Hannah Arendt señala que es cuestionable que la ciencia política haya
perdido la capacidad para distinguir los conceptos de “poder”, autoridad y
fuerza al extremo de que aparecen como sinónimos en nuestros días. Para
esta autora el poder es la capacidad humana de actuar concertadamente y
en tal sentido es propio de toda la comunidad. La “autoridad” es el poder
que ejercen unos pocos con el reconocimiento de aquellos a quienes se les
pide obedecer y que no necesita del miedo ni de la coerción. La fuerza o
violencia se utilizan cuando la autoridad fracasa.
A diferencia de lo afirmado por Weber, Hannah Arendt, considera que, en
sentido estricto, el poder sólo puede ser realmente efectivo, si incluye el
consentimiento de los gobernados. Para Arendt, la sobrevivencia del poder
está estrechamente ligada al grado de adhesión que logre suscitar y
mantener en la ciudadanía. Mientras que Weber sostiene que el poder está
referido siempre a la intencionalidad y a la voluntad del individuo que lo
ejerce, Arendt responde que “el poder no es nunca una propiedad individual
Michael Foucault, en cambio, intenta otra aproximación. En vez de
preocuparse por qué es el poder sugiere que habría que preguntarse más
bien cómo se ejerce el poder, mediante qué tecnologías y mediante qué
procedimientos se ejerce ese poder y qué consecuencias y efectos se deri-
van de ello. En definitiva, el poder no es una institución, no es una estruc-
tura ni una fuerza de la que dispondrían algunos: es el nombre que se le da
a una situación estratégica compleja en una sociedad dada.
El concepto de poder y las revoluciones burguesas
el poder es el equivalente a la “fuerza” en el campo de la física,
Resulta interesante destacar que las revoluciones burguesas no alteraron el
concepto de poder entendido como capacidad de imponer decisiones y
conductas a los súbditos, sino que sólo morigeraron o corrigieron algunos
de sus aspectos, a fin de mitigar los excesos del absolutismo monárquico.
Mencionamos brevemente algunos de estos aportes.
El origen del poder: La concepción del poder como originario de la
comunidad no era totalmente nueva para la época de Hobbes, ya que había
sido de alguna manera adelantada por algunos pensadores de la Iglesia. El
pensamiento liberal formaliza esta concepción a través de las teorías
contractualistas de Hobbes, Locke y Rousseau, luego completadas técnica-
mente con la impecable síntesis de la teoría de la representación política de
Sieyes. El poder se origina en el pueblo entonces llamado Nación o
comunidad y es transferido al gobernante por la vía de la teoría de la
representación política y del mandato libre.
La extensión del poder: Típicamente en el marco de las monarquías
absolutas el poder era ilimitado. En el pensamiento liberal, el ejercicio del
poder tiene limitaciones muy concretas cuyas fuentes son:
• La división del ejercicio material de las funciones entre Legislativo,
Ejecutivo y Judicial en un sistema de contrapesos, equilibrios y balances.
• El respeto a los derechos individuales que son inherentes al ciudadano e
implican un límite a todo posible avasallamiento por el Estado.
• La constitución escrita y rígida como carta de garantías de los principios
reseñados
• La responsabilidad de los funcionarios por las consecuencias de sus actos
La temporalidad del ejercicio del poder: En el marco del poder absoluto de
los monarcas éste se extendía naturalmente a lo largo de toda la vida. A
partir de la emergencia del modelo representativo republicano
La aparición del constitucionalismo liberal acompañó la circunstancia
histórica de la llegada de la burguesía al poder. A fines del siglo XIX, con la
emergencia de otra nueva clase social, la del proletariado industrial, nuevas
necesidades sociales insatisfechas requirieron la aparición de otras
ideologías, como los socialismos, el marxismo y la doctrina social de la
Iglesia.
Es con el marxismo que el poder comienza a visualizarse como un
fenómeno sistémico o estructural –no como algo meramente interpersonal–
que se reproduce e internaliza dentro del tejido social o del sistema de
relaciones sociales.