Red trófica
Te explicamos qué es una red trófica o alimentaria,
diferencias con una cadena trófica y sus características en
medios terrestres o acuáticos.
Una red trófica es la compleja interconexión entre todas las
cadenas tróficas.
¿Qué es una red trófica?
Se denomina red trófica, red alimentaria, o ciclo alimenticio a la
natural interconexión de todas las cadenas
alimenticias pertenecientes a una comunidad ecológica.
Generalmente es representada de manera visual, a manera de
una red o también de una pirámide.
Recordemos que dichas cadenas alimentarias describen
linealmente el modo en que la materia y la energía pasan de
unos seres vivos a otros dentro de un hábitat específico. Dicho
de otro modo, la suma de todas las cadenas tróficas de
un ecosistema dará como resultado su red alimentaria.
Las relaciones tróficas entre diversas formas de vida se
comprenden en base a una distinción primaria y fundamental
entre los organismos:
Organismos autótrofos. Son capaces de sintetizar sus
nutrientes a partir de materia inorgánica.
Organismos heterótrofos. Son incapaces de dicha
síntesis y por lo tanto están obligados a consumir
la materia orgánica de otros seres vivientes, ya sean
autótrofos o heterótrofos a su vez.
Cada una de estas categorías compone un nivel trófico, en el que
pueden clasificarse a todos los seres vivos. Sin embargo, los
organismos heterótrofos o consumidores se subdividen en
distintos grupos a su vez, dependiendo de qué estrategias ponen
en marcha para consumir la materia orgánica de otros seres
vivos y de qué tipo de seres vivos suelen alimentarse.
Es decir que entre los heterótrofos se encuentran:
Herbívoros o consumidores primarios. Se alimentan de
las plantas y otros seres autótrofos.
Carnívoros o consumidores secundarios. Se alimentan
de los herbívoros.
Depredadores o consumidores terciarios. Se alimentan
de tanto los primarios como los secundarios.
Organismos
descomponedores. Son heterótrofos también, pero se
nutren de materia orgánica en descomposición, o sea,
muerta.
Toda esta clasificación está contemplada en las redes tróficas,
una perspectiva ecológica que inauguró el zoólogo inglés
Charles Elton con su texto Ecología animal (1927), primer intento
de organización de los seres vivos en grupos funcionales de
acuerdo a su manera de nutrirse.
Luego se sumaron los aportes en la materia de Raymond
Lindeman (1942), insistiendo en el rol vital de los
descomponedores en el circuito ecológico. Todo ello vital para la
comprensión que actualmente disponemos de la forma en que
la materia y la energía se transmiten a lo largo de las redes
tróficas de un ecosistema.
Red trófica acuática
La red trófica acuática incluye animales que no viven en el agua
pero se alimentan allí.
En los ecosistemas acuáticos, las redes tróficas están
totalmente adaptadas a la vida dentro, bajo y en la superficie
del agua. Esto aplica para grandes masas de agua como
los océanos, lagos y otros depósitos de agua.
Las cadenas alimenticias acuáticas por lo general inician en las
algas y cierto tipo de microorganismos fotosintéticos que
flotan en la superficie, llamados fitoplancton, y que juegan el rol
de productores autótrofos.
De ellos se alimentan los consumidores primarios, generalmente
otros microorganismos (zooplancton) o crustáceos diminutos,
cuando no peces pequeños, esponjas u otras formas
de vida simple.
El eslabón siguiente involucra peces de mayor tamaño, medusas
y otros primerísimos depredadores. El tercer eslabón de
consumidores muestra ya peces de buen tamaño, e incluso
algunos depredadores finales.
A estas cadenas deben incorporarse actores que se alimentan
del mar, pero no viven en él, como las aves marinas (como los
pelícanos) capaces de pescar de los cardúmenes en la superficie.
También intervienen en las redes tróficas los mamíferos marinos
(focas, morsas, ballenas) que suelen actuar como depredadores
finales (excepto en el caso de la foca, presa favorita de la ballena
orca y de ciertos tiburones). En los lagos, ríos o ciertas islas,
también participan anfibios y reptiles, como activos
depredadores según mayor sea su tamaño (como los cocodrilos).
Igualmente, los descomponedores del mar son legión.
Crustáceos carroñeros, pequeñísimos peces y diversos tipos de
microorganismos se hacen cargo de la materia orgánica
sobrante de las cacerías, la cual constituye a su vez una lluvia de
alimento para las regiones más profundas y oscuras del mar.
Red trófica terrestre
En redes tróficas terrestres, los depredadores encuentran amplia
variedad de presas.
En los ecosistemas terrestres, las redes tróficas son incluso más
vastas que las marinas, ya que en ellas intervienen una
gigantesca variedad de organismos autótrofos (plantas).
Como consecuencia, existe una amplia diversidad de
consumidores primarios: desde insectos que se nutren de savia
o de néctar, pasando por pájaros devoradores de frutos y
herbívoros rumiantes de diverso volumen, hasta hongos
simbióticos y descomponedores, insectos comedores de hojas y
un enorme etcétera.
Asimismo, tal variedad de herbívoros sustenta una igualmente
diversificada cantidad de consumidores secundarios, entre los
que figuran especialmente los roedores pequeños, algunos
primates y artrópodos como la araña.
De ellos también dependen consumidores terciarios, de mayor
tamaño y apetito carnívoro, como los grandes felinos cazadores,
los osos, lagartos, aves de presa, los primates superiores y, claro
está, el ser humano.
Los descomponedores más usuales son las bacterias y otros
microorganismos, así como hongos, insectos carroñeros o larvas
de diverso tipo.
Red trófica y cadena trófica
La diferencia entre redes tróficas y cadenas tróficas es sutil: la
suma de las cadenas tróficas de un ecosistema dará como
resultado una red trófica. Las cadenas tróficas son lineales,
involucrando generalmente a una única especie de cada
peldaño alimenticio.
Las redes en cambio intentan combinarlas todas para establecer
un mapa de cómo fluye la materia dentro del conjunto de
relaciones tróficas de un lugar determinado. Es por eso que las
redes son más complejas, más abundantes y más difíciles de
graficar y concebir.
Pirámides tróficas y sus niveles
La pirámide trófica señala cómo disminuye la cantidad de seres
en cada nivel.
Los grupos funcionales hasta aquí enumerados (productores,
consumidores primarios, secundarios y terciarios,
descomponedores) que componen todas las cadenas y redes
tróficas, pueden organizarse visualmente en base al criterio de
abundancia de cada grupo.
Es decir, que mientras más lejos se está de los organismos
productores, menos abundante tiende a ser la vida, dado que los
requerimientos energéticos y nutricionales tienden a ser más
altos, al tener especies de mayor tamaño. De este modo, pueden
ilustrarse las cadenas y redes alimentarias en forma de pirámide:
la pirámide trófica.
La pirámide será seccionada en niveles, cada uno
correspondiente a un eslabón trófico, teniendo en la base a
los descomponedores, y junto a ellos a los productores,
conformando la base de la pirámide: abundantes y primarios, no
dependen de ningún eslabón, pero sostienen a los de arriba.
Sobre los productores estarán los consumidores primarios o
herbívoros, y sobre ellos los consumidores secundarios y
terciarios, con tantos niveles como haga falta, a medida que
tendemos a especies de mayor tamaño, mayor apetito, pero a la
vez menor abundancia, cosa representada en el angostamiento
de la pirámide hacia su punta.
Así, por ejemplo, los depredadores finales, ubicados en la punta
misma de la pirámide, no tendrán nada por encima, pero
dependerán nutricionalmente de todos los niveles inferiores. Sin
embargo, es importante recordar que ellos también sirven de
alimento a los descomponedores.
Red trófica del desierto
En el desierto
las plantas son mucho menos abundantes que en otros
ecosistemas.
El desierto es un ecosistema intenso, de vida adaptada a resistir
las brutales temperaturas diarias y la terrible sequía, lo cual es
todo un reto dado que existe en dichos lugares una vegetación
escasa, diseñada para resistir mucho tiempo sin agua o para
captarla del aire, y por ende una bajísima tasa de biodiversidad.
Sin embargo, en el desierto es posible hallar todos los niveles
tróficos de una pirámide: los productores, entre los que estarán
las plantas xerófitas, como los cactos, nunca demasiado
numerosas, a diferencia de otros ecosistemas.
En cambio, los descomponedores son mucho más abundantes
en comparación con los otros niveles: insectos, animales
carroñeros y microorganismos, ya que en el desierto las
condiciones intensas hacen que nada se desperdicie.
En base a estos descomponedores, más que a las plantas, se
sostiene el resto de la red trófica. En ella se encuentran
pequeños consumidores primarios, mayoritariamente insectos y
algunos pequeños roedores.
De ellos se alimentan artrópodos cazadores (como los
escorpiones), serpientes venenosas o algunas aves pequeñas. Y
finalmente hay un tercer eslabón de consumidores constituido
por aves de rapiña, serpientes de buen tamaño o algunos
cánidos como el coyote, dependiendo de la ubicación y del tipo
de desierto.