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Una Historia de Guerra

El documento cuenta la historia de un soldado argentino llamado Leandro Felli que luchó en la guerra de Malvinas. Tras regresar de la guerra, Leandro intenta llevar a su casa a un amigo mutilado, pero sus padres se niegan a recibirlo. Esa misma noche, Leandro se suicida de un disparo.
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Una Historia de Guerra

El documento cuenta la historia de un soldado argentino llamado Leandro Felli que luchó en la guerra de Malvinas. Tras regresar de la guerra, Leandro intenta llevar a su casa a un amigo mutilado, pero sus padres se niegan a recibirlo. Esa misma noche, Leandro se suicida de un disparo.
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Una historia de guerra

Yo tenía un amigo en la primaria que se llamaba Agustín Felli. Me encantaba ir a su casa porque a veces sus padres
nos dejaban solos y entonces nos metíamos en la pieza del hermano mayor. Al hermano de Agustín le decían el
Corcho. En su pieza tenía un montón de discos de rock nacional y siempre andaba con chicas que eran lindísimas. Era
una especie de playboy de Mercedes, y se llevaba muy bien con los de nuestra edad. Nosotros teníamos once.

Un día el Corcho se fue a hacer la colimba y le cortaron el pelo. Cuando lo vi de vuelta, me pareció que no era tan
canchero sin pelo, pero seguía teniendo un montón de novias.

Antes del Mundial de España al Corcho lo mandaron a la guerra de las Malvinas. Pero como los Felli eran una familia
de plata, el papá del Corcho le pagaba a unos militares de Mercedes para que le dijeran siempre dónde estaba el
Corcho y para que lo cuidaran.

Un día la guerra se terminó y el Corcho volvió de las islas. Primero lo mandaron a Río Gallegos, y de ahí en un camión
militar a Buenos Aires.

Desde Buenos Aires el Corcho pudo llamar por teléfono a Mercedes. Habló con Agustín y después con sus padres.
Estaban todos muy contentos de escucharlo.

El Corcho le preguntó a sus padres si podía ir a su casa con un amigo, un soldado amigo de Misiones.

—Nos hicimos como hermanos en las islas, me gustaría que se quedara unos días en casa —le dijo.

El papá le respondió que sí, que los esperaban a los dos con un asado, que se subieran al primer tren.

El Corcho les explicó que a su amigo le habían amputado la pierna y el brazo izquierdos. Que no podía caminar y que
estaba muy dolorido, que mejor dejaran el asado para más adelante. Su amigo iba a necesitar descansar unos días.

El papá del Corcho hizo un silencio.

Entonces la mamá, que estaba escuchando, agarró el teléfono y le dijo:

—Nene, vení vos solo entonces. Después vemos de ayudar a tu amigo de alguna manera. En casa no podemos cuidar
a alguien en esa situación, hijo… tu hermano es chico todavía. Vení vos, Leandro, vení vos, hace tres meses que no te
vemos… Yo te prometo que tu papá va a ayudar a tu amigo.

El Corcho dijo que sí, que por supuesto (no era un chico rebelde, nunca discutía con los padres). Les dijo que iba para
allá, solo, en el directo de las 6:30 de la mañana, y que llegaba a la estación antes de las 9.

Pero esa misma noche, de madrugada, sonó otra vez el teléfono. Eran de la Comisaría Nueve, diciendo que habían
encontrado el cuerpo sin vida del conscripto Leandro Felli, de 19 años, boca abajo, en una pensión del Once. La
puerta estaba cerrada por dentro y, previsiblemente, la víctima se había pegado un tiro en la boca.

Cuando los padres fueron a reconocer el cadáver a la morgue supieron que su hijo tenía la pierna y el brazo
amputados.

Y que el amigo de Misiones no había existido nunca.

Autor: Hernán Casciari


Las Malvinas
Como a mujer robada le quitaron el nombre;

lo arrojaron al mar.

Tiene las alas salpicadas de islotes. Le dieron otro para que olvidara

Es nuestra bella del mar. que ella no sabe pronunciar.

La patria la contempla desde la costa madre

con un dolor que no se va. El viento es suyo; el horizonte es suyo.

Sola, no quiere más.

Tiene las alas llenas de lunares. Sabe que un día volverá su hombre

Lobo roquero es su guardián. con la bandera y el cantar.

La patria la contempla. Es un ángel sin sueño

la patria junto al mar.


Cautiva está y callada. Ella es la prisionera

Tiene el pecho de ave sobre la onda helada. que no pide ni da.

Ave caída es su igual. Su correo de amor es el ave que emigra.

El agua se levanta entre sus alas. La nieve que cae es su reloj de sal.

Quiere y no puede volar.


Hasta que el barco patrio no ancle entre sus alas,

El pingüino la vela. La gaviota le trae ella se llama Soledad.

cartas de libertad.

Ella tiene los ojos en sus canales fríos. Autor: José Pedroni

Ella está triste de esperar.


HÉROES DE MALVINAS
La basura indefinible de esa historia

Puede más indiferencia de tu gente Que soñó con perpetuarse en La Rosada,

Que la bala más voraz del enemigo Debería haber sido inmediatamente por sus pares

Me pregunto que pasaba por la mente De la gran Plaza de Mayo fusilada.

Del infame que te estaqueaba en el frío


Duele más la indiferencia de tu gente

Te sacaron de lo hondo de la selva Que la bala más voraz del enemigo,

O del algún potrero ingenuo y olvidado Hubo menos héroes muertos en el frente

Te sacaron de tu casa y sin abrigo Que en el campo de batalla del olvido.

Te largaron en el viento sur helado


Y allá quedaran eternos en tinieblas

Te entregaron armas que no conocías Sin relevos esperando que algún día,

Que con suerte cada tanto funcionaban Sin que corra sangre

En un hoyo que cavaste Vuelva la celeste y blanca a flamear sobre esas tierras
argentinas.
Repetías las canciones que creías olvidadas

Por siempre serán héroes, por siempre serán héroes


Nos sabias que era sentirte tan lejano
Por siempre nuestros héroes de Malvinas.
Ni que el hambre se comiera tus entrañas

Solo estaba la mirada de un hermano

Con la misma incertidumbre en la mirada.


Autor: Andrés Ciro Martínez

Por siempre serán héroes, por siempre serán héroes

Por siempre nuestros héroes de Malvinas.

De Corrientes, Buenos Aires y de Chaco

Desde Córdoba, Mendoza, de La Pampa

Desde todas las provincias argentinas

Los llevaron para hacer una patriada.

Y coraje fue lo que ellos demostraron

Frente a 1, 2, 3, 4 enemigos,

Los ingleses que venían preparados

Frío, hambre y a los jefes argentinos


Bravo Guerrero

Malvinas tierra lejana

en el confín de mi patria

rodeada de vientos y nieve

que en sollozo silencio

grita el nombre

de los bravos guerreros

que dejaron mi tierra

para empuñar el fusil

Malvinas tierra lejana

en el confín de mi patria

allí la neblina dibuja tu nombre

bravo guerrero que dejaste tu vida

por mi tierra inmortal

Malvinas tierra lejana

del confín de mi patria

allí siluetas de mis bravos guerreros

surcan la niebla y desde el silencio

gritan y exclaman que las Malvinas

son y serán argentinas.

Autor: Juan Chico


Los lapachos han vuelto a florecer

Los lapachos han vuelto a florecer en este mes de agosto como si fueran el eje de la historia,

y la explosión de sus flores rosadas un movimiento circular de suaves rotaciones

¿qué piensan dentro de sus ramas (aparentemente imperturbables) sobre

lo que pasó este otoño en los mares del sur bajo en manto de neblinas?

Pero de pronto los lapachos florecieron y luego dejaron caer sus flores

en el sueño de esa llovizna sin noticias,

y los albatros quedaron sepultados en la Islas.

Y los padres nos quedamos mirando en el aeropuerto

cómo nuestros hijos subían a los aviones de transporte.

Con armas y cascos y mochilas y fuertes borceguíes para el frío del sur,

abajo del planeta que se iba cantando la marcha de San Lorenzo,

pero a él no lo podíamos distinguir cuál era desde la terraza porque

ya no era nuestro hijo sino un soldado que iba hacia la guerra,

y a mí se me cruzaron todas las palabras

rotas

tartamudas

y todavía siento que en aquella madrugada

cuando los aviones se perdieron en el cielo a las seis de la mañana

supe que ya no podía escribir rabiosamente

la palabra civilización con be larga, por lo menos.

Y como si nada hubiera ocurrido, en agosto los lapachos han vuelto a florecer

sobre nuestros corazones con armas de papel “igual que sobrevivientes

que vuelven de la guerra”.

Autor: Alfredo Veiravé


La Carta Perdida

Mañana del día 22

Madre, hoy es tu cumpleaños

Chaco ¡qué lejos que estoy!

En mi carta les dejo mi amor

Todo es blanco y aquí en mi alrededor

Nos humillan con grandeza

El Tano, el Polaco, el Andrés

Madre, cayeron los tres

Es de noche, y los salgo a buscar

Mi estrellas me quieren contar

Hace frío y aquí en soledad

Hay mil almas que de guardia están

Y sos un poco de sol

Toda nieve, toda viento

Sos un puerto argentino

Con bandera de otra nación

Es la carta que nunca llegó

Escrita allá en Malvinas

Fue en abril del '82

De un soldado que nunca volvió

Y sos un poco de sol

Toda nieve, toda viento

Sos un puerto argentino

Con bandera de otra nación

Con bandera de otra nación

Con bandera de otra nación.

Autor: Julián Raúl Ratti

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