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El Idealismo

El documento resume las ideas principales del idealismo. Explica que el idealismo sostiene que solo podemos conocer los fenómenos tal como nos aparecen, no las cosas en sí mismas. Describe las escuelas del idealismo según Kant, Berkeley y otros, y explica los principios del idealismo como la inmanencia, el fenomenismo y la relatividad. Finalmente, argumenta que la sensación es subjetiva y no puede captar la realidad objetiva.
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El Idealismo

El documento resume las ideas principales del idealismo. Explica que el idealismo sostiene que solo podemos conocer los fenómenos tal como nos aparecen, no las cosas en sí mismas. Describe las escuelas del idealismo según Kant, Berkeley y otros, y explica los principios del idealismo como la inmanencia, el fenomenismo y la relatividad. Finalmente, argumenta que la sensación es subjetiva y no puede captar la realidad objetiva.
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El idealismo

Introducción
Nuestra corriente filosófica a tratar a lo largo y ancho de este texto es el idealismo,
el cual se intentará abordar, mayormente, desde el pensamiento de Kant, filósofo que
constituye y define el idealismo. Debemos aclarar la diferencia que separa el racionalismo
del idealismo, pues pareciese haber una pendiente natural del primero hacia el segundo y
por ende un estrecho parentesco; pero no podemos identificar pura y simplemente las dos
corrientes, porque al problema que responden no es el mismo. El racionalismo responde al
medio del conocimiento, y el idealismo responde al valor del conocimiento. A pesar de las
diferencias, que también se habla de combinaciones diferentes (como el racionalismo
realista de Descartes), la unión del racionalismo y el idealismo ha desencadenado un
pensamiento muy importante, que ocupó su lugar en el plano filosófico durante siglo y
medio: de Kant a Brunschvicg.

Las escuelas
Las conclusiones del sistema de Descartes son realistas, por eso no podemos
denominarlo como idealista, pero, se lo podría llamar “el padre del idealismo” porque al
construir su sistema siembra los vestigios del idealismo. Mencionaremos tres: 1° Descartes
comienza con su filosofía con la duda metódica, rechazando las opiniones o certezas que
pueda haber recibido, y seguido a eso las que están fundadas en los datos de los sentidos, de
esta manera no le parece evidente la existencia del mundo. 2° El principio de su filosofía es
el cogito1, afirma que el pensamiento es la única realidad que se le da al espíritu de manera
inmediata e indudable, y por lo tanto, todas las demás realidades deben deducirse de ésta.
3° Atribuye al espíritu ideas innatas, que son el objeto mismo del conocimiento.
Mencionando a otros de los autores, sucesores de Descartes, Berkeley niega la
existencia de los cuerpos como substancias, y demuestra que son ideas cuya única realidad
consiste en ser percibidas. El mismo autor da la fórmula del idealismo: ese est percipi (ser
es ser percibido), pero admite la existencia en sí del alma y Dios.
Como dijimos anteriormente, haremos énfasis en el análisis del idealismo de Kant,
también llamado idealismo trascendental o crítico. Define entonces: la doctrina según la
1
El “cogito” en Descartes es el acto de pensar, la capacidad del sujeto de tener conciencia de sí mismo y de
sus propios pensamientos.

1
cual el espacio y tiempo no son propiedades reales de las cosas, sino leyes de nuestra
sensibilidad. Se sigue que todo nuestro conocimiento está limitado a los fenómenos. No
podemos conocer las cosas en sí mismas, sino tal como nos aparecen según nuestra
construcción subjetiva de las mismas. Es decir, nosotros organizamos los fenómenos
presentados por la sensibilidad, dando lugar a un “mundo objetivo” según las categorías de
Kant, leyes del entendimiento.
Kant admite la existencia de las cosas en sí, como causas de nuestras impresiones
sensibles, pero las declara incognoscibles. Los discípulos de Kant niegan las cosas en sí y
sostienen un idealismo absoluto. Este tipo de idealismo, siguiendo que las cosas en sí son
incognoscibles, no podemos saber nada de ellas, tampoco si existen; por lo tanto, no se
habla de ellas. Hablamos solo de lo que conocemos: los fenómenos que son nuestras
representaciones, de nuestras categorías que son nuestras leyes a priori 2, de la actividad
espiritual que construye el mundo.
Luego el idealismo se dirige en dos direcciones. La primera está representada por
Hegel en Alemania, por Renouvier y Hamelin en Francia. La segunda, por Fitche, Lachelier
y Brunschvicg. No profundizaremos en esto.
Las mejores fórmulas del idealismo podemos dictar que son las siguientes. La de
Berkeley, que define perfectamente al idealismo, teniendo que tomarla estrictamente: ese
est percipi aut percipere. Y la de Renouvier, menos conocida: “Yo me situo desde el punto
de vista del conocer, y no en el del ser sin el conocer que se me escapa absolutamente”.
Estas dos fórmulas significan que el objeto y el sujeto son definibles únicamente por su
relación mutua que es el conocimiento.

El Principio de Inmanencia
En el fondo de esta corriente de pensamiento, no hay más de un argumento, al que
llamamos el principio de inmanencia, que se explicita en dos principios anexos: el
principio de fenomenismo y el principio de relatividad. Se aplica a todas las formas de
conocimiento, especialmente a la percepción, porque se considera que ella nos coloca en
contacto con lo real.

2
Esta expresión filosófica se utiliza para referirse a un conocimiento que es válido por sí mismo, sin
necesidad de recurrir a la experiencia, que es justamente a lo que se refiere el conocimiento “a posteriori”.
En Kant, el término a priori se refiere a las ideas y conceptos fundamentales que son innatos en la mente
humana y no producto de la experiencia.

2
El principio de inmanencia, significa que es imposible conocer algo que exista en sí,
fuera del pensamiento o de la conciencia. Encontramos varias fórmulas, mencionemos la de
Kant: “Es evidente que no podemos sentir fuera de nosotros, sino solamente en nosotros
mismos”. “Nunca tenemos relación más que con nuestras representaciones 3. En cuanto a
saber lo que pueden ser las cosas en sí, está indudablemente fuera de la esfera de nuestro
conocimiento”.
El principio de fenomenismo, podría explicarse en estas simples palabras: no
podemos conoces más que fenómenos, lo que nos aparece. Si una cosa es conocida, es
objeto de conocimiento, aparece, es fenómeno. Por el contrario, una cosa en sí que fuese
distinta del fenómeno, no aparecería de ningún modo y sería incognocible.
El principio de relatividad no es distinto del de inmanencia: todo conocimiento es
relativo a un sujeto, es decir, que mantiene relación con el mismo. Nos encontramos con
dos fórmulas: 1° La conciencia es la condición de todo conocimiento, es decir, que para que
haya conocimiento, necesariamente debe haber una conciencia que lo ponga en acto, o que
resida en ella. Es imposible conocer las cosas independientemente de su aparición en la
conciencia, fuera de ella no existen. 2° El conocimiento es el acto de un sujeto. Es
imposible definir un objeto cualquiera fuera de la actividad espiritual que lo hace surgir
como un objeto ante nosotros.

La verdad y la sensación
Se la define desde un punto de vista realista, dice pues que la verdad es la
conformidad de la idea con el objeto. Esta noción presenta una doble objeción. En primer
lugar, ¿cómo una idea puede parecerse a una cosa? Una idea no puede parecerse más que a
una idea, ya que es diferente de una cosa. Y ¿cómo podría verificarse la conformidad de la
idea con la cosa? Sería necesario conocer la cosa por una especie de intuición inmediata,
entonces la idea sería inútil y se acabaría el problema de la verdad.
Propiamente sobre la sensación, el idealismo emplea toda clase de argumentos para
demostrar que el conocimiento sensible no es una intuición 4 de lo real. Consideramos los

3
Las representaciones en Kant son las experiencias que tenemos de los objetos y fenómenos del mundo,
que están mediadas por las estructuras cognitivas y las formas a priori de la sensibilidad y el entendimiento.
Son construcciones activas y organizadas por parte del sujeto que las conoce.
4
La intuición en el idealismo se refiere a la capacidad de conocer la realidad de manera directa sin
mediación del razonamiento lógico o los sentidos. Hablamos de un nivel de comprensión casi espiritual, por
la cual el hombre es capaz de conocer la realidad absoluta, la naturaleza de las ideas o el mundo ideal más

3
siguientes puntos: 1° El principio de inmanencia nos dice que la sensación es un estado de
conciencia, puesto que yo siento en mí y no en el objeto, soy yo y no el objeto; la sensación
es un “sentimiento” interior sin valor objetivo (Malebranche). 2° El principio de relatividad
concluye de la misma manera. La sensación no puede captar más que fenómenos
subjetivos, ya que es relativa a la constitución de nuestros sentidos, y aún más relativa a una
conciencia individual. 3° Una prueba que demuestra la subjetividad de las sensaciones se
obtiene de las alucinaciones, los sueños, el delirio o embriaguez, ya que no hay diferencia
de la conciencia sensible, entre percepción del mundo presente y la alucinación de un
mundo imaginario; los estados interiores son los mismos y el juicio de realidad que
contienen es igualmente firme. 4° Se dice que es absurdo afirmar que lo sensible preexiste a
la sensación, debería de haber una pre-sensación para conocerlo tal como es. 5° Es
imposible que el espíritu mantenga contacto directo con una cosa extensa, o, dicho de otra
manera, una cosa material, un objeto. Necesariamente el espíritu se volvería material, un
cuerpo incapaz de pensar y conocer cualquier cosa.
Esta es la base común de todas las filosofías idealistas: lo único que es dado
inmediatamente al espíritu son sus propios pensamientos, sus representaciones y
fenómenos. El idealismo se esfuerza por demostrar su tesis fundamental, para ello se
proponen tres caminos: uno cartesiano, otro kantiano y el último es una combinación de
ambos mencionados. El camino kantiano consiste en demostrar el carácter a priori del
espacio, del tiempo, y general de toda verdad necesaria y universal. De ahí se sigue que el
mundo es un conjunto de fenómenos unidos, y organizados por el espíritu según sus formas
y categorías. El tercer camino consiste en analizar la ciencia. En las matemáticas, el espíritu
va del pensamiento al ser, pone sus objetos definiéndolos libremente, solo está ligado por
las leyes que se da a sí mismo; el espíritu es el autor y limitador de su propio objeto de
conocimiento. La física es científica en la medida que está matematizada. Una cosa es
solamente un grupo de fenómenos, recibe el nombre de real cuando es “legal”, es decir,
sometida a leyes que son comunes a todos los espíritus razonables. Seguido a esto, la
ciencia traza el mundo verdadero, objetivo, real; antes de que la ciencia no lo definiera por
sus cálculos, simplemente no existía.

El conocimiento

allá del mundo físico.

4
A raíz de todo lo anteriormente dicho, vamos a explicar de manera breve y
entendible qué es el conocimiento en el idealismo; cuál es su causa y su objeto dentro del
influjo de esta corriente. El conocimiento es un acto inmanente. No produce nada fuera,
permanece en el sujeto que lo realiza y lo perfecciona; si el conocimiento consiste en
producir una representación, que es un objeto inmanente, entonces el mundo real no tiene
ninguna utilidad ya para la teoría del conocimiento. El pensamiento se bastaría. El sujeto es
la causa del conocimiento, la conciencia en donde reside dicho acto, y a su vez el sujeto es
el responsable de organizar, ordenar y dar forma a los fenómenos y percepciones dando
lugar a las ideas. Que a su vez son aquellas que representan la realidad. El objeto del
conocimiento no son más que las ideas, los pensamientos que el sujeto, o el espíritu, se
propone a sí mismo, junto con sus limitaciones; que son la realidad fundamental. El mundo
externo es solo una proyección de ese objeto.

La razón y las ideas


En el idealismo, la razón se valora de modo que es el medio, o facultad principal
para comprender el mundo y alcanzar la verdad. En el idealismo es necesario aceptar que
las experiencias o percepciones sensoriales no son suficientes para conocer la realidad
absoluta, sino en cuanto las combinemos con los pensamientos, ideas o conceptos que el
espíritu se propone así mismo.
Las ideas son el objeto del conocimiento, como anteriormente hemos mencionado, y
son las que plantean toda base de la realidad, de lado queda todo lo material, que en este
caso sería solamente una manifestación o emanación de estas ideas. El mundo material se
reduce a una proyección de la mente, y las ideas conforman la verdadera esencia de la
existencia; para el sujeto son universales y eternas, y bastan por si solas para alcanzar un
conocimiento profundo de la realidad.

Conclusión
“El idealismo es una de las numerosas tentativas hechas por el hombre para
divinizarse, pues el poder de crear el mundo, que él atribuye al espíritu humano, es propio
del espíritu divino. Pero como el pensamiento del hombre es demasiado débil para llevar el
peso del universo, el idealismo se inclina lógicamente hacia el panteísmo”. De esta manera
damos por concluido al trabajo de investigación sobre el idealismo, evidentemente habría

5
que analizar y estudiar a profundidad todos aquellos filósofos y pensadores que se apoyaron
sobre el idealismo y su construcción para comprender de una manera más profunda todas
las formas que tomó esta corriente filosófica, comenzando por Descartes, aquel del que
podríamos decir que sentó las bases del idealismo. Y luego con la ramificación del
pensamiento kantiano con su idealismo trascendental o crítico.
Principalmente, el argumento al cual debemos prestar más atención e hincapié es en
el principio de inmanencia, del cual se siguen los dos principios de los que ya hemos
explicado, el de fenomenismo y el de relatividad. Ambos anexos no son diferentes del
principio de inmanencia, el cual propone que nada existe fuera del espíritu o la conciencia,
y todo aquello de lo cual no podemos dudar su existencia son las ideas, los pensamientos,
que se presentan ante el espíritu, o el sujeto, como objeto propio de conocimiento. Su
origen reside en el propio sujeto o espíritu, quien es responsable de ordenar los fenómenos
que recibe de la realidad, que como dice el pensamiento de Kant, existe objetivamente, pero
solo podemos conocerla a través de nuestras representaciones mentales y categorías
cognitivas.

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