Manual Curso Tejidos Blandos
Manual Curso Tejidos Blandos
Agradecimientos.
A mi esposa y compañera de viaje Patricia; a mi Antonia y Nicolás huellas de mi existencia en este
mundo, a todos los científicos, profesores y terapeutas investigadores del tejido conectivo, que han
generado conocimiento plasmado luego en libros y papers, los cuales me han servido de guía,
material de estudio y reflexión constante, sin ellos, el conocimiento adquirido y este manual
recopilatorio serían imposible.
A la vida y mi profesión que me han permitido adquirir, integrar, aplicar, modificar, descubrir y
compartir conocimiento.
A todos los lectores de este manual, sin ustedes este trabajo se perdería en algún rincón de mi
cerebro o de algún disco duro obsoleto.
Postulados a considerar:
“Los kinesiólogos modernos están en una situación embarazosa. No solo necesitan conocimientos
de la anatomía macroscópica del cuerpo entero, sino que deben descender a nivel microscópico y
comprender la microanatomía. Es a este nivel microscópico donde se dan las respuestas a la
existencia de síntomas y soluciones para su tratamiento”. David S. Butler. P.T; D.OG
Introducción.
Este manual es la base teórica del curso que lleva su nombre. Su afán es entregar un conocimiento
desde las ciencias básicas para la práctica y entendimiento de la terapia manual desde lo molecular
a lo macro, posicionando la terapia física en un nivel superior en su praxis.
CAPÍTULO 1
CIENCIAS BÁSICAS EN TEJIDO CONECTIVO
1. Introducción.
2. Biología, anátomo fisiología del tejido conectivo
3. Biotensegridad y Citoesqueleto
4. Mecanotransducción
5. Colágeno:semiconductor como modelo de cristal líquido, flujo energético e
intercomunicación
1. INTRODUCCIÓN.
El tejido conectivo (TC) es una entidad particular y especial dentro del cuerpo humano, derivado del
mesodermo, está formado por fibras conjuntivas y elásticas además de células y una matriz extra
celular (MEC). Comprende el tejido laxo, denso, adenoideo, óseo, elástico y cartilaginoso. Posee
propiedades que le son características como: de sostén, defensa, protección, comunicación,
integración y reserva.
La red de fascias (compuestas básicamente de TC), sirven como órganos sensoriales. La fascia está
densamente inervada por terminaciones nerviosas sensoriales mielinizadas las que poseen una
función propioceptiva. Estas incluyen corpúsculos de Pacini (y Paciniformes), órganos tendinosos de
Golgi y terminaciones de Ruffini, además de estar inervados por terminaciones libres. Si además se
incluyen a los tejidos periosteos, endomisios y perimisios como partes de la red interconectada del
cuerpo, esta red fascial puede ser vista como el órgano sensorial más grande o amplio de nuestro
cuerpo. Es definitivamente el órgano sensorial más rico, llamado “el sexto sentido”, el sentido de la
propiocepción (Schleip 2003).
La fascia es una fuente de nocicepción, exámenes histológicos más recientes han demostrado que
algunas terminaciones nerviosas libres en la fascia contienen receptores de sustancia P, los que
comúnmente son nociceptivos (Tesarz 2009).
Tipos de colágeno:
Describiremos someramente algunos de los diversos tipos de colágeno existentes, así como su
locación y función.
COLÁGENO TIPO I:
• Se encuentra en la dermis, el hueso, el tendón y la córnea. Es sintetizado por fibroblastos,
condroblastos y osteoblastos. Su función principal es la de resistencia al estiramiento.
COLÁGENO TIPO II:
• Se encuentra sobre todo en el cartílago, pero también se presenta en el núcleo pulposo. Es
sintetizado por el condroblasto. Su función principal es la resistencia a la presión
intermitente
COLÁGENO TIPO III:
• Abunda en el tejido conjuntivo laxo, en las paredes de los vasos sanguíneos, la dermis de la
piel y el estroma de varias glándulas. Es sintetizado por las células del músculo liso,
fibroblastos, glía. Su función es la de sostén de los órganos expandibles.
COLÁGENO TIPO IV:
• Es el colágeno que forma la lámina basal que subyace a los epitelios. Es un colágeno que
forma un fieltro de moléculas orientadas al azar. Es sintetizado por las células epiteliales y
endoteliales. Su función principal es la de sostén y filtración.
COLÁGENO TIPO V: Presente en la mayoría del tejido intersticial. Se asocia con el tipo I.
COLÁGENO TIPO VI: Presente en la mayoría del tejido intersticial. Sirve de anclaje de las células en su
entorno. Se asocia con el tipo I.
COLÁGENO TIPO VII: Se encuentra en la lámina basal.
COLÁGENO TIPO VIII: Presente en algunas células endoteliales.
COLÁGENO TIPO IX: Se encuentra en el cartílago articular maduro. Interactúa con el tipo II.
COLÁGENO TIPO X: Presente en cartílago hipertrófico y mineralizado.
COLÁGENO TIPO XI: Se encuentra en el cartílago. Interactúa con los tipos II y IX.
COLÁGENO TIPO XII: Presente en tejidos sometidos a altas tensiones, como los tendones y
ligamentos. Interactúa con los tipos I y III.
COLÁGENO TIPO XIII: Es ampliamente encontrado como una proteína asociada a la membrana
celular. Interactúa con los tipos I y III.
Sustancia fundamental.
Esta puede describirse como: una sustancia gelatinosa que ocupa el espacio entre las células y las
fibras; compuesta por moléculas de proteoglicanes, ácido hialurónico (hidrofilos) y agua. Es el
medio donde las células desarrollan su actividad metabólica (toman nutrientes, drenan desechos) y
proporciona viscoelasticidad a los tejidos y permite la microcirculación.
Figura. Célula y la matriz alrededor de ella. La matriz viva, se define como la fábrica molecular del
organismo, formada por integrinas, citoesqueleto, matriz nuclear y DNA. Esta ilustración tomada de
Oschman (2000) muestra la continuidad de la matriz extracelular, del citoesqueleto y la matriz
nuclear. Tomado de: Charge transferin the living matrix; James L. Oschman, Ph.D.
El modelo de patología celular presentado en el siglon XIX, por el médico patólogo alemán Rudolf
Virchow, considerado como “el padre de la patología moderna”, propone que la unidad mínima de
vida en el organismo es la célula. Sin embargo esto es una abstracción, ya que en realidad la célula
aislada de su entorno no puede sobrevivir. A mediados del siglo XX, el médico austríaco Alfred
Pischinger expandió este modelo y propuso como unidad mínima de vida en los vertebrados, la
tríada: capilar-MEC-célula. Ello supone la consideración de la Matriz Extra Celular (MEC), no como un
material inerte o un tejido pasivo de sostén, sino como un componente vivo, dinámico y con
múltiples funciones, una matriz viviente en palabras de Oschman.
Alfred Pischinger, considerado como el padre de la sustancia básica o MEC, la describe como un gel
amorfo que ocupa el entorno extracelular. Posteriormente la denominó como “el tercer sistema,
sistema básico o de regulación basal”, caracterizando en ello a toda la estructura que rodea a la
célula, definiéndolo como un sistema de homeostasis. Pischinger, describió entre otros, la estructura
anatómica de este sistema de intercambio, el concepto de espacio extravascular y extracelular con la
matriz extracelular, las células de soporte, las terminaciones nerviosas libres, los capilares y los
inmunocitos. (Nota: denominó a esta instancia el tercer sistema, porque los sistemas capaces de
almacenar y transmitir, a través de todo el cuerpo, elementos a semejanza de cómo lo hace la MEC
son: 1°. Sistema, el Sistema nervioso, 2°.sistema, el Sistema circulatorio).
El nombre de tejido conectivo sugiere una función de comunicación entre órganos, tejidos y células.
Efectivamente, todos los tejidos del organismo humano se comunican entre sí y a una velocidad
superior a la del sistema nervioso. A nivel histológico, estas funciones de soporte y comunicación
residen en la matriz extracelular, encargada además del aporte de oxígeno y nutrientes a la célula y
eliminación de CO2, toxinas y productos de desecho. Por eso constituye también un espacio idóneo
para el almacenamiento de material tóxico, especialmente debido a la presencia de proteoglicanos
que pueden ligarse fácilmente a una gran variedad de sustancias tóxicas. En condiciones normales, el
acúmulo de toxinas en la MEC es drenado a través del sistema linfático hacia la cadena ganglionar
linfática más próxima, y si dicho drenaje no se da o es insuficiente se produce una respuesta que se
traduce en inflamación, acidosis y dolor.
En una visión general, tenemos un tejido conectivo que es considerado “el órgano más extenso del
cuerpo”, el que está formado entre otros elementos por fibras colágenas, las que son ensambladas
y secretadas por células especializadas llamadas fibroblastos.
La matriz extracelular basada en colágeno, constituye el principal elemento de soporte estructural
de los animales multicelulares, también desempeña un rol fundamental en los procesos de
organización y orientación tisular, adhesión celular, migración, diferenciación, proliferación y
apoptosis.
La MEC está compuesta por una compleja mezcla de proteínas, proteoglicanos y glucoproteínas las
que le confieren propiedades estructurales a células y tejidos. Dichas proteínas ejercen a su vez un
papel regulador en una extensa variedad de procesos celulares. La MEC actúa para interconectar,
no solo para sostener, y está compuesta por moléculas fibrilares extracelulares. En esta red fibrilar,
se encuentran fibrillas de colágeno tipos I, III y V, glucoproteínas tales como fibronectina,
vitronectina y tenascinas, y proteoglicanos del tipo condroitín sulfato y dermatán sulfato, pero sobre
todo, el líquido intersticial incluye agua que contiene hormonas, neurotransmisores, citocinas, sales
minerales y muchas otras sustancias prestas para ser utilizadas. Naturalmente es también el lugar de
nutrición desde donde se aportan oxígeno y nutrientes, y también donde se eliminan los elementos
de desecho celular y CO2.
La MEC recibe inervación de las fibras nerviosas vegetativas, cuyas terminaciones libres
constituyen auténticas sinapsis a distancia tanto de las propias células de la matriz como de las
células parenquimatosas más próximas. Del hecho de que esa inervación esté intacta depende la
predisposición de la matriz a responder con un proceso inflamatorio ante cualquier estímulo no
fisiológico. Otra de las funciones de la MEC consiste en actuar como reservorio de otras moléculas,
incluyendo factores de crecimiento, citocinas y proteasas. La vitalidad de la MEC y su correcto
funcionamiento dependen de su limpieza y adecuado drenaje. La MEC está sujeta a un ritmo
dinámico funcional que se activa durante el día y encuentra su fase de reposo en las horas de la
noche, dependiente del flujo hormonal que marca el biorritmo de todo el organismo, en especial la
hormona tiroidea y el cortisol, aparte del sistema nervioso vegetativo.
La MEC está compuesta por una estructura microscópica definida: las fibras, la sustancia
fundamental: un gel viscoso de macromoléculas muy hidratadas y de células propias y conjuntivas
libres. El concepto clásico de sustancia fundamental amorfa ha quedado anticuado a medida que
hemos aprendido detalles acerca de la configuración e interacciones de los constituyentes
macromoleculares. Las fibras ofrecen resistencia tensil, elasticidad y forman un andamiaje sobre el
cual están desplegadas las células. El resto de elementos (sustancia fundamental), crean un filtro
biofísico de adhesión y son responsables de las características de hidratación ejerciendo una
importante influencia sobre el intercambio vital.
En general, entre una estructura gruesa de fibras de colágeno y elastina está la estructura fina de
proteoglicanos y glucoproteínas bañadas por el líquido intersticial o tisular. Las proteínas
estructurales que constituyen las tradicionales fibras extracelulares son de tres tipos: fibras
colágenas, fibras reticulares y fibras elásticas. Fibras colágenas y reticulares no son sino dos formas
morfológicamente diferentes de colágena. De acuerdo con la estructura y funciones, el sistema
colágeno puede ser considerado en: A) Colágenos que forman fibrillas: I, II, III, V y XI. Las fibras
reticulares (III) son los haces compuestos de fibrillas de colágena de 50nm o menos de diámetro. B)
Colágenos asociados a fibrillas, estos unen a los anteriores entre sí y a otros componentes de la
MEC. Son los tipos IX y XII. C) Colágeno que forma red, es el tipo IV. Uno de los principales
componentes de las láminas basales. D) Colágeno de anclaje. Es el tipo VII, presente en las fibrillas
de anclaje, une las fibras de colágeno tipo I a las láminas basales. En el sistema elástico hay fibras
más delgadas y no presentan estriaciones longitudinales. Se ramifican y se unen unas a otras
formando una red de mallas muy irregulares. Además de las fibras elásticas típicas, en las que hay
gran abundancia de elastina y una cantidad mucho menor de microfibrillas de fibrilina, se describen
fibras elaunínicas y oxitalánicas, que se encuentran con menor frecuencia en el organismo humano.
Los monómeros de proteoglicanos (PG) son compuestos formados por glucosominoglucanos (GAG)
sulfatados, (antiguamente denominados mucopolisacáridos), unidos por covalencia a proteínas
centrales. (Los GAG no sulfatados son retenedores de agua: ácido Hialurónico, los GAG sulfatados
dan cohesividad al tejido). Parecen una escobilla de limpiar frascos, con una parte central proteica y
con los GAG asemejando a las cerdas de la escobilla. Los GAG son polímeros repetitivos largos no
ramificados de disacáridos (hasta 200 sacáridos repetidos), constituidos por un ácido urónico (casi
siempre el ácido glucorónico) y una hexosamina (glucosamina o galactosamina). Los principales GAG
son el ácido hialurónico, el dermatánsulfato, el queratánsulfato, el condroitínsulfato y el
heparánsulfato.
La principal característica hidrófila de la MEC se debe a una elevada presencia global de GAG en su
estructura. A causa de los numerosos grupos carboxilo y sulfato en sus moléculas, los GAG son
polianiones, con carga muy negativa, uniéndose por electrovalencia a un elevado número de
cationes, principalmente el sodio. Los cationes a su vez, atraen y conservan gran cantidad de
moléculas de agua. El potencial eléctrico de la MEC es de aproximadamente 240 microV. La
modificación de las cargas eléctricas modificará las propiedades hidrófilas de la MEC. Las
macromoléculas de PG ocupan un gran volumen en la MEC, configurando dominios o también
llamados poros de gel de la matriz. Como la distancia entre dos proteínas centrales situadas en la
estructura de los agregados de PG es de solo 15-20 nm, las moléculas grandes quedan atrapadas
fácilmente. La organización espacial y la carga negativa de los PG junto con la turgencia intrínseca,
facilita la difusión selectiva de las diversas moléculas y crean una red tridimensional estrecha que
actúa como filtro biofísico que se opone a la deformación por fuerzas de compresión.
Los agregados de PG reciben diferentes nombres (en el cartílago se denomina agregan) y no solo se
encuentran en la MEC sino también en la membrana basal (perlecan) o en superficies celulares
(sindecan, betaglican).La síntesis de PG y GAG es sorprendentemente rápida. Los fibroblastos por
ejemplo, son capaces de producir estas estructuras en solo 1 a 2 minutos. En condiciones normales
se sustituyen después de un máximo de 4 meses. La vida media está entre 2 y 120 días. Las
moléculas de glucoproteínas fibrilares o estructurales (GP) junto al líquido intersticial forman el
resto de los componentes de la matriz extracelular. Las GP contienen una parte proteica que
predomina la que se asocia a la parte glucídica que es ramificada. Las moléculas de las GP poseen
regiones que se unen a receptores celulares y regiones que se unen a fibras, en este sentido la
fibronectina y la laminina son GP estructurales del tejido conectivo, biológicamente importantes. La
fibronectina representa una familia de GP, con puntos de unión para las células, colágeno y GAG, se
une a receptores celulares llamados integrinas y conecta o une la célula a su entorno extracelular.
La laminina se encuentra en las láminas basales, donde participa de la unión de esas estructuras a
las células e influye en la filtración de moléculas a través de las láminas basales.
El líquido intersticial es el medio indispensable que hace que sea posible mantener la homeostasis
entre las zonas intracelulares y extracelulares. Está formado por un vehículo de agua que contiene
principalmente: ácidos grasos, aminoácidos, azúcares, coenzimas, sustancias mensajeras como:
citocinas, hormonas, neurotransmisores y otras sustancias como sales minerales y productos de
desecho.
Se estima que la MEC supone un 20% de nuestra masa corporal total: el mayor órgano del cuerpo.
En la MEC hay células de soporte y otras células que forman parte de la misma. Las principales
células de soporte son los fibroblastos/fibrocitos, condroblastos / condrocitos, osteoblastos /
osteocitos, miofibroblastos y adipocitos. Las células de soporte son esenciales para la síntesis de la
estructura de las fibras extracelulares y de los PG y GP. La calidad del filtro biofísico de los PG y de
los GAG de la MEC depende de estas células. Las células de soporte, fundamentalmente los
fibroblastos, hacen posible una restauración rápida de la MEC después de una lesión. Entre las
células locales de la MEC destacan los macrófagos, los neutrófilos y otros fagocitos que eliminarán la
mayor parte de las sustancias indeseadas así como los mastocitos. Son todos ellos responsables de
los mecanismos de defensa inespecíficos. También hay células citotóxicas (linfocitos Tc) y linfocitos
citolíticos naturales (linfocitos NK) para eliminar las células aberrantes o las células intoxicadas o
lesionadas. La MEC es por tanto una zona de transición cuya principal función es la transmisión de
materia, energía e información mediante sustancias mensajeras, potencial eléctrico e impulsos
eléctricos, que sirve de base a la mayor parte de las interacciones entre los diferentes sistemas de
regulación del organismo.
Los principales usuarios de las autopistas de la comunicación de la MEC son las células linfoides. La
MEC puede mostrar diversas formas estructurales, así como diferente composición bioquímica; una
de sus formas corresponde a las membranas basales, que constituyen auténticas barreras que los
linfocitos en su movimiento migratorio han de atravesar. Los linfocitos se relacionan con la MEC a
través de receptores específicos, citocinas y factores quimiotácticos, y los diferentes tipos de
leucocitos emplean diferentes mecanismos para migrar a través de la MEC, lo cual está determinado
tanto por su composición como por su estructura. Cuando han de acudir a un territorio a ejercer sus
funciones, por ejemplo atraídos por un foco de inflamación, entonces la extravasación leucocitaria
incluye una cascada de eventos que van desde la penetración de la capa de células endoteliales
hasta la transmigración a través de la MEC. Dicha cascada comienza con la adhesión de los leucocitos
a las células endoteliales, proceso dirigido por las selectinas. A continuación se produce una
activación dependiente de quimioquinas, la detención de la circulación leucocitaria que depende de
las integrinas y la subsiguiente migración celular que depende del antígeno asociado a la función
linfocitaria LFA-1. Tras atravesar en dos o tres minutos la monocapa de células endoteliales, los
leucocitos topan contra la membrana basal endotelial, dependiente de las propias células
endoteliales así como de las células perivasculares y mucho más lenta de atravesar. En su migración
a través de la MEC intersticial, los leucocitos exhiben movimientos ameboides que permiten que su
cuerpo celular se alinee con las fibras de colágeno que utilizan como andamio o superficie de avance
a través de un flujo mediado por los filamentos de actina que resultan en un cambio de la forma
celular.
La membrana basal: es una estructura de la MEC de elevada complejidad y alta especialización, la
cual desempeña un papel primordial. A ella se adhieren las células epiteliales y a través de ella las
células epiteliales reciben las señales de control procedentes de la MEC. Las membranas basales son
estructuras complejas compuestas por una lámina lúcida y una lámina densa y por cuatro tipos
principales de familias de glucoproteínas que varían según el tipo de tejido: lamininas, colágeno tipo
IV, nidógenos y proteoglicanos de tipo heparánsulfato. Entre sus funciones principales destacan las
referidas a la adhesión celular, la regulación de la proliferación y su papel como filtro selectivo a la
difusión.
Membrana celular: los diferentes componentes de la membrana celular tienen capacidad para
movilizarse y realizar diferentes tipos de movimientos moleculares, como girar, bascular entre las
superficies externa e interna y desplazarse tangencialmente a lo largo y ancho de la membrana. Esto
explica muchas de las funciones celulares como el flujo de membrana, el funcionamiento de los
receptores, el reconocimiento celular, la actividad enzimática superficial, la adhesión célula-célula y
la adhesión célula-sustrato, la motilidad celular en un líquido o sobre sustratos, los fenómenos de
endocitosis y exocitosis, los cambios de forma celular, la interacción y reclutamiento de ligandos,
fenómenos inmunes y de histocompatibilidad. Paralelamente, determina la heterogeneidad
fisicoquímica entre membranas de diferentes células y entre diferentes dominios de una misma
membrana, así como la asimetría entre los componentes superficiales y citosólicos de una
membrana.
En la célula, es a través del citoesqueleto que se transmiten las fuerzas de tensegridad y
mecanotransducción que dan forma y movimiento a la célula, traducen los estímulos bioquímicos y
ponen en marcha el programa epigenético celular.
Anatomía del tejido conectivo: El tejido conectivo forma un esqueleto estructural y funcional el que
abarca todo el cuerpo dando sostén a todas las células que constituyen órganos y sistemas,
presentándose más condensado, en relación a la presencia y cantidad de sus elementos
estructurales densos, en zonas de mayor soporte de cargas y tensiones como huesos, ligamentos,
tendones, fascias y de una densidad menor de estos elementos estructurales densos, con mayor
presencia de gel en zonas de gran compliance o movilidad como la piel, tejido areolar laxo, así la
MEC, posee diferentes proporciones de sus componentes según la zona u órgano en que esté
ubicada, en la piel conforma el 50% del peso acuoso total de esta y en el músculo constituye un 10%
de este peso. La MEC ocupa el intersticio con su gel, células y red colágena, los que han sido
estudiados entre otras materias por el control que ejercen sobre el volumen y la presión del fluido
intersticial o porción acuosa de la MEC, estado fundamental en el metabolismo celular y bienestar
tisula. Básicamente la MEC está conformada por colágeno tipo I, III y V, mucopolisacaridos como
hialuronato y proteoglicanes, elastina la que es una de las proteína más hidrofóbicas conocidas,
proteínas plamáticas, células propias y plasmáticas. Las fibras de colágeno y elastina proveen la
mayor parte de la trama estructural para los tejidos, mientras los mucopolisacaridos tienen un rol
preferente en la hidratación del tejido.
Intersticio: se define como el fluido compartimental extracelular localizado entre los vasos
sanguíneos y las células, espacio que está ocupado por la MEC de la cual su gel o sustancia
fundamental conforma este fluido intersticial. El intersticio contiene cerca de ¾ partes del total del
fluido extracelular y contenido de sal, el plasma contiene el ¼ restante de este fluido intersticial y
contenido de sodio. La cantidad o volumen de este fluido intersticial depende de las presiones
hidrostáticas y oncóticas presentes a nivel vascular e intersticial. Este volumen de fluido otorga
buena parte de las características funcionales de la MEC, por lo que su regulación es escencial, un
exceso de fluido genera inflamación tisular, una disminución de este genera sequedad,
deshidratación de la MEC con pérdida de parte de sus componentes estructurales
(glucoaminoglicanes y agua) y pérdida de sus funciones alterando el metabolismo celular local y a
distancia. Una parte importante de los procesos patológicos tienen relación con la alteración del
volumen y calidad del fluido intersticial.
Presión oncótica o presión coloidosmótica: es una forma de presión osmótica, esta se debe a la
diferencia de concentraciónes de proteínas entre el plasma sanguíneo y el líquido intersticial.
Normalmente existe una mayor concentración de proteínas en el plasma sanguíneo, esto debido a
que la pared capilar es semipermeable (permeable al agua pero impermeable a las grandes
proteínas plasmáticas como la albúmina, las que suelen permanecer en el plasma sanguíneo,
resultando menos abundantes en el líquido intersticial), esto implica además un déficit de moléculas
de agua en este plasma en relación al líquido intersticial. Debido al fenómeno de ósmosis y a la
semipermeabilidad de los vasos sanguineos, el agua del líquido intersticial entra en los vasos
sanguíneos para compensar este déficit hídrico, aumentando la presión en el interior de los mismos,
presión que se opondrá finalmente al filtrado a través del endotelio capilar, gracias a que la presión
hidrostática capilar llega en un momento a supera a la presión oncótica capilar. Las proteínas que
forman parte del líquido intersticial generarán una presión oncótica intersticial, en condiciones
normales menor que la presión oncótica capilar.
El filtrado a través del endotelio capilar se produce a causa del desequilibrio entre las presiones
hidrostática capilar y oncótica intersticial, que favorecen el filtrado y las presiones hidrostática
intersticial y oncótica capilar, que se le oponen a este.
Como las proteínas están cargadas negativamente tienden a retener cationes adicionales en el
plasma (efecto Gibbs-Donnan), aumentando el gradiente osmótico entre el plasma y el líquido
intersticial. El efecto de estos dos mecanismos resulta en una presión osmótica que tiende a
introducir agua en el interior del capilar (presión oncótica). La presión oncótica del plasma es de
alrededor de 28 mmHg y la del líquido intersticial de unos 3 mmHg. La presión oncótica neta es de
25 mmHg. Este valor es prácticamente constante en todos los lechos capilares.
Al intersticio se le ha asignado históricamente un papel más bien pasivo en el rol sobre el balance del
fluido transcapilar. Este rol se ejerce a través de cambios en las presiones hidrostáticas y coloido-
osmóticas que le permite regular los cambios en la filtración capilar, resultando en una
autoregulación en el volumen de fluido intersticial. En la la actualidad se ha demostrado un rol más
activo de las células del tejido conectivo y de la MEC en el intercambio de fluido transcapilar y
consecuentemente en la homeostáis de los fluidos corporales, existiendo un control de la presión
del fluido intersticial ejercido a través de las células del tejido conectivo y de sus puntos de ahesión
focal a través de las integrinas Beta 1, los que parecen proveer una vía común a través de las cuales
las células pueden aumentar o disminuir la presión del fluido intersticial. Este rol es fundamental en
la generación inicial de tumefacción en el proceso inflamatorio así como en el desarrollo rápido de
edema en quemaduras. La estructura y composición del intersticio difiere según el órgano
estudiado, pudiendo abarcar un 50% del volumen hidrico en la piel o un 10% en el músculo. El agua y
solutos intersticiales conforman el volumen del fluido intersticial y sirven como medio de transporte
para nutrtientes y productos de deshechos entre las células y vasos capilares. El volumen del fluido
intersticial (Vi) se mantiene habitualmente constante bajo condiciones normales y constituye
aproximadamente un 20% del peso corporal, este equilibrio volumétrico se logra a través de varios
mecanismos de regulación como cambios estructurales, ajustes de fuerzas que actúan a través de la
pared capilar y del flujo linfático.
Figura.sistema de intercambio de fluido intersticial transcapilar, la presión hidrostática transcapilar (P) y presión
coloido osmótica (COP) las que determinan el flujo de fluido capilar. P: palsma, IF: fluido intersticial, Kf:
conductibilidad hidráulica capilar, O: coeficiente de reflexión capilar. 11P: presión de filtración capilar neta es
normalmente 0.5-1 mmhg y resulta en una filtración de fluido neta (Ju) que es removida por el flujo linfático
3. BIOTENSEGRIDAD Y CITOESQUELETO
Los profesionales que trabajan en terapias físicas conocen como a través del contacto, del
movimiento, del estiramiento, la manipulación de tejido, se producen cambios importantes en la
salud. ¿Qué ocurre a nivel celular o molecular para que se produzcan estos cambios?
La clave parece estar en la MEC y en las especializaciones que las células tienen para convertir los
cambios mecánicos en cambios químicos o genéticos, lo que se conoce como mecanotransducción.
El sistema de tensión integrada del cual la célula dispone para mantener su morfología y su
función recibe el nombre de tensegridad. Este mecanismo se basa en movimientos de compresión o
de tensión de las células, las que reciben el impacto mecánico a través de los elementos específicos
diseñados para ello. Los huesos constituyen la estructura fundamental de compresión de
tensegridad en el organismo. Pero ellos solo forman parte de un marco mucho más complejo, en
donde todo el sistema muscular, cartílaginoso, ligamentario y tendinoso conforman la estructuras de
tensión que los unen. Gracias a una fina estabilización entre las fuerzas que unen este marco a
través de puntos críticos como son las articulaciones, el organismo entero se sostiene, y se mueve, y
gracias al balance de los músculos en oposición, el sistema músculo esquelético entero está
sometido a una fuerza de tensión isométrica constituyendo una red estructural del tipo que los
arquitectos conocen como de «pre-estrés». Esto es, una fuerza mecánica balanceada compuesta de
elementos de compresión (huesos) y de tensión (músculos) que constituyen una estructura de
tensión integrada o tensegridad. Cuando bajamos a nivel tisular, cada órgano está compuesto de
elementos celulares que están unidos entre ellos a través de un andamiaje que no es otra cosa que
la matriz extracelular (MEC).
Las células han desarrollado un mecanismo especial que les permite anclarse a las fibras de
colágeno, glicoproteínas y proteoglicanos que constituyen dicha matriz. Esas especializaciones son
las integrinas, auténticos puentes moleculares de unión entre la MEC y el citoesqueleto. La red
molecular del citoesqueleto está constituida por microfilamentos (de actina), microtúbulos (de
tubulina) y filamentos intermedios, específicos de cada tipo celular. En el interior de la célula, los
microtúbulos constituyen las estructuras de compresión, mientras que los filamentos de actina,
estrechamente asociados a los de miosina, constituyen las estructuras de tensión. De manera que la
tensión mecánica generada por el movimiento músculo-esquelético se transmite por presión a los
órganos internos, que recogen el estímulo en la MEC, la que trasfiere a través de las integrinas el
movimiento al interior de la célula, distribuyendo la fuerza tensional a través de su sistema de
tensegridad, al citoesqueleto. El citoesqueleto traduce dichas fuerzas en señales químicas y en
estímulos mecánicos los que son conducidos hasta el núcleo, el que igualmente dispone de su
propio sistema de tensegridad, poniendo en marcha ahora la respuesta al estímulo recibido en
forma de activación de genes y secreción de proteínas.
El circuito descrito pone en marcha, a través de estímulos mecánicos o mecanotransducción, la
proliferación, el metabolismo celular, la diferenciación o la apoptosis.
La evolución ha diseñado un sistema en el que simplemente modificando la forma de la célula es
posible activar diferentes programas genéticos celulares. La tensegridad abre la puerta a una
explicación científica respecto del poder curativo de una intervención terapéutica manual o la
modificación genética celular a través de la respuesta de relajación.
Cuando la morfología de una célula se aplana, la tensión generada informa que hacen falta más
células y se pone en marcha el proceso de división. Si la forma se redondea, entonces ocurre lo
contrario y se dispara el programa de apoptosis o anoikis. En caso de equilibrio, ni aplanamiento ni
redondez de la forma, la célula encuentra las condiciones óptimas de diferenciación y
funcionamiento para el microambiente donde habita.
Figura. Distorsión celular dependiente, entre distintos destinos celulares. Arriba: imágenes
microscópicas de células endoteliales capilares, cuya forma, tamaño y orientación fueron
controladas usando sustratos micro-adhesivos. En el círculo amplio se observa una célula bien
expandida y en el círculo pequeño una célula retraída que sufre apoptosis y células en patrones
lineales que exhiben un grado intermedio de expansión. Abajo un resumen esquemático de la
distorsión celular dependiente, entre fases de crecimiento. Tomado de: Tensegrity II. How structural
networks influence cellular information processing networks; Donald E. Ingber
Todas las células del organismo están sujetas al mecanismo de tensegridad, basado en la estructura
interna de la matriz nuclear y el citoesqueleto. Gracias a los filamentos intermedios se alcanza la
matriz nuclear y gracias a los miofilamentos de actomiosina, a través de las integrinas se enlazan
con las fibras de la MEC. Es así como cada célula siente su entorno y responde a él según sus
propias necesidades.
La rigidez variable in vitro de la MEC es capaz de producir una diferenciación fenotípica
absolutamente dispar en las mismas células madre mesenquimales. Una MEC blandita, parecida al
cerebro, con una presión de1kPa (kilopascal) producirá diferenciación neurogénica; una MEC más
firme de 10 kPa, parecida al músculo, inducirá diferenciación muscular, mientras que una matriz
rígida, como el cartílago o el hueso, de 100 kPa, inducirá diferenciación osteogénica. Todo ello a
partir de las mismas células madre mesenquimales.
La biología, la fisiología y la patología tienen que considerar que la fuerza mecánica aplicada sobre
un órgano vivo atraviesa diferentes escalas de tamaño hasta convertirse en un estímulo bioquímico
celular a través de un proceso específico de transducción molecular. En todo el camino, el elemento
central de nexo y comunicación será la MEC. Cobran sentido así, no solo la aproximación al código
genético en la funcionalidad celular, sino también el código epigenético y un tercer código de
tensegridad.
Figuras. (A) vista magnificada de la escultura de Snelson con elementos de tensión y compresión,
visualizando las fuerzas de tensegridad balanceadas sobre una tensión y compresión continua.
(B) diagrama esquemático del balance de fuerzas complementarias entre microfilamentos tensos
(MFs), filamentos intermedios (IFs), microtúbulos comprimidos (MTs) y la matriz extra celular, en
una región dispuesta en tensegridad celular. Las fuerzas compresivas soportadas por los
microtúbulos, son transferidas a las adhesiones de la MEC, cuando los microtúbulos son fracturados
(figura B inferior) aumentando la tracción del sustrato. Tomado de: Tensegrity I. Cell structure and
hierarchical systems; biology, Donald E. Ingber
4. MECANOTRANSDUCCIÓN
El proceso de mecanotransducción convierte el estímulo mecánico en señal química y permite la
adaptación celular a su microambiente. Su mecanismo incluye pasos que van desde la MEC hasta la
membrana citoplásmica, el citoesqueleto y la propia membrana nuclear, así la cantidad de proteínas
y moléculas que pueden verse implicadas es enorme. Así, las patologías se han clasificado en tres
grandes grupos, 1. alteraciones que corresponden al microambiente extracelular, 2. alteraciones
que afectan la estructura y organización celular y 3.Alteraciones que afectan la señalización
celular. Todas ellas acaban generando afectación a nivel genético y epigenético en la cromatina
nuclear, de manera diferente y específica en cada enfermedad.
La velocidad a la que se transmiten los estímulos mecánicos es mucho más alta que la de las
señales químicas. Si el estímulo es excesivo o se mantiene en el tiempo, el efecto mecanoquímico
remodela el sistema de tensegridad, que informará del cambio mecánico y lo transformará en
nuevas condiciones moleculares.
Los genes se supeditan así al movimiento o las terapias físicas, que afectan realmente los
programas de crecimiento celular, diferenciación, respuesta inmune y tantos otros elementos,
críticos para la salud. La tensegridad y mecanotransducción explican por qué los genes, las moléculas
y sus interacciones no pueden considerarse de forma independiente e individual. Todo el
comportamiento y función biológicos cobran sentido a partir de ensamblajes supramoleculares, a
partir de relaciones complejas de orden superior y patrones fractales presentes por doquier en la
biología.
Figura. El esquema muestra, la manera en que las fuerzas aplicadas a través de la MEC o
directamente sobre la célula, viajan a través de las zonas de adhesión focal ancladas a integrinas o
filamentos del citoesqueleto. Las tensiones generadas en la MEC y las fuerzas transmitidas a través
de los contactos célula-célula alcanzan sitios de adhesión focal, los que pueden estimular grupos de
integrinas e inducir reclutamiento de proteínas unidas al citoesqueleto (Vinculinas, Paxilinas,
Talinas), las que se conectan directamente a microfilamentos e indirectamente a microtúbulos. Las
fuerzas aplicadas a estos complejos de adhesión citoesqueletal especializados, también activan
cascadas de señales asociadas a las integrinas. La Kinasa de adhesión focal (FAX) puede estar
involucrada en el reclutamiento de Shc, así como en la modulación de la actividad del Rho, lo que
puede regular la fuerza en la respuesta a través de mDia1. La Caveolina-1 también puede reclutarShc
a las integrinas para activar la cascada ERK. El CD47 se asocia a las integrinas heterodímeras para
formar un complejo proteico con siete segmentos transmembrana, los que asemejan la acción de los
receptores asociados a proteínas G. En la figura que se muestra a las integrinas siendo tensionadas
mecánicamente, el complejo estimula un aumento de la cascada del cAMP mediado por Gs a través
de Adelinato ciclasa (AC), resultando en una translocación nuclear de las sub unidades catalíticas de
la proteína kinasa A (PKA-c). Tomado de: Tensegrity II. How structural networks influence
cellular information processing networks; Donald E. Ingber
Figura. Comparación en la propagación de señales mecánicas y químicas. Una fuerza que es aplicada
a las integrinas ligadas al citoesqueleto, se propaga dentro del núcleo en menos de 5 μs. En la figura,
la señal mecánica transmitida esta dibujada como puntos rojos (panel superior) que eventualmente
alcanza el núcleo. Un factor de crecimiento gatillado, libera señales químicas (puntos rojos panel
inferior) los que se propagan a través de receptores tyr kinasa en un sistema de segundo mensajero.
Estas señales alcanzan el núcleo en aprox 5 seg.Tomado de: Mechanotransduction at a distance:
Mechanically coupling the extracellular matrix with the nucleus; Ning Wang, Jessica D. Tytell and
Donald E. Ingber
Las integrinas son el lazo entre la MEC y el citoesqueleto. Las moléculas de la MEC transmiten sus
señales hasta las células de su entorno, a través de las integrinas. El proceso de mecanotransducción
incluye canales iónicos mecanosensibles, cadherinas, caveolas, integrinas, adhesiones focales, cilios,
filamentos del citoesqueleto, estructuras nucleares y proteínas de la MEC. Las integrinas
constituyen mecanoreceptores especializados, capaces de traducir una señal mecánica y
transmitirla desde la superficie celular, a través de una vía molecular específica, para convertirla
en cambios bioquímicos intracelulares, en un estímulo de multitud de otros receptores o en la
inducción de la expresión génica. A ese nivel existen grandes complejos macromoleculares que
constituyen puntos de adhesión entre la MEC y la célula que se conocen como adhesiones focales
(AF), auténticos organelos mecanosensitivos.
Las células solo crecen y se diferencian en un contexto tisular apropiado, y esta información se
obtiene a través de la interacción específica entre la célula y la MEC. Las integrinas promueven la
supervivencia celular a través de las AF, pero también el proceso fisiológico de anoikis –la apoptosis
en respuesta a una inadecuada relación célula/MEC– y el correcto recambio de los tejidos
epiteliales. Las integrinas son las moléculas más importantes que anclan la célula a la matriz
extracelular, aunque algunos proteoglicanos también pueden realizar esta función, con un dominio
intracelular que contacta con el citoesqueleto y otro extracelular globular que es capaz de unir
colágeno, integrinas y lamininas, constituyendo un enlace capaz de modificar el comportamiento
celular. Podemos resumir afirmando que las integrinas median una gran variedad de interacciones
célula-célula y célula-matriz extracelular.
Figura. Conectividad molecular desde la MEC al Núcleo. Una fuerza local aplicada a las integrinas a
través de la MEC se concentra en las zonas de adhesión focal y es canalizada hacia los filamentos de
F-actina los que están empaquetados en alfa-actinina y tensados por miosina II lo que genera pre-
estrés. Las F-actinas están conectadas a los microtúbulos (Mts) a través de factor7 de uniones
cruzadas de actina (AcF7) y a los filamentos intermedios (iFs)a través de Plectina 1, las que también
conectan iFs con Mts y iFs con Nesprina 3 sobre la membrana nuclear externa. La Nesprina 1 y
Nesprina 2 conectan la F-actina a la proteína de la membrana nuclear interna SUN1; la nesprina 3
conecta la plectina 1 a SUN2 permitiendo a la viscosidad citiplasmática la propagación de fuerzas
desde la MEC al núcleo, lo que puede tomar hasta 1 ms, las proteínas SUN conectadas a las láminas
que forman la lamina y el andamiaje nuclear, las que se atan a la cromatina y DNA. La actina y
miosina nuclear (y la titina nuclear) pueden ayudar a formar el andamiaje nuclear controlar la
posición de los genes y regular el pre-estrés nuclear. La fuerza canalizada dentro del andamiaje
nuclear, puede afectar directamente la activación genética con milisegundos de deformación de la
superficie. En contraste, le toma segundos a los factores de crecimiento alterar las funciones
nucleares a través de cascadas de señalizaciones químicas, las que son mediadas por translocación
motora o difusión química. Tomado de: Mechanotransduction at a distance: Mechanically coupling
the extracellular matrix with the nucleus; Ning Wang, Jessica D. Tytell and Donald E. Ingber
Moléculas de adhesión celular: las distintas moléculas que forman la MEC están unidas entre sí,
constituyendo un entramado cohesionado, las células se adhieren a estas moléculas de la matriz
extracelular, la mayoría de estas uniones son entre proteínas, pero también suceden entre proteínas
y azúcares (glucoproteínas). Dentro de este grupo de proteínas destacan las llamadas CAM (Cell
Adhesión Molecules) o proteínas de adhesión celular. Con este término se designa a un grupo
diverso de proteínas de membrana involucradas en procesos biológicos, que implican el contacto
célula-célula o célula-matriz, procesos como --la proliferación, - la migración, - la diferenciación y - la
muerte celular. Las CAMs participan en estos procesos reconociendo receptores específicos que
suelen ser otras moléculas CAMs situadas en otras células o en la matriz celular, originando una serie
de señales que se traducen al interior celular. Las conexiones entre moléculas de la MEC y los
elementos celulares se producen a través de complejas interacciones con las CAMs, ya sea entre las
propias proteínas de la MEC (como las fibronectinas), proteínas de unión célula-MEC (las integrinas)
o bien proteínas de unión célula-célula. Las CAMs se clasifican en familias entre las que se
encuentran integrinas, selectinas, cadherinas, inmunoglobulinas y proteínas de la matriz
extracelular, estas pueden unirse a otras moléculas del mismo tipo (interacción homofílica) o bien de
tipo diferente (interacción heterofílica).
BIBLIOGRAFIA
CAPÍTULO 2
BIOMECÁNICA TEJIDO CONECTIVO
i. Depósitos de fibras de colágeno
ii. Efectos de la restricción del movimiento
iii. Respuesta tej. conectivo por stress mecánico
iv. Densificación del tejido conectivo
v. Propiedades viscoelásticas del tejido conectivo denso
vi. Comportamiento elástico
vii. Comportamiento plástico
viii. Conceptos de Histéresis, creep y stres relaxation
ix. Ttransmisión de fuerzas a través del tejido epimuscular
x. Anatomía, arquitectura y función miofascial
xi. Concepto “Dinamento”
El stress de los tejidos miofasciales derivado por factores mecánicos como la alteración postural,
traumatismos, alteración emocional, infección, etc, genera un aumento en la excitabilidad central,
manifestándose esta como mioespasmo, estableciéndose una respuesta primaria con consecuencias
caracterizadas por un aumento mantenido de la actividad neuromuscular con resultado de
acentuación en la tensión intramuscular, lo que conlleva a una alteración en la constitución del
tejido conectivo relacionado con el depósito de fibras de colágeno (respuesta secundaria)
Transmisión de fuerzas intra-muscular: existe una amplia evidencia de que las fuerzas no se
transmiten exclusivamente al origen o inserción de las fibras musculares (transmisión de fuerzas
miotendinosa), si no que la fuerza se transmite además a través del endomisio (Street, 1983;
Streetand Ramsey, 1965), y desde allí al estroma del tejido conectivo intramuscular, consistente
en una intrincada red de tubos o túneles en el endomisio, perimisio y epimisio (Jarvinen et al.,
2002; Nishimura et al,1994, 1996a,b, 1999, 1998, 1997, 1996c; Purslow and Trotter,1994; Trotter
and Purslow, 1992), dentro de los cuales las fibras y fascículos musculares y todo el músculo son
activos. Como consecuencia todo el estroma intramuscular puede actuar como un elemento
deformable el cual es estirado y acortado con aumento y disminución de su diámetro debido al
volumen muscular.
(Estroma: tejido conjuntivo que constituye la matriz o sustancia fundamental de un órgano y
sostiene los elementos celulares que lo conforman).
Transmisión de fuerzas miofascial epimuscular: para que la transmisión de fuerzas ocurra entre
un músculo y el medio ambiente que lo rodea, la fuerza debe transmitirse más allá del epimisio,
este entorno está formado por tejidos constituidos por túneles de tejido conectivo dentro de los
cuales opera todo el músculo.
Figura: reconstrucción 3D de una sección transversal del compartimento del músculo crural
anterior, varios túneles endomisiales se muestran.
Transmisión de fuerzas miofascial extramuscular: Para la musculatura sinérgica dentro del mismo
compartimento se ha demostrado (Maas et al, 2006) que la vía intermuscular contribuye a la
transmisión de fuerzas miofascial epimuscular, pero en una extensión más limitada que aquellas
en las vías extramusculares, al menos en la paresia espástica. Debe remarcarse que la
transmisión de fuerzas entre músculos antagonistas u otros grupos musculares, por definición,
involucra conexiones miofasciales extramusculares, ya que estos músculos están separados por
septos intermusculares o membranas interóseas. Los resultados de transmisión de fuerzas entre
grupos musculares antagónicos a través de la membrana interósea es posible, así también la
transmisión de fuerzas miofascial activa para todos los músculos y grupos musculares dentro de
la extremidad inferior sin importar si son músculos antagónicos o sinergistas.
Existe la fascia muscularcontigua a espacios que es rellenada con tejido conectivo areolar suelto
o a veces con tejido adiposo (tejido de deslizamiento). Estos posibilitan el deslizamiento de
músculos y tendones unos contra otros o contra otras estructuras.
Existe también la fascia intermuscular y epimisial, que sirve como área de inserción para las
fibras musculares vecinas, las que de esta forma pueden mecánicamente alcanzar elementos
esqueletales, a través de esta fascia, sin estar necesariamente insertada directamente en el
hueso.
En los círculos osteopáticos, se enfatiza el continuo y la continuidad del “aparato tisular
conectivo” en el ser humano. Esta visión está en armonía con la formación de grietas y fisuras
(espacios articulares) como una forma de conectividad que favorece la movilidad. La función
principal del mesodermo como tejido interno es mediar en el sentido de conectar (unir) y
separar (espacios organizados).
Figura. Región proximal lateral del codo. Los músculos han sido disecados del aparato conectivo
tisular del epicóndilo y reflectados a la izquierda. La convergencia de los compartimentos
musculares de tejido conectivo hacia el epicóndilo lateral humeral se demuestra claramente.
Solo una muy pequeña porción de las fibras corren de hueso a hueso, por lo que pueden ser
clasificadas como fibras ligamentosas. Sin embargo, no existen entidades separadas que puedan
ser descritas como ligamento colateral o anular. Lo anterior significa que muchas fibras
musculares en la región proximal del codo están organizadas en serie y no en paralelo con el
tejido conectivo de este aparato. Las unidades músculo/tejido conectivo forman una unidad
funcional que transmite estrés tensil sobre la articulación del codo con un tejido muscular y
conectivo colágeno organizado en serie.
Usualmente se asume que dos componentes en el sistema músculo esqueletal transmiten
estrés mecánico tensil sobre las articulaciones sinoviales.Los ligamentos transmiten sus fuerzas
pasivamente y los músculos actúan como componentes activos con estructuras organizadas en
paralelo con los ligamentos. Por otra parte, los músculos son capaces de transmitir sus fuerzas
en varias posiciones de la articulación, adaptando continuamente su longitud, esto se llama la
visión en paralelo.
En una configuración en serie, la transmisión de estrés tensil a través de las fibras colágenas
depende de los fascículos musculares activos. El desplazamiento de huesos y la actividad
muscular influyen en el estado de estrés y tensión de los elementos tisulares conectivos.En este
modelo en serie, las estructuras estabilizantes articulares pasivas y activas organizadas en
paralelo, (músculos y ligamentos con funciones mutuamente independientes), no pueden
distinguirse. La cápsula articular y sus reforzamientos no tienen más un rol exclusivo en la
transmisión pasiva de estrés tensil. La unidad funcional involucrada en la transmisión de fuerzas
no se define topográficamente ni es una entidad separada muscular o ligamentosa. Una
estructura como la aponeurosis del supinador largo puede ser clasificada como fascia epimisial,
también como aponeurosis o incluso como ligamento con una longitud y tensión ajustable, un
concepto descrito por el profesor Van der Wal como Dynament (“Dinamento”). Existe un
sistema de estabilidad articular, en el cual el tejido muscular y el TCDR se entrelazan y
funcionan principalmente en serie. Así, el tejido conectivo periarticualr es cargado y estirado
tanto por el movimiento de las partes esqueletales relacionadas y por la tensión del tejido
muscular que se inserta en el tejido conectivo, así, la arquitectura del tejido conectivo, puede
apreciarse mejor si en vez de hablar en términos de ligamento colateral se habla de un sistema
de transmisión de fuerzas lateral. Este modelo revela un principio que puede ser reconocido en
muchas otras áreas o regiones del cuerpo, por ejemplo, la continuidad en serie del retináculo
patelar (incluyendo partes del así llamado ligamento colateral de la rodilla) quien con los
músculos vastus medialis y vastus laterallis demuestran el mismo principio.
a b
Figura a: principio de organización clásico en paralelo. Solo en una posición particular el tejido
conectivo puede transmitir fuerzas o señales mecanoreceptivas.
Figura b: modelo alternativo en serie. En todas las posiciones el tejido articular está bajo
tensión y es capaz detransmitir fuerzas y señales mecanoreceptivas.
Concepto Dinamento: (Dynament): Las capas de TCDR tanto superficiales como profundas se
organizan en serie con los fascículos musculares. Las fibras colágenas corren de hueso a hueso,
la idea de que son estresadas pasivamente por el desplazamiento de los huesos a nivel articular,
no ocurre, lo que sucede es que las extensas capas aponeuróticas de TCDR, en la cual fascículos
cortos musculares se insertan, están directamente insertadas en los huesos. Esta configuración
de fascículos musculares insertados en el periosteo de un hueso articular, los cuales a través
de las capas de TCDR indirectamente se inserta a otro hueso articular puede ser considerado
un “ligamento dinámico” que llamaremos dinamento. Este dinamento no está situado
necesariamenteal lado de la cavidad articular o en la profundidad de la región articular. Al
describir el Dinamento como una unidad arquitectural del sistema musculo esqueletal,
describimos una unidad de TCDR conectado al periosteo de un elemento esqueletal con
fascículos musculares en serie insertados en esta unidad.
Bibliografía..
• Myofascial Manipulation, theory and clinical application, Rober I, Cantu y Alan J. Grodin;
Aspen Publication, 1992.
• The architecture of the connective tissue in the musculoskeletal system, jaap van der wal,
md, phd. International journal of therapeutic massage and bodywork—volume 2, number 4,
december 2009
• Apuntes curso tejidos blandos, U. del Mar, Klgo Carlos Zuaznabar C; 2008
• Epimuscular myofascial force transmission between antagonistic andsynergistic muscles can
explain movement limitation in spastic paresis; Peter A. Huijing, Journal of Electromyography
and Kinesiology 17 (2007) 708–724
• Effects of epimuscular myofascial force transmission on sarcomere length of passive muscles
in the rat hindlimb Chris Tijs, Jaap H. van Dieen & Huub Maas. Physiological Reports 2015 |
Vol. 3 | Iss. 11
• Terapias miofasciales. Inducción miofascial; Andrzej Pilat. McGraw-Hill, Interamericana,
2003.
CAPÍTULO 3
CONECTIVO MOTOR Y CONECTIVO SENSITIVO
1. Conceptos generales
2. Conectivo sensitivo
1. Sistemas nervioso y fascial, inseparablemente entrelazados
2. Mecanoreceptores fasciales relacionados al sistema endocrino
3. Repuesta al estimular el órgano de Golgi
4. Corpúsculos de Ruffini y Pacini
a. El efecto de estimular receptores de Pacini
b. El efecto de estimular terminaciones de Ruffini
5. Receptores intersticiales
a. El efecto de estimular receptores intersticiales
6. Estimulación de los mecanoreceptores
7. Mecanoreceptores fasciales., una entrada para cambiar el tono
muscular
8. Estimulación de mecanoreceptores y regulación del tono motor
gama
9. Influencia sobre la dinámica de fluidos locales
3. Conectivo motor
1. La fascia contiene propiedades contráctiles como la musculatura
2. Factores multicausales de la contracción de la fascia
3. Estrés y tensión fascial
4. Como la terapia manual puede reducir la tensión tisular
5. Meridianos de acupuntura y fascias
6. Aproximación al sistémico dinámico
7. Participación activa del paciente
1. CONCEPTOS GENERALES
• la fascia (TC) es un órgano mecánicamente activo ya que es contráctil
• la contracción del TC se produce debido a:
– la presencia de miofibroblastos y de células musculares lisas
• estos elementos celulares generan contracción fascial en un periodo de
minutos a horas
• generan cambios del tono del tejido
• la regulación de la tensión fascial puede colaborar en la estabilidad de la
columna lumbar y otros aspectos de la biomecánica
• la densidad de las células musculares contráctiles lisas es muy alta en las personas jóvenes
y se relaciona con la disposición ondulada de las fibras colágenas (crimp), esta densidad es
baja en las personas añosas al igual que el crimp de las fibras colágenas
• la densidad de ambos grupos celulares puede ser suficiente para relacionar su contracción
con síndromes tales como el de compartimento (Sind. Túnel del carpo)
• in vitro la contracción de estas células se consigue a través de estimulación eléctrica y/o
química
• los músculos tónicos contienen mayor cantidad de perimisio que los músculos fásicos
• el perimisio está diseñado para soportar cargas
• el perimisio se caracteriza por una alta densidad de miofibroblastos
• los músculos tónicos contienen una mayor cantidad de perimisio que los fásicos
2. CONECTIVO SENSITIVO.
Muchos kinesiólogos, masajistas, terapeutas manuales refieren alterar la densidad, tono, viscosidad
o disposición de la fascia a través de la aplicación de presión manual. Se asume que estos cambios
no son meramente temporales, sino que permanecen en el tiempo (breve o prolongadamente) post
manipulación tisular. Algunos expertos atribuyen este “rápido ablandamiento” a la tixotropía.
Recientes estudios de otros grupos de intereses, señalan que la liberación y duración de los cambios
en los tejidos se deben a una contribución del SNC y en particular a los mecanoreceptores de la
fascia. Otros investigadores como J. Oschman han sumado la piezoelectricidad para explicar la
plasticidad de la fascia, esto debido a que el tejido conectivo (TC) puede comportarse como un
cristal líquido sobre el cual una presión mecánica externa altera la neutralidad dentro del cristal,
creándose una carga sobre la superficie del cristal. Se propone por algunos autores que los
fibroblastos podrían responder a tales cargas eléctricas. Así una presión externa crearía una carga
eléctrica alta, la que estimularía a los fibroblastos para alterar su actividad metabólica en un área
determinada. Según Robert Schleip, ambos modelos de tisotropia y de piezoelectricidad “son
explicaciones atractivas pero no suficientes para explicar los cambios a corto plazo en los tejidos
fasciales”.
Según estudios en laboratorio, para generar una elongación plástica del TC se necesita aplicar un
estiramiento forzado extremo o una elongación del 3% al 8% lo que resultará en una ruptura del
tejido con inflamación y otros efectos colaterales indeseables. Ejemplo de lo anterior: para lograr
una elongación de 18 mm de la banda iliotibial sin ruptura ni inflamación tisular se requiere una
elongación permanente que comience con 60 Kg o una aplicación que tome más de 1 Hora con un
1.0% a 1.5% de elongación de las fibras. Se ha calculado que la microfalla de la mayoría del TC
ocurre con cargas alrededor de los 24 kg a 115 kg (224 a 1.136 N). Para R. Schleip es esencial que se
encuentren explicaciones adicionales, además de la tixotropía y piezoelectricidad, para los cambios
palpables que ocurren en los tejidos en las sesiones terapéuticas.
Desde la perspectiva de la evolución, tiene sentido que los animales posean un sistema de
adaptación plástico lento para ajustarse a patrones de uso de larga data. Además de esta capacidad,
también han desarrollado un sistema rápido de adaptar sus formas y densidad de tejido local a
demandas temporales. Parece plausible que esta habilidad de adaptarse rápidamente sea
comparable a la adaptación tisular que surge de la manipulación manual de los tejidos, ya que se ha
demostrado que el trabajo de liberación miofascial afecta a los tejidos según su indemnidad
neural (trabajos realizados sobre la respuesta tisular en manipulación del TC en pacientes
anestesiados y no anestesiados), adaptación que estaría mediada por un sistema de coordinación de
sintonía fina involucrado en la percepción de nuestro medio ambiente, así como en la percepción de
nuestras necesidades internas. Este sistema corporal ha sido llamado el Sistema Nervioso.
Conceptos actuales en neurobiología atisban al cerebro como un sistema líquido, en el cual la
dinámica de los fluidos de una multitud de líquidos e incluso de neurotransmisores gaseosos han
pasado al primer plano. Es la opinión común que las fascias deben poseer una comunicación
diferente y más rápida que el sistema nervioso. Aquellos que sostienen esta visión creen que el
sistema nervioso no puede adaptarse lo suficientemente rápido en el comportamiento humano. Así,
la fascia debe tener un sistema de adaptación más rápido y separado. Sin embargo, la transmisión
de impulsos en nuestro sistema nervioso frecuentemente sucede vía sustancias mensajeras a
través de la vía neural así como a través de la sangre, linfa, fluido cerebroespinal y sustancia
fundamental. Este sistema global de regulación corporal rápida está conectado a los sistemas
inmunológico y endocrino y trabaja también con complejos sistemas de retroalimentación
dinámicos.
SISTEMAS NERVIOSO Y FASCIAL, INSEPARABLEMENTE ENTRELAZADOS
Nuestro sistema nervioso central recibe la mayor cantidad de señales sensoriales desde los tejidos
miofasciales. Desafortunadamente la dinámica neural de las fascias raramente ha sido explorada en
detalle. La mayoría de estas neuronas sensoriales dentro del tejido miofascial son tan pequeñas y
complejas que hasta hace poco tiempo poco se sabía de ellas. Si descubrimos la manera en que el
sistema nervioso se conecta con la fascia, estaremos en una mejor posición para descubrir las causas
de la liberación miofascial a través de la manipulación tisular.
La fascia contiene cuatro tipos de terminaciones nerviosas sensoriales, las que son sensibles a la
estimulación mecánica:
1. Órganos de Golgi
2. Receptores de Ruffini
3. Corpúsculos de Pacini
4. Receptores Intersticiales
Todas estas terminaciones nerviosas sensoriales pueden ser llamadas mecanoreceptores fasciales,
lo que significa que ellos responden a tensión y/o presión mecánica. Estos receptores han sido
encontrados en el tejido intra y extramuscular y tejido fascial.
Investigaciones han demostrado que la estimulación de los mecanoreceptores fasciales gatillan
cambios en el sistema nervioso, así como relajación muscular global. Por ejemplo, se ha
demostrado que la presión mecánica profunda en la región abdominal en humanos o la presión
sostenida en la pelvis produce respuestas reflejas parasimpáticas, incluyendo patrones sincrónicos
EEG corticales, aumento de la actividad vagal (con disminución de la frecuencia cardíaca) y
disminución de la actividad EMG.
De acuerdo al modelo de “estado de sintonía hipotalámica”, desarrollado por Ernst Gellhorn, este
aumento en el tono vagal genera cambios en el sistema nervioso autónomo y órganos internos
relacionados y también tiende a activar el lóbulo anterior del hipotálamo. Tal “sintonía
trofotrópica” del hipotálamo induce una mayor tranquilidad emocional, un aumento en la
sincronía de la actividad cortical y un menor tono muscular generalizado o ablandamiento
muscular. En otras palabras, la presión mecánica profunda en estas áreas provoca que la persona
esté más relajada. Por lo tanto, parece que la presión manual profunda, especialmente si es
sostenida y lenta, estimula receptores mecánicos fasciales particulares, lo que resulta en un
aumento de la actividad vagal. Los mecanoreceptores estimulados más probables son los receptores
de Ruffini así como los intersticiales. Este aumento en la actividad vagal no solo induce una
alteración en la dinámica de los fluidos locales y en el metabolismo local, sino que además resulta
en una relajación muscular global, así como en una mayor tranquilidad mental y emocional.
MECANORECEPTORES FASCIALES RELACIONADOS AL SISTEMA ENDOCRINO
Los mecanoreceptores fasciales no solo están entrelazados con el sistema nervioso autónomo sino
también tienen una comunicación vital con el sistema endocrino. Un ejemplo de ello es que
muchas neuronas sensoriales del “cerebro entérico” (sistema nervioso entérico) son
mecanoreceptores que si se activan, gatillan respuestas neuroendocrinas importantes. Estas
incluyen cambios en la producción de serotonina (un importante neurotransmisor cortical), así
como de otros neuropéptidos como la histamina.
Debido a su entrelazamiento profundo con el sistema nervioso y endocrino, un terapeuta manual
debe realizar la manipulación fascial poseyendo un profundo conocimiento de las propiedades
dinámicas de la inervación fascial.
Los acápites siguientes profundizan en la relación entre el sistema nervioso, el sistema endocrino y
los mecanoreceptores de la fascia.
ORGANO DE GOLGI
Se dice de los receptores de Golgi que son ubicuos dentro del tejido conectivo. Estos se encuentran
en ligamentos como órganos terminales de Golgi, en cápsulas articulares y alrededor de las uniones
miotendinosas como órgano tendinoso de Golgi. Estos receptores sensoriales responden a
estiramientos lento influenciados por las motoneuronas alfa, actuando a través de la médula
espinal, para así disminuir la frecuencia de disparo, disminuyendo el tono muscular de las fibras
involucradas. Cottingham (citado por R. Schleip) sugiere que durante la manipulación del tejido
blando, así como en las posturas en Hatha Yoga y estiramientos activos lentos, los receptores Golgi
son estimulados resultando en una disminución en la frecuencia de disparo de las neuronas
motoras alfa, lo que se traslada a una disminución del tono muscular o un ablandamiento de los
tejidos relacionados.
RESPUESTA AL ESTIMULAR EL ÓRGANO DE GOLGI
Experimentos sobre órganos receptores de Golgi sugieren que el estiramiento pasivo de un tejido
miofascial, con sus fibras musculares en un estado de relajación, no estimula los receptores
tendinosos, su estimulación sucede solo cuando el músculo está en un estado de contracción
activa. La razón de esto radica en la disposición en serie de los receptores de Golgi respecto de las
fibras musculares, así cuando el tejido miofascial es pasivamente estirado, una parte importante de
este estiramiento es absorbido por el estiramiento de las fibras musculares. Esto difiere si el
paciente realiza una contracción muscular activa, en la cual las fibras musculares adquieren un
aumento de su rigidez permitiendo la estimulación del Golgi, quien provee una retroalimentación
respecto de los cambios de las fuerzas dinámicas durante la contracción. Uno se pregunta si esto
significa que el trabajo manual tisular realizado sobre un paciente que está relajado, no
estimularía a los Golgi?. La respuesta es tal vez, pero no necesariamente. Las experimentaciones
realizadas se realizaron usando preparaciones en las cuales los músculos eran quirúrgicamente
aislados, libres de las adherencias miofasciales con sus estructuras vecinas. Peter Huijing y otros han
demostrado que los tejidos musculares exhiben diferentes dinámicas en la transmisión de fuerzas
que la generada en músculos aislados. Es importante notar que no más del 10% de los receptores
de Golgi se encuentran dentro del tendón y los estudios realizados mencionados inicialmente
fueron desarrollados solo sobre tendón, el 90% de los restante receptores de Golgi se localizan en
las uniones miotendinosas, en las inserciones de aponeurosis, en cápsulas y ligamentos de
articulaciones periféricas. Considerando estos elementos, no puede excluirse que el estiramiento
pasivo puede ser capaz de estimular algunos receptores de Golgi, especialmente si el tejido es
estirado en una dirección que no sea el eje principal músculo-tendón. Se puede decir que si uno
aplica una presión fuerte local en la conexión de la fascia, la presión relativamente intensa y directa
puede activar receptores de Golgi. Sin embargo, la posibilidad de provocar tales respuestas parece
ser más alta si las fibras musculares relacionadas no están en un estado de completa relajación.
CORPUSCULOS DE RUFFINI Y PACINI
Tanto los corpúsculos de Ruffini y de Pacini se hallan en todos los tipos de tejido conectivo denso,
como fascias musculares, tendones, ligamentos, aponeurosis y cápsulas articulares. En las uniones
miotendinosas los corpúsculos de Pacini se concentran más en la porción tendinosa al contrario de
los Golgi que se ubican preferentemente en la porción muscular. Se ha demostrado que los Pacini
se concentran más en las porciones profunda de las cápsulas articulares, los ligamentos
vertebrales profundos, en los tejidos plantares y palmares, en el peritoneo y fascias envolventes
musculares como las fascias antebraquial, crural y abdominal, en la fascia del Masetero y la fascia
lateral del muslo. Las terminaciones de Ruffini se concentran principalmente en tejidos asociados a
estiramiento regular como las capas externas de las cápsulas articulares, la dura madre,
ligamentos de articulaciones periféricas y la fascia dorsal profunda de las manos. En la articulación
de la rodilla, las terminaciones de Ruffini se encuentran especialmente en los ligamentos anterior y
posterior y estructuras capsulares mientras que los corpúsculos Pacinianos se acumulan más
mediales y laterales en la articulación. En exámenes inmunohistoquímicos de la fascia tóraco
lumbar humana, se revela que esta es ricamente inervada por Pacini y Ruffini y no por Golgi.
EL EFECTO DE ESTIMULAR RECEPTORES DE PACINI
El grupo de receptores de Pacini consiste en grandes corpúsculos de Pacini y corpúsculos
discretamente pequeños Paciniformes. Los corpúsculos de Pacini en forma de huevo responden a
vibraciones así como a cambios bruscos de presión, pero no a presiones continuas. Los
paciniformes, poco más pequeños, tienen una función y sensibilidad similar, por lo que es probable
que sean estimulados solo por manipulaciones de alta velocidad (thrust) y técnicas vibratorias u
oscilatorias. La estimulación de los Pacini no conduce a ningún aumento o disminución predecible
del tono muscular, pero si gatilla una elevada atención propioceptiva local del SNC en la región
fascial local. En el caso de una amnesia sensoriomotora como la descrita por Thomas Hanna, esta
estimulación puede tener efectos benéficos pudiendo resultar en una representación cortical del
cuerpo refinada y una mejor coordinación neuromuscular local.
EL EFECTO DE ESTIMULAR TERMINACIONES DE RUFFINI
Los pequeños y más longitudinales órganos de Ruffini no se adaptan tan rápidamente como los
receptores de Pacini, respondiendo a presiones constantes. En contraste a los Pacini, las
terminaciones de Ruffini son activadas por técnicas tisulares lentas y profundas generadoras de “la
cualidad de derretimiento” así como trazos o golpes rápidos. Dos aspectos de las terminaciones de
Ruffini son importantes:
1. Responden especialmente a fuerzas tangenciales y estiramiento lateral.
2. Se ha demostrado que su estimulación tiende a inducir una disminución de la actividad del
sistema nervioso simpático. Esto parece calzar con los hallazgos clínicos los que muestran que las
técnicas tisulares lentas y profundas conducen a un efecto de relajación en los tejidos locales y en
todo el organismo.
RECEPTORES INTERSTICIALES
Las fibras neurales intersticiales constituyen casi el 80% de las fibras sensoriales dentro de un
nervio motor típico, solo una pequeña fracción de las fibras sensoriales del nervio motor son del tipo
I y II, las que se originan en los Husos neuromusculares y órganos de Golgi., corpúsculos de Pacini y
terminaciones de Ruffini. La mayoría pertenece al grupo de las fibras sensoriales intersticiales tipo
III y IV. Estas neuronas de diámetro más pequeño, son comúnmente llamadas receptores
musculares intersticiales (un mejor nombre sería receptores tisulares miofasciales intesticiales),
debido a que existen abundantemente en la fascia. Una pequeña cantidad de estas fibras está
cubierta por una capa delgada de mielina (tipo III también llamada fibras A-delta), pero el 90% de
ellas son desmielinizadas (tipo IV o fibras C). Los receptores intersticiales son más lentos que las
fibras sensoriales tipo I y II y la mayoría de ellos se originan como terminaciones nerviosas libres.
En el pasado se asumió que estas terminaciones nerviosas eran principalmente receptores de
dolor. Se ha demostrado que algunas de ellas participan en termorecepción o quimiorecepción.
Aunque muchos de estos receptores son multimodales, las investigaciones han demostrado que la
mayoría de los receptores intersticiales funcionan como mecanoreceptores.
Figura. El esquema muestra el loop del SNC. La estimulación de mecanoreceptores genera una
disminución del tono de unidades motoras esqueletales, las que están unidas mecánicamente al
tejido bajo la mano del terapeuta. Los mecanoreceptores más probables involucrados son
terminaciones de Ruffini corpúsculo de Pacini (con manipulaciones más rápidas) algunos receptores
intersticiales y posiblemente algunos receptores de Golgi intrafasciales.
ESTIMULACON DE MECANORECEPTORES Y REGULACION DEL TONO MOTOR GAMA
La estimulación de mecanoreceptores de ligamentos en la rodilla, han mostrado que su
estimulación genera poca respuesta de las motoneuronas alfa pero si cambios importantes en las
motoneuronas Gama. El sistema Gama pertenece a estructuras más arcaicas del cerebro y juega un
rol importante en la organización inconsciente postural de los músculos antigravitatorios y actitudes
músculo emocionales crónicas. Así, parece que los mecanoreceptores de la rodilla son usados como
retroalimentación propioceptiva en la regulación o preprogramación del tono muscular alrededor
de la articulación. Para los terapeutas esto es fascinante, y sugiere que la estimulación de los
mecanoreceptores fasciales puede conducir inicialmente a cambios en la regulación del tono motor
Gama. Esto sugiere que la estimulación manual de los mecanoreceptores ligamentosos puede ser
una vía potente para inducir cambios en los patrones subconscientes musculares mantenidos.
INFLUENCIA SOBRE LA DINAMICA DE FLUIDOS LOCAL
La activación de mecanoreceptores intrafasciales activa el sistema nervioso autónomo cambiando la
presión local en las arteriolas fasciales y capilares. De acuerdo a Lawrence Kruger, investigador y
profesor de la U. de los Ángeles, USA, si muchas de las fibras intersticiales se estimulan
fuertemente, pueden generar extravasación de plasma desde los vasos sanguíneos al intersticio de
la MEC. Estos cambios en la dinámica local de fluidos, implican un cambio en la viscosidad de la
MEC.
El hecho que las fibras intersticiales puedan influir en la extravasación de plasma da soporte a las
propuestas de Mark F. Barnes, en que la manipulación miofascial puede generar cambios en la
regulación de la sustancia fundamental. Con un aumento en la velocidad de renovación de la MEC,
parece más probable que el modelo piezoeléctrico juegue un rol en la plasticidad tisular inmediata.
Dado que la manipulación miofascial afecta tanto al aporte sanguíneo local y a la viscosidad del
tejido, es concebible que los cambios en el tejido puedan ser rápidos y lo suficientemente
significativos para ser percibidos por la mano del terapeuta.
Figura. Loop de circulación intrafascial. La fascia está densamente inervada por receptores
intersticiales. El sistema nervioso autónomo utiliza las señales de estos receptores junto con las
señales de las terminaciones de Ruffini para regular la dinámica de fluido local, en términos de
alteración de la presión sanguínea en arteriolas y capilares locales junto a extravasación de plasma
y viscosidad tisular local. Estos cambios pueden ser percibidos por la mano del terapeuta.
SINTONIA HIPOTALAMICA
Existe al menos un loop más de retroalimentación autonómico. La presión profunda y lenta
generalmente conduce a un estado más parasimpático o estado relajado, esto activa el lóbulo
anterior del hipotálamo, el más trofotrópico, para disminuir el tono general de la musculatura del
cuerpo. De acuerdo a los hallazgos de Ernst Gellhorn, U. de Minnesota, esto resulta en cambios
neuromusculares globales, emocionales, corticales y endocrinos que se asocian con una relajación
saludable y profunda.
Figura. Se muestra el loop del hipotálamo, basado en los trabajos de neurofisiología del profesor
Ernst Gellhorn. La presión suave y profunda puede estimular mecanoreceptores intersticiales los
que pueden gatillar un aumento en el tono vagal, esto conduce a una sintonía más trofotrópica del
hipotálamo y subsecuentemente una reducción del tono de la musculatura corporal.
BREVE REVISIÓN
Hemos descubierto que la fascia es rica en cuatro tipos de mecanoreceptores. Cada tipo tiene su
locación preferida y responde a diferentes tipos de manipulación manual. Cada receptor tiene un
afecto diferente en el cuerpo, muchos de estos efectos son posibles gracias a complejos loops de
retroalimentación.
Figura. Resumen de mecanoreceptores fasciales
3. CONECTIVO MOTOR
Figura. El distres puede influenciar la tensión fascial. Un aumento en la activación simpática conduce
a una alteración del sistema inmune. La citoquina TGF-beta-1, sirve de puente en esta transmisión
inmunológica pero también se sabe que aumenta la tensión tisular activando el comportamiento
contráctil de los miofibroblastos.
Figura. Esta carta incluye diferentes loops antes descritos. No se incluyen los aspectos
neuroendocrinos los que están involucrados en la manipulación miofascial.
CAPÍTULO 4
FASCIAS
1. Conceptos generales
a. Presentación
b. Funciones
c. Clasificación , relaciones y función fascial
i. Fascia superficial
ii. Fascia profunda
d. Modelos explictivos comportamiento de las fascias y tejido conectivo
e. Rol de la fascia en la regulación del tamaño de la fibra muscular
2. Anatomía
a. Resumen descriptivo anatómico fasciales
i. Dr. Kurt Tittel
ii. Dr. Herman Kabat
iii. Godelieve Struyf-Denys
iv. Leopold Busquet
v. Paul Chauffour
vi. Richter-Hebgen
vii. Dr Louis Schultz
b. Descripción detallada de Thomas Myers y sus líneas miofasciales
c. Descripción detallada de Serge Paoletti
1. Conceptos generales
a) Presentación: El mesodermo es el origen de las fascias, músculos, cartílagos y huesos (estos dos
últimos son densificaciones de las fascias), órganos genitales, la sangre y sistema cardiovascular. El
sistema de las fascias constituye el 60% de nuestros tejidos en el cuerpo humano. Las fascias
representan el conjunto de tejido conectivo fibroso y se encarga de unir las diferentes unidades
estructurales. Las fascias están atravesadas por arterias y nervios, sus diversas partes se agrupan y
fijan, delimitan compartimentos osteomusculares, se dividen en tabiques los que se insertan en la
profundidad para servir como sistemas de sujeción y protección de todos los órganos. Del lado
profundo de las fascias salen láminas, son retináculos que mantienen músculos y tendones fijados
al hueso. Se puede decir que la fascia es “una envuelta superficial de todo el cuerpo, la cual se
divide numerosas veces hasta volverse cada vez más profunda”. Para aumentar su eficacia, se une
a estructuras óseas gracias a su interpenetración con las trabéculas óseas mediante las fibras de
Sharpey. La fascia se caracteriza por una gran adaptabilidad tanto en forma, estructura y
composición; se densifica al máximo en tendones y ligamentos, es muy resistente en las fascias de
postura y laxa en las glándulas formando tejido areolar. Sus estructuras proteicas fundamentales
son: la elastina, la que en términos de su cantidad es relativamente estable a lo largo de toda la
vida, y el colágeno, el cual sufre numerosas frecuentes modificaciones. Nuestra cantidad de tejido
fibroso es inestable a lo largo de la vida, las diversas tensiones mecánicas o dolorosas de carácter
crónico, generan bloqueos así como una sobreproducción de fascículos especialmente de
colágeno; a largo plazo, las fibras de colágeno remplazan progresivamente el tejido muscular, a
esto se añade la formación de relieves óseos en las zonas de tracción, los que conducen a una
restricción de la movilidad. En un proceso inflamatorio, cápsulas y ligamentos articulares se retraen
como consecuencia de la éstasis sanguínea y proteica, la lisis proteica transforma las proteínas en
colágeno. El equilibrio biológico de los tejidos afectados se altera, estos pierden su flexibilidad y
sus cualidades habituales.
Robert Schleip, describe la fascia como “tejido conectivo denso e irregular que rodea y conecta cada
músculo, incluso las miofibrillas, así como cada órgano del cuerpo, formando una continuidad a lo
largo del cuerpo”. De esta forma la fascia es considerada como un importante elemento integrativo
en la postura humana y en la organización del movimiento, esta es referida frecuentemente como
“el órgano de la forma”.
Figura. Capas de la fascia profunda y espacio entre las capas rellenado por tejido conectivo suelto
A medida que aumenta la exigencia mecánica, aumenta la densificación del colágeno a nivel local.
La fascia profunda se ubica por debajo del nivel de la fascia superficial uniéndose a ella a través de
conexiones fibrosas. El sistema fascial profundo soporta, rodea y asegura la estructura e integridad
de los sistemas muscular, visceral, articular, óseo, nervioso y vascular.
Desde la perspectiva miofascial, se considera a esta como un componente auxiliar en el control del
movimiento, sus fibras tienen un recorrido transverso así como paralelo y oblicuo en relación a las
fibras musculares. Durante la contracción muscular, la fascia precisa la posición de las fibras
musculares o de todo el músculo para su función adecuada, asegurando también la posición de los
tendones. Se debe considerar que esta fascia rodea a todos los componentes del músculo, es decir
vientre, haces y fibras formando el endomisio, perimisio y epimisio. Así, cada restricción del
sistema miofascial afectará el funcionamiento del sistema muscular.
- Modelo celular:
células
– Miofibroblasto
• Ccon características citológicas, inmunohistoquímicas y ultraestructurales
intermedias entre el fibroblasto y la fibra muscular lisa. De aspecto
fusiforme, inmunohistoquímicamente, expresan vimentina, actina muscular
específica y actina alfa de músculo liso y resultan negativas para la desmina.
(Desmina: filamento citoplasmático de tipo intermedio que está presente en
las células de los músculos lisos y estriados)
– Célula muscular lisa
• Contiene filamentos de actina y mosina
• existe un efecto celular (smc y mfb), que genera una contracción dentro de la fascia
• activación de células musculares lisas (smc)
– debido a
• stress mecánico
• mediadores químicos
– adrenalina (+)
– histamina (+++)
– simpáticamente inervada
• activación de miofibroblasto (mfb)
– mfb contienen fibras actina alfa de sm, consideradas como contractiles
• densidad en fascia lumbar: 79 per mm 2
• esta cantidad celular puede ser suficiente para generar una contraccion
fascial y provocar síndromes de compartimento
– citoikinas especificas (tgf, fibronectina)
– tensiónmecánica
• la densidad de célulascontráctiles es mayor en grupos etarios jóvenes
• existe una relacion entre esta densidad y la formación ondulante del tejido
colágeno
- Modelo hidrico:
• durante la fase de estiramiento isométrico del tejido el agua es expulsada de este
– se genera un reordenamiento temporal de las fibras de colágeno
• en el periodo de reposo el agua es reincorporada
• si el estiramiento del tejido es suficientemente intenso y es seguido de un periodo de reposo
prolongado se reincorpora una cantidad mayor de agua al tejido (sustancia fundamental)
• al aumentar la hidratacion aumenta el módulo elástico (rigidez)
• conclusiones
– la fascia se adapta a los estímulosmecánicos a través de cambios dinámicos y
complejos en su contenido de agua
– la matriz se asemeja a la contracción del musculo liso
- Modelo neural:
• Existen una serie de receptores intrafascial tipo III Y IV llamados intersticiales
– Tipo III: 10%
– Tipo IV: 90%
• Nociceptores
• Mecanoreceptores
– Presión
– Tensión mecánica
• Termoreceptores
• Quimioreceptores
– Poseen funciones autonómicas
• Estimulación vagal e hipotalámica
– Disminución tono muscular
– Cambio metabolismo local
– Cambio de la dinámica de fluidos local
• Cambios de
– frecuencia cardíaca
– presión arterial
– respiración
- Modelo de tensegridad
• Formada por elementos que solo responden a compresión y elementos que solo responden
a tracción
• Compuesto por elementos rígidos (huesos: reaccionan a la compresión) y elementos
flexibles (tejido conectivo: (fascias-ligamentos) reaccionan a la tracción)
• Las fuerzas se transmiten al interior de la célula a través des citoesqueleto generando
respuestas celulares
• Al aplicar una tensión excesiva, la estructura puede colapsarse en sitios muy alejados del
punto de aplicación, además puede llevar a la apoptosis por deformación celular mecánica
• Cada estructura del cuerpo puede desarrollar una enfermedad como consecuencia de una
respuesta anormal de las células a fuerzas mecánicas externas. (A. Pilat)
Bibliografía .
Gilles Orgeret. Terapia manual del sistema miofascial. La terapia normotensiva aplicada a las
disfunciones del sistema musculoesquelético; Masson, 2002.
Serge Paoletti. Las fascias. El papel de los tejidos en la mecánica humana; Editorial
Paidotribo, 2004.
Andrzej Pilat. Terapias miofasciales. Inducción miofascial; McGraw-Hill, interamericana,
2003.
Robert Schleip. Fascia: The Tensional Network of the Human Body The science and clinical
applications in manual and movement therapy; Churchill Livingstone-Elsevier; 2012
Richard T Jaspers; Can A Yucesoy; Peter A Hui; Roles of fascia in molecular biology of
adaptation of muscle size, The Tensional Network of the Human Body The science and
clinical applications in manual and movement therapy; capítulo 8, Churchill Livingstone-
Elsevier; 2012
Robert Cantu; Alan Grodin. Myofascial manipulation. Theory and clinical application.Aspen
publication,1992.
Christian Herlin; Alina Chica-Rosa; Gerard Subsol; Benjamin Gilles; Francesco Macri; Jean
Paul Beregi; Guillaume Captier. Three-dimensional study of the skin/subcutaneous complex
using in vivo whole body 3T MRI: review of the literature and confirmation of a generic
pattern of organization; Springer, 2015.
Godelieve Struyf-Denys:
La Sra. Struyf-Denys fisioterapeuta y osteópata belga, presenta un modela de cadenas musculares
que incluye tres aspectos: 1. El estiramiento de músculos acortados o hipertónicos. 2. Los
desordenes emocionales o síquicos junto con los traumas son causas de desbalances y desordenes
estáticos. 3. Cada humano tiene un patrón innato. Está inspirada en las ideas de Meziere asi como de
PIret y Bezie. Meziere señala que la razón de los desordenes posturales son disfunciones parciales e
incoordinaciones del sistema muscular, principalmente con acortamientos e hipertonicidades en el
área de los erectores espinales unidos a hipotonía de la musculatura abdominal. De acuerdo a PIret y
Bezie, todos los movimientos tienen formas de espirales y están condicionados por las formas de las
superficies articulares y el alineamiento diagonal de músculos pluriarticulares, además están
convencidos de que los patrones posturales tienen una causa mental y emocional. Struyf-Denys
describe cinco cadenas musculares en cada mitad del cuerpo las que funcionan de una manera
coordinada. Como resultado de un trauma o estrés emocional, una de estas cadenas dominará a las
otras, lo que llevará a malas posturas y patrones de movimiento alterados. Las cinco cadenas
musculares están subdivididas en tres cadenas fundamentales o cadenas verticales que incluyen
musculatura del tronco y que se continúan a través de secciones secundarias en las extremidades y
dos cadenas complementarias o cadenas horizontales, que están compuestas por musculatura de las
extremidades. La cadena fundamental está unida a las cadenas complementarias por los músculos
de la cintura escapular y pélvica. estas cadenas dependen de constituciones sicológicas del paciente.
Las tres cadenas fundamentales están localizadas en una sección del cráneo, así la forma del cráneo
indica la dominancia de una de estas cadenas y provee una disposición sicológica específica.
Leopold Busquet:
L. Busquet osteópata francés describe las cadenas musculares del tronco y de las extremidades y de
la forma en que el cráneo se adapta a las cadenas musculares y de la forma en que estas reaccionan
a los patrones craneales. También describe como el sistema músculo esqueletal se adapta a los
desordenes viscerales. Describe cinco cadenas:
1. Cadena estática posterior, no es una cadena muscular per se, consiste en la dura madre craneal y
espinal, los ligamentos de la columna así como la fascia de los Glúteos y Piriformes, tractus Iliotibial
y del peroné con su membrana interósea. Esta cadena no contiene elementos musculares por lo que
es una cadena pasiva.
2. Cadena de flexión (cadena recta anterior), esta es la cadena muscular que flexiona la cabeza, el
cuello y el torso, flexiona los brazos y los lleva hacia adentro. Esta cadena en la extremidad inferior
consiste en los extensores del pié, y flexores de dedos, rodilla y cadera.
3. Cadena de extensión (cadena recta posterior), es la antagonista de los flexores, cabeza y cuello
son estirados, la columna extendida, las extremidades superiores estiradas y se ejerce rotación
externa, En las extremidades inferiores muestra flexión plantar del tobillo, extensión de dedos,
rodilla y cadera.
4. Cadena posterior diagonal, es una cadena de torsión. Aquí los hombros s eaproximan al hueso
ilíaco opuesto. Esta cadena incluye predominantemente músculos con atributos de fascia diagonal,
i.e. obliquus abdominis. Esta cadena diagonal es llamada cadena de apertura debido a que genera
rotación externa de las extremidades. La activación de esta cadena a derecha, el Ilium derecho se
acerca al hombro izquierdo, el hombro izquierdo se mueve hacia atrás y abajo mientras que el Ilium
derecho se mueve hacia atrás y arriba. El brazo izquierdo y la pierna derecha generan extensión y
abducción.
5. Cadena anterior diagonal, consistente en la musculatura ventral con fibras musculares orientadas
diagonalmente. El tronco hace una torsión hacia anterior enrollándose sobre si. En el caso de una
cadena anterior derecha dominante el Ilium derecho está hacia anterior e interno y el hombro
izquierdo está anterior e inferior, con una flexión y adducción del brazo izquierdo y pierna derecha.
3. Patrón de torsión (patrón más frecuente): la cadena de flexión domina en una mitad del cuerpo y
la cadena de extensión en la otra mitad, esto conduce a la torsión de la columna vertebral
(escoliosis), a la torsión de la pelvis con una pierna en flexión-rotación externa-abducción y la otra en
extensión-rotación interna-adducción. La cintura escapular y las extremidades superiores están
forzadas por igual en direcciones opuestas. En el cráneo se halla torsión o inclinación lateral con
rotación.
Cuando buscamos una vía anatómica buscamos líneas constituidas por unidades del tejido
miofascial, de forma similar a una vía de tren. Las Líneas Miofasciales podríamos definirlas sin lugar a
dudas, como vías anatómicas que nos muestran la dirección tensional en los músculos y las fascias
para generar el movimiento. Por tanto, es importante entender que en las líneas miofasciales no se
permiten ni cambio de plano o dirección, ni cambios bruscos de profundidad y cuando están en
equilibrio modelan el cuerpo y optimizan su funcionamiento; se complementan unas con otras
provocando compensaciones perfectas. De alguna forma cada una posee su propio dominio y
mientras éstas no desborden a otras zonas, el equilibrio general estará respetado. El exceso de
actividad de una de ellas puede llegar a generar en la antagonista acciones manifiestamente
dolorosas.
La afirmación más general sobre las líneas de las vías anatómicas es que el esfuerzo, la tensión
(buena o mala), el traumatismo y el movimiento tienen que transmitirse a toda su estructura a lo
largo de estas líneas fasciales de comunicación.
En términos generales se han determinado siete líneas miofasciales; 1. Línea Posterior Superficial,
2. Línea Frontal Superficial, 3. Línea Lateral, 4. Línea Espiral, 5. Líneas del Brazo, 6. Líneas
Funcionales, 7. Línea Frontal Profunda.
Una diferencia fundamental entre las líneas superficiales y las líneas profundas, es que estas últimas
son las que nos sustentan en vertical y reflejan unas líneas tensionales que no pueden activarse
conscientemente, y actúan de forma autónoma con nuestra propia vitalidad diaria (la respiración, el
equilibrio, la verticalidad).
Es importante reiterar que en todo movimiento existe una interrelación entre todas las líneas, y
cuando asignamos una de ellas a un determinado carácter, debe entenderse que es porque éste
influye particularmente en el sistema nervioso central (cerebro), alterando las órdenes que éste
proporciona al sistema miofascial para que lleve a cabo un determinado movimiento, y forzando el
reclutamiento excesivo de determinados grupos musculares que finalmente se verán acortados por
un esfuerzo tensional mal organizado. Evidentemente, las líneas profundas no pueden asociarse a
ningún carácter específico.
1. La Línea Posterior Superficial (LPS): conecta y protege la totalidad de la cara posterior del cuerpo,
como un caparazón, desde de la planta del pie hasta la parte superior de la cabeza en dos secciones:
desde los pies hasta las rodillas y desde las rodillas hasta la frente. Se habla de dos secciones ya que
si bien en disecciones la fascia se une desde la zona distal de los isquiotibiales a la zona proximal de
las cabezas de los Gastrocnemius, en la práctica, una ligera flexión de las rodillas desune la una de la
otra. En estricto rigor, según las reglas de las líneas anatómicas, estos elementos se encuentran en
una continuidad miofascial y funcionan como uno solo cuando la rodilla está extendida. A medida
que la rodilla se flexiona estas dos unidades miofasciales se independizan aunque siguen estando
suelta y cercanamente conectadas.
Dado que nacemos en flexión, el desarrollo de la fuerza, la competencia y el equilibrio de la LPS está
relacionado con la madurez, hasta llegar a una extensión completa.
La función postural general de la LPS es sostener el cuerpo en extensión vertical completa y su
función general de movimiento es la extensión y la hiperextensión. Esta función postural que
comprende todo el día, requiere una alta proporción de fibras lentas, fibras musculares resistentes
en las porciones musculares de estas bandas miofasciales. La demanda postural constante requiere
de bandas y capas extra resistentes en las porciones fasciales, como en el tendón de Aquiles,
isquiotibiales, ligamento sacrotuberoso, fascia tóraco lumbar los erectores espinales y en la cresta
Occipital. La excepción a la función de extensión viene en las rodillas las que al contrario de otras
articulaciones, están son flectadas desde posterior por los músculos de la LPS. En posición de pié, los
tendones entrelazados de la LPS asisten a los ligamentos cruzados en la mantención del
alineamiento postural entre la tibia y el femur.
Existen, dos LPS, una a la derecha y otra a la izquierda, y ambas tienes que estar en equilibrio, en el
caso contrario genera problemas posturales y fisiológicos.
La superficie plantar del pie suele ser una fuente de problemas que se transmiten en sentido vertical
a lo largo del resto de la línea. Un pequeño mal trabajo puede afectar al funcionamiento del
conjunto.
La tensión excesiva en esta línea se puede asociar a una tendencia hacia la acción y a la competición
y genera una cierta lordosis en el eje vertical. A nivel morfológico, los glúteos son muy marcados, la
zona abdominal un poco dilatada y los hombros bajos y en aducción. Esta actitud de apertura
favorece la comunicación y se asocia a personas con marcado carácter extrovertido.
2. Línea Frontal Superficial (LFS): conecta la totalidad de la superficie anterior del cuerpo, desde el
dorso del pie hasta el cráneo por lateral, en dos partes: desde el dorso de los dedos del pie hasta la
pelvis y desde la pelvis hasta la cabeza. Cuando la cadera está en extensión funciona como una línea
continua en una miofascia integrada.
La función postural general de la LFS es equilibrar la línea posterior superficial (LPS) y proporcionar
un sostén tensil desde la cabeza para elevar las partes del esqueleto que se proyectan por delante
del eje gravitatorio: el pubis, la caja torácica y la cara. La miofascia de la LFS también mantiene la
extensión postural de la rodilla. Los músculos de la LFS protegen las partes blandas y sensibles de la
superficie anterior del cuerpo humano.
Existen dos LFS, una a la derecha y otra a la izquierda, y para asegurar un funcionamiento óptimo
hay que mantener las dos partes en equilibrio.
Siguiendo el principio de “todo está conectado”, la LFS se une a la LPS en un punto concreto de los
dedos del pie (en los periostios). Funcionalmente, estas dos vías anatómicas son opuestas. Así, la LPS
es responsable de flexionar los dedos de los pies y LFS se ocupa de extenderlos. El equilibrio postural
se mantiene fundamentalmente gracias a una relación, tensa o relajada, entre estas dos líneas.
La función general de la LFS en el movimiento es generar flexión del tronco y las caderas, la
extensión de la rodilla y la dorsiflexión del pie. La interacción entre la LPS (fundamentalmente
orientada a la resistencia) y la LFS (de reacción rápida), se va presente en la necesidad de
contracción de una línea cuando la otra está estirada.
Un exceso de tensión en los elementos de esta línea provoca que el sujeto se enrolle en el plano
sagital, buscando una actitud centrada sobre si mismo, que viene a reflejar la necesidad de afecto,
un exceso de sensibilidad y de sensualidad.
Morfológicamente, muestran un periné muy contraído, se acercan los isquiones y se despliegan los
iliacos, abombamiento del sacro y retroversión de la pelvis. Es propio de personas con vida
sedentaria, con un exceso en sus hábitos alimenticios.
Línea Frontal Superficial
3. Línea Lateral (LL): sostiene cada lado del cuerpo. La función postural de la LL es equilibrar la región
anterior y posterior, y equilibrar los lados derecho e izquierdo. La LL también interfiere en las fuerzas
que actúan sobre las demás líneas superficiales. La LL fija el tronco y los miembros inferiores de
forma coordinada para evitar que nuestra estructura ceda durante las actividades de los brazos.
Un exceso de tensión en esta línea se asocia a una necesidad de comunicarse con el medio que le
rodea. Son sujetos con necesidad de intercambio que manifiestan tendencia a la extraversión.
Podríamos asociarlo a una visión sintética de las cosas, y tendencia a la dispersión.
Una característica propia de estos individuos desde el punto de vista neurovegetativo, es que sus
extremidades son caliente, la piel un exceso de grasa y cabellera escasa con calvicies tempranas.
Estableciendo un paralelo con los conceptos energéticos planteados por la medicina, nos permite
asociar la expresión psico-comportamental a las influencias orgánicas y energéticas. No hay
estructuras buenas o malas, todas tienen sus ventajas e inconvenientes, al final es todo cuestión de
equilibrio, y de la búsqueda de un sistema motriz bien organizado.
Línea Lateral
4. Línea Espiral (LE): gira en torno al cuerpo en una doble hélice, uniendo cada lado del cráneo con el
hombro del lado contrario a través de la región superior de la espalda (esto lo realiza a través del
músculo Esplenius capitis el cual se une con el Romboides mayor y menor contralateral), y después
con la cadera del mismo lado del cráneo inicial, tras pasar alrededor de las costillas y cruzar la región
anterior a la altura del ombligo. Seguidamente la LE recorre la región antero-lateral del muslo y de la
pierna hasta los pies. La función postural de la LE es envolver el cuerpo en una doble hélice que
ayuda a mantener el equilibrio en todos los planos. Ayuda a definir la adecuada trayectoria de la
rodilla durante el movimiento del andar. En caso de desequilibrio la LE ayuda compensando y
manteniendo las torsiones, las rotaciones y los desplazamientos laterales del cuerpo. La función
general de la LE en el movimiento es generar los giros y las rotaciones del cuerpo y estabilizar el
tronco y el miembro inferior para evitar que se pliegue en una rotación completa.
Línea Espiral
5. Líneas del Brazo (LB): presentan más puentes miofasciales entre estas continuidades
longitudinales que las líneas correspondientes de los miembros inferiores. Dado que nuestros
hombros y miembros superiores están especializados en la movilidad (a diferencia de nuestros
miembros inferiores, más dedicados a la estabilidad), esta variedad de grados de libertad exige unas
líneas de control y estabilización más flexibles y, por tanto, más vínculos entre las líneas. No
obstante, los miembros superiores están organizados de forma lógica, con una línea profunda y una
superficial a lo largo de su cara anterior y posterior.
Debido al peso y a las múltiples intervenciones de los brazos en actividades cotidianas es que las
líneas del brazo tienen una función postural: la tensión que proviene del codo influye en la zona
media de la espalda y la mala posición del hombro puede afectar a las costillas, cuello o incluso a la
respiración.
Las líneas del brazo actúan en alrededor de 10 niveles de articulaciones del miembro superior para
un gesto tan simple como coger un objeto. Estas líneas están conectadas sin ningún tipo de
discontinuidad con las demás líneas, especialmente con la LL y la LE. Laa líneas del brazo son:
1. Línea frontal profunda del brazo, 2. Línea frontal superficial del brazo, 3. Línea posterior profunda
del brazo, 4. Línea posterior superficial del brazo.
6. Líneas Funcionales (LF): prolongan las líneas del brazo por la superficie del tronco hasta la pelvis y
el miembro inferior del lado contrario. Estas líneas se denominas líneas “funcionales” porque, a
diferencia de las demás líneas, se emplean con poca frecuencia durante la bipedestación. Se
movilizan durante la actividad deportiva, con el acercamiento de un hombro con la cadera del lado
opuesto. Las líneas funcionales se presentan en el cuerpo como espirales
Están constituidas básicamente por músculos superficiales. Estas líneas desempeñan una importante
función estabilizadora en otras posturas distintas a la bipedestación en reposo. Como por ejemplo
en una postura de yoga.
Estas líneas nos permiten aplicar una potencia adicional y mayor precisión a los movimientos de los
miembros, utilizando el miembro superior como una palanca mediante su conexión con la cintura
del miembro opuesto.
Líneas Funcionales
7. Línea Central Frontal Profunda (LFP): La LFP empieza en el plano profundo de la planta del pie y
asciende por detrás de los huesos de la pierna y por detrás de la rodilla hasta la cara interna del
muslo. En este punto, la vía principal pasa por delante de la cadera, la pelvis y la lumbar, al mismo
tiempo por la cara posterior del muslo asciende una vía alternativa que llega hasta el diafragma
pélvico. Desde el diafragma, la LFP sigue su recorrido por la caja torácica mediante distintas vías que
pasan alrededor y a través de las vísceras torácicas, y termina en la cara inferior del cráneo. A
diferencia del resto de las líneas anteriormente descritas, la LFP debe definirse como un espacio
tridimensional, en lugar de cómo una línea. Por supuesto, todas las demás líneas tienen también un
volumen, pero se pueden ver fácilmente como líneas de tensión, a diferencia de la LFP que ocupa un
espacio de forma muy evidente.
La LCFP tiene un papel fundamental en el sostén del cuerpo: estabiliza los miembros inferiores,
sujeta por delante la columna lumbar, estabiliza el tórax a la vez que permite la relajación y
expansión durante la respiración y mantiene el frágil equilibrio del cuello y la cabeza.
La falta de apoyo, equilibrio o tono adecuado de la LCFP genera el acortamiento global del cuerpo y
tendera a hundir la pelvis y la columna. Y para compensar este acortamiento, modificara
negativamente al resto de las líneas.
Serge Paoletti
El osteópata S. Paoletti, en su libro Las Fascias, 2004; describe con detalles la biología, embriología,
histología, anatomía y mecánica de las fascias. Por la simpleza y utilidad de las descripciones
anatómicas descritas, detallaremos estas en las próximas líneas.
Tabique
intermuscular
Tabique interno
intermuscular
externo
2. Aponeurosis fémoro tibial: desde el arco crural hasta el pie, se caracteriza en el muslo por
presentar dos tabiques: a) tabique intermuscular interno: - borde interno del muslo, - se inserta el
vasto interno. - contiene al Cuádriceps y Aductores, b) tabique intermuscular externo: - borde
externo del muslo, - separa compartimiento anterior del posterior, - en la pierna presenta la
aponeurosis de la pierna que es la continuación de la aponeurosis del muslo, esta presenta dos
tabiques delimitados: a) tabique intermuscular externo: - separa la cara antero-externa de la región
posterior, b) tabique intermuscular anterior: - divide la región antero externa en dos
compartimentos: anterior y externo.
Tabique
intermuscular
externo
Tabique
intermuscular
externo
Estas tabiquerías permiten una buena aproximación clínica a cuadros disfuncionales presentes en las
extremidades, muchos de los cuales se asientan en las tabiquerías descritas.
Cadenas fasciales:
S. Paoletti señala que las cadenas fasciales están presente en todos los niveles. Siempre podemos
encontrar una cadena fascial, puesto que esta es la guía y la correa de transmisión de las fuerzas. En
lo referente a las grandes funciones es todo el cuerpo el que participa. Esto determina cadenas
extensas que pueden unir la integridad del cuerpo de un extremo a otro. El estudio anatómico de las
fascias, la dirección de sus fibras, el grosor y concentración de las fibras de colágeno y la función más
específica de ciertas partes del cuerpo respecto de otras, nos inducen a pensar en la existencia de
cadenas preferenciales que intervienen de forma más frecuente en la mecánica humana.
Describiremos las grandes cadenas fasciales en las cuales la transmisión de las cargas al interior de
estas se realiza en el sentido de arriba abajo o de abajo arriba. Pero también de adentro afuera y de
fuera adentro. En lospuntos de cruce, estas cadenas pueden pasar al lado contralateral. Algunas de
ellas especialmente en el tronco, trabajan sobre todo en forma oblicua y por lo tanto coordinan los
dos lados entre sí.
1. Cadenas externas.
a) cadena externa:
A partir del pié sigue: la fascia externa del la pierna, hace relevo en rodilla y cabeza del peroné, sigue
por la cara antero externa del muslo a través del Tracto iliotibial y de a fascia lata, hace relevo en
cadera y pelvis donde se articula con cadena horizontal (unida al periné) a través del piriformes y
obturador interno. A partir de la pelvis asciende: por vía anterior: siguiendo los Rectos del
abdomen y fascias torácicas, toma relevo en la clavícula, por último llega a las zonas laterales del
cráneo a través de las fascias superficiales, vía posterior: siguiendo la fascia tóracolumbar, llega a la
zona posterior de la cintura escapular tomando relevo en el omóplato, a este nivel se articula con la
cadena oblicua de la cintura escapular por medio de las fascias de los rotadores externos del
hombro, finalmente, llega a la zona posterior del occipucio a través de las fascias de los Trapecios,
Esplenios, Complejos, etc.
Cadena externa
b) cadena posterior:
Partiendo del pié: asciende por la fascia posterior de la pantorrilla, toma relevo en la rodilla,
continúa preferente por la fascia del Biceps femoral, toma relevo en el Glúteo sobre el isquion, el
sacro, coxis, ligamento Sacrociatico mayor y cresta ilíaca, asciende posteriormente: ipsilateral junto
a la cadena externa o contralateral por las fibras oblicuas de la fascia tóracolumbar; a nivel Glúteo
se articula con dos cadenas: la cadena perineal (horizontal), por medio del coxis y ligamentos
Sacrociáticos; la cadena de la duramadre (vertical), por el coxis, y fibras de la duramadre que en su
parte terminal intercambia fibras con el ligamento sacrociático mayor, por medio del sacro y coxis.
Cadena posterior
c) Cadena anterior:
A partir del pié: sigue la fascia antero interna de la pierna, toma relevo en cara interna de rodilla, a
este nivel una parte de las fuerzas pueden transmitirse a zona antero externa del muslo por las fibras
fasciales oblicuas, a continuación seguir las fascias de los aductores, toma relevo en pubis y arco
crural y asciende por los Rectos del abdomen, una parte de las fuerzas pueden pasar al lado
contralateral por medio de las fascias de los oblicuos; a nivel de la pelvis se articula con dos cadenas
internas: a) la fascia ilíaca, b) la fascia perineal a través de la aponeurosis perineal superficial.
Cadena anterior
Cadenas
internas y externas
2. Cadenas internas.
a) cadena periférica:
Puede estar influida por las cadenas externas a través de las fascias perineales, del Piramidal y del
Obturador. A pattir del periné se transmite por la fascia Transversa o por el Peritoneo, toma relevo
en el Diafragma, sigue la fascia Endotorácica, llega a la cintura escapular donde toma relevo, de allí
sigue de forma aproximada las cadenas externas llegando a la base del cráneo. Esta cadena
periférica puede también seguir las pleuras para llegar al hombro, a nivel del diafragma de
Bourgerey, y desde allí ascender hasta la base del cráneo.
Cadena periférica
b) cadena central:
A partir del Diafragma esta cadena sigue el Pericardio, la fascia perifaringea, a nivel del embudo
torácico presenta una conexión con las fascias cervicales profunda y media, por lo que una parte de
las cargas podrá dirigirse hacia los soportes óseos, a continuación toma relevo en el hueso Hioides (
a este nivel la la aponeurosis cervical superficial podrá asumir una parte de las cargas), luego por las
aponeurosis Ptérigo-témpóro-maxilar e Interpterigoidea llega a la base del cráneo.
c) cadena mixta:
a partir del periné sigue la aponeurosis umbilicoprevesical, hace relevo en el ombligo, a ese nivel
puede ser asumida por la fascia transversa o sigue el ligamento Redondo del hígado y luego el
ligamento Falciforme, hace relevo en el diafragma, desde allí sigue la cadena fascial periférica o
central.
3. Cadena meníngea.
Su punto de partida inferior se sitúa en el coxis, debido a su relevo en el sacro, coxis y pubis puede
ser influida por las cadenas internas, las aponeurosis del periné y las cadenas externas, asciende por
el conducto vertebral, entra en contacto con numerosos puntos de relevo en las vertebras:
a) anteriores: con el ligamento Común vertebral posterior a lo largo de la columna, dos relevos son
particularmente resistentes: el ligamento Coxígeo en su parte inferior y las uniones superiores a
nivel de C2-C3. b) laterales: la duramadre envía expansiones bilateralmente que acompañan el
nervio hasta el agujero de conjunción, a este nivel se une de forma sólida al contorno óseo
impidiendo un estiramiento excesivo de las raíces nerviosas y de la médula. c) caja craneal: penetra
en el endocráneo a través del agujero Occipital, alrededor del cual posee sólidas uniones.
En el endocráneo esta cadena se expande en esfera uniéndose a todo el contorno de la caja craneal,
emitiendo dos tabiques: -la tienda del cerebelo y la hoz del cerebro y del cerebelo.
Cadena meníngea
Cadenas lesionales
Representan el trayecto que puede seguir una tensión de membrana para propagarse a distancia. En
general las cargas y distorsiones se hacen siguiendo determinados ejes, representados de forma
general por las diversas cadenas. Las cadenas lesionales son distorsiones, son cadenas fasciales cuyo
funcionamiento fisiológico está perturbado. En lugar de transmitir y repartir de forma armoniosa el
movimiento se transforma en puntos fijadores y fuente de irritación y perturbación de la movilidad.
En principio una cadena lesional puede aparecer como consecuencia de un trauma, cicatrices,
infecciones, inflamaciones, estrés, etc; estos factores crearán un punto de disfunción fascial, que si
no se elimina, generará una modificación de la calidad del tejido y con el tiempo podrá prolongarse a
lo largo de una cadena fascial para crear una disfunción a veces a mucha distancia. Una cadena
lesional puede aparecer inmediatamente post un traumatismo o después de semanas o meses
provocado este.
Se describen dos cadenas lesionales.
a) ascendente
b) descendente
a) Cintura pelviana: es un punto de relevo entre las EE.SS y tronco y el periné. Representa un punto
de convergencia de fuerzas que permanentemente debe adaptarlas, controlarlas y dirigirlas gracias a
su movilidad y arquitectura. A su nivel, las fuerzas descendentes, ascendentes o transversales serán
amortiguadas y repartidas, especialmente cuando alcanzan una intensidad crítica.
c) Cintura escapular: todas las fascias externas e internas convergen y toman relevo en la cintura
escapular. esta región debe controlar y ajustar de forma permanente las solicitaciones procedentes
desde abajo, derivadas de zonas de rigidez y desde arriba de zonas hipermóviles. La cintura
escapular desempeña el papel de balanza armonizando las cargas que la atraviesan junto con
proteger zonas vitales sub y suprayacentes. A ella se incorpora un segmento hipermovil que son las
EE.SS que son zonas altamente solicitadas desde el pinto mecánico. Es además punto de
convergencia de cargas verticales, oblicuas y transversales por ello la tiene una arquitectura
particular orientada hacia el movimiento en donde exceptuando el margen esternoclavicular, los
otros puntos de anclaje se encuentran en los tejidos blandos. La convergencia de fuerzas
ascendentes, descendentes internas, externas nos da una explicación mecánica de la frecuencia de
las lesiones de la charnela cérvico escapular.
Bibliografía.
1. Fascia: the tensional network on the human body; R. Schleip, T. Findley, L, Chaitov, P. Huijing;
Churchill Livingstone, Elsiviere; 2012.
2. Anatomy trains, myofascial meridians for manual and movements therapist; Thomas, W. Myers;
Churchill Livingstone, Elsiviere; 2009.
3. Las fascias, el papel de los tejidos en la mecánica humana; Serge Paoletti ; Ed. Paidotribo, 2004.
CAPÍTULO 5
SISTEMA MÚSCULAR Y TENDINOSO
Las fibras musculares están organizadas en unidades contráctiles, denominadas sarcómeras, dentro
de las cuales hay proteínas contráctiles (filamentos de actina y de miosina). Estas proteínas se
disponen formando estrías y son las responsables del desarrollo de tensión. La energía necesaria
para el desarrollo de esta tensión proviene del sistema metabólico del citoplasma de la fibra. La
contracción o acortamiento de la sarcómera hace que sus filamentos se deslicen entre sí formando y
deshaciendo puentes entrecruzados entre dichos filamentos. La fibra o célula muscular se compone
de las siguientes estructuras a) Núcleos: que se disponen en forma periférica y están situados
inmediatamente por debajo de la cara interna de la membrana plasmática, rodeados por
sarcoplasma. Su número es considerable: una fibra de algunos centímetros de longitud contiene
varios centenares de núcleos. b) Sarcolema: es la membrana celular de la fibra muscular y constituye
una estructura compuesta que limita cada fibra en la periferia. c) Sarcoplasma: constituye el
protoplasma y está compuesto a su vez por miofibrillas, mitocondrias, mioglobina y retículo
sarcoplásmico. - Las miofibrillas: son las unidades contráctiles de la fibra muscular esquelética. Cada
fibra muscular contiene varios centenares o millares de miofibrillas y cada miofibrilla tiene unos
1500 gruesos filamentos de miosina y unos 3000 delgados filamentos de actina, a los cuales
corresponde la contracción muscular. Los filamentos de actina y miosina se interdigitan,
alternándose bandas claras o también llamadas bandas I (actina, finos) y oscuras o bandas A (que
contienen filamentos de miosina, que son más gruesos en el centro, así como los extremos de los de
actina cuando se superponen a la miosina), dando su apariencia característica de estriación
transversal cuando se observan en cortes longitudinales (GENESER, 1987). En el centro de la banda I
(actina) hay una línea transversal oscura, la línea Z que divide por la mitad dicha banda. La
sarcómera corresponde al segmento comprendido entre dos líneas Z vecinas. Cuando una fibra
muscular se estira más allá de su longitud natural, los extremos de los filamentos de actina se
separan, dejando una pequeña zona clara en el centro de la banda A, que se denomina banda H en
cuyo interior se encuentra la banda M, la que es una línea oscura estrecha. (HAM y CORMACK,
1985), figuras 1 y 2. d) Retículo sarcoplásmico: tal y como aparece al microscopio electrónico, se
trata de un sistema de sarcotúbulos limitados por membranas que se extiende por todo el
sarcoplasma formando una red canalicular en torno a cada miofibrilla.
Dentro de un músculo, las fibras musculares se agrupan en entidades funcionales denominadas
unidades motoras. Cada una está inervada por una motoneurona que la conecta al sistema nervioso
central. Las unidades motoras van reclutándose progresivamente según se activa el músculo y
desarrolla mayor fuerza (BAKKE, 1993). La sarcómera es la unidad funcional más pequeña dentro de
la fibra muscular y la unidad motora es la unidad funcional menor en el músculo (SCIOTE y MORRIS,
2000).
Figura 1
Figura2
Figura 3
Los componentes primarios de las fibrillas de músculo esquelético son miosina y actina, así como
tropomiosina y troponina asociadas con la actina. Otras proteinas musculares, como titina, neblina,
α-actina y miomesina, son esenciales para regular el espaciamiento, unión y alineación precisa de los
miofilamentos. Estas proteinas constituyen más del 75% del total de proteinas de la fibra muscular.
Ultraestructura del filamento conector, figura 3: Wang (1985), comenzó un análisis bioquímico
detallado de la proteína conectina. Las investigaciones de Wang indicaron que la Conectina está
compuesta de dos proteínas: Titina y Nebulina. La Titina es la proteína mas grandes descrita hasta
este momento, constituye cerca del 10% de la masa miofibrilar. Esta proteína se extiende desde la
línea Z, en el extremo del sarcómero hasta unirse firmemente al filamento grueso.
Funciones de la titina: 1º Es el elemento elástico que une al filamento grueso con la línea Z. La Titina
cumple con el papel principal de generar tensión pasiva y transmitir tensión activa, además,
contribuye a la estabilización de los filamentos gruesos en el centro de la sarcómera. 2º Se ha
especulado que la Titina, juega un papel importante en la morfogénesis de la miofibrilla (Pollack,
1990).
Existe un arreglo proteico compuesto por proteínas (Actina, Distrofina y Espectrina), las que forman
un citoesqueleto dentro del sarcolema, constituyendo una superestructura que se repite
periódicamente a lo largo del interior de la fibra muscular y que se denomina “Costámero”. Otras
proteínas Desmina, Vimectina y Sinemina forma parte de una compleja red de proteínas que
envuelven a las miofibrillas a nivel de los discos Z y los mantienen juntos y alineados
transversalmente. Debido a esta organización proteica, las fibras musculares se encuentran
alineadas transversalmente desde el sarcómero, las miofibrillas, las fibras musculares y el músculo
completo, confiriéndole a los músculos esqueléticos un acople mecánico para la contracción.
Otras estructuras sarcomericas: Las estructuras miofibrilares de los sarcómeros, deben de
mantenerse juntos no solo en el sentido longitudinal, ya que también necesitan de soporte en el
sentido transversal, por ejemplo, deben proteger al músculo cuando este es aplastado. Las fuentes
de resistencia transversal que mantiene la integridad del sarcómero son tres estructuras como
puentes denominados: puentes M, puentes A y puentes I.
3. DAÑO MUSCULAR.
a) MICRORUPTURAS (especialmente post ejercicio físico)
"la inflamación muscular es principalmente el resultado de las acciones excéntricas". La contracción
excéntrica genera tensiones elevadas en el músculo cuya repetición en una persona no entrenada
provoca la ruptura de estructuras musculares, en la unión músculo-tendinosas y en los tejidos
conjuntivos" (Miñarro 2002), y está asociado con verdaderas lesiones musculares" (Wilmore y Costill
2000). Quinn (2005), Cheung y col (2003), hablan más específicamente de microrupturas
musculares.
Microrupturas: Inflamación que se caracteriza por dolor agudo y difuso muscular durante las
primeras 24 horas, alcanzando su máximo entre 24 y 48 horas, descendiendo y remitiendo pasados
5-7 días tras el ejercicio o lesión. El dolor se debe a la activación de nociceptores tipo III y IV por
factores inflamatorios como serotonina, bradiquinina, prostaglandinas. Síntomas característicos son:
la impotencia funcional, dolor a la palpación, reducción del rango de movimiento, alteración en los
patrones de reclutamiento de fibras, con lo que aumenta la posibilidad de sufrir lesiones. Dolor
aumenta con streching del músculo comprometido. Evolución natural (sin tratamiento) genera daño
crónico del tejido conectivo con repercusión en el gesto deportivo y alteración vascular local.
b) MACRORUPTURA (DESGARRO)
El desgarro muscular es la lesión del tejido muscular, generalmente de las fibras interiores del
mismo, que va acompañada por la rotura de los vasos sanguíneos que recorren el músculo afectado.
Se caracteriza por un dolor tipo "clavada de aguja" que impide contraer el músculo. Sucede por una
elongación (estirar un músculo más allá de su capacidad de estiramiento), o por una contracción
(ante un esfuerzo superior a la capacidad biológica de resistencia a la tensión), sin el debido
calentamiento que lo previene aunque no anula su ocurrencia. La ruptura muscular se localiza
frecuentemente cercana a la unión miotendinosa (MTJ) donde el nivel de los últimos túbulos-T ha
sido descrito como el sitio muscular más débil. Esta zona no está ubicada solo cercana al tendón
mismo ya que numerosas MTJ se forman dentro del vientre muscular, donde las miofibrillas se
insertan en la fascia intramuscular dentro y alrededor del músculo.
i. Clasificación general:
Grado 1 o leve: existe un estiramiento o rotura de alguna fibra muscular. El deportista experimenta
una molestia ligera y una tumefacción mínima, pero manteniendo una movilidad completa o
limitada mínimamente. Es posible que en este grado el deportista no sea consciente de la lesión
cuando se produce, y lo sea sin embargo después de la actividad física o incluso al día siguiente. Esta
afectación requiere tratamiento conservador.
Grado 2 o moderado: en este grado existe una rotura moderada de fibras del músculo y del tendón.
La palpación en la zona afectada es dolorosa. Presencia de tumefacción y con una pérdida de
movilidad. Además puede verse afectada la marcha si la lesión se ha producido en el miembro
inferior. El deportista habitualmente suele abandonar la actividad deportiva en el momento de la
lesión. Esta afectación requiere tratamiento conservador.
Grado 3 o grave: en este grado presenta la rotura completa del vientre muscular, de la unión
miotendinosa o de la inserción del tendón. A la palpación se aprecia un defecto notable y amplio en
la fibra muscular. Existe menos capacidad de movilidad y carga si es en miembros inferiores que en
el grado 2, habiendo un dolor más intenso que en los grados precedentes. Presencia de un edema
importante. Kalimo et al., 1997; Jackson & Feagin, 1973).
i. Clasificación ultrasonográfica (consideración cualitativa del tipo de desgarro definiendo un
pronóstico de gravedad y tiempo de curación).
CLASIFICACIÓN U.S. RESPECTO AL TAMAÑO:
• PEQUEÑO cuando comprometa un segmento de hasta 3 cm, con escaso compromiso de
fibras musculares y finas láminas de fluido
• MODERADO cuando mide entre 3 y 6 cm, más aún si se acompaña de una pequeña
colección subaponeurótica o perifascial.
• SEVERO O IMPORTANTE sobre los 6 cm.
CLASIFICACIÓN U.S. RESPECTO AL TEJIDO LESIONADO
1) Desgarro miofascial
2) Desgarro Fibrilar
3) Desgarro Multifibrilar
4) Desgarro Fascicular
5) Desgarro masivo o total con o sin avulsión ósea
6) Adherenciolisis
(Clasificación entregada por el Dr. Marco Antonio Verdugo P. Centro Radiológico Fleming.
Departamento de Imágenes, Centro MEDS).
1. Desgarro miofascial. Comprende la fascia o aponeurosis y las fibras musculares periféricas.
Es una solución de continuidad de la fascia muscular, la cual pierde su contorno nítido y se
acompaña de bandas laminares de fluido hipoecogénicas con separación y cierta retracción de las
fibras musculares periféricas. Siempre hay edema periférico de fibras musculares, que al ultrasonido
se observará como áreas hiperecogénicas, en un radio que dependerá de la cuantía de la lesión.
Lesión de muy buen pronóstico y suele curar sin secuelas en un tiempo relativamente corto que va
entre los 15-25 días. Este tipo de desgarro es el más frecuente en los deportistas profesionales de
alto rendimiento y puede recidivar fácilmente si es reintegrado a la práctica antes de la cicatrización
total.
2. Desgarro fibrilar. Generalmente es una lesión de tipo lineal que ocurre en el espesor del músculo.
Es una lesión muy fina, de ahí su nombre, con una longitud variable, pero con un grosor que no
debería exceder los 2 mm. La lesión se acompañan de edema perilesional de cuantía variable y su
pronóstico es muy bueno, cicatrizando sin secuelas. Suelen ser lesiones con poca extensión, no más
de 3 a 4 cm. en longitud, lo cual es una cuantía leve.
3. Desgarro multifibrilar. Variante del anterior, de mayor importancia clínica. Consta de varias
soluciones de continuidad lineales, generando un foco lesional de mayor tamaño y asociado a
edema de mayor extensión e intensidad. Su pronóstico sigue siendo bueno, pero requiere de un
mayor tiempo de curación. Pueden dejar pequeñas cicatrices retráctiles. Se acompañan de un mayor
grado de edema. Se consideran de cuantía moderada desde los 3-4 cms, hacia arriba, ya que cuando
la cuantía es leve generalmente se trata de desgarros fibrilares
4. Desgarro fascicular. Lesión de mayor trascendencia, puede ocurrir en el espesor del músculo o en
su periferia, donde se acompaña de un compromiso fascial, con colección hemática. Clínicamente se
observa equimosis. Son lesiones de cuantía moderada que miden aproximadamente 3 x 3 cms. en
espesor. Las lesiones periféricas con compromiso de la fascia suelen ser de mayor tamaño y se
consideran de cuantía importante. En estos casos el período de cicatrización puede tomar más de un
mes.
5. Desgarro total. Rupturas que comprenden desde un grueso segmento hasta todo el espesor del
músculo. Es una lesión grave que dejaran algún grado de pérdida de la función, generando
desbalances musculares y grandes cicatrices.
6. Adherenciolisis. Situación particular que se refiere a la apertura de la cicatriz, o redesgarro,
generalmente parcial y que ocurre siempre en la zona periférica del desgarro. Puede ocurrir durante
el período de cicatrización al no respetarse los tiempos de reposo, caso en el cual la lesión puede ser
de una magnitud incluso mayor que la original.
a. Tendones:
I. Histológia: tendones y ligamentos están compuestos por tejido conectivo denso regular, dentro de
este se distinguen, -Células: especialmente fibroblastos que conforman el 20% del total del tejido.
-Sustancia fundamental: papel de cemento entre las fibras colágenas, generando estabilidad
estructural tendinosa (80% del volumen total del tejido conectivo. -Fibras: Colágeno Tipo I (99% peso
seco del tendón), en tendones y ligamentos las fibras de colágeno se ubican paralelas entre sí, esto
les permite generar gran resistencia a la tensión y poseer poca extensibilidad (3% de elasticidad
antes de que se genere ruptura tisular).
II. Anatomía: La unión de distintas fibras colágenas, forma diversos haces, varios de estos forman
fascículos tendinosos que en su totalidad forman el tendón envueltos por el Peritenón. Las Fibrillas,
fibras y haces están envueltos en el proceso citoplasmático de los fibroblastos, los fascículos están
envueltos en una capa delgada de tejido conectivo suelto (Endotendón y Endoligamento). Toda la
estructura (tendón o ligamento) está envuelta por una vaina fibrosa externa (epitendón,
epiligamento), el que es similar y continuo con el endotendón o endoligamento.
Las envolturas internas (endotendón o endoligamento), permiten a los haces y fascículos
(conectados en serie) deslizarse unos con otros con una reducida fricción, además soporta vasos
sanguíneos, linfáticos y nervios.
Las estructuras externas (epitendón o epiligamento) permiten que exista un nivel reducido de
fricción con los tejidos que los rodean.
Existen tendones encerrados en una vaina fibrosa llamada paratendón (Aquiliano, Bicipital), este es
tejido conectivo peritendinoso que rodea por completo al tendón, contempla 2 hojas: -Interna o
viceral (epitendón), -Externa o parietal. Existen puentes o uniones entre ellas llamado mesotendón.
Estas hojas pueden ser: Tenosinovia con fluido sinovial entre las 2 hojas o Tenovagina sin fluido
sinovial entre las 2 hojas.
Existen tendones encerrados en una vaina sinovial (Flexores dedos de la mano, Extensores de los
dedos del pie). –los tendones pueden estar encerrados en una vaina tendinosa que: - actúa de
polea, -dirige el tendón, esta vaina puede poseer liquido sinovial: -Membrana sinovial parietal o
externa, -Membrana sinovial visceral o interna (epitendón). La vaina permite el movimiento curvo o
con dobles.
III. Unión miotendinosa. Existe un área de transición entre el músculo y el tendón con características
funcionales únicas, la unión miotendinosa. Aquí la membrana celular forma una interface continua
entre los componentes intercelulares del músculo y los componentes extracelulares del tejido
conectivo, la membrana celular está más doblada permitiendo la interdigitación entre el
componente contráctil y el componente extracelular. En la unión miotendinosa existe una
disminución de la longitud y extensibilidad de los sarcómeros, generando con ello que el tejido en
esta área sea más vulnerable a la ruptura. Las unidades contráctiles se acoplan con las fibras
colágenas del tendón para transferir sus fuerzas, la actina y titina se unen a la banda Z sarcomérica
desde la cual se insertan en la cara interna de la membrana celular (sub-sarcolema), la cara externa
del sarcolema se une a la membrana basal (que contiene colágeno tipo IV) que corre paralela la
membrana celular y que finaliza uniéndose a las fibras colágenas del tendón, todos los componentes
de unión miotendinosa tienen una disposición paralela más que en serie, las membranas celulares
pueden acomodarse más a las fuerzas de ruptura que a las tensiles y su arquitectura está diseñada
para disipar las fuerzas tensiles y minimizar las concentraciones de stress.
La zona de unión osteo tendinosa es un sitio frecuente de lesiones, es un área débil frente a la carga.
En un área de 1mm el tejido conectivo se transforma en tejido duro. Existen dos tipos de inserción
- directa: posee cuatro zonas histológicas diferentes
• zona 1: tendón
• zona2: fibrocartílago
• zona 3: fibrocartílago mineralizado
• zona 4:hueso
-indirecta:
• sin zonas de transición definidas (sin fibrocartílago)
– las fibras del tendón se mezclan con las del periostio y se unen al
hueso a través de las fibras de Sharpey, las que anclan el periostio al
hueso subyacente
IV. Mecanobiología: Analizaremos la respuesta del fibroblasto en el tendón al ser sometido a carga
mecánica. El tendón tiene la habilidad de adaptarse y responder a las cargas mecánicas cambiando
su estructura, composición y propiedades mecánicas. Su respuesta depende de las magnitudes de
las cargas a que es sometido, el responsable de esta respuesta es el fibroblasto cuya respuesta es
dependiente de la magnitud y frecuencia del estiramiento (la carga mecánica induce expresiones
genéticas y síntesis de proteínas en los fibroblastos).
- Frente a cargas adecuadas: existe un aumento en la expresión genética y producción de IGF-1, lo
que estimula la síntesis de proteínas de colágeno tipo I; un aumento del recambio de colágeno tipo I;
un aumento de producción de transforming growth factor (TGF-B1)
- Frente a sobrecargas: se altera la expresión de las proteínas en la MEC (aumento producción
colágeno tipo V); aumenta la expresión de la COX: PGE2 y LTB4; aumento del recambio colágeno
pero con menor maduración de este (menos puentes cruzados de piridinodina).
- Frente a cargas bajas: (experimentación realizada con fibroblastos en un muestra de gel colágeno
relajado). Disminuye la rigidez, el peso total y fuerza tensil del tendón; disminuye la expresión de
colágeno tipo I, mRNA y de los niveles de proteínas; aumentan la síntesis de MMP-1.
Carga mecánica y respuesta del fibroblasto en laboratorio: existen interacciones entre la carga
mecánica y la expresión de factores de crecimiento/citoquinas.
En el tendón: El estiramiento cíclico induce: -expresiones genéticas de IL-1b ; cox-2, MMP-3,
-liberación de ATP (disminuye la expresión de estos genes).
Mecanotransducción: «del como las células sienten las cargas mecánicas y las convierten en
cascadas de eventos celulares y moleculares que eventualmente conducirán a cambios en la
estructura del tendón»: Las células en el tendón son las responsables de las respuestas adaptativas
del tendón, -responden alterando la expresión genética, la síntesis de proteínas y fenotipo celular, -
estas respuestas pueden iniciar modificaciones estructurales a largo plazo generando cambios en las
propiedades mecánicas del tendón.
Componentes celulares de la Mecanotransducción: - matriz extracelular, -citoesqueleto, -integrinas,
-proteínas g, -receptor de tirosina-kinasa (rtks), -proteína kinasa mitogénica-activada (mapks),
-canales de iones activados por estiramiento.
- Matriz extracelular: - elemento que define la estructura y forma tisular, -sustrato para: adhesión,
crecimiento y diferenciación celular, -transmite las cargas mecánicas, almacena y disipa las cargas
inducidas por energía elástica, -la deformación mecánica en la MEC puede transmitirse a la actina
del citoesqueleto y provocar un remodelado de esta actina la que controla la forma y movilidad
celular y además media en funciones celulares como son la síntesis de ADN y de proteínas.
Cargas mecánicas, -aumenta la producción de proteínas en la MEC a través de la liberación de
factores de crecimiento como: TGF-B1 (TGFB media la secreción de colágeno inducida por carga
mecánica), BFGF, PDGF, -modulan el recambio de la MEC regulando la expresión y actividad de las
MMPS, -interactúan en la relación factor de crecimiento/citokina para regular la homeostasis de la
MEC en varios tejidos.
- Citoesqueleto: -compuesto por microfilamentos, microtúbulos, filamentos intermedios, -juega un
rol central en la Mecanotransducción, -responde a las fuerzas extracelulares, -participa en las
señales transmembrana. -provee una red para organizar o translocar moléculas señalizadoras,
-Microfilamentos: polímeros de actina unidos a un gran número de proteínas formando una
conexión continua y dinámica entre todas las estructuras intracelulares. -de acuerdo a la teoría de
tensegridad: las fuerzas ejercidas por la MEC sobre las células están en equilibrio con las fuerzas
ejercidas por las células y estas fuerzas se transmiten a través de sitios de adhesiónes focales,
integrinas, uniones celulares y MEC, -los cambios en el citoesqueleto (debido a fuerzas mecánicas)
pueden iniciar cascadas complejas de transducción de señales dentro de la célula a través de la
activación de integrinas y de la estimulación de receptores de proteínas G, RTKS y MAPKS.
- Integrinas: proteínas transmembrana, tienen tres (3) dominios: -dominio extracelular que se une a
sustratos, -un único dominio transmembrana, - dominio citoplasmático. Se une a varias proteinas
intracelulares que constituyen el citoesqueleto y a varias kinasas como la kinasa de adhesión focal
(FAK), -sirven como una interfaz de señales entre la MEC y la célula, -median las señales de fuera
hacia dentro en donde los ligandos de la MEC se unen a las integrinas lo que provoca una cascada
de transducción de señales resultando en una reorganización citoesqueletal, cambios en la expresión
genética,, cambios en la síntesis de proteínas y diferenciación celular, -median señales de adentro
hacia afuera en donde las señales de la célula se propagan a través de las integrinas y regulan la
afinidad de unión entre la integrina y el ligando, -los fibroblastos se pueden unir a proteínas de la
MEC (fibronectina) a través de subunidades de integrina, -la interacción específica de la matriz
integrina-MEC también determina como las células sienten las fuerzas mecánicas y sus respuestas
mecanobiológicas, -cargas mecánicas: estimulan la activación conformacional de integrinas en las
células y aumentan la unión celular con la MEC.
- Proteina G: proteinas de la membrana involucradas en la mecanotransducción. Posee 3
subunidades: alfa, beta y gama, -se acoplan a receptores de membrana e inducen cascadas de
señales intracelulares, -debido a su localización las proteínas G e integrinas pueden ser activadas
simultáneamente por fuerzas mecánicas, -en los fibroblastos cardíacos un ciclo de estiramiento
único activa las proteínas G.
- Receptor de tirosina-kinasa (RTKs): proteína de la membrana celular que son fosforiladas cuando se
someten a estiramiento cíclico o a fuerzas de ruptura, -el estiramiento de células musculares lisas
induce fosforilazación de receptores EGF (relacionados con los RTK) los que participan en la
mecanotransducción.
- Proteína kinasa mitogénica-activada (MAPK): resultado de los procesos corriente abajo de la RTKs,
puede viajar dentro del núcleo e interactuar con la transcripción de factores y la expresión genética.
- Canales de iones activados por estiramiento: son canales catión específico. -su activación permite
que el ca++ y otros iones (sodio y potasio) penetren a la célula seguidos por una despolarización de
membrana, -el calcio influye en los osteoblastos, flujos de fluidos laminares, células de discos
humanos, estiramientos cíclicos de células de pulmón (ratas), aparición de transmisión de señales
desde los filamentos de actina, etc. El calcio es u importante mediador en la mecano transmisión
celular.
Mecanobiologia en la adaptación del tendón a cargas compresivas. (teoría de adaptación tisular)
Muchos tendones están sujetos a cargas compresivas localizadas en regiones donde ellos se
disponen entorno a poleas óseas o pasan debajo de retináculos fibrosos. Los tendones en estas
regiones sufren metaplasia fibrocartilaginosa. Benjamin et al identificaron fibrocartílago en 22 de 38
tendones que se disponen entorno a huesos en cuerpos humanos. Habitualmente, la relación entre
la mecánica del tendón y la metaplasia fibrocartilaginosa no es bien comprendida. El tendón
fibrocartilaginoso difiere sustancialmente del tejido tendinoso en que este contiene un 76% de agua
comparado con un 54 – 57% en el tejido tendinoso normal. El fibrocartílago posee un contenido de
proteoglicanes cinco veces más alto que en otras regiones del tendón y su contenido de
glucosaminoglicanes es 2 -10 veces la del tejido tendinoso normal.
El fibrocartílago contiene células redondeadas, dispuestas en columnas y frecuentemente localizadas
en lagunas (a la usansa del cartílago), en vez de los fibroblastos elongados encontrados en el tejido
tendinoso normal. Todas estas diferencias indican que las células en la región fibrocartilaginosa han
tomado un fenotipo condrocítico, mientras que las células en el resto del tendón no. Estos cambios
en el fenotipo celular y la actividad biosintética, resultan probablemente de sus medioambientes
mecánicos.
Estudios in vitro, han correlacionado la actividad biosintética de las células del tejido conectivo con
las cargas mecánicas impuestas sobre ellos. Los fibroblastos, normalmente elongados in vivo,
producen constituyentes de la matriz fibrosa, incluyendo colágeno tipo I cuando son expuestos a
fuerzas tensionales cíclicas. Cuando (por algún motivo) los fibroblastos se tornan redondos,
disminuyen la producción de los constituyentes de la matriz fibrosa y secretan enzimas que
degradan la matriz fibrosa.
Una teoría de diferenciación tisular consistente con estas observaciones in vitro fue propuesta por
Pauwels y posteriormente desarrollada por Carter et al, quienes hipotetizaron que el estrés
hidrostático compresivo estimulaba la producción de constituyentes de la matriz cartilaginosa,
mientras que las tensiones distorsionales o tensiles estimulaban la producción de constituyentes de
la matriz fibrosa.
Giori et al aplicaron esta hipótesis a los tendones que se disponen entorno a huesos usando un
modelo de elementos finitos elásticos en el tendón flexor digitorum profundus (TFDP) del conejo.
Ellos encontraron que todo el tendón experimentaba tensiones distorsionales significativas las que
mantenían el fenotipo del tejido fibroso. La región adyacente al hueso experimenta tensión
hidroestática compresiva la que estimularía la producción de constituyentes de la matriz
cartilaginosa. Esta región por lo tanto exhibe un fenotipo fibrocartilaginoso.
En resumen, los estudios actuales consideran las consecuencias biomecánicas de la metaplasia.
La metaplasia resulta en un aumento del contenido de agrecanes en la región fibrocartilaginosa. Al
igual que en el cartílago articular, los agrecanes restringen el flujo de fluido, generando una
reducción de la permeabilidad en la región fibrocartilaginosa. El flujo de fluido es gobernado por la
permeabilidad del tejido, en el cual, el flujo a través de un tejido con alta permeabilidad es más
rápido que el flujo a través de un tejido con baja permeabilidad. La tensión en los tejidos es
compartida por las fases de fluidos y las sólidas, con una distribución entre las fases cambiante en el
tiempo.
Bajo carga, el fluido soporta inicialmente toda la tensión a través de la presurización, la presión del
fluido se disipa en el tiempo a medida que el fluido sale del tejido. A medida que la presión del fluido
disminuye, la tensión se transfiere a los constituyentes sólidos de la matriz extracelular. En los
tiempos intermedios la tensión es compartida entre los fluidos y los sólidos, con los sólidos
soportando tensiones mayores en tiempos posteriores. Eventualmente, todas las presiones de los
fluidos se disipan, dejando que la fase sólida soporte toda la tensión. Un aumento en la tensión
refleja el aumento de la carga en la fase solida en el tiempo.
Cuando la permeabilidad tisular disminuye, la tensión aún se transfiere desde los fluidos a los
sólidos, pero esta transferencia toma más tiempo debido a que la baja permeabilidad restringe el
flujo de fluidos. En el caso de una alta permeabilidad, toda la presión del fluido se disipa
aproximadamente en 20 s. En los casos de baja permeabilidad la disipación de la presión de fluidos
toma aproximadamente 2.000 s (33.3 minutos). Una transferencia de tensión más baja significa que
la fase sólida está protegida de las altas cargas compresivas y de las tensiones por períodos de
tiempo más prolongados. Los resultados de la simulación de adaptación reflejan los efectos de esta
permeabilidad. Previo a la adaptación, los constituyentes sólidos soportan las presiones compresivas
hasta un 30%, 1 s post aplicación de la carga. La adaptación provoca una región de baja
permeabilidad adyacente a la superficie del hueso en un área correspondiente a la región
fibrocartilaginosa. La baja permeabilidad permite al tejido en esta región mantener las presiones de
los fluidos, reduciendo así la presión impuesta sobre los constituyentes sólidos a menos de un 10% .
La metaplasia fibrocartilaginosa en los tendones conduce a cambios de la composición, incluyendo
un aumento en el contenido de proteoglicanes tales como Agrecanes, y estos cambios reducen la
permeabilidad de la región fibrocartilaginosa. Esta disminución en la permeabilidad enlentece la
disipación de la presión del fluido protegiendo a la matriz sólida de las altas tensiones compresivas y
presiones durante las cargas a frecuencias fisiológicas. El tendón se protege así de las presiones y
tensiones que podrían alterar o dañar la organización de su matriz extracelular. Con presiones
hidroestáticas como estímulo mecánico, las compresiones uniaxiales dinámica rápida debiera
estimular y compresiones uniaxiales estática deberían inhibir la síntesis de glicosaminoglicamnes
observada experimentalmente.
Las actividades de vida normal, como caminar involucran cargas dinámicas en frecuencias del orden
de 1 Hz. Tales cargas conducen primariamente a una presurización de los fluidos con escaso flujo de
fluidos.
V. Patologías
Tendinopatias: se analizarán Tendinosis, Tendinitis, Entesitis, Ruptura de tendón.
- Tendinosis: lesion degenerativa dentro del tendón, no existe inflamación. Se caracteriza por
presentar densas poblaciones de fibroblastos, hiperplasia vascular, desorganización del colágeno, es
de larga evolución y puede progresar hacia – calcificación, -necrosis
- Tendinitis: Existe inflamación del tendón y de sus estructuras paratendinosas, se puede clasificar
en: 1- Paratendonitis o Peritendinitis crepitante: la lesión aparece en el área donde el tendón está
rodeado de paratendón, el que aparecerá, edematoso, hiperémico, con infiltrado leucoplasmático
sin depósitos de fibrina, de origen traumático afecta principalmente a: extensores dedos pié,
extensores dedos manos, Tibial anterior, Aquiliano (calcáneo). Clínica: - dolor localizado, -edema
localizado, -enrojecimiento piel, -dolor a la palpación, -crépito audible con movimientos activos del
tendón. 2- Tenosinovitis: alteración inflamatoria de las vainas tendinosas que generan alteración
nutricional del tendón, llegando este (en aquellas formas crónicas) a romperse en el interior de la
vaina, pudiendo clasificarse en: A) Tenosinovitis con derrame o exudativa: que se caracteriza por
cursar con aumento de volumen de la vaina tendinosa por aparición de derrame tipo inflamatorio o
purulento -Tenosinovitis estenosante: que se caracteriza por presentar un engrosamiento de la hoja
parietal de la vaina sinovial que impide el correcto deslizamiento del tendón en el interior de la vaina
con localización de un nódulo en el tendón flexor que encalla en la polea anular a nivel de la cabeza
del metacarpiano (generalmente por trauma repetitivo o simples). Se presenta preferentemente en:
-abd largo y ext corto del pulgar (Tenosinovitis de Quervain), -flexores dedos de la mano (dedo en
resorte).
- Entesitis: inflamación de la unión osteo – tendinosa, se caracteriza por: -dolor en las zonas de
origen o inserción ósea de un tendón o músculo, -reacción inflamatoria local, -de origen traumático
por uso excesivo de la zona afectada. El microtraumatismo repetitivo genera: fase inflamatoria inicial
poco importante, sigue una degeneración de las fibras tendinosas en la vecindad de la inserción
ósea, aumento de la vascularización ósea local, las regiones de mayor afectación son: supraespinoso;
bicipital; epicóndilo.
Ruptura tendón: solución de continuidad del tejido tendinoso. Noyes et al, estimaron que la
microfalla del TC ocurre aproximadamente con un 8% de elongación de la estructura del TC, pero
que esta microfalla comienza aproximadamente con un 3% de elongación.
Evolución en la ruptura del tendón: 1- cicatrización del tejido tendinoso: este proceso es igual al de
un tejido blando, dependiendo de la irrigación para su cicatrización, encontrándose en los tendones:
- Tejidos irrigados: (paratendón), entre el paratendón y el tendón se forma el hematomas
procedentes de los vasos seccionados. Durante la primera semana se produce una invasión del
espacio existente entre los dos muñones tendinosos por tejido proliferativo de granulación
procedente del paratendón, el espacio se rellana de fibroblastos y por yemas vasculares que forman
un tejido de granulación entre los extremos tendinosos, al tercer día se inicia la síntesis de colágeno,
a las dos semanas, los muñones del tendón presentan un puente fibroso con formación de un callo
tendinoso, entre la 3 y 4 semana se produce una orientación progresiva de los fibroblastos y de las
fibras de colágeno de forma paralela al eje del tendón, este proceso de remodelación secundaria se
asocia a un aumento de la resistencia del tendón junto con una disminución de la cicatriz tendinosa,
la fuerza tensil aumenta debido al mayor grado de organización de las fibras de colágeno y al
aumento de las uniones intermoleculares entre las fibras de colágeno. a partir del sexto mes el
tendón comienza a tener propiedades y características normales.
-Tejidos no irrigadoso (vaina): sucede cuando el tendón está envuelto en una vaina fibrosa u
ostefibrosa, sus células mantienen cierta capacidad intrínseca de regeneración. En este proceso hay
una migración de las células del epitendón a la zona de la herida y se produce una diferenciación de
fagocitos o macrófagos. Dentro del endotendón se produce un aumento de células que semejan
fibroblastos metabólicamente activos con síntesis de proteínas. Se indican dos procesos celulares, la
fagocitación por fibroblastos diferenciados del epitendón y la síntesis del colágeno por células del
endotendón.
Figura. Microestructura tendinosa
5. Retináculos:
Según Carlos Srecco et al, 2010, en un estudio de retináculos del tobillo, estos han sido considerados
clásicamente como sistemas de poleas que mantienen el tendón adherido a los huesos subyacentes
durante el movimiento de la articulación tibio tarsiana. Esta idea fue soportada por evidencia clínica;
por ejemplo, lesiones agudas y crónicas de los retináculos pueden conducir a subluxaciones de los
tendones sobre los bordes óseos, lesiones que son descritas principalmente en los tendones de los
músculos Peroneos así como del Tibial anterior y extensor largo de los dedos. Se consideran a los
retináculos como elementos de estabilidad en el tobillo, al conectar varios huesos, sin embargo en
1984, Villadot et al, establecieron que los retináculos son delgados y fácilmente extensibles por lo
que tienen un efecto moderado en la estabilidad mecánica del tobillo, pero que si juegan un rol
importante en su propiocepción; por ejemplo, el retináculo Peroneo puede ser elongado en la
inversión del tobillo, activando el reflejo de contracción de los músculos Peroneos. De acuerdo al
análisis morfométrico e histológico, las características de los retináculos contrastan con su rol clásico
de poleas, siendo delgados y con orientaciones diferentes de sus fascículos fibrosos. En suma, los
retináculos pueden ser hallados en regiones donde los tendones no cambian de dirección, Ej:
hombro, proceso xifoídeo, Stecco et al 2009.
Carla Stecco et al, en su estudio sobre retináculos del tobillo, señala que los retináculos del tobillo
son engrosamientos de las fascias profundas de la pierna y pié y no estructuras autónomas. Se cita a
Abu-Hiijleh y Harris, 2007, los que señalan que en las retináculos se identifican una serie de
fascículos accesorios los que no juegan un rol de poleas.
Carla Stecco et al, 2010, confirman que el estudio histológico muestra que los retináculos son ricos
en fibras nerviosas y propioceptores, confirmando la hipótesis de Marconetto y Parino, 2003, sobre
el rol propioceptivo de estos. Así, los retináculos no pueden ser considerados meramente como
elementos pasivos de estabilización, sino una suerte de especialización de la fascia para mejor
percibir los movimientos del pié y tobillo, como órganos propioceptivos. Por lo tanto, todo el
retináculo debe ser considerado junto con sus relaciones con la musculatura intrínseca del pié y de
los tendones y huesos subyacentes, que juegan un rol de percepción en todos los movimientos del
tobillo.
CAPÍTULO 6
SISTEMA NERVIOSO PERIFÉRICO Y OTRAS CONSIDERACIONES FISIOPATOLÓGIAS DEL TEJIDO
CONECTIVO
a. nervio
i. Histología
i. Endoneuro
ii. Perineuro
iii. Epinmeuro
iv. Suministro sanguíneo
v. Inervación neural
ii. Biomecánica
i. Deslizamiento neural
ii. Presión neural interna
iii. Contracción transversa neural
iv. Movimientos de convergencia y divergencia neural
iii. Fisiología y fisiopatología
i. Flujo ortodrómico y antidrómico
ii. Flujos anterógrados y retrógrado
iii. Consecuencias de alteraciones flujo axoplasmático
iv. Conceptos generales
v. Mecanosensibilidad
vi. Síndrome doble aplastamiento
b. Acido Hialurónico
c. Estudio de la piel y sus reacciones frente a disfunciones tisulares
i. Disfunciones hísticas.
ii. Respuesta refleja de enrojecimiento.
a. Nervio:
I. Histología.
Los nervios están constituidos básicamente por múltiples axones, células de Schwann (mielinizadas)
y componentes de tejido conectivo endoneurales, perineurales y epineurales.
Los axones son la proyección o continuidad del cuerpo celular localizado en
I. la raíz del ganglio dorsal (neuronas sensitivas)
II. ganglios autonómicos (neuronas autonómicas)
III. cuernos ventrales de la médula o del cerebro (neuronas motoras)
- Endoneuro: recubre los axones y las células de Schwann, estos elementos están rodeadas por una
lámina basal de colágeno tipo IV, por fibronectina, laminina y proteoglicanos sulfatados de
heparinos, entre los axones existe un tejido conectivo suelto con fibras colágenas tipo I y II en una
orientación longitudinal además de fibroblastos, algunos mastocitos y macrófagos y fluido
endoneural (que puede funcionar como un absorbedor de traumas, reduciendo la posibilidad de
daño axonal debido a la compresión).
Figura. Nervio y sus fascículos Figura. Axones recubierto por endoneuro y otros
componentes
- Perineuro: compuesto hasta por 15 capas de células planas interpuestas con fibras de tipo I y Tipo II
de colágeno y fibras elásticas dispuestas longitudinal, circunferencial y oblicuamente, estas capas de
colágeno y células perineurales, son la primera barrera que soporta cargas en el nervio. La capa más
interna de células planas de perineuro forma una barrera de difusión hémato-neural que controla el
medioambiente endoneural.
- Epineuro: formado por dos capas: externa e interna las que contienen colágeno del tipo I y III,
fibras elásticas así como por fibroblastos, mastocitos y adipositos. En una posición relajada del
nervio, el colágeno del epineuro tiene una disposición ondulada. Existe un tejido conectivo epineural
(interno) abundante que contiene muchos fascículos nerviosos y que ayuda a facilitar la dispersión
de fuerzas compresivas.
Figura. Nervio con sus axones y capas de tejido conectivo.
El suministro sanguíneo de los nervios es proveído por arterias segmentarias enrolladas que entran
al epineuro periódicamente a lo largo del nervio y forman la vasanervorum.
Estas arterias se dividen en arteriolas epineurales que forman una red anastomótica que corre
longitudinalmente entre las capas epifascicular e interfascicular del epineuro. Estas arteriolas son
inervadas por plexos nerviosos serotoninérgicos, adrenérgicos y peptidérgicos.
Los capilares linfáticos están presentes solo dentro del epineuro por lo que no existe drenaje
linfático en los espacios intra-fascicular ni endoneural.
Dentro de los fascículos no existen verdaderos capilares linfáticos, sino espacios endoneurales entre
los axones y espacios dentro de las láminas perineurales que drenan hacia las cadenas linfáticas.
Inervación neural: la propia inervación de un nervio se genera a través de los nervinervorum, estos
son nervios especiales de naturaleza simpática y sensitiva, que se originan a partir de los axones del
mismo nervio y de los plexos perivasculares. Estos nervios forman parte de un plexo que se ubica en
su mayor parte en el epineuro y que envía proyecciones hacia el perineuro y endoneuro para
terminar en los vasa-vasorum.
Figura. Inervación neural
II. Biomecánica
Los nervios se exponen a fuerzas de tensión, torsión y compresión generando respuestas
adaptativas nerviosas caracterizadas por: a) movimientos de deslizamiento, b) aumento de la
presion interna, c) contracciones transversas.
a) Los nervios se deslizan longitudinalmente durante el movimiento articular (ocasionalmente
además, de forma transversal, i.e. nervio mediano en la extensión de muñeca).
- Existen dos tipos de movimientos en el nervio:
• Externo: se provoca un deslizamiento del nervio y su medio ambiente (la
fascia paraneural).
• Interno: existe un deslizamiento interfascicular e interaxonal.
Internamente, el epineuro interfasicular se une de una manera suelta al perineuro permitiendo el
deslizamiento entre los diferentes fascículos en forma independiente unos de otros.
En relación a las articulaciones:
- Si un movimiento articular genera una tensión y movimiento del tejido conectivo paraneural (en el
sentido del alargamiento de este tejido), se generará un deslizamiento de todo el nervio hacia la
articulación que se mueve, esto se llama movimiento de convergencia neural.
- Si un movimiento articular genera una disminución de la tensión y del movimiento en el tejido
conectivo paraneural, el nervio se realineará con su lecho de tejido conectivo paraneural en el
sentido del acortamiento, generando un movimiento de alejamiento nervioso en relación a la
articulación que se mueve, esto se llama movimiento de divergencia.
Conceptos generales:
- Un segmento facilitado de la médula espinal (i.e. por problema de una articulación intervertebral)
genera un ritmo alto de bombardeo de señales aferentes desde los terminales nerviosos del
segmento facilitado, aumentando la demanda de energía en las neuronas afectadas en detrimento
del flujo axoplasmático, si la situación persiste se pueden producir cambios tróficos en el segmento
facilitado.
- Con un aumento de la carga nerviosa tensil (elongación), la separación estructural (carga) ocurre
primero en las capas celulares mas internas del perineuro, después en los axones y tejido conectivo
del endoneuro y finalmente en las células y tejido conectivo de las capas del perineuro y epineuro.
- El daño difuso del axón en el endoneuro puede ocurrir mucho antes que el daño visible en el
epineuro.
- La capa mas externa del epineuro se une a los componentes fasciales paraneurales del tejido
conectivo que rodea al epineuro. La densidad y tensión de estas uniones difieren a lo largo del
recorrido nervioso.
- El tejido paraneural (lecho nervioso), es un tejido conectivo suelto que contiene una cantidad
importante de tejido adiposo, el cual protege al nervio en los sitios de compresión frecuente y
facilita el deslizamiento transversal y longitudinal del nervio sobre su lecho.
- La elongación del lecho nervioso durante el movimiento articular genera un aumento en la tensión
del nervio, esta tensión nerviosa es mayor cercana a la articulación que se mueve.
- Interfaz mecánica: ser refiere al tejido o material adyacente al sistema nervioso que se puede
mover independiente del sistema.
- Las interfaces anatómico funcionales mecánicamente pura, pueden ser: una lámina fascial o un
vaso sanguíneo, un músculo o un ligamento, articulación, lecho nervioso, fascia, tejido subcutáneo,
túnel fibroso, piel.
- Las interfaces patológicas pueden ser: osteofitos, tumefacción ligamentosa, cicatrización fascial,
edema, sangramiento perineural, vendajes apretados.
- El movimiento nervioso puede verse limitado por adherencias paraneurales.
- La alteración del deslizamiento longitudinal de un nervio es un agente importante en la producción
de cambios generadores de tensión e inflamación del nervio.
- La alteración de la interfaz mecánica de un nervio puede conducir a la lesión de todo el nervio.
- La fibrosis puede “atrapar” los nervios causando la pérdida de sus mecanismos de adaptación al
movimiento permitiendo un aumento de la mecanosensibilidad.
MECANOSENSIBILIDAD
Se define mecanosensibilidad como la sensibilidad de la fibra nerviosa a estímulos mecánicos.
Un estímulo mecánico sobre el nervio puede generar dolor:
– Porque se producen en el axón “sitios generadores de impulsos
anormales”
– Aumentan los canales iónicos en la membrana axonal (generados en el soma neural)
para producir dolor
– Los canales iónicos pueden permanecer abiertos por 24 horas
– Los sitios generadores de impulsos anormales duran 48 horas
Estímulos mecánicos:
- La formación de edema en los tejidos adyacentes al nervio genera un estímulo mecánico con
aumento en la presión sobre el nervio.
- La carga articular sostenida se asocia a elevación repetitiva de la presión extraneural la que genera
formación de edema extraneural e intraneural junto con fibrosis y daño de la fibra nerviosas.
Si una presión extraneural se mantiene por un tiempo suficiente, la lesión inicial y los mecanismos
de remodelado y reparación que suceden constantemente pueden obviarse y generar un edema
intra y extraneural persistente y eventualmente una fibrosis con la pérdida de la función neural.
Bajo compresiones extraneurales de baja magnitud disminuye el flujo sanguíneo microvascular
intraneural, se genera alteración del transporte axonal (axoplasma) y se altera la estructura nerviosa
y su función, alterando la nutrición celular y los sistemas de comunicación intraneural.
b. Acido Hialurónico
El ácido Hialurónico o Hialuronato (AH), es una molécula que se ubica en la matriz extracelular y que
ejerce una serie de funciones fisiológicas en el cuerpo de los mamíferos. Actúa como - un agente
lubricante y escudo protector, - absorbedor de choques (junto con el líquido sinovial), - rellena
espacios generando turgencia en los tejidos, - previene la compresión vascular. Este AH es una
molécula pesada de glucosaminoglicanes. Está compuesta por disacáridos de ácido glucorónico
alternante y N-acetilglucosamina conectadas a través de uniones glicosídicas b1-3 y b1-4. El AH es
ubicuo y particularmente abundante en el tejido conectivo blando, en tejidos que sufren de
crecimiento y desarrollo rápidos, en la fertilización, en la embriogénesis, en cualquier proceso de
reparación o regeneración tisular, en las migraciones celulares, en inicio cancerígeno y progresión
maligna. Sintetizado y secretado por fibroblastos o “fasciacitos” según C. Stecco, por miofibroblastos
y otros componentes de la MEC.
Estudios han demostrado que el AH está presente entre la fascia profunda y el músculo así como
dentro del músculo. C. Laurent en su estudio sobre localización de AH en tejidos musculares en ratas
detectó presencia de AH en las capas de tejido conectivo que rodean al músculo (epimisio), en los
septos que subdividen los fascículos de fibras musculares (perimisio) y en el tejido conectivo que
rodea cada fibra muscular (endomisio). El AH se distribuye heterogéneamente en toda la
musculatura estriada. Formaciones de tejido conectivo perivascular y perineural poseen AH. Se
presume que el AH facilita el deslizamiento entre estas estructuras. La presencia de AH dentro del
tejido conectivo de las fascias soporta la autonomía de deslizamiento entre dos o tres capas fibrosas
adyacentes, garantizando la función normal de la fascia profunda.
En todo el cuerpo, el tejido conectivo laxo (TCL) amortigua y separa diferentes estructuras unas de
otras. Se sabe que este tejido es un reservorio importante de agua e iones para los tejidos que lo
rodean y que puede acumular así como remover varios productos de degradación y sustancias
tóxicas. Las subsecuentes variaciones en la concentración de agua, iones y otras sustancias pueden
alterar las propiedades biomecánicas del TCL y por lo tanto las funciones de deslizamiento de las
diferentes capas fasciales. Un elemento fundamental del TCL es el AH y su concentración determina,
junto con la temperatura y otros parámetros físicos, la densidad de la matriz.
Figura. Se muestran las multicapas en la Fascia Lata y la presencia de AH entre las capas de TC
El AH tiene un rol prominente en la función de deslizamiento entre la fascia y el músculo y entre las
diferentes subcapas de la fascia. El AH provee una sustancia para el logro de un deslizamiento suave
entre superficies, por ejemplo entre las diferentes unidades motoras dentro del músculo. Se sugiere
que las capas de AH entre la fascia y los fascículos musculares y su presencia extendida en el
perimisio y endomisio, puede proveer planos para movimientos potenciales y aparece funcionando
como un lubricante.
Respecto al ejercicio físico, la retención de AH después del ejercicio, combinado con una locación de
este a nivel endomisial, soporta el concepto que el AH no solo lubrica sino que facilita el
movimiento entre las fibras musculares.
Cambios en densidad y función del AH pueden ocurrir debido a un aumento en el PH tisular con
resultado de aumento en la concentración de este. Las propiedades físico químicas del AH son
moduladas por la temperatura, presencia de elementos químicos y presión. Si el AH asume una
conformación más apretada o tensa debido a que el TC dentro de la fascia altera su densidad, el
comportamiento de toda las fascia profunda y del músculo subyacente puede comprometerse.
Existe evidencia que la activación de los receptores (mecano y otros receptores) es altamente
dependiente de la viscoelasticidad de los tejidos que los rodean. Así se sabe que el AH es uno de
los elementos más importantes en determinar la viscoelasticidad de los tejidos. Su presencia
dentro de la fascia nos permite suponer que su alteración puede modificar la activación de
receptores dentro de la fascia. Esto puede ser un fenómeno común en el dolor miofascial.
Figura. Agua entre un neumático y la superficie sobre la que rueda. A: en contacto. B: separados
Al analizar desde el punto de vista de la dinámica del AH, diferentes técnicas manuales como
-Rolfing (carga tisular perpendicular con deslizamiento constante), -liberación miofascial (carga
tisular con movimientos antero-posteriores) y - masoterapia (técnica vibratoria tisular), se observó
que las técnicas de Rolfing y liberación miofascial provocaban flujos de AH hacia los bordes de las
fascias bajo manipulación mientras que con la técnica vibratoria del masaje, el flujo alternaba entre
el centro y los bordes. Estos flujos resultaban en una gran lubricación de la zona. Otro hallazgo
matemático que explica la disminución de adhesión entre diferentes tejidos percibido por el
terapeuta durante maniobras de Rolfing y liberación miofascial, es que la presión del fluido
generada entre dos capas (fascia y hueso) provoca que la diferencia de fluido se acreciente y
consecuentemente que el grosor entre las dos capas aumente. La presencia de un fluido más
grueso puede mejorar el sistema de deslizamiento permitiendo un trabajo muscular más eficiente.
Piehl-Aulin et al em 1985 demostró un acúmulo transitorio de AH post ejercicio físico. Parecido a una
articulación sinovial, el aumento de AH es el intento inicial para aumentar el deslizamiento entre dos
superficies.
Tadmir et al en 2002 demostró que cuando el AH se organiza dentro de las capas, su viscosidad
aumenta considerablemente, generando un aumento de la distancia entre las dos superficies.
El aumento de la viscosidad del tejido conectivo laxo dentro de la fascia puede provocar una
disminución del deslizamiento entre las capas de fibras colágenas en la fascia profunda. Esto puede
ser percibido por el paciente como un aumento en la rigidez fascial.
Las superestructuras tridimensionales de las cadenas de AH se descomponen progresivamente
cuando la temperatura aumenta con una disminución consecuente en su viscosidad (Gabor et al,
2003). Esto puede explicar el efecto de muchas terapias físicas al aumentar la temperatura tisular.
Bibliografía.
1. Hans Chaudhry a, Bruce Bukiet b,∗, Max Roman a, Antonio Stecco c and Thomas Findley
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CAPÍTULO 7
FISIOPATOLOGÍA Y PATOLOGÍA TEJIDO CONECTIVO
1. Osteoartritis
a) Cartílago
a. Fisiología del cartílago articular
b. Fisiopatología cartílago
c. Mediadores de la inflamación implicados en la artrosis
b) Sinovial
a. Implicación de la membrana sinovial en la fisiopatología de
la OA
b. Sinovitis crónica
c. Inflamación, dolor y daño articular
d. Angiogénesis e inflamación
e. Angiogénesis inflamatoria
f. Contribución de la angiogénesis a la inflamación
g. Angiogénesis en el hueso y cartílago en articulaciones con
OA
h. Angiogénesis y dolor
i. Nervios sensoriales como mediadores de angiogénesis e
inflamación
c) Hueso subcondral
d) Tratamiento: Análisis y critica a la guía clínica 2009del MInsal en su
apartado “ejercicios para artrosis”
e) Estrategia operacional en APS
f) Plan de trabajo
a. Filtrar pacientes: cuestionario womac
b. Utilización recursos humanos
i. alumnos en práctica
ii. asistentes
iii. parientes
2. Fibromialgia
a. Fisiopatología
b. Diagnóstico
c. Clasificación
d. Criterios diagnósticos
e. Tratamiento
i. Estrategia operacional en APS
a) Filtrar pacientes por categorias
a. Grupos I, IIA Y IIB, III, IV
b) Grupos “intervención emocional grupal”
2.OSTEOARTRITIS (OA)
INTRODUCCION
CARTÍLAGO
FISIOLOGÍA DEL CARTÍLAGO ARTICULAR
El cartílago articular es un tejido extremadamente especializado que impide el daño articular
secundario a la carga mecánica, acción que realiza disminuyendo la fricción durante el movimiento.
El cartílago es resistente a la tensión-tracción y a la compresión, se adapta a las condiciones
cambiantes. Estas propiedades se deben a que está compuesto básicamente por agua (60% de su
peso) y por una matriz extracelular formada por proteoglicanos y fibras de colágeno tipo II, estos
elementos son sintetizados por la única célula residente del cartílago, el condrocito. El cartílago
está aislado de otros tejidos circundantes a través de la membrana sinovial, que es impermeable al
paso de macromoléculas pero permite la difusión de nutrientes y oxígeno. El cartílago está formado
por proteoglicanos y colágeno. Los proteoglicanos más comunes son condroitínsulfato,
queratánsulfato y ácido hialurónico, las fibras de colágeno mayoritariamente son del tipo II, un 10%
está representado por los tipos IX y XI, que sirven como puente de unión entre fibras, también se
encuentran en el cartílago articular, en muy pequeñas cantidades, colágeno tipo V, unido a
proteínas de la matriz y del tipo X, que se expresa solo en las regiones donde hay calcificación. Las
fibras de colágeno forman una red en la que se encuentran inmersos tanto los PG como los
condrocitos. Los condrocitos del cartílago articular no son homogéneos, estos se diferencian en su
morfología y función según la zona del cartílago donde se ubiquen. Los de la zona superficial, que
están en contacto con el líquido sinovial, presentan una apariencia alargada en contraste con los de
las zonas intermedia y profunda que son redondeados. En la zona más profunda, la densidad celular
es notablemente menor. Por otra parte, las características de las Fibras de colágeno también difieren
según la zona, a nivel superficial el colágeno está dispuesto de forma tangencial y existe una baja
concentración de proteoglicanos, esto que confiere al cartílago resistencia a la tensión y a la fricción.
Las zonas intermedia y profunda tienen fibras colágenas más gruesas organizadas de forma radial y
con un contenido más alto de proteoglicanos, que pueden atrapar agua, aumentando la resistencia
del cartílago a la compresión.
Se hace importante conocer que los sulfatos adheridos a los GAG (proteoglicanos) son
responsables de capturar citocinas y factores de crecimiento y de contribuir al reconocimiento de
algunos de estos mensajeros.
La gran cantidad de agua presente en el cartílago tiene funciones diversas e importantes; una de
ellas es servir como medio de difusión de los nutrientes hacia el condrocito, célula cuya demanda
energética es alta por ser muy activa metabólicamente, siendo el cartílago articular avascular, los
nutrientes y el oxígeno deben alcanzar el condrocito a través de diversas formas. En el hueso
subcondral existen canales para el transporte de nutrientes, pero estos canales son importantes
solamente para la nutrición del cartílago epifisiario y para las zonas de osificación activas durante el
crecimiento.
SINOVIAL
IMPLICACIÓN DE LA MEMBRANA SINOVIAL EN LA FISIOPATOLOGÍA DE LA OSTEOARTRITIS
Todavía no se sabe si la alteración del cartílago precede al daño de la membrana sinovial, sí hay
certeza de que el mal funcionamiento sinovial potencia y perpetúa los daños en el cartílago
articular.
Clásicamente, el concepto general de OA otorgaba mayor énfasis a la activación directa del cartílago
y el hueso subcondral y daba menor importancia al tejido sinovial. Sin embargo, diferentes estudios
artroscópicos longitudinales señalan que la sinovitis tiene relación con el progreso del daño en el
cartílago en OA.
En la inflamación aguda se genera una eliminación del irritante seguida por una resolución del tejido
a su estado original. Durante la inflamación crónica la sinovial permanece anormal incluso después
de subsanada la inflamación. La evidencia histológica de sinovitis crónica puede estar presente en
ausencia de signos clínicos evidentes, y la contribución de esta sinovitis crónica al dolor y rigidez
puede ser pasada por alto. Las causas de brotes inflamatorios agudos en OA son múltiples e
incompletamente comprendidas. Los pacientes generalmente atribuyen estos brotes a actividades
particulares realizadas, señalando con ello que el trauma físico puede jugar un rol en ello. Los
brotes inflamatorios agudos en OA también pueden asociarse con la presencia de pirofosfato
dihidrato de calcio (CPPD) o cristales de hidroxiapatita dentro de la articulación. Los depósitos de
cristales de CPPD se asocian con OA en la rodilla y se manifiestan con condrocalcinosis radiológica o
sinovitis aguda intermitente (pseudo gota). Hasta un 25% de los pacientes con remplazo de rodilla
por OA presentan evidencia radiológica de condrocalcinosis en Rx pre-operatoria. El dolor es uno de
los síntomas clásicos de las inflamaciones agudas, esto debido a la sensibilización de nervios finos
sensoriales desmielinizados presentes en las articulaciones con OA. Sin embargo esto no está
restringido a la inflamación aguda ya que la inflamación crónica también puede ser fuente de dolor
en OA. .
SINOVITIS CRÓNICA
Existe una variada evidencia que la inflamación sub clínica es común en OA, incluso en ausencia de
brotes inflamatorios agudos. La presencia de marcadores circulantes de inflamación como la
proteína reactiva C (PRC) puede estar elevada en OA comparado con poblaciones control sin la
enfermedad. Exámenes histológicos de la sinovia frecuentemente indican una infiltración celular
inflamatoria que involucra a macrófagos y células T, un aumento en la renovación celular y
angiogénesis. El uso de imágenes a través de resonancia magnética en pacientes con OA
relativamente inicial, ha mostrado un 73% de estos con engrosamiento sinovial. Este
engrosamiento sinovial correspondía a sinovitis crónicas medias. La PRC sérica aumentada podía
reflejar inflamación sub clínica en la articulación afectada mediada por citocinas que entran a la
circulación. La IL6 está aumentada durante la inflamación sinovial y puede aumentar la
angiogénesis inflamatoria. Se cree que la IL6 es el principal estimulador en la producción de PRC.
La IL6 es producida por células sinoviales, osteoblástos y condrocitos. Las causas de sinovitis
crónica no se comprenden bien, se encuentran fragmentos de cartílago (referidos como
debridaciones) dentro de la sinovial asociados a células gigantes típicas de reacciones frente a
cuerpos extraños. La presencia de depósitos de hemosiderina sugiere un rol para hemartrosis
recurrente menor en algunos pacientes.
INFLAMACION, DOLOR Y DAÑO ARTICULAR
Los síntomas de la sinovitis crónica son menos comprendidos que los de la inflamación aguda.
Características de la inflamación como son elevación de la PRC e infiltración de macófagos dentro de
la sinovia e incluso agregados linfoídeos no se asocian necesariamente en la OA con los signos
clásicos de la inflamación calor, rubor y aumento de volumen. La sinovitis crónica se asocia con
cambios marcado en las conexiones centrales de los nervios sensoriales y cambios en la síntesis y
liberación de neurotransmisores y neuromoduladores. Aún más, existe un recambio en el volumen
celular dentro de la sinovia inflamada, fibroblastos y vasos sanguíneos proliferan, hay
reclutamiento de macrófagos y un aumento en la apoptosis celular. El recambio dentro del tejido
celular se acompaña de retracción y crecimiento de terminales nerviosos sensoriales. El
crecimiento y daño de los nervios periféricos se asocia con un aumento en la sensación dolorosa.
La habilidad de la inflamación de generar dolor depende de la inervación sensorial de la
articulación. Los nervios sensoriales desmielinizados finos contienen neuropéptidos como sustancia
P (SP) y péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP), los que han sido localizados en la
sinovia, ligamentos, tendones, meniscos y la unión osteo-condral en articulaciones normales y con
OA. Estos nervios pueden mediar dolor suave y quemante, dolor descrito por muchos pacientes con
OA. Las fibras nerviosas mielinizadas en la cápsula articular y estructuras intraarticulares pueden
mediar la aparición repentina de dolor en movimiento o presiones. Durante la inflamación,
algunos elementos como adenosina, prostaglandinas PGE1 y PGF2α, leucotrienios B4 y (8R-15S),
dihidroxieicosa (5E9-11-132)- ácido tetraenoico (8R-15s-diHETE) son liberados dentro de la
articulación, sensibilizando los nervios, resultando en un aumento de las descargas frente a un
estímulo dado. Al mismo tiempo mediadores inflamatorios como la bradiquinina, la histamina, 5-HT
(serotonina), PGE2, prostaciclinas y la acidosis estimulan los nervios incluso en ausencia de
estímulo mecánico. En un período de horas o días, el reclutamiento de células inflamatorias y el
aumento de genes dentro de la sinovia genera citoquinas como IL-1, IL-6, IL-8 y TNFα junto a factor
de crecimiento nervioso. Estos factores favorecen la sensibilización periférica mientras que la
plasticidad neuronal contribuye a la sensibilización central. La inflamación puede exacerbar la
degradación del cartílago en OA. La TNFα y IL-1 estimulan la producción de MMP y activador
plasmagénico por el condrocito, lo que degrada la matriz de proteoglicanos y colágeno. La
estimulación de angiogénesis debido a la sinovitis puede contribuir al daño articular en OA.
ANGIOGÉNESIS E INFLAMACIÓN
Angiogénesis e inflamación crónica son procesos muy integrados. La inflamación puede estimular
la angiogénesis y viceversa. Sin embargo aunque la inflamación crónica casi siempre se acompaña
de angiogénesis, la angiogénesis puede ocurrir en ausencia de inflamación.
ANGIOGÉNESIS INFLAMATORIA
Los mediadores de la inflamación pueden estimular directa o indirectamente la angiogénesis. Las
células que producen estos factores incluyen a macrófagos y mastocitos, los que están presentes
abundantemente en sinoviales osteoartríticas inflamadas. El crecimiento de nuevos vasos puede
ser estimulado directamente por macrófagos. Los macrófagos también pueden secretar factores que
estimulan a otras células como las endoteliales y fibroblastos, los que producen factores
angiogénicos como VEGF. Neutrófilos y linfocitos han sido implicados en la inducción de
angiogénesis ya que estos pueden producir factor de crecimiento fibroblástico básico (bFGF) y VEGF
generando una inducción temprana de angiogénesis. También ciertas condiciones inflamatorias
pueden estimular la angiogénesis. La hipoxia tisular generalmente ocurre en tejidos inflamados y
es un potente estimulador de angiogénesis. La expresión genética de VEGF aumenta durante la
hipoxia estimulando factores angiogénicos en un intento de aliviar la baja de oxígeno tisular.
CONTRIBUCIÓN DE LA ANGIOGÉNESIS A LA INFLAMACIÓN
La angiogénesis puede ser el factor más importante en potenciar o perpetuar la inflamación más
que iniciarla. El aumento en la permeabilidad a macromoléculas en los nuevos vasos formados
facilita la formación de edema. Moléculas de adhesión como la E- selectina están aumentadas en
los vasos nuevos, facilitando la infiltración celular inflamatoria. Así, la respuesta inflamatoria puede
ser mantenida por estos vasos nuevos que transportan células inflamatorias nutrientes y oxígeno,
al sitio de inflamación. La angiogénesis puede indirectamente promover el aumento en la
infiltración de células inflamatorias, aumentando la producción de factores angiogénicos producidos
por estas células. Se ha especulado que en las sinovitis iniciales, la angiogénesis puede contribuir a
la transición de inflamación aguda a crónica.
ANGIOGÉNESIS EN EL HUESO Y CARTÍLAGO EN ARTICULACIONES CON OA.
La angiogénesis ocurre en la unión osteocondral así como dentro de la sinovia OA. La
vascularización del cartílago articular y los osteofitos son característicos de la OA. El cartílago
articular normal es avascular en el adulto. Una capa profunda de cartílago calcificado se ubica entre
la tidemark y la unión osteocondral. Vasos sanguíneos pueden penetrar el cartílago calcificado
dentro de canales fibrovasculares originados desde el hueso subcondral. Con un aumento en la
severidad de la OA, estos canales vasculares penetran en la tidemark y se pueden hallar vasos
sanguíneos más superficialmente en el cartílago articular no calcificado. El cartílago articular OA
ofrece una resistencia reducida a la invasión de vasos sanguíneos, los condrocitos hipertrofiados
dentro de las capas profundas producen factores angiogénicos
ANGIOGÉNESIS Y DOLOR
Cualquier facilitación de la inflamación puede contribuir a la generación de dolor. La formación de
nuevos vasos sanguíneos puede facilitar el dolor, a través de una reorganización estructural de la
articulación. El crecimiento de nervios sensoriales desmielinizados finos sigue a la angiogénesis en
una amplia variedad de tejidos. El crecimiento y daño de nervios periféricos genera sensibilización y
se asocia con un aumento de la sensación dolorosa. Es probable que la neo-inervación que sigue a la
angiogénesis pueda por si misma contribuir a la experiencia de dolor durante la sinovitis crónica.
Normalmente el cartílago articular no es inervado, en OA este cartílago se vasculariza asociándose
con nuevos nervios sensoriales. Los osteofitos se desarrollan por osificación endocondral en los
bordes de la articiulación osteoartrítica. La angiogénesis es un estado esencial en la osificación
endocondral e inervación sensorial de los osteofitos lo que puede explicar en parte el reporte de
dolor.
NERVIOS SENSORIALES COMO MEDIADORES DE ANGIOGÉNESIS E INFLAMACIÓN.
Los nervios sensoriales desmielinizados finos no solo responden a la inflamación sino además
pueden iniciar o facilitar la inflamación a través de la liberación de sustancias vasoactivas dentro
de la articulación. Neuropéptidos como la sustancia P y CGRP son liberados en los tejidos periféricos
actuando en receptores celulares específicos localizados en los vasos sanguíneos. La sustancia P
favorece la extravasación de plasma a través de su interacción con la Neurokinina NK1, una clase de
proteína G acoplada a receptor y el CGRP es un potente vasodilatador. La activación de nervios
sensoriales provoca la clásica reacción de eritema y tumefacción correspondiente a la inflamación
neurogénica aguda. También se ha acumulado evidencia que muestra infiltración celular frente a la
actividad persistente de nervios finos desmielinizados (infiltración crónica neurogénica). Aún más,
las sustancia P y CGRP pueden favorecer la proliferaciómn de células endoteliales, la migración y
formación de capilares in vitro y angiogénesis in vivo.
Diversos trabajos demuestran la expresión de citocinas proinflamatorias, MMP y moléculas de
adhesión celular, incluso en estadios tempranos de OA, aunque en menor cantidad que en los
tejidos en la Artritis Reumatoide (AR). Por ello,no es sorpresa que la sinovitis pueda resultar en la
destrucción progresiva del cartílago articular adyacente. Los cambios patológicos que se producen
en la membrana sinovial de un paciente con un grado severo de OA son próximos a los cambios
observados en la membrana sinovial de un paciente con AR. En ambos casos se puede observar
proliferación de las células sinoviales residentes y la acumulación de una variada población de
células inflamatorias, como células B y T activadas, en la membrana y el líquido sinovial.
Normalmente se ha asumido que esto es una respuesta secundaria a la liberación de productos del
cartílago al líquido sinovial.
Los sinoviocitos tienen entre sus funciones el paso de nutrientes al líquido sinovial, la remoción de
sustancias nocivas y la liberación de agentes inflamatorios como son (IL-1α, IL-1β, TNFα, IL-8, MCP-
1), proteasas (colagenasas, estromelisinas, agrecanasas), mediadores lipídicos (PGE2, LTB4) y
radicales libres (NO, O–).
Cuando hay pérdida de la permeabilidad selectiva de la membrana sinovial o soluciones de
continuidad en ella, se altera la regulación del transporte de solutos críticos para el condrocito,
como el oxígeno y la glucosa. Así, el nivel de oxígeno en el cartílago puede aumentar y la transición
de condiciones hipóxicas a normóxicas lleva a un aumento en la producción de radicales libres;
dichos radicales activan las MMP e inducen la liberación de TNF-α, IL-1β y TGF-α, que a su vez
activan también MMP y otras sustancias proinflamatorias, ampliando el problema. Los radicales
libres causan alteración del potencial transmembrana mitocondrial, reflejo de disfunción
mitocondrial y de daño de la maquinaria energética del condrocito, lo que finalmente desencadena
los mecanismos apoptóticos celulares; del mismo modo los radicales de oxígeno lesionan los
telómeros de los cromosomas, lo que acelera la senescencia del cartílago.
La cantidad de glucosa en el líquido sinovial es reflejo de su nivel en la sangre; su exceso en el
líquido sinovial secundario a hiperglicemia es causante de disfunción del condrocito mediante la
producción de radicales libres de oxígeno y de citocinas proinflamatorias locales. Además los
productos finales de la glucosilación avanzada refuerzan las uniones entre las fibras colágenas, lo
que aumenta la rigidez del cartílago disminuyendo su funcionalidad. El condrocito de articulaciones
sanas puede protegerse de este exceso de glucosa al disminuir la cantidad de receptores GLUT-1
expresados, pero los condrocitos de las articulaciones osteoartríticas no son capaces de hacerlo y
transportan cantidades altas de glucosa con las consecuencias ya mencionadas, posiblemente
debido a que citocinas proinflamatorias, como la IL-1β, causan mayor síntesis y expresión del
transportador.
HUESO SUBCONDRAL
El hueso subcondral forma una interfaz entre el cartílago calcificado bajo la tidemark y el hueso
trabecular subyacente. Cambios pronunciados en OA son vistos en la estructura y composición tanto
de la placa cortical como del hueso trabecular. Características de osificación endocondral están
presentes en la OA y la tidemark avanza en asociación con penetración vascular. Este proceso se
acompaña con formación de osteofitos, quistes subcondrales y microfracturas. Estas lesiones se
localizan en las áreas con mayor daño cartilaginoso. Algunos estudios sugieren que los cambios en
el hueso subcondral y la formación de osteofitos preceden a la degeneración cartilaginosa. Los
estudios muestran que los osteoblastos responden a la estimulación mecánica con la expresión de
citiokinas inflamatorias y enzimas degradadoras al igual que los condrocitos. Estos factores podrían
actuar directamente sobre el cartílago o cambiar las propiedades mecánicas del hueso subcondral,
lo que podría tener efectos adversos en el cartílago subyacente. Contrariamente, la remodelación
del hueso subcondral podría resultar de un aumento de la carga debido a la pérdida de la
integridad del cartílago. El hueso subcondral es altamente inervado y probablemente contribuye a
la generación de dolor en la OA.
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Figura. Resumen en la relación entre inflamación, plasticidad neurovascular y los síntomas de la OA.
La inflamación puede estimular la angiogénesis, y esta facilitar la inflamación. Estos dos procesos
pueden contribuir al daño de la articulación con OA a través de la degradación del cartílago y la
formación de osteofítos. La angiogénesis puede conducir a la inervación del cartílago articular lo cual
puede ser fuente de dolor en la OA. La sensibilización de los nervios sensoriales por medio de
mediadores inflamatorios es también fuente de dolor, los nervios sensibilizados pueden causar
inflamación neuogénica e iniciar el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos.
DIABETES
Controlar diabetes. esta genera hiperglicemia en el líquido sinovial lo que es reflejo de su nivel en la
sangre; su exceso en el líquido sinovial secundario a hiperglicemia es causante de disfunción del
condrocito mediante la producción de radicales libres de oxígeno y de citocinas proinflamatorias
locales. Además los productos finales de la glucosilación avanzada refuerzan las uniones entre las
fibras colágenas, lo que aumenta la rigidez del cartílago disminuyendo su funcionalidad.
FIBROMIALGIA
Fibromialgia (FM) es un síndrome caracterizado por dolor crónico extendido a múltiples tender
points, rigidez articular y síntomas sistémicos (alteraciones estado de ánimo, fatiga, alteraciones
cognitivas e insomnio), sin una enfermedad orgánica de base definida. Se le puede encontrar
asociada a enfermedades específicas tales como patologías reumáticas, desordenes neurológicos o
siquiátricos, infecciones y diabetes. La etiología y patogénesis de la FM no está completamente
comprendida. Varios factores como disfunción de los sistemas nervioso central y autónomo, de
neurotransmisores, hormonas, sistema inmune, estresores externos, aspectos siquiátricos y otros
parecen estar involucrados.
1. Sistema nervioso central: se considera a la sensibilización central como el principal mecanismo
involucrado y se le define por el aumento en la respuesta a estímulos mediados por señales del SNC.
La sensibilización central es la consecuencia de una actividad nerviosa espontánea sobre campos
receptivos aumentados, generando respuestas aumentadas a estímulos transmitidos por fibras
nerviosas aferentes primarias. Un fenómeno involucrado parece ser el “windup”, el que refleja un
aumento en la excitabilidad en las neuronas de la médula espinal: después de un estímulo doloroso,
un estímulo de la misma intensidad es percibido más fuerte, esto ocurre normalmente en todos los
seres, pero es excesivo en los pacientes con FM. Estos fenómenos son la expresión de la
neuroplasticidad y son mediados principalmente por receptores N-Netil-D-Aspartato (NMDA)
localizados en la membrana post sináptica de los cuernos dorsales de la médula espinal. Otro
mecanismo involucrado son las vías inhibitorias dolorosas descendentes, las que modulan la
respuesta medular a los estímulos dolorosos. Estas parecen estar alteradas en pacientes con FM, lo
que contribuye a exacerbar la sensibilización central. Otro mecanismo supuesto en la patogénesis de
la FM es la activación de las células de la Glía, estas ayudarían a modular la transmisión del dolor en
la médula espinal, estas frente a estímulos dolorosos repetidos, liberarían citoquinas
proinflamatorias, óxido nítrico, prostaglandinas y especies oxígeno reactivas que estimularían y
prolongarían la hiperexcitabilidad de la médula espinal. También la serotonina es un
neurotransmisor involucrado en la sensibilización central, así como su precursor el Triptofano y sus
metabolitos. La serotonina está involucrada en la regulación del estado de ánimo y del sueño. Esto
podría explicar la asociación entre FM y desordenes mentales y/o del sueño. Otros
neurotransmisores también juegan un rol en la FM. Existen datos que sugieren la participación de
norepinefrina, dopamina, sustancia P, (cuyos niveles se presentan típicamente altos en FM),
endorfinas y metaencefalinas. Estos péptidos del sistema endógeno opioide parecen estar
hiperactivos pero de alguna manera son incapaces de modular el dolor en pacientes con FM. (Esto
podría explicar la reducida eficacia de los opioides exógenos en la población con FM).
2. Sistema neuroendocrino y sistema nervioso autónomo: la FM se considera un desorden
relacionado con el estrés (distrés). Es fácil entender que el eje Hipotalámico-Pituitario-Adrenal (HPA)
está involucrado. Muchos estudios muestran elevados niveles de cortisol particularmente en las
tardes, lo que se asocia con una alteración del ritmo circadiano. Los pacientes con FM muestran
valores elevados de hormona adenocorticotropina (ACTH) tanto basal como en respuesta al estrés.
Esta alteración probablemente se relaciona con los niveles bajos de serotonina observados en FM
debido a que las fibras serotoninérgicas regulan la función del eje HPA. Los niveles de la hormona de
crecimiento (GH) tienden a estar normales durante el día pero están reducidos durante el sueño,
esto se explica porque:
a) La GH es secretada principalmente en la fase 4 del sueño, fase que está alterada en la FM.
b) Los pacientes con FM tienen altos niveles de somatostatina, un inhibidor de la GH,
inducida por los altos niveles de ACTH que se encuentra elevada en FM. Estudios actuales
parecen confirmar el hecho que en FM el sistema nervioso simpático está persistentemente
hiperactivo sin embargo se presenta hiporeactivo al estrés. Esto podría explicar algunos
síntomas como fatiga matinal, rigidez, desordenes del sueño, ansiedad, pseudo Reynaud,
síntomas de Sicca e irritabilidad intestinal.
3. Trastornos del sueño: pacientes con FM se quejan frecuentemente de trastornos del sueño y
probablemente la FM está involucrada en la patogénesis de este. Exámenes electroencefalográficos
revelan que la fase IV del sueño es la más afectada con la consecuente disminución de la GH así
como de IGF-1. Dado que estas hormonas están involucradas en la reparación en el microtrauma
muscular, esta reparación puede verse afectada frente a disturbios del sueño.
4. Factores genéticos: la predisposición genética es un factor importante que surge del estudio de
varias familias. Entre varios de los genes investigados los más importantes están asociados con
neurotransmisores. Gen transportador de serotonina, gen receptor de dopamina D4, son algunos
genes que se han observado tienen una relación con la FM.
5. Sistema inmune: la FM es común en pacientes que padecen enfermedades autoinmunes.
Diferentes estudios con anticuerpos en FM se han realizado con resultados a la fecha
controversiales.
6. Aspectos siquiátricos: los problemas siquiátricos parecen contribuir al desarrollo de la FM. La
prevalencia de condiciones siquiátricas entre pacientes afectados por FM es más alta que la presente
en pacientes con otras enfermedades reumáticas. Los desordenes más comunes asociados son
ansiedad, somatización, distimia, desordenes de pánico, estrés post traumático y sobretodo
depresión. Depresión es el trastorno frecuentemente más asociado con FM y la disfunción del
sistema serotoninérgico puede jugar un rol en esta. La depresión empeora los síntomas de la FM así,
los antidepresivos son esenciales en FM.
7. Tejidos periféricos: tejidos como la piel, músculos y microvasos están siendo investigados así
como la desregulación vascular de los músculos. La inadecuada respuesta al estrés oxidativo,
exacerbado por la caída en la saturación de Oxígeno nocturna aumentan la presencia de IL-1 en los
tejidos cutáneos, aumento de sustancia P en músculos y fragmentación de DNA en las fibras
musculares, todos estos elementos se sospecha que juegan un rol en la FM.
8. Factores gatillantes: infecciones pueden inducir FM, en particular virus tales como HCV, HIV,
Coxsackie B y paravirus y bacterias como Borrelia. Un rol importante asociado a estos elementos son
las citoquinas y las células de la Glía los que expresan receptores para virus y bacterias. El trauma
físico, las vacunas y sustancias químicas pueden ser factores gatillantes.
DIAGNÓSTICO.
En 1990 el American College of Rheumatology (ACR) definió criterios para el diagnóstico de la FM.
1. Historia de dolor musculoesqueletal expandido presente al menos por tres meses.
2. Sensibilidad al menos en 11 de 18 puntos definidos. El dolor debe afectar ambos lados del cuerpo,
debe afectar áreas sobre y bajo la cintura y también debe ser axial. Los tender points son
considerados positivos si a la presión digital con 4 Kg de presión (cuando el pulgar del operador se
torna pálido), el paciente refiere dolor.
La FM es una de las enfermedades que con más frecuencia produce dolor crónico en la población. Se
caracteriza por un estado doloroso crónico, generalizado, que los pacientes localizan, sobre todo, en
el aparato locomotor, y que presenta una exagerada hipersensibilidad en múltiples puntos
predefinidos (tender points), sin alteraciones orgánicas demostrables. Típicamente se relaciona con
una gran variedad de síntomas, entre los que destacan la fatiga persistente, el sueño no reparador,
la rigidez generalizada y los síntomas ansioso-depresivos.
La FM fue reconocida como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1992. Se
sugiere que la generación de una clasificación de la FM basada en su relación con otras
enfermedades (clasificación nosológica), proveerá una aproximación cada vez más cercana al ámbito
de las enfermedades autoinmunitarias sistémicas y reumáticas. Este tipo de clasificaciones han
demostrado gran utilidad en la práctica clínica en el manejo de pacientes con enfermedades muy
heterogéneas en su expresión clínica, ya que permiten la identificación de subgrupos de pacientes
más homogéneos y, por lo tanto, candidatos a recibir pautas diagnósticas y terapéuticas más
individualizadas.
El análisis ha permitido identificar que los principales aspectos a evaluar en la clasificación del
paciente con FM son el perfil psicopatológico y la coexistencia de otros procesos. Una adecuada
clasificación del paciente con FM solo puede realizarse mediante una evaluación diagnostica
individualizada por parte de un equipo multidisciplinario.
El primer criterio clasificatorio es común al utilizado para identificar a los pacientes con dolor crónico
generalizado (chronic widespread pain). Coster et al detectan una prevalencia de dolor crónico
generalizado del 4,5% en la población general, de los que más de la mitad (2,5%) cumplían, además,
los criterios de FM del ACR. Por lo tanto, diferenciar si un paciente tiene dolor crónico generalizado
(una entidad tan prevalente como heterogénea y discutida) o una FM se basa, tan solo, en el
cumplimiento adicional del segundo criterio, el dolor a la presión en los puntos dolorosos.
Respecto de este criterio, la revisión sistemática ha puesto de manifiesto la polémica sobre el hecho
de que los puntos dolorosos sean el único instrumento que permite diferenciar al paciente con dolor
crónico generalizado (de cualquier etiología) del paciente con FM. Los principales estudios destacan
una gran variedad de aspectos que ponen en duda la solidez del uso de los puntos dolorosos como
un criterio sólido y objetivo en el diagnóstico de la FM, que incluyen su amplia variación a lo largo
del tiempo, las pocas diferencias observadas si se analizan puntos, grupos de puntos o áreas, la
heterogeneidad en sus distintas formas de evaluarlos y sus resultados, la modesta asociación
encontrada entre el dolor en un segmento corporal determinado y un punto doloroso específico
localizado en dicho segmento, e incluso la falta de consenso en la definición de los puntos negativos
o controles. Otro argumento esgrimido por algunos autores es que los puntos se comportan como
un todo continuo, de manera que cuanto más dolor, más puntos, y también, cuanto más estrés, más
puntos dolorosos. Por lo tanto, establecer el punto de corte en 11, que teóricamente distinga a un
paciente con FM de aquel que no la tiene, es completamente artificioso.
CLASIFICACIÓN.
La revisión sistemática ha identificado cinco propuestas clasificatorias previas con una base
eminentemente nosológica:
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS EN FM
En 1990 el American College of Rheumatology (ACR) publicó los criterios de clasificación, basados en
un examen de puntos dolorosos, que requerían la evaluación por especialistas.
• Dolor difuso, generalizado y crónico, de más de 3 meses de duración, en los 4 cuadrantes del
cuerpo, en ambos lados, por encima y por debajo de la cintura y en el esqueleto axial.
• Dolor en 11 de los 18 puntos sensibles cuando se aplica una presión de 4 kg/ cm2 .
Erróneamente, se creó la impresión de que la FM era una enfermedad musculo-esquelética. Con el
correr del tiempo aparecieron una serie de objeciones (prácticas y filosóficas) a los criterios de
clasificación del ACR. En primer lugar, se hizo cada vez más evidente que el recuento de puntos
dolorosos rara vez se realizaba en la atención primaria, donde se diagnosticaba el mayor número de
casos de FM y cuando así ocurría, éstos eran valorados en forma incorrecta con frecuencia. Muchos
médicos desconocían cómo realizar el examen de los puntos dolorosos o simplemente, omitían el
procedimiento. Entonces, en la práctica, el diagnóstico de FM ha sido fundamentalmente un
diagnóstico basado en los síntomas referidos por los pacientes. En segundo lugar, a pesar de que los
síntomas de la FM (fatiga, sueño no reparador, síntomas cognitivos y síntomas somáticos) no fueron
considerados por el ACR, últimamente se ha puesto en evidencia su importancia como elementos
característicos de esta enfermedad.
BIBLIOGRAFÍA.
TRIGGER POINTS.
• El desarrollo de hiperactividad neural en los Tp es una de las causas de dolor músculo
esquelético.
• Los Tp se pueden encontrar en músculos y sus tendones, cápsulas y ligamentos
articulares, periostio y la piel.
• Los Tp de la piel ocurren frecuentemente en las cicatrices y su distribución varía de
persona en persona
Los Tp pueden dividirse en latentes y activos
• Tp latentes son aquello en los cuales el grado de activación no es suficiente para que
provoquen dolor y pueden ser encontrados en personas sin síntomas dolorosos
• Tp activo se caracteriza porque sus impulsos bombardean al SNC provocando dolor
que será referido localmente (vecindad del punto) o en un sitio a alguna distancia
alejado de el (zona dolor referido).
• El Tp se activa a través de un evento primario o secundario. Las partes del músculo en
la que con mayor frecuencia ocurren son sus orígenes e inserciones, cualquier borde
libre y su vientre muscular particularmente en la región de su punto motor.
• Activación primaria de un Tp, la causa mas común es un trauma sobre el músculo
(trauma directo, por episodios repetitivos o sobrecarga repetitiva)
• Otras razones para activar un Tp: condiciones medioambientales adversas (frío, calor
excesivos; humedad; corrientes de aire; inmovilidad prolongada de un músculo;
enfermedad febril).
• Generación y activación secundaria de un Tp: la activación primaria de un Tp debido a
sobrecarga y compensaciones de los agonistas, posibilita que ocurra el mismo proceso
en los músculos sinergistas (evento secundario), se puede generar el mismo proceso
secundariamente en los músculos antagonistas los que se encontrarían tensos
contrarrestando la tensión en aquello primariamente afectados.
• Secundariamente se puede activar un Tp en cualquier músculo dentro de un área de
dolor referido o a causa de dolor referido desde una víscera (infarto miocardio) o
desórdenes somáticos (degeneración discal o facetaria).
• Generación y activación secundaria de un Tp: la activación primaria de un Tp debido a
sobrecarga y compensaciones de los agonistas, posibilita que ocurra el mismo proceso
en los músculos sinergistas (evento secundario), se puede generar el mismo proceso
secundariamente en los músculos antagonistas los que se encontrarían tensos
contrarrestando la tensión en aquello primariamente afectados.
• Secundariamente se puede activar un Tp en cualquier músculo dentro de un área de
dolor referido o a causa de dolor referido desde una víscera (infarto miocardio) o
desórdenes somáticos (degeneración discal o facetaria).
BANDAS PALPABLES
• La tensión de estas bandas NO es atribuible a espasmo muscular pues existe en estas
ausencia de actividad electromiográfica (Kraft et al, 1968).
• Etiopatogenia:
– (1) existiría una contractura circunscrita a un área muscular determinada, en
ausencia de potenciales de acción de sus unidades motoras, esto debido al
trauma y la liberación de Ca ++ y ATP.
– (2) generación de alteración parcial circulatoria en las bandas producto de la
contracción mantenida y acumulación de metabolitos lo que genera
vasocontricción refleja con disminución de ATP y mantención unión actina –
miosina (1).
NODULOS FIBROSITICOS
• Awad en 1973 biopsió nódulos de 10 pacientes bajo microscopía electrónica y refirió:
las fibras musculares son de apariencia normales pero existía un aumento en el
número de núcleos intersticiales, en los tejidos de 8 de los 10 pacientes se descubrió
gran cantidad de materia amorfa entre los fascículos musculares constituidos por ácido
mucipolisacáridos (sustancia hidrófila que en circunstancias normales se encuentra
solo en pequeñas cantidades en el tejido extra celular), observó que este material
distendía los espacios entre las fibras musculares. en resumen: agrupaciones de
Plaquetas y de Mastocitos fueron vistas descargando mucopolisacáridos contenidos
en gránulos dentro del espacio intercelular, también en 5 de los 10 casos observó un
aumento en la cantidad de tejido conectivo. Se concluyó que la sustancia amorfa
(mucopolisacáridos) en los nódulos causaba un estiramiento del tejido muscular y una
alteración del flujo sanguíneo y de oxígeno en las fibras musculares con aumento de la
acidez local lo que conduce a aumento de la sensibilización de los nociceptores
musculares convirtiéndolos en Tp generadores de dolor.
• Macdonald en 1980 desarrolló un estudio en 10 pacientes con Tp miofascial que
presentaban movimientos dolorosos y concluyó: al estirar pasiva o activamente el
músculo se genera dolor. Cuando el movimiento (pasivo) es en el sentido de acortar el
músculo que contiene el Tp no se genera dolor. Cuando el músculo es agonista (rol
activo en una maniobra resistida) se genera dolor.
• TP EN LA PIEL, LIGAMENTOS Y PERIOSTIO: P.E.Baldry escribe en su libro “Acupuntura,
Tp y dolor musculoesqueletal” en segunda edición del año1993: en la piel lo más
frecuente es encontrar Tp en cicatrices por lo que es importante investigarlos en el
dolor post cirugías.
CAPÍTULO 8
ALTERACIONES ESTADO DE ÁNIMO Y TEJIDO CONECTIVO
FISIOPATOLOGÍA Y TAXONOMÍA
1. INTRODUCCIÓN, algunos conceptos referente a:
a. Espasmo
b. Contractura
c. Sensibilidad aumentada al estiramiento
d. Influencia visco elástica
e. Atrofia y dolor de espalda crónico
f. Debilidad muscular
5. FISIOPATOLOGIA, SEMIOLOGÍA Y TAXONOMÍA MIO-FASCIO-TENDINOSA.
a. Taxonomía
i. Espasmo muscular
ii. Contractura muscular
iii. Miositis
iv. Miofibrosis
v. Miofibrositis
vi. Tendinitis
vii. Tendinosis
viii. Entesitis
ix. Fascitis
x. Periostitis
xi. Fibrosis
xii. Densificación
FISIOPATOLOGÍA Y TAXONOMIA.
A modo de introducción al tema citaremos a Chaitow en relación a algunos conceptos referentes a
Liebenson, 1996; Walsh, 1992, quienes señalan que “a menudo se dice que los músculos se hallan
acortados, rígidos, tensos o en espasmo”; sin embargo, según Chaitow, estos términos se utilizan
demasiado laxamente ya que los músculos experimentan alteraciones neuromusculares,
viscoelásticas o del tejido conectivo, o combinaciones de ellas. Un músculo rígido podría ser el
resultado de una tensión neuromuscular aumentada o de una modificación del tejido conectivo (por
ejemplo fibrosis).
Espasmo (tensión con elevación EMG)
El espasmo muscular constituye un fenómeno neuromuscular relacionado con una enfermedad de la
motoneurona superior o bien con una reacción aguda al dolor o a la alteración hística. En estos
casos, la actividad EMG (electromiográfica) se encuentra aumentada. Son ejemplos de ello la lesión
de la médula espinal, el espasmo reflejo (como en el caso de una apendicitis) o la antalgia lumbar
aguda con pérdida de respuesta de relajación a la flexión (Triano y Schultz, 1987). Se ha demostrado
que la estimulación nociva prolongada (dolor) activa el reflejo de retirada a la flexión (Dahl et al.
1992). Mediante evidencias electromiográficas, Simons (1994) ha demostrado que los puntos gatillo
miofasciales pueden «causar espasmo reflejo e inhibición refleja en otros músculos, así como
incoordinación motora en el músculo con el punto gatillo».
Contractura (tensión muscular sin elevación EMG)
Puede haber tensión muscular elevada sin un EMG consistentemente elevado Un ejemplo es el de
los puntos gatillo, en que las fibras musculares fracasan en relajarse de modo apropiado. Se ha
demostrado que las fibras musculares que albergan puntos gatillo muestran diferentes niveles de
actividad EMG en una misma unidad muscular funcional. Tal como se observa en las lecturas EMG,
se ha demostrado hiperexcitabilidad en el nido del punto gatillo, situado en una banda de tensión
que no presenta actividad EMG aumentada, presentando un patrón característico de dolor referido
reproducible (Hubbard y Berkoff, 1993; Simons et al. 1998). Cuando se aplica presión a un punto
gatillo activo se encuentra que la actividad EMG aumenta en los músculos a los que se refieren las
sensaciones («área blanca») (Simons, 1994).
Sensibilidad aumentada al estiramiento
Una mayor sensibilidad al estiramiento puede conducir a una tensión muscular aumentada. Esto
puede ocurrir en condiciones de isquemia local, que se ha demostrado asimismo en el nido de los
puntos gatillo como la parte de la «crisis de energía», que según algunas hipótesis la produciría
(Mense, 1993, Simons, 1994). Liebenson confirma que «la isquemia local constituye un factor clave
en el tono muscular aumentado. En condiciones de isquemia, las aferencias musculares de los grupos
III y IV se hacen más sensibles al estiramiento» (Liebenson, 1996). Estas mismas aferencias se
sensibilizan asimismo en respuesta a la producción de metabolitos cuando se dan contracciones
leves sostenidas, tal como se observa en la posición sedente desplomada prolongada (Johansson,
1991). Mense sugiere que de la producción de isquemia local surge un abanico de fenómenos
disfuncionales que pueden ocurrir como resultado de congestión venosa, contractura local y
activación tónica de los músculos por las vías motoras descendentes. La sensibilización (que salvo su
nombre es en todo igual al fenómeno de la facilitación, incluye una modificación en el perfil
estímulo-respuesta de las neuronas que dan lugar a un descenso del umbral, así como a una mayor
actividad espontánea de las aferencias primarias de tipos III y IV. Schiable y Grubb (1993) han
implicado en la producción de esta tensión neuromuscular descargas reflejas a partir de
articulaciones (disfuncionales). De acuerdo con Janda (1991), la tensión neuromuscular también
puede ser incrementada por influencias centrales debidas a disfunción límbica.
Influencia viscoelástica: La rigidez muscular constituye un fenómeno viscoelástico que tiene que ver
con la mecánica de los líquidos y la viscosidad (los así denominados sol y gel) de los tejidos. La
fibrosis se presenta en músculos o fascias en forma gradual, y típicamente se relaciona con la
formación de adherencias postraumáticas. Durante la fase inflamatoria proliferan en el tejido
dañado los fibroblastos (Lehto et al. 1986). Si la fase inflamatoria se prolonga, se formará una
cicatriz de tejido conectivo, ya que la fibrosis no es absorbida.
Atrofia y dolor de espalda crónico: En los pacientes con dolor de espalda crónico se ha observado
una atrofia generalizada, en mayor extensión en el lado sintomático (Stokes, 1992). En los pacientes
con dolor de espalda crónico, las fibras de tipo 1 se hipertrofian en el lado sintomático y las fibras de
tipo 2 (fásicas o anaeróbicas) se atrofian bilateralmente (Fitzmaurice et al. 1992).
Debilidad muscular; La verdadera debilidad muscular es el resultado de patología de la
motoneurona inferior, es decir, compresión de raíces nerviosas o atrapamiento miofascial o atrofia
por desuso. En los pacientes con dolor de espalda crónico se ha demostrado una atrofia
generalizada. Esta atrofia es selectiva bilateralmente en las fibras musculares de tipo 2 (fásicas).
Debilidad muscular es otro término utilizado sin rigor. Un músculo simplemente puede estar
inhibido, significando ello que no ha padecido atrofia por desuso pero se encuentra débil debido a
un fenómeno reflejo. Los músculos inhibidos son capaces de estiramiento espontáneo cuando se
identifica y remedia el reflejo inhibitorio (lo que comúnmente se logra mediante la manipulación de
tejidos blandos o articulaciones). Un ejemplo típico es la inhibición refleja a partir de un músculo
antagonista debido a la ley de Sherrington de inhibición recíproca, según la cual un músculo se
inhibirá cuando su antagonista se contrae. La inhibición refleja del músculo vasto oblicuo interno
luego de la inflamación/la lesión de la rodilla ha sido repetidamente demostrada (DeAndrade et al.
1965; Spender et al. 1984). Hides ha observado el agotamiento segmentario unilateral del Multífido
en pacientes con dolor de espalda agudo (Hides et al. 1994). Esto ocurrió rápidamente, por lo que no
se consideró una atrofia por desuso. En 1994, Hallgren et al. hallaron mediante observación por
resonancia magnética (RM) que ciertos sujetos con dolor de cuello crónico exhibían degeneración
grasa y atrofia de los músculos rectos posteriores mayor y menor de la cabeza. La atrofia de estos
pequeños músculos suboccipitales oblitera su importante producción propioceptiva, lo que puede
desestabilizar el equilibrio postural (McPartland, 1997). Se han enumerado diversas situaciones
patológicas capaces de afectar la flexibilidad o la fuerza de los músculos. El resultado es un
desequilibrio muscular con tensión o rigidez aumentadas en los músculos posturales, coincidentes
con inhibición o debilidad de los músculos fásicos. Con estos patrones se obtiene debilidad muscular
por tensión y debilidad por inhibición.
Dolor
- Aumenta la acidez tisular: la densidad del AH
Baja temperatura
• Expande el volumen molecular del AH aumentando su viscosidad
Inmovilización
• El AH es una sustancia tixotrópica, su viscosidad disminuye con los esfuerzos. La
inmovilidad reduce la capacidad de deslizamiento y consecuentemente el rengo de
movimiento
CAUSAS FIBROSIS FASCIAL:
• Trauma o cirugía – Inflamación
• El daño fascial siempre provoca una reacción inflamatoria, el proceso de sanación cuenta
de tres etapas: inflamación (0-1 dia), proliferación (1-30 dias). Remodelado (20-100
dias).
• En la inflamación tisular los fibroblastos se transforman en miofibroblastos, estos se
mueven a través d e la fascia hacia la zona inflamada.
• Sin tratamiento estos miofibroblastos producirán depósitos desorganizados además de
mucho colágeno tipo II y III transformando esa parte de la fascia en una cicatriz fibrótica.
• Así el estrés mecánico juega un rol fundamental guiando los procesos neuro-
inflamatorios en la zona injuriada
• Sin tratamiento los miofibrocitos producirán preferentemente colágeno tipo II y III,
transformando esa parte de la fascia en una cicatriz fibrótica
• Inmovilización
• Disminuye el deslizamiento fascial, provocando engrosamiento fascial
• La cápsula de los husos musculares están en continuidad con el perimisio. Un perimisio
engrosado puede alterar la respuesta del huso muscular y consecuentemente la
contracción muscular
• Envejecimiento
• Se ha demostrado en la fascia profunda del musculo Temporal una mayor rigidez en
viejos que en jóvenes.
• En cerdos recien nacidos las fibras de colágeno perimuscular en el longissimus
lumborum tienen una disposición ondulada y forman una red suelta, con el aumento de
la edad, la disposición de las fibras de colágeno se hacen más densas e irregular
• Diabetes
• En pacintes diabéticos existe un aumento en la síntesis de colágeno tipo III y IV y una
disminución en la síntesis de colágeno tipo I.
• Pacientes con diabetes tipo I tienen una fascia plantar significativamente más engrosada
que los controles normales
• La diabetes altera las propiedades mecánicas del tejido fibroso, reduciendo el
deslizamiento entre kas fibras con un aumento compensatorio en el estiramiento de las
fibras
• Estos hallazgos pueden ser importantes para el remodelado fascial y la regulación
mecánica de las señalizaciones celulares
• Sobreuso
• El TC exibe respuestas adaptativas al aumento de las cargas y desuso
• Si la respuesta adaptativa es adecuada, la fascia acumula alteraciones que cambianla
distribución de las lineas de fuerza dentro de la fascia
• Hormonas
• EL TC humano tiene receptores para varias hormonas como estrógenos.
• La elasticidad cambia durante el ciclo menstrual siendo la rigidez un 5%-10% mas baja en
la fase ovulatoria
RECEPTORES CANABINOIDES
• Las fascias humanas expresan receptores canabinoides CB1 y CB2. estos receptores presentes
en los miofibroblastos de las fascias contribuyen a modular la fibrosis e inflamación fascial
• Estos receptores ayudan a explicar el rol de la fascia en el dolor y la acción de las drogas
canabinoideas en el dolor miofascial
CAPÍTULO 10
TERAPIA MANUAL EN TEJIDOS CONECTIVOS
3. INDUCCIÓN MIOFASCIAL
De. ANDRZEJ PILAT
La terapia de Inducción Miofascial (TIM) es una terapia manual (hands on) que contempla todo el
cuerpo. Su foco de atención se centra en la restauración de la función tisular fascial alterada.
Durante la ejecución de la técnica, el terapeuta estira o comprime regiones específicas para
transmitir una señal mecánica de baja intensidad. Esta acción modifica las restricciones fasciales
para así ajustar la distribución de tensión en la trama fascial. Se hipotetiza que este procedimiento
puede restaurar la habilidad de moverse más eficientemente y de mejorar la funcionalidad con un
menor gasto energético (Useros et al. 2008). La restricción fascial se describe como cualquier
impedimento en el deslizamiento óptimo, a nivel macro y microscópico entre las fibras
endofasciales y los planos interfasciales. Tales restricciones pueden provocar tensión anómala y
alteración en los movimientos. Una razón para las restricciones del tejido fascial puede ser la
excesiva estimulación en la producción de colágeno induciendo fibrosis, con pérdida de la
suavidad tisular o isotropía, y la creación de áreas de atrapamiento las que alteran la fisiología en el
movimiento del cuerpo en relación a la amplitud, velocidad, resistencia y coordinación (Fourie
2008). Frente a restricciones de larga data, el tejido fascial se sobrecarga y sufre consecuencias
disfuncionales. Estos cambios afectan al tejido conectivo blando, seguido de una reorganización del
tejido denso regular o irregular, como tendones, ligamentos o cápsulas creando fibras de una
densidad y reorientación excesiva. Las restricciones fasciales de corta duración afectan los tejidos
localmente, las restricciones de larga data inducen un patrón disfuncional más global (Langevin
2006). La fascia está relacionada con el intercambio de fluidos del cuerpo y con la coordinación
mecanoreceptora. Una disminución en la movilidad fascial puede alterar la circulación sanguínea
provocando isquemia, deteriorando la calidad de la fibra muscular. Ya que muchos
mecanoreceptores están embebidos dentro de la fascia, se pueden generar aferencias
propioceptivas alteradas, las que pueden modificar la capacidad de generar contracciones
musculares tónicas óptimas (Vaticom 2009), como resultado se generarán en las funciones de
estabilización así como en la coordinación de los movimientos articulares sobrecarga articular,
inflamación y/o dolor de estructuras miofasciales (Lee 2001). Algunas teorías sugieren que la red
tridimensional fascial puede estar involucrada en la transmisión de dolor, con un dolor periférico
que puede tener su origen en el tejido conectivo (Liptan 2009; Han 2009), así Taguchi et al en2009,
sugieren que la fascia tóraco-lumbar es una fuente importante de señales nociceptivas en los
pacientes con dolor crónico lumbar.
La aplicación de TIM produce estímulos mecánicos en el tejido conectivo. Su efecto puede ocurrir a
nivel micro o macroscópico en la organización fascial y puede incluir a un grupo de células, tejidos,
órganos o a todo el cuerpo. Se hipotetiza que el estimulo mecánico puede crear al menos tres tipos
de reacciones:
- Piezoelectricidad: fenómeno exhibido por ciertos cristales que al ser sujetos a tensión mecánica
adquieren una polarización en su estructura atómica generando una diferencia de potencial
eléctrico y cargas en su superficie (Pilat 2003). Las propiedades básicas del organismo, ej.
elasticidad, flexibilidad, elongación, resistencia, dependen en gran parte de la habilidad para
mantener un flujo de información continua. Oschman 2003, afirma que la información es
transmitida eléctricamente a través de la matriz tisular conectiva. Ya que el colágeno puede ser
categorizado como un semiconductor (Cope 1975), puede ser capaz de formar una red electrónica
integrada capacitando la interconexión de todos los componentes del sistema fascial (O´Connell
2003).
- Respuesta dinámica de los miofibroblastos: la fascia debe ser considerada como un tejido
conectivo intramuscular que forma una unidad funcional con la fibra muscular. El sistema fascial es
altamente inervado por mecanoreceptores, por lo que las señales mecánicas (presión manual o
tracción) percibidas por los mecanoreceptores, puede crear un rango amplio de respuestas del
sistema fascial las que facilitan el movimiento. Estudios que se han focalizado en los procesos de
recuperación de la piel y patologías como contracturas de Duputren, fascitis plantar, hombro
congelado, relacionan estas patologías con la contracción de los microfilamentos de actina.
- Viscoelasticidad: las propiedad viscoelástica de la fascia han sido observada en numerosos
estudios (fascia tóraco-lumbar, fascia lata, fascia sub cutánea, fascia plantar, fascia nasal).
Descripción del método: TIM es un ensamble de técnicas que permiten, a través de la eliminación
de la disfunción, restaurar la función y el balance óptimos. La técnica se focaliza en la corrección
dentro del sistema. Tanto a nivel micro como macroscópico. La técnica busca la corrección local
pero también se focaliza en la recuperación del balance corporal dinámico global y en el alivio del
dolor.
Observaciones generales: la dirección de los movimientos de liberación es hacia la barrera de
restricción.
Principio de procedimientos clínicos: - el terapeuta aplica compresión o tracción lentamente y de
forma tridimensional, generando que el tejido se tense (referido como la primera barrera de
restricción), - la presión aplicada es constante durante los primeros 60 – 90 segundos. Este es el
tiempo necesario para liberar la primera barrera de restricción de acuerdo a la respuesta
viscoelástica (Chaudhry et al, 2008), - durante la primera fase de la técnica, el terapeuta genera
que el tejido se mueva con dificultad, - una vez liberada la primera barrera de restricción, el
terapeuta acompaña el movimiento en la dirección de facilitación, pausándose en cada nueva
barrera encontrada, - en cada aplicación el terapeuta vence entre 3 a 6 barreras consecutivas. El
tiempo requerido para ello es entre 3 a 5 minutos, dependiendo de la severidad de la lesión, el
procedimiento puede tomar hasta 30 minutos.
5. MANIPULACION FASCIAL
De. CARLA Y ANTONIO STECCO
La manipulación fascial (MF) es una terapia manual para el tratamiento del dolor músculo esqueletal
desarrollado por Luigi Stecco, fisioterapeuta italiano. Este método que ha evolucionado por 30 años
a través de estudios anatómicos y práctica clínica, está basado en un modelo biomecánico
tridimensional, para el sistema fascial humano. La premisa fundamental de este modelo es que la
fascia no es solo una membrana uniforme, sino que esta presenta una organización específica y que
se relaciona con la musculatura subyacente. Particularmente la fascia es vista como: - un elemento
coordinador de las unidades motoras (agrupadas en unidades miofasciales). – elemento que une
unidades miofasciales unidireccionales (secuencias miofasciales). – elemento de conexión entre las
articulaciones del cuerpo a través de expansiones miofasciales y retináculos (espirales miofasciales).
Modelo biomecánico: el método de manipulación fascial considera al sistema miofascial como un
continuo tridimensional, este método actúa sobre la fascia muscular profunda incluyendo en esta a
epimisio y retináculos en el tratamiento del dolor miofascial. Este continuo no es específico, pero
está bien organizado y es fácilmente analizable a través de un modelo mecánico innovador que
interpreta el sistema fascial desde un punto de vista funcional. El elemento básico o unidad
funcional de este modelo biomecánico es la unidad miofascial.
Unidad miofascial (UM): cada UM está compuesta de fibras musculares mono y biarticulares, de
estructuras fasciales, huesos, terminaciones nerviosas y una porción específica de una articulación
involucrada en el movimiento de un segmento del cuerpo en una dirección específica. En otras
palabras, cada UM es una unidad funcional compuesta de tres elementos que trabajan al unísono:
- el elemento que ejerce la fuerza: las fibras musculares unidireccionales. – el elemento coordinador:
la fascia. – el elemento perceptivo: la estructura nerviosa, la cápsula articular y ligamentos. Una
característica relevante en cada UM es la presencia de fibras musculares mono y biarticulares. Las
fibras monoarticulares en cada UM son por lo general fibras profundas, especializadas en mover una
articulación en un plano y pueden estar involucradas en el interjuego entre agonistas y antagonistas.
Dentro de cada UM, algunos puntos específicos pueden ser identificados: - Un centro de fusión (CF):
ubicado en la fascia muscular profunda participa con el centro de coordinación (CC) en la
coordinación de aquellos movimientos más complejos. Anatómicamente los CF se ubican sobre los
retináculos, los que son refuerzos especializados de la fascia muscular en las regiones periarticulares.
- Un centro de percepción (CP): este es un área precisa de una articulación donde la tracción ejercida
por la UM sobre la cápsula articular, tendones y ligamentos se cree que converge. En una UM
disfuncional esta tracción no está alineada a lo largo del eje fisiológico, provocando movimientos
articulares incongruentes o desalineados. Con el transcurso del tiempo esto puede determinar
conflicto articular con fricción y la subsecuente inflamación de tejido blando periarticular resultando
en sensación de dolor e inestabilidad articular. – Un centro de coordinación (CC): este es un área
pequeña sobre la fascia muscular profunda, donde la fuerza ejercida por las fibras musculares de
una UM convergen. La fuerza miofascial resultante puede transmitirse a la superficie de la fascia
profunda a través de su continuidad con el endomisio, perimisio y epimisio. Se cree que el CC dentro
de cada UM tiene el rol de coordinación de la unidad motora comprometida dentro de la UM.
Tratamiento: en el método de MF es fundamental ir más allá de la idea de tratar el sitio de dolor y se
debe retornar al origen fascial en el CC o en el CF que requieran terapia. La alteración de la fascia
dentro de una UM puede provocar: - recrutamiento muscular inexacto.- movimientos articulares no
fisiológicos. – activación de nociceptores articulares. –dolor articular. Así, es lógico dirigirse hacia la
causa del problema más que al efecto de esta y una comprensión cabal de la anatomía de las UM
ayudará a los terapeutas. La técnica de tratamiento consiste en una fricción profunda aplicada a un
área limitada y precisa (CC/CF alterado). El objetivo del tratamiento es generar un aumento de la
temperatura localizado. Al limitar el área de tratamiento, se considera que el efecto de la presión
manual es más profunda y más intensa. La dirección de la manipulación varía de región en región de
acuerdo a la profundidad de la fascia y la dirección de las fibras. El calor producido puede modificar
la MEC (Chen & Inger 1999), favoreciendo la fluidez de la MEC lo que aliviará la tensión sobre los
receptores embebidos dentro de las capas fasciales. Esto puede provocar la sensación de liberación
repentina percibida por el terapeuta después de tres minutos de fricción en promedio.
INTRODUCCIÓN:
La utilización de tape es una terapia usual en muchos protocolos terapéuticos kinésicos. Su
aplicación, basada en la dinámica particular que ejerce su entramado elástico sobre las fascias,
puede entre otros generar estimulación, relajación muscular o drenaje linfático, las pruebas sobre su
eficacia son contradictorias, encontrándose tanto bibliografía de soporte como de rechazo a este
método. En la actualidad se abre una nueva tendencia en su utilización, la que se basa en el estímulo
propioceptivo que esta generaría no importando ya la técnica de anclaje ni tensión del tape
enseñada en un comienzo.
Los trabajos de Zein-Hammoud y Standley (1), de Meltzer y Standley (2) así como los de Thomas S.
Eagan, Kate R. Meltzer, Paul R. Standley (3), en laboratorio con cultivos de fibroblastos simulando
diversas técnicas manuales, muestran que la variable más importante respecto de los cambios
generados sobre las células estudiadas (fibroblastos), es la dirección de las fuerzas ejercidas, siendo
las más beneficiosas las aplicadas en el sentido expresado como equibiaxiales, las que entre otros
efectos restringirían la producción de interleucinas proinflamatorias (IL 1).
Este trabajo de investigación clínica, buscó ver el comportamiento de tejidos tanto músculo
esquelético, miofascial o neural sometidos a terapia kinésica a través de la variable dolor
experimentada por cada paciente, para ello se introdujo una variable terapéutica “tape con tracción
multidireccional o equimultiradial”, se aplicó en pacientes con diversas lesiones, todas con Dg.
Médico y derivadas a terapia kinésica.
(El nombre de equimultiradial fue sugerido por el propio Paul R. Standley en comunicción personal
con Carlos Zuaznabar).
MUESTRA
MÉTODO:
A todos los pacientes se les ubicó tracción dérmica equibiaxial (multidireccional), a través de cintas
de tape (leukotape-k; BSN medical) en forma radiada (tipo asterisco de 8 líneas) dejando la zona de
mayor dolor en el centro del asterisco, (semejante a la técnica utilizada para tratar trigger points),
utilizando en todos los casos los mismos parámetros de dimensiones en las cintas de tensión (5 cm
largo, 1.5 cm ancho) y tensiones aplicadas en las cintas de tape (70% tensión) con anclaje proximal a
la zona del dolor y tracción axial hacia distal. Se definió la zona a tratar, como aquella zona de mayor
dolor sea este espontáneo o a la presión digital (foto 1); posteriormente se evalúa la variación de
intensidad dolorosa experimentada post 1 a 3 días de uso exclusivo de este tape, sin utilización de
otra terapia física, manteniendo la terapia medicamentosa habitual del paciente (si corresponde). La
forma del tape se basa en la dirección de tensión equibiaxial presentada en los trabajo de Manal
Zein-Hammoud y Paul R. Standley (1).
La Intensidad del dolor fue medida en la escala análoga numeral EAN (0-10) y la variación de
intensidad dolorosa fue medida en % de variación dolorosa en relación a la primera medición de
intensidad de dolor. (EAN1 - EAN2)* 100/ EVN1
RESULTADOS:
Todos los pacientes tratados experimentaron post 1 a 3 días de uso de esta modalidad de tape una
regresión del dolor entre un 40% y un 87,5%.
1. evolución dolor de toda la muestra post tape: promedio regresión intensidad del dolor: 65%
2. evolución dolor tto solo tape: promedio regresión intensidad del dolor: 68%
3. evolución dolor tto tape con terapia combinada: promedio regresión intensidad del dolor: 61%
1 día: 3 pacientes
2 días: 6 pacientes
3 días: 17 pacientes
DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN:
COMENTARIO
La resolución con esta técnica del dolor crónico rebelde a la terapia kinésica convencional, a nivel
Maseterino derecho en una paciente, me alentó a escribir esta publicación con la intensión de
ayudar a mejorar nuestro arsenal terapéutico, así como las posibilidades de éxito en el alivio del
dolor, otorgando además a la técnica bases biológicas.
BIBLIOGRAFÍA;
1. Manal Zein-Hammoud, Paul R. Standley; Modeled Osteopathic Manipulative Treatments: A
Review of Their in Vitro Effects on Fibroblast Tissue Preparations; The Journal of the American
Osteopathic Association August 2015, Vol 115, No. 8.
2. Kate R. Meltzer, Paul R. Standley, Modeled Repetitive Motion Strain and Indirect Osteopathic
Manipulative Techniques in Regulation of Human Fibroblast Proliferation and Interleukin Secretion
The Journal of the American Osteopathic Association, December 2007, Vol. 107, 527-536.
3. Thomas S. Eagan, Kate R. Meltzer, Paul R. Standley, Importance of strain direction in regulating
human fibroblast proliferation and cytokine secretion: a useful in vitro model for soft tissue injury
and manual medicine treatments; Journal of Manipulative and Physiological Therapeutics, October
2007, Volume 30, Number 8.
4. Hassan shakeri, roshanak keshavarz, amir massoud arab, ismaeil ebrahimi; clinical effectiveness of
kinesiological taping on pain and pain free shoulder range of motion in patients with shoulder
impingement syndrome: a randomized, double blinded, placebo controlled trial. The International
Journal of Sports Physical Therapy | Volume 8, Number 6 | December 2013.
5. Shaji John Kachanathu, Aqeel M. Alenazi, Hamada Eid Seif PT, Ashraf Ramadan Hafez,
Abdulmohsen Meshari Alroumim, Comparison between Kinesio Taping and a Traditional Physical
Therapy Program in Treatment of Nonspecific Low Back Pain; J. Phys. Ther. Sci. 26: 1185–1188, 2014
6. Cai C, et al. Facilitatory and inhibitory effects of Kinesio tape: Fact or fad?; J Sci Med Sport (2015).
Figura 1
Fig 2a fig 2b fig 2c
Fig 3 izquierda derecha
Cambios observados Post técnica de deslizamiento superficial se observa
- eritema local
- aumento de volumen en el tejido dérmico de un 21.6% Fig 2b
- aumento de volumen en el tejido celular sub-cutáneo de un 24.8% Fig 2c
- músculo permanece sin cambios
Explicación
Los cambios de volumen experimentado en los tejidos, especialmente en el celular sub-cutáneo, se
condicen con un aumento del volumen sanguíneo local (vasodilatación, observada por dopler color
Fig 3. Reacción parasimpática local )
Se provoca un microtrauma controlado, generando una respuesta inflamatoria local.
Fundamentación.
Producción de Inflamación.
Después de una noxa tisular se produce inflamación de la cual puede resultar, si no se trata,
finalmente fibrosis, limitando este tejido la perfusión en la zona dañada, disminuyendo el aporte de
oxígeno y nutrientes, interfiriendo con la síntesis de colágeno y la regeneración
del tejido. Sin embargo, al generar terapéuticamente inflamación controlada, se reinicia el proceso
de sanación removiendo el tejido cicatrizal y adherencias, aumentando el flujo sanguíneo y de
nutrientes, favoreciendo la migración de fibroblastos. También se sintetiza nuevo colágeno y se
realinea este favoreciendo el recambio y regeneración del tejido dañado. Los fibroblastos se asocian
a la síntesis de tropocolágeno (precursor del colágeno) y a la fibronectina la que facilita la síntesis y
realineamiento del colágeno. Se afirma que IASTM aumenta los niveles de fibronectina. La
fibronectina es una glicoproteína no colagenosa que se comporta como una molécula de adhesión
conectando colágeno y células, es sintetizada por fibroblastos y células epiteliales y es esencial en la
formación y reparación de tejido En un estudio, al aplicar IASTM al tendón dañado de ratas se
mostró un aumento de los niveles de fibronectina, en contraste, los tendones dañados sin
tratamiento resultaron en un alineamiento desorganizado de colágeno y formación de tejido
cicatrizal.
Generación de Hemorragia.
Por efecto de las fuerzas aplicadas en IASTM se puede producir tanto inflamación como hemorragia
microvascular y capilar, generando estas dos últimas producción de hemoxigenasa 1; esta proteína
juega un papel importante en la modulación de procesos inflamatorios tanto en animales como
humanos.
Ergomecáníca
2. La superficie de los instrumentos reducen el esfuerzo físico realizado por el terapeuta y maximizan
la fuerza ejercida sobre los tejidos. Gehlsen et al, investigaron los efectos de la presión en tendones
calcáneos en ratas, concluyendo que la producción de fibroblastos es directamente proporcional a la
magnitud de IASTM realizada por el terapeuta.
Bibliografía.
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- Ante una contracción isométrica, la fascia (sustancia fundamental) pierde agua (también se torna
menos estable), esto facilita su elongación (la pérdida de agua la torna más débil con mayor facilidad
de lograr elongaciones en el rango plástico: microfracturas).
Las contracciones deben ser de un 15-20% de esfuerzo, no más (contracción suave) estas
contracciones son adecuadas ya que producen el efecto deseado, sin provocar dolor ni calambres).
- Si las contracciones son intensas y persistentes y luego se relajan los tejidos sin realizar
movimientos, las fascia reabsorbe agua y se vuelve más rígida (absorción mayor que en el estado de
reposo).
- A nivel físico la presión y deslizamiento, tienden a desplazar los fluidos intersticiales, generando
aumentos de volumen laterales y anteriores al desplazamiento, elongando tejido de adherencia y
liberando así tejido. Estos elementos favorecen el drenaje venoso, linfático y tisular. Hay
disminución del edema, y se movilizan sustancias inductoras de dolor (metabolitos).
La manipulación (masaje) también produce disminución de la sensibilidad del control eferente
gamma de los husos neuromusculares y reduce la tendencia al acortamiento (Pusstjarvi 1990).
- La manipulación produce en los tejidos fasciales una modificación del estado gel/sol. Los coloides
responden apropiadamente a una presión aplicada, fuerzas de cizallamiento y a la vibración,
modificando su estado de gelatinoso a soluble, aumentando la hidratación interna, así como a la
eliminación de toxinas y balance de los elementos bioquímicos de la estructura del Tejido Conectivo
(Oschman 1997).
- Las técnicas de presión o las técnicas de energía muscular (TEM), tienen efecto sobre los órganos
tendinosos de Golgi. Estos detectan la carga aplicada al tendón o vientre muscular, lo que tiene
capacidad inhibitoria del tono generando relajación del musculo. La presión longitudinal, o
estiramiento provocara la relajación refleja.
- Las fibras posturales (tipo I), propensas al acortamiento, son influenciadas en contracciones leves,
mientras que las fásicas (II) son estimuladas por contracciones de mayor intensidad (Lewit).
- Las técnicas de liberación fascial exigen aplicar una presión sostenida y suave, que comprometa al
complejo elástico colagenoso, liberando su tensión por estiramiento (J. Barnes). El medio viscoso se
vuelve más líquido (soluble). Esta respuesta de los tejidos fasciales a la presión se denomina:
deformación (Twomey/Taylor).
La presión aplicada aumenta el potencial piezoeléctrico del tejido presionado, lo que atrae
moléculas de agua e hidrata la zona.
TECNICAS