Capitulo 3
EL OBJETO DE ESTUDIO D
SOBRE Polo DE LA REFLEXIg
Lin : JON
PODER, ESTADO, SISTEMA POLIIeg
[...] la politica es un obj. i
r eto esquivo, j i
postre, inabarcable (Vallespin 195%, we finible, Polisémico y, ala
[..] la posotia yla teologia
puesta filos6ficamente valida a la pregunta nooner 0 Binguna res-
En todos los Brandes Pensadores waned wee rei L]
i uiérencia de rango entre sus filosofias politicas veers
misma profundidad. La arseage
L..] no han encontrad
: 5) (Arendt 1997;
[...] el sino de la politica es la perduracién de lo fugiti is
re tivo, .
mente porque la politica es perenne fugacidad. Nada hay de firme
en ella y su consistencia radica en no tenerla [...] Nada absoluto ni
definitivo hay en su seno. Lo tinico que permanece es su caducidad
(Murillo 1997: 11).
La Ciencia Politica es una disciplina que atin esté a la biisqueda de
su objeto central (Monroe 1997: 2).
La disciplina [de la Ciencia Politica] se caracteriza mas por la frag-
mentacién de sus amplias perspectivas que por su unidad, coheren-
cia o sentido de orientacién comin (Easton 1997: 18).
exhaustivo; por el contrario,
llenar casi més paginas de las
Juirfa reconociendo un hecho
EI anterior repertorio de citas no es
podria haber seguido prolongandose hasta |
que ocupa este texto. Al final, esta tarea conc!
ys politdlogos es total:
e el cual el consenso entre lo: B es (ot re or EID
‘niti ificado-
que en este trabajo pretendamos dar una respuesta define) caries de
taala pregunta équé es la politica? Dado que comparto ‘dic de Ia ciencia
la extrema dificultad de definicién del objeto de estu ios Se rerende
Politica, mis pretensiones son mas modestas. Sencillament
dar cuenta del estado de la cuestion.
57CIENCIA POLITICA Y TEORIA POLITICA CONTEMPORANEAs
: 7 dio de la Ciencia Polft;
Parece evidente que el objeto de ee ‘oman tica
politica». Pero una repuesta de este tipo, lejos de solucionar la cuestige
simplemente la pospone. En primer lugar, porque la definicién y aco sy
cién de lo que puede y debe entenderse por «politica» es una tarea comple.
. La multiplicidad de los significados del término se Petcibe
mejor si examinamos los vocablos que en inglés se utilizan Para hacer
referencia a la politica (Grosser 1984: 124-125) . En efecto, en el idioma
inglés es posible distinguir entre: ;
* Politics: La politica como actividad relacionada con el ejercicio del
poder. En castellano podria ser traducido como «proceso politico» 0 «art.
culacién politica»: los actores interactian entre ellos cuando tienen intere-
ses conflictivos o visiones divergentes sobre temas sociales que no pueden
resolver por si mismos.
* Policy: Las politicas como las decisiones ordenadas hacia la conse-
cuci6n de un fin politico. En castellano podria ser traducido como «politi-
cas ptiblicas»: las opciones elegidas para resolver un problema.
* Polity: La dimensi6n institucional de la politica. Lo politico como el
universo formado por las acciones y los constructos humanos en los que la
politica se desarrolla. En castellano podria traducirse por politeia o «insti-
Una fuente adicional que afiade complejidad a la tarea de comprender,
definir y acotar «la politica»,
En otros términos, la identidad de la politica ha ido transforman-
dose a lo largo de la historia, de tal modo que lo que se ha entendido por
«lo politico» varia en funcién de las coordenadas temporales en las que nos
encontremos. El campo de la politica es un 4mbito producido y creado por
la actividad humana. En este sentido, la tarea ientifico de la politica
difiere de la del cientifico de la naturaleza.
de estudio el que cambia, sino su manera de percibirlo. Asi se evidencia,
por ejemplo, en las distintas perspectivas de la fisica tradicional newtonia-
na y la fisica cudntica de comienzos del siglo xx. Sin embargo, para el
Gientifico de la politica, cambian tanto los modos de percepcién del objeto
de catudio como el propio objeto en si: basta comparar la polis griega, el
Imperio Romano, la poliarquia feudal, el Estado liberal cldsico, el Estado
21 dembcratico (Wolin 1973: 14-15; 1974: 296).
cionadac orn Pelticas Procede de una familia de palabras griegas rela-
dadano) y pO lane s 0 ciudad-estado: politeia (constitucién), polites (ciu-
alos asuntos iblig (estadista). Todas ellas denotan un significado relativo
vados (idic Pudiicos en contraste con lo que se consideraban asuntos pri-
tico ny fs Consideracién aristotélica del hombre como animal polf-
su vida e ve que vivia en la polis, y ésta no era una dimensién de
or el contrario, representaba
400n politikon, El ciudadano ‘pclites) es un ser total
58gr OBJETO OE ESTUDIO DE LA REFLEXION Sonne
; ; LA POLITICA
sien la politica constituye una activid
pao de la ie (Dah 199227).
clasicas P°
lad social natural
7 NO sey
lo griego dele °s eparable
Una de! finicion de este tipo implicaba ut cei f
el ncimero de individuos que posefan la calidad, decedent
0 de politica poseia una dimensién horizontal, dew —
y manera
en
ro Bt interi i
7 oe obaba en su interior también Ia esfera de lo soci
a
ones, definici cc
Sn embargo, esta definicion de lo politico en un sentid i
(o. Sy ‘de cualquier manifestaci6n de fenémenos colectivos, ee Lenape
‘lizacion griega. A partir de entonces comenz6 un largo roa ico
nel que el significado y el espacio de la politica se resingipro-
iva pero inexorablemente (Sartori, 1992). En la época del Imperi
gresiva Pee bien aumenté la comunidad politica con la inclusi nde los
Romano, st
campesinos naci
Se trata de lar luccién de la politica a la politeia, en inglé
ee de la politica exclusivamente con pall penne
Apartir de la Edad Media la politica se teologiza, impregnandose de la
yisin cristiana del mundo: el homo politicus es sustituido por el homo
credens (Held 1991a: 53). La politica comienza a ser considerada, y por
tanto a definirse, a través de categorias como el pecado y Ia gracia. El
orden politico se ‘transforma en una doble direccién:
4) El espacio politico pasa a ser considerado en términos universales
(la Cristiandad), frente a las unidades politicas propias de la antigiiedad
clisica, como las ciudades-estado, las monarquias y los imperios.
6) La percepcién del tiempo pasa a ser providencialista y apocaliptica,
en lugar de cfclica (Wolin 1974: 295).
La concepcién helénica del hombre como ser concebido para vivir en
una ciudad fue sustituida por la preocupaci6n por la forma en la que los
humanos podfan vivir en comuni6n con Dios (Pocock 1975: 84). Los efec-
tos de esta nueva concepcién de la politica, restringida y teologizada, fue-
ron el enfrentamiento entre el Papado y el Imperio yy posteriormente, la
Tuptura de la unidad religiosa de Occidente con el enfrentamiento entre
catolicismo y protestantismo.
Tomés de Aquino representa el primer intento de revi
to medieval de la politica, al tratar de integrar ‘el pensamiento sriee ¥ CP
parscilar la as de Aristételes, con la visa cristiana de la politica. Sin
argo, habria que esperar hasta Maquiavelo para : 7
le una nueva fanees de concebir la politica. Mas arriba © hahecio
hae de lo que significa la obra del autor florentino en el ee ae ahora
‘onomia de la politica frente a la ética y la religi6n. Interes onjunto de
que no puede aislarse esta nueva concepcin de la politica de ea
los acontecimientos que se producen en Europa en los albores
dos ciudadanos y de los esclavos emancipados,
evisi6n del concep
59CIENCIA POLITICA ¥ TEORIA POLITICA CONTEMPOR
ANEA
s
Moderna. Especialmente, el surgimiento de una nuey;
cién politica: el Estado. La consolidacién de las mouarns de o Niza.
Inglaterra, Francia y Espaiia, la fragmentacién politica en Teale Solutas en
minio de la Iglesia son hechos que conforman el contexto ¢ y y el predg.
situarse la obra de Maquiavelo. A partir de su obra, el prota 4 que debe
mizacién de lo politico tiene como consecuencia la Progresiv: oon
del objeto de estudio de la politica al fenémeno del Estado, Ba ACOtaci6n
por no decir la totalidad de la reflexi6n sobre la politica conto: fers Pai
auténomo en el periodo que hemos caracterizado como «artesan; fenomeng
tual», tiene como objeto de estudio primordial el Estado. @ intelec.
El Estado aparece como producto de las luchas contra el feudal
la sobredeterminaci6n religiosa en la que éste se basaba, a lo lacgoldes y
proceso caracterizado por la desaparicién de la unidad espiritual de
comunidad cristiana medieval y el progresivo avance de la secularizacio, .
El Renacimiento conduce a un cambio de mentalidad que acaba con ai
fundamento religioso del orden «natural»:
[...] las leyes naturales van a dejar de ser aquella parte integrante del orden
de la creaci6n estructurado por la ley eterna, para convertirse en una pura
construcci6n de la raz6n, a partir de la naturaleza instintiva e impulsiva del
ser humano (Vallespin 1990a: 9).
La Reforma rompe el universalismo cristiano representado por la au-
toridad papal, lo cual supone, la pérdida de un orden politico y moral has-
ta entonces considerado referente comtn. De este modo, la Reforma con-
tribuye a definir definitivamente un espacio politico especifico, el del Estado
emergente cuyas caracteristicas seran objeto de anilisis y justificacién en el
seno de una nueva sociedad, la renacentista, construida en el transito del
feudalismo al capitalismo (Garcia Pelayo 1983: 116-117). Con el Estado
surge una idea vigorosa que constituye uno de los ejes sobre los que pivota
buena parte del pensamiento politico moderno: el concepto de «raz6n de
Estado», introducido en la reflexién acerca de la polftica por autores como
Guicciardini y Botero'. ; ;
Meinecke sefialaré las dos fuentes en las que puede situarse el origen
de la «raz6n de Estado»:
la necesidad de! pueblo que
En la tendencia al poder del soberano y en :
obedece, e| cual se deja dominar porque recibe a cambio contraprestar'™
nes, mientras que, a la vez, alimenta con los suyos propios los impuls™!
vitales y de poder del soberano, Dominador y dominado se encuentran
aqui por un vinculo comén, por la necesidad humana primar’
de vivir en comunidad. Fs de esencia al poder adquirido sobre un pueblo ¢
tener que ser cultivado si se le quiere conservar. Para que subsista tiene que
1, En 1509, Giovanni butero publicé su tratado Della ragion di J estudio del
wn di stato. Para el es! 4
Estado como cavegorts central del pensamiento politico moderna véase Guicciardini (1988), Gil
bert (1970) y Skinner (1965),
60gruolo DE tA REFLEXION Some is
LF voLities
ete €
et
ado, ¥ tan pronte, como es organizado se
get OF ents ypraindividual, que hay que cuidar, aque hon ne en algo
indePere ene que servity ‘sobre todo, aquel que lo ha que servis y
al ave A Micanzarlo- EI soberano se convierte en el servidor dete rest
A gtado O° Fines de ste Agno comienzan a limitar el arbitrio serwncl f,
prhors a [a que mace Ja razon de Estado (Meinecke 1983: 1 Peron Es.
ia hor? | . .
tado constituye el nervio de construccién y ¢:
in i ¥ consolida-
La rane P seracturas politicas modernas, el elemento definidor de las
on 4 as oe configuran las relaciones entre Estado y sociedad,
or regias Jiarse mediante Jas normas juridicas, y las relaciones cate
salvo en aspectos marginales, la regulacié
considerada como nicleo
eden ‘0 admiten,
P dos que ye derecho ¢é!
der politico. .
oma ‘Caminal (1996), el Estado es el objeto central en torno
‘el pensamiento politico moderno:
0 sujeto constituyente del Estado (Maquivelo).
Lare ‘0 el recto gobierno con poder soberano (Bodino).
: do instituido por convenio © pacto entre una multitud de
9 unidad de poder absoluto en representacion de la coleci-
dentre el Estado, como unidad de poder, y la plura-
lidad de jnstituciones de gobierno reunidas bajo la supremacia del poder
legislativo (Locke). . ie
omo unidad y equilibrio de poderes (Montes-
* El Estado concebido c
La creacion d (Tocqueville y los federalistas
norteamericanos)-
« El Derecho c iliacion entre Estado y sociedad (Kant).
« El Estado como su de la sociedad dividida (Hegel).
fa + El Estado como instrumento de dominacién de una clase soc
a
‘de ante la fuerza,
d (fcompatibilida
quieu)- ae
. le un Estado democratico
rx).
« El Estado como mecanismo capa? de asegurar un compromiso entre
Ljlas clases sociales (Kelsen).
et sstade apto para gobernar la emergencia (Schmitt).
abjeto d polmanecion de este proceso que ha configura‘
Hedel mathe io se produce enel siglo XIX, con el suf
percibida lo» como producto intelectual. La reflexién sobre
largo de jy Practlenda como «Ciencia del Estado». rn
aparicion oe eso ‘ha experimentado el concepto de politics como
vimos, se pai a recia clasica hasta el siglo XIX merece ser record ie
zontal y Vertical de un contexto, la polis, en donde las dimensiones"
ertical se encontraban presentes €n el concepto de «politicar’ ¢
Por «dimensién hor en el sentido de rebar”
tw tne hao cree oe
2.
es de coy
61
2 —-es
través de los siglos, el concepto de politica fue evolucionando Y despo
dose progresivamente de la dimensién horizontal para designar e: “SPojdn,
mente los aspectos relacionados con la dimensién vertical, A mene lUsiva.
(ue
|
CIENCIA POLITICA Y TEORIA POLITICA CONTEMPORANE,
s
historicamente nos alejamos del formato de la polis helénica clase
comunidades politicas que la suceden van adquiriendo una mayo Sica
turacién vertical (Sartori 1992). El recorrido que lleva desde la ls Struc.
feudal hasta el Estado liberal burgués decimonénico, pasando por {2%
pas de las monarquias absolutas y el despotismo ilustrado, puede ser oe
templado como un proceso en el cual la centralizacién del poder polit isa
su concentracién proporciona al Estado moderno una creciente capa
de dominio y control sobre los ciudadanos. La consecuencia de este mr a
so ¢s la radical separacién entre lo social (dimensién horizontal) y lo mae
tico (dimensién vertical). El proceso culmina con la separacién que Hen
realiza en el siglo xix entre el Estado y la sociedad civil. De este modo-b
politica queda circunscrita a la esfera del Estado. Es asi como el Estade
convierte en el objeto privilegiado de la reflexién intelectual acerca de la
politica, y la sociedad en el objeto de estudio de la Sociologia.
Esta situacién se correspondia con las capacidades y caracterfsticas
que posefa el Estado liberal burgués decimonénico, y con su capacidad
para concentrar en su interior todas las manifestaciones de lo politico. Sin
embargo, a medida que se va dejando atrés el siglo xx y nos adentramos
en el siglo xx, esta situacién va a cambiar. Progresivamente, el Estado se va
viendo impotente para agotar dentro de sus limites la politica. Este cambio
tiene que ver con la democratizacién del Estado liberal y su transforma-
cién en un Estado liberal-democratico, a través de fenémenos tales como
(Caminal 1996):
- 1) La ampliacion del derecho de participacién politica y el reconoci-
miento del sufragio universal masculino, con independencia de la condi-
cién social.
- 2) El reconocimiento del pluralismo politico y de la posibilidad de
impulsar, canalizar y organizar concepciones politicas distintas, con igual
legitimidad para acceder al gobierno del Estado.
3) La integracién de las clases sociales en el sistema polftico, que pone
fin a la exclusién politica de la clase obrera.
4) La configuracién del Estado como sistema politico cuyos actores
fundamentales son los partidos politicos. .
La irrupcién de las masas en la arena politica significa que lo politico
empieza a desbordar los limites del Estado, el cual se revela como una
institucién demasiado estrecha para aspirar, como en el pasado, a agotar
dentro de sus limites todas las manifestaciones de la politica. Los Estados
occidentales, conforme avanza el siglo xx, van conformandose en un
sentido pluralista, de tal manera que el poder aparece repartido entre
las relaciones de poder que se establecen en el ji roducen
paler ebel retard en el seno de Ja polis y que, por lo tanto, intr
62DE ESTUDIO DE LA REFLEXION SOBRE La PoLiTiCn
1 onset
« astituciones estatales y sociales. La antigua divisién
aistintas inna ‘como monopolio estatal las tareas de
emativo. Por el contrario, los politélogos empiricos,
cter aHiO dominante en la Ciencia Social de la segunda
TE a proponer un tratamiento de los fenémenos del
0. XS rspectiva de neutralidad axiolégica. Lo que importa
- desde pre ‘nsion cientifica del poder y no su moralidad o inmora-
es
‘én la influencia del positivismo la que nos
E diferencias metodolégicas con las que el poder es abordado en
explica Jas “Asi, los autores clasicos abordaban el poder, como el resto
Gno y otFo CASO. 1" bjeto de su reflexi6n, con una metodologia analiti-
de los temas P 40 Sue andlisis sin contrastacién empirica. Por el contrario,
ca, construye? oder que la Ciencia Politica contempordnea propone y
estudio del Pocra en técnicas de investigacién inspiradas en el modelo
realiza S€ ae ‘Naturales y, por lo tanto, de caracter empirico. La preten-
de las Ciencias ro ologico, caracteristica de la Ciencia Politica contempo-
sign de Splicada al estudio del poder. -
Por ultimo, al abordar el estudio del poder, los autores clasicos necesi-
lizarlo en alguna instituci6n. Asi, contemplandolo en un
realizaron el andlisis sobre las distintas formas politicas en
las que el poder se institucionaliza. Sin embargo, la propuesta de la Ciencia
Politica contempordnea consiste en estudiar el poder en si como sustancia
de la politica, y no en analizar sus manifestaciones fenomenoldgicas 0 su
sustanciacién en formas politicas.
‘La Ciencia Politica contempordnea intenta abordar y comprender el
poder sin emplear el recurso metodoldgico de objetivarlo en algun meca-
nismo, dispositivo o forma institucional. Se intenta estudiar el poder desde
lidad. | tercer lugar, €S tambi
taron sustancial
sentido estricto,
el poder en sf. Por eso, el primer paso consistird en buscar una definicién
del poder que permita su operacionalizaci6n, esto es, que sea valida para la
investigacién empirica‘’. En esta busqueda de una definicién operativa, se
abandonara la perspectiva clasica que definia al poder en un sentido esen-
apartaig / 8uPtura consistente en el eambio de objeto de estudio se unis, como analizamos £0
dagado -La Ciencia Politica en los Estados Unidos, una segunda ruprura referida 3 la metodolo
‘ada en el auge de la investigacién empirica, segiin el modelo de las Ciencias ‘Naturales,
6Sos”
CIENCIA POLITICA Y TEORIA POLITICA CONTEMPORANE
AS
cialista (como algo que se posee) y se sustituira por un plant
«relacional», es decir, como un fenédmeno que involucta la ingutienty
entre al menos dos sujetos. tetaccign
Uno de los primeros teéricos que propone una definicién del
sentido relacional en la que después se inspirardn otros autores Poder en
Weber. Weber definié el poder como «la probabilidad de im, © Ma
propia voluntad, dentro de una relacién social, atin contra toda rele
y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad» (Weber 4
43). Pero ademas, el papel desempefiado por Weber en este prog 964,
desplazamiento del objeto de estudio de la Ciencia Politica, desde an de
do hacia el poder, no sélo se limita a la redefinicién del poder. Conyj ta.
recordar que Weber da una definicién del Estado en la que la catactert iene
fundamental del mismo es el monopolio de la violencia yla coereig’
legitima. Es decir, se trata de una definici6n que, en iltima instancig
reduce el Estado a una forma particular y concreta de ejercer e] polis
ejercicio legitimo de la violencia. De este modo, el Estado aparece come
un fenémeno encuadrado como especie dentro del género del Poder, Por
lo tanto, el estudio de lo politico en su sentido més general no es otra cosa
que el estudio del poder.
Junto con Weber, a caballo entre los siglos xix y xx, otros autores
europeos se interesan por uno de los fendmenos relacionados con [3
presencia del poder en la vida politica, la existencia de élites. Gaetano
Mosca, Wilfredo Pareto y Roberto Michels conformar4n una corriente de
reflexién dentro de la Ciencia Politica que con el tiempo serd etiquetada
de «teoria de las élites». El italiano Gaetano Mosca publica su obra més
influyente en 1896, bajo el significativo titulo de La clase dirigente: Ele-
mentos de Ciencia Politica, en donde plantea su tesis principal: la vida
politica genera poder y éste cae siempre en manos de una clase dirigente.
Roberto Michels, autor suizo-italiano, escribe en 1915 un texto que devi-
no un clasico contempordneo de la ciencia politica: Los partidos politicos.
La preocupacién central de este autor es el fundamento en el que radica el
principio de la representacién politica, esto es, que las masas no pueden
gobernarse por si mismas, y por lo tanto necesitan de una minorfa rectora
que las represente y las dirija. Estas minorias inevitablemente tienden a
suplantar a las masas a las que representan transform4ndose en una auto-
cracia de cardcter conservador: es la ley de hierro de la oligarquta. Wilfre-
do Pareto, nacido en Paris, da a la luz en 1916 su Tratado de Sociologia
General. El interés por las Elites le lleva a un planteamiento dindmico del
poder, por cuanto su preocupacién fundamental consistira en tratar de
establecer cuales son las condiciones necesarias para que una élite se
mantenga y conserve el poder que ha conquistado. Su conclusién es que
Jas élites o tienen éxito a la hora de incorporar nuevas élites rivales ©
acabar4n perdiendo el poder.
Aunque, como acabamos de ver, son autores europeos los que comien-
zan a sentar las bases del enfoque moderno del fenémeno del poder, lo
Oner
Istencig
66| onsete OF ESTUDIO DE LA REFLEXION SOBRE LA POLIT)
cn
de estos pioneros fueron
importads
i 8 i nd
cist. norteamericaa Y Seite Petados Unidos donk ence
pol tof tuvieron continuidad. Aparecié asf toda una serie de aay
teamientt constituyeron una corriente perfectamente identificable en | I
lela Politologfa empirica norteamericana. En los Estados Une
ue los andlisis
textos
comicne on intentos de desarrollar teorias sistematicas y totalizador:
dos surgicro” randose en las relaciones de poder, con ios trabajos pew ee
Is (1939) y los textos de autores de la
7 930), Goldhamer y Shi
mo Merriam (1934) y Laswell (1936). Los andlisis
Esc sen el oder traspasaron las fronteras de Ia polftica nacional, apli-
pasados * onocimiento ¥ entendimiento de la politica internacional; éste
cindost *, de los andlisis de Morgenthau (1948). En el decenio posterior a
fue el uerra mundial los planteamientos de la Escuela de Chicago se
neon muy rapidamente £7 la Ciencia Politica norteamericana.
partir de Weber € inspirandose en mayor 0 menor medida en su
finicion del poder, los politélogos empiristas se lanzaron a la tarea de
defin' ‘rar una definicién operativa que sirviera de guia en la investigaci6n.
encon' muchas las definiciones propuestas pero, en un intento de sintesis,
que los politélogos behavioristas definieron el poder
la po
tlin ( an de Chicago” 6°
como sigue?
__J el ejercicio del poder es und relacién en la que un actor C hace un
[--] iro manifiesto de que ¢l actor R haga lo que C pretende que haga, que
inten aria en otras circunstancias- Gi el «intento de poder de C logra su
‘objetivo, entonces ‘se supone que C tiene poder sobre R en el «area en
oblerione en Ia que abiertamente discrepan’ (Miller 1989: 515).
una definicién operacionalizable
ue parecia. La propuesta
su cardcter «unidi-
Ja tarea de encontrai
sin embargo, if
velé mas dificil de lo q
del poder, pronto se re’ e e
pluralista anterior se hizo acreedora de criticas debido a
mensional» (Lukes 1974): no contemplaba la cara coculta del poder. En
de relieve que en algunas ocasiones el
efecto, algunos teéricos pusieron
poder se ejerce disimuladamente. Un ejemplo es la capacidad que tiene C
de decidir cudles son Jos asuntos que integraran el orden del dia y de esa
dt tera, limitar el debate y la roma de Necisiones sélo a los aspectos
favorables a sus intereses. Este ejemplo revela que una aparente ausencia
de actividad no implica necesariamente déficit de poder, sino que pu
responder exactamente a lo contrario, es decir, a un ejercicio del poder de
un modo incluso més efectivo, pero oculto. .
No fue ésta la tinica dificultad con la que se tropez6 al convertir el
poder en tinico objeto de estudio de la Ciencia Politica. Un segundo grupo
de problemas derivé de las dificultades halladas a la hora de establecer
at 5. En la mayoria de los estudios de poder behavioristas se utiliza €st2 nomenclarura que
Sonar it econo (Ory Reply (R). Asi se contiene, Por emplo, en los ensayos cexoeides
67
eeeCIENCIA POLITICA Y TEORIA POLITICA CONTEMPORANEAS
te valores en una sociedad» (Easton 1965,
racciones polfticas es la que confiere ay
concepto su operatividad puesto que aan Ei practicamente la
totalidad de los aspectos Y dimensiones je la vi t politica: el proceso tf
roma de decisiones, los mecanismos Pa hacer ; fectivas estas decisiones
(el poder, el Estado) y los nedios para legitimar las decisiones (ideologiag
y valores hegeménicos). De nuevo, como ya vimos que sucedia con Pap.
sons, Easton incorpora ‘el elemento «poder» en su concepcién, que hace
del sistema politico el objeto de estudio central de la Ciencia Politica: ung
de los componentes fundamentales en la definicién de sistema politico es
la obligatoriedad de la asi ralores y su fuerza coercitiva, lo cual
ignacion de v:
remite en tltima instancia al poder. .
Tras la definicién de Easton, la segunda aportacién que desde e|
iza al concepto de sistema politico, fue
campo de la Ciencia Politica se reali i ,
la formulada por Gabriel ‘Almond. Desde una perspectiva funcionalista en
linea con los planteamientos de Talcott Parsons y Eduard Shils, la defini-
de Almond integra el concepto de accién social,
cién de sistema politico n c a
Asi, el sistema politico es entendido como un conjunto de interacciones
sociales orientadas hacia la formulacién y ejecucién de los objetivos colec-
tivos de una sociedad o de los grupos dentro de ella (Almond 1956).
El éxito de la propuesta de Easton fue enorme. Como tendremos oca-
sién de explorar con mas detenimiento al contemplar el enfoque sistémi-
co, durante la década de 1960 y los primeros afios de la década siguiente,
parecié que sus planteamientos iban camino de convertirse en el paradig-
ma hegemonico en la Ciencia Polftica. Sin embargo, junto a la aceptacién
mayoritaria, también hicieron aparicién las criticas. La objecién mas gene-
ralizada fue la referida al tratamiento que Easton da al Estado dentro de su
modelo. En palabras del propio Easton «esa especie de sistema politico
societario que convinimos en llamar Estado. En él, el uso legitimo de la
fuerza esta en manos de quienes actiian en nombre de toda la sociedad»
(Easton 1965a: 85). No queda, pues, delimitado con claridad cuales son
las diferencias que existen entre los conceptos de «Estado» y de «sistema
politico». Esta ser precisamente la critica formulada por Duverger (1962:
B1; 1966: 29-30; 1976: 330-339): en la practica, la propuesta de Easton
supone el retorno a la concepcién de la Ciencia Politica como Ciencia del
Estado, en la medida que su objeto de estudio y anilisis, el sistema politico,
no es mds que una denominacién diferente para referirse al Estado. Expre-
sado de una forma atin més contundente:
cual se asignan autorizadamen'
47-50). Este conjunto de inte!
iEaston no tiene fenmenos! El «sistema politico» que tan aplicadamente
disecciona no existe mas que en su cabeza; la mds cercana aproximaci6n
oe ‘¢s probablemente el Estado nacional soberano (Meehan 1973:
9. No seria esta la nica critica. Otros as i i
- spectos y dimensiones del modelo eastoniano tam-
bien fueron objeto de reservas. Resumiendo, las criticas fundamentales se dirigieron hacia:
70gL OBJETO DE ESTUDIO DE LA REFLEXION Sone La poisy
toa
obstante estas valoraciones criticas, y a pesar de qu
Neonvertirse en el paradigma dominante en la discling pect
vat e concretaron, la propuesta de Easton de convertir al sistema politi :
no s ‘nidad de anilisis basico de la Ciencia Politica tuvo éxito En le
ee idad, podemos afirmar que el concepto de sistema politico y oftor
act ntOS del planteamiento eastoniano se han incorporado al acervo
elemen y al discurso de la disciplina. Sin embargo, también es cierto que
com eneralizacion del uso del concepto de sistema politico ha levado
ee oda un alejamiento, m4s 0 menos pronunciado segiin los autores
Pa Moncepcion original de Easton. Con frecuencia cuando se usa al
cepto de sistema politico, se intenta poner de relieve la idea de con-
a de elementos que interaccionan entre sf, pero es dificil reconocer el
june’ de los atributos que definfan el sistema politico en su versién easto-
ae Los motivos que explican esta generalizacién en el uso del concep-
niana- Torerdo con Morlino (1989: 74), pueden sintetizarse en:
iad a) El concepto de sistema politico proporciona autonomfa tanto a la
politica como a la Ciencia Politica. | .
b) Llama la atencién acerca de la importancia del estudio de las inte-
racciones entre diferentes sistemas. .
¢) Proporciona una nocién general que ordena, integra y guia la inves-
igacién empirica.
tie en la presencia del concepto de sistema politico como objeto
de estudio y andlisis, desde comienzos de los afios ochenta del siglo xx se
observa en el panorama de la Ciencia Politica norteamericana una tenden-
cia hacia la recuperaci6n del Estado como objeto de estudio. De hecho, el
propio Easton en 1981 publics un trabajo con el significativo titulo de The
Political System Beseiged by the State. Este asedio se venia preparando,
como hemos tenido ocasién de ver, desde el momento en el que, con
bastante frecuencia, el concepto de sistema politico se hacia indistinguible
del concepto de Estado. Por lo demas, el retorno de la Ciencia Politica a su
interés por la dimensién estatal de los fenémenos politicos recibié un
espaldarazo cuando, en ese mismo afio de 1981, el Social Science Research
Council adopté como lema de la reunién anual de la American Political
Science Association (APSA) «Restoring the State to Political Science».
Parecia que el ciclo inaugurado a mediados de la década de 1950 daba
sintomas de agotamiento. Sin embargo, la revolucién behaviorista no ha-
bfa pasado en balde: el nuevo énfasis sobre el Estado y la recuperacién del
‘in’ a escasa atencién prestada a las demandas que surgen del propio sistema politico (Sartori
6) La dificultad para explicar el cambio en los sistemas politicos (Morlino 1989);
) El exceso de abstraccién (Urbani 1989).
Puesto que en esta seccién nos ocupamos del objeto de estudio de la Ciencia Politica, hemos
optado por trarar solamente las criticas que tenfan que ver con este aspecto. Por razones de cobe-
rencia en la natracién, el resto de las objeciones que no tienen que ver con el concepto de sistema
Politico como unidad de andlisis se teatardn en la seccién dedicada al enfoque sistémico.
71Ss
CIENCIA POLITICA ¥ TEORIA POLITICA CONTENPORANE As
interés por la dimensién institucional de la politica no significaba en th
alguno un retorno hacia el enfoque legal-formal, frente al Cual se fae
levantado la protesta behaviorista. . ia
Lo que se planteaba ahora era la necesidad de una nuey;
tedrica de los Estados en relacién con las estructuras social
2 comprensign
empleo de una metodologia de investigacién de tipo com;
es, mediante
parado: "4
No necesitamos una gran teoria, nueva o restaurada, del «Estado» sin,
interpretaciones sdlidamente fundamentadas y analiticamente Profunds.
de las regularidades causales que subyacen en las historias de los Estado,
las estructuras sociales y las relaciones transnacionales en el mundo moder.
no (Skocpol 1985).
El texto clave en este nuevo enfoque estado-céntrico
approach) fue publicado en 1985 por P. Evans, D. Rueschemeyer yT.
Skocpol con el titulo de Bringing the State Back in. Posteriormente se
afiadirian a la lista de este enfoque las obras de autores como S. Hagard
(1986) y A. Kohli (1987). Los elementos centrales de esta nueva propuesta
estadocéntrica podrian sintetizarse en:
a) Afirmacién del papel decisivo desempefiado por el Estado en la
industrializaci6n y el desarrollo econémico, tanto en los pafses industrialj-
zados como en aquellos con un menor grado de desarrollo.
5) Afirmacién del margen de autonom{a relativo del Estado actual
frente a los distintos intereses societales.
¢) La burocracia posee un conjunto de intereses Propios que se enmas-
caran bajo el argumento de la defensa del «interés nacional»,
d) El Estado se concibe como una entidad compleja, compuesta por
una pluralidad de instituciones y de tareas cada una de las cuales est4
guiada por su propia légica, tiene sus Propios objetivos, y consta de unos
intereses peculiares que difieren de cualquier grupo de interés societal.
e) Interés por las politicas piblicas como tema de investigaci6n, tratan-
do de desentrafiar la complejidad de factores que intervienen en su formu-
laci6n, tales como las opciones ideol6gi
icas en ellas implicitas o los conflic-
tos que mantienen distintos grupos sociales por hacerse con los beneficios
otorgados por el Estado.
(state-centereg
72>
Capitulo 4
LOGIA DE LA REFLEXION SOBRE LA POLS
gpisTEMOLOCONCEPCIONES DE LA CIENCIA TICs 0):
p .stion acerca del objeto de estudio
En t : ae Politica, vimos cémo una adecuada respuesta a ¢s4 cuestion
de la necesidad de introducir una perspectiva diacrénica, puesto
de Ia historia, «lo politico» ha tenido distintos signi
existe una construccién histérica acerca del objeto
‘a Politica, también es necesario introducir la pers-
do nos interrogamos sobre la epistemologia de la
Como ya tuvimos ocasién de apuntar mas
‘do la identidad actual de
or, al abordar la cue
Jo largo
odo que
la Cienci
ectiva diacronica cuand
reflexion ‘sobre la politica.
arriba, las distintas etapas que van construye!
la Ciencia Politica suponen concepciones diferentes no sélo sobre qué es
la politica, sino también acerca de cual es la mejor manera de aprehen-
derla y cuales son Jas vias id6neas para la construcci6n de un conocimiento
fiable sobre los fenédmenos politicos. Lo que se subraya aqui ¢s la exis-
tencia de una relaci6n estrecha entre lo que se entiende por politica (el
objeto de estudio de la Ciencia Politica) y como conocerlo (epistemologia
y metodologfa). Los cambios en uno de los dos componentes de este
binomio tendran necesariamente que afectar al otro. Tal como hicimos
al ocuparnos del objeto de estudio de la Ciencia Politica, proponemos
ahora rastrear en la historia de Ia disciplina para identificar cuales han
sido los modelos de conocimiento que han guiado la reflexién intel
acerca de la polftica a lo largo de la historia. El resultado de esta operacion
nos proporciona una imagen de la evoluci6n historica de la disciplina que
queda plasmada en el siguiente ©
uadro:CIENCIA POLITICA Y TEORIA POLITICA CONTEMPORANEAS
Cuadro IV
Modelos de conocimiento en la reflexion sobre la bolitica
Erara MODELO DE CONocIMIENTO
‘Artesania intelectual Concepcién clasica de la ciencia
Ciencia Politica
Formal we
Tradicional Positivismo clasico
Behaviorista Racionalismo critico
Post-behaviorista Post-positivismo
Fuente: Elaboracién propia.
1. LA CONCEPCION CLASICA DE LA CIENCIA
En la antigiiedad clasica Plat6n y Aristoteles se ocuparon de la ciencia, sy
caracterizacion, su origen y fundamentos, su clasificacion y alcances!,
Platén eligié el didlogo como género apropiado para expresar su pensa-
miento y la figura de Sécrates como Protagonista que asumfa el peso de la
discusién. En los Didlogos de Platén se conceptualiza el arte como cruce
entre la racionalidad y la acci6n; su estilo, que solemniza lo cotidiano,
combina metdforas y alegorias con la misma contundencia teérica con la
que pasa de la ciencia al mito.
A grandes rasgos, el pensamiento de Plat6n muestra una evolucién que
arranca de la doctrina socratica y llega hasta la elaboracion de la teorfa de
las ideas. Ya maduro, el filésofo se ocupé6 de los problemas metafisicos y
teéricos derivados de las ideas.
Su problema capital es el del ser de las cosas, que habia preocupado
también a los filésofos presocraticos. Platén percibe que las cosas del mun-
do sensible no alcanzan la maxima perfeccién posible. El ser en su absoluta
plenitud remite a una realidad diferente de la del mundo sensible, captable
a través de los sentidos. La idea es el ser verdadero, que se encuentra, pa-
rad6jicamente, fuera de las cosas y es distinto de ellas.
Para comprender el significado de la idea en Platon debemos despojar
al concepto de su significado vulgar, que entiende «idea» como «represen-
tacién de algo». En griego, la idea (eidos) tiene la misma rafz que el verbo
ver (¢ido). Idea es «lo visto», el aspecto, «fachada» o semblante que se
manifiesta a la vista. En Platén la idea no tiene que ver con lo sensible, sino
1. Para la teorfa de la ciencia y del conocimiento de la antigiedad puede consultarse 1a
siguiente bibliografia: Jaeger (1957), Mondolfo (1942), Cordero et al. (1979), Cornford (1949).
74>
prisTEMOLOGIA DE LA REFLEXION SOBRE LA PoLitiCn (1)
ible, el aspecto de la realidad que puede ser captado mediante
nto inteli
cor 0. si
el inten, las ideas son 7 eal diferehts de Jas cosas sensibles, que
as apariencias © reflejos de las primeras. Las ideas y las cosas
in diferentes mundos: por ejemplo, mientras que la idea de
contiene la belleza absoluta y eterna, las flores son bellas, pero no
bellenas absoluto, ¥ lo son sélo durante algén tiempo. El orden del mundo
* ideas que son realidades tinicas, intemporales, universales y perfec-
distinto y esta separado del orden del mundo sensible que alberga la
licidad de las cosas tangibles, consideradas por Platén fenémenos
rales, particulares € imperfectos. Ahora bien, Platén afirma que
fete una relaciOn de copia, imitacién o semejanza entre estos dos érde-
diferenciados, lo cual requiere una explicaci6n. Para ello el filésofo
nN ‘aun mito que aclara a la vez el origen del hombre y el modo por el
recurre 2 ce las ideas. En el didlogo Fedro o de la belles, Patén
cual ibe cémo el alma del hombre en un principio habité y conocié el
bane de las ideas. Un carro conducfa al alma, pero en el forcejeo de los
mvallos, el alma cay6 y se encarné en un cuerpo, no sin antes olvidar todo
fo visto en el mundo de las ideas, Platon explica asi el origen del hombre
como caida; el caracter inmortal del alma y del conocimiento como re-
cuerdo. La Ciencia no es sino la reminiscencia del conocimiento primige-
nio de las ideas: conocer es recordar. El hombre parte del conocimiento de
Jas cosas sensibles, pero no se queda en ellas, sino que se retrotrae a lo visto
por su alma y que después ha olvidado. Asi, el conocimiento esta vineula-
do a las ideas, por cuanto éstas son el tinico ser, la tinica realidad. El
conocimiento como ciencia (episteme) no radica tanto en ver la cosa
externa cuanto en rememorar (por anammnesis) el recuerdo interno de la
idea que la cosa externa refleja. Es el sibito despertar del alma que, gracias
alos datos que le proporcionan los sentidos, se eleva hacia el recuerdo de
aquello que tenfa olvidado, la idea. Sin embargo, el conocimiento del
hombre corriente sera siempre imperfecto, puesto que, como ser imper-
fecto que es, no tiene acceso a la revelacién de la perfeccién absoluta.
Aristételes quiere superar la dualidad impuesta por la separacién de
los mundos que establecié Platén. Para él, la realidad no puede estar en un
mundo inasible (el mundo de las ideas), mas alla del alcance del conoci-
miento humano. Segin Aristételes, la realidad estd compuesta de cosas
sae sres,, sdlo éstas son reales. Aristételes se encuentra asi frente a una
ade Sa marcats todo el pensamiento epistemoldgico posterior: la
ane és la contradiccién existente entre el caracter limitado del cono-
eee que sélo es capaz de aprehender lo individual, y la
i. ae i que la ciencia consiste por definicién en el conocimiento
obi te ae Qué significa esta contradiccién? La ciencia tiene por
ents versa! pero lo universal no es real; s6lo lo sensible, lo singular,
ctitica ari metaffsica es el esfuerzo por superar esta contradiccién. La
istotélica a Platon estriba en que éste no explica el mecanismo por
de las
tas, eS
multip
7sCIENCIA POLITICA Y TEORIA POLITICA CONTEMPORANE Ag
el cual las cosas sensibles son copias que participan Parcialmente de |
ideas; brinda a cambio sélo metéforas, 0 recoge argumentos anteriores, By
en este punto donde Aristételes introduce la _ de causa,
Si bien Aristoteles conserva el mismo concepto de ciencia que Sécrate
y Platén (conocimiento cierto, fijo y permanente) al transformar e| con.
cepto platénico de realidad, transforma también su concepto de Ciencia,
Aristoteles hace descender la idea platénica (que para Platon era la tinigs
realidad) del mundo supraterreno y suprasensible al mundo Particular
sensible. De este modo, lo material, lo corp6reo, ya no es, como en Platé,”
el «sepulcro del alma», sino una parte sustancial de los seres, Paralela.
mente, el conocimiento humano tiene que recurrir insoslayablemente al
terreno de lo sensible para, a partir de los sentidos y por medio de las
sensaciones, aprehender las causas ¥ los principios que para Aristételes son
alo supremo cognoscible». Siglos mas tarde, Tomas de Aquino, siguiendo
la linea de pensamiento instaurada por Aristételes, hard hincapié en |g
importancia del conocimiento de lo sensible, afirmando que nada hay en
el intelecto que no haya pasado por los sentidos.
En los célebres capitulos 1 y 2 del Libro I de la Metafisica de Aristéte-
les, y en sus Tratados de Légica —sobre todo en los Primeros y Segundos
‘Analiticos— se encuentran algunos de los fragmentos que componen la
epistemologia aristotélica. Hay dos érdenes de conocimiento:
a) El orden sensible, en el que se basa el conocimiento, pero que es en
si mismo particular y contingente. Puesto que est sujeto a la mutacién y el
cambio, no es cientifico. Es el ambito de la opinién (doxa).
b) El orden inteligible, que puede producir generalizaciones 0 concep-
tos universales y que, por su caracter permanente y necesario, es cientifico.
Es el ambito de la ciencia (episteme):
El conocimiento cientifico y su objeto difieren de la opinion y del objeto
de la opinion en que el conocimiento cientifico es conmensuradamente
universal y procede por nexos necesarios, y lo que es necesario no puede
ser de otra manera. Y asf aunque hay cosas que son verdaderas y reales, y
que con todo pueden ser de otra manera, el conocimiento cientifico no
puede evidentemente referirse a ellas [...] (Arist6teles, Analitica Posterior,
Libro I, cap. 33).
El conocimiento cientifico no puede provenir de la opinién (que es
contingente, o no necesaria), ni de la percepci6n sensible, que s6lo capta el
«cémor de una realidad siempre cambiante, puesto que la percepcién hu-
mana es incapaz de aprehender la esencia de las cosas que yace bajo su as~
pecto mudable. E] conocimiento cientifico es, en primer lugar, aquel que
atrapa la esencia de las cosas y la expresa por medio de definiciones (es
decir, de textos que responden a la pregunta équé es?), En segundo lugar,
el conocimiento cientifico consiste en e| descubrimiento de las causas que
permanecen ocultas a los sentidos, ya que segin Aristoteles, el simple he-
cho de ver un eclipse no significa conocer las causas que lo producen. En
76EPISTEMOLOGIA DE LA Rerexigg SOene
4 Pority
Cay
8A Sob
tercer lugar, el conocimiento cientifico
. ie tes sélo
tio. Necesario no significa lo «Gtily o | Puede ver
lovindispensaby
pero también tiene que ver con la certeza 0 la sey ret a ; enc
es, componente fundamental dela Ciencia segan Aristecles g itmacio-
el conocimiento cientifico es el conocimiento - Finalmente,
‘or tal no tanto la acumulacién completa de los seres y las cogntendiendo
bien aquello que es fijo, eterno e inmutable, que es ¥ No puede dein on
era. a
marl capitulo I del Libro I de la Metafisica es un texto clave en |.
mologia aristotélica, que ha ocupado Interminables debates y prodecnn,
volfimenes enteros de reflexiones y discusiones durante los filtimos hex
siglos. Al principio del mismo, Arist6teles afirma:
de lo universal
Todo hombre, por naturaleza, apetece saber. Prueba de ello es el a
que tenemos a nuestras percepciones sensitivas (...]. Estimamos las perc
ciones de la vista antes que todas las de los demas semtdee 9 12 ee,
ello est en que la vista, con ventajas sobre los demas sentidos, nos da a
conocer los objetos y Nos revela los muchos rasgos diferenciales de las
cosas. Todos los animales reciben de la misma naturaleza la facaltad cai
conocimiento sensitivo (Aristételes, Metafisica, libro I, cap. D.
Si bien Aristételes considera a la filosoffa el saber mis elevado, y por
lo tanto, divino, reconoce la existencia de otros saberes, como la i
o experiencia, la techne o arte y la episteme o ciencia. El impulso, deseo o
apetito de saber que el hombre porta consigo desde que es tal, se satisface
por varias vias. La experiencia, semejante a la ciencia y al arte, Procede de
la memoria humana, pero no es Propia Gnicamente de los hombres.
Algunos animales, como las abejas, tiene la facultad de retener lo que han
vivido. Esta facultad (memoria) es la organizadora de las sensaciones
vividas y conforma con ellas el saber empirico 0 experiencia. Gracias ala
memoria se da en los hombres lo que llamamos experiencia. Hasta aqui,
el conocimiento admite grados —sensacién, memoria, experiencia— que
Se reconocen en la capacidad humana y animal. Pero hay otros grados
que, apoyados en la experiencia, generan otros saberes que son exclusivos
del conocimiento humano, como la techne, La techne, referida a la pro-
ducci6n o la accién (del griego poiesis, crear), también apunta hacia un
«saber hacer lo que se hace o produce». Los latinos tradujeron techne por
47s, arte o capacidad de producir una cosa. Esta traduccién se queda corta
en su alcance significativo de techne, ya que el término griego no indica
S6lo un «hacer», sino también un «saber cémo se hace lo que se hace». La
clave de la honda diferencia entre conocimiento por experiencia y hee
Cimiento por techne esta en que el saber ténico es superior al saber
eauniiee, Porque demuestra un cierto conocimiento de lo general, de lo
causal,
774 4
CIENCIA POLITICA Y TEORIA POLITICA CONTEMPORANEAS
En su planteamiento, Aristételes afirma que algunas techtta; se multi
plicaron por necesidad y utilidad —segiin la teorfa que explica el Origen i
las disciplinas sobre la base de las necesidades humanas— y Otras simple:
mente por placer. Después de que emergieran las técnicas 0 artes, sup, ie
ron las ciencias, que no tenfan por objeto inmediato la necesidad ni dl
placer. Sus cultivadores fueron hombres que se consagraron al ocig “i
decir, no se dedicaron al trabajo manual— y al estudio. El objetivo nece, i
rio de la ciencia es el conocimiento de lo universal. Por lo tanto, la tiene
—episteme o sophia— tiene un objeto mas amplio que la techne ya que =
orienta hacia el conocimiento de las primeras causas y de los Primeros
principios. El conocimiento de lo universal implica, por reduccign, |,
comprensién de los casos particulares que el universal engloba. Una cien.
cia sera tanto més elevada y perfecta cuanto mAs cerca se encuentre del
conocimiento de lo universal.
Tl LA CONCEPCION MODERNA DE LA CIENCIA?
La concepcién moderna de ciencia complejiza lo que se ha venido expo-
niendo hasta aqui en dos sentidos diferentes: por un lado, critica el mode-
lo de ciencia de la antigiiedad clasica y, por otro, sienta las bases de un
nuevo estilo de proceder en la investigaci6n cientifica.
La ruptura del modelo antiguo no se produce de forma drédstica, es un
proceso que dura siglos y cuya reconstruccién no puede abordarse aqui, no
s6lo por razones de espacio: el objetivo de estas paginas no es elaborar un
anilisis hist6rico de la ciencia; nos limitamos a rescatar de la Historia de la
Ciencia aquellos modelos y concepciones que han influido en el desarrollo
de la Ciencia Polftica como disciplina. Por lo tanto, me voy a limitar a
hacer una referencia muy sucinta de los hitos que jalonan el proceso que
comienza en el Renacimiento y culmina con la codificacién del modelo
cientifico moderno, representado por el positivismo del siglo xix. Me
detendré en la descripcién de las caracterfsticas del positivismo puesto
que, como veremos, es uno de los modelos epistemolégicos con mayor
influencia en la Ciencia Politica contempordnea.
La nocién de ciencia evolucioné desde la ciencia entendida como co-
nocimiento de las causas (la concepcién aristotélica), hasta la ciencia en-
tendida como dominio del hombre sobre la naturaleza. Los primeros pasos
en esta direccién fueron establecidos por Kepler y Galileo en el siglo xvl.
En este mismo periodo hist6rico, el Renacimiento, Francis Bacon lanzé su
propuesta del método inductivo experimental. En su obra Novum Organum
Scientarium (1620) aspiraba a criticar el organon aristotélico y proponer
reformas al método clasico de la induccién, El siguiente paso en el proceso
2. Para la elaboracién dela sintesis de las propuestas del postivismo cldsico, el racionalismo
critico y el post-positivismo me he basado en el texto de Hawkesworth (1992),
78~~
erisTenoLosiA DE LA REFLEXION SOBRE LA POLITICA (1)
lel antiguo modelo epistemoldgico y paralela constituci
de rupturtre el debate que enfrenté al empirismo y el tacionalonee is
mode no autores en formular la critica al racionalismo de Descartes, Spi-
primer e fpniz fueron Locke y Berkeley. Sin embargo, fue la obra del filé-
Fora ¥ Lele Hume Ja que encarné mas decididamente y con mayor radica-
foto & oe pirismO depurado de cualquier vestigio racionalista.
jidad U? ona de Hume puede ser considerada como la primera formula-
teeta desarrollada de forma coherente y global. La epistemolo-
ion positive fue una de las fuentes primordiales del positivismo del xrx: la
giade! ju como secuencia meramente regular, la unidad del método y la
Biysacion etre valor Y hecho (Medina 1989: 1-6). La filosoffa del Siglo de
gistincion el la culminacién del enfrentamiento entre racionalimo y empi-
fas Luces € as bases para que John Stuart Mill y Auguste Comte (que
jenta ens
rismO> Salmente relevante para las Ciencias Sociales), formulasen en el
espe ees itivi ; i
So a Jos principios del positivismo como epistemologia.
1. El positivismo cldsico
jrismo dej6 como legado al positivismo del xix la divisi6n del mun-
Bl emp s Ambitos claramente diferenciados: el empirico y el no empirico.
doen ‘do de los fendmenos empiricos, constituido por todo aquello per-
B snble a través de los sentidos, era el tinico Ambito en el que se podia
ee eat Ia investigaci6n cientifica. El resto de los fenémenos no percepti-
bles or los sentidos, conformaban el mundo de lo no empirico. Se trata-
ba se una categoria residual, en la que quedaban englobados la religién, la
filosoffa, la ética, la estética, los mitos, los dogmas y las supersticiones. Su
relevancia respecto al mundo empirico era considerada marginal, ya que
Jos fenémenos no empiricos no podfan ser objeto de conocimiento cienti-
fico. Sobre la base de esta asuncion, la reflexién acerca de los fenémenos
politicos y sociales tenia dos caminos: o aceptaba ser relegada al ambito
de lo no empirico y por lo tanto quedaba condenada a no alcanzar el esta-
tus de conocimiento cientffico, o bien reformulaba la concepcién de lo
que se entendfa por «lo politico» y «lo social» y adoptaba métodos y técni-
cas de investigacién semejantes a los de las Ciencias Naturales. A través de
este giro o ruptura epistemoldgica, los fendmenos politicos y sociales se
convertirian en componentes del mundo empirico, lo cual harfa posible la
existencia de la Politologia y la Sociologia como ciencias. Esta segunda
opcién fue la defendida por el positivismo clasico decimonénico.
Dado que el tinico conocimiento auténtico era el fundado en la ex-
periencia observable, los positivistas adoptaron como criterio de validez
a verificacién: una proposicién contingente tinicamente es valida y signi-
rece puede ser empiricamente verificada. El papel que desempefiaba
ae peacion, como criterio de validez dentro del discurso positivista es
én lo n primer lugar, la validez se erigi6 como frontera delimitadora
que era ciencia y lo que no lo era. Si tenemos en cuenta que el
79CIENCIA POLITICA Y TEORIA POLITICA CONTEMPORAWE gg
positivismo consideraba que todo lo que no era cientifico carec,
do, era irrelevante, y no significativo, entonces la verificacién Se cor
en el limite que separaba lo que tenfa sentido (lo cientifico) de lo Wettig
Cualquier saber que no pudiera basarse ena observacién empftica (te No,
gia, metafisica, estética) estaba desprovisto de validez. De esta man, Polo.
concepto de ciencia se fue estrechando. La vision de la ciencia era el
reflexidn sistemtica y no coincidente con el sentido comtin fue te, am
da. La sustituy6 una nueva concepcién, segiin la cual la ciencia era "a :
actividad cuyas herramientas exclusivas para la obtencién de conoa tila
to debjan ser la observacién empfrica y la induccién, bases del ieee
cientifico. Odo
El método cientifico, tal y como fue definido por el Positivismo,
. ? . foc » On.
sistia en el empleo de la induccién para el descubrimiento de las regulari
dades existentes en la naturaleza. La investigacién cientifica Procuré ae
tematizar dichas regularidades, con el fin de facilitar la explicacién L
prediccién. Para lograr este objetivo los positivistas crearon y utilizargs
. . = : nm
un vocabulario técnico, diferenciando claramente:
a) Hechos: proposiciones empiricamente verificables,
b) Hipotesis: proposiciones empiricamente verificables que afirman la
existencia de alguna relacién entre fenémenos observados.
c) Leyes: proposiciones empiricamente confirmadas que afirman una
secuencia invariable o una asociacién entre fenémenos observados.
4) Teorias: sistemas interrelacionados de leyes que poseen potencia
explicativa.
Ademis, la légica positivista de la investigacién cientifica creo una
secuencia especifica de actividades que definié como «método cientifico»:
Paso I: Observacién cuidadosa y controlada de los fenémenos empi-
ricos. El objetivo de una observacién de este tipo suficientemente prolon-
gada en el tiempo era el descubrimiento de las regularidades y patrones de
relacién en los fendmenos observados, lo cual proporcionaba materiales
indispensables para la formulacién de hipétesis.
Paso II: Formulacién de hipétesis y comprobacién empirica de las
mismas. Aquellas hipotesis verificadas mediante un riguroso Proceso de
contrastacién, basado en la realizacién de experimentos, podian ser eleva-
das a la categoria de «leyes cientificas».
Paso III: Explicaci6n de los fenémenos observados, Las leyes cientifi-
cas proporcionan los fundamentos que permiten la construccién de teorfas
© sistemas complejos de leyes relacionadas entre sf que nos explican los
fenémenos bajo observacién.
Paso IV: Prediccién de los fendmenos observados. Conocidas la leyes
que rigen el comportamiento de los fenémenos que so! objeto de investi-
gacion, es posible establecer qué comportamiento exhibirén en el futuro,
pues éste depende de una combinacién entre ciertas condiciones iniciales y
el funcionamiento descrito por las leyes generales, De este modo, explica-
cién y prediccién siguen la misma légica, sdlo el factor tiempo difiere: la
8 de sen ti.
80>
Loin DE LA REFLEXION SOBRE LA pouiy,
fea (1)
grusten
ertenece 4 los fenémenos pasados; la prediccién,
‘ 16n, a los fend-
acl
splint ytur , rasgos més relevantes del positivi
ee tes yy Cohen (1980) sm: ae
ol ve del fenomenalismo, que niega la diferencia entre esencia y
1
men: ominalismo, que niega la posibilidad de
fen eel alo particular. . elo several
a et aac gn de todo valor cognoscitivo a los juicios de valor y a los
) ativos.
nwneiad® a nidad fundamental del método de la ciencia. La légica de
4) Fe non cientifica ¢s la misma para todos los campos del saber.
pi vestiBa eto de estudio es un fenémeno natural como si se trata de un
panto HO Ocjal, el método para la adquisici6n de conocimiento y los
en omen ra a explicacion y la predicci6n son los mismos.
requisitos {pio de demarcacion, que afirma que la diferencia entre meta-
Princip! Zonsiste en que las proposiciones de la primera no pueden
mediante la ‘observacién empfrica, mientras que las de la
ser ver { pueden serlo. ‘a 7 ;
segu El dogma de que las proposiciones metafisicas son necesariamente
) 0 pueden ser verificadas con la observacién.
, s, dado que n° F ‘
disp estratagema ‘consistente en intentar crear un cAlculo de probabi-
jdades que V4. ie en una escala el grado de corroboraci6n 0 verificacin
d las proposiciones cientificas.
le g) La creencia de que la ciencia descansa sobre una base de proposicio-
sits empiricas, conocida como ‘enunciados protocolares», que recogen
datos sensoriales ¢!
mnceptos Y teorias. _. . |
concent J incipio. del conductivismo, seein el cual la Psicologia y las
Ciencias Sociales sélo deberfan preocuparse de describir y explicar la
conducta observable, ° vitando referencias a los Ilamados «estados menta-
fom. El estudio de estos iiltimos deberia ser enteramente abandonado, 0
les eberia traducirse en enunciados relativos a disposiciones de la con-
dueta 0 a procesos fisicos.
ped
iOctentales y que son, en si mismos, independientes de
2. La revision popperiana del positivismo clasico: el racionalismo critico
Los primeros postulados del positivismo —que aqui hemos denominado
positivismo clasico— fueron sometidos a una critica demoledora por Pop-
per (1967; 1967a; 1974). El punto de partida de su critica apuntaa las dos
piedras angulares ‘del edificio positivista: el método inductive y la verifica-
cin. Popper afirma que el objetivo positivista de lograr un conocimiento
verdadero y fiable no puede alcanzarse a través de estas dos vias. Por lo
que se refiere a la légica inductiva, Popper se hace eco de argumentos que
ya habfa sostenido Hume (1980; 1981), al referirse al «problema de la
81CIENCIA POLITICA Y TEORIA POLITICA CONTEMPOR ANE,
8
induccién». Los fendmenos empfticos son siempre Contingentes
tanto, la capacidad que tiene el pasado para explicarnos el 2 Por hy
limitada. Las generalizaciones basadas sobre observaciones limita cs
necesariamente incompletas y altamente falibles. Por esta raz6n ie Son
ralizaciones inductivas no pueden ser asumidas como verdades, n° ba
mos tar tampoco que las referencias a nuevos casos analiza, Ode,
prucbat de su validez universal. Puesto que la nocién de validen 3 flag
como su propio nombre indica, hace referencia a todas las Posibiligg’ 4
Pasadas, presentes y futuras de que ocurra un fenémeno, el Que hall des,
experiencias, tanto pasadas como presentes, que confirmen ese feng; ‘
No significa que su comportamiento futuro tenga que obedecer ineludin®?
mente a las pautas observadas. Es decir, la posibilidad logica ible.
futuro sea diferente de lo observado est siempre abierta. De este met el
demostracién de la verdad de una generalizacién empirica debe fun, ph
en la identificacién de una «conexién necesaria», que evidencie la rela at
causal existente entre los fenémenos observados. Cibn
Ahora bien, la nocién de «conexién necesaria» encierra también seri
problemas, El concepto de necesidad puede entenderse en dos sentidos.
como necesidad légica o como necesidad empirica. Si se entiende come
necesidad Logica, se pone en cuestin la naturaleza empitica de a cco
Si se apela a una demostracién empirica de la necesidad, nos hallamos ante
un uso poco elegante del criterio de verificacién, puesto que no puede
observarse empiricamente la «conexién necesatia» que subyace en un lazo
causal y es prueba de su existencia. Como se encarg6 de sefialar Hume, la
observacién empirica muestra una «conjuncién constante»
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