biológicos).
Cambios psicológicos del comportamiento: ansiedad, agresividad, depresión, etcétera.
Trastornos físicos y psicosomáticos: fatiga, trastornos circulatorios, envejecimiento
prematuro, etc.
Anomalías laborales: absentismo, accidentes, etc.

De todos los daños derivados del trabajo, el accidente de trabajo y la enfermedad profesional
constituyen la denominada “patología específica del trabajo”, por su indudable relación causa-
efecto, mientras que la insatisfacción, el estrés, la fatiga y el envejecimiento prematuro
constituyen la denominada “patología inespecífica del trabajo”, por su relación de causalidad no
tan clara ni específica.

3.1. El accidente de trabajo


Cabe dar varias definiciones del accidente de trabajo, según se contemple desde la óptica de las
técnicas para su prevención, desde un punto de vista médico o de las exigencias legales.

3.1.1. Desde el punto de vista de la seguridad

Para la seguridad del trabajo, se define el accidente como: “Un acontecimiento no deseado que
produce daño a las personas, daño a la propiedad o pérdidas en el proceso productivo. Es el resultado del
contacto con una sustancia o fuente de energía (mecánica, eléctrica, química, acústica, etc.) superior al
umbral límite del cuerpo o estructura con el que se realiza el contacto”.

Otro término que se utiliza con mucha frecuencia en seguridad y salud es la palabra “incidente”. En
relación con la seguridad y la salud, el término incidente generalmente se utiliza para referirse al “cuasi-
accidente” o a la “cuasi-pérdida”, también comúnmente llamado “accidente blanco”. El incidente es
similar al accidente pero sin implicar daño ni lesión.

El incidente se puede definir como: “Un acontecimiento no deseado que, bajo circunstancias
ligeramente diferentes, podría haber causado lesiones a las personas, daño a la propiedad o pérdida en el
proceso”.

3.1.2. Desde el punto de vista médico

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El accidente de trabajo se define como una patología traumática quirúrgica aguda y provocada,
generalmente, por factores mecánicos ambientales.

En medicina, se habla de accidente de trabajo o accidentado cuando algún trabajador ha sufrido una
lesión como consecuencia del trabajo que realiza.

Es precisamente la lesión, consecuencia del accidente de trabajo, la que motiva el nacimiento de la


seguridad en el trabajo, la cual no habría tenido razón de ser si no hubiesen existido consecuencias,
dando lugar a su definición y desarrollo legal como una necesidad de reparar el daño motivado por el
trabajo.

3.1.3. Desde el punto de vista legal

El accidente de trabajo, desde la perspectiva legal, queda definido de la siguiente forma: “Se entiende
por accidente de trabajo toda lesión corporal que el trabajador sufra como consecuencia del trabajo que
ejecute por cuenta ajena. En el caso de trabajadores autónomos, se entenderá como accidente de trabajo
el ocurrido como consecuencia directa e inmediata del trabajo que realiza por su propia cuenta”.

Tendrán la consideración de accidente de trabajo:

Los que sufra el trabajador al ir o al volver del lugar de trabajo (no en el caso de los
autónomos).
Los que sufra el trabajador en o como consecuencia del desempeño de cargos electivos de
carácter sindical, así como los ocurridos al ir o al volver del lugar en que se ejecuten las
funciones propias de dicho cargo.
Los ocurridos con ocasión o por consecuencia de las tareas que, aun siendo distintas a las de su
categoría profesional, ejecute el trabajador en cumplimiento de las órdenes del empresario o
espontáneamente en interés del buen funcionamiento de la empresa.
Los acaecidos en actos de salvamento y en otros de naturaleza análoga, cuando unos y otros
tengan conexión con el trabajo.
Las enfermedades que contraiga el trabajador con motivo de la realización de su trabajo,
siempre que se pruebe que la enfermedad tuvo por causa exclusiva la ejecución del mismo.
Las enfermedades o defectos padecidos con anterioridad por el trabajador, que se agraven
como consecuencia de la lesión constitutiva del accidente.
Las consecuencias del accidente que resulten modificadas en su naturaleza, duración, gravedad
o terminación, por enfermedades intercurrentes, que constituyan complicaciones derivadas del
proceso patológico determinado por el accidente mismo o tengan su origen en afecciones
adquiridas en el nuevo medio en que se haya situado el paciente para su curación.

Se presumirá, salvo prueba en contrario, que son constitutivas de accidente de trabajo las lesiones que
sufra el trabajador durante el tiempo y lugar de trabajo.

No obstante lo establecido en los párrafos anteriores, no tendrán consideración de accidentes de


trabajo:

Los que sean debidos a fuerza mayor extraña al trabajo, entendiéndose por esta la que sea de tal
naturaleza que ninguna relación guarde con el trabajo que se ejecutaba al ocurrir el accidente.

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Los que sean debidos a imprudencia temeraria del trabajador accidentado.

No impedirán la calificación de un accidente como de trabajo:

La imprudencia profesional que es consecuencia del ejercicio habitual de un trabajo y se deriva


de la confianza que este inspira.
La concurrencia de culpabilidad civil o criminal del empresario, de un compañero de trabajo
del accidentado o de un tercero, salvo que no guarde relación alguna con el trabajo.

3.2. Clasificación de los accidentes de trabajo


Cabe realizar distintas clasificaciones de los accidentes de trabajo, atendiendo a diversos criterios
como pueden ser el lugar en el cual se ha producido, la situación laboral del trabajador y la gravedad de
la lesión sufrida.

Por el lugar del accidente, se acostumbra a diferenciar los accidentes acaecidos en el lugar o centro
de trabajo de los que suceden fuera de este, normalmente en el camino de ida o regreso a casa,
denominados bajo el término de accidentes in itinere . Hay tres elementos que se requieren en un
accidente in itinere:

Que ocurra en el camino de ida o vuelta.


Que no se produzcan interrupciones entre el trabajo y el accidente.
Que se emplee el itinerario habitual.

A través de la jurisprudencia, se ha ido definiendo el término para dejar clarificados los siguientes
aspectos:

Momento de inicio del camino

Dentro del domicilio del trabajador se considera que todavía no ha iniciado el camino hacia el lugar
de trabajo. Una caída por las escaleras, en el caso de una vivienda unifamiliar, no se considera
accidente de trabajo; en cambio, en las escaleras comunitarias de un bloque de pisos sí lo sería; un
accidente en el parking tampoco lo sería.

Camino recorrido

Ha de ser el habitualmente utilizado. Esto no significa que sea el más corto, sino el habitual.

Medio de transporte

Cualquiera de los utilizados habitualmente para los desplazamientos, bien de carácter público o
privado, o incluso a pie.

Concepto de domicilio
No se exige que sea el domicilio del trabajador. Así, puede ser el domicilio del trabajador, de un
familiar, el de la residencia de verano, el de fin de semana, etc.

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Interrupción voluntaria del trayecto que rompe el nexo causal

El trayecto de ida o vuelta del lugar de trabajo no debe ser interrumpido por una actividad en interés
personal del trabajador.

Ahora bien, no debemos perder de vista otro tipo de accidentes que pueden dar lugar o no a baja
laboral y que, a continuación, definimos:

Incidente o accidente blanco

Cuando no se produce lesión en el trabajador, aunque puede existir pérdida material.

Accidente de trabajo en misión


Son los accidentes de tráfico que no se corresponden con los in itinere. No ocurren en el centro de
trabajo ni al ir o volver del mismo pero ocurren en el cumplimiento de su trabajo o de los encargos
encomendados por la empresa.

3.3. Consecuencias de los accidentes


La materialización de un riesgo en el trabajo no solo puede traer como consecuencia algún tipo de
daño para las personas, sino también para las cosas e incluso para los intangibles de una entidad, de
difícil cuantificación (por ejemplo: la afectación de la imagen de marca o empresa, etc.).

Las consecuencias negativas, anormales, imprevistas y no deseadas de los accidentes o pérdidas


pueden ser de tipo material (daños), o de tipo personal (lesiones):

Daño

consecuencia material negativa derivada de un accidente.

Lesión

consecuencia negativa personal derivada de un accidente.

El conjunto de estas pérdidas de salud, consecuencias o efectos lesivos derivados de los accidentes del
trabajo constituyen la patología específica aguda o sobreaguda del trabajo.

Son patología del trabajo alteraciones o pérdida de la salud a consecuencia del trabajo.
Son patología específica del trabajo porque este ha sido el factor determinante causal y
fundamental que ha determinado su aparición.
Son patología específica del trabajo aguda o sobreaguda porque su aparición se produce de
forma inmediata, o a muy corto plazo, coincidiendo con el accidente, efectos patológicos que
aparecen instantáneamente, en décimas de segundo, minutos o, a lo máximo, en muy pocas
horas.

3.4. El incidente

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Conocido también como accidente blanco, se entiende como tal cualquier suceso inesperado y no
deseado que, aun sin dar lugar a pérdidas de salud o lesiones en las personas, pueda ocasionar daños a la
propiedad, equipos, productos o al medio ambiente, pérdidas en la producción, etc.

El incidente conlleva:

Retraso en la realización de tareas.


Descenso en la calidad del servicio prestado.
Pérdidas materiales.
Disminución en la confianza del cliente.
Disminución en los ingresos económicos al aumentar el gasto.
Responsabilidades legales en algunos casos.

El análisis de las circunstancias en las que se producen los incidentes es de gran importancia, ya que
ayudan a la detección de riesgos que, en un momento determinado y bajo las mismas condiciones, podría
dar lugar a un accidente laboral, ya que las causas de los incidentes son las mismas que las de los
accidentes. La única diferencia entre ellos es la consecuencia final.

Legalmente, una empresa solo debe investigar los accidentes de trabajo, pero es fundamental
investigar todos los incidentes ocurridos si lo que se pretende es mejorar las condiciones de seguridad y
salud de los trabajadores, para así prevenir la aparición de cualquier tipo de accidente.

Figura 1. Esquema de la cronología de un accidente-incidente. Fuente : elaboración propia.

IV. La enfermedad profesional

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El hombre, debido a su actividad profesional, está expuesto a contraer enfermedades. Unas, si bien
tienen relación con el trabajo que realiza, no son debidas a que este sea nocivo para la salud, sino a
circunstancias externas al mismo, mientras que otras resultan consecuencia directa de las modificaciones
ambientales provocadas por el propio trabajo, las denominadas enfermedades profesionales.

Desde un punto de vista técnico-preventivo

La enfermedad profesional puede definirse como: “los efectos dañinos de los contactos repetitivos
que superan la capacidad de tolerancia del cuerpo humano”.

Existe una característica que determina la diferencia entre el accidente de trabajo y la enfermedad
profesional: el tipo de contacto. Mientras que en el accidente de trabajo el contacto es único, de forma
súbita, en la enfermedad profesional el contacto es repetitivo, a lo largo del tiempo, y da lugar a
incapacidades de menor o mayor grado, que pueden dejar secuelas irreversibles y en ocasiones
graves, e incluso ser causa del fallecimiento del trabajador que la padece.

Desde la perspectiva legal

La enfermedad profesional queda definida de la siguiente forma: “Se entenderá por enfermedad
profesional la contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que
se especifican en el cuadro que se apruebe por las disposiciones de aplicación y desarrollo de la ley
correspondiente, y que está provocada por la acción de los elementos o sustancias que en dicho cuadro
se indiquen para cada enfermedad profesional”.

En tales disposiciones, se establecerá el procedimiento que haya de observarse para la inclusión en


dicho cuadro de nuevas enfermedades profesionales que se estime deban ser incorporadas al mismo.
Dicho procedimiento comprenderá, en todo caso, como trámite preceptivo, el informe del Ministerio
de Sanidad y Consumo. Este se encuentra recogido actualmente en el RD 1299/2006.

A diferencia de lo que sucedía con la definición del accidente de trabajo, que tenía una ambigüedad
deliberada con el objeto de garantizar la máxima protección para el trabajador, la enfermedad
profesional se define con un criterio deliberadamente restrictivo ya que, en primer lugar, es condición
necesaria, pero no suficiente, que la enfermedad se produzca a causa del trabajo y, en segundo lugar,
la enfermedad tiene que estar reconocida legalmente, es decir, estar causada por las sustancias o
agentes que figuran en la lista de enfermedades profesionales (RD 1299/2006) reconocidas como tales
en el marco de la Seguridad Social. De acuerdo con este decreto, las enfermedades profesionales se
clasifican en los siguientes grupos:

Producidas por agentes químicos.


De la piel, causadas por sustancias y agentes no comprendidos en otros apartados.
Provocadas por la inhalación de sustancias y agentes no comprendidas en otros apartados.
Infecciosas y parasitarias.
Producidas por agentes físicos.
Enfermedades sistémicas.

32/150
Por lo tanto, puede suceder, y de hecho sucede, que algunas enfermedades causadas por la
exposición del trabajador a alguna sustancia química no incluida en la lista oficial no se consideren
como profesionales.

Cuando es evidente la relación entre la enfermedad y las condiciones de trabajo, y si esta no está
incluida en la lista oficial, se trata administrativamente como si fuera un accidente de trabajo, con el
fin de que el trabajador tenga la protección adecuada.

Desde el punto de vista médico

La enfermedad profesional se define como: “patología médica o traumática crónica provocada por
factores ambientales físicos, químicos o biológicos”.

Como se ha visto, el concepto legal de enfermedad profesional no coincide con el médico, dado que
aquel responde a la necesidad de reparar legalmente el daño causado, diferente en cada país, según la
tradición y evolución de los sistemas de la Seguridad Social.

Esto implica que una enfermedad profesional pueda ser considerada como tal en un país y en otro
no, por lo que la UE ha elaborado una lista europea de enfermedades profesionales (recomendación
de la Comisión 2003/670/CE). El RD 1299/2006 aprueba el cuadro de enfermedades profesionales en
el sistema de la Seguridad Social.

Se clasifican en los siguientes grupos:

Grupo 1: enfermedades profesionales causadas por agentes químicos.


Grupo 2: enfermedades profesionales causadas por agentes físicos.
Grupo 3: enfermedades profesionales causadas por agentes biológicos.
Grupo 4: enfermedades profesionales causadas por inhalación de sustancias y agentes no
comprendidos en otros apartados.
Grupo 5: enfermedades profesionales de la piel causadas por sustancias y agentes no
comprendidos en alguno de los otros apartados.
Grupo 6: enfermedades profesionales causadas por agentes carcinogénicos.

En la situación actual, y dado el aumento de la política preventiva en las empresas, se está


produciendo el descenso, tanto en el número de casos como en su gravedad, de una serie de
enfermedades profesionales consideradas clásicas, como silicosis, afecciones producidas por
el ruido, etc. Por el contrario, se está produciendo un aumento de otras enfermedades
relacionadas con el trabajo y su entorno, debidas a factores derivados de las características y
de la organización del trabajo.

4.1. El medio ambiente de trabajo

33/150
En el medio ambiente de trabajo están presentes una serie de agentes agresivos que pueden producir
alteraciones en la salud de los trabajadores; si se está expuesto a ellos el tiempo suficiente, pueden llegar
a desencadenar en el trabajador una enfermedad profesional.

Estos agentes agresivos reciben el nombre genérico de contaminantes. Los agentes contaminantes
pueden ser de tres tipos, dependiendo de su naturaleza:

Agentes químicos

Materia inerte: sílice, plomo, mercurio, etc.

Agentes físicos

Formas de energía: ruido, radiaciones, vibraciones, etc.

Agentes biológicos

Seres vivos: virus de la gripe, Legionella, VHS, hepatitis, etc.

Todos estos agentes son capaces de producir daños en la salud de los trabajadores. Estos pueden
manifestarse en forma de accidentes de trabajo o de enfermedades profesionales. La técnica preventiva
encargada del estudio y control de los agentes contaminantes es la higiene industrial.

La higiene tiene por objeto, mediante el control de los agentes contaminantes, la prevención de los
daños a la salud que estos puedan causar a los trabajadores.

En el caso de factores de riesgo ambientales, la probabilidad de que se produzca el daño viene


representada por la dosis de agente contaminante recibida por unidad de tiempo, si se trata de un
agente físico, o como cantidad de sustancia que penetra en el organismo por unidad de tiempo, si
se trata de un agente químico.

Si se trata de agentes físicos, hay que considerar el área, zona u órgano del cuerpo afectado o que
pueda verse afectado por la exposición a según qué tipo de agente y tener en cuenta, además,
determinadas características propias del mismo agente.

Para una radiación ionizante, es muy diferente si se expone el ojo o una parte de la piel, o
todo el cuerpo, o si se trata de una sustancia emisora que ha penetrado en el interior del
organismo.

En la exposición a agentes químicos, hay que considerar las vías de penetración en el organismo;
durante el trabajo, la vía más común es la respiratoria, aunque existen muchos casos en los que el agente
se absorbe además a través de la piel. Cualquier otra vía, oral, parenteral, resulta altamente improbable
en el caso del trabajo.

La severidad del daño que puede producirse por exposición a los agentes químicos ambientales se
suele determinar mediante el porcentaje de casos que se presentan para una dosis determinada y se
denomina respuesta.

La relación entre ambos parámetros se denomina relación dosis-respuesta y es de difícil obtención.

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En la práctica común, para evaluar un riesgo ambiental, se mide el nivel promediado en el tiempo de la
presencia del contaminante en el puesto de trabajo (intensidad o concentración media, según se trate de
un agente físico o químico) y se compara con los valores límite (intensidades o concentraciones
promediadas) de referencia.

Para ciertos agentes físicos, como el ruido o las radiaciones ionizantes, es relativamente sencillo medir
la dosis recibida, por lo que los valores límite se suelen dar en términos de dosis.

Llegados a este punto, en relación con los riesgos ambientales, es decir, debidos a agentes
ambientales, conviene distinguir dos clases de efectos: los inmediatos y los diferidos en el tiempo.

Efectos inmediatos

Con la denominación efectos inmediatos, se quiere expresar que el daño se produce nada más
desencadenarse el suceso que lo causa, y que puede evolucionar a partir de esta acción de una manera
continuada, tanto a un agravamiento como a una mejoría. Ejemplo: un accidente de caída de altura
con resultado de lesiones. También la exposición a un ruido de impacto (un disparo) con resultado de
perforación del tímpano o la salpicadura de un líquido corrosivo sobre la piel con resultado de una
quemadura química (destrucción de los tejidos).

A esta posibilidad se refieren los riesgos de accidente, mencionados en el epígrafe anterior, aunque
pueden intervenir también los agentes físicos y químicos mencionados en este, cuando actúan
produciendo efectos de carácter inmediato, como los de los ejemplos, denominados efectos agudos.

Sin embargo, los daños o efectos a los que se refieren los riesgos ambientales son diferidos en el
tiempo. Es decir, que la exposición continuada o repetida a unos determinados niveles o dosis de uno
o más agentes ambientales supone la posibilidad de sufrir al cabo de un cierto tiempo una alteración
de la salud o enfermedad profesional. Ejemplo: una pérdida de la capacidad auditiva por exposición a
altos niveles de ruido durante un prolongado espacio de tiempo o un cáncer por haber estado expuesto
a un agente cancerígeno años atrás (mesotelioma y exposición por vía respiratoria a fibras de amianto
hasta treinta años antes incluso).

Efectos diferidos

Estos efectos que pueden manifestarse tiempo después, meses y hasta muchos años, se denominan
efectos crónicos y son característicos de los riesgos ambientales, aunque no exclusivos de ellos,
puesto que existen patologías debidas a otras causas, como las malas posturas o los movimientos no
adecuados y repetidos (métodos y organización de la tarea inadecuados, mal diseño y adaptación
defectuosa del puesto de trabajo a la persona), que pueden dar lugar con el tiempo a patologías en
músculos y huesos.

Caso aparte, por su especial complicación, son los riesgos ambientales en los que están implicados
agentes biológicos.

En general, tanto estos últimos como los demás riesgos ambientales, por la dificultad de advertir sus
efectos y relacionarlos con sus causas, que incluso pueden haber desaparecido cuando se ponen de
manifiesto los primeros signos que los delatan, por la complejidad y gran diversidad de tales riesgos, así
como por las técnicas de identificación y evaluación, necesitan una reglamentación técnica y
metodología específicas y profesionales especializados para su tratamiento.

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V. Otros daños derivados del trabajo
Se trata de aquellas patologías influidas por el trabajo pero que no vienen determinadas por él. Entre
estas patologías o alteraciones psicofuncionales, destacan:

Ansiedad y estrés: como resultado de los problemas de diversos tipos a los que se enfrenta la persona
en su vida cotidiana laboral, y sobre todo de la forma en que interioriza y piensa acerca de esos
problemas.
El estrés a bajas dosis puede ayudar a la persona a hacer las cosas. Pero llega un momento en que el
estrés aumenta y es entonces cuando afecta negativamente al individuo. Este aumento del estrés puede
desencadenarse por acontecimientos como: cambio de trabajo, cambio de puesto, realización de trabajos
en plazos de tiempo determinado, aumento de la responsabilidad, etcétera.

Algunos de los síntomas del estrés son: aumento de la frecuencia cardíaca, respiración rápida,
sudoración, temblores, mareo o trastornos digestivos.

Cuando estos síntomas se mantienen en el tiempo y no varían las condiciones de trabajo, el individuo
puede desencadenar un trastorno de ansiedad, y como consecuencia de ello:

Trastorno obsesivo convulsivo: trastorno de ansiedad en el cual las personas tienen


pensamientos, sentimientos, ideas, sensaciones (obsesiones) o comportamientos repetitivos
e indeseables que los impulsan a hacer algo (compulsiones).
Trastorno de pánico: trastorno de ansiedad en el cual alguien tiene ataques repetitivos de
intenso miedo de que algo malo ocurrirá de manera inesperada.
Trastorno de estrés postraumático: trastorno de ansiedad que puede ocurrir después de
que uno ha observado o experimentado un hecho traumático que involucra una amenaza de
lesión o de muerte.
Depresión: cualquier persona deprimida es probable que presente un conjunto de síntomas
y signos.

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Síntomas anímicos: tristeza, abatimiento, pesadumbre o infelicidad son los habituales. A
veces predomina la irritabilidad, sensación de vacío o nerviosismo. Incluso en casos de
depresión grave se pueden negar los sentimientos alegando incapacidad de sentir.
Síntomas motivacionales y conductuales: la falta de disfrute, la desmotivación ante
cualquier cosa que anteriormente causaba placer.
Síntomas cognitivos: la memoria, la atención y la capacidad de concentración pueden
llegar a resentirse drásticamente e incapacitar para el desempeño de tareas cotidianas.
Síntomas físicos: aparecen problemas de sueño, pérdida de apetito y alteración del deseo
sexual, molestias corporales difusas, dolores de cabeza o de otras partes del cuerpo, náuseas,
vómitos...
Síntomas interpersonales: existe un deterioro en las relaciones con los demás. Se siente
rechazo y aislamiento.

Fatiga: puede ser una respuesta normal e importante al esfuerzo físico, al estrés emocional,
al aburrimiento o a la falta de sueño. Sin embargo, también puede ser un signo inespecífico
de un trastorno psicológico o fisiológico más grave. Su evolución puede presentar distintas
fases:

Fatiga general o pasajera: se presenta al final de la jornada laboral y suele ceder


después del periodo de descanso nocturno.
Fatiga aguda: como consecuencia de un largo periodo de esfuerzo, necesita de una
reducción del horario de trabajo o un periodo prolongado de descanso.
Agotamiento: situación de extrema fatiga, suele aparecer tras periodos de trabajo
físico o intelectual muy intenso, o bien debido a un accidente, de manera que la
persona necesita medicación, reposo y hasta hospitalización a veces.

Irritabilidad: explotas continuamente, contestas mal e incluso no te apetece contestar. Esto


afectará al ambiente de trabajo y a las relaciones con el resto de compañeros.
Aumento de accidentes de trabajo: el trabajador disminuye su atención y descuida la
seguridad en la realización de su trabajo, esto suele ser típico de trabajos repetitivos y poco
creativos como los realizados en cadenas de montaje.
Consumo de drogas: el trabajador estresado o fatigado suele aumentar el consumo de
tabaco, bebidas alcohólicas y drogas de diseño. Aumenta también el consumo de algunos
fármacos como antidepresivos, ansiolíticos, etc.
Trastornos gastrointestinales: como diarreas, falta de apetito, gastritis, etc.

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Insomnio o dificultad para conciliar el sueño: por lo tanto, falta de descanso, llegas al
trabajo diario sin haber descansado lo suficiente, lo que puede conducir a falta de atención y
aumento del riesgo de accidentes.
Absentismo: cualquier accidente laboral conlleva una ausencia del trabajador de su puesto
de trabajo, aunque sea de algunas horas. Cada vez se dan más casos de bajas por estrés,
ansiedad, etc. El absentismo laboral supone un coste importante para las empresas y los
Estados. En algunos casos, son consecuencia de los accidentes laborales; en otros, se ha
demostrado que están relacionados con insatisfacción laboral y falta de motivación.
Trastornos circulatorios en extremidades inferiores debido a la realización de actividades
que conllevan un elevado estatismo postural.

VI. Resumen

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A lo largo de este tema, hemos visto:

El concepto de accidente laboral desde distintos puntos de vista:


El de la seguridad: este no solo tiene en cuenta el daño a las personas,
considera también el daño a la propiedad y el producido por la paralización
del proceso productivo a consecuencia de un accidente.
El punto de vista médico: tiene en cuenta solo el daño producido a la
persona, es decir, la lesión que sufre el trabajador como consecuencia del
accidente.
El punto de vista legal: se considera accidente toda lesión sufrida por el
trabajador como consecuencia del desempeño de su actividad por cuenta
ajena.
Otro de los efectos negativos consecuencia del trabajo, la enfermedad profesional, y su
definición según:
Punto de vista legal: se entenderá por enfermedad profesional la contraída a
consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que se
especifican en el cuadro que se apruebe por las disposiciones de aplicación y
desarrollo de la ley y aprobado por RD 1299/2006.
Desde punto de vista técnico-preventivo: los efectos dañinos de los
contactos repetitivos que superan la capacidad de tolerancia del cuerpo
humano.
Punto de vista médico: patología médica o traumática crónica provocada por
factores ambientales físicos, químicos o biológicos.
El papel protector de la Ley General de la Seguridad Social.
El papel fundamental de las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades
profesionales como entidades colaboradoras de la Seguridad Social.
Los distintos tipos de incapacidades laborales reconocidos legalmente.

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Ejercicios

Caso práctico
La empresa Talleres León se dedica a la mecánica general de vehículos, desde el cambio de una rueda o
mantenimiento general de vehículos y realizar laborales de chapa y pintura.

La empresa dispone de diferentes equipos de trabajo, como, por ejemplo:

Herramientas manuales (martillo, desatornillador, llaves inglesas, etc.).


Cabina de pintura y sus consiguientes productos químicos (pinturas, disolventes, etc.).
Elevador de vehículos y fosos.
Herramientas manuales eléctricas (radial, lijadora, amoladora, esmeril, etc.).

Se pide

1. Indique a qué riesgos estarían expuestos los trabajadores que trabajan en dicho centro de
trabajo.

Solución

Estarían expuestos a los siguientes riesgos:

Caídas de personas a distinto nivel, a la hora de trabajar con los elevadores de vehículos y
poder caer dentro de los fosos.
Caídas de personas al mismo nivel, ya que puede existir numeroso material o herramientas
manuales en el suelo sin guardar correctamente.
Caída de objetos por desplome, a la hora de un incorrecto almacenaje en las diferentes
estanterías existentes en el puesto de trabajo.
Caída de objetos por manipulación, a la hora de transportar alguna pieza pesada de un
determinado vehículo.
Pisadas sobre objetos, los cuales, no han sido correctamente guardados.
Golpes contra objetos inmóviles, como por ejemplo con los levadores de vehículos, ya que
el trabajador puede estar despistado.
Golpes y contactos con elementos móviles de las máquinas, cuando dichos elevadores están
en funcionamiento.
Golpes por objetos o herramientas, a la hora de sustituir una pieza o la hora de realizar
trabajos de chapa.
Proyección de fragmentos o partículas, cuando estamos trabajando con equipos de trabajo
como radiales, piedras esmeriles.

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Sobreesfuerzos, a la hora de realizar labores de chapa o cuando tenemos que realizar
trabajos manuales.
Contactos térmicos, ya que en ocasiones cuando se van a realizar labores de mantenimiento
de vehículos, estos todavía están calientes.
Contactos eléctricos: se incluyen todos los accidentes causados por la electricidad.
Inhalación o ingestión de sustancias nocivas, cuando estamos realizando labores de pintado
de vehículos.
Contactos con sustancias cáusticas y/o corrosivas, muy comunes en productos utilizados a
la hora de la pintura de los vehículos.
Exposición a radiaciones, como por ejemplo a la hora de realizar algún tipo de soldadura.
Explosiones, ya que en dichos centros de trabajo, se utilizan productos como aceites,
gasolina, etc.
Incendios: acciones producidas por los efectos del fuego o sus consecuencias.
Causados por seres vivos, como por ejemplo con un propietario de un vehículo.
Atropellos, golpes y choques con o contra vehículos, muy común en estos centros, ya que
existe un tránsito constante de vehículos con trabajadores o clientes.
Accidentes de tráfico: comprende los accidentes de tránsito ocurridos dentro de la jornada
laboral, independientemente que sea su tarea habitual o no.
Causas naturales: se incluyen los accidentes sufridos dentro del centro de trabajo, pero que
no son consecuencia del propio trabajo, sino que son atribuidos a causas naturales que
también pueden darse fuera del puesto de trabajo.
Exposición a agentes químicos, como por ejemplo por el humo de los coches.
Exposición a agentes físicos, por el elevado ruido que suele existir en dichos centros de
trabajo.
Exposición a agentes biológicos, producidos por la falta de limpieza de los vehículos o con
problemas con la oxidación de la chapa.

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Recursos

Documentos
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2006-22169Lectura recomendada: REAL
DECRETO 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro de
enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social y se establecen criterios para
su notificación y registro.

Bibliografía
: REAL DECRETO 231/2017, de 10 de marzo, por el que se regula el establecimiento de un
sistema de reducción de las cotizaciones por contingencias profesionales a las empresas que
hayan disminuido de manera considerable la siniestralidad laboral.
: REAL DECRETO LEGISLATIVO 8/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el
texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social.
: REAL DECRETO 286/2006, de 10 de marzo, sobre la protección de la salud y la seguridad
de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al ruido.
: REAL DECRETO 1311/2005, de 4 de noviembre, sobre la protección de la salud y la
seguridad de los trabajadores frente a los riesgos derivados o que puedan derivarse de la
exposición a vibraciones mecánicas.
: REAL DECRETO 1273/2003, de 10 de octubre, por el que se regula la cobertura de las
contingencias profesionales de los trabajadores incluidos en el régimen especial de la
Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia o autónomos, y la ampliación de la
prestación por incapacidad temporal para los trabajadores por cuenta propia.
: REAL DECRETO 681/2003, de 12 de junio, sobre la protección de la salud y la seguridad
de los trabajadores expuestos a los riesgos derivados de atmósferas explosivas en el lugar de
trabajo.
: REAL DECRETO 614/2001, de 8 de junio, sobre disposiciones mínimas para la protección
de la salud y seguridad de los trabajadores frente al riesgo eléctrico.
: LEY 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales.
: REAL DECRETO 374/2001, de 6 de abril, sobre la protección de la salud y seguridad de
los trabajadores contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo.

Glosario.

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Absentismo laboral: Es toda aquella ausencia o abandono del puesto de trabajo y de los
deberes asociados al mismo, incumpliendo las condiciones establecidas en el contrato de
trabajo y también puede ser definido como toda ausencia de una persona de su puesto de
trabajo, en horas que correspondan a un día laborable, dentro de la jornada legal de trabajo
(RAE).

Análisis del riesgo: Proceso que consiste en identificar el peligro y estimar el riesgo
(INHST).

Ansiedad: Es una emoción que surge cuando una persona se siente en peligro, sea real o
imaginaria la amenaza. Es una respuesta normal o adaptativa, que prepara el cuerpo para
reaccionar ante una situación de emergencia (Organización Mundial de la Salud).

Depresión: Enfermedad o trastorno mental que se caracteriza por una profunda tristeza,
decaimiento anímico, baja autoestima, pérdida de interés por todo y disminución de las
funciones psíquicas (Organización Mundial de la Salud).

Estrés: Conjunto de alteraciones que se producen en el organismo como respuesta física


ante determinados estímulos repetidos (Organización Mundial de la Salud).

Fatiga: Patología fisiológica de pérdida de capacidad funcional motivada por factores


ambientales diversos (exceso de carga de trabajo, falta de descanso, etc.), que puede ser tanto
física como mental (Organización Mundial de la Salud).

Insatisfacción: Fenómeno psicosocial de ansiedad, hostilidad, agresividad, etc., que


podemos considerar como manifestación de una inadecuación del trabajo, provocado por
factores de tipo psicosocial y social (RAE).

Tóxicos: Son aquellos materiales cuya emisión o liberación al ambiente puede causar daños
a la salud de los seres humanos o a cualquier forma de vida (RAE).

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Prevención y protección de la salud

I. Introducción
El empresario, para alcanzar los objetivos de una protección eficaz de la seguridad y la salud de los
trabajadores en el trabajo, deberá mantener unas condiciones de trabajo sanas y seguras.

Para tomar todas las medidas necesarias, las más adecuadas, con el fin de conseguir este objetivo, el
empresario debe partir del conocimiento de la situación a través del análisis de las condiciones de trabajo
y la consiguiente evaluación de riesgos.

Tal es su importancia que la LPRL universaliza la obligación de evaluar los riesgos, la impone a todas
las empresas y precisa que es la primera actividad preventiva que debe realizar el empresario para,
partiendo de sus resultados, planificar adecuadamente (o, en su caso, modificar el plan existente) el resto
de la actividad preventiva, junto con el establecimiento de la organización preventiva necesaria.

Hay que advertir que la actividad preventiva incluye la información y la formación de los trabajadores
y precisa su participación.

Por lo tanto, se trata de tomar las medidas adecuadas a tiempo, de actuar con anticipación de manera
preventiva para no tener que lamentar que se produzcan daños y que su análisis, entonces a posteriori,
nos delate los factores de riesgo que los han desencadenado y actuar, ya a destiempo, corrigiendo las
incorrectas o defectuosas condiciones de trabajo.

II. Objetivos

Introducción del concepto de prevención, junto a los demás de carácter básico. No se entrará
en el detalle ni en las metodologías generales de evaluación de riesgos laborales.

III. Los principios de la acción preventiva (Art. 15 Ley


31/1995)
Se entiende por prevención o acción preventiva el conjunto de actividades o medidas adoptadas, o
previstas, en todas las fases de actividad de la empresa, con el fin de evitar o disminuir los riesgos
derivados del trabajo (art. 4.1 LPRL).

La responsabilidad de llevar a cabo la acción preventiva recae en el empresario, para lo cual adoptará
alguna de las modalidades de organización de recursos previstas en la normativa vigente. Además, el
empresario deberá contar con la consulta y participación de los trabajadores, para lo cual, previamente,
deberá garantizar la debida formación de estos. Por otra parte, la acción preventiva no se puede realizar
de un modo arbitrario por parte del empresario, sino que durante su planificación, organización,
dirección y control debe tener en consideración un conjunto de principios básicos.

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Legislación: Art. 15 de la LPRL

Estos principios son el resultado de la experiencia, sobradamente conocidos y contrastados


por los prevencionistas. La enumeración de los mismos está contenida en el art. 15 de la LPRL:

Evitar los riesgos. La supresión del riesgo, salvo casos excepcionales, implica la
supresión de la actividad, por lo que la viabilidad de este principio puede resultar
escasa.
Evaluar los riesgos que no se puedan evitar.
Combatir los riesgos en su origen. Cuando se elimina el riesgo en la fuente, se evita
que la presencia del riesgo pueda alcanzar otras zonas, lo cual haría más complejo su
control.
Adaptar el trabajo a la persona. Con este principio, se incluye implícitamente la
base de la ergonomía: la adaptación del puesto de trabajo a la persona en vez de la
adaptación de la persona al puesto de trabajo. Por otra parte, los trabajos monótonos y
repetitivos son causa de desmotivación y distracción por parte de los trabajadores.
Tener en cuenta la evolución de la técnica. La evolución de la técnica puede
favorecer la aparición de nuevas máquinas, sustancias, herramientas, métodos, etc.,
que posibilitan la realización de los trabajos de una forma más cómoda y segura para
los trabajadores.
Sustituir lo peligroso. Sustituir aquellos elementos peligrosos por otros que entrañen
poco o ningún peligro. Una aplicación muy frecuente de este principio podemos
apreciarla en la continua supresión del plomo como pigmento de las pinturas y la
sustitución de las pinturas con base de disolvente hacia las pinturas con base de agua.
Planificar la prevención. Para ello, se debe buscar un conjunto coherente que integre
en ella la técnica, la organización del trabajo, las condiciones de trabajo, las relaciones
sociales y la influencia de los factores ambientales en el trabajo. Para planificar la
prevención, es necesario conocer la situación global real en la que nos encontramos
para poder alcanzar el futuro deseado (este punto será desarrollado en otros apartados
posteriores).
Anteponer la protección colectiva a la individual. Adoptar las medidas oportunas.
Cualquier añadido a la indumentaria habitual de una persona es causa de molestias y,
por tanto, se deben evitar los equipos de protección individual.
Dar las debidas instrucciones a los trabajadores. Si a los trabajadores se les dice
qué deben hacer sin indicarles cómo hacerlo de forma segura, la instrucción es
insuficiente.
Considerar las capacidades profesionales de los trabajadores en materia de
seguridad y de salud en el momento de encomendarles las tareas. El empresario
deberá tener en cuenta los conocimientos, condiciones físicas y psíquicas de los
trabajadores a la hora de asignar las tareas.
Acceso restringido a las zonas de riesgo grave y específico. Solo las personas que
posean la información y formación necesaria para saber cómo deben actuar podrán
acceder a estas zonas.

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Prever las distracciones o imprudencias no temerarias que pudiera cometer el
trabajador para adoptar las medidas preventivas más efectivas. Para el diseño seguro
de los puestos de trabajo es indispensable considerar los movimientos involuntarios,
movimientos reflejos, distracciones o imprudencias que puedan cometer los operarios.
Evitar el riesgo mayor. Las medidas preventivas que se adopten no podrán suponer
un riesgo mayor a aquel que se pretende evitar.
Facultad potestativa de concertar operaciones de seguro. Con la finalidad de
garantizar la cobertura de los riesgos del trabajo. La obligación que realmente se
impone es la de planificación de la prevención, buscando un conjunto coherente que
integre en ella la técnica, la organización del trabajo, las relaciones sociales y la
influencia de los factores ambientales.

La PRL deberá integrarse en el sistema general de gestión de la empresa, tanto en el conjunto de sus
actividades como en todos los niveles jerárquicos de esta, a través de la implantación y aplicación de un
plan de prevención. Esto se conoce en los sectores técnicos de la prevención como “seguridad
integrada”.

Los instrumentos esenciales para la gestión y aplicación del plan de prevención de riesgos son la
evaluación de riesgos laborales y la planificación de la actividad preventiva.

3.1. Actividades preventivas


Para que la acción preventiva pueda resultar eficaz, se debe desglosar en una serie de actividades, más
o menos amplias, según las pretensiones de la empresa y las tareas que se realizan en ella.

No obstante, la LPRL (con el ánimo de que la acción preventiva de las empresas pueda resultar
exitosa) establece ciertas actividades de consideración obligatoria que vienen dispersas en el capítulo III
(Derechos y obligaciones). Estas actividades de ius cogens son las siguientes:

Evaluación de los riesgos

El empresario deberá realizar una evaluación inicial de los riesgos para la seguridad y salud de los
trabajadores, teniendo en cuenta con carácter general todas las condiciones de trabajo. Esta evaluación
será actualizada cuando cambie alguna de las condiciones de trabajo y, en todo caso, se someterá a
consideración y se revisará, si fuera necesario, con ocasión de los daños para la salud que se hayan
producido.

Planificación de la actividad preventiva


Si los resultados de la evaluación pusieran de manifiesto situaciones de riesgo, el empresario realizará
aquellas actividades preventivas necesarias para eliminar o reducir y controlar tales riesgos. Dichas
actividades serán planificadas por el empresario, incluyendo (para cada actividad preventiva) el plazo
para llevarla a cabo, la designación de responsables y los recursos humanos y materiales necesarios
para su ejecución.

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Adoptar las medidas de protección necesarias

El empresario deberá adoptar las medidas necesarias para que los equipos de trabajo (máquina,
aparato, instrumento o instalación utilizados en el trabajo) y los equipos de protección individual sean
los adecuados para que los trabajadores puedan ejecutar sus tareas con seguridad. Igualmente, velará
por el uso correcto de tales equipos. Lógicamente, la comunicación entre los responsables de
seguridad, procesos, producción y compras debe ser armoniosa para cumplir satisfactoriamente esta
actividad.

Inspecciones de seguridad

El objetivo es detectar, antes de que ocurra un accidente, las situaciones de riesgo que bien se
escaparon de un control anterior o bien han aparecido posteriormente por modificaciones o
innovaciones (operativas o tecnológicas) realizadas en los puestos o en el centro de trabajo.

Realizar controles ambientales

si fuera necesario. En aquellos puestos donde estén presentes agentes químicos, físicos o biológicos
que puedan alcanzar unos niveles perjudiciales para la seguridad o la salud de los trabajadores, es
necesario realizar controles periódicos.

Investigación de accidentes

La investigación de accidentes es una técnica posterior al accidente que trata de prevenir su repetición.
Consiste en analizar los hechos para determinar el conjunto de causas concurrentes y establecer una
prioridad o importancia de las mismas basándose en su posibilidad de eliminación.

Información a los trabajadores

Colaboración y participación. El trabajador debe conocer los riesgos, para su seguridad y salud, que
presenta el medio donde realiza su actividad laboral y las medidas que debe seguir para evitarlos. Por
esta razón, debe estar informado de los riesgos generales y específicos y de las medidas preventivas
que se deben adoptar tanto en situación de normalidad como en caso de emergencia.

Formación de los trabajadores

El empresario deberá garantizar que cada trabajador reciba una formación teórica y práctica,
suficiente y adecuada, en materia preventiva, tanto en el momento de la contratación como cuando se
produzcan cambios en las funciones que desempeñe o se introduzcan nuevas tecnologías o cambios en
los equipos de trabajo.

Organización de emergencias

El empresario, además de ser el titular de una actividad, es el responsable de las situaciones peligrosas
que puedan acontecer en el desarrollo de la misma. Debido a esto, deberá prever las situaciones que,
con carácter extraordinario o anómalo, pudieran surgir, como es el caso de: incendio, amenaza de
bomba, inundación, accidente con lesión grave, fugas o derrames de sustancias peligrosas, etc.

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Vigilancia de la salud de los trabajadores

El desarrollo de ciertos trabajos (trabajos en altura, manejo de explosivos en minas, etc.) requiere
unas condiciones mínimas de salud que solo pueden ser cercioradas a través de los controles médicos
de los trabajadores. Por otra parte, la exposición de los trabajadores a ciertos agentes físicos, químicos
o biológicos puede originar enfermedades profesionales que podrían evitarse si se detectan en su
génesis.

Elaborar una relación de accidentes y enfermedades profesionales

Las estadísticas de los accidentes muestran una serie de datos: trabajadores accidentados, lugar del
accidente, gravedad de los mismos, parte del cuerpo lesionada, etc., que resultan muy valiosos a la
hora de detectar los puntos flojos de una correcta planificación.

Procedimiento de actuación

Para los casos de riesgo grave e inminente.

Reuniones con los trabajadores

Estas reuniones, que se pueden convocar con diferentes periodicidades y en distintos ámbitos
(sección, línea, grupo, etc.), facilitan la participación y colaboración de los trabajadores y suministran
una información valiosa a la hora de detectar riesgos y adoptar las medidas de protección más
adecuadas.

Los principios de prevención deben ser asumidos por toda la empresa, por todos los que la integran en
el orden jerárquico, desde la dirección hasta cualquier trabajador, pasando por toda la cadena
(organigrama) de diferentes mandos intermedios. Es más, la acción preventiva debe estar integrada en el
proceso productivo y en la organización de la empresa. Todos, cada uno en la medida que le
corresponde, deben desempeñar su papel en el sistema de prevención de la empresa. Todos deben
participar en la prevención.

IV. Disciplinas básicas


Las actuaciones en materia de PRL están marcadas por su carácter interdisciplinar y multidisciplinar,
así como por su necesaria integración en todas las clases del proceso productivo y en la organización de
la empresa (art. 14 de la ley 31/1995 y art. 2 de la ley 54/2003). En este sentido, cualquiera que sea el
nivel y especialidad de quienes despliegan una actividad en ella, deben tener una formación suficiente y
adecuada con el objeto de asumir satisfactoriamente, y con garantía, la prevención en su ámbito de
actuación y responsabilidad.

No obstante, actualmente se reconocen cuatro disciplinas básicas en materia de PRL. Todas ellas
tienen ya un reconocimiento de especialidad con plena validez académica.

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Previamente, hay que tener en cuenta que se puede actuar para prevenir los riesgos laborales
desde cuatro puntos de vista:

En la concepción y el diseño; aquí es necesario que los profesionales tengan asumida


la filosofía preventiva junto con los conocimientos necesarios en su formación
académica y de especialización. Se trata de evitar el riesgo o minimizarlo.
Sobre el origen del riesgo, con objeto de eliminar el riesgo o reducirlo todo lo posible.
Sobre el medio ambiente de trabajo o medio de transmisión del riesgo, con objeto de
controlar el riesgo.
Sobre la propia persona, con objeto de protegerla mediante equipos de protección
individual contra los riesgos existentes, de promover y vigilar su salud y de educarla y
formarla adecuadamente. Cabría añadir las instrucciones de carácter organizativo
(cambio de tarea o método, rotación de puestos, etc.).

4.1. Seguridad en el trabajo


La seguridad en el trabajo consiste en un conjunto de técnicas y procedimientos que tienen por objeto
evitar y, en su caso, eliminar o minimizar los riesgos que pueden conducir a la materialización de
accidentes con ocasión del trabajo (lesiones, incluidos los efectos agudos producidos por agentes o
productos potencialmente peligrosos).

La seguridad como cometido o desempeño siempre ha tenido por objeto evitar y reducir los
accidentes.

Los peligros, también llamados factores de riesgo, se convierten en el principal objeto de control y en
la principal tarea de los que practican la seguridad. Los peligros se pueden encuadrar en cuatro ámbitos,
los relativos:

Al lugar de trabajo, incluidos los equipos de trabajo y las instalaciones.


Al trabajo, incluidos los procedimientos y la organización del mismo.
Al propio trabajador.
Al entorno de trabajo, tanto el medio ambiente como el social.

De estos cuatro ámbitos, el primero es el que más interesa a la práctica de la seguridad como
especialidad.

El especialista en seguridad debe dominar los métodos que le permitan controlar adecuadamente los
peligros, especialmente los de su especialidad, que amenazan a las personas, las cosas y el medio
ambiente.

Debe adquirir las habilidades y la experiencia necesarias para aplicar las reglas y preceptos por los que
se rige esta función, y sus métodos tanto en el terreno puramente táctico como en el estratégico.

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Estos métodos no son otros que las técnicas de seguridad. La LPRL establece un punto de partida para
la planificación de las actuaciones preventivas: la evaluación de riesgos laborales; cabría plantearse en
coherencia con la ley que los primeros métodos que el especialista debe dominar son los diferentes
métodos de evaluar riesgos. Como consecuencia de dicha evaluación, se configurará la acción preventiva
y se aplicarán los métodos que permitan controlar los peligros.

Para un mejor desarrollo de esta importante función, el especialista en seguridad debería


desarrollar métodos para:

Anticipar y predecir los peligros.


Identificar y reconocer los peligros existentes o futuros.
Estimar y calcular la probabilidad y severidad de los accidentes.
Establecer las prioridades de las acciones preventivas.
Controlar periódicamente las condiciones de seguridad.
Revisar las evaluaciones de riesgos.
Establecer estrategias, políticas y procedimientos para integrar la seguridad en la
empresa.
Asesorar a todos los niveles jerárquicos de la empresa.

4.2. Higiene industrial


En el medio ambiente de trabajo están presentes una serie de agentes agresivos que pueden producir
alteraciones en la salud de los trabajadores si se está expuesto a ellos el tiempo suficiente. Estos agentes
agresivos reciben el nombre genérico de contaminantes.

Los agentes contaminantes pueden ser de tres tipos, según su naturaleza:

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Agentes químicos

Son sustancias, preparados o mezclas que se utilizan en el medio laboral con diversas funciones.
Hay miles de sustancias químicas conocidas y utilizadas en el mundo del trabajo. Algunas de ellas
son sustancias naturales, pero la mayoría son sintetizadas por el hombre. El efecto tóxico de estas
sustancias está condicionado por una serie de factores. Los factores más importantes son:

La vía de entrada del contaminante en el organismo.


El tiempo que permanezca el trabajador expuesto al agente contaminante, o tiempo de
exposición.
La dosis, o cantidad de contaminante que logra penetrar en el organismo.
La susceptibilidad individual, o las especiales características de cada persona, que la
diferencian del resto.
La vía de entrada determina en gran medida el potencial efecto tóxico del agente químico.
Un mismo agente contaminante puede producir distintos efectos según la vía por la que
penetre.

Agentes físicos

Son los distintos estados o formas energéticas (calorífica, mecánica, electromagnética, etc.). Hay
fundamentalmente cuatro tipos de agentes físicos:

El ruido es un sonido no deseado que se percibe como algo desagradable y molesto. Es uno
de los contaminantes más frecuentes del lugar de trabajo. Puede estar generado por el
funcionamiento de la maquinaria, por la aglomeración de personas, por el tráfico, etc. La
exposición reiterada al ruido produce alteraciones en la salud de los trabajadores.
Las vibraciones son generadas normalmente por el funcionamiento de máquinas y equipos
de trabajo, o de vehículos.
Las radiaciones se transmiten en forma de ondas denominadas ondas electromagnéticas.
Las radiaciones son comunes en el lugar de trabajo, especialmente en determinados puestos
de actividad.
La temperatura ambiental. La temperatura a la que se encuentre el medio ambiente de
trabajo tiene una influencia directa sobre el organismo y puede causar situaciones agresivas
y pérdidas de salud.

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Contaminantes biológicos

Los contaminantes biológicos son organismos, seres vivos o partes de ellos, capaces de introducirse
en el interior del cuerpo humano y originar una serie de efectos negativos para la salud, como
infecciones, alergias, toxicidad, etc.
Los agentes biológicos se clasifican en cuatro grupos según su potencial dañino para el hombre:

Grupo 1: agentes que difícilmente pueden causar enfermedades en el hombre.


Grupo 2: agentes que pueden causar enfermedades en el hombre, pero que es difícil que se
transmitan.
Grupo 3: agentes que pueden transmitirse a la colectividad pero para los que existe una
profilaxis o un tratamiento eficaz.
Grupo 4: agentes que son causantes de enfermedades que pueden transmitirse y para los que
no existe ni profilaxis ni tratamiento eficaz. Son los más peligrosos.

Según el grupo al que pertenezcan los agentes, así serán las medidas de prevención y de protección
que deban tomarse.

4.3. Medicina del trabajo


La medicina se basa en el conocimiento de las funciones del organismo humano y su interacción con
el medio en que vive y desarrolla su actividad, para alcanzar los siguientes objetivos:

Promoción de la salud.
Curación de enfermedades.
Rehabilitación.

La medicina del trabajo se especializa en la interacción con un medio particular: el del trabajo,
considerando la salud como un todo, indivisible, y que el medio no laboral interactúa a su vez con el
medio laboral.

Las técnicas preventivas que utiliza la medicina del trabajo son fundamentalmente:

Epidemiología

Investiga, sobre una población o grupo de personas, la distribución y frecuencia de signos y, en


general, las alteraciones o anomalías de salud, con objeto de conocer sus posibles causas y los
distintos factores que intervienen en su evolución para que, finalmente, puedan prevenirse los riesgos
correspondientes.

52/150
Vigilancia de la salud

Con el objeto de:

Conocer el estado de salud individual y colectivo en relación con los riesgos a los que estén
expuestos.
Indagar la existencia de una posible especial susceptibilidad o sensibilidad individual.
Verificar si existe algún factor o condición individual y su alcance, tanto temporal como
permanente, que pudiera representar un riesgo o agravamiento de los existentes para esa
persona o entorno.
Detección precoz de alteraciones de la salud.
Actuar en consecuencia y participar de manera interdisciplinar en la actividad preventiva.

Educación sanitaria

Medio muy valioso para la promoción de la salud que tiene como finalidad alcanzar cambios
positivos individuales y colectivos, modificando hábitos y conductas negativas y fomentando la
participación en programas preventivos y, en general, de promoción de la salud.

reforzamiento individual

Con objeto de hacer a la persona más resistente a posibles alteraciones de la salud mediante
vacunaciones y ejercicios físicos, por ejemplo, y actuaciones en caso de situaciones de urgencia.

4.4. Ergonomía y psicosociología


La ergonomía es la técnica preventiva que, mediante el diseño de los puestos de trabajo, de los
equipos y de los procesos, adapta el trabajo y sus demandas a las características y capacidades de los
trabajadores para evitar posibles pérdidas de salud que el trabajo pueda ocasionar.

Si bien las otras disciplinas preventivas (medicina del trabajo, higiene industrial y seguridad en el
trabajo) se dirigen principalmente a los aspectos negativos de las condiciones de trabajo, la ergonomía
no solo persigue la mejora de las mismas, a fin de eliminar o rebajar sus efectos negativos sobre los tres
campos de la salud (físico, psíquico y social), sino que tiende a un concepto más amplio de la salud y de
las condiciones de trabajo y pretende mejorar cualquier aspecto relacionado con el equilibrio de la
persona y su entorno.

53/150
Objetivo: Ergonomía

Los principales objetivos de la ergonomía son:

Optimizar la interrelación entre las técnicas utilizadas y las personas.


Controlar el entorno o medio ambiente de trabajo.
Seleccionar las técnicas más adecuadas a las personas disponibles.
Favorecer el interés de los trabajadores por la tarea y el proceso productivo, así como
por el medio ambiente de trabajo.
Evaluar los riesgos de fatiga física y mental.
Definir los objetivos de formación con relación a las características de los puestos de
trabajo y las personas.

Existen diversas orientaciones o enfoques de la ergonomía. Entre ellos, cabe destacar:

La ergonomía del puesto de trabajo

Con objeto de adaptar las dimensiones, esfuerzos y movimientos fundamentalmente a las


características individuales de la persona que los desempeña.

La ergonomía de los sistemas

Que amplía el enfoque anterior al considerar, además, tanto los aspectos físicos del entorno del puesto
de trabajo (ruido, iluminación, temperatura, etc.) como los organizativos (ritmos de trabajo, pausas,
nocturnidad, horarios, etc.).

La ergonomía del desarrollo integral de la persona

Es un paso más y consiste en considerar la ergonomía de un modo totalizador, teniendo en cuenta a


los trabajadores como sujetos pasivos y activos, fomentando su participación en la mejora de las
condiciones de trabajo, con mayor interés, creatividad y, por lo tanto, mayor satisfacción personal (y
mayor productividad y mejor calidad en los resultados del proceso productivo).

Por otro lado, hay que contemplar la psicosociología, que trata, por un lado, el estrés en cualquiera de
sus variantes o manifestaciones y la insatisfacción; por otro, las cuestiones relativas a la organización de
la empresa, los factores de la tarea, la dirección y la conducta individual.

V. Resumen

54/150
A lo largo de este tema, hemos podido ver:

La estrecha relación entre trabajo y salud, la preocupación del hombre por conservar la
salud en todos los aspectos de su vida y el derecho fundamental de este a mantener
íntegra su salud.
El concepto de salud como el estado de bienestar físico, mental y social y no solo la
ausencia de enfermedad.
Cómo, a lo largo de la historia, se han ido adoptando diferentes normativas
preventivas y la evolución en Europa, y en España, de las normativas encaminadas a
proteger la salud de los trabajadores y garantizar su bienestar en su puesto de trabajo,
hasta culminar con la aprobación de la LPRL de 1995.
Los principios básicos de la LPRL (ley 31/95):
Evitar los riesgos.
Evaluar los riesgos que no se puedan evitar.
Combatir los riesgos en su origen.
Adaptar el trabajo a la persona.
Tener en cuenta la evolución de la técnica.
Sustituir lo peligroso.
Planificar la prevención.
Anteponer la protección colectiva a la individual.
Dar las debidas instrucciones a los trabajadores.
Considerar las capacidades profesionales.
Acceso restringido a las zonas de riesgo grave y específico.
Prever las distracciones o imprudencias no temerarias.
Evitar el riesgo mayor.
Facultad potestativa de concertar operaciones de seguro.
La estrecha relación existente entre condiciones de trabajo y salud. La consideración
de las condiciones de trabajo como cualquier característica de la actividad desarrollada
que pueda tener alguna influencia sobre la salud de quien la realiza. La clasificación
de estas teniendo en cuenta las dimensiones físicas y ambientales, los procedimientos
de trabajo y la organización.
La definición de riesgo laboral como la posibilidad de que se produzca un daño como
consecuencia de la actividad laboral. El control y la gestión de los riesgos debe
realizarse desde cuatro puntos de vista: planificación de la prevención, organización
de las tareas, trabajo de la dirección y control de las medidas adoptadas y de los
resultados obtenidos.
La definición de las cuatro disciplinas preventivas: seguridad industrial, higiene
industrial, ergonomía y psicosociología aplicada y medicina laboral.

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Lectura obligatoria

LEY 54/2003, de 12 de diciembre, de reforma del marco normativo de la prevención de riesg


os laborales: BOE Nº 268, de 13 de diciembre de 2003.

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Recursos

Enlaces de Interés
http://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2003-22861: Ley 54/2003, de 12 de diciembre

Bibliografía
: REAL DECRETO 231/2017, de 10 de marzo, por el que se regula el establecimiento de un
sistema de reducción de las cotizaciones por contingencias profesionales a las empresas que
hayan disminuido de manera considerable la siniestralidad laboral.
: REAL DECRETO LEGISLATIVO 8/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el
texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social.
: REAL DECRETO 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro de
enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social y se establecen criterios para
su notificación y registro.
: REAL DECRETO 286/2006, de 10 de marzo, sobre la protección de la salud y la seguridad
de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al ruido.
: REAL DECRETO 1311/2005, de 4 de noviembre, sobre la protección de la salud y la
seguridad de los trabajadores frente a los riesgos derivados o que puedan derivarse de la
exposición a vibraciones mecánicas.
: REAL DECRETO 1273/2003, de 10 de octubre, por el que se regula la cobertura de las
contingencias profesionales de los trabajadores incluidos en el régimen especial de la
Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia o autónomos, y la ampliación de la
prestación por incapacidad temporal para los trabajadores por cuenta propia.
: REAL DECRETO 681/2003, de 12 de junio, sobre la protección de la salud y la seguridad
de los trabajadores expuestos a los riesgos derivados de atmósferas explosivas en el lugar de
trabajo.
: REAL DECRETO 614/2001, de 8 de junio, sobre disposiciones mínimas para la protección
de la salud y seguridad de los trabajadores frente al riesgo eléctrico.
: REAL DECRETO 374/2001, de 6 de abril, sobre la protección de la salud y seguridad de
los trabajadores contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo.
: REAL DECRETO 488/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud relativas al trabajo con equipos que incluyen pantallas de visualización.
: REAL DECRETO 487/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud relativas a la manipulación manual de cargas que entrañe riesgos, en particular
dorsolumbares, para los trabajadores.
: REAL DECRETO 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones
mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.
: REAL DECRETO 485/1997, 14 de abril, sobre disposiciones mínimas en materia de
señalización de seguridad y salud en el trabajo.

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: LEY 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales.

Glosario.

Ergonomía: Estudio de los estados intermedios entre bienestar y enfermedad en función de


la carga de trabajo. La ergonomía nace como un conjunto de técnicas que tienen por objeto
adecuar el puesto de trabajo a la persona. Trata de adecuar al trabajador las dimensiones del
puesto de trabajo, los esfuerzos y movimientos que requiere la tarea, el estudio del medio
físico, los aspectos temporales del trabajo y aspectos organizativos, de donde se deduce que se
trata de una ciencia multidisciplinar (ley 31/1995).

Higiene del trabajo: Técnica de prevención de las enfermedades profesionales que actúa
identificando, cuantificando, valorando y corrigiendo los factores físicos, químicos y
biológicos ambientales para hacerlos compatibles con el poder de adaptación de los
trabajadores expuestos a ellos (ley 31/1995).

Medicina del trabajo: Estudia las consecuencias de las condiciones materiales y


ambientales sobre la salud de las personas y trata, junto con la seguridad e higiene, de
establecer condiciones de trabajo que no generen daños ni enfermedades (ley 31/1995).

Psicosociología: Intersección entre psicología y sociología cuyo objeto de estudio es la


interacción o influencia recíproca entre individuos o grupos sociales, que posibiliten cambios
en la conducta y en las actitudes (ley 31/1995).

Reconocimientos médicos preventivos: Técnica habitual para controlar el estado de salud


de un colectivo de trabajadores, a fin de detectar precozmente las alteraciones que se
produzcan en la salud de estos (chequeos de salud) (NTP 471).

Seguridad en el trabajo: Técnica de prevención de los accidentes de trabajo que actúa


analizando y controlando los riesgos originados por los factores mecánicos ambientales (ley
31/1995).

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Marco legal de la PRL

I. Introducción
El marco normativo en materia de prevención de riesgos laborales está formado por diferentes
instrumentos legales que establecen derechos y deberes para los diferentes sujetos que intervienen en la
relación laboral.

El fundamento principal de la legislación preventiva española se encuentra en la Constitución de


1978, que encomienda a los poderes públicos que velen por la “seguridad e higiene en el trabajo” (art.
40.2) y establece la obligación de “organizar y tutelar la salud pública a través e medidas preventivas y
de las prestaciones y servicios necesarios” (art. 43.2). A partir de la Norma Suprema del Ordenamiento
Jurídico Español se desarrollan el resto de disposiciones que regulan la política del Estado en esta
materia, a través de diferentes tipos de normas jurídicas escritas.

La normativa sobre seguridad y salud en el trabajo está constituida por la ley de prevención de riesgos
laborales como marco general, sus disposiciones de desarrollo o complementarias (reales decretos,
órdenes ministeriales...) y por otras normas de carácter legal o convenios colectivos que establecen la
adopción de medidas preventivas en el ámbito laboral (normas de industria, medio ambiente, sanidad,
obras públicas, etc.).

II. Objetivos

Identificar y analizar los fundamentos jurídicos y las normas básicas de aplicación directa en
España en materia de seguridad y salud en el trabajo.

III. Las normas: concepto y clasificación


La Constitución Española de 1978 dispone en su artículo 1.1 que España “se constituye en un Estado
social y democrático de Derecho que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la
libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”. Un estado de derecho es aquel en el que la
actuación de todos sus integrantes se halla sometida a la legislación vigente, es decir, toda acción de
parte de la sociedad y del Estado está sometida y sustentada por normas jurídicas.

La palabra “norma” proviene del latín norma, y con ella se designa un mandato, prescripción
o una orden del comportamiento humano dictado por la autoridad competente, cuyo
incumplimiento lleva aparejada una sanción.

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española la define como “regla que se debe
seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas, actividades, etc.”

59/150
Hay variedad en la clasificación de normas, pero considerando la norma jurídica, esta es una regla de
conducta de carácter obligatorio que ha sido creada por un órgano reconocido por el Estado y cuyo
incumplimiento trae consigo la posibilidad de que la autoridad la haga cumplir mediante la aplicación de
la fuerza coercitiva.

Generalmente, las normas imponen deberes pero confieren también derechos.

El sistema de fuentes del derecho distingue entre fuentes de derecho interno del Estado, fuentes
internacionales, fuentes de origen profesional y jurisprudencia. Para elegir la norma aplicable a cada caso
existen diversos criterios como el principio de jerarquía normativa.

Que las disposiciones normativas se clasifiquen y ordenen en función del principio de jerarquía
normativa significa que una norma de rango inferior no puede contradecir otra de rango superior, de
forma que si se produjese algún desajuste entre una y otra, prevalecería la norma de rango superior.

Principales normas que rigen el Ordenamiento jurídico español

Siguiendo el mencionado principio, las principales normas que regulan el Ordenamiento jurídico
español en la materia que nos ocupa son:

La normativa comunitaria. Son las normas europeas directamente aplicables (directivas


europeas) en los Estados miembros de la Unión Europea (UE). Constituyen una fuente de
regulación de la normativa española sobre la salud laboral desde la incorporación de España
a la CEE.
La Unión Europea procura armonizar la diversidad normativa de los diferentes Estados
miembros en materia de seguridad y salud en el trabajo. Para que no haya grandes
diferencias entre unos y otros, utiliza la elaboración de directivas que son actos jurídicos de
carácter vinculante cuyos destinatarios son los Estados miembros de la UE y, a través de
ellas, se adoptan las disposiciones mínimas que habrán de aplicarse.
La Constitución Española de 1978. Es la norma suprema del Ordenamiento jurídico
español, donde se recogen los principios estructurales del Estado y que garantiza los
derechos y deberes fundamentales de las personas.
Tratados y convenios internacionales. Las normas internacionales son aquellas normas
que tienen su origen en la sociedad internacional (organismos internacionales especializados
como la Organización Internacional del Trabajo, etc.). Otras muestras son los convenios,
que son acuerdos con vocación normativa y cuando son ratificados por los Estados
miembros pasan a formar parte de su derecho interno, y las recomendaciones
internacionales, que contienen orientaciones, directrices y propuestas.
Ejemplo: convenios de la OIT como órgano especializado de las Naciones Unidas cuyo
objetivo principal es la mejora de las condiciones de trabajo.

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Leyes. Fuente básica que emana del poder legislativo cuya capacidad de dictar leyes
corresponde a las Cortes Generales (Congreso de los Diputados y Senado), que adoptan
diferentes formas según su procedimiento de elaboración o las materias que regulen, aunque
todas poseen el mismo rango y fuerza de ley:

Leyes orgánicas, normas jurídicas emanadas del poder legislativo que regulan
derechos fundamentales y libertades públicas recogidos en la Constitución. Para
su aprobación es necesaria mayoría absoluta del Congreso. Un ejemplo sería la ley
orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Leyes ordinarias, regulan el resto de materias no reservadas a ley orgánica. Para
su aprobación es necesaria mayoría simple. Este sería el caso de la ley de
prevención de riesgos laborales.

Normas con rango de ley:

Decretos legislativos, son normas jurídicas con rango de ley, emanadas del poder
ejecutivo en virtud de una delegación efectuada por el poder legislativo.
Ejemplo: el texto refundido de la ley del Estatuto de los Trabajadores, aprobado
por RD legislativo 2/2015, de 23 de octubre.
Decreto ley, es una disposición legislativa provisional dictada por el Gobierno en
situación de extraordinaria y urgente necesidad, pero requiere convalidación del
Congreso a los 30 días de su aprobación.
Ejemplo: Real Decreto Ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para
garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y
seguridad de sus prestaciones.

Reglamentos. Son normas jurídicas de carácter general dictadas por la Administración


Pública y con valor subordinado a la ley. Si los dicta el Consejo de Ministros son “reales
decretos” y si los dicta un Ministerio “órdenes ministeriales”.
Convenios colectivos. Son acuerdos o pactos entre los representantes de los trabajadores y
empresarios mediante la “negociación colectiva”, para regular las condiciones de trabajo en
una empresa. Las disposiciones de la Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales,
tienen carácter de derecho mínimo indisponible, pero pueden ser mejoradas y desarrolladas
a través del instrumento del convenio colectivo.
Jurisprudencia. Es la doctrina que establece el Tribunal Supremo en sus sentencias al
interpretar y aplicar la ley. La importancia y el valor que tiene es completar el ordenamiento
jurídico ya que, en definitiva, es la forma en que este se aplica a los sujetos en caso de
conflicto judicial.

La actividad judicial consiste en solucionar los conflictos aplicando una determinada normativa.
Para ello, la aplicación de la norma jurídica no se realiza de forma automática, sino que el órgano
judicial debe interpretarla, adaptarla al caso concreto y a las circunstancias en que este se produce. Esa
interpretación de las normas jurídicas que efectúan los jueces y tribunales se denomina jurisprudencia.

IV. Legislación sobre prevención de riesgos laborales

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La normativa vigente sobre prevención de riesgos laborales es muy extensa y dispersa debido a las
competencias que pueden ejercer las diferentes administraciones en este ámbito y ha provocado un
cambio en la mentalidad de la sociedad española puesto que ya no se trata solo de reducir la
siniestralidad laboral, sino que el objetivo común de los poderes públicos, empresas y trabajadores es
fomentar una auténtica cultura preventiva de los riesgos laborales para mejorar la calidad, la producción
y controlar los costes, así como mejorar la propia seguridad y salud de los trabajadores y, en definitiva,
procurar su bienestar.

Constitución Española 1978

L a Constitución Española de 1978 reconoce el derecho al trabajo, a la salud y a la integridad


física y encomienda a los poderes públicos velar por la seguridad e higiene en el trabajo:

“Los poderes públicos fomentarán una política que garantice la formación y readaptación
profesional; velarán por la seguridad e higiene en el trabajo...” (art. 40.2).
“Se reconoce el derecho a la protección de la salud” (art. 43.1).
“Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud a través de las medidas
preventivas” (art. 43.2).

Estatuto de los Trabajadores

El Estatuto de los Trabajadores, aprobado por RD legislativo 2/2015, de 23 de octubre, establece


los derechos y obligaciones básicos de los trabajadores en el campo de las relaciones laborales, y
señala, entre otros, el derecho a una protección eficaz en materia de seguridad y salud.

“En la relación de trabajo los trabajadores tienen derecho a su integridad física y a una
adecuada política de prevención de riesgos laborales” (art. 4.2.d).
“El trabajador, en la prestación de sus servicios, tendrá derecho a una protección eficaz en
materia de seguridad y salud en el trabajo” (art. 19.1).

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Directiva Comunitaria 89/391/CEE

L a Directiva Comunitaria 89/391/CEE, del Consejo de 12 de junio de 1989, relativa a la


aplicación de medidas para promover la mejora de la seguridad y de la salud de los trabajadores en el
trabajo, también conocida con el sobrenombre de “directiva marco”, supuso un toque de atención a
nuestro país para que actualizase la legislación en materia de prevención de riesgos laborales. Esta
directiva establece los principios básicos para empresarios y trabajadores dirigidos a la mejora de la
seguridad y la salud en el trabajo.

La mencionada directiva fue traspuesta al derecho español mediante la Ley 31/1995, de 8 de


noviembre, por la que se aprueba La Ley de Prevención de Riesgos Laborales (BOE n.º 269, de 10 de
noviembre de 1995), lo que supuso convertir la norma comunitaria en una norma legal de obligado
cumplimiento en el país, con las adaptaciones necesarias para ajustarla a las características o situación
nacional concreta.

Es desde este momento cuando la sociedad española empieza a tomar verdadera conciencia sobre la
necesidad de optimizar al máximo las exigencias de la prevención de riesgos laborales.

V. Normas reglamentarias derivadas de la ley de


prevención de riesgos laborales
A continuación se enumeran algunas de las disposiciones reglamentarias técnicas más importantes,
con sus modificaciones posteriores, si bien no constituye un listado exhaustivo de las mismas:

Real Decreto 485/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas en materia de señalización


de seguridad y salud en el trabajo, modificada por el RD 598/2015, de 3 de julio

Garantiza que en los lugares de trabajo exista una adecuada señalización de seguridad y salud
siempre que los riesgos no puedan evitarse o limitarse suficientemente a través de medios técnicos de
protección colectiva o de medidas, métodos o procedimientos de organización del trabajo.

Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen disposiciones mínimas de


seguridad y salud en los lugares de trabajo, modificada por el RD 2177/2004, de 12 de
noviembre

Establece criterios de carácter general que garanticen la seguridad y salud en los lugares de trabajo,
de forma que de su utilización no se deriven riesgos para los trabajadores (estructuras, espacios y
superficies, accesos, condiciones ambientales y servicios).

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Real Decreto 487/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud
relativas a la manipulación manual de cargas, que entrañe riesgos, en particular
dorsolumbares, para los trabajadores.

Garantiza la protección frente a los riesgos derivados de las operaciones de transporte o sujeción de
cargas por parte de uno o varios trabajadores (levantamiento, colocación, empuje, tracción o
desplazamiento).

Real Decreto 488/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud


relativas al trabajo con equipos que incluyen pantallas de visualización.

Regula la protección frente a los riesgos para la vista, problemas físicos y de carga mental derivados
de la utilización de equipos provistos de pantallas de visualización de datos.

Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos
relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo, modificado por la Orden
de 25 de marzo de 1998

Establece las disposiciones mínimas aplicables a las actividades en las que los trabajadores estén o
puedan estar expuestos a agentes biológicos debido a la naturaleza de su tarea o puesto de trabajo.

Real Decreto 665/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos
relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo, con sus posteriores
modificaciones, hasta el último RD 598/2015, de 3 de julio

Establece las disposiciones mínimas aplicables a las actividades en las que los trabajadores estén o
puedan estar expuestos a agentes cancerígenos debido a la naturaleza de su tarea o puesto de trabajo,
sin perjuicio de aquellas disposiciones específicas relativas a los riesgos derivados de exposiciones a
amianto, cloruro de vinilo, prohibición de determinados agentes cancerígenos, o protección sanitaria
contra radiaciones ionizantes.

Real Decreto 1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de
seguridad y salud para la utilización por parte de los trabajadores de los equipos de trabajo, y
su modificación en el RD 2177/2004, de 12 de noviembre

Recoge las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización de los equipos de trabajo
por parte de los trabajadores (máquinas, aparatos, instrumentos o instalaciones utilizadas en el
trabajo).

Real Decreto 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud


relativas a la utilización por parte de los trabajadores de equipos de protección individual

Señala los requisitos mínimos de seguridad y salud para la elección, utilización por parte de los
trabajadores y mantenimiento de los equipos de protección individual, los riesgos en los que procede
utilizarlos, su clasificación o sectores de actividad donde pueden ser necesarios.

VI. Resumen

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En esta unidad hemos intentado indicar y clasificar las distintas normas existentes.

Normativa comunitaria.
La Constitución Española.
Tratados y convenios internacionales.
Leyes y normas con rango de ley.
Reglamentos.
Convenios colectivos.
Jurisprudencia.

Y por último hemos hablado de la legislación aplicable a la ley de prevención de riesgos


laborales y su normativa reglamentaria derivada de la propia le

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Ejercicios

Caso práctico
La empresa Talleres León se dedica a la mecánica general de vehículos, desde el cambio de una rueda o
mantenimiento general de vehículos, hasta realizar laboral de chapa y pintura.
La empresa dispone de diferentes equipos de trabajo, como, por ejemplo:

Herramientas manuales (martillo, desatornillador, llaves inglesas, etc.).


Cabina de pintura y sus consiguientes productos químicos (pinturas, disolventes, etc.).
Elevador de vehículos y fosos.
Herramientas manuales eléctricas (radial, lijadora, amoladora, esmeril, etc.)

Se pide

Clasifique los riesgos a los cuales están expuestos los trabajos, según las diferentes disciplinas
existentes en PRL (Seguridad en el Trabajo, Higiene Industrial, Ergonomía y Psicosociología).

Solución

Riesgos específicos de seguridad industrial:

Caídas de personas a distinto nivel, a la hora de trabajar con los elevadores de vehículos y
poder caer dentro de los fosos.
Caídas de personas al mismo nivel, ya que puede existir numeroso material o herramientas
manuales en el suelo sin guardar correctamente.
Caída de objetos por desplome, a la hora de un incorrecto almacenaje en las diferentes
estanterías existentes en el puesto de trabajo.
Caída de objetos por manipulación, a la hora de transportar alguna pieza pesada de un
determinado vehículo.
Pisadas sobre objetos, los cuales, no han sido correctamente guardados.
Golpes contra objetos inmóviles, como por ejemplo con los levadores de vehículos, ya que
el trabajador puede estar despistado.
Golpes y contactos con elementos móviles de las máquinas, cuando dichos elevadores están
en funcionamiento.
Golpes por objetos o herramientas, a la hora de sustituir una pieza o la hora de realizar
trabajos de chapa.
Proyección de fragmentos o partículas, cuando estamos trabajando con equipos de trabajo
como radiales, piedras esmeriles.
Contactos térmicos, ya que en ocasiones cuando se van a realizar labores de mantenimiento
de vehículos, estos todavía están calientes.
Contactos eléctricos: se incluyen todos los accidentes causados por la electricidad.

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Explosiones, ya que en dichos centros de trabajo, se utilizan productos como aceites,
gasolina, etc.
Incendios: acciones producidas por los efectos del fuego o sus consecuencias.
Atropellos, golpes y choques con o contra vehículos, muy común en estos centros, ya que
existe un tránsito constante de vehículos con trabajadores o clientes.
Accidentes de tráfico: comprende los accidentes de tránsito ocurridos dentro de la jornada
laboral, independientemente que sea su tarea habitual o no.

Riesgos específicos de higiene industrial:

Inhalación o ingestión de sustancias nocivas, cuando estamos realizando labores de pintado


de vehículos.
Contactos con sustancias cáusticas y/o corrosivas, muy comunes en productos utilizados a
la hora de la pintura de los vehículos.
Exposición a radiaciones, como por ejemplo a la hora de realizar algún tipo de soldadura.
Exposición a agentes químicos, como por ejemplo por el humo de los coches.
Exposición a agentes biológicos, producidos por la falta de limpieza de los vehículos o con
problemas con la oxidación de la chapa.

Riesgos específicos de ergonomía:

Sobreesfuerzos, a la hora de realizar labores de chapa o cuando tenemos que realizar


trabajos manuales.
Manejo manual de cargas, a la hora de transportar el material o herramientas de trabajo.
Movimientos repetitivos, a la hora de realizar labores de lijado, pintura manual,
apretar/aflojar tornillos, etc.
Espacios reducidos de trabajo, a la hora de trabajar en habitáculos del vehículo y existir
poco espacio de trabajo.

Riesgos específicos de psicosociología:

Monotonía, a la hora de realizar siempre las mismas funciones y no variar en las tareas.
Horarios de trabajo, ya que se suelen trabajar también los fines de semana.
Contacto continuo con clientes, con sus exigencias y prisas por realizar sus tareas.

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Recursos

Documentos
https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2004-19311Lectura recomendada: REAL
DECRETO 2177/2004, de 12 de noviembre, por el que se modifica el Real Decreto
1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y
salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo, en materia de trabajos
temporales en altura:

Bibliografía
: REAL DECRETO 598/2015, de 3 de julio, por el que se modifican el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los servicios de prevención
: REAL DECRETO 286/2006, de 10 de marzo, sobre la protección de la salud y la seguridad
de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al ruido.
: REAL DECRETO 1273/2003, de 10 de octubre, por el que se regula la cobertura de las
contingencias profesionales de los trabajadores incluidos en el régimen especial de la
Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia o autónomos, y la ampliación de la
prestación por incapacidad temporal para los trabajadores por cuenta propia.
: REAL DECRETO 681/2003, de 12 de junio, sobre la protección de la salud y la seguridad
de los trabajadores expuestos a los riesgos derivados de atmósferas explosivas en el lugar de
trabajo.
: REAL DECRETO 614/2001, de 8 de junio, sobre disposiciones mínimas para la protección
de la salud y seguridad de los trabajadores frente al riesgo eléctrico.
: REAL DECRETO 374/2001, de 6 de abril, sobre la protección de la salud y seguridad de
los trabajadores contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo.
: ORDEN de 25 de marzo de 1998 por la que se adapta en función del progreso técnico el
Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los
riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo.
: REAL DECRETO 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual.
: REAL DECRETO 488/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud relativas al trabajo con equipos que incluyen pantallas de visualización.
: REAL DECRETO 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones
mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.
: REAL DECRETO 487/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud relativos a la manipulación manual de cargas que entrañe riesgos, en particular
dorsolumbares, para los trabajadores.
: REAL DECRETO 485/1997, 14 de abril, sobre disposiciones mínimas en materia de
señalización de seguridad y salud en el trabajo.

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Glosario.

Constitución española de 1978: Es la norma suprema del Ordenamiento jurídico Español,


donde se recogen los principios estructurales del Estado y que garantiza los derechos y deberes
fundamentales de las personas.

Convenios colectivos: Son acuerdos o pactos entre los representantes de los trabajadores y
empresarios mediante la “negociación colectiva”, para regular las condiciones de trabajo en
una empresa. Las disposiciones de la Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales, tienen
carácter de derecho mínimo indisponible, pero pueden ser mejoradas y desarrolladas a través
del instrumento del convenio colectivo.

Decreto-ley: Es una disposición legislativa provisional dictada por el Gobierno en situación


de extraordinaria y urgente necesidad, pero requiere convalidación del Congreso a los 30 días
de su aprobación (artículo 86.1 de la Constitución).

Decretos legislativos: Son normas jurídicas con rango de ley, emanadas del poder ejecutivo
en virtud de una delegación efectuada por el poder legislativo (artículo 85 de la Constitución).

Jurisprudencia: Es la doctrina que establece el Tribunal Supremo en sus sentencias al


interpretar y aplicar la ley. La importancia y el valor que tiene es completar el ordenamiento
jurídico ya que, en definitiva, es la forma en que este se aplica a los sujetos en caso de
conflicto judicial (art. 16 Código Civil).

Norma: Regla que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas, actividades,
etc. (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).

Norma específica: Aquella norma de seguridad que va dirigida a actuaciones concretas


señalando la manera segura de realizar determinadas operaciones (NTP 471: La vigilancia de
la salud en la normativa de prevención de riesgos laborales).

Norma general: Aquella norma de seguridad que va dirigida a todo el centro de trabajo
(NTP 471: La vigilancia de la salud en la normativa de prevención de riesgos laborales).

Normativa comunitaria: Son las normas europeas directamente aplicables (directivas


europeas) en los Estados miembros de la Unión Europea (UE).

Reglamentos: Son normas jurídicas de carácter general dictadas por la Administración


Pública y con valor subordinado a la ley (Constitución Española).

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Tratados y convenios internacionales : Las normas internacionales son aquellas normas
que tienen su origen en la sociedad internacional (organismos internacionales especializados
como la Organización Internacional del Trabajo, etc.).

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Ley de PRL

I. Introducción
El artículo 40.2 de la Constitución Española encomienda a los poderes públicos la obligación de velar
por la seguridad e higiene en el trabajo. Este mandato constitucional conlleva la necesidad de desarrollar
una política de protección de la salud de los trabajadores mediante la prevención de riesgos derivados de
su trabajo y encuentra en la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales
(LPRL) su pilar fundamental.

La LPRL establece el cuerpo básico de garantías y responsabilidades necesarias para asegurar un


adecuado nivel de protección de la salud y la seguridad de los trabajadores y fija el marco legal a partir
del cual las normas reglamentarias irán concretando los aspectos más técnicos.

La LPRL está compuesta por siete capítulos, cincuenta y cuatro artículos y dieciséis disposiciones
adicionales, dos disposiciones transitorias, una disposición derogatoria y dos disposiciones finales.

II. Objetivos

Describir los principios generales de la PRL, que emanan de la ley 31/95.


Analizar los objetivos de la LPRL.
Conocer los deberes y derechos de empresarios y trabajadores.
Establecer la necesidad de información, consulta, participación y formación de los
trabajadores en materia preventiva.
Analizar el poder sancionador de la LPRL.

III. Principios generales de la LPRL


La aplicación de la LPRL afecta a las relaciones laborales en las que son de aplicación los principios
del Estatuto de los Trabajadores y en las relaciones de carácter administrativo o personal de las
Administraciones Públicas.

Antes de meternos en la enumeración de los principios de esta ley, debemos recordar los conceptos de
prevención y de riesgo laboral, tal y como aparecen definidos en la LPRL:

Prevención

Conjunto de actividades o medidas adoptadas o previstas en todas las fases de actividad de la empresa
con el fin de evitar o disminuir los riesgos derivados del trabajo.

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Riesgo laboral

Posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del trabajo.

La directiva establece el principio general de la responsabilidad del empresario, por cuanto “debe
garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores en todos los aspectos relacionados con el trabajo”.

Esta responsabilidad no disminuye por las obligaciones específicas de quienes ejerzan funciones de
prevención, tanto por designación del propio empresario como por los trabajadores por sí mismos o por
representación. En virtud de este principio, el empresario debe adoptar todas las medidas necesarias para
hacer efectiva tal garantía.

Para ello, se establecen las obligaciones generales de los empresarios que, de forma condensada, se
describen a continuación.

3.1. Obligaciones generales de los empresarios


La ley establece para todo empresario unas obligaciones concretas que pueden ser de dos clases:

Organizativas: las obligaciones que hacen referencia a cómo el empresario ha de organizar las
actividades preventivas.
Operativas: las acciones concretas de tipo técnico: evaluación de riesgos, formar e informar a
los trabajadores, etc.

El empresario garantizará la seguridad y la salud de sus trabajadores en todos los aspectos


relacionados con el trabajo, y para ello adoptará las medidas necesarias, incluyendo:

Prevención de riesgos.
Información.
Formación.
Participación y consulta.
Disposición de medios necesarios.

El empresario deberá, en particular:

Evaluar los riesgos.


Organizar la prevención y el trabajo.
Integrar la prevención en el sistema general de gestión de la empresa, tanto en el conjunto de
sus actividades como en todos los niveles jerárquicos de esta, a través de la implantación y
aplicación de un plan de PRL (apartado 2 del art. 2 de la ley 54/2003).
Tener en cuenta las capacidades de los trabajadores.
Limitar el acceso a zonas de grave riesgo.
Cooperar y coordinarse con los demás empresarios (art. 5 del RD 171/2004).

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Adoptar medidas sobre:

Primeros auxilios.
Lucha contra incendios.
Evacuación y salvamento.
Peligro grave e inminente.
Asistencia médica de urgencia.

Disponer de documentos actualizados sobre:

Evaluación de riesgos.
Medidas de prevención y protección.
Relaciones e informes de accidentes.

Adoptar medidas de información y formación.


Adoptar medidas para consulta y participación.

Para cumplir con sus obligaciones, el empresario puede recurrir a:

Servicios de prevención propios.


Servicios de prevención ajenos.

En cualquier caso, estos servicios, en principio de carácter multidisciplinar, deberán contar con los
medios humanos y materiales adecuados y suficientes.

Lo anterior supone un compromiso empresarial de salvaguardar la seguridad y salud de los


trabajadores que se encuentren a su servicio.

Ante la apreciación de una situación de riesgo grave e inminente, la LPRL establece la obligación del
empresario de adoptar las medidas adecuadas y suministrar las instrucciones precisas para actuar, en
caso de emergencia, de manera rápida y eficaz.

Con el fin de evitar las consecuencias del peligro, informará a los afectados de la existencia de tal
riesgo y de las medidas que se han adoptado o, en su caso, que deban adoptarse para una protección
eficaz.

En el caso de que sea inevitable:

Para que los trabajadores puedan interrumpir su actividad y, si fuera necesario, abandonar
inmediatamente el lugar de trabajo y ponerse a salvo, sin que se les pueda exigir que reanuden
su actividad en tanto persista tal situación, excepto aquellos casos justificados por razones de
seguridad y que estén determinados de forma expresa por un reglamento.
Para que, si un trabajador no pudiera contactar con su superior, esté en condiciones de adoptar
las medidas necesarias para evitar o limitar las consecuencias de la situación peligrosa.

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El derecho individual del trabajador a interrumpir su actividad y, en caso necesario, abandonar el
puesto de trabajo es el derecho de resistencia del trabajador que le asiste para oponerse a lo ordenado por
el empresario en situaciones como esta, de riesgo grave e inminente o en otras como aquellas en las que
se pudiera ir en contra de su dignidad personal.

La facultad de los representantes legales de los trabajadores (o ante la ausencia de estos, los propios
delegados de prevención) de acordar por mayoría la paralización de la actividad de los trabajadores
afectados, en el caso de que el empresario no adopte las medidas necesarias que garanticen la seguridad y
salud de los trabajadores, se materializa en un acuerdo que se comunica de inmediato al empresario y la
autoridad laboral, que en 24 horas lo anulará o lo ratificará.

Debe haber garantía de que tanto los trabajadores como sus representantes no puedan sufrir ningún
perjuicio al adoptar las decisiones o medidas anteriormente citadas en relación con la apreciación de
riesgo grave e inminente, salvo que obren de mala fe o cometan negligencia grave.

El inspector de Trabajo y Seguridad Social tiene la facultad de ordenar la paralización inmediata de la


actividad afectada si comprueba que existe tal situación derivada del incumplimiento de las obligaciones
del empresario. Este podrá impugnar esta decisión ante la autoridad laboral en un plazo de tres días y esta
resolverá en 24 horas, pero entre tanto debe acatarse la orden de paralización.

La paralización de la actividad será levantada por el inspector de Trabajo y Seguridad Social que la
hubiere ordenado o por el empresario cuando las causas que la provocaron hayan sido reducidas o
anuladas y deje de existir la situación de riesgo grave e inminente.

Durante la paralización de la actividad, se mantendrá el pago del salario o de las indemnizaciones que
procedan.

3.2. Obligaciones de los trabajadores


Estas obligaciones vienen especificadas en el art. 29 de la LPRL:

Individualmente, el trabajador debe velar por la seguridad y salud de las personas que puedan
ser afectadas:

Por actos u omisiones.


De acuerdo con su formación y las instrucciones del empresario.

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Con arreglo a su formación deberá, en particular:

Utilizar correctamente equipos y materiales.


Utilizar correctamente los equipos de protección individual (EPI).
No alterar el funcionamiento de dispositivos de seguridad.
Comunicar inmediatamente todo peligro grave e inminente y defectos de los sistemas
de protección.
Colaborar para la mejora de la seguridad y la salud en el trabajo.
Contribuir a cumplir las exigencias de la autoridad competente. Los trabajadores
tienen derecho a recurrir ante la autoridad laboral competente en caso de
disconformidad con la actividad preventiva del empresario y a una adecuada
vigilancia de la salud, en relación con los riesgos a los que están expuestos.

3.3. Deberes de los trabajadores

Legislación: (art. 29.1, LPRL)

“Corresponde a cada trabajador velar, según sus posibilidades y mediante el cumplimiento de


las medidas de prevención que en cada caso sean adoptadas, por su propia seguridad y salud en
el trabajo y por la de aquellas otras personas a las que pueda afectar su actividad profesional, a
causa de sus actos y omisiones en el trabajo, de conformidad con su formación y las
instrucciones del empresario” (art. 29.1, LPRL).

Los trabajadores, con arreglo a su formación y siguiendo las instrucciones del empresario, deberán en
particular:

Usar adecuadamente, de acuerdo con su naturaleza y los riesgos previsibles, las máquinas,
aparatos, herramientas, sustancias peligrosas, equipos de transporte y, en general, cualesquiera
otros medios con los que desarrollen su actividad.
Utilizar correctamente los medios y equipos de protección facilitados por el empresario, de
acuerdo con las instrucciones recibidas de este.
No poner fuera de funcionamiento y utilizar correctamente los dispositivos de seguridad
existentes o que se instalen en los medios relacionados con su actividad o en los lugares de
trabajo en los que esta tenga lugar.
Informar de inmediato a su superior jerárquico directo, y a los trabajadores designados para
realizar actividades de protección y de prevención o, en su caso, al servicio de prevención,
acerca de cualquier situación que, a su juicio, entrañe, por motivos razonables, un riesgo para
la seguridad y la salud de los trabajadores.
Contribuir al cumplimiento de las obligaciones establecidas por la autoridad competente con el
fin de proteger la seguridad y la salud de los trabajadores en el trabajo.
Cooperar con el empresario para que este pueda garantizar unas condiciones de trabajo que
sean seguras y no entrañen riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores.

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IV. Vigilancia de la salud
Uno de los artículos con más peso dentro de la LPRL es el art. 22, relativo a la vigilancia de la salud,
según el cual el empresario garantizará a los trabajadores a su servicio la vigilancia periódica de su
estado de salud en función de los riesgos inherentes al trabajo.

Esta vigilancia solo puede llevarse a cabo cuando el trabajador preste su consentimiento. No obstante,
de este carácter voluntario se exceptuarán, previo informe de los representantes de los trabajadores, los
supuestos en los que el reconocimiento sea imprescindible para evaluar los efectos de las condiciones de
trabajo sobre la salud de los trabajadores o para verificar si el estado de salud del trabajador puede
constituir un peligro para él mismo, para los demás trabajadores o para otras personas relacionadas con la
empresa o cuando así esté establecido en una disposición legal en relación con la protección de riesgos
específicos y actividades de especial peligrosidad, como las contempladas en el Anexo I del RD 39/1997,
por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención.

La LPRL hace que estos controles de salud se lleven a cabo garantizando el derecho a la intimidad y a
la dignidad del trabajador y la confidencialidad de toda la información relacionada con su estado de
salud. Además, se garantiza que el trabajador no pueda ser discriminado por motivos de salud.

Tal y como expone el art. 25, debe brindarse especial protección a los trabajadores especialmente
sensibles ante determinados riesgos o tareas. La empresa debe garantizar de manera específica la
protección a los trabajadores que, por sus características personales o estado biológico conocido sean
especialmente sensibles a los riesgos derivados del trabajo. Dichas características serán tenidas en cuenta
en las evaluaciones de riesgos y, en función de estas, se adoptarán las medidas de protección necesarias,
incluyendo la modificación, adaptación o cambio de puesto. Se analizarán específicamente las
condiciones de trabajo de las personas con discapacidad, de manera que se consiga una adecuada
adaptación del trabajo a la persona, dentro de unos niveles de protección suficientes.

Esta protección está dirigida a:

Trabajadores especialmente sensibles a determinados riesgos.


Mujeres en situación de maternidad.
Trabajadores menores de 18 años.

Asimismo, se exige la obligación de efectuar una evaluación de riesgos específica, teniendo en cuenta
a este tipo de trabajadores, y se deben adoptar las medidas de prevención y protección especiales que
resulten de la evaluación.

El art. 26 de la ley 31/95 se refiere a la protección de la maternidad y especifica las obligaciones de la


empresa al respecto de realizar una evaluación de los riesgos que deberá comprender la determinación de
la naturaleza, el grado y la duración de la exposición de las trabajadoras en situación de embarazo o parto
reciente a agentes, procedimientos o condiciones de trabajo que puedan influir negativamente en la salud
de las trabajadoras o del feto.

V. Delegados de prevención
Número de delegados de prevención: dependerá del número de trabajadores en la empresa o
centro de trabajo.

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Competencias de los delegados de prevención:

Colaborar con la Dirección de la empresa en la mejora de la acción preventiva.


Promover y fomentar la cooperación de los trabajadores en la ejecución de la
normativa sobre PRL.
Atender las consultas del empresario acerca de las decisiones que puedan tener
efectos sobre la seguridad y la salud de los trabajadores.
Ejercer una labor de vigilancia y control sobre el cumplimiento de la normativa de
prevención de riesgos laborales (art. 43 de la ley 31/1995 y art. 6 de la ley 54/2003).

Facultades:

Acompañar a los técnicos que realicen las evaluaciones de los riesgos y a los
inspectores de Trabajo y Seguridad Social en sus visitas y verificaciones del
cumplimiento de la normativa en los centros de trabajo, en las que además pueden
formular observaciones.
Tener acceso a la información y documentación sobre las condiciones de trabajo,
respetando los datos confidenciales.
Ser informados por la empresa de los accidentes y alteraciones de la salud
(enfermedades) producidas a consecuencia del trabajo.
Recibir la información, a través del empresario, procedente de los servicios de
prevención, de los órganos técnicos y de la inspección de trabajo obtenida en el
ejercicio de sus funciones.
Realizar visitas a los lugares de trabajo para la vigilancia y control de las condiciones
del mismo.
Recabar del empresario la adopción de medidas de prevención.
Proponer la adopción del acuerdo de paralización de actividades en caso de peligro
grave e inminente.

VI. Responsabilidades administrativas según la LPRL


El ya citado capítulo VII de la LPRL establece no solo la mencionada compatibilidad de
responsabilidades sino también la responsabilidad solidaria entre la empresa principal y las contratistas y
subcontratistas cuando estas realicen obras o servicios correspondientes a la propia actividad de la
primera y que se desarrollen en el propio centro de trabajo de esta.

En estos casos, la empresa principal tiene el deber de vigilar el cumplimiento por parte de los
contratistas y subcontratistas de la normativa de PRL (art. 10 del RD 171/2004).

También se determina que, en las relaciones de trabajo de las empresas de trabajo temporal, la
empresa usuaria será responsable de la protección en materia de seguridad y salud en el trabajo de los
trabajadores cedidos.

La ley y el texto refundido de infracciones y sanciones en el orden social proceden a calificar las
infracciones en este ámbito como: leves, graves y muy graves. El grueso se encuentra entre las graves.

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En este sentido, parece que se producirá, por tanto, la mayoría de las sanciones, para un gran número
de casos diferentes que se consideran de gravedad, por incumplimiento de la normativa, todavía cuando
no se hubiera producido daño alguno. Los distintos tipos se describen en los artículos 45, 46, 47 y 48 de
la LPRL.

En cuanto a las sanciones, en el art. 49 se establecen los criterios por los cuales se impondrán en uno
de los tres grados: mínimo, medio y máximo.

En el art. 50, se contemplan los casos de reincidencia, en el art. 51 la prescripción de las infracciones
y en el art. 52 las competencias sancionadoras donde la ley 54/2003 en su art. 16 añade un nuevo
apartado.

Se pueden incluir también otras medidas de carácter sancionador, como la suspensión de las
actividades laborales o, en su caso, el cierre del centro de trabajo, sin perjuicio del pago del salario o de
las indemnizaciones que procedan (art. 53 de la ley de infracciones y sanciones en el orden social, donde
la ley 54/2003 en su art. 17 añade un nuevo apartado).

También puede llegarse a la limitación de la facultad de contratar con la Administración (art. 54) por
la comisión de delitos o por infracciones muy graves en materia de seguridad y salud en el trabajo.

Todas estas cuestiones pueden leerse con todo detalle en el texto de la ley y el texto refundido de
infracciones y sanciones en el orden social.

VII. Resumen

A lo largo de esta unidad, hemos visto:

La LPRL, que nació a raíz de la trasposición a nuestra legislación de la Directiva


Marco 89/391/CE.
Los derechos de los trabajadores en materia de seguridad y salud en el trabajo.
Los deberes de los trabajadores respecto al uso correcto tanto de los equipos de trabajo
como de los equipos de protección individual, colaboración con el empresario y
cumplimento de las normas relacionadas con la PRL.
Indicación de las numerosas obligaciones de los empresarios en relación con la PRL,
ya sea en formación e información a los trabajadores, evaluación y planificación de
riesgos, vigilancia de la salud, etc.

A parte de todo lo anteriormente indicado, también hemos hablado de la vigilancia de la


salud, los delegados de la prevención y de las responsabilidades administrativas en materia de
PRL.

Lectura obligatoria

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REAL DECRETO LEGISLATIVO 2/2015, de 23 de octubre, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores: BOE Nº 255, de 24/10/2015.

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Recursos

Enlaces de Interés
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2015-11430: Real Decreto Legislativo 2/2015,
de 23 de octubre.

Bibliografía
: REAL DECRETO 231/2017, de 10 de marzo, por el que se regula el establecimiento de un
sistema de reducción de las cotizaciones por contingencias profesionales a las empresas que
hayan disminuido de manera considerable la siniestralidad laboral.
: REAL DECRETO LEGISLATIVO 8/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el
texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social.
: REAL DECRETO 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro de
enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social y se establecen criterios para
su notificación y registro.
: REAL DECRETO 171/2004, de 30 de enero, por el que se desarrolla el artículo 24 de la
Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, en materia de
coordinación de actividades empresariales.
: LEY 54/2003, de 12 de diciembre, de reforma del marco normativo de la prevención de
riesgos laborales.
: REAL DECRETO 1273/2003, de 10 de octubre, por el que se regula la cobertura de las
contingencias profesionales de los trabajadores incluidos en el régimen especial de la
Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia o autónomos, y la ampliación de la
prestación por incapacidad temporal para los trabajadores por cuenta propia.
: LEY 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales.

Glosario.

Delegados de prevención: Son los representantes de los trabajadores con funciones


específicas en materia de prevención de riesgos en el trabajo. Serán designados por y entre los
representantes del personal (ley 31/1995).

Obligaciones operativas: Acciones concretas de tipo técnico evaluación de riesgos, formar


e informar a los trabajadores, etc.

Obligaciones organizativas: Obligaciones que hacen referencia a cómo el empresario ha de


organizar las actividades preventivas.

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Prevención: Conjunto de actividades o medidas adoptadas o previstas en todas las fases de
actividad de la empresa con el fin de evitar o disminuir los riesgos derivados del trabajo (ley
31/1995).

Riesgo laboral: Posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del
trabajo (ley 31/1995).

Vigilancia de la salud: Consiste en la recogida sistemática y continua de datos acerca de un


problema específico de salud

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Reglamento de los servicios de PRL

I. Introducción
La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales ha dado un nuevo enfoque a
la PRL que se integra en el conjunto de actividades y decisiones de la empresa, pero ha sido modificado
recientemente por el RD 337/2010. Luego, en la Ley 54/2003, de 12 de diciembre, que reforma el marco
normativo de la PRL, destaca la integración de la prevención en el proceso productivo y en la línea
jerárquica de la empresa como una medida que asegura el control de los riesgos, la eficacia de las
medidas preventivas y la detección de deficiencias que dan lugar a nuevos riesgos.

Más tarde se publicó la Ley 14/2013, de apoyo a los emprendedores y su internacionalización, que
modifica algunos aspectos de la organización de la prevención en PYMES.

Además, el Real Decreto 899/2015, de 9 de octubre, modifica el Real Decreto 39/1997, de 17 de


enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención.

II. Objetivos

Profundizar en el contenido del Reglamento de los Servicios de Prevención, teniendo en


cuenta las modificaciones aprobadas a lo largo del tiempo, y ver los requisitos necesarios a la
hora de desarrollar la actividad preventiva.

III.Organización de los recursos para las actividades


preventivas
Está regulada en el capítulo III del RD 899/2015, de 9 de octubre, por el que se modifica el RD
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención.

La organización de los recursos necesarios para el desarrollo de las actividades de prevención correrá
a cargo del empresario de acuerdo con algunas de las siguientes modalidades.

3.1. Asunción personal de la actividad preventiva por parte del


empresario (RD 899/2015, de 9 de octubre)
El empresario podrá desarrollar personalmente la actividad preventiva, con excepción de las
actividades relativas a la vigilancia de la salud de los trabajadores, cuando concurran las siguientes
circunstancias:

Que se trate de una empresa de hasta diez trabajadores; o que, tratándose de una empresa que
ocupe hasta veinticinco trabajadores, disponga de un único centro de trabajo.

82/150
Que las actividades desarrolladas por la empresa no estén incluidas en el Anexo I del RD 39/97
(este anexo recoge un determinado número de actividades laborales consideradas peligrosas).
Que desarrolle de forma habitual su actividad profesional en el centro de trabajo.
Que tenga la capacidad correspondiente a las funciones preventivas que va a desarrollar.

La vigilancia de la salud de los trabajadores, así como aquellas otras actividades preventivas no
asumidas personalmente por el empresario, deberán cubrirse mediante el recurso a alguna de las distintas
modalidades de organización preventiva que expondremos a continuación.

3.2. Designación de los trabajadores

El empresario designará a uno o varios trabajadores para ocuparse de la


actividad preventiva en la empresa.

Las actividades de prevención para cuyo desarrollo no resulte suficiente la designación de uno o varios
trabajadores, deberán ser atendidas a través de uno o más servicios de prevención, propios o ajenos. No
obstante, no será obligatoria la designación de trabajadores cuando el empresario:

Haya asumido personalmente la actividad preventiva.


Haya recurrido a un servicio de prevención propio.
Haya recurrido a un servicio de prevención ajeno.

Para el desarrollo de la actividad preventiva, los trabajadores designados deberán tener la capacidad
correspondiente a las actividades que se van a desempeñar.

El número de trabajadores designados, así como los medios que el empresario ponga a su disposición
y el tiempo del que dispongan para el desempeño de su actividad deberán ser los necesarios para
desarrollar adecuadamente sus funciones. La cantidad de trabajadores designados dependerá de lo que la
auditoría o inspección de trabajo indique.

3.3. Servicios de prevención propios (SPP) (modificación del


apartado 5 por el art. 1.3 del RD 337/2010)
El empresario deberá constituir un SPP cuando concurra alguno de los siguientes supuestos:

Que se trate de empresas de más de 500 trabajadores.


Que, tratándose de empresas de entre 250 y 500 trabajadores, desarrollen alguna de las
actividades de especial peligrosidad incluidas en el Anexo I.
Que, tratándose de empresas no incluidas en los apartados anteriores, si así lo decide la
autoridad laboral, previo informe de la ITSS y, en su caso, de los órganos técnicos en materia
preventiva de las CC. AA., en función de la peligrosidad de la actividad desarrollada o de la
frecuencia o gravedad de la siniestralidad de la empresa, salvo que se opte por contratar una
entidad especializada ajena a la empresa.

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El servicio propio de prevención constituirá una unidad organizativa específica y sus integrantes
decidirán, de forma exclusiva, su actividad en la empresa a la finalidad del mismo.

Los servicios de prevención propios deberán contar con las instalaciones y los medios materiales y
humanos necesarios para el desarrollo de las actividades preventivas que vayan a ejecutar en la empresa
(art. 4 de la ley 54/2003).

El servicio de prevención deberá contar al menos con dos de las especialidades o disciplinas del art. 34
del RD (medicina del trabajo, ergonomía y psicosociología, seguridad en el trabajo e higiene industrial).

Cuando el ámbito de actuación del servicio de prevención se extienda a más de un centro de trabajo,
deberá tenerse en cuenta la situación de los diversos centros en relación con la ubicación del servicio, a
fin de asegurar la adecuación de los medios de dicho servicio a los riesgos existentes.

Las actividades preventivas que no sean asumidas por los servicios de prevención propios deberán ser
concertadas con uno o varios servicios de prevención ajenos.

La empresa deberá elaborar, anualmente, y mantener a disposición de las autoridades laborales y


sanitarias competentes y del comité de seguridad y salud , la memoria y la programación anual del
servicio de prevención al que se refiere el apartado 2 del art. 39 de la LPRL.

3.4. Servicios de prevención ajenos (SPA) (modificación del art


2 por el art. 1.4 del RD 604/2006)
El empresario deberá recurrir a uno o varios SPA, que colaborarán entre sí cuando sea necesario,
cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:

Que la designación de uno o varios trabajadores sea insuficiente para el desarrollo de la


actividad preventiva y no se den las circunstancias que determinan la obligación de constituir
un SPP.
Que no se haya optado por la constitución de un SPP, aun cuando la autoridad laboral lo haya
exigido.
Que se haya producido una asunción parcial de la actividad preventiva.

Los representantes de los trabajadores deberán ser consultados por el empresario antes de contratar a
uno o varios SPA.

Requisitos para la actividad preventiva a través de uno o varios SPA

Cuando el empresario no cuente con suficientes recursos propios para el desarrollo de la actividad
preventiva y deba desarrollarla a través de uno o varios SPA, deberá concertar por escrito la
prestación (modificación del art. 20 del RD 39/97 por RD 899/2015). Dicho concierto consignará,
como mínimo, los siguientes aspectos:

Identificación de la entidad especializada que actúa como SPA en la empresa.

84/150
Identificación de la empresa destinataria de la actividad, así como de los centros de trabajo
de la misma a los que dicha actividad se refiere. Cuando se trate de empresas que realicen
actividades sometidas a la normativa de seguridad y salud en obras de construcción, incluirá
expresamente la extensión de las actividades concertadas al ámbito de las obras en que
intervenga la empresa.
Especialidad o especialidades preventivas objeto del concierto, con indicación para cada una
de ellas de las funciones concretas asumidas de entre las previstas en el art. 31.3 de la ley
31/1995 y de las actuaciones concretas que se llevarán a cabo para el desarrollo de las
funciones asumidas en el periodo de vigencia del concierto. Dichas actuaciones serán
desarrolladas de acuerdo con la planificación de la actividad preventiva y la programación
anual propuestas por el servicio y aprobadas por la empresa.
La obligación del servicio de prevención de realizar, con la periodicidad que requieran los
riesgos existentes, la actividad de seguimiento y valoración de la implantación de las
actividades preventivas derivadas de la evaluación.
La obligación del servicio de prevención de efectuar, en la memoria anual de sus
actividades en la empresa, la valoración de la efectividad de la integración de la PRL en el
sistema general de gestión de la empresa a través de la implantación y aplicación del plan de
PRL en relación con las actividades preventivas concertadas.
El compromiso del servicio de prevención de dedicar anualmente los recursos humanos y
materiales necesarios para el desarrollo de las actividades concertadas.
El compromiso de la empresa de comunicar al servicio de prevención ajeno los daños a la
salud derivados del trabajo.
El compromiso de la empresa de comunicar al servicio de prevención ajeno las actividades
o funciones realizadas con otros recursos preventivos u otras entidades para facilitar la
colaboración y coordinación de todos ellos.
La duración del concierto.
Las condiciones económicas del concierto, con la expresa relación de las actividades o
funciones preventivas no incluidas en aquellas condiciones.
La obligación del SPA de asesorar al empresario, a los trabajadores y a sus representantes, y
a los órganos de representación especializados en los términos establecidos en la normativa
aplicable.
Las actividades preventivas concretas que sean legalmente exigibles y que no quedan
cubiertas por el concierto.

Entidades especializadas que pueden actuar como SPA

Podrán actuar como SPA las entidades especializadas que reúnan los siguientes requisitos:

Disponer de la organización, las instalaciones, el personal y los equipos necesarios para el


desempeño de su actividad.
Constituir una garantía que cubra su eventual responsabilidad.

85/150
No mantener con las empresas concertadas vinculaciones comerciales, financieras o de
cualquier otro tipo, distintas a las propias de su actuación como servicio de prevención, que
puedan afectar a su independencia e influir en el resultado de sus actividades, sin perjuicio
de lo dispuesto en el art. 22.
Asumir directamente el desarrollo de las funciones señaladas en el art. 31.3 de la ley
31/1995 que hubieran concertado.
Para actuar como SPA, las entidades especializadas deberán ser objeto de acreditación por la
administración laboral, previa aprobación de la administración sanitaria, en cuanto a los
aspectos de carácter sanitario.

Deberán facilitar a las empresas para las que actúen como servicios de prevención la memoria y la
programación anual a las que se refiere el apartado 2.d) del artículo 39 de la LPRL, a fin de que pueda
ser conocida por el Comité de Seguridad y Salud.

3.5. Servicios de prevención mancomunados (SPM)


(modificación del art 21 del RD 39/97 por RD 337/2010)
Podrán constituirse servicios de prevención mancomunados entre aquellas empresas que desarrollen
simultáneamente actividades en un mismo centro de trabajo, edificio o centro comercial, siempre que
quede garantizada la operatividad y eficacia del servicio en los términos previstos en el apartado 3 del
art. 15 de esta disposición.

Por negociación colectiva o mediante los acuerdos a los que se hace referencia en el art. 83 del
Estatuto de los Trabajadores, o por decisión de las empresas afectadas, podrá acordarse la constitución
de servicios de prevención mancomunados entre empresas pertenecientes a un mismo sector productivo
o grupo empresarial o que desarrollen sus actividades en un polígono industrial o área geográfica
limitada.

Las empresas que tengan obligación legal de disponer de un SPP no podrán formar parte de SPM
constituidos para las empresas de un determinado sector, aunque sí de los constituidos para empresas del
mismo grupo.

En el acuerdo de constitución del SPM, que se deberá adoptar previa consulta a los representantes
legales de los trabajadores de cada una de las empresas afectadas en los términos establecidos en el art.
33 de la ley 31/1995, deberán constar expresamente las condiciones mínimas en que tal servicio de
prevención debe desarrollarse.

Por otra parte, de conformidad con lo dispuesto en el art. 39.1.a) de la indicada ley, las condiciones en
que dicho servicio de prevención debe desarrollarse deberán debatirse, y en su caso ser acordadas, en el
seno de cada uno de los comités de seguridad y salud de las empresas afectadas.

El acuerdo por el que se constituye el SPM debe comunicarse previamente a la autoridad laboral del
territorio donde radiquen sus instalaciones principales, siempre y cuando la constitución del SPM no
haya sido decidida en la negociación colectiva.

86/150
Estos SPM tendrán la consideración de servicios propios de las empresas que lo formen y deben
contar con, al menos, tres especialidades o disciplinas preventivas. Para poder constituirse, deberán
disponer de los recursos humanos mínimos equivalentes a los exigidos para los SPA de acuerdo con lo
establecido en el reglamento y en sus disposiciones de desarrollo. Deberán contar con los mismos
recursos materiales requeridos a cualquier SPA y adecuados a la actividad desarrollada por cada una de
las empresas miembros. La autoridad laboral podrá formular requerimientos sobre la adecuada dotación
de medios humanos y materiales.

La actividad preventiva de los SPM se limitará a las empresas participantes.

El SPM deberá tener a disposición de la autoridad laboral y de la autoridad sanitaria la información


relativa a las empresas que lo constituyen y al grado y forma de participación de las mismas.

IV. Auditorías
En el capítulo V está regulada la obligatoriedad de una auditoría externa para las empresas que tengan
que desarrollar actividades preventivas. En general, será obligatoria para las empresas que no hubieran
concertado el servicio de prevención con una entidad especializada; deberán someter su sistema de
prevención al control de una auditoría o evaluación externa. La frecuencia de la auditoría es cada cuatro
años, o cada dos si se trata de empresas incluidas en el Anexo I.

La auditoría la llevará a cabo una empresa autorizada por la autoridad laboral, conforme a lo
establecido en el art. 33.

Inicialmente, la norma establecía que solo debían pasar auditoría aquellas empresas que no
hubieran concertado el servicio de prevención con una entidad ajena especializada. Es decir, de
forma inversa y para que se entienda, en todos aquellos casos en los que se asuman las
actividades preventivas con recursos propios (asunción personal por parte del empresario,
designación de uno o varios trabajadores y constitución de un SPP). Se pueden excluir de esta
obligación universal (art. 29.3 del Reglamento de los Servicios de Prevención, actualizado por
RD 337/2010) las empresas de hasta cincuenta trabajadores cuyas actividades no estén incluidas
en el Anexo I, que desarrollen las actividades preventivas con recursos propios y en las que la
eficacia del sistema preventivo resulte evidente sin necesidad de recurrir a una auditoría por el
limitado número de trabajadores y la escasa complejidad de las actividades preventivas. Se
considerará que han cumplido la obligación de la auditoría cuando cumplimenten y remitan a la
autoridad laboral una notificación sobre la concurrencia de las condiciones que no hacen
necesario recurrir a la misma según modelo establecido en el Anexo II, siempre que la autoridad
laboral no haya aplicado lo previsto en el apartado 4 de este artículo.

V. Funciones y niveles de cualificación


Están regulados, en el capítulo VI, los niveles de cualificación establecidos para la evaluación de
riesgos y el desarrollo de la actividad preventiva:

Nivel básico.

87/150
Nivel intermedio.
Nivel superior.

Para cada nivel de cualificación, se establecen requisitos educativos previos y una formación
específica, y quedan definidas las competencias de cada uno de los tres niveles para la planificación y el
desarrollo de la actividad preventiva en la empresa.

VI. Resumen

En esta unidad hemos podido observar las diferentes mo dalidade s de organizació n de la


prevención en la empresa:

Asunción personal por parte del empresario.


Constitución de un SPP.
Contrato con un SPA.
Constitución de un SPM.

Y los diferentes niveles de cualificación para las evaluaciones de riesgos y el desarrollo de la


actividad preventiva:

Nivel básico.
Nivel intermedio.
Nivel superior.

Lectura obligatoria

REAL DECRETO 899/2015, de 9 de octubre , por el que se modifica el Real Decreto 39/1997
, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención.

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Ejercicios

Caso práctico
Dadas las siguientes empresas:

1. Empresa 1. MADRID: 650 trabajadores. Anexo I


2. Empresa 2. BARCELONA: 510 trabajadores.
3. Empresa 3. BILBAO: 230 trabajadores.
4. Empresa 4. MALAGA: 270 trabajadores. Anexo I
5. Empresa 5. VALENCIA: 9 trabajadores.

Sabiendo que solo las empresas de Madrid, Bilbao y Sevilla desarrollan actividades incluidas en el
Anexo I del Reglamento de los Servicios de Prevención.
Se pide

Indique todas las diferentes posibilidades existentes en materia de organización del Servicio de
Prevención, en todas las empresas anteriormente enumeradas.

Solución

La empresa 1 con 650 trabajadores y realizando trabajos dentro del Anexo I de especialidad
peligrosidad, tiene la obligación de crear un Servicio de Prevención Propio (SPP) y debe contar con
dos de las especialidades como mínimo y es resto las puede contratar con uno o varios Servicios de
Prevención Ajena (SPA).

La empresa 2 con 510 trabajadores, tiene la obligación de crear un Servicio de Prevención


Propio (SPP) y debe contar con dos de las especialidades como mínimo y es resto las puede contratar
con uno o varios Servicios de Prevención Ajena (SPA).

La empresa 3 con 230 trabajadores, tiene varias posibilidades:

Por un lado, puede crear un SPP, si dispone de los medios humanos y materiales suficientes
para crearlo.
También puede contratar un SPA, donde le cubra todas las especialidades.
También la autoridad laboral le puede obligar, según su actividad a crear un SPP.
También puede optar a la designación de trabajadores propios.
También puede existir un complemento entre SPA y trabajadores designados.

La empresa 4 con 270 trabajadores y realizando actividades incluidas en el Anexo I , tiene la


obligación de crear un Servicio de Prevención Propio (SPP) y debe contar con dos de las
especialidades como mínimo y es resto las puede contratar con uno o varios Servicios de Prevención
Ajena (SPA).

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La empresa 5 con 9 trabajadores, tiene varias posibilidades:

Puede optar el empresario por la propia asunción de la prevención.


Puede designar trabajadores para su organización.
Puede optar por contratar el servicio de prevención con un SPA.
Y puede crear un SPP, si dispone de todos medios materiales y humanos necesarios (pero
esta opción es la más remota.)

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Recursos

Enlaces de Interés
https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2015-10926: Real Decreto 899/2015, de 9 de
octubre
https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1997-1853: Real Decreto 39/1997, de 17 de
enero

Bibliografía
: NTP 1035: Bocas de incendio equipadas (BIE): utilización - año 2015.
: NTP 1021: Trabajos con amianto: formación de los trabajadores.
: NTP 035: Señalización de equipos de lucha contra incendios - año 1982.
: REAL DECRETO 598/2015, de 3 de julio , por el que se modifican el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los servicios de prevención
: REAL DECRETO 286/2006, de 10 de marzo, sobre la protección de la salud y la seguridad
de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al ruido.
: REAL DECRETO 2177/2004, de 12 de noviembre, por el que se modifica el Real Decreto
1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y
salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo, en materia de trabajos
temporales en altura.
: REAL DECRETO 1273/2003, de 10 de octubre, por el que se regula la cobertura de las
contingencias profesionales de los trabajadores incluidos en el régimen especial de la
Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia o autónomos, y la ampliación de la
prestación por incapacidad temporal para los trabajadores por cuenta propia.
: REAL DECRETO 681/2003, de 12 de junio, sobre la protección de la salud y la seguridad
de los trabajadores expuestos a los riesgos derivados de atmósferas explosivas en el lugar de
trabajo.
: REAL DECRETO 614/2001, de 8 de junio, sobre disposiciones mínimas para la protección
de la salud y seguridad de los trabajadores frente al riesgo eléctrico.
: REAL DECRETO 374/2001, de 6 de abril, sobre la protección de la salud y seguridad de
los trabajadores contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo.
: ORDEN de 25 de marzo de 1998 por la que se adapta en función del progreso técnico el
Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los
riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo.
: REAL DECRETO 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual.
: REAL DECRETO 488/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud relativas al trabajo con equipos que incluyen pantallas de visualización.

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: REAL DECRETO 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones
mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.
: REAL DECRETO 487/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud relativas a la manipulación manual de cargas que entrañe riesgos, en particular
dorsolumbares, para los trabajadores.
: REAL DECRETO 485/1997, 14 de abril, sobre disposiciones mínimas en materia de
señalización de seguridad y salud en el trabajo.

Glosario.

Auditoría del sistema de PRL: Evaluación sistemática, documentada, periódica, objetiva e


independiente de la eficacia, efectividad y fiabilidad del sistema de gestión para la PRL, así
como si el sistema es adecuado para alcanzar la política y objetivos de la organización en esta
materia (ley 31/1995).

Comité de seguridad y salud: Órgano paritario y colegiado de participación destinado a la


consulta regular y periódica de las actuaciones de la empresa en materia de prevención de
riesgos. Se constituirá un Comité de Seguridad y Salud en todas las empresas o centros de
trabajo que cuenten con 50 o más trabajadores, a solicitud de estos. El comité estará formado
por los delegados de prevención, de una parte, y por el empresario o sus representantes en
número igual al de los delegados de prevención, de la otra. Se reunirá como mínimo
trimestralmente. Participarán, con voz pero sin voto, los delegados sindicales y los
responsables técnicos de la prevención en la empresa que no estén incluidos en la composición
del comité, que deberá reunirse trimestralmente y siempre que lo solicite alguna de las
representaciones en el mismo (art. 38, ley 31/1995).

Delegados de prevención: Representantes de los trabajadores con funciones específicas en


materia de prevención de riesgos en el trabajo. Serán designados por y entre los representantes
del personal (art. 35, ley 31/1995).

Planificación de prevención: Actividades que establecen los objetivos y especificaciones


necesarias para desarrollar la acción preventiva y para la aplicación de los elementos del
sistema de gestión de la prevención de riesgos laborales (art. 14, ley 31/1995).

Servicios de prevención: Conjunto de medios humanos y materiales necesarios para


realizar las actividades preventivas que garanticen la seguridad y salud de los trabajadores, que
asesoran y asisten para ello a la dirección general, trabajadores, representantes de los mismos y
órganos de representación especializados (NTP 565) Sistema de gestión preventiva
organización y definición de funciones preventivas).

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Legislación transversal de PRL

I. Introducción
Si hay algo que resulta indiscutible es el derecho de todos los trabajadores al trabajo; gracias a este
derecho, la persona consigue realizarse socialmente y conseguir un adecuado bienestar para sí mismo y
para su familia. Con el fin de garantizar este derecho, fue necesario establecer una legislación que
regulara las relaciones entre empresa y trabajadores. Esta legislación laboral ha ido evolucionando para
adaptarse a los tiempos, pero sin perder de vista su objetivo principal, que no es otro que el
reconocimiento y la regulación de los derechos de este colectivo, es decir, del conjunto de los
trabajadores.

II. Objetivos

Conocer el contenido de la legislación relacionada con las empresas de trabajo


temporal.
Conocer a fondo el contenido del Estatuto de los Trabajadores y su regulación de las
relaciones laborales entre empresa o Administración con los trabajadores.
Conocer los requisitos para los cuales debemos desarrollar una coordinación de
actividades empresariales.

III. Legislación relativa a las ETT


Con la aprobación de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales se
intentó regular dicha materia, pero no quedaron resueltos todos los problemas en cuanto a la delimitación
de las obligaciones y reparto de responsabilidades en materia preventiva entre la ETT y la empresa
usuaria. Fue posteriormente, con la aprobación del Real Decreto 216/1999, de 5 de febrero, sobre
disposiciones mínimas de seguridad y salud en el trabajo de los trabajadores en el ámbito de las empresas
de trabajo temporal.

3.1. Obligaciones de la empresa usuaria


Dado que la empresa usuaria es quien requiere un trabajador para un puesto de trabajo específico, el
trabajador al que va a ocupar y respecto del cual asume la responsabilidad de las condiciones de
ejecución del trabajo en lo relativo a la protección de su seguridad y salud laboral (art. 28.5 LPRL, art.
16.2 LETT y art. 5 RD 216/1999), esta empresa es la que asume la mayor parte de los deberes de
protección; no en vano, el art. 15 LETT reitera lo dispuesto en el art. 6.1 LETT y en el art. 20 ET, al
señalar que: “cuando los trabajadores desarrollen tareas en el ámbito de la empresa usuaria (...) las
facultades de dirección y control de la actividad laboral serán ejercidas por aquella durante el tiempo de
prestación de servicios en su ámbito”.

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La empresa usuaria no solo asume el deber de información indirecta al trabajador, esto es, a través de
la ETT, sino también el de información directa al trabajador, respecto de los riesgos del puesto que va a
ocupar, o de aquel al que se mueve funcionalmente, así como de los riesgos que afectan a la empresa en
su conjunto (art. 18 LPRL) y de las medidas protectoras previstas al respecto (arts. 18 y 20 LPRL).

Legislación: art. 2 RD 216/1999

El contenido de dicha información está especificado en el art. 2 RD 216/1999 y versa sobre


los siguientes aspectos:

Las características propias del puesto de trabajo y de las tareas que le corresponden.
Las aptitudes, capacidades y cualificaciones profesionales requeridas.
Los riesgos profesionales, tanto los de carácter general existentes en el centro de
trabajo y que pudieran afectar al trabajador, como los específicos del puesto de trabajo
que se debe cubrir.
Las medidas de prevención en relación con los riesgos generales y específicos que
pudieran afectar al trabajador, con inclusión de la referencia a los equipos de
protección individual que haya de utilizar y que serán puestos a su disposición.
Los datos acerca de la formación en materia de prevención de riesgos laborales que
debe poseer el trabajador.
Las medidas de vigilancia de la salud que deben adoptarse en relación con el puesto de
trabajo, especificando si, de conformidad con la normativa aplicable, tales medidas
tienen carácter obligatorio o voluntario para el trabajador y su periodicidad.

3.2. Obligaciones de la ETT


El art. 8 RD 216/1999 delimita las actividades y trabajos que resultan especialmente peligrosos para la
seguridad y la salud y que, por tanto, quedan vedados para celebrar contratos de puesta a disposición por
las ETT con las empresas usuarias, so pena de infracción muy grave cometida por la empresa usuaria
(art. 19.3.b LISOS).

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Anotación: actividades prohibidas

Estas actividades prohibidas que componen una relación tasada y exhaustiva, no meramente
ejemplificativa, son las siguientes:

Trabajos en la construcción a los que se refiere el Anexo II del RD 1627/1997, de 24


de octubre.
Trabajos de minería a cielo abierto y de interior de los recogidos en el art. 2 RD
1389/1997, de 5 de septiembre.
Trabajos propios de las industrias extractivas por sondeos en superficie terrestre a que
se refiere el art. 109 del Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Minera,
modificado por el RD 150/1996, de 2 de febrero.
Trabajos en plataformas marinas.
Trabajos directamente relacionados con la fabricación, manipulación y utilización de
explosivos, incluidos los artículos pirotécnicos, según Real Decreto 130/2017, de 24
de febrero.
Trabajos sometidos a radiaciones ionizantes en zonas controladas según RD 783/2001,
por el que se aprueba el Reglamento sobre protección sanitaria contra radiaciones.
Trabajos que impliquen exposición a agentes cancerígenos, mutagénicos o tóxicos
según RD 363/1995, de 10 de marzo, y RD 665/1997, de 12 de mayo.
Trabajos que impliquen exposición a agentes biológicos de los grupos 3 y 4, según RD
664/1997, de 12 de mayo.
Trabajos con riesgos eléctricos de alta tensión.

La ETT tiene además las obligaciones de informar y de formar a los trabajadores (arts. 28.5 LPRL y
12.2 LETT), así como la de vigilar periódicamente la salud de estos últimos (art. 22 LPRL).

La ETT debe acreditar documentalmente ante la empresa usuaria que el trabajador cedido posee la
formación e información adecuadas en materia preventiva, así como un estado de salud compatible con
el puesto de trabajo (art. 3.5 RD 216/1999). Dicha documentación debe estar a disposición de los
delegados de prevención o, en su defecto, de los representantes legales de los trabajadores en la ETT, y
de las personas u órganos con competencia en materia preventiva en la misma.

IV. Estatuto de los trabajadores


El artículo 19.2 del Estatuto de los Trabajadores determina que el trabajador está obligado a observar
en su trabajo las medidas legales y reglamentarias de seguridad e higiene.

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En este sentido, el artículo 29 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos
Laborales recoge las obligaciones de los trabajadores en materia preventiva, y establece en primer lugar
la obligación de cada trabajador de velar por su propia seguridad y salud en el trabajo y por la de
aquellas otras personas a las que pueda afectar su actividad profesional, a causa de sus actos y omisiones
en el trabajo, de conformidad con su formación y las instrucciones del empresario.

De acuerdo con la ley, el incumplimiento por parte de los trabajadores de las obligaciones en materia
de prevención de riesgos tendrá la consideración de incumplimiento laboral a los efectos previstos en el
Estatuto de los Trabajadores o de falta, en su caso, conforme a lo establecido en la correspondiente
normativa sobre régimen disciplinario de los funcionarios públicos o del personal estatutario al servicio
de las Administraciones Públicas.

Los trabajadores tienen como derechos básicos

Los trabajadores tienen como derechos básicos, con el contenido y alcance que para cada uno de los
mismos disponga su específica normativa, los de:

Trabajo y libre elección de profesión u oficio.


Libre sindicación.
Negociación colectiva.
Adopción de medidas de conflicto colectivo.
Huelga.
Reunión.
Información, consulta y participación en la empresa.

En la relación de trabajo, los trabajadores tienen derecho

A la ocupación efectiva.
A la promoción y formación profesional en el trabajo, incluida la dirigida a su adaptación a
las modificaciones operadas en el puesto de trabajo, así como al desarrollo de planes y
acciones formativas tendentes a favorecer su mayor empleabilidad.
A no ser discriminados directa o indirectamente para el empleo, o una vez empleados, por
razones de sexo, estado civil, edad dentro de los límites marcados por esta ley, origen racial
o étnico, condición social, religión o convicciones, ideas políticas, orientación sexual,
afiliación o no a un sindicato, así como por razón de lengua, dentro del Estado español.
Tampoco podrán ser discriminados por razón de discapacidad, siempre que se hallasen en
condiciones de aptitud para desempeñar el trabajo o empleo de que se trate.
A su integridad física y a una adecuada política de prevención de riesgos laborales.
Al respeto de su intimidad y a la consideración debida a su dignidad, comprendida la
protección frente al acoso por razón de origen racial o étnico, religión o convicciones,
discapacidad, edad u orientación sexual, y frente al acoso sexual y al acoso por razón de
sexo.
A la percepción puntual de la remuneración pactada o legalmente establecida.

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Al ejercicio individual de las acciones derivadas de su contrato de trabajo.
A cuantos otros se deriven específicamente del contrato de trabajo.

En materia de dirección y control de la actividad laboral, el art. 20 del ET indica que

El trabajador estará obligado a realizar el trabajo convenido bajo la dirección del empresario
o persona en quien este delegue.
En el cumplimiento de la obligación de trabajar asumida en el contrato, el trabajador debe al
empresario la diligencia y la colaboración en el trabajo que marquen las disposiciones
legales, los convenios colectivos y las órdenes o instrucciones adoptadas por aquel en el
ejercicio regular de sus facultades de dirección y, en su defecto, por los usos y costumbres.
En cualquier caso, el trabajador y el empresario se someterán en sus prestaciones recíprocas
a las exigencias de la buena fe.
El empresario podrá adoptar las medidas que estime más oportunas de vigilancia y control
para verificar el cumplimiento por parte del trabajador de sus obligaciones y deberes
laborales, guardando en su adopción y aplicación la consideración debida a su dignidad y
teniendo en cuenta, en su caso, la capacidad real de los trabajadores con discapacidad.
El empresario podrá verificar el estado de salud del trabajador que sea alegado por este para
justificar sus faltas de asistencia al trabajo, mediante reconocimiento a cargo de personal
médico. La negativa del trabajador a dichos reconocimientos podrá determinar la suspensión
de los derechos económicos que pudieran existir a cargo del empresario por dichas
situaciones.

V. Coordinación de actividades empresariales (CAE)


La Ley 54/2003, de 12 de diciembre, de reforma del marco normativo de la prevención de riesgos
laborales, añade un apartado al artículo 24 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de
Riesgos Laborales (LPRL), por el que se establece de manera expresa la necesidad de desarrollar
reglamentariamente las previsiones que en materia de coordinación de actividades empresariales regula
el citado artículo.

El Real Decreto 171/2004, de 30 de enero, viene a dar cumplimiento a este mandato y desarrolla el
artículo 24 de la ley 31/1995, tomando como base para ello los criterios comunes y consideraciones
generales consensuados por los agentes sociales. En esta norma se tratan los distintos supuestos en los
que es necesaria la coordinación de actividades empresariales y los medios que deben establecerse con
esta finalidad, buscando siempre un adecuado equilibrio entre la seguridad y la salud de los trabajadores
y la flexibilidad en la aplicación por parte de las empresas que incida en la reducción de los indeseados
índices de siniestralidad laboral, producidos por la carencia de esta coordinación.

Es importante dejar claros una serie de conceptos interesantes para el CAE:

Centro de trabajo: cualquier área, edificada o no, en la que los trabajadores deban permanecer
o a la que deban acceder por razón de su trabajo.

97/150
Empresario titular del centro de trabajo: la persona que tiene la capacidad de poner a
disposición y gestionar el centro de trabajo.
Empresario principal: el empresario que contrata o subcontrata con otros la realización de
obras o servicios correspondientes a la propia actividad de aquel y que se desarrollan en su
propio centro de trabajo.

La coordinación de actividades empresariales para la prevención de riesgos laborales deberá garantizar


el cumplimiento de los siguientes objetivos:

La aplicación coherente y responsable de los principios de la acción preventiva establecidos en


la Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales, por las empresas concurrentes en el
centro de trabajo.
La aplicación correcta de los métodos de trabajo por parte de las empresas concurrentes en el
centro de trabajo.
El control de las interacciones de las diferentes actividades desarrolladas en el centro de
trabajo, en particular cuando puedan generar riesgos calificados como graves o muy graves o
cuando se desarrollen en el centro de trabajo actividades incompatibles entre sí por su
incidencia en la seguridad y la salud de los trabajadores.
La adecuación entre los riesgos existentes en el centro de trabajo que puedan afectar a los
trabajadores de las empresas concurrentes y las medidas aplicadas para su prevención.

Tenemos que identificar en qué ocasiones es necesaria la coordinación de actividades empresariales:

Concurrencia de trabajadores de varias empresas en un mismo centro de trabajo.


Concurrencia de trabajadores de varias empresas en un centro de trabajo del que un empresario
es titular.
Concurrencia de trabajadores de varias empresas en un centro de trabajo cuando existe un
empresario principal.

Las acciones de CAE han de estar orientadas a la eficacia y la eficiencia preventiva; no obstante, en
este proceso ha de quedar garantizado el cumplimiento de la normativa de aplicación.

Atendiendo a lo expuesto, es de suma relevancia tener identificadas las actuaciones que en materia de
PRL hemos de desarrollar en cada supuesto de coordinación, teniendo en cuenta el papel que tenemos
asignado en cada caso en la seguridad de los trabajadores implicados.

Toda la documentación requerida en materia de CAE será facilitada por escrito y deberá cumplirse lo
dispuesto en el art. 23 de la ley 31/1995. Asimismo, también deberá encontrarse a disposición de la
autoridad laboral en soporte informático.

VI. Resumen

98/150
A lo largo de esta unidad, hemos visto:

Las obligaciones de las empresas usuarias y de las empresas de trabajo temporal,


cuando un trabajador es cedido por esta última a la empresa.
Los derechos básicos de los trabajadores:
Trabajo y libre elección de profesión u oficio.
Libre sindicación.
Negociación colectiva.
Adopción de medidas de conflicto colectivo.
Huelga.
Reunión.
Información, consulta y participación en la empresa.
La normativa española más importante en cuanto a la protección social del
individuo como persona y como trabajador: la Constitución y el Estatuto de
los Trabajadores, entre otras.
Cuándo procede desarrollar la coordinación de actividades empresariales:
Concurrencia de trabajadores de varias empresas en un mismo centro de
trabajo.
Concurrencia de trabajadores de varias empresas en un centro de trabajo del
que un empresario es titular.
Concurrencia de trabajadores de varias empresas en un centro de trabajo
cuando existe un empresario principal.

Lectura obligatoria

REAL DECRETO 171/2004, de 30 de enero, por el que se desarrolla el artículo 24 de la Ley


31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, en materia de coordinación
de actividades empresariales.

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Ejercicios

Caso práctico
Ante el comienzo de las obras de reforma de un edificio, en las que van a participar contratistas
principales, subcontratas y autónomos, ¿cuál es la documentación obligatoria que deben entregar todas
las partes antes y durante la obra?

Solución
Solicitud de documentación en materia de prevención de riesgos laborales, exigible en obra (RD
1627/97)

Contratistas principales:

Copia del Plan de Seguridad y Salud de la obra o de la Evaluación específica de obra.


Copia de la Apertura de centro de trabajo, previa al inicio del comienzo de la obra de
referencia.
Copia del Libro de visitas específico de la obra.
Copia del Libro de subcontratación de la obra de referencia, según RD 1109/2007, de 24 de
agosto, y ley 32/2006, de 18 de octubre, debidamente diligenciado y actualizado.
Designación de recursos preventivos según lo establecido en el artículo 32 bis de la ley
54/2003 para los casos definidos en la misma, el cual debe estar presente en obra, y
acreditación de haber cursado al menos el curso de nivel básico de prevención de riesgos
laborales.
Certificado de Inscripción y Número de REA (exigible a empresas contratistas y
subcontratistas a partir del 26 de agosto de 2008). Las empresas que contraten o
subcontraten la realización de cualquier trabajo en una obra deberán acreditar que sus
empresas contratistas o subcontratistas están inscritas en el Registro, solicitando para ello un
certificado de inscripción.
Documento justificativo de la modalidad preventiva adoptada en la empresa (servicio de
prevención ajeno, concierto con la mutua de accidentes de trabajo, servicio de prevención
propio…); en caso de SPA, adjuntar recibo de estar al corriente de pago.
Concierto con la mutua de accidentes de trabajo.
Evaluación de riesgos de los puestos de trabajo y trabajos desarrollados en dicha obra.
Copia de la póliza del seguro de responsabilidad civil y del de accidentes, con sus recibos de
pago correspondientes.
De forma mensual TC-1 y TC-2 últimos de cotización a la Seguridad Social, indicando
claramente los trabajadores de la obra en cuestión, o partes de alta de trabajadores de nueva
incorporación.
Certificado mensual de hallarse al corriente de sus obligaciones con la Seguridad Social.

100/150
Certificado mensual de estar al corriente en las prestaciones de las declaraciones tributarias
(Hacienda).
Fichas de seguridad de los agentes químicos en caso de utilizarse.
Listado de maquinaria y herramientas utilizadas, adjuntando certificados de revisiones
(I.T.V de vehículos; revisiones de maquinaria…), así como documentación e instrucciones
del manejo de las mismas (máquinas y herramientas).
Listado de trabajadores presentes en la obra, pertenecientes a la empresa bajo su
responsabilidad reflejando categoría profesional, empresa a la que pertenece, DNI, nombre y
apellidos.
Certificados de reconocimientos médicos periódicos, iniciales, exigidos por la legislación
vigente a los trabajadores, para el desarrollo de su trabajo.
Justificante de entrega de los equipos de protección individual (EPI) a cada trabajador.
Justificante de la formación e información impartida a los trabajadores en materia de
prevención de riesgos laborales, “formación que permite cumplir con los requisitos
derivados del Convenio General de la Construcción (2012- 2016) y convenios adheridos
(vidrio y cerámica, madera y mueble y metal)”, así como de la ley 32/2006, reguladora de la
subcontratación en el sector de la construcción. Documento firmado por cada trabajador de
haber recibido una charla informativa sobre los riesgos específicos de su trabajo y medidas
preventivas, durante su desarrollo, así como de los específicos de la obra.
Designación de personal autorizado para manejo de la diferente maquinaria que se empleará
en los trabajos, adjuntando certificados de formación, información y capacitación para el
manejo de las mismas (autorización de uso de maquinaria). Asimismo, el empresario tomará
en consideración las capacidades profesionales de los trabajadores en materia de seguridad
y salud en el momento de encomendarles la tarea.
Comunicación de la existencia, si la hubiere, de la contratación de algún trabajador a través
de ETT o menores. Tanto ETT como menores están prohibidos en obras de construcción.
Comunicación de la existencia, si la hubiere, de la contratación de algún trabajador
autónomo o subcontratista “intensivo” (aquel que solo aporta mano de obra). Tanto
autónomos como subcontratistas intensivos no pueden subcontratar a otras subcontratas o
autónomos.
Copia de todos los partes e investigaciones de accidente/incidente que puedan llegar a
producirse en todo el personal presente en la obra, durante la ejecución de esta.

Subcontratistas. La misma que la señalada para los contratistas, con las siguientes excepciones:

Acta de adhesión y aceptación de la subcontrata del Plan de Seguridad y Salud o de la


Evaluación específica de obra, del contratista (artículo 11 del Real Decreto 1627/97).
Nombramiento del responsable de seguridad en obra.
No deben desarrollar Plan de Seguridad y Salud o Evaluación específica para la obra, ni
habilitar libro de subcontratación, ni realizar apertura de centro de trabajo (esto es exclusivo
para el contratista).

Autónomos:

101/150
Acta de adhesión y aceptación del autónomo, del Plan de Seguridad y Salud o de la
Evaluación específica de obra, del contratista (artículo 11 del Real Decreto 1627/97), en vez
del propio Plan o de la propia Evaluación.
Copia del Libro de visitas específico de la obra.
Documento que acredite que ha sido formado e informado de los riesgos de la obra en la
que va a realizar su trabajo.
Certificado de aptitud médica del puesto de trabajo que va a desarrollar.
Otras formaciones en materia de prevención de riesgos laborales.
Justificante de hallarse en posesión de los equipos de protección individual (EPI) necesarios
para su trabajo en dicha obra.
Recibo mensual del pago de autónomos.
Certificado mensual de hallarse al corriente de sus obligaciones con la Seguridad Social.
Certificado mensual de estar al corriente en las prestaciones de las declaraciones tributarias
(Hacienda).

De los equipos de trabajo, vehículos, montaje de instalaciones, maquinaria y medios auxiliares


en obra (si procede)

Se solicitará, tanto por parte de contratistas, subcontratistas y autónomos, la relación de la


maquinaria que se deba emplear, adjuntando:

Manual de instrucciones y mantenimiento (en castellano).


Marcado CE.
Declaración de conformidad/Certificado de adecuación al RD 1215/1997 para maquinaria
anterior al 95.
Documento justificativo de las revisiones y mantenimiento efectuadas.
Proyecto de instalación, plan de montaje.
Certificado de correcto montaje.
Autorizaciones administrativas de puesta en marcha.
Recibos de seguros en vigor. En caso de máquinas incluidas en el seguro de responsabilidad
civil de la empresa, certificado de la aseguradora donde figuren dichas máquinas.

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Recursos

Enlaces de Interés
http://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2004-1848: Real Decreto 171/2004, de 30 de
enero.

Bibliografía
: LEY 14/1994, de 1 de junio, por la que se regulan las empresas de trabajo temporal.
: LEY 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales.
: REAL DECRETO 2720/1998, de 18 de diciembre, por el que se desarrolla al artículo 15
del Estatuto de los Trabajadores en materia de contratos de duración determinada.
: REAL DECRETO 216/1999, de 5 de febrero , sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud en el trabajo en el ámbito de las empresas de trabajo temporal.
: REAL DECRETO 1273/2003, de 10 de octubre, por el que se regula la cobertura de las
contingencias profesionales de los trabajadores incluidos en el régimen especial de la
Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia o autónomos, y la ampliación de la
prestación por incapacidad temporal para los trabajadores por cuenta propia.
: REAL DECRETO 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro de
enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social y se establecen criterios para
su notificación y registro.
: LEY 35/2010, de 17 de septiembre, de medidas urgentes para la reforma del mercado
laboral.
: REAL DECRETO LEY 3/2012, de 10 de febrero, de medidas urgentes para la reforma del
mercado laboral.
: REAL DECRETO LEY 4/2013, de 22 de febrero , de medidas de apoyo al emprendedor y
de estímulo de crecimiento y de la creación de empleo.
: REAL DECRETO LEY 8/2014, de 4 de julio, de aprobación de medidas urgentes para el
crecimiento, la competitividad y la eficiencia.
: REAL DECRETO 417/2015, de 29 de mayo , por el que se aprueba el Reglamento de las
empresas de trabajo temporal.
: NTP 918 y 919, sobre la coordinación de actividades empresariales.
: NTP 1052 y 1053, sobre la coordinación de actividades empresariales: criterios de eficiencia.

Glosario.

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Agencias privadas de colocación: Servicios de colocación de instituciones o de
organizaciones que, sin buscar un beneficio material (sin ánimo de lucro), reciben del
empresario o trabajador por dichos servicios de colocación una remuneración que se limita
exclusivamente a los gastos ocasionados por los servicios prestados (gastos de personal,
alquiler, teléfono, etc.) (Real Decreto 1796/2010, de 30 de diciembre).

Centro de trabajo: Cualquier área, edificada o no, en la que los trabajadores deban
permanecer o a la que deban acceder por razón de su trabajo (Real Decreto 171/2004, de 30 de
enero).

Empresario principal: El empresario que contrata o subcontrata con otros la realización de


obras o servicios correspondientes a la propia actividad de aquel y que se desarrollan en su
propio centro de trabajo (Real Decreto 171/2004, de 30 de enero).

Empresario titular del centro de trabajo: La persona que tiene la capacidad de poner a
disposición y gestionar el centro de trabajo (Real Decreto 171/2004, de 30 de enero).

Empresas de trabajo temporal (ETT): Empresas cuya actividad consiste en poner a


disposición de otra empresa, denominada empresa usuaria, con carácter temporal, trabajadores
contratados por ella.

Sistema Nacional de Empleo (SNE): El Sistema Nacional de Empleo (SNE) está integrado
por el Servicio Público de Empleo Estatal y los Servicios Públicos de Empleo de las
Comunidades Autónomas. Uno de los principios que la ley 56/2003 establece en su art. 8 para
la organización y funcionamiento del SNE es el de transparencia en el funcionamiento del
mercado de trabajo.

104/150
Legislación técnica de PRL

I. Introducción
Existe una amplia normativa técnica (normas internacionales ISO, europeas EN, españolas UNE,
etc.) que puede aplicarse a la PRL.

Una norma técnica no es de obligado cumplimiento (salvo que una norma legal así lo establezca), pero
suele ser fuente de presunción de conformidad; esto es: no es obligatorio seguir la norma técnica para
cumplir la legalidad, pero si se sigue la norma técnica, ya no hará falta mayor justificación del
cumplimiento legal.

En España, la consulta y obtención de las normas legales (obligatorias) es gratuita. Sin embargo, la
obtención de normas técnicas requiere pago previo.

II. Objetivos

Conocer las diferentes normativas relacionadas con la prevención de riesgos laborales, aparte
de los Reales Decretos, Decretos Ley y Reales Decretos Legislativos nacionales, como por
ejemplo las normas europeas, normas internacionales y las notas técnicas de prevención, las
cuales no son de obligado cumplimiento.

III. La asociación española de normalización, UNE


Conforme a lo establecido en el artículo 8 de la ley 21/1992, una norma es un documento de
aplicación voluntaria que contiene especificaciones técnicas basadas en los resultados de la experiencia y
del desarrollo tecnológico.

Es el fruto del consenso entre todas las partes interesadas e involucradas en la actividad objeto de la
misma y deben ser aprobadas por un organismo de normalización reconocido.

La Asociación Española de Normalización, UNE, es el único organismo de normalización en España,


y como tal ha sido designado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad ante la
Comisión Europea.

UNE tiene por objeto contribuir a la mayor y mejor implantación de la actividad de normalización y a
su desarrollo, orientando al mismo tiempo los esfuerzos de todas las partes interesadas en sus
actividades.

UNE constituye un modelo de caso de éxito de colaboración entre el sector privado y las
Administraciones y organismos públicos.

105/150
Para el desarrollo de sus actividades, los miembros de UNE, representantes de la práctica totalidad de
los sectores industriales españoles, suponen el auténtico motor y soporte del sistema.

Anotación: miembro de UNE

Ser miembro de UNE supone pertenecer a la mayor red de influencia y generación de


conocimiento en el ámbito de la normalización, favoreciendo:

La defensa de los intereses de los sectores nacionales en el ámbito europeo e


internacional.
El aumento de credibilidad y profesionalidad de cada sector desarrollando estándares
reconocidos fruto del avance tecnológico y la innovación.
El progreso tecnológico e industrial, muy especialmente en el marco de la Unión
Europea.
La generación de empleo y riqueza para España.
La visibilidad de su compromiso con la responsabilidad social.

3.1. UNE y la normalización europea e internacional


UNE es el organismo de normalización español en el Comité Europeo de Normalización (CEN), en el
Comité Europeo de Normalización Electrotécnica (CENELEC), en el Instituto Europeo de Normas de
Telecomunicaciones (ETSI), en la Comisión Panamericana de Normas Técnicas (COPANT), así como
en la Organización Internacional de Normalización (ISO) y en la Comisión Electrotécnica Internacional
(IEC).

De este modo, la participación en los comités técnicos de normalización de UNE abre las puertas a la
participación en el desarrollo de las normas europeas e internacionales y ofrece la posibilidad de liderar
proyectos de normalización internacionales.

Las normas europeas favorecen el comercio y la prestación de servicios en el mercado europeo y


gozan del reconocimiento de la Comisión Europea y de las Administraciones nacionales como medio
para demostrar el cumplimiento de las obligaciones legales.

Mientras, las normas internacionales posibilitan el acceso al mercado global y son reconocidas por la
Organización Mundial del Comercio como mecanismos para evitar la creación de obstáculos técnicos al
comercio.

El desarrollo de los proyectos de normalización se fundamenta en procesos internacionalmente


reconocidos y requiere la consideración de los recursos necesarios para su puesta en marcha y ejecución.

La adecuada gestión de los proyectos de normalización garantiza la trasparencia y apertura del proceso
y asegura que el documento final es fruto del consenso.

106/150
Las normas se elaboran en comités técnicos de normalización (CTN) gestionados por los servicios
técnicos de UNE y cuya secretaría es, generalmente, desempeñada por una asociación o federación
empresarial. Además, los CTN están compuestos por una serie de vocales que constituyen una
representación equilibrada de toda la cadena de valor del producto o servicio normalizado.

Dentro de los beneficios de la normalización, la participación en estas actividades permite:

Adquirir conocimiento detallado de las normas y, de esta manera, anticipar las necesidades
y tendencias.
Influir en el contenido de las normas y garantizar que sus necesidades específicas se tienen
en cuenta.
Establecer contactos con otras partes interesadas, los expertos y los reguladores, tanto de
ámbito nacional como internacional.
Contribuir a la elaboración de normas que garanticen una mayor seguridad, prestaciones,
eficiencia e interoperabilidad de los productos o servicios.

Por todo lo anteriormente indicado, las normas proporcionan:

Seguridad y confianza. El cumplimiento de las normas ayuda a garantizar la seguridad y


aporta un elemento de confianza fundamental.
Apoyo a las políticas públicas y a la legislación. El regulador, con frecuencia, hace
referencia a las normas para proteger los intereses de los usuarios y de los mercados y para
apoyar las políticas públicas. Las normas desempeñan un papel central en la política de la
Unión Europea para el mercado único.
Interoperabilidad. En el proceso de digitalización, la capacidad de los dispositivos para
funcionar en conjunto se fundamenta en que los productos y servicios cumplan con las
normas.

107/150
En particular, para las empresas, la normalización proporciona una base sólida sobre la que
desarrollar nuevas tecnologías y mejorar las prácticas existentes. Específicamente las normas:

Aumentan la aceptación por parte del mercado de los productos o servicios mediante la
referencia a los métodos normalizados.
Proporcionan economías de escala, ayudando a optimizar la gestión de las empresas y la
prestación de servicios, y disminuyendo de esta manera los costes.
Como herramienta de vigilancia y transferencia tecnológica permiten acceder a la
información de los resultados de la innovación.
Aumentan el conocimiento de iniciativas y avances técnicos.
Ayudan en la consideración de aspectos ambientales y de naturaleza social, como por
ejemplo la accesibilidad.

Como ejemplo de norma UNE, podemos indicar la Norma UNE 201008:2012, sobre los
conjuntos de paramenta de baja tensión. Requisitos constructivos de los conjuntos para obras
(CO).

IV. Normas europeas EN


En Europa existen las normas europeas (EN), que proponen, desarrollan y elaboran expertos de los
diferentes Estados miembros, sectores industriales o tecnológicos implicados, reguladores, etc., dentro de
la estructura de normalización del Comité Europeo de Normalización (CEN) y, tras la oportuna
tramitación, son finalmente editadas como normas EN.

Las normas UNE pueden ser documentos netamente nacionales o bien ser adopción de documentos
europeos o internacionales.

108/150
Ejemplo: Norma UNE 199191:2013

En el primer caso, se numeran siguiendo una clasificación con la siguiente estructura general
(ejemplo para Norma UNE 199191:2013):

A: referencia al CTN que redacta la norma (entre uno y tres dígitos).


B: número de norma emitida por dicho comité (tres dígitos).
C: año de publicación de la norma UNE (cuatro dígitos).

Los documentos normativos pueden formar series con diversas partes. Además, pueden publicarse
como normas, informes (IN) o normas experimentales (EX).

Ejemplo: UNE 199101-1:2013 IN

En el siguiente ejemplo se muestra un informe que forma parte de una serie de documentos
normativos (ejemplo para Informe UNE 199101-1:2013 IN):

A: referencia al CTN que redacta el documento (entre uno y tres dígitos).


B1: número de documento asignado por dicho comité (tres dígitos).
B2: número de la parte, dentro de la serie.
C: año de edición de la norma (cuatro dígitos).
D: tipo de documento: IN o EX (o ningún código si se trata de una norma, como en el
primer ejemplo).

En el caso de adopción de normas europeas o internacionales, se añade el prefijo UNE- a la


codificación, por ejemplo, la Norma UNE-EN 15804:2012 es la adopción nacional de la norma europea
EN 15804:2012; la Norma UNE-EN ISO 9001:2015 es la adopción nacional de la norma europea (EN) +
internacional (ISO) 9001. Del mismo modo que en las normas netamente nacionales, se puede añadir el
sufijo IN (informes) o EX (normas experimentales) si procede.

109/150
Es importante destacar que la fecha de publicación de la norma nacional (UNE) puede no
coincidir con la de la norma europea o internacional, debido entre otros motivos al plazo para su
traducción.

El proceso de elaboración de una norma UNE

El proceso de elaboración de una norma UNE está sometido a una serie de fases que permiten
asegurar que el documento final es fruto del consenso y que cualquier persona, aunque no pertenezca
al órgano de trabajo que la elabora, puede emitir sus opiniones o comentarios.

Los trabajos se inician oficialmente con la toma en consideración del proyecto, mediante acuerdo
del Comité notificado a AENOR. Una vez aprobado el texto definitivo en el CTN, AENOR tramita la
información pública (IP), que se publica en el BOE. Cualquier persona o entidad puede presentar
observaciones a los proyectos. Una vez finalizado el proceso de IP y resueltos los comentarios
recibidos, se puede proceder a la publicación de la norma.

Para asegurar la transparencia, una referencia (código y título) de todos los proyectos de norma
UNE se publica mensualmente en el BOE, tanto en el momento de inicio de los trabajos (toma en
consideración) como durante la fase de consulta pública, así como en su publicación final.

4.1. Relación con las normas europeas e internacionales


AENOR es el representante español en los organismos europeos e internacionales de normalización.
Los CTN participan, a través de delegados y expertos, en el desarrollo de documentos normativos
internacionales.

De forma general, los CTN pueden decidir si se adopta dentro del ámbito nacional un documento
normativo internacional, excepto en el caso de normas europeas EN, en que la adopción es obligatoria,
bien en castellano o bien en inglés (ratificación).

4.2. Comités técnicos de normalización (CTN)


La normalización en España se desarrolla a través de CTN, cuyo funcionamiento se define en el
Reglamento de los Comités Técnicos de Normalización emitido por AENOR. Estos comités se designan
mediante la referencia AEN/CTN y se numeran en orden correlativo de creación. Actualmente AENOR
cuenta con más de 200 CTN.

Cada CTN tiene un campo de actividad asignado, que define sus competencias. Los CTN tienen entre
sus atribuciones, además de la redacción de las citadas normas UNE, la representación de España en los
comités técnicos europeos e internacionales de normalización.

Composición de los CTN

Los CTN tienen la siguiente composición:

110/150
Presidente y, si procede, vicepresidente.
Secretario.
Vocales representantes de las partes interesadas, incluyendo industria, Administraciones
Públicas, etc.
Si procede, representantes de otros CTN interesados en sus actividades.

El presidente y el vicepresidente se eligen a título personal y deben mantener una estricta


neutralidad en sus actuaciones. La secretaría es designada por AENOR y también debe mantener la
neutralidad en sus actuaciones.

La composición de los CTN debe asegurar una representación equilibrada de los agentes
implicados. En los CTN pueden participar todas las organizaciones interesadas en el desarrollo de los
documentos dentro de su campo de actividad, y figuran entre sus vocales la industria (tanto empresas
como asociaciones), las Administraciones y organismos públicos, laboratorios, universidades, centros
de investigación, patronales, sindicatos, consumidores y usuarios, etc.

Las normas técnicas emitidas por organismos de normalización son, por definición, voluntarias;
aunque la administración competente puede exigir su cumplimiento mediante una ley, decreto o
reglamento para un alcance determinado, así como emplearlas en los pliegos de prescripciones técnicas
para contratos públicos. Las organizaciones privadas también pueden hacer referencia a estos
documentos en sus pliegos de compra o requisitos contractuales.

Esta condición de documento voluntario se refleja claramente en la Ley 21/1992, de 16 de julio, de


Industria, que define norma y reglamento del modo siguiente:

Norma

Especificación técnica de aplicación repetitiva o continuada cuya observancia no es obligatoria,


establecida con participación de todas las partes interesadas, que aprueba un organismo reconocido,
de ámbito nacional o internacional, por su actividad normativa.

Reglamento técnico

Especificación técnica relativa a productos, procesos o instalaciones industriales, establecida con


carácter obligatorio a través de una disposición, para su fabricación, comercialización o utilización.

Como ejemplo de norma UNE-EN, podemos mencionar la Norma UNE-EN ISO 14001:2004,
sobre los sistemas de gestión ambiental. Requisitos con orientación para su uso.

V. Notas técnicas de prevención (NTP)


Las notas técnicas de prevención (NTP) son guías de buenas prácticas. Sus indicaciones no son
obligatorias salvo que estén recogidas en una disposición normativa vigente. A efectos de valorar la
pertinencia de las recomendaciones contenidas en una NTP concreta es conveniente tener en cuenta su
fecha de edición.

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Estos documentos no son vinculantes, ni de obligado cumplimiento. La empresa está obligada a
cumplir con las disposiciones normativas que le sean aplicables en cada momento, sean estatales,
autonómicas o provenientes de la administración local. La colección de NTP pretende ayudar al
cumplimiento de tales obligaciones, facilitando la aplicación técnica de las exigencias legales.

En sus documentos se desarrollan aspectos temáticos de las cuatro disciplinas preventivas y,


complementariamente, otros asuntos imprescindibles para un correcto cumplimiento con criterio técnico
del marco normativo, como son los aspectos de gestión de la PRL, la formación e información, las
técnicas y métodos específicos de análisis y evaluación, etc.

A lo largo de la historia del INSHT (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, antigua
CNCT), muchas de estas normas sugeridas se han convertido en obligatorias debido a los abusos de las
diferentes empresas hacia los empleados. Así pues, lo ideal es cumplir con las NTP, sean obligatorias o
no, porque también la historia ha demostrado que muchas empresas acaban recibiendo multas cuando
alguna legislación las hace obligatorias y no se dan cuenta de estos cambios.

Según el INSHT, “la salud laboral ante los nuevos retos de la sociedad” es uno de los retos principales
para el futuro. Las nuevas organizaciones deben ser capaces de disponer de sistemas preventivos
flexibles, capaces de adaptarse a cualquier nueva alteración de salud o modelo organizativo.

Los grupos más vulnerables según el INSHT son: jóvenes, mujeres, mayores, inmigrantes,
trabajadores de PYMES y trabajos de economía sumergida, entre otros. Estas entidades económicas
deben estar más preparadas para asumir esos retos y afrontarlos. Según las estadísticas oficiales, el 80 %
de las enfermedades que sufren los profesionales son de trastornos musculoesqueléticos. Las personas
mueren de cáncer y enfermedades cardiovasculares, por lo que no se descarta que el trabajo desempeñe
un papel importante como agente causal.

Para abordar estos problemas de salud del siglo XXI se debe desarrollar un programa de salud laboral
tanto preventiva como correctiva que ayude a solventar esta problemática. Dado que es un problema
complejo que no solo concierne a las empresas, en el futuro cercano vendrán tanto NTP como leyes
regulando el papel que las organizaciones deben tener para solucionar lo que actualmente afecta a los
trabajadores y de lo cual se hace poco o nada.

En un futuro cercano se habla de “una adaptación del sistema preventivo a cada realidad empresarial”
a pesar de que las condiciones de seguridad y salud de los trabajadores han estado empeorando en
muchos aspectos, tal como evidencian las últimas encuestas nacionales del INSHT, las entidades sociales
por otra parte esperan que cada empresa adopte un sistema preventivo, por otra parte sabemos que esto
es complejo ya que si no es obligatorio la adopción en las empresas es mínima.

Este es un breve resumen de la historia de las NTP y el INSHT que es importante conocer ya que nos
muestra el pasado, presente y futuro de la legislación española y de las diferentes instituciones o actores
involucrados en el tema laboral; cómo han afectado a las empresas y cómo se verán afectadas en el
futuro cercano.

Como ejemplo de dichas NTP, destacamos las siguientes:

NTP 035: Señalización de equipos de lucha contra incendios - año 1982 .


NTP 1021: Trabajos con amianto: formación de los trabajadores.
NTP 1035: Bocas de incendio equipadas (BIE): utilización - año 2015.

112/150
VI. Normas internacionales ISO

Las Organización Internacional para la Estandarización o ISO (International


Organization for Standardization) es el organismo encargado de promover
el desarrollo de normas internacionales de fabricación, comercio y
comunicación para distintos sectores industriales y comerciales.

La ISO está formada por diversos institutos de normalización nacionales de ciento sesenta países,
sobre la base de un instituto por país, coordinados desde una secretaría central. Las normas
internacionales de este organismo se conocen como normas ISO y su finalidad es la coordinación de las
normas nacionales con el objeto de facilitar el comercio, el intercambio de información y contribuir con
normas comunes al desarrollo y a la transferencia de tecnologías.

Las normas ISO son voluntarias, pues ISO es un organismo no gubernamental y no depende de
ningún otro organismo internacional y, por lo tanto, no tiene autoridad para imponer sus normas a
ningún país.

La ISO ofrece un catálogo bastante extenso de normas que abarcan desde la clasificación de lenguas e
idiomas (ISO 639), pasando por la identificación de todas las monedas del mundo con un código de tres
letras (ISO 4217), hasta la gestión de la calidad (familia de normas ISO 9000), la gestión
medioambiental (familia de normas ISO 14000) o la definición de un sistema de gestión de la seguridad
de la información (ISO 27001).

Las normas ISO 9001 e ISO 14001 son las que más nos interesan puesto que proponen modelos de
gestión de la calidad y el medio ambiente en las empresas y organizaciones, respectivamente. No se trata
de normas que propongan límites cuantitativos, sino que más bien prescriben conductas o modelos de
gestión cualitativos.

La Organización Internacional de Normalización inició el proceso de revisión en el año 2012 tras


darse cuenta de la necesidad latente en el mercado de una profunda revisión de algunas de las normas
ISO. El objetivo es introducir cambios clave que hagan de las normas ISO unos esquemas acordes a los
tiempos actuales y a las necesidades reales y específicas de las organizaciones, forjando un vínculo más
fuerte y eficiente entre la industria de la certificación y los sistemas de gestión implantados en
organizaciones de todo el mundo.

En cualquier organización, el liderazgo representa un papel fundamental en la consecución de los


objetivos. Por tanto, ISO ha decidido aclarar y fortalecer en ese sentido el papel del liderazgo en los
sistemas de gestión mediante la estructura de alto nivel.

6.1. Revisión del liderazgo en las normas ISO 9001:2015 e ISO


14001:2015

113/150
Los estudios sobre ISO (ISO Surveys) determinaron que era necesario fortalecer la responsabilidad de
la alta dirección con respecto al cumplimiento de los requisitos del sistema de gestión de normas. Con la
existencia de un “representante de la dirección”, la responsabilidad recaía principalmente sobre la
persona designada para esta función, lo que alejaba a la alta dirección de las actividades cotidianas del
sistema de gestión.

Para solucionar esta situación, ISO ha desarrollado un texto común para todas las normas de sistemas
de gestión, lo que ayudará a comprender mejor el artículo “Estructura común para las nuevas normas
ISO”. La estructura de alto nivel define requisitos específicos para el liderazgo en todos los niveles de la
organización.

Básicamente, para entender mejor la diferencia, en la versión anterior de las normas se hacía hincapié
en asegurar las actividades del sistema de gestión, mientras que, en la versión de 2015, la atención se
centra en el compromiso y la implicación de la alta dirección en el sistema de gestión.

6.2. Responsabilidades de liderazgo en las normas ISO


9001:2015 e ISO 14001:2015
La alta dirección debe mostrar su liderazgo y compromiso mediante las siguientes acciones:

Cumplimiento de responsabilidades.
Establecimiento de la unidad de propósito y dirección.
Garantía de las condiciones para la obtención de objetivos.
Compromiso del personal.

Sin embargo, cabe destacar que, si bien el representante de la dirección deja de ser un cargo
específico, es importante que la alta dirección nombre o delegue en alguien la responsabilidad de
garantizar el cumplimiento de todas las actividades del sistema de gestión. Es decir, el objetivo de la
revisión de las normas es involucrar a la alta dirección en el sistema y llevar el sistema de gestión a un
nivel más estratégico dentro de la organización.

VII. Resumen

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En la normativa básica de prevención de riesgos laborales y seguridad en el trabajo, se
entremezclan normas de diferente origen y eficacia y a veces de gran complejidad a la hora de
ser interpretadas. Coexisten las normas generales con otras que exigen un importante grado de
detalle para su aplicación.

A grandes rasgos todo este cuerpo normativo puede agruparse en cuatro grandes categorías:

Normas de carácter internacional.


Normas de carácter europeo.
Normas de carácter estatal o nacional.
Notas técnicas de prevención.

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Recursos

Documentos
https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1997-22614Lectura recomendada: REAL
DECRETO 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen disposiciones mínimas de
seguridad y de salud en las obras de construcción:

Bibliografía
: REAL DECRETO 485/1997, 14 de abril, sobre disposiciones mínimas en materia de
señalización de seguridad y salud en el trabajo.
: REAL DECRETO 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones
mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.
: REAL DECRETO 487/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud relativas a la manipulación manual de cargas que entrañe riesgos, en particular
dorsolumbares, para los trabajadores.
: REAL DECRETO 488/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud relativas al trabajo con equipos que incluyen pantallas de visualización.
: REAL DECRETO 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual.
: ORDEN de 25 de marzo de 1998 por la que se adapta en función del progreso técnico el
Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los
riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo.
: REAL DECRETO 374/2001, de 6 de abril , sobre la protección de la salud y seguridad de
los trabajadores contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo.
: REAL DECRETO 614/2001, de 8 de junio, sobre disposiciones mínimas para la protección
de la salud y seguridad de los trabajadores frente al riesgo eléctrico.
: REAL DECRETO 681/2003, de 12 de junio, sobre la protección de la salud y la seguridad
de los trabajadores expuestos a los riesgos derivados de atmósferas explosivas en el lugar de
trabajo.
: REAL DECRETO 1273/2003, de 10 de octubre, por el que se regula la cobertura de las
contingencias profesionales de los trabajadores incluidos en el régimen especial de la
Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia o autónomos, y la ampliación de la
prestación por incapacidad temporal para los trabajadores por cuenta propia.
: REAL DECRETO 2177/2004, de 12 de noviembre, por el que se modifica el Real Decreto
1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y
salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo, en materia de trabajos
temporales en altura.
: REAL DECRETO 286/2006, de 10 de marzo , sobre la protección de la salud y la seguridad
de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al ruido.

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: REAL DECRETO 598/2015, de 3 de julio, por el que se modifican el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los servicios de prevención
: NTP 035: Señalización de equipos de lucha contra incendios - año 1982.
: NTP 1021: Trabajos con amianto: formación de los trabajadores.
: NTP 1035: Bocas de incendio equipadas (BIE): utilización - año 2015.

Glosario.

AENOR: Entidad dedicada al desarrollo de la normalización y la certificación en todos los


sectores industriales y de servicios. Tiene como propósito contribuir a la mejora de la calidad y
la competitividad de las empresas, como también proteger el medio ambiente.

ISO: Organización Internacional para la Estandarización, que regula una serie de normas
para fabricación, comercio y comunicación, en todas las ramas industriales.

Norma: Documento de aplicación voluntaria que contiene especificaciones técnicas basadas


en los resultados de la experiencia y del desarrollo tecnológico.

Notas técnicas de prevención (NTP): Son guías de buenas prácticas. Sus indicaciones no
son obligatorias salvo que estén recogidas en una disposición normativa vigente. A efectos de
valorar la pertinencia de las recomendaciones contenidas en una NTP concreta es conveniente
tener en cuenta su fecha de edición
(http://www.insht.es/portal/site/Insht/menuitem.1f1a3bc79ab34c578c2e8884060961ca/?
vgnextoid=72abae6588c35410VgnVCM1000008130110aRCRD&vgnextchannel=db2c46a815c83110VgnV

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Legislación de seguridad industrial

I. Introducción
La seguridad industrial tiene por objeto la prevención y la limitación de riesgos, así como la
protección contra accidentes y siniestros capaces de producir daños o perjuicios a las personas, flora,
fauna, bienes o medio ambiente, derivados de la actividad industrial o de la utilización, funcionamiento y
mantenimiento de las instalaciones o equipos y de la producción, uso o consumo, almacenamiento o
desecho de los productos industriales (artículo 9.1 de la ley de industria).

La normativa industrial se traduce en la existencia de normas de carácter jurídico, jurídico-técnico y


técnico, que se denominan usualmente reglamentos industriales e instrucciones técnicas
complementarias.

Como puede deducirse de todo lo anterior, la normativa de seguridad industrial es obligatoria y su


cumplimiento se prueba a través de los medios establecidos en la ley 21/1992:

Declaración del titular de las instalaciones y en su caso del fabricante, su representante,


distribuidor o importador del producto.
Certificación o acta de organismo de control, instalador o conservador autorizado o técnico
facultativo competente.
Cualquier otro medio de comprobación previsto en el derecho comunitario.

II. Objetivos

Conocer la normativa de seguridad más representativa en diferentes sectores industriales,


desde los riesgos frente al riesgo eléctrico y trabajos en altura, hasta reglamentos de
instalaciones petrolíferas.

III. Real Decreto 773/1997, de 30 de Mayo


Real Decreto 773/1997, de 30 de Mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud
relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual.

El presente Real Decreto establece, en el marco de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención


de Riesgos Laborales, las disposiciones mínimas de seguridad y de salud para la elección y utilización
por los trabajadores en el trabajo y mantenimiento de los equipos de protección individual.

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A efectos del presente Real Decreto, se entenderá por “equipo de protección individual” cualquier
equipo destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que
puedan amenazar su seguridad o su salud, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal
fin.

Se excluyen de dicha definición:

a. La ropa de trabajo corriente y los uniformes que no estén específicamente destinados a


proteger la salud o la integridad física del trabajador.
b. Los equipos de los servicios de socorro y salvamento.
c. Los equipos de protección individual de los militares, de los policías y de las personas de los
servicios de mantenimiento del orden.
d. Los equipos de protección individual de los medios de transporte por carretera.
e. El material de deporte.
f. El material de autodefensa o de disuasión.
g. Los aparatos portátiles para la detección y señalización de los riesgos y de los factores de
molestia.

Recientemente, se ha promulgado el Reglamento UE 2016/425 relativo a los equipos de


protección individual y por el que se deroga la Directiva 89/686/CEE.

IV. Real Decreto 485/1997, 14 de Abril


Real Decreto 485/1997, 14 de abril, sobre disposiciones mínimas en materia de señalización
de seguridad y salud en el trabajo.

El presente Real Decreto establece las disposiciones mínimas para la señalización de seguridad y
salud en el trabajo, el cual no afectará a la señalización prevista por la normativa sobre comercialización
de productos y equipos y sobre sustancias y preparados peligrosos, salvo que dicha normativa disponga
expresamente otra cosa.

Dicha señalización no será aplicable para la regulación del tráfico por carretera, ferroviario, fluvial,
marítimo y aéreo, salvo que los mencionados tipos de tráfico se efectúen en los lugares de trabajo, y sin
perjuicio de lo establecido en el Anexo VII, ni a la utilizada por buques, vehículos y aeronaves militares.

V. Real Decreto 614/2001, de 8 de Junio


Real Decreto 614/2001, de 8 de junio, sobre disposiciones mínimas para la protección de la
salud y seguridad de los trabajadores frente el riesgo eléctrico.

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La legislación de aplicación en prevención de riesgos laborales del riesgo eléctrico puede estructurarse
en dos grandes bloques:

La que afecta a la protección de los trabajadores (Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos


Laborales y Real Decreto 614/2001, de 8 de junio).
La que, además de proteger a los trabajadores, afecta más directamente a la seguridad de las
instalaciones (Reglamento electrotécnico de baja tensión aprobado por Real Decreto 842/2002,
de 2 de agosto).

VI. Real Decreto 2177/2004, de 12 de NOVIEMBRE


Real Decreto 2177/2004, de 12 de noviembre, por el que se modifica el Real Decreto
1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y
salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo, en materia de
trabajos temporales en altura.

Un trabajo temporal en altura es una situación de trabajo, de duración determinada, donde la diferencia
entre el plano en el que está situado el trabajador y el plano inferior es elevada.

Tenemos algunos ejemplos como:

Trabajos de mantenimiento realizados con técnicas de acceso y posicionamiento


mediante cuerdas.
Trabajos de paletería realizados desde andamios colgados.
Limpiezas de cubiertas de naves industriales.

VII. Real Decreto 2060/2008, de 12 de Diciembre


Real Decreto 2060/2008, de 12 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de
equipos a presión y sus instrucciones técnicas complementarias.

Por el Reglamento de aparatos a presión, aprobado por el Real Decreto 1244/1979, de 4 de abril, se
regularon todos los aspectos en relación con el diseño, fabricación, reparación, modificación e
inspecciones periódicas de los aparatos sometidos a presión.

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Mediante el presente Real Decreto 2060/2008, se aprueba un nuevo reglamento por el que se
establecen los requisitos para la instalación, puesta en servicio, inspecciones periódicas, reparaciones y
modificaciones de los equipos a presión, con presión máxima admisible superior a 0,5 bares,
entendiéndose como tales los aparatos, equipos a presión, conjuntos, tuberías, recipientes a presión
simples o transportables. Además, se aprueban instrucciones técnicas complementarias para
determinados equipos o instalaciones. Las personas físicas extranjeras que puedan resultar implicadas
directa o indirectamente por el contenido de este Real Decreto deberán cumplir la normativa vigente en
materia de extranjería e inmigración y, en particular, en lo relativo al desarrollo y ejercicio de
actividades empresariales, laborales, económicas o profesionales.

VIII. Real Decreto 717/2010, de 28 de Mayo


Real Decreto 717/2010, de 28 de mayo, por el que se modifican el Real Decreto 363/1995,
de 10 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento sobre clasificación, envasado y
etiquetado de sustancias peligrosas y el Real Decreto 255/2003, de 28 de febrero, por el que
se aprueba el Reglamento sobre clasificación, envasado y etiquetado de preparados
peligrosos.

En dichas normativas se establece un sistema de comunicación de sustancias químicas nuevas.

Igualmente establece una lista clasificatoria de sustancias peligrosas ya existentes, unas normas que
han de cumplir sus envases y su etiquetado y unos pictogramas o símbolos de peligro. También establece
unas frases normalizadas para advertir de los peligros de las sustancias y con consejos para su
manipulación.

En la misma materia, tenemos que hacer referencia al Real Decreto 656/2017, de 23 de junio, por el
que se aprueba el Reglamento de almacenamiento de productos químicos y sus instrucciones técnicas
complementarias MIE APQ 0 a 10.

IX. RReal Decreto 2267/2004


Real Decreto 2267/2004, por el que se aprueba el reglamento de seguridad contra incendios
en los establecimientos industriales.

Este reglamento tiene por objeto establecer y definir los requisitos que deben satisfacer y las
condiciones que deben cumplir los establecimientos e instalaciones de uso industrial para su seguridad
en caso de incendio, para prevenir su aparición y para dar la respuesta adecuada, en caso de producirse,
limitar su propagación y posibilitar su extinción, con el fin de anular o reducir los daños o pérdidas que
el incendio pueda producir a personas o bienes.

Las actividades de prevención del incendio tendrán como finalidad limitar la presencia del riesgo de
fuego y las circunstancias que pueden desencadenar el incendio.

Las actividades de respuesta al incendio tendrán como finalidad controlar o luchar contra el incendio,
para extinguirlo, y minimizar los daños o pérdidas que pueda generar.

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Este reglamento se aplicará, con carácter complementario, a las medidas de protección contra
incendios establecidas en las disposiciones vigentes que regulan actividades industriales,
sectoriales o específicas, en los aspectos no contemplados en ellas, las cuales serán de completa
aplicación en su campo.

X. Real Decreto 238/2013, de 5 de Abril


Real Decreto 238/2013, de 5 de abril, por el que se modifican determinados artículos e
instrucciones técnicas del Reglamento de instalaciones térmicas en los edificios, aprobado
por Real Decreto 1027/2007, de 20 de julio

La aplicación del RITE durante los últimos cinco años ha permitido determinar aquellas cuestiones
del mismo que requieren una actualización, bien por haberse quedado obsoletas por la evolución de la
técnica, bien por la necesidad de adaptarse a nuevos requerimientos relativos al ahorro y la eficiencia
energética, o bien por establecer de forma más clara y precisa lo que se pretende, evitando en la medida
de lo posible diferentes interpretaciones.

Por ello las modificaciones establecidas en el presente Real Decreto tienen la doble finalidad de
incorporar a nuestro ordenamiento jurídico las obligaciones derivadas de la mencionada Directiva
2010/31/UE, en lo relativo a las instalaciones térmicas de los edificios, y de actualizar el vigente
Reglamento de instalaciones térmicas en los edificios, adaptándolo a las nuevas necesidades de ahorro y
eficiencia energética.

A tales efectos, debe reconocerse que el RITE se configura como el instrumento normativo básico en
el que se regulan las exigencias de eficiencia energética y de seguridad que deben cumplir las
instalaciones térmicas en los edificios para atender la demanda de bienestar e higiene de las personas.
Así, las determinaciones al servicio de la mencionada exigencia de seguridad se dictan al amparo de la
competencia atribuida por el artículo 12.5 de la Ley 21/1992, de 16 de julio, de Industria, el cual dispone
que los reglamentos de seguridad de ámbito estatal se aprobarán por el Gobierno de la nación, sin
perjuicio de que las Comunidades Autónomas, con competencia legislativa sobre industria, puedan
introducir requisitos adicionales sobre las mismas materias cuando se trate de instalaciones radicadas en
su territorio.

XI. Real Decreto 138/2011, de 4 de febrero de 2011


Real Decreto 138/2011, de 4 de febrero, por el que se aprueban el Reglamento de seguridad
para instalaciones frigoríficas y sus instrucciones técnicas complementarias.

Los preceptos de este reglamento serán de aplicación para todas las instalaciones frigoríficas,
quedando excluidas las correspondientes a medios de transporte aéreos, marítimos y terrestres, que se
regirán por sus disposiciones especiales.

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Asimismo, quedan excluidas las instalaciones que a continuación se detallan:

a. Instalaciones frigoríficas con potencia absorbida máxima de 1 kW que utilicen refrigerantes


del primer grupo.
b. Instalaciones de acondicionamiento de aire, hasta un máximo de potencia absorbida de 6 kW,
que utilicen refrigerantes del primer grupo.

Los preceptos de este reglamento se aplicarán obligatoriamente a las nuevas plantas e instalaciones
frigoríficas y a las ampliaciones y modificaciones que se realicen a partir de la fecha inicial de vigencia
administrativa, así como a cualquier planta e instalación frigorífica realizada con anterioridad, cuando su
estado, situación o características impliquen un riesgo para las personas o bienes, o cuando lo solicite el
interesado.

XII. Real Decreto 842/2002, de 2 de agosto de 2002


Real Decreto 842/2002, de 2 de agosto de 2002, por el que se aprueba el reglamento
electrotécnico para baja tensión.

La mayor novedad del reglamento consiste en la remisión a normas, en la medida que se trate de
prescripciones de carácter eminentemente técnico y, especialmente, características de los materiales.
Dado que dichas normas proceden en su mayor parte de las normas europeas EN e internacionales CEI,
se consigue rápidamente disponer de soluciones técnicas en sintonía con lo aplicado en los países más
avanzados y que reflejan un alto grado de consenso en el sector.

Por otro lado, a diferencia del anterior, el reglamento que ahora se aprueba permite que se puedan
conceder excepciones a sus prescripciones en los casos en que se justifique debidamente su
imposibilidad material y se aporten medidas compensatorias, lo que evitará situaciones sin salida.

Se definen de manera mucho más precisa las figuras de los instaladores y empresas autorizadas,
teniendo en cuenta las distintas formaciones docentes y experiencias obtenidas en este campo.

Se establece una categoría básica, para la realización de las instalaciones eléctricas más comunes, y
una categoría especialista, con varias modalidades, atendiendo a las instalaciones que presentan
peculiaridades relevantes.

Se introducen nuevos tipos de instalaciones: desde las correspondientes a establecimientos agrícolas y


hortícolas hasta las de automatización, gestión técnica de la energía y seguridad para viviendas en
edificios, de acuerdo con las técnicas más modernas, pasando por un nuevo concepto de instalaciones
en piscinas, donde se introducen las tensiones que proporcionan seguridad intrínseca, caravanas y
parques de caravanas, entre otras.

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Se aumenta el número mínimo de circuitos en viviendas, lo que redundará en un mayor confort de las
mismas. Para la ejecución y puesta en servicio de las instalaciones se requiere en todos los casos la
elaboración de una documentación técnica, en forma de proyecto o memoria, según las características
de aquellas, y el registro en la correspondiente Comunidad Autónoma.

Por primera vez en un reglamento de este tipo, se exige la entrega al titular de una instalación de una
documentación donde se reflejen sus características fundamentales, trazado, instrucciones y
precauciones de uso, etc. Carecía de sentido no proceder de esta manera con una instalación de un
inmueble, mientras se proporciona sistemáticamente un libro de instrucciones con cualquier aparato
eléctrico de escaso valor económico.

Se establece un cuadro de inspecciones por organismos de control, en el caso de instalaciones cuya


seguridad ofrece particular relevancia, sin obviar que los titulares de las mismas deben mantenerlas en
buen estado.

XIII. Real Decreto 88/2013, de 8 de Febrero


Real Decreto 88/2013, de 8 de febrero, por el que se aprueba la Instrucción Técnica Complementaria
AEM 1 "Ascensores" del Reglamento de aparatos de elevación y manutención, aprobado por Real
Decreto 2291/1985, de 8 de noviembre

Se entiende por aparatos de elevación y manutención, aquellos aparatos que sirven para estos fines,
independientemente de su forma de accionamiento, tales como ascensores, montacargas, escaleras
mecánicas, andenes móviles, montamateriales para la construcción, grúas, aparatos de elevación y
transportes continuos, transelevadores, plataformas elevadoras, carretillas de manutención y otros
aparatos similares.

Exclusión:

Instalaciones de cables, incluidos los funiculares, para el transporte público y no público de


personas.
Los ascensores especialmente diseñados y fabricados para fines militares o de mantenimiento
del orden.
Los ascensores de los pozos de las minas.
Los elevadores de tramoya teatral.
Los ascensores instalados en medios de transporte.
Los ascensores vinculados a una máquina y destinados exclusivamente al acceso al puesto de
trabajo.
Los trenes de cremallera.
Los ascensores de obras de construcción.

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XIV. RReal Decreto 2085/1994, de 20 de Octubre
Real Decreto 2085/1994, de 20 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento de
instalaciones petrolíferas.

El presente reglamento tiene por objeto establecer las especificaciones técnicas que deben reunir las
instalaciones petrolíferas dedicadas al refinado, almacenamiento y distribución de los productos
carburantes y combustibles líquidos, a fin de obtener un nivel de seguridad suficiente, de acuerdo con los
conocimientos actuales, para proteger a las personas y los bienes.

El campo de aplicación de este reglamento incluye:

1. Las refinerías de petróleo, plantas petroquímicas integradas en las mismas y sus parques de
almacenamiento anejos.
2. Instalaciones y parques de almacenamiento destinados a la distribución y suministro de
productos petrolíferos, con excepción de los incluidos en la clase A.
3. Los almacenamientos de carburantes y combustibles líquidos para uso propio en instalaciones
industriales, agrícolas, ganaderas, domésticas y de servicio.
4. Las instalaciones fijas para distribución al por menor y venta al público de carburantes y
combustibles petrolíferos.

Las instalaciones destinadas a almacenar indistintamente carburantes o combustibles líquidos y otros


productos químicos se podrán regir:

a. Por este Reglamento de instalaciones petrolíferas, complementado por el Reglamento de


almacenamiento de productos químicos y sus Instrucciones técnicas complementarias
específicas, aplicables a los productos distintos de los carburantes o combustibles líquidos.
b. Por el Reglamento de almacenamiento de productos químicos.

Las opciones citadas anteriormente se excluyen entre sí.

Quedan excluidas de este reglamento las instalaciones de almacenamiento de productos cuyo


punto de inflamación sea superior a 150 °C.

XV. Resumen

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En esta unidad hemos intentado hacer referencia a los principales reglamentos, entre los que
destacan los siguientes:

Reglamento electrotécnico para baja tensión.


Reglamento de aparatos de elevación y manutención.
Reglamento de instalaciones petrolíferas.
Reglamento de aparatos a presión.
Reglamento de instalaciones de protección contra incendios en establecimientos
industriales.

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Recursos

Documentos
https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1997-8668Lectura recomendada: REAL
DECRETO 485/1997, 14 de abril, sobre disposiciones mínimas en materia de señalización de
seguridad y salud en el trabajo: https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1997-8668

Bibliografía
: LEY 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales.
: REAL DECRETO 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual.
: REAL DECRETO 614/2001, de 8 de junio , sobre disposiciones mínimas para la protección
de la salud y seguridad de los trabajadores frente el riesgo eléctrico.
: REAL DECRETO 2177/2004, de 12 de noviembre, por el que se modifica el Real Decreto
1215/1997, de 18 de julio.
: REAL DECRETO 2060/2008, de 12 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de
equipos a presión y sus instrucciones técnicas complementarias.
: REAL DECRETO 717/2010, de 28 de mayo, por el que se modifican el Real Decreto
363/1995, de 10 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento sobre clasificación, envasado y
etiquetado de sustancias peligrosas y el Real Decreto 255/2003, de 28 de febrero, por el que se
aprueba el Reglamento sobre clasificación, envasado y etiquetado de preparados peligrosos.
: REAL DECRETO 2267/2004, por el que se aprueba el reglamento de seguridad contra
incendios en los establecimientos industriales.
: REAL DECRETO 238/2013, de 5 de abril, por el que se modifican determinados artículos
e instrucciones técnicas del Reglamento de instalaciones térmicas en los edificios, aprobado
por Real Decreto 1027/2007, de 20 de julio.
: REAL DECRETO 3099/1997, de 8 de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento de
seguridad para plantas e instalaciones frigoríficas.
: REAL DECRETO 842/2002, de 2 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento
electrotécnico para baja tensión.
: REAL DECRETO 88/2013, de 8 de febrero, por el que se aprueba la Instrucción Técnica
Complementaria AEM 1 "Ascensores" del Reglamento de aparatos de elevación y
manutención, aprobado por Real Decreto 2291/1985, de 8 de noviembre.
: REAL DECRETO 2085/1994, de 20 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento de
instalaciones petrolíferas.

Glosario.

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Aparatos a presión (AP): Equipos y conjuntos sometidos a una presión máxima admisible
superior a 0,5 bar (NTP 760).

Equipo de protección individual (EPI): Cualquier equipo destinado a ser llevado o


sujetado por el trabajador, para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su
seguridad o su salud en el trabajo, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal
fin (art. 2 RD 773/1997).

Equipo de trabajo: Cualquier máquina, aparato, instrumento o instalación utilizada durante


el trabajo (RD 2177/2004).

Marcado CE: Logotipo que se coloca en un equipo de protección individual (EPI) o en una
máquina. El marcado CE significa que el equipo cumple los requisitos mínimos establecidos
en la legislación vigente y, por lo tanto, implica una seguridad del producto o equipo (art. 15
LPRL).

Plataforma elevadora móvil de personal (PEMP): Es una máquina móvil destinada a


desplazar personas hasta una posición de trabajo, con una única y definida posición de entrada
y salida de la plataforma

Señalización de seguridad y salud en el trabajo: Señalización que, referida a un objeto,


actividad o situación determinadas, proporcione una indicación o una obligación relativa a la
seguridad o la salud en el trabajo mediante una señal en forma de panel, un color, una señal
luminosa o acústica, una comunicación verbal o una señal gestual, según proceda (art. 2 Real
Decreto 485/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas en materia de señalización de
seguridad y salud en el trabajo).

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Otros criterios aplicables a la PRL

I. Introducción
Desde la entrada en vigor de la LPRL, en España ha existido un gran desarrollo normativo que ha
manifestado la necesidad de las empresas de contar con un apoyo externo que surta a sus políticas de
instrumentos de gestión y de los conocimientos técnicos necesarios para adecuarse a los complicados
requisitos legales vigentes.

Todo esto ha dado lugar a un espectacular incremento de órganos, instituciones y entidades de diverso
ámbito territorial y de carácter tanto público como privado. Este incremento desmesurado tiene como
consecuencia el desconocimiento en determinados casos del solapamiento de las funciones que cada una
de ellas cubre, restando así eficiencia a su actuación.

A lo largo de esta unidad, vamos a tratar las funciones de todas estas instituciones y entidades de una
forma clara y precisa.

II. Objetivos

Aportar una visión general de los distintos organismos, instituciones y entidades que
intervienen o facilitan recursos para que las empresas puedan adaptarse a las
obligaciones derivadas de la legislación laboral vigente.
Introducir la LPRL, en la cual han culminado todas las leyes que tenían como
finalidad la protección de la seguridad y salud de los trabajadores.
Conocer el papel fundamental que llevan a cabo instituciones como la Agencia
Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (AESST) y el Instituto Nacional de
Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), entre otras.

III. Organismos y entidades de PRL

3.1. Clasificación
Destacamos cinco ámbitos:

Internacional

Destacamos la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Especialmente importante es su faceta


de creadores del derecho internacional del trabajo. Habría que destacar igualmente la Organización
Mundial de la Salud (OMS). Su función en la protección de la salud y seguridad de los trabajadores
ha sido particularmente útil en los aspectos de asistencia sanitaria y elaboración de directrices para el
control y detección de problemas de salud de los trabajadores.

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Europeo

El gran número de textos de armonización normativa hizo evidente la necesidad de mejorar la


coordinación y la información entre los Estados miembros. Para lograr esta armonización, se crea la
AESST.

Administración General del Estado

Recae sobre ella de forma exclusiva la capacidad reglamentaria, es decir, la regulación de PRL solo
compete al Estado, sin posibilidad de desarrollo por parte de las CC. AA. El Ministerio de Trabajo es
el principal promotor de la regulación en la materia. Por otro lado, la función de control de la norma
compete a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, si bien desarrolla su labor en ámbitos
descentralizados, mantiene su configuración como cuerpo nacional a fin de garantizar la unidad de
criterios. También, la sanción administrativa corresponde en su mayor grado a las autoridades
centrales del Estado.

Comunidades Autónomas

Tienen como misión principal la ejecución de la legislación laboral que la Constitución encomienda a
las CC. AA. Además, para su cumplimiento cuentan con la capacidad de dirección, en materia de
PRL, de la actividad inspectora. Asimismo, unida a esta capacidad de control, poseen la de sanción
administrativa. Las funciones de participación institucional y coordinación son también deseables en
las CC. AA., por lo que gran parte de ellas tienen constituidos órganos al efecto.

Administración local

Las entidades municipales cuentan con capacidad reguladora en determinados ámbitos, como puede
ser el de la protección contra incendios (muchos ayuntamientos poseen ordenanzas municipales al
respecto).

Estas entidades tienen capacidad para exigir el cumplimiento de importantes requisitos de seguridad
de instalaciones y locales de trabajo, antes de otorgar la licencia de actividad, y luego poseen capacidad
de inspección y sanción.

3.2. Instituciones y organismos europeos

3.2.1. Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo

Desde que se creó en 1994, su misión ha sido contribuir a que los lugares de trabajo sean más seguros
y saludables y, por consiguiente, más productivos. La EU-OSHA aumenta la sensibilización sobre la
salud y seguridad en el trabajo y la importancia para los empresarios, los empleados y la sociedad de
gestionar bien los riesgos en el lugar de trabajo. Colabora con socios en toda Europa para difundir
información actualizada, buenas prácticas y herramientas útiles.

Coopera con numerosas organizaciones internacionales y con las administraciones de seguridad y


salud, así como con las partes interesadas de todo el mundo.

130/150
Tiene como principales objetivos:

Proporcionar a los organismos comunitarios, a los Estados miembros y a los medios


interesados toda la información técnica, científica y económica útil en el ámbito de
seguridad y la salud en el trabajo.
Recoger y difundir información técnica, científica y económica en los Estados
miembros, con objeto de informar a los organismos comunitarios, los Estados
miembros y los medios interesados.
Recoger información técnica, científica y económica sobre la investigación relativa a
la seguridad y la salud en el trabajo, así como sobre otras actividades de investigación
que incluyan aspectos relacionados con la seguridad y la salud en el trabajo, y difundir
los resultados obtenidos en la investigación y en las actividades de investigación.
Fomentar y apoyar la cooperación y el intercambio en materia de información y
experiencias entre los Estados miembros en el ámbito de la seguridad y la salud en el
trabajo, incluida la información sobre los programas de formación.
Organizar conferencias y seminarios, así como intercambios de expertos de los
Estados miembros, en el ámbito de la seguridad y la salud en el trabajo.
Facilitar a los organismos comunitarios y a los Estados miembros la información
técnica, científica y económica objetiva necesaria para la formulación y aplicación de
políticas sensatas y eficaces destinadas a proteger la seguridad y la salud de los
trabajadores.
Establecer, en cooperación con los Estados miembros, así como coordinar la red de
información teniendo en cuenta las agencias y organizaciones a escala nacional,
comunitaria e internacional que facilitan este tipo de informaciones y servicios.
Recoger y poner a su disposición información sobre las cuestiones de seguridad y
salud procedentes de, y con destino a, países terceros y organizaciones internacionales:
Organización Mundial de la Salud (OMS), Organización Internacional del Trabajo
(OIT), Organización Panamericana de la Salud (OPS), Oficina de Migración
Internacional (OMI), etc.
Facilitar información técnica, científica y económica sobre los métodos e instrumentos
destinados a realizar actividades preventivas, con especial atención a los problemas
específicos de las pequeñas y medianas empresas.
Contribuir al desarrollo de los futuros programas de acción comunitarios relativos al
fomento de la seguridad y de la salud en el trabajo, sin perjuicio de las competencias
de la Comisión.

3.2.2. Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de


Trabajo

La base de los conocimientos de la Fundación se apoya en dos actividades principales: su sistema de


información propio, resultante de sus investigaciones, y otro de sus servicios de documentación. Esta
información se da a conocer a los interesados a través de:

Publicaciones periódicas sobre asuntos concretos con explicaciones sobre cómo profundizar
más en la materia (noticias de la Fundación).

131/150
Folletos informativos que ofrecen una visión de conjunto sobre cuestiones específicas.
Informes de proyectos de investigación, especialmente indicados para estudiosos e
investigadores.
Servicios de información y biblioteca, atienden las solicitudes de información y facilitan
indicaciones sobre cómo hallar la documentación de interés.
Conferencias y seminarios, en los que se debaten y difunden los resultados de los proyectos de
investigación.

3.3. La PRL como tarea de la Administración General del Estado


En la ley 31/1995 se define, por primera vez en nuestro país, una política autónoma de prevención. Al
insertarse esta ley en el ámbito de las relaciones laborales, es imprescindible en su desarrollo una
coordinación con el resto de las políticas laborales, pero no solo con ellas.

3.3.1. El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales

El RD 976/2007 encomienda a la Secretaría General de Empleo: “impulsar y dirigir la ordenación y el


desarrollo de las relaciones laborales individuales y colectivas, las condiciones de trabajo y la seguridad
e higiene en el trabajo”.

De este departamento depende el organismo autónomo INSHT y, entre otros, la Dirección General de
Trabajo y Migraciones que tiene encomendada, a través de la Subdirección general de ordenación
normativa, la preparación y elaboración de proyectos normativos relativos a, entre otras áreas, la
seguridad e higiene.

También al Ministerio de Trabajo le compete la imposición y propuesta de las sanciones


administrativas de mayor cuantía (art. 52 del RD Legislativo 5/2000).

3.3.2. La Inspección de Trabajo y la función de control normativo

Corresponde a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS) la función de la vigilancia y control


de la normativa sobre PRL.

En cumplimiento de esta misión, tendrá las siguientes funciones:

Vigilar

Vigilar el cumplimiento de la normativa sobre PRL, así como de las normas jurídico-técnicas que
incidan en las condiciones de trabajo en materia de prevención, aunque no tuvieran la calificación
directa de normativa laboral, proponiendo a la autoridad laboral competente la sanción
correspondiente, cuando comprobase una infracción en la normativa sobre PRL.

Asesorar

Asesorar e informar a las empresas y a los trabajadores sobre la manera más efectiva de cumplir las
disposiciones cuya vigilancia tiene encomendada.

132/150
Elaborar

Elaborar los informes solicitados por los Juzgados de lo Social en las demandas deducidas ante los
mismos en los procedimientos de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

Informar

Informar a la autoridad laboral sobre los accidentes de trabajo mortales, muy graves o graves, y sobre
aquellos otros en que, por sus características o por los sujetos afectados, se considere necesario dicho
informe, así como sobre las enfermedades profesionales en las que concurran dichas calificaciones y,
en general, en los supuestos en que aquella lo solicite respecto del cumplimiento de la normativa legal
en materia de PRL.

Comprobar

Comprobar y favorecer el cumplimiento de las obligaciones asumidas por los servicios de prevención
establecidos en la presente ley.

Ordenar

Ordenar la paralización inmediata de trabajos cuando, a juicio del inspector, se advierta la existencia
de riesgo grave e inminente para la seguridad o salud de los trabajadores.

3.3.3. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo

El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo es el órgano científico técnico


especializado de la Administración General del Estado que tiene como misión el análisis y estudio de las
condiciones de seguridad y salud en el trabajo, así como la promoción y apoyo a la mejora de las
mismas. Para ello establecerá la cooperación necesaria con los órganos de las Comunidades Autónomas
con competencias en esta materia.

133/150
Legislación: Art. 8.1 de la ley 31/1995

El art. 8.1 de la ley 31/1995 establece que, en cumplimiento de esta misión, tendrá las
siguientes funciones:

Asesoramiento técnico en la elaboración de la normativa legal (www.insht.es) y en el


desarrollo de la normalización, tanto nacional como internacional.
Promoción y desarrollo de actividades de formación, información, investigación,
estudio y divulgación en materia de PRL, con la adecuada coordinación y
colaboración, en su caso, con los órganos técnicos en materia preventiva de las CC.
AA. en el ejercicio de sus funciones en esta materia.
Apoyo técnico y colaboración con la ITSS en el cumplimiento de su función de
vigilancia y control, prevista en el art. 9 de la LPRL (modificado por el art. 1 de la ley
54/2003), en el ámbito de las Administraciones Públicas.
Colaboración con organismos internacionales y desarrollo de programas de
cooperación internacional en este ámbito, facilitando la participación de las CC.AA.
Velar por la coordinación, apoyar el intercambio de información y las experiencias
entre las distintas Administraciones Públicas y, especialmente, fomentar y prestar
apoyo al desarrollo de actividades de promoción de la seguridad y de la salud por
parte de las CC. AA.
Prestar, de acuerdo con las administraciones competentes, apoyo técnico especializado
en materia de certificación, ensayo y acreditación.
Actuar como centro de referencia nacional en relación con las instituciones de la UE,
garantizando la coordinación y transmisión de la información que facilita a escala
nacional, en particular, respecto a la AESST y su red.
Desempeñar la Secretaría de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo
prestándole la asistencia técnica y científica necesaria para el desarrollo de sus
competencias.
Otras cualesquiera que sean necesarias para el cumplimiento de sus fines y le sean
encomendadas en el ámbito de sus competencias, de acuerdo con la Comisión
Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo con la colaboración, en su caso, de los
órganos técnicos de las CC. AA. con competencias en la materia.

3.3.4. La Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (CNSST)

Es un órgano colegiado asesor de las Administraciones Públicas en la formulación de las políticas de


prevención, así como un órgano de participación institucional en materia de seguridad y salud en el
trabajo (art. 13 de la LPRL).

La CNSST está integrada por la Administración General del Estado, administraciones de las CC. AA.
y organizaciones empresariales y sindicales más representativas, que constituyen los cuatro grupos de
representación de la misma.

Para el desempeño de sus funciones, la CNSST se constituye en pleno, en comisión permanente y en


grupos de trabajo conforme a la normativa que establece su reglamento de funcionamiento interno.

134/150
La CNSST es, en cuanto a su composición, un órgano cuadripartito porque está formada por
representantes de la Administración General del Estado, de las administraciones de las CC. AA., de las
organizaciones empresariales y de las organizaciones sindicales más representativas.

Los acuerdos se adoptan por mayoría, y cada representante de las Administraciones Públicas
(Administración General del Estado y CC. AA.) dispone de un voto, y dos los de las organizaciones
empresariales y sindicales. De ello se desprende que la CNSST es un órgano cuadripartito por su
composición, pero tripartito por su funcionamiento.

Aglutina en su seno a todos los agentes responsables e implicados en la mejora de las condiciones de
trabajo y de la calidad de vida laboral, se configura como un instrumento privilegiado de participación en
la formulación y desarrollo de la política en materia de prevención.

Objetivo: Objetivos de la CNSST

Los objetivos de la CNSST son los siguientes:

Asistencia técnica: garantizar a las Administraciones Públicas, las organizaciones


empresariales y sindicales, así como a otras entidades públicas implicadas en la
prevención, el apoyo técnico especializado y diferenciado que requieran en esta
materia.
Estudio/investigación: mantener un conocimiento actualizado de la situación y
tendencias de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo en España y de la UE,
y aportar elementos de ayuda para la mejora de las mismas.
Formación: promover y apoyar la integración de la formación en PRL en todos los
programas y niveles educativos, participando activamente en la formación
especializada en este terreno y aportando los elementos de ayuda que se requieran.
Promoción/información y divulgación: promover la sensibilización sobre la PRL y
actuar como elemento dinamizador de la prevención; producir, recopilar y facilitar la
difusión de la información a todos los interesados; facilitar el intercambio de
información entre las distintas Administraciones Públicas y ejercer el papel de centro
de referencia nacional en esta materia en relación con la UE.
Desarrollo normativo/normalización: aportar el asesoramiento técnico necesario en la
elaboración de la normativa legal y técnica sobre PRL y promover la información al
respecto.
Ensayo/certificación de equipos de protección y de máquinas: asegurar la prestación
de los servicios especializados, en tanto organismo notificado al respecto a la UE.
Cooperación técnica: promover y mejorar la eficacia de la cooperación técnica
internacional (en materia de PRL).

3.3.5. Mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales de la


Seguridad Social

Las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales de la Seguridad Social venían


realizando, desde hacía muchos años, actividades preventivas como complemento de su actividad
principal de gestión de la contingencia de accidente de trabajo y enfermedad profesional.

135/150
El coste de estas acciones no repercutía directamente en el empresario beneficiado ya que se cargaba a
las cuotas cobradas a las empresas que tenían la cobertura asegurada en cada mutua.

Tras la promulgación de la LPRL, se pasó a considerar a las mutuas como un recurso con experiencia
y, en muchos casos, medios materiales y técnicos capaces de aportar el servicio que requieren las
empresas con escasez de medios propios, es decir, se las consideraba en inmejorable situación para
convertirse en entidades especializadas como servicios de prevención ajenos.

Legislación: Ley 35/2014, de 26 de diciembre

La ley 35/2014, de 26 de diciembre, modifica el texto refundido de la Ley General de la


Seguridad Social en relación con el régimen jurídico de las mutuas de accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales de la Seguridad Social.

La presente ley, con absoluto respeto a su carácter de entidades privadas, tiene por finalidad
regular en su integridad el régimen jurídico de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social
y de las funciones que desarrollan como entidades asociativas privadas colaboradoras en la
gestión de la protección pública. De esta manera, se pretende, por un lado, cubrir las lagunas
legales existentes y, por otro, integrar la dispersión de la pluralidad de normas de distinto rango
que conforman su régimen jurídico actual. La ley moderniza el régimen jurídico de aplicación,
de dos formas: por un lado, se articulan distintos mecanismos para que la gestión se desarrolle
con la debida eficacia y eficiencia, en beneficio de los ciudadanos, y, por otro lado, se confiere
mayor relevancia y distintas facultades a los destinatarios de la colaboración, los trabajadores
por cuenta ajena protegidos, las empresas asociadas y los trabajadores por cuenta propia o
autónomos. Por último, la ley da cumplimiento al mandato establecido en la disposición
adicional decimocuarta de la Ley 27/2011, de 1 de agosto, sobre actualización, adecuación y
modernización del sistema de Seguridad Social, que dispuso se reformara el marco normativo
de las mutuas.

3.3.6. Órganos técnicos de las Comunidades Autónomas

Son los antiguos órganos provinciales del INSHT, y están hoy transferidos a las Comunidades
Autónomas que en muchos casos los han rebautizado. Tienen las mismas funciones del INSHT en el
ámbito de su territorio.

En el ámbito territorial correspondiente, la LPRL encarga a las autoridades laborales de las CC. AA.
funciones de promoción de la prevención, asesoramiento técnico, vigilancia y control y, en su caso,
sanción. Buena parte de estas acciones se desarrollan a través de los órganos técnicos especializados.

Además de estas acciones y otras de apoyo directo a las empresas, les compete la acreditación de la
calidad (recursos humanos, medios materiales, etc.) de las entidades externas que deseen ejercer
servicios de prevención externos para las empresas, así como asegurar la coordinación con las
autoridades sanitarias del ámbito de la Comunidad Autónoma, suministrándoles la información obtenida
de las actuaciones de control.

IV. Resumen

136/150
A lo largo de esta unidad, hemos visto:

Cómo es la propia LPRL, en su art. 7, la que establece las actuaciones de las


Administraciones Públicas competentes en materia laboral.
Cómo la LPRL establece que todas las empresas deben implantar su propio sistema de
prevención, el que mejor se adapte a sus necesidades en función de su actividad y de
su número de empleados, combinando, si es preciso, los medios propios con los
ajenos.
Las funciones de la AESST, entre las que están:
Proporcionar a los organismos comunitarios, a los Estados miembros y a los
medios interesados toda la información técnica, científica y económica útil
en el ámbito de la seguridad y la salud en el trabajo.
Recoger y difundir información técnica, científica y económica en los
Estados miembros.
Fomentar y apoyar la cooperación y el intercambio en materia de
información y experiencias entre los Estados miembros en el ámbito de la
seguridad y la salud en el trabajo.
Facilitar información técnica, científica y económica sobre los métodos e
instrumentos destinados a desarrollar actividades preventivas, con especial
atención a los problemas específicos de las pequeñas y medianas empresas.
Las funciones del INSHT, entre las que destacamos:
Asesoramiento técnico en la elaboración de la normativa legal y en el
desarrollo de la normalización, tanto nacional como internacional.
Promoción y desarrollo de actividades de formación, información,
investigación, estudio y divulgación en materia de PRL.
Apoyo técnico y colaboración con la Inspección de Trabajo y Seguridad
Social, en el cumplimiento de su función de vigilancia y control, prevista en
el art. 9 de la LPRL.
Velar por la coordinación, apoyar el intercambio de información y las
experiencias entre las distintas Administraciones Públicas y, especialmente,
fomentar y prestar apoyo al desarrollo de actividades de promoción de la
seguridad y de la salud por las CC. AA.
Actuar como centro de referencia nacional en relación con las instituciones
de la UE garantizando la coordinación y transmisión de la información que
facilita a escala nacional, en particular, respecto a la AESST y su red.
Desempeñar la Secretaría de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en
el Trabajo, prestándole la asistencia técnica y científica necesaria para el
desarrollo de sus competencias.

El papel de la CNSST como órgano colegiado asesor de las Administraciones Públicas


en la formulación de las políticas de prevención.

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Ejercicios

Caso práctico
Identifique las características del El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo y de la
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo.

Solución

Los principales objetivos de la Agencia Europea para la Seguridad y salud en el Trabajo


serían:
Proporcionar a los organismos comunitarios, a los Estados miembro y a los medios
interesados toda la información técnica, científica y económica, útil en el ámbito de
seguridad y salud en el trabajo.
Recoger y difundir información técnica, científica y económica en los Estados miembro,
con objeto de informar a los organismos comunitarios, los Estados miembro y los medios
interesados.
Recoger información técnica, científica y económica sobre la investigación relativa a la
seguridad y la salud en el trabajo, así como sobre otras actividades de investigación que
incluyan aspectos relacionados con la seguridad y la salud en el trabajo, y difundir los
resultados obtenidos en la investigación y en las actividades de investigación.
Fomentar y apoyar la cooperación y el intercambio en materia de información y
experiencias entre los Estados miembro en el ámbito de la seguridad y la salud en el trabajo,
incluida la información sobre los programas de formación.
Organizar conferencias y seminarios, así como intercambios de expertos de los Estados
miembro, en el ámbito de la seguridad y la salud en el trabajo.
Facilitar a los organismos comunitarios y a los Estados miembro la información técnica,
científica y económica objetiva necesaria para la formulación y aplicación de políticas
sensatas y eficaces destinadas a proteger la seguridad y la salud de los trabajadores.
Establecer, en cooperación con los Estados miembro, así como coordinar la red de
información teniendo en cuenta las agencias y organizaciones a escala nacional, comunitaria
e internacional que facilitan este tipo de informaciones y servicios.
Recoger y poner a su disposición información sobre las cuestiones de seguridad y salud
procedentes de, y con destino, a países terceros y organizaciones internacionales:
Organización Mundial de la Salud (OMS), Organización Internacional del Trabajo (OIT),
Organización Panamericana de la Salud (OPS), Oficina de Migración Internacional (OMI),
etc.
Facilitar información técnica, científica y económica sobre los métodos e instrumentos
destinados a realizar actividades preventivas, con especial atención a los problemas
específicos de las pequeñas y medianas empresas.
Contribuir al desarrollo de los futuros programas de acción comunitarios relativos al
fomento de la seguridad y de la salud en el trabajo, sin perjuicio de las competencias de la
Comisión.

138/150
Y por otro lado podemos destacar las principales funciones del El Instituto Nacional de Seguridad e
Higiene en el Trabajo:

Asesoramiento técnico en la elaboración de la normativa legal y en el desarrollo de la


normalización, tanto a nivel nacional como internacional.
Promoción y realización de actividades de formación, información, investigación, estudio y
divulgación en materia de PRL.
Apoyo técnico y colaboración con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, en el
cumplimiento de su función de vigilancia y control, prevista en el art. 9 de la LPRL.
Velar por la coordinación, apoyar el intercambio de información y las experiencias entre las
distintas Administraciones Públicas y, especialmente, fomentar y prestar apoyo a la
realización de actividades de promoción de la seguridad y de la salud por las CCAA.
Actuar como centro de referencia nacional en relación con las instituciones de la UE
garantizando la coordinación y transmisión de la información que facilita a escala nacional,
en particular, respecto a la AESST y su red.
Desempeñar la Secretaría de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo,
prestándole la asistencia técnica y científica necesaria para el desarrollo de sus
competencias.

139/150
Recursos

Enlaces de Interés
http://www.ilo.org/global/lang--es/index.htm: Organización Internacional del Trabajo
http://www.insht.es/: Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo
https://osha.europa.eu/es: Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo

Bibliografía
: LEY 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales.
: REAL DECRETO 1273/2003, de 10 de octubre, por el que se regula la cobertura de las
contingencias profesionales de los trabajadores incluidos en el régimen especial de la
Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia o autónoma, y la ampliación de la
prestación por incapacidad temporal para los trabajadores por cuenta propia.
: REAL DECRETO 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro de
enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social y se establecen criterios para
su notificación y registro.
: REAL DECRETO 976/2007, de 13 de julio, por el que se modifica el Real Decreto
1600/2004, de 2 de julio, por el que se desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio
de Trabajo y Asuntos Sociales.
: LEY 27/2011, de 1 de agosto, sobre actualización, adecuación y modernización del sistema
de Seguridad Social.
: LEY 35/2014, de 26 de diciembre, por la que se modifica el texto refundido de la Ley
General de la Seguridad Social en relación con el régimen jurídico de las Mutuas de
Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social.
: REAL DECRETO LEGISLATIVO 8/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el
texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social.
: REAL DECRETO 231/2017, de 10 de marzo, por el que se regula el establecimiento de un
sistema de reducción de las cotizaciones por contingencias profesionales a las empresas que
hayan disminuido de manera considerable la siniestralidad laboral.

Glosario.

Administración de la Seguridad Social: Conjunto de órganos administrativos y


organismos públicos a los que la regulación legal atribuye facultades y competencias
reguladoras, directivas, planificadoras o gestoras en la materia.

140/150
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo : Es el órgano de la Unión
Europea (UE) encargado de recopilar, coordinar y distribuir la información relativa a la
seguridad y la salud en el trabajo entre los Estados miembros de la UE y los medios
interesados.

Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (CNSST) : Es el órgano colegiado


asesor de las Administraciones Públicas en la formulación de las políticas de prevención y el
órgano de participación institucional en materia de Seguridad y Salud en el Trabajo (art. 13 de
la LPRL).

Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) : Es el órgano


científico-técnico especializado de la Administración General del Estado que tiene como
misión el análisis y estudio de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, así como la
promoción y apoyo a la mejora de las mismas.

Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad


Social: Son entidades que colaboran en la gestión de la Seguridad Social en relación con las
contingencias de accidente y enfermedad profesional.

Organización Internacional del Trabajo (OIT): Es un organismo especializado de las


Naciones Unidas que se ocupa de los asuntos relativos al trabajo y las relaciones laborales.

Sistema de Gestión de la Prevención de Riesgos Laborales: Es la parte del sistema


general de gestión de la organización que define la política de prevención y que incluye la
estructura organizativa, las responsabilidades, las prácticas, los procedimientos, los procesos y
los recursos para llevar a cabo dicha política.

141/150
Resumen final

A lo largo de este módulo, hemos podido ver:

La estrecha relación entre trabajo y salud, la preocupación del hombre por conservar la
salud en todos los aspectos de su vida y el derecho fundamental de este a mantener
íntegra su salud.
El concepto de salud como el estado de bienestar físico, mental y social y no solo la
ausencia de enfermedad.
La definición de riesgo laboral como la posibilidad de que se produzca un daño como
consecuencia de la actividad laboral.
El control y la gestión de los riesgos debe realizarse desde cuatro perspectivas:
planificación de la prevención, organización de las tareas, trabajo de la dirección y
control de las medidas adoptadas y de los resultados obtenidos.
El concepto de accidente laboral desde distintos puntos de vista:
El de la seguridad: este no tiene solo en cuenta el daño a las personas,
considera también el daño a la propiedad y el producido por la paralización
del proceso productivo consecuencia de un accidente.
El punto de vista médico: tiene en cuenta solo el daño producido a la
persona, es decir, la lesión que sufre el trabajador como consecuencia del
accidente.

Otro de los efectos negativos consecuencia del trabajo, la enfermedad profesional, y su


definición según:
El punto de vista legal: se entenderá por enfermedad profesional la contraída
a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que
se especifican en el cuadro que se apruebe por las disposiciones de
aplicación y desarrollo de la ley y aprobado por RD 1299/2006.
El punto de vista técnico-preventivo: los efectos dañinos de los contactos
repetitivos que superan la capacidad de tolerancia del cuerpo humano.
El punto de vista médico: patología médica o traumática crónica provocada
por factores ambientales físicos, químicos o biológicos.

142/150
Los principios básicos de la LPRL (ley 31/95):
Evitar los riesgos.
Evaluar los riesgos que no se puedan evitar.
Combatir los riesgos en su origen.
Adaptar el trabajo a la persona.
Tener en cuenta la evolución de la técnica.
Sustituir lo peligroso.
Planificar la prevención.
Anteponer la protección colectiva a la individual.
Dar las debidas instrucciones a los trabajadores.
Considerar las capacidades profesionales.
Acceso restringido a las zonas de riesgo grave y específico.
Prever las distracciones o imprudencias no temerarias.
Evitar el riesgo mayor.
Facultad potestativa de concertar operaciones de seguro.

La definición de las cuatro disciplinas preventivas: seguridad industrial, higiene


industrial, ergonomía y psicosociología aplicada y medicina laboral.
La normativa española más importante en cuanto a la protección social del individuo
como persona y como trabajador, entre otras: la Constitución y el Estatuto de los
Trabajadores.
Las diferentes modalidades de organización de la prevención en la empresa:
Asunción personal por parte del empresario.
Constitución de un SPP.
Contrato con un SPA.
Constitución de un SPM.

El papel protector del Estatuto de los Trabajadores de los derechos de los trabajadores,
el contenido de la legislación relacionada con las empresas de trabajo temporal y las
características y requisitos de la coordinación de actividades empresariales.
Hemos conocido la existencia de diversas normativas relacionadas con la prevención
de riesgos laborales, ya sean de ámbito nacional o internacional.
Hemos realizado un pequeño recorrido por la normativa de seguridad industrial,
haciendo referencia a diversos sectores del mismo.

143/150
Las funciones de la AESST, entre las que están:
Proporcionar, a los organismos comunitarios, a los Estados miembros y a los
medios interesados, toda la información técnica, científica y económica útil
en el ámbito de la seguridad y la salud en el trabajo.
Recoger y difundir información técnica, científica y económica en los
Estados miembros.
Fomentar y apoyar la cooperación y el intercambio en materia de
información y experiencias entre los Estados miembros en el ámbito de la
seguridad y la salud en el trabajo.
Facilitar información técnica, científica y económica sobre los métodos e
instrumentos destinados a desarrollar actividades preventivas.

Las funciones del INSHT, entre las que destacamos:


Asesoramiento técnico en la elaboración de la normativa legal y en el
desarrollo de la normalización, tanto nacional como internacional.
Promoción y desarrollo de actividades de formación, información,
investigación, estudio y divulgación en materia de PRL.
Apoyo técnico y colaboración con la Inspección de Trabajo y Seguridad
Social.
Velar por la coordinación, apoyar el intercambio de información y las
experiencias entre las distintas Administraciones Públicas y, especialmente,
fomentar y prestar apoyo al desarrollo de actividades de promoción de la
seguridad y de la salud por parte de las CC. AA.
Actuar como centro de referencia nacional en relación con las instituciones
de la UE garantizando la coordinación y transmisión de la información que
facilita a escala nacional, en particular, respecto a la AESST y su red.
Desempeñar la Secretaría de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en
el Trabajo, prestándole la asistencia técnica y científica necesaria para el
desarrollo de sus competencias.
El papel de la CNSST como órgano colegiado asesor de las Administraciones Públicas
en la formulación de las políticas de prevención.

144/150
Ejercicios

Caso práctico repaso final


Una empresa dedicada a la fabricación de material de aluminio y que cuenta con un total de 260
trabajadores, tienen en su fábrica diferentes equipos de trabajo (guillotinas, sierras de corte, perfiladoras
y dobladoras) y dentro de sus puestos de trabajo cuenta con personal administrativo y personal de taller
que solo utiliza todos equipos de trabajo y el material a tratar.

Se pide

1. Indicar los riesgos más significativos de cada puesto de trabajo.


2. Indicar la modalidad preventiva que debe adoptar la empresa.
3. Enumerar los documentos que deben presentar cuando vayan a realizar una instalación a
una obra de construcción, tanto de empresa como de los trabajadores.

Solución

1. Indicar los riesgos más significativos de cada puesto de trabajo.

Riesgos del personal administrativo:

Caídas de personas al mismo nivel, por tropezarse con material existente en la oficina o
por el cableado de los equipos informáticos.
Caída de objetos por desplome, a la hora de un incorrecto almacenaje en las diferentes
estanterías existentes en el puesto de trabajo.
Pisadas sobre objetos, al existir algún tipo de material sin almacenar.
Golpes contra objetos inmóviles, como por ejemplo con las mesas de trabajo, cajones,
etc.
Sobreesfuerzos, a la hora de trasladar alguna caja o documentación pesada
Contactos térmicos, a la hora de la cambiar el tóner o desatascar el papel en la impresora.
Contactos eléctricos, por la existencia de equipos conectados a la red.
Incendios, producidos por la sobrecarga de los enchufes o tomas de corriente.
Accidentes de tráfico: comprende los accidentes de tránsito ocurridos dentro de la
jornada laboral, independientemente que sea su tarea habitual o no.
Exposición a agentes físicos, ya sea por los cambios de temperatura en la oficina, el ruido
o la iluminación.
Exposición a agentes biológicos, producidos por la falta de limpieza de los vehículos o
con problemas con la oxidación de la chapa.

Riesgos de taller:

145/150
Caídas de personas a distinto nivel, si hubiera algún tipo de altillo donde almacenar el
material
Caídas de personas al mismo nivel, ya que puede existir numeroso material o
herramientas manuales en el suelo sin guardar correctamente.
Caída de objetos por desplome, a la hora de un incorrecto almacenaje en las diferentes
estanterías existentes en el puesto de trabajo.
Caída de objetos por manipulación, a la hora de transportar alguna pieza pesada de un
determinado vehículo.
Pisadas sobre objetos, los cuales, no han sido correctamente guardados.
Golpes contra objetos inmóviles, ya sea con los propios equipos de trabajo o material
almacenado.
Golpes y contactos con elementos móviles de las máquinas, cuando dichos equipos están
en funcionamiento o tratando el material a trabajar.
Golpes por objetos o herramientas, a la trabajar con el algún equipo de trabajo manual o
eléctrico.
Proyección de fragmentos o partículas, cuando estamos trabajando con equipos de
trabajo como radiales, piedras esmeriles.
Sobreesfuerzos, a la hora de realizar labores de chapa o cuando tenemos que realizar
trabajos manuales.
Contactos térmicos, con piezas de temperatura elevada como las sierras o discos de corte.
Contactos eléctricos: se incluyen todos los accidentes causados por la electricidad.
Inhalación o ingestión de sustancias nocivas, a la hora de realizar el mantenimiento de
alguna maquinaria de trabajo.
Contactos con sustancias cáusticas y/o corrosivas, muy comunes en productos de
limpieza.
Explosiones, ya que, en dichos centros de trabajo, se utilizan productos como aceites,
gasolina, etc.
Incendios: acciones producidas por los efectos del fuego o sus consecuencias.
Atropellos, golpes y choques con o contra vehículos, ya que es muy común la existencia
de carretillas elevadoras.
Accidentes de tráfico: comprende los accidentes de tránsito ocurridos dentro de la
jornada laboral, independientemente que sea su tarea habitual o no.
Causas naturales: se incluyen los accidentes sufridos dentro del centro de trabajo, pero
que no son consecuencia del propio trabajo, sino que son atribuidos a causas naturales
que también pueden darse fuera del puesto de trabajo.
Exposición a agentes físicos, por el elevado ruido o temperatura que puede existir en
dichos centros de trabajo.

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2. Indicar la modalidad preventiva que debe adoptar la empresa.

Respecto a la elección del servicio de prevención y al ser más de 250 trabajadores y no estar
dentro del anexo I, de actividades peligrosas, la empresa puede optar por las siguientes opciones:

1. Puede optar por un SPP, siempre que disponga tanto de los medios humanos y materiales
para su creación. En este caso, puede complementar las especialidades que no pueda
cubrir con la contratación de un SPA
2. Por otro lado, puede optar a la contratación de un SPA, la cual, cubra todas las
especialidades.
3. Finalmente puede realizar una designación de trabajadores, contratando con un SPA,
aquellas especialidades que no haya podido cubrir.

3. Enumerar los documentos que deben presentar cuando vayan a realizar una instalación a
una obra de construcción, tanto de empresa como de los trabajadores.

La empresa debe disponer de los siguientes documentos:

Documento justificativo de la modalidad preventiva adoptada en la empresa.


Certificado de Inscripción y Número de REA.
Concierto con la mutua de Accidentes de Trabajo.
Evaluación de riesgos de los puestos de trabajo y trabajos desarrollados en dicha obra.
Copia de la póliza del Seguro de Responsabilidad Civil y del de Accidentes, con sus
recibos de pago correspondientes.
De forma mensual del TC-1 y TC-2 últimos de cotización a la Seguridad Social,
indicando claramente los trabajadores de la obra en cuestión, o partes de alta de
trabajadores de nueva incorporación.
Certificado mensual de hallarse al corriente de sus Obligaciones con la Seguridad Social.
Certificado mensual de estar al corriente en las prestaciones de las declaraciones
tributarias (Hacienda).
Fichas de seguridad de los agentes químicos en caso de utilizarse.
Listado de Maquinaria y Herramientas a emplear, adjuntando certificados de revisiones.
Listado de trabajadores presentes en la obra.
Certificados de Reconocimientos Médicos periódicos, iniciales, exigidos por la
legislación vigente a los trabajadores, para el desarrollo de su trabajo.
Justificante de entrega de los Equipos de protección individual (EPI´S) a cada trabajador.
Justificante de la formación e información impartida a los trabajadores en materia de
prevención de riesgos laborales.
Designación de Personal Autorizado para manejo de la diferente maquinaria a emplear en
los trabajos, adjuntando certificados de formación, información y capacitación para el
manejo de las mismas.

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Comunicación de la existencia si la hubiere, de la contratación de algún trabajador
autónomo.

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Evaluación final de módulo

Es importante leer las instrucciones antes de realizar la evaluación.

Instrucciones evaluación final del módulo


La evaluación final consta de dos partes:

Caso práctico

Para responder, tienes que enviar tu respuesta a través de una tutoría adjuntando un archivo. La
plantilla puedes descargarla en el apartado RECURSOS.

Cuestionario tipo test

15 preguntas con tres opciones de respuesta, de las cuales solo una es correcta. Cuentas con 20
minutos para realizarlo y dispones solo de tres intentos.

Caso práctico final


Enunciado

Imagina que eres el dueño de un taller de coches donde se lleva a cabo todo tipo de mantenimientos
y reparaciones: mecánica, chapa, pintura, cambios de aceite, etc.

Se pide

Con el fin de poner en práctica los conocimientos adquiridos en el estudio de este módulo, deberás
organizar la actividad preventiva en tu empresa, para ello debes tener en cuenta los principios básicos
de la prevención.

Deberás enviar el caso práctico a tu tutor mediante un tutoría para que lo pueda corregir. El
formato puede ser Word o PDF. No olvides indicar en el nombre del documento: tu nombre y
apellidos y la unidad a la que corresponde el ejercicio. Por ejemplo:
ManuelGómez_CasoPractUD7.

Cuestionario tipo test

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Acceso a la prueba final

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