VPH
El Virus del Papiloma Humano (VPH) es un virus de transmisión sexual que
contiene ADN y que infecta en especial las mucosas orales y mucosas
genitales.
Existen más de 240 variedades diferentes del VPH, de los cuales 15 de ellos
están relacionados con el cáncer de cuello uterino, de vagina, de vulva, de ano
y orofaringeo (parte posterior de la lengua, paladar, garganta y amígdalas).
El Dr. José Andrés Poblete, ginecólogo y presidente de la Sociedad Chilena
de Obstetricia y Ginecología (Sochog), explica que este virus se transmite
exclusivamente por la actividad sexual, ya sea genital, oral o anal. También se
puede transmitir a través de las manos cuando han tenido contacto con los
genitales. “No es un virus que tenga transmisión hereditaria ni otros factores
de riesgos asociados. El único mecanismo de infección es la actividad
sexual”, asegura.
Efectos del VPH en la salud de la mujer
Los efectos del virus papiloma en la mujer se agrupan según lesiones benignas
y malignas o cancerosas.
Lesiones benignas:
Son los denominados condilomas vulvares (verrugas genitales).
Lesiones malignas:
Corresponden a las lesiones preneoplásicas o invasoras de cáncer de
cuello del útero, de la vagina y de la vulva.
En cuanto al tiempo que puede transcurrir entre el contagio por VPH y la
aparición de lesiones por cáncer de cuello uterino, el especialista señala que
dependerá del estado de inmunidad del huésped. “En general, se considera
que deben pasar al menos 10 años desde la infección hasta la aparición de un
cáncer invasor. Sin embargo, las lesiones preinvasoras, pueden aparecer dos
años después del momento de la infección”, indica.
La importancia de la detección temprana
La detección precoz del virus por papiloma se puede realizar tanto por el
Papanicolau (PAP) como por la detección o serotipificación del virus en el
cuello del útero. “Sin embargo, el Papanicolau es lo que tenemos más
disponible y está más a mano en toda la atención primaria del país. Y es
fundamental que las mujeres se lo realicen periódicamente, porque el
tratamiento de las lesiones preinvasoras erradica completamente la infección
y evita la progresión a un cáncer invasor”, asegura.